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Revista de salud universitaria americana

ISSN: 0744­8481 (Impreso) 1940­3208 (En línea) Página de inicio de la revista: https://www.tandfonline.com/loi/vach20

Sentando un mal precedente: Cumplimiento sexual en las

relaciones sexualmente coercitivas de mujeres universitarias

Malachi Willis y Rosemery O. Nelson­Gray

Para citar este artículo: Malachi Willis & Rosemery O. Nelson­Gray (2020): Establecer un mal precedente:
Cumplimiento sexual en las relaciones sexualmente coercitivas de las mujeres universitarias, Journal of
American College Health, DOI: 10.1080/07448481.2020.1732988

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Publicado en línea: 24 de marzo de 2020.

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REVISTA DE SALUD UNIVERSITARIA AMERICANA https://

doi.org/10.1080/07448481.2020.1732988

REPORTE BREVE

Sentando un mal precedente: Cumplimiento sexual en las relaciones sexualmente coercitivas

de mujeres universitarias

Malachi Willis, MAa y Rosemery O. Nelson­Gray, PhDb

a b
Departamento de Salud, Rendimiento Humano y Recreación, Universidad de Arkansas, Fayetteville, Arkansas, EE. UU.; Departamento de
Psicología, Universidad de Carolina del Norte en Greensboro, Greensboro, Carolina del Norte, EE. UU.

ABSTRACTO HISTORIA DEL ARTÍCULO

Objetivo: Las mujeres universitarias tienen más probabilidades de cumplir con conductas sexuales no deseadas si han Recibido el 6 de septiembre de 2019
Revisado el 17 de diciembre de 2019
experimentado coerción sexual por parte de su pareja. Investigamos si la gravedad y la frecuencia de la coerción sexual
estaban asociadas con el cumplimiento sexual. Aceptado el 18 de febrero de 2020

Participantes: Una muestra de 195 mujeres universitarias en relaciones comprometidas.

PALABRAS CLAVE
Métodos: Los participantes completaron una encuesta en línea sobre experiencias sexualmente coercitivas en su relación y
relaciones; coerción sexual;
cumplimiento sexual hipotético. conformidad sexual; precedente sexual
Resultados: Encontramos que las mujeres universitarias expuestas a la coerción sexual leve más frecuente de su pareja
actual predijeron que serían más obedientes con la coerción sexual hipotética de esa pareja, tanto leve como severa.

Conclusión: Puede haber un precedente para el cumplimiento sexual en algunas relaciones sexualmente coercitivas; este
precedente parece establecerse gradualmente. Los programas de prevención deben enfatizar que incluso las formas más
leves de coerción sexual pueden tener implicaciones negativas para una relación.

