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Tribunal Supremo
TS (Sala de lo Penal, Sección 1ª) Sentencia num. 245/2020 de 27 mayo
RJ\2021\3689

FALSEDADES: FALTAR A LA VERDAD EN LA NARRACIÓN DE LOS HECHOS:


diferencias entre las falsedad documental y la de certificados; EXISTENCIA:
elaborar, en su condición de gestor administrativo, certificados para dotar a unos
suelos de una calificación urbanística de la que carecían, pasándolos todos ellos
para el visto bueno del Alcalde, quien los firmaba a sabiendas de su contenido
falsario: no se trata de meras opiniones profesionales o simples valoraciones
personales, sino de verdaderas mutaciones o alteraciones sobre la verdad del
hecho, al referirse el contenido del documento a calificaciones sobre la naturaleza
urbanística de las fincas, realizada por quien tiene encomendada esta función para
dotar al interesado de un título jurídico, cuando a sabiendas se conocía que no era
así: acceso de los terrenos al Registro de la Propiedad con una calificación como
urbanos de la que carecían; POR IMPRUDENCIA GRAVE: EXISTENCIA: faltar a la
verdad en la narración de los hechos: secretario municipal de ayuntamiento: firmar
certificados mendaces para dotar a unos suelos de una calificación urbanística de la
que carecían, a sabiendas de ello; SIMULAR UN DOCUMENTO DE MANERA QUE
INDUZCA A ERROR SOBRE SU AUTENTICIDAD: EXISTENCIA: elaborar, en su
condición de arquitecto municipal, tres documentos oficiales enteramente nuevos,
simulando la firma del arquitecto a cuyo nombre se expide y las fechas de su
emisión, así como elaborar distintos informes de concesión de licencias donde
simulaba la firma de otros compañeros. DELITOS SOBRE LA ORDENACIÓN DEL
TERRITORIO Y EL URBANISMO: ERROR DE TIPO INVENCIBLE: APRECIABLE:
promociones y edificaciones en suelo no urbanizable: obtención de certificados y
licencias emitidos por personas competentes donde se hacía constar la calificación
del suelo como urbano y edificable cuando no lo era: la ilegalidad cometida por
quien emite dicha documentación no puede ser trasladada al receptor de la misma a
los efectos de comisión del delito: no consta acreditado que tuvieran conocimiento
de dicha ilegalidad. PREVARICACIÓN DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS Y
OTROS COMPORTAMIENTOS INJUSTOS: ERROR DE TIPO INVENCIBLE:
INAPREIABLE: concesión, en su condición de Alcalde, de licencias de obra y
segregación de fincas para la construcción de viviendas unifamiliares en suelo no
urbanizable, prescindiendo de los preceptivos informes técnicos y jurídicos: no cabe
plantear el desconocimiento de la norma urbanística «realmente aplicable» como la
circunstancia de que al tiempo de los hechos en su localidad se estuviera aplicando
«por error» una norma urbanística ineficaz y por tanto carente de validez: actuación
a sabiendas de su ilegalidad. COHECHO: SOLICITAR DÁDIVA O PRESENTE O
ADMITIR OFRECIMIENTO O PROMESA PARA REALIZAR UN ACTO PROPIO DE
SU CARGO: EXISTENCIA: reclamar a los usuarios del catastro, en su condición de
empleado público del Patronato Provincial de Recaudación, una tasa inexistente por
la facilitación de información catastral que tenía obligación de facilitar por motivo de
su cargo; PRINCIPIO ACUSATORIO: VULNERACIÓN INEXISTENTE: modificar la

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calificación jurídica de los hechos adecuándolos a una modalidad de cohecho


distinta a la previamente calificada sin alterar los hechos: delitos homogéneos: no se
aprecia una merma en el derecho de defensa. ERROR: la sospecha de que el
actuar es, o puede ser, antijurídico, o la duda excluyen el error. DILACIONES
INDEBIDAS: MUY CUALIFICADA: criterios para su apreciación; APRECIABLE:
dilatación de un proceso de gran complejidad durante de diez años hasta el dictado
de la sentencia de primera instancia. PRESCRIPCIÓN: DE DELITOS:
INAPRECIABLE: delito continuado y pluralidad delictiva: comienza el plazo de
prescripción con el último acto delictivo que forma parte de la continuidad, sin que
proceda un análisis fragmentado o aislado de cada uno de los delitos cometidos;
INTERRUPCIÓN: EXISTENCIA: resolución por la que se le llama a declarar como
encausado: no cabe tener como fecha para la interrupción de la prescripción la de la
declaración.
ECLI:ECLI:ES:TS:2020:4515
Jurisdicción:Penal
Recurso de Casación 3297/2018
Ponente:Excmo Sr. Vicente Magro Servet
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo declara haber lugar a los recursos de
casación interpuestos por el Ministerio Fiscal y por uno de los acusados y declara no
haber lugar a los interpuestos por el resto de acusados contra la Sentencia dictada
por la Audiencia Provincial de Málaga, Sección Tercera, de fecha 05-04-2018,
casándola y anulándola en parte y dictando segunda Sentencia en el sentido
señalado en la fundamentación de la presente Resolución.

T R I B U N A L S U P R E M O Sala de lo Penal
Sentencia núm. 245/2020
Fecha de sentencia: 27/05/2020 Tipo de procedimiento: RECURSO CASACION
Número del procedimiento: 3297/2018 Fallo/Acuerdo: Fecha de Votación y Fallo:
26/05/2020 Ponente: Excmo. Sr. D. Vicente Magro Servet Procedencia: Audiencia
Provincial de Málaga, Sección Tercera Letrada de la Administración de Justicia:
Ilma. Sra. Dña. Sonsoles de la Cuesta y de Quero Transcrito por: MBP Nota:
RECURSO CASACION núm.: 3297/2018 Ponente: Excmo. Sr. D. Vicente Magro
Servet Letrada de la Administración de Justicia: Ilma. Sra. Dña. Sonsoles de la
Cuesta y de Quero
TRIBUNAL SUPREMOSala de lo Penal
Sentencia núm. 245/2020
Excmos. Sres. y Excma. Sra. D. Andrés Martínez Arrieta D. Andrés Palomo Del
Arco D. Vicente Magro Servet Dª. Carmen Lamela Díaz D. Eduardo de Porres Ortiz

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de Urbina
En Madrid, a 27 de mayo de 2020. Esta sala ha visto los recursos de casación por
infracción de ley e infracción de precepto constituconal, interpuestos por el
MINISTERIO FISCAL y por las representaciones de los acusados D. Paulino, D. Pio,
D. Donato, D. Federico y D. Genaro, contra sentencia dictada por la Audiencia
Provincial de Málaga, Sección Tercera, que les condenó por delitos contra la
ordenación del territorio, de prevaricación, prevaricación urbanística, tráfico de
influencias, de falsedad en documento oficial y documento oficial por destino, de
actividades prohibidas a los funcionarios y de cohecho pasivo, los componentes de
la Sala Segunda del Tribunal Supremo que al margen se expresan se han
constituido para la votación y fallo bajo la Presidencia del primero de los indicados,
siendo también parte el Ministerio Fiscal y estando dichos recurrentes acusados
representados por el Procurador D. Fernando Marqués Merelo y bajo la dirección
Letrada de D. José Manuel Marqués Merelo respecto del acusado Paulino; por el
Procurador D. Miguel Ángel Aparicio Urcía y bajo la dirección Letrada de D. Daniel
Valentín Piña López respecto del acusado D. Pio; por la Procuradora Dña. Paloma
Barbadillo Gálvez y bajo la dirección Letrada de D. José Carlos Aguilera Escobar
respecto del acusado Donato; por la Procuradora Dña. Beatriz Ayllón Caro y bajo la
dirección Letrada de Dña. Mª José Gómez Hernández respecto del acusado
Federico y por la Procuradora Dña. Cayetana de Zulueta Luchsinger y bajo la
dirección Letrada de D. José Mª Ramírez Pedrosa respecto del acusado Genaro, y
los recurridos Acusación Particular D. Jaime representado por el Procurador D.
Enrique Alejandro Sastre Botella y bajo la dirección Letrada de D. Santiago Perea
Serrano; D. Modesto representado por el Procurador D. Jacobo Rayón Borja y bajo
la dirección Letrada de D. Jaime Biosca Azcoiti; D. Olegario representado por el
Procurador D. Daniel Ruiz Toth y bajo la dirección Letrada de D. Enrique Carrasco
Garabato; D. Manuel representado por la Procuradora Dña. Isabel Bermúdez
Iglesias y bajo la dirección Letrada de Dña. Mª Luis Silles Cristóbal; D. Romeo
representado por la Procuradora Dña. Rosa Mª Ropero Rojas y bajo la dirección
Letrada de D. Luis Entrambasaguas Martín; D. Santiago representado por la
Procuradora Dña. Elena Yustos Capilla y bajo la dirección Letrada de D. Miguel
Alabarce Portillo; D. Severino representado por la Procuradora Dña. Alicia Miguez
Parada y bajo la dirección Letrada de Dña. Mª Luisa Martín Abia; D. Vicente
representado por el Procurador D. Adrián Díaz Muñoz y bajo la dirección Letrada de
Dña. Antonia Rodríguez Fernández; D. Segundo representado por el Procurador D.
Adrián Díaz Muñoz y bajo la dirección Letrada de D. Antonio Casas Bautista; D.
Carlos Francisco representado por la Procuradora Dña. Aurora Gómez-Villaboa
Mandri y bajo la dirección Letrada de D. Carlos Combet de Larenne Cintado; D. Luis
Enrique representado por el Procurador D. Jaime Pérez de Sevilla y Guitard y bajo
la dirección Letrada de D. Francisco Torres Rico; D. Juan Ignacio representado por
la Procuradora Dña. Marta Saint-Aubin Alonso y bajo la dirección Letrada de D.
Jesús Carillo Mira; D. Pedro Jesús representado por el Procurador D. José Ramón
Couto Couto Aguilar y bajo la dirección Letrada de Dña. Mª Ángeles Giner Martí; D.
Agustín representado por el Procurador D. Santiago Montejano Argaña y bajo la

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dirección Letrada de Dña. Mª Mercedes Carreño Arnal; D. Anton representado por la


Procuradora Dña. Isabel Bermúdez Iglesias y bajo la dirección Letrada de Dña. Mª
Isabel Carretero Miguel; Dña. Sonsoles representada por la Procuradora Dña. Isabel
Díaz Solano y bajo la dirección Letrada de Dña. Regina Apalategui Montañez y D.
Belarmino representado por la Procuradora Dña. Isabel Díaz Solano y bajo la
dirección Letrada de Dña. Julia Soria Montañez. Ha sido ponente el Excmo. Sr. D.
Vicente Magro Servet.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.-
El Juzgado de Instrucción nº 3 de Vélez Málaga incoó procedimiento abreviado
con el nº 61/13 contra Paulino, Pio, Donato, Federico, Genaro y otros, y, una vez
concluso lo remitió a la Audiencia Provincial de Málaga, Sección Tercera, que con
fecha 5 de abril de 2018 dictó sentencia que contiene los siguientes Hechos
Probados: "PRIMERO.- DEMOLICIÓN DEL MERCADO MUNICIPAL DE ALCAUCÍN
(BLOQUE XX). De los hechos enjuiciados en la sesión correspondiente al BLOQUE
XX referidos a los que el Ministerio fiscal recoge en el Epígrafe 01 de su escrito de
acusación, se declara probado lo siguiente: Hasta el año 2001 el pueblo de
Alcaucín, regido entonces por el alcalde aquí acusado Genaro, contó con un
mercado municipal ubicado en un pequeño edificio que ocupaba buena parte de la
CALLE000, situada en el centro de la población. La plaza, que se había construido
en la década de los sesenta sobre un suelo en desnivel a base de un forjado
sustentado por pilares de hormigón armado, cubría un antiguo aljibe destinado al
riego de las huertas o fincas próximas al casco urbano. Además, desde el propio
mercado se accedía a un lavadero público situado bajo el nivel de la plaza que se
nutría del mismo manantial que la alberca de riego. En el año 1998 el inicialmente
acusado Felipe había derribado una antigua casa de su propiedad en el
CAMINO000, situada junto a la CALLE000 pero en un plano inferior, obteniendo un
solar en ladera que ocupaba todo el espacio adyacente a uno de los lados de la
plaza, sobre el cual inició en 1999 la construcción de un muro de contención y de un
edificio de cinco plantas (tres quedarían sobre el nivel de la CALLE000, a escasa
distancia de la parte trasera del mercado, y las otras dos por debajo) destinado a
convertirse en el hotel llamado "Sierra Tejeda". En el proyecto estaba previsto que la
entrada principal y servicio de recepción del hotel darían a la plaza pero para el
promotor tenía el inconveniente de que el acceso al mismo había de efectuarse a
través del estrecho pasillo que quedaría entre la pared trasera del mercado y la
fachada del edificio con los consiguientes ruidos y olores que provendrían de la
actividad diaria de ese establecimiento municipal, razón por la que se puso en
contacto con el alcalde Genaro, con el que guardaba una muy buena relación
personal, haciéndole saber el problema y sugiriéndole algún tipo de acuerdo con el
ayuntamiento que hiciera factible un mejor acceso al futuro hotel así como el
traslado del mercado a otro lugar con demolición del viejo edificio sobre el que, por
cierto, a finales de noviembre de 1997 el alcalde, a raíz de unas obras anteriores y
amparándose en un informe de los servicios técnicos de la diputación, había
requerido de desalojo inmediato a los titulares de los puestos por razones de

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seguridad, si bien tampoco ha quedado acreditado en autos el verdadero estado de


este viejo edificio. Se ignora en qué términos concretos se produjo esa conversación
o conversaciones, menos aún que, el alcalde prometiera a su amigo la demolición
del mercado aunque sí que, como después se dirá, prestó posteriormente firme
apoyo a las concretas propuestas que este realizaría ulteriormente. Lo cierto es que
por entonces, y desde bastante antes de que este promotor iniciara las obras de
infraestructura de la edificación que comenzaron con la construcción de un muro de
contención, se habían empezado a detectar ciertas grietas en la CALLE000 por la
zona que cubría la parte del aljibe y sobre cuyo mal estado también había recibido
años atrás el ayuntamiento una comunicación de la Comunidad de Regantes. Y el
conocimiento de estas circunstancias fue lo que ya animó decididamente a Felipe a
dar el paso de presentar el día 18 de agosto de 1999 en el ayuntamiento, para su
aprobación por el pleno, un escrito con dos propuestas alternativas o conjuntas de
convenio encaminadas a lograr sus objetivos en unos términos que no consta que al
alcalde le parecieran, en su fuero interno, perjudiciales para los intereses del
municipio y que, en síntesis, eran las siguientes: a).- Permutar un local de su
propiedad por otro de propiedad municipal. b).- Derribar el actual mercado
municipal, en cuyo caso él cedería para tal uso un local suyo de similares
dimensiones situado muy cerca y además establecería, mediante escritura pública,
en favor del ayuntamiento una servidumbre de paso (de tráfico rodado) sobre una
finca de su propiedad (haciendo factible así una nueva vía para vehículos) a cambio
de que también el ayuntamiento estableciera en favor suyo otra servidumbre de
paso (peatonal) para acceder a su hotel en construcción situado en el lateral y parte
posterior del actual mercado municipal cuyo derribo se pretende. La solicitud fue
debatida en el pleno municipal de 28 de septiembre de 1999 que, por unanimidad,
aplazó la decisión a la espera de una oferta en la que se delimitaran claramente las
permutas que se proponían y condiciones de las mismas a fin de poder ser
estudiadas detenidamente. Algo más de un año más tarde, la propuesta fue incluida
en el orden del día (apartado 16) del pleno municipal de 27 de octubre de 2000 por
iniciativa del alcalde quien, sin que conste le animara algún tipo de interés particular
o espurio, la planteó como una oportunidad, merced a la colaboración de ese
promotor interesado, de poder realizar obras de mejora y acondicionamiento en la
CALLE000, siendo aprobada esa iniciativa por la mayoría absoluta de los concejales
(todos pertenecientes al partido político que gobernaba el municipio) supeditada al
cumplimiento de una serie de actuaciones y condicionantes en los siguientes
términos: 1). Que por el promotor Sr. Felipe se confeccionaría ese proyecto de
reforma y remodelación, incluyendo el derribo del edificio del mercado de minoristas
y la consolidación del firme de la plaza para evitar el peligro que representaba el
depósito de agua de la comunidad de regantes existente en el subsuelo, debiendo
incluir ese proyecto toda la zona de la plaza y la totalidad del solar resultante del
derribo del mercado. 2). Que el proyecto debería ser aprobado por el pleno del
ayuntamiento a fin de decidir en el acto de aprobación su forma y plazo de
ejecución. 3). Que por el Sr. Felipe se cedería al ayuntamiento un inmueble situado
en la misma plaza con el fin de destinarlo a dicho mercado municipal. Cesión que se
realizaría a título gratuito y escriturando el inmueble a nombre del ayuntamiento. 4).

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Que con el proyecto debería aportar también el promotor la documentación


necesaria justificativa de que el inmueble que se cede para mercado municipal
reúne todas las condiciones legales para ser destinado a este fin. En cumplimiento
de lo acordado, Felipe presentó en el ayuntamiento un proyecto técnico de
reparación y modificación de la plaza acompañado de un informe sobre la idoneidad
del local que cedía para uso como mercado, en tanto que el alcalde, al día siguiente
de ese pleno, solicitó de los servicios técnicos de la Diputación Provincial un informe
sobre las condiciones de seguridad del inmueble del antiguo mercado que se
pretendía derribar así como del inmueble al que se proyectaba trasladar esta
actividad, procediendo el arquitecto de la Diputación Simón a visitar la zona
emitiendo posteriormente, con fecha 28/11/2000 un informe técnico en el que, se
ignora por qué, se centró exclusivamente en el estado de la CALLE000 y del aljibe
albergado bajo la misma, apreciando en el forjado sobre el que se sustentaba el
suelo de la plaza una pérdida de su función estructural como consecuencia de su
oxidación progresiva así como pequeños sedimentos superficiales en la plaza,
recomendando por todo ello su urgente reparación y el acordonamiento de la plaza
como medida preventiva para evitar el acceso de peatones y vehículos a dicho
recinto. Con toda esta documentaciónla iniciativa fue llevada al pleno municipal de
28 de noviembre de 2000, siendo aprobada por la misma mayoría de concejales que
en la ocasión anterior y sin que el secretario de la corporación efectuara reparo legal
alguno al acuerdo adoptado pese a haberse omitido el trámite de valoración de los
bienes y derechos que iban a ser objeto de intercambio. Consta literalmente en el
acta aprobada que el alcalde dio cuenta al pleno de lo siguiente: "1. En varias
ocasiones por la Comunidad de Regantes se ha trasladado a esta Alcaldía su
preocupación por el mal estado de conservación del aljibe para agua de riego que
esta Comunidad tiene en el subsuelo de la CALLE000. En informe emitido por los
servicios técnicos de la Diputación, del día de la fecha, se hace constar el peligro
existente, y se recomienda la realización de las obras de consolidación.2.Por este
Ayuntamiento, y desde hace tiempo se viene estudiando la posibilidad de reparación
de este aljibe, que afecta a la estructura del actual edificio del Mercado, y ello
conlleva realizar obras en la plaza a fin de consolidar la estructura del aljibe, y
reforma de la plaza. 3. Estas obras se pueden hacer realidad en este momento al
existir el ofrecimiento por parte de un particular, D. Felipe, de llevar a cabo las obras
de consolidación del aljibe y reforma de la plaza, de acuerdo al proyecto técnico
redactado por el arquitecto D. Severiano, que se presenta a este Pleno para su
aprobación si procede.3. Además por este particular se ofrece al Ayuntamiento
realizar por su cuenta las obras descritas en el proyecto antes citado, y ceder al
Ayuntamiento un local en la misma plaza, y con las debidas condiciones de
seguridad según certificación expedida por el arquitecto antes citado, y para el
traslado de los puestos del actual Mercado, ya que el edificio se verá afectado por
las obras de reparación y reforma descritas en el proyecto.Este ofrecimiento se
realiza con el fin de que el Ayuntamiento autorice a D. Felipe, el tener acceso
peatonal a través de la nueva plaza remodelada, y para un edificio lindante con la
misma y que se va a destinar a Apartahotel por parte del Sr. Felipe". E igualmente
se hace constar en el acta que, tras el correspondiente debate, el alcalde propuso

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finalmente para su aprobación, que fue respaldada por la referida mayoría absoluta
antes indicada, lo siguiente: * La aprobación del proyecto presentado para
"Modificación de la CALLE000". * Que las obras del citado proyecto se realizarán de
acuerdo con el mismo bajo la dirección técnica del redactor del proyecto.* Que las
obras serán abonadas en su totalidad por D. Felipe.* Que los puestos del Mercado
se trasladarán a un local en la misma plaza, propiedad del Sr. Felipe, y que será
cedido a este Ayuntamiento para el citado fin.*Que seráresponsabilidad de la
Alcaldía la supervisión de las obras a realizar para que las mismas se ejecuten dé
acuerdo con el proyecto aprobado, y cumpliendo con las normativas legales que le
sean de aplicación. En cumplimiento del acuerdo adoptado se llevó a cabo, a partir
de marzo de 2001, el desalojo y demolición del edificio del mercado y las
consiguientes obras de reconstrucción de la plaza sobre un nuevo forjado que se
apoyaba en pilares de hormigón y en la estructura del edificio del hotel. Obras que
fueron aprovechadas por el promotor Felipe para construir un garaje bajo la
superficie de la plaza apoderándose de este modo, sin contraprestación específica
ni autorización municipal alguna, de un espacio público que (aunque no constaba en
el inventario del ayuntamiento) había estado anteriormente ocupado por un viejo
lavadero o el vial de acceso para regantes equivalente a una superficie de 50,69
m2. Además, al terminar la plaza también procedió a ocupar de modo permanente,
sin contraprestación ni permiso, una superficie de 26,32 m2 que destinó a uso
privativo del hotel y rodeó con una valla, quedando por ello reducida a 23,74 m2 la
superficie de uso público de la céntrica CALLE000. Unas ocupaciones irregulares de
bienes de dominio público (especialmente palpables externamente las de la plaza),
frente a las que el alcalde no adoptó medida alguna promoviendo, en su caso, el
correspondiente expediente administrativo sancionador o de restablecimiento de la
legalidad urbanística si bien tampoco consta que durante todo el periodo tiempo que
el Sr. Genaro permaneció de alcalde (hasta el dio 2009) hubiere recibido alguna
denuncia o queja en el ayuntamiento a la que, en su caso, hubiese dejado de dar
curso Por lo demás, consta acreditado que el Felipe cumplió su compromiso de
cesión de terrenos al ayuntamiento para el nuevo vial y que, por su parte, el
ayuntamiento, aun después del relevo en la alcaldía y equipo de gobierno, ha
respetado el acceso al hotel Sierra Tejeda en los términos acordados en el pleno de
28 de noviembre de 2000 si bien hasta muchos años después, concretamente
mediante escritura pública de 22/04/2016, el citado promotor no llegó a otorgar la
cesión unilateral de la finca en que se ubica el nuevo mercado aunque pretendiendo
reservarse en ella un derecho de vuelo sobre la misma que no ha sido aceptado por
la corporación municipal por considerar que esta reserva no formaba parte del
acuerdo plenario antes mencionado. SEGUNDO.- CONDUCTAS DE Genaro Y
Romeo EN RELACIÓN CON LOS CERTIFICADOS DE URBANA Y LICENCIAS DE
OBRA Y SEGREGACIÓN DEL BLOQUE I De los hechos enjuiciados en las
sesiones correspondientes al BLOQUE I referidos a los que el Ministerio fiscal
recoge en los EPÍGRAFES 02, 06 (A, B, C y D), 07, 08, 09, 10, 12, 14 (A y 13), 16,
19, 24, 25, 26, 27 y 36 de su escrito de acusación, se declara probado lo siguiente:
1).- Licencias de segregación y obras en parcela NUM098 del polígono NUM099,
PARAJE001 (correspondiente al epígrafe 2 del MF). En febrero de 1999, Dimas,

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titular de la finca registra! NUM100 (parcela catastral NUM098, polígono NUM099)


ubicada en el pago DIRECCION005 o PARAJE001 del término municipal de
Alcaucín de 10.000 m2 de superficie y ubicada en suelo no urbanizable presentó por
escrito ante el ayuntamiento una solicitud de licencia para la construcción de una
vivienda unifamiliar. Y en el mismo día de su presentación el alcalde aquí acusado,
Genaro, dictó directamente resolución de 18/02/1999 (A22-8598) concediendo dicha
licencia de obras sin recabar los preceptivos informes técnico y jurídico y a
sabiendas también que con ello quebrantaba la normativa urbanística vigente que
expresamente prohibía en esta clase de terrenos la construcción de viviendas para
uso residencial, permitiendo tan sólo (previo cumplimiento de ciertos requisitos, que
tampoco se daban en este caso) edificaciones vinculadas a actividades productivas
quedando la obra terminada en marzo de 2000 aunque luego se amplió con una
piscina que de la misma forma fue autorizada por el alcalde mediante resolución de
13/04/2000 (A22- 8605) dictada también al mismo día siguiente de su solicitud. Tres
años más tarde, el alcalde concedió al mismo propietario una licencia de
segregación de fecha 20/02/2002 (A22-8609) por la que le autorizó a dividir
materialmente su finca en dos parcelas de 5000 m2 cada una, a sabiendas de la
prohibición legal de efectuar segregaciones que puedan dar lugar a parcelas de
extensión inferior a la unidad mínima de cultivo que para las fincas de secano, como
era esta, estaba fijada en 25.000 m2 (según la Resolución de 04/11/1996 de la
Dirección General de Desarrollo Rural y Actuaciones Estructurales) aduciendo al
respecto, para tratar de justificar la autorización en una de las excepciones previstas
legalmente al efecto, que existía en una de ellas la referida casa edificada y que se
había concedido para la otra una licencia urbanística para construcción de vivienda
unifamiliar de carácter no agrario. Más concretamente en el documento de licencia
se explicaba la autorización de esa división en los siguientes términos literales: "ya
que sobre una de la dos parcelas resultantes existe una casa construida y sobre la
otra se ha concedido licencia urbanística para construir una vivienda unifamiliar de
carácter no agrario, previo cumplimiento del artículo 16.3 del texto refundido de la
ley sobre régimen del suelo y ordenación urbana". Lo cierto, sin embargo, es que,
tal y como consta en autos, esta licencia de obras lo que formalmente había
autorizado sólo un día antes era la construcción de una vivienda agrícola de aperos
de labranza y sin fijar plazo en el mismo documento de licencia para acreditar su
terminación (A 22-8608). Al amparo de esa licencia municipal de segregación el
titular de la finca matriz otorgó al mismo día siguiente escritura pública de
segregación y venta a un tercero ( Coral) de la parcela segregada que dio lugar a la
registral NUM101 -catastral NUM102 del polígono NUM099- (51-16526 y 51-16529)
porque el Registrador, a la vista del contenido de la licencia, así acordó inscribirla al
amparo del supuesto excepcional de divisiones por debajo de la unidad mínima de
cultivo previsto en el artículo 25b de la ley 19/1995 de 4 de julio de Modernización
de las Explotaciones Agrarias (LMEA). Coral construyó sobre esa parcela
segregada una vivienda unifamiliar al amparo, según consta reflejado en la propia
escritura, de una licencia municipal de obras de fecha 08/04/2003 (51-16529) que,
en realidad, vino a ser una tardía rectificación de la que sobre el mismo objeto ya
había recaído la anterior licencia de 19 de febrero de 2002, quedando finalmente

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terminada la casa en octubre de 2004. 2.- Actuaciones de Pablo en PARAJE002 y


DIRECCION006 (epígrafe 6 del MF). En el año 2002 Pablo, que había sido alcalde
de Alcaucín con anterioridad al Sr. Genaro, decidió iniciar una actividad empresarial
de promoción y construcción de viviendas unifamiliares aisladas, comenzando con
diversas actuaciones en terrenos de naturaleza rústica situados en los PARAJE002
y DIRECCION006 del término municipal de Alcaucín, dedicados a cultivos de pastos
y olivar de secano, y que le pertenecían en régimen de gananciales, construyendo a
tal fin la sociedad CONSTRUCCIONES PEPE BEJAR SL y contratando a tal efecto
al acusado Romeo que dirigía en el pueblo una gestoría dedicada al asesoramiento
y gestión de licencias municipales de parcelación, de obras y de otros trámites
catastrales. De este modo, y merced a la gestiones de este profesional, el Sr. Pablo
logró obtener licencias de segregación y de obra pese a tratarse de fincas, todas
ellas rústicas y de secano, en las que estaban prohibidas no sólo las parcelaciones
urbanísticas sino también, como regla general, las segregaciones o divisiones que
pudieran dar lugar a parcelas de extensión inferior a la unidad mínima de cultivo
prevista para el municipio (los 25.000 m2 antes mencionados) así como las
construcciones no destinadas a explotaciones agrícolas con la única excepción de
viviendas unifamiliares aisladas expresamente autorizadas por la administración
autonómica. Licencias que son las que se mencionan a continuación: A).- Licencias
de división de las parcelas NUM309 y NUM302 del polígono NUM106. La parcela
NUM309 tenía una superficie de 8600 m2 y la NUM302 de algo más de 22.000 m2.
Pablo solicita del ayuntamiento, con fecha 26/04/2002, autorización para segregar
de la primera parcela 5. 000 m2 y agrupar el resto a la NUM302, concediéndose por
el alcalde licencia de 06/05/2002 autorizando la segregación y agregación
solicitadas incorporando como fundamento de su decisión un modelo estándar muy
similar al que se empleó en la licencia de segregación del PARAJE001 antes
comentada: "ya que sobre las parcelas resultantes se ha concedido licencia
urbanística para construir en cada una de ellas una vivienda unifamiliar de carácter
no agrario, previo cumplimiento del artículo 16.3 del texto refundido de la ley sobre
régimen del suelo y ordenación urbana". (A36-14182). Posteriormente, en virtud de
licencia de 29/05/2002 (A36-14183 y A21-8040), Pablo obtuvo autorización para
segregar de la parcela catastral NUM302 cuatro nuevas parcelas de 5000 m2
(identificadas corno parcelas NUM103, NUM104, NUM105 y NUM106), haciéndose
constar en el mismo documento (que al igual que la anterior adoptaba la forma de
certificado) que con respecto al resto de esa finca matriz, de 5812 m2, "se le ha
otorgado, igualmente licencia de obra de carácter no agrario, todo ello en base al
artículo 25 de la ley de modernización de explotaciones agrarias". Con lo que, al
igual que en la licencia de segregación anterior, se pretendía justificar esa división
en parcelas con extensión inferior a la unidad mínima de cultivo en el segundo de
los supuestos excepcionales previstos en el precepto invocado, si bien en ninguno
de los dos documentos se hacía referencia al preceptivo plazo eventualmente
otorgado en la respectiva licencia de obra para la terminación de la correspondiente
edificación en las respectivas parcelas segregadas no constando tampoco que esas
licencias urbanísticas de obra se hubiesen realmente expedido con anterioridad a
esas autorizaciones de segregación pese a lo que en éstas se indicaba, aunque

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tampoco lo contrario. Merced a estas licencias, el promotor Sr. Pablo vendió


posteriormente a terceros cada una de las parcelas segregadas, procediendo estos
entre los años 2003 y 2004 a construir sobre ellas viviendas unifamiliares con
licencias de obras que le fueron concedidas por el ayuntamiento, constando
concretamente documentada en autos la licencia de 25/04/2003 que, sin los
preceptivos informes técnico y jurídico le fue concedida por el alcalde acusado a su
solicitante, la sociedad PEPE BÉJAR S.L., para la construcción de una vivienda
unifamiliar aislada en la parcela NUM103 de PARAJE002. (A36-14247 y 14232 y
siguientes. B) Parcelas NUM107 y NUM108 del polígono NUM106, paraje
DIRECCION006. Estas dos parcelas, NUM107 y NUM108 del polígono NUM106
(actual finca registral NUM109), de naturaleza rústica y 6.212 m2 de superficie total,
ocupadas por olivar de secano y carentes de cualquier tipo de edificación, fueron
vendidas en junio de 2004 por Pablo y su esposa al matrimonio formado por Arcadio
y Adolfina, tras lo cual los compradores suscribieron con el vendedor, como titular
que era de la ya referida empresa constructora, un contrato de obras de fecha
02/06/2004 para la edificación de una vivienda de nueva planta de 235 m2 fijándose
un precio de 240.658 € más IVA (A 36-14307). Antes de la firma del contrato de
obra, y a fin de eludir la normativa que impedía edificar en esta clase de suelo no
urbanizable una vivienda residencial como la convenida, Pablo, en nombre de su
contratante Sr. Adolfina, presentó en el ayuntamiento una solicitud de licencia
indicando que era de mera reforma y no afectante a la estructura del edificio (que
realmente era inexistente), es decir de obra menor, y en el mismo día, sin ningún
previo informe técnico o jurídico, el alcalde Sr. Genaro, a sabiendas de la ilegalidad
pretendida, expidió, sin reparo ni comprobación adicional alguna, la correspondiente
licencia de obras de fecha 20/05/2004 (A 36-14326). Con la obra ya terminada y
preparando la declaración de obra nueva Pablo pidió otra licencia a nombre del
promotor, esta vez de obra mayor, que Genaro también, de la misma forma
expeditiva y sin ningún tipo de informe técnico jurídico previo, le concedió esa
licencia de obra de fecha 27/07/2005, es decir, el mismo día en que se solicitó y sólo
dos días después, el 29/07/2005, le otorgó también ya la licencia de primera
ocupación (A 30-11849 y A 30-11852). C).- Parcelas NUM110 y NUM111 del
polígono NUM106 Pablo era también titular de estas dos fincas rústicas sitas en el
Pago PARAJE002 y Pago DIRECCION007 sobre las que igualmente pretendía
efectuar actuaciones de venta y edificación como si fueran de suelo urbanizable. Y a
tal efecto, el alcalde Genaro, con el fin de facilitar sus propósitos comerciales y pese
a ser consciente de su falta de competencia y de que aquéllas estaban situadas en
suelo no urbanizable, expidió un certificado de fecha 04/07/2003 (A 36-14156) en el
que afirmaba acreditar que con los datos obrantes en el Ayuntamiento y según la
normativa urbanística del municipio tales inmuebles -se refería a concretamente la
parcela NUM110 y a las fincas registrales NUM112, NUM113 y NUM114, integrando
la dos primeras la parcela 92- "tenían carácter de suelo urbano a todos los efectos
por disponer de los servicios de suministro de agua potable, recogida de basuras,
saneamiento, acceso rodado y electricidad"; añadiendo que en base a ello se les
había otorgado licencia de obras, extremo éste que tampoco era cierto pues las
licencias, como veremos a continuación, fueron todas de fecha posterior. En efecto,

10
Documento

la primera licencia de obras es de fecha 04/11/2003 (A 36-14158) y fue concedida


por el alcalde a Pablo para autorizarle la construcción de una vivienda familiar
aislada en la finca NUM112, sólo cuatro días después de que lo solicitara por escrito
y sin los preceptivos previos informes técnico y jurídico. Y ello a sabiendas no sólo
de este quebrantamiento de trámites esenciales de procedimiento sino también de
la manifiesta ilegalidad de tal autorización constructiva sobre un suelo que sabía no
era urbanizable y sobre el que sólo excepcionalmente cabía edificar este tipo de
viviendas previa aprobación de un proyecto actuación aprobado por el pleno
municipal previo seguimiento del procedimiento legalmente establecido. La segunda
licencia de obras es de fecha 10/11/2003 (A 36-14300) y fue concedida por el
alcalde a Pablo para autorizarle la construcción de una vivienda familiar aislada en
la catastral NUM110, sólo tres días después de que lo solicitara por escrito y, al
igual que el caso anterior, sin los preceptivos previos informes técnico y .jurídico y a
sabiendas también no sólo de la omisión de estos trámites esenciales de
procedimiento sino también de la manifiesta ilegalidad de tal autorización sobre un
suelo que sabía no era urbanizable sin la previa aprobación por el pleno municipal
del correspondiente proyecto de actuación. Y la tercera licencia de obras, de fecha
27/02/2004 (A 36-14162) fue concedida por el alcalde al ex alcalde promotor para
autorizarle la construcción de una vivienda familiar aislada en la finca NUM112 en el
mismo día de su solicitud y, asimismo, sin los preceptivos informes técnico y jurídico
y con igual conciencia de la manifiesta ilegalidad de su decisión tanto desde un
punto de vista formal (la omisión de esos informes) como desde un punto de vista
sustantivo, por ser perfectamente conocedor del carácter no urbanizable del suelo
sobre el que se autorizó construir la vivienda sin disponer del correspondiente
proyecto actuación aprobado por el pleno del ayuntamiento. Consta acreditado que,
merced a esas licencias de obra, cuyo proyecto básico fue encomendado al
arquitecto Donato, todas las viviendas fueron finalmente construidas. D).-Parcela
NUM115 del polígono NUM106. Pablo era también dueño, en régimen ganancial, de
la parcela rústica NUM115 del polígono NUM106 (registral NUM116) sita en el pago
DIRECCION006 que, al igual que las anteriores, también quería vender como
urbana a cuyo fin también logró obtener un certificado municipal de fecha
21/06/2004, esta vez expedido por el secretario de la corporación Sr. Jaime (A
21-8103) en el que se reproducía literalmente un informe técnico (en forma de
certificado) suscrito a nombre del arquitecto Sr. Donato en el que se hacía constar
que tras haber girado visita a esa parcela se había observado que la misma se
encontraba dotada de todos los servicios y suministros de una finca urbana por lo
que la misma se definía corno urbana por sus dotaciones (A 21-8104). Texto que, a
su vez, había sido previamente redactado en su despacho (incluida la fecha de
24/03/2004) por el acusado Romeo para ese concreto fin de que fuera suscrito por
el referido arquitecto y, a su vez, pudiera servir de base al certificado municipal. 3.-
Construcción en parcela NUM117 del polígono NUM106, PARAJE003 (epígrafe7 del
MF). Con fecha 13/02/2002, el alcalde Genaro expidió un informe (A 22- 8645 y A
31-11903), cuyo texto había sido previamente redactado en el despacho de Romeo,
en el que daba cuenta de la existencia de una casa en ruinas de aproximadamente
90 m2 cuya construcción databa de tiempo inmemorial y que se ubicaba en la

11
Documento

parcela rústica NUM117 del NUM106 (registral NUM118) del PARAJE003. Informe
que expidió a instancia de Indalecio, propietario del terreno, a fin de poder solicitar
una licencia de obras para la reforma de la supuesta vivienda que finalmente le fue
concedida por el alcalde en virtud de licencia de obra menor fecha 26/02/2002 (A
22- 8646) el mismo día en que le fue pedida y prescindiendo de cualquier informe
técnico o jurídico. No ha quedado debidamente acreditado la existencia real o no de
la casa en ruinas referida por el alcalde en su informe. Ni tampoco, naturalmente, la
existencia de algún previo concierto entre el Sr. Romeo y el edil en orden a lograr
fraudulentamente una licencia de construcción de nueva planta en suelo no
urbanizable. 4.- Segregación de la parcela NUM119 del polígono NUM120,
PARAJE004 (epígrafe 8 del MF). La sociedad LA MAROMA GRUPO
INMOBILIARIO SL era titular de una finca rústica de secano de 3.039 m2, situada
en el PARAJE004 del término municipal de Alcaucín, identificada como finca
registral NUM121 o parcela catastral NUM119 del polígono NUM120. Pese a su
carácter de suelo no urbanizable sus administradores querían desarrollar el terreno
parcelando y construyendo viviendas unifamiliares para uso residencial, contratando
al acusado Romeo a fin de que gestionara la documentación necesaria. Merced a la
gestión de este profesional, la sociedad interesada logró obtener del alcalde Genaro
una licencia de segregación de 11/07/2002 (A 22-8628 y 53¬17436) por la que la
autorizaba a dividir la finca en dos partes, de 1519,50 m2 cada una, justificando su
decisión, como en otras ocasiones similares porque "sobre la dos parcelas
resultantes se ha concedido licencia urbanística para construir en cada una de ellas
una vivienda unifamiliar de carácter no agrario, de conformidad con las normas
urbanísticas de este ayuntamiento". Texto este, que al igual que en otras ocasiones,
había sido previamente elaborado en el despacho de Romeo con la misma finalidad
de tratar de acogerse (esta vez de forma implícita) a uno de los supuestos
excepcionales a la regla general de indivisión por debajo de la unidad mínima de
cultivo contenida en la Ley 19/1995 y que en este caso (dada la naturaleza rústica
del terreno) era de 25.000 m2. Documento que, una vez más, suscribió el alcalde
siendo plenamente consciente de su manifiesta ilegalidad pues sabía que esas
previas licencias urbanísticas en las que la licencia de segregación pretendía
fundamentarse no habían sido aún concedidas constituyendo su invocación una
mera excusa para vulnerar esa prohibición legal de indivisión por debajo de la
unidad mínima de cultivo. Gracias a esa licencia de segregación la entidad
promotora pudo otorgar el 5 de noviembre de 2002 la correspondiente escritura de
segregación dividiendo la finca matriz en esas dos parcelas de poco más de 1500
m2 cada una. Pero al presentar la escritura en el Registro de la Propiedad, el
Registrador decidió denegar la inscripción y dar cuenta a la Delegación Provincial de
la Consejería de Agricultura de la Junta Andalucía al constatar la naturaleza rústica
del terreno y que la división no respetaba la unidad mínima de cultivo. Y esta
Delegación provincial, mediante resolución de 24/03/2003, declaró nula la
segregación autorizada por incumplimiento de los requisitos establecidos en la
referida ley 19/1995 (A 22-8636). En vista de ello se optó por seguir otra estrategia
para lograr la inscripción en el Registro de esa escritura de segregación. Y a tal fin
el alcalde emitió, por sí solo, una certificación de 10/02/2003 (A 22-8641) en la que

12
Documento

hizo constar que" "según las normas urbanísticas de este municipio tiene el carácter
de suelo urbano a todos los efectos, por disponer de los servicios de suministro de
agua potable, recogida de basuras, saneamiento, acceso rodado y electricidad".
Texto que había sido previamente elaborado por el gestor Romeo. Con este nuevo
documento la entidad promotora procedió a otorgar nueva escritura pública de
17/02/2003 (A 22-8632) declarando ahora que la finca afectada era de naturaleza
urbana aportando para justificarlo esa certificación del alcalde que quedó
incorporado a la escritura. Pero tampoco fue esto suficiente para el Registrador que
de nuevo suspendió la inscripción por considerar que la acreditación de la supuesta
naturaleza urbana del terreno debía efectuarse mediante certificación expedida por
el secretario del ayuntamiento. Para superar la nueva traba, Romeo procedió a
confeccionar en su despacho dos documentos modelos, uno técnico, destinado a
ser suscrito por el arquitecto Donato, y otro destinado a ser suscrito por el secretario
del ayuntamiento con el visto bueno del alcalde para dar forma al certificado exigido
por el Registrador. El primero de ellos dio lugar a un certificado técnico de fecha
03/02/2004 firmado por el referido arquitecto y visado asimismo por el colegio
profesional en el que la finca se definía como "urbana por sus dotaciones", al estar
provista de "acceso rodado, electricidad, suministro de agua potable y recogida de
basuras" (A 22 8639). Y el segundo modelo dio lugar al certificado municipal de
01/03/2004 expedido por el secretario Sr. Jaime con el visto bueno del alcalde en el
que reproduciendo el contenido de ese previo informe técnico se concluía que "a la
vista del citado documento la mencionada parcela tiene la consideración de urbana
"(A 22-8641). Presentado este certificado municipal ante el Registro de la propiedad,
su titular procedió ya, sin más reparos, a inscribir como urbanas tanto la finca matriz
NUM121 como las dos fincas resultantes de la segregación, numeradas como
NUM337 y NUM338. 5.- Construcción y parcelación en parcela NUM296 del
polígono NUM120, DIRECCION008 (epígrafe 9 del MF). Marisol era titular de una
finca rústica de 4.690 m2 en el lugar conocido como DIRECCION008, Pago
PARAJE004 del término municipal de Alcaucil), inscrita en los registros inmobiliarios
como parcela catastral NUM296 del polígono NUM120 (registral NUM297) sobre la
que poco antes de su adquisición el alcalde había autorizado a su anterior
propietario ( Juan Enrique) la construcción de una vivienda unifamiliar mediante
licencia de obras de 06/02/2002 (60- 19729), sin que haya podido quedar acreditado
(al no constar el documento en la causa, haciéndose referencia al mismo sólo en
una inscripción registral) en que concretos términos y posibles fundamentos
técnicos y jurídicos se expidió esa licencia pero sí que, con apoyo en ella, la
compradora procedió después a edificar la proyectada vivienda (de 149 m2) que
quedó terminada en marzo de 2003, obteniendo licencia de primera ocupación un
año después y siendo declarada como obra nueva en escritura de 7 de julio de
2004, quedando inscrito el nuevo inmueble en el Registro de la Propiedad (nota
registral 60-19729 y siguientes). Posteriormente la dueña decidió segregar y vender
una parte de su parcela, solicitándolo así al ayuntamiento, con fecha 03/11/2001, un
tal Adrian (53-17461), constando en autos una resolución de fecha 02/11/2004 (es
decir de un día antes de la petición) con firma y sello de la alcaldía (53-17462)
concediendo dicha segregación que, aunque no contiene razonamiento alguno de

13
Documento

tal decisión, encuentra su hipotética base en un certificado municipal de fecha


28/09/2004 expedido por el secretario del ayuntamiento con el visto bueno del
alcalde (A 22-8617) que, tras reproducir un informe o certificado técnico de
02/09/2004 del arquitecto Donato, atribuye la consideración de "urbana" a la finca en
cuestión. No ha quedado debidamente acreditado que Genaro expidiera esa
prematura licencia de segregación de 02/11/2004. El certificado y la licencia
quedaron incorporados a la escritura pública de 4 de noviembre de 2004 en la que
se declaró que la finca matriz ya era urbana y se materializó la segregación que dio
lugar a la finca registral número NUM122, vendida en el mismo acto a Adrian;
quedando inscritos ambos inmuebles en el Registro de la Propiedad como fincas
urbanas (A 22-8620 y 53-17452). 6.- Construcciones en la parcela NUM123 del
polígono NUM120, DIRECCION027 (epígrafe 10 del MF). La sociedad
INTERCOSTA 2002 SL, administrada por Candida, adquirió en septiembre de 2002
una finca de regadío de algo más de una hectárea de extensión conocida como
DIRECCION027, situada en el PARAJE004 del término municipal de Alcaucín,
inscrita en el Catastro Inmobiliario como parcela NUM123 del polígono NUM120 y
ese mismo mes solicitó del ayuntamiento una autorización para segregar de ella una
parcela de 2500 m2 (que era la unidad mínima de cultivo que legalmente estaba
permitida en este municipio para esta clase de fincas de regadío). Solicitud que le
fue concedida mediante licencia de segregación de fecha 10/09/2002 (A 22-8413)
expedida por el alcalde en documento que adoptaba la forma de certificado tras
razonar que se trataba de "terreno de regadío y que el único fin era el cultivo
agrícola no existiendo peligro de creación de núcleo de población", añadiendo
finalmente la advertencia de que "si alguna vez se pretendiese edificar en fincas
resultantes de la segregación, ha de hacerse de conformidad con la normativa
urbanística de aplicación en la zona, vigente en ese momento". Y al amparo de esa
licencia, la interesada otorgó el 17 de enero de 2003 la correspondiente escritura de
segregación (A 22-8414) que luego daría lugar a la finca registral NUM124. Dos
meses más tarde, la citada propietaria solicitó licencia para construir dos viviendas
unifamiliares, a lo que accedió el alcalde acusado otorgándole la correspondiente
licencia de obras de fecha 05/05/2003 (A22-8418) prescindiendo conscientemente
de los preceptivos informes técnico y jurídico y a sabiendas de que en esa clase de
suelo no urbanizable la ley (en este caso la LOUA) no permitía la construcción de
viviendas residenciales sino únicamente viviendas unifamiliares aisladas de
justificada necesidad vinculada a fines agrícolas, forestales o ganaderos y previa
aprobación del correspondiente proyecto de actuación aprobado por el pleno
municipal siguiendo el procedimiento expresamente contemplado al efecto en dicha
ley, condiciones sustantivas y procesales imperativas de las que arbitrariamente
prescindió el acusado para adoptar su decisión. Pero la sociedad titular de esta finca
tenía interés en cambiar su condición de rústica a urbana y, a tal fin, contrató los
servicios del acusado Romeo quien, al igual que en otras ocasiones similares,
confeccionó en su despacho un modelo de certificación destinado a ser suscrito por
el arquitecto Donato y que este efectivamente asumió y firmó con fecha 10/02/2004,
y visado del colegio de arquitectos de 20/02/2004, en el que se hacía constar que la
parcela NUM123 se encontraba "dotada con todos los servicios y suministros de

14
Documento

una finca urbana y bajo esta consideración cuenta con acceso rodado, electricidad,
servicio de agua potable conectada por el ayuntamiento y servicio de recogida de
basura" por lo que la misma se definía como "urbana por sus dotaciones". Un
certificado o informe técnico (A 22-8420) que sirvió de base al certificado municipal
de fecha 16/02/2004 (A 22-8423) expedido por el secretario del ayuntamiento con el
visto bueno del alcalde en el que, a la vista del mismo (cuyo contenido literalmente
se reproducía) se concluía la "consideración de finca urbana" de la parcela. 7.
Certificados ylicencias en relación a la parcela NUM125 del polígono NUM104,
DIRECCION035 (epígrafe 12 del MF). Flora y Frida eran titulares pro indiviso desde
septiembre de 2002 de una finca rústica de secano de casi una ha de extensión
(9948 m2), situada en el DIRECCION035 del término municipal de Alcaucín e
identificada como la registra! NUM126 (catastral NUM125 del polígono NUM104), la
cual, pese a su carácter de suelo no urbanizable, la habían adquirido con la finalidad
de dividirla en dos partes y construir en cada una de ellas sendas viviendas
unifamiliares de carácter residencial. Y, para lograrlo, encargaron la gestión de
todos los trámites necesarios al acusado Romeo por su experiencia al respecto. Y
así, merced a la gestión de este profesional, los interesados lograron obtener del
alcalde Genaro un documento de fecha 02/10/2002 (A 21-8312, archivo informático,
en relación con 49- 15973, escritura pública donde se refleja la autenticidad del
documento) por el que se les concedía una doble autorización, de un lado licencia
para segregar de la finca una porción de 5000 m2 y, de otro, licencia de obras para
construir las dos viviendas pretendidas, una en la parte segregada y otra en el resto
de la finca matriz cuya superficie quedaba reducida a 4948 m2, por debajo, por tanto
de la parcela mínima edificable en Acaucín (según las NNSS que todos entendían
vigentes) y, desde luego de la unidad mínima de cultivo (UMC), como límite máximo
para la división de fincas rústicas de secano, que era de 25.000 m2 pero que para
dar apariencia de legalidad en el propio texto del documento oficial se invocaba
expresamente el artículo 25 de la Ley de Modernización de Explotaciones Agrarias
aunque a sabiendas de que no concurrían los requisitos de este supuesto
excepcional. Texto este que, al igual que en otras ocasiones, había sido
previamente elaborado en el despacho de Romeo y que, una vez más, fue
libremente suscrito por el alcalde siendo plenamente consciente de su manifiesta
ilegalidad, pues sabía perfectamente que la invocación de ese precepto era una
mera excusa para vulnerar esa prohibición legal de indivisión por debajo de la
unidad mínima de cultivo que esa licencia de segregación suponía y que la licencia
de obras simultáneamente concedida, en la que pretendía sustentarse la excepción
de segregación, se había otorgado vulnerando claramente las normas urbanísticas
tanto de fondo como de procedimiento que excepcionalmente podían permitir la
edificación de viviendas familiares aisladas en suelo no urbanizable. Con la licencia
de segregación en su poder, los titulares de la finca pudieron otorgar el 27 de
noviembre de 2002 la correspondiente escritura de segregación (49¬15971)
desgajando de la finca matriz una parcela de 5000 m2 que el notario autorizó al
aportar los otorgantes ese documento cuyo testimonio quedó unido a la escritura.
Poco después, para lograr transformar subrepticiamente la calificación del suelo en
el Registro de la Propiedad, Romeo, siempre con conocimiento del alcalde,

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Documento

confeccionó en su despacho un certificado municipal de fecha 17/01/2003 a nombre


de este (A 21-8314 y A 21-8326) haciendo constar que la parcela NUM125 del
polígono NUM104 "según las normas urbanísticas de este municipio tiene el
carácter de suelo urbano a todos los efectos, por disponer de los servicios de
suministro de agua potable, recogida de basuras, saneamiento, acceso rodado y
electricidad". El documento fue impreso en papel con membrete municipal, sellado y
firmado por el alcalde siendo éste plenamente consciente de su contenido y del
destino que se le iba a dar que no era otro que servir de base para la inscripción
como urbana en el registro de esa finca rústica. Y por el mismo procedimiento, es
decir previa elaboración por Romeo y posterior consciente firma del mismo por
Genaro, y a fin de facilitar así más eficazmente la inscripción pretendida,
nuevamente el alcalde firmó una nueva licencia de segregación con fecha
22/01/2003 (A 21-8317) sobre la catastral 35, a pesar de que ya constaba esta
autorización en el documento expedido en octubre de 2002, con la única diferencia
de referirla ahora sólo específicamente a la segregación, no a la licencia de obra
que también recogía el referido documento mixto. Y con estos dos nuevos
documentos en su poder, los titulares de la finca procedieron a otorgar el 12 de junio
de 2003 otra escritura notarial de aclaración y rectificación de la anterior en la que
esta vez declararon que la finca matriz se había transformado en urbana. Escritura
que el notario autorizó al aportar los otorgantes esos documentos (certificación
municipal de urbana y licencia de segregación de 17/01/2003) cuyos testimonios
quedaron unidos a la escritura. Pero, a pesar de esta rectificación, la escritura no
pudo inscribirse en el Registro de la Propiedad por no aparecer en el certificado
municipal la firma del secretario del ayuntamiento. Para subsanar el problema,
Romeo, encargó previamente al arquitecto Donato un certificado técnico que éste
emitió con fecha 12/09/2003 (A 16-5805) indicando que la finca estaba dotada de
los servicios y suministros propios de una parcela urbana como acceso rodado,
electricidad, agua potable y recogida de basuras, aunque sin calificar expresamente
el terreno como urbano. Y en base al mismo se emitió negligentemente por el
secretario Jaime, con el visto bueno del alcalde, un certificado municipal de fecha
08/11/2003 (A 21 8335) en el que tras reproducir literalmente el contenido de ese
informe técnico concluía finalmente que, a la vista del mismo, la mencionada parcela
tenía "la consideración de finca urbana". Presentado este certificado municipal ante
el Registro de la propiedad, su titular procedió ya, sin más reparos, a inscribir como
urbanas tanto la finca matriz NUM126 como la finca segregada. 8.- Urbanización "
FINCA000" de SOMERLEE VILLAS SL (epígrafe 14A del MF). Hacia finales de de
2002 Luis Antonio y Jesús Luis (que más tarde constituirían la sociedad
SOMERLEE VILLAS SL), con la mediación de Juan Carlos y Romeo, compraron a
la sociedad OBRAS Y CONSTRUCCIONES ZAMORANO SL la finca registra!
NUM127 (parcela catastral NUM128 del polígono NUM129 de Alcaucín), ubicada
cerca de la BARRIADA000 en el lugar conocido como pago DIRECCION009, de
unos 12.600 m2 de extensión, dedicada a olivar de secano y clasificada en las
NNSS (declaradas no vigentes en esta sentencia) como suelo no urbanizable
natural o rural de grado 2. Los compradores habían pagado la finca a precio de
suelo urbano porque estaban convencidos de que podrían cumplir su propósito de

16
Documento

realizar allí una urbanización de 14 viviendas. Y a tal efecto encomendaron al


acusado Romeo que realizase los trámites necesarios para poder llevar a cabo su
proyecto. Y este gestor, a fin de lograr el cambio registral de la finca a urbana,
procedió primeramente, como en otras tantas ocasiones similares, a redactar en el
ordenador de su despacho (A 21-8275) un documento destinado a ser suscrito y
firmado por el alcalde para que mediante él autorizase en esa finca registral
NUM127 todas las segregaciones solicitadas con un mínimo de 700 m2 hasta cubrir
el total de la superficie de la parcela pero con la particularidad esta vez (ignorándose
el motivo) de que al documento decidió darle su autor el formato de "informe"
atribuyéndose además a la superficie de la parcela matriz 25.930 m2 haciéndose
constar igualmente en su texto que la expresada finca tenía la "consideración de
suelo urbano dado que cuenta con todos los servicios e infraestructuras del citado
suelo según normativa urbanística de este ayuntamiento". Y consta acreditado en
autos como sobre este documento- informe de fecha 20/12/2002 (A 21-8274) se
estampó después el sello oficial del ayuntamiento y una rúbrica en el lugar
reservado para la firma del alcalde pero cuya verdadera pertenencia a Genaro (que
éste ha negado reiteradamente) no ha quedado en este caso fuera de toda duda, a
pesar de su aparente similitud. Con este documento, y después de constituir para
los compradores la sociedad SOMERLEE VILLAS SL, Romeo completó la operación
preparando dos escrituras notariales de fecha 31 de diciembre de 2002
simultáneamente otorgadas, en la primera de las cuales se protocolizaba la venta de
la finca NUM127 de OBRAS Y CONSTRUCCIONES ZAMORANO SL a SOMERLEE
VILLAS SL y que fue aprovechada para declarar que el inmueble ya era urbano,
acreditándolo ante el notario con el referido documento-informe de 20/12/2002 cuyo
testimonio quedó incorporado a la matriz, mientras que en la segunda el
representante de SOMERLEE VILLAS SL hizo uso de esa licencia para segregar de
la finca recién adquirida cuatro parcelas de 700 m2 cada una. Estas dos escrituras
no tuvieron acceso al Registro de la Propiedad hasta mediados de marzo de 2004
debido a una calificación negativa que suspendió la inscripción hasta que se
acreditara la naturaleza urbana del suelo con un certificado del secretario municipal.
Para subsanar el defecto Romeo, al igual que en otras ocasiones, encargó al
arquitecto Donato un certificado que quedo fechado a 12/09/2003 donde esta
afirmaba que había visitado la finca NUM127, observando "que estaba dotada de
todos los servicios y suministros de una finca urbana y bajo esa consideración
cuenta con acceso rodado, electricidad, servicio de agua potable conectada por el
Ayuntamiento y servicio de recogida de basuras". Certificado técnico que sirvió de
base para la expedición del correspondiente certificado municipal de 08/11/2003 (A
21-8277) expedido por el secretario del ayuntamiento con el visto bueno del alcalde
en el que simple y llanamente se limitada a reproducir, sin apostilla adicional alguna,
el contenido del referido certificado técnico. Presentado este certificado municipal
ante el Registro de la propiedad, su titular procedió ya, sin más reparos, a inscribir
como urbanas tanto la finca matriz NUM126 como las segregadas. 9.- Actuaciones
de Jose Pablo en parajes DIRECCION010 y DIRECCION011 (epígrafe 16 del MF).
En junio de 2002 el matrimonio británico compuesto por Jose Pablo y Clemencia
compró a CONSTRUCCIONES JIMÉNEZ VERDUGO SL una finca rústica de olivos

17
Documento

de secano situada en el paraje DIRECCION010 del término municipal de Alcaucín,


inscrita en el Catastro como parcela NUM130 del polígono NUM120 y de superficie
algo superior a una hectárea. Los compradores contrataron al acusado Romeo
como asesor jurídico y éste empezó redactando para ellos el contrato y la minuta de
la escritura de compraventa que se otorgó el día 4 de febrero de 2003.Y luego
asumió un nuevo cometido consistente en gestionar todo lo necesario para dividir la
finca en pequeñas parcelas sobre las que pudieran edificarse hasta ocho viviendas
unifamiliares. Romeo, como buen conocedor de la materia, sabía que ese proyecto
era inviable pues la legislación urbanística (en este caso la LOUA que regía desde
febrero de 2003), además de las propias NNSS de Alcaucín (que entonces todos
creían vigentes pese a su no integra publicación) prohibía las parcelaciones
urbanísticas en suelo no urbanizable, permitiéndose sólo las segregaciones rústicas
por encima de las superficies mínimas de cultivo, establecidas en esta zona en 2,5
hectáreas para secano (25.000 m2) y 0,25 hectáreas en regadío (2500 m2). La
solución que encontró, pues, fue la ya arbitrada para otros casos similares, cuál es
la de ir elaborando los documentos necesarios para hacer pasar por urbano un
suelo que indiscutiblemente sabía que era de categoría rústica y superar así todas
las trabas legales a la segregación y edificación en esta clase de suelos no
urbanizables, a cuyo efecto sabía igualmente que contaba de antemano con la
habitual disposición favorable del alcalde a ese tipo de actuaciones encaminadas a
favorecer la inversión y promoción urbanística en su municipio. Y, en efecto, como
en otras ocasiones similares, Romeo procedió a confeccionar en el ordenador de su
despacho (A 21-7964) un documento a nombre del alcalde consistente en un
certificado fechado a 19/02/2003 (A 21- 7963), donde se decía que según los datos
obrantes en el Ayuntamiento la finca rústica o suerte de tierra ubicada en el Pago
DIRECCION010, marcada como parcela número NUM130 del polígono NUM120,
"según las normas urbanísticas de este municipio tiene el carácter de suelo urbano
a todos los efectos, por disponer de los servicios de suministro de agua potable,
recogida de basuras, saneamiento, acceso rodado y electricidad". Este documento
fue presentado a Genaro que lo suscribió como alcalde sabiendo perfectamente la
naturaleza rústica del terreno (entre otras cosas, por estar alejado del casco urbano
y rodeado de plantaciones de olivar) y que su transformación a urbano sólo podía
hacerse con la consiguiente modificación del planeamiento general. El certificado
sirvió, a su vez, de antecedente para acceder a la solicitud de división en parcelas
que el 17 de febrero de 2003 habían solicitado al ayuntamiento los titulares de la
finca interesados y cuya licencia de segregación de 19/02/2003 (A 21¬7965)
aparece suscrita con una firma aparente del alcalde pero sin sello municipal sobre
un texto de contenido idéntico al preparado informáticamente por Romeo, por el que
se autorizaban todas las segregaciones solicitadas con sólo un mínimo de 750 m2
por parcela segregada, por debajo incluso del mínimo previsto para Alcaucín para
las parcelas edificables en sus normas subsidiarias no vigentes. Con anterioridad,
este mismo matrimonio Jose Pablo Clemencia había vendido en dos partes otra
finca rústica de su propiedad situada en el pago DIRECCION011, de 8.190 m2 de
extensión, inscrita como finca registral NUM131 y parcela catastral NUM132 del
polígono NUM120 de Alcaucín. E igualmente Romeo se había encargado de

18
Documento

gestionar los trámites necesarios para lograr la segregación y edificación de dos


viviendas unifamiliares que pretendía la parte compradora empleando para ello un
procedimiento similar al que antes se ha descrito: la de la previa elaboración en su
ordenador de los documentos correspondientes. En el presente caso, sin embargo,
no consta acreditada la transformación de uno de esos archivos informáticos de
Romeo en el certificado de 19/07/2002 (A 21-8046) por el que el alcalde Genaro,
pese a reflejarse en el propio texto la naturaleza de finca rústica que el propio
solicitante había atribuido a la parcela NUM132, autorizó la segregación solicitada
con resultado de dos parcelas, una de 6000 m2 y otra de 2190 m2, justificándola en
la concurrencia del supuesto excepcional del artículo 25 de la Ley de Modernización
de Explotaciones Agrarias a sabiendas de que no concurrían sus presupuestos
legales para esa subdivisión contraria a la regla general el artículo 24. Y tampoco
consta en este caso la elaboración informática por parte de Romeo del habitual
certificado de supuesta naturaleza urbana ni, obviamente, su posterior firma por el
alcalde. El certificado- licencia de segregación sirvió de base para materializar la
escritura pública de 29 de enero de 2003 que dio lugar a la segregación de la
registral NUM133 de una extensión de 6000 m2 (64-21300 y 61-20278). Sobre esta
nueva finca registral NUM133 los Jose Pablo Clemencia construyeron sin licencia y
en suelo no urbanizable una vivienda de unos 135 m2 que quedó terminada el 14 de
julio de 2003 y que una vez construida fue autorizada por el alcalde Genaro
mediante licencia de obra de 12/06/2003 (A 21-8060) de forma enteramente
arbitraria pues lo resolvió así sin previo informe técnico y jurídico y sin la previa
aprobación por el pleno municipal del preceptivo proyecto de actuación. 10.-
Licencias de segregación y obras a URBANIZACIÓN SOL DE LA AXARQUIA SL
(epígrafe 19 del MF). Hacia mediados de 2003 Esmeralda vendió a Luis Manuel una
porción de 1.055 m2 de terreno procedente de una finca de su propiedad de 8.500
in2 situada en pago PARAJE004 del término de Alcaucín y dedicada a olivar de
regadío -finca registral NUM134 o parcela catastral NUM135 del polígono NUM120-,
pidiendo al alcalde Genaro una licencia de segregación que no era legalmente
viable por afectar a terrenos no urbanizables de carácter rural y generar una parcela
inferior a la unidad mínima de cultivo (situada en 2500 m2 para regadío). Sin
embargo el alcalde la concedió a sabiendas de su ilicitud, mediante un documento
que carecía de fecha (A 22-8486 y A 24-9385) en el que argumentaba que la finca
matriz tenía el carácter de urbana "por disponer de los servicios de acceso rodado,
suministro de agua potable, recogida de basuras, saneamiento y electricidad". La
operación se materializó en escritura de segregación y compraventa de 30 de julio
de 2003, figurando como compradora la entidad URBANIZACIÓN SOL DE LA
AXARQUÍA SL (URBASOL) que era representada por Luis Manuel; ocasión que la
vendedora aprovechó para declarar que la finca ya era urbana, acreditándolo así
con la referida licencia municipal de segregación, que el notario consideró suficiente
(pese a la omisión de la fecha) a efectos de autorizar tal escritura. Ese mismo día la
parte compradora presentó en el ayuntamiento una solicitud de licencia para
construir en la finca recién adquirida dos viviendas unifamiliares aisladas, que el
alcalde concedió, mediante licencia de obras de 25/08/2003 (A 22-8487 y 45-14748)
prescindiendo deliberadamente de los preceptivos informes técnico y jurídico y con

19
Documento

plena consciencia de que transgredía la legislación urbanística al afectar a suelo no


urbanizable en el que conforme a la ya vigente LOUA sólo estaba permitido
viviendas unifamiliares aisladas cuya necesidad justificada de construcción
estuviese vinculada a fines productivos y previa aprobación de un proyecto de
actuación por el pleno municipal, requisitos que no se cumplían en el presente caso.
Además, ni siquiera el planeamiento de Alcaucín (las NNSS) que el alcalde
consideraba vigente habría podido permitir construir en esa parcela cuya superficie
era de extensión inferior a la mínima edificable. Pero a pesar de la autorización
notarial de la segregación, la escritura no pudo ser inscrita en el registro de la
propiedad pues su titular la denegó, con suspensión de la misma, al advertir no sólo
que faltaba la fecha de la licencia de segregación sino por considerar que la
pretendida conversión a urbana afectaba al régimen jurídico de la finca, exigiendo
en consecuencia la aportación de algún documento auténtico que acreditara tal
extremo. Para subsanar el defecto la sociedad solicitante de la inscripción,
URBASOL, confió al acusado Romeo los trámites necesarios para justificar la
supuesta naturaleza urbana del suelo en que se disponían a construir las dos
viviendas, procediendo entonces el Sr. Romeo a actuar del mismo modo con que ya
lo había hecho en otros supuestos similares. Así, comenzó primeramente
redactando en su ordenador (archivo informático A 22-8490) a nombre de su
colaborador habitual, el arquitecto Donato, un certificado técnico de 29 de enero de
2004 posteriormente examinado y firmado por este así como visado por el colegio
de arquitectos de Málaga (A 22-8489) donde decía que a requerimiento de la dueña
y del Ayuntamiento de Alcaucín había girado visita a la finca NUM134 observando
que la misma estaba dotada de todos los servicios y suministros de una finca
urbana, como el acceso rodado, electricidad, suministro de agua potable y servicio
de recogida de basura, y concluía afirmando que "dada dicha observación la misma
es urbana por sus dotaciones, bajo esa consideración debe ser considerada como
tal". Una vez obtenido ese certificado técnico, Romeo procedió a dar el segundo
paso habitual, el de redactar igualmente en su ordenador (A 22-8492), a sabiendas
de que contaba para ello con la también habitual anuencia del alcalde Genaro, ese
documento auténtico que había seguido el Registrador para poder autorizar la
inscripción como urbana de la finca en cuestión, dando lugar así a la confección del
certificado municipal de fecha 17-02/2004 expedido y firmado por el secretario del
ayuntamiento Sr. Jaime y con el visto bueno del alcalde (A 22-8491. Documento
éste que se limitó a reproducir, sin más adiciones, el informe técnico expedido por el
arquitecto Sr. Donato. Presentados ambos certificados en el Registro de la
Propiedad, el registrador, con fecha 29/04/2004, tuvo por acreditada tanto la licencia
de segregación como el cambio de naturaleza jurídica de la finca matriz, alzándose
la suspensión e inscribiéndose como urbana la nueva finca registra! NUM136
producto de la segregación (A 24-9387). En julio de 2004, ya sin intervención de
Romeo y con las dos casas terminadas con sus respectivas piscinas, Luis Manuel
solicitó licencia municipal para dividir la recién segregada finca NUM136 en dos
parcelas de 525,50 in2, a lo que accedió el alcalde Genaro mediante una nueva
licencia de segregación de 20/07/2004 que esta vez se adoptó mediante una
resolución motivada y fundamentada en doble informe técnico y jurídico que quedó

20
Documento

plasmado en un certificado de la misma fecha expedido por el secretario de la


corporación (A 24-9374). Licencia cuyo testimonio quedó posteriormente
incorporado a la escritura de segregación de 9 de septiembre de 2004 (45-14735)
que dio lugar a la finca NUM137, también inscrita como urbana con la mitad de la
superficie segregada de la finca NUM136, pese a que ambas siguen siendo no
urbanizables. 11.- Obras autorizadas a Gregorio (epígrafe 24 del MF). A principios
de 2004 Gregorio, dueño una finca de 8.336 m2 de superficie (parcela NUM138 del
polígono NUM139) situada en el pago DIRECCION008 del término municipal de
Alcaucín, parcialmente dedicada a olivos de secano y clasificada en las NNSS como
suelo no urbanizable común de grado 1, decidió dividirla por la mitad, construir en
cada lado una vivienda con piscina y vender ambas parcelas por separado. En
concreto pretendía ampliar una casa de pequeñas dimensiones construida unos seis
años antes en la mitad sur de la finca, cerca del punto que había ocupado una vieja
edificación ya demolida, y edificar simultáneamente una nueva vivienda en la parte
norte. El problema era que tanto la ampliación como la nueva construcción
chocaban con la legislación urbanística vigente, puesto que la finca era legalmente
indivisible por su naturaleza rústica y dimensiones inferiores a la unidad mínima de
cultivo y la LOUA también impedía que en suelo no urbanizable se autorizara la
ampliación de una vivienda unifamiliar ya existente o la construcción de otras de
nueva planta, salvo que se justificara su necesidad y vinculación a explotaciones
agrarias, ganaderas o forestales y siempre con la previa aprobación del
correspondiente Proyecto de Actuación, que no era el caso. Para sortear esas
dificultades Gregorio decidió hacer subrepticiamente la ampliación de la vivienda ya
existente, sin pedir para ello ninguna licencia administrativa. Pero más tarde se
decidió a solicitar dos licencias de obra con idéntico presupuesto (57.472,36 €) que
fueron sucesivamente presentadas en el ayuntamiento dos días 14 y 15 de enero de
2004 dando lugar a ambas al mismo expediente municipal NUM339. En la primera
de ellas se pedía una autorización de obras para reforma y restauración de la
referida vivienda de la mitad sur de la parcela (A 16-5681) y que fue concedida por
el alcalde Genaro (con quien el interesado guardaba cierta relación de amistad) en
virtud de licencia de 22/01/2004 (A 16-5682) en un modelo de impreso en el que se
hacía constar formulariamente haber obtenido los correspondientes informes
técnicos (lo cual era incierto) y figuraba a continuación la habitual diligencia de
liquidación provisional de la tasa correspondiente devengada por la autorización. Y
en la segunda solicitud se pedía una autorización de obras para construir en la parte
norte de la misma parcela una vivienda unifamiliar de nueva planta que igualmente
fue concedida en la misma fecha que la anterior mediante licencia de 22/01/2004 (A
16-5683) también en un modelo impreso en cuya resolución se hacía constar así
mismo de modo inveraz haberse obtenido los correspondientes informes técnicos y
figurando a continuación la diligencia de liquidación provisional de la tasa
correspondiente devengada por la autorización (del mismo importe que el fijado para
la licencia anterior), guardando como única particularidad el impreso de este
segundo modelo de licencia la de incorporar unas casillas con las palabras SI o NO
que aunque en este caso no fue objeto de la correspondiente señalización y podía
por ello conducir a cierto equívoco, el mero hecho de constar en el mismo

21
Documento

documento la pertinente liquidación de la tasa correspondiente a la concesión,


dejaba bien clara la respuesta afirmativa dada por el alcalde a esta segunda
solicitud. Las dos licencias, ninguna de las cuales se presentó acompañada de
proyecto técnico, fueron otorgadas arbitrariamente por Genaro a sabiendas de la
manifiesta ilegalidad tanto de forma como de fondo en la que incurría al haber
autorizado este tipo de viviendas aisladas en suelo no urbanizable y de superficie
inferior a la unidad mínima de cultivo y sin haber seguido el procedimiento
legalmente establecido que requería de la previa autorización de un proyecto de
actuación aprobado por el pleno municipal seguido a continuación, en caso positivo,
de licencia municipal previa emisión de los preceptivos informes técnico y jurídico.
Seguidamente Gregorio, provisto ya de las dos licencias municipales que le
autorizaban tanto a reformar una vivienda como a construir otra nueva en esa finca,
inició o reanudó las dos obras y entre los años 2004 y 2006 las terminó sin
encontrar ningún obstáculo por parte de los servicios municipales, alcanzando así
los objetivos que desde el principio se había marcado, esto es, una vivienda
unifamiliar de nueva planta de 397 m2 situada al norte de la parcela, y la ampliación
de la vivienda sur hasta alcanzar unos 208 m2, dotando a cada una de su respectiva
piscina. Y el día 2 de diciembre de 2005 presentó ante el Catastro una declaración
de obra nueva que dio lugar a la inclusión de un nuevo elemento diseminado de
naturaleza urbana, pero no consta que haya solicitado aún la segregación de la
parcela. Pero, con motivo de una visita de inspección realizada a esta zona por
técnicos de la Junta de Andalucía en julio de 2004, se detectó la obra de la nueva
casa cuando estaba a medio construir y aún carecía de cubiertas, incoándose por
ello el expediente NUM140 del Servicio de Ordenación del Territorio y Urbanismo en
Málaga y enviándose al Ayuntamiento las fotografías realizadas y reclamando
información sobre la presunta infracción (46-14796). Al requerimiento contestó el
alcalde mediante oficio de 09/12/2004 (46-14833) comunicando que se trataba de
una obra de restauración autorizada y considerando que no había infracción
urbanística porque, como se indicaba literalmente en la respuesta, se trataba de
"una antigua vivienda rural existente en la zona desde tiempo inmemorial y que está
siendo restaurada en su totalidad en el lugar de ubicación y con la misma superficie
de la antigua vivienda. Dicha vivienda cuenta con autorización por parte de este
Ayuntamiento para su restauración por lo que la actuación urbanística referida no
entendemos que sea constitutiva de infracción urbanística" La respuesta no satisfizo
a la administración andaluza, por lo que tras nuevos requerimientos a la alcaldía
para que ejerciera sus competencias de disciplina, el alcalde, por Decreto de
03/04/2006 procedió a suspender la obra e incoar expediente de disciplina
urbanística (46-14836), siendo recurrida esta resolución por Gregorio. Este último,
acabó siendo acusado por delitos contra la ordenación del territorio pero quedó
finalmente absuelto por el juzgado de lo Penal 11 de Málaga en sentencia de
16/07/2009, posteriormente confirmada por la Audiencia Provincial, por no apreciar
dolo penal en su actuación a la vista de los términos aparentemente confusos, antes
descritos, en que se le otorgó la licencia de obra. 12.- Certificados para la parcela
NUM141 del polígono NUM120. PARAJE005 (epígrafe 25 del MF). A finales de
2002 la sociedad CONSTRUCCIONES PÉREZ Y BEJAR SL adquirió dos fincas

22
Documento

contiguas en el PARAJE005 del término municipal de Alcaucín, con superficie total


de algo más de una hectárea, dedicadas a cultivos de cereal y olivar, identificadas
como fincas regístrales NUM142 y NUM143 o parcelas catastrales NUM144 y
NUM145 del polígono NUM120, clasificadas a efectos urbanístico por como suelo
no urbanizable. Romeo fue contratado por la compradora para gestionar la
transformación del suelo en edificable y, como de costumbre, procedió
primeramente a confeccionar (A 22-8434) un documento en forma de certificado del
arquitecto Donato, acreditando que la finca registral NUM143 o parcela NUM146
estaba dotada de todos los servicios y suministros de una finca urbana y contaba
con acceso rodado, electricidad, agua potable y recogida de basura que
posteriormente fue libremente firmado por dicho arquitecto y visado por el colegio
profesional el 3 de febrero de 2004 (A 22-8433) . Y en base a este primer
documento al mismo elaboró a continuación (A 22-8432) un certificado municipal de
fecha 16/02/2004 a nombre del secretario municipal y con el visto bueno del alcalde
Genaro (A 16-5705) que reproducía literalmente el documento de Donato añadiendo
que la parcela tenía la consideración de urbana, siendo impreso en papel con
membrete municipal y firmado por ambos. Posteriormente el mismo gestor elaboró
del mismo modo, para incluir esta vez la finca NUM147 o parcela NUM144, el
contenido de otro certificado técnico de Donato de 01/03/2004 (A 16-5707) y de otro
certificado municipal de la misma fecha y sentido (A 16-5706) que igualmente fue
firmado por el secretario y el alcalde Genaro. Certificado que fue posteriormente
incorporado a la escritura pública de 27 de abril de 2004 de agrupación de ambas
fincas, que dio lugar a la finca registral NUM148, ocasión que los otorgantes
aprovecharon para declarar que ésta ya era urbana y así quedó inscrita en el
Registro de la Propiedad. 13.-Certificados para la parcela NUM149 del polígono
NUM099. PARAJE006 ( epígrafe 26 del MF). Juan Pablo y Arsenio adquirieron en
escritura de compraventa de 6 de octubre de 2003 una parcela de tierra de secano
situada en el PARAJE006 del término municipal de Alcaucín, de unos 6.000 m2 de
extensión, inscrita en el Registro de la Propiedad como finca registral NUM150
(catastral NUM149 del polígono NUM099), clasificada a efectos urbanísticos como
suelo no urbanizable. Los nuevos dueños, a través de su representante Juan
Carlos, encomendaron los trámites derivados de la operación al acusado Romeo,
que tras inmatricular la finca como rústica procedió del mismo modo que en otras
ocasiones a realizar las actuaciones encaminadas a lograr su cambio a urbana en el
Registro de la Propiedad. Y así, tras obtener un certificado técnico del arquitecto
Donato de fecha 17/03/2004, ya firmado libremente por el mismo y visado por el
colegio profesional con fecha 29/03/2004 (A 16-5739), que esta vez no consta fuese
previamente elaborado por Romeo, en el que aquél hacía constar que la finca
estaba dotada de todos los servicios y suministros de una finca urbana como acceso
rodado, electricidad, agua potable y recogida de basuras, extrayendo, por ello, la
conclusión de que conforme al artículo 45 LOUA tenía la consideración de urbana
por sus dotaciones, procedió después, como de costumbre, a redactar en el
ordenador de su despacho el correspondiente certificado municipal con fecha
31/03/2004 a nombre del secretario del ayuntamiento y con el visto bueno del
alcalde en el que se limitó a reproducir el texto del certificado técnico añadí no tan

23
Documento

sólo que "a la vista del citado documento la mencionada parcela tiene la
consideración de finca urbana" (A 16-5738). Este certificado municipal fue impreso
en papel timbrado del Ayuntamiento pero no ha quedado acreditado que llegara
nunca a ser firmado por el secretario municipal y el alcalde para dotarle así del
correspondiente carácter de documento oficial. Como tampoco consta fuese
incorporado a la escritura pública de venta de 06/10/2003 (49¬15928) ni, menos
aún, que, de algún modo, hubiese tenido acceso al Registro de la Propiedad. 14.-
Certificado y licencia para la finca registra! NUM151, en DIRECCION021 (epígrafe
27 del MF). El promotor y constructor Heraclio compró a Horacio una porción de 300
m2 de una finca rústica de regadío (registral NUM152). Situada en partido de
DIRECCION021 o DIRECCION009 del término municipal de Alcaucín, que se
encontraba clasificada a efectos urbanísticos como suelo no urbanizable. Pese a
ello encargó al acusado Romeo que tramitara lo necesario para poder edificar sobre
ella una vivienda. A tal fin Romeo, siguiendo el procedimiento habitual, elaboró en
su equipo informático (A 22-8352) un certificado técnico a nombre del arquitecto
Donato que éste luego firmó, fechado a 17/03/2004 y visado por el colegio
profesional el 29/03/2004 (A 22-8351), exponiendo que a requerimiento del
vendedor había visitado la finca registral NUM152 comprobando que contaba con
los servicios y suministros de una finca urbana, con acceso rodado, electricidad,
agua potable y recogida de basuras, extrayendo de ahí la conclusión de que era
urbana por sus dotaciones de conformidad a lo establecido en el artículo 45 de la
LOUA, pero obviando, como en supuestos similares, la necesidad de que el suelo
así equipado estuviera expresamente reconocido como urbano en el planeamiento
urbanístico, cosa que aquí no sucedía. Basándose en este certificado Romeo
también, como en otras ocasiones, confeccionó en su despacho otro (A 22-8352) a
nombre del secretario municipal, con el visto bueno del alcalde, dando lugar al
certificado municipal de 31/03/2004 (A 22¬8353) que reproducía el documento de
Donato y añadía a modo de conclusión que "a la vista del citado documento la
mencionada parcela tiene la consideración de finca urbana". El documento fue
impreso en papel timbrado del Ayuntamiento, sellado y firmado por el secretario
municipal, que conociendo su procedencia lo asumió sin, al menos, comprobar la
autenticidad del contenido. También fue suscrito por el alcalde Genaro, siendo éste
plenamente consciente, como siempre, de su contenido y finalidad que este tipo de
certificados perseguía: contribuir a modificar a urbana la consideración de rústica
que la finca tenía en el Registro de la Propiedad. Y con la misma finalidad Genaro
concedió al vendedor una licencia de segregación de 16/04/2004 (65-21537) por la
que le autorizó a desgajar de la finca matriz una porción de 300 m2, a sabiendas de
su manifiesta ilicitud pues no sólo tenía cabal conocimiento de la prohibición legal de
parcelaciones urbanísticas en suelo no urbanizable sino también de que, en
cualquier caso, cualquier segregación de finca rústica pudiera dar lugar a una
parcela inferior en extensión a la unidad mínima de cultivo que en Alcaucín, para las
de regadío, tenía fijado el límite en 2500 m2. El certificado municipal y la licencia de
segregación se incorporaron a la escritura de segregación y compraventa de 23 de
abril de 2004, que los otorgantes aprovecharon para declarar que el inmueble ya era
urbano, autorizándolo así el notario. El título fue presentado al Registro de la

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Documento

Propiedad quedando inscrito el nuevo inmueble a favor de Heraclio y su esposa


como finca registra! NUM151, con la cualidad de urbana (65-21537). 15.-
Actuaciones de VERDURAS CHOLA SL (epígrafe 36 del MF). La sociedad
VERDURAS CHOLA SL, administrada por Alfredo, fue dueña de una finca rústica de
casi tres hectáreas de extensión en el Partido de Rozas Bajas del término municipal
de Alcaucín, dedicada a olivar de regadío, identificada como a registra! NUM153 o
parcelas catastrales NUM154 a NUM155 y NUM156 del polígono NUM120. También
en este caso se pretendió, y se consiguió, al margen del planeamiento la inscripción
en el Registro de la propiedad como urbana de esta finca rústica, empleando al
efecto el mismo doble sistema de certificado técnico y certificado municipal seguido
otras tantas veces, aunque en esta ocasión no consta acreditada ningún tipo de
actividad preparatoria de los mismos por parte de Romeo. En efecto, primeramente
el Arquitecto Donato emitió un certificado técnico de fecha 13/12/2004, visado el
22/12/2004 (A 16-5781), donde, como de costumbre, acreditaba que la finca estaba
dotada de los servicios y suministros de una parcela urbana como acceso rodado,
electricidad, agua potable y recogida de basuras. Y, posteriormente, basándose en
este informe técnico, se expidió el correspondiente certificado municipal de fecha
19/01/2005 (65-21564) firmado por el secretario del ayuntamiento Jaime con el visto
bueno del alcalde Genaro el que se reproducía el certificado de Donato con el
habitual añadido de que la finca era urbana por sus dotaciones, pero obviando,
como en supuestos similares, la necesidad de que el suelo así equipado estuviera
expresamente reconocido como urbano en el planeamiento urbanístico, cosa que
aquí no sucedía, habiendo sido firmado por el edil con plena conciencia de su
contenido y finalidad que, como siempre, era la de poder lograr la modificación a
urbana la consideración de rústica que la finca tenía en el Registro de la Propiedad.
Y, efectivamente, el objetivo se logró pues los administradores aportaron esa
certificación municipal a la escritura pública de 24 de enero de 2005 (65-21564) en
la que declararon que la finca NUM157 ya era urbana y que se habían ejecutado en
ella obras de transformación consistentes en acceso peatonal y rodado, acerados,
alumbrado, saneamiento y suministro de agua potable, de manera que al acceder el
título al Registro de la Propiedad quedó inscrita ya como urbana (60-19768).
TERCERO.- CONDUCTAS DE Genaro, Romeo, Donato Y Federico EN RELACIÓN
CON CERTIFICADOS, LICENCIAS Y EXPEDIENTES CATASTRALES DEL
BLOQUE II. (EPÍGRAFES 11, 18, 20, 47 y 50 MF) .De los hechos enjuiciados en las
sesiones correspondientes al BLOQUE II referidos a los que el Ministerio fiscal
recoge en esos epígrafes 11, 18, 20, 47 Y 50 de su escrito de acusación, se declara
probado lo siguiente: 1).-Actuaciones en la parcela NUM158-1. Pago del
DIRECCION000 (epígrafe 11 MF). La parcela NUM158 del polígono NUM103 de
Alcaucín o finca registral número NUM159 es una finca rústica de secano de 13.410
m2 de extensión, situada en pago de DIRECCION000, adquirida en mayo de 2001
por Pascual, sobre la que no existía entonces ningún tipo de edificación estando
catalogado dicho terreno por las NNSS de Alcaucín (declaradas no vigentes en esta
sentencia por su no integra publicación en el BOP) como suelo no urbanizable
natural o rural de grado 2. Pese a esta condición no urbanizable del suelo, el Sr.
Pascual quería construir en la finca una vivienda de grandes dimensiones, a cuyo

25
Documento

efecto, tras concertar los servicios profesionales del gestor Romeo , solicitó (A
21-8194) y obtuvo del alcalde un informede fecha 20/09/2002 (A 21-8193) en el que
se indicaba que en su parcela existía una casa cortijo en ruina de aproximadamente
200 m cuya construcción databa de tiempo inmemorial. Dato este completamente
incierto (pues obra desmentido por las diversas orto fotos de la época incorporadas
al plenario) del que, además, era bien consciente Genaro (entre otras cosas, por el
alto grado de conocimiento que tenía de toda la realidad física del municipio en el
que había residido toda su vida). Y una vez obtenido dicho informe, presentó aquél
el mismo día en el ayuntamiento una solicitud de reforma integral de esa supuesta
casa en ruina (A 21-8191) a la que dicho alcalde accedió, sólo cuatro días después,
mediante licencia de obras de 24/09/2002 (A 21-8192) a sabiendas de que de este
modo vulnerada frontalmente la legalidad urbanística vigente que para efectuar
cualquier tipo de construcción de vivienda familiar no destinada a explotación
agrícola en suelos no urbanizables exigía la tramitación de un procedimiento previo
aprobado por el órgano autonómico y un posterior informe técnico y jurídico antes
del otorgamiento de la correspondiente licencia municipal. Posteriormente,
valiéndose de esta documentación oficial, Romeo otorgó en representación de su
cliente una escritura pública de 8 de octubre de 2002 (A 21-8195) declarando como
obra nueva una casa cortijo en estado ruinoso de 200 m2 que supuestamente ya
existía cuando se adquirió el inmueble. Y al amparo de la licencia de reforma se
edificó una vivienda unifamiliar aislada de nueva planta de 882 m2 de superficie y
dotada de piscina que finalmente quedó terminada en abril de 2005. La nueva
vivienda se dio de dada de alta en el Catastro Inmobiliario como inmueble urbano
diseminado en virtud de una declaración catastral del modelo 902-S que Romeo
presentó el 25 de octubre de 2005 y fue tramitada en el Patronato Provincial de
Recaudación a través del convenio suscrito con la Dirección General del Catastro,
tramitándose el expediente catastral NUM160 a la Gerencia Territorial del Catastro
con una propuesta favorable que se tradujo en la resolución de 31 de mayo de 2006
autorizando la inscripción y en la grabación del nuevo diseminado en las bases de
datos catastrales. No ha quedado debidamente acreditado que esa resolución
positiva se lograra obtener merced a la influencia o gestiones del acusado Federico,
funcionario auxiliar del referido Patronato que, a su vez, prestaba servicios
retribuidos en la gestoría de Romeo, ni que ninguno de los pagos que éste le
efectuaba lo fueran en consideración a su condición funcionarial para intentar
corromperle. 2).- Segregaciones y licencias en URBANIZACION000 (epígrafe 18
MF). Hipolito adquirió en 1999 una pequeña finca rústica de 4.290 m2 de superficie
situada en el pago PARAJE004 del término municipal de Alcaucín, identificada como
finca registral NUM161 o parcela catastral NUM162 del polígono NUM120. Aunque
la finca estaba en suelo no urbanizable, el nuevo propietario tenía intención de
parcelarla y revenderla como si formara parte de la llamada URBANIZACION000,
sita en la unidad UR-3, de modo que ejecutó por su cuenta obras de urbanización
no autorizadas que alteraron el aspecto del suelo haciéndolo parecer urbanizable y
puso a la venta, al menos, cuatro de esas parcelas. A tal fin, logró obtener un
certificado de fecha 30/10/2002 expedido exclusivamente por el alcalde Genaro (43-
13782), y con el sello o membrete del ayuntamiento, en el que se indicaba

26
Documento

literalmente que esa finca "está calificada como suelo urbano, de conformidad con la
normativa urbanística vigente en este municipio" así como también que sobre la
misma se le había "concedido licencia de segregación de 699,83 m2", aunque sin
indicar ni la fecha de esa licencia ni el número de expediente en el que se le había
supuestamente otorgado. documento en su poder, el Sr. Hipolito procedió a otorgar
ante notario una escritura de segregación y compraventa de 27/11/2002 (43-13774)
por la que se segregó esa concreta superficie de la finca y la vendió a Juan Pablo y
su esposa declarando en ella el vendedor que la finca era ya urbana, condición que
el notario consideró suficientemente acreditada a la vista del certificado municipal
antedicho, pese a estar firmado sólo por el alcalde y no serle aportada el documento
relativo a la licencia de segregación a que hacía referencia el mismo. Más tarde,
sobre la parcela segregada se construyó una vivienda unifamiliar aislada de la que
Hipolito obtuvo del alcalde una licencia de primera ocupación de fecha 10/12/2003
(43-13786) en la que se indicaba haberle sido concedida anteriormente la preceptiva
licencia de obras, si bien esta no ha quedado acreditada en esta causa. Antes de
ello, mediante escritura pública de 4 de marzo de 2003 Hipolito había segregado
también de la finca matriz NUM161 (catastral NUM162) otras tres parcelas,
señaladas con los números NUM163, NUM104 y NUM105 de la llamada
URBANIZACION000, con superficies de 652, 697 y 649 m2 respectivamente -luego
inscritas como nuevas fincas registrales NUM164, NUM165 y NUM166 las vendió en
escritura de 22 de diciembre de 2003 a terceros sucediéndose nuevas
transmisiones dominicales, entre ellas, a una entidad representada por Jose Manuel
quien, asimismo, vendió dos de esas parcelas a Jose Miguel y la tercera a Sergio
(44- 14342 y siguientes). En nombre de este último se solicitó el 9 de enero de 2008
licencia de obras para una vivienda unifamiliar aislada en la segregada parcela 3 de
la catastral 319, pero en este caso le fue denegada la licencia por resolución de
06/06/2008 a la vista de los informes negativos emitidos por el nuevo técnico
municipal Valentín y la nueva secretaria del ayuntamiento (41- 13319) por
considerar que ese terreno no podía considerarse urbano y era necesario la
aprobación de un proyecto de actuación para cualquier edificación residencial. A
raíz de esto, Jose Manuel, actuando en representación de Jose Miguel y Sergio
encomendó la gestión de las licencias de las parcelas vendidas al acusado Donato
quien aceptó el encargo logrando obtener finalmente los interesados sendas
licencias de obra en marzo de 2006 (41-13318 y 41-13330) procediendo estos, en
consecuencia, a iniciar las obras de su respectiva vivienda hasta que el 6 de abril de
2009, estando ambas muy avanzadas, fueron inspeccionadas por la policía local
que, al revisar la documentación aportada, pudieron constatar que tales documentos
estaban manipulados, por lo que al mismo día siguiente el ayuntamiento, no regido
ya por el acusado Genaro, decretó la paralización de las dos obras denunciando
penalmente los hechos el nuevo alcalde Evaristo (41¬13314). No ha quedado
probada la participación de éste acusado en esa alteración falsaria ni, tampoco que
al asumir el encargo de lograr esas licencias de obra albergara en su ánimo engañar
a sus clientes obteniendo a su costa el beneficio económico correspondiente al pago
de sus honorarios. 3).- Actuaciones en parcela NUM267 del polígono NUM219,
URBANIZACION002(epígrafe 20 MF). A). Parcelación irregular y licencia de obras.

27
Documento

En julio de 2003 Juan Carlos compró una finca de secano dedicada a olivar y pastos
de 4.363 m2 de superficie situada en URBANIZACION002 del término municipal de
Alcaucín, registral NUM169 (catastral NUM267 del polígono NUM219) que estaba
catalogada por las NNSS de Alcaucín (declaradas no vigentes en esta sentencia por
su no integra publicación en el BOP) como suelo no urbanizable natural o rural de
grado I. Pese a esta condición no urbanizable del suelo, el Sr. Juan Carlos pretendía
desarrollarlo urbanísticamente, dividirlo en cuatro parcelas y construir en ellas otras
tantas viviendas unifamiliares en lo que denominó " URBANIZACION002" y a tal
efecto contrató al acusado Romeo para que se ocupara de los aspectos jurídicos y
de los trámites municipales y catastrales, si bien no ha quedado acreditado en esta
ocasión en que se tradujeron realmente sus gestiones y, más concretamente, si
llegó o no a confeccionar, como otras veces, en el ordenador de su despacho el
texto de los futuros documentos oficiales. Lo único acreditado sobre este apartado
de la acusación es que, previa solicitud del referido Juan Carlos, el alcalde Genaro
le otorgó, al menos, dos licencias de segregación con fecha 20/04/2004 que dieron
lugar a sendas parcelas de 988 m2 y 1019 m2, respectivamente (A 22-8733 y A
22-8737). Unas autorizaciones que realizó a pesar de ser plenamente consciente de
la naturaleza rústica del terreno y de la prohibición de efectuar parcelaciones
urbanísticas en este tipo de terrenos así como de efectuar segregaciones que den
lugar a parcelas inferiores a la unidad mínima de cultivo, que en el término municipal
de Alcaucín estaba fijada en 25.000 m2 para los terrenos de secano y 2.500 m2
para los de regadío. Y posteriormente, también le fue expedido al mismo interesado
un certificado municipal de fecha 04/11/2004 firmado por el secretario del
ayuntamiento con el visto bueno del alcalde en el que esa finca en la actualidad
tenía la consideración de finca urbana (60-19808). Y al amparo de esas licencias de
segregación y subsiguiente certificado municipal, el interesado procedió otorgar el
28 de julio de 2005 la correspondiente escritura pública de segregación (A 22-873,
60-19808 y 65-21549) por la que se desgajaron de la finca matriz esas dos parcelas
que posteriormente fueron inscritas en el Registro de la propiedad como urbanas
con los números NUM167 y NUM168. Sobre el resto de la finca matriz NUM169
-parcela NUM163 de la URBANIZACION002 de 1.389 m2 de superficie- Juan Carlos
construyó una casa de madera de 125 m2 que fue autorizada por el alcalde Genaro
en virtud de licencia de obras de 07/12/2005 (A 36-14078) dictada en expediente de
obras NUM340 a sabiendas de su ilegalidad y sin informes técnico y jurídico. B).
Construcción y alta catastral de vivienda. En la parcela número 3 (actual registral
NUM167 segregada de la matriz NUM169) Juan Carlos había construido una
vivienda unifamiliar de 125 m2 de la que no consta la preceptiva licencia municipal,
para cuya alta catastral el arquitecto Donato expidió un certificado técnico de fecha
01/12/2005 en el que se describía el inmueble como una vivienda construida en
materiales nobles y ladrillo con tres años de antigüedad (P10-2947). Este certificado
se adjuntó a una declaración catastral del modelo 902- S de alta de nueva
construcción que Romeo, por encargo de su cliente, presentó el 2 de diciembre de
2005 al Patronato Provincial de Recaudación, donde por convenio entre la
Diputación de Málaga y la Dirección General del Catastro se instruyó el expediente
catastral NUM170 por un funcionario no identificado que omitió las debidas

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Documento

comprobaciones y tampoco requirió la documentación exigida por la normativa


catastral (faltaban documentos esenciales como plano de situación, planos
acotados, memoria de calidades, escritura de declaración de obra nueva y
certificación de fin de obra), elevándolo a la Gerencia Territorial del Catastro de
Málaga con una propuesta favorable que dio finalmente lugar a una resolución de
31/05/2006 de este organismo y a la consiguiente grabación en la base de datos
alfanumérica de este nuevo inmueble urbano diseminado de 125 m2, al que se
asignó como fecha de construcción el 30 de junio de 2001, es decir, una fecha
bastante anterior a la indicada en el referido certificado técnico del Sr. Donato. Ha
quedado probado que el acusado Federico que, como ya se ha dicho,
compatibilizaba su función de empleado del Patronato Provincial de Recaudación
con la de empleado particular del gestor Romeo, recibió de este una remuneración
de 300 euros con cargo a la provisión de fondos recibida de su cliente. Pero no ha
quedado acreditado que dicho pago se efectuara en consideración a su condición
de funcionario del Patronato ni, menos aún, para que esta influyera (pues dada su
condición de mero auxiliar tampoco tenía capacidad para ello) en la decisión
finalmente adoptada por la Gerencia Territorial del Catastro. 4).- Construcción y alta
catastral en parcela NUM171 del polígono NUM120, PARAJE007 (epígrafe 47 MF).
En enero de 2001 Aureliano compró las fincas registrales NUM172 y NUM173 en
pago PARAJE007, sitio PARAJE004 del término municipal de Alcaucín, contiguas y
con superficies de 2.458 y 3.820 m2 respectivamente, equivalentes a la parcela
catastral NUM171 del polígono NUM120 y clasificadas a efectos urbanísticos por las
NNSS (declaradas no vigentes en esta sentencia) como suelo no urbanizable
natural o rural de grado 1. No obstante, a pesar de la condición no urbanizable de
ese suelo, el nuevo dueño solicitó el 9 de noviembre de 2001 permiso de obras para
dos viviendas unifamiliares, que ese mismo día recibió respuesta positiva mediante
licencia de obras de 09/11/2001 (A 22-8675) que le fue concedida por el alcalde Sr.
Genaro en expediente municipal de obras 96/2001 sin contar con informes técnicos
ni jurídicos y sabiendo que según la legalidad urbanística entonces vigente tenía
obligación de recabar tales informes y que en este tipo de suelo sólo se permitían
excepcionalmente construcciones no destinadas a explotaciones cuando se tratase
de edificios aislados destinados a vivienda familiar pero previa autorización del
órgano autonómico y siguiendo un procedimiento especial encaminado a garantizar
esos requisitos. Además, aunque las normas de planeamiento del municipio han
sido declaradas ahora no vigentes, y por tanto no vinculantes, lo cierto es que el
alcalde ni siquiera respetó la parcela mínima edificable que conforme al texto
refundido parcialmente publicado de dichas normas era de 5000 in para los suelos
del grado 1. Más aún, al ubicarse la parcela en la zona de influencia del río Alcaucín
se necesitaba autorización del organismo regulador de la cuenca hidrográfica,
requisito del que también se prescindió. Terminada la casa a finales de 2002 el
promotor contrató al Sr. Romeo para legalizar la casa inscribiéndola en los registros
inmobiliarios, lo que se hizo mediante escritura otorgada el 28 de marzo de 2003
agrupando las fincas NUM172 y NUM173 y declarando como obra nueva la vivienda
unifamiliar de 159 m2 que allí se había construido, accediendo dicho título al
Registro de la Propiedad y dando lugar la agrupación de fincas a la registral

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Documento

NUM174 (A 22-8678). En escritura de 10 de junio de 2004 (A 22-8684) Aureliano


vendió esta finca resultante de la agrupación y la vivienda allí construida (pues sólo
se llegó a construir una) a los esposos Eulalio y Salvadora. En octubre de 2007 los
nuevos dueños encargaron a Romeo que tramitara el alta catastral de la vivienda
que finalmente obtuvo resolución positiva por parte de la Gerencia Territorial del
Catastro aunque tras casi dos años de tramitación. Ha quedado probado que el
acusado Federico que, como ya se ha referido, compatibilizaba su función de
empleado del Patronato Provincial de Recaudación con la de empleado particular
del gestor Romeo, efectuó algunas consultas relativas al expediente constando
asimismo acreditado un pago de 100 € por parte de su jefe (A 45¬17015). No ha
quedado acreditado, sin embargo, que dicho pago se efectuara en consideración a
su condición de funcionario del Patronato ni, menos aún, para que este influyera
(pues dada su condición de mero auxiliar tampoco tenía capacidad para ello) en la
decisión finalmente adoptada por la Gerencia Territorial del Catastro. 5).- Catálogo
de viviendas aisladas (epígrafe 50 MF). A mediados de 2008 se recibieron en el
Ayuntamiento de Alcaucín requerimientos de la Dirección General de Inspección de
la Consejería de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía que
denunciaban la inactividad municipal en materia de disciplina urbanística,
advirtiendo que una hipotética modificación del planeamiento no resolvería el
problema de las numerosas viviendas ilegales que se localizaban en el municipio. Al
mismo tiempo se pedía la colaboración municipal en la formación de un censo de
viviendas aisladas sobre suelo rústico (actuación prevista en el Plan de Inspección
para 2007 y 2008, aprobado mediante Orden de la Consejería de 24 de julio de
2007), lo que se tradujo en la confección de 27 fichas de viviendas ubicadas en los
polígonos 6 y 7 que se entregaron a la Inspección en diciembre de 2008. Temiendo
actuaciones inspectoras derivadas de la inclusión en el catálogo de construcciones
recientes en el PARAJE002 sobre suelo no urbanizable, cuyas responsabilidades
aún no habían prescrito, autorizadas en su día con licencias municipales concedidas
sin el apoyo de informes técnicos, Genaro pidió a su amigo Donato (arquitecto de la
diputación Provincial) que simulara la emisión de tales informes desde el Servicio de
Arquitectura de la Diputación con fecha anterior a las correspondientes licencias y
así lo hizo Donato entre los días 21 y 26 de noviembre de 2008, confeccionando
documentos oficiales falaces con membrete y sello del Servicio de Arquitectura de la
Diputación en los que se informaban favorablemente las construcciones ya
realizadas en las parcelas números NUM110, NUM111 y NUM175 del polígono
NUM106, aparentando que habían sido emitidos respectivamente los días
10/11/2003, 03/11/2003 y 16/04/2003 (16-5414, 16-5416 y 16-5418) en los
correspondientes expedientes de licencia de obra tras rectificar otros recientemente
elaborados por Donato con el mismo fin pero que, lógicamente, llevaban fecha 2008
y un logotipo y formato más moderno que también, a petición e del alcalde, tuvo que
ser también modificado utilizando el correspondiente a aquella época (que entre
otras cosas utilizaba el membrete de "área de infraestructura, obras y urbanismo",
muy distinto al actual) del que todavía tenía unos ejemplares el alcalde y cuya copia
remitió vía fax a la Diputación, tras hablar con la funcionaria auxiliar de Donato,
Carlota (con la que tenía gran confianza), y dejarle bien claro que el motivo era dar

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Documento

la apariencia de que los informes habían sido emitidos entonces y no recientemente.


