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UNIVERSIDAD NACIONAL “JOSÉ FAUSTINO SÁNCHEZ CARRIÓN”

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, CONTABLES Y FINANCIERAS


DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE CIENCIAS CONTABLES Y FINANCIERAS

ASIGNATURA
“CONTABILIDAD MINERA Y PESQUERA”
UNIDAD III: Antecedentes de la actividad pesquera

DOCENTE
MG. CPCC. ANGEL PEDRO VILLANUEVA SOCOLA

Octubre 2019
HUACHO - PERÚ
La actividad pesquera constituye un área económica fundamental dentro del
proceso productivo general, en los países que cuentan con litoral o aguas
continentales.

Esta actividad pesquera se entiende como un conjunto de elementos


interactuantes en un sistema que permite la obtención de los beneficios que
derivan de la explotación racional de los recursos hidrobiológicos.
Dada que la pesquería peruana constituye una importante actividad
económica en cuanto a la generación de divisas, ocupación de mano de
obra y volumen de producción es necesario establecer una eficaz y eficiente
gestión contable, ya que en la actualidad, la actividad pesquera no se refiere
únicamente al acto mismo de pescar.
El sector pesquero es un elemento estratégico para la economía del Perú,
principalmente por ser una importante fuente generadora de divisas después
de la minería.

La pesca es una de las actividades mas antiguas que el hombre ha


desarrollado para procurarse alimentos. Aun hoy, ya sea a nivel industrial o
de forma artesanal, la pesca es una de las principales actividades
económicas del mundo.
La pesca es la actividad económica extractiva por la que el hombre
aprovecha los recursos ictiológicos, es decir, los peces, lagos, ríos.

¿CÓMO ES LA PESCA EN EL PERÚ?

En la década del sesenta llegamos a ser la primera potencia pesquera del


mundo.

En 1994 el Perú recupero su condición de primer país pesquero.

Esta categoría se logra debido a que en nuestro mar es privilegiado por la


enorme variedad y cantidad de recursos ictiológicos, tanto para el consumo
humano como para la fabricación de harina y aceite de pescado.
¿CÓMO ES LA PESCA EN EL PERÚ?

En el Peru, la zona influenciada por la corriente de Humboldt (30% del


dominio marítimo) es la de mayor producción primaria (volúmenes de
fitoplancton por unidad de tiempo).

Se han registrado 737 especies de peces marinos, de los cuales


aproximadamente 150 son utilizados con la alimentación humana.