Introducción
La coerción sexual prevalece entre los estudiantes universitarios. Alrededor de
una cuarta parte de las estudiantes universitarias dijeron que habían tenido al
menos una experiencia sexual no deseada desde que ingresaron a la
universidad.1 El continuo de la coerción sexual incluye una variedad de
comportamientos (físicos, emocionales, verbales, financieros, psicológicos) que
una persona podría usar para involucrarse. en la actividad sexual con una pareja
que no quiere tener relaciones sexuales.2 En el presente estudio, investigamos
si el grado en que las mujeres experimentan coerción sexual leve en su relación
actual está asociado con su posible conformidad sexual con la hipotética coerción
sexual leve o severa.
El cumplimiento sexual se refiere a la voluntad de una persona de participar
en relaciones sexuales no deseadas.3 Las mujeres y las personas en relaciones
comprometidas cumplen con más frecuencia las relaciones sexuales no deseadas
que los hombres y las personas en relaciones casuales.4 En una muestra de
estudiantes universitarios, el 46 % de los participantes en relaciones
comprometidas había cumplido sexualmente en las tres semanas anteriores, y
el 17 % de todas las experiencias sexuales se calificaron como de cumplimiento
sexual.5 Las relaciones sexualmente coercitivas pueden tener un mayor riesgo
de cumplimiento sexual.
La coerción sexual, incluso cuando es relativamente leve, puede resultar en
cumplimiento sexual.3 Un estudio cualitativo identificó la coerción sexual leve (p.
ej., lloriquear, rogar o inducir a la culpa) como un tema que predijo el
cumplimiento sexual.5 Además, la exposición de las mujeres universitarias a la
coerción sexual de una pareja predijo cuán fuertemente estaban de acuerdo con
el
afirmación: “Tengo sexo con mi pareja cuando él quiere que lo haga, aunque yo
no quiera”. 6 (p555) Por lo tanto, las mujeres que habían experimentado coerción
sexual eran más propensas a participar en relaciones sexuales no deseadas, lo
que sugiere que puede haber un precedente para el cumplimiento sexual en las
relaciones sexualmente coercitivas.
No está claro con qué frecuencia debe ocurrir la coerción sexual para que se
establezca un precedente de cumplimiento sexual. Un estudio que informó tasas
más altas de cumplimiento sexual en relaciones sexualmente coercitivas
dicotomizó la historia de coerción sexual6 y otro dicotomizó el cumplimiento
sexual informado.3 Además, la investigación que ha distinguido entre niveles
variables de coerción sexual no incluyó participantes que nunca habían
experimentado coerción sexual. .7 El presente estudio abordó estas limitaciones
evaluando la exposición a la coerción sexual de forma continua e incluyendo
participantes que nunca habían experimentado coerción sexual. Específicamente,
examinamos el nivel de exposición a la coerción sexual en un espectro a través
de diferentes tácticas.
Solo pueden ser necesarios niveles leves de coerción sexual para aumentar
el cumplimiento sexual futuro.3,5 Por lo tanto, investigamos si una mayor
exposición a la coerción sexual leve de una pareja afecta el cumplimiento sexual
hipotético con la coerción sexual. Predijimos que la mayor exposición de las
mujeres universitarias a la coerción sexual leve por parte de una pareja se
asociaría con una mayor probabilidad informada de participar en actividades
sexuales no deseadas si esa pareja hipotéticamente usara tácticas sexualmente
coercitivas que fueran leves (hipótesis 1) o severas (hipótesis 2) .

CONTACTO Malachi Willis MA mw038@uark.edu 308 Edificio HPER, Fayetteville, AR 72701, EE. UU.

