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EL ESTIMULO A LA INVEllS!

óN
. . ".111 En 1a med'd
de subS1stencia 1 a en que esta generalizaci6n sea vá-
lida -y creo que tiene alguna validez descriptiva- no p~ede haber
mejor confianaci6n de la importancia de la magnitud del mercado Il
en rclaci6n con el estímulo a la inversi6n, Sostiene fuertemente la POBLACIÓN Y OFERTA DE CAPITAL
tesis con que he empe-¿ado, o sea, que en el problema de la forma,
ci6n de capital en las zonas insu6cicntemente desarrolladas hay una Nuestro análisis ha sido, y continuará siendo, de carácter general,
posible deficiencia del lado de la demanda. ·~in referirse a uno o varios países en par,cicular. Sin embargo, al
Es claro, sin embargo, que esta deficiencia en las zonas de ingre- considerar las fuentes potenciales internas de formación de capital
sos bajos surge solamente respecto a los estímulos individuales para en las regioJ1es poco desarrolladas, encontramos que es imposible
la inversi6n por empresas privadas. Para la economía en su cónjun- conlinuar sin hacer cuando menos una burda distinci6n entre dos
to no hay, desde luego, deficiencia en la demanda de capital en 1IJl tip<l& de países, descritos aproximadamente como "sobrepoblados" y
país poco desarrollado, Ea esto la dificultad por el lado de la de- "subpoblados". El problema de la oferta de capit~I tal co?1o .se
manda es distinta a la que existe del lado de la oferta en el problc,. presenta a los países sobrepoblados, que se exallllllará pnmero,
ma de formaci6n de capital. Cualquier deficiencia de la demanda de es en :ilgunos aspectos muy distinto al de las Icgiones escasamente
capital puede subsanarse o compensarse por medidas deliberadas pobladas.
de organización, inclusive medidas destinadas a cubrir la diferencia
que puede existir entre el rendimiento marginal privado y social del
capital. Debe ~r, sin duda, posible que se baga efectiva la demanda ExCP.So DE POJlUCJÓN EN LOS PAÍSES DP.NSM,JENTE POBLADOS

.social de capital en términos de la empresa privada o bien ejerc~la El problema de la sobrepoblaci6n rural es un rasgo característico de
directamente mediante la inversión pública. Una vez cQnocido el lás eéóllOtnlM :igrkolas densa.mente pobladas que se extienden
problema, no debe ser demasiado difícil, en mi opini6n, aconsejar de Europa suroriental a Asia suroriental. La subocupnci6n cr6nic0
soluciones adecuadas a las condiciones locales. y en gran escala ea la agricultura es lo que ?~en en co_mún los
No se insinúa aquí, de n4iguna manera, que considerando s6lo países de este tipo. Hay un tremendo desperdlClo de ua~a¡o. -:-Y el
el lado de la dtmancla, cualquier pafs podría, como si dijéramos, le. trabajo, se dice, c:3 la fuente de la riqueza-. Lo que esto s1gnif1ca _en
vanearse por su propio impulso. Hemos estado co1;1siderando una relaci6n con la formaci6n de capital es lo que pasamos a estucliar
faceta particular de núestro tema. Las dificultades más fundamen- ahora, y me gustaría hacer uso, a este respecto, del concepto de
lalcs que existen del lado de la oferta se hao mantenido fuer11 de "desocupaci6n dis&aiada".
escena para simplificar el análisis. -f.. Estos países sufren de una desoc~pa~ión disfrazad~ .en. gran_
Lll formación de capital requiere un acto de inversi.6 n además .de escala en el sentido de que, aun con tccrucas agncolas mvanables,
capacidad de ahorro. Ambas cosas pueden y deben distinguirse, una gran parte de la poblaci6n ocup:ida en la agriculrura pued': ~b:in-
cuando menos con fines analíticos. Habiendo examinado el proble- donaI ésta sin reducir la producción agrícola. Ésta es la defiuic16n
ma de los estímulos a la inversión -el cual, aunque complicado no del concepto de desocupaci6n disfraz~cla aplicado a la situ:ición que
es en modo alguno insuperable- dedicaré los capitulas siguientes nos interesa. La misma producci6n agrícola puede obtenerse con me-
aJ problema mis grave de la oferta de capital necesario pMa el des- nor fuerza de trabajo. Es imponante te.oer presente que ello es posi-
arrollo económico. ble sin ningún mejoramiento de los métodos agrícolas. Con mejores'.
técnicas, siempre se puede retirar alguna gente de la tierra sin redu-
cir ]a producci6n. Pero aqul tenemos, al parecer, un estado de rosas
eo que puede lograrse lo mismo sin ningún cambio ca los mét~os.
" Op. dt., pp. 473-474. ¿Qué queremos decir peI un cambio en los métodos? La salida
il
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POBLACIÓN Y O~R'rA DE CAPIT~ PQBLACJóN Y OFERTA DE C,\PlTÁL 43
del :XC~ d~ poblaci6n sería un gran cambio en sí mismo y traería es-en ex.tremo importante. Sin embargo, los expertos parecen estar
COOSI~e mevuable!Ilente otros cambio~. ~Cuáles son los cambios que de acuerdo en que es casi inútil tratar de introducir mejores métodos
exclwmo~? ~cluúnos progr~so teouco, al aumento dc_l equipo, agrícolas a menos que se retire antes el excedente demográfico. Hay
la ¡necaruzaa6n, las seouUas meioradas, las obras de drenaje y riego escasa posibilidad de que progrese mucho la técnica agrlcola micn-
Y otras' condiciones similares. Excluimos estos factores solamente b:as algunos de los factores de la producción que ahora están emplea-
épn objeto de aislar las posibilidades que surgen de la presencia de dos en esa actividad no sean desplazados. Esto puede parecer para-
la desccupaci6n disfrazada en gran escala. No se excluiáan, ·de,«le dójico, pero hay cierta base para esta opinión. Y en este amplio
luego, en un programa práctico de desarrollo. sentido dinámito la productividad marginal del trabajo tal vez pue-
Hay algo, sin embargo, que probablemente no nccesítamos ni da decirse que sea .negativa.
podemos c~duir y es la mejor organización. Si se quita de la tierra En rigor, el concepto de desocupación disfrazada hace abstracción
los traba¡adores excedentes, la gente que queda no seguirá traba- de los cambios técnicos. Denota un estado de cosas que existe, in-
¡ando exacr~mente en la misma forma. Tal vez tengamps que su- dudablemente, aun en los Estados Unidos. Pero no es característica
poner cambios en la forma y organización del trabajo, incluyendo de este _país; su presencia en 8 es relativamente limitada. Ni es, creo
tal vez un~ consolidación pe ~jas y parcelas de tterra dispersas. yo, característica de América Latina salvo en ciertas partes qe las
Antillas tales como Puerto Rico, y aun en esa rcgi6n no es en •kodo
. El término desocupacwn disfrazada no se aplica al trabajo asaJa.
nado. Denota una condición de ocupación familiar en las comuni- al!,'1lno un factor general.' Es típica de algunos países en la zona que
" dades _campesinas. Un número de personas trabaja en granjas O va desde el sureste de Europa hasta el sureste de Asia. En estas
pequcn¡¡s ,r~cclas agrkolas, sin aportar casi nada a la producción, economías campesinas sobrepobladas es verdaderamente un fenóme-
pero sub;1mendo de una parte del ingreso real de la familia. No no general, debido a causas sociales, económicas y demogr:íficas. No
hay. pos!bilida~ de i~entificación personal como Li hay en la. dlsocu-. hay otras oportunidades de ocupación; las dos terceras o cuatro quin-
pac11;m md~s~al a~1erta. En los países industriales el desempleo es tas partes de la fuerza total de trabajo viven de la agricultora, y de
un desperdICJo obvw de los recursos, visible a todos, y tal vez por esta población agrícola, según diversas estimaciones en los cl.iferentes
esto ha llamado más la atención. En una economía campesina pafse~, cl 15, d 20 y aun el 30 % constituye desocupación didrazada
sobrcpoblada, no podemos señalar a determinada persona y decir en el sentido en que hemos definido el término.
que, aunqu~ no lo parezca, cst~ desocupada. Puede haber ocup.aci6n 1 E.o un intcm-a.ntc libro titulado JVar Econom,'tt in Prlmury Prol[udng Cot,n~
total y nadie ~ucde considerarse a si mismo como desocupado. Sin trie, (J.,mdm, 1948), /\. R. Prest cita d caso de Trinidad donde dun,ntc la a:guncla
Oucrra Mundial i:u fuerza$ 11rmad11s de los Estadot Un.idos emplearon mucha fucrz;a
c_mbargo, subsiste el hecho de que podría prescindirse de cierta can- de trabajo IOQll p:ir.i la conuruoci6n de b:tscs. Como resultado, bs pl20tadoncs do
udad d.e fuerza de trabajo agrícola sin que se afecte para nada el azdcar de Trinidad perdieron ~re.e de su fucn.a de tr.ibajo. Pero N produtcidn
volumen de la producci6n. de. .:i.zúc;i.r no pu.do manteo.eru¡ por d conua.rio1 ,e redujo mi.tllnci:llmctuc. En Tri.·
ni.dad DO habfa a:1 parecer d~pad6n diifrazada. QUnquc es posible que la ctpli-
En tér?1"1os técni<:°5, la productividad marginal del trabajo, en caci6n se cocucnu:c eambiln en los altos salaños p;1g3dos por los norteamericanos,
una amplia zona, es igual a cero. Algunos observadores sugieren. a.o.te lo cual r~o:iQ.n¡¡ron lo.1 trah.ajidorcs ru.tlvos una forma no pocn c.otn<in-
que aun puede ser negativa, lo que significarla que, retirando parte tnbaj"anclo menos que antes. Adcmá,, Trini~ad c. un~ eoonomb de planl3cionc$.
Eo ¡., «onoinlos ogrlcol:,s densamente pobladas ttlcs como ll¡¡ÍJ>!D y ·Ja India, la
de la gente, la pxoducci6n agrícola podría incluso aumentarse. La cx.perienci.t de h1 guerra tcAdió a c:c,nfirmar la existencia de una abundan~ de-
raz6n de esto podrfa ser que en las condiciones -cxistentés, la gente fucr:U de trabajo rurll1. Esta. cxperiencel. no fue prccis-amcn.u: uo ensayo cicndf.itó..
realmente se estorba, de tal manera que al irse algunos los qu.e que- L;¡ Sf11Cr{a produjo c:brulicionc, complctlmcntc 1U1onnalcs y u.na gran de,or,ganizaci6n
en el comc:~o, .sobre todo uoa dr~$Uc.i disminuci6n de las iroport:.Kioncs. Egipto
dao puedtn trabajar con más eficacia. Pero este supuesto me par~e sufrió mucho, POr ejemplo, por la fuh11. de fertilizuta importados, e India pcr ]a
dudoso y, en cualquier caso, innecesario, y n.o lo emplearé. C&CMcZ de. nuoz, que vení2 de B.irll."!nni.:a y otr:u regiones e:ntonoc¡ bajo la ocupaci6n

