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El Nombre Jesús -y Jesucristo- en el Idioma

Español

Por Julio César Clavijo Sierra


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permiso del autor

Este artículo también ha sido conocido con este


otro título: "El Nombre de Jesús -Y Jesucristo-
Son la Normal Evolución Española del Nombre
del Mesías".
Jesús es el nombre que Dios prometió revelar en el
tiempo de la gracia para cuando Él mismo viniera a
salvarnos manifestado en carne (Isaías 52:6). Por
eso, al ser el nombre de Dios, es que Jesús es el
nombre que está por encima de cualquier otro
nombre (Filipenses 2:9-10). Por lo tanto, es el único
nombre en el que tenemos vida (Juan 20:31) y
perdón de pecados (Hechos 4:12, 1. Juan 2:12), y
es por eso que su iglesia está llamada a hacer todo
en el nombre de Jesús (Colosenses 3:17).

Este artículo está dividido en dos capítulos. En el


primero, se mostrará el origen y el significado del
nombre de Jesús en el idioma hebreo, así como el
paso del nombre de Jesús por los idiomas griego y
latín para finalmente llegar al español. En el
segundo capítulo se contestarán las objeciones
que han levantado los llamados “judíos mesiánicos”
contra la pronunciación española Jesús, y de
ciertos pentecostales apostólicos contra la
pronunciación española Jesucristo.

Capítulo 1. El Paso Del Nombre Sagrado Desde


El Hebreo Al Español

En este primer capítulo, haremos un análisis


etimológico del nombre de Jesús. Para ver un
resumen de lo comentado en este capítulo, vea el
“Apéndice A - Resumen de la Evolución del
Nombre del Mesías Desde el Hebreo Hasta el
Español Moderno”.
1.1. Los Nombres En El Pensamiento Hebreo
Antiguo

En el pensamiento hebreo primitivo (y oriental


antiguo), un nombre nunca consistió de una
combinación aleatoria de sonidos, pues el nombre
estaba destinado a transmitir la naturaleza, la
esencia, la historia y/o la reputación de la cosa
nombrada.

Por ejemplo, el nombre Adán, que tiene la


connotación de hombre o ser humano (ver Génesis
7:23, 9:5-6), está relacionado con adama que
significa tierra (o rojo), por lo cual este nombre
recuerda que el primer hombre fue hecho de la
tierra (ver Génesis 2:7) y por ende que toda la
humanidad proviene de la tierra (ver Génesis 5:2,
3:19). El nombre Eva, se asemeja a la palabra que
significa vida o viviente; por eso Adán llamó a su
mujer Eva, por cuanto ella sería la madre de todos
los vivientes (Génesis 3:20). El nombre de Set (el
hijo de Adán), significa sustitución, porque Eva dijo:
“Dios me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a
quien mató Caín” (Génesis 4:25).

Jacob llamó Bet-el (de Bet = casa; y el = Dios) al


lugar donde tuvo la visión de la escalera al cielo,
porque dijo: “¡Este lugar no es otra cosa que casa
de Dios y puerta del cielo!” (Génesis 28:16-
19).Mara significa amargura, y por eso cuando el
pueblo de Israel llevaba tres días sin beber en su
travesía por el desierto de Shur, llamaron Mara al
lugar donde hallaron unas aguas amargas que no
eran aptas para el consumo humano (Éxodo 15:22-
25).

Cuando Moisés le preguntó a Dios por su nombre,


el Señor le dijo: “YO SOY” y “YO SOY EL QUE
SOY” (Éxodo 3:13-14) que significa “EL AUTO-
EXISTENTE” o “EL ETERNO”, siendo esta la forma
en que Dios se refirió a sí mismo. Pero cuando el
pueblo de Israel se comenzó a referir a Dios, le
dijeron “ÉL ES” que en hebreo sería algo parecido
a “YAHVÉ” (Ver Éxodo 3:15).
Como se puede observar, en el Antiguo
Testamento los nombres hebreos siempre tuvieron
un significado y una historia.

1.1.1. El Nombre Hebreo Yehoshua, Abreviado


Luego En Yeshua y Yeshu

La raíz básica del nombre Jesús, proviene del


hebreo HO-SH-U-A que significa Salvación. Sin
embargo, “la salvación” es sólo la mitad de la
esencia de éste nombre. Para conocer la esencia
completa del nombre de Jesús, debemos remitirnos
a la historia de los doce espías que Moisés envió
para que reconocieran la tierra de Canaán. En el
relato bíblico se nos dice que Moisés le dio
aHoshua (Oseas) el nuevo nombre de Ye-
hoshua (Josué), que significa: Yahvé-es-
Salvación.

"Y Yahvé habló a Moisés, diciendo: Envía tú


hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la
cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de
sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe
entre ellos. Y Moisés envió desde el desierto de
Parán, conforme a la palabra de Yahvé; y todos
aquellos varones eran príncipes de los hijos de
Israel. Estos son sus nombres… Samúa… Safat…
Caleb… Igal… Oseas [Hoshua]… Palti… Gadiel…
Gadi… Amiel… Setur… Nahbi… Geuel… Estos
son los nombres de los varones que Moisés envió
a reconocer la tierra; y a Oseas [Hoshua] hijo de
Nun, le puso Moisés el nombre de Josué
[Yehoshua]". (Números 13:1-16).

Con el tiempo, el nombre de Yehoshua (Josué)


llegó a ser de uso común dentro del pueblo judío.
Por ejemplo, así se llamó un descendiente del
sacerdote Eleazar (1. Crónicas 24:11, 2. Crónicas
31:15), un gobernador del tiempo del rey Josías (2.
Reyes 23:8), y durante el tiempo de la
reconstrucción de Jerusalén un sumo sacerdote
(Hageo 1:1, Zacarías 3:1) y un gobernador
(Nehemías 3:19).
Por el siglo quinto antes de Cristo, el
nombre Yehoshua fue acortado a Yeshua (Esto se
puede ver por ejemplo en 1. Crónicas 24:11,
Esdras 3:2 y Nehemías 7:39). Incluso durante el
siglo primero de nuestra era, otros hombres judíos
también tuvieron el mismo nombre hebreo Yeshua,
por ejemplo un falso profeta (Hechos 13:6) y un
compañero de trabajo del apóstol Pablo
(Colosenses 4:11). “Este nombre aparece también
citado en escritos seculares. En las obras de Flavio
Josefo, por ejemplo, son mencionados unos veinte
personajes con igual denominación”. [1]

David Flusser, un profesor de la universidad


Hebrea, afirma que Yeshu era la manera como se
pronunciaba aquel nombre por parte de los judíos
galileos del primer siglo, quienes no pronunciaban
la letra hebrea Ayin al final de las palabras y tal vez
por esa razón con el tiempo empezaron a deletrear
de acuerdo con esa pronunciación. “El nombre
hebreo de Jesús, Yeshu, es evidencia de la
pronunciación de la Galilea de la época, y no es de
ninguna manera abusiva. Jesús era galileo, y por lo
tanto no se pronunciaba la a al final de su
nombre Yeshua”. [2] En el siglo primero después
de Cristo, los judíos (probablemente debido a la
influencia griega) redujeron la pronunciación
hebrea del nombre Yeshua dos veces más.
Primero en Y'shua y luego en Y'shu. La
forma Y'shu parece ser un intento deliberado de
los judíos ortodoxos de ese tiempo para expresar
su descontento con Yeshua de
Nazaret, [3] presentándolo como si fuera una
maldición compuesta por las letras iniciales de las
tres palabras Immach SCHeino Vezicro, que
traduce: -“¡Que su nombre y memoria sean
borrados!”-.

1.1.2. El Poder Y La Esencia Del Nombre Del


Mesías

Jesús es el nombre que Dios prometió revelar para


cuando se manifestara en carne, cuando dijo: “Por
tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa
en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí
estaré presente” (Isaías 52:6). En Jesús el Mesías
hay todo poder, porque Dios se revela totalmente
mediante ese nombre (Juan 5:43, 10:25, 17:26,
Hebreos 1:4). Si negamos a Jesús negamos al
Padre (1. Juan 2:23), pero si usamos el nombre de
Jesús glorificamos al Padre (Colosenses 3:17). El
nombre de Jesús es la revelación plena del nombre
de Dios, porque Jesús es Emanuel, Dios mismo
con nosotros manifestado en carne (Mateo 1:23,
Colosenses 2:9, 1. Timoteo 3:16).

Aunque otros tuvieron y han tenido el mismo


nombre, la plenitud del nombre de Jesús solo ha
sido representada por El Mesías de Nazaret. Por
eso, si otra persona tuvo o tiene el mismo nombre,
obviamente esa persona no tiene el mismo poder o
la misma virtud del Mesías. En otras palabras, el
nombre no es como una fórmula mágica que otorga
poder de por sí, sino que para que la invocación de
dicho nombre sea eficaz, debemos conocer y tener
fe en el Mesías que tras su victoria en la cruz y en
el poder de su resurrección, nos abrió la puerta de
la salvación que Dios desea que reciban todos los
hombres. (Mateo 1:21, Juan 1:12, 2:23, 20:31,
Hechos 3:14-16, 4:11-12, 19:13-17, Efesios 1:15-
23, Filipenses 2:5-11).

(Como lectura adicional, puede ver mi artículo


titulado: “La Verdadera Iglesia Hace Todo en el
Nombre de Jesús” siguiendo este
enlace: http://unicodios.blogspot.com/2011/06/la-
verdadera-iglesia-hace-todo-en-el.html)

1.2. La Forma Griega Iēsoũs

Al alcanzar la hegemonía, el Imperio Griego hizo


que su lengua fuera dominante en el mundo de
aquel entonces. Incluso, muchos judíos que
vivieron esparcidos entre los griegos, llegaron a
usar principalmente el idioma griego koiné (o
común) y algunos hasta perdieron el uso de la
lengua hebrea. Estos judíos llegaron a ser
conocidos como los “helenistas”. Esto hizo que
ellos necesitaran una versión de sus Escrituras
Sagradas (el Antiguo Testamento) en el idioma
griego.

Alrededor del año 250 antes de Cristo, en


Alejandría, Egipto, setenta y dos eruditos judíos
(seis de cada una de las tribus) a instancias de
Ptolomeo Filadelfo, hicieron una traducción del
Antiguo Testamento al griego. Esta traducción es
conocida como La Septuaginta que significa “de
los setenta”. Dicha versión frecuentemente se
identifica por los números romanos LXX que
también significan “setenta”. Esta
traducción también permitió que muchas personas
de aquel entonces se enteraran del mensaje de los
Escritos Hebreos Sagrados.
Como vimos anteriormente, alrededor del quinto
siglo antes de Cristo, se usaron dos formas del
mismo nombre hebreo: la forma
completa Yehoshua y la forma corta Yeshua. Con
el tiempo la forma corta llegó a ser más popular, y
por eso los traductores de La Septuaginta
presentaron en su versión griega a dicho nombre
como Iesous (y no en una forma más larga como
por ejemplo Iausous).