Las especies mas abundantes son anchoveta , sardina, jurel, caballa y


merluza.
Desde tiempos inmemoriales la pesca y la extracción de mariscos en
diversas modalidades estuvo ligada a los pueblos costeros de nuestro país;
múltiples son los ejemplos a través de infinidad de representaciones en
telas, artes de pesca, murales, etc. Las siguientes formas son del período
pre cerámico que siguió a su vez a la era primordial o lítica. Se muestran
tres ejemplos donde observamos anzuelos de cobre, un flotador de madera
y el cordel o sedal de algodón; el segundo muestra diversos arpones de
cobre en el siguiente se observa una red de gaza de la cultura Chancay al
norte de Lima de entre 1,200 a 1,400 AC.
Las aves marinas que se alimentaban de anchoveta (Engraulis ringens)
depositaban el 50 % de sus excretas en las numerosas islas frente al litoral,
los incas descubrieron su valor como abono y dieron leyes estrictas para su
uso, el que fuera descubierto extrayendo el abono seco o guano
ilegalmente, estaba sujeto a la pena de muerte. Las culturas costeras desde
Nazca en el sur del país hasta la Tallán en el extremo norte mejoraron sus
técnicas de pesca e incluso a través de procesos simples como el secado y
seco-salado del pescado, hacían intercambios con la zona andina y por mar
con otras áreas muy apartadas.
Siglos después, plato de la cultura Nazca con anchovetas y luego
iconografía de un huaco globoso, hecho de cerámica, que muestra a un
pescador en su bote o caballito de totora, extrayendo peces con sedal y
anzuelo en una zona de abundancia de peces, compitiendo con un lobo
marino y un ave antropomorfa que aparenta ser un cormorán. La “Totora” es
una planta que crece, tanto de manera silvestre como cultivada, en zonas
pantanosas o similares de la costa y sierra del Perú, desde el nivel del mar
hasta los 4,000 metros de altura. Los caballitos de totora se fabrican en la
costa y en el Lago Titicaca a 3,812 metros sobre el nivel del mar, donde una
tribu típica: Los Huros construyen islas artificiales con casas de ese material
en el lago.
Se dice que el Inca en su sede de Cuzco consumía pescado marino fresco
del día proveniente de una playa en el mar llamada Puerto Inca; pescado
fileteado que era transportado por un equipo de “Chasquis” o correos del
Inca que transitaban rápidamente en posta desde la costa hasta llegar al
Cuzco. Los Chasquis, que laboraban en todo el reino, eran nobles
descendientes de los incas, seleccionados para este tipo de actividad,
fuertemente entrenados desde pequeños para correr grande distancias a
paso firme pero veloz, además así era el transporte de correos estudiados a
través de los “Quipus” forma única y aún no descifrada de lectura, donde el
Inca se enteraba de todo lo que pasaba en su enorme imperio.
Los pescadores de Sechura, Paita, Colán y Tumbes en el norte del Perú
acostumbraban a pescar en grandes balsas con vela, hechas de la madera
del mismo nombre con toda su familia y realizaban largas mareas para
intercambiar pescado seco procesado a bordo por otros productos de su
necesidad. Muchos terminaron lejos, hay en el estado de Oaxaca en México
un pueblo que le llaman “Los peruanos” pues hasta ahí llegaron y se
quedaron, se cree que algunas balsas llegaron a la Polinesia donde existen
más de 1,000 islas.

Hubo científicos y aventureros que trataron de demostrar que eso era cierto,
pescadores del norte del Perú pudieron llegar a la Polinesia, no a propósito
sino que se encontraron con fuertes corrientes que los desviaron del camino
escogido, ayudados además por fuertes vientos.
La experiencia se repitió gracias al éxito alcanzado por Heyerdahl,
aparecieron numerosos seguidores. El primero fue William Willis, que sólo, a
los 61 años, en una balsa de madera parecida a la Kon-Tiki, llamada “Seven
Sisters”, llegó a Samoa en la Polinesia occidental en 1954, recorriendo
6.700 millas en 155 días. Había salido del Callao, igual que Heyerdahl, y
escribió un magnífico libro: “El Canto del Pacífico”. Luego, otros
expedicionarios más repitieron la misma práctica; alcanzando, William Willis
con 70 años de edad y pilotando una balsa llamada “Age Unlimited,” llegó a
una ciudad de Australia pasando por Samoa en 1964. Ellos reconfirmaron lo
demostrado por Thor Heyerdahl que pescadores peruanos con sus familias
pudieron haber llegado, habitado y poblado islas de la Polinesia. El viaje de
vuelta era imposible, posiblemente en épocas de “Fenómeno El Niño.”
El tiempo de la conquista fue la más opaca en cuanto al desarrollo de la
pesquería puesto que la actividad principal fue la minería. El consumo de
pescado era popular en la costa y los pescadores norteños, como era su
costumbre, seguían sus actividades de extracción de mariscos, pesca y
navegación e intercambios con zonas alejadas de su ciudad de origen. Los
historiadores de la época comentaban asombrados, sobre la extraordinaria
cantidad de cardúmenes de anchoveta que se veían a simple vista a través
de vastos cardúmenes nadando cerca a la costa en el mar del Perú.