Se han cxclufdo de la definici6n de desocu ¡,ación disfrazada los }a~noa.. Sin estas conditiollC.'I ~nonna'le.s el c:xpcrimtnlo de tiempo de la. gucmi
prol:i1b1ancnte habría dcmo$tl'tdo con m&t da.ñd..ad las J>O$ibílido<les de emplear par~
cambios en los métodos técnicos. El mejoramiento de los mismos d.c In: desoc-upici6n d~t'r..z.ada.
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POBLACIÓN Y OF!l,RTA DE CAPITAL POBLACIÓN Y OFERTA DE CAPITAL 45


I• En algunos países dd sureste de Europa, se hícieron en los ailos bargo, que hay países donde es más que cstaGional y do,;idc existe
1,
treintas estimaciones d~ mon~o d~ la dcsocupaci6n oculta, en algunos mucha desocupaci6n oculta durante todo el nño. En Egipto, por
C:ISOs sobre la b~c de mvcsng;ic1ones deta.lladas y experimentos en ejemplo, las divCf$3S cosechas, algunas de las cuales se levantan más
el campo. Tend,an a mostrar que la dcsocup:tción disfrazada re· de una vez al año, tienden a coincidir, de tal manera que casi no
prest:nta_ba ~cdedor del 25 al 30 % de la fuerza de trabajo agrícola; ·,. hay ninguna estaci6n del año en que no se levante alguna cosecha.
esta~ estunac,ones se ban ernplenclo mucbo en In literatura recientc.Q En. tales circunstancias todn subocupación que pueda existir debe
,,. Lis ~súmacioues m~s altas del grado de dcsocupncicín djsfr.lzada que
' ser .mh o mcuos continua.
!
he v_isto -40 a 50 %- se refieren a Egipto.ª Naturalmente bs esti- La desocupación rural disfrazada difiere en varias formas de la
•,. ~ac1ones este cipo son muy inciertas. No debemos exagerar la desocupación industrial abierta. Difiere sobre todo ~o que no puede
,. ampo~tanoa de este fen6meno, pero sí parece ser cuantitaúvamente ser absorbí& por mcdio,de una expansi6n de la demanda monetaria.
muy importante. La inel:isticidad de la producci6n agrkola hace que este remedio ,ea
r'1 . Algunos ccon~mistas sostienen que la desocupación agrícola dcl todo ineficaz. La ofem de bienes en que se gasta el salario -esto
slísfr:iz~~a no es sano un fenómeno eventual y que en la cúspide de es, fundamemalmente alimentos- es rígida a corto plazo, de tal roo..
la cstac10~ de cosecha se requiere todo el trabajo disponible y éste nera que, cwndo ocurre la expansión monetaria, tl resultado es sim·
labora acnvamente. Esto es indudablemente cierto en algunos paf. pkmeme una inflación de precios. Hay la posibilidad, sio emlíargo,
ses, au~que en otros aun el máximo necesario pan b cosecha podrfa de reúrar el excedente de poblaci6n de la cierra; todo lo que estaS
~r sausfec.ho por unn fuerza de trabajo. menor·si se realizaran cam- personas puedan producir en otra parte será una adíci6n neta al in·

,,
bios en las formas de organiz.aci6n tales como b consolidaci6n de las
parcc!as. La. ~csocupa~6n. estacional probablemente es importante
. greso nacioa,al real. Pero ¿qué pueden producir sin capital? Muy
poco. Emonccs ¿ por qué no ponerlos a trabajar en la producci6n
~onde la aamdad agracoln domina un ciclo anual de cosecha, por . de capital real? Aquí podemos tener una primera vista de lo qnc
c¡cmpl~, ~e las cosechas de cereales para la a.limemaci6n, y donde puede significar la dcsocupac.i6n disfrazada para la formaci6n de
est:1 ~ct1V1dad ."º
ha desarrollado formas más avanzadas, tales como
'
c~pital. Auo si el producto marginal directo del uabajo es cero, es
productos dera~n~os de la leche. Aun cuando la dcsocupaci6n dis- probable que el producto indirecto ·del trabajo, al aplicarse a los
frazada sea pnnc1palmeme cuesti6n estacional, surge no obmnce el métodos indirectos de producción -o sea, a la acumulaci6n de capi·
~roblema de hacer un uso productivo de ella y tiene consccucncui5 tal- sea muy elevado en los países donde el capital es escaso.

¡ importantes respecto a la formaci6n de capital. Entiendo, sin em.


2
Véase, por ejemplo, Paul N. Rostrutcin·RtK1an, '"Probltn,s o( lndunrialit.ntion
Debemos advertir, de paso, que éste es un punto de vista estático
de los recursos dcmogní(icos de un país. Vemos la poblaci6n en un
o: f...istc:ru :1.nd South·Entne.rn Eur:ope'', op. rlt., y K. M:inJclb:1um, Lo indtutrlalitrn-.. momento dado, y encontramos, o creemos encontrar, que cierta pro-
~1011 J: los Pf:Fses 1t1n11ado1 (?wUdrid, Aguilat). Sl!g6n d enuclio Je Oore:eo \V:trrincr, porci6n de ella pochía desplaz:me de la agricultura y trasladarse a
Th~ f.('(lno,·u.c$ of .Pr111nn1 Fmmi.ng (l..onJrcs. 1939), p3roc.ula '"r.u:.on.able suponer
que, C1:', Euro~ onc:nral en w coojunu,. enue la onrta y la ta«ra p1rt.c ck: J.a
otras acrivi&dcs sin reducir la producci6o de a.limentm. Yo llamo
pobbo,)11 •~col~ C1 c~ccde11tc. y que la propotti6n es mayor c.n cintos tfutritm de a esto un punto de vista estático en comr:ute con el punto de ,•ist:a
lo, <tuc G~~i2 e, e) importllnte" (p. 68). Todo esto ,e refiere, desde Juep, dinámico que se refiere al crecimiento de l:i poblac.i6n. Posterior-
a l:u. cond1e:1nt1cs nnteriora II la SCRUndn Oucrra ~íu.ndbl.
3
l.n\ d:u.M prc:,cnuulos por \'li/, W. Clclt1ncl en Tf.e PoJ,u/p/l'on Pro!,le,n in Egyfll mente me reCcririf al problema del crecimiento demográfico.
( l 93G' h:.cca que c.1 ~O % parezca unB e11tinu1c:i6n rti:tonablc. En un cs:tllilio po,tc.rior
~el ml)l'lln .:tutor, c111tJo en l.11nd and Pot,t'rf\1 in the .\lidd/e EarJ, de Dorccn 1,. ,v
""a: (Londr«, 19-l8), I'· 33. la mi1ad <le I> ¡,obl,áóo ·~rl<ol> d., E¡¡ipto par«. EL AHOIUtO POTENCl.•L OCULTO EN l..' DESOCUPACl6N l!Ull.Al.
con•Woo,ne com,o ~cf'dc.ru.!. Un::\ C"tinuaón scmcj;antc la da Charles lss.;l\.,¡ en 1u
l:l obr~. linpr: 1tJ Ecru,o,r,i~ and ,vrinl Au.1/)Jit (Lo:ndre..-. 19~7). p. 15S: "'Un et· Consideremos más de cerca l:i posibilidad de tr3Sladar el excederue
~tlmenk'I ;e.,h,:Jdo cer~ de El C;iro por el Amcric;1n C.Ollcgc partte sutcrir que ele gente que trabaja en la tierra y ponerla a trabajar en obras de
In. pr04.lucu6n act\J~!· o :ilno 1nuy ~prod1n;i<loJ poúd11 pro,tucirl:a olrftledor d~ t11
inHQtl de 13 pobi1c1un rur11l Je Egipto." capital: riego, drenaje, cnminos, ferrocarriles, viviendns, fábricas, pro-