2020 Grupo Taylor & Francis, LLC

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2 M. WILLIS Y RO NELSON­GRAY
Método
Participantes
Mujeres de pregrado (N = 220) en clases de psicología en una gran universidad
del sureste participaron en este estudio. Reclutamos a estudiantes que
actualmente estaban en una relación romántica durante al menos dos meses
porque las mujeres en relaciones comprometidas son más propensas a informar
que cumplen sexualmente4 y a informar que están expuestas a la coerción
sexual.8 Se excluyeron los datos de 25 participantes por responder lo mismo.
manera en cada ítem (n = 16), no ser mujer (n = 5) o ser mayor de 24 años (n =
4).
De la muestra final (n = 195), la edad promedio fue de 19,0 años (SD = 1,2
años) y la duración promedio de la relación fue de 16,4 meses (SD = 12,4
meses). La demografía racial de la muestra fue consistente con la composición
de la universidad: 47,7 % caucásico, 37,3 % afroamericano, 5,2 % hispano, 5,2
% multirracial y 4,6 % para todas las demás razas acumulativamente. Los
participantes eran principalmente heterosexuales (89,6%); El 3,6% se identificó
como homosexual, el 3,1% como bisexual y el 3,6% como otra orientación.
Procedimiento
Todos los participantes se inscribieron a través del sistema Sona de la universidad
para recibir crédito del curso al completar una encuesta anónima basada en
Internet diseñada con Qualtrics. Las preguntas hipotéticas de cumplimiento
sexual se hicieron primero a todos los participantes, seguidas de los ítems que
preguntaban sobre la frecuencia de exposición a la coerción sexual. Luego se
informó a los participantes y se les proporcionó la información de contacto del
centro de consejería de la universidad y el defensor del campus de violencia
sexual. Este protocolo de estudio fue revisado y aprobado por la junta de revisión
institucional de la universidad donde se recopilaron los datos.
Medidas
Características sociodemográficas La edad
se midió continuamente en años. La identidad racial se dicotomizó como blanca
= 1 y no blanca = 0.
La duración de la relación se midió continuamente en meses.
Cumplimiento sexual hipotético Los
participantes informaron la probabilidad de que participaran en actividades
sexuales no deseadas con su pareja actual en situaciones que involucraran
cada una de las siete tácticas sexualmente coercitivas identificadas por
investigaciones previas.2 Las respuestas estaban en una escala de Likert que va
desde 1 (definitivamente no) a 7 (definitivamente).
Corroborando las expectativas basadas en investigaciones previas,2 un
análisis de componentes principales con rotación varimax sugirió dos factores
potenciales para estos elementos: leve y grave.
Cuatro tácticas sexualmente coercitivas relativamente leves cargadas en un
componente: esperar actividad sexual después de una situación romántica (0,83),
esperar actividad sexual a cambio de ciertas acciones (0,79), hacer pensar que
la actividad sexual es un deber cuando la pareja lo desea (.64), y rogando o
suplicando
(.70). Tres tácticas relativamente severas se cargaron en otro componente: decir
algo para intimidar o humillar (.89), amenazar con lastimar si no se cumple
sexualmente (.88) y tratar de usar la fuerza física (.82). Estos dos componentes
representaron el 67,7 % de la variación en las puntuaciones hipotéticas de
cumplimiento sexual. El alfa de Cronbach indicó además consistencia interna
dentro de los componentes leve (a ¼ 0,75) y grave (a ¼ 0,84).
Como tal, creamos una puntuación compuesta para el cumplimiento sexual
debido a la coerción sexual leve y otra puntuación para el cumplimiento sexual
debido a la coerción sexual severa. Las puntuaciones más altas indican una
mayor disposición prevista para participar en actividades sexuales no deseadas
en respuesta a la coerción sexual.
Exposición a la coerción sexual Los
participantes también indicaron con qué frecuencia su pareja romántica actual
intenta participar en actividades sexuales con ellos, incluso cuando en realidad
no quieren participar en actividades sexuales.
Para cada una de las siete tácticas sexualmente coercitivas, los participantes
informaron la frecuencia de exposición en una escala de 5 puntos: nunca, una o
dos veces, a veces, regularmente, todos los días. Debido a que solo nueve
(4,6%) participantes informaron haber experimentado alguna de las tres tácticas
coercitivas sexuales severas en su relación actual, solo evaluamos haber
experimentado coerción sexual leve en el presente estudio.