Durante la República el desarrollo pesquero seguía detenido; lo que salvaba


y socorría al país era el “Guano de Islas” poderoso fertilizante proveniente,
como se expuso líneas arriba, del consumo de anchoveta por parte de las
aves marinas cuyas excreciones caían en parte a las varias islas, estas al
secarse formaba el guano que tuvo una enorme demanda mundial. Gracias
a lo cual el presupuesto de la República se equilibró y se pudo construir con
ese ingreso casi todos los ferrocarriles del Perú con énfasis en el que va
desde Lima a los pueblos andinos del centro hasta la ciudad de Huancayo
pasando alturas sobre los 5,000 metros sobre el nivel del mar.
En el siglo pasado se inicia la actividad empresarial pesquera lentamente,
con concesiones para extraer perlas entre Sechura y Paita al señor Emilio
Llona quien murió en el intento. En 1924 se entrega permiso a la “Compañía
Ballenera del Perú” que en su tiempo de concesión por diez años sólo
capturó 274 ballenas probablemente cachalotes. Luego por esa época se da
licencia especial al ciudadano español Martín Weiss con su compañía “The
Seal and Whale Ltd” dedicándose sólo a la captura del lobo marino para
aprovechar la carne, piel, los dientes y el aceite que se vendía para el
alumbrado público. Años después transfiere la licencia a la empresa
“Compañía Nacional de Pesca” formada en 1936 por un grupo de
profesionales, que se dedicaron al mercado interno y a la exportación de
pescado congelado.
Fue la segunda guerra mundial la que incentivo la exportación de hígados
de pescados a base de tiburón y bonito como fuente de vitamina A para los
vuelos nocturnos e incursiones de los pilotos norteamericanos que a veces
llegaba al corazón de Alemania. Al ver que muchas veces se votaba el
pescado, los EEUU comenzaron a comprar hígados y pescados secos o
salpresados que a través de una oficina de las Naciones Unidas (UNRRA)
se repartían A Europa y Asia.

Eso impulsó la producción de conservas en latas del delicioso bonito que se


volvió el primer negocio pesquero, teniendo como principal mercado los
Estados Unidos donde el producto se vendía velozmente dada la calidad y
grato sabor de las conservas de esta especie.