La razón para la transliteración del nombre


hebreo Yeshua a su forma griega Iesous, se
explica así:[4]
 El nombre hebreo Yeshua está representado por
cuatro letras, que serían: Y'-Sh-V-A (Yod-Shin-Vav-
Ayin).
 La letra hebrea Yod (Y), tiene un sonido
equivalente a “YE”. Como en el griego koiné no
existía un sonido equivalente para esta letra,
entonces la solución griega fue vincular a las letras
griegas Iota y Eta para producir el sonido “IE”
(Ih) que fue considerado lo más cercano posible al
sonido hebreo que necesitaba representar.
 La letra hebrea Shin tiene un sonido como “Sh”,
que es un sonido intermedio entre la “s” y la “ch”
del español. Como este sonido no existía en el
griego koiné, entonces la solución griega fue
emplear el sonido más cercano posible, que
correspondió a la letra griegaSigma (s) para
producir el sonido “S”.
 La letra hebrea Vav tiene un sonido como “U”. El
diptongo griego "ou" Omicrón-Ipsilón, es una
coincidencia exacta (ya que tiene el mismo
sonido).
 La letra hebrea Ayin tiene el sonido “A”. Si en el
griego el nombre se hubiera dejado terminando en
“A” (como en la forma hebrea), hubiera sonado
como un nombre femenino. De acuerdo con las
reglas de la gramática griega, los nombres
masculinos nunca terminan en una vocal, y cuando
lo hacen, el nombre siempre se debe cerrar con el
sonido “S” siempre que sea posible. La solución
griega fue ignorar el sonido final “A” y cerrar el
nombre con el sonido “S”.
 Estos cuatro pasos produjeron la transliteración
“Iesous” (IhsouV) que se pronuncia /I-E-SUS/.

Así que cuando el Mesías vino al mundo, hacía


mucho tiempo que ya se conocía la pronunciación
griega Iesous que fue popularizada por La
Septuaginta.

“Cuando Jesús nació [La Septuaginta] ya era


ampliamente conocida en el imperio romano. Así,
las profecías del advenimiento de un Mesías se
mantenían frescas en la mente de los judíos y de
otros, como los magos de oriente que vinieron
buscando al rey de los judíos, que ha nacido (Mat.
2:1,2). La Septuaginta era la versión que Pablo y
los del mundo neotestamentario conocía y usaban.
Muchas de las citas bíblicas que encontramos en el
NT [Nuevo Testamento] son tomadas de la
Septuaginta. Esa versión llegó a ser la base de
comparación para las otras traducciones griegas
que se han hecho de la Biblia. También esa fue
una de las fuentes principales que Jerónimo usó
para hacer su traducción de la Biblia al latín,
versión que se conoce como la Vulgata”. [5]
1.2.1. El Nombre Griego Iēsoũs En Los Casos
Gramaticales

“El caso es una categoría gramatical, un recurso


morfosintáctico del griego, y de otras lenguas –
latín, alemán, ruso-, para indicar las funciones
sintácticas de sustantivos, adjetivos y pronombres
en la oración. Consiste en poner a una misma raíz
terminaciones diferentes para distinguir su función
en la frase. Por ejemplo, si queremos que el
sustantivo λόγος ꞌpalabraꞌ sea el sujeto de una
frase, lo escribimos así: λόγο-ς. En cambio, si esta
misma palabra ha de tener la función de objeto
directo pondremos la misma raíz pero con
terminación distinta λόγο-ν. Cada una de esas
variantes (λόγο-ς y λόγο-ν) es un caso.

En griego hay cinco casos, cinco variantes para


cada palabra, cuyos nombres son: nominativo
[sujeto o atributo], vocativo [exclamación, llamado o
invocación], acusativo [objeto directo], genitivo
[propiedad, posesión o pertenencia] y dativo
[finalidad, destino o terminación, o sea el
complemento indirecto y circunstancial]”. [6]

En consecuencia, el nombre Iesous no tuvo una


única terminación en griego, sino que adquirió las
variaciones Iesous, Iesou e Iesoun, en
correspondencia a los diferentes casos, así:
Tabla 1. Las Variantes del Nombre Griego
Iesous [7]
Caso Forma
Nominativ Iesous
o (Ìησοῦς)
Genitivo Iesou
(Ìησοῦ)
Dativo Iesou
(Ìησοῦ)
Acusativo Iesoun
(Ìησοῦν)
Vocativo Iesou
(Ìησοῦ)
Por ejemplo, la frase: «en el nombre del Señor
Jesús», está en el caso genitivo porque trata con el
nombre que le pertenece al Mesías, y en donde
quiera que esta frase se halle en el Nuevo
Testamento Griego, el nombre aparecerá
como Iesou. Por ejemplo en Colosenses 3:17
donde se nos manda que hagamos todo «en el
nombre del Señor Jesús» (en onomati kuriou
Iesou). También en los textos donde se habla del
bautismo «en el nombre de Jesucristo» como en
Hechos 2:38 y 10:48 (en toi onomati Iesou
Christou), o «en el nombre del Señor Jesús» como
en Hechos 8:16 y 19:5 (eis to onoma tou kuriou
Iesou). Esta frase pone a Jesús el Cristo como el
centro del acto, porque es a causa de él que se
actúa, en virtud de su autoridad, bajo su mandato,
y por eso se le invoca. Debido a que Jesús es el
Mesías, es que tiene sentido el bautismo y
cualquier otra cosa espiritual que hagamos.

1.3. La Forma Latina Iesus

Con el avance del Imperio Romano, el latín se


impuso como la lengua dominante en el
mundo.Cuando los romanos (hablantes del latín)
fueron dominando a Grecia, adoptaron muchas
palabras del idioma griego agregándolas a su
vocabulario. De esta manera tomaron la forma
griega Iesous y le dieron la presentación
latina Iesus, que difiere en ortografía pero tiene
una idéntica pronunciación.

Al igual que el griego, el latín también presenta


casos gramaticales que afectan la terminación de
los nombres, pero en el latín se suma un caso más
que es el ablativo, “cuya función principal es
expresar la procedencia local o temporal, y …
también las relaciones de situación, tiempo, modo,
instrumento, materia, etc., que en español suelen
expresarse anteponiendo al nombre alguna
preposición, entre las cuales son las más
frecuentes bajo, con, de, desde, en, por y sin”. [8]
El nombre Iesus, adquirió las
variaciones Iesus, Iesu e Iesum, según los seis
casos así:

Tabla 2. Las Variantes del Nombre Latino Iesus [9]


Caso Forma
Nominativ Iesus
o (Ieʃus)
Genitivo Iesu
(Ieʃu)
Dativo Iesu
(Ieʃu)
Acusativo Iesum
(Ieʃum)
Vocativo Iesu
(Ieʃu)
Ablativo Iesu
(Ieʃu)

En la versión de la Biblia conocida


como La Vulgata Latina (que fue la versión
estándar en Europa durante unos mil años), la
frase en caso genitivo de Colosenses 3:17:
«hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús» es
«aut in opere omnia in nomine Domini Iesu».
Igualmente las citas que hablan del bautismo, dicen
que es «in nomine Iesu Christi» (Hechos 2:38 y
10:48), e «in nomine Domini Iesu» (Hechos 8:16 y
19:5).

En el latín clásico no había distinción entre la i


vocal y la i consonante. Con el paso del tiempo se
desarrolló la i consonante para cuando ésta hería
una vocal. Durante mucho tiempo la i
consonantese siguió escribiendo igual que la i
vocal pero adquirió un sonido diferente que es algo
parecido al de la moderna “Y” española cuando
ésta actúa como consonante. Luis de Olod,
escribió: “La lengua Latina, aunque tiene i
consonante, no la distinguió en lo antiguo de la i
vocal por la figura, ni aún por el sonido, que según
la opinión de Sabios Críticos era igualmente suave
en una, y otra”. [10]Posteriormente, al latín se
añadió la letra “J” como reemplazo de la i
consonante a fin de distinguirla de la i vocal.
Angelo Altieri, nos dice: “Igualmente moderno es el
uso de la “j” con valor de “i” consonante. El alfabeto
latino no tenía otro signo que “i” para representar la
“i” vocal y la “i” consonante;… nosotros…
[debemos] evitar lamentables confusiones entre la
“j” latina y la “j” española, de sonido totalmente
diferente”. [11] En consecuencia, el nombre del
Mesías se escribe en latín moderno como Jesus,
con una pronunciación parecida a “Yisus”.

1.4. La Forma Española Jesús y La Forma


Compuesta Jesucristo
La lengua que conocemos como español (o
también castellano), es una lengua romance o
latina (latín modificado), que se gestó y se formó
paulatinamente en la región de Castilla, en la
península Ibérica, aproximadamente entre los años
500 y 900 d. C., apareciendo sus primeros
testimonios escritos en glosas junto a escritos en
puro latín, hacia finales del siglo X o inicios del
siglo XI d. C.[12] “En los siglos X y XI debió de
existir poesía en romance castellano pero el primer
texto literario que se conserva es del siglo XII: el
“Cantar del Mio Cid”, anónimo, compuesto
alrededor de 1140. El texto testimonia que la
lengua estaba ya formada, aunque posteriormente
haya evolucionado aún en algunos aspectos, hasta
alcanzar su máximo esplendor en los siglos XVI y
XVII, llamado El Siglo de Oro de las letras
españolas”. [13]

En el español antiguo, el nombre del Mesías se


escribió en muchas formas, tales como: Iesu,
Iesus, Ihesu, Jhesu, Jhesú, Jhesús, Jesú, Jesús; y
acompañado del título Cristo en las formas: Ihesu
Christo, Iesus el Christo, Ihesuchristo, Ihesuxristo,
Jhesúxristo, Jhesuxristo, Jesuxristo y Jesucristo.

Por ejemplo, en el “Cantar del Mio Cid” (Obra


anónima del Siglo XII) aparece en la forma Iesu
Christo.[14] Gonzalo de Berceo (c. 1195 – c. 1268)
quien fuera el primer poeta de la lengua española
con nombre conocido, así como el primer
representante del «mester de clerecía», lo
escribió Iesu [15] eIhesu Christo. [16] En el Cantar
de Roncesvalles, un poema épico escrito en
castellano medieval con rasgos de romance
navarroaragonés compuesto posiblemente entre
1225 y 1250, aparece
comoIhesuchristo. [17] Juan Ruíz, el Arcipreste de
Hita (c. 1284 - c. 1351) lo escribió en el Libro de
Buen Amor como Iesus, Jhesu, Jhesú, Jhesús,
Ihesuxristo, Jesuxristo, Jhesúxristo,
Jhesuxristo. [18]En el Libro del Caballero Zifar
(Obra de principios del Siglo XIV), que es el primer
relato de aventuras de ficción extenso de la prosa
española, se presenta como Jesú y
Jesucristo. [19] En La Celestina -o Tragicomedia
de Calisto y Melibea- (Obra de Finales del Siglo
XV) aparece solamente Iesu. [20]Miguel de
Cervantes Saavedra, lo escribió en la famosísima
obra Don Quijote de la Mancha, publicada en 1605,
como Jesús. [21]

En el año de 1569, en pleno Siglo de Oro de las


letras españolas, Casiodoro de Reina publicó la
primera versión completa de la Biblia en idioma
español, conocida como La Biblia del Oso (porque
este animal apareció en su portada). Casiodoro
presentó el nombre así: Ieſus. Sin embargo,
también omitió la ꞌsꞌ final en dos textos que son
el de Mateo 1:1 y Romanos 1:6 cuando el nombre
estuvo seguido por el título Cristo, así: Ieſu
Christo. En el resto de apariciones donde el
nombre de Jesús va seguido por el título Cristo, lo
presentó como Ieſus el Christo. [22]

Para mediados del Siglo XVIII, los lexicógrafos


representaron decididamente a la i consonante con
el símbolo “j”, separándolo definitivamente de la i
vocal. (Ver el “Apéndice B – La “i” Consonante y Su
Sonido en Español como “j”). Desde entonces, en
el español moderno el nombre del Mesías se
escribe: Jesús, y cuando va seguido por el título
Cristo, se escribe: Jesucristo. (Ver el Apéndice C
– El Nombre Compuesto Jesucristo).
Para ver un análisis adicional sobre la presentación
de los nombres de las personas en el idioma
español, vea el Apéndice D - Una Reflexión
Onomástica Por Don Marco Fidel Suárez.