POBLACTóN Y OFERTA DE CAPITAL 1'0llLA¤1óN Y OFERTA DE C::Ali'ITAC. 47

yectos de capacitaci6n, etc. Surge inmediatamente esta pregunta: tonces su ahorro virmal se convertí.rfa cri ahorro real. El consumo
¿c6nio han de suministrarse los fondos pnrá estas diversas clases no productivo .de la población agrícola excedente se con.vertida en
de formac.i6n de capital? consumo productivo.
En términos reales, ¿cómo va a sostenerse esa gente cuando se Je En consecuencia, el uso de la dcsocupaci6n disfrazada para la
-ponga a trabajar en proyectos de este tipo? acumulación de capital podría financiarse desde dentro del propio
Primero, debería ser posible sostenerlas a través del ahorro nor- sistema. No se trata de pedir a los campesinos que permanecen en
mal voluntario que puede realizarse en cierta medida aun en una la tierra que coman menos que antes, sino de- impedir que coman
econoll1Ía agraria pobre y sobrepoblada. Los que ahorran (la mayor mk Lo que se quiere es que sigan aliment;mdo a sus depend.ic11-:
parte, se supone, pertenecen a las clases urbanas cometciales) se tes que dejan el campo para ir a trabajar a los proyectos de capital
abstienen de con.sumir todo su ingreso y dejan disponible parte del y que, en efecto, continúan dependiendo para su subsistencia de los
mismo para la alimenlaci6n de la gente que ahora trabaja ca J.u campesinos "productivos" que quedan en la agricultura. No se efec-
nuevas obras de capital Sin embargo, es probable que este ahorro túa sino una redistribuci6n del trabajo a favor de la formación de
f c¡1pital. En principio no hay necesidad de que ningún grupo de per-
sea del todo insuficiente en relaci6n con los recursos de trabajo que
han de movilizarse y aun es probable que se emplee con otros fines. sonas se apriete el cinrur6n -siempre que sea válida la bip6tcsis
Podría complementarse con el ahorro obligatorio que significan los original: que exista un excedente de trabajo que pueda ser desp1a-
impuestos, dirigidos especialmente, tal vez, contra las formas tradi- 2ado sin que se provoque un descenso de la producción agrícola
cionales .Y modernas de "consumo ostensible", péro aun esto podría total.
no ser s100 un grano de arena. La segunc)a posibilidad en que se Tenemos, pues, una rdaci6n entre el consumo y la inversi6n que
puede pensar es un ingreso de capital del exterior. Pero, adem~s ocupa un término medio entre el punto de vista clásico y el keync-
de ser incierto, p robable que sea inadecuado. Hay una tctcera siaoo. En el modelo clásica común, un aumento de \a tasa de for-
posibilidad de alimentar a la gente que se desplace de la ticrr;i a las maci6n de capital requiere una rcducci6n del consumo. En el mundo
nuevas obras de inversi6n, y. requiere un ao:l.lisis más detenido. kcynesiano de desocupaci6n industrial, el caoswno y la inversión
• Haciendo un examen minucioso encontramos que la situaci6J1 pueden ampliarse al mis.mo tiempo. En el caso que tenemos frente
de desocupaci6n disfrazada encierra también, cuando menos en a nosotros, la situaci6n difiere del modelo keynesíaoo en que es
cierta medida, un ahorro patencial disfrazado. Esta posible fuente imposible ampliar el consumo y la inversi6n conjuntamente. En
de formación de capital en zonas poco desarrolladas ha sido descui- cambio, es posiblé aumentar la formación de capital sin tener que
dada hasta abora en la literatura econ6mica. Puede ilustrarse facil- disminuir el nivel del consumo.
mente en términos físicos. Tal y como está la situaci6n, el exce- Lo que se ha dicho w vez baste para aclarar el ·sentido en q_ue
dente de trabajadores agrícolas "improductivos" es sostenido por los puede decirse que la desocupaci6n disfrazada c;.n las economías agn-
campesinos "productivos". (Es conveniente empicar estos términos, colos sobrepobladas contiene una fuente oculta de nhorro disp_oniblc
aunque? como dije antes, la ideatificaci6n personal y, por tamo, la para el desarrollo econ6mico. El punto es realmente evidente por
separac16~ de los dos grupos es por su propia naturaleza imposible.) s1 mismo y no necesita, a mi ramera de ver, mayor dcmostraci6n.
Los ttaba¡adorcs productivos están realizando un ahorro "virtual"; Pero aun si lo aceptamos como proposición general, vamos a en·
?roduccn más de lo que consumen. Pero d ahorro se desperdicia, es contrar loda clase de dilicaltades tan pronto como empecemos a
infructuoso; se compensa por el consumo improductivo de la gente cónsiderar su aplicaci6n práctica. No puedo entrar en estas compli-
dé que podría prescindirse, que no contribuye en nada a la produc- caciones en detalle; pero tampoco puedo desatenderlas del todo.
ci6n. Si los -campesinos productivos enviaran a sus familias ; nútiles Todo depende de la movilización del ahor_ro potencial oculto
-sus primos, hermanos y sobrinos e¡ ue ahora viven co11 ellos- a en forma de excedente de alimentos que se pone a clisposíci6n de los
trabajar en obras de capital y sí continuaran alimentándolas ali{, en. campesinos productivos cuando sus dependientes improductivos se
POBLACIÓN Y OFERTA DE CAPITAL POBhAClóN Y OFERTA DE.CAPITAL 49
desplazan. Esta movilización .será incompleta si a los campesinos mentos que se producen. O se absorbe totalmente el exce.dente-de
que quedan no puede imped!rselcs que coman m.is que antes. Aun alimentos de que se dispone en la agricultura al desplazarse los
llls medidas radicales pueden no evitar que consuman un pQco más uabajadores sobrantes, p-1ra alimentar a éstos en sus nuevas ocupa-
de su propio producco que recogen de la tierra. También puede ciones, o no puede hacerse nada en absoluto. Parece ser una cues-
producirse on défic:k de alimentos si los trabajadores ocupados en ti6n de todo o nada.
proyectos de inversión - nuestros desocupados disfrazados antcdo- Sin embargo, pcnsmdolo bien, se ver11 que la mano de obra cxce,
rcs- tienen que comer un poco mis que antes porque ahora están dente puede aún ser empleada para la .formaci6n de capkal de ser
trabajando más activamente o porque necesitan un estimulo para posible asegurarse algún ahorro complementario proveniente de
dejar el campo e.n primer lugar. Dependerá de las circunstancias la fuera del sistema, a fin de cubrir la deficiencia de ahotl'o que pueda
cantidad de esúmulo que requieran. U na ta7Í>n por la cual la po- sur.gir dentro del sistema. Podrfa disponerse de algún ahorro cpm-
blaci6n excedente no se ha desplazado en el pasado es que no había plementario de fuentes nacionales y existe la posibilidad de importar-
a donde cambiarla, de modo que la sola creación de oportunidades capital. Así pues, puede no existir la alterllativa de todo o nada.
de ocupación en proyectos de construcción puede te1\der a hacerlos Au11 si surge una filtración en el .fondo de subsistencia, ser~ posible
movi !izarse. Sin embargo, parece inevitable que necesiten cierto siempre que pueda cubrirse por recursos obtenidos fuera del sistema,
aumento de su nivel de vida. movilizar total o parcialmente la dcsocupaci6n disfrazada con ,fines
En esca forma, a través del consumo incrementado de los campe· de formaci6n de capital. El grado de movilizad6n posible de-
sinos que quedan, o de los nuevos trabajadores en las obras de in- pende de la cantidad de ahorro complementario disponible y de la
versión, o _por ambos medios, pueden surgir filtraciones en el fondo magnitud relativa de la filtraci6n.
de· subsistencia disponible para la formación de capital. No hay Supongamos, por ejemplo, que sea de 20 millones de dólares
duda de que es conveniente que esca gente coma más que antes; anuales el valor del fondo de subsistencia de que teóricamen.te debe
pero el consumo incrementado constituye una filtración de1 ahorro disponerse cuando el excedente de trabajadores se desplaza del
potencial contenido en el estado de desocupaci6n disfraz.ida. Aun campo. Supongamos además que fas filtraciones inevitables, debidas
más, se produce otra filtración debida al costo de transporte de los a cierto consumo más alto y también al costo de transporte de los
alimentos, de las granjas a los lugares donde se localizan las obras alimentos de las granjas al lugar donde están las obras de capital,
de capital. Esta filtráci6n particular puede reducirse repartiendo los suman iO millones de d6larcs. Ea este caso, si to millones de d6la-
proyectos en las zonas rurales, pero en la práctica tal vez. nunca pueda res de fondos invertibles pudieran obtenerse de fuera, el excedente
ser suprimida. total de alimentos de 20 millones de dólares podría liberarse y em-
• En estas circunstancias, la formación de capital a través del em, plearse en la inversión. Eo otras palabras, cada d6lar de recursos
pleo del trabajo excedente solamente se autofinancia si Ja moviliza. externos haría posible ganar el valor de dos d6lares de ahorro po-
ci6n del aberro potencial oculto tiene un ciento por ciento de éxito. tencial relacionado con la desocupaci6n disfrazada. Ea esta forma los
Si es menor, el sistema parece veai rse por tierra; la cantidad de fondos externos pueden ejercer un efecto amplificador sobre la tasa
ahorro o, en términos reales, el fondo de subsistencia disponible para to.tal de formación de capital Evidentemente es aplicable a ello un
sostener a los trabajadores empicados en la acumulación ele capital concepto de multiplicador de cierto tipo, aunque debemos vacilar en
real, demuestra ser insuficieme. Supongamos que la filtración se multiplicar los multiplicadores que han aparecido en la literatura
origina· por los campesinos que permanecen en la tierra consumiendo CCO!\Ómica. Bástenos recordar que los fondos externos recién men-
m~s de sus propias cosechas de alimentos. Si sus dependientes, los cionados pueden ser, pero no tienen que ser, de origen extranjero;
trabajadores que van a la inversi611, no obtienen suficiente para y pueden venir, como se cxplic6, del ahorro interno, voluntario o
comer en sns nuevos trabajos, re.gresarán rápidamente a las granjas involuntario. Son recursos que se originan fuera del fondo de subsis-
a reanudar su antigua existencia y a consumir ahí mismo los ali- tencia que está oculto ca el estado de desocupación disínzada.