Ese rápido y fácil ingreso al mercado hizo reaccionar a las empresas


conserveras de ese país, que luego de un “Lobby” propiciado por las
enlatadoras de atún del área de California ante el Congreso de EEUU,
lograron colocar a esas conservas peruanas un arancel de 35 % sobre valor
CIF sacándolos del mercado. Por supuesto que se originó una seria crisis en
ese ambiente empresarial.
Años después un joven empresario solucionaba una a una las numerosas
dificultades que se le presentaban durante la construcción de una fábrica
para elaborar conservas de bonito (Sarda spp.), la cual terminó de instalar
con maquinarias y equipos adecuados para su flamante “Compañía
Pesquera la Florida” por estar ubicada en el barrio del mismo nombre al sur
del puerto de Chimbote en el norte del Perú. El 22 de octubre de 1955
“Florida” empezó a producir, a los once días de haber cumplido los 26 años.
Se llamaba Luis Banchero Rossi ingeniero químico de profesión, quien pasó
días y noches en el muelle logrando generar un sistema de abastecimiento
de bonito para su fábrica, a través del tiempo muchas veces monopolizó la
compra de ese pescado. Al poco tiempo adquirió varias embarcaciones de
madera y luego una de fierro de 50 toneladas de capacidad que llamó
“Tacna” en recuerdo a la tierra que lo vio nacer al extremo sur del Perú,
revolucionando el puerto que jamás habían visto una embarcación de ese
material y tamaño. Esa empresa fue su gran escuela sobre la industria de la
pesca que lo llevaría pocos años después a formar un imperio empresarial
pesquero de repercusión mundial
En 1956 la anchoveta desplaza al bonito como primera especie
desembarcada pues había empresarios que la comenzaron a usar como
materia prima para elaborar harina y aceite de pescado. Luis Banchero no
se queda atrás y se asocia con dos empresas americanas y dado su ímpetu
de crecer en contra de la opinión de sus socios se queda a la larga con el
100 % de ambas. Y es el comienzo de una ascensión empresarial increíble
que en resumen puso al Perú como primer país del mundo en extracción
pesquera y producción y exportación de harina y aceite de pescado.
A principios de 1961, en todo el Perú, habían operativas 84 fábricas de
harina, destacaba el Callao con 28 plantas y Chimbote tenía 26, luego de
lejos con 08 establecimientos seguía el puerto de Supe. Asimismo estaban
paralizadas 14 fábricas y las licencias aún sin construir eran para 29 plantas
más. Las de mayor capacidad eran la “Compañía Pesquera de Coishco” con
18 toneladas/hora y Pesquera Humboldt S.A. con 14, esta última de Luís
Banchero Rossi. La más pequeña fue de Productos Marinos S, A. en Paita
con sólo 0.6 toneladas/hora, esta última empresa dedicada básicamente al
consumo humano directo fresco-refrigerado y congelado, trabajaba con
desperdicios de merluza y pescado entero sobrante que podían ser
merluza, caballa, jurel entre otros.
El Ing. Alejandro Bermejo dueño y director-gerente de la revista “Pesca”
escribió en su número de enero de 1972, callando la voz de los infaltables
detractores gratuitos contra Banchero: “Se ha dicho alguna vez que la
anchoveta está ahí, en el Mar Peruano, y que con Banchero o sin Banchero,
ante la creciente demanda exterior de harina de pescado, la industria habría
concluido de todas maneras por desarrollarse como se hizo. Así es, en
efecto, con sólo una diferencia. Que sin Banchero este desarrollo habría
tardado tal vez en veinte, treinta o más años en producirse, en tanto, con
Banchero se produjo verticalmente, con la vertiginosa ascensión productiva
que asombró a todos, proporcionó al Perú el primer lugar mundial en la
pesca extractiva y en la producción de harina y aceite de pescado, en las
que Banchero llegó a ser también el primer productor individual del globo”..
Se aprecia en el párrafo anterior la visión y energía pujante del
extraordinario empresario, que de la noche a la mañana elevó la pesca en
nuestro mar al nivel más alto del orbe, frente a injustificados y resentidos
calumniadores, como consecuencia de su tesonero trabajo. Aún hoy, sigue
siendo nuestro Perú el primer productor y exportador mundial de harina y
aceite de pescado y la anchoveta, materia prima de los dos productos
anteriores, es la especie más extraída del globo que hoy se vende también
en el mercado nacional y mundial enlatada, curada (anchoas), congelada y
casi nada de fresco-refrigerado. El pavoroso asesinato del primero de enero
de 1972 le quitó al Perú un hombre, de cualidades extraordinarias, quien no
tenía límite en el quehacer empresarial y que el país necesitaba
Un recurso que le sigue actualmente a la anchoveta en volumen de
capturas es el calamar gigante o pota (Dosidicus gigas) superando al jurel
en la última década. La pota, si bien ha existido desde siempre en aguas
peruanas recién comenzó su explotación intensiva, por parte de los
pescadores artesanales a partir de 1990. Es una especie muy apreciada en
los mercados de Asia y Europa.

El jurel como se dijo líneas arriba es el pescado más popular entre la


población nacional, es en desembarques la tercera especie después de la
anchoveta y la sardina. La caballa es la especie que le sigue al jurel y es
muy utilizada en conservas.

Se puede concluir que la anchoveta desde siempre ha sido la especie que


sustento la pesquería peruana, hoy en día que se conocen sus importantes
cualidades químicas-nutricionales, por ende se debe investigar hasta donde
y como se puede explotar esta maravillosa especie para aprovecharla con
mayor energía en el futuro, porque ha sido, es y será la especie que
privilegia al Mar del Perú, su pesquería y a su pueblo.

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