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ESCUCHA LA VOZ DE DIOS Y CRÉELE

Cuando enfrentamos adversidades, momentos complejos y panoramas inciertos,


precisamos escuchar una voz autorizada. Cuando escuchamos una voz que ofrece
esperanza y liberación, nuestra alama entra en reposo independientemente de lo
tengamos delante de nuestros ojos. Es como cuando vamos al médico con una alguna
dolencia y este nos dice que la situación es superable y luego nos ofrece en una receta
alguna medicina que aliviará la condición. El solo escuchar ese reporte favorable y
empezar a tomar dicha medicina genera un tipo de paz en el corazón, aunque quizá los
síntomas no parezcan irse todavía. En el fondo de nuestro corazón sabemos que esa
situación desfavorable pasará. Amados y amadas, eso (de manera simple) se llama FE.
Fe en los médicos y en las medicinas.

¿Cuántas veces Dios nos ofrece reportes favorables, dirección específica, información
privilegiada acerca del futuro, declaración de ayuda eterna y poderosa; pero, nosotros
no le escuchamos y no le prestamos atención? ¡Ni siquiera le creemos! CUANDO DIOS
HABLA, ESPERA SER ESCUCHADO Y CREÍDO POR SUS HIJOS. ¿Por qué? PORQUE LA VOZ
DE DIOS PUEDE SALVAR, PRESERVAR Y LIBERAR. Fíjate la siguiente historia de Pablo:

Hechos 27:21-26
21
Nadie había comido en mucho tiempo. Finalmente, Pablo reunió a la tripulación y
le dijo: «Señores, ustedes debieran haberme escuchado al principio y no haber salido
de Creta. Así se hubieran evitado todos estos daños y pérdidas. 22 ¡Pero anímense!
Ninguno de ustedes perderá la vida, aunque el barco se hundirá. 23 Pues anoche un
ángel del Dios a quien pertenezco y a quien sirvo estuvo a mi lado 24 y dijo: “¡Pablo,
no temas, porque ciertamente serás juzgado ante el César! Además, Dios, en su
bondad, ha concedido protección a todos los que navegan contigo”. 25 Así que,
¡anímense! Pues yo le creo a Dios. Sucederá tal como él lo dijo. 26 Pero seremos
náufragos en una isla».

Pablo se encontraba preso, bajo vigilancia, en un barco dirigido por gente atemorizada,
en medio de un clima de desconsuelo, derrota e incertidumbre, en medio de una
situación climática incambiable y desoladora y; en medio de todo ese paisaje, Pablo
dice “¡Yo acabo de escuchar a Dios! ¡Yo conozco esa voz! ¡Yo le creo a mi Dios! Esto se
ve mal, pero seremos liberados. Enfrentaremos una situación complicada, pero,
estaremos bien”.

¡Cuán importante es escuchar la voz correcta en medio de una tempestad! Y cuán vital
es creerle a esa voz para ver liberación. Pablo y toda la tripulación enfrentaron en
naufragio, pero, fueron liberados. Antes de lanzarse al agua comieron, dieron gracias a
Dios y se animaron con las palabras de Pablo. Dios quiere darte la misma paz y
liberación, creerle a la voz de Dios hace la diferencia en toda etapa de la vida y en
medio de las más crueles tempestades. La voz de Dios de dará información
privilegiada, te dará paz cuando otros no la tienen, te dará ánimo cuando otros ya
están tirando la toalla, te dará seguridad aunque la tormenta de enfermedad o escasez
arremeta contra tu vida. ¡Escucha, cree, actúa y obedece en la dirección de Dios!

Liberación viene ¿Puedes escucharle?

Entonces créele y sé liberado.

¡Dios es Bueno todo el Tiempo!

Pastor Danny.

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