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Imperio Español

El Imperio Español fue una potencia mundial indiscutible.

¿Qué fue el Imperio Español?


Se conoció como el Imperio Español o la Monarquía universal española al conjunto de los territorios
europeos, americanos, asiáticos, africanos y en Oceanía que se hallaron bajo control de la corona española y
sus respectivas dinastías entre los siglos XVI y XIX.

Con esta etapa imperial de España coincidió su período de mayor esplendor en lo militar, en las artes y en el
dominio del comercio transoceánico. Es decir que se convirtió en una potencia mundial indiscutible.

Sin embargo, la naturaleza misma del Imperio español lo sentenciaba a constantes fluctuaciones económicas y
militares. Finalmente, cayó en una crisis prolongada que terminó por desmembrarlo durante el siglo XIX.

Origen del Imperio Español

El Imperio Español financió los viajes de exploración de Cristóbal Colón.

El Imperio Español nació en el siglo XV, cuando la reina Isabel I de Castilla y el rey Fernando II de Aragón
contrajeron nupcias.

Este matrimonio unificó sus territorios y se hizo conocer como los Reyes Católicos, dada su lealtad a la
Iglesia y su propósito expansionista evangelizador.

El nuevo reino unificado logró expulsar los remanentes islámicos que permanecían en Granada en 1492,
poniendo así fin a la Reconquista.

En medio de estas victorias se otorgó al navegante genovés Cristóbal Colón los recursos para explorar una
ruta comercial hacia Oriente. En este viaje “descubrió”accidentalmente el continente americano. Desde ese
momento se inicio su conquista y colonización.

La avanzada española sobre tierras americanas disparó a su vez la expansión del Imperio. Así, se extendió por
África, Asia y Oceanía, especialmente luego de la conquista de las Islas Canarias de manos de sus pobladores
guanches.

Dinastías que gobernaron el Imperio Español

El primer monarca de los Borbones fue Felipe V.

El Imperio Español tuvo tres dinastías monárquicas, que fueron:

 Los Trastámara. La dinastía reinante cuando surgió el Imperio español, de origen castellano, reinaron
hasta la muerte de Juana I “la loca” en 1555. Los Reyes Católicos Isabel y Fernando de Trastámara
fueron los iniciadores del Imperio.
 Los Habsburgo. También conocidos como los Austrias, reinaron en España luego de 1555, hasta la
muerte de Carlos II en 1700. Este período presenció el auge y luego la decadencia de España.
 Los Borbones. Reyes de España desde 1700 hasta la actualidad. Su primer monarca fue Felipe V, quien
ascendió al trono tras vencer en la Guerra de Sucesión Española (1700-1713). El último (dentro del
período imperial) fue Fernando VII, derrocado por las fuerzas napoleónicas que invadieron España en el
siglo XIX.

Territorios conquistados por el Imperio Español

En su apogeo, hacia finales del siglo XVIII, el territorio del Imperio Español alcanzaba los 20 millones de
kilómetros cuadrados, considerándose así la quinta mayor monarquía por extensión en toda la historia. Estos
territorios fueron:

 En América:
o Virreinato de Nueva España (1535-1821). Que comprendía los territorios del actual México y
parte de Estados Unidos: California, Nuevo México, Arizona, Texas, Nevada, Florida, Utah,
Luisiana, y parte de Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma). También Alaska y el territorio
del Yukón, así como las Antillas (Cuba, República Dominicana, Haití, Puerto Rico) y los
territorios actuales de Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Belice, Honduras y Costa Rica.
o El Virreinato del Perú (1542-1824). Que abarcaba los actuales territorios de Perú, Colombia,
Argentina, Ecuador, Panamá, Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Las Galápagos, parte de Brasil
y de Venezuela. Sin embargo, su territorio se vio disminuido a partir del siglo XVIII con el
surgimiento de dos nuevos virreinatos suramericanos.
o El Virreinato de Nueva Granada (1739-1819). Controlaba los territorios de los actuales
Panamá, Colombia, Ecuador, Venezuela, Islas Galápagos y el norte de Brasil y oeste de Guyana.
Incluía Trinidad y Tobago.
o El Virreinato del Río de la Plata (1776-1811). Controlaba los territorios actuales de Argentina,
Uruguay, Bolivia, Paraguay y parte de Brasil. Incluía las Islas Malvinas.
o Territorios insulares en el mar Caribe. Como Antigua y Barbuda, Bahamas, Montserrat, San
Martin, Anguila, Bonaire, Granada, San Cristóbal y Nieves, Curazao, Aruba, Jamaica, islas
Vírgenes, Martinica, Guadalupe, Barbados, Bermudas, San Bartolomé, islas Turcas y Caicos,
Santa Lucía, islas Caimán y el archipiélago de San Andrés y Providencia.
 Asia:
o La Capitanía General de las Filipinas (1565-1898). Abarcaba las Filipinas y distintos
territorios de las “Indias Orientales”: Brunéi, Papúa Occidental, el norte de Taiwán, partes de
Indonesia: Ternate y Tidore; Macao (China), Nagasaki (Japón), Malaca (Malasia), partes de la
India: Goa, Angediva, Damá y Diu; Timor Oriental y Ceilán.

 Golfo Pérsico. Los territorios de Mascate (Omán) y Qeshm (Irán).

 Archipiélagos atlánticos. Las actuales islas de Azores y Tristán da Cunha.

Economía extractivista

Las embarcaciones con mercancía usualmente eran asediadas por la piratería.

El modelo extractivista impuesto en América funcionó gracias a la incorporación de mano de obra esclava
proveniente de África. Así se pobló especialmente la región del Caribe, rica en plantaciones de tabaco, caña de
azúcar, café, cacao y otras especies.

Los materiales obtenidos, junto con los minerales preciosos del Perú, eran enviados a Europa. Sin embargo, las
embarcaciones que los transportaban eran asediadas por la piratería y los corsarios ingleses. De todas formas, el
peor peligro que sufrió la economía imperial fue su desastrosa administración.

Sociedad del Imperio Español

El Imperio Español estableció un sistema virreinal que trataba a sus colonias como extensiones de la
metrópoli en vez de colonias extractivas. Esto obligó a conformar una sociedad colonial que distinguía sus
clases en base a la raza.

Por eso, los "blancos" (europeos o hijos de europeos) conservaban las funciones de gobernación y
administración. Los "indios" (nativos de las colonias) eran forzados a la servidumbre o esclavitud. Los
"negros" (población traída de África y en algunos casos sus descendientes) eran forzados a la esclavitud.

Esta estructura respondía a determinadas estructuras burocráticas y políticas:

 Virreinatos. Gobernados por un Virrey, eran subreinos del peninsular, que reportaban directamente a la
metrópoli. Eran nombrados por el Rey para operar como sus representantes.
 Audiencias. Encargadas de los asuntos jurídicos en las colonias, podían llegar a sustituir a los virreyes
de ser necesario.
 Capitanías generales. Sometidas a los virreinatos o las audiencias, eran divisiones políticas en manos
de un Capitán General o Gobernador, encargado de las fuerzas militares y la jurisprudencia,
especialmente en zonas de interés estratégico para la corona.
 Cabildos. Encargados del control fiscal (presupuestos, rentas), del control de la delincuencia y del
abastecimiento del pueblo en las colonias, eran administrados por los alcaldes y concejales de cada
ciudad.

La Conquista de América

Atahualpa, el último soberano Inca, fue asesinado durante la conquista.

La conquista de América fue un proceso largo y sangriento. El Imperio Español se enfrentó a las civilizaciones
Azteca e Inca, aliado a sus enemigos locales que ingenuamente creyeron poder librarse del yugo de sus vecinos
aliándose con los invasores europeos.
Se estima que un 95% de la población originaria pereció en los primeros 130 años posteriores a la llegada
de Colón. En primer lugar fueron víctimas de la guerra y luego de las enfermedades traídas de Europa y África.
Las siguientes generaciones en muchos casos no soportaron el peso de la servidumbre y los malos tratos.

Más en: Colonización de América

Crisis y decadencia del Imperio Español

La decadencia del Imperio Español se inició en el siglo XVIII, en un marco de crisis económica mundial que
afectó particularmente a España. Luego se profundizó con la Guerra de Sucesión Española tras la muerte de
Carlos II.

Esta guerra culminó el Tratado de Ultrecht en 1713 que eliminaba el dominio de España sobre algunos
territorios de otros países europeos, como Italia y Países Bajos. Sin embargo, esto no afectó a sus colonias
americanas y asiáticas.

A estos primero signos de debilitamiento siguió su desastrosa participación en la Guerra de la Cuádruple


Alianza (1717-1720). La consecuencia de este conflicto fue que el Imperio se convirtió en una potencia de
segunda fila.

Caída en el siglo XIX

El Imperio Español cayó tras la conquista de España por las fuerzas napoleónicas.

El derrumbe del Imperio Español se produjo en el siglo XIX, tras la conquista de España por las fuerzas
napoleónicas. Una vez depuesto Fernando VII, José Bonaparte fue coronado como Rey de España.

Estas noticias llegaron a las élites coloniales que desde hacía tiempo estaban descontentas con las leyes
comerciales que la metrópoli les imponía. Estas les imponían, por ejemplo comerciar por su cuenta con otros
países.

Estas élites aprovecharon el momento para alzarse en supuesta fidelidad al rey caído y proclamar su
independencia de España. Sin embargo, la liberación de España del dominio napoleónico desencadenó un largo
período de inestabilidad y conflicto interno.

A los conflictos políticos se sumaba también una enorme crisis económica. El punto final de este declive fue
el Desastre del 98, también conocido como la Guerra de Cuba, en la que España perdió sus últimas colonias
americanas y en Oceanía ante Estados Unidos.

¿Por qué fue importante el Imperio de España?

El Imperio Español fue el primer Imperio global de la historia. Esto significa que sus territorios ocupados no
se conectaban entre sí por tierra y se hallaban en distintos continentes. Fue el primer asomo de mundialización
de la época.

Por otro lado, fue un importante bastión católico que terminó la Reconquista de la península ibérica, antes
en manos de los musulmanes. Además, se enfrentó a la Reforma protestante en todos los terrenos posibles.

¿Cuáles fueron las consecuencias del Imperio Español?

El Imperio Español impuso la religión católica en América y otros continentes.

Las consecuencias del Imperio Español pueden resumirse en:

 La expansión del idioma español en el mundo.


 La implantación de la religión católica en América y en otros continentes.
 Un enorme empuje a la cartografía del mundo y la exploración de sus confines.
 La formación de América Latina y el Caribe como una entidad cultural, y el aporte africano de su
cultura.
 La creación de las grandes obras artísticas del Siglo de Oro Español.
 El surgimiento de Gran Bretaña y otras naciones como potencias principales

Fuente: https://humanidades.com/imperio-espanol/#ixzz8FevUpmMc
Imperio portugués
El Imperio portugués fue creado en el siglo XV y llegó a extenderse desde América hasta Japón. Aunque a
menudo no fue más que una línea de centros comerciales costeros con fortificaciones defensivas, también hubo
territorios coloniales mayores, como Brasil, Angola y Mozambique. Los europeos blancos dominaron el
comercio, la política y la sociedad, aunque también hubo una notable mezcla de razas y, en muchos lugares,
personas mestizas que alcanzaron posiciones de riqueza y poder en las colonias.

Los portugueses comenzaron su imperio como una exploración para acceder al oro de África occidental y
después al comercio de especias de Oriente. Además, existía la esperanza de que hubiera estados cristianos en
Asia que pudieran convertirse en aliados útiles en las batallas en curso de la Cristiandad con los califatos
islámicos. La obtención de nuevas tierras agrícolas, las riquezas y gloria de las aventuras coloniales, y las
ambiciones de la obra misionera, fueron motivos adicionales para la creación del imperio.

Las carracas crearon una red marítima que conectaba Lisboa con todas sus colonias al oeste y el Estado da
India al este, tal como era conocido el imperio al este del cabo de Buena Esperanza. Productos como oro,
marfil, seda, porcelana Ming, y especias, eran transportados y comercializados por todo el mundo. Otro
comercio importante fue el de esclavos, capturados en África occidental y meridional y utilizados como mano
de obra en las plantaciones de las islas del Atlántico Norte y en América.

Las colonias clave

Las colonias más importantes del Imperio portugués fueron:

 Madeira (fundada en 1420)


 Azores (1439)
 Cabo Verde (1462)
 Santo Tomé y Príncipe (1486)
 Cochín portuguesa (1503)
 Mozambique portuguesa (1506)
 Goa portuguesa (1510)
 Malaca portuguesa (1511)
 Ormuz portuguesa (1515)
 Colombo portuguesa (1518)
 Brasil portugués (1532)
 Macao portuguesa (ca. 1557)
 Nagasaki portuguesa (ca. 1571)
 Angola portuguesa (1571)

Las islas del Atlántico Norte

Los portugueses eran marinos intrépidos y por lo tanto es muy normal que sus primeras colonias fueran islas
relativamente remotas. Buscando nuevos recursos de tierra para solucionar la falta de trigo en Portugal, los
marinos navegaron hacia el desconocido Océano Atlántico central. Los navegantes portugueses pudieron
organizar esas expediciones gracias al apoyo de personajes tan ricos y poderosos como el príncipe Enrique el
Navegante (Infante Dom Henrique, 1394-1460). Otra enorme ventaja fue su diseño naval innovador y el uso de
la vela latina triangular.

El primer grupo de islas en ser colonizado fue el deshabitado archipiélago volcánico de Madeira. Con un rico
suelo volcánico, un clima suave y suficiente lluvia, las islas se utilizaron para cultivar trigo, viñas y caña de
azúcar. Los portugueses iban a establecer ahí el modelo, en muchos aspectos, que luego copiarían todas las
demás colonias. La Corona portuguesa dividió las islas y repartió ‘capitanías’ (donatarias) como parte de un
sistema feudal diseñado para animar a los nobles a financiar el desarrollo agrícola y comercial. La Corona
guardaba para sí la propiedad global, pero cada capitán (donatario) recibía ciertos privilegios financieros y
judiciales; ellos, a su vez, repartían pequeñas parcelas de su tierra (semarias) para ser explotadas por sus
seguidores, que tenían que desbrozarlas y empezar a cultivarlas dentro de un plazo de varios años. Esas
capitanías se convirtieron en cargos hereditarios en muchos casos. Los colonos llegaban atraídos por la
esperanza de una vida mejor, aunque allí había, como en todas las demás colonias que la siguieron, otros
inmigrantes menos bienvenidos. Eran los indeseables (degregados), personas rechazadas por las autoridades en
Portugal que eran llevadas a la fuerza a las colonias, tales como convictos, mendigos, prostitutas reformadas,
huérfanos, judíos y disidentes religiosos.

Santo Tomé y Príncipe se convirtieron en un centro de conexión en la red de comercio de esclavos que enviaba
esclavos africanos a Europa y a las Américas.
Otro aspecto en el que Madeira se convirtió en modelo colonial fue el de las plantaciones de caña de azúcar,
creadas a partir de 1455. El éxito de este cultivo y sus grandes necesidades de mano de obra llevó a la
importación de esclavos de África Occidental para trabajar en ellas. El sistema de plantación basada en el
trabajo de esclavos pasó a ser parte importante de la economía en el Nuevo Mundo, que dio origen al terrible
tráfico de seres humanos que fue el comercio de esclavos a través del Atlántico.

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Tras Madeira, y siguiendo el mismo patrón, siguió la colonización portuguesa de las Azores y el archipiélago de
Cabo Verde. Todas esas colonias se convirtieron en puertos de escala de gran valor para las naves procedentes
de India y las Américas. Portugal y España se disputaron la posesión de las Islas Canarias, pero el Tratado de
Alcazobas-Toledo de 1479-80 y el Tratado de Tordesillas de 1494 establecieron, de forma atrevida, dos esferas
de influencia, que abarcaban todo el globo terráqueo. La poca concreción de esos acuerdos fue el origen de
problemas posteriores, tales como los derechos de Portugal sobre futuros descubrimientos en África y de
España sobre islas más allá de las Canarias, intereses que fueron finalmente identificados como el Caribe e
incluso las Américas.

Las islas del Atlántico Norte permitieron a la Corona portuguesa el acceso directo al oro de África occidental,
evitando a los estados islámicos del Norte de África. Un obstáculo importante había sido el cabo Bojador, que al
parecer bloqueaba a las naves en su paso hacia el sur y su posterior regreso a Europa. La solución vino de las
islas del Atlántico y de un atrevido cambio de rumbo, lejos de la línea de costa africana, para aprovechar mejor
los vientos y las zonas de alta presión. Los marinos portugueses ya podían navegar hacia el sur sin recelos, y el
resultado final fue la apertura de Asia a las naves europeas.

África occidental y la esclavitud

Los portugueses, ansiosos de acceder al comercio del oro y la sal de África occidental, establecieron varios
asentamientos comerciales fortificados a lo largo de la costa meridional (actual Ghana), como por ejemplo
Elmina, en 1482. Sin embargo, los beneficios eran escasos debido a las enfermedades tropicales, la falta de
mano de obra y las reticencias de los gobernantes locales en permitir la exportación de esclavos. Los jefes
africanos querían intercambiar productos por armas de fuego, pero los portugueses estaban en contra. Una
estrategia mejor se centró en las islas deshabitadas de Santo Tomé y Príncipe, localizadas frente a la costa
meridional de África occidental, que fueron colonizadas a partir de 1486. Ambas islas participaron a fondo en el
comercio de esclavos y, como en el Atlántico Norte, se utilizó el modelo de capitanías para su desarrollo.

Los colonos de las islas fueron autorizados a comerciar con las comunidades de África occidental, con mucho
más éxito que los intentos hechos varias décadas antes. Se establecieron asentamientos comerciales portugueses
en el continente hacia el sur, hasta Luanda (en la actual Angola), para aprovechar el comercio africano, bien
organizado, que transportaba las mercancías desde el interior a lo largo de los ríos principales (p. ej. Gambia y
Senegal) hasta la costa. Los productos adquiridos incluían oro, marfil, pimienta, cera de abejas, resinas y
maderas para obtener colorantes. Los esclavos (hombres y mujeres) se adquirían en los reinos del Congo y de
Benin, cuyos gobernantes deseaban conseguir mercancías europeas como tela de algodón, espejos, cuchillos y
abalorios. Las islas servían de punto de concentración de esclavos y de aprovisionamiento para los barcos que
transportaban la carga humana. Uno de cada cinco esclavos moría en el barco, cifra que ascendía a uno de cada
dos esclavos entre la captura inicial y la llegada a su destino final. El comercio de esclavos por el Atlántico
finalizó a mediados del siglo XIX, pero incluso después se continuó importando esclavos desde Santo Tomé y
Príncipe, hasta la prohibición en 1908. En ese momento los esclavos fueron reemplazados por trabajadores
africanos, que tenían que ser repatriados después de un cierto número de años, pero sus condiciones de vida no
eran muy distintas de las que habían sufrido los esclavos que les precedieron.

Hubo pocos intentos de conquistas territoriales en África occidental, porque el comercio era boyante y los
europeos no disponían de los recursos militares suficientes para desplegar esa política. Algunos asentamientos
se fortificaron, aunque normalmente con la autorización del jefe tribal africano local. Los matrimonios mixtos
entre europeos y africanos, reubicados en islas como las de Cabo Verde, dieron lugar a una cultura afro-
portuguesa, con gran influencia religiosa y artística africana. Eran frecuentes los habitantes mestizos de Cabo
Verde (mulatos) que se establecían en los asentamientos comerciales de la costa africana. Hubo intentos de
saltarse a los jefes africanos y adquirir esclavos directamente del interior, pero esa política estropeó las
relaciones con el Congo. La situación se deterioró aún más tras una reacción contra los misioneros cristianos, al
desmoronarse las tradiciones culturales y las lealtades tribales. Los europeos se vieron obligados a seguir
descendiendo por la costa hasta el reino de Ndongo, en el que su interferencia originó una serie de guerras, en
una región que pronto se convertiría en la Angola portuguesa.

África oriental
Cuando en 1498 el explorador Vasco de Gama (ca. 1469-1524) dobló el cabo de Buena Esperanza entrando en
el Océano Índico, los portugueses consiguieron de repente el acceso a toda una nueva red de comercio entre
africanos, indios y árabes, que había funcionado durante siglos, pero que con la llegada de los portugueses el
comercio se transformó en violenta. Con su superioridad naval y artillera, los portugueses hundían las naves
rivales, mataban o apresaban a sus tripulaciones y confiscaban sus cargamentos. El hecho de que la mayoría de
los mercaderes fuera musulmana era un motivo adicional para los europeos, todavía impregnados de una
mentalidad de cruzados.

Los ataques portugueses contra las ciudades comerciales independientes de la Costa Swahili y el reino insular
de Mutapa, en el sur (Zimbabue / Zambia) no aportaron beneficios tangibles, porque los mercaderes
simplemente los evitaron o se trasladaron hacia el norte. Cuando los portugueses conquistaron y fortificaron
ciudades como Malindi, Mombasa, Pemba, Sofala y Kilwa, se encontraron con que ya habían perdido los socios
comerciales de esas ciudades-estado. Entonces llegaron los árabes omaníes; deseosos de mantener el control de
sus rutas comerciales por el Mar Rojo y reestablecer las antiguas redes, se desplazaron a la Costa Swahili,
haciéndose con numerosas ciudades, incluyendo Mombasa portuguesa en 1698. El fracaso en el África Oriental
empujó a los portugueses hacia el sur, hasta Mozambique, aunque ya estaban completamente distraídos por el
potencial de otra zona del mundo recién descubierta: la India.

La India y las especias

Uno de los principales objetivos de Vasco de Gama era encontrar una ruta marítima hasta Asia, de forma que
Portugal pudiera tener acceso directo al lucrativo comercio de las especias, como pimienta, jengibre, clavo,
nuez moscada y canela, que alcanzaban precios elevados en los mercados, desde Inglaterra hasta China. Cuando
llegó a la Costa Malabar de la India, el marino se encontró con un valioso mercado en funcionamiento. La
ciudad de Calicut (Kozhikode) resultó poco amistosa, aunque en posteriores expediciones portugueses se
encontró más prometedora a Cochín (Kochi), la gran rival de Calicut. Mediante un acuerdo con el gobernante
local, los portugueses se establecieron allí para hacer grandes negocios, construyendo una fortaleza en 1503.
Desafortunadamente, se encontraron con un grave problema: muy pocos estaban interesados en los productos
europeos. En consecuencia, adoptaron la misma estrategia que en la Costa Swahili: la superioridad naval y
artillera se utilizó para hacerse por la fuerza con la red comercial del Océano Índico y establecer un monopolio
en el comercio de especias. Otras ciudades costeras fueron conquistadas, especialmente Goa, que en 1530
reemplazaría a Cochín como capital del Estado da India.

El virrey portugués de India, que residía en Goa, estaba en la cumbre de la pirámide de poder, creada con el
objetivo principal de controlar el comercio. Era el gobernador civil y militar de la India portuguesa y rendía
cuentas solamente al rey de Portugal. En Lisboa, el conselho ultramarino asesoraba al monarca sobre los
asuntos de las colonias de ultramar, mientras que la Casa da India era la agencia de la corona que supervisaba
todas las comunicaciones y el comercio con Asia.

En Goa, como en la mayoría de las demás colonias, había una cámara, un consejo que decidía sobre asuntos
locales, como los impuestos. Los asuntos religiosos eran dirigidos por un arzobispo u obispo, y todas las
grandes órdenes religiosas, especialmente la Compañía de Jesús, establecieron iglesias, monasterios, conventos
y hospitales. La Hermandad de la Misericordia, a través de sus filiales, ofrecía a los pobres servicios esenciales
de bienestar social. Los asuntos legales eran responsabilidad del Alto Tribunal de Goa y de tribunales locales en
cada colonia. Un capitán mandaba sobre la fuerza militar local, que normalmente residía en un fuerte, y un
factor era el responsable del comercio real y de recaudar los lucrativos derechos de aduana de los demás tipos
de comercio. Así era el modelo aplicado en la mayoría de colonias.

Los portugueses hicieron serios esfuerzos para establecer un monopolio en el comercio de especias entre Asia y
Europa, así como dentro de Asia. Los mares ya no eran libres, y los mercaderes sin licencia eran arrestados o
ejecutados, y sus mercancías confiscadas. Ciertos puertos eran restringidos, las naves tenían que llevar un
pasaporte emitido por los portugueses (cartaz) y a menudo estaban obligados a navegar en convoyes protegidos
por los portugueses (cáfilas). Los derechos de aduana se cobraban en los puertos, y representaban
aproximadamente el 60 % de todos los ingresos portugueses en Oriente. Sin embargo, muchos mercaderes
evitaban a los europeos, algunas ciudades oponían resistencia armada y el imperio era demasiado grande y la
mano de obra demasiado escasa para controlar incluso una pequeña parte del comercio en curso por Asia. Al ir
madurando el imperio, esas consideraciones prácticas llevaron a los portugueses a relajar su manía por los
monopolios comerciales.

Extremo Oriente
Otra estrategia portuguesa para controlar el comercio era encontrar el origen de las apreciadas especias, muchas
de las cuales procedían de un pequeño grupo de islas de Indonesia, las Islas de las Especias (las islas Malukku o
Molucas). La mayor parte era enviada a Malaca (Melaka), en la costa sudoccidental de la península malaya,
desde la que se controlaba el estrecho de Malaca, que comunica el Océano Índico con el Mar de la China
Meridional. Una flota portuguesa al mando de Alfonso de Albuquerque (1453-1515) conquistó Malaca en 1511,
y a partir de 1512 se consiguió la madera de sándalo en los asentamientos informales en Timor.

Los portugueses querían acceder al lucrativo mercado de la seda china, por lo que fundaron la Macao
portuguesa en una península en el delta del Río de las Perlas, en la China meridional, cerca de Guangzhou
(Cantón). De manera análoga, en 1571 se fundó la colonia de Nagasaki portuguesa en la costa noroccidental de
la isla japonesa de Kyushu, dando acceso a los productos comerciales de ese país, principalmente la plata. Los
barcos portugueses, cargados de productos para comerciar, navegaban regularmente entre Lisboa, Goa, Malaca,
Macao y Nagasaki, su colonia más oriental. En 1639 el gobierno japonés expulsó del país a todos los
extranjeros, como parte de una política permanente de aislamiento y reacción contra la difusión del
cristianismo, de forma que Nagasaki hubo de ser abandonada.

Brasil

Brasil fue 'descubierto' por los portugueses en 1500, y llegaría a ser su colonia más importante. Brasil era rica
en recursos naturales tales como maderas duras, diamantes y oro (de la región de Minas Gerais). Se repartieron
capitanías, con San Vicente como primer asentamiento portugués, en 1532. El primer gobernador fue nombrado
en 1549, y Brasil se convirtió en una colonia oficial de la Corona, con capital en Salvador de Bahía
(reemplazada por Río de Janeiro en 1763). En 1572 se nombró un virrey.

El modelo de plantación colonial con esclavos africanos o amerindios se introdujo aquí en mucho mayor escala
que en ningún otro sitio, y Brasil se convirtió en el primer productor mundial de azúcar, y luego de tabaco. Sólo
en el primer cuarto del siglo XVII se enviaron a Sudamérica, a través del Atántico, 150.000 esclavos africanos.
La abolición del comercio de esclavos por un Brasil independiente, en 1853, daría fin a ese comercio
transatlántico.

Otra víctima de la colonización, además de los esclavos, fueron los amerindios Tupí-Guaraníes, cuyos poblados
y cultura fueron sistemáticamente destrozados, forzando a los que quedaron a huir hacia el interior de la selva
pluvial. Hasta 1755 los amerindios no serían reconocidos como súbditos libres y de pleno derecho de la Corona
portuguesa.

La sociedad colonial brasileña, como en otros sitios, se componía de varias capas. Los europeos tenían el estatus
más alto, y la exhibición social se realizaba normalmente por medio de ropas extravagantes y del número de
esclavos, sirvientes y gente armada de que disponían. Los europeos se dividían a su vez en tres clases: los
nacidos en Europa, los nacidos en las colonias y los mestizos (había muy pocas mujeres europeas en las
colonias). Por encima había otros cuatro niveles basados en la pertenencia a la nobleza, el clero, el ejército, y
todos los demás (subdivididos en casados y solteros). También había visitantes europeos, como comerciantes
marítimos y mercaderes locales de la zona. Finalmente estaba la población local, muy mayoritaria como en
cualquier otra colonia , que podía estar dividida por sus propias escalas sociales y por factores tales como su
conversión al cristianismo. En el nivel más bajo de la sociedad colonial estaban los esclavos.

África meridional

Los portugueses colonizaron la región de Angola a partir de 1571, que se convirtió en el primer territorio
colonial europeo en África (frente a los simples asentamientos o ciudades-estado costeras). El reino de Ndongo
(formado en ca. 1500) colapsó, no sin ser antes aprovechado como aliado contra el Congo, al norte. Los
europeos disfrutaban de la ventaja de las armas de fuego, y así fue como empezó la primera conquista territorial
portuguesa. Era un siniestro presagio de lo que iba a tener lugar en toda África en los siguientes siglos.

De nuevo los colonos portugueses se mezclaron con los locales en la región de Angola para crear una raza
mixta conocida como luso-africana. Ellos y sus descendientes, basados en Luanda y otros pocos asentamientos
costeros, trataron de conseguir el control del interior de Angola, donde emergía el nuevo reino de Matamba, en
un siglo de luchas conocido como las Guerras de Angola. La colonia resultó decepcionante para Portugal. Las
muy comentadas minas de plata del interior resultaron ser sólo una leyenda, los recursos eran limitados, y las
esperanzas de difundir el cristianismo excesivamente ambiciosas. Algunos colonos privados y comerciantes
prosperaron, asegurando la continuidad del principal comercio de la colonia: los esclavos.

A finales del siglo XVI, de Angola salían unos 10.000 esclavos al año, que se enviaban directamente desde
Luanda a Brasil y otros lugares de América. Las comunidades angoleñas, que ya se tambaleaban por causa de la
viruela y otras enfermedades traídas por los europeos, resultaron devastadas por ese comercio.
Al otro lado del África meridional, los portugueses habían creado otro gran territorio colonial: Mozambique
(tomando el nombre de África Oriental portuguesa en el siglo XIX). Los primeros colonos portugueses llegaron
a la isla de Mozambique en 1506, al crearse una capitanía; no resultó ser tan rica en oro como se esperaba, pero
había marfil y esclavos. Mozambique pasó a formar parte del Estado da India desde 1571 hasta 1752 y las
carracas comerciaban directamente con Goa como parte de la ruta conocida como carreira da India. En el
interior se desarrolló un sistema conocido como prazo, por el que los jefes africanos cedían tierras y derechos
comerciales y tributarios a los portugueses y afro-portugueses, reconocidos formalmente por la Corona
portuguesa. En contrapartida, quien era nombrado (un muzungo) tenía que asegurar la justicia en su territorio,
supervisar los rituales tradicionales y dar el visto bueno a los jefes de aldeas más pequeñas dentro de su
jurisdicción. Para mantener su posición, los muzungos tenían sus ejércitos privados de sirvientes armados
(chicunda), que podían llegar a varios miles de africanos. Hacia 1637 existían al menos 80 prazos, la mayoría
actuando con independencia de la débil administración portuguesa basada en la capital, Maputo.

La Corona portuguesa dejó que la colonia fuera explotada por empresas privadas como la Compañía de
Mozambique y la Compañía de Niassa. La falta de una administración central y el éxito de los británicos en el
África meridional dieron al traste con el sueño de conectar sus dos colonias africanas, Angola y Mozambique.

Decadencia, descolonización y legado

Además de la omnipresente amenaza por parte de los jefes locales, los portugueses afrontaron una dura
competencia de otras potencias marítimas europeas, que pronto empezaron a fijarse en su imperio con envidia.
Eso era así especialmente por la falta de mantenimiento de los fuertes portugueses y el aislamiento general de
las ciudades costeras, que no tenían población local que pudiera acudir en su ayuda. Nada les gustaba más a los
corsarios ingleses y franceses que capturar barcos mercantes portugueses, cuando estaban en alta mar. Otra gran
amenaza llegó, irónicamente, personificada en un explorador portugués, Fernando de Magallanes (ca. 1480-
1521) quien, al servicio de España en 1519-22, navegó a través del extremo sur de Sudamérica y fue el primero
en abrir una ruta a través del Océano Pacífico hasta Asia Oriental. La expedición finalmente completó la vuelta
al mundo, aunque lo crucial resultó ser el acceso al comercio de especias. Otros países europeos siguieron la
estela de Magallanes, y de repente los portugueses perdieron todas las esperanzas de establecer un monopolio
comercial en Oriente.

La amenaza más amplia y exitosa a los territorios portugueses vino de los holandeses, que atacaron
Mozambique en la primera década del siglo XVII, Macao en 1622 y 1626, y Angola en 1641. En las décadas de
1620 y 1630, los holandeses atacaron y ocuparon partes del norte de Brasil. Conquistaron Malaca en 1641,
Colombo en 1656 y Cochín en 1663. Los británicos eran la otra gran amenaza creciente, que ayudaron a los
árabes a recuperar Ormuz en 1622.

En el siglo XVIII, los portugueses se vieron obligados a conceder en Brasil derechos comerciales muy
favorables a las potencias marítimas superiores, Inglaterra, Francia y Holanda. Los británicos incluso ocuparon
Goa entre 1799 y 1815. Hubo también amenazas internas. En Brasil, la gente quería igualdad de derechos para
todos los ciudadanos, y consiguieron la independencia en 1822. Declararon a Pedro I (r. 1822-1831) como su
rey y primer emperador de Brasil. Pedro era el hijo de Juan VI de Portugal (r. 1816-1826), y ambos países
mantendrían lazos estrechos en lo sucesivo.

Durante el siglo XX, muchas colonias portuguesas se perdieron a manos de potencias rivales o bien por guerras
civiles. De las que quedaban, Madeira y Azores pasaron a ser regiones autónomas de Portugal, y Goa a ser parte
de la India en 1962. El gobierno portugués, por aquel entonces una dictadura militar bajo Antonio Oliveira
Salazar (gobernó de 1932 a 1968) no quiso ver la inutilidad de luchar contra los movimientos de independencia
africanos, lo que provocó guerras sangrientas tanto en Angola como en Mozambique. Las islas de Cabo Verde,
Santo Tomé y Príncipe, Timor Oriental, Angola y Mozambique consiguieron la independencia de Portugal en
1975. Macao fue devuelta a China en 1999.

El imperio colonial portugués trajo consigo muchos desastres para la población indígena: esclavitud, guerras,
ruptura de las redes comerciales, fin de las actividades culturales tradicionales, deforestación y enfermedades,
por nombrar algunas. Otras consecuencias fueron la adopción del portugués como lengua principal y de la
religión católica, en muchas partes del mundo actual.

Los portugueses también fueron responsables de diseminar la flora y la fauna por todo el mundo, a veces con
efectos desastrosos sobre ecosistemas locales, pero también con éxitos notables, porque cultivos como la yuca,
el maíz y la caña de azúcar se hicieron comunes en sitios completamente nuevos. Finalmente, los portugueses
fueron los primeros en crear un auténtico imperio global en varios continentes, aunque fuera disperso e
inestable. Quizás su mayor legado es el hecho desafortunado de que otras potencias europeas se dieran cuenta
de las posibilidades del imperialismo y empezaran a explotar a los pueblos de todo el mundo a una escala
incluso superior, cuando el colonialismo se convirtió no sólo en una mera cuestión de control del comercio, sino
del territorio, los recursos y la población.

Preguntas y respuestas
¿Qué países estuvieron bajo el imperio portugués?

El Imperio portugués controlaba las Azores, Madeira, Cabo Verde y Santo Tomé y Príncipe en la costa
de África; Cochin, Goa y Colombo en el subcontinente indio; Macao y Nagasaki en Asia oriental;
Mozambique y Angola en África; y Brasil.

¿En qué se diferenciaban los imperios portugués y español?

Los imperios portugués y español eran diferentes porque los españoles conquistaron grandes extensiones
de tierra mientras que los portugueses prefirieron controlar solo los principales puertos comerciales.

¿Por qué cayó el imperio portugués?

El imperio portugués cayó porque era muy difícil controlar un gran imperio en todo el mundo y había
mucha competencia de otros estados europeos más ricos y poderosos como los Países Bajos, Inglaterra y
Francia que también querían formar sus imperios.

¿Qué fue el Imperio Británico?


Se conoció como Imperio Británico al conjunto de los territorios propios y dominados (colonias y
protectorados) del Reino Unido entre los siglos XVI y XX (hasta el año 1949). Se trató de uno de los imperios
más extensos de su época y de la historia toda (unos 33.700.000 km2 de superficie), cuyo auge se sitúa entre
1880 y 1930.

Se lo denomina "Británico" porque la isla donde se encuentra la mayor parte del Reino Unido se llama Gran
Bretaña.

En el siglo XX, el Imperio Británico llegó a contar con unos 458 millones de habitantes, casi una cuarta parte
de la población mundial, en sus territorios en Europa, América, África, Asia y Oceanía. Esto significa que
esparció su cultura, tecnología y forma de gobierno por todo el planeta, estableciendo una hegemonía
económica y política que dejó en muy buena posición a sus actuales herederos.

Al referirse al Imperio Británico suele hablarse de una primera etapa imperial en el siglo XVIII y una
segunda que data entre 1870 y el comienzo de la Primera Guerra Mundial en el siglo XX, conocida como el
“Nuevo Imperialismo” europeo.

Ver además: Imperio Otomano

Origen de Imperio Británico

El comercio británico permitió establecer un nuevo sistema de marina mercante.

El dominio británico de los territorios por fuera de Europa y las Islas Británicas inició entre 1485 y 1509.

Esta era la llamada época marítima del rey Enrique VII, que inició nuevas rutas marítimas para el comercio
de la lana.

De esta manera, se estableció un nuevo y moderno sistema de marina mercante.

Gracias a él se desarrollaron muchas instituciones mercantiles como la British East India Company, así
como del ejercicio marítimo en Gran Bretaña. Así también nació la Royal Navy.
El gobierno necesitaba controlar y defender los intereses comerciales británicos en estos territorios lejanos
con los que comerciaban. Por eso se inició también una intervención política, económica y militar directa.

Así se inauguraron territorios satélite, que o bien formaban parte de la corona británica (colonias) o se
hallaban bajo su “protección”, lo cual quería decir su administración política y militar (protectorados).

Causas de Imperio Británico

La competencia con otros imperios nacientes (como el español o el alemán) dispararon una ambiciosa lucha
por el control económico y comercial del mundo conocido. Esta lucha se avivó aún más con el descubrimiento
de América por parte de los españoles.

Por eso, estas potencias se enfrentaban en guerras y también buscaban sabotear las rutas comerciales del
otro. El objetivo era la hegemonía de recursos naturales en una Europa que ya había agotado sus posibilidades.

Así, los jóvenes imperios se vieron en la necesidad de fortalecer sus posiciones en los sitios de su interés
estratégico y comercial, dando origen a colonias y protectorados. Se aplicaron formalmente políticas de
intervencionismo que en adelante se conocerían como “imperialistas”.

Organización política del Imperio Británico

La Corona Británica es producto de la unión entre Inglaterra, Irlanda y Escocia.

El Imperio Británico era regentado por la Corona Británica, asentada en Inglaterra. Dominaba a todas las
coronas locales, como la escocesa o los sultanatos y reinos asiáticos. Esto continuó así hasta 1926, cuando se le
concedió a los dominios británicos el estatuto de comunidades autónomas pertenecientes a la mancomunidad
británica.

La Corona Británica es producto de la unión de los reinos de Inglaterra, Irlanda y Escocia a inicios del siglo
XVII, durante el reinado de Jacobo VI, tras la muerte de Isabel I de Inglaterra, última del linaje de los Tudor.
Permanecieron como entidades separadas que compartían monarca hasta que el Acta de Unión de 1707
formalizó la unión de dichos países.

Economía mercantilista

La expansión colonial británica se caracterizó por un régimen económico conocido como el mercantilismo.
En él, los gobiernos competían ferozmente por una cantidad finita de riquezas a obtener.

Los regímenes coloniales tenían la desventaja de que debían pagarse, mantenerse y dirigirse desde la
metrópoli. Este esfuerzo centralizado que sólo podía ser solventado por los beneficios de materia prima
provenientes de todas las regiones dominadas.

En el siglo XVIII, el imperio intentó aumentar los impuestos al comercio de las colonias, lo cual provocó
(junto con otros factores) la independencia de Estado Unidos. Como consecuencia, Gran Bretaña adoptó una
filosofía económica liberal (el “laissez-faire” o “dejar hacer”) siguiendo las doctrinas de Adam Smith.

Así, la corona podía aún beneficiarse del control comercial de sus antiguas colonias, ahora autogestionadas,
sin tener que invertir en su defensa y organización. Esta es la razón de que este criterio de “colonia autónoma”
se aplicara luego a Canadá y Australia, por ejemplo.

Territorios que componían el Imperio Británico

Hong Kong comenzó a ser un puerto estratégico bajo dominio británico.

En 1921 el Imperio Británico había alcanzado su mayor extensión territorial en el planeta, controlando los
territorios de:

 África. Los territorios actuales de Namibia, Ascensión, Botsuana, Lesoto, Ghana, Nigeria, Gambia,
Mauricio, Kenia, Malaui, Sierra Leona, Zambia, Zimbabue, Suazilandia, Seychelles, Tanzania, Uganda,
Sudáfrica, todo Sudán y parte de Camerún, Egipto y Somalia.



 América. Los territorios actuales de Guyana, Belice, Canadá, Estados Unidos, Islas Malvinas, Anguila,
Antigua y Barbuda, Jamaica, Bahamas, Barbados, Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, Dominica,
Granada, Trinidad y Tobago, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Islas
Turcas y Caicos, Islas Sándwich del Sur, Islas Georgias del Sur.
 Asia. Archipiélago de Chagos, Kuwait, Bahréin, Bután, Brunéi, Birmania, Catar, Sri Lanka, Singapur,
Tianjin, Emiratos Árabes Unidos, Hong Kong, India, Bangladés, Pakistán, Maldivas, Irak, Isreal,
Palestina, Nepal, Omán, Jordania, Malasia y parte de Yemen.
 Europa. Chipre, Gibraltar, Islas del Canal, Malta, Isla de Man y el Reino Unido de Gran Bretaña (la
sede del Imperio).
 Oceanía. Australia, Tuvalu, Fiyi, Islas Cook, Kiribati, Nueva Zelanda, Nauru, Pitcairn, Islas Salomón,
Tokelau, Tonga, Papúa Nueva Guinea, Vanuatu y Samoa.

India Británica

Durante la India británica hace su aparición Mahatma Gandhi.

El caso de la política imperial de Gran Bretaña en India amerita una mención aparte. Ésta inició en 1858 con el
establecimiento del Raj Británico o “India británica”, que abarcaba todo el subcontinente (India, Pakistán y
Bangladés).

Esta unidad se componía de reinos hindúes bajo tutela británica. Surgió luego de que los bienes de la East
India Company británica pasaran a manos de la corona, tras la rebelión india de 1857.

Este estado colonial prosperó durante el siglo XIX, permitiendo el surgimiento de una nueva clase media
india que aspiraba a un modelo educacional británico, sin dejar de estar en contacto con sus raíces locales. Sin
embargo, las masas empobrecidas por el sistema desigual de reparto de la riqueza caracterizaron a esta enorme
nación asiática.

En ese contexto hace aparición Mahatma Gandhi, el líder espiritual y político que condujo a las masas
empobrecidas de la India a la rebelión pacífica contra el yugo económico colonial. Fue asesinado en 1948.

Sin embargo, luego de la Segunda Guerra Mundial, el control británico en la zona tuvo que ceder a la
partición de la colonia en tres naciones independientes: India, Pakistán y Bangladés. Este proceso incluyó
fricciones y extremismos, ya que se enfrentaban dos grandes comunidades religiosas: el islam y el hinduismo.

Territorios ultramarinos actuales

Luego de haber perdido la mayoría de sus territorios ultramarinos en el siglo XX, el gobierno de la Gran
Bretaña mantiene como parte de su mancomunidad los siguientes territorios ultramarinos:

Anguila Bermudas
Islas Georgia del Sur e Islas
Islas Caimán
Sándwich del Sur
Islas Malvinas Islas Turcas y Caicos
Islas Pitcairn Montserrat
Gibraltar Islas Vírgenes Británicas
Santa Elena Ascensión
Tristán de Acuña Isla de Man
Territorio Británico Antártico (limitaciones del
Baliazgo de Jersey
tratado antártico)
Archipiélago de Chagos (en
Bases soberanas en la isla de Chipre
disputa)

Religiones protestante y anglicana

En el Imperio Británico se practicaba el protestantismo y el anglicanismo. Ambas son variantes del


cristianismo influenciadas por las reformulaciones de Martín Lutero y el Arzobispo de Canterbury,
respectivamente.

Fin del Imperio Británico

La crisis europea que resultó de la Segunda Guerra Mundial favoreció la descolonización.

Después de su período de máxima expansión luego de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el Imperio
Británico enfrentó transformaciones legales en el estatus de sus dominios. Esto se debió a que
progresivamente los territorios dominados se negaban a participar ciegamente en las movilizaciones militares
emprendidas por
Esto condujo a diversos enfrentamientos para lograr la independencia, que lograron sus objetivos hacia
1926. Algunos, como Irak y Egipto, alcanzaron su independencia pero permanecieron bajo tutelaje británico.
Otros alcanzaron su independencia. Por ejemplo, Irlanda en 1922 se separó de Irlanda del Norte, parte aún de la
mancomunidad británica.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, la devastación y crisis económica de toda Europa favoreció un proceso
paulatino pero firme de descolonización. Esto fue particularmente rápido en el caso africano, en una
seguidilla de independencias, tras años de lucha armada: Ghana (1957) y Nigeria (1960), Suazilandia (1968) y
Seychelles (1976).

Bandera del Imperio Británico

La bandera del Imperio Británico es conocida como la Union Jack o Union Flag.

La bandera del Imperio Británico es conocida como la Union Jack o Union Flag (Bandera de la Unión).
Combina los colores y formas de las cruces de los santos patronos de Inglaterra (San Jorge), Escocia (San
Andrés) e Irlanda del Norte (San Patricio), las regiones que junto a Gales conforman el Reino Unido. Estas
cruces aparecen con los colores rojo, blanco y azul.

Fuente: https://humanidades.com/imperio-britanico/#ixzz8FezhoWqN

Imperio Francés
Al Imperio Francés se le conoce también bajo el nombre de Imperio Napoleónico. Fue un período que
abarcó desde la coronación del emperador Napoleón Bonaparte hasta su abdicación en el año 1815.
Oficialmente, cuando se trata del Imperio Francés se refiere al fin del Consulado hasta la Restauración de la
monarquía borbónica, aunque posteriormente cerró con un periodo de cien días el 1 de marzo de 1815 y la
abdicación de Napoleón el 22 de junio del mismo año.

Antecedentes del Imperio Francés


La revolución francesa fue un proceso político y social que se desarrolló durante los años 1789. En los
cuales se abolió la monarquía absoluta y se estableció la proclamación de un gobierno republicano democrático.
Cuando Napoleón Bonaparte procede con su golpe de estado, termina la Revolución y esta se vuelve
mucho más autoritaria y conservadoramente social. Luego de ocupar el puesto como Primer Cónsul, somete
al Continente hasta proclamarse Emperador.

Etapa Imperial en Francia (1804 – 1815)

Durante muchos años, Francia tuvo que vivir muchos cambios en su territorio. En el siglo XIX se formó el
segundo Imperio de mayor importancia a nivel mundial, antecediendo al Imperio Inglés. Al comenzar
poseía territorios como en la Antillas y La India, pero esto fue cambiando hasta el punto que se fue extendiendo
mundialmente. El primer Imperio Francés se formó debido a lo siguiente:

 Existía inestabilidad en el gobierno, esto había causado gran revuelo entre los franceses. Lo cual motivó
a que el 18 de brumario, Napoleón realizará el golpe de estado.
 Existía cierto odio hacia los extranjeros, por lo que la campaña de Napoleón dio buenos resultado y se le
otorgó el puesto vitaliciamente sin problema alguno.
 El éxito de su campaña fue acumulándole poder en las filas francesas. Esto incrementó la ambición de
Napoleón lo que lo llevó a querer expandir sus límites.

Organización Política del Imperio Francés


La etapa imperial inicia el 18 de mayo de 1804 cuando se establece el imperio, proclamado por Napoleón
Bonaparte. Fue emperador nombrado por el senado con el nombre Napoleón I. La organización política de
este Imperio era el de establecer la monarquía universal, por lo que inauguró un gobierno personal.

Organización social del Imperio Francés


A pesar de la igualdad revolucionaria que fue proclamada en el código civil, en el Imperio se restituyó las
antiguas denominaciones nobiliarias. Napoleón conformó la corte por generales y familiares, a los cuales otorgó
con títulos nobiliarios.

Código Civil

En el mismo año de su ascensión al poder, Napoleón promulgó un “Código Civil” que tenía como
propósito la consolidación de las reformas burguesas iniciadas en el período de la República Francesa y
por el Directorio. El código fue completado en el año 1804 y fue llamado “Código Napoleónico”. Compuesto
de 36 leyes que consagraban las conquistas de la revolución, como la igualdad de derechos de los hijos en lo
que tiene que ver con la herencia.

Este código estaba redactado en un lenguaje claro, en el plano jurídico, era preciso. Guardaba su principal
interés de satisfacer las necesidades de la clase burguesa ascendente y de la sociedad en desarrollo muy
bajo.

Geografía del Imperio Francés


Mapá del Imperio Frances en el 1919 al año 1939

Napoleón Bonaparte fue un militar francés que actuó como republicano durante la Revolución y el Directorio.
Fue el encargado de dar el golpe de estado del 18 de brumario, el cual lo convirtió en el primer cónsul de la
República en el año 1799 y fue proclamado como emperador de los franceses el 18 de mayo del año 1804.
Durante más de una década tuvo el control de casi toda Europa Occidental y Central mediante las conquistas y
alianzas.

Acciones Militares del Imperio Francés


 Batalla de Trafalgar en el año 1805
o En esta batalla se eliminó la flota francesa que pretendía invadir Inglaterra.
 Batalla de Auterlitz en el año 1805
o Napoleón derrota a los ejércitos austro-rusos.
 Batalla de Jena 1806
o Esta batalla le abre el paso para que Napoleón ocupe Berlín.
 Bloqueo continental
o Prohibiendo a las naciones que tuvieran negociaciones con Inglaterra, sometió al pueblo a
hambre. Todo con el propósito de debilitar su política y poder invadir.
 Invasión a España
o Inició en el año 1808 y para el 1813 el pueblo francés sufrió una derrota en Bailén en la que son
expulsados del país definitivamente.
 Campaña de Rusia
o Inició en el año 1812 cuando Napoleón y unos 400 mil soldados invadieron y ocuparon Moscú.
Para poder librarse de esta invasión, el pueblo ruso privó de todos los medios y recursos al
ejército francés, además, hay que agregar que los franceses no estaban acostumbrados al clima de
Rusia. Las batallas de mayor importancia fueron la Moscowa y la Beresina, esta última no fue
muy favorable para los invasores.
 Batalla de Leipzig
o Ejércitos ingleses, prusianos, suecos, rusos austriacos y otros más, se unieron con el propósito de
enfrentarse y derrotar a Napoleón en Leipzig en el año 1813.
 Batalla de Waterloo
o Una vez que es derrotado y se va a la isla de Elba, Napoleón no resiste por mucho tiempo no
estar dominando Francia. Debido a la falta de popularidad de Luis XVIII regresa y permanece en
el gobierno por un periodo de 100 días, conocidos como “Los cien días de Napoleón”. Había
sido nombrado por la potencia europea como un perturbador de la paz mundial. Un poderoso
ejército lo enfrenta y lo derrota en Waterloo, Bélgica.
Economía del Imperio Francés
En lo que a la economía tiene que ver, el gobierno imperial mostró mayor preocupación por los precios y el
abastecimiento de los alimento para el desarrollo de los empresarios burgueses. En los diversos estados en los
que Napoleón gobernaba, existió un sistema económico muy distinto, todo esto con el propósito de sufragar
las necesidades del Imperio Francés. Las características de la economía del Imperio fueron las siguientes:

 Estaban sujetos a un régimen fiscal que no los favorecía, por lo que todos debían pagar un alto importe
de impuesto.
 Solo los productos que eran producido por las actividades primarias debían ser exportados a Francia
para evitar la competencia con productos manufacturados.
 Los productos que eran negociados con otros países, estaban sometidos a un fuerte impuesto.
 Con la reforma agraria, se expropió muchas de las tierras cultivables, pertenecientes a los estados
católicos. Esta tierra era dividida y luego vendida, generando ganancias para Francia, pero
representaba pérdidas para reinos como el de Cataluña y a Nápoles.
 La mayor parte de los productos primarios eran producidos para las máquinas bélicas

Religión del Imperio Francés


Uno de los aspectos de mayor importancia en la política interior del Imperio Francés fue lo relacionado con la
religión católica y el Papado. Napoleón Bonaparte sabía que para poder fortalecer su gobierno debía llegar
a un acuerdo con la Iglesia Católica, para que no le causara problemas. En realidad, el acercamiento
religioso que tuvo Napoleón se debió a razones política y no de devoción.

Características del Imperio Francés


 Napoleón Bonaparte tomó el poder de Francia en medio de un periodo político llamado la
Revolución Francesa.
 Construyó un extenso imperio que logró liderar el Continente.
 Los territorios del Imperio de Francia se extendió hasta la frontera con Rusia (Imperio Ruso).
 Napoleón logró disolver el Sacro Imperio Romano Germánico. Por otra parte, extendió y consolidó los
ideales revolucionarios por toda Europa.
 El “Bloqueo Continental» se llevó a cabo tener un mayor resultado económico en sus transformaciones
políticas.
 Ideó el sufragio universal.
 Napoleón creía en el valor educativo para la sociedad, por esa razón, produjo la educación universal
gratuita.
 Fue posible el descubrimiento de la piedra de la roseta en su incursión a Egipto (Civilización Egipcia).
 Promovió el comercio internacional.
 Una de las consecuencias del imperio fue la pérdida de las colonias francesas en América.

Cultura del Imperio Francés

Colocando a un lado el genio militar y sus gestos de perseguidor y autócrata, Napoleón Bonaparte creo obras
perdurables que sobrevivieron al primer Imperio Francés. Las obras Materiales del Imperio Francés fueron:

 Obras viales: Camino de Mont Cenis, Mont Genevra y Simplon.


 Obras portuarias: Dunkerque, Amberes y Cherburgo.
 Cursos de agua: El canal de l’Ourcq y el canal de Nantes a Brest.
 Arco del Triunfo.
 Puentes: Puente de piedra en Burdeos, Puente de las Artes, el puente Austerlitz en París y el puente de
Jena.
 Palacio Brongniart.
 Columna Vendome.
 Fundación de la nueva ciudad de La Roche-sur-Yon.
 Cementerios y morgue de París.
Caída del Imperio Francés
El Imperio de Napoleón se caracterizó porque él impulsó las actividades culturales, industriales y económicas
del pueblo Francés. También por la promulgación de muchas leyes sabias. Sin embargo, el deseo de hacer de
Francia la primera potencia mundial no la pudo llevar a cabo.

Una de las debilidades del Imperio Francés fue que Napoleón concentró todo sus recursos, tiempo y
energías en seguir expandiendo el territorio. Al hacer esto descuidó otras problemáticas, por ejemplo, cuando
iba a invadir Rusia no tomó en cuenta el clima, y esto fue un golpe muy duro para el ejército, pues lo debilitó.
En este caso, su estrategia no tuvo mucho valor.

Con la última batalla de Waterloo, Napoleón Bonaparte abdica la corona y fue apresado por los ingleses, los
cuales lo trasladan a la isla de Santa Elena donde Muere en el año 1821. Con la muerte de Napoleón muere
también el primer Imperio Francés

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