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Resumen Tema 1.

La Francia de Luis XIV (1661-1715)


Manuel Jan Sánchez Valko

I.- La política interior de Luis XIX

1.- Luis XIV y el fortalecimiento de la monarquía francesa


Nacido en 1638 fruto del matrimonio entre Luis XIII y Ana de Austria.
Será influenciado en su infancia por su madre y Mazarino. Las frondas
serán el acontecimiento político que marcará su infancia, marcando su
política de fortalecimiento y unidad en el Reino. La forma para llevarlo
a cabo será crear una infraestructura estatal y fiscal dependiente de la
Corona, limitar o eliminar poder de autoridades autonómicas y fortalecer
el ejército permanente.
En 1661 tras la muerte del cardenal Mazarino, se hace cargo del gobierno
Luis XIV de forma personal. Según los teóricos del absolutismo, el poder
del soberano proviene directo del propio Dios, y solo ante él debe
responder. En este contexto se identifica al rey con el Estado, tesis expresada en la frase
“El Estado soy Yo”. Por tanto, es la encarnación del estado de modo que posee todos los
poderes y se convierte en máxima autoridad. Tiene el poder judicial, el cual delega en los
tribunales, pero lo puede ejercer directamente con los consejos, comisiones, edictos de
gracia, etc. Tiene el poder legislativo, legisla mediante ordenanzas, edictos, decretos, etc.
Tiene la autoridad administrativa, la cual delega en agentes, oficial y comisarios; también
recauda impuestos y es el único que tiene que preocuparse por los gastos. Los únicos
límites los constituyen las “leyes fundamentales” del reino y los privilegios y franquicias
de algunas provincias y entidades.
El reinado de Luis XIV es muy relevante para la historiografía como modelo de monarca
absoluto por excelencia, debido a que se convirtió en uno de los reyes con mayor
autoridad de Europa. Por su potencia, es decir, por su capacidad de movilizar recursos
capaces de imponerse sobre otras monarquías: ejército (Luis XIV crea el mayor ejército
de Europa), recursos fiscales, hombres y un fuerte aparato burocrático para una buena
administración. Para financiar todo este aparato estatal, será necesario recaudar dinero
mediante un sistema impositivo que recaerá sobre el tercer Estado.
Se trata de uno de los reinados más largos de la historia, hasta el punto de que lo suceden
sus bisnietos. Está al mando de una de monarquías más compactas y pobladas de Europa
en el siglo XVII: no hay entidades soberanas dentro, es muy rica desde el punto de vista
agrario, está densamente poblada. Es una de las regiones más ricas de Europa. Al igual
que en el resto de Europa, Francia tuvo un proceso por el cual los territorios feudales van
perdiendo poder en favor de un rey que reúne cada vez más poder real.
1.1. Revueltas: (La Fronda)
Durante su reinado tuvieron lugar las Frondas, que se tratan de las últimas batallas
llevadas a cabo contra el rey de Francia por los Grandes del reino y tiene lugar entre
1648-1643. Hay que tener en cuenta que Richelieu y Mazarino han tratado de fortalecer
el aparato de la monarquía en contra de muchos actores políticos.
Hay también una crisis de autoridad porque el poder real quiere tener más autoridad para
dictar leyes y pasar por encima de costumbres y tradiciones para recortar privilegios
(exenciones de impuestos). La monarquía necesita recursos fiscales para las guerras, lo
que aumenta el descontento entre las clases populares. Aparece también un descontento
en la alta sociedad que querían recuperar el poder que estaban perdiendo en favor del rey.
Los Parlamentos son varios y algunos se sublevan, pero otros no. En estos momentos
funcionan como tribunales de justicia y están compuestos por la nobleza urbana, por lo
que quieren definir los límites al poder real, para tener más poder dentro de su esfera. La
crisis, el control nobiliario, etc. dan lugar a unas sublevaciones sociales con intereses
variados, por lo que en la Fronda de Burdeos se persigue a los ricos porque el pueblo es
sinónimo de legitimidad.
Luis XIII muere en 1643, cuando Luis XIV tiene 5 años, por lo que se convierte en rey,
pero no puede gobernar porque es menor de edad. Esto hace que aparezca un consejo de
regencia, que era una institución formada por consejeros pero que fue desbancado por
Ana de Austria, su madre, que va a convertirse en la regente única. Aparece el cardenal
Mazarino, que se convierte en el verdadero jefe de gobierno y es el que tiene que
enfrentarse a las revueltas civiles contra la monarquía: Frondas, que se van a prolongar
desde 1648-1653. La mano férrea de Mazarino va a provocar estas revueltas y generaron
en la corte una sensación de inestabilidad, de desorden público, de falta de autoridad, etc.
la regente y Luis XIV tuvieron que huir de París en varias ocasiones.
1.2. La soberanía
La doctrina absolutista posee dos límites, el teórico y el práctico; Teórico en la propia ley
divina (DIOS)y hay otros elementos que el monarca debe respetar como es la constitución
de los pueblos, no como un texto constitucional, si no como norma que se conforman
legítimamente. Todos los monarcas de la época son absolutistas, pero estaban limitados
en cierto modo: se reconoce la autoridad del monarca, pero hay límites.
1.2.1. La Corte
Tenemos que el centro de un régimen monárquico será la corte, es el centro de la vida
pública entorno al monarca. Entorno a la figura del monarca veremos un escalafón que
será la familia real, la reina política, los hermanos del rey, sobrinos del rey, príncipes de
sangre etc. Como cargo secundario tenemos la nobleza, esta aristocracia tendrá una
diversa proyección y no siempre serán de fiar. Luis XIV uso la Corte, que por mucho
tiempo tiene varias residencias reales, hará de Versalles el centro gravitacional, un centro
de control político de la alta aristocracia, obligándola a residir en Versalles. Luis XIV
usará a esa aristocracia de espada para esos destinos, para la administración, lo tendrá
entretenido en las cortes, pero no en los puestos de administración, elegirá por ello gente
de la baja nobleza y burguesía que la alta nobleza, es decir, prefería más a clases
estamentales más bajas que ceder más poder a la alta aristocracia. Es una forma
promocionar socialmente y dependiente de su lealtad al monarca, alcanzando la nobleza
no titulada haciendo que la gente de la burguesía se ennoblezca. (Denominada nobleza de
servicio)
1.2.2. Desarrollo y fuerza administrativa
Ante la necesidad de una mayor eficiencia y efectividad aceleró la formación aparato
administrativo central dependiente del monarca. Como el centro administrativo
tendremos la figura del rey. Este debe tener brazos, dos clases de elementos: Unos tienen
un papel de consulta, asesoramiento e impartición de justicia, los consejos: son
colegiados, que tienen consejeros y su función es consultar y asesorar. La aplicación de
esas consultas corresponde únicamente al rey.
Desde 1661 el Antiguo Consejo del rey se fue dividiendo en varios especializados:
-En el Consejo Superior era el verdadero consejo de gobierno en el que se examinaban
los asuntos más importantes de política interior y exterior.
-El Consejo de Despachos, reunía los secretarios de Estado y se leían los despachos
recibidos desde las provincias y se elaboraban respuestas.
-Consejo de Hacienda, incluía a los intendentes y al inspector general de Finanzas, que
era su cabeza. Desde este organismo se planificaban los asuntos financieros y económicos
de la monarquía.
-Consejo de Estado, Luis XIV lo llamará consejo privado, se diferencia de los anteriores
por ser mucho más numeroso, como una asamblea. Se reunían a los secretarios de Estado,
ministros de Estado y magistrados profesionales. Sus competencias eran principalmente
judiciales pues constituía la jurisdicción suprema en materia civil y administrativa.
Paralelamente a los consejos tenemos una serie de órganos importantes, de vía
administrativa, una de las ramas, se llamará ministros, secretarios del rey, un cuerpo
reducido pero especializado, son el brazo ejecutivo, tendremos la figura del canciller o
ministro de justicia, la de los notarios del reino etc. Los principales colaboradores del rey
son el canciller, el inspector general de hacienda y los secretarios de estado (menos de 6).
El canciller es la segunda autoridad del reino, es el jefe de la magistratura y el ministro
de justicia; era inamovible, pero el rey podía quitarle las funciones. El inspector de
hacienda lo crea Colbert tras suprimir el rey el cargo de superintendente; está al frente de
la hacienda y dirige la actividad económica. Aparecen los ministros o secretarios de
estado, que suelen ser 4 (exteriores, guerra, marina y casa real, más el inspector de
finanzas); tienen la función de su cargo y cierto control sobre las provincias.
Luis XIV tiene como objetivo “La Grandeur de la France”. Luis XIV quiere el primer
rango de las monarquías europeas, que condiciona el rango de las relaciones
internacionales. Tenemos la guerra como el instrumento esencial entre los poderes del
soberano. La potencia se mide en la capacidad militar, es un instrumento de presión, la
fuerza militar depende del dinero, fundamentalmente incluso del poder aristocrático.
Tenemos pequeños territorios con un gran ejercito como es Holanda en el siglo XVII y
XVIII. Ejércitos reducidos, en su mayoría compuesto de mercenarios. Otro recurso
importante es la diplomacia, el instrumento de relación, información e influencias de unos
estados a otros. En el XVI, la diplomacia mejor armada e influyente de Europa, además
se refleja en el ceremonial exterior, los Austrias, del s. XV al XVII, en monarquía de
representación exterior. El rey de Inglaterra no recibía primero a Felipe IV, si no al
embajador de Francia. Figura del embajador que sustituye al soberano, con la función de
recabar información.
Para el control del territorio, que luego será copiado por los demás países de Europa,
tendremos la figura del intendente, actualmente parecido a los delegados del gobierno.
Función administrativa, de policía, de control de fuerzas armadas, de supervisar la
sanidad, el orden público etc. Dependen del rey y se convertirán en el brazo ejecutor de
la monarquía.

