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LA LEY 64846/2021
ECLI: ES:APM:2021:3708
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I - ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Desde sus Diligencias Previas núm. 1132-2018 el Juzgado de Instrucción núm. 3
Móstoles instruyó su Procedimiento Abreviado de igual número, en el que fueron acusados por los
delitos de prevaricación, falsedad en documento público y otros, antes de que dicho procedimiento
fuera elevado a esta Audiencia Provincial para continuar la correspondiente tramitación en el presente
Rollo de Sala núm. 202-2020 de esta Sección Vigésimo Tercera.
SEGUNDO.- 1. El MINISTERIO FISCAL, en sus conclusiones definitivas, calificó los hechos
procesales como constitutivos de:
A) Un delito de DESOBEDIENCIA GRAVE A LA AUTORIDAD, previsto y penado en el artículo 556 del
Código Penal (hechos III, IV y V).
B) Un delito de PREVARICACIÓN URBANÍSTICA, previsto y penado en el artículo 320.1 del Código
Penal o, subsidiariamente, un delito de PREVARICACIÓN ADMINISTRATIVA, previsto y penado en el
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condena, MULTA DE VEINTE MESES con una cuota diaria de 20 y responsabilidad personal subsidiaria
en caso de impago prevista en el artículo 53 del Código Penal, e INHABILITACIÓN ESPECIAL PARA
CARGO PÚBLICO ELECTIVO POR TIEMPO DE CINCO AÑOS.
d) A doña Dª. Justa, la pena de la pena CUATRO AÑOS Y SEIS MESES DE PRISIÓN, con la accesoria
de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la
condena, MULTA DE QUINCE MESES con una cuota diaria de 20 € y responsabilidad personal
subsidiaria en caso de impago prevista en el artículo 53 del Código Penal, e INHABILITACIÓN
ESPECIAL PARA CARGO PÚBLICO ELECTIVO POR TIEMPO DE CUATRO AÑOS .
5. Asimismo procede imponer a los acusados las COSTAS del proceso, conforme al artículo 123 del
Código Penal.
TERCERO.- 1. La acusación popular, en idéntico trámite, consideró los hechos constitutivos de:
a. Un delito continuado de falsedad en documento público tipificado en el art. 390.1.1ª del código
Penal en relación con el art. 74 del mismo texto legal.
Dos delitos de prevaricación administrativa tipificado en el artículo 404 del Código Penal.
b. Un delito continuado de falsedad en documento público tipificado en el art. 390.1.1ª del Código
Penal en relación del mismo texto legal
c. Un delito de falsedad en documento público tipificado en el art. 390.1.1ª del Código Penal.
d. Un delito continuado de falsedad en documento público tipificado en el artículo 390.1.1ª del
Código Penal en relación con el art. 74 del mismo texto legal.
e. Un delito de desobediencia grave a la autoridad tipificado en el art. 556.1º del Código Penal
2. Considerando autores de los delitos del apartado a) a D. Simón; del delito del apartado b) a D.
Samuel; del delito del apartado c) a Dª. Justa; del delito del apartado d) a D. Jesús Luis y del
apartado e) al Acusado D. Pedro Francisco.
3. Sin circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, interesó la imposición de las
siguientes penas:
a. Al acusado D. Simón la pena de cinco años y seis meses de prisión, multa de veinte meses a una
cuota diaria de cincuenta euros, e inhabilitación especial por tiempo de cinco años y seis meses y la
pena accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la
condena.
Por los dos delitos de prevaricación administrativa dos penas de diez años de inhabilitación especial
para empleo o cargo público y para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por tiempo de diez
años cada una.
b. Al acusado D. Samuel, la pena de cinco años de prisión, multa de veinte meses a una cuota diaria
de cincuenta euros, e inhabilitación especial por tiempo de cinco años y la pena accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.
c. A la acusada Dª. Justa la pena de tres años y seis meses de prisión, multa de catorce mese a una
cuota diaria de cincuenta euros y con la responsabilidad personal subsidiaria del artículo 53 del
Código Penal e inhabilitación especial por tiempo de tres años y seis meses y la pena accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.
d. Al acusado D. Jesús Luis la pena de cinco años de prisión, multa de veinte meses a una cuota
diaria de cincuenta euros, e inhabilitación especial por tiempo de cinco años y la pena accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.
e. Al acusado Pedro Francisco la pena de multa de once meses a cun cuota diaria de dos cienos euros
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II - HECHOS PROBADOS
Primero. Los acusados en la presente causa, todos ellos mayores de edad y carentes de
antecedentes penales, son :
D. Simón, alcalde Presidente del Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón en el periodo 2015 a 2018 .
D. Samuel; Dª. Justa y D. Jesús Luis, concejales del equipo de gobierno del Ayuntamiento de
Villaviciosa de Odón en el periodo que nos ocupa, si ben D. Jesús Luis tomó posesión en noviembre
de 2016.
D. Pedro Francisco, es administrador y apoderado de la mercantil PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L.
Segundo. Propiedad y clasificación del suelo. La mercantil PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L. adquirió
el 29 de septiembre de 1992 por título de compraventa la finca denominada "El Monje" o "La Albada",
formada por la parcela catastral 1 del polígono 21 del término municipal de Villaviciosa de Odón.
Desde 1999 dicha parcela pasó a formar parte de la "Zona de Máxima Protección" del "Parque
Regional del curso medio del río Guadarrama y su entorno", coincidente con la Zona de Especial
Conservación código ES-3110005 "Cuenca del río Guadarrama", integrado en la Red Natura 2000 y,
en consecuencia, tiene la consideración de Espacio Natural Protegido, por lo que está clasificada
como "Suelo No Urbanizable de Especial Protección".
Según el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Villaviciosa de Odón, aprobado
definitivamente en fecha 15 de julio de 1999 y publicado en el BOCM en fecha 4 de septiembre de
1999, la parcela objeto de investigación está clasificada como
* Suelo No Urbanizable Especialmente Protegido, Clase II: Espacios Forestales en régimen especial
(Montes protegidos o preservados, Ley 16/95)
* Suelo No Urbanizable Especialmente Protegido, Clase I: Espacios Protegidos, Parque Regional del
curso medio del río Guadarrama: Zona de Máxima Protección.
Tercero. Expediente de Calificación Urbanística n° NUM017, Expediente NUM016 denegación de
licencia y consiguiente cese de actividad.
En fecha 3 de julio del año 2014 D. Pedro Francisco, en nombre y representación de la mercantil
PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L. solicitó a la Conserjería de Medio Ambiente de la Comunidad de
Madrid Expediente de Calificación Urbanística dando lugar al expediente nº NUM017.
En fecha 8 de mayo de 2015 D. Pedro Francisco, en nombre y representación de la mercantil
PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L. solicitó al Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón licencia de
actividad y funcionamiento para el uso de las edificaciones existentes en la finca El Monje para la
celebración de actos sociales y eventos familiares de especial singularidad, incoándose seguidamente
el Expediente de Comercio e Industria n° NUM016 a tal fin.
En fecha 20 de octubre de 2017 se notificó al Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón la Orden n°
3020/2017, del Consejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, de
fecha 11 de octubre de 2017, por la que se denegaba la calificación urbanística solicitada por
PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L. para la celebración de eventos en la finca El Monje, resolviendo así
el Expediente de Calificación Urbanística n° NUM017.
En fecha 26 de octubre de 2017, doña Dª. Justa, Concejal de Industria y Comercio en esas fechas,
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propuso acordar el cese definitivo de la actividad desarrollada, en el seno del Expediente n° NUM016,
aprobándose por unanimidad en la Junta de Gobierno Local en fecha 8 de noviembre de 2017,
notificándose a la mercantil en debida forma el día 10.
Cuarto. Año 2016. Primeras denuncias y expedientes incoados.
Desde la primavera de 2016 se comenzaron a celebrar en dicha finca eventos privados,
principalmente bodas, con asistencia de numerosos invitados, estacionamiento de vehículos y otras
circunstancias características de tales eventos.
La organización de dichos eventos corría a cargo de la empresa denominada ALBADA CATERING,
nombre comercial perteneciente a la mercantil Opazo S.L., que comparte idénticos socios con
Pescaderías Coruñesas S.L.
Como fecha 2 de julio de 2016 los Agentes del Cuerpo de la Policía Local de Villaviciosa de Odón con
NIP NUM018 y NUM019 comprobaron que hacia las 21:00 horas se estaba celebrando una boda en la
finca objeto de investigación con unas 135 personas presentes, formulando denuncia n° NUM020, en
la que figuraba como denunciado Claudio, responsable de la actividad por cuenta de la empresa
ALBADA CATERING.
A consecuencia de la denuncia n° NUM020, D. Damaso, Concejal de Industria y Comercio del
Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón incoó, en fecha 18 de julio de 2016, Expediente sancionador n°
NUM021 por desarrollar la actividad de eventos sin licencia municipal.
Tras esa primera denuncia, agentes del cuerpo de la Policía Local de Villaviciosa de Odón realizaron
nuevas comprobaciones los días 9, 15, 16 y 22 de julio de 2016, verificando en todas ellas que se
estaban celebrando bodas en la finca objeto de investigación.
A finales del mes de Julio el alcalde acusado, D. Simón, impartió, instrucciones verbales al Suboficial
Jefe del Cuerpo de la Policía Local para que, existiendo ya diversas denuncias y habiéndose incoado
los expedientes oportunos, no se insistiese en realizar inspecciones en la finca de autos con motivo
de la celebración de eventos. Dicha orden fue transmitida por el Suboficial Jefe al Sargento con NIP
NUM022, el cual, a su vez, la trasladó a los agentes bajo su mando, como así ocurrió con los NIP
NUM023, NUM024 y NUM025 en fecha 22 de julio de 2016. Literalmente la nota dice así: "que no
vayan a la finca La Albada, salvo emergencia, Orden del Alcalde, ya está denunciada van a proceder a
decretar el cese de actividad". En parecidos términos, sin que conste la fecha exacta le debió
comentar el modo de proceder a la Concejala de Medio Ambiente Dª. Eufrasia.
Con fecha 26 de septiembre de 2016 en el expediente titulado "Asunto clausura de actividad de
celebración de eventos. situación Par. 1, Pol.21 Finca La Albada" la Concejala de Medio Ambiente Dª.
Eufrasia, dictó la RESOLUCIÓN NUM036 cuya parte dispositiva dice así:
PRIMERO. ORDENAR a PESCADERÍAS CORUÑESAS SL, la suspensión inmediata de la actividad de
celebración de eventos, ejercida sin la preceptiva autorización municipal en la parte 1, del polígono
21. Carretera M-513, P-K. 10,600 finca "La Albada", por incumplimiento de lo establecido en el
artículo 27 de la Ley 17/1997 de 4 de julio.
SEGUNDO. INCOAR a PESCADERÍAS CORUÑESAS SL, expediente de protección de la legalidad
urbanística y de restauración de la realidad física alterada o transformada como consecuencia de la
actuación ilegal descrita anteriormente; y, en consecuencia requerir a la interesada para que, en el
plazo de dos meses contados desde la recepción de la notificación de la orden de suspensión, solicite
la oportuna licencia urbanística o autorización urbanística que corresponda, de conformidad con lo
dispuesto en el art. 194, apartado 1º de la Ley 9/2001, de 17 de julio; haciendo la advertencia
expresa de que, transcurrido el plazo otorgado, se procederá a la adopción de las medidas de
reposición de la realidad física alterada que correspondan.
TERCERO. Advertir a los interesados que de no dar cumplimiento a lo ordenado se adoptaran las
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medidas previas en el artículo 193, apartado 31, de la citada ley del Suelo, que podrían consistir en
el precinto de la finca y la retirada de la maquinaria y materiales que estuvieran empleado en la
misma. El incumplimiento de la orden de suspensión podrá dar lugar a la imposición de multa
coercitivas por periodos de 10 días, con las cuantías fijadas en el apartado 4º del artículo 193, antes
citado, todo ello sin perjuicio de poner los hechos en conocimiento del Ministerio Fiscal para la
exigencia de las responsabilidades penales a que haya lugar"
Tras el dictado de la resolución de la Concejala Delegada de Comercio e Industria sólo consta en el
expediente la inmediata notificación de la misma a la Dirección General de Urbanismo y Estrategia
Territorial, a la afectada Pescaderías Coruñesas S.L., el 5 de octubre de 2016, y comunicación a la
Policía Local.
En el expediente examinado no constan denuncias de actuaciones que implicasen un incumplimiento
de la orden de suspensión, ni tampoco actuaciones dirigidas a ejecutar forzosamente la Resolución
NUM036. No consta actuación material alguna encaminada a la ejecución forzosa de dicho acuerdo,
habiendo caducado el expediente el 29 de julio de 2017.
Con posterioridad a la notificación del acuerdo consta que la mercantil PESCADERÍAS CORUÑESAS,
S.L. procedió a la celebración de un evento, en la tarde noche del día 8 al 9 de octubre de 2016
comprobado por agentes del uerpo de Policía Local.
Quinto. Año 2017. Con fecha 18 de enero de 2017, en tiempo y forma, se resolvió el Expediente
Sancionador NUM021, acordándose por unanimidad de la Junta de Gobierno Local la imposición de
una sanción de 60.001€ a Pescaderías Coruñesas S.L. como responsable de una infracción muy grave
tipificada en el art. 37.3 de la Ley 17/1997, de 4 de julio, de Espectáculos Públicos y Actividades
recreativas, por ejercer la actividad de celebración de actos sociales y eventos familiares de especial
singularidad sin la preceptiva licencia municipal en la finca La Albada"
Durante el año 2017, la mercantil PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L., por sí o mediante empresas
vinculadas, como ALBADA CATERING, continuó desarrollando en la finca El Monje la actividad de
celebración de eventos públicos, singularmente bodas.
Así, en la tarde noche del 28 al 29 de julio de 2017 agentes del cuerpo de la Policía Local de
Villaviciosa de Odón comprobaron hacia las 21:40 horas y 03:36 horas se estaba celebrando una
boda en la finca objeto de investigación, formulando denuncias n° NUM005 y NUM006, en la que
figuraba como denunciado Claudio, responsable de la actividad por cuenta de ALBADA CATERING.
Con fecha 1 de agosto de 2017 el alcalde remitió a la concejal de Seguridad, Dª. Eufrasia como al
Suboficial Jefe del Cuerpo de la Policía Local correo electrónico recordando el modo de actuar ya
comentado de manera verbal o informal en anteriores ocasiones. Dicha comunicación dice
literalmente:
"En varias ocasiones le trasmití a la policía que la posibilidad de acudir a algún local o
establecimiento, debía obedecer siempre a la denuncia expresa de un vecino.
El hecho de que un grupo político se interese por una actividad, no es motivo para que la policía
realice una inspección.
En este caso concreto ya expliqué en el Pleno del mes de junio, como deberías saber, que esta finca
se arrienda temporalmente y no necesita licencia de actividad. Otra cuestión, sería la intervención
policial ante la denuncia de un vecino por molestias acreditadas.
Te ruego que, en lo sucesivo, no se vuelva a enviar a la Policía sin mi conocimiento y autorización
expresa, ni aquí ni a ningún otro sitio, sin que se haya producido una denuncia vecinal."
A consecuencia de la denuncia n° NUM005, Dª. Justa, Concejal de Industria y Comercio del
Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón incoó, en fecha 4 de agosto de 2017, Expediente sancionador n
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Por favor, os ruego dispongáis lo necesario para que se realicen inspecciones con frecuencia para
observar si están incumpliendo las ordenes de clausura y continúan ejerciendo actividad sin licencia.