POBLACIÓN Y OFERTA DE CAPITAL l'OBLAGIÓN Y OFERTA DE CAPlTAL 51
Para ilustrar el caso un poco m:l.s detalladamente, imaginemos por Já tllsa preexistente de ahorro urbano, sin requerir un aumento
un país al que se aplican las siguientes cifras : en las necesidades de alimentos. En el ejemplo presente, el ahorrn
Inzreso 11n1,al urbano anteriot de 5 millones de dóbres sería justamente suficiente
Pahladdn: (en millon.. de d61,.,..) para este fin.
Total l 000000 J20 En suma, un aumento del ahorro urbano de 5 a 10 millones anua-
Urbana :200 000 40 ,les hace posible una tasa nacional total de ahorro .de 20 millones de
Rµral 800.000 8o dólares. El coeficiente total de ahorro se eleva de 4 a 17 % del in-
greso nacional, no obstante las filtraciones.
Supongamos que la proporci6n de poblaci6n activa en la total es Mas en la práctica puede ser en extremo dillcil, si no imposible,
la misma en todo el país. El ingreso medio per capita, 120 d6lares al -obtener cl ahorro complementario requerido de fuentes internas.•
año, no se aparta mucho de las estimaciones reales correspondientes Aunque parece que los pa{ses del tipo que estamos considerando
a los pa{scs del tipo que se considera. La poblaci6n urbana tiene un ahorran actualmente de 3 a 5 % de su ingreso nacional, gran parte
ingreso per capita igual a dos veces el de la poblaci6n rural, y ahorra, 'de este ahorro se invierte directamente en formas que lo hacen imrul
digamos; 5 millones de d61ares al año. La poblaci6n rural consu- para el fin que se persigue_ La filtración originada por el costo de
me todo el ingreso que produce, aunque puede mandar parte de su transporte de los alimentos podría financiarse parcial o tota!m'cnte
producci6n de alimentos a las ciudades a cambio de artlculos de con el flujo actual de ahorco - si solamente las formas de este
consumo no alimenticios. ahorro fueran suficientemente flexibles-. Pero cualquier deficiencia
Supongamos que hay un excedente de 200 mil trabajadores agrí- que origine un consumo más alto por parte de los campesinos y los
colas, o sea el 25 % de la pob1aci6n rural. El consumo anual de estas trabajadores ocupados en inversi6n, sólo puede cubrirse por un ahorro
per5onas, a la tasa rural media, asciende a un total de 20 millones de adicional de la población urbana ( esto es, principalmente, las clases
d61ares. Supongamos que pueden trasbdarse a las obras de iover- superiores comerciantes y feudales). Si el consumo más alto es en
si6n solamente si su consumo se aumenta a :22 millones. Si ésta gran parte de alimentos, mientras el ahorro adicional, sí es que se
fuese la Gnica filtraci6n, la provisión de 2 millones de dólare.< desde produce, libera principalmente artículos no alimenticios tales como
fuera hada posible esta transferencia junto con la liberaci6n de los manufacturas de lujo o servicios domésticos, entonces el déficit de
20 millones de excedente de alimentos ahora disponibles en el campo. alimentos tal vez tenga que satisfacerse, directa o iodirectaménte,
(El multiplicador es 10.) por el camino del comercio internacional. Esto traslada el problema
Pero surge otra filtración porque el consumo de los =pesinos al extranjero, pero no lo resuelve necesariamente y puede afectar
que quedan aumenta, digamos de 6o a 63 millones. Ahora se ne- adversamente la relaci6n de precios del intercambio.
cesitan 5 millones de recursos externos para abastecer el consumo Las subvenciones o los préstamos e>.1:ranjeros son un medio con·
adicional y liberar el excedente de 20 millones de alimentos para los veniente de compensar el d~ficir del fondo de subsistencia. Aunque
trabajadores de obras de invcrsi6o. (El multiplicador se reduce se utilicen para importar artículos de consumo, pueden producir,
a 4.) Si ~tos son recursos internos que vienen del sector urbano, como se indicó, un efecto múltiple sobre la corriente total de recursos
nótese que s6lo pueden provenir del ahorro adicional allí producido, disponibles para la inversión. Pero siempre hay la tentación -que,
y que liberan alimentos para el consumo $dicional de los campesi- por razones que han de examinarse, es hoy más fuerte que nunca-
nos y de los trabajadores empleados en la inversi611. de emplcaT tales fondos del exterior en su totalidad para elevar el
El déficit ocasionado por el costo de transporte de los alimentos consumo, sin que resulte ning(m aumento en la tasa de acumulaci6n.
-digamos, 5 millones de d6lares (reduciendo el multiplicador a 2)- Con objeto de prevenir esta posibilidad, los recursos del exterior
cs diferente en el sentido de que puede ser compensado por recur- frecuentemente se ligan hoy día a importaciones específicas del equi-
sos hasta abom empleados en otros tipos de ioversión y apoyado • A¡:r.adczco a P«cr M. Ouummn el babcrmc ,c!Wado c,te punto.
POBL4CtóN Y OFERTA DJ;: CAPlTAL POBI.Acró~Y OFERTA DE CAPITAL 53
po, práctica que tiende a hacerlos inaplicables para usos coml?lemen- CJ!;ccdentes de alimentos para sustentae a los trabajadores de las
tarios en la movilizaci61! del ahorro potencial disfrazado. diversas obras de invcrsi6o; estas obras muy bien pueden ser empre-
Todo esto indica '1.1 necesidad de impedir las iiltraciones o de sas privadas. Es s6lo la funci6n de ahorrar la que puede ser pre.
• reducirlas a un mínimo absoluto.6 En consecuencia, debe decirse ciso realizar en parte a través del Estado:
ahora mismo una palabra acerca de la importante cuesti6n que se En el esquema analítico que hemos empleado hasta ahora Cl'l.
refiere a los métodos por los que ha de lograrse, para la _formaci6n este capítulo, no hay te6ricamente necesidad de que nadie disminuya
de capital, cl ahorro "virtual" inherente a la desocupaci6o disfrazada. su consumo por debajo del nivel original. Sin embargo, es un pro-
No h.Íy una liberaci6n automática de las cantidades de alimentos grama riguroso y austero. Sería mucho más agradahle que los ali-
antes consumidos por los desocupados disfrazados. El problema mentos· que se requieren para la subsistencia de los nuevos trabaja.
I?rincipal es conseguir que d campesino no consuma más de su dores en la invcrsi6n pudieran obtenerse íntegramente de fuera, a
producto cuando los miembros de la familia que vivían del mismo través de alguna forma de ayuda e.xtranjer3. No obstante, la teoria
se marchan a trabajar en obras de consttucci6n de capital. No es revela que hay un fondo de subsistencia dentro de la condición de
probable que los campesinos ahorren el excedente voluntariamente, d~so.cupaci6n disfrazada, disponible para la acumulación de capital.
puesto que viven casi al nivel de subsistencia. Y los campesinos son Seña la una importante fuente potencial de financiamiento iots,rno.
evidentemente diiíciles de gravar con impuestos. Algo debe hacerse • El segundo punto que se debe considerar es el dt que el prob'lema
a través de la imposici6n indirecta de fas cosas que compran, pero de financiar esta formaci6n de capital se divide en dos partes distin-
en todo caso no pueden comprar mucho. Tal vez sea factible gra. tas. La primera y más importante es la necesidad de alimentar a los
varios mediante la elevaci6n de sus alquileres y la recaudaci6o de nuevos trabajadores en las obras de inversi6n, suministrándoles los ar,
impuestos sobre los terratenientes. El Jap6n mantuvo un fuerte im- tículos de consumo que necesitan mientras trabajan en las obras de
puesto sobre la tierra; que fue muy efectivo y al parecer muy impor· capital. Éste es el objeto del financiamiento reducido a sus térmmo1
tante en el desarrollo económico de. ese país a fines del siglo i,1x;_. elementales; financiamiento en el sentido de proporcionar un fondo
Puede intentarse la rrfüntaci6n en especie o alguna forma de requisi- de subsistencia a los trabajndorcs que actualmente no producen nada
ciones y entregas controladas.º Este problema crucial de gravar los para el consumo.8 Aquí tenemos la clásica y funda¡nental razón del
alimento~ parece que se ha resuelto en la Rusia Soviética por el ahorro.
sistema de granjas colectivas. La palabra "colectiva" tiene aquí un En segu.ndo lugar, hay el tinanciamiento que consiste en propor-
doble significado. La granja colectiva no es solamente la forma c)e cionar a los nuevos trabajadores en obras de inversi6n las herra-
organizaci6n colectiva; es sobre todo un ins\rumento de recaudaci6n. mientas con que han de trabajar. Es útil tener algunos bienes de
Cualquiera que sea el mecanismo empleado, alguna forma de capital que cooperen con el trabajo corrierue empleado para produ-
ahorro colectivo que el Estado haga cumplir puede ser indispensable cir más bienes de capital. Éste es un problema emeramentc distinto
para la movilización del ahorro potencial que e.stá implícito e.o la de financiamiento en términos _reales¡ y en mi opini6n es completa-
desocupaci6n disfrazada. Incluso si se ataca en esia forma el pro- mente secundario, aunque por lo general recibe la mayor atcnci6n en
blema del ahorro, es todavía enteramente factible dejar la funci6n las discusiones populares y algunas veces aun en las discusiones eco-
de la inversi6n en manos privadas. El problema es conseguir los nóm.ic,1s. Los trabajadores ocupados en obras de inversión, antes
de empezar a construir un bien de capital fijo tal como un camino,
ti Otr~ solución sed.i.. un; mejor; :unp1i:s y tadical en las técnicas agd("olaj, con- podrfan, después de todo hacer con sus propias manos las herramien-
junt.1mcntc con el d~plaz:imicoto de) traba.jo agtieola. cxc«lc:nte1 de tal m:incr::1- que
la producó6n agrko1::t tot:11 pu.dlct:t 3.u.m.crt.lMsc .runa111:ial~nrc en lugac de COJUct• tas primitivas más necesarias, cmpeuu,do, de ser preciso, desde cero.
\'anc coos-t~ñtc. E1b lfnca de ataque qucd:a. fuera <le P\lC$U'o moddo nc:tual, pero c-s. T Bl posible p:lpc:1 de lils 6n11nz:is públicas c:omo instrumdlU> de ahorro obligáto-
desde lucsn en e:xtrcnl.o in1¡l(lrt:1.n1e y m~s adcbntc ser~ tcm~ de di~u1i6n. tio se euudia un poeo má$ amnH:imcntc en d eapilulo vu.
8 Véa$C el infonnc de A. R.. Ptcst sobte lo que logró un cEicienu: 5Ct\'jcio CÍ.\'il 8 Con,o en lo. doctrina clisie!l dd foodo de sa1a.tio$. el término ..f.ondo'' hn de
