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40 tipos de kalanchoe

Los kalanchoe son en realidad todo un género de plantas de la familia de las crasas o crasuláceas
(Crassulaceae). Se trata de plantas muy bonitas y, como ocurre con muchas crasas, de aspecto tan
llamativo como peculiar. Esto, unido a la resistencia natural que presenta la mayoría de plantas de su
género, hace de los kalanchoe unas plantas muy apreciadas por los aficionados a la jardinería y la
decoración.
Tipos de kalanchoe – lista
 Kalanchoe beauverdii
 Kalanchoe beharensis
 Kalanchoe beharensis cv. fang
 Kalanchoe beharensis fma. nuda
 Kalanchoe blossfeldiana
 Kalanchoe bracteata
 Kalanchoe carnea
 Kalanchoe citrina
 Kalanchoe cv. Krinkle Red
 Kalanchoe cv. tessa
 Kalanchoe daigremontiana
 Kalanchoe eriophylla
 Kalanchoe fedtschenkoi
 Kalanchoe fedtschenkoi fma. variegada
 Kalanchoe gastonis-bonnieri
 Kalanchoe humilis
 Kalanchoe laciniata
 Kalanchoe laxiflora
 Kalanchoe longiflora
 Kalanchoe luciae ssp. luciae
 Kalanchoe marmorata
 Kalanchoe marnieriana
 Kalanchoe millotii
 Kalanchoe miniata
 Kalanchoe mortagei
 Kalanchoe nyikae
 Kalanchoe orgyalis
 Kalanchoe paniculata
 Kalanchoe pubescens
 Kalanchoe pumila
 Kalanchoe rhombopilosa
 Kalanchoe rhombopilosa mannoni & boiteau
 Kalanchoe rotundifolia
 Kalanchoe scapigera
 Kalanchoe sexangularis
 Kalanchoe synsepala
 Kalanchoe tetraphylla
 Kalanchoe tomentosa
 Kalanchoe tomentosa cv. chocolate soldier
 Kalanchoe tomentosa fma. variegada
 Kalanchoe uniflora
Kalanchoe blossfeldiana, el más popular
Es el kalanchoe más popular y también el más común en establecimientos de jardinería. Destaca por
sus flores de colores variados pero muy vivos, y por sus hojas carnosas y de verde intenso y de gran
tamaño. Para florecer necesita estar en una ubicación con mucho aporte de luz natural, y si las
condiciones no son óptimas puede no florecer cada año.
Hay una variedad concreta de este kalanchoe llamada calandiva. Se parece mucho al blossfeldiana
original, pero sus flores son dobles, por lo que su floración es más vistosa aún.

Kalanchoe tomentosa
Esta peculiar planta de hojas dispuestas en forma de estrella es conocida por su crecimiento muy lento,
aunque puede llegar a alcanzar alturas de hasta 1 metro. Sus hojas están cubiertas de unos pequeños
pelos blanquecinos, que le dan a la planta un tacto suave y aterciopelado. Los ápices de sus hojas
tienen manchas marrones, dentadas como sus márgenes.

Kalanchoe Tessa, una planta colgante con flores


Este tipo de kalanchoe recibió en su momento el Royal Horticultural Society’s Award of Garden Merit. Se
trata de un kalanchoe de porte colgante, que llega a alcanzar alturas de hasta 30 centímetros. Sus hojas
son de borde ligeramente dentado y carnosas, y sus llamativas flores, de color rosado a rojo y forma
tubular o de campana, brotan de tallos de muy pequeño grosor. Es una planta tanto de exterior como de
interior.

Kalanchoe Pink Butterflies


Esta planta suculenta recibe el nombre por sus hijuelos, que nacen en los bordes de sus hojas y son de
un bonito color rosa, que los hace parecer flores. Por desgracia, el tiempo de vida de estos hijuelos es
bastante corto.
Se trata de un híbrido entre el kalanchoe delagoensis y el kalanchoe daigremontiana. Para mantenerlo en
condiciones óptimas, es recomendable buscarle una ubicación de semisombra.

Imagen: Re
Kalanchoe daigremontiana
Este es otro de los tipos de kalanchoe más populares entre los aficionados a las plantas crasas. Sus
hojas, de borde dentado y con manchas oscuras en el envés, nacen de tallos erectos de buen grosor. Es
poco común que florezca, pero de los bordes dentados de sus hojas nacen una gran cantidad de hijuelos.

Kalanchoe thyrsiflora
Este kalanchoe puede cultivarse tanto en suelo como en maceta, aunque como muchas otras especies,
necesita de una gran cantidad de luz natural para florecer. Sus hojas son grandes y redondeadas, de un
color verde claro en el centro y rosado en el extremo, muy bonitas y decorativas.