Atentamente"
En fecha 23 de abril de 2018, D. Simón, teniendo conocimiento de la anterior instrucción, dictó nueva
comunicación remitida al Subinspector Jefe de la Policía Local en la que se puede leer:
"ASUNTO: INSPECCIONES RUTINARIAS.
FECHA 23 DE ABRIL DE 2018
Leo en los partes de Policía que se realizan inspecciones rutinarias para ver si en determinados
lugares se ejerce alguna actividad, sin precisar qué tipo de actividad se trata de inspeccionar.
Los lugares indicados se encuentras en las fueras del municipio y alguno de ellos a varios kilómetros
de distancia.
Al respecto se han cursado tiempo atrás algunas indicaciones, desde Alcaldía sobre este tipo de
situaciones, que no parecen seguirse.
El motivo de la evitación de estas supuestas inspecciones, obedece a la merma de los servicios de
seguridad en el resto del municipio que, por su extensión requiere la presencia permanente y
constante de todas las patrullas disponibles en el entorno de las zonas habitadas.
También se indica que estas actuaciones se producen como consecuencia de la orden de la concejala
de Seguridad.
Por lo anteriormente explicado, en lo sucesivo se atenderá únicamente aquellas situaciones que
obedezcan a una denuncia vecinal, previa identificación de la persona denunciante y medición de
sonometría en caso de molestias por ruidos en el domicilio del denunciante.
En consecuencia, queda derogada la orden de la concejala de Seguridad por las razones expuestas y
se estará a las instrucciones referidas al efecto."
En esas mismas fechas habían entrado sendas denuncias de fecha 30 de abril y 3 de mayo del vecino
de la CALLE000, constando también Parte Incidencia de Establecimientos dando cuenta de una
desabrida denuncia telefónica del mismo vecino el día 7 de mayo.
En ese contexto al alcalde, el acusado D. Simón envía nueva comunicación el día 11 de mayo de
2018 que dice así:
"En relación con la contestación facilitada acerca de la intervención de la Policía en la finca El Monje,
el pasado 28 de abril, así como la realizada el 5 de mayo, en esta misma finca, me remito a mi
escrito de fecha 23 de abril, en el que indicaba que este tipo de inspecciones a varios kilómetros de
distancia de la publicación, solo se realizaran por denuncia expresa vecinal debido a molestias
acústicas y medición de sonometría en el domicilio del denunciante.
Asimismo y en cuanto a la identidad del denunciante en ambas intervenciones, vuelvo a incidir en las
especiales características de esta persona, por lo que en el futuro se evitará acudir ante llamadas sin
fundamento, evitando un consumo excesivo de los servicios públicos en detrimento de la población
en general.
Un saludo cordial"
Durante el año 2018 constan intervenciones policiales que detectaron la celebración de bodas o
eventos similares los días 5, 13 y 20 de mayo, 9 y 12 de junio, 7 y 29 de julio, 8, 28 y 29 de
septiembre, 27 de octubre y 4 de noviembre.
Las mencionadas denuncias dieron lugar a la incoación de los Expedientes Sancionadores n°
NUM009, NUM010, NUM011, NUM012, NUM013, NUM014 y NUM015.
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concedió trámite de audiencia al Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón a fin de que pudiera formular
las alegaciones oportunas sobre el cambio de titularidad promovido. Tras recabar la documentación
que consideró oportuna y tras comprobar que ni constaban inscritos en el Inventario de Bienes del
municipio, ni en el Registro de la Propiedad, el Jefe de los Servicios Jurídicos y Rentas del
Ayuntamiento, D. Gonzalo, elaboró un informe propuesta proponiendo la oposición al cambio de
titularidad, sobre la única base de una guía turística e informativa del propio Ayuntamiento, al que
acompañó escrito de alegaciones para que fuera firmado por el Alcalde, D. Simón, ambos de fecha 3
de septiembre de 2015. El acusado Sr. Simón Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Villaviciosa de
Odón, a través de su jefe de gabinete, ante lo que consideró insuficiente consistencia de las
alegaciones propuestas, indicó que se ampliara el sustento jurídico del informe, dejando sin firmar el
escrito de alegaciones.
En fecha 12 de noviembre de 2015 la Gerencia Regional del Catastro concedió nuevamente trámite de
audiencia al Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón a fin de que pudiera formular las alegaciones
oportunas sobre el cambio de titularidad promovido. De la misma forma, el Jefe de los Servicios
Jurídicos y Rentas del Ayuntamiento, D. Gonzalo, presentó informe propuesta proponiendo la
oposición al cambio de titularidad, al que acompañó en fecha 24 de noviembre de 2015 idéntico
escrito de alegaciones al anteriormente propuesto en el mes de septiembre. El escrito quedó
nuevamente sin firmar, y sin formularse alegaciones en el expediente catastral, ofreciendo el jefe de
gabinete como explicación al funcionario emisor del informe propuesta la razón de que las
alegaciones carecían de la suficiente consistencia jurídica. No consta que se verificara advertencia de
ilegalidad ni trascendencia para la defensa del patrimonio municipal.
En fecha 29 de diciembre de 2015 la Gerencia Regional del Catastro notificó al Ayuntamiento de
Villaviciosa de Odón el acuerdo adoptado en fecha 14 de diciembre de 2015, una vez realizadas las
comprobaciones oportunas, por el que se dio de baja la titularidad de los cuatro caminos antes
referidos del Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón, dando de alta la titularidad a favor de la
mercantil PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L., con efectos desde el 20 de septiembre de 1992.
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3.7. El listado de bodas civiles celebradas en la finca El Monje el año 2016 remitido por la Alcaldía
obra al folio 926, y el de las bodas de 2017, al folio 733 si bien, el propio alcalde ha manifestado
que cree que contiene un error, porque viéndolo a posteriori reconoce a uno de los contrayentes
como persona muy próxima a su familia y está convencido que lo casó en el Salón de Plenos.
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3.8. En relación también con las bodas, la defensa de D. Jesús Luis aportó en el acto inicial del juicio
oral los doc. nº 5 (f.138-139 rollo Sala) y doc nº 6 (f. 140-153 Rollo de Sala) y doc. nº 7 (f.154-
1559) y Doc. nº 8 (f.156.169), que se corresponden con los expedientes de Alcaldía de los dos
matrimonios civiles celebrados por dicho concejal, y de consta la solicitud de matrimonio civil por los
contrayentes, con el adjunto resguardo del abono de tasas; la resolución Alcaldía- Presidencia
delegando en el concejal D. Jesús Luis; las lecturas que debe hacer el concejal (palabras previas,
artículos Código Civil y poema de Mario Benedetti); el acta de celebración de matrimonio civil, oficio
de remisión del Expediente Alcaldía-Presidencia al Juzgado de Paz y diligencia de cierre del
expediente.
3.9 El oficio de la Dirección General del Catastro de fecha 18 de agosto de 2015, con registro de
entrada de 26 de agosto, notificando al Ayuntamiento de Villaviciosa la tramitación de un expediente
para el cambio de titularidad de cuatro caminos que figuraban a nombre del ayuntamiento y la
apertura de un plazo de diez días para la consulta del expediente, formular alegaciones y aportar
pruebas que estime convenientes, obra al folio 743; el informe propuesta de fecha 3 de septiembre,
del Jefe de Servicios Jurídicos y Rentas a los folios 748-750 y el escrito de alegaciones, sin firmar
por el Alcalde, de idéntica fecha al anterior, a los folios 751-753, todo ellos del T.III de las
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actuaciones.
La reiteración del trámite y los consiguientes nuevos informe propuesta y escrito de alegaciones, sin
firmar por el alcalde, ahora de fecha 24 de noviembre de 2015, pero de contenido idéntico a los
anteriores, obran a los folios 754-761. Al folio 762 y siguientes, figura unido el acuerdo adoptado de
baja de titularidad de fecha 14 de diciembre de 2015 adoptado por el Gerente Regional del Catastro.
En dicho acuerdo se puede leer que vista la Declaración (modelo901N) presentada por Pescaderías
Coruñesas S.L., una vez realizadas las comprobaciones oportunas, esta Gerencia acuerda dar de baja
la titularidad de los inmuebles. Los informes se acompañaban de una denominada guía de caminos y
vías pecuarias del Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón del año 1990.
4. A la hora de especificar el contenido informativo esencial aportado por cada declaración personal,
en este primer apartado general, haremos especificación conjunta en todos aquellos aspectos en que
las declaraciones son sustancialmente coincidentes, y solo en el posterior análisis crítico de la prueba
en cada uno de los cuatro bloques anunciados haremos alguna especificación más detallada.
4.1. Así, la declaración de los tres concejales que vienen acusados, exclusivamente, por la alteración
de las actas de matrimonio, puede resumirse en que actuaban siempre a instancia y por delegación
del alcalde. Que era el departamento de Alcaldía el que tramitaba todo el expediente y que su
intervención se limitaba al acto de la celebración en el lugar y hora indicado. Las actas estaban
completamente rellenadas, y su actuación debía limitarse a recabar documentación y comprobar
identidad, leer artículos del código civil y palabras preparadas y tomar las firmas de contrayentes y
testigos. Para ello se les entregaba un sobre o carpeta con todo preparado y la medalla que debían
portar. Era una actividad que no les comportaba beneficio ni retribución alguna, antes al contrario,
sacrificaban tiempo libre de su fin de semana.
4.2. La declaración del administrador y de Pescaderías Coruñesas S.L. Manifestó que Pescaderías
Coruñesas S.L. es propietaria de la finca desde hace muchos años, que estaba en estado lamentable.
La finca cuenta con un palacete destruido, que también fue reconstruido. Ahora mismo es un coto de
caza con un palacio restaurado Cree que fue en el 2016 cuando comenzaron a alquilar la finca, se han
rodado series, anuncios, eventos privados y de empresas, presentaciones de coches, diferentes actos.
Pescaderías Coruñesas S.L. no organiza los eventos. Alquilan la finca. A los arrendatarios les obligan,
aparte del cuidado, que no sea un evento de pública concurrencia, no puede entrar quien sea. Tú
celebras un cumpleaños, pero que no entre todo el mundo. No siempre tiene que ser Albada la que
de el catering, puede ser cualquier otra, ha habido muchos casos que ha habido otras empresas de
catering, como Custodia. El declarante se enteraba de quién alquilaba la finca, pero no
necesariamente del catering. Nunca estuvo presente en ningún evento. Nunca ha dado orden de que
no se permitiera el acceso a la finca. Les han llamado del Seprona, del Ayuntamiento y tienen un
empleado que es Roberto y siempre ha permitido el acceso.
En octubre de 2016 tuvieron conocimiento de la decisión de una concejala de cese de actividad.
Recurrieron, y nada más, y lo que les ha llegado en firme y taxativamente lo han cumplido, pero que,
a día de hoy, no tienen una orden de clausura.
También tuvieron conocimiento de otra orden de noviembre 2017, se puso en manos del
departamento jurídico y se recurrió, y creo que no llegó a nada. Nunca ha recibido orden terminante
directa o expresa de cesar en la actividad, nunca. Sigue creyendo que la finca ahora mismo ni está
clausurada y siguen pendiendo varios recursos
Los expedientes sancionadores también están recurridos. Efectiva no hay ninguna multa. Todos los
demás cree que han quedado en nada.
Preguntado por su relación con el alcalde Simón, manifestó que lo conoce poco, de cuando hemos
ido al principio a solicitar la licencia de actividad en la Comunidad y el Parque (Regional) nos
autorizó, y por eso se hizo la inversión, porque se había cambiado la ley y se admitió que en zonas
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desde 2016 hasta 2018. Su actividad principal fue Medio Ambiente, durante tres años, y Actividades
unos cuatro meses y Seguridad año y medio, casi dos años.
Sobre la utilización de la finca El Monje, contestó que a raíz de una denuncia de Policía Local el 2 de
julio de 2016 tuvo conocimiento que en la Finca El Monje propiedad de Pescaderías Coruñesas S.L. se
estaban celebrando bodas y eventos sin licencia, y que ya antes en ese año 2016 hubo trascendencia
en prensa por la boda de un concejal de nuestro equipo de gobierno.
Interrogada sobre las órdenes o instrucciones verbales que le pudo dar el alcalde como concejala de
seguridad para que no se pasara la policía o limitar la actividad, recordó que esa finca dio problemas
y se recibieron órdenes verbales y por escrito. En julio no era concejal de seguridad ni actividades,
así que no participaba directamente porque no tenía competencias asociadas. Fue a partir de ese
verano, en septiembre más o menos, cuando recibió órdenes del alcalde "de que la finca está
correcta y que la dejemos tranquila". Que las competencias de seguridad no las tuvo hasta finales de
año, en diciembre
A raíz de las nuevas competencias, y dado que esa finca estaba sometida a "escandalo publicado" lo
que hizo es reunir a los servicios técnicos mantuvo una reunión con los servicios técnicos (jefe
Policía Local, Secretario del Ayuntamiento, Jefe Servicios Jurídicos y Jefe Medio ambiente) para que
la informaran de la situación legal y administrativa de la finca. Desconocía el procedimiento. La
conclusión era que la actividad era de ilegalidad y la indicaron las distintas vías a proceder. Dijo que
adelante, inician un procedimiento de cese de actividad y la policía se encarga de vigilar.
Procede al cese de actividad, septiembre u octubre, y como concejal de medio ambiente y actividades
da órdenes que se vigile si se continúan celebrando grandes eventos, y empieza a hacer apariciones
en la finca la Policía Local.
Preguntada por la razón de la ilegalidad y el procedimiento seguido, divagó sobre las peculiaridades
urbanísticas del municipio al contar con un 75% del suelo de especial protección. Máxima protección
Curso Medio Guadarrama. Sobre los problemas existentes con diversas fincas con actividad ilegal y
asentamientos en la zona de máxima protección, celebraba eventos con coches autobuses y fuerte
impacto ambiental. También menciono las quejas de una asociación de hosteleros de la comunidad de
Madrid por competencia desleal, y la existencia de informes del Parque Regional sobre especias
amenazadas y que la única actividad posible era recoger setas o el avistamiento de aves. La
conclusión es que procedía la suspensión inmediata de la actividad que acordó el 29 septiembre de
2016 como Concejala de Medio Ambiente y Actividades.
Preguntada por qué ese expediente no terminó en resolución definitiva, alegó que a ella se le
retiraron las competencias en materia sancionadora en ese momento y no pudo continuar el
procedimiento. Alcaldía, dentro de sus capacidades como alcalde está retirar u ordenar la delegación
de competencias, y en materia sancionadora las remitió a la Junta de Gobierno Local. El
procedimiento nunca llegó a la Junta de Gobierno Local porque se retiró de las órdenes del día.
Nunca llegó porque se retiró del orden del día y luego se incorpora Justa que intentó impulsarlo. En
todo caso indicó que ella no elaboraba el orden del día.
En relación al expediente sancionador indicó que cuando le quitan el área de Actividades, ya le
compete a Justa como concejala de Industria y Actividades. Se impuso la multa cuando iba a caducar
ese impuso una sanción de 60.000 euros, No aparecía en la Junta de Gobierno Local y hubo un
escrito del Secretario anunciando la caducidad. No iba a Junta de Gobierno fue el último día.
Reconoció la orden escrita de fecha 1 de agosto de 2017. (Folio 62), e indicó que ella solucionó la
tensión, sabía cuál era la posición del alcalde y cual era mi posición si no quería estar sentada en el
banquillo. Entendíamos de manera diferente la situación de ilegalidad de la finca. No tenía
calificación urbanística, era parque regional en este tipo de suelo no urbanizable no podíamos darle
licencia en ningún caso. Hubo muchas interferencias del alcalde, e indicaba que como se limitaba a
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sometidos a enjuiciamiento:
* 26 de septiembre de 2016. Expediente iniciado por la Resolución NUM036.
