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 BASES Y CRITERIOS HISTÓRICOS Y ECOLÓGICOS DE LA ACUICULTURA

LA ACUICULTURA
La acuicultura o acuacultura es el conjunto de actividades, técnicas y conocimientos de crianza
de especies acuáticas vegetales y animales. Es una importante actividad económica de
producción de alimentos, materias primas de uso industrial y farmacéutico, y organismos vivos
para repoblación u ornamentación. Los cultivos más habituales corresponden a organismos
planctónicos (microalgas y Artemia), macroalgas, moluscos y crustáceos, los profesionales
encargados de esta labor son los Ingenieros Pesqueros, Zootecnistas, Ingenieros Acuícolas y los
Biólogos Marinos.

RESEÑA HISTORICA

A NIVEL MUNDIAL
La acuicultura se remonta a tiempos remotos. Existen referencias de prácticas de cultivo de
mújol y carpa en la antigua China, Egipto, Babilonia, Grecia, Roma y otras culturas euroasiáticas
y americanas.

Las referencias más antiguas datan en torno al 3800 a. C., en la antigua China. En el año 1400 a.
C., ya existían leyes de protección frente a los ladrones de pescado. El primer tratado sobre el
cultivo de carpa data del 475 a. C., atribuido al chino Fan-Li, también conocido como Fau Lai.

Entre griegos y romanos, existen numerosas referencias. Aristóteles y Plinio el Viejo escribieron
sobre el cultivo de ostras. Plinio, en concreto, atribuye al general romano Lucinius Murena el
invento del estanque de cultivo, y cita las grandes ganancias de su explotación comercial, en el
siglo I. Séneca también tuvo su opinión sobre la piscicultura, bastante crítica: “la invención de
nuestros estanques de peces, esos recintos diseñados para proteger la glotonería de la gente
del riesgo de enfrentarse a las tormentas”.

En la cultura occidental actual, la acuicultura no recobró fuerza hasta la Edad Media, en


monasterios y abadías, aprovechando estanques alimentados por cauces fluviales, en los que
el cultivo consistía en el engorde de carpas y truchas.

En el año 1758 se produjo un importante descubrimiento, la fecundación artificial de huevos


de salmones y truchas por Stephen Ludvig Jacobi, un investigador austriaco, aunque su
investigación no salió del laboratorio y quedó en el olvido.

En 1842, dos pescadores franceses, Remy y Gehin, obtuvieron puestas viables, totalmente al
margen del hallazgo de Jacobi. Lograron alevines de trucha, que desarrollaron en estanque con
éxito. El descubrimiento llevó a la Academia de Ciencias de París a profundizar en el hallazgo, y
con ello la creación del Instituto de Huninge, el primer centro de investigación en acuicultura.

El Premio Nobel argentino Bernardo A. Houssay realizó los primeros estudios de reproducción
artificial inducida de peces mediante la utilización de hormonas exógenas para inducir la
ovulación de peces. En 1928 investigó el control hormonal para la reproducción de peces en
cautiverio, induciendo la ovulación de la "Madrecita de Río" (Cnesterodon decemaculatus -útiles
para el control de larvas de mosquitos e insectos en estanques-), mediante inoculación
intraperitoneal de glándulas pituitaria de Prochilodus platensis, y concluyó que las hembras
tratadas con pituitarias de otras especies ovulaban anticipadamente (Houssay BA “Acción sexual
de la hipófisis en los peces y reptiles”, en “Revista de la Sociedad Argentina de Biología”, Bs.As.,
1930, Nº 106, pág. 686—688). Estas técnicas fueron rápidamente puestas en práctica en Brasil
por Von Ihering y Azevedo, 1934: Von Ihering (1935, 1937) para inducir el desove de Prochilodus
argenteus. Los resultados de los brasileños fueron seguidos con éxito en la Unión Soviética por
Gerbilsku, 1938, para inducir el desove del esturión y con el desove inducido de especies de
peces norteamericanos (Hasler et al., 1939, 1940). Donaldson, E.M. y G.A. Hunter, 1983, hacen
referencia que todos aquellos estudios y los subsiguientes fueron detenidamente revisados por
G.E. Pickford y J.W. Atz, 1957 en su bien documentado tratado sobre la glándula pituitaria de
los peces. A partir de entonces, millares de publicaciones han aparecido para informar los
avances del proceso reproductivo de teleósteos. G.E. Pickford, 1964); E.M. Donaldson (1977) y
C.G. Swann y E.M. Donaldson (1980) y muchos otros autores más comunican sobre el control
del proceso reproductivo, entre los que cabe resaltar están: Pickford y ATz (1957), Atz y Pickford
(1959), Clement y Sneed (1962), Donaldson (1973, 1975), Shehadeh (1975), Fontaine (1976),
Harvey y Hoar (1979), Chondar (1980), Woynarovich y Horvath (1980), Pullin y Kuo (1981), Davy
y Chovinard (1981), Sundararaj (1981), Lam (1982), Billard (1983) y Fostier y Jalabert (1982).

