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LOS VALORES INDIVIDUALES Y DE LAS

ORGANIZACIONES
Su aplicación e influencia en las organizaciones

Los valores son guías que nos ayudan a ser mejores personas, a llevarnos bien
con los demás y con el mundo que nos rodea. De esta manera, los valores
humanos son aquellos bienes universales, que pertenecen a todos nosotros, y que
además pertenecen a nuestra naturaleza como personas y que en cierto sentido,
nos humanizan porque mejoran nuestra condición y perfeccionan nuestra
naturaleza humana. Nos ayudan a crecer. Mediante ellos reflejamos lo que como
sociedad y como personas consideramos valioso y digno. (Imagen 1)

¿Cómo aprendemos los valores?

Cada uno de nosotros capta el valor de algo cuando al estar en contacto directo
con el, tiene un efecto sobre nuestras emociones y nuestro intelecto. Esta manera
de ir captando las cualidades de lo valioso, es la principal razón por la que los
valores no pueden aprenderse por imposición, descripción o por la repetición de
meros conceptos, sino cuando lo vivimos y los ponemos en practica,
reflexionamos sobre ellos y realmente nos convencemos de su importancia.

La noción del valor se empieza a desarrollar durante la infancia, cuando


comenzamos a entender el significado del bienestar, se puede valorar algo en la
medida que evita el castigo o regaño, o únicamente por que obtiene algo a
cambio.

En la adolescencia, va sucediendo de otra manera. Gracias a ese aprendizaje y al


desarrollo de nuestra inteligencia, vamos adquiriendo nuevos elementos para
reflexionar y volver a valorar lo que nos rodea. Ocupamos gran parte de nuestras
habilidades para comprender conceptos muy abstractos como libertad, justicia,
lealtad, amor, honestidad, patria o generosidad.

Al final de la adolescencia, gracias al proceso de autonomía, identidad e


individuación, cada uno establecerá su propia escala de valores, que regirá su
conducta en lo futuro.
La manera en que los miembros de una familia y sociedad adquirimos los valores
esta relacionada de manera estrecha con el aprendizaje social, con el desarrollo
del conocimiento y la forma de obtenerlo, con el desarrollo del pensamiento y el
grado de autonomía moral que se va adquiriendo. También es posible aprender
que algo es valioso cuando observamos que alguien mas vive en valores y su
ejemplo nos incita a querer adquirirlos para nosotros. (Imagen 2)

Características

 Durabilidad: los valores se reflejan en el curso de la vida.

 Integridad: cada valor es una abstracción integra en si mismo, no es


divisible.

 Flexibilidad: los valores cambian con las necesidades y experiencias de las


personas.

 Satisfacción: los valores generan satisfacción en las personas que los


practican.

 Polaridad: todo valor se presenta en sentido positivo y negativo; todo valor


conlleva un contravalor.

 Jerarquía: hay valores que son considerados superiores, las jerarquías de


valores no son rígidas ni predeterminadas; se van construyendo
progresivamente a lo largo de la vida de cada persona.

 Trascendencia: los valores trascienden el plano concreto; dan sentido y


significado a la vida humana y a la sociedad.

 Dinamismo: los valores se transforman con las épocas.

 Aplicabilidad: los valores se aplican en las diversas situaciones de la vida;


entrañan acciones prácticas que reflejan los principios valorativos de la
persona.

