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Joana Filipa Coelho Duarte

Coerción sexual en adultos portugueses


Un estudio cualitativo
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Joana Filipa Coelho Duarte

Coerción sexual en adultos portugueses


Un estudio cualitativo

Máster Universitario en Psicología Social, del Trabajo y de las Organizaciones

Trabajo realizado bajo la dirección de:


Profesora Alexandra Isabel Cabral da Silva Gomes

Universidad del Algarve


Facultad de Ciencias Humanas y Sociales

2021
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COACCIÓN SEXUAL EN ADULTOS PORTUGUESES


UN ESTUDIO CUALITATIVO

Declaración de Autoría de la Obra

Declaro ser el autor de esta obra, la cual es original e inédita. Autores y obras
consultados se citan debidamente en el texto y se incluyen en el idioma de referencia
incluido.

Joana Filipa Coelho Duarte


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Derechos de autor

La Universidad del Algarve se reserva el derecho, de conformidad con el

disposiciones del Código de Derechos de Autor y Derechos Conexos, para archivar, reproducir

y publicar la obra, cualquiera que sea el medio utilizado, así como difundirla a través de

de repositorios científicos y admitiendo su copia y distribución con fines puramente

educativo o de investigación y no comercial, siempre que se dé el debido crédito

al respectivo autor y editor


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Resumen

El presente estudio tuvo como objetivo principal analizar y caracterizar las actitudes y

creencias sobre la coerción sexual en la sociedad portuguesa y como segundo objetivo

analizar el tipo de discurso utilizado por los individuos que presentaban una mayor

concordancia con creencias y actitudes de coerción sexual frente a

individuos que mostraron un menor acuerdo con ellos. el estudio fue

llevado a cabo en la población portuguesa. La muestra está compuesta por un total de 74 adultos de

de los cuales 53 eran mujeres y 21 eran hombres. para la realización

del objetivo, se creó un instrumento consistente en una pregunta de autoinforme de un

situación hipotética de coerción sexual utilizando la técnica de entrada de diario y dos

escalas la Escala de Creencias Sexuales y Actitudes ante la Coerción Sexual, que permitió

medición de las creencias y actitudes de los participantes.

Los resultados obtenidos mostraron que los participantes del género sexual

los varones mostraron promedios más altos en cuanto a creencias y actitudes respecto a

a la coerción sexual que las participantes femeninas. En el análisis cualitativo

se observó que las formas de coerción sexual más reportadas fueron la insistencia verbal

y actos físicos ligeros como besar, tocar y/o acariciar, no fueron identificados.

características diferenciadoras en el discurso de los diferentes grupos creados.

Al final de este estudio, se encontraron algunas limitaciones, entre ellas la

dificultad en la recolección de datos sobre personas del género masculino y el corpus textual

recogido fue pequeño.

Para futuras investigaciones sugiero una muestra más equitativa con más preguntas

respuesta directa sobre la coerción sexual y no el autoinforme de una sola situación,

permitiendo un análisis más detallado de las actitudes, creencias y la forma en que

el consentimiento es aceptado y observado. Otra sugerencia será la validación de la traducción del

Escala de Creencias Sexuales para la Lengua Portuguesa.

Palabras llave: Victimización; Perpetración; coerción sexual; Estudio cualitativo.


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Abstracto

El objetivo principal del presente estudio fue analizar y caracterizar la

actitudes y creencias hacia la coerción sexual en la sociedad portuguesa y como segundo

objetivo analizar el tipo de discurso utilizado por diferentes personas con mayor

acuerdo con la coacción sexual creencias y actitudes en comparación con las personas que un menor

acuerdo con ellos. El estudio se llevó a cabo en población portuguesa. La muestra

comprende un total de 74 adultos, de los cuales 53 son mujeres y 21 son hombres. para lograr el

objetivo, se creó un instrumento que consiste en una pregunta de autoinforme de un

situación hipotética de coerción sexual utilizando la técnica de entrada de diario y dos escalas,

la Escala de Creencias Sexuales y la Escala de Actitudes hacia la Coerción Sexual, que permitió

bloqueo de creencias y actitudes de los participantes.

Los resultados obtenidos mostraron que los participantes masculinos son los que más revelan creencias y

actitudes con respecto a la coerción sexual que las participantes femeninas. En el análisis cualitativo, se

se observó que las formas de coerción sexual más reportadas fueron la insistencia verbal y

actos físicos ligeros como besar, tocar y/o acariciar, sin distinguir

características entre el discurso sobre los diferentes grupos creados.

Al final de este estudio se encontraron algunas limitaciones, entre las cuales, una dificultad para

la identificación de datos sobre los hombres y el corpus textual recopilado fue pequeño.

Para futuras investigaciones, sugiero una muestra más equitativa con respuesta directa

preguntas sobre la coerción sexual y no el autoinforme de una sola situación, lo que permite

un análisis más detallado de las actitudes, como las creencias y la forma en que se obtiene el consentimiento

aceptado y observado. Otra sugerencia será la validación de la traducción del

Escala de Creencias Sexuales al Portugués.

Palabras llave: Victimización; Perpetración; coerción sexual; Estudio cualitativo.


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Índice

Introducción................................................. .................................................... ............................................... 1

Definición y Caracterización del Concepto de Coacción Sexual .......................................... 3

Actitudes y coerción sexual ............................................... ..... ..................................... 5

Estudios Cualitativos sobre Coerción Sexual .......... 7

Investigar objetivos ................................................ .................. ................................ .................................... 9

Metodología................................................. .................................................... .................................. 10

Muestra................................................. .................................................... ................ ...... 10

Instrumentos .................................................. .................................................... ............... 10

Pregunta de autoinforme, tipo narrativo ............................................... ....... .... 10

Escala de Creencias Sexuales ............................................... .................................................. 11

Escala de actitudes hacia la coerción sexual ............................................... ........ ...... 12

Procedimiento de recogida de datos .............................................. ............................................... 13

Procedimiento de análisis de datos .............................................. ............................................... 13

Resultados................................................. .................................................. .......................................... ................. ... 13

Estudio correlacional entre medidas ............................................... ............... .................. 15

Análisis de conglomerados ................................................ ..................... ............................. .................. dieciséis

Analisis cualitativo ................................................ ..................... ............................. .......... 19

Discusión................................................. .................................................... .................................. 28

Referencias bibliográficas................................................ .............................................. 32

ARCHIVOS ADJUNTOS................................................. .................................................. .......................................... ................. .... 35


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Índice de archivos adjuntos

Anexo I ­ Consentimiento informado ............................................... ................................... 36

Anexo II – Pregunta de Respuesta Directa Victimización.................................................. .... ........... 37

Anexo III – Pregunta de Respuesta Directa Perpetración ............................................... .......... 38

Anexo IV – Escala de Creencias Sexuales ........................................... ............................. 39

Anexo V – Escala de Actitudes hacia la Coerción Sexual .......................................... .. ............... 46

Anexo VI ­ Datos Sociodemográficos.................................................. ..................................... 55


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Índice de tablas

Tabla 1. Comparación de medias de las escalas de creencias y actitudes entre hombres y mujeres

.................................................... ................ .................................. ................................ .................. ................... 14

Tabla 2. Correlaciones entre actitudes hacia la coerción sexual y creencias sexuales....... 15

Tabla 3. Comparación de medias entre las escalas en los diferentes grupos................................... 18


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Índice de Figuras

Figura 1. Clustering automático utilizando el criterio bayesiano de Schwarz (BIC). 17

Figura 2. Clasificación Jerárquica Descendente: División en Clases.......................................... 19

Figura 3. Análisis de Correspondencia Factorial. .................................................... .......... ........... 20

Figura 4. Dendrograma representativo de diferentes clases, frecuencia de palabras, grado

del significado de las palabras en las diferentes clases .................................. ........ ...... 21
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Introducción

A lo largo de los años ha habido un aumento de estudios en el área de la investigación sexual, y a pesar de

que ya hay una mayor conciencia de este tema, todavía hay presentes

en la sociedad diversas creencias y actitudes estereotipadas sobre la sexualidad,

a saber, la coerción sexual que representa un conjunto de conductas con el

objetivo de persuadir a la pareja para que se involucre sexualmente.

La forma en que se vive la vida sexual entre compañeros íntimos puede

presentan varios beneficios a nivel personal, social y de bienestar humano, pero

hay experiencias negativas como la violencia sexual y otras situaciones que a veces

no ser observadas como formas de violencia que impidan la existencia de una vida

Sexo íntimo saludable. (Fernández­Fuertes et al., 2018). Según lo definido por

Organización Mundial de la Salud (2002, pp. 5) la salud sexual representa “un estado de

bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad; no simplemente el

ausencia de enfermedad, disfunción o debilidad. La salud sexual requiere un abordaje

enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como

posibilidad de vivir experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coacción,

discriminación y violencia. Para lograr y mantener la salud sexual, los derechos humanos

los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y cuidados”.

