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ELIZABETH MÜNSTERBERG KOPPITZ

DIBUJO DE
EL
LA FIGURA HUMANA
EN LOS NINOS

EDITORIAL GUADALUPE
EL DIBUJO DE LA FIGURA HUMANA
EN LOS NINOS
Evaluaci6n Psicolågica
BIBLIOTECA PEDAGOGICA
Secci6n: Problemåtica de la Educaci6n

Casullo, M. y Figueroa, N. de, EI test Vads de Koppitz. Normas regionales.


Casullo, M. El test de Bender infantil. Normas regionales.
,

Casullo, M. El test gråfico del dibujo de lafigura humana. Normas regionales.


,

Fogliatto, H. , Cuestionario de intereses profesionales. Versiön computarizada


(C.I.P.C.)
Fogliatto, H. S. O. V.I. Sistema de orientaciån vocacional informatizado
Hutt, M. La adaptacién Hutt del test gueståltico de Bender (Texto)
Hutt, M. La adaptaciån Hutt del test gueståltico de Bender (Fichas)
Koppitz, E. El dibujo de lafigura humana en los niios
Koppitz, E. El test gueståltico visomotorpara niios
UNDÆRSIDAD CESAR VALLEJO
BIBLIOTECA

ELIZABETH MUNSTERBERG KOPPITZ

EL DIBUJO DE
LA FIGURA HUMANA
EN LOS NINOS
Evaluaci6n Psic016gica

EDITORIAL GUADALUPE
Mansilla 3865 - 1425 Buenos Aires
Münsterberg Koppitz, Elizabeth
El dibujo de la figura humana en los niöos - 12a ed. 6a reimp. - Buenos Aires:

Guadalupe, 2006.
416 p.; 23 x 16 cm. (Biblioteca pedag6gica. Problemåtica de la educaciön)
Traducido por: Lic. Maria Julia Garcia - Prof. Marfa Rosa - Braile.

ISBN 950-500-023-5

1. Psicologfa Infantil. I. Maria Julia Garcia - Marfa Rosa Braile, trad. II. Titulo
CDD 155.4

El dibujo de la figura humana en los nifios

Münsterberg Koppitz, Elizabeth

12 edici6n
6a reimpresi6n: mayo de 2006

ISBN: 950-500-023-5
ISBN 13: 978-950-500-023-4

Tapa: Montes de Oca

Titulo del original en inglés:


Psychological Evaluation of Children's Human Figure Drawings
O Grune & Stratton, New York, U.S.A.
Traducci6n: Lic. Maria Julia Gracia - Prof. Maria Rosa Braile

Editorial Guadalupe
Mansilla 3865
1425 Buenos Aires, Argentina
Tel/Fax: (011) 4826-8587
Internet: http://www.editorialguadalupe.com.ar
E-mail: ventas@editorialguadalupe.com.ar

Queda hecho el deposito que establece la ley 11.723


Todos los derechos reservados.

Impreso en Argentina.

OEditorial Guadalupe, 2006.


AGRADECIMIENTO

Los estudios presentados en este libro estån basados en miles de


dibujos infantiles reunidos a 10 largo de una década, en muchas
localidades distintas, con la ayuda y cooperaciön de una cantidad tan
grande de personas, que seria imposible de mencionar aqui. Deseo
expresar mi sincero agradecjmiento a los maestros y directores del drea
metropolitana de Colombus, del condado de Franklin, Ohio, y al
personal docente de los condados de Broome y Westchester, Nueva
York, que brindaron generosamente su tiempo para obtener un gran
nümero de dibujos infantiles. Mi reconocimiento comprende también
al Centro de Diagnöstico Juvenil y al Centro de Salud Mental Infantil
de Colombus, Ohio, y a la Junta de Servicios Educacionales Coopera-
tivos de Yorktown Heights, Nueva York, por darme la oportunidad de
reunir dibujos de niüos con problemas. Estoy, ademås, en deuda con
mis amigos y colegaS David D. Blyth, Margaret G. Lang y Mary Wilson
por su colaboraciön en algunos de los estudios presentados aqui, y a
Judie Linstra, que me ayudö en la preparaciön del manuscrito. Pero
sobre todo deseo expresar mi gratitud a mi marido, Werner J. Koppitz,
sin cuya continua ayuday aliento no habrta podido terminar este libro.
Y finalmente, deseo agradecer a todos Zos niüos cuyos dibujos me
han brindado tanto placer y tantas enseüanzas. Este libro estå dedi-
cado a ellos, con la esperanza de que sea de valor para los psicölogos
que trabajan con chicos, e indirectamente, por esta via, sea tamb ién ütil
para los mismos nilios.

Elizabeth M. Koppitz
A Marjorie
y todos los otros ninos cuyos dibujos
me brindaron tanto placer
y tantas ensenanzas.
CONTENIDO

PREFACIO 13

1. INTRODUCCIÖN 15

2. EL TEST DEL DIBUJO DE LA FIGURA HUMANA (DFH) 21


Administraci6n del test del dibujo de la figura humana (DFH) 23
Interpretaci6n del test del dibujo de la figura humana (DFH) 25

3. fTEM EVOLUTIVOS EN EL DFH 27


Confiabilidad del puntaje del DFH 28
Estudio normativo de los item evolutivos del DFH 29
Datos normativos para los item evolutivos de Ios DFH (varones) 33
Datos normativos para los item evolutivos de los DFH (nifias) 35
Comparaciön de los item evolutivos en los DFH
de nifias y varones 39
Validez de los item evolutivos del DFH 42
Aumento en la frecuencia de ocurrencia 42
Efecto del instrumento empleado y de la consigna dada 43
Efecto del aprendizaje y .1a maduraci6n en los DFH
Influencia en los DFH de la capacidad de ejecuci6n alta o baja 49
Item esperados y excepcionales en los DFH y puntajes de CI 52
Item evolutivos en el DFH: resumen 59

4. INDICADORES EMOCIONALES EN EL DFH 61


Estudio normativo de Ios indicadores emocionales 63
Validaciön de los indicadores emocionales 67
Relaci6n entre indicadores emocionales de los DFH
y sfntomas de conducta 71
Comparaci6n de los DFH de nifios tfmidos y agresivos 72
Comparaci6n de los DFH de nifios con enfermedades
psicosomåticas y nifios que roban 76
Indicadores emocionales de los DFH y rendimiento escolar 78
Relaci6n entre los indicadores emocionales de los DFH
y rendimiento escolar desde jardin de infantes hasta
cuarto grado 79
Indicadores emocionales de los DFH de alumnos
de grados especiales 83
Interpretaci6n de los indicadores emocionales 86
Interpretaci6n de los signos en el DFH que no son
indicadores emocionales vålidos 104

5. INTERPRETACIÖN CLiNICA DE LOS DIBUJOS


INFANTLES 111
Enfoque problemas vitales reflejados en IQS DFH
infantil de los 120
C6mo se refleja la ambici6n en los DFH 120
C6mo se reflejan actitudes vacilantes ante la Vida en los DFH 122
C6mo se refleja en los DFH la huida de los problemas vitales 123
Actitudes infantiles hacia acontecimientos significativos
reflejados en los DFH 125
C6mo se refiejan en los dibujos los acontecimientos felices 126
Cömo se reflejan en IQS dibujos Ias reacciones ante la
enfermedad y la hospitalizaci6n 127
C6mo se reflejan en los dibujos las actitudes hacia un nuevo
hermanito 129
C6mo se reflejan en los dibujos las actitudes frente a la
separaci6n de los padres 133
Actitudes de Ios nifios con respecto a sf mismos reflejadas
en 10s DFH 136
C6mo se refleja en los DFH la preocupaciön acerca de la edad 137
C6mo se refleja en los DFH la preocupaci6n por el aspecto ffsico 140
Preocupaciön por la baja estatura
Preocupaci6n por la altura excesiva
Preocupaciön por las caracterfsticas sexuales secundarias 142
Preocupaci6n acerca del cabello 143
Preocupaci6n por la obesidad 146
Preocupaci6n por el color de la piel 146
Preocupaciön por la fortaleza ffsica 149
Preocupaciön por incapacidades especfficas reflejadas
en 10s DFH 150
Preocupaci6n por perturbaciones del habla 151
Preocupaci6n por pérdida de la audici6n 152
Preocupaci6n por deterioro de la visi6n 153
Preocupaci6n por fisura palatina 153
Preocupaci6n por parålisis cerebral 154
Preocupaciön por una colostomfa 156
Preocupaciön por el rendimiento escolar reflejada en los DFH 158
Preocupaci6n por la conducta reflejada en el DFH 161
Preocupaci6n por robos 161
Preocupac.i6n por provocar incendios 162
Preocupaci6n por la masturbaci6n y actividades sexuales 163
Preocupaci6n por ser "diferente", reflejada en los DFH 169
Preocupaci6n por sentirse no-humano 170
Preocupaci6n por sentirse no enteramente humano 173
Preocupaciön por sentirse como un extrafio 175
Preocupaciön por sentirse ridiculo 177

6. ACTITUDES DE LOS NINOS HACIA SUS FAIMILI.AS


REFLEJADAS EN LOS DFH 181
Dibujos espontåneos que reflejan las actitudes de los nihos
hacia sus familias 182
Actitudes de los niüos hacia sus familias reflejadas en los DFH 183
Dibujos de la familia que reflejan las actitudes de los nifios
hacia sus familias 189

7. PSICOTERAPIA Y DIBUJOS INFANTILES 203


El dibujo como técnica terapéutica 203
Evaluaci6n del progreso en el tratamiento a través de los DFH 207

8. DFH Y LESION CEREBRAL 219


Sujetos
223
Item evolutivos delDFH y lesi6n cerebral en los nifios 226
Item esperados y excepcionales del DFH y CI de los nifios
con lesi6n cerebral 230
Indicadores emocionales del DFH y lesi6n cerebral en los nifios 233
Interpretaci6n clinica de los DFH de nifios lesionados cerebrales 238
DFH y lesi6n cerebral en los nifios: resumen 240

9. EMPLEO DEL DFH EN CONBINACIÖN CON OTRAS


PRUEBAS PSICOLÖGICAS 243

Predicci6n de rendimiento escolar en primer grado por medio


del DFH y el test de Bender 243
Predicci6n del rendimiento escolar de los alumnos
de segundo grado 246
Patrones de puntajes obtenidos en los tests por los nifios
derivados a clases especiales 251

10. APLICACIÖN PRACTICA DE LOS RESULTADOS


OBTENIDOS: HISTORIALES CLiNICOS 257

ILUSTRACIONES 285
APÉNDICES 403
A. Manual de tabulaciön para los 30 item evolutivos
del DFH infantil 403
B. Item esperados y excepcionales en los DFH de varones
y nifias entre 5 y 12 afios 406
C. Interpretaci6n de los puntajes obtenidos 407
D. Cuartiles, medias y desviaciones standard en los DFH
de los nifios entre 5 y 12
con diferente nivel intelectua.l
afios, 407
E. Manual de tabulaci6n para los 30 indicadores emocionales
del DFH infantil 407
F. Lista de indicadores emocionales en los DFH infantiles 409
G. Signos de organicidad en los DFH varones entre 6 y 12 anos 410

Bibliografia 411
PREFACIO

Jamås albergué la menor duda que, entre todos los tests y técnicas
empleados por los psicölogos que trabajan con niüos, hay uno que es
mds significativo, mds interesante y mds agradable que todos los otros:
esta técnica es el dibujo, el simple dibujo con ldpiz y papa. Conozco de
primero mano el valor del dibujo, por haberlo usado tanto de niüa
como en la Vida adulta para ayudarme en periodos de crisis y conmo-
ci6n interior. El dibujopuede comprenderel "dibujo libre"de cualquier
cosa que el nifio desee mostrar, o la copia de modelos, o el dibujo de un
tema especifico a requerimiento del examinador, o la realizaciön de
dibujos de la figura humana (DFH). Aunque he observado a cientos y
cientos de niios mientras dibujaban, nunca me he aburrido y hasta el
dia de hoy Sigo maravillada por el modo en que los ninos pueden
expresarse y revelar sus actitudes a través de imdgenes gråficas.
Me encantan y disfruto con todos los dibujos infantiles, pero espe-
cialmente me sucede esto con los dibujos de la figura humana. Como
cualquierpersona enamorada de algo, considero que los méritos de los
dibujos son obvios y evidentes por si mismos. Pero, como sucede a
menudo, estos méritos no siempre son tan evidentes para otros. Al-
gunos psicölogos reconocen sölo los valores de ciertos aspectos limi-
tados de los dibujos, mientras que muchos clinicos no aprecian para
nada sus méritos. Algunos investigadores Ilegan a sostener que han
demostrado con sus investigaciones que los dibujos infantiles no son
vdlidos clinicamente.
Es deseable y necesario que se realicen muchas investigaciones
controladas para determinar la validez de los DFH
infantiles. Hasta
la fecha, dichos estudios han Sido mds bien desalentadores, y encuen-
tro a veces dificil el aceptar cuando los investigadores concluyen que los
dibujos no son clinicamente significativos simplemente porque sus
hallazgos son negativos. A1 fin y al cabo, los resultados negativos
pueden deberse a una falta de validez del DFH o a la manera en que
fue disenada y realizada la investigaciön, y como fueron seleccionados
los sujetos. Esta situaciön me recuerda a menudo el aforismo del
escritor y talento del siglo XVIII, Lichtenberg, cuando dijo que si un
libro y una cabeza chocan y suena a hueco, dicho ruido no necesa-
riamente emana del libro. De modo similar; la ausencia de hallazgos
significativos en una investigaciön no necesariamente se debe al DFH.
Hasta ahora los resultados de las investigaciones sobre los dibujos

13
infantiles no han Sido concluyentes. Pero, que yo sepa, nadie ha
efectuado hasta el presente una investigaciön exhaustiva y sistemåtica
de todos los diferentes aspectos del DFHy de sus mutuas relaciones. Y
sin embargo hay una real necesidad de la misma. El trabajo que
presentamos aqui es un intento de Ilenar esta Laguna.
En este libro se analizay tabula el DFHde ninos de 5 a 12 anos, como
de maduraciön mental, y como test proyectivo de las
test evolutivo
preocupaciones y actitudes interpersonales de los ninos. Se han dise-
nadoy estandarizado sistemas depuntuaciön para ambos enfoques del
DFH, en busca de los dibujos de 1.800 alumnos de escuelas püblicas.
Ademås se describe aqui un métodopara interpretar el contenido de los
dibujos dé la figura humana. Se dedican capitulos especiales a la
discusiön del dibujo de la familia, al uso del DFH
en el "despistaje"
(screening)* de alumnos que ingresan a la escuela, en el diagnöstico de
lesiön cerebral y
en la evaluaci6n del progreso del nino en terapia. Se
demuestra también cömo el DFH puede combinarse con otros tests
para aumentar su eficiencia predictiva. Finalmente se presentan diez
casos para ilustrar cömo pueden integrarse los diferentes aspectos del
DFH y aplicarlos a la practica clinica. Este libro fue escrito para
psicölogos clinicos y educacionales. Esperamos que contribuya a cla-
rificar tanto las posibiljdades como las limitaciones del DFH
infantil,
y que contribuya a que los psicölogos puedan utilizar el DFH de un
modo mds amplio y significativo. Ademås confiamos en que los
eStudios que incluimos aquiestimulen a una mds amplia investigaciön
en esta area.

E.M.K

*screening: calificaci6n, clasificaci6n, detecci6n, rastrillaje.

14
INTRODUCCION

A la mayorfa de los nifios les encanta dibujar y pintar. Si se les da la


oportunidad, producirån espontåneamente dibujos de animales, ca-
sas, autos, botes, aviones, flores y muchas otras cosas. Pero la mayorfa
de las veces dibujarån figuras humanas (Pikunas y Carberry, 1961).
El interés por los dibujos infantiles tiene una largay bien documenada
historia, tanto en EE.UU. como en Europa. Goodenough (1926)
informa que ya en 1885 apareci6 en Inglaterra un artfculo de Ebenezer
Cooke en el que describfa los estadios evolutivos del dibujo infantil.
Desde entonces ha habido numerosos estudios e informes de psic6-
logos y educadores. Se han publicado varias resefias exhaustivas de la
literatura existente sobre el tema (Goodenough, 1926, 1928; Goode-
nough y Harris, 1950; Harris, 1963; Johnson y Gloye, 1958; Jones y
Thomas, 1961); por consiguiente no es necesario aqui discutir y
revaluar una vez mås la gran cantidad de artfculos, libros e informes
sobre el tema que han aparecido en los ültimos 75 afios o mås.
A través de los afios, el énfasis de la literatura se desplaz6 de las
investigaciones comparativas de las producciones gråficas de nifios y
primitivos, al anålisis clfnico de pinturas y dibujos de nifios perturba-
dos, a los estudios longitudinales de nifios en forma individual, desde
sus primeros garabatos hasta los dibujos maduros, y a la evaluaci6n
de la madurez mental por medio del dibujo de la figura humana. Los
estudios han evolucionado desde observaciones descriptivas a inves-
tigaciones cuidadosamente controladas y el uso del anålisis estadfsti-
co. Las investigaciones han explorado todo tipo de producciones
creativas de nifios de todas las edades, desde la infancia a la adoles-
cencia. Los trabajos estudiados incluyen dactilopintura, acuarelas y
dibujos hechos con cray6n, tiza o låpiz, y hän representado objetos o
temas especificados por el investigador asf como producciones artisti-
cas "libres". En el presente volumen, la discusi6n se limitarå exclusi-

15
vamente a dibujos de la figura humana hechos a låpiz por nifios entre
5 y 12 afios.
Los dibujos de la figura humana (de aqui en adelante DFH) se han
convertido en una de las técnicas mås ampliamente usadas por Ios
psic610gos que trabajan con nifios. Pero varfan mucho los objetivos en
funci6n de los cuales se los administra. Actualmente existen dos
enfoques principales de la interpretaci6n del DFH. El primero es
utilizado por los clfnicos primordialmente, los cuales consideran el
DFH como una técnica proyectiva, y analizan los dibujos buscando
signos de necesidades inconscientes, conflictos y rasgos de persona-
Iidad. Los representantes de segunda escuela de pensamiento
la
enfocan el DFH como un maduraci6n mental. La
test evolutivo de
mayorfa de los psic610gos parecen adherirse casi exclusivamente a
uno u Otro método de interpretaci6n. No nos hemos sentido inclinados
a aceptar uno u Otro método con exclusi6n del otro. Afios de experiencia
clinica y de experimentaci6n me han convencido de que el test DFH es
una de las técnicas mås valiosas para evaluar a los nifios precisamente
porque puede ser empleado como un test de maduraci6n y como una
técnica proyectiva.
El representante més notable del enfoque evolutivo del DFH fue
Goodenough, cuyo libro "Measurement of Intelligence by Drawings"
(Medici6n de la inteligencia por medio del dibujo) (1926), se ha
convertido en un clåsico. Su test de la figura humana, bien estanda-
rizado y vålido, ha Sido ampliamente aceptado y aplicado, especial-
mente en las escuelas, y con fines de investigaci6n. Unos 35 afios
después, Harris (1963) trabaj6 exhaustivamente con el objeto de
revisar y extender dicho test, pero ha116 que el trabajo de Goodenough
estaba tan cuidadosamente disefiado y ejecutado, que se podia agregar
muy poco para mejorarlo. Harris cita numerosos estudios que muestran
una correlaci6n bastante alta entre los puntajes del Goodenough y los
puntajes de CI de 10s tests de inteligencia. Harris subraya especial-
mente que el test de Goodenough mide madurez mental, y que no es
un test de medici6n de rasgos•ni de dinåmica de la personalidad. No
hay duda que aquellos que estén interesados primordialmente en la
obtenci6n de una edad mental o un CI a partir de dibujos de la figura
humana, pueden emplear el método Goodenough-Harris de puntua-
ci6n con un grado razonable de confianza.
Un panorama diferente se les presenta a los psic610gos clfnicos
interesados en el uso del DFH como instrumento proyectivo. Los
exponentes mås destacados del enfoque proyectivo del DFH son
Machover (1949, 1953, 1960), Levy (1958), Hammer (1958) y Jolles
(1952). Estos clfnicos han estudiado extensamente dibujos de la figura

16
humana de adultos y adolescentes, pero han trabajado en un grado
limitado con dibujos de nifios en edad escolar. El libro de Machover
"Personality Projection in the Drawing of the Human Figure" (1949)
se ha convertido en el libro mås ampliamente citado en este campo, e
iguala al de Goodenough en significaci6n e influencia. Aunque el test
de Machover se basa en gran parte en su experiencia clinica con
pacientes varones, adolescentes y adultos, ha extendido sus resulta-
dos también a los nifios (1953, 1960). Machover ofrece con respecto a
signos en el DFH numerosas hip6tesis basadas en la teorfa psicoa-
nalftica, pero no brinda como base de sus afirmaciones ningün sistema
de tabulaci6n ni datos controlados a través de investigaciones.
Los estudios realizados hasta la fecha con dibujos infantiles para
verificar las hip6tesis deMachover, en el mejor de los casos, no han
Sido concluyentes. (Bennett, 1964; Bradfield, 1964; Brown y Tolor,
1957; Bruck y Bodwin, 1962; Butlery Marcuse, 1959; Craddick, 1963;
Kates y Harrington, 1952; McHugh, 1963, 1964 y 1966). Frecuente-
mente es diffcil evaluar y comparar los resultados de diferentes
investigaciones ya que läs variables a menudo estån mal definidas, y
se le asignan distintos significados a un mismo signo de DFH. La
mayorfa de los investigadores del DFH como prueba proyectiva
ignoran o minimizan los aspectos evolutivos del dibujo de figuras.
Harris por su parte, considera s610 Ios item evolutivos y duda de la
significaci6n proyectiva de 10 signos del DFH. Tanto Harris como
Machover consideran respectivamente algunos de los mismos item
como indicadores de madurez mental y de conflicto emocional. Esto es
muy desconcertante, ipues puede un mismo item ser interpretado de
ambas maneras?
Segün la experiencia del propio autor, realmente es posible para
algunos item tener una significaci6n tanto evolutiva como proyectiva,
pero no necesariamente ni para los mismos nifios ni para el mismo
nivel de edad. Por ejemplo, la omisi6n del cuello o los pies no es inusual
en nifios normales de 5 afios; desde un punto de vista evolutivo, uno
no puede o no deberfa esperar que estos ftem estén presentes en ese
nivel de edad. Consecuentemente, su ausencia no se puede considerar
que tenga significaci6n clfnica. Pero a los diez afios, uno deberfa
esperar normalmente que los nifios dibujen figuras con pies y cuello,
de tal modo que su omisi6n muy probablemente indique inmadurez o
problemas emocionales, convirtiéndose en clfnicamente significativa.
Por 10 tanto es evidente que una interpretaci6n significativa de los
DFH infantiles presupone un conocimiento exhaustivo tanto de los
indicadores emocionales y evolutivos en cada nivel de edad, como una
diferenciaci6n clara entre ambos.

17
Que sepamos, nadie ha intentado un estudio exhaustivo de los DFH
infantiles, tomando en cuenta todos sus aspectos y relacionåndolos
entre sf. El cuerpo de informaci6n existente sobre el DFH consiste
principalmente de estudios aislados, no correlacionados. El prop6sito
de este libro es presentar una investigaci6n sistemåtica del dibujo de
la figura humana por nifios de 5 a 12 afios, consideråndolo como test
de maduraci6n y prueba proyectiva. Se intentarå analizar objetiva-
mente los DFH en procura de signos y sfmbolos evolutivos y emocio-
nales, e interpretarlos clfnicamente en cuanto a dinåmica de la
personalidad. En este volumen se estudiarån en sucesivos niveles de
edad Ios DFH de alumnos de escuelas püblicas y los de nifios con
problemas. Y finalmente, se presentarån estudios de investigaci6n
controlada y numerosos historiales clfnicos para fundamentar las
hip6tesis y sugerencias que se adelantan en estas påginas. El trabajo
que aquf se presenta surgi6 de la necesidad que experimentamos en
nuestro trabajo clfnico, de contar con un método integrado y siste-
måtico de interpretar los DFH. Ninguno de los existentes parecfa
capaz de extraer toda la riqueza de los DFH. Asf, empezamos a
realizar nuestras propias exploraciones, que demostraron ser muy
ütiles para nosotros y para algunos de nuestros colegas, que me
impulsaron a que pusiera este material a disposici6n de otros psic6-
logos también. Este libro ha Sido escrito para los psic610gos que
trabajan con nifios en clfnicas, hospitales, escuelas, o en la pråctica
privada. Esperamos que este volumen contribuya a un anålisis e
interpretaci6n mås amplia y significativa de los DFH en la pråctica
clinica y la investigaci6n.
La clase de informaci6n y resultados que un investigador obtiene de
sus etudios depende en gran medida de las preguntas que se formula.
Y el tipo de preguntas que se plantea depende en gran parte de su
orientaci6n te6ricay de los prop6sitos de su investigaci6n. No es casual
que la mayorfa de los psic610gos psicoanalfticamente orientados
informen que los DFH reflejan primariamente las necesidades y
conflictos inconscientes del sujeto, sus mecanismos de defensa, su
desarrollo psicosexual y su identificaci6n sexual, ya que éstos son los
temas en -Ios que estån més interesados los clfnicos analfticamente
orientados.
Las investigaciones que se presentan aquf siguen Ifneas te6ricas
algo diferentes. Consideramos Ia teorfa de las relaciones interperso-
nales de Harry Stack Sullivan como la måB ütil para nuestro trabajo.
Por consiguiente, nos interesa en primer lugar explorar los estadios
evolutivos del nifio y sus actitudes interpersonales. En este volumen,
la hip6tesis båsica es que los DFH reflejan primordialmente el nivel

18
evolutivo del nifio y sus relaciones interpersonales, es decir, sus
actitudes hacia sf mismo y hacia las personas significativas en su Vida.
Ademås postulamos que los DFH pueden revelar las actitudes del nifio
hacia las tensiones y exigencias de la Vida y su modo de enfrentarlas;
Ios dibujos también pueden reflejar los intensos miedos y ansiedades
que pueden afectarlo consciente o inconscientemente en un momento
dado. Esto significa que la hip6tesis de la "imagen corporal", gene-
ralmente aceptada para los DFH, no es considerada necesariamente
vålida por nosotros. En los estudios que presentamos, el DFH no es
considerado como un retrato de los rasgos de personalidad båsicos y
permanentes del nifio, ni como una imagen de su apariencia real.
Consideramos en cambio, que los DFH reflejan el estadio actual de
desarrollo mental y las actitudes y preocupaciones en un momento
dado, todo 10 cual cambiarå con el tiempo debido a la maduraci6n y la
experiencia. El valor particular del DFH radica justamente en su
sensibilidad para detectar los cambios en el nifio, los cuales pueden ser
evolutivos y/o emocionales. Se contempla aquf al DFH como un retrato
del nifio interior en un momento dado.

19
EL TEST DEL DIBUJO
DE LA FIGURA HUMANA (DFH)

EL test DFH, tal como se 10 define aquf, requiere que el nifio dibuje
"una persona entera" a pedido del examinador, en su presencia. El
ültimo punto es importante, ya que un DFH deberfa ser siempre el
producto de una relaci6n interpersonal. El DFH representa una forma
gråfica de comunicaciön entre el nifio y el psic610go y en cuanto tal,
difiere del dibujo espontåneo que los nifios pueden realizar cuando
estån solos o con amigos. Las instrucciones dadas son significativas y
pueden influir en los resultados obtenidos. Goodenough le indicaba a
sus sujetos que dibujaran "un hombre". Machover pide a sus pacientes
que dibujen "una persona" y luego Otra persona del sexo opuesto;
Harris solicita el dibujo de un hombre, una mujer y un autorretrato.;
mientras que Hammer obtiene dibujos de un hombre y de una mujer
tanto a låpiz como con crayon. En las investigaciones que presentamos
aquf, a los nifios s610 se les pidi6 que dibujaran una persona entera.
Quedaba librado a cada nifio el determinar la edad y el sexo de la
figura que elegia representar.
Los estudios que presentamos en este volumen se basan en la
suposici6n de que el DFH de un nifio muestra tanto una estructura
båsica como un cierto estilo que es peculiar de ese nifio. Como observ6
Kellog (1959), la estructura del dibujo de un nifio pequefio estå
determinada por su edad y nivel de maduraci6n, mientras que el estilo
del dibujo refleja sus actitudes y aquellas preocupaciones que son més
importantes para él en ese momento. Si esta hip6tesis es correcta, el
dibujo de una persona deberfa ser suficiente en la mayorfa de los casos.
Y si se obtiene un solo dibujo, entonces parece razonable dejar que el
nifio decida qué clase de persona desea dibujar.
Coincidimos con Machover en que la consigna de dibujar "una
persona" permite obtener DFH mås ricos en material proyectivo que
los "auto-retratos" dibujados a pedido. Los prepüberes y adolescentes

21
tempranos conscientes de sf son a menudo renuentes a dibujarse a sf
mismos, mientras que los nifios pequefios tienden a centrarse en su
ropa y detalles triviales de su aspecto cuando tratan de dibujarse. A
menudo se deleitan copiando el estampado de sus ropas o pueden
dedicar la mayor parte de su energfa y del tiempo de que disponen a
dibujar sus zapatos nuevos o el guante de béisbol que le acaban de
regalar para su cumpleafios, ya que estas adquisiciones recientes son
de gran importancia para los nifios. La consigna ambigua de dibujar
"una persona entera" parece Ilevar al nifio a mirar dentro de sf mismo
y sus propios sentimientos en el in tento de capturar la esencia de "una
persona". La persona que un nifio conoce mejor es él mismo; su dibujo
de una persona se convierte por consiguiente en un retrato de su ser
interior, de sus actitudes.
En la pråctica clfnica, hay por supuesto ocasiones en la que es ütil
comparar varios dibujos de un mismo nifio. Pero para la detecci6n
(screening) de nifios que comienzan la escuela y para evaluaciones
råpidas o con fines de investigaci6n, parece ser suficiente obtener un
DFH de cada nifio. Para la mayorfa de los escolares mås pequefios, un
segundo DFH, del sexo opuesto raramente agrega suficiente informa-
ci6n adicional como parajustificar el tiempo y esfuerzo invertido en su
obtenci6n. Hichey (1965) inform6 que los DFH del mismo sexo del nifio
tienden a ser superiores en calidad que los del sexo opuesto. Dado que
la mayorfa de los nifios dibujan primero figuras de su mismo sexo,
consecuentemente la mayorfa de los DFH realizados en primera
instancia serin superiores a. los siguientes. El tiempo es uno de los
artfculos més caros que tiene que manejar el psic610go que trabaja en
clfnicas. Creemos que el tiempo ahorrado al omitir un segundo DFH
puede ser empleado més fructfferamente administrando Otra prueba
proyectiva breve como el Test Gueståltico Visomotor de Bender,
Koppitz (1964* o un conjunto de historias u oraciones incompletas. Si
,

se estima esencial un segundo dibujo, puede ser mås revelador un


dibujo de "tu familia completa" o un dibujo libre que un segundo DFH.
Otra consideraci6n Ilev6 a la autora a limitar el test del DFH a un
solo dibujo de una persona entera. Aunque es cierto que a la mayorfa
de los nifios normales les encanta dibujar personas, también es cierto
que la mayorfa de los nifios vistos por psic610gos clinicos y educacio-
nales no se conforma necesariamente al patr6n de conducta "normal".
Muchos nifios emocionalmente perturbados y/o dafiados neur016gica-

* Edit. Guadalupe, 4g ed., Buenos Aires, 1972.

22
mente son muy autoconscientes en 10 que respecta a su escasa
capacidad para el dibujo y 10 inadecuado de sus DFH. Y, si se los mira
objetivamente, sus dibujos son a menudo muy pobres en comparaci6n
con los de la mayorfa de los chicos de su edad. Los nifios atendidos en
clfnicas de orientaci6n o por los psic610gos educacionales general-
mente han experimentado tal monto de fracaso en la Vida, que estån
ansiosos de evitar nuevas dificultades y frustraciones. Frecuente-
mente, estos pequefios ofrecen entusiastamente dibujar autos o
aviones o flores, de hecho cualquier cosa que no sea una persona. Si el
DFH realmente presenta un autorretrato interior, no deberfa sor-
prender que algunos nifios, especialmente los que tienen problemas,
traten de evitar inconscientemente, y aun de manera consciente,
revelar su interior, y que no deseen enfrentarse con el pobre concepto
que tienen de sf mismos. Con una persuasi6n amable el psic610go
generalmente consigue que aun los reticentes dibujen una persona
entera, pero muchos nifios se resisten a dibujar mås de una persona,
y no hay realmente una raz6n para forzarlos a hacerlo.

ADMINISTRACION DEL TEST DEL DIBUJO


DE LA FIGURA HUMANA (DFH)
El test DFH puede administrarse individual o colectivamente. La
administraci6n individual es preferible por supuesto, ya que permite
observar la conducta del nifio cuando dibuja y efectuar preguntas
aclaratorias si es necesario. También se ha notado que la mayorfa de
los nifios producen dibujos mås ricos y reveladores en el contexto de
una relaci6n individual con un psic610go acogedor que en una situa-
ci6n grupal. Pero la administraci6n colectiva es completamente acep-
table y mås factible cuando se 10 administra con fines de investigaci6n
o para el "despistaje" (screening) de los que empiezan la escuela pri-
maria, o situaciones similares.
A1 administrar el DFH, el examinador debe sentar al nifio con-
fortablemente frente a un escritorio o mesa completamente vacfa, y
presentarle una hoja de papel formato carta y un låpiz nümero 2 con
goma de borrar. Luego el examinador le dice al nifio: "Querria que en
esta hoja dibujaras una persona ENTERA. Puede ser cualquier clase
de persona que quieras dibujar, siempre que sea unapersona completa,
y no una caricatura o una figura hecha con palotes". Se tuvo que
agregar la ültima parte de la consigna especialmente para la admi-
nistraci6n colectiva del test. Con mucha frecuencia los chicos mås

23
grandes y mås inteligentes dibujan caricaturas estereotipadas o
figuras esquemåticas como una manera fåcil de salir del paso y asf
eludir la tarea y la necesidad de comprometerse personalmente. Las
caricaturas y las figuras esquemåticas no tienen ninguna utilidad
cuando se analizan los dibujos- como pruebas proyectivas. Para los
nifios pequefios que pueden no entender el significado de "persona", se
puede agregar: "puedes dibujar un hombre o una mujer, o un Chico, o
una chica, 10 que te guste dibujad'.
No hay tiempo lfmite en esta prueba. La mayorfa de los nifios
termina en menos de 10 minutos, algunos 10 completan en un minuto
o dos. En raras ocasiones la autora estuvo sentada 30 minutos o mås
mientras un nifio muy perfeccionistay compulsivo trabajaba en su
dibujo. El nifio es libre de borrar o cambiar su dibujo si 10 desea.
Sugerimos que el examinador observe cuidadosamente la conducta
del examinado mientras dibujay que tome notas de Ias caracterfsticas
inusuales. Se le debe prestar especial atenci6n a la secuencia en la cual
dibuja la figura, la actitud del sujeto y sus comentarios espontåneos,
la cantidad de tiempo que emplea, y la cantidad de papel que utiliza.
Si un pequefio se muestra insatisfecho con su dibujo, se le permite
empezar de nuevo en el reverso, o en una segunda hoja si 10 pide.
Algunos nifios inseguros buscan modelos para copiar en vez de
dibujar una figura de su propia invenci6n. Cuando se 10 administra
colectivamente se debe cuidar el sentar a los nifios tan separados como
sea posible, para disminuir la probabilidad de que se copien unos de
otros. Cuando el test se administra individualmente, se debe sentar al
sujeto de modo que esté fuera de su vista cualquier cuadro, libro o tapa
de revista que pudiera servirle de modelo. En ciertas ocasiones,
cuando se le solicita un DFH, el nifio decide dibujar al examinador.
Dependien do de la sensibilidad del examinado, esto debe desalentarse
absolutamente, de entrada, o aceptarlo sin mayor comentario; pero
cuando completa el mismo, se le pide nuevamente que haga "el dibujo
de una persona completa, sacada de tu propia cabeza". Si el nifio
dibuja una persona sin mirar al examinador pero luego declara que se
supone que es el examinador, se acepta el dibujo sin mås. Las
implicaciones de dibujar al psic610go se discuten mås extensamente
en el capftulo 5.

24
INTERPRETACION DEL TEST DEL DIBUJO
DE LA FIGURA HUMANA (DFH)
En el presente trabajo intentamos analizar los DFH segün varias
dimensiones distintas. Describimos métodos para evaluarlos objeti-
vamente y para efectuar interpretaciones clfnicas. Analizamos los
dibujos en funci6n de dos tipos diferentes de signos objetivos. Un
conjunto de signos se considera que estå primariamente relacionado
con la edad y el nivel de maduraci6n; a estos signos los denominamos
Item evolutivos. El segundo conjunto de signos se estima que estå
primariamente relacionado con las actitudes y preocupaciones del
nifio; a estos signos los denominamos Indicadores emocionales. En el
Apéndice se incluyen definiciones detalladas y manuales de evalua-
ci6n tanto para los item evolutivos como para los indicadores emocio-
nales. En los capftulos siguientes se van a discutir con algün detalle
los item evolutivos y los indicadores emocionales, se presentarån 10s
datos normativos y los estudios de validaci6n, y se ilustrarå su
aplicaci6n.
La interpretaci6n clinica de los DFH que se presenta en este
volumen estå en gran parte basada en la propia experiencia e intuici6n
de la autora, y en las conclusiones de otros psic610gos clfnicos. Nos
esforzaremos por integrar los distintos modos de interpretar los
dibujos y mostrar c6mo pueden combinarse con otros tests. La apli-
caci6n pråctica de los diferentes métodos de anålisis de los DFH se
demostrarå en el "despistaje" (screening) de los alumnos de primer
grado, en la predicci6n de desempefio escolar, y en el diagn6stico,
tratamiento y evaluaci6n del progreso de pacientes psiquiåtricos.

25
ITEM EVOLUTIVOS EN EL DFH

Se llama aquf "item evolutivo" al item que se da s610 en relativamente


pocos DFH de nifios ubicados en un nivel de edad menor, y que .luego
aumenta en frecuencia de ocurrencia a medida que aumenta la edad
de los nifios, hasta convertirse en una caracterfstica regular de
muchos o de la mayorfa de los DFH de un nivel de edad dado. Para
algunos de estos item, p.ej., cabeza, cuerpo, piernas, este incremento
en la frecuencia se produce en los afios preescolares, de modo que
pråcticamente todos los DFH de los escolares presentan dichos signos.
Otros, p.ej., brazos y hombros, siguen aumentando su frecuencia cada
afio desde los 5 hasta los 12. Este incremento puede ser gradual como
en el caso de los codos y los perfiles, o puede ser råpido como en el caso
de la bidimensionalidad de brazos y cuello.
Sostenemos la hipötesis de que la presencia de los item evolutivos
en un DFH se relaciona primordialmente con la edad ymaduraci6n del
nifioy no con su aptitud artfstica, aprendizaje escolar, la consigna
dada, o el instrumento de dibujo empleado.
Seleccionamos una lista de item considerados de naturaleza evolu-
tiva.Estos item fueron derivados del sistema de evaluaci6n de Goo-
denough-Harris y de la propia experiencia de la autora. Muchos de los
detal!es mås finos del dibujo, incluidos en el sistema mencionado,
fueron omitidos debido a que esta investigaci6n se limita a los DFH de
escolares. Luego de una extensa exploraci6n y experimentaci6n pre-
via, se concluy6 que los siguientes 30 signos de los DFH Ilenaban los
requisitos establecidos para los item evolutivos:

1. Cabeza 5. Nariz
2. Ojos 6. Fosas nasales
3. Pupilas 7. Boca
4. Cejas o pestafias 8. Dos labios

27
9. Oreja 20. Correcto nümero de dedos
10. Cabello o cabeza cubierta por 21. Piemas
sombrero 22. Piernas bidimensionales
11. cueilo 23. Rodillas
12. Cuerpo 24. Pies
13. Brazos 25. Pies bidimensionales
14. Brazos bidimensionales 26, Perfil
15. Brazos unidos a los hombros 27. Buena proporci6n
16. Brazos hacia abajo 28. Ropa: una prenda o ninguna
17. Codos 29. Ropa: dos o tres prendas
18. Manos 30. Ropa: cuatro o mås prendas
19. Dedos

El Apéndice A incluye la lista de los 30 item evolutivos con defini-


ciones detalladas y cita ejemplos para cada uno. En los estudios
presentados aquf, se confrontö cada DFH con la lista de 30 item
evolutivos. Se asign6 un puntaje de 1 por cada item presente, y 0 a cada
item ausente.

CONFIABILIDAD DEL PUNTAJE DE LOS DFH

La confiabilidad del puntaje asignado a los DFH para los item


evolutivos y para los indicadores emocionales (cap. 4) se estableci6 con
la ayuda de Otra psic610ga capacitadal. La Otra psic610ga y la autora
valoraron independientemente los DFH de 10 alumnos de segundo
grado elegidos al azar y de 15 nifios derivados al psic610go educacional
por problemas de conducta o de aprendizaje. Se verific6 en cada uno
de los 25 protocolos la presencia de los 30 item evolutivos y los 30
indicadores emocionales. Ambas examinadoras computaron un total
de 467 item diferentes para todos los dibujos. De éstos, 444, o sea el 95
por ciento de los item computados, fueron asignados por ambas
psic610gas, mientras que 23 ftem, o sea el 5 por ciento fueron tabulados
s610 por una u Otra de las dos investigaciones. El mlmero promedio de
item asignados a cada protocolo fue de 19. En 10 de los DFH hubo
perfecto acuerdo en el puntaje asignado, mientras que en 15 de los
DFH, las examinadoras difirieron por s610 uno o dos puntos.

1. La autoraeståendeudaconlaDra.MaryWilson porsu colaboraci6nen elestudio


de confiabilidad.

