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El Brazo Femenino de La Fuerza de trabajo-CORREO DEL ALBA
El Brazo Femenino de La Fuerza de trabajo-CORREO DEL ALBA
El mercado de trabajo
La economía en su conjunto ha sido afectada profundamente por la crisis mundial, una
crisis estructural que se viene arrastrando cíclicamente desde principios de los 70s del
siglo XX, mientras que la economía no se pudo recuperar de la crisis especulativa de
2007-2008. A esto, se sumó la pandemia del C-19 en los últimos dos años. El resultado
es muy diverso.
Pero al interior mismo del mundo del trabajo, el sector de la población más afectado fue
el de las mujeres. A la vez que se deterioraron sus condiciones laborales señaladas más
arriba, el trabajo en los hogares se triplicó para la mayoría de ellas debido al cuidado
que exigía la salud para enfrentar la pandemia y la crisis.
Siendo las mujeres la principal energía laboral, sus condiciones son las menos
apropiadas manifestando una configuración desigual y totalmente inequitativa en la
objetividad social de la economía. Esto da lugar la necesidad de profundizar en el
conocimiento de esta problemática para establecer causas y posibilidades de superarlas.
Desempleo
Para diciembre de 2021, según la Encuesta Continua de Empleo del INE, la población
desocupada femenina alcanzaba el 53% del total con 129.148 mujeres, los varones
alcanzaban el 47%. Esta cifra es menor a las 190.032 mujeres desocupadas en agosto del
2020, pero todavía superior a cifras anteriores a la pandemia.
Pero esta situación, encubre desigualdades estructurales veladas más graves aún, por
ejemplo, la identificación cuasi naturalizada de gran parte de las mujeres jóvenes en la
Población Económicamente Inactiva (PEI), esto porque muchas de ellas orientan su
dedicación al cuidado del hogar, de los hijos, dejan de estudiar y de trabajar. Es decir,
no solamente la cifra de desocupación es mayor en mujeres sino que además, antes de
ser contabilizadas, una gran parte ya está desempleada estructuralmente –por no decir
“naturalmente”.
La “informalidad”
En el mundo capitalista moderno y desarrollado la informalidad es la expresión de las
actividades realizadas al margen del núcleo industrial, financiero, agrícola, formal con
reconocimiento estatal y de derechos laborales. Sin embargo, esta situación que es
mostrada como la superioridad de estas sociedades, surge más bien de los mecanismos
económicos y extraeconómicos que les permiten apropiarse de los excedentes de los
países de la periferia. Pero de ahí justamente surge, que esta situación económica es la
realidad de gran parte de la población en los países pobres o empobrecidos.
Este es el motivo histórico por el cual el cuidado de la familia, de la salud, del hogar, etc.,
es una actividad que ha sido desvalorizada en todos los sentidos posibles. Su
importancia no es reconocida, no posee ningún valor para la sociedad de mercado,
incluso los hombres que pierden de vista su importancia lo descalifican como algo sin
valor ni reconocimiento.
Siendo una tarea fundamental en la que las protagonistas son las mujeres, tenemos que
el mundo del trabajo se va forjando con la identidad femenina de una manera integral.
Por ejemplo, según datos de la CEPAL, OIT y FAO, las mujeres casi no tiene acceso a
condiciones objetivas del trabajo en la agricultura pero que si tuvieran un mayor acceso
a la tierra aumentaría el rendimiento de su trabajo agrícola en 20-30%, “sacando de 100
a 150 millones de personas del hambre”.
El trabajo doméstico casi representa el 20% del PIB en América Latina y que el aporte de
las mujeres es mayor al 76%, según la CEPAL (citado por Oxfam).