Por lo tanto, la violencia perpetrada por una pareja íntima tiene bastante

efectos negativos en el bienestar emocional y social de toda la familia, con efectos en la crianza

y los resultados educativos y laborales. Este tipo de influencia afecta a gran parte de

de la población y los daños causados pueden durar toda la vida, cubriendo varias áreas

como salud, educación y trabajo (Anda et al, 2001; Dube et al, 2002 citado en

OMS, 2012). Así, la Organización Mundial de la Salud (2012, pp. 11) define y

diferenciar los términos violencia de pareja y violencia sexual. la violencia de

pareja íntima se define como “comportamiento dentro de una relación íntima que

cause daño físico, sexual o psicológico, incluidos actos de agresión física, coerción

violencia sexual, abuso psicológico y conductas controladoras”, mientras que la violencia sexual

representa “cualquier acto sexual, intentos de obtener un acto sexual, comentarios o

insinuaciones sexuales no deseadas, actos de trata o dirigidos contra la sexualidad de

una persona que usa la coerción, por cualquier persona, independientemente de su relación con el

víctima, en cualquier contexto pero no limitado a la penetración de la vulva o el ano con la

pene, otra parte del cuerpo u objeto; sin embargo, la definición de violación puede variar según

varios paises". Debemos tener en cuenta que la violencia de pareja

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abarca toda violencia, ya sea cometida por mujeres contra hombres, hombres contra

mujeres o en relaciones con parejas del mismo género sexual. Debido a una orden

sociedad de tradición patriarcal permitió, durante mucho tiempo, cierto patrón de violencia

contra las mujeres. El hombre se presentaba con un papel activo en la relación social y

siendo la proveedora de la relación, de esta manera la dependencia femenina puede así

explicar la aceptación de los deberes conyugales, que incluían el servicio sexual,

sexualidad femenina restringida a la pasividad y la reproducción (Giffin & Dantas­Berger,

2005).

La forma en que se constituye el matrimonio teniendo en cuenta las relaciones sexuales como

un deber conyugal, las convenciones sociales en torno a la sexualidad y las diferencias

Las culturas existentes dificultan la medición de este problema. mayoria de los casos

donde se basa la caracterización de la violencia sexual es en mujeres y niños que

buscó ayuda, caracterizándose solo una pequeña parte del problema dificultando la

uso de estrategias para reducirlo. Por lo tanto, se presta mayor atención a

los casos más graves sin dar visibilidad a los más sutiles y menos

problemático (Moraes et al, 2006).

El término violación tiene un valor significativamente diferente para las personas

que han sido víctimas de agresión sexual que a abogados, policías o

investigadores Cuando se utiliza el término violación o intento de violación

en la investigación permite inferir que el evento sexual fue traumático, pero dificulta

hacer inferencias adicionales (Adams­Curtis & Forbes, 2004). Entonces surge el

término Coerción Sexual que permite abarcar una mayor complejidad de diferentes

escenarios que representan actos contra la libertad sexual, sin embargo muchas veces no son

consideradas formas de agresión por parte de quien la perpetra o de quien la sufre (Cordeiro

et al., 2009).

dos
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Definición y Caracterización del Concepto de Coacción Sexual

El término coerción sexual, como ya se mencionó, aparece en un intento de contemplar

mayor complejidad y variedad de relaciones y escenarios que implican actos contra

libertad sexual (Cordeiro et al., 2009). Representa una presión que se ejerce sobre un

individuo a involucrarse en un comportamiento sexual (Waldner et al., 1999 citado en

Goetz y Shackelford, 2004). Refiriéndose a un conjunto de comportamientos y tácticas.

con el fin de persuadir, manipular u obligar a otro a participar en una actividad

sexo en contra de su voluntad. Incluye el uso de diferentes estrategias como el uso de

fuerza física, autoridad, chantaje, persuasión verbal, manipulación, presión, uso de

alcohol o drogas con el fin de iniciar una conducta sexual (Testa & Dermen,

1999 citado en Glowacz et al., 2018). También se puede caracterizar por diferentes

comportamientos, actitudes y prácticas que se traducen en restricciones en el ejercicio de

voluntad individual y ante un acto sexual consentido, pero sin deseo y/o por

las falsas promesas se ven como forzadas (Cordeiro et al., 2009).

Adams­Curtis y Forbes (2004) recomendaron que el término coerción sexual se

se utiliza para describir cualquier situación en la que una de las partes utiliza medios verbales o físicos

para obtener actividad sexual sin consentimiento directo, pero dado

libremente. Por ejemplo, desgastar a un individuo a través de solicitudes o súplicas repetidas.

sería coercitivo, ya que el consentimiento no se da libre y espontáneamente. No

implica que todos los actos coercitivos tienen el mismo significado psicológico y social. Por

Por ejemplo, no es lo mismo un beso robado que una violación. Sin embargo, es importante

subrayar que un beso robado representa una violación de la autonomía personal y sexual

del otro individuo. El hecho de que estas actividades sean comunes y consideradas

insignificantes, particularmente por parte del perpetrador, no los hace correctos, aceptables y

inofensivos y representan puertas de entrada a actos de coerción más complejos.

En una relación íntima donde hay un interés mutuo, las formas de

la coerción sexual se logran a través de actos más leves (Goetz & Shackelford, 2004).

French et al., (2015 citado en Glowacz at al., 2018) abordaron tres dimensiones principales

en el concepto de coerción sexual: coerción psicológica/verbal (como presiones, amenazas

y chantaje), la coacción física (a través del uso de la fuerza física) y la coacción a través del uso

de alcohol o drogas.

Este concepto ha sido mayoritariamente estudiado desde el punto de vista de la victimización, en

particularmente la evaluación de su prevalencia, impacto psicológico y la co­ocurrencia de

perpetración (Glowacz et al., 2018).

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La táctica más común de coerción sexual se considera una forma de

La violencia menos obvia entre compañeros íntimos es la coerción sexual verbal, por eso

descuidado o normalizado en la dinámica de las relaciones y se relaciona en un

negativamente con la percepción de la calidad de la relación y con el funcionamiento

comportamiento sexual entre estudiantes universitarios (Katz & Myhr, 2008 citado en Lopes et al., 2018).

Identificado como la primera etapa en un continuo de comportamiento agresivo,

puede convertirse en agresión física (O'Leary, 1993 citado en Eaton & Stephens, 2019). Es importante

reconocer que no toda coacción implica el uso de la fuerza.

física o amenazas de fuerza. Por ejemplo, la coerción psicológica se convierte en una táctica

bastante atractivo, particularmente en el contexto de una relación íntima.

Un estudio de Glowacz et al. (2018) demostró que un beso

Los artículos no deseados fueron los más reportados en la muestra. Esta forma menor de coerción sexual puede

prever otras formas de coerción más severas, distinguiendo entre hombres y mujeres.

En las mujeres, no se encontró correlación entre las formas más pequeñas y más grandes.

coerción sexual grave mientras que para los hombres besar a su pareja sin su

Se encontró que el consentimiento se correlacionó positivamente con el contacto sexual sin

consentimiento y coacción para obtener relaciones sexuales.

A veces se observa a las mujeres como blanco de la coerción sexual mientras

que los hombres son vistos como los perpetradores, sin embargo, se debe tener en cuenta tanto

géneros como perpetradores y/o víctimas. En un estudio realizado en tres capitales del

Brasil, se observó que tanto hombres como mujeres eran objeto de coerción sexual.

En ambos géneros hubo valores altos en coerción sexual verbal “muy

insistencia por parte del otro”, pero para las mujeres también se encontraron valores

alta en el uso de amenazas o violencia (Cordeiro et al., 2009).

La coerción sexual surgió como el segundo tipo de abuso más frecuente en ambos

victimización y perpetración en un estudio que analizó la prevalencia de diferentes

formas de abuso. En vista de los resultados, se identificó que la victimización y la perpetración

se encontró que estaban significativamente asociados. Alrededor del 25,6% de la muestra manifestó

como víctima de este tipo de maltrato y el 18,9% aparece como agresor, por lo que los sujetos que son

Las víctimas pueden convertirse en perpetradores de esta forma de abuso. Sin embargo hubo un

diferencia significativa en el género sexual del perpetrador, con los valores de los hombres

más alto que los valores para las mujeres, es cuatro veces más probable que suceda si el

perpetrador es un hombre. En cuanto a la victimización, se detectó una mayor prevalencia

en hombres (31,7%) que en mujeres (21,2%). Según los resultados de este

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estudio, los hombres sufren este tipo de abuso con más frecuencia que las mujeres

mujeres, sin embargo no hubo diferencias estadísticamente significativas (Paiva &

Figueiredo, 2004).
Un estudio realizado con una muestra de estudiantes de la Universidad de Évora

se encontró que en ambos géneros existen tanto víctimas como perpetradores de

violencia sexual, encontrando una relación bidireccional, con predominio

del género masculino como víctima. El tipo de conducta practicada y sufrida

por estudiantes universitarios en relaciones íntimas son bastante similares, con la

insistencia en tener relaciones sexuales cuando la pareja no lo desea el tipo de coerción sexual

más utilizados, seguido del sexo sin preservativo y, por último, la insistencia en

obtener sexo oral o anal sin recurrir al uso de la fuerza física. el grado más severo

identificado fue el uso de amenazas para obligar a la pareja a practicar sexo oral

o anal. En cuanto a la prevalencia, este estudio señaló una prevalencia de

victimización entre 12,8% y 28,5% y perpetración entre 4,1% y 31,7% (Mota,

2020).