Kalanchoe pinnata
Un kalanchoe nativo de la isla de Madagascar, que crece hasta alcanzar alturas de un metro, y es que es
uno de los tipos de kalanchoe de crecimiento más rápido. Sus hojas son carnosas y dentadas, con
bordes marcados por una línea oscurecida. Es una crasa que puede tenerse en interior pero que, como la
ayoría, no soporta elfrío.

Kalanchoe beharensis
También originaria de Madagascar, este kalanchoe se caracteriza por ser uno de los mayores de su
género, y es que es de porte arbustivo. Puede alcanzar alturas de hasta 3 metros, pareciendo un
pequeño árbol de hojas carnosas y de gran tamaño.
Es de hoja perenne, así que se utiliza habitualmente para decorar jardines o espacios que no convenga
ensuciar.

Kalanchoe gastonis-bonnieri
Otra especie con el mismo origen que las dos anteriores. Su nombre viene del botánico Gaston Bonnier,
en honor al que se la llamó. Sus hojas son opuestas y de hasta 6 centímetros de longitud, muy bonitas y
de tallo plateado. Son de color verde claro salpicado de manchas oscuras en patrón, y sus flores son
rojas y con corola amarilla, muy decorativas.

Kalanchoe arborescens
Terminamos con el tipo de kalanchoe más grande, ya que puede alcanzar alturas de hasta 8 metros.
Esta planta, nativa también de Madagascar, forma árboles de tamaño pequeño o medio, con un tallo que
llega a ensancharse en su base hasta los 10 centímetros de diámetro y que se bifurca conforme crece.
Sus inflorescencias, de vivos tonos rosas y morados, son de las más vistosas y llamativas.

Planta kalanchoe: cuidados y para qué sirve

Los kalanchoe son en realidad un grupo de plantas que consta de más de 125 especies de plantas
diferentes, lo que hace que se puedan encontrar variedades muy particulares y diferentes entre sí. A pesar
de todo, la mayoría de los kalanchoe se pueden considerar arbustos de hoja perenne que no suelen
superar el metro de alto (con excepciones como el Kalanchoe beharensis, original de la isla de
Madagascar y capaz de alcanzar los seis metros de altura). Por otro lado, se trata de un grupo de plantas
que están ampliamente asociados a la medicina tradicional, especialmente por sus capacidades a la hora
de curar enfermedades de los músculos y huesos como el reumatismo.
Planta kalanchoe: características y descripción
 Se las puede encontrar en estado natural en continentes como Asia, África y Europa. Sin embargo,
actualmente, han sido también trasladadas de forma artificial tanto a América como a Oceanía, donde
algunas especies crecen en estado salvaje tras haberse adaptado con éxito a los diversos climas de
estos continentes.
 Las hojas de las plantas de la familia Crassulaceae, las crasuláceas, almacenan agua, por lo que se
consideran plantas suculentas.
 Además, en la mayoría de los casos, cuentan con una inflorescencia terminal (es decir, las flores del
kalanchoe aparecen al final del tallo), en forma de corimbo o panícula.
 Otra de las características más particulares es que la mayoría de sus flores cuenta con pétalos que
aparecen fusionados en estado de bulbo, de cuyo interior emergen los estambres y el pistilo de cada una
de las flores.
 La floración puede variar según cada una de las especies, aunque lo más común es que las flores del
kalanchoe aparezcan desde el principio del invierno hasta mediados de la primavera.