 Complejidad: los valores obedecen a causas diversas, requieren


complicados juicios y decisiones.
Concepto de Valores Individuales

Podemos distinguir la diferencia de un individuo a otro en los rasgos que no son


comunes. Estos pueden ser determinados por varios factores tales como: la
familia, el medio ambiente, oportunidad de educación y las circunstancias en
donde el individuo se desarrolló. También existen otros tipos de individuos, que el
único apoyo en su crecimiento lo obtuvieron de la madre naturaleza, la cual les
enseñó a simplemente sobrevivir.
El valor de la vida radica precisamente de la manera cómo la vivimos, las buenas
obras que realizamos, de los buenos pensamientos positivos que ponemos en
marchar y los buenos deseos que ponemos en práctica....nosotros no podemos
competir a cuántos años vamos a llegar, sino en la calidad de vida que durante
ese tiempo vivimos; haciendo huellas con pasos firmes.
El hombre tiene su propio valor social, el cual es clasificado de acuerdo a su
mismo comportamiento como individuo, porque sin darse cuenta cada día va
dejando sus propios residuos de su esencia y la misma poco a poco hará un
encasillado de la diferencia de los demás.
El individuo debe ser " original ", como persona ante la sociedad, en sus ideas, en
sus hechos. Sus conocimientos deben de ser puestos en práctica y a la vez que
éstos sean esparcidos en todo su alrededor, recibirá la satisfacción que te hará
sentir parte importante e interesante en este mar de la humanidad.
La vida no se mide por cuantas veces respiramos, sino por cuantas veces
suspiramos por algo bueno.

Los valores individuales el honor, la amistad, la autoestima,


el respeto y responsabilidad.

Se suele entender el honor como un conjunto de obligaciones, que si no se


cumplen hacen perderlo: es lo conocido como Código de Honor o sistema de
honor; una serie de reglas o principios que gobiernan una comunidad basadas en
ideales que definen lo que constituye un comportamiento honorable frente a esa
comunidad. La violación de un Código de Honor puede ser objeto de sanciones, o
incluso de expulsión de la comunidad o la institución afectada (principalmente en
las militares y educativas).(Imagen 3)
La amistad (del latín amicus; amigo, que deriva de amore, amar) es una relación
afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones
interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida.

La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de


importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran
inquietudes comunes. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de
relacionarse y otras que tardan años en hacerlo. La verdadera amistad dura toda
la vida. (Imagen 4)

En Psicología, la autoestima, también denominada sinamatogria del latin simato


amor propio o auto apreciación, es la percepción emocional profunda que las
personas tienen de sí mismas. Puede expresarse como el amor hacia uno mismo.

El término suele confundirse con el narcisismo o el coloquial ego (egocentrismo),


que referencia en realidad una actitud ostensible que demuestra un individuo
acerca de sí mismo ante los demás, y no la verdadera actitud u opinión emocional
que este tiene de sí. Es un aspecto básico de la inteligencia emocional.

La percepción emocional puede fácilmente llegar a sobrepasar en sus causas a la


racionalización y la lógica del individuo. Por ello, tener una buena autoestima
implica ser conscientes de las virtudes y defectos propios. La autoestima es el
requisito indispensable para las relaciones interpersonales y humanas sanas.
(Imagen 5)

Respeto o reconocimiento es la consideración de que alguien o incluso algo tiene


un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad: respeto mutuo,
reconocimiento mutuo. El término se refiere a cuestiones morales y éticas, es
utilizado en filosofía política y otras ciencias sociales como la antropología, la
sociología y la psicología.

El respeto en las relaciones interpersonales comienza en el individuo, en el


reconocimiento del mismo como entidad única que necesita que se comprenda al
otro. Consiste en saber valorar los intereses y necesidades de otro individuo en
una reunión. (Imagen 6)

La responsabilidad proviene del latín responsum, que es una forma de ser


considerado sujeto de una deuda u obligación (ejemplo: "Los conductores de
vehículos automotores son responsables por los daños causados por sus
máquinas").

Responsable es aquel que conscientemente es la causa directa o indirecta de un


hecho y que, por lo tanto, es imputable por las consecuencias de ese hecho (es
decir, una humanos libres). (Imagen 7)
En la tradición kantiana, la responsabilidad es la virtud individual de concebir libre
y conscientemente las máximas universalízales de nuestra conducta.

