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El Vidente de PSKOV
El Vidente de PSKOV
EL VIDENTE
Por fin una mañana, la tormenta se alejó, unos débiles rayos de sol
comenzaron a filtrarse atreves de la pequeña ventanilla del sótano, luces y
sombras parecían jugar con los desnudos cuerpos de ambos jóvenes que
yacían en el suelo, amordazados y atados de pies y manos...Sergey que
acababa de cumplir 20 años, de contextura débil y enfermo de asma, comenzó
a sufrir espasmos haciendo su respiración cada vez más difícil, las torturas, el
frio y los muros llenos de moho causaron un efecto mortal sobre él.... cada
intento que hacía para respirar, provocaba que sus músculos del cuello se
tornaran cada vez más tensos y el pecho contraído por el esfuerzo marcaba
sus costillas por la falta de oxígeno...
Korney, era un hombre rudo, de pensamiento obtuso, que contaba con cierto
poder en San Petersburgo y tenía muy buenos contactos con la mafia, que
cada día se hacía más poderosa.
Korney acudió a Lobo para que le ayudar a encontrar a su hijo Sergey, que
había huido desde su casa ubicada en la zona de Kirovsky, un par de meses
atrás, junto con Yarik, al descubrirles por casualidad besándose en el
dormitorio semidesnudos. El ex KGB reaccionó como un loco lanzándoles
cualesquier objeto que encontraba a su paso y jurando matar a ese amigo
pervertido que tenía su hijo…... completamente fuera de sí, fue hasta otra
habitación para buscar un revolver y así cumplir con sus amenazas, pero
durante este descuido ambos jóvenes lograron huir, corriendo a toda prisa
hasta alcanzar un bosque cercano poniéndose a salvo mientras varios disparos
se escuchaban a lo lejos.
Con esta mentira Vlad ganaría tiempo y seguramente Korney poco a poco se
olvidaría de buscar a su hijo. Ahora solo faltaba deshacerse de Yarik pero no
sin antes sacar algún provecho extra de toda ésta situación.
Decidió venderlo a la mafia albanesa, allí tenía un amigo especialista en
comprar jóvenes para extraer los órganos y venderlos, otras veces vendía
jóvenes como esclavos sexuales. Sería un plan perfecto, porque si Korney
rehusaba pagar el resto del dinero a Lobo, debido al supuesto "escape" de
Sergey, Vlad obtendría con la venta de Yarik lo suficiente como para
compensar a Lobo, y así librarse de pagar con su vida.
- Hay que vestir a este maricón que me lo llevo de paseo - dijo Vlad con una
sonrisa, mientras observaba a Yarik que seguía inconsciente-
- Después terminen con el puto hijo de Korney...yo les esperaré en Pechory
dentro de un par de días.
Rápidamente los delincuentes vistieron a Yarik y le llevaron hasta al viejo
automóvil recostándolo en el asiento trasero, pero como aún estaba
inconsciente, no le ataron fuertemente las manos ni los pies.
Mientras Vlad conducía el viejo BMW por una abandonada carretera hacia
Pechory, Yarik tumbado en el asiento trasero, comenzó a recobrar el
conocimiento... lentamente abrió sus ojos y aunque todo era bastante oscuro
en el interior se dio cuenta que en el automóvil viajaba solo él y Vlad...a donde
le llevaría?- pensó Yarik- probablemente a un lugar abandonado para
asesinarle...un escalofrío recorrió todo su cuerpo, hizo un esfuerzo para soltar
sus ataduras, sin llamar la atención de Vlad...lo intentó una y otra vez hasta
que por fin pudo lograrlo... Una vez libre de ataduras, lo primero que pensó fue
en lanzarse sobre Vlad, pero era muy arriesgado y cambio de idea...mejor sería
quedarse tranquilo haciéndose el inconsciente esperando una mejor
oportunidad para poder escapar...mientras tanto Vlad conducía por aquella
oscura carretera moviendo la cabeza e intentando cantar de vez en cuando una
vieja canción rusa que sonaba en la radio..
La oportunidad llegó para el joven, cuando Vlad cometió el error de detenerse y
bajar del automóvil dejando el motor en marcha...lentamente levantó su
cabeza para mirar por la ventanilla y observó que Vlad estaba orinando, ahora
lo único que tenía que hacer era saltar al asiento delantero y ponerse al volante
para escapar. Por un momento tuvo dudas pero al final se atrevió...lo más
rápido que pudo saltó de un brinco al asiento delantero aceleró a fondo y huyó
a toda velocidad, Vlad nada pudo hacer...atónito no tuvo tiempo de
reaccionar... disparó unas cuantas veces pero de nada sirvió en la oscura
carretera.
