Está en la página 1de 13

¿QUÉ ES LA ACUICULTURA?

La acuicultura según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la


Agricultura y la Alimentación) es una actividad dirigida a producir y engordar
organismos acuáticos en su medio.
También se define como el cultivo en condiciones más o menos controladas de
especies que se desarrollan en el medio acuático (peces, moluscos, crustáceos y
plantas) y que son útiles para el hombre.
Según la normativa peruana, se entiende por acuicultura al conjunto de actividades
tecnológicas orientadas al cultivo o crianza de especies acuáticas que abarca su ciclo
biológico completo o parcial y se realiza en un medio seleccionado y controlado en
ambientes hídricos naturales o artificiales, tanto en aguas marinas, dulces o salobres.
Se incluyen las actividades de poblamiento o siembra y repoblamiento o resiembra,
así como las actividades de investigación y el procesamiento primario de los
productos provenientes de dicha actividad.
Entendemos por cultivo como el proceso mediante el cual criamos una especie bajo
condiciones controladas proporcionándole el alimento y cuidado necesario para su
crecimiento.
La acuicultura generalmente va ligada a una intervención humana para incrementar la
producción; por ejemplo: concentrar poblaciones de peces, alimentarlos o protegerlos
de los depredadores. También supone tener la propiedad de las poblaciones de peces
que se estén cultivando.
La acuicultura puede realizarse tanto en mar, como en ríos, como en aguas salobres.

HISTORIA DE LA ACUICULTURA

En sus orígenes la acuicultura se centró en la crianza de peces de agua dulce,


particularmente ciprínidos en Asia, y en estos momentos es una actividad extendida a
todos los continentes y que abarca todos los ambientes acuáticos y un elevado número
de especies de cultivo.

La acuicultura se remonta a tiempos remotos. Existen referencias de prácticas de


cultivo de mújol y carpa en la antigua China, Egipto, Babilonia, Grecia, Roma y otras
culturas euroasiáticas y americanas.
Las referencias más antiguas datan en torno al 3800 a. C., en la antigua China. En el
año 1400 a. C., ya existían leyes de protección frente a los ladrones de pescado. El
primer tratado sobre el cultivo de carpa data del 475 a. C., atribuido al chino Fan-Li,
también conocido como Fau Lai.

Entre griegos y romanos, existen numerosas referencias. Aristóteles y Plinio el Viejo


escribieron sobre el cultivo de ostras. Plinio, en concreto, atribuye al general romano
Lucinius Murena el invento del estanque de cultivo, y cita las grandes ganancias de su
explotación comercial, en el siglo I. Séneca también tuvo su opinión sobre la
piscicultura, bastante crítica: "la invención de nuestros estanques de peces, esos
recintos diseñados para proteger la glotonería de las gentes del riesgo de enfrentarse a
las tormentas".

En la cultura occidental actual, la acuicultura no recobró fuerza hasta la Edad Media,


en monasterios y abadías, aprovechando estanques alimentados por cauces fluviales,
en los que el cultivo consistía en el engorde de carpas y truchas.

En el año 1758 se produjo un importante descubrimiento, la fecundación artificial de


huevos de salmones y truchas por Stephen Ludvig Jacobi, un investigador austríaco,
aunque su investigación no salió del laboratorio y quedó en el olvido.

En 1842, dos pescadores franceses, Remy y Gehin, obtuvieron puestas viables,


totalmente al margen del hallazgo de Jacobi. Lograron alevines de trucha, que
desarrollaron en estanque con éxito. El descubrimiento llevó a la Academia de
Ciencias de París a profundizar en el hallazgo, y con ello la creación del Instituto de
Huninge, el primer centro de investigación en acuicultura.

Si bien la acuicultura tiene una historia de más de 4.000 años, ha sido desde hace unos
50 años cuando se ha convertido en una actividad económica relevante. Su
contribución al suministro mundial de pescado, crustáceos y moluscos crece
imparable año tras año. Según estadísticas de la FAO, ha pasado del 5,2% de la
producción total en 1970 a más de 50% en 2010, es decir la acuicultura mundial
provee la mitad de los pescados que consumimos actualmente.

