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Derecho Penitenciario y Justicia Restaurativa.

0. Conceptos previos.

- Delincuente: término que estigmatiza.

- Sistema penal: etiqueta negativamente.

- Preso: es la persona que ha pasado por un proceso penal, no solo el que ha cometido
un delito. Hace falta una prueba penal y que se le acuse para llamarle penado.
Mientras tanto goza de presunción de inocencia.

- Sentencia condenatoria firme: ya no se puede apelar más. A partir de ahí, viene una
pena llamada “ejecútese”, ya no hay más recursos, hay que hacerla cumplir. Se llama
Ejecutoria. Hay que ejecutar la pena que se ordene.

- Sentencia absolutoria: se le absuelve de toda culpabilidad, no significa que se le


declare inocente. Puede ser porque se pruebe que se ha reconocido el delito, pero es
una persona inimputable. Puede ser por diferentes motivos pero lo que implica es que
la persona quedaría absuelta de lo que había sido acusada. Ejemplo: alguien lanza una
bengala le da a otra persona en la cara, pero no se sabe quién la lanzó: sería una
sentencia absolutoria. Otro ejemplo: persona que se declara inimputable porque se
declara que en ese momento tenía un trastorno psíquico y no estaba en sus plenas
capacidades, por lo que es una persona inimputable.

- Inimputable: no es culpable por tanto no hay pena

- Imputado: investigado.

- Culpable: lo vamos a llamar penado/a, porque se le ha aplicado una pena, porque es


culpable. Cualquier pena, cualquier penado (excepto los menores) va a tener que pasar
por el periodo en el que va a tener antecedentes penales antes de la cancelación de su
cancelación.

- Culpabilidad: motivación por el miedo a la pena: motiva pues el comportamiento y


lleva a la protección de los valores.

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- Delito: comportamiento prohibido descrito en una norma penal. El efecto es que nos
motiva para abstenernos de realizar dicho acto, hecho o comportamiento. El Estado
nos motiva con esas connotaciones negativas que tiene el hecho de ser delincuente.

- Recurso de apelación: el recurso siempre se dirige a un organismo superior. Por


encima de los juzgados: audiencia provincial.

- Audiencia o tribunal: conformado por órganos colegiados (compuestos por varios


miembros).

- Juzgado: formado por un juez o una jueza. Es un órgano unipersonal.

- Diferencia entre Juez instructor y Juez de enjuiciamiento: el juez instructor


investiga, recaba las pruebas, recaba los datos, hace interrogatorios, se ha
involucrado personalmente, ha visto pruebas... No es el juez que va a enjuiciar,
ya que está contaminado por el estudio del caso. Por lo que una vez hecho todo
esto, pasa los informes al juez de enjuiciamiento, que recibe un expediente de
hecho, que toma decisión neutral, ya que no ha estado inmerso en la
investigación.

- ¿Solo hay presos penados en la cárcel? No, ya que también hay presos preventivos.
Los presos preventivos pueden ser acusados o investigados.

- Diferencia entre preso penado y preventivo: Uno tiene un proceso judicial abierto,
mientras que otro ya ha sido penado. El penado ya ha dejado de tener presunción de
inocencia y ha sido juzgado por una sentencia que ya no se puede recurrir. Al
máximo que se puede recurrir es al Tribunal Supremo (es algo costoso en tiempo y
dinero).

- Medidas cautelares: restringen la libertad de esa persona, mientras dure el


proceso. Tiene que ver con la prevención. Se aplica a presuntos inocentes, ya
que aún no han pasado por un acto de juicio.

- Vías sancionadoras: La vía penal no va a ser la vía estrella, ni la única vía,


porque estamos en un estado social y democrático de derecho. También existe
la vía administrativa (mayoría multas). Menos gravedad: vía administrativa;
más gravedad: vía penal.

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- Diferencia entre infracción y sanción: Infracción: hecho, acto, omisión,
prohibidos por la ley X. Cuando hablamos de infracciones estamos hablando
del poder del estado para tipificar comportamientos y castigarlos. (Infracción
administrativa: es una acción/hecho/acto prohibida/o de acuerdo con el
derecho administrativo). Sanción: Pena que una ley o un reglamento establece
para sus infractores. Para que tenga efectos la infracción y sanción tienen que
ser notificadas.

- Tipificar: Descripción del hecho prohibido por la ley X. La infracción


tipificada por el derecho penal son los delitos; la infracción tipificada por el
derecho administrativo son las sanciones administrativas.

- Arbitrariedad: Sujeto a la libre voluntad o al capricho antes que a la ley


o a la razón.

- Disidencia: Desacuerdo o disconformidad de alguien respecto de las doctrinas,


creencias, sistema, etc., que sostiene el partido, la religión, el colectivo
ideológico, etc., al que pertenece. Ejemplo; yo soy disidente de la monarquía
porque soy republicana.

- Diferencia entre premeditado e intencionado: intencionado es que tú eres


consciente de lo que estás haciendo, pero no lo has planificado
(premeditado)de forma previa. Los homicidios dolosos son más penados que
los imprudentes. Intencionado=doloso.

- ¿Basta que esté en la ley tipificado para que sea considerado delito? No,
puede que el comportamiento esté tipificado (descrito), pero no se cumpla el
mandato de taxatividad (claridad). En este sentido tenemos que tener en
mente que para cumplir con el Principio de Legalidad se tienen que cumplir
ambos requisitos.

- Calumnia: imputar a una persona la comisión de un delito sabiendo que es


mentira.

- Libertad provisional: persona que está sometida a un juicio, que mientras se


está sustanciando el juicio está en su domicilio.

- Responsabilidad penal: "es intransferible": si la persona muere (el autor) nadie

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se tiene que hacer cargo de esa pena. No va dirigida a la víctima, sino a la
sociedad, como ya dijimos. La pena es pública y afecta a toda la sociedad.

- Responsabilidad civil: si alguien tiene una responsabilidad-deuda civil, por


ejemplo una hipoteca, si la persona muere pasaría a los herederos, quienes
pueden renunciar si no pueden hacerse cargo de ella. La responsabilidad civil
por daños y perjuicios también se hereda. La responsabilidad civil (privada), va
dirigida a la víctima o perjudicados por el delito. Esto se llama un sistema
penal dirigido a la víctima y conocido como Victimocrentrismo.

- Libertad condicional: personas que han cumplido tres cuartos de la pena en


prisión, que por buen comportamiento pueden cumplir el resto de la pena en su
casa. Para la libertad condicional hace falta satisfacer la responsabilidad civil,
esto se llama victimocentrismo.

- Victimocentrismo: la responsabilidad civil va dirigida a la víctima.

- El Tratamiento Penitenciario: el conjunto de actividades dirigidas a la


consecución de la reeducación y reinserción social de los penados, a evitar la
desocialización, la desestructuración familiar y social del preso (es así cómo se
entiende actualmente la reinserción social).

- El Régimen Penitenciario: sistema de vida del recluso que hace referencia a los
métodos que emplea la Administración penitenciaria para lograr y mantener la
convivencia ordenada en los establecimientos respectivos: seguridad, control,
vigilancia y disciplina a que queda sometido el preso.

- 1. Principios que limitan el Derecho Penal en un Estado Democrático de


Derecho.

La norma penal tiene doble función: de protección y de motivación, o de protección a través


de la motivación. Son inseparables e interdependientes de la norma penal.

1. ¿Para qué sirve acceder al conocimiento de la ley penal?

Motiva los comportamientos en orden a evitar delitos, pero sobre todo para proteger valores
esenciales (ejemplo derecho a la vida). Nos permite defendernos frente al Estado y también
entre particulares.

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2. ¿Conocemos los comportamientos que se consideran prohibidos por la penal? ¿Son
claros?
3. ¿Qué ocurre si no son claros? ¿habrá riesgo de arbitrariedad por parte del estado?
4. ¿Cómo se puede defender al ciudadano?

1.1. Concepto de protección: el concepto del bien jurídico.

El derecho penal protege bienes jurídicos. Los bienes jurídicos individuales son aquellos
presupuestos que la persona necesita para su autorrealización y el desarrollo de su
personalidad en la vida social: (la vida, la salud, medios de subsistencia, alimentos, vestidos,
vivienda, etc.). Son existenciales e instrumentos mínimos.

Los bienes jurídicos colectivos afectan más a la sociedad como tal, al sistema social que
constituye la agrupación de varias personas individuales y supone un cierto orden social o
estatal (la salud pública, el medioambiente, la seguridad colectiva, la organización política,
etc.).

1.2. Función de motivación: norma penal y control social.

El derecho penal es un instrumento de motivación del comportamiento humano en sociedad.


Para conseguir la protección de bienes jurídicos que la norma penal persigue, se
desencadenan en los individuos determinados procesos psicológicos que les induce a respetar
dichos bienes jurídicos. Éstos mecanismos psicológicos no se presentan aislados sino
formando parte de un complejo proceso llamado motivación.

El principal medio de coacción jurídica, la pena, sirve para motivar comportamientos en los
individuos. La norma penal cumple, esa función motivadora, amenazando con una pena la
realización de determinados comportamientos considerados por las autoridades de una
sociedad como no deseables.

1.3. Principios limitadores del poder punitivo del Estado.

1.3.1. Principio de intervención mínima.

La tipificación de conductas como delitos debe ser el último recurso del Estado (porque el
Estado cuenta con vías menos estigmatizadoras).

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La clave está en la mayor gravedad de la conducta para ser calificada, castigada y tipificada
como delito. La conducta calificada como delito debe suponer el ataque más grave e
intolerable a los valores o bienes jurídicos más importantes o esenciales para la convivencia
social.

Así, en la comparación entre infracciones no penales (administrativas, laborales, civiles, etc.)


y las infracciones penales, el delito, como comportamiento prohibido por el derecho penal,
siempre debe representar mayor gravedad que la infracción no penal como comportamiento
prohibido por otros derechos sancionadores de los que dispone el Estado para castigar
(derecho administrativo sancionador, derecho laboral sancionador, derecho civil…).

El Derecho penal o la vía sancionadora penal debe ser el último recurso para prohibir y
sancionar comportamientos. Sólo debe intervenir el Estado a través del derecho penal para
proteger los bienes jurídicos más importantes (individuales o colectivos) y ante los ataques
más graves a los mismos.

1.3.1.1. El principio de proporcionalidad.

Consecuencia del principio de intervención mínima respecto a la gravedad de las


consecuencias jurídicas del delito.

Éste principio quiere decir que las penas deben ser proporcionadas a la entidad del delito
cometido o que estos no puedan ser reprimidos con penas más graves que la propia entidad
del daño causado por el delito.

La gravedad de la pena depende, además, de la forma de ataque al bien jurídico. Así, por
ejemplo, un ataque doloso a la vida es mucho más severamente castigado, que uno o varios
ataques imprudentes al mismo bien jurídico.

1.3.1.2. El principio de humanidad

Consecuencia del principio de intervención mínima respecto a la gravedad de las


consecuencias jurídicas del delito.

Obliga a reconocer que el delincuente es un semejante, una persona humana que tiene
derecho a ser tratada como tal y a reintegrarse en la comunidad como miembro de pleno
derecho.

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1.3.2. Principio de legalidad penal.

Es una garantía de los ciudadanos frente al poder público (el Estado) y está garantizado por la
Constitución española y el Código Penal.

Significado:

- Los delitos (los comportamientos penalmente prohibidos) deben estar expresamente


previstos por la ley penal (previa, escrita y clara). Las penas y las medidas de
seguridad deben estar expresamente previstas por la ley penal.
- La ejecución de las penas y medidas de seguridad debe estar expresamente regulada
por la ley.

1.3.2.1. La reserva de ley. (La exigencia de la ley orgánica)

Solo el poder legislativo como representante de la voluntad popular (las Cortes) se encuentra
legitimado para decidir qué conductas debe perseguir el Estado mediante el instrumento más
grave del que dispone, la sanción penal. Solo por ley podrá regularse el ejercicio de los
derechos y libertades.

1.3.2.2. El principio de taxatividad o mandato de certeza y la seguridad jurídica. (Ley


estricta).

Es la exigencia de clara determinación de las conductas punibles.Sin embargo, esto supone


un problema, puesto que el legislador penal no puede pretender recoger absolutamente todos
los matices con que se expresa la realidad y debe acudir a términos amplios que deben ser
concretados por los jueces en su función interpretativa de las normas.

La necesaria taxatividad de las definiciones penales es una exigencia de los principios de


legalidad y seguridad jurídica

1.3.2.3. Principio de irretroactividad de la ley penal. La prohibición de retroactividad.


(La exigencia de <ley previa>)

Es una garantía de los ciudadanos frente al poder público (el Estado)

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La ley debe ser previa a los hechos que se pretende sancionar: debe haber sido promulgada
con anterioridad a la comisión de tales hechos. Esta exigencia es inseparable al principio de
legalidad penal.

La ley debe estar vigente en el momento en que se cometen los hechos. Por ello, la ley penal
es irretroactiva y no puede aplicarse a hechos anteriores a su entrada en vigor.

Esta formulación ha de entenderse referida a todas aquellas condenas que resulten


perjudiciales, por fundamentar la existencia de la condena y su concreta gravedad

1.3.2.4. La retroactividad de la ley penal más favorable como excepción.

Constituye una excepción al principio general de irretroactividad de las leyes penales.