28
ESTUDIO NORMATIVO DE LOS ITEM EVOLUTIVOS
DEL DFH
Efectuamos un estudio normativo para determinar la frecuencia
con que aparecen los 30 item evolutivos en los DFH de varones y nifias
entre 5 y 12 afios. Dicho estudio se basa en los DFH de 1.856 alumnos
de escuelas primarias püblicas, pertenecientes a 86 secciones de grado
completas, de jardfn de infantes a sexto grado, de 10 escuelas ele-
mentales diferentes. El 33 por ciento de los nifios asistfan a dos
escuelas ubicadas en zonas residenciales de una metr6polis del Medio
Oeste; el 54 por ciento concurrfan a Cinco escuelas situadas en tres
pequefias ciudades industriales de un estado oriental y de uno del
Medio Oeste; el restante 13 por ciento eran alumnos de tres escuelas
de pueblitos o de zonas rurales de dichos estados. Un tercio de los nifios
provenfan de comunidades con ingresos bajos e inclufa tanto nifios
blancos como de color, un tercio provenfa de comunidades de clase
media predominantemente blancas, y el ültimo tercio vivfa en zonas
de nivel socioecon6mico alto.
Las 86 secciones de grado inclufan 19 jardines de infantes, 11
primeros grados, 12 de segundo, de tercero y de cuarto grado, y 10 de
quinto y de sexto grado. Para evitar ditorsiones en la selecciön, se
incluy6 en la poblaciön normativa a todos los alumnos inscriptos en los
grados correspondientes, que estaban presentes en el dfa de la prueba,
siempre que tuvieran entre 5 afios 0 mesesy 12 afios 11 meses. Debido
a esto, el N para cada nivel varfa ligeramente. La Tabla 1 muestra la
distribuciön de la poblaci6n normativa por edad y sexo. No se disponfa
de informaci6n especffica sobre la capacidad mental de los sujetos,
pero puede suponerse que representan toda la extensi6n del potencial
inteléctual que se encuentra normalmente en una secci6n transversal
de las escuelas püblicas. Hasta donde podemos saber, no se incluyeron
entre los sujetos débiles mentales ni nifios con serios defectos ffsicos.
Cada maestro administr6 el test DFH a su clase colectivamente
siguiendo la consigna descripta en la pågina 21. S610 en el caso de los
alumnos de jardin de infantes los DFH fueron obtenidos individual-
mente por la autora. Posteriormente, la autora verific6 la presencia de
los 30 item evolutivos en la totalidad de los protocolos. Los resultados
se presentan en términos del porcentaje de nifios que revelaron la
presencia de cada item en cada nivel sucesivo de edad. Los porcentajes
se dividen en cuatro categorfas de frecuencia, que incluyen los item
esperados, los item comunes, los item bastante comunes y los item
excepcionales.

29
Tabla 1
Distribuci6n de la poblaci6n normativa por sexo y edad

Edad Varones Nifias Total

5 128 128 256


6 131 133 264
7 134 125 259
8 138 130 268
9 134 134 268
10 109 108 217
11 105 112 217
12 52 55 107

Total 931 925 1856

La primera categorfa incluye todos los item que estån presentes en


mås del 86 por ciento de los DFH de un determinado nivel de edad. A
estos item se los denomina item esperados. Desde•que estos item
estån presentes en los DFH de casi todos los nifios normales, consti-
tuyen el mfnimo de item que uno puede esperar encontrar en los
dibujos de los nifios de una edad dada. En consecuencia se considera
mås significativa la ausencia que la presencia de los item esperados.
La hip6tesis subyacente es que la omisi6n de cualquier item evolutivo
incluido en la categorfa esperada indica inmadurez excesiva, retraso,
o la presencia de regresi6n debida a problemas emocionales.
La segunda categorfa incluye todos los item que se dan entre el 51
y el 85 por ciento de los DFH. A estos item se los considera comunes.
Estån presentes en més de la mitad de los dibujos de un nivel de edad
dado, perono con la suficiente frecuencia como para ser considerados
absolutamente esenciales. Todos 10s item presentes entre el 16 y el 50
por ciento de los DFH son incluidos en la tercera categorfa y se los
denomina bastante comunes. Estos item estån presentes en menos de
la mitad del total de protocolos, pero aparecen demasiado a menudo
como para ser denominados raros o inusuales. Ni la presencia ni la
omisi6n de los item comunes y de los bastante comunes se considera
importante desde el punto de vista diagn6stico.
Por el contrario, a la cuarta categorfa de frecuencia se la considera
muy significativa. Esta categorfa incluye todos los item que aparecen
en el 15 por ciento o menos de los DFH. A•estos item los llamamos
excepcionales y se los considera inusuales. Se postula la hip6tesis de
que los item evolutivos excepcionales se encuentran s610 en los
protocolos de nifios con una madurez mental superior al promedio.

30
Tabla 2
Porcentaje de varones que incluyen cada item evolutivo los DFH

5 afios 6 afios 7 afios 8 anos


cantidad 128 cantidad 131 cantidad 134 cantidad 138

Esperados Esperados Esperados Esperados


Cabeza 100 Cabeza 100 Cabeza 100 Cabeza 100
Ojos 98 Ojos 99 Ojos 99 Ojos 99
Nariz 87 Nariz 91 Nariz 91 Nariz 91
Boca 92 Boca 97 Boca 97 Boca 95
Cuerpo 89 Cuerpo 97 Cuerpo 98 Cuerpo 99
Piernas 97 Piernas 98 Piernas 99 Piernas 97
Comunes Brazos 95 Brazos 96 Brazos 96
Brazos 84 Comunes Pies 87 Pies 86
Pies 73 Pies 80 Brazos 2d. 86 Brazos 2d. 96
Dedos 61 Dedos 60 Comunes Piernas 2d. 93
Cabello 54 Cabello 72 Piernas Comunes
B. comunes Brazos 2d. 62 Cabello 76 Cabello 78
Brazos 2d.48 Piernas 2d. 70 Braz. h. abaj. 57 Braz. h. abaj. 71
Piernas 2d. 37 B. comunes Cuello 55 Cuello 60
Braz. h. abaj. 21 Braz. h. abaj. 35 Dedos 76 Dedos 72
Cuello 26 Cuello 27 B. comunes Manos 55
Manos 33 Manos 42 Manos 50 B. comunes
Orejas 25 Orejas 33 Orejas 42 Orejas 40
Cej as 21 Cejas 28 Cejas 37 Cejas 37
Excepcionales Pupil as 22 Pupilas 38 Pupilas 38
Pupilas 11 Pies 2d. 22 Pies 2d. 43 Pies 2d. 50
Pies 2d. 8 Cinco dedos 26 Cinco dedos 38 Cinco dedos 40
Cinco dedos 13 Excepci.onales Braz. u. homb. 24 Braz. u. homb. 40
Braz. u. homb. 3 Braz. u. homb. 14 Proporci6n 23 Proporci6n 26
Proporci6n 2 Pro porci6n 5 Excepcionales Perfil 25
Fosas nasales 2 Fosas nasales 5 Perfil 15 Excepcionales
Perfil 1 Perfil 3 Fosas nasales 1() Fosas nasales 15
Codos 1 Codos 6 Codos 4 Codos 11
Dos labios 2 Dos labios 2 Dos labios 6 Dos labios 8
Rodillas O Rodillas 3 Rodillas I Rodillas 4

Ropa Ropa Ropa Ropa

0-1 ftem 90 0-1 item 70 0-1 item 46 0-1 item 37


Esperado Comin B. comün B. comin

2-3 ftem 9 2-3 item 25 2-3 item 31 2-3 item 37


Excepcional B. comin B. comén B. corm-in

4 item 1 4 item o 4 item 23 4 item 26


Excepcional Excepcional B. comün B. comün

31
Tabla 2 (continuaci6n)

9 afios 10 afios 11 anos 12 afios


cantidad 134 cantidad 109 cantidad 105 cantidad 52

Esperados Esperados Esperados Esperados


Cabeza 100 Cabeza 100 Cabeza 100 Cabeza 100
Ojos 100 Ojos 100 Ojos 99 Ojos 100
Nariz 100 Nariz 97 Nariz 97 Nariz 100
Boca 99 Boca 98 Boca 97 Boca 100
Cuerpo 100 Cuerpo 100 Cuerpo 99 Cuerpo 100
Piernas 99 Piernas 99 Piernas 98 Piernas 100
Brazos 100 Brazos 98 Brazos 99 Brazos 100
Pies 90 Pies 96 Pies 95 Pies 94
Brazos 2d. 98 Brazos 2d. 97 Brazos 2d. 99 Brazos 2d. 100
Piernas 2d. 98 Piernas 2d. 99 Piernas 2d. 97 Piernas 2d. 100
Comunes Cabello 89 Cabello 88 Cabello 90
Cabello 81 Braz. h. abaj. 86 Braz. h. abaj. 93 Braz. h. abaj. 94
Braz. h. abajo 78 Cuello 89 Cuello 93 Cuello 98
Cuello 81 Comunes Comunes Braz. u. homb. 94
Dedos 81 Dedos 84 Dedos 83 Comunes
Manos 70 Manos 58 Manos 69 Manos 56
Braz. u. homb. 52 Braz. u. homb. 54 Braz. u. homb. 79 Dedos 77
Orejas 59 Orejas 59 Orejas 67 Orejas 65
Pies 2d. 69 Cejas 52 Cejas 54 Cejas 58
Pupil as 56 Pupilas 51 Pupilas 57 Pupilas 58
B. comunes Pies 2d. 72 Pies 2d. 74 Pies 2d. 75
Cinco dedos 50 B. comunes Cinco dedos oo B. comunes
Cejas 42 Cinco dedos 50 B. comunes Cinco dedos 46
Proporci6n 31 Proporci6n 42 Proporci6n 38 Proporci6n 50
Perfil 18 Perfil 29 Perfil 2.9 •perfil 29
Excepcionales Fosas nasales 28 Fosas nasales 16 Fosas nasales 21
Fosas nasal. 15 Codos 23 Codos 20 Codos 35
Codos 15 Excepcionales Dos labios 17 Dos labios 19
Dos labios 8 Dos labios 15 Excepcionales Excepcionales
Rodillas 10 Rodillas 10 Rodillas 11 Rodillas 15

Ropa Ropa Ropa Ropa

0-1 item 32 0-1 item 30 0-1 item 23 0-1 ftem 4


B. comin B. comün B. comin Excepcional

2-3 ftem 37 2-3 ftem 27 2-3 item 39 2-3 item 46


B. comin B. comin B. comün B. comin

4 item 31 4 item 43 4 ftem 38 4 ftem 50


B. comün B. comün B. comin B. comin

32
DATOS NORMATIVOS PARA LOS ITEM EVOLUTIVOS
DE LOS DFH (varones)
La Tabla 2 muestra los datos normativos para los 30 item evoluti-
en los DFH de sujetos de sexo masculino. Puede observarse que la
frecuencia de ocurrencia de cada item aumenta en los sucesivos
niveles de edad hasta que el item estå presente en el 90 por ciento o
mås de los dibujos. nümero de item esperados aumenta constante-
El
mente, mientras que el nümero de item excepcionales decrece de afio
en afio hasta los 10; a partir de ahf no parece haber més cambios
evolutivos significativos en los DFH. Esto concuerda con los resul-
tados de Goodenough.
El siguiente es un resumen de los item evolutivos que quedan
incluidos en las categorfas de esperados, comunes, bastante comunes
y excepcionales en cada nivel de edad:

Se puede esperar que los ninos de 5 anos incluyan 5 item båsicos


en sus DFH: cabeza, nariz, boca, cuerpo y piernas. La omisi6n de
cualquiera de estas partes deber ser considerada clfnicamente sig-
nificativa. La presencia de brazos, pies, dedos y cabello es comün,
mientras que no son inusuales piernas y brazos bidimensionales,
brazos hacia abajo, cuello, manos, orejas y cejas. En esta edad hay 10
item excepcionales: pupilas, pies bidimensionales, correcto nümero de
dedos, brazos unidos a los hombros, buena proporci6n, fosas nasales,
perfil, codos, dos labios y rodillas. También es la excepci6n encontrar
mås de una prenda de ropa en los DFH de nifios de 5 afios. Es de
esperar ninguna vestimenta o sölo una prenda.

Se puede esperar de los varones de seis anos que dibujen los brazos
ademås de la cabeza, Ojos, nariz, boca, cuerpoy piernas. Entre los item
comunes se incluyen los pies, dedos, cabello y dos dimensiones en
brazos y piernas. Son bastante frecuentes los brazos hacia abajo,
cuello, manos, orejas, cejas, pupilas, pies bidimensionales y nümero
correcto de dedos. Los siguientes item son excepcionales: brazos
unidos a los hombros, buena proporci6n, orificios de la nariz, codos,
dos labios y rodillas. Es la excepci6n encontrar cuatro o mås prendas
de ropa en el DFH de un var6n de seis afios. Una o dos prendas es
comün, dos a tres item de vestimenta no es infrecuente.

Los niüos de 7 anos incluyen entre los item esperados de sus DFH,
cabeza, Ojos, nariz, boca, cuerpo, piernas, brazos, pies y dos dimensio-
nes en los brazos. Los ftem comunes son piernas bidimensionales,

33
cabello, brazos hacia abajo, cuello y dedos. No es raro encontrar
manos, oreja, cejas, pupilas, pies bidimensionales, nümero correcto de
dedos, brazos unidos a la altura del hombro y buena proporci6n.
Continüan como excepcionales los dibujos de perfil, Ias fosas nasales,
codos, dos labios y rodillas. En este nivel de edad no es infrecuente
encontrar desde ninguna prenda hasta cuatro o mås item de vestimen-
ta.

Los varones de 8 anos se puede esperar que incluyan en sus DFH,


y dos dimensiones
la cabeza, Ojos, boca, cuerpo, piernas, brazos, pies
en brazos y piernas. Es comün en este nivel de edad que dibujen el
cabello, brazos hacia abajo, cuello, dedos y manos. Son bastante
comunes los pies bidimensionales, cejas, pupilas, orejas, correcto
nümero de dedos, brazos unidos al hombro, buena proporci6n y el
Entre los item excepcionales se incluyen los orificios de la nariz,
perfil.
codos, dos labios y rodillas. No es raro encontrar que no dibujen
ninguna vestimenta, o un nümero variable de prendas, desde una a
cuatro o mås.

Los varones de 9 anos revelan los mismos 10 item esperados de los


nifiosde 8 afios. Los item comunes incluyen: cabello, brazos hacia
abajo, cuello, dedos, manos, orejas, pupilas, pies bidimensionales y
brazos unidos al hombro. El nümero correcto de dedos, cejas, buena
proporci6n y dibujo de perfil son bastante comunes. Cuatro item son
excepcionales: fosas nasales, codos, dos labios y rodillas. Cualquier
nümero de prendas de vestir, o la omisi6n de vestimenta pueden darse
en los DFH de los nifios de 9 afios y no deben ser considerados
inusuales.

Los varones de 10 anos muestran en sus DFH 13 item que caen


dentro de la categorfa de "esperados": cabeza, Ojos, nariz, boca,
piernas, brazos, pies, brazos y piernas bidimensionales, cabello,
brazos hacia abajoy cuello. Los item "comunes" abarcan: dedos,
manos, orejas, pupilas, pies bidimen sionales, brazos unidos al h ombro
y cejas. La presencia de un nümero correcto de dedos, buena propor-
ci6n, perfil, fosas nasales y codos es bastante comün. S610 2 item son
excepcionales: dos labios y rodilla. Es bastante comün encontrar que
no dibujan ninguna vestimenta o que incluyan entre una y cuatro o
més prendas.

Los ninos de 11 anos pueden esperarse que dibujen los mismos 13


item que los nifios de 10 afios. Los item "comunes" comprenden: dedos,

34
manos, orejas, pupilas, pies bidimensionales, brazos unidos a los
hombros, cejas y correcto numero de dedos. Los item 'bastante
comunes" son: buena proporci6n, perfil, fosas nasales, codos y dos
labios. S610 la rodilla es excepcional. Nuevamente, es bastante comün
encontrar desde cero hasta cuatro o mås prendas de vestir.

Los njnos de 12 anos no difieren mucho de los de 10 y 11 afios en sus


DFH. Pueden esperarse que dibujen: la cabeza, Ojos, nariz, boca,
cuerpo, piernas, brazos, pies, brazos y piernas bidimensionales, ca-
bellos, brazos unidos a los hombros, brazo hacia abajo y cuello. Los
item "comunes" comprenden: dedos, manos, orejas, pupilas, pies
bidimensionales y cejas. Entre los ftem "bastante comunes" estån: la
buena proporci6n, correcto nümero de dedos, perfil, fosas nasales,
codos y dos labios. El dibujo de la rodilla continüa siendo excepcional.
El dibujo de menos de dos prendas de vestir en los varones de 12 afios
es excepcional y debe considerarse como clfnicamente significativo.

DATOS NORMATIVOS PARA LOS ITEM EVOLUTIVOS


EN LOS DFH (nifias)
Dado que las nifias y los varones maduran a un ritmo algo diferente
y teniendo en cuenta que se hallaron algunas diferencias consisten tes
en los DFH de varones y mujeres, presentamos separadamente los
datos normativos para cada sexo. La Tabla 3 muestra los datos nor-
mativos para los 30 item evolutivos en los DFH de nifias entre 5 y 12
afioS. In cluimos a continuaci6n los item esperados, comunes, bastante
comunes y excepcionales en cada nivel de edad:
Puede esperarse que las ninas de 5 anos dibujen por 10 menos 7
item: la cabeza, Ojos, nariz, boca, cuerpo, piernas y brazos. La pre-
sencia de pies, cabello, dedos y dos dimensiones en los brazos es
comün. Es bastante comün hallar piernas bidimensionales, cuello,
manos, cejas, pupilas, brazos hacia abajo, orejas y el nümero correcto
de dedos. Ocho item son excepcionales en este nivel: pies bidimensio-
nales, buenas proporciones, fosas nasales, dos labios, codos, perfil,
brazos unidos a los hombros y rodillas. Es comün encontrar s610 una
o ninguna prenda de vestir en los protocolos de nifias de 5 afios; sin
embargo no es raro encontrar dos o tres prendas. La presencia de
cuatro o més prendas en un protocolo es excepcional en esta edad.

Las ninas de 6 anos incluyen entre los item esperados la cabeza,


Ojos, boca« cuerpo, piernas, brazos, pies y cabello. Se dieron s610 3 item

35
Tabla 3
Porcentaje de nifias que incluyen cada item evolutivo en los DFH

5 aöos 6 afios 7 afios 8 afios


Cantidad 128 Cantidad 133 Cantidad 125 Cantidad 130

Esperados Esperados Esperados Esperados


Cabeza 100 Cabeza 100 Cabeza 100 Cabeza 100
Ojos 100 Ojos 100 Ojos 100 Ojos 100
Nariz 90 Nariz 95 Nariz 92 Nariz 92
Boca 91 Boca 100 Boca 100 Boca 98
Cuerpo 91 Cuerpo 94 Cuerpo 100 Cuerpo 99
Piernas 97 Piernas 93 Piernas 99 Piernas 94
Brazos 91 Brazos 98 Brazos 99 Brazos 100
Comunes Cabello 91 Cabello 94 Cabello 97
Cabello 85 Pies 89 Pies 94 Pies 90
Pies 75 Comunes Brazos 2d. 91 Brazos 2d. 96
Brazos 2d. 52 Brazos 2d. 77 Piernas 2d. 86 Piernas 2d. 86
Dedos 59 Dedos 68 Comunes Comunes
B. comunes Piernas 2d. 67 Dedos 71 Dedos 65
Piernas 2d. 46 B. comunes Cuello 62 Cuello 76
Cuello 25 Cuello 37 Braz. h. abaj. 59 Braz. h. abaj. 78
Manos 39 Manos 44 Manos 57 Manos 59
Cejas 33 Cejas 48 Cejas 60 Cejas 70
Pupilas 19 Pupilas 34 Pupilas 51 Pupilas 59
Braz. h. abaj. 29 Braz. h. abaj. 38 B. comunes B. comunes
Orejas 29 Orejas 19 Orejas 18 Orejas 16
Cinco dedos 18 Cinco dedos 24 Cinco dedos 38 Cinco dedos 44
Excepcionales Pies 2d. 19 Pies 2d. 34 Pies 2d. 33
Pies 2d. 7 Excepcionales Braz. u. hom. 27 Braz. u. hom. 33
Proporciön 2 Proporci6n 2 Proporci6n 17 Proporci6n 19
Fosas nasales 6 Fosas nasales 14 Fosas nasales 20 Fosas nasa.les 21
Dos labios 4 Dos labios 5 Excepcionales Dos labios 17
Codos O Co dos 7 Codos 5 Excepcionales
Perfil 1 Perfil 7 Perfil 11 Perfil 8
Braz. u. hom. 5 Braz. u. hom. II Dos labios 7 Codos 5
Rodillas 2 Rodillas 2 Rodillas I Rodillas 3

Ropa Ropa Ropa Ropa

0-1 item 70 0-1 item 52 0-1 item 35 0-1 item 27


Comin Comin B. comün B. comün

2-3 item 27 2-3 item 40 2-3 item 42 2-3 item 46


B. cornün B. comün B. cqmün B. comün

4 item 3 4 item 8 4 item 23 4 item 27


Excepcional Excepcional Excepcional Excepcional

36
Tabla 3 (continuaci6n)

9 afios 10 aios 11 afios 12 afios


Cantidad 134 Cantidad 108 Cantidad 112 Cantidad 55

Esperados Esperados Esperados Esperados


Cabeza 100 Cabeza 100 Cabeza 100 Cabeza 100
100 Ojos 100 Ojos 98 Ojos 100
Ojos
Nariz 93 Nariz 95 Nariz 97 Nariz 98
Boca 99 Boca 99 Boca 97 Boca 98
100 Cuerpo 100 Cuerpo 100 Cuerpo 100
Cuerpo
Piernas 99 Piernas 95 Piernas 96 Piernas 96
Brazos 100 Brazos 100 Brazos 100 Brazos 100
Cabellos 99 Cabellos 98 Cabello 96 Cabello 96
Pies 99 Pies 94 Pies 96 Pies 95
Brazos 2d. 99 Brazos 2d. 99 Brazos 2d. 100 Brazos 2d. 100
Piernas 2d. 92 Picrnas 2d. 92 Piernas 2d. 96 Piernas 2d. 96
Cuello 93 Cuello 94 Cuello 96 Cuello 100
Comunes Braz. h. abaj. 94 Braz. h. abaj. 96 Braz. h. abaj. 100
Dedos 76 Comunes Comunes Braz. u. hom. 93
Braz. h. abaj. 78 Braz. u. hom. 71 Braz. u. hom. 85 Comunes
Manos 60 Manos 63 Manos 72 Manos 73
Cejas 79 Cej as 74 Cejas 84 Cejas 76
Pupilas 74 Pupil as 78 Pupilas 67 Pu pilas 76
Pies 2d. 53 Pies 2d. 65 Pies 2d. 70 Pies 2d. 75
Braz. u. hom. 52 Dedos 82 Dedos 77 Dedos 71
B. comunes B. comunes Proporci6n 61 Proporci6n 60
Orej as 19 Orejas 19 B. comunes B. comunes
Cinco dedos 46 Cinco dedos 48 Cinco dedos 38 Cinco dedos 27
Proporci6n 26 Proporci6n 43 Orejas 24 Orejas 20
Fosas nasales 26 Fosas nasales 17 Fosas nasales 19 Fosas nasales 25
Dos labios 28 Dos labios 21 Dos labios 25 Dos labios 27
Codos 19 Codos 24 Codos 40 Codos 45
Excepcionales Excepcionales Excepcionales Perfil 16
Perfil 13 Perfil 15 Perfil 9 Excepcionales
Rodillas 4 Rodillas 5 Rodillas 12 Rodillas 9

Ropa Ropa Ropa Ropa

0-1 ftem 16 0-1 item 35 0-1 ftem 14 0-1 ftem 9


B. comin Excepcional Excepcional Excepcional

2-3 ftem 40 2-3 ftem 35 2-3 ftem 30 2-3 ftem 25


B. comün B. comün B. corm-ln B. comin

4 ftem 44 4 item 50 4 item 56 4 item 66


B. comün B. comün Comin Cormin

37
en la categorfa de comunes: dedos y dos dimensiones en brazos y
piernas. Los item bastante comunes comprenden: cuello, manos,
cejas, pupilas, brazos hacia abajo, orejas, correcto nümero de dedos y
pies bidimensionales. Siete item entraron en la categorfa de excepcio-
nales: buena proporci6n, fosas nasales, dos labios, codos, perfil, brazos
unidos al hombro y rodillas. Es excepcional encontrar cuatro o més
prendas de ropa en los DFH de nifias de 6 afios. Dos o tres prendas es
bastante comün, mientras que una o ninguna prenda es comün en este
nivel de edad.

Las niüas de 7 anos muestran 11 item esperados en sus DFH:


cabeza, Ojos, nariz, boca, cuerpo, piernas, brazos, pies, cabello y brazos
y piernas bidimensionales. Los item comunes son: dedos, cuello,
brazos hacia abajo, manos, cejas y pupilas. No es inusual el dibujo de
orejas, un nümero correcto de dedos, pies bidimensionales, brazos
unidos a los hombros, buena proporci6n y fosas nasales. Cuatro item
son excepcionales: codos, perfil, dos labios y rodillas. En las nifias de
7 afios no es raro encontrar cualquier nümero de prendas de vestir
entre cero y cuatro o mås.

Las niüas de 8 anos difieren en s610 un punto con las de 7 afios.


Incluyen entre los item esperados: la cabeza, Ojos, nariz, boca, cuerpo,
piernas, brazos, cabello, pies y brazos y piernas bidimensionales. Los
item comunes son: dedos, cuello, brazos hacia• abajo, manos, cejas y
pupilas. Es bastante comün encontrar en los protocolos de las nifias de
8 afios orejas, el nümero correcto de dedos, pies bidimensionales,
brazos unidos a los hombros, buena proporci6n, fosas nasales y dos
labios. S610 el perfil, el codo y la rodilla son excepcionales. Es bastante
comün encontrar cualquier nümero de prendas de vestir, entre cero y
cuatro o mås.

Las ninas de 9 anos dibujan 12 ftem esperados: cabeza, Ojos, nariz,


boca, cuerpo, brazos, piernas, pies, cabello, brazos y piernas bidi-
mensionales y cuello. Los ftem comunes comprenden: dedos, brazos
hacia abajo, manos, cejas, pupilas, pies bidimensionales y brazos
unidos a los hombros. Hay 6 item bastante comunes: orejas, correcto
nümero de dedos, buena proporci6n, fosas nasales, dos labios y codos.
S610 el perfil y la rodilla son excepcionales. Es bastante comün
encontrar cualquier nümero de prendas enter cero y cuatro o mås.

Las ninas de 10 aios puede esperarse que dibujen la cabeza, Ojos,


nariz, brazos, piernas, cabellos, pies, brazos y piernas bidimensio-
38
nales, cuello y brazos hacia abajo, Los item comunes comprenden:
brazos unidos a los hombros, manos, cejas, pupilas, pies bidimen-
sionales y dedos. Es bastante comün encontrar en los DFH de las nifias
de 10 afios orejas, un numero correcto de dedos, buenas proporciones,
fosas nasales, dos labios y y las rodillas son
codos. S610 el perfil
excepcionales. Es significativo para el diagn6stico encontrarmenos de
dos prendas de vestir en los protocolos de este nivel de edad. Son de
esperar dos prendas o mås a partir de los 10 afios.

Las nihas de 11 anos no difieren mucho de las de 10 en sus pro-


tocolos. Los item esperados comprenden: cabeza, Ojos, nariz, boca,
cuerpo, brazos, piernas, cabello, pies, brazos y piernas bidimensio-
nales, cuello, brazos hacia abajo. Son item comunes los brazos unidos
a los hombros, manos, cejas, pupilas, pies bidimensionales, dedos y
buenas proporciones. Los siguientes item son bastante comunes:
nümero correcto de dedos, orejas, fosas nasales, dos labios y codos.
S610 dos item son excepcionales: perfily rodillas. Sepuede esperar que
dibujen por 10 menos dos prendas de vestir en este nivel de edad;
menos de dos item es significativo para el diagn6stico.
Se puede esperar de las nifias de 12 anos que dibujen: cabeza, Ojos,
y piernas bidimensionales, cuello,
boca, cuerpo, piernas, pies, brazos
brazos hacia abajo y brazos unidos a los hombros. Los item comunes
incluyen: manos, cejas, pupilas, pies bidimensionales, dedos y buenas
proporciones. Hay 6 item bastante comunes: un nümero correcto de
dedos, orejas, fosas nasales, los labios, codos y perfil. S610 la rodilla es
excepcional en los protocolos de las nifias de 12 afios. En este nivel,
cuatro o mås prendas de vestir son comunes en un protocolo, dos o tres
ftem es bastante comün, mientras que menos de dos es la excepci6n y
tiene significaciön diagnostica.

COMPARACION DE LOS ITEM EVOLUTIVOS


EN LOS DFH DE NINAS Y VARONES
Una comparaci6n de los datos incluidos en las tablas 2 y 3 revela
algunas diferencias menores pero consistentes en la frecuencia de los
item evolutivos en los protocolos de nifias y varones. Estos resultados
concuerdan con las observaciones de Goodenough, Harris y Machover,
todos los cuales destacan que los dibujos de las nifias en los grados
primarios son superiores a los de los varones. Hay también un
consenso en cuanto a que las diferencias entre los sexos disminuyen
gradualmente. Alrededor de los 8 6 9 afios, los varones no s610

39
alcanzan a las que a menudo las superan en calidad y en
nifias, sino
En todos los niveles de edad parece haber
los detalles del dibujo.
algunos item que son mås "masculinos" o "femeninos", que se dan con
mayor frecuencia en los protocolos de varones o de nifias respectiva-
mente. En el presente estudio, los ftem "masculinos" comprenden el
dibujo de perfil, rodillas y orejas, mientras que los item "femeninos"
fueron el cabello, pupilas, cejas, los labios y ropa. Resultados similares
han Sido obtenidos por otros investigadores. De hecho estas diferen-
cias particulares entre los DFH de varones y de nifias han Sido
comunicados tan a menudo, que no pueden atribuirse al azar, y deben
aceptarse como diferencias reales entre los dibujos de las nifias ylos
varones norteamericanos.
Los item evolutivos fueron definidos anteriormente como item que
estån primordialmente relacionados con la edad y la maduraci6n, y no
con el aprendizaje escolar. Es diffcil de creer que la diferencia de
frecuencia de ftem "masculinos" y 'femeninos" en los protocolos de
varones y de nifias esté bi016gicamente determinada o vinculada a los
genes sexuales. Estos item son evolutivos en cuanto estån positivamente
correlacionados con el incremento en la edad; pero al mismo tiempo, es
evidente que reflejan valores y actitudes que son generalmente acep-
tados y fomentados en nuestra cultura occidental de clase media.
Desde la infancia las nifias ven que sus madres hacen muchos
aspavientos con la vestimenta, el cabello y el mäquillaje. El interés de
una nifia pequefia por estas cosas es reforzado por su deseo natural de
imitar a su madre y de ganar la aprobaci6n parental mediante el
despliegue de su encanto femenino. Los dibujos de las nifias tienden
a reflejar su conciencia del atuendo y belleza femeninos y su interés
por los mismos. Por su parte, en nuestra sociedad se espera que los
varones sean mås independientes y extrovertidos que las nifias. El
dibujo de perfil se asocia a menudo con el alejamiento de los demås y
la büsqueda de independencia. También se alienta al var6n a que
participe en deportes activos y en actividades ffsicas que 10 Ilevan a
prestar atenci6n al movimiento corporal y a sus extremidades y
rodillas. Los varones tienden a dibujar figuras que estån realizando
actividades ffsicas mucho mås a menudo que las nifias. Y finalmente,
elpelo corto del nifio pequefio hace sus orejas mås conspicuas y hace
que centre su atenci6n en ellas. Las nifias, que estån més interesadas
en el dibujo del cabello, tienden a omitir las orejas en sus DFH,
especialmente cuando dibujan nifias o mujeres. S610 a los 5 aios,
cuando tanto los varones como las nifias raramente hacen mucha
distinci6n entre sus dibujos de figuras masculinas o femeninas,
aparecen las orejas en los protocolos con una frecuencia similar.
Consecuentemente uno podrfa concluir que los ftem especfficamen-
te "masculinos" y "femeninos" en los protocolos reflejan las actitudes
que los nifios han aprendido inconscientemente de su medio sociocul-
tural en la temprana infancia. El dibujo de item "masculinos" y
"femeninos" no se aprende ciertamente de un modo consciente, a la
manera en que un nifio aprende a leer y escribir en la escuela. Si es asf,
entonces puede suponerse que la frecuencia de ocurrencia de algunos
item "masculinos" y "femeninos" en los DFH diferirå en culturas
distintas con valores diferentes.
La medida en que el dibujo del cabello en los DFH
depende de
influencias culturales es evidente en la actualidad, en que muchos
nifios dibujan figuras masculinas de cabello largo en honor de sus
fdolos melenudos, los Beatles y Otros semejantes. Hace unos pocos
afios, muchos psic610gos clfnicos hubieran considerado el dibujo de un
hombre con cabello largo por parte de un nifio como un signo de mala
adaptaci6n sexual, o de confusi6n sexual y como un signo de identifi-
caci6n femenina. Pero en estos tiempos de conjuntos de rock and roll
y cantantes populares de cabello largo, cualquier nifio que dibuje un
hombre con melena debe considerarse que "estå en la onda", sinto-
nizado con su época y su generaci6n. Porque, como Dennis (1966) ha
sugerido, la mayorfa de los nifios normales y bien adaptados dibujan
las figuras de personas a quienes admiran y que representan los
valores culturales de su tiempo y lugar. Si muchos nifios de hoy
dibujan cantantes de pelo largo o astronautas, o a Batman, ayer
dibujaban a Elvis Presley con largas patillas, o a Daw Crockett con su
gorro de piel de zorro, o a Superman. La Ilustraciön 1 muestra tres
DFH de héroes culturales de las décadas del cincuenta y del sesenta
cuyos atuendos y aspecto general tuvo gran influencia en los estilos de
corte de pelo y en las gorras usadas por los nifios.
De manera semejante, las prendas de vestir que aparecen en los
DFH reflejan las modas vigentes en una cultura y un sitio dado. Hace
un tiempo las nifias tendfan a dibujar figuras con muchos més detalles
en la vestimenta que actualmente. Algunas de las nifias mås inteli-
gentes de 11 y 12 anos de la poblaci6n normativa realizaron figuras
ataviadas meramente con vestidos sencillos sin detalles ni accesorios,
justamente iguales a los que ellas mismas usan habitualmente. Tales
dibujos tienden a sacar puntajes muy bajos en los item referentes a
vestimenta; sin embargo los estilos que mostraban estaban mucho
mås de moda y eran mucho mås sofisticados que los vestidos mås
tradicionales con cinturones, bolsillos, pedrerfa, etcétera. Debido a
estas observaciones, parece aconsejable no atribuirle demasiada sig-
nificaci6n psic016gica a la presencia u omisi6n de item de vestimenta

41
o del cabello en los DFH. Ciertamente, un dibuj o infantil s610 puede ser
evaluado si el estilo de ropa y el peinado son conocidos en su
ambiente.
Es interesante notar que ninguno de los item "masculinos" o
"femeninos" figuran entre la categorfa de "esperados" en ninguno de
los niveles de edad entre los 5 y los 10 afios. Parece evidente que los
treinta item evolutivos que investigamos incluyen dos tipos diferen-
tes. El primero incluye los item båsicos y esenciales que estån casi
enteramente determinados por la edad y la maduraci6n y que parecen
estar muy poco influidos por factores culturales, mientras que el otro
tipo de item evolutivo es menos esencial y estå relacionado tanto con
la edad como con el tipo de experiencias socioculturales que ha tenido
el nifio.

VALDEZ DE LOS ITEM EVOLUTIVOS DEL DFH


La autora dirigi6 una serie de estudios con el objeto de determinar
si los 30 item evolutivos podfan cumplir los requisitos establecidos

para los mismos (päg. 27). Como se enunciö anteriormente, se defini6


al item evolutivo como un signo en los DFH infantiles que: 1) estå
relacionado primordialmente con la edad y maduraci6n y que au-
menta en frecuencia a medida que el nifio crece; 2) no estå muy
afectado por la consigna dada ni por el instrumento empleado para
dibujar; 3) no estå muy influido por el aprendizaje escolar ni 4) por la
capacidad artistica del nifio.

AUIMENTO EN LA FRECUENCIA DE OCURRENCIA

Los datos normativos de las tablas 2 y 3 muestran mås allä de toda


duda que los item evolutivos estån relacionados con la edad y la
madui•aci6n y que aumentan en frecuencia en los sucesivos niveles de
edad hasta alcanzar el måximo posible de ocurrencia. Algunos item
e.stån presentes en pråcticamente todos los DFH y a los 5 afios, otros
nunca aparecen mås a menudp que en un nümero relativamente
escaso de DFH aün a los 12 afios. Pero en cada caso, hay un incremento
regular en la frecuencia hasta que se alcanza un nivel definitivo en
una edad.

42
ERECTO DEL INSTRUMENTO EMPLEADO
Y DE LA CONSIGNA DADA: COMPARACIÖN DE DIBUJOS
INFANTILES REALIZADOS CON LAPIZ Y CON CRAYON

Este estudio (Koppitz, 1965) fue disefiado para verificar la hip6tesis


de que los DFH de alumnos de jardfn de infantes se hallan muy poco
influidos por el instrumento empleado o por la consigna dada. Los
sujetos para este estudio fueron 45 varones y 49 nifias que concurrfan
a cuatro secciones de jardfn de infantes en una escuela primaria
suburbana de clase media. Sus edades comprendfan de Cinco afios seis
meses a seis afios nueve meses. Durante las tres ültimas semanas del
afio lectivo, la autora administr6 el test individualmente a cada sujeto
en un rinc6n del aula separado del resto.
La observaciön de los nifios durante la administraci6n del test
mostr6 una marcada diferencia en la conducta de los varones y de las
nifias. Muchos de los varones eran torpes y tfmidos. Como estaban
acostumbrados a usar solamente crayones y låpices gruesos en clase,
les faltaba experiencia en el uso del låpiz NQ 2. Muchos de los varones
tenfan dificultad para manipular el låpiz delgado. Por su parte las
nifias en su mayorfa estaban a gusto y se mostraban equilibradas.
Estaban encantadas con la atenci6n especial que se les brindaba y
parecfan considerar el uso del låpiz como un desaffo. Hacfan un
esfuerzo especial para demostrar su habilidad en dibujo y lograr
nuestra aprobaci6n. Su coordinaci6n muscular fina era mucho mejor
que la de los varones.
A1 dfa siguiente de la terminaci6n del afio lectivo, las maestras
jardineras administraron colectivamente a sus alumnos una modifi-
caci6n del DFH. Cada nifio recibi6 una hoja de papel de Manila
formato carta, y una caja con ocho crayones. Las maestras les dieron
la siguiente consigna: "Ahora que van a entrar en primer grado, me
gustarfa tener un dibujo de ustedes para guardar. Por eso les pido que
me hagan un dibujo de ustedes. No miren el papel de ningün com-
pafiero, porque no hay dos chicos o dos chicas iguales". No se estableci6
tiempo limite para los dibujos. Se les pidi6 a todos que pusieran su
nombre y su edad en el reverso.
Posteriormente, la autora analiz6 todos los dibujos a låpiz y con
cray6n para verificar la presencia de 23 de los 30 item evolutivos.
Como los nifios eran tan pequeüos se omitieron los 5 item mås diffciles
(dos labios, codos, rodillas, perfil y buena proporci6n) y los 3 items para
computar vestimenta se redujeron a un ünico item (dos o mås prendas
de vestir).
La Tabla 4 muestra los resultados de la comparaci6n entre los
43
dibujos a låpiz y con cray6n. Las conclusiones se presentan también en
términos de porcentajes de nifios que inclufan cada item evolutivo en
sus DFH. Se vio que los 7 item mås båsicos (cabeza, Ojos, nariz, boca,
cuerpo, brazos y piernas) quedaban incluidos en la catergoria de
Esperados, tanto en el grupo de varones como en el de nifias, y tanto
en los dibujos a låpiz como en los realizados con cray6n. Los item que
les segufan en frecuencia en los cuatro conjuntos de DFH eran: cabello,
pies, brazos y piernas bidimensionales, dedos y manos. Esto sugiere
que los 13 item bäsicos del DFH son realmente indicadores evolutivos
para nifios pequefios y no estån muy influenciados por el instrumento

Tabla 4
Comparaci6n de DFH realizados por nifios de jardfn de infantes
con Iåpiz y con cray6n

Varones Nihas
Cray6n Lipiz Cray6n Låpiz

% Esperados % Esperados % Esperados % Esperados


Cabeza 100 Cabeza 100 Cabeza 100 Cabeza 100
Ojos 100 Ojos 100 Ojos 100 Ojos 100
Nariz 91 Nariz 95 Nariz 90 Nariz 94
Boca 95 Boca 95 Boca 94 Boca 100
Cuerpo 91 Cuerpo 89 Cuerpo 98 Cuerpo 100
Brazos 89 Brazos 87 Brazos 90 Brazos 90
Piern as 98 Piernas 100 Piernas 92 Piernas 96
Comunes Comunes Cabello 94 Cabello 88
Pies 84 Pies 62 Comunes Comunes
Cabello 64 comunes
B. Pies 78 Pies 84
Dedos 58 Dedos 40 Dedos 59 Dedos 55
Brazos 2d. 53 Brazos 2d. 44 Dos prendas 53 B. comunes
Piernas 2d. 60 Piernas 2d. 33 B. comunes Dos prendas 23
B. comunes Cabello 46 Brazos 2d. 43 Brazos 2d. 50
Manos 52 Manos 31 Manos 31 Manos
Orejas 29 Orøjas 18 Piernas 2d. 33 Piernas 2d.
cueilo 20 Cuello 24 Cuello 28 Cuello 24
Braz. u. homb. 18 Braz. u. homb. 27 Braz. u. homb. 18 Braz. u. homb. 18
Braz. h. abaj. 22 Braz. h. abaj. 22 Pies 2d. 20 Braz. h. abaj. 18
Dos prendas 45 Excepcionales Pu pilas 22 Pu pilas 24
Cejas 22 Cejas 12 Cejas 28 Cejas 32
Cinco dedos 29 Cinco dedos 12 Cinco dedos 33 Cinco dedos 24
Pies 2d. 31 Pies 2d. 11 Excepcionales Excepcionales
Pupilas 29 Pupilas 12 Orejas 6 Orejas 10
Excepcionales Dos prendas 7 Braz. h. abaj. 14 Pies 2d. 14
Fosas nasales 4 Fosas nasales 2 Fosas nasales 6 Fosas nasales 12

44
empleado para dibujar ni por la consigna dada a los nifios. En varios
de IOS restantes item, hubo algunas diferencias entre los DFH de
varones y los de las nifias y entre los hechos a låpiz y con crayon.
Quince de los 23 item evolutivos aparecieron con mayor frecuencia
en Ios dibujos a cray6n de los varones que en los hechos a låpiz. En los
dibujos con cray6n hubo 15 item comunesy s610 uno excepcional (fosas
nasales). En a låpiz se dio la inversa. S610 hubo un item
los dibujos
cornün (pies) mientras que se dieron 6 item en la categorfa de
excepcionales. En consecuencia, parecerfa que el instrumento de
dibujo empleado y el tipo de consigna tiene un efecto definido en los
DFH de los varones entre 51/2 y 6 1/2 afios. Pareciera que los varones
pequefios acostumbrados a dibujar con crayones se desempefiaran
mejor en el DFH cuando se les permite usar crayon en lugar del låpiz,
con el que no estån familiarizados.
Las nifias estaban muy complacidas consigo mismas y con sus
tas

dibujos a låpiz. Los resultados justificaban su actitud. Se ha116 que


éstos estaban mejor ejecutados que sus dibujos con cray6n. Trece de
Iositem evolutivos computados se daban mås a menudo en los dibujos
a låpiz. Pero con s610 tres excepciones menores, todos los item
evolutivos en los protocolos de las nifias entraban en la misma
categorfa de frecuencia en ambos casos. El instrumento empleado
parecfa tener poco efecto en los DFH de las nifias; sus dibujos a låpiz
y con crayon no difirieron significativamente en ninguno de los item
esenciales. Con fines de investigaci6n o de "despistaje" (screening) es
mejor que a los varones en edad preescolar se les pida que realicen el
DFH con cray6n mås que con låpiz, pero a las nifias se les puede
requerir que 10 hagan con uno u otro medio con muy pequefia
diferencia en los resultados.
Es interesante hacer notar que el cabello y la vestimenta aparecen
bastante mås a menudo en los dibujos con cray6n que en los hechos a
låpiz, tanto en el grupo de varones com en el de nifias. Es 16gico que
los crayones, gruesos, suaves, de colores, les faciliten mås el dibujo de
ropa vistosa y cabellos ondulados que la aguda punta del låpiz negro.
Anteriormente se mencion6 (påg. 40) que tanto el cabello como la ropa
estaban entre los llamados item "femeninos" y aparecfan mås a
menudo en los protocolos de las nifias que en los de los varones.
También se dio esto en el presente estudio. Sin embargo ahora se
evidenci6 que los item de cabello y vestimenta estån relacionados no
s610 con la edad y el sexo del nifio y con sus experiencias culturales,
sino también con el instrumento de dibujo utilizado.