En resumen, la coerción sexual se define como un comportamiento cuyo objetivo es

obligar a la pareja a una interacción sexual en contra de su voluntad a través de diferentes

actos coercitivos (Straus et al., 1996 citado en Paiva & Figueiredo, 2004), aunque la
El consentimiento que se da libremente no se da directamente. A través del análisis

de diferentes estudios se encontraron puntos en común, entre los cuales, una relación

bidireccional entre perpetración y victimización, es decir, el perpetrador también puede ser

víctima, las personas que tienen creencias que legitiman la violencia tienen mayor

probabilidad de sufrir o perpetrar actos de coerción sexual. Las tácticas más utilizadas

descritos en los diferentes estudios son de carácter más ligero, como la coerción sexual verbal que

representa la insistencia por parte de la pareja.

En la medida de nuestro conocimiento, son pocos los estudios existentes sobre la

coerción sexual, que representa una forma de violencia a menudo no identificada

y justificado tanto por la víctima como por el perpetrador como algo natural y normal.

Actitudes y coerción sexual

Al igual que otros comportamientos sexuales, la coerción sexual está incrustada

en una red de actitudes y creencias normativas que hacen que esta forma de comportamiento

parecen aceptables (Tomaszewska & Krahé, 2016). Actitudes que toleran la coerción

la orientación sexual puede estar vinculada al contenido de los guiones sexuales de un individuo para

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interacciones sexuales consentidas. Se propuso en un estudio realizado en una muestra de

estudiantes polacos de Tomaszewska y Krahé (2016) que los individuos son más

probable que mantenga actitudes que toleran la coerción sexual en ciertas circunstancias cuando

sus guiones sexuales contienen elementos de riesgo vinculados a la agresión sexual,

aceptándolos como normativos. Se encontró una asociación significativa entre los guiones

riesgo sexual y actitudes que toleran la coerción sexual. A pesar de tantas mujeres

como los hombres en general no aprobaban el uso de la coerción sexual, solo el 40% la rechazaba

todas justificaciones que representaban que un porcentaje considerable aceptaba la

utilizó la coerción sexual en ciertas circunstancias. Por lo tanto, surgen las siguientes preguntas:

¿Hasta qué punto la coerción sexual es aceptada naturalmente por los compañeros íntimos? Como

¿Cómo se representan y se observan las personas en estas situaciones?

Las actitudes y valores masculinos emergen en varios estudios como el

principales componentes determinantes de la coerción sexual. En el centro de varias teorías

de coerción sexual están presentes definiciones de masculinidad que incluyen creencias

sobre la dominación masculina, la pasividad femenina, la mujer vista como objeto

sexualidad, el control masculino de la sexualidad femenina y una hostilidad existente contra

mujeres (Dean & Malamuth, 1997; Malamuth, 1986, 1998; Malamuth, Heavey, &

Linz, 1993; Malamuth et al., 1995; Malamuth et al., 1991 citado en Adams­Curtis, &

Forbes, 2004).

Associação Plano i realizó un estudio nacional sobre la violencia en

que data en la educación superior de 2017 a 2021 en el que el

creencias y prácticas de violencia. Se señaló que la proporción de violencia practicada en el

la intimidad es superior en el género sexual masculino con edades más altas y la sufrida

mostró valores más altos en el género femenino a menor edad, en

en ambos fue posible observar creencias de género bastante conservadoras. Sin embargo, el

los hombres presentaron creencias de género más conservadoras que las mujeres, entre

que: Las situaciones de violencia intrafamiliar son provocadas por mujeres; Los celos son un

prueba de amor; Las mujeres que están en relaciones amorosas violentas son masoquistas;

Deben ser los hombres quienes asuman el liderazgo de la familia; Y los niños y niñas deberían ser

educado de manera diferente. En cuanto a las prácticas violentas, se observó que

El 23,2% de la muestra dijo haber sido ya culpabilizado, criticado, insultado, difamado o

acusados sin razón, alrededor del 20,5% admitió haber sufrido y practicado estos actos, entre

surgen estos datos El 9,7% declara haber sido ya forzado a tener conductas sexuales

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y alrededor del 8,7% dijo que ya había sido forzado a tener relaciones sexuales

(Borges, 2021).

Mota (2020) analizó las actitudes y creencias que legitiman las conductas

poderes coercitivos y sus relaciones. concluyó que tanto hombres como mujeres

mostró una baja aceptación de la práctica de la violencia sexual, y si las actitudes

de individuos del género sexual masculino son menos aceptados, se encontró una

correlación positiva entre las variables de creencias con la perpetración y victimización de

estrategias coercitivas en la resolución de conflictos, es decir, quién tiene más actitudes de

la violencia es quien tiene más creencias legitimadoras y más relaciones coercitivas. Por

Finalmente, emergió como resultados que los hombres tienen más creencias legitimadoras de

violencia sexual y mayores probabilidades de convertirse en agresores, sin embargo en este estudio

surgen con mayores índices de victimización en la relación.

Las víctimas a menudo justifican la coerción sexual como un

expresión del amor o confusión del perpetrador. Las mujeres tienen una mayor

Tendencia a permanecer en relaciones consideradas violentas. Se notó que

El 76,9% de las mujeres y el 67,4% de los hombres vivieron una o más situaciones de coacción

relaciones sexuales, estas situaciones eran más propias de relaciones a largo plazo (Cram

et al, 2000).

Existe una relación entre la coerción sexual y la noción de negociación sexual como

una forma de demostrar deseo e interactuar sexualmente que está condicionada

por los contextos socioculturales específicos de la interacción, reflejando juegos de poder que

existen en las relaciones de género y en las parejas afectivo­sexuales y no sólo un intercambio de

intereses entre dos individuos (Cordeiro et al., 2009).

En resumen, es importante identificar que las creencias existentes pueden afectar la forma

cómo una persona se ve a sí misma en situaciones y son justificaciones para los actos de violencia realizados

por sus pares, debemos tener en cuenta que estas actitudes y creencias son

representados en guiones sexuales que conducen a una normalización de determinados actos.

Estudios cualitativos sobre la coerción sexual

Los estudios cualitativos tienen varias ventajas y contribuciones a la

investigación de diferentes conceptos y fenómenos en el campo de la Psicología. es un metodo de

carácter exploratorio que trabaja con diferentes valores, creencias, representaciones, hábitos,

actitudes y opiniones no restringidas a preguntas concretas de sí o no. permite un

mayor y más completa profundización de la complejidad de los fenómenos (Silva, 2010).

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Eaton y Stephens (2019) a través de su estudio relacionaron la teoría de

Comportamiento planificado con coerción sexual verbal. En este estudio, hubo


entrevistas individuales con una muestra de adolescentes afroamericanos de ambos

géneros sexuales. El objetivo fue evaluar las creencias de los chicos sobre la perpetración del

coerción sexual verbal y creencias en las niñas sobre la resistencia a la coerción sexual

verbal. Se concluyó que las creencias conductuales en las niñas al ser cuestionadas

sobre cosas positivas/negativas que resultaron de resistir la coerción sexual verbal

las respuestas más comunes estaban relacionadas con los posibles resultados de la relación

y riesgos para la salud sexual, es decir, la motivación para desarrollar y preservar una relación

de citas puede llevar a ceder a la coerción sexual verbal. fueron registrados

resultados negativos para la salud sexual que pueden resultar de no resistir las tácticas

sexo verbalmente coercitivo. Con respecto a los niños, las respuestas se concentraron

ya sea en la obtención de gratificación y participación sexual, reflejó el hecho de que las tácticas

las expresiones verbales son vistas como capaces de producir complacencia sexual en las mujeres. Cuando

preguntó sobre los puntos negativos que resultaron del uso de la coerción sexual verbal,

muchos jóvenes notaron la pérdida de la relación, demostrando preocupación por

mantener una relación con su pareja. Los resultados negativos observados

estaban vinculados a su autoestima, como el miedo a desesperarse, ser ridiculizado

más tarde o se siente raro. En las creencias normativas se pudo observar en el

mujeres que verdaderos amigos y familiares cercanos apoyaron la

resistencia a la coerción sexual verbal y sirvieron como fuentes de apoyo. Por el contrario, el

mayoría de las niñas en este estudio sugirieron que los amigos y compañeros falsos que son

las mujeres sexualmente permisivas apoyaron el uso de la coerción sexual verbal. De la misma

camino, fue identificado por los muchachos, allegados y algunos familiares

apoyó el hecho de que los niños usaban la coerción sexual verbal con las niñas. A pesar de,

identificó más rápidamente a las personas que desaconsejaban el uso de la coerción

relaciones sexuales verbales que las personas que las alentaron, presentando como gran importancia

las figuras paternas.

Las creencias de control identificadas fueron similares en ambos sexos.

como estar en un contexto seguro con otras personas, las percepciones de

la apariencia de sus parejas y los lazos afectivos compartidos. en los hombres eran

también identificó la capacidad de persuasión verbal, la personalidad y la experiencia

del socio (Eaton & Stephens, 2019).