* 18 enero 2017. Aprobación por unanimidad de la Junta de Gobierno Local, en tiempo y forma, del
acuerdo sancionador en el Expediente NUM021.
* 8 noviembre de 2017 acuerdo de cese de actividad acordó por la Junta de Gobierno Local
* Mayo de 2018 propuesta de clausura de actividades, acordado en septiembre de ese mismo año.
En relación con el expediente 2016 afirmó que la incoación la conoce, y que estará su diligencia de fe
pública, en la resolución. Luego tuvo más conocimiento a raíz de este procedimiento. Cree que había
un informe de los servicios jurídicos, pero no tiene recuerdo de haber hablado con la concejala.
Al ser preguntado sobre si le parecieron correctas las ordenes escritas de agosto de 2017 y abril de
2018, respondió que creía recordar que el alcalde indicó que no se fuera a la finca salvo existencia de
molestias por ruidos acreditadas, y como toda interpretación equivoca crea inseguridad. La Policía
ejerce labores de policía administrativa y tiene encomendada la inspección de oficio.
Respecto al cese de actividad indicó que puede existir un cumplimento voluntario y si no hay que
acudir a una ejecución forzosa en caso de incumplimiento. La ley de procedimiento establece la
ejecutividad plena de los actos administrativos, y en el caso de incumplimiento se abría la ejecución
forzosa.
El informe de 2016 no se resolvió en el plazo en diez meses y caducó. Era ejecutiva la orden, y
caduca el procedimiento, está la orden dada de legalización, no solicitó la legalización y caducó. Esa
orden ejecutiva está vigente, y deja de estar vigente. Se remitió al importante informe de enero de
2019: No se dictó resolución alguna ni le consta medida material de ejecución y caducó.
La licencia se denegó en octubre de 2017, y respecto el cese definitivo de 8 de noviembre cese de
actividad por carecer de licencia, se recurrió, y se desestimó el recurso. La orden es ejecutiva salvo
que se acuerde medida cautelar por el juzgado. Lo que ocurre es que se cruzaron ese expediente de
cese de actividad de acuerdo de 8 noviembre de 2017 y otros procedimientos sancionadores. A raíz
de una denuncia de mayo del 2018 se llevó a Junta de Gobierno Local la orden de Precinto, pero la
afectada se fue al Juzgado y solicitó la medida cautelar de suspensión. De conformidad con la
jurisprudencia del TC (76/90 citó de memoria) cuando se interpone recurso contencioso y se solicita
como medida cautelar la suspensión del acto administrativo, la Administración debe abstenerse de
ejecutarlo.
Poco después el juzgado contencioso decidió suspender el procedimiento contencioso por
prejudicialidad, pero no resolvió la medida cautelar. Se creó un problema jurídico. Entendió que no
se podía ejecutar la medida de precinto. Si se suspendió el procedimiento. Se recurrió la decisión de
suspender por prejudicialidad penal, es estimó el recurso por la Sala de lo Contencioso
Administrativo del Tribunal Superior de Justicia y una vez continuó el procedimiento se desestimó la
demanda de Pescaderías Coruñesas S.L. y se confirmó el acuerdo de cese de noviembre 2017. Cree
que aún no es firme.
Aclaró que la finca nunca se llegó a precintar. La orden de precinto se propuso en Mayo 2018, y
cuando se estimó el recurso del Ayuntamiento y levantó la suspensión, era ya primavera del 2019 y
ya no había actividad en la finca.
En cuanto a la confección de las órdenes del día de la Junta de Gobierno Local, y las incidencias que
hubo para sacar algún punto del orden del día, se remitió a su declaración. Sabe que el expediente
sancionador se resolvió con imposición de una multa pero previamente se solicitaron por actuaciones
complementarias. Se retiró del orden día, la Junta de Gobierno Local es un órgano colegiado, la
iniciativa fue de la Alcaldía y se aceptó. Se resolvió con imposición de multa. En uso de las funciones
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de fe pública y asesoramiento, tomo la palabra y advirtió que debía resolverse antes del 18 de enero.
En cuanto a la propuesta de cese de actividad de noviembre de 2017, no es que se retirara del orden
día, sino que no llegó a entrar en el orden día inicialmente previsto. Se devolvió para que no se
incluyera, y que fuera a la siguiente sesión.
En contestación a la pregunta de por qué no se adoptó ninguna decisión en el primer expediente no
supo dar una respuesta, no las denuncias no llegaron, se quedaron en el departamento de actividad,
en otro departamento y no llegaron al expediente.
Sobre la distinción entre partes de intervención o actas de denuncia, manifestó que es clara, una
denuncia comporta unos requisitos formales y un contenido material determinado con un significado
jurídico concreto, el parte de intervención se limita a la comunicación de unos hechos y su valor
jurídico puede ser más limitado. Los agentes de policía local por su práctica profesional saben
calibrar y conocen las diferencias y el contenido y requisitos formales de una denuncia. En principio
si aprecian indicios racionales de una infracción deben hacer una denuncia.
4.7. El suboficial Jefe de la Policía Local NIP NUM031. En relación a las órdenes o instrucciones
escritas o verbales del Alcalde en el verano del 2016 recuerda que le indicó de forma verbal que no
hacía falta de que acudieran más porque ya existía denuncia se había iniciado un expediente y se iba
a proceder al cierre por actividad sin licencia. Que cree recordar que fue una llamada telefónica. Que
luego tuvieron una reunión con la concejala y varios técnicos que concluyó con que tenían que actuar
porque se estaba ejerciendo actividad sin licencia.
Recordó haber trasmitido la orden al sargento, que le sustituía en caso de vacaciones, pero sin saber
si fue ese año o al siguiente porque fue en varias ocasiones. Que lo que le transmitía el alcalde era
que no siguiésemos actuando porque iban a clausurar. No hace falta que sigamos yendo porque se va
a cerrar la actividad. Reconoció la comunicación de julio de 2016 al folio 116, así como la posterior
de 1 de agosto (f.62). A raíz de la indicación del Alcalde estuvieron una o dos semanas sin ir, y no
obedecimos. Entendía que tenían obligación de realizar inspección a todos los establecimientos y ese
era uno más. Aun después de la carta de agosto de 2017 contestó "teníamos muy claro lo que
teníamos que hacer". No recordó las indicaciones expresas sobre que en caso de acudir no se
levantara acta denuncia sino mera parte de intervención, pese a que el Ministerio Fiscal le indicó que
así constaba en su declaración sumarial (f. 1925-1928), aunque restó trascendencia a la cuestión
pues el parte de intervención relata lo actuado, y puede dar lugar a la denuncia, o no.
A su entender en lo relativo a las denuncias vecinales y necesidad de que estuviera identificada la
persona y contrastadas las molestias, el Alcalde quería desviar la atención con los ruidos cuando el
verdadero problema era el cese de actividad por carecer de licencia,
4.8. Los policías locales. Ninguno indicó haber recibido de manera expresa la orden de levantar
simplemente parte de intervención o acta de denuncia, de manera que pudiera haberse visto coartada
su libertad de criterio de actuación a la hora de ejercer las funciones encomendadas. De hecho,
algunos indicaron que se levantaba simple parte de intervención porque se sabía había existido otra
comprobación previa el mismo día, y en otras ocasiones, mayoritariamente las de 2016, porque nadie
les impidió el acceso y la correspondiente labor inspectora, y aportaron una solicitud de licencia.
Según manifestación coincidente los razones que motivaron su intervención fueron bien haber ido a
controlar o comprobar si se estaba cumpliendo una decisión de cese de actividad, siguiendo las
indicaciones e instrucciones fijadas en el orden del día y reuniones previas al inicio del
correspondiente turno o servicio, o, en otras ocasiones, por llamadas vecinales (casi siempre del
mismo vecino de la CALLE000) quejándose de molestias por ruido. Solo de forma puntual indicaron
que una vez fue motivada por una indisposición de una persona a la que parece le dio un pequeño
golpe de calor, y en otra un coma etílico.
En lo que hubo unanimidad es que nunca se procedió a realizar una medición de ruido con el
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sonómetro correspondiente, dándose diversas explicaciones al respecto, desde que el aparato llevaba
años sin funcionar, a las dificultades y especialización que exige su uso para el que no están
habilitados. También coincidieron todos a preguntas de la defensa de D. Pedro Francisco que nunca
acudieron a verificar actos materiales de ejecución de la orden de cese como pudiera ser el precinto o
clausura de las instalaciones u orden concreta y taxativa de cesar en la concreta actividad que se
estuviera desarrollando. Ello con independencia de que algunos hablaran que conocían la existencia
de una orden de cese de actividad y otros de una orden de clausura, aunque parece que todo indica
que son distintas maneras de referirse a un mismo acto administrativo.
Si hubo alguna mayor discrepancia en cuanto a si habían recibido o conocido la existencia de órdenes
expresas del Sr. alcalde sobre que no podían acudir a la finca sin autorización previa, o especificando
a qué tipo de actuación debían limitarse.
El agente NUM023, integrante del grupo de tres que denunciaron al sargento por lo ocurrido el día 22
de julio, indicó que si vio colgada la orden en el tablón después de un "briefing". Que escuchó como
el sargento les indicó, cuando ya estaban en el parking junto al vehículo oficial, que dejaran la finca
sin denunciar. Sabían que no había licencia, por comentarios de compañeros y la denuncia de un
presidente de una asociación de hostelería. Que las órdenes eran que no pasásemos porque había
pasado en ocasiones anteriores. Les llamó la atención, porque carecía de licencia, y esa orden les
resultó contradictoria.
Sin embargo, no recordó la indicación de que hicieran solo partes de intervención, indicando que él
cuando ha ido si había actividad levantaba acta denuncia, y si la ha vigilado y no han visto actividad,
parte. Les llegaron a decir que se atuvieran a las consecuencias.
Así el agente con identificación profesional NUM026 cuya intervención se refirió al acta de 10 de
septiembre de 2016 indicó que, como Oficial y responsable de turno, que el supiera, no hubo una
orden expresa de ir o no ir a actuar en la referida finca.
Mientras que el agente PL NUM027 que declaró, precisamente a continuación, indicó que si recibió
una orden por escrito de no acudir a dicha finca sin autorización previa, manifestando que tenía una
fotografía de dicha orden que estuvo colgada en el tablón de anuncios. Bajo la fe la señora Letrada
de la Administración de Justicia, se exhibió el móvil y quedó unida una copia del contenido de esa
fotografía que hace referencia a una carta de fecha 6 de marzo de 2019 en la que el Alcalde da
instrucciones concretas al respecto. Este mismo agente y respecto de la diferente actuación en unos
casos levantado simple parte de intervención y en otras ocasiones denuncia, manifestó dos
cuestiones, ya reiteradas: nunca acudió para ejecutar una orden material (precinto, cierre) y su
actividad se limitaba a levantar acta de lo observado por "no reiterar denuncias que pareciera un
acoso".
También se debe destacar que el agente con NIP NUM028 actuante el día 16 de septiembre de 2017
confirmó la información facilitada por el acusado, concejal D. Jesús Luis, quien le indicó que estaba
allí cumpliendo una delegación, orden de Alcaldía, y que desconocía los problemas que pudiera tener
la finca con la licencia de actividad.
4.9. El concejal de Vox D. Luis Pablo no aportó nuevos datos que no constaran ya en sus denuncias y
declaraciones anteriores. Fue quien presentó en Fiscalía las denuncias de 15 y 28 de septiembre de
2017. Su partido político Vox entró con tres concejales y se rompió la cómoda mayoría del Partido
Popular que durante años había gobernado. Explicó cómo se entra con idea de colaborar en la buena
marcha del municipio, pero pronto te das cuentas que tu función en la oposición es controlar y
fiscalizar. Vas conociendo el funcionamiento, en las comisiones informativas.
En 2016 escuchó que había problemas con la finca El Monje. Un policía le comenta que el concejal de
seguridad iba a celebrar la boda de su hija en la finca La Albada. El declarante no conocía finca. El
concejal del PP le pregunta a la policía por un posible control de alcoholemia.
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A raíz de eso empezó a preguntar, le molestó ese comportamiento y preguntó al alcalde. Volvía a
hablar con la policía, le empezaron a contar diversos policías en qué situación estaba la finca y en
Julio 2017 llevó la cuestión al pleno. Algunos vecinos de El Bosque le contactan, un matrimonio
mayor afectados por los ruidos.
Lo que le causaba perplejidad es que existiendo un expediente de cese de actividad y un expediente
sancionador por funcionar sin licencia, ¿cómo era posible que se celebran bodas por los concejales?.
Y después se entera de que vuelven a celebrar bodas, en septiembre, la de Jesús Luis, y ya fue a
denunciar. No denunció a los concejales, puso los hechos y lo dejó en manos de un fiscal. La
segunda de 28 de septiembre si se dirigió contra una persona, porque seguían yendo a casar, contra
Jesús Luis.
En cuanto a los Caminos, de igual manera empezó a preguntar y le informan funcionarios, vecinos,
habló con con Gonzalo, y fue quien le indicó que nunca se hicieron alegaciones. Se le abrió un
expediente por pedir documentación. Una empresa privada que registra unos caminos vecinales, no
hay inventario actualizado, descontrol, alertan y no se hace alegaciones
El Ministerio Fiscal se interesó sobre si a parte de la cuestión de las bodas y los caminos conoció
algún otro hecho sobre el trato de favor a la mercantil por parte del alcalde, contestando que sí, el
hecho de decirle a la policía, aunque no recuerdo bien las fechas, continuamente había vecinos
denunciado las fiestas, a las 3 o 4 de la mañana, y de los 63 agentes de policía conoce a la mayoría
le informaban que tenían problemas con poder ir porque desde alcaldía les decían que no fueran a
inspeccionar. Al principio iban, luego que no fueran, que ese vecino era un loco no le hicieran caso.
Incluso llamaba él como concejal y existió una segunda orden para que llamara quien llamara si no lo
decía el alcalde no se acudiera.
Recordó que en el pleno también lo planteo Balbino de la Agrupación Se Puede. 2017 IU también
planteaba algo, y el alcalde siempre daba diversas explicaciones y justificaba la actuación de la finca.
Repreguntado por la defensa del alcalde acusado, no supo indicar en qué consistió el trato de favor,
ni qué beneficio pudo haber recibido el alcalde, insistiendo en que él denunciaba hechos, no les
ponía nombre, pero que le era extraño que ante denuncias de concejales y vecinos quejándose de
una finca, el alcalde no permita acercarse a la finca a la policía. La policía se acerca a todos lados y
nunca había recibido orden de acercarse a un lugar u a otro. Dinero no recibió nadie, pero no dejar ir
a la policía a hacer su trabajo le parece trato de favor o como quiera llamarse, pero le parece
extraño.
No sabe, no vio las razones y argumentos que daba el alcalde, pero cree recordar que decía que se
dejaba inseguro el pueblo. No sabe si el alcalde indicó que ya había un expediente y que se
dedicaran a otros menesteres, porque no ha visto las órdenes escritas salvo una que fue pública.
Insistió que no es cuestión de si él discrepaba, que no se lo ha planteado, vio unos hechos y nada
más. Insistió en que él no realizaba valoración jurídica y se limitaba a la exposición de hechos. Que
no comprendía que se celebraran bodas en un local que se sabía presentaba problemas de falta de
licencia y diversos expedientes sancionadores.
4.10. Los dos empleados de la empresa de catering de la mercantil O'PAZO S.L. Claudio indicó que él
no trabaja en la finca, dirige eventos que se hacían en la finca El Monje que pertenece a Pescaderías
Coruñesas. Ha ido a dar un evento. No dirige Albada Catering, es director del catering, manda
empleados, pero nada más. Un trabajador más. Es un nombre comercial la empresa es O'Pazo.