En la actualidad, China es el principal productor de productos acuícolas, seguido de India,


Vietnam, Indonesia y Bangladesh.

EN EL PERU

Cultivo de peces de aguas continentales frías


Las primeras versiones del manejo de especies acuáticas en el Perú están dadas por los
historiadores de la conquista, que relatan las costumbres de las poblaciones costeras
autóctonas de aprovechar los cuerpos de agua cercanos al mar, para conectarlos con éste
mediante canales que permitían el ingreso de peces diádromos, presumiblemente “lisas”
(Mugil sp.), para engordarlos y disponer de éllas en el momento deseado. Sin embargo, siendo
en la colonia la agricultura la actividad principal, la evolución de las técnicas de acuicultura
quedó paralizada. En la época republicana, la pesca - principalmente marítima - fue
desarrollándose paulatinamente, alcanzando su auge en la década de los años de 1960.

Es sólo por los años de 1920, que se comienzan a tomar acciones en el campo de la acuicultura
continental, y es así que en 1925 se realiza la introducción de la “trucha arco iris” (Salmo
gairdneri) con la importación de 50 000 ovas embrionadas procedentes de los Estados Unidos,
que eclosionaron en un criadero particular a orillas del río Mantaro, en la Oroya, desde donde
se realizaron las primeras siembras de esta especie en los ríos andinos.

En 1934, por iniciativa privada, se instaló el primer criadero de truchas en Quichuay, y


posteriormente cerca a éste, el segundo, en Ingenio (Concepción-Junín). Este último pasó a
poder del Estado en 1940, convirtiéndose en la estación de piscicultura de Junín, que en la
actualidad se ha desarrollado hasta constituir el centro piloto de la truchicultura en la Sierra
Central.

Entre 1939 y 1940 se estableció la estación de piscicultura del Lago Titicaca en Chucuito, Puno,
mediante un acuerdo entre los gobiernos de Bolivia y Perú, con el fin de incrementar la
producción piscícola de ese lago y su cuenca. Un resumen de las primeras estaciones pesqueras
establecidas para dedicarse a una política de reproblamiento de salmónidos, pertenecientes en
su mayoría a las especies “arco iris” (Salmo gairdneri), y en menor proporción a la “trucha
morena” (Salmo trutta fario) y a la “trucha de arroyo” (Salvelinus fontinalis), se presenta en el
Cuadro 1.

Cuadro 1. Primeras estaciones pesqueras instaladas en el Perú para la crianza de la trucha


Sede Criadero
Departamento Nombre Año Instalación
Administrativa Piscícola
Ancash Est.Pesq. Ancash Huaráz Huaráz 1953
Ancash Sub-Est.Pesq.Pallasca Huaráz Conchucos 1967
Baños del
Cajamarca Est.Pesq. Cajamarca Baños del Inca 1954
Inca
Cuzco Est.Pesq.Cuzco Cuzco Langui-Layo 1963
Huánuco Est.Pesq.Huánuco Huánuco Molinos 1959
Junín Est.Pesq.Junín Huancayo Ingenio 1940
La Libertad Est.Pesq. Coina Coina Coina 1972
Lima Est.Pesq.Sta.Eulalia Sta. Eulalia Sta.Eulalia 1950
Puno Est.Pesq.Puno Chucuito Chucuito 1940

En resumen puede decirse que la acuicultura en la Sierra está fundamentalmente ligada a la


actividad truchícola, principalmente a la trucha “arco iris” (Salmo gairdneri), la especie más
difundida. El repoblamiento de ríos, lagunas y lagos, que encaja en una técnica de manejo
extensivo, se efectuó en base a siembras en muchos ambientes naturales andinos con
resultados generalmente positivos. Sin embargo, existen ciertas limitaciones naturales y otras
causadas por las actividades humanas como: ausencia de campos suficientes para su
reproducción; la actividad pesquera en algunos casos sobredimensionada, especialmente
cuando las truchas remontan los ríos para el desove; la creciente contaminación por relaves
mineros, etc.

El cultivo intensivo se hizo utilizando técnicas importadas, aprovechándose las condiciones


ambientales favorables de nuestra serranía. Entre los factores limitantes para un mayor
desarrollo se cuentan: la cantidad insuficiente de ovas y alevines para satisfacer la demanda
de las piscigranjas particulares, comunales, o aún estatales; y la escasez de alimentos
adecuados, en las cantidades deseadas y a precios bajos. Para tratar de solucionar estos
problemas, el Estado, por intermedio del Ministerio de Pesquería y sus Direcciones Regionales,
ha emprendido una serie de proyectos, cuyos resultados deben conocerse en breve plazo.

Por otra parte, se han obtenido favorables logros en experimentos de cultivo de truchas en el
Lago Titicaca, que han permitido la conformación de una empresa binacional (peruana-
boliviana) bajo los auspicios del Sistema Económico Latino Americano (SELA) y con aporte
financiero de la Corporación Andina de Fomento.