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A través de un análisis realizado a narrativas de jóvenes residentes en tres capitales

ciudades brasileñas, fue posible identificar que el número de jóvenes que relataron experiencias en

que fueron objeto de coerción no varió en género sexual, pero como perpetradores

aparecieron más individuos del género sexual masculino. Los hechos denunciados fueron

besos, caricias corporales, manipulación genital, contacto entre genitales hasta

relaciones sexuales Las tácticas utilizadas para obtenerlo fueron mucha insistencia, insultos

o acusaciones, chantaje emocional, impedir o intentar que la persona se vaya y el uso

de fuerza física. El medio más discutido fue la insistencia y el menos abordado fue la fuerza.

física (Moraes, Cabral y Heilborn, 2006).

Se pudo concluir que en las mujeres se destaca la idea de la práctica de las relaciones.

sexo en contra de su voluntad con el objetivo de satisfacer a su pareja y mantener

de reciprocidad y vínculo. Para los niños, el sexo forzado o bajo coacción es

como los imperativos de masculinidad en desarrollo, la necesidad de

demostrar su virilidad. Las expectativas que existen en relación con el género y la “sexualidad

guiones” conducen a un modelado de diferentes situaciones.

En una relación caracterizada como violenta, las relaciones sexuales pueden ocurrir a través de

de una forma de coerción “naturalizada” o como una “cláusula” prevista en el contexto de la

obligaciones sexuales. En un estudio cualitativo y considerando los relatos de nueve mujeres, surgieron

una situación común en todos los informes es que la pareja quiere/insiste en tener relaciones sexuales

aunque tu pareja no quiera. El sexo dado en o bajo resistencia fue recurrente, pero

poco nombrada como violencia. En términos generales, y a pesar de haber resistido y dicho

no, terminaron cediendo a las relaciones sexuales, a veces por miedo a la agresión física,

pérdida de apoyo financiero o acusaciones de infidelidad (Dantas­Berger & Giffin, 2005).

Investigar objetivos

A través del análisis de estos estudios, fue posible comprender que las creencias y

actitudes hacia la coerción sexual pueden condicionar su interpretación y limitar la

su divulgación. Parece relevante entender la justificación utilizada ante un

situación de coacción sexual, basada en creencias y actitudes.

De esta forma, se decidió realizar un estudio descriptivo, con una metodología mixta, con

recurriendo a la técnica de entrada de diario, permitiendo, a través de una situación hipotética, una

explicación de cómo actúa la persona frente a la coerción sexual. El objetivo principal

con la realización del presente trabajo de investigación es caracterizar las actitudes y creencias

en relación con la coerción sexual y analizar el tipo de discurso utilizado por los individuos que

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muestran mayor concordancia con creencias y actitudes de coerción sexual en

en comparación con las personas que tienen menos acuerdo con las creencias y

actitudes de coerción sexual y comprobar la existencia de diferencias discursivas.

Es importante recalcar que a lo largo de la obra la palabra agresor no fue

utilizado, siendo reemplazado por el perpetrador. Esta distinción se hizo debido, como

mencionado anteriormente, la mayoría de las situaciones de coerción sexual no se consideran

formas graves de agresión y también a no restringir o influir en las respuestas

proporcionada por los participantes en el estudio, ya que la palabra agresor tiene una connotación

más negativo.

Metodología
Muestra

74 sujetos participaron en este estudio, 53 mujeres (71,6%) y 21 hombres.

masculino (28,4%) con edad entre 18 y 52 años (M=26,41 años);

SD=7,33), mayoritariamente identificados como heterosexuales (90,5%). relativamente

al estado civil 57 de los participantes (77%) son solteros, 16 participantes están casados o en

unión de hecho (21,6%) y 1 participante está divorciado. A la variante “Situación Relacional”

28 participantes (37,8%) identificaron su relación como noviazgo, 25 participantes

(33.8%) no tienen ninguna relación, 17 participantes (23%) están en

si en una relación exclusiva y 4 participantes (5.4%) están en una relación no exclusiva.

Finalmente, se recogieron datos sobre la educación de los participantes.

teniendo el 50% de la muestra Educación Superior: Licenciatura, 24 (32,4%)

participantes con Educación Superior: Maestría y 13 (17,6%) con Educación Secundaria


concluyó.

Instrumentos

El instrumento creado para recolectar datos para este trabajo de investigación es

compuesta por una pregunta de autoinforme de respuesta directa, seguida de la escala Sexual

la Escala de Creencias y la Escala de Actitudes ante la Coerción Sexual y, por último, los datos

sociodemográfico.

Pregunta de autoinforme, tipo narrativo

La técnica de entrada de diario es un registro de información rico y elaborado que

permite la recopilación de información objetiva y subjetiva sobre un comportamiento del

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propios o de terceros, incluido el contexto social en el que se producen, permite a las personas

relatar sus experiencias del día a día de manera personal. la ventaja principal

usar este método le permite examinar eventos y experiencias reportadas en su

contexto natural y espontáneo, aportando información complementaria a las que se

obtenido a través de formas más tradicionales (Reis, 1994 citado en Bolger, Davis &

Rafael, 2003).

Se creó una situación hipotética en la que los participantes tendrían que describir el

qué harían, cómo reaccionarían y cómo se sentirían ante una situación de coacción sexual

con tu pareja íntima. Para poder cumplir con el objetivo que me propuse, fueron creados

dos situaciones de coacción sexual donde el sujeto se identificaría como víctima y en la otra

otro como perpetrador dependiendo de la encuesta a la que respondió. Se utilizó la técnica

calidad de la entrada de diario. Las preguntas de autoinforme que se hacen son

adjunto (Anexo II y Anexo III).

Debido a la dificultad en la recogida de datos y tras el análisis de los diferentes

segmentos de texto, se decidió realizar el análisis del corpus textual en un

articulación. Posteriormente, la muestra se dividió, mediante análisis cuantitativo, en dos

agrupa uno con valores medios más altos en actitudes y creencias de coerción sexual y

el otro con valores medios más bajos en actitudes y creencias de coerción sexual.

Escala de Creencias Sexuales

Como se describió anteriormente, se utilizaron dos escalas en el cuestionario. A

La primera escala presente es la Escala de Creencias Sexuales. Esta escala fue creada por Muehlenhard y

Felts (1998) con el fin de caracterizar las creencias de los participantes respecto a la

violación. La confiabilidad de la escala se midió en una muestra de 337 estudiantes de posgrado de

masculino y femenino, los resultados de los alfas de Cronbach fueron los siguientes:

Subescala de rechazo de fichas .71 / .84; Plomo Justifica Fuerza .90 / .92; A las mujeres les gusta la fuerza

.92 / .95; No significa parada .94 / .96.

Esta escala permite medir las cinco creencias que se relacionan con la

violación. Las creencias actuales son: (1) Las mujeres a veces se niegan a tener relaciones sexuales

cuando en realidad están dispuestos ( Subescala de Rechazo del Token) compuesto por el

artículos: 7, 13, 17, 20, 24, 28, 36 y 39; (2) Mujeres que conducen a un hombre a

comportarse como si estuviera dispuesta a tener relaciones sexuales, cuando en

realidad ella no es, siendo justificación para que un hombre la obligue (Subescala Leading

sobre justifica la fuerza) que consta de los artículos: 3, 8, 11, 19, 23, 29, 31 y 33; (3) Las mujeres

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como fuerza en situaciones sexuales ( subescala Women Like Force) compuesta por

artículos: 4, 5, 9, 14, 18, 27, 37 y 40; (4) Los hombres deben dominar a las mujeres en situaciones

( Subescala Men Should Dominate) compuesta por los ítems: 1, 10, 12, 16, 22, 26, 30

y 35; (5) Las mujeres tienen derecho a negarse a tener relaciones sexuales en cualquier momento, dentro de ese

cuándo los hombres deben detener sus avances sexuales ( subescala No Means Stop)

compuesta por los ítems: 2, 6, 15, 21, 25, 32, 34 y 38 (Muehlenhard & Felts, 1998).

Se utilizó la versión más extensa de la escala, que consta de 40 ítems, 5 subescalas

de 8 artículos. Cada elemento se califica en una escala de 4 puntos, donde el cero representa

totalmente en desacuerdo y 3 totalmente de acuerdo. Los elementos de cada subescala se suman,

dando como resultado cinco puntuaciones diferentes. Las puntuaciones más altas representan

mayor concordancia con la creencia medida por esta subescala.

Dado que esta escala aún no ha sido traducida o validada para

portugués, se realizó una traducción para uso en este estudio, requiriendo

aún estudios que permitan su validación.

Escala de Actitudes hacia la Coerción Sexual

La segunda escala presente en el cuestionario está relacionada con el modelo

ABC de la actitud. Este modelo creado por Allport (1954 citado en Jain, 2014) describe la

la actitud como piedra angular en la construcción de la Psicología Social. representa un

estado mental o neural de preparación, organizado a través de la experiencia, ejercer una

influencia dinámica y directa en la respuesta del individuo a los objetos y situaciones. O

El componente actitudinal es una función de las creencias conductuales sobresalientes de una persona.

representando resultados anticipados o atributos de comportamiento (Conner &

Armitage, 1998 citado en Jain, 2014).