Kalanchoe: tipos y para qué sirve


Kalanchoe daigremontiana
También conocido vulgarmente como aranto o espinazo del diablo, se trata de una especie de kalanchoe
endémica de la isla africana de Madagascar y que, hoy en día, se encuentra en estado amenazado debido
a los pocos ejemplares que quedan. Se trata de uno de los kalanchoe que más usos medicinales tiene.
Esto se debe a que contiene daigremontianina, una sustancia medicinal que se usa en la elaboración
de medicamentos contra la insuficiencia cardíaca.
Kalanchoe tomentosa
También llamada planta panda u orejas de gato, se trata de otra variedad de kalanchoe procedente de
Madagascar. Se caracteriza por estar cubierta de una fina vellosidad blanca que parece como un
terciopelo que cubre todo su cuerpo, incluidas las hojas. Su principal uso medicinal consiste en que, en
sus hojas, existen sustancias que pueden ser sintetizadas en laboratorio para la producción de medicinas
que combaten la propagación de células cancerosas. En la imagen de abajo de este apartado puedes
ver una de estas plantas.
Kalanchoe thyrsiflora
Esta especie de kalanchoe es original de Sudáfrica, y se caracteriza por formar una roseta basal a partir
de la cual salen sus hojas, grandes y con un terciopelo similar al de la Kalanchoe tomentosa. Otra de sus
características más particulares son los bordes rojizos de los extremos de sus hojas, muy característicos y
fáciles de identificar. Al igual que sucedía con la Kalanchoe tomentosa, contiene sustancias que pueden
ser usadas en la producción de medicamentos contra el cáncer. Además, su savia contiene elementos
cicatrizantes, por lo que puede aplicarse directamente sobre las heridas para acelerar su curación.
Kalanchoe beharensis
Más conocida como kalanchoe oreja de elefante debido al gran tamaño de sus hojas, se trata de la
especie de kalanchoe más grande de todos. Original de Madagascar, puede llegar a alcanzar hasta los
seis metros de altura y a soportar temperaturas de hasta 7 grados centígrados. Contiene sustancias que
también hacen que sea útil en la elaboración de medicinas para luchar contra el cáncer. En el caso de ser
aplicada directamente sobre la piel, su savia alivia los dolores musculares y el reuma.
Kalanchoe blossfeldiana
Se trata de una especie de kalanchoe que también tiene su origen en Madagascar. Sin embargo, gracias a
su fácil cultivo y a la estética de sus flores, hoy en día se ha convertido en una planta ornamental
ampliamente extendida en todo el planeta. Puede llegar a medir hasta 40 centímetros de altura, y ofrece
flores de diversos colores que van desde el blanco a colores cálidos como el naranja, el rosa o el amarillo.
En este caso, las propiedades de esta planta suelen estar asociados a los problemas del sistema
gastrointestinal, ya que contiene sustancias que se pueden usar en la fabricación de medicamentos para
aliviar problemas gastrointestinales. En el caso de aplicarla directamente sobre la piel, ayuda a la
cicatrización de heridas y, sobre todo, a la curación de quemaduras superficiales.

Kalanchoe blossfeldiana: cuidados


De todos los kalanchoes que hemos mencionado, el Kalanchoe blossfeldiana es el más común de todos
para tener en el hogar. Los cuidados del Kalanchoe blossfeldiana es realmente sencillo.
Humedad y riego del kalanchoe
Respecto a las necesidades de humedad, es muy importante distanciar los riegos lo suficiente como para
evitar que la tierra se encharque. De hecho, es preferible esperar a que el sustrato esté casi
completamente seco antes de volver a regar, por lo que con bastará con regarlo una o dos veces al mes
en invierno y una vez a la semana en verano. Así mismo, también es muy importante evitar que la maceta
acumule agua, ya que podría producir la putrefacción de las raíces y la aparición de hongos. Para ello,
basta con retirar el agua sobrante del plato inferior después de cada riego.
Sustrato y abono
Por otro lado, se trata de una planta que se adapta bien a sustratos de casi cualquier tipo. Responde bien
a tierras duras, aunque prefiere aquellas que sean ricas en hierro. En cuanto al abono, conviene usarlo
tres veces al año y elegir aquellos que sean ácidos, esto ayudará a su crecimiento y floración.
Luz y ubicación
Así mismo, se trata de una planta que necesita abundante luz para crecer fuerte y sana, preferiblemente
con acceso a luz solar pero indirecta, para evitar que sus hojas puedan quemarse. En este sentido, una
ventana situada al este o al oeste es lo más aconsejable, ya que evitará las horas de luz de sol más
intensas, pero recibirá la luz solar más suave de principios o finales del día.
Plagas comunes
A este tipo de plantas suelen atacarles dos tipos de plagas. La araña roja y las orugas. Las primeras
suelen anidar allí y la planta sufre ciertos problemas por ello, pudiendo morir si se extiende una gran plaga.
La segunda plaga mencionada, no solo se reproduce ahí, sino que también se alimentan de la propia
planta.
Poda
Se puede podar dos veces al año y, de esta forma, se estimulará su crecimiento. Asimismo, conviene ir
podando o retirando las partes secas o muertas de la planta para facilitarle el desarrollo. Si no es una de
las variedades que crecen muy rápido, se puede hacer la poda solo una vez al año.