2.La política fiscal y las reformas económicas del Colbert


Francia tomará el relevo como potencia hegemónica en Europa. Francia se va a convertir,
en la segunda mitad del siglo XVII, en una potencia militar formidable. La guerra es cara
y casi siempre permanente, por lo que los ministros, especialmente Colbert se convertirá
en un referente político.
Colbert se encuentra con una deuda real (Deuda pública) muy grande debido a los
numerosos conflictos y también por los préstamos que solicitaba la monarquía, estos
préstamos se solicitaban usualmente a banqueros holandeses, Alemanes etc. El aparato
fiscal no era controlado directamente por el rey, sino que era muy extenso a lo largo del
territorio. Los funcionarios de hacienda no son los que recaudan, sino que se arrendaba a
administración de impuestos, se contrataba a recaudadores. Lo más habitual era enajenar
rentas y vender cargos y privilegios a cambio de una renta. Muchos de los impuestos son
indirectos, que provenían del consumo y se cobran en las ciudades; hay algunos impuestos
directos, como la talla, que es por capitación y no lo pagan todos.
Colbert es uno de los principales representantes de las doctrinas del mercantilista. Es un
miembro de la baja nobleza que llega a las más altas magistraturas y estuvo amparado por
el rey, por lo que fue ennoblecido. Pertenece a una familia de comerciantes de Reims,
ingresa en la administración en 1640 como secretario personal del ministro de guerra. En
1650 entra al servicio de Mazarino y Luis XIV lo nombra intendente de hacienda en 1661
por recomendación de Mazarino. Hasta 1683 es uno de los grandes ministros de hacienda
de Luis XIV.

2.1. El comercio
Las teorías mercantilistas piensan en cómo atraer metal para sanear la hacienda y que
haya más ingresos que gastos. Para conseguir más ingresos se recurre al comercio,
circuito que se basa en el intercambio de productos: se exporta más que se importa, por
lo que se favorecen las exportaciones y se limitan las importaciones (Proteccionismo) que
hacen competencia. Por lo tanto, el mercantilismo trata de aplicar las fórmulas que
posibiliten una balanza de comercio favorable. Se intentan fomentar los mercados de
manufacturas textiles, que son las derivadas de la lana y las del lino. El gran mercado es
el de la lana.

Por esto, se va a intentar copiar el modelo de compañías privilegiadas holandesas y darles


el impulso desde la Corona. Se crean manufacturas privilegiadas para la exportación; que
pueden ser manufacturas reales, es decir, particulares reciben un privilegio del rey para
ejercer el monopolio, tener una seguridad de ayuda financiera y tener exenciones fiscales,
a cambio de unas condiciones. También pueden ser del estado y las trabaja directamente
él; se ponen en marcha para los artículos de lujo y para dar ejemplo de iniciativa. Esta
producción quedó asegurada con una nueva tarifa aduanera que afectaba a las
importaciones; posteriormente, otra tarifa casi prohíbe todos los productos ingleses y
holandeses. Este modelo de fomento de industrias no triunfará por la escasa participación
de capital privado, no como ocurría en Holanda. El rey y Colbert tratan de atraer a los
inversores, pero estas compañías son poco atractivas y solventes para los franceses porque
conllevan un gran riesgo, además de que la posición de Holanda era muy fuerte respecto
al comercio. La mayoría de las compañías duraron en torno a unos 10 años.

