En las sociedades primitivas se practicaron técnicas quirúrgicas como la limpieza y el
tratamiento de heridas por cauterización, cataplasmas y suturas, colocación de dislocaciones y fracturas, con uso de tablillas; como también laxantes, vomitivos y enemas.
Desde el principio de la humanidad existió la necesidad de encontrar formas para sanar
cualquier herida o malestar, dependiendo de la cultura de cada parte de América existían diferentes métodos. Cuando llegaron los primeros colonizadores, entre ellos venían maestros, médicos y enfermeros, que con su conocimiento dieron paso a una nueva etapa, y a comienzos del siglo XIX surgió la necesidad de ampliar los cuidados y técnicas de las enfermeras, dando paso a la asociación Nurse Society of Philadelphia, considerada como la “Primera Escuela de América establecida para preparar a las mujeres como Enfermeras”. Igualmente, aparecieron diversos modelos teóricos y paradigmas que permitieron el desarrollo de la enfermería como una disciplina profesional, promoviendo su posicionamiento en el sector salud y su reconocimiento frente a otras disciplinas.
En 1860 Florence Nightingale abrió la Escuela de Entrenamiento y Hogar Nightingale para
Enfermeras en el hospital de St. Thomas en Londres, la misión de la escuela fue entrenar enfermeras para trabajar en hospitales, asistir a los menos acaudalados y enseñar. Esta contribuyo en la fundación de la enfermería moderna como profesión siendo su logro más duradero, estableciendo los parámetros de compasión y dedicación al cuidado del paciente, diligencia y cuidado en la administración hospitalaria.
Venezuela se caracterizaba por profundas transformaciones, entre ellas el cambio generado
en las condiciones demográficas y nuevas enfermedades traídas por los colonizadores (las epidemias de fiebre amarilla y viruela), propiciando graves consecuencias sobre la población. Consecuentemente se establecieron medidas defensivas, y mediante la lucha anti-epidémica, se inició el desarrollo del Sistema de Salud en Venezuela; entre 1837 y 1900 la formación de enfermeras obstétricas y para 1940 nace formalmente la Escuela Nacional de Enfermeras. Su estudio se expandió en el territorio nacional y hoy en día juega un papel fundamental a nivel nacional e internacional debido a las duras circunstancias por las cuales atraviesa la población mundial.