Cactus de Navidad con las hojas arrugadas: por qué y qué hacer
Los cactus de Navidad, de nombre científico Schlumbergera, son un género de plantas suculentas de
la familia de las cactáceas, muy populares en decoración de interiores por su característica floración, que
se da en los meses fríos, de ahí su nombre.
Esta planta también recibe los nombres de cactus Santa Teresita, plumas de Santa Teresa o cactus de
Pascua. Su cuidado no es difícil, pero si tu cactus de Navidad no parece sano y sus hojas están
arrugadas, en EcologíaVerde te contamos las posibles causas de que tengas un cactus de Navidad con
las hojas arrugadas y qué hacer para ayudarlo a estar más sano para que siga creciendo y florezca bien.
Falta o exceso de riego
Como todas las suculentas, el cactus de Navidad acumula agua en su estructura. Este género de plantas
en concreto acumula agua en sus tallos, por lo que cuando hablamos de que las hojas del cactus de
Navidad están arrugadas, en realidad nos estamos refiriendo a que son sus tallos los que se ven así.
Lo más común cuando esto ocurre, y vemos que los tallos parecen desinflarse y arrugarse, o simplemente
se vuelven lacios en las primeras etapas de malestar de la planta, se debe a que esta ha perdido o
consumido buena parte del agua acumulada, lo que le da ese aspecto de poca salud.
Este mal riego del cactus de Navidad puede ser tanto por exceso, como por defecto. Cuando se trata de
que el cactus está deshidratado, las hojas se arrugan por no disponer la planta de suficiente agua para
almacenar en sus reservas y, al verse obligada a consumirla, sus tallos se encogen. No olvides que,
aunque el cactus de Navidad es un cactus y está adaptado a condiciones de sequía, sigue necesitando
cierta cantidad de agua.
También puede ocurrir que las hojas se arruguen por un riego demasiado frecuente o en excesiva
cantidad. La mayoría de cactus y plantas suculentas tienen unas raíces que no toleran el exceso de
humedad. Este provoca que sus raíces se pudran y, a primera vista, puede parecer que la planta necesita
justamente lo contrario: más agua. Fíjate bien en sus tallos y en si las puntas de las hojas parecen
ennegrecerse o pudrirse: esta es la señal de que estás regando demasiado tu cactus de Navidad. Si,
además, la tierra parece húmeda al tacto, puedes estar seguro de que ese es el motivo.

Demasiado sol
No todos los cactus están preparados para soportar la luz solar directa de un clima caluroso. Por ejemplo,
el sol de algunos países cálidos, especialmente en los meses de verano, puede provocar hojas arrugadas
en un cactus de Navidad. Un exceso de luz solar de gran intensidad hará que el cactus pierda agua
pese a sus mecanismos de retención de esta. Si se deshidrata, sus tallos se arrugarán y secarán, sobre
todo si la planta no recibe agua suficiente.

Edad de la planta
Las plantas envejecen como el resto de seres vivos. Los cactus de Navidad también notan el paso del
tiempo, y sus tallos y hojas de mayor edad se arrugarán con el paso del tiempo aunque la planta tenga
buena salud.
Por tanto, si sabes que tu planta tiene ya muchos años, no te extrañe ver algunas partes arrugadas o algo
mustias. En cambio, si ves que es una gran parte de la planta, presta atención al resto de posibles causas
de este problema, ya que, dejando de lado la edad, el resto de problemas que aquí comentamos también
pueden afectarla.
Fertilizantes o agua poco adecuados
Por último, un uso de fertilizantes poco adecuados o de agua con demasiados aditivos puede
provocar también este efecto en los tallos u hojas de esta planta. Las sales de algunos fertilizantes ricos
en estas o las que la propia agua del grifo contiene en algunos sitios pueden ser la causa.

Qué hacer si mi cactus de Navidad tiene las hojas arrugadas


 Si se trata de un exceso de riego, simplemente deja que el sustrato de tu cactus de Navidad se seque por
completo antes de volver a regar, mientras que si es falta de riego, aumenta de forma paulatina el agua
que le aportas a la planta, siempre con cuidado de no excederte ni encharcarla.
 En el caso de insolación, mueve tu cactus de Navidad a una ubicación iluminada pero protegida de la
incidencia directa del sol, al menos durante las horas de mediodía.
 Si tu planta tiene cierta edad, retira sus tallos y hojas una vez se hayan secado por completo y fíjate en si
da brotes nuevos: si lo hace, todo va bien.
 Por último, en el caso de los fertilizantes no uses fertilizantes ricos en sodio y, a ser posible, utilízalos
específicos para cactus. Para regar, usa agua de lluvia o baja en sodio y, si no tienes acceso a ella, déjala
reposar al menos 24 horas antes de regar con ella.
Cuidados de cactus de Navidad
Estos son los cuidados básicos de cactus de Navidad o cactus de Pascua:
 Riego: abundante en época de crecimiento, escaso tras la floración. Maceta con agujeros de drenaje.
 Luz: necesita mucha. Puede ser directa en climas suaves.
 Ubicación: poner en un lugar fresco tras la floración y reducir riegos para dejar la planta reposar. En
verano, semisombra. Mantenlo a cubierto de corrientes de aire.
 Sustrato: especial para suculentas, muy suelto, ligero y de buen drenaje.
 Fertilizante: específico de cactus y suculentas.
Cuidados de las suculentas