Yarik conocía muy bien aquellos caminos con sus atajos y bosques, ya que
acostumbraba a ir por ahí todos los veranos para visitar a su tía Valeria que
vivía en Tartu
Mientras conducía, no podía dejar de pensar en Sergey, al mismo tiempo le era
imposible evitar en su mente una cantidad de imágenes que iban y venían
recordándole esos horribles momentos vividos en aquel sótano. Recordaba
cómo les mantuvieron atados y amordazados durante días, desnudos,
sometidos a reiteradas torturas, les sodomizaron con diferentes objetos para
después orinar sobre ellos, incluso en una ocasión Vlad les obligó a comer de
sus propias heces y vómitos....
Se sentó lo más cerca del fuego, con los ojos llenos de lágrimas, recordó a su
amado Sergey y en todo lo que habían pasado juntos...poco a poco el
cansancio fue apoderándose de sus fuerzas...necesitaba dormir...apagó la
fogata y entró en el automóvil, puso seguro en todas las puertas, como
temiendo que aparecieran sus secuestradores, se recostó en el asiento
trasero... sintiéndose algo más seguro y protegido por el espeso bosque, se
quedó dormido.
Al día siguiente, muy temprano, el canto de los pájaros le despertó, con
hambre pero con más ánimo, continuo su camino dirigiéndose hacia el norte
para ir hasta Tartu, una ciudad que está a unos 200 km. al sur de Tallin. Allí
vivía su Tía Valeria la cual le quería como a un hijo.
Antes de llegar a su destino, por seguridad decidió ir a pié los últimos
kilómetros abandonando el viejo automóvil en Ülenurme Parish, un pequeño
pueblo rural a 10km de Tartu.
En Tartu, Valeria Petrovna, era una señora viuda de unos 45 años, hermana de
la madre de Yarik, vivía con su criada y un viejo perro.
Las cosas en Estonia le habían ido bastante bien, su esposo había sido un
respetable banquero de Tartu, lo que le permitía llevar una vida bastante
cómoda y sin penurias, no tenía hijos y esto influyó para volcar todo su cariño
hacía su único sobrino, al que además le ayudaba económicamente.
Durante muchos años Yarik y su madre, Irina, viajaban a Tartu para pasar las
vacaciones en casa de Valeria, pero los últimos años ya no le visitaban debido
a que la salud de Irina estaba muy deteriorada y no tenía fuerzas para realizar
viajes, así que ninguna de las dos se volvieron a ver. Por otra parte la salud de
Valeria tampoco era muy buena, sufría de dolores en sus articulaciones y
espalda, por lo que viajar se convertía en un verdadero suplicio...esto tampoco
le permitió asistir al funeral de su hermana.
Irina se agravó muchísimo el último año de vida, Yarik tuvo que abandonar su
trabajo en el museo de arte y fotografía de San Petersburgo para regresar a
Pskov y cuidar de ella hasta su muerte ocurrida unos seis meses atrás.
Irina y Valeria, provenían de una familia de la clase obrera, el padre fue un
minero que falleció cuando Irina tenía 15 años y Valeria 17. Duros años les
tocó vivir tras la muerte de su padre pero Valeria se casó un par de años más
tarde, mudándose inmediatamente a Estonia con su esposo, Nikolai un
banquero originario de Tartu.
Olga, la madre de Irina, decidió enviarla a Tartu donde su otra hija, Valeria,
para que allí diera a luz alejada de todos los curiosos, una vez que el bebé
naciera lo entregaría en adopción, así Irina podría volver a Pskov y continuar
con sus estudios.
En Tartu, Valeria y Nikolai, cooperaban con un prestigioso centro de
adopciones, especialistas en "ofrecer" niños de Europa del Este.
Faltando pocos días para que Irina diese a luz, Valeria y Nikolai se acercaron a
la joven madre para comunicarle que el centro de adopciones ya tenía una
muy buena familia que vivía en Suecia y que les aseguraban cuidado y cariño
para el bebé
Eran casi las tres de la madrugada, cuando los gritos de parto alertaron a las
enfermeras, que acudieron de prisa mientras Valeria que se encontraba junto a
Irina, le animaba intentando que su hermana respirara tranquila y
profundamente...después de muchos esfuerzos y pujar algunas veces Irina
daba a luz a un niño sano y hermoso, pero tal cual como su hermana le
advirtió, apenas alcanzo a darle un beso en la frente y acariciarlo, una
enfermera tomo al niño para llevarlo hasta otra sala... Irina rompió a llorar
desconsoladamente...Valeria le acariciaba como una madre.
Irina nunca más volvió a saber de su hijo y nunca sospecho que esta decisión
regresaría a atormentarla antes de morir.
La joven pareja se mudó a casa de Irina, allí su madre les tuvo que acoger no
muy contenta. Gregoriy intentaba trabajar en lo que saliera e incluso participó
más de alguna vez en algún robo de poca monta, aunque Irina ignoraba esto
último, se dejó embarazar y un año más tarde nacía Yarik.