Lo más importante era aumentar el comercio exterior, el cual quería que se hiciera con
barcos franceses, ya que la mayoría se hacía con barcos holandeses. Para evitar los
intermediarios y ahorrar en costes, fomentó la construcción naval con primas a los
armadores y fomentando el desarrollo de las compañías comerciales privilegiadas. Se crea
la compañía de las Indias Orientales para el comercio en el Índico y las tierras de las
especias; la compañía de las Indias Occidentales para la explotación de las islas
azucareras; la compañía del Norte para el comercio con el Báltico; la compañía del
Levante para el comercio con el Mediterráneo Oriental. S intención es tener un monopolio
similar al español con Sevilla y América.

Esta iniciativa fracasa, el esfuerzo de Colbert no termina tratando de fomentar las


exportaciones. Para ello intentó realizar una unificación aduanera, suprimiendo las
aduanas entre las diferentes provincias y los peajes municipales y señoriales. Esto lo
consiguió en parte, porque sólo consiguió la unificación de las provincias del centro.
También intentó mejorar la circulación por agua con la creación de canales para
transportar la producción al puerto. También, debía tener buenos caminos, por lo que
mejoró las comunicaciones terrestres.

2.2. Medidas
Como primera medida tenemos la reducción de la deuda pública, equilibrar gastos e
ingresos. Va a introducir un sistema de control de las rentas, como un sistema contable
para así controlar la contabilidad y que el rey pudiera saber en todo momento el estado
de las arcas. Para ello lleva un registro de los ingresos y gastos, supervisados por el rey.
También realiza un presupuesto anual, introduciendo la idea de “presupuesto”.
Como medidas administrativas tenemos la disminución de cargos militares, ventas
vitalicias y la elevación de impuestos, reducir las cargas del estado, el rescate de cargos
venales. Venta de cargos públicos, no compran el cargo si no la renta vitalicia del cargo,
en muchos casos cargos venales, se vuelven a comprar el cargo por el precio que se ha
vendido usualmente.
Realizó medidas que aliviaron las cargas directas sobre los no privilegiados: disminuyó
la talla (impuesto directo). Los nobles estaban exentos de pagar impuestos y su inflación
era muy grande, por lo que un poner en marcha un proceso para saber quién era noble
realmente y así asegurarse de que todos los no privilegiados pagasen impuestos. También
aumentó los impuestos indirectos. Intentó que el clero pagase más mediante las
donaciones gratuitas, por lo que es excomulgado porque tocaba los privilegios y la
inmunidad de la iglesia. La más importante, sistema de recaudación propio, que controlen
a la perfección los impuestos, sistema descarga en el arrendamiento de los
impuestos.Tendremos la figura de los recaudadores de impuestos para el cobro de estos.
Como resultado de estas medidas, los ingresos del rey se duplican entre 1661 y 1671, es
decir, sin hacer grandes reformas los ingresos subieron mucho. A partir de 1671 los
ingresos siguen aumentando, pero el déficit aumenta mucho, es decir, han aumentado los
gastos, por las guerras principalmente. La necesidad de dinero para mantener la guerra va
a echar hacia atrás algunas de las medidas de Colbert en el arrendamiento de impuestos.
Las urgencias de la guerra hacen que a partir de 1680 se vuelva al arrendamiento de
impuestos.
3.- Fines y medios: diplomacia, ejército, marina
3.1. La diplomacia
A partir de 1672 se impulsa una política muy agresiva y para ello se sirve de la
diplomacia, el ejército, la marina y los factores de producción que lo permiten. La
política exterior en el antiguo régimen es propia de los soberanos, eran los únicos que
podían declarar la guerra o firmar la paz. La diplomacia evoluciona de una temporal a
una permanente que comienza en Italia en el siglo XV y luego se generaliza en toda
Europa. Representaban e informaban. Los primeros que organizan un sistema
diplomático fuerte tras los italianos fue Fernando el católico y el sistema de
representación de los Austrias. Esa presencia dominante va a ir retrocediendo conforme
va retrocediendo la potencia de los Habsburgo. Francia comienza a conformarse como
potencia y toma el relevo. La diplomacia en Europa en el siglo XVI es en español y en
el siglo XVII es en francés, es el idioma culto y en el siglo XVIII es el inglés.
Richelieu y Mazarino construyen un sistema diplomático fuerte en su lucha contra los
Habsburgo, Luis XIV se encuentra con un sistema diplomático bien estructurado ya.
Las relaciones entre soberanos están jerarquizadas: en el siglo XVI, los embajadores
importantes eran los de Carlos V y Felipe II; tras 1661 los importantes eran los de Luis
XIV; esto representa un cambio de realidad política. El cuerpo diplomático depende de
3 ministros sucesivos: Hugues de Lionne (1663-1671), Simon Arnaud de Pomponne
(1671-1679) y Colbert.
3.2. El Ejército
Los ejércitos son reales y hay una parte que es permanente, regimientos reales, pero, en
caso de conflicto, la mayoría son mercenarios. Las monarquías europeas tienen un cuerpo
permanente y mercenarios, por lo que la capacidad de pagar es muy importante a la hora
de constituir ejércitos numerosos. En la segunda mitad del siglo XVII, Luis XIV hace del
ejército uno de los mayores de Europa. Es el que va a tener una capacidad de mantener
en pie durante más tiempo ejércitos numerosos. Los grandes arquitectos del ejército
francés son el mariscal-general Turena y Michael le Tellier y su hijo el conde de Louvois,
que son los encargados de la reorganización del ejército.
3.3. La marina
Hay que distinguir entre lo que es marina de guerra y la mercante. Hay una paulatina
especialización. Las naves que hacen las rutas con América son de carga y de guerra. Se
irá generando una marina de guerra que se llama navíos de línea, es decir, hay buques
diseñados sólo para la guerra que escoltan a los barcos de carga.
Richelieu reconstruyó la marina, pero Mazarino la descuidó y el rey también. No obstante,
apoyó a Colbert y a su hijo para dotar al reino de una marina de guerra importante.
Comenzó con 18 barcos y terminó con 250 y con una flota auxiliar de corsarios, a la
muerte de Colbert. Este esfuerzo militar hace que las guerras posteriores sean entre
Francia e Inglaterra en el siglo XVII y XVIII.
También se encarga de poner en acondicionar los tres puertos más importantes: el de
Brest, Rochefort y Toulon, cuyos astilleros se encargaban de construir los barcos y sus
dársenas serían de puertos de amarre para las dos flotas. Las escuadras francesas
combatieron en todas partes y, hasta 1692, obtuvieron grandes victorias sobre las
escuadras holandesas e inglesas.