Capítulo 2. Objeciones Contra La Pronunciación


Española Jesús y La Forma Compuesta
Jesucristo
”Escribió también Pilato un título, que puso sobre la
cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE
LOS JUDÍOS. Y muchos de los judíos leyeron este
título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado
estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito
en hebreo, en griego y en latín” (Juan 19:19-20)

En este segundo capítulo contestaremos a las


objeciones de los llamados “judíos mesiánicos”
contra la pronunciación española Jesús, y de
ciertos pentecostales apostólicos contra la
pronunciación española Jesucristo.

2.1. Los “Judíos Mesiánicos” y Su Rechazo A


La Forma Española Jesús

A finales de 1960 y principios de 1970, surgieron


desde el movimiento carismático congregaciones y
organizaciones de personas que se identificaron
como “judíos mesiánicos”, las cuales se han
constituido en su inmensa mayoría por gentiles que
han intentado imitar un modo de vida judío, aunque
a diferencia del judaísmo ortodoxo ellos sostienen
que Yeshua es el Mesías. Ellos insisten en que la
pronunciación hebrea del nombre del Mesías es la
única pronunciación válida para hallar el perdón de
los pecados y la reconciliación con Dios, así que
reniegan de cualquiera de las otras formas en las
que se pronuncia el nombre del Mesías según los
distintos idiomas del mundo. (Vea elApéndice E –
El Nombre del Mesías en los Diversos Idiomas del
Mundo). Incluso, ellos han llegado al extremo de
etiquetar a la forma española Jesús, como
blasfema o pagana. Vamos a analizar sus
principales argumentos para demostrar los puntos
en los que estos fallan.

2.1.1. El Hebreo no es un Idioma Más Sagrado


que los Otros
Los “judíos mesiánicos” coinciden en catalogar al
hebreo como el idioma sagrado o el lenguaje
espiritual, y sostienen que el hebreo es el único
idioma que capta el concepto original del programa
de Dios para el hombre. Algunos incluso especulan
que éste es el idioma que se habla en el cielo, que
fue el idioma que hablaron Adán y Eva en el Huerto
del Edén, y que tras la confusión de lenguas
surgidas en Babel todos los idiomas del mundo
llegaron a ser malditos excepto el hebreo, al punto
que según ellos todo el Nuevo Testamento fue
escrito originalmente en hebreo. Dicen además que
la profecía de Sofonías 3:9 que dice: “En aquel
tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de
labios”, consiste en que para purificarnos nosotros
tenemos que hablar ahora mismo lo más que
podamos en hebreo, aunque Dios pondrá a hablar
a los vencedores en un hebreo completamente
purificado por toda la eternidad.

Como respuesta a lo anterior, vemos que la Biblia


habla en plural diciendo que hay “lenguas
angélicas” (1. Corintios 13:1), pero nunca dice que
los ángeles (o Dios) hablen exclusivamente en
hebreo. Igualmente, no existe ni una sola porción
de la Escritura que diga que el hebreo es la lengua
sagrada, que nosotros tenemos que hablar en
hebreo para ser salvos, o que las demás lenguas
están bajo maldición. Incluso con el hebreo (así
como con cualquier otro idioma) se puede bendecir
o se puede pecar. Por ejemplo, el profeta Isaías
dijo que él habitaba en medio de un pueblo de
labios inmundos (Isaías 6:5), aunque su pueblo
hablaba en hebreo. Mientras tanto, cuando el
Espíritu Santo vino sobre aquellos que estaban
reunidos en el aposento alto, comenzaron a hablar
en muchos idiomas las maravillas de Dios (Hechos
2:1-11). Para Dios son tan importantes todos los
idiomas, que ha dejado dentro de su iglesia el don
de lenguas y ha advertido “no impidáis el hablar en
lenguas” (1. Corintios 14:39). Así que la santidad
del idioma no consiste en hablar hebreo, sino en
usar el lenguaje de una manera que no ofenda a
Dios y de esto es que habla Sofonías 3:9. La
Escritura nos demanda: “Aparta de ti la perversidad
de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios”
(Proverbios 4:24), y “Ninguna palabra corrompida
salga de vuestra boca, sino la que sea buena para
la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los
oyentes” (Efesios 4:29).

De otro lado, la Biblia jamás dice que el idioma de


Adán y Eva fuera el hebreo, o que la gente antes
de la confusión de lenguas ocurrida en la Torre de
Babel hablara el hebreo. Esto no pudo ser, pues el
idioma hebreo “Surgió poco después de 1500
a.J.C. en la región de Palestina, en la ribera
oriental del Mar Mediterráneo… El hebreo está
emparentado con arameo y siriaco y con lenguas
modernas como amhárico (etiópico) y arábigo
(tanto antiguo como moderno). Pertenece a un
grupo de idiomas que se conocen
como semíticos (así llamados porque la Biblia
cuenta que todos fueron lenguas de los
descendientes de Sem, hijo de Noé). El idioma
semítico más antiguo que se conoce fue el acádico,
escrito con un sistema de signos en forma de
cuñas, o cuneiforme. Los textos acádicos más
antiguos se escribieron en tablillas de arcilla cerca
del año 2400 a.J.C. Los idiomas babilónico y asirio
son dialectos tardíos del acádico y ambos dejaron
sus huellas en el desarrollo de la lengua
hebraica”. [23]
Lo que sabemos, es que antes de la Torre de
Babel el hombre hablaba un solo idioma (Génesis
11:1) y que hablar cualquier idioma es un milagro
de Dios. “El mero hecho de que Dios dotara a Adán
y a Eva para hablar en un idioma que ellos
entendieran, es un milagro de la creación. Además,
por el hecho de que Dios pudiera comunicarse con
ellos, llegamos a la conclusión de que hablar en
lenguas fue un milagro desde el principio. El
hombre no comenzó su existencia con gruñidos
ininteligibles, chillidos, aullidos o gestos manuales.
Dios le puso un idioma que él ya sabía cómo
hablar. Las palabras que el hombre usó para
describir y transmitir sus pensamientos, estaban
programadas dentro de él. Cuando el hombre se
convirtió en un alma viviente, también fue una
persona hablante… Pero todo esto sucedió por un
milagro de Dios. Dios creó un idioma, luego creo
varios más en la torre de Babel. De estos milagros
descienden todos los idiomas y dialectos conocidos
en el mundo de hoy. No hay idioma que no sea
producto del milagro de las lenguas de Dios. El
lenguaje y los idiomas son un milagro de Dios. La
forma de la boca, la manera en la cual la lengua se
puede mover, y las cámaras de sonidos especiales
en la boca, en la garganta y en las fosas nasales,
todos funcionan para hacer posible el habla”. [24]

En el mundo hay muchos idiomas y ninguno de


ellos carece de significado (1. Corintios 14:10).
Dios ha querido dar a conocer la salvación en todo
el mundo en la lengua de cada quien, y su deseo
será satisfecho pues en el Apocalipsis vemos a una
multitud vestida de ropas blancas de toda tribu,
pueblo, lengua y nación (Apocalipsis 7:9).

Por último, no existe ninguna evidencia de siquiera


un solo manuscrito del Nuevo Testamento escrito
en hebreo que date de los primeros siglos de
nuestra era. Los manuscritos medievales del
Nuevo Testamento que aparecen en hebreo, se
derivan de traducciones del griego y el
latín. [25] Mientras tanto, se han encontrado más
de 5700 manuscritos del Nuevo Testamento en
idioma griego, que atestiguan que el Nuevo
Testamento fue originalmente escrito en idioma
griego y que por lo tanto los escritores del Nuevo
Testamento estuvieron de acuerdo con presentar el
nombre del Mesías comoIesous. “Algunos eruditos
creen que Mateo fue escrito originalmente en
hebreo o arameo, pero es imposible sostener que
todo el Nuevo Testamento fue escrito en esos
idiomas. El Evangelio de Lucas y el libro de Hechos
fueron escritos por un gentil, Lucas, y fue dirigido a
otro Gentil, Teófilo, y es improbable que cualquiera
de ellos supiera hebreo o arameo. Pablo escribió
sus cartas a las iglesias gentiles. Claramente, estos
escritores utilizaron el griego. Por otra parte, un
estudio del estilo, de la gramática, de los idiomas, y
del vocabulario del Nuevo Testamento demuestra
que el griego fue la lengua original. Para que la
posición de los [judíos mesiánicos] sea correcta,
Jesús, los apóstoles, y la iglesia temprana habrían
tenido que utilizar el Yeshua del hebreo temprano y
nunca utilizar cualquier otra variación, incluso al
hablar o al escribir en el hebreo, arameo o el griego
de sus días. No tenemos un solo manuscrito o una
versión antigua del Nuevo Testamento que lo haga
así, y nadie ha registrado jamás la existencia de tal
manuscrito”. [26]

2.1.2. Los Nombres Hebreos Sí Se Traducen


(Y Se Han Traducido)
Los “judíos mesiánicos” dicen que los nombres no
se deben traducir, especialmente los nombres
hebreos ya que perderían su significado esencial,
es decir el sentido de lo que deseaban transmitir en
cuanto a la naturaleza, historia o reputación de su
portador. Dicen que en el hebreo se capta muy
bien el significado del nombre Yeshua que quiere
decir Elohim Salva, pero que las traducciones
hechas en los demás idiomas no significan nada (o
incluso pueden llegar a tener un significado
blasfemo).

Como respuesta a lo anterior, debemos resaltar


que en la época de Cristo, el griego era el idioma
dominante en el mundo “debido a que las
conquistas de Alejandro el Grande lo difundieron
por doquier. Y así se creó una situación en que las
gentes, en su vida privada y doméstica, hablaban
su lengua vernácula, pero en la vida comercial y
pública se expresaban en griego. Hasta qué punto
fue así puede verse en que por aquel tiempo había
personas con dos nombres: uno, el que recibió en
su propia lengua, y el otro era griego”. [27] Como
resultado, se presentaron estos tres casos:

El primero, fue aquel en el que algunos judíos


adoptaron un nombre griego que no tenía nada que
ver con su nombre hebreo, como por ejemplo el
apóstol Pablo que es su nombre griego y significa
“pequeño” o “exiguo”, mientras que su nombre
hebreo Saulo significa “invocado”, “llamado” o
“pedido” (Ver Hechos 13:9).

El segundo caso, fue cuando se tradujo al griego el


significado de un nombre hebreo, pero como
resultado se perdió su sonido original. Así por
ejemplo, se habla de Tomás llamado Dídimo (Ver
Juan 11:16, 20:24, 21:2); donde Tomás es el
nombre hebreo y Dídimo es el nombre griego, pero
ambos significan el gemelo. También se habla
de Cefas que quiere decir Pedro (Juan 1:42);
dondeCefas es el nombre hebreo y Petros –Pedro-
es el nombre griego, pero ambos significan piedra.
Otro ejemplo muy diciente es el del texto de
Apocalipsis 9:11: “Y tienen por rey sobre ellos al
ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo
es Abadón, y en griego, Apolión” (Apocalipsis
9:11). El hebreoAbadón y el griego Apolión, ambos
traducen perdición.