Como se trataba en los tres casos de proyectos particulares de Donato éste hizo
figurar como autor de los informes al arquitecto provincial Simón, cuya firma imitó en
los documentos antes de entregarlos a Genaro para que se incluyeran en los
correspondientes expedientes municipales de obras. CUARTO.- CONDUCTAS DE
Genaro, Luis Enrique, Donato, Pio, Paulino Y Jaime SOBRE URBANIZACIONES
DEL BLOQUE III FINCA000. 1).- ACTUACIONES URBANÍSTICAS DE Luis Enrique
(se corresponde con el EPÍGRAFE 3 A, B y C escrito de acusación del MF). A).-
URBANIZACION003 y Cortijo DIRECCION012. En enero de 2000 el acusado Luis
Enrique acababa de adquirir, en régimen de gananciales para él y su esposa, dos
pequeñas fincas rústicas en el término municipal de Alcaucín, las registrales
NUM176 (catastrales NUM175 y NUM177 del NUM129) y NUM178 (catastral
NUM179 del polígono NUM099), ubicadas cerca del núcleo de población de Puente
de Don Manuel o Puente de Salia, en la zona conocida como DIRECCION013, y
promovió un expediente para la modificación de Elementos de las Normas
Subsidiarias con el que pretendía transformar en terreno urbanizable una superficie
de 20.000 m2 que esas NNSS (declaradas en esta sentencia cómo no vigentes)
clasificaban como de suelo no urbanizable, no protegido, grado 2. El expediente se
inició con un documento redactado por el arquitecto Paulino donde se proponían
parcelas mínimas de 500 metros y viviendas unifamiliares de no más de dos
plantas. El proyecto, ya en el trámite de visado fue informado negativamente desde
el Colegio de Arquitectos (A 12-4026) pero, pese a ello, obtuvo en febrero de 2000
la aprobación inicial del Ayuntamiento de Alcaucín, continuando la tramitación del
expediente que finalmente no prosperó debido al informe desfavorable de los
técnicos de la Junta Andalucia (62-20500), acabando archivado por caducidad en
virtud de resolución de 7 de julio de 2004 del órgano competente de la referida Junta
(62-20496). Entretanto, y sin que conste fuera consciente de estar actuando
ilegalmente, Luis Enrique desarrolló durante los años 2000 a 2007 en estos suelos
rústicos dos urbanizaciones conocidas como URBANIZACION003 y
DIRECCION012, realizando obras de infraestructura y segregando parcelas que en
su mayoría vendía a residentes extranjeros, normalmente junto a las viviendas
unifamiliares que él mismo promovía y construía (siete en total). Todo lo cual contó
con la anuencia del alcalde Genaro, que de forma sistemática fue otorgando a dicho
promotor todas las licencias de segregación y de obra que le solicitaba a sabiendas
de su manifiesta ilegalidad. Las primeras, por ser plenamente consciente de la
prohibición legal de efectuar parcelaciones urbanísticas o segregaciones de terreno
en suelo no urbanizable que generasen parcelas inferiores a la unidad mínima de
cultivo que para Alcaucín estaba fijada en 25.000 m2 (para los terrenos de secano)
y 2.500 m2 (para los de regadío). Y las segundas, por ser plenamente conocedor
también de la prohibición de realizar en esta clase de terrenos rústicos
construcciones de viviendas no destinadas a fines agrícolas salvo edificios
familiares aislados y previo seguimiento de un procedimiento especial que requería
la previa aprobación del órgano autonómico (hasta la vigencia de la LOUA) o del
pleno municipal (tras la vigencia de la LOUA), además de los subsiguientes informes
técnico y jurídico antes del otorgamiento de la licencia municipal, presupuestos

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Documento

legales todos ellos que fueron deliberadamente ignorados por el alcalde en todas las
licencias de obra que otorgó. Así, la URBANIZACION003 fue desarrollada sobre la
referida finca registra! NUM176, (correspondiente a las también referidas parcelas
catastrales NUM175 y NUM177), sita en pago DIRECCION014 y, de superficie
cercana a una hectárea la cual fue dividida en doce parcelas (todas ellas muy
inferiores a la unidad mínima de cultivo), en tanto que la urbanización
DIRECCION012 fue desarrollada sobre la registral NUM178 (correspondiente a la
también referida catastral 485), de casi dos hectáreas, que igualmente fue
sucesivamente dividida en más de una veintena de parcelas también muy inferiores
a la unidad mínima de cultivo exigible en Alcaucín. Así, por ejemplo, las
segregaciones de la primera finca registral se llevaron sucesivamente a cabo en las
escrituras públicas obrantes en los folios que respectivamente se indican y en las
siguientes fechas:18/09/2000 (60-19679), 29/12/2000 (55-18229), 02/10/2002
(55-18223), 30/12/2002 (55-18205), 12/02/2003 (55-18217) y 18/12/2003
(55-18242). Todas ellas otorgadas en virtud de la correspondiente licencia de
segregación expedida por el alcalde Genaro (tal y como consta en las respectivas
escrituras), en algunas de las cuales (las que conllevan declaración de obra nieva)
también se hace constar, con la correspondiente adveración notarial, la respectiva
licencia de obras expedida por el alcalde para la vivienda edificada. En la última de
las escrituras, la de 18/12/2003 se aportó también por los otorgantes un certificado
municipal de fecha 25/11/2003 emitido por el secretario del ayuntamiento Jaime con
el visto bueno del alcalde (55-18249) en el que, apoyándose en un informe del
arquitecto técnico Romualdo (que entonces prestaba sus servicios a Luis Enrique),
se hacía constar que los terrenos de la finca registral NUM176 tenían el carácter de
suelo urbano. Si bien, como precisa el propio Ministerio fiscal en su escrito de
conclusiones definitivas, no ha quedado acreditado que este promotor influyera
directamente sobre autoridades o funcionarios del ayuntamiento de Alcaucín para
conseguir ese certificado municipal. Y del mismo modo se llevaron a cabo las
múltiples segregaciones (cuyas escrituras también constan en autos) de la segunda
finca registral (la NUM178) mediante escrituras públicas de 01/09/2003,18/12/2003 y
16/05/2006. Debiéndose destacar también aquí como en la escritura notarial de
18/12/2003 (55-18242) por la que se segregaron 21 parcelas, además de aportarse
al Notario las correspondientes licencias de segregación expedidas por el alcalde
Genaro, se aportó también otro certificado municipal de 25/11/2003 emitido por el
secretario del ayuntamiento con el visto bueno del alcalde en los mismos términos
que el anteriormente referido, sin que tampoco en este caso haya quedado
acreditado que Luis Enrique influyera de las autoridades o funcionarios del
ayuntamiento para conseguirlo. Antes y después de las parcelaciones Luis Enrique
se dedicó a construir viviendas unifamiliares, siempre bajo la dirección técnica de la
arquitecta Victoria y del aparejador Romualdo y siempre al amparo de las licencias
municipales de obra que el alcalde Genaro seguía proporcionándole a medida que
las necesitaba. Estas construcciones afloraban (como ya hemos dicho) mediante las
declaraciones de obra nueva que los promotores introducían en las sucesivas
escrituras de compraventa. Todas las licencias de obra acreditadas en autos
responden al mismo patrón: se conceden prácticamente el mismo día o al día

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Documento

siguiente de su solicitud y sin tan siquiera recabar informes técnico o jurídico y, por
supuesto, sin esperar a la previa aprobación de ese tipo de construcción no
destinada a explotación agrícola por el respectivo órgano autonómico o pleno
municipal (según la legislación urbanística vigente al tiempo de los hechos). Dado
su alto número, cabe citar, entre otras, las siguientes licencias de obra: de
21/08/2003 (8-2125), de 17/05/2004 (8-2126), de 20/07/2004 (8-2127), de
23/12/2004 (8-2145) y tres más de la misma fecha 22/12/2004 (8-2150, 8-2159,
8-2161). B).-Licencia de primera ocupación de 11 de diciembre de 2008. Una de las
viviendas construidas por Luis Enrique con la correspondiente licencia de obras del
alcalde se realizó sobre la segregada finca NUM394 (parcela NUM395 de la
urbanización DIRECCION012), la cual quedó terminada en la primavera de 2008.
Sin embargo, al solicitar el promotor la licencia de primera ocupación, le fue
denegada por el ayuntamiento al detectar el técnico municipal que se había
construido una planta torreón que no aparecía en el proyecto original. Sin embargo
la decisión fue posteriormente reconsiderada, y por resolución de 11/12/2008
(8-2147) se le concedió la licencia gracias a un segundo informe técnico, éste
favorable, que había pedido el alcalde Genaro al Servicio de Arquitectura de
Diputación. Informe técnico de fecha 27/10/2008 (70-22981) que fue materialmente
elaborado por el acusado Donato argumentando que se habían suprimido la entrada
y huecos del torreón. Pero como quiera que este funcionario de la Diputación
también realizaba trabajos particulares para Luis Enrique, a fin de ocultar su
incompatibilidad, hizo figurar mendazmente, y sin su conocimiento, como autor del
informe a su compañero, también arquitecto de la Diputación, Simón, simulando
igualmente su firma. C).- Redacción del Plan Parcial. En agosto de 2007 Luis
Enrique solicitó nuevas licencias de obras para la construcción de tres viviendas
sobre algunas de las parcelas anteriormente indicadas que habían sido objeto de
segregación, concretamente sobre las parcelas NUM180, NUM181 y NUM182 de la
URBANIZACION003 Licencias que por primera vez le fueron denegadas por el
alcalde Genaro en virtud de resolución de 01/04/2008 por tratarse de suelo no
urbanizable y a la vista del previo informe desfavorable emitido al efecto por el
nuevo técnico municipal Valentín (A 16-5539). Siguiendo recomendaciones del
alcalde, (con el que mantenía muy buena relación) Luis Enrique quiso solucionar el
problema contratando en junio de 2008 los servicios del arquitecto Donato, quien se
comprometió a reactivar la modificación de elementos de las NNSS iniciada ocho
años atrás pero cuyo expediente (como se ha dicho antes) llevaba ya cuatro años
caducado, circunstancia esta que se ignora si era o no conocida por Luis Enrique. El
caso es que el acusado Donato asumió el encargo de éste empresario promoviendo
un plan parcial para esa urbanización, cuyo texto redactó y presentó en diciembre
de 2008, y que en marzo de 2009 fue remitido por el alcalde a la Consejería
correspondiente de la Junta de Andalucia (A 12-4034) tomando como referente de
planeamiento a desarrollar las referidas normas subsidiarias y su modificación de
elementos pese a la situación de caducidad en que se encontraba. Por estas
gestiones que se prolongaron en el tiempo sin llegar a alcanzar ningún resultado
positivo, Donato llegó a percibir de su cliente primeramente una provisión de fondos
de 25.000 € y más adelante, tras la presentación del referido plan parcial, otra suma

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Documento

de 2500 €. No ha quedado probado que el acusado no hubiera tenido desde el


principio propósito de llevar a cabo la gestión encomendada por su cliente Luis
Enrique ni que, por tanto, toda su actuación hubiera estado guiada ab initio por el
ánimo de obtener fraudulentamente y con engaño esas sumas de dinero. En
cualquier caso, Marisol se ha reservado en esta causa el ejercicio de acciones
civiles (58-18946). 2).- PROMOCIONES DE Pio Y Paulino (se corresponde con el
epígrafe 4 A, B, C, D, y F escrito de acusación del MF). A).- URBANIZACION008.
Entre 1999 y 2000 los acusados Paulino y Pio, arquitecto y arquitecto técnico que se
habían asociado para operar como promotores urbanísticos, reservaron o
adquirieron en el término municipal de Alcaucín una suerte de tierra o finca rústica
de 11.365 m2 de extensión situada en el pago DIRECCION014, cerca del núcleo de
población de Puente Don Manuel, identificada como finca registra! NUM183 (parcela
catastral NUM184 del polígono NUM129). Los promotores pretendían realizar en
esa finca una urbanización de 24 viviendas unifamiliares a la que posteriormente
llamarían URBANIZACION008, y cuando presentaron la solicitud con el
correspondiente proyecto en el ayuntamiento sabían ya, por las conversaciones
recíprocamente habidas, que contarían con la aprobación del alcalde Genaro . Y,
efectivamente, el mismo día de su presentación, el alcalde directamente firmó una
licencia de obras de fecha 10 de enero de 2000 (A 5-1494), expediente de obras
NUM185, donde autorizaba la construcción de esas 24 viviendas unifamiliares sin
apoyarse en ningún informe técnico o jurídico y dispensándoles, incluso, del pago
de las tasas municipales hasta el momento en que iniciaran las obras. Todo ello,
pese a ser plenamente consciente el alcalde de que, conforme a las NNSS del
municipio, no se podía edificar en ese terreno por estar clasificado en ellas como
suelo no urbanizable no protegido grado 2. Si bien ha de tenerse en cuenta ahora
que, al haber sido declaradas no vigentes esas normas subsidiarias en esta
sentencia y ser, por tanto, de directa aplicación la entonces vigente ley urbanística
1/1997 (que revivió el texto de la estatal LS 92), no ha podido quedar acreditado,
fuera de toda duda, que ese terreno no hubiera podido llegar a merecer la
consideración de urbano. Tres años más tarde, mediante escritura pública de
30/04/2003, los promotores materializaron la compra de la finca por el precio de
240.404 € (A 5- 1483) y, dos año más tarde, otorgaron escritura pública de
07/07/2005 (A5- 1575) declarando que la finca ya era urbana y segregando de ella
24 parcelas aportando al efecto dos licencias de segregación de 16/07/2005 y de
05/06/2005 expedidas por el alcalde aún a sabiendas de que, conforme a las
normas subsidiarias que él consideraba vigentes, la finca tenía la clasificación de
suelo rústico y, por ende, ésas segregaciones vulneraban la unidad mínima de
cultivo establecida por la legislación agraria para el municipio de Alcaucín, si bien,
tal y como se ha dicho antes, al no haber regido nunca objetivamente esas normas
subsidiarias, conforme a legislación urbanística entonces aplicable (en este caso la
LOUA) tampoco ha podido descartarse por completo la posible naturaleza urbana
del terreno. Para la inscripción de esta escritura en el Registro de la Propiedad se
hizo necesario un certificado municipal que justificase la naturaleza urbana de los
terrenos, para lo cual los promotores solicitaron y obtuvieron del ayuntamiento un
certificado municipal de fecha 08/09/2005 (59-19285), expedido por el secretario

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Documento

Jaime con el visto bueno del alcalde Genaro en el que, sobre la base de un informe
técnico de la misma fecha expedido por Pio (esta vez en su nueva condición de
arquitecto técnico municipal que compatibilizaba con la condición de promotor
desorganización) se afirmaba "que la finca registral NUM183 de este término
municipal, con arreglo a la normativa urbanística del municipio, tiene la naturaleza
de finca urbana". Merced a este certificado, el Registrador autorizó la inscripción de
esa escritura pasando a figurar en el Registro de la Propiedad la finca matriz y luego
todas las parcelas segregadas como solares de naturaleza urbana (55-17890 y ss),
procediéndose posteriormente por parte de los acusados Pio y Paulino a vender a
terceros las parcelas segregadas junto con, al menos, ocho viviendas construidas y
dirigidas por ellos, en su condición de arquitectos superior y técnico, figurando entre
las vendidas la que en documento privado de fecha 3 de septiembre de 2003
(A5-1568) se efectuó al querellante en esta causa, Luis María (concretamente la
parcela NUM224, hoy registral NUM287 en que se subdividió la referida finca
registral matriz) junto con la vivienda de 89 m2 con piscina que quedó terminada en
julio de 2004, sin que haya podido quedar acreditado que al hacerlo los vendedores
trataran de engañar a este comprador sobre la verdadera naturaleza urbanística del
suelo que, por otra parte, como ya se ha dicho, no ha quedado tampoco
debidamente acreditada. B).-Urbanización DIRECCION013. En diciembre de 2002
las sociedades PUEBLO ANA MARÍA SL y PARAÍSO DE LA AXARQUÍA SL, ésta
última controlada por los acusados Paulino y Pio, compraron por mitad, y como
rústica, a la sociedad VINUVELEZ SL una parcela de tierra nombrada "
DIRECCION036", también situada en el paraje DIRECCION013 del término
municipal de Alcaucín y próxima asimismo al núcleo urbano de Puente Don Manuel,
con superficie de 12.746 m2: la finca registral NUM186 o parcela catastral NUM187
del polígono NUM129, contigua a la NUM184 anteriormente mencionada. Sobre
dicha finca procedieron estos acusados a diseñar un proyecto de segregación en 20
parcelas para la ulterior construcción de la urbanización denominada
DIRECCION013. Como quiera que la finca había sido adquirida como rústica
(constando así en el Registro), los acusados, a fin de lograr su inscripción como
urbana trataron de obtener el correspondiente certificado municipal que la calificase
así, presentando a tal fin un informe del arquitecto Paulino de fecha 08/04/2005
visado por el colegio de arquitectos (A 16-5770) en el que se asignaba a la misma la
condición de urbana por estar dotada de todos los servicios y suministros
legalmente inherentes a dicha condición y que y que sirvió de apoyo (al igual que en
el caso anterior) a una certificación del secretario municipal de fecha 08/04/2005 con
el visto bueno del alcalde (A 16-5769). Certificado este que no llegó a utilizarse
debido a que el acusado Pio pasó a desempeñar el puesto de arquitecto técnico
municipal y se prestó a emitir un nuevo certificado o informe técnico en los mismos
términos que el anteriormente elaborado por su socio y que esta vez sirvió de apoyo
a otro certificado del secretario municipal de fecha 01/12/2005, también con el
preceptivo visto bueno del alcalde (55-17979) en el que se dictaminaba esa
supuesta naturaleza urbana de la finca, lográndose como consecuencia de ello tanto
la inscripción de esa finca en el Registro de la Propiedad en calidad de urbana
(55-17979) como también, con esa misma naturaleza, las de todas las parcelas que

35
Documento

sucesivamente se segregaron de esta finca matriz previa expedición por el alcalde


de las correspondientes licencias de segregación y de obra, constando como, al
menos, siete viviendas unifamiliares y otra pluri familiar (consistente en un edificio
de tres plantas y 10 apartamentos) fueron construidas en esas parcelas y vendidas
a terceros durante los años 2004 a 2008 otorgándose arbitrariamente por el alcalde,
para cada una de ellas (las registrales NUM188, NUM189, NUM190, NUM191
NUM192, NUM193 y NUM194), la correspondiente licencia de obras sin recabar los
preceptivos informes técnico y jurídico, tal y como se advierte en las respectivas
escrituras notariales donde constan testimoniadas (57- 18825,57-18627, 57-1864
6,59-19327, 57-18727, 55-18019 y 55-18076). C) URBANIZACION004. Tras adquirir
también estos acusados, Paulino y Pio, como rústica (igualmente a nombre de la
sociedad PARAÍSO DE LA AXARQUIA) una finca de 12.524 m2 (registra! NUM277,
correspondiente a las catastrales NUM195 y NUM196 del polígono NUM129),
situada en el lugar conocido como URBANIZACION003 o DIRECCION015 pero muy
alejada esta vez, en dirección sur, de las dos fincas anteriormente mencionadas y,
por ende, completamente apartada del núcleo de población de Puente Don Manuel
y sin acceso rodado al mismo), procedieron a promover en ella otro proyecto de
urbanización denominado Valle de Alcaucín. Como quiera que la finca obraba como
rústica en el Registro, los acusados, a fin de lograr su inscripción como urbana
procedieron a actuar concertadamente del mismo modo que en el caso anterior,
emitiendo primeramente Pio (prevaliéndose de su condición de arquitecto técnico
municipal) un informe o certificado técnico de fecha 02/02/2006 (70-23022)
afirmando la naturaleza urbana de la finca por estar dotada de los servicios
urbanísticos propios de esta clase de suelo que igualmente sirvió de base a la
correspondiente certificación del secretario municipal de fecha 03/01/2006
(A5¬5749), con el visto bueno del alcalde, en la que igualmente se dictaminaba esa
supuesta naturaleza urbana de la finca, lográndose así la posterior inscripción en el
Registro de la Propiedad como urbana tanto de esta finca matriz como de las
parcelas que se segregaron de ella tras las correspondientes licencias municipales
de segregación y de obra que les fueron concedidas por el alcalde a sabiendas de
su manifiesta ilegalidad constando acreditado corno, al menos, nueve viviendas
unifamiliares fueron construidas por la sociedad de los acusados en esas parcelas
no urbanizables segregadas durante, fundamentalmente, el ario 2006 y vendidas
posteriormente a terceros, siendo éste el caso de las nuevas registrales NUM197,
NUM198, NUM199, NUM200 NUM201, NUM202, NUM203, NUM204, y NUM205 (
NUM278, NUM279, NUM280, NUM281, NUM282, NUM283, NUM284, NUM285 y
NUM286, respectivamente). D).- María Purificación. La sociedad PUEBLO ANA
MARÍA SL, en la que no participa ninguno de los acusados en la presente causa,
adquirió en 1999 por 126.212 euros una finca rústica situada en el pago
DIRECCION014 o URBANIZACION003 de unas dos hectáreas y media de
extensión, identificada como finca registral NUM206 o parcela catastral NUM175 del
polígono NUM129 de Alcaucín, situada en suelo clasificado como no urbanizable en
las NNSS (declaradas no vigentes en esta sentencia) siendo intención de los
compradores desarrollar una urbanización ilegal sobre estos terrenos de naturaleza
rústica. Para sortear el obstáculo legal que suponía el vigente planeamiento

36
Documento

municipal, los promotores consiguieron hacerse con un certificado del alcalde


Genaro de fecha 10 de abril de 2001, donde exponía que la finca estaba dotada de
los servicios de suministro de agua potable, saneamiento, acceso rodado y
electricidad, por lo que podía considerarse suelo urbano a todos los efectos. Este
certificado se incorporó a la primera escritura de segregación otorgada el 26 de
febrero de 2001 en relación a la parcela número 20, de una superficie de 500 m2
(55-18113), generando así un título aparentemente legítimo que tuvo acceso al
Registro de la Propiedad y provocó mediante la correspondiente nota marginal un
cambio en la naturaleza jurídica de la finca matriz, que desde entonces figura
registrada como urbana, al igual que todas los inmuebles que de ella se segregaron
con posterioridad merced a las correspondientes licencias de segregación
arbitrariamente otorgadas por el alcalde entre el 21/12/2000 y el 16/07/2003 a
sabiendas de vulnerar la unidad mínima de cultivo. Habiéndose realizado también
en estas parcelas la construcción de más de una treintena de viviendas merced
igualmente a las licencias de obra arbitrariamente otorgadas por el alcalde
prescindiendo no sólo de los preceptivos informes técnicos y jurídicos sino el
procedimiento especial previo exigido por las leyes urbanísticas para poder autorizar
excepcionalmente edificaciones aisladas. Licencias de una y otra índole cuyo
contenido quedó incorporado a las correspondientes escrituras notariales de
segregación y de obra nueva obrantes en los tomos principales 61 y 62 de esta
causa. E).- URBANIZACION007, 2° Fase (correspondiente al epígrafe FME). La
entidad RINCOL CASAS RURALES SL había adquirido en escritura pública de 13
de diciembre de 2001 una finca en el paraje DIRECCION015 o DIRECCION013 del
término municipal de Alcaucín, de 6.828 m2 de superficie, identificada como finca
registral NUM207 o parcela NUM208 del polígono NUM129, ubicada en suelo no
urbanizable. Como los promotores tenían intención de cambiar la clasificación del
suelo haciéndolo figurar como urbano en el Registro de la Propiedad, encargaron un
certificado al arquitecto Paulino que éste emitió con fecha 8 de abril de 2005 y visó
en el Colegio de Arquitectos (A 16-5765), haciendo constar que la parcela estaba
dotada con todos los servicios y suministros que corresponden a una parcela
urbana, entre los que mencionaba acceso rodado, electricidad, agua potable,
saneamiento y recogida de basura, sin incluir en el certificado una expresa
calificación del inmueble como finca urbana. No obstante los promotores lo
presentaron al Ayuntamiento y el alcalde Genaro hizo emitir un certificado municipal
de fecha 05/05/2005, al que dio su visto bueno (A 16-5768, donde se reproducía el
documento anterior y se añadía, el siguiente párrafo: "Por lo tanto, y conforme al
Plan General de Ordenación Urbana de Alcaucín, la parcela referida tiene la
calificación de suelo Urbano". Los responsables de la promotora otorgaron una
escritura pública de 16 de mayo de 2005 para declarar las obras de urbanización,
ocasión que aprovecharon para manifestar que la finca ya era urbana y acreditarlo
con el certificado y así consta desde entonces en el Registro de la Propiedad
(58-19068). QUINTO.- COMPRA Y VENTA DE FINCAS RUSTICAS PARA
CONSTRUCCIÓN VIVIENDAS. CONDUCTAS DE Genaro, Romeo, Manuel,
Donato, Jaime, Federico Y Narciso DEL BLOQUE IV Manuel. El acusado Manuel,
administrador único de las sociedades PROMOCIONES AL-ZABEL OBRAS Y

37
Documento

CONSTRUCCIONES SL y OBRAS Y CONSTRUCCIONES ZAMORANO SL,


dedicadas respectivamente a la promoción y construcción de viviendas se dedicó
durante años a comprar parcelas rústicas en el término municipal de Alcaucín para
construir sobre ellas viviendas aisladas, desvinculadas de cualquier uso agrario, que
luego vendía a residentes extranjeros. Así ocurrió en los casos que se describen a
continuación: 1).- URBANIZACION005 (epígrafe 15 B MF). A través de
PROMOCIONES AL-ZABEL Manuel adquirió en marzo de 2003 dos pequeñas
fincas de olivar situadas en el URBANIZACION005, también conocido como
DIRECCION010, identificadas como fincas registrales NUM209 y NUM210, luego
agrupadas en la nueva finca registral NUM211 de 18.034 m2 (51-16503). La
clasificación urbanística de estos terrenos era de suelo no urbanizable (conforme a
las NNSS de Alcaucín declaradas no vigentes), pero ello no fue obstáculo para que
el promotor diseñara una parcelación contraria a la normativa urbanística, conocida
como URBANIZACION005 para lo cual entró en contacto con la gestoría del
acusado Romeo si bien no han quedado suficientemente acreditadas las concretas
gestiones que éste llegó a realizar, fuera de la elaboración en su ordenador de
ciertos documentos electrónicos referentes a algunas solicitudes de licencia de
segregación (A21-8208, A21-8209, A 21-8210) y un documento inacabado y sin
fecha de certificado municipal con autorización de segregación que no consta
llegara a tener ningún tipo de culminación oficial. Lo único acreditado a este
respecto es la expedición de un certificado municipal de 08/11/2003 firmado por el
secretario del ayuntamiento con el visto bueno del alcalde Genaro en el que se
indicaba literalmente que "de los antecedentes obrantes en dicho ayuntamiento
resulta que las mencionadas fincas agrupadas, registrales números NUM212 y
NUM213 del municipio de Alcaucín, tienen la consideración de finca urbana".
Certificado que fue unido a una escritura notarial 16/01/2004 por la que quedaron
agrupadas estas dos fincas colindantes en la referida registral NUM211 (51-16503)
y cuyo contenido difiere sustancialmente del antes referido documento electrónico
hallado en el ordenador del despacho de Romeo con ese formato de certificado
municipal con autorización de segregación. Consta igualmente acreditado en autos,
más concretamente en la certificación registral referida a esta última finca resultante
de la agrupación anterior, que de ésta se segregaron otras parcelas en virtud de las
correspondientes escrituras públicas pero no así la existencia de las
correspondientes licencias municipales que pudieron haber autorizado tales
segregaciones. 2).- Parcela NUM108 del polígono NUM104 (epigrafe 15C MF).
Mediante PROMOCIONES AL-ZABEL OBRAS Y CONSTRUCCIÓN SL, Manuel
también construyó sin licencia una vivienda unifamiliar de 130 m2 sobre la parcela
catastral NUM108 del polígono NUM104 (finca registral NUM214) de 2.500 m2 de
superficie, ubicada en el pago DIRECCION016, en suelo no urbanizable donde
según la normativa urbanística tampoco era posible autorizar ninguna construcción
de tipo residencial. No consta acreditada la fecha concreta de terminación de la obra
pero sí que ello no ocurrió antes de 2007. Estando aun a medio construir, Manuel la
vendió en documento privado a Gabriel, quien la adquirió en 300.000 euros, con un
pago inicial de 50.000 euros el 7 de abril de 2006 y otros dos de 60.000 y 58.764
euros realizados durante el año 2007 a medida que avanzaba la obra, quedando

38
Documento

aplazado el resto hasta la firma de la escritura, otorgada en enero de 2008


(A13-4501). Antes de enajenar la vivienda, Manuel otorgó escritura de obra nueva
de 29/11/2007 declarando la existencia de la vivienda y de una piscina con más de
cinco años de antigüedad aportando como prueba de ello un informe técnico de
fecha 07/06/2007 (A18-6685), en formato de certificado y emitido a su instancia por
el acusado Donato , como arquitecto particular y visado por el colegio de
arquitectos, donde este, tras describir la vivienda, dictaminaba que tenía "una
antigüedad de más de cinco años, según los materiales empleados, fisonomía y
estado actual de la misma" añadiendo que la certificación se realizaba "en base a la
información obtenida tras haber girado visita a la misma y a la documentación
aportada por el titular de la vivienda, acreditativa de la antigüedad de la misma y
consistente en factura de electricidad emitida por la compañía sevillana Endesa con
fecha 8 de febrero de 2002, por el período comprendido entre el 10/12/2001 y el
07/02/2002", sin que conste que esa calificación técnica la efectuara a sabiendas de
su incorrección. Más tarde, para subsanar una primera calificación negativa del
Registro de la Propiedad e inscribir la declaración de obra nueva, ese
certificado-informe tuvo que completarse con otro del mismo arquitecto de fecha
30/11/2007 y visado el 11 de diciembre de 2007, firmado por Donato en el que se
precisaba que la vivienda fue terminada en el mes de septiembre de 2001. 3).-
Parcelación de las fincas NUM215 y NUM216 (epigrafe 15D MF). En mayo de 2003
Manuel adquirió para PROMOCIONES AL-ZABEL las fincas registrales NUM215
(catastral NUM217 polígono NUM103) y NUM216 (catastral NUM218 polígono
NUM219) situadas en el paraje DIRECCION016 y contiguas, que ocupaban entre
ambas algo más de una hectárea y estaban clasificadas (conforme a las referidas
NNSS) como suelo no urbanizable mereciendo esta misma consideración conforme
a la legislación urbanística entonces vigente (LOUA). El promotor quería parcelarlas
pero tropezaba con la prohibición legal de división que afecta a las fincas rústicas de
superficie inferior a la unidad mínima de cultivo y encargó a Romeo que gestionara
lo necesario para cambiar en el Registro de la Propiedad la naturaleza del terreno,
que aparecía descrito como suerte de tierra de secano. Y a tal fin, Romeo, al igual
que en otras ocasiones similares, procedió a poner en marcha su habitual modo de
proceder redactando en el ordenador de su despacho dos tipos de documentos en
forma de certificado, uno de carácter técnico destinado a ser suscrito por el
arquitecto acusado Donato, y otro de carácter jurídico destinado a ser suscrito por el
secretario del ayuntamiento con el visto bueno del alcalde tomando como base el
anterior (A22-8755 y A22-8757). El primero de ellos, el certificado técnico fechado a
17/03/2004 (A 16-5735) fue libre y conscientemente firmado por dicho arquitecto
quien además lo hizo visar por su colegio profesional haciéndose constar en el
mismo (al igual que en otras ocasiones) que la referidas fincas NUM215 y NUM216
estaban dotadas de los servicios y suministros de finca urbana por lo que debían
considerarse "urbanas por sus dotaciones" conforme al artículo 45 LOUA. Y en el
segundo documento, el certificado municipal fechado a 31/03/2004 (A 35-13843 y
56-18373), que igualmente fue firmado libremente por el secretario Jaime con el
visto bueno del alcalde Genaro (aunque de modo negligente por parte del primero,
según el Ministerio fiscal y el propio acusado), tras reproducir literalmente el

39
Documento

contenido de ese informe técnico del arquitecto Donato, se añadía también la


conclusión de que esos inmuebles tenían la consideración de fincas urbanas. El
resultado final fue la construcción de tres viviendas en suelo no urbanizable, dos
sobre la finca NUM216 y una en la NUM215, todas las cuales fueron realizadas por
Manuel sin la preceptiva licencia municipal y a sabiendas del carácter
inequívocamente rural del suelo. Valiéndose de este certificado municipal de
31/03/2004 y de la licencia de segregación de 18/05/2004 (A35-13855) que el
alcalde Genaro concedió a sabiendas de su ilegalidad por ser inferior a la unidad
mínima de cultivo exigible para esta clase de terreno rústico, Manuel otorgó la
escritura pública de 27 de mayo de 2004 (A35-13843) en la que declaró que la finca
NUM216 (catastral NUM218) ya era un solar urbano, para acto seguido segregar de
ella una parcela de 4.300 m2 que daría lugar a la nueva finca registral NUM220
(catastral NUM221). Escritura que fue presentada en el Registro de la Propiedad
dando lugar a la inscripción como solares de la finca matriz y de la segregada, pese
a que su verdadera naturaleza era y sigue siendo la de fincas rústicas. En ese
momento Manuel ya había levantado sobre la parcela segregada, sin licencia, una
vivienda unifamiliar que quedó terminada en marzo de 2004 y fue vendida a Abilio y
Violeta. Y para sacar adelante los trámites catastrales y notariales relacionados con
la transacción solicitó a posteriori licencia de construcción, siéndole concedida
arbitrariamente por el alcalde licencia de obras de fecha 17/05/2004 (A 35-13857)
en el expediente de obras NUM222 prescindiendo a sabiendas de los preceptivos
informes técnicos y jurídicos y, por supuesto, de la inexcusable aprobación previa
por el pleno municipal del correspondiente proyecto de actuación exigido por la ley
urbanística vigente (LOUA) permitiendo así que el promotor (con el que el alcalde
mantenía una estrecha relación amistosa) aprovechara esa escritura de 27 de mayo
de 2004 para declarar la obra nueva y protocolizar el contrato de compraventa
realizado. Tras la segregación, la finca matriz NUM216 quedó reducida a 1.850 m2,
superficie que correspondía a la nueva parcela catastral NUM223 del polígono
NUM219, en la que Manuel también había procedido a edificar sin licencia otra
vivienda unifamiliar cuyos trabajos iniciales comenzaron el año 2004 no quedando
terminada hasta al menos el año 2006. Pero en esta ocasión para legalizar a
posteriori esa edificación el interesado acudió al arquitecto Donato quien se prestó a
emitir dos contradictorios certificados de la misma fecha, 05/12/2005
(alternativamente destinados a ser presentados en el expediente catastral incoado
ante la Gerencia Territorial del Catastro para dar de alta la vivienda como inmueble
diseminado de naturaleza urbana), en los que, a sabiendas de su mendacidad,
indicaba en uno de ellos que la obra había terminado en septiembre de 1999
(P10-2801) y en el otro en octubre de 2005 (P10¬2807) siendo en todo lo demás
idéntico su contenido, tanto en lo referente a la fuente de información que se decía
obtenida ("tras haber girado visita a la misma") como en cuanto a la descripción de
la vivienda sita en la parcela 23 del polígono 10 ("dicha vivienda cuenta con una
superficie total construida de 119,19 m2, distribuidos en salón, cocina, dos porches,
tres dormitorios y dos baños"). Certificados que, por mero error, fueron aportados
conjuntamente con la solicitud de alta catastral de la vivienda. El expediente
catastral comenzó con una declaración presentada ante el Patronato Provincial de

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Documento

Recaudación el 7 de diciembre de 2005 y fue tramitado por un funcionario no


identificado que no comprobó la existencia de la vivienda, ni tampoco su antigüedad
pese a la discrepancia en seis años de los dos certificados obrantes en el
expediente, acogiendo sin más el de mayor antigüedad y formulando una propuesta
favorable de resolución que fue asumida por la Gerencia Territorial del Catastro y
quedó grabada con fecha 31 de mayo de 2006, fijándose como fecha de la
alteración catastral el 15 de noviembre de 1999 (P$-1185), no constando ningún tipo
de intervención por recomendación en este expediente por parte del acusado
Federico desde su puesto en el Patronato Provincial de Recaudación. La vivienda
también afloró en la escritura pública de declaración de obra nueva terminada que
Manuel otorgó el 25 de enero de 2007 (55-18150), manifestando que existía una
vivienda unifamiliar de 119 m2 desde el año 1999, acreditándolo así con la
certificación catastral. En relación a la finca NUM215 (parcela catastral NUM217 del
polígono NUM103), de los hechos que relata el Ministerio fiscal en su escrito de
acusación, sólo ha quedado probado la expedición por el arquitecto Donato de otro
certificado técnico de fecha 16/03/2006, también firmado por él y visado por su
colegio profesional (A 22-8758), acreditando que en dicha parcela existía una
vivienda unifamiliar aislada de dos plantas y una superficie de 202 m2 y piscina y a
cuya edificación, " según los materiales empleados, fisonomía y estado actual de la
misma", le atribuía al " una antigüedad de más de cinco años". 4).- Parcela 17 del
polígono 10 (epigrafe 15E AH). En fecha no determinada, el acusado Manuel
adquirió en el paraje DIRECCION016 la parcela catastral NUM224 del polígono
NUM219 (actual finca registra! NUM225) de unos 1.960 m2 de tierra de secano
dedicada al cultivo del almendro, que no albergaba ningún tipo de edificación y se
encontraba catalogada en las NNSS de Alcaucín como suelo no urbanizable. Pese a
ello, a partir de 2004 se planteó la posibilidad de construir aquí una vivienda
unifamiliar aislada para uso residencial contratando al acusado Romeo para que
hiciera la gestiones necesarias a tal fin no habiendo quedado suficientemente
acreditado si hubo o no previo concierto entre ellos para simular la existencia en la
parcela de una antigua edificación ruinosa para así tratar de obviar cualquier
eventual responsabilidad que pudiera derivarse de la construcción en ese suelo
rústico de la vivienda que se pretendía edificar, como tampoco ha quedado
suficientemente esclarecido si el gestor acusado era o no plenamente consciente de
la inexistencia de tal ruina. El caso es que Romeo procedió a gestionar la
documentación necesaria y empezó presentando el 18 de noviembre de 2003 en la
Gerencia Territorial del Catastro una declaración de cambio de cultivo (modelo 904)
que dio lugar al expediente catastral NUM226, tramitado y resuelto por el también
acusado Narciso como técnico de inspección de dicho organismo, sin comprobar las
alegaciones del solicitante, de modo que con fecha 29 de septiembre de 2004
procedió a grabar en las bases de datos alfanumérica y gráfica una subparcela "b"
de terreno improductivo y, conforme a lo alegado en la declaración del solicitante
procedió a insertar en la cartografía catastral el texto "Ruina" sobre la figura que
representaba la subparcela improductiva, no habiendo quedado acreditado que
dicho funcionario fuera consciente de su inexistencia. Y así, pocos días después de
que se efectuara la grabación de datos, Manuel pudo obtener una certificación

41
Documento

catastral que ya reflejaba la ruina como si realmente formara parte de la parcela.


Poco después, y sin más apoyo que la errónea información plasmada en la
certificación catastral, Romeo obtuvo un certificado municipal de 11 de octubre de
2004 (A 22-8569) donde el secretario del Ayuntamiento acreditaba que dentro de la
parcela NUM224 del polígono NUM219 había una casa de vieja construcción de una
sola planta y de aproximadamente 105 metros de planta con más de 50 años de
antigüedad El secretario municipal Jaime firmó ese documento ignorando si su
contenido era cierto o falso, pero, en cualquier caso, el Ministerio fiscal no exige
responsabilidad penal alguna contra el mismo por entender que esa eventual
infracción estaba prescrita al incoarse la presente causa. Y en cuanto al alcalde
Genaro, que puso su firma en el visto bueno, no ha quedado suficientemente
acreditado si era o no igualmente consciente de la inveracidad reflejada en el
certificado. Más tarde, como la finca no estaba aún inmatriculada, Manuel procedió
a levantar acta de notoriedad de fecha 13/09/2005 (A 22-8570) que permitió dar
lugar a la inscripción del inmueble como finca registra] NUM225, con la descripción
de suerte de tierra con almendros y una pequeña parte improductiva que se
correspondía con una casa en ruinas de una sola planta y 105 m2 de superficie. Y
ya en 2006 comenzó a construir en ese suelo rústico una vivienda unifamiliar sin
pedir ningún tipo de licencia no sin antes hacerse, mediante la gestión de Romeo,
de un certificado de fecha 05/10/2005 expedido por el arquitecto acusado Donato,
que fue visado por el colegio de arquitectos el 10 de enero de 2006 (A 22-8574) y
por el que éste cobró unos honorarios de 1010 € (A 35-13758) previa provisión de
fondos efectuada a Romeo (A 22-8578) en el que hizo constar la presencia en esa
parcela 17 de una casa de 120 m2 con distribución similar a la que Manuel se
disponía a construir en ese lugar, adjuntando al mismo la fotografía de otra
construcción. En un segundo certificado de fecha 05/12/2005 (A 22-05/12/2005)
Donato se pronunció sobre la antigüedad de la fingida vivienda asegurando
falazmente que había sido terminada en octubre de 1999. Certificados ambos que
emitió este arquitecto a sabiendas de su mendacidad y siendo plenamente
consciente de la finalidad pretendida que no era otra que la de fingir una antigüedad
de la edificación que pudiera evitar cualquier expediente de disciplina urbanística
derivado de la declaración notarial de obra nueva a cuya escritura y otros
expedientes oficiales sabía serían destinados. Con estos certificados Romeo
presentó en el Patronato Provincial de Recaudación el día 7 de diciembre de 2005
una declaración del modelo 902-S (A 35¬13754) para el alta catastral como
inmueble diseminado de una casa que todavía no existía. Se incoó por ello el
expediente NUM227 tramitado en el Patronato conforme al convenio de
colaboración suscrito entre la Diputación de Málaga y la Dirección General del
Catastro que dio lugar a la grabación el día 1 de septiembre de 2006 de la
construcción declarada en la base de datos del Catastro. La propuesta de resolución
partió de un funcionario no identificado del Patronato Provincial de Recaudación que
tramitó el expediente, sin comprobar las alegaciones del peticionario y sin requerir
más documentos que los aportados, entre ellos los dos certificados del arquitecto
Donato antes mencionados. 5)Parcela NUM228 del polígono NUM120 (epigrafe 15F
MF). En escritura de 22 de julio de 2003 (A 16-5590) el acusado Manuel compró dos

42
Documento

pequeñas fincas rústicas para PROMOCIONES AL-ZABEL OBRAS Y


CONSTRUCCIONES SL, siendo una de ellas la parcela 502 del polígono 8 que no
estaba inmatriculada en el Registro de la Propiedad (luego inscrita como finca
registral NUM229) situada en el paraje DIRECCION010, de algo más de media
hectárea de olivar de secano, que no albergaba ninguna construcción, pagándola
corno finca rústica al precio de 30.005 euros, pues su clasificación urbanística
conforme a las NNSS (declaradas no vigentes en esta sentencia) y también
conforme a leyes urbanísticas era la de suelo no urbanizable natural o rural de
grado 2. Pese a ello, Manuel se propuso construir en esta finca rústica una vivienda
unifamiliar aislada para uso residencial contratando al acusado Romeo para que
hiciera la gestiones necesarias a tal fin si bien no ha quedado suficientemente
acreditado los términos concretos en que debía este desarrollar las mismas. El caso
es que Manuel logró obtener primeramente un certificado del arquitecto Donato de
fecha 06/10/2003, visado por su colegio profesional, donde decía que había visitado
la finca a requerimiento de la propietaria y del Ayuntamiento de Alcaucín,
observando que estaba dotada de todos los servicios y suministros de una parcela
urbana como el acceso rodado, suministros de electricidad y agua potable, y
recogida de basuras. Y posteriormente un certificado municipal de fecha 08/11/2003
expedido por el secretario del ayuntamiento con el visto bueno del alcalde Genaro
(A 16-5606) que reproducía el anterior y añadía que a la vista del citado documento
las parcelas a las que venía la certificación (parcelas NUM228 y NUM230) tenían "la
consideración de fincas urbanas". Manuel encargó posteriormente, con la idea de
llevar a cabo la construcción de la vivienda, un proyecto básico que fue redactado
en mayo de 2004 por la arquitecta Sonia, pero como quiera que ésta hizo constar
que el suelo era no urbanizable y que, por tanto no se ajustaba a la normativa
urbanística (A16-5607), el promotor no llegó a obtener respuesta positiva a su
solicitud de licencia de obras, procediendo entonces a iniciar ilegalmente su
construcción, la cual, al menos en marzo de 2012 aún estaba sin terminar (A34
-13154 y A34-13184). La posibilidad de evitar cualquier eventual responsabilidad
penal o administrativa por la realización de esa construcción en suelo no
urbanizable y sin licencia municipal le vino de la mano del arquitecto Donato quien,
al igual que el caso anterior, se prestó a emitir una certificación técnica de carácter
mendaz, a cambio de 1010 € de honorarios(A22-8585), para dar por terminada y en
fecha muy anterior esa vivienda aún en construcción. Y, al igual también que en el
caso anterior, éste acusado, en su condición de arquitecto particular ) emitió dos
certificados técnicos fechados el 5 de diciembre de 2005 cuyo elemento común era
la acreditación falaz en la parcela de una vivienda unifamiliar aislada con superficie
de 119 m2 distribuida en dos porches, salón, cocina, dos baños y tres dormitorios,
adjuntando en ambos casos un plano compatible con la casa que Manuel se
disponía a construir en ese lugar y fotografías de otra construcción. En el primero de
los certificados expedidos se decía que la obra fue acabada en octubre de 2005
(P10-2867) pero en el segundo, obviamente destinado a situar en fecha más antigua
esa finalización, dató la terminación de esa misma obra en noviembre de 1999
(P10-2873), es decir seis años antes con la indudable finalidad (la misma que en el
caso anterior, pues el certificado lleva incluso la misma fecha de expedición) de

43
Documento

permitir obviar al promotor por prescripción cualquier responsabilidad por tal


construcción ilegal. Poco después, a fin de incorporar ese inmueble a la base de
datos del Catastro, Romeo (actuando en nombre de su cliente promotor) presentó el
7 de diciembre de 2005 en el Patronato Provincial de Recaudación una declaración
de obra nueva (modelo 902-S) a la que, por error, acompañó los dos certificados
contradictorios de Donato (pues describían la misma vivienda con seis años de
diferencia en la fecha de terminación), incoándose el expediente catastral NUM231,
tramitado por un funcionario no identificado del Patronato Provincial de Recaudación
que pasó por alto la llamativa contradicción sin comprobar, además, las alegaciones
del peticionario ni requerir más documentos que los aportados, entre ellos los dos
referidos certificados del arquitecto Donato, dándose finalmente por acreditada la
existencia de una edificación terminada en 1999 y formulándose en tal sentido una
propuesta de resolución de 2 de febrero de 2006 que fue cursada a la Gerencia
Territorial del Catastro y se tradujo en la grabación del nuevo diseminado realizada
el 31 de mayo de 2005, fijándose como fecha de la alteración el 15 de noviembre de
1999 (22-8586). Con la certificación que reflejaba una construcción identificada
catastralmente como diseminado número NUM028, Manuel otorgó en nombre de
PROMOCIONES ALZABEL una escritura pública de obra nueva de 5 de septiembre
de 2008 (A34¬13184) declarando la existencia de una vivienda unifamiliar de una
planta y 201 ni2 de superficie cuya construcción se remontaba a 1999, que sigue
siendo propiedad de dicha sociedad. 6) Pagos a Federico (epígrafe 15G MF) . Con
cargo a las provisiones de fondos que recibía de Manuel, Romeo efectuó diversos
pagos de muy diversa cuantía, unos en metálico y otros por cheque o transferencia,
al acusado Federico quien, además de ser empleado público del Patronato
Provincial de Recaudación prestaba también servicios laborales en la gestoría que
aquél dirigía. No ha quedado suficientemente acreditado, sin embargo, que todos o
alguno de estos pagos se efectuaran en consideración a su cargo público o como
recompensa por el ya realizado y no, simple y llanamente, como retribución por los
servicios que tenía encomendados como empleado de la gestoría. SEXTO.-
CONSTRUCCIONES EN FINCAS RÚSTICAS DE RUINA, LICENCIAS Y
EXPEDIENTES CATASTRALES. CONDUCTAS DE LOS ACUSADOS Genaro,
Romeo, Donato, Federico Y Narciso DEL BLOQUE V Gonzalo. De los hechos
enjuiciados en las sesiones correspondientes al BLOQUE V referidos a los que el
Ministerio fiscal recoge en los EPÍGRAFES 17 (A, B, C, D y E) y 21 de su escrito de
acusación, se declara probado lo siguiente: 1).- Actuaciones urbanísticas de
Gonzalo (epígrafe 17 MF) A).- Parcela 470 del polígono 8. Gonzalo era dueño de
una parcela rústica de 2.032 m2 de extensión situada en el paraje conocido como
DIRECCION017, en el pago PARAJE004 de Alcaucín, inscrita en el Registro de la
Propiedad como finca NUM232 (parcela catastral NUM233 del polígono NUM120) y
sobre la cual pretendía construir cuatro viviendas unifamiliares a cuyo efecto
contrató los servicios del acusado Romeo quien, tras elaborar en su ordenador el
correspondiente escrito de solicitud (A22-8399) lo presentó en el ayuntamiento el 7
de noviembre de 2002 instando la segregación de esa parcela NUM233 en otras
cuatro de 508 m2 cada una a fin de otorgar las escrituras pertinentes (65-21402). Y
muy poco después Romeo preparó también en el ordenador de su despacho el

44
Documento

documento de licencia destinado a ser firmado por el alcalde adoptando un modelo


de informe fechado a 27/11/2002 (A 22- 8401) por el que este autorizaba la
segregación de la referida parcela en "tres parcelas de 508 m2 cada una añadiendo
como explicación que "sobre las parcelas resultantes se ha concedido licencia
urbanística para construir en cada una de ellas una vivienda unifamiliar de carácter
no agrario" y precisando asimismo " que en los 508 m restantes de la finca matriz se
ha otorgado otra licencia de obras de carácter no agrario en base al artículo 25 de la
ley de modernización de explotaciones agrarias". No ha quedado, sin embargo,
debidamente acreditado, que éste documento llegase a ser firmado por el alcalde
Genaro pues, si bien obra en las actuaciones (65-21403) un documento de
contenido idéntico al boceto elaborado por Romeo con sello municipal y una firma
aparentemente perteneciente al alcalde, pero cuya autoría ha sido negada por este
(65-21403), la fecha de esa supuesta licencia municipal es de fecha bastante
anterior (15/11 2002) y además carece de sello oficial de salida, existiendo por otra
parte en la causa una comunicación oficial del ayuntamiento de Alcaucín de fecha
24/01/2012 (64-21334), realizada en respuesta a un oficio del Juzgado instructor, en
el que se informa no haberse localizado expediente alguno de concesión de licencia
de segregación en esa parcela NUM233 del polígono NUM120. Asimismo, debe
añadirse que no guardan relación alguna con esta parcela NUM233 (sino con la
parcela NUM234, igualmente perteneciente a Gonzalo) las otras cuatro licencias
individuales de segregación de fecha 22/01/2003 que igualmente menciona el
escrito de acusación del Ministerio fiscal y que aparecen concedidas por el alcalde
en el tomo principal 65 (folios 21409 y siguientes). Como tampoco guardan relación
con la parcela de autos (sino con la 460) el certificado técnico de urbana de
06/11/2003 (A 16-5807), expedido por el acusado Donato y el subsiguiente
certificado municipal de urbana de 08/11/2003 (A 16-5806) a los que asimismo hace
referencia el escrito de acusación y de los que no consta rectificación ulterior de
cualquier hipotético error de numeración de parcela. Por último, tampoco ha
quedado suficientemente esclarecido que la licencia de obras de 11/03/2003
(51-16627) para cuatro viviendas unifamiliares que el alcalde Genaro concedió a
Gonzalo lo fuera para autorizar su edificación en la parcela de autos y no en otra.
B).- Parcela NUM235 del polígono NUM103. El acusado Romeo, como
consecuencia de las gestiones encomendadas por su cliente Sr. Gonzalo, elaboró
en noviembre de 2003 en el ordenador de su despacho un documento electrónico
consistente en un boceto de certificado a nombre del alcalde Genaro el que se
indicaba que en la parcela catastral NUM235 del polígono NUM103 existían "una
ruinas que constituyan una vivienda-cortijo hace muchos años". Documento que no
ha quedado acreditado llegara a transformarse nunca en certificado oficial como
tampoco, obviamente, que fuese el mismo aportado al expediente catastral
tramitado en su día bajo la dirección del acusado Narciso en el que finalmente se
insertó en la base de datos gráfica de la cartografía catastral correspondiente a esa
parcela el texto "Ruina" pese haber quedado demostrado en esta causa que no
existía en ella ninguna construcción ruinosa. C).- Parcela NUM236 del polígono
NUM103. El acusado Romeo, como consecuencia de las gestiones encomendadas
por su cliente Sr. Gonzalo, elaboró en febrero de 2004 en el ordenador de su

45
Documento

despacho un documento electrónico consistente en una solicitud para que el


ayuntamiento girase visita a la parcela catastral NUM236 del polígono NUM103
(registral NUM237), de naturaleza rústica y de 3298 m2 de superficie , y declarase la
existencia en ella de una edificación ruinosa y sus dimensiones (A 22-8403) y
asimismo otro documento electrónico con forma de certificado del alcalde fechado a
04/02/2004 (A 22-8404) afirmando que sobre esa parcela se constataba una ruina
que databa de tiempo inmemorial, de una sola planta y de aproximadamente 100
m2. No consta acreditada, sin embargo, ni la presentación ante el ayuntamiento de
ese escrito ni que el alcalde Genaro llegase a firmar ese boceto de certificado u otro
documento de contenido similar. Si ha quedado probado que meses después el
acusado Donato expidió y firmó un certificado de fecha 19/10/2004 (P10-2909) en el
que expresaba que "a requerimiento de don Gonzalo", había girado visita a esa
parcela NUM236 y comprobado la existencia en ella de "unas ruinas que constituían
una vivienda-cortijo aislado hace muchos años, de aproximadamente unos 90 m2 en
una sola planta", precisando más adelante que "dicha certificación se realiza en
base a la información obtenida por el propietario y por la inspección ocular en situ".
Certificado que, tras ser presentado en el catastro y tramitado bajo la dirección del
acusado Narciso, dio lugar a que esta insertara el texto "ruina" en la base de datos
gráfica la figura que representaba la subparcela de terreno improductivo. No ha
podido quedar acreditado ni positiva ni negativamente la efectiva existencia de esa
construcción ruinosa. Aproximadamente un año después, el mismo arquitecto Sr.
Donato expidió y firmó otro certificado de fecha 23/11/2005 (64-21347 y P10-2926)
por el que acreditaban la existencia en dicha parcela NUM236 de una vivienda de
109,38 m2 con "una antigüedad aproximada de cinco años, según los materiales
empleados, fisonomía y estado actual de la misma". Documento en que igualmente
el acusado certificaba la existencia en la parcela contigua, la catastral 635, la
existencia de otra vivienda de la misma fisonomía y antigüedad, con una superficie
total construida de 114 m2". Doble certificación que realizaba este profesional,
según indicaba en el mismo documento, "en base a la información obtenida tras
haber girado visita a la misma" y a la que acompañaba los correspondientes planos.
Este certificado le sirvió a Gonzalo para iniciar un expediente catastral en el que
logró dar de alta esa edificación con fecha del año 2005. Pero, más tarde, y sobre la
base de ese mismo certificado de 23/11/2005, Gonzalo quiso obtener una
rectificación en el catastro de esa fecha de alteración a cinco años antes y, a tal fin
(y sin que conste la concreta intervención que pudo hipotéticamente tener Romeo)
presentó con fecha 15/06/2006 un escrito de solicitud dirigido a la Gerencia
Territorial del Catastro de Málaga (P10-2932) en el que tras exponer la existencia un
error en la fecha del alta catastral de la vivienda (originaria de una ruina) situada en
la parcela NUM236 en la que aparecía como fecha de alta el año 2005, se indicaba
por el solicitante que la fecha de construcción correcta era el año 1999. Esta
solicitud dio lugar a una propuesta de resolución del Patronato Provincial de
Recaudación de fecha 05/07/2006 destinada a la Gerencia Territorial del Catastro
en la que se indicaba que procedía modificar el año de construcción a 1999,
proponiendo como nueva fecha de alteración catastral el 07/08/1999 (A 30-11488).
Pero la propuesta no fue asumida por la GTC (P10- 2931y P10- 2930) porque,

46
Documento

según razonaba, tras consultar las fotografías aéreas existentes en la Gerencia esa
finca no existía en la fecha reclamada. Circunstancia ésta que tampoco ha podido
quedar debidamente probada en el juicio. Aunque, como decíamos, no ha podido
quedar debidamente precisada el concreto grado de intervención que Romeo pudo
tener en estos expedientes catastrales, sí que ha quedado probado que, al igual que
en otros expedientes similares, su empleado Federico (que a la vez era funcionario
del Patronato) le suministraba informaciones relativas a la marcha de expediente,
llegando incluso a proporcionarle copia de la propuesta de resolución favorable de
05/07/2006 antes mencionada. No ha quedado probado, sin embargo (tal y como
refiere el propio ministerio público en sus conclusiones definitivas) que este
funcionario influyera de algún modo sobre el empleado de la entidad colaboradora
del Patronato Provincial de Recaudación que cursó el expediente catastral como
tampoco que los pagos que aquél percibía de Romeo (A 30-11411) lo fueran en
consideración a su condición funcionarial y no como retribución a las labores
desempeñadas como trabajador suyo. D).- Parcela NUM238 del polígono NUM103.
Entre los años 2004 y 2005 Gonzalo promovió otra vivienda unifamiliar de nueva
planta en paraje el Pilarejo, sobre la parcela catastral NUM238 del polígono
NUM103. Se hizo conforme a un proyecto realizado por Donato sobre la base de
una rehabilitación de una supuesta vivienda en ruina cuya existencia real no ha
quedado acreditada ni desmentida. A la solicitud respondió afirmativamente el
alcalde Genaro otorgando la correspondiente licencia de obras de rehabilitación de
fecha 30/01/2004 (51-16619) sustentada en ese proyecto técnico, no habiendo
quedado acreditado la supuesta falsedad de la construcción ruinosa o de que, en
definitiva, la petición de licencia le despertara sospechas de poder constituir un
medio fraudulento para realizar una construcción de nueva planta. Posteriormente,
Donato emitió, como arquitecto particular, el certificado de fecha 23/11/2005
(64-21347 y P10-2926), ya referido en el apartado anterior, por el que acreditaba la
existencia en dicha parcela 635 de una vivienda con una antigüedad aproximada de
cinco años. Año más tarde, a fin de obtener un certificado de habitabilidad de la
vivienda recibió el 17 de septiembre de 2008 un correo electrónico del acusado
Romeo (A22- 8406) al que éste le adjuntaba un archivo electrónico a modo de
borrador de certificado para que aquél lo matizara ("corno tú sabes") y fuese sellado
por la Diputación Provincial. Borrador en el que se decía literalmente que "a
requerimiento del ayuntamiento de Alcaucín, por este servicio se constata que la
vivienda sita en la parcela NUM238 del polígono NUM103 del término municipal de
Alcaucín reúne los requisitos de habitabilidad y costa de los servicios de suministro
de energía de ética, agua y acceso rodado. Para que así conste y surta efecto
donde proceda, en Málaga 17 de septiembre de 2008". Tanto Donato como Romeo
tenían corno cliente a Gonzalo, por lo que ambos estaban interesados en la
expedición de esa cédula de habitabilidad, razón por la que, de mutuo acuerdo,
Romeo quedó encargado de redactar el borrador de ese certificado al que después
Donato, una vez limado lo pasó a documento oficial como informe de fecha
18/09/2008 (A 22-8405) en papel timbrado de la Diputación. Y, para evitar
problemas de incompatibilidad, lo puso a nombre de su compañero Simón, no
habiendo quedado acreditado si éste estampó su propia firma con conocimiento de

47
Documento

su contenido o si Donato la imitó no constando, en cualquier caso, que fuesen


sustancialmente mendaces los datos de habitabilidad, seguridad estructural y
servicios descritos en el documento. E).- Parcela NUM239 del polígono NUM103.
Gonzalo también adquirió en la zona de Pilarejo una superficie de olivar de secano
de 6.262 m2 que no está inscrita en el Registro de la Propiedad y aparece en el
Catastro a nombre de su hija Sagrario como parcela catastral NUM239 del polígono,
la cual, al igual que todas las demás situadas en mimo paraje estaba clasificada
como suelo no urbanizable en las NNSS que se creían vigentes en el municipio de
Alcaucín, pese a lo cual, en fechas no precisadas posteriores al año 2008(A
30-11523) se construyó allí una vivienda unifamiliar aislada al amparo de una
licencia municipal de obras de rehabilitación de fecha 15/10/2007 concedida por el
alcalde Genaro al mismo día siguiente de ser solicitada por Sagrario (51-16679) en
el expediente de obras menores NUM343, sobre la base de un previo certificado
técnico de fecha 15/02/2007 expedido por el acusado Donato (P9-2602) en el que
se indicaba la existencia en el lugar desde tiempo inmemorial de una
vivienda-Cortijo y que no consta que al alcalde le suscitara sospechas fundadas de
no ser cierta y de que, por ende, la petición de licencia pudiera ser fraudulenta, no
habiendo podido quedar, por otra parte, debidamente acreditado la efectiva
existencia o no de tal construcción ruinosa antigua. Más concretamente, el referido
certificado técnico de Donato, visado por el colegio de arquitectos, prefería dentro
de la parcela "una ruina que constituye una vivienda-cortijo aislada de
aproximadamente 120 m2 de una sola planta, distribuida en diferentes habitaciones
y servicios, y cuya antigüedad data según los materiales empleados, fisonomía de
tiempo inmemorial, de esta en la actualidad solo se observa la planta y ubicación". Y
al igual que en el caso de la parcela NUM236, antes comentada, este certificado,
acompañado de un plano con la forma que se pretendía trasladar a la cartografía
catastral, fue aportado a la Gerencia Territorial del Catastro con una declaración de
cambio de cultivo dando lugar al expediente NUM240, registrado el 19 de febrero de
2007, en el que con fecha 21 de marzo de 2007 Narciso, a la vista de la
documentación aportada y sin realizar más comprobaciones, practicó una
actualización gráfica consistente en la creación de la subparcela "b", que
representaba la porción de terreno supuestamente improductivo, dibujando una
figura similar a la del plano aportado con la declaración y añadiendo al lado el texto
"ruina" que no correspondía a ningún elemento de la base de datos alfanumérica.
No consta que la vivienda de nueva planta haya sido aún declarada como obra
nueva en el Catastro Inmobiliario, ignorándose la identidad de su actual propietario.
2).- Modificación catastral de la parcela NUM241 del polígono NUM099,
PARAJE001 (epígrafe 21 MF) . La parcela catastral NUM241 del polígono NUM099
de Alcaucín (actual registral NUM242) es una pequeña finca rústica de secano de
3.298 m2 de extensión que se encuentra situada en el PARAJE001 que fue
adquirida en escritura pública de 20 de marzo de 2003 por los esposos Leonardo y
Alicia, representados en ese acto por el acusado Romeo (A 32-12445). Una finca
que, como ha quedado probado, nunca había albergado en su interior ningún tipo
de vivienda ni de vieja construcción. Como quiera que los citados propietarios tenían
intención de edificar en esa parcela, el arquitecto Donato, bien a instancia de los

48
Documento

mismos o de su asesor Romeo, se prestó a expedir un certificado técnico de fecha


22/11/2006, visado por el colegio de arquitectos (P9- 2589), en el que, a sabiendas
de su mendacidad, pretendió acreditar la existencia de una construcción ruinosa en
la parcela de contenido muy similar al anteriormente mencionado para la parcela
710 y en los siguientes términos literales: "sobre dicha parcela existe construida una
vivienda-cortijo aislado, distribuido en distintas dependencias y servicios, con una
superficie total construida de 120 m2" y que "según la tipología de la mencionada
construcción, su fisonomía y su estado actual su construcción data de tiempo
inmemorial, encontrándose la mencionada vivienda en muy mal estado de
conservación". Y para reforzar la apariencia de credibilidad del certificado, adjuntó a
su informe un plano de la fingida construcción que dibujó al azar y una fotografía de
esa supuesta vieja vivienda de la parcela certificado que emitió este arquitecto a
sabiendas de su fraudulenta finalidad encaminada a eludir la legislación urbanística
que impedía efectuar edificaciones de nueva planta y a servir de base, como otras
ocasiones, para introducir un cambio en el catastro. Y, efectivamente, ese
certificado junto con los documentos adjuntos fue presentado pocos días después
(ignorándose si por los propios interesados o por su asesor Romeo) en la Gerencia
Territorial de Catastro de Málaga respaldando una declaración catastral de
alteración rústica sin modificación de linderos del modelo 904-N, a nombre de sus
clientes, con la que daba cuenta de la presencia de un espacio improductivo de 120
m2 correspondiente a la huella de la supuesta construcción ruinosa dando lugar el
correspondiente expediente catastral en el que el funcionario acusado, Narciso, al
igual que en otras ocasiones procedió a introducir en las bases de datos catastrales
esa edificación ruinosa, de cuya inexistencia no consta fuera consciente, dictando
una resolución de 29/11/2006 que dio paso a la grabación en la base de datos
alfanumérica de una subparcela "b" de terreno improductivo de 0,0120 hectáreas y a
la inserción en la cartografía catastral de una figura geométrica que representaba la
nueva subparcela "b" junto al texto "ruinas". SÉPTIMO.- CONDUCTAS DE Genaro,
Vicenta, Domingo Y María Consuelo EN RELACIÓN A LOS HECHOS DEL
BLOQUE VI PARAJE008. De los hechos enjuiciados en las sesiones
correspondientes al BLOQUE VI referidos a los que el Ministerio fiscal recoge en el
EPÍGRAFE 5 (A y B) de su escrito de acusación, se declara probado lo siguiente:
A).-Licencias, convenios urbanísticos y desarrollo del Sector Cardón Durante los
años 2001 y 2002, el acusado Domingo a través de PROMOCIONES
INMOBILIARIAS ALTA AXARQUÍA SL, MIRADOR DE LA AXARQUÍA SL y
VELAXARCO SL, sociedades que administraba directamente o que controlaba
mediante familiares, solicitó del ayuntamiento de Alcaucín diversas licencias de
segregación y de construcción en terrenos calificados como suelo no urbanizable
por las normas subsidiarias del municipio (declaradas no vigentes en esta
sentencia) siéndole concedidas por el alcalde Genaro en el mismo día de
presentación de la solicitud, al menos, las siguientes licencias: 1).- Con fecha
15/01/2001 el alcalde le autorizó a Domingo tanto una licencia de segregación como
una licencia de obras sobre una finca situada en el PARAJE000, merecedora de la
calificación de suelo no urbanizable conforme a la legislación urbanística aplicable
(ley autonómica 1/97 en relación a la LS92) y que conforme a las NNSS de Alcaucín

49
Documento

(declaradas no vigentes en esta sentencia por no haber sido íntegramente


publicadas) estaba clasificada como suelo no urbanizable grado 1 (50¬16195).
Mediante la licencia de segregación se le permitió al interesado desgajar una
parcela de 6431 m2, la catastral NUM243 del polígono NUM099 (A 21-8005). Y
mediante la licencia de obras (A 21-8003) se le facultó a construir en ella una
vivienda unifamiliar que finalmente quedó terminada en febrero de 2003. No consta
que le licencia de segregación vulnerase la unidad mínima de cultivo establecida
para este término municipal por la ya tantas veces mencionada Resolución de
04/11/1996 de la Dirección General de Desarrollo Rural. Por el contrario, si ha
quedado acreditado que la licencia de obras fue otorgada arbitrariamente, para
favorecer al interesado, prescindiendo a sabiendas de los preceptivos informes
técnico y jurídico y sin la previa aprobación por el órgano autonómico del
procedimiento específicamente previsto en legislación urbanística aplicable (LS92)
para poder autorizar excepcionalmente la construcción de esta clase de viviendas
familiares en suelos clasificados como no urbanizables.2).- Con fecha 18/01/2002 , y
de igual modo arbitrario, el alcalde concedió al mismo interesado dos licencias de
obras (A21-8064 y A21-8174) también recién solicitadas para la construcción de
sendas viviendas unifamiliares de carácter residencial en las parcelas catastrales
NUM244 y NUM245 del polígono NUM139, igualmente clasificadas legalmente
como suelo no urbanizable y en las referidas normas de planeamiento municipal
como suelo no urbanizable grado 1 (50-16195) y que se encontraban ubicadas en el
pago DIRECCION006 NUM224 y NUM246, respectivamente. Obras que igualmente
quedaron terminadas en el año 2003 y que, al igual que el caso anterior, fueron
autorizadas por el alcalde acusado prescindiendo de los preceptivos informes
técnico y jurídico y sin la indispensable previa aprobación por el órgano autonómico
del procedimiento específicamente previsto en la norma urbanística aplicable (LS92)
para poder autorizar excepcionalmente la construcción de esta clase de viviendas
familiares en suelos de esta naturaleza. Domingo pretendía también urbanizar y
construir sobre unos terrenos que había comprado situados al norte del municipio de
Alcaucín en una zona conocida como PARAJE008 o DIRECCION018, próximos al
parque natural y clasificados inicialmente como no urbanizables pero que
posteriormente se transformaron en urbanizables merced a una Modificación
puntual de las NNSS promovida por el ayuntamiento, a instancias de aquel, y
aprobada definitivamente el 23 de diciembre de 2002 (BOP 25/03/2004) por la
Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Málaga (CPOTU).
Cambio de planeamiento que supuso la creación de un nuevo sector urbanístico
denominado UR- Carrión con una superficie de 143.650 m2 cuya propiedad se
repartía entre las dos primeras sociedades mencionadas al comienzo de este relato.
Y este nuevo suelo urbanizable fue desarrollado mediante un Plan Parcial del sector
Carrión que fue aprobado definitivamente el 26 de marzo de 2003 (BOP) 05/01/2004
y luego con un proyecto de reparcelación y dos proyectos de urbanización (fases I y
II) presentados por Domingo que fueron aprobados definitivamente por el
ayuntamiento en diciembre de 2005 (BOP 28/12/2005) y que tuvo como resultado la
creación de una bolsa de terreno urbanizable sectorizado y ordenado distribuida en
71 parcelas aptas para la construcción de viviendas unifamiliares aisladas que en la

50
Documento

actualidad integran la urbanización denominada URBANIZACION006. Estos


instrumentos urbanísticos tuvieron como base un convenio urbanístico de fecha 22
de diciembre de 2005 suscrito entre la empresa de éste constructor, Mirador de la
Axarquia S.L. (representada en este caso por su administrador único Pelayo) y el
ayuntamiento que fue aprobado por el pleno municipal de 28 de diciembre de 2005
(folio 3059, torno IV rollo de sala) y cuya iniciativa dio paso a un nuevo expediente
de modificación de elementos de normas subsidiarias que culminó el proceso de
transformación de este suelo cuando el 10 de enero de 2007 la CPOTU aprobó una
nueva Modificación puntual de elementos de las NNSS EM-ALC-20 (BOJA
27/02/2007) ampliando en 8.875 m2 la reconversión en urbanizable de una parcela
de suelo rústico conectada con el sector UR-Carrión y considerada como ampliación
de éste. Sucede, sin embargo que el texto de este último documento de
modificación puntual de las NNSS conducía a ciertos equívocos interpretativos por
cuanto que confundía en determinados momentos la ampliación de ese Sector (es
decir, su ámbito de planeamiento) con la ampliación del Plan Parcial (o instrumento
necesario para la ordenación de dicho sector) dando la apariencia de ser este último
su objetivo si bien, contradictoriamente, no incorporaba al mismo ordenación
pormenorizada, pese a lo cual el alcalde comenzó a conceder licencias para la
construcción de viviendas en las parcelas incorporadas tras aprobar el pleno
municipal, previo informe favorable emitido en diciembre de 2006 por el Servicio de
Arquitectura de la Diputación, un proyecto de urbanización presentado por Domingo,
sin que haya podido quedar debidamente acreditado que aquél fuera consciente en
este caso de estar actuando ilícitamente. Mucho antes de la reclasificación de estos
terrenos, el constructor Domingo ya había iniciado las obras de urbanización en la
zona ampliada, con total pasividad del ayuntamiento, consistentes en movimientos
de tierra sobre las parcelas NUM247 y NUM248 del polígono NUM106. Hechos que
fueron puestos en conocimiento de la corporación municipal por una vecina
colindante, Francisca, la cual, indignada por la respuesta negativa recibida (se le
dijo que "allí no se estaba haciendo nada"), presentó denuncia ante la Junta de
Andalucia, la cual mediante un oficio de 23/10/2006 (A 18-6474) firmado por el
Delegado Provincial y dirigido al alcalde (con fecha de entrada en el ayuntamiento
de 02/11/2006) en el que se calificaban los hechos como una posible infracción
urbanística grave o muy grave, que el Ayuntamiento debía perseguir adoptando las
medidas de suspensión pertinentes para la reposición de la realidad física alterada
en uso de sus competencias en materia de disciplina urbanística, conteniendo
también el oficio un expreso apercibimiento de las posibles responsabilidades
civiles, administrativas y penales en que podría incurrir la autoridad municipal en
caso contrario. Genaro, sin embargo, pese a tener cabal conocimiento de la
comunicación optó por mantenerse en la misma situación de total inacción haciendo
voluntaria dejación de sus responsabilidades como alcalde y no promoviendo
actuación de ningún tipo a fin de no entorpecer los planes e intereses particulares
de su amigo Domingo, de cuyo afán de favorecimiento ya había dado antes
muestras, tanto al concederle años atrás las licencias de obra irregulares
mencionadas en este relato, como en su receptiva actitud mostrada en todo el
intenso proceso de transformación en urbanizables de los terrenos del PARAJE008

51
Documento

promovido por aquel y que acaba de ser referido. B).-Cesión de la parcela 28 de la


URBANIZACION006 En el antes referido convenio urbanístico de 22 de diciembre
de 2005 suscrito entre la mercantil Mirador de la Axarquia S.L y el ayuntamiento de
Alcaucín, aprobado por el pleno municipal de 28/12/2005 y que fue publicado en el
BOP de 13/03/2006 (folio 3059 tomo IV, rollo de sala) aquella se comprometió a
ceder mediante escritura y libre de cargas al momento de finalización de las obras
una superficie de terreno equivalente a 2007 m2 con un techo edifica ble de 361,26
m2 que se ubicaba en la parcela NUM249 de la URBANIZACION006 de la Axarquia.
Posteriormente, en cumplimiento de la cesión estipulada, con fecha 03/03/2007 se
presentó escrito en el ayuntamiento por la referida promotora en virtud del cual se
venía a ceder a la referida parcela NUM249 (ya registral NUM377) pero una
superficie mucho mayor (5992 m2 de suelo y 828 m2 de techo edificable). Cesión
que fue aceptada por resolución de la alcaldía de 8 de marzo de 2008, firmándose al
día siguiente ese acuerdo de cesión y aceptación en el que figuraba como cesión
obligatoria 2962 m2 y corno cesión gratuita, libre e incondicionada 3029,5 m2 .
Acuerdo que fue elevado posteriormente a escritura notarial de 06/02/2009 (folio
3045 del mismo rollo de sala) en la que intervinieron, como parte cedente, la
acusada María Consuelo (en nombre y representación de la mercantil) y, como
parte cesionaria, el acusado Genaro (en representación del ayuntamiento de
Alcaucín). Tres días antes de esta escritura notarial, se había firmado una escritura
pública de compraventa de fecha 03/02/2009 en virtud de la cual, la referida María
Consuelo (hija de Domingo), actuando en nombre y representación de la mercantil
Mirador de la Axarquia S.L, vendía a la acusada Vicenta (hija de Genaro, quien
había gestionado personalmente todas las negociaciones previas), por el precio de
20.000 €, la parcela NUM250 de la referida URBANIZACION006 de la Axarquia,
haciendo entrega a tal efecto la adquirente de un cheque bancario de esa misma
fecha y por importe de 23.200 (destinado a cubrir el precio del inmueble y gastos de
notaría, registro e impuestos) contra la cuenta que tanto ella como su esposo,
Baltasar, tenían abierta en la entidad Cajamar y a la que habían estado efectuando,
con cierta periodicidad, desde diciembre de 2007 ingresos en efectivo de diversos
importes muy similares (casi todos de 2500 €) de procedencia no acreditada y que
incluso fueron seguidos, siete días después de la escritura de venta, de otro ingreso
en efectivo por importe de 2000 €. Ha quedado probado que, en las mismas
dependencias de la notaría Vicenta, recibió de María Consuelo cierta suma de
dinero, no habiendo quedado acreditado, sin embargo, su verdadera cuantía y
finalidad. OCTAVO.- CONDUCTAS DE Genaro, Romeo, Donato Y Narciso EN
RELACIÓN A LOS HECHOS DEL BLOQUE VII. COMPLEJOS RURALES. De los
hechos enjuiciados en las sesiones correspondientes al BLOQUE VII referidos a los
que el Ministerio fiscal recoge en el EPÍGRAFE 13 de su escrito de acusación, se
declara probado lo siguiente: 1).-División de la finca registral NUM255 (epígrafe A
MF). En febrero de 1998 el inicialmente acusado Leopoldo (ya fallecido) constituyó
con su esposa Martina la sociedad COMPLEJOS RURALES MONTESIERRA SL,
de la que fue administrador único, cuyo objeto social era la hostelería y promoción
inmobiliaria, a lo que más adelante se añadió la actividad agraria tras adquirir la
sociedad una pequeña finca rústica de poco más de una hectárea que un año antes

52
Documento

había sido adquirida por Martina mediante escritura pública de 21 de octubre de


1997 como "parcela de tierra de secano, hoy destinada a regadío" (A 20-7598),
situada en el Pago DIRECCION019 del término municipal de Alcaucín. Se trataba
de la registral NUM255 que posteriormente, como se dirá más adelante, se dividió
en dos dando lugar a las fincas registrales NUM251 (catastral NUM252) y NUM253
(catastral NUM254), de 4420 m2 y 5036 m2 de respectiva superficie. El mencionado
inmueble NUM255, definido escriturariamente e inscrito en el Registro en los
términos que se acaban de reproducir, constituía realmente una finca rústica de
escasa actividad agrícola (esencialmente de olivares) cuya verdadera naturaleza de
secano o de regadío no ha podido quedar suficientemente acreditada por lo que no
es posible tampoco determinar con el suficiente grado de certeza si cualquier
hipotética división de la misma podía o no afectar a la unidad mínima de cultivo
vigente en el término municipal de Alcaucín (25.000 m2 para las tierras de secano y
2500 m2 para las tierras de regadío). Y desde el punto de vista urbanístico estaba
catalogada por las NNSS de Alcaucín (declaradas no vigentes en esta sentencia)
como suelo no urbanizable natural o rural de grado 1, mereciendo esa misma
calificación de suelo no urbanizable conforme a la legislación urbanística vigente (
texto refundido de la ley del suelo de 1992 , de aplicación en Andalucía en virtud de
la ley autonómica 1/1997 ). El carácter rústico del terreno y la razonable duda
objetiva sobre naturaleza de suelo de secano o de regadío no fue obstáculo, sin
embargo, para que Leopoldo intentara practicar una segregación de la finca para
construir viviendas. Y a tal efecto presentó en julio de 1998 una primera solicitud
para construir una vivienda unifamiliar desvinculada del uso agrícola, y en julio del
año siguiente otra solicitud similar, siendo ambas peticiones estimadas
arbitrariamente por el alcalde Genaro mediante las correspondientes licencias de
obras de 17 de julio de 1998 (la 66/98) y 27 de julio de 1999 (la 77/99). La primera
concedida a los 10 días de su petición (A20¬7591 y A4-1225), y la segunda en el
mismo día (A 20-7593) sin recabar previamente, en ninguno de los dos casos, los
preceptivos informes técnico jurídicos y a sabiendas asimismo de no haber obtenido
la previa autorización del órgano autonómico exigida legalmente para poder permitir
esta clase de edificaciones aisladas en suelo no urbanizable. Poco después de la
concesión de la segunda licencia de obra, Leopoldo obtuvo del alcalde Genaro un
documento en forma de certificado de fecha 03/08/1999 (A4-1246), expedido por él
solo, autorizando la división en dos parcelas de esa finca matriz NUM255 (cuya
superficie respectiva se decía que era de 5000 y 5086 m2) fundamentada en que "
sobre las parcelas resultantes se ha concedido licencia urbanística para construir en
cada una de ellas una vivienda unifamiliar de carácter no agrario" indicando,
además que " dichas construcciones, previo cumplimiento del procedimiento del
artículo 16.3 del Texto Refundido de la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación
Urbana , son conformes con las normas urbanísticas de este Ayuntamiento". Dicho
en otras palabras, el alcalde (haciendo gala, una vez más, de su conocimiento de la
legislación urbanística cuya materia llevaba en exclusividad desde que comenzó a
ejercer el cargo) pretendía justificar su licencia de segregación (para la hipótesis de
que ésta pudiera haber originado parcelas de dimensión inferior a la unidad mínima
de cultivo, cosa que aquí, como se ha dicho no podido quedar suficientemente

53
Documento

acreditado) amparándose en el supuesto excepcional contemplado en la ley


19/1999 (ya reiteradamente mencionado en esta sentencia) de que la porción
segregada se destine a una edificación de carácter no agrario que hubiese obtenido
al efecto la correspondiente licencia urbanística, razón por la que, al tratarse de
suelo rústico, se añadía y precisaba en el certificado que ésta había sido obtenida
mediante el procedimiento previsto en ese artículo 16 de la LS92, lo cual no era
cierto por cuanto que las licencias de obra antes mencionadas habían sido
concedidas de forma prácticamente inmediata y sin posibilidad real de haberse
podido tramitar previamente ese procedimiento especial cuya aprobación compete a
un órgano autonómico. Ese certificado del alcalde fue aportado por Leopoldo, en su
condición de administrador de la mencionada mercantil, a la escritura pública de 3
de marzo de 2000 (A4-1239) en virtud de la cual, y al amparo del documento oficial
aportado, se autorizó notarialmente esa división material de la finca matriz (descrita
en la escritura notarial de la misma forma que constaba en la escritura de 1997, es
decir como "parcela de tierra de secano, hoy destinada a regadío") en esas dos
parcelas de tamaño similar a las que aludía el certificado municipal y que
posteriormente serían inscritas en el Registro bajo los ya mencionados números
NUM251 y NUM253. Al amparo de la primera licencia de obra, la de 1998,
COMPLEJOS RURALES MONTESIERRA SL construyó sobre la finca NUM255 una
vivienda unifamiliar aislada de 126 m2 que se terminó en diciembre de 1999 y fue
vendida, junto con la parcela ya segregada de 5000 m2 sobre la que se había
construido (la 4338 ), al matrimonio formado por Imanol y Patricia mediante escritura
de 13 de junio de 2000 (A4-1206) en la que asimismo se efectuó una declaración de
obra nueva de la referida vivienda. Y al amparo de la segunda licencia de obra, la de
1999, Leopoldo, como administrador de esa entidad mercantil, vendió a las hijas del
alcalde Sofía y Vicenta, mediante escritura pública de 5 de julio de 2001 (A4-1186)
la otra parcela segregada, la registral NUM253, de 5086 m2. 2).- Declaración de
obra nueva sobre la finca NUM253 (epígrafe C MF). Mediante escritura pública de
30 de septiembre de 2004 (A4-1198 y A22-8447) Sofía y Vicenta procedieron a
declarar como obra nueva "una casa de vieja construcción que afirmaban estar
ubicada en el interior de la finca que habían adquirido, la registral NUM253, que
ocupaba de la misma una superficie de 125 m2 y constaba de una sola planta de
alzada una superficie construida de 125 m2 distribuidos en diferentes dependencias
y servicios", haciendo constar más adelante las comparecientes que al " la obra
nueva que han declarado fue terminada hace más de 50 años", lo cual acreditaron
mediante un certificado municipal de fecha 29/09/2004 (A4-1205 y A22-8446)
expedido por el secretario del ayuntamiento Sr. Jaime con el visto bueno del alcalde
Genaro (padre de las comparecientes) y que el notario procedió a adverar y unir a la
escritura. Dicho certificado municipal decía concretamente que en la referida finca
registral NUM253 "existe una casa de vieja construcción de una sola planta y 125
m= de planta, la cual lleva construida más de 50 años. Dicha aseveración se realiza
a través de los datos catastrales existentes en este ayuntamiento", expresando a
continuación el número de la concreta referencia catastral. Respecto a esa "casa de
vieja construcción" acreditada en la certificación, lo único probado es que en esa
parcela, además de otra edificación de unos 50 m2 y con vertiente de dos aguas

54
Documento

que no había quedado reflejada en la escritura pero que existía desde al menos el
año 2001 (A 31-12226), se ubicaban también, a escasos metros de ella, los restos
ruinosos en piedra de una vieja construcción cuyo concreto origen, dimensiones y
antigüedad no han quedado debidamente determinados. Ha quedado probado que
el también acusado, Romeo, intervino como gestor de las hijas del alcalde en esa
escritura de obra nueva pero no así que participase de algún modo en la
elaboración de ese certificado municipal ni que conociera realmente la parcela en
cuestión. 3) Modificaciones catrastrales en la parcela 169 del polígono 5 (epígrafe
DMF). Antes y después de esta declaración de obra nueva de 30 de septiembre de
2004 se siguieron diversos expedientes catastrales a instancias de las hijas del
alcalde Genaro dentro cuales sólo consta debidamente acreditada la participación
de Romeo en el expediente NUM256 que éste presentó en octubre de 2005, en
nombre de Vicenta, en el patronato Provincial de recaudación con el modelo de
declaración 902-S (A 22-8454) en virtud del cual se dio de alta catastral una casa de
125 m2 que se decía construida en el año 2002 sobre una ruina anterior existente
en la referida parcela 169 del polígono 5, para lo cual se aportó al expediente un
certificado técnico de fecha 01/12/2005 (A 22-8453) emitido, como arquitecto
particular (pero sin visado del colegio de arquitectos), por el acusado Donato en el
que se hacía constar que "sobre la parcela número NUM254 del Polígono NUM106
del PARAJE009 del término municipal de Alcaucín existe una vivienda construida
sobre una ruina existente con anterioridad, cuya construcción data del año 2002,
como asegura la promotora, teniendo la mencionada vivienda una sola planta con
una superficie construida de 125 m2", añadimos igualmente que dicha certificación
se realizaba "en base a la información obtenida tras haber girado visita a la misma" .
Ha quedado igualmente probado que en otro expediente catastral sobre la misma
parcela tramitado a instancia de Sofía bajo el modelo 904 (de cambio de cultivo) se
aportó otro documento consistente en un informe de 07/11/2003 emitido
exclusivamente por el alcalde Genaro (padre de la interesada), es decir sin
intervención del secretario municipal (A 31-12281), en el que aquél indicaba
literalmente que en esa parcela 169 "existe desde tiempo inmemorial una vivienda
en estado ruinoso de 125 in2 aproximadamente". Al igual que en el caso anterior el
expediente culminó con éxito al proceder el acusado Narciso, técnico de inspección
de la Gerencia Territorial del Catastro, con fecha 12/11/2003, a grabar en las bases
de datos alfanumérica y gráfica una subparcela "b" de terreno improductivo y,
ateniéndose exclusivamente a lo alegado en la declaración del solicitante y
documentación acompañada, a insertar en la cartografía catastral el texto "Ruina"
sobre la figura que representaba la subparcela improductiva, no habiendo quedado
acreditado que dicho funcionario se hubiere previamente concertado para ello con el
alcalde o con la interesada. 4).-Evolución urbanística de la FINCA001 (epígrafe E
MF). La empresa del. Sr. Leopoldo, COMPLEJOS RURALES MONTESIERRA SL,
era también titular de una finca de olivar conocida como " FINCA001" unas 30 ha de
extensión situada en el paraje Espartalejo del término municipal de Alcaucín, la
registral NUM257, parte de la cual, previa concesión de la correspondiente licencia
municipal de segregación, fue vendida a otra sociedad. Y con el fin de poder
transformar el resto de la finca en suelo urbanizable Leopoldo promovió un

55
Documento

expediente de modificación de elementos de las normas subsidiarias que contó con


el apoyo del alcalde y del pleno municipal que acordó su aprobación inicial y
provisional con fechas 31 de julio y 27 de octubre de 2000 (A 20-7539) si bien el
proyecto no llegó a alcanzar la aprobación definitiva de la CPUOT tras un informe
técnico no favorable de la junta de Andalucia (A 20-7550). Tras el fracaso de la
modificación de elementos, en septiembre de 2001 y a instancias del promotor
Leopoldo, el alcalde Genaro entró en contacto con el arquitecto Desiderio quien,
junto con otros cuatro profesionales, tenía constituida una empresa de arquitectura
con sede en Huelva denominada ORDENACION Y GESTION DEL SUELO SL,
decidiendo finalmente Genaro encargar a ese arquitecto y a su socio Fernando la
redacción del Avance del nuevo PGOU de Alcaucín mediante un acuerdo verbal que
posteriormente se plasmó en un contrato de prestación de servicios fechado a 26 de
septiembre de 2001 (Al2-3846) otorgado entre la referida mercantil, representada
por los dos mencionados arquitectos, y el ayuntamiento, representado por el
alcalde, en el que se fijaba un plazo de 18 meses y unos honorarios de 12.000 €,
IVA incluido, para la redacción del proyecto si bien este documento no llegó a ser
firmado realmente por los otorgantes hasta el año 2004, constando en autos una
certificación del secretario municipal de 26/10/2006 (A 12-3852) en la que se indica
que el documento fue aprobado por el ayuntamiento el día 30 de agosto de 2004.
Los arquitectos redactores del Avance acometieron desde el primer momento su
objetivo llegando a presentar en diciembre de 2003 y agosto 2004 la memoria, los
planos así corno dos ejemplares del PGOU con su fase de información, diagnóstico
y avance (A 12-3848 y A 12-3849), impartiéndoles el alcalde ciertas directrices y
sugerencias para la elaboración del documento entre cuyos objetivos, según este
edil, se encontraba el desarrollo de proyectos turísticos y de ocio con inclusión de
las FINCA001 y Cortijo DIRECCION024 así como, entre otras cosas, dar solución al
problema de los diseminados ubicados en torno a pequeños núcleos de población
ya existentes. En el avance se pretendía clasificar como suelo urbano consolidado
edificaciones aisladas de carácter histórico para dar así cobertura a viviendas
adyacentes más recientes y, amparándose en la demanda de suelo residencial para
uso turístico, se proponía un incremento del suelo con este destino que
prácticamente venía a cuadruplicar las viviendas existentes en Alcaucín
incorporando nueve sectores de suelo urbanizable sectorizado, entre ellos el
FINCA001. Previsiones que, al resultar incompatibles con las contempladas en el
Plan de Ordenación del Territorio de la Costa del sol oriental, aprobado en julio
2006, hicieron inviable que este proyecto puramente interno y preparatorio del
planeamiento municipal pudiera llegar a culminar sus objetivos, quedando
finalmente resuelto el contrato de prestación de servicios por resolución (le la
alcaldía de fecha 03/11/2008 (Al2-3845). NOVENO.- CONDUCTAS DE Genaro,
Donato, Bernardino, Remigio, Modesto Y MELERO EN RELACIÓN A LOS HECHOS
DEL BLOQUE VIII, MÁLAGA-HAENDEL. De los hechos enjuiciados en las sesiones
correspondientes al BLOQUE VIII referidos a los que el Ministerio fiscal recoge en el
EPÍGRAFE 22 de su escrito de acusación, se declara probado lo siguiente: 1).-
Adquisición de las fincas NUM259 y NUM258. transmisión a MÁLAGA HAENDEL
SL y licencia de obras NUM262 de 19/07/2004 (apartado 22A) . Hacia finales de

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Documento

2003 los acusados Bernardino y Remigio se interesaron en la compra de unos


terrenos cercanos, pero no contiguos, al casco urbano de Alcaucín de una superficie
aproximada de una hectárea en el paraje conocido como Pago CAMINO000,
integrados por las fincas registrales NUM259 y NUM258. (ambas colindantes y
actualmente agrupadas en la número 5585). Terrenos que aquellos no ignoraban
estaban catalogados en las NNSS del municipio de Alcaucín (declaradas no
vigentes en esta sentencia) como suelo no urbanizable pero que, según las
informaciones recibidas de los vendedores y del ayuntamiento, tenían altas
expectativas de poder ser urbanizadas a la vista del avance del nuevo PGOU que
se estaba entonces tramitando y que, según les confirmó el propio alcalde,
proyectaba clasificarlos directamente como suelo urbano consolidado con un
considerable volumen de edificabilidad. En vista de ello, estos acusados decidieron
firmar con los titulares de los terrenos ( Felipe y la sociedad PUENTE DON
MANUEL S.L. administrada por Juan Enrique, respectivamente) dos contratos
privados de compraventa de las fincas. Mediante el primero de ellos, de fecha 28 de
octubre de 2003 Bernardino y Remigio se comprometieron a comprar a la sociedad
PUENTE DON MANUEL S.L la finca NUM258 por un precio cuyo pago quedó
aplazado a la firma de la escritura. Y mediante el segundo contrato, de fecha 10 de
febrero de 2004, los mismos acusados, pero esta vez actuando en representación
de la recién constituida sociedad PROMOCIONES ANDALUZAS Y TORRELE S.L.,
concertaron con el vendedor Felipe la adquisición de la finca NUM259 bien para su
propia sociedad o bien para quien estos designaran al tiempo de la escritura pública
y cuyo precio también quedó aplazado para ese momento, subrogándose los
adquirentes en la obligación que Felipe había contraído con el ayuntamiento de
cederle una superficie de 1000 m2 para un nuevo vial de circunvalación y aceptando
igualmente una cláusula por la que se recordaba la calificación urbanística de suelo
no urbanizable que tenía la finca adquirida. Apenas concertada la compra de los
terrenos, Bernardino y Remigio contrataron al arquitecto, también acusado, Santiago
para que redactara el proyecto básico que debería acompañar a la solicitud de
licencia de obras (44-14395) para una promoción de 156 viviendas con
aparcamientos y piscina, procediendo éste técnico a diseñar el proyecto haciendo
constar en la memoria que aunque el mismo no se ajustaba a la normativa
urbanística vigente en ese momento, por estar clasificado el suelo como no
urbanizable, contaba, no obstante, con ciertas características físicas y estructurales
que permitían considerarlo como urbano por estar en la actualidad partido por una
calle con todos los servicios urbanos ejecutados por la Diputación Provincial de
Málaga y el ayuntamiento y que conectaba a la red viaria del pueblo. Poco después,
sin embargo, por razones que no constan suficientemente acreditadas, los referidos
promotores decidieron cambiar de parecer al presentarles su arquitecto a otro
empresario de la construcción, el también acusado Modesto, que se había mostrado
interesado en adquirir tanto ese terreno como el proyecto técnico elaborado pero
siempre que se le garantizase que la construcción proyectada era jurídicamente
viable, a cuyo efecto aquellos se dirigieron al alcalde Genaro para que, conforme a
lo que les había asegurado verbalmente, les expidiera una certificación que de algún
modo refrendara esa supuesta naturaleza urbana del suelo a lo que el edil (proclive,

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Documento

como siempre, a favorecer o impulsar este tipo de proyectos urbanísticos en el


municipio) no mostró reparo alguno ordenando expedir un certificado municipal a su
nombre, extendido en papel con membrete y sello del ayuntamiento, aunque carente
de fecha (44-400 y A 13-4401), en el que, tras aludir al PGOU que se hallaba en
proceso de redacción y al proyecto de nuevo vial rodado, se definía la zona del
paraje CAMINO000 como "continuación del casco urbano", añadiendo que el
terreno estaba dotado de todos los servicios urbanos por lo que se podía considerar
"solar" y "suelo urbano consolidado", incluyendo, además, una referencia expresa a
lo establecido en el artículo 56 y Disposición transitoria la de la LOUA sobre esta
clase de suelo. Certificado este cuyo contenido, como veremos más adelante,
volvería ser ratificado en abril de 2005 reiterando la consideración de suelo urbano
de estos terrenos a todos los efectos. A la vista de lo hablado con el alcalde y del
contenido plasmado en ese primer certificado municipal sin fecha, Modesto, se
decidió ya a comprar las fincas, pese a no desconocer la consideración de no
urbanizable que todavía tenía oficialmente el suelo, procediendo a formalizar con la
entidad PROMOCIONES ANDALUZAS Y TORRELE S.L, representada por sus
administradores mancomunados Bernardino y Remigio, un contrato privado de
compraventa de 9 de junio de 2004 Al2¬3883) sobre los referidos inmuebles por un
importe total de 3.455.819 € (notablemente superior al que estos habían
comprometido en su adquisición aunque quedando incluido en el mismo los
honorarios correspondientes al proyecto básico ya elaborado por el arquitecto
Santiago) y en el que se aplazaba el pago de la mitad y la entrega de las fincas al
momento de otorgamiento de la escritura. En dicho documento, los vendedores,
apoyándose en el certificado municipal sin fecha antes descrito, que pasó a formar
parte del contrato, hicieron constar que las fincas vendidas se ubicaban en terreno
"considerado como urbano consolidado, al estar dotado de todos los servicios
urbanos (agua potable, electricidad en baja tensión, saneamiento, etc) y encontrarse
en la actualidad en ejecución un vial rodado como continuación del citado casco
urbano, según consta en certificado emitido por D. Genaro, alcalde del
Ayuntamiento de Alcaucín". Y en el mismo contrato (cláusula quinta) la parte
compradora autorizó expresamente a los vendedores para que continuasen las
negociaciones, en su nombre, con el ayuntamiento de Alcaucín, firmando los
acuerdos que al efecto se negociaran, previa autorización de la compradora.
Cláusula esta que obedecía al compromiso asumido por Bernardino y Remigio de
obtener la licencia de obras antes del otorgamiento de la escritura pública y que se
tradujo en dos actuaciones sucesivas: 1).- El día 14 de julio de 2004 (44-14397)
Remigio y Bernardino en nombre de PROMOCIONES ANDALUZAS solicitaron del
Ayuntamiento licencia para la construcción de esas 156 viviendas, aparcamientos y
piscina, adjuntando el proyecto básico recién vendido a Modesto. Y el alcalde, en
coherencia con las informaciones verbales que ya había ofrecido así como con el
certificado expedido, procedió a otorgarles, sin sujeción a condición alguna, la
correspondiente licencia de obras con fecha 19/07/2004 (44- 14398 y A 13-4331) en
el expediente NUM262, es decir sólo cinco días después de la petición, a pesar de
ser consciente de su manifiesta ilegalidad, no sólo por el carácter no urbanizable del
suelo (que el propio proyecto básico recordaba) sino por prescindir totalmente de

58
Documento

todos los presupuestos y requisitos previstos en la legislación urbanística, cuáles


son, entre otros, la previa aprobación por el pleno municipal del correspondiente
proyecto de actuación (que en ningún caso habría sido legalmente viable a la vista
del tipo de viviendas pluri familiares proyectadas) y la obtención posterior de los
informes técnico y jurídico que siempre deben preceder a cualquier licencia
municipal de obra. 2).- Y la segunda actuación de Bernardino y Remigio consistió en
solicitar y obtener igualmente del alcalde un certificado de fecha 19/07/2004
(44-14399), también firmado exclusivamente por el mismo, donde se reflejaba que
aquellos habían solicitado y tenían concedida esa licencia para construir las 156
viviendas. De este modo, quedaba salvado el único obstáculo del que dependía el
otorgamiento de las escrituras notariales de compraventa, formalizadas el 28 de julio
de 2004 (A13-4410) y que se tradujeron en los tres protocolos siguientes: a). El
protocolo 3124, relativo a la venta de la finca NUM258 por Juan Enrique en nombre
de PUENTE DON MANUEL SL a PROMOCIONES ANDALUZAS. b).El protocolo
3125, sobre la venta de la finca NUM259 de Felipe a PROMOCIONES ANDALUZAS
Y TORRELE. Y c). El protocolo 3133, mediante el que PROMOCIONES
ANDALUZAS transmitía a su vez las dos anteriores fincas por 2.403.522 y
1.052.297 euros respectivamente, a MALAGA HAENDEL SL. Sociedad esta recién
constituida y que fue representada en el acto por su administrador único Modesto. Al
acto notarial notarial Bernardino y Remigio aportaron una copia del certificado
municipal de 19/07/2004 que el notario dejó unido a la escritura matriz, recogiendo
también declaraciones de las partes relativas a que los terrenos que aparecían
como rústicos en los títulos de propiedad ya se habían transformado en urbanos.
2).- Inscripción registra! de las escrituras de 28 de julio de 2004 (apartado22B)
Varios meses después se presentaron estas escrituras en el Registro de la
Propiedad 1 de Vélez Málaga para su inscripción, siendo objeto de calificación
negativa y suspendiéndose la inscripción de los títulos hasta que se justificara
documentalmente el cambio en la naturaleza del terreno de rústico a urbano. A la
vista de este contratiempo, tan relevante para sus intereses económicos (pues
podría dar al traste con la transmisión ya acordada de las fincas a Modesto),
Bernardino y Remigio, volvieron a acudir otra vez al alcalde en busca de ayuda,
solicitándoles un nuevo certificado municipal que pudiese solventar la inscripción
como urbanas de esas fincas. Y nuevamente el alcalde Genaro no puso reparo
alguno a su petición, expidiendo a tal efecto, con su sola y propia firma, un nuevo
certificado municipal de fecha 01/04/2005 (44-14402 y 13-4403), en el que volvió a
confirmar el carácter urbano de facto de esas fincas NUM260 y NUM258 afirmando
literalmente (no obstante recordar en el mismo texto su consideración urbanística
oficial de "rústicas") que ambas "son consideradas por este ayuntamiento, a todos
los efectos, como suelo urbano". Y también solicitaron los promotores a su
arquitecto redactor del proyecto básico, Santiago, otro certificado o informe técnico
acreditativo de esa consideración urbana de las fincas, emitiendo éste al respecto,
un certificado técnico de 18/04/2005 (44-14406), visado por el colegio de
arquitectos, en el que (a requerimiento, según se expresaba en su texto, de
PROMOCIONES ANDALUZAS Y TORRELE y del ayuntamiento) se indicaba que
aquellas estaban" dotadas con todos los servicios y suministros de una parcela

59
Documento

urbana, y bajo esta consideración cuenta con acceso rodado por su lindero este,
electricidad, servicio de agua potable conectada por el ayuntamiento y servicio de
recogida de basura". Documento que fue seguido de otro certificado municipal (esta
vez con la firma del secretario) el que, reproduciendo el certificado técnico de de
Santiago, se indicaba que las dos fincas tenían todos los servicios de una urbana
(A16-5766).Sin embargo los certificados tampoco surtieron el efecto pretendido ya
que el Registrador exigió una nueva certificación a cargo de un técnico municipal. Y,
así las cosas, a fin seguir favoreciendo los intereses económicos de
PROMOCIONES ANDALUZAS, el alcalde Genaro procedió a requerir y presionar a
la recién contratada arquitecta municipal Tatiana para que firmara un certificado
técnico fechado a 24 de mayo de 2005 (44-14407 y A13-4407) prevaliéndose para
ello no sólo de su propia autoridad municipal sino de la inexperiencia profesional de
la joven aparejadora y de su, todavía precaria situación económica (acababa de
terminar la carrera, siendo éste su primer empleo y, además, no tenía especiales
conocimientos en materia urbanística) logrando así, de este modo, que esta se
aviniera finalmente a plasmar su firma en el documento cuyo texto decía de esas
fincas literalmente lo siguiente: "se encuentran enclavadas en el casco urbano del
municipio, formando parte del núcleo de población y dotadas con todos los servicios
y suministros urbanos: acceso rodado por vía urbana por su lindero Noroeste,
abastecimiento de agua, saneamiento y suministro de energía eléctrica de baja
tensión por lo que cumple con los requisitos de instalación y acceso necesarios para
que se puedan clasificar como urbanas". Con el nuevo certificado el Registrador de
la Propiedad entendió ya que quedaba suficientemente justificado el cambio en la
naturaleza de los inmuebles y autorizó su inscripción como fincas urbanas
propiedad de MALAGA HAENDEL SL, agrupándose después en la nueva finca
registral NUM261, de 10.883 m2 de superficie y naturaleza "urbana" que sería
hipotecada para financiar las obras (49-15864). Previamente, en resolución de 20 de
julio de 2005 (44-14398) el alcalde de Alcaucín había autorizado la transmisión de la
licencia de obras 198/04 a MÁLAGA HAENDEL "para la ejecución de las obras y a
todos los efectos".3).- Venta de PROMOCIONES ANDALUZAS Y TORRELE a
MÁLAGA HAENDEL S.L. convenio urbanístico y licencia de obras NUM263 de
08/04/2005 (apartado 22C) . Tras desprenderse de las fincas registrales NUM260 y
NUM258, PROMOCIONES ANDALUZAS Y TORRELE SL mantenía como único
activo otra parcela rústica, la finca registra! NUM342, adquirida mediante escritura
pública de 25 de mayo de 2004 (Al2-3918) al precio de 198.334 euros, que se
hallaba situada en el mismo paraje Pago CAMINO000 junto a las otras dos recién
vendidas y de parecidas dimensiones. Modesto también mostró interés en este
suelo para desarrollar sobre él en el futuro una segunda promoción de viviendas,
razón por la que se firmó otro contrato, de fecha 29 de diciembre de 2004 (A
12-3925) con los representantes de PROMOCIONES ANDALUZAS Y TORRELE, en
virtud del cual Modesto adquiría por 3.116.692 euros todas las participaciones de
esta sociedad para MÁLAGA HAENDEL, haciéndose así con esa finca NUM342 y
con las expectativas derivadas de un convenio urbanístico que en relación a este
suelo los vendedores ya habían negociado con el Ayuntamiento pero que no fue
firmado hasta el 24 de enero de 2005 (Al2-3940). No obstante, a modo de garantía

