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Uno de los dispositivos clave de la red planteada por dicho plan fueron las Unidades de
Hospitalización de Corta Estadía (UHCE) para personas con enfermedades mentales que requerían
de cuidados hospitalarios por su gravedad. Al momento de la elaboración de este documento, la
evidencia disponible, sumada a la experiencia acumulada en nuestro país, hacen ineludible
modificar la nomenclatura asociada al desarrollo de estos dispositivos, buscando una mayor claridad
de su rol, tanto al interior del hospital general, como en su interacción con otros dispositivos del
territorio.
INGRESO
Perfil de ingreso: En población infanto adolescente Personas entre 10 y 17 años 11 meses de edad,
que presentan trastornos mentales o conductuales severos, cuya condición clínica, evolución de la
enfermedad, discapacidad, alta vulnerabilidad psicosocial, daño severo y/o refractariedad a
tratamiento farmacológico, hacen necesario un abordaje terapéutico en condiciones de mayor
seguridad y de protección, tanto para el propio niño, niña, o adolescente, como para terceros. Dada
la heterogeneidad en el desarrollo del ciclo vital o curso de vida de niños, niñas y adolescentes, las
estrategias de intervención deben apuntar a optimizar los resultados terapéuticos y disminuir los
riesgos que la hospitalización implica. Excepcionalmente se hospitalizarán menores de 10 años
solicitando la evaluación clínica caso a caso, para flexibilizar los criterios y -de acuerdo a la realidad
local- hospitalizar en servicio de pediatría o en esta unidad.
Criterios clínicos de ingreso: Trastorno mental en etapa en condición de crisis que no pueda ser
tratado en forma ambulatoria (esquizofrenia, trastornos del ánimo, trastornos por dependencia a
sustancias, trastornos orgánicos y de personalidad, entre otros). Con conductas y /o alteraciones
psicopatológicas que impliquen riesgo vital, por ejemplo, suicidalidad, conductas de auto o hetero
agresión secundarias a la enfermedad mental, crisis de agitación psicomotora, estupor o catatonía.
En ambas situaciones se hace complejo un abordaje ambulatorio, por lo que se requiere cuidados
de 24 horas en forma temporal.
Enfermería
La primera herramienta con la que trabaja la enfermería en Salud Mental es la relación y el vínculo
terapéutico, para que esa relación contribuya a los cuidados efectivos del usuario/a. Así entonces,
la base de cualquier intervención en enfermería es una relación terapéutica. Además, los
cuidados de enfermería en salud mental cumplen un rol fundamental en:
El tratamiento farmacológico, a través de las siguientes actividades:
o Administración de fármacos.
o Desarrollar estrategias y acciones para la adherencia farmacológica, a través de
talleres, información, educación para la salud, ya sea individual o grupal.
Establecimiento de mecanismos de supervisión.
o Administración y supervisión de Protocolos de control de fármacos que implica
la identificación de efectos secundarios, los que varían de persona a persona.
Desarrollo de protocolos específicos: Manejo de crisis, contención mecánica, de Terapia
Electroconvulsiva (TEC), de prevención de conductas suicidas y otros.
Identificación de signos y síntomas de infecciones y/o enfermedades que se relacionen
con el estado actual de la condición de salud general de la persona hospitalizada:
cardiopulmonar, neurológico, músculo esqueléticas, gastrointestinales, infecciones (VIH,
ETS, cáncer, diabetes).
La gestión del cuidado, función inherente al cargo de enfermera/o, es fundamental para el control
de la calidad y la eficiencia en la atención de enfermería. Se define “gestión del cuidado” como lo
relativo a promoción, mantención y restauración de la salud, la prevención de enfermedades o
lesiones, la ejecución de acciones derivadas del diagnóstico y tratamiento médico y el deber de velar
por la mejor administración de los recursos de asistencia para la persona hospitalizada. La “gestión
del cuidado” representa el conocimiento abstracto de la profesión de enfermería y su capacidad
para resolver problemas de forma discrecional. La “gestión del cuidado” interviene las variables
críticas de la atención en salud en general y de la enfermería con conocimientos, reflexión y
creatividad, en especial el acceso, oportunidad, seguridad, calidad y reducción de costos. A partir
del modelo de gestión de atención, se obtiene la información necesaria para realizar una propuesta
de plan de cuidados, en coordinación con el PITI y el resto de las intervenciones profesionales. La
primera herramienta con la que trabaja la enfermería en Salud Mental es la relación y el vínculo
terapéutico, para que esa relación contribuya a los cuidados efectivos del usuario/a, de una manera
oportuna, segura y con calidad, basados en la normativa vigente. Así, la base de cualquier
intervención en enfermería es una relación terapéutica, basada en la clasificación de dependencia
y riesgo de este tipo de personas hospitalizadas. Objetivo: Estandarizar la ejecución de las prácticas
clínicas en la gestión del cuidado de enfermería que se realizan en esta unidad, con la finalidad de
otorgar a los usuarios/as una atención integral, de calidad y segura.
Educativos:
Administrativos:
TENS
La sala de Terapia Electro Convulsiva (TEC) cuenta con un recinto para el tratamiento y un área de
recuperación post terapia para una o dos camillas, asociado a un puesto de observación de
enfermería. Esta sala se conforma como un box de procedimientos provisto de mesón de trabajo
limpio y sucio (AL/AS), con gases clínicos, enchufes, considera máquina de anestesia, porta sueros,
carro de paro y monitor de signos vitales. Considerar bodega de equipos para la sala y con acceso a
baño para pacientes con ducha. Corresponde a un área compartida entre las unidades de adultos e
infanto adolescente, por lo que no se encuentra dentro de ninguna de ellas sino con acceso desde
una circulación interna. Se considera para tratamiento de pacientes con esquizofrenia catatónica y
depresión delirante.
Antes de cada tratamiento (responsabilidad del Equipo de Enfermería) El paciente no
deberá haber ingerido nada por al menos seis horas antes del tratamiento, salvo medicación
necesaria, la que puede ser administrada con un pequeño sorbo de agua. Se debe observar
al paciente para asegurar el ayuno. Se le debe además pedir al paciente que evacue el
intestino. Su cabeza debe ser revisada para retirar pinches, joyas y para asegurar que su
cabello esté limpio y seco. Retirar anteojos, lentes de contacto, audífonos y prótesis
dentales, salvo en caso de indicación contraria. También deben ser retirados gomas de
mascar y otros cuerpos extraños de la boca. Se deben registrar los signos vitales. Se debe
realizar una lista de chequeo o un formulario de registro estandarizados para verificar el
cumplimiento y reunir la documentación para el procedimiento.
El manejo de la vía aérea, la técnica de ventilación y oxigenación del paciente son
responsabilidad del anestesista. Se realizarán conforme a los conocimientos y habilidades
propias de la especialidad, que por su extensión no es posible detallar en estas normas.
Respecto de estos tres aspectos la TEC MOD presenta las siguientes particularidades: La
técnica habitual es ventilar a los pacientes con mascarilla, muy excepcionalmente, por
razones anestésicas puede ser necesario intubar al paciente.
La(s) enfermera(s) de recuperación debe(n) proveer una observación continua y un cuidado
de apoyo (incluyendo reorientación), medir los signos vitales en intervalos de al menos 15
minutos, comenzando con la llegada del paciente al área de recuperación, y alertar a la
persona supervisora a tiempo respecto a cualquiera situación que potencialmente requiera
de intervención médica.
Bibliografía