Las suculentas son un tipo de planta especialmente apreciado en jardinería y decoración por sus
llamativas y peculiares formas, muy distintas de las de la mayoría de plantas de otros tipos. Además,
muchas de ellas son originarias de ambientes desérticos o muy áridos, por lo que se trata de plantas muy
resistentes y que tienden a requerir de pocos cuidados, además de ser muy sencillas de multiplicar.
Plantas suculentas: características
La mayoría de suculentas comparten algunas características, veámoslas:
 Todas ellas almacenan agua en sus hojas, raíces o tallos, que adquieren formas abultadas y carnosas.
 Tienden a ser plantas muy resistentes y también de cuidados poco exigentes.
 Tienen un metabolismo reducido, y un periodo de floración muy breve.
 A diferencia del resto de plantas, abren sus estomas para respirar durante la noche y así perder menos
agua.
Cuidados de las suculentas - guía práctica
Hay que tener en cuenta que las suculentas no son una sola familia, sino muchas de ellas, y cuentan con
una enorme cantidad de especies. Debido a esto, sus necesidades pueden ser bastante diferentes en
función de la especie concreta. Sin embargo, la mayoría de ellas comparte algunas cosas.
Resumidamente, estos son los principales cuidados de las plantas suculentas necesitan:
 Luz: la gran mayoría de suculentas necesitan de grandes cantidades de luz solar, incluso directa.
 Tierra: no son plantas exigentes con los nutrientes, así que solo necesitan un buen drenaje.
 Riego: no toleran los excesos de riego ni los encharcamientos.
 Clima: la mayoría de ellas son de climas cálidos.
Luz y ubicación
La mayoría de suculentas proviene de ambientes desérticos en que están expuestas a temperaturas muy
altas y a un influjo solar muy intenso. Sin embargo, para tenerlas en casa no necesitan de estar expuestas
directamente al sol ,y de hecho, muchas de sus especies se deshidratarán si las expones a un sol muy
intenso.
Así, lo ideal es mantenerlas en ubicaciones muy luminosas, pero a cubierto de las horas más intensas
de sol. Una forma de saber que están recibiendo demasiado sol es si ves que las hojas se resecan o
adoptan tonos marrones o rojizos.

Riego de las suculentas


Dado que estas plantas son capaces de almacenar grandes reservas de aguas en sus hojas o tallos, la
mayoría de ellas no precisa apenas de riegos. De hecho, la gran mayoría de suculentas no tolera los
excesos de humedad en el sustrato, y si las encharcas al regar o las riegas demasiado a menudo es muy
probable que sus raíces se pudran y la planta muera. En la mayoría de casos, bastará con un riego cada
10 o 15 días, o como mucho un riego semanal en los meses cálidos. Además, muchas especies de
suculentas son colgantes o aéreas. En estas, lo mejor es practicar un riego por inmersión, que permite a la
planta coger el agua que necesita sin sufrir de excesos de humedad después.
Sustrato y abono para suculentas
Las plantas crasas no resultan nada exigentes con los nutrientes del suelo, por lo que la prioridad al elegir
el sustrato es que ofrezca un buen drenaje. Si abonas tus suculentas, utiliza abono específico para este
tipo de plantas, y presta atención a las dosis y frecuencia indicados. Un exceso de abono tampoco les hará
bien. Lo ideal es utilizar sustrato para cactus o plantas crasas, o como mucho una mezcla de este con
sustrato universal.

Otros consejos sobre los cuidados de las plantas suculentas


Para terminar, te ofrecemos más consejos para cuidar plantas suculentas:
 Las suculentas tienden a tardar mucho en dar sus flores, en ocasiones incluso muchos años. Además,
muchas de ellas no florecerán nunca si no se encuentran en condiciones óptimas, así que, si quieres
poder llegar a ver sus flores, procura que todas las condiciones arriba listadas se cumplen.
 A menos que se trate de una suculenta tropical que lo necesite específicamente, no riegues tus
suculentas con atomizador o pulverizador. Esto aportará a las hojas una humedad que no solo no
necesitan, sino que puede favorecer la aparición de hongos.
 Las suculentas son muy fáciles de propagar debido a los hijos que tienden a producir en la base de la
planta madre. Si los separas con cuidado con un tenedor, procurando no dañarlos, podrás plantarlos en
un nuevo recipiente para dar lugar a otra planta igual. Aprende más sobre cómo hacerlo correctamente
con este otro artículo de EcologíaVerde sobre Cómo reproducir las plantas suculentas (también puedes
ver la guía en vídeo aquí abajo).
Suculentas colgantes: tipos, cuidados y cómo reproducirlas
Las plantas suculentas son muy populares en jardinería gracias al toque exótico y llamativo de sus formas,
que resultan muy características y distinguibles de otros tipos de plantas pese a su enorme variedad.
Además, suelen gustar mucho porque, en realidad, son bastante fáciles de cuidar.
Tipos de suculentas colgantes
Hay una gran cantidad de suculentas de tipo colgante, pero estas son algunas de las más comunes y
usadas en la decoración de jardines, terrazas, balcones y también para el interior de los hogares.
 Rhipsalis
 Planta rosario
 Cola de burro
 Collar de corazones

En este otro post puedes descubrir más Tipos de suculentas.


