En su deseo de provocar una transformación profunda
que emancipe al hombre de la miseria y la ignorancia, los intelectuales románticos ponen su arte al servicio de las ideas reformistas. Novelas, poesías, dramas se convierten en emisarios de las nuevas doctrinas. Los escritores fundan organizaciones, participan en luchas ideológicas, y hasta algunos ofrendan sus vidas en nombre de la libertad de los pueblos. En esa búsqueda, los románticos caen en sistemas utópicos, arrastrados por excesos imaginativos y sentimentales. Desean transformar la sociedad en nombre de loa justicia y los sentimientos. Los principales reformistas se dan en Francia Claudio Saint Simón (1769- 1825) y Carlos Fourier (1772- 1837) se hacen famosos como los representantes del Socialismo utópico que gana innumerables seguidores. En este sentido, hay que insistir en el papel del Romanticismo Histórico Social, ya que se distingue por una forma o manera diferente de escribir la historia, durante el siglo XVIII (Neoclasicismo) se produjo una historia de tono muy descriptivo que imitaba a los historiadores clásicos. Era una especie de registro de acontecimientos políticos y militares que no tomaba en cuenta los aspectos sociales, económicos ni artísticos los pueblos. De preferencia se refería a batallas y acontecimientos descriptivos en abstracto, fuera de todo contexto ambiental, sin color local. La historia romántica siglo XIX se dan cambios importantes y la nueva forma de historiar se centra principalmente en las historias nacionales descritas con una fuerte presencia de color o sabor local, detallando costumbres y todo lo que muestre elementos particulares y diferenciadores de cada pueblo y de cada situación. De modo que una historia objetiva y abstracta se pasa a una historia donde el sentimiento, la empatía y lo regional o local cobran gran importancia. Unido a esto el estilo o lenguaje poético, rico en imágenes, símiles y metáforas que emparenta la historia con la literatura. Los historiadores franceses son los primeros en buscar nuevos rumbos. A comienzos del siglo XIX, aparecen Chateaubriand con el Genio del Cristianismo (1802). Esta obra abre las puertas al Romanticismo Social. Michelet, con su Historia de Francia (1853) se convierte en el maestro de esta escuela romántica. Al pasar esta tendencia a América se encuentra con buenos seguidores, y en Venezuela estará Juan Vicente González, quien inicia la historia romántica con su obra Historia del Poder Civil en Colombia y Venezuela. CARACTERÍSTICAS DEL ROMANTICISMO HISTÓRICO-SOCIAL
1. Visión Crítica de la Realidad. El historiador romántico
conoce el hecho histórico y busca explicárselo y lo relaciona con el pasado para encontrar sus raíces.
2. La Empatía. El historiador se identifica con el hecho
que narra. Lo presenta como si lo estuviese viviendo, por esto se da preferencia a la historia nacional, al momento contemporáneo.
3. Visión Subjetiva del hecho histórico. Como el yo del
historiador siempre está presente, todo se carga de subjetividad; se emociona ante los hechos y toma partida ante ellos.
4. Apoyo en Fuentes Documentales. Los juicios
elaborados por el historiador deben ser propios pero partiendo de documentos reales; por eso deben ir a la fuente más cercana y no basarse en crónicas o relatos de segunda mano.
5. Estilo Poético. Como los románticos escribían con
emoción, su estilo debía adaptarse a esa circunstancia. Por esta razón la prosa utilizada tenía un tono declamatorio, que perseguía conmover, convencer y lo hace mediante giros y figuras poéticas como: metáforas, exclamaciones, interrogaciones, símiles e imágenes de todo tipo. Desde el periódico El Heraldo y otras publicaciones, combatió a los regímenes de fuerza. Eso disgustó a muchos gobernantes. Estuvo a punto de ser deportado en 1861, pero gracias a las diligencias de Pedro Gual, Presidente de la República, por breve tiempo esto pudo ser evitado. También hizo oposición a la dictadura del General José Antonio Páez, lo que le valió un encierro de tres meses en la cárcel de La Guaira. Al ser libertado gracias a los buenos oficios de algunos masones, reincidió en sus críticas violentas al gobierno. El General Páez molesto, volvió a mandarlo a prisión, esta vez en la prisión de "La Rotunda". Allí escribió su Manual de Historia Universal, que es el primero de sus libros conocidos. Al triunfar los ejércitos del Mariscal Juan Crisóstomo Falcón en la Guerra Federal, vio con simpatía a este militar y líder masón, lo cual no impidió para que de vez en cuando le dedicara también algunos ataques periodísticos. A pesar de las pasiones políticas que le animaban González era considerado un personaje muy honesto, noble y amante de la verdad. Esto quedó demostrado con la biografía muy favorable que escribió sobre el Juan Crisóstomo Falcón, no obstante que se declaró una vez más su adversario. Entre sus obras figura la biografía del prócer José Félix Ribas, "Las Mesenianas", un conjunto de elegías en prosa, "Ecos de las Bóvedas" y la obra que quedara inconclusa Historia del Poder Civil. En el campo de la poesía, Juan Vicente González publicó numerosos trabajos, destacando su soneto " A Bolívar". En el periodismo, consiguió fama por su talento y virulencia en la crítica. Fue fundador de los medios impresos El Venezolano, El Diario de la tarde y El Heraldo y editorialista de algunos de estos medios incluyendo La Prensa, lo que provocaría polémicas con periodistas identificados con el movimiento liberal tales como Felipe Larrazábal, Estaislao Rendón, Guillermo Tell Villegas, Tomás Lander y Rafael Arvelo. Un año antes de su fallecimiento, estableció la publicación Revista Literaria.