Tendrán efecto retroactivo aquellas leyes penales que favorezcan al reo, aunque al entrar en
vigor hubiera recaído sentencia firme y el sujeto estuviese cumpliendo condena. Todas
aquellas normas penales que despenalicen conductas pueden ser aplicadas retroactivamente a
hechos acaecidos con anterioridad a su entrada en vigor.

1.3.2.5. La prohibición de analogía.

1.3.2.6. El principio <non bis in idem>

Consiste en la prohibición de que un mismo hecho resulte sancionado más de una vez.

- No es posible la aplicación conjunta de dos sanciones penales a un mismo hecho.


- La regla de la inherencia establece que no se tomarán en cuenta las circunstancias
agravantes que la Ley haya tenido en cuenta al describir o sancionar una infracción, ni
las que sean de tal manera inherentes al delito que sin la concurrencia de ellas no
podría cometerse.
- En los casos en los que aparentemente haya dos normas (concurso de leyes), habrá
que aplicar una sola de ellas: la que se ajuste con mayor exactitud al supuesto
enjuiciado

1.3.4. Principio de presunción de inocencia.

Es una garantía de los ciudadanos frente al poder público (el Estado).

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Garantizado por la Constitución española en el Art. 24.2: todos tienen derecho al Juez
ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados
de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con
todas las garantías (…), todos tienen derecho a no declarar contra sí mismo, a no confesarse
culpables y a la presunción de inocencia.

Este principio también sirve de criterio orientativo en la interpretación y aplicación de las


leyes penales. Así, en caso de duda en el enjuiciamiento de un hecho delictivo, se debe optar
por el sentido más favorable al reo (procesado): principio in dubio pro reo.

La presunción de inocencia presenta las siguientes características:

- El derecho fundamental a la presunción de inocencia es un derecho reaccional y por


ello no precisado de un comportamiento activo por parte de su titular. Al tener la
presunción de inocencia la naturaleza "Iuris tantum".
- Su verdadero espacio abarca dos extremos fácticos: la existencia real del ilícito penal
y la culpabilidad del acusado, entendido el término "culpabilidad" como sinónimo de
intervención o participación en el hecho Por ello mismo son ajenos a esta presunción
los temas de tipificación
- Sólo puede considerarse prueba de signo incriminatorio o de cargo la que reúna las
condiciones siguientes:
- Que sea obtenida sin vulneración de derechos fundamentales, directa o
indirectamente
- Que se practique en el plenario o juicio oral, o en los supuestos de prueba
anticipada o preconstituida, en la fase de instrucción siempre que sea
imposible su reproducción en aquel acto y que se garantice el ejercicio del
derecho de defensa y la posibilidad de contradicción

El citado principio de presunción de inocencia se vulnera cuando se condena a alguna


persona sin pruebas o valiéndose de pruebas obtenidas ilegalmente; lo que implica las
siguientes consecuencias: a) que inicialmente debe presumirse la inocencia de toda persona
acusada, en tanto tal presunción no haya sido desvirtuada; b) que, en principio, únicamente
pueden servir para ello las pruebas practicadas en el juicio oral con las debidas garantías
legales; y c) que corresponde a las partes acusadoras la carga de la prueba. Y por ello la carga

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de la prueba de la existencia del hecho y la intervención en él del acusado incumbe o
corresponde siempre a la parte acusadora

1.3.4.1. Dudas razonables: In dubio pro reo.

El derecho a la presunción de inocencia obliga, en caso de no obtener la certeza sobre la


culpabilidad, a optar por la absolución, al no haberse destruido, mediante la prueba.

2. Consecuencias jurídicas del delito: penas, medidas de seguridad y responsabilidad


civil derivada del delito.

2.1 Clases de penas previstas por el código penal español vigente.

Para aplicar la pena que corresponda por el delito cometido, es necesario que la sentencia
condenatoria determine:

- La existencia del delito de que se trate. Quién es el autor del mismo.


- La culpabilidad de quien lo comete.

La culpabilidad se fundamenta en la capacidad y posibilidad del autor (o partícipes) de actuar


motivado por el miedo a la pena, es decir, la capacidad y posibilidad de comprender la
significación o valoración delictiva del hecho cometido, de motivar su comportamiento
evitando cometer el delito cuando pude evitarlo.

2.1.1. Penas privativas de libertad.

2.1.1.1. Pena de prisión.

La pena de prisión tendrá una duración mínima de tres meses y máxima de 20 años, salvo lo
que excepcionalmente dispongan otros preceptos del Código Penal.

2.1.1.2. Pena de localización permanente.

La localización permanente tendrá una duración de hasta seis meses. Su cumplimiento obliga
al penado a permanecer en su domicilio o en un lugar determinado fijado por el juez en
sentencia o posteriormente en auto motivado.

No obstante, en los casos en los que la localización permanente esté prevista como pena
principal, atendiendo a la reiteración en la comisión de la infracción y siempre que así lo

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disponga expresamente el concreto precepto aplicable, el juez podrá acordar en sentencia que
la pena de localización permanente se cumplan los sábados, domingos y días festivos en el
centro penitenciario más próximo al domicilio del penado.

Si el reo lo solicitara y las circunstancias lo aconsejan, oído el ministerio fiscal, el juez o


tribunal sentenciador podrá acordar que la condena se cumpla durante los sábados y
domingos o de forma no continuada.

Si el condenado incumpliera la pena, el juez o tribunal sentenciador deducirá testimonio para


proceder la conformidad con la que dispone el artículo 468 (delito de quebrantamiento de
condena).

2.1.2. Penas privativas de derechos.

2.1.2.1 Pena de inhabilitación absoluta para empleo o cargo público.

La pena de inhabilitación absoluta produce la privación definitiva de todos los honores,


empleos y cargos públicos que tenga el penado, aunque sean electivos. Produce, además, la
incapacidad para obtener los mismos o cualesquiera otros honores, cargos o empleos
públicos, y la de ser elegido para cargo público, durante el tiempo de la condena.

2.1.2.2. Pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público.

La pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público produce la privación


definitiva del empleo o cargo sobre el que recayera, aunque sea electivo, y de los honores que
le sean anejos.

Produce además, la incapacidad para obtener el mismo otros análogos, durante el tiempo de
la condena.

En la sentencia habrá que especificar los empleos, cargos y honores sobre los que recae la
inhabilitación.

2.1.2.3. Privación del derecho de sufragio pasivo.

La inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo priva al penado durante el


tiempo de la condena del derecho a ser elegido para cargos públicos.

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La inhabilitación especial para profesión, oficio, industria o comercio o cualquier otro
derecho, que ha de concretarse expresa y motivadamente la sentencia, viva al penado de la
facultad de ejercerlos durante el tiempo de la condena.

2.1.2.4. La inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela,


guarda o acogimiento.

Priva al penado de los derechos inherentes a la patria potestad, y supone la extinción de las
demás, así como la incapacidad para obtener nombramiento para dichos cargos durante el
tiempo de la condena. La pena de privación de la patria potestad implica la pérdida de la
titularidad de la misma, subsistiendo los derechos de los que sea titular el hijo respecto del
penado. El Juez o Tribunal podrá acordar estas penas respecto de todos o alguno de los
menores o incapaces que estén a cargo del penado, en atención a las circunstancias del caso.
A los efectos de este artículo, la patria potestad comprende tanto la regulada en el Código
Civil, incluida la prorrogada, como las instituciones análogas previstas en la legislación civil
de las Comunidades Autónomas.»

2.1.2.5. La imposición de la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor


y ciclomotores.

Inhabilitará al penado para el ejercicio de ambos derechos durante el tiempo fijado en la


sentencia.

La imposición de la pena de privación del derecho a la tenencia y porte de armas inhabilitará


al penado para el ejercicio de este derecho por el tiempo fijado en la sentencia.

2.1.2.6. La privación del derecho a residir en determinados lugares o acudir a ellos

Impide al penado residir o acudir al lugar en que haya cometido el delito, o a aquél en que
resida la víctima o su familia, si fueran distintos.

La prohibición de aproximarse a la víctima, o a aquellos de sus familiares u otras personas


que determine el juez o tribunal, impide al penado acercarse a ellos, en cualquier lugar donde
se encuentren, así como acercarse a su domicilio, a sus lugares de trabajo y a cualquier otro
que sea frecuentado por ellos, quedando en suspenso, respecto de los hijos, el régimen de
visitas, comunicación y estancia que, en su caso, se hubiere reconocido en sentencia civil
hasta el total cumplimiento de esta pena.

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La prohibición de comunicarse con la víctima, o con aquellos de sus familiares u otras
personas que determine el juez o tribunal, impide al penado establecer con ellas, por
cualquier medio de comunicación o medio informático o telemático, contacto escrito, verbal
o visual.

El juez o tribunal podrá acordar que el control de estas medidas se realice a través de aquellos
medios electrónicos que lo permitan.

2.1.2.7. Trabajos en beneficio de la comunidad.

Ver tema 3.

Los trabajos en beneficio de la comunidad, que no podrán imponerse sin el consentimiento


del penado, le obligan a prestar su cooperación no retribuida en determinadas actividades de
utilidad pública, que podrán consistir, en relación con delitos de similar naturaleza al
cometido por el penado, en labores de reparación de los daños causados o de apoyo o
asistencia a las víctimas, así como en la participación del penado en talleres o programas
formativos o de reeducación, laborales, culturales, de educación vial, sexual y otros similares.
Su duración diaria no podrá exceder de ocho horas

2.1.3. Penas pecuniarias: la multa penal.

La pena de multa consistirá en la imposición al condenado de una sanción pecuniaria. Se


impondrá, salvo que la ley disponga otra cosa, por el sistema de días-multa.

Su extensión mínima será de 10 días y la máxima de dos años. Las penas de multa imponibles
a personas jurídicas tendrán una extensión máxima de cinco años.

La cuota diaria tendrá un mínimo de 2 y un máximo de 400 euros, excepto en el caso de las
multas imponibles a las personas jurídicas, en las que la cuota diaria tendrá un mínimo de 30
y un máximo de 5.000 euros. A efectos de cómputo, cuando se fije la duración por meses o
por años, se entenderá que los meses son de 30 días y los años de 360.

Los Jueces o Tribunales determinarán motivadamente la extensión de la pena dentro de los


límites establecidos para cada delito. Igualmente, fijarán en la sentencia, el importe de estas
cuotas, teniendo en cuenta para ello exclusivamente la situación económica del reo, deducida

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de su patrimonio, ingresos, obligaciones y cargas familiares y demás circunstancias
personales del mismo.

El tribunal, por causa justificada, podrá autorizar el pago de la multa dentro de un plazo que
no exceda de dos años desde la firmeza de la sentencia, bien de una vez o en los plazos que se
determinen. En este caso, el impago de dos de ellos determinará el vencimiento de los
restantes.

Si, después de la sentencia, variase la situación económica del penado, el juez o tribunal,
excepcionalmente y tras la debida indagación de dicha situación, podrá modificar tanto el
importe de las cuotas periódicas como los plazos para su pago.

2.1.3.1. Responsabilidad personal subsidiaria por impago de la multa penal

Si el condenado no satisficiera, voluntariamente o por vía de apremio, la multa impuesta,


quedará sujeto a una responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad
por cada dos cuotas diarias no satisfechas, que, tratándose de delitos leves, podrá cumplirse
mediante localización permanente. En este caso, no regirá la limitación que en su duración
establece el artículo 37.1 de este Código (localización permanente). También podrá el juez o
tribunal, previa conformidad del penado, acordar que la responsabilidad subsidiaria se
cumpla mediante trabajos en beneficio de la comunidad. En este caso, cada día de privación
de libertad equivaldrá a una jornada de trabajo.

Esta responsabilidad subsidiaria no se impondrá a los condenados a pena privativa de libertad


superior a cinco años.

El cumplimiento de la responsabilidad subsidiaria extingue la obligación de pago de la multa,


aunque mejore la situación económica del penado.

3. Trabajos en beneficio de la comunidad.

3.1. Derechos del penado

Con carácter general, se reconocen los derechos recogidos en la Constitución, el Código


Penal y la Ley Orgánica General Penitenciaria.

Así mismo, se reconocen los derechos recogidos en el artículo 13 de la Ley 39/2015, de 1 de


octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas y lo

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señalado en el artículo 3 de la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector
Público.

En concreto señalar que se garantiza que:

- Las penas y las medidas de seguridad se orientan a la reeducación y reinserción social


de los penados (no trabajos forzosos).
- Las penas y medidas de seguridad solo podrán realizarse de la forma que prescribe la
Ley y los reglamentos.
- La actividad penitenciaria se desarrollará con las garantías y dentro de los límites
establecidos por la Ley, los reglamentos y las sentencias judiciales.
- Se garantiza la confidencialidad de los datos contenidos en los expedientes de los
usuarios.
- No podrán imponerse sin el consentimiento del penado.

