EPÍGRAFE 2: LA HISPANIA ROMANA Y LA MONARQUÍA VISIGODA

LA LLEGADA DE ROMA
Los romanos llegan a la Península Ibérica en el 218 a. C. en el marco de la II Guerra Púnica
(218-201 a.C). Roma pretendía privar a Cartago de sus recursos y reducir la influencia
cartaginesa en Hispania. Roma firmó una alianza con Sagunto, ciudad íbera que se ubicaba en
el área de influencia cartaginesa, lo que provocó la destrucción por parte de Cartago de la
ciudad y la intervención romana en Hispania. El desembarco tuvo lugar en Ampurias en el
año 218 a.C. y fue dirigido por Publio y Cneo Escipión, pero las tropas romanas fueron
derrotadas por el general cartaginés Asdrúbal Barca. Posteriormente, Roma envió a Publio
Cornelio Escipión, El Africano, que fue capaz de tomar Cartago Nova y expulsar a los
cartagineses en el año 206 a.C.
CONQUISTA DE HISPANIA
Cuando los romanos expulsaron a los cartagineses, emprendieron la conquista del territorio,
que se llevó a cabo en una serie de etapas:
Primera fase: Durante la II Guerra Púnica, los romanos ocuparon las costas de Levante y
Andalucía.
Segunda fase: entre los años 193 y 133 a.C., Roma llevó a cabo su expansión por el interior de
Hispania. En esta zona encontró una gran oposición, lo que le obligó a librar guerras contra los
celtíberos y los lusitanos. La resistencia de los celtíberos se prolongó hasta la destrucción de
Numancia, mientras que los lusitanos, liderados por Viriato, mantuvieron la lucha hasta que
una traición de sus tropas provocó su asesinato, ocurrido en el 139 a.C.
Tercera fase: Tras la derrota de los lusitanos, Roma emprendió un progresivo avance hacia
el noroeste que le permitió ocupar Gallaecia a comienzos del siglo I a.C. Años antes, había
colonizado las Islas Baleares.
Cuarta fase: Entre los años 29 y 19 a.C. Octavio Augusto llevó a cabo las guerras contra
los cántabros y los astures, que fueron derrotados tas oponer una dura resistencia. Después,
se convirtió en el primer emperador romano.
PROCESO DE ROMANIZACIÓN
La llegada de los romanos, va acompañada de un proceso de transmisión cultural
(romanización) que se consigue con el ejército, la administración, el derecho, la lengua (el
latín), la religión (paganismo-cristianismo), las ciudades y el arte.
Impone su economía, basada en latifundios en el campo (agricultura y ganadería) y en el
comercio que tiene como centro la ciudad.
Asienta también su modelo de sociedad de clases según la riqueza: aristocracia, clase media de
comerciantes y pequeños propietarios, trabajadores humildes libres (campesinos y artesanos)
y esclavos.
En la romanización de la Península son fundamentales las ciudades(plano en damero y con
edificios públicos característicos: termas, acueductos, circos, templos, foros…). Son el centro
administrativo, jurídico, político y económico. Las ciudades se gobiernan por una Curia
(oligarquía de la ciudad). Se comunicaban entre sí por calzadas (Vía Augusta y Vía de la Plata).
Roma aporta también elementos culturales: lengua común (latín), la religión (pagana primero
y luego cristiana) y el derecho (ciudadanía romana). Roma gobierna los territorios gracias a una
administración muy avanzada (provincias).
De la romanización de la Península dan prueba la presencia de intelectuales como Séneca,
Quintiliano y Marcial o emperadores como Trajano, Adriano y Marco Aurelio.
LA CRISIS DEL IMPERIO ROMANO
Desde el siglo III d.C. empieza la decadencia de Roma. Al acabar las conquistas y concederse la
ciudadanía a todos los habitantes se reducen los ingresos del estado.
Además hay inestabilidad política: golpes de estado por el poder y presión en las fronteras de
los bárbaros.
Quiebra la economía romana. Se reduce el comercio y se produce un éxodo de las ciudades al
campo (se vuelve a una economía de autosubsistencia). Ante la inseguridad muchos
campesinos entregan sus tierras a grandes señores a cambio de protección.
Finalmente en el 476 el imperio Romano de Occidente sucumbe oficialmente.
EL REINO VISIGODO
En el año 409, grupos de bárbaros suevos, vándalos y alanos penetraron en Hispania por el
Pirineo. El Imperio romano recurrió a los visigodos (asentados en el sur de la Galia) para
combatir la amenaza bárbara. Expulsaron a vándalos y alanos y confinaron a los suevos en la
zona NO de la Península.
Cuando Roma cae en el 476 d.C. los visigodos controlaban el sur de la Galia y buena parte de
Hispania. Sin embargo en el año 507 d. C. los visigodos son derrotados por los francos
en Vouillé y deben replegarse hacia Hispania.
En un principio los visigodos se mantuvieron por encima de la población hispano-romana, pero
muy pronto llevaron a cabo la unificación de ambos pueblos.
-Unificación territorial: llevada a cabo por Leovigildo, tras derrotar a suevos y bizantinos. Este
Rey, acabaría con la división de hispanorromanos y visigodos, permitiendo los matrimonios
mixtos.
-Unificación religiosa: propiciada por Recaredo en el III Concilio de Toledo, declarando el
catolicismo religión oficial.
-Unificación legislativa (654): llevada a cabo por Recesvinto al promulgar el Liber Iudiciorum,
único código para ambos pueblos.
La institución visigoda más importante fue la Asamblea de Hombres Libres, donde residía el
poder del reino, que se entregaba a un rey elegido por ellos. El carácter electivo de la
monarquía determinó la debilidad del poder del rey y, con ello, una permanente inestabilidad
por las interferencias de la nobleza y el alto clero. El rey gobernaba con ayuda de un Officium
Palatinum, compuesto de dos órganos: el Aula Regia o Consejo Real, órgano asesor del rey, y
los Concilios de Toledo, asambleas legislativas que ratificaban las decisiones reales.
Durante las invasiones bárbaras y el reino visigodo se produce una fuerte ruralización de
Hispania. Las ciudades decaen y con ellas el comercio y la artesanía. Además los bárbaros se
apoderaron de 2/3 de las tierras. Los reyes solían dar grandes lotes a los que habían tenido
cargos en la administración o el ejército.
Como resultado hubo una gran concentración de la tierra en manos de nobles (visigodos o
hispanorromanos) y trabajadas por colonos siervos (campesinos dependientes).
En el S-VII el reino visigodo entra en crisis porque a la monarquía le cuesta imponer su
autoridad y cobrar tributos. Se forman grupos de nobles rivales que se pelean por el trono.
La Iglesia desempeñó un papel importante en la integración visigoda. Se fundaron monasterios
y se inició con ello un proceso de ruralización que la convirtió en una fuerza latifundista.
La cultura se redujo al ámbito religioso. El escritor más destacado fue San Isidoro de Sevilla
quien intentó mantener el legado cultural romano.