En años más recientes se han construido trece estaciones piscícolas adicionales para la crianza
de la trucha (Cuadro 2).

Otra especie introducida en el área andina, con expectativas de cultivo, es el “pejerrey


argentino”, o “pejerrey de río” - Basilichthys bonariensis. Este se introdujo en 1950, en un lago
cerca de Oruro (Bolivia). De acá migró al Lago Titicaca y su cuenca entre los años 1955–56, de
donde se distribuyó a otros cuerpos de agua, habiéndose adaptado perfectamente.

Cuadro 2. Nuevas estaciones piscícolas para la crianza de la trucha


Nombre Departamento

1. Piscigranja Pampa Cangallo Ayacucho

2. Piscigranja Laguna Tuccio Ayacucho

3. Varias piscigranjas comunales Ayacucho

4. Centro Piscícola de Apurímac Apurímac

5. Centro Piscícola de Totorani Arequipa

6. Centro Piscícola de Namora Cajamarca

7. Centro Piscícola Cuchi huayín Cerro de Pasco

8. Piscigranja Santa Ana de Cusi Cerro de Pasco

9. Piscigranja Ticlacayán Cerro de Pasco

Piscigranja San Miguel de


10. Cerro de Pasco
Cuchis

11. Centro Piscícola Molinos Huánuco

12. Piscigranja de Yauyos Lima

13. Centro Piscícola de Lagunillas Puno

Cultivo de peces marinos


El cultivo de peces de origen marino se hizo casi en forma exclusiva y rudimentaria en torno a
las lisas (mugílidos) desde tiempos muy remotos. Entre las experiencias más recientes se pueden
mencionar las realizadas en la Albufera de Medio Mundo, en la estación pesquera del mismo
nombre, instalada en 1966 al norte de Lima. Allí se realizaron cultivos intensivos y extensivos
con las especies Mugil cephalus y M. curema, pero con resultados no muy satisfactorios.

Otras experiencias se efectuaron en la región de Pisco (280 km al sur de Lima), cultivándolas en


jaulas flotantes instaladas en la Península de Paracas, y en corrales en las lagunas costeras de
la misma. Sin embargo los resultados no fueron alentadores desde el punto de vista
económico.

Cultivo de moluscos
En los últimos años se iniciaron los primeros ensayos de cultivo de moluscos. En la zona de Pisco
se obtuvieron y sembraron semillas de choro (Aulacomya ater). Por otro lado, recientemente en
el Instituto del Mar, se han comenzado las experiencias para el cultivo de la concha de abanico
(Argopecten purpuratus); y en 1971, en la zona de los manglares de Tumbes, se iniciaron las
investigaciones para el cultivo de dos especies de ostras: Crassostrea columbiensis y C.
corteziensis.

Si bien, en los dos primeros casos, los resultados iniciales han sido algo halagadores, quedan aún
por resolver problemas de tipo económico de los cultivos frente a la actividad de tipo netamente
extractivo, sobre todo en el primer caso, en el que la abundancia local de los choros hace
practicable el uso de métodos tradicionales de extracción para lograr un abastecimiento
continuo. En el último caso, se observaron limitaciones en la recolección de semilla, y
problemas de crecimiento y predación.

Cultivo de langostinos
A partir de 1981, en la zona de los manglares de Tumbes, investigadores del Instituto del Mar
hicieron los primeros ensayos para el cultivo de langostinos peneidos, con el objeto de hallar
un método rentable y ajustado a nuestras condiciones naturales. El Ministerio de Pesquería, por
su parte, realizó esfuerzos paralelos a fin de conseguir un desarrollo de las empresas en
explotación. El cultivo se basa en la recolección de postlarvas de Penaeus vannamei y de P.
stylirostris en ciertas épocas del año, y en determinados esteros, aprovechando su tendencia
natural de migrar hacia zonas más ricas en nutrientes y de menor salinidad. Las postlarvas
capturadas se siembran en estanques construidos preferentemente en terrenos arcillosos y
generalmente salinos, que son impropios para la agricultura.

Con un adecuado manejo que incluye prácticas de fertilización inorgánica con fosfatos y urea,
y con una alimentación suplementaria, se pueden obtener buenas producciones con cosechas
cada 4 o 6 meses. Los costos de producción relativamente bajos, y el elevado valor del producto
en el mercado internacional, hacen atractiva esta actividad, lo que se ha demostrado por el gran
interés de los inversionistas privados quienes se han reunido para constituir numerosas
empresas langostineras particulares, que a la fecha prácticamente han copado los terrenos
inmediatamente utilizables en la zona aledaña a los manglares.

Entendiéndose que esta forma de cultivo es arriesgada por depender en primer término de la
obtención de postlarvas en los esteros, quedan como problemas pendientes por resolver la
determinación del potencial migrante de aquellas, las causas de sus variaciones en las épocas
de migración, y principalmente, la reproducción y cría de las larvas del langostino en condiciones
controladas en el laboratorio, con el fin de obtener - en esta forma - cantidades suficientes de
postlarvas que abastezcan los requerimientos de las empresas, independientemente de las
variaciones aleatorias de tiempo y lugar que se dan en la actualidad. Este último punto
constituye uno de los programas de investigación recientes del IMARPE en Tumbes.