45
EFECTO DEL APRENDIZAJE Y LA MADURACION
EN LOS DFH
El prop6sito de este estudio era determinar si los cambios encontra-
dos en los DFH después de un perfodo de tiempo se debfan primor-
dialmente al crecimiento y maduraci6n del nifio o al aprendizaje. En
el estudio siguiente la autora compar6 los DFH de nifios, equiparados
en cuanto a edad, que habfan tenido o no un aio dejardfn de infantes.
Los sujetos para este estudio fueron 179 nifios, 89 varones y 90 nifias,
provenientes de ocho secciones completas de jardfn de infantes,
pertenecientes a una escuela primaria suburbana. El test fue admi-
nistrado durante la primera semana del afio lectivo. En ese momento
la media de edad de los nifios era de 5 afios 3 mes. Cuando fueron
reexaminados nueve meses después, al final del afio escolar, la media
de edad era de 6 afios 0 meses. No se disponfa de puntajes de tests de
inteligencia para estos sujetos, pero tanto las maestras como la autora
estimaban que la capacidad mental de los nifios iba desde el nivel
superior hasta el 'bordeline".
Las maestras administraron el DFH las dos veces, en forma
colectiva. Se le dio a cada nifio una hoja de papel de Manila tamafio
22,25 cm x 27,50 cm y una caja con ocho crayones. Se mostr6
anteriormente (påg. 43) que no hay diferencias significativas entre los
dibujos hechos a låpiz y con cray6n de los alumnos de jardfn de
infantes. De hecho, aün es preferible usar crayones en esta edad
debido a que los varones especialmente tienen dificultades en elma-
nejo de låpices delgados.
Se computaron s610 23 item evolutivos; debido a la edad de los
sujetos los item evolutivos mås diffciles (dos labios, codos, rodilla,
perfil y buenas proporciones) fueron omitidos y los 3 item de vestimen-
ta fueron reducidos a uno solo (dos o mås prendas de ropa). La
confiabilidad del puntaje asignado fue determinada con la ayuda de
Otra psic610ga clinica2. La Otra psic610ga y la autora tabularon inde-
pendientemente 206 item evolutivos en los 15 protocolos. En 199 de los
item evolutivos computados, hubo total acuerdQ, es decir, fueron
computados por ambas psic610gas, mientras que 11 item fueron
tabulados por s610 una de las dos examinadoras. Por consiguiente,
hubo un 95% de acuerdo entre ambas psic610gas en la puntuaci6n de
los item.

2. La autora desea expresar su agradecimiento a la Dra. Margarita G. Lang por su


colaboraci6n en este estudio de confiabilidad.

46
Todos los DFH• realizados al comienzo del afio lectivo fueron
comparados con los producidos al final del mismo. Los resultados de
esta comparaci6n se muestran en la Tabla 5. Se observ6 un progreso
considerable en los ültimos DFH con respecto a los tomados anterior-
mente. A1 final del ano lectivo 20 de los 23 item evolutivos se
encontraron mås a menudo de 10 que habfan aparecido al comienzo de
dicho aio. Los ünicos item que no aumentaron en frecuencia de
ocurrencia fueron la cabeza y los Ojos, que habfan estado presentes en
un 98-100% de los protocolos al comienzo del afio y que por consi-
guiente no podfan aparecer mås a menudo, y las orejas, que fueron
dibujadas con la misma frecuencia al principio y al final deljardfn de
infantes. El nümero de item en la categorfa de Esperados aument6 de
5 a 7 en el curso de un aio escolar, mientras que los item en la categorfa
de Excepcionales disminuyeron de 6 a 2. Estos resultados muestran
que hubo un marcado progreso en los DFH, pero no revelan si este
mejoramiento se debi6 a la maduraci6n o a un afio de entrenamiento
en eljardfn de infantes.
La respuesta a esta pregunta se ha116 al comparar dos series de
DFH realizados en el lapso de un mes por 35 pares de sujetos
cuidadosamente equiparados en cuanto a sexo y edad. Los sujetos
equiparados inclufan 16 pares de varones y 19 pares de nifias. Un
conjunto de DFH provenfa de 35 nifios (Grupo A) que habfan Sido los
nifios mayores al comienzo del afio escolar. Sus dibujos se obtuvieron
al ingresaren la escuela, antes de que hubieran recibido ningün tipo
de entrenamiento en el jardfn de infantes. El segundo conjunto de
DFH se obtuvo de 35 nifios (Grupo B) que habfan Sido los menores al
comienzo del afio lectivo. Los DFH del Grupo B se tomaron a fin de afio,
luego que los nifios habfan completado un afio entero de entrena-
miento en jardfn de infantes. A esta altura, la edad del Grupo B era
igual a la del Grupo A al comienzo del afio. La edad tanto del Grupo
A como la del Grupo B comprendfa desde los 5 afios 6 meses hasta los
5 anos 10 meses, con una media de 5 afios 7 meses.
La Tabla 5 muetra los resultados de la comparaci6n en tre el Grupo
Ay el Grupo B. Los resultados muestran claramente una diferencia
muy pequefia en la frecuencia de ocurrencia de los item evolutivos de
los DFH de nifios que tenfan y que no tenfan un afio de experiencia en
jardin de infantes. La cabeza y los Ojos estaban presentes en el 100%
de ambos conjuntos de dibujos. De los otros 21 ftem evolutivos, uno de
ellos, dedos, se dio un nümero igual de veces en el Grupo A y en el
Grupo B. Nueve item se dieron mås a menudo en los DFH de los que
ingresaban en la escuela, mientras que 11 item se dieron con mayor
frecuencia en los protocolos de los que habfan completadoun ano en
Tabla 5
Comparaci6n de los DFH de alumnos con entrenamiento
en jardin de infantes y sin él

179 alumnos no seleccionados 35 pares equiparados


Grupo A Grupo B
Comienzo J.I. Final J.l. (Comienzo de J.I.) (Final de J.l.)
Media: 5a. 3m. Media: Ga. 0m. Media: 5a. 7m. Media: 5a. 7m.

% Esperados % Esperados % Esperados % Esperados


Cabeza 100 Cabeza 100 Cabeza 100 Cabeza 100
Ojos 99 Ojos 98 Ojos 100 Ojos 100
Boca 90 Boca 93 Boca 94 Boca 91
Cuerpo 90 Cuerpo 95 Cuerpo 94 Cuerpo 91
Piernas 91 Piernas 95 Piernas 94 Piernas 97
Comunes Nariz 90 Nariz 91 Nariz 94
Nariz 80 Brazos 89 Comunes Comunes
Brazos 73 Comunes Brazos 74 Brazos 80
Pies 72 Pies 82 Pies 77 Pies 74
Cabello 66 Cabello 80 Cabello 63 Brazos 2d. 54
B. comunes Brazos 2 d. 56 Dedos 68 Dedos 68
Dedos 49 Dedos 63 B. comunes B. comunes
Brazos 2 d. 22 B. comunes Brazos 2d. 34 Cabello 43
Piernas 2d. 19 Piernas 2d. 42 Piernas 2d. 26 Piernas 2d. 46
Pupilas 21 Pupilas 25 Pupilas 23 Pupilas 20
Cejas 18 Cejas 25 Cejas 20 Cejas 31
Manos 23 Manos 32 Manos 20 Manos 23
Orejas 18 Orejas 18 Pies 2d. 26 Pies 2d. 34
Dos prendas 20 Dos prendas 47 Dos prendas 28 Dos prendas 43
Excepcionales Cuello 23 Cuello 17 Cinco dedos 23
Braz. h. abaj. 12 Braz. h. abaj. 21 Excepcionales Excepcionales
Pies 2d. 14 Pies 2d. 26 Braz. h. abaj. 11 Braz. h. abaj. 6
Cinco dedos 10 Cinco dedos 29 Cinco dedos 9 Cuello 9
Cuello 11 Excepcionales Orejas 14 • Orej as 9
Braz. u. homb. 5 Braz. u. homb. 11 Braz. u. homb. 3 Braz. u. homb. 6
Fosas nasales 5 Fosas nasales 6 Fosas nasales 9 Fosas nasales 3

eljardfn de infantes. Los DFH del Grupo Ay del Grupo B presentaban


un mismo nümero de ftem en cada categorfa de frecuencia.
Un examen més detenido de los item evolutivos individuales
muestra que cuatro de ellos ostentan el mayor incremento después de
un afio de entrenamiento escolar: brazos y piernas bidimensionales,
dos o mås prendas de vestir y nümero correcto de dedos. Hay razones
para pensar que estos cuatro item reflejan poi 10 menos en parte cierta
experiencia de aprendizaje. Algunas de las maestras reconocieron que
habfan alentado a sus alumnos durante todo el afio a dibujar los brazos
y las piernas de las figuras en dos dimensiones en lugar de hacerlas
con palotes; también insistieron en que dibujaran la vestimenta. El
dibujo de Cinco dedos presuponfa cierto conocimiento de los nümeros,
el cual generalmente no es adquirido por los nifios hasta que ingresan
al jardfn de infantes. Ninguno de los otros 19 item evolutivos mostr6
un aumento marcado en la frecuencia de ocurrencia como resultado
del aprendizaje escolar.
Los datos presentados en las påginas precedentes sugieren que el
apreciable mejoramiento en los DFH de los 179 alumnos de jardfn no
seleccionados, al término del afio escolar, se debi6 principalmente a la
maduraci6n mås que al entrenamiento escolar. Pues si ese progreso
hubiera Sido el resultado del aprendizaje, entonces el mismo grado de
progreso se hubiera dado en los DFH del Grupo B, que habfan
completado un aio de jardfn de infantes. El hecho de que el Grupo A
y el B, equiparados en edad, no mostraran diferencias significativas
en sus DFH a pesar de las diferencias en el monto de aprendizaje
escolar, hace pensar que el aprendizaje escolar a nivel de jardfn no
afecta el dibujo de la figura humana en un grado apreciable cuando los
nifios provienen de hogares suburbanos de clase media. No estå Claro
si esto podrfa aplicarse también a nifios con carencia cultural que

nunca han tenido muchas oportunidades de dibujar antes de ingresar


en la escuela. Los ünicos item del DFH que parecen estar influidos por
el entrenamiento son la vestimenta y el nümero correcto de dedos, y
posiblemente las dos dimensiones en brazos y piernas.
En la Tabla 5 se mostr6 otro aporte a la hip6tesis de la maduraci6n
y la edad. Puede observarse que el nivel de maduraci6n de los DFH del
Grupo Ay el Grupo B se ubica exactamente entre los DFH de los 179
alumnos no seleccionados realizados al comienzo del afio y los efec-
tuados al término del mismo. La media de edad para el Grupo A y el
Grupo B era de 5 afios 7 meses, que eståjusto en la mitad del intervalo
entre las medias de edad de los que ingresaban (5 afios 3 meses) y las
de los que habfan completado el jardfn (6 afios). En consecuencia, el
nivel evolutivo de los DFH corresponde a la edad cron016gica de los
sujetos independientemente del grado de entrenamiento escolar que
habfan recibido.

INFLUENCIA EN LOS DFH DE LA CAPACIDAD


DE EJECUCION ALTA O BAJA
Anteriormente se formu16 la hip6tesis de que los item evolutivos
estån relacionados primordialmente con la maduraci6n y no con la
49
capacidad artistica del nifio. Es diffcil por supuesto determinar si un
nifio tiene capacidad artistica ono. Sin embargo, puede asumirse que
un nifio con tal apitud, poseerå, entre otras cualidades, una buena
percepci6n visomotora y una buena coordinaci6n motora fina. Esta
son aptitudes que la Escala de Ejecuci6n del WISC (Wechsler, 1949)
mide en gran parte. El estudio siguiente fue disefiado para determinar
si los nifios cuyos CI de ejecuci6n en el WISC eran considerablemente
més altos que sus CI Verbales diferirfan On sus DFH de los nifios con
un bajo CI de Ejecuci6n y un CI Verbal mås alto en el WISC, habiendo
Sido ambos grupos equiparados en cuanto a sus respectivos CI Totales
en el WISC.
Se predijo que si los item evolutivos del DFH estaban realmente
relacionados primariamente con la maduraci6n y no con la capacidad
de ejecuci6n, no se darfa una diferencia significativa en la frecuencia
de ocurrencia de los item evolutivos en los DFH de los nifios con un alto
puntaje en la Escala de Ejecuci6n del WISC y aquellos con bajo puntaje
de ejecuci6n.
Los sujetos para este estudio fueron 24 pares de nifios equiparados en
sexo, edad y CI Total en el WISC. La Tabla 6 muestra la distribuci6n de
los sujetos. Todos Ios nifios concurrfan a escuelas püblicas, y todos ellos
habfan Sido derivados al psic610go escolar o a la clinica de orientaci6n
infantil para evaluaci6n psic016gica por problemas de aprendizqje y/o
conducta. Ninguno de los sujetos era débil mental y psic6tico, y ninguno
tenfa un deterioro motor grosero. Sus edades comprendfan desde los 6
afios 8 meses hasta los 12 anos 10 meses, y su media de edad era de 10
afios 5 meses. Un grupo de 24 sujetos tenfan un CI de Ejecuci6n que
estaba mås de 10 puntos por encima de su CI verbal, mientras que el Otro
sxo grupo de 24 sujetos tenia un CI verbal superior al CI de Ejecuciön en mås
de 10 puntos. Una discrepancia de menos de 10 puntos entre el CI Verbal
y el de Ejecuci6n en el WISC no se considera significativa, pero una
discrepancia de 10 0 mås puntos se estima que tiene significaci6n clinica
e indica o una mayor capacidad en una de las dos areas, o una deficiencia
en la capacidad verbal o la de ejecuci6n.
Los 48 sujetos fueron seleccionados del archivo clfnico de la autora
i exclusivamente sobre la base de sus puntajes de Cl. La investigadora
analiz6 todos los DFH para verificar la presencia de los 30 item
evolutivos sin saber en absoluto a qué grupo pertenecfa cada nifio. A
continuaci6n se compararon los DFH de los sujetos con un alto CI de
Ejecuci6n con los pertenecientes a los sujetos con un bajo CI de
Ejecuci6n. Se computaron las chi-cuadradas para determinar si habfa
diferencias significativas en la frecuencia de ocurrencia de cualquiera
de los item evolutivos en los DFH de cada grupo de sujetos.
50
Tabla 6
Distribuci6n de los sujetos con puntajes altos y bajos de ejecuci6n en el WISC

Ss. con CI de Ejecuci6n alto Ss. con CI de Ejecuci6n bajo

Edad Sexo Edad Sexo Cl Cl


Ejec. Verbal E.C. Ejec. Verbal E.C.

6-11 M 115 100 108 M 103 115 110


7-3 M 97 84 89 7-9 M 76 92 83
7-5 M 101 90 95 7-9 M 75 108 91
8-2 M 127 95 109 8-2 M 72 120 97
F 104 89 96 8-9 90 103 96
9-0 114 100 107 9-3 M 97 110 104
M 100 85 91 94 M 83 95 88
10-11 M 121 111 115 10-0 M 92 128 112
10-10 M 113 92 92 10-1 M 99 110 105
10-3 M 100 90 94 10-2 M 90 105 98
10-6 F 113 87 99 10-4 M 94 106 101
9-4 M 133 114 125 10-6 M 127 139 137
10-1 M 115 90 105 10-6 M 90 114 103
F 103 80 90 10-7 83 104 93
10-6 M 94 75 83 10-8 M 89 100
11-11 M 99 81 88 11-2 M 83 94 88
11-7 97 86 91 11-7 79 92 85
11-8 F 114 94 104 11-7 93 116 106
11-10 F 108 96 107 11-8 F 101 128 117
124 M 111 99 105 12-3 M 92 111 102
12-6 M 117 99 108 12-3 M 96 120 109
M 89 71 77 12-4 M 78 89 82
12-7 M 118 106 113 12-5 M 99 129 116
12-5 99 86 91 12-10 87 106 97

M 10-5 M 109 M 92 M 100 M 10-4 M 91 M 110 M 100

La Tabla 7 muestra el nümero actual de sujetos en los grupos de CI


de Ejecuci6n alto y bajo que presentaron cada item evolutivo en sus
DFH. Ninguno de los valores de chi-cuadrado que se obtuvi eron fueron
significativos al nivel de 0,05 0 rnås. Ningün item evolutivo aislado
discriminaba entre los sujetos con alta capacidad verbal o en ejecu-
ci6n.

Se evidencia una semejanza sorprendente en la frecuencia relativa


ambos grupos. Los
de los diferentes item evolutivos en los dibujos de
resultados de este estudio abonan la hip6tesis de que los item evo-
lutivos en los DFH no estån marcadamente influidos por la capacidad
de ejecuci6n del nifio, sino que estån primordialmente relacionados
con la edad y la maduraci6n.

51
Tabla 7
Comparaci6n de los DFH de 24 pares de sujetos con CI de ejecuci6n alto y bajo

Sujetos con CI Sujetos con CI


Item evolutivos de Ejec. alto de Ejec. bajo

Cabeza 24 24
Ojos 24 24
Pupilas
Cejas 10 10
Nariz 24 19
Fosas nasales
Boca 21 24
Dos labios
Orejas
Cabello 17 21
Cuello 16 16
Cuerpo 23 22
Brazos 23 21
Brazos 2 dimensiones 22 20
Brazos hacia abajo 18 16
Brazos unidos a hombros 12
Codo
Manos 14 10
Dedos 15 13
5 dedos
Piernas 23 23
Piernas 2 dimensiones 20 21
Rodillas
Pies 20 17
Pies 2 dimensiones 11
Perfil
Buena proporci6n
Ropa: 0-1 item 11
Ropa: 2-3 ftem
Ropa: 4 6 mås ftem

ITEM ESPERADOS Y EXCEPCIONALES


EN LOS DFH Y PUNTAJES DE Cl
Se verific6 en los DFH meramente la presencia u omisi6n de los 30
ftem evolutivos discutidos en el capftulo anterior. No se intentaba con
ellos constituir un sistema de tabulaci6n de los dibujos infantiles que
brindarfa un puntaje de CI y de Edad Mental especffico. Los datos
normativos de los item evolutivos s610 tenfan la finalidad de mostrar
cuåles item de los DFH de varones y ni@as, de diferentes niveles de
edad, uno podrfa esperar encontrar y cuåles item eran inusuales o
raros. Sin embargo, se sefia16 (påg. 30) que la omisi6n de item
esperados (es decir, item que estaban presentes en el 86% o mås de los

52
DFH) podfan ser considerados significativos para el diagn6stico y que
muy probablemente reflejarfan inmadurez mental, mientras que la
presencia de item excepcionales (es decir, item que se dan en menos
del 16% de todos los DFH) fue considerado como un signo de madurez
mental superior al promedio. Consiguientemente, parecerfa seguirse
de esto que la presencia u omisi6n de los item esperados y los
excepcionales, respectivamente, deberfan ser relacionados con la
inteligencia y el nivel de madurez mental del nifio.
Se disefi6 un
estudio (Koppitz, 1967) para comprobar la siguiente
hip6tesis: los ftem esperados y excepcionales de los DFH pueden ser
utilizados para evaluar el nivel general de madurez mental de un nifio
aun cuando no se cuente con ningün puntaje definido de Cl. Se
construy6 para este estudio un método simple para tabular los item
esperados y excepcionales en los DFH. En el Apéndice B se muestra
3 una lista de los item esperados y excepcionales en cada nivel de edad
para los 1856 varones y nifias de la poblaci6n normativa. A cada item
esperado y excepcional se le asign6 un valor de 1 punto. La omisi6n de
un item esperado se design6 como -1, mientras que la presencia de un
item excepcional fue tabulada +1. Para evitar puntajes negativos, se
Ie sum6 un valor de 5 al total de los puntaj es positivos y de los puntajes

2, negativos que un nifio recibfa en su protocolo. Asf, la omisi6n de un


item esperado se computaba como -1 +5 0 sea, 4; la presencia de un
ftem excepcional se convertfa en +1+5 0 sea 6. El cuadro siguiente
muestra los puntajes que puede obtener un nifio en su DFH si un
nümero dado de item esperados y excepcionales estån presentes o
ausentes:

Puntaje Item esperados Item excepcionales


8 todos presentes 3 presentes
todos presentes 2 presentes
6 todos presentes 1 presente
o
6 1 omitido 2 presentes
5 todos presentes ninguno presente
o
5 1 omitido 1 presente
4 1 omitido ninguno presente
o
4 2 omitidos 1 presente
3 2 omitidos ninguno presente
2 3 omitidos ninguno presente
1 4 omitidos ninguno presente
5 0 mås omitidos ninguno presente

53
i
Este sistema de puntuaci6n fue aplicado a los DFH de 347 varones
y nifias, entre 5afios 11 mesesy 12 afios 11 meses, que sirvieron como
sujetos para el presente estudio. Todos los sujetos habfan Sido vistos
por la autora para hacerles la evaluaci6n psic016gica en la clinica de
orientaci6n infantil o en la escuela, circunstan cia en la que se les habfa
administrado el DFH. El wlsc (Wechsler, 1949) 0 la Escala de
Inteligencia Stanford-Binet (Terman y Merrill, 1960) habfa Sido
tomada a los sujetos por la autora u otros psic610gos competentes
dentro del afio en que fue tomado el DFH. Los nifios tenfan una gran
variedad de problemas de conducta y de aprendizaje, pero a ninguno
se le habfa hecho un diagn6stico médico de lesi6n cerebral, y ninguno
estaba incapacitado ffsicamente.
La Tabla 8 muestra la distribuci6n de los sujetos por edad y Cl. El
WISC habfa Sido administrado a 260 de los sujetos, mientras que a los
87 restantes se les aplic6 la Escala Stanford-Binet. Se tabularon en
cada protocolo los item esperados y excepcionales apropiados para el
respectivo sexo y nivel de edad (Apéndice B). Por ejemplo, al "Beatle"
de Eugene én la Ilustraciön 1 se le asignarfan 5 puntos, ya que dibuj6
todos los item que son esperados en los varones de 10 afios, pero ninguo
de los excepcionales para este nivel de edad. El "Davy Crockett" de
Andrew en la Ilustraciön 1 recibirfa un puntaje de 6 porque no s610
dibuj6 todos los item esperados en los varones de 7 afios sino que
también dibuj6 un item excepcional: muestra la figura de perfil.
Posteriormente, los puntajes de los DFH fueron correlacionados
con los puntajes de CI de la Escala Completa del WISC y los puntajes
de CI del Stanford-Binet. Se computaron para cada nivel de edad las
correlaciones producto de Ios momentos de Pearson. Se obtuvieron

Tabla 8
Distribuci6n de sujetos por edad y puntajes de CI

Nivel Nivel de los puntajes de CI


de
59 0 60-69 70-79 80-89 90-99 100-109 110 y Total
edad mås
menos

6y7 12 13 15 67
13 13 55
13 18 12 12
10 16 20 55
11 19 10 11 10 58
12 47

Total 21 34 74 74 73 57 347
también correlaciones entre los sujetos a los que se les habfa adminis-
trado el WISC y aquellos a los que se les habfa tomado la Escala
stanford-Binet. La Tabla 9 muestra los resultados de las diferentes
correlaciones. La significaci6n estadfstica de las correlaciones se
determin6 por medio de pruebas t. Los resultados indican que las
nueve correlaciones eran significativas al nivel del 0.01. Los resul-
tados de la Tabla 9 se comparan también muy favorablemente con las
correlaciones entre los puntajes del Goodenough y los puntajes de CI
publicados en la bibliograffa sobre nifios de edad escolar y pequefios
pacientes psiquiåtricos (Este y otros, 1961; Hanvick, 1953; Harris,
1963, pågs. 96-97; Thompson y Finley, 1963; Vane y Kessler, 1964).
Parecerfa en consecuencia, que los item esperados y excepcionales de
10s DFH pueden usarse con cierta confianza como un método råpido y
fåcil de evaluar el nivel de madurez mental de grupos de nifios.

Tabla 9
Correlaci6n entre los item esperados y excepcionales en los DFH
y los puntajes CI

Nivel de edad Cantidad Test correlacionados Correlaciones

23 Stanford-Binet y DPH
8-10 50 Stanford-Binet y DFH 55 *
Ily 12 14 Stanford-Binet y DFH
44 WISC y DFH
8 35 WISC y DFH
9 46 WISC y DFH
10 44 WISC y DFH
11 55 WISC y DFH O 57 *
,

12 36 Wisc y DFH

* Significativo al nivel del 0,01.

Las correlaciones siempre se manejan con grupos de sujetos y nos


dicen muy poco del nifio individual que puede apartarse bastante de
las normas correspondientes a un grupo. Pero los psic610gos clfnicos
y los educacionales trabajan mås a menudo a nivel individual y no con
grupos de nifios. Si desea que un test sea de utilidad para el psic610go
en su pråctica profesional, debe permitir diferenciar y predecir la
conducta de cualquier nifio en aprticular. Por esta raz6n es que se
examin6 el patr6n de distribuci6n de los puntajes individuales de los
DFH y los puntajes de Cl. La Tabla 10 muestra la distribuci6n de
3, puntajes del DFH y de CI en los 347 sujetos utilizados en el presente
39 estudio. Con la base de estos resultados, se elaboraron interpretacio-

55
Tabla 10
Distribuci6n de los puntajes de los DFH y de CI en una muestra de 347
sujetos entre 6 y 12 afios de edad

Puntajes DFH para los item esperados y excepcionales

59 y menos
60-69 21
70-79 34 13
80-89 74 19 25 18
90-99 74 18 38
100-109 73 10 47 12
110 y mås 57 12 31
Total 347 10 25 51 80 140 29

nes para cada puntaje obtenido en el DFH, en términos de nivel


general de Cl. ElApéndice C muestra la interpretaci6n de los puntajes
individuales del DFH.
Este método de interpretaci6n traduce los puntajes DFH en cate-
gorfas amplias de funcionamiento intelectual mås que en términos de
puntajes especfficos de Cl. Estas categorfas amplias se consideran
suficientes para diferenciar entre nifios que son mentalmente retar-
dados y aquellos que tienen una capacidad promedio o superior.
Creemos que el ubicar al nifio en estas categorfas amplias es mås
significativo que otorgarles un puntaje especffico de Cl. Muchas veces
la autora se sinti6 preocupada cuando se le asignaba una importancia
excesiva a un puntaje determinado de CI que podia ser confiable o no.
La interpretaci6n de los puntajes DFH presentada aquf se encontr6
que era vålida para la gran mayorfa de los sujetos incluidos en el
presente estudio. Sin embargo, como pasa siempre, hubo algunas
excepciones a esta regla. Todos aquel los sujetos en los que se daba una
marcada discrepancia entre sus puntajes DFH y su CI fueron exami-
nados mås exhaustivamente. Se encontr6 que todos los nifios que
tenfan un CI normal o superior al promedio y un puntaje inferior al
promedio en el DFH, sufrfan serios problemas emocionales y de
personalidad. En cada caso investigado estaba funcionando de hecho
en el nivel mås inmaduro reflejado por su DFH y no en el nivel que
indicaba su Cl. Puede decirse que, en estos casos, el DFH revelaba el
nivel actual de funcionamiento del nifio, mientras que el puntaje
obtenido en el test de inteligencia indicaba su potencial intelectual,
que podia actualizar o no.
56
En aquellos casos en los que el nivel del puntaje DFH superaba el
que los sujetos tenfan una inteligencia esencialmente
del CI, se vio
normal, pero que experimentaban dificultades en la lectura debidas a
una carencia social o cultural, o como resultado de problemas en la
audici6n, percepci6n auditiva o de tener una memoria pobre. En otras
palabras, cuando el puntaje DFH de un nifio estå por debajo de su CI,
uno puede sospechar perturbaciones en su adaptaci6n social y de
personalidad, pero cuando el puntaje del dibujo es superior a su nivel
intelectual, entonces es probable que el nifio sufra una carencia
sociocultural, con deficiencias especfficas de audici6n y memoria, o sin

ellas.
ElApéndice D muestra las medias, desviaciones eståndar y cuarti-
les de los item esperados y excepcionales de los DFH en los distintos
niveles de Cl. Los datos para el Apéndice D se obtuvieron de los
protocolos de 375 nifios de 6 a 12 afios, que comprendfan tanto
pacientes psiquiåtricos como alumnos derivados al psic610go educa-
cional para evaluaci6n por tener problemas de aprendizaje o de
conducta. Entre los 375 sujetos habfa algunos con cierto grado de dafio
neur016gico, pero ninguno tenfa un deterioro motor serio. La muestra
utilizada en este estudio no puede considerarse representativa de la
asf llamada poblaci6n escolar "normal" o "promedio"; consecuente-
mente, los datos del Apéndice D no deberfan ser tomados como datos
normativos para los nifios como un todo. Desgraciadamente, es de 10
més diffcil para un investigador aislado obtener muestras grandes de
CI con el WISC o el Stanford-Binet de escolares no seleccionados que
nunca han Sido derivados a un psic610go para ser diagnosticados. Sin
embargo, es poco comün que los psic610gos clfnicos y educacionales
trabajen con muchos nifios de inteligencia normal y buen desempefio,
mientras que los sujetos usados en el presente estudio son muy
representativos de la poblaci6n vista en el ejercicio profesional por la
mayorfa de los psic610gos educacionales y clfnicos. Por esta raz6n, los
datos del Apéndice D pueden considerarse representativos de una
muestra clinica y utilizarse con confianza en el trabajo actual con los
nifios.
Los tres casos siguientes pueden ayudar a ilustrar las aplicaciones
pråcticas del sistema de tabulaci6n para los item esperados y excep-
cionales en los DFH. La Ilustraciön 2 muestra el DFH de Simon, de 7
afios. La figurita dibujada por Simon muestra 7 de los 9 item espera-
dos para los nifios de 7 afios (Apéndice B). Simon dibuj6: cabeza, Ojos,
nariz, boca, cuerpo, piernas y pies. Omiti6 los brazos y la bidimen-
sionalidad en los mismos. Esto significa que su puntaje es de -2+0+5=3
e indica que probablemente tenia una inteligencia normal baja, es
57
decir que posiblemente tenfa un CI entre 70 y 90. De hecho, Simon
obtuvo un CI de 82 en la escala Stanford-Binet.
El DFH de Max, otro nifio de 7 afios, se puede ver en lallustraciön
3. Max dibuj6 todos los item esperados para su edad, pero ninguno de
los item excepcinales. Por consiguiente su puntaje fue de -0+0+5=5,
indicando como mfnimo una inteligencia normal, es decir que proba-
blamente tenia un CI entre 85 y 135. Cuando posteriormente se le tom6
el Stanford-Binet, obtuvo un CI de 103. Por ültimo tenemos a Jim, de
9 afios, cuyo DFH se puede ver en la Ilustraciön 4. Jim dibuj6 los 10
item esperados para los varone de su edad: cabeza, Ojos, nariz, boca,
cuerpo, piernas, brazos, pies y brazos y piernas bidimensionales;
ademås dibuj6 su figura de perfil y una rodilla, dos item que se
califican como excepcionales en este nivel de edad. De modo que el
2
puntaje obtenido por Jim es de -0+2+5=7. Un puntaje de 7 indica una
inteligencia normal alta o superior, es decir que su CI probablemente
era de 110 0 mås. Una Ojeada a la historia clinica de Jim mostraba que
el CI logrado en el WISC correspondfa realmente al nivel superior.

La tabulaci6n de los item esperados y excepcionales en el DFH es


råpida y fåcil y parece ser particularmente adecuada para el examen
(screening) de grandes grupos de nifios que ingresan en la escuela
primaria, para detectar aquellos a los que habrfa que hacerles un
estudio mås profundo para establecer un posible retardo mental o una
capacidad sobresaliente. Este método de anålisis de los DFH también
es ütil para el clfnico que desea verificar su propia impresi6n subjetiva
de la capacidad mental de un nifio mediante algün criterio objetivo sin
pasarse para eso una hora o mås administrando un test de inteligencia
a escala completa. Es sorprendente con cuånta facilidad un exami-
nador puede verse influido por el aspecto de un nifio y por su educaci6n
o falta de ella, y cuån fåcilmente puede sobre o subestimar la capa-
cidad de un nifio. Las evaluaciones intuitivas de los dibujos infantiles
a menudo conducen a error, ya que detalles no esenciales pueden
hacer que un DFH parezca mucho més maduro de 10 que es realmente.
Por Otra parte, algunos dibujos se consideran burdos y deficientes,
cuando, de hecho, son completamente adecuados para la edad y sexo
del nifio que los hizo. Esto es particularmente aplicable para los
varones pequefios e inteligentes cuyos DFH con frecuencia le parecen
muy inmaduros al observador casual. Los varones de 6 afios simple-
mente no pueden dibuj ar figuras completas con muchos detalles y por
consiguiente no se puede esperar esto de ellos. Aun un DFH muy tosco
puede revelar todos los item esperados esenciales y puede estar dentro
de la capacidad normal.

58
ITEM EVOLUTIVOS EN EL DFH: RESUMEN

Se seleccionaron y definieron 30 ftem evolutivos (Apéndice A). Se


presentaron varias investigaciones con el objeto de demostrar que
estos item estån primordialmente relacionados con la edad y la
maduraci6n de los nifios. Se estableci6 que solo unos pocos ftem,
primordialmente el cabello y las prendas de vestir, estaban relacio-
nados tanto con la edad como con las experiencias sexuales y socio-
culturales del nifio. La frecuencia de ocurrencia de la mayorfa de los
30 item evolutivos no estaba afectada significativamente por la
capacidad artistica del nifio, ni por la en sefianza deljardfn de infantes,
ni por el instrumento de dibujo utilizado. No se hallaron diferencias
significativas entre los item evolutivos båsicos de los DFH hechos a
Iåpiz y con cray6n por los nifios preescolares. A nivel de jardfn de
infantes, pueden usarse tanto el låpiz negro como los crayones para el
test DFH; especialmente en el caso de los varones mås pequefios el uso
de cray6n puede de hecho ser preferible al empleo del låpiz negro.
Se presentaron los datos normativos para los 30 item evolutivos del
DFH, para varones y nifias entre 5 y 12 afios. En el Apéndice B se
muestra una lista de item esperados y excepcionales para cada nivel
de edad. A partir de los item esperados y excepcionales se deriv6 un
sistema sencillo de evaluaci6n de los DFH. Se comprob6 que este
sistema se correlaciona significativamente con los puntajes de CI
obtenidos mediante el WISC y la escala de Stanford-Binet y por
consiguiente la misma puede ser utilizada como un instrumento para
detectar aproximadamente la madurez mental de los nifios. (Apéndice
C). Se incluyeron también algunos ejemplos de evaluaci6n de los DFH
mediante los item esperados y excepcionales.

59
14
INDICADORES EMOCIONALES
EN EL DFH

En este capftulo se investigarån los signos objetivos que difieren de los


item evolutivos discutidos en el capftulo precedente en cuanto no
estån relacionados primariamente con la edad y maduraci6n del nifio,
Sino que reflejan sus ansiedades, preocupaciones y actitudes. A estos
signos los denominamos "indicadores emocionales". Un indicador
emocional es definido aqui conio un signo en el DFH que puede cumplir
los tres criterios siguientes:

1. Debe tener validez clfnica, es decir, debe poder diferen-


Ciar entre los DFH de nifios con problemas emocionales de los que no
los tienen.

2. Debe ser inusual y darse con escasa frecuencia en los DFH de


los nifiosnormales que no son pacientes psiquiåtricos, es decir, el
signo debe estar presente en menos del 16 por ciento de los nifios en
un nivel de edad dado.
3. No debe estarrelacionado con la edady la maduraci6n, es decir,
su frecuencia de ocurrencia en los protocolos no debe aumentar
solamente sobre la base del crecimiento cron016gico del nifio.

Se seleccion6 una lista de 38 signos que parecfan responder a la


definiciön dada de indicador emocional. Estos ftem se derivaron de los
trabajos de Machover y Hammer y de la propia experiencia clinica de
la autora. La lista comprende tres tipos diferentes de item el primer
:

tipo incluye item referentes a la calidad de los DFH; el segundo grupo


de ftem se compone de detalles especiales que no se dan habitualmen-
te en los DFH; y el tercer grupo comprende las omisiones de item que

i serfan esperables en un determinado nivel de edad.


La lista de los 38 indicadores emocionales potenciales es la siguien-
te:

61
I. Signos cualitativos
Trazos fragmentados, esquiciados.
Integraci6n pobre de las partes de la figura.
Sombreado de la cara o parte de la misma.
Sombreado del cuerpo y/o extremidades.
Sombreado de las manos y/o cuello.
Pronunciada asimetrfa de las extremidades.
Inclinaci6n de la figura en 15 grados o mås.
•Figura pequeöa, de 5 cm o menos de altura.
Figura grande, de 23 cm o mås de altura.
Transparencia.

II. Detalles especiales


Cabeza pequefia, un décimo de la altura total de la figura.
Cabeza grande, de tamafio igual o mayor al del cuerpo.
Ojos vacfos, cfrculos sin pupilas.
Miradas laterales de ambos Ojos: ambos Ojos vueltos a un costado.
Ojos bizcos: ambos Ojos vueltos hacia adentro.
Dientes.
Brazos cortos, no Ilegan hasta Ia altura de Ia cintura.
Brazos largos, que podrfan Ilegar hasta debajo de la Ifnea de las rodillas.
Brazos pegados, adheridos a los costados del cuerpo.
Manos grandes, del tamafio de la cara.
Manos omitidas, brazose sin manos ni dedos.
Manos ocultas detrås de la espalda o en los bolsillos.
Piernas juntas.
Genitales.
Figura monstruosa o grotesca.
Dibujo espontåneo de tres o mås figuras.
Figura interrumpida por el borde de la hoja.
Linea de base, pasto, figura en el borde de la hoja.
Sol o luna.
Nubes, Iluvia, nieve.

Ill. Omisiones
Omisi6n de Ios Ojos.
Omisi6n de la nariz (varones, 6 aios - ninas, 5 afios).
Omisi6n de la boca.
Omisi6n del cuerpo.
Omisi6n de Ios brazos (varones, 6 afios - nifias, 5 afios).
Omisi6n de las piernas.
Omisi6n de los pies (varones, 9 anos - nifias, 7 anos).
Omisi6n del cuello (varones, 10 anos - nifias, 9 anos).

Las omisiones incluidas en el tercer grupo de indicadores emocio-


nales potenciales son de hecho omisiones de alguno de los item
esperados båsicos. Sefialamos antes (påg. 30) que cualquier item
evolutivo que se da en mås del 85% de todos los dibujos en un nivel
determinado de edad se clasifica como item esperado. La presencia de

62
IOSitem esperados puede darse por supuesta, mientras que la ausen-
cia de tales item es rara y debe ser considerada como clfnicamente
significativa. Tales omisiones pueden reflejar inmadurez o un mal
funcionamiento debido a retraso mental y/o perturbaciones emociona-
les.
Los 38 item de la lista tentativa de indicadores emocionales fueron
definidos en detalle en un manual de tabulaci6n. Se les asign6 un valor
a los indicadores emocionales segün estuvieran presentes o ausentes
del mismo modo como se habfa hecho con item evolutivos. La
los
confiabilidad de la valoraci6n de los indicadores emocionales ya fue
mencionada en un capftulo anterior (påg. 28).

