“HABLA, SEÑOR, QUE

TU SIERVO ESCUCHA”.

(1 Sam 3,4-11)

“DAR HASTA QUE DUELA Y CUANDO

DUELA, DAR TODAVÍA MÁS”.
(Santa Teresa de Calcuta)
INTENCIÓN DE NUESTRA ADORACIÓN

Para que todos los hombres estén atentos al llamado de Dios en

sus vidas, con los oídos abiertos y con disponibilidad en el
corazón a responder a esa llamada.

ORACION:

Señor, danos un corazón atento y generoso, ayúdanos a

escucharte, a cuestionarnos y a examinar cada decisión que
tomemos en nuestra vida, con el fin de servirte mejor.
Ayúdanosa apreciar cada palabra tuya para amarte, concédenos
el valor de ser sinceros y la capacidad de escuchar tus
indicaciones. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

LEAMOS: 1 SAMUEL 3,4-11

El Señor llamó: ¡Samuel, Samuel! Y este respondió: ¡Aquí

estoy! Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo: aquí estoy
vengo porque me has llamado. Elí respondió: no te he llamado,
vuelve a acostarte. Samuel fue a acostarse, y el Señor lo llamó
otra vez. Samuel se levantó y fue a donde estaba Elí, y le dijo:
Aquí estoy; vengo porque me has llamado. Elí respondió: no te
he llamado, hijo vuelve a acostarte. Samuel todavía no conocía
al Señor; aún no se le había revelado la Palabra del Señor.

El Señor volvió a llamar por tercera vez. Samuel se levantó y

fue a donde estaba Elí, y le dijo: aquí estoy vengo porque me
has llamado. Elí comprendió entonces que era el Señor quien
llamaba al niño y le dijo: anda, acuéstate. Y si te llama alguien,
dices: habla Señor que tu siervo escucha. Samuel fue y se
acostó en su sitio. El Señor se presentó y lo llamó como antes:
¡Samuel, Samuel! Samuel respondió: habla Señor que tu siervo
escucha. Y el Señor le dijo: Mira voy hacer una cosa en Israel,
que a los que la oigan les retumbarán los oídos.Palabra de Dios.

REFLEXIÓN:
Lo maravilloso de la vida de una persona es escuchar al Señor y
encontrarse personalmente con Él. Este encuentro no es para
unos cuantos, sino para todo aquel que quiere seguirle. Su voz
resuena cada día en nuestro corazón y nos habla a través de las
circunstancias que vivimos día con día. Necesitamos escuchar
con atención la Palabra de Dios, guardarla y cultivar el fruto en
nuestro corazón, para darle un sentido nuevo a nuestra vida.

El Señor sigue hablando y llamando al corazón de cada persona,

pidiendo una respuesta libre y responsable.

¿A qué nos llama el Señor? Nos llama a servir a nuestros

hermanos, a hacer un proceso de conversión personal. Para
hacer esto se necesita disponibilidad, valentía y generosidad
ante esta llamada. Él habla en todo momento, especialmente en
la juventud, por la energía y ánimo queella irradia. Llamó a
Samuel en su juventud y lo mismo hace ahora con nosotros: nos
llama desde nuestra condición humana para configurarnos con
Él.Pidamos al Señor que nos ayude a escucharle y así aceptar su
proyecto en nuestras vidas.

MOMENTO DE SILENCIO

¿Cómo vas descubriendo tu llamada?

Canto: (Háblame)

ORACIÓN COMUNITARIA

Con la seguridad de que Dios es nuestro Padre que siempre nos

escucha y nos sigue llamando, digámosle con fe: Señor, abre
nuestros oídos para que podamos escuchar tu palabra.

Guía: Te damos gracias, Señor Jesús, porque caminando por el

mundo, vienes a nuestro corazón para llamarnos,
concédenos estar dispuestos a recibirte y emprender el
camino a la salvación junto a ti.Oremos
Guía: Te damos gracias, Señor Jesús, porque también nos
hablas a través de nuestros pastores. Ayúdanos a
escuchar sus enseñanzas inspiradas por el Espíritu Santo
y que reconozcamos en ellos tu presencia. Oremos

Guía: Te damos gracias, Señor, porque tu Palabra es nuestro

pan de cada día. Ayúdanos que, a ejemplo de nuestra
Madre la Virgen María, meditemos tus palabras en
nuestro corazón y las pongamos en práctica en las
decisiones y acciones de cada día. Oremos

Guía: Señor, tú que iluminas la vida de todo hombre,

concédenos escoger lo que te es agradable y rechazar
todo lo que pueda alejarnos de ti. Oremos

Guía: Señor, crea en nosotros un corazón bueno como el de

Samuel para escucharte, esperar en ti y poder así,
acrecentar nuestra fe. Oremos

Guía: Te pedimos Señor por los hombres que se han alejado de

tu gracia. Para que al escuchar tu Palabra, sepan
reconocerte a ti y reconociéndote puedan volver a la
gracia. Oremos

ORACIÓN:

Señor, Dios todopoderoso, que atiendes nuestras súplicas, danos

constancia para meditar en ti, y ayúdanos a que, poco a poco lo
que contemplamos lo vayamos haciendo realidad en nuestra
vida, atiende estas oraciones y también las que se han quedado
en nuestros corazones. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amén.

Canto:(Me estás llamando)