4. Los asuntos religiosos: galicanismo y jansenismo. La revocación del Edicto de


Nantes (1685)
Dos aspectos relevantes de la política religiosa de Luis XIV están relacionados, con el
resto de las monarquías europeas, son las relaciones iglesia-estado (Roma y Corte del rey)
y la tendencia en la mayor parte de las monarquías europeas a constituir una religión única
y oficial en el reino: la unidad religiosa.

En las relaciones iglesia-estado, la principal batalla se va a referir a las cuestiones de


PODER TEMPORAL (la capacidad de influir en los nombramientos eclesiásticos, la
capacidad de administrar bienes eclesiásticos). Hay que tener en cuenta que la iglesia es
una institución en la que el Papa es un rey temporal porque tiene un territorio, tiene
implicaciones diplomáticas y tiene una dimensión espiritual. Estas relaciones entre las
potestades que tiene un papa y las que tiene un rey va a generar conflictos. En el caso de
Francia se llama galicanismo, en España se denominará regalismo. Conforme crece el
poder de los reyes, va a haber una tendencia a controlar e intervenir en las materias
eclesiásticas: en las doctrinales no, pero en la terrenales sí. Desde 1537 los reyes de
Francia tenían derecho de presentación: presentaban candidatos a la jerarquía eclesiástica.

Algo muy importante es la obediencia: cuando hay un conflicto, ¿A quién tiene que
obedecer la iglesia, al Papa o al rey?, por lo que se generan tensiones. No obstante, no
hay ruptura con la Iglesia. Los reyes intentarán controlar lo máximo posible la religión de
sus reinos. Otro de los elementos esenciales son los temas relacionados con la
organización eclesiástica: Una tendencia vertical y otra que tendrá como referentes el
parlamento general de la iglesia (concilio) y las iglesias nacionales. En la concepción
horizontal/conciliarista, el poder de dios se ha dado al pueblo/fieles, los cuales delegan
en un rey/institución y es el que ejerce el poder para garantizar los derechos del pueblo,
y de ahí se deriva que el pueblo tiene derecho a deponer al rey cuando se convierte en un
tirano (Tiranicidio). En la concepción vertical, el Papa lo es por la gracia de Dios, al igual
que el rey, por lo que justifica su posición elevada y que pueda mandar sobre el resto. Es
decir, Dios concede el poder a un rey y a los súbditos, limitados por el derecho natural.

4.1. Galicanismo
El galicanismo tiene dos vertientes: el galicanismo político y el galicanismo religioso.
El primero consiste en la defensa que hace el rey de sus prerrogativas sobre la
administración de los bienes eclesiásticos, es decir, los derechos del rey sobre el clero.
Esto se debe a que, para los juristas de la alta administración monárquica, el rey era el
dueño absoluto de los súbditos y los bienes del reino, por lo que tenía la potestad de
intervenir en los asuntos de la Iglesia, además de tener la potestad de negarse a acatar las
decisiones de Roma si atentaban contras las “libertades de la Iglesia galicana”. No
obstante, esto no afectará a temas doctrinales, sino a temas de administración eclesiástica,
como la imposición de impuestos, quién administra los bienes de los obispados vacantes,
quién provee los beneficios eclesiásticos (rentas de una parroquia) de un obispado
vacante, etc., lo que generará tensiones porque enfrentará las potestades del rey con los
privilegios del clero. La clave del galicanismo político es que el rey y los teóricos ya no
van a concebir que esos derechos que está esgrimiendo el rey tienen que ser negociados,
tienen que pedir la aprobación a la iglesia, sino que dependen de la propia autoridad del
rey, son derechos reales y no tienen que pedir permiso. Las medidas no se presentaban
como concesiones papales, el rey dice lo que va a hacer y ya está, no pide permiso.
Respecto al segundo, los galicanistas reconocían la primacía honoraria del Papa, pero
consideran que sólo tenía la plenitud del poder apostólico junto con los obispos. Según
las ideas del galicanismo, cada iglesia nacional debía tener la posibilidad de disponer de
sus propios ingresos y disfrutar de una amplia autonomía en cuando a la disciplina.
Además, la Iglesia de Francia pretendía defenderse contra las intrusiones del monarca y
afirmar su independencia respecto al poder temporal. No obstante, esto no se consiguió
debido al concordato de 1516 por el cual el rey tenía la potestad de nombrar a los obispos.
En el caso de Francia, Luis XIV no tendrá problemas de temporalidades hasta después de
la guerra con Holanda debido al problema de la Regalía, por la cual el monarca
administraba las rentas de los obispados vacantes y nombraba privilegios. Tras esta
guerra, aumentan los gastos, se retrasa elegir obispos en los obispados vacantes, el rey
vende beneficios eclesiásticos… En 1673, Luis XIV decide extender este derecho a todas
las diócesis, protestando sólo dos obispos por sus jansenistas. Estas medidas van a llevar
a un enfrentamiento directo entre Luis XIV e Inocencio XI, que amenaza con excomulgar
al rey. Debido a las tensiones de Roma, Luis XIV convoca la Asamblea del Clero, una
reunión de la jerarquía eclesiástica francesa de donde la declaración del clero galicano en
1682:
•La independencia de los soberanos frente a la autoridad papal en materias temporales.
•La supremacía el papado en materias espirituales.
•El respeto a la tradición de la iglesia de Francia en la aplicación de los decretos papales
servía de límite a las decisiones espirituales contrarias a la tradición de la iglesia de
Francia. Si el papa hace decretos contrarios a la tradición de la iglesia de Francia, no se
podrán llevar a cabo. Esto es, por lo tanto, una crítica al absolutismo del clero.
Inocencio XI anula las decisiones de la Asamblea, pero no condena a Luis XIV para evitar
agravar todavía más la situación. Lo que hace es negarse a investir canónicamente a los
nuevos obispos nombrados por el rey. De esta forma, aunque ninguno cede, no se llega a
una ruptura. En 1687 el conflicto se agravó por el asunto de las Franquicias: el rey era el
único soberano de Europa que no quería renunciar al derecho de asilo del que disfrutaban
las sedes de las embajadas, por lo que el Papa excomulga al embajador francés.
Finalmente, el rey se retracta en 1693 porque no tenía dinero y el emperador había
vencido a los turcos, por lo que Luis XIV tiene que defenderse por no haber ayudado
contra los turcos.