HISTORIA DE LA ACUICULTURA EN EL PERU


Las primeras versiones del manejo de especies acuáticas en el Perú están dadas por
los historiadores de la conquista, que relatan las costumbres de las poblaciones
costeras autóctonas de aprovechar los cuerpos de agua cercanos al mar, para
conectarlos con éste mediante canales que permitían el ingreso de peces diádromos,
presumiblemente “lisas” (Mugil sp.), para engordarlos y disponer de éllas en el
momento deseado. Sin embargo, siendo en la colonia la agricultura la actividad
principal, la evolución de las técnicas de acuicultura quedó paralizada. En la época
republicana, la pesca principalmente marítima fue desarrollándose paulatinamente,
alcanzando su auge en la década de los años de 1960.

Cultivo de peces de aguas continentales frías


Es sólo por los años de 1920, que se comienzan a tomar acciones en el campo de la
acuicultura continental, y es así que en 1925 se realiza la introducción de la “trucha
arco iris” (Salmo gairdneri) con la importación de 50 000 ovas embrionadas
procedentes de los Estados Unidos, que eclosionaron en un criadero particular a
orillas del río Mantaro, en la Oroya, desde donde se realizaron las primeras siembras
de esta especie en los ríos andinos.

En 1934, por iniciativa privada, se instaló el primer criadero de truchas en Quichuay,


y posteriormente cerca a éste, el segundo, en Ingenio (Concepción-Junín). Este último
pasó a poder del Estado en 1940, convertiéndose en la estación de piscicultura de
Junín, que en la actualidad se ha desarrollado hasta constituir el centro piloto de la
truchicultura en la Sierra Central.
Entre 1939 y 1940 se estableció la estación de piscicultura del Lago Titicaca en
Chucuito, Puno, mediante un acuerdo entre los gobiernos de Bolivia y Perú, con el fin
de incrementar la producción piscícola de ese lago y su cuenca.

Otra especie introducida en el área andina, con espectativas de cultivo, es el “pejerrey


argentino”, o “pejerrey de río” Basilichthys bonariensis. Este se introdujo en 1950, en
un lago cerca de Oruro (Bolivia). De acá migró al Lago Titicaca y su cuenca entre los
años 1955–56, de donde se distribuyó a otros cuerpos de agua, habiéndose adaptado
perfectamente.

Cultivo de peces marinos


El cultivo de peces de origen marino se hizo casi en forma exclusiva y rudimentaria
en torno a las lisas (mugílidos) desde tiempos muy remotos. Entre las experiencias
más recientes se pueden mencionar las realizadas en la Albufera de Medio Mundo, en
la estación pesquera del mismo nombre, instalada en 1966 al norte de Lima. Allí se
realizaron cultivos intensivos y extensivos con las especies Mugil cephalus y M.
curema, pero con resultados no muy satisfactorios.

Otras experiencias se efectuaron en la región de Pisco (280 km al sur de Lima),


cultivándolas en jaulas flotantes instaladas en la Península de Paracas, y en corrales en
las lagunas costeras de la misma. Sin embargo los resultados no fueron alentadores
desde el punto de vista económico.

Cultivo de moluscos
En los últimos años se inciaron los primeros ensayos de cultivo de moluscos. En la
zona de Pisco se obtuvieron y sembraron semillas de choro (Aulacomya ater). Por
otro lado, recientemente en el Instituto del Mar, se han comenzado las experiencias
para el cultivo de la concha de abanico (Argopecten purpuratus); y en 1971, en la
zona de los manglares de Tumbes, se iniciaron las investigaciones para el cultivo de
dos especies de ostras: Crassostrea columbiensis y C. corteziensis.