60
Documento

para el comprador, se estableció una condición que hacía depender la definitiva


efectividad del contrato de la aprobación inicial del PGOU por el Ayuntamiento y de
la concesión de licencia de obras en el plazo de cuatro meses a partir de la firma del
contrato, de modo que si en dicho plazo no llegaba a producirse alguno de esos
acontecimientos tampoco se otorgaría la escritura, quedaría sin efecto el contrato y
la parte vendedora devolvería el pagaré entregado por la compradora. Precisándose
también en el contrato que, para el caso de no cumplirse alguna de esas dos
condiciones en el plazo señalado (29 de abril de 2005), la vendedora facultaba
expresamente a la parte compradora para que esta pudiese optar entre dar por
resuelto el contrato (con devolución del pagaré entregado) o por prorrogar el
contrato por iguales períodos de cuatro meses hasta un máximo de dos veces
procediendo la compradora a la sustitución del pagaré entregado por otro nuevo
convencimientos a los cuatro meses de la fecha de prórroga. El referido convenio
urbanístico de 24 de enero de 2005 (Al2-3940) firmado entre el alcalde y los
promotores Bernardino y Remigio, luego de ser aprobado por el pleno del
ayuntamiento, se publicó en el BOP de 02/03/2005 (A 12-3944). Y en dicho
documento se estipulaba que PROMOCIONES ANDALUZAS debía ceder al
municipio 2.345 m2 de terreno para el vial de circunvalación y un local de 471 m2
con destino a mercado municipal, y también debía sufragar parte de las obras del
futuro vial y de acondicionamiento de una plaza. La contrapartida del Ayuntamiento
vino a modo de respuesta positiva a la sugerencia que la promotora había
presentado tras la reciente publicación del documento de Avance del PGOU, donde
esta zona aparecía integrada en la UE-2 como suelo urbano no consolidado, y
consistía en el compromiso de impulsar los trámites para que toda la finca NUM342
(casi una hectárea de olivar) apareciera en el próximo Plan General como suelo
urbano consolidado. Comprometiéndose también la corporación municipal a
conceder la preceptiva licencia de obras (según el proyecto básico realizado por el
arquitecto Santiago) aunque precisando que debían concurrir para ello "todos los
trámites y requisitos exigidos por la legislación urbanística y de planeamiento
aplicable". Una vez publicado dicho convenio urbanístico, y a fin de dar
cumplimiento al contrato de transmisión de participaciones antes mencionado, los
promotores Bernardino y Remigio solicitaron el 4 de abril de 2005 (44-14403) una
nueva licencia de obras, esta vez para construir en la finca NUM342 sobre suelo no
urbanizable una promoción de 150 viviendas, locales y aparcamientos. Con esta
solicitud, acompañada de un proyecto técnico que valoraba la obra en 4.732.405
euros, se incoó el expediente NUM341 donde el alcalde Genaro otorgó la licencia de
obras de 08/04/2005 (44-14404 y Al2-3938), o sea sólo cuatro días después, y
nuevamente sin sujetarla a condición alguna y de forma arbitraria, prescindiendo (al
igual que en el caso de la licencia de julio de 2004) de los preceptivos informes
técnico y jurídico y sin seguir tampoco el previo procedimiento de aprobación del
correspondiente proyecto de actuación, tomando interesadamente tan sólo en
consideración un certificado de fecha 05/04/2005(44-14405 y A13-4405) expedido
por el arquitecto Santiago (el arquitecto particular de los promotores y, por tanto, no
el técnico municipal) en el que (al igual que, como ya hemos visto, haría días
después para las fincas NUM259 y NUM258) aseguraba que la finca NUM342

61
Documento

estaba dotada con "todos los servicios y suministros de una parcela urbana, y bajo
esta consideración cuenta con acceso rodado por su lindero este, electricidad,
servicio de agua potable conectada por el ayuntamiento y servicio de recogida de
basura". Gracias a esta segunda licencia de obras arbitrariamente concedida por el
alcalde, se tuvo por cumplida la condición contractual antes mencionada y se pudo
así materializar la venta de PROMOCIONES ANDALUZAS Y TORRELE mediante
escritura de transmisión de participaciones de fecha 26 de julio de 2005 (A
12-3945), lo que generó el considerable beneficio económico para los antiguos
socios. 4).- Convenio de 22 de noviembre de 2005, obras de urbanización y Estudio
de Detalle (apartado 22D). Tras la salida de Bernardino y Remigio, fue el acusado
Modesto quien asumió ya la relación con el Ayuntamiento al tiempo que se
preparaba para edificar las dos hectáreas de terreno de que disponía en la zona de
CAMINO000, distribuyendo las obras en dos fases, que se ajustarían
respectivamente a las licencias NUM262 y NUM263, la primera de las cuales fue
formalmente cedida de PROMOCIONES ANDALUZAS Y TORRELE a MÁLAGA
HAENDEL, tomándose razón de ello en el Ayuntamiento. En esta nueva coyuntura,
el alcalde Genaro, plenamente consciente de las irregularidades cometidas hasta
entonces, decidió mostrarse más cauto y ralentizar los planes de Modesto. Con ese
objetivo formalizó con la empresa de éste, MÁLAGA HAENDEL un segundo
convenio urbanístico de fecha 22 de noviembre de 2005 (A 13¬ 4422 y A24-9549)
en el que se introdujo como novedad que la eficacia de la primera licencia
(concedida, como se ha dicho, incondicionalmente el 19 de julio de 2004 en
expediente 198/04) quedaría condicionada a la aprobación del nuevo PGOU de
Alcaucín, argumentando al respecto que no se podrían iniciar las obras hasta que se
cumplieran todos los requisitos legales para su ajuste al régimen urbanístico. No
obstante, a modo de condición alternativa a la aprobación del PGOU, también se
autorizaba la ejecución de las obras objeto de la licencia a partir del momento en
que concurrieran las condiciones pactadas, que en este caso consistían, según el
propio convenio, en la ejecución tanto de las obras de urbanización como del vial de
circunvalación y en su recepción por parte del municipio. Literalmente decía así el
acuerdo: "condicionar la eficacia de la licencia a la que se hace referencia en el
expósito uno a la aprobación del nuevo Plan general de ordenación urbanística de
Alcaucín, por lo que no se podrá dar comienzo a las obras hasta el momento en el
que concurran todos los requisitos legales para su ajuste al régimen urbanístico, o
bien que concurran las condiciones pactadas, es decir, la ejecución de la
urbanización, vial de circunvalación y recepción por parte municipal o en su caso
aprobación del Plan general de ordenación urbanística de Alcaucín". Modesto
aceptó las nuevas condiciones del convenio en nombre de la promotora MALAGA
HAENDEL y, conforme a las licencias de obra concedidas, procedió durante el año
2006 y parte del 2007 a urbanizar el paraje CAMINO000 y a construir la nueva
carretera de circunvalación de Alcaucín según el proyecto diseñado por técnicos de
la Diputación Provincial, cuya recepción municipal fue formalmente solicitada el día
6 de junio de 2007, sin obtener respuesta de la Administración (A 13-4437). Entre
tanto, a resultas de la promulgación a mediados de 2006 del Plan de Ordenación del
Territorio de la Costa del Sol-Axarquía, el Ayuntamiento de Alcaucín había decidido

62
Documento

abandonar su proyecto de Plan General de Ordenación, cuyos presupuestos


básicos resultaban incompatibles con los requerimientos del nuevo planeamiento
supramunicipal, optando por otra vía de actualización del planeamiento, consistente
en un documento de Innovación-Renovación de las Normas Subsidiarias, (A2-610 y
ss) cuya redacción corrió a cargo del Servicio de Arquitectura de la Diputación
Provincial de Málaga, más concretamente del técnico (también aquí acusado)
Donato, recibiendo la aprobación inicial del Ayuntamiento en enero de 2007. Y,
finalmente, el documento sería remitido a la Comisión Provincial de Urbanismo,
órgano que en lugar de aprobarlo definitivamente requirió en septiembre de 2007 la
subsanación de numerosas irregularidades (A17-6039) dando un plazo de tres
meses al ayuntamiento para su subsanación bajo apercibimiento de caducidad del
expediente, la cual efectivamente fue declarada finalmente en abril de 2008 al no o
cumplimentarse por la corporación municipal las subsanaciones requeridas. En
medio de este panorama, hacia principios de 2007, Modesto, atendiendo a la
sugerencia del alcalde, se puso en contacto con el referido arquitecto de la
Diputación Provincial Sr. Donato que, como ya se ha dicho (y así lo confirmó) era el
técnico encargado de la redacción del documento Revisión-Innovación de las NNSS
en cuyo texto se preveía un incremento notable de la superficie urbanizable de
Alcaucín, incluyendo suelos propiedad de MÁLAGA HAENDEL que se encuadraban
en la nueva Unidad de Ejecución UE-Gl. Y así se lo hizo saber Donato a Modesto
pero indicándole igualmente que para poder llevar efecto su proyecto urbanizador
sería preciso la previa elaboración de un Estudio de Detalle (del que él mismo
podría encargarse de confeccionar como arquitecto particular) que permitiese
desarrollar ese documento de Revisión-Innovación de las NNSS, procediendo éste
promotor a efectuarle dicho encargo como arquitecto particular abonándole
posteriormente el importe pactado. No ha quedado probado, sin embargo, que
Donato solicitara en ese momento, o posteriormente, a Modesto cualquier otro tipo
de pago o retribución adicional por el trabajo de redacción del documento
Revisión-Innovación de las NNSS que, como arquitecto de la Diputación, tenía
oficialmente encomendado, siendo lo único probado este respecto que con ocasión
del registro judicial efectuado en su domicilio se le intervino un documento
electrónico denominado "Revisión NNSS" (A 18-6520) y que bajo el título "gastos
derivados de la redacción del texto para la aprobación definitiva de la
renovación-innovación de las normas subsidiarias de Alcaucín" y fechado a "octubre
de 2007" detallaba las superficies y cantidades dinerarias que, en proporción a las
respectivas superficies de suelo afectado, debían ser abonadas por los diferentes
promotores, entre ellos MALAGA HAENDEL, cuyo concreto importe ascendía a
12.453,20 C. Lo único probado a este respecto es que Modesto (según tiene
reconocido el propio Donato) le entregó en cierto momento un cheque fechado a 7
de enero de 2007 que, según afirma aquel, fue para pago del Estudio de Detalle
pero sin que haya podido quedar suficientemente aclarado cuál fue su verdadero
concepto así como la cuantía, habiendo retirado el Ministerio fiscal, en sus
conclusiones definitivas, la acusación por delito de cohecho que por estos hechos
dirigía contra Modesto. El estudio de redacción corrió a cargo del Servicio de
Arquitectura de la Diputación Provincial de Málaga, más concretamente del técnico

63
Documento

(también aquí acusado) Donato, recibiendo la aprobación inicial del Ayuntamiento


en enero de 2007. Y, finalmente, el documento sería remitido a la Comisión
Provincial de Urbanismo, órgano que en lugar de aprobarlo definitivamente requirió
en septiembre de 2007 la subsanación de numerosas irregularidades (A17- 6039)
dando un plazo de tres meses al ayuntamiento para su subsanación bajo
apercibimiento de caducidad del expediente, la cual efectivamente fue declarada
finalmente en abril de 2008 al no o cumplimentarse por la corporación municipal las
subsanaciones requeridas. En medio de este panorama, hacia principios de 2007,
Modesto, atendiendo a la sugerencia del alcalde, se puso en contacto con el referido
arquitecto de la Diputación Provincial Sr. Donato que, como ya se ha dicho (y así lo
confirmó) era el técnico encargado de la redacción del documento
Revisión-Innovación de las NNSS en cuyo texto se preveía un incremento notable
de la superficie urbanizable de Alcaucín, incluyendo suelos propiedad de MÁLAGA
HAENDEL que se encuadraban en la nueva Unidad de Ejecución UE-Gl. Y así se lo
hizo saber Donato a Modesto pero indicándole igualmente que para poder llevar
efecto su proyecto urbanizador sería preciso la previa elaboración de un Estudio de
Detalle (del que él mismo podría encargarse de confeccionar como arquitecto
particular) que permitiese desarrollar ese documento de Revisión-Innovación de las
NNSS, procediendo éste promotor a efectuarle dicho encargo como arquitecto
particular abonándole posteriormente el importe pactado. No ha quedado probado,
sin embargo, que Donato solicitara en ese momento, o posteriormente, a Modesto
cualquier otro tipo de pago o retribución adicional por el trabajo de redacción del
documento Revisión-Innovación de las NNSS que, como arquitecto de la Diputación,
tenía oficialmente encomendado, siendo lo único probado este respecto que con
ocasión del registro judicial efectuado en su domicilio se le intervino un documento
electrónico denominado "Revisión NNSS" (A 18-6520) y que bajo el título "gastos
derivados de la redacción del texto para la aprobación definitiva de la
renovación-innovación de las normas subsidiarias de Alcaucín" y fechado a "octubre
de 2007" detallaba las superficies y cantidades dinerarias que, en proporción a las
respectivas superficies de suelo afectado, debían ser abonadas por los diferentes
promotores, entre ellos MALAGA HAENDEL, cuyo concreto importe ascendía a
12.453,20 C. Lo único probado a este respecto es que Modesto (según tiene
reconocido el propio Donato) le entregó en cierto momento un cheque fechado a 7
de enero de 2007 que, según afirma aquel, fue para pago del Estudio de Detalle
pero sin que haya podido quedar suficientemente aclarado cuál fue su verdadero
concepto así como la cuantía, habiendo retirado el Ministerio fiscal, en sus
conclusiones definitivas, la acusación por delito de cohecho que por estos hechos
dirigía contra Modesto. El estudio de detalle fue presentado por Donato en el
ayuntamiento el día 13 de marzo de 2007, acompañado de un informe favorable que
él mismo había redactado (para evitar problemas de compatibilidad) a nombre de su
compañero de la Diputación Simón pero carente de cualquier clase de firma (A
17¬6035). Deficiencia esta que no fue obstáculo para que el alcalde Genaro,
mediante resolución de fecha 19 de marzo de 2007, acordara aprobar inicialmente
dicho estudio y ordenara someterlo a información pública por plazo de 20 días
mediante anuncio en el BOP de Málaga, aunque especificando en dicho acuerdo

64
Documento

que "su aprobación definitiva, en el caso de que así proceda, queda condicionada
en cuanto a su validez a la aprobación definitiva del documento de revisión de las
vigentes normas subsidiarias del término municipal de Alcaucín" (A 17-6032). 5).-
Inicio y paralización de la promoción Balcón de Alcaucín (apartado 22E). En el
último trimestre de 2007, considerando Modesto que, no obstante no haberse
aprobado el nuevo PGOU que en el convenio urbanístico de 22/11/2005 se fijó
como condición limitativa posterior para la eficacia de la primera licencia de obras
que libremente le había sido concedida (la licencia NUM262), sí se había cumplido
por su parte la otra condición alternativa (relativa a las obras de urbanización y vial
de circunvalación), decidió ya comenzar en firme las obras en la finca registral 5585
a fin de paliar las pérdidas económicas que le estaba conllevando el retraso,
sintiéndose amparado a tal efecto por un fax de 31 de octubre de 2007 (A 13-4442)
remitido desde el ayuntamiento en el que se le comunicaba un acuerdo del alcalde
fechado el día anterior por el que se le autorizaba la reanudación de las obras
suspendidas y se aludía a la concesión de la referida licencia 198/04 y al cambio de
titularidad de la misma autorizado el 20/07/2005. Un documento autorizativo cuya
firma siempre ha sido negada por el alcalde acusado y cuya autenticidad (propia o
por delegación) no ha podido ser enteramente confirmada o desmentida. Las obras
emprendidas respondían a la primera fase, conocida por la denominación comercial
El Balcón de Alcaucín, y comenzaron a ejecutarse en los últimos meses de 2007 por
la constructora VIVESUR ANDALUCIA SL, bajo la dirección técnica del arquitecto
Santiago, terminándose de construir la estructura de hormigón de dos bloques de
apartamentos, de cuatro plantas cada uno, sin que el alcalde Genaro opusiera
reparo alguno hasta que el 30 de noviembre de 2007 un informe de la Policía Local
motivó la incoación de un expediente de disciplina urbanística en el que recayó
resolución de fecha 15 de enero de 2008, (A13-4385) donde declaraba la "ineficacia
actual" de la licencia 198/04 por la falta de los requisitos condicionantes y ordenaba
la inmediata paralización de las obras hasta que se dieran los mismos y contra cuya
decisión la promotora interpuso recurso contencioso administrativo. Previamente a
ello, el ayuntamiento solicitó un dictamen de la Diputación, siendo Donato quien,
como arquitecto de dicho organismo, emitió el correspondiente informe del Servicio
de Arquitectura de la Diputación de fecha 13 de febrero de 2008 (A13 4444) en el
que recomendaba el levantamiento de la suspensión, asegurando que la parcela
tenía cualidades para ser considerada como suelo urbano y que así estaba
clasificada en el documento de Renovación-Innovación de las Normas Subsidiarias,
añadiendo, asimismo, que sobre esta promoción se había redactado el ya referido
convenio urbanístico entre el ayuntamiento y la promotora y que, según su parecer,
esta había cumplido escrupulosamente. DÉCIMO: CONDUCTAS DE Genaro,
Donato, Romeo, Conrado, Sonsoles Y Belarmino EN RELACION A LOS HECHOS
DEL BLOQUE IX CROCASA. De los hechos enjuiciados en las sesiones
correspondientes al BLOQUE IX referidos a los que el Ministerio fiscal recoge en el
EPÍGRAFE 23 de su escrito de acusación, se declara probado lo siguiente: Entre los
años 2003 y 2008 el acusado Conrado, apoderado y director efectivo de las
promotoras inmobiliarias CROCASA SL UNIPERSONAL Y CONSTRUCCIONES
VICROM MÁLAGA SL de las que eran, respectivamente, administradores únicos

65
Documento

formales los también acusados Sonsoles (hija de Conrado) y Belarmino (marido de


esta) llevó a cabo dos promociones urbanísticas de viviendas pluri familiares en
terrenos clasificados en las normas de planeamiento de Alcaucín como suelo
urbanizable y que dieron lugar a sendas edificaciones conocidas como "
DIRECCION031 y " DIRECCION032" en los términos que se describen a
continuación: A).- DIRECCION031 en URBANIZACION009 . Para llevar a cabo esta
primera promoción, el acusado Conrado había adquirido para CROCASA SL unos
terrenos de casi 1 ha de superficie situados a las afueras del casco urbano de
Alcaucín en la zona conocida como URBANIZACION009, que ocupaban seis
parcelas (concretamente las número NUM330, NUM331 NUM332, NUM224
NUM246 y NUM333) resultantes del Plan Parcial con el que varios años antes se
había desarrollado la unidad de reparto UR-4B de las Normas Subsidiarias de
Alcaucín. Cuando compró los terrenos, Conrado sabía que esas normas de
planeamiento municipal sólo permitían en esta zona viviendas unifamiliares con una
densidad máxima de 25 por hectárea, que las ordenanzas del plan parcial prohibían
expresamente la construcción de viviendas plurifamiliares de propiedad horizontal y
que en base a otros parámetros urbanísticos estaba limitada la ocupación máxima al
60% de la parcela, el coeficiente de edificabilidad a 0,67 metros de techo por metro
cuadrado de terreno y las alturas a un máximo de 7 metros y dos plantas. Ello se
traducía en la posibilidad de construir sobre estos solares de URBANIZACION009
un máximo de seis viviendas unifamiliares, pero el promotor, merced a la conocida
permisividad en esta materia urbanística del alcalde Genaro, logró finalmente
construir un edificio pluri familiar de 40 viviendas superando, por tanto, con creces el
número máximo permitido para la totalidad del sector, además de sobrepasar
también la altura máxima permitida en esas normas de planeamiento, pues se
terminó construyendo una edificación de tres alturas en la línea de fachada
(incluidas planta baja, planta primera y ático) y dos más en la fachada opuesta
(A17-6314). Conforme a las instrucciones recibidas de su padre, pero sin que conste
acreditado que fuera plenamente consciente de su ilegalidad, Sonsoles procedió a
solicitar sucesivamente del ayuntamiento las correspondientes licencias de obra
para cada una de las tres fases de la promoción, acompañadas de un proyecto
básico para viviendas unifamiliares elaborado por el arquitecto Silvio. Así, el 23 de
diciembre de 2003 la referida Sonsoles pidió al Ayuntamiento en nombre de
CROCASA una licencia de construcción para la primera fase de la promoción
(A5-1420), consistente en 14 viviendas definidas en el impreso de solicitud como
"unifamiliares entremedianeras" y otros tantos garajes y trasteros que ocuparían las
parcelas NUM330 y NUM331. Incoado el expediente de obras NUM349 el alcalde
Genaro, consciente de que con ello quebrantaba el planeamiento municipal hasta el
extremo de autorizar la construcción de siete veces más de lo permitido, otorgó
licencia de obras de fecha 24/12/2003 (A5-1421), o sea sólo un día después de la
solicitud, descartando trámites esenciales del procedimiento como los informes
técnico y jurídico. Al cabo de cinco meses, con fecha 13 de abril de 2004, Sonsoles
solicitó otra licencia de construcción para la segunda fase de la urbanización para
otras supuestas 14 viviendas unifamiliares con sus garajes y trasteros (que en
realidad darían lugar a un segundo bloque de pisos sobre las parcelas NUM332 y

66
Documento

NUM224) incoándose el expediente NUM345 en el que el alcalde le otorgó


igualmente licencia de obras de 03/05/2004 (A5¬1423) prescindiendo también de
los preceptivos informes técnico y jurídico. Y por último, la misma representante de
CROCASA volvió a solicitar al día siguiente de la concesión de esta última otra
licencia de construcción para la tercera fase de la urbanización similar a la anterior,
es decir para 14 viviendas teóricamente unifamiliares con garajes y trasteros
destinado a levantar otro bloque de 14 viviendas sobre las parcelas restantes
números NUM246 y NUM333, procediendo el alcalde, en el expediente NUM344 y
en el mismo día, a otorgarle licencia de obras de 04/05/2004 (A5-1425)
prescindiendo igualmente de los preceptivos informes técnico y jurídico. El edificio
fue construido por la empresa VICROM, de la que era administrador Belarmino pero
que de hecho (como se ha dicho antes) era dirigida también por su suegro (al
menos en las decisiones más importantes como esta), asumiendo la dirección
técnica de la obra el referido arquitecto Silvio, terminándose la construcción a finales
de 2005, tras la cual el alcalde expidió la correspondiente licencia municipal de
primera ocupación de fecha 10/01/2006 (A 16¬5843) una semana después de que
lo solicitara la promotora, comercializándose con éxito la promoción bajo esa
denominación de residencial o DIRECCION031. Aunque el alcalde era bien
consciente de la ilegalidad en la que había incurrido al conceder esas licencias de
obra sin los previos informes técnicos y jurídicos y a sabiendas de que, al menos, el
número de viviendas unifamiliares autorizado era muy superior al máximo permitido
en ese sector urbanizable por las normas de planeamiento municipal que él (al igual
al igual que la generalidad de las autoridades y promotores urbanísticos) creía
vigentes, lo cierto es que estas normas, como ya se ha dicho reiteradamente, han
sido declaradas no vigentes en esta sentencia debido a su no integra publicación en
el boletín oficial por lo que, en consecuencia, al otorgar aquellas no incurrió aquél
objetivamente en ninguna infracción sustantiva de carácter urbanístico de obligada
observancia sino sólo en la infracción procedimental de no haber recabado
previamente esos informes legalmente exigidos. B).- Edificio DIRECCION032 en
urbanización DIRECCION009 Antes de acabar el edificio DIRECCION031,
CROCASA SL había adquirido una parcela de unos 7.200 m2 en la urbanización
DIRECCION009 de la BARRIADA000. Se trataba de un solar edificable pero
también de uso residencial unifamiliar, donde las NNSS de planeamiento de
Alcaucín únicamente permitían la construcción de viviendas unifamiliares aisladas o
adosadas, un nivel de ocupación máxima de parcela del 50%, una altura máxima de
10 m (dos plantas, incluida la baja) y una edificabilidad máxima de 0,6 m2 por metro
cuadrado. Conrado, no obstante esas limitaciones de las normas de planeamiento,
quería construir allí una edificación de unas 60 viviendas. Y a tal efecto habló con el
alcalde Genaro quien, tras recabar a su vez información de la Diputación, más
concretamente de su amigo Donato, le sugirió la posibilidad de que presentara un
estudio de detalle para poder llevar a cabo su proyecto, haciéndole ver que este
sería factible si recibiera el informe favorable de ese organismo. En vista de ello, el
22 de noviembre de 2005 Sonsoles, siguiendo las instrucciones de su padre y
máximo director de la empresa, solicitó en nombre de CROCASA (A5- 1395) una
licencia para construir en el solar de la calle DIRECCION009 NUM290 un edificio de

67
Documento

61 viviendas, locales comerciales y apartamentos con trasteros, según el proyecto


diseñado por el arquitecto Nazario quien también redactó simultáneamente el
estudio de detalle que le encargó Conrado, pese a que como técnico le había
advertido que este instrumento no era una figura idónea para modificar la
calificación del suelo, incrementar porcentajes de edificabilidad o alterar los
parámetros urbanísticos básicos, a los que aquél le contestó que esto ya lo había
hablado con el alcalde. Presentándose también este documento el mismo día en el
ayuntamiento. Para asegurarse de que dicho instrumento fuera informado
técnicamente en sentido favorable, el alcalde Genaro llevó personalmente el estudio
de detalle a la diputación entregándoselo en mano, y sin pasar por tanto el sello de
entrada, al arquitecto Donato, funcionario de su absoluta confianza que, como ya se
ha dicho en otras ocasiones, se encontraba al frente del Servicio de Arquitectura. Y
este funcionario, pese a que la competencia para efectuar informes sobre
instrumentos de planeamiento, incluidos los estudios de detalle, correspondía a la
oficina de planeamiento dirigida por Herminia, ningún reparo opuso en asumir
directamente ese cometido, tal y como le había pedido el alcalde, procediendo a
emitir un muy breve informe favorable al estudio de detalle fechado el 23/12/2005
(A5-1400) cuyo sello de entrada posterior en el ayuntamiento es de 27/12/2005 pero
careciendo de los sellos de registro y de salida de Diputación, donde
incorrectamente concluía i que dicho instrumento "se adecuaba tanto a la LOUA
como al planeamiento vigente en Alcaucín", es decir a esas normas subsidiarias
cuyo contenido esencial a este respecto ha sido antes mencionado. Y con base a
este informe, el alcalde dictó cuatro días después la resolución de aprobación inicial
de 27/12/2005 del estudio de detalle (A5-1406) en la que abrió un periodo de
información pública (con publicación en el BOP de 10/01/2006) sometiendo
ulteriormente su propuesta al pleno municipal que aprobó definitivamente el Estudio
de Detalle el 13 de febrero de 2006 por acuerdo unánime de los concejales y previo
informe jurídico favorable emitido con la misma fecha por el secretario del
ayuntamiento (A5-1408). Y en ese mismo día de aprobación definitiva del estudio de
detalle, nuevamente Donato, a petición del alcalde, emitió en esa misma condición
oficial de arquitecto de la Diputación, el esperado informe favorable a la licencia
fechado a 13/02/2006 (A5-1412) donde concluía que "la mencionada propuesta
cumple con los aprovechamientos definidos por el Estudio de Detalle, por lo que
cabe informar favorablemente la concesión de la licencia". Y sólo dos días después,
el alcalde concedió a la promotora licencia de obras de fecha 15/02/2006 (A5-1413)
en el expediente NUM373, aunque advirtiendo en el mismo documento que la
licencia "tendrá validez a partir de la publicación del estudio de detalle referido a la
misma en el boletín oficial de la provincia". Amparándose en esta licencia de obras,
la empresa VICROM procedió a construir en esa parcela, bajo la dirección técnica
del referido arquitecto Nazario, un edificio de 61 viviendas y cinco plantas con garaje
subterráneo, donde, como se ha dicho antes, dicho antes, las NNSS de Alcaucín
que todos creían vigentes sólo permitían levantar viviendas unifamiliares aisladas o
adosadas de altura no superior a dos plantas, siéndole concedido por el alcalde, una
vez terminada la obra, la correspondiente licencia de primera ocupación de fecha
28/09/2007 (A 16-5857). C).- Informes a la Fiscalía. La Fiscalía Provincial de Málaga

68
Documento

incoó diligencias número 1012/06 para investigar una denuncia de la asociación


GENA por supuestas irregularidades en ambas promociones en cuyo transcurso
solicitó del ayuntamiento de Alcaucín en noviembre de 2006 un informe relativo a la
promoción de Al-Cautin (A 16-5819) al que dio respuesta el alcalde Genaro
mediante escrito de 22 de enero de 2007 (A16¬5822) en el que justificaba la
legalidad de la licencia de obras y posterior licencia de ocupación concedidas a
CROCASA para los tres bloques de viviendas apoyándose en los informes emitidos
por el Servicio de Arquitectura de la Diputación. En dicho escrito también se
defendía la excesiva altura alcanzada por el edificio DIRECCION031, acompañando
al respecto otro informe emitido por Donato como arquitecto provincial, éste de
fecha 13 de diciembre de 2005, (A 16¬5820) donde aseguraba que las alturas eran
correctas y argumentaba que debido a una laguna del planeamiento municipal (las
NNSS) al no establecer criterios de medición para construcciones en ladera no
debían computarse las plantas bajo rasante. Afirmación esta sobre las que han
discrepado en el juicio los peritos de la consejería de urbanismo de la acusación
invocando al respecto el artículo 196 de dichas normas de planeamiento que se han
declarado no vigentes en esta sentencia. D).- Ventas de las viviendas de las
promociones. No obstante las irregularidades urbanísticas expuestas en los
apartados anteriores, las dos promociones de edificios obtuvieron en su día, como
ya se ha dicho, sus respectivas licencias de primera ocupación y los actuales
dueños de los pisos que integran esos conjuntos DIRECCION031 y DIRECCION032
pudieron inscribir sin problema alguno sus títulos de propiedad en el Registro de la
Propiedad como inmuebles de naturaleza urbana, no constando acreditado que
hayan sufrido algún perjuicio directamente derivado de su situación legal y
urbanística. Si han tenido problemas, con los consiguientes perjuicios económicos y
morales, los propietarios del conjunto DIRECCION031 consistentes
fundamentalmente en filtraciones y humedades en los muros de cerramiento de la
planta sótano y desprendimiento de terrenos colindantes con el acceso al garaje así
como de suministro eléctrico por no disponer de contador individualizado, ninguno
de los cuales ha quedado acreditado tengan relación con la situación jurídica del
inmueble. Respecto del DIRECCION032 sólo en dos casos, de entre las múltiples
ventas de viviendas realizadas por CROCASA, consta haber tenido esta empresa
algún conflicto jurídico con los compradores. Siendo concretamente estos:
Ascension (inicialmente personada como acusación particular pero ya fallecida) y
Cornelio (personado también como acusación particular y que en el juicio oral ha
elevado sus conclusiones acusatorias a definitivas). Respecto de la primera, ha
quedado probado que formalizó con dicha promotora un documento privado de
compraventa de 05/09/2006 (10-3296 y 6-1456) de un apartamento en dicho
inmueble por importe de 155.830 € llegando a abonar a cuenta un total de 37.500 €
si bien posteriormente, al tener noticias de las posibles irregularidades urbanísticas
en que podría haber incurrido el edificio en que compró su vivienda, interpuso en
mayo de 2008 una demanda contra CROCASA (6-1445) solicitando la resolución del
contrato y la devolución del dinero satisfecho más otro importe por daños morales,
dando lugar al procedimiento 366/08 del juzgado de primera instancia 1 de Vélez
Málaga. Y más tarde, con suspensión del proceso civil, procedió a personarse en

69
Documento

esta causa penal llegando a formular escrito de acusación provisional (77- 25328)
contra, entre otros, los administradores de esta promotora imputándoles presuntos
delitos contra la ordenación del territorio y cohecho. Acusación provisional que,
debido a su fallecimiento anterior al juicio, no fue elevada a definitivas. Y respecto
de Cornelio, ha quedado probado que formalizó también con la misma promotora
dos documentos privados de compraventa de 11/11/2006 (10¬3112 y 10-3119,
respectivamente) por los que se comprometió a adquirir sendas viviendas situadas
en el mismo DIRECCION032 (una ático con trastero por importe de 170.800 € y un
piso por importe de 179.330 €) llegando a pagar a cuenta un total de 74.970 euros,
habiendo procedido también este a solicitar la resolución de los contratos y
devolución de la cantidad entregada, primeramente de forma extrajudicial (10-3127),
y después formulando la correspondiente denuncia ante el juzgado de instrucción 3
de Vélez Málaga que fue primeramente archivada provisionalmente mediante auto
de 11/06/2009 dictado en las diligencias previas 1602/09 (10-3152), si bien,
posteriormente, el mismo juzgado admitió su personación como acusación particular
en esta causa (10-3106) en la que, en sus conclusiones definitivas, al igual que el
Ministerio fiscal, ha formulado (por lo que se refiere a los concretos hechos de este
apartado) acusación por delito de estafa contra Conrado y Sonsoles, a los que, al
igual que a Belarmino le sigue manteniendo la acusación por delito contra la
ordenación del territorio que el Ministerio fiscal (como ya se ha dicho) les había
retirado en sus conclusiones definitivas. El motivo invocado por el Sr. Cornelio para
solicitar en su día (y que sigue igualmente solicitando en esta causa penal) la
resolución de sus contratos de compraventa lo ha venido asentando en los
problemas que efectivamente tuvo para obtener el correspondiente crédito
hipotecario, primeramente con el Banco de Sabadell (entidad financiera que había
avalado la promoción urbanística) y posteriormente con el Banco Santander, debido
en este caso a la baja tasación pericial que esta entidad efectuó de sus inmuebles
derivada esencialmente de los rumores de irregularidades urbanísticas que habían
llegado a conocimiento de este banco y que tampoco lograron ser desvirtuados, por
cuanto que, tras presentar en el ayuntamiento Cornelio en mayo de 2008 (según-le
había sugerido esta entidad financiera) un escrito (A 16-5870 o 10-3126) solicitando
información sobre la situación urbanística del edificio DIRECCION032 no le dio
respuesta alguna la corporación municipal como tampoco la ha recibido hasta la
fecha. No ha quedado debidamente acreditado, sin embargo, que al formalizarse
esos documentos privados de compraventa cualquiera de los responsables de la
entidad vendedora, CROCASA, pretendiera intencionadamente inducir
engañosamente a error a este comprador para que suscribiera los mismos y
abonase las cantidades que efectivamente entregó dándole deliberadamente una
apariencia de legalidad urbanística que, a su vez, la posterior realidad acontecida
haya podido evidenciar que fuera sustancialmente falsa (el inmueble obtuvo
primeramente licencia de obras y posteriormente, en septiembre de 2007, obtuvo
también la correspondiente licencia de primera ocupación) o , al menos, de la
suficiente entidad como para hacer objetivamente inviable, por este solo motivo, la
obtención de un crédito hipotecario que le permitiera financiar la operación, tal y
como, sin dificultad alguna constatada, lo hizo el resto de adquirentes de viviendas

70
Documento

del mismo inmueble. E).- Juicio ordinario 366/08 del Juzgado N° 1 de Vélez Málaga
En el antes mencionado juicio ordinario 366/2008 seguido ante el juzgado de
Primera Instancia 1 de Vélez Málaga a instancias de Ascension contra CROCASA
SL en el que, como se ha dicho, se solicitaba por la demandante la resolución de su
contrato de compraventa por irregularidades urbanísticas (construcción de viviendas
pluri familiares, exceso altura y ocupación de áreas libres), el juzgado, accediendo a
la petición de prueba solicitada por la actora, requirió copia de los expedientes
municipales de obras y mediante oficio de 31/10/2008 (16-5851)reclamó al
ayuntamiento un informe sobre la calificación urbanística del suelo del edificio
DIRECCION032 con indicación de si ocupaba áreas libres, si se permitian viviendas
pluri familiares y se cumplia el parámetro de altura máxima. El alcalde Genaro, tras
recibir el oficio judicial en los primeros días de noviembre, se puso en contacto
telefónico con Conrado y Belarmino comentándoles el hecho y haciéndoles saber
que recabaría ese informe de Casposo (apodo con el que era denominado Donato
por sus más allegados) porque, según les dijo, era él, como arquitecto de la
Diputación, quien había hecho otro informe anterior sobre el mismo tema y
convenía, por tanto que el nuevo informe fuera emitido por el mismo funcionario
porque pudiera ser que si lo solicitaba al área de planeamiento de la Diputación o a
su propio técnico municipal no se le hicieran en los mismos términos (A6-I669,
A6-1618 y A6-1747). Y así pues, tras pedírselo el alcalde explicándole su motivo y
finalidad, Donato aceptó sin reparo alguno elaborar ese informe a pesar de ser
consciente de que carecía de la necesaria objetividad a causa de los trabajos
particulares que en los dos últimos años había desarrollado para CROCASA,
procediendo a confeccionar el correspondiente informe con sello oficial del Servicio
de Arquitectura de la Diputación y fechado en diciembre de 2008,(6-1599) pero
atribuyendo mendazmente su autoría a su compañero Simón (precisamente para
ocultar su incompatibilidad y evitar así posibles tachas o impugnaciones), simulando
incluso su firma y remitiéndolo posteriormente al ayuntamiento para que le hiciera
llegar al juzgado, efectuándolo así el alcalde que lo adjuntó al oficio que envió al
órgano judicial en respuesta al requerimiento efectuado (A 16-5852). En el referido
documento de la Diputación, hecho enteramente de espaldas a quien figuraba
nominalmente como su autor, Donato hizo constar, entre otras cosas, lo siguiente:
que el edificio DIRECCION032 se levantaba sobre un suelo con calificación
residencial; que entre los usos previstos en las Normas Subsidiarias estaba el de
viviendas plurifamiliares y que según el criterio de medición de alturas aplicado en el
municipio dicho edificio cumplía el parámetro de altura máxima. Un informe, pues,
de contenido muy similar al que, como se ha visto antes, emitió para la fiscalía con
fecha 13/12/2005, aunque en aquella ocasión en su propio nombre y con su propia
firma. F).- Retribuciones de CROCASA a Donato No ha quedado probado que la
mercantil CROCASA efectuara retribución alguna en dinero o en especie al acusado
Donato por los informes, que en su condición de funcionario del servicio de
arquitectura de la diputación de Málaga, emitió favorablemente al estudio de detalle,
a la concesión de licencia de obras y en apoyo de la corrección urbanística de los
edificios DIRECCION031 y DIRECCION032 a los que se hace mención en este
ordinal 10° de relato fáctico de esta sentencia, habiendo quedado acreditado tan

71
Documento

sólo que en el año 2005 fue contratado para un proyecto de construcción de


viviendas en PASEO000 y en 2007 para que proyectara y dirigiera la construcción
de una piscina en el conjunto en el DIRECCION032, siendo retribuido por ello (A
17-6019). G).- PASEO000 Los gestores de CROCASA también se interesaron por
terrenos situados en el PASEO000 frente al Polideportivo Municipal de Alcaucín, en
la zona conocida como pago DIRECCION028, DIRECCION029 y Partida
DIRECCION030, adquiriendo sucesivamente entre los años 2003 y 2005 las
parcelas NUM311, NUM312, NUM313 y NUM314 del polígono NUM139 (fincas
registrales NUM315, NUM316 y NUM317) con superficie total de algo más de una
hectárea, ubicadas en suelo no urbanizable natural o rural de grado /(según las
NNSS de Alcaucín declaradas no vigentes en esta sentencia), aunque con
expectativas de reclasificación ya que en el Avance del PGOU aprobado en agosto
de 2004 estos suelos aparecían como urbanos no consolidados, encuadrado en la
unidad de ejecución UE-3. No obstante la clasificación no urbanizable de los
terrenos, la empresa dirigida por Conrado pretendía desarrollar en ellos dos
promociones inmobiliarias para lo cual le era necesario obtener un cambio de
calificación de los mismos a urbanizables para lo cual pudo contar con el apoyo del
alcalde Genaro (como siempre muy proclive a dar todo tipo de facilidades para esta
clase de desarrollos urbanísticos en el municipio) así como también del arquitecto
de la diputación Donato, habida cuenta la estrecha relación existente entre ambos.
De este modo, CROCASA pudo tener primeramente unos certificados técnicos de
Donato de 26/04/2004 (A 16- 5872) en los que venía a considerar esas fincas como
urbanas y que fueron seguidos de otros correlativos certificados municipales de
14/06/2004 (A 16-5853) firmados por el secretario del ayuntamiento con el visto
bueno del alcalde en los que, tomando como soporte esos informes, se confirmaba
la consideración de urbanos de los terrenos. Documentos que fueron seguidos de la
firma en agosto 2005 de un convenio urbanístico (A 16-5860) entre CROCASA y el
ayuntamiento (por el que a cambio de ciertas cesiones de terreno, el consistorio se
comprometía a hacer los trámites para inclusión de esas fincas en el avance del
nuevo PGOU) pero que tuvo que ser abandonado más adelante por su
incompatibilidad con el nuevo planeamiento supramunicipal promulgado en 2006 (el
Plan de Ordenación del Territorio de la Costa del Sol-Axarquía) dando paso así al ya
conocido nuevo instrumento Renovación-innovación de NNSS (A 2-610 y ss) cuya
redacción (como también ya se ha dicho en otros apartados de esta sentencia)
correspondió al referido arquitecto provincial en el que se incluyeron como futuro
suelo urbano dichos terrenos. Nuevo documento, sin embargo, que aunque recibió
la aprobación inicial del ayuntamiento en enero de 2007, no recibió la aprobación
definitiva de la Comisión Provincial de Urbanismo que lo devolvió para la
subsanación de numerosas irregularidades(A17- 6039) quedando finalmente
caducado el expediente en abril de 2008 al no quedar esta subsanadas. Estos
cambios del planeamiento intentados acarrearon dificultades para la obtención de
préstamos financieros por parte de CROCASA. Y para solventarlos, el alcalde, a
instancias de esta promotora, nuevamente llegó a emitir, pero por sí solo, un informe
de 04/11/2008 (A 20-7481) en el que venía a considerar como urbana la parcela
NUM314 y, por su parte Donato, con la misma finalidad, emitió posteriormente otro

72
Documento

informe técnico de fecha 18/11/2008 (A 20-7482) dictaminando igualmente la


consideración de urbana de esa parcela por formar parte del núcleo urbano de
población y estar dotada de todos los servicios propios de esta clase de suelo.
DECIMO PRIMERO.- CONDUCTAS DE Genaro, Donato, Romeo, Federico Juan
Ignacio, Severino Y Segundo EN RELACIÓN A LOS HECHOS DEL BLOQUE X
ZAILA. De los hechos enjuiciados en las sesiones correspondientes al BLOQUE X
referidos a los que el Ministerio fiscal recoge en el EPÍGRAFE 28 de su escrito de
acusación, se declara probado lo siguiente: La sociedad PROMOCIONES ZAILA SL
fue constituida el 17 de diciembre de 2001 por los acusados Juan Ignacio, Severino,
Segundo y Roberto para actividades de promoción inmobiliaria, nombrándose
administradores mancomunados a los dos primeros. Y entre los años 2004 y 2006
realizaron en el término municipal de Alcaucín, al menos, las operaciones que se
describen a continuación: 1).- Parcelas 27 y 28 del polígono 10 (28-A MF) En
escritura pública de 23 de marzo de 2004 (A 35-13898) los referidos acusados
adquirieron para su sociedad una finca rústica de 3.628 m2 de extensión y de uso
agrario, situada en el paraje DIRECCION016 (registra! NUM321 que abarcaba las
parcelas catastrales NUM268 y NUM250 del polígono NUM219. Aunque el suelo era
no urbanizable (tanto conforme a las NNSS de Alcaucín, declaradas no vigentes,
como conforme a la LOUA, de directa aplicación, habida cuenta su enclave
nítidamente rural y ausencia de servicios urbanísticos) los compradores (al menos
los tres primeros acusados) estaban dispuestos a construir una vivienda para uso
residencial, prescindiendo de la preceptiva licencia de obras y fingiendo
mendazmente la existencia en la finca de un cortijo de más de 50 años que estaría
necesitado de reforma para así solapar su verdadero propósito, el de construir allí
una vivienda de nueva planta. A tal fin, responsables de la promotora, lograron
obtener del acusado Donato un certificado de fecha 17/04/2006 (A 21-8343), emitido
como arquitecto particular y visado pocos días después, en el que, a sabiendas de
la finalidad pretendida con el mismo (su ulterior incorporación a expedientes
oficiales) y de la mendacidad de los hechos o datos esenciales (no de los meros
pareceres técnicos) que en él reflejaba, afirmaba que, a requerimiento de
PROMOCIONES ZABILA S.L. había girado visita a la referida parcela NUM268 de
ese paraje DIRECCION016 constatando, en base a la "inspección ocular in situ" que
"sobre dicha parcela existe construida una vivienda cortijo aislado de dos alturas,
distribuidas en distintas dependencias y servicios. Con una superficie total
construida de 122,03 m2, divididos en 57 m2 de planta alta, 60,10 m2 de planta baja
y 4,35 ,m2 de porche" y que "según la tipología de la mencionada construcción, su
fisonomía y su estado actual, su construcción data de tiempo inmemorial,
encontrándose la mencionada vivienda en muy mal estado de conservación". Y para
dar mayor verosimilitud a la certificación adjuntó a estas unas fotografías de una
casa muy muy vieja y deteriorada pero realmente ubicada en otro lugar. Con este
certificado y otros documentos, el acusado Romeo, conforme al encargo de gestión
recibido por esa promotora por el que recibió una provisión de fondos de 2600 € (A
35-13923) y sin que haya quedado debidamente acreditado que fuera consciente de
la inveracidad reflejada en el certificado, promovió el correspondiente expediente
catastral presentando ante el Patronato Provincial de Recaudación una declaración

73
Documento

simplificada de alteración de bienes inmuebles de naturaleza urbana del modelo


902-S que culminó con una propuesta favorable de resolución que se tradujo en la
grabación en la base de datos del Catastro con fecha 18 de junio de 2007 de un
inmueble diseminado urbano supuestamente construido en 1950 y durante cuya
tramitación Romeo contó con la colaboración de su empleado Federico que (como
ya se ha dicho en otros apartados de esta sentencia) lo era también del Patronato.
Colaboración que se tradujo (al igual que en otras ocasiones similares) en la
petición de numerosas consultas y sin que haya podido quedar acreditado que la
retribución o retribuciones que este recibió de su jefe Federico lo fueran en
consideración a su condición funcionarial, y no como empleado particular suyo.
Amparándose en la nueva realidad catastral de la parcela NUM268 del polígono
NUM219, los socios de la promotora (con exclusión de Roberto, del que no consta
su conocimiento y participación en la decisión) procedieron a construir sin licencia
durante la primera mitad de 2007 en dicha parcela una vivienda de dos plantas y
120 m2 de superficie, solicitando más tarde la misma, el 5 de julio de 2007
(60-20027), bajo la fórmula de supuesta reforma y restauración de esa inexistente
vieja casa, la cual fue estimada por el alcalde Genaro, mediante licencia de obras de
06/07/2007 (60¬20028), es decir al mismo día siguiente, y de forma enteramente
arbitraria, sin recabar los previos informes técnico jurídico y a sabiendas de la
inexistencia allí de vivienda alguna susceptible de reformar o rehabilitar y de la
prohibición legal, en definitiva, de poder efectuar esta clase de viviendas en suelo no
urbanizable sin la previa aprobación por el pleno municipal del correspondiente
proyecto de actuación. Más adelante, valiéndose de las certificaciones catastrales
(A 35-13903) que demostraban la antigüedad de la fingida vivienda y de un
certificado municipal acreditativo de que las parcelas NUM268 y NUM250 del
polígono NUM219 formaban la finca registral NUM321 (A 16-5620), propiedad de
PROMOCIONES ZAILA SL, los administradores de esta promotora pudieron otorgar
la escritura pública de 24 de septiembre de 2008 (A 35¬13934) en la que
declaraban como obra nueva una casa o vivienda ubicada en el interior de dicha
finca, de dos plantas y 120 m2 que se decía construida en el año 1950 y que fue
valorada en 130.000 euros, logrando inscribir dicho título en el Registro de la
Propiedad. Por último, con fecha 28 de noviembre de 2008, elevaron a escritura
pública (A35-13958) la compraventa del terreno y de la vivienda al matrimonio
británico formado por Miguel y Maribel con el que un año antes lo habían
formalizado en documento privado de 23/05/2007 (A 35-13926). Sin embargo, la
licencia de primera ocupación no fue solicitada hasta el 25 de febrero de 2009,
haciéndolo Romeo en nombre de la promotora (60-19541) en los términos que le
había indicado o sugerido el propio alcalde tras mantener este conversaciones
previas con Donato y este, a su vez, Juan Ignacio (uno de los administradores de
ZAILA), tras las cuales el alcalde, a fin de evitar un posible informe contrario de su
técnico municipal, le pidió a Donato que, como arquitecto de la Diputación, efectuará
un certificado de habitabilidad, procediendo éste funcionario a emitir, en su
condición de arquitecto de tal organismo público, un certificado de fecha 21/01/2009
(60- 19542) en ese sentido, afirmando que, tras cotejar el estado de la vivienda y su
aptitud para ser utilizada en la función que se destinaba, esta gozaba del "de las

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Documento

debidas condiciones de habitabilidad y seguridad, y que la parcela estaba dotada de


las necesarias infraestructuras" aunque sin afirmar en ningún momento de forma
expresa y clara que se tratase de una obra de rehabilitación de una antigua casa
sino sólo, de manera algo ambigua, que "había sido objeto de reformas en su
interior ya terminadas". En cualquier caso, como quiera que este certificado tuvo
entrada en el ayuntamiento pocos días después de que se practicaran los registros
y detenciones ordenados en esta causa penal, no dio lugar a ninguna resolución
administrativa. 2).- Parcela NUM291 del polígono NUM129 (28-C MF) La sociedad
PROMOCIONES ZAILA SL adquirió en escritura de compraventa de 28 de mayo de
2003 (A 21-8182) una finca de algo más de dos hectáreas dedicada a olivar y tierra
de labor, situada en paraje DIRECCION009 e inscrita en el Catastro como parcela
NUM291 del polígono NUM129. Aunque el inmueble estaba rodeado de otras fincas
rústicas y toda la zona se hallaba clasificada a efectos urbanísticos como suelo no
urbanizable, los nuevos dueños pretendían parcelar el inmueble y encargaron al
acusado Romeo que se ocupara de los trámites jurídicos. Romeo, al igual que en
otras ocasiones, procedió a confeccionar en su ordenador dos bocetos de
documentos en forma de certificado (A21-8187 y A21-8188)) destinados a ser
suscritos respectivamente por el arquitecto Donato y el secretario del ayuntamiento
Jaime con el visto bueno del alcalde Genaro. Y, efectivamente, una vez elaborados
dieron lugar, el primero de ellos, al certificado técnico de 25/06/2004 (A 21-8186)
que fue libremente suscrito y firmado por dicho arquitecto en cuyo texto se indicaba
que la referida parcela NUM291 estaba dotada de todos los servicios y suministros
de una finca. Y el segundo de ellos, al certificado municipal de fecha 27/07/2004 (A
21-8185), firmado asimismo por el secretario del ayuntamiento con el visto bueno
del alcalde en el que, tras reproducir ese informe técnico, precisaba que, por tanto,
la parcela era "urbana por sus dotaciones, de conformidad a lo establecido en la Ley
7/02 de Ordenación Urbanística de Andalucía, art.45 ". DÉCIMO SEGUNDO.-
CONDUCTAS DE Genaro, Donato, Romeo Y Jaime SOBRE CERTIFICACIONES Y
LICENCIAS EN RELACIÓN A LOS HECHOS DEL BLOQUE XI NIETO. De los
hechos enjuiciados en las sesiones correspondientes al BLOQUE XI referidos a los
que el Ministerio fiscal recoge en el EPÍGRAFE 29 de su escrito de acusación, se
declara probado lo siguiente: El promotor inmobiliario Juan Enrique actuando por
medio de sus sociedades ANADAGE SL, NIETO MAR SL y PUENTE DON
MANUEL SL se dedicó durante varios años a comprar fincas rústicas en el término
municipal de Alcaucín, desarrollando sobre ellas las parcelaciones y construcciones
que se describen a continuación. A).- Segregación de la finca registral NUM269. La
sociedad ANADAGE SL dirigida por Juan Enrique (inicialmente acusado en esta
causa) era propietaria de la finca registra! NUM270 de la que en el año 1998
segregó una parcela que dio lugar a la registra! NUM269, una tierra de riego de
2.880 m2 de extensión situada en el Pago DIRECCION021, zona también conocida
como PARAJE004, que mediante escritura pública de 8 de marzo de 1999 vendió a
los cónyuges Ángel y Felicidad junto a una vivienda unifamiliar de 134 m2 edificada
por dicha promotora al amparo de una licencia de obras concedida un año antes
(51-16459 y ss) . Pero, a mediados de 2004 Juan Enrique propuso a los Ángel
Felicidad que le vendieran una parte del terreno que les había vendido con objeto de

75
Documento

construir en él otra casa. Y al aceptar éstos la oferta encargó al gestor Romeo que
tramitara la documentación necesaria para la nueva operación de segregación y
venta no obstante no resultara legalmente posible por cuanto que daría origen a, al
menos, una parcela inferior a la unidad mínima de cultivo (UMC) que para los
terrenos de regadío, como era el caso, estaba fijada en Alcaucín en 2500 m2. Para
obviar ese problema legal, Romeo, al igual que en otras ocasiones similares,
procedió a confeccionar en el ordenador de su despacho los dos modelos
habituales de certificados técnicos y municipal de consideración como urbana de la
finca para lo cual sabía que, como tantas otras veces, contaba con el beneplácito de
sus respectivos posteriores firmantes, el arquitecto Donato y el alcalde Genaro,
respectivamente (A 22-8658 y A 22-8661).Y, efectivamente, una vez llegó a sus
manos el texto del documento, el primero de ellos procedió a expedir y firmar libre y
conscientemente el consiguiente certificado técnico fechado a 31/05/2004 (A
22-8657), visado por el colegio de arquitectos el 16/06/2004, en el que se hacía
constar que a requerimiento de Ángel y del Ayuntamiento de Alcaucín había visitado
tal inmueble observando que estaba dotado con todos los servicios y suministros de
una parcela urbana, calificándolo, en consecuencia, como parcela "urbana por sus
dotaciones" de conformidad con el artículo 45 de la LOUA. Y ello, a pesar, de que
no sólo conforme a las NNSS de Alcaucín (declaradas no vigentes en esta
sentencia) sino también conforme a la citada LOUA, esos terrenos tenían la
consideración de suelo no urbanizable, dado su enclave y características
eminentemente rústicas. Y a la vista de ese certificado técnico, el ayuntamiento
expidió el correspondiente certificado municipal de 24/06/2004 (A22-8659) firmado
por el secretario Jaime con el visto bueno del alcalde y el alcalde Genaro (ambos
también libremente, si bien en el caso del secretario, de forma negligente según el
Ministerio fiscal) en el que, tras reproducir ese informe técnico de Donato, se
introducía, a modo de conclusión, la afirmación de que "a la vista del citado
documento la mencionada parcela tiene la consideración de finca urbana". Una vez
en su poder este certificado municipal de urbana, Juan Enrique solicitó más tarde,
en nombre de Ángel, licencia municipal para poder segregar de esa parcela
NUM269 (de solo, repetimos, 2880 m2 de extensión) una superficie de 1000 m' que
el alcalde Genaro no tuvo reparo alguno en conceder sólo un día después mediante
licencia de segregación de 23/09/2004 (A22-8662), acordada de forma enteramente
arbitraria, es decir, sin los preceptivos informes técnico y jurídico y a sabiendas de
su manifiesta ilegalidad sustantiva, al comportar que la dos parcelas resultantes
quedaran con una superficie muy inferior a la unidad mínima de cultivo que para el
término municipal de Alcaucín se encontraba establecida en 2500 m2 para fincas de
regadío y en 25.000 m2 para fincas de secano. El certificado municipal y la licencia
de segregación quedaron incorporados a la posterior escritura pública de 21 de
octubre de 2004 (A22-8664) por la que el matrimonio Ángel Felicidad segregó de la
finca NUM269 la referida parcela de 1.000 m2 que fue vendida en el mismo acto a la
entidad NIETO MAR SL, representada por Juan Enrique. La escritura fue inscrita en
el Registro de la Propiedad con la consecuencia inmediata de que tanto la finca
matriz como la segregada quedaron registradas como solares urbanos, a pesar de
no haberse producido ningún cambio de planeamiento que permitiese alterar su

76
Documento

calificación de suelo no urbanizable. B).- Finca registra! NUM378. La finca registra!


NUM378, ubicada en la parcela catastral NUM379 del polígono NUM120, tenía una
superficie de 6.900 m2 dedicada a cultivos de secano y también procedía de la finca
matriz NUM270, de la que fue segregada por ANADAGE SL en escritura de 25 de
octubre de 1999, declarándose al mismo tiempo la existencia en ella de una
vivienda de 218 m2 construida al amparo de una licencia de obras de 1999 y otra
previa licencia de segregación cuyos documento originales, copias o testimonios no
obran en la causa (51-16476). Finca que fue vendida posteriormente como rústica,
junto con la vivienda construida, a un tercero que, a su vez, la transmitió con la
misma naturaleza en escritura de 26 de abril de 2004 a Juan Carlos, Juan Pablo y
Arsenio (A22-8356 ). Los nuevos dueños querían revender el inmueble y para
cambiar la inscripción registra' de la finca a la categoría de urbana y así incrementar
su valor, lograron obtener del acusado Donato un certificado técnico de urbana de
fecha 03/10/2005 (A22-8369), visado por el colegio de arquitectos el 20 de octubre
de 2005, donde se decía (con los habituales términos empleados en estos casos)
que dicha finca NUM378 estaba dotada con todos los servicios y suministros de una
finca urbana y que era urbana por sus dotaciones de conformidad con el artículo 45
de la Ley 7/2002 de Ordenación Urbanística de Andalucía . Y luego obtuvo un
certificado municipal de fecha 07/03/2006, expedido por el secretario del
ayuntamiento Jaime con el visto bueno del alcalde Genaro, donde se reproducía el
anterior certificado técnico y se afirmaba que, a la vista del citado documento, la
mencionada parcela tenía la consideración de finca urbana. C).- Parcelación
irregular de la finca registral NUM270 (catastral NUM271) En escritura de 23 de
septiembre de 2005 Juan Enrique como representante de ANADAGE SL transmitió
la propiedad de dos parcelas rústicas a la entidad NIETO MAR SL, constituida en
abril de 2004 para desarrollar nuevos negocios inmobiliarios y que él también
controlaba junto a su hijo Evelio. Uno de los inmuebles traspasados fue la finca
registral NUM270, que correspondía a la parcela catastral NUM271 del polígono
NUM120, de 9.330 in2 de extensión, integrado por una parte rústica y otra de
regadío (A33-12757 y A33-12789) situada en el pago DIRECCION021 (
PARAJE004) en suelo clasificado en las NNSS de Alcaucín (declaradas no
vigentes) como no urbanizable y que igual consideración merecía conforme a la ley
urbanística andaluza de 2002 (LOUA), dadas sus características y ubicación, como
no urbanizable, a pesar de lo cual que pretendían parcelar y vender con nuevas
viviendas unifamiliares. A tal efecto, y sin que conste debidamente acreditado las
concretas gestiones o actuaciones llevadas a efecto en este caso por el gestor
Romeo, Juan Enrique logró obtener primeramente del arquitecto acusado, Donato,
un certificado técnico de urbana de fecha 05/01/2006 (A21-8136) visado por el
colegio de arquitectos, acreditando que, a requerimiento de NIETO MAR S.L., había
girado visita a la finca observando que era urbana por sus dotaciones de
conformidad con el artículo 45 de la LOUA. Certificado técnico que, como en tantas
otras ocasiones, sabía muy bien Donato iba destinado al ayuntamiento para servir
de base al correspondiente certificado municipal de urbana. Y, efectivamente, poco
después obtuvo también el interesado ese certificado municipal de urbana de fecha
30/01/2006 (A21-8137) expedido por el secretario del ayuntamiento Jaime con el

77
Documento

visto bueno del alcalde Genaro, donde, como tantas otras veces, se reproducía el
anterior certificado técnico y se afirmaba que, a la vista del citado documento, la
mencionada parcela tenía la consideración de finca urbana. Más tarde, a solicitud
del mismo interesado, el alcalde le concedió el mismo día de su presentación seis
licencias de segregación de fecha 11/05/2006 (49-15958 y ss) para cada una de las
parcelas que pretendía segregar con superficies comprendidas entre 311 y 660 m2.
Decisión que adoptó el alcalde de forma enteramente arbitraria, pues lo hizo sin los
preceptivos informes técnico y jurídico y a sabiendas de su manifiesta ilegalidad por
cuanto que comportaba que las parcelas resultantes quedaran con una superficie
muy inferior a la unidad mínima de cultivo que para el término municipal de Alcaucín
se encontraba establecida en 2500 m2 para fincas de regadío y en 25.000 m2 para
fincas de secano. Una vez dispuso de estos documentos (certificados técnico y
municipal de urbana y licencias de segregación) Juan Enrique procedió a otorgar,
como representante y administrador de NIETO MAR SL, escritura pública de 30 de
junio de 2006 (A21-8164), afirmando que esa finca NUM270 ya era urbana y
segregando de la misma seis parcelas, denominadas A1, B2, C3, D4, E5 y F6, luego
inmatriculadas como nuevas fincas registrales e inscritas en el Registro de la
Propiedad como solares urbanos, al igual que la finca matriz, pese a que su
naturaleza urbanística era de suelo no urbanizable. La respectivas copias
notarialmente adveradas de esos documentos más los relativos a las licencias de
obra que se indican a continuación quedaron unidos a la escritura pública. Y es que,
en efecto, en esta urbanización irregular ya se habían construido con anterioridad, al
menos, cuatro viviendas unifamiliares que fueron autorizadas arbitrariamente por el
alcalde Genaro en virtud de licencia de obras de 13/08/1999 (A21-8155) concedida
el mismo día de su solicitud sin los previos informes técnico jurídicos y a sabiendas
de la naturaleza rústica de los terrenos y carácter residencial de las edificaciones y,
por ende, enteramente contraria a la legislación urbanística. D).- Construcciones en
pago DIRECCION001 . En relación con este epígrafe 29A del escrito del Ministerio
fiscal por el que acusa al alcalde Genaro de un delito continuado de prevaricación
urbanística por unas licencias de obras que habría concedido en marzo de 2000 a la
sociedad ANADAGE SL de Juan Enrique para construir cinco viviendas unifamiliares
en cinco parcelas catastrales situadas en terrenos catalogados por las NNSS de
Alcaucín corno de suelo no urbanizable natural o rural de grado 1, sólo ha podido
quedar probado que, efectivamente, el alcalde autorizó realmente una licencia de
obras sobre una de esas parcelas ((A21-8264y A21-8299) sobre alguna de esas
parcelas pero sin que conste debidamente acreditado que lo hiciera sin los
preceptivos informes técnico jurídicos y previa aprobación del órgano autonómico
correspondiente, constando, por otra parte, documentalmente acreditado que al
menos respecto de una de ellas, la antigua catastral 164, el alcalde obtuvo informe
favorable de la Comisión Provincial de ordenación del territorio y urbanismo de
Málaga de fecha 01/10/2001. E) NUM247 del polígono NUM139. Juan Enrique
adquirió mediante escritura pública de 4 de mayo de 2004 para su sociedad
PUENTE DON MANUEL SL (53-17420 y A22-8469) una finca rústica de secano con
Olivos situada en el PARAJE010, de 4.428 m2 de extensión que todavía no estaba
inscrita en el Registro de la Propiedad (más tarde sería la registral NUM324) y que

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Documento

figuraba en el catastro como la parcela NUM247 del polígono NUM139 sobre la que,
pese a su carácter rústico y limitada extensión, pretendía aquel dividir en varias
parcelas para edificar viviendas unifamiliares para su ulterior venta a terceros. Ya
antes de formalizar esa compra en escritura pública, Juan Enrique encargó al gestor
Romeo que tramitara la documentación necesaria para llevar efecto esas
operaciones de segregación y venta no obstante no ser ello jurídicamente posible
debido al carácter rústico de los terrenos y la obligación legal de respetar la unidad
mínima de cultivo exigida por la legislación agraria. Para obviar ese problema legal,
Romeo, al igual que en otras ocasiones similares, procedió a confeccionar en el
ordenador de su despacho un certificado técnico de consideración de urbana de la
finca que sirviera de apoyo a otro posterior certificado municipal de la misma índole
sabiendo que contaba para ello, como tantas otras veces, con el beneplácito
anticipado de sus futuros firmantes, el arquitecto Donato y el alcalde Genaro,
respectivamente (A22-8465). Y, efectivamente, una vez llegó a sus manos el texto
del documento, el primero de ellos procedió a expedir y firmar libre y
conscientemente el consiguiente certificado técnico fechado a 18/03/2004
(A22-8464 y 53-17420 y ss) en el que se hacía constar que, tras haber visitado la
referida parcela 117, dictaminaba que la misma era "urbana por sus dotaciones" de
conformidad con el artículo 45 de la LOUA. Y a la vista de ese certificado técnico, el
ayuntamiento expidió el correspondiente certificado municipal de 12/03/2004
(A22-8464), fechado erróneamente con anterioridad al certificado técnico, que fue
firmado por el secretario Jaime con el visto bueno del alcalde y el alcalde Genaro
(ambos también libremente, si bien en el caso del secretario, de forma negligente
según el Ministerio fiscal) en el que, tras reproducir ese informe técnico de Donato,
se introducía, a modo de conclusión, la afirmación de que "a la vista del citado
documento la mencionada parcela tiene la consideración de finca urbana" . Una vez
en su poder este certificado municipal de urbana, Juan Enrique presentó más tarde
en el ayuntamiento en nombre de su mercantil, concretamente con fecha 22 de
septiembre de 2004, cuatro solicitudes de segregación de la finca para dar origen a
las correspondientes parcelas de sólo 1050 m2. Solicitudes que fueron estimadas
por el alcalde Genaro otorgándole cuatro licencias de segregación de fecha
23/09/2004 (53-17428 y ss), o sea al mismo día siguiente, y de forma enteramente
arbitraria, es decir, sin ningún informe técnico jurídico previo y a sabiendas de que
dada la naturaleza rústica del terreno y la unidad mínima de cultivo exigida por la
legislación agraria en el término municipal de Alcaucín no podía concederlas al
quedar la superficie de las parcelas resultantes muy por debajo de esa unidad
mínima. El certificado municipal y las licencias de segregación fueron aportados, y
debidamente testimoniados por el notario, a la posterior escritura pública de 16 de
diciembre de 2004 (53-17420) donde Juan Enrique, en representación de PUENTE
DON MANUEL S.L y con apoyo en aquellos , declaró el ya carácter urbano de la
finca matriz procediéndose a las cuatro segregaciones municipalmente autorizadas
dando lugar a cuatro parcelas de sólo 1050 m2 que posteriormente accederían
como solares urbanos al Registro de la Propiedad (58-19089 y 70-22968). F) Finca
Registral NUM357. La sociedad PUENTE DON MANUEL SL, de la que (como se ha
dicho) era administrador único Juan Enrique fue dueña de una finca rústica de 622

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Documento

m2 de extensión denominada " DIRECCION033", situada en el lugar conocido como


DIRECCION034 del término municipal de Alcaucín, que forma parte de la parcela
catastral NUM358 del polígono NUM099 (inscrita como registral NUM357),
albergando en su interior una antigua construcción cuyas concretas medidas reales
no han quedado debidamente acreditadas e identificada en el Catastro como
diseminado 211. Previa solicitud del interesado de una licencia de obra menor (de
reforma y ampliación) de esa antigua vivienda, el alcalde Genaro le concedió a la
interesada en el expediente NUM356 licencia de fecha 29/09/2004 (A22-8696) sin
que conste mediase ningún informe técnico jurídico previo. Pero al amparo de la
licencia, el beneficiario amplió considerablemente (aunque en términos no
concretamente determinados) la superficie de la construcción. Y posteriormente el
alcalde, sin que conste tuviera debida constancia de ello, le otorgó la
correspondiente licencia de primera ocupación de fecha 24/07/2007 (A22-8697).
Más tarde, por la entidad promotora se solicitó del arquitecto Donato un certificado
técnico sobre las obras de ampliación realizadas, expidiendo este a tal efecto un
certificado de fecha 25/09/2007 (A22-8698) señalando que "la superficie construida
original de la vivienda era de 82,54 m2, ascendiendo la superficie útil total de la
reforma a 104 m2. Extremo éste último que el propio técnico, a petición del
interesado, precisó que esta medida se refería a la superficie total construida, no a
la superficie útil, declarándolo así en la escritura notarial de 25/10/2007 de
declaración de obra nueva y compraventa (A22-8699) otorgada por Juan Enrique.
G).- Finca registral NUM272. En fecha no determinada Juan Enrique adquirió en la
zona conocida como DIRECCION025 o PARAJE001, las fincas registrales NUM303
y NUM272 que integran la parcela catastral NUM304 del polígono NUM099. Y
aunque se trataba de un terreno rústico de secano solicitó con fecha 30 de
diciembre de 1999 una licencia para construir una vivienda unifamiliar aislada sobre
la subparcela NUM397, correspondiente a la finca NUM272, de 5.000 m2 de
extensión. Y a tal solicitud accedió el alcalde Genaro otorgándole arbitrariamente
licencia de obras 05/04/2000 (A24-9268) omitiendo los preceptivos informes técnico
y jurídico y a sabiendas de que en esa clase de suelo no urbanizable estaban
prohibidas las construcciones no destinadas a explotaciones agrícolas salvo
excepcionalmente edificios aislados destinados a vivienda familiar expresamente
autorizados por el órgano autonómico competente tras la sustanciación de un
procedimiento expresamente previsto en la entonces vigente LS 1992. Ambas
propiedades fueron escrituradas a favor de la sociedad ANADAGE SL con fecha 25
de marzo de 2003 y sin haber hecho uso de la citada licencia Juan Enrique vendió la
finca registral NUM272 a un tercero mediante escritura de compraventa de 28 de
abril de 2004 (62-20430). DÉCIMO TERCERO.- CONDUCTAS DE Genaro, Donato,
Roberto, Conrado -Y Olegario EN RELACIÓN A LOS HECHOS DEL BLOQUE XII.
CARLOTEÑA. De los hechos enjuiciados en las sesiones correspondientes al
BLOQUE XII referidos a los que el Ministerio fiscal recoge en el EPÍGRAFE 30 de su
escrito de acusación, se declara probado lo siguiente: A).- Ventas a MARCO ZABEN
y CARLOTEÑA DE ARQUITECTURA. a).- La finca registra! NUM348. En el año
1976 los esposos Irene y Ambrosio adquirieron una finca rústica de superficie
aproximada a algo más de una hectárea en el paraje conocido como

80
Documento

DIRECCION019 o DIRECCION018 del término municipal de Alcaucín, ubicada en


las estribaciones de Sierra Tejeda, aunque cercana al núcleo urbano: la parcela
catastral NUM354 del polígono NUM106 (registra! NUM348). Los nuevos dueños
edificaron primeramente en la parte este de la finca una vivienda unifamiliar de poco
más de 100 m2, sin la debida licencia municipal, y bastantes años después, ya con
licencia (aunque ignorándose la concreta fecha y contenido de la misma), otra casa
de dos plantas y unos 216 m2 de superficie en la parte oeste de la parcela (A20-779
y ss). b).- Contrato privado de venta de parte de la finca a MARCO ZABEN y
actuaciones para cambiar su valor económico. Pasado el tiempo, los referidos
propietarios decidieron vender ambas viviendas, interesándose por la segunda de
ellas (la del oeste) y terreno correspondiente el acusado Roberto, administrador
único de la entidad MARCO ZABEN SL, por considerar que, no obstante su
naturaleza rústica, tenía expectativas urbanísticas por su enclave y su inclusión en
el proyecto de Avance del PGOU que se estaba entonces elaborando. Y
efectivamente, mediante documento privado de 11/06/2004 (A28-10666) formalizó
Roberto con los dueños un contrato de compraventa sobre la referida vivienda junto
con la mitad del terreno (de 6500 m2) que más adelante sería segregado de la
matriz NUM348 dando lugar a la finca registra! NUM347. En el contrato se pactó un
precio de 390.650 del que el comprador abonó en el acto 36.060 €, quedando
aplazado el pago del precio restante a la firma de la escritura para cuyo
otorgamiento se estipuló que sería a finales de octubre del mismo año pero siempre
y cuando la finca constase registrada como finca de regadío para así proceder a la
posterior segregación de los metros acordados en el contrato pues, de continuar
catalogada como tierra de secano, la parte compradora sabía que la segregación no
sería legalmente posible al estar fijada en Alcaucín la unidad mínima de cultivo para
esta clase de terrenos en 25.000 m2 mientras que para los de regadío, en cambio,
era sólo de 2500 m2. Si bien este aplazamiento y condiciones no fue obstáculo para
que en el mismo contrato se facultara ya al comprador para entrar en la posesión de
la finca y vivienda objeto del mismo con la consiguiente entrega de las llaves.
Durante ese mismo ario y el siguiente, se desarrollaron diversas actuaciones
tendentes a facilitar la venta e incremento del valor del terreno. Entre ellas,
principalmente, las encaminadas a lograr ese cambio de la finca a regadío en el
Catastro y en el Registro de la Propiedad instando los correspondientes informes y
certificados técnicos (A 28-10652 y A28-10656) que así lo apoyaran y que se vieron
posteriormente corroborados por un acta de inspección catastral de fecha
30/06/2004 (A28-10674) que confirmó esa nueva naturaleza de regadío de la finca,
lográndose igualmente su inscripción registral en tal condición mediante la previa
declaración de obra nueva efectuada mediante escritura pública de 24/09/2005
(A20-7904). Para todo lo cual, incluida la segregación y venta de la finca por un
precio máximo de 342.000 €, los todavía titulares de la misma habían otorgado a
Roberto el correspondiente poder notarial mediante escritura pública de 24/08/2005
(A20-7897). Y a los mismos fines de conseguir este su reventa a precio equivalente
al de urbana, también logró hacerse este con un certificado municipal de fecha
29/06/2004 (A24-9429) expedido con la sola firma del alcalde Genaro en el que
implícitamente venía a considerarse como urbana al indicarse en el documento que

81
Documento

la parcela disponía "de todos los servicios de suministro de agua potable, contando
con manantial de agua propio, recogida de basuras, saneamiento, energía eléctrica,
línea telefónica y alumbrado público". Y mucho más tarde, coincidiendo con la
posterior escritura de venta de la finca, logró hacerse también con otro certificado
municipal de fecha 16/03/2006 (A20-7850), esta vez expedido por el secretario del
ayuntamiento con el visto bueno del alcalde, en el que, a solicitud de la propietaria
de la finca matriz NUM348, Irene se indicaba que a la vista de su naturaleza de
regadío y que las dos parcelas resultantes tenían una superficie superior a la unidad
mínima de cultivo, se declaraba "la innecesariedad de licencia de segregación" si
bien "con la advertencia de que en ninguna de las parcelas resultantes se podrán
realizar actuaciones urbanísticas que sean contrarias a lo establecido en la ley de
ordenación urbanística de Andalucía y en las normas subsidiarias de planeamiento
urbanístico de este municipio que le sean de aplicación". c).- Documento privado de
condominio de junio de 2004. En el contrato privado de 11 de junio de 2004 que
Roberto había suscrito con su vendedora se había fijado para finales de octubre la
fecha límite para el otorgamiento de la escritura pública y pago del resto del precio
acordado, el cual ascendía a una notable suma de dinero a la que aquél se vería
obligado a hacer frente aun en el caso de no haber podido enajenar la finca a
terceros con el consiguiente beneficio por la hipotética diferencia. Consciente de ello
y 'sin que conste debidamente acreditada cualquier otra finalidad oculta, Roberto (se
ignora si ya antes o después de haber contraído esa obligación) decidió llegar a un
acuerdo con otras personas que pudieran estar interesadas en compartir con él ese
riesgo a cambio de compartir igualmente a muy corto plazo los altos beneficios que
se esperaban obtener como consecuencia del mayor valor potencial que se supone
alcanzaría el precio de reventa de la finca tras su transformación en regadío y altas
expectativas (a la vista del avance de PGOU) de tornarse en urbana. Y de este
modo procedió a formalizar, en nombre de MARCO ZABEN SL (todavía sin disponer
de ese poder notarial que Irene no le conferiría hasta un año después), con Olegario
e Paloma (hija del promotor inmobiliario Conrado) un documento privado de fecha
22/06/2004 (A28-10670), bajo la denominación de "contrato privado de
compraventa", mediante el cual la mercantil dirigida por Roberto vendía a estos dos
últimos el 50% y el 25%, respectivamente, de esa finca aun no escriturada a favor
de la primera por el precio, también respectivamente, de 195.325 € y 97.662,50 €,
abonando Olegario en el mismo acto 18.000 € e Paloma (que en todo momento
actuó siempre como persona interpuesta de su padre Conrado) la suma de 9000 €,
estipulándose el pago aplazado del resto del precio para cuando se realizara la
firma de la escritura. Creándose así, de esta forma, una situación de condominio
entre los tres firmantes y por esos porcentajes o cuotas (50% de Olegario, 25% de
Sonsoles y 25% restante para MARCO ZABEN) cuyo objeto (según se convino
expresamente) sería "la venta de todo o parte de la finca y/o vivienda,
comercialización, promoción y venta de viviendas, o cualquier otro objeto que las
partes acuerden de común acuerdo", estipulándose igualmente que "cualquiera de
las partes podrá disponer de todo o parte de su cuota de propiedad y enajenarla a
un tercero, siempre y cuando medie el consentimiento expreso y por escrito de las
demás partes integrantes del condominio que se crea en el presente contrato". Si

82
Documento

bien ha quedado acreditado que en esta operación negocial Paloma actuó en todo
momento siguiendo las instrucciones de su padre Conrado y con su respaldo
económico, no ha quedado, sin embargo, suficientemente acreditado que Olegario
también lo hiciera como persona interpuesta, en todo en parte, de un tercero, ni
menos aún que esa hipotética tercera persona encubierta fuese el alcalde Genaro,
como tampoco que este, de alguna manera, contribuyera interesadamente al buen
éxito del negocio especulativo pretendido, al menos más allá de su habitual
conducta favorecedora o flexiblemente abierta a iniciativas urbanísticas inmobiliarias
dentro de su municipio y que en este caso, por ejemplo, se tradujo en la expedición
de ese certificado municipal de urbana de 29/06/2004 antes mencionado. c).- Poder
notarial a Roberto. Como quiera que había transcurrido sobradamente el límite
temporal convenido entre Irene y Roberto para escriturar la venta de la parcela (y
consiguiente abono del resto del precio por parte de este) sin que esta hubiere
tenido lugar al no haber encontrado aún Roberto (y sus socios) compradores en
firme para su pretendida reventa, el matrimonio Irene- Ambrosio le requirió a tal
otorgamiento y pago de la cantidad aplazada procediendo entonces ambas partes a
un nuevo acuerdo que, de momento, se plasmó en una escritura pública de
apoderamiento de 24 de agosto de 2005 (A20-7897), antes mencionada, en virtud
de la cual aquellos, en su condición de titulares de la finca matriz NUM348,
confirieron poder notarial a Roberto para segregar 6500 1112 y vender esta parte
segregada con la vivienda situada en ella al precio máximo de 342.000 € y cuyo
importe les pagó este en el mismo acto (A20-7897). d).- Rescisión del condominio
mediante acuerdo escrito de 07/03/2006. Pero el tiempo transcurría y los objetivos
de reventa de Roberto no se cumplían, produciéndose incluso desavenencias
personales con sus dos socios que desembocaron finalmente en un acuerdo de
rescisión de la copropiedad y negocio pactado que se plasmó en un documento
privado de 07/03/2006 (A20-7682) en virtud del cual se devolvieron a Olegario y a
Sonsoles las cantidades entregadas y la empresa MARCO ZABEN se quedó la
totalidad de la finca y con plenas facultades, por tanto, para disponer libremente de
ella, si bien muy pocos meses después (como se dirá más adelante) Olegario
lograría vender, como corredor comisionado del matrimonio Irene- Ambrosio, la otra
parte de la parcela (de 7.252 m2) con su respectiva vivienda a otra empresa
inversora (A20- 7883). e).- Escritura pública de segregación y venta de 16/03/2006.
Se ignora si ya a la fecha de la firma de esa rescisión Roberto había encontrado o
no comprador para la finca. Pero el caso es que sólo pocos día después la vendió
en escritura pública, y por muy alto precio, a la sociedad CARLOTEÑA DE
ARQUITECTURA SL, creada a tal efecto por seis socios: Damaso (EGABRO SL),
Borja (INJUPISA), Edmundo (INNIFICOR SL), Eliseo, Ernesto y Eugenio. Esta
operación se plasmó en una compleja escritura pública de segregación y doble
venta de fecha 16/03/2006 (A20-7834) en virtud de la cual primeramente Roberto,
actuando en la doble condición de representante de los titulares registrales (en
virtud del poder conferido) y de su empresa MARCO ZABEN (en virtud de su
representación legal), procedió a segregar esos 6500 m2 de la registra! NUM348 y
venderlos, con la respectiva vivienda, a su sociedad por el precio de 342.000 e. Y
acto seguido, en nombre de la misma, procedió a vender el inmueble adquirido a la

83
Documento

mencionada sociedad CARLOTEÑA DE ARQUITECTURA por el precio de


910.499,21 e que esta compradora pagó en el acto con un cheque de 60.101,21
euros y tres pagarés por valor total de 850.398 euros, abonando igualmente otros
91.680,00 euros en concepto de IVA. Para entonces, como ya ha sido relatado, la
parcela ya había adquirido la condición oficial de finca de regadío y declarada e
inscrita en el registro como obra nueva (la nueva registral NUM347) su vivienda por
lo que el notario autorizó la segregación declarada por la parte vendedora sólo en
virtud del certificado municipal de inecesariedad (expedido el mismo día) que antes
hemos mencionado (A20-7850) y que se justificaba en que las parcelas resultantes
alcanzaban una superficie inferior a la unidad mínima de cultivo, y cuyo testimonio
quedó unido a la escritura. Con el beneficio obtenido por esta venta, Roberto
efectuó una nueva inversión inmobiliaria por importe total de 453.280 € comprando,
en nombre de MARCO ZABEN a la sociedad PROMOCIONES JUNCARILLO SL
(A27-10510) mediante escritura pública de 26 de abril de 2006 (A27-10576), diez de
las parcelas segregadas de la finca registra! NUM346, catastral NUM295 del
polígono NUM139 del municipio de Alcaucín sobre la que se había constituido la
urbanización " URBANIZACION006". B).- Actuaciones sobre la parcela 267 del
polígono 9 . Años antes que en abril de 2006 MARCO ZABEN comprara a
PROMOCIONES JUNCARILLO SL la referidas 10 parcelas de esta finca catastral
NUM295 situada en el PARAJE000 ( DIRECCION028), después denominada
URBANIZACION006, dicha finca, de algo menos de 5000 m2 y cercana al casco
urbano de Alcaucín, se encontraba ya inscrita como urbana en el Registro de la
Propiedad con el número NUM398 pese haber tenido antes la consideración de
finca rústica de secano. Lo único probado sobre este particular es que Julián y
Ovidio, administradores mancomunados de PROMOCIONES JUNCARILLO S.A.
aportaron esta finca de su propiedad, inscrita entonces a su nombre, cuando
constituyeron esa mercantil el 11 de octubre de 1999 y que posteriormente,
mediante escritura pública de 13/02/2003 (A27-10556) ya declararon como urbanas
(solares) las 16 parcelas, de aproximadamente 300 m2 cada una, integrantes de la
urbanización cuya segregación fue declarada en ese mismo acto y autorizada por el
notario al amparo de una licencia de segregación de fecha 06/02/2003 expedida por
el alcalde de Alcaucín Genaro en la que refería que la finca matriz estaba calificada
como suelo urbano y cuyo testimonio quedó unido a la escritura matriz (A27-10575),
no constando en autos más extremos y circunstancias relativas al expediente de
concesión de esta licencia municipal ni al verdadero carácter rústico, urbano o
urbanizable que pudiera tener esa finca al tiempo de su concesión. C).- Actuaciones
de Donato contra CARLOTEÑA DE ARQUITECTURA Tras cerrar la compra de la
finca NUM347 los socios de CARLOTEÑA DE ARQUITECTURA contrataron como
arquitecto particular a Donato confiándole un doble cometido: por un lado, redactar
el proyecto básico de un edificio de 92 viviendas, garajes y trasteros; por otro,
negociar un convenio urbanístico con el Ayuntamiento para incluir en el futuro
PGOU de Alcaucín (cuyo avance había sido aprobado por el pleno municipal el 30
de agosto de 2004 y publicado en el BOP el 13/09/2004) esa parcela como urbana y
encargarse de los trámites necesarios para obtener una licencia municipal de obras
condicionada a la definitiva aprobación de ese planeamiento. A mediados de

84
Documento

noviembre de 2006, una vez elaborado el proyecto básico, Donato reclamó y cobró
una minuta de 35.014,79 euros en concepto de anticipo de honorarios (A20-7777),
ocupándose él mismo de entregar el proyecto al Ayuntamiento de Alcaucín junto a la
solicitud de licencia de obras que presentó el 15 de noviembre de 2006 (A20-7765).
En el mismo proyecto técnico constaba que el suelo era no urbanizable, de modo
que con este trámite sólo se pretendía obtener, como se ha dicho, una licencia
condicionada a la futura aprobación de instrumentos de planeamiento, tal como
(según se indicará más adelante) había ocurrido cinco meses atrás (y con éxito) con
la promoción que el mismo arquitecto había diseñado en la parcela contigua para la
entidad SOPORTES EQUIPOS S.L .No obstante, en el presente caso Donato no
logró negociar con resultado positivo el convenio urbanístico pretendido y la solicitud
de licencia permaneció sin resolver hasta la incorporación de la nueva secretaria
municipal, Clara, resultando aquella finalmente denegada, por contravenir la
normativa urbanística vigente, en una resolución de 18 de abril de 2008 firmada por
el alcalde Genaro y la referida secretaria y que fue debidamente notificada a los
administradores de CARLOTEÑA DE ARQUITECTURA (A20-7770). Ante la nueva
situación, el acusado Donato vio peligrar el resto de honorarios que había previsto
cobrar de esta promotora, razón por la que decidió enviar en el mes de junio del
mismo año una carta (A20-7767) a su cliente Damaso (administrador CARLOTEÑA)
informándole, aunque engañosamente en parte, del estado del procedimiento
administrativo para la concesión de la licencia municipal de obras, afirmando en ella
que en febrero de 2007 el pleno del ayuntamiento había aprobado un convenio
urbanístico acorde con los parámetros de su proyecto (lo cual no era cierto), y
justificaba la denegación de la licencia por la retirada del nuevo PGOU, añadiendo,
no obstante, que el proyecto aún era viable dado que en mayo de 2008 la Junta de
Andalucía había recomendado una adaptación a la LOUA de las vigentes Normas.
Subsidiarias y ello daría paso a cambios en el planeamiento mediante expedientes
de modificación de elementos. Como quiera que las explicaciones dadas en la carta
no daban el resultado apetecido, Donato decidió ya dar un salto cualitativo y
engañar a su cliente procediendo, nada menos, que a simular que el ayuntamiento
había cambiado su criterio y decidido, por tanto, conceder la licencia de obras
solicitada. Y a tal efecto confeccionó un documento fechado a 26 de agosto de 2008
de apariencia oficial (A20-7774) en el que superpuso recortes del membrete del
Ayuntamiento y de las firmas del alcalde Genaro y de la secretaria Clara, para luego
fotocopiar la composición y obtener un resultado que parecía auténtico, enviándolo
por fax a su cliente. En el texto del documento así manipulado citaba el supuesto
convenio de febrero de 2007 y fingía un nuevo acuerdo de la Comisión de Obras del
ayuntamiento (un órgano realmente inexistente en dicha corporación) que
autorizaba la construcción del edificio promovido por CARLOTEÑA y concedía un
aplazamiento del pago de las tasas municipales a medida que se desarrollaran las
distintas fases de la futura construcción. Seguidamente el acusado presentó una
minuta de 18.180 euros, de fecha 30 de agosto de 2008 (A20-7772), en concepto de
"seguimiento y tramitación de convenio de la parcela sita en el paraje
DIRECCION018 Alcaucín", que los socios de CARLOTEÑA DE ARQUITECTURA,
animados ya por la nueva situación que les había descrito su arquitecto, abonaron el

85
Documento

día 9 de septiembre de 2008. D).- Concesión de licencia de obras a SOPORTES


EQUIPOS SL Después de la segregación practicada en escritura de 16 de marzo de
2006, la finca matriz NUM348 quedo reducida a 7.253 m2 de terreno y a una
vivienda (de 208m2 y una sola planta de alzada, situada al este de la finca), siendo
ambos inmuebles vendidos por Irene y Ambrosio en contrato privado de 21 de
diciembre de 2005 (A28-10917) a un grupo de inversores encabezados por
SOPORTES EQUIPOS SL, que pagaron por ellos, finalmente, la suma total de
601.012 euros (A28-10925 y 10926) . En esta ocasión Olegario actuó de mediador y
cobró una comisión de 30.000 euros (A28-10926), otorgándose la escritura de
compraventa el día 20 de junio de 2006 (A20-7883). Los dueños de SOPORTES
EQUIPOS SL también contrataron al arquitecto Donato para que redactara un
proyecto de 94 viviendas, negociara un convenio urbanístico con el Ayuntamiento y
obtuviera la licencia de obras. En este caso las gestiones de Donato (a diferencia
del caso anterior) tuvieron éxito y se tradujeron en la firma de un convenio
urbanístico de planeamiento de 13/02/2006 (A28-10921), conocido como "
DIRECCION020", aprobado en el Pleno municipal de 28 de marzo de 2006, donde
el Ayuntamiento se comprometía a promover la reclasificación de los terrenos con
unos parámetros urbanísticos compatibles con dicho proyecto, a cambio de que la
promotora realizara obras públicas por un valor equivalente al del 15% de los
aprovechamientos. El 25 de junio del mismo año, la promotora presentó la solicitud
con el proyecto básico (A28-10930), aunque "condicionada a la aprobación del
PGOU", y el alcalde Genaro le concedió arbitrariamente licencia de obras de
27/07/2006 (A28-10933) para la construcción de dos edificios con 96 apartamentos,
sin ningún tipo de matices, sin recabar los preceptivos informes técnico y jurídico y a
sabiendas, igualmente, de que la LOUA sólo permitía en esta clase de suelo no
urbanizable, con carácter excepcional y debidamente justificado, viviendas
unifamiliares aisladas previa aprobación de un proyecto de actuación, si bien no
consta que la promotora hiciera finalmente uso de esa licencia. DÉCIMO CUARTO.-
CONDUCTAS DE Genaro, Donato, Romeo, Olegario, Aquilino, Anselmo Y. Carlos
Francisco EN RELACIÓN A LOS HECHOS DEL BLOQUE XIII. PROILCASA AOUT.
De los hechos enjuiciados en las sesiones correspondientes al BLOQUE XIII
referidos a los que el Ministerio fiscal recoge en los EPÍGRAFE 31 y 32 de su escrito
de acusación, se declara probado lo siguiente: 1).- Finca NUM380 y promoción de
PROILCASA-AOUF (Epigrafe 31 ) A).-Transmisión de la finca registra! NUM380 A
finales de 2003 el matrimonio compuesto por Pablo Jesús y Gracia puso en venta
un terreno de su propiedad situado a las afueras de Alcaucín, la zona conocida
como DIRECCION002, de unos 1.300 mi2 de superficie, inscrita en el Registro de la
Propiedad como finca NUM380, parte de la cual (el 70%) quedaba dentro del
perímetro del suelo urbano consolidado, a la altura de la PARAJE008, mientras que
el resto de la parcela ocupaba una ladera que en el planeamiento municipal (las
NNSS declaradas no vigentes en esta sentencia) aparecía como suelo no
urbanizable. Los vendedores conocían esta clasificación urbanística y establecieron
un precio de veinte millones de pesetas, equivalente a unos 120.000 euros, y como
residían fuera confiaron todas las gestiones de venta al inicialmente acusado Daniel,
hermano de Pablo Jesús, dotándole de un poder notarial que le habilitaba para

86
Documento

elegir comprador y enajenar el inmueble. Daniel encargó la búsqueda de comprador


al acusado Olegario, corredor de fincas que informó de la novedad al alcalde
Genaro, quien por la fluida relación que mantenía con éste y otros intermediarios
solía estar al corriente de las transacciones inmobiliarias que en materia de suelo se
desarrollaban en el municipio. En este caso se interesó personalmente por el
terreno, que estaba muy bien situado en la parte más alta de la población y podía
albergar las viviendas unifamiliares que quería construir para sus dos hijas, así que,
tras llegar a un acuerdo con Daniel, encargó a Romeo la redacción del
correspondiente contrato. Romeo redactó un contrato privado de compraventa de
fecha 16 de enero de 2004 (A22-8516) donde aparecían Vicenta y Sofía como
compradoras y Daniel como vendedor, en representación de su hermano y cuñada.
El precio era de 120.000 euros, de los que 12.000 se pagarían a la firma del
contrato y el resto se aplazaba hasta la escritura. Dado que el inmueble estaba
inscrito en el Registro de la Propiedad como finca rústica y así aparecía también en
la descripción del objeto del contrato, se estipuló que la escritura no se otorgaría
hasta que se produjera el cambio en la calificación urbanística de la finca, aunque
fuera de forma provisional, respondiendo tal cláusula al conocimiento que tenía el
alcalde de la futura recalificación de la parcela con el nuevo Plan General de
Ordenación, cuyo documento de Avance se estaba preparando entonces (su
aprobación inicial por el pleno del ayuntamiento se produciría el 30 de agosto de ese
mismo año). El contrato fue firmado por ambas partes el mismo día de su fecha y
Daniel recibió en el acto de Genaro un pago en metálico de 12.000 euros, cantidad
que transfirió después a su hermano Pablo Jesús. Tras hacerse con la propiedad de
la parcela, Genaro cambió de planes al considerar que en poco tiempo podía
revenderla a más del doble de lo que iba a pagar por ella, a la vista de sus buenas
expectativas urbanísticas derivadas de su ubicación y del expediente de Avance del
PGOU que se hallaba en trámite del que él, lógicamente como alcalde, tenía
conocimiento aunque no en exclusiva pues esa información estaba legal y
materialmente a alcance de cualquier interesado. Pero para evitar una posible
reacción adversa por parte de los vendedores a sus planes especulativos hizo saber
tanto a Romeo como a su amigo Olegario que si surgían ofertas más ventajosas se
haría desaparecer el contrato ya firmado por sus hijas (del que, no obstante, quedó
una copia en los archivos del despacho de Romeo) para sustituirlo por otro nuevo
entre el representante de esos anteriores dueños, Daniel, y el comprador final en el
que se haría figurar el mismo precio de 120.000 € que sería el que igualmente se
llevaría escritura pública. Decisión de Genaro que fue plenamente aceptada por
aquellos (entre otros motivos, por el incremento retributivo que ese mayor precio
comportaría para sus honorarios y comisión, respectivamente) y a la que tampoco
opuso reparo alguno Daniel pues nunca llegó este a informar a su hermano de este
plan ni de los términos en que se llevó a cabo, teniendo este las primeras noticias
de ello después de iniciarse la investigación judicial por estos hechos si bien
respecto de este apoderado no quedado suficientemente acreditado el hipotético
beneficio económico que pudo llegar a obtener por prestarse a esa operación
especulativa a espaldas de su hermano. Y no tardó mucho en encontrarse a ese
comprador final por parte del corredor Olegario, tras exaltar este las posibilidades

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Documento

urbanísticas del terreno ofertándolo como solar íntegramente urbano a pesar de no


gozar de esta consideración en las referidas NNSS de Alcaucín. Pues,
efectivamente los acusados Aquilino y Anselmo, dueños respectivos de las
empresas PROILCASA.PROMOCIONES SL y AOUF PROMOCIONES SL que
entraron en contacto con aquel a través de Raimundo, en seguida llegaron a un
acuerdo animados por esa información y por el asesoramiento de esta última
persona de su confianza así como por la entera convicción a que llegaron de poder
desarrollar legalmente en esos terrenos una promoción de viviendas a través de sus
sociedades constituidas en una unión temporal de empresas estando dispuestos por
ello a pagar el alto precio de urbano que se les solicitaba. Y, en efecto, pocos días
después, en el despacho de Romeo, estando presente también Olegario, se firmó
un nuevo contrato de privado compraventa de fecha 10/03/2004 (A22-8524),
elaborado por este acusado conforme a la gestión encomendada por Genaro, en el
que intervienen como partes, de un lado Daniel en representación de los originarios
vendedores y, de otro, Raimundo como mandatario verbal de la parte compradora
PROILCASA PROMOCIONES SL fijándose como precio de la venta el de
330.556,65 € a abonar del siguiente modo: primeramente 116.000 € (mediante pago
de un cheque al portador por importe de 26.650 € y otra cantidad en efectivo de
89.350 €), quedando el resto aplazado para el momento de otorgamiento de
escritura previsto para el mes de abril, si bien esta fecha se retrasó finalmente al
mes de junio efectuándose, entre tanto, otros pagos hasta cubrir la totalidad del
precio pactado antes de dicho acto escriturario. Paralelamente, conforme a lo
planeado, también Romeo elaboró otro contrato de privado compraventa de fecha
10/03/2004 (A22-8520) enteramente simulado encaminado a ocultar a Pablo Jesús
la lucrativa venta realmente efectuada haciéndole creer que la inicial venta
efectuada a las hijas del alcalde se había visto frustrada por desistimiento de estas.
Nuevo documento contractual en el que se hicieron figurar como partes, de un lado
Daniel en esa misma representación que tenía de los vendedores y, de otro, Manuel
en representación de la sociedad PROMOCIONES AL-ZABEL OBRAS Y
CONSTRUCCION SL, siendo ambas partes perfectamente conscientes de la ficción
contractual que firmaron en la que se hacía constar como precio de la venta el de
120.202 € del que la parte vendedora reconocía haber percibido previamente
12.000 € (que era en realidad la cantidad que había recibido a la firma del primer
contrato con las hijas del alcalde de fecha 16/01/2004) estipulándose el pago de
otros 26.650 a la firma del contrato y de los 81.552 euros restantes con la escritura
pública señalándose como límite el mes de mayo del mismo año. Las gestiones de
cobro de las empresas realmente compradoras y correspondiente pago a los
vendedores quedaron fundamentalmente en manos de Olegario y Daniel,
respectivamente (pues Genaro, el verdadero nuevo vendedor, quiso siempre
permanecer cautelosamente en un segundo plano y sin intervenir, por tanto,
personalmente ni en estos contratos ni, naturalmente, en el posterior de escritura
pública). Por consiguiente, era Olegario el que entregaba a Genaro las cantidades
que iba recibiendo de la unión temporal de empresas (UTE) mientras que,
generalmente, era Daniel el que hacía llegar las correlativas al precio simulado de
120.202 € a su hermano Pablo Jesús hasta su total liquidación. Ello no obstante,

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Documento

también el propio Genaro llegó a efectuar pagos directos a Pablo Jesús, tal y como
así sucedió el 30 de abril de 2004 (día en que, con ocasión de una estancia de éste
en Alcaucín, le entregó en mano 22.000 € en efectivo y un cheque de 8000 €) y
también el 21 de mayo del mismo año en que le ingresó directamente en su cuenta
bancaria un cheque de 38.000 € y una transferencia de 13.552 € de forma, por
cierto, inusualmente urgente y precipitada pues fue al filo de las 2:00 de la tarde
cuando ya el encargado de la sucursal de la caja de ahorros, Porfirio, estaba punto
de cerrar. Una premura que, sin duda, provocó un error al escribir el segundo
apellido del alcalde emisor de la transferencia (se puso " Fausto" en lugar de "
Genaro"). Entre tanto, para cumplir los compromisos asumidos con los verdaderos
compradores y evitar que desistieran de la operación, Romeo (al igual que en otras
ocasiones similares) procedió a redactar en el ordenador de su despacho un
certificado técnico fechado a 17/03/2004 (A22-8529) a nombre del arquitecto Donato
que éste libremente suscribió con su firma, y percibiendo por ello unos honorarios
de 349,72 euros (A22-8530), donde se aseguraba que toda la finca en cuestión era
de suelo urbano, explicando que estaba dotada de los servicios y suministros
propios de una finca urbana ("acceso rodado, electricidad, servicio de agua potable
y servicio de recogida de basuras") y que por ello tenia tal condición de urbana
conforme al artículo 45 de la Ley 7/2002 de Ordenación Urbanística de Andalucía.
Certificado técnico de urbana que (al igual también que en otras ocasiones
similares) estaba destinado a servir de soporte al certificado municipal de fecha
26/03/2004 (A22-8528) firmado por el secretario del ayuntamiento con el visto bueno
del alcalde que reproducía literalmente ese certificado técnico y terminaba
afirmando que, por ello, la parcela tenía la consideración de finca urbana. Con este
documento pudo otorgarse escritura pública de compraventa de 9 de junio de 2004
(A22-8535) a la UTE PROILCASA AOUF, en cuya matriz quedó testimoniado,
autorizándose por ello que la parte vendedora describiera la finca como "rústica de
secano, hoy urbana, con diez olivos y dos higueras", procediéndose posteriormente
a la inscripción registral del inmueble como solar urbano sin oponer reparo alguno a
ello el Registrador. En dicha escritura notarial, conforme a lo convenido, se hizo
constar como precio de la venta el de 120.202,42 6 que la parte vendedora confesó
recibidos. De este modo quedó culminada la operación especulativa ideada por
Genaro, obteniendo por ello el beneficio resultante de la diferencia entre el precio de
venta real del inmueble (330.556,65 E) y el precio que efectivamente abonó
anteriormente por la misma (120.202 E), menos los consiguientes gastos y pagos
por comisión y honorarios efectuados a Olegario y Romeo, respectivamente. B).-
Licencia de obras y construcción del edificio de la PARAJE008 Un mes después de
adquirida en escritura pública la referida finca de la PARAJE008, el representante
de la UTE PROILCASA AOUF presentó en el ayuntamiento una solicitud de licencia
de obras para construir en ella un bloque de 36 viviendas al que adjunto del
correspondiente proyecto técnico (A14-4850). Petición a la que el alcalde Genaro
respondió afirmativamente con premura concediendo licencia de obras de
14/07/2004 (A14-4850) sin que, en este caso, haya podido quedar acreditada la
inexistencia de informe técnico alguno, al margen de los previos certificados técnico
y municipal de consideración como urbana de la finca expedidos en marzo y que ya

89
Documento

han sido referidos en el apartado anterior. Dicha licencia fue concedida por el
alcalde a sabiendas de que vulneraba el planeamiento urbanístico municipal que él
creía vigente (la referidas NNSS de Alcaucín) y que, como se ha referido antes,
consideraba como urbano sólo el 70% de ese terreno y además imponía ciertos
parámetros de edificación. Sin embargo, declarada en esta sentencia la no vigencia
de esas normas, no ha podido acreditarse que la referida licencia fuese también
abiertamente contraria a la legislación urbanística constituida por la LOUA. Al
amparo de esa licencia municipal de obras, los directivos de la UTE PROILCASA
PROMOCIONES SL y AOUF PROMOCIONES SL, Aquilino y Anselmo, adoptaron la
decisión de llevar a cabo la edificación proyectada bajo la dirección técnica del
arquitecto, también acusado, Carlos Francisco, sin que conste que ninguno de ellos
albergara duda alguna sobre la licitud de esa licencia y el carácter urbano del suelo
certificado municipalmente quedando terminada finalmente la construcción en los
primeros meses del año 2007. No habiendo podido quedar debidamente
determinado que, conforme a la legislación urbanística andaluza de directa
aplicación, ese terreno no pudieran merecer la consideración legal de urbano. 2).-
AOUF CASA SL y actuaciones relacionadas con la finca NUM381 (Epigrafe 32) A).-
Certificarlos de urbana, segregación y venta de inmuebles. inscripción registral y
licencias de obras En diciembre de 2004 Olegario, actuando como corredor de
fincas por cuenta de Nicolasa, Casimiro y Sacramento llegó a un acuerdo con
Aquilino y Anselmo (ahora como como administradores mancomunados de la
entidad AOUF CASA SL) para venderles una porción de 2.845,26 m' de terreno
procedente de dos pequeñas fincas rústicas de olivar de secano situadas junto a la
zona norte del casco urbano de Alcaucín, en el lugar conocido como
DIRECCION002 y con acceso al CAMINO001, al estar estos interesados en
construir aquí una segunda promoción de viviendas. El trozo de terreno 2.845,26 m2
que se pretendía adquirir lo conformaban dos parcelas contiguas de 1.972,03 y
873,23 metros cuadrados (A28-10982 y A28-10984) que respectivamente
pertenecían a la finca registra! NUM383 (propiedad de los cónyuges Casimiro y
Sacramento, cuya extensión total era de 5.375 metros cuadrados) y a la registrad
NUM382 (propiedad de Nicolasa, madre de Casimiro y con una extensión total de
4.5518 metros cuadrados). Compradores y vendedores sabían que según el
planeamiento vigente en Alcaucín (las NNSS declaradas no vigentes en esta
sentencia) todo el terreno objeto de esa operación seguía clasificado como suelo no
urbanizable de naturaleza rural, grado 1, pero daban por hecho que en poco tiempo
sería edificable, puesto que el Avance del PGOU (aprobado por el pleno municipal
el 30 de agosto del mismo año) ya lo incluía como suelo urbano pero ambas partes
compartían el mismo interés de no esperar a la definitiva aprobación del nuevo
planeamiento y, a tal fin, como ya se venía haciendo en este municipio para otros
casos similares optaron por poner en marcha una serie de actuaciones
encaminadas a lograr su irregular transformación en finca urbana pues, de lo
contrario, sería imposible poder segregar las parcelas vendidas de sus respectivas
matrices por ser ello contrario no sólo a la legislación urbanística, que prohibía
cualquier parcelación urbanística sobre terrenos no urbanizables, sino a la
legislación agraria que impedía en suelo rústico la división de fincas que, como