4.2. Jansenismo
El jansenismo fue un movimiento religioso iniciado por el teólogo y obispo Cornelius
Von Jansen (1585-1638) Es muy importante hasta la revolución francesa. Tiene diferentes
dimensiones: jansenismo teológico y doctrinal y jansenismo político.
El jansenismo doctrinal afecta a una concepción teológica, doctrinal y de la
organización de la iglesia, las cuales tienen una lectura política también. En este plano,
se refiere a cuestiones: si debe prevalecer la gracia y la predestinación frente al libre
albedrío. Tiene una dimensión de comportamiento moral, se define como una doctrina
vinculada al rigorismo moral. También tiene que ver con la práctica de la religiosidad, se
le atribuye la defensa de una religión intimista que se contrapone a las prácticas religiosas
externas. Sobre todo, está vinculada a una defensa y organización eclesiástica de tipo
conciliarista frente a una concepción más autoritaria de la iglesia con primacía del papa.
Además, tiene dos grandes cuerpos enfrentados: los jansenistas considerarán como sus
peores enemigos a los jesuitas (Brazo militar y político del papa). Lo que provocará un
enfrentamiento a lo largo del siglo XVII y XVIII.
Esto tiene implicaciones políticas sobre el poder y la organización de la iglesia. Los
jesuitas se consideraban el brazo armado del papa por su cuarto voto. Habrá intelectuales
franceses que se convertirán en defensores de las doctrinas jansenistas como Antoine
Arnaud (1622-1694) y Blaise Pascal (1665). Se oponían al poder pontificio y al poder
real porque los jesuitas están vinculados a los confesionarios reales, a la nobleza, por ser
laxistas y porque manejaban las conciencias de aristócratas a través de la enseñanza. Luis
XIV consideró que los jansenistas eran gente próxima a los planteamientos filo-
protestantes, a los ideales republicanos frente a los monárquicos, a los protestantes
holandeses y a los heterodoxos: hugonotes. Además, formaba parte clase media ligada a
profesiones liberales, industriales y un parte de la nobleza.
El problema del jansenismo será religioso y de política interna, por lo que Luis XIV va
apoyando las tesis anti-jansenistas. Defendían una iglesia más conciliarista frente al papa,
unos ideales más próximos a los protestantes que al absolutismo monárquico. No fue
considerado herejía porque era una concepción diferente, pero no iba por completo contra
la iglesia. En general, está vinculado a una concepción no vertical del poder, más
participativa, más conciliarista, etc.
Tras la muerte de Mazarino, Luis XIV se volvió muy reacio a los planteamientos
jansenistas, puesto que dudaba de su lealdad, por lo que trata de destruir esta corriente de
pensamiento y disolver las comunidades donde se fomenta. Esta política comenzó en
1661 con un decreto del Consejo que obliga a firmarlo a todos los clérigos, religiosas y
religiosos. También hubo oposición dentro del episcopado por parte de cuatro obispos, lo
que, no sólo molestó enormemente al Papa, sino también al monarca, puesto que las
intervenciones de Roma se multiplicaron. Finalmente, los cuatro obispos firmaron el
decreto, aunque con algunas condiciones, lo que permite hablar de una paz en 1668. No
obstante, esta distención fue provisional, ya que no se resolvió el problema por completo,
se trata de una mera tregua. Esto es un punto de inflexión dentro de la política religiosa
de Francia, ya que permitió el cese de la controversia durante más de treinta años, durante
los cuales el jansenismo se consolidó en la provincia de París entre la nobleza, la
burguesía parlamentaria, el bajo clero y algunas órdenes religiosas.

4.3. Tolerancia, Revocación del Edicto de Dantes de 1685.


El edicto de Nantes (1598) es una concesión por la que se tolera el culto protestante
calvinista en Francia en determinadas regiones y ciudades y siempre que no se hiciera
ostentación pública del culto. Además, para garantizar que eso se cumpliera, se
establecieron puestos militares. Hubo presiones de los católicos para ir restringiendo las
concesiones a los hugonotes. Los reyes de Francia lo mantienen porque son privilegios
reales, pero la presión aumenta. Hasta que, en 1685, Luis XIV revoca el edicto perpetuo
de Nantes. Antes de la llegada de Luis XIV había 1.5 millones de hugonotes, la mayoría
en el Delfinado, Languedoc, Normandía y París. Hasta 1679 se mantuvo una política
activa de tolerancia, se respetó el edicto. A partir de ese momento, comenzó una
persecución paulatina, recorte de derechos hasta 1685.
En 1672 empieza la primera guerra importante de Luis XIV, la guerra comercial y
mercantil con Holanda por el comercio. Los holandeses eran calvinistas, por lo que, en la
guerra con Holanda, los hugonotes franceses son considerados colaboracionistas con los
holandeses. La producción de las imprentas también estaba vinculada a los hugonotes, a
los que se supone que se oponían al absolutismo de Luis XIV. Lleva a cabo una política
restrictiva en el edicto de Nantes: Todo lo que no estaba expresamente en el edicto
quedaba prohibido, por lo que se van endureciendo las medidas contra los hugonotes,
sobre todo tras la guerra con Holanda.
Desde 1679 hasta 1685 se van dictando decretos que van restringiendo la práctica
religiosa hugonote. La exclusión de cargos civiles y militares. Se les prohíbe el ejercicio
de profesiones liberales. Les quitaban los niños a los hugonotes para educarlos en el
catolicismo. Las conversiones forzadas de niños sin permiso de los padres. Prohibición
de matrimonios mixtos. Con el edicto, los hugonotes estaban exentos de alojamientos
militares: las familias hugonotes no tenían por qué resguardar a las tropas cuando llegaran
al pueblo; pero ahora se les va a presionar y se les obliga a recibir alojamientos militares:
dragonadas. En 1685, Luis XIV, por todas las presiones de la iglesia, el bulo de ayudar a
los turcos, etc., revocó el edicto de Nantes, por lo que los hugonotes tenían que convertirse
o exiliarse.
Esto va a provocar el exilio y la conversión de muchas personas. Se habla de 100-300 mil
personas que se fueron, por lo que la mayoría de las personas se convirtieron falsamente.
La mayoría son artesanos, banqueros, médicos, etc., que emigran a Holanda, lo que tiene
un efecto económico muy importante; también se fueron muchos a Inglaterra, Suiza y al
norte de Alemania: Prusia.
Esta revocación del edicto tuvo una gran resonancia en Europa. El mundo católico lo ve
como algo muy positivo; mientras que los protestantes lo ven como algo muy negativo
para los hugonotes franceses. En este momento se empieza a consolidar la idea del
monarca Luis XIV como un monstruo del absolutismo, perseguidor de la disidencia y la
tolerancia religiosa que los holandeses habían hecho gala.
.