ESTUDIO NORMATIVO DE LOS INDICADORES


EMOCIONALES
Se efectu6 un estudio normativo de los indicadores emocionales
para determinar si los ftem incluidos en la lista provisoria podfan
cumplir los dos criterios siguientes: 1) no estån relacionados pri-
mordialmente con la edad y maduraci6n y, por 10 tanto, no aumentan
en frecuencia de ocurrencia como resultado del incremento en edad, y
2) son raros o inusuales y se dan en el 15% o menos de los protocolos
en un nivel dado de edad.
Los DFH de los 1856 nifios que sirvieron como poblaci6n normativa
(Tabla 1) para el estudio de los item evolutivos fueron también
empleados para el estudio normativo de los indicadores emocionales.
La autora evalu6 todos estos protocolos.
En la Tabla 11 se muestran los datos normativos para los indica-
dores emocionales en los DFH de varones; los resultados se dan en
términos del porcentaje de nifios que presentaban cada item en sus
trabajos. La Tabla 12 muestra los mismos datos, referentes a las
nifias. Se comprob6 que la mayorfa de los item examinados podian
cumplir con los dos criterios establecidos para los indicadores emo-
cionales. La mayorfa de los item no aumentaban en frecuencia de
ocurrencia a medida que aumentaba la edad de los nifios, y la mayorfa
de ellos eran raros o inusuales. Sin embago, hubo algunas excepciones
que no pudieron Ilenar uno o ambos criterios en uno o més niveles de
edad. Se vio, por ejemplo, que "figuras grandes" no son raras en los
nifios de 5 a 7 afios; no es sino a los 8 afios que se vuelve inusual y
aparece en menos del15% de los dibujos.
Tres item —"cabeza grande, Ojos vacfos y Ifnea de base "— estaban

63
Tabla 11
Porcentaje de varones que muestran indicadores emocionales en sus DFH

Indicador
Edad 5 10 11 12
emocional Cantidad 128 131 134 138 134 109 105 52

Trazos fragmentados (*) 11 12 23 19

Integraci6n pobre 16 15 11
Sombreado: cara
Sombreado: cuerpo, extremidades 30 19 12
Sombreado: manos, cuello 17 23 11
Asimetrfa de extremidades
Figura inclinada
Figura pequeöa
Figura grande 11 16 18 10 11 11 12
Transparencias
Cabeza pequefia
Cabeza grande ( * ) 18 30 23 14 18 11 14
Ojos vacfos ( * ) 25 12 17 14 15 14 25
Miradas laterales ( *)

Ojos bizcos
Dientes 11 10 15 12
Brazos cortos
Brazos largos
Brazos pegados 10
Manos grandes
Manos omitidas 10
Manos ocultas ( * )
Piernas juntas
Genitales,
Monstruo, figura grotesca
Tres figuras
Figura cortada (*)
Lfnea de base ( * ) 21 27 31 30 22 24 19 23
sol
Nubes, Iluvia

Omisidn de:
Ojos
Nariz 10
Boca
Cuerpo 11
Brazos
Piernas
Pies 10
Cuello 11

(* ) No cumpli6 con los criterios establecidos para los indicadores emocionales y por 10
tanto fue suprimido de la lista de indicadores emocionales.
Tabla 12
porcentaje de niias que muestran indicadores emocionales en sus DFH

Edad 5 10 11 12
Indicador
emocional Cantidad 128 133 125 130 134 108 112 55

Trazos fragmentados (*) 15

Integraci6n pobre 16
Sombreado: cara
Sombreado: cuerpo, extremidades 25 20 11
Sombreado: manos, cuello 13 20
Asimetrfa de extremidades
Figura inclinada
Figura pequeöa
Figura grande 14 17 15 10 13
Transparencias
Cabeza pequeöa
Cabeza grande ( * ) 27 28 30 36 26 16 17 16
Ojos vacfos ( * ) 18 11 15 14 11
Miradas laterales (*) 11 10
Ojos bizcos
Dientes 11
Brazos cortos 10 10
Brazos largos
Brazos pegados
Manos grandes
Manos omitidas
Manos ocultas ( * ) 11
Piern as juntas 13
Genitales
Monstruo, figura grotesca
Tres figuras
Figura cortada (*)
Linea de base, pasto ( * ) 18 29 35 21 20 20 16 11
sol 10
Nubes, Iluvia

Omisi6n de:
Ojos
Nariz 10
Boca
Cuerpo
Brazos
Piernas
Pies 10
cueilo

( *) No cumpIi6 con los criterios establecidos para Ios indicadores emocionales y por 10
tanto fue suprimido de la lista de indicadores emocionales.

65
presentes tan a menudo en de varones como de
los protocolos tanto
nifias en la mayorfa de de edad, que no podfan calificarse
los niveles
como raros o inusuales en ningün momento. Por consiguiente fueron
eliminados de la lista de indicadores emocionales.
Se encontr6 que otros tres item aumentaban en frecuencia de ocurren-
cia en los DFH a medida que aumentaba la edad de los nifios. Asf, la
frecuencia de los "trazos fragmentados" no disminufa hasta convertirse
en inusuales en los dibujos de los varones de 11 y 12 afios, mientras que
"miradas laterales" y "manos ocultas" aumentaban marcadamente su
frecuencia de ocurrencia en los protocolos de las nifias preadolescentes.
Se pudo observar que estos ftem en particular se daban en algunos de los
dibujos mejores y mås maduros de la poblaci6n normativa. Por consi-
guiente, parece que "trazos fragmentados", "miradas laterales" y "manos
ocultas" estån mås relacionados con sofisticaci6n que con problemas
emocionales; consecuentemente, estos tres item también fueron supri-
midos de la lista de indicadores emocionales. Para una discusi6n mås
detallada de estos item se puede consultar la pig. 104 y siguientes.
Esto redujo a 32 el nümero de item en la lista provisoria de
indicadores emocionales. Veinticuatro de ellos parecfan poder cum-
plir con los dos criterios sefialados en todos los niveles de edad. Los
otros 8 item no se calificaban como indicadores emocionales hasta que
los nifios no tenfan 6 afios o mås. El cuadro siguiente muestra los 8
item y las edades a partir de las cuales se convierten en indicadores
emocionales para los varones y las nifias, respectivamente.

Indicador emocional en el DFH Vålido para varones Vålido para nifias


Edad Edad
Integraci6n pobre de las partes 7 6
Sombreado: cuerpo y/o extremidades 9 8
Sombreado: manos y/o cuello 8 7
Figura grande 8 8
Omisi6n de la nariz 6 5
Omisi6n de Ios brazos 6 5
Omisi6n de los pies 9 7
Omisi6n del cuello 10 9

Antes de que los 32 item pudieran ser aceptados como indicadores


emocionales vålidos en los DFH infantiles, era preciso demostrar que
podfan cumplir con el tercer criterio establecido para los indicadores
emocionales: su significaci6n clfnica. La autora disefi6 varios estudios
para determinar si los 32 ftem podfan discriminar los DFH de nifios con
problemas emocionales y sfntomas de conducta de aquellos que no los
presentaban.

66
vALIDACION DE LOS INDICADORES EMOCIONALES

EI siguiente estudio fue disefiado para comprobar dos hip6tesis


(Koppitz, 1966). La primera afirmaba que los indicadores emocionales
sedan mås a menudo en los DFH de nifios con problemas emocionales
que en los dibujos de nifios bien adaptados. La segunda hip6tes
sostiene que los DFH de los nifios perturbados mostrarån un nümero
mayor de indicadores emocionales que los protocolos de los nifios
adaptados.
Los sujetos para este estudio fueron 76 pares de alumnos de
escuelas püblicas equiparados en sexo y edad. Cada grupo inclufa 32
varonesy 44 nifias; 7 de ellos tenfan 5 afios, 12 tenfan 6 afios, 10 tenfan
7 afios, 7 tenfan 8 afios, 6 eran de 9 afios, 12 contaban 10 afios, 18 eran
de II anos y 4 tenfan 12 afios. El Grupo A estaba compuesto por 76
pacientes de una clinica de orientaci6n infantil. El CI de estos sujetos
—obtenido mediante el WISC o la Escala de Stanford-Binet— iba de
90 a 148 con una media de 110. Por consiguiente, todos estos sujetos
eran como mfnimo, de inteligencia normal, y muchos de ellos supe-
raban la capacidad promedio. Los 76 sujetos del Grupo B concurrfan
a una misma escuela primaria suburbana, desde los de jardfn de
infantes hasta los de sexto grado. Todos habfan Sido seleccionados por
sus maestros como alumnos sobresalientes en todo, con una buena
adaptaci6n social, emocional y académica. No se disponfa de resul-
tados de tests de inteligencia para el Grupo B, pero puede suponerse
que la mayorfa de estos nifios tenfan una inteligencia normal alta o
superior.
La autora les adminitr6 individualmente el DFH a los sujetos de
ambos grupos. A1 GrupoA 10 vio en la clinica infantil, mientras que el
Grupo B fue examinado en la escuela. Se verific6 en todos los proto-
colos la presencia de los 32 indicadores emocionales provisorios. Se
computaron las chi-cuadrado comparando el nümero de sujetos de
ambos grupos que mostraban cada indicador emocional en su DFH.
Ademås, se comparö el nümero total de indicadores emocionales que
se daban en los DFH del Grupo A y del Grupo B.
La Tabla 13 muestra los resultados de este estudio. Se observ6 que
doce de los indicadores emocionales se daban significativamente mås
a menudo en los DFH de los pacientes clfnicos (Grupo A) que en los
alumnos bien adaptados (Grupo B). Los c6mputos estadfsticos reve-
laron que los valores chi-cuadrado para 4 item (integraci6n pobre,
sombreado del cuerpo y/o extremidades, figura inclinada y figura
pequefia) eran significativos al nivel del 0,01; otros 4 item (figura
grande, brazos cortos, manos omitida y omisi6n del cuello) eran

67
significativos al nivel del 0,05; y que otros 4 item mås (sombreado de
manos y/o cuello, asimetrfa de las extremidades, transparencias y
manos grandes) podfan discriminar los DFH del Grupo A y del Grupo

Tabla 13
Indicadores emocionales en los DFH de los pacientes clinicos (Grupo A)
y en los de Ios alumnos bien adaptados (Grupo B)

Indicadores emocionales Grupo A

7.06 0.01
Integraci6n pobre
Sombreado: cara
Sombreado: cuerpo, extremidades 10 6.63 0.01
Sombreado: manos, cuello 3.36 0.10
Asimetrfa de extremidades 3.31 0.10

Figura inclinada 11 9.80 0.01


10 8.67 0.01
Figura pequefia
5.55 0.02
Figura grande
2.68 0.10
Transparencias
Cabeza pequeöa
Ojos bizcos
Dientes
Brazos cortos 11 3.85 0.05

Brazos largos
Brazos pegados
Manos grandes 3.31 0.10
Manos omitidas 11 3.85 0.05

Piernas juntas
Genitales
Monstruo, figura grotesca
Tres figuras
sol
Nubes, Iluvia
Figura cortada por el borde de la hoja ( * ) 3

Omisi6n de:

Ojos
Nariz
Boca
Cuerpo
Brazos
Piernas
Pies
Cuello 5.36 0.02

(*) No era clfnicamente vålido y por consiguiente fue suprimido de la lista de


indicadores emocionales.

68
B al nivel de significaci6n del 0, 10. Algunos de los indicadores
emocionales ocurrfan tan raramente en los dibujos que el anålisis
estadfstico no era posible ni significativo (sombreado de la cara,
omisi6n de los Ojos, cabeza pequefia, genitales).
Dieciséis de los item se daban exclusivamente en Ios DFH de los
pacientes clfnicos del Grupo A. Doce item estaban presentes en los
protocolos de ambos grupos, pero figuraban con mayor frecuencia en
i
IOS de los nifios con problemas emocionales. Dos item (Ojos bizcos y
omisi6n de piernas) no aparecieron en ningün protocolo. Estos dos
ftem son sumamente raros, pero, segün la experiencia de la autora,
cuando se dan, reflejan problemas emocionales. Un item (figura
cortada por el borde de la hoja) apareci6 con la misma frecuencia en
ambos grupos, mientras que el ültimo item —sol— se dio de hecho mås
a menudo en los dibujos de los alumnos sobresalientes que en los DFH
de los nifios perturbados. Dado que "figura interrumpida por el borde
de la hoja" y "sol" no pudieron cumplir con el criterio de validez clinica
(es decir, no podfan discriminar entre los DFH de los pacientes clfnicos
y los de los alumnos bien adaptados), fueron eliminados de la lista de
indicadores emocionales. Todas las discusiones subsiguientes sobre
los indicadores emocionales se basarån exclusivamente en estos 30
item. El manual de tabulaci6n para Ios 30 indicadores emocionales se
adjunta en el Apéndice E. El Apéndice F contiene la lista de los 30
.1
indicadores emocionales y en qué edades se vuelven clinicamente
vålidos para varones y nifias.
La significaci6n diagn6stica de los 30 indicadores emocionales se
acrecienta mucho cuando se toma efi cuenta el nümero total de dichos
signos en un protocolo dado en lugar de considerarlos separadamente.
La Tabla 14 muestra el nümero de sujetos del GrupoA y del Grupo B
que tuvieron 0, 1, 2, 3 6 4 indicadores emocionales en sus dibujos. Se
hallo que 58 de los 76 sujetos del Grupo B o sea tres cuartos del total
de alumnos bien adaptados, no presentaban indicadores emocionales
en sus protocolos. S610 7 de los pacientes del GrupoA dibujaron figuras
sin indicadores emocionales (chi-cuadrado 67, 19; P<O,OOI). Cin-
cuenta y Cinco, o tres cuartos de losnifios con problemas emocionales
del GrupoA inclufan dos o mås indicadores emocionales en sus DFH
frente a s610 cuatro sujetos en el Grupo B (chi-cuadrado 69,26;

Los resultados de este estudio confirman las dos hip6tesis some-


tidas a verificaci6n. Treinta de los 32 item investigados demostraron
ser indicadores emocionales clfnicamente vålidos. Se dieron més a
menudo en los DFH de pacientes psiquåtricos que en los dibujos de los
alumnos bien adaptados. Se demostr6 también que los DFH de los

69
Tabla 14
Nümero de indicadores emocionales en los DFH de pacientes (Grupo A) y
de alumnos bien adaptados (Grupo B)

Nimero de indicadores
emocionales Grupo A Grupo B

0 7 58
1 14 14

2 23 4
3 22
4 10

76 76

nifiosperturbados tienen un nümero significativamente mayor de


indicadores emocionales que los protocolos de los nifios sin problemas
emocionales serios.
Algunos indicadores emocionales se dan muy raramente en los
DFH. Este hecho puede, en realidad, aumentar su validez clfnica,
Ejemplos de esto son los item "monstruo o figura grotesca", "omisi6n
de la boca", "omisi6n del cuerpo" y "omisi6n de los brazos". Vane y
Eisen (1962) hallaron que estos item en particular podfan predecir la
adaptaci6n emocional en el jardin de infantes. Cuando un DFH no
muestra ninguno de los 30 indicadores emocionales parece probable
que el nifio no tenga problemas emocionales serios. La presencia de
solo un indicador emocional no parece ser concluyente y no es nece-
sariamente un signo de perturbaci6n emocional. Un nümero igual de
pacientes y de alumnos bien adaptados presentaban un indicador
emocional en sus dibujos. Sin embargo, dos o mås indicadores emo-
cionales son altamente sugestivos de problemas emocionales y rela-
ciones interpersonales insati sfactorias. El presente estudio no explor6
el grado de perturbaciön reflejado por los distintos indicadores emo-
cionales, ni determin6 el significado clfnico de cada uno. Puede
suponerse que los indicadores emocionales que se dan exclusivamen te
en los DFH de 10s pacientes (por ejemplo: figura pequefia, manos
grandes, omisi6n de la boca) son mås significativos para el diagn6stico
que aquellos item que se encuentran hasta cierto punto en los
protocolos de los nifios bien adaptados y los regularmente adaptados
(por ejemplo: dientes, brazos colgando pegados al cuerpo, piernas
juntas).

70
RELACION ENTRE LOS INDICADORES EMOCIONALES
DE LOS DFH Y SINTOMAS DE CONDUCTA
El estudio precedente mostr6 que los 30 indicadores emocionales de
10s DFH (Apéndice E) pueden discriminar entre los dibujos de los
pacientes y de los nifios bien adaptados. Los pacientes que sirvieron
como sujetos tenfan una amplia variedad de problemas emocionales
y sfntomas. Habfan Sido seleccionados del archivo clfnico de la autora
solamente sobre la base de su sexo, edad y CI para equipararlos con
10s alumnos bien adaptados. En el presente estudio, los sujetos fueron
elegidos sobre la base de su conducta y los sfntomas que presentaban.
El prop6sito de esta investigaci6n era descubrir si alguno de los 30
indicadores emocionales de los DFH estån relacionados con tipos
especfficos de conducta o de sfntomas en los nifios.
Creemos que los indicadores emocionales de los DFH reflejan las
actitudes y preocupaciones infantiles asf como su conducta mani-
fiesta y sus sfntomas revelan mucho de sus actitudes y ansiedades
subyacentes. Podemos suponer que un nifio con conductas agresivas
manifiestas es impulsivo, y estå frustrado y enojado, mientras que
frente a un nifio tfmido y retrafdo podemos suponer que le falta
confianza en sf mismo. Este ültimo probablemente es menos impul-
sivo que el abiertamente agresivo, pero es fåcil que sea ansioso, se
menosprecie y no pueda conectarse con los demås. Formulamos aquf
la hip6tesis de que el nifio que dirige su frustraciön y enojo hacia los
demås y es manifiestamente agresivo diferirå del retrafdo no s610 en
su conducta, sino también en el tipo de indicadores emocionales que
presente en su DFH. De manera similar, enunciamos la hip6tesis de
que los nifios que roban a los demås mostrarån en sus DFH indica-
dores emocionales distintos de los nifios que dirigen su hostilidad y
ansiedad contra sf mismos y desarrollan sfntomas psicosomåticos.
Los sujetos para este estudio fueron 114 pacientes psiquiåtricos (82
varones y 32 nifias) que tenfan alguno de los siguientes sfntomas: 1)
agresividad manifiesta hacia los demås, inclusive morder, patear, gol-
pear, etc.; 2) extremada timidez o depresi6n y retraimiento; 3) robo
neur6tico (no se incluyeron en este sentido los nifios que pasaban muchas
privaciones y robaban por necesidad ni aquellos que eran miembros de
la pandilla y robaban para conseguir la aprobaci6n de los compafieros),
y 4) una historia de enfermedades psicosomåticas (incluyendo trastor-
nos gastrointestinales, asma, dolores de cabeza; mareos, etcéteray tics).
La mayorfa de los nifios agresivosy los que robaban habfan Sido enviados
por la cortejuvenil a un centro de diagn6stico, donde fueron examinados
por la autora. La mayorfa de los nifios con trastornos psicosomåticos

71
habfan Sido pacientes de un hospital de pediatrfay fueron derivados a la
clinica de orientaci6n infantil para que se les hiciera una evaluaci6n
psic016gica luego que los médicos no habfan logrado encontrar ninguna
causa ffsica para los problemas del nifio. La mayorfa de los nifios tfmidos
tenfan dificultades en su hogar y en la escuela y fueron Ilevados por sus
padres a la clinica de orientaciön para que se les hiciera un diagn6stico
y se los tratara.
Las edades de los sujetos iban de los 5 afios 0 meses a los 12 afios
11 meses. Sus CI en el WISC y el Stanford-Binet iban desde un nivel
borderline hasta inteligencia superior. Ninguno tenfa un CI inferior a
70 ni defectos ffsicos serios. Los sujetos provenfan de medios socioeco-
n6micos muy variados e inclufan miembros de varios grupos raciales
y culturales.
En el grupo de 114 sujetos fue posible equiparar 31 pequefios que
eran tfmidos y retrafdos con otros 31 que eran manifiestamente
agresivos. Estos 31 pares de sujetos inclufan 20 pares de varones y 11
pares de nifias; fueron equiparados en edad, sexo y Cl. Otros 35
sujetos con antecedentes de robo fueron equiparados en edad, sexo y
CI con 35 nifios que sufrfan trastornos psicosomåticos. Los 35 pares de
sujetos equiparados inclufan 27 pares de varonesy 8 pares de mujeres.
Hubo cierta superposici6n entre los dos•conjuntos de pares equipa-
rados. Nueve de los nifios tfmidos también experimentaban enfer-
medades psicosomåticas, mientras que nueve de los agresivos tam-
bién estaban entre los que habfan robado.
La autora le habfa administrado el DFH individualmente a todos
los sujetos en la clinica de orientaci6n o en el centro de diagn6stico en
ocasi6n de su evaluaciön psic016gica. Para el presente estudio se
tomaron los DFH del archivo clfnico y se verific6 en ellos la presencia
de los 30 indicadores emocionales. Se computaron las chi-cuadrado
comparando el nümero de nifios tfmidos y agresivos que presentaban
cada indicador emocional en sus protocolos. Se efectu6 10 mismo con
los nifios con trastornos psicosomåticos y los que habfan robado.

COMPARACION DE LOS DFH DE LOS NINOS


TIMIDOS Y AGRESIVOS
La Tabla 15 muestra los resultados de la comparaci6n de los
protocolos de los nifios tfmidos y agresivos (Koppitz, 1966 b). Se
encontr6 que no existe ninguna relaci6n "uno a uno" entre ningün
indicador emocional aislado y la conducta tfmida o la manifiesta-
mente agresiva. Ninguno de los indicadores emocionales se dio en

72
todos los protocolos de un grupo. Por consiguiente, no puede decirse
que Ia ausencia de un indicador emocional en un DFH muestra que el
nifio no es tfmido o que no es agresivo. Sin embargo, algunos de los
indicadores emocionales aparecieron significativamente mås a me-
nudo en los dibujos de los nifios tfmidos o agresivos, respectivamente.
Estos indicadores en particular parecen reflejar las actitudes aso-
ciadas con estos tipos especfficos de conducta.
De acuerdo con los datos de la Tabla 15, los nifios tfmidos y depre-
sivos tienden mås a menudo a dibujar "figuras pequefias" que los
agresivos; también omiten con mayor frecuencia la boca, la nariz y los

Tabla 15
Indicadores emocionales en los DFH de nifios timidos y agresivos

Indicadores emocionales Ss. timidos Ss. agresivos X2

Integraci6n pobre 10
Sombreado: cara
Sombreado: cuerpo, extremidades
Sombreado: manos, cuello
Asimetrfa de extremidades 4.61 0.05
Figura inclinada
Figura pequefia 2.10 0.10
Figura grande
Cabeza pequefia
Ojos bizcos
Dientes
Brazos cortos 4.61 0.05
Brazos largos
Brazos pegados al cuerpo 7.03 0.01
Manos grandes
Manos seccionadas 3.48 0.05
Piernas juntas 15 5.98 0.02
Genitales
Monstruo, figura grotesca 2.40 0.10
Tres figuras
Nu bes
Omisiön de:

Ojos
Nariz 2.10 0.10
Boca 3.48 0.05
Cuerpo
Brazos
Piernas
Pies
Cuello

73
mås a menudo "manos seccionadas" en sus protocolos.
Ojos y muestran
Estos hechos parecen ilustrar casi literalmente c6mo se siente de
pequefio e insignificante el nifio tfmido, y su dificultad para comuni-
carse con los demås verbalmente o a través del contacto ffsico. La falta
de manos en el DFH subraya el desvalimiento que tan a menudo se
observa en los pequefios tfmidos y deprimidos. Siguiendo la teorfa
psicoanalftica la omisi6n de la nariz en un dibujo se interpreta
comünmente como un signo de ansiedad de castraci6n. Esto puede ser
apropiado para algunos nifios, pero en muchos casos dicha omisi6n
parece indicar sobre todo retracci6n y miedo de "meter la nariz". El
nifio que omite la nariz de su DFH, que se refrena de "meter la nariz"
puede compararse con un caracol que retrae sus "antenas" y se refugia
en su propio caparazön. Cualquiera que sea el modo de interpretar la
omisi6n de la nariz que uno elija, parece reflejar ansiedad y un
sentimiento de inadecuaci6n. La Ilustraciön 5 muestra un ejemplo de
DFH realizado por un nifio tfmido.
Una vez mås debemos recalcar que no todos los sujetos tfmidos de
esta muestra dibujaron figuras pequefias, ni tampoco todos omitieron
la nariz y la boca o cortaron las manos. Y
no todos los nifios que
dibujaron figuras pequefias u omitieron las manos o la nariz eran
retrafdos todo el tiempo. Estos indicadores emocionales también se
encontraron en los protocolos de algunos sujetos agresivos, aunque
era infrecuente en este grupo. Los seres humanos raramente estån
motivados por s610 una actitud con exclusi6n de Otras; nunca actüan
de una finica manera, por ejemplo tfmida o agresivamente. Combinan,
en cambio, muchas actitudes y necesidades conflictivas contradicto-
rias que pueden reflejarse en sus DFH. Aun si una actitud prevalece
en un nifio en un momento dado, otras pueden persistir en el in-
consciente y no hacerse manifiestas hasta algün tiempo después. Un
nifio tfmido y retrafdo puede ser a veces muy agresivo y un nifio
abiertamente agresivo puede tener perfodos de retraimiento y de-
presi6n.
Lallustraciön 2 muestra el DFH de Simon, un nifio de 7 afios, muy
ansioso y habitualmente tfmido, un lesionado cerebral de inteligencia
normal baja. Simon era rechazado por sus coetåneos debido a un
defecto en el habla y a su torpeza y comportamiento impredictible. La
mayor parte del tiempo Simon se retiraba a un mundo de fantasia y
jugaba solo. Pero de vez en cuando trataba de conectarse con los
demås. La observaci6n de su conducta•y Otros tests proyectivos
mostraban claramente que Simon era muy ambivalente hacia los
Otros nifios. Se resentfa por el rechazo de los demås y envidiaba sus
logros; al mismo tiempo ansiaba desesperadamente que 10 aceptaran

74
y deseaba hacerse amigo de los otros. A veces Simon se sentfa
abrumado por sentimientos simultåneos de carifio y hostilidad que se
expresaban en acciones bastante agresivas de "amor" a los otros nifios.
En una de estas oportunidades Simon se acerc6 a Bobby, que estaba
rnuy confiado, y trat6 de "quererlo"; 10 abraz6, 10 bes6, le pellizc6 el
•f brazo hasta hacerlo sangrar y le dio un mordisco en la oreja sacåndole
un pedazo. La enfurecida madre de Bobby protest6 agriamente contra
ese nifio "maligno y agresivo" y no podia creerlo cuando le dijeron que
Simon no era violento, sino mås bien tfmido y retrafdo la mayor parte
del tiempo. Simon mismo no podfa comprender todo el lfo que habfa
armado, insistfa en que Bobby era su amigo y que s610 habfa querido
demostrarle "carifio".
Es necesario aclarar que Simon no fue incluido entre los sujetos de
este estudio debido a que mostraba una conducta tfmida y agresiva.
Todos los nifios que fueron incluidos en este estudio mostraban
claramente un tipo u Otro de conducta y no ambas. El DFH de Simon
se presenta aquf para ilustrar c6mo las actitudes conflictivas de
timidez y agresiön pueden reflejarse en un mismo dibujo. La Ilus-
traciön 2 muestra una figura pequefia, muy sombreada, que refleja
intensa ansiedad, sentimientos de inadecuaci6n y retraimiento.
También muestra una inclinaci6n marcada y una interpretaci6n
pobre que estån asociadas con la falta de equilibrio y la impulsividad
tfpica de muchos nifios agresivos. La figurita dibujada por Simon no
tiene brazos, un signo que se dio algo mås a menudo en los DFH de los
nifios agresivos que en los de los tfmidos. Se cree que la omisi6n de los
brazos refleja primariamente sentimientos de culpa y ansiedad con
relaci6n almal uso o al pobre desempefio con los brazos y manos.
La inclinaci6n de la figura y la omisi6n de los pies se encontraron
bastante a menudo en los DFH de los dos grupos estudiados, sugi-
riendo que ambos estån un poco "desequilibrados" y no andan con paso
firme. Sin embargo, integraci6n pobre de las partesy gruesa asimetrfa
de las extremidades se dieron mås a menudo en los dibujos de los nifios
agresivos. Estos dos signos indican impulsividad y coordinaci6n
deficiente.Puede ser significativo que todos los sujetos que mostraban
estos signos en sus DFH tenfan también una historia de disfunci6n
cortical que puede haber contribuido a su explosividad y agresividad.
Ninguno de los alumnos bien adaptados de la Tabla 13 mostraron
integraci6n pobre o asimetrfa pronunciada en sus protocolos. Se
estima que estos dos signos no reflejan hoetilidad o agresividad en
cuanto tales, sino que indican mås bien un individuo pobremente
integrado que puede volverse con facilidad abiertamente agresivo
cuando 10 frustran.
75
La Ilustraciön 6 muestra el DFH de un nifio agresivo que dibuj6
brazos largos y manos grandes. Dichos indicadores emocionales, asf
como los dientes, se dieron significativamente mås a menudo en los
protocolos de los nifios agresivos que en los de los nifios tfmidos. Estos
tres item parecen reflejar una conducta agresiva y actuadora. Ningu-
no de estos item estaban presentes en los protocolos de los nifios
tfmidos. Pero en la medida en que cierto grado de agresividad es
normal y a menudo deseable en nuestra sociedad competitiva, no es
sorprendente que algunos de los nifios bien adaptados y extrovertidos
también dibujaran figuras con dientes y brazos largos. (Tabla 13
Grupo B.) Estos item indudablemente revelan algün grado de agresi-
vidad, pero el monto de la misma y el tipo de conducta que el nifio
puede tener para expresarla pueden variar mucho y no pueden
detectarse mediante el DFH.
El dibujo de los genitales y las transparencias se dieron mås a
menudo en los dibujosde los nifios agresivos. La presencia de geni-
tales en los protocolos de estos nifios creemos que refleja primor-
dialmente impulsividad y ansiedad corporal. Las transparencias
pueden indicar o angustia frente al cuerpo o el tipo de concretismo que
se encuentra tan a menudo en los nifios pequefios o en aquellos que
tienen algün dafio neur016gico. Estos dos indicadores emocionales no
se consideran signos de agresividad per se, sino que bien pueden in-
dicar una impulsividad y angustia subyacente que pueden contribuir
a la frustraci6n y enojo del nifio, asociåndose asi con la agresi6n
manifiesta.
El nümero total de indicadores emocionales presentes en los DFH
de todos los sujetos agresivos superaba al de los nifios tfmidos. La
incidencia individual de indicadores emocionales en cada protocolo
también era mayor para los sujetos agresivos que para los tfmidos.

COMPARACION DE LOS DFH DE NINOS CON


ENFERMEDADES PSICOSOMATICAS Y NINos QUE ROBAN
La Tabla 16 muestra los resultados de la comparaciön de los DFH
de 35 pacientes clinicos con enfermedades psicosomåticas y 35 nifios
con antecedentes conocidos de robo. Los datos de la Tabla 16 indican
que ambos grupos de sujetos estån pobremente integrados, son
inestables y ansiosos. Muestran una misma frecuencia de sombreado
de cuerpo y extremidades, pobre integraci6n, manos omitidas, figura
pequefia, inclinaci6n de la figura y omisi6n de los pies. Sin embargo,
los nifios psicosomåticos tienden a dirigir su ansiedad y hostilidad
76
Tabla 16
Indicadores emocionales en los DFH de los nifios con una historia
de trastornos psicosomåticos y de robo

Trastornos
Indicadores emocionales psicosomåticos Robo

Integraci6n pobre 6
Sombreado: cara 1
Sombreado: cuerpo, extremidades 4 6
Sombreado: manos, cuello 3 6
Asimetrfa (extremidades) 2 2
Figura inclinada 5 8

Figura pequefia 6 6
2
Figura grande
Transparencias 1 3
Cabeza pequefia 3
Ojos bizcos 1 1

Dientes 2 2
Brazos cortos 10 3 4.12 0.05
Brazos largos 4 5
Brazos pegados 2 3
Manos grandes 5 3.45 0.05
Manos seccionadas 8 9
Piernas juntas 3 0
Genitales 0
Monstruo, figura grotesca 2 3
Tres o mås figuras 0
Nubes 4 0 2.39 0.10

Omisi6n de:

Ojos 2 1
Nariz 4 2.39 0.10
Boca 3 1
Cuerpo 0 3
Brazos 1 4
Piernas 0 1
Pies 4 3
Cuello 0 8 6.91 0.01

primariamente hacia sf mismos, y s610 indirectamente hacia los


demås, que se preocupan por ellos; mientras que los nifios que roban
dirigen su agresi6n contra los demås y s610 indirectamente contra sf
mismos, en cuanto que habitualmente se- las arreglan para ser
sorprendidos y castigados.
Hubo también algunas diferencias significativas en los DFH de
ambos grupos de sujetos. En los dibujos de los nifios con enfermedades

77
psicosomåticas se dieron mås a menudo los siguientes indicadores
emocionales: brazos cortos, piernas juntas, omisi6n de la nariz y la
boca y nubes. Por supuesto, ningün nifio present6 todos estos indi-
cadores en su protocolo. Pero tomados globalmente, estos Cinco indi-
cadores nos muestran gråficamente la clase de nifio que desarrolla
sfntomas psicosomåticos. Nos da la imagen de un ser coartado que se
retrajo dentro de sf mismo y "meti6 para adentro" sus brazos y nariz;
ha juntado sus piernas fuertemente en una postura de inmovilidad
defensiva y no puede o no desea comunicarse con los demås; se queda
parado debajo de una nube negra, es decir, se siente amenazado por
fuerzas poderosas provenientes del ambiente.
Los DFH de nifios con una historia de robo diferfan de los anteriores
en los siguientes indicadores emocionales:sombreado de manos y/o
cuello, cabeza pequefia, manos grandes, omisi6n del cuerpo, omisi6n
de los brazos y omisi6n del cuello. La cabeza pequefia parece indicar
que los nifios neur6ticos que roban tienden mås a menudo a sentirse
intelectualmente inadecuados, mientras que los otros indicadores
emocionales sugieren que experimentan mucha hostilidad, angustia
y culpa por su conducta. Veinticuatro de 10s 35 sujetos de este grupo
pusieron un énfasis especial en las manos de sus figuras sombreån-
dolas, cortåndolas, dibujåndolas grandes u omitiendo totalmente
brazos y manos. Todos estos signos son variaciones del mismo tema.
Es importante destacar que actitudes y ansiedades similares pueden
expresarse de varias maneras distintas en los DFH.
Los nifios que robaban mostraban una mayor incidencia de omisi6n
del cuerpo y del cuello en los protocolos. No creemos que estos dos ftem
estån relacionados con el robar en cuanto tal, sino que revelan
ansiedad corporal y un •control pobre de los impulsos. Los datos
obtenidos sugieren que los nifios con un control pobre de los impulsos
es mås probable que Ileguen a robar, mientras que los nifios menos
impulsivos pueden desarrollar sfntomas psicosomåticos cuando los
frustran y estån enojados.

INDICADORES EMOCIONALES EN LOS DFH


Y RENDIMIENTO ESCOLAR
Anteriormente se demostr6 (Koppitz, 1966 a) que los 30 indicadores
emocionäles pueden diferenciar entre los päcientes psiquiåtricos y los
alumnos descollantes con buena adaptaci6n social y emocional. Sin
embargo, los dos grupos de sujetos empleados en ese estudio eran
completamente atfpicos y representan s610 un pequefio porcentaje de
78
cualquier poblaci6n escolar normal. La mayorfa de los nifios no son ni
tan sobresalientes como los sujetos bien adaptados, ni estån tan
perturbados como los pacientes psiquiåtricos. Por 10 tanto, no puede
inferirse que los 30 indicadores emocionales pueden discriminar los

8 DFH de los buenos y malos alumnos corrientes tan bien como en el


caso de los nifios con serios problemas emocionales y los bien adap-
tados. Aunque hay, por supuesto, una relaci6n positiva entre adap-
taci6n emocional y aprovechamiento escolar, de esto no se sigue que
todos los buenos alumnos no sufren problemas emocionales, ni que
todos los malos alumnos estån emocionalmente perturbados.
Se disefiaron varios estudios para determinar si los 30 indicadores
emocionales estaban relacionados con el desempefio escolar de los
alumnos de los grados comunes y los grados especiales.

RELACION ENTRE LOS INDICADORES EMOCIONALES


s
DEL DFH Y RENDIMIENTO ESCOLAR DESDE JARDIN
DE INFANTES A CUARTO GRADO
Los sujetos para el presente estudio eran 313 nifios de 5 a 10 afios,
de los cuales 180 eran buenos alumnos y 133 eran mediocres. Con-
currfan a 23 secciones de grado comunes, desde jardin a cuarto grado,
en siete escuelas ubicadas en seis åreas distintas correspondientes a
comunidades de clase baja, media y media alta.
Durante el primer mes del afio lectivo, las 23 maestras tomaron el
DFH a sus respectivos grados. La autora verific6 en todos los proto-
colos la presencia de los indicadores emocionales. A1 final del afio
escolar, las maestras de Cinco primeros grados y Cinco segundos
administraron el Metropolitan (Hildreth, Metropolitan Achievement
Test, 1946) a sus alumnos, siendo posteriormente evaluados por un
psic610go. A los 49 alumnos de primer grado que obtuvieron una
ubicaci6n de 2,4 0 mås en el Metropolitan se los denomin6 buenos
alumnos, mientras que a los 29 sujetos con un puntaje de 1,7 0 menos,
se los llam6 malos alumnos. Los 51 alumnos de segundo grado con una
posici6n de 3,4 0 mås fueron considerados buenos alumnos, mientras
que los nifios que obtuvieron en el Metppolitan un puntaje de 2,7 0
menos fueron incluidos en el grupo de alumnos malos. Se les requiri6
a los maestros de las 13 secciones de grado restantes (dos dejardfn de
infantesy de primer grado y tres de segundo, tercero y cuarto) que
indicaran los seis o siete alumnos que, segün su estimaci6n, se
ubicaban en los primeros y en los ültimos puestos en rendimiento
académico y adaptaci6n social.

79
Posteriormente se compararon los DFH de los sujetos con buenos
puntajes en el test de desempefio escolar y altas calificaciones de los
maestros, con los nifios con puntajes bajos en el Metropolitan y bajas
calificaciones de los maestros. Se computaron los chi-cuadrados de los
alumnos buenos y malos que presentaban cada uno de los indicadores
emocionales, y los del nümero total de indicadores emocionales cuyos
chi-cuadrados fueron estadfsticamente significativos y que conse-
cuentemente estaban relacionados con el desempefio escolar. Como en
este estudio se investigaron los DFH de tres grupos de alumnos de
primero y de segundo grado, la comparaciön de los datos de la Tabla
17 para los tres grupos puede servir como un estudio de validaci6n
cruzada. Los resultados pueden sintetizarse asf:

Jardin de infantes: s610 la omisi6n del cuerpo y la de la boca


discriminaban entre los buenos y malos alumnos del Jardfn. Ademås,
el numero total de indicadores emocionales en los protocolos demostr6

ser altamente significativo para el diagn6stico. Doce de los trece


alumnos malos mostraron dos o mås indicadores emocionales contra
s610 tres de los trece alumnos buenos.

Primero y segundo grados: Cinco indicadores emocionales (integra-


ci6n pobre, figura inclinada, omisi6n del cuerpo y de los brazos y tres
o mås figuras dibujadas espontåneamente) discriminaban entre los
buenos y malos alumnos en los dos primeros grados. La integraci6n
pobre no es, por supuesto, un indicador emocional vålido hasta que los
varones no tienen 7 afios y las nifias 6 (Apéndice E). Consecuente-
mente este item no correspondfay no fue computado en los DFH de la
mayorfa de los nifios que comenzaban primer grado. Sin embargo, la
integraci6n pobre de las partes podia diferenciar los dibujos de 10s
buenos y los malos alumnos de segundo grado.
La figura inclinada se encontr6 mås a menudo en los DFH de los
malos alumnos en todos los grupos de sujetos. Sölo los nifios pequefios
muy inmaduros o seriamente perturbados omiten el cuerpo en sus
DFH. Este indicador emocional es extremadamente raro en los es-
colares y s610 se 10 encontr6 en los dibujos de los malos alumnos de
primer grado. La omisi6n de los brazos se dio mås a menudo en los
protocolos de los alumnos mediocres de ambos grados. Tres o mås
figuras dibujadas espontåneamente es otro signo de inmadurez y se
dio exclusivamente en los alumnos malos deprimer grado. Monstruos
o figuras grotescas ocurrieron con una frecuencia demasiado escasa
como para que la computaci6n estadfstica fuera significativa, pero
este indicador s610 se dio en los protocolos de los alumnos mediocres.

80
o o
n o
e

O d

81
Los DFH de aproximadamente la mitad de los malos alumnos presen-
taban dos o mås indicadores emocionales, mientras que s610 un quinto
de los buenos alumnos mostraba mås de uno de tales signos en sus
protocolos.

Terceroy cuarto grados: ninguno de los 30 indicadores emocionales


pudo discriminar los buenos alumnos de los malos en tercero y cuarto
grados. Todos los indicadores fueron extremadamente raros en los
dibujos de estos nifios. Tampoco hubo una diferencia significativa en
el nümero de indicadores emocionales que presentaba cada grupo.
S610 un tercio de los alumnos mostr6 dos o més indicadores emocio-
nales en sus protocolos.
Estos resultados estån de acuerdo con los de Otros investigadores.
Vane y Eisen (1962) comunicaron que cuatro item en los DFH podfan
predecir adaptaci6n al final del jardfn de infantes. Estos 4 item
(omisi6n de la boca, el cuerpo y los brazos, y figura grotesca) también
figuraron entre los siete indicadores emocionales a los que se ha116
relacionados con el desempefio escolar en el presente estudio. En
consecuencia, se puede afirmar que la presencia de los siguientes siete
indicadores emocionales en los DFH puede emplearse con cierto grado
de confianza en la predicci6n de dificultades de aprendizaje y adap-
taci6n en jardfn de infantes y en los primeros dos grados: la inte-
graciön pobre de las partes en los dibujos de los alumnos de segundo
grado refleja coordinaci6n pobre, poca capacidad integradora y/o
impulsividad, hechos todos que inciden en la tarea escolar.
La inclinaci6n de la figura parece ser un signo de inestabilidad y
desequilibrio que interfiere con el rendimiento académico. La omisi6n
del cuerpo y la de los brazos en los escolares sugiere inmadurez,
retraso, o serios problemas emocionales. La omisi6n de la boca indica
sentimientos de intensa inadecuaci6n, resentimiento y retraimiento.
Los monstruos o figuras grotescas s610 son dibujados por nifios con un
concepto muy pobre de sf, cuya subestimaci6n de sf mismos les impide
desempefiarse en la escuela a la altura de su capacidad. El dibujo
espontåneo de tres o mås figuras revela perseveraci6n o inmadurez.
Este indicador emocional se refiere siempre al nümero de figuras
realizadas, sin considerar la calidad de las mismas. Estas pueden ser
completamente primitivas como las de la Ilustraciön 7 0 mås ade-
cuadas, como las que se pueden ver en la Ilustraciön 8.
McHugh (1964) no pudo encontrar diferencias significativas entre los
DFH de los buenos y los malos alumnos de segundo y cuarto grados. Esta
autora examin6 4 item en los dibujos: cabeza grande, figura pequefia,
brazos cortos y brazos débiles. El presente estudio confirma el de
82
McHugh: los item mencionados no estån relacionados con el desempefio
escolar. Parece haber un consenso en cuanto a que los DFH no permiten
diferenciar entre alumnos de escuelas püblicas de alto y bajo desempefio
después de segundo grado. Ni el presente estudio, ni el de Benett (1964)
ni el de Bradfield (1964) lograron resultados significativos con los dibujos
de los alumnos de tercero a sexto grados. Por 10 tanto, parece evidente
que los signos especfficos o indicadores emocionales son de valor s610
para predecir el rendimiento escolar de los nifios a nivel de jardfn de
infantesy en los primeros dos grados. En los grados superiores el
rendimiento depende de mültiples factores distintos de las actitudes
y el concepto de sf, tal como se refleja en los DFH.
infantiles
Estos resultados no invalidan necesariamente la hip6tesis de
Machover sobre los DFH, tal como 10 sugerfan los trabajos de Benett,
Bradfield y McHugh, sino que mås bien indican que las hip6tesis
derivadas de pacientes psiquiåtricos adultos no se aplican fåcilmente
a Ios alumnos normales de las escuelas primarias. Los pacientes
psiquiåtricos son tan atfpicos, que es incorrecto asumir que los nifios
de escuelas püblicas con bajos puntajes en tests de rendimiento
académico o con bajas calificaciones de los maestros pueden ser
equiparados con aquéllos. El ünico grupo de nifios de escuelas püblicas
que se parece a los pacientes psiquiåtricos son los alumnos inscriptos
en grados especiales para nifios con problemas emocionales y/o neu-
r016gicos. Muchos de estos alumnos de clases especiales estån de
hecho, o deberfan estar, recibiendo tratamiento psiquiåtrico en clf-

nicas de salud mental o en consultorios privados.