90
Documento

éstas, distaban mucho de alcanzar las unidades mínimas de cultivo exigibles en el


municipio de Alcaucín. El primer paso se dio obteniendo de un arquitecto, Plácido,
sendos certificados técnicos de fecha 17/12/2004 (A26-9966 y A26-9969) para cada
una de las fincas afectadas en los que se indicaba que, a requerimiento de la
propiedad y del ayuntamiento, la respectiva parcela tenía la consideración técnica
de urbana por estar dotada con todos los servicios y suministros de una parcela
urbana, y bajo esta consideración cuenta con acceso rodado, electricidad, servicio
de agua potable conectada por el Ayuntamiento y servicio de recogida de basura".
Informes o certificados técnicos que una vez presentados en el ayuntamiento
sirvieron de base para que esta corporación emitiera los correspondientes
certificados municipales de urbana de fecha 04/01/2005 (A26-9965 y A26-9968)
voluntariamente firmados por el secretario del ayuntamiento Jaime con el visto
bueno del alcalde Genaro en los que se dejaba constancia de la existencia en el
ayuntamiento de los certificados técnicos de ese arquitecto para, a continuación,
reproducir su texto e incluir al final, a modo de conclusión, que "según el citado
documento la mencionada parcela tiene la consideración de finca urbana". Una vez
logrados estos certificados municipales, era necesario dar otro paso previo antes de
poder otorgar la escritura de segregación y venta de las parcelas, cuál era obtener
la preceptiva licencia municipal de segregación a cuya solicitud por parte de los
interesados el alcalde, como en tantas otras ocasiones, no puso reparo alguno
expidiendo a tal efecto, sólo cuatro días después y sin recabar los preceptivos
informes técnico jurídicos, sendas licencias municipales de segregación de fecha
07/06/2005 (A28-10986 y A28-10987). Decisiones que adoptó de forma
enteramente arbitraria a sabiendas del carácter no urbanizable del suelo no sólo
conforme a las normas de planeamiento de Alcaucín (que él creía vigentes) sino
también conforme a las pautas de directa aplicación establecidas por la legislación
urbanística, más concretamente la LOUA que claramente establecía el carácter no
urbanizable de todo aquel suelo que no reuniera los requisitos de ubicación,
servicios urbanísticos e integración en malla urbana que, desde luego, las parcelas
en cuestión no cumplían, y a sabiendas también de que el Avance de planeamiento
en trámite era un mero proyecto sin eficacia jurídica alguna fuera, precisamente, de
la automática suspensión de licencias que contempla dicha ley. Y, por fin, una vez
obtenidas las certificaciones municipales de urbana y las licencias municipales de
segregación, los interesados pudieron comparecer ante notario y otorgar la
correspondiente escritura pública de 30 de junio de 2005 (A28-10977) en virtud de la
cual los vendedores ( Nicolasa por un lado y Casimiro y su esposa Sacramento por
otro) segregaron respectivamente de las fincas registrales NUM382 y NUM383 las
dos porciones acordadas de 873,23 m2 y 1.972,03 m2 de terreno, las cuales
vendieron en el mismo acto a la sociedad AOUF CASA SL que estaba representada
por Anselmo y Aquilino. autorizando el notario esta escritura por entender que se
trataba de una operación legal y que las fincas matrices tenían naturaleza urbana,
tal como declaraban los vendedores y se desprendía de los respectivos certificados
municipales y licencias de segregación que se testimoniaron en el protocolo notarial.
Posteriormente ambas parcelas serían inmatriculadas como fincas NUM384 y
NUM385 y agrupadas en la nueva finca registral número NUM381 del Registro de la

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Documento

Propiedad N°1 de Vélez Málaga pero la inscripción de la escritura en el Registro fue


inicialmente rechazada por el registrador mediante una calificación negativa de 14
de noviembre de 2005 (A28-10988) en la que advertía que el cambio de naturaleza
del terreno de rústica a urbana afectaba al régimen jurídico de los inmuebles y
planteaba incluso la posible nulidad de las segregaciones, estimando insuficientes a
efectos probatorios los documentos aportados a la escritura, que sólo identificaban
las fincas por la referencia catastral y se limitaban a reproducir el certificado de un
arquitecto, sugiriendo que la subsanación debía hacerse mediante un certificado del
Ayuntamiento acreditativo de que las fincas tenían en la actualidad la calificación de
urbanas. Para solventar el obstáculo, se solicitó al ayuntamiento ese certificado,
esta vez a propuesta de Romeo que se había hecho cargo de los trámites de
escritura e inscripción registral, obteniendo dicha solicitud su positiva respuesta en
un nuevo certificado municipal fechado a 30/01/2006 en el que se indicaba que se
hacía para aclarar la anterior escritura y especificando que las propiedades en ella
descritas "se corresponden con los certificados emitidos por este Ayuntamiento, con
la consideración de declaración de fincas urbanas". Pero el Registrador no autorizó
la inscripción hasta el día 6 de julio de 2006 (A28-10989), después de que el propio
Genaro dictara a tal efecto una resolución de Alcaldía de fecha 19/04/2006
(49¬15859) dando por renovadas las dos licencias de segregación y afirmando que
se habían otorgado con arreglo a documentos obrantes en el Ayuntamiento y que
ambas fincas matrices eran de naturaleza urbana. Mucho antes de todo esto,
concretamente el 26 de abril de 2005, los administradores de AOUF CASA SL
habían solicitado del ayuntamiento (A26-9973) una licencia de obras para construir
en la finca adquirida un bloque de viviendas y sótanos que dio lugar al expediente
de obras NUM350 y que ha quedado acreditado finalizó con una resolución de
concesión que posteriormente fue anulada por otra resolución municipal posterior.
No consta, sin embargo, ni el contenido ni la fecha de esa licencia como tampoco
los concretos términos y circunstancias en que fue otorgada. También ha quedado
probado que posteriormente, concretamente el 7 de julio de 2005 los
administradores AOUF CASA SL volvieron a pedir otra licencia obras para construir
en la misma finca dos bloques de 70 viviendas y sótanos (A26-9974). Pero, aunque
ha quedado probado que fue concedida en el expediente NUM360 por resolución de
03/11/2005 (anulando y sustituyendo precisamente la anterior), no consta sin
embargo ni su concreto contenido ni las precisas circunstancias en que fue
otorgada, entre ellas, si fue o no precedida de los preceptivos informes técnicos y
jurídicos. B).- Estudio de Detalle . Como ya se ha dicho en otros apartados del relato
fáctico de esta sentencia, tras la promulgación a mediados de 2006 del Plan
General de Ordenación del Territorio de la Costa del Sol Oriental y Axarquía, el
Ayuntamiento de Alcaucín había decidido abandonar su Avance de Plan General de
Ordenación, al resultar sus presupuestos básicos incompatibles con los
requerimientos del nuevo planeamiento supramunicipal, optando entonces por
promover otra vía de actualización del planeamiento, consistente en un documento
denominado Innovación-Renovación de las Normas Subsidiarias, (A2-610 y ss) cuya
redacción corrió a cargo del Servicio de Arquitectura de la Diputación Provincial de
Málaga, más concretamente del arquitecto aquí acusado Donato. Documento que

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Documento

recibió la aprobación inicial del Ayuntamiento en enero de 2007 pero que también
finalmente quedó archivado al año siguiente tras declararse su caducidad en abril de
2008, después de haber transcurrido un tiempo sin que la corporación municipal
diera respuesta a la petición de subsanaciones (A17-6039) que la Comisión
Provincial de Urbanismo le había solicitado. En medio de este panorama, a
principios de 2007, los administradores de AOUF CASA SL, atendiendo a la
sugerencia del alcalde, se pusieron en contacto con el referido arquitecto de la
Diputación Provincial Sr. Donato que, como ya se ha dicho era el técnico encargado
de la redacción del documento Revisión-Innovación de las NNSS en cuyo texto se
preveía un incremento notable de la superficie urbanizable de Alcaucín, incluyendo
suelos propiedad de AOUF CASA SL que se encuadraban en la nueva Unidad de
Ejecución UE-B. Y así se lo hizo saber Donato a los representantes de esta
empresa pero indicándole igualmente que para poder llevar efecto su proyecto
urbanizador sería preciso la previa elaboración de un Estudio de Detalle (del que él
mismo podría encargarse de confeccionar como arquitecto particular) que
permitiese desarrollar ese documento de Revisión-Innovación de las NNSS,
procediendo estos promotores a efectuarle dicho encargo como arquitecto
particular. Conforme al encargo recibido, Donato presentó el día 13 de marzo de
2007 en el ayuntamiento el estudio de detalle, al que acompañó un informe del
Servicio de Arquitectura de la Diputación (A17-6033), puesto a nombre de su
compañero de la Diputación Simón, pero carente de firma, y que en realidad había
sitió confeccionado por él. Un informe en el que, obviamente, se respaldaba e
informaba favorablemente dicho estudio. Por la elaboración de ambos documentos
Donato giró a estos promotores una minuta de honorarios de 6331,36 euros de la
que no consta fuese abonada en su totalidad porque, según ha referido en el juicio
uno de ellos ( Anselmo), se abría convenido con el acusado que de no llegar a buen
puerto el estudio de detalle se abordaría sólo la mitad de la minuta. Circunstancia
esta que no ha quedado debidamente acreditada como tampoco si esa supuesta
mitad pactada fue o no debidamente abonada, siendo lo único probado a este
respecto una transferencia por importe de 2840 € (A 18- 6520 y 6882) efectuada a
mediados de enero de 2007 en favor de Donato desde AOUF CASA SL pero cuyo
verdadero concepto no ha quedado tampoco suficientemente esclarecido.
Apoyándose en el mencionado informe favorable, pese a carecer de firma, el alcalde
Genaro dictó resolución de 19 de marzo de 2007 (A28-10975) aprobando
inicialmente el estudio de detalle, de lo cual, sin embargo, no se derivó ningún
efecto al fracasar poco tiempo después el proyecto de Renovación Innovación de
Normas Subsidiarias en que se apoyaba el documento y decretarse su caducidad
en abril de 2008, con publicación en el BOJA el 16/05/2008. DÉCIMO QUINTO.-
CONDUCTAS DE Genaro, Donato, Romeo, Jaime, Carlos Francisco E Agustín EN
RELACIÓN CON LA PROMOCIÓN HINOJOSA. BLOQUE XIV. HINOJOSA
(EPÍGRAFE 35 MF). A).- Transmisión del inmueble y licencia de obras A mediados
de marzo de 2005 el acusado Agustín compró a Magdalena para la sociedad
HINOJOSA CARNERERO SL, de la que era administrador único, unos 2.800 m2 de
terreno que integran la parcela catastral NUM351 del polígono NUM099 de Alcaucín
(finca registral NUM352 del Registro de la Propiedad N°1 de Vélez Málaga) situada

93
Documento

en el paraje conocido como PARAJE000 o DIRECCION003, muy próxima al núcleo


urbano de Alcaucín (A13- 4203) y ya parcialmente urbanizada con el beneplácito de
las autoridades municipales, aunque ubicada en un espacio no urbanizable de
carácter natural o rural, pues esa era su clasificación urbanística en las Normas
Subsidiarias de Planeamiento municipal (declaradas no vigentes en esta sentencia)
y así también figuraba inscrita en el Registro de la Propiedad, mereciendo también
esta consideración de suelo no urbanizable por aplicación directa de la LOUA. A
pesar de lo cual, Agustín compró esa finca a precio de suelo urbano con la firme
esperanza de poder llevar a cabo un proyecto de construcción de viviendas a la
vista de la información que previamente se le había suministrado tanto por parte del
corredor como del propio ayuntamiento que, por entonces, estaba impulsando un
avance de PGOU (aprobado inicialmente por el pleno municipal el 30 de agosto de
2004) en el que dicho terreno figuraba clasificado como urbano de actuación directa.
En vista de ello, en abril de 2005 Agustín encargó a la empresa de arquitectura
DEPURAPRI SL la redacción de los proyectos básico y de ejecución de la
promoción que deseaba construir, así como la futura dirección de obras, haciéndose
cargo de todo el arquitecto, aquí acusado, Carlos Francisco (A13-4162), que diseñó
un edificio de 74 viviendas, sótano y piscina señalizando, a la vista de la información
recibida del ayuntamiento, en el documento de declaración de circunstancias
urbanísticas (A13-4194), destinado al expediente municipal de obras, la casilla
correspondiente a la clasificación "suelo urbano consolidado". Y también contrató
Agustín al acusado Romeo confiándole la gestión de la licencia de obras así como la
posterior redacción de la futura escritura de compraventa de modo que, una vez
redactado el proyecto básico, fue este gestor quien presentó a nombre del promotor
la solicitud de licencia de construcción el día 19 de mayo de 2005 (A13-4191),
incoándose el expediente número 103/05, en el que el alcalde acusado, Genaro, le
otorgó licencia de obras de fecha 15/06/2005 (A 13-4260) previa emisión de un
informe técnico favorable de fecha 05/06/2005 del Servicio de Arquitectura de la
Diputación Provincial (A 15-5119) que fue emitido por el arquitecto provincial Donato
al que, dada la especial relación de confianza que mantenía con él, le había hecho
llegar personalmente la documentación. Documento en el que este acusado
dictaminó que según las Normas Subsidiarias el suelo de esa finca era "urbano de
uso residencial y que eran de aplicación las ordenanzas correspondientes al casco
urbano consolidado N I" cuyos parámetros especificaba para acabar finalmente
asegurando que el proyecto cumplía holgadamente las ordenanzas. No consta que
el alcalde recabara también, antes de tomar su decisión de licencia, el preceptivo
informe jurídico aunque si ha quedado acreditado que, acabada ya la construcción,
otorgó licencia de primera ocupación de fecha 12/12/2008 (A13¬4297) previo
informes favorables tanto del nuevo técnico municipal (5-1298) como de la también
nueva secretaria del ayuntamiento (A15-5166). B).- Escritura de compraventa y
ejecución de la obra Antes de la concesión de la licencia municipal de obras,
Agustín obtuvo del arquitecto Victor Manuel (ya fallecido) un certificado técnico de
fecha 08/04/2005 (A28-11007) en el que, tras describir la parcela sobre la que se iba
a edificar, dictaminaba que podía considerarse como solar urbano a la vista de los
servicios y suministros de que disponía. Y sobre la base de este certificado obtuvo

94
Documento

del ayuntamiento el correspondiente certificado municipal de fecha 19/04/2005


(49-15858), expedido por el secretario del ayuntamiento Jaime con el visto bueno
del alcalde Genaro en el que, reproduciendo el contenido de ese informe técnico de
Victor Manuel, visado por el colegio oficial, avalaba esa consideración de urbana de
la finca. Con este certificado municipal de urbana Magdalena y Agustín
comparecieron ya ante notario y procedieron a otorgar dos escrituras públicas de
fecha 14 de septiembre de 2005 (A13-4198) de venta y obra nueva por las que el
primero transmitió la finca a HINOJOSA CARNERERO SL por un precio declarado
de 623.121 € y el representante de esta entidad declaró corno obra nueva el edificio
de 74 viviendas que estaba construyendo constituyendo al propio tiempo la
propiedad horizontal. permitiendo el Notario, merced a ese certificado de urbana que
el inmueble quedara descrito en escritura como finca urbana ("suerte de tierra, hoy
urbana, enclavada en el pago conocido con el nombre de PARAJE000"). Sin
embargo al presentarse la escritura en el Registro de la Propiedad 1 de Vélez
Málaga, el Registrador (al igual que en otros supuestos similares) suspendió la
inscripción por estimar que el certificado municipal incorporado a la escritura no
acreditaba el cambio de naturaleza del inmueble. Para subsanar el problema,
obtuvo el interesado un nuevo certificado municipal de fecha 30 de enero de 2006
(A13-4291) donde el secretario municipal, con el visto bueno del alcalde, refería que
la propiedad descrita en ésta y en otra escritura pendientes de inscripción "se
corresponden con los certificados emitidos por este Ayuntamiento, con la
consideración de declaración de fincas urbanas", logrando así que se tuviera por
subsanado el defecto y que el 11 de abril de 2006 quedara inscrito el inmueble
como finca urbana, sin previamente haberse producido una modificación del
planeamiento. Tras la promulgación en julio de 2006 del Plan de Ordenación del
Territorio de la Costa del Sol Oriental y Axarquía, el Ayuntamiento de Alcaucín tuvo
que abandonar su proyecto de Plan General de Ordenación, basado en una
ampliación del casco urbano que resultaba incompatible con el nuevo planeamiento
supramunicipal. En vista de ello, el alcalde, a fin de eludir responsabilidades, dictó
una resolución de 21/11/2006 (Al 5- 5092) en la que, invocando la revisión de oficio
de la licencia de HINOJOSA CARNERERO SL y la comprobación de que no se
ajustaba a la normativa vigente, decretaba la suspensión de los efectos de la
licencia y ordenaba "la paralización inmediata de las obras iniciadas al amparo de la
licencia constitutiva manifiestamente de una infracción urbanística", aludiendo a
continuación a una futura modificación de elementos que incluiría estos terrenos, si
bien el edil no llegó a ejecutar su propia resolución ni dio respuesta tampoco recurso
que presentó la promotora. C).- Estudio de detalle, fin de obra y licencia de primera
ocupación . Como ya se ha dicho en otros apartados del relato fáctico de esta
sentencia, tras la promulgación a mediados de 2006 del Plan General de
Ordenación del Territorio de la Costa del Sol Oriental y Axarquía, el Ayuntamiento
de Alcaucín decidió abandonar su Avance de Plan General de Ordenación, al
resultar sus presupuestos básicos incompatibles con los requerimientos del nuevo
planeamiento supramunicipal, optando entonces por promover otra vía de
actualización del planeamiento, consistente en el ya muchas veces mencionado
proyecto Innovación-Renovación de las Normas Subsidiarias, (A2-610 y ss) cuya

95
Documento

redacción corrió a cargo del Servicio de Arquitectura de la Diputación Provincial de


Málaga, más concretamente del arquitecto de dicho organismo Donato. Documento
que recibió la aprobación inicial del Ayuntamiento en enero de 2007 pero que
también finalmente quedaría archivado al año siguiente tras declararse su
caducidad en abril de 2008, después de haber transcurrido un tiempo sin que la
corporación municipal diera respuesta a la petición de subsanaciones (A17-6039)
que la Comisión Provincial de Urbanismo le había solicitado. En medio de este
panorama y con la orden de paralización de las obras recurrida, a principios de
2007, el administrador de HINOJOSA CARNERERO SL, atendiendo a la sugerencia
del alcalde, se puso en contacto con el referido arquitecto de la Diputación
Provincial Sr. Donato que, como ya se ha dicho, era el funcionario redactor del
documento Revisión-Innovación de las NNSS en cuyo texto se preveía un
incremento notable de la superficie urbanizable de Alcaucín, incluyendo suelos,
como el de esta promotora, que se preveían encuadrar en la nueva Unidad de
Ejecución UE¬D 1. Y así se lo hizo saber Donato a Agustín pero indicándole
igualmente que para poder llevar efecto su proyecto urbanizador sería preciso la
previa o simultánea elaboración de un Estudio de Detalle (del que él mismo podría
encargarse de confeccionar como arquitecto particular) que permitiese desarrollar
ese documento de Revisión-Innovación de las NNSS, procediendo entonces este
promotor a efectuarle dicho encargo corno arquitecto particular. Conforme al
encargo recibido, Donato presentó el día 13 de marzo de 2007 en el ayuntamiento el
Estudio de Detalle fechado en febrero de 2007 (A15¬5180) al que acompañó un
informe favorable del Servicio de Arquitectura de la Diputación (A15-5175)
confeccionado también por él mismo pero puesto a nombre de su compañero de la
Diputación Simón para obviar el obstáculo de incompatibilidad y cuya firma imitó sin
el conocimiento o anuencia de este (P1-69). A la vista de este informe oficial
favorable en el que Donato simuló mendazmente la intervención de este otro
arquitecto provincial, incluida su firma, el alcalde Genaro dictó resolución de fecha
19 03/2007 (A 15-5177) aprobando el estudio de detalle aunque condicionando tal
aprobación a la aprobación definitiva del nuevo planeamiento Revisión-Innovación
de las NNSS aunque ello no fue obstáculo para que la corporación municipal
consintiera a Agustín la terminación de su obra. Ha quedado probado que el 13 de
diciembre de 2007 Donato recibió una transferencia bancaria de la promotora
HINOJOSA CARNERERO SL por importe de 3100 y en concepto de "honorarios
estudio de detalle" (A18-6880) y que, asimismo, que el 4 de abril de 2008 recibió en
su cuenta bancaria otro ingreso de la misma promotora por importe de 6000 €
(A18-6884) pero cuyo verdadero concepto y finalidad se desconoce. No ha quedado
probado, en cualquier caso, que esta o otra suma de dinero fuese satisfecha al
acusado Donato para retribuirle ilícitamente ese informe favorable al estudio de
detalle, como tampoco que este arquitecto provincial solicitara efectivamente a la
promotora su retribución. Por lo demás, el edificio quedó terminado en noviembre
2008, concediendo el alcalde licencia de primera ocupación por resolución de
12/12/2008 (A13-4297) apoyándose en los informes técnico y jurídico que en
sentido favorable emitieron el arquitecto municipal (5-1298) y la nueva secretaria del
Ayuntamiento (A15-5166) sin cuestionar la legalidad de la obra aunque limitándose

96
Documento

a constatar que era acorde al proyecto autorizado en la licencial 03/05. DÉCIMO


SEXTO.- CONDUCTAS DE Genaro, Jaime, Pio Y Pedro Jesús EN RELACIÓN A
LOS HECHOS DEL B1 ()QUE XV. URBANIZACION001 (EPÍGRAFES 33 y 34 MF).
1.- URBANIZACION001 (epígrafe 33). A).- Compraventa, agregación y licencia de
obras . El acusado Pedro Jesús, como administrador de la sociedad
TORREBIZNAGA SL dedicada a la promoción, construcción, parcelación y
compraventa de bienes inmuebles, promovió a partir del año 2004 un complejo
residencial conocido corno URBANIZACION001 situado al norte del núcleo urbano
de Alcaucín junto a las CALLE002 y CAMINO002, compuesto de 43 viviendas
adosadas distribuidas en cuatro conjuntos, contando además con piscina y zonas
recreativas. Los distintos elementos de la promoción se terminaron entre los años
2006 y 2009, se registraron como fincas independientes y obtuvieron en su
momento las licencias municipales de primera ocupación. (81/26561 y conexos).
Esta promoción ocupa algo más de media hectárea, superficie que sólo en una
mínima parte era suelo urbano consolidado y podía edificarse, extendiéndose el
resto sobre espacios clasificados como suelo no urbanizable de naturaleza rural,
grado 1 (según las NNSS que hemos declarado no vigentes) y también tenían esta
consideración de suelo no urbanizable conforme a ley urbanística de Andalucía (en
vigor desde el 20 de enero de 2003) la cual prohibía absolutamente en esta clase de
suelos la construcción de viviendas plurifamiliares y sólo excepcionalmente, previo
cumplimiento de ciertos requisitos, la de viviendas unifamiliares aisladas vinculadas
a explotaciones agrícolas, forestales o ganaderas. El promotor Pedro Jesús conocía
la verdadera naturaleza no urbanizable del suelo, también reflejada en los proyectos
de obra, original y modificado (primeramente fue para 41 viviendas y después se
rectificó por el de 43), que él mismo aportó al Ayuntamiento con la solicitud de
licencia de obras que presentó el día 18 de junio de 2004 (81-26566), en cuya
declaración de circunstancias y normativa urbanística el arquitecto redactor hizo
constar que el proyecto no se ajustaba a la normativa urbanística aplicable. Un
conocimiento que, aunque inicialmente fue negado por éste acusado en sus
declaraciones plenarias, después lo ha reconocido expresamente prestando su
conformidad a la acusación por delito contra la ordenación del territorio que el
Ministerio fiscal dirige contra él por haber realizado toda esa promoción de viviendas
en esos terrenos. A pesar del probado carácter no urbanizable del suelo, consta en
autos que el alcalde Genaro, en la resolución que puso fin al expediente NUM355
concedió a Pedro Jesús la licencia de obras solicitada si bien no consta en autos
dicho documento ni el concreto contenido de la misma (en otros documentos
municipales posteriores sólo se hace referencia a su fecha de expedición de
05/08/2004) así como las circunstancias en que se otorgó (más concretamente si
fue o no precedida de informes técnicos y jurídicos), como tampoco que el edil la
concediera enteramente convencido de su manifiesta ilegalidad pues, entre otras
cosas, obraban en la corporación municipal antecedentes de concesión de una muy
antigua licencia de obras de fecha 27/12/1993 (64-21227) para la construcción de
18 viviendas en ese mismo lugar (que nunca se llevó a efecto) y también, más
cercanos en el tiempo, un certificado municipal de 23/10/2003(64-21229 y
A21-8087) expedido por el secretario del ayuntamiento con el visto bueno del

97
Documento

alcalde a instancias del mismo promotor en el que literalmente se indicaba que la


finca en cuestión se encontraba "ubicada en el núcleo urbano de Alcaucín, en la
zona calificada como NI" (certificación que aquél había solicitado con la idea de
cambiar a urbana en el Registro de la propiedad el carácter rústico con que figuraba
inscrita) y también otro certificado municipal de 16/12/2003 (64-21230), igualmente
expedido por el secretario del ayuntamiento que asimismo venía a reiterar la
consideración de urbana de la finca. El terreno sobre el que se llevó a cabo parte de
la construcción proyectada procedía mayoritariamente de la antigua finca registral
NUM289, de 3.704 m2 de extensión, que mediante escritura pública de 15 de
diciembre de 2003 (61-20244) había sido comprada por Pedro Jesús para la
sociedad UNIÓN TOBOSO S.L. de la que era administrador único, al igual que de
TORREBIZNAGA SL, pagando por ello un alto precio (500.000 €) a la vista de las
buenas expectativas urbanísticas que, a su juicio, presentaba esa zona y del
referido certificado municipal de urbana de 23/10/2003 que ya había obtenido
previamente al otorgamiento de la escritura, seguido de ese otro certificado
municipal de 16/12/2003 de idéntico contenido, expedido por la corporación
municipal al día siguiente de la fecha del otorgamiento del documento público pero
que el notario dejó testimoniado en el protocolo tras rechazar el primero de ellos por
no incluir el número registral. Documento éste que el fedatario considero ya
suficiente para autorizar que en la escritura los otorgantes calificaran el inmueble
como "finca urbana" o "rústica después urbana" y que también para el registrador
fue suficiente para autorizar la nueva inscripción registral en esos términos. El resto
de la construcción promovida se asentó sobre las antiguas fincas registrales
NUM319 y NUM320 que TORREBIZNAGA SL compró a BELCAMPO SL en
escritura pública de 4 de enero de 2005, agrupándolas después a la finca número
NUM289 mediante escrituras de 12 y 19 de enero de 2005 (A21-8095). Esta
escritura de compraventa de 4 de enero de 2005 también fue aprovechada por
Pedro Jesús para introducir del mismo modo un cambio de rústica a urbana de los
dos inmuebles recién adquiridos, a cuyo efecto también obtuvo previamente otro
certificado municipal de urbana de fecha 20/11/2004 (64-21232 y A21-8093),
expedido por el secretario del ayuntamiento con el visto bueno del alcalde en el que
se indicaban que esas dos fincas registrales NUM319 y NUM320 "para las que
(según se aclaraba) ya en 1993 se había solicitado licencia de obras" constituían
"suelo urbano ubicado dentro del núcleo de Alcaucín en zona calificada N1". B).-
Certificados de urbana. No acabaron aquí los certificados municipales de urbana
que Pedro Jesús logró obtener del ayuntamiento conforme los iba precisando para
su promoción y venta de viviendas construidas. Pues, efectivamente en diciembre
del mismo año 2004 la corporación le expidió otro certificado municipal de fecha
15/12/2004 (A21-8094) en el que, sobre la base de otro certificado técnico de
17/11/2004 (A21-8088) emitido por Donato, se volvía a reiterar el carácter urbano de
las fincas NUM319 y NUM320 por estar supuestamente dotadas de todos los
servicios previstos en el artículo 45 LOUA. Y, asimismo, en el año 2006 mientras
seguía desarrollándose la promoción Villas Toboso, le fue expedido otro certificado
municipal de fecha 20/10/2006 (16-5745), firmado por el secretario Jaime con el
visto bueno del alcalde Genaro en el que, sobre la base de otro certificado técnico

98
Documento

de 19/10/2006 (70-23027), emitido esta vez por el acusado Pio (en su condición
entonces de arquitecto técnico municipal) se volvía a reiterar en similares términos
el carácter urbano de la finca NUM289 formada por agregación de las fincas
NUM319 y NUM320 por encontrarse en suelo urbano y colindantes con el núcleo
urbano consolidado en la zona calificada como N1 invocándose de nuevo disponer
de los servicios previstos en el artículo 45 LOUA. 2.- Otros certificados de Pio como
técnico municipal (epígrafe 34MF) A).- Parcelación de la finca registral NUM318 en
Pago CAMINO000. Los esposos Carlos y Camino adquirieron a mediados de 2000
(60-20024) esta finca registra! NUM318 enclavada en el Pago CAMINO000 y que en
dicho registro público figuraba como finca rústica de secano de unos 7500 m2 de
extensión y cuya verdadera naturaleza del suelo al tiempo de entrar en vigor la
LOUA (enero de 2003) no ha podido quedar debidamente determinada. Para
modificar la naturaleza del terreno en el Registro de la propiedad a fin de poder
efectuar en él parcelaciones urbanísticas, sus propietarios iniciaron una serie de
gestiones que comenzaron por solicitar del arquitecto técnico Romualdo
(inicialmente acusado en esta causa pero respecto del que el Ministerio fiscal ha
retirado la acusación en conclusiones definitivas) un informe que se tradujo en un
certificado técnico de fecha 24/11/2003 (A16-5717) en el que este profesional
aseguraba que la finca tenía "el carácter de suelo urbano", que consistía en una
urbanización en suelo urbano dotada de infraestructura, servicios y acometidas
perimetrales y que se enclavaba entre otras urbanizaciones, añadiendo finalmente
que era aplicable la ordenanza municipal que permitía viviendas unifamiliares
aisladas, en parcelas mínimas de 500 m2, con dos alturas y un coeficiente de
edificabilidad de 0,60 m2/m2. El documento, tras ser presentado en el ayuntamiento,
sirvió de soporte a un certificado municipal de fecha 24/01/2004 (A16-5118)
expedido por el secretario del ayuntamiento con el visto bueno del alcalde Genaro
en el que se reproducía el referido certificado técnico sin añadir comentarios sobre
la naturaleza del suelo. Certificado municipal que fue aportado a una escritura
pública de 17 de mayo de 1004 en la que los propietarios declararon que el
inmueble era ya urbano, autorizándolo así el notario, si bien el Registro de la
Propiedad no lo consideró suficiente para cambiar registral mente la naturaleza
jurídica del terreno por cuanto que ese documento incorporado a la escritura
reproducía el certificado de un técnico no municipal. Posteriormente, a instancia de
los interesados, el alcalde Genaro expidió licencias de segregación fechadas a
20/07/2004 (60-20024) en virtud de las cuales autorizó la segregación de esa finca
matriz NUM318 en seis parcelas sin los preceptivos informes técnico jurídicos (fuera
de esos dos certificados técnico y municipal anteriormente mencionados) pero sin
que haya podido quedar acreditado que tal autorización afectara a suelo no
urbanizable y de que, por tanto, fuera manifiestamente ilegal. Y con esas licencias,
los propietarios procedieron a otorgar escritura pública de 19 de octubre de 2004
(64-21126 y ss) mediante la cual segregaron de la referida finca matriz seis parcelas
cuyas superficies oscilaban entre 579 y 1.482 m2 (que constituyen las actuales
fincas registrales NUM386, NUM387, NUM388, NUM389, NUM390 y NUM391). Y
para subsanar la calificación negativa del Registro de la Propiedad antes
mencionada los promotores obtuvieron del nuevo técnico municipal Pio un

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Documento

certificado técnico de fecha 29/12/2005 (en este mismo mes había entrado a
desempeñar estas funciones en el ayuntamiento) que sirvió de base al subsiguiente
certificado municipal de 03/01/2006 (64-21125), expedido por el secretario municipal
Jaime con el visto bueno del alcalde Genaro en el que, reproduciendo el tenor de
ese certificado técnico, se afirmaba que "con arreglo a las normas urbanísticas del
municipio de Alcaucín, tiene la naturaleza de finca urbana". Y, efectivamente, tras
ser presentado en el Registro de la propiedad este nuevo documento, quedó
autorizada la inscripción como solares urbanos de las seis fincas segregadas. B).-
Parcela NUM322 del polígono NUM120 en PARAJE004. La sociedad PEREZ Y
BEJAR SL fue dueña de una finca rústica situada en PARAJE004, de 548 m2 de
extensión, identificada como parcela NUM322 del polígono NUM120 o finca registra!
NUM323, clasificada a efectos urbanísticos como suelo no urbanizable en las NNSS
de planeamiento de Alcaucín. Con la idea de modificar la calificación de la finca en
el Registro de la Propiedad para hacerla figurar como urbana, dicha mercantil aportó
al Ayuntamiento un certificado de un técnico particular en el que se decía que el
terreno contaba con suministros de una parcela urbana como acceso rodado,
electricidad, agua potable y recogida de basuras. Y está misma información quedó
reflejada en un certificado municipal de fecha 17/10/2005 (A16-5755) emitido por el
secretario del ayuntamiento con el visto bueno del alcalde, sin afirmar en el mismo
que la parcela fuera urbana o tuviera tal consideración. Poco después la promotora
volvió a solicitar del Ayuntamiento que se certificara la supuesta naturaleza urbana
del suelo y entonces el técnico municipal Pio emitió un nuevo certificado de fecha
22/12/2005 (70-23023) donde en relación a esta parcela se afirmaba expresamente
que "con arreglo a las normas urbanísticas del municipio de Alcaucín tiene la
naturaleza de finca urbana". Documento que fue reproducido en el posterior
certificado municipal de fecha 27/12/2005 (70-22972) emitido por el secretario Jaime
con el visto bueno del alcalde, corroborando así la condición urbana de la parcela y
que, al igual que en otros casos similares, fue aprovechado para otorgar escritura de
obra nueva declarando la transformación en urbana de la parcela y posterior
inscripción en el registro de dicho título. C).- Finca registral NUM294 en Pago
DIRECCION022. La finca registral NUM294 es una suerte de tierra de secano
situada en el Pago DIRECCION022, de unos 237 m2 de extensión, clasificada a
efectos urbanísticos como suelo no urbanizable en las NNSS de planeamiento de
Alcaucín (declaradas no vigentes en esta sentencia) y que fue adquirida en escritura
pública de 12 de abril de 2006 por Samuel y Trinidad (70-22979) en la que se
declaró que dicha finca se había transformado en solar urbano, afirmación que se
acreditó mediante un certificado municipal de fecha 14/03/2006 (70-23025),
expedido por el secretario del ayuntamiento Jaime, con el visto bueno del alcalde,
en el que, de conformidad con lo que refería el informe técnico municipal de la
misma fecha emitido por Pio (cuyo contenido literal no consta en autos), se indicaba
que, con arreglo a las normas urbanísticas del municipio, la finca tenía naturaleza
urbana, lográndose de este modo la posterior inscripción de la misma en el Registro
de la propiedad como solar urbano (70-22979). D).- Actuaciones en la parcela
NUM293 del polígono NUM129, pago DIRECCION022. Carlos María, vecino de
Alcaucín, fue dueño de una finca rústica situada también en el Pago

100
Documento

DIRECCION022, cercano al núcleo de Puente Don Manuel, de 7.105 in2 de


extensión, identificada como finca registral NUM292 o parcela catastral NUM293 del
polígono NUM129 (60-20002), clasificada a efectos urbanísticos como suelo no
urbanizable natural o rural de grado 2 en las NNSS de Alcaucín (declaradas no
vigentes) no habiendo podido quedar debidamente acreditado la clasificación
urbanística que este terreno podría merecer al tiempo de entrar en vigor la ley
urbanística de Andalucia (20 de enero de 2003). A pesar de esa clasificación de
suelo no urbanizable que tenía la finca conforme a las normas de planeamiento
municipal que entonces todos creían vigentes, su propietario quería segregar y
vender una parte de la finca, concretamente 416 m2 (de una extensión muy inferior
a la unidad mínima de cultivo exigible en el término municipal), a un tercero
interesado en construir en ella una vivienda unifamiliar a pesar de que, según esas
mismas NNSS de planeamiento la parcela mínima edificable para ese suelo no
urbanizable de grado 2 estaba fijada en 25.000 m2. Para superar esos obstáculos
legales, sea por iniciativa propia o previo asesoramiento de terceros, el propietario
decidió emprender el mismo tipo de procedimiento artificioso que con bastante
habitualidad habían venido utilizando otros propietarios o promotores para cambiar
formalmente a urbana en el Registro de la propiedad la descripción de rústica de
una finca. Y a tal efecto logró obtener primeramente del arquitecto técnico municipal
Pio un certificado técnico de 04/01/2007 (A16-5702) en el que aludiendo este al
artículo 8 de la Ley del Suelo y al artículo 45 de la LOUA, refería que una porción de
dicha finca de 416 m2 de extensión -justo la parte a segregar- tenía "la
consideración de suelo urbano por contar con acceso rodado por vía pública,
abastecimiento de agua, evacuación de aguas y suministro de energía eléctrica, de
baja tensión". Y en base a este certificado técnico se expidió por el secretario del
ayuntamiento con el visto bueno del alcalde un certificado municipal de 05/01/2007
(A16-5701) cuyo contenido se limitaba a reproducir ese informe técnico anterior. Ha
quedado probado, pues así consta en la correspondiente certificación registra]
(60-20002), que posteriormente el interesado obtuvo también la correspondiente
licencia municipal de segregación de fecha 07/03/2007 de esa porción de 416 m2
que dio lugar a la nueva finca registral NUM392 vendida a Baldomero mediante
escritura pública de 30 de marzo de 2007 y que sobre ella, meses más tarde, el
nuevo dueño obtuvo también una licencia municipal de obras de fecha 15/10/2007
para poder construir la pretendida vivienda unifamiliar. No consta en autos, sin
embargo, ninguno de los dos documentos relativos a esas licencias ni el concreto
contenido y términos y circunstancias en que fueron concedidas por el alcalde. Y,
menos aún, que éste las otorgara vulnerando, a sabiendas, los presupuestos
legales establecidos. DÉCIMO SÉPTIMO.- CONDUCTAS DE Donato EN
RELACIÓN A LOS HECHOS DEL BLOQUE XVI. VARIOS. DF Donato.
(EPÍGRAFES 37, 41 y 42 MF). 1).- Estudios de Detalle y actuaciones en UE-5
(epígrafe 37 ). Tras la modificación de elementos de las NNSS de Alcaucín,
aprobada definitivamente el 20 de abril de 2005 (y publicado su acuerdo de
aprobación en el BOP de 16/05/2005) la Unidad de Ejecución UE-5 de las NN.SS.
de Alcaucín albergaba unas diez hectáreas de suelo urbanizable en la zona
conocida como " DIRECCION004", perteneciente a la BARRIADA000 y situada junto

101
Documento

al cruce de las carreteras A-7204 y A-402. Estas normas de planeamiento municipal


(que hemos declarado no vigentes en esta sentencia) permitían construir en el
sector un máximo de 175 viviendas tipo residencial aislada o adosada con una
altura máxima de dos plantas y un índice máximo de edificabilidad de 0,40 m2 por
metro cuadrado. Para el desarrollo de dicho planeamiento se había previsto en las
NNSS la redacción posterior de un Estudio de Detalle pero finalmente, en lugar de
desarrollarse la unidad de ejecución mediante un solo estudio de detalle de carácter
general, que viniera a completar la ordenación pormenorizada de todo ese ámbito
de planeamiento, el desarrollo se efectuó a través de diversos estudios de detalle de
carácter parcial, entre ellos los promovidos por las sociedades THOMUN 2003 SL,
EUMARA GOLF SL y TRANSPORTES LA VIÑUELA SL que van a ser referidos a
continuación. En efecto, el primero de estos instrumentos parciales fue el Estudio de
Detalle que con fecha 25 de abril de 2005 presentó la sociedad THOMUN 2003
PROMOCIONES SL al Ayuntamiento de Alcaucín (53- 17269). En dicho documento
se pretendía ordenar dos parcelas catastrales situadas junto a la carretera de
Periana, con una superficie total de 8.594,17 m2. Y, acompañando al estudio de
detalle, la promotora presentó un proyecto básico reformado para la construcción en
estos solares de un edificio de 51 viviendas, 27 locales comerciales y numerosos
aparcamientos. El estudio de detalle contenía algunas determinaciones impropias
de tal instrumento urbanístico y contrarias a las NNSS (a las que legalmente debía
quedar subordinado), tales como el uso plurifamiliar donde sólo estaban permitidas
viviendas unifamiliares; la elevación de la altura máxima de hasta tres plantas (dos
más bajo cubierta) y también incrementaba notablemente la edificabilidad máxima,
llegando a tolerar unos aprovechamientos superiores a los establecidos en el
planeamiento municipal. Pero, pese a ello, el acusado Donato emitió desde su
puesto oficial en el Servicio de Arquitectura de la Diputación un informe favorable a
su aprobación, fechado en junio de 2005 (53-17287) donde, tras referir que el
estudio de detalle definía "la ordenación de volúmenes y las alineaciones y rasantes
de un edificio que se pretende construir dentro de estas alineaciones" justificaba la
redacción del mismo en base a la posibilidad prevista por las NN.SS. de su
procedencia cuando se reúnen los requisitos que la presente propuesta cumple
holgadamente", concluyendo finalmente que "de la documentación presentada se
observa el cumplimiento de todos y cada uno de los preceptos tanto del
Planeamiento Vigente en Alcaucín como de la Ley de Ordenación Urbana de
Andalucía. Basándose en tal informe el Ayuntamiento de Alcaucín aprobó
inicialmente el estudio de detalle con fecha 20/06/2005 (53-17289) y, tras el
preceptivo periodo de 20 días de información pública, sin ningún tipo impugnaciones
o alegaciones en contra, lo aprobó definitivamente con fecha 25/10/2005
(53-17301). Solo dos días después de su aprobación, o sea el 27 de octubre, la
promotora solicitó licencia de obras para la construcción del edificio ya descrito
(53-17341), incoándose el expediente de obras NUM372 en el que nuevamente
Donato, como arquitecto de la Diputación Provincial, emitió informe favorable a la
licencia fechado a 25/10/2005 (53-17342), es decir, dos días antes de su solicitud,
en el que, siendo consciente de que el proyecto no se ajustaba debidamente a la
normativa urbanística de planeamiento, añadía que actualmente esta se estaba

102
Documento

modificando "para posibilitar los usos e intensidades que la propuesta objeto de este
informe desarrolla". Pero, consciente como era de la ilicitud que con tanta premura
avalaba, puso de autor del informe a su compañero de la Diputación Simón
simulando su firma, y ello sin el debido conocimiento y anuencia de este. Estando ya
muy avanzado el edificio conocido como " DIRECCION023", se pidió nueva licencia
de obras conforme a un segundo proyecto reformado que aumentaba la zona de
aparcamientos, y nuevamente Donato volvió a redactar un informe técnico favorable
a la licencia de fecha 21/12/2007 (53-17390) en el que calificó el suelo como
"urbano de ejecución directa tras la aprobación definitiva del estudio de detalle",
suscribiendo esta vez el documento oficial con su propio nombre y firma. Otro
Estudio de Detalle presentado a la aprobación del ayuntamiento fue el que
encargaron conjuntamente las sociedades TRANSPORTES LA VIÑUELA SL y
EUMARA GOLF SI.. Entidades que también habían adquirido terrenos en la UE-5,
en concreto dos parcelas contiguas de 591 m2 y 2.616,25 m2 situadas en la margen
izquierda de la CARRETERA000, frente a los solares ocupados por la promoción de
THOMUN. Este estudio de detalle (64-22399), que fue presentado en el
ayuntamiento el 27 de abril de 2005 (es decir, dos días después que el
anteriormente comentado), abarcaba una zona ordenada de 3.207,25 m2 y,
asimismo, contenía determinaciones contrarias a las vigentes NNSS, tales como
admitir la posibilidad de construir viviendas de carácter plurifamiliar en vez de
unifamiliares; incrementar el coeficiente de edificabilidad de 0,40 hasta 1,48
m2t/m2s; y aumentar la ocupación máxima hasta alcanzar el 58% del suelo y,
aprovechando que el solar formaba una pendiente también se rebasaba la altura
máxima de dos plantas. En definitiva, al igual que el anterior, vulneraba la normativa
urbanística de planeamiento introduciendo modificaciones en materia de usos del
suelo y aprovechamientos urbanísticos contrarias a las previsiones contenidas en
esas NNSS de orden jerárquico superior, motivo por el que el proyecto también
obtuvo reparos del Colegio de Arquitectos con ocasión del trámite de visado
(53-17269). Pero, pese a ello, Donato emitió también en esta ocasión, desde su
puesto oficial de arquitecto de la Diputación Provincial y a instancias del
ayuntamiento, un informe favorable asu aprobación fechado en mayo de 2005
(64-22405) en el que igualmente dictaminaba que "de la documentación presentada
se observa el cumplimiento de todos cada uno de los preceptos legales tanto del
Planeamiento vigente en Alcaucín como de la Ley de Ordenación Urbana de
Andalucía ". Basándose en tal informe el Ayuntamiento de Alcaucín aprobó
inicialmente el estudio de detalle el 30/05/2005 (64-22406)) y, de forma definitiva el
26/07/2005 (64¬22421). Aprobado este estudio de detalle, que para EUMARA
GOLF le abría la posibilidad de poder solicitar la construcción del edificio de 42
viviendas en una de las dos parcelas contiguas antedichas, fue sin embargo la
sociedad GALANDA INVERSIONES SL administrada por Salvador la que, tras
negociar con aquella la compra de ese terreno, solicitó la licencia de obras para la
construcción de esa edificación, en tanto que fue también otra entidad,
PROMOCIONES CINEMA PARQUE SL, dirigida por Damaso, la que, tras haber
comprado a TRANSPORTES LA VIÑUELA la parcela contigua, solicitó licencia de
obras para la construcción de un edificio de 15 viviendas en la más pequeña parcela

103
Documento

contigua. La solicitud de licencia de obras por parte de GALANDA INVERSIONES


SL se presentó en el ayuntamiento el 22 de diciembre de 2005 (53-17252)
acompañando el correspondiente proyecto básico (53-17186) dando lugar al
expediente de obras NUM353 en el que, a instancias del ayuntamiento, Donato, en
su condición de arquitecto de la diputación, emitió un informe favorable a la licencia
de fecha 02/03/2006 (53-17210) en el que sólo efectuó un reparo consistente en la
necesidad de separar los linderos privados en un mínimo de 3 m dado que el edificio
proyectado tendría un vuelo lateral de 1,50 m. Reparo que no fue obstáculo para
que finalmente la solicitud de licencia fuera estimada mediante resolución de la
alcaldía de 19/07/2006 (53-17253). Ello, no obstante, sólo dos días después la
licencia concedida fue transmitida a la sociedad OFRIMA SL (53-17256) también
administrada por el Sr. Salvador. Más adelante, sin embargo, durante la ejecución,
ya muy avanzada, de las obras de construcción de este edificio de OFRIMA SL,
volvió a plantearse el problema de linderos con la parcela contigua en la que
PROMOCIONES CINEMA PARQUE SL estaba construyendo su edificio y cuya
dirección técnica había encomendado a Donato en su condición de arquitecto
particular. Pues, debe aclararse a este respecto, que este funcionario de la
Diputación Provincial de Málaga tenía concedida desde hacía años (concretamente
por Acuerdo de 2 de mayo de 1991 de la Comisión de gobierno de esa Diputación)
una compatibilidad para ejercer su cargo público de arquitecto de ese organismo
con el de arquitecto por cuenta propia (A 17- 6341) aunque sujeta, naturalmente, a
ciertas condiciones, entre ellas (como si se le recordaba en esa confesión de
compatibilidad) las expresamente prohibidas con carácter general en la ley 53/1984
de 26 de diciembre de incompatibilidades del personal al servicio de las
administraciones públicas (artículos 11 y 12) para preservar la imparcialidad e
independencia de los funcionarios, entre ellas, la de desempeñar "actividades
privadas, incluidas las de carácter profesional, sea por cuenta propia o bajo la
dependencia o al servicio de entidades particulares, en los asuntos en que esté
interviniendo, haya intervenido los dos últimos años o tenga que intervenir por razón
del puesto público". Pero, pese a ser plenamente conocedor de su régimen legal de
incompatibilidades, Donato, no sólo había aceptado llevar la dirección técnica de la
obra de PROMOCIONES CINEMA PARQUE, a sabiendas de que el Servicio de
Arquitectura de la Diputación en el que se encontraba destinado tendría
necesariamente que intervenir para cualquier informe de control urbanístico (tal y
como efectivamente sucedió en ese informe de marzo de 2006 que él mismo emitió
a favor de la licencia de obra que en la parcela contigua a la de su promotora había
solicitado de OFRIMA SL aunque indicándole la necesidad de aumentar la
separación de linderos) sino que tampoco tuvo reparo alguno en seguir ejerciendo
su actividad profesional al servicio de CINEMA y, al propio tiempo, intervenir
oficialmente en el conflicto lindero surgido más adelante entre su promotora
particular y esa otra promotora del edificio colindante prevaliéndose de su condición
de arquitecto de la Diputación Provincial y confeccionando a tal respecto un informe
oficial fechado a 21/11/2006 (53-17260) en el que, dictaminando claramente a favor
de los intereses de su cliente CINEMA, afirmaba, entre otras cosas, que, tras haber
realizado una visita de inspección al lugar, había observado que la obra de la

104
Documento

parcela 2 (la de OFRIMA) "no respetaba la separación mínima de linderos que,


según el estudio de detalle, debía ser de 3 m, lo que suponía una infracción del
reglamento de disciplina urbanística que obligaba a demoler lo edificado". Informe
que, para tratar de ocultar la consciente conducta de incompatibilidad en que
incurría, lo emitió a nombre de su compañero de la diputación Simón simulando
asimismo su firma, obviamente sin el debido conocimiento y anuencia de este. Ante
lo cual, aunque los técnicos de OFRIMA no estaban conformes con ese dictamen,
su administrador Salvador, a fin de evitarse problemas, tomó la decisión de recortar
los forjados de su edificio en construcción. Y tras esta incidencia Donato no sólo
continuó dirigiendo técnicamente la obra de PROMOCIONES CINEMA sino que
incluso, aceptando el encargo conjunto que posteriormente le efectuaron tanto esta
promotora como OFRIMA, en abril de 2007 presentó en el ayuntamiento un proyecto
de urbanización por el que giró una minuta de 3.294,66 (74-24189) y que, previo
informe favorable de los servicios técnicos de la diputación Provincial donde seguía
destinado (aunque no consta en este caso quien fue el emisor formal o material del
mismo) fue aprobado inicialmente por resolución del alcalde de fecha 07/06/2007
(74-24186). 2.- Estudio de Detalle de PROMOCIONES ZALIA SL (epígrafe 41). A
principios de 2006 el inicialmente acusado Augusto (el Ministerio fiscal retiró en sus
conclusiones definitivas la acusación por delito de cohecho que dirigía contra él)
actuando como representante de la sociedad COMARU SL compró en Alcaucín
cuatro fincas contiguas, catastrales NUM094, NUM002, NUM095 y NUM096)
situadas muy cerca del casco urbano en la zona conocida como paraje Encinar
Grande o sitio Los Corrales de una superficie total algo superior a media hectárea
(5900 25,40 5 m2) de las que , según certificación posterior de la secretaria del
ayuntamiento Marina (A 18-6878), sólo las dos últimas tenían el carácter de urbana,
siendo propósito del Sr. Augusto la de poder llegar a construir en ellas un conjunto
de viviendas pluri familiares basado en la esperanza de un proyecto de PGOU,
entonces en trámite, que por entonces se consideraba de próxima aprobación. Pero,
como ya se ha dicho en otros apartados del relato fáctico de esta sentencia, tras la
promulgación a mediados de ese mismo año 2006 del Plan General de Ordenación
del Territorio de la Costa del Sol Oriental y Axarquía, el Ayuntamiento de Alcaucín
decidió abandonar su Avance de Plan General de Ordenación, al resultar sus
presupuestos básicos incompatibles con los requerimientos del nuevo planeamiento
supramunicipal, optando entonces por promover otra vía de actualización del
planeamiento, consistente en el ya muchas veces mencionado proyecto
Innovación-Renovación de las Normas Subsidiarias, (A2-610 y ss) cuya redacción
corrió a cargo del Servicio de Arquitectura de la Diputación Provincial de Málaga,
más concretamente del arquitecto de dicho organismo Donato. Documento que
recibiría la aprobación inicial del Ayuntamiento en enero de 2007 pero que también
finalmente quedaría archivado al año siguiente tras declararse su caducidad en abril
de 2008, después de haber transcurrido un tiempo sin que la corporación municipal
diera respuesta a la petición de subsanaciones (A17-6039) que la Comisión
Provincial de Urbanismo le había solicitado. A la vista de este cambio de panorama,
a principios de 2007, Augusto, atendiendo a la sugerencia del alcalde Genaro (la
misma que venía haciendo con otros promotores), se puso en contacto con el

105
Documento

referido arquitecto de la Diputación Provincial que, como ya se ha dicho, era el


funcionario redactor del documento Revisión-Innovación de las NNSS en cuyo texto
se preveía un incremento notable de la superficie urbanizable de Alcaucín,
incluyendo suelos, como el de éste promotor. Y así se lo hizo saber Donato a
Agustín pero indicándole igualmente que para poder llevar efecto su proyecto
urbanizador sería preciso la previa o simultánea elaboración de un Estudio de
Detalle (del que él mismo podría encargarse de confeccionar como arquitecto
particular) que permitiese desarrollar ese documento de Revisión-Innovación de las
NNSS, aceptando tal propuesta el promotor. Conforme al encargo recibido, Donato
elaboró y firmó el correspondiente Estudio de Detalle que fue presentado en el
ayuntamiento el día 13 de abril de 2007 en el que se pretendía regular la
construcción de 45 viviendas en la unidad de ejecución UE-C (A18-6876) y al que se
acompañó un informe favorable del Servicio de Arquitectura de la Diputación
(A15-5175) del que se ignora su fecha, contenido e identidad de su verdadero
firmante, no constando tampoco si finalmente es estudio de detalle fue o no
aprobado inicialmente por la corporación municipal. Ha quedado probado que
Donato giró a la empresa de éste promotor, PROMOCIONES ZALIA S.L., una
minuta de honorarios fechada a 08/11/2007 por importe de 6.331,36 euros en cuyo
documento figuraba el concepto "estudio de detalle e informe favorable en la unidad
de ejecución UEC" (A18-6875) y que dicha minuta fue íntegramente satisfecha por
Augusto mediante transferencia bancaria de fecha 14 de diciembre de 2007
(A18-6883). 3.- Otras promociones en la URBANIZACION009 (epígrafe 42 ). A).
-PROMOCIONES MACACA SL. A mediados de 2005 Carlos José y Teodosio,
administradores de PROMOCIONES MACACA SL, adquirieron para su sociedad las
parcelas NUM099, NUM129, NUM120 y NUM139 de la URBANIZACION009 o
sector UR-4B, con una superficie total de 970,50 m2 donde según la normativa
urbanística vigente (las NNSS de Alcaucín que todos consideraban erróneamente
vigentes) sólo podía edificarse viviendas unifamiliares aisladas, con densidad
máxima de 25 por hectárea, límite de ocupación al 60% de la parcela, coeficiente de
edificabilidad a 0,67 metros de techo por metro cuadrado de terreno y alturas
máximas a dos plantas y 7 metros. Normas de planeamiento municipal que, por
tanto, se traducían en la posibilidad de edificar en esos solares sólo cuatro viviendas
unifamiliares. Sin embargo, la expectativa de los promotores era construir allí un
edificio de 24 viviendas, muy parecido, por cierto, al que (como consta en el hecho
probado 10° de esta sentencia) la promotora CROCASA estaba terminando sobre
las parcelas NUM330 a NUM333 de la UR-4B amparándose en un convenio
urbanístico de septiembre de 2005 que contemplaba una futura modificación de las
condiciones urbanísticas y de edificación de viviendas en este sector. Tras consultar
al alcalde Genaro, los promotores quedaron convencidos de que su proyecto
también era viable y compraron el suelo y luego firmaron con el Ayuntamiento otro
convenio urbanístico el que se propugnaban ciertos cambios de tipología
constructiva supeditados a la aprobación definitiva del nuevo PGOU que por
entonces se tramitaba si bien, según se les informó en la corporación municipal,
para poder concederles la licencia de obras precisaban de la elaboración de un
Estudio de Detalle a cuyo efecto el alcalde, al igual que en otros casos similares,

106
Documento

recomendó a los promotores que se pusieron en contacto con el acusado Donato. Y


así lo hicieron los Sr. Carlos José y Teodosio, quienes contrataron a este arquitecto
provincial para que, en su condición de arquitecto particular, les redactara el referido
Estudio de Detalle el cual, tras su elaboración, fue presentado en el ayuntamiento el
día 6 de mayo de 2006 (47-15440) contemplándose en el mismo la posibilidad de
construir en ese sector edificios plurifamiliares y la modificación de los parámetros
de edificabilidad, ocupación y altura al amparo exclusivamente del futuro
planeamiento municipal que aún se encontraba en fase de Avance. Y casi de forma
simultánea Donato hizo llegar al ayuntamiento un informe favorable del Servicio de
Arquitectura de la Diputación fechado en mayo de 2006 (47-15435) carente del sello
de salida, que él mismo había confeccionado poniendo como autor a su compañero
Simón y que este se avino a firmar libremente. Informe en el que se defendía la
legalidad del estudio de detalle y se acababa dictaminando que "supervisada la
documentación presentada cabe informar favorablemente para su oportuna
aprobación por parte del Pleno de la Corporación Municipal de Alcaucín, dado que
contiene y desarrolla las determinaciones que son propias a un Estudio de Detalle y
se ajusta a la legislación vigente". El alcalde Genaro, a la vista del informe, dictó
resolución de 05/06/2006 (47-15431) aprobando inicialmente el estudio de detalle y
abriendo el periodo de información pública pero, tras tener conocimiento el
secretario municipal de un informe contrario del colegio de arquitectos de Málaga de
fecha 02/06/2006 emitido durante el trámite de visado en el que ponía de manifiesto
que el estudio de detalle contenía determinaciones que excedían del marco de
atribuciones propias de este instrumento de desarrollo y contrarias al planeamiento
municipal de Alcaucín, procedió aquel a redactar un informe jurídico de fecha
18/07/2006 (47-15430) dirigido al Pleno, en el que daba cuenta de la existencia de
esos dos informes técnicos contradictorios y se pronunciaba contra la aprobación
definitiva del estudio de detalle, proponiendo para dirimir el conflicto que se solicitara
recabara un tercer dictamen a la Comisión Provincial de Urbanismo, acordándolo
así el pleno municipal en su sesión de 21 de julio de 2006 (47-15428). En vista de
ello, Donato, a instancias del alcalde que actuó rápidamente para evitar que se
produjera ese dictamen de la CPU, emitió un nuevo informe oficial de fecha
20/07/2006 (47-15430) donde como arquitecto de Diputación explicaba el
procedimiento de aprobación de estos instrumentos urbanísticos y enfatizaba que
era competencia exclusiva del Ayuntamiento. Y días más tarde redactó un nuevo
informe del Servicio de Arquitectura, fechado el 28 de julio de 2006, (47-15424) que
esta vez atribuyó mendazmente al arquitecto provincial Diego, cuya firma simuló sin
su consentimiento, en el que tras invocar el supuesto asesoramiento de un letrado
de la Diputación se extendió extensamente tratando de neutralizar el dictamen
desfavorable del Colegio de Arquitectos afirmando, entre otras cosas, que el estudio
de detalle cumplía y desarrollaba lo estipulado en la LOUA en cuanto a las
competencias que se atribuyen a esta figura de planeamiento, "ya que abre nuevas
alineaciones y rasantes y define los aprovechamientos urbanísticos
pormenorizadamente... no incurriendo en ninguno de los cuatro supuestos descritos
en el artículo 15 ya que ni modifica el uso urbanístico, ni suprime o reduce suelo
dotacional público ni, por último, altera las condiciones de los colindantes",

107
Documento

concluyendo finalmente que el estudio cuestionado era acorde con la LOUA


reiterando el informe favorable a efectos de su aprobación definitiva. A la vista de
este nuevo de la Diputación y creyéndolo ajustado derecho, el secretario del
ayuntamiento cambió de criterio emitiendo, en consecuencia, un nuevo informe
jurídico de 29 de julio de 2006 favorable a la aprobación definitiva del estudio de
detalle (47-15423), procediéndose por acuerdo unánime del pleno municipal de 1 de
agosto de 2006 a dicha aprobación definitiva (47-15422). Días más tarde,
concretamente en fecha 08/09/2006, los administradores de PROMOCIONES
MACACA SL presentaron una solicitud de licencia de obras para 24 viviendas que,
eludiendo los mecanismos de entrada y reparto de la Diputación, fue objeto de
informe técnico favorable fechado a octubre de 2006 (24-9346) por parte del
arquitecto provincial Donato, trámite que éste despachó en sentido favorable
fechándolo en octubre de 2006, sabiendo naturalmente que dicha solicitud de
licencia se basaba en el referido estudio de detalle que ya él había informado
favorablemente. El informe tuvo entrada en el Ayuntamiento el 8 de noviembre de
2006 pero en esta ocasión, debido al fracaso del PGOU, Genaro optó por el silencio
administrativo y no dictó ninguna resolución. La petición de licencia fue reiterada en
julio de 2009, cuando éste ya había dejado la Alcaldía, iniciando el Ayuntamiento un
expediente de revisión de oficio para declarar la nulidad de la aprobación del
Estudio de Detalle (47-15416). B).- PARAJE LOS ROSALES CONSTRUCCIONES
SL .Las parcelas NUM219, NUM334, NUM335 y NUM336 de la
URBANIZACION009, con una superficie total de 811,18 m2, cuya calificación y
régimen urbanístico era similar al anteriormente expuesto, fueron adquiridas por
PARAJE LOS ROSALES CONSTRUCCIONES SL, administrada por Justo, que
pretendía construir allí un edificio de 18 viviendas, sobre unos solares que, conforme
a las NNSS de Alcaucín (declaradas no vigentes en esta sentencia) sólo podía
albergar un número muy inferior viviendas de carácter unifamiliar. En este caso
(muy similar en su desarrollo y circunstancias al expuesto en la apartado anterior)
también se firmó un convenio urbanístico con el ayuntamiento y se contrató al
arquitecto Donato, a sugerencia del alcalde Genaro, para que hiciera el estudio de
detalle que facilitara la posterior obtención de licencia de obras. Y tras formalizarse
el acuerdo, Donato elaboró el correspondiente Estudio de Detalle fechado en junio
de 2006 (70-22994) en términos muy similares al del caso anterior, siendo
presentado en el ayuntamiento el 22 de septiembre del mismo año (70-22993)
acompañado, simultánea o posteriormente, de un informe favorable del Servicio de
Arquitectura de la Diputación del que no consta su fecha, verdadero contenido y
autor. Pero, al igual que en el caso anterior, también el colegio de arquitectos de
Málaga emitió un informe desfavorable fechado a 15/09/2006 (70-22996) que fue
posteriormente rebatido por otro informe oficial del Servicio de Arquitectura de
Diputación de 17/11/2006 (70-23002) que igualmente fue elaborado por Donato
simulando mendazmente haber sido expedido por su compañero de ese mismo
organismo, Diego, y simulando también su firma sin su conocimiento y anuencia. El
estudio de detalle quedó archivado en el Ayuntamiento de Alcaucín, sin que llegara
a dictarse respecto al mismo ninguna resolución de aprobación o rechazo. DÉCIMO
OCTAVO.- CONDUCTAS DE Donato EN RELACIÓN A LOS HECHOS DEL

108
Documento

BLOQUE XVII LA FUENTE. (EPÍGRAFE 38 MF). La entidad PROMOCIONES


TIRANTA SL, administrada por los inicialmente acusados Juan Enrique y Martin (en
conclusiones definitivas se ha retirado la acusación por cohecho que se dirigía
contra ellos), adquirió una parcela a las afueras del casco urbano de Alcaucín, entre
las CALLE000 y CAMINO000, compuesta tanto de suelo no urbanizable como de
suelo perteneciente a la Unidad de Ejecución UE-3 calificado de suelo residencial de
tipología adosada y alineada a vial, sujeto a la aplicación de la ordenanza NI. Este
sector estaba aún pendiente de desarrollo pormenorizado que según las NNSS de
planeamiento (declaradas no vigentes en esta sentencia) debía hacerse mediante
un estudio de detalle, que una vez aprobado por el Ayuntamiento tendría que ir
seguido de Proyecto de Urbanización, Proyecto de Parcelación y de la ejecución de
la urbanización y materialización de las cesiones obligatorias. Sin embargo los
responsables de la promotora, decidieron actuar prescindiendo tanto del referido
proceso de desarrollo como de los principales parámetros urbanísticos que el
planeamiento municipal tenía establecidos para esa zona, y encargaron un proyecto
técnico que denominaron Residencial la Fuente para la construcción de un bloque
de 36 viviendas, garajes y trasteros, con un presupuesto de ejecución de 2.245.000
euros, aportándolo al Ayuntamiento el día 22 de septiembre de 2005 con una
solicitud de licencia de obras que dio lugar al expediente de obras NUM359
(A-5543). Aparte del insuficiente desarrollo urbanístico, la promoción proyectada
era, como ya se ha adelantado, contraria al referido planeamiento de Alcaucín por
varias razones técnicas como, por ejemplo, la ocupación de suelo no urbanizable en
zonas destinadas a piscina, patio y garajes; invasión de espacio reservado para el
vial que debía circunvalar la zona; infracción del criterio de densidad (sólo esta
promoción rebasaba holgadamente el número de viviendas permitidas; que era de
25 para toda la unidad de ejecución) e infracción de la edificabilidad permitida, que
era de 0,40 m2/m2, lo que se traducía en un máximo de 2.520 m2 mientras que sólo
este edificio ocupaba más de 3.700 m2, rebasando igualmente el fondo máximo
edificable (18 m en lugar de 15) y la altura máxima permitida en la zona. Recibida la
solicitud de licencia de obras en el ayuntamiento, el alcalde dio traslado directo para
informe al arquitecto provincial Donato a quien, en nombre del Servicio de
Arquitectura de la Diputación redactó a tal efecto un sucinto informe favorable a la
licencia de fecha 16/12/2005 (A16-5544) que, sin registro de salida de la Diputación
Provincial, tuvo entrada en el ayuntamiento el 20 de diciembre del mismo año.
Informe en el que, tras reflejar los parámetros correspondientes a la ordenanza
Casco Urbano N-1, concluía que "el proyecto de referencia cumple holgadamente
los parámetros urbanísticos mencionados salvo la altura máxima", aunque a
continuación dispensaba tal requisito argumentando que el criterio de medición de
alturas no estaba desarrollado en las Normas Subsidiarias y que, por tanto, debía
entenderse como rasante de referencia el de la calle situada a nivel superior, dando
así por cumplidos los parámetros urbanísticos, por todo lo cual informaba
favorablemente la licencia de obras solicitada. En base a este informe, el secretario
municipal Jaime emitió el correspondiente informe jurídico de fecha 19/12/2005
(A16-5545)favorable también a la concesión de la licencia y, seguidamente, el
alcalde Genaro acordó concederle al mismo día siguiente la licencia solicitada. Una

109
Documento

vez terminada la obra, los promotores presentaron en el ayuntamiento el día 26 de


octubre de 2007 solicitud de licencia de primera ocupación (A16-5546) de la que
también se dio directo traslado al arquitecto provincial Donato quien, sin que conste
registro de salida de la Diputación pero si de entrada posterior en el ayuntamiento
(04/12/2007), emitió, en nombre del Servicio de Arquitectura un informe favorable de
fecha 29/11/2007 (39-12925) en el que, entre otras cosas, precisaba que el objeto
del documento era verificar la correcta ejecución de las obras y el grado de
cumplimiento de la legislación vigente en materia de urbanismo, edificación y
legislación sectorial, todo lo cual lo consideraba correcto, incluida la documentación
aportada (certificado final de obras, certificado conjunto de la dirección facultativa,
proyecto de telecomunicaciones y proyecto de actividad de garaje) y el
funcionamiento de las instalaciones especiales y de protección contra incendios, por
todo lo cual informaba favorablemente a la concesión de la licencia de ocupación
solicitada. A este informe técnico sucedió otro informe jurídico de fecha 12/12/2007
(A 16¬ 5547) emitido por la secretaria del ayuntamiento en el que el único reparo
que opuso a la concesión de la licencia era que antes debía obtenerse un informe
sanitario favorable relativo a la piscina comunitaria. Tras lo cual, el alcalde Genaro
dictó resolución de 12/12/2007 (A16-5548) acordando conceder la licencia de
primera ocupación pero suspendiéndola en cuanto al recinto de la piscina hasta
tanto no se obtuviera el informe sanitario favorable. Ha quedado probado que con
fecha 21/12/2007 Donato recibió una transferencia en su cuenta bancaria, Unicaja,
por importe de 1515 e procedente de la entidad PROMOCIONES TIRANTA SL
(39-12926). No ha quedado debidamente acreditada la identidad de quien ordenó
ese pago en nombre de la mercantil ni si el mismo fue o no expresa o implícitamente
autorizado por alguno de sus administradores. Si ha quedado probado, sin embargo,
que Donato hizo suyo ese importe sin emitir factura y a sabiendas de que con él se
le retribuia la emisión de ese informe favorable a la licencia primera ocupación que
con fecha 29/11/2007 antes había realizado en su condición de funcionario del
servicio de arquitectura de la Diputación Provincial de Málaga y merced al cual dicha
promotora pudo obtener esa licencia municipal. DÉCIMO NOVENO.- CONDUCTAS
DE Genaro, Donato, Narciso, Romeo Y Anton EN RELACIÓN A LOS HECHOS DEL
BLOQUE XVIII. DIRECCION015 (EPÍGRAFE 45 MF). A lo largo de 2007 la unidad
de Policía Nacional adscrita a la Comunidad Autónoma de Andalucía realizó visitas
de inspección por la zona conocida como DIRECCION015, al sur del término
municipal de Alcaucín, dedicada fundamentalmente al cultivo del olivar,
detectándose varias construcciones de viviendas residenciales de nueva planta que
se habían levantado entre los años 2004 y 2007 al amparo formal de licencias
municipales de reforma o rehabilitación que nunca existieron. Tales hechos fueron
investigados en cinco atestados policiales con sus correspondientes inspecciones
oculares que dieron lugar a otros tantos procedimientos judiciales sucesivamente
acumulados a la presente causa en la que igualmente se practicaron en mayo de
2008 (A4-1108 y ss) nuevas inspecciones oculares, por parte de la guardia civil, de
las parcelas y edificaciones investigadas. Se exponen a continuación las
actuaciones urbanísticas llevadas a cabo en esta zona: 1.- Vivienda de Rosendo en
parcela NUM298 del polígono NUM129 (epígrafe 45A MF) . En 2004 el inicialmente

110
Documento

acusado Rosendo (se ha retirado en conclusiones definitivas, por prescripción, la


acusación que pesaba contra él por delito contra la ordenación del territorio) quiso
edificar una vivienda unifamiliar para uso residencial en una finca rústica de secano
de su propiedad (parcela catastral NUM273 del polígono NUM129) de 3.829 m2 de
extensión situada en DIRECCION015 y alejada de cualquier núcleo urbano pese a
tener conocimiento de que ello no era legalmente viable no sólo porque, conforme a
las NNSS del municipio de Alcaucín (declaradas no vigentes en esta sentencia) el
terreno sobre el que se ubicaba la finca estaba clasificado como suelo no
urbanizable natural o rural de grado 2 donde sólo eran potencialmente edificables
parcelas con una superficie mínima de 25.000 m2, sino porque, conforme a la
LOUA, merecía también la consideración de suelo no urbanizable no permitiéndose
en esta clase de terrenos más que viviendas unifamiliares aisladas vinculadas a
explotaciones agrarias, ganaderas o forestales y previa aprobación justificada de un
Proyecto de Actuación. A pesar de ello, Rosendo, tras efectuar indagaciones en el
ayuntamiento y siguiendo el plan o idea proporcionada por un tercero, decidió llevar
a cabo esa edificación residencial simulando, para sortear el obstáculo legal, la
reforma de una supuesta antigua vivienda que en realidad nunca existió en la
parcela. Y a tal efecto con fecha 15/11/2004 presentó en el ayuntamiento la
correspondiente solicitud de licencia de obras de reforma a la que no acompañó
proyecto, fotografías o cualquier otro documento que reflejara las características y el
estado de la supuesta vivienda a rehabilitar, dando lugar al expediente de obra
menor NUM363 en el que el alcalde Genaro, a sabiendas de todo ello, le concedió
arbitrariamente, sólo tres días después, licencia de obras de reforma de fecha
18/11/2004 (A 13-4149 y 34¬11006), prescindiendo de los preceptivos informes
técnico y jurídico y con plena conciencia de su manifiesta contradicción con la
legalidad urbanística. Durante los dos años siguientes Gonzalo construyó una casa
de una planta que fue descubierta en febrero de 2007 por agentes de la Policía
Autonómica, iniciándose una investigación que Genaro quiso neutralizar negando la
documentación requerida e informando a los agentes de que los servicios técnicos
del Ayuntamiento ya indagaban la posible infracción urbanística y de que se iba a
incoar expediente sancionador, cosa que no ocurrió. Y cuando más tarde Rosendo
quedó imputado por estos hechos en las diligencias previas 3930/98 del juzgado 4
de Vélez Málaga (luego acumuladas a la presente causa), ambos se pusieron en
contacto contemplando la posibilidad de efectuar algún informe municipal falso que
pudiera acreditar la preexistencia de esa vivienda supuestamente rehabilitada. 2.-
Vivienda de Miguel Ángel en parcela 117 del polígono 7 (epígrafe 45B MF). Con las
pesquisas policiales de febrero de 2007 (21-6902) se detectó en la misma zona de
DIRECCION015 otra vivienda en construcción de unos 120 m2 y piscina sobre la
parcela NUM247 del polígono NUM129 (registra! NUM299), de unos 120 m2 y
piscina, que era promovida por Miguel Ángel al amparo de otra licencia de
rehabilitación. Se trataba de una finca, adquirida por este en escritura pública de
20/11/2003 (A32¬12618), que, como todas las que son objeto de este ordinal
fáctico, era de carácter inequívocamente rústico integrada por olivos de secano
(descrita en el registro de la propiedad como "rústica de tierra de secano erial") de
2700 in2 de extensión y situada en el pago DIRECCION014, lejos de cualquier

111
Documento

núcleo de población. Un terreno que (al igual que la parcela 115 antes mencionada)
estaba clasificado por las NNSS del municipio de Alcaucín (declaradas no vigentes
en esta sentencia) como suelo no urbanizable natural o rural de grado 2, donde sólo
eran potencialmente edificables parcelas con una superficie mínima de 25.000 m2, y
que igualmente merecía la condición de suelo no urbanizable conforme a la LOUA
por lo que de acuerdo con esta ley urbanística tampoco estaba permitido viviendas
que no fueran unifamiliares aisladas vinculadas a explotaciones agrarias, ganaderas
o forestales y previa aprobación justificada de un Proyecto de Actuación. Pero, pese
a ello, alguien informó al Sr. Miguel Ángel que era legalmente posible poder
construir en esa parcela rústica una vivienda residencial aprovechando la
circunstancia de que en la parcela existían unos restos de muro parcialmente
derruido de una antigua construcción acudiendo para ello al cauce de una licencia
de reforma o rehabilitación de vivienda para lo cual, bien por sí mismo o a través de
su amigo y compatriota Juan Carlos, procedió a designar como arquitecto al
acusado Anton para que proyectara la vivienda y dirigiera las obras, así como
también al acusado Romeo (quien ya había intervenido en las negociaciones de
compra de la parcela) para que se encargara, en representación suya, de todas las
gestiones burocráticas que fuesen necesarias para la gestión de la licencia y
posterior modificación catastral y de legalización de la construcción proyectada.
-Para dar cumplimiento a la gestión encomendada e iniciar el correspondiente
expediente encaminado a conseguir la anotación en el Catastro de esa construcción
ruinosa, de cuyas verdaderas características no consta suficientemente acreditado
que tuviera conocimiento directo, Romeo (como en otras muchas ocasiones),
procedió a solicitar del arquitecto aquí acusado, Donato, una certificación relativa a
la misma a fin de aportarla al expediente catastral. A lo que este respondió
positivamente emitiendo un certificado de 11/05/2005 (A5-1475) en el que, a
sabiendas del destino administrativo que iba a tener este documento (como mínimo
para el expediente catastral), afirmó, entre otras cosas, que, tras haber visitado esa
finca (que por mero error material designó como parcela 113), había constatado la
existencia de "una antigua casa cortijo de aproximadamente 120 m2 de una sola
planta, en muy mal estado y cuya antigüedad data de tiempo inmemorial". Y meses
más tarde, tras advertirse ese error de numeración de la parcela, procedió a expedir
otro certificado de fecha 30/11/2005 (A5-1474) en el que volvió a reiterar lo afirmado
en el anterior pero precisando que debía ir referido a la parcela NUM247, no a la
NUM396. Una vez obtenido el certificado, Romeo, en representación de Miguel
Ángel, presentó el 17 de junio de 2005 (P4-1233) en la Gerencia Territorial del
Catastro una declaración modelo de cambio de cultivo (modelo 904) para hacer
constar la construcción ruinosa reflejada en el certificado técnico de Donato
(acompañada a esa solicitud en la que erróneamente se indicaba la parcela
NUM396) la cual dio lugar al expediente catastral NUM097, tramitado y resuelto por
el también acusado Narciso como técnico de inspección de dicho organismo, sin
comprobar las alegaciones del solicitante, de modo que en el mismo día de
presentación de inicio del expediente procedió a grabar en las bases de datos
alfanumérica y gráfica una subparcela "b" de terreno improductivo y, conforme a lo
alegado en la declaración del solicitante procedió a insertar en la cartografía

112
Documento

catastral el texto "Ruina" sobre la figura que representaba la subparcela


improductiva (la referida NUM396), no habiendo quedado acreditado que dicho
funcionario fuera consciente de su inexistencia como tampoco del error de
numeración. Y así, pocos días después de que se efectuara la grabación de datos,
el solicitante pudo obtener una certificación catastral que ya reflejaba la ruina como
si realmente formara parte de la parcela. Meses más tarde, tras advertirse el error
de numeración de parcela, Romeo promovió el 20 de diciembre de 2005 (P4-1235)
un nuevo expediente catastral de corrección de errores a fin de rectificar la
información catastral erróneamente atribuida a la parcela NUM396 a la parcela
NUM247 aportando a tal efecto un plano de situación y el segundo certificado
rectificativo de Donato de 30/11/2005 (ante referido) dando lugar al expediente
NUM368 en el que finalmente el mismo funcionario Sr. Narciso accedió a lo
solicitado. -Por su parte, el arquitecto Anton elaboró un proyecto técnico fechado a
30/12/2005 (A5-1476) y visado por el colegio de arquitectos que denominó "proyecto
básico y de ejecución de reforma y rehabilitación de casa rural" cual si se tratara de
una obra de mera reforma o rehabilitación de una antigua vivienda de cuya
inexistencia era bien consciente (solo existían los pequeños restos antes indicados)
y a sabiendas de que, bajo este subterfugio, lo que realmente pretendía diseñar y
dirigir técnicamente era una vivienda unifamiliar de nueva planta a edificar, además,
a unos 100 m de distancia de donde se encontraban esos restos ruinosos. Y así,
siendo plenamente consciente de que ese documento iba a ser incorporado al
expediente municipal de obras, faltó mendazmente a la verdad describiendo en el
mismo una supuesta casa cortijo en la parte oeste de la parcela, de unos 60 años
de antigüedad, en un estado de conservación que hace necesario realizar una
intervención que garantice su estabilidad estructural para poder destinarlo a uso de
vivienda, haciendo constar también en la declaración de circunstancias acompañado
al proyecto que no existían desajustes respecto a la normativa urbanística vigente.
Esa solicitudde autorización de obra de reforma y rehabilitación fue presentada en el
ayuntamiento el día 28 de noviembre de 2006 (A5-1472 y 21-7162), dando lugar al
expediente NUM367, en el que el alcalde Genaro, sin antes recabar el preceptivo
informe técnico y jurídico, procedió a otorgarle arbitrariamente esa licencia de obras
de reforma con fecha 28/12/2006 (A5-1473 y 21-7163) a sabiendas de que en esa
parcela 117 no había ninguna vivienda que pudiera ser rehabilitada y que de esta
forma estaba contraviniendo abiertamente no sólo las normas subsidiarias de
planeamiento (que él creía vigentes) sino también la ley urbanística andaluza que,
como se ha dicho antes, sólo excepcionalmente permitía en esa clase de terrenos
no urbanizables edificaciones de viviendas vinculadas a fines productivos y previa
aprobación de un proyecto de actuación. Como consecuencia de las investigaciones
emprendidas por la policía autónoma a raíz de detectar a mediados de febrero de
2007 (21-6902) en esa zona enteramente rústica de DIRECCION015 unas viviendas
en construcción, entre ellas la promovida en esta parcela NUM247 por Miguel Ángel
y otras tres más sobre las parcelas NUM274, NUM275 y NUM276 del mismo
polígono (detección que fue posteriormente confirmada por la guardia civil en su
más detallada inspección ocular de 8 de mayo de 2008-A4-U1108 y ss), los agentes
instructores se vieron precisados de acudir a la autoridad judicial (25-8304) para que

113
Documento

el alcalde les remitiera la documentación existente en el ayuntamiento acerca de


esas parcelas, a lo que finalmente el edil accedió remitiendo a la policía un oficio de
fecha 07/06/2007 (21-6944) al que adjuntó cuatro copias de licencias de obra, todas
ellas de reforma y restauración, referidas a cada una de las parcelas indicadas pero
sin venir acompañadas de los preceptivos informes técnico o jurídico que deberían
haber procedido a su concesión y si únicamente, para tratar de apoyar la legalidad
de su actuación, de un informe técnico de 07/06/2007 (21-6946), es decir de la
misma fecha que el oficio, emitido por el arquitecto municipal Pio en el que se
recordaba que el artículo 52 LOUA "permitía la conservación, rehabilitación o
reforma de edificaciones, construcciones o instalaciones existentes en este tipo de
suelo (no urbanizable), siempre y cuando el inmueble sea técnicamente rehabilitable
y se mantengan los parámetros de edificabilidad, volúmenes y emplazamiento". A
pesar de la investigación policial abierta, que dio lugar a las correspondientes
diligencias de instrucción judiciales, el alcalde no adoptó posteriormente ninguna
medida paralizadora de la obra de nueva edificación permitiendo, por el contrario, su
normal terminación con piscina incluida, tal y como se pudo constatar por la guardia
civil en la referida inspección ocular que efectuó el 8 de mayo del siguiente año
(A4-1143). 3.- Vivienda de Cristobal en parcela NUM274 del polígono NUM129
(epígrafe 45C MF). Con las pesquisas policiales de febrero de 2007 (21-6902 y
17-5470) se detectó también en la misma zona de DIRECCION015 otra vivienda
residencial, esta vez completamente terminada, sobre la parcela NUM274 del
polígono NUM129 (registral NUM300), de unos 275 m2 y piscina, que resultó ser
propiedad del matrimonio formado por Cristobal y Mariola y que igualmente había
sido construida al amparo de otra licencia de rehabilitación. Se trataba de una finca
que, como todas las que son objeto de este ordinal fáctico, era de carácter
inequívocamente rústico integrada por olivos de secano, de 7.271 m2 de extensión y
situada en el pago DIRECCION014, lejos de cualquier núcleo de población y cuyo
terreno estaba clasificado por las NNSS del municipio de Alcaucín (declaradas no
vigentes en esta sentencia) como suelo no urbanizable natural o rural de grado 2
(donde sólo eran potencialmente edificables parcelas con una superficie mínima de
25.000 m2) y que igualmente merecía la condición de suelo no urbanizable
conforme a la LOUA por lo que, de acuerdo con esta ley urbanística, tampoco
estaba permitida la construcción en él de viviendas que no fueran unifamiliares
aisladas y vinculadas a explotaciones agrarias, ganaderas o forestales (lo que no
era el caso) y previa aprobación justificada de un Proyecto de Actuación. Pero, pese
a ello, no consta que cuando sus propietarios (de nacionalidad británica) tomaron la
decisión de construir esa vivienda residencial tuvieran cabal conocimiento de su
inviabilidad legal, procediendo a tal efecto a designar como arquitecto redactor del
proyecto básico y de ejecución al acusado Donato y a Romeo (quien ya había
intervenido en las negociaciones de compra de la parcela) para que se encargara,
en representación suya, de todas las gestiones necesarias para la gestión de la
licencia y posterior modificación catastral y de legalización de la construcción
proyectada. El arquitecto Donato elaboró el proyecto técnico fechado a mayo de
2003 (17-5671 y 54-17778) que denominó "proyecto básico y de ejecución de
reforma integral de vivienda" cual si se tratara de una obra de mera reforma o

114
Documento

rehabilitación de una antigua vivienda de cuya inexistencia era bien consciente (no
existía en la parcela el más leve resto o indicio de alguna construcción anterior) y, a
sabiendas de que bajo este subterfugio lo que realmente pretendía diseñar era una
vivienda unifamiliar residencial de nueva planta, procedió a describir en la memoria
del proyecto esa fingida vivienda antigua como una edificación en estado ruinoso
que originariamente correspondió a una vivienda con cuadras anexas explicando
que se iban a recuperar los muros portantes para apoyar sobre ellos un forjado de
cubierta, "amén de dotar a la nueva vivienda de las instalaciones que exigen las
normas vigentes", añadiendo, además, en la declaración de circunstancias
urbanísticas del proyecto que "no existían desajustes respecto a la normativa
urbanística". No ha quedado acreditado, sin embargo, que finalmente dirigiera la
ejecución técnica de esa obra, razón por la que tuvo que ser otro profesional, la
arquitecta Victoria, quien, una vez acabada la construcción (integrada de dos
plantas, 275 m2 de superficie y piscina) expidiera el certificado final de obra con
fecha 6 de octubre de 2005 (17-5610). La solicitud de licencia de obras de reforma,
formulada a nombre de Cristobal y acompañada de ese proyecto básico y de
ejecución elaborado por el arquitecto Donato, fue presentada en el ayuntamiento el
16 de julio de 2004 (17-5608) dando lugar al expediente de licencia de obras
mayores NUM370, pero no obtuvo respuesta de la corporación municipal hasta casi
dos años después (y pasados casi seis meses de que la edificación estuviese
terminada) en la que el alcalde Genaro le concedió arbitrariamente licencia de obras
de reforma de fecha 01/03/2006 (17-5609), sin pedir informes técnicos y jurídicos y
a sabiendas de que en esa parcela NUM274 no había existido ninguna vivienda
anterior y que de esta forma contravenía abiertamente no sólo las normas
subsidiarias de planeamiento (que él creía vigentes) sino también la ley urbanística
andaluza que, como se ha dicho antes, sólo excepcionalmente permitía en esa
clase de terrenos no urbanizables edificaciones de viviendas vinculadas a fines
productivos y previa aprobación de un proyecto de actuación. Licencia merced a la
cual los propietarios pudieron otorgar la escritura de obra nueva de 1 de junio de
2006 (17-5557) en la que declararon la construcción de esa vivienda de nueva
planta. Y un año más tarde el alcalde concedió a los dueños licencia de primera
ocupación de fecha 15/06/2006 (17-5614). Meses más tarde, como ya se ha dicho
en el apartado anterior, cuando, a raíz de las investigaciones llevadas a cabo por la
policía autónoma en relación a ésta y otras viviendas construidas en esta zona
rústica de DIRECCION015 (21-6902 y 17-5470), los agentes instructores se vieron
precisados a tener que acudir a la autoridad judicial para que el alcalde les remitiera
la documentación existente en el ayuntamiento acerca de estas parcelas y
edificaciones realizadas (25-8304), dicho edil les remitió el oficio de 07/06/2007 ya
antes mencionado (21-6944) adjuntando al mismo tan sólo las cuatro copias de
licencias de obra de las parcelas afectadas (entre ellas la NUM274) acompañadas
del también ya mencionado informe técnico municipal de la misma fecha para tratar
de justificar esas construcciones en suelo no urbanizable. Las diligencias policiales
dieron lugar posteriormente a las diligencias previas 683/08 del juzgado de
instrucción 2 de Vélez Málaga (posteriormente acumuladas a esta causa) en las que
el órgano judicial solicitó del alcalde Genaro el envío de una serie de documentos

115
Documento

municipales relacionados con las licencias de reforma investigadas, procediendo


éste a remitirle el 22 de septiembre de 2008 (17-5667), entre otros, un informe oficial
del servicio de arquitectura de la Diputación fechado a Julio de 2004 (17-5666 y
5668 así como A18-6550) que había sido confeccionado por Donato el 15 de
septiembre de 2008 desde el ordenador de ese organismo (A17-6013) con el
objetivo indiscutible de hacerlo pasar por el informe técnico favorable que debería
haber precedido al otorgamiento de la licencia de obra de la parcela NUM274. Un
documento, carente del sello oficial de salida de la Diputación y de correlativa
entrada en el ayuntamiento, que Donato realizó como si hubiera sido emitido por su
compañero Simón y simulando su firma, naturalmente sin el conocimiento o
anuencia de este. Una actuación falsaria que realizó este acusado para cubrir tanto
su posible responsabilidad penal (había sido el arquitecto redactor del proyecto
básico y de ejecución de esa vivienda) como la de su amigo el alcalde Genaro, si
bien no consta suficientemente acreditado que este le pidiera ayuda en esos
concretos términos falaces en que se la dispensó. 4.- Vivienda de Marcos en
parcela NUM275 del polígono NUM129 (epígrafe 45D MF) . Los esposos Marcos y
Ariadna adquirieron la parcela NUM275 del polígono NUM129,contigua a la parcela
NUM274 del matrimonio Cristobal y, por tanto, de la mismas características físicas y
clasificación urbanística que ya han sido descritas al referimos a ella, por lo que
tampoco en esta parcela NUM275 era posible legalmente construir en un tipo de
edificación residencial. Ello no obstante, y sin que conste que estos propietarios
estuvieran cabalmente enterados de esa prohibición legal, decidieron construir en
ella una vivienda de uso residencial designando como arquitecto redactor del
proyecto básico y de ejecución al acusado Donato y a Romeo (quien ya había
intervenido en las negociaciones de compra de la parcela) para que se encargara,
en representación suya, de todas las gestiones necesarias para la gestión de la
licencia y posterior modificación catastral y de legalización de la construcción
proyectada. El arquitecto Donato elaboró a tal efecto un proyecto técnico fechado a
junio de 2003 (17-5674 y 258327) cual si se tratara de una obra de mera reforma o
rehabilitación de una antigua vivienda de cuya inexistencia era bien consciente (no
existía en la parcela el más leve resto de alguna construcción anterior) y, a
sabiendas de que bajo este subterfugio lo que realmente pretendía diseñar era una
vivienda unifamiliar residencial de nueva planta, procedió a describir en la memoria
del proyecto esa fingida vivienda antigua en términos similares a como ya lo había
hecho en relación a la parcela NUM274 añadiendo, igualmente, en la declaración de
circunstancias urbanísticas del proyecto que "no existían desajustes respecto a la
normativa urbanística". No ha quedado acreditado, sin embargo, que finalmente
dirigiera la ejecución técnica de esa obra, razón por la que tuvo que ser también
aquí la arquitecta Victoria, la que, una vez acabada la edificación de nueva planta
expidiera el 26 de octubre de 2005 el certificado final de obra. La solicitud de
licencia de obras de reforma, formulada a nombre de Marcos y acompañada de ese
proyecto básico y de ejecución elaborado por el arquitecto Donato, fue presentada
en el ayuntamiento el 16 de julio de 2004 (25-8322) dando lugar al expediente de
licencia de obras de reforma y restauración NUM376, pero no obtuvo respuesta de
la corporación municipal hasta casi dos años después (y bastante después también

116
Documento

de que la edificación estuviese terminada) en la que el alcalde Genaro le concedió


arbitrariamente licencia de obras de reforma de fecha 01/03/2006 (25-8323), sin
pedir informes técnicos y jurídicos y a sabiendas de que en esa parcela NUM275 no
había existido ninguna vivienda anterior y que de esta forma contravenía
abiertamente no sólo las normas subsidiarias de planeamiento (que él creía
vigentes) sino también la ley urbanística andaluza que, como ya se ha reiterado,
sólo excepcionalmente permitía en esa clase de terrenos no urbanizables
edificaciones de viviendas vinculadas a fines productivos y previa aprobación de un
proyecto de actuación. Licencia merced a la cual los propietarios pudieron otorgar la
escritura de obra nueva de 1 de junio de 2006 (25-8362) en la que declararon la
construcción de esa vivienda de nueva planta. Y un año más tarde el alcalde
concedió a los dueños licencia de primera ocupación de fecha 15/06/2006
(56-18434)). 5.- Vivienda de Isaac en parcela NUM276 del polígono NUM129
(epígrafe 45E MF). Con las pesquisas policiales de febrero de 2007 (21-6902 y
29-9665) se detectó en la misma zona de DIRECCION015 otra vivienda residencial
de nueva planta en construcción, casi terminada, de unos 100 m2 y piscina, sobre la
parcela NUM276 del polígono NUM129 (registral NUM301), que era promovida por
los esposos Isaac y Eloisa al amparo de otra licencia de rehabilitación. La finca, de
unos 3900 m2 de extensión, era como todas las de la zona de carácter rústico
(olivos de secano) y situada lejos de cualquier núcleo de población y, asimismo, el
terreno estaba clasificado por las NNSS del municipio de Alcaucín (declaradas no
vigentes en esta sentencia) como suelo no urbanizable natural o rural de grado 2
(donde sólo eran potencialmente edificables parcelas con una superficie mínima de
25.000 m2), mereciendo igual condición de suelo no urbanizable conforme a la
LOUA, por lo que tampoco estaba permitida legalmente la construcción de viviendas
que no fueran unifamiliares aisladas vinculadas a explotaciones agrarias, ganaderas
o forestales y previa aprobación justificada de un Proyecto de Actuación. Pese a
ello, y sin que conste que este matrimonio tuviera cabal conocimiento de este
restrictivo régimen urbanístico, tomó la decisión de construir en ella esa vivienda
residencial. Para lo cual designó como arquitecto al acusado Anton para que
proyectara la vivienda y dirigiera las obras, así como también al acusado Romeo
(quien ya había intervenido en las negociaciones de compra de la parcela) para que
se encargara, en representación suya, de todas las gestiones burocráticas que
fuesen necesarias para la gestión de la licencia y posterior modificación catastral y
de legalización de la construcción proyectada. Romeo, como experto gestor en
estos temas, sabía perfectamente que la normativa urbanística no permitía llevar a
cabo en ese suelo la vivienda residencial de nueva planta que pretendían sus
clientes por lo que decidió acudir al subterfugio de simular la existencia de una
previa construcción ruinosa (que sabía era inexistente) para de este modo obtener
una licencia de obras de reforma o restauración de la misma (que si era posible
realizar en esa clase de suelo no urbanizable) para lo cual considero que el primer
paso debía ser iniciar un expediente catastral de cambio de cultivo (modelo 904)
para así introducir subrepticiamente en el catastro inmobiliario esa edificación
inexistente. A tales fines (como en otras ocasiones había hecho para otros temas
urbanísticos) solicitó del arquitecto aquí acusado Donato, una certificación relativa a

117
Documento

esa supuesta construcción anterior a fin de aportarla al expediente catastral. A lo


que este, sabedor de la finalidad del documento y de la inexistencia de construcción
alguna en la parcela, procedió sin ningún reparo a expedir, como arquitecto
particular, un certificado de 28/04/2005 (A5- 1468) en el que, a sabiendas del
destino administrativo que iba a tener este documento (al menos para su
incorporación a un expediente catastral), afirmó, entre otras cosas, que, tras haber
visitado esa finca, había observado la existencia de "una ruina de una antigua casa
cortijo de aproximadamente 120 m2 de una sola planta, en muy mal estado y cuya
antigüedad data de tiempo inmemorial, no existiendo impuesto de bienes inmuebles
referente a la misma, por lo que no se encuentra catastrada". Y para dar mayor
apariencia de verosimilitud al certificado añadió al mismo un plano de situación, un
croquis y una fotografía de otra construcción para hacerla aparecer como la descrita
(P9-2610). Una vez obtenido el certificado, Romeo, en representación del
propietario Isaac, presentó el 18 de mayo de 2005 (P9-2607) en la Gerencia
Territorial del Catastro una declaración modelo de cambio de cultivo (modelo 904)
para hacer constar la construcción ruinosa reflejada en el certificado técnico de
Donato (acompañado a esa solicitud) la cual dio lugar al correspondiente expediente
catastral tramitado y resuelto por el también acusado Narciso como técnico de
inspección de dicho organismo, sin comprobar las alegaciones del solicitante, de
modo que sólo dos días después del inicio del expediente aprobó la solicitud y
procedió a grabar en las bases de datos alfanumérica y gráfica una subparcela "b"
de terreno improductivo y, conforme a lo alegado en la declaración del solicitante
procedió a insertar en la cartografía catastral el texto "Ruina" sobre la figura que
representaba la subparcela improductiva (la referida NUM276), no habiendo
quedado acreditado que dicho funcionario fuera consciente de su inexistencia. Y así,
pocos días después de que se efectuara la grabación de datos, el solicitante pudo
obtener una certificación catastral que ya reflejaba la ruina como si realmente
formara parte de la parcela. Por su parte el arquitecto Anton, a sabiendas de la
inexistencia de construcción alguna anterior en la parcela y con el fin de apoyar la
obtención de una licencia de reforma, elaboró un certificado de fecha 25/09/2005
(29-9798) en el que de forma abiertamente mendaz refería encontrarse en ella una
construcción tipo cortijo-vivienda unifamiliar para la que se iba realizar un proyecto
básico y de ejecución de reforma y rehabilitación atribuyéndole "una antigüedad
aproximada de 55 años" describiéndola además en los siguientes términos: "se
encuentra en un estado constructivo casi de ruinas, pues existen zonas en las
cuales los muros se están desestabilizando a consecuencia de asentamientos en la
cimentación, la cubierta se encuentra en muy mal estado, puesto que los travesaños
de madera que la conformaban se encuentran muy deteriorados". Y también
precisaba en el certificado que "el proyecto plantea una solución en la que se
conservan todos los muros perimetrales" y que "se iban a conservar los muros
perimetrales y gran parte de los huecos existentes para así intentar conservar la
estructura original, reformándose básicamente la distribución interna de las
dependencias y la cubierta del mismo". También hizo constar en la declaración de
circunstancias que acompañaba al proyecto básico y de ejecución que no existían
desajustes respecto a la normativa urbanística (29-9799). La solicitud de

118
Documento

autorización de obra de reforma y rehabilitación, fechada a 17/01/2006 y


acompañada del proyecto básico y de ejecución elaborado por el arquitecto Anton
(30-9841), fue presentada en el ayuntamiento el día 19 de enero de 2006 (30-9838),
dando lugar al expediente de obras mayores NUM369, en el que el alcalde Genaro,
sin antes recabar el preceptivo informe técnico y jurídico, procedió a otorgarle
arbitrariamente esa licencia de obras de reforma con fecha 17/01/2006 (29-9724),
es decir, dos días antes de que fuese presentada la petición. Y ello a sabiendas de
que en esa parcela NUM276 no había ninguna vivienda que pudiera ser rehabilitada
y que de esta forma estaba contraviniendo abiertamente no sólo las normas
subsidiarias de planeamiento (que él creía vigentes) sino también la ley urbanística
andaluza que, como se ha dicho antes, sólo excepcionalmente permitía en esa
clase de terrenos no urbanizables edificaciones de viviendas vinculadas a fines
productivos (o sea, no residenciales) y previa aprobación de un proyecto de
actuación. Como consecuencia de las investigaciones emprendidas por la policía
autónoma a raíz de detectar a mediados de febrero de 2007 (21-6902) en esa zona
enteramente rústica de DIRECCION015 unas viviendas en construcción, entre ellas
la promovida en esta parcela NUM276 (detección que fue posteriormente
confirmada por la guardia civil en su más detallada inspección ocular de 8 de mayo
de 2008-A4-U1108 y ss), los agentes instructores se vieron precisados de acudir a
la autoridad judicial (25-8304) para que el alcalde les remitiera la documentación
existente en el ayuntamiento acerca de esas parcelas, a lo que finalmente el edil
accedió remitiendo a la policía un oficio de fecha 07/06/2007 (21-6944) al que
adjuntó cuatro copias de licencias de obra, todas ellas de reforma y restauración,
referidas a cada una de las parcelas de esta zona pero sin venir acompañadas de
los preceptivos informes técnico o jurídico (pues no constaban emitidos en los
expedientes) que deberían haber procedido a su concesión y si únicamente, para
tratar de apoyar ante la policía su irregular actuación, de un informe técnico de
07/06/2007 (21-6946), es decir de la misma fecha que el oficio, emitido por el
arquitecto municipal Pio en el que se recordaba que el artículo 52 LOUA "permitía la
conservación, rehabilitación o reforma de edificaciones, construcciones o
instalaciones existentes en este tipo de suelo (no urbanizable), siempre y cuando el
inmueble sea técnicamente rehabilitable y se mantengan los parámetros de
edificabilidad, volúmenes y emplazamiento". A pesar de la investigación policial
abierta, que dio lugar a las correspondientes diligencias de instrucción judiciales, el
alcalde no adoptó posteriormente ninguna medida paralizadora de la obra de nueva
edificación permitiendo, por el contrario, su normal terminación con piscina incluida,
tal y corno se pudo constatar por la guardia civil en la referida inspección ocular que
efectuó el 8 de mayo del siguiente año (A4-1143). Las diligencias policiales dieron
lugar posteriormente a las diligencias previas 683/08 del juzgado de instrucción 2 de
Vélez Málaga (posteriormente acumuladas a esta causa) en las que el órgano
judicial solicitó del alcalde Genaro el envío de una serie de documentos municipales
relacionados con las licencias de reforma investigadas, procediendo éste a remitirle
el 22 de septiembre de 2008 (17-5667), entre otros, un informe oficial del servicio de
arquitectura de la Diputación fechado a 13/01/2006 (30/9839) confeccionado y
firmado por Donato, en su condición de responsable de este organismo, pero sin

119
Documento

fecha oficial de salida del mismo ni de entrada en el ayuntamiento pues (al igual que
ocurrió en relación a la parcela NUM274) había sido confeccionado ad hoc por este
funcionario para hacerlo pasar por el informe técnico favorable que preceptivamente
debería haber precedido al otorgamiento de la licencia de obra de esta parcela
NUM276, aunque esta vez sin acudir a la simulación de firma de otro compañero.
Actuación falsaria que, como en el caso anterior, iba específicamente encaminada a
tratar de diluir eventuales responsabilidades penales y provocar el archivo de la
causa penal abierta. En dicho informe se hacía constar, en relación al proyecto
básico y de ejecución de reforma y rehabilitación del supuesto cortijo, que este
edificio se encontraba en muy mal estado aunque conservaba el 90% de la cubierta
y que la solución de rehabilitación planteada en el proyecto mantenía la mayor parte
de la estructura y no aumentaba la superficie construida original; razones por las
que entendía que se ajustaba al artículo 52 de la LOUA e informaba favorablemente
el otorgamiento de la licencia. VIGÉSIMO.- CONDUCTAS DE Donato, Narciso Y
Romeo EN RELACIÓN A LOS HECHOS DEL BLOQUE XIX. Lucas (EPÍGRAFE 46
MF). 1).- Venta de la parcela NUM393 del polígono NUM106 y actualización
catastral (Epígrafe 46A MF). Mediante escritura pública de 1 de agosto de 2002
(P9-2547) Pablo (inicialmente acusado pero del que se ha retirado la acusación en
conclusiones definitivas) adquirió para su sociedad de gananciales una finca rústica
de secano (parcela catastral NUM393 del polígono NUM106 (no inscrita entonces
en el Registro de la Propiedad) de 6.261 m2 de extensión, dedicada a olivar y
pastos, situada en paraje DIRECCION006 a menos de un kilómetro del casco
urbano de Alcaucín y comunicada por un carril terrizo y cuyo terreno tenía la
consideración de suelo no urbanizable, tanto conforme al planeamiento municipal de
Alcaucín (cuyas NNSS se creían vigentes) como con arreglo a la legislación
urbanística andaluza. En dicha escritura la parte vendedora declaró que la parcela
contenía "una casa en estado ruinoso" cuya existencia acreditó mediante un
informe-certificado del alcalde Genaro de fecha 14/05/2002 (P9-2554) como
"Presidente de la junta pericial del Catastro", cuyo documento consideró el notario
suficiente para justificar la existencia de esa casa ruinosa si bien ha quedado
probado que en realidad la mayor parte de esos restos ruinosos se ubicaban en la
finca colindante (la NUM276) y sólo una pequeña parte en la referida parcela
NUM393. Año más tarde, tras interesarse por la finca una pareja de nacionalidad
británica formada por Lucas y Luisa, quienes albergaban la idea de construir allí una
vivienda de uso residencial que, según la información recibida, podía ser factible al
existir esa construcción ruinosa en el terreno, mediante documento privado de
compraventa de 9 de noviembre de 2006 (42-13543),redactado por el acusado
Romeo, Pablo acordó transmitirles el inmueble ganancial por el precio 200.000 €
que, a excepción de una señal de 3.000 euros, quedó aplazado hasta la escritura,
describiéndose el objeto del contrato como una finca rústica que contenía "una casa
en estado ruinoso" (es decir, en los mismos términos que figuraban en la escritura
pública de adquisición). Pero, como quiera que para los compradores era
fundamental poder llegar efectivamente a construir legalmente, la parte vendedora
asumió un doble compromiso: 1). Inscribir en el Catastro esa construcción en ruina
de supuesta antigua vivienda en un plazo no superior a tres meses y 2). Obtener del