Si bien, en los dos primeros casos, los resultados iniciales han sido algo halagadores,
quedan aún por resolver problemas de tipo económico de los cultivos frente a la
actividad de tipo netamente extractivo, sobre todo en el primer caso, en el que la
abundancia local de los choros hace practicable el uso de métodos tradicionales de
extracción para lograr un abastecimiento continuo. En el último caso, se observaron
limitaciones en la recolección de semilla, y problemas de crecimiento y predación.

Cultivo de langostinos
A partir de 1981, en la zona de los manglares de Tumbes, investigadores del Instituto
del Mar hicieron los primeros ensayos para el cultivo de langostinos peneidos, con el
objeto de hallar un método rentable y ajustado a nuestras condiciones naturales. El
Ministerio de Pesquería, por su parte, realizó esfuerzos paralelos a fin de conseguir un
desarrollo de las empresas en explotación. El cultivo se basd en la recolección de
postlarvas de Penaeus vannamei y de P. stylirostris en ciertas épocas del año, y en
determinados esteros, aprovechando su tendencia natural de migrar hacia zonas más
ricas en nutrientes y de menor salinidad. Las postlarvas capturadas se siembran en
estanques construidos preferentemente en terrenos arcillosos y generalmente salinos,
que son impropios para la agricultura.
Con un adecuado manejo que incluye prácticas de fertilización inorgánica con
fosfatos y urea, y con una alimentación suplementaria, se pueden obtener buenas
producciones con cosechas cada 4 o 6 meses. Los costos de producción relativamente
bajos, y el elevado valor del producto en el mercado internacional, hacen atractiva
esta actividad, lo que se ha demostrado por el gran interés de los inversionistas
privados quienes se han reunido para constituir numerosas empresas langostineras
particulares, que a la fecha prácticamente han copado los terrenos inmediatamente
utilizables en la zona aledaña a los manglares.

Cultivo del camarón de río


El camarón es considerado como el recurso de mayor importancia económica en los
ríos de la vertiente occidental de los Andes en el Perú, y ha sido objeto de estudios
aislados en múltiples ocasiones. La especie más importante, por su calidad y
abundancia es el Cryphiops caementarius, que habita en los ríos costeros del centro y
sur del país. Además se presenta el género Macrobrachium con cerca de 10 especies.

La importancia de C. caementarius como recurso pesquero motivó que desde la


década de los cincuenta se emprendieran una serie de estudios tendientes al
conocimiento biológico-pesquero del recurso. En cuanto a su crianza en cautividad, el
Estado, algunas universidades, y entidades particulares efectuaron experiencias con
larvas y juveniles en acuarios o en baterías de botellas tipo Ehrlinger, así como con
juveniles y adultos en estanques de concreto y semi-naturales. Las principales
dificultades consistieron en aspectos de reproducción masiva, supervivencia larval y
velocidad de crecimiento.

Cultivo de microalgas
Mediante un Convenio de Cooperación Técnica Peruano-Alemán se inició, en 1971,
un proyecto para estudiar la posibilidad de una producción masiva de la microalga
verde de agua dulce Scenedesmus acutus var. alternans, siguiendo la tecnología
desarrollada en la ciudad de Dortmund, R.F. de Alemania, y con el propósito de
contribuir a la solución de los problemas alimentarios del país.

Los resultados obtenidos en la Planta Piloto de Casa Grande, cerca de Trujillo,


demostraron que esta microalga bajo buenas condiciones de cultivo puede dar
producciones dobles de las logradas en su país de origen. Estudios paralelos de
aplicación dietética y de aceptabilidad han comprobado su alto valor, sobre todo en la
terapia de estados graves de desnutrición en niños, y su buena aceptación.

Transcurrida la etapa experimental, se constituyó en 1978 en Sausal también cercana


a la ciudad de Trujillo y en una zona de excelentes condiciones ambientales y
lumínicas, la primera planta de producción semi-industrial de microalgas con un
método de cultivo basado en el original, pero con modificaciones notorias para
adaptarlo a las condiciones de la costa peruana.

El producto final bajo la forma de polvo puede usarse en el mercado interno, así como
en la exportación al exterior, donde puede comercializarse a precios bastante
interesantes.