ca el Sud&n durante la ¡¡ucrr• de 1939 • 1915 (op. cit., p. 172}. i.nrerprt"t:lr$C tmno oorri~otc o Bujo mis bic:n que oomo ace:oo o cxincnd.1.
PO)lLACtóN Y OFERTA DE CAPITAL POBLACIÓN Y OFERTA DE CAPITAL 55
.Podrían hacer s_us propias palas, carretillas, carretas, malacates y otras capital. que en los países econ6micamente adelantados. No debe¡:nos
CQsas que les ayudaran a construir d eamino. Esto es Jo que pudie- -esperar que los nuevos trabajadores de las obras de inversi6n laboren
ran tener que hacer si el país tuviera una economía cerrada, si no jn¡nediatamente en la formaci6n de capital a un nivel de eficiencia
existiera comercio con uM regi6n más avanzada donde se produjeran mucho más alto. Pero cuando menos cstadan trabajando, pro4u-
los bienes de capital más eficientemente por medio de otros bienes ciendo y contribuyendo a la expansi6n de la capacidad productiva
de capital y no simplemente con las manos. En el mundo real los de su país. Dejarían de formar parte de la desocupaci6n disfrazada.
países poco desarrollados de hoy dfa tienen la ventaja de poder obte- fa conveniente tener presente en rdaci6n con esto que en gran
ner bienes de capital a través del comercio. Aun sin ayuda exterior medida la mayor parte de la escructu.ra de capital real de un país
o préstamos del extranjero, los bienes de capital pueden adquirirse corrsiste en obj et!lS que requieren trabajo local --y materiales locales
a cambio de exportaciones corrientes, pero es claro que es necesario para su producción o conscrucci6n.• Cosas tales como edificios, ca-
d ahorro interno en este caso. minos, presas, obras de introducci6n de agua y mejoras a la tierra
Los países densamente poblados y en proceso de desarrollo no son en general mucho más importantes que la maquinaria y el
necesitan herramientas y m~quinas del mismo grado de intcnsidad equipo importados que generalmente destacan r.anro en la imagina-
de capital que los empicados en las economías avanzadas donde el ción del público. La cuesti6n de si el capital físico es de orig;:n in-
trabajo es relativamente escaso. Es probable que parte del equipo terno o importado no tiene ninguna relaci6n, en principio, ton la
y, por tamo, también de las técnicas de producci6n importadas de cuesti6n de si su fonnaci6n o adquisici6n se financia con ahorros
los países más desarrollados sean de gran densidad de capital y no intern.os o externos. La compra de una máquina importada puede
se adapten bien a los países donde el capital es escaso y el trabajo financiarse a través del ahorro interno, tal como un camino que se
abundante. La maquinaria norteamericana, sobre todo, que se di- construye por trabajo local puede financiarse con un préstamo ex-
seful teniendo por supuesto preseme los costos de la mano de obra tranjero, aunque para fines de análisis general no tiene mayor caso
de EstadQS Unidos, es a menudo demasiado complicada, automática considerar que haya fondos específicos destinados a obras especificas
y ahorradora de mano de obra para que su funcionamiento sea cco- de invcrsi6n. Por ahora nos ocupamos de las fuentes potenciales de
n6micamentc adecuado en Jas regiones donde el trabajo es mucho ahorro interno, y en capítulos posteriores se presrará atcnci6n a los
más bar:1to. Desde un punto de vista ideal, el equipo de capital im- medios externos de financiamiento.
portado a los países poco desarrollados debería diseñarse especial- • Bajo las condiciones existentes, en algunas economías agrarias
mente, tomando en cousideraci6n las proporciones que en estos paí- densamente pobladas se ha dicho que existe subocupaci6n no s6lo
ses existen entre los factores de la producción; pero en la práctica del trabajo, sino también del capital. Las parcelas son pequeñas y
esta consideración con frecuencia es contrarrestada por la baratura muy dispersas, y asl hay más palas, carretillas, carretas y animales
del equipo que-es fabricado, fundamentalmente con métodos de pro- de los que sedan necesarios si las propiedades estuvieran consolida-
ducción en masa, para el .enorme mercado interno de Norteamérica. das. ! sta es una cucsti6n de organiz:ici6n más bien que de técnica
En los países agrícolas sobrepoblados, al oonstruir, por ejemplo, productiva. Existe gran necesidad de invcrsi6n de capital en la
un camino, sería tremendamente antieconómico equipar a cada- agricultura p1Lra obras de drenaje, control de las inundaciones, ciego
trabajador con un bulldozt:r (además de tener que hacer una inver- y otras mejora, y debe sadsfacersc tarde o temprano; pero esto no
sión para entrenarlo en su manejo). En las primeras etapas del excluye la posibilidad de que haya margen inmediato para reformas
desarrollo industrial y dada la escasez relativa de factores en países de organizaci6n que liberarían algunas herramientas sencillas que
de este tipo, tal vez sean adecuadas herramientas y equipo mucho los trabajadores ocupados en obras de inversi6o pudieran lkvar
más sencillos. En tales países las represas de los ríos las construyen consigo y usar en esas obras.
hombres y mujeres que llevan la tie,ra en canastas sobre su cabeza.
D Este punto h!t sido bien retalttdo e.o 1tu~rnatlnnal lnue.ftment tmd Do,nettie
No sería conve.nientc, ni podría aplicarse, la misma intensidad de W.1/ar<, do Nomuo S. BnchAnan (Nueva York, 1915) .
P.OBLAC!ÓN Y OFERTJI. DE CAPITAL POBLACION Y OFERTA DE CAPITAL 57
No créo que necesite C.'íplicaci6n lo que han de ser éstas obras. ciarse, y sirve para hacer hincapié una vez más en la necesidad de
Pueden ser tanto en la agricultura como en la industria. J3icn pue- una a<lci6n fume para reducir las filtraciones del consumo antes
den ser "obras de -desarrollo de la comunidad" diseñadas especial. mencionadas.
ment~ para hacer uso de los excedentes locales de trabajo o de Se reconoce en general que la emigtaci6n es una soluci6n no
períodos estacionalc:s de poco trabajo en el campo. Inicialmente lo s6lo académica, sino en efecto irreal, al problema demográfico, por-
más probable es que sean del tipo llamado hoy a menudo "capital que no si1"!c para detener la "cxplosi6n de la población" en &U
social fijo" que incluye servicios públicos, servicios de transporte, origen. E l recurrir en forma exclusiva a las subvenciones, préstamos
proyectos de capacitaci6n y diversos servicios básicos. La importancia o inversiones extranjeras es semejante a la emigración, en d sentido
de tales servicios generales no puede exagerarse. Forman una base ele que no suministra Wl freno al crecimiento de la poblaci6n q_ue
esencial para invCJ'Siones privadas en pequeña escala en muchas in. puede ocurrir en respuest.a al aumcoto del ingreso y el consumo
dustrias. En un país eco116micameote· avanzado cu:tlquier empre- reales. Por ello, la movilización efectiva del :i.horro interno potencial
sario individual puede dar por sentada su existencia. En las zonas es requisito previo básico e inicial para aumentar el ingreso real per
ccon6micamente atrasadas el empresario individual tal vez tenga capita.
que construirlas él mismo, si quiere establecer cualquier planta in- A largo plazo podemos, tal vez, espernt que el prnblecna _diná-
dustrial; y tal vez no logre obtener una utilidad comercial sobre las mico de la poblaci6n se resuelva a través del amplio cambio en la
inversiones en tales servicios públicos generales a menos que tenga escala de valores que la educación y la urbanizaci6n tienden a pro-
cierta posici6n monop6lica, que, sin embargo, sería inconvcnicotc ducir. En el plazo corto, tal vez sea posible tomar medidas activas
desde un pnnto de vista más amplio. Estas consideraciones se apli- tales como aumentar la edad mínima legal de matrimo11 io, o exten-
can también a las formas básicas de la invcrsi6n de capital en capa. der el uso de métodos anticonceptivos, según se procede al parecer
citaci6a humana, educaci6a y salubridad. aun en la India bajo una poUtica nacional de "control de la fer.
tilidad".
Independientemente de los niveles de consumo puede ocurrir
CI\ECIMIENTO DEMOGRÁFICO Y NECESIDADES DE CAPITAL
cierto aumento de la poblaci6n, a caus.i de la difusión de los conoci-
La teoría de la formaci6n de capital en condiciones de dc.socupaci6n mientos y los servicios médicos y por la reducción consiguiente de
disfrazada descansa, como ya se hizo notar, en una visi6n estática las tasas de morbilidad y de mortalidad. Pero esto supone un
de los recursos demográficos. ¿ Qué hay respecto al problema din6.. aumento en la calidad así como en la cantidad de los habitantes.
mico del crecimiento de la poblaci6n? ¿Qué hay del peligro de Con mayor salud y vigor Hsicos, es probable que se eleve La capaci-
"explosi6n demográfica" que podría resultar de un incremento dd dad productiva.. Seguramente que éste no es un factor enteramente
ingreso real y que pronto podría anular cualquier mejora del nivel desfavorable para Ja economía siempre que la mayor potencia pro,
de bienestar material? ductiva de la poblaci6n se utilice plenamente.
• Es éste un problema demasiado amplio para que se aborde aquí, 4
Pe.ro el incremento de la poblaci6n tiene que ser provisto ele
pero a iste un p uato sobre el q ue me g usuiria insistir. En el mo- cnp ital. Una mayor poblaci6n sig,iifica, desde el punto de vista
delo te6rico que hemos considerado, el incremento del ingreso real, social, un aumento de la demanda de capital para inversi6o exten-
si el proyecto tiene éxito completo, se dirige a la formaci6n de capital. siva, a diferencia de la iuversi6n intensiva, conforme a la termino-
No bay aumento del consumo. En la medida en que el crecimiento logía conocida empleada a veces por los dem6grafos así como po1
de la poblaci6n dependa del nivel de consumo, no hay razón para los economistas como Alvin Hansen. En tanto que la inversi6n
esperar tal, puesto que no se efectúa ningún incremento del consumo. intensiva significa un aumento del capital per capita, y por tanto de
El mayor iog,:eso real se dirige, o deberla dirigirse, exclusivamente la productividad, la invcrsi6n extensiva en el curso del crecimiento
a la formación de capital. 'f:ste es el principal puoto que debe recor- de la población sirve simplemente para mantener igual la oferta