120
Documento

Ayuntamiento la confirmación de que ésta podía ser reformada, todo ello antes del
otorgamiento de la escritura, de modo que en caso contrario se devolvería el dinero
y quedaría resuelto el contrato. Para cumplir la primera condición Romeo ya había
presentado el 6 de octubre de 2006 en la Gerencia Territorial del Catastro, a nombre
de Pablo y su esposa, una declaración catastral de alteración rústica del modelo 904
(P9-2545), en la que se comunicaba la existencia de una superficie improductiva de
110 m2 supuestamente ocupada por la edificación ruinosa. Se aportaban como
pruebas la escritura de compra, antiguos documentos catastrales, un croquis de la
casa con las mencionadas dimensiones, fotografías de los restos de la parcela
NUM276 y un plano catastral de la parcela NUM393. Dicha declaración dio lugar al
expediente catastral número NUM361, turnado al funcionario aquí acusado, Narciso,
quien finalmente lo aprobó mediante resolución de 29 de noviembre de 2006, que
daría paso a la grabación en la base de datos alfanumérica de una subparcela "b"
de terreno improductivo de 0,110 hectáreas así como a la inserción dos días antes
en la cartografía catastral de una figura geométrica que representaba la subparcela
a cuyo lado añadió el texto "Ruinas". Tras cuya inserción Romeo pudo obtener la
certificación catastral de fecha 28/11/2006 (42-13548) que Pablo necesitaba para
otorgar la escritura, tal y como se había comprometido en el documento privado. Y
para cumplir el segundo compromiso contractual, Romeo logró obtener del
ayuntamiento un informe del alcalde de fecha 19/12/2006 (A46-17378) el que éste, a
la vista de la certificación catastral, afirmaba que la ruina que aparecía declarada
sobre la referida parcela NUM393 "puede ser rehabilitada previo proyecto de
reforma bajo la dirección técnica facultativa y certificado de intervención del
arquitecto técnico". Tras lo cual, ambas partes comparecieron ante notario
otorgando la correspondiente escritura de compraventa de fecha 9 de noviembre de
2006 (42¬13551) sobre la parcela 128 (aún no inscrita en el registro) en cuyo acto
de otorgamiento, al que se incorporó la certificación catastral de 28/11/2006, se
declaró satisfecho el resto del precio, interviniendo Romeo como intérprete de los
compradores Lucas y Luisa. 2).- Cambio de titularidad catastral (Epigrafe 46B MF) .
Posteriormente Romeo presentó a nombre de Lucas y con fecha 10 de abril de 2007
una declaración del modelo 901-N de cambio de titularidad (A46-17470) a favor de
los nuevos dueños, aportando la correspondiente documentación. Se incoó por ello
el expediente catastral NUM362, cuya tramitación correspondió a Lorenzo,
funcionario de la Gerencia Territorial del Catastro de Málaga inicialmente acusado
respecto del que se ha retirado la acusación en conclusiones definitivas, que quedó
resuelto, dada su sencillez, en sólo dos días, mediante resolución de 12 de abril de
2007, que el mismo día grabó en la base de datos y notificó al contribuyente
archivando el expediente. No ha quedado probado que este funcionario cobrase
alguna cantidad del acusado Romeo por esa rápida tramitación del expediente. 3).-
Proyecto y solicitud de licencias (Epigrafe 46C MF). Los nuevos dueños de la
parcela NUM393, siguiendo la recomendación de su vendedor y contratista Pablo,
encargaron al acusado Donato el proyecto de la vivienda. Y este arquitecto, entre
mayo y junio de 2007, redactó el proyecto básico y de ejecución para la reforma y
ampliación (A 18-6634) de una vivienda (referida a la construcción ruinosa de
dimensión y características no precisadas que se ha indicado en este mismo

121
Documento

ordinal), en cuya memoria la describió como una construcción de 245,10 m2 a la


que atribuyó más de un siglo de antigüedad, "actualmente degradada por el paso
del tiempo pero en aceptable estado de conservación", exponiendo a continuación
un proyecto técnico que básicamente consistía en la demolición y reconstrucción de
una parte del edificio y en la rehabilitación del resto, añadiendo la declaración formal
de que no había desajustes respecto a la normativa urbanística vigente. El proyecto
fue adjuntado a la solicitud de licencia de obras de reforma que el propio Donato
presentó en el ayuntamiento de Alcaucín el día 22 de agosto de 2007 (42-13577).
Solicitud que dio lugar al expediente de obras NUM374 en el que, sin embargo, no
recayó resolución alguna. En vista de ello, para tratar de desbloquear el asunto,
Donato intentó sacar adelante su proyecto con otro tipo de actuación, y así el 25 de
marzo de 2008 solicitó al Ayuntamiento en nombre de los propietarios la aprobación
de un proyecto de actuación (69-22769) consistente en la reforma y ampliación de la
referida vivienda para transformarla en albergue de montaña. Y a fin de evitar un
posible informe negativo del nuevo técnico municipal, hizo entrega al mismo tiempo
de un informe oficial del Servicio de Arquitectura y Urbanismo de la Diputación
fechado en febrero de 2008 (69-22770) que él mismo había redactado dictaminando
que él mismo se ajustaba escrupulosamente a lo exigido en la LOUA e informando
favorablemente a su aprobación por el ayuntamiento. Un informe que, como en
otras ocasiones, lo atribuyó mendazmente a su compañero, también arquitecto
provincial Simón, imitando su firma, sin el conocimiento o anuencia de este.
Finalmente tampoco este proyecto de actuación llegó a ser aprobado por la
corporación municipal. VIGÉSIMO PRMERO.- CONDUCTAS DE Genaro, Donato,
Narciso, Romeo, Ángel Daniel, Federico Y Vicente EN RELACIÓN A LOS HECHOS
DEL BLOQUE XXI. (EPÍGRAFES 39, 40, 43,44, 48, 49 Y 51 MF). 1). Modificación
catastral en parcela NUM119 del polígono NUM099. paraje DIRECCION026
(epigrafe 39). La parcela NUM119 del polígono NUM099 es una finca rústica de
3.626 m2 de extensión situada en el paraje DIRECCION026 del término municipal
de Alcaucín, no inscrita en el Registro de la Propiedad, cuyo titular catastral era
Maximo. El inmueble nunca albergó ningún tipo de construcción, pero ello no
obstante, a instancias de este propietario, el arquitecto Donato no tuvo reparo
alguno en emitir un certificado de fecha 02/11/2004 (B9-2617) el que, faltando a la
verdad, acreditaba la existencia en dicha finca de una construcción en ruina
afirmando que había visitado dicha parcela y que en ella había "una vivienda en
muy mal estado de hace muchos años, de aproximadamente 90 m2 en una sola
planta", adjuntando, incluso, una fotografía de otra construcción. El certificado fue
presentado el 14 de octubre de 2005 en la Gerencia Territorial del Catastro de
Málaga con una declaración catastral de alteración rústica sin modificación de
linderos del modelo 904-N (P9-2615) en la que se daba cuenta de un espacio
improductivo de 90 m2 correspondiente a la huella de la supuesta construcción
ruinosa y que dio lugar al correspondiente expediente catastral que fue turnado por
razón de la materia al acusado Narciso quien, sin efectuar más comprobaciones que
las contenidas en los documentos aportados con la declaración, resolvió el
expediente mediante resolución de 24 de octubre de 2005 que dio paso a la
grabación en la base de datos alfanumérica de una subparcela "b" de terreno

122
Documento

improductivo de 0,0090 hectáreas. Y en ese mismo día Narciso realizó desde la


aplicación informática una actualización gráfica que se tradujo en la inserción en la
cartografía catastral de una figura geométrica que representaba la subparcela b
junto al texto "Ruina" (P4-1099) . 2).- Alta catastral en parcela NUM305 del polígono
NUM099, PARAJE001 (epígrafe40 ). La parcela catastral NUM305 del polígono
NUM099 es una finca rústica de 5.020 m2 de extensión, conocida como
DIRECCION026, situada en el PARAJE001 del término municipal de Alcaucín,
inscrita en el Registro de la Propiedad como finca NUM306 (32-12376) carente de
cualquier tipo de edificación, cuyo propietario Darío contrató al acusado Romeo para
que tramitara la documentación necesaria para construir una vivienda sobre el
inmueble. A tal fin Romeo propuso al acusado Donato la expedición de un
certificado de existencia en la parcela de una construcción ruinosa que éste aceptó
libremente firmar pero cuyo texto no consta suficientemente acreditado si fue
enteramente redactado por este arquitecto o previamente elaborado a tal efecto por
Romeo. Lo cierto es que finalmente Donato expidió un certificado de fecha
14/11/2005 (A22-8748) en el que hizo constar, faltando a la verdad, que, tras haber
visitado esa parcela, había constatado que existía en ella "una vivienda corto
aislada de aproximadamente 80 m2 de una sola planta, distribuida en diferentes
habitaciones y servicios, y cuya antigüedad data según los materiales empleados y
fisonomía de tiempo inmemorial". No ha quedado suficientemente esclarecido si al
emitir ese certificado, por el que percibió 1000 € de honorarios, Donato conocía o no
su verdadera finalidad. Lo cierto es que Romeo, una vez tuvo el certificado su poder,
no lo acompañó a los documentos (P6-1675) que presentó en el Patronato
Provincial de Recaudación cuando el día 2 de diciembre de 2005 formuló a nombre
de Darío la declaración catastral modelo 902-S (A22-8749) que dio lugar al
expediente catastral NUM364 que fue tramitado en dicho organismo en base al
convenio de colaboración suscrito entre la Diputación de Málaga y la Dirección
General del Catastro. Expediente catastral en el que, pese a la insuficiencia de la
documentación aportada, el funcionario actuante, cuya identidad no ha quedado
acreditada, terminó formulando una propuesta favorable de resolución de fecha
8/02/2006 (A32-12410) que fue asumida por la Gerencia territorial del catastro
dando lugar a la creación del diseminado de naturaleza urbana número 139. No ha
quedado probado que esta tramitación con tal resultado favorable fuese debida a la
intervención de algún modo del también acusado Federico quien, como se ha dicho
en otros apartados de esta sentencia, además de ser empleado público de ese
Patronato Provincial de Recaudación prestaba también servicios laborales en la
gestoría dirigida por Romeo, como tampoco que este le abonase alguna cantidad de
dinero por este asunto concreto en consideración a su condición funcionarial. 3).-
Modificación catastral en parcela NUM307 del polígono NUM099, PARAJE001
(epígrafe 43MF) . La parcela catastral NUM307 del polígono NUM099 de Alcaucín
corresponde a la finca registral NUM308, de naturaleza rústica y 2.612 m2 de
extensión, situada en el lugar conocido como PARAJE001, que fue adquirida por
Basilio en marzo de 2004(A22-8564) cuando estaba ocupada por olivos y no
albergaba ningún tipo de construcción (A22-8564). La clasificación urbanística del
terreno (tanto conforme a las NNSS del municipio como conforme a la ley

123
Documento

urbanística andaluza) era la de suelo no urbanizable, pero el nuevo dueño quería


construir una vivienda unifamiliar y contrató al acusado Romeo para que gestionara
la documentación y trámites necesarios para ello. Al igual que en el supuesto
anterior, Romeo procedió primeramente a proponer al acusado Donato la expedición
de un certificado de existencia en la parcela de una construcción ruinosa que éste
aceptó libremente firmar pero cuyo texto no consta suficientemente acreditado si fue
enteramente redactado por este arquitecto o previamente elaborado a tal efecto por
Romeo. Lo cierto es que finalmente Donato, a sabiendas esta vez del destino
administrativo que iba a tener este documento (al menos para su incorporación a un
expediente catastral), expidió un certificado de fecha 25/08/2001 (A22-8561 y P9-
2581) -por mero error se indicó este año - en el que hizo constar, faltando
conscientemente a la verdad, que, a requerimiento de Basilio, había girado visita a
la parcela NUM307 y constatado que existía en ella "una ruina de una antigua casa
cortijo, con una superficie aproximada de 90 in, en muy mal estado de conservación
y cuya antigüedad data de tiempo inmemorial". Una vez que Romeo tuvo en su
poder ese certificado, si lo acompañó en esta ocasión a la declaración catastral de
alteración rústica sin modificación de linderos del modelo 904-N que presentó el 31
de mayo de 2006, a nombre de Basilio, en la Gerencia Territorial de Catastro de
Málaga, a la que igualmente acompañó un plano y la fotografía de otra construcción
y en cuya declaración daba cuenta de la presencia de un espacio improductivo de
90 m2 correspondiente a la huella de la supuesta construcción ruinosa. Incoándose
el correspondiente expediente catastral NUM365 (P9-2579) que en función de la
materia fue turnado al acusado Narciso y que finalmente terminó con una resolución
de 26/06/2006 dictada por el gerente territorial José (P4-1061) accediendo a la
solicitud formulada con la consiguiente inscripción en el catastro inmobiliario de la
alteración rústica del inmueble, la cual dio paso a la grabación en la base de datos
alfanumérica de una subparcela "d" de terreno improductivo de 0,0090 hectáreas. Y
cinco días antes de esta resolución el propio Narciso, como en otras ocasiones,
realizó en la aplicación informática una actualización gráfica que se tradujo en la
inserción en la cartografía catastral de una figura geométrica que representaba la
nueva subparcela "d" junto al texto "Ruinas. 4), Modificación catastral en parcela
NUM310 del polígono NUM139. PARAJE010 (epígrafe 44 MF) En escritura pública
de segregación y compraventa de 10 de febrero de 2003 (A34-13386) los esposos
Jose Ángel y Africa adquirieron una parcela rústica de 3.460 m2 de terreno
procedente de la finca registral NUM325, sita en el PARAJE010 del término
municipal de Alcaucín, ocupada por olivos y sin ningún tipo de edificación,
posteriormente inscrita en el Registro de la Propiedad como nueva finca registra!
NUM326 y en el Catastro como parcela NUM310 del polígono NUM139. Para que
se autorizara esa operación la parte vendedora aportó a la escritura un documento-
informe de fecha 07/02/2003 (A34-13384) sellado y firmado exclusivamente por el
alcalde Genaro, en el que se declaraba innecesaria la licencia de segregación al
tratarse de terreno de regadío y cuyo texto había sido previamente confeccionado
por el acusado Romeo en el ordenador de su gestoría (A34-13382). La clasificación
urbanística del terreno (tanto conforme a las NNSS del municipio como conforme a
la ley urbanística andaluza) era la de suelo no urbanizable, pero los nuevos dueños

124
Documento

(de los que no consta tuvieran conocimiento de esa clasificación del suelo) querían
construir una vivienda unifamiliar y contrataron a este acusado para que gestionara
la documentación y trámites necesarios para ello. Al igual que en el supuesto
anterior, Romeo procedió primeramente a proponer al acusado Donato la expedición
de un certificado de existencia en la parcela de una construcción ruinosa que éste, a
sabiendas de la finalidad pretendida (su incorporación como medio de prueba a un
expediente administrativo) aceptó libremente emitir y firmar expidiendo a tal efecto
un certificado de fecha 22/11/2006, visado por el colegio de arquitectos (
P9-2574),en el que hizo constar, faltando a la verdad, que, a requerimiento de Jose
Ángel y Africa, había girado visita a esa parcela NUM310 y constatado que sobre la
misma "existe construida una vivienda-cortijo aislado, distribuidas en distintas
dependencias y servicios, con una superficie total construida de 100 m2" añadiendo
que "según la tipología de la mencionada construcción, su fisonomía y su estado
actual, su construcción data de tiempo inmemorial, encontrándose la mencionada
vivienda en muy mal estado de conservación" adjuntando a dicha certificación, para
dotar de mayor apariencia de verosimilitud, un plano y una fotografía de la fingida
construcción que, obviamente, era de otro lugar (P9-2575 y ss). Una vez que
Romeo tuvo en su poder ese certificado y documentos adjuntos, los acompañó a la
declaración catastral de alteración rústica sin modificación de linderos del modelo
904 que presentó el 28 de noviembre de 2006 (P9-2571), a nombre de Jose Ángel,
en la Gerencia Territorial de Catastro de Málaga dando cuenta de la presencia de un
espacio improductivo de 100 m2 correspondiente a la huella de la supuesta
construcción ruinosa. Incoándose el correspondiente expediente catastral NUM327
que en función de la materia fue turnado al acusado Narciso y que en el mismo día
siguiente terminó con una resolución de 29/11/2006 dictada por el gerente territorial
José (P4-1053) accediendo a la solicitud formulada con la consiguiente inscripción
en el catastro inmobiliario de la alteración rústica del inmueble, la cual dio paso a la
grabación en la base de datos alfanumérica de una subparcela "d" de terreno
improductivo de 0,00100 hectáreas. Y el mismo día, el propio Narciso realizó en la
aplicación informática una actualización gráfica que se tradujo en la inserción en la
cartografía catastral de una figura geométrica que representaba la nueva subparcela
"b" junto al texto "Ruina".5).- Modificación catastral de la parcela NUM328 del
polígono NUM139, PARAJE011 (epígrafe 48). La parcela catastral NUM328 del
polígono NUM120 de Alcaucín, inscrita en el Registro de la Propiedad como finca
NUM329, situada en PARAJE011, es una finca rústica de 4.404 m2 de superficie
dedicada a olivar de secano, carente de cualquier tipo de edificación y clasificada
urbanísticamente como suelo no urbanizable (tanto conforme a las NNSS de
Alcaucín como conforme a la LOUA). Desde el 10 de febrero de 2005 pertenecia
proindiviso a Manuel en un 50%, a Ángel Daniel en un 25%, a Romeo en un 12,5%
y a Enriqueta en un 12,5% (A34-13291). Los nuevos propietarios sabían del carácter
no urbanizable de la parcela pero aun así habían hecho esa inversión con la idea de
revalorizarla acudiendo a la vía de simular la preexistencia de una vivienda en
ruinas que fuera después formalmente susceptible de una licencia de reforma o
rehabilitación que permitiera edificar materialmente en ella. Y a tal fin, se pusieron
en contacto con el arquitecto Donato para que les expidiera la correspondiente

125
Documento

certificación a fin de poder aportarla al correspondiente expediente catastral que


pudiera reflejar esa supuesta construcción. Y, como en otras ocasiones similares y a
sabiendas del destino administrativo que iba a darse al documento que se le pedía,
éste acusado procedió, libremente y sin reparo alguno, a expedir un certificado de
fecha 18/06/2007 (P9-2594) en el que afirmaba que, "a requerimiento de don
Manuel" había girado visita a esa parcela NUM328 observando que en ella " existe
una ruina de una antigua casa-cortijo, construida en dos plantas, distribuida en
distintas dependencias y servicios, con una superficie aproximada de 156 m2, que
se encuentra en muy mal estado de conservación, careciendo la misma de techo, y
cuya antigüedad data de tiempo inmemorial". Certificación que se completaba con el
plano de la construcción inexistente. Una vez obtenido el certificado, que fue
expedido por duplicado por Donato, Manuel presentó el 9 de julio de 2007 en el
catastro una declaración catastral de alteración rústica sin modificación de linderos,
del modelo 904-N (P9-2593 y P4-1072) que iba acompañada del certificado y plano
elaborados por Donato así como de una fotografía de la supuesta construcción
(P9-2595) , aportándose más adelante, sin requerimiento alguno por parte del
funcionario actuante, otra copia del certificado técnico que llevaba un sello de visado
del Colegio de Arquitectos de fecha 25 de julio de 2007 (P9-2598). Aunque
formalmente se trataba de una mera declaración de cambio de uso en la que el
interés aparente del promotor se reducía a dejar constancia en los archivos
catastrales de un espacio improductivo de 156 1112, correspondiente a la huella de
la supuesta construcción ruinosa, su objetivo real era dejar constancia en la base de
datos catastrales de ese elemento constructivo no existente. La declaración dio
lugar al expediente NUM366 de la Gerencia Territorial del Catastro de Málaga,
turnado por razón de la materia al funcionario Narciso y que en pocos días terminó
con una resolución de 17/07/2007 dictada por el gerente territorial José (P4-1079)
accediendo a la solicitud formulada con la consiguiente inscripción en el catastro
inmobiliario de la alteración rústica del inmueble, la cual dio paso a la grabación en
la base de datos alfanumérica de una subparcela "d" de terreno improductivo de
0,0156 hectáreas. Y días antes, Narciso realizó en la aplicación informática una
actualización gráfica que se tradujo en la inserción en la cartografía catastral de una
figura geométrica que representaba la nueva subparcela "b" junto al texto
"Ruina".6).- Licencia de reforma para la parcela 435 del polígono 8 de Alcaucín
(epígrafe 49 MF) Juan Carlos había comprado mediante escritura pública de 16 de
abril de 2004 (A22-8373) en el término municipal de Alcaucín una pequeña finca
rústica de poco más de 1000 m2 situada en el lugar conocido como PARAJE004,
cerca del Castillo de Salia, inscrita en el Registro de la Propiedad como finca
NUM264 y en el Catastro Inmobiliario como parcela NUM265 del polígono NUM120
y que estaba clasificada urbanísticamente como suelo no urbanizable (tanto
conforme a las NNSS de Alcaucín como conforme a la LOUA). A pesar de ello, Juan
Carlos, tras pedir asesoramiento a Romeo, creyó viable poder construir allí una
vivienda residencial al existir en la parcela unos restos ruinosos de muy escasa
envergadura reducidos prácticamente una línea de piedras de 14 m de largo y 2 m
de ancho procedente de un antiguo muro, por lo que se puso en contacto con el
arquitecto Donato quien, igualmente, corroboró esa posibilidad, procediendo éste, a

126
Documento

fin de obtener la correspondiente licencia municipal, a elaborar en octubre de 2007


un proyecto básico y de ejecución de reforma (54-17502) como si esos restos lo
fueren de una muy antigua vivienda susceptible de rehabilitación distribuida en
cocina, baño, salón comedor, tres dormitorios, cuadra y pajar con unos muros de
carga supuestamente conservados sobre los que se apoyaría un nuevo forjado de
cubierta. Y con fecha 15 de enero de 2008 éste acusado, en representación del Sr.
Juan Carlos presentó solicitud de licencia para obras de reforma (54-17500) a la que
acompañó el proyecto visado por el colegio de arquitectos (54 ¬17510). La solicitud
dio lugar al expediente de obras NUM371 en el que el arquitecto municipal, Valentín,
emitió informe técnico favorable de fecha 18/03/2008 (54-17520) y posteriormente la
secretaria municipal informe jurídico favorable de fecha 03/04/2008 (54-17546),
finalizando el procedimiento mediante resolución en la que el alcalde Genaro
concedió licencia de fecha 04/04/2008 (54-17547). Cuatro meses después de
conseguida la licencia de obras de reforma, Juan Carlos vendió la parcela, mediante
escritura pública de 18 de agosto de 2008 (A22- 8378) a sus compatriotas Pedro y
Zaida quienes también le compraron el proyecto de obras elaborado por Donato en
el que este, a petición de los adquirentes, introdujo algunas modificaciones
confiándole su dirección técnica convencidos de que era posible legalmente llevar a
cabo la construcción pretendida, interviniendo también en el otorgamiento de la
venta Romeo, tanto como asesor como de intérprete. Iniciados, sin embargo, los
primeros movimientos de tierras se produjeron quejas de algunos vecinos que
dieron lugar a una visita de inspección de la policía local que emitió un informe con
fecha 03/09/2008 (54-17553) en el que hizo constar que se trataba de una nueva
construcción que no se ajustaba a la licencia reforma exhibida por el promotor, lo
cual dio lugar a un expediente de disciplina urbanística en el que el alcalde Genaro
decretó la inmediata paralización de las obras mediante resolución de 04/09/2008
(54-17554), la cual se llevó a efecto en el mismo día (54-17556). Días después
Pedro presentó en el ayuntamiento escrito de fecha 8 de octubre de 2008
(54-17557) solicitando el alzamiento de la medida acompañado de una serie de
escritos firmados por algunos vecinos que mostraban su posición favorable a lo que
pedía así como también un certificado técnico fechado a 19/09/2006 (54-17558), sin
visado del colegio profesional y emitido a nombre del arquitecto Diego que en
realidad había sido expresamente elaborado exprofeso por Donato para tratar de
apoyar el alzamiento de la paralización de las obras simulando haber sido realizado
y firmado por este compañero suyo de la Diputación (aunque en calidad de
arquitecto particular) pero sin su conocimiento o anuencia. Certificado técnico en el
que, entre sus cosas, se hizo constar "la existencia de unos restos constructivos de
una planta de ciento veinte metros cuadrados (120 m2), que se encuentran en
pésimo estado de conservación; resaltando unos ochenta metros cuadrados (80m2)
lo que fue su fachada exterior, encontrándose el resto enterrado por los sucesivos
movimientos de tierra que se han sucedido en la zona". Inicialmente había expedido
con la misma fecha ese documento a su propio nombre (A22-8375) pero dado que
él era el autor del proyecto de obras y director facultativo de la misma consideró
más conveniente expedirlo a nombre de ese otro arquitecto. Aún así, el simulado
certificado no produjo el efecto pretendido porque el arquitecto municipal exigió el

127
Documento

visado del colegio (54-1756) que Donato no pudo obtener, iniciándose además por
los nuevos responsables del ayuntamiento un expediente de revisión de oficio de la
licencia reforma, previo dictamen del Consejo Consultivo de Andalucia (54-17585),
que finalmente terminó con resolución de 23/04/2010 (54¬17604) declarando la
nulidad de la licencia de reforma concedida. 7).- Otras actuaciones de Federico
(epígrafe 51 MF) . Como ya ha quedado expuesto en otros apartados de esta
sentencia, el acusado Federico, además de ser empleado público del Patronato
Provincial de Recaudación prestaba también servicios laborales en la gestoría
dirigida por Romeo, siendo numerosas las consultas catastrales que entre los años
2005 y 2011 aquél facilitó a su jefe en relación a expedientes catastrales de su
interés. No ha quedado probado, sin embargo, que los pagos de muy diversa
cuantía, unas veces en metálico y otras mediante cheques, que éste le realizó entre
noviembre de 2005 y febrero de 2008, ascendiendo un total de 4.625 € (A40-15512)
lo fueran en consideración a su cargo público o como recompensa de la actuación
administrativa realizada y no, simplemente, como retribución por los servicios que
tenía encomendados como empleado de la gestoría. Por el contrario, si ha quedado
probado que, al menos en tres ocasiones, Federico efectuó cobros irregulares de
usuarios del catastro por la realización de actos administrativos propios de su cargo
que no debían serle retribuidos siendo éstos, concretamente, los siguientes: Un
cobro de 200 € que reclamó del usuario Mario aduciendo como excusa un supuesto
pago de tasas y que éste le transfirió el 8 de septiembre de 2010 a su cuenta
particular. Otro cobro también de 200 €, y con la misma excusa de pago de tasas,
que igualmente reclamó del usuario Romulo y que éste le ingresó también en su
cuenta particular mediante transferencia de 24 de septiembre de 2010. Y, por último,
ha quedado también probado que con fecha 11 de enero de 2011 recibió otra
transferencia de 200 € del acusado Vicente que éste le efectuó para retribuir o
recompensar, a sabiendas de su ilicitud, 15 consultas catastrales relacionadas con
un inmueble de su propiedad que estaba afectado por expedientes de corrección de
la superficie y modificación de titularidad".
SEGUNDO.-
La Audiencia de instancia dictó el siguiente PRONUNCIAMIENTO : FALLAMOS:
"Que, dada la retirada de la acusación, y en virtud del principio acusatorio, debemos
absolver y ABSOLVEMOS de los respectivos hechos delictivos inicialmente
imputados a los acusados Pablo, Daniel, Bartolomé, Lorenzo, Rosendo, Eugenio,
Sofía, Augusto, Juan Enrique, Martin Y Romualdo. Que en virtud del principio de
presunción de inocencia debemos absolver y ABSOLVEMOS de todos los
respectivos hechos delictivos de que vienen acusados a: Narciso, del delito
continuado de falsedad en documento oficial. Belarmino, de los delitos de uso de
documento falso en concurso con estafa procesal, en grado de tentativa, y delito
contra la ordenación del territorio. Ángel Daniel, del delito de falsedad en documento
oficial. Romeo, de los delitos siguientes: delito continuado de prevaricación y
prevaricación urbanística, delito continuado de falsedad en documento oficial y delito
continuado de cohecho activo. Carlos Francisco, de los delitos siguientes: delito
continuado contra la ordenación del territorio y delito de falsedad en documento

128
Documento

oficial por destino. Agustín, del delito contra la ordenación del territorio. Aquilino, del
delito contra la ordenación del territorio. Sonsoles, de los delitos siguientes: delito
continuado de estafa, delito de cohecho activo con fin delictivo y delito contra la
ordenación del territorio. Conrado, de los siguientes delitos: continuado de estafa,
uso de documento falso en concurso con estafa procesal, cohecho activo con fin
delictivo y delito contra la ordenación del territorio. Luis Enrique, del delito
continuado contra la ordenación del territorio. Vicenta, del delito de blanqueo de
capitales. Remigio, del delito continuado de falsedad en documento oficial a título de
inducción. Santiago, del delito contra la ordenación del territorio. Anselmo, del delito
contra la ordenación del territorio. Modesto, del delito contra la ordenación del
territorio. Olegario, de los delitos continuado de cohecho activo con fin delictivo y
falsedad en documento oficial (por inducción). Jaime, de los 10 delitos de falsedad
en documento oficial por imprudencia grave. Bernardino, del delito continuado de
falsedad en documento oficial a título de inducción. María Consuelo, del delito de
blanqueo de capitales. Domingo, de los delitos de cohecho activo y blanqueo de
capitales. Pedro Jesús, del delito contra la ordenación del territorio. Roberto, del
delito de cohecho activo con fin delictivo. Que, en virtud de la conformidad prestada,
pero concurriendo la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, debemos
condenar y CONDENAMOS a: Manuel, como autor de un DELITO CONTINUADO
CONTRA LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO, ya definido, a la pena de prisión de
un año y dos meses, multa de 17 meses a razón de cinco euros de cuota diaria e
inhabilitación especial para la actividad de construcción o promoción inmobiliaria
durante dos años. Así como y como a la demolición de la vivienda inacabada que se
levantó sin licencia sobre la parcela 502 del polígono 8 del municipio de Alcaucín.
Anton, como autor de DOS DELITOS CONTRA LA ORDENACIÓN DEL
TERRITORIO y de los DOS DELITOS DE FALSEDAD EN DOCUMENTO OFICIAL
POR DESTINO, ya definidos, a las penas siguientes: a).- Por cada uno de los
delitos contra la ordenación del territorio cinco meses de prisión, multa de 11 meses
con cuota diaria de cinco euros e inhabilitación profesional de cinco meses. b).- Y
por cada uno de los delitos de falsedad, las penas de cinco meses de prisión y multa
de cinco meses con igual cuota diaria de cinco euros. Juan Ignacio, como autor de
un DELITO CONTRA LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO, ya definido, a las
penas de cinco meses de prisión, multa de 11 meses con cuota diaria de 10 € e
inhabilitación especial para la actividad de construcción o promoción inmobiliaria de
cinco meses. Severino, como autor de un DELITO CONTRA LA ORDENACIÓN DEL
TERRITORIO, ya definido, a las penas de cinco meses de prisión, multa de 11
meses con cuota diaria de 10 € e inhabilitación especial para la actividad de
construcción o promoción inmobiliaria de cinco meses. Segundo, como autor de un
DELITO CONTRA LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO, ya definido, a las penas
de cinco meses de prisión, multa de 11 meses con cuota diaria de 10 € e
inhabilitación especial para la actividad de construcción o promoción inmobiliaria de
cinco meses . Vicente, como autor de un DELITO DE COHECHO, ya definido, a la
pena de cinco meses de prisión a sustituir por multa de 10 meses con cuota diaria
de cinco euros. Y, por último, respecto de los demás acusados que no prestaron
conformidad a las acusaciones formuladas, efectuamos los siguientes

129
Documento

pronunciamientos: A).- Que debemos condenar y CONDENAMOS a: Pio, como


autor de un DELITO CONTRA LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO del artículo
319.2 CP , ya definido, concurriendo la atenuante analógica muy cualificada de
dilaciones indebidas, a las penas de cuatro meses de prisión, multa de ocho meses
a razón de 10 € de cuota diaria (con la responsabilidad personal subsidiaria de un
día de privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas) e inhabilitación
especial para la actividad de construcción o promoción inmobiliaria por tiempo de
cinco meses. Genaro, como autor de un DELITO CONTINUADO DE
PREVARICACIÓN, PREVARICACIÓN URBANÍSTICA Y TRÁFICO DE
INFLUENCIAS, concurriendo la atenuante analógica muy calificada de dilaciones
indebidas, a las penas de ocho meses de prisión e inhabilitación especial para
empleo o cargo público por tiempo de siete años. Y como autor, por inducción, de
un DELITO DE FALSEDAD EN DOCUMENTO OFICIAL del artículo 390, ya
definido, concurriendo igual atenuante cualificada, a las penas de nueve meses de
prisión, multa de dos meses a razón de 10 € de cuota diaria (con la consiguiente
responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos
cuotas no satisfechas) e inhabilitación especial para empleo o cargo público por
tiempo de siete meses. Donato, como autor de un DELITO CONTINUADO DE
FALSEDAD EN DOCUMENTO OFICIAL Y DOCUMENTO OFICIAL POR DESTINO,
ya definido, concurriendo la atenuante analógica muy cualificada de dilaciones
indebidas, a las penas de dos años y tres meses de prisión, multa de ocho meses a
razón de 10 € de cuota diaria (con la responsabilidad personal subsidiaria de un día
de privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas) e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por tiempo de dos años. Y como autor de un DELITO
DE ACTIVIDADES PROHIBIDAS A LOS FUNCIONARIOS, también ya definido,
concurriendo igual circunstancia atenuante cualificada de dilaciones indebidas, a las
penas de tres meses de multa a razón de 10 € de cuota diaria (con la consiguiente
responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos
cuotas no satisfechas) y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de seis
meses. Federico, como autor de un DELITO CONTINUADO DE COHECHO
PASIVO, concurriendo la atenuante analógica muy cualificada de dilaciones
indebidas, a las penas de cinco meses de prisión y suspensión de empleo y cargo
público por un año y cinco meses. Paulino, como autor de un DELITO CONTRA LA
ORDENACIÓN DEL TERRITORIO del artículo 319.2 CP, ya definido, concurriendo
la atenuante analógica muy cualificada de dilaciones indebidas, a las penas de
cuatro meses de prisión, multa de ocho meses a razón de 10 € de cuota diaria (con
la responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada
dos cuotas no satisfechas) e inhabilitación especial para la actividad de construcción
o promoción inmobiliaria por tiempo de cinco meses. B).- Que debemos absolver y
ABSOLVEMOS a estos cinco acusados de los demás delitos que respectivamente
se les atribuían por las acusaciones pública y particular. En concreto: Pio, de los
demás delitos de que venía acusado: delito continuado contra la ordenación del
territorio, delito continuado de falsedad en documento oficial y delito de estafa.
Genaro, de todos los demás delitos de prevaricación, tráfico de influencias, falsedad
en documento oficial, cohecho pasivo con fin delictivo, uso de información

130
Documento

privilegiada y blanqueo de capitales de los que también venía acusado. Donato, de


todos los restantes delitos de falsedad, prevaricación urbanística, continuado de
estafa, continuado de cohecho pasivo con fin delictivo y contra la ordenación del
territorio de los que también venía acusado. Federico, de todas las demás
acusaciones de cohecho que se le imputan. Paulino, de los demás delitos de que
viene acusado: delito continuado contra la ordenación del territorio y delito de estafa.
Se declaran de oficio las COSTAS que pudieran haberse causado por los delitos
que no han sido objeto de condena, imponiendo la restantes a los acusados que
han sido condenados, todo ello en los términos expuestos en el fundamento jurídico
33° de esta sentencia. Notifíquese la presente resolución a las partes previniéndoles
de que contra la misma cabe preparar recurso de casación para ante la Sala
Segunda del Tribunal Supremo en el término de cinco días, como previenen los
artículos 855 a 857 de la LECrim .".
TERCERO.-
Notificada la sentencia a las partes, se prepararon recursos de casación por
infracción de ley e infracción de precepto constitucional, por el Ministerio Fiscal y por
las representaciones de los acusados Paulino, Pio, Donato, Federico y Genaro, que
se tuvieron por anunciados, remitiéndose a esta Sala Segunda del Tribunal
Supremo las certificaciones necesarias para su sustanciación y resolución,
formándose el correspondiente rollo y formalizándose los recursos.
CUARTO.-
I.- El recurso interpuesto por el MINISTERIOFISCAL , lo basó en los siguientes
MOTIVOS DE CASACIÓN: Primero.- Por infracción de ley al amparo del artículo
849.1° de la Lecrim . por inaplicación indebida del art. 390.1. 4° y 74 del C.P. en
relación a los hechos cometidos por Genaro, Alcalde de Alcaucín; Artículos 390.1.
3° y 4°, 392 y 74 del C.P. para Romeo, gestor administrativo; artículos 390.1. 4°,
392 y 74 del C.P. para Pio, Técnico Municipal y artículo 391 en relación con el art.
390.1. 2° y 4° del C.P. respecto de Jaime, Secretario Municipal. Segundo.- Por
infracción de ley, al amparo del artículo 849.1° por inaplicación indebida del artículo
319.2 del C.P. en relación con los acusados Luis Enrique, Pio, Paulino, Agustín,
Carlos Francisco, Modesto, Santiago y Pedro Jesús. Tercero.- Por infracción de ley
al amparo del artículo 849.1° de la Lecrim, por aplicación indebida de la atenuante
muy cualificada de dilaciones indebidas del art. 21.6 del Código Penal en relación
con los hechos cometidos por todos los condenados y por los acusados cuya
absolución es objeto del presente recurso.
II.- El recurso interpuesto por la representación del acusado D. Paulino , lo basó
en los siguientes MOTIVOS DE CASACIÓN: Primero.- Al amparo del apartado 1º
del art. 849 L.E.Cr. Infracción de los artículos 131.1, en su redacción vigente en
2.006 y 132.1 y 2.1ª, en la redacción introducida en la Ley Orgánica de 22 dejunio
de 2010, del Código Penal. Segundo.- Al amparo del apartado 2º del art. 849 L.E.Cr.
Infracción de ley, por existencia de error en la apreciación de la prueba, basada en
documento que obran en autos, que demuestran la equivocación del juzgador.

131
Documento

Tercero.- Al amparo del art. 852 de la L.E.Cr. y del art.5.4 L.O.P.J. Infracción del art.
24 de la Constitución. Cuarto.- Al amparo del apartado 1º del art. 849 L.E.Cr.
Infracción del art. 123 del Código Penal.
III.- El recurso interpuesto por la representación del acusado D. Pio , lo basó en
los siguientes MOTIVOS DE CASACIÓN: Primero.- Al amparo del ordinal 1º del
art.849 de la L.E.Cr. Infracción de precepto constitucional. Al amparo del art.5.4
L.O.P.J. Segundo.- Al amparo del ordinal 2º del art. 849 L.E.Cr. Existencia en la
apreciación de las pruebas. Error de hecho. Tercero.- Al amparo del ordinal 1º del
art. 849 L.E.Cr. Aplicación indebida del art. 319.2 del Código Penal. Falta de dolo.
IV.- El recurso interpuesto por la representación del acusado D. Donato , lo basó
en los siguientes MOTIVOS DE CASACIÓN: Primero.- Por vulneración de precepto
constitucional, al amparo de lo dispuesto en el artículo 5.4 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial y 852 de la LECr al haberse quebrantado los artículos 18.2 y 3 de la
Constitución Española , por los que se garantizan la INVIOLABILIDAD DEL
DOMICILIO y el SECRETO DE LAS COMUNICACIONES TELEFÓNICAS,
derivándose, de conformidad con el artículo 11.1 de la LOPJ, la nulidad de las
intervenciones y escuchas telefónicas y de los registros practicados, lo que ha
producido una lesión del derecho de presunción de inocencia de mi mandante (
artículo 24.2 CE), cuya vulneración también denunciamos en este motivo por la
misma vía del art. 5.4 de la LOPJ. Segundo.- Por infracción de precepto
constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ y del artículo 852 de la LECr.por
vulneración del artículo 24.2 de la CE, por cuanto no se ha desvirtuado el principio
de presunción de inocencia. Tercero.- Por infracción de Ley, al amparo de cuanto
determina el artículo 849.1° de la LECr, que dispone la procedencia del recurso de
casación por infracción de Ley "cuando dados los hechos que se declaren probados
en las resoluciones comprendidas en los dos artículos anteriores, se hubiere
infringido un precepto penal de carácter sustantivo u otra norma jurídica del mismo
carácter que deba ser observada en la aplicación de la Ley penal y, en el presente
motivo, denunciamos, la infracción de Ley consistente en la indebida inaplicación de
la norma prevista en los artículos 390.1 y 392 en relación con el 390.1.2° CP y
articulo 74 del mismo texto punitivo ( delito continuado de falsedad en documento
oficial y en documento oficial por destino).
V.- El recurso interpuesto por la representación del acusado D. Federico , lo basó
en los siguientes MOTIVOS DE CASACIÓN: Primero.- Vulneración de precepto
constitucional, al amparo de lo dispuesto en los artículos 852 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal y 5.4° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, ambos en
relación con el artículo 24.1°.2° de la Constitución Española. Segundo.- Infracción
de Ley, de conformidad con lo prescrito en el artículo 849.1º de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, en relación con los artículos 422 vigente y 425 anterior a la
Reforma por LO 5/2010 y artículo 74 del Código Penal.
VI.- El recurso interpuesto por la representación del acusado D. Genaro , lo basó
en lo siguientes MOTIVOS DE CASACIÓN: Primero.-. Por infracción de precepto

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Documento

constitucional , al amparo de los artículos 5.4 y 11.1 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en tanto que la Sentencia
recurrida violenta los Principios Constitucionales de Presunción de Inocencia, Tutela
Judicial Efectiva, Proceso Debido con todas las Garantías e Interdicción de la
Indefensión del artículo 24 de la Constitución Española, con especial mención al
quebranto del Principio Legalidad y de pleno sometimiento a la ley y al derecho al
que se encuentran sujetos todos los poderes públicos ( artículo 9 CE) y en particular
la administración pública ( artículos 103 y 106 CE). Segundo.- Por infracción de ley,
al amparo del artículo 849.1º de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por cuanto dado
los hechos que se declaran probados, se ha infringido por aplicación indebida, los
artículos 404 , 320.2 , 428 y 74 del Código Penal (hechos probados 2º, 3º, 4º, 5º, 7º,
8º, 9º, 11º, 12º, 13º, 14º y 19º). Tercero.- Por infracción de ley, al amparo del artículo
849.1º de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por cuanto dado los hechos que se
declaran probados, se ha infringido por indebida aplicación, los artículos 130.6 º,
131 y 132 CP. Cuarto.- Por infracción de ley, al amparo del artículo 849.2º de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal, al entender que existe error de hecho en la apreciación
de la prueba basado en documentos que obran en autos, que demuestran el error
del juzgador al considerar que Don Genaro indujo a Don Donato a cometer el delito
de falsedad documental (apartado 5º del hecho probado 3º) por el que ha sido
condenado.
QUINTO.-
Instruido el Ministerio Fiscal de los recursos interpuestos, impugnó todos sus
motivos, dándose asimismo por instruidas las representaciones de las partes
recurridas, e impugnando el recurso del Fiscal las representaciones de Jaime, de
Modesto, de Olegario, de Manuel, de Romeo, de Santiago, de Severino, de Carlos
Francisco, de Luis Enrique, de Pedro Jesús, de Agustín y de Anton; adhiriéndose al
recurso de Paulino, el acusado recurrente Pio quien también impugnó el recurso del
Fiscal y al que también se adhiere el acusado recurrente Donato; el acusado
recurrente Genaro, quien también impugnó el recurso del Fiscal, el acusado
recurrente Paulino, quien se adhirió al recurso de Pio, quedando conclusos los autos
para señalamiento de fallo cuando por turno correspondiera.
SEXTO.-
Por Providencia de esta Sala se señala el presente recurso para deliberación y
fallo para el día 26 de mayo de 2020, prolongándose los mismos hasta el día de la
fecha.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.-
Es objeto del presente recurso de casación el interpuesto por el Ministerio Fiscal y
la representación procesal de Federico, Donato, Genaro, Paulino y Pio, contra la
sentencia nº 130/18 de 5 de abril de 2018 , dictada por la Sección Tercera de la
Audiencia Provincial de Málaga.

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Documento

RECURSO DEL MINISTERIO FISCAL


SEGUNDO.-
1.- Por infracción de ley del al amparo del artículo 849.1° de la Lecrim . por
inaplicación indebida del art. 390.1. 4° y 74 del C.P. en relación a los hechos
cometidos por Genaro, Alcalde de Alcaucín; Artículos 390.1. 3° y 4°, 392 y 74 del
C.P. para Romeo, gestor administrativo; artículos 390.1. 4°, 392 y 74 del C.P. para
Pio, Técnico Municipal y artículo 391 en relación con el art. 390.1. 2° y 4° del C.P.
respecto de Jaime, Secretario Municipal.
Plantea el Ministerio Fiscal que respecto de los siguientes acusados no se ha
dictado condena respecto de los siguientes delitos que eran objeto de acusación:
1.- Art. 390.1. 4° y 74 del C.P. en relación a los hechos cometidos por Genaro,
Alcalde de Alcaucín
2.- Artículos 390.1. 3° y 4°, 392 y 74 del C.P. para Romeo, gestor administrativo;
3.- Artículos 390.1. 4°, 392 y 74 del C.P. para Pio, Técnico Municipal
4.- Artículo 391 en relación con el art. 390.1. 2° y 4° del C.P. respecto de Jaime,
Secretario Municipal.
El objeto de la impugnación del Fiscal se ubica en que:
"La sentencia que se recurre condena por algunos episodios, concretamente los
encuadrados en los Hechos Probados 3, 4, 5, 6, 10, 11, 13, 15, 17, 20 y 21, en los
que aparece como autor material Donato, que creó durante años numerosos
documentos falsos como arquitecto particular y como funcionario de la Diputación y
que la sentencia agrupa en un único delito continuado de falsedad en documento
oficial.
En uno de esos episodios, el relatado en el Hecho Probado 3, se considera
también acreditada la intervención del alcalde Genaro en calidad de inductor y se le
condena por un delito simple de falsedad en documento oficial.
Sin embargo, se absuelve masivamente a los distintos acusados por los informes
y certificaciones, gracias a los cuales se realizaron múltiples operaciones, bajo
distintas modalidades, no por falta de prueba sino por considerar atípicos los
hechos, al estimar el juzgador que estos documentos no contienen afirmaciones de
hechos, sino meras opiniones o valoraciones de sus autores acerca de la naturaleza
jurídica del suelo, y también en el caso del Alcalde porque fueron emitidos al
margen de sus funciones.
Se equiparan en este sentido los certificados emitidos por técnicos particulares a
los informes o certificados generados por el arquitecto municipal de Alcaucín o por
el Alcalde y Secretario municipal -muchas veces redactados por el gestor, Romeo- y
que eran aportados a Notarías, Registro o Catastro para acreditar falsamente la
naturaleza urbana de suelos rústicos causando un notable quebranto del tráfico

134
Documento

jurídico".
Considera el Fiscal, tras relatar la relación de documentos que considera que
tienen la consideración de falsos que "existe argumentación resulta errónea
respecto a las conductas falsarias atribuidas al Alcalde, Genaro, al Secretario
municipal, Jaime, al Técnico municipal, Pio y al gestor, Romeo, este último en la
medida en que cooperó de forma decisiva en la creación para sus clientes de buena
parte de los "certificados de urbana" suscritos por los dos primeros".
Añade el Fiscal que:
"Del relato de hechos podemos por tanto extraer, al menos, varias conclusiones
sobre el contenido y finalidad de esos certificados o informes "de urbana":
1.- Que siempre faltan a la verdad, pues contienen afirmaciones sobre la
calificación del suelo que no concuerdan con las disposiciones del planeamiento de
Alcaucín ni con la norma urbanística de aplicación supletoria.
2.- Nunca iban dirigidos al Planificador Urbanístico, que sería el único sujeto
realmente capacitado para recibir informes o certificados valorativos y decidir si el
suelo en cuestión merecía ser reclasificado por razón de su ubicación, cualidades o
equipamiento.
3.- Tampoco se trataba de documentos emitidos a efectos meramente
informativos para ilustrar a otras autoridades que hubieran de adoptar algún tipo de
resolución. Los destinatarios reales, según establece la sentencia, eran operadores
jurídicos como Notarios, Registradores o responsables del Catastro Inmobiliario que
estaban obligados a asumir como un hecho cierto la situación jurídica que se
acreditaba con el falso certificado municipal, pues carecían de toda capacidad para
decidir si en función de sus circunstancias una finca rústica era o no equiparable al
suelo urbano o urbanizable.
4.- Los certificados siempre se confeccionaban con ocasión de operaciones de
compraventa de las fincas rústicas que luego iban a ser parceladas y edificadas
ilegalmente.
5.- La mayoría de las parcelas irregularmente segregadas o viviendas construidas
ilegalmente, acabaron en manos de residentes o inversores extranjeros que, como
es notorio, nunca las habrían adquirido sin contar con las preceptivas licencias
municipales o alguna acreditación documental de su "naturaleza urbana". Se atentó
así contra el principio de la fe pública y la seguridad del tráfico jurídico, al que nunca
debieron acceder documentos falsos que alteraban la realidad jurídica confundiendo
lo aparente con lo real y perjudicando los intereses y expectativas de los
compradores.
6.- Por tanto, no hay duda de que esos documentos se diseñaron con la única
finalidad de incidir en el tráfico jurídico, proporcionando el respaldo necesario para
ejecutar procedimiento tan simple como el de plasmar en las escrituras públicas de

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Documento

compraventa, segregación u obra nueva la manifestación de que el suelo rústico ya


se había transformado en urbano, que a su vez constituía la vía idónea para
introducir en el Catastro o en el Registro de la Propiedad una categoría jurídica y
económica del suelo que no se correspondía con la realidad.
7.- Está claro que los informes y certificados se redactaron siguiendo un patrón
conciso, diseñado con estudiada ambigüedad pero apropiado para surtir el efecto
pretendido, pues lejos de traslucir dudas sobre la auténtica naturaleza urbanística
del inmueble terminaban con un contundente párrafo final en el que se afirmaba su
condición de urbano, en clara remisión a la normativa o planeamiento urbanístico de
Alcaucín.
Y buena prueba del éxito de ese formato es que siempre produjo el resultado
pretendido, pues, como reconoce el juzgador, permitió cerrar muchas operaciones
inmobiliarias y bastó para que los Notarios autorizaran las manifestaciones sobre el
cambio de naturaleza del suelo y el Registrador lo anotara así en la inscripción
registral.
Por tanto, estos documentos falsos resultaban perfectamente idóneos para
generar situaciones de error y perjuicios para terceros de buena fe, con el
consiguiente daño al principio de seguridad jurídica.
Así llegamos a la conclusión final de que lo que el juzgador toma como simples
"valoraciones jurídicas" más bien merece la definición de calificaciones jurídicas,
con tres características básicas:
- Acreditan la naturaleza urbanística del suelo.
- Emanan del órgano competente para emitirlas.
- Se crean y ponen en circulación con la única finalidad de dotar al interesado de
un título jurídico carente de causa legítima.
Ello hace que sean perfectamente subsumibles en los tipos del art. 390.1. 2 y 4
CP porque faltan a la verdad al reflejar una cualidad esencial del bien inmueble
como es su calificación rústica o urbana, cuyo reconocimiento o negación depende
necesariamente de una prueba documental que sólo pueden proporcionar las
autoridades y funcionarios con competencias urbanísticas, sean de ámbito municipal
o autonómico.
Además, la referencia que suelen contener esos falsos certificados a un previo
informe técnico sobre el equipamiento del suelo, también puede sugerir al
destinatario la existencia de algún acto o resolución administrativa, que en realidad
nunca existió, reconociendo como suelo urbano los espacios previamente
urbanizados de facto por la simple iniciativa o decisión de sus dueños".
Concluye el Fiscal señalando que:
"Los condenados participaron con pleno conocimiento de su falsedad en la

136
Documento

confección de múltiples documentos en los que se aparentaba la naturaleza urbana


de las fincas sobre las que luego se llevaron a cabo urbanizaciones y
construcciones y se vendieron viviendas amparadas en la mendaz calificación del
terreno en que se asentaban.
Estos comportamientos, en contra de lo que dice el Tribunal sentenciador,
conforme a lo argumentado han de subsumirse en el delito de falsedad del art. 390 y
siguientes del C.P.".
A la hora de llevar a cabo el análisis del motivo es preciso llevar a cabo un índice
acerca de cuál fue la posición del Tribunal, cuál la queja casacional del Fiscal y cuál
es la respuesta de este Tribunal. Veamos, pues, que es lo que el Tribunal de
instancia reflejó en su sentencia.
1.- Postura del Tribunal de instancia al respecto.
Pues bien, con respecto a la absolución de Genaro y Jaime señala el Tribunal en
el FD nº 7, pags. 241 y ss que:
"Vamos a abordar aquí la acusación por delito doloso continuado de falsedad en
documento oficial que se dirige contra el alcalde Genaro y la acusación por 10
delitos de falsedad en documento oficial por imprudencia grave del artículo 391 CP
que se dirige contra el secretario del ayuntamiento Jaime.
Todas ellas por las múltiples certificaciones municipales de urbana que se indican
en los correspondientes epígrafes del escrito de acusación del Ministerio Fiscal que
constan reseñados en el antecedente de hecho tercero de esta sentencia y que
estos funcionarios habrían expedido y firmado haciendo constar como de naturaleza
urbana fincas que sólo tendrían el carácter de rústica.
Pues bien, por las razones de orden estrictamente jurídico que se expondrán,
debemos ya adelantar que ambos acusados deberán quedar absueltos del
respectivo delito de falsedad imputado, incluido Jaime, aún a pesar de la
conformidad prestada por este en la fase preliminar del juicio. Y ello sin necesidad
de tener que entrar a valorar todavía aquí si el extenso relato fáctico de la acusación
se corresponde o no cabalmente con la realidad de lo acontecido.
A).- ACUSACIÓN CONTRA Genaro POR FALSEDAD DOLOSA CONTINUADA.
Tanto el Ministerio Fiscal como las acusaciones particulares atribuyen a este
encausado, Sr. Genaro, la comisión de un delito continuado de falsedad en
documento oficial del artículo 390.1.4º ("faltar a la verdad en la narración de los
hechos") y del artículo 390.1.2º CP ("simular un documento en todo o en parte, de
manera que induzca a error sobre su autenticidad"), por parte de la acusación
particular que representa al Sr. Luis María.
Y ello, por haber expedido innumerables certificaciones (por sí solo o firmando su
visto bueno a las expedidas por el secretario municipal) de licencias de segregación
o de obra en suelo supuestamente no urbanizable indicando que, debido a sus

137
Documento

específicas características, tenía la condición de suelo urbano y, por tanto,


susceptible de edificación o de segregación, en su caso.
Sin embargo, por las razones de atipicidad que vamos a exponer, éste acusado
deberá ser absuelto de este delito, en cualquiera de sus dos modalidades, sin
necesidad por lo que se refiere a la primera de ellas (la ideológica) de tener que
adentrarse en si hubo o no mutación esencial de verdad en los extremos más
esenciales de esas certificaciones ni tampoco en si el contenido de las mismas
versaba realmente sobre meros datos fácticos o calificaciones jurídicas. Y esta
importante conclusión la vamos a razonar seguidamente.
Ha de advertirse que pese a que esta acusación se formula por delito de falsedad
en documento oficial, en las concretas modalidades de falsedad material del artículo
390.1.2º e ideológica del 390.1.4º, ello no excluye (tal y como hemos razonado
antes) nuestro deber de plantearnos no sólo la posible subsunción de su conducta
en este delito sino también en el alternativo delito de falsedad de certificados. Razón
por la que vamos analizar ambas hipótesis exponiendo separadamente las razones
que nos han llevado a descartarlas.
a).- Primera hipótesis: falsedad de documento oficial. Suponiendo que esas
alteraciones atribuidas a este acusado fuesen lo suficientemente graves y
trascendentes como para integrar objetivamente el referido tipo del artículo 390.1,
este no sería aplicable al caso por faltar el requisito esencial de que la expedición de
ese documento reputado falso corresponda a la competencia propia normal del
alcalde acusado y se realice dentro de su correspondiente actividad funcional.
Y es que, en efecto, no ocurre así en ninguno de los supuestos en los que el
alcalde firmó por sí solo la certificación municipal puesto que la función de informar,
hacer constar, dar fe o certificar no es una función legalmente atribuida a los
alcaldes al no constar ninguna de ellas en el artículo 21 de la Ley 7/1985, de 2 de
abril , de Bases del Régimen Local, ni en el 41 del Real Decreto 2568/1986, de 28
de noviembre que aprueba el Reglamento de organización, funcionamiento y
régimen jurídico de las Entidades Locales, en los que se enumeran, con prolijidad,
las atribuciones propias de estos presidentes de corporaciones municipales.
Pero es que tampoco incurriría su conducta en ese tipo delictivo en los demás
supuestos en que este mismo edil estampó su visto bueno en las certificaciones
expedidas por el secretario del ayuntamiento. Y ello, en virtud del muy acotado
alcance legal que, conforme a ese mismo Real Decreto 2568/1986 y jurisprudencia
del Tribunal Supremo, tiene reconocido el VºBº que firman los regidores
municipales.
Porque, en efecto, según dispone el artículo 205 de dicho Real Decreto "las
certificaciones se expedirán por orden del Presidente de la Corporación y con su
«visto bueno», para significar que el Secretario o funcionario que las expide y
autoriza está en el ejercicio del cargo y que su firma es auténtica". Y, en
consonancia, el Tribunal Supremo ( SSTS de 16/06/1997 y 16/11/2006 ) así lo ha

138
Documento

recordado proclamando que "el VBº del alcalde no concierne al contenido del
documento sino para acreditar que quien como secretario certifica, ejerce
efectivamente el cargo".
Por consiguiente, al no afectar ese visto bueno al contenido mismo de esta última
clase de documentos, sólo en relación con las certificaciones supuestamente falsas
expedidas exclusivamente por el alcalde acusado cabría teóricamente plantearse,
conforme a la doctrina jurisprudencial que expusimos en el fundamento jurídico
cuarto de esta sentencia, la posible subsunción de su conducta, como particular, en
el artículo 392 CP (referido a las falsedades de estos documentos oficiales
cometidas por particulares) con la agravante genérica del artículo 22.7ª
(prevalimiento del carácter público del culpable) en relación con las concretas
modalidades 2ª y 4ª del artículo 390.1 de que viene acusado.
Respecto a esta segunda modalidad, la de falsedad ideológica del apartado 4º,
desde luego que la respuesta debe ser totalmente negativa por cuanto que,
conforme al artículo 392, esta resulta atípica cuando es realizada por particulares.
Nos queda, pues, plantearnos sólo si esas certificaciones supuestamente falsas
realizadas por el alcalde fuera de las competencias legalmente atribuidas es
subsumible o no en la modalidad 2ª (la de simular total o parcialmente un
documento de manera que induzca a error sobre su autenticidad) para cuya
realización típica, a diferencia de la estricta falsedad ideológica de la modalidad 4ª
(que sólo requiere una mendacidad en la narración de los hechos reflejados en el
documento), se exige por la jurisprudencia del Tribunal Supremo (ampliamente
expuesta en el fundamento jurídico cuarto) la creación totalmente nueva de un
documento mendaz con el objetivo de acreditar en el tráfico jurídico una relación
absolutamente inexistente y que ni tiene ni puede tener sustrato alguno en la
realidad, es decir la creación de un documento falso en su contenido esencial y
afectante, por tanto, al documento en sí mismo.
Pues bien, analizado el contenido de las diversas certificaciones supuestamente
falsas atribuidas al alcalde acusado (y al margen ahora de la prueba de su autoría),
cabe advertir en todas ellas una doble nota común:
1.- La primera viene constituida por la acreditación de un dato fáctico consistente
en la reproducción literal de una certificación o informe técnico sobre las
características físicas del terreno previamente elaborado por el técnico competente.
2.- Y la segunda viene constituida exclusivamente por la consecuencia o
calificación jurídica que el secretario municipal asocia a los datos físicos
proporcionados en ese informe técnico.
Sin embargo, de esa doble nota común fáctica y jurídica que integra cada uno de
esos documentos no es posible inferir que los mismos sean esencialmente falsos o
simulados y, por tanto, subsumibles en la modalidad 2ª del artículo 390.1, por
cuanto que ninguno de ellos refleja una situación u operación inveraz por inexistente
y sin sustrato alguno en la realidad.

139
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Y ello, sin perjuicio ahora de la hipotética falsedad, o no, del contenido fáctico
reflejado en esos previos informes técnicos y que el certificado municipal
simplemente se limita a transcribir asociando a ellos una consecuencia jurídica que,
acertada o no, queda fuera en todo caso de la órbita estrictamente fáctica propia de
una certificación.
Porque, como dijimos en el fundamento jurídico cuarto (con cita de doctrina
jurisprudencial a la que nos remitimos) la mutación de verdad debe afectar siempre
a hechos no a valoraciones, especialmente las jurídicas que, como tales, no son
propiamente susceptibles de un juicio de verdad o falsedad, porque de las opiniones
cabe predicar corrección y acierto o, por el contrario, incorrección o desacierto pero
nunca puede atribuírseles la condición de falsas ni de verdaderas pues esta
cualidad solamente cabe predicarla de aquellos enunciados que constituyan asertos
o negaciones de hechos, siendo verdaderos cuando lo dicho y lo existente en la
realidad coinciden y falsos en caso contrario. Y ello, con independencia (como
también allí precisamos) de que ese parecer técnico-jurídico (aunque se efectúe con
el formato de certificado) pueda llegar a integrar otra figura delictiva como, por
ejemplo, un delito de prevaricación urbanística.
b).- Segunda hipótesis: falsedad de certificado. Suponiendo que esas alteraciones
no fuesen lo suficientemente graves y trascendentes como para integrar
objetivamente el más grave tipo penal del artículo 390.1, tampoco sería aplicable al
caso el atenuado tipo privilegiado del artículo 398 CP al faltar igualmente aquí el
requisito esencial de que la expedición de ese documento falso corresponda a la
competencia propia normal del alcalde y se realice dentro de su correspondiente
actividad funcional. Y ello, en virtud de las mismas razones legales que ya han
quedado ampliamente expuestas en relación con la primera hipótesis.
Excluida la aplicación de este tipo penal por no actuar el alcalde en el ejercicio de
sus funciones cabría plantearse también aquí si, conforme a la doctrina
jurisprudencial ya expuesta, podría serle de aplicación el tipo del artículo 396
(referido a las falsedades de certificados cometidas por particulares) con, en su
caso, la agravante genérica del artículo 22.7ª (prevalimiento del carácter público del
culpable) en relación con esas mismas concretas modalidades 2ª y 4ª del artículo
390 de las que viene acusado.
Pues bien, las respuestas que debemos dar a este planteamiento son
paralelamente las mismas, y por las mismas razones, que ya ofrecimos en el
apartado anterior referido a la hipótesis de falsedad documento oficial:
1).- Que ninguna responsabilidad penal cabe atribuir al alcalde por las supuestas
falsedades de certificados expedidos por el secretario municipal en los que aquél
sólo plasmó su visto bueno.
2).- Que igualmente resultaría atípica para el alcalde acusado, en su condición de
particular, aquellas otras supuestas falsedades de certificados que hubiere expedido
por sí solo con abuso de su cargo en la modalidad ideológica del artículo 390.1.4º,

140
Documento

pues si esta resulta atípica para el particular que comete el más grave delito de
falsedad documental previsto en este precepto, con mayor razón debe serlo para el
particular que realizare la más atenuada conducta falsaria del artículo 398 CP.
3).- Que igualmente, por la mismas razones ya explicitadas en relación con la
hipótesis primera, tampoco cabe atribuir al alcalde acusado la modalidad comisiva
de simulación documental del artículo 390.1.2º en relación con esos supuestos
certificados falsos.
B).- ACUSACIÓN CONTRA Jaime POR FALSEDAD CULPOSA
Esta acusación contra el secretario municipal por 10 delitos de falsedad por
imprudencia grave se centra en las 10 certificaciones de urbana que se recogen en
los siguientes epígrafes del escrito de acusación del Ministerio fiscal: 4-B y 4-C
(Bloque 3), 15-D (Bloque 4), 29-B y 29-C (Bloque 11), 35-B (Bloque 14), 33-B, 34-A,
34-B y 34-C (Bloque 15). A todos los hechos imputados, calificación delictiva y
penas solicitadas prestó su entera conformidad este acusado y su defensa dentro
de la fase preliminar del juicio, siendo ahora en esta sentencia donde, de
conformidad con lo dispuesto el artículo 787 LECrim , debe efectuarse una
valoración acerca de la corrección de la calificación jurídica de los hechos
aceptados y, en su caso, de las penas solicitadas.
Pues bien, como ya hemos adelantado al comienzo de este fundamento jurídico
esa prestación de conformidad no puede ser aceptada por considerar esta sala que
las conductas imputadas son penalmente atípicas, es decir no constitutivas de los
delitos de falsedad por imprudencia grave objeto de acusación sin que, por otra
parte, quepa plantearse en este caso la alternativa figura de falsificación de
certificados dada la no prevista modalidad imprudente de esta segunda clase de
delitos falsarios.
En efecto, como acabamos de exponer en el apartado anterior en relación con el
alcalde, el contenido de todas estas concretas certificaciones municipales que se
atribuye al secretario del ayuntamiento viene caracterizado por esa misma doble
nota común:
1).- La acreditación de un dato fáctico consistente en la reproducción literal de una
certificación o informe técnico sobre las características físicas del terreno
previamente elaborado por el técnico competente.
2).- La consecuencia o calificación jurídica que el secretario municipal asocia a los
datos físicos proporcionados en ese informe técnico y que en todos los casos se
traduce en la consideración como urbana del terreno en cuestión.
A diferencia de lo que ocurre con los alcaldes, los secretarios municipales, como
fedatarios públicos que son, si tienen facultades de certificación, entendida esta
como acto jurídico de su conocimiento del que da fe en un documento.
Una dación de fe pública que sólo puede ser de dos clases:

141
Documento

a.- La llamada fe pública documental y


b.- La llamada fe fáctica o de hechos.
Mediante la primera, el secretario se basa en documentos preexistentes que
están en su poder o que puede analizarlos para llegar a la materialización final de la
referida certificación ( STS 10/11/1989 ).
Y mediante la segunda, este funcionario da fe pública de los hechos producidos
en su presencia expidiendo al efecto la certificación correspondiente.
A lo que en ningún caso se extiende su función fedataria es a la calificación
jurídica que pueden merecerle bien esos documentos preexistentes o bien esos
hechos producidos en su presencia.
Por consiguiente, en el caso que nos ocupa las certificaciones que expidió el
secretario municipal acusado, la fe pública quedó acotada a la llamada modalidad
documental pues en ninguna de ellas trato de acreditar hecho presencial alguno,
sino tan sólo acreditar lo que decía un documento preexistente, el respectivo
informe técnico previo emitido sobre la finca en cuestión.
Y ciertamente que, asimismo, en todas ellas reproduce o añade de su propia
cosecha la calificación jurídica urbanística que le merece la finca sobre la base ese
dictamen técnico previo, pero esta calificación jurídica queda claramente fuera de la
órbita de su estricta función fedataria y, por ende, de lo que debe ser el contenido
propio de esta clase de documentos oficiales.
Esto, por otra parte, se encuentra en plena consonancia con todo lo que se ha
dicho antes (y de modo más amplio en el fundamento jurídico cuarto de esta
sentencia) en relación al concreto bien jurídico tutelado en los delitos de falsedad en
documento oficial y al estricto ámbito objetivo al que debe quedar acotada la
mutación esencial de verdad para poder dar origen a esta clase de figuras delictivas.
Porque, como dijimos en ese fundamento jurídico cuarto (con cita de doctrina
jurisprudencial a la que nuevamente nos remitimos) la mutación de verdad debe
afectar siempre a hechos no a valoraciones, especialmente las jurídicas que, como
tales, no son propiamente susceptibles de un juicio de verdad o falsedad porque de
las opiniones cabe predicar corrección y acierto o, por el contrario, incorrección o
desacierto pero nunca puede atribuírseles la condición de falsas ni de verdaderas
pues esta cualidad solamente cabe predicarla de aquellos enunciados que
constituyan asertos o negaciones de hechos, siendo verdaderos cuando lo dicho y
lo existente en la realidad coinciden y falsos en caso contrario.
Pues bien, si todo esto es predicable de cualquier falsedad en documento oficial
cometida a título doloso convirtiendo en atípica cualquier certificación que verse
sobre calificaciones jurídicas o técnicas, no sobre hechos, con más razón, si cabe,
debe predicarse esta misma atipicidad de cualquier certificación similar expedida en
la modalidad culposa o imprudente como son todas las que se imputan en esta

142
Documento

causa a este ex secretario del ayuntamiento de Alcaucín".


Se recoge en el FD nº 9 de la sentencia (pag 249) que:
"A).- ACUSACIÓN POR DELITO CONTINUADO DE FALSEDAD EN
DOCUMENTO OFICIAL CONTRA Genaro Y Romeo.
Respecto de esta primera acusación, consideramos más que suficiente, a fin de
evitar inútiles reiteraciones, dar por enteramente reproducido aquí todo el extenso
razonamiento jurídico contenido en el fundamento jurídico 7 de esta sentencia para
poder concluir, sin necesidad de mayores adiciones complementarias de orden
fáctico o jurídico, la obligada absolución del acusado Genaro del delito continuado
de falsedad en documento oficial que aquí en particular se le atribuye respecto de
las certificaciones municipales de consideración como urbana de la finca en
cuestión y que, a la vista de las pruebas practicadas, ha quedado debidamente
acreditado que fueron expedidas por él, en solitario o (como ocurre en la mayoría de
los casos) limitándose a estampar su firma en el visto bueno junto a la del secretario
del ayuntamiento que autorizaba el documento.
Y, obviamente, su falta de autoría por atipicidad del hecho debe llevar
necesariamente consigo también la absolución de cualquier otro posible partícipe en
el mismo, ya sea por supuesta inducción o cooperación necesaria, tal y como aquí
sucede concretamente con el acusado Romeo".
Con respecto a Pio señala el Tribunal en el FD nº 6º, pags. 219 y ss de la
sentencia que:
"a).- Acusación por delito de falsedad.
Se acusa a este arquitecto técnico, que también desempeñó las funciones de
arquitecto técnico municipal desde el segundo semestre de 2005 hasta finales de
2007, de la comisión de un delito continuado de falsedad ideológica en documento
oficial (390.4) por haber perpetrado durante los años 2005 a 2007 los hechos
supuestamente falsarios que recoge el escrito de acusación del Ministerio Fiscal en
los epígrafes 4-A, 4-B, 4-C, 33-B, 34-A, 34-B, 34-C y 34-D que sustancialmente son
los siguientes:
Hechos supuestamente falsarios.
1.- Hechos del epígrafe 4-A. URBANIZACION008: consisten en la emisión de un
informe técnico de fecha 08/09/2005 en relación a la finca registral NUM183 (parcela
NUM184, polígono NUM129), realizado por éste acusado como arquitecto técnico
municipal (pese a su condición de interesado en la materia, pues en esa parcela de
supuesto suelo no urbanizable, adquirida por él y por Paulino, pretendía llevar a
cabo una urbanización de 24 viviendas, que sirvió de base a un certificado del
secretario municipal de fecha 28/10/2005 en el que por referencia a ese informe se
afirmaba que con arreglo a la normativa urbanística del municipio esta finca tenía la
naturaleza de urbana (59-19286).

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2.- Hechos del epígrafe 4-B. Urbanización DIRECCION013: consisten en la


emisión de otro informe técnico (cuya concreta fecha y contenido literal no consta)
en relación a la finca registral NUM186 (parcela NUM187, polígono NUM129),
realizado por éste acusado como arquitecto técnico municipal (pese a su condición
de interesado en la materia, pues en esa parcela de supuesto suelo no urbanizable,
adquirida por él y por Paulino, pretendía llevar a cabo una urbanización de 20
viviendas, que igualmente sirvió de base a un certificado del secretario municipal de
fecha 01/12/2005 en el que por referencia a ese informe se afirmaba, en similares
términos que en el apartado anterior, que con arreglo a la normativa urbanística del
municipio esta finca tenía la naturaleza de urbana (v. 55-17979, donde se encuentra
la certificación del registro de la propiedad donde se menciona esa certificación
municipal).
3.- Hechos del epígrafe 4-C. URBANIZACION004: consisten en la emisión de otro
informe técnico de fecha 02/02/2006 en relación a la finca registral NUM277
(parcelas NUM195 y NUM196, polígono NUM129, URBANIZACION003), realizado
por este acusado como arquitecto técnico municipal (pese a su condición de
interesado en la materia, pues en esas parcelas de supuesto suelo no urbanizable,
adquiridas por él y su socio Paulino pretendían llevar a cabo ambos otra
urbanización de 22 viviendas unifamiliares que igualmente sirvió de base a un
certificado del secretario municipal de 03/01/2006 (con claro error de fecha, por
tanto) en el que por referencia a ese informe se afirmaba, en similares términos que
el apartado anterior, que con arreglo a la normativa urbanística del municipio esta
finca tenía la naturaleza de urbana (57-18865). En el informe de dicho técnico
municipal (obrante en 70-23022) se decía literalmente lo siguiente: "que dicha finca,
dado que tiene los servicios urbanísticos propios del suelo Urbano, podemos
considerar que la naturaleza de la finca es urbana".
4.- Hechos del epígrafe 33-B. URBANIZACION001: consisten en la emisión de
otro informe técnico de fecha 19/10/2006 en relación a la finca registral NUM289,
ubicada en la CALLE001 de la zona norte de Alcaucín (parcelas NUM195 y
NUM196, polígono NUM129, URBANIZACION003), realizado por este acusado
como arquitecto técnico municipal en el curso de un expediente de licencia de obras
para la construcción de 43 viviendas adosadas (promovido esta vez por el también
acusado Pedro Jesús), que igualmente sirvió de base a un certificado del secretario
municipal de 20/10/2006 (A16-5745) en el que, reflejando el contenido de ese
informe técnico municipal, indicaba que la finca tenía naturaleza urbana. En el
informe de dicho técnico (obrante en 70-23027) se decía, en síntesis, que de
conformidad con lo establecido en el artículo 8 ley 6/1998 y artículo 45 LOUA esa
finca "situada entre las CALLE001 y CAMINO002", conforme al plano de situación
que se adjuntaba, tenía la consideración de suelo urbano por contar con el acceso
rodado y demás servicios y suministros exigidos por esas leyes, indicando además
que estaba colindante con el núcleo urbano consolidado en la zona calificada como
N1.
5.- Hechos del epígrafe 34-A. Pago CAMINO000: consisten en la emisión de otro

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Documento

informe técnico de fecha 29/12/2005 en relación a la finca registral NUM318,


ubicada en el Pago CAMINO000, realizado por este acusado como arquitecto
técnico municipal en el curso de un expediente de licencia de segregación de seis
parcelas urbanísticas (promovido esta vez por el inicialmente acusado Romualdo)
que igualmente sirvió de base a un certificado del secretario municipal de
03/01/2006 (64- 21125) en el que, de conformidad con lo que refería el informe
técnico municipal (cuyo contenido literal no consta acreditado en autos), indicaba
que, con arreglo a las normas urbanísticas del municipio, la finca tenía naturaleza
urbana, lográndose de este modo la posterior inscripción en el Registro de la
Propiedad como solares de las seis fincas segregadas de esa finca matriz.
6.- Hechos del epígrafe 34-B. PARAJE004: consisten en la emisión de otro
informe técnico de fecha 22/12/2005 en relación a la finca registral NUM323 (parcela
NUM322 del polígono NUM120), ubicada en el referido paraje, realizado por este
acusado como arquitecto técnico municipal (en el curso de un expediente promovido
por la sociedad titular de esa finca destinado a lograr su modificación a urbana en el
Registro de la Propiedad que igualmente sirvió de base a un certificado del
secretario municipal de 27/12/2005 (v. certificación registral obrante al tomo principal
70-22972) en el que, de conformidad con lo que refería el informe técnico municipal
(cuyo contenido literal tampoco consta acreditado en autos), indicaba que, con
arreglo a las normas urbanísticas del municipio, la finca tenía naturaleza urbana,
lográndose de este modo la posterior inscripción de la misma en el Registro de la
Propiedad como solar urbano.
7.- Hechos del epígrafe 34-C. Pago DIRECCION022: consisten en la emisión de
otro informe técnico de fecha 14/03/2006 en relación a la finca registral NUM294,
ubicada en el referido pago, realizado por este acusado como arquitecto técnico
municipal (en el curso de un expediente promovido por los compradores de esa
finca destinado a lograr su modificación a urbana en el Registro de la Propiedad)
que igualmente sirvió de base a un certificado del secretario municipal de
14/03/2006 (v. certificación registral obrante al tomo70-22979) en el que, de
conformidad con lo que refería el informe técnico municipal (cuyo contenido literal
tampoco consta acreditado en autos), indicaba que, con arreglo a las normas
urbanísticas del municipio, la finca tenía naturaleza urbana, lográndose de este
modo la posterior inscripción de la misma en el Registro de la Propiedad como solar
urbano.
8.- Hechos del epígrafe 34-D. Pago DIRECCION022: consisten en la emisión de
otro informe técnico de fecha 04/01/2007 en relación a la finca registral NUM294
(catastral NUM293 del polígono NUM129), ubicada en el referido pago junto al
núcleo de Puente Don Manuel, realizado por este acusado como arquitecto técnico
municipal (en el curso de un expediente promovido por el dueño de la finca para
obtener una licencia de segregación y edificación de una vivienda unifamiliar en una
parte de la finca que había vendido) que igualmente sirvió de base a un certificado
del secretario municipal de 05/01/2007 (tomo A- 5701) en el que, limitándose a
reproducir literalmente el contenido del informe técnico municipal (tomo A-5702)

145
Documento

decía, en síntesis, que de conformidad con lo establecido en el artículo 8 ley 6/1998


y artículo 45 LOUA esa finca segregada tenía la consideración de suelo urbano por
contar con el acceso rodado y demás servicios y suministros exigidos por esas
leyes. De este modo, con esa certificación municipal y la posterior licencia municipal
de segregación que fueron aportadas a la escritura pública de 30/03/2007, el
interesado logró inscribir como urbana en el Registro la parcela segregada
(60-20002).
Valoración del Tribunal para absolver
Analizados detenidamente todos los informes supuestamente falsarios que en
forma de certificados se atribuyen al Sr. Pio, y abstracción hecha ahora tanto del
déficit probatorio existente respecto al verdadero contenido literal de algunos de
ellos (por no constar en autos ni los originales ni las fotocopias) como de la genuina
calificación jurídico urbanística que puedan merecer los suelos objeto de aquellos,
este tribunal considera que debe absolverse a este acusado del delito continuado de
falsedad en documento oficial del artículo 390.1.4 (falsedad ideológica) que se le
imputa. Y ello, por razones de orden estrictamente jurídico resultantes de aplicar al
caso la doctrina jurisprudencial que tuvimos ocasión de exponer al estudiar en el
fundamento jurídico cuarto de esta sentencia la naturaleza y elementos
configuradores de esta clase de delitos, muy especialmente los relativos a esta
modalidad de falsedad ideológica.
Y es que, en efecto, como ya recordamos allí, nuestro Tribunal Supremo ha
dejado bien claro que la mutación de verdad debe afectar siempre a hechos no a
valoraciones, especialmente las jurídicas, que, como tales, no son propiamente
susceptibles de un juicio de verdad o falsedad y, por ende, son algo totalmente
ajeno a la falta de verdad en la narración de los hechos. Porque, como recalca el
TS, de las opiniones cabe predicar corrección y acierto o, por el contrario,
incorrección o desacierto pero nunca puede atribuírseles la condición de falsas ni de
verdaderas dado que esta cualidad solamente cabe predicarla de aquellos
enunciados que constituyan asertos o negaciones de hechos, siendo verdaderos
cuando lo dicho y lo existente en la realidad coinciden y falsos en caso contrario.
Y en el presente caso, todos los mal llamados "certificados" expedidos por este
arquitecto técnico municipal (mal llamados así porque en realidad, jurídicamente
hablando, tienen la naturaleza de "informes" al recoger juicios de valor sobre los
que, como también ha señalado la sala tercera del Tribunal Supremo, no puede
entrar un verdadero certificado se limitan a emitir opiniones meramente técnicas o
técnico jurídicas sobre el terreno analizado indicando, según su parecer, que debe
considerarse urbano por reunir los requisitos exigidos al efecto por los preceptos de
la legislación urbanística que invoca (y que, por cierto, ya han sido ampliamente
comentados en el fundamento jurídico segundo de esta sentencia). Por
consiguiente, esas opiniones nos podrán parecer correctas o incorrectas pero,
desde luego no pueden ser calificadas jurídicamente de falsas a los efectos de
integrar el tipo penal que se imputa a este acusado".

146
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2.- Posición de la Sala al respecto vistas la posición del Fiscal y la del Tribunal de
instancia.
Pues bien, expuestos el planteamiento del Fiscal y la valoración que estas
conductas le merecieron al Tribunal hay que señalar que nos encontramos con una
sentencia absolutoria dictada por el Tribunal que practica la prueba con el principio
de inmediación con respecto a los hechos probados que relata el mismo.
No obstante, lo que el Fiscal plantea no es la modificación del hecho probado,
sino que, en base al mismo, postular la condena por delito continuado de falsedad
en documento oficial ex art. 390.1. 2 o 4º CP .
Y a esto hay que referir que, conforme se marca en la pauta que sostiene el
recurrente es absolutamente claro que no puede compartirse que en el documento
que se emite por certificado o informes se emiten opiniones, y no hechos que son
absolutamente falsos y alejados de la realidad, ya que el modus operandi se basaba
en la articulación del Sr. Romeo de acudir desde su despacho a la confección de
documentos para la consecución de las firmas municipales para poder dotar al suelo
la apariencia de urbana a los efectos donde se precisaba ese documento.
Todo el engranaje de la acusación se centra en que se comete el delito de
falsedad documental en las siguientes vías:
1.- Art. 390.1. 4° y 74 del C.P. en relación a los hechos cometidos por Genaro,
Alcalde de Alcaucín;
2.- Artículos 390.1. 3° y 4°, 392 y 74 del C.P. para Romeo, gestor administrativo;
3.- Artículo 391 en relación con el art. 390.1. 2° y 4° del C.P. respecto de Jaime,
Secretario Municipal.
1.- Pues bien, respecto, en primer lugar, a la consideración acerca de si puede el
Sr. Genaro ser considerado autor de falsedad del art. 390.1.4º CP de faltar a la
verdad en la narración de los hechos, que es la acusación que consta en los AH de
la sentencia.
Por un lado, es indudable que para que exista esa falsedad ideológica, quien ha
de faltar a la verdad en la narración de los hechos es el emisor del documento que
como tal es el responsable de su veracidad. Pero ello puede serlo como autor, o
como cooperador necesario.
Ya expusimos en la sentencia de esta Sala del Tribunal Supremo, Sala Segunda,
de lo Penal, Sentencia 752/2016 de 11 Oct. 2016 , Rec. 343/2016 que:
"La falsedad prevista en el apartado 4 del artículo 390.1, faltar a la verdad en la
narración de los hechos, exige que lo que se reputa falso sea la consignación de un
determinado hecho en el documento. Como se decía en la STS nº 371/2016, de 3
de mayo , si bien de las opiniones cabe predicar corrección y acierto, o por el
contrario incorrección o desacierto, nunca puede atribuírseles la condición de falsas

147
Documento

ni de verdaderas. Esta cualidad solamente cabe predicarla de aquellos enunciados


que constituyen asertos o negaciones de hechos, siendo verdaderos cuando lo
dicho y lo existente en la realidad coinciden y falsos en caso contrario".
Pues bien, no puede predicarse que la constancia en una certificación que el
suelo tiene la consideración de urbano, cuando no es así, no puede implicar la
existencia de una falsedad de faltar a la verdad en la narración de los hechos,
siempre y cuando exista la conciencia de que esa naturaleza no existe. Y queda
perfectamente claro en los hechos probados, -y aquí está la clave para estimar el
recurso del Fiscal- que en los documentos no se hacían constar opiniones, sino que
se hacía constar un cambio en la naturaleza del terreno para conseguir el fin
pretendido en virtud de una alegación mendaz a sabiendas de que lo era. Y ello es
así, o porque así consta en los hechos probados.
Y, por ello, lo importante es comprobar si la impugnación que lleva a cabo el
Fiscal puede admitirse delictiva ex art. 390.1.4º CP en base al debido respeto a los
hechos probados.
Señalamos sobre el art. 390.1.4º CP en la sentencia del Tribunal Supremo, Sala
Segunda, de lo Penal, Sentencia 752/2016 de 11 Oct. 2016 , Rec. 343/2016 que:
"Tal y como se decía, entre otras, en la STS nº 990/2013, de 30 de diciembre , el
delito de falsedad documental previsto en el nº 4 del apartado 1 del artículo 390 del
Código Penal de 1995 exige como elementos típicos objetivos:
a) una narración mendaz. La mendacidad puede proceder de que lo que se
expresa como correspondiente a la realidad, no lo sea. Y también de que lo que se
omite, de haberse expresado, acarrearía una versión distinta de la situación
respecto de la que el texto expreso sugiere por sí solo,
b) que esa mendacidad tenga como soporte para su expresión un documento, en
el sentido que a tal término da el artículo 26 del Código Penal, que sea de
naturaleza pública,
c) que el narrador sea un funcionario público en el ejercicio de sus funciones,
d) y, como hemos venido advirtiendo en la Jurisprudencia, que el desvío de lo
narrado respecto a la realidad ocurra en alguno de los elementos de la narración
que pueda considerarse relevante por afectar a las funciones propias del
documento.
La mendacidad, o inadecuación a la realidad, ha de considerarse desde una
perspectiva objetiva y no desde la percepción del sujeto activo, sin perjuicio de que
el error de éste tenga su traducción en lo que concierne al elemento subjetivo del
tipo".
Por otro lado, veremos a continuación que la constancia de los hechos probados
se refiere a que las conductas de coparticipación se referían a conseguir el
certificado municipal que permitiera que se pudiera fijar que el suelo tenía la

148
Documento

condición de urbano, cuando no lo era. Y ahí intervenían, sobre todo, el sr. Romeo,
que era quien preparaba la documentación, como ahora se desarrolla, el alcalde,
Genaro, que conocía el operativo y actuaba en conciencia de la alteración de la
verdad, -y en algunos casos hasta elaboró él mismo varios certificados
unilateralmente-, haciendo constar la falsedad él mismo y dándoles validez con su
expedición, y la negligente actuación del Sr. Jaime, que él mismo reconoce, -lo que
es patente de la asunción de su irregular actuación- y se recoge en varios extremos
de los hechos probados.
La cuestión, entonces, es si los certificados librados para asegurar la condición
del suelo como urbanos, son documentos a los efectos del art. 390.1.4º CP.
Pues bien, sobre ello, destacamos en la sentencia del Tribunal Supremo, Sala
Segunda, de lo Penal, Sentencia 417/2010 de 7 May. 2010 , Rec. 2588/2009 que:
""Desde un punto de vista gramatical la acción típica de certificar en falso, o
falsear el contenido de un documento, puede ser semánticamente diferenciada.
Certificar es, según el diccionario de la Real Academia asegurar, afirmar, dar por
cierta una cosa, pero más específicamente, desde un punto de vista jurídico, es
declarar cierta una cosa por un funcionario con autoridad para ello, en un
documento oficial. Certificar es, también, garantizar la autenticidad de una cosa por
lo que el funcionario que certifica compromete su responsabilidad asegurando que
el certificado responde a una realidad que él conoce y que refleja en el certificado".
Y añade que: "Si se certifica en falso se está poniendo en circulación un
documento que, si es expedido por un funcionario público, constituye también un
documento oficial falso. El criterio diferenciador de las falsedades en documentos
oficiales no es tajante y sólo la gravedad y trascendencia de la alteración del
instrumento documental puede ser un criterio determinante para señalar, si nos
encontramos ante una falsedad documental o de certificados.
La jurisprudencia ha tenido, pues, que pronunciarse sobre esta cuestión, y así ha
declarado que por documentos públicos ha de entenderse los relacionados en el
artículo 1216 del Código Civil y en el art. 596 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
(v. Sª de 13 de septiembre de 2002); por oficiales los que provienen de las
Administraciones Públicas, para satisfacer las necesidades del servicio o función
pública, y de los demás entes o personas jurídico-públicas, para cumplir sus fines
institucionales (v. Sª de 4 de enero de 2002); por mercantiles los que expresan o
recogen una operación de comercio (v. Sª de 6 de octubre de 1999); y, por
certificados, aquellos en los que se hace constar una verdad, que se conoce y
aprecia por haber sucedido y existir efectivamente, si bien se precisa, también, que:
"el criterio diferenciador "entre las falsedades en los certificados y los documentos
oficiales no es tajante y "sólo la gravedad y transcendencia de la alteración del
instrumento documental puede ser un criterio determinante para señalar si se está
ante una falsedad documental o de certificados" (v. Sª de 27 de diciembre de
2000)".

149
Documento

Ello lo es a los efectos de considerar si se puede acudir a la vía del art. 398 o del
390.1.4º CP, pero ya se ha expuesto que la fijación documental municipal de si un
suelo es urbano o no lo es, y la trascendencia de esta declaración es relevante a los
efectos de sus consecuencias posteriores para usar esa certificación de suelo
urbano del terreno que evidencia que si se altera la verdad estará incluido en el art.
390.1.4º CP.
En ese sentido, veamos las referencias que constan en los hechos probados que
admitirían la confabulación existente entre el Sr. Genaro y el Sr. Romeo, así como
las implicaciones del Sr. Jaime para la confección del documento, en donde se
hacía constar que el suelo donde se pretendía actuar, para evitar problemas de
imposibilidad de actuaciones sobre el mismo, era urbano, cuando no era así:
Hechos probados:
1.- Hecho nº 2. Pag. 34 de la sentencia. Nº 7:
"Poco después, para lograr transformar subrepticiamente la calificación del suelo
en el Registro de la Propiedad, Romeo, siempre con conocimiento del alcalde,
confeccionó en su despacho un certificado municipal de fecha 17/01/2003 a nombre
de este (A 21-8314 y A 21-8326) haciendo constar que la parcela 35 del polígono 3
"según las normas urbanísticas de este municipio tiene el carácter de suelo urbano
a todos los efectos, por disponer de los servicios de suministro de agua potable,
recogida de basuras, saneamiento, acceso rodado y electricidad".
El documento fue impreso en papel con membrete municipal, sellado y firmado
por el alcalde siendo éste plenamente consciente de su contenido y del destino que
se le iba a dar que no era otro que servir de base para la inscripción como urbana
en el registro de esa finca rústica. Y por el mismo procedimiento, es decir previa
elaboración por Romeo y posterior consciente firma del mismo por Genaro, y a fin
de facilitar así más eficazmente la inscripción pretendida, nuevamente el alcalde
firmó una nueva licencia de segregación con fecha 22/01/2003 (A 21-8317) sobre la
catastral 35, a pesar de que ya constaba esta autorización en el documento
expedido en octubre de 2002, con la única diferencia de referirla ahora sólo
específicamente a la segregación, no a la licencia de obra que también recogía el
referido documento mixto.
Y con estos dos nuevos documentos en su poder, los titulares de la finca
procedieron a otorgar el 12 de junio de 2003 otra escritura notarial de aclaración y
rectificación de la anterior en la que esta vez declararon que la finca matriz se había
transformado en urbana. Escritura que el notario autorizó al aportar los otorgantes
esos documentos (certificación municipal de urbana y licencia de segregación de
17/01/2003) cuyos testimonios quedaron unidos a la escritura. Pero, a pesar de esta
rectificación, la escritura no pudo inscribirse en el Registro de la Propiedad por no
aparecer en el certificado municipal la firma del secretario del ayuntamiento.
Para subsanar el problema, Romeo, encargó previamente al arquitecto Donato un

150
Documento

certificado técnico que éste emitió con fecha 12/09/2003 (A 16-5805) indicando que
la finca estaba dotada de los servicios y suministros propios de una parcela urbana
como acceso rodado, electricidad, agua potable y recogida de basuras, aunque sin
calificar expresamente el terreno como urbano. Y en base al mismo se emitió
negligentemente por el secretario Jaime, con el visto bueno del alcalde, un
certificado municipal de fecha 08/11/2003 (A 21 8335) en el que tras reproducir
literalmente el contenido de ese informe técnico concluía finalmente que, a la vista
del mismo, la mencionada parcela tenía "la consideración de finca urbana".
Presentado este certificado municipal ante el Registro de la propiedad, su titular
procedió ya, sin más reparos, a inscribir como urbanas tanto la finca matriz NUM126
como la finca segregada".
Con ello, en este caso nos encontramos con una actuación del Sr. Romeo, como
particular, gestor que era el encargado de llevar a cabo las gestiones para conseguir
ese fin de obtener la constancia de que el suelo era urbano, pero "de forma
subrepticia" como consta en el hecho probado, y todo ello con el conocimiento del
alcalde, como así consta, al señalar que el sr. Genaro "era plenamente consciente
de su contenido y del destino que se le iba a dar que no era otro que servir de base
para la inscripción como urbana en el registro de esa finca rústica". Y con respecto
al Sr. Jaime consta su imprudencia del art. 391 CP, al reconocer que se emitió
negligentemente por el secretario Jaime, con el visto bueno del alcalde, un
certificado municipal de fecha 08/11/2003 (A 21 8335) en el que tras reproducir
literalmente el contenido de ese informe técnico concluía finalmente que, a la vista
del mismo, la mencionada parcela tenía "la consideración de finca urbana".
En este sentido, como propugna el Fiscal, no estamos en presencia de meras
opiniones profesionales o simples valoraciones personales, sino de verdaderas
mutaciones o alteraciones sobre la verdad del hecho, al referirse el contenido del
documento a calificaciones sobre la naturaleza urbanística de las fincas, realizada
por quien tiene encomendada esta función para dotar al interesado de un título
jurídico, cuando a sabiendas se conocía que no era así, y se llevaban a cabo ad hoc
para beneficio de quienes así lo postulaban para sus fines constructivos, ante los
impedimentos en que se encontrarían si no obtenían esta calificación.
Así, la falsedad ideológica, concebida como faltar a la verdad en la narración de
los hechos y que, por tanto, supone «la atestación de lo que no es verídico», sin que
se requiera para su consumación una intervención física sobre el propio documento,
ya que aquí no se modifica el documento, pero se incluye algo que no es cierto y se
falta a la verdad de forma notoria, notable y a sabiendas, porque es un documento
confeccionado ad hoc para el fin pretendido de dotar de calificación urbana lo que
no lo tenía. No se trata, pues, de que "se opinara" sobre la calificación jurídica del
suelo, sino que se certificaba que lo era, cuando no lo era. No era, pues, una
opinión, sino una clara y crasa alteración de la verdad real para conseguir un
objetivo en el tráfico jurídico.
2.- Pag, 28 de la sentencia:

151
Documento

Pablo era también titular de estas dos fincas rústicas sitas en el Pago
PARAJE002 y Pago DIRECCION007 sobre las que igualmente pretendía efectuar
actuaciones de venta y edificación como si fueran de suelo urbanizable. Y a tal
efecto, el alcalde Genaro, con el fin de facilitar sus propósitos comerciales y pese a
ser consciente de su falta de competencia y de que aquéllas estaban situadas en
suelo no urbanizable, expidió un certificado de fecha 04/07/2003 (A 36-14156) en el
que afirmaba acreditar que con los datos obrantes en el Ayuntamiento y según la
normativa urbanística del municipio tales inmuebles -se refería a concretamente la
parcela NUM110 y a las fincas registrales NUM112, NUM113 y NUM114, integrando
la dos primeras la parcela NUM111 - "tenían carácter de suelo urbano a todos los
efectos por disponer de los servicios de suministro de agua potable, recogida de
basuras, saneamiento, acceso rodado y electricidad"; añadiendo que en base a ello
se les había otorgado licencia de obras, extremo éste que tampoco era cierto pues
las licencias, como veremos a continuación, fueron todas de fecha posterior.
Con ello, el alcalde expide él en este caso el certificado pese a ser consciente de
que el inmueble está en suelo no urbanizable. Concurre la autoría material de la
falsedad y el conocimiento de la inveracidad de lo que hace constar en el certificado.
3.- La actuación del Sr. Genaro en combinación con el Sr. Romeo y con la
colaboración del secretario municipal Sr. Jaime se llevaba a cabo cuando se exigía
la constancia de la calificación urbana de un terreno y se creaba artificialmente el
documento; en virtud de lo cual consta en el HP nº 2 pag, 31 que:
"Se optó por seguir otra estrategia para lograr la inscripción en el Registro de esa
escritura de segregación. Y a tal fin el alcalde emitió, por sí solo, una certificación de
10/02/2003 (A 22-8641) en la que hizo constar que "según las normas urbanísticas
de este municipio tiene el carácter de suelo urbano a todos los efectos, por disponer
de los servicios de suministro de agua potable, recogida de basuras, saneamiento,
acceso rodado y electricidad".
Y acerca de la finalidad de documento falaz, añade a continuación que: con este
nuevo documento la entidad promotora procedió a otorgar nueva escritura pública
de 17/02/2003 (A 22-8632) declarando ahora que la finca afectada era de naturaleza
urbana aportando para justificarlo esa certificación del alcalde que quedó
incorporado a la escritura. Tampoco fue esto suficiente para el Registrador que de
nuevo suspendió la inscripción por considerar que la acreditación de la supuesta
naturaleza urbana del terreno debía efectuarse mediante certificación expedida por
el secretario del ayuntamiento.
Para superar la nueva traba, Romeo procedió a confeccionar en su despacho dos
documentos modelos, uno técnico, destinado a ser suscrito por el arquitecto Donato,
y otro destinado a ser suscrito por el secretario del ayuntamiento con el visto bueno
del alcalde para dar forma al certificado exigido por el Registrador. El primero de
ellos dio lugar a un certificado técnico de fecha 03/02/2004 firmado por el referido
arquitecto y visado asimismo por el colegio profesional en el que la finca se definía
como "urbana por sus dotaciones", al estar provista de "acceso rodado, electricidad,

152
Documento

suministro de agua potable y recogida de basuras" (A 22 8639). Y el segundo


modelo dio lugar al certificado municipal de 01/03/2004 expedido por el secretario
Sr. Jaime con el visto bueno del alcalde en el que reproduciendo el contenido de
ese previo informe técnico se concluía que "a la vista del citado documento la
mencionada parcela tiene la consideración de urbana "(A 22-8641).
Presentado este certificado municipal ante el Registro de la propiedad, su titular
procedió ya, sin más reparos, a inscribir como urbanas tanto la finca matriz NUM121
como las dos fincas resultantes de la segregación, numeradas como NUM337 y
NUM338".
Con ello, se realizaba un modus operandi similar, confeccionando los documentos
el Sr. Romeo para que se ejecutaran finalmente con las firmas de los responsables
que faltaban a la verdad con sus firmas, a sabiendas del operativo que se llevaba
con habitualidad, o lo llevaban a cabo con negligencia.
4.- Hecho probado nº 2 , pag. 33:
"La sociedad titular de esta finca tenía interés en cambiar su condición de rústica
a urbana y, a tal fin, contrató los servicios del acusado Romeo quien, al igual que en
otras ocasiones similares, confeccionó en su despacho un modelo de certificación
destinado a ser suscrito por el arquitecto Donato y que este efectivamente asumió y
firmó con fecha 10/02/2004, y visado del colegio de arquitectos de 20/02/2004, en el
que se hacía constar que la parcela NUM123 se encontraba "dotada con todos los
servicios y suministros de una, finca urbana y bajo esta consideración cuenta con
acceso rodado, electricidad, servicio de agua potable conectada por el ayuntamiento
y servicio de recogida de basura" por lo que la misma se definía como "urbana por
sus dotaciones". Un certificado o informe técnico (A 22-8420) que sirvió de base al
certificado municipal de fecha 16/02/2004 (A 22-8423) expedido por el secretario del
ayuntamiento con el visto bueno del alcalde en el que, a la vista del mismo (cuyo
contenido literalmente se reproducía) se concluía la "consideración de finca urbana"
de la parcela".
De nuevo, se repite la misma mecánica comisiva con intervención primera del Sr.
Romeo en su cooperación para cometer la falsedad en la certificación, ya que el
documento lo elabora éste para que sea firmado sin control alguno posterior sobre
esa calificación que se indica, y haciéndolo un particular que no puede elaborarlos
para que sea firmado por quien tiene autoridad para hacerlo, tanto el informe, como
la certificación del secretario y el VºBº del alcalde. Resulta evidente la inferencia del
concierto y el elemento subjetivo del injusto ante la repetitiva conducta y modus
operandi desplegado.
5.- Hecho probado nº 2, pag. 35.
"La anterior escritura no pudo inscribirse porque faltaba la firma del Secretario y
que, para subsanar el problema, Romeo, encargó previamente al arquitecto Donato
un certificado técnico que éste emitió con fecha 12/09/2003 (A 16-5805) indicando
que la finca estaba dotada de los servicios y suministros propios de una parcela

153
Documento

urbana como acceso rodado, electricidad, agua potable y recogida de basuras,


aunque sin calificar expresamente el terreno como urbano. Y en base al mismo se
emitió negligentemente por el secretario Jaime, con el visto bueno del alcalde, un
certificado municipal de fecha 08/11/2003 (A 21 8335) en el que tras reproducir
literalmente el contenido de ese informe técnico concluía finalmente que, a la vista
del mismo, la mencionada parcela tenía "la consideración de finca urbana".
Consta probado de nuevo que el sr. Romeo ya indica el contenido del informe y el
sentido que debe tener para conseguir que el certificado indique la alteración de la
verdad a los efectos de que opere en el tráfico jurídico a los efectos que pretendía el
interesado, y consta expresamente en el hecho probado la actuación negligente del
Sr. Jaime, quien había reconocido los hechos en el juicio, como así reconoce el
propio Tribunal, aunque pese a este reconocimiento expreso del acusado y de esta
constancia en los hechos probados de la actuación negligente lo absuelve, pese a
recogerse esta actuación imprudente en la confección del documento integrado en
ese modus operandi en el que, por su habitualidad y persistencia, así como por la
repetición, no puede ignorarse de que era un operativo a sabiendas de cómo se
actuaba y de que ese contenido estaba alejado de la realidad acerca de la
naturaleza del suelo.
6.- Hecho probado n°2 (pag.34)
"Poco después, para lograr transformar subrepticiamente la calificación del suelo
en el Registro de la Propiedad, Romeo, siempre con conocimiento del alcalde,
confeccionó en su despacho un certificado municipal de fecha 17/01/2003 a nombre
de este (A 21-8314 y A 21-8326) haciendo constar que la parcela 35 del polígono 3
"según las normas urbanísticas de este municipio tiene el carácter de suelo urbano
a todos los efectos, por disponer de los servicios de suministro de agua potable,
recogida de basuras, saneamiento, acceso rodado y electricidad".
El documento fue impreso en papel con membrete municipal, sellado y firmado
por el alcalde siendo éste plenamente consciente de su contenido y del destino que
se le iba a dar que no era otro que servir de base para la inscripción como urbana
en el registro de esa finca rústica. Y por el mismo procedimiento, es decir previa
elaboración por Romeo y posterior consciente firma del mismo por Genaro, y a .fin
de facilitar así más eficazmente la inscripción pretendida, nuevamente el alcalde
firmó una nueva licencia de segregación con fecha 22/01/2003 (A 21-8317) sobre la
catastral 35, a pesar de que ya constaba esta autorización en el documento
expedido en octubre de 2002, con la única diferencia de referirla ahora sólo
específicamente a la segregación, no a la licencia de obra que también recogía el
referido documento mixto.
Y con estos dos nuevos documentos en su poder, los titulares de la finca
procedieron a otorgar el 12 de junio de 2003 otra escritura notarial de aclaración y
rectificación de la anterior en la que esta vez declararon que la finca matriz se había
transformado en urbana".