Habitualmente no trabajaban en la finca, daban comidas desde casas, eventos en Segovia y Ávila,
hacían eventos en la finca, pero también en todos lados. Preguntado por los propietarios de O'pazo,
sabe que está Mercedes, pero de los hermanos no tiene ni idea. Y de la finca El monje, supone que
sería de Pescaderías Coruñesas S.L. o algo así. Alguna vez ha visto allí a Pedro Francisco. Será
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hermano de Mercedes. No sabe si las empresas son de los hermanos, es un trabajador, en la nómina
pone que es jefe de administración, y nada más.
Albada con la propiedad de la finca, como tal, no tenía ningún consentimiento. Igual que cuando van
a una casa no saben si es el propietario del piso. La empresa tiene el consentimiento de los novios,
ellos firmarían sus contratos con el dueño de la finca. A ellos les contratan para dar de comer. Hablan
con la propiedad, supongo que firmarán algún contrato y a partir de ahí llaman a mi empresa o lo
ven en Internet y nos dicen, quiero dar una boda en una finca que tengo arrendada. Y puede ser al
revés, que nosotros le indiquemos las fincas que tenemos a disposición. Si los dueños les dejan,
vamos y les damos de comer.
Se anunciaban por internet, reconoce la publicad unida a los f. 47-48. La expresión "nuestra finca" lo
dicen como todos los que dan eventos en fincas, hay facilidad, pero seguro, seguro que ninguno son
propietarios de la finca. También en el catering de empresas se indicaba "Ponemos a su disposición
nuestra finca de lunes a jueves2.
Que ni la propiedad Pescaderías Coruñesas S.L. ni Mercedes les dijo nada de los problemas legales.
Ellos no preguntaban por esas cuestiones, como catering acuden donde les indican, tienen las
licencias de sanidad, la otra, el seguro de responsabilidad civil y acudo a la casa o donde me digan y
no les pido papeles de la propiedad del piso.
Nunca le ha indicado nadie de la propiedad nada sobre si tenían una solicitud de licencia pero que
nunca llegó, no me han dicho nunca eso, nunca le han dicho que tuvieran una orden de cese de
actividad. Desde finales del 2018 no se da ningún evento. Solo podían entrar las personas que
estuviera en el listado. No impidió el acceso a la policía, únicamente les indicaba que hablasen con la
propiedad, porque se colaban gente ajena al evento. La propiedad no estaba allí. Nunca tuvo
conocimiento de una orden de cesar en la actividad o para precintar la actividad. Que si acudían
porque un vecino se quejaba, pero no llevaban ni aparto de medición, ni nada.
Loreto aclaró que trabaja para una empresa que es Albada Catering cuya razón social es O'pazo S.L.
Su jefe es Claudio. Por encima de Claudio está Mercedes. Mercedes es hermana de Pedro Francisco
que es el administrador de Pescaderías Coruñesas S.L. y esta es la propietaria de la finca El Monje.
Han dado servicio en esa finca. Si es una empresa familiar están vinculadas, pero son
independientes.
Que ellos como catering no tenían ningún tipo de acuerdo con Pescaderías Coruñesas S.L. para el uso
de la finca. A ellos les llama el cliente que quiere dar un evento, les indica el tipo de evento, el día
que lo quiere y se comprueba que tengan disponibilidad y luego ya les indican el lugar. Los novios o
clientes firman un contrato de arrendamiento con la finca El monje, y con la empresa de la declarante
un contrato de catering. Su empresa se dedica al catering. Nunca tuvo que pedir ninguna licencia.
Nunca se les comentó nada de la solicitud de licencia. Nunca impidió entrar a la policía. Una vez fue
al parking a entrevistarse con la policía local, le preguntaron qué era, contestó que un evento, le
pidieron documentación y le dejó la licencia del catering y el contrato de catering y el de
arrendamiento, Les sacaron unas fotos y se marcharon. Se dejaron de hacer eventos allí a finales
2018
4.11. Las dos funcionarias de la alcaldía y el que fuera jefe de gabinete del alcalde, que, al tiempo
era su tío, centraron su declaración, habiendo sido propuestos por la defensa de D. Jesús Luis, en el
modo y forma de tramitación de los expedientes de la celebración matrimonial. Dª. Flora confirmó el
protocolo de actuación en el caso de la delegación de la celebración de bodas por parte del alcalde, y
explicó en qué consistía la tramitación del expediente de Alcaldía- Presidencia para la celebración de
bodas. Se inicia con una solicitud que ya va acompañada del pago de las tasas. Cuando se solicitaba
que pudiera ser fuera de los locales del ayuntamiento se comunicaba al alcalde y si no había
problema se autorizaba. Se le indicaba al concejal al que se le hacía entrega de todo el expediente
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(reconoce los aportado como como documentos 5 a 9 de la defensa de D. Jesús Luis) del lugar y hora
dónde tenía que acudir,
Dª. Lina, nos indicó que ha sido la coordinadora de Alcaldía durante muchísimos años, que no fue
excepcional que se casara fuera, recordando casas particulares, y que siempre era al Alcalde al que
se consultaba esa posibilidad.
D. Darío, además de corroborar la tramitación de los expedientes de las bodas, también confirmó
como fue él el interlocutor con el Jefe de Servicios Jurídicos y Rentas en el tema de los caminos. Los
dos informes era exactamente iguales y le indicó que no había encontrada nada, Explicó lo puntilloso
que era el alcalde con todos los temas jurídicos, y como pese a recabar informes hasta en dos
ocasiones el expediente sancionador finalizó en plazo. Explico que la reubicación de las potestades
sancionadoras en la Junta de Gobierno Local estuvo motivada por la petición de D. Damaso que era
médico en el centro de la salud y no quería identificarse de forma personal frente a determinados
negocios y bares que fueron sancionados a raíz de una mala interpretación de una instrucción en
unas fiestas patronales. También recordó la tensa relación con un agente de policía local, Benedicto,
el NUM023 delegado o representante sindical.
5. El Ministerio Fiscal finalizó su esclarecedor informe en torno a dos ideas: (i) Se detuvo en reseñar
aquellas conductas por las que no formulaba acusación, lo que es de agradecer en cuanto tiene de
precisión de las conductas objeto de enjuiciamiento en este tipo de causas complejas que abarcan
largos procedimientos administrativos de años de duración. (ii) Hizo una reflexión final en la que
ponía de manifiesto que los hechos objetivos están documentados, y que el núcleo de la discusión se
centra en una cuestión de valoraciones jurídicas y apreciación del dolo, como ya apreció la Sección
Primera de esta Audiencia Provincial en los autos en que revocó las iniciales decisiones de archivo del
juzgado instructor.
Nos sirve ello para enmarcar el inicio de nuestra reflexión crítica sobre las conclusiones que cabe
extraer a partir de la amplía prueba desarrollada durante las cinco sesiones que duró el juicio oral.
Las acusaciones por los cuatro delitos se asientan, en mayor o menor medida, en un relato larvado o
implícito de interés espurio del alcalde acusado por beneficiar a una determinada mercantil,
Pescaderías Coruñesas S.L., pero, sin embargo, y pese a los arduos esfuerzos desplegados en fase de
instrucción, no existe ni se ha practicado una sola prueba, dato objetivo, circunstancia verificable
sobre el que asentar esa mera presunción que, a estas alturas del proceso, no es sino una simple
especulación ayuna del más mínimo soporte probatorio.
Se nos dirá que ello no ha sido objeto de enjuiciamiento, pues, de lo contrario, serían otras las
figuras delictivas que hubieran entrado en juego. Cierto, pero se convendrá que, de manera evidente,
la acusación por el delito de falsedad en documento público y la prevaricación administrativa
ordinaria por el tema de los caminos pierden gran parte de su peso incriminatorio si prescindimos de
ese escenario larvado de supuesta voluntad maliciosa y previa de beneficiar ilícitamente a una
determinada entidad mercantil. Luego volveremos sobre ello al analizar cada una de las figuras
delictivas, pero baste ahora con señalar que difícilmente el hecho de no realizar alegaciones en un
expediente administrativo tramitado por organismo ajeno al Ayuntamiento, y sin trascendencia
jurídica decisiva o resolutoria, hubiera pasado el filtro de la incoación de procedimiento abreviado,
que exige una causa probable, por un delito de prevaricación administrativa omisiva, siempre de
difícil subsunción, de no estar enmarcado en la investigación conjunta con otros hechos y ese
implícito relato de la convivencia con los intereses de la mercantil que le daba consistencia
acusatoria. Y, en el caso de la falsificación de documento público u oficial, veremos cómo, ante el
debate sobre la inocuidad de la variación del inmueble o local, que no de la localidad o población,
donde se manifestó el consentimiento matrimonial, propiciado por la inicial decisión de archivo de la
jueza instructora, la pretensión punitiva se mantuvo en el recurso, y de forma explícita está en los
escritos de acusación, como supuesta artimaña para ocultar otras supuestas ilegalidades que tenían
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que ver son esa voluntad de favorecer a una determinada entidad mercantil ocultando la realización
de actividades sin licencia.
Incluso, el más complejo asunto de la prevaricación urbanística u ordinaria, por las órdenes verbales
o escritas emitidas por el alcalde, que, el Ministerio Fiscal, tilda de manifiestamente ilegales o
arbitrarias al impedir o establecer una severa restricción de las facultades inspectoras, dirigidas tanto
al jefe de la Policía Local como a la Concejala encargada, y en parecidos términos se califican en el
apartado 1.5 de la conclusión primera del escrito de calificación de la acusación popular, pierde
también consistencia, cuando, a continuación, se reconoce que no se formula acusación por
arbitrariedad alguna en las distintas resoluciones recaídas en los diferentes expedientes tramitados,
para la concesión de la licencia, sancionadores o para el restablecimiento de la legalidad urbanística.
Ni tampoco acusa, aclara, de sacar el acuerdo de imposición de sanción del orden del día, abocar el
conocimiento y facultad sancionadora a la Junta de Gobierno Local ni de obstruir el procedimiento,
pues, la reclamación de informes complementarios era ajustada a derecho, y con la advertencia del
Sr. Secretario se cumplieron en plazo, finalizando el expediente con sanción en tiempo y forma.
Es importante destacar este punto, porque el testimonio de mayor peso incriminatorio aparente, el de
la concejala Dª. Eufrasia, insistió y remarcó la cuestión del manejo del contenido del orden del día y
el retraso en la decisión como parte esencial de la conducta presuntamente prevaricadora, o, al
menos, demostrativa del interés manifiesto del alcalde en beneficiar a Pescaderías Coruñesas. S.L.,
nada de lo cual ha quedado acreditado, y ni siquiera conforma el núcleo de la conducta ilícita
imputada. Ese testimonio también incidió en supuestos retrasos e interferencias en la tramitación de
otros expedientes, los de la concejala Dª Justa, que tampoco se han acreditado, y, sin embargo,
cuando fue preguntada por el expediente en el que adoptó la resolución NUM036 esquivó sus
posibles responsabilidades por la inacción, indicando que se le quitaron las competencias, aunque no
aclaró que solo eran las sancionadoras, pero no consta elevara propuesta alguna a la Junta de
Gobierno Local.
Como corolario de todo lo anterior, y también con una visión global, pero de signo contraria, cabría
sostener razonadamente que, si todos los múltiples expedientes tramitados en debida forma han
acabado con resolución desfavorable a Pescaderías Coruñesas S.L. y no se aprecia arbitrariedad
alguna en los actos resolutorios, se hace difícil amparar la existencia de una decisión prevaricadora
en cuestiones puramente accesorias o de mero trámite. Parece, también, que las instrucciones o
protocolos de actuación recomendados, o no fueron ordenes imperativas de taxativo cumplimiento, o
deben ser comprendidas en un escenario de distanciamiento o conflicto alcalde-concejala de
seguridad-Policía Local ajeno al debate central que nos ocupa. En definitiva, la posible ilegalidad
palmaria o manifiesta que sostienen las acusaciones, se ve severamente diluida, sobre todo, cuando
se contextualizan con los hitos temporales esenciales anticipados y a los que, posteriormente,
haremos de nuevo referencia.
Afirmaba, por último, el Ministerio Fiscal la especial trascendencia que adquiere la concurrencia del
dolo, del elemento subjetivo, dado que los hechos objetivos están documentados y perfectamente
acreditados. Siendo ello cierto, la inferencia de los elementos internos dota de especial relevancia a
los matices interpretativos y contextos en que alguno de los comportamientos enjuiciados se
produjeron a la hora de estudiar su posible subsunción jurídica y, en especial, en referencia al dolo
en los delitos de prevaricación administrativa, que, como sabemos, exige que el dictado de la
resolución arbitraria en el expediente administrativo se verifique "a sabiendas de su injusticia".
TERCERO.- A) DELITO DE FALSEDAD EN DOCUMENTO OFICIAL. 1. Los hechos que hemos declarado
probados en el apartado Séptimo del relato de hechos probados no son legalmente constitutivos del
delito de falsedad en documento público u oficial cometido por funcionario público del art. 390.1.1ª
del Código Penal por el que venían siendo acusados, en modalidad de continuidad delictiva del art.
74 del Código Penal, D. Simón, D. Samuel y D. Jesús Luis, y como delito único, Dª. Justa.
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La indicación en las actas de matrimonio, tras el encabezamiento que especifica que tiene lugar en
Villaviciosa de Odón, el día y hora exacta en que se prestaba el consentimiento matrimonial, que el
acto tiene lugar en uno de los dos únicos locales de celebración que tenía dispuestos el
Ayuntamiento, conforme a Ordenanza Fiscal reguladora de la tasa por prestación de servicios en el
área de Alcaldía y Sanidad, de 31 de octubre de 2018, publica en el B.O.C.M. de 2 de enero de 2009,
en lugar de la Finca El Monje que era de efectivamente se llevaba a efecto la celebración civil del
matrimonio, es una alteración inocua e intrascendente, carente de capacidad para alterar la vida
jurídica a que dicho documento público está destinado.
2. En relación a la actividad probatoria referida a este hecho delictivo, ya hemos mencionado
expresamente los folios de la causa de aparecen unidas las respectivas actas matrimoniales de los
nueve matrimonios por los que se formula acusación. El protocolo de actuación ha sido
unánimemente expuesto por los acusados y refrendado por la funcionaria encargada de su
tramitación. Los concejales recibían un mensaje de correo indicándoles el día, hora y lugar de
celebración, de debían acudir, y se les entregaba en una carpeta o sobre que contenía el acta por
triplicado, las palabras que debían pronunciar, artículos del Código Civil y unos poemas para
facilitarles la labor, así como la medalla de concejal que debían portar. El expediente estaba
íntegramente rellanado restando únicamente la labor de identificar a contrayentes y testigos y
tomarles la firma después de haber expresado el consentimiento.
3. Dos datos deben destacarse en la valoración crítica del acervo probatorio. En primer lugar, no se
ha acreditado que, tras el cese definitivo de actividad acordado de forma unánime por la Junta de
Gobierno Local de 8 de noviembre de 2017, se haya vuelto a celebrar boda en los locales de la finca
El Monje por parte de alguno de los concejales acusados. En segundo lugar, es llamativo, y así se ha
expuesto por alguna de las defensas, que se hayan quedado fuera del procedimiento, sin más
explicación, concejales de otros grupos políticos que efectuaron la misma conducta, o que no se
hayan investigado actas con alteraciones idénticas referidas a otros locales de celebración.