Rhipsalis
Las rhipsalis forman un tipo de cortinas con sus tallos que quedan muy vistosas y decorativas. Estas
plantas, que son plantas epífitas, se adhieren a la corteza de otros árboles y absorben la humedad
ambiental. Por ello, necesitan de una humedad alta en el aire más que de un riego abundante. Hay cerca
de 60 variedades de rhipsalis, por o que hay mucho donde escoger entre este tipo de plantas suculentas
colgantes.

Planta rosario
De nombre científico Senecio rowleyanus, esta perenne colgante tiene unos tallos largos y finos, que
cuentan con gran cantidad de hojas esféricas o cilíndricas, que es donde almacena el agua. También es
muy llamativa, y de cuidados muy básicos. Necesita temperaturas templadas, una buena cantidad de luz y
riegos moderados y sin excesos, siendo este último punto el más importante.
Cola de burro
La Sedum morganianum es otra de las suculentas colgantes más bonitas y usadas. Sus hojas de
verde grisáceo se agrupan en racimos que cuelgan de sus largos tallos, de ahí el nombre que recibe. En
los meses cálidos dan a veces unas pequeñas flores y también es una planta muy resistente y poco
exigente. Hay que tener mucho cuidado con los excesos de riego y, además, precisa de trasplantes
ocasionales.
Collar de corazones
Se la llama también Ceropegia woodii o enredadera rosario. Esta planta, que tiene su origen en el sur
de África, resulta característica por sus hojas carnosas, con forma de corazón, que al exponerse al sol
adquieren tonos rojizos o rosáceos. En los meses cálidos da lugar a menudas flores muy llamativas, que
casi parecen de cera. Puede crecer tanto al sol como en semisombra, y requiere de pocos riegos, como la
mayoría de crasas.

Cuidados de las suculentas colgantes


Es muy difícil hablar en general de todas las suculentas colgantes, ya que aunque muchas de ellas
comparten características, no todas vienen del mismo tipo de climas. Aquí vamos a hablar de los cuidados
de las de clima seco, que son la mayoría de ellas. Sin embargo, hay especies de crasas tropicales, como
es el caso de muchas epífitas, que necesitan otro tipo de condiciones. Ante la duda, consulta los cuidados
de tu especie en concreto. Una vez aclarado esto, podemos explicar de forma general los principales
cuidados de las plantas suculentas:
Clima y luz del sol
la mayoría de crasas provienen de climas desérticos o muy calurosos, por lo que tienden a soportar
bastante bien las condiciones de sequía y de exposición al sol.
Riego de las suculentas colgantes
Por contra, el exceso de riego es el principal peligro para la mayoría de estas plantas, que puede pudrir
sus raíces y matarlas. Riega tus suculentas solo cuando el sustrato se haya secado, y no lo hagas nunca
hasta encharcar.
Abono
Además, en sus periodos de crecimiento puedes abonarlas una vez al mes con abono orgánico o
específico. Esto no es necesario habitualmente, pero la planta lo agradecerá. Evidentemente, cuando las
macetas se queden pequeñas necesitarás trasplantarlas, aunque rara vez será necesario hacerlo cada
año.
Reproducir suculentas colgantes
Las suculentas colgantes se reproducen igual que el resto de suculentas. Gracias a la facilidad que
tienen estas plantas para producir hijos en la base de sus tallos, o de reproducirse por esquejes, propagar
estas plantas resulta muy sencillo y cómodo. Simplemente, sigue estos pasos para reproducir plantas
suculentas colgantes:
1. Toma uno de los hijos que la planta produce en la base de sus tallos principales, sácalo procurando no
dañar sus raíces (puedes usar un tenedor con cuidado) y plántalo en una maceta adecuada.
2. Si la planta no produce hijos, el esqueje de un tallo servirá. Córtalo siempre con herramientas
desinfectadas, y dale unos días para que la herida cierre, a la sombra, antes de plantarlo de nuevo en
sustrato para suculentas.
Tipos de suculentas
Las suculentas son tan diversas que abarcan una gran cantidad de familias distintas de plantas, aunque
las más comunes de ellas en jardinería son las cactáceas y las crasuláceas.
Plantas cactáceas o cactus
Llamadas habitualmente cactus, estas plantas provenientes en su mayoría de América son conocidas por
todo el mundo por su extraordinaria resistencia a la sequía y las altas temperaturas. Su rasgo más
distintivo es la areola, la estructura de donde nacen sus vástagos, espinas y flores. Algunos de los
cactus más usados son los siguientes:
 Dolichothele
 Aporocactus
 Escobaria
 Cereus
 Aylostera
 Epiphylum
 Acanthocalycium
 Carnegiea
 Copiapoa
 Astrophytum
 Coryphantha
 Echinocactus
 Hylocereus
Descubre más especies en este otro post sobre Tipos de cactus con flores.
Plantas crasuláceas
Las crasuláceas son otra familia de plantas crasas, la mayoría de ellas herbáceas, que se pueden
encontrar a lo largo de todo el mundo. Las plantas crasuláceas almacenan el agua en sus hojas
suculentas, ya que, como los cactus, son propias de zonas calurosas y con muy poca agua. Son de uso
muy extendido en jardinería debido a su resistencia y a los pocos cuidados que requieren. Unas cuantas
crasuláceas comunes son:
 Echeveria black prince
 Echeveria perla de nuremberg
 Echeveria elegans
 Kalanchoe tomentosa
 Kalanchoe humilis
 Kalanchoe thyrsiflora
 Monanthes
 Sedum
 Sempervivum
 Crassula morgan beauty
 Crassula multicava
 Crassula ovata
 Umbilicus
 Cotyledon orbiculata
 Aloe vera
 Aloe squarrosa
 Aloe aristata
Cómo reproducir las plantas suculentas
Propagar suculentas resulta especialmente práctico para hacerse con una buena cantidad de ellas a
partir de unas pocas plantas madre. Debido a la gran capacidad de estas plantas para reproducirse así
conseguiremos multiplicarlas en muy poco tiempo.
Reproducir suculentas por esquejes de hojas
La mayoría de ellas pueden reproducirse simplemente plantando una hojas sana de la planta suculenta
escogida:
1. Reproducir suculentas por hoja con este método requiere de arrancarlas o cortarlas con mucho cuidado,
siempre procurando no dejar ningún resto de la hoja en la planta madre. Recuerda usar guantes gruesos
de jardinería si estás trabajando con plantas con espinas.
2. Deja secar la hoja durante unas 72 horas.
3. Luego plántala superficialmente, es decir, sin enterrarla profundo y que quede más trozo de hoja fuera
que bajo tierra.
Reproducir suculentas por hijuelos
También es posible reproducir suculentas por hijuelos. Muchas de estas plantas, como los cactus,
producen de forma natural hijuelos alrededor de la planta madre. Trasplantarlos resulta muy sencillo:
1. Primero ten en cuenta que, por lo general, conviene separar los hijuelos solo una vez les hayan salido
algunas raíces un poco largas.
2. Separa el hijuelo de la planta madre con unas tijeras de poda bien afiladas y desinfectadas, o incluso con
las manos si se desprende con facilidad.
3. Deja secar el hijuelo entre dos y tres días si ha sufrido heridas al separarlo.
4. Luego plántalo en la tierra, cubriendo bien sus raíces y su base.
Reproducir suculentas por esquejes de tallo
Otro método posible es la multiplicación por esquejes grandes, es decir, a partir del tallo:
1. Se parece mucho al método de reproducción por hojas, solo que en este caso, usa todo un tallo de la
planta madre y no solo una hoja.
2. Deja secar el esqueje unos pocos días antes de plantarlo.
3. Planta el esqueje en tierra adecuada para este tipo de plantas y no apelmaces en exceso la tierra al
hacerlo.
Si no estás seguro de qué método es el más adecuado para tu suculenta, lo mejor que puedes hacer es
buscar información concreta sobre la especie con la que vas a trabajar

Cómo cuidar suculentas


A la hora de reproducir suculentas, lo más habitual es hacerlo por esquejes de hoja o tallo o hijuelos. Ya
has visto cuáles son las tres principales formas de hacerlo, pero, aunque se trata de plantas muy
resistentes, es importante tener en cuenta algunas cosas para que gocen de una buena salud.
Los principales enemigos de las plantas crasas son el exceso de humedad y los hongos. Por esto, es
necesario conocer una serie de cuidados básicos de las plantas suculentas:
Tierra y drenaje
Es necesario usar macetas y tierra con muy buen drenaje. Asimismo, estas plantas se ven beneficiadas de
que haya una capa de grava o piedras que separen sus hojas del sustrato. Además, las hojas o esquejes
recién plantados agradecen el uso de fungicidas para evitar posibles ataques. El aloe es una de las
suculentas más susceptibles de sufrir este tipo de daños. Aquí puedes conocer Fungicidas caseros para
cactus y otras suculentas.
Ubicación, luz y riego
Busca una ubicación luminosa para tu planta, a ser posible con orientación al sur, y no la riegues en
exceso. En invierno una vez al mes será suficiente, y en verano no debe regarse más de una vez a la
semana. Aquí te explicamos más acerca de Cómo regar las plantas suculentas.
Estas plantas son tan duras que, con esos pocos cuidados, crecerán sanas y fuertes incluso en climas
calurosos.
Tipo de sustrato que necesita una suculenta o un cactus
La mayoría de suculentas son originarias de terrenos desérticos o muy secos y áridos. Esto significa que
no solo están acostumbradas a condiciones muy duras, sino que tienen sus propias necesidades
específicas.
Una de las principales, por lo dañina que les puede resultar si no se cumple cuidadosamente, es que la
mayoría de suculentas no tolera los suelos húmedos. Evidentemente, necesitan agua como todas las
plantas, aunque las suculentas tienen la capacidad de almacenar grandes cantidades de agua para
aguantar largas temporadas sin riego, pero si están en suelos con exceso de humedad, la putrefacción y
los hongos no tardarán en atacarlos.
Por esto, es muy importante que tus suculentas tenga una tierra o sustrato con muy buen drenaje, que
les asegure la menor acumulación de humedad posible. Además, dado que están acostumbradas
a suelos áridos, estas plantas tampoco necesitan una gran cantidad de nutrientes en sus sustratos y, de
hecho, el exceso de nitrógeno las debilitará.
Infórmate acerca de si tus suculentas son de origen desértico o de otras zonas algo más húmedas. Si
vienen de zonas con más humedad, necesitarás adaptar el sustrato para que retenga más agua.

Cómo hacer sustrato para cactus y suculentas


Si tenemos en cuenta lo ya dicho, te habrás dado cuenta de que el sustrato universal solo no sirve para
estas plantas. Sin embargo, no necesitas gastarte el dinero en comprar una mezcla específica, porque
aquí vamos a ver cómo preparar sustrato para cactus y suculentas.
Hay muchísimas recetas para hacer tierra para cactus y suculentas. Para elaborar un sustrato apto para
suculentas en general, sean cactáceas o no, lo mejor es usar una mezcla de uno de estos dos tipos, según
el tipo de clima en el que vivas:
 Mezcla 2 partes de sustrato universal y 1 parte de piedra pómez, pumita o alguna otra roca volcánica de
características parecidas, ligeras y porosas. Esta mezcla es adecuada para climas templados y ayudará a
mantener tus suculentas sanas, sin excesivos niveles de humedad.
 Si en cambio, vas a trabajar con suculentas que necesiten de suelos particularmente secos, podemos
utilizar una mezcla con musgo de turba y corteza de abeto, que proporcionarán una tierra con todavía
menos humedad.
Cuáles son las mejores macetas para cactus y suculentas
Una de las cosas más importantes de las macetas para suculentas y cactus es que cuenten con
agujeros de drenaje. Dado que usamos sustratos con una gran capacidad de drenaje, la maceta tiene
que poder expulsar el agua sobrante por su parte inferior para mantener las raíces alejadas del exceso de
humedad. Además, estos agujeros también son muy útiles para, en caso de macetas pequeñas, que nos
sirvan para saber cuándo la planta necesita un trasplante, si es que sus raíces pueden verse por los
agujeros.
Además, en las macetas de barro, al ser un material poroso, se elimina mejor la humedad y las raíces se
agarran con mayor facilidad, aunque por contra tendremos que tener un mayor cuidado en los trasplantes.
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Cuándo y cómo trasplantar cactus y suculentas
Por lo general, lo que marca el momento de trasplantar una suculenta no es el tamaño de la planta
visible sino, como hemos dicho antes, sus raíces. Cuando las raíces asoman por los agujeros de
drenaje, es que la planta necesita un nuevo hogar más grande. Sigue estos pasos y consejos para
trasplantar suculentas y cactus:
 Al trasplantar este tipo de plantas hay que tener mucho cuidado con no romper las raíces al sacarla de su
maceta actual. Si tiramos de la propia planta nos arriesgamos a que las raíces se rompan de forma
perjudicial o, incluso, fatídica para la planta. Para sacar la planta de la maceta sin dañarla, sírvete de
pequeños golpecitos en los bordes y laterales de la misma. Incluso puedes colar un lápiz por los agujeros
de drenaje para soltar un poco la tierra.
 No trasplantes tu suculenta a una maceta mucho mayor que la anterior, ya que es mejor que vaya
creciendo poco a poco, sin tener demasiada tierra de sobra.
 Por último, antes de plantarla en su nueva maceta, suelta con cuidado el sustrato que puedas de las
raíces, desenredándolas con delicadeza dentro de lo posible.
uando parezca un cactus muerto.

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