Cultivo del camarón de río


El camarón es considerado como el recurso de mayor importancia económica en los ríos de la
vertiente occidental de los Andes en el Perú, y ha sido objeto de estudios aislados en múltiples
ocasiones. La especie más importante, por su calidad y abundancia es el Cryphiops
caementarius, que habita en los ríos costeros del centro y sur del país. Además se presenta el
género Macrobrachium con cerca de 10 especies.

La importancia de C. caementarius como recurso pesquero motivó que desde la década de los
cincuenta se emprendieran una serie de estudios tendientes al conocimiento biológico-
pesquero del recurso. En cuanto a su crianza en cautividad, el Estado, algunas universidades, y
entidades particulares efectuaron experiencias con larvas y juveniles en acuarios o en baterías
de botellas tipo Ehrlinger, así como con juveniles y adultos en estanques de concreto y semi-
naturales. Las principales dificultades consistieron en aspectos de reproducción masiva,
supervivencia larval y velocidad de crecimiento.

De las experiencias realizadas hasta la fecha se puede concluir que aún no ha sido posible
establecer la factibilidad de la crianza de esta especie de camarón.

Cultivo de micro algas


Mediante un Convenio de Cooperación Técnica Peruano-Alemán se inició, en 1971, un proyecto
para estudiar la posibilidad de una producción masiva de la microalga verde de agua dulce
Scenedesmus acutus var. alternans, siguiendo la tecnología desarrollada en la ciudad de
Dortmund, R.F. de Alemania, y con el propósito de contribuir a la solución de los problemas
alimentarios del país.

Los resultados obtenidos en la Planta Piloto de Casa Grande, cerca de Trujillo, demostraron que
esta microalga - bajo buenas condiciones de cultivo - puede dar producciones dobles de las
logradas en su país de origen. Estudios paralelos de aplicación dietética y de aceptabilidad han
comprobado su alto valor, sobre todo en la terapia de estados graves de desnutrición en niños,
y su buena aceptación.

Transcurrida la etapa experimental, se constituyó en 1978 en Sausal - también cercana a la


ciudad de Trujillo - y en una zona de excelentes condiciones ambientales y lumínicas, la primera
planta de producción semi-industrial de microalgas con un método de cultivo basado en el
original, pero con modificaciones notorias para adaptarlo a las condiciones de la costa peruana.

El producto final - bajo la forma de polvo - puede usarse en el mercado interno, así como en la
exportación al exterior, donde puede comercializarse a precios bastante interesantes.

Cultivo de peces dulceacuícolas tropicales foráneos


Con el objeto de desarrollar la piscicultura intensiva y extensiva de aguas dulces en zonas
costeras y tropicales de la selva, y mientras se progresara con los estudios básicos de la
bioecología de las especies nativas, se procedió a la introducción de peces foráneos, carpas y
tilapias, de comprobadas ventajas en otros países como fácil manejo y rápido crecimiento. La
“carpa común” (Cyprinus carpio) parece que fue introducida en 1946 en los valles de ríos Chillón
y Rímac, en el departamento de Lima. En sus inicios ha sido cultivada en forma desordenada en
diversas oportunidades y en estanques reducidos. Sin embargo, en una experiencia realizada en
las lagunas de oxidación de San Juan de Miraflores (Lima) se obtuvieron resultados alentadores.

En el laboratorio de Huachipa del IMARPE se han realizado algunas pocas experiencias con C.
carpio en cultivos asociados a la cría de cerdos y de patos. Sin embargo, debido a la edad de los
especímenes, a la contaminación del agua, y al tipo de alimento usado, no se lograron buenos
resultados. En 1980, procedentes de la República de Panamá, se introdujeron ejemplares de
“carpa herbívora” Ctenopharyngodon idella y de “carpa plateada” Hypophtalmichthys molitrix,
que actualmente se mantienen en dicho laboratorio, no habiéndose podido realizar cultivos por
limitaciones presupuestales.

En cuanto a la tilapia, la especie Tilapia rendalli (T. melanopleura) fue introducida del Brasil en
1966, por el Servicio de Pesquería a la estación de Quistococha, cerca de Iquitos, en el
Departamento de Loreto. Posteriormente, en 1968, se transplantaron al embalse de Tinajones
(Dep. de Lambayeque) y a los lagos Sauce y Mashuyacu (Dep. de San Martín). En 1969 se sembró
en un criadero particular en el Departamento de Tumbes, y en 1970 en el embalse de San
Lorenzo en el Dep. de Piura. Posteriormente se distribuyó a otros lugares. Si bien su distribución
progresó, su rendimiento no tuvo igual suerte debido a un manejo no ordenado.