El auto de archivo dictado por la jueza instructora el día 20 de noviembre de 2018 en referencia a las
falsedades en las actas matrimoniales (f.1665-1667), mencionaba en su parte dispositiva sólo a los
cinco concejales inicialmente investigados. Con posterioridad hubo que dictar nuevo auto
ampliatorio, el 29 de noviembre de 2018 (f.1714-1176), para incluir también al Alcalde en la decisión
de archivo por las supuestas falsedades en las actas matrimoniales. Sin mayor explicación, los
recursos de la acusación popular (f.1876-1881, y f. 1963-1968 en relación al alcalde) solo
interesaron la reapertura del procedimiento respecto de los miembros del Partido Popular integrantes
del equipo de gobierno. El Ministerio Fiscal se limitó a interesar la estimación del recurso. (f. 1842).
Como ya avanzamos, la acusación popular entiende que esta "actividad continuada de falsificación de
las actas no es una suma de hechos aislados, sino que forma parte del iter delictivo para la
consecución de un fin último : ocultar el hecho que se estaban celebrando matrimonios civiles en un
lugar sin licencia administrativa y favorecer así los intereses de la mercantil Pescaderías Coruñesas
S.L., propietaria de la finca en cuestión." Ayuna del más mínimo atisbo probatorio, si quiera
indiciario, la hipótesis del favorecimiento interesado, gratuito o lucrativo, la protección de la fé
pública y la defensa inquebrantable del interés público por encima de los intereses particulares de
una determinada mercantil, debiera valer para cualquiera de los concejales y respecto de cualquiera
de las diferentes ubicaciones privadas o particulares en que se celebraron matrimonios civiles, salvo
que se asuma que, en realidad, esa especificación del local de tiene lugar la celebración del
matrimonio civil, una vez perfectamente identificada la población, día y hora de tenía lugar la
prestación del consentimiento, carece de toda relevancia penal.
Se ha querido indicar que ello respondía al hecho de ser miembros del equipo de gobierno y por
tanto componentes de la Junta de Gobierno, lo que per se no añade elemento alguno diferenciador al
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plantearse el posible reproche penal, y, en segundo término, se hizo mención a un supuesto carácter
instrumental o medial de la falsedad respecto de la prevaricación. Como se estaba "consintiendo" y
"permitiendo" una actividad pese a su carácter ilícito, se pretendía evitar dejar evidencias
documentales. La Acusación Popular indica:
"Que el Alcalde y los Concejales celebrantes de los matrimonios civiles, eran perfectamente
conocedores de la falsedad del lugar de celebración recogido en las actas y con el propósito de
ocultar el hecho que estaban celebrando un matrimonio en un lugar sin licencia administrativa para
ello por su alta protección ecológica y con diversos expedientes administrativos abiertos, consistieron
en celebrar...".
Por su parte el Ministerio Fiscal en su escrito de calificación refiere que:
"El Alcalde-Presidente del Ayuntamiento, Simón, con el propósito de favorecer los intereses de la
mercantil PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L. procedió, desde el mes de abril de 2016, no sólo a tolerar
la celebración de eventos, singularmente bodas, en la finca El Monje, a pesar de conocer que los
mismos carecían de la preceptiva licencia municipal, sino a oficiar bodas civiles en dicho lugar,
autorizándolas él mismo o disponiendo la asistencia de concejales del ayuntamiento en quienes
delegaba la competencia al efecto"
Y añade a continuación:
"Esta conducta se llevó a cabo a pesar de que, desde el día 2 de julio de 2016, la actividad ilícita
había sido objeto de once denuncias y partes de intervención de la Policía Local; el 18 de julio de
2016 se había incoado Expediente sancionador n° NUM021, en fecha 29 de septiembre de 2016 se
había decretado la inmediata suspensión de la actividad; dicha orden había sido reiteradamente
incumplida; el día 18 de enero de 2017 se había impuesto una sanción de 60.001 euros a
PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L.; en fecha 4 de agosto de 2017 se había incoado el Expediente
sancionador n° NUM007; constaba informe de la Dirección General del Medio Ambiente de fecha 26
de noviembre de 2014 que consideraba que la actividad proyectada no era viable, al ser incompatible
con la Zona de Máxima Protección del "Parque Regional del curso medio del río Guadarrama y su
entorno"; y que sólo estaban habilitados por el Ayuntamiento dos locales para la celebración de
bodas por el Alcalde o Concejales delegados: el Salón de Plenos y la Casa-Palacio Manuel de Godoy."
Y finaliza afirmando:
[A] tal fin, se alteraron conscientemente las actas de celebración del matrimonio haciendo constar
mendazmente por el alcalde o concejal autorizante, como lugar de celebración, bien el Salón de
Plenos, bien la Casa-Palacio Manuel de Godoy (únicos habilitados por el Ayuntamiento a tal efecto),
cuando, en realidad, se habían celebrado, en todos los casos, en la finca privada El Monje. En todos
los casos, el contenido mendaz se trasladó a la inscripción en el Registro Civil."
Lo que parecen olvidar las acusaciones es que no se formula acusación por esa supuesta tolerancia
con la continuidad de la actividad infractora, sino simplemente por las concretas órdenes dadas por el
alcalde. Aunque la redacción del art. 320 CP, permite otras interpretaciones respecto de los técnicos
encargados, la STS 371/2016 del 03 de mayo de 2016 (ROJ: STS 1908/2016) hace consideraciones
interesantes sobre la idea de no poder convertir en el más grave delito de prevaricación del art. 404
CP la no persecución de una simple infracción administrativa que no colma los requisitos del delito
más leve del art. 408 del CP que sanciona la omisión de perseguir un delito.
Como indicamos al principio parece que se tienen que mezclar todas las acusaciones, como
retroalimentándose, conscientes de que individualizadamente cada una de las conductas carece de
verdadera consistencia, e insistir en ese supuesto ánimo de beneficiar o de actuar solo en beneficio
de la mercantil Pescaderías Coruñesas S.L., cuando como venimos exponiendo las cosas no eran
exactamente así. No parece tampoco que tenga mucho sentido exigir a los concejales delegados el
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necesario y detallado conocimiento sobre todos los posibles expedientes concernientes a una
determinada mercantil y su concreto estado de tramitación, por el hecho de que el alcalde delegue en
un determinado concejal la celebración de una boca civil, o le obligue a saber con antelación la
existencia de cualquier tipo de expediente sancionador contra la empresa.
La indicación del local de celebración siempre en dependencias municipales se verificó no solo
respecto de los matrimonios celebrados en la finca El Monje, sino en otros muchos celebrados en
otras ubicaciones, incluidas casas particulares, y que la mención expresa venía condicionada al
preceptivo y necesario devengo de la tasas fijadas por el Ayuntamiento de Villaviciosa en la
Ordenanza Fiscal reguladora de la tasa por prestación de servicios en el área de Alcaldía y Sanidad de
fecha 31 de octubre de 2008, publicada en el B.O.C.M de 3 de enero de 2009 (f. 226), cuyo devengo
es ineludiblemente inseparable de la prestación del servicio que se inicia con la solicitud de los
contrayentes, preparación del expediente, redacción del acta, celebración y remisión al juzgado
encargado del Registro Civil.
4. Caracterización jurisprudencial del delito de falsedad.
El delito de falsedad documental consiste en la plasmación gráfica de una mutación de la realidad
que se apoya en una alteración objetiva de la verdad, de manera que será falso el documento que
exprese un relato o contenga un dato que sea incompatible con la verdad de los hechos constatados.
( STS nº 309/2012, de 12 de abril; STS 99/2015 de 24 de febrero; ROJ: STS 647/2015)
Los elementos de este delito son, en primer lugar, un elemento objetivo propio de toda falsedad,
consistente en la mutación de la verdad por medio de alguna de las conductas tipificadas en la norma
penal; en segundo lugar, que afecte a elementos esenciales del documento y tenga suficiente entidad
para perjudicar la normal eficacia del mismo en las relaciones jurídicas; y, en tercer lugar, como
elemento del tipo subjetivo, la concurrencia de la conciencia y voluntad de alterar la realidad. ( STS
99/2015 de 24 de febrero; ROJ: STS 647/2015)
Por otro lado, se ha señalado de modo reiterado que "la falsedad documental no es un delito de
propia mano con el que únicamente sea autor quien ejecutó la acción física y personalmente la
alteración del documento sino que deben reputarse autores todos aquellos a quiénes les sea
imputable jurídica y objetivamente la mutación resultante de la verdad que se ha decidido introducir
en el documento ( SSTS. 79/2002 de 24.1, 163/2004 de 16.3, 57/2006 de 27.1, 919/2007 de 20.11,
469/2008 de 9.7, 84/2010 de 18.2 ) " ( STS nº 832/2014, de 12 de diciembre ROJ STS 5243/2014).
Mediante el delito de falsedad se protegen las funciones atribuidas a los documentos en el tráfico
jurídico, incluyendo, por lo tanto, las relativas a la confianza en la efectividad de aquellas. La
jurisprudencia y la doctrina han citado como funciones del documento la función de perpetuación
(fija la manifestación de voluntad de alguien), la función probatoria (permite probarla) y la función
de garantía (permite identificar al autor de la declaración de voluntad), ( STS 73/2010 de 10 de
febrero ROJ STS 640/2010).
Por eso mismo, y analizando la conducta desde el prisma del bien jurídico protegido y su valor
funcional se ha indicado que al examinar la modificación, variación o mendacidad del contenido de
un documento, han de tenerse presentes las funciones que constituyen su razón de ser, atendiendo
sobre todo a la función probatoria, en cuanto el documento se ha creado para acreditar o probar
algo, y a la función garantizadora, en cuanto sirve para asegurar que la personas identificadas en el
documento son las mismas que ha realizado las manifestaciones que se le atribuyen en el propio
documento ( STS 331/2013, de 25 de abril ROJ STS 2089/2013 ).
En este sentido, la jurisprudencia ha exigido como elemento del delito de falsedad que "la "mutatio
veritatis" recaiga sobre elementos capitales o esenciales del documento y tenga suficiente entidad
para afectar los normales efectos de las relaciones jurídicas, con lo que se excluyen de la
consideración del delito los mudamientos de la verdad inocuos o intranscendentes para la finalidad
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del documento".
En definitiva, el delito de falsedad documental lo que trata de evitar es que tengan acceso a la vida
civil y mercantil elementos probatorios falaces que puedan alterar la realidad jurídica de forma
perjudicial para las partes afectadas, todo ello en razón a la necesidad de proteger la fe y la
seguridad del tráfico jurídico.
Por ello, el Tribunal Supremo tiene declarado que no se comete el delito de falsificación documental
"cuando, no obstante concurrir el elemento objetivo típico, se aprecie en la conducta del agente una
finalidad que resulte ser inocua o de nula potencialidad lesiva".
5. Regulación de la celebración del matrimonio e inscripción en el Registro Civil. Del expediente
matrimonial y del acta de celebración del matrimonio.
Toda la materia relativa al Registro Civil y la celebración del matrimonio se encuentra inmersa en un
complejo y prolongado proceso de modificación legal, que entrará en vigor 30 de abril de 2021,
fecha de la completa entrada en vigor de la Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil, según
establece la disposición final 21.3 de la Ley 15/2015 de la Jurisdicción Voluntaria, en la redacción
dada por la Ley 4/2017, de 28 de junio, con un régimen transitorio que ha resultado jurídicamente
muy controvertido. Centraremos nuestra atención en el Capítulo III del Título IV del Libro II del
Código Civil, dedicado a la forma de celebración del matrimonio, pero, por lo que ahora nos interesa
es necesario destacar que una cosa era el expediente de autorización, acreditativo del cumplimiento
de los requisitos de capacidad de ambos contrayentes y la inexistencia de impedimentos o su
dispensa, o cualquier género de obstáculos para contraer matrimonio, necesariamente tramitado por
el encargado del Registro Civil del domicilio de alguno de los contrayentes y otra la celebración
propiamente del matrimonio que requiere la manifestación publica del consentimiento por parte de
los contrayentes en presencia de autoridad competente y de dos testigos. De ahí que se hablara de
competencia para autorizar y competencia para celebrar. Finalizado el expediente con resolución
autorizando el matrimonio, puede celebrarse ante el mismo encargado o por delegación, bien a
petición de los contrayentes o bien de oficio, ante Juez, Alcalde o funcionario de otra población
distinta.
Así los arts. 57, 58 y 62 del C.C. antes de la reforma disponían:
Art. 57. El matrimonio deberá celebrarse ante el Juez, Alcalde o funcionario correspondiente al
domicilio de cualquiera de los contrayentes y dos testigos mayores de edad.
La prestación del consentimiento podrá también realizarse, por delegación del instructor del
expediente, bien a petición de los contrayentes o bien de oficio, ante Juez, Alcalde o funcionario de
otra población distinta.
Art. 58. El Juez, Alcalde o funcionario, después de leídos los artículos 66, 67 y 68, preguntará a cada
uno de los contrayentes si consienten en contraer matrimonio con el otro y si efectivamente lo
contraen en dicho acto y, respondiendo ambos afirmativamente, declarará que los mismos quedan
unidos en matrimonio y extenderá la inscripción o el acta correspondiente.
Art. 62. El Juez, Alcalde o funcionario ante quien se celebre el matrimonio extenderá, inmediatamente
después de celebrado, la inscripción o el acta correspondiente con su firma y la de los contrayentes y
testigos.
Asimismo, practicada la inscripción o extendida el acta, el Juez, Alcalde o funcionario entregará a
cada uno de los contrayentes documento acreditativo de la celebración del matrimonio.
6. En definitiva, a los únicos efectos de posible trascendencia jurídica, por lugar de celebración del
matrimonio, en todo caso, debe entenderse la población o municipio que condiciona la inscripción
registral, y que estará necesariamente predeterminado por el lugar de tramitación del previo
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circunstancias de cada municipio, de forma que los mismos resulten aptos a fin de permitir celebrar
los matrimonios que deban ser autorizados por los respectivos Alcaldes o Concejales.
Como nos recordara la ya antigua STS 841/2006 de 17 de julio (ROJ 6189/2006) lo ético, lo lícito y
lo punible son puntos concéntricos de todo enjuiciamiento criminal, pero el tribunal no puede
traspasar los límites del círculo más pequeño, cualquiera que sea su opinión al respecto.
9. Restarían aun dos pequeñas precisiones. No podemos compartir el alegato exculpatorio que
encierra la versión de los acusados cómo si su intervención no tuviera trascendencia al venir
rellenada el acta por parte de los servicios administrativos, olvidando que son ellos los funcionarios
autorizantes de un importante acto como es la celebración del matrimonio.
10. Por último, aunque tiene dicho la jurisprudencia que la mención incorrecta de una de las
modalidades falsarias contempladas en el art. 390.1 del Código Penal no vincula al tribunal, de
manera que pudiera condenarse por alguna otro distinta, al ser figuras homogéneas y tener la misma
pena, si habría que precisar que lo que se imputa no es, en ningún caso, una alteración o
modificación material del contenido de un documento auténtico, sino una falsedad ideológica del
apartado 4 en tanto se falta a la verdad a la hora de indicar, narrar, el local concreto donde se
constituye el Alcalde o Concejal para la celebrar la prestación del consentimiento matrimonial por
parte de los contrayentes.
CUARTO.- B) DELITO DE PREVARICACIÓN ADMINISTRATIVA. 1. El Hecho Octavo de la declaración de
hechos probados no es legalmente constitutivo de un delito de prevaricación administrativa del art.
404 del Código Penal.