INDICADORES EMOCIONALES EN LOS DFH


DE ALUMNOS DE GRADOS ESPECIALES
Se efectu6 un estudio especial para investigar los DFH de los
alumnos de clases especiales. Los sujetos para este estudio fueron 139
nifios de 6 a 10 afios que concurrfan a grados especiales de las escuelas
püblicas para nifios con problemas emocionales y/o lesi6n cerebral. El
CI de los 139 sujetos iba de 70 a 138, con una media de 94. Todos los
nifios eran alumnos deficientes y tenfan serios problemas de apren-
dizaje. La mayorfa experimentaba también serios des6rdenes de

conducta y dificultades emocionales.


Se pudo equiparar en sexo y edad a 78 de estos nifios con 78 buenos
alumnos del estudio precedente. Se compar6 en los protocolos de estos
78 pares de sujetos la presencia de los 30 indicadores emocionales. Se
computaron los chi-cuadrados para cada uno de los indicadores
83
emocionales. Ademås se investigö el nümero total de indicadores
emocionales presentes en cada uno de los 139 protocolos.
La Tabla 18 muestra los resultados de la primera parte de este
estudio. Los siete indicadores emocionales —integraci6n pobre de las
partes, figura inclinada, omisi6n de la boca, del cuerpo, de los brazos,
monstruo o figura grotesca y tres o mås figuras— que habfan apa-
recido significativamente mås a menudo en los protocolos de los
alumnos deficientes dejardfn y primeros grados que en los dibujos de
losbuenos alumnos (Tabla 17), también se dieron consistentemente
mås a menudo en los DFH de los nifios de grados especiales. La gran
frecuencia de la integraci6n pobre en los DFH de todos los alumnos de
grados especiales probablemente esté relacionada con la alta inciden-
cia de lesi6n cerebral en este grupo de sujetos. La integraci6n de las
partes no es inusual en los dibujos de nifios con daffo neur016gico (påg.
240).
Ademås de los siete indicadores emocionales relacionados con
desempefio escolar, los protocolos de los alumnos de grados especiales
presentaron consistentemente mås a menudo otros seis indicadores

Tabla 18
Indicadores emocionales en los DFH de los alumnos de grados especiales
y de los buenos alumnos

Grado Buenos
Indicador emocional especial alumnos

Integraci6n pobre 25 0 27.44 0.01


Figura inclinada 9 3 2.26 0.10

Omisiön de:
Boca 6 2
Cuerpo 13 0 12.09 0.01
Brazos 12 1 8.39 0.01
Monstruo, figura grotesca 4 0 2.31 0.10
Tres figuras 3
Asimetrfa de extremidades 7 0 5.39 0.05
Figura pequefia 9 2 3.52 0.05
Brazos cortos 11 3 3.04 0.05
Manos grandes 5 3.31 0.05
Manos cortadas, omitidas 14 5 3.83 0.05
Omisi6n de nariz 11 3 3.84 0.05

Numero de indic. emocionales


061 25 66
26 mås 53 12 42.19 0.01

84
emocionales; asimetrfa de las extremidades, figura pequefia, brazos
manos grandes, manos seccionadas y omisi6n de la nariz. Como
cortos,
estos ftemno diferenciaban entre los buenos y malos alumnos en los
grados comunes (Tabla 17), puede suponerse que no estån relacio-
nados con rendimiento académico sino que mås bien reflejan las
el
actitudes emocionales y problemas de los nifios. Por definici6n, los
alumnos de grados especiales tienen a la vez problemas de aprendi-
zajey de conducta. Por 10 tanto no es de sorprender que sus protocolos
revelen muchas clases diferentes de indicadores emocionales, algunos
de 10s cuales estån mås estrechamente relacionados con el rendi-
miento académico, mientras que otros 10 estån mås con desajustes
emocionales.
Los indicadores emocionales de los protocolos de los 78 alumnos de
clases especiales se parecen bastante estrechamente a los indicadores
emocionales de los dibujos de los pacientes psiquiåtricos presentados
anteriormente (Tabla 13). En ambos casos, los sujetos inclufan nifios
conuna variedad de problemas y sfntomas; es por eso que no resulta
inesperado que sus DFH revelen actitudes tanto de agresividad como
de retraimiento, y de impulsividad tanto como de timidez.
La Tabla 18 muestra que dos tercios de los 78 alumnos de grados
especiales presentaban dos o mås indicadores emocionales en sus
protocolos, mientras que menos de un sexto de los 78 buenos alumnos
revelaron mås de uno de tales indicadores en sus dibujos.
Cuando se analiz6 el nümero de indicadores emocionales en los
DFH de los 139 alumnos de grados especiales, se obtuvieron los
siguientes resultados:

Nfmero de
indicadores emocionales Nümero de alumnos de grados especiales
6 afios 7 afios 8 afios 9 afios 10 afios Total

061 10 12 9 8 46
26 mås 15 25 22 18 13 93

22 35 34 27 21 139

Alrededor de dos tercios de los alumnos de grados especiales


mostraron dos o mås indicadores emocionales en cada uno de 10s
niveles de edad considerados. En un estudio anterior (Tabla 14) se vio
que el 70% de los pacientes clfnicos tenfa dos o mås indicadores
emocionales en sus DFH. En el presente estudio se dio 10 mismo en el
67% de los 139 alumnos de grados especiales, en comparaci6n con el

85
53% de los 133 alumnos malos de los grados comunes y el 19% de los
180 buenos alumnos. Se estima que dos o mås indicadores emociona-
les en un DFH indican la presencia de algån problema emocional.
Parecerfa en consecuencia que los problemas emocionales se dan en la
mayorfa de los pacientes clfnicos y los alumnos de grados especiales,
mientras que los alumnos de grados comunes con bajo rendimiento
pueden estar sufriendo desajustes emocionales o no. Alrededor de un
quinto del total de buenos alumnos puede también mostrar signos de
problemas emocionales.
Como se sefia16 anteriormente (påg. 69), un ünico indicador emocio-
nal en un DFH no es concluyente, a menos que sea uno de los siete
relacionados con desempefio escolar (Tabla 17). La mera presencia de
un signo de ansiedad o de agresividad en un protocolo no es por sf
misma una indicaci6n de perturbaci6n emocional. La ansiedad y la
agresividad en grados moderados pueden de hecho servir como
fuerzas motivadoras para un buen desempefio, mientras que una
ausencia total de ansiedad o de agresividad puede impedir el impulso
hacia el éxito y el rendimiento. S610 cuando la ansiedad y la agresi-
vidad son extremas, o de un monto mayor del que el nifio puede
manejar es que se vuelven paralizadoras e interfieren con el éxito
académico. En este orden de cosas, se observö que algunos signos de
ansiedad, por ejemplo sombreado de la figura o nubes, se daban hasta
cierto punto tanto en los DFH de los buenos como de los malos
alumnos. Lo mismo se daba en el caso de los indicadores de agresi-
vidad, p. ej., dientes. El valor diagnostico de cada indicador emocional
aumenta cuando se combina con uno o mås indicadores emocionales
diferentes en el mismo protocolo.

INTERPRETACION DE LOS INDICADORES EMOCIONALES

En las secciones precedentes de este capftulo, se demostr6 la


validez clinica de los 30 indicadores emocionales probando su capa-
cidad para discriminar los DFH de grupos de nifios con varios tipos de
problemasy otros que no presentan ninguno. Se ha dicho relativamen-
te poco del significado de cada indicador emocional. Aquf analizare-
mos los significados especfficos de los indicadores emocionales en los
DFH. Se intentarå integrar los resultados de la autora y relacionarlos
con las hip6tesis y los datos obtenidos .por otros investigadores,
especialmente Machover (1949, 1958, 1960), Levy (1963), Hammer
(1963) y (1952, 1953).
Parece haber un consenso entre los expertos en DFH en cuanto a

86
que no existe una relaci6n univoca entre ningån signo aislado del DFH
y un rasgo determinado de personalidad o conducta por parte del
var6n o la nifia que hace el dibujo. Las ansiedades, los conflictos o las
actitudes pueden ser expresados en el DFH de distintas maneras por
nifios diferentes, o por un mismo nifio en momentos distintos. Esta
autora s610 puede subrayar 10 que otros han enfatizado una y Otra vez:
no es posible efectuar un diagn6stico o una evaluaci6n significativa de
la conducta o dificultades de un nifio sobre la base de un signo aislado
del DFH. El dibujo total y la combinaci6n de varios signos e indica-
dores deberfa ser considerado siempre y luego deberfa analizarse
tomando en cuenta la edad, maduraci6n, estado emocional, nivel
sociocultural, y luego evaluarlo relacionåndolo con los datos disponi-
bles de otros tests.
La discusi6n que sigue sobre el significado de cada indicador
emocional no con stituye un esfuerzo para crear Otro c6modo "manual
de recetas de cocina" para la interpretaci6n de los dibujos. Conside-
ramos deplorable el enfoque tipo "recetario de cocina" para el anålisis
de dibujos, ya que a menudo es empleado mecånicamente por los
psic610gos deficientemente entrenados o con menos experiencia. Con
este método de "recetario de cocina" uno consulta el significado de cada
signo y sale con un diagn6stico "listo para Ilevar" sin considerar la
figura total ni tomar en cuenta la edad y el sexo del nifio, su
inteligencia ni su contexto sociocultural. También se ignoran las
circunstancias en las que se realizö el dibujo.
La Tabla 19 sintetiza los resultados de los distintos estudios sobre
los indicadores emocionales que presentamos anteriormente en este
volumen asf como los resultados de una investigaci6n sobre los DFH
de nifios con lesi6n cerebral que sigue mås adelante (påg. 238). Una
Ojeada a 10s datos de la Tabla 19 muestra claramente que algunos de
los indicadores emocionales tienen mayor valor diagn6stico que otros.
En esta secci6n discutiremos cada indicador emocional por separado.
La integraciön pobre de las partes de la figura (ilustraciones 2, 6,14)
es un fen6meno comün en los DFH de los nifios pequefios e inmaduros.
Se estableci6 que este signo no es un indicador emocional vålido antes
de los 7 anos para los varones y de los 6 afios para las nifias. A partir
de esta edad, la integraci6n pobre se dio frecuentemente en los DFH
de los pacientes clfnicos, nifios manifiestamente agresivos, malos
alumnos de primer grado, alumnos de grados especiales y muy
especialmente en los dibujos de los lesionados cerebrales. No se dio en
los protocolos de ninguno de los nifios bien adaptados ni de los buenos
alumnos. Este indicador parece estar asociado con uno o varios de los
siguientes factores: inestabilidad, una personalidad pobremente in-

87
Tabha 19
Resumen de los resultados sobre indicadores emocionales
en los DFH infantiles

Indicadores Probl. Timi- Agre- Psico- Robo Dafio Mal Grados


emocionales emoc. dos sivos somåt. cereb.desemp. espe-
escolar ciales

Integraci6n o o o x x x
Sombreado: cara o
Sombreado: cuerpo x o o
Sombreado: manos x o
Asimetrfa x x x x
Fig. inclinada x O x x x
Fig. pequefia x x x x
Fig. grande x o o
Transparencia x O o x
Cabeza pequefia o o
Ojos bizcos o x
Dientes x o x 32

Brazos cortos O x x
Brazos largos
Brazos pegados x x
Manos grandes x x x x
Manos seccionad. o o x x
Piernas juntas O x
Genitales o
Monstruo o o x
Tres figuras O x x o
Nu bes o
Omisi6n de:
Ojos
Nariz o x x x
Boca O x O o O
Cuerpo o o x x x
Brazos o o o x x
Piernas
Pies o
Cuello x x x

X: Este ftem se da significativamente més a menudo en los DFH del grupo indicado.
O: Este ftem se da mås a menudo en los DFH del grupo indicado.

tegrada, coordinaci6n pobre o impulsividad. Parece indicar inmadu-


rez por parte del nifio, la cual puede ser el resultado de retraso
evolutivo, deterioro neur016gico, regresi6n debida a serias perturba-
ciones emocionales o a estos tres factores conjuntamente. Es impo-

88
Sible determinar cuål de ellos estå implicado en un caso dado basån-
dose exclusivamente en este indicador emocional.
Los resultados que presentamos aquf coinciden con las conclusio-
nes de otros investigadores que trabajaron con dibujos de pacientes
adultos. Reznikoff y Tomblen (1956) encontraron que la integraci6n
pobre de las figuras se asociaba con organicidad en los adultos.
Hammer atribuye la sfntesis deficiente de los DFH a perturbaciones
emocionales, mientras que Machover afirma que se debe a organici-
dad o a retraso mental.
El sombreado en los DFH, segün todos los expertos, es una mani-
festaci6n de angustia, y el grado de sombreado se estima que estå
relacionado con la intensidad de la angustia que experimenta el nifio.
Nuestros datos coinciden con la observaci6n de Machover de que el
sombreado del DFH es normal en los nifios pequefios y no necesa-
riamente indica un problema psicopat016gico. Pero a medida que los
nifios crecen, el sombreado de la figura humana adquiere una consi-
derable significaci6n diagn6stica. La ünica excepci6n a esta regla es el
sombreado de la cara, que es altamente significativo en todas las
edades.
El sombreado de la cara es muy inusual en cualquier nivel de edad
y, por 10 tanto, es un indicador emocional vålido para todos los nifios
entre 5 y 12 afios. Este item se observ6 mås a menudo en los dibujos
de los pacientes clfnicos y en algunos DFH de nifios manifiestamente
agresivos y que robaban. Se notaron dos tipos diferentes de som-
breado. El primer tipo consistfa en el sombreado de la cara entera
En algunos casos, el sombreado era tan espeso,
(ilustraciones 28y 96).
que habfan desaparecido todas las facciones (Ilustraciön 25 c). Este
tipo de sombreado siempre fue efectuado por nifios seriamente per-
turbados, dominados por la ansiedad y que tenfan un concepto muy
pobre de sf mismos.
En segundo tipo de sombreado, éste estaba reducido a s610 una
el

parte de la cara (p. ej. la boca, nariz, Ojos). Los nifios que hacfan este
tipo de sombreado en sus dibujos generalmente estaban menos per-
turbados que los anteriores. El sombreado parcial de la cara parece
reflejar ansiedades especfficas referidas a los rasgos que han Sido
sombreados, o a sus funciones. La Ilustraciön 3 muestra el DFH de
Max, de 7 afios, un nifio de inteligencia normal. Max era el hijo ünico
de una madre dominadora y ambiciosa que 10 abrumaba de carifio y 10
agobiaba con sus exigencias. Max era un pequefio muy inmaduro y
dependiente con su ceceo infantil. Cada vez que Max abrfa la boca para
hablar, la madre le corregfa Ia pronunciaci6n. Debido a esto, Max se
volvi6 muy sensible con relaci6n a su lenguaje y comenz6 a tartamu-

89
dear. El espeso sombreado de la porci6n inferior de la cara en el dibujo
de la Ilustraciön 3 muestra claramente la preocupaciön del nifio por
su lenguaje.
Se obtuvieron dibujos similares de otros nifios con dificultades de
lenguaje, que se sentfan ansiosos por este problema, Los nifios con
defectos de lenguaje que no se sentfan especialmente preocupados por
elmismo no sombreaban el {rea de la boca en sus DFH. Estos datos
concuerdan con la observaci6n de Hammer de que el sombreado de la
cara en el DFH indica descontento con uno mismo.
El sombreado del cuerpo y/o extremidades (ilustraciones 6, 9, 15,
28) es comün en las nifias hasta los 7 afios y en los varones hasta Ios
8. No se 10 considera un indicador emocional vålido hasta los 8 y 9 afios,

respectivamente. La autora concuerda con Machover en que las


implicaciones del sombreado en los DFH no varfan por el h echo de que
sea tan comün. El sombreado del cuerpo en un DFH indica ansiedad
por el cuerpo. Pero dicha ansiedad es comün entre los nifios que

comienzan la escuela, quienes precisamente estån empezando a hacer


conscientes las diferencias corporales y las funciones corporales. Por
consiguiente, el sombreado del cuerpo no puede considerarse un signo
psicopat016gico en este nivel de edad. Sin embargo, si el sombreado
persiste hasta los 8 afios en las nifias o los 9 en los varones, y aün més
allå, entonces se vuelve clfnicamente significativo. Entre los nifios
mayores este indicador se encontr6 significativamente més a menudo
en los dibujos de los pacientes clinicos, los nifios con problemas
psicosomåticos y los que robaban.
Machover formu16 la hip6tesis de que el sombreado de los brazos
refleja sentimientos de culpa por impulsos agresivos o por actividades
masturbatorias, mientras que atribuye el sombreado de las piernas a
ansiedad por el tamafio y crecimiento fisico o a preocupaci6n por im-
pulsos sexuales. Los resultados obtenidos por nosotros no son incompa-
tibles con estas afirmaciones, pero es importante recordar que estas
interpretaciones son s610 hip6tesis. Se puede asumir con seguridad que
el sombreado en los DFH revela {reas generales de preocupaci6n, pero
el sombreado no indica la causa especffica subyacente a la ansiedad
manifiesta. No es posible diferenciar sobre la base del sombreado de los
brazos los nifios que sufren ansiedad masturbatoria de los que experi-
mentan sentimientos de culpa por robar. Todo 10 que puede afirmarse
con certeza es que un nifio que sombrea los brazos en su figura padece
angustia relacionada con alguna actividad real o fantaseada en la que
intervienen sus brazos. La naturaleza de esta actividad tiene que
determinarse mediante los datos de otros tests, preguntåndole o con-
sultando los datos sobre su conducta que figuran en su legajo.
90
El sombreado de las manos y/o cuello (ilustraciones 4, 6, 45) no es
un indicador emocional välido hasta los 7 afios en las nifias y los 8 en
10s varones. A partir de esta edad se 10 encontr6 mås a menudo en los
dibujos de los pacientes clfnicos y de los nifios que roban, pero también
se dio en los nifios tfmidos y en los agresivos. El sombreado de las
manos no parece estar relacionado con ninguna actividad especffica
Sino rnås bien con angustia por alguna actividad real o fantaseada con
las manos. Levy, Machover y Jolles han enunciado hip6tesis simila-

res.
Los resultados de nuestras investigaciones también confirmaron
las observaciones de Machover referentes al sombreado del cuello en
el DFH. Todos los nifios que sombrearon el cuello en sus dibujos

estaban realizando visibles esfuerzos para controlar sus impulsos.


Algunos se las arreglaban para mantener un control precario y rfgido
de los mismos, siempre que no se los expusiera a una tensi6n y un
esfuerzo excesivos. Otros vacilaban entre la impulsividad y el hiper-
control, yendo de un extremo al Otro. La Ilustraciön 4 muestra el DFH
de Jim, un nifio de 9 afios de in teligencia superior con serios problemas
de aprendizaje. Alternaba en tre una conducta impulsiva actuadora en
el hogar y un completo retraimiento y ensuefio diurno en la escuela.

Lagrosera asimetria de las extremidades (ilustraciones 7 [fig. 2], 14


y 25a) se dio muy a menudo en los dibujos de los pacientes clinicos, los
nifios agresivos, los sujetos con lesi6n cerebral y los alumnos de grados
especiales. Ninguno de los buenos alumnos ni de los nifios tfmidos
present6 este indicador en sus dibujos. El mismo parece estar asociado
con coordinaci6n pobre e impulsividad. En nuestras investigaciones
se not6 que la asimetrfa grosera aparecfa s610 en los DFH de nifios con
antecedentes de disfunci6n neur016gica y que mostraban otros signos
de organicidad en sus protocolos. No se puede afirmar con certeza si
'la asimetrfa de las extremidades en un DFH es el resultado de falta

de coordinaci6n y pobreza de control muscular fino o si refleja el

sentimiento del nifio de no estar bien coordinado y sin un equilibrio


adecuado. Machover postu16 la hip6tesis de que una perturbaci6n
general de la simetrfa en el DFH es una manifestaci6n neurotica pero
que también refleja falta de coordinaci6n, torpeza ffsica, inadecuaci6n
ffsica o una confusiön de la dominancia lateral.
La inclinaciön de la figura en 152 0 mås (ilustraciones 2, 3 y 5)
ocurri6 significativamente mås a menudo en los DFH de los pacientes
clfnicos, lesionados cerebrales, alumnos deficientes y alumnos de
clases especiales que en los dibujos de los buenos alumnos y los nifios
bien adaptados. Se dio en los dibujos tanto de los nifios tfmidos como
de los agresivos, en los pequefios con problemas psicosomåticos y en

91
Ios que robaban. Este item no parece estar.asociado con ningün tipo
especffico de conducta o de sfntoma; mås bien sugiere una inestabi-
Iidad y falta de equilibrio general. Similares observaciones fueron
realizadas por Machover, quien afirm6 que una figura inclinada
refleja un sentimiento de desequilibrio mental y una personalidad que
se estå trastornando. Hammer encontr6 este indicador en los dibujos
de los pacientes adultos pre-esquizofrénicos. En nuestros estudios se
10 observ6 en los DFH de nifios que sufrfan desde una leve pertur-
baci6n hasta un trastorno profundo. No creemos que en el caso de los
nifios este item indique conducta pre-esquizoide o necesariamente
una perturbaci6n seria. En los dibujos infantiles parece indicar un
sistema nervioso inestable o una personalidad låbil; sobre todo su-
giere que al nifio le falta una base firme.
La figura pequena (ilustraciones 2, 4 y 5) se encontr6 en los proto-
colos de los pacientes clinicos, alumnos de clases especiales y los nifios
tfmidos. S610 raramente se dio en los dibujos de los nifios manifies-
tamente agresivos. Este indicador emocional parece reflejar extrema
inseguridad, retraimiento y depresi6n. Si bien no todos los nifios
deprimidos e inseguros necesariamente dibujan figuras pequefias,
puede preasumirse con bastante seguridad que los nifios que 10 hacen
son tfmidos, retrafdos y probablemente deprimidos. Pero el dibujo no
revelarå la extensi6n de-la timidez y la depresi6n. Algunos nifios
tfmidos pueden pasarla bastante bien, mientras que Otros se depri-
men o retraen demasiado como para poder funcionar adecuadamente
en su casa o en la escuela.
Nuestros resultados concuerdan con las observaciones de otros
investigadores. Machover, Jolles, Levy y Lewinson (1964) coinciden
en que las figuras pequefias indican sentimientos de inadecuaci6n, un
yo inhibido, preocupaci6n por las relaciones con el ambiente y, sobre
todo, depresi6n.
La figura grande, de 23 cm o mds de altura (ilustraciones 16, 29 y
37), ocurre frecuentemente en los DFH de los nifios pequefios y no
adquiere significaci6n clinica hasta los 8 afios (ambos sexos). En ese
nivel de edad y en los posteriores se dio mås a menudo en los dibujos
de los pacientes clfnicos, y especialmente en los DFH de nifios
agresivos y que robaban. Las figuras grandes aparecen asociadas con
expansividad, inmadurez y controles internos deficientes.
Machover postula la hip6tesis de que los dibujos grandes, en el caso
de pacientes adultos, reflejan sentimientos narcisistas e ilusiones
paranoides de grandiosidad que encubren sentimientos de inade-
cuaci6n. Se ha dicho también que los dibujos grandes y vacfos con una
sfntesis pobre revelan tendencias psicopåticas u organicidad. Los

92
datos obtenidos por nosotros sugieren que el dibujo de figuras grandes
es menos pat016gico en los nifios de 10 que parece ser en los adultos. Sin
embargo, se observ6 que varios de los nifios que produjeron figuras de
gran tamafio eran muy inmaduros y tenfan una historia de disfunci6n
cortical. Esto abonarfa la hip6tesis de Machover de que las figuras

grandes y vacfas pueden indicar organicidad.


Las transparencias (ilustraciones 28, 53 y 82) aparecieron signifi-
cativamente mås a menudo en los DFH de pacientes clfnicos y
lesionados cerebrales que en los dibujos de los alumnos bien adapta-
dos. Los nifios con antecedentes de robo y los abiertamente agresivos
dibujaron transparencias mås a menudo que los nifios tfmidos y los
que tenfan dolencias psicosomåticas. Parecerfa, en consecuencia, que
las transparencias en el DFH estån asociadas con inmadurez, im-
pulsividad y conducta actuadora.
Se notaron dos tipos de transparencias de los DFH infantiles.
Algunos de los pequefios mås inmaduros y concretistas realizaron
primero el bosquejo de una figura, o una especie de esqueleto y luego
le dibuj aron las vestimentas alrededor (ver la Ilustraciön 43) como si

estuviera literalmente vistiendo a una persona. Otro grupo de nifios


hicieron un DFH completamente comün, pero luego se concentraron
en una porciön particular de la figura mediante la transparencia de un
{rea limitada y especffica. Con bastante frecuencia, esta {rea se ubica
en la zona genital. Este tipo especffico de transparencia se estima que
es similar al sombreado e indica ansiedad y preocupaci6n por la regi6n
particular del cuerpo revelada por la transparencia.
En la Ilustraciön 9 se muestra un ejemplo de este tipo especffico de
transparencia, dibujado por Connie, una •nifia de 10 afios, de inteli-
gencia normal. Connie habfa soliviantado a los padres de familia del
barrio donde vivia al haber iniciado a otros nifios en el juego de las
"estatuas". En estejuego algunos nifios tenfan que desvestirse y posar
desnudos para ser admirados y examinados por los otros. Se obtu-
vieron dibujos similares de Otros nifios que habfan tenido actividades
y exploraciones sexuales, y de pequefios que las habfan fantaseado o
que habfan observado conductas sexuales que no comprendieron y que
los habfan confundido y asustado.
Machover sostiene que el tipo concretista de transparencias en el
DFH es "normal" en los nifios, pero que revela unjuicio deficiente cuando
se da en los adultos. Nuestros resultados no corroboran la primera
afirmaciön. Las transparencias, tal como son definidas en este libro
(Apéndice D) no fueron normales en los nifios de edad escolar. Son
inusuales pero no necesariamente pat016gicas. Este tipo primitivo de
transparencia se encuentra habitualmente en los DFH de nifios im-

93
pulsivos, inmaduros, de pensamiento concreto y en los que padecen de
disfunci6n cortical.Machover sugiere ademås que el dibujo de los dedos
en el bosquejo de un pie o un zapato indica agresividad pat016gica. Este
tipo de transparencia parece ser mås significativo para los pacientes
adultos que en el caso de escolares. Nuestros datos no confirman la
hip6tesis de Machover. Ninguno de los nifios con agresividad manifiesta
dibujaron los dedos de los pies en sus figuras, y ninguno de los escasos
nifios pertenecientes a los restantes grupos que 10 hicieron, pudo ser
considerado como pat016gicamente agresivo. Sus historias clfnicas
mostraban mås bien que se trataba de impulsivos con pensamiento
concreto que presentaban evidencias de disfunci6n cortical. Las trans-
parencias en los pies no parecen ser diferentes de las demås transpa-
misma manera.
rencias y pueden ser interpretadas de la
Podemos afirmar categ6ricamente que las transparencias de {reas
corporales especfficas no son normales en los DFH de los nifios en edad
escolar. Generalmente indican angustia, conflicto o miedo agudo, por
10comün con respecto a 10 sexual, el nacimiento o mutilaci6n corporal.
Con mucha frecuencia, los nifios que dibujan tales transparencias
especfficas estån en efecto pidiendo informaci6n o que los tranquilicen
respecto de sus impulsos o sus experiencias.Creemos que este tipo de
transparencias en los DFH no deberfa ser ignorado, ya que muy a
menudo representa un pedido de ayuda por parte de nifios incapaces
de poner en palabras sus ansiedades y preguntas.
La cabeza pequena (ilustraciones 36, 46 y 50) se dio raramente en
los DFH obtenidos en los estudios que presentamos aquf. Pero cuando
este indicador emocional se dio, fue exclusivamente en los dibujos de
los pacientes clinicos y en los nifios inadaptados. Ninguno de los
buenos alumnos ni de los bien adaptados dibuj6 cabezas pequefias en
sus figuras. La presencia de este item parece indicar sentimientos
intensos de inadecuaci6n intelectual.
Nuestros datos no parecen confirmar la hip6tesis de Machover
sobre el dibujo de cabezas pequefias por parte de los pacientes adultos.
Esta autora afirmö que una cabeza pequefia representa el deseo
consciente de personas obsesivo-compulsivas que procuran ignorar el
control de su cerebro y buscan seguir el dictado de sus impulsos. Segün
nuestros estudios, los nifios que dibujaron cabezas pequefias no eran
obsesivos.
Los Ojos bizcos (ilustraciones 16 y 107) se dieron escasamente ys610
en los dibujos de algunos pacientes clfnicqs. Parece que los Ojos bizcos
s610 son dibujados por nifios muy hostiles hacia los demås. Este tipo
de dibujo se interpreta como un reflejo de ira y rebeldfa. En contraste,
el dibujo de una mirada lateral de ambos Ojos (Ilustraciones 5, 13b, c)

94
no se estableci6 que fuera un indicador emocional clfnicamente vålido
en IOS DFH infantiles. Para una discusi6n mås amplia del significado
de la mirada, ver la påg. 105. Cuando un nifio dibuja una figura bizca
parece significar que las cosas estån fuera de foco para él, que no ve el
mundo de la misma manera que los demås. Esté "tan chiflado que no
puede ver al derecho". No puede o no quiere ajustarse a los modos
esperados de comportarse.
Los dientes (ilustraciones 35, 60 y 61) se dieron en alguna medida
en 10s protocolos de los alumnos bien adaptados y los mal adaptados
y en algunos dibujos de todos los grupos de pacientes clfnicos con una
sola excepci6n. La excepci6n fueron los nifios tfmidos; ninguno de ellos
le dibuj6 dientes a sus figuras. En la medida en que la presencia de
dientes se da en los DFH con relativa amplitud, no se la puede
considerar como un signo de seria psicopatologfa. Pero dado que
ocurri6 mås a menudo en los protocolos de los nifios manifiestamente
agresiVOS yno se dio en absoluto en los dibujos de los nifios retrafdos,
debe concluirse que los dientes son un signo de agresividad, y no s610
de agresividad oral. Por supuesto, admitimos que no toda agresividad
es perjudicial. En los nifios un cierto monto de agresividad es normal
y aün necesaria para ser lfderes y realizarse. Por consiguiente, la
presencia de dientes en un protocolo no puede considerarse como un
signo de perturbaci6n emocional si no hay otros indicadores emocio-
nales en el protocolo. Pero si se dan junto con otros indicadores,
entonces se vuelven significativos para el diagn6stico y contribuyen a
la interpretaci6n global del DFH.
Los dientes parecen tener implicaciones mås serias en los dibujos
de pacientes adultos que en los DFH infantiles. Hammer sugiere que
la presencia de dientes puede indicar no s610 agresiön oral, sino
también tendencias sådicas. Machover afirm6 que el dibujo de dientes
revela agresi6n oral infantil y que se encuentra frecuentemente en los
dibujos de esquizofrénicos simples, histéricos adultos emocional-
mente superficiales y deficientes profundos. No se pudo establecer la
validez de estas hip6tesis para los dibujos infantiles.
Los brazos cortos (ilustraciones 15, 34 y 56) se dieron significati-
vamente mås a menudo en los protocolos de pacientes clfnicos, nifios
con enfermedades psicosomåticas, alumnos de grados especiales y
nifios tfmidos. No estuvieron totalmente ausentes en los dibujos de los
buenos alumnos. Este indicador emocional parece reflejar la dificul-
tad del nifio para conectarse con el mundo circundante y con las Otras
personas. Parece estar asociado con la tendencia al retraimiento, al
encerrarse dentro de sf y a la inhibici6n de los impulsos. Los nifios que
dibujan brazos cortos tienden a ser bien educados; de hecho, a veces
95
son demasiado bien educados para su propio bien. Los brazos cortos en
DFH infantiles no pueden interpretarse como un signo de falta de
los
ambici6n como afirmaba Machover. Pueden indicar timidez y falta de
agresividad y quizå de liderazgo, pero no necesariamente una falta de
deseos de progresar y triunfar. Estos resultados coinciden con los de
McHugh (1964), que encontr6 que los nifios de alto y bajo rendimiento
no difieren en este item.
Los pacientes clinicos dibujaron brazos largos (ilustraciones 6, 29y
32) mås a menudo que los alumnos bien adaptados. Las figuras
humanas con brazos largos se dieron con frecuencia entre los nifios
manifiestamente agresivos y, en cambio, no se dieron en ningün nifio
tfmido. Por 10 tanto, parece que los brazos largos en el DFH estån
asociados con una inclusi6n agresiva en el ambiente. Estas conclu-
siones concuerdan con las de Hammer y Levy. Estos observaron que
los brazos largos reflejan necesidades agresivas dirigidas hacia
afuera. Machover, por Otra parte, pensaba que este item refleja
ambici6n de logros y adquisiciones, incluyendo la büsqueda de amor
y de afecto. Nuestros datos no permiten confirmar las hip6tesis
especfficas de Machover. Pero todos los investigadores parecen con-
cordar en un punto: los brazos largos en el DFH estån asociados con
la conexi6n con los demås en contraste con la tendencia al retrai-
miento que revelan los brazos cortos.
Los brazos pegados a los costados del cuerpo (ilustraciones 16, 40 y
56) ocurrieron raramente en los DFH infantiles reunidos en los
estudios presentados aquf. Pero cuando se dio, por 10 comün —aunque
no exclusivamente— se trataba de pacientes clfnicos. Este indicador
no demostr6 estar asociado con ninguno de los tipos especfficos de
conductas estudiados. Parece que los brazos adheridos al cuerpo
reflejan un control interno bastante rfgido y una dificultad de co-
nectarse con los demås. Los historiales clfnicos de los nifios que
dibujaron los brazos de este modo revelaban que carecfan de flexibi-
Iidad y que sus relaciones interpersonales eran pobres. Cuando en un
protocolo se encuentra ünicamente este indicador emocional, no
puede considerårselo como un signo de psicopatologfa severa, pero
cuando aparece junto con otros, entonces adquiere significaci6n clf-
nica.

mås serias en el caso de


Parece que este signo tiene implicaciones
los pacientes adultos que cuando se trata de dibujos infantiles.
Machover refiere que los pacientes paranoides y los esquizofrénicos
frecuentemente dibujan brazos pegados al cuerpo, como para prote- 1
1,
gerse de los ataques del ambiente. Postula la hip6tesis de que los
brazos pegados al tronco revelan una tendencia a la reserva y el
96
retraimiento. Levy sugiere que este tipo de presentaci6n de los brazos
refleja un conflicto profundamente arraigado y un control frågil, y que
se da en los individuos pasivos y muy defensivos.
Las manosgrandes (ilustraciones 6, 58 y 71) se encontraron con una
frecuencia significativamente mayor en los pacientes clfnicos y los
alumnos de clases especiales. Este indicador emocional se dio espe-
cialmente mås a menudo en los nifios abiertamente agresivos y en los
que robaban. Ninguno de los nifios tfmidos ni de los psicosomåticos
dibujaron manos grandes. De este modo, las manos grandes parecen
estar asociadas con la conducta agresiva y actuadora en la que estån
implicadas las manos, ya sea directamente como en la agresi6n
manifiesta, o indirectamente, como en el robo. Nuestros resultados
muestran que las manos grandes en un dibujo reflejan agresividad,
pero no ofrecen ningün indicio especffico sobre los factores especfficos
que contribuyen a la conducta actuadora infantil.
Levy sostiene que las manos grandes reflejan una conducta com-
pensadora de sentimientos de inadecuaci6n, insuficiencia manipu-
Iatoria o difieultad para establecer contacto con otros. Machover
considera que las manos grandes son tfpicas de varones que estån
compensando una debilidad ffsica o que se sienten culpables del uso
que hacen de sus manos. También puede haber otras razones por las
wales un nifio dibuja manos grandes. Parece mås seguro limitar la
interpretaci6n de este signo al hecho demostrado de que las manos
grandes en un DFH indican en los nifios una tendencia a actuar
impulsos agresivos con sus manos. La raz6n subyacente para esta
agresividad tiene que determinarse con los datos de otros tests,
observaciones y el anålisis de las historias sociales.
Las manos seccionadas, o sea el dibujo de brazos sin manos ni dedos
(ilustraciones 3, 16 y 42) se dio significativamente mås a menudo en
los DFH de pacientes clfnicos, lesionados cerebrales y alumnos de
clases especiales. Se le encontr6 en los dibujos de los nifios tfmidos mås
frecuentemente que en los DFH de los manifiestamente agresivos;
pero las manos seccionadas se dieron con igual frecuencia en los nifios
que robaban y en los psicosomåticos. En consecuencia, parece que este
signo refleja sentimientos de inadecuaci6n o de culpa por no lograr
actuar correctamente, o por la incapacidad para actuar.
Estos resultados coinciden con la observaci6n de Machover de que
la omisi6n de las manos en un dibujo indica los sentimientos de culpa
del nifio por robar o por tener mal rendimiento escolar. Menciona
también la posibilidad de la existencia de ansiedad de castraciön
cuando un nifio produce un DFH sin manos. Esta hip6tesis fue
confirmada por los historiales de varios de los nifios estudiados en esta
97
investigaci6n, que habfan dibujado figuras sin manos. Como la omi-
si6n de las manos parece estar relacionada con un amplia variedad de
actitudes y ansiedades, no es posible determinar ünicamente sobre la
base de la presencia de este indicador emocional en un protocolo, si el
nifio en cuesti6n estå padeciendo sentimientos de inadecuaciön
mental o ffsica, de culpa, ansiedad, o todo esto. Sölo es posible afirmar
que estå preocupado y se siente inadecuado. La causa de su ansiedad
y su perturbaciön debe determinarse mediante pruebas comple-
mentarias, interrogatorio y observaci6n.
Las piernasjuntas (ilustraciones 40, 54 y 66) se dieron raramente en
los DFH examinados en este libro. Se 10 ha116 mås a menudo en los
dibujos de pacientes clfnicos y en nifios con afecciones psicosomåticas.
Un estudio de los historiales de los nifios que dibuj aron las piernasjuntas
en los DFH sugiere la siguiente interpretaciön; este indicador emocional
parece indicar sobre todo tensi6n en el nifio, y un rigido intento por parte
del mismo de controlar sus propios impulsos sexuales o su temor de sufrir
un ataque sexual. Parece significativo que varias de las nifias que
dibujaron figuras con las piernas juntas habfan estado expuestas a
traumas sexuales en manos de hombres mayores.
Estos resultados concuerdan con la observaci6n de Levy de que una
postura tiesa en el dibujo de una figura indica rigidez y un control
frågil, y con la hip6tesis de Machover de que este signo en los dibujos
de adultos refleja rechazo de la aproximaci6n sexual de los otros.
El dibujo de los genitales (ilustraciones 27, 59 y 94) se dio escasa- : GdB

mente en los dibujos de la presente investigaciön. En los casos en que


se dio, fue invariablemente en los dibujos de los pacientes clfnicos que
estaban muy perturbados y que eran manifiestamente agresivos. La
presencia de genitales o sfmbolos de los mismos debe ser considerada
como un signo de psicopatologias seria que implica aguda angustia por
el cuerpo y control pobre de los impulsos.
Se encon traron monstruos o figuras grotescas (ilustraciones 48, 74
y 80) primariamente en los DFH de los pacientes clinicos, alumnos de
clases especiales y malos alumnos. El dibujo de monstruos o figuras
grotescas no parece estar asociado con ningån tipo especffico de
conducta, sino que mås bien refleja sentimientos de intensa inade-
cuaci6n, y un muy pobre concepto de sf mismo. Los nifios que dibujaron
monstruos no humanos o artefactos como robots (Ilustraciön 71) pa-
recen percibirse a sf mismos como seres distintos de los demås, como
si no fueran del todo humanos; los nifios que dibujan payasos o

vagabundos (Ilustraciön 65) se con sideran individuos algo ridfculos de


los que los demås se rfen y que no son plenamente aceptados por los
otros; mientras que los pequefios que dibujan figuras de tiempos

98
prehist6ricos (Ilustraciön 72) omiembros de grupos minoritarios de
10sque ellos no son integrantes (Ilustraciön 47), se sienten como si
fueran extrafios que no estån plenamente integrados en la sociedad en
la que viven.
El dibujo de figuras grotescas se da en todos los niveles de edad y
con cualquier nivel de inteligencia, desde borderline hasta nifios con
capacidad superior. Un chico inteligente se puede sentir tan inferior
en comparaci6n con un hermano mayor brillante, como un nifio
retardado con respecto a una hermana de inteligencia normal baja.
Los dibujos de rnönstruos o figuras grotescas pueden ser intrincados
y bien ejecutados (Ilustraciön 68) o tosco y muy inmaduro (Ilustraciön
58). Los resultados nuestros no corroboran la observaciön de Harris

(1963, p. 148) de que s610 los nifios inteligentes e imaginativos dibujan

figuras grotescas.
Los administradores de la prueba explicarån a veces el dibujo de un
monstruo o un payaso por el hecho de que el nifio fue hace poco al circo
o acaba de ver un monstruo en la televisi6n. Tal explicaci6n pasa por
alto el hecho de que el nifio vio también muchas figuras hermosas o
heroicas en el circo que pudo haber dibujado, y que las obras de
televisi6n generalmente incluyen un héroe tanto como un villano. De
hecho, la mayorfa de los nifios dibujan figuras positivas. La Ilustra-
ciön 1 muestra los DFH de tres buenos alumnos que eligieron para
dibujar tres de los 'héroes culturales" de su época: Davy Crockett,
Elvis Presley y un Beatle. En la extensa colecci6n de dibujos infantiles
de la autora, Superman es dibujado probablemente mås a menudo que
cualquier Otro personaje real o de la ficci6n. (Ilustraciön 33).
Parece obvio que el nifio refleja experiencias recientes en sus
dibujos. Pero siempre es muy significativo cuåles de sus muchas
experien cias decide reproducir y son las que le preocupan. A través de
los afios, los nombres y caras de los héroes y villanos de la radio, la
televisi6n y las historietas pueden cambiar, pero los valores y cuali-
dades que reflejan raramente varfan. El significado ligado a mons-
truos y payasos continüa siendo el mismo. Los presentes datos
confirman la observaci6n de Levy de que una persona que dibuja
payasos, historietas o figuras de aspecto tonto refleja desprecio y
hostilidad hacia sfmismo.
El dibujo espontåneo de tres o mås figuras (ilustraciones 7, 8 y 105)
se dieron significativamente més a menudo en los DFH de estudiantes
de bajo rendimiento y alumnos de clases especiales que en los de los
buenos alumnos y nifios bien adaptados. Muchos nifios dibujan
espontåneamente dos figuras, un var6n y una nifia (Ilustraciön 104)
o un hombre y una mujer, pero el dibujo de tres o mås figuras es la

99
excepci6n. En la experiencia clinica de la autora, este tipo de DFH
siempre esti asociado con bajo rendimiento escolar. Este indicador
emocional se encuentra casi exclusivamente en los dibujos de nifios de
capacidad limitada provenientes de familias grandes y con privaci6n
cultural y/o lesionados cerebrales.
Si un nifio dibuja espontåneamente muchas figuras en respuesta a
un requerimiento de dibujar "una persona completa", exhibe una
forma de perseveraci6n que no es infrecuente en los preescolares muy
pequefios e inmaduros, y entre los nifios con dafio neur016gico. Tal
perseveraci6n va a interferir necesariamente el trabajo escolar. Se
observ6 también que algunos de los nifios que dibujan figuras mül-
tiples carecen de un sentimiento de identidad o de ser una persona.
Frecuentemente en la realidad son uno del mont6n de nifios de la
casa y nunca han recibido mucha atenci6n individual. Estos nifios
tienden a quedarse perdidos en la escuela ya que nunca aprendieron
a funcionar independientemente. Los nifios que dibujan mås de tres
figuras habitualmente requieren una ayuda especial en la escuela
para poder convertirse en seres humanos individualizados.
Las nubes, Iluviay nieve (ilustraciones 19, 36 y 108) aparecieron
—con s610 una excepci6n— en los DFH de los pacientes clfnicos y
alumnos escasamente adaptados. Las nubes se encontraron espe-
cialmente en los dibujos de nifios muy ansiosos con dolencias psico-
somåticas y en ninguno de los dibujos de los nifios con agresividad
manifiesta. Pareciera que las nubes son dibujadas por los nifios que no
se atreven a golpear a otros y que en cambio dirigen la agresi6n contra
sf mismos. Nuestra hip6tesis es que el agregado espontåneo de nubes
en un DFH indica que el nifio se siente amenazado por el mundo
adulto, especialmente por los padres. En efecto, el nifio esti ubicado
bajo una nube, bajo presi6n desde arriba.
La omisi.ön de Ojos en los DFH (ilustraciones 7, 12 y 18) es un fe-
n6meno raro. Habitualmente los Ojos son el primer detalle que agrega
un nifio después de h aber dibujado la cabeza. La omisi6n de los Ojos (no
la omisiön de las pupilas, o sea, Ojos que no ven) jamås debe ser
considerada como un descuido; siempre tiene importancia clinica. En
el presente estudio, este signo s610 fue encontrado en los dibujos de

pacientes clinicos no agresivos. Se estableci6 que todos los que habfan


omitido los Ojos en sus figuras eran nifios aislados socialmente.
Tendfan a negar sus problemas, rechazaban enfrentar el mundo y
escapaban a la fantasia. Estos resultados concuerdan con los de Stone
y Ansbacher (1965), que encontraron una relaci6n significativa entre
la omisi6n de los Ojos y otros "Organos de comunicaci6n" en los DFH y
un escaso interés social por parte del nifio.