El tercer caso fue el más común, y ocurrió cuando


se transliteró un nombre hebreo para escribirlo con
las letras y reglas gramaticales del alfabeto griego,
con el fin de acercar lo más posible la
pronunciación hebrea a los sonidos y costumbres
existentes en la lengua griega. Así por ejemplo
tenemos los nombres: Juan con su forma
hebrea Yôḥānnān y griega Ioannis; Zaqueo con su
forma hebrea Zakkai y griega Zakchaios; Jacob con
su forma hebra Ya'akov y griega Iáko̱vos; Isaac
con su forma hebrea Yitzhak y griega Isaákios;
David en su forma hebrea Dāwîḏ y griega Davíd;
Isaías con su forma hebrea Yeshayaáh y
griega I̱saḯas; Elías con su forma hebrea Eliyahū y
griega I̱lías; Moisés con su forma hebrea Moshé y
griega Mo̱ysí̱s; Mateo con su forma
hebrea Matityahu y griegaMatthaios; María en su
forma hebrea Miryam y griega María; etc. Como lo
vimos anteriormente, este fue el caso que se siguió
para pasar el nombre Jesús desde el
hebreo Yeshua al griego Iesous. En todos los
ejemplos anteriores, vemos que estas
transliteraciones (que partieron desde los propios
judíos) evocan a nombres cuya lengua de origen es
el hebreo. Haciendo un estudio etimológico de
estos nombres, podemos llegar a conocer su
significado y en algunos casos hasta su origen.
Incluso, hasta los gentiles que se llaman “judíos
mesiánicos” (y que por tanto no han tenido al
hebreo como lengua materna), no han captado el
significado de estos nombres por simplemente
repetir la pronunciación de estos en hebreo, sino
que para poder conocer la esencia de esos
nombres han tenido que hacer (al igual que
nosotros) los estudios etimológicos
correspondientes. Esto nos indica que la
pronunciación de aquellos nombres en hebreo no
tiene ningún poder adicional para poder conocer su
significado, y que una vez conocidos sus
significados estos se mantienen en las diversas
formas en que aparecen en los diversos idiomas
del mundo. Esta también es la razón por la cual
Dios ha honrado el uso de la forma española de su
nombre, y por eso cuando cualquier persona que
habla el español utiliza el nombre de Jesús con la
fe en el Mesías y su obra redentora, ha visto la
respuesta a sus oraciones y también suceder
milagros y prodigios.

2.1.3. La Forma Española Jesús No Es Ni


Pagana Ni Blasfema

Algo es de origen pagano si tuvo su principio en los


cultos idolatras y es blasfemo si se trata de una
grave injuria contra Dios. Algunos “judíos
mesiánicos” han llegado al extremo de decir que la
forma española Jesús es pagana y blasfema. Por
ejemplo, algunos dicen que en hebreo, Jesús
significa: “He aquí el caballo” (o “he aquí la bestia”),
ya que si se recurre a la Concordancia Exhaustiva
de Strong vemos que en el #H1887 dice
que ꞌJeꞌ = ꞌHe aquíꞌ y en el #H5483 dice
que ꞌsusꞌ =ꞌcaballoꞌ (y el caballo es una bestia).
Otros dicen que la forma latina Iesus, significa:
“Este es un cerdo”, porque si uno toma un
diccionario latino, encontrará que: ꞌi.e.ꞌ (abreviatura
de id est) =ꞌesto esꞌ y ꞌsusꞌ (suis) = ꞌcerdoꞌ. Incluso
dicen que esta forma latina fue inventada por
Poncio Pilato (y los romanos) para hacer burla del
Mesías cuando puso sobre la cruz una inscripción
que decía: “Iesus Nazarenus, Rex Iudaeorun” (Ver
Juan 19:19-20). Por último, otros dicen que el
nombre Jesús guarda estrecha relación con el
nombre de Zeus, el dios más grande del panteón
greco-romano, ya que tienen las mismas vocales.

Todos los ejemplos anteriores corresponden a


falsas etimologías, que por más ingeniosas que
parezcan no por eso dejan de ser embusteras.
Estas toman como punto de partida unas simples
similitudes fonéticas, así como las atracciones
semánticas de sus inventores hacia unos ciertos
sonidos, y con estas fabrican unas supuestas
etimologías con las que intentan adulterar el
significado de las formas del nombre del Mesías en
griego, latín y español. Así que este puede ser un
caso de etimología popular. [28] Todas estas falsas
etimologías pasan por alto que el significado de
las palabras es convencional, y que por lo tanto
las palabras no tienen más significado
verdadero que el que llegan a adquirir en el
seno de una comunidad lingüística en un
momento dado.

Decir que la pronunciación


española ꞌJesúsꞌ significa en hebreo “He aquí el
caballo”, es un argumento infame que ignora
voluntariamente que cada idioma tiene su propio
código (es decir su propio sistema de signos, de
significantes y de reglas que le permiten formular y
hacer comprensible un mensaje). Para que la
comunicación sea posible, el emisor y el receptor
deben compartir el mismo código en el marco de
un determinado contexto lingüístico. Así que
aunque hay palabras que suenan igual o muy
parecido en dos (o más) idiomas diferentes, es una
necedad insistir en que por esa simple correlación
fonética se puede atribuir a la palabra de un idioma
la historia, el contenido y el significado de una
palabra que suene similar en otro idioma.

Por ejemplo tenemos ciertas palabras hebreas que


tienen un sonido similar en el español pero con
significados muy diferentes como: /atún/ que en
hebreo significa horno (ver #H861 de Strong para
‫)ַא ּתּון‬, /gol/ que en hebreo significa redoma (ver
#H1531 para ‫)ֹּגל‬, /jamón/ que en hebreo
significamuchedumbre (ver #H1995
para ‫)ָה מֹון‬, /león/ que en hebreo
significa comunidad (ver #H3816 para‫)ְלֹאם‬, /luz/
que en hebreo significa apartado o perverso (ver
#H3868 para ‫)לּוז‬, y /matar/ que en hebreo
significa lluvia (ver #H4306 para ‫)ָמ ַט ר‬. v[29]
Si no es admisible transportar significados para
palabras completas que suenan igual en dos
idiomas diferentes, mucho menos es válido hacerlo
para voces o sonidos sueltos que luego se intentan
combinar caprichosamente. La imaginación podría
dar para hacer muchas de esas absurdas
combinaciones. Por ejemplo, para la palabra /bal-
ón/, podrían salir las siguientes combinaciones:
“Nada de allí”, “corazón deseoso”, “usualmente
vigoroso”, “resueltamente rico”. [30] Igualmente
para /Je-sús/, podría salir: “Miren al que
resplandece” ó “He aquí el que se regocija” (pues
#H1887 dice que ꞌJeꞌ = ꞌHe aquíꞌ, ꞌ¡Miren!ꞌ, y
#H7797 dice que ꞌsusꞌ = ꞌestar brillanteꞌ, ꞌalegreꞌ,
ꞌregocijarꞌ). [31] De lo anterior, vemos que cada una
de estas palabras y sonidos hebreos tiene su
propio significado en su propio idioma y contexto, y
que éste significado no es transportable al español
por el hecho de que coincida su realización
fonética. También vemos el sentido perverso de
quien inventó el argumento del caballo, pues ignoró
el otro significado de ꞌsusꞌ que daría una
combinación favorable.

Decir que la pronunciación latina ꞌIesusꞌ significa en


latín “Este es un cerdo”, es un argumento
igualmente malintencionado y lleno de ignorancia
que intenta decirnos que las partes en las que se
pueda dividir una palabra siempre dan el
significado total de ella. Esto es tan ridículo como
decir que la palabra latina ꞌversusꞌ se podría
descomponer como ꞌver-susꞌ y significaría “cerdo
joven” porque en
latín ꞌverꞌ significa ꞌjuventudꞌ y ꞌsusꞌ significa cerdo.
Sin embargo, al observar completa a la
palabra ꞌversusꞌ en un diccionario latino, vemos que
ésta tiene varios significados como: “hacia”, “se
volvió”, “fue barrido”, “voltear el arado para hacer
surcos”, “verso”, “hilera”, “renglón”,[32] pero nunca
“cerdo joven”.

Además, en latín el sonido ꞌsusꞌ tiene otro


significado que es ꞌarribaꞌ (en relación con las
palabras latinas subuorsum, sursum y sussum).
Como ejemplo véase la locución latina ꞌsusque
dequeꞌ que significa ꞌde arriba abajoꞌ. [33] Por lo
tanto, si uno siguiera esa misma lógica artificial,
podría decir que ꞌIesusꞌ significa: “Este es el de
arriba”. Por supuesto, esta última composición no
les gusta a los “judíos mesiánicos”, pues ellos
procuran escoger a su amaño la composición
ficticia desfavorable.

Otro análisis que se puede hacer, es que la


abreviatura i.e. que corresponde a la frase latina "id
est" (esto es), nunca se utiliza como demostrativo y
abriendo frase como pretenden imponerlo los
“judíos mesiánicos” en su invención “i.e.-sus”, sino
que “Se utiliza entre pausas para dar paso a una
explicación [o aclaración] de algo que se acaba de
expresar”. [34]

Así que la invención: “este es un cerdo” no tiene


como prosperar por donde quiera que se le mire.
Por último, el testimonio de Juan 19:19-20,
simplemente nos muestra que para el tiempo de
Cristo ya se escribía el nombre ꞌJesúsꞌ en hebreo,
en griego y en latín, y por eso la causa de su
crucifixión pudo ponerse sin problemas encima de
la cruz en esos tres idiomas.

Decir que ꞌJesúsꞌ significa ꞌZeusꞌ porque tienen las


mismas vocales, es una fantasía absolutamente
descomunal y sin sentido. Esto es tan absurdo
como decir que las palabras pecado, becado,
helado y pescado tienen un mismo origen y
significado. Además, esa conexión de vocales no
existe en el griego, donde tenemos Zeus (Ζέυς) y
Iesous (Ìησοῦς).
Con esto queda demostrado que la forma
española ꞌJesúsꞌ no corresponde a un nombre
blasfemo, pagano, hereje, demoniaco o profano,
sino que cualquiera que hable español se puede
referir así al Rey Mesías. “Las palabras y el idioma
tienen como objetivo y meta primordial comunicar
pensamientos, y si esto se logra, entonces la
pronunciación pasa a segundo plano”. [35] Por eso,
“como cuestión práctica, Dios mismo honra el uso
de la pronunciación española Jesús. Cuando la
gente clama con fe usando este nombre, recibe el
Espíritu Santo, recibe respuestas a sus oraciones,
recibe sanidades y es liberada de demonios. En
conclusión, el nombre de Jesús se puede
pronunciar de maneras distintas en los varios
idiomas, dialectos y acentos. En todas sus formas,
significa lo mismo: el Dios verdadero del Antiguo
Testamento se hizo nuestro salvador en la persona
histórica de Jesús de Nazaret. Cuando una
persona utiliza el nombre con ese entendimiento, y
con la fe en Jesús como Señor y Mesías, entonces
sin importar la lengua que hable, su oración
alcanzará el trono de Dios y su invocación del
nombre de Dios será eficaz”. [36]

2.2. Las Denominaciones: “Iglesia Del Dios Vivo


Jesús El Cristo” Y “Misión Cristiana Efesios
2:20”, Y Su Rechazo A La Forma Española
Jesucristo
Existen dos pequeñas organizaciones
pentecostales apostólicas que se oponen a la
pronunciación española del nombre
compuesto Jesucristo. Estas son la Iglesia del
Dios Vivo Jesús el Cristo (con presencia en México
y los Estados Unidos) y la Misión Cristiana Efesios
2:20 (con presencia en Ecuador). Según ellos, la
única pronunciación autorizada por Dios para su
nombre en el idioma español es Jesús (con la
suma completa de estas cinco letras) y cualquier
variación o recorte (como por ejemplo ꞌJesuꞌ en el
caso de ꞌJesu-cristoꞌ) cae bajo el anatema de
Proverbios 30:6 y Apocalipsis 22:19 contra
cualquiera que le quite o le añada a la Palabra de
Dios. A continuación, ellos dicen que al
pronunciar ꞌJesuꞌ se está predicando a un falso
Mesías y cualquiera que haya sido bautizado con la
invocación ꞌJesucristoꞌ está predicando otro
bautismo, por lo cual debe ser rebautizado “en el
nombre de Jesús” si es que en verdad desea ser
salvo. Según ellos, quienes omiten la
pronunciación de ésta “s” al final del nombre de
Jesús, no hacen parte del remanente fiel.[37] Con
esta extraña doctrina, ellos ponen tropiezo y
causan división dentro del cuerpo de Cristo.