En 1978, también de Brasil se introdujeron 2 especies más interesantes: Tilapia nilotica (o


Sarotherodon niloticus) y T. hornorum (S. hornorum), que están siendo estudiadas en
policultivos con carpas, cerdos y patos en el laboratorio de Huachipa del IMARPE, en el IVITA
de Pucallpa, y en otros lugares. Igualmente se recibió, en 1980 y procedente de Panamá un lote
de Tilapia mossambica (S. mossambicus) para la producción de híbridos con la segunda especie
antes mencionada. Los objetivos de estos estudios son el logro de rendimientos económicos
mediante el cultivo intensivo, así como determinar la mejor metodología para la modalidad
extensiva.

Actualmente se cultivan tilapias en algunas piscigranjas particulares de la zona de Pisco (Dep. de


Ica), Pucallpa (Dep. de Ucayali), y Tarapoto (Dep. de San Martín), aunque con resultados
variables.

Las espectativas del cultivo de estas especies se centran en la posibilidad de aprovechar


integramente los sub-productos y desechos de la actividad agropecuaria, convirtiéndolos en
proteínas animales capaces de mejorar la alimentación y el nivel de vida del campesino.

Cultivo de peces dulceacuícolas tropicales nativos


La actividad dirigida hacia la acuicultura en la amazonía peruana se inició en la década de 1940
con el paiche, Arapaima gigas. La incidencia de captura de este pez, perseguido por su gran
rendimiento en carne de primera calidad, motivó una visible disminución de su población, lo que
indujo al Estado a crear zonas reservadas, para su protección y estudio con fines de explotación
racional y de cultivo extensivo. La primera de estas zonas fue el sistema hidrográfico del río
Pacaya en el que la pesca de esta especie quedó en manos del Estados, efectuándose algunos
transplantes dentro del mismo sistema hidrográfico y a otros lugares para facilitar las
observaciones sobre la biología del pez. Posteriormente fueron creadas otras zonas reservadas
con propósitos similares, como las de los ríos Samiria, Tamaya y Mazán, y los lagos Rimachi y
Quistococha. Los principales lugares a los que se transplantó el paiche han sido los lagos
Sandoval (Dep. de Madre de Díos) en 1970, Sauce y Mashuyacu (Dpto. de San Martín) en 1964
y 1968 respectivamente, estanques semi-naturales de la colonización de Nazareth (Depto. de
Amazonas) en 1967, y la represa de San Lorenzo (Dpto. de Piura) entre 1969 y 1970.

Los ensayos de cultivos se han llevado a cabo también con otras especies amazónicas tales
como: el “sábalo cola roja” Brycon erythropterum, “sábalo colá negra” B. melanopterum,
“gamitana” Colossoma macropomum, “paco” C. brachypomum, “acarahuazú” Astronotus
ocellatus, “tucunaré” Cichla ocellaris, entre otros. Estos estudios desarrollados por el Estado a
través del IMARPE, estaciones piscícolas del Ministerio de Pesquería y universidades, se hallan
en etapa de experimentación, buscándose fundamentalmente su reproducción en cautividad y
la obtención de fuentes de alimento provenientes preferencialmente de la misma selva, así
como de derivados de actividades pecuarias.

CONSIDERACIONES GENERALES
La acuicultura es una biotecnia cuyos métodos son interdisciplinarios, e incluyen áreas de todas
las ramas de la biología, como la morfología, la fisiología, la embriología, la genética, la ecología,
la botánica y la zoología; pero también incluye a la biología pesquera que fundamentalmente se
encarga de predecir la posible producción; así como a la ingeniería, en especial a la ingeniería
pesquera; a la tecnología de alimentos; a la sociología y a la economía.

Para lograr el éxito en el cultivo de organismos acuáticos, se consideran como principios básicos,
en primer lugar, la existencia de un adecuado abastecimiento de agua, con características de
temperatura, salinidad y fertilidad determinadas; así como las características de los organismos
a cultivar y los aspectos socioeconómicos que definen la rentabilidad de cada cultivo.

Debido a que la práctica de la acuicultura requiere del manejo de una o varias especies de
organismos, es fundamental el conocimiento de su biología, en especial de su ciclo de vida,
hábitos, tipos de alimentación, reproducción, genética, conversión del alimento y migraciones;
además es necesario aplicar los conocimientos aportados por la ecología, la limnología y la
oceanografía, basados en las cadenas de alimentación, pirámides de biomasa, fertilización,
mejoramientos del hábitat; así como los criterios adecuados para la introducción de nuevas
especies en los cuerpos de agua.

También se deben de considerar las características que presentan los organismos cultivados, en
cuanto a su tamaño, valor nutritivo y aceptación al gusto del consumidor, para asegurar el éxito
comercial del cultivo.

Las características biológicas de las especies que se cultivan son: su reproducción fácil y
controlable, sobre todo en condiciones de cautiverio; que presenten huevos y larvas resistentes
al manejo; que sean organismos de rápido crecimiento y fácil alimentación, lo que permite que
aprovechen la mayor parte del alimento para aumentar su talla; que tengan capacidad para
adaptarse a vivir en altas densidades, es decir, que acepten que un elevado número de
individuos ocupe áreas reducidas.