En relación con la pena de TBC establece el artículo 49 del Código Penal que sus condiciones
serán las siguientes:

● La ejecución se desarrollará bajo el control del Juez de Vigilancia Penitenciaria que


requerirá cuando sea necesario los informes sobre el desempeño del trabajo a la
Administración, entidad pública o asociación de interés general en que presten los
servicios.
● No se atentará contra la dignidad del penado.
● La tarea a desarrollar será facilitada por la Administración (estatal, autonómica o
local). A tal fin, la Administración Penitenciaria podrá establecer los convenios
oportunos con otras entidades públicas.
● El penado gozará de la protección dada por la legislación penitenciaria en materia de
Seguridad Social en los casos de desarrollo de la pena a través de tareas de utilidad
pública.
● La tarea asignada no tendrá fines económicos.
● Los servicios sociales penitenciarios, hechas las verificaciones necesarias,
comunicarán al Juez de Vigilancia Penitenciaria las incidencias relevantes de la
ejecución de la pena y, en todo caso, si el penado:
○ Se ausenta del trabajo durante al menos dos jornadas laborales, siempre que
ello suponga un rechazo voluntario por su parte al cumplimiento de la pena.

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○ A pesar de los requerimientos del responsable del centro de trabajo, su
rendimiento fuera sensiblemente inferior al mínimo exigible.
○ Se opusiera o incumpliera de forma reiterada y manifiesta las instrucciones
que se le dieren por el responsable de la ocupación referidas al desarrollo de la
misma.
○ Por cualquier otra razón, su conducta fuere tal que el responsable del trabajo
se negase a seguir manteniéndolo en el centro.

Una vez valorado el informe, el Juez de Vigilancia Penitenciaria podrá acordar su


ejecución en el mismo centro, enviar al penado para que finalice la ejecución de la
misma en otro centro o entender que el penado ha incumplido la pena. En caso de
incumplimiento, se deducirá testimonio para proceder de conformidad con el artículo
468 (delito de quebrantamiento de condena). 7ª Si el penado faltara del trabajo por
causa justificada no se entenderá como abandono de la actividad. No obstante, el
trabajo perdido no se le computará en la liquidación de la condena, en la que se
deberán hacer constar los días o jornadas que efectivamente hubiese trabajado del
total que se le hubiera impuesto.

Protagonistas:

● SBGP: como miembro del SGP: estará el trabajador social.


● La entidad en la que se desarrollará la TBC.
● La entidad tiene que firmar un convenio de colaboración con el IIPP, dependen del
Ministerio de Interior.
● El Juez de Vigilancia Penitenciaria (no es juez sentenciador), que se va a encargar de
controlar el cumplimiento de las penas y los derechos del penado.

3.2. Cómo hemos de actuar.

Tan importante es citar puntualmente al usuario, como elaborar el Plan de Ejecución con
diligencia y realizar el seguimiento del mismo mientras se está cumpliendo el Plan.

Estas son las funciones principales de los/las trabajadores/as sociales en materia de TBC,
además de la importancia de nuestra actitud como profesionales. Hemos de tener un carácter
profesional, con los valores que nos caracterizan en nuestra profesión, garantizando la
cercanía al usuario, la empatía, transmitir confianza y la asertividad.

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3.2.1. En qué fases hemos de actuar. Fases dentro del SGP:

3.2.1.1. Primera fase: Fase de propuesta y aprobación de un plan de cumplimiento de


pena TBC.

Todos los documentos han de ser registrados a la entrada y a la salida de la forma más rápida
posible, para dar curso a la documentación en el mismo día.

3.2.1.1.1. Eje restaurativo y reinserción (objetivo/ finalidad).

Lo primero que necesitamos es que el penado acuda, una vez se realiza la notificación y la
citación del usuario, damos lugar al primer día, donde destacamos la comunicación y la
empatía. Hemos de identificar al penado (documentación, DNI) y entrevistarlo, recabar y
obtener datos de sus círculos personales, laborales y familiares, además de darle información
de por qué se encuentra en esa situación. La entrevista ha de ser verídica y los penados han de
entender y percibir que nuestra actitud no es atacante. Es necesario que el penado traiga los
documentos que le hemos solicitado. Las particularidades de la ejecución de la pena de
trabajos en beneficio de la comunidad se regulan en el real decreto 840/2011, de 17 de junio.

El objetivo de la entrevista es obtener información para procurar por todos los medios no
desvincularlo socialmente. Hay que informarle que como no nos dé los datos reales de su
situación es posible que no cumpla la pena, y sobre las consecuencias hay que advertirlo. Del
mismo modo, si cambia sus circunstancias tendría que informar al Servicio de Gestión de
Penas, para que pueda cumplir la pena.

Recalcamos la importancia de la actitud del penado, que ha de ser respetuosa ante los
profesionales en todo momento.

3.2.1.1.2. Eje no desvincular.

Hemos de saber cuanto antes qué actividad se va a realizar, en qué institución y cuando
vamos a comenzar con el TBC. Una vez tenemos el qué y el dónde es mucho más fácil
establecer el cuándo, eso se dará de forma detallada en el cronograma (ajustado a sus
necesidades y condiciones) donde se especificará la distribución y la duración de las jornadas,
indicando el principio y el fin de estas.

17
Es un plan personalizado que se adapta a sus circunstancias para no desvincular, de acuerdo
con el objetivo o eje que es no desvincular, reinsertar.

Tres interrogantes (¿qué vamos a preguntarle, qué vamos a tener que resolver mediante la
comunicación con el penado?):

- Qué.
- Dónde.
- Cuándo (cronograma; distribución y duración de las jornadas).

Por eso necesitamos que se comunique con nosotros, y que lo haga bien. Necesitamos su
colaboración, y que además sea activa, y decirle que si no colabora pues esto será peor.

A la hora de determinar la institución, damos a conocer las opciones y preguntamos si tiene


algún tipo de propuesta o de preferencia, una vez se elige damos lugar al convenio. Los
penados tendrán, en la medida de lo posible, una participación activa en la concreción del
plan de ejecución de la pena. En el caso de la pena de TBC, el penado tendrá derecho a
proponer una tarea/actividad concreta que será valorada por la Administración Penitenciaria
para la verificación del cumplimiento de los requisitos establecidos en el Código Penal y en
el RD 840/2011, de 17 de junio. Artículo 4.

¿Qué? Determinación de los puestos de trabajo.

Vamos a comenzar por el qué. Lo primero que debería de hacer el servicio de gestión de
penas, es mirar las plazas disponibles que le facilita la administración. Tiramos del catálogo,
que ya tenemos, si vemos que hay dificultad se le puede consultar con la administración a ver
si se puede hacer otro convenio. Sabemos que el artículo 49 del CP, permite dos actividades.
Artículo 5. Valoración y selección del trabajo.

- Actividades o servicios (prevención de riesgos laborales).


- Talleres, programas y cursos.

El eje es restaurativo, por lo que las opciones a realizar no pueden ser cualquiera ya que han
de estar relacionadas con el delito cometido (regulado por ley) para la restauración del bien
jurídico (valor que existe detrás del delito).

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Una vez conocemos todos los puntos en relación a la actividad que se va a realizar, hemos de
saber que:

¿Cuándo?

- Un día de pena TBC equivale a una jornada (4 horas en Andalucía). En un día es


posible que se hagan hasta dos jornadas como máximo. Ej. visto en clase. Artículo 6.
Jornada y horario.
- Se pueden programar más o menos jornadas, ajustadas a la persona (cuanto antes se
realicen mejor), pero siempre cumpliendo con la pena. Artículo 6. Jornada y horario.
- Una vez están todos los detalles ajustados se debe autorizar, y una vez se autorice se
empieza con la pena, el/la trabajador/a social se encarga de comunicar a la entidad de
la llegada del usuario 5 días antes. Artículo 3. Comunicación de la resolución judicial.
- Es necesario tener presente que cuanto antes acabe para él mejor, porque antes
comenzará el periodo para la cancelación de los antecedentes penales, pero siempre
que pueda cumplirlo.

La institución ha de hacer un certificado de que se ha realizado el TBC. Artículo 9. Informe


final.

Como trabajadores/as sociales hemos de estar al tanto de cualquier variación que se dé con
respecto al penado. Además, de modificar el nuevo plan junto al Juez de Vigilancia
Penitenciaria.

¿Dónde?

Hay que dejar claro que la pena tiene que estar relacionada con la naturaleza del delito.
Tenemos que mirar dónde tiene el domicilio, para buscar lo más cercano. Supongamos que
nos dice, pues allí en mi pueblo que está mi cuñado, hay que ser conscientes que en esa
entidad quien firma tanto la asistencia como el cumplimiento de la pena es su familiar, no
parece muy conveniente. Pero, en cualquier caso, hay que escuchar si tiene una propuesta.
Nunca se nos ocurre tutear en la carta. El qué y el dónde se pueden relacionar. El qué tiene
que hacer y dónde. A ver mientras estás estudiando en Jaén… cuántas horas más podrías
permanecer en el sitio.

19
3.2.1.2. Segunda fase: Fase de seguimiento o supervisión del cumplimiento de la pena
personalizada.

La entidad ha de determinar cómo se va cumplir la TBC. Depende de esta la supervisión del


usuario, el seguimiento, asistencia, etc. Así mismo, en virtud de la Proposición no de ley
161/003038 de 24 de septiembre de 2014 (BOE de 8 de octubre de 2014), se establece que la
oferta de plazas para el cumplimiento de la pena de Trabajo en Beneficio de la Comunidad no
tendrá, en ningún caso, un impacto negativo en los puestos de trabajo de la entidad o
Administración Pública que las oferte, ni supondrá un coste económico extra. Artículo 10.
Información general y particular.

En cuanto al papel del servicio de gestión de penas será un intermediario, según el artículo 5
del citado Real Decreto son: “(…) la gestión, coordinación y seguimiento de la pena de
trabajo en beneficio de la comunidad, de la suspensión de la ejecución de penas privativas de
libertad y de la libertad condicional; y de la acción social penitenciaria”. Además, nos
encargaremos de ponernos en contacto con la entidad para avisar de que el usuario acudirá en
cinco días. Es importante la no estigmatización de la persona, pero sí la supervisión. El/la
trabajador/a social ha de supervisar que se realicen correctamente todos los trámites
institución-usuario. La vigilancia del penado, al igual que cualquier tipo de incidente ha de
ser comunicado al Juez de Vigilancia Penitenciaria, el cual se encargará de resolver el
problema. Artículo 7. Seguimiento y control.

Como norma general, se valora a cada penado y se realiza su plan de ejecución en un mismo
acto, teniendo poco sentido hacer planes a largo plazo, hemos de centrarnos en los dos
primeros meses.

Prestaciones del Servicio de Gestión de Penas y Medidas Alternativas (SGPMA) en los que
interviene el/la trabajador/a social:

- La coordinación y gestión de recursos para el cumplimiento de las penas y medidas


alternativas.
- La comprobación y seguimiento del cumplimiento efectivo de dichas penas.
- El desarrollo de programas/ talleres para el cumplimiento de penas o reglas de
conducta impuestas de manera obligatoria.

Instrumentos con los que cuenta el SGPMA:

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- Mediante sus propios profesionales en el desarrollo de programas de intervención y
talleres.
- Mediante entidades colaboradoras para el desarrollo de programas de intervención y
talleres así como la oferta de plazas en tareas de utilidad pública.

3.2.1.3. Tercera fase: Fase de seguimiento y final.

Los penados tendrán, en la medida de lo posible, una participación activa en la concreción del
plan de ejecución de la pena. En el caso de la pena de TBC, el usuario tendrá derecho a
proponer una tarea/actividad concreta que será valorada por la Administración Penitenciaria
para la verificación del cumplimiento de los requisitos establecidos en el Código Penal y en
el RD 840/2011, de 17 de junio.

Las incidencias las tiene que notificar la entidad. Hay que decirle al penado, que, aunque el
parte lo esté rellenando la entidad, tiene que tener en cuenta que están llegando al SGP y
pueden llegarle al Juez de Vigilancia Penitenciaria, que tenga cuidado con sus actuaciones.

Hemos de avisar al penado de las consecuencias que tienen los actos negativos: faltas
injustificadas, desinterés, mala actitud, etc. Las incidencias se comunican al Juez de
Vigilancia Penitenciaria y este tiene tres opciones, en función del criterio y de la gravedad del
supuesto conflicto: darle una nueva oportunidad (que sirva como toque de atención),
determinar un nuevo centro o declarar incumplimiento de la pena, contando así con otro
delito. Somos los/las trabajadores/as sociales los/las que realizamos el parte de incidencias
con la información que nos facilita la entidad. Artículo 8.

Incidencias durante el cumplimiento. Art. 49 del CP.

Los usuarios penados estarán bajo la seguridad del Régimen General de la Seguridad Social a
efectos de las contingencias de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales por los
días de prestación efectiva de dicho trabajo, a menos que los TBC se lleven a cabo mediante
programas o talleres, condiciones en los que se encontrarán excluidos. Artículo 11. Seguridad
Social y prevención de riesgos laborales.

3.3. Como citar al penado y como entrevistarlo

La citación de los penados/as se realiza exclusivamente atendiendo al orden de prescripción


que determina la aplicación informática. Esto solo se puede garantizar si se realizan las

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citaciones correspondientes después de estar todas las ejecutorias grabadas. No se debe citar a
la vez que se graban los expedientes.

El número de citas se ajustará por el responsable de Servicio, teniendo en cuenta las plazas
libres. En caso de que no haya plazas no se citará, exceptuando los usuarios con riesgo de
prescripción. La citación ha de ser lo más rápido posible, a corto plazo, se intentará que sea
antes de los dos meses.

Cuando el penado no acude a la cita y no está ingresado en un centro penitenciario se


comunica al juzgado ejecutor, como máximo un mes después de la incomparecencia y se
archiva el expediente en ese mismo acto.