2. Tanto el Ministerio Fiscal como la Acusación Popular ejercida por el partido político Vox entiende
que la no evacuación de alegaciones en el expediente catastral para el cambio de titularidad,
catastral, hemos de insistir, se corresponde con un delito de prevaricación administrativa omisiva, en
tanto que con su no actuar
3. En relación a la apreciación crítica de la actividad probatoria en relación a esta concreta figura
delictiva, el Hecho Probado Octavo es casi literalmente idéntico a los formulados por ambas
acusaciones, y fiel reflejo de los documentos (informe propuesta y escrito de alegaciones) por dos
veces presentado a la firma del alcalde sin resultado positivo. Solo contiene dos precisiones o
modificaciones. El Jefe de los Servicios Jurídicos y de Rentas del Ayuntamiento de Villaviciosa, D.
Gonzalo, tras realizar las averiguaciones correspondientes, consideró que eran de titularidad
municipal y que convenía hacer alegaciones, pero no pudo "comprobar", certificar o atestiguar la
titularidad, pues ningún documento encontró al respecto, y, en todo caso, el Catastro no otorga,
como sabemos, titularidad real sobre las fincas. En segundo lugar, hemos añadido que si se le dio al
ayuntamiento la posibilidad al menos de poder comprobar íntegro el expediente, como obra en el
oficio de traslado efectuado por dos veces por la Gerencia del Catastro. Ni siquiera para la confección
del segundo escrito de alegaciones se tuvo a bien consultar el expediente íntegro. En la primera
ocasión se alegó la premura en la contestación al coincidir con el periodo vacacional. En la segunda
ocasión no existía tal excusa.
En este punto del debate, fue llamativo como el Ministerio Fiscal en su bien articulado informe final,
indicó que era admisible y hasta cierto punto lógico que en un primer momento, antes de firmar el
escrito de alegaciones elevado, se recabara una ampliación del informe y fundamentos jurídicos de la
oposición, pero era ya más inexplicable la negativa a firmar el segundo escrito o propuesta. El
problema es que en ambos casos era exacta y literalmente idéntico informe e idéntica propuesta . Así
puede observarse a los folios 748-753, y así lo declaró el jefe de gabinete del alcalde, que, de hecho,
fue quien directamente trató este tema con el Sr. Gonzalo.
4. Conceptuación del delito de prevaricación administrativa.
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El delito de prevaricación administrativa aparece regulado en el artículo 404 del Código Penal que
sanciona a la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución
arbitraria en un asunto administrativo.
El bien jurídico protegido es el recto y normal funcionamiento de la Administración Pública con
sujeción al sistema de valores instaurado en la Constitución.
El delito de prevaricación tutela el correcto ejercicio de la función pública de acuerdo con los
parámetros constitucionales que orientan su actuación: 1) el servicio prioritario a los intereses
generales; 2) el sometimiento pleno a la ley y al derecho; y 3) la absoluta objetividad en el
cumplimiento de sus fines ( art. 103 CE). Por ello, la sanción de la prevaricación garantiza el debido
respeto, en el ámbito de la función pública, al principio de legalidad como fundamento básico de un
Estado social y democrático de derecho, frente a ilegalidades severas y dolosas. ( STS 152/2015 del
24 de febrero de 2015; ROJ: STS 817/2015)
La sanción de la prevaricación garantiza el debido respeto, en el ámbito de la función pública, al
principio de legalidad como fundamento básico de un Estado social y democrático de derecho, frente
a ilegalidades severas y dolosas. El delito de prevaricación, por otro lado, no trata de sustituir a la
jurisdicción contencioso- administrativa en su labor genérica de control del sometimiento de la
actuación administrativa a la ley y al derecho, sino de sancionar supuestos-li?mite, en los que la
posición de superioridad que proporciona el ejercicio de la función pública se utiliza para imponer
arbitrariamente el mero capricho de la autoridad o funcionario, perjudicando al ciudadano afectado (o
a los intereses generales de la Administración Pública, eliminando arbitrariamente la libre
competencia) en un injustificado ejercicio de abuso de poder. En este sentido, no es la mera
ilegalidad sino la arbitrariedad lo que se sanciona. STS 18/2014, de 23 de enero ROJ STS 235/2014)
Se trata de un delito especial impropio en el que el sujeto activo debe ser una autoridad o
funcionario público, conforme aparecen definidos en el art. 24 CP.
La infracción puede cometerse mediante una actuación positiva como omisiva. la STS 82/2017 de 13
de febrero (ROJ STS 446/2017) nos recuerda que la doctrina de la Sala Segunda "ha admitido la
posibilidad de cometer el delito de prevaricación por omisión en aquellos caos especiales en que era
imperativo para el funcionario dictar una resolución (Acuerdo del Pleno de esta Sala de 30 de junio
de 1997 y SSTS 784/1997, de 2 de julio, de 9 de junio de 1998, 190/1999, de 12 de febrero ,
965/1999, de 14 de junio, 426/2000, de 18 de marzo, 647/2002, de 16 de abril , nº 1382/2002, de
17 de julio, 787/2013, de 23 de octubre, nº 771/2015, de 2 de diciembre , etc). Considerada la
prevaricación como delito de infracción de un deber, éste queda consumado en la doble modalidad de
acción u omisión con el claro apartamiento de la actuación de la autoridad del parámetro de la
legalidad, convirtiendo su comportamiento en expresión de su libre voluntad, y por tanto en
arbitrariedad. Es cierto que no toda omisión puede constituir el comportamiento típico de un delito de
prevaricación porque no cualquier omisión de la autoridad o funcionario puede considerarse
equivalente al dictado de una resolución. La posibilidad de prevaricación omisiva concurre en
aquellos casos en los que la autoridad o funcionario se vea impelida al dictado de una resolución,
bien porque exista una petición de un ciudadano y el silencio de la autoridad o funcionario equivalga
legalmente a una denegación de la petición, o bien porque exista una norma que de forma imperativa
imponga la adopción de una resolución, y la Administración haya realizado alguna actuación tras la
cual sea legalmente preciso dictar dicha resolución, de manera que la omisión de la misma equivalga
a una resolución denegatoria, implicando de alguna manera un reconocimiento o denegación de
derechos (ver STS 771/2015, de 2 de diciembre)"
En cuanto a la resolución vienen entendiéndose como tal, desde la clásica STS 443/2008 del 1 de
julio de 2008 ( ROJ: STS 3916/2008), "un acto administrativo que supone una declaración de
voluntad, de contenido decisorio que afecte a los derechos de los administrados o a la colectividad en
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general", especificando que puede ser "de forma expresa o tácita, escrita u oral" ( STS 149/2015 de
11 de marzo ROJ STS 960/2015)
La jurisprudencia ha señalado en numerosas ocasiones, como nos indica la Sentencia 464/2020 1 del
21 de septiembre de 2020 ( ROJ: STS 2855/2020) que para apreciar la existencia de un delito de
prevaricación será necesario,
en primer lugar, una resolución dictada por autoridad o funcionario en asunto administrativo;
en segundo lugar, que sea objetivamente contraria al Derecho, es decir, ilegal;
en tercer lugar, que esa contradicción con el derecho o ilegalidad, que puede manifestarse en la falta
absoluta de competencia, en la omisión de trámites esenciales del procedimiento o en el propio
contenido sustancial de la resolución, sea de tal entidad que no pueda ser explicada con una
argumentación técnico-jurídica mínimamente razonable;
en cuarto lugar, que ocasione un resultado materialmente injusto;
y en quinto lugar, que la resolución sea dictada con la finalidad de hacer efectiva la voluntad
particular de la autoridad o funcionario, y con el conocimiento de actuar en contra del derecho (
SSTS 49/2010, de 4 de febrero, 1160/2011, de 8 de noviembre, 502/2012, de 8 de junio, 743/2013,
de 11 de octubre, 1021/2013, de 26 de noviembre, 773/2014, de 28 de octubre ó 259/2015, de 30
de abril, entre otras).
No es suficiente, sin embargo, que una resolución administrativa no adecuada a derecho para que
constituya un delito de prevaricación. El control de legalidad de los actos de la Administración
corresponde, en principio, a la jurisdicción contencioso-administrativa y no sería compatible con la
correcta articulación entre los poderes del Estado de Derecho diseñado en la CE una criminalización
sistemática de los actos de la Administración que estuviesen en contradicción con la ley o implicasen
desviación de poder, como ciertamente ocurriría si todo acto administrativo ilegal fuese considerado
penalmente injusto. La injusticia a que se refiere el art. 404 CP supone un "plus" de contradicción
con la norma que es lo que justifica la intervención del derecho penal. La jurisprudencia del Tribunal
Supremo ha dicho reiteradamente que únicamente cabe reputar injusta una resolución administrativa,
a efectos de incardinarla en el correspondiente tipo de prevaricación, cuando la ilegalidad sea
"evidente, patente, flagrante y clamorosa". La identificación de la injusticia de una resolución
administrativa con la mera evidencia de su ilegalidad ponía el acento en el dato, sin duda importante,
de la fácil cognoscibilidad de la contradicción del acto con el derecho. El art. 404 CP pone el acento
en el dato, más objetivo y seguro, del "ejercicio arbitrario del poder" proscrito por el art. 9.3 CE. Se
ejerce arbitrariamente el poder cuando la autoridad o el funcionario dicta una resolución que no es
efecto de la aplicación de la Constitución y del resto del ordenamiento jurídico sino, pura y
simplemente, producto de su voluntad convertida irrazonablemente en fuente de una norma
particular. Cuando se actúa así y el resultado es una injusticia, es decir, una lesión de un derecho o
del interés colectivo, se realiza el tipo objetivo de la prevaricación administrativa.
La reciente STS 696/2019 de 19 de mayo de 2020 (ROJ:STS 1123/2020), con especial referencia a la
STS 743/2013 de 11 de octubre, nos recuerda que la arbitrariedad
"aparece cuando la resolución, en el aspecto en que se manifiesta su contradicción con el Derecho,
no es sostenible mediante ningún método aceptable de interpretación de la ley. También cuando falta
una fundamentación jurídica razonable distinta de la voluntad de su autor, convertida
irrazonablemente en aparente fuente de normatividad. O cuando la resolución adoptada -desde el
punto de vista objetivo- no resulta cubierta por ninguna interpretación de la ley basada en cánones
interpretativos admitidos.
Cuando así ocurre, se pone de manifiesto que la autoridad o funcionario a través de la resolución que
dicta, no actúa el Derecho orientado al funcionamiento de la Administración Pública conforme a las
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previsiones constitucionales, sino que hace efectiva su voluntad convertida en fuente de normatividad
sin fundamento técnico-jurídico aceptable."
El art. 404 CP exige que la autoridad o funcionario actúe "a sabiendas" de la injusticia de la
resolución que dicta. La expresión "a sabiendas" no sólo elimina del tipo en cuestión la posible
comisión culposa sino también la comisión con dolo eventual. La exigencia de este elemento
subjetivo cualificado no puede llevar, naturalmente, a la llamada "subjetivizacio?n" de este delito,
pero no puede menos de ser cuidadosamente ponderada cuando se trata de una prevaricación
administrativa y el presunto culpable es persona lega en derecho. Se cometera?, pues, el delito de
prevaricación administrativa cuando la autoridad o funcionario, teniendo plena conciencia de que
resuelve al margen del ordenamiento jurídico y de que ocasiona un resultado materialmente injusto,
adopta un determinado acuerdo porque quiere aquel resultado y antepone su voluntad de cualquier
otra consideración." ( TS 723/2009 de 1-7-09, ROJ STS 4960/2009 ).
5. Este hecho aparece temporalmente desconectado con el resto de episodios sometidos a
enjuiciamiento, y parece que sin excesiva relación. Solo desde una visión globalizadora, de entender
todo lo sucedido como una maliciosa voluntad del regidor por beneficiar ilícitamente a un
determinado empresario, puede tener relación con el resto de asuntos enjuiciados, pero, nada de ello
ha quedado acreditado.
En ningún caso la negativa a formular alegaciones en dicho expediente catastral, de muy limitados
efectos habida cuenta el carácter administrativo, censal o fiscal del catastro, como de forma correcta
expuso el testigo D. Gonzalo, puede considerarse un delito de prevaricación administrativa omisiva.
Ni era preceptiva la emisión de alegaciones, ni parece que las alegaciones efectuadas por el
Ayuntamiento tuvieran excesiva consistencia, si bien, es cierto, se trataba de evitar un silencio que
pudiera, indirectamente, entenderse como admisión de los hechos o que pudiera dificultar una
posterior y definitiva discusión en el ámbito propio de la jurisdicción civil en el que acreditar la
efectiva titularidad pública de los caminos, que es lo que estaba en cuestión. No se trata de que se
dejara inscribir como privado un camino publico, sino que no se presentaron alegaciones por
considerar, en ese momento, que los argumentos en que se sustentaba la pretensión municipal eran
muy endebles.
Es discutible que la realización de alegaciones en ese expediente, tramitado por un ente distinto a la
propia corporación municipal, pueda llegar a equipararse a un acto administrativo en el sentido
requerido por el precepto penal, es decir, que suponga una declaración de voluntad de contenido
decisorio. Pero, lo que no admite discusión, es que tal decisión, más o menos afortunada, no era
manifiesta o clamorosamente ilegal, en tanto que, en ningún caso, suponía allanarse o reconocer los
hechos en que se amparaba la pretensión contraria, no afectaban a la titularidad en discusión de los
caminos, y a la vista de la endeble prueba documental no puede tildarse la decisión de
clamorosamente contraria a derecho. Ya hemos indicado como no hubo advertencia de ilegalidad ni
de la trascendencia que pudiera tener para la defensa del patrimonio municipal.
Solo enmarcada como un acontecimiento más, dentro en una supuesta cadena de favores y trato
deferencial a las pretensiones de una misma mercantil, podría alcanzar algún sentido esa pretensión
punitiva. En fase de instrucción se indagaron posibles conexiones personales o patrimoniales del
alcalde con la referida entidad mercantil o sus socios, sin que aportaran dato relevante alguno, y sin
que en el acto del juicio se haya practicado prueba alguna que aporte dato objetivo del que inferir
esa posible relación o interés personal.
QUINTO.- C) DELITO DE DESOBEDIENCIA GRAVE A LA AUTORIDAD 1. Los hechos que hemos
declarado probados en los apartados Cuarto, Quinto y Sexto del relato de hechos probados, no son
constitutivos de un delito de desobediencia grave a la autoridad del art. 556 del Código Penal del que
venía siendo acusado D. Pedro Francisco, administrador y apoderado de la mercantil Pescaderías
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Coruñesas S.L.
Tanto la doctrina como la jurisprudencia, al analizar el delito de desobediencia, son unánimes al
señalar que el mero incumplimiento de una sentencia, o de una resolución administrativa, no es
punible, ya que el remedio jurídico primero que el ordenamiento prevé en ese caso no es la respuesta
penal, sino su ejecución forzosa. La infracción penal de desobediencia no se limita a constatar la
existencia de una conducta que incumple el mandato contemplado en una norma o resolución,
judicial o administrativa, sino que precisa de forma ineludible y necesaria un mandato expreso, claro,
taxativo e individualizado, usualmente en forma de requerimiento, al que el ciudadano no se atenga
haciendo caso omiso a lo dispuesto por la autoridad. Tampoco la reiteración de un comportamiento
infractor trasmuta o convierte la conducta en una desobediencia penalmente relevante.