Vamos a exponer varios puntos que nos ayudarán


a desvirtuar esa errónea posición.
Primero, no existe ninguna porción de la Escritura
que diga que la única forma autorizada para el
nombre de Dios en el idioma español es Jesús (con
la suma de estas cinco letras), pues en el tiempo
en que se escribió la Biblia ni siquiera existía el
idioma español. Como lo vimos en la Sección
1.4. de este artículo, el español (o castellano) es un
idioma derivado del latín vulgar y los primeros
testimonios escritos que tenemos del idioma
español datan de finales del Siglo X o principios del
Siglo XI. Así que toda argumentación de que la
forma española Jesucristo es errónea, no tiene
como respaldo a la Escritura inspirada.
Segundo, el Nuevo Testamento fue escrito
originalmente en idioma griego, y los más de 5700
manuscritos del Nuevo Testamento que se han
encontrado en la actualidad, dan testimonio de que
los escritores bíblicos escribieron el nombre del
Mesías con ciertas variantes tales como Iesous (en
el caso nominativo), Iesou (en los casos genitivo,
dativo y vocativo), e Iesoun (en el caso acusativo),
como ya se mostró en la Sección 1.2.1 de este
artículo. Igualmente, en el idioma latín el nombre
del Mesías tomó las variaciones Iesus (en el caso
nominativo), Iesu (en los casos genitivo, dativo,
vocativo y ablativo), e Iesum (en el caso
acusativo), como ya se mostró en la Sección
1.3. de este artículo. El testimonio del texto griego
del Nuevo Testamento, nos demuestra que Dios
permite la variación en la Escritura y la
pronunciación de su nombre dentro de un mismo
idioma, en consecuencia con las reglas
gramaticales propias de ese idioma, pues aunque
la forma gramatical difiera, el nombre continúa
siendo el mismo y señalándolo a Él mismo.

Tercero, como se explicó en la primera parte de


este artículo, en el texto de Colosenses 3:17 que
nos invita a que hagamos todo “en el nombre del
Señor Jesús”, se omite la ꞌsꞌ final tanto en el griego
como en el latín. En el griego la frase es: “en
onomati kuriou Iesou” y en el latín es: “in nomine
Domini Iesu”. Igualmente textos claves
relacionados con el bautismo omiten la ꞌsꞌ final
tanto en el griego como el latín. En el griego dicen:
“en toi onomati Iesou Christou” (Hechos 2:38 y
10:48) y “eis to onoma tou kuriou Iesou” (Hechos
8:16 y 19:5). En el latín dicen: «in nomine Iesu
Christi» (Hechos 2:38 y 10:48), e «in nomine
Domini Iesu» (Hechos 8:16 y 19:5). Así que vemos
que ni en griego, ni en latín, ni en español, tiene
por qué haber problema por omitir la ꞌsꞌ final.

Cuarto, los testimonios de los escritos más


antiguos en el idioma español, nos demuestran que
las formas ꞌJesúꞌ y ꞌJesúsꞌ han estado presentes
en nuestro idioma durante toda su existencia, y que
ambas formas se han utilizado como válidas para
referirse al Mesías, así que la diferencia es
solamente gramatical pero no de identidad. (Esto
ya se expuso en la Sección 1.4. de este artículo).
Con el paso del tiempo, la forma ꞌJesuꞌ se ha
utilizado de manera permanente cuando va ligada
al título Cristo, pues por razones de eufonía suena
más agradable decir ꞌJesucristoꞌ que ꞌJesús-Cristoꞌ,
así como suena más agradable decir ꞌvámonosꞌ en
lugar de ꞌvámos-nosꞌ. Hasta los contradictores de la
pronunciación Jesucristo se han dado cuenta de
esto, y por eso no prefieren decir ꞌJesús-
Cristoꞌ sino ꞌJesús el Cristoꞌ, aunque en el Nuevo
Testamento griego nunca se presenta el
artículo ꞌelꞌ en medio del nombre Jesús y el título
Cristo. (Para más información ver elApéndice C –
La Forma Compuesta Jesucristo).

Quinto, el idioma español así como cualquier otro


lenguaje moderno, es muy flexible y ofrece una
gran multitud de variedades y cambios. Por
ejemplo, en el idioma español tenemos muchos
dialectos que omiten o debilitan la pronunciación de
la ꞌsꞌ al final de las palabras que la contienen
escrita. Entre estos tenemos el costeño de la zona
Caribe de Colombia, el de Andalucía Oriental en
España, el de Chiapas en México, y el español de
Venezuela. Así que muchas de las personas de
aquellas regiones pronuncian el nombre de Jesús
como ꞌJesúꞌ o ꞌJesujꞌ. “Un estudio de la lengua y
del discurso humanos demuestra que es un error
unir la eficacia de la salvación a cierta
pronunciación del nombre. Nadie pronuncia
exactamente igual las mismas palabras; las
impresiones de la voz son tan únicas como las
huellas digitales… ¿Si la salvación depende de la
pronunciación exacta, qué le sucede a la gente con
impedimentos, acentos, o dialectos? ¿Qué le
sucede a la gente cuyos idiomas no contienen
ciertos sonidos? Por ejemplo, el griego no tiene el
sonido ꞌchꞌ, y el coreano no tiene el sonido
final ꞌsꞌ”. [38] “¿Cómo puede la mente sensata de
un cristiano que está despierto espiritualmente,
creer que el Dios Todopoderoso va a detener su
salvación por causa de una “S”?”. [39] El nombre
de Dios no es eficaz por una cierta vibración de las
ondas sonoras, sino cuando ponemos nuestra fe
en lo que representa y en Aquel a quien indica.
(Ver la Sección 1.1.2.de este artículo)

Sexto, la gramática “es el arte de hablar y escribir


correctamente, esto es, conforme al buen uso, que
es el de la gente educada”. [40] Todas las obras de
gramática del idioma español, coinciden en afirmar
que la forma correcta es Jesucristo y no Jesus-
cristo. (Para más información ver el Apéndice C –
El Nombre Compuesto Jesucristo). Así que
nosotros no podemos ignorar la gramática por el
simple hecho de que ésta contradiga nuestra
teología, ni tampoco podemos torcer el texto de
Santiago 3:15 para afirmar que la gramática es
“sabiduría terrenal, animal o diabólica”. A lo que se
refiere Santiago con esos calificativos, son a los
celos amargos y a la contención los cuales generan
perturbación y toda obra perversa (Ver Santiago
3:13-16).

Séptimo, el bautismo “en el nombre de Jesús” o “en


el nombre de Jesucristo” corresponden al único
bautismo bíblico del que habla Efesios 4:5. “Jesús
es un nombre, mientras que Señor y Cristo son
títulos que distinguen al Señor Jesús. Cualquier ser
humano puede llamarse Jesús, pero Señor y Cristo
son títulos que solo pueden ser aplicados al Señor
Jesucristo. La Biblia enseña que en el bautismo es
indispensable que se mencione el nombre de
Jesús, por eso las frases “en el nombre de Jesús”,
“en el nombre de Jesucristo”, “en el nombre del
Señor Jesús”, etc., son
equivalentes”. [41]Asimismo, “Usted puede echar
fuera demonios en el nombre de Jesucristo, o de
Jesús, y le obedecerán. Recuerde además que el
nombre original del Señor es Yehoshua, abreviado
como Yeshua, el cual no contiene una “s” final. El
abreviarlo no lo convierte en otro nombre. Aún el
nombre de YHWH podía ser abreviado en las
Escrituras (“Todo lo que respira alabe a Jah.”
Salmo 150:6)”.[42]
En conclusión, no hay ningún problema si se
dice Jesús o Jesú, siempre y cuando tengamos fe
en aquel que es el Salvador y utilicemos su nombre
con reverencia. Animamos a los hermanos a ser
“solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el
vínculo de la paz” (Efesios 4:3) y en no ser causa
de división o poner tropiezo a los demás.

APÉNDICE A.
Resumen de la Evolución del Nombre del
Mesías Desde el Hebreo Hasta el Español
Moderno

Forma Idioma Explicación


Yēshūa Hebreo Variante abreviada de
(‫)יהושע‬ Yəhōshūa que
significa Dios es
Salvación. Como el
hebreo antiguo no
tenía vocales, el
nombre estaba
representado por las
cuatro letras Y'-Sh-V-
A (Yod-Shin-Vav-
Ayin)
Iēsoũs Griego Se hizo una
(Ìησοῦς transliteración así:
) (1º) Como en griego
no existe el sonido de
la letra yod (Y), ésta
se reemplazó por el
sonido combinado de
las letras griegas iota-
eta “Ιη” que suena
así: “IE”.
(2º) Como en griego
no existe el sonido de
la letra Shin (Sh),
entonces se
reemplazó por el más
cercano posible que
fue el de la letra
griegaSigma (s) que
produce el sonido “S”.
(3º) La letra
hebrea Vav (V) suena
como “U”. Este sonido
se reprodujo con el
diptongo
griego Omicrón-
Ipsilón "ou" que es
una coincidencia
exacta al sonido que
deseaba reproducir.
(4º) La letra
hebrea Ayin tiene el
sonido “A”. Pero para
los griegos esta
terminación en “A”,
hubiera sonado como
si se tratara de un
nombre femenino. Por
esta razón se omitió
el sonido final “A” y se
cerró el nombre con
el sonido “S” que
le dio una correcta
presentación
masculina.
Iesus Latín El idioma latín tenía
(Ieʃus) una coincidencia
perfecta para los
sonidos con los que
anteriormente se
había transliterado al
griego, por lo cual:
(1º) Reemplazó a
la Iota (Ι) por la i
consonante (Ι).
(2º) Reemplazó a
la Eta (η) por la E.
(3º) Reemplazó a
la Sigma (s) por la S.
(4º) Reemplazó al
diptongo Omicrón-
Ipsilón "ou" por la “U”
vocal.
Jesús Español El idioma español
proviene del latín. En
el español antiguo el
nombre se continuó
escribiendo tal como
en el latín, o
sea Iesus, pero la
pronunciación fue
diferente a la latina
porque por la
influencia de los
moros, en Castilla se
le dio a la i
consonante un sonido
gutural como el de la
“g” en los casos “ge” y
“gi”. También se
utilizaron otras
variantes para
escribirlo como por
ejemplo Ihesus que
no alteraba la
pronunciación porque
la “h” era muda, o las
formas Iesu e Ihesu
que omitían la “s” final
y por lo tanto también
se constituyeron en
variantes de su
pronunciación.
Igualmente, en el
español antiguo se
utilizó la forma
alargada de la “i”, es
decir “j”, para
representar a la i
consonante, pero esta
“j” solo se empezó a
catalogar como una
letra independiente
que recibió el nombre
de “jota” hasta
mediados del Siglo
XVIII. Desde
entonces ha sido el
estándar escribir el
nombre comoJesús.
Sin embargo, a causa
de los acentos,
muchos
hispanoparlantes
actuales no
pronuncian la “s” final,
por lo que dicen
“Jesú”.

