Víctor Noel Andrés Quezada

La independencia de España por parte de Francia fue algo que los marcó, hubo un
cambio cultural y social muy marcado, por lo que deseaban cambiar, ser otros
ante los demás y dejar atrás lo relacionado con Francia. Nació un Romanticismo
con el cual esperaban lograr un cambio para su nación, para lograr ser vistos de
otra forma para el mundo y llegar a inspirar.

España tenía algo que logró preservar hasta la fecha y es la Literatura de los
Siglos de Oro, la cual resaltó mucho gracias a autores como Lope de Vega con su
teatro romántico en donde se reflejaba la vida en España, lo que se solía contar en
las calles como mitos, leyendas, etc. Cabe mencionar que, como en todo lo
romántico, se le dedicaba todo a la naturaleza, el arte y amor, aquello que acerca
a la humanidad a lo humano. López Soler, Agustín Durán y el Duque de Rivas
fueron otros escritores que ayudaron a “reescribir” España tras este suceso con
obras como los prólogos de Bandos de Castilla o el caballero del cisne (1830) y El
moro expósito (1834).

Por otro lado está Bécquer quien a pesar de “llegar tarde” aportó mucho a la
poesía con sus obras relacionadas a los principios del Romanticismo: naturaleza,
amor y aspectos del hombre como un ser humano, pensamientos, problemáticas,
etc. José de Espronceda también fue participe y logró destacar más por ser el
poeta más destacado del primer Romanticismo.

Como se sabe, la literatura es algo que está en un cambio constante y dichos

cambios o corrientes literarias tuvieron un punto de convergencia ya que llegaron
a coexistir dos o más al mismo tiempo, como ocurrió con el Modernismo, Realismo
y Naturalismo, quienes a la vez tuvieron interacción entre ellas y crearon otros
movimientos que después tomarían su lugar, pero no para suplantarlos, sino para
darles otra función en el mismo sistema, como lo decían los Formalistas Rusos al
momento de este “desgaste”. La novela “de la tierra”, revolución e indigenista junto
a las otras, fueron quienes aportaron su grano de arena para la creación del
Surrealismo.
La Generación del 98 eran poetas que presentaban más que nada crisis
relacionadas a lo moral, lo político y social que se venían arrastrando desde su
derrota por parte de Estados Unidos con la guerra “Hispano-Estadounidense”, que
a su vez tuvo una pérdida territorial: Filipinas, Cuba, Puerto Rico y Guam en 1898.

Su inspiración venía como la mayoría, de otras corrientes y/o movimientos, que en

este caso fue el Canovismo. Otro influyente es el cómo vivieron dos caras de una
moneda que era España la fase de revolución en donde se veía próspero y con
confianza mientras que cayeron en la de restauración, teniendo que vivir en duda
sobre la política y sus “promesas”.

Ambas fueron fracasos, algo que deja marcas y con ellas se dieron cuenta que
España necesitaba urgentemente algo nuevo, un cambio que mantuviera viva la
identidad de lo que es ser español, que no se viera afectado por las derrotas
inminentes que no formaban parte de ese ser. Con esto reinventan las reglas
clásicas en lo literario, creando nuevos estilos mientras rechazan al Realismo y
recurren a lo subjetivo, como el mismo Modernismo.

Algo que se debe mencionar es la diferencia que hay entre esta generación y el
Regeneracionismo, quienes buscaban expresar el mismo juicio pesimista con una
perspectiva más formal, documentada y menos subjetiva mientras que los del 98
recurrían a lo literario y subjetivo.

El novecentismo fue un movimiento intelectual artístico y literario que surge en el

primer tercio del Siglo XX principalmente en Cataluña. En pleno estallido de la
Primera Guerra Mundial, con una problemática a España por su neutralidad ante
la situación como la crisis de 1917 con otros factores sociales y políticos, incluso
se pensaba en europeizar a España o españolizar a Europa debido a una división
de partidarios de las potencias centrales como los germanos y los futuros
“Aliados”.
Dichos sucesos impactaron a una generación conocida como “La generación de
1914” que tuvieron toques elitistas, eran más deshumanizados en cuanto a lo
artístico, cosa que fue impactante ya que eso es lo que acerca a la humanidad a lo
humano, se recurría al clasicismo como a la vez nace un intelectualismo con
tal de evitar lo más humano, los sentimientos expresados.

Tuvieron interacción con el Vanguardismo y Novecentismo, que se fueron dando

algunos guiños con esta convivencia, como con las novelas líricas y su prosa de
gran trabajo; la novela intelectual donde se comienza una reflexión y una carga
simbólica de los personajes que a la vez pierden importancia; la novela
humorística que buscaba reflejar las crisis de la actualidad a través del humor,
creando un humor negro para la sociedad y la crítica.

La generación del 27 por su lado buscaba no iba en contra de algo en ningún

sentido, bastante estéril incluso en su inspiración debido a que no recurren a otras
corrientes, como suele hacerse aunque podría decirse que Góngora es un pilar
fundamental de ellos e incluso “una inspiración” y la metáfora como recursos
primordial. La metáfora se vuelve la base de sus escritos, relaciona dos cosas sin
sentido para crear una tercera que las une.

La novela contemporánea tiene orígenes con el Modernismo, Realismo y

Naturalismo quienes a su vez traen la novela de la Revolución, indigenista y de la
tierra. Justo en 1940 es cuando se da la renovación narrativa en América Latina
con una amplitud de temas y toques de otros lugares como Estados Unidos y
Europa.

Algunos de los autores más influyentes fueron Juan Carlos Onetti, quien resaltó
mucho gracias a su admiración por William Faulkner y su atracción por el
Existencialismo, que se ve marcado en sus obras llenas de desesperanza.

Ernesto Sabato también tuvo influyentes, pero de la madre Rusia como Nikolaj
Gogol y Fiódor Dostoyevski quienes buscaban misterios que ahogan al humano y
su alma como las interrogantes sin respuestas.
Alejo Carpentier fue considerado como un escritor fundamental del Siglo XX
dentro de la lengua española por su uso de lo Real Maravilloso dentro de sus
obras.