Cultivo de peces dulceacuícolas tropicales foráneos


Con el objeto de desarrollar la piscicultura intensiva y extensiva de aguas dulces en
zonas costeras y tropicales de la selva, y mientras se progresara con los estudios
básicos de la bioecología de las especies nativas, se procedió a la introducción de
peces foráneos, carpas y tilapias, de comprobadas ventajas en otros países como fácil
manejo y rápido crecimiento. La “carpa común” (Cyprinus carpio) parece que fue
introducida en 1946 en los valles de ríos Chillón y Rímac, en el departamento de
Lima. En sus inicios ha sido cultivada en forma desordenada en diversas
oportunidades y en estanques reducidos. Sin embargo, en una experiencia realizada en
las lagunas de oxidación de San Juan de Miraflores (Lima) se obtuvieron resultados
alentadores.

En el laboratorio de Huachipa del IMARPE se han realizado algunas pocas


experiencias con C. carpio en cultivos asociados a la cría de cerdos y de patos. Sin
embargo, debido a la edad de los especímenes, a la contaminación del agua, y al tipo
de alimento usado, no se lograron buenos resultados. En 1980, procedentes de la
República de Panamá, se introdujeron ejemplares de “carpa herbívora”
Ctenopharyngodon idella y de “carpa plateada” Hypophtalmichthys molitrix, que
actualmente se mantienen en dicho laboratorio, no habiéndose podido realizar cultivos
por limitaciones presupuestales.

En cuanto a la tilapia, la especie Tilapia rendalli (T. melanopleura) fue introducida del
Brasil en 1966, por el Servicio de Pesquería a la estación de Quistococha, cerca de
Iquitos, en el Departamento de Loreto. Posteriormente, en 1968, se transplantaron al
embalse de Tinajones (Dep. de Lambayeque) y a los lagos Sauce y Mashuyacu (Dep.
de San Martín). En 1969 se sembró en un criadero particular en el Departamento de
Tumbes, y en 1970 en el embalse de San Lorenzo en el Dep. de Piura. Posteriormente
se distribuyó a otros lugares. Si bien su distribución progresó, su rendimiento no tuvo
igual suerte debido a un manejo no ordenado.

En 1978, también de Brasil se introdujeron 2 especies más interesantes: Tilapia


nilotica (o Sarotherodon niloticus) y T. hornorum (S. hornorum), que están siendo
estudiadas en policultivos con carpas, cerdos y patos en el laboratorio de Huachipa del
IMARPE, en el IVITA de Pucallpa, y en otros lugares. Igualmente se recibió, en 1980
y procedente de Panamá un lote de Tilapia mossambica (S. mossambicus) para la
producción de híbridos con la segunda especie antes mencionada. Los objetivos de
estos estudios son el logro de rendimientos económicos mediante el cultivo intensivo,
así como determinar la mejor metodología para la modalidad extensiva.

Actualmente se cultivan tilapias en algunas piscigranjas particulares de la zona de


Pisco (Dep. de Ica), Pucallpa (Dep. de Ucayali), y Tarapoto (Dep. de San Martín),
aunque con resultados variables.

Las espectativas del cultivo de estas especies se centran en la posibilidad de


aprovechar integramente los sub-productos y desechos de la actividad agropecuaria,
convirtiéndolos en proteínas animales capaces de mejorar la alimentación y el nivel de
vida del campesino.