En el caso analizado, tras el dictado de la inicial resolución NUM036 de septiembre de 2016 no hubo
un solo acto encaminado a su ejecución ni mandato expreso y taxativo encaminado a lograr la pelan
efectividad de lo acordado. En el caso de la orden de cese acordada por la Junta de Gobierno Local el
8 de noviembre de 2017, una vez constada la reiteración de actividad infractora, además de los
respectivos expedientes sancionadores se iniciaron los trámites que culminaron con la decisión de
acordar el precinto de las instalaciones en mayo de 2018, si bien, nunca pudo llevarse a efecto por la
paralización sucesiva del procedimiento administrativo, primero, por su judicialización con solicitud
como medida cautelar de suspensión de la ejecución del acto administrativo, y posterior suspensión
del procedimiento contencioso administrativo por prejudicialidad penal. La mercantil cuyo
administrador es acusado hizo un uso legítimo de sus posibilidades de defensa. Las decisiones del
juzgado contencioso provocaron una situación de bloqueo que imposibilita hablar de una actividad de
abierta oposición al cumplimiento del mandato de la autoridad. El escrupuloso respeto de las normas
y cauces procedimentales tienen un componente garantista esencial que no puede ser desdeñado. Lo
anterior no es óbice para que la reiteración de la conducta diera lugar a sucesivos expedientes
sancionadores, luego acumulados. Pero, tan pronto se alzó la suspensión por prejudicialidad penal y
los juzgados contenciosos desestimaron en la instancia los recursos de Pescaderías Coruñesas S.L.,
sin necesidad de intimación, cesó la actividad, no haciendo necesario ya la ejecución material de la
orden de precinto.
2. En relación a la actividad probatoria referida a esta conducta delictiva es esencial detenernos en
tres actos administrativos y tres momentos concretos que deben marcar nuestro análisis. Por un lado,
la Resolución NUM036 de fecha 26 de septiembre de 2016 adoptada en el expediente Clausura de
Actividad de celebración de eventos. Por otro la Decisión de Cese de actividad adoptada por
unanimidad por la Junta de Gobierno Local de 8 de noviembre de 2017. Y, por último, la orden de
precinto propuesta a la Junta de Gobierno Local en junio de 2018. Las dos primeras constan
literalmente transcritas en el relato de hechos probados, y el contenido sustancial de los expedientes
es sintetizado en la exposición del cuadro probatorio.
2.1. Ello comporta ya dos consecuencias importantes: (i) tenemos que delimitar de manera concreta
qué conductas y en qué fechas habrían podido incurrir en desobediencia al mandato de la autoridad;
(ii) hemos de analizar hasta qué punto la interposición de los recursos contencioso-administrativos y
la posterior suspensión de los procedimientos por prejudicialidad penal pudo afectar al caso
enjuiciado.
2.2. Pero, antes incluso, hemos de constatar que la prueba practicada dejó meridianamente claro que
no hubo actuación material alguna encaminada a la ejecución forzosa o imposición coercitiva de la
conducta de cese de la actividad. Ya las propias resoluciones advertían del procedimiento y medidas a
tomar en caso de incumplimiento, reproduciendo lo contemplado en la normativa urbanística y de
actividades recreativas, sin que llegaran a adoptarse. Así lo manifestaron de manera unánime los
agentes de la policía local, más allá de discrepancias terminológicas sobre si existencia orden de cese
de actividad, o de clausura. Y así lo refleja con rotundidad el trascendental informe del Secretario
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ordenó el cese de la actividad recreativa que desarrolla la entidad PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L. en
la finca El Monje, por carecer de calificación urbanística y de licencia municipal. Este recurso, que
esen el que vamos a centrar nuestra atención, dio lugar al procedimiento ordinario 88/2018 del
Juzgado de lo contencioso n° 17 de Madrid, si bien, al tiempo tramitó pieza separada con la solicitud
de medida cautelar de suspensión de la ejecutividad del acto recurrido.
El recurso, presentado por escrito fechado el 16 de febrero, fue admitido a trámite por Decreto del
Juzgado de 13 de marzo de 2018. Por sendos escritos fechados el 9 de julio de 2018, Pescaderías
Coruñesas S.L. solicitó al Juzgado la suspensión del recurso y de la pieza separada de medidas
cautelares por prejudicialidad penal, como consecuencia, precisamente, de la incoación de las
diligencias previas 1132/12018 del Juzgado instrucción nº 3 de Móstoles de las que trae causa el
presente procedimiento
2.6.1. Los trámites seguidos ante el Juzgado de esta petición en la pieza principal del procedimiento
son los siguientes:
a) Por Providencia de fecha 10 de julio de 2018, el Juzgado requirió a la recurrente para que
aclarase: i)- si solicitaba la suspensión del procedimiento o exclusivamente de la pieza separada de
medidas cautelares; ii)- aportase resolución de admisión de la querella por el Juzgado de Instrucción
de Móstoles.
b) La entidad recurrente, por medio de escrito fechado el 16 de julio de 2018, respondió al
requerimiento del Juzgado indicando, con relación al primer apartado del mismo, que la solicitud de
suspensión por prejudicialidad iba referida tanto al procedimiento como a la pieza separada de
medida cautelar.
c) El Juzgado dio traslado al Ayuntamiento de la petición de suspensión del procedimiento y de la
pieza separada de medida cautelar (diligencia de ordenación de fecha 18 de julio de 2018).
d) El Ayuntamiento formuló oposición a la petición de suspensión mediante escrito de fecha 5 de
septiembre de 2018, habiéndose tenido por cumplimentado el trámite por diligencia de ordenación de
21 de septiembre.
e) Por auto de fecha 1 de octubre de 2018, el Juzgado estimó la petición presentada por la mercantil
PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L. y acordó la suspensión del recurso y de la pieza separada de
medidas cautelares por prejudicialidad penal, hasta la conclusión de las diligencias previas
1132/2018, de ese Juzgado de instrucción n° 3 de Móstoles.
f) El Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón interpuso recurso de apelación contra este Auto el 22 de
octubre de 2018. Por diligencia de ordenación de 23 de octubre se tuvo por interpuesto recurso de
apelación, dando traslado del mismo a la parte recurrente, que formalizó la oposición al mismo por
escrito fechado el 16 de noviembre.
g) Por diligencia de ordenación de fecha 19 de noviembre de 2018 se elevaron los autos a la Sala de
lo contencioso del TSJ para la resolución del recurso, emplazando a las partes para su personación
ante el Tribunal. A día de la fecha de emisión del recurso de apelación está pendiente de resolución.
2.6.2. En el recurso contencioso seguido ante el Juzgado n° 17 (procedimiento 88/2018), la
recurrente PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L. solicitó por escrito fechado el 18 de junio de 2018 que se
adoptara inaudita parte la medida cautelar de suspensión de la eficacia de la orden de cese de la
actividad acordada por la Junta de Gobierno en la sesión de 8 de noviembre de 2017; y
subsidiariamente la misma medida, previa tramitación del incidente de medidas cautelares. Como
antes hemos expuesto es esta petición de medida cautelar al Juzgado contencioso lo que motivó que
la Junta de Gobierno Local, siguiendo el criterio del Secretario General dejase sobre la mesa la
propuesta de clausura de las instalaciones de la finca El Monje hasta que se resolviese el incidente
abierto en el Juzgado. Así lo especifica también el informe en su día emitido y al que venimos
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haciendo constante referencia, el cual continúa explicando, que, de forma previa, en vía
administrativa, la entidad PESCADERÍAS CORUÑESAS, S.L. había solicitado la suspensión de la
ejecución del acuerdo de la Junta de Gobierno al interponer recurso de reposición frente al mismo;
dicha petición de suspensión de la ejecución fue desestimada por Resolución de la Alcaldía de fecha
13 de diciembre de 2017 (número 4195).
Los trámites seguidos en la pieza separada de medida cautelar de suspensión de la ejecución del acto
recurrido han sido:
a) Por sendas diligencias de ordenación de fecha 20 de junio, el Juzgado acordó: i) no haber lugar a
la tramitar la petición de la medida inaudita parte al no apreciar razones de especial urgencia que
motivasen dicha solicitud; ii) formar pieza separada de medida cautelar, dando traslado de la petición
al Ayuntamiento.
b) El Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón formuló oposición a la petición de medida cautelar.
c) Durante la sustanciación del trámite incidental, la recurrente solicitó al Juzgado la suspensión del
proceso y de la pieza separada por prejudicialidad penal (escrito de 9 de julio), petición de la que se
dio cuenta en el apartado anterior.
d) El Ayuntamiento dio traslado al Juzgado del acuerdo de la Junta de Gobierno Local de 5 de
septiembre de 2018 (dictado en los procedimientos sancionadores acumulados, expedientes NUM011,
NUM012 y NUM013) que ordenó la clausura de las instalaciones de la finca El Monje en las que se
celebran actividades recreativas sin licencia, sujetando la eficacia de dicha medida a la resolución del
incidente de medida cautelar del Juzgado n° 17, ya que, aunque tomada en un procedimiento
diferente, la ejecución de dicha medida dejaría sin efecto una eventual resolución del Juzgado que
estimase la solicitud de la recurrente.
e) Por diligencia de ordenación de fecha 21 de septiembre, el Juzgado n° 17 dio traslado del
certificado de dicho acuerdo a la parte recurrente
f) El auto del Juzgado n° 17 de 1 de octubre, ya mencionado, acordó suspender por prejudicialidad
penal el procedimiento y la pieza separada de medidas cautelares.
2.6.3. Una vez expuestos los tramites seguidos por el procedimiento 88/2018 el Secretario General
verificaba dos consideraciones, de la que debemos destacar por su importancia para la cuestión que
nos atañe, la primera, que establecía que, a su criterio, "la no resolución del incidente de medida
cautelar, impide a la Administración dictar la orden de clausura de las instalaciones en el
procedimiento de cese de actividad (en el que la propuesta de clausura se dejó sobre la mesa por la
Junta de Gobierno Local en la sesión de 20 de junio a la espera de que el Juzgado resolviese el
incidente), ni hacer efectiva la orden de clausura adoptada por la Junta de Gobierno Local en la
sesión de 5 de septiembre, ya que la efectividad de dicha orden se sujetó a una condición (la
resolución desestimatoria del incidente de medida cautelar) que no se ha producido. Debe indicarse
que cuando dictó el auto de suspensión de la pieza separada, el Juzgado de lo contencioso n° 17
conocía el acuerdo de la Junta de Gobierno Local de 5 de septiembre de 2018."
2.7. En el acto inicial del juicio se aportó documentación acreditativa de la desestimación de los
recursos interpuestos por Pescaderías Coruñesas S.L. ante el TSJ de la Comunidad de Madrid, si bien
está pendiente de sustanciación algún recurso de casación, y el propio Secretario General en su
deposición como testigo tuvo ocasión de explicar detalladamente a preguntas del Ministerio Fiscal
que cuando ya se alzó la prejudicialidad penal no fue necesaria la ejecución material de la orden de
precinto y clausura porque ya no se tenía conocimiento de actividad en la finca El Monje.
3. Como ya anticipamos, nuestro análisis de lo sucedió debe diferenciar los tramos temporales. Antes
del 26 de septiembre de 2016 no cabe plantearse ninguna posible conducta desobediente. Nuestra
atención debe centrarse durante los 10 meses de vigencia del expediente de clausura de 2016, y,
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sobre todo y muy especialmente, con posterioridad a la decisión de cese definitivo de 8 de noviembre
de 2017. La inexistencia de conducta material alguna encaminada a la ejecución forzosa, e incluso la
total inactividad desarrollada en ese inicial expediente de 2016, imposibilita hablar de una conducta
renuente o deliberadamente rebelde. Con posterioridad a noviembre de 2017, pese a existir
constancia de celebraciones de bodas reiteradas en el año 2018, la enrevesada situación jurídico
procesal, que hemos querido exponer de forma detallada, determinó la existencia de una doble
suspensión de los procedimientos, primero de los expedientes administrativos que pese a su
ejecutividad tuvieron que acompasarse con la inminente decisión del juez de lo contencioso sobre la
medida cautelar interesada, y, en segundo lugar, por la suspensión de los procedimientos contencioso
administrativos por prejudicialidad penal al haberse interpuesto ya la querella por parte de la fiscalía
que dio lugar la incoación del presente procedimiento, primero Diligencias Previas 1132/2018 del
Juzgado de Instrucción nº 3 de Móstoles, hoy Procedimiento Abreviado 202-2020 de esta Secc. 23ª
de la Audiencia Provincial.
En definitiva, hubo una situación de bloqueo, producto en parte de la legitima defensa de sus
intereses desplegada por la mercantil afectada, pero, también, del exquisito y escrupuloso criterio del
Secretario General respetando los tiempos procesales y aconsejando, dada la inminencia de la
decisión jurisdiccional sobre la suspensión de la ejecutividad de la medida de cierre, condicionar la
ejecución forzosa a dicho pronunciamiento jurisdiccional que no llegó hasta muchos meses después
por la decisión del juez contencioso de suspender tramitación del procedimiento por prejudicialidad
penal. Cuando el TSJ de la Comunidad de Madrid, revoca dicha decisión y alza la suspensión, ya no
fue necesaria actuación material o coercitiva de ejecución puesto que ya nunca hubo actividad ilícita.
En conclusión, en esta segunda ocasión, aunque si hubo una actuación de la administración
encaminada al cumplimiento forzoso del cese de actividad acordado, no llegó a materializarse en una
concreta y taxativa orden de cierre o paralización de la actividad, a partir de la cual pueda calificarse
la conducta como de desobediencia grave a la autoridad.
4. Caracterización jurisprudencial del delito de desobediencia grave del art. 556 del Código Penal.
La STS 560/2020 del 29 de octubre de 2020 (ROJ: STS 3527/2020), a la que también se remite la
reciente STS del 03 de marzo de 2021 (ROJ: STS 742/2021) nos indica que
"Respecto al delito de desobediencia prevista en el art. 556 CP supone una conducta, decidida y
terminante, dirigida a impedir el cumplimiento de lo dispuesto de manera clara y tajante por la
autoridad competente ( SSTS 1095/2009, de 6- 11; 138/2010, de 2-2). Son, por tanto, sus
requisitos:
a) un mandato expreso, concreto y terminante de hacer o no hacer una específica conducta, emanada
de la autoridad y sus agentes en el marco de sus competencias legales.
b) que la orden, revestida de todas las formalidades legales haya sido claramente notificada al
obligado a cumplirla, de manera que éste haya podido tomar pleno conocimiento de su contenido, sin
que sea preciso que conlleve, en todos los casos, el expreso apercibimiento de incurrir en delito de
desobediencia, caso de incumplimiento.
c) la resistencia, negativa u oposición a cumplimentar aquello que se le ordena, que implica que
frente al mandato persistente y reiterado, se alce el obligado a acatarlo y cumplirlo con una negativa
franca, clara, patente, indudable, indisimulada, evidente o inequívoca ( STS 263/2001, de 24-2) si
bien aclarando que ello ha de interpretarse de manera contundente y explícita, empleando frases o
realizando actos que ofrezcan dudas sobre la actitud desobediente, sino que también puede existir
cuando se adopte una reiterada y evidente pasividad a lo largo del tiempo sin dar cumplimiento al
mandato, es decir, cuando sin oponerse o negar el mismo tampoco realice la actividad mínima
necesaria para llevarlo a cabo, máxime cuando la orden es reiterada por la autoridad competente para
ello, o lo que es igual, cuando la pertinaz postura de pasividad se traduzca necesariamente en una
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palpable y reiterada negativa a obedecer ( STS 485/2002, de 14-6). O lo que es lo mismo, este delito
se caracteriza no solo porque la desobediencia adopte en apariencia una forma abierta, terminante y
clara, sino también es punible "la que resulta de pasividad reiterada o presentación de dificultades y
trabas que en el fondo demuestran su voluntad rebelde". ( STS 1203/97, de 11-10).
Conviene tener presente -así lo precisábamos en la STS 54/2008, de 8-7- "que una negativa no
expresa, que sea tácita o mediante actos concluyentes, puede ser tan antijurídica como aquella que el
tribunal a quo denomina expresa y directa. El carácter abierto o no de una negativa no se identifica
con la proclamación expresa, por parte del acusado, de su contumacia en la negativa a acatar el
mandato judicial. Esa voluntad puede deducirse, tanto de comportamientos activos como omisivos
expresos o tácitos"."