El modelo ABC es uno de los modelos más citados, sugiere que la actitud está compuesta

por tres elementos: Afecto, Comportamiento y Cognición. El afecto tiene en cuenta la

sentimientos desencadenados en el objeto de la actitud, el comportamiento representa la

la intención del individuo en relación con un objeto de la actitud y el cognitivo que denota el

creencias que un individuo tiene sobre la meta.

Silva (2021) tras buscar una medida que permitiera analizar actitudes

ante la coerción sexual y al no haber encontrado ninguna escala satisfactoria decidió crear

una escala compuesta por 49 ítems, que se divide en tres dimensiones. Del artículo 1 al 16

representa la coerción sexual teniendo en cuenta el componente de creencia, el segundo del ítem

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del 17 al 33 que tiene en cuenta el componente afectivo y, por último, del ítem 34 al 49 que tiene

en cuenta el componente conductual.

Procedimiento de recopilación de datos

Los cuestionarios se redactaron utilizando la plataforma EUsurvey.

Los datos se recogieron mediante el envío del cuestionario por correo electrónico y utilizando el
redes sociales.

Procedimiento de análisis de datos

En este estudio, el método cuantitativo se utilizó de forma auxiliar al método

cualitativo. Para el análisis de los datos estadísticos obtenidos, los programas


IBM SPSS Statistics versión 25 y las entradas de diario se analizaron utilizando el

programa IRaMuTeQ 0.7 alfa 2.

Utilizando IBM SPSS Statistics versión 25, las operaciones de

estadísticos descriptivos de las diferentes variables: sexo, edad, años de escolaridad, situación

parentesco, orientación sexual y estado civil; Correlación de Pearson de los diferentes

subescalas y la prueba t de muestra independiente para la comparación de grupos independientes,

incluido el sexo. Luego de esta caracterización y a través del Método Ward y el TwoStep

Cluster la muestra se dividió en dos grupos uno con mayor propensión a la coerción sexual

y otra con menor propensión a la coerción sexual. Después de dividir la muestra en grupos, se

se realizó un análisis de contenido con el método de Clasificación Jerárquica Descendente

que permite el análisis de las raíces léxicas y ofrece diferentes contextos en los que las clases

se insertan, a través del programa IRaMuTeQ 0.7 alpha 2.

Resultados

Los participantes respondieron a una medida de autoinforme, la escala Attitudes Face.

a la Coerción Sexual y la Escala de Creencias Sexuales. Los resultados generales de la

muestra y diferencias existentes utilizando la variable género.

Se realizó la prueba t para muestras independientes , que permite una comparación entre las

medio de grupos independientes. Al realizar esta prueba se pudo observar que solo

en la subescala Dimensión Afectiva, perteneciente a la escala de Actitudes hacia la Coerción Sexual,

se asumió la homogeneidad de varianzas, mientras que las escalas restantes no se

muestran homogeneidad de varianza.

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Tabla 1.

Comparación de medias de las escalas de creencias y actitudes entre hombres y mujeres

Promedio
F METRO t gl PAG
IC del 95 %
General

(M±DE) (M±DE)

Ficha de rechazo 2.93 2,53±3,360 3,95±3,008 ­1,691 72 0,095 ­3,103 0,255

dirigir En
1.07 0,87±2,103 1,57±2,039 ­1,308 72 0,195 ­1,776 0,369
justifica la fuerza
A las mujeres les gusta
6.32 5,45±3.646 8,52±4.946 ­2.941 72 0,004 ­5,152 ­0,990
fuerza
Los hombres deberían
2.00 1,47±2,643 3,33±2,852 ­2,671 72 0,009 ­3,251 ­0,472
dominar

Sin medios parar 22,39 22,47±3,337 22,19±3,172 0,331 72 0,741 ­1,411 1,974

D. Afectivo 42,26 41,00±6,516 45,43±5,510 ­2,747 72 0,008 ­7,643 ­1,214

d.
30,39 29,15±5,422 33,52±7,872 ­2,336 27,848 0,027 ­8,209 ­0,537
conductual

D. Creencias 25,05 23,68±5,750 28,52±8,394 ­2,429 27,760 0,022 ­8,932 ­0,757

Se verificó el promedio general de las diferentes escalas, presentando más

alto en la escala Actitudes hacia la Coerción Sexual: Dimensión Afectiva (42,26); Dimensión

Conductual (30,39) y en la Escala de Creencias Sexuales: No Means Stop (22,39) y con

promedios más bajos aparecen en la Escala de Creencias Sexuales: Rechazo de Token (2.93); Principal

sobre Justifica la Fuerza (1.07); A las Mujeres les Gusta la Fuerza (6.32); Los hombres deberían dominar (2.00) y en

escala Actitudes hacia la Coerción Sexual: Dimensión de Creencias (25.05).

Los resultados demuestran (Tabla 1) la existencia de diferencias estadísticamente significativas.

significativos entre géneros en algunas de las escalas analizadas. En las tres dimensiones de

escala Actitudes hacia la Coerción Sexual, donde los promedios del género masculino son más

alto en comparación con los promedios femeninos. Concluyendo que los hombres

muestran una mayor aceptación de la coerción sexual. En los resultados obtenidos en la escala

Escala de Creencias Sexuales, donde encontramos, de nuevo, medias más altas en género

hombres y mujeres más pequeñas, con la excepción de la subescala No Means Stop,

encontrar diferencias estadísticamente significativas en las subescalas Women Like Force

y los hombres deberían dominar.

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En definitiva, observamos que en la mayoría de las subescalas analizadas las medias

son mayores en hombres que en mujeres.

mujer excepto para la subescala No Means Stop.

Estudio correlacional entre medidas

Para reconocer las relaciones estadísticamente significativas entre las escalas

aplicado, se realizó la Correlación de Pearson , cuyos resultados se muestran en la Tabla

2. Se observaron relaciones significativas entre las diferentes dimensiones,

relaciones tanto positivas como negativas, que se explicarán a continuación.

Tabla 2.

Correlaciones entre las actitudes hacia la coerción sexual y las creencias sexuales

1 dos 3 4 5 6 7 8

1 Actitud:
1
Creencias
2. Actitud: al
0,755** 1
Comportamiento
3. Actitud:
0,587** 0,599** 1
Afectivo
4. No significa
­0,305** ­0,205 0,161 1

detenerse 5. A las
0,568** 0,329** 0,347** ­0,048 1
mujeres
les gusta la fuerza
0,644** 0,412** 0,259* ­0,256* 0,534** 1
6. Los hombres deben dominar

7. Rechazo de token 0,695** 0,454** 0,414** ­0,196 0,531** 0,639** 1

8. Plomo.
0,676** 0,524** 0,396** ­0,324** 0,397** 0,725** 0,710** 1
Sobre la Fuerza
Justifica **. La correlación es significativa al nivel 0,01 (2 extremos).
*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (2 extremos).

La Dimensión de Creencias, perteneciente a la medida de Actitudes frente a la Coerción

Sexual, tiene una correlación positiva, moderada a muy fuerte con las mujeres como

La fuerza, los hombres deben dominar, el rechazo simbólico y el liderazgo justifican la fuerza. Es

dimensión está negativamente correlacionada, con una intensidad débil y

moderado con la creencia No Means Stop. Lo que sugiere que cuantas más creencias tenga una persona

tiene sobre la coerción sexual menos aceptación que la no representa realmente la

cese de la interacción sexual, sino una forma de generar mayor interés sexual.

15
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La Dimensión Conductual correlaciona significativa, moderada y

débil con las mujeres les gusta la fuerza, los hombres deberían dominar, el rechazo simbólico y liderar

Justifica Force y con una débil correlación negativa con la medida No Means Stop.
La dimensión afectiva se correlaciona débilmente con todas las subescalas de la

Escala de Creencias Sexuales, siendo la única dimensión que presenta una correlación positiva

negligente con la medida de la escala No Means Stop .

También es importante enfatizar las relaciones entre las subescalas Men Should

Dominate muestra una correlación significativa, positiva y moderada con el Token

La Negación y el Liderar Justifica la Fuerza. El token de rechazo presenta una relación

significativo, fuerte positivo con Leading On Justifica Force. También presenta un

relación significativa negativa débil con la escala No Means Stop.

Análisis de conglomerados

Tras el análisis estadístico de los resultados y las relaciones entre los diferentes

subescalas, se realizó un análisis de conglomerados para efectos comparativos posteriores.

Esta división se realizó con base en los resultados promedio de las escalas analizadas. Para

esta división se llevó a cabo utilizando el Método de Ward y el Clúster de Dos Pasos

concluyendo que la división en dos grupos sería lo más favorable posible

observar en la figura 1.

dieciséis
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Figura 1.