Conceptos de Valores Organizacionales

 Andrade (1995) : "aquéllas concepciones compartidas de lo que es


importante y, por lo tanto, deseable, que al ser aceptadas por los
miembros de una organización, influyen en su comportamiento y
orientan sus decisiones".

 Ravlin y Meglino, citado por Judge y Bretz (1992): "los valores están
organizados jerárquicamente en la memoria y la gente tenderá a
responder, dentro del contexto de sus deberes, para aplicar sus valores
dominantes ante las situaciones inciertas".

 Locke (1983, 1986, 1990, 1991): Los valores sirven como conectores
instrumentales entre las necesidades humanas y los objetivos
específicos que impulsan a la elección y a la acción.

 Deal y Kennedy (1986): los valores "son las creencias y conceptos


básicos de una organización y como tales, forman la médula de la
cultura corporativa".

 Gibson, Ivancevich y Donnelly (1982): se aplican a la administración "en


el contexto del rol o papel que juegan los valores en el proceso de toma
de decisiones, se sabe que son guías que las personas usan cuando se
enfrentan a situaciones de elección. Se reflejan en el comportamiento de
quienes las toman, incluso previo a la toma de decisiones, durante la
elección de alternativas y en la puesta en marcha de la alternativa
escogida".
Características de los Valores Organizacionales

En este sentido, una característica importante de los valores organizacionales es


la dinamicidad que se manifiesta en sus elementos. Los elementos comunes en
todos los valores, según el autor Andrade (1995), son los siguientes:

a.- Importancia. A lo que es importante para nosotros le damos valor.

b.- Preferencia. Lo que más preferimos, le damos más valor.

c.- Situación. Son las situaciones las que dan existencia a los valores.

d.- Jerarquía. En un sistema de valores existe una jerarquía.

e.- Aplicación conductual. Los valores encuentran manifestación y expresión en


los comportamientos.

Sistema de Valores de la Empresa

Un sistema de valores, es por tanto, un conjunto de valores que han sido


ordenados y jerarquizados para servir de guías o criterios a los individuos y a los
grupos de personas que conforman una sociedad, o que pueblan una región
geográfica, que hablan el mismo idioma, o que ejercen la misma ocupación, para
analizar y juzgar los comportamientos propios y el de los demás miembros, los
cuales deben ser sancionados (conductas con valores negativos) o reforzados
(conductas con valores positivos).

Los sistemas de valores existentes en las organizaciones juegan un papel


importante en el empleo de técnicas y métodos administrativos, como ya lo ha
analizado con anterioridad Jaeger (1986) quien describió los problemas de la
compatibilidad existentes en la aplicación de algunas técnicas administrativas y los
sistemas de valores organizacionales, quien avanza los supuestos de que una
gran cantidad de estas técnicas administrativas han sido desarrolladas por
investigadores y practicantes consultores estadounidenses en organizaciones que
también son estadounidenses y por tanto, con sistema de valores
estadounidenses.

Ha sido hasta ahora, muy difícil reconocer los valores culturales que han sido la
base de las técnicas administrativas y organizacionales. En otras palabras, Jaeger
(1986) se preocupa por la congruencia que debe existir entre la tecnología
administrativa, principalmente la relacionada con el desarrollo organizacional, y los
sistemas de valores locales en los que se encuentran inmersas las organizaciones
en las que se aplican. Las técnicas, métodos y sistemas administrativos han
emergido en contextos culturales específicos, y por lo tanto, no están libres de su
influencia, como por ejemplo, el "desarrollo organizacional" surgido en Estados
Unidos, "el análisis institucional" en Francia, la "democracia industrial" en el Norte
de Europa, y los "círculos de control de calidad" en Japón. En Latinoamérica,
argumenta Laurent (1993), se favoreció los acercamientos que trataron de
favorecer el aspectos social de las personas, no las técnicas instrumentales que
reducen el ejercicio del poder, como el desarrollo organizacional.