La estructura de la desobediencia penalmente relevante aparece así integrada en torno a los
siguientes elementos:
Una conducta, tanto de acción como de omisión, encaminada a no cumplir la orden dictada por la
autoridad o por sus agentes, manifestada en forma de requerimiento, en el ejercicio de sus
funciones, debiendo ser el requerimiento de modo personal y concreto, revestido de todas las
formalidades legales y debidamente comunicado con los apercibimientos de rigor.
En cuanto a la culpabilidad, la conciencia y voluntad de la oposición al cumplimiento de la orden o
mandato persistente y reiterada, con el ánimo, por parte del agente, de desprestigiar el principio de
autoridad, o menospreciar la función pública, que sus titulares desempeñan, que es susceptible de
apreciarse con mayor o menor intensidad, siendo necesario el calificativo de grave para que la
infracción delictiva tenga lugar.
En cuanto a la antijuridicidad, que la aplicación de la norma penal no ofrezca nada anormal, por la
concurrencia de determinadas circunstancias, que puedan dar lugar a una valoración exoneradora de
la responsabilidad penal
"(...) ha de advertirse que la desobediencia prevista en el artículo 556 lo que realmente ha de
suponer es una conducta, decidida y terminante, dirigida a impedir el cumplimiento de lo dispuesto,
de manera clara y tajante a su vez, por la Autoridad competente, ya que el hecho de que se requiera
la debida acreditación de la notificación de esa decisión, e incluso de un requerimiento para ser
acatada aunque sin llegar a la necesidad del apercibimiento respecto de la posible comisión del
delito, tiene, como único fundamento y razón de ser, el pleno aseguramiento del conocimiento, por
parte del desobediente, del mandato incumplido, es decir, su propósito resuelto de incumplir
deliberadamente éste (vid., en este sentido, la STS de 1 de diciembre de 2003, por ejemplo)." ( STS
1095/2009 del 06 de noviembre de 2009; ROJ: STS 6837/2009)
5. Como indica ya la mencionada STS 54/2008 del 08 de abril de 2008 (ROJ: STS 687/2008) aunque
referida a un supuesto de negativa a dar cumplimiento a las resoluciones judiciales por parte de
diversos miembros de un Parlamento Autonómico, del art. 410 CP, y, concretamente, desatención del
fallo emanado en sentencia firme de la Sala Especial del TS por la que se declaraba la disolución de
un partido político, desoyéndose igualmente los sucesivos apercibimientos judiciales de acatamiento
de la mentada resolución, "no todo incumplimiento de una resolución judicial integra el delito de
desobediencia. La responsabilidad penal sólo puede afirmarse, como es obvio, de aquella actitud
renuente al acatamiento de la resolución judicial que, además, colma los elementos del tipo objetivo
y subjetivo descrito en el art. 410.1 del CP."
Las normas no se desobedecen, sino que se infringen. Las sentencias o resoluciones administrativas
no se desobedecen sino que se incumplen, o, mejor aún, se dejan de cumplir de manera espontánea.
La desobediencia penalmente relevante tipificada en el art. 556 del Código Penal implica algo más
que infringir una norma o dejar de cumplir espontáneamente los dictados de una resolución o
sentencia; supone que no se cumple una orden específica o un mandato concreto y taxativo que trata
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de hacer valer la norma o lo resuelto en un caso concreto. En el supuesto analizado, ya hemos visto
como tras la orden de 26 de septiembre de 2016 no hubo actuación material alguna encaminada a su
ejecución forzosa, como se advertía en el Apartado Tercero de la propia resolución ("de no dar
cumplimiento a lo ordenado se adoptarán las medidas...") o, de manera similar, en la resolución de 8
de noviembre de 2017 ("[D]e no cumplirse voluntariamente..."), y, por tanto, es claro que la mera
falta de cumplimiento voluntario de lo acordado no puede ser constitutivo, sin más, de un delito de
desobediencia.
Y, por otro lado, en cuanto la situación de bloqueo que se produjo es necesario destacar que la
jurisprudencia de la Sala contencioso-administrativo del Tribunal Supremo es clara al establecer que
la Administración no puede ejecutar el acto administrativo cuando el particular formula solicitud
cautelar junto con la demanda en vía contencioso-administrativa, y hasta que se resuelva
expresamente, es necesario "asegurar, institucionalmente, la efectividad de la tutela cautelar efectiva
( art. 24.1 CE) mientras ésta sigue su curso hasta la decisión que proceda, en el ámbito del control
jurisdiccional de la Administración ( art. 106CE)" STS 3ª 1551/2020 del 19 de noviembre de 2020
(ROJ STS 38979/2020)
La sentencia del Tribunal Constitucional STC 78/1996 de 20 de mayo, mencionada por el Secretario
General en su declaración, como justificación de su trascendental recomendación en la Junta de
Gobierno Local de junio de 2018 dejando en suspenso la medida de acordar el precinto y clausura de
las instalaciones, había sentado tempranamente que si la administración ejecuta el acto de cuya
suspensión cautelar está pendiente el particular, pierde todo sentido esta tutela judicial de urgencia.
Por eso, la Administración debía abstenerse de dar pasos encaminados a la ejecución hasta que el
Juzgado resolviese la petición de suspensión cautelar.
La Sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo acogía con claridad meridiana las
razones de esta doctrina en la sentencia de 28 de abril de 2014 (ROJ STS 1737/2014)
"Por ello, el control judicial de la actividad administrativa que proclama el artículo 106.1 de la
Constitución y la tutela cautelar, que se integra en la garantía para obtener la protección
jurisdiccional de los derechos e intereses legítimos, consagrada en el artículo 24.1 del texto
fundamental, resultarían burlados si la Administración pudiera adoptar acuerdos de ejecución de un
acto cuya suspensión cautelar ha sido interesada sin antes pronunciarse sobre la misma" (FD 2º)).
6. Aunque sea adelantar el estudio del delito de prevaricación, es esa absoluta inacción en el referido
expediente, en el que ni siquiera se unieron los posteriores expedientes de denuncia o partes de
intervención, ni se adoptó resolución alguna encaminada a su impulso y efectividad material, junto
con la reubicación de las potestades sancionadoras en el Junta de Gobierno de Local, dónde, en un
principio, aparentaba estar una clamorosa inactividad equiparable a una decisión prevaricadora por
omisión. Hemos de reseñar de inmediato que ninguna de las acusaciones residencia ahí la supuesta
conducta prevaricadora que sustenta sus peticiones de condena, y que a la Sala le estaría vedado por
mor del principio acusatorio introducir de motu propio incidencias fácticas no consideradas en la
hipótesis acusatoria, y de las que la defensa no ha tenido por tanto posibilidad de defenderse.
La STS 58/2018, del 01 de febrero de 2018 ( ROJ: STS 214/2018 ) al establecer los límites que
marca el principio acusatorio nos recuerda que "la sentencia no puede introducir sorpresivamente
valoraciones jurídicas nuevas que la defensa no haya tenido ocasión de rebatir; ni puede focalizar su
atención para conformar la tipicidad en elementos fácticos que el Fiscal no recogía en su pretensión;
ni conferir a los elementos que hayan podido ser aludidos una dimensión o relevancia que no se
desprendía, ni expresa ni implícitamente, del examen de la pretensión acusatoria. Si en la sentencia
se cambia la calificación articulada por la acusación en términos que van más allá de un simple
prescindir de algunos de sus elementos; o que introducen perspectivas nuevas, se frustraría el
derecho a ser informado de la acusación: la defensa no habría tenido ocasión de combatir
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adecuadamente esa nueva valoración jurídica o la trascendencia jurídica concedida a datos que no se
presentaban con tal alcance por la acusación."
En cualquier caso, el análisis conjunto de lo actuado desacredita, inhabilita o desvirtúa en gran
medida esas sospechas iniciales de antijuridicidad en la mencionada conducta. En este punto, vuelve
a ser revelador el informe del Secretario General que discurre por la cuestión en los apartados vii) y
viii) del punto 3 de su informe referido a la repetida Resolución NUM036 (f. 1991 y 1992), y en los
que aborda las razones concretas por las que no se hubiera adoptado actuaciones ejecutivas
concretas y a quien correspondía la competencia de resolver e impulsar esa actuaciones, con expresa
mención de la Resolución 3923/2016 de 31 de octubre del Alcalde-presidente por la que se
modificaba el régimen de delegación del ejercicio de competencias de la Alcaldía en la Junta de
Gobierno Local. Ya indicamos como el jefe del gabinete dio una explicación del motivo de esa
modificación, que nada tenía que ver con el expediente que nos ocupa. Si bien, también hemos de
añadir, que de la apreciación del informe del Secretario General y del contenido del informe de 29 de
diciembre de 2016 emitido por el Jefe de Servicios Jurídicos, en el expediente sancionador NUM021,
cabe inferir que ambos vislumbraban serios reparos en la concepción y tramitación en ese
denominado "expediente de clausura" del año 2016, describiendo el informe jurídico una situación
que podríamos denominar de kafkiana, y explicando el Secretario como quizá debió acudirse a la Ley
de Actividades Recreativas, como se hizo en el año 2017, y no a la Ley del Suelo. En este punto el
Secretario mencionó que creía existía informe jurídico previo a la resolución NUM036, pero del
examen del expediente solo constan informes del Jefe de Medio Ambiente, uno de los cuales se
remite a Servicios Jurídicos, pero sin más. Tampoco recordó haber hablado del tema con la concejala
Dª. Eufrasia, quien también eludió entrar en el por qué dicho expediente quedó sin impulso alegando
la retirada de las competencias sancionadoras, pero no la posibilidad de impulsar y elevar
propuestas.
El inicio del expediente de restauración de la legalidad urbanística que acordaba la Resolución
NUM036 (apartado Segundo de la parte dispositiva), comporta la concesión de un plazo de dos
meses para obtener la legalización mediante la obtención de la correspondiente licencia, pero se daba
la circunstancia que dicha solicitud de licencia se había iniciado mucho antes, en el año 2015, e
incluso el previo y preceptivo expediente de solicitud de calificación urbanística ante la Conserjería
de Urbanismo de la Comunidad de Madrid en el año 2014.
Indica así el punto primero del informe jurídico de 29 de diciembre de 2016: "La falta de preceptivo y
vinculante pronunciamiento del organismo competente de la Comunidad de Madrid, en relación a la
solicitud de licencia de calificación urbanística, implica la suspensión (aunque no se haya acordado
en el expediente) del procedimiento de concesión de la licencia solicitada en la finca "La Albada". Y,
en buena lógica, supone asimismo una paralización del procedimiento de restauración de la legalidad
urbanística, dado que la legalización ha de partir necesariamente por la obtención de licencia
urbanística, supeditada a la autorización de la Dirección General de Urbanismo de la Comunidad de
Madrid."
Sin previa calificación urbanística no cabía plantearse posibilidad alguna de licencia, al tratarse de
suelo especialmente protegido, lo que no era óbice para que se pudieran autorizar determinados
usos. Dicho expediente que sufrió gravísimas y llamativas dilaciones por el retardo, casi de dos años,
en emitir el Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón los informes pertinentes. Ello no era óbice, seguía
indicando el informe jurídico, de que "aunque la interesada esté en trámites de restaurar el orden
jurídico infringido, lo cierto es que a día de hoy carece de al preceptiva licencia de actividad, por lo
que no estaría habilitada para ejercer la actividad, Por tanto, el ejercicio de una actividad sin la
preceptiva autorización municipal, implica un incumplimiento de la legalidad urbanística, lo que
conlleva la comisión de una infracción urbanística, y a la propia reacción de la Administración
mediante la incoación de expediente sancionador."
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Policía Local, aunque el Ministerio Fiscal le indicó que en su declaración sumarial si había indicado
dicha circunstancia, ni tampoco existía un recuerdo nítido en tal sentido por parte de los muchos
agentes de policía que depusieron en el plenario. El Secretario destacó las diferencias formales y
materiales entre la denuncia y el simple parte de intervención, y como los agentes por su experiencia
profesional deben conocer la configuración y en qué momento deben efectuar una u otra, no teniendo
tampoco la trascendencia de poder cerrar el paso a un expediente sancionador el dato de que solo se
formule un parte de intervención. Las explicaciones de los agentes fueron en parecido sentido,
mencionaban que confeccionaba una u otro según el motivo y contenido de su intervención,
destacando alguno como no tenía sentido levantar acta denuncia el mismo día si ya habían acudido
con anterioridad sus compañeros. Incluso alguno mencionó que.
4. En relación con las instrucciones verbales de julio de 2016 hemos de precisar algunas cuestiones y
datos de interés.
- Dª. Eufrasia no fue concejal de seguridad, según indicó en su declaración, hasta diciembre de 2016,
y situó las indicaciones verbales recibidas en el mes de septiembre.
- La primera noticia de dicha indicación verbal la da el suboficial-Jefe de policía, cree que fue
telefónicamente, aunque precisó que igual comentaron el asunto varias veces, y, en cualquier caso,
dejó constancia resumen en el parte de actuación que deja a su segundo el fin de semana del 22 al
24 de julio de 2016. La fecha no es baladí, porque en ese momento se han producido ya
intervenciones los días 2, 9, 15 y 16 de julio y con fecha 18 de julio se ha incoado el Expediente
Sancionador NUM021.
- Esas primeras intervenciones se producen a instancia de una persona al parecer perteneciente a una
asociación de hostelería o supuestos perjudicados por la realización de celebración de bodas en
fincas y enclaves sin licencia.
- De las manifestaciones de los tres agentes con NIP NUM023, NUM024 y NUM025 que formularon
denuncia penal el día 22 de julio contra el Sargento con NIP NUM022, como de las declaraciones e
informe escrito de éste, se infiere la existencia de un complejo conflicto en el propio seno de la
policía local con enfrentamientos personales y malestar. El sargento nos indicó como estuvo de baja
un largo periodo y tuvo que ejercer acciones penales por acoso laboral, habiendo llegado a recibir
amenazas de muerte en su taquilla personal. La simple lectura de la denuncia interpuesta por esos
tres agentes denota una inquina y animadversión evidente, que llevan a sobredimensionar un
incidente nimio.
- Más llamativo aún es que, en la ampliación efectuada al día siguiente, los agentes justifiquen su
proceder en una consulta particular en fuentes abiertas de Internet, al parecer la página web de una
plataforma de afectados, al margen de toda indicación o dirección de los órganos técnicos
correspondientes de la corporación cuando se trataba de la compleja situación de concesión de
licencia administrativa. Incluso el acusado D. Simón dejó caer algún posible interés personal de
algún agente.
Parece claro que, en tal escenario, indicar que no se vaya nuevamente a la finca salvo emergencia o
denuncia contrastada, evitando una situación que algún agente tildó de persecución o acoso, pues ya
se tenía conocimiento de la irregularidad y se habían incoado los expedientes oportunos, no parece
que pueda calificarse de una orden manifiestamente injusta, ni encaminada a prohibir o restringir
severamente la capacidad inspectora de la policía local. Tan preocupante es consentir una actividad
que se sabe carece de licencia, como poner la actuación inspectora de la policial local al servicio de
intereses particulares no esclarecidos.
5. Tampoco parece que la indicación, recomendación o protocolo de actuación a seguir reiterado, con
carácter genérico, en la carta de 1 de agosto 2017 pueda considerarse como una severa restricción de
la capacidad inspectora, única conducta que cabría asimilar a una resolución no ya errónea o ilícita,
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I V - PARTE DISPOSITIVA
FALLAMOS :
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