100
Laomisiön de la nariz (ilustraciones, 5, 15 y 34) se dio en la presente
investigaci6n significativamente més a menudo en los DFH de los
alumnos de clases especiales, los nifios tfmidos, los pacientes clfnicos
y 10s enfermos psicosomåticos. En consecuencia, la conclusi6n es que
la omisi6n de la nariz en los DFH estå asociada con conducta timida
y retrafda y con la ausencia de agresividad manifiesta. La omisi6n de
la nariz esti asociada con escaso interés social segün Stone y Ans-
bacher. Tradicionalmente, la nariz ha Sido identificada como un
sfmbolo fålico, y en consecuencia su omisi6n ha Sido interpretada por
Machover y otros como un signo de culpa por la masturbaci6n o
angustia de castraci6n. Este puede ser el caso de la mayorfa de los
pacientes adultos que dibujan figuras sin nariz, pero no es necesaria-
mente vålido para los nifios. En los estudios efectuados por mf, muy
pocos de los nifios que exhibfan este indicador emocional en sus
dibujos, padecfan angustia de castraci6n. Para la mayorfa de los nifios
que omitfan la nariz, ésta no parecfa ser primariamente un sfmbolo
fålico, sino un sfmbolo de empuje e independencia. "Metemos la nariz"
cuando nos aventuramos en el mundo. Cuando un nifio omite la nariz
en su dibujo, puede estar expresando un sentimiento de inmovilidad
e indefensi6n, una incapacidad de progresar, avanzar con aplomo. La
omisi6n de la nariz parece reflejar mås a menudo una tendencia a
retraerse y a la timidez, pero a veces puede también sugerir angustia
por el cuerpo y culpa por la masturbaci6n.
La omisiön de la boca (jlustraciones 5, 18 y 46) se encontr6 més a
menudo en los DFH de los pacientes clfnicos, los alumnos de clases
especiales, los alumnos mediocres y los enfermos psicosomåticos.
También diferenciaba significativamente entre los j6venes tfmidos y
los agresivos. La omisi6n de este rasgo es siempre clfnicamente
significativa. Refleja sentimientos de angustia, inseguridad y re-
traimiento, inclusive resistencia pasiva. Este indicador emocional
revela o la incapacidad del sujeto o su rechazo a comunicarse con los
demås. Los historiales de los nifios que omitieron la boca mostraron
una alta incidencia de miedo, angustia, perfeccionismo y depresi6n.
Estos resultados concuerdan con la observacidn de Machover de que
algunos pacientes deprimidos de edad adulta omitfan la boca en sus
dibujos. También sugiere que este signo se da en los dibujos de
asmåticos. La presente investigaci6n no incluy6 suficiente nümero de
nifios asmåticos como para confirmar o rechazar la hip6tesis.
La omisiön del cuerpo (ilustraciones 50, 97 y 101 a) ocurri6 signi-
ficativamente mås a menudo en los DFH de los pacientes clfnicos, los
lesionados cerebrales, los estudiantes mediocres, los alumnos de
clases especiales y los que robaban. Es normal para alumnos de

101
guarderfas dibujar el "renacuajo", esto es, dibujar figuras sin cuerpos
que consisten meramente en una cabeza de la que salen los brazos y
las piernas ('Ilustraciön 105). Cuando los nifios de jardfn de infantes
no pueden hacer cuerpos en sus DFH, pude suponerse que son todavfa
inmaduros como los nifios de cuatro afios y que estån funcionando a
este nivel. En Jardfn, esta omisi6n puede representar un grado de
maduraci6n esencialmente normal, aunque algo lento, o puede ser un
signo de retraso y/o dafio neur016gico. Entre los nifios de edad escolar,
la omisi6n del cuerpo es invariablemente un signo serio de psicopato-
logfay puede reflejar cualquiera de las siguientes condiciones: retraso
mental, disfunci6n cortical, inmadurez severa debida a retraso evo-
lutivo, o perturbaci6n emocional con aguda ansiedad por el cuerpo y
angustia de castraci6n. No es posible establecer a partir de un solo
DFH cuäl de estos factores es la causa de la omisi6n del cuerpo y si dos
o mås de estos factores inciden conjuntamente. Si un nifio incluye el
cuerpo en el dibujo de una mujer, pero 10 omite en el de un hombre
(Ilustraciön 104) entonces parece probable la presencia de problemas
emocionales. El nifio retardado o el lesionado cerebral que no estå
emocionalmente perturbado es mås probable que omita el cuerpo
tanto en las figuras masculinas como femeninas.
La omisiön de los brazos (ilustraciones 2, 27 y 55) se ha116 signifi-
cativamente més a menudo en los DFH de los pacientes clfnicos, los
estudiantes mediocres y los alumnos de las clases especiales. Se
estableci6 también que los nifios agresivos y los que roban omitfan los
brazos mucho mås a menudo que los tfmidos y aquellos con enfer-
medades psicosomåticas. Por consiguiente, parece que la omisi6n de
los brazos en el DFH refleja ansiedad y culpa por conductas sociales
inaceptables que implican los brazos o las manos. Estos resultados
concuerdan con la observaciön de Machover de que la omisi6n de los
brazos en un dibujo refleja culpa por la hostilidad o la sexualidad. Pero
la presente investigaci6n no corrobor6 la hip6tesis de Levy y Mach over
en el sentido de que este tipo de omisi6n estå asociada con depresi6n
y retracci6n de la gente y del mundo de los objetos. Esta hipötesis
puede ser vålida para pacientes adultos, pero no se cumpliö en los
DFH infantiles. La omisi6n de los brazos fue extremadamente rara en
los dibujos de los nifios deprimidos y retrafdos. En el ünico caso en que
un var6n tfmido y deprimido omiti6 los brazos en su DFH, también
tenfa una historia de robos. Creemos que la omisi6n de los brazos
mås que su depresi6n.
reflejaba su culpa y angustia por los robo•s
Los DFH son particularmente valiosos porque pueden reflejar
tendencias y actitudes conflictivas. La clasificaci6n de los nifios en
grupos o categorfas diagn6sticas o de conducta es, cuando mås,
102

egg
arbitraria, y aquf se hace solo con fines de investigaciön. En la Vida
real, los nifios que vienen a la consulta del psic610go casi nunca son
exclusivamente deprimidos y retrafdos o sölo agresivos. Habitual-
mente muestran una variedad de sfntomas y problemas de conducta
que varfan de tiempo en tiempo y en diferentes estadios evolutivos y
aun en situaciones distintas, p. ej., en el hogar y en la escuela.
La omisiön de las piernas (ilustraciones 10, 16 y 65) es extrema-
damente rara y se dio s610 en los dibujos de unos pocos pacientes
clfnicos y alumnos mediocres. Las piernas figuran generalmente
entre Ios primeros rasgos que produce un nifio preescolar. Tienden a
aparecer en la secuencia evolutiva del dibujo después de la cabeza y
10s Ojos, aün antes de que empiece a dibujar el cuerpo y los brazos. Por
consiguiente, puede suponerse que la omisi6n de las piernas en el DFH
nunca es accidental. Machover postula la hip6tesis de que la ausencia
de piernas revela conflictos en este årea. En el presente estudio este
indicador emocional parecfa reflejar intensa angustia e inseguridad.
Las implicaciones especfficas de este signo parecfan estar relaciona-
das con el modo particular en que las piernas eran omitidas.
Lanustraciön 10 muestra el dibujo de Nick, un nifio de 7 afios, con
distrofia muscular. Para Nick era diffcil caminar y correr. Se le habfa
brindado gran cantidad de atenci6n y cuidados a sus piernas a 10 largo
de los afios. Por consiguiente, no es sorprendente que las haya omitido
totalmente, indicando asf su extrema preocupaci6n por las mismas.
Shirley, una nifia de 9 afios, de tamafio diminuto (påg. 141), hizo un
DFH tan enorme que la porci6n inferior de la figura, incluyendo las
piernas, quedaba interrumpida por el borde inferior de la hoja
(Ilustraciön 16). En este caso, la omisi6n de las piernas estå direc-
tamente relacionada con el tamafio del dibujo y parece reflejar la
intensa preocupaci6n y ansiedad de la nifia por su pequefia estatura
y sus piernas cortas.
Las ilustraciones 11 y 12 muestran los DFH de dos pequefios gra-
vemente perturbados y retrafdos. En ambos casos, las figuras estån
dibujadas de tal manera que las piernas quedan ocultas. Este tipo de
omisi6n de las piernas parece mostrar la falta de interés o la inca-
pacidad del nifio para "plantarse y hacerse ver", valga la expresi6n.
Los dos varones que hicieron los dibujos eran tan inseguros y ansiosos
que buscaban refugio en la fantasia. En efecto, sus piernas eran
soportes demasiado débiles; todo 10 que podfan hacer era ocultarse o
yacer y sumergirse en suefios diurnos.
En la presente investigaci6n el nümero total de nifios que mostr6
omisiön de las piernas en sus DFH era demasiado pequefio como para
permitir generalizagiones amplias o efectuar cömputos estadfsticos

103
significativos. Las interpretaciones de los diferentes modos de presen-
tar la omisi6n de piernas deben considerarse, por consiguiente, solo
como sugerencias que requieren ser sometidas especfficamente a
comprobaci6n y confirmaciön.
La omisiön de los pies (ilustraciones 9, 27 y 68) no fueron clinica-
mente significativas hasta los 7 afios en las nifias y los 9 en los varones;
esto es, hasta que los nifios Ilegan a unä edad en que comienzan a ten er
més confianza en sf mismos y "pararse sobre sus propios pies". En el
presente estudio, la omisi6n de los pies se ha116 mås a menudo en los
DFH de los pacientes clfnicos y de los nifios muy tfmidos. Parece que
esta omisi6n no estå asociada cop ningün tipo especffico de conducta
o sfntoma; en cambio, parece reflejar un sentido general de insegu- : Ofe,"
i

ridad y desvalimiento, un sentimiento de "no tener pies en qué


pararse". Estos resultados concuerdan con los de Machover, para
quien la omisi6n de los pies indica inseguridad de base.
La omisiön del cuello (ilustraciones 27, 38 y 70) no se constituy6 en
un indicador emocional clfnicamente vålido hasta los 9 afios para las
nifias y los 10 para los varones. A partir de esa edad, se dio significa-
tivamente mås a menudo en los DFH de los pacientes clfnicos, los
lesionales cerebrales y los nifios que robaban. Ninguno de los nifios
bien adaptados ni los que tenfan enfermedades psicosomåticas omiti6
este rasgo. Estos dos ültimos grupos tienen algo en comün: tienden a
desplegar un buen control interno sobre sus impulsos y acciones. La
omisiön del cuello parece estar relacionada con inmadurez, impulsi-
vidad y controles internos pobres. Estos datos concuerdan con la
observaci6n de Machover de que la omisi6n del cuello es un signo
comün en los DFH de los nifios inmaduros, los deficientes adultos y
pacientes regresionados. Postula la hip6tesis de que esta omisi6n
revela falta de control racional y pobre coordinaci6n de los impulsos y
la conducta.

INTERPRETACIONES DE LOS SIGNOS EN EL DFH


QUE NO SON INDICADORES EMOCIONALES VALDOS

Ademås de los 30 indicadores emocionales vålidos discutidos ante-


riormente, otros ocho signos fueron investigados e interpretados.
Estos ocho signos habfan Sido considerados originalmente (påg. 61)
como potenciales indicadores emocionales, pero posteriormente fue-
ron excluidos cuando no pudieron satisfacer los criterios establecidos

104
para los mismos (Tabla 11). Sin embargo, como en la literatura hay
abundantes referencias a la significaci6n proyectiva de los mismos,
serån discutidos brevemente aquf en términos de los resultados
obtenidos en la presente investigaciön.
La cabeza grande en el DFH (ilustraciones 5, 14 y 34) ha Sido aso-
ciada con esfuerzo intelectual, enfermedad cerebral y lesi6n cerebral,
inadecuaci6n intelectual, inmadurez, agresi6n, retardo mental, mi-
grafiay preocupaci6n por el rendimiento escolar. Es muy probable que
todas estas interpretaciones sean correctas en un momento o en Otro.
puede suponerse que una cabeza grande en el DFH refleja inquietud
o preocupaci6n por algün aspecto de la adecuaci6n y funcionamiento
mental. Pero sobre la base del DFH sölo no es posible determinar cuål
de Ios muchos aspectos posibles estå implicado. No todas las asocia-
ciones conuna cabeza grande son necesariamente negativas o patolö-
gicas. Muchos nifios ambiciosos y tesoneros con alto rendimiento
escolar muestran este item en sus dibujos (Ilustracjön 13 c). En la
presente investigaci6n se encontr6 que no era nada inusual encontrar
una cabeza grande tanto en los DFH de nifios adaptados, como en los
de los alumnos escasamente adaptados y los pacientes clfnicos. Estå
presente con tanta frecuencia en nifios de todas las edades y de ambos
sexos que o puede ser considerado raro o necesariamente significativo
desde el punto de vista clfnico.
Los Ojos vacios u Ojos que no ven (ilustraciones 2, 10 y 13a) han Sido
descriptos por una parte como un signo normal en los DFH infantiles,
y por otro han Sido asociados con sentimientos de culpa por tendencias
voyeurisrtas, con una vaga percepci6n del mundo, con inmadurez
emocional, egocentrismo, dependencia, falta de discriminaci6n y de-
presi6n. En nuestro estudio se dieron tan frecuentemente en los DFH
de nifias y varones en todos los niveles de edad, que este signo no
podrfa ser considerado un indicador emocional raro. Es muy posible
que las in terpretaciones mencionadas mås arriba sean correctas para
pacientes adultos, pero no se las puede considerar de significaci6n
clinica en el caso de los nifios. Los escolares mås pequefios son
normalmente egocéntricos, emocionalmente inmaduros y depen-
dientes. Los nifios tienen inevitablemente una vaga percepci6n del
mundo y tienen curiosidad por los acontecimientos, sexuales o de otro
tipo. Es normal que exploren las diferencias y las funciones corpo-
rales. Ninguna de estas tendencias puede ser considerada como
particularmente pat016gica en los nifios, ni tampoco el dibujar los Ojos
vacfos en los DFH.
Se ha sostenido que la mirada de reojo en los DFH (Ilustraciones 5,
13b y c) es un signo de suspicacia y tendencias paranoides. Los
105
resultados del presente estudio confirman Ia observaci6n de Harris
(1963) de que este tratamiento de los Ojos en los DFH aumenta en
frecuencia de ocurrencia a medida que aumenta la edad de los nifios.
Se dio muy a menudo en los protocolos de los nifios de 10, 11 y 12 afios,
tanto en los bien adaptados (Ilustraci6n 13 b) como en los pacientes
clfnicos. No es seguro si la mirada de los Ojos refleja la autoconciencia
y el sentimiento de incomodidad normales en el preadolescente, o si
corresponde a una preocupaci6n femenina por los detalles faciales y el
maquillaje de los Ojos, o si es simplemente una muestra de habilidad
para dibujar. En algunos casos parece ser algo més que un signo de
timidez (Ilustraciön 13 c), mientras que en unos pocos casos puede
ciertamente indicar suspicacia y temor (Ilustraciön 5). Un examen del
protocolo como totalidad y el anålisis de los indicadores emocionales
presentes o ausentes permitirå al examinador determinar cuål de
estas interpretaciones es vålida en un caso dado. Se observ6 que los
nifios més inteligentes dibujaban mås a menudo miradas de soslayo
y que este item no discriminaba significativamente entre pequefios
bien adaptados y aquéllos con mala adaptaci6n. En vista de esto, la
presencia de la mirada de reojo no puede ser considerada signo
pat016gico en los protocolos infantiles.
Las manos ocultas en los DFH (ilustraciones 13 a, 39y 95) han Sido
asociadas con dificultad en el contacto, evasividad, sentimientos de
culpa, necesidad de controlar la agresiön y renuencia a afrontar una
situaci6n. En la poblaci6n estudiada por nosotros las manos ocultas
aumentan en frecuencia de ocurrencia a medida que aumenta la edad
de los sujetos. Este item no es nada inusual en los dibujos de los
preadolescentes, tanto varones como mujeres. El mismo no diferencia
losDFH de los pacientes clfnicos de los pertenecientes a nifios bien
adaptados. Estos resultados concuerdan con los obtenidos por Woods
y Cook (1954), los cuales informaron que muchos de los nifios rnås
brillantes y mejor dotados artfsticamente dibujaban figuras con las
manos ocultas.
Durante la administraci6n del DFH, varios nifios (Ilustraciön 13 a)
entrevistador que no podfan dibujar las manos y eligieron
le dijeron al
eludir el problema ocultando las manos detrås de la figura o cu-
briéndolas con otro objeto. Estos nifios no mostraban ningün signo de
ansiedad o sentimientos de culpa excesivos, ya sea en los dibujos o en
su conducta. Més bien mostraban un modo deliberado y socialmente
adaptable de evitar una tarea diffcil, a la que, por 10 pronto, no le
encontraban ninguna utilidad. Tal conducta no puede ser considerada
pat016gica; mås bien revela buen juicio. En varios casos, el oculta-
miento de las manos mostraba que el nifio efectüa una evaluaci6n
106
realista de sucapacidad limitada para dibujar y de su imposibilidad
de responder a sus exigentes criterios. Objetivamente, el dibujo de las
manos es diffcil, y los nifios mås inteligentes y con mayor discerni-
miento rara vez pueden dibujar las manos de manera satisfactoria
para sf mismos. S610 los nifios menos sofisticados quedan conformes
con sus dibujos torpes y mal hechos, de las manos.
El ocultamiento de las manos en el DFH es ciertamente un signo de
evasividad, pero cierto grado de evasividad es normal en los preado-
lescentes. Hubo, sin embargo, casos —especialmente entre los nifios
pequefios— en los que éste era un signo muy claramente conectado con
retraimiento extremo, ansiedad y sentimientos de culpa (Ilustraciön
95). Pero en cada instancia en que se dio esto, habfa por 10 menos otros
dos o mås indicadores emocionales vålidos en el protocolo, p. ej.,
ornisi6n de los pies, figura inclinada, sombreado, etcétera. Estos otros
indicadores revelaban claramente el problema del nifio, de modo que
no se necesitaba el signo adicional de las manos ocultas para efectuar
un anålisis significativo del DFH.
La figura interrumpidapor el borde de la hoja (ilustraciones 16, 19
y 103) ha Sido considerada por algunos investigadores como un signo
de seudoconfianza en sf mismo hasta un grado agresivo, de ostenta-
ci6n como un intento de compensar y ocultar su debilidad, y como un
reflejo de frustraci6n con el ambiente. En el presente estudio, este
signo no discriminö los DFH de los distintos grupos de nifios que
componfan la poblaci6n estudiada. Una Ojeada a los historiales de los
nifios que exhibfan este tipo de dibujo no reve16 ningün denominador
comün. Mostraban gran variedad de problemas, sfntomas de conducta
y medio ambiente. También abarcaban niveles de edad, puntajes de CI
y calificaciones de rendimiento escolar muy variados.
Parecerfa que el significado de la figura cortada depende por 10
menos hasta cierto punto de cuål parte de la figura ha Sido seccionada.
En los dibujos donde las piernas fueron cortadasjusto por encima de
los tobillos, las implicaciones parecieron ser similares a las de los DFH
sin pies (påg. 104). El corte de las piernas enteras parecfa reflejar
inseguridad y falta de una base de apoyo segura, del mismo modo que
la omisi6n de las piernas, ya analizada en la påg. 103. Cuando la
porci6n inferior de los brazos qued6 cortada por el borde lateral de la
hoja, el dibujo se parecfa a un DFH con las manos omitidas y deberfa
interpretarse de la misma manera (påg. 97). En algunos dibujos muy
grandes, la figura se desparramaba por los hordes de la hoja en varios
lados (ilustraciön 103). En estos casos no parecfa haber ningtln intento
consciente o inconsciente de cortar parte de la figura: mås bien se
observaba que el nifio era completamente inmaduro e impulsivo. El
107
dibujo mostraba sobre todo una mala coordinaci6n, débil control
interiory juicio pobre.
También se dio el caso de dos nifios muy perturbados, con conducta
esquizoide y tendencia a retraerse en un mundo de fantasia, que
dibujaron figuras con cabezas grandes interrumpidas en la parte
superior por el borde de la hoja. Este tipo de dibujo es muy raro y debe
ser considerado totalmente pat016gico. Por consiguiente, parece
quedar Claro que cada DFH debe ser considerado separadamente y
que el significado de una figura interrumpida o seccionada, depende
de la parte que es cortada. No puede haber interpretaciones generales
de este signo que puedan ser aplicadas a todos los DFH.
La linea de base opasto (ilustraciones 12, 19y 48) en los DFH ha Sido
interpretada como un signo de inseguridad, de necesidad de apoyo y
de necesidad de un punto de referencia. Estas hip6tesis pueden ser
correctas, pero los nifios pequefios, que viven en un mundo de adultos
"grandotes" y dominantes, son —en virtud de su edad y tamafio—
naturalmente inseguros y necesitados de apoyo. Esto no puede ser
considerado pat016gico en los nifios pequefios. Por consiguiente, no es
sorprendente que la presente investigaci6n haya encontrado una alta
incidencia de Ifneas de base en los protocolos de varones y nifias de
todas las edades. Este item no discrimin6 los dibujos de los nifios bien
adaptados (Ilustraciön 44) y los escasamente adaptados (Ilustraciön
42). La presencia de la linea de base o pasto no puede considerarse un
indicador clfnicamente significativo de perturbaci6n emocional entre
de edad escolar.
los nifios
El sol o la luna en los DFH (ilustraciones 12, 19 y 108) ha Sido
asociado con amor y apoyo parental, y con la existencia de una
autoridad adulta controladora. Estas dos actitudes parentales no son,
por supuesto, mutuamente excluyentes. Nuestros resultados parecen
abonar ambas hip6tesis. Mås nifios bien adaptados que pacientes
clfnicos dibujaron soles en sus DFH. Se observ6 que particularmente
los nifios con problemas psicosomåticos agregaban soles a sus dibujos.
Los padres de estos nifios a menudo era realmente carifiosos y se
ocupaban de sus hijos, siendo al mismo tiempo muy controladores. Los
nifios, a su vez, parecfan sentir gran ambivalencia hacia sus padres.
Pero podfan expresar abiertamente s610 las actitudes positivas, y no
se atrevfan a revelar sus actitudes negativas.
Cuando se compararon los DFH de los buenos y los malos alumnos,
se encontr6 que era mayor la cantidad de alumnos con altas califica-
ciones que hacfan soles en sus dibujos. Estos resultados concuerdan
con el estudio de Koppitz, Sullivan, Blyth y Shelton (1959). La
presencia del sol parece estar positivamente relacionada con el rendi-
108
miento en los grados primarios y se estima que refleja la conciencia
que el nifio tiene del interés de los padres y su presi6n para que rinda
en el colegio. Esta presi6n, dentro de ciertos lfmites razonables, puede
ser muy deseable, y puede servir como factor motivador para que el
nifio se esfuerce en la escuela. La preocupaci6n de los padres por el
rendimiento de sus hijos s610 es dafiina si es extremada; y si los padres
esperan del nifio mås de 10 que éste puede lograr (Ilustraciön 108). Por
consiguiente, no se puede afirmar que la presencia del sol en un
protocolo es necesariamente un buen signo o, por el contrario, que
invariablemente es un signo de psicopatologfa o de una relaci6n
paterno-filial perturbada. S610 se puede efectuar una interpretaci6n
significativa de un sol cuando ya se ha analizado el DFH integra-
mente, y luego de contar con informaciön adicional sobre el nifio y los
padres.
Las lineas fragmentadas o esquiciadas (ilustraciones 1 a, 13 ay 20)
en Ios DFH han Sido asociadas con temor, inseguridad, sentimientos
de inadecuaci6n, ansiedad, terquedad y negativismo. Los presentes
estudios revelaron un incremento regular en el empleo de Ifneas
fragmentadas a medida que los nifios eran mayores. Esto coincide con
Ia observaci6n de Harris (1963) de que las Ifneas esquiciadas no son
raras en los DFH de los nifios mayores. Se podrfa argüir que los
preadolescentes como grupo tienden a ser inseguros y ansiosos, y que
esto se refleja en el empleo de trazos fragmentarios. Pero se comprob6
que muchos nifios bien adaptados y seguros de sf mismos usaban
trazos interrumpidos en sus dibujos. De hecho, muchos de los nifios
mås inteligentes y mås dotados artisticamente 10 hacfan (ilustracio-
nes 1 ay 13 a).
Ademås, se observ6 que algunos de los lesionados cerebrales di-
bujan figuras con trazos esquiciados (Ilustraciön 98 a). Esto ha Sido
también observado por otros investigadores. En la mayorfa de los
casos no era diffcil distinguir las Ifneas esquiciadas de un pequefio con
talento, de los trazos interrumpidos de un nifio con dafio neur016gico.
Pero habfa algunos casos fronterizos donde la diferencia no era
aparente. En estos dibujos, la fragmentaci6n de la Ifnea era minima,
o tan leve que no se podfan ver diferencias entre ambos tipos de
dibujos. En consecuencia, no consideramos este rasgo como un signo
Claro de psicopatologfa.

109
INTERPRETACION CLINICA
DE LOS DIBUJOS INFANTILES

Un dibujo infantil es una expresi6n gråfica, y como tal, es una


manifestaci6n que båsicamente no difiere de cualquier Otra manifes-
taci6n.Asf como se pueden analizar manifestaciones verbales para
determinar estructura y contenido, de la misma manera se pueden
analizar los DFH para determinar estructura y signos y también
contenido y significado. En los capftulos precedentes se analizaron
DFH infantiles en cuanto a su estructura y se puntuaron signos
objetivos y sfmbolos que reflejan la madurez mental infantil y actitu-
des emocionales. Ahora se intentarå interpretar los DFH de acuerdo
con su significado y contenido clfnico.
Todas las manifestaciones, incluyendo los DFH, tienen un signi-
ficado y propösito especial para el nifio que los hace. Un dibujo puede
representar muchas cosas diferentes. Puede ser una expresi6n de
alegrfa o rabia, o un grito de miedo o angustia; puede ser una pregunta
o una demanda; puede reflejar un deseo o una fantasia; o puede estar
diciendo algo que el nifio ha visto o experimentado. Un DFH puede
expresar eso y mucho mås. La tarea del psic610go clfnico es descubrir
el significado de los DFH y averiguar qué estå tratando de comunicar

el nifio a través de sus dibujos.


El dibujo y la pintura son un modo natural de expresi6n infantil.
Los nifios pueden pintar sus sentimientos y actitudes en imågenes y
sfmbolos gråficos mucho antes de que puedan transmitirlos en concep-
tos verbales abstractos. Pero una vez que el nifio ha dominado el arte
de comunicar sus pensamientos y sentimientos por medio de la
palabra hablada o escrita, habitualmente abandonarå el dibujo como
medio de expresi6n. Cuando Ilegan a la adolescencia la mayorfa ya no
dibuja espontåneamente y con frecuencia son renuentes a dibujar,

111
aunque se les pida que 10 hagan. S610 el joven realmente con talento
e inclinaci6n artfsticas, continuarå dibujando y pintando por su
cuenta a medida que crece.
Sin embargo, aun los nifios mayores sin inclinaci6n artistica volve-
rån al lenguaje del dibujo y la imagen gråfica cuando estån muy
turbados y son incapaces de expresar con palabras sus ansiedades y
conflictos, conscientes o inconscientes. La autora ha observado que
muchas veces, nifios que acudfan a la clinica para psicoterapia, a
menudo no podfan verbalizar sus problemas ni nada referente a sf
mismos, pero frecuentemente se mostraban con muchos deseos de
dibujar y pintar. A medida que estos nifios aumentaban la confianza
en sf mismos y mostraban una mejorfa en su conducta, generalmente
dejaban de dibujar y pintar. Empezaban entonces a dramatizar sus
problemas con la ayuda de mufiecas y juguetes y Ilegaban a la
comunicaci6n verbal indirecta por medio de tfteres o un teléfono de
juguete. Solamente cuando estaban muy adelantados en su trata-
miento, los nifios podfan hablar libremente con su terapeuta y escu-
char sin excesiva ansiedad sus propias verbalizaciones a través de un
grabador. Pero siempre que el nifio retrocedfa o mostraba regresi6n en
su conducta volvfa a medios de comunicaci6n no verbales en la sesi6n
terapéutica, y una vez mås empezaba a dibujar y pintar. De acuerdo
con esto parece evidente que el dibujo es més significativo para los
nifios pequefios y para los que sufren serios problemas emocionales.
A1 tratar de analizar los DFH infantiles desde un punto de vista
clfnico, la autora se formu16 tres preguntas: 1) äCömo dibujaba el nifio
su figura o figuras?; 2) iA quién dibujaba en su dibujo?, y 3) iQué
estaba tratando de decir? Para descubrir la respuesta a estas pre-
guntas, la investigadora estudi6 los dibujos de cientos de nifios que
conocfa bien y confront6 sus interpretaciones de los DFH con la
conducta infantil real y su historia clfnica. Consideramos que un
anålisis significativo de los dibujos infantiles presupone en el psic6-
logo clfnico, no s610 el conocimiento de la edad del nifio y de su sexo,
sino también de su familia y medio ambiente. Todas las interpreta-
ciones clfnicas de los dibujos son mera especulaci6n, a menos que
puedan ser verificadas y confirmadas por la historia del nifio y Otros
datos clfnicos.

Basada en afios de experiencia clinica y experimentaci6n, a la


autora gustarfa sugerir tres principios båsicos para analizar el
le
significado de los DFH. Creemos que estos prjncipios son vålidos para
todos los DFH de nifios entre las edades de 5 y 12 afios. No sabemos
si estos principios son también vålidos para nifios mayores o para
adultos, y no podemos darpor sentado que sean ütiles para dibujos que

112
no sean DFH, tal como han Sido definidos en este volumen (pågina 15).
Los tres principios se detallan a continuaci6n:

1) COMOdib uja lafigura, sin teneren cuentaa quién dibuja, refleja


concepto que el nino tiene de St. La manera en que el dibujo estå
hecho y los signos y sfmbolos empleados, revelan el retrato interior del
nifio ymuestran su actitud hacia sf mismo. Si cuando se le pide a un
nifio DFH dibuja mås de una figura, puede mostrar su
que haga un
concepto de mismo en mås de una de las figuras. En la Ilustraciön
sf
51, por ejemplo, Betty indic6 sus actitudes hacia sf misma en el
tratamiento de la figura de la madre y en el de la nifia (pågina 154).

2) A QUIEN dibuja, es a la persona de mayor interés e importancia


para el nino en el momento de realizar el dibujo. En la mayorfa de los
casos, los nifios sedibujarån a sf mismos, pues obviamente nadie es de
mayor importancia para un nifio que él mismo. Generalmente los
nifios hacen un dibujo bastante realista de sf mismos, pero algunos
pequefios estån tan descontentos consigo mismos que distorsionan
sus imågenes hasta que no guardan ningün parecido con su apariencia
real o con la de cualquier Otro ser humano. Las ilustraciones 48, 68, 74
y 75 son ejemplos de DFH que muestran criaturas no humanas, o no
del todo humanas, que en realidad, representan retratos de los nifios
que las hicieron. Otros nifios dibujan imågenes ideales de sf mismos
con la forma de sus héroes. Ejemplos en ilustraciones 1 a, lc y 29.
Pero hay excepciones a esta regla; algunos nifios no se dibujan a sf
mismos. Las ilustraciones 14y 83 b muestran dibujos que representan
a las madres de los nifios (påginas 153 y 187), mientras que la
Ilustraciön 84 muestra el padre de un joven (pågina 188), y la nus-
traciön 82 revela la hermana de un nifio (pågina 186). En cada uno de
estos cuatro casos, se descubri6 que la principal preocupaci6n y
conflicto del nifio en ese momento, estaban centrados alrededor de la
persona que dibuj6, es decir, la madre, el padre o la hermana,
respectivamente. Sin embargo, el dibujo de una persona distinta de
uno mismo, no necesariamente indica conflicto con la misma. Puede
también reflejar una preocupaci6n positiva por esa persona, como fue
el caso de Jean, que dibuj6 a su héroe Elvis Presley (Ilustraci6n 1 b).

Es muy frecuente que adolescentes tempranas dibujen personajes


masculinos seductores, en respuesta al despertar de sus impulsos y
deseos sexuales.
El principio de que un dibujo revela la persona que es de mayor
interés para el nifio, difiere de la ampliamente aceptada hip6tesis de
Machover, de que el sexo de la figura dibujada refleja la identificaci6n
113
sexual del nifio. Muchos estudios e investigaciones de dibujos infan-
tiles sededicaron a la exploraci6n de la hip6tesis de identificaci6n
sexual, pero los resultados no han Sido concluyentes (Bieliauskas,
1960; Brown y Tolor, 1957; Butler y Marcuse, 1959; Granick y Smith,
1953; Haworth y Normington, 1961; Jolles, 1952; McHugh, 1963 y
1966; Richey, 1965). Mientras que la mayorfa de los nifios dibuja
primero figuras de su propio sexo, un nümero considerable dej6venes
no sigue este patr6n, sin mostrar por eso, necesariamente, identifi-
caci6n sexual confusa. No se puede afirmar que todos los varones que
dibujan mujeres o nifias en primer lugar, sean homosexuales o tengan
identificaci6n femenina, aunque esto pueda darse en algunos casos.
Lo mismo se aplica a las nifias que dibujan figuras masculinas. Las
nifias que dibujan hombres estån interesadas o preocupadas por
muchachos u hombres, y pueden, o no, identificarse con ellos.
En la experiencia de la autora se di o asiduamente, que un var6n que
dibuja a una nifia o una mujer en su DFH estuvieraemocionalmente
influenciado por una mujer de su familia o medio ambiente, pero que
no se identificaba con ella necesariamente. Estas observaciones estån
de acuerdo con el estudio de Phelan, cuidadosamente controlado y
ejecutado (1964). Phelan compar6 la adaptaci6n social y actitudes de
50 alumnos de sexto grado, que dibujaron primero una figura feme-
nina, en respuesta al Test DFH, con la adaptaci6n y actitudes de 50
varones que dibujaron primero una figura masculina. Ambos grupos
fueron equiparados en edad, CI, ocupaci6n paterna y religi6n. Los
resultados no mostraron diferencia significativa entre los dos grupos,
ni en cuanto a los puntajes medios de adaptaci6n total, ni en cuanto
a la valoraci6n de sus maestros con respecto a la adaptaci6n. Sin
embargo, un anålisis cuidadoso de las respuestas individuales de los
dos grupos mostr6 que, los varones que dibujaron una figura femenina
en primer lugar, tendfan a sentirse mås dominados por los adultos y
tenfan una actitud menos positiva hacia su padre. Se encontr6 que
estos nifios provenfan mås a menudo de hogares dominados por la
madre, que los que dibujaron en primera instancia figuras masculi-
nas. Parece bastante 16gico, que los varones de hogares dominados por
la madre estuvieran mås interesados y preocupados por sus madres y
que dibujaran figuras maternas, mås a menudo que los que provenfan
de hogares dominados por el padre.
A veces, los niios indican que la figura en sus DFH no es un var6n
o una nifia (ellos mismos) o un hombre o una mujer (un progenitor),
sino mås bien el examinador (pågina 24). Esto puede ser halagador
para el examinador, pero es un signo muy pobre para el nifio. En la
experiencia de la autora, los que dibujan al psic610go, son nifios muy
solos y tristes, que no se consideran a sf mismos dignos de interés y que
no tienen a nadie en casa que les interese o preocupe. Estos nifios son
incomunicados sociales, hambrientos de atenci6n y afecto; han reci-
bido tan poco calor y reconocimiento de Otros que responden en exceso
a la aceptaci6n y amistad del psic610go que es un extrafio a quien no
han visto antes.
Una situaci6n algo diferente, es la de algunos nifios de pensamiento
concreto, con lesiones cerebrales, que tienden a vivir completamente
cualquier momento dado con poca referencia al pasado o a 10 futuro.
Estos nifios se inclinan a dibujar cualquier persona que vean enfrente,
incluyendo al examinador, usando a esa persona, en realidad, como
modelo. Los dibujos son generalmente bastante realfsticos y estån
inspirados en la situaci6n y no en las necesidades internas del nifio o
sus intereses.