Clustering Automático a través del Criterio Bayesiano de Schwarz (BIC)

Se realizó el método de Ward para obtener el número de conglomerados y centroides. Después

este análisis se utilizó la técnica de Two Step Cluster demostrando el ideal en la creación de

dos grupos y qué participantes pertenecen a cada grupo

El primer grupo formado presenta valores medios más elevados tras

acuerdo más alto con las creencias de coerción sexual, compuesto por un total de 29

participantes y el segundo grupo formado presenta valores medios más bajos poco después

acuerdo más bajo con creencias de coerción sexual compuesto por un total de 45

Participantes.

Luego de este análisis, se realizó la Prueba T para Muestras Independientes con el fin de

analizar las medias y el grado de significancia entre los dos grupos. El grupo 1 se caracteriza

por presentar una menor propensión a la coerción sexual, presentando así la

promedios más bajos en relación al Grupo 2 (Cuadro 3) estando solo en No Means Stop

el valor medio es ligeramente superior, pero no significativo.

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Tabla 3.

Comparación de medias entre escalas en diferentes grupos

1 dos t gl PAG
IC del 95 %

(M±DE) información sorber.

Ficha de rechazo 1,64 ± 2,385 4,93 ± 3,575 ­4,364 44,06 0,000 ­4,666 ­1907

Liderando Justifica 2,24 ± 2,837


0,31 ± 0,310 ­3.569 31.046 0.001 ­3,033 ­0.827
fuerza

A las mujeres les gusta la fuerza 4,51 ± 3,245 9,14 ± 4,147 ­5.364 72.000 0,000 ­6,346 ­2,907
Los hombres deberían 3,79 ± 3,570
0,84 ± 1,242 ­4.284 32.417 0,000 ­4,350 ­1,547
dominar

Sin medios parar 22,67 ± 2.449 21,97 ± 4.263 0.899 72.000 0.372 ­0.854 2,257

D. Afectivo 39,40 ± 4.947 46,69 ± 6.257 ­5.572 72.000 0,000 ­9,898 ­4,682

D. Conductual 26,62 ± 3.346 36,24 ± 5.767 ­8.142 40.259 0,000 ­12,006 ­7,232

21,02 ± 3,421 31,31 ± 6,268 ­8.096 38.870 0,000 ­12,859 ­7,717


D. Creencias
Clave: (1) Menos propenso a la coerción sexual; (2) Mayor propensión a la coerción sexual.

A través del cruce de datos entre los dos grupos utilizando el análisis de la

tablas de contingencia permitieron caracterizar la composición de los dos grupos en relación con la

género, estado civil y estado civil.

En el grupo con menor propensión a la coerción sexual, se caracteriza mayoritariamente

del género femenino (37) y unas 8 personas del género masculino,

mostrando un valor de chi­cuadrado significativo. En el grupo con más probabilidades de

coerción sexual presenta 16 participantes del género femenino y 13 del género

sexo masculino.

En cuanto al estado civil, el grupo con menor propensión a la coerción sexual

está integrado por 9 casados/parejas de hecho y 36 solteros. Mientras que es más probable

a la coacción sexual está integrado por 7 personas casadas/en unión de hecho, 21 solteras y 1

divorciada, no mostrando un valor de chi­cuadrado significativo.

Finalmente, se analizó la situación relacional de los participantes en los diferentes grupos.

caracterizando al grupo con mayor propensión a la coerción sexual con 12 participantes en

Citas, 9 No en una relación, 7 Relación exclusiva y 1 Relación no exclusiva,

en el grupo con menor propensión a la coerción sexual, 16 Fechas, 16 No cumple

en una relación, 10 Relación exclusiva y 3 Relación no exclusiva. no presentar

también valores significativos de chi cuadrado.

18
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Analisis cualitativo

En este punto, los resultados obtenidos a través del análisis de los

diferentes informes, tratados en primera instancia en un documento de texto. Después de

se utilizó la división de muestras del programa IRaMuTeQ para el análisis de contenido

recurriendo al método de Clasificación Jerárquica Descendente, con el objetivo de

comprobar qué expresiones caracterizan a cada grupo.

El corpus textual consta de 74 respuestas directas, 36 (48,60%) de las cuales

pertenecientes a la pregunta de autoinforme de la perpetración y 38 (51,40%) pertenecientes a la pregunta

autoinforme de victimización.

El corpus textual analizado está compuesto por 73 entradas, con 98 segmentos de


texto, 815 formas diferentes con un número de ocurrencias de 2386, con 523 formas

activa y 67 suplementarias. Se crearon 6 clases y se clasificaron 82 segmentos

del 98 equivalente al 83,67%.

Figura 2

Clasificación Jerárquica Descendente: División en Clases

En la figura 2 se pueden observar las 6 clases identificadas a través del programa

los cuales fueron organizados en 4 temas principales. El primer tema da lugar a la clase 6, esta

se subdivide en dos subtemas uno de ellos se subdivide posteriormente de nuevo en

dos, podemos ver que la división obtenida es homogénea.

19
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La Figura 3 muestra un análisis de correspondencia factorial de los diferentes

clases creadas y las expresiones que se insertan en cada clase y las relaciones

subsecuente.

Figura 3.
Análisis factorial de correspondencia.

El dendrograma que se muestra en la Figura 4 representa las diferentes clases, sus

valor porcentual en relación con el corpus total analizado, las palabras que componen el

respectivas clases, su frecuencia en cada clase y el grado de significancia de las diferentes

palabras a través de la asociación con el chi­cuadrado.

20
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Figura 4.

Dendrograma representativo de diferentes clases, frecuencia de palabras, grado de significancia de las palabras en diferentes clases

Clase 6 Clase 5 Clase 4 Clase 3 Clase 2 Clase 1

14 (17,07%) 16 (19,51%) 14 (17,07%) 13 (15,85%) 14 (17,07%) 11 (13,41%)

f χ2 palabras f χ2 palabras Palabras f χ2 Palabras f χ2 Palabras f χ2 Palabras f χ2

Relaciones
Buscar* 11 41,00 Probar* 9 19.16 7 16,90 Estancia* 4 22,32 Cuando* 5 15,97 Simplemente* 4 27,14
sexual*

Servicio 5 12,90 Fosse* 4 17,35 Voluntad 6 12,60 Escuchar* 4 22,32 Despedida 4 14,89 Respeto* 7 24.42

Fuerza 3 9,97 Cansancio 4 9,17 Sentimiento 10 9.61 Ceder* 4 22.32 Quiero 9 10,98 Ao* 3 20.10

Mi
4 9,17 Sólo 3 4,96 Cómo* 6 19,57 Insistir 5 10.57 Lograr 3 9.95
Novio

Gustar 4 6,90 Piensa* 4 16,42 Sucede 3 9,97 Saber 5 8.34

Hasta 3 5.56 Igual 4 6.19 También 5 8.72 Aunque 2 7,60

21
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Todavía 3 5.56 Insistencia 3 5,66 Siempre 4 8,68 También 4 6.93

Mi
Todo 2 4.41 Solo 3 5.66 5 7.23
Pareja

No quería 2 4.41 No 10 5,34 veces 4 6.79

Una más No me
2 4.41 Por qué 4 4,98 2 5.41
Doblar tener ganas de

Cuerpo 2 4.41 No 10 3,86

Igual 4 4.00

*Grado de significancia de la palabra con una clase de <0.0001

22
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Caracterización de clases

Como se señaló anteriormente, el corpus textual se divide en 6 clases, divididas

por 4 temas principales, clase 6, clase 5, clase 3 y 4 y clase 2 y 1.

A continuación, una descripción y caracterización de cada grupo identificado y

ilustrado con los segmentos de texto más representativos.

La Clase 6, categorizada como Reacciones a los Avances del Socio, presenta

si como grupo principal partiendo de este la creación de los demás. Esta clase está compuesta

por 14 unidades de contexto que representan el 17,07%, con una variable no significativa cuando

género masculino. El vocabulario que pertenece a las formas activas es: to find, to have y to

para forzar. Las formas complementarias son pocas y distantes entre sí.

Los segmentos de texto que se incluyen dentro de esta clase capturan la

opinión de los participantes sobre los avances de la pareja en la obtención de relaciones

insinuaciones sexuales y cómo reaccionarían ante tales insinuaciones.

Los siguientes segmentos de texto fueron citados como los más representativos de esta clase.
“Creo que nunca se debe forzar”; (χ2=63,93)
“Pensé que no debía hacerlo porque la mujer podría no sentirse cómoda”;
(χ2=53,96)
“Me negué a tener relaciones sexuales con mi pareja porque no me sentía en
voluntad de hacerlo ante la insistencia me sentí invadido y faltado al respeto pensé
no debería haber sido objeto de la insistencia después de haber rechazado abiertamente mi
compañera"; (χ2=53,96)

“Sin embargo, siguió con los besos y las caricias y yo nuevamente le dije que no.
pero supongo que no se dio cuenta de que el mío realmente no significa no y así
continuado"; (χ2=41.04)
“Pasamos tiempo juntos en la comodidad de los brazos del otro y de una manera que creo
que estos momentos terminen fortaleciendo la relación”; (χ2=41.04)

La clase 5 está compuesta por 16 unidades de contexto, representando el 19,51% siendo

la clase más grande, categorizada como Técnicas de Coerción Sexual, se presenta como

segundo tema principal. El vocabulario perteneciente a las formas activas son: hoy; intentar;

eran; cansado; mi novio; gustar; hasta; todavía; todo; no quise; una vez más; cuerpo;

mismo; percibir; para comenzar. Las formas complementarias son: o; a él; decir; él; ser; su;

para; con; mi; dos.