Cultivo de peces dulceacuícolas tropicales nativos


La actividad dirigida hacia la acuicultura en la amazonía peruana se inició en la
década de 1940 con el paiche, Arapaima gigas. La incidencia de captura de este pez,
perseguido por su gran rendimiento en carne de primera calidad, motivó una visible
disminución de su población, lo que indujo al Estado a crear zonas reservadas, para su
protección y estudio con fines de explotación racional y de cultivo extensivo. La
primera de estas zonas fue el sistema hidrográfico del río Pacaya en el que la pesca de
esta especie quedó en manos del Estados, efectuándose algunos transplantes dentro
del mismo sistema hidrográfico y a otros lugares para facilitar las observaciones sobre
la biología del pez. Posteriormente fueron creados otras zonas reservadas con
propósitos similares, como las de los ríos Samiria, Tamaya y Mazán, y los lagos
Rimachi y Quistococha. Los principales lugares a los que se transplantó el paiche han
sido los lagos Sandoval (Dep. de Madre de Díos) en 1970, Sauce y Mashuyacu (Dpto.
de San Martín) en 1964 y 1968 respectivamente, estanques semi-naturales de la
colonización de Nazareth (Depto. de Amazonas) en 1967, y la represa de San Lorenzo
(Dpto. de Piura) entre 1969 y 1970.

Los ensayos de cultivos se han llevado a cabo también con otras especies amazónicas
tales como: el “sábalo cola roja” Brycon erythropterum, “sábalo colá negra” B.
melanopterum, “gamitana” Colossoma macropomum, “paco” C. brachypomum,
“acarahuazú” Astronotus ocellatus, “tucunaré” Cichla ocellaris, entre otros. Estos
estudios desarrollados por el Estado a través del IMARPE, estaciones piscícolas del
Ministerio de Pesquería y universidades, se hallan en etapa de experimentación,
buscándose fundamentalmente su reproducción en cautividad y la obtención de
fuentes de alimento provenientes preferencialmente de la misma selva, así como de
derivados de actividades pecuarias.

LA ACUICULTURA EN EL PERÚ
¿Sabías que el Perú es el 7mo. País productor acuícola a nivel de Latinoamérica y el
5to. a nivel de América del Sur? En el año 2011 la producción nacional supero las 92
200 toneladas y ventas por exportaciones de más de 229’228,496 de dólares.
La acuicultura peruana está orientada principalmente al cultivo de camarones
peneidos (Litopenaneus vannamei), concha u ostión abanico (Argopecten purpuratus),
trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss) y tilapia (Oreochromis spp.) siguiendo la
tendencia de los principales cultivos que se tiene en la región de América Latina y El
Caribe, adicionalmente se cultivan en menor volumen entre otros, algunos peces
amazónicos como son el sábalo cola roja (Brycon erythropterum), la gamitana
(Colossoma macropomun), el paco (Piaractus brachypomus), un híbrido derivado de
ellos como es la pacotana y viene emergiendo de manera interesante el cultivo de
paiche (Arapaima gigas). De igual modo, existe una gran variedad de especies con
potencial acuícola y con muy buenas perspectivas de mercado, como son la doncella
(Pseudoplatystoma fasciatum), el dorado (Brachyplatystoma spp.), zúngaro (P.
tigrinum) entre otros peces amazónicos y por otro lado algunos peces de procedencia
marina como son el lenguado (Paralichtys adspersus), atún de aleta amarilla (Thunnus
albacares), el barrilete (Katsuwonus pelamis), la corvina (Cilus gilberti), cabrilla
(Paralabrax humeralis), chita (Anisotremus scapularis), entre otros.

En base a las estadísticas de Ministerio de la Producción, la cosecha de la acuicultura


peruana en el año 2011 alcanzó poco más de 92 mil toneladas, siendo que el 74.39%
son cosechas del ámbito marino y el 25.61% proviene del ámbito continental.

En general, se puede decir que la mayor producción acuícola peruana corresponde a


moluscos, la concha de abanico con un 56.6% del total, en segundo lugar se
encuentra la trucha con 21.6%, en tercer lugar los langostinos con 17.8%, en cuarto
lugar la tilapia con 2.6% y el resto 1.34% corresponde al cultivo de peces amazónicos
como Boquichico, Carachama, Gamitana, Paco, Pacotana, Paiche y Sabalo; y otros
como Camarón Gigante de Malasia y Carpa.