Hemos de realizar la entrevista para recabar la máxima información sobre el penado, datos
personales, datos de su círculo, datos relevantes del pasado y del presente, etc. Además
hemos de obtener datos específicos para la realización del Plan de Ejecución. No es necesario
un informe social. Los datos básicos necesarios para determinar el Plan son las capacidades
del penado (cualificación profesional, nivel de estudios, idiomas, etc.). Otro de los datos de
interés sería el horario que resulta adecuado para el penado a la hora de ejecutar el TBC.

4. Medida alternativa a la prisión (dentro de la justicia restaurativa): la suspensión


condicional del cumplimiento de la pena privativa de libertad impuesta en la sentencia
condenatoria libre.

4.1. Definiciones previas.

- Delincuentes reincidentes: Hay reincidencia cuando, al delinquir, el culpable haya


sido condenado ejecutoriamente (por sentencia firme) por un delito de la misma
naturaleza. A estos efectos no se computarán los antecedentes penales cancelados o
que debieran serlo, ni los que correspondan a delitos leves.
- Delincuentes habituales: Artículo 94 Código Penal: A los efectos previstos para la
regulación de la suspensión de la pena de prisión, se consideran reos habituales los
que hayan cometido 3 o más delitos de la misma naturaleza ( regulados en un mismo
capítulo del Código penal), en un plazo no superior a 5 años, y hayan sido condenados
(condena firme) por ello.
- Cancelación de antecedentes penales: Los condenados que hayan extinguido su
responsabilidad penal tienen derecho a obtener del Ministerio de Justicia, de oficio o a

22
instancia de parte, la cancelación de sus antecedentes penales. Requisitos: tiene que
transcurrir, sin delinquir de nuevo, los siguientes plazos:
- 6 meses para las penas leves. Son penas leves:
- La pena de multa de hasta tres meses.
- La localización permanente de un día a tres meses.
- Los trabajos en beneficio de la comunidad de uno a treinta días.
- La privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores
de tres meses a un año.
- La privación del derecho a la tenencia y porte de armas de tres meses a
un año.
- Inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio
que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales de
tres meses a un año.
- La privación del derecho a residir en determinados lugares o acudir a
ellos, por tiempo inferior a seis meses.
- La prohibición de aproximarse a la víctima o a aquellos de sus
familiares u otras personas que determine el juez o tribunal, por tiempo
de un mes a menos de seis meses.
- La prohibición de comunicarse con la víctima o con aquellos de sus
familiares u otras personas que determine el juez o tribunal, por tiempo
de un mes a menos de seis meses.
- 2 años para las penas que no excedan de 12 meses y las impuestas por delitos
imprudentes.
- 3 años para las restantes penas menos graves inferiores a tres años
- 5 años para las restantes penas menos graves iguales o superiores a tres años.
- 10 años para las penas graves.
- Son penas graves:
- La prisión permanente revisable.
- La prisión superior a cinco años.
- La inhabilitación absoluta.
- Las inhabilitaciones especiales por tiempo superior a cinco años.
- La suspensión de empleo o cargo público por tiempo superior a cinco años.
- La privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por
tiempo superior a ocho años.

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- La privación del derecho a la tenencia y porte de armas por tiempo superior a
ocho años.
- La privación del derecho a residir en determinados lugares o acudir a ellos, por
tiempo superior a cinco años.
- La prohibición de aproximarse a la víctima o a aquellos de sus familiares u
otras personas que determine el juez o tribunal, por tiempo superior a cinco
años.
- La prohibición de comunicarse con la víctima o con aquellos de sus familiares
u otras personas que determine el juez o tribunal, por tiempo superior a cinco
años.
- La privación de la patria potestad.

Por ello, no es lo mismo que la sentencia condenatoria imponga al penado una pena de
prisión de 3 años, o una pena de prisión de 2 años y 6 meses. El plazo que tiene que
transcurrir para cancelar los antecedentes penales puede ser mayor o menor en función de la
duración de la pena impuesta.

En los casos en que, a pesar de cumplirse los requisitos establecidos en este artículo para la
cancelación, ésta no se haya producido, el juez o tribunal, acreditadas tales circunstancias, no
tendrá en cuenta dichos antecedentes (porque el penado no haya solicitado la cancelación).

Las inscripciones de antecedentes penales en las distintas secciones del Registro Central de
Penados y Rebeldes no serán públicas. Durante su vigencia solo se emitirán certificaciones
con las limitaciones y garantías previstas en sus normas específicas y en los casos
establecidos por la ley. En todo caso, se librarán las que soliciten los jueces o tribunales, se
refieran o no a inscripciones canceladas, haciendo constar expresamente esta última
circunstancia.

4.2. La posibilidad de la suspensión condicional de la ejecución de la pena de prisión


impuesta en la sentencia condenatoria firme.

Es una medida alternativa a la prisión, dentro de la justicia restaurativa, con fines de


reinserción social (una de las orientaciones constitucionales de la pena privativa de libertad).

Es una oportunidad que se le concede al penado (sentencia condenatoria firme): para que no
ingrese en prisión pero bajo requisitos y condiciones.

24
Se regula en el Código penal.

Los jueces o tribunales, mediante resolución motivada, podrán dejar en suspenso la ejecución
de las penas privativas de libertad no superiores a dos años. En dicha resolución se atenderá
fundamentalmente a la peligrosidad criminal del penado, pronóstico de comisión de delitos
de similar naturaleza (art. 80). El Juez debe barajar criterios indicativos de expectativas de
integración o reinserción social del penado, por las que puede merecer esta oportunidad.

Para adoptar esta resolución el juez o tribunal valorará las circunstancias del delito cometido,
las circunstancias personales del penado, sus antecedentes, su conducta posterior al hecho, en
particular su esfuerzo para reparar el daño causado, sus circunstancias familiares y sociales, y
los efectos que quepa esperar de la propia suspensión de la ejecución y del cumplimiento de
las medidas que fueren impuestas.

4.2.1. Supuestos generales de suspensión de la condena de prisión (regla general).

4.2.1.1. Requisitos para acordar la suspensión condicional del cumplimiento de la pena


privativa de libertad.

Como es una facultad que se le concede al juez, es posible que se den estos requisitos para
decretar o acordar esta medida (que es una oportunidad que se le concede al penado para que
no ingrese en prisión) pero decida motivadamente no acordarla en atención a la peligrosidad
criminal del sujeto (no existan, a criterio del juez, expectativas de reinserción o integración
social del penado, porque también estime la probabilidad de que vuelva a cometer delitos de
la misma naturaleza y que por ello sea necesaria la ejecución de la pena). En cualquier caso,
la resolución ha de ser motivada según las circunstancias del caso concreto.

4.2.1.1.1. Que el condenado haya delinquido por primera vez.

A tal efecto no se tendrán en cuenta las anteriores condenas por delitos imprudentes o por
delitos leves, ni los antecedentes penales que hayan sido cancelados, o debieran serlo.
Tampoco se tendrán en cuenta los antecedentes penales correspondientes a delitos que, por su
naturaleza o circunstancias, carezcan de relevancia para valorar la probabilidad de comisión
de delitos futuros.

4.2.1.1.2. Que la pena no sea superior a dos años.

25
Que la pena impuesta, o la suma de las impuestas, no sea superior a dos años. No se incluye
en tal cómputo la derivada del impago de la pena de multa.

4.2.1.1.3. Que se hayan satisfecho las responsabilidades civiles que se hubieren


originado.

Y se haya hecho efectivo el decomiso acordado en sentencia (en su caso).

Este requisito se entenderá cumplido cuando el penado asuma el compromiso de satisfacer las
responsabilidades civiles de acuerdo a su capacidad económica y de facilitar el decomiso
acordado, y sea razonable esperar que el mismo será cumplido en el plazo prudencial que el
juez o tribunal determine. El juez o tribunal, en atención al alcance de la responsabilidad civil
y al impacto social del delito, podrá solicitar las garantías que considere convenientes para
asegurar su cumplimiento.

4.2.1.2. Condiciones (si se dan los requisitos para acordar la suspensión):

4.2.1.2.1. Que el penado no delinca en el periodo que establezca el tribunal.

La suspensión de la ejecución de la pena quedará siempre condicionada a que el penado no


delinca en el plazo o periodo fijado por el juez o tribunal (es el plazo o periodo de
rehabilitación penal). Si el sujeto delinquiera durante el plazo de suspensión fijado, el Juez o
Tribunal revocará la suspensión de la ejecución de la pena y ordenará la ejecución de la pena,
siempre que el penado fuera condenado por el nuevo delito cometido en el periodo de
suspensión y ello ponga de manifiesto que la expectativa en la que se fundaba la decisión de
suspensión adoptada ya no puede ser mantenida (art. 86 CP). El plazo de suspensión será:

- De 2 a 5 años para las penas privativas de libertad no superiores a dos años


- 3 meses a 1 año para las penas leves (penas privativas de libertad hasta tres meses).

Para fijar el plazo de suspensión, el juez o tribunal valorará las circunstancias del delito
cometido, las circunstancias personales del penado, sus antecedentes, su conducta posterior al
hecho, en particular su esfuerzo para reparar el daño causado, sus circunstancias familiares y
sociales, y los efectos que quepa esperar de la propia suspensión de la ejecución y del
cumplimiento de las medidas que fueren impuestas.

4.2.1.2.2. Cumplimiento de reglas de conducta.

26
El juez o tribunal sentenciador, si lo estima necesario, podrá también condicionar la
suspensión al cumplimiento de reglas de conducta o comportamiento del penado durante el
plazo de suspensión: son obligaciones, prohibiciones o deberes que puede imponer el juez o
tribunal “cuando ello resulte necesario para evitar el peligro de comisión de nuevos delitos,
sin que puedan imponerse deberes y obligaciones que resulten excesivos y
desproporcionados”.

4.2.1.2.2.1. Catálogo de reglas de conducta posibles, según el caso concreto para los
fines de la suspensión.

- Prohibición de aproximarse a la víctima o a aquéllos de sus familiares u otras


personas que se determine por el juez o tribunal, a sus domicilios, a sus lugares de
trabajo o a otros lugares habitualmente frecuentados por ellos, o de comunicar con los
mismos por cualquier medio. La imposición de esta prohibición será siempre
comunicada a las personas con relación a las cuales sea acordada.
- Prohibición de establecer contacto con personas determinadas o con miembros de un
grupo determinado, cuando existan indicios que permitan suponer fundadamente que
tales sujetos pueden facilitarle la ocasión para cometer nuevos delitos o incitarle a
hacerlo.
- Mantener su lugar de residencia en un lugar determinado con prohibición de
abandonarlo o ausentarse temporalmente sin autorización del juez o tribunal.
- Prohibición de residir en un lugar determinado o de acudir al mismo, cuando en ellos
pueda encontrar la ocasión o motivo para cometer nuevos delitos.
- Comparecer personalmente con la periodicidad que se determine ante el juez o
tribunal, dependencias policiales o servicio de la administración que se determine,
para informar de sus actividades y justificarlas.
- Participar en programas formativos, laborales, culturales, de educación vial, sexual,
de defensa del medio ambiente, de protección de los animales, de igualdad de trato y
no discriminación, y otros similares.
- Participar en programas de deshabituación al consumo de alcohol, drogas tóxicas o
sustancias estupefacientes, o de tratamiento de otros comportamientos adictivos.
- Prohibición de conducir vehículos de motor que no dispongan de dispositivos
tecnológicos que condicionen su encendido o funcionamiento a la comprobación
previa de las condiciones físicas del conductor, cuando el sujeto haya sido condenado

27
por un delito contra la seguridad vial y la medida resulte necesaria para prevenir la
posible comisión de nuevos delitos.
- (Cualesquiera otras): Cumplir los demás deberes que el juez o tribunal estime
convenientes para la rehabilitación social del penado, previa conformidad de éste,
siempre que no atenten contra su dignidad como persona.

● Supuesto concreto: Si el penado lo es por delitos de violencia de género, el Juez o


Tribunal condicionará en todo caso la suspensión al cumplimiento de estas reglas de
conducta u obligaciones:

- Prohibición de aproximarse a la víctima o a aquéllos de sus familiares u otras


personas que se determine por el juez o tribunal, a sus domicilios, a sus
lugares de trabajo o a otros lugares habitualmente frecuentados por ellos, o de
comunicar con los mismos por cualquier medio. La imposición de esta
prohibición será siempre comunicada a las personas con relación a las cuales
sea acordada.
- Prohibición de residir en un lugar determinado o de acudir al mismo, cuando
en ellos pueda encontrar la ocasión o motivo para cometer nuevos delitos.
- Participar en programas formativos, laborales, culturales, de educación vial,
sexual, de defensa del medio ambiente, de protección de los animales, de
igualdad de trato y no discriminación, y otros similares.

4.2.1.2.2.2. Catálogo de prestaciones que también puede adoptar el juez, según el caso
concreto para los fines de la suspensión:

- El cumplimiento del acuerdo alcanzado por las partes en virtud de mediación (en el
proceso de mediación penal de adultos)
- Una pena de multa, cuya extensión determinarán el juez o tribunal en atención a las
circunstancias del caso, que no podrá ser superior a la que resultase de aplicar dos
cuotas de multa por cada día de prisión sobre un límite máximo de dos tercios de su
duración.
- Una pena de trabajos en beneficio de la comunidad, especialmente cuando resulte
adecuado como forma de reparación simbólica a la vista de las circunstancias del
hecho y del autor. La duración de esta prestación de trabajos se determinará por el
juez o tribunal en atención a las circunstancias del caso, sin que pueda exceder de la

28
que resulte de computar un día de trabajos por cada día de prisión sobre un límite
máximo de dos tercios de su duración.