154
Documento

Consta la actuación consciente del Sr. Genaro acerca del operativo desplegado
por el Sr. Romeo al objeto de certificar lo que no era tal cual se reflejaba en el
documento, ya que consta expresamente en el hecho probado que todo era "para
lograr transformar subrepticiamente la calificación del suelo en el Registro de la
Propiedad, Romeo, siempre con conocimiento del alcalde". Y esta se refería a la
actuación colaborativa del Sr. Romeo.
7.- Hecho probado nº 2, pag. 37.
"Como en otras ocasiones similares, Romeo procedió a confeccionar en el
ordenador de su despacho (A 21-7964) un documento a nombre del alcalde
consistente en un certificado fechado a 19/02/2003 (A 21-7963), donde se decía que
según los datos obrantes en el Ayuntamiento la finca rústica o suerte de tierra
ubicada en el Pago DIRECCION010, marcada como parcela número NUM130 del
polígono NUM120, "según las normas urbanísticas de este municipio tiene el
carácter de suelo urbano a todos los efectos, por disponer de los servicios de
suministro de agua potable, recogida de basuras, saneamiento, acceso rodado y
electricidad". Este documento fue presentado a Genaro que lo suscribió como
alcalde sabiendo perfectamente la naturaleza rústica del terreno (entre otras cosas,
por estar alejado del casco urbano y rodeado de plantaciones de olivar) y que su
transformación a urbano sólo podía hacerse con la consiguiente modificación del
planeamiento general"
Consta en el hecho probado que el alcalde sabía perfectamente la naturaleza
rústica del terreno y que su transformación a urbano sólo podía hacerse con la
consiguiente modificación del planeamiento general. La alteración de la verdad que
se hacía constar se hacía de modo consciente. No era una mera opinión o
valoración jurídica, había una plena consciencia de que lo que se hacía constar era
incorrecto; se hacía dolosa y conscientemente y consta en el hecho probado. Existe
incorrecta subsunción del hecho probado en el tipo penal.
8.- Hecho probado nº 2, pag 41.
" Romeo fue contratado por la compradora para gestionar la transformación del
suelo en edificable y, como de costumbre, procedió primeramente a confeccionar (A
22-8434) un documento en .forma de certificado del arquitecto Donato, acreditando
que la finca registral NUM143 o parcela NUM146 estaba dotada de todos los
servicios y suministros de una finca urbana ... Y en base a este primer documento el
mismo elaboró a continuación (A22-8432) un certificado municipal de fecha
16/02/2004 a nombre del secretario municipal y con el visto bueno del alcalde
Genaro (A 16-5705) que reproducía literalmente el documento de Donato añadiendo
que la parcela tenía la consideración de urbana, siendo impreso en papel con
membrete municipal y firmado por ambos.
Posteriormente el mismo gestor elaboró del mismo modo, para incluir esta vez la
finca NUM147 o parcela NUM144, el contenido de otro certificado técnico de Donato
de 01/03/2004 (A 16-5707) y de otro certificado municipal de la misma fecha y

155
Documento

sentido (A 16-5706) que igualmente fue firmado por el secretario y el alcalde


Genaro. Certificado que fue posteriormente incorporado a la escritura pública de 27
de abril de 2004 de agrupación de ambas fincas, que dio lugar a la .finca registral
NUM148, ocasión que los otorgantes aprovecharon para declarar que ésta ya era
urbana y así quedó inscrita en el Registro de la Propiedad".
Consta la intervención clara del Sr. Romeo, que era quien elaboraba los
documentos que luego firmaban otros en realidad, destacando en el hecho probado
el nivel de intervención del mismo en toda la estructura operativa, ya que consta que
elaboró él mismo un certificado municipal de fecha 16/02/2004 a nombre del
secretario municipal y con el visto bueno del alcalde Genaro (A 16-5705) que
reproducía literalmente el documento de Donato añadiendo que la parcela tenía la
consideración de urbana, siendo impreso en papel con membrete municipal y
firmado por ambos.
9.- Hecho probado nº 2, pag. 43.
A tal fin Romeo, siguiendo el procedimiento habitual, elaboró en su equipo
informático (A 22-8352) un certificado técnico a nombre del arquitecto Donato ... que
contaba con los servicios y suministros de una finca urbana, con acceso rodado,
electricidad, agua potable y recogida de basuras, extrayendo de ahí la conclusión de
que era urbana por sus dotaciones de conformidad a lo establecido en el artículo 45
de la LOUA, pero obviando, como en supuestos similares, la necesidad de que el
suelo así equipado estuviera expresamente reconocido como urbano en el
planeamiento urbanístico, cosa que aquí no sucedía.
Basándose en este certificado Romeo también, como en otras ocasiones,
confeccionó en su despacho otro (A22-8352) a nombre del secretario municipal, con
el visto bueno del alcalde, dando lugar al certificado municipal de 31/03/2004
(A22-8353) que reproducía el documento de Donato y añadía a modo de conclusión
que "a la vista del citado documento la mencionada parcela tiene la consideración
de finca urbana". El documento fue impreso en papel timbrado del Ayuntamiento,
sellado y firmado por el secretario municipal, que conociendo su procedencia lo
asumió sin, al menos, comprobar la autenticidad del contenido. También fue suscrito
por el alcalde Genaro, siendo éste plenamente consciente, como siempre, de su
contenido y finalidad que este tipo de certificados perseguía: contribuir a modificar a
urbana la consideración de rústica que la finca tenía en el Registro de la Propiedad.
Consta de nuevo la elaboración del documento por el Sr. Romeo, y, sobre todo,
que el secretario municipal, Jaime, conoce su procedencia, y lo que es más
importante al objeto de la condena por la imprudencia del art. 391 CP, que él mismo
reconoció en el juicio que la hubo, y es que consta probado que lo asumió sin, al
menos, comprobar la autenticidad del contenido. Era el Sr. Romeo el que llevaba a
cabo el certificado técnico y certificado municipal y lo pasaba a la firma. Era
cooperador necesario de la falsedad documental que cometía el funcionario o
autoridad ex art. 390.1.4º CP.

156
Documento

10.- Hecho probado nº 2 Pag. 44.


"... también en este caso se pretendió, y se consiguió, al margen del planeamiento
la inscripción en el Registro de la propiedad como urbana de esta finca rústica,
empleando al efecto el mismo doble sistema de certificado técnico y certificado
municipal seguido otras tantas veces, aunque en esta ocasión no consta acreditada
ningún tipo de actividad preparatoria de los mismos por parte de Romeo ... Y,
posteriormente, basándose en este informe técnico, se expidió el correspondiente
certificado municipal de fecha 19/01/2005 (65-21564) firmado por el secretario del
ayuntamiento Jaime con el visto bueno del alcalde Genaro el que se reproducía el
certificado de Donato con el habitual añadido de que la finca era urbana por sus
dotaciones", pero obviando, como en supuestos similares, la necesidad de que el
suelo así equipado estuviera expresamente reconocido como urbano en el
planeamiento urbanístico, cosa que aquí no sucedía, habiendo sido firmado por el
edil con plena conciencia de su contenido y finalidad que, como siempre, era la de
poder lograr la modificación a urbana la consideración de rústica que la finca tenía
en el Registro de la Propiedad. Y, efectivamente, el objetivo se logró pues los
administradores aportaron esa certificación municipal a la escritura pública de 24 de
enero de 2005... de manera que al acceder el título al Registro de la Propiedad
quedó inscrita ya como urbana (60-19768)".
Se incide en el elemento subjetivo del injusto de la conciencia del alcalde de lo
que se estaba haciendo, poder lograr la modificación a urbana la consideración de
rústica que la finca tenía en el Registro de la Propiedad. Ese era el objetivo de
expedir un certificado ajeno y al margen de la realidad del suelo, y se hacía a
sabiendas de que era así, y de que, conociendo el Sr. Jaime el operativo que se
diseñaba, - de ahí que se indique que intervenía negligentemente, como se ha visto-
lo firmaba y no controlaba y expedía el certificado de forma imprudente.
11.- Hecho probado nº 4. Pag 55.
" Como quiera que la finca obraba como rústica en el Registro, los acusados, a fin
de lograr su inscripción como urbana procedieron a actuar concertadamente del
mismo modo que en el caso anterior, emitiendo primeramente Pio (prevaliéndose de
su condición de arquitecto técnico municipal) un informe o certificado técnico de
.fecha 02/02/2006 (70-23022) afirmando la naturaleza urbana de la finca por estar
dotada de los servicios urbanísticos propios de esta clase de suelo que igualmente
sirvió de base a la correspondiente certificación del secretario municipal de .fecha
03/01/2006 (A5¬5749), con el visto bueno del alcalde, en la que igualmente se
dictaminaba esa supuesta naturaleza urbana de la finca, lográndose así la posterior
inscripción en el Registro de la Propiedad como urbana tanto de esta finca matriz
como de las parcelas que se segregaron de ella tras las correspondientes licencias
municipales de segregación y de obra que les fueron concedidas por el alcalde a
sabiendas de su manifiesta ilegalidad constando acreditado como, al menos, nueve
viviendas unifamiliares fueron construidas por la sociedad de los acusados en esas
parcelas no urbanizables segregadas durante, fundamentalmente, el año 2006 y

157
Documento

vendidas posteriormente a terceros...".


Consta la actuación dolosa del alcalde al dictaminar esa supuesta naturaleza
urbana de la finca, lográndose así la posterior inscripción en el Registro de la
Propiedad como urbana.
12.- Hecho probado nº 5, pag 59.
"Y a tal fin, Romeo, al igual que en otras ocasiones similares, procedió a poner en
marcha su habitual modo de proceder redactando en el ordenador de su despacho
dos tipos de documentos en forma de certificado, uno de carácter técnico destinado
a ser suscrito por el arquitecto acusado Donato, y otro de carácter jurídico destinado
a ser suscrito por el secretario del ayuntamiento con el visto bueno del alcalde Y en
el segundo documento, el certificado municipal fechado a 31/03/2004 (A35-13843 y
56-18373), que igualmente fue firmado libremente por el secretario Jaime con el
visto bueno del alcalde Genaro (aunque de modo negligente por parte del primero,
según el Ministerio fiscal y el propio acusado), tras reproducir literalmente el
contenido de ese informe técnico del arquitecto Donato, se añadía también la
conclusión de que esos inmuebles tenían la consideración de fincas urbanas.
El resultado final fue la construcción de tres viviendas en suelo no urbanizable".
Consta, así, el reiterado proceder del Sr. Romeo, redactando él los documentos, y
el segundo para el secretario del Ayuntamiento, Sr. Jaime, reconociendo él mismo la
negligencia en su actuación que se fija así en los hechos probados. Y, además, a
raíz de ello, se declara probado que se construye en suelo no urbanizable en
algunos supuestos.
Pues bien, para la comisión de la falsedad se exige el elemento subjetivo del tipo
penal falsario, y se expresa en la relación de varios párrafos de los hechos probados
donde se indica que el Sr. Genaro era consciente de las falsedades que se señalan,
para certificar la consideración del tipo de suelo y que fuera urbano, cuando no lo
era, destacando que lo conocía, y que existía un modus operandi con el Sr. Romeo
que era quien diseñaba los certificados técnico y jurídico, y la negligencia en la
actuación del secretario municipal que fue asumida por él mismo, como se recoge
en la sentencia.
Nótese que estamos en la vía del art. 849.1 LECRIM que exige el respeto de los
hechos probados, y en las referencias que hemos señalado se enmarcan y
confluyen los elementos del tipo penal de la falsedad del art. 390.1.4º CP, ya que se
altera dolosa y conscientemente en los documentos la realidad de la calificación del
suelo de los terrenos, y ello consta en los hechos probados.
Podría plantearse el debate acerca de si el alcalde tiene capacidad por él solo de
emitir certificados, pero sea como fuere, del resultado de hechos probados se
constata que fueron muchas más las ocasiones en las que se da el VºBº y el
concierto con el Sr. Romeo, -y aquí está la clave de la realización de actos falsarios
con el común acuerdo que lleva a la tipicidad- que aquellas en las que lo firma él

158
Documento

solo, pero debe entenderse que en ambos casos lo que se obtiene de los hechos
probados es una "orquestación" en la mecánica diseñada en la que Romeo operaba
ad extra del Ayuntamiento para preparar la documentación y postular del alcalde
que había interesados en solicitar la expedición de documentos para poder actuar
constructivamente, por lo que ello es lo que movía la conducta del alcalde, a raíz del
envío de Romeo de los documentos, con lo cual había colaboración previa para que
ello fuera así realizado, y lo que luego exigía en estos casos era la conducta del
secretario municipal, que es quien lo certificaba negligentemente, como, -no lo
olvidemos- se reconoce en los hechos probados, y en un caso con la intervención
del Sr. Pio en el engranaje falsario.
Por ello, no se trata de una actuación aislada del alcalde en expedir un certificado,
o en firmar un VºBº en un documento, para postular una inexistencia de "conducta
propia" en la falsedad, sino que la firma en el mismo, o su directa confección del
certificado, que se lleva a cabo en su función de autoridad, y como tal es como
podría dar validez al documento y virtualidad finalística a lo que con él se pretendía,
que no era otra cosa que conseguir la constatación de que era urbano el inmueble y
poder actuar.
No se trataba, así, de una conducta impune de particular como falsedad
ideológica, sino que se hacía dentro de la función pública en el ámbito del concierto
previo del alcalde con el Sr. Romeo para que se actuara siempre como se actuó,
para la confección de documentos para poder actuar ad extra en la edificación, que
es lo que así ocurrió, como veremos ante el motivo nº 2 del Fiscal en donde se
postula que muchos de los que recibieron los documentos y actuaron
constructivamente se entienda que han cometido un delito del art. 319.2 CP, pese a
lo cual el Tribunal los absolvió, y que más tarde tratamos en el FD siguiente.
Se trata, así, de una conducta falsaria diseñada de común acuerdo para que se
librara el certificado con la trascendencia tan relevante que tiene la circunstancia de
que se conseguía el efecto de acceder al registro por la condición de urbano del
terreno, a sabiendas los firmantes de que no era así, y basado en la articulación de
la sistemática que consta en los hechos probados.
Por ello, y esto es relevante a los efectos de la "eficacia" de la firma, no se trata
solo de un "certificado" firmado, y de que el Fiscal acuda a la vía del art. 390.1.4º
CP de falsedad de documentos, sino de que el elemento diferencial que lleva el
certificado al art. 398 CP es la mayor o menor relevancia y trascendencia del
impacto en el tráfico jurídico del documento, resultando evidente el que tiene que se
expida un certificado sobre la condición de un terreno en su consideración de
urbana, "cuando no lo es". Y la constancia en los hechos probados de la expresión
de que se hacía todo con pleno conocimiento permite aplicar el dolo falsario en las
conductas típicas.
En cualquier caso, el alcalde participa directamente en las acciones, y no se trata
de un mero VºBº en el certificado, -ya que se acreditan 8 en esta línea, y 4 en donde
los expide él- sino que era consciente de la trascendencia de su conducta, indicando

159
Documento

su firma en el certificado en la conjunta operación que se hacía, a sabiendas de la


importancia de la conducta del Sr. Romeo y el resto de actividades colaboradoras
para el buen fin de la entrega del certificado a quienes lo pedían, entregando un
documento que era falso para conseguir la constatación registral y alterar la realidad
jurídica inmobiliaria. Hubo, pues, mendacidad falsaria con concierto previo acerca
de la instrumentación tendencial a conseguir entre los intervinientes el libramiento
del documento falso en el que se coordinaba en ese concierto en la confección y
firma para su validez definitiva para su presentación ante quien recababa ese
documento en donde constaba una realidad del suelo distinta a la real. Concierto
previo, pues, cooperación necesaria entre los intervinientes, reparto de roles y
falsedad en su contenido.
Respecto a si el VºBº puede conllevar la actitud falsaria hay que entender que
debe partirse del concierto previo que existía, y si bien a título de autor, bien como
cooperador necesario, cooperó a su ejecución con un acto (la firma en la
certificación) sin el cual la acción falsaria no se hubiera efectuado (no se hubiera
extendido ni producido efectos la certificación inveraz).
2.- Respecto a Romeo, como particular, también se le absuelve por referirse a la
imposibilidad de aplicarle el nº 4 del art. 390 CP y por no poder atribuirse a su
conducta la vía del nº 2 del art. 390 CP.
Pero se ha expuesto anteriormente la actitud del mismo como quien elaboraba
toda la documentación para su firma y es cooperador necesario de la falsedad
documental cometida por el alcalde, que da el VºBº a los certificados y valida con su
firma.
3.- Respecto al Sr. Jaime, como secretario municipal, su conducta se ha expuesto
anteriormente en la intervención ya aceptada por él en su hacer de modo
imprudente de proceder, y que está conexa con todo el iter establecido. Se ha fijado
anteriormente la relación de referencias a la conducta imprudente por la que debe
ser condenado.
4.- Pio, arquitecto técnico municipal.
Consta, así, en los hechos probados que:
1.- HP nº 4, pag 55: Para la inscripción de esta escritura en el Registro de la
Propiedad se hizo necesario un certificado municipal que justificase la naturaleza
urbana de los terrenos, para lo cual los promotores solicitaron y obtuvieron del
ayuntamiento un certificado municipal de ficha 08/09/2005 (59-19285), expedido por
el secretario Jaime con el visto bueno del alcalde Genaro en el que, sobre la base
de un informe técnico de la misma fecha expedido por Pio (esta vez en su nueva
condición de arquitecto técnico municipal que compatibilizaba con la condición de
promotor desorganización) se afirmaba "que la, finca registra! NUM183 de este
término municipal, con arreglo a la normativa urbanística del municipio, tiene la
naturaleza de finca urbana".

160
Documento

Merced a este certificado, el Registrador autorizó la inscripción de esa escritura


pasando a figurar en el Registro de la Propiedad la finca matriz y luego todas las
parcelas segregadas como solares de naturaleza urbana (55-17890 y ss),
procediéndose posteriormente por parte de los acusados Pio y Paulino a vender a
terceros las parcelas segregadas junto con, al menos, ocho viviendas construidas y
dirigidas por ellos, en su condición de arquitectos superior y técnico, figurando entre
las vendidas la que en documento privado de fecha 3 de septiembre de 2003
(A5-1568) se efectuó al querellante en esta causa, Luis María (concretamente la
parcela NUM224, hoy registra NUM287 en que se subdividió la referida finca
registral matriz) junto con la vivienda de 89 m2 con piscina que quedó terminada en
julio de 2004, sin que haya podido quedar acreditado que al hacerlo los vendedores
trataran de engañar a este comprador sobre la verdadera naturaleza urbanística del
suelo que, por otra parte, como ya se ha dicho, no ha quedado tampoco
debidamente acreditada.
El segundo que cita el Fiscal es el referido al HP nº 4, pag nº 57, y es aquí donde,
a diferencia del hecho probado anterior, sí se recoge en el hecho probado de forma
expresa un concierto previo, pero este no puede tener aquí cabida, por cuanto sobre
él se dicta condena por delito del art. 319.2 CP y no puede ser utilizado en este
caso. Sobre ello se trata con motivo del recurso del Sr. Pio.
Con respecto al tercero que cita el Fiscal del HP nº 16, pag 120 consiste en que:
Y para subsanar la calificación negativa del Registro de la Propiedad antes
mencionada los promotores obtuvieron del nuevo técnico municipal Pio un
certificado técnico de fecha 29/12/2005 (en este mismo mes había entrado a
desempeñar estas funciones en el ayuntamiento) que sirvió de base al subsiguiente
certificado municipal de 03/01/2006 (64-21125), expedido por el secretario municipal
Jaime con el visto bueno del alcalde Genaro en el que, reproduciendo el tenor de
ese certificado técnico, se afirmaba que "con arreglo a las normas urbanísticas del
municipio de Alcaucín, tiene la naturaleza de finca urbana". Y, efectivamente, tras
ser presentado en el Registro de la propiedad este nuevo documento, quedó
autorizada la inscripción como solares urbanos de las seis fincas segregadas.
Sin embargo, la redacción del hecho probado no permite tener por reflejada la
falsedad, y por ello no puede integrar una falsedad.
Tampoco lo es, -al no desprenderse con claridad del hecho probado la falsedad-
el referido por el Fiscal de "Los Hechos del epígrafe 34-B. PARAJE004, (Hecho
probado n° 16, pag. 123 PDF) consisten en la emisión de otro informe técnico de
fecha 22/12/2005 en relación a la finca registral NUM323 (parcela NUM322 del
polígono NUM120), ubicada en el referido paraje, realizado por éste acusado como
arquitecto técnico municipal (en el curso de un expediente promovido por la
sociedad titular de esa finca destinado a lograr su modificación a urbana en el
Registro de la Propiedad) que igualmente sirvió de base a un certificado del
secretario municipal de 27/12/2005".

161
Documento

Por ello, con respecto al Sr. Pio, sin embargo, no cabe proceder a estimar el
recurso, al no constar de forma clara la referencia al dolo falsario en su actuación.
Pues bien, respecto al resto de los hechos probados en los tres primeros casos
que, entendemos, que sí integran la falsedad de faltar a la verdad en la narración de
los hechos, en efecto, los destinatarios reales, según establece la sentencia, eran
operadores jurídicos como Notarios, Registradores o responsables del Catastro
Inmobiliario que estaban obligados a asumir como un hecho cierto la situación
jurídica que se acreditaba con el falso certificado municipal, pues carecían de toda
capacidad para decidir si en función de sus circunstancias una finca rústica era o no
equiparable al suelo urbano o urbanizable.
Esos documentos se diseñaron con la única finalidad de incidir en el tráfico
jurídico, proporcionando el respaldo necesario para ejecutar procedimiento tan
simple como el de plasmar en las escrituras públicas de compraventa, segregación
u obra nueva la manifestación de que el suelo rústico ya se había transformado en
urbano, que a su vez constituía la vía idónea para introducir en el Catastro o en el
Registro de la Propiedad una categoría jurídica y económica del suelo que no se
correspondía con la realidad.
Los informes y certificados se redactaron siguiendo un patrón conciso, antes ya
reseñado en una posición de connivencia entre el alcalde y Romeo, que como
particular, cooperaba en la comisión de las falsedades, y que diseñado de forma
apropiada para surtir el efecto pretendido, pues lejos de traslucir dudas sobre la
auténtica naturaleza urbanística del inmueble terminaban con un contundente
párrafo final en el que se afirmaba su condición de urbano, en clara remisión a la
normativa o planeamiento urbanístico de Alcaucín. Estos documentos falsos
resultaban perfectamente idóneos para generar situaciones de error y perjuicios
para terceros de buena fe, con el consiguiente daño al principio de seguridad
jurídica.
En cuanto a la repercusión penológica en cada caso habrá que precisar que se
debe condenar a:
1.- Genaro ha de ser considerado autor de un delito continuado de falsedad en
documento oficial del art. 390.1. 4°.del Código Penal con la atenuante de dilaciones
indebidas como muy cualificada con rebaja en un grado y la pena es de 2 años y 3
meses de prisión, que es la mínima a imponer, multa de 7 meses con cuota diaria
de 6 euros y RCS de 1 día de prisión por cada dos cuotas no satisfechas, e
inhabilitación especial por tiempo de 2 años.
2.- Romeo, debe ser condenado como autor por cooperación necesaria de un
delito continuado de falsedad en documento oficial de los arts. 390.1. 4° y 392 del
C.P con la atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada con rebaja en
un grado y la pena es de 2 años y 3 meses de prisión, que es la mínima a imponer,
multa de 7 meses con cuota diaria de 6 euros y RCS de 1 día de prisión por cada
dos cuotas no satisfechas.

162
Documento

3.- Jaime, ha de ser considerado autor de 6 delitos de falsedad por imprudencia


en documento oficial del art. 391 CP con la atenuante de dilaciones indebidas como
muy cualificada con rebaja en un grado y la pena es de 3 meses de multa por cada
una con cuota diaria de 6 euros y RCS de 1 día de prisión por cada dos cuotas no
satisfechas.
El motivo se estima.
TERCERO.-
2.- Por infracción de ley, al amparo del artículo 849.1° por inaplicación indebida
del artículo 319.2 del C.P. en relación con los acusados Luis Enrique, Pio, Paulino,
Agustín, Carlos Francisco, Modesto, Santiago y Pedro Jesús.
Plantea el Fiscal que "La sentencia a partir de una interpretación errónea y
voluntarista del art. 319.2 CP, elabora toda una injustificada teoría deliberadamente
limitativa del alcance del concepto "no urbanizable", como norma extra penal
heterointegradora del elemento objetivo del injusto que, a la postre, determina la
absolución por la mayoría de los delitos contra la ordenación del territorio objeto de
acusación. En otros casos, frente a la contundencia de los hechos probados, la
absolución se ha fundado en la creencia de los acusados de estar obrando
lícitamente".
Se postula, pues, por la vía del art. 849.1 LECRIM la condena de los acusados
absueltos por delito del art. 319.2 CP de construir en suelo no urbanizable.
Pero ello exige respetar los hechos probados. Debemos recordar a estos efectos
que el cauce casacional elegido implica la aceptación de los hechos declarados
probados en la sentencia impugnada, sin que con base en el artículo 849.1 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal pueda pretenderse una modificación de dicho relato
fáctico, ya que lo que se denuncia es una incorrecta aplicación del derecho al hecho
probado de la sentencia; de ahí que reiterada jurisprudencia de esta Sala haya
afirmado que el recurso de casación por infracción de ley exige el respeto absoluto e
íntegro de los hechos probados en sentencia ( SSTS 171/2008 ; 380/2008 y
131/2016, de 23 de febrero , entre otras).
Con ello, el cauce procesal que habilita el artículo 849.1 LECRIM sólo permite
cuestionar el juicio de tipicidad, esto es, la subsunción proclamada por el Tribunal de
instancia. No autoriza a censurar el sostén probatorio del factum. La discrepancia
que habilita no tiene que ver con el significado y la suficiencia incriminatoria de la
prueba sobre la que se asientan los hechos, sino con la calificación jurídica de
éstos. Por ello, no es este el momento de analizar el soporte probatorio de la
secuencia histórica que la sentencia recurrida reproduce.
Así, esta Sala ha reiterado ( Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal,
Sentencia 849/2013 de 12 Nov. 2013 , Rec. 10038/2013, STS. 121/2008 de 26.2 )
que el recurso de casación cuando se articula por la vía del art. 849.1 LECrim ha de
partir de las precisiones fácticas que haya establecido el Tribunal de instancia, por

163
Documento

no constituir una apelación ni una revisión de la prueba. Se trata de un recurso de


carácter sustantivo penal cuyo objeto exclusivo es el enfoque jurídico que a unos
hechos dados, ya inalterables, se pretende aplicar, en discordancia con el Tribunal
sentenciador. La técnica de la casación penal exige que en los recursos de esta
naturaleza se guarde el más absoluto respeto a los hechos que se declaren
probados en la sentencia recurrida, ya que el ámbito propio de este recurso queda
limitado al control de la juridicidad, o sea, que lo único que en él se puede discutir es
si la subsunción que de los hechos hubiese hecho el Tribunal de instancia en el
precepto penal de derecho sustantivo aplicado es o no correcta jurídicamente, de
modo que la tesis del recurrente no puede salirse del contenido del hecho probado.
Por ello, con harta reiteración en la práctica procesal, al hacer uso del recurso de
casación basado en el art. 849.1 LECrim. se manifiesta el vicio o corruptela de no
respetar el recurrente los hechos probados, proclamados por la convicción
psicológica de la Sala de instancia, interpretando soberana y jurisdiccionalmente las
pruebas, más que modificándolos radicalmente en su integridad, alterando su
contenido parcialmente, lo condicionan o desvían su recto sentido con hermenéutica
subjetiva e interesada, o interpolarse frases, alterando, modificando, sumando o
restando a la narración fáctica extremos que no contiene o expresan intenciones
inexistentes o deducen consecuencias que de consuno tratan de desvirtuar la
premisa mayor o fundamental de la resolución que ha de calificarse técnicamente en
su tipicidad o atipicidad y que necesita de la indudable sumisión de las partes.
En definitiva, no puede darse una versión de los hechos en abierta discordancia e
incongruencia con lo afirmado en los mismos, olvidando que los motivos acogidos al
art. 849.1 LECrim han de respetar fiel e inexcusablemente los hechos que como
probados se consignan en la sentencia recurrida.
Por ello, no es posible la condena que se postula.
Los hechos probados no describen el conocimiento de la ilegalidad de la acción
constructiva, sino que, lejos de ello, achacan el conocimiento solo al alcalde, y de
estar actuando al margen de la legalidad a la hora de certificar como urbano terreno
que no lo era. No se cumple, con ello, el conocimiento de la ilicitud de la conducta,
sino todo lo contrario, ya que las licencias se expidieron y los certificados de
calificación de suelo, de igual modo.
No puede pretenderse que describiéndose en los hechos probados las conductas
sobre las que descansó la actuación del alcalde de librar certificaciones, o firmar su
VºBº acerca del carácter urbano de los terrenos, pueda conllevar la tipicidad de la
conducta de los que los reciben, cuando no consta evidenciado el conocimiento de
la ilegalidad constructiva por la imposibilidad de llevarlo a cabo ante la naturaleza
del terreno, más aún cuando esa naturaleza se expide favorable por quien tenga la
competencia.
Lo que consta en los hechos probados que cita el Fiscal no es el conocimiento de
los particulares acusados de la ilegalidad de actuación, sino de quien entrega las

164
Documento

calificaciones, licencias y certificaciones, por lo que no se puede trasladar a los


particulares la comisión del delito del art. 319.2 CP, cuando actuaron para la
obtención de licencias y certificados administrativos y los obtuvieron.
Y no se trató de una actuación unilateral al margen de la Administración
competente para edificar o construir, a sabiendas de la prohibición expresa de
hacerlo, sino que reclaman y obtienen sus certificados y licencias. Que estas reúnan
luego vicios de ilegalidad no convierte a los que la reciben en autores de un delito
del art. 319.2 CP.
Veamos, en primer lugar, lo que el Tribunal señala, en resumen, respecto a cada
uno de ellos.
1. Luis Enrique
"Realiza obras de infraestructura y segregando parcelas que posteriormente
vendía a residentes extranjeros junto a las viviendas unifamiliares que el mismo
promovía y construía (siete en total) contando con las correspondientes licencias
municipales de segregación y de obras así como con los correspondientes
certificados municipales que indicaban la supuestamente nueva naturaleza urbana
de las fincas.
De las periciales llevadas al plenario, constituidas esencialmente por los peritos
de la junta de Andalucía antes indicados (los mismos que siempre han depuesto en
el juicio a propuesta del Ministerio fiscal) y por el perito de la defensa Sr. Calixto,
cabe inferir que, pese a las licencias y certificaciones de urbana expedidas por el
ayuntamiento, ninguna de las dos fincas (ni tampoco, por ende, las parcelas
segregadas) reunía las características suficientes (entre otras cosas, por la falta de
precisión y nitidez de las orto fotos de aquella época para detectar debidamente los
suministros) para encajar en el concepto legal de suelo urbano (ni aun flexiblemente
interpretado a efectos penales) que, a falta de planeamiento vigente, venía entonces
respectivamente determinado por los ya comentados artículos 10 de la ley de 1992,
45 de la LOUA y 8 de la estatal ley de 1998, lo cual, por ministerio de la ley, hace
situar automáticamente aquellas en la categoría de suelo no urbanizable si bien en
el presente caso su proximidad al núcleo de población de Puente de Don Manuel
(admitida por la propia acusación) y la ausencia de dato o indicio alguno que permita
razonablemente concluir la concurrencia de ciertos valores especiales justificativos
de su preservación debe inducir a considerar estos terrenos como suelo no
urbanizable común y, por tanto, ajenos a la tutela penal.
Lo expuesto es más que suficiente para abocar a un pronunciamiento absolutorio.
Pero en el presente caso conviene añadir, a mayor abundamiento, que, aun en la
hipótesis de que esos terrenos no urbanizables merecieran ese más alto grado de
tutela, la absolución sería igualmente obligada merced a la, cuanto menos, dudosa
falta de concurrencia del elemento subjetivo del delito, es decir de ese inexcusable
dolo del acusado de haber actuado ilícitamente.

165
Documento

Porque, en efecto, además de haberlo alegado así reiteradamente el propio


acusado (aduciendo que siempre tuvo la certeza de que las obras eran legales y
autorizables), en el presente caso concurren una serie de circunstancias que
permitirían razonablemente inferir la existencia de un error de tipo ( artículo 14.1 CP)
acerca de uno de los elementos normativos (carácter urbanizable o no del suelo)
que conforman esta clase de delitos y que debe excluir su responsabilidad criminal
aun en el supuesto de que hubiere podido ser vencible, por no admitir esta
infracción la modalidad culposa. Y decimos esto, entre otras razones, porque como
consta documentalmente acreditado en autos, a éste acusado (promotor de
profesión pero con unos estudios muy básicos que han quedado evidenciados en
sus diversas declaraciones plenarias) se le concedieron, sin ningún tipo de tacha,
todas las licencias necesarias para llevar a cabo sus operaciones tanto de
segregación como de edificación, por lo que no tenía por qué objetivamente dudar
de la validez de las mismas, dada la presunción de legalidad que tienen los actos
administrativos y que subjetivamente tenía también razonable soporte en la propia
ubicación de los terrenos junto a zona urbanizada. Y porque además, tras la
adquisición de las fincas como rústicas, dejó en manos de los técnicos (uno de ellos
arquitecto de la Diputación Provincial de Málaga) un expediente de modificación de
elementos de las normas subsidiarias de planeamiento (que generalizadamente se
creían vigentes) que fue aprobado inicialmente por el ayuntamiento en febrero de
2000 y de cuya posterior declaración de caducidad nunca tuvo este conocimiento
(tal y como sostiene el propio Ministerio fiscal en su escrito de acusación, folio
25.720), no afectando para nada a este elemento subjetivo del tipo el que, tal y
como se infiere de los artículos 96 y 149 LOUA, (y ha recalcado también la
jurisprudencia contencioso administrativa), esas licencias nunca debieran habérsele
concedido al amparo de esa simple aprobación inicial del expediente de
modificación de las NNSS por constituir este un mero planeamiento futuro que, por
lo demás, nunca llegó a ser aprobado definitivamente".
Con ello, contó con las licencias municipales de segregación y de obras así como
con los correspondientes certificados municipales que indicaban la supuestamente
nueva naturaleza urbana de las fincas.
Y, además, respecto de éste lo que consta en los hechos probados es que
Entretanto, y sin que conste fuera consciente de estar actuando ilegalmente, Luis
Enrique desarrolló durante los años 2000 a 2007 en estos suelos rústicos dos
urbanizaciones conocidas como URBANIZACION003 y Cortijo DIRECCION012,
realizando obras de infraestructura y segregando parcelas que en su mayoría
vendía a residentes extranjeros, normalmente junto a las viviendas unifamiliares que
él mismo promovía y construía (siete en total). Todo lo cual contó con la anuencia
del alcalde Genaro, que de forma sistemática fue otorgando a dicho promotor todas
las licencias de segregación y de obra que le solicitaba a sabiendas de su
manifiesta ilegalidad
En efecto, a este acusado se le concedieron sin ningún tipo de tacha todas las
licencias necesarias para llevar a cabo sus operaciones tanto de segregación como

166
Documento

de edificación, por lo que no tenía por qué objetivamente dudar de la validez de las
mismas, dada la presunción de legalidad que tienen los actos administrativos. No
puede pretenderse que opere un delito esencialmente doloso contra la ordenación
del territorio, cuando existe la confianza y creencia "plena" de estar en la legalidad
por haber actuado conforme a derecho, ya que cuestión distinta si las actuaciones
de los que pertenecen a la Administración han incurrido en ilícito penal. No hay
conocimiento de la ilegalidad de la conducta. El conocimiento es del alcalde.
2.- Pio y Paulino.
En una primera actuación se recoge por el Tribunal que:
"Tras obtener la correspondiente licencia municipal de segregación, a otorgar
escritura pública de segregación de 07/07/2005 (A5-1575) en la que, al amparo de
esas licencias, declararon como urbana esa finca matriz de la que desgajaron las 24
parcelas destinadas a la construcción de las respectivas viviendas y para cuya
posterior inscripción en el Registro de la Propiedad se hizo necesario una
certificación del secretario municipal de fecha 28/10/2005 (59-19286) cuya
calificación de urbana tuvo como único apoyo técnico un informe municipal previo
emitido, precisamente, por el propio interesado Sr. Pio...
...no habiendo podido quedar acreditado (debido sobre todo a las deficiencias de
las orto fotos) que no dispusiera de todos los servicios y suministros exigidos por las
leyes urbanísticas (los ya mencionados artículos 10 de la ley de 1992 , 45 de la
LOUA y 8 de la ley del suelo de 1998 ) para poder integrar la categoría de suelo
urbano.
En una segunda actuación consta que se obtiene "una certificación del secretario
municipal de fecha 01/12/2005 (55-17979) en la que se dictaminaba esa supuesta
naturaleza urbana de la finca, lográndose como consecuencia de ello tanto la
inscripción de esa finca en el Registro de la Propiedad en calidad de urbana como
también, con esa misma naturaleza, las de todas las parcelas que sucesivamente se
segregaron de esta finca matriz previa expedición por el ayuntamiento de las
correspondientes licencias de segregación y de obra. Y consta igualmente
acreditado (centrándose aquí la acusación por este concreto delito) como, al menos,
siete viviendas unifamiliares y otra pluri familiar (consistente en un edificio de tres
plantas y 10 apartamentos) fueron construidas en esas parcelas y vendidas a
terceros durante los años 2004 a 2008".
En una tercera actuación se obtiene "certificación del secretario municipal de
fecha 03/01/2006 (A5-5749) en la que igualmente se dictaminaba esa supuesta
naturaleza urbana de la finca, lográndose así la posterior inscripción en el Registro
de la Propiedad como urbana tanto de esta finca matriz como de las parcelas que se
segregaron de ella tras las correspondientes licencias municipales de segregación y
de obra".
Respecto de los hechos a que se refiere el fiscal, -ya que hay otro del que existe

167
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condena y sobre el que se tratará en relación a los recursos interpuestos por los
condenados por el mismo ex art. 319.2 CP- no puede existir, tampoco, en este caso,
un delito del art. 319.2 CP, cuando la actuación administrativa se tramitó para la
obtención de los permisos y licencias correspondientes. Cuestión ajena a la tipicidad
en el ámbito de la exigencia del dolo preciso de actuar por los acusados es que los
acusados estuvieran confiados en su correcto actuar con independencia de que se
pueda declarar, o no, la ilicitud de esas concesiones.
3.- Agustín y Carlos Francisco.
Lo mismo cabe decir que consta en las letras D) y E) pags 233 y ss de la
sentencia.
Señala el Tribunal que "debemos llegar necesariamente a una conclusión
absolutoria respecto de ambos acusados porque sin necesidad de tener que entrar
en el examen del elemento subjetivo del tipo (respecto del que no hay indicios
suficientes de confabulación de estos con el alcalde para obtener la licencia de
obras ni de que tuvieran motivos bastantes para dudar de su presunción de
legalidad), no es posible apreciar la concurrencia del elemento normativo porque si
bien es cierto que la no contigüidad de este terreno al casco urbano de Alcaucín
impide catalogarlo de urbano, pese a la flexible interpretación que a efectos jurídico
penales hemos propuesto acerca de este concepto legal, tampoco su automática
consideración legal de suelo no urbanizable permite ser enmarcada entre los
merecedores de especial tutela penal habida cuenta el entorno antes descrito sino,
por el contrario, en la categoría de suelo no urbanizable común y, por ende, ajeno al
tipo penal".
Consta, por ejemplo, en los hechos probados, entre otras referencias en la misma
línea expuesta que
... Agustín obtuvo del arquitecto Victor Manuel (ya fallecido) un certificado que
dictaminaba que podía considerarse como solar urbano a la vista de los servicios y
suministros de que disponía. Y sobre la base de este certificado obtuvo del
ayuntamiento el correspondiente certificado municipal expedido por el secretario del
ayuntamiento Jaime con el visto bueno del alcalde Genaro en el que, reproduciendo
el contenido de ese informe técnico avalaba esa consideración de urbana de la
finca....
al presentarse la escritura en el Registro de la Propiedad 1 de Vélez Málaga, el
Registrador (al igual que en otros supuestos similares) suspendió la inscripción por
estimar que el certificado municipal incorporado a la escritura no acreditaba el
cambio de naturaleza del inmueble. Para subsanar el problema, obtuvo el
interesado un nuevo certificado municipal donde el secretario municipal, con el visto
bueno del alcalde, refería que la propiedad descrita en esta y en otra escritura
pendientes de inscripción "se corresponden con los certificados emitidos por este
Ayuntamiento, con la consideración de declaración de .fincas urbanas", logrando así
que se tuviera por subsanado el defecto y que el 11 de abril de 2006 quedara

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inscrito el inmueble como finca urbana, sin previamente haberse producido una
modificación del planeamiento....
...A la vista de este informe oficial favorable en el que Donato simuló
mendazmente la intervención de este otro arquitecto provincial, incluida su ,firma, el
alcalde Genaro dictó resolución aprobando el Estudio de Detalle, aunque
condicionando tal aprobación a la aprobación definitiva del nuevo planeamiento
Revisión-Innovación de las NNSS aunque ello no fue obstáculo para que la
corporación municipal consintiera a Agustín la terminación de su obra.
Es decir, todo en la misma línea ya expuesta. Pero, como venimos exponiendo, la
clave la encontramos en la repetición de las conductas de la Administración que
hacen excluir el dolo de los acusados, con independencia de que al final se
evidencie el carácter no urbano de la licencia que recibieron en principio. Sobre
todo, al destacar que no hay indicios suficientes de confabulación de estos con el
alcalde para obtener la licencia de obras. No consta probada, y el tribunal no llega a
esa convicción una confabulación de los particulares a la hora de obtener los
documentos de la Administración. Ni colaboración del art. 392 CP con falsedad del
art. 390.1.4 CP cometida por funcionario público o autoridad. De suyo, se les
acusaba, incluso, de delito continuado contra la ordenación del territorio. Pero sin
establecer nexo de conexión con actuaciones de la Administración.
4.- Santiago y Modesto.
Llega el Tribunal a la conclusión absolutoria por "la abundante documental, las
declaraciones de los propios acusados (sustancialmente reconocedoras de
documentos y otros hechos objetivos como los contratos de compraventa de las
fincas, informe técnico del arquitecto, documentos oficiales del ayuntamiento,
convenio urbanístico con el mismo etc.) y la pericial depuesta por los mencionados
inspectores de la Consejería de Urbanismo de la Junta de Andalucia, además de
diversas testificales de muy inferior o escasa relevancia para los hechos (con la
mitigada excepción, tal vez, del testimonio de Tatiana".
Añade que "Confiado en esas expectativas, que Modesto, tras contrastarlas con
el ayuntamiento, consideró suficientemente fundadas al venir avaladas incluso con
un certificado del alcalde (sin fecha de emisión) que expresamente definía esos
terrenos como suelo urbano consolidado por estar dotados de todos los servicios
urbanos y conectado al casco urbano con un vial en ejecución (44- 400), el citado
promotor se decidió a firmar ese documento de compra convencido de que podría
llevar a cabo el proyecto básico de promoción de 156 viviendas...".
"Ha quedado acreditado, a la vista fundamentalmente de la pericial urbanística
depuesta en el juicio por los peritos inspectores de la junta de Andalucía (quienes
han ratificado sus dos informes precedentes números 116/11 y 43/15-este último
aportado al rollo de sala-) y de las orto fotografías y CD de imágenes aportadas por
estos al plenario y otras fotografías aportadas por los vendedores durante la
instrucción (A13- 4526 y siguientes) que los terrenos donde se inició esa edificación

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estaban cerca, aunque no contiguos, al casco urbano de Alcaucín (aunque rodeado


de otras parcelas aparentemente no dedicadas a ningún tipo de explotación agrícola
o ganadera y alguna de ellas urbanizada) comunicando con aquel por un vial de
circunvalación que antes de comenzar las obras había sido enteramente culminado
y asfaltado por Modesto en virtud del convenio urbanístico con el ayuntamiento
suscrito primeramente por la empresa vendedora".
Reseña el Tribunal actuaciones administrativas llevadas a cabo en los mismos
términos antes expuestos.
5.- Pedro Jesús
Se recoge en el HP nº 16 pag 116 y ss que:
"El promotor Pedro Jesús conocía la verdadera naturaleza no urbanizable del
suelo, también reflejada en los proyectos de obra, original y modificado
(primeramente fue para 41 viviendas y después se rectificó por el de 43) que él
mismo aportó al Ayuntamiento con la solicitud de licencia de obras que presentó, en
cuya declaración de circunstancias y normativa urbanística el arquitecto redactor
hizo constar que el proyecto no se ajustaba a la normativa urbanística aplicable.
A pesar del probado carácter no urbanizable del suelo, consta en autos que el
alcalde Genaro, en la resolución que puso fin al expediente concedió a Pedro Jesús
la licencia de obras solicitada si bien no consta en autos dicho documento ni el
concreto contenido de la misma así como las circunstancias en que se otorgó (más
concretamente si fue o no precedida de informes técnicos y jurídicos), como
tampoco que el edil la concediera enteramente convencido de su manifiesta
ilegalidad pues, entre otras cosas, obraban en la corporación municipal
antecedentes de concesión de una muy antigua licencia para la construcción de 18
viviendas en ese mismo lugar (que nunca se llevó a efecto) y también, más
cercanos en el tiempo, un certificado municipal expedido por el secretario del
ayuntamiento con el visto bueno del alcalde a instancias del mismo promotor en el
que literalmente se indicaba que la finca en cuestión se encontraba "ubicada en el
núcleo urbano de Alcaucín, en la zona calificada como NI" (certificación que aquél
había solicitado con la idea de cambiar a urbana en el Registro de la propiedad el
carácter rústico con que figuraba inscrita) y también otro certificado municipal
igualmente expedido por el secretario del ayuntamiento que asimismo venía a
reiterar la consideración de urbana de la finca.
El terreno sobre el que se llevó a cabo parte de la construcción proyectada
procedía mayoritariamente de la antigua finca registral NUM289, de 3.704 m2 de
extensión
El resto de la construcción promovida se asentó sobre las antiguas fincas que
Torrebiznaga SL compró a Belcampo SL en escritura pública de 4 de enero de
2005, agrupándolas después a la finca número NUM289.
Esta escritura de compraventa también fue aprovechada por Pedro Jesús para

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introducir del mismo modo un cambio de rústica a urbana de los dos inmuebles
recién adquiridos, a cuyo efecto también obtuvo previamente otro certificado
municipal de urbana expedido por el secretario del ayuntamiento con el visto bueno
del alcalde en el que se indicaban que esas dos fincas registrales "para las que
(según se aclaraba) ya en 1993 se había solicitado licencia de obras" constituían
"suelo urbano ubicado dentro del núcleo de Alcaucín en zona calificada N1".
No acabaron aquí los certificados municipales de urbana que Pedro Jesús logró
obtener del ayuntamiento conforme los iba precisando para su promoción y venta de
viviendas construidas. Pues, efectivamente en diciembre del mismo año 2004 la
corporación le expidió otro certificado municipal en el que, sobre la base de otro
certificado técnico emitido por Donato, se volvía a reiterar el carácter urbano de las
fincas por estar supuestamente dotadas de todos los servicios previstos en el
artículo 45 LOUA.
Y, asimismo, en el año 2006 mientras seguía desarrollándose la promoción Villas
Toboso, le fue expedido otro certificado municipal, firmado por el secretario Jaime
con el visto bueno del alcalde Genaro en el que, sobre la base de otro certificado
técnico, emitido esta vez por el acusado Pio (en su condición entonces de arquitecto
técnico municipal) se volvía a reiterar en similares términos el carácter urbano de la
finca por encontrarse en suelo urbano y colindantes con el núcleo urbano
consolidado en la zona calificada como N1 invocándose de nuevo disponer de los
servicios previstos en el artículo 45 LOUA".
Señala aquí el Tribunal que su ubicación tan próxima al núcleo urbano y la no
acreditada carencia de todos los servicios esenciales de acceso y suministro propios
de una finca la sitúan el mismo en esa franja intermedia que a los solos efectos del
artículo 319.2 CP hemos venido considerando en este mismo fundamento jurídico
como de no urbanizable común exclusivamente merecedor de la correspondiente
tutela sancionadora administrativa".
Sin embargo, una cosa es que conozca la "inicial" condición del suelo y otra que
después, como así ha ocurrido, obtenga los correspondientes certificados y licencias
que constan, lo que excluye el dolo en su conducta acerca de la ilicitud de su
actuación ante la validación administrativa de sus operaciones.
Con respecto al dolo en este delito debemos decir que la cuestión se reduce más
a la "creencia" de estar actuando correctamente como excluyente del dolo, ya que
obtuvieron licencias y certificados en las conductas de quienes constan en el FD
precedente, lo que lleva la cuestión no tanto a que no supieran que el suelo era no
urbanizable, sino a que creían que estaban actuando correctamente por los trámites
llevados a cabo que constan en los hechos probados.
Con respecto a ello hemos señalado que: ( Tribunal Supremo, Sala Segunda, de
lo Penal, Sentencia 88/2018 de 21 Feb. 2018 , Rec. 779/2017):
"El desconocimiento exacto de la calificación jurídica que merece su proceder
constituye un error de subsunción penalmente irrelevante, que no impide la

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responsabilidad penal del agente conforme a la calificación jurídico-penal correcta,


pues dicha responsabilidad penal no requiere el conocimiento de la subsunción
jurídica precisa, sino únicamente el de la ilicitud de la conducta; de la que era
plenamente consciente, a través de los reparos de legalidad referidos".
Sin embargo, este caso es diferente, porque, precisamente, se activaron los
mecanismos para obtener la licitud y se fueron expidiendo licencias y certificados, lo
que aleja el conocimiento claro y palpable de la ilicitud de la conducta. Y, además,
no concurriría el dolo en cualquiera de sus clases: directo de primer grado o
intención, o dolo directo de segundo grado o de consecuencias necesarias, o dolo
eventual.
En cualquier caso, señalamos en la sentencia del Tribunal Supremo, Sala
Segunda, de lo Penal, Sentencia 676/2014 de 15 Oct. 2014 , Rec. 411/2014 que:
"Las intenciones, el conocimiento de una circunstancia o realidad, los elementos
internos, las creencias, ... son hechos, aunque hayan de fijarse normalmente (salvo
confesión) por prueba indiciaria o indirecta. A eso llamamos inferencias: a la
deducción de intenciones a través de prueba indirecta o indiciaria. Pertenecen a la
quaestio facti. Franqueadas las puertas de la casación al control de la prueba
indiciaria a través de la presunción de inocencia y las reglas del art. 386 de la Ley
de Enjuiciamiento Civil , se canceló la utilidad que pudo tener en su día esa doctrina
del TS (inferencias revisables por el cauce del art. 849.1º LECrim que, además,
permitía revisarlas también en contra del reo y no solo vía presunción de inocencia).
En la actualidad esa añeja construcción se presenta como inconciliable con las
pautas marcadas desde el TEDH e implementadas en nuestro ordenamiento
paulatinamente. Los elementos internos están dentro de la cuestión fáctica. El
acuerdo de 19 de diciembre de 2012 de esta Sala es aplicable también a esta
materia de la "intencionalidad" o de la convicción o conocimiento equivocado con el
que pueda actuar un persona ( STC 205/2013, de 5 de diciembre ).
Esa creencia en sí es un elemento fáctico. Su valoración queda fuera de la
capacidad de revisión del Tribunal superior".
Pero pese a que el Fiscal postula ese conocimiento de la ilicitud de los
responsables de la Administración, ello no consta, sino solo las conductas antes
referidas en el FD nº 2 y las relativas a la concesión de las licencias, pero nada al
respecto de la implicación en ellas de los particulares, respecto de los cuales no se
actúan. Ellos mueven la conducta de la Administración, precisamente, para no caer
en la ilegalidad de actuar en suelo rústico, y es por ello, que actúan, pero sin poder
entrar ahora en si se trata de suelo no urbanizable, y si la actuación de la
Administración podría modificar su estado, ya que en realidad recibe licencias y
certificaciones y ello aleja de este "escenario" del derecho penal la vía del art. 319.2
CP.
No consta que los acusados tuvieran un cabal conocimiento de que la concesión
de las distintas licencias y entrega de certificados contrariaba una legalidad
administrativa que vetaba la construcción de viviendas en terrenos que tenían la

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naturaleza de suelo rústico, así como que pudieran segregarse fincas rústicas y
atribuir una posibilidad de promoción inmobiliaria que no cabe en el suelo no
urbanizable, ya que el conocimiento solo constaba en quienes lo tramitaban, no en
quienes lo recibían. Y no se puede suponer ello en contra del reo. Ni si el carácter
del suelo impide, o no su transformación mientras reciban autorizaciones que están
revestidas de las formalidades legales de aparente autorización. A los acusados no
puede exigírseles la condición de expertos administrativistas que conozcan la
característica técnica que conlleva esa declaración del suelo, sino, tan solo, que en
caso de querer construir se dirijan a la Administración competente, y eso es lo que
hicieron.
No se trata aquí de que sin postular movimiento alguno ante la Administración
competente actúen con la posibilidad, remota, o no, de que la edificación fuese
autorizable, sino que lo que hacen es acudir a aquella y obtienen las validaciones,
como consta en los hechos probados.
En cualquier caso, es preciso matizar que dado que es una absolución en este
caso no se desprende la misma claridad que en el motivo anterior la gravedad de la
colaboración de los absueltos en este caso, ya que no queda claro si la
"connivencia" de los responsables penalmente citados lo era con estos también, por
lo que la característica de una absolutoria y la no claridad del hecho probado lleva a
la Sala a desestimar el motivo, pese a las dudas suscitadas sobre si existió esa
connivencia con los particulares que por la duda existente llevaron a la absolución y
en este caso a la desestimación del motivo.
El motivo se desestima.
CUARTO.-
3.- Por infracción de ley al amparo del artículo 849.1° de la Lecrim , por aplicación
indebida de la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas del art. 21.6 del
Código Penal , en relación con los hechos cometidos por todos los condenados y
por los acusados cuya absolución es objeto del presente recurso.
Se alega por el Fiscal que "se aprecia el Tribunal la citada atenuante como muy
cualificada, por el mero dato de que la sentencia recae diez años después de la
incoación del procedimiento, aunque no se señala ningún periodo concreto de
paralización del trámite pese a que reconoce que la causa ha sido "especialmente
compleja con muchos acusados, acusaciones particulares y múltiples hechos
delictivos objeto de acusación".
Se sostiene "que la apreciación de esta circunstancia infringe abiertamente la
interpretación jurisprudencial del precepto en cuestión pues no se han producido
paralizaciones o tiempos muertos atribuibles al órgano judicial y la duración total del
proceso no ha superado el estándar de lo razonable, máxime teniendo en cuenta
que el procedimiento es anterior a la reforma en 2015 de las normas procesales que
obligaban a agrupar todos los delitos conexos en la misma causa. Se añade que no

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se refieren paralizaciones y que el tiempo invertido en la investigación y


enjuiciamiento excede de lo óptimo e incluso de lo deseable.
Señala el Tribunal en el FD nº 31 que:
"Dado el largo tiempo transcurrido desde que se cometieron los hechos aquí
enjuiciados, algunos de los cuales se remontan al año 1999, y la considerable
duración que igualmente ha tenido esta causa desde que se inició por auto de 19 de
septiembre de 2008, es de apreciar el presente caso la atenuante muy cualificada
de dilaciones indebidas que en la modalidad analógica que el código penal vigente
al tiempo de los hechos contemplaba implícitamente en el artículo 21.6 y que, tras la
reforma operada por la LO 5/2010 , se consagra expresamente en el mismo
apartado de este precepto exigiendo literalmente para su apreciación una "dilación
extraordinaria e indebida en la tramitación del procedimiento, siempre que no sea
atribuible al propio inculpado y que no guarde proporción con la complejidad de la
causa". Y es que, en efecto, ya mucho antes de la entrada en vigor de esta reforma
legal, nuestro Tribunal Supremo, desde el Acuerdo del Pleno no jurisdiccional de la
Sala segunda de 21 mayo 1999, venía declarando que el retraso indebido en el
enjuiciamiento, vulnerador del derecho fundamental consignado en el art. 24.2 CE ,
debe ser compensado en la exigencia de responsabilidad penal mediante la
aplicación de la entonces atenuante analógica del art. 21.6 CP (v. SSTS de 8 de
junio de 1999 , 30 de diciembre de 2002 , 7 de febrero de 2005 , 8 de enero de 2008
, 29 septiembre 2008 y 12 diciembre 2008 , entre otras), aclarando también que
aunque el derecho fundamental a un proceso sin dilaciones indebidas no es
identificable con el derecho al cumplimiento de los plazos procesales sí que impone
a los órganos judiciales el deber de resolver en un tiempo razonable ( art. 14.3
PIDCyP y art. 6.1 CEDH ) precisando, no obstante, que en esta materia no hay
pautas tasadas por lo que en cada ocasión habrá que estar a las precisas
circunstancias y vicisitudes del caso, con objeto de verificar en concreto si el tiempo
consumido en el trámite puede considerarse justificado por la complejidad de la
causa o por otros motivos que tengan que ver con ésta y no resulten imputables al
órgano judicial. En particular, debe valorarse la complejidad de la causa, el
comportamiento del interesado y la actuación de las autoridades competentes (
STEDH de 28 de octubre de 2003 , caso González Doria Duran de Quiroga c.
España y STEDH de 28 de octubre de 2003 , caso López Solé y Martín de Vargas c.
España, y las que en ella se citan).
Y ninguna duda cabe que la presente causa ha sido y es especialmente compleja,
con muchos acusados, acusaciones particulares y múltiples hechos delictivos objeto
de acusación. La propia extensión y prolijo cumulo de circunstancias que integran el
relato fáctico y alto número y densidad de los fundamentos jurídicos lo deja en
evidencia sin necesidad de tener que efectuar más alarde argumental. Por otra
parte, este retraso en la resolución definitiva del procedimiento no es atribuible en
modo alguno al comportamiento procesal de los interesados, en especial de los
acusados, quienes han mantenido una conducta de plena sujeción al procedimiento
como tampoco cabe atribuir a los órganos judiciales más responsabilidad en esta

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dilación que la que emana de la desbordada agenda, carga de trabajo y penuria


estructural a la que lamentablemente están sujetos, en general, los órganos
jurisdiccionales penales de este país y que se hace más patente que nunca a la
hora de afrontar macro causas de esta magnitud. Circunstancias éstas que, pese a
constituir una indiscutible realidad, en modo alguno pueden servir de fundamento
justificativo para no apreciar esta atenuante pues ello supondría tanto como dejar
vacío de contenido ese derecho fundamental del justiciable a obtener una tutela
judicial efectiva en un tiempo razonable, no siéndolo, en modo alguno, pese a la
reiterada complejidad de la causa, que esta respuesta judicial en primera instancia
se haya tenido que producir casi a los 10 años de incoarse el procedimiento.
Consecuentemente, deberá apreciarse para todos los acusados, incluidos, por
estrictas razones de equidad e igualdad en la aplicación de la ley, los que ya
prestaron conformidad a la acusación, la referida atenuante analógica de dilaciones
indebidas en el grado de muy cualificada con las consiguientes consecuencias
punitivas previstas en el artículo 66.1.2a CP y que, en el presente caso y a la vista
de las circunstancias expuestas, deberá conllevar la imposición de la pena inferior
en un grado a la señalada por la ley para el correspondiente tipo penal y, dentro de
ella, en la concreta extensión que después se dirá a la vista de la entidad y
circunstancias de cada hecho delictivo que detalladamente se describen en el
factum y a la carencia, en cualquier caso, de antecedentes penales por parte de los
autores de los hechos.
Como se lee en la STS n° 941/2016, de 15 de diciembre , "En nuestra STS
578/2016 de 30 de junio , con cita de las STS n° 586/2014 de 23 de julio y n°
126/2014 de 21 de febrero recordábamos la doctrina de esta Sala conforme a la
cual: Si para la atenuante ordinaria se exige que las dilaciones sea extraordinarias,
es decir que estén "fuera de toda normalidad"; para la cualificada será necesario
que sean desmesuradas. Y en la STS 357/2014 de 16 de abril insistimos: si la
atenuante simple exige unos retrasos extraordinarios, para su cualificación, habrá
de reclamarse mucho más: una auténtica desmesura que no pueda ser explicada.
Atenuante ordinaria requiere dilación extraordinaria, ("fuera de toda normalidad");
eficacia extraordinaria de la atenuante solo podrá aparecer ante dilación
"archiextraordinaria", desmesurada, inexplicable.
Y entre los criterios que debemos analizar para la constatación de esa
desmesura, cabe acudir no solamente, en cuanto a la duración, al tiempo
extraordinario desde la perspectiva global del total procedimiento, sino a otros más
específicos: como la pluralidad y dimensión de los periodos de paralización o
ralentización.
La cualificación también reclama que la falta de justificación sea más ostensible o
de mayor entidad que la considerada para la atenuante ordinaria" [...] Para la
calificación de la atenuante como muy cualificada, la Jurisprudencia del Tribunal
Supremo ha contemplado demoras o paralizaciones cuya suma sea superior a
varios años. En tal sentido, SSTS 655/2003 para nueve años; 291/2003 para ocho
años, en el mismo sentido 71/2009 ; 883/2009 se refiere a la cuasi prescripción o

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238/2010 para cuatro años y ocho meses ".


Pues bien, en el caso de autos, cuya instrucción no puede calificarse de sencilla
en tanto que se inició con la investigación de varios hechos que requirieron la traída
a la causa de copiosa documental, señalar que los periodos en los que no avanzó la
instrucción, nunca superaron los cinco meses, siendo en su mayoría de tres meses
o poco más. Y en cualquier caso el cómputo de esa paralización en su conjunto, no
se aproxima a lo que jurisprudencialmente ha merecido ser reputada como
paralización desmedida que justificaría calificar la atenuante (que sí acogeremos
como simple) como cualificada. Esto en relación al delito de fraude".
Pues bien, la duración de diez años del procedimiento permite al Tribunal aplicar
la atenuante en su modalidad de muy cualificada. Nótese, de todos modos, que en
su opción de aplicar la rebaja de la pena en uno o dos grados lo hace en uno, y es
correcta la opción de acudir a la vía de muy cualificada por la duración de diez años,
ya que ninguna intervención en su duración han tenido los acusados, y aunque la
causa sea complejo es absolutamente innegable que un plazo de, nada menos que
diez años, supone una duración excesiva de una causa, aunque se trate compleja.
Respecto a los periodos de duración esta obligación lo es para cuando se postula
la atenuante para valorar si con retrasos puntuales en el procedimiento, fuera del
marco global conceptual desde "inicio a sentencia" podrían existir lapsos de
paralización que hagan merecer la aplicación de la atenuante.
De lo que se trata es de valorar si la motivación acerca del "merecimiento" de la
atenuante por excesiva duración es correcta. Así, se ha señalado por esta Sala del
Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia 668/2019 de 14 Ene. 2020
, Rec. 2149/2018 que:
"La individualización penológica encierra un ámbito de discrecionalidad que el
legislador ha depositado en principio en manos del Tribunal de instancia. En su más
nuclear reducto no es fiscalizable en casación. Se pueden revisar las decisiones
arbitrarias. También las inmotivadas. O aquellas que no respetan las reglas o los
criterios legales. Pero no es factible neutralizar o privar de eficacia a las decisiones
razonadas y razonables del Tribunal de instancia sobre ese punto, aunque puedan
existir muchas otras igualmente razonables y legales. En el terreno de la concreción
última del quantum penológico no es exigible una expresión imposible de unas
reglas que justifiquen de forma apodíctica y con exactitud matemática la extensión
elegida (vid., entre otras, STC 28/2007, de 12 de febrero y ( STS 578/2012, de 26 de
junio ) y 433/2019, de 1 de octubre )".
Ciertamente, la causa es compleja y al transcurso del tiempo nos hemos referido
en reiteradas ocasiones que debe ser examinado en concordancia con el tipo de
procedimiento y sus características concretas, a fin de analizar la viabilidad de la
concesión de la atenuante de dilaciones indebidas como simple, o muy cualificada, y
cierto y verdad es que en este caso existe una situación "límite", ya que es evidente
que el transcurso del tiempo está "acompañado" de las características de la causa

176
Documento

con una investigación muy compleja que se refleja en la extensión de los hechos
declarados probados, lo que es elemento a tener en cuenta siempre para graduar
que no siempre que el transcurso del tiempo es importante existe un "derecho de
crédito" a disponer de la atenuante del art. 21.6 CP en el grado de muy cualificada.
En cualquier caso, visto la motivación del Tribunal y el ámbito penológico fijado debe
mantenerse el pronunciamiento del Tribunal por su motivación, aun dejando
constancia de criterio de que el mero transcurso del tiempo no lleva, per se, una
configuración de esta atenuante como muy cualificada y habrá de ponderar siempre
las circunstancias del caso concreto.
Además, sobre esta cuestión hay que recordar que esta Sala del Tribunal
Supremo ya se ha pronunciado reiteradamente sobre la diferencia en la
determinación y acogimiento de la atenuante de dilaciones indebidas como simple o
muy cualificada, y así, por ejemplo, en el Auto de esta Sala 1782/2014 de 6 Nov.
2014 , Rec. 1096/2014 se recuerda que:
"El derecho fundamental a un proceso sin dilaciones indebidas, que no es
identificable con el derecho procesal al cumplimiento de los plazos establecidos en
las leyes, impone a los órganos jurisdiccionales la obligación de resolver las
cuestiones que les sean sometidas, y también ejecutar lo resuelto, en un tiempo
razonable. Se trata, por lo tanto, de un concepto indeterminado que requiere para su
concreción el examen de las actuaciones procesales, a fin de comprobar en cada
caso si efectivamente ha existido un retraso en la tramitación de la causa que no
aparezca suficientemente justificado por su complejidad o por otras razones, y que
sea imputable al órgano jurisdiccional y no precisamente a quien reclama ( SSTS
479/2009, 30 de abril y 755/2008, 26 de noviembre ).
La nueva redacción del art. 21.6 del CP, exige la concurrencia de tres requisitos
para la apreciación de la atenuante:
a) el carácter extraordinario e indebido de la dilación;
b) su no atribuibilidad al propio inculpado; y
c) la falta de proporción con la complejidad de la causa.
El carácter indeterminado de esas pautas valorativas, confieren utilidad a buena
parte del cuerpo de doctrina ya proclamado por esta Sala en el marco jurídico
previgente. Lo que está fuera de dudas es que los requisitos que ahora se
proclaman de forma expresa en el listado de las atenuantes específicas, sólo
adquieren sentido como reglas de valoración referidas al caso concreto. No se trata
de claves abstractas para resolver sobre la razonabilidad del plazo, sino de pautas
para evaluar, una vez el proceso penal ha concluido, si su duración ha sido o no
razonable (cfr. STS 385/2011, 5 de mayo entre otras)".
Además, recordemos que esta Sala del Tribunal Supremo ha señalado, entre
otras, en Sentencia 416/2013 de 26 Abr. 2013 , Rec. 10989/2012 que: "En las
sentencias de casación se suele aplicar la atenuante como muy cualificada en las

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causas que se celebran en un periodo que supera como cifra aproximada los ocho
años de demora entre la imputación del acusado y la vista oral del juicio.
Así, por ejemplo, se apreció la atenuante como muy cualificada en:
a.- Sentencia 291/2003, de 3 de marzo (ocho años de duración del proceso);
b.- Sentencia 655/2003, de 8 de mayo (9 años de tramitación);
c.- Sentencia 506/2002, de 21 de marzo ( 9 años);
d.- Sentencia 39/2007, de 15 de enero (10 años);
e.- Sentencia 896/2008, de 12 de diciembre (15 años de duración);
f.- Sentencia 132/2008, de 12 de febrero (16 años);
g.- Sentencia 440/2012, de 25 de mayo (diez años);
h.- Sentencia 805/2012, de 9 octubre (10 años);
i.- Sentencia 37/2013, de 30 de enero (ocho años).
Ahora bien, aunque la jurisprudencia se haya manifestado en el sentido de que el
periodo global de duración de un proceso ha de ser especialmente extraordinario
para que se aprecie la atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada,
también tiene establecido que en supuestos de procesos cuya duración no alcance
los siete años cabe la aplicación de la atenuante como muy cualificada cuando se
compruebe que concurrieron varias paralizaciones de la causa alguna de las cuales
superó el tiempo de un año.
De modo que se legitima la cualificación de la atenuante no solo atendiendo al
plazo total de tramitación de un proceso (criterio del plazo razonable), sino también
cuando sin ser este de una duración singularmente extraordinaria, sí concurren
dilaciones concretas que comprenden un periodo importante en concepto de
paralización.
Y así, en la sentencia 658/2005, de 20 de mayo , aunque el periodo de duración
del proceso en la primera instancia no alcanzó los cinco años, se apreció la
atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada debido a que la causa
estuvo paralizada en exceso en la Audiencia Provincial, transcurriendo casi tres
años entre la fecha de remisión y la celebración del juicio. Siguiendo la misma pauta
interpretativa, en la sentencia 630/2007, de 6 de julio , se estimó que una
paralización de casi cuatro años en la fase de juicio oral se hacía acreedora a la
aplicación de la atenuante como muy cualificada aunque la duración total del
procedimiento no fuera especialmente extraordinaria. Y en la sentencia 484/2012,
de 12 de junio , en una causa con un periodo total de tramitación que no alcanzó los
seis años, se estimó que la existencia de varios periodos de paralización, uno de
ellos superior a un año, justificaba la aplicación de la atenuante como muy
cualificada".

178
Documento

En cualquier caso, se desestima este motivo, dada la motivación del Tribunal al


respecto, pero dejando constancia de criterio acerca del matiz de criterio de la
inexistencia del "crédito" del condenado por un delito a disponer del carácter de muy
cualificada de la atenuante del art. 21.6 CP asociando duración del procedimiento
directamente con el advenimiento de ese grado de atenuación, sino contando con
las características del caso concreto.
Con todo ello, se desestima el motivo.
RECURSO DE Genaro
QUINTO.-
1.- Al amparo del artículo 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 852 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal , vulneración de los principios constitucionales de
presunción de inocencia, tutela judicial efectiva, proceso debido con todas las
garantías e interdicción de la indefensión del artículo 24 de la Constitución Española
.
Cuestiona el recurrente que al momento de incoarse las diligencias y al momento
de dictarse el Auto de incoación de procedimiento abreviado, debió conocer que
sería investigado no sólo por los hechos contenidos en el atestado de la Guardia
Civil -contenidos en el Auto de incoación de diligencias-, sino también por los que en
ningún momento se informó, ni se preguntó, pero que posteriormente fueron
incluidos en el Auto de Procedimiento Abreviado.
Sin embargo, ante el alegato de la indefensión que se postula debe recordarse
que la que, en realidad, tiene efectos es la indefensión material, y, por ello, no
puede asumirse una invocación genérica acerca de que no fue interrogado respecto
de algunos delitos que cita por los que se ha condenado, sin precisar respecto
exactamente a qué apartado de los hechos probados determinante de la condena
se ha producido la infracción en relación a determinado delito y en qué medida
sobre este determinado extremo no fue interrogado.
La invocación de este derecho exige un ámbito de concreción determinada, y no
determinable, a fin de poder conocer y examinar con exactitud si, en efecto, esa
indefensión se ha producido, ya que se limita a cifrar los delitos de los que fue
acusado y por los que fue condenado.
El haz de concreción se exige ante el alegato de vulneración de derechos
fundamentales causantes de indefensión, a fin de averiguar y determinar si esa
indefensión se provocó, o no.
Resulta, así, evidente que, como apunta el Tribunal, ante el alegato de
interdicción de las acusaciones sorpresivas , ello ha sido especialmente
desarrollado por el TC en relación con el procedimiento abreviado (cabe citar, entre
otras muchas las SSTC 186/90 , 21/91, 54/91, 124/91, 128/93 , 273/93 , 277/94 ,
149/97 , 41/98, 19/2000 , 87/2001, 174/2001 y 33/2003 ) fijando al respecto dos

179
Documento

reglas esenciales:
a).- Que nadie puede ser acusado sin haber sido, con anterioridad, declarado
judicialmente imputado, pues de lo contrario, las partes acusadoras, públicas o
privadas, serían enteramente dueñas de dirigir la acusación contra cualquier
ciudadano, produciéndose así en la práctica acusaciones sorpresivas que
mermarían sustancialmente las garantías de la defensa.
b).- Que nadie puede ser acusado sin haber sido oído con anterioridad a la
conclusión de la investigación en calidad de imputado.
Los principios que resultan de aplicación en este caso ya fueron respondidos por
el Tribunal, pero podemos concretarlos en los siguientes, a saber:
1.- La vigencia del principio acusatorio "no persigue la obtención de efectos
puramente formales sino, fundamentalmente, evitar la indefensión material" ( STS
29/01/2015).
2.- Del artículo 779.1.4 LECrim se evidencia que en el auto de incoación de
procedimiento abreviado se contenga "la determinación de los hechos punibles y la
identificación de la persona a la que se le imputan", prohibiendo al propio tiempo
que pueda adoptarse esa decisión "sin haber tomado declaración a aquella en los
términos previstos en el artículo 775".
3.- No se impide a las partes acusadoras poder formular acusación por otros
hechos no recogidos expresamente en dicha resolución siempre que se trate de
hechos sumariales de los que previamente se hubiere ilustrado oportunamente al
acusado al ser oído como imputado, dado que "ni el auto de procesamiento, ni el de
transformación a abreviado tienen la finalidad de definir inflexiblemente el objeto del
proceso".( SSTS 09-10-2000, 23-02-2004 , 18-10-2005 , 29-11-2006 )
4.- De estas alegaciones respecto a los no conocidos y de los que se deriva una
condena se exige una concreción expositiva acerca de por qué hecho probado no
fue interrogado y que la ausencia de su interrogatorio previo la causó indefensión,
en qué grado y medida y cuál fue el resultado de la condena relacionado con qué
extremo no interrogado, a fin de dar curso a la otra parte y al Tribunal que resuelva
para exponer si, en efecto, sobre ese extremo se le interrogó y cuándo y en qué
punto se localiza.
5.- Es preciso que quien alega la introducción de alegatos sorpresivos en el auto
de PAU deba fijar qué "hechos enteramente nuevos ajenos a la instrucción" son los
que se cuestiona y sobre los que no se interrogó.
Por ello, sobre este alegato declara el Tribunal que:
"Ninguno de los acusados invocantes de la nulidad del auto de incoación de
abreviado dejó de declarar como imputado durante la fase instructora (algunos,
incluso en varias ocasiones) sobre los hechos punibles sumariales contenidos en
dicha resolución.

180
Documento

Porque puede ser que en algunos casos el interrogatorio no fuera totalmente


exhaustivo y dejara fuera, por tanto, algunos puntos concretos pero en modo alguno
puede afirmarse que las acusaciones provisionales (o el auto de abreviado, en su
caso) quebraran la identidad esencial de esos hechos punibles de delimitación
progresiva introduciendo hechos enteramente nuevos ajenos a la instrucción, sobre
todo si efectuamos este análisis, como no puede ser de otro modo, en el contexto
de una instrucción tan compleja como la presente macro causa en la que todos los
imputados han estado desde el primer momento asistidos de abogado y con plenas
posibilidades de alegación y defensa, sin que ni ahora ni antes de este momento
procesal (en el que todavía está pendiente de comenzar el larguísimo debate
contradictorio previsto) hayan podido concretar qué irreparable indefensión, en el
sentido jurídico constitucional del término (es decir, material e imputable al órgano
judicial) han podido sufrir como consecuencia de esa supuesta quiebra del principio
acusatorio que, volvemos a reiterar, no persigue la obtención de efectos puramente
formales sino, fundamentalmente, evitar la indefensión material".
Con ello, la invocación acerca de la indefensión sufrida es genérica, y ante ello
recuerda el Fiscal que: "Nuevamente el recurrente plantea la vulneración del
derecho de defensa sin indicación concreta de los efectos derivados de la infracción
que se dice cometida. Tan solo realiza una genérica invocación a la imposibilidad de
interesar la práctica de prueba, o a la especial dificultad para obtención de prueba
procedente de instituciones públicas".
Y para descartar esta indefensión concreta que:
"La investigación, que en este caso se prolongó algo más de cuatro años, entre
2008 y 2013. Todo ese periodo estuvo jalonado por numerosos atestados e
informes policiales, y a medida que afloraban atestados, documentos y periciales
urbanísticas, el acusado Genaro fue citado a declarar en sucesivas declaraciones
en el Juzgado, concretamente, en las siguientes fechas:
3/2/2009.- Juzgado, en asunto luego acumulado (tomo 31, folio 10142)
3/3/2009.- Juzgado (tomo 2-427)
27/4/2009.- Juzgado (36-11902)
13/11/2009.- Juzgado (10-3338)
28/5/2010.- Juzgado (38-12510)
6/10/2010.- Juzgado (28-9202)
23/12/2010.- Juzgado (40-13169)
2/12/2011.- Juzgado (64-21253)
1/6/2012.- Juzgado (68-22283 y 22286)
18/7/2012.- Juzgado (69-22555)

181
Documento

16/3/2012.- Juzgado (71-23287)


Basta repasar las declaraciones para comprobar que en todas ellas se incidía
sobre los delitos que finalmente fueron objeto de acusación, incluyendo
naturalmente preguntas genéricas sobre el modus operandi y las múltiples
falsedades y prevaricaciones imputadas.
Su defensa siempre tuvo acceso a las actuaciones, recibiendo periódicamente los
tomos que se iban escaneando y conociendo puntualmente la incorporación de
copias de licencias o certificados atribuidos al acusado, o de cualquier otro elemento
inculpatorio.
El Juzgado nunca denegó pruebas de descargo y está claro que si el defensor no
reaccionó proponiendo otras pruebas fue porque descartaba su utilidad.
Aún cuando el acusado no fuera específicamente preguntado en sus
declaraciones ante el Juzgado de Instrucción sobre algunos de los hechos
investigados, las consideraciones expuestas conducen a la desestimación de las
alegaciones del recurrente al no apreciarse indefensión material alguna relacionada
con el derecho de proponer prueba ni, en definitiva, infracción del derecho a ser
informado de forma precisa de la acusación contra él formulada".
Sobre la indefensión material señala esta Sala del Tribunal Supremo en sentencia
del Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia 658/2019 de 8 Ene.
2020 , Rec. 10291/2019, y Sentencia 821/2016 de 2 Nov. 2016 , Rec. 733/2016 que
"La doctrina constitucional ( SSTC. 25/2011, de 14 de marzo y 62/2009 de 9 de
marzo , entre otras muchas) recuerda que la indefensión constituye una noción
material que se caracteriza por suponer una privación o minoración sustancial del
derecho de defensa; un menoscabo sensible de los principios de contradicción y de
igualdad de las partes que impide o dificulta gravemente a una de ellas la posibilidad
de alegar y acreditar en el proceso su propio derecho, o de replicar dialécticamente
la posición contraria en igualdad de condiciones con las demás partes procesales.
Es decir que « para que pueda estimarse una indefensión con relevancia
constitucional, que sitúe al interesado al margen de toda posibilidad de alegar y
defender en el proceso sus derechos, no basta con una vulneración meramente
formal, sino que es necesario que de esa infracción formal se derive un efecto
material de indefensión, con real menoscabo del derecho de defensa y con el
consiguiente perjuicio real y efectivo para los intereses del afectado» ( STC
185/2003, de 27 de octubre ; y STC 164/2005 de 20 de junio ).
Recuerda, también, esta Sala de Tribunal Supremo en Sentencia 1683/2000 de 7
Nov. 2000 , Rec. 1254/1999 que como señala el Tribunal Constitucional (por
ejemplo en sentencia núm. 137/99, de 22 Jul ) la indefensión, que se concibe
constitucionalmente como la negación de la tutela judicial y para cuya prevención se
configuran los demás derechos instrumentales contenidos en el párrafo segundo del
art. 24 de la Constitución Española ha de ser algo real y efectivo, nunca potencial o

182
Documento

abstracto, es decir una indefensión material y no formal, para lo cual resulta


necesaria, pero no suficiente, la concurrencia de un defecto o transgresión procesal,
siendo además inexcusable que, de hecho y como consecuencia del mismo, se
haya producido un menoscabo efectivo o denegación del derecho de defensa en
relación con un concreto interés de quien invoca la indefensión.
También recuerda esta Sala de Tribunal Supremo en Auto 1100/2017 de 6 Jul.
2017 , Rec. 612/2017 que el incumplimiento de un requisito procesal provoca la no
producción del efecto que la ley prevé para el supuesto concreto dependiendo de la
naturaleza del acto de que se trate y de su trascendencia. En este sentido ha de
distinguirse entre la nulidad absoluta, contemplada en el art. 11.1 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial cuando la omisión del requisito procesal suponga una violación de
un derecho fundamental; la nulidad, contemplada en el art. 238.3 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial cuando se prescinda total y absolutamente de las normas
esenciales del procedimiento, siempre que efectivamente se haya producido
indefensión; la anulabilidad, cuando la omisión del requisito no esencial se
establezca como garantía del derecho de una de las partes del proceso; y la mera
irregularidad, que no produce efectos sobre el acto procesal y son susceptibles, en
su caso, de corrección disciplinaria al responsable ( STS 501/2001 de 22 de marzo
).
También esta Sala del Tribunal Supremo en Auto 2247/2006 de 2 Nov. 2006 ,
Rec. 884/2006 recuerda que la Constitución prohíbe categóricamente la indefensión
del justiciable, que se produce - según el Tribunal Constitucional- si se le priva de
alguno de los instrumentos que el ordenamiento pone a su alcance para la defensa
de sus derechos. Para que pueda estimarse una indefensión con relevancia
constitucional que sitúe al interesado al margen de alegar y defender en el proceso
sus derechos, es necesario que con la infracción formal se produzca un efecto
material de indefensión, un menoscabo real y efectivo del derecho de defensa, es
decir, que la vulneración de las normas lleve consigo la privación del derecho de
defensa, con el consiguiente perjuicio real y efectivo para los intereses del afectado
( SSTC nº 155/88 y nº 290/93 , entre otras)".
Por ello, no se puede estimar el motivo por cuanto está perfectamente motivado
su desestimación como cuestión previa, no se causó indefensión material, y existe
falta de concreción en el alegato para articular su debida afectación al derecho que
invoca.
El motivo se desestima.
SEXTO.-
2.- Por infracción de ley, al amparo del artículo 849.1º de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal , por cuanto dado los hechos que se declaran probados, se ha infringido
por aplicación indebida, los artículos 404 , 320.2 , 428 y 74 del Código Penal
(hechos probados 2º, 3º, 4º, 5º, 7º, 8º, 9º, 11º, 12º, 13º, 14º y 19º).
Afirma el recurrente que, si bien es cierto que en atención a las normas

183
Documento

determinadas como aplicables por el Tribunal, las resoluciones de esta autoridad


pudieron ser contrarias a Derecho, y que actuó bajo el error de creer aplicable otra
norma que efectivamente, le habilitaba a actuar en ese sentido.
Así, sostiene el recurrente la atipicidad de los delitos contra la ordenación del
territorio y prevaricación urbanística, derivada no sólo de la ausencia de normativa
clara integradora de la norma penal en blanco, sino del más que evidente y
acreditado desconocimiento por el acusado no solo de la norma urbanística
realmente aplicable, sino de que se estaba aplicando por error una norma
urbanística (Normas Subsidiarias de Alcaucín, de 1995) ineficaz, y por tanto, carente
de validez, en defecto de la procedente.
Pues bien, el motivo se plantea por la vía del art. 849.1 LECRIM. Debemos
recordar a estos efectos que el cauce casacional elegido implica la aceptación de
los hechos declarados probados en la sentencia impugnada, sin que con base en el
artículo 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal pueda pretenderse una
modificación de dicho relato fáctico, ya que lo que se denuncia es una incorrecta
aplicación del derecho al hecho probado de la sentencia; de ahí que reiterada
jurisprudencia de esta Sala haya afirmado que el recurso de casación por infracción
de ley exige el respeto absoluto e íntegro de los hechos probados en sentencia (
SSTS 171/2008 ; 380/2008 y 131/2016, de 23 de febrero , entre otras).
Con ello, el cauce procesal que habilita el artículo 849.1 LECRIM sólo permite
cuestionar el juicio de tipicidad, esto es, la subsunción proclamada por el Tribunal de
instancia. No autoriza a censurar el sostén probatorio del factum. La discrepancia
que habilita no tiene que ver con el significado y la suficiencia incriminatoria de la
prueba sobre la que se asientan los hechos, sino con la calificación jurídica de
éstos. Por ello, no es este el momento de analizar el soporte probatorio de la
secuencia histórica que la sentencia recurrida reproduce.
Pues bien, sobre ello ya resolvió el Tribunal (pag. 175) que:
"Una de las cuestiones previas que, dentro del turno de intervenciones de la fase
preliminar del juicio, fueron planteadas por las defensas de algunos de los acusados
fue, como acabamos de ver, la relativa a la posible atipicidad de los delitos contra la
ordenación del territorio objeto de acusación ( artículos 319 y 320 CP)
presuntamente cometidos durante el periodo objeto de enjuiciamiento (1999 a
2009). Alegación que se basaba en que las normas urbanísticas de carácter extra
penal llamadas a heterointegrar estos tipos penales en blanco habrían venido
constituidas en el término municipal de Alcaucín por unas normas subsidiarias que
no estuvieren vigentes durante todo ese periodo de tiempo por no haber sido
publicadas íntegramente en el correspondiente boletín oficial de la provincia.
Y en nuestro auto de 28/11/2016 resolutorio de todas las cuestiones previas
planteadas dimos respuesta a esa concreta pretensión (por las razones
ampliamente expuestas en el mismo que literalmente se acaban de reproducir)
afirmando que, efectivamente, durante todo ese largo periodo objeto aquí de

184
Documento

enjuiciamiento las NNSS de planeamiento de Alcaucín, si bien fueron aprobadas


definitivamente (aunque no totalmente) por la Comisión Provincial de Ordenación
del Territorio y Urbanismo (CPU) de Málaga con fecha 02/03/1995, no podían
considerarse vigentes por no haber cumplido el requisito de "completa publicación"
en el boletín oficial exigido con carácter general por el artículo 2.1 del código civil y
de forma más específica por el artículo 70.2 de la ley 7/1985 reguladora de las
bases de régimen local y avalado, además, por la consolidada jurisprudencia de la
sala tercera del Tribunal Supremo que citábamos en la resolución. Un requisito de
publicidad que no fue cumplido hasta muchos años después (19/05/2010) y que,
como también dijimos, constituía una ineludible exigencia constitucional derivada
tanto del principio de legalidad y pleno sometimiento a la ley y al derecho al que se
encuentran sujetos todos los poderes públicos ( artículo 9 CE ) y, en particular, la
administración pública ( artículos 103 y 106). como del también principio
constitucional de publicidad y seguridad jurídica ( artículo 9.3 CE) que a nivel
legislativo ordinario, pero con proyección general para todo el ordenamiento jurídico,
exige el citado artículo 2.1 código civil para todas las disposiciones de carácter
general (como lo son los planes de urbanismo) y que con mayor escrúpulo aún, si
cabe, debía ser observado en el orden jurisdiccional penal habida cuenta el principio
de legalidad estricta que, directamente entroncado con el artículo 25.1 CE, consagra
el artículo 1 CP.
Pero también precisábamos en nuestro auto de cuestiones previas que esta
constatada ausencia de vigencia de las NNSS no nos podía llevar en aquel
prematuro momento procesal a declarar, sin más, la atipicidad de los supuestos
delitos contra la ordenación del territorio perpetrados durante todo ese largo periodo
de tiempo con la consiguiente exención de la responsabilidad criminal de sus
presuntos autores, puesto que durante el mismo estuvieron vigentes otras normas
de ordenación y planeamiento urbanístico directa o subsidiariamente aplicables al
caso cuyo grado de suficiencia para integrar el bloque extra penal exigido por esas
infracciones sólo a través del desarrollo del juicio oral y de la prueba practicada en
él podría llegar a resolverse motivadamente en sentencia, partiendo siempre de la
imprescindible base de que la concreta clasificación y calificación de los diferentes
suelos afectados se infiera nítidamente de dicha normativa extra penal de cobertura.
Y es por ello que a fin de facilitar y esclarecer los términos del debate
contradictorio y probatorio a desarrollar en las sesiones del juicio oral, dejamos ya
entonces apuntadas, habida cuenta las cambiantes vicisitudes normativas habidas
durante el periodo enjuiciado, las dos esenciales etapas en que cabía subdividir el
mismo y cuya nítida línea de separación viene marcada por la entrada en vigor de la
muy relevante ley 7/2002 de ordenación urbanística de Andalucía (LOUA). Dos
etapas legislativas sobre las que ya entonces esbozábamos algunas reflexiones y
que ahora en sentencia tenemos necesariamente que abordar con un mayor rigor y
profundidad".
Así, en Andalucía estuvieron sucesivamente vigentes dos leyes urbanísticas que
en el municipio de Alcaucín resultaban de directa aplicación, habida cuenta la

185
Documento

declarada falta de vigencia de sus normas subsidiarias:


1) La estatal Ley del Suelo de 1992
2) La ley autonómica 7/2002 de ordenación urbanística de Andalucía (LOUA) que
derogó la anterior y estuvo vigente desde el 20 de enero de 2003. Y es en ambas
leyes, como recoge la sentencia, donde establecían para los municipios sin
planeamiento urbanístico una clasificación bipartita del suelo en urbano y no
urbanizable, definiendo este último residualmente como todo aquel que no reuniera
los estrictos requisitos que para su catalogación como urbano exigían, con bastante
similitud, ambos textos legales, estableciendo al propio tiempo para ese residual
suelo no urbanizable un riguroso régimen jurídico en materia de usos que también
guardan entre sí bastante semejanza. En este marco normativo se desarrolló la
actuación del Alcalde, ahora recurrente.
No puede apelarse al error como formula el recurrente de que: "No podrá obrar el
funcionario público o la autoridad a sabiendas de la injusticia de su resolución si, al
aplicar una norma urbanística ineficaz y que le habilita a actuar en modo que lo
hace, realiza actos contrarios a la norma urbanística de correcta aplicación. No se
comparte por tanto el fundamento de la Sentencia, según el cual, el alcalde de
Alcaucín, al resolver la concesión de licencias de obra y/o de segregación, infringió
manifiestamente y a sabiendas, la legislación respectiva tanto en su aspecto
sustantivo como procedimental".
El recurrente es condenado como autor directo, conforme al artículo 28 CP, de un
delito continuado de prevaricación, prevaricación urbanística y tráfico de influencias
de los artículos 404 , 320.2 , 428 y 74 CP (texto anterior a la reforma LO 5/2010 )
referido exclusivamente a los apartados ya indicados de los hechos probados 2°, 3°,
4°, 5°,7°, 8°, 9°, 11°, 12°, 13°, 14° y 19°.
Por ello, es preciso, en base a la vía impugnatoria del recurrente ex art. 849.1
LECRIM comprobar si, en efecto, cuando actuó el recurrente lo hizo en ausencia de
dolo específico, o con error.
Sobre el error que ahora alega el recurrente hay que precisar que suele alegarse
con alguna frecuencia en la práctica de los tribunales la existencia del error de tipo o
de prohibición, vencible o invencible, en el sujeto autor de un hecho que está
configurado como delito en el texto penal.
Sin embargo, fácil sería plantearse de forma abierta y generalizada esa hipótesis
de que el autor "ignoraba" que su conducta estaba tipificada en el Código Penal, y
era por ello ilícita, para conseguir una absolución, o, en el mejor de los casos, una
atenuación de su responsabilidad o su consideración imprudente. Nos movemos en
estos casos en un elemento de carácter interno relativo a "la creencia" de que
obraba correctamente, el "desconocimiento" de que su conducta era ilícita, la
consideración de que existía una causa de justificación que le legitimaba a actuar
como lo hizo, etc.

186
Documento

Pero al movernos en un terreno interno del autor estas alegaciones deben


reconducirse a unos estándares de conducta en los que hay que tener en cuenta las
circunstancias del sujeto, el hecho que ha cometido, y el tiempo de su comisión,
para poder valorar "desde fuera" si podría ser cierta esa pretendida "ignorancia" de
que su actuar era ilícito.
En los supuestos donde se puede aplicar, siempre en teoría, se exigirá una
adecuada probanza por el autor de que era cierta, consistente y creible esta
alegación.
Se pueden describir las diferencias existentes entre uno y otro tipo de error, ya
que vemos que tienen un origen distinto, se manifiestan sobre elementos distintos,
bien la tipicidad (error de tipo) o sobre la culpabilidad (error de prohibición), y en
ellos la consecuencia de apreciarlo como vencible o invencible son distintas, en
tanto se aprecia la conversión en conducta imprudente (error de tipo vencible), o
bien una mera rebaja de la pena (error de prohibición vencible).
El planteamiento del error está, pues, configurado en la propia culpabilidad del
sujeto, ya que su ignorancia y/o la invencibilidad del error pueden convencer al
Tribunal de que lo que alega respecto a la creencia de su correcto proceder era
cierto. En cualquier caso, ello no puede ser predicado respecto de cualquier hecho,
sino solo de aquellos supuestos en cuyo caso pueda llegar a dudarse de la
veracidad de la posibilidad de aplicación del error en el sujeto autor del acto.
En cuanto a la conciencia de la antijuridicidad como factor relevante y elemento
en la culpabilidad para la apreciación del error y el análisis del factor de la duda
decir que estamos moviéndonos en el terreno de la culpabilidad y el conocimiento
de la ilicitud del acto, pero no desde un plano técnico.
El Tribunal Supremo, en Sentencia 1070/2007 de 14 Dic. 2007 , Rec. 879/2007
recuerda que cuando el sujeto actúa creyendo que su comportamiento es adecuado
a Derecho, el mismo no le es personalmente reprochable, aunque sea antijurídico.
Pero no basta la "creencia", insistimos, puesto que de ser así dejaríamos a cada
sujeto que sea el que fije cuando delinque y cuando no. Se trata, como se indica,
que concurra un «error sobre la licitud del hecho constitutivo de la infracción penal".
Hay que considerar que existe suficiente conciencia de la antijuridicidad cuando el
autor duda y pese a tal duda se decide a actuar mediante la conducta delictiva. Este
conocimiento eventual del injusto es un concepto paralelo al del dolo eventual: en
estos casos hay culpabilidad del mismo modo que en los casos de dolo eventual
hay dolo.
Por ello, la duda no permite aplicar la teoría del error, porque el autor del hecho
llega a plantearse que lo que hace es ilícito, y pese a ello llega a hacerlo, lo que
debe excluir la ignorancia de la antijuridicidad y, por ello, atrae la culpabilidad en el
sujeto autor del hecho y convierte en ilícito su actuar, porque esencialmente lo es,
aunque este dude de si lo es o no, pero se lo llega a representar como posible. La

187
Documento

normalidad de su reacción ante la duda debería ser no actuar, en lugar de llegar a


actuar, ya que si se plantea la opción alternativa de que su acción puede ser
antijurídica se debe plantear que sea típica, y, por ello, que sea punible, por lo que
se excluye aplicar en estos casos el error.
La sospecha de que el actuar es, o puede ser, antijurídico, o la duda excluyen el
error.
Señala el Tribunal Supremo en Sentencia 123/2001 de 5 Feb. 2001 , Rec.
1519/1999-P/1999 el error ha de demostrarse indubitada y palpablemente, bien
entendido que cuando la ilicitud del acto sea evidente, el amparo legal no puede
sostenerse ni defenderse.
Respecto del error de subsunción jurídica ya hemos expresado que no estamos
ante un problema de perfección o imperfección del conocimiento del derecho, y ello
lo destaca el Tribunal Supremo en sentencia 411/2006 de 18 Abr. 2006 , Rec.
421/2005, donde destaca que "constituye doctrina reiterada de esta Sala ( TS
10.10.2003 ), que para sancionar un acto delictivo el conocimiento de la ilicitud del
hecho no tiene que ser preciso, en el sentido de conocer concretamente la gravedad
con el que el comportamiento realizado es sancionado por la Ley. Los ciudadanos
no son ordinariamente expertos en las normas jurídicas sino legos en esta materia
por lo que se requiere para la punición de una conducta antijurídica es lo que se ha
denominado doctrinalmente el conocimiento paralelo en la esfera del profano sobre
la ilicitud de la conducta que se realiza.
En este caso se ha rechazado, y se debe rechazar en esta sede este alegato, ya
que no puede plantearse el desconocimiento de la norma urbanística "realmente
aplicable" como la circunstancia de que al tiempo de los hechos en Alcaucín se
estaba aplicando "por error" una norma urbanística "ineficaz y por tanto carente de
validez".
La conducta probada del recurrente en la sentencia en los hechos probados
evidencia que actuaba a sabiendas de que su actuación era incorrecta, y en los
extensos hechos probados esta actuación "consciente" al margen de la legalidad, y
sin respeto a ella, se ha expuesto en la sentencia, lo que hace inviable la vía del art.
849.1 LECRIM.
Veamos, pues, cómo se recoge tal constancia en los hechos probados:
Hecho Probado segundo
1.- Licencias de segregación y obras en parcela NUM098 del polígono NUM099,
PARAJE001
"... Genaro, dictó directamente resolución de 18/02/1999 (A22-8598) concediendo
dicha licencia de obras sin recabar los preceptivos informes técnico y jurídico y a
sabiendas también que con ello quebrantaba la normativa urbanística vigente que
expresamente prohibía en esta clase de terrenos la construcción de viviendas para

188
Documento

uso residencial, permitiendo tan sólo (previo cumplimiento de ciertos requisitos, que
tampoco se daban en este caso) edificaciones vinculadas a actividades productivas
quedando la obra terminada en marzo de 2000 aunque luego se amplió con una
piscina que de la misma forma fue autorizada por el alcalde mediante resolución de
13/04/2000 (A22- 8605) dictada también al mismo día siguiente de su solicitud.
Tres años más tarde, el alcalde concedió al mismo propietario una licencia de
segregación de fecha 20/02/2002 (A22-8609) por la que le autorizó a dividir
materialmente su finca en dos parcelas de 5000 m2 cada una, a sabiendas de la
prohibición legal de efectuar segregaciones que puedan dar lugar a parcelas de
extensión inferior a la unidad mínima de cultivo que para las fincas de secano, como
era esta, estaba fijada en 25.000 m2".
Infringe manifiestamente, a sabiendas, la legislación respectiva tanto en su
aspecto sustantivo como procedimental.
2.- Licencias de división de las parcelas NUM309 y NUM302 del polígono
NUM106.Pag 28
Merced a estas licencias, el promotor Sr. Pablo vendió posteriormente a terceros
cada una de las parcelas segregadas, procediendo estos entre los años 2003 y
2004 a construir sobre ellas viviendas unifamiliares con licencias de obras que le
fueron concedidas por el ayuntamiento, constando concretamente documentada en
autos la licencia de 25/04/2003 que, sin los preceptivos informes técnico y jurídico le
fue concedida por el alcalde acusado a su solicitante, la sociedad PEPE BÉJAR
S.L., para la construcción de una vivienda unifamiliar aislada en la parcela NUM103
de PARAJE002. (A36- 14247 y 14232 y siguientes).
Se recoge que cabe atribuir al alcalde Genaro la autoría del delito de
prevaricación urbanística que se le imputa por la concesión de la licencia de obras
de 25/04/2003. Y ello no sólo por haber sido otorgadas arbitrariamente
prescindiendo a sabiendas de los preceptivos informes técnicos y jurídicos (que en
este caso venían exigidos no sólo por el Reglamento de disciplina urbanística de
1978 sino también por el artículo 172 LOUA) sino también, previamente a ello de la
aprobación por el pleno Municipal del Proyecto de Actuación siguiendo el específico
procedimiento previsto en los artículos 42 y 43 de la misma ley urbanística para
autorizar la construcción de este de tipo edificaciones no agrarias en suelo no
urbanizable como era esa finca rústica enclavada en los ya referidos parajes.
3.- Parcelas NUM107 y NUM108 del polígono NUM106, paraje DIRECCION006.
...el alcalde Sr. Genaro, a sabiendas de la ilegalidad pretendida, expidió, sin
reparo ni comprobación adicional alguna, la correspondiente licencia de obras de
fecha 20/05/2004 (A 36-14326).
Con la obra ya terminada se pidió licencia de obra mayor y Genaro también, de la
misma forma expeditiva y sin ningún tipo de informe técnico jurídico previo, concedió
esa licencia de obra de fecha 27/07/2005, es decir, el mismo día en que se solicitó y

189
Documento

sólo dos días después, el 29/07/2005, le otorgó también ya la licencia de primera


ocupación.
Se constata que se actúa arbitrariamente, en menos de dos días, por el alcalde
Genaro (vigente ya la LOUA) dos licencias de obra para la construcción de
viviendas residenciales en suelo no urbanizable prescindiendo no sólo de los
preceptivos informes técnicos y jurídicos, ya antes mencionados, sino igualmente de
la previa aprobación por el pleno del ayuntamiento del correspondiente Proyecto de
Actuación expresamente previsto para ello por esta ley urbanística de Andalucía.
No puede alegarse ex art. 849.1 LECRIM que no existe dolo. Se actúa a
sabiendas de la injusticia. No recaba informe técnico alguno y concede la licencia.
4.- Parcelas NUM110 y NUM111 del polígono NUM106. Pag. 29
La primera licencia de obras es de fecha 04/11/2003 (A 36-14158) y fue
concedida por el alcalde a Pablo para autorizarle la construcción de una vivienda
familiar aislada en la finca NUM112, sólo cuatro días después de que lo solicitara
por escrito y sin los preceptivos previos informes técnico y jurídico.
La segunda licencia de obras es de fecha 10/11/2003 (A 36-14300) y fue
concedida por el alcalde a Pablo para autorizarle la construcción de una vivienda
familiar aislada en la catastral NUM110, sólo tres días después de que lo solicitara
por escrito. Y la tercera licencia de obras, de fecha 27/02/2004 (A 36-14162) fue
concedida por el alcalde al ex alcalde promotor para autorizarle la construcción de
una vivienda familiar aislada en la finca NUM112 en el mismo día de su solicitud y,
asimismo, sin los preceptivos informes técnico y jurídico y con igual conciencia de la
manifiesta ilegalidad de su decisión.
Y la tercera licencia de obras, de fecha 27/02/2004 (A 36-14162) fue concedida
por el alcalde al ex alcalde promotor para autorizarle la construcción de una vivienda
familiar aislada en la finca 3465 en el mismo día de su solicitud y, asimismo, sin los
preceptivos informes técnico y jurídico y con igual conciencia de la manifiesta
ilegalidad de su decisión tanto desde un punto de vista formal (la omisión de esos
informes) como desde un punto de vista sustantivo, por ser perfectamente
conocedor del carácter no urbanizable del suelo sobre el que se autorizó construir la
vivienda sin disponer del correspondiente proyecto actuación aprobado por el pleno
del ayuntamiento.
Consta acreditado que, merced a esas licencias de obra, cuyo proyecto básico fue
encomendado al arquitecto Donato, todas las viviendas fueron finalmente
construidas.
Es evidente que, tras el hecho probado, resultante de la prueba practicada, que
se actuaba a sabiendas y se resolvía "sin los preceptivos informes técnico y jurídico
y con igual conciencia de la manifiesta ilegalidad de su decisión tanto desde un
punto de vista formal (la omisión de esos informes) como desde un punto de vista
sustantivo, por ser perfectamente conocedor del carácter no urbanizable del suelo

190
Documento

sobre el que se autorizó construir la vivienda sin disponer del correspondiente


proyecto actuación aprobado por el pleno del ayuntamiento". No había error de
ningún tipo. Había conciencia de la ilegalidad de lo que se hacía.
5.- Segregación de la parcela NUM119 del polígono NUM120, PARAJE004
Merced a la gestión de este profesional, la sociedad interesada logró obtener del
alcalde Genaro una licencia de segregación de 11/07/2002 (A 22-8628 y 53-17436)
por la que la autorizaba a dividir la finca en dos partes, de 1519,50 m2 cada una,
justificando su decisión, como en otras ocasiones similares porque "sobre la dos
parcelas resultantes se ha concedido licencia urbanística para construir en cada una
de ellas una vivienda unifamiliar de carácter no agrario, de conformidad con las
normas urbanísticas de este ayuntamiento". Texto este, que al igual que en otras
ocasiones, había sido previamente elaborado en el despacho de Romeo con la
misma finalidad de tratar de acogerse (esta vez de forma implícita) a uno de los
supuestos excepcionales a la regla general de indivisión por debajo de la unidad
mínima de cultivo contenida en la Ley 19/1995 y que en este caso (dada la
naturaleza rústica del terreno) era de 25.000 m2. Documento que, una vez más,
suscribió el alcalde siendo plenamente consciente de su manifiesta ilegalidad pues
sabía que esas previas licencias urbanísticas en las que la licencia de segregación
pretendía fundamentarse no habían sido aún concedidas constituyendo su
invocación una mera excusa para vulnerar esa prohibición legal de indivisión por
debajo de la unidad mínima de cultivo.
Se recoge que "debe ser condenado como autor de un delito de prevaricación
común Genaro a la vista de la consciente arbitrariedad con que actuó al autorizar
esa segregación ilegal tan manifiestamente por debajo de la unidad mínima de
cultivo exigida por el artículo 24 de la LMEA valiéndose del mero artificio de
acogerse implícitamente al supuesto excepcional del artículo 25b del mismo texto
legal a sabiendas de que la licencia urbanística invocada ni se había concedido ni
podía haber llegado a concederse legalmente al tratarse una finca ubicada en suelo
no urbanizable en el que estaba prohibido ese tipo de viviendas familiares de
carácter no agrario sin cumplir el requisito procedimental del artículo 16 LS92 que
nunca llegó a tramitarse además de que, a mayor abundamiento del inequívoco dolo
con que actuó su autor, ni siquiera la división respetaba la parcela mínima exigida
por las NNSS que él creía vigentes".
6.- Construcciones en la parcela NUM123 del polígono NUM120, DIRECCION027
Dos meses más tarde, la citada propietaria solicitó licencia para construir dos
viviendas unifamiliares, a lo que accedió el alcalde acusado otorgándole la
correspondiente licencia de obras de fecha 05/05/2003 (A22-84I8) prescindiendo
conscientemente de los preceptivos informes técnico y jurídico y a sabiendas de que
en esa clase de suelo no urbanizable la ley (en este caso la LOUA) no permitía la
construcción de viviendas residenciales sino únicamente viviendas unifamiliares
aisladas de justificada necesidad vinculada a fines agrícolas, forestales o ganaderos
y previa aprobación del correspondiente proyecto de actuación aprobado por el

191
Documento

pleno municipal siguiendo el procedimiento expresamente contemplado al efecto en


dicha ley, condiciones sustantivas y procesales imperativas de las que
arbitrariamente prescindió el acusado para adoptar su decisión.
Resulta condenado por su "consciente arbitrariedad con que otorgó la licencia de
obras a sabiendas de su manifiesta ilegalidad y prescindiendo de todos los trámites
esenciales exigidos por la normativa urbanística aplicable ( artículos 172 LOUA y 4.2
RD 2187/1978 , referidos a las exigencias de informes técnico y jurídico y artículo 52
LOUA respecto al tipo de edificaciones exclusivamente permitidas en esta clase de
suelos no urbanizables y necesidad de previa aprobación del correspondiente
proyecto de actuación".
No puede alegarse error de tipo, ni omisión de la actuación dolosa cuando toda su
actuación en los hechos probados que se exponen refleja que se llevó a a cabo
"actuando de forma consciente a sabiendas de que no era posible la construcción
de viviendas y prescindiendo de los preceptivos informes.
7.- Certificados y licencias en relación a la parcela NUM125 del polígono
NUM104, DIRECCION035
Se obtuvo del alcalde Genaro un documento de fecha 02/10/2002, por que
concedía una doble autorización, de un lado licencia para segregar de la finca una
porción de 5000 m2 y, de otro, licencia de obras para construir las dos viviendas
pretendidas. Para dar apariencia de legalidad en el propio texto del documento
oficial se invocaba expresamente el artículo 25 de la Ley de Modernización de
Explotaciones Agrarias aunque a sabiendas de que no concurrían los requisitos de
este supuesto excepcional, suscrito por el alcalde siendo plenamente consciente de
su manifiesta ilegalidad, pues sabía perfectamente que la invocación de ese
precepto era una mera excusa para vulnerar esa prohibición legal.
...por el mismo procedimiento, es decir previa elaboración por Romeo y posterior
consciente firma del mismo por Genaro, y a fin de facilitar así más eficazmente la
inscripción pretendida, nuevamente el alcalde firmó una nueva licencia de
segregación con fecha 22/01/2003 (A 21-8317) sobre la catastral NUM125, a pesar
de que ya constaba esta autorización en el documento expedido en octubre de
2002, con la única diferencia de referirla ahora sólo específicamente a la
segregación, no a la licencia de obra que también recogía el referido documento
mixto
La actuación del recurrente era repetitiva y en virtud del mismo modus operandi,
de ahí que se le condene por continuidad delictiva al tratarse, como se recoge, de
una "consciente arbitrariedad con que autorizó tanto esa segregación ilegal,
valiéndose del mismo artificio ya empleado en otras ocasiones, como la licencia de
obra".
8.- Actuaciones de Jose Pablo en parajes DIRECCION010 y DIRECCION011.
...el alcalde Genaro, pese a reflejarse en el propio texto la naturaleza de finca

192
Documento

rústica que el propio solicitante había atribuido a la parcela 162, autorizó la


segregación solicitada con resultado de dos parcelas, una de 6000 m2 y otra de
2190 m2, justificándola en la concurrencia del supuesto excepcional del artículo 25
de la Ley de Modernización de Explotaciones Agrarias a sabiendas de que no
concurrían sus presupuestos legales para esa subdivisión contraria a la regla
general el artículo 24.
Sobre esta nueva finca registral NUM133 los Clemencia construyeron sin licencia
y en suelo no urbanizable una vivienda de unos 135 m2 que quedó terminada el 14
de julio de 2003 y que una vez construida fue autorizada por el alcalde Genaro
mediante licencia de obra de 12/06/2003 (A 21-8060) de forma enteramente
arbitraria pues lo resolvió así sin previo informe técnico y jurídico y sin la previa
aprobación por el pleno municipal del preceptivo proyecto de actuación.
Se recoge la condena por delito continuado de prevaricación el alcalde Genaro
por haber otorgado arbitrariamente la licencia de segregación 19/07/2002 de la
parcela NUM132 y la licencia de obras de 12/06/2003 concedida sobre la misma
parcela.
9.- Licencias de segregación y obras a URBANIZACIÓN SOL DE LA AXARQUIA
SL
...el alcalde la concedió a sabiendas de su ilicitud, mediante un documento que
carecía de fecha (A 22-8486 y A 24-9385) en el que argumentaba que la finca matriz
tenía el carácter de urbana "por disponer de los servicios de acceso rodado,
suministro de agua potable, recogida de basuras, saneamiento y electricidad".
Ese mismo día la parte compradora presentó en el ayuntamiento una solicitud de
licencia para construir en la finca recién adquirida dos viviendas unifamiliares
aisladas, que el alcalde concedió, mediante licencia de obras de 25/08/2003 (A 22-
8487 y 45-14748) prescindiendo deliberadamente de los preceptivos informes
técnico y jurídico y con plena consciencia de que transgredía la legislación
urbanística al afectar a suelo no urbanizable en el que conforme a la ya vigente
LOUA sólo estaba permitido viviendas unifamiliares aisladas cuya necesidad
justificada de construcción estuviese vinculada a fines productivos y previa
aprobación de un proyecto de actuación por el pleno municipal, requisitos que no se
cumplían en el presente caso. Además, ni siquiera el planeamiento de Alcaucín (las
NNSS ) que el alcalde consideraba vigente habría podido permitir construir en esa
parcela cuya superficie era de extensión inferior a la mínima edificable.
Se recoge la condena por delito de prevaricación por la licencia de segregación
sin fecha de la finca NUM134 y por la licencia de obras de 25/08/2003 concedida
sobre la misma
10.- Obras autorizadas a Gregorio
...Las dos licencias, ninguna de las cuales se presentó acompañada de proyecto
técnico, fueron otorgadas arbitrariamente por Genaro a sabiendas de la manifiesta

193
Documento

ilegalidad tanto de forma como de fondo en la que incurría al haber autorizado este
tipo de viviendas aisladas en suelo no urbanizable y de superficie inferior a la unidad
mínima de cultivo y sin haber seguido el procedimiento legalmente establecido que
requería de la previa autorización de un proyecto de actuación aprobado por el
pleno municipal seguido a continuación, en caso positivo, de licencia municipal
previa emisión de los preceptivos informes técnico y jurídico.
Se recoge que "no pedía asesoramiento a nadie para otorgar licencias pues las
daba como lo habían hecho antes todos los alcaldes) y las escuchas telefónicas
reproducidas en el plenario sobre la conversación que mantuvo con Donato el 17 de
diciembre de 2008 sobre Gregorio (A7-1953), de las que en realidad no cabe
razonablemente inferir los datos inculpatorios que pretende inferir el Ministerio fiscal,
sólo permiten llegar a la conclusión de atribuir a Genaro el delito de prevaricación
urbanística pero referido exclusivamente a las dos licencias de obra arbitrariamente
concedidas en los términos que se recogen en el factum"
11.- Certificado y licencia para la finca registral NUM151, en DIRECCION021
...Y con la misma finalidad Genaro concedió al vendedor una licencia de
segregación de 16/04/2004 (65-21537) por la que le autorizó a desgajar de la finca
matriz una porción de 300 m2, a sabiendas de su manifiesta ilicitud pues no sólo
tenía cabal conocimiento de la prohibición legal de parcelaciones urbanísticas en
suelo no urbanizable sino también de que, en cualquier caso, cualquier segregación
de finca rústica pudiera dar lugar a una parcela inferior en extensión a la unidad
mínima de cultivo que en Alcaucín, para las de regadío, tenía fijado el límite en 2500
m2.El certificado municipal y la licencia de segregación se incorporaron a la
escritura de segregación y compraventa de 23 de abril de 2004, que los otorgantes
aprovecharon para declarar que el inmueble ya era urbano, autorizándolo así el
notario. El título fue presentado al Registro de la Propiedad quedando inscrito el
nuevo inmueble a favor de Heraclio y su esposa como finca registral NUM151, con
la cualidad de urbana (65-21537).
Se recoge la condena al recurrente como autor de un delito de prevaricación
común a la vista de la consciente arbitrariedad con que actuó al autorizar esa
segregación ilegal por debajo de la unidad mínima de cultivo.
Por todo ello, el Tribunal condena al recurrente como autor de un delito
continuado de prevaricación administrativa y urbanística por los hechos que se
indican en los apartados 1, 2 (A, B y C), 4, 6, 7, 9, 10, 11 y 14 correspondientes al
HECHO PROBADO SEGUNDO de esta sentencia.
Hecho probado 3º
1.- Actuaciones en la parcela NUM266, Pago DIRECCION000
...Y una vez obtenido dicho informe, presentó aquél el mismo día en el
ayuntamiento una solicitud de reforma integral de esa supuesta casa en ruina (A 21-
8191) a la que dicho alcalde accedió, sólo cuatro días después, mediante 1).