 Profesionalidad: Respuesta eficaz en la gestión que facilite un servicio de


excelencia con conciencia económica, amor al trabajo y la convicción de
brindar lo mejor de sí con alto sentido del deber social adquirido.

 Sentido de pertenencia a la organización: Demostración de orgullo por


los éxitos de la organización a la que pertenece y mostrar preocupación
sincera ante las dificultades del colectivo. Tener voluntad para participar en
los asuntos colectivos.

 Responsabilidad ante el trabajo: Respuesta positiva ante la obligación


contraída, actitud que se asume ante los resultados de la labor que se
realiza y por lo que tiene que responder ante los demás

 Amor al trabajo: Demostrar constancia en la labor que realiza, ser


esmerado, aplicado, exhibir interés y disposición así como satisfacción por
la tarea que realiza.

 Cooperación entre los miembros: Comportamiento tendiente al logro del


bienestar colectivo, con mentalidad de grupo que facilite la superación de
las debilidades y potencie las fortalezas, en aras de los objetivos de la
organización.

 Solidaridad humana: Identificarse con nuestros clientes. Ser generoso;


mantener camaradería sincera ante un problema o situación. Poseer
sentimientos internacionalistas. Demostrar igual tratamiento a los clientes
extranjeros como nacionales.

 Amor a la Patria: Demostrar lealtad a los principios de la Revolución


Cubana de defensa a la autodeterminación, protección a la identidad
nacional del pueblo y mostrar una imagen que refleje la riqueza histórica
del país.

 Honradez: Demostrar honor y dignidad, integridad en la actuación. Ser lea,


incorruptible e imparcial. Rechazar el robo, el fraude u otras formas de
corrupción.

Cuando los valores están alineados con el desempeño (Imagen 8), las personas
que laboran en una compañía presentan actitudes como:

• Moral alta

• Confianza

• Colaboración

• Productividad 

• Éxito

Binomio entre la empresa y su personal

El paro y los trabajadores a tiempo parcial, un binomio perfecto

¿se puede trabajar y cobrar el paro al mismo tiempo? sí, pero sólo en
determinadas condiciones. la respuesta puede sorprender a más de uno, pero lo
cierto es que la legislación española permite cobrar la prestación o el subsidio por
desempleo y trabajar a tiempo parcial de forma simultánea podrán beneficiarse de
esta opción los ciudadanos que, cobrando el paro, empiecen a trabajar a tiempo
parcial o quienes, contando con dos trabajos a tiempo parcial pierdan uno de ellos
también podrían beneficiarse aquellas personas que pasen de un contrato a
tiempo completo a otro parcial, aunque en este caso también deben darse otra
serie de circunstancias adicionales, según explica el servicio público de empleo
estatal (spee) en su apartado de preguntas frecuentes.

Las personas que opten por trabajar a tiempo parcial y cobrar el paro deben tener
en cuenta que la cuantía de prestación disminuirá en proporción al tiempo
trabajado. Es decir, el antiguo inem sólo pagaría por el porcentaje de la jornada
que no se trabaje hasta la jornada completa, entendida esta como la que marque
el convenio a aplicar. Así, por ejemplo, una persona que trabaje 10 horas
semanales en un convenio de 40 horas estaría trabajando el 25% de la jornada
que marca ese convenio y por lo que la prestación se reduciría en ese mismo
porcentaje. Si la cuantía del paro fuese de 1.000 al mes, pasaría a cobrar 750
euros del inem más lo que ganase por las 10 horas trabajadas. y es que la ‘nueva’
prestación se sigue cobrando en base al anterior trabajo y no al de tiempo parcial.

Eso sí, el tiempo de la prestación no se alarga proporcionalmente a la cantidad


que se deja de percibir. Es decir, los días de paro computan como si se cobrase
todo el paro. De esta forma, por estar trabajando a tiempo parcial y percibir sólo el
25% de la prestación no aumenta el ‘tiempo de paro’. (Imagen 9)

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