Si bien la mayoría de la producción del cultivo de trucha y tilapia se consume a nivel


nacional, existiendo un gran mercado internacional, en cuanto al cultivo de Concha de
abanico y Langostinos la mayoría de la producción nacional se exporta, generando
ventas por más de 229’228.496 dólares en general.
La acuicultura peruana, al ser una actividad relativamente nueva, seguirá
expandiéndose e incrementándose con el fin de satisfacer las necesidades de los
mercados internos y externos, generar mayores empleos y constituirse en una de las
actividades de provisión de alimentos saludables y de alto valor proteico.

Analizando el crecimiento general de la acuicultura peruana en el periodo 2000 -


2011, su tasa de crecimiento determinada para dicho periodo (29.9%) y el
considerable incremento registrado en el año 2010, basado principalmente por los
registros de cosecha obtenidos de la concha u ostión abanico, se considera que los
volúmenes de cosecha de la acuicultura peruana que podrían registrarse para el año
2012 estarían entre los 92 mil y 95 mil TM, esto le permitiría al Perú aún mantener
virtualmente el Puesto Nº 5 en el Rankin de la acuicultura en América Latina y El
Caribe.
SISTEMAS DE PRODUCCIÓN ACUICOLA
Como en cualquier sistema de producción agropecuaria, existen diferentes tipos de
cultivos, según la intensidad y tecnificación del cultivo.

Son sistemas de cultivo de baja intensidad y tecnología, en los que se aprovechan


condiciones naturales favorables.

Los cultivos extensivos más conocidos son los de organismos filtradores marinos,
como conchas de abanico y otros moluscos, así como las macroalgas marinas, que se
realizan directamente sobre fondos arenosos de áreas intermareales, o sobre
estructuras apoyadas en el fondo, como estacas y mesas de cultivo, o flotantes, como
bateas y líneas. En ellos se procede a la siembra y el proceso de alimentación y
engorde es natural.

A pesar de ser sistemas extensivos, pueden alcanzar unos niveles de productividad


muy elevados. Es el caso del cultivo de la concha de abanico en la bahía de sechura en
Piura, donde la gran riqueza de las aguas y las beneficiosas condiciones ambientales
disparan las tasas de crecimiento y calidad del producto.

Los sistemas extensivos son bastante utilizados en la producción de fitoplancton y


zooplancton en climas cálidos, con grandes dosis de radiación solar. Balsas de agua
enriquecidas con nutrientes minerales se utilizan para la producción de microalgas
como Chlorella o Spirulina, destinadas a alimentación humana, cosmética o
herbodietética, o como alimento de un segundo cultivo extensivo de zooplancton,
como Daphnia o Artemia, utilizado posteriormente en alimentación larvaria de peces
y crustáceos.
Acuicultura semintensiva e intensiva
Sistemas de cultivo más controlados y de mayor rendimiento, en los que el grado de
tecnología e intervención es mucho mayor a los extensivos

Los cultivos de peces en jaulas flotantes directamente en el mar, o en lagos, son


sistemas semiintensivos. El agua es la del medio, sin ningún sistema de bombeo, pero
se aportan alimentos y se realiza un mínimo control del cultivo. También son sistemas
semi-intensivos los cultivos en estanques y canales en circuito abierto o semiabierto,
aprovechando aguas corrientes, algo muy frecuente en truticultura.

Los cultivos intensivos se realizan normalmente en instalaciones separadas del medio


natural, en tanques o piscinas aisladas con sistemas técnicos de captación y
recirculación de agua, y con un control total del medio y de los individuos. Son
mucho más caros que los procesos menos tecnificados, pero el aumento de
rendimiento o la necesidad de un mayor control de la producción es determinante.

A menudo, las fases más delicadas de la cría, como las de hatchery y nursery, son
cultivos superintensivos en los que se utilizan técnicas de acuariología, como
recirculación de agua, control de temperatura y fotoperíodo o monitorización de
parámetros.

Tipos de cultivos
La acuicultura es un compendio de diferentes tipos de cultivos, en función de la
especie, agua, clima, sistemas de cultivo, etc.
ALIMENTACION EN ACUICULTURA
Una buena alimentación es esencial para todos los seres vivos.