APÉNDICE B.
La “i” Consonante y Su Sonido En Español
Como “j”
Se presentan algunas citas de varios autores que
nos informan que desde sus comienzos el idioma
español dio a la i consonante el sonido de la “g”
cuando es gutural, es decir como en “ge”, “gi”, y
que esto lo recibimos de los moros. Ya en 1492,
Antonio de Nebrija propuso que siempre que se
hallara la i consonante ésta se escribiera en la
forma alargada como “j”, pero solo fue hasta
mediados del Siglo XVIII en que los lexicógrafos
separaron definitivamente a la i consonante de la i
vocal por medio del símbolo “j”.

Antonio González Reguera, en su Colección de


Poesías en Dialecto Asturiano, nos dice:
“De la i escrita como j la cual equivalía a la i
consonante cuando hería una vocal, los castellanos
formaron ya en el siglo XII un sonido medio entre
la ꞌiꞌ y la ꞌxꞌimitando a los orientales;… usando
indistintamente de la i ó de la j antes de vocal,
según se advierte en infinitos documentos del
antiguo castellano”. [43]

Antonio de Nebrija publicó en 1492 (el mismo año


en que Cristobal Colón llegó a América) su
Gramática Castellana. Esta se constituyó en la
primera obra que se dedicaba al estudio de la
lengua castellana y sus reglas. Allí se dice:
“La i tiene dos oficios: uno propio, cuando usamos
de ella como de vocal, como en las primeras letras
de estas dicciones: ira, igual; otro común con la g,
porque cuando usamos de ella como de
consonante, ponémosla siguiéndose a, o, u, y
ponemos la g si se siguen e, i; la cual
pronunciación, como dijimos de la g es propia
nuestra y del morisco, de donde nosotros la
pudimos recibir…

Eso mismo la i tiene… dos [oficios]: uno, cuando es


vocal; y otro, cuando es consonante, el cual
concurre con la g, cuando después de ella se
siguen e, i. Así que, dejando la… i, en sus propias
fuerzas, con una figura que añadamos para
representar lo que ahora escribimos con… i,
cuando les damos ajeno oficio, queda hecho todo
lo que buscamos, dándoles todavía a las letras el
son de su pronunciación. Ésta podría ser… la j
luenga, porque no seamos autores de tanta
novedad…

Tienen entre sí las letras tanta vecindad y


parentesco que ninguno se debe maravillar, como
dice Quintiliano, porque las unas pasan y se
corrompen en las otras; lo cual principalmente
acontece por la interpretación o por derivación… de
donde manifiestamente demostraremos que no es
otra cosa la lengua castellana sino latín
corrompido… La i… corrómpese en i consonante,
como de iesus, Jesús…”. [44]

El Diccionario Universal Francés-Español y


Español-Francés, elaborado bajo la dirección de D.
Ramón Joaquín Domínguez, dice:

“Jota:… Esta letra se denominó antiguamente i


consonante, i consonne: a distinción de la i vocal, i
voyelle, confundiéndolas con frecuencia en la
pronunciación y diciéndose por ex. Ierusalem o
Jerusalem… pero hasta mediados del [Siglo XVIII]
no se convinieron los lexicógrafos en separar la i
consonante de la vocal [bajo el carácter de una i
alargada que conserva]… ǁ J La forma de este
carácter tiene la ventaja de dar una idea clara y
precisa de la posición del órgano que ejecuta su
pronunciación. En efecto la lengua inmóvil y
tendida con la punta un poco encorvada hacia
abajo presenta naturalmente la figura de una jota
horizontal de esta manera ꞌı¬ꞌ sin sufrir otra
variación en la escritura que su colocación vertical.
ǁ J tiene el mismo sonido articular que la g suave
en las dicciones, ge, gi, como gibier, general, y por
eso en éstas articulaciones se usa casi
exclusivamente de la g pero en las que entran las
vocales a, o, u, ja, jo, ju, se emplea con más
generalidad la j”. [45]
Luís de Olod, en su obra Tratado Del Origen y Arte
de Escribir Bien, publicada en el año de 1766, ya
hace una diferenciación acerca de lo que se debe o
no escribir con “J”.

“Jota. El nombre de esta letra le hemos tomado de


la Lengua Griega, aunque el carácter á que esta le
aplica, es diferente del nuestro, así en la figura,
como en el valor; pues en ambas cosas
corresponde á la i vocal, no habiendo en aquel
idioma i consonante, y así se pronuncia
suavemente iota. La lengua Latina, aunque tiene i
consonante, no la distinguió en lo antiguo de la i
vocal por la figura, ni aún por el sonido, que según
la opinión de Sabios Críticos era igualmente suave
en una, y otra. Pero nosotros siguiendo la
pronunciación que hemos dado à esta letra, la
pronunciamos Jota, ò Ijota con sonido gutural
fuerte, semejante al de la G, y de la X, quando se
pronuncian también guturales. En lo impreso se
acostumbra poner sobre la j minúscula un punto à
imitación del uso introducido en el Latin; más esto
se pudiera escusar por inútil no menos en
Castellano, que en aquel idioma, distinguiéndose
bastantemente este carácter por su figura sin
necesitar de punto. Fuera de que, si la J mayúscula
no le tiene, ni le ha menester, parece no hay razón
para que le tenga la minúscula.
Para distinguir en lo escrito la J de las otras letras
que se equivocan con ella en el sonido, se debe
suponer que asi como el usar la G para la
pronunciación gutural fuerte con la e, y con la i es
propio de la escritura Castellana: asi también lo es
el usar de la J para la pronunciación gutural con las
vocales a, o, u: à cuyo fin se observarán las Reglas
siguientes.
Primera. Las silabas Ja, Jo, Ju, se deben escribir
en Castellano con J, como jactancia, joven, justicia:
exceptuándose de esta regla algunas voces que
según su origen, y el uso más común, y constante
se escriben con X, cuyos casos se señalarán
quando se trate de esta letra. Segunda. Las silabas
Je, Ji, aunque conforme à la regla general
establecida se deben escribir con G; sin embargo,
como excepción de ella, se escribirán con J los
nombres Jesus, Jerusalen, Jeremias; y también los
diminutivos, ò derivados de los nombres que
acaban en ja, jo como de paja, pajita: de viejo,
viejecito”. [46]

APÉNDICE C.
El Nombre Compuesto Jesucristo

La gramática es el arte de hablar y escribir


correctamente, siguiendo el buen uso de la gente
educada. Todas las obras de gramática del idioma
español, coinciden en afirmar que cuando el
nombre de Jesús va seguido por el título Cristo, la
forma correcta es escribir Jesucristo. Presentamos
algunos ejemplos:

Andrés Bello, en su Gramática de la Lengua


Castellana Destinada al Uso de los Americanos,
publicada originalmente en el año de 1847.

“149 (80). Hay palabras cuya estructura material en


ciertas circunstancias se altera abreviándose, y la
abreviación puede ser de dos maneras, que en
realidad importaría poco distinguir, si no las
mencionaran generalmente los gramáticos con
denominaciones diversas.
150. Si la abreviación consiste sólo en suprimir uno
o más sonidos finales, se llama apócope; si se
efectúa suprimiendo sonidos no finales, o
sustituyendo un sonido menos lleno a otro, como el
de la l al de la ll, o una vocal grave a la misma
vocal acentuada, la dicción en que esto sucede se
dice sincoparse.
(a). Sufren apócope los sustantivos siguientes:
151. 1.º El nombre propio Jesús, cuando le sigue
Cristo; bien que entonces los dos sustantivos
suelen escribirse como uno solo: Jesucristo”. [47]

Juan Vicente González Delgado, en su Compendio


de Gramática Castellana, publicada originalmente
en el año de 1841, dice:
“P. Qué sustantivos están sujetos al apócope? R.
Muí pocos, entre ellos, Jesúscuando le sigue
Cristo, i así se dice Jesucristo, i no Jesus-
cristo.” [48]

Cayetano J. Socarrás, en su Gramática de la


Lengua Española, 1967, dice:

“Además, como ejemplos de contracción podemos


citar Carlomagno por Cario Magno, Jesucristo por
Jesús Cristo…”. [49]

Rafael Uribe Uribe, Diccionario Abreviado de


Galicismos, Provincialismos y Correcciones de
Lenguaje, publicada en el año de 1887:
“Apócope: Supresión de sonidos al final de una
palabra: el gran capitán,Carlomagno, Jesucristo,
buen, mal, gran, san, primer, tercer”. [50]

Emiliano Isaza Gutiérrez, en su Gramática Práctica


de la Lengua Castellana, 1883.

“Sufren apócope los


sustantivos Jesús y Carlos cuando les
siguen Cristo yMagno, respectivamente, y entonces
se acostumbra escribirlos en una sola
palabra: Jesucristo, Carlomagno”. [51]
Hana Valikova, en Tendencias al Acortamiento del
Léxico Español Actual, 2007:

“Refiriéndonos a los sustantivos propios, en la


lengua castellana esta apocopado el
nombre ≪Jesucristo≫, cuya forma cortada es
Jesús o Cristo.
Además, aunque en el presente no es corriente,
vemos apocopados los nombres propios de
algunos personajes históricos. Esto sucede cuando
se les designa con dicho nombre seguido del
patronímico: en lugar de ≪Álvaro≫ Fáňez se utiliza
Alvar Fáňez, en vez de ≪Hernando≫ Cortés suele
ser Hernán Cortes o en lugar
de ≪Fernando≫ Gonzáles empleamos Fernán
Gonzáles”. [52]

APÉNDICE D.
Una Reflexión Onomástica Por Don Marco Fidel
Suárez

Marco Fidel Suárez (1855 – 1927), fue un escritor y


político colombiano que se desempeñó como
Presidente de la República entre los años 1918 –
1921. El Señor Suárez ocupa un alto puesto en el
firmamento literario de América, y fue un filólogo y
gramático que tuvo la eximia cualidad de la gracia
de estilo. Durante los últimos cinco años de su vida
escribió una serie en forma de diálogos que se
conoce con el nombre de Sueños de Luciano
Pulgar. Allí reveló una curiosidad por la
onomástica,[53] que nos ayuda a reflexionar sobre
esas variaciones en la presentación de los
nombres personales en el idioma español. Allí
también destacó que las formas Jesú y Jesús eran
igualmente válidas para su tiempo. Veamos:

“ [Justino], ¿no quieres que te llame Justiniano


aunque sólo sea para evitar la monotonía?... –
Llámame como quieras, reservándome yo también
el mismo derecho para decirte Donatelo en lugar
de Donato, sin que nos cobremos hechuras, ya que
tú me ennobleces con el renombre del gran
legislador imperial y yo te favorezco con el de un
pintor muy señalado. Los nombres propios andan
también por un carril de derivaciones seguras que
es lo que acontece con Marceliano, Marcelino,
Marcelo y Marco, transformaciones de un mismo
nombre”. [54]

“Camilo — Reservándome volver luego a este tema


del congreso protestante, permita don Luciano al
señor Linares disertar un poco sobre el nombre del
señor Villegas Echeverri, a fin de aclarar si se dice
Marcos o Marco.