,.

58 POBLACIÓN Y OFERTA OE CAPITAL POBLACIÓN Y OFERTA DE CAPITAL S9


de capital pcr copita de la fuerza de trab1jo. Las inversiones que EL CASO DE LAS IU!GIOl<ES _ESCASAMENTE PORLADAS
considera el Pl~n Colombo pueden r6ultar de clase extensiva, pues-
to que parece que poco o nada pucdcll hacer más allá de conservar Acabo de reíerirme n los dos puntos de vista posibles acerca de
lo posici6n pcr copita frente al continuo y rápido crecimiento demo- la relación entre poblaci6n y formaci6n de capital. Uno hace hin.
gráfico del Asi:i suroriental.10 capié en los recursos internos que pueden movilizarse en un p3ÍS
La t.eorfa de la desocupaci6n disfra2ada es un punto de vista donde hay mucho uabajo excedente en la agricultura. La pobla-
estático, pero no obstante legftimo y significativo de los recursos ción se considera como posible fuente de cnpital. Como coo~cucn-
demográficos disponibles para la formaci6n de capital. Es uno. opi· cia de este descubrimiento de un ahorro potencial interno oculto,
n ión quc hace hincapié en el lado de la oferta dcl problema de puede surgir unn actitud de prescindir de ayuda de fuera. El otro
fonnaci6n de capital. "El traoojo es la fuente verdadera de rique- punto de vista hace hincapié en la magnitud y el crecimiento de
za",u y la oferta de capital, vemos ahora, puede aumenro.rse haciendo la poblaci6n como factor que rige la cantidad toral de capital nece.
uso del trabajo desocupado. Puede aumentarse no solamente para sario; una poblaci6n grande necesita una gran cantidad de capital
la inversión extensiva con vistaS al dc.<arrollo ccon6roico, sino tam- y un aumento de aquélla requiere un incremento de éste. Según
bién pnra la intensiva. el seguudo punto de vista, se hace hincapié en la necesidad¡ de la
En discusiones anteriores de la dc50Cupaci6n disfrazada en rela- inversi6n extranjera, a fin de c:ompcns:ir cl efecto adverso del creci-
ción con el dcsarroUo econ6mico se ha acosrumbrado referirse al miento de la población en los niveles de vida y también para hacer
exceso de poblaci6n como al crecimiento demográfico, como un fac. posible un aumento del ingreso pe,· ea¡,ita (esto es, iovcrsi6n exten-
tor determinante de lo. necuidad de capital Ha estado de moda
estimo.r •a contidad de capital "requerido" para el empico productivo
. siva e intenSiva) •
Estos dos enfoques no se excluyen uno al otro. Probablemente
del incremento anual en la fuerza de Lrabajo y del excedente de tra- ninguno sea villdo uni versalmcnte. Si el primero es aplicable a
bajo cxistcntl:. Se supone, por ejemplo, que es nettsario contar con las economías rurales densamente pobladas, tal vez cl segundo sea
J ooo dólares de capital por trabajador y aunque esta cantidad es sólo más aplicable a regiones escasamente pobladas, incluyendo, por
una fracci6n del capital por unbajador en los Estados Unidos, con- ejemplo, Amé.rica del Sur.
duce generalmeme a un!l cstim:ici6n de las necesidades de capital Puede parecer paracl6jico sugerir que regiones tales como Amé-
cuando se multiplica por el número de personas. La capacidad de rica del Sur, que tienen en general un nivel de ingreso pcr eapita
ahorro interno se considera pequeña o iruignificante en visu del más alto, dependan más de la ayuda extranjera que las economías
bajo nivel de ingreso. En consecuencia, este enfoque tiende a ca. agrícolas sobrepobladas. No es una conclusi6n en la que valga la
racterizarsc por una dependencia casi exclusiva de los recursos ex- pena insistir para fines prácticos, sino que se oosa solamente en
ternos. la rapida tasa de crecimiento demográfico en estas regiones, unida
, El ahorro potencial oculto que supone la desocupaci6n disfraza- a la ausencia de desocupaci6n dis&u.ada en gran escala.
da no ha sido reconocido adecuadamente en las discusiones ccon.S. El ritmo de incremento de la poblaci6n de América del Sur es,
micas de los pafses occidentales. Sin crnoorgo, ciertamente ha des- según parece, aún mayor que en el Asia surorienral. En cambio, no
cmptifado w1 papel en el desarrollo real, así como en los planes de hay, o casi no hay, prueba de que Suramérica tenga mucha desocu-
desarrollo, de alguuos de los países menos avanzados que han pa- paci6n disfrazada en d sentido de que, sin ningún cambio en los
decido desocupaci6n rural en gran escala. métodos, puedan retirarse grandes masas de fuerza humana de la
10 Cf. "Colomtw. l'f.i.n's Fitst Yc.lr'". The licqno,nút. m:1~ 0 d~ 1952, p. 355.
1
producci6n de alimentos sin afectar el volumen de: producci6n, y
11 La, ~abras <111rc a,mill~, soo de Benth>m (aladu en "N<>t• °"' thc: Dc:-tt- emplearse en la formaci6n de e.apita! real en la industria, la
loprn<nt ol !he Doctrin< of forted S.ving", de F. A. ,on fb¡ck. Qu:,mrly /o"""al agricultura y los servicios públicos. Puede haber desocupaci6n dis-
o/ Economit'1. no,•1cmbrc Je 1932 1 J'· 125). pero el tcnu, et Íf'rt'Urntc c:n l:t hi.storl:1
del rcnnmicnto económico. frazada en un sentido diferente, y en mi opini6n más bien dudoso.
'