La mayoría de las especies cultivadas en el mundo corresponden a especies


omnívoras, ciprínidos y cíclidos, principalmente en Asia, con bajas necesidades de
proteínas en sus dietas. En los países más desarrollados, se producen principalmente
especies carnívoras con necesidades proteicas elevadas.
Las dietas se diseñan de forma específica para cada especie y sistema de cultivo
considerando las distintas fases de la nutrición: comportamiento alimentario e ingesta,
digestión y absorción nutrientes, metabolismo y retención nutrientes y excreción
desechos, además de un amplio número de factores que intervienen en el proceso de
la alimentación, como pueden ser: luz, pH, densidad, turbidez, etc.

El ganado necesita aproximadamente 8 kilogramos de alimento por cada kilogramo


que obtenemos. La industria porcina tiene valores cercanos a 3’5 Kg. de alimento por
cada kilo de cerdo producido, mientras que el pollo se sitúa entre los 1’8 y los 2’1
Kg.
La eficiencia de los pescados a la hora de consumir alimentos es muy alta si la
comparamos con los animales terrestres debido al metabolismo de los peces, a su
forma de vida y a la alta concentración de nutrientes del pienso.
Los nuevos piensos son cada vez más sostenibles y eficientes, con mayores
porcentajes de productos vegetales que nutren a los peces sin disminuir su calidad
garantizando un sabor y una calidad excelente para los consumidores.

CONSUMO Y DEMANDA MUNDIAL


La evolución y crecimiento del sector acuicultura ha sido continuo en los últimos años
gracias al incremento de la demanda y al máximo de capturas alcanzado por las
pesquerías. La demanda mundial de productos pesqueros se ha multiplicado por ocho
entre los años 1950 y 2006 por el incremento de la población sobre la tierra y por un
aumento en el consumo per capita de pescado.
FAO señala que en el año 2010, el consumo de pescado de la población fue de
aproximadamente 128 millones de toneladas. En los cinco últimos decenios, el
suministro mundial de alimentos pesqueros ha sido superior al crecimiento
demográfico mundial y hoy en día el pescado representa en torno al 15 por ciento del
aporte de proteínas animales de más de 4 300 millones de personas. Las cifras para
2010 apuntan a que el consumo de pescado alcanzó un nuevo máximo de 18,6 kg por
persona.
Asimismo, se prevé que la producción pesquera y acuícola mundial, estimulada por el
incremento de la demanda de pescado, ascienda a unos 172 millones de toneladas en
2021 y que la mayor parte de este crecimiento provenga de la acuicultura. Esta última
seguirá siendo uno de los sectores de producción de alimentos de origen animal de
más rápido crecimiento.
Los productos de acuicultura cuentan con una serie de características que hacen su
consumo muy ventajoso:

Frescura. En menos de 24 horas van del mar al plato.


Disponibilidad. Los peces de acuicultura se encuentran en pescaderías y mercados
durante todo el año.
Precio estable. La disponibilidad durante todo el año de los peces de acuicultura hace
que los precios no fluctúen de forma significativa a lo largo del año.
Seguridad alimentaria. No hay ninguna evidencia de enfermedades en pescados
procedentes de acuicultura.
Trazabilidad. Hay un control de la salud y la calidad de los peces desde su
nacimiento hasta el punto de venta.
Todo lo anterior hace de la acuicultura una actividad muy rentable para invertir y
sostenible en el tiempo, en el Perú si bien ya se viene incursionando en el cultivo de
varias especies, aún hay mucho potencial por desarrollar en cuanto a la acuicultura
continental y mucho más en cuanto a la acuicultura marina.

DESARROLLO SOSTENIBLE
La producción sostenible de acuicultura también tiene que ver con el uso de los
recursos naturales. El uso sostenible de estos recursos es un reto para la producción de
la acuicultura. Pero el desarrollo sostenible no solo se basa en principios
medioambientales; también está basado, o debería estarlo, en principios económicos y
sociales.

También podría gustarte