Asimismo, es importante que estas especies sean capaces de resistir y hasta de aprovechar la
contaminación de los cuerpos de agua; como los excrementos del hombre y de algunos
animales que son utilizados para fertilizar el cuerpo de agua donde se cultivan las especies o el
aprovechamiento de la contaminación térmica.

El conocimiento de todas estas características biológicas se obtiene de las investigaciones


desarrolladas por los biólogos, las cuales se han incrementado notablemente, permitiendo el
desarrollo de técnicas específicas para resolver los diferentes problemas que se derivan del
cultivo de organismos acuáticos. Sin embargo, todavía queda mucho por investigar, lo que
representa un reto interesante y estimulante para estos profesionales.

El diseño y la construcción de las unidades de producción o estaciones corresponden a la


ingeniería, dando origen a una nueva rama de esta ciencia. La investigación en ingeniería para
la acuicultura también se encuentra en pleno desarrollo con el objetivo de lograr la optimización
estructural de estas unidades de producción, teniendo como base los requerimientos de las
especies a cultivar, el tipo de cultivo a desarrollar y las metas de la empresa acuícola.
El campo de esta rama de la ingeniería tiene grandes posibilidades de trabajo y el ingeniero
tendrá que estar preparado para comunicarse con el biólogo, quien también debe entenderlo
para asegurar el éxito.

Se recomienda para el desarrollo de la acuicultura que se programe considerando las siguientes


actividades:

 Elaboración del inventario de los cuerpos de agua continentales y de las lagunas


costeras, para conocer la factibilidad de contar con la infraestructura hidráulica
necesaria.

 Selección de las especies que se van a cultivar con base en sus características biológicas
y su relación con el ambiente, así como el mercado que tendrían.

 Establecimiento de estaciones de investigación en acuicultura centrales y regionales,


para realizar investigación en reproducción, crecimiento, nutrición, parasitismo,
enfermedades y mortalidad.

 Construcción de estaciones experimentales para elaborar programas a nivel piloto, en


los que se midan los costos y la utilización de la energía en el sistema que representa el
cultivo.

En los programas de acuicultura, pueden distinguirse dos formas para el manejo de las especies
de organismos, el semicultivo el cultivo, que se identifican por el grado de control que se
establece sobre el ciclo biológico de la especie que se quiere producir.

En términos generales, un semicultivo es aquél donde la especie es manejada sólo durante una
parte de su ciclo de vida, como en el cultivo de los moluscos de aguas dulces y salobres, en los
que las larvas se colectan utilizando sus tratos adecuados para su fijación y las semillas así
obtenidas se introducen en áreas apropiadas para su desarrollo hasta que alcanzan la talla
comercial.

En cambio, se considera como cultivo cuando la especie en producción es manejada y


controlada durante todo su ciclo de vida, desde la producción del huevo y el desarrollo
embrionario hasta la etapa adulta y su reproducción; es el caso de algunos peces como la trucha
y, en algunos países, del camarón.

Los métodos para desarrollar a las especies que se están cultivando pueden ser: de circuito
cerrado, que consiste en que el técnico o el cultivador tiene un control sobre los organismos
desde el huevo hasta el momento del mercadeo; y el de circuito abierto, en el cual las crías se
recolectan del medio natural para llevarlas a la granja comercial a su engorda y crecimiento.

Ambos métodos presentan ventajas y desventajas; por ejemplo, el de circuito abierto, no


desarrolla las complejas operaciones que representa la incubación de los huevos y la cría de
larvas, y sólo se ocupa del crecimiento y engorda de los organismos, por lo que su cuidado y
manejo son actividades fácilmente asimilables por el personal técnico.
El método de circuito cerrado presenta mayores dificultades técnicas, por lo difícil que a veces
resulta que los organismos se reproduzcan en cautiverio, pero tiene grandes ventajas al permitir
seleccionar desde el huevo hasta las diferentes etapas de desarrollo del organismo, para
asegurar que lleguen a adultos los más aptos. Asimismo, se eliminan las posibilidades de que en
el cultivo aparezcan competidores, y se pueden evitar enfermedades y parasitosis, lo que no
sucede en el circuito abierto; también se pueden emplear métodos para mejorar genéticamente
a las especies que se cultivan.

Según el número de especies que se cultivan en un mismo cuerpo de agua, se puede denominar
al proceso monocultivo y policultivo. El monocultivo, en el que sólo se maneja una especie,
puede recibir el nombre del grupo biológico al que pertenezca éste, así por ejemplo, al cultivo
de peces se le llama piscicultura y cuando es una especie cuyo cultivo está muy extendido se
toma el nombre del pez, como en el caso de la trucha al que se le denomina truticultura, al de
carpas ciprinicultura: dentro del grupo de los moluscos al cultivo de ostras ostricultura y al de
mejillones mitilicultura; en los crustáceos al cultivo de camarón, langosta y cangrejos
carcinicultura; y entre los anfibios al de la rana, ranicultura.