Luciano — Puede el amigo Donato exponer lo que


haya encontrado por ahí en las márgenes del
diccionario de Terreros, donde acostumbro
almacenar por orden alfabético los resultados de
mis lecturas.

Donato — Varios nombres latinos de varón


acabados en s toman en castellano una forma
acabada en vocal, pero también pueden conservar
aquella s final. En este caso se halla el nombre que
consideramos y que posee la forma doble "Marco"
y "Marcos", al igual o al semejante de varios que se
leen en los autores. Esos nombres propios
terminados en vocal o en la consonante s son:
Alejos, Andreas, Carlos, Crisóstomos, Esdras,
Felices, Jaimes, Joanes, Frutos, Jesús, Longinos,
Lesmes, Lucas, Mames, Marcos, Mateos, Matías,
Pablos, Pilatos, Soles (Zoilo), Toribios. En los
romances hemos apartado: Aristianos, Cintos
(Jacinto), Mansos, Albertos, Vítores, Virgilios,
Reinaldos, Jobes por Job está en Montenegro; y en
Granada alternan Jesús y Jesú.

De manera que “Marco” posee ambas formas,


pudiendo usarse cualquiera de las dos, aunque la
más corta se usa más bien en combinación con
otro nombre, como Marco Aurelio, Marco Tulio; y la
más larga cuando va aislada, como Marcos
Gutiérrez, héroe del Romancero; Marcos de Fúcar,
arquimillonario en tiempos de los Felipes; Marcos
Jiménez, nombre de un sabio americanista
contemporáneo. Pero en ese caso puede también
usarse “Marco” y así Julio Medrano habla de un
sujeto llamado de aquel modo en una
peregrinación a compostella, y el segundo
evangelista se dice a veces san Marco en Morales
e Illescas, aunque ordinariamente se llama san
Marcos.

En resolución, el nombre cuando va solo


generalmente acaba en s, aunque también puede
recortarse, y así lo usa bien el amigo Villegas
Echeverri; y cuando entra en composición con otro
nombre, tiene apócope por regla general, aunque
en Groot figura un señor Marcos Antonio Rivera, de
Neiva.
Don Luciano dice por allí en sus apuntes que él ha
puesto cuidado a este negozuelo del nombre
“Marcos”, porque una de las impresiones más
hondas y antiguas en los alfileres de su corazón
fue el miedo con el que veía venir a “ño Marcos”,
etíope centenario de su tierra, adecuado como
ninguno al papel del ogro; aunque los ogros, no ya
de sus niñeces, sino de su vejez cansada, no han
sido de color oscuro, sino muy bermejos y
encendidos y mucho más activos y eficaces que el
ogro descendiente de semegambia”.

Nota al Pie: Comentemos de estos apellidos los


más importantes. Mateos por Mateo es
frecuentísimo y causó nuestro apellido Mateus, que
no se lee en libros españoles. Frutos está en
Flórez. Lesmes es lo mismo que Adelmo y lo trae
dicho historiador. Cintos equivale a Jacinto, forma
que aparece en la Monarquía Indiana. Soles es
deformación de Zoilo en varias historias. Longinos
y Pilatos aceptan buenamente la s o la recortan.
Moisén por Moisés es usado por Granada como
forma proveniente del acusativo, lo mismo que
Dióspolin, ciudad, y el Buscón que Quevedo se
decía don Pablos”. [55]

APÉNDICE E.
El Nombre Del Mesías En Los Diversos Idiomas
Del Mundo
Presentamos un listado, de las formas en las que el
nombre del Señor Jesús se escribe y se pronuncia
en los diversos idiomas del mundo. Aunque la
escritura y la pronunciación difieran, nunca difiere
la identidad de Aquel a quien señalan, es decir a
Dios manifestado en carne. (Para la elaboración de
esta tabla, se tomó como apoyo el traductor de
google http://translate.google.com)

Idioma Escritura Pronunciación


aproximada
en el idioma
español
Afrikáans Jesus Iesas
Albanés Jezu Iesu
Alemán Jesus Iesus
Árabe ‫يسوع‬ Isa
Armenio Jesus Yisas
Azerí Jesus
Bengalí যীশু Yisu
Bielorruso Ісус Isus
Bosnio Isus Isus
Búlgaro Исус Isus
Canarés ಯೇಸುಕ್ತಿಸ್ತ Yēsuk
Catalán Jesús Yesus
Cebuano Jesus
Checo Ježíš Yechis
Chino 耶稣 Iesú
Coreano 예수 Iesu
Criollo Jezi Yesi
haitiano
Croata Isus Isus
Danés Jesus Yechus
Eslovaco ježiš Iechis
Esloveno Jezus
Español Jesús Jesús
Esperanto Jesuo Yesuo
Estonio Jeesus
Euskera Jesús
Finlandes Jeesus Yesus
Francés Jesús Yesiu
Galés Iesu Iesú
Gallego Xesús Yechus
Georgiano იესო Ieso
Griego Ιησούς Isous
Gujarati ઈસુએ Isue
Hausa Yesu
Hebreo ‫ישוע‬ Yechúa
Hindi यीशु Yisu
Hmong Yexus
Holandés Jezus Yesus
Húngaro Jézus Yesuch
Igbo Jesus
Indonesio Isa
Inglés Jesus Yisas
Irlandés Jesus
Islandes Jesus Yesus
Italiano Gesù Yesu
Japonés イエス Iesu
Jabanés Yesus
Jemer ព្យេស៊ូវបាន Yesaouv
Lao ພຣະເຢຊູ Yesu
Latín Jesus Yisus
Letón Jēzus Yesus
Lituano Jėzus
Macedoni Исус Isus
o
Malayo jesus Yesus
Maltes jesus
Maorí Ihu Jejú
Maratí येशू Yesú
Mongol Есүс Yesüs
Nepalí येशूले Yesule
Noruego Jesus Iesus
Persa ‫عیسی‬
Polaco Jezus Yesus
Portugués Jesus Yesus
Punjabí ਯਿਸੂ ਨੇ Yisu
Rumano Isus Isus
Ruso Иисус Isus
Serbio Исус Isus
Somalí Ciise
Suajili Yesu Iesu
Sueco Jesus Iesus
Tagalo Hesus
Tailandés พระเยซู Yesu
Tamil இயேசு Iesu
Telego యేసు Yesu
Turco İsa Isa
Ucraniano Ісус Isus
Urdo ‫یسوع‬
Vietnamita Giêsu Jechu
Yidis ‫יָאשקע‬
Yoruba Jesu
Zulú uJesu
Referencias