6o J>OBLACIÓN Y OFERTA DE CAP1TAL POBLACIÓN Y OFERTA DE CAPITAL 61


~iempre. hay ciertas ocupaciones que son rclaúvamente improduc, país poco desarrollado una transferencia de trabajo de In agricultura
uvas, mientras otra, son relativamente productivas. Una tr3.Jls{e- a la industria no es, en sí, una solución, porque <la por supuesta
renci_'- del trabajo de las primeras a las 6Jrimas aumentada la pro- ' la formación de capital; la sola transferencia oo proporciona el ca-
duco6n total y de csl:a manera los trabajadores de lt1s ocupaciones ' pital necesario p:iro l;i. industria. El problema de la formación de
relativamente improductivas podrían en este sentido considerarse • capital debe resolverse antes.
como subocupados. En los países deDS2mente poblados que consideramos primero, el
Una transferencia de trnbajadores de las ocupaciones improduc. '
uso productivo del excedente de población rural parecía ser una
rivas a las productiva.s p:lICCC kI la soluci6n, pero da por supuesta sólución al menos parcial de este problema. Parecía posible oblcner
la soluci6n del problema del capital acumulado. ¿Por qu~ después .
m.is capital de fuentes internas rctir2ndo trabajo de la agricultura
de todo, una ocupaci6n es improductiva y otra productiva? La sin una disminuci6n en el consumo. ¿Podernos sacar otro conejo
.
raz?n principal puede ser que en una ocupaci6n se emplee poco del sombrero? ¿Puede concebirse una solución de este tipo para
capital en la produeci6n, mientras que en la otra La densidad del ca. los países subpoblados? Tal vez; pero no sin una mejora radical
pital sea relativamente grande. En particular, ésta puede ser una en las técnicas y métodos de la producción agrícola. fute viene a
de las razones, aunque no la 6nica, de La diferencia, que l:Ulto se ser ahora un requisito previo; en el caso antctior podía excluirse
recalca en los países poco desarrollados, entre el nivel de producti- inicialmente. Sin embargo, las condiciones para un adelanto én las
vid~d de la agricultura y el de la industrin. No es tanto que la técnicas ngrfcolas son favorables, cuando menos en tanto que la
agncultura sea en sí menos productiva que la industria, como se tierra, por deíinici6n, sea relaúvamcnte abundante en esos países.
piensa algunas veces, aunque las condiciones de la demanda, así En este caso, un incremento de la productividad agrícola debe
como otras circunstancias, crean en efecto diferencias importantes tener prioridad absoluta. ¿Por qu~ este énfasis sobre las me1oms
entre los dos cipos de actividad productiva. Existe al parecer co- en la agricultura? Primero, porque la gran mayoría de la poblaci6n
rrelación estadística entre el grado de industrialización y el nivel : aun en las áreas escasamente pobladas, iaJcs como Suraméric:i, se
ele ingre,o pe.- cap ita de los diferentes países, L2 pero de esto no debe dedica a la agricultura. Si se quiere fuerza de trabajo para la for-
concluirse que las primeras originan las úlúmas. Ambas cosas pue- mación de capical, debe buscarse en la agricultura. Puesto que los
dcrt deberse a un tercer factor: o sea, la cantidad existente de capi- alimentos absorben la mayor parte del ingreso de la gente pobre y
tal. L:i in~umia moderna es alrnmcnte productiva porque cmp)c:i puesto que, por comiguicnte, la agricultura emplea el grueso de la
m~cho capital E!1 los países industriales avanzados el tr~bajo úene fuerza de trabaj o de uo pnfs pobre, uo aumento proporcional dado·
la mmen$3 vema1a de estar apoyado en unn gran c:10tidad de ca. de la productividad en esta actividad tendrá un efecto mucho ma-
pit:ll, canto en la agriculrur:i como en fas manufucturas. Pnra un yor sobre la cantidad absoluta de trabajo liberado para la forma-
ción de capital, que una mejora relativa semejante, digamos, en la
.12 _Pata rcfut.u ntl c:orrcb;w6o, x citan a ~a;o Au•cn.J.ia, Oina.rm.tta. '1 Nuen
industria o los servicios. En segundo lugar, en la agric:ulrura son
Zcla.ndi.a co~ pmft de. qt1C1Jhur1 muy pr6spc:t:t. Es cierto que sw aporutioncs
lOn prcdom1nant~mcntc 11grko11U. Pero tu.ando vemos , u, «onom'b1 i.ntcrn0:, cnoo.n- posibles aumentos de productividad que no requieren mucho capital
,, tra~os q_ue la agricultura ffllplta .sobmcntc un.a m1norl:. --entre la 1trccr1 y la o pueden presci ndir de él. Hay la posibilidad de aplicar mejores
qwm>, pone- Je su poblaci6o actl,a. Su octi,i<bJ rcooómic, oon.iJcr.ada co .., conocimientos en la selccci6n de semillas, conservaci6u de suelos,
c:onj~to, e1 mis indwt:rial que :agrfcol:a.. El ('(lmercio cxtenor de un p.tb. oo fl.Cmptc
rcílera el. c:arictcr. de tu cconomfo n:iiciooal. laJ cx.portaciona de AU$U;1.lia, por c,crn.. rotaci&i de cultivos, uso de fertilizantes, alimentaci6n dd ganado,
plo, ~iutw casi .complcu..mc.n:c en producro, a.gricolt~ 1.unquc sólt> cJ 20 % de la lucha contra las plagas, etc. En muchas formas se puede hacer buen
robbción wt! decbud1 • b agncuhw:a (véase P. Hilgudt. op, át., p. 26). EA wn: núme.ro de cosas, y se están haciendo actualmente, que no requieren
bio, ""- .u• poi, como Boliña, la i.ndllltrU rruncra produa, mis del 90 % de lu
exporlXLOnc~ totnics., pero anplc:11 menos dd 3 % de la pobh1d6n; un.a grnn rn.1yorl:1 fuertes inversiones de capital
de la poblat16n mi en la agricuhun:i. y todavía d p:.f1 tit.nc. que lmporur :.limc.11tos Consideremos lo que succdi6 en la cuoa del desarrollo industrial,
dd c,m:rior (ttasc M. Eulúel, «l., Tow1WdJ World 1'rosfDi11. Nueva York, 1917,
p. 131). Inglaterra, en el siglo ,cvm. T odos saben que la espectacular revolu-
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POBLACIÓN Y OFERTA DE CAPITAL POBLACIÓN Y OFERTA DE CAPITAL