En los policultivos se utilizan varias especies que habitan diferentes estratos del cuerpo de agua,
y que además tienen distintos hábitos alimentarios, con lo que se evita la competencia por el
alimento y se aprovechan los diferentes niveles tróficos del sistema acuático.

Considerando el grado de explotación al que están sujetos los organismos cultivados, así como
el cuerpo de agua en que viven, la acuicultura puede ser: extensiva e intensiva. La acuicultura
extensiva es la que se realiza en áreas de aguas naturales continentales y protegidas del país,
con poco o ningún cambio en el ambiente, alcanzando una producción cuyo límite está dado por
la capacidad del medio.

Para desarrollarla, es necesario contar con unidades de producción de crías, las cuales son
sembradas en los cuerpos de agua apropiados para cada especie, donde aprovechan el alimento
natural, creciendo y engordando. Como en estos cuerpos de agua naturales existen otras
especies que pueden ser competidoras o depredadoras de las sembradas, el rendimiento de la
acuicultura extensiva en ocasiones está limitado.

La acuicultura intensiva, considerada como una actividad integral, es aquella en la que, además
de alcanzar rendimientos mayores de lo que la capacidad del medio natural permite, se ejerce
un alto grado de control y manejo del agua y de los organismos, mediante técnicas y sistemas
especializados, con el objetivo de alcanzar el máximo rendimiento de acuerdo con los recursos
económicos del productor.

La acuicultura intensiva tiene que estar continuamente apoyada por investigaciones


multidisciplinarias que tengan como meta el incremento de la producción, con base en las
cracterísticas biológicas de la especie, y también en el abatimiento de los costos.

Según el tipo de aguas donde se realicen los programas de acuicultura, ésta puede dividirse en
dos grandes ramas: la continental y la marina. En la acuicultura continental, los recursos
naturales que intervienen se identifican dentro de un marco ecológico constituido
principalmente por el suelo, el agua y las especies. El suelo es utilizado como un sustrato para
establecer un cuerpo de agua. Aunque es posible que al agua se le agreguen directa o
indirectamente fertilizantes, como desechos y otras sustancias alimenticias, es el suelo el
principal determinante de la productividad del agua, ya que a partir de él se incorporan al agua
sales minerales que permiten que los vegetales verdes elaboren la materia orgánica y así se
inician las cadenas de alimentación.

Los niveles propicios para la acuicultura continental son los impermeables, de tipo
sedimentario lodoso o hasta pantanoso, los cuales generalmente no son útiles para la
agricultura, porque el cultivo de vegetales exige mayor cantidad de sustancias fertilizantes.

Además, el suelo es útil para otros requerimientos de la acuicultura; se emplea en la


construcción de bordos o pequeñas represas, como sustrato para que los organismos coloquen
sus huevecillos, y para la construcción de las instalaciones en toda la estación acuícola.

Con respecto al agua, la gran variedad de cuerpos de agua continentales que se presenta ha
dado como resultado que existan clasificaciones en las que se identifican cerca de 80 tipos
diferentes, de acuerdo con el origen de su formación y características limnológicas.

En la mayoría de los países se consideran generalmente dos tipos de agua con respecto a su
origen: naturales y artificiales; tres de acuerdo a su contenido de sales: dulces, salobres y
salinas; dos respecto a sus dimensiones: mayores o menores de 50 hectáreas.

El agua como recurso indispensable para la acuicultura debe estar disponible en cantidades
variables dependiendo del tipo de organismos que se quiera cultivar o del grado de intensidad
del cultivo; sin embargo, el razonamiento puede hacerse al contrario, es decir, el tipo de
acuicultura y su intensidad estarán de acuerdo con el volumen de agua disponible.

Cualquiera que sea el caso, es necesario destacar la conveniencia de que el agua llegue a las
instalaciones con la mayor facilidad, si es posible por gravedad, evitando el uso de bombas y
otros sistemas eléctricos, que condicionan el poder contar con los volúmenes de agua
necesarios.

En cuanto a las especies que se seleccionan para ser cultivadas, deben ser aquellas que sus
características biológicas se adapten mejor a las del área en donde se montará el cultivo, con
el fin de reducir al mínimo el índice de mortalidad, haciendo que el cultivo sea rentable.

Una forma simple e indirecta de la acuicultura continental, es el mejoramiento del hábitat, lo


que debe entenderse como el control que el hombre puede hacer sobre algunas características
del lugar, como: las zonas de protección y desove; disponibilidad de alimento natural mediante
fertilización; depredación y algunas enfermedades parasitarias. El control de estos factores
incide sobre las especies sujetas a explotación incrementando sus poblaciones. Estos
procedimientos se aplican, generalmente, en cuerpos de agua grandes como lagunas y ríos.