[1] Anónimo. Le Pondrás Por Nombre


Jesús. Espacio Laical 3/2007.
http://espaciolaical.org/contens/11/0809.pdf
[2] David Flusser. Fuentes Judías en la Cristiandad
Temprana. Pág. 15. Adama Books, New York,
1987.
[3] Daniel Gleason. La Evolución del Nombre
Jesús. Yehoshua -> Ihsous -> Iesus -> Jesús
http://jesus8880.com/chapters/gematria/
yehoshua.htm
[4] Ibídem
[5] James Bartley, Ariel Lemos, Jose
Bruce. Comentario Bíblico Mundo Hispano. Mateo
– Tomo 14. Pág. 14. Editorial Mundo Hispano.
Ediciones 1993, 2002.
[6] José Francisco González Castro, Francisco
Javier Pérez, Alberto Bernabé Pajares.Griego I. 1o
bachillerato. Pág. 31. Gobierno de España -
Ministerio de Educación. © Secretaría General
Técnica. Centro de Publicaciones.
[7] Antonio Bergnes de las Casas. Nueva
Gramática Griega. Pág. 52. Imprenta de A.
Bergnes y Ca., Barcelona. 1883. La cita que se
tomó como base para elaborar la tabla presentada
en este artículo, dice textualmente: “Algunos de los
nombres irregulares, aunque pocos, pertenecen á
las declinaciones parasilábicas. Ejemplo:
nominativo Ìησοῦς, Jesu Cristo; vocativo Ìησοῦ;
genitivo y dativo Ìησοῦ; acusativo Ìησοῦν”.
[8] Real Academia Española. Diccionario.
Definición de Ablativo.
http://lema.rae.es/drae/?val=ablativo
[9] Antonio de la Cruz y Prado. Instituciones Latino-
Gramáticas. Pág. 73. Imprenta de Manuel Martín,
Madrid, España, 1763. La cita que se tomó como
base para elaborar la tabla presentada en este
artículo, dice textualmente: “El sacroſanto Nombre
de Jeſus, ſe declina aſsi: Nom. Ieʃus: Gen. Ieʃu:
Dat. Ieʃu: Ac. Ieʃum: Voc. Ieʃu: Ab. Ieʃu”. Para
información adicional, véase también la obra Elogio
de la Estupidez, escrito por Erasmo de Rotterdam,
que en su página 259 dice: “Téngase en cuenta
que las palabras originales van referidas al
antropónimo Iesus, en latín, que cuenta sólo con
tres terminaciones en su declinación: el
nominativo Iesus, el acusativo Iesum, y el resto de
los casos como Iesu”.
[10] Luis de Olod. Tratado Del Origen y Arte de
Escribir Bien. Pág. 70. GERONA: En la Imprenta de
Narciso Oliva, Librero, a la Plaza de Coles. A costa
de Francisco Basóls y Bastóns, Hermano del
Autor. Año de 1766.
[11] Angelo Altieri Megale. Gramática Latina. Págs.
13-14. Primera Edición en la Colección del Autor:
2007. © Bemérita Universidad Autónoma de
Puebla. Impreso y hecho en México.
[12] Elena Pingarrón. Breve Historia del Español o
Castellano.
http://etimologias.dechile.net/general/?historia
[13] Anónimo. Origen y Formación de la Lengua
Castellana o Española.
http://lit-lengua.blogspot.com/2008/02/historia-de-
la-lengua-castellana-y-del_01.html
[14] El Mio Cid es una obra del Siglo XII. La página
58 de la versión Cantar del Mío Cid. © 2012, Red
ediciones S.L. Barcelona 2012. LK
Linkgua www.likgua-digital.com, dice: “E el non
gelo gradeҫe si non a Iesu Christo”. Esta versión
proviene del único ejemplar del texto original que
se conserva en la Biblioteca Nacional en Madrid
[15] Gonzalo de Berceo. Vida de Santa Oria. ©
2012, Red ediciones S.L. Barcelona 2012. LK
Linkgua www.likgua-digital.com. La página 9 dice:
“E de don Ihesu Chisto que nos vino a salvar”. La
misma forma Ihesu Chisto aparece también en las
Páginas 13, 20 y 21.
[16] Ibídem. La página 135 dice: “Creo de Iesu Xpo
enna Encarnaҫion”.
[17] Anónimo. Cantar de Roncesvalles. Versión
digital de Wikisource en:
http://es.wikisource.org/wiki/
Cantar_de_Roncesvalles
Allí dice: “Bueno pora las armas, mejor pora ante
Ihesuchristo, consejador de pecadores”.
[18] Juan Ruíz el Arcipreste de Hita. Libro de Buen
Amor. Espasa-Calpe, S.A. © 1931. Versión digital.
Parte 1
en: http://www.gutenberg.org/files/16625/16625-h/i.
html#intro,
Parte 2
en: http://www.gutenberg.org/files/16625/16625-h/ii
.html#intro
[19] Ferrand Martínez. El Cavallero Zifar,
Volúmenes 1-2. Edición de Martín de Riquer.
Barcelona, Ariel, 1951 (Selecciones Bibliófilas). Por
ejemplo la pág. 11, dice: “En el tiempo del honrado
padre Bonifacio VIII, en la era de mil e trezientos
años, en el día de la nacencia de Nuestro Señor
Jesucristo, comencé el año jubileo…”. La pág.
Pág. 98, dice:“…dinero en que avíe la imagen de
Céssar. E era escripto encima su nombre. E el
Jesú católa, e díxoles…”
[20] Fernando de Rojas. Celestina. Tragicomedia
de Calisto y Melibea. Agora Nuevamente Corregida
y Emendada de Muchos Errores que Antes Tenia.
Versión publicada en el año 1601. Con Licencia en
Madrid por Andrés Sanches a costa de Miguel
Martinez. Por ejemplo la página 35, dice: “Ieſu, Ieſu,
Ieſu, y tu eres Parmeno hijo de la Claudina?”.
También existe una versión digital en español
moderno © RinconCastellano 1997 – 2011, que
presenta el nombre como Jesú. Vea por ejemplo la
página 26 que dice:“¡Jesú, Jesú, Jesú! ¿Y tú eres
Pármeno, hijo de la
Claudina?”http://www.espacioebook.com/edadmedi
a/rojas/Rojas_LaCelestina.pdf
[21] Miguel de Cervantes Saavedra. El Ingenioso
Hidalgo Dn. Quixote de la Mancha, Volumen 5.
SIGILLUM – VNIVERSITATIS - CALIFORNIENSIS
– EX LIBRIS, Madrid, año de 1804. Por ejemplo en
la página 355, dice: “porque así como le vió tan alto
y tan amarillo con la coleha y con las vendas que le
desfiguraban, dio una gran voz, diciendo, Jesús!
¿que es lo que veo?”.
[22] Para ver una versión digital de la Versión de la
Biblia del Oso – Versión de Casiodorode Reina,
siga este
enlace:https://bdigital.sib.uc.pt/poc/arq/Monografias
/LivroAntigo/UCBG-2-9-4-8/UCBG-2-9-4-8_item1/
P9.html
[23] W. E. Vine. Diccionario Expositivo de Palabras
del Antiguo y Nuevo Testamento de Vine. © 2007
por Grupo Nelson. Publicado en Nashville,
Tennessee, Estados Unidos de América. Grupo
Nelson Inc. es una subsidiaria que pertenece
completamente a Thomas Nelson Inc. Pág. ix.
Introducción.
[24] Cohen Gary Reckart. La Evidencia de Hablar
en Lenguas.
http://unicodios.blogspot.com/2009/12/la-evidencia-
de-hablar-en-lenguas.html
[25] Para información adicional, vea: Roger
Casco. ¿Existe un Manuscrito Antiguo Hebreo del
Nuevo Testamento?
http://visiondeprofetas.blogspot.com/2013/02/
existe-un-manuscrito-antiguo-hebreo-del.html
[26] David K. Bernard. En el Nombre de
Jesús. ©1992 Word Aflame Press, Hazelwood, Mo,
Estados Unidos. Págs. 38-39.
[27] William Barclay. Palabras Griegas del Nuevo
Testamento - Su Uso y Su Significado. © 1977,
Casa Bautista de Publicaciones, Estados Unidos
de América. Pág. 12.
[28] El Diccionario de la Real Academia Española,
define así la etimología popular: “Interpretación
espontánea que se da vulgarmente a una palabra
relacionándola con otra de distinto origen. La
relación así establecida puede originar cambios
semánticos, p. ej., en altozano, o provocar
deformaciones fonéticas, p. ej., en nigromancia”.
[29] James Strong. Nueva Concordancia Strong
Exhaustiva - Diccionario Strong de Palabras
Originales del Antiguo y Nuevo Testamento. ©
2002 Editorial Caribe, Inc. Una división de Thomas
Nelson, Inc. Nashville, TN—Miami, FL, EE.UU.
Edición editada y corregida en agosto de 2003.
[30] Para estas combinaciones imaginarias, véase
James Strong. Nueva Concordancia Exhaustiva.
Con: Bal de #H1077, significando: “Nada,
usualmente, no sea que, no, ninguno, nada,
tampoco”; Bal de #H1079, significando: “Ansiedad,
corazón, resolver”; Ón de #H176, significando:
“Deseo, de allí, sí, pero”; y On de #H202
significando: “Esfuerzo, capacidad, poder, riqueza,
vigoroso”.
[31] Strong. Concordancia Exhaustiva.
[32] A. Vives, C.M.F. Diccionario de Bolsillo Latino-
Español, Español-Latino. Editorial Coculsa, Madrid,
1954. Segunda Edición. En la Pág. 411 dice:
“ver, eris, n. primaveraprimo, novo vere, al
empezar la primavera: ver sacrum, -ofrenda de las
primicias ǁ juventud”. En la Pág. 380 dice: “2
sus, suis, m. f. cerdo, cerda ǁ jabalí, jabalina”. En
las Págs. 412-413 dice: “1 versus, a, um, pp.
de verro y verto. 2 versus, us, mf. vuelta del arado
ǁ surco, hilera ǁ renglón ǁ verso. 3 versus, adv.
Hacia; Romam versus, hacia Roma.
[33] Ibídem. En la página 380 se dice: "1 sus, adv.
v. susque", y “susque deque, de arriba abajo ǁ
más o menos susque deque ferre, habere, no
cuidarse poco ni mucho de algo;ese no ser de
importancia”.
[34] Real Academia Española. Diccionario
Panhispánico de Dudas. Definición de id est… Su
abreviatura es i. e.
http://lema.rae.es/dpd/?key=id+est
[35] Jason Dulle. ¿Es Jehová el Nombre de Dios?
http://unicodios.blogspot.com/2011/12/es-jehova-el-
nombre-de-dios.html
[36] Bernard. En el Nombre de Jesús. Pág. 40.
[37] Para ver como los promotores de ésta exótica
doctrina promueven sus ideas, puede ver los
siguientes materiales:
- Filemón Gerardo Pérez. “Bautismo en el Nombre
del Señor Jesús (No Jesucristo)” en:
http://www.paginasprodigy.com.mx/
franciscoartemio/bautismo.htm
- Filemón Gerardo Pérez. Video: “El Nombre Propio
de Dios no es Jesucristo”. Vea especialmente
desde el minuto 16:27 hasta 22:00 y luego desde el
46:50 hasta el 59:20.
https://www.youtube.com/watch?v=Q1pqaajjLDg
- Aníbal Vallejo. “Los Tres Bautismos Más
Conocidos en la Historia de la Iglesia”.
https://www.facebook.com/permalink.php?
story_fbid=571723629573732&id=2770946990366
28
[38] Bernard. En el Nombre de Jesús. Pág. 38.
[39] Efraín Valverde, Sr. ¿Confundidos con la "S"?
http://evalverdesr.wordpress.com/
2010/02/19/%C2%BFconfundidos-con-la-s/
[40] Emiliano Isaza Gutiérrez. Gramática Práctica
de la Lengua Castellana. Vigésima Séptima Edición
(Aumentada y Corregida). Pág. 1. Copyright, 1883,
by Thompson & Moreau, New York; A. & R. Roger
& F. Chernoviz Libraires-Editears, Paris.
[41] Julio César Clavijo Sierra. Un Dios Falso
Llamado Trinidad. Pág. 180. © 2007 Primera
Edición. www.pentecostalesdelnombre.com
[42] G. Jorge Medina. ¿Jesús, Jesucristo, o
Ambos?. Pág. 65.Revista Defensores De La Fe,
Número 8 • los Pentecostales de Royalwood.
[43] Antonio González Reguera. Colección de
Poesías en Dialecto Asturiano. Pág. 40. Imprenta
de D. Benito González y Compañía. 1839.
[44] Antonio de Nebrija. Gramática de La Lengua
Castellana. Págs. 27-31. © 2011, Red ediciones
S.L. Barcelona 2012. LK Linkgua www.likgua-
digital.com. La Gramática de la Lengua Castellana
de Antonio Nebrija fue publicada en 1492. Era la
primera gramática de una lengua romance.
[45] Diccionario Universal Francés-Español y
Español-Francés por una Sociedad de Profesores
de Ambas Lenguas, bajo la dirección de D. Ramón
Joaquín Dominguez. Pag. 908. Tomo II. D-L.
Madrid. Establecimiento Léxico-Tipográfico de R.
J. Dominguez. 1845.
[46] Luis de Olod. Tratado Del Origen y Arte de
Escribir Bien. Pág. 70
[47] Andrés Bello. Gramática de la Lengua
Castellana Destinada al Uso de los Americanos.
Pág. 54. © 2012, Red ediciones S.L. Esta obra fue
publicada originalmente en el año de 1847.
[48] Juan Vicente González Delgado. Compendio
de Gramática Castellana, Doceava Edición. Pág.
119. Publicado por N. Gómez, 1870. Esta obra fue
publicada originalmente en el año de 1841.
[49] Cayetano J. Socarrás. Gramática de la Lengua
Española. Pág. 67. Publicado por Editorial Teide,
1967.
[50] Rafael Uribe Uribe. Diccionario Abreviado de
Galicismos, Provincialismos y Correcciones de
Lenguaje. Pág. 49. Fondo Editorial Universidad
EAFIT, Medellín. 2006. Esta obra fue publicada
originalmente en el año de 1887.
[51] Emiliano Isaza Gutiérrez. Gramática Práctica
de la Lengua Castellana. Vigésima Séptima
Edición. Págs. 45-46.
[52] PhDr. Hana Valikova. Tendencias al
Acortamiento del Léxico Español Actual. Págs. 7-8.
© MASARYKOVA UNIVERZITA. Filozofická
fakulta. Ústav románských jazyků a literatur. 2007.
www.is.muni.cz/th/109857/ff_b/
BAKALARSKA_PRACE.pdf
[53] Rafael Torres Quintero. Don Marco Fidel
Suárez Ante el Problema de la Lengua. Págs. 10-
25. Thesaurus: boletín del Instituto Caro y Cuervo,
Tomo XI (1-3). Año de 1955.
http://www.bibliodigitalcaroycuervo.gov.co/242/1/
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[54] Marco Fidel Suárez. Sueños de Luciano
Pulgar. Tomo XI. Pág. 99 - El Sueño de la
Embajada. Biblioteca de Autores Colombianos.
Publicación del Ministerio de Educación Nacional
bajo la dirección de la Revista “Bolívar”. Imprimió
Editorial ABC - 1954.
[55] Ibídem. Tomo XI. Pág. 386-388 - El Sueño del
Inventario.

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