3) LO QUE el niüo estå diciendo en su DFH puede presentar dos


aspectos; ser una expresiön de sus actitudes y conflictos, o ser un deseo,
o ambas cosas. La elecci6n de la persona que el nifio dibujay la manera
en que la dibuja, reflejan las actitudes del nifio. Estos aspectos del
DFH, representan una manifestaci6n de la persona de mayor impor-
tancia para el nifio en ese momento, y de cuåles son sus sentimientos
para consigo mismo. Si un nino describe la persona que dibujö, en-
tonces la descripciön se refiere a la persona dibujada; es decir, si se
dibuj6 a sf mismo, la descripci6n se refiere a él; si dibuj6 a otro, la
descripci6n se refiere a esa Otra pesona.Las ilustraciones 83 b y 84
(påg. 187 y 188) ofrecen ejemplos de DFH de nifios que dibujaron y
describieron personas que no eran ellos. Sin embargo, la manera de
dibujar las figuras refleja la actitud de los ninos hacia si mismos.
Si un niüo cuenta una historia espontdnea sobre su DFH, entonces
el contenido de la historia representa un deseo. El DFH de la Ilus-
traciön 14 puede servir de ejemplo para esta hip6tesis. Este DFH fue
hecho por Edith, una nifia de siete afios seriamente descuidada y con
carencias emocionales, desfigurada por una fisura palatina mal
arreglada (pågina 153). La manera en que la figura fue dibujada,
revela que Edith era consciente de su apariencia, y muestra sus
sentimientos de inadecuaci6n. Edith expresö que la figura representa
"una sefiora", es decir, su madre. A1 dibujar a la madre en vez de a una
nifia (ella misma). Edith indic6 que en ese momento sus ansiedades y
problemas emocionales estaban concentradQs en su madre. Edith
describi6 a la sefiora del dibujo (su madre) como "mala", que tenia
permanente" y un "novio". Estas descripciones correspondfan exac-
tamente a su madre. Edith percibi6 correctamente, que su madre era
115
una mujer arreglada y atractiva, en contraste con su fealdad y
apariencia descuidada; la madre realmente tenfa un "novio" y, por
cierto, era "mala" con Edith. Edith narr6 10 siguiente, espontånea-
mente: "La senora estå esperando a su novio; estå loca por él. El no
vendrå. Ella es tan mala que quiere salir todas las noches". Esta
historia refleja el deseo de Edith; en efecto, ella estå diciendo: "Deseo
que el novio de mi mamå no venga esta noche, asf ella se quedarå en
casa conmigo en vez de salir todas las noches".
Muchos DFH y dibujos de familia, pueden ser analizados de esta
manera, pero debe subrayarse que s610 se consideran vålidos para esta
clase de anålisis los comentarios y narraciones espontåneas o esti-
muladas por una pregunta general y abierta (por ejemplo, 'tqué clase
de persona es ésta?" y 'tqué estå haciendo?"). Si se le pide a un nifio
que responda preguntas especfficas sobre el dibujo en una interro-
gaci6n normal, en la opini6n de la autora, los resultados son, a
menudo, cuestionables. A veces, los nifios dan las respuestas que ellos
piensan habrån de complacer al examinador. Mientras todos los DFH
ofrecen algün conocimiento interior o informaci6n sobre el nifio, es
también verdad que los dibujos difieren ampliamente en cuanto al
material clfnico que pueden aportar. Es bastante obvio que muchos
pequefios dibujan figuras muy convencionales que ofrecen un mfnimo
de informaci6n clfnica. En tales casos, el anålisis del dibujo tiene que
estar limitado al puntaje de signos y sfmbolos objetivos. Ninguna
cantidad de cuestion arios puede producir material clfnico vålido sobre
la base de un DFH, si este material no esti contenido en el dibujo, en
primer lugar. Si el nifio se estå tratando de comunicar con el exami-
nador a través de sus dibujos, ofrecerå claves espontåneas y comen-
tarios de sus dibujos, si se le da la oportunidad.
La mayorfa de los investigadores de DFH, incluyendo a la autora,
han estudiado dibujos de numerosos grupos de nifios de escuelas
püblicas. Estos dibujos generalmente los obtienen en las aulas los
investigadores o los maestros. Con poca o ninguna preparaci6n, se les
pide a los nifios que dibujen "un hombre" o "una persona entera" o "un
dibujo de sf mismo". Esto equivale a decir a un grupo de nifios: "Digan
algo sobre ustedes". El nifio bien entrenado, realizarå obedientemente
la tarea asignada, pero es raro que muestre compromiso emocional en
su ejecuci6n. En este caso los dibujos pueden ser analizados en su
estructura y signos. Pero cuando los DFH de grupos de chicos de
escuelas normales son examinados desde .un punto de vista clfnico,
generalmente se encuentra que su contenido es escaso, 10 que no es
muy sorprendente.
Por fortuna, la gran mayorfa de escolares de escuelas primarias de
116
yat
clasemedia, estån emocional y socialmente bastante bien adaptados
y de serios disturbios mentales que se puedan revelar en los
libres
DFH. Ademås, la mayorfa de los escolares considera el pedido de hacer
un DFH como poco més que Otra tarea escolar o una diversi6n
placentera. La mayorfa de los nifios tratarån de salir bien de la prueba
de DFH para obtener aprobaci6n, pero generalmente, no intentan
transmitir al examinador, consciente o inconscientemente, un men-
saje respecto a sus conflictos y ansiedades interiores. Un nifio bien
adaptado y equilibrado no desplegarå sus sentimientos fntimos, si
puede evitarlo. S610 los nifios emocionalmente perturbados y mal
adaptados, que son la excepci6n en un amplio nümero de escolares,
reflejarån sus problemas en sus dibujos sin proponérselo. Hay una
gran diferencia en Ia riqueza de contenido y significado, aunque no
necesariamente en estructura, entre los DFH de grandes grupos de
nifios normales de escuelas püblicas y los dibujos de nifios emocio-
nalmente perturbados, que son pacientes psiquiåtricos o alumnos de
clases especiales. Los nifios con problemas revelarån mucho de sf en
sus dibujos, especialmente si los hacen en una situaci6n de dos, frente
a un psic610go que 10 acepte y se muestre deseoso y capaz de escuchar
su silencioso, pero elocuente, pedido de entendimiento y ayuda.
Esta diferencia entre los DFH de nifios de escuelas püblicas y de
pacientes clfnicos, puede explicar el hecho de que investigadores como
Harris (1963), que se ocupa especialmente de dibujos de escolares en
gran nümero, tienda a subestimar el significado clfnico de los DFH,
mientras que otros como Machover y Hammer, que ven casi exclusi-
vamente dibujos de pacientes psiquiåtricos, tiendan a sobreestimar el
significado clfnico de los DFH. Los dibujos infantiles contienen ge-
neralmente algün material clinico significativo, pero es incorrecto
pretender que todo signo o rasgo en un dibujo sea, necesariamente
significativo desde el punto de vista clinico. Después de todo, una
cierta cantidad de tensiön, ansiedad y conflicto es normal en todos los
nifios, y no puede ser considerado pat016gico cuando se refleja en los
DFH.
Es importante la capacidad de evaluar la intenci6n de un nifio,
analizando un dibujo. No todos los dibujos tienen el mismo prop6sito,
ni deben ser considerados igualmente importantes o significativos.
Un dibujo casual, producido en un momento de aburrimiento o
tensi6n, diferirå ampliamente de un dibujo ejecutado con deliberaci6n
cuidadosa. Un dibujo espontåneo de un nifio, diferirå notablemente de
un DFH hecho a requerimiento de un psic610go. Las instrucciones de
dibujo pueden, en algunos casos, también afectar el contenido clfnico,
aunque la estructura de los dibujos apenas sea afectada. Marcus
117
(1963) muestra de qué manera diferente puede responder un nifio,
segün se le solicite dibujar "una familia" o "tu familia".
Los dibujos de Shirley (ilustraciones 15 y 16) ilustran 10 diferentes
que pueden ser los DFH de un solo nifio en distintas situaciones.
Cuando Shirley tenia 8 1/2 afios, la escuela envi6 a los padres de la nifia
a la clinica de orientaci6n infantil, para que obtuvieran una evalua-
ci6n psic016gica de su hija. Shirley, en tres afios de asistencia escolar,
no habfa podido progresar y era incapaz de relacionarse con sus
compafieros. Era tan s610, tolerada o ignorada por ellos. Shirley era
una nifia diminuta que parecfa y actuaba mås como una nifia de seis,
que de ocho afios. Era muy tranquila e invariablemente se mostraba
alegre y amistosa, de una manera superficial. Para un Ojo conocedor,
era evidente que habfa, en su conducta, una depresi6n subyacente.
Era chata emocionalmente y mostraba una pobre comprensi6n social.
En la Escala de Inteligencia Stanford-Binet, Shirley dio un nivel
normal bajo. La madre de Shirley era una mujer joven, atractiva,
alegre y socialmente ambiciosa que se negaba a admitir que algo
andaba mal en Shirley. Acusaba a la escuela de los fracasos acadé-
micos de la nifia, y trataba de ocultar su propio rechazo hacia su hija,
gratificåndola con cosas materiales.
La primera vez que concurri6 a la clinica de orientaci6n, Shirley
estaba alegre pero distante. Realiz6 el DFH de Ia Ilustraciön 15.
Comenz6 dibujando las piernas, después agreg6 el vestido, los brazos
y finalmente la cabeza. Esta secuencia particular de dibujar las partes
de una figura humana, se asocia generalmente con relaciones inter-
personales pobres. Normalmente, la cabeza, {rea de percepci6n y
comunicaci6n social, se dibuja primero. Los nifios que dibujan la
cabeza o la cara al final de un DFH, tienden a tener dificultades para
relacionarse con los demås. De una primera mirada, el dibujo ter-
minado de Shirley parece ser bastante convencional y no demasiado
diferente de los otros de nifias de ocho afios y medio. Pero una mirada
més detenida en los detalles, muestra integraci6n pobre del cuerpo y
la cabeza, brazos cortos, omisi6n de la nariz y el
sombreado del cuerpo.
Todo esto sugiere que Shirley era una nifia tfmida, escasamente
integrada y ansiosa, que no podia conectarse con los demås. Esta
impresi6n estaba también apoyada en la secuencia inusual en que
Shirley dibuj6 su figura. De esta manera el DFH de la Ilustraciön 15
da la impresi6n de que Shirley era una nifia superficialmente confor-
mista, aislada socialmente, ansiosa, retrafda e infeliz.
La autora le hizo terapia una vez por semana. Durante las primeras
sesiones, Shirley se mantuvo completamente incomunicativa. Se
pasaba el tiempo haciendo dibujos con crayön, mås bien estereotipa-
118
dos, visualmente agradables pero desprovistos de compromiso emo-
cional. Shirley habfa Sido felicitada, en el pasado, por su habilidad
para dibujar, y perseveraba ahora, haciendo dibujos "seguros", en un
esfuerzo por evitar tareas dolorosas o desagradables o una exposici6n
de sus dificultades subyacentes. Shirley imitaba la actitud perfec-
cionista de la madre; sonrefa dulcemente y negaba tener problemas.
Sin embargo, era evidente que la nifia se sentfa desdichaday sola. Un
dfa, Ia autora le pidi6 a Shirley que dibujara Otra "persona entera". A1
principio Shirley dud6, después mir6 a la terapeuta un rato largo, con
expresi6n seria y penetrante. Era como si estuviera viendo a la
terapeuta por primera vez. Parecfa ansiosa de decirle algo, pero no
podia articular una sola palabra; y en vez de hablar dibuj6 la figura de
lallustraciön 16. Las diferencias entre los DFH de las ilustraciones 15
y 16 son sorprendentes.
La Ilustraciön 15 muestra la clase de dibujo de una chica tfmida y
ansiosa, empefiada en ocultar sus problemas a los demås, mientras
que el DFH de la Ilustraciön 16 es el dibujo franco de una nifia, que se
estå revelando a sf mismay pidiendo ayuda. La ilustraciön 16 muestra
con pasmosa claridad, la intensa rabia de Shirley y su frustraci6n e
indefensi6n total para hacer frente a sus sentimientos. El primer
dibujo, en efecto, dice: "Sf, estoy muy sola y triste, i.y qué? No es asunto
suyo y de cualquier manera, yo no le tengo confianza". El segundo
dibujo fue realizado deliberadamente y con un prop6sito, y dice
bastante llanamente: "Mire, estoy sufriendo, por favor, va a hacer
nada para ayudarme?" Este dibujo es la süplica de una nifia que no
puede verbalizar su pedido. La Ilustraciön 16 muestra el retrato de
una nena sonriente, cuyos Ojos bizcos delatan su rabia y frustraciön
subyacentes. Los brazos derechos, cafdos y cortados a la altura de las
manos, y la omisi6n de las piernas, dan impresi6n de indefensi6n e
inmovilidad; muestran un esfuerzo desesperado de parte de Shirley,
para controlar rfgidamente sus impulsos hostiles. El dibujo, de ta-
mano mayor que el regular, estå en marcado contraste con la estatura
diminuta de Shirley y refleja su interés y sensibilidad ante su fracaso
por no crecer como los otros nifios (påg. 141).
Este capftulo se dedicarå a anålisis clfnicos de dibujos infantiles, y
a ver qué estån tratando de decir los pequefios a través de sus dibujos,
antes que a observar cömo los estån haciendo. Este anålisis de con-
tenido serå realizado sobre los DFH que son ricos en significado e
importancia clfnica; es decir, el anålisis se basarå ampliamente en los
dibujos de pacientes psiquiåtricos y alumnos de clases especiales,
antes que en los DFH de escolares normales de escuelas püblicas.
Todos los nifios cuyos dibujos son tratados aquf, fueron conocidos

119
personalmente por la autora; y en la mayorfa de los casos una cantidad
considerable de informaci6n ambiental y datos de tests psic016gicos
adicionales estuvieron también a su disposici6n.

ENFOQUE INFANTIL DE LOS PROBLEMAS


VITALES REFLEJADOS EN LOS DFH

La Vida es y también los nifios mås inteligentes, sanos,


diffcil

fuertes y que reciben mucho amor y apoyo de sus padres, deben


enfrentar diariamente tensiones y esfuerzos. La habilidad y el éxito
con que un nifio enfrenta los problemas de la Vida, dependerå, por
supuesto, de muchos factores, pero uno de los mås importantes serå
la actitud del nifio hacia esos problemas. Algunos nifios lucharån
duramente para dominar sus impulsos y tratarån con valentfa, de
superar los celos frente a un hermano o de vencer su dolor ante la
pérdida de un padre. Algunos trabajarån con determinaci6n inflexible
para aprender una tarea diffcil o para tolerar severas frustraciones.
Otros nifios con la misma habilidad, pero con menor motivaci6n y
fuerza interior pueden hacer esfuerzos peri6dicos para enfrentar un
desaffo, pero los abandonarän cuando las cosas se pongan diffciles.
Algunos nifios oscilan entre tentativas para resolver sus problemas y
evasiones. Otros han experimentado la derrota y el fracaso tan a
menudo que han dejado de luchar y tratan de evitar todas las
dificultades que presenta la Vida, ofreciendo una resistencia pasiva o
escapändose por medio de la fantasia.
Es importante conocer y entender el ingreso de un nifio en las
tensiones y esfuerzos de la Vida, al planearle un programa terapéutico.
Especialmente cuando se trabaja con nifios muy pasivos y no comu-
nicativos, es esencial determinar si el nifio es incapaz o si no tiene
ganas, de aplicarse a la tarea que tiene a mano. Es aquf, donde los DFH
pueden ser de gran valor al revelar la actitud båsica del nifio hacia la
Vida y hacia sus problemas.

COMO SE REFLEJA LA AMBICION EN LOS DFH


En las ilustraciones 17, 18 y 19 se muestran los DFH de tres nifios
altamente motivados y ambiciosos, que estån luchando duramente
para que les vaya bien y asf complacer a sus padres. De los tres se
puede esperar que harån los mås grandes esfuerzos y no abandonarån
la tarea hasta que esté concluida o hasta que realmente no puedan

120
mås y la tarea los abrume. El DFH de la Ilustraciön 17 fue dibujado
por Carl, un muchacho de once afios de inteligencia superior. Sus
ambiciosos padres establecieron altas metas para él. Podemos ver, por
su dibujo, que percibe las tareas como un desaffo, como una empinada
montafia que quiere y puede ascender. El dibujo es técnicamente
imperfecto y anat6micamente incorrecto, pero no cabe duda de que el
muchacho dibujado estå firmemente agarrado a la roca, con ambas
manos y pies; su expresi6n muestra confianza en su habilidad para
alcanzar finalmente Ia cumbre de la montafia. La tarea que tiene por
delante no estå presentada como fåcil, sino como algo que tiene que ser
superado. Como se podia esperar, Carl era un alumno estudioso y a
quien le iba bien en la escuela.
La Ilustraciön 18 muestra un contraste bastante grande con la
Ilustraciön 17. Este DFH fue hecho por Bill, un muchacho de alto nivel
intelectual de diez afios y medio. Los padres de Bill eran muy
ambiciosos, y exigfan de su hijo mås de 10 que él podia dar, aunque se
esforzara para complacerlos. Cuando su tarea escolar no complacfa las
expectativas paternas, éstos comenzaban a presionarlo hasta que Bill
mostraba signos de abandono y desarrollaba enuresis e inexplicables
dolores de est6mago. El padre insistfa en que Bill podia realizar la
tarea y que simplemente era haragån. El DFH de Bill, en la Ilus-
traciön 18, nos dice algo diferente: Aquf vemos a un escalador de
montafia que ha Ilegado a un atolladero imposible; estå colgando
desesperadamente de la punta de los dedos, de un borde de la
montafia, y no se puede mover en ninguna direcci6n. La soga, en-
roscada en la roca, no estå fija al escalador y no le ofrece ninguna
ayuda. El estå completamente solo, aislado del resto del mundo; no
vale la pena ni siquiera pedir socorro. La situaci6n es tan sobreco-
gedora que ya no la puede enfrentar mås, y por eso Bill omite los Ojos
y la boca de la figura en su dibujo. También en la.vida real Bill dej6 de
hablar y de comunicarse con los demås; se ais16 y dirigi6 sus frus-
traciones e infelicidad hacia sf mismo; trat6 desesperadamente de
sostenerse a pesar de la desconformidad de sus padres. Era mås infeliz
todavfa porque querfa que le fuera bien, pero no podia. El dibujo de la
Ilustraciön 18 convenci6 hasta al padre, de que Bill no era un simple
'haragån", sino que necesitaba ayuda y apoyo para recuperar la
confianza en sf mismo.
El DFH de la ilustraciön 19 fue realizado por David, un nifio de once
afios, de inteligencia normal y con buena adaptaci6n social. Pero
David estaba pasando por un perfodo de poca atenci6n, distracci6n y
un serio déficit de la memoria en cuanto a sonidos y sfmbolos; debido
a esto no podia leer. A pesar de varios afios de fracaso escolar, David
121
no habfa desistido; querfa aprender a leer y estaba dispuesto a
cualquier sacrificio para lograr su prop6sito. David dibuj6 una figura
diminuta parada debajo de nubes oscuras, revelando sus intensos
sentimientos de inadecuaci6n y ansiedad por su fracaso escolar.
Estaba vivamente consciente de la importancia que sus padres y la
sociedad otorgaban a la capacidad de leer y 10 sentfa como una presi6n
continua. David cont6 la siguiente historia de su DFH: "El muchacho
le dijo a otro nifio que pasarfa la montafia y cuando la pas6, la montafia
dijo: iHurra!" La manera en que fue dibujada la figura muestra el
pobre concepto que de sf tenfa David, pero la historia sobre la figura,
revela su ambici6n. Su deseo es "pasar la montafia", aprender a leer
y solucionar su problema; aün no ha abandonado la esperanza y
triunfarå.

COMO SE REFLEJAN LAS ACTITUDES VACILANTES


ANTE LA VIDA EN LOS DFH

El DFH de la Ilustraciön 20 fue dibujado por Jerry, un nifio de 12


afios, de alto nivel intelectual. Jerry habfa sufrido serios descuidos
ffsicos y carencias emocionales durante los dos primeros afios de su
Vida hasta que finalmente fue sacado de su hogar. De ahf en adelante
habfa vivido en diferentes hogares adoptivos. Tenfa una larga historia
de problemas de conducta y aprendizaje. Jerry era un nifio muy
inestable y malhumorado que podia ser sumamente encantador un
dfa y al dfa siguiente voluble e irritable. Perfodos de depresi6n se
alternaban con arrebatos destructivos. En varias ocasiones habfa Sido
suspendido en la escuela y estaba a punto de ser expulsado, cuando se
10 vio para una evaluaci6n psic016gica.

El DFH de Jerry refleja, de manera bastante dramåtica, su inse-


guridad e inestabilidad. Trabaj6 mucho y por largo rato en el dibujo y
verbalizö mientras dibujaba: "...el nifio estå corriendo... eståjugando
al basket... no, tengo una idea, estå en la cuerda floja... estå haciendo
equilibrio".Después de completar el DFH, Jerry pudo, de pronto,
expresar libremente sus ansiedades y conflictos. Le dijo a la autora,
que él, realmente querfa estabilizarse y trabajar fuerte; querfa ter-
minar la escuela e ingresar en la Marina; querfa Ilegar a ser alguien.
Pero, al mismo tiempo, estaba convencido que era "inütil" y que no
habfa esperanza. Estaba seguro de que su destino era convertirse en
un "vago". Aveces, tenfa ganas de matarse. Jerry estaba dolorosamen-
te consciente de su inestabilidad y debilidad. El DFH muestra su
deseo, su anhelo de "equilibrarse". Sin embargo, pocos meses después
122
de hacer el dibujo de la Ilustraciön 20, Jerry perdi6 su equilibrio
completamente y fue Ilevado a un centro residencial de tratamiento.
En el caso de Jerry, el contenido del dibujo es clfnicamente mås
revelador que la estructura de la figura. De gran importancia son sus
comentarios espontåneos. Comienza diciendo que el nifio estå "co-
escapando de sus problemas; pero gradualmente,
rriendo", es decir,
puede precisar sus ansiedades e inseguridades, y su ferviente espe-
ranza de "equilibrarse". En efecto, estå diciendo que se siente tan
inseguro e inestable como un hombre en la cuerda floja. En la
experiencia de la autora, s610 nifios muy inestables, apenas asidos a
la realidad, dibujan equilibristas y malabaristas. Otro ejemplo de un
equilibrista, aparece en la ilustraciön 99 (påg. 240), mientras la
Ilustraciön 25 b muestra un malabarista, dibujado por Frankie (påg.

208).

COMO SE REFLEJA EN LOS DFH LA HUDA


DE LOS PROBLEMAS VITALES
Ademås de los luchadores como Carl y David, y los vacilantes como
Jerry y Frankie, hay nifios que se dan por vencidos cuando tienen que
enfrentar un problema diffcil. Jim, Jack y Jerome, cuyos DFH apa-
recen en las ilustraciones 4, 11 y 12, pertenecen a este grupo. Cuando
tienen que enfrentar dificultades escapan o se esconden o se refugian
en la fantasia.
Jim era un nifio de nueve afios, de inteligencia superior pero de
rendimiento muy bajo. En la escuela, se pasaba la mayor parte del
tiempo en actitud pasiva, sofiando despierto, mientras que en su casa,
segün la madre, era impulsivo y agresivo, especialmente hacia sus
hermanos. El DFH de Jim en la ilustraciön 4 revela tres rasgos sig-
nificativos: la figura es pequefia, el cuello estå sombreado, y el nifio
estå corriendo. Mientras hacfa el dibujo, Jim dijo espontåneamente:
"Estå corriendo, le gusta jugar y no quiere trabajar ni bafiarse". Jim
3
expresaba gustos y antipatfas que son usuales en varones de nueve
afios, pero su conducta presente era algo atfpica. La mayorfa de los

varones con actitudes semejantes expresan su descontento, pero


finalmente complacen los requerimientos de sus padres y maestros; al
final hacen sus deberes y se bafian de alguna manera. Pero Jim no.
Habfa experimentado tanta frustraci6n y fracaso en los dos primeros
grados, que estaba desanimado y habfa abandonado todo esfuerzo por
aprender en la escuela. La figura diminuta de su DFH, refleja sus
sentimientos de inadecuaci6n. El sombreado del cuello revela su

123
esfuerzo por controlar su impulsividad; sin embargo, no tenfa mucho
éxito en controlarla. O bien se evadfa completamente o se rebélaba de
manera abierta. Jim dibuj6 un nifio "corriendo", para mostrar que él
trataba de resolver sus dificultades evitando situaciones dificiles.
Una evaluaci6n psic016gica completa de Jim, reve16 que sufrfa de
marcada deficiencia auditiva y tenfa un déficit de memoria que inter.
ferfa negativamente en el rendimiento escolar. Pero estos problemas no
habfan Sido reconocidos antes. La continua frustraci6n se habfa con-
vertido en desånimo, rebeli6n y finalmente retiro pasivo y escape por la
fantasfa. El DFH ayud6 al examinador a entender mejor la conducta de
Jim y abri6 mås caminos de investigaci6n y tratamiento.
La Ilustraciön 11 fue dibujada por Jack. Deterioro neur016gico y
una infancia traumåtica, habfan dejado sus huellas en este nifio
hipersensible y extremadamente vulnerable e inestable de 8 anos de
edad y nivel intelectual normal bajo. Su tolerancia frente a la frus-
traci6n era pråcticamente nula. En toda oportunidad que Jack pen-
saba que no podia realizar una tarea o cuando algo imprevisto pasaba,
salfa corriendo de la habitaci6n o se escondfa debajo de una mesa.
A1 ser atendido en la clinica de orientaci6n, Jack se mostr6 bastante
tenso e intranquilo. A pedido del examinador, comenz6 a dibujar una
persona. Hizo tres cfrculos para la cabeza y el cuerpo, después empez6
a sombrear el cuerpo. Mien tras trabaj aba, Jack aument6 su ansiedad
y frustraci6n; fruncfa el cefio intensamente y ocultaba su dibujo con su
mano. Después empez6 a dibujar, casi compulsivamente, més y mås
cfrculos. Jack anunci6: "El nifio estå mirando sobre un cerco de
piedra". El DFH de la ilustraciön 11 es admirable en muchos sentidos.
Refleja claramente los propios patrones de Jack para abordar proble-
mas. A1 principio desea ardientemente emprender una tarea; pero en
pocos minutos, su ansiedady frustraci6n se tornan tan fuertes, que
da por vencido y se esconde o se retira a una posici6n segura. La pared
de piedra del dibujo refleja dos actitudes conflictivas en Jack: su deseo
de escapar y su anhelo de participar en actividades sociales. La pared
cubre al nifio de modo que Jack no tiene que terminar la diffcil tarea
de dibujar una figura entera; evita el problema. Por otro lado, la pared
es un lugar seguro desde donde puede observar todo 10 que pasa a su
alrededor. Jack es un nifio despierto y observador, que entiende
correctamente las situaciones sociales, aun cuando no pueda parti-
cipar de ellas. Estaba dolorosamente consciente de sus inadecuacio-
nes, 10 que aumentaba su desdicha y su deseo de ocultarse y escapar.
La ilustracjön 12 muestra el DFH de Jerome, un nifio compulsivo de
8 afios con serios problemas emocionales. A pesar de su inteligencia
superior, Jerome era muy mal alumno y pasaba la mayor parte de su

124
tiempo en la escuela sofiando despierto y fantaseando. Los nifios de la
edad de Jerome pueden completar un DFH en diez minutos o menos.
Jerome estuvo casi una hora entera haciendo el dibujo de lanustraciön
12. Hubiera tardado aün mås si la autora no 10 hubiera apremiado para
que completara su obra de arte. Jerome hablaba incesantemente
mientras dibujaba, explicando con grandes detalles cada piedra y cada
flor que dibujabay describiendo minuciosamente el dibujo de la parte de
adentro del parasol. En realidad, se concentr6 en todo, excepto en la
figura humana, a la que pensaba omitir por completo, y que s610 dibuj6
de mala gana, al final, cuando la autora le record6 que se
le habfa pedido
que dibujara "una persona entera". El dibujo de Jerome es una vfvida
ilustraci6n de su enfoque vital: era un nifio muy sensible, con apreciacio-
nes de belleza, colores y disefios, casi femeninas, pero no podia arreglarse
con los problemas diarios. Estaba compulsivamente preocupado por
detalles irrelevantes y minuciosos. De continuo dilataba el tiempo para
evitar enfrentar tareas diffciles y a sf mismo. Las interacciones sociales
eran muy para Jerome; preferfa escapar pasivamente a un
diffciles
mundo de fantasia. La figura reclinada en la hamaca, en la ilustraciön
12, es una no-persona, desprovista de Ojos, nariz, boca, manos y piernas;
carece de medios para comunicarse con otras personas y no puede
realizar ninguna actividad ni moverse. A1 igual que su figura en el DFH,
Jerome habfa "abandonado el campo" y se habfa retirado del mundo real
de la gente y de la acci6n para refugiarse en el mundo creado por su
propia fantasia.

ACTITUDES INFANTILES HACIA ACONTECINflENTOS


SIGNIFICATIVOS REFLEJADAS EN LOS DIBUJOS

Es el acontecimiento inusual y sobresaliente, el que el nifio recor-


darå en su Vida futura, y del que hablarå en sus historias y dibujos.
Cuando més fuera de 10 comün y perturbador sea ese acontecimiento
en su Vida, mayor serå la impresi6n y més fuerte la necesidad del nifio
de expresar sus sentimientos y reacciones frente a él. No es mera
coincidencia que la mayor parte de los dibujos y suefios infantiles
pinten incidentes traumåticos, pero éste no es siempre el caso. Nifios
muy pequefios pueden expresar alborozo, temor o rabia en sus dibujos.
Los nifios mås grandes tienden a comunicar su felicidad, més a
menudo con palabras y acci6n que a través de dibujos, pero cuando
tienen que enfrentar situaciones tristes o perturbadoras, sus modos
preferidos de expresi6n son el dibujo y la pintura.

125
COMO SE REFLEJAN EN LOS DIBUJOS
LOS ACONTECIMIENTOS FELICES

Las ilustraciones 21, 22 y 23 son los dibujos espontåneos de tres


pequefios que estaban tan alborozados que tenfan que compartir sus
experiencias con Otros; sentfan la necesidad de volcar en el papel sus
grandes momentos de felicidad. Puesto que estos dibujos fueron
realizados por los nifios espontåneamente, sin instrucciones, no
pueden ser clasificados como DFH en el sentido estricto del término y
no deberfan ser analizados como tales. Pero pueden servir como
ilustraciones de expresiones gozosas de nifios, en respuesta a acon-
tecimientos felices en sus vidas.
El dfa que a Taneil, que aün no tenia 5 afios, se le permiti6 por primera
vez sentarse a la mesa con sus padres y amigos para la comida del Dia
de Acci6n de Gracias, fue un gran dfa para ella. La emoci6n y la excitaci6n
de ese momento se reflejan en el dibujo de lallustraciön 21, que fue hecho
inmediatamente después de terminar la fiesta. Con el egocentrismo
normal de a sf misma (parte
los nifios pequefios, Taneil se present6
superior izquierda) como mås grande, mayor que los cuatro
la figura
adultos sentados a la mesa. Se dibuj6 con una amplia sonrisa y ubic6 la
fuente con el pavo y los Otros platos justo delante suyo. En marcado
contraste, Taneil no puso plato enfrente de su hermanita, que todavfa no
era 10 suficientemente grande para estar sentada a la mesa entre los
elegidos. En realidad, hermanita se sent6 en una silla alta, un poco
la
retirada de la mesa, al lado de la madre. El dibujo de la Ilustraciön 21
registra un momento de felicidad y triunfo para Taneil.
Uno de los acontecimientos descollantes en la Vida de un nifio es
cuando recibe su primera bicicleta. La Ilustraciön 22 muestra el di-
bujo de Richard, en la memorable ocasi6n. Richard, de siete afios de
edad, comenzö dibujando la bicicleta, y s610 después agreg6 el nifio. Es
interesante sefialar que s610 dibuj6 las partes del nifio que son
necesarias para andar en bicicleta. Primero dibujö las manos y los
brazos, para que la bicicleta pudiera ser manejada; después sigui6 la
cabeza con Ojos, para guiar la bicicleta en su trayecto; y finalmente,
dibuj6 la parte inferior de las piernas y los pies para pedalear la
bicicleta y hacerla mover. El resto del cuerpo fue omitido, por no ser
esencial. El centro del dibujo es, claramente, la nueva adquisici6n; la
bicicleta, todo 10 demås no tiene importancia.
La Ilustraciön 23 muestra el dibujo de Marjorie, de seis afios, que
se habfa mudado recientemente de una ciudad grande a Otra pequefia.
Estaba experimentando, por primera vez, todas las alegrfas del
126
invierno en el campo. Marjorie estaba muy orgullosa de su recién
adquirida habilidad para patinar sobre hielo y se deleitaba en cons-
truir mufiecos de nieve y en conducir su trineo. Su dibujo (hecho con
crayones) es un relato espontåneo y exuberante de un memorable dfa
invernal. Las grandes nubes blancas en el brillante Cielo azul del
dibujo, no deben ser confundidas con las siniestras nubes negras de los
DFH de algunos nifios muy ansiosos (ilustraciones 36 y 108). Las
nubes del dibujo de Marjorie forman parte de una escena invernal; son
signos gratos de rnås nieve y diversi6n futuras.

coM0 SE REFLEJAN EN LOS DIBUJOS


LAS REACCIONES ANTE LA ENFERNÆDAD
Y LA HOSPITALIZACION
Una operaci6n es una experiencia atemorizante para un nifio
pequefio, aunque
el doctor y los padres le aseguren que le irå bien.
Quizås 10 mås
perturbador con respecto a la hospitalizaci6n sea la
separaci6n de los padres y del hogar. Cuando Marjorie tenfa 5 afios y
5 meses, tuvo que ir al hospital por una amigdalotomfa. Su reacci6n
ante este acontecimiento se ve en el sorprendente dibujo de la
Ilustraciön 24, que revela mejor que cualquier palabra los senti-
mientos de Marjorie, que yace desvalida y pequefia en una cama
extrafia, completamente a merced de un enorme y poderoso enfer-
mero, con una aguja hipodérmica, un term6metro y una bacinilla. La
diminuta y asustada cara de la paciente espfa desde la cama metålica,
que parece unajaula. La valija de Marjorie estå parada sobre el piso,
lista para el regreso a casa. una casualidad que la manija de la
valija esté rota, o es una expresi6n inconsciente de su miedo de no
poder volver a casa después de todo? Los dibujos de la mayorfa de nifios
de 5 afios, estån Ilenos de irregularidades y pobre integraci6n de las
partes; ya que los nifios de ese nivel de edad son aün inmaduros y
pobremente coordinados, serfa un error cargar cada linea de sus
dibujos de profundo significado clfnico. Pero el dibujo de la ilustraciön
24 es tan llamativo que la falta de uni6n entre la manija y la valija
parece casi deliberada y no accidental.
Tanto Taneil (ilustraciön 21) como Marjorie (ilustraciones 23 y 24)
eran nifias de inteligencia superior, que tenfan una habilidad poco
comün para expresarse con crayones y låpices. Pero serfa erroneo
creer que s610 los nifios brillantes o artfsticamente dotados pueden
revelar sus sentimientos en sus dibujos. La Ilustraciön 25 muestra
varios DFH de Frankie, un nifio con lesi6n cerebral, de inteligencia

127
normal lerda, que tenfa una larga historia de enfermedad, hospitali-
zaci6n y dificultades emocionales. Ademås de sus muchos problemas
orgånicos y de conducta, tenfa una apariencia extrafia. Debido a un
desequilibrio muscular en sus Ojos, Frankie tenfa que inclinar su
cabeza hacia atrås y hacia un costado para poder ver. La posici6n
ladeada de su cabeza le vali6, no s610 burlas y mfmicas de sus
compafieros, sino también el castigo de una maestra que pens6 que
estaba copiando de sus compafieros, cuando Frankie s610 estaba
tratando de mirar su propio deber.
Finalmente se decidi6 que Frankie fuera operado para corregir el
desequilibrio muscular de sus Ojos. El dfa antes de ingresar al hospital
para la operaci6n, Frankie vino a la clinica de orientaci6n para su
sesi6n regular de terapia con la autora. Sus padres 10 habfan prepa-
rado para la operaci6n, pero Frankie estaba aün mås tenso y pertur-
bado que de costumbre. No tenfa ganas de hablar; en cambio chas-
queaba la lengua y querfa dibujar. La Ilustraciön 25 c muestra uno de
los dibujos espontåneos que Frankie hizo en esta ocasi6n. Muestra un
"paracaidista con una måscara de aire". El dibujo es tosco y primitivo,
pero sumamente expresivo. Revela la aguda ansiedad de Frankie por
su cara y la operaci6n ocular. Se sentfa "en el aire", suspendido entre
la esperanzay el miedo, solo, sin seguridad de poder volver a aterrizar
a salvo. La cara de la figura estå cubierta con una måscara, como si
Frankie estuviera buscando protecci6n contra el ataque furioso que se
iba a cometer contra ella. El hecho de que los Ojos, la nariz y la boca
estén completamente cubiertos por la espesamente sombreada mås-
cara, refleja el intenso temor de Frankie, su aislamiento y su deseo de
cerrar la puerta al mundo real. Los brazos y manos del paracaidista
se alzan como pidiendo ayuda. La Ilustraciön 25 c es un vfvido retrato
de un pequefio sumamente ansioso, temeroso y perturbado que estå
viviendo por anticipado una operaci6n traumåtica.
Un dibujo aün mås primitivo, pero igualmente expresivo aparece
en la Ilustraciön 26. Fue hecho por Mickey, un nifio retardado, per-
turbado emocionalmente y con lesi6n cerebral, de 6 afios, que con-
currfa a una clase especial para nifios con dificultades mültiples.
Generalmente, Mickey estaba •inquieto pero alegre. No podia seguir
indicaciones, ni participar en actividades estructuradas, pero solfa
jugar solo largo tiempo, y le gustaba especialmente dibujar y contar
cuentos de adultos. Un dfa, Mickey Ileg6 a la escuela seriamente
perturbado. No podia hablar ni quedarse quieto. Corrfa por el aula
haciendo ruidos raros y desorganizando todas las actividades de su
clase. Todos los esfuerzos por parte de la maestra y de la autora en
descubrir qué habfa trastornado a Mickey fracasaron. Se presumfa

128
que algo habfa ocurrido en su hogar, que habfa perturbado a Mickey,
pero no se podia Ilegar hasta los padres para confirmarlo.
Como ültimo recurso, la autora sent6 a Mickey en su falda, suave
pero firmemente, le dio låpiz y papel y le pidi6 que hiciera un dibujo
de su familia. Mickey obedeci6 y dibuj6 el cuadro de la Ilustraciön 26.
Identific6 las figuras a medida que las dibujaba, y se agit6 notable-
mente al garabatear muchas Ifneas negras en el cuerpo de su padre,
llamåndolas "sangre". Una vez mås Mickey volvi6 a hacer sus ruidos
particulares y no pudo quedarse quieto. El dibujo hecho en pocos
segundos, aport6 la respuesta que la autora buscaba. En el dibujo era
Claro que algo le habfa sucedido al padre de Mickey y ésta era la causa
de su perturbaci6n. El dibujo ayudö a la autora a obtener cierto
conocimiento de su problema para poder darle un poco de tranquilidad
y apoyo. A1 dfa Mickey habfa Sido
siguiente, se supo que el padre de
y como Mickey 10 adoraba
Ilevado al hospital con ülceras sangrantes,
la reacci6n frente a su enfermedad era comprensible. Mickey pudo
expresar en su dibujo 10 que no habfa podido expresar con palabras.

COMO SE REFLEJAN EN LOS DIBUJOS


LAS ACTITUDES HACIA UN NUEVO HERMANITO

El nacimiento de un nuevo bebé es siempre un gran acontecimien to


en las vidas de los otros nifios de la familia. La Ilegada del bebé al hogar
estå precedida por la prefiez de la madre y el nacimiento mismo, que
es bastante confuso y terrible para muchos nifios. Y por ültimo estå el
bebé, tan pequefio y sin embargo tan exigente. No importa cuån
ansiosamente un nifio haya esperado el nacimiento de un hermano, la
primera reacci6n frente al recién Ilegado suele ser de desilusi6n y
resentimiento. El bebé todavfa no es muy divertido; duerme, come y
Ilora la mayor parte del tiempo, y 10 que es peor, recibe tanta atenci6n
de los adultos. En muchos casos, el nacimiento de un nuevo bebé
significa para el nifio mayor la pérdida de una posici6n privilegiada;
pero en otros ese nacimiento es la realizaci6n de un largo deseo.
Obviamente, las actitudes infantiles frente al nacimiento de un bebé
en la familia variarån ampliamente y se reflejarån de maneras
diferentes en los dibujos. Las ilustraciones 27, 28, 30 y 31, muestran
las reacciones de algunos nifios frente a este acontecimiento especial
en sus vidas.
La ilustraciön 27 fue dibujada por John Willy, un nifio de diez afios,
de inteligencia fronteriza. El dibujo es sorprendente por su simplici-
dad y por ser tan directo; refleja vivamente su confusi6n y ansiedad
129
después del nacimiento de una hermanita. Tanto el proceso del
nacimiento como la apariencia ffsica de la nifiita deben haber Sido
perturbadoras para el nifio. El dibujo muestra no s610 el bebé dentro
de la madre, sino que también revela un objeto ovalado entre Ias
piernas que podrfa representar la apertura vaginal para que emerja
un bebé, o un pene. El DFH refleja considerable confusi6n acerca de
las diferencias sexuales y el nacimiento. Y el temor de castraci6n
puede explicar la omisi6n de John Willy de los brazos y pies en la figura
materna. El dibujo de la Ilustraciön 27 representa una expresi6n
espontånea de confusi6n y trastorno de un nifio lerdo e inhibido que no
se atrevfa a preguntar directamente para obtener claridad y seguri-
dad. Por eso, John Willy hizo el dibujo y 10 ubic6 tfmidamente en el
escritorio de la autora, mientras ésta se hallaba fuera del aula. Era
evidente que querfa informaci6n y ayuda.
Otro pequefio en busca de aclaraci6n y restablecimiento de la
confianza perdida fue Stephen, cuyo DFH en la ilustraciön 28 revela
gran ansiedad, inseguridad y curiosidad. Cuando fue visto por la
autora para evaluaci6n y tratamiento, Stephen inquiri6 en detalle
sobre la anatomfa humana y animal y mostr6 gran interés en la
materia. Dibuj6 espontåneamente una serie de cuadros de gente y
animales, similares al de la ilustraciön 28. Estaba especialmente
preocupado con respecto a 10 que él llamaba "las bolsas de comida
mezclada y las bolsas de agua". Todo esto era una manera indirecta de
preguntar acerca del desarrollo y nacimiento de los bebés. Cuando la
autora dirigi6 la conversaci6n hacia ese t6pico, Stephen dej6 las
apariencias de lado y formu16 ansiosamente, preguntas directas
acerca de la prefiez y del nacimiento de los nifios. Después cont6 que
su madre estaba esperando otro bebé y que él estaba muy desilusio-
nado porque no podia irse a vivir con ella debido a esto. Cuando
Stephen fue examinado en la clinica de orientaci6n, estaba viviendo en
un hogar para nifios.
En el caso de Stephen, el reciente nacimiento de un medio hermano
y la noticia del nacimiento de otro bebé, significaba que él debfa
permanecer en el hogar para nifios. Stephen era un nifio de 10 afios,
de inteligencia normal y con serios problemas emocionales. Cuando
tenfa cuatro afios, su padre se suicid6 y Stephen y sus Cinco hermanos
fueron puestos en un hogar para nifios. La madre se volvi6 a casar,
pocos aios mås tarde, y se le dijo a los nifios que podfan regresar a su
hogar y vivir con su madre y su padrastro. Pero el arribo del bebé y la
reciente prefiez y mala salud de la madre trastornaron los planes.
La actitud de Stephen hacia su pequefio medio hermano y hacia su
madre y padrastro estaba Ilena de resentimiento y rabia; al mismo
130
tiempo sentfa suma curiosidad acerca de la prefiez y del nacimiento de
los nifios y deseaba con vehemencia tener un hogar propio con su
mamå y un papå. A través de sus dibujos, Stephen pudo revelar su
intensa ansiedad y pedir informaci6n en forma indirecta. Muchos
nifios son demasiado tfmidos o estån muy perturbados para verbalizar
sus preguntas. Le corresponde al psic610go clfnico descifrar sus inte-
rrogantes segån aparecen reflejados en los dibujos. A1 aclarar la
confusi6n y preocupaci6n de Stephen, con respecto a los nacimientos,
se logr6 que éste se concentrara en los sentimientos de rechazo que
estaba experimentando, y en la ambivalencia hacia su madre y
padrastro, que eran mucho mås serios y perturbadores. Cerca de diez
1 dfas después que Stephen hiciera el DFH de la Ilustraciön 28 dibuj6
Ia Ilustraciön 29. La aguda ansiedad del dibujo anterior se habfa
apaciguado; la Ilustraciön 29 presenta a David Crockett, el héroe
popular del dfa, que va a cazar Osos con un rifle al hombro. Este dibujo
muestra simb61icamente, que Stephen habfa cambiado su preocu-
paci6n por los embarazos, por una expresiön de hostilidad y enojo mås
directa. Ahora estaba listo para la caza mayor; Stephen era, en ese
momento, capaz de enfrentar su resentimiento hacia sus padres.
El nacimiento de un hermanito puede ser, también, un aconteci-
miento feliz para el Otro nifio de la familia. Dorothy, de 9 afios,
consideraba a su hermano menor de 5 afios, una "peste", pero estaba
alborozada con el nacimiento de una hermanita. Cuando se le pidi6
que dibujara a su familia (Ilustraci6n 30), primero se dibuj6 ella y
después a la bebita, Kathy. Siempre se referfa a Kathy como a "mi
bebita". En el dibujo, ubic6 a su padre junto a ella, y agreg6, un poco
desganadamente, al hermano, del otro lado de Kathy. La madre fue
dibujada posteriormente, y s610 en el extremo del papel, apartada del
resto de la familia. El tamafio y la posici6n de los distintos miembros
de la familia revelan la actitud de Dorothy hacia ellos. (Este aspecto
del dibujo serå tratado detalladamente, mås adelante [påg. 197].) No
puede haber duda de que Dorothy querfa a la beba y deseaba que fuese
suya. Le otorg6 el lugar central en el dibujo y se ubic6 a sf misma al
lado, en la posici6n natural de la madre. Su actitud hacia la prefiez de
la madre y el nacimiento parecen ambivalentes. El modo en que la
figura materna estå dibujada, sugiere a la vez, ansiedad y envidia. En
contraste con las otras cuatro figuras del dibujo, la madre tiene un
gran ombligo, que puede significar la vagina; su abdomen estå fuer-
temente sombreado y deja ver transparencias.que parecen concentrar
la atenci6n en su cuerpo. Todo estos rasgos son inusuales en los dibujos
fr;g
de nifias de 10 afios y probablemente estån relacionados con los
sentimientos y la preocupaci6n de Dorothy, con respecto al embarazo