Cuando los cultivos de aguas continentales son programados y desarrollados adecuadamente,


no sólo representan métodos útiles para aumentar la producción de proteínas de alta calidad,
sino que también pueden surtir productos de valor para la exportación; asimismo, se creará
oportunidades de empleo en zonas rurales y se permitirá el uso de superficies de tierra y
volúmenes de agua que no están siendo utilizados en la agricultura, lo que producirá una
actividad remuneradora para los cultivadores y los obreros de la región. Además, los organismos
recolectados en los cultivos continentales se mantienen frescos casi hasta el momento de su
consumo, y no hace falta refrigerarlos o congelarlos durante largos periodos.

Las ventajas sobresalientes de los cultivos continentales son: la facilidad de manejo del agua
para lograr su máxima calidad; la protección contra los depredadores, el control de parásitos; la
posibilidad de producir mejoras genéticas en las especies y proporcionar las dietas adecuadas a
cada especie, logrando el mejor desarrollo y la máxima sobrevivencia de los organismos
cultivados. Cuando todas estas características se realizan correctamente, los cultivos pueden
presentar incrementos representativos.

Además de la acuicultura continental, en la actualidad se considera que la parte más relevante


de la acuicultura debe ser la que está orientada al cultivo de especies marinas, con el objeto de
conservar e incrementar sus poblaciones y así aumentar el beneficio que su explotación
represente, a pesar de que la tecnología que se necesita utilizar constituya un proceso más
complicado.
La acuicultura marina o maricultura, a pesar de ser una actividad que se inició antes de la era
actual, hasta hace poco tiempo se consideraba como algo difícil de alcanzar, pero los avances
en la biología marina la oceanografía han hecho que, primero los países desarrollados como
Japón, y después los en vías de desarrollo cultiven regiones del mar.

Los sistemas de cultivo para especies marinas cada vez son más evolucionados y aumentan en
número, siendo los más comunes, y los primeros que se desarrollaron, los que se montan en las
lagunas litorales; después se empezaron a utilizar los sistemas en tierra, que incluyen toda clase
de estanques: la construcción de estanques en la zona intermareal, que cambian agua durante
la marea alta o pleamar; cercar lugares de la costa en donde la marea tiene influencia y, por lo
tanto, se refrescan constantemente; la colocación de jaulas flotantes amarradas cerca de la
costa; jaulas a media agua y jaulas en el fondo del mar.

En el sistema de jaulas, se seleccionan zonas abrigadas, ya sea natural o artificialmente, para


protección de los organismos que se están cultivando y para los servicios diarios de
mantenimiento.

A partir de 1930, tanto en Japón como en Estados Unidos, y con base en las observaciones de
los buzos y de los pescadores, de que los peces y otros organismos se acumulaban alrededor de
los arrecifes y no en los fondos arenosos abiertos del océano, se inició la construcción de
arrecifes artificiales, utilizando estructuras especializadas de cemento, así como barcos viejos,
tranvías, carrocerías de automóviles y otro tipo de chatarra. En algunos de estos arrecifes
construidos por el hombre, se ha observado mayor producción que en los naturales.

La maricultura será, en el futuro, una biotecnia, patrimonio de la humanidad, tan frecuente


como la acuicultura continental, con la diferencia de que el potencial productivo de las aguas
marinas es superior al de las aguas continentales.

El desarrollo de la acuicultura tiene una amplia perspectiva, pero para lograr avances
significativos es necesario establecer paralelamente a los trabajos técnicos, la capacitación de
los acuicultores sobre: cría y siembra, artes de captura, vigilancia y manejo de los sistemas,
control de calidad, etc., lo que les permitirá criar, sembrar, mantener y aprovechar
adecuadamente los recursos que ellos mismos produzcan en las aguas interiores y en las
costeras. Una vez que se logra crear la necesidad, se establece la manera de satisfacerla, la
tradición se impone por sí misma en pocos años y se puede mantener indefinidamente.

También es importante diseñar y desarrollar los programas de investigación multidisciplinaria


que permitan contar con la información que asegure el éxito del cultivo. Los investigadores que
participen tienen que estar conscientes de que estos cultivos deben ser rentables, además de
tomar en cuenta lo importante que es la experiencia de los pescadores y los cultivadores, por lo
que tienen que estar preparados para comunicarse con ellos y así trabajar en conjunto; es
imposible que sólo la actividad de los científicos lleve un cultivo al éxito: sin la participación de
los cultivadores esto no se consigue.

El creciente interés en la acuicultura hace pensar que en poco tiempo su producción estará
colaborando ampliamente con la actividad pesquera en la producción del alimento que la
humanidad requiere. Su valor consiste en la posibilidad que ofrece de desarrollarse en todos los
sistemas continentales y litorales, como una forma más racional de obtener proteínas, sin poner
en peligro los recursos naturales con que cuenta el planeta. Es indispensable acelerar el paso de
la pesca-recolección hacia la acuicultura.

REFERECIAS

https://es.wikipedia.org/wiki/Acuicultura

http://www.fao.org/docrep/005/ad020s/AD020s15.htm

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