4.3. Control del cumplimiento de las siguientes reglas de conducta o deberes: los
servicios de gestión de penas y medidas alternativas de la administración penitenciaria
(SGP).

Corresponderá a los Servicios de Gestión de Penas y Medidas alternativas de la


Administración penitenciaria (SGP). Estos servicios informarán al Juez de Vigilancia
Penitenciaria (JVP) sobre el cumplimiento con una periodicidad al menos trimestral, en el
caso de la participación del penado en programas formativos….), y semestral, en el caso de
participación del penado en programas de deshabituación, y, en todo caso, a su conclusión.

Asimismo, informarán inmediatamente de cualquier circunstancia relevante para valorar la


peligrosidad del penado y la posibilidad de comisión futura de nuevos delitos, así como de los
incumplimientos de la obligación impuesta o de su cumplimiento efectivo.

4.4. Otras posibilidades de suspensión condicional de la ejecución de la pena de prisión


impuesta por sentencia condenatoria firme: supuestos especiales.

En los que se puede acordar la suspensión condicional de la pena de prisión, a pesar de no


concurrir sus requisitos generales o algunos de ellos: (art. 80)

- Razones humanitarias: Los Jueces y Tribunales podrán otorgar la suspensión de


cualquier pena impuesta sin sujeción a requisito alguno en el caso de que el penado
esté aquejado de una enfermedad muy grave con padecimientos incurables, salvo que
en el momento de la comisión del delito tuviera ya otra pena suspendida por el mismo
motivo.
- Excepcionalmente, aunque no concurran los requisitos generales 1.º (Primariedad
delictiva, etc.) y 2.º (límite de 2 años de prisión), y siempre que no se trate de reos
habituales, podrá acordarse la suspensión de las penas de prisión que individualmente
no excedan de dos años cuando las circunstancias personales del reo, la naturaleza del
hecho, su conducta y, en particular, el esfuerzo para reparar el daño causado, así lo
aconsejen.

Requisito a cumplir: el relativo a la responsabilidad civil derivada del delito.

29
Condiciones obligatorias: además del plazo o periodo de suspensión sin cometer
delitos. En estos casos, la suspensión se condicionará siempre a la reparación efectiva
del daño o la indemnización del perjuicio causado conforme a las posibilidades
acordadas, o al cumplimiento del acuerdo derivado del proceso de mediación con la
víctima.

Asimismo, se impondrá siempre una de las medidas:

- Una pena de multa, cuya extensión determinarán el juez o tribunal en atención


a las circunstancias del caso.
- Una pena de trabajos en beneficio de la comunidad, especialmente cuando
resulte adecuado como forma de reparación simbólica a la vista de las
circunstancias del hecho y del autor.
- Penados (que incluso pueden tener antecedentes penales no cancelados) que hubiesen
cometido el hecho delictivo a causa de su dependencia a las drogas o bebidas
alcohólicas. Posibilidad de acordar la suspensión de la ejecución de las penas
privativas de libertad no superiores a cinco años.

Requisitos (junto al de satisfacer la responsabilidad civil derivada del delito): siempre


que se certifique suficientemente, por centro o servicio público o privado debidamente
acreditado u homologado, que el condenado se encuentra deshabituado o sometido a
tratamiento para tal fin en el momento de decidir sobre la suspensión Condiciones
obligatorias:

- Que el reo no delinca en el período que se señale, que será de tres a cinco años
(plazo de rehabilitación penal).
- En el caso de que el condenado se halle sometido a tratamiento de
deshabituación, también se condicionará la suspensión de la ejecución de la
pena a que no abandone el tratamiento hasta su finalización. Los centros o
servicios responsables del tratamiento estarán obligados a facilitar al juez o
tribunal sentenciador, en los plazos que señale, y nunca con una periodicidad
superior al año, la información precisa para comprobar el comienzo de aquél,
así como para conocer periódicamente su evolución, las modificaciones que
haya de experimentar así como su finalización.

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Para acordar la remisión de la pena (el cumplimiento) suspendida, deberá acreditarse
la deshabituación del sujeto o la continuidad del tratamiento. De lo contrario, el juez o
tribunal ordenará el cumplimiento de la pena impuesta, salvo que, oídos los informes
correspondientes, estime necesaria la continuación del tratamiento; en tal caso podrá
conceder razonadamente una prórroga del plazo de suspensión por tiempo no superior
a dos años.

4.5. Otras cuestiones importantes.

4.5.1. Modificación de las circunstancias valoradas para la suspensión.

- Durante el tiempo de suspensión de la pena, y a la vista de la posible modificación de


las circunstancias valoradas cuando se decretó la suspensión, el juez o tribunal podrá
modificar la decisión que anteriormente hubiera adoptado y acordar: (art. 85 CP)
- El alzamiento (=cumplimiento) de todas o alguna de las reglas de conducta
(prohibiciones, deberes u obligaciones) o prestaciones que hubieran sido
acordadas
- Modificación
- Sustitución por otras que resulten menos gravosas.
- Ante el incumplimiento no grave o no reiterado de las prohibiciones, deberes o
prestaciones impuestos, el juez o tribunal podrá (art. 86 CP):
- Imponer al penado nuevas prohibiciones, deberes o condiciones, o modificar
las ya impuestas.
- Prorrogar el plazo de suspensión, sin que en ningún caso pueda exceder de la
mitad de la duración del que hubiera sido inicialmente fijado.

4.5.2. Supuestos de revocación de la suspensión de la ejecución de la pena de prisión.

El juez o tribunal revocará la suspensión y ordenará la ejecución de la pena (completa)


cuando el penado:

- Sea condenado por un delito cometido durante el período de suspensión y ello ponga
de manifiesto que la expectativa en la que se fundaba la decisión de suspensión
adoptada ya no puede ser mantenida.
- Incumpla de forma grave o reiterada las reglas de conducta (prohibiciones,
obligaciones o deberes) o las prestaciones que le hubieran sido impuestos, o se

31
sustraiga al control de los servicios de gestión de penas y medidas alternativas de la
Administración penitenciaria.
- Facilite información inexacta o insuficiente sobre el paradero de bienes u objetos cuyo
decomiso hubiera sido acordado; no dé cumplimiento al compromiso de pago de las
responsabilidades civiles a que hubiera sido condenado, salvo que careciera de
capacidad económica para ello; o facilite información inexacta o insuficiente sobre su
patrimonio, incumpliendo la obligación impuesta en el artículo 589 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil .

En el caso de revocación de la suspensión, los gastos que hubiera realizado el penado


para reparar el daño causado por el delito conforme al apartado 1 del artículo 84 no
serán restituidos. Sin embargo, el juez o tribunal abonará a la pena los pagos y la
prestación de trabajos que hubieran sido realizados o cumplidos conforme a las
medidas 2.ª y 3.ª

4.5.3. Remisión de la pena. Momento en el que se considera cumplida la pena de prisión


suspendida.

Transcurrido el plazo de suspensión fijado sin haber cometido el sujeto un delito que ponga
de manifiesto que la expectativa en la que se fundaba la decisión de suspensión adoptada ya
no puede ser mantenida, y cumplidas de forma suficiente las reglas de conducta fijadas por el
juez o tribunal, éste acordará la remisión de la pena. (art. 87 CP)

4.5.3.1. Cómputo del plazo de rehabilitación (para la cancelación de antecedentes


penales).

Los plazos a que se refiere el apartado anterior se contarán desde el día siguiente a aquel en
que quedará extinguida la pena, pero si ello ocurriese mediante la suspensión condicional, el
plazo, una vez obtenida la remisión definitiva de la condena, se computará retrotrayéndolo al
día siguiente a aquel en que hubiere quedado cumplida la pena si no se hubiere disfrutado de
este beneficio. En este caso, se tomará como fecha inicial para el cómputo de la duración de
la pena el día siguiente al del otorgamiento de la suspensión.

32
5. Sujetos inimputables que cometen delitos: las medidas de seguridad.

Las medidas de seguridad son aplicables a los que han cometido un delito (hecho delictivo)
pero que no son culpables (no tienen responsabilidad penal) porque, en el momento del
delito, no tenían capacidad para comprender la significación delictiva del hecho que
realizaban, y por tanto, no tenían capacidad para motivar su comportamiento por el miedo a
la pena (no tienen capacidad de culpabilidad en el momento del delito). Esta situación se
produce porque en el momento del delito el sujeto se encontraba bajo cualquiera de los
supuestos a que se refiere el art. 20 CP (1º, 2º, 3º): alteración psíquica permanente, trastorno
mental transitorio, intoxicación plena de bebidas alcohólicas o drogas tóxicas, o influencia
del síndrome de abstinencia, o una alteración grave de la conciencia de la realidad. Estos
supuestos podrán eximir de responsabilidad penal (y, por tanto, no se podrá aplicar ninguna
pena) siempre que produzcan el efecto de anular la capacidad de culpabilidad del sujeto que
comete el delito, en el momento del delito.

Por tanto, los sujetos inimputables no son culpables porque no tienen capacidad de
culpabilidad, no tienen responsabilidad penal, no se les puede imponer, por tanto, la pena
prevista para el delito cometido: no son penados: la Sentencia no es condenatoria sino
absolutoria por falta de culpabilidad. Sí tienen responsabilidad civil ex delicto, por los daños
y perjuicios materiales y/o morales causados por el delito cometido (art. 118 CP).

Ahora bien, se les podrá aplicar una medida de seguridad si se dan los requisitos necesarios
para ello.

5.1. Fundamentos de las medidas de seguridad.

La peligrosidad criminal del sujeto que ha cometido un delito –en los supuestos del artículo
20 (1º, 2º, 3º) del Código penal-, es decir, la probabilidad de comisión de nuevos delitos (de
semejante naturaleza) en virtud de esas circunstancias. Es decir, cuando de la valoración de
las circunstancias concurrentes pueda deducirse el peligro de que vuelva a cometer el mismo
delito u otros semejantes. Solo son posibles, por tanto, medidas de seguridad postdelictuales.

El Código penal de 1995 derogó la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social de 1970


(antes, la Ley de Vagos y Maleantes de 1933), y por tanto, derogó las medidas de seguridad
predelictuales que esas leyes imponían sin necesidad de cometer un delito previamente, sólo

33
por tratarse de una persona que etiquetaba un tribunal como “peligroso social” (por su modo
de vida), así, por ser homosexual, prostituta, mendigo, alcohólico o toxicómano, o presentar
alguna anomalía psíquica.

5.2. Requisitos para la aplicación de medidas de seguridad.

Las medidas de seguridad se aplicarán por el Juez o Tribunal, previos los informes que estime
convenientes, a las personas que se encuentren en los supuestos previstos por el Código penal
(*), siempre que concurran estos requisitos:

- Que el sujeto haya cometido un hecho previsto como delito.


- Que se encuentre el sujeto, en el momento del delito, en cualquiera de los supuestos
previstos por el CP (artículo 20 (1º, 2º, 3º): alteración psíquica permanente, trastorno
mental transitorio, intoxicación plena de bebidas alcohólicas o drogas tóxicas, o
influencia del síndrome de abstinencia, o una alteración grave de la conciencia de la
realidad. Que estos supuestos afecten gravemente a su capacidad de culpabilidad.
- Que del hecho y de las circunstancias personales del sujeto pueda deducirse un
pronóstico de comportamiento futuro que revele la probabilidad de comisión de
nuevos delitos de similar naturaleza (existencia de peligrosidad criminal).

(*) Supuestos en los que se pueden aplicar medidas de seguridad: están expresamente
previstos por el Código penal, en el artículo 20 (1º, 2º, 3º). (Principio de legalidad penal en
materia de supuestos):

- El que al tiempo de cometer la infracción penal, a causa de cualquier anomalía o


alteración psíquica, no pueda comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa
comprensión.

El trastorno mental transitorio no eximirá de pena (culpabilidad) cuando hubiese sido


provocado por el sujeto con el propósito de cometer el delito o hubiera previsto o
debido prever su comisión.

- El que al tiempo de cometer la infracción penal se halle en estado de intoxicación


plena por el consumo de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes,
sustancias psicotrópicas u otras que produzcan efectos análogos, siempre que no haya
sido buscado con el propósito de cometerla o no se hubiese previsto o debido prever

34
su comisión, o se halle bajo la influencia de un síndrome de abstinencia, a causa de su
dependencia de tales sustancias, que le impida comprender la ilicitud del hecho o
actuar conforme a esa comprensión.
- El que, por sufrir alteraciones en la percepción desde el nacimiento o desde la
infancia, tenga alterada gravemente la conciencia de la realidad.

En tales supuestos (1º, 2º, 3º), se aplicarán, en su caso, las medidas de seguridad previstas en
este Código. (Principio de legalidad penal en materia de medidas de seguridad). Siempre que
exista peligrosidad criminal

5.3. Límites de la aplicación de medidas de seguridad.

- Límite máximo: Las medidas de seguridad no pueden ser más gravosas ni de mayor
duración que la pena abstractamente aplicable al hecho cometido (si hubiera sido
declarado culpable el sujeto). Por tanto, cuando la pena que hubiera podido imponerse
por el delito cometido no sea privativa de libertad, una vez comprobada la
peligrosidad criminal del sujeto, el juez o tribunal sentenciador sólo podrá acordar
alguna o algunas de las medidas de seguridad no privativas de libertad. En tales casos,
no se puede aplicar una medida de seguridad privativa de libertad.
- Límite mínimo: Las medidas de seguridad no pueden exceder el límite de lo necesario
para prevenir la peligrosidad criminal del autor.

5.4. Clases de medidas de seguridad.

5.4.1. Medidas de seguridad privativas de libertad.

Siempre que exista peligrosidad criminal y la pena que hubiera podido imponerse por el
delito cometido (si hubiera sido culpable) fuera privativa de libertad. Y siempre que sea
adecuada al caso concreto, para prevenir la peligrosidad criminal del sujeto.

- El internamiento en centro psiquiátrico. Medida de seguridad prevista para el supuesto


del art. 20.1º CP. Al sujeto que sea declarado exento de responsabilidad penal
conforme al número 1º del artículo 20, se le podrá aplicar, si fuera necesaria, la
medida de internamiento para tratamiento médico o educación especial en un
establecimiento adecuado al tipo de anomalía o alteración psíquica que se aprecie o
cualquier otra de las medidas no privativas de libertad.

35
El internamiento no podrá exceder del tiempo que habría durado la pena privativa de
libertad, si el sujeto hubiera sido declarado culpable, y a tal efecto el Juez o Tribunal
fijará en la sentencia ese límite máximo.

El sometido a esta medida no podrá abandonar el establecimiento sin autorización del


Juez o Tribunal sentenciador (Artículo 101.1 CP).

- El internamiento en centro de deshabituación. Medida de seguridad prevista para el


supuesto del art. 20.2º CP. A los declarados exentos de responsabilidad penal
conforme al número 2º del artículo 20 se les aplicará, si fuere necesaria, la medida de
internamiento en centro de deshabituación, público o privado debidamente acreditado
u homologado, o cualquiera otra de las medidas no privativas de libertad.

El internamiento no podrá exceder del tiempo que habría durado la pena privativa de
libertad, si el sujeto hubiera sido declarado culpable, y a tal efecto el Juez o Tribunal
fijará ese límite máximo en la sentencia

El sometido a esta medida no podrá abandonar el establecimiento sin autorización del


Juez o Tribunal sentenciador (Artículo 102.1 CP).

- El internamiento en centro educativo especial. Medida de seguridad prevista para el


supuesto del art. 20.3º CP. A los declarados exentos de responsabilidad penal
conforme al número 3º del artículo 20, se les podrá aplicar, si fuere necesaria, la
medida de internamiento en un centro educativo especial o cualquier otra de las
medidas no privativas de libertad.

El internamiento no podrá exceder del tiempo que habría durado la pena privativa de
libertad, si el sujeto hubiera sido declarado culpable y, a tal efecto, el Juez o Tribunal
fijará en la sentencia ese límite máximo.

El sometido a esta medida no podrá abandonar el establecimiento sin autorización del


Juez o Tribunal sentenciador.

5.4.2. Medidas de seguridad no privativas de libertad.

- La inhabilitación profesional. Duración no superior a 5 años.

36
- La expulsión del territorio nacional de extranjeros no residentes legalmente en
España.
- La custodia familiar. El sometido a esta medida quedará sujeto al cuidado y vigilancia
del familiar que se designe y que acepte la custodia, quien la ejercerá en relación con
el Juez de Vigilancia Penitenciaria y sin menoscabo de las actividades escolares o
laborales del custodiado.
- La privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores.
- La privación del derecho a la tenencia y porte de armas.
- La libertad vigilada: Esta medida consiste en el sometimiento del sujeto a control
judicial a través del cumplimiento de alguna o algunas reglas de conducta (de carácter
obligatorio):
- Estar localizable mediante aparatos electrónicos (seguimiento permanente).
Presentarse periódicamente en el lugar que el Juez (sentenciador) establezca
Comunicar inmediatamente cada cambio de residencia o del lugar o puesto de
trabajo.
- Prohibición de ausentarse del lugar de residencia o de un determinado
territorio sin autorización judicial.
- Prohibición de aproximarse a la víctima, o a aquellos de sus familiares u otras
personas que determine el Juez o Tribunal sentenciador.
- Prohibición de comunicarse con la víctima, o con aquellos de sus familiares u
otras personas que determine el Juez o Tribunal sentenciador.
- Prohibición de acudir a determinados lugares, territorios o establecimientos.
- Prohibición de residir en determinados lugares.
- Prohibición de desempeñar determinadas actividades que puedan ofrecerle o
facilitarle la ocasión para cometer hechos delictivos de similar naturaleza.
- Seguir tratamiento médico externo o someterse control médico periódico.
- Participar en programas de tipo formativo, laboral, cultural, de educación
sexual u otros similares.

Modificación o cese de la medida de la libertad vigilada: El Juez o Tribunal podrá:

- Modificar en lo sucesivo las obligaciones y prohibiciones impuestas.


- Reducir la duración de la libertad vigilada o incluso poner fin a la misma en
vista del pronóstico positivo de reinserción que considere innecesaria (no

37
existe peligrosidad criminal) o contraproducente la continuidad de las
obligaciones o prohibiciones impuestas.

Caso de incumplimiento (libertad vigilada): art. 106. 4 CP. En caso de


incumplimiento de una o varias obligaciones el Juez o Tribunal, a la vista de las
circunstancias concurrentes, podrá modificar las obligaciones o prohibiciones
impuestas. Si el incumplimiento fuera reiterado o grave, revelador de la voluntad de
no someterse a las obligaciones o prohibiciones impuestas, el Juez deducirá, además,
testimonio por un presunto delito del artículo 468 de este Código.

Novedad controvertida desde 2010: la medida de libertad vigilada para aquellos culpables
que ya hayan cumplido su condena.

Art. 106. 2 CP. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 105, el Juez o Tribunal deberá
imponer en la sentencia la medida de libertad vigilada para su cumplimiento posterior a la
pena privativa de libertad impuesta siempre que así lo disponga de manera expresa este
Código.

En estos casos, al menos dos meses antes de la extinción de la pena privativa de libertad, de
modo que la medida de libertad vigilada pueda iniciarse en ese mismo momento, el Juez de
Vigilancia Penitenciaria, por el procedimiento previsto en el artículo 98, elevará la oportuna
propuesta al Juez o Tribunal sentenciador, que, con arreglo a dicho procedimiento,
concretará, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 97, el contenido de la medida fijando
las obligaciones o prohibiciones enumeradas en el apartado 1 de este artículo que habrá de
observar el condenado.

Si este lo hubiera sido a varias penas privativas de libertad que deba cumplir sucesivamente,
lo dispuesto en el párrafo anterior se entenderá referido al momento en que concluya el
cumplimiento de todas ellas.

Asimismo, el penado a quien se hubiere impuesto por diversos delitos otras tantas medidas de
libertad vigilada que, dado el contenido de las obligaciones o prohibiciones establecidas, no
pudieran ser ejecutadas simultáneamente, las cumplirá de manera sucesiva, sin perjuicio de
que el Juez o Tribunal pueda ejercer las facultades que le atribuye el apartado siguiente.

5.5. Seguimiento de la ejecución o cumplimiento de las medidas de seguridad.

38
Para decretar la obligación de cumplir alguna o algunas de las medidas de seguridad, el Juez
o Tribunal sentenciador deberá valorar los informes emitidos por los facultativos y
profesionales.

En el momento de su cumplimiento, el Juez o Tribunal sentenciador deberá valorar los


informes emitidos por los facultativos y profesionales encargados de asistir al sometido a la
medida de seguridad.

El Juez de Vigilancia Penitenciaria o los servicios de la Administración correspondiente


informarán al Juez o Tribunal sentenciador. El Juez o Tribunal sentenciador dispondrá que
los servicios de asistencia social competentes presten la ayuda o atención que precise y
legalmente le corresponda al sometido a medidas de seguridad no privativas de libertad.

Durante la ejecución de la sentencia, el juez o tribunal sentenciador adoptará, previa


propuesta del Juez de Vigilancia Penitenciaria (**), teniendo en cuenta los informes de los
facultativos y profesionales, alguna de las siguientes decisiones:

- Mantener la medida de seguridad impuesta.


- Decretar el cese de cualquier medida de seguridad impuesta en cuanto desaparezca la
peligrosidad criminal del sujeto.
- Sustituir una medida de seguridad por otra que estime más adecuada, entre las
previstas para el supuesto de que se trate. En el caso de que fuera acordada la
sustitución y el sujeto evolucionara desfavorablemente, se dejará sin efecto la
sustitución, volviéndose a aplicar la medida sustituida.
- Dejar en suspenso la ejecución de la medida en atención al resultado ya obtenido con
su aplicación, por un plazo no superior al que reste hasta el máximo señalado en la
sentencia que la impuso. La suspensión quedará condicionada a que el sujeto no
delinca durante el plazo fijado, y podrá dejarse sin efecto, es decir, obligará al sujeto a
cumplir la medida de que se trate, si vuelve a acreditarse su peligrosidad criminal en
el plazo de rehabilitación.

(**) El Juez de Vigilancia Penitenciaria estará obligado a realizar, al menos anualmente, una
propuesta de mantenimiento, cese, sustitución o suspensión en caso de medidas de seguridad
privativa de libertad. Para formular dicha propuesta el Juez de Vigilancia Penitenciaria
deberá valorar los informes emitidos por los facultativos y profesionales que asistan al
sometido a medida de seguridad o por las Administraciones Públicas competentes los

39
oportunos informes acerca de la situación y la evolución del sujeto, su grado de rehabilitación
y el pronóstico de reincidencia o reiteración delictiva (art. 98 CP). En el caso de
internamiento en centro educativo especial, la propuesta del Juez de Vigilancia Penitenciaria
deberá hacerse al terminar cada curso o grado de enseñanza.

Ahora bien, cuando se trate de cualquier otra medida no privativa de libertad, el Juez o
Tribunal sentenciador recabará directamente de las Administraciones, facultativos y
profesionales los oportunos informes.

Nota: Cuando una persona sea declarada exenta de responsabilidad penal por concurrir
alguna de las causas previstas en el art. 20. 1º, y 3º, el Ministerio fiscal instará, si fuera
procedente, la declaración de incapacidad ante la Jurisdicción civil, y en su caso, el
internamiento conforme a las normas de la legislación civil.

5.6. Quebrantamiento de medidas de seguridad.

- El quebrantamiento de una medida de seguridad de internamiento dará lugar a que el


juez o tribunal ordene el reingreso del sujeto en el mismo centro del que se hubiese
evadido o en otro que corresponda a su estado.
- Si se tratare de otras medidas, el juez o tribunal podrá acordar la sustitución de la
quebrantada por la de internamiento si ésta estuviese prevista para el supuesto de que
se trate y si el quebrantamiento demostrase su necesidad.
- En ambos casos el Juez o Tribunal deducirá testimonio por el quebrantamiento. A
estos efectos, no se considerará quebrantamiento de la medida la negativa del sujeto a
someterse a tratamiento médico o a continuar un tratamiento médico inicialmente
consentido. No obstante, el Juez o Tribunal podrá acordar la sustitución del
tratamiento inicial o posteriormente rechazado por otra medida de entre las aplicables
al supuesto de que se trate.

5.7. Supuestos de semiimputabilidad: la capacidad de culpabilidad disminuida.

Son supuestos en los que la alteración psíquica permanente, trastorno mental transitorio,
intoxicación plena de bebidas alcohólicas o drogas tóxicas, o influencia del síndrome de
abstinencia, o una alteración grave de la conciencia de la realidad, en el momento de
comisión del hecho delictivo, no producen los efectos de anulación de la capacidad de
culpabilidad, pero sí una disminución importante de su capacidad de culpabilidad.

40
Ello conduce, en primer lugar, a una situación de semiimputabilidad, es decir, el sujeto que
ha cometido el hecho delictivo es culpable (la sentencia es condenatoria), pero su
culpabilidad se encuentra notablemente disminuida. Se le atenuará la pena prevista para el
delito cometido. Pero también es posible aplicarle una medida de seguridad en atención al
supuesto en el que se encuentre.

En los supuestos de semiimputabilidad, el Juez o Tribunal podrá imponer, además de la pena


correspondiente, medidas de seguridad privativas o no privativas de libertad. No obstante, la
medida de internamiento sólo será aplicable cuando la pena impuesta sea privativa de libertad
y su duración no podrá exceder de la pena prevista por el Código para el delito.

En el caso de concurrencia de penas y medidas de seguridad privativas de libertad, el juez o


tribunal ordenará el cumplimiento de la medida, que se abonará para el de la pena. Una vez
cumplida o cesada la medida de seguridad, el juez o tribunal podrá, si con la ejecución de la
pena se pusieran en peligro los efectos conseguidos a través de aquélla, suspender el
cumplimiento del resto de la pena por un plazo no superior a la duración de la misma, o
aplicar alguna de las medidas no privativas de libertad.

6. Sistema penitenciario.

Llamamos centro penitenciario a centros que son penitenciarios a medias, porque no


necesariamente la gente que hay es culpable, ya que existen los presuntos inocentes que
son presos preventivos.

El Sistema penitenciario regula la ejecución (cumplimiento) de la pena de prisión


(penados). También el modo de cumplimiento de la pena de prisión (penados) y el
régimen de vida y disciplina de los presos (penados y presos preventivos), sus derechos
y obligaciones.