II.- Política exterior del Rey Sol

1. Caracteres generales
La principal idea de Luis XIV es la exaltación de su propia gloria, convertirse en el rey
más importante y poderoso de Europa: política de reputación. Esto se consigue con el
fortalecimiento diplomático y la expansión territorial. Un tercer elemento que será la
creciente importancia que empezará a tomar la disputa colonia, el dominio de espacios
coloniales, donde Francia no es una potencia colonial, pero sí tiene dos espacios
destacados: unas islas en las Antillas, unos territorios en Canadá y Luisiana. Otro
elemento motriz es la competencia comercial y económica, que dará lugar a los conflictos
entre Inglaterra, Holanda y Francia.

En el caso de Europa occidental, la rivalidad franco-imperial se mantendrá constante.


Territorialmente, Francia aspira a los Países Bajos españoles (son una potencia en
decadencia), Holanda, el Franco Condado, Borgoña, el Milanesado y la frontera del Rin.

La primera fase es la política de prestigio (1661-1672): Mediante los esfuerzos de


Colbert por mejorar la economía. El instrumento fundamental es la diplomacia, con
Mazarino se fortaleció, se tejen muchas alianzas internacionales contra los Habsburgo.
Va a tejer alianzas con los príncipes del imperio. Va a llevar a cabo algunas
adquisiciones territoriales significativas: Dunkerque: a cambio de una cantidad de
dinero se lo compra al rey inglés. Va preparando la futura anexión de Alsacia en 1684.
Es decir, esta es una etapa de fortalecimiento y preparación: Guerra anglo-franca:
Holanda (1664-1667. Paz de Breda 1668). Guerra de Devolución: España (1667-1668):
Triple Alianza: Paz de Aix-la-Chapelle (1668).
La segunda fase (1672-1697): comprende las grandes guerras de Luis XIV, los
períodos de conflicto en casi todos los frentes europeos porque, antes de 1672, los
conflictos estaban localizados, va a haber una participación de Francia como aliada de
Inglaterra contra los holandeses: Guerra de las Provincias Unidas, el Imperio y España
(1672-1678/79. Paz de Nimega). Política de Reuniones (1680-1697).

La tercera fase es la guerra de Francia contra todos, que aparece con la Guerra de
Sucesión Española (1700-1713/14).

2. La Guerra de Devolución y la Guerra de Holanda (1667-1762)

La guerra de devolución está motivada por las aspiraciones de Luis XIV a los países bajos
españoles y al Franco Condado, aprovechando la debilidad de los Habsburgo. Está
pensando en hacerse cargo de una posible sucesión a la corona de España basada en que
él está casado con una infanta española. El nombre de esta guerra se debe a que, en las
capitulaciones del matrimonio entre Luis XIV y la infanta española, está que, a cambio
de la dote, se renunciaba los posibles derechos de sucesión de la infanta, pero la dote no
se pagó, por lo que los Borbones reclaman la devolución que compensarán el impago de
la dote. Como la dote no se pagó, Luis XIV esgrimió en 1663 los territorios de las
Provincias Unidas y del Franco condado. La mujer de Luis XIV era hija del primer
matrimonio de Felipe IV, pero Carlos II era hijo del segundo matrimonio, por lo que los
juristas belgas y franceses dicen que ella debería haber sido reina. La intención real era
hacerse cargos con los territorios españoles, por lo que se alega todo esto.

Felipe IV muere en 1665 y sólo queda Carlos II, que es menor de edad y su madre se hace
cargo de la regencia. Aprovechando la minoría de edad de Carlos II, las tropas francesas,
iniciaron una ofensiva sobre los países bajos. Se conquistan muchas plazas en 1667. Esta
ofensiva de Luis XIV se hizo porque, además de reclamar los territorios por devolución,
Felipe IV había hecho testamento en favor de Carlos II, excluyendo a su hija y cerrando
la puerta a una implantación de los Borbones.

En 1668 Carlos II está muy enfermo, por lo que se firma un acuerdo secreto de repartición
entre los Austrias y los Borbones pensando que hacer si no hay una sucesión directa: que
toda la herencia fuera para Viena o para un Borbón, o repartirse el territorio. Cada vez
que Luis XIV intenta ampliar sus territorios, el resto contrataca y se forma la primera
alianza de La Haya. En el tratado de 1668 (Aix-la-Chapelle) Francia devuelve el Franco
Condado y se queda con muchos otros territorios que marcan la frontera con los Países
Bajos y que tienen mucho poder, por lo que la primera derrota no es tan mala.

La segunda parte es la guerra contra Holanda, contra los que ya ha tenido un primer
enfrentamiento. En 1672 se produce una de las grandes ofensivas de Luis XIV, cuya
intención es conquistar a los holandeses para acabar con Holanda como potencia
mercantil. Este conflicto afecta los Habsburgo. Esto le da la posibilidad a Guillermo de
Orange de aumentar su poder y, es en este momento, cuando Holanda se convierte en una
potencia comercial.
La guerra de los países bajos no había sido definitiva porque muchos territorios no
cambian. Además, Inglaterra abandona a Luis XIV tras 1677 porque se va a aliar con los
holandeses por un matrimonio. Se vuelve a la situación anterior con el imperio. De esta
forma, la gran perjudicada es España, con Carlos II como rey, el gobierno en manos de
validos con golpes de estado. Por lo que España necesita la paz y cede el Franco Condado
a Francia. Los objetivos de la política de Luis XIV se van cumpliendo, a pesar de las
dificultades, va consolidando su poder en Europa.

