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Critica a la cultura heteronormativa y patriarcal, las mujeres han sido renegadas a funciones de

esposa y madre. Esta en crisis ese modelo hegemonico del padre proveedor. El amor romántico no
consiste en la fantasia del príncipe azul, creencia de que los hombres no aman.

El amor es la conquista de las libertades individuales. El autor habla de que las libertades tienen
condiciones. El amor es la verdadera pulsión de muerte porque atenta contra la autoconservacion.
Como ha sido superada la etapa de castración, la herida narcisista, en las relaciones se ven estos
aspectos.

El autor menciona la incertidumbre, cambio en la manera en la que hombres y mujeres piensan el


amor, cambia también de acuerdo a las costumbres y creencias del contexto. El sistema de valores
ha cambiado, hombres que cumplen promesas. Hoy en dia la falta de compromiso es recurrente,
los hombres prefieren relaciones debiles. Esto genera sensaciones de angustia y culpa por parte de
las mujeres, uno de las quejas es que no hay garantías en el amor.

Hay inseguridad en los vínculos afectivos, responsabilidad afectiva- imperativo superyoico

Freud consideraba que la maternidad era una forma en la que la mujer podía constituir su
feminidad. Actualmente esto no es vigente. Actualmente si alguien quiere ser padre no necesita
precisamente una pareja.

El amor romántico se marca del amor neurótico. Diferencias entre las concepciones del amor
romántico entre hombres y mujeres: el de hombres es posesivo, una propiedad, narcisista, el de la
mujer esta mas marcado en cuanto a la fantasia de la dependencia emocional.
Instrumentalización del otro. Interés narcisista, a través de los vínculos visuales solo quieren tener
ese signo de interese de la mujer, ser objeto de deseo.

El varon para compensar la pasibilidad que tuvo frente al padre, tiene que demostrarla frente a las
demás personas.

El hombre pide un amor exclusivo solo para él. Actitud infantil que se ve en el primer amor de los
adolescentes. Si este conflicto no se resuelve en la adolescencia, se ve en el futuro en los hombres
celosos.
No siempre el amor y el deseo están en la misma persona.

Miedo a la decepción. El deseo del adolescente se ve en la mirada del otro, mantener a la


expectativa al otro.
El delirio de la traición es cuando la primer mujer rompe con el hombre, cuando no quiere estar
con el. El hombre vuelve al primer abandono cuando la mama lo abandono. Cuando el hombre
tiene actos de hablar mal de la ex pareja, eliminar fotos, es un acto de autoerotismo, para sentirse
bien consigo mismo, es lo equivalente al niño que quería el pecho solo para él y nadie mas.

Hablar de histeria masculina no es lo mismo que hablar de histeria femenina.


La masculinidad no prepara al hombre cuando se enamora. El varon es un ser de deseo hasta que
se enamora.

El enamoramiento presenta dos desafíos: una idealización por parte de la mujer y esto ocasiona
un debilitamiento del yo. Por otro lado esta el deseo posesivo, se presenta una angustia de
castración, de no querer perder al otro que se ama.
Esto representa una regresión infantil. La mujer que genera esa impotencia se convierte en la
madre que abandona. El hombre se tiene que infantilizar y resolver este conflicto.

Un hombre ama porque el amor es un medio para liberar libido yoica. Cuando no hay un buen
desplazamiento de esa libido, se generan ciertos síntomas. Se ama para no enfermar. En las
mujeres no pasa esto.

La impotencia demuestra un conflicto del hombre con la virilidad porque son fuerzas contrarias
pero presentes en un ser. La fantasía como mecanismo de defensa (Klein) esta fantasía es
determinante para que un hombre sea potente.

Nota del profesor: desde el psicoanálisis no se habla de las parafilias.

Es una fantasia neurótica.


Don juan cumple una función defensiva (fantasia). Es una idealización hacia el hombre y se ve en la
mujer, y también va arraigado al tipo de hombre que se construye en la sociedad.

No es un histérico porque no existe. Es un hombre perfecto, que no paso por la castración y no


tiene deseos.
Genero un conflicto, malestar. Un ser humano que sea cultural es neurótico, entramos a ese
estado de neurosis por la manera de tener que reprimir lo que se siente, y esto reprime los
instintos y convierte al hombre como algo pusilánime. En el hombre hay que tener en cuenta este
malestar, desde la estructura perversa a la que se inclina.

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