6.1. Ingreso y separación de los presos. El ingreso en el centro penitenciario:


departamento de ingresos.

6.1.1. Fase de identificación.

Con la fase de identificación comienza el sistema del panóptico: control, disciplina y


observación del recluso. Ha dejado de ser ciudadano libre para convertirse en preso:
tiene el estatus de preso (sea penado o preso preventivo). Este término se desarrollará

41
más adelante.

- Se comprueba el fundamento legal de ingreso en prisión: sentencia


condenatoria, o el Auto de Prisión preventiva. Se le toman los datos de filiación,
la reseña dactilar y fotográfica, se le hace entrega del DII (Documento de
Identificación del interno). Se inscribe al preso en el libro de ingresos y se le
abre un expediente personal relativo a su situación procesal y penitenciaria (es
el expediente penitenciario).
- Se le somete a un cacheo (integral=con desnudo integral) y al registro de sus
efectos, retirándose los enseres y objetos personales no autorizados (=
Intervención). Se le entrega ropa de vestir (si la precisa), de cama o lote de aseo.
Se le da la posibilidad de que se comunique por teléfono con la familia y el
abogado para informarles de su ingreso en prisión. Se le facilita información
escrita sobre la prisión.
- Se le ubica en una celda en el departamento de ingresos y allí será sometido a
inspección médica. Igualmente, serán entrevistados por el Trabajador Social y
por el Educador, a fin de detectar las áreas carenciales y necesidades del interno.
Recientemente, y como medida antisuicidios y aliviar tensiones en el ingreso, se
aconseja ser vistos por el Psicólogo, aunque no lo prevé la normativa
penitenciaria.

Estancia máx. en el Dpto. de ingresos: 5 días (sólo podrá prolongarse por motivos de
orden sanitario o para preservar su seguridad, dando cuenta al JVP)

6.1.1.1. Supuesto especial: unidad menores de 3 años de madres presas con hijos.

En Andalucía, solo Sevilla. Admitirá a los hijos menores de tres años que acompañen a
sus madres en el momento del ingreso, y que se encuentren bajo su patria potestad.

6.1.2. Separación interior del recluso a efectos meramente organizativos.

Criterios de separación:

- Sexo: Hombres/mujeres
- Edad: Jóvenes (18-21 años)/Adultos.
- Situación procesal: Detenidos y presos preventivos/penados
- Antecedentes delictivos: Primariedad delictiva (sin antecedentes

42
penales)/Reincidentes
- Los penados: Por las exigencias del tratamiento (drogodependientes…)
- Los que presenten deficiencia física o Psíquica/de los que puedan seguir el
régimen normal del establecimiento
- Detenidos y presos por delitos dolosos/delitos imprudentes
- Los miembros y cuerpos de seguridad del Estado y militares/del resto de
población reclusa.

6.1.3. Significado de estatus de preso.

Desde que ingresa en el centro penitenciario la persona abandona su estatus de


ciudadano libre para convertirse en preso.

El estatus de preso está definido por la denominada “Relación de sujeción especial del
preso a la administración penitenciaria”: Significado: régimen especial limitativo de los
derechos fundamentales de los reclusos, de manera que lo que podría representar una
vulneración de los derechos fundamentales de un ciudadano en libertad no se considera
como tal tratándose de un recluso. Se considera al preso un súbdito.

La disciplina carcelaria -PANÓPTICO- ocupa el papel principal en el sistema


penitenciario actual. El penado debe adaptarse a la vida de la cárcel, que lo desvincula,
frente a otras penas, de su entorno social, laboral y familiar. Por eso es más
estigmatizante y provoca efectos psicosociales negativos.

En conclusión, en virtud del estatus de preso derivado de su sujeción especial


(sometimiento especial) a la Administración penitenciaria, quedan seriamente
restringidos los derechos fundamentales del preso. Según la interpretación del Tribunal
Constitucional, ocupa un lugar prioritario el sometimiento al régimen de seguridad,
vigilancia y control dentro del centro penitenciario (sometimiento a la autoridad
penitenciaria): es la idea del Panóptico.

Por tanto, como consecuencia de esa relación de sujeción especial del preso a la
autoridad penitenciario, el control físico y psíquico del preso a partir del “Panóptico” de
Bentham se convierte en prioritario.

6.1.4. Clasificación penitenciaria del penado.

Sólo pueden ser objeto de clasificación penitenciaria los penados (condenado por

43
sentencia firme: culpable). No pueden serlo los Presos Preventivos (no pueden ser
sometidos a ningún grado de tratamiento penitenciario porque no están condenados y
gozan del principio de presunción de inocencia).

Clasificación penitenciaria. Objetivo: decidir el sometimiento del penado a un grado de


tratamiento concreto, y al régimen que corresponda al mismo. Así, en función del grado
de tratamiento penitenciario (primero, segundo o tercer grado de tratamiento), le
corresponderá un determinado sistema de vida o régimen penitenciario de mayor o
menor dureza desde el punto de vista de las medidas de control, vigilancia y disciplina
(régimen cerrado, régimen ordinario, régimen abierto, respectivamente), y, en
consecuencia, será destinado al Establecimiento penitenciario respectivo
(Establecimientos de régimen cerrado, Establecimientos de régimen ordinario, o
Establecimientos de régimen abierto).

Por tanto, no es lo mismo cumplir la pena de prisión en primer grado de tratamiento -


régimen cerrado-, que en segundo grado de tratamiento -régimen ordinario, que en
tercer grado de tratamiento -régimen abierto. La dureza del régimen de vida no
dependerá del delito cometido, sino de un conjunto de factores o criterios que se verán a
continuación. Los establecimientos serán, además, diferentes. Un centro penitenciario
polivalente, como el de Albolote (Granada) o el de Jaén, dispone de las tres
modalidades de establecimientos.

6.1.4.1. Propuesta de clasificación.

Sobre la base del informe individualizado del penado que debe realizar el Equipo
técnico, la Junta de Tratamiento (formada por profesionales representantes del Equipo
Técnico, el Director del Centro Penitenciario, el Jefe de Servicio, y otros) deberá emitir
de modo motivado una propuesta de clasificación, y, por tanto, de sometimiento a un
grado de tratamiento concreto, y al régimen que corresponda al mismo. Así, en función
del grado de tratamiento (primero, segundo o tercer grado de tratamiento), le
corresponderá un determinado sistema de vida o régimen penitenciario más o menos
estricto desde el punto de vista de las medidas de control, vigilancia y disciplina
(régimen cerrado, régimen ordinario, régimen abierto, respectivamente), y, en
consecuencia, será destinado al establecimiento penitenciario respectivo
(establecimientos de régimen cerrado, establecimientos de régimen ordinario, o
establecimientos de régimen abierto).

44
La propuesta deberá ser aprobada por el Centro Directivo, es decir, la Dirección de
Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior) a través de
resolución motivada. Una vez notificada al penado dicha resolución sobre su
clasificación, ésta podrá ser recurrida ante el Juez de Vigilancia penitenciaria si la
considera incorrecta o injusta (sobre todo si cuenta con asesoramiento especializado y
otros factores).

La revisión de la clasificación inicial –bien para corroborar la permanencia del penado


en el grado de tratamiento de que se trate, o bien para modificar su situación hacia un
grado de tratamiento mejor (progresión en grado) o peor (regresión en grado) debe
efectuarse cada 6 meses como máximo

6.2. Grados de tratamiento penitenciario.

6.2.1. Clasificación en primer grado de tratamiento penitenciario. Régimen


cerrado de cumplimiento de la condena.

A la clasificación en primer grado de tratamiento penitenciario le corresponde el


régimen cerrado, un régimen en el que las medidas de control, disciplina y vigilancia
son especialmente estrictas, de modo que es el sistema de “despersonalización” o
“desocialización” el que predomina (de modo contrario a lo que se entiende hoy por
resocialización o reinserción social). Al penado se le destina a establecimientos de
régimen cerrado, que son módulos de aislamiento (se le aísla respecto del contacto con
los demás presos). Dentro del régimen cerrado, existen dos tipos de establecimientos
(uno más severo que otro, dentro de la propia severidad del régimen cerrado):
establecimientos de régimen cerrado, por un lado, y departamentos “especiales”, por
otro (éstos albergan a los denominados FIES, Régimen especial).

Se reconoce la especial dureza de este sistema de vida penitenciario cuando dispone


que la permanencia de los internos destinados a estos módulos “será por el tiempo
necesario hasta tanto desaparezcan o disminuyan las razones o circunstancias que
determinaron su ingreso”. Asimismo, el Tribunal Constitucional reconoce que es “el
más riguroso”, además de sus “negativas consecuencias”.

¿A qué presos se aplica?:

El régimen cerrado (clasificación en primer grado de tratamiento penitenciario) está

45
reservado para los “penados calificados de peligrosidad extrema o para casos de
inadaptación a los regímenes ordinario y abierto” (por tanto, que no supongan
peligrosidad extrema).

La clasificación en primer grado de tratamiento puede tener lugar desde el ingreso


(clasificación inicial) o de modo posterior –“por una involución en su personalidad o
conducta”.

Conceptos indeterminados contrarios a la necesaria taxatividad – “peligrosidad


extrema”, “inadaptación”-, tan amplios que puede favorecer la arbitrariedad en la
clasificación en primer grado de tratamiento penitenciario o régimen cerrado
especialmente restrictivos de derechos (al margen de la libertad por el estatus de preso).
Como toda clasificación penitenciaria, ésta también debe motivarse (resolución
motivada por causas objetivas). Sin embargo, algunos de los criterios que se barajan
para tomar esta decisión tan drástica se basan en meras presunciones de “extrema
peligrosidad o inadaptación”:

- Por tenencia de drogas ilegales que se presume destinada al tráfico en prisión.


- Por acumulación de sanciones disciplinarias: “Comisión de infracciones
disciplinarias calificadas de muy graves o graves, de manera reiterada y
sostenida en el tiempo”.
- Historial delictivo: antecedentes delictivos; así, por ejemplo, porque en el
momento de los hechos se empleó una especial violencia. “Comisión de actos
que atenten contra la vida o la integridad física de las personas, la libertad
sexual o la propiedad, cometidos en modos o formas especialmente violentos”.
O “Naturaleza de los delitos cometidos a lo largo de su historial delictivo, que
denote una personalidad agresiva, violenta y antisocial”.
- Pertenencia a organizaciones delictivas o a bandas armadas, mientras no
muestren, en ambos casos, signos inequívocos de haberse sustraído a la
disciplina interna de dichas organizaciones o bandas
- Participación activa en motines, plantes, agresiones físicas, amenazas o
coacciones.

6.2.2. Clasificación en segundo grado de tratamiento penitenciario: Régimen


ordinario de cumplimiento de la condena.

46
¿A qué presos se aplica?:

Serán clasificados en segundo grado de tratamiento penitenciario los penados en


quienes concurran unas circunstancias personales y penitenciarias de normal
convivencia, pero sin capacidad para vivir, por el momento, en semilibertad.

Destino (lugar de cumplimiento):

Establecimientos de régimen ordinario.

Modalidad de vida en los establecimientos de Régimen ordinario:

El régimen de control, vigilancia y disciplina es de carácter intermedio: ni tan severo


como el régimen cerrado, ni tan flexible como el régimen abierto. Pero existe. Tendrá
“su razón de ser y su límite en el logro de una convivencia ordenada” en el
establecimiento. Por tanto, son aplicables los medios coercitivos, los cacheos,
recuentos, registros y el régimen disciplinario.

Los presos en régimen ordinario deben respetar un horario y un calendario mensual de


actividades: horario de comidas, salidas al patio y actividades. Es básica y obligatoria la
actividad laboral, al igual que ser preparado para el graduado escolar si no se tiene; hay
también actividades optativas y de libre elección (culturales, formativas, deportivas).
Tienen derecho a 8 horas de descanso y al menos dos para asuntos propios. Pueden
disfrutar, si se dan los requisitos, de permisos de salida ordinarios.

6.2.2.1. Destino y régimen de vida del preso preventivo.

No puede ser objeto de clasificación penitenciaria porque no está condenado, goza del
derecho fundamental a la presunción de inocencia. La observación del preso preventivo
por parte del educador, médico y trabajador social se limita a recabar la mayor
información posible sobre el mismo, siempre que sea compatible con la presunción de
inocencia: datos documentales, entrevistas, observación directa del comportamiento.

Destino:

Establecimientos de preventivos. Se encuentran dentro de los establecimientos de


régimen ordinario, pero en módulos separados por no estar clasificados.

Régimen de vida (control, vigilancia) de los no clasificados: el régimen de prisión

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preventiva tiene por objeto retener al interno a disposición de la autoridad judicial. El
principio de la presunción de inocencia presidirá el régimen penitenciario de los
preventivos.

Sin embargo, a pesar de no estar clasificados, se establece la posibilidad de destinar a


los módulos de régimen cerrado o los departamentos especiales “con carácter de
excepción” a los presos preventivos “extremadamente peligrosos o manifiestamente
inadaptados al régimen ordinario”

6.2.3. Clasificación en tercer grado de tratamiento penitenciario. Régimen abierto


de cumplimiento de la condena.

¿A qué presos se aplica?:

Penados que tienen capacidad para llevar a cabo un régimen de vida en semilibertad.