3. De la Guerra de Holanda a la Paz de Nimega (1672-1679)


En 1672, Carlos II de Inglaterra decide declarar la guerra a las Provincias Unidas. Luis
XIV, junto con Condé, Turena y Luxemburgo consiguieron cruzar el Rhin casi sin
resistencia, gracias a que evitaron las tropas holandesas de Guillermo de Orange. Tras
esto, entraron en Utrecht, pero los holandeses abrieron los diques de Muiden y
sumergieron gran parte de Holanda, obligando a los franceses a detenerse. Los Estados
Generales pidieron la paz a cambio de a cesión de la orilla izquierda del Msa y una
indemnización. No obstante, el rey exigió más, provocando una ruptura en las
conversaciones y un brote de indignación en el país, lo que aprovechó Guillermo de
Orange para ser elegido estatúder de Holanda y Zelanda y capitán general vitalicio por
los Estados Generales.
Guillermo de Orange pactó con el duque de Lorena, el rey de España y el emperador, los
cuales se comprometieron a ayudarlo militarmente; también el rey de Dinamarca junto
con algunos príncipes alemanes, alarmados por la presencia francesa en Renania y
atraídos por el dinero holandés, los cuales se comprometieron a ayudar a las Provincias
Unidas. Carlos II Estuardo, presionado por la opinión pública y a petición de Guillermo,
firmó con Holanda una paz. De esta forma, Francia quedó de nuevo aislada.
Tras esto, Luis XIV decidió retirarse de Holanda oriental y se hace con el Franco
Condado. Aunque Condé y Turena están muy presionados en la frontera de los Países
Bajos y Alsacia, respectivamente, ambos consiguieron rechazar a los adversarios; de
hecho, Turena pasó a la ofensiva en la zona del Rhin, arrasando al ejército imperial y
consiguiendo la victoria. Tras esto, el esfuerzo principal se centró en los Países Bajos
españoles, cuya conquista se realiza progresivamete. Por su parte, en el Mediterráneo, la
flota francesa acude al auxilio de los sicilianos sublevados contra España y aplastan a la
flota hispano-holandesa. Esta victoria asegura el dominio del mar a Francia y confirma la
decadencia de la marina española.
A partir de 1675, se inicia del congreso de Nimega, pero las negociaciones no comienzan
como tal hasta 1678, cuando Luis XIV se inquieta por la actitud de Inglaterra de intervenir
contra Francia. Esta situación se vio agravada por las derrotas de sus aliados en la zona
oriental, y por la mala situación financiera del reino. Por la parte contraria, los burgueses
holandeses quieren una paz para así poder recuperar sus negocios, España está agotada y
el emperador está más pendiente de la rebelión húngara y la amenaza turca. La firma de
los sucesivos tratados, reestablecen la paz en 1679. En estos acuerdos, Holanda no perdió
territorios y obtuvo la abrogación de la tarifa aduanera francesa; España se vio obligada
a pagar los gastos de la guerra, abandonar el Franco Condado, una parte de Flandes y
otros territorios, aunque consiguió la devolución de algunas plazas ocupadas por Francia;
el emperador también se vio obligado a ceder algunas plazas importantes, aunque
recuperó otras, y prometió no intervenir en las guerras del norte de Europa, lo que obligó
a Brandemburgo a devolver a Suecia los territorios ocupados.

4. La política de Uniones y la Liga de Augsburgo (1679-1688)

Uno de los elementos fundamentales de Francia es la aspiración a los países bajos. Esta
política quería reunir territorios mediante conquista directa, pero también es una política
basada en la amenaza. Se intenta irritar a los príncipes del imperio y la monarquía
española, lo cual hizo mediante derechos territoriales, es decir, los territorios vasallos de
una ciudad ocupada por Francia pasaban a ser vasallos de Francia también. quería
redondear, fortalecer las fronteras del rey en la parte de los países bajos y en la frontera
con el imperio.

Esta política es paralela a la militar para asegurar un territorio y evitar la guerra de


movimientos en los países de llanura. Esto es fundamental porque los grandes
enfrentamientos militares de esta época no conquistan grandes territorios. Estamos en una
“guerra continua” con treguas en las que un país no termina con otro, son movimientos y
enfrentamientos definitivos que anulan, al contrario. Son movimientos de apropiación de
fincas y derechos. Esta política decía que los territorios cedidos a Francia por los tratados
debían incluir todas las posesiones históricas y los señores tenían que reconocer a Luis
XIV. A pesar de esto, los señores feudales ya eran señores feudales de alguien.

La política de uniones fue efectiva durante algunos años en los Países Bajos y en algunos
territorios pequeños de los países bajos. En función de las circunstancias políticas, las
respuestas a las actuaciones de Luis XIV se van acentuando porque esta política
perturbaba los acuerdos de la paz de Nimega. Una de las anexiones más polémicas fue la
ciudad de Estrasburgo, una posesión española bajo tutela del imperio que Francia toma.
Esto provoca una guerra con España, pero también el emperador Leopoldo trata de poner
freno a esto. Aquí se produce una paz, Luis XIV, el emperador Leopoldo y Carlos II
firman la tregua de Ratisbona (1684), se comprometen a no entrar en guerra durante 20
años, Francia se queda con lo que tenía, pero no podía incorporar más territorios. Esto
significa la cumbre de la extensión francesa en Europa, a partir de ahí empezará una nueva
etapa.