194
Documento

Actuaciones en la parcela NUM266, Pago DIRECCION000 (epígrafe 11 MF). Pag.


45 (A 21- 8192) a sabiendas de que de este modo vulnerada frontalmente la
legalidad urbanística vigente que para efectuar cualquier tipo de construcción de
vivienda familiar no destinada a explotación agrícola en suelos no urbanizables
exigía la tramitación de un procedimiento previo aprobado por el órgano autonómico
y un posterior informe técnico y jurídico antes del otorgamiento de la
correspondiente licencia municipal.
Se recoge la condena por delito de prevaricación urbanística por la licencia de
obras concedida. Pruebas de entre las que merecen ser especialmente destacadas
los documentos reseñados en el propio relato fáctico (entre ellos, el documento
oficial de licencia debidamente firmado y sellado, cuya presunción legal de
autenticidad no ha sido ni siquiera sometida a prueba pericial) y las cuasi periciales
técnicas relativas a la naturaleza de la parcela y de la supuesta ruina existente en
ella.
2.- Actuaciones en parcela NUM267 del polígono NUM219, URBANIZACION002
...el alcalde Genaro le otorgó, al menos, dos licencias de segregación con fecha
20/04/2004 que dieron lugar a sendas parcelas de 988 m2 y 1019 m2,
respectivamente (A 22-8733 y A 22- 8737). Unas autorizaciones que realizó a pesar
de ser plenamente consciente de la naturaleza rústica del terreno y de la prohibición
de efectuar parcelaciones urbanísticas en este tipo de terrenos así como de efectuar
segregaciones que den lugar a parcelas inferiores a la unidad mínima de cultivo,
que en el término municipal de Alcaucín estaba fijada en 25.000 m2 para los
terrenos de secano y 2.500 m2 para los de regadío...
Sobre el resto de la finca matriz NUM169 -parcela NUM163 de la
URBANIZACION002 de 1.389 m2 de superficie- Juan Carlos construyó una casa de
madera de 125 m2 que fue autorizada por el alcalde Genaro en virtud de licencia de
obras de 07/12/2005 (A 36-14078) dictada en expediente de obras NUM340 a
sabiendas de su ilegalidad y sin informes técnico y jurídico.
Lejos de su alegato de "ignorancia" o cuestiones referentes a la existencia de la
legislación "confusa" que alegaba y que dio lugar al alegato del "error" los hechos
probados van señalando una actuación consciente y deliberada de actuar y que
conocía a la perfección la naturaleza rústica del terreno, fuera del alegato acerca de
problemas en relación con la normativa urbanística que alega ser confusa frente a
su probada actuación dolosa, a sabiendas de cómo actuaba.
3.- Construcción y alta catastral en parcela NUM171 del polígono NUM120,
PARAJE007
...licencia de obras de 09/11/2001 (A 22-8675) que le fue concedida por el alcalde
Sr. Genaro en expediente municipal de obras NUM375 sin contar con informes
técnicos ni jurídicos y sabiendo que según la legalidad urbanística entonces vigente
tenía obligación de recabar tales informes y que en este tipo de suelo sólo se
permitían excepcionalmente construcciones no destinadas a explotaciones cuando

195
Documento

se tratase de edificios aislados destinados a vivienda familiar, pero previa


autorización del órgano autonómico y siguiendo un procedimiento especial
encaminado a garantizar esos requisitos. Además, aunque las normas de
planeamiento del municipio han sido declaradas ahora no vigentes, y por tanto no
vinculantes, lo cierto es que el alcalde ni siquiera respetó la parcela mínima
edificable que conforme al texto refundido parcialmente publicado de dichas normas
era de 5000 m para los suelos del grado 1. Más aún, al ubicarse la parcela en la
zona de influencia del río Alcaucín se necesitaba autorización del organismo
regulador de la cuenca hidrográfica, requisito del que también se prescindió.
Con ello, no se trata de la vigencia, o no, de las normas, sino que su actuación
dolosa es constante, ya que no pedía informes vinculantes que no puede
desconocer siendo el alcalde, y se incide en que ni siquiera respetó la parcela
mínima edificable. Se recoge la condena por el delito de prevaricación urbanística
por la licencia de obras concedida. Pruebas de entre las que merecen ser
destacadas, como siempre, los documentos reseñados en el propio relato fáctico, y
las cuasi periciales técnicas pública y privada relativas a la naturaleza de la parcela
y que unidas a las orto fotos (de los años 1998 y 2001) aportadas permiten
fácilmente concluir el genuino carácter rural de la finca para la que se otorgó la
licencia de obra (pues no cumplía mínimamente el doble requisito material y formal
previsto en el ya ampliamente comentado artículo 13 LS92) y, por consiguiente, la
manifiesta arbitrariedad en que incurrió el alcalde al concederla sin los preceptivos
informes técnico y jurídico y sin previamente haber obtenido, conforme al artículo 16
LS92, su previa aprobación por el órgano autonómico.
Hecho probado 4º
1.- URBANIZACION003 y Cortijo DIRECCION012.
...Todo lo cual contó con la anuencia del alcalde Genaro, que de forma
sistemática fue otorgando a dicho promotor todas las licencias de segregación y de
obra que le solicitaba a sabiendas de su manifiesta ilegalidad. Las primeras, por ser
plenamente consciente de la prohibición legal de efectuar parcelaciones
urbanísticas o segregaciones de terreno en suelo no urbanizable que generasen
parcelas inferiores a la unidad mínima de cultivo que para Alcaucín estaba fijada en
25.000 m2 (para los terrenos de secano) y 2.500 m2 (para los de regadío). Y las
segundas, por ser plenamente conocedor también de la prohibición de realizar en
esta clase de terrenos rústicos construcciones de viviendas no destinadas a fines
agrícolas salvo edificios familiares aislados y previo seguimiento de un
procedimiento especial que requería la previa aprobación del órgano autonómico
(hasta la vigencia de la LOUA) o del pleno municipal (tras la vigencia de la LOUA),
además de los subsiguientes informes técnico y jurídico antes del otorgamiento de
la licencia municipal, presupuestos legales todos ellos que fueron deliberadamente
ignorados por el alcalde en todas las licencias de obra que otorgó
Se incide para la condena en que la concesión por la autoridad pública de una
licencia para poder construir en él, en la medida que constituye una infracción de la

196
Documento

norma urbanística, sí que debe entrar de lleno en la órbita del delito de prevaricación
urbanística si dicha concesión (como ha sucedido en el presente caso y, además,
de forma reiterada) se efectúa a sabiendas de su injusticia.
2.- URBANIZACION008.
...Y, efectivamente, el mismo día de su presentación, el alcalde directamente firmó
una licencia de obras de fecha 10 de enero de 2000 (A 5-1494), expediente de
obras NUM185, donde autorizaba la construcción de esas 24 viviendas unifamiliares
sin apoyarse en ningún informe técnico o jurídico y dispensándoles, incluso, del
pago de las tasas municipales hasta el momento en que iniciaran las obras. Todo
ello, pese a ser plenamente consciente el alcalde de que, conforme a las NNSS del
municipio, no se podía edificar en ese terreno por estar clasificado en ellas como
suelo no urbanizable no protegido grado 2. Si bien ha de tenerse en cuenta ahora
que, al haber sido declaradas no vigentes esas normas subsidiarias en esta
sentencia y ser, por tanto, de directa aplicación la entonces vigente ley urbanística
1/1997 (que revivió el texto de la estatal LS 92), no ha podido quedar acreditado,
fuera de toda duda, que ese terreno no hubiera podido llegar a merecer la
consideración de urbano
Tres años más tarde, mediante escritura pública de 30/04/2003, los promotores
materializaron la compra de la finca por el precio de 240.404 € (A 5- 1483) y, dos
año más tarde, otorgaron escritura pública de 07/07/2005 (A5- 1575) declarando
que la finca ya era urbana y segregando de ella 24 parcelas aportando al efecto dos
licencias de segregación de 16/07/2005 y de 05/06/2005 expedidas por el alcalde
aún a sabiendas de que, conforme a las normas subsidiarias que él consideraba
vigentes, la finca tenía la clasificación de suelo rústico y, por ende, ésas
segregaciones vulneraban la unidad mínima de cultivo establecida por la legislación
agraria para el municipio de Alcaucín, si bien, tal y como se ha dicho antes, al no
haber regido nunca objetivamente esas normas subsidiarias, conforme a legislación
urbanística entonces aplicable (en este caso la LOUA) tampoco ha podido
descartarse por completo la posible naturaleza urbana del terreno.
Se recoge que a sabiendas de su ilegalidad, esa amplísima licencia de obras de
10/01/2000 el mismo día de su solicitud y, por tanto, prescindiendo de los trámites
de procedimiento tan esenciales como son los informes técnico y jurídico
imperativamente establecidos en la legislación tantas veces citada (véase, entre
otros, el fundamento jurídico noveno) tanto si se trata de obras en suelo urbano
como en suelo no urbanizable y con un evidente propósito de favorecer a los
promotores que claramente queda de relieve tanto en la inmediatez de su concesión
como en el irregular aplazamiento del cobro de las tasas correspondientes.
3.- Urbanización DIRECCION013
...lográndose como consecuencia de ello tanto la inscripción de esa finca en el
Registro de la Propiedad en calidad de urbana (55-17979) como también, con esa
misma naturaleza, las de todas las parcelas que sucesivamente se segregaron de

197
Documento

esta finca matriz previa expedición por el alcalde de las correspondientes licencias
de segregación y de obra, constando como, al menos, siete viviendas unifamiliares y
otra pluri familiar (consistente en un edificio de tres plantas y 10 apartamentos)
fueron construidas en esas parcelas y vendidas a terceros durante los años 2004 a
2008 otorgándose arbitrariamente por el alcalde, para cada una de ellas (las
registrales NUM188, NUM189, NUM190, NUM191 NUM192, NUM193 y NUM194),
la correspondiente licencia de obras sin recabar los preceptivos informes técnico y
jurídico, tal y como se advierte en las respectivas escrituras notariales donde
constan testimoniadas (57-18825,57-18627, 57- 1864 6,59-19327, 57-18727,
55-18019 y 55-18076).
Se recoge la condena por delito continuado de prevaricación urbanística, por
haber otorgado, a sabiendas de su ilegalidad, todas esas múltiples licencias de
obras que se mencionan en el factum en el mismo día de su solicitud y, por tanto,
prescindiendo de los trámites de procedimiento tan esenciales como son los
informes técnico y jurídico imperativamente establecidos en la legislación tantas
veces citada tanto si se trata de obras en suelo urbano como en suelo no
urbanizable y, al igual que en el apartado anterior, con evidente propósito de
favorecer a estos promotores
4.- URBANIZACION004.
...las correspondientes licencias municipales de segregación y de obra que les
fueron concedidas por el alcalde a sabiendas de su manifiesta ilegalidad constando
acreditado como, al menos, nueve viviendas unifamiliares fueron construidas por la
sociedad de los acusados en esas parcelas no urbanizables segregadas durante,
fundamentalmente, el año 2006 y vendidas posteriormente a terceros, siendo éste el
caso de las nuevas registrales NUM197, NUM198, NUM199, NUM200 NUM201,
NUM202, NUM203, NUM204, y NUM205 ( NUM278, NUM279, NUM280, NUM281,
NUM282, NUM283,, NUM284, NUM285 y NUM286, respectivamente).
Se recoge la condena por delito continuado de prevaricación y prevaricación
urbanística por la actividad probatoria llevada al plenario (constituida esencialmente
por los documentos reseñados en el relato fáctico y las periciales técnicas
urbanísticas) permite inequívocamente atribuirle el referido delito a la vista de las
numerosas licencias de segregación y de obras concedidas arbitrariamente sobre
un suelo cuya naturaleza de no urbanizable estaba fuera de toda duda, tal y como
quedó debidamente razonado en ese mismo fundamento jurídico sexto de esta
resolución . Arbitrariedad que por lo que se refiere a las licencias de segregación
queda patente en su concesión vulnerando la unidad mínima de cultivo y que por lo
que se refiere a las licencias de obra por la nuevamente consciente vulneración de
las normas urbanísticas que no permiten construir en esta clase de suelos no
urbanizables fuera de los supuestos excepcionales que contemplan las ya
reiteradas normas urbanísticas previo seguimiento de un procedimiento especial y la
posterior licencia precedida de los imperativos informes técnico y jurídico.
5.- URBANIZACION007

198
Documento

...las correspondientes licencias de segregación arbitrariamente otorgadas por el


alcalde entre el 21/12/2000 y el 16/07/2003 a sabiendas de vulnerar la unidad
mínima de cultivo. Habiéndose realizado también en estas parcelas la construcción
de más de una treintena de viviendas merced igualmente a las licencias de obra
arbitrariamente otorgadas por el alcalde prescindiendo no sólo de los preceptivos
informes técnicos y jurídicos sino el procedimiento especial previo exigido por las
leyes urbanísticas para poder autorizar excepcionalmente edificaciones aisladas.
Licencias de una y otra índole cuyo contenido quedó incorporado a las
correspondientes escrituras notariales de segregación y de obra nueva obrantes en
los tomos principales 61 y 62 de esta causa.
Se recoge que las pruebas practicadas en el plenario (sobre todo la copiosa
documental pública relativa a escrituras notariales y certificaciones registrales) y
muy especialmente la valoración probatoria y razonamientos expuestos al comienzo
de este mismo fundamento jurídico respecto al carácter de suelo no urbanizable de
esta finca ubicada en URBANIZACION003 debe arrastrar necesariamente la
condena de éste acusado por el delito de prevaricación común y urbanística que se
le imputa a la vista de la manifiesta ilegalidad (ya sobradamente razonada) de
otorgar licencias de segregación generadoras de parcelas inferiores a la unidad
mínima de cultivo o de la concesión de licencias de obra con abierta vulneración de
los requisitos sustantivos y procesales exigidos por las leyes urbanísticas.
Hecho probado nº 5
1.- Parcelación de las fincas NUM215 y NUM216
...Valiéndose de este certificado municipal de 31/03/2004 y de la licencia de
segregación de 18/05/2004 (A35-13855) que el alcalde Genaro concedió a
sabiendas de su ilegalidad por ser inferior a la unidad mínima de cultivo exigible
para esta clase de terreno rústico.
...siéndole concedida arbitrariamente por el alcalde licencia de obras de fecha
17/05/2004 (A 35-13857) en el expediente de obras NUM222 prescindiendo a
sabiendas de los preceptivos informes técnicos y jurídicos y, por supuesto, de la
inexcusable aprobación previa por el pleno municipal del correspondiente proyecto
de actuación exigido por la ley urbanística vigente (LOUA) permitiendo así que el
promotor (con el que el alcalde mantenía una estrecha relación amistosa)
aprovechara esa escritura de 27 de mayo de 2004 para declarar la obra nueva y
protocolizar el contrato de compraventa realizado.
Se aclara por el Tribunal el canon de argumento de la condena por delito
continuado de prevaricación y prevaricación urbanística, al haber quedado
plenamente acreditada la arbitraria expedición tanto de la licencia de segregación de
18/05/2004, con abierta vulneración de la unidad mínima de cultivo prevista para
Alcaucín (y que ya sido reiteradamente mencionados en esta sentencia), como la
licencia de obras de 17/05/2004, a sabiendas de la naturaleza inequívocamente
rústica del terreno (no sólo conforme a las NNSS que todos creían vigentes sino

199
Documento

conforme a los preceptos de la LOUA, tantas veces igualmente recordados en esta


resolución) y de la frontal vulneración de los requisitos procedimentales establecidos
(informes técnico y jurídico y previa aprobación por el pleno municipal del
correspondiente proyecto de actuación).
No puede alegarse un desconocimiento básico de estas condiciones de
concesión de licencias. El problema no fue solo de normativa, sino de flagrante
omisión deliberada y a sabiendas del trámite procedimental para la concesión de las
licencias, y su resolución a sabiendas de las omisiones existentes.
Hecho probado 7º
1.- Licencias, convenios urbanísticos y desarrollo del Sector Cardón
...diversas licencias de segregación y de construcción en terrenos calificados
como suelo no urbanizable por las normas subsidiarias del municipio (declaradas no
vigentes en esta sentencia) siéndole concedidas por el alcalde Genaro en el mismo
día de presentación de la solicitud, al menos, las siguientes licencias...
Mucho antes de la reclasificación de estos terrenos, el constructor Domingo ya
había iniciado las obras de urbanización en la zona ampliada, con total pasividad del
ayuntamiento, consistentes en movimientos de tierra sobre las parcelas NUM247 y
NUM248 del polígono NUM106. Hechos que fueron puestos en conocimiento de la
corporación municipal por una vecina colindante, Francisca, la cual, indignada por la
respuesta negativa recibida (se le dijo que "allí no se estaba haciendo nada"),
presentó denuncia ante la Junta de Andalucia, la cual mediante un oficio de
23/10/2006 (A 18- 6474) firmado por el Delegado Provincial y dirigido al alcalde (con
fecha de entrada en el ayuntamiento de 02/11/2006) en el que se calificaban los
hechos como una posible infracción urbanística grave o muy grave, que el
Ayuntamiento debía perseguir adoptando las medidas de suspensión pertinentes
para la reposición de la realidad física alterada en uso de sus competencias en
materia de disciplina urbanística, conteniendo también el oficio un expreso
apercibimiento de las posibles responsabilidades civiles, administrativas y penales
en que podría incurrir la autoridad municipal en caso contrario. Genaro, sin
embargo, pese a tener cabal conocimiento de la comunicación optó por mantenerse
en la misma situación de total inacción haciendo voluntaria dejación de sus
responsabilidades como alcalde y no promoviendo actuación de ningún tipo a fin de
no entorpecer los planes e intereses particulares de su amigo Domingo, de cuyo
afán de favorecimiento ya había dado antes muestras, tanto al concederle años
atrás las licencias de obra irregulares mencionadas en este relato, como en su
receptiva actitud mostrada en todo el intenso proceso de transformación en
urbanizables de los terrenos del PARAJE008 promovido por aquel y que acaba de
ser referido.
Se recoge que existe una deliberada conducta omisiva en relación con las obras
de urbanización emprendidas por Domingo mucho antes de la reclasificación de los
terrenos. Y ello por cuanto que, en el primer caso, la arbitrariedad del otorgamiento

200
Documento

de esas licencias es notoria al haber infringido conscientemente todos los requisitos


exigidos por las normas urbanísticas.
Se recoge la condena por delito continuado de prevaricación común y urbanística
pero referido exclusivamente a las tres licencias municipales de obra que se
mencionan en el relato de hechos probados y a su deliberada conducta omisiva en
relación con las obras de urbanización emprendidas por Domingo mucho antes de la
reclasificación de los terrenos. Y ello por cuanto que, en el primer caso, la
arbitrariedad del otorgamiento de esas licencias es notoria al haber infringido
conscientemente todos los requisitos exigidos por las normas urbanísticas.
Hecho probado nº 8
1.- División de la finca registral NUM255
Se presentó en julio de 1998 una primera solicitud para construir una vivienda
unifamiliar desvinculada del uso agrícola, y en julio del año siguiente otra solicitud
similar, siendo ambas peticiones estimadas arbitrariamente por el alcalde Genaro
mediante las correspondientes licencias de obras de 17 de julio de 1998 (la 66/98) y
27 de julio de 1999 (la 77/99). La primera concedida a los 10 días de su petición
(A20¬7591 y A4-1225), y la segunda en el mismo día (A 20-7593) sin recabar
previamente, en ninguno de los dos casos, los preceptivos informes técnico jurídicos
y a sabiendas asimismo de no haber obtenido la previa autorización del órgano
autonómico exigida legalmente para poder permitir esta clase de edificaciones
aisladas en suelo no urbanizable.
Se recoge la condena por el carácter arbitrario y manifiestamente contrario a
derecho con que el alcalde concedió esas dos licencias de obra para construir unas
viviendas unifamiliares aisladas sobre un terreno cuyo carácter de SNU nadie
discute (además de venir confirmado por la pericial urbanística depuesta por los
peritos de la acusación pública), prescindiendo conscientemente no sólo de los
preceptivos informes técnico y jurídico ( artículo 4.2 RD 2187/1978 ) sino de la
previa aprobación por el órgano autonómico.
Hecho probado nº 9
1.- Venta de PROMOCIONES ANDALUZAS Y TORRELE a MALAGA HAENDEL
SL, convenio urbanístico y licencia de obras 70/05 de 08/04/2005
...el alcalde Genaro otorgó la licencia de obras de 08/04/2005 (44-14404 y
A12-3938), o sea sólo cuatro días después, y nuevamente sin sujetarla a condición
alguna y de forma arbitraria, prescindiendo (al igual que en el caso de la licencia de
julio de 2004) de los preceptivos informes técnico y jurídico y sin seguir tampoco el
previo procedimiento de aprobación del correspondiente proyecto de actuación,
tomando interesadamente tan sólo en consideración un certificado de fecha
05/04/2005(44-14405 y A13-4405) expedido por el arquitecto Santiago (el arquitecto
particular de los promotores y, por tanto, no el técnico municipal) en el que (al igual
que, como ya hemos visto, haría días después para las fincas NUM259 y NUM258)

201
Documento

aseguraba que la finca NUM342 estaba dotada con "todos los servicios y
suministros de una parcela urbana, y bajo esta consideración cuenta con acceso
rodado por su lindero este, electricidad, servicio de agua potable conectada por el
ayuntamiento y servicio de recogida de basura".
Se incide en la manifiesta ilegalidad en su actuación y prescindir totalmente de
todos los presupuestos y requisitos previstos en la legislación urbanística. No se
trataba de conocer bien la realidad legislativa del suelo, sino de una palmaria y
evidente actuación al margen de la ley y del procedimiento para coadyuvar en una
constante práctica constructiva atentatoria a la ordenación del territorio y de permitir
con su actividad ilícita la construcción en zona no permitida. La actuación era
siempre la misma prescindiendo dolosamente del procedimiento que debía a seguir
y entregando la autorización sin control alguno.
Hecho probado 11º
1.- Parcelas NUM268 y NUM250 del polígono NUM219
...la cual fue estimada por el alcalde Genaro, mediante licencia de obras de
06/07/2007 (60- 20028), es decir al mismo día siguiente, y de forma enteramente
arbitraria, sin recabar los previos informes técnico jurídico y a sabiendas de la
inexistencia allí de vivienda alguna susceptible de reformar o rehabilitar y de la
prohibición legal, en definitiva, de poder efectuar esta clase de viviendas en suelo no
urbanizable sin la previa aprobación por el pleno municipal del correspondiente
proyecto de actuación.
Se recoge la condena por delito de prevaricación urbanística que se le acusa, por
cuanto que de los documentos reseñados en el propio relato fáctico, informe policial
con inspección ocular (A- 13881 y A13909), sus propias declaraciones parcialmente
admisorias de hechos y, sobre todo, el más que elocuente contenido de las
grabaciones telefónicas entre él y Donato Romeo, ordenadas judicialmente y
reproducidas en el juicio (constando la transcripción en A9-2495), en cuya
conversación ambos reconocen claramente la inexistencia de vivienda alguna
antigua en la parcela en cuestión, se infiere inequívocamente de todo ello que el
alcalde expidió esa licencia de obras (en la modalidad de rehabilitación o reforma)
de forma enteramente arbitraria, es decir a sabiendas de que esa antigua vivienda
no existía y de que, por tanto, estaba realmente autorizando torticeramente una
licencia de nueva edificación en un suelo no urbanizable.
Hecho probado nº 12
1.- Segregación de la finca registral NUM269
...el alcalde Genaro no tuvo reparo alguno en conceder sólo un día después
mediante licencia de segregación de 23/09/2004 (A22-8662), acordada de forma
enteramente arbitraria, es decir, sin los preceptivos informes técnico y jurídico y a
sabiendas de su manifiesta ilegalidad sustantiva, al comportar que la dos parcelas
resultantes quedaran con una superficie muy inferior a la unidad mínima de cultivo

202
Documento

que para el término municipal de Alcaucín se encontraba establecida en 2500 m2


para fincas de regadío y en 25.000 m2 para fincas de secano.
Se recoge la condena por delito de prevaricación común del artículo 404 de que
viene acusado, habida cuenta la manifiesta arbitrariedad de la licencia de
segregación que concedió omitiendo los preceptivos informes técnico y jurídicos y
con abierta vulneración de la ley 19/1995 de Modernización de Explotaciones
Agrarias (LMEA), más concretamente de su artículo 24, que prohíbe la división de
fincas rústicas por debajo de la unidad mínima de cultivo.
2.- Parcelación irregular de la finca registral NUM270 (catastral NUM271.
Más tarde, a solicitud del mismo interesado, el alcalde le concedió el mismo día
de su presentación seis licencias de segregación de fecha 11/05/2006 (49-15958 y
ss) para cada una de las parcelas que pretendía segregar con superficies
comprendidas entre 311 y 660 m2. Decisión que adoptó el alcalde de forma
enteramente arbitraria, pues lo hizo sin los preceptivos informes técnico y jurídico y
a sabiendas de su manifiesta ilegalidad por cuanto que comportaba que las parcelas
resultantes quedaran con una superficie muy inferior a la unidad mínima de cultivo
que para el término municipal de Alcaucín se encontraba establecida en 2500 m2
para fincas de regadío y en 25.000 m2 para fincas de secano.
Y es que, en efecto, en esta urbanización irregular ya se habían construido con
anterioridad, al menos, cuatro viviendas unifamiliares que fueron autorizadas
arbitrariamente por el alcalde Genaro en virtud de licencia de obras de 13/08/1999
(A21-8155) concedida el mismo día de su solicitud sin los previos informes técnico
jurídicos y a sabiendas de la naturaleza rústica de los terrenos y carácter residencial
de las edificaciones y, por ende, enteramente contraria a la legislación urbanística.
Se recoge la condena por delito continuado de prevaricación común y urbanística
que se le imputa, habida cuenta la indiscutible arbitrariedad con que concedió tanto
las licencias de obra de 1999 (sin informes técnico jurídicos y sin la previa
aprobación por el órgano autonómico correspondiente de esa excepcional
autorización por el órgano autonómico correspondiente de esa clase de
edificaciones en suelo no urbanizable expresamente prevista en el artículo 16 LS92)
como las licencias de segregación (también sin los previos informes técnico
jurídicos).
Se repite la tónica comisiva habitual de coadyuvar y cooperar en la construcción
ilegal mediante su actitud al margen de la legalidad procedimental.
3.- Parcela NUM247 del polígono NUM139.
...solicitudes de segregación de la finca para dar origen a las correspondientes
parcelas de sólo 1050 m2. Solicitudes que fueron estimadas por el alcalde Genaro
otorgándole cuatro licencias de segregación de fecha 23/09/2004 (53-17428 y ss), o
sea al mismo día siguiente, y de forma enteramente arbitraria, es decir, sin ningún
informe técnico jurídico previo y a sabiendas de que dada la naturaleza rústica del

203
Documento

terreno y la unidad mínima de cultivo exigida por la legislación agraria en el término


municipal de Alcaucín no podía concederlas al quedar la superficie de las parcelas
resultantes muy por debajo de esa unidad mínima.
Se recoge la condena por delito continuado de prevaricación común por haber
otorgado de la forma arbitraria que se describen el relato esas licencias de
segregación, es decir sin informes y vulnerando la unidad mínima de cultivo.
4.- Finca registral NUM272
...Y a tal solicitud accedió el alcalde Genaro otorgándole arbitrariamente licencia
de obras 05/04/2000 (A24-9268) omitiendo los preceptivos informes técnico y
jurídico y a sabiendas de que en esa clase de suelo no urbanizable estaban
prohibidas las construcciones no destinadas a explotaciones agrícolas salvo
excepcionalmente edificios aislados destinados a vivienda familiar expresamente
autorizados por el órgano autonómico competente tras la sustanciación de un
procedimiento expresamente previsto en la entonces vigente LS 1992 .
Se recoge la condena como autor del delito de prevaricación urbanística que se le
imputa habida cuenta el arbitrario modo con que, una vez más, actuó concediendo
esa licencia de obra sobre suelo no urbanizable prescindiendo no sólo de los
informes técnico y jurídico sino del previo procedimiento administrativo
expresamente previsto en el artículo 16 LS92, entonces vigente, que exigía para
poder otorgar esta clase de licencias para la construcción de viviendas residenciales
en suelo no urbanizable la previa aprobación del órgano autonómico
correspondiente.
Hecho probado nº 13
1.- Concesión de licencia de obras a SOPORTES EQUIPOS SL
El 25 de junio del mismo año, la promotora presentó la solicitud con el proyecto
básico (A28-10930), aunque "condicionada a la aprobación del PGOU", y el alcalde
Genaro le concedió arbitrariamente licencia de obras de 27/07/2006 (A28-10933)
para la construcción de dos edificios con 96 apartamentos, sin ningún tipo de
matices, sin recabar los preceptivos informes técnico y jurídico y a sabiendas,
igualmente, de que la LOUA sólo permitía en esta clase de suelo no urbanizable,
con carácter excepcional y debidamente justificado, viviendas unifamiiares aisladas
previa aprobación de un proyecto de actuación, si bien no consta que la promotora
hiciera finalmente uso de esa licencia.
Se recoge la condena por un delito de prevaricación urbanística que se le imputa,
habida cuenta la arbitrariedad manifiesta de su actuación al conceder a la
promotora, sin previos informes técnico y jurídico y con clara vulneración a
sabiendas de la prohibición de construir en suelo no urbanizable viviendas
unifamiliares (salvo aprobación previa de un proyecto de actuación) que además se
transforma en absoluta en el caso de viviendas pluri familiares.
2.- AOUF CASA SL y actuaciones relacionadas con la finca NUM381 (Epigrafe

204
Documento

32). Certificados de urbana, segregación y venta de inmuebles, inscripción registral


y licencias de obras.
...el alcalde, como en tantas otras ocasiones, no puso reparo alguno expidiendo a
tal efecto, sólo cuatro días después y sin recabar los preceptivos informes técnico
jurídicos, sendas licencias municipales de segregación de fecha 07/06/2005
(A28-10986 y A28-10987). Decisiones que adoptó de forma enteramente arbitraria a
sabiendas del carácter no urbanizable del suelo no sólo conforme a las normas de
planeamiento de Alcaucín (que él creía vigentes) sino también conforme a las
pautas de directa aplicación establecidas por la legislación urbanística, más
concretamente la LOUA que claramente establecía el carácter no urbanizable de
todo aquel suelo que no reuniera los requisitos de ubicación, servicios urbanísticos e
integración en malla urbana que, desde luego, las parcelas en cuestión no cumplían,
y a sabiendas también de que el Avance de planeamiento en trámite era un mero
proyecto sin eficacia jurídica alguna fuera, precisamente, de la automática
suspensión de licencias que contempla dicha ley.
Se recoge que delito de prevaricación por las dos licencias de segregación que
arbitrariamente otorgó y renovó prescindiendo de los preceptivos informes técnico y
jurídico y a sabiendas del carácter no urbanizable del suelo y la expresa prohibición
contenida en la ya tantas veces mencionada Ley 19/1995 de Modernización de
Explotaciones Agrarias (artículo 24) de efectuar segregaciones por debajo de la
unidad mínima de cultivo.
Hecho probado nº 19
1.- Vivienda de Rosendo en parcela NUM273 del polígono NUM129
A pesar de ello, Rosendo, tras efectuar indagaciones en el ayuntamiento y
siguiendo el plan o idea proporcionada por un tercero, decidió llevar a cabo esa
edificación residencial simulando, para sortear el obstáculo legal, la reforma de una
supuesta antigua vivienda que en realidad nunca existió en la parcela. Y a tal efecto
con fecha 15/11/2004 presentó en el ayuntamiento la correspondiente solicitud de
licencia de obras de reforma a la que no acompañó proyecto, fotografías o cualquier
otro documento que reflejara las características y el estado de la supuesta vivienda
a rehabilitar, dando lugar al expediente de obra menor NUM363 en el que el alcalde
Genaro, a sabiendas de todo ello, le concedió arbitrariamente, sólo tres días
después, licencia de obras de reforma de fecha 18/11/2004 (A13-4149 y 34- 11006),
prescindiendo de los preceptivos informes técnico y jurídico y con plena conciencia
de su manifiesta contradicción con la legalidad urbanística.
Se recoge que se le condena por delito de prevaricación urbanística que se le
imputa por concurrir en su conducta todos y cada uno de los elementos objetivos y
subjetivos que configuran este delito del artículo 320.1 CP. La actuación lo es "a
sabiendas" de que lo que se pretendía realmente construir era una vivienda
residencial de nueva planta (es decir, no de carácter agrícola ni de mera reforma o
rehabilitación) legalmente prohibida en suelo no urbanizable, el alcalde la concedió

205
Documento

de plano y sin la más leve comprobación (el solicitante sólo acompañó al escrito el
dibujo de un plano), prescindiendo de los preceptivos informes técnico y jurídico
(exigidos por el tantas veces mencionado RD 2187/1978 que, en este caso, habrían
desvelado la mendacidad de la preexistente vivienda alegada) y de la previa e
indispensable aprobación por el pleno municipal de un proyecto de actuación.
2.- Vivienda de Miguel Ángel en parcela NUM247 del polígono NUM129
...el alcalde Genaro, sin antes recabar el preceptivo informe técnico y jurídico,
procedió a otorgarle arbitrariamente esa licencia de obras de reforma con fecha
28/12/2006 (A5- 1473 y 21-7163) a sabiendas de que en esa parcela NUM247 no
había ninguna vivienda que pudiera ser rehabilitada y que de esta forma estaba
contraviniendo abiertamente no sólo las normas subsidiarias de planeamiento (que
él creía vigentes) sino también la ley urbanística andaluza que, como se ha dicho
antes, sólo excepcionalmente permitía en esa clase de terrenos no urbanizables
edificaciones de viviendas vinculadas a fines productivos y previa aprobación de un
proyecto de actuación.
Se recoge la condena por un delito de prevaricación urbanística a la vista de la
manifiesta arbitrariedad en que incurrió al otorgar esa licencia de obra en suelo no
urbanizable sin los preceptivos informes técnico y jurídico y a sabiendas de que
actuando así estaba autorizando construir en esta clase de suelo una vivienda
residencial de nueva planta no destinada a fines agrícolas y por ello enteramente
prohibida por el artículo 52 LOUA.
3.- Vivienda de Cristobal en parcela NUM274 del polígono NUM129
La solicitud de licencia de obras de reforma, formulada a nombre de Cristobal y
acompañada de ese proyecto básico y de ejecución elaborado por el arquitecto
Donato, fue presentada en el ayuntamiento el 16 de julio de 2004 (17-5608) dando
lugar al expediente de licencia de obras mayores NUM370, pero no obtuvo
respuesta de la corporación municipal hasta casi dos años después (y pasados casi
seis meses de que la edificación estuviese terminada) en la que el alcalde Genaro le
concedió arbitrariamente licencia de obras de reforma de fecha 01/03/2006
(17-5609), sin pedir informes técnicos y jurídicos y a sabiendas de que en esa
parcela NUM274 no había existido ninguna vivienda anterior y que de esta forma
contravenía abiertamente no sólo las normas subsidiarias de planeamiento (que él
creía vigentes) sino también la ley urbanística andaluza que, como se ha dicho
antes, sólo excepcionalmente permitía en esa clase de terrenos no urbanizables
edificaciones de viviendas vinculadas a fines productivos y previa aprobación de un
proyecto de actuación. Licencia merced a la cual los propietarios pudieron otorgar la
escritura de obra nueva de 1 de junio de 2006 (17-5557) en la que declararon la
construcción de esa vivienda de nueva planta. Y un año más tarde el alcalde
concedió a los dueños licencia de primera ocupación de fecha 15/06/2006
(17-5614).
Con ello, se le condena por un delito de prevaricación urbanística del artículo

206
Documento

320.1 CP que se le imputa. Y ello, por la mismas razones que quedaron expuestas
en el apartado anterior, es decir por la manifiesta y consciente arbitrariedad en que
incurrió al otorgar esa licencia de obra, formalmente de reforma, en suelo no
urbanizable sin los preceptivos informes técnico y jurídico y a sabiendas de que no
existía en ese terreno ninguna construcción susceptible de rehabilitación y de que,
por tanto, actuando así estaba autorizando construir en esta clase de suelo una
vivienda residencial de nueva planta no destinada a fines agrícolas y, por ende,
enteramente prohibida por el artículo 52 LOUA.
4.- Vivienda de Marcos en parcela NUM275 del polígono NUM129
La solicitud de licencia de obras de reforma, formulada a nombre de Marcos y
acompañada de ese proyecto básico y de ejecución elaborado por el arquitecto
Donato, fue presentada en el ayuntamiento el 16 de julio de 2004 (25-8322) dando
lugar al expediente de licencia de obras de reforma y restauración NUM376, pero no
obtuvo respuesta de la corporación municipal hasta casi dos años después (y
bastante después también de que la edificación estuviese terminada) en la que el
alcalde Genaro le concedió arbitrariamente licencia de obras de reforma de fecha
01/03/2006 (25-8323), sin pedir informes técnicos y jurídicos y a sabiendas de que
en esa parcela NUM275 no había existido ninguna vivienda anterior y que de esta
forma contravenía abiertamente no sólo las normas subsidiarias de planeamiento
(que él creía vigentes) sino también la ley urbanística andaluza que, como ya se ha
reiterado, sólo excepcionalmente permitía en esa clase de terrenos no urbanizables
edificaciones de viviendas vinculadas a fines productivos y previa aprobación de un
proyecto de actuación. Licencia merced a la cual los propietarios pudieron otorgar la
escritura de obra nueva de 1 de junio de 2006 (25-8362) en la que declararon la
construcción de esa vivienda de nueva planta. Y un año más tarde el alcalde
concedió a los dueños licencia de primera ocupación de fecha 15/06/2006 (56-
18434)).
Se le condena por delito de prevaricación urbanística del artículo 320.1 CP que se
le imputa por la manifiesta y consciente arbitrariedad en que incurrió al otorgar esa
licencia de obra, formalmente de reforma, en suelo no urbanizable sin los
preceptivos informes técnico y jurídico y a sabiendas de que no existía en ese
terreno ninguna construcción susceptible de rehabilitación y de que, por tanto,
actuando así estaba autorizando construir en esta clase de suelo una vivienda
residencial de nueva planta no destinada a fines agrícolas y, por ende, enteramente
prohibida por el artículo 52 LOUA.
5.- Vivienda de Isaac en parcela NUM276 del polígono NUM129
La solicitud de autorización de obra de reforma y rehabilitación, fechada a
17/01/2006 y acompañada del proyecto básico y de ejecución elaborado por el
arquitecto Anton (30-9841), fue presentada en el ayuntamiento el día 19 de enero de
2006 (30-9838), dando lugar al expediente de obras mayores NUM369, en el que el
alcalde Genaro, sin antes recabar el preceptivo informe técnico y jurídico, procedió a
otorgarle arbitrariamente esa licencia de obras de reforma con fecha 17/01/2006

207
Documento

(29-9724), es decir, dos días antes de que fuese presentada la petición. Y ello a
sabiendas de que en esa parcela NUM276 no había ninguna vivienda que pudiera
ser rehabilitada y que de esta forma estaba contraviniendo abiertamente no sólo las
normas subsidiarias de planeamiento (que él creía vigentes) sino también la ley
urbanística andaluza que, como se ha dicho antes, sólo excepcionalmente permitía
en esa clase de terrenos no urbanizables edificaciones de viviendas vinculadas a
fines productivos (o sea, no residenciales) y previa aprobación de un proyecto de
actuación.
Se recoge que delito de prevaricación urbanística a la vista de la manifiesta
arbitrariedad en que incurrió al otorgar esa licencia de obra en suelo no urbanizable
(significativamente autorizada dos días antes de que fuera presentada en el
ayuntamiento la solicitud) sin los preceptivos informes técnico y jurídico y a
sabiendas de que, actuando así, estaba permitiendo construir en esta clase de suelo
una vivienda residencial de nueva planta no destinada a fines agrícolas y por ello
enteramente prohibida por el artículo 52 LOUA.
Con todo ello, y el relato de los extensos hechos probados que tuvo en cuenta el
Tribunal para la condena por los delitos citados no puede encajar en modo alguno
en el error que se alega ante la claridad expositiva del relato de hechos probados
que los hacen absolutamente incompatibles con la teoría del error, porque no puede
acudir el recurrente a una teoría del "desconocimiento interesado" para, sobre ella,
construir el desconocimiento de la realidad que se manejaba con el ejercicio de su
mando y el control que dispensaba en todo el operativo que diseña para todo aquél
que deseaba llevar a cabo una actividad constructiva, haciendo constar la claridad
de los hechos probados de la rapidez con la que tramitaba todas las solicitudes
omitiendo por completo los trámites preceptivos que no podía ni debía ignorar.
Incluso desoye las órdenes de la Administración competente ante quejas que se
hacían por ciudadanos que comprobaban las obras ilegales y desoía este
requerimiento pese a las advertencias de responsabilidades penales. La claridad del
dolo es evidente, y ello hace inaplicable el pretendido error de tipo que alega.
El Tribunal razona y motiva de forma acertada los requisitos para la operatividad
de los tipos penales objeto de condena en el FD nº 5, pags 211 y ss
Así, esta Sala ha destacado la relación entre el delito de prevaricación del art. 404
CP y el del art. 319.1 CP en la sentencia del Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo
Penal, Sentencia 752/2016 de 11 Oct. 2016 , Rec. 343/2016, donde se explica que:
"La jurisprudencia de esta Sala ha reiterado la relación existente entre el delito de
prevaricación del artículo 404 y el de la llamada prevaricación urbanística del
artículo 320. Aunque en ambos casos sean aplicables consideraciones relativas al
bien jurídico protegido, a la condición del autor, a la arbitrariedad de la actuación
administrativa de que se trate y a la actuación "a sabiendas de la injusticia", ha
señalado también la existencia de algunas diferencias. En la STS nº 497/2012, de 4
de junio , partiendo de que, en el caso del art. 320 CP, nos encontramos ante una
prevaricación especial por razón de la materia sobre la que se realiza (la normativa

208
Documento

urbanística), se afirmaba que "mientras que la modalidad genérica del art. 404 CP
exige que la autoridad o funcionario, además de una actuación a sabiendas de su
injusticia, produzca una resolución arbitraria, en la urbanística el contenido de la
conducta consiste en informar o resolver favorablemente a sabiendas de su
injusticia. En ambos casos, el contenido de la acción es similar, pues la arbitrariedad
es una forma de injusticia. De ahí que pueda ser aplicada a la prevaricación especial
la jurisprudencia de esta Sala sobre la genérica ( SSTS núm. 331/2003 , 1658/2003
ó 1015/2002 ), bien entendido que en la interpretación del tipo no debe olvidarse el
análisis de la conducta desde la perspectiva de la antijuridicidad material, aplicando,
en su caso, los criterios de proporcionalidad, insignificancia e intervención mínima
cuando no se aprecie afectación del bien jurídico tutelado. La coordinación de las
medidas administrativas y penales para la tutela urbanística no debe interpretarse
en el sentido de que al derecho penal le corresponde un papel inferior o meramente
auxiliar respecto del derecho administrativo: ambos se complementan para mejorar
la tutela de un interés colectivo de especial relevancia, ocupando cada uno de ellos
su lugar específico, conforme a su naturaleza. El derecho administrativo realiza una
función preventiva y también sancionadora de primer grado, reservándose el
derecho penal para las infracciones más graves".
En esta misma sentencia se contiene una síntesis de la doctrina de esta Sala
acerca del delito de prevaricación, a la cabe ahora remitirse en su integridad.
Aun así, interesa reiterar ( STS nº 340/2012 ) que el delito de prevaricación tutela
el correcto ejercicio de la función pública de acuerdo con los principios
constitucionales que orientan su actuación. Garantiza el debido respeto, en el
ámbito de la función pública, al principio de legalidad como fundamento básico de
un Estado social y democrático de Derecho, frente a ilegalidades severas y dolosas,
respetando coetáneamente el principio de última ratio en la intervención del
ordenamiento penal. En consecuencia, a los tribunales del orden penal no les
corresponde el control de la actividad de las distintas Administraciones Públicas,
que se atribuye a los del orden Contencioso-Administrativo. Como hemos dicho en
otras ocasiones, no se trata de sustituir a la Jurisdicción Administrativa, en su labor
de control de la legalidad de la actuación de la Administración Pública, por la
Jurisdicción Penal a través del delito de prevaricación, sino de sancionar supuestos
límite, en los que la actuación administrativa no sólo es ilegal, sino además injusta y
arbitraria".
No existe la ausencia del dolo que se pretende bajo el "paraguas" de alegatos
sobre la legislación urbanística, ya que son los mismos hechos probados que se
deben respetar ex art,. 849.1 LECRIM los que permiten subsumir la conducta del
acusado en el tipo penal del art. 320 y 404 del C. Penal en lo concerniente al
otorgamiento de las licencias de segregación o edificación, pues en la aprobación
de las mismas el recurrente actuó de forma enteramente arbitraria y a sabiendas de
su ilegalidad, ya que el recurrente actuaba de forma personalísima, como consta en
los hechos probados, lo que era prueba real y evidente que ni quería control de
terceros en modo alguno y quería asegurarse de que la petición cursada se

209
Documento

legalizaría en un breve tiempo. Y ello, sin recabar los informes necesarios según los
casos, o cualquier tipo de asesoramiento potencialmente contrario a su voluntad ya
formada de antemano y con plena conciencia, por tanto, del ejercicio arbitrario del
poder público que tenía conferido. Ante tal conducta prevaricadora no puede existir
error alguno en su ejecución.
El motivo se desestima.
SÉPTIMO.-
3.- Por infracción de ley, al amparo del artículo 849.1º de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal , por indebida aplicación de los artículos 130.6 º, 131 y 132 CP .
Considera el recurrente que "los hechos relacionados con los delitos de
prevaricación y prevaricación urbanística -aunque finalmente se haya condenado
por un delito continuado- por los que se ha condenado, y cuya prescripción se
alegó, pese a coincidir en su relación con la concesión de algún tipo de licencia
urbanística, ninguna otra conexión guardan entre sí, correspondiendo a distinto
origen espacio-temporal. Procedería el reconocimiento de su prescripción".
El Tribunal rechazó la prescripción alegada en una extensa motivación recogida
en pags 165 y ss de la sentencia donde se hace constar que:
"Se atribuye a este acusado, alcalde de Alcaucín durante todo el largo período de
tiempo al que van referidos hechos, la comisión de 140 delitos. Su defensa alega la
prescripción de buena parte de los mismos a pesar de que muchos de ellos (como
por ejemplo los de prevaricación, falsedad, cohecho y blanqueo) llevan aparejado un
plazo prescriptivo de 10 años y de que, en cualquier caso, todos ellos guardan entre
sí una íntima conexión sustancial estrechamente relacionada con la corrupción
urbanística.
En vista de ello, basta dar aquí por reproducida toda la doctrina jurisprudencial
expuesta en las premisas básicas de este fundamento jurídico, en especial la
recogida en los números 4 y 5, para rechazar por completo en este momento
procesal todas las peticiones concretas de prescripción instadas por esta defensa
sin necesidad de tener que entrar a analizar pormenorizadamente cada una de
ellas. Porque, de un lado, el minucioso relato fáctico contenido en el escrito de
acusación del Ministerio fiscal en relación a los hechos supuestamente cometidos
por este alcalde deja patente la unidad delictiva cohesionada materialmente que se
da entre todas las infracciones presuntamente perpetradas al integrar realmente
todas ellas un proyecto único en varias direcciones y porque, de otro, el plazo
prescriptivo que (como se indica en esa jurisprudencia) debe ser tenido en cuenta
en estos casos es el de 10 años por ser el que corresponde al delito más
gravemente penado.
Plazo este que, indudablemente, quedó interrumpido desde el momento en que
tras el primer inicial atestado-denuncia de la guardia civil el juzgado instructor dictó
el auto de 19/09/2008 por el que acordó la incoación de las correspondientes

210
Documento

diligencias previas. Un acto de interposición judicial por el que la magistrada titular


del órgano expresó inequívocamente la voluntad del Estado de querer ejercer ius
puniendi abriendo paso una exhaustiva investigación encaminada a esclarecer los
hechos denunciados, sus circunstancias y personas que pudieran resultar
responsables y que no precisa de ningún otro auto adicional de imputación formal
para interrumpir la prescripción, puesto que el concepto de "dirección del
procedimiento" no es equiparable a un "acto judicial estricto de imputación".
Reuniendo, por otra parte, ese acto de interposición judicial todos los requisitos
jurisprudenciales de sustancialidad y de motivación suficiente que quedaron
ampliamente expuestos en la referida premisa 5 de este fundamento jurídico y que
fue seguido de otras muchas resoluciones a medida que la investigación y proceso
de delimitación progresiva de los hechos punibles lo iba exigiendo hasta que
finalmente se dio término a la instrucción mediante el exhaustivo y voluminoso auto
de incoación de procedimiento abreviado de fecha 10/06/2013".
Pero lo que aquí se predica es que los hechos no guardan conexión entre sí,
correspondiendo a distinto origen espacio-temporal, cuando la relación detallada de
los hechos probados describe un iter delictivo tal, que el Tribunal cifra su relación en
la voluminosa cifra relacionada. Solo hace falta comprobar el detallado relato de
hechos probados para deducir la inexistencia de la prescripción alegada, dado el
extenso plazo prescriptivo ya referido y la consecución de hechos que figura en un
modo de actuar continuado y similar en el modus operandi, que ante lo prolongado
de su fórmula y mecánica comisiva ha causado evidente daño en el resultado
provocado en el municipio por el apartamiento evidente y contrastado de toda la
legalidad vigente en cuanto a los trámites a seguir en la concesión de licencias y las
resoluciones que deben dictarse observando los procedimientos establecidos al
efecto.
Así, el recurrente ejecutó una pluralidad de diferentes hechos delictivos
diferenciables, esencialmente la concesión de licencias de segregación o de
edificación al margen de toda formalidad, y lo hizo con un dolo unitario,
aprovechando similares circunstancias y con un mismo modus operandi infringió la
misma norma penal con una conexidad espacio-temporal que se prolongó durante
todos los años en que actuó como alcalde. Y para ello nos remitimos a la relación de
hechos probados ya fijada por el Tribunal donde consta de forma extensa y concreta
las fechas de las licencias, siendo correcta y adecuada a esta correlación de fechas
la relación expositiva que efectúa el Fiscal en cuanto a:
Hecho Probado segundo
1.- Licencias de segregación y obras en parcela NUM098 del polígono NUM099,
PARAJE001 Licencia de segregación de fecha 20/02/2002
A).- Licencias de división de las parcelas NUM309 y NUM302 del polígono
NUM106. Licencia de obra de 25/04/2003

211
Documento

B).- Parcelas NUM107 y NUM108 del NUM106, paraje DIRECCION006 Licencia


de obra de fecha 27/07/2005
C).- Parcelas NUM110 y NUM111 del polígono NUM106
La primera licencia de obras es de fecha 04/11/2003
La segunda licencia de obras es de fecha 10/11/2003
Y la tercera licencia de obras, de fecha 27/02/2004
4.- Segregación de la parcela NUM119 del polígono NUM120, paraje PARAJE004
Licencia de segregación de 11/07/2002
6.- Construcciones en la parcela NUM123 del polígono NUM120, DIRECCION027
Licencia de obras de fecha 05/05/2003
7.- Certificados y licencias en relación a la parcela NUM125 del polígono
NUM104, DIRECCION035 Licencia de segregación con fecha 22/01/2003
9.- Actuaciones de Jose Pablo en parajes DIRECCION010 y DIRECCION011
Licencia de obra de 12/06/2003
10.- Licencias de segregación y obras a URBANIZACIÓN SOL DE LA AXARQUIA
SL
Licencia de obras de 25/08/2003
11.- Obras autorizadas a Gregorio
Licencia de 22/01/2004
14.- Certificado y licencia para la finca registral NUM151, en DIRECCION021
Licencia de segregación de 16/04/2004
En el Hecho Probado tercero
1) Actuaciones en la parcela NUM266, Pago DIRECCION000
Licencia de obras de 24/09/2002
3).- Actuaciones en parcela NUM267 del polígono NUM219, URBANIZACION002
Dos licencias de segregación con fecha 20/04/2004
Licencia de obras de 07/12/2005
4).- Construcción y alta catastral en parcela NUM171 del polígono NUM120,
PARAJE007 Licencia de obras de 09/11/2001
En el Hecho Probado cuarto

212
Documento

A).- URBANIZACION003 y Cortijo DIRECCION012.


Licencias de obra: de 21/08/2003, 17/05/2004, 20/07/2004, 23/12/2004 y tres
22/12/2004
A).- URBANIZACION008.
Licencia de obras de fecha 10 de enero de 2000
Dos licencias de segregación de 16/07/2005 y de 05/06/2005
B).- Urbanización DIRECCION013.
Licencias durante los años 2004 a 2008
C).- URBANIZACION004
Licencias municipales de segregación y de obra durante el año 2006 D).-
URBANIZACION007 Pag 57
Licencias de segregación otorgadas por el alcalde entre el 21/12/2000 y el
16/07/2003
En el Hecho Probado quinto
3).- Parcelación de las fincas NUM215 y NUM216
Licencia de segregación de 18/05/2004
Licencia de obras de fecha 17/05/2004
En el Hecho Probado séptimo
A).- Licencias, convenios urbanísticos y desarrollo del Sector Carrión
Licencia de segregación y de obras de fecha 15/01/2001 de la finca situada en el
paraje PARAJE000.
Con fecha 18/01/2002 dos licencias de obras para las parcelas catastrales
NUM244 y NUM245 del polígono NUM139.
En el Hecho Probado octavo
1).- División de la finca registral NUM255 Licencias de obras de 17 de julio de
1998 (la 66/98) y 27 de julio de 1999
En el Hecho Probado noveno
3).- Venta de PROMOCIONES ANDALUZAS Y TORRELE a MALAGA HAENDEL
SL, convenio urbanístico y licencia de obras 70/05 de 08/04/2005
Licencia de obras con fecha 19/07/2004
Licencia de obras de 08/04/2005

213
Documento

En el Hecho Probado décimo primero


1).- Parcelas NUM268 y NUM250 del polígono NUM219 Licencia de obras de
06/07/2007
En el Hecho Probado décimo segundo
A).- Segregación de la finca registral NUM269
Licencia de segregación de 23/09/2004
C).- Parcelación irregular de la finca registral NUM270 catastral NUM271. Seis
licencias de segregación de fecha 11/05/2006
Licencia de obras de 13/08/1999
E).- Parcela NUM247 del polígono NUM139. Pag.
Cuatro licencias de segregación de fecha 23/09/2004 G).- Finca registral NUM272
Licencia de obras 05/04/2000
En el Hecho Probado décimo tercero
D).- Concesión de licencia de obras a SOPORTES EQUIPOS SL
Licencia de obras de 27/07/2006
AOUF CASA SL y actuaciones relacionadas con la finca NUM381
A).- Certificados de urbana, segregación y venta de inmuebles, inscripción
registral y licencias de obras. Licencias municipales de segregación de fecha
07/06/2005 En el Hecho Probado décimo noveno 1.- Vivienda de Rosendo en
parcela NUM273 del polígono NUM129 Licencia de obras de reforma de fecha
18/11/2004 2.- Vivienda de Miguel Ángel en parcela NUM247 del polígono NUM129
Licencia de obras de reforma con fecha 28/12/2006 3.- Vivienda de Cristobal en
parcela NUM274 del polígono NUM129 Licencia de obras de reforma de fecha
01/03/2006 4.- Vivienda de Marcos en parcela NUM275 del polígono NUM129
Licencia de obras de reforma de fecha 01/03/2006 5.- Vivienda de Isaac en parcela
NUM276 del polígono NUM129 Con esta relación se evidencia que no puede
estimarse la prescripción en un contexto de pluralidad delictiva y continuidad, ya que
el máximo plazo fijado prescriptivo se encuentra en un marco de continuidad, tal y
como ha sido reconocido, al concurrir los presupuestos del art. 74 CP . No se puede
cuestionar si, como se ha declarado en la sentencia, existe continuidad delictiva se
pueda declarar la prescripción de algunos hechos, al tomarse el marco global. Ya
dijimos en la sentencia del Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia
931/2006 de 5 Oct. 2006 , Rec. 459/2006 que "tratándose del delito continuado, la
prescripción del delito sólo podría correr a partir del momento en que de ejecución
de la última de las acciones integrantes del mismo, lo que hace imposible una
fragmentación interesada del conjunto como la que propone el recurrente (por todas,

214
Documento

SSTS 830/2003, de 9 de junio (y 217/2004, de 18 de febrero )" . También, en la


sentencia del Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia 99/2004 de
29 Ene. 2004 , Rec. 2526/2002: "resulta bien patente que no habían transcurrido el
plazo de prescripción, ya que tratándose de un delito continuado, el cómputo inicial
del período de prescripción debe realizarse en el momento en que cesa la actividad
antijurídica (Cfr. Sentencia de esta Sala 367/2001, de 22 de marzo )." (En la misma
línea, Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia 367/2001 de 22 Mar.
2001, Rec. 3583/1999). En la sentencia del Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo
Penal, Sentencia 1375/2004 de 30 Nov. 2004 , Rec. 1137/2003: "Es doctrina
jurisprudencial reiterada que en la hipótesis de continuidad delictiva el cómputo del
plazo en prescripción no empieza hasta la realización del último acto integrante de
esa cadena de desplazamientos patrimoniales obedientes al mismo y único plan
concebido por el sujeto agente. El punto de partida o días a quo para el computo del
tiempo de prescripción, enseña la sTS. 5 de febrero de 1994 , aun tratándose de
delito continuado empieza cuando se termina la actuación dolosa enjuiciada. Por
consiguiente, el momento inicial no se altera por tratarse de una infracción
continuada, pues la última de las actuaciones del acusado será la que cuente (
ssTS. 11 de marzo de 1997 , 27 de enero de 1999 , 20 de mayo de 1999 )". No
resulta posible que si se computara el plazo de prescripción a partir del momento de
comisión de los particulares delitos, debería estimarse prescrito alguno de ellos,
porque ello va en contra de la propia esencia de la continuidad delictiva y la doctrina
que mantiene esta Sala. No puede admitirse la idea de que el cómputo de la
prescripción debe realizarse a partir del momento de comisión de cada hecho, ya
que la tesis de que "no puede admitirse que la figura del delito continuado se
convierta en un instrumento para castigar delitos que han prescrito" es inadmisible
en combinación con el instituto material de la continuidad delictiva. Con todo ello, la
pretensión del recurrente no puede prosperar al tenderse a "aislar" los hechos que
le interesan para excluirlos del cómputo ampliado de la continuidad delictiva que ha
sido declarada ex art. 74 CP, y, por ello, reconocida la misma no puede prosperar
una pretensión que postula una desconexión de hechos que no ha sido reconocido
como tal por el Tribunal. El motivo se desestima.
OCTAVO.-
4.- Infracción de ley, al amparo del artículo 849.2º de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal , por error de hecho en la apreciación de la prueba que demuestran el error
del juzgador al considerar que Genaro indujo a Donato a cometer el delito de
falsedad documental (apartado 5º del hecho probado 3º). Se alega por el recurrente
que por la Fiscalía Provincial de Málaga, a tenor de la documentación remitida por el
Ayuntamiento de Alcaucín, se informa del archivo de las Diligencias de Investigación
nº 753/08, al entender que los hechos no tienen relevancia penal. Señala esta Sala
del Tribunal Supremo en Sentencia 872/2016 de 18 Nov. 2016 , Rec. 407/2016 que
como es frecuente en las partes recurrentes de acudir a este amparo procesal de
"error facti", existe una confusión sobre el alcance y posibilidades del motivo, que
indirectamente se descubre de la formulación del mismo, cuando al invocar el
artículo 24.1 º y 2 º de la Constitución y 120 del mismo cuerpo normativo están

215
Documento

derivando la protesta a un motivo por vulneración del derecho a la presunción de


inocencia y a la tutela judicial efectiva. Recordemos una vez más los
condicionamientos jurisprudenciales de una reiterada y consolidada doctrina de esta
Sala Segunda. Para la prosperabilidad de un motivo de esta naturaleza (error facti)
se requiere: A) Que se hayan incluido en el relato histórico hechos no acontecidos o
inexactos. B) Que la acreditación de tal inexactitud tiene que estar evidenciada en
documentos en el preciso sentido que tal término tiene en sede casacional. Sobre
esta cuestión podemos recordar la STS de 10 de noviembre de 1995 en la que se
entienden por tales aquellas representaciones gráficas del pensamiento,
generalmente por escrito, creadas con fines de preconstitución probatoria y
destinadas a surtir efectos en el tráfico jurídico, originados o producidos fuera de la
causa e incorporados a la misma. C) Que el documento en sí mismo sea
demostrativo del error que se denuncia cometido por el Tribunal sentenciador al
valorar las pruebas, error que debe aparecer de forma clara y patente del examen
del documento en cuestión, sin necesidad de acudir a otras pruebas ni
razonamientos, conjeturas o hipótesis. Es lo que la doctrina de esta Sala define
como literosuficiencia. D) Que el supuesto error patentizado por el documento no
esté a su vez desvirtuado por otras pruebas de igual consistencia y fiabilidad. Al
respecto debe recordarse que la ley no concede ninguna preferencia a la prueba
documental sobre cualquier otra, antes bien todas ellas quedan sometidas al cedazo
de la crítica y de la valoración en conciencia de conformidad con el art. 741 L.E.Cr.
E) Que los documentos en cuestión han de obrar en la causa, ya en el sumario o en
el rollo de la Audiencia, sin que puedan cumplir esa función impugnativa los
incorporados con posterioridad a la sentencia. F) Finalmente, el error denunciado ha
de ser transcendente y con valor causal en relación al resultado o fallo del asunto,
por lo que no cabe la estimación del motivo si este sólo tiene incidencia en aspectos
accesorios o irrelevantes. Hay que recordar que el recurso se da contra el fallo, no
contra los argumentos que de hecho o derecho no tengan capacidad de modificarlo
( STS. 765/04 de 19 de junio ). G) A los anteriores, ha de añadirse, desde una
perspectiva estrictamente procesal, la obligación que compete al recurrente de citar
expresamente el documento de manera clara, cita que si bien debe efectuarse en el
escrito de anuncio del motivo - art. 855 L.E.Cr - esta Sala ha flexibilizado el
formalismo permitiendo que tal designación se efectúe en el escrito de formalización
del recurso ( STS 3-4-02 ) pero en todo caso, y como ya recuerda, entre otras la
STS 332/04 de 11 de marzo , es obligación del recurrente además de individualizar
el documento acreditativo del error, precisar los concretos extremos del mismo que
demuestren claramente la equivocación en la que se dice incurrió el Tribunal ( STS
465/2004 de 6 de abril y 1345/2005 de 14 de octubre ). Los documentos que cita el
recurrente no alteran el hecho probado, ni las pruebas que llevan a la condena. Se
recoge en los hechos probados (hecho probado nº 3, apartado 5º) que: "A mediados
de 2008 se recibieron en el Ayuntamiento de Alcaucín requerimientos de la
Dirección General de Inspección de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda de
la Junta de Andalucía que denunciaban la inactividad municipal en materia de
disciplina urbanística, advirtiendo que una hipotética modificación del planeamiento
no resolvería el problema de las numerosas viviendas ilegales que se localizaban en

216
Documento

el municipio. Al mismo tiempo se pedía la colaboración municipal en la formación de


un censo de viviendas aisladas sobre suelo rústico (actuación prevista en el Plan de
Inspección para 2007 y 2008, aprobado mediante Orden de la Consejería de 24 de
julio de 2007), lo que se tradujo en la confección de 27 fichas de viviendas ubicadas
en los polígonos 6 y 7 que se entregaron a la Inspección en diciembre de 2008.
Temiendo actuaciones inspectoras derivadas de la inclusión en el catálogo de
construcciones recientes en el PARAJE002 sobre suelo no urbanizable, cuyas
responsabilidades aún no habían prescrito, autorizadas en su día con licencias
municipales concedidas sin el apoyo de informes técnicos, Genaro pidió a su amigo
Donato (arquitecto de la diputación Provincial) que simulara la emisión de tales
informes desde el Servicio de Arquitectura de la Diputación con fecha anterior a las
correspondientes licencias y así lo hizo Donato entre los días 21 y 26 de noviembre
de 2008, confeccionando documentos oficiales falaces con membrete y sello del
Servicio de Arquitectura de la Diputación en los que se informaban favorablemente
las construcciones ya realizadas en las parcelas números 54, 92 y 167 del polígono
5, aparentando que habían sido emitidos respectivamente los días 10/11/2003,
03/11/2003 y 16/04/2003 (16-5414, 16-5416 y 16-5418) en los correspondientes
expedientes de licencia de obra tras rectificar otros recientemente elaborados por
Donato con el mismo fin pero que, lógicamente, llevaban fecha 2008 y un logotipo y
formato más moderno que también, a petición e del alcalde, tuvo que ser también
modificado utilizando el correspondiente a aquella época (que entre otras cosas
utilizaba el membrete de "área de infraestructura, obras y urbanismo", muy distinto
al actual) del que todavía tenía unos ejemplares el alcalde y cuya copia remitió vía
fax a la Diputación, tras hablar con la funcionaria auxiliar de Donato, Carlota (con la
que tenía gran confianza), y dejarle bien claro que el motivo era dar la apariencia de
que los informes habían sido emitidos entonces y no recientemente. Como se
trataba en los tres casos de proyectos particulares de Donato éste hizo figurar como
autor de los informes al arquitecto provincial Simón, cuya firma imitó en los
documentos antes de entregarlos a Genaro para que se incluyeran en los
correspondientes expedientes municipales de obras." Con ello, el Tribunal declara
probado que en noviembre de 2008 Donato, siguiendo indicaciones de Genaro y
con el fin de amparar las construcciones existentes en las parcelas NUM110,
NUM111 y NUM175 del polígono NUM106, simuló tres informes oficiales del
Servicio de Arquitectura de Diputación, fechándolos en 2003 e imitando en ellos la
firma de un compañero suyo (el arquitecto provincial Simón). La relevancia jurídica
de esta maniobra no ofrece la menor duda, pues se entregaron al Ayuntamiento de
Alcaucín para amparar viviendas irregulares en el Catálogo que estaba elaborando
la Junta de Andalucía. El Tribunal ha redactado los hechos probados en base a la
prueba que se ha practicado y, en consecuencia, señala en la fundamentación
jurídica que consta en la pag. 271 (FD nº 10) que "Por los hechos de este apartado
se atribuye a los acusados Donato y Genaro de un delito continuado de falsedad en
documento oficial (el primero en concepto de autor y el segundo en el de inductor)
por haber realizado el primero, funcionario del servicio de arquitectura de la
diputación Provincial de Málaga esos tres documentos oficiales enteramente nuevos
simulando la firma del arquitecto a cuyo nombre se expidió así como las fechas de

217
Documento

su emisión con el fin de dar la apariencia de haber sido emitidos años atrás en los
correspondientes expedientes de obra y evitar así cualquier eventual
responsabilidad disciplinaria o penal. Las pruebas llevadas al plenario, constituidas
esencialmente por los documentos reseñados en el propio relato fáctico (además de
otros, también aportados al procedimiento principal, como por ejemplo los obrantes
en el 16-5420 y 40-12950) y por la grabación de las conversaciones telefónicas
mantenidas el 22 de noviembre de 2008 entre Genaro y Donato y el 26 del mismo
mes entre Genaro y la funcionaria Carlota (que han sido reproducidas íntegramente
en la vista oral, además de estar transcritas en A6-1761 y A6-1771)) han
demostrado inequívocamente la perpetración de este hecho delictivo por parte de
los acusados, resultando especialmente elocuente la segunda grabación telefónica
por cuanto que en ella, y en un tono que revela el alto grado de confianza y
complicidad entre Genaro y la funcionaria, el alcalde le revela a ésta la necesidad de
introducir esos cambios de fecha y formato en los informes recientemente
elaborados por su jefe Donato a fin de que no puedan despertar sospechas de
inautenticidad entre los responsables de la inspección de la consejería de obras
públicas a la que iban destinados. Y es que, en efecto, concurre en la conducta de
ambos acusados todos los elementos objetivos y subjetivos configuradores del
delito de falsedad en documento público u oficial del, artículo 390.1 CP (más
concretamente en las modalidades de falsedad material los apartados 1° y 2°) que
ya ampliamente quedaron expuestos en el fundamento jurídico cuarto de esta
sentencia y al que, en aras a la brevedad, expresamente nos remitimos". Resulta
evidente que la prueba que se cita por el Tribunal referente a documental y más
expresamente grabaciones que fueron escuchadas en la vista, resulta relevante
frente al alegato de documental que expone el recurrente de diligencias previas de
investigación, ya que la investigación posterior altera el resultado que se cita y es
clave en el motivo del art. 849.2 LECRIM que "los documentos no queden
contradichos por otros elementos probatorios", lo que no se da en este caso, en
donde, efectivamente, estos elementos sí concurren y han sido relacionados por el
Tribunal, como se ha expuesto. El motivo se desestima.
RECURSO DE Federico
NOVENO.-
1.- Al amparo de lo dispuesto en los artículos 852 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal y 5.4° de la Ley Orgánica del Poder Judicial , ambos en relación con el
artículo 24.1°.2° de la Constitución Española : Se queja el recurrente de que el
Fiscal, modificara su provisional escrito de conclusiones en el que había calificado
los hechos ocurridos antes de la reforma del CP de 2010 , como constitutivos de un
delito de cohecho del art. 420 y en conclusiones definitivas modificara la calificación
para considerar de aplicación el art. 425. La acusación que se fijó en conclusiones
definitivas para el recurrente Federico lo fue "Como autor de un delito continuado de
cohecho pasivo de los artículos 422 y 74 del actual código Penal y del artículo 425
CP, en la redacción vigente al tiempo de los hechos, le solicita el Ministerio fiscal la
pena de nueve meses de prisión y suspensión de empleo o cargo público durante

218
Documento

dos años por los hechos descritos en los siguientes apartados del escrito de
acusación: 11, 20-B y 47 (Bloque 2) 15-G (Bloque 4) 17-C (Bloque 5) 28-A (Bloque
10) 40, 51-A, 51 -B y 51-C (Bloque 21) La condena que se fija en el FD nº 30 al
recurrente Federico es que "Deberá ser CONDENADO como autor directo,
conforme al artículo 28 CP, de un delito continuado de cohecho pasivo de los
artículos 425 (texto anterior a la reforma LO 5/2010 ) y 422 (texto posterior a esta
reforma), en relación con el artículo 74 CP, pero referido exclusivamente a los
hechos del apartado 7 del hecho probado 21°, debiendo quedar ABSUELTO de
todas las demás acusaciones de cohecho que se le imputan". Y la pena que se le
impone "como autor de un DELITO CONTINUADO DE COHECHO PASIVO,
concurriendo la atenuante analógica muy cualificada de dilaciones indebidas, a las
penas de cinco meses de prisión y suspensión de empleo y cargo público por un
año y cinco meses". Pues bien, hay que puntualizar que el art. 420 anterior a la
reforma, castigaba a la autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de
un tercero, solicite o reciba, por sí o por persona interpuesta, dádiva o promesa por
ejecutar un acto injusto relativo al ejercicio de su cargo que no constituya delito, y lo
ejecute, incurrirá en la pena de prisión de uno a cuatro años e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por tiempo de seis a nueve años, y de prisión de uno a
dos años e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de tres a
seis años, si no llegara a ejecutarlo. En ambos casos se impondrá, además, la multa
del tanto al triplo del valor de la dádiva. En otro orden, el art. 425, también anterior a
la reforma, castigaba a: 1. La autoridad o funcionario público que solicitare dádiva o
presente o admitiere ofrecimiento o promesa para realizar un acto propio de su
cargo o como recompensa del ya realizado, incurrirá en la pena de multa del tanto al
triplo del valor de la dádiva y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de
seis meses a tres años.2. En el caso de recompensa por el acto ya realizado, si éste
fuera constitutivo de delito se impondrá, además, la pena de prisión de uno a tres
años, multa de seis a diez meses e inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de diez a quince años. Pero los hechos objeto de acusación se
mantienen incólumes. No hay modificación de hechos, que pueda ser determinante
de indefensión, sino que dentro de las modalidades delictivas del cohecho y en base
a la prueba practicada, en el momento de las conclusiones definitivas se produce la
modificación dentro de estas modalidades delictivas a la que la acusación pública
entendía que se ajustaba la prueba practicada dentro del mantenimiento y
conservación de la homogeneidad delictiva, para postular una atenuación de la
responsabilidad, y no mantener una calificación más grave que no se adecuaba ni
correspondía con la prueba practicada. No hay diferencia esencial determinante de
indefensión, ya que en el antiguo artículo 420 del Código Penal la dadiva recibida
estaba relacionada con la realización de un acto injusto mientras que en el atenuado
art. 422 simplemente se elimina esta exigencia. De ello, se desprende, de manera
patente, la homogeneidad de los dos delitos. No hay cambio de hechos. Y en
cualquier caso siempre le queda a la parte la vía del art. 788.4 LECRIM para que en
los casos de cambio de tipificación penal de los hechos, o su agravación, que no es
el caso, pedir una suspensión de las sesiones para "preparar sus alegaciones, o,
incluso... aportar los elementos probatorios de descargo que estime convenientes".

219
Documento

Esto último resulta evidente en casos de modificación de las conclusiones


definitivas, como aquí ha ocurrido, pero dentro de la homogeneidad delictiva que
tienen ambas modalidades de cohecho referidas a la circunscrita al acto injusto, y a
la de recibir recompensa. Por ello, no hay indefensión, dado que: 1.- Los hechos
objeto de acusación se mantuvieron iguales 2.- Entre ambos tipos penales, se da
plena homogeneidad Con respecto a la indefensión que se postula no existe, como
ya se ha encargado esta Sala de señalar, porque todo ello tiene relación con la
situación de la modificación de las conclusiones provisionales a definitivas, ya que
en este momento se pueden producir dos situaciones: 1.- Modificaciones del escrito
de calificaciones provisionales al fijarse las definitivas que supongan una calificación
distinta 2.- Valorar si esa modificación ha afectado al derecho de defensa en el
debate contradictorio Sobre ello ha tenido ocasión de pronunciarse esta Sala en la
clarificadora sentencia del Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia
1590/2003 de 22 Abr. 2004 , Rec. 2074/2001, donde se indica que: "Como ha
señalado el Tribunal Constitucional, por ejemplo en la reciente sentencia núm
33/2003 de 13 de febrero , las modificaciones del escrito de calificaciones
provisionales al fijarse las definitivas que supongan una calificación distinta o más
grave no lesionan el derecho a no ser condenado sin acusación (principio
acusatorio), pues si el órgano judicial se ciñe a la acusación formulada en la
calificación definitiva ha respetado este derecho. No hay, por tanto, vulneración del
principio acusatorio derivada de modificaciones efectuadas por la propia acusación,
pues lo relevante a los efectos de dicho principio es que la sentencia sea
congruente con la acusación formulada. No cabe confundir, como en muchas
ocasiones se realiza, la vinculación de la sentencia a la calificación acusatoria, con
una pretendida vinculación de la calificación definitiva a la provisional. Sin embargo,
esas modificaciones sí pueden vulnerar otro derecho, concretamente el derecho de
defensa contradictoria, en aquellos supuestos en que el acusado no ha podido
ejercer la defensa de forma plena en el juicio oral. Esta vulneración no se produce
con carácter automático, pues no concurre más que en el supuesto de
modificaciones fácticas esenciales en la calificación definitiva respecto de la
provisional, y en ningún caso cuando las modificaciones son meramente
accidentales, complementando o aclarando los términos de la acusación. Al fin y al
cabo el Ministerio Público puede, y debe, modificar sus conclusiones a la vista del
resultado de la prueba practicada en el juicio y son estas conclusiones definitivas las
que determinan efectivamente el objeto de la acusación. Tampoco se ocasiona
indefensión en la mayoría de los supuestos de introducción de modificaciones
esenciales en el escrito de calificaciones definitivas, pues no se produce vulneración
constitucional alguna si el acusado ha ejercido el derecho de defensa contra dicha
acusación modificada a partir de su conocimiento. En este contexto, como recuerda
el Tribunal Constitucional en la sentencia anteriormente citada, la Ley de
Enjuiciamiento Criminal , en el marco de la regulación del procedimiento ordinario,
establece la posibilidad de que se modifiquen las calificaciones provisionales al
fijarlas de forma definitiva, pues eso puede resultar necesario en virtud de la prueba
practicada ( art. 732 LECrim). Y dispone también que el órgano judicial, una vez
efectuadas las calificaciones definitivas, puede someter a las partes a una nueva

220
Documento

calificación jurídica, si considera que la efectuada incurre en manifiesto error, en


cuyo caso puede suspender el juicio oral si las partes indicaren que no están
suficientemente preparadas para discutir la propuesta ( art. 733 LECrim). Asimismo,
prevé la suspensión del juicio oral a instancia de parte "cuando revelaciones o
retractaciones inesperadas produzcan alteraciones sustanciales en los juicios,
haciendo necesarios nuevos elementos de prueba o alguna sumaria instrucción
suplementaria" ( art. 746.6 en relación con el art. 747 LECrim). Con mayor precisión,
la Ley de enjuiciamiento criminal prevé, para el procedimiento abreviado (art. 793.7),
(actual 788.4) que "cuando, en sus conclusiones definitivas, la acusación cambie la
tipificación penal de los hechos o se aprecien un mayor grado de participación o de
ejecución o circunstancias de agravación de la pena, el Juez o Tribunal podrá
conceder un aplazamiento de la sesión, hasta el límite de diez días, a petición de la
defensa, a fin de que ésta pueda aportar los elementos probatorios y de descargo
que estime convenientes. Tras la práctica de una nueva prueba que pueda solicitar
la defensa, las partes acusadoras podrán, a su vez modificar sus conclusiones
definitivas". En suma, no toda modificación de las calificaciones provisionales al
fijarse las definitivas, que incida en elementos esenciales del hecho constitutivo de
delito o que implique una nueva calificación jurídica infringe el derecho de defensa
si, utilizando las vías habilitadas al efecto por la Ley de enjuiciamiento criminal, se
permite el ejercicio eficaz del derecho de defensa respecto de esos nuevos hechos
y su calificación jurídica". En este caso el derecho de defensa no se ha impedido: 1.-
Los hechos no se modifican, sino la calificación jurídica. 2.- Esta se mantiene en el
mismo Capítulo y modalidad delictiva, pero en otra categoría, vista la prueba
practicada. 3.- En estos casos la ley procesal permite la vía del art. 788.4 LECRIM.
No usarla no permite, luego, alegar indefensión. También, en la sentencia del
Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia 670/2015 de 30 Oct. 2015
, Rec. 2371/2014 señalamos que: "En la misma línea que la sentencia anterior,
argumenta la STC 40/2004, de 22 de marzo : "Como recientemente afirmábamos en
la STC 33/2003, de 13 de febrero , desde la STC 12/1981, de 12 de abril , este
Tribunal ha reconocido que en el ámbito de las garantías integradas en el derecho a
un proceso equitativo ( art. 24.2 CE ) se encuentra el derecho a ser informado de la
acusación y que éste se conecta con el derecho de defensa. En concreto, desde
entonces hemos declarado que la información, a la que tiene derecho el acusado,
tiene por objeto los hechos considerados punibles, de modo que 'sobre ellos recae
primariamente la acusación y sobre ellos versa el juicio contradictorio en la vista
oral', pero también la calificación jurídica, dado que ésta no es ajena al debate
contradictorio". Y prosigue diciendo esa sentencia, con cita de numerosos
precedentes cuya transcripción omitimos, que el derecho a ser informado de la
acusación, en términos suficientemente determinados para poder defenderse de ella
de manera contradictoria se convierte en un instrumento indispensable para poder
ejercitar el derecho de defensa, del que forma parte esencial el derecho a
contradecir la pretensión acusatoria, pues mal puede defenderse de algo quien no
sabe qué hechos en concreto se le imputan...Ahora bien, ha de recordarse que
dicha vulneración no se produce con carácter automático por la mera introducción
de cualquier modificación en el escrito de calificación definitiva, sino que se requiere

221
Documento

que dichas modificaciones sean esenciales respecto de la concreta figura delictiva


por la que finalmente se condena, porque las diferentes garantías conectadas con el
principio acusatorio se asientan en la inalterabilidad de los elementos esenciales del
hecho constitutivo de infracción penal a partir de la fijación formal de la acusación en
las calificaciones. En consecuencia, la existencia de diferencias sobre elementos no
esenciales del hecho constitutivo de delito entre las calificaciones provisionales y las
definitivas no suponen la vulneración del derecho de defensa. E, incluso, en el
supuesto de que se introduzcan modificaciones que incidan sobre elementos
esenciales del hecho constitutivo de delito o que impliquen una nueva calificación
jurídica, para declarar vulnerado el derecho de defensa hemos exigido que el
acusado ejerza las facultades que le otorga la Ley de enjuiciamiento criminal (arts.
746.6 en relación con el art. 747 y el art. 788.4 actual de LECrim), solicitando la
suspensión del juicio para poder articular debidamente su defensa, exigencia que
responde a la aplicación de la doctrina general de que la indefensión
constitucionalmente proscrita es la que deriva de la actuación del órgano judicial y
no la que ocasiona la falta de diligencia procesal de la parte en la defensa de sus
intereses". En la sentencia del Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal,
Sentencia 684/2013 de 3 Sep. 2013 , Rec. 785/2012: "Lo decisivo es que en el
momento de la calificación definitiva se imputaba al recurrente con toda claridad y
entre otros el hecho por el que luego fue condenado, lo que echa por tierra su
argumentación basada sobre la acusación inicial y no sobre la definitiva. La
sentencia ha de dar respuesta a las conclusiones definitivas y no a las provisionales.
Son aquéllas las que constituyen el instrumento real de la acusación". Y sobre la
correspondencia y virtualidad del trámite de la modificación de las conclusiones
provisionales al elevarlas a definitivas, hemos señalado en la sentencia del Tribunal
Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia 163/2019 de 26 Mar. 2019 , Rec.
2263/2017 que: "Por otro lado, de conformidad con la jurisprudencia de esta Sala -
STS 639/2017 de 28 septiembre - entre otras muchas, el principio acusatorio no
exige una transcripción mimética y literal de la acusación si no que se mantenga la
identidad de la esencialidad del hecho". En la sentencia de esta Sala del Tribunal
Supremo 797/2015 de 24 Nov. 2015 , Rec. 599/2015 se recoge que: "es posible que
el Tribunal prescinda de elementos fácticos que no considere suficientemente
probados o añada elementos circunstanciales o de detalle que permitan una mejor
comprensión de lo sucedido según la valoración de la prueba practicada. En el caso
actual, el Tribunal sentenciador no ha añadido ningún hecho relevante para la
acusación. Sencillamente en la valoración de la prueba ha apreciado elementos
probatorios obrantes en el proceso, y discutidos en el juicio oral, que han sido
sometidos a contradicción, y que no figuraban minuciosamente relacionados en el
escrito de acusación, porque éste no puede ni debe ser omnicomprensivo en
relación con todos los datos, incluso colaterales o de escasa relevancia, que puedan
ser valorados por el Tribunal sentenciador en su análisis probatorio. El juicio oral
constituye el momento esencial del proceso penal, en el que debe practicarse la
prueba. La contradicción a la que se somete la prueba puede, y debe, dar lugar a
que aparezcan elementos de convicción, fruto de la viveza de los interrogatorios,
que no estén expresamente relacionados en los escritos de acusación, y el hecho

222
Documento

de que el Tribunal los tome en consideración no vulnera el principio acusatorio. Lo


que prohíbe este principio es que la condena se fundamente en hechos
sustancialmente diferentes de los que han sido objeto de acusación, no que el
Tribunal valore datos o elementos de convicción sometidos a contradicción en el
juicio, que no apareciesen minuciosamente relacionados en la calificación
acusatoria, pues lo contrario fosilizaría el juicio". No hay que olvidar que, como
señala la doctrina, la vigencia del principio acusatorio no persigue la obtención de
efectos puramente formales, sino principalmente evitar la indefensión material, por
lo cual la valoración que se haga de la acusación y de la sentencia a estos efectos
no puede construirse sobre la creación de compartimentos estancos, sino mediante
el examen de la totalidad de los hechos imputados y la totalidad de la calificación
jurídica. Así, es inocuo el cambio de calificación si existe homogeneidad, entendida
como identidad del bien o interés protegido, en cuanto haya una porción del acaecer
concreto o histórico común en la calificación de la acusación y en la sentencia, o,
incluso, entre la calificación provisional y la definitiva, de lo que resulta la sentencia.
Y ello, sin perjuicio del derecho de la defensa de hacer uso de la vía del art. 788.4
LECRIM. La indefensión material no puede sostenerse con omisión de las opciones
que le marca la ley procesal. Respecto a la homogeneidad delictiva hay que
recordar que si se admite de la opción que puede tener el juez a la hora de dictar
sentencia cuánto más se puede predicar de la acusación a la hora de cambiar su
calificación provisional y elevarla a definitiva a la hora de realizar la modificación en
el momento procesal oportuno. Y así, dos son las condiciones que viene exigiendo
el TC para admitir la homogeneidad a la hora de que el juez o Tribunal pueda optar
por delito homogéneo al que consta en los escritos de acusación, a saber: La
identidad del hecho punible, de forma que el mismo hecho señalado por la
acusación, que se debatió en el juicio contradictorio y que se declaró probado en la
Sentencia de instancia, constituya el supuesto fáctico de la nueva calificación, y Que
ambos delitos... sean «homogéneos», es decir, tengan la misma naturaleza, porque
el hecho que configura los tipos correspondientes sea sustancialmente el mismo. El
TC se ha pronunciado sobre la cuestión relativa a la opción del uso de la
«homogeneidad delictiva» en la sentencia de fecha 23 de abril de 2003 al señalar
que: «... Nuestra doctrina ha afirmado de modo continuado en el tiempo que nadie
puede ser condenado por cosa distinta de la que se le ha acusado y de la que, en
consecuencia, no ha podido defenderse de modo contradictorio. A estos efectos la
pretensión acusatoria se fija en el acto del juicio oral, cuando la acusación o
acusaciones establecen sus conclusiones definitivas y se refiere no solamente a la
primera instancia, sino también a la fase de apelación...» «... La razón es que el
principio acusatorio admite y presupone el derecho de defensa del imputado y,
consecuentemente, la posibilidad de contestación o rechazo de la acusación, como
aplicación al proceso penal del principio de contradicción. En consecuencia, al Juez
no le está permitido excederse de los términos del debate tal como han sido
formulados por la acusación y la defensa, lo cual significa en última instancia que ha
de existir siempre correlación entre la acusación y el fallo de las Sentencias...» «...
En definitiva, fijada la pretensión, el Juzgador está vinculado a los términos de la
acusación con un doble condicionamiento, fáctico y jurídico ( STC 228/2002, de 9 de

223
Documento

diciembre , FJ 5). Desde la primera de las perspectivas la congruencia exige que


ningún hecho o acontecimiento que no haya sido delimitado por la acusación como
objeto para el ejercicio de la pretensión punitiva, sea utilizado para ser subsumido
como elemento constitutivo de la responsabilidad penal, siempre y cuando se trate
de una variación sustancial, pues el Juzgador conserva un relativo margen de
autonomía para fijar los hechos probados de conformidad con el resultado de los
medios de prueba incluyendo aspectos circunstanciales siempre que no muten la
esencia de lo que fue objeto de controversia en el debate procesal...» «... Por lo que
se refiere a la calificación jurídica, el Juzgador está vinculado también a la
sustentada por la o las acusaciones...» «... Ciertamente, hemos afirmado que el
Juez puede condenar por un delito distinto que el sostenido por la acusación o
acusaciones siempre y cuando se trate de un delito homogéneo con el que fue
objeto de acusación y siempre y cuando no implique una pena de superior
gravedad. Por lo tanto, la condena por delito distinto de aquel o aquellos que se
formularon en la pretensión acusatoria sólo es constitucionalmente posible si se dan
dos circunstancias: una es la identidad del hecho punible, de forma que el mismo
hecho señalado por la acusación, que se debatió en el juicio contradictorio y que se
declaró probado en la Sentencia de instancia, constituya el supuesto fáctico de la
nueva calificación declarada en la sentencia condenatoria. La segunda condición es
que ambos delitos, el que sustentó la acusación y el considerado como más
correcto por el Tribunal sentenciador en la Sentencia sean homogéneos, es decir,
tengan la misma naturaleza, porque el hecho que configura los tipos
correspondientes sea sustancialmente el mismo o, en palabras de la STC 134/1986,
de 29 de octubre (FJ 1), porque exista "identidad del bien o interés protegido en
cuanto hay una porción del acaecer concreto o histórico común en la calificación de
la acusación y en la de la sentencia"...» «... En todo caso, como límite infranqueable
en el momento de dictar Sentencia, al Juez le está vedado calificar los hechos de
manera que integren un delito penado más gravemente si este agravamiento no fue
sostenido en juicio por la acusación, ni imponer una pena mayor que la que
corresponda a la pretensión acusatoria fijada en las conclusiones definitivas, dado
que se trata de una pretensión de la que no pudo defenderse el acusado...» En
consecuencia, los tipos penales citados por el recurrente son homogéneos y sobre
ellos construye el Tribunal la sentencia. No hay indefensión por adecuar el Fiscal su
definitiva calificación a la prueba practicada, ya que los hechos no se modifican, sino
la adecuada y atenuada calificación jurídica. Se alega en segundo lugar falta de
motivación. Consta en el FD nº 29 la condena del recurrente al referir que "Deberá
ser condenado como autor de un delito continuado de cohecho pasivo de los
artículos 425 (anterior a la LO 5/2010 ) y 422 (posterior a la LO 5/2010) por los
hechos del apartado 7. Y deberá ser absuelto de la acusación de delito de cohecho
pasivo referida al apartado 2 del hecho probado". Los hechos probados que constan
respecto del recurrente son los cifrados en el Bloque XXI (epígrafe 51 MF), y son los
siguientes: "Como ya ha quedado expuesto en otros apartados de esta sentencia, el
acusado Federico, además de ser empleado público del Patronato Provincial de
Recaudación prestaba también servicios laborales en la gestoría dirigida por
Romeo, siendo numerosas las consultas catastrales que entre los años 2005 y 2011

224
Documento

aquél facilitó a su jefe en relación a expedientes catastrales de su interés. No ha


quedado probado, sin embargo, que los pagos de muy diversa cuantía, unas veces
en metálico y otras mediante cheques, que éste le realizó entre noviembre de 2005
y febrero de 2008, ascendiendo un total de 4.625 € (A40-15512) lo fueran en
consideración a su cargo público o como recompensa de la actuación administrativa
realizada y no, simplemente, como retribución por los servicios que tenía
encomendados como empleado de la gestoría. Por el contrario, si ha quedado
probado que, al menos en tres ocasiones, Federico efectuó cobros irregulares de
usuarios del catastro por la realización de actos administrativos propios de su cargo
que no debían serle retribuidos siendo éstos, concretamente, los siguientes: Un
cobro de 200 € que reclamó del usuario Mario aduciendo como excusa un supuesto
pago de tasas y que éste le transfirió el 8 de septiembre de 2010 a su cuenta
particular. Otro cobro también de 200 €, y con la misma excusa de pago de tasas,
que igualmente reclamó del usuario Romulo y que éste le ingresó también en su
cuenta particular mediante transferencia de 24 de septiembre de 2010. Y, por último,
ha quedado también probado que con fecha 11 de enero de 2011 recibió otra
transferencia de 200 € del acusado Vicente que éste le efectuó para retribuir o
recompensar, a sabiendas de su ilicitud, 15 consultas catastrales relacionadas con
un inmueble de su propiedad que estaba afectado por expedientes de corrección de
la superficie y modificación de titularidad". Argumenta el Tribunal que: "Por los
hechos de este apartado 7 del bloque XXI (correspondientes al epígrafe 51 MF) se
acusa a: 1).- Romeo, como autor de un delito continuado de cohecho activo de los
artículos 423.1 , 419 y 425 CP por las retribuciones que habría efectuado a Federico
en su condición de funcionario del catastro. 2).- Federico, como autor de un delito
continuado de cohecho pasivo del artículo 422 (texto posterior a la reforma LO
5/2010) y 425 (texto anterior a dicha reforma), por la retribuciones recibidas de
terceros en compensación a actos realizados en el ejercicio su cargo.3).- Vicente,
como autor de un delito de cohecho impropio del artículo 424.1 en relación con el
422 CP vigente, por la indebida retribución de 200 € efectuada a Federico, en
consideración a su cargo de funcionario, y a cuya acusación ya prestó Vicente plena
conformidad. Los hechos que se declaran probados en este apartado son los únicos
que han podido quedar plenamente acreditados tras una valoración crítica y
conjunta de todas las pruebas practicadas en el juicio oral o formalmente
incorporadas al mismo con las debidas garantías de contradicción, inmediación y
publicidad. Y estas pruebas han venido constituidas esencialmente por los informes
policiales y patrimoniales ratificarlos en el plenario (A37-14434, A37-14549 y
40-15512) y las creíbles testificales depuestas en el juicio por Mario y Romulo
ratificando sendas transferencias de igual importe (200 € cada una) que efectuaron
a Federico bajo similar excusa de corresponder a tasas y sin, por supuesto, recibo
alguno, así como también por la conformidad prestada por Vicente en la que ha
reconocido el pago de similar cantidad a este funcionario. Pues bien, de todo este
elenco de elementos probatorios cabe inferir razonablemente la comisión por parte
de Federico del delito continuado de cohecho pasivo de que viene acusado si bien
limitado a los tres concretos cobros de dinero que se mencionan en el factum por
ser éstos las únicas percepciones económicas que, dentro del amplio elenco de

225
Documento

ingresos que se mencionan en el informe patrimonial, han podido quedar


plenamente acreditadas como efectuadas en ilícita compensación a su actuación
como funcionario público, dos de ellas antes de la entrada en vigor de la reforma LO
5/2010 y la tercera después de la vigencia de esta ley. Se impone, por tanto, su
condena como autor de este delito continuado a las penas que seguirán en su
correspondiente apartado. Igualmente, dada la estricta conformidad prestada por el
acusado Vicente y su defensa a la acusación formulada por el Ministerio fiscal, de
conformidad con lo dispuesto el artículo 787 LECrim, procede condenarle como
autor de ese delito de cohecho impropio en los mismos términos aceptados". Pues
bien, debe considerarse suficiente la prueba en la que se basa el Tribunal, habida
cuenta de que en este tipo de casos resulta difícil exigir prueba distinta en el
cohecho a la configurada por la vía personal de quienes intervienen en los hechos.
El Tribunal ha destacado en la sentencia, otros hechos por los que era objeto de
acusación, sin embargo, pero no se le ha condenado, al actuar en la más estricta
puridad respecto a la prueba practicada, y así se puede comprobar en el FD nº 10
(pag,. 269 y ss), FD nº 14 (pags,. 295 y ss), FD nº 19 (pags 318 y ss), pero es en el
FD nº 21 donde se reseña esta condena por encontrar el Tribunal en este caso la
prueba suficiente, dado que concurren informes policiales y patrimoniales y
testificales de quienes le entregan las sumas y la declaración de un coacusado que
no tiene que ser sospechosa de faltar a la verdad, ya que Vicente se conformó y fue
condenado como autor de un delito de cohecho a la pena de cinco meses de prisión
a sustituir por multa de 10 meses con cuota diaria de cinco euros. Ello no debe
ofrecer dudas en razón a que este tipo de pruebas son las de cargo básicas,
esenciales y sustanciales sobre la que configurar estas condenas, ante la
percepción por el funcionario de sumas no acreditadas por otros conceptos y
declaraciones de quienes se las dieron y por qué lo hicieron. Existe, por ello, prueba
bastante y motivación del Tribunal sobre las pruebas que sustentan la condena. Por
último, se denuncia falta de motivación en la determinación de la pena. Y, así, en el
FD nº 31 se condena a Federico "Como autor del DELITO CONTINUADO DE
COHECHO PASIVO deberá imponérsele la pena inferior en un grado a la señalada
para el tipo en su modalidad continuada (mitad superior correspondiente a la pena
de prisión de seis meses a un año y suspensión de empleo y cargo público de uno a
tres años) en la concreta extensión de cinco meses de prisión y suspensión de
empleo y cargo público por un año y cinco meses". En absoluto puede entenderse
que existe falta de motivación en un hecho que no es aislado, sino cometido en tres
ocasiones, con la condición de funcionario público, y aplicando la continuidad
delictiva del art. 74 CP, es decir, como señala la sentencia, pena de la mitad
superior correspondiente a la pena de prisión de seis meses a un año y suspensión
de empleo y cargo público de uno a tres años, por lo que, aplicando la atenuante de
dilaciones indebidas como muy cualificada, rebajando la pena en un grado la pena
impuesta de 5 meses de prisión (sujeto a postular la suspensión) y de un año y
cinco meses de inhabilitación es correcta dentro del arco y sujeto no a un hecho
aislado, sino a los que constan probados, después del rigor del Tribunal a la hora de
analizar aquellos hechos donde no había prueba y absolvió y condenar cuando
hubo prueba de cargo. El motivo se desestima.