ción industrial no h:íbrfa sido posible sin la revolución agrícola que mente de primera importancia, no úcne necesariamente prelación
la precedió. Y ¿qué fue la revolución agrícola? Se bas6 principal- cronológica.
.mente en la introd(!cci6n del nabo. El humilde nabo hizo posible Resumamos el caso de las regiones escasamente pobladas., Es
un cambio en la rotación de cultivos que no precisó de mucho ca. fácil ver lo que debe hacerse. A través del mejoramiento técnico
pita!, pero que originó un tremendo aumento en la productividad de la 'agricultura, debemos liberar fuerza de trabajo empleado en
agríe.ola. Como resultado, pudieron produc¡rse más alimentos con ella y ocuparla en proyectos de formación de capital. ¿C6mo ha-
mucho menos fuerza de trabajo. La mano de obra fue liberada bremos de alimentar a los trabajadores que ahora se ocupan en obras
para dedicarse a la formación de capital. El crecimiento de la in- de capital? Evidentemente que es precisa una elevación de la tasa de
dustria no Jiabrfa sido posible sin el nabo y otras mejoras en la agri- ahorro, de tal manera que las personas que se hayan trasladado de la
cultura. producc\60 agrícola a la coostrucci6n de capital puedan ser provei-
En los países densamente poblados, tal vez sólo pueda obtenerse das de alimentos y otros bienes y servicios. El incremento de la
un mejoramiento sustancial de la técnica agrícola si éste proviene productividad agrlcola no basta. Podrían emplearlo fácilmente los
del desarrollo industrial. En los países escasamente colonizados, por productores agrícolas para un consumo corriente incrementado. Si
contraste, el mejoramiento de- la agricultura es requisito previo para ha de emplearse para la formación de capital, debe lograrse ~na
la formación de capital y el desarrollo industrial. Esta conclusión mayor caoúdad de ahorro en alguna forma; y es claro que, d'ado
ha sido bien asentada en el informe de las Naciones Unidas citado el mejoramiento de la agricultura, el ahorro puede lograrse sin
antes: "En un país en que no hay exceso de mano de obra, la in- que el consumo descienda por debajo del nivel original.
dustrialización depende del progreso agrkola. . . La industrializa-
ción debe conseguirse mejorando la agricultura... Ocurre lo con-
CoMPAtv.C!6N DE AM.BOS CASOS
trario en los países donde la poblaci6n es ta.n g,andc en rclaci6n
con la superficie cultivable que la tierra mantiene más gente de la La cuesti6n de los métodos a través de los cuales ha de alc_a o.
que puede enco11trru- ocupación en las labores agrícolas ... No pue- zarse el incremento del ahorro en el caso que acaba de estudiarse
de lograrse un progreso técnico de importancia en la agricultura sin 110 es esencialmente diferente de In cuesti6o de cómo ha de movi.

reducir la mane7 de obra que se dedica a las labores agrícolas ..." 1 ª lizarse el ahorro potencial oculto, constituido por la desocupaci6o
Un país escasamente poblado puede, a tl"dVés de un increroen- disfrazada. Esta cuestión de método es un dificil problema prkcico
to de la productividad agrícola, desplazar de la agricultura una y difiere ampliamente en sus aspectos técnicos en distintos países;
grao cantidad de mano de obra y destinarlo a la formaci6n de capi- mas- sobre él, no obstante, me atreveré a h.acer algunas observacio-
tal sin dejar de m:intener en el mismo nivel, o aull aumentar, so pro- nes geJ.lerales en el capítulo final. El presente capítulo se ha refe-
ducci6n de alimentos. No hay necesidad de hacer hincapié en el rido principalmente a los recursos potenciales de formnci6n de ca-
punto obvio de que no basta desplazar trabajo de la agricultura, pital, más bien que a las formas y medios de hacer uso de estas
esto es, "ahorrarlo". El trabajo debe emplearse inmediatamente para fuentes. La existencia de un excedente de mano de obra agrícola
la fonnaci6o productiva de capital, esto es, debe "invertirse". De constituye, y el mejoramiento de los métodos agrícolas crea, una
otra manera, la fuerza de. trabajo liberada será desperdiciada y se oponunid~d para elevar el ahorro interno. La' oportunidad debe
perderán las ventajas derivadas del incremento de la productividad. asirse con ambas manos; es demasiado fácil dejarla pasar.
A paso y medida que la mano de obra queda libre de la producción He considerado útil examinar cl caso de los palses subpoblados,
primaria, deben crearse oportunidades de ocupación c:11 obras de in.- con fines ele comparaci6n con el de los que tienen dcsocupaci6n
versión. El aumento de la productividad agrícola, aunque 16gica- disfrazada en gran escala. Ambos tienen un elemento en común.
En los dos, bajo los supuestos que hemos empleado, ocurre un in·
lS M(didas para /<>mt:t1/ar el d~nrrollo cco1161n1'co dt los p(l/sts ins11Jidtnremen1e
t!esan-o/lr.t!t>s~ op. cit., p. 59. · cremento en la producción total; en un caso se presenta a través del
PODLAcióN Y OFERTA DE GAPJTAL
PóBLACIÓN: Y OFERTA O:S CAPITAL
empleo de trabajo previamente desocupado, en el otró por medio
to ~n6mico. No deben ser cléscuidadas; son en e.xtrcmo impor-
de mejoras técnicas en la agricultura. Común a ambos es un au· tantes en la práctica.. Pueden Sel' la única forma de salir áel punto
mento de la producci6n agrícola en el sentido de prod uccián por
muerto que puede ser consecuencia de las filtraciones en el ahorro
trabajador ocupado en la agricultura, aunque en el primero se ori- potencial disfrazado y de la incapacidad para procurarse recursos
gina por desplazamiento del excedente de trabajo más bien que eomplcmcntarios del exterior. Y, sin embargo, parece aceptable afit.
por adelanto de la técnica. Donde la energía humana ·se ocupa so- mar que en una sociedad dotada de grandes reservas de trabajo
bre todo en la producción de alimentos ( como sucede generalmente excedente en la tierra las mejoras radicales en los métodos agrícolas
en ambos tipos de regiones atrasadas), una mayor eficiencia en esa no son el primer y decisivo requisito previo en las etapas initjales
actividad es la fuente básica de la acumulación. Pero los frutos del -del progreso econ6mico.
progreso en la productividad agrícola no pueden ser retenidos por En otros aspectos, no obstante, los países escasamente poblados
el agricultor, y aquí hay un motivo de conflicLo entre el campo y la están mejor situados. Mucbos de ellos parceµ de un nivel de ingreso
ciudad en el curso del desarrollo económico. Los críticos conserva- per capita más alto. El solo hecho de que posean abundantes tierras
dores se inclinan a considerar la industria y la construcción públi. en rclaci6n con la poblaci6_o debe tender a dar mayor margen para
ca, en estas circunstancias, como un crecimiento parasitario que tie- el increment.o de la productividad en la agricultura. En cual<F.e,
ne que ser sostenido a través de impuestos sobre la economía rural caso, la sola posesión de un excedente de fuerza de trabajo en los
\ - y podemos ver que hay cierta base para esta queja. países· sobrepoblados no es garanúa de progreso. Es una ventája so,
En ambos casos el problema del ahorro es el problema de ca- lamente en la medida en que dicbo excedente pueda ctnplearse efec,
nalizar, en Ja medida de lo posible, el incremento de la producci6n tivamente para una acumulaci6n de capital real. Me he limitado
total hacia la formaci6n de capital. No es cuestión de disminuir el a hacer un bosquejo te6rlco del problema. No me hago ilusiones
consumo. Reinvertir el incremento ha sido la forma normal de aeu· acerca de sus dificultades prácticas.
mular capital en el pasado. Mantener un firme control sobre el
alza del nivel de vida sería más fácil que reducirlo. Sin embargo,
es muy difícil lograrlo en virtud de las focr~s que presionan en
pro de un mayor consumo inmediato.
Una posible diferencia que surgi6 de la consideración de los dos
casos es que el argumento a favor de la iodustrializaci6n como me-
dio de desarrollo económico general, es en todo caso inicialmente
m~s fuerce en los países densamente que en los escasamente pobJa.
dos. Parecería también que, por lo que se refiere a las perspectivas
y posibilidades de formación de capital interno, los países con des-
ocupación disfrazada en gran escala podían estar mejor por el mero
hecho de tener grandes cantidades de uabajo no empleado que po.
dría ponerse a trabajar en la construcción de capital. Los países poco
poblados no tienen el excedente de población que podría usarse para
la formación de capital; afrontan el problema previo de tener que
crear la fuerza humana excedente a través de mejoras en la agri-
cultura.
En los países agrícolas sobrepoblados, las mejoras agrícolas no
son, en mi opini6n, una condición 16gicamente primaria de adelan-

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