A la clasificación en tercer grado de tratamiento le corresponde el régimen abierto


(semilibertad); en consecuencia, las funciones de control, vigilancia y disciplina
disminuyen notablemente: el que se aplica es “el necesario” para lograr una normal
convivencia en los establecimientos de régimen abierto, “siendo norma general la
ausencia de controles rígidos que contradigan la confianza que inspira su
funcionamiento” (art. 81 RP). Pueden disfrutar de un mayor margen de tiempo en
concepto de permisos de salida, así como de permisos de fines de semana.

El tratamiento va dirigido a la preparación del penado para la vida en libertad, a


fomentar su autorresponsabilidad desde diferentes perspectivas: familiar, social,
laboral. Pretende evitar la desestructuración familiar y social, potenciando sus vínculos
familiares y laborales para facilitar la integración en su entorno.

Requisitos indispensables para acceder al tercer grado de tratamiento penitenciario:

- Pronóstico favorable de reinserción social

Que debe emitir motivadamente el Equipo técnico sobre la base del informe
individualizado del penado. Son criterios que se valoran especialmente: historial
delictivo –primariedad delictiva-, duración de la condena, las posibilidades de
integración socio-familiar-laboral del penado en el entorno al que regresará. Debemos
suponer que se hace un seguimiento de cada preso, que se conoce al preso, objetivo

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difícil de conseguir en las macrocárceles, que cuentan con personal técnico reducido en
comparación con el número de presos.

- Satisfacer la responsabilidad civil derivada del delito

O realizar una conducta tendente a reparar el daño a la víctima o perjudicados por el


delito.

● REQUISITO EXCEPCIONAL: En caso de delitos de terrorismo, también se


exige que manifieste el abandono de los fines y medios terroristas, que colabore
delatando a otros, y pida perdón a las víctimas.

A diferencia de la clasificación en primer o segundo grado de tratamiento penitenciario,


la clasificación en tercer grado debe ser puesta en conocimiento del Fiscal.

- Requisitos temporales:
- Desde la clasificación inicial (desde el ingreso). Esta posibilidad se
deriva de la interpretación de los términos de “clasificación o progresión
al tercer grado”.
- Por la evolución favorable del penado (progresión en grado). En estos
casos, por regla general, el penado deberá cumplir la cuarta parte de la
condena (además de los 2 requisitos citados). Sin embargo, es posible
que pueda acceder al tercer grado antes de cumplir la cuarta parte de la
condena (siempre que se cumplan los dos requisitos necesarios), así,
porque en el informe individualizado del penado destaque especialmente
su primariedad delictiva y su capacidad de integración social atendiendo
a sus relaciones familiares o laborales en el exterior.

Destino (lugar de cumplimiento del régimen abierto):

Los penados clasificados en tercer grado, podrán ser destinados a tres tipos de
establecimientos de régimen abierto, en función del programa de tratamiento
individualizado.

- Centros abiertos o de inserción social.


- Secciones abiertas. Departamentos que existen dentro de las cárceles
polivalentes. Se destinan a las secciones abiertas preferentemente los penados
que se encuentran en régimen abierto restringido a criterio: “personalidad

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anómala” (¿), “condiciones personales diversas” (¿), “imposibilidad de
desempeñar un trabajo en el exterior”.
- Unidades dependientes de la Administración penitenciaria: son instalaciones
residenciales fuera del recinto penitenciario, surgidas en virtud de la
colaboración de entidades públicas o privadas para facilitar el logro de objetivos
específicos de tratamiento penitenciario de internos clasificados en tercer grado.

Excepciones a la regla general de acceso al tercer grado de tratamiento penitenciario.


(Desnaturalizan el sistema de individualización científica)

1) El denominado período de seguridad establecido en el Código penal (CP): la


posibilidad de acceso al tercer grado a partir del cumplimiento de la mitad de la pena,
no antes. “Cuando la duración de la pena de prisión impuesta sea superior a cinco años,
el Juez o Tribunal podrá ordenar que la clasificación del condenado en el tercer grado
de tratamiento penitenciario no se efectúe hasta el cumplimiento de la mitad de la pena
impuesta”. En estos casos, cuando el Tribunal sentenciador considere aplicar ese
período de seguridad (no sabemos con qué criterios pues los tribunales sentenciadores
nunca han tenido estas competencias en materia penitenciaria) es posible retornar a las
reglas generales del acceso al tercer grado si existe un pronóstico individualizado y
favorable de reinserción social (siempre ha sido un requisito). Teniendo en cuenta ese
pronóstico, y valorando las circunstancias personales del reo y la evolución del
tratamiento reeducador, el Juez de Vigilancia Penitenciaria podrá tomar esa decisión de
no aplicar el período de seguridad, es decir, no esperar al cumplimiento de la mitad de
la pena. Sin embargo, se aplicará en todo caso el período de seguridad, aun cuando se
den todos los requisitos (informe favorable, evolución favorable, y cumplimiento de la
responsabilidad civil, y, en caso de delito terrorismo, abandonar los fines/medios
terroristas y petición de perdón a las víctimas) cuando el condenado lo sea por delitos
de terrorismo, por delitos relativos a la prostitución o contra la indemnidad sexual de
menores de 13 años, o por delitos cometidos en el seno de organizaciones criminales.

2) En los supuestos de prisión perpetua. En determinados casos, el cómputo para


acceder al tercer grado de tratamiento penitenciario no será el límite de 40 años de
prisión sino el total real de las penas impuestas (por ejemplo, 120 años). Esto significa
imposibilitar acceder al tercer grado aun cuando se cumplan todos los requisitos. El
artículo establece una posibilidad de aplicar las reglas generales de acceso al tercer

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grado (excepto para delitos de terrorismo o por delitos cometidos en el seno de
organizaciones criminales), para “salvar” aparentemente la compatibilidad de estas
medidas.

3) En los supuestos de prisión permanente revisable (una pena indeterminada propia de


los postulados de la Escuela Positiva Criminológica de mitad del Siglo XIX).

4) Por “razones humanitarias”. El tribunal o el juez de vigilancia penitenciaria, según


corresponda, podrá acordar, previo informe del Ministerio Fiscal, Instituciones
Penitenciarias y las demás partes, la progresión a tercer grado por motivos humanitarios
y de dignidad personal valorando, especialmente, su escasa peligrosidad criminal:

- Penados enfermos muy graves con padecimientos incurables.


- Penados septuagenarios

6.3. Sistema penitenciario español: el sistema de individualización científica.

6.3.1. Diferentes modos (régimen) de cumplimiento de la pena de prisión dentro del


centro penitenciario.

No es un sistema progresivo de grados de tratamiento, es decir, no es obligatorio sufrir


primero el régimen cerrado. En cualquier caso, se traslada la responsabilidad al
comportamiento disciplinado del preso. Su régimen de cumplimiento de la pena de prisión,
más o menos estricto (régimen ordinario, abierto o cerrado), no depende del delito por el que
es condenado (salvo delitos de terrorismo).

Prima la disciplina carcelaria, el adaptarse a vivir en privación de libertad y bajo la restricción


de derechos fundamentales, por la llamada relación de sujeción especial del preso a la
Administración penitenciaria (se verá más adelante). De la adaptación a la disciplina
carcelaria dependerá la reinserción social del preso, y sus salidas al exterior.

6.3.2. El sistema de individualización científica.

Las penas privativas de libertad se ejecutarán según el sistema de individualización científica,


separado en grados, el último de los cuales será el de libertad condicional. Los grados
segundo y tercero se cumplirán respectivamente en establecimientos de régimen ordinario y
de régimen abierto. Primer grado → establecimientos de régimen cerrado.

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El sist. de ind. científica no es más que una manifestación de los progresivos pero con
modificaciones sustanciales. El sistema progresivo se fundamenta en criterios objetivos para
la clasificación, progresión y regresión de los usuarios, mientras que el de ind. científica tiene
en cuenta los criterios subjetivos, dirigidos a las características particulares de cada persona,
criterios individualizadores.

Con el sistema progresivo, el penado debía de pasar por todos los grados para alcanzar la
libertad condicional, mientras que con el sist. de ind. científica, dependiendo de las
características personales no es necesario que se le clasifique en el primer grado de
tratamiento, ni en el segundo; puede pasar directo al tercero, pero no a la libertad condicional.
Sin embargo, existe el periodo de seguridad, que supone que cuando la duración de la
condena es mayor a cinco años el Juez o Tribunal ordene que no se clasifique al penado en el
tercer grado hasta el cumplimiento de la mitad de la pena impuesta, salvo que el JVP
disponga otra cosa (exceptuando el terrorismo, pertenencia a grupo criminal, abusos sexuales,
relativo a prostitución cuando la victima < 13 años). También se exige que para la
clasificación en tercer grado se haya satisfecho la responsabilidad civil derivada del delito o
muestre una conducta a restituir lo sustraído, reparar el daño e indemnizar los perjuicios
materiales y morales y otras condiciones personales y patrimoniales del culpable a efectos de
valorar su capacidad real, presente y futura para satisfacer la responsabilidad civil que le
correspondiera. Por terrorismo ha de demostrar que ha abandonado los fines y medios
terroristas y colaboración con las autoridades.

6.4. Fines de las instituciones penitenciarias.

6.4.1. Reeducación y Reinserción social.

La prevención especial es uno de los efectos que tiene la aplicación de una sanción o pena
sobre el individuo a la que va dirigida. Esta teoría actúa de dos modos sobre el delincuente:
primeramente intenta corregirlo con el fin de lograr la reinserción del individuo en la
sociedad. La reeducación y la reinserción son consideradas criterios orientadores de las penas
privativas de libertad y medidas de seguridad, sin embargo, no son finalidades legítimas, sino
que es un mandato del constituyente al legislador para la orientación de la política penal y
penitenciaria.

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El ámbito sobre el que se proyecta la orientación constitucional de reeducación y reinserción
social está limitado al marco ejecutivo, debería insertarse en el ámbito de ejecución de ciertas
sanciones penales, de las penas privativas de libertad y de las medidas de seguridad.

6.4.2. Retención y custodia de detenidos, presos y penados.

Misión regimental, se pretende que preventivos y penados se encuentren recluidos en el


centro penitenciario hasta su liberación (preventivos → libertad condicional. con o sin fianza)
según determinen las leyes procesales, dictadas por la autoridad judicial y en el supuesto de
los penados dictar esa libertad condicional cuando se cumplan los requisitos o la libertad
definitiva una vez se haya cumplido la totalidad de su condena.

La retención y custodia no es un fin como tal, sino medios para conseguir las metas
socializadoras que posibilitan la ejecución penitenciaria.

6.4.3. Asistencia y ayuda a favor de internos y liberados (trabajador social).

Consisten en actividades de ayuda tanto moral como material, a favor de internos y liberados,
además de también a sus familias, ya que el internamiento en el centro penitenciario genera
problemas a reclusos y familiares. Los TS adscritos al centro penitenciario deben desempeñar
la tarea fundamental de evitar el desarraigo familiar, laboral y social de las personas en
prisión, fomentando los contactos con el exterior, promoviendo iniciativas para que el interno
se integre cuando salga en libertad al mundo laboral, social y familiar en las mejores
condiciones. La Asistencia Social tanto penitenciaria como postpenitenciaria reconduce a la
resocialización.

6.5. Reinserción social.

6.5.1. Principio de resocialización.

Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la
reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados. Punto de partida
de la concepción rehabilitadora de las penas de prisión, unida a la prevención especial, e
inspiradora de la legislación penitenciaria. Se opta por usar la expresión reeducación y
reinserción social, en lugar de la expresión prevención especial.

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Reinserción es favorecer el contacto activo recluso-comunidad, por lo que es importante que
la prisión inicie un proceso de rehabilitación de los contactos sociales atenuando la pena,
cuando ello sea posible o haciendo que la vida en el centro penitenciario se asemeje a la vida
en libertad.

6.5.1.1. Elementos problemáticos de la resocialización

- El tratamiento ha de ser voluntario, no obligatorio. El penado puede rechazarlo, pero


esto puede hacer que no se apliquen los beneficios de reducción de condena (libertad
condicional y adelantamiento).
- Necesariedad: Hay delincuentes que no necesitan de resocialización, ya que ya se
encuentran integrados en la sociedad.
- Se cuestiona la cárcel como instrumento resocializador para el delincuente, ya que es
un medio hostil, desocializante y estigmatizador. Muy difícil educar para la libertad
en condiciones de no libertad.
- El delito de la culpabilidad no es del delincuente, sino de la sociedad, pues la
delincuencia es producto de la sociedad, ya que la sociedad actual es capitalista,
donde predomina la jerarquía, dominación y la explotación, factores que producen el
crimen.

6.6. Juez de Vigilancia Penitenciaria

La Ley Orgánica General Penitenciaria (LOGP) recoge la figura de un Juez de Ejecución de


penas, es decir, un juez vigilante del cumplimiento de las penas bajo el respeto de las
garantías de los derechos reconocidos a las personas reclusas. Es el Juez de Vigilancia
Penitenciaria (JVP). Resuelve los recursos contra decisiones de los órganos administrativos
de la prisión. Salvaguarda los derechos de las personas reclusas. También tiene la función de
corregir las arbitrariedades, abusos respecto a esos derechos que se cometen en prisión. Por
tanto, su intervención está presente en todas las vicisitudes de la vida de las personas reclusas
dentro de la prisión.

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