5. Europa contra Luis XIV. La Guerra de los Nueve Años (1688-1697) y la Guerra de
Sucesión (1701-1713)
La Guerra de los Nueve Años es un prólogo de lo que será la guerra de sucesión. Francia
ha estado llevando una política de supremacía y agresión en Europa, se ha enfrentado a
las potencias europeas. Se va gestando una coalición de potencias para frenar la política
de Luis XIV. Esta alianza se debe a que las circunstancias políticas en Europa van a
cambiar. Las condiciones políticas en Francia cambian: en la política interior en Francia
se revoca el edicto de Nantes, lo que tuvo un gran peso de opinión en los países
protestantes. Hay un cambio y se presenta a Luis XIV como el tirano que quiere dominar
Europa.
Hasta este momento, el emperador ha tenido muchos problemas con los turcos, han sitiado
Viena. La política también había molestado mucho a los príncipes alemanes porque la
veían como una provocación a sus derechos. También se va a producir una guerra civil
en Inglaterra, en 1688 tiene lugar la revolución gloriosa de Inglaterra, por la que el rey
Estuardo es depuesto y los nuevos monarcas van a ser una hija protestante del anterior
rey (Carlos II) y un Guillermo de Orange, enemigo tradicional de Francia. También hay
una guerra entre España y el imperio contra Francia.
Esta segunda revolución en Inglaterra cambia el panorama político porque, en 1686, el
emperador había hecho un germen de alianza: la liga de Augsburgo, en la que se
empezaban a reunir los principales enemigos de Francia: el emperador, España, Suecia y
príncipes alemanes.
5.1. La Guerra de los Nueva Años (1688-1697)
En la guerra de los 9 años, las principales potencias ya están coaligadas contra Francia.
A la anterior liga se unen Holanda, Saboya, Inglaterra y Brandemburgo y se hablará de la
gran alianza de la Haya, que es la que va a mantener todo el esfuerzo del a guerra de
sucesión contra Francia.
En la segunda mitad de la década de 1680, se crea una gran oposición contra Francia por
la derrota turca de 1683, la revocación del Edicto de Nantes y la Revolución Gloriosa
(1688-1689). El pretexto para la guerra fue la sucesión del obispado de Colonia y el
Palatinado. La guerra tuvo varios escenarios: Irlanda, los Países Bajos españoles, el norte
de Italia, Cataluña y el Imperio, además de sus extensiones en América, África y las
Indias. En el transcurso de la guerra, Francia tuvo serias dificultades económicas y
humanas, lo que generó un gran malestar social que llegó al límite con las hambrunas de
1693-1694.
A partir de 1693, comienzan las conversaciones en busca de una paz. No obstante, Luis
XIV acababa de reconciliarse con el Papa, por lo que se niega a reconocer a Guillermo
III como rey de Inglaterra. Esto hace que la guerra se reanude en 1694, pero estando los
Estados mucho más debilitados. Finalmente, en 29 de agosto de 1696 se firma el Tratado
de Turín por el cual Luis XIV devuelve los territorios italianos conquistados a Víctor
Amadeo II. Al año siguiente, ante la situación de la guerra, Holanda, Inglaterra y España
deciden firmar también la paz, la cual ya había sido negociada; al mes siguiente, el
emperador decide firmar también.
Los tratados de Riswick muestran la primera interrupción en la política expansionista de
Luis XIV. Francia aceptó restituir todas las “uniones” de 1679-1689 y devolvió los
territorios conquistados del emperador y los príncipes alemanes, y los de España. De esta
forma, Francia recuperó, más o menos, las fronteras de Nimega.
5.2. La Guerra de Sucesión (1701-1713)
A la muerte de Carlos II (1700), toda su herencia recayó en el duque Felipe de Anjou, que
subió al trono como Felipe V de Borbón. Pero Luis XIV puso en marcha toda una serie
de acciones para reencaminar la situación en su provecho. Proclamó los derechos de
Felipe de Anjou al trono francés. Envió tropas a los Países Bajos españoles y expulsó a
las guarniciones neerlandesas establecidas en virtud de la Paz de Ryswick de 1697.

Logró la concesión a una compañía francesa del monopolio del comercio de esclavos con
las colonias españolas. Estas acciones alertaron a Inglaterra y Holanda, que constituyeron
la Gran Alianza de La Haya (1701), última gran alianza europea contra Luis XIV. La
Gran Alianza reconoció a Carlos III de Austria como rey de España.

Con la constitución Luis XIV respondió reconociendo a Jacobo III Estuardo como rey de
Inglaterra y Escocia. En 1702, la Gran Alianza declaró la guerra a Francia, estallando así
la Guerra de Sucesión española (1702-1714). La guerra afectó a buena parte de Europa,
dividida en dos bandos: los Aliados (Inglaterra y Holanda, a quienes se unieron Saboya,
Portugal y la mayoría de los príncipes alemanes) y los Borbones (Francia y España, a
quienes solo apoyaron los electores de Baviera y Colonia). La entrada de Portugal en la
guerra derivó del Tratado de Methuen entre Inglaterra y Portugal (1703), alianza
comercial que marcó la relación política entre ambos países durante el siglo XVIII. El
conflicto tuvo una dimensión internacional de guerra europea (favorable a los Aliados) y
una dimensión interna de guerra civil (favorable a los Borbones).

5.2.3. El orden de Utrecht


La derrota del bando borbónico en la guerra europea supuso la desmembración de la
Monarquía Hispánica. El objetivo principal de los últimos Austrias españoles (entregar
la corona a un Borbón para evitar la división territorial) quedó fracasado. La suerte
bélica en principio no favorecía a los Borbones. No obstante, con el agotamiento
biológico de la Casa de Austria, con la muerte del último emperador, el Archiduque
Carlos es nombrado emperador, el mantenimiento del equilibrio obliga a que Felipe de
Anjou sea nombrado rey de España (ya que tanto una anexión hispano-francesa como
imperio-hispánica supondrían una ruptura de la armonía entre las potencias europeas).
Las paces concluidas entre Francia y España y los Aliados en Utrecht (1713) y entre
Francia y el Imperio en Rastatt (1714) supusieron la reorganización de Europa a partir
del reparto de los despojos de la Monarquía Hispánica (España quedó reducida
básicamente al territorio actual más el Imperio ultramarino), pero también el final de la
hegemonía francesa. La idea del equilibrio entre naciones surgida en Westfalia se
consagró y concretó en Utrecht (Francia, Austria y Gran Bretaña). En cuanto a las
disposiciones políticas de los tratados, destacan: el reconocimiento de Felipe V de
Borbón como rey de España, renunciando a sus derechos sucesorios sobre Francia; la
retirada del apoyo de Luis XIV a los Estuardo en Gran Bretaña; la elevación a reyes del
elector de Brandeburgo (rey de Prusia) y del duque de Saboya (rey de Sicilia); y la
creación del nuevo electorado imperial de Hannover, cuyo duque se convirtió en rey de
Gran Bretaña como Jorge I.
Las cláusulas territoriales afectaron básicamente a los dominios europeos hasta entonces
integrados en la Monarquía Hispánica: Austria recibió los Países Bajos españoles,
Milán, Nápoles y Cerdeña; el ducado de Saboya se anexionó algunos territorios
lombardos y Sicilia; Francia mantuvo las principales adquisiciones del reinado de Luis
XIV y se anexionó el principado de Orange, pero se tuvo que retirar de los territorios
ocupados en los Países Bajos españoles durante la guerra y cedió a Gran Bretaña sus
principales posesiones coloniales en América; las Provincias Unidas renovaron su
derecho a situar guarniciones defensivas en una zona de los Países Bajos fronteriza con
Francia; y Gran Bretaña obtuvo Gibraltar y Menorca, además de las posesiones
coloniales francesas. Prusia también consiguió el reconocimiento del título de Reino.

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