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Los segmentos de texto que se incluyen en esta clase capturan diferentes

formas de persuasión descritas por las personas para obtener relaciones

sexual. Se han reportado diferentes técnicas de coerción sexual, como la insistencia,

acariciar/tocar o besar.

Los siguientes segmentos de texto fueron citados como los más representativos de esta clase.

“hoy traté de seducir a mi chica porque tenía unas ganas enormes de hacer el amor

pero ella rechazó mis avances y aunque insistió en que no se rindió, una vez más fui

demasiado aburrido e insistente además de eso en un tema muy sensible para nunca

le falté el respeto a lo que fuera y nunca lo haré”; (χ2=89.45)

“Querido diario hoy traté de seguir adelante con algo con mi novio pero él no quería

tengo un problema yo o él”; (χ2=89.06)

“Hoy trató de insistir en que volviéramos a tener sexo, ya conozco su estilo

Se acerca y lo besa y lo toca como si fuera todo suyo. Sé que se supone que debe hacerlo.

teniendo sexo somos una pareja”; (χ2=79.89)

“una vez más prefiere el celular a estar conmigo yo traté de besarlo acariciarlo para que

siento lo mucho que quiero estar con el incluso traté de ponerme el corsé que tanto le gusta la excusa

hoy fue el calor me siento indeseable rechazado” (χ2=75.00)

“Hoy mi pareja no quería tener sexo, igual traté de insistir pero vi que hoy

no iba a pasar nada y no estaría bien seguir intentándolo le pregunté si estaba

está bien si algo le preocupaba decía que estaba bien y se sentía cansado”;

(χ2=72.86)

El tercer tema está compuesto por las dos Clases 3 y 4. En la Clase 3 está constituido

para un total de 13 unidades de contexto, lo que representa el 15,85% del corpus textual,

asociada a esta clase, significativamente, la situación relacional “no

encontrar en una relación” y el grupo de autoinforme sobre el tema de la victimización y no

significativamente el género sexual femenino y el grupo con menor acuerdo a la

creencias de coerción sexual. Las formas activas presentes en esta clase son: permanecer; escuchar; Ceda el paso;

como; pensar; mismo; insistencia; justo; No; por qué; pareja; Nunca. Esta clase no

presenta formularios adicionales.

La clase 4 está compuesta por 14 unidades de contexto, con una representatividad de

17,07%, ligado significativamente a la situación relacional “Dating”. las formas activas

presentes en esta clase son: relaciones sexuales; deseoso; Sentir; justo; mi voluntad;

Continuar. La forma suplementaria que aparece en esta clase es la palabra tener.


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Estas dos clases (3 y 4) divergen del mismo tema principal, se categorizó

como Entendimiento/Aceptación del Consentimiento. A lo largo de esta clase hay


segmentos de texto que capturan cómo los socios aceptan un no por respuesta,
es decir, la reacción al consentimiento oa la falta del mismo.
En la clase 3, en los informes es posible identificar a través de autoinformes lo que
las personas se sienten víctimas en la situación hipotética propuesta.

Los segmentos de texto fueron citados como los más representativos en la clase 3.
“Confío en la persona con la que estoy y sé que no me lastiman a propósito ni ahora ni nunca.

pero me quedo despierto pensando en cuantas caricias me va a dar hasta que me rindo aunque no quiera

Me pregunto de nuevo si importo como persona o solo como una muñeca sexual.

listo para ser utilizado”; (χ2=100.15)

“hoy mi novio se pasó de la raya, no me escuchaba y no le importaba

Me sentí triste y decepcionado, nunca pensé que nuestra relación llegaría a

este punto"; (χ2=68.73)

“Me sentí atrapada y petrificada en ese momento, ¿cómo es que mi novio no

lo escuché decir o no sentí náuseas tuve que empujarlo y decirle que no tenía ganas de hacerlo

aun nada y que no sea le pedí que me diera un tiempo lejos de él”; (χ2=53,42)

“Me siento irrespetado, parece que no puedes escuchar mi voz diciendo que no.

quiero ver en mis ojos que la voluntad no esta y sobre todo se que no se enfoca

en mis labios ver la forma en que digo no pero sí porque quería besar”;

(χ2=52.21)

“Depende mucho de la pareja y de los avances que vaya teniendo y por voluntad propia puedo

empezar a ganar la voluntad y ceder cómo no permitirlo y enfadarme”; (χ2=50,91)

En la clase 4 los segmentos de texto que se incluyen de la forma en que


los individuos sienten frente a la situación, la aceptación del consentimiento de la pareja o la
Comportamiento ante la falta de consentimiento.

Los segmentos de texto citados como los más representativos de esta clase.

“Siento que esta noche no respeté los deseos de mi pareja.

teniendo sexo conmigo y seguí bromeando con él al respecto”; (χ2=42.33)

“Me gustó que respetara mi deseo de no querer tener sexo constantemente

Me siento usado como si fuera bueno para esto últimamente ha sido demasiado

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pero terminé cediendo de nuevo no quiero que pierda su atracción por mí y empiece a

busca la atención de otras personas porque siente que no tiene novia”; (χ2=34.69)

“Todavía intenta provocarme a través del contacto íntimo, pero todavía no lo he hecho.

will y me negué de nuevo, entendió mi lado y me dijo que no quiere complacerme

tener relaciones sexuales involuntarias porque el momento no sería el mismo si ambos

queríamos tener sexo”; (χ2=32.72)

“mi pareja tiene ganas de tener sexo conmigo pero no

Yo estaba de humor después de algunas insistencias y actos cariñosos que mi pareja

tenía conmigo mi voluntad cambió y empecé a querer estar con mi pareja”;

(χ2=32.72)

“después de que me acerqué a mi pareja y le demostré que quería tener sexo

él se negó y dijo que no sentía que solo le hablaba y le preguntó si estaba

ok, dije que sí, solo que realmente no tenía ganas, me sentía un poco

inseguro pero entendido”; (χ2=31.47)

El cuarto tema se subdivide en clase 1 y 2. La clase 1 corresponde a un total de

11 unidades de contexto, lo que representa alrededor del 13,41%, encontrándose

significativamente ligada a la situación relacional “no en una relación” y a la

problema de autoinforme relacionado con la perpetración. Las formas activas presentes en esta clase son:

simplemente; al respecto; hacia; conseguir; saber; a pesar de; también; No; percibir. Las formas

Los suplementos son: esto; alguno; si; con.

La clase 2 corresponde a un total de 14 unidades de contexto, encontradas

significativamente relacionado con el grupo relacional de "citas". las formas activas

las características de esta clase son: cuando; dejar; querer; insistir; suceder; también;

alguna vez; mi compañero; doblar; No estoy de humor; No; rendirse; saber. Los formularios complementarios

son esos; fuerza; a mí; otro; ir; ser; él.

Clase 1 y 2 divergen de un tema principal, categorizado como Visión de la

Autor. Este tema se caracteriza por abordar situaciones en las que se vinculan con el

perpetrador y la forma en que las personas se analizan a sí mismas frente a esta situación como

perpetradores

Los segmentos de texto que se califican como los más representativos de esta clase.
“Traté de insistir con unos besos en el cuello para asegurarme de que no quería o si no

Estuve de acuerdo pero sin resultado me di por vencido y lo dejé solo no debería molestarme

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con esto permitiéndome ser afectado a nivel personal a pesar de la negativa a afectarme un poco que tengo

pensar que simplemente no está de humor hoy y respetar”; (χ2=74,89)

“Sin embargo, una persona es fácilmente capaz de percibir cuando la pareja no está

interesa y a partir de ese momento es respetar y parar ahí sino es

simplemente una gran falta de respeto y la persona no es digna de ser considerada una

un socio a”; (χ2=66,95)

“Hoy mi pareja no tenía ganas de tener sexo y yo respeté su espacio

Intenté hablar con él para ver si estaba preocupado por algo o si

Simplemente estaba cansada y no quería tener relaciones sexuales. No me sentía triste.

porque todos tenemos días en los que no tenemos ganas de hacer nada”; (χ2=63.13)

“Me sentía incómodo con la situación pero preferí no insistir porque al contrario

Sé que yo también me sentiría incómodo si no respetaran mi falta de

deseoso"; (χ2=63.02)

“o es simplemente el cansancio de la vida cotidiana para silenciar esta voz de inseguridad a veces no

es facil aunque se que una relacion no es solo sexo pero tambien se que es un

parte fundamental entre dos cuerpos que se desean”; (χ2=53.24)

Es posible identificar en los segmentos de la clase 2 la visión del perpetrador sobre el

rechazo sexual a diferentes avances en su pareja.

Los segmentos de texto citados como los más representativos en la clase 2.