Cuando el niño cumplía casi un año de edad, Gregoriy abandonó a su familia,
desapareciendo sin dejar ni siquiera una nota, solo había cogido su ropa
largándose sin más.
Irina sufrió mucho, pero ante los demás trataba de ocultarlo, lloraba por las
noches en silencio lamentándose de su mala suerte en el amor y de no haberle
hecho caso a su madre...pero al final el tiempo poco a poco fue venciendo su
amargura y con la ayuda de Olga se dedicó a su hijo con todo su
amor, intentando suplir lo mejor que pudo la falta del padre a Yarik, criándole
con mucho amor alegría. Lamentablemente cuando Yarik tenía unos dos años
falleció su abuela Olga, esto les afectó mucho, haciendo que madre e hijo
crearan lazos afectivos muchos más fuertes.
- Señora, es Yarik! -
- Yarik!! Tu? Que sorpresa! pero que te ha ocurrido? No sabía que vendrías... -
le saludó su tía sorprendida -
-Hola tía, no te preocupes he tenido un pequeño accidente cuando venía a
visitarte...-
- un accidente? Donde ¿cómo? Estas herido?
- no tía no es nada grave -
-Ven, ven aquí hijo, siéntate- voy a darte un vaso de vodka mientras Galia
calienta un poco de café -
- Vamos a ver, cuéntame que te pasó -
- Tía, ahora no soy capaz...necesito descansar, estoy muy débil, pero te
prometo que mañana te contaré lo sucedido y responderé a todas tus
preguntas-
-Como quieras hijo - replicó su tía, -voy a decirle a Galia que prepare tu
habitación y te lleve algo de comer así descansas. Ya sabes que en tu cuarto
hay ropa limpia y no te preocupes ya hablaremos mañana - dijo Valeria
mientras acariciaba el cabello de su sobrino.
Yarik abrazó por un largo instante a su tía, los ojos del joven volvieron a
humedecerse, le besó y subió hasta su cuarto para quitarse la ropa, darse un
baño y descansar.
Una vez tumbado en la cama, por fin se sentía a salvo de todo el horror que
había sufrido, suspiro profundamente pero el recuerdo de Pskov no podía
desaparecer de su mente, volvió a llorar como un niño, últimamente la vida le
parecía cruel...le habían arrebatado a su único amor verdadero, le habían
torturado y vejado solo por el hecho de ser homosexual...por momentos se
sentía tan angustiado que rondaba en su cabeza la idea del suicidio, pero
después se retractaba preguntándose porque a pesar de todo había
sobrevivido? Faltaba algo por hacer en su vida?
Recordó aquel día cuando tenía aproximadamente unos doce años, caer de un
árbol y permanecer inconsciente un par de horas, con el tiempo una extraña
capacidad mental se fue desarrollando en su mente. Podía tomar objetos,
concentrarse en ellos durante algunos minutos y así visualizar imágenes de los
actos relacionados por personas que habían estado en contacto con esos
objetos...cualquier objeto podía servir para ejecutar esta capacidad
extrasensorial conocida como "psicoscopía".
Para él, los objetos eran como una grabadora de imágenes y éstas se
guardaban en algún lugar del universo convirtiendo el objeto en una especie de
puente que le permitía ver estas imágenes....Yarik trataba de evitar realizar
esta facultad extrasensorial, porque para él tenía algunas desagradables
consecuencias...siempre cuando terminaba con las visiones sufría fuertes
dolores de cabeza e incluso algunas veces hasta vómitos, a pesar de esto una
que otra vez usó esta capacidad para divertir a su familia.
Ahora tenía entre sus manos el mechero con forma de bala que encontró en el
viejo BMW, lo observó cuidadosamente, por un lado había una extraña cruz
negra que terminaba con un circulo sin cerrar en la base, al otro lado del
mechero se podían distinguir las iniciales: ГВ.
Por un momento tuvo dudas pero la curiosidad fue mayor...cerró los ojos y se
concentró...al cabo de un instante comenzaron a desfilar imágenes por su
mente, imágenes de asesinatos, dinero y sexo, pero había una imagen que se
repetía muchas veces y que llamó su atención, era el rostro de un hombre... no
era Vlad, era un hombre de unos 50 años, con una cicatriz desde el ojo
derecho hasta el labio superior, de mirada maléfica y fría, que además de
asesinar a hombres y mujeres, violaba a jóvenes de ambos sexos....Siguió
visualizando hasta que de pronto comenzó a ver como torturaban a
Sergey...soltó el mechero de una vez dejándolo caer al suelo...no quiso
continuar...Su corazón latía muy de prisa, intentó calmarse llevando a su mente
recuerdos de tiempos felices...
Con un fuerte dolor de cabeza, procuró relajarse, hasta que sin darse cuenta y
de un momento a otro, se quedó dormido al calor de la ropa de cama.