226
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DÉCIMO.-
2.- De conformidad con lo prescrito en el artículo 849.1º de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal , infracción de los artículos 422 vigente y 425 anterior a la
Reforma por LO 5/2010 y artículo 74 del Código Penal . Cuestiona el recurrente que
no se dan los elementos que permitan subsumir su conducta en los delitos del art.
425 anterior a la reforma ni en el actual art. 422, pues el relato de hechos no
describe cuáles son los actos propios relativos al ejercicio de su cargo que realizó,
pues carecía de competencia alguna para realizar acto administrativo alguno o para
impulsar o agilizar trámite alguno. Refiere que en su condición no podía realizar
trámite alguno, porque no era funcionario, sino que tenía contrato laboral, siendo
auxiliar técnico catastral. Hay que tener en cuenta que se utiliza la vía en este
motivo del art. 849.1 LECRIM. Y sobre ello, esta Sala ha reiterado ( Tribunal
Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia 849/2013 de 12 Nov. 2013 , Rec.
10038/2013, STS. 121/2008 de 26.2 ) que el recurso de casación cuando se articula
por la vía del art. 849.1 LECrim. ha de partir de las precisiones fácticas que haya
establecido el Tribunal de instancia, por no constituir una apelación ni una revisión
de la prueba. Se trata de un recurso de carácter sustantivo penal cuyo objeto
exclusivo es el enfoque jurídico que a unos hechos dados, ya inalterables, se
pretende aplicar, en discordancia con el Tribunal sentenciador. La técnica de la
casación penal exige que en los recursos de esta naturaleza se guarde el mas
absoluto respeto a los hechos que se declaren probados en la sentencia recurrida ,
ya que el ámbito propio de este recurso queda limitado al control de la juridicidad, o
sea, que lo único que en él se puede discutir es si la subsunción que de los hechos
hubiese hecho el Tribunal de instancia en el precepto penal de derecho sustantivo
aplicado es o no correcta jurídicamente, de modo que la tesis del recurrente no
puede salirse del contenido del hecho probado. Por ello, con harta reiteración en la
práctica procesal, al hacer uso del recurso de casación basado en el art. 849.1
LECrim. se manifiesta el vicio o corruptela de no respetar el recurrente los hechos
probados, proclamados por la convicción psicológica de la Sala de instancia,
interpretando soberana y jurisdiccionalmente las pruebas, más que modificándolos
radicalmente en su integridad, alterando su contenido parcialmente, lo condicionan o
desvían su recto sentido con hermenéutica subjetiva e interesada, o interpolarse
frases, alterando, modificando, sumando o restando a la narración fáctica extremos
que no contiene o expresan intenciones inexistentes o deducen consecuencias que
de consuno tratan de desvirtuar la premisa mayor o fundamental de la resolución
que ha de calificarse técnicamente en su tipicidad o atipicidad y que necesita de la
indudable sumisión de las partes. En definitiva no puede darse una versión de los
hechos en abierta discordancia e incongruencia con lo afirmado en los mismos,
olvidando que los motivos acogidos al art. 849.1 LECrim. ha de respetar fiel e
inexcusablemente los hechos que como probados se consignan en la sentencia
recurrida. ¿Cuáles son, en consecuencia, los hechos declarados probados para
valorar sobre ellos si es posible el juicio de subsunción? Podemos preguntarnos.
Pues ya se ha hecho constar con ocasión del anterior motivo que los hechos
probados que constan respecto del recurrente son los cifrados en el Bloque XXI

227
Documento

(epígrafe 51 MF), y son los siguientes: "Como ya ha quedado expuesto en otros


apartados de esta sentencia, el acusado Federico, además de ser empleado público
del Patronato Provincial de Recaudación prestaba también servicios laborales en la
gestoría dirigida por Romeo, siendo numerosas las consultas catastrales que entre
los años 2005 y 2011 aquél facilitó a su jefe en relación a expedientes catastrales de
su interés. No ha quedado probado, sin embargo, que los pagos de muy diversa
cuantía, unas veces en metálico y otras mediante cheques, que éste le realizó entre
noviembre de 2005 y febrero de 2008, ascendiendo un total de 4.625 € (A40-15512)
lo fueran en consideración a su cargo público o como recompensa de la actuación
administrativa realizada y no, simplemente, como retribución por los servicios que
tenía encomendados como empleado de la gestoría. Por el contrario, si ha quedado
probado que, al menos en tres ocasiones, Federico efectuó cobros irregulares de
usuarios del catastro por la realización de actos administrativos propios de su cargo
que no debían serle retribuidos siendo éstos, concretamente, los siguientes: Un
cobro de 200 € que reclamó del usuario Mario aduciendo como excusa un supuesto
pago de tasas y que éste le transfirió el 8 de septiembre de 2010 a su cuenta
particular. Otro cobro también de 200 €, y con la misma excusa de pago de tasas,
que igualmente reclamó del usuario Romulo y que éste le ingresó también en su
cuenta particular mediante transferencia de 24 de septiembre de 2010. Y, por último,
ha quedado también probado que con fecha 11 de enero de 2011 recibió otra
transferencia de 200 € del acusado Vicente que éste le efectuó para retribuir o
recompensar, a sabiendas de su ilicitud, 15 consultas catastrales relacionadas con
un inmueble de su propiedad que estaba afectado por expedientes de corrección de
la superficie y modificación de titularidad". Con ello, se fija la conexión del recurrente
con el ejercicio de sus funciones como "empleado público" del Patronato Provincial
de Recaudación. Pero su ejercicio de actividad en la gestoría del Sr. Romeo es
tratada al reflejar que por unos hechos fue absuelto porque no consta acreditado
que los hechos de otras percepciones lo fueran en consideración a su cargo público
o como recompensa de la actuación administrativa realizada y no, simplemente,
como retribución por los servicios que tenía encomendados como empleado de la
gestoría. Sin embargo, sí que acepta como probados los que lo son, y respecto de
estos no podemos entrar en el juicio de valoración de la prueba, sino solo en el
juicio de subsunción al encontrarnos en el escenario del art. 849.1 LECRIM. El
Tribunal declara probado que, bajo el pretexto de la necesidad de un supuesto pago
de tasas, reclamó a los usuarios del Catastro, Mario y a Romulo, el pago de 200
euros por servicios que no podían ser retribuidos y además a Vicente por la
concreta realización de 15 consultas al Catastro relacionadas con un inmueble de su
propiedad. Existe la condición de funcionario del recurrente, ya que sea cual sea la
condición de titular, interino con contrato temporal o cualquiera que sea el vínculo
laboral que le une con la Administración Pública para los efectos que nos interesan
el hecho probado circunscribe su actuación en el contexto de la función pública que
ejercía, no de su pertenencia asesora a una gestoría. Se le condena por cohecho
pasivo por ello. Y la relación de esos cobros por razón de su cargo o función pública
lo relata el Tribunal al describir en los hechos probados que el recurrente efectuó
cobros irregulares de usuarios del catastro por la realización de actos

228
Documento

administrativos propios de su cargo que no debían serle retribuidos siendo éstos.


Sobre este tipo penal del cohecho pasivo ex art. 422 CP la doctrina lo denomina
cohecho «de facilitación», y del que justifica su sanción para prevenir la conducta de
los que ella misma llama «engrasadores de la actividad administrativa». Es decir,
aquellos particulares que, sin las miras puestas en un acto del cargo del funcionario
a corto plazo, abonan el terreno a futuras peticiones con el agasajo y la
complacencia. Apunta, también la doctrina en este tipo penal que el comportamiento
típico hace referencia a la admisión de dádiva o regalo por parte del funcionario
público a efectos penales que le sean ofrecidos en consideración a su cargo o
función, es decir, en atención no a un acto concreto de su cargo, sino a la
generalidad de actos propios de su función. No tienen, pues, contrapartida en la
realización de un acto concreto. Está claro en el hecho probado que la entrega de
las sumas se llevaron a cabo en consideración a su cargo y consta así probado que
lo fue en ese contexto, y no en uno alejado de él. Señala el Tribunal Supremo, Sala
Segunda, de lo Penal, Sentencia 1618/2005 de 22 Dic. 2005 , Rec. 1082/2004 que:
"Se cuestiona en concreto que este modo de operar pueda ser calificado de acto
relativo al cargo. Sobre este extremo, el precepto requiere que los actos han de ser
relativos al ejercicio del cargo que desempeñe el funcionario. Relativo es lo que
hace relación o referencia a una cosa, guarda conexión con ella, por lo que lo único
que exige el texto legal es que el acto que ejecuta el funcionario guarde relación o
conexión con las actividades públicas que desempeña, de modo que a él se dirija el
particular por cuanto entiende que le es posible la realización del acto requerido,
que, en efecto, puede realizarlo con especial facilidad por la función que
desempeña, sin que haya de ser precisamente un acto que le corresponda ejecutar
en el uso de sus específicas competencias, sino sólo con ellas relacionado ( S.
701/94, de 4 de abril ). Dado que se cuestiona la condición de sujeto activo del delito
hay que recordar que esta Sala del Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal,
Sentencia 166/2014 de 28 Feb. 2014 , Rec. 748/2013 recuerda que: "La STS
1590/2003, de 22 de abril de 2004 es digna de ser evocada como primer punto de
referencia para acercarnos a la cuestión: "Tal y como ha declarado esta Sala, el
concepto de funcionario público contenido en el art. 24.2 CP (con anterioridad art.
119 CP 1973 ), conforme al cual "se considerará funcionario público a todo el que
por disposición inmediata de la Ley, por elección, o por nombramiento de Autoridad
competente participe en el ejercicio de funciones públicas", es un concepto de
Derecho Penal independiente de las categorías y definiciones que nos ofrece el
Derecho administrativo en el que lo verdaderamente relevante es proteger de modo
eficaz la función pública, así como también los intereses de la administración en sus
diferentes facetas y modos de operar ( STS de 27 de enero de 2003 y 4 de
diciembre de 2001 ). Se trata de un concepto más amplio que el que se utiliza en
otras ramas del ordenamiento jurídico, y más concretamente en el ámbito del
Derecho administrativo, pues mientras que para éste los funcionarios son personas
incorporadas a la Administración Pública por una relación de servicios profesionales
y retribuidos, regulada por el Derecho administrativo, por el contrario, el concepto
penal de funcionario público no exige las notas de incorporación ni permanencia,
sino fundamentalmente "la participación en la función pública" ( STS de 4 de

229
Documento

diciembre de 2001 ), a la que debe accederse por cualquiera de las tres vías de
designación que recoge el precepto". En este caso la función que desarrollaba el
recurrente era pública y queda acreditado que es por ello por lo que se hacen los
pagos acreditados. Y, de igual modo, la conducta no fue insignificante, ya que está
tipificada en el CP. No es tanto la cuantía, sino el acto en sí mismo que supone una
grave desconsideración a la función pública que se ejerce y una imagen a la
ciudadanía de corrupción aunque el recurrente pretenda minusvalorar su gravedad,
lo que se coteja con la penalidad que se ha impuesto en el marco mínimo de los dos
existentes por la atenuante muy cualificada aplicada. No cabe entrar en las
consideraciones realizadas en torno a valoración de prueba que quedan fuera del
contexto del art. 849.1 LECRIM. El motivo se desestima.
RECURSO DE Donato
DÉCIMO PRIMERO
1 y 2.- Al amparo de lo dispuesto en el artículo 5.4 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y 852 de la Lecrim . vulneración de los artículos 18.2 y 3 de la Constitución
Española , por los que se garantizan la inviolabilidad del domicilio y el secreto de las
comunicaciones telefónicas, por nulidad de las intervenciones telefónicas y de los
registros practicados, lo que ha producido la lesión del derecho de presunción de
inocencia del acusado en la medida en que el fallo se basa exclusivamente en el
resultado de tales ilícitas pruebas documentales y en las pruebas contaminadas
(testificales/periciales) derivadas de las mismas. Se realiza un alegato por el
recurrente acerca de derechos fundamentales que considera infringidos en torno a
nulidades derivadas de las intervenciones telefónicas y registros llevados a cabo,
ausencia de control judicial, y de notificación al fiscal con carácter previo. Sin
embargo, debe descartarse este alegato, y, así, el Tribunal señala en el FD nº 6
que: "Como admite el propio Ministerio fiscal, no conste formal notificación previa al
mismo de algunas de las medidas e intervención acordadas, pues por la razones
que el propio ministerio público ha explicado en sus alegaciones, siempre estuvo
éste al tanto de todas ellas (desde su "sección de delitos urbanísticos y luego por la
fiscalía anticorrupción") por lo que en ningún momento se soslayaron materialmente
las funciones que este defensor de la legalidad y del interés público tutelado por la
ley tiene constitucionalmente reconocidas ( artículo 124 CE) y específicamente
atribuidas en el procedimiento abreviado para velar por la garantías procesales de
los imputados ( artículo 773 LECrim). Y, por otra parte, tampoco el voluminoso
atestado que precedió al motivado auto de incoación de diligencias previas y demás
actuaciones posteriores practicadas permiten sostener la denuncia de investigación
prospectiva que también formula la defensa de éste acusado habida cuenta la
naturaleza y complejidad de los delitos investigados y la imposibilidad material de
seguir avanzando en la investigación sin acudir a esas medidas de intervención
telefónica por dos veces prorrogadas". Es sabido que la falta de constancia en las
actuaciones de un acto formal de notificación al Fiscal de los Autos que autorizaron
y prorrogaron las intervenciones telefónicas no constituye un defecto
constitucionalmente relevante en el control de la intervención, puesto que no impidió

230
Documento

el control inicial de su desarrollo y cese y no consagró, por tanto, "un secreto


constitucionalmente inaceptable". De modo que el hecho de que tales notificaciones
no consten en las actuaciones carece de relevancia constitucional, puesto que
desde el momento en que le es notificado el citado Auto de incoación de diligencias
previas, al mismo Fiscal, puede éste intervenir en defensa de la legalidad y como
garante de los derechos del ciudadano, quedando así asegurada la posibilidad
efectiva de control inicial de la medida hasta su cese. Y ese conocimiento del Fiscal
se reconoce por él mismo al punto de asumir que no hay vicio o defecto invalidante
de la investigación llevada a cabo, toda vez que se asume la presencia de
representantes de la Fiscalía Anticorrupción en los registros que simultáneamente
se practicaron en febrero de 2009 en el Ayuntamiento de Alcaucín y en la Diputación
Provincial de Málaga, cuyas actas figuran en los folios 246 y 499 de los autos
principales. Con respecto al control judicial no se equipara a la escucha de todas las
que se llevaron a cabo, sino la existencia de los elementos que confirmen las
sospechas que permitieron decretar la medida al comienzo de la investigación
judicial cuando se acuerda en base a las primeras informaciones y el examen
posterior una vez verificado. Se dispone de las cintas y las partes pueden interesar
la audición o la transcripción de conversaciones no seleccionadas por la Policía o
por el propio Juez instructor. Además, la prueba está constituida en las propias
conversaciones grabadas, y su transcripción es un simple medio auxiliar
contingente. Los elementos troncales de la investigación llevada a cabo se sujetaron
sobre actuaciones que evidencian la desestimación del motivo ante el análisis de las
razones para las medidas de injerencia por la gravedad de los hechos que se
investigaban y la exigencia de pasar a la fase de la injerencia ante la suficiencia de
la investigación lejos del carácter prospectivo que propugna el recurrente, ya que
como recuerda el Fiscal: 1.- El informe policial para la intervención del teléfono móvil
del acusado Genaro (folio 88), en que constan las principales tramas que luego
serían objeto de acusación, reflejando no sólo los delitos de prevaricación y contra
la ordenación del territorio que podían investigarse por vías convencionales, sino
también los de cohecho, tráfico de influencias y falsificación de documentos públicos
que justificaban la injerencia, dada la dificultad de continuar con los seguimientos e
imposibilidad de acceder a testigos y documentos sin truncar la investigación. 2.-
Con fecha 5/11/2008 se dictó Auto interviniendo teléfono de Genaro (folio 95), con
una completa motivación y remisión al anterior informe, afirmando que hay "indicios
exhaustivos de cohecho, negociaciones prohibidas, tráfico influencias, prevaricación
y contra la ordenación del territorio". Argumenta que los presuntos negocios
urbanísticos "están todavía vivos" con "una alta probabilidad de descubrir nuevos
indicios delictivos a través de las escuchas". 3.- El 19/11/2008, se adelanta, vía
internet, un informe policial sobre los primeros 15 días de intervención. (Folio 105 de
autos principales) y el día 21/11/2008 se remite un Informe policial para control
quincenal de la intervención de Genaro, acompañado de grabaciones en soporte CD
y transcripciones en papel. (Folios 1606-1758 de atestados). 4.- El 6/12/2008 se
envía un segundo Informe de control de la intervención de Genaro, con grabaciones
en soporte CD y transcripciones. (Folios1759-1922 de atestados). 5.- El 21/12/2008
se remite un tercer de control de la intervención de Genaro, con grabaciones en CD

231
Documento

y transcripciones. (Folios1924-2079 atestados). 6.- El 2/1/2009 se dicta Auto


autorizando la primera prórroga, por un mes, de la intervención del teléfono de
Genaro. (folio 118 de autos principales y contiene una remisión expresa al folio 114,
donde obra un nuevo informe policial que recopila los informes de control y propone
la prórroga). 7.- El 5/1/2019 se envía al juzgado un cuarto Informe de control
quincenal de la intervención de Genaro, con grabaciones y transcripciones. (Folios
2081-2261 atestados). 8.- El 15/1/2009 por informe policial se solicita la intervención
del teléfono de Donato. (Folio 129 de autos principales). 9.- El 19/1/2009 se dicta
Auto motivado de intervención de Donato por dos meses, con informes quincenales.
(Folio 142). 10.- El 20/1/2009 se remite el quinto informe de control quincenal de la
intervención de Genaro, con grabaciones y transcripciones. (Folios 2263-2488 de
atestados). 11.- El 29/1/2009 se remite un Informe policial recopilatorio de los
anteriores informes de control, proponiendo la prórroga de la intervención Genaro.
(Folio 158 de autos principales). 12.- Y el 2/2/2009 se dicta Auto autorizando la
segunda prórroga, por un mes, de la intervención de Genaro. (Folio 162). 13.- Los
días El 5/2/2009, 21/2 y 3/3 se remiten los informes, sexto, séptimo y octavo, sobre
control quincenal de ambas intervenciones, con grabaciones y transcripciones de las
dos líneas. (Folios 2491-2883, 2884-3155 y 3156-3334, de atestados). 14.- Por
último el 4/3/2009 se dictan los correspondiente Autos de cese de las dos
intervenciones tal como resulta de los folios 461 y 467. Todo ello, además de
diligencias de adveración que obran en las actuaciones, realizadas entre junio y
octubre de 2009: Folio 1923.- Diligencia adverando transcripciones de los discos 1 y
2, Folio 2080.- Diligencia adverando transcripciones del disco 4. Folio 2262.-
Diligencia adverando transcripciones del disco 4, Folio 2490.- Diligencia adverando
transcripciones del disco 5, Folio 2883 bis. - Diligencia de adveración de disco 6. Lo
mismo cabe predicar de los registros llevados a cabo y que constituyen la principal
fuente de la prueba documental en que se apoya toda la sentencia, y que aparecen
plenamente justificados por las investigaciones practicadas antes y durante el
periodo de intervención, tal como puede comprobarse y que se derivan de los
informes patrimoniales de Genaro y Donato (folios 162 y 185 de atestados) y del
amplio atestado policial, nº NUM000, que incorpora 33 anexos documentales y
ocupa los tomos 2 a 5 de atestados. Atestado que fue entregado al Juzgado con el
informe policial de 24/2/2009 (folio170) en que se proponían los mandamientos de
entrada y registro que el Juzgado acordó en Auto de 26/2/2009 (folio 182) para los
dos edificios públicos y nueve domicilios particulares. No existe la pretendida
nulidad, sino adecuación a derecho de las exigencias legales en torno a las medidas
de injerencia mínimas adoptadas al efecto. En cuanto a la presunción de inocencia
que se alega se apunta que "no ha existido prueba de cargo ni válida ni suficiente
para enervar el principio de presunción de inocencia. El único medio de prueba que
se ha practicado en relación con los hechos que se han reprochado a mi
representado y en base a los cuales ha sido condenado, ha sido la documental
intervenida en los registros y la derivada de la misma: testificales y periciales". Pues
bien, el recurrente Donato fue condenado como autor de un DELITO CONTINUADO
DE FALSEDAD EN DOCUMENTO OFICIAL Y DOCUMENTO OFICIAL POR
DESTINO concurriendo la atenuante analógica muy cualificada de dilaciones

232
Documento

indebidas, a las penas de dos años y tres meses de prisión, multa de ocho meses a
razón de 10 € de cuota diaria (con la responsabilidad personal subsidiaria de un día
de privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas) e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por tiempo de dos años. Y como autor de un DELITO
DE ACTIVIDADES PROHIBIDAS A LOS FUNCIONARIOS concurriendo igual
circunstancia atenuante cualificada de dilaciones indebidas, a las penas de tres
meses de multa a razón de 10 € de cuota diaria (con la consiguiente responsabilidad
personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas no
satisfechas) y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de seis meses. Las
conductas realizadas por el recurrente que determinan la condena y la existencia de
prueba bastante son las siguientes, a saber: 1.- Catálogo de viviendas aisladas
(epígrafe 50 MF). (Pags 271 y ss sentencia FD nº 10) "Por los hechos de este
apartado se atribuye a los acusados Donato y Genaro de un delito continuado de
falsedad en documento oficial (el primero en concepto de autor y el segundo en el
de inductor) por haber realizado el primero, funcionario del servicio de arquitectura
de la diputación Provincial de Málaga esos tres documentos oficiales enteramente
nuevos simulando la firma del arquitecto a cuyo nombre se expidió así como las
fechas de su emisión con el fin de dar la apariencia de haber sido emitidos años
atrás en los correspondientes expedientes de obra y evitar así cualquier eventual
responsabilidad disciplinaria o penal. Las pruebas llevadas al plenario, constituidas
esencialmente por los documentos reseñados en el propio relato fáctico (además de
otros, también aportados al procedimiento principal, como por ejemplo los obrantes
en el 16-5420 y 40-12950) y por la grabación de las conversaciones telefónicas
mantenidas el 22 de noviembre de 2008 entre Genaro y Donato y el 26 del mismo
mes entre Genaro y la funcionaria Carlota (que han sido reproducidas íntegramente
en la vista oral, además de estar transcritas en A6-1761 y A6-1771)) han
demostrado inequívocamente la perpetración de este hecho delictivo por parte de
los acusados, resultando especialmente elocuente la segunda grabación telefónica
por cuanto que en ella, y en un tono que revela el alto grado de confianza y
complicidad entre Genaro y la funcionaria, el alcalde le revela a ésta la necesidad de
introducir esos cambios de fecha y formato en los informes recientemente
elaborados por su jefe Donato a fin de que no puedan despertar sospechas de
inautenticidad entre los responsables de la inspección de la consejería de obras
públicas a la que iban destinados. Y es que, en efecto, concurre en la conducta de
ambos acusados todos los elementos objetivos y subjetivos configuradores del
delito de falsedad en documento público u oficial del, artículo 390.1 CP (más
concretamente en las modalidades de falsedad material los apartados 1° y 2°) que
ya ampliamente quedaron expuestos en el fundamento jurídico cuarto de esta
sentencia y al que, en aras a la brevedad, expresamente nos remitimos". 2.-
Licencia de Primera ocupación de 11 diciembre 20018 En este caso los hechos se
refieren a la confección de un informe técnico de fecha 27/10/2008 materialmente
elaborado por el acusado argumentando, ante las dificultades para obtener la
licencia, que se habían suprimido la entrada y huecos de un torreón, pero como
quiera que el acusado, funcionario de la Diputación también realizaba trabajos
particulares para Luis Enrique, a fin de ocultar su incompatibilidad, hizo figurar

233
Documento

mendazmente como autor del informe, y sin su conocimiento, al también arquitecto


de la Diputación, Simón, simulando igualmente su firma. El Tribunal dispuso como
prueba de los documentos reseñados en el propio relato fáctico y por la pericial
caligráfica emitida por el Servicio de Criminalística de la guardia civil, que de modo
contundente atribuye en su informe la realización material de esa falsificación de
firma a Donato. (folio 159). Además, contó con la testifical de Simón, que, aunque
pretendió dar al acusado cierto apoyo a su todavía compañero de trabajo afirmando
que mantenía con él una relación de confianza y que no podía recordar si en este
concreto caso le podía o no haber pedido permiso para imitar su firma, reiteró con
toda rotundidad en el acto del juicio no ser suya la firma obrante en el documento y
desconocer por completo el contenido del documento, Desmemoria, afirma la Sala
de instancia que, desde luego, no resulta nada creíble a estas alturas del proceso
penal en el que él mismo estuvo inicialmente imputado por este motivo. 3.- Parcela
NUM224 polígono NUM219 Este caso se refiere a un certificado de fecha
05/12/2005 en que el acusado se pronunció sobre la antigüedad de la fingida
vivienda asegurando falazmente que había sido terminada en octubre de 1999.
Como prueba dispuso el Tribunal de los documentos que se reseñan en el factum,
las periciales urbanísticas y de antigüedad de las fincas, con sus orto fotos
correspondientes, depuestas contradictoriamente en el juicio por los peritos
inspectores de urbanismo (propuestos por la acusación) y por Alonso (ingeniero
técnico agrícola propuesto por la defensa de Manuel) y las diversas declaraciones
prestadas en el plenario, en especial por los acusados en todos aquellos escasos
extremos parcialmente admitidos. Aunque, en este caso, el acusado pretendió
acreditar la existencia de una vivienda ya construida fijando incluso su fecha de
terminación en 1999 la mendacidad de tal afirmación resulta según la Audiencia del
rotundo desmentido de las periciales urbanísticas tanto de la acusación como de la
defensa, que coincidieron en señalar (en base a las orto fotografías) que esa
vivienda aún estaba en proceso de construcción el año 2006. 4.- Modificación
catastral de la parcela NUM241 del polígono NUM099, PARAJE001 (epígrafe 21
MF) Las pruebas practicadas en el plenario, por haber expedido el certificado de
vivienda ruinosa a sabiendas de su inexistencia, vino básicamente constituida,
además de las propias declaraciones de los acusados en todo lo que tienen de
parcial admisión de hechos, por los documentos indicados y por el informe de
inspección ocular de fecha 06/10/201, que han permitido acreditar la absoluta
mendacidad que de forma enteramente consciente emitió el acusado Donato al
expedir ese certificado de ruina a sabiendas de su inexistencia y aportando incluso
la fotografía de otra construcción que no existía en esa parcela tal y como en este
caso dejaron claramente reflejado en su acta correspondiente, ratificada en el
plenario, los agentes policiales que inspeccionaron esa finca y comprobaron la
inexistencia en la misma de esa casa fotografiada además de ningún otro vestigio
constructivo. 5.- Juicio ordinario 366/08 del Juzgado nº1 de Vélez Málaga Las
pruebas practicadas en el plenario, estuvieron constituidas esencialmente, al igual
que se hizo constar al analizar el otro informe que había efectuado suplantando la
firma del mismo compañero, Simón, al haber negado este último haber suscrito ese
documento y ser suya la firma que figura bajo su nombre, extremos estos que

234
Documento

tampoco desmintió en juicio el propio acusado. 6.- Parcelas NUM268 y NUM250 del
Polígono NUM219 La mendacidad de la certificación del 17/04/2006 que, como
arquitecto particular pero con conocimiento del concreto destino oficial para el que le
fue solicitada, resulta de hechos tan claramente objetivables como era la
inexistencia en la parcela de una antigua vivienda, que se dice que existía a
sabiendas de su total mendacidad e incluso acompañando a su certificado unas
fotos falsas de una casa ubicada en otro lugar, quedó evidenciada no sólo por la
inspección ocular policial (con sus consiguientes orto fotos) sino también por sus
propias palabras vertidas en la conversación telefónica que tuvo con el alcalde
Genaro. 7.- Carloteña de arquitectura Las pruebas llevadas al plenario, estuvieron
constituidas esencialmente por los documentos que se reseñan en el propio relato
fáctico y por las diversas declaraciones depuestas en el juicio tanto por el propio
acusado como por otros testigos han permitido acreditar la mutación esencial de
verdad efectuada en ese documento La testigo Clara (secretaria del ayuntamiento)
fue especialmente contundente en el juicio al asegurar la falsedad del referido
documento de concesión de licencia de obras de fecha 26/08/2008 (A20-7718),
Asimismo, el directo perjudicado Damaso ratificó en el juicio, en plena coherencia
con lo afirmado por la secretaria Clara, la falsedad de dicho documento de
concesión de licencia y cómo el mismo actuó como determinante para que abonara
a Donato los honorarios pendientes (18.000 €). También ha desmentido la
autenticidad esa licencia el alcalde Genaro. Ni siquiera el propio acusado, manifiesta
la Sala, ha desmentido su autoría contestando con vagas frases como "no lo
recuerdo" (referida al documento) y con un nada consistente "yo creo que no"
Autoría de Donato que se vio corroborada objetivamente por los documentos
electrónicos obtenidos del ordenador de su despacho oficial de la Diputación, uno
de los cuales es de contenido idéntico al documento falsificado (A20- 7724) y otros,
como el de la carta dirigida a Damaso explicando el estado del procedimiento de
licencia de obras con presupuesto de gastos y honorarios (A20-7721) de igual
contenido que la que efectivamente le dirigió. 8.- Estudio de detalle, fin de obra y
licencia de primera ocupación Las pruebas por el informe favorable al estudio de
detalle que sirvió de base a la autorización municipal de las obras de Agustín
suplantando o imitando, supuestamente, la firma de otro arquitecto de la Diputación,
el Sr. Simón con el fin de obtener su aprobación municipal, estuvieron constituidas
esencialmente por los documentos reseñados en el propio relato fáctico, por la
testifical de Simón (negando rotundamente tanto la autoría de ese informe favorable
como la firma recogida en el mismo) y por la pericial caligráfica emitida por el
Servicio de Criminalística de la guardia civil (P1-69 y siguientes) que de modo
contundente atribuye en su informe la realización material de esa falsificación de
firma a Donato, permiten inequívocamente atribuir a este acusado la comisión del
delito de falsedad 9.- Estudios de Detalle y actuaciones en UE-5 (epígrafe 37 MF).
La condena de Donato por el delito continuado de falsedad en documento oficial en
la elaboración y expedición a nombre de su compañero Simón, y suplantando su
firma, de los informes oficiales de 25/10/2005 favorable a licencia de obras solicitada
por THOMUN y de 21/11/2006 sobre el conflicto de linderos entre las promotoras
CINEMA y OFRIMA, responde a las mismas razones que la Sala expuso en los

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Documento

supuestos similares en los que este acusado suplantó la firma de su compañero de


la Diputación Simón. 10.- Otras promociones en la URBANIZACION009 (epígrafe
42). A).- PROMOCIONES MACACA SL Los hechos en relación con el informe de
18/07/2006 confeccionado con membrete del servicio de arquitectura de la
Diputación simulando haber sido emitido por su compañero Diego e imitando su
firma, quedaron acreditados por los documentos objetivos que se reseñan en el
propio relato fáctico, por las declaraciones del propio acusado y por las diversas
testificales, en especial, la de Diego, quien negó, expresa la Sala, con toda firmeza
tanto la firma como el contenido del informe. Un muy creíble testimonio cuya
veracidad se encuentra periféricamente corroborada por todas las circunstancias de
premura e interés parcial con que actuó Donato; las testificales, igualmente, de los
promotores Carlos José y Teodosio, quienes han narrado en el juicio todas las
circunstancias que le llevaron a contratar a Donato para la realización del estudio de
detalle así como su frustración final al ver cómo no se les concedió la licencia de
obras que primeramente le habían dicho iba a quedar supeditadas tan sólo a la
aprobación de ese estudio de detalle; y, por último, la pericial urbanística de los
peritos inspectores de la consejería de urbanismo 11.- Paraje los Rosales
Construcciones S.L. La confección del informe de 17/11/2006 favorable al estudio
de detalle simulando también haber sido emitido por su compañero Diego e imitando
su firma, quedó igualmente plenamente acreditados por las declaraciones del propio
acusado en todos los extremos expresamente admitidos y por las testificales de
Diego y la pericial urbanística de los Inspectores de la Consejería de Urbanismo
acerca de las claras contravenciones en que incurrió el estudio de detalle en
relación con las normas de planeamiento urbanísticas de Alcaucín. 12.- Vivienda de
Cristobal en parcela NUM274 del polígono NUM129 (epígrafe 45C MF) La
confección del informe favorable a la licencia elaborado en 2008 pero fechado en
julio 2004 y puesto a nombre de Simón, simulando su firma, para que surtiera efecto
en las diligencias penales seguidas por el otorgamiento de esa licencia en suelo no
urbanizable, ha quedado por las mismas pruebas a que se ha hecho mención en el
apartado anterior, las periciales urbanísticas y policiales de inspección ocular, las
testificales de la arquitecta Victoria, firmante del certificado final de obra que, a
mayor abundamiento, ha ratificado el estricto carácter de nueva planta de la
vivienda edificada, así como la inexistencia de restos de otra vivienda anterior en la
parcela o la de Simón quien, una vez más, volvió a negar rotundamente en el juicio
haber emitido y firmado el informe técnico de la diputación, fechado a julio de 2004,
que se remitió al juzgado de instrucción. 13.- Vivienda de Isaac en parcela NUM276
del polígono NUM129 (epígrafe 45E MF) En este supuesto consistente en la
emisión, como arquitecto de la Diputación, de un informe técnico oficial favorable a
la licencia poniéndole esa fecha anterior a su concesión y en la expedición del
certificado de 28/04/2005 en el que afirmaba la existencia en la parcela de una
supuesta vivienda-cortijo. Los hechos que se declaran probados en este apartado
del factum, han quedado acreditados por todos los documentos que se han ido
reseñando el propio factum y no cuestionados por los acusados, por las propias
declaraciones de los acusados quienes, básicamente, han admitido todos los
hechos estrictamente objetivos que les atañen. Por la pericial urbanística reforzada

236
Documento

y corroborada por los objetivos informes de inspección ocular, acompañados de


ortofotografías de la parcela ratificados en el plenario. 14.- Proyecto y solicitud de
licencias (Epigrafe 46C MF) Como en casos anteriores esta falsedad en documento
oficial quedó acreditada, por el propio reconocimiento del acusado y por el firme
testimonio de Simón 15.- Modificación catastral en parcela NUM307 del polígono
NUM099, PARAJE001 (epígrafe 43MF) La expedición del certificado de 25/08/2001
en el que afirmaba mendazmente la presencia en la parcela de una vivienda cortijo
que realmente no existía, ha quedado probada por el informe policial, acompañado
de fotografías e inspección ocular ratificado también en juicio y complementado por
el dictamen pericial urbanístico emitido por los peritos inspectores de la Consejería
de Urbanismo y ratificado en juicio y corroborada por las propias declaraciones
plenarias del propietario de la parcela Basilio e incluso por la observación que en el
informe pericial catastral, ratificado en el juicio por su autor, se efectúa acerca de la
fotografía de la casa aportada a la solicitud catastral que llamativamente resulta
coincidente con la aportada en otro expediente. 16.- Modificación catastral en
parcela NUM310 del polígono NUM139, PARAJE010 (epígrafe 44 MF) La
mendacidad en la expedición del certificado de 22/11/2006 en el que afirmaba la
presencia en la parcela de una vivienda cortijo que realmente no existía, ha
quedado probada por el informe policial, acompañado de fotografías e inspección
ocular ratificado en juicio y complementado por el dictamen pericial urbanístico
emitido por los peritos inspectores de la Consejería de Urbanismo en la sesión
correspondiente al presente bloque 21. 17.- Modificación catastral de la parcela
NUM328 del polígono NUM139, PARAJE011 (epígrafe 48) La mendacidad en el
certificado de 18/06/2007 en el que afirmaba la presencia en la parcela de una
vivienda cortijo que realmente no existía, ha quedado probada el por el informe
policial, acompañado de fotografías e inspección ocular ratificado también en juicio y
complementado, a su vez, por el dictamen pericial urbanístico emitido por los peritos
inspectores de la Consejería de Urbanismo. 18.- Licencia de reforma para la parcela
NUM265 del polígono NUM120 de Alcaucín (epígrafe 49 MF) La simulación por el
acusado del certificado del arquitecto Diego fechado a 19/09/2006 imitando su firma,
se acreditó en parte por la declaración del propio acusado y sobre todo por las
testificales, de Juan Carlos, de Pedro y del arquitecto Diego, falsedad y autoría por
Donato que quedó patente en el informe de criminalística de la guardia civil". La
evidencia y contundencia de la prueba practicada se desprende de la
fundamentación de la sentencia en la que queda de manifiesto que el Tribunal ha
dispuesto de abundante prueba de cargo, testifical, documental y pericial, apta para
destruir la presunción de inocencia del acusado en los delitos por los que ha sido
condenado. Además, debe hacerse constar el rigor máximo que se ha llevado por el
Tribunal y el esfuerzo valorativo que se ha hecho para analizar uno por uno los
extremos concretos de cada caso en donde se formulaba acusación, habiéndose
excluido de la condena aquellos hechos que no se veían sustentados con auténticas
pruebas de cargo, que, sin embargo, sí que han concurrido en los anteriormente
citados. La determinación de la prueba de cargo en cada caso se ha llevado a cabo
con el debido rigor que exige la valoración probatoria por el Tribunal. El motivo se
desestima.

237
Documento

DÉCIMO SEGUNDO.-
3.- Al amparo del artículo 849.1° de la Lecrim ., denuncia el recurrente la indebida
aplicación de los artículos 390.1 y 392 en relación con el 390.1.2° CP y articulo 74
del mismo texto punitivo (delito continuado de falsedad en documento oficial y en
documento oficial por destino). Se alega que de la lectura del relato de hechos
probados se colige que los mismos no pueden ser subsumidos en dicho precepto al
no quedar suficientemente acreditado el fundamento de los mismos, ni la autoría
correspondiente y siempre a tenor de la argumentación que sigue. Se añade que "si
los hechos declarados probados 3°, 4°, 5°, 6°, 10°, 11°, 13°, 15°, 17°, 19°, 20° y 21°
fueran constitutivos de delito, estaríamos ante falsedades inocuas, en las que no
sería detectable ninguna antijuridicidad material y que, además, carecen de
gravedad y transcendencia objetiva. En cuanto a las falsedades que se atribuyen a
mi representado, por imitación de las firmas de los también arquitectos Simón y
Diego, la autoría que se le atribuye carece del bagaje probatorio necesario para
alcanzar el grado de certeza que fundamente la condena. Y que es patente el vacío
probatorio, desde la perspectiva de la inexistencia de prueba de cargo alguna para
fundamentar la atribución de la autoría de las "imitaciones" a mi representado y para
el dictado de un pronunciamiento condenatorio". Se alude a la necesidad de aplicar
al caso el principio de intervención mínima del derecho penal y la frontera con el
ilícito administrativo. Como ya hemos reseñado antes ante otros motivos en los que
se alega la infracción de ley ex art. 849.1 LECRIM debemos recordar a estos
efectos que el cauce casacional elegido implica la aceptación de los hechos
declarados probados en la sentencia impugnada, sin que con base en el artículo
849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal pueda pretenderse una modificación de
dicho relato fáctico, ya que lo que se denuncia es una incorrecta aplicación del
derecho al hecho probado de la sentencia; de ahí que reiterada jurisprudencia de
esta Sala haya afirmado que el recurso de casación por infracción de ley exige el
respeto absoluto e íntegro de los hechos probados en sentencia ( SSTS 171/2008 ;
380/2008 y 131/2016, de 23 de febrero , entre otras). Con ello, el cauce procesal
que habilita el artículo 849.1 LECRIM sólo permite cuestionar el juicio de tipicidad,
esto es, la subsunción proclamada por el Tribunal de instancia. No autoriza a
censurar el sostén probatorio del factum. La discrepancia que habilita no tiene que
ver con el significado y la suficiencia incriminatoria de la prueba sobre la que se
asientan los hechos, sino con la calificación jurídica de éstos. Por ello, no es este el
momento de analizar el soporte probatorio de la secuencia histórica que la sentencia
recurrida reproduce. Se recoge una reiteración de conductas falsarias que
evidencian una tónica habitual en el desprecio de las reglas que debe presidir la
actuación profesional. Así: 1.- Esos tres documentos oficiales enteramente nuevos
simulando la firma del arquitecto a cuyo nombre se expidió así como las fechas de
su emisión con el fin de dar la apariencia de haber sido emitidos años atrás en los
correspondientes expedientes de obra y evitar así cualquier eventual
responsabilidad disciplinaria o penal. 2.- Hizo figurar mendazmente como autor del
informe, y sin su conocimiento, al también arquitecto de la Diputación, Simón,
simulando igualmente su firma 3.- Falsedad del referido documento de concesión de

238
Documento

licencia de obras de fecha 26/08/2008 4.- Suplantando o imitando, supuestamente,


la firma de otro arquitecto de la Diputación, el Sr. Simón con el fin de obtener su
aprobación municipal 5.- Elaboración y expedición a nombre de su compañero
Simón, y suplantando su firma, de los informes oficiales de 25/10/2005 favorable a
licencia de obras solicitada por THOMUN y de 21/11/2006 sobre el conflicto de
linderos entre las promotoras CINEMA y OFRIMA, 6.- Informe de 18/07/2006
confeccionado con membrete del servicio de arquitectura de la Diputación
simulando haber sido emitido por su compañero Diego e imitando su firma 7.-
Confección del informe de 17/11/2006 favorable al estudio de detalle simulando
también haber sido emitido por su compañero Diego e imitando su firma 8.-
Confección del informe favorable a la licencia elaborado en 2008 pero fechado en
julio 2004 y puesto a nombre de Simón, simulando su firma, para que surtiera efecto
en las diligencias penales seguidas por el otorgamiento de esa licencia en suelo no
urbanizable 9.- Simulación por el acusado del certificado del arquitecto Diego
fechado a 19/09/2006 imitando su firma. Las modalidades falsarias cometidas han
sido de muy distinta fórmula comisiva y suponen, por su reiteración, una grave
afrenta a la función pública en su vertiente de comisión de falsedades documentales
que causan grave daño a la tramitación de procedimientos por alcanzar objetivos
por la instrumentalización de documentos falsos. Reseña y motiva el Tribunal de
forma detallada cada una de las actuaciones falsarias desplegadas, destacando la
importante referencia que se lleva a cabo en el FD nº 29 para las conductas allí
descritas, y en ese caso a la creación totalmente nueva de un documento mendaz
con el objetivo de acreditar en el tráfico jurídico una relación absolutamente
inexistente (como efectivamente aquí sucede) se ha de incluir en el apartado 2° del
artículo 390.1, y no en la estricta falsedad ideológica prevista en el apartado 4° ya
que, a diferencia de este segundo supuesto, en el primero se contemplan
falsedades consistentes en la creación de documentos falsos en su contenido (al
reflejar una operación inveraz por inexistente y que ni tiene ni puede tener sustrato
alguno en la realidad) en tanto que en el supuesto legal del apartado 4° la falsedad
se reduce exclusivamente a una mendacidad en la narración de los hechos
reflejados en el documento. Habiendo precisado igualmente el TS que la
diferenciación entre los párrafos 2° y 4° de este artículo debe efectuarse
incardinando en el 2° aquellos supuestos en que la falsedad no se refiere
exclusivamente a alteraciones de la verdad en algunos de los extremos consignados
en el documento (la cual constituiría la modalidad despenalizada para los
particulares de faltar a la verdad en la narración de los hechos) sino al documento
en sí mismo, en el sentido de que se confeccione deliberadamente con la finalidad
de acreditar en el tráfico jurídico una realidad jurídica absolutamente inexistente,
porque (sigue aclarando nuestro Alto Tribunal) no cabe confundir lo que es una
simple alteración de la verdad en un documento existente o que responde a una
operación real cuyos datos se falsean, con la simulación consistente en la completa
creación "ex novo" de un documento con datos inveraces y relativos a un negocio o
a una realidad inexistente que se pretende simular por no existir en modo alguno.
Este mismo tema del delito de falsedad en documento oficial por destino del art. 392
CP fue tratado por esta Sala del Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal,

239
Documento

Sentencia 120/2016 de 22 Feb. 2016 , Rec. 556/2015 respecto al documento


privado realizado con la exclusiva finalidad de incorporarse a expediente
administrativo, en fase de progresión delictiva. Se recoge, así, por esta Sala que la
creación ex novo de un documento que refleja una realidad inexistente, tuvo como
única finalidad la de su incorporación a un registro público y oficial tan pronto como
fue creado. Y lo hace de la mano de la construcción jurídica de lo que podría
denominarse «documento compuesto», inicialmente de naturaleza «privada», que
en cuanto accede a un registro público de la Administración, determinando que la
anotación en el mismo sea con arreglo a las menciones -desprovistas de verdad-
que en aquél constan, se transforma en un documento «oficial» también falso o
mendaz. El funcionario que inmediatamente realiza la inscripción, no es sino el
instrumento utilizado por el acusado, como autor mediato que es (de la falsedad en
el documento oficial). En consecuencia, toda la dinámica que consta en los hechos
probados permite la adecuada subsunción en el tipo penal, sin que pueda hablarse
en modo alguno del principio de intervención mínima del derecho penal vista la
reiteración delictiva que consta en los hechos probados, convirtiendo esta mecánica
en una costumbre ilícita que no puede quedarse en modo alguno en el mero ilícito
administrativo. El relato de hechos probados es inmodificable. El motivo se
desestima.
RECURSO DE Paulino
DÉCIMO TERCER
O.- 1.- Al amparo del apartado 1º de artículo 849 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal , se denuncia la infracción de los artículos 131.1, en su redacción vigente
en 2.006 y del 132. 1 y 2. 1ª, en la redacción introducida en la Ley Orgánica de 22
de junio de 2.010 , del Código Penal . Considera el recurrente que "el plazo
prescriptivo a tener en cuenta en lo que se refiere al delito sobre ordenación del
territorio por el que se condena al recurrente no puede ser otro que el de tres años
previsto en el artículo 131.1 del CP vigente en la anualidad de 2.006 para los delitos
castigados con pena de prisión o inhabilitación especial que no excedan de dicho
lapso de tiempo, al corresponder al mismo una pena en abstracto con arreglo al
artículo 319.2 del CP de seis meses a dos años de prisión e inhabilitación especial
por tiempo de seis meses a tres años. Que el dies a quo es la anualidad de 2.006, al
haberse finalizado en la misma las viviendas construidas en la URBANIZACION004,
según se hace constar en el Hecho Probado IV. 2. C) y en el Fundamento de
Derecho Sexto V. B. 3 de la Sentencia. Que el dies ad quem, con arreglo a lo
dispuesto en el artículo 132.1 y 2.1 ª del Código Penal ha de ser aquél en que se
dirigió el procedimiento contra el recurrente, lo que tuvo lugar bien el 8 de Mayo de
2.011, en que se dictó Providencia acordando su declaración como imputado
respecto a los hechos relativos a la URBANIZACION004 (Folio 18.339, Tomo 58), o
bien el siguiente 1 de Julio de 2.011, en el que prestó declaración por primera vez
en relación con tales hechos (Folio 18.951, Tomo 58)". Al recurrente le atribuyó el
Ministerio fiscal, y formuló acusación contra él por los siguientes delitos: a).- Como
autor de un delito continuado de falsedad en documento oficial de los artículos 390.1

240
Documento

°, 3° y 4° CP, de prevaricación urbanística del artículo 320.1 CP y de falsedad en


documento oficial por destino del artículo 392 y 74 CP por los que le solicita las
penas de seis años de prisión, multa de 24 meses con cuota diaria de 10 € e
inhabilitación especial para empleo o cargo público durante seis años. b).- Como
autor de un delito continuado de estafa de los artículos 248 , 249 y 74 CP por el que
le solicita la pena de un año de prisión. c).- Y como autor de un delito continuado de
cohecho pasivo con finalidad delictiva y de actividades prohibidas de los artículos
419 , 441 y 74 CP por el que le solicita la pena de seis años de prisión e
inhabilitación especial para empleo o cargo público durante 10 años. Finalmente fue
condenado por como autor de un DELITO CONTRA LA ORDENACIÓN DEL
TERRITORIO del artículo 319.2 CP, ya definido, concurriendo la atenuante
analógica muy cualificada de dilaciones indebidas, a las penas de cuatro meses de
prisión, multa de ocho meses a razón de 10 € de cuota diaria (con la
responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos
cuotas no satisfechas) e inhabilitación especial para la actividad de construcción o
promoción inmobiliaria por tiempo de cinco meses. Señala el Tribunal sobre el
alegato de prescripción que: "Estos dos promotores ( Pio y Paulino), arquitecto
técnico y arquitecto superior, respectivamente, (el primero de los cuales además
desempeñó las funciones de arquitecto técnico municipal de Alcaucín a partir del
año 2005) vienen acusados de una serie de hechos presuntamente delictivos
perpetrados entre los años 2004 a 2008 y que se han concretado en las siguientes
imputaciones: a).- A Pio, la comisión de un delito de estafa, ocho delitos de falsedad
(cuatro de ellos realizados en su calidad de funcionario público municipal), tres
delitos continuados COT y un delito de prevaricación urbanística cuyo relato de
hechos se recoge en los apartados 4A, 4B, 4C, 3313, 34A, 34B, 34C, 34D y 35A del
escrito de acusación del Ministerio fiscal. b).- Y a Paulino la comisión de un delito de
estafa y tres delitos continuados COT cuyo relato fáctico se recoge en los apartados
4A, 413 y 4C del mismo escrito. Sus respectivos letrados defensores pretenden se
declare la prescripción de todos los delitos que se les atribuyen aduciendo que
desde que se cometieron los hechos hasta que se inició el procedimiento contra
ellos, momento que sitúan fundamentalmente en el auto de 18 de marzo de 2009
por el que se admitió a trámite una querella presentada por Luis María (aunque la
defensa del Sr. Paulino pretende también situarla en otro momento posterior
representado por la Providencia de 08/06/2011 por la que se acordó recibirle
declaración como imputado), habrían transcurrido sobradamente los tres años del
plazo prescriptivo que, según refieren, vendría asociado a estos delitos conforme a
la legislación entonces vigente. Igualmente ha de darse la razón aquí al Ministerio
fiscal para rechazar todas las prescripciones alegadas. En primer lugar, porque,
como bien precisa el ministerio público, el momento interruptivo de la prescripción
habría que situarlo más concretamente, en las fechas de 3 de marzo de 2009 y 12
de abril de 2009 en que Pio y Paulino, respectivamente, declararon judicialmente en
calidad de imputados. Y en segundo lugar porque, en cualquier caso, el plazo de
prescripción, conforme al artículo 131 vigente al tiempo de los hechos, sería de
cinco años para todos los delitos (salvo algunos de falsificación de documento oficial
que sería de 10), por lo que en ninguno de ellos habría prescrito al tiempo de esas

241
Documento

declaraciones sumariales. Y decimos esto porque, al margen de que algunos de los


delitos imputados (como por ejemplo el de prevaricación urbanística y los de
falsedad en documento oficial por funcionario público) llevarían ya autónomamente
asociado ese plazo prescriptivo en su descripción típica ordinaria, otros, como todos
los delitos continuados COT podrían llegar a alcanzar, conforme al artículo 74.1 CP
una pena máxima en abstracto superior a los tres años con lo que (conforme la
jurisprudencia antes expuesta en la premisa básica 3) el plazo prescriptivo aplicable
sería de cinco años. Razones a las que hay que añadir una última, también
ampliamente explicada en la premisa básica 4 de este fundamento jurídico, cuál es
la manifiesta concurrencia en el presente caso (basta una mera lectura de los
hechos punibles que relata el ministerio público) de una especial vinculación o
conexión sustancial, no meramente procesal, entre todos los delitos urbanísticos, de
falsedad y de estafa supuestamente cometidos por los acusados". En cualquier
caso, si se reconoce por el recurrente que los hechos delictivos objeto de condena
se suceden en el año 2006 respecto a la URBANIZACION004, señala ya el Tribunal
que el momento interruptivo de la prescripción habría que situarlo más
concretamente, en las fechas de 3 de marzo de 2009 y 12 de abril de 2009 en que
Pio y Paulino, respectivamente, declararon judicialmente en calidad de imputados,
con lo que tampoco habría pasado el plazo de tres años que alega el recurrente.
Apunta el recurrente que "en modo alguno puede tenerse en cuenta a estos efectos
la fecha en la que Paulino prestó en las actuaciones una anterior declaración como
imputado en 22 de Abril de 2.009 (Folio 1.258, Tomo 5), acordada en el Auto de 18
de Marzo de 2.009 (Folio 11.890, Tomo 36), por el que se admitió a trámite la
querella presentada por Don Luis María (Folio 11.833, Tomo 36) y se limitó y
concretó a los hechos objeto de la misma, relacionados exclusivamente con la
construcción de una vivienda en la URBANIZACION008 y su venta al querellante."
Sin embargo, esta afirmación debe rechazarse, habida cuenta que lo que provoca la
interrupción de la prescripción a todos los efectos es "cuando el procedimiento se
dirija contra el culpable", por lo que habiéndose dirigido contra el culpable no puede
ahora alegarse que esa declaración lo era solo respecto a otros hechos distintos,
cuando en realidad el procedimiento ya estaba abierto y el recurrente en calidad de
imputado, por lo que la prescripción se interrumpe ya, con independencia de que la
condena finalmente se base en hechos que pudieron ampliarse más tarde, por
cuanto el efecto interruptivo ya se había producido, operando con total eficacia, por
cuanto ya fue llamado al proceso como imputado dentro del plazo de los tres años
que él mismo reclama que habían transcurrido, porque difiere la interrupción a una
fecha muy posterior, ya que refiere que lo marca en la resolución que "tuvo lugar
bien el 8 de Mayo de 2.011, en que se dictó Providencia acordando su declaración
como imputado respecto a los hechos relativos a la URBANIZACION004 (Folio
18.339, Tomo 58), o bien el siguiente 1 de Julio de 2.011, en el que prestó
declaración por primera vez en relación con tales hechos (Folio 18.951, Tomo 58)."
Y ello no es posible hacerlo, porque si el procedimiento ya se ha abierto contra el
imputado y se le cita para tomar declaración no puede ser el parámetro de medición
una declaración posterior del imputado en base a hechos que vayan surgiendo en la
investigación, porque, precisamente, la interrupción de la prescripción ya se produjo

242
Documento

con la primera declaración. El motivo se desestima.


DÉCIMO CUARTO.-
2.- Al amparo del apartado 2º del artículo 849 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal .- Infracción de ley, por existencia de error en la apreciación de la prueba,
basada en documentos que obran en autos, que demuestran la equivocación del
juzgador. Alega el recurrente la existencia de unos documentos que sostiene que
determinan el error del Tribunal para condenar, y cita: Cita como documentos: 1.-
Informe del Ayuntamiento de Alcaucín unido al Tomo II. 2° de Sala, apartado
Séptimo, folio 127, en el que se hace constar la existencia al menos desde 2.001 de
los correspondientes censos de impuestos y tasas municipales de agua,
saneamiento y recogida de basura en los terrenos de URBANIZACION008,
Urbanización DIRECCION013 y URBANIZACION004, en los que se iban
produciendo las correspondientes altas de las viviendas cuando finalizaba su
construcción. 2.- Informe de los Servicios Técnicos del Ayuntamiento de Alcaucín
obrante en el mismo Tomo II. 2° de Sala, folio 160, en el que consta que los terrenos
en los que se enclava la URBANIZACION004 tenían la consideración de suelo
urbano no consolidado en la anualidad de 2.003 en el Avance de Plan General de
Ordenación redactado en dicha anualidad y aprobado inicialmente por dicha
Corporación en la siguiente anualidad de 2.004. 3.- Informe del Arquitecto Don
Calixto, obrante en el Tomo III de Sala, en cuyos folios 1.679 a 1.703, se comprueba
que desde al menos 2.003 existían en la URBANIZACION004 sendos viales
históricos y secundarios y que la misma disponía a tal fecha de acceso rodado,
acometida de red de suministro y abastecimiento de agua, red sanitaria de
evacuación de aguas residuales y suministro de energía eléctrica y que le otorgan a
la misma las mismas características que las de las URBANIZACION008 y
DIRECCION013, por las que ha sido absuelto. Señala que ha habido error "en la
resolución recurrida en lo que se refiere a la exacta situación de la
URBANIZACION004 en relación con el área urbana del Puente de Don Manuel, en
la que manifiestamente se integra con independencia de criterio tan impreciso como
su mayor o menos proximidad al mismo, y a la inexistencia de acceso rodado, dada
su vinculación mediante el vial histórico de dicha área urbana y sus ramificaciones
desde éste de los correspondientes viales secundarios y propios de la Urbanización,
lo que desde luego posibilita que estuviera y esté dotada de los servicios de
abastecimiento de agua, saneamiento, electricidad e incluso recogida de basura".
Ya hemos señalado que Señala esta Sala del Tribunal Supremo en Sentencia
872/2016 de 18 Nov. 2016 , Rec. 407/2016 que como es frecuente en las partes
recurrentes de acudir a este amparo procesal de "error facti", existe una confusión
sobre el alcance y posibilidades del motivo, que indirectamente se descubre de la
formulación del mismo, cuando al invocar el artículo 24.1 º y 2 º de la Constitución y
120 del mismo cuerpo normativo están derivando la protesta a un motivo por
vulneración del derecho a la presunción de inocencia y a la tutela judicial efectiva.
Recordemos una vez más los condicionamientos jurisprudenciales de una reiterada
y consolidada doctrina de esta Sala Segunda. Para la prosperabilidad de un motivo
de esta naturaleza (error facti) se requiere: A) Que se hayan incluido en el relato

243
Documento

histórico hechos no acontecidos o inexactos. B) Que la acreditación de tal


inexactitud tiene que estar evidenciada en documentos en el preciso sentido que tal
término tiene en sede casacional. Sobre esta cuestión podemos recordar la STS de
10 de noviembre de 1995 en la que se entienden por tales aquellas
representaciones gráficas del pensamiento, generalmente por escrito, creadas con
fines de preconstitución probatoria y destinadas a surtir efectos en el tráfico jurídico,
originados o producidos fuera de la causa e incorporados a la misma. C) Que el
documento en sí mismo sea demostrativo del error que se denuncia cometido por el
Tribunal sentenciador al valorar las pruebas, error que debe aparecer de forma clara
y patente del examen del documento en cuestión, sin necesidad de acudir a otras
pruebas ni razonamientos, conjeturas o hipótesis. Es lo que la doctrina de esta Sala
define como literosuficiencia. D) Que el supuesto error patentizado por el documento
no esté a su vez desvirtuado por otras pruebas de igual consistencia y fiabilidad. Al
respecto debe recordarse que la ley no concede ninguna preferencia a la prueba
documental sobre cualquier otra, antes bien todas ellas quedan sometidas al cedazo
de la crítica y de la valoración en conciencia de conformidad con el art. 741 L.E.Cr.
E) Que los documentos en cuestión han de obrar en la causa, ya en el sumario o en
el rollo de la Audiencia, sin que puedan cumplir esa función impugnativa los
incorporados con posterioridad a la sentencia. F) Finalmente, el error denunciado ha
de ser transcendente y con valor causal en relación al resultado o fallo del asunto,
por lo que no cabe la estimación del motivo si este sólo tiene incidencia en aspectos
accesorios o irrelevantes. Hay que recordar que el recurso se da contra el fallo, no
contra los argumentos que de hecho o derecho no tengan capacidad de modificarlo
( STS. 765/04 de 19 de junio ). G) A los anteriores, ha de añadirse, desde una
perspectiva estrictamente procesal, la obligación que compete al recurrente de citar
expresamente el documento de manera clara, cita que si bien debe efectuarse en el
escrito de anuncio del motivo - art. 855 L.E.Cr- esta Sala ha flexibilizado el
formalismo permitiendo que tal designación se efectúe en el escrito de formalización
del recurso ( STS 3-4-02 ) pero en todo caso, y como ya recuerda, entre otras la
STS 332/04 de 11 de marzo , es obligación del recurrente además de individualizar
el documento acreditativo del error, precisar los concretos extremos del mismo que
demuestren claramente la equivocación en la que se dice incurrió el Tribunal ( STS
465/2004 de 6 de abril y 1345/2005 de 14 de octubre ). Ahora bien, habrá que
comprobar la prueba tenida en cuenta por el Tribunal para evaluar la virtualidad de
esos documentos frente a la argumentación realizada por el Tribunal. Así hay que
señalar e insistir al respecto que el Tribunal ha valorado de forma motivada la
prueba practicada y en este caso ha desestimado, como puntualiza el Fiscal en la
impugnación del recurso, otros hechos que sostenía la acusación respecto de otros
terrenos respecto de los cuales sostenía la existencia de un delito continuado contra
la ordenación del territorio, no obstante lo cual, el Tribunal acota con detalle el
hecho sobre el que sí entiende que existe prueba de cargo, exculpando al
recurrente respecto de los demás, que son los terrenos en que se asentaron las
URBANIZACION008 y DIRECCION013 respecto de los cuales absuelve al
recurrente. Ante este rigor del Tribunal solo condena al recurrente por este hecho, y
fija en los probados que Hecho probado nº 4, pags 55 y ss: Tras adquirir también

244
Documento

estos acusados, Paulino y Pio, como rústica (igualmente a nombre de la sociedad


PARAÍSO DE LA AXARQUIA) una finca de 12.524 m2 (registral NUM277,
correspondiente a las catastrales NUM195 y NUM196 del polígono NUM129),
situada en el lugar conocido como URBANIZACION003 o DIRECCION015 pero muy
alejada esta vez, en dirección sur, de las dos fincas anteriormente mencionadas y,
por ende, completamente apartada del núcleo de población de Puente Don Manuel
y sin acceso rodado al mismo), procedieron a promover en ella otro proyecto de
urbanización denominado Valle de Alcaucín. Como quiera que la finca obraba como
rústica en el Registro, los acusados, a fin de lograr su inscripción como urbana
procedieron a actuar concertadamente del mismo modo que en el caso anterior,
emitiendo primeramente Pio (prevaliéndose de su condición de arquitecto técnico
municipal) un informe o certificado técnico de fecha 02/02/2006 (70-23022)
afirmando la naturaleza urbana de la finca por estar dotada de los servicios
urbanísticos propios de esta clase de suelo que igualmente sirvió de base a la
correspondiente certificación del secretario municipal de fecha 03/01/2006
(A5¬5749), con el visto bueno del alcalde, en la que igualmente se dictaminaba esa
supuesta naturaleza urbana de la finca, lográndose así la posterior inscripción en el
Registro de la Propiedad como urbana tanto de esta finca matriz como de las
parcelas que se segregaron de ella tras las correspondientes licencias municipales
de segregación y de obra que les fueron concedidas por el alcalde a sabiendas de
su manifiesta ilegalidad constando acreditado corno, al menos, nueve viviendas
unifamiliares fueron construidas por la sociedad de los acusados en esas parcelas
no urbanizables segregadas durante, fundamentalmente, el ario 2006 y vendidas
posteriormente a terceros, siendo éste el caso de las nuevas registrales NUM197,
NUM198, NUM199, NUM200 NUM201, NUM202, NUM203, NUM204, y NUM205 (
NUM278, NUM279, NUM280, NUM281, NUM282, NUM283, NUM284, NUM285 y
NUM286, respectivamente)". La argumentación en este caso del Tribunal en base a
la probanza declarada de la actuación concertada de los acusados para conseguir
el fin probado se ubica en el FD nº 11, pags. 277 y ss, donde se reseña que: "Por
estos hechos se acusa: a Genaro de un delito continuado de prevaricación y
prevaricación urbanística (por las múltiples licencias de segregación y de obra
otorgadas) y de un delito de falsedad en documento oficial (por el certificado
municipal de 03/01/2006 en el que firmó su visto bueno). A Pio y Paulino de un
delito continuado contra la ordenación del territorio (por las muy diversas
edificaciones de viviendas realizadas en ese suelo supuestamente no urbanizable) y
al primero de ellos, además, de un delito de falsedad en documento oficial (por el
informe técnico de urbana que emitió como arquitecto técnico municipal y que sirvió
de base al certificado municipal antes mencionado). Y, asimismo, se acusa al
secretario del ayuntamiento, Jaime, como autor de un delito de falsedad por
imprudencia por la emisión de ese certificado municipal de urbana. Por lo que se
refiere a los delitos contra la ordenación del territorio, por los que se acusa a Pio y
Paulino, deberá estarse al pronunciamiento condenatorio por delito del artículo
319.2 CP que ya quedó debidamente razonado en el fundamento jurídico sexto de
esta sentencia. Y por lo que se refiere al delito de falsedad en documento oficial por
el que se acusa a Pio, debemos estar, sin más, al pronunciamiento absolutorio que

245
Documento

ya razonamos también -en ese mismo fundamento jurídico y que, por ello, damos
aquí enteramente por reproducido..". Y en este FD nº 6 pags. 228 y ss se recoge
que: "3.- Hechos del epígrafe 4-C. URBANIZACION004. De los hechos aquí
referidos por el Ministerio público, ha quedado debidamente acreditado, en virtud de
las pruebas ya mencionadas practicadas en las sesiones correspondientes al
bloque III, que tras adquirir estos acusados como rústica (igualmente a nombre de la
sociedad PARAÍSO DE LA AXARQUTA) una finca de 12.524 m2 (registral NUM186,
correspondiente a las catastrales NUM195 y NUM196 del polígono NUM129),
situada en el lugar conocido como URBANIZACION003 o DIRECCION015 pero muy
alejada esta vez, en dirección sur, de las dos fincas anteriormente mencionadas y,
por ende, completamente apartada del núcleo de población de Puente Don Manuel
y sin acceso rodado al mismo (según se evidencia en la misma imagen orto
fotográfica antes mencionada aportada al juicio), procedieron a promover en ella
otro proyecto de urbanización denominado Valle de Alcaucín. Y como quiera que la
finca obraba como rústica en el Registro, los acusados, a fin de lograr su inscripción
como urbana procedieron a actuar concertadamente del mismo modo que en el
caso anterior, emitiendo primeramente Pio (prevaliéndose de su condición de
arquitecto técnico municipal) un informe o certificado técnico de fecha 02/02/2006 (el
ya antes comentado obrante al tomo 70 folio 23022) afirmando la naturaleza urbana
de la finca por estar dotada de los servicios urbanísticos propios de esta clase de
suelo que igualmente sirvió de base a la correspondiente certificación del secretario
municipal de fecha 03/01/2006 (A5-5749) en la que igualmente se dictaminaba esa
supuesta naturaleza urbana de la finca, lográndose así la posterior inscripción en el
Registro de la Propiedad como urbana tanto de esta finca matriz como de las
parcelas que se segregaron de ella tras las correspondientes licencias municipales
de segregación y de obra. Y consta igualmente acreditado (centrándose aquí la
acusación por este concreto delito) cómo, al menos, nueve viviendas unifamiliares
fueron construidas por la sociedad de los acusados en esas parcelas durante,
fundamentalmente, el año 2006 y vendidas posteriormente a terceros. En el
presente caso, pese a la similitud que guarda el mismo con los dos anteriores en
cuanto al modo de proceder de los acusados, la consecuencia jurídica debe ser bien
distinta al amparo de los criterios que hemos dejado expuestos con carácter general
al comienzo de este apartado V de presente fundamento jurídico. Y decimos esto
porque además del común dolo concertado con que actuaron ambos profesionales
de la construcción para obtener ese certificado municipal de urbana de la finca en
cuestión, la concurrencia del elemento objetivo del tipo ha quedado suficientemente
constatada a la vista de la ubicación de la misma (claramente alejada del núcleo de
población y sin conexión por acceso rodado al mismo) y el también nítido entorno de
cultivo agrícola en que se asienta, lo que lleva razonablemente a concluir no sólo la
exclusión del concepto legal de urbano de estas dos parcelas catastrales sino
también su consideración de suelo no urbanizable digno de reforzada tutela pues en
este caso la lesión del bien jurídico protegido por el tipo queda fuera de toda duda
dada la grave lesión que comporta la edificación en pleno campo agrícola de todo
ese alto número de viviendas residenciales por lo que, en consecuencia, deberán
ser ambos acusados condenados como autores del delito contra la ordenación del

246
Documento

territorio previsto en el artículo 319.2 CP .". Sin embargo, el Tribunal ha contado con
documental y pericial ampliamente examinada en la sentencia que determinan la
conclusión a la que se llega, ya que como consta en la pag 228 B) 1.- estas pruebas
son "fundamentalmente las certificaciones registrales y demás documentos unidos
autos, alguno de los cuales se reseñan a continuación, así como la común pericial
urbanística depuesta en la sesión del día 20 de febrero". Quiere ello decir que el
Tribunal ha sido exquisito para entender que si estas mismas pruebas determinan
que debe absolver por los hechos referidos a la URBANIZACION008 y
DIRECCION013, no ocurre lo mismo en este caso por entender que concurren los
elementos del tipo penal por el que el Fiscal instó su recurso en el motivo nº 2 de su
escrito analizado ya en el FD nº 3 de esta sentencia (Escrito de recurso de casación
del Fiscal pags.34 y ss instando la condena por el art. 319.2 CP respecto a los
hechos que postula incardinar en el art. 319.2 CP). Finalmente, solo se condenó
respecto a la URBANIZACION004, por afectar esta última a suelos que además de
ser no urbanizables se encontraban más alejados del casco urbano. Visto que existe
argumentación válida y suficiente del Tribunal que depuró la prueba de cargo para
condenar solo en el caso de la existencia de la suficiente, absolviendo en los casos
en los que no concurría se estima que la referida tiene valor suficiente para enervar
la presunción de inocencia, sin que los documentos que refiere el recurrente puedan
alterar la virtualidad probatoria de la referida por el Tribunal en base a su
inmediación y rigor valorativo. El motivo se desestima.
DÉCIMO QUINTO.-
3.- Al amparo del artículo 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y del art. 5.4
de la Ley Orgánica del Poder Judicial . Se denuncia infracción del art. 24 de la
Constitución. Este motivo incide en los extremos ya antes citados en donde se
pretende otorgar mayor valor probatorio a los documentos que cita al señalar que
"existen otros elementos probatorios, válidos y revestidos de plena eficacia
probatoria, como son los diversos documentos reseñados en el Motivo Segundo,
que vienen a acreditar, según en el mismo se ha expuesto, la integración de la
Urbanización Villa de Alcaucín en la referida área urbana Puente de Don Manuel, la
existencia de acceso rodado mediante el vial histórico Puente Don Manuel del que
parten los secundarios propios de la Urbanización y que la misma cuenta, además
de con acceso rodado, con los servicios de abastecimiento de agua, saneamiento,
electricidad y recogida de basuras. Por tanto, la referida prueba documental a que
se refiere la Sentencia impugnada no solo carece de virtualidad para justificar lo que
se pretende, sino que se opone a hechos avalados por otros medios de mayor
fuerza probatoria, de lo que se infiere que el proceso mental explicitado en la
Sentencia impugnada, para deducir de dicha prueba la falta de integración de la
Urbanización Villa de Alcaucín en el área urbana Puente Don Manuel y su carencia
de acceso rodado, no resulta en forma alguna razonado y acorde con las reglas del
criterio humano". Nos debemos remitir a lo anteriormente expuesto en cuanto al
privilegio de la práctica de prueba llevado a cabo por el Tribunal y la referencia a la
prueba tenida en cuenta en relación al hecho probado por el que se dicta la condena
en torno a la URBANIZACION004. El motivo se desestima.

247
Documento

DÉCIMO SEXTO.-
4.- Al amparo del apartado 1º de artículo 849 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
, se denuncia infracción del artículo o 123 del Código Penal . Refiere el recurrente
que "se le imponen las costas de la acusación particular ejercitada por Luis María en
relación con un delito contra la ordenación del territorio relativo a la
URBANIZACION008, por el que sin embargo se le absuelve, lo que entraña una
notoria incongruencia con la declaración de oficio de las costas relativas a los delitos
contra la ordenación del territorio respecto a los que se le absuelve". Desarrolla su
argumento explicando "Que en el Fallo de la memorada resolución se condena a mi
patrocinado Paulino, entre otros pronunciamientos, al pago de las costas
correspondientes al delito contra la ordenación del territorio por el que se le
condena, incluidas las causadas a la acusación particular ejercitada por Don Luis
María, mientras que se declaran de oficio las correspondientes a los delitos contra la
ordenación del territorio y de estafa por los que se le absuelve en el Fundamento de
Derecho Trigésimo Tercero. Que el único delito contra la ordenación del territorio
por el que se condena a mi memorado principal es el relativo a la denominada
URBANIZACION004 (Fundamento de Derecho Sexto. V. B).3. Hechos del epígrafe
4. C. URBANIZACION004, pág. 230), mientras que se le absuelve de los referentes
a las URBANIZACION008 y DIRECCION013 (Fundamento de Derecho Sexto. B). 2.
Hechos del epígrafe 4 - A. URBANIZACION008 y 3. Hechos del epígrafe 4 - B.
Urbanización DIRECCION013, págs. 228 a 230). Pero es el caso que el único delito
contra la ordenación del territorio por el que formuló acusación contra mi reiterado
mandante Don Luis María, tanto en su escrito de querella (Tomo 36, folios 11.833 y
siguientes), como en el de acusación (Tomo 77, folios 25.374 y siguientes) y ha
sostenido en la fase de plenario es el relativo a la URBANIZACION008
(concretamente a la parcela NUM224, finca registral actual NUM287, parcela
catastral NUM184 del polígono NUM288, finca registral NUM183. Que parece obvio
que en el presente caso se imponen a mi patrocinado las costas de la acusación
ejercitada por Don Luis María en relación con un delito contra la ordenación del
territorio, el relativo a la URBANIZACION008, por el que se la absuelve lo que
entraña una notoria incongruencia con la declaración de oficio de las costas
relativas a los delitos contra la ordenación del territorio respecto a los que se le
absuelve, que se contiene en el memorado Fundamento de Derecho Trigésimo
Tercero, y por consiguiente una patente infracción del artículo 123 del CP". Tiene
razón el recurrente, por cuanto no debe soportar las costas de la acusación
particular cuando fue condenado solo por el delito contra la ordenación del territorio
correspondiente a la URBANIZACION004, por lo que no puede soportar las costas
por hechos por los que no es condenado, ya que solo lo fue por el delito respecto al
que no se refiere la acusación particular y respecto de la cual fue absuelto. El motivo
se estima.
RECURSO DE Pio
DÉCIMO SÉPTIMO.-

248
Documento

1.- Al amparo del ordinal 1° del art. 849 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal .
Infracción del derecho a la presunción de inocencia, al amparo del art. 5.4 de la
LOPJ . Se ha lesionado el derecho a la presunción de inocencia ( Art. 24.2 CE ) de
mi representado, tanto porque es objetable la valoración de la prueba que hace la
Audiencia Provincial de Málaga Sección Tercera, desde la perspectiva de la
necesaria racionalidad y congruencia que debe requerirse para configurarla como
prueba de cargo que permita la inferencia lógica necesaria para acreditar la
culpabilidad. La forma en la que se plantea el motivo debería llevar a su inadmisión,
ya que se formula por la vía del art. 849.1 LECRIM que exige el más absoluto
respeto a los hechos probados y, sin embargo, se centra en la inexistencia de
prueba de cargo para la condena. Con la forma en la que se plantea debe
respetarse los hechos probados que se exponen en la sentencia, porque hemos
reseñado anteriormente de forma reiterada que la vía del art. 849.1 LECRIM no
permite entrar en valoración de prueba, y solo analizar la subsunción de los hechos
probados en el tipo o tipos penales objeto de condena. Se condena al recurrente
Pio, como autor de un DELITO CONTRA LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO del
artículo 319.2 CP concurriendo la atenuante analógica muy cualificada de dilaciones
indebidas, a las penas de cuatro meses de prisión, multa de ocho meses a razón de
10 € de cuota diaria (con la responsabilidad personal subsidiaria de un día de
privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas) e inhabilitación especial
para la actividad de construcción o promoción inmobiliaria por tiempo de cinco
meses. Se recoge en los hechos probados que Tras adquirir también estos
acusados, Paulino y Pio, como rústica (igualmente a nombre de la sociedad
PARAÍSO DE LA AXARQUIA) una finca de 12.524 m2 (registral NUM277,
correspondiente a las catastrales NUM195 y NUM196 del polígono NUM129),
situada en el lugar conocido como URBANIZACION003 o DIRECCION015 pero muy
alejada esta vez, en dirección sur, de las dos fincas anteriormente mencionadas y,
por ende, completamente apartada del núcleo de población de Puente Don Manuel
y sin acceso rodado al mismo), procedieron a promover en ella otro proyecto de
urbanización denominado Valle de Alcaucín. Como quiera que la finca obraba como
rústica en el Registro, los acusados, a fin de lograr su inscripción como urbana
procedieron a actuar concertadamente del mismo modo que en el caso anterior,
emitiendo primeramente Pio (prevaliéndose de su condición de arquitecto técnico
municipal) un informe o certificado técnico de fecha 02/02/2006 (70-23022)
afirmando la naturaleza urbana de la finca por estar dotada de los servicios
urbanísticos propios de esta clase de suelo que igualmente sirvió de base a la
correspondiente certificación del secretario municipal de fecha 03/01/2006 (A5-
5749), con el visto bueno del alcalde, en la que igualmente se dictaminaba esa
supuesta naturaleza urbana de la finca, lográndose así la posterior inscripción en el
Registro de la Propiedad como urbana tanto de esta finca matriz como de las
parcelas que se segregaron de ella tras las correspondientes licencias municipales
de segregación y de obra que les fueron concedidas por el alcalde a sabiendas de
su manifiesta ilegalidad constando acreditado cómo, al menos, nueve viviendas
unifamiliares fueron construidas por la sociedad de los acusados en esas parcelas
no urbanizables segregadas durante, fundamentalmente, el año 2006 y vendidas

249
Documento

posteriormente a terceros, siendo éste el caso de las nuevas registrales NUM197,


NUM198, NUM199, NUM200 NUM201, NUM202, NUM203, NUM204, y NUM205 (
NUM278, NUM279, NUM280, NUM281, NUM282, NUM283,, NUM284, NUM285 y
NUM286, respectivamente). Se ha analizado este tema en el FD nº 14, y se ha
especificado que la argumentación en este caso del Tribunal en base a la probanza
declarada de la actuación concertada de los acusados para conseguir el fin probado
se ubica en el FD nº 11, pags. 277 y ss, y de igual modo en el FD nº 6 pags. 228 y
ss El Tribunal ha contado con documental y pericial ampliamente examinada en la
sentencia que determinan la conclusión a la que se llega, ya que como consta en la
pag 228 B) 1.- estas pruebas son "fundamentalmente las certificaciones registrales y
demás documentos unidos autos, alguno de los cuales se reseñan a continuación,
así como la común pericial urbanística depuesta en la sesión del día 20 de febrero".
Quiere ello decir que el Tribunal ha sido exquisito para entender que si estas
mismas pruebas determinan que debe absolver por los hechos referidos a la
URBANIZACION008 y DIRECCION013, no ocurre lo mismo en este caso por
entender que concurren los elementos del tipo penal por el que el Fiscal instó su
recurso en el motivo nº 2 de su escrito analizado ya en el FD nº 3 de esta sentencia
(Escrito de recurso de casación del Fiscal pags.34 y ss instando la condena por el
art. 319.2 CP respecto a los hechos que postula incardinar en el art. 319.2 CP ).
Finalmente, solo se condenó respecto a la URBANIZACION004, por afectar esta
última a suelos que además de ser no urbanizables se encontraban más alejados
del casco urbano. Visto que existe argumentación válida y suficiente del Tribunal
que depuró la prueba de cargo para condenar solo en el caso de la existencia de la
suficiente, absolviendo en los casos en los que no concurría se estima que la
referida tiene valor suficiente para enervar la presunción de inocencia, sin que los
documentos que refiere el recurrente puedan alterar la virtualidad probatoria de la
referida por el Tribunal en base a su inmediación y rigor valorativo. Se recoge en la
sentencia al respecto que: 3.- Hechos del epígrafe 4-C. URBANIZACION004. De los
hechos aquí referidos por el Ministerio público, ha quedado debidamente acreditado,
en virtud de las pruebas ya mencionadas practicadas en las sesiones
correspondientes al bloque III, que tras adquirir estos acusados como rústica
(igualmente a nombre de la sociedad PARAÍSO DE LA AXARQUIA) una finca de
12.524 m2 (registral NUM186, correspondiente a las catastrales NUM195 y NUM196
del polígono NUM129), situada en el lugar conocido como URBANIZACION003 o
DIRECCION015 pero muy alejada esta vez, en dirección sur, de las dos fincas
anteriormente mencionadas y, por ende, completamente apartada del núcleo de
población de Puente Don Manuel y sin acceso rodado al mismo (según se evidencia
en la misma imagen orto fotográfica antes mencionada aportada al juicio),
procedieron a promover en ella otro proyecto de urbanización denominado Valle de
Alcaucín. Y como quiera que la finca obraba como rústica en el Registro, los
acusados, a fin de lograr su inscripción como urbana procedieron a actuar
concertadamente del mismo modo que en el caso anterior, emitiendo primeramente
Pio (prevaliéndose de su condición de arquitecto técnico municipal) un informe o
certificado técnico de fecha 02/02/2006 (el ya antes comentado obrante al tomo 70
folio 23022) afirmando la naturaleza urbana de la finca por estar dotada de los

250
Documento

servicios urbanísticos propios de esta clase de suelo que igualmente sirvió de base
a la correspondiente certificación del secretario municipal de fecha 03/01/2006
(A5-5749) en la que igualmente se dictaminaba esa supuesta naturaleza urbana de
la finca, lográndose así la posterior inscripción en el Registro de la Propiedad como
urbana tanto de esta finca matriz como de las parcelas que se segregaron de ella
tras las correspondientes licencias municipales de segregación y de obra. Y consta
igualmente acreditado (centrándose aquí la acusación por este concreto delito)
como, al menos, nueve viviendas unifamiliares fueron construidas por la sociedad
de los acusados en esas parcelas durante, fundamentalmente, el año 2006 y
vendidas posteriormente a terceros.En el presente caso, pese a la similitud que
guarda el mismo con los dos anteriores en cuanto al modo de proceder de los
acusados, la consecuencia jurídica debe ser bien distinta al amparo de los criterios
que hemos dejado expuestos con carácter general al comienzo de este apartado V
de presente fundamento jurídico. Y decimos esto porque además del común dolo
concertado con que actuaron ambos profesionales de la construcción para obtener
ese certificado municipal de urbana de la finca en cuestión, la concurrencia del
elemento objetivo del tipo ha quedado suficientemente constatada a la vista de la
ubicación de la misma (claramente alejada del núcleo de población y sin conexión
por acceso rodado al mismo) y el también nítido entorno de cultivo agrícola en que
se asienta, lo que lleva a razonablemente concluir no sólo la exclusión del concepto
legal de urbano de estas dos parcelas catastrales sino también su consideración de
suelo no urbanizable digno de reforzada tutela pues en este caso la lesión del bien
jurídico protegido por el tipo queda fuera de toda duda dada la grave lesión que
comporta la edificación en pleno campo agrícola de todo ese alto número de
viviendas residenciales por lo que, en consecuencia, deberán ser ambos acusados
condenados como autores del delito contra la ordenación del territorio previsto en el
artículo 319.2 CP . Pues bien, pese a la inviabilidad de tratar sobre valoración de
prueba por la vía del art. 849.1 LECRIM debemos incidir en que la prueba se ha
reflejado conforme a lo expuesto. Señala el recurrente que no existen pruebas
objetivas, pero ello no supone más que una disparidad con la referida. Respecto de
la prescripción del delito nos remitimos a lo expuesto en el FD nº 13 respecto a su
desestimación en relación al anterior recurrente. El motivo se desestima.
DÉCIMO OCTAVO.-
2.- Al amparo del ordinal 2° del art. 849 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal , por
error de hecho en la apreciación de las pruebas. Considera el recurrente que "sobre
la prueba documental existente en los Autos, ha existido error de hecho por la Sala
de instancia ya que de las mismas queda acreditado indubitadamente la existencia
de los servicios establecidos en el Art. 45 de la LOUA, y que en su virtud, la
condena a mi patrocinado se sustenta sobre pruebas que demuestran precisamente
la atipicidad de la conducta del mismo". Nos remitimos a lo ya expuesto en el FD nº
14, ya que frente al alegato ya hemos expuesto en el FD anterior las pruebas que se
exponen para la condena a ambos recurrentes por estos hechos, y hay que insistir
en que se lleva a cabo una nueva ponderación de gran parte de la prueba
documental obrante en autos, ponderación que ya efectuó el Tribunal de instancia

251
Documento

en ejercicio de la facultad que le otorga el artículo 741 de la Ley de Enjuiciamiento


Criminal. La documentación que se expone en el motivo choca frontalmente con el
criterio valorativo del Tribunal acerca de la prueba tenida en cuenta, y nótese que ya
se ha tratado este debate en el FD nº 14 al que nos remitimos, no obstante incidir en
que la cita de los documentos que se explicitan en el motivo están contradichos con
los elementos probatorios que ha citado el Tribunal para constatar (FD nº 6) que: las
pruebas practicadas en las sesiones correspondientes al bloque III
(fundamentalmente las certificaciones registrales y demás documentos unidos
autos, alguno de los cuales se reseñan a continuación, así como la común pericial
urbanística depuesta en la sesión del día 20 de febrero), que tras adquirir estos
acusados como rústica una finca de 11.365 m2 (registra! NUM183, correspondiente
a la catastral NUM184 del polígono NUM129) situada en el Pago DIRECCION014
próxima al núcleo de población Puente Don Manuel de la que, tres años antes de
que formalizaran esa compraventa en escritura pública (30/04/2003), obtuvieron una
licencia municipal de obras de fecha 10/01/2000 (A5-1494) para construir 24
viviendas unifamiliares aisladas previstas en el proyecto para la urbanización de ese
nombre ( URBANIZACION008), procedieron más tarde, tras obtener la
correspondiente licencia municipal de segregación, a otorgar escritura pública de
segregación de 07/07/2005 (A5-1575) en la que, al amparo de esas licencias,
declararon como urbana esa finca matriz de la que desgajaron las 24 parcelas
destinadas a la construcción de las respectivas viviendas y para cuya posterior
inscripción en el Registro de la Propiedad se hizo necesario una certificación del
secretario municipal de fecha 28/10/2005 (59-19286) cuya calificación de urbana
tuvo como único apoyo técnico un informe municipal previo emitido, precisamente,
por el propio interesado Sr. Pio (59-285) que ya en aquellas fechas compatibilizaba
su actividad promotora con la de arquitecto técnico del ayuntamiento. Y consta
igualmente acreditado (centrándose aquí la acusación por este concreto delito)
como, al menos, ocho de esas viviendas unifamiliares fueron construidas y vendidas
a terceros (entre ellos al ya mencionado Luis María) durante los años 2004 a
2008.Para poder resolver adecuadamente sobre esta imputación hay que tener en
cuenta que a efectos del artículo 319.2 CP (en su texto más favorable al reo vigente
al tiempo de los hechos) lo relevante no es la ilegalidad de la parcelación y
subsiguiente urbanización (pues las urbanizaciones irregulares no estaban entonces
contempladas en el tipo) sino que las edificaciones se hayan realizado en suelo no
urbanizable, entendido este en los restringidos términos jurídico penales que ya
hemos expuesto. Pues bien, examinada la prueba practicada, sustancialmente
constituida por las periciales contradictorias depuestas en el juicio por, entre otros,
los referidos inspectores de urbanismo de la junta de Andalucía, por parte de la
acusación, y por el perito Sr. Calixto, por parte de la defensa, así corno por la
diversas orto fotos aportadas (entre ellas, las incorporadas a las sesiones de este
bloque 3), nos encontramos con que esta finca se encontraba ubicada junto al
núcleo de población de Puente Don Manuel en un área de aspecto urbanizado y
unida a este por acceso rodado para vehículos, no habiendo podido quedar
acreditado (debido sobre todo a las deficiencias de las orto fotos) que no dispusiera
de todos los servicios y suministros exigidos por las leyes urbanísticas (los ya

252
Documento

mencionados artículos 10 de la ley de 1992, 45 de la LOUA y 8 de la ley del suelo


de 1998 ) para poder integrar la categoría de suelo urbano, al menos en los flexibles
términos con que hemos indicado ha de ser interpretado este concepto legal a
efectos de aplicación del artículo 319.2 CP , debiendo favorecer al reo, en cualquier
caso, cualquier duda razonable, de orden fáctico o jurídico, acerca de la proyección
de esos preceptos extra penales al terreno en cuestión, máxime en el presente caso
en que, aun en la hipótesis no cumplir sustancialmente esos requisitos legalmente
exigidos para integrar aquella categoría, su residual consideración como SNU, no se
encontraría, habida cuenta sobre todo su ubicación y características de la zona,
debidamente justificada en valores adicionales que le hicieran merecedor de
especial tutela penal. Razones todas ellas por las que deben quedar absueltos estos
acusados de esta primera imputación delictiva referida a los hechos de este
epígrafe. Queda evidenciado que las edificaciones se hayan realizado en suelo no
urbanizable y frente a la documental que refiere la recurrente queda contradicho por
los elementos probatorios expuestos. No se trata ahora en sede casacional de
proceder a comparar, sino de efectuar el alcance de "suficiencia" de motivación en
la prueba de la que ha dispuesto el Tribunal. Y, por ello, no se debe confundir la
existencia de los servicios que se refiere en la aportación abundante del recurrente
en su bien trabajado y extenso motivo con aportación de fotografías y planos con
que "ex origen" la calificación sea la que la prueba refleja y se motiva, como ya se
ha expuesto integrando el delito por el que se le condena. El motivo se desestima.
DÉCIMO NOVENO.-
3.- Al amparo del ordinal 1° del art. 849 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal , por
aplicación indebida del art. 319.2 del Código Penal . Considera el recurrente "que la
conducta realizada por mi patrocinado no encaja dentro del tipo penal del Art. 319.2
del Código Penal al ser una conducta autorizada por la Administración que tiene
atribuida las competencias para ello". Las alegaciones del recurrente se oponen al
relato de hechos probados, y este es intangible ex art. 849.1 LECRIM, ya que el art.
319.2, al tiempo de ocurrir los hechos, el año 2006, castigaba a los promotores,
constructores o directores técnicos que lleven a cabo una edificación no autorizable
en suelo no urbanizable. Tanto el elemento objetivo como el subjetivo concurren en
este supuesto concreto respecto de las fincas en las que el acusado construyó la
URBANIZACION004. Se considera, incluso, por el recurrente que en todo caso los
hechos estarían incluidos en el art. 319.1 CP, y no en el nº 2, pero hay que recordar
que los hechos probados son: Tras adquirir también estos acusados, Paulino y Pio,
como rústica (igualmente a nombre de la sociedad PARAÍSO DE LA AXARQUIA)
una finca de 12.524 m2 (registral NUM277, correspondiente a las catastrales
NUM195 y NUM196 del polígono NUM129), situada en el lugar conocido como
URBANIZACION003 o DIRECCION015 pero muy alejada esta vez, en dirección sur,
de las dos fincas anteriormente mencionadas y, por ende, completamente apartada
del núcleo de población de Puente Don Manuel y sin acceso rodado al mismo),
procedieron a promover en ella otro proyecto de urbanización denominado Valle de
Alcaucín. Como quiera que la finca obraba como rústica en el Registro, los
acusados, a fin de lograr su inscripción como urbana procedieron a actuar

253
Documento

concertadamente del mismo modo que en el caso anterior, emitiendo primeramente


Pio (prevaliéndose de su condición de arquitecto técnico municipal) un informe o
certificado técnico de fecha 02/02/2006 (70-23022) afirmando la naturaleza urbana
de la finca por estar dotada de los servicios urbanísticos propios de esta clase de
suelo que igualmente sirvió de base a la correspondiente certificación del secretario
municipal de fecha 03/01/2006 (A5- 5749), con el visto bueno del alcalde, en la que
igualmente se dictaminaba esa supuesta naturaleza urbana de la finca, lográndose
así la posterior inscripción en el Registro de la Propiedad como urbana tanto de esta
finca matriz como de las parcelas que se segregaron de ella tras las
correspondientes licencias municipales de segregación y de obra que les fueron
concedidas por el alcalde a sabiendas de su manifiesta ilegalidad constando
acreditado cómo, al menos, nueve viviendas unifamiliares fueron construidas por la
sociedad de los acusados en esas parcelas no urbanizables segregadas durante,
fundamentalmente, el año 2006 y vendidas posteriormente a terceros, siendo éste el
caso de las nuevas registrales NUM197, NUM198, NUM199, NUM200 NUM201,
NUM202, NUM203, NUM204, y NUM205 ( NUM278, NUM279, NUM280, NUM281,
NUM282, NUM283,, NUM284, NUM285 y NUM286, respectivamente). Se condenó
respecto a la URBANIZACION004, por afectar esta última a suelos que además de
ser no urbanizables se encontraban más alejados del casco urbano. Se relaciona
que no concurre el dolo cuando el hecho probado describe que: procedieron a
actuar concertadamente del mismo modo que en el caso anterior, emitiendo
primeramente Pio (prevaliéndose de su condición de arquitecto técnico municipal)
un informe o certificado técnico de fecha 02/02/2006 (70-23022) afirmando la
naturaleza urbana de la finca por estar dotada de los servicios urbanísticos propios
de esta clase de suelo que igualmente sirvió de base a la correspondiente
certificación del secretario municipal de fecha 03/01/2006 (A5- 5749), con el visto
bueno del alcalde, en la que igualmente se dictaminaba esa supuesta naturaleza
urbana de la finca, lográndose así la posterior inscripción en el Registro de la
Propiedad como urbana. Se relaciona, así, una actuación a sabiendas de su
incorrección y con un prevalimiento de su condición. El hecho probado y la prueba
subsiguiente refiere la construcción no autorizable en suelo no urbanizable, no en
los conceptos de no autorizada o autorizada que se refiere en el extenso motivo
desarrollado. En cualquier caso, pese al alegato del recurrente la autorización no
existió, ni era posible, sino una actuación concertada de modo ilícito para conseguir
el fin que se pretendía. Se refiere en la sentencia dictada por el Tribunal las
correspondientes licencias municipales de segregación y de obra que les fueron
concedidas por el alcalde a sabiendas de su manifiesta ilegalidad constando
acreditado cómo, al menos, nueve viviendas unifamiliares fueron construidas por la
sociedad de los acusados en esas parcelas no urbanizables segregadas. La ilicitud
perpetrada era evidente y palmaria. No puede apelarse al convencimiento de la
naturaleza urbana de los terrenos de la URBANIZACION004 cuando hay constancia
en el hecho probado del concierto que existía a tal efecto y en un modus operandi
repetitivo. Y la circunstancia de que exista absolución por falsedad no conlleva la
condena por este tipo penal que motiva el Tribunal. Con respecto a la norma
aplicable temporalmente, señalar que, como apunta el Fiscal, se alega la indebida

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aplicación del art. 319.1 cuando en realidad la condena del recurrente, tal como
aparece claramente reflejado en la fundamentación, lo ha sido en base a lo
dispuesto en el art. 319.2, que al tiempo de ocurrir los hechos, el año 2006,
castigaba a los promotores, constructores o directores técnicos que lleven a cabo
una edificación no autorizable en suelo no urbanizable. El motivo se desestima.
VIGÉSIMO.-
Al proceder parcialmente a la estimación del recurso formulado por Paulino, se
está en el caso de declarar de oficio las costas procesales de esta instancia
casacional del mismo, pero con imposición de costas respecto del resto.
FALLO
Por todo lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad que le confiere la
Constitución, esta sala ha decidido QUE DEBEMOS DECLARAR Y DECLARAMOS
HABER LUGAR a los recursos de casación interpuestos por el Ministerio Fiscal y
por el acusado Paulino , con estimación parcial de sus motivos primeros y
desestimación del resto; y, en su virtud casamos y anulamos la sentencia dictada
por la Audiencia Provincial de Málaga, Sección Tercera, de fecha 5 de abril de 2018
en causa seguida contra los acusados Paulino, Pio, Donato, Federico, Genaro y
otros. Se declaran de oficio las costas procesales ocasionadas en sus respectivos
recursos. Asimismo, DEBEMOS DECLARAR NO HABER LUGAR A LOS
RECURSOS DE CASACIÓN , interpuestos por las representaciones de los
acusados Pio, Donato, Federico y Genaro contra indicada sentencia. Condenamos a
indicados acusados al pago de las costas procesales ocasionadas en sus
respectivos recursos. Y, comuníquese esta resolución y la que seguidamente se
dicte a la mencionada Audiencia a los efectos legales oportunos, con devolución de
a causa que en su día remitió.
Notifíquese esta resolución a las partes e insértese en la colección legislativa.
Así se acuerda y firma.
Andrés Martínez Arrieta Andrés Palomo del Arco
Vicente Magro Servet Carmen Lamela Díaz Eduardo de Porres Ortiz de Urbina
RECURSO CASACION núm.: 3297/2018 Ponente: Excmo. Sr. D. Vicente Magro
Servet Letrada de la Administración de Justicia: Ilma. Sra. Dña. Sonsoles de la
Cuesta y de Quero
TRIBUNAL SUPREMOSala de lo Penal
Segunda Sentencia
Excmos. Sres. y Excma. Sra. D. Andrés Martínez Arrieta D. Andrés Palomo Del
Arco D. Vicente Magro Servet Dª. Carmen Lamela Díaz D. Eduardo de Porres Ortiz
de Urbina
En Madrid, a 27 de mayo de 2020. Esta sala ha visto el rollo de Sala nº

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10001/2014, dimanante del Procedimiento Abreviado nº 61/2013 del Juzgado de


Instrucción nº 3 de Vélez Málaga, seguido por delitos contra la ordenación del
territorio, de prevaricación, prevaricación urbanística, tráfico de influencias, de
falsedad en documento oficial y documento oficial contra los acusados Nazario, DNI
NUM001, nacido en Córdoba el NUM002/1949, sin antecedentes penales. Ya
fallecido; Pablo, DNI NUM003, nacido en Benamejí el NUM004/1945, sin
antecedentes penales penales; Narciso, DNI NUM005, nacido en Árdales el
NUM006/1947, sin antecedentes penales; Daniel, DNI NUM007, nacido en Alcaucín
el NUM008/1948, sin antecedentes penales; Bartolomé, DNI NUM009, nacido en
Toledo el NUM010/1972, sin antecedentes penales; Belarmino, DNI NUM011,
nacido en Málaga el NUM012/1972, sin antecedentes penales, en libertad
provisional garantizada con fianza 30.000 euros; Manuel, DNI NUM013, nacido en
Santibañez de Vidriales el NUM014/1952, sin antecedentes penales; Felipe, DNI
NUM015, nacido en Benamocarra NUM016/1943, sin antecedentes penales; Justo,
de nacionalidad británica, NUM017, nacido en Londres el NUM018/1948, sin
antecedentes penales. Ya fallecido; Ángel Daniel, DNI NUM019, nacido el
NUM020/1951, sin antecedentes penales; Anton, DNI NUM021, nacido en Málaga el
NUM022/1959, sin antecedentes penales; Romeo; DNI NUM023, nacido en Málaga
el NUM024/67, sin antecedentes penales, en situación de libertad provisional
garantizada con fianza de 120.000 euros; Carlos Francisco, DNI NUM025, nacido en
Pamplona el NUM026/1951, sin antecedentes penales; Lorenzo, DNI NUM027,
nacido en Antequera el NUM028/1949, sin antecedentes penales; Agustín, DNI
NUM029, nacido en Sevilla el NUM030/1976, sin antecedentes penales; Aquilino,
DNI NUM031, nacido en Madrid el NUM032/1959, sin antecedentes penales;
Sonsoles, DNI NUM033, nacida en Málaga el NUM034/1975, sin antecedentes
penales; Conrado, DNI NUM035, nacido en Loja el NUM036/1947, sin antecedentes
penales, en libertad provisional con fianza de 120.000 euros; Pio, DNI NUM037,
nacido en Vélez Málaga el NUM038/1964, sin antecedentes penales; Rosendo, DNI
NUM039, nacido en Alcaucín el NUM040/1973, sin antecedentes penales; Genaro,
DNI NUM041, nacido en Alcaucín el NUM042/1953, sin antecedentes penales, en
prisión provisional desde el 3 de marzo y hasta el 5 de junio de 2009 y actualmente
en libertad provisional garantizada con fianza de 120.000 euros; Luis Enrique, DNI
NUM043, nacido en Vélez Málaga el NUM044/1964, sin antecedentes penales;
Eugenio, DNI NUM045, nacido en Alcaucín el NUM046/1946, sin antecedentes
penales; Sofía, DNI NUM047, nacida en Igualada el NUM036/1978, sin
antecedentes penales; Vicenta, DNI NUM048, nacida el NUM049/1981, sin
antecedentes penales; Remigio, DNI NUM050, nacido en Álava, el NUM051/1944,
sin antecedentes penales; Santiago, DNI NUM052,nacido en Valencia el
NUM053/1967, sin antecedentes penales; Donato, DNI NUM054, nacido en Málaga
el NUM055/1956, sin antecedentes penales, en situación de prisión provisional entre
el 3 de marzo y el 11 de mayo de 2009, actualmente en libertad provisional
garantizada con fianza de 120.000 euros; Juan Ignacio, DNI NUM056, nacido en
Alhama de Granada el NUM057/1951, sin antecedentes penales; Augusto, DNI
NUM058, nacido en Málaga el NUM059/1950, sin antecedentes penales; Severino,
DNI NUM060, nacido en Alhama de Granada el NUM061/1952, sin antecedentes

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penales; Segundo, DNI NUM062, nacido en Alhama de Granada el NUM063/1948,


sin antecedentes penales; Anselmo, DNI NUM064, nacido en La Rambla el
NUM065/51, sin antecedentes penales; JOSÉ Evelio, DNI NUM066, nacido en
Torrox el NUM018/1975, sin antecedentes penales; Juan Enrique, DNI NUM067,
nacido en Torrox el NUM068/1947, sin antecedentes penales; Modesto, DNI
NUM069, nacido en Hospitalet de Llobregat el NUM070/1947, sin antecedentes
penales; Martin, DNI NUM071,nacido en Madrid el NUM072/1945, sin antecedentes
penales; Olegario, DNI NUM073, nacido en Málaga el NUM074/1948, sin
antecedentes penales; Federico, DNI NUM075, nacido en Málaga el NUM012/1960,
sin antecedentes penales; Leopoldo, DNI NUM076, nacido en Huelva el
NUM077/1943, sin antecedentes penales. Este acusado falleció con anterioridad al
juicio por lo que en su momento se dictó el correspondiente auto de extinción de su
presunta responsabilidad penal; Jaime; DNI NUM078, nacido en Marruecos el
NUM079/1942, sin antecedentes penales; Romualdo, DNI NUM080, nacido en
Málaga el NUM049/1973, sin antecedentes penales; Bernardino, DNI NUM081,
nacido en Melilla el NUM082/1950, sin antecedentes penales; Vicente, DNI
NUM083, nacido en Viñuela el NUM084/1981, sin antecedentes penales; María
Consuelo, DNI NUM085, nacida en Málaga el NUM086/1976, sin antecedentes
penales; Domingo, DNI NUM087, nacido en Zafarraya el NUM088/1948, sin
antecedentes penales; Pedro Jesús, DNI NUM089, nacido en Vélez Málaga el
NUM090/1973, sin antecedentes penales; Paulino, DNI NUM091, nacido en Vélez
Málaga el NUM092/1968, sin antecedentes penales; Roberto, DNI NUM093, nacido
en Ventas de Zafarraya el NUM065/1958, con antecedentes penales no
computables a efectos de reincidencia, y, en cuya causa se dictó sentencia por la
mencionada Audiencia, con fecha 5 de abril de 2018 , que ha sido casada y anulada
por la pronunciada en el día de hoy por esta Sala Segunda del Tribunal Supremo,
integrada por los Excmos. Sres. expresados al margen, haciendo constar lo
siguiente: Ha sido ponente el Excmo. Sr. D. Vicente Magro Servet.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.-
Se dan por reproducidos los hechos probados de la sentencia de instancia.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
ÚNICO.-
Conforme al FD nº 2 de la sentencia se debe condenar a: 1.- Genaro ha de ser
considerado autor de un delito continuado de falsedad en documento oficial del art.
390.1 . 4° del Código Penal con la atenuante de dilaciones indebidas como muy
cualificada con rebaja en un grado y la pena es de 2 años y 3 meses de prisión, que
es la mínima a imponer, multa de 7 meses con cuota diaria de 6 euros y RCS de 1
día de prisión por cada dos cuotas no satisfechas, e inhabilitación especial por
tiempo de 2 años. 2.- Romeo, debe ser condenado como autor por cooperación
necesaria de un delito continuado de falsedad en documento oficial de los arts.
390.1. 4° y 392 del C.P con la atenuante de dilaciones indebidas como muy

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cualificada con rebaja en un grado y la pena es de 2 años y 3 meses de prisión, que


es la mínima a imponer, multa de 7 meses con cuota diaria de 6 euros y RCS de 1
día de prisión por cada dos cuotas no satisfechas. 3.- Jaime, ha de ser considerado
autor de 6 delitos de falsedad por imprudencia en documento oficial del art. 391 CP
con la atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada con rebaja en un
grado y la pena es de 3 meses de multa por cada una con cuota diaria de 6 euros y
RCS de 1 día de prisión por cada dos cuotas no satisfechas Se suprimen las costas
impuestas a Paulino respecto a las de la acusación particular. Declarar de oficio las
costas procesales de esta instancia casacional de Paulino, pero con imposición de
costas respecto del resto.
FALLO
Por todo lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad que le confiere la
Constitución, esta sala ha decidido Que manteniendo el resto de pronunciamientos
de la sentencia se debe adicionar a la condena la relativa a: 1.- Genaro ha de ser
considerado autor de un delito continuado de falsedad en documento oficial del art.
390.1 . 4° del Código Penal con la atenuante de dilaciones indebidas como muy
cualificada con rebaja en un grado y la pena es de 2 años y 3 meses de prisión, que
es la mínima a imponer, multa de 7 meses con cuota diaria de 6 euros y RCS de 1
día de prisión por cada dos cuotas no satisfechas, e inhabilitación especial por
tiempo de 2 años. 2.- Romeo, debe ser condenado como autor por cooperación
necesaria de un delito continuado de falsedad en documento oficial de los arts.
390.1. 4° y 392 del C.P con la atenuante de dilaciones indebidas como muy
cualificada con rebaja en un grado y la pena es de 2 años y 3 meses de prisión, que
es la mínima a imponer, multa de 7 meses con cuota diaria de 6 euros y RCS de 1
día de prisión por cada dos cuotas no satisfechas. 3.- Jaime, ha de ser considerado
autor de 6 delitos de falsedad por imprudencia en documento oficial del art. 391 CP
con la atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada con rebaja en un
grado y la pena es de 3 meses de multa por cada una con cuota diaria de 6 euros y
RCS de 1 día de prisión por cada dos cuotas no satisfechas. Se suprimen las costas
impuestas a Paulino respecto a las de la acusación particular. Declarar de oficio las
costas procesales de esta instancia casacional de Paulino, pero con imposición de
costas respecto del resto.
Notifíquese esta resolución a las partes e insértese en la colección legislativa.
Así se acuerda y firma.
Andrés Martínez Arrieta Andrés Palomo del Arco
Vicente Magro Servet Carmen Lamela Díaz Eduardo de Porres Ortiz de Urbina

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