“Sigo diciendo que no, a veces incluso es bueno dejarme ir, pero cuando

tambien pasa tengo momentos que no tengo ganas y tiene que ser no soy capaz

decir que sé que te rompería el corazón porque siento que te hace más vulnerable.”(

χ2=76.34)

“Traté de que mi pareja tuviera sexo conmigo pero no pude tal vez no estoy

en los mejores días, pero entiendo por qué no siempre lo quiero y también lo odio

cuando me insiste y yo no quiero”; (χ2=66.01)

“pero sigo pensando que podría darse por vencido cuando me vuelvo hacia un lado y digo que

quiero dormir siempre insiste un poco siempre va un poco más allá y

me deja al borde de la desesperación”; (χ2=64,31)

“Sé que si no quisiera lo respetaría, sé que a veces insistir demasiado puede

duele pero también sé que él sabe que no lo es y nunca empujaría más allá de la razón y por

eso amo a mi pareja”; (χ2=50.20) “cuando no me

apetece por lo que sea, tampoco me parece justo

la insistencia es respeto mutuo”; (χ2=44.94)

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Discusión

La coerción sexual se consideró el segundo tipo de abuso más prevalente, tanto

en la victimización como en la perpetración, de Paiva y Figueiredo (2004). esto es a veces

observado por los individuos como un juego sexual, una forma de coqueteo entre parejas

relaciones íntimas no siendo percibidas negativamente o consideradas como una forma de

agresión. Recordando que los principales objetivos de este estudio descriptivo,

metodología mixta, fueron: a) caracterizar actitudes y creencias en relación a la coerción sexual;

b) analizar el tipo de discurso utilizado por los individuos que tienen mayor

concordancia con creencias y actitudes de coerción sexual frente a individuos

quienes mostraron un menor acuerdo con las creencias y actitudes de coerción sexual

y verificar la existencia de diferencias discursivas.

A través de los resultados fue posible observar un patrón en el que los hombres

muestran valores medios más altos para creencias y actitudes coercitivas

sexuales que las mujeres, en consecuencia los grupos creados se presentaban

significativamente ligado al género, siendo este el factor más predominante en la

creación de clústeres. Resultados similares se observaron en el informe realizado por

Plano i Asociación entre 2017 y 2021 en el que demostró que los hombres presentaban

creencias de género más conservadoras y más actitudes de violencia/coerción sexual

en consecuencia, presentaron creencias más legitimadoras de la coerción sexual. moto

(2020) llegaron a corroborar estas conclusiones a través de su estudio, pero en su estudio el

los hombres también surgieron como víctimas de la coerción sexual.

El corpus textual se analizó mediante el programa IRaMuTeQ 0.7 alpha 2 .

divididos en 6 clases, compuestas por 4 grandes grupos, después de dividirlos no

si se obtuvieron relaciones significativas teniendo en cuenta los conglomerados, no apareciendo

Características diferenciadoras del habla. Por lo tanto, podemos concluir que el tipo de discurso

utilizado no difirió entre las personas que tenían creencias más altas y más bajas

y actitudes hacia la coerción sexual. Esta conclusión puede deberse a que el corpus textual es de

pequeña dimensión. Apareció solo en el grupo 3, compuesto por clase 3 y reunión 4

no vinculado significativamente al grupo que tiene un menor acuerdo con el

creencias y actitudes de coerción sexual.

En cuanto al contenido de algunos autoinformes, la coacción sexual emerge como

forma de negociación entre socios íntimos que no se ve en una luz negativa.

Hay que tener en cuenta que existe un guión de interacción en el que el

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premisa de que el acto sexual es iniciado por hombres y consentido/concedido por

mujeres, por lo que puede existir una ambigüedad entre negociación y coerción,

este juego sexual, un acercamiento inicial que conduce a un rechazo y luego cambia

para el consentimiento (Cordeiro et al., 2009), este consentimiento a veces se describe

como una forma de obligación o como un cambio de intención. surge como una obligación

justificándose esta implicación con el socio como una forma de mantener la

relación y el interés de su pareja como se describe en el estudio de Santos (2008).

Las técnicas de coerción sexual más denunciadas para el avance sexual con la pareja

eran formas de insistencia verbal, caricias, toques o besos considerados actos de alta

más ligero, no se reportaron amenazas o situaciones de agresión grave. justo como nosotros

estudios realizados por Mota (2020) y Cordeiro, et al. (2009) en el que los resultados

demostró que la coerción verbal (como

insistencia) o actos físicos más ligeros.

El consentimiento sexual es definido por Hickman y Muhlenhard (1999 citado en

Beres, 2007) como forma de comunicación libre verbal o no verbal ante el

voluntad de participar en la actividad sexual. Está implícito y adquirido en el

relaciones íntimas, expresadas con mayor frecuencia a través de comportamientos no verbales

y está influenciado por diferentes factores, incluido el historial de actividad

sexo, roles tradicionales y guiones sexuales (Adams­Curtis & Forbes, 2004;

Muehlenhard & Felts, 1998). En el presente estudio , la subescala No Means Stop perteneciente a

la Escala de Creencias Sexuales obtuvo la puntuación más alta y una correlación

negativa con el resto de subescalas, por lo que se puede concluir que quienes presentan una

las puntuaciones más altas en esta subescala muestran creencias y actitudes coercitivas más bajas

relaciones sexuales y mayor aceptación del no de la pareja sexual, y mayor

son creencias menores de coerción sexual es la aceptación del no de la pareja como

cese de la interacción sexual, pero visto como una forma de generar mayor interés

sexual. Los roles tradicionales y los guiones sexuales también presentan una gran

influir en la determinación de que las mujeres son las encargadas de hacer valer su deseo o

falta de ella en situaciones sexuales. Un buen ejemplo es el rechazo simbólico que significa

que las mujeres se resisten inicialmente a la actividad sexual como una forma simbólica porque

de hecho, quieren participar en ello. También se puede interpretar como

un cambio de intención al darse cuenta de que su pareja no cambiaría su

el comportamiento eventualmente cede (Muehlenhard & Felts, 1998).

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La falta de consentimiento ocurre temprano en una secuencia de

conductas sexuales Cuanto más participa la mujer y continúa el contacto sexual,

menos confianza se convierte en su tácito (VanWie & Gross, 1995 citado en

Tomaszewska & Krahé, 2016). Lo mismo sucede cuando una pareja ya presenta una

historia de actividad sexual consentida, tanto la mujer como el hombre son

entendida como la presentación de un derecho reducido a rechazar las relaciones sexuales.

Shotland y Goodstein (1992 citado en Tomaszewska & Krahé, 2016) informaron que

las mujeres y los hombres a veces tienen relaciones sexuales no deseadas porque se sienten

atado por su actividad sexual previa con su pareja. Estos datos sugieren que un

relación establecida con una historia sexual previa trae consigo cierto nivel

de consentimiento implícito para promover el acceso sexual y una obligación percibida de

satisfacer las necesidades sexuales de la pareja. Además de los resultados

datos cuantitativos, fue posible observar varias situaciones descritas en los diferentes informes,

entre las cuales, un cambio de intención, realizar el acto sexual como una forma de

mantenimiento de la relación, o cuando la falta de consentimiento de la pareja haya dado lugar a una
insistencia.

Varios sentimientos fueron descritos por los participantes ante la situación de

coerción sexual, como falta de respeto, sentirse invadido, sentirse como un objeto

sexual o usado. Los actos fueron justificados como formas de amor, y antes de la entrega

como una forma de compensar a la pareja por no sentirse rechazada o mirar hacia otro lado.

Como se menciona en estudios previos como Eaton y Stephens (2019) y Giffin &

Dantas­Berger (2005) que los resultados mostraron que ceder al acto

Las relaciones sexuales eran una forma de mantener la relación.

En resumen, los resultados de este estudio refuerzan lo informado en la mayoría

literatura, es decir, hay una mayor prevalencia de creencias y actitudes en los participantes

del género sexual masculino y los actos de coacción sexual más descritos por los participantes

fueron insistencia verbal y actos físicos ligeros, sin descripciones de actos de coerción

agresiones sexuales más graves, como agresiones físicas o amenazas. Consentimiento o falta de

Lo mismo se ve principalmente como una forma simbólica de rechazo que lleva

ante la insistencia del socio.

Durante el transcurso de este estudio, se encontraron algunas barreras, como la

dificultad en la recolección de datos sobre personas del género masculino, el corpus textual

recogido fue pequeño, lo que no permitió un análisis más profundo.

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Se sugiere en futuras investigaciones que exista una muestra más equitativa en la que

hay un análisis más profundo del género sexual masculino, tanto como víctima como

perpetrador, donde se hacen más preguntas de respuesta directa sobre la coerción

y no solo el autoinforme de una sola situación, lo que permite un análisis más detallado

análisis detallado y validación de la traducción de la Escala de Creencias Sexuales al portugués.

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ANEXOS

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Anexo I ­ Consentimiento informado

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Anexo II ­ Pregunta de Respuesta Directa Victimización

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Anexo III ­ Pregunta de Respuesta Directa Perpetración

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Anexo IV ­ Escala de Creencias Sexuales

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Anexo V ­ Escala de Actitud hacia la Coerción Sexual

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Anexo VI ­ Datos Sociodemográficos

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