Está en la página 1de 4

LA AUTODESTRUCCIÓN.

“Y tú joven, si te amas a ti mismo, entonces amas a


todas las personas como a ti mismo. Mientras ames a
una única persona menos que a ti mismo, no te has
tomado aun verdaderamente cariño a ti mismo”.
Oración inicial:

Señor te doy gracias por esta oportunidad que me concedes, al


tener en este momento un encuentro contigo y poder entregarte
mi vida; te pido me concedas, la gracia de preservar mi cuerpo de
toda clase de mal que dañen mi integridad humana, de manera que
pueda ser un verdadero templo del Espíritu Santo. Te lo pedimos a
ti Padre en el nombre de Jesús nuestro Señor. Amén.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

Cita bíblica. (1 Cor 6,19-20)

¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han
recibido de Dios y que está en ustedes? Ya no se pertenecen a sí
mismos. Ustedes han sido comprados a un precio muy alto;
procuren, pues, que sus cuerpos sirvan a la gloria de Dios.

Palabra de Dios: Te alabamos Señor.

Momento de Silencio.

Reflexión:

Jesucristo vino para anunciar y llevar a cabo el tiempo perenne de


la gracia del Señor, llevando a los pobres la Buen Noticia, la
liberación a los cautivos, la vista a los ciegos y la libertad a los
oprimidos ( Lc 4,18-19). Es él quien viene a liberarnos de nuestras
esclavitudes, de todo lo que nos ata a este mundo para hacernos
libres y felices haciendo el bien. El quinto mandamiento prohíbe
también el uso de la violencia contra el propio cuerpo. Jesús nos
exige expresamente que nos aceptemos y amemos a nosotros
mismos: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22,39).
Muchas veces, así como somos, Jóvenes curiosos, nos dejamos
llevar por las corrientes de la moda y esto nos hace llevar, muchas
veces, a modas que nos hacen autodestruir nuestro cuerpo como
la perforación del cuerpo: Piercings en la lengua u ombligo,
tatuajes, estiración de las orejas o boca, etc. Y no solo eso también
el consumo de sustancias dañinas como: el alcohol, el cigarrillo, las
drogas, etc.

Esto en definitiva daña nuestro cuerpo, no obstante, Dios me invita


el día de hoy a dejar todo eso, tal vez mi deseo de querer hacerlo o
también poder aconsejar y orar por un compañero que lo está
haciendo. Debemos velar por nuestra salud y cuidarnos, pues,
como dice San Pablo: “Somos Templos del Espíritu”, es una
oportunidad para que dejemos todo también a los pies de nuestra
madre la Virgen María quien también intercederá por nosotros o
por los jóvenes que están encadenados en el pecado de la
autodestrucción.

SIMBOLOGÍA: Vendar los ojos. Presentación de los audios


testimonios luego mostrar gráficamente en fotos.

El papa Francisco dice a los jóvenes en Cracovia:

“Nosotros le buscamos, pero es Él quien siempre se nos adelanta,


desde siempre nos busca y es el primero que nos encuentra. Quizás
alguno de ustedes tiene un peso en el corazón y piensa: he hecho
esto, he hecho aquello… ¡No teman! ¡Él les espera! Él es Padre”.

Canto: Te ofrecemos, nuestra juventud.

Peticiones:

Acudamos a Dios nuestro Padre que siempre está atento a


escuchar nuestras oraciones e inquietudes, tristezas y problemas,
y digámosle: Te ofrecemos nuestra vida Señor, escúchanos…

-Por nosotros que estamos reunidos en torno a ti Señor, para que


no seamos esclavos del mundo y de las modas malas, que nos
llevan a alejarnos de ti. Oremos.
-Por los jóvenes que no pueden vencer sus problemas y son esclavos
del alcoholismo, la drogadicción y demás vicios, para que les
concedas encontrar en Cristo el sentido de su vida. Oremos.

-Por los jóvenes que no conocen a Jesucristo, y que están hundidos


en el pecado sintiendo que ya no hay solución para su vida, para
que Dios les muestre el camino que deben seguir para conocerle.
Oremos.

-Que cada uno presente sus peticiones…

Padre nuestro, Ave María, Gloria.

Oración final:

“¿Cómo purificará el joven su conducta? Observando tu palabra, te


busco de todo corazón, no me desvíes de tus mandatos. En el
corazón guardo tu promesa, para no pecar contra ti. ¡Bendito seas,
Yahvé, enséñame tus preceptos! Con mis labios he contado lo que
dispone tu boca. Me recreo cumpliendo tus dictámenes más que
en toda riqueza. Tus ordenanzas quiero meditar y fijarme en tu
forma de actuar. Me deleito en tus preceptos, no olvido tu
Palabra”. (Sal 119, 9-16)

También podría gustarte