Creamos una puntuación agregada para la exposición a la coerción sexual
leve sumando las puntuaciones de las cuatro tácticas: nunca ¼ 0, una o dos
veces ¼ 1, a veces ¼ 2, regularmente ¼ 3, todos los días ¼ 4.
Las puntuaciones más altas indican niveles más altos de exposición a la
coerción sexual leve en la relación actual de un participante.
Análisis
Probamos dos modelos de regresión lineal. La variable dependiente para el
primer modelo fue la puntuación media para el cumplimiento sexual predicho por
uno mismo con las cuatro tácticas coercitivas sexuales leves; la variable
dependiente para el segundo modelo fue la puntuación media de las tres tácticas
severas. El primer paso de cada modelo incluía una variable independiente:
exposición a coerción sexual leve. El segundo paso luego controló la edad, la
identidad racial y la duración de la relación. Debido a que probamos dos modelos,
usamos una corrección de Bonferroni para minimizar los errores de Tipo I (es
decir, un ¼ .025). Todos los análisis estadísticos se realizaron con SPSS 25.
Resultados
Con respecto a estar expuestos a las cuatro tácticas coercitivas sexuales leves
en su relación actual, los participantes informaron una puntuación media de 2,73
(DE ¼ 2,69) y varió de 0 a 12.
Cincuenta (25,6%) participantes nunca habían experimentado estos cuatro tipos
de coerción sexual. Treinta y un (15,9%) participantes habían experimentado una
táctica una o dos veces. Los 114 participantes restantes (58,5%) habían
experimentado coerción sexual o tácticas múltiples con mayor frecuencia.
El participante promedio estuvo ligeramente en desacuerdo con que
participarían en actividades sexuales no deseadas si su pareja fuera
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Tabla 1. Cumplimiento sexual hipotético con regresión a experiencias de coerción sexual leve (N ¼ 195).
Cumplimiento sexual hipotético a la coerción leve
Variable predictora ß B (SE) IC del 95 %
Paso 1
Exposición a la coerción1 .61 .27 (.03) [.22, .32]
Paso 2
Exposición a la coerción1 .60 .27 (.03) [.22, .33]
Edad .08 .09 (.06) [.20, .04] [.57,
identidad racial .12 .29 (.14) .00] [.02, .00]
Duración de la relación .08 .01 (.01)
1
Nota. La exposición a la coerción se refiere al nivel promedio de coerción sexual leve que los participantes informaron haber experimentado en su relación actual. ß ¼ Coeficiente
estandarizado; B ¼ Coeficiente no estandarizado; SE ¼ Error estándar; IC del 95 % = intervalo de confianza del 95 % para el coeficiente no estandarizado; R2 ¼
varianza explicada por el modelo. p < 0,001.
sexualmente coercitivo. Con respecto al cumplimiento sexual hipotético
de las tácticas leves, la puntuación media fue de 2,76 (DE ¼ 1,20) y
osciló entre 1 y 7. Para las tácticas severas, la puntuación media fue de
2,13 (DE ¼ 0,85) y osciló entre 1 y 5,6.
Apoyando la Hipótesis 1, una mayor exposición a la coerción sexual
leve por parte de una pareja predijo significativamente una mayor
probabilidad reportada de participar en actividades sexuales no deseadas
si esa pareja hipotéticamente usaba tácticas coercitivas sexuales leves,
F(1, 193) = 113.84, p < .001 . Haber experimentado coerción sexual leve
en la relación actual representó el 37,1 % de la variación en las
puntuaciones hipotéticas de cumplimiento sexual. El control por edad,
identidad racial y duración de la relación no afectó esta asociación, ni
mejoró la capacidad predictiva del modelo. Apoyando la Hipótesis 2, las
estimaciones de parámetros para el modelo que predijo el cumplimiento
sexual hipotético con tácticas sexualmente coercitivas severas fueron
similares en importancia y tamaño del efecto al primer modelo (Tabla 1).
Además, ambos modelos siguieron siendo significativos después de
eliminar a los nueve participantes que reportaron haber experimentado
coerción sexual severa en su relación actual, Fs(1, 184) 80.53, ps <
.001, R2 s
.304.
Discusión
En una muestra de mujeres universitarias, encontramos que una mayor
exposición a la coerción sexual leve de una pareja actual se asoció con
una mayor probabilidad autoinformada de participar en actividades
sexuales no deseadas si esa pareja hipotéticamente usaba tácticas
sexualmente coercitivas. Esta asociación siguió siendo sustancial incluso
después de eliminar los efectos potenciales de la exposición a la coerción
sexual severa. Como tal, experimentar coerción sexual leve podría
aumentar el riesgo de cumplir con la coerción sexual en el futuro. Puede
ser que experimentar la coerción sexual haga que las mujeres piensen
que es inútil rechazar futuras victimizaciones,3 alimentando así una
relación recíproca entre la coerción sexual y el cumplimiento sexual. Si
no se rompe, este patrón tiene el potencial de culminar en una espiral
descendente hacia transgresiones sexuales más graves.
Similar a la teoría del precedente sexual en general,9 nuestros datos
sugirieron que el precedente para el cumplimiento sexual puede
desarrollarse gradualmente sobre las experiencias de coerción sexual
dentro de una relación. Los esfuerzos de prevención en los campus
universitarios deben enfatizar que el cumplimiento sexual debido a la
coacción sexual puede poner una relación en riesgo de coacción sexual en elLos autores no tienen ningún conflicto de intereses que informar. Los
futuro.
Los perpetradores potenciales deben ser capaces de reconocer incluso el
REVISTA DE SALUD UNIVERSITARIA AMERICANA 3
Cumplimiento sexual hipotético de la coerción severa
pag
DR2 ß B (SE) IC del 95 % pag
DR2
.371 .364
<.001 .60 .19 (.02) [.15, .23] <.001
.026 .028
<.001 .61 .19 (.02) [.16, .23] <.001
.167 .10 .08 (.04) [.16, .01] [.33, .068
.050 .08 .13 (.10) .07] [.02, .00] .207
.195 .10 .01 (.00) .087
las formas más leves de coerción sexual para garantizar que no impidan
la capacidad de su pareja para rechazar libremente o participar en
relaciones sexuales no deseadas. Los programas de educación sexual
deben proporcionar ejemplos que reflejen la miríada de escenarios del
mundo real que un estudiante universitario podría encontrar, combatiendo
así la normalización y trivialización de la coerción sexual leve.
Además, los educadores deben enfatizar la propensión hacia una espiral
descendente y concienciar a los estudiantes sobre el precedente que se
sienta en las relaciones sexualmente coercitivas.
Saber que experimentar coerción sexual leve con regularidad puede
sentar un precedente para el cumplimiento sexual responde a una
necesidad en la literatura, sin embargo, existen varias vías para futuras
investigaciones a la luz de estos hallazgos y las limitaciones del estudio.
Primero, nuestros hallazgos pueden no ser generalizables a poblaciones
no representadas por nuestra muestra. Por ejemplo, nuestra muestra
estaba compuesta principalmente por mujeres que se identificaban como
heterosexuales; el trabajo futuro debe investigar la asociación entre la
coerción sexual y el cumplimiento sexual en muestras que son más
diversas sexualmente y que incluyen hombres. En segundo lugar, la
naturaleza transversal de nuestro estudio impidió cualquier afirmación
sobre asociaciones temporales. Sin embargo, los estudios longitudinales
prospectivos podrían respaldar una relación bidireccional entre la coerción
y el cumplimiento al seguir las relaciones de los estudiantes universitarios
a lo largo del tiempo. Finalmente, las medidas retrospectivas de los
comportamientos sexuales están sujetas a sesgos de memoria;10 los
estudios futuros deberían considerar evaluar las asociaciones entre la
coerción sexual y el cumplimiento sexual utilizando diseños de estudio
que puedan capturar más datos proximales (p. ej., metodología de muestreo de ex
Nuestros hallazgos de que existe un precedente para el cumplimiento
sexual en relaciones con coerción sexual leve destaca la importancia de
prevenir comportamientos que las personas pueden etiquetar como
inofensivos. Necesitamos educar a los estudiantes para que reconozcan
las formas más leves de coerción sexual y para que comprendan la
trayectoria a la que potencialmente pueden conducir esos comportamientos.
Los programas deben educar a los estudiantes sobre la naturaleza cíclica
de la coerción sexual que conduce a más coerción sexual. En total, la
evidencia de que existe un precedente de conformidad sexual es una
adición significativa a nuestro conocimiento sobre el curso y desarrollo de
las relaciones sexualmente coercitivas. Sugiere un mecanismo específico
de por qué persisten las relaciones plagadas de coerción sexual.
Divulgación de conflictos de interés
autores confirman que la investigación presentada en este artículo
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4 M. WILLIS Y RO NELSON­GRAY
cumplió con las pautas éticas, incluido el cumplimiento de los
requisitos legales, de los Estados Unidos y recibió la
aprobación de la Junta de Revisión Institucional de la
Universidad de Carolina del Norte en Greensboro.
Fondos
No se utilizaron fondos para apoyar esta investigación y/o la
preparación del manuscrito.
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