131
de su madre y al nacimiento de su hermanita. El dibujo completo de
la Ilustraciön 30, sugiere que Dorothy quiere ocupar el lugar de su
madre, que le tiene envidiay que se siente muy feliz de tener una
nueva bebita en la familia.
Para Henry, el nacimiento de un nuevo bebé en la familia, signi-
ficaba desplazamiento y desdicha. Uno de los dibujos mås desgarra-
dores de la colecci6n de dibujos infantiles de la autora, es el de la
Ilustraci6n 31. Fue dibujado por Henry, un nifio de 9 afios, de inte-
ligencia normal, que tenfa una historia de deterioro neur016gico y que
habfa sufrido a causa de descuido ffsico, privaciones y mucha ines-
tabilidad en el hogar. Henry tenfa violentos arrebatos de mal genio
que 10 hacfan intratable. El factor positivo de su Vida habfa Sido el calor
y afecto que su madre le habfa mostrado a pesar de sus serias
deficiencias como administradoray proveedora. El padre, alcoh61ico y
abusador, habfa abandonado a la familia algunos afios atrås. Henry
era el menor de seis hermanos y el favorito de su madre. Hasta este
momento, habfa estado seguro del amor de su madre, que se reflejaba
en su caråcter alegre y cordial. Andaba siempre sucio y con el pelo
largo; su conducta era irregular y a veces explosiva; pero a pesar de
todo eso, los maestros 10 querfan porque siempre tenfa una sonrisa a
flor de labios, y era receptivo y afectuoso.
Un dfa, Henry perdi6 su sonrisa y se torn6 mås agresivo e intrata-
ble. Las innumerables preguntas que se le formularon no pudieron
resolver la causa de este cambio repentino. Los cambios bruscos en la
conducta infantil, generalmente estån relacionados con aconteci-
mientos en el cfrculo familiar; por eso, la autora le pidi6 a Henry que
dibujara a su familia. Hizo el dibujo de lallustraciön 31. Es un dibujo
primitivo y crudo, pero sumamente expresivo. Primero dibuj6 una
figura y dijo: "Ese soy yo; estoy gritando porque el bebé me quit6 mi
chupetfn". Después agreg6 una segunda figura mås pequefia, con un
chupetfn en la mano y anunci6: "Esta es mi hermanita, estå gritando
también, porque su papå le peg6". Finalmente, hizo una casa y
comenz6 a dibujar Otra figura en una ventana, pero se detuvo. "El resto
de la familia estå en la casa", dijo.
Hay varios signos dignos de atenci6n en el dibujo de la Ilustraciön
31. Para empezar, Henry no tenia una hermanita. Pero al averiguar,
se supo que su hermana casada habfa tenido una bebita unos dfas
antes. De modo que éste era el motivo del cambio brusco en la conducta
de Henry; habfa dejado de ser él el bebé, el favorecido miembro de la
familia. "El bebé le quit6 su chupetfn". El chupetfn simboliza aquf, 10
mås dulce en la Vida de un nifio, el amor y afecto maternos. La madre
de Henry adoraba a los nifios pequefios, pero mostaba poco afecto y
132
comprensi6n cuando éstos dejaban de ser lindos y fåciles de abrazar.
Ya habfa comenzado a perder interés en Henry, a medida que éste
crecfa, y 10 mismo habfa hecho con sus otros hijos. Ahora la madre
habfa encontrado en su nieta, un nuevo objeto para su afecto. Se
pasaba todo el dia en la casa de su hija arrullando a la bebita, y
abandonaba a Henry mås que antes. El se las tenfa que arreglar solo
y a la salida de la escuela, debfa prepararse la comida.
Henry querfa demasiado a su madre para expresar su resenti-
miento hacia ella de forma abierta. Por eso dio salida a su rabia y
frustraci6n en la nueva bebita. La historia que cont6 con respecto a su
dibujo representa su anhelo: la nena recibe una paliza de su padre. La
nena es castigada por usurpar su posici6n privilegiada. Henry expres6
que el padre realiz6 el castigo. Esto es de interés; puede reflejar la
hostilidad de Henry hacia su propio padre que 10 castig6 al abando-
narlo. Henry omiti6 todo rasgo facial en el dibujo de la bebita, como si
estuviera tratando de borrarla y de negar su existencia. No explic6
quién era la figura en la ventana; ésta también carece de cara y no se
estå comunicando con Henry. Serfa diffcil representar mås vivamente
el impacto de un nuevo bebé en la Vida de un nifio mås grande, que 10

que Henry hizo con unos pocos trazos de låpiz y algunos breves
comentarios sobre el dibujo.

coM0 SE REFLEJAN EN LOS DIBUJOS LAS ACTITUDES


FRENTE A LA SEPARACION DE LOS PADRES
Ann (jlustraciön 5) estaba anonadada y asustada por la sübita y
misteriosa desaparici6n de su madre. Los progenitores de Ann, in-
maduros e inestables, eran incapaces de cuidar a Ann y a sus tres
hermanos. Por eso los nifios vivfancon su abuela, donde su madre los
visitaba peri6dicamente. Un dfa, la madre parti6 para no regresar.
Nadie habfa pensado en decirle a Ann que su madre se habfa enferma-
do y estaba internada en el Hospital Estatal. La abuela, que rechazaba
a su propia hija, también rechazaba a Ann, que se parecfa a su madre
ffsicamente. Los Otros nifios parecfan menos perturbados que Ann,
puesto que recibfan més afecto y aceptaci6n de la abuela. Ann nunca
habfa si do feliz en la casa de su abuela y extrafiaba a su madre mucho
mås que sus hermanos y hermanas. Después de la inexplicable
desaparici6n de la madre, Ann empez6 a •practicar una conducta
regresiva, se ensuciaba, rehusaba hablar y se ais16 de los demås.
Cuando fue vista en la clfnica, Ann tenia 7 afios y 2 meses de edad.
Parecfa de nivel intelectual normal bajo y su negativa a hablar
133
dificultö la administraciön de tests formales. Ann se mantuvo comple-
tamente incomunicativa, hasta que se le pidi6 que dibujara. La
Ilustraciön 5 muestra su DFH. Ann dibuj6 una nifiita diminuta y
aislada, con grandes Ojos asustadizos, que ha perdido el equilibrio y
atisba un mundo hostil. Las orejas grandes sugieren la posibilidad de
que ella hubiera ofdo rumores acerca de su madre, o de que estå
escuchando con la esperanza de recibir noticias suyas. La omisi6n de
la nariz y de la boca reflejan su aislamiento y negativa a comunicarse
con los demås. El dibujo revela dolor, miedo, soledad; es un retrato real
de sus sentimientos y actitudes interiores. Cuando se le pidi6 que
dibujara un hombre o un nifio, Ann obedeci6, dibujando un hombre
més bien tosco pero convencional y completo, con todos los detalles
esenciales, incluyendo la boca y la nariz. S610 en el dibujo de la nifia,
ella mismä, mostr6 su intensa ansiedad y angustia por la pérdida de
la madre.
Joel (Ilustraci6n 32), era un nifio de 11 afios, de inteligencia su-
perior, que mostraba evidencias de lesi6n cerebral. Tenia una larga
historia de problemas de conducta y aprendizaje. Sin embargo,
mientras asistia a clases especiales para nifios con problemas emo-
cionales y neur016gicos, habfa progresado tanto en sus estudios como
en su adaptaci6n social. Pero, de pronto, su conducta se volvi6
regresiva y comenz6 a robar en la escuela y en la comuniad. Cuando
fue visto por la autora, Joel fue incapaz de verbalizar sus razones para
el cambio de su conductay actitudes. Cuando se le pidi6 que hiciera un
dibujo de la familia, hizo el de la Ilustraciön 32, que revela 10 que no
pudo decir con palabras: su padre camina alejåndose de la familia,
mientras Joel, el hijo mayor, que se siente muy apegado a él, 10 mira
afligido. Joel se habfa dado cuenta de que su padre iba a abandonar a
la familia, pero eso no hizo la separaci6n menos dolorosa. Después de
afios de guerra conyugal, sus padres se habfan separado legalmente;
Joel habfa querido irse con su padre, pero la corte le concedi6 todos los
nifios a la madre. Joel era muy desdichado.
En el dibujo, el padre aparece bastante contento, pero la figurä del
hijo estå mutilada: no tiene brazos, nariz ni boca; sin su padre, Joel se
siente incompleto. En previos DFH, Joel habfa dibujado muchachos
completos a los que no les faltaba ninguna parte esencial de su
anatomfa. Este dibujo es diferente. La Ilustraciön 32 a un mismo
tiempo expresa los sentimientos de Joel por la pérdida de su padre y
su ansiedad y culpa por sus robos (omisi6n•de los brazos), que, por
supuesto, también es una reacci6n ante la partida del padre.
Es interesante resaltar que Joel dibuj6 a la madre y los hermanos
en vista frontal, sin distorsiones y sin mucho compromiso emocional
134
de su parte. La acci6n y el drama del dibujo estån centrados en Joel y
su padre, que estån ubicados en los dos extremos opuestos del grupo
familiar como para enfatizar la distancia que hay ahora entre ellos.
Anny Joel eran nifios que amaban y conocfan a sus padres, y por eso
sufrieron intensamente la pérdiday separaci6n. Timothy (Ilustraciön
33), por el contrario, era un pequefio que nunca habfa visto a su padre,
pero que 10 afioraba con todo su coraz6n. Timothy naci6 fuera de
matrimonio, siendo su madre unajoven de pocas dotes intelectuales.
Timothy vivfa con su tfmida y långuida madre, un indiferente tfo
soltero, su severa y dominadora abuela y su manso abuelo. Timothy
y su madre eran escasamente tolerados en la casa de la abuela. El nifio
habfa Sido siempre enfermizo y sufrfa una deficiencia auditiva. Hacfa
una Vida sobreprotegida y aislada, sin compafieros de juego. Timothy
Ilenaba las largas y solitarias horas dibujando y sofiando despierto.
Era deficiente en todas las habilidades sociales y académicas, pero
podia dibujar bastante bien y posefa una vivaz imaginaci6n.
Todos los dibujos y fantasias de Timothy, se centraban en un solo
t6pico: su padre, Realizaba variaciones sin fin sobre el tema. No
importaba qué se le pidiera que dibujase, siempre se las ingeniaba
para poner al padre en el dibujo. Cuando se le pidi6 que hiciera un
dibujo de sufamilia, anunci6 de pronto: "Tengo un papå, también, pero
vive lejos, en otro planeta". Después Timothy procedi6 a dibujar a su
familia real, de acuerdo con su edad e importancia: en la Ilustraciön
33 la abrumadora abuela conduce la procesi6n; es seguida por el
abuelo, después vienen la madre y el tfo, y finalmente estå Timothy.
Todos los miembros de la familia estän alineados, uno deträs del Otro;
no hay interacci6n entre ellos. Cuando la autora pens6 que el dibujo
estaba terminado, Timothy introdujo con trazos firmes, al objeto de
sus suefios, al ausente, pero siempre presente, padre. El padre
aparece en este dibujo como Superman, e informa a la familia reunida,
con una sonrisa benigna (en contraste con la expresi6n agria de la
abuela) y gesto majestuoso, que va a regresar para quedarse con ellos
a este planeta; su planeta ha explotado. En su fantasia, Timothy
realiza milagros, para traer al hogar al padre que afiora. Timothy no
puede hablar de su padre directamente, salvo decir que tiene un
padre; pero en sus dibujos, puede expresar con gran elocuencia sus
suefios y deseos, acerca del padre idealizado que nunca conoci6.

135
ACTITUDES DE LOS NIfios CON RESPECTO
A Sl MISMOS REFLEJADAS EN LOS DFH
Es dificil, si no imposible, entender la conducta de un nifio, sin
entender la percepci6n que el nifio tiene de sf. El observador casual,
y aun los adultos que conocen bien al nifio, pueden verlo de una
manera bien diferente de la forma en que el nifio se ve a sf mismo. Asf,
un nifio que otros consideran atractivo, inteligente y de buena con-
ducta, se puede ver a sf mismo feo, estüpido y "malo", y puede actuar
de acuerdo con ello. Mientras que un nifio mås bien feo y lerdo, puede
creerse elegante e inteligente. Los tests y las mediciones psic016gicas
objetivas comparan a un nifio con Otros y con cierto mitico "nifio
normal", pero el nifio no tiene tales bases para comparar; él forma sus
actitudes hacia sf mismo, de acuerdo con la manera en que 10 tratan
los adultos que significan algo en su Vida. Si en el primer perfodo de
su Vida, sus padres 10 han tratado como si fuera un nifio hermoso, él
aprenderå a creerse asf; pero si se le ha dado a entender que no Ilena
las expectativas paternas, se sentirå inadecuado.
Para un maestro o un psic610go clfnico, es a menudo diffcil com-
prender por qué un nifio agradable y capaz, se desprecia y carece de
confianza en sf mismo, hasta que conocen a los padres perfeccionistas,
que nunca estån conformes o satisfechos con nada de 10 que haga el
nifio y constantemente 10 comparan con su sobresaliente hermano o
hermana mayor. Por Otro lado, la autora se ha admirado, a menudo,
de la seguridad emocional y propia aceptaci6n de algunos nifios con
serios defectos ffsicos y mentales. Estos nifios han recibido tanto amor
y aceptaci6n de sus padres que aprendieron a creerse aceptables y
suficientes. La actitud de un nifio hacia sf mismo, depende de la
actitud de los padres hacia él y no de ninguna medici6n objetiva de
belleza o inteligencia. Y el tratamiento de un nifio con problemas
emocionales debe ser armado sobre su propia imagen, y no sobre la
imagen que el terapeuta tenga del nifio.
Una de las mejores maneras de descubrir c6mo siente un nifio sobre
sf mismo, es pedirle que haga un DFH. Como se mencionara antes
(påg. 113), un DFH es un retrato del nifio interior, de sus actitudes
hacia sfmismo. Este retrato puede corresponder o no a su apariencia
ffsica real. Si el DFH de un nifio fuera nada rnås que una reproducci6n
realistica de sf mismo, entonces serfa de poco valor clfnico. El hecho de
que algunos DFH muestran poco o nada de parecido con la imagen
ffsica del nifio, los carga con mayor significado clfnico. Como Loewen-
feld (1939) y Machover sefialaran, un nifio enfatizarå y exagerarå en
sus dibujos aquellas partes de la figura que tienen especial signifi-

136
caci6n para él. Cambiarå y distorsionarå una figura humana hasta

que su propia percepci6n de sf mismo. De este modo, no es en


refleje
absoluto inusual que un nifio emocionalmente perturbado, produzca
en su DFH un monstruo, un payaso o un robot, o que omita o agregue
partes de modo que la figura adquiera un aspecto grotesco. Los dibuj os
reproducidos en este volumen, no son excepcionales y pueden ser
multiplicados por otros dibujos de la colecci6n de DFH de la autora.
A un nifio le pueden preocupar muchos aspectos diferentes de él
mismo. Puede inquietarse por su tamafio y considerarse demasiado
alto o demasiado bajo; puede ser que no le guste su aspecto ffsico o su
edad puede ser sensible con respecto a alguna incapacidad o insufi-
ciencia mental, real o imaginada; pude ser perseguido por el senti-
miento de ser "malo" o pecador. En este capftulo, se mostrarå c6mo
todas estas distintas actitudes, pueden ser reflejadas en un DFH. Los
nifios cuyos dibujos serån presentados aquf, varfan ampliamente en
edades, inteligencia y posici6n, pero esto tiene poco que ver con su
habilidad para expresar sus actitudes hacia sf mismos en los DFH. Un
nifio de 5 anos puede transmitir sus ansiedades con respecto a sf
mismo tan vivamente como uno de 12, aunque el ültimo posea una
mayor destreza técnica para el dibujo.

COMO SE REFLEJA EN LOS DFH


LA PREOCUPACION ACERCA DE LA EDAD

Cada edad tiene sus propias recompensas y problemas. La mayorfa


de los nifios parecen estar satisfechos con su edad presente y esperan
crecer y ganar en madurez a medida que pase el tiempo. De ahf que
muchos nifios dibujen figuras que tienen mås o menos su edad o un
poquito mås. Pero rara vez, un nifio dibuja una figura mucho mås
joven que él. La edad que el nifio ha atribuido a su figura se puede
determinar preguntåndole cuåntos afios tiene la persona de su dibujo.
A veces, puede decir que la figura tiene su edad o un poco mås, cuando
en realidad ha dibujado un infante o un bebé que gatea. Es decir, a
veces el nifio muestra en su dibujo su idea inconsciente de ser todavfa
un infante, aunque conscientemente 10 niegue.
La experiencia clinica ha mostrado que aquellos que dibujan nifios
menores que ellos, encuentran poca satisfacci6n en su Vida presente
y afioran el regreso a un periodo anterior, en el que eran mås pequefios
y més felices. Especialmente, los nifios con dificultades de aprendi-
zaje, a menudo suefian con los afios del pre-escolar como la dorada
época en que estaban libres de la presi6n de rendimiento. Los nifios
137
carecen de experiencias de éxito en la escuela y con sus compafieros,
encuentran poca recompensa en crecer y envidian a los hermanos
menores que pueden quedarse en casa con mamå. A menudo desean
ser pequefios y dependientes de nuevo.
Un nifio asf era Tommy, de 10 afios, cuyo DFH se muestra en la
Ilustraciön 34. Tommy era de inteligencia normal, pero sufrfa des-
orden del lenguaje y tenfa problemas de aprendizaje; era bastante
inmaduro, emocionalmente dependiente y ansioso. Sus padres, per.
feccionistas y luchadores, habfan puesto grandes esperanzas en su
primer y entonces ünico hijo y ejercfan considerable presi6n sobre
Tommy para que sobresaliera en la escuela. Pero a pesar de todos los
esfuerzos y sesiones especiales de tutores, Tommy no podia satisfacer
las expectativas paternas. Asistfa a una escuela donde la mayorfa de
los nifios tenfa un rendimiento alto o superior. Tommy simplemente
no podia competir con ellos. Cada afio que pasaba, sus notas escolares
eran mås bajas y al mismo tiempo desarrollaba mås miedos, ama-
neramientos nerviosos y perturbaciones estomacales. No podia Ile-
varse bien ni con su hermanita ni con sus compafieros.
Cuando se le pidi6 que dibujara una persona, Tommy hizo el bebé
de la Ilustraciön 34. Dijo que tenfa tres afios, que era la edad de su
hermana. El DFH es bastante revelador: la manera en que estå
dibujado refleja los sentimientos de Tommy hacia sf mismo, mientras
que la edad indicada muestra la edad y el estado al que le gustarfa
regresar. La cabeza grande enfatiza su ansiedad acerca del rendi-
miento escolar y su habilidad intelectual. Los Indicadores Emocio-
nales del dibujo estån relacionados a sus preocupaciones presentes:
losbrazos y piernas cortas, revelan su impotencia y pasividad y su
incapacidad para avanzar hacia una mayor madurez; la omisi6n de la
nariz puede ser un signo de su retraimiento, asi como indicaci6n de
una posible ansiedad de castraci6n. Lo ültimo también fue sugerido
por el sombreado del cuerpo y por la intensa rivalidad con su brillante
hermanita.
El contenido del dibujo de la Ilustraciön 34 mitestra la actitud
negativa de Tommy hacia el crecimiento y su insatisfacci6n por su
edad presente: refleja su evocaci6n del tiempo en que tenfa tres afios
y no debfa ir a la escuela ni tenfa una hermanita que compitiera con
él. En esa época, todavfa podia complacer a sus padres y, por 10 tanto,

aün era feliz. El DFH de Tommy indica que él se acerca a los problemas
vitales aislåndose y escapando en su fantasia a un perfodo anterior y
mås feliz en su Vida.
El nifio normal y sano lucha por la madurez y la adultez. A medida
que los nifios se acercan a la adolescencia, puede esperarse que
138
dibujen figuras ideales de sf mismos, de edad un poco mayor; muy a
menudo, esas figuras aparecen en uniforme o vestido de noche, o en
alguna vestimenta que dé status. Las imågenes dibujadas son, ge-
neralmente, figuras positivas, de conformidad con los valores y cos-
tumbres sociales de la cultura en la que vive el nifio. (Dennis, 1966.)
pero de vez en cuando, un nifio dibujarå un anti-héroe, una persona
mayor, que se revela contra la sociedad, tal como él la conoce. Este tipo
de dibujos, generalmente son producidos por nifios hostiles e ira-
cundos, que gozan poco de la nifiez y afioran escaparse de la casa y de
Ia escuela; suefian ser grandes, independientes y poderosos.
Eric (Ilustraciön 35) pertenecfa a este grupo dej6venes negativista
y hostil. Anhelaba escapar de la nifiez. Eric y Tommy (Ilustraciön 34)
tenfan casi la misma edad; ambos tenfan un CI de WISC de 103, ambos
tenfan problemas de aprendizaje y relaciones deficientes con sus
compafieros. Pero ahf termina la semejanza. Mientras que Tommy
provenfa de un medio socio-econ6mico alto y estaba expuesto a
excesiva presi6n y preocupaci6n paterna, la familia de Eric Ilevaba
una existencia marginal e inestable, en un {rea pobre. Eric habfa
sufrido considerable descuido ffsico y emocional durante su Vida y
desde entonces habfa aprendido a valerse por sf mismo. Pasaba la
mayor parte de su tiempo libre rondando esquinas con muchachos
mås grandes. Para él era una cuesti6n vital ser un duro y buen
luchador. Pero aun un excelente luchador se siente bastante pequefio
e indefenso en un mundo adolescente cuando s610 tiene 10 afios de
edad. De modo que era natural que Eric sofiara con tener 18 6 20 afios
y ser un mejor luchador y un muchacho mås duro de 10 que era
entonces. La nifiez y la escuela le habfan brindado pocas satisfaccio-
nes y como su padre y hermanos mayores no sabfan leer ni escribir,
Eric no estaba muy perturbado por su fracaso escolar. Sus condiscf-
pulos eran demasiado inmaduros e infantiles para que los encontrara
interesantes.
Eric mostraba su desprecio hacia la escuela, con frecuentes co-
mentarios peyorativos en clase o no participando en las actividades de
la clase. Fue natural que la maestra de Eric encontrara diffcil
interesarlo en el programa de cuarto grado. Los verdaderos intereses
e ideales de Eric estån hermosamente ilustrados en su DFH de la
Ilustraci6n 35. El contenido del dibujo revela la imagen ideal de Eric;
anhela ser un muchacho completamente desarrollado, que pueda
fanfarronear dentro y fuera de los bares y deambular por todas partes.
Los Indicadores Emocionales del dibujo, los dientes, la omisi6n del
cuello y los brazos largos y poderosos, reflejan la impulsividad,
hostilidad y actitud agresiva de Eric hacia sf mismo y hacia el mundo.

139
Jonathan, de 7 afios y 9 meses de edad, también tenia problemas de
aprendizaje y deseaba escaparse de la escuela y de la presi6n paterna
por un mejor rendimiento. Jonathan también querfa ser mayor, pero
en contraste con Eric, tenfa un modelo positivo al que aspirar. Cuando
se le pidi6 que hiciera un DFH, Jonathan realiz6 el dibujo de la
Ilustraciön 36; representa a un primo mayor, a quien admiraba
enormemente. Explic6 que querfa ser "un hombre grande como mi
primo, él no fue a la universidad... trabaja". La ambici6n de Jonathan
por crecer y trabajar con sus manos en vez de ir a la universidad era
realista y impuls6 a sus padres para que apoyaran esta ambici6n.
se
Tommy, Ericy Jonathan (ilustraciones 34, 35 y 36) eran tres insa-
tisfechos con su estado y edad presentes. Sus DFH muestran c6mo uno
de los tres deseaba escapar del presente, regresando a una edad
anterior y mås feliz, mientras que Ios otros dos querfan librarse de los
confines de la nifiez adquiriendo la libertad e independencia de los
adultos.

COMO SE REFLEJA EN LOS DFH


LA PREOCUPACION POR EL ASPECTO FISICO
La mayorfa de los nifios son poco conscientes de su cuerpo o aspecto
mientras tienen una Vida plena y activa. Pero una vez que la atenci6n
infantil es atrafda por algün rasgo inusual de su apariencia, puede
Ilegar a estar muy preocupado por él y desarrollar ansiedades y
neurosis, especialmente si se le hacen bromas al respeto. Tales
complejos pueden centrarse en el tamafio del nifio, desarrollo del
cuerpo, color de piel o cualquier Otro rasgo. A continuaciön se dan unos
pocos ejemplos de DFH de nifios que reflejan sus reacciones ante
caracterfsticas ffsicas especfficas.

Preocupaci6n por la baja estatura. Es duro para un nifio tener


que competir en todo momento con un hermano que es exactamente un
afio mayor y que puede hacer todo 10 que él hace, pero mejor. Es aün
peor cuando el hermano es alto y de buena apariencia, mientras que
el nifio es excepcionalmente bajo e inmaduro para su edad. Tal era el
caso de Peter (Ilustraciön 37). Peter tenia 8 afios y la apariencia de un
nifio de 6. Se sentfa amargamente agraviado cuando su hermano y sus
amigos 10 llamaban "manf' y le hacfan br.omas sobre su estatura.
Odiaba ser siempre el mås pequefio y débil del grupo. Deseaba
fervientemente estar en el mismo nivel que sus compafieros y ser at-in
mås alto y fuerte que su archienemigo, su hermano.
140
La Ilustraciön 37 muestra el DFH de Peter. Trat6 varias veces de
dibujar sin éxito,una persona completa en una hoja de papel. Fi-
nalmente decidi6 usar dos hojas de papel, pegåndolas con Cinta
adhesiva. El dibujo que complet6 después de un rato largo, refleja
gråficamente cuånto sentfa Peter 10 de su estatura diminuta, y
ansiedad por ser alto. La autora tiene en su colecci6n varios DFH que
se extienden en dos hojas de papel. Algunos fueron hechos por
varones, otros por nifias; los nifios que los hicieron varfan amplia-
mente en inteligencia y en conducta; su edad va de los 8 a los 15 afios;
pero todos tenfan una cosa en comün: era excepcionalmente bajos y
extremadamente sensibles acerca de su estatura. Todos ellos querfan
con desesperaciön, ser mås altos.
La Ilustraciön 16 muestra el DFH de Shirley, cuyo caso fue tratado
con anterioridad (påg. 118). Shirley era también una nifiita diminuta,
que se sentfa muy desdichada por su pequefia estatura. Dibuj6 una
figura bien grande, que se extendfa mås allå de los bordes del papel;
también ella, hubiera necesitado una segunda hoja de papel para
completar el dibujo. Pero Shirley 10 dej6 incompleto, cortado por el
borde; le falt6 la determinaci6n de Peter, que resolvi6 su problema de
espacio demandando mås papel para dibujar. En ambos casos, los
dibujos grandes, completados o no, parecen revelar la preocupaci6n de
Ios nifios por su pequefiez ffsica. Debe sefialarse, sin embargo, que no
todos los nifios de tamafio pequefio dibujan figuras enormes. El dibujo
expansivo es una expresi6n directa de la preocupaci6n y ansiedad o
resentimiento. Muchos nifios muy diminutos no tienen sentimientos
fuertes con respecto a su estatura, algunos, incluso disfrutan de la
atenci6n y protecci6n especiales que reciben debido a ello. Estos nifios
no dibujan figuras excesivamente grandes.

Preocupaci6n por la altura excesiva. Los nifios varfan am-


pliamente en desarrollo corporal y altura a medida que se acercan a
la adolescencia. No es raro que algunas nifias y varones se estiren
pråcticamente de la noche a la mafiana y se encuentren Ilevåndoles
una cabeza de altura a sus compafieros. Estos nifios son, general-
mente, muy sensibles, con respecto a la estatura, y objeto de burla
debido a ella. Laura (Ilustraciön 38), de 10 afios, era una de estas nifias
excesivamente altas y delgadas. Sus compafieros la llamaban "ci-
güefia" y no pasaba un dfa sin que alguno hiciera bromas con respecto
a su altura. Laura estaba extremadamente consciente de su apa-
riencia y caminaba encorvada en un esfuerzo para escondér su
verdadera estatura. Se negaba a pararse en la clase para recitar
enfrente de los demås y se ais16 mås y mås. Antes de su crecimiento,

141
habfa Sido una nifia normal, a la que le gustaba salir y estaba bien
adaptada socialmente. Pero luego, se habfa vuelto hurafia y desdi-
chada.
Cuando se le pidi6 que hiciera un DFH, Laura hizo la diminuta
figura de la Ilustraci6n 38. El tamafio y la inclinaci6n de la figura
reflejan su inseguridad e intensa preocupaci6n por su estatura. La
figura parece como si alguien hubiera hundido la cabeza en el cuerpo
para acortarlo. La cabeza, brazos y piernas guardan proporci6n entre
sf, s610 el cuerpo estå comprimido y el cuello fue omitido. El DFH

parece mostrar 10 que Laura desearfa hacer consigo misma, entre sus
compafieros.

Preocupaci6n por las caracterfsticas sexuales secundarias.


Junto con un aumento de altura y peso, el adolescente comienza a
desarrollar caracterfsticas sexuales secundarias. La reacci6n del nifio
ante los cambios corporales, dependerå en gran medida, de la actitud
de la gente importante en su Vida. La maduraci6n corporal es un
proceso normal y no tiene que causar perturbaciones emocionales en
el nifio, si los padres 10 preparan acertadamente para el cambio. Pero,
si a un nifio se le ensefia que su cuerpo en desarrollo y los impulsos de

crecimientos asociados con este desarrollo, son malos y pecaminosos,


entonces, es muy probable que reaccione ante ellos con ansiedad y
culpa.
Debrah (Ilustraciön 39), pertenecfa al grupo de nifias que maduran
temprano. Cuando tenfa 11 afios y 8 meses, era alta, completamente
desarrollada y de llamativa apariencia. Hubiera pasado fåcilmente
por unajovencita de 15 6 16 afios, aunque emocionalmente todavfa era
bastante inmadura. Pero la buena apariencia de Debrah le caus6
mucha angustia y finalmente la condujo a la clinica de orientaci6n. Su
severa, y mås bien fea, madrastra, era un fiel miembro de la iglesia
fundamentalista, que consideraba al cuerpo y todas las cuestiones
relacionadas con el sexo, pecaminosas y malas. Observ6 el desarrollo
fisico de Debrah con alarma y no perdi6 oportunidad de predicarle
sobre los males del sexo. Acusaba a Debrah de ser "excesivamente
sexuada, como su hermana mayor", a quien Debrah se parecfa ffsi-
camente. Esta hermana se habfa fugado a los 16 afios, principalmente,
para escapar del hogar y de la madrastra. Pero la madrastra no podia,
o no querfa, admitir que era asf. Ahora le estaba haciendo la Vida
imposible a Debrah en un intento equivocado de evitar que siguiera el
"mal" camino de su hermana.
Debrah reaccion6 contra los sermones y regafios de su madrastra,
con una actitud de abierta oposici6n, tanto en su casa como en la
142
escuela. Pero cuando fue vista en el centro de orientaci6n, le confi6 a
la autora que estaba muy preocupada, por temor a ser de verdad
"excesivamente sexuada". El DFH de Debrah (Ilustraci6n 39) refleja
al mismo tiempo su rebeli6n y su aguda angustia acerca del desarrollo
de su cuerpo y sus impulsos perturbadores. Las fuertes Ifneas de låpiz
de la figura de la Ilustraci6n 39 y la desafiante expresi6n de su cara
estån en marcado contraste con las manos escondidas y los pies cortos
y tiesos. Los pechos muy exagerados y la cintura espesamente som-
breada revelan su desesperado esfuerzo para controlar sus impulsos
y deseos normales, y muestran la preocupaci6n y el temor por su
sexualidad.
El DFH
de Debrah es una buena ilustraci6n de c6mo un nifio dibuja
sus sentimientos para consigo, y no un retrato de su yo ffsico real.
Después de varios meses de orientaci6n y terapia, a cargo de la autora,
se Ie volvi6 a solicitar a Debrah que dibujara una figura entera. Este
vez, hizo una adolescente bien proporcionada, en traje de noche. Este
dibujo no fue ni indebidam ente grande ni muy pequefio, y no
mostraba
ninguna de las caracterfsticas exageradas de su DFH anterior. Era
obvio que Debrah no habfa cambiado ffsicamente en ese tiempo, pero
habfa cambiado su actitud hacia su cuerpo y hacia su normal desa-
rrollo sexual.

Preocupaci6n acerca del cabello. Se ha dicho que "el cabello es


la coronaci6n de una mujer" y muchas nifias dedican muchas horas
semanales al lavado, arreglo y peinado de su cabello. Probablemente
dediquen mås tiempo y atenci6n a su pelo que a cualquier Otra cosa.
Por 10 tanto no es sorprendente, que la mayorfa de las nifias en
crecimiento presten especial atenci6n y esfuerzo al dibujo del cabello
en sus DFH. Machover ha sugerido que un tratamiento glamoroso del
cabello, denota sensualidad, mientras que
el pelo desordenado indica
excitaci6n sexual. Estas interpretaciones pueden ser correctas para
adolescentes y adultos, pero no necesariamente para nifios menores.
El pelo puede ser fuente de gozo y orgullo, pero también puede ser
causa de turbaci6n y angustia. Como en nuestra época la moda
peluqueril cambia råpidamente, es inevitable que la nifia con cabello
largo y duro se sienta desgraciada cuando estå de moda el pelo corto
y rizado, mientras que la jovencita de cabello enrulado sufrirå an-
gustias, cuando el pelo largo y lacio estå en boga. Entonces, se
presentan problemas como el de Dorothy, de9 afios, cuyo pelo es un
ho Lallustraciön 30, muestra el retrato de la familia de Dorothy. La
.

caracterfstica mås sobresaliente de este dibujo es el tratamiento de su


propio cabello. Ninguno de los otros miembros de la familia, en el

143
dibujo, presenta un cabello tan alborotado y desarreglado, como la
figura de Dorothy. Si no se supiera més respecto de la nifia, se podrfa
crecer que este tratamiento del cabello refleja precocidad sexual. Pero
la autora siempre se inclina a buscar la explicaci6n mås obvia y simple
de los signos del dibujo, antes de hacer interpretaciones simb61icas
mås profundas a partir de ellos. En el caso de Dorothy, 10 mås obvio
era mirar a la propia nifia. Sin duda, el rasgo fisico mås destacado de
Dorothy era su cabello. Tenfa una masa de pelo extremadamente
pesado, enrulado, y rebelde. Ademås, Dorothy era descuidada con su
apariencia general; le hacfan falta un bafio, ropas limpias, lavadas de
cabeza, un corte de pelo o simplemente cierto acicalamiento. Pero
Dorothy era demasiado pequefia y no estaba preparada para cuidarse
a sf misma, y su madre inmadura e inestable, era incapaz de cuidar
debidamente a sus hijos.
Dorothy era muy sensible con respecto a su pelo, especialmente
porque sus compafieros no la dejaban jugar con ellos y, entre Otras
cosas, la llamaban "pelo de estopa". Alrededor de una semana después
de que Dorothy dibujara la Ilustraciön 30, se le pidi6 que completara
Oraciones Inconclusas. Entre las oraciones que complement6 estaban
las siguientes:
A veces, yo me detesto a mf misma.
Los otros nifios ...... me odian, no les gusta mi cabello.
La gente piensa que yo soy terrible debido a mi pelo, y a mi
conducta.
Necesito ...... cabello nuevo.
De este modo, descubrimos la bien fundamentada preocupaci6n de
Dorothy por su cabel 10, expresada tanto en el dibuj o de su familia como
en las Oraciones Inconclusas. No puede haber duda, por 10 tanto, con
respecto al significado del tratamiento exagerado del pelo del dibujo.
En vista a los fuertes sentimientos que tenia Dorothy sobre su cabello,
se iniciaron medidas para ensefiarle a cuidarlo, que resultaron en un
gran mejoramiento de su apariencia y en un cambio gradual de su
propio concepto.
Mientras que Dorothy era desdichada porque tenia demasiado
cabello, Odetta (Ilustraciön 40), una nifia de color de 10 afios, de
inteligencia normal, era muy tfmida porque no tenfa suficiente pelo.
El cabello de Odetta era extremadamente corto, y no crecfa a pesar de
los tratamientos con aceites y cremas. Ella trataba de alisarlo y
estirarlo con mucho trabajo. Sus relaciones interpersonales eran muy
deficientes y tenfa una larga historia de problemas de conducta y
emocionales. Atribufa muchos de sus problemas a su propia "fealdad",
especialmente a su pelo corto. Esta era, por supuesto, una simplifica-
144
ci6n y distorsi6n, excesivas, de su situaci6n real; pero para Odetta, era
verdadera y se odiaba a sf misma, a su apariencia y sobre todo a su
cabello.Cuando se le requiri6 que hiciera un DFH, pidi6 permiso para
usar crayones. La Ilustraciön 40 muestra el DFH que hizo con los
crayones. Dibuj6 con el mayor cuidado una nifia de pelo largo, lacio y
rubio, de grandes Ojos azules. iEste era su suefio! Ella anhelaba ser
rubia y de Ojos azules, con pelo largo, hermoso y sedoso, que pudiera
usar en una cola de caballo.
Desgraciadamente, Odetta no era la ünica. No es raro que los hijos
de negros rechacen su propia apariencia. Dennis (1966) refiere que
casi todos los dibujos que hace varios afios obtuvo de nifios negros de
Mississippi y Brooklyn, Nueva York, representaban hombres blancos
con cabello propio de los blancos. S610 un pequefio porcentaje dibuj6
figuras con rasgos y cabello negroides. Dennis propuso la hip6tesis de
que los nifios dibujan a las personas que admiran. Interpreta sus
comprobaciones como un rechazo, por parte de losj6venes negros, de
su identidad racial y su aparienciay de su deseo de parecerse a la gente
blanca.
Las propias experiencias de la autora con nifios negros, varios afios
atrås, en Tennessee, en Ohio y en el estado de Nueva York, fueron
similares a las de Dennis. Hace Cinco o diez afios, era raro que un nifio
de color dibujara a un negro en su DFH. Sin embargo, en la actualidad,
La autora, recientemente recogi6
la situaci6n parece estar cambiando.
varios cientos de DFH, en
dos escuelas con alumnos negros en su
mayorfa y un nümero considerable de ellos revelaban sin error,
figuras con rasgos y pelo negroides. Casi todas estas figuras estaban
presentadas de una manera positiva de aceptaci6n, sin negativa. La
Ilustraciön 41, muestra los DFH de tres nifias de color, de inteligencia
normal, que dibujaron figuras de nifias negras. En estos dibujos el
tratamiento del cabello es particularmente interesante. Los tres
peinados retratados, representan los peinados verdaderos de las
nifias y de sus hermanas mayores. Uno de los dibujos, muestra un
batido exagerado, de los que se logran con la ayuda de postizo. Este
peinado podrå parecer mås bien grotesco a un adulto formal y de edad
madura, pero era considerado la ültima moda de la sofisticaci6n entre
las j6venes. Los tres DFH de la Ilustraciön 41, representan figuras y
peinados a los que las nifias podfan aspirar, y no son una imagen de
ensuefio irreal, como la que hizo Odetta en la Ilustraciön 40.
Esta mayor aceptaci6n de los nifios negros de sf mismos y de su
apariencia, tal como se refleja en los DFH, probablemente sea re-
sultado directo de su reciente orgullo por los nacientes estados
africanos y por el movimiento por los derechos civiles en este pafs. Por
145
supuesto, es imposible saber si este cambio en el concepto propio se
encuentra extendido entre los nifios negros, puesto que la experiencia
de la autora se limit6 a los dibujos de nifios en una pequefia ciudad
industrial del norte.

Preocupaci6n por la obesidad. La obesidad en los nifios, puede


ser el resultado de causas distintas, y la reacci6n infantil hacia su
propio sobrepeso, también varia ampliamente. Algunos nifios obesos
estån contentos consigo mismos, 10 que se entiende al conocer a sus
padres y hermanos, también obesos. Pero el nifio neur6tico que come
en exceso, es desdichado. Y cuanto mås desdichado se siente, mås
come y engorda. Estos nifios suelen ser muy sensibles con respecto a
su apariencia; desearfan perder peso, pero gradualmente son inca-
paces de controlar su apetito.
Benjie (Ilustraciön 42), de 9 afios, era uno de estos infelices nifios
obesos. Tenfa una inteligencia normal, pero era muy sensible, exci-
table e inquieto. Su rendimiento escolar era bajo y padecfa un déficit
en la percepci6n visomotora. Benjie habfa Sido un bebé enfermizo y con
problemas de alimentaci6n en su primera infancia. Su ansiosa madre
solfa instarlo a comer y 10 aliment6 en la boca hasta los seis afios. No
fue sino cuando Benjie inici6 la escuela que empez6 a comer solo, y ya
nunca dej6 de comer a partir de ese momento. Aument6 considerable-
mente de peso, y fue objeto de crueles bromas de parte de sus
compafieros, 10 que aumentaba su ansiedad y su apetito. La Ilustra-
ciön 42, muestra el DFH de Benjie.
Comenz6 dibujando una cabeza con un gorro de piel, y anunci6: "Es
David Crockett". Pero después dibuj6 el cuerpo de la figura y agreg6:
"No, es Jackie Gleason, porque es tan gordo". En su subconsciente, o
aun en su consciente, probablemente afiadi6: "como yo". Benjie era
demasiado honesto como para engafiarse a sf mismo pensando que
alguna vez podrfa ser una figura heroica como David Crockett, pero al
decir que su figura era Jackie Gleason, parecfa querer convencerse de
que también los gordos pueden ser famosos y ten er éxito. Una vez mås,
eltema o contenido del DFH revela el suefio y la aspiraci6n del nifio,
mientras los detalles reflejan los sentimientos de Benjie para sf. El
regordete pobremente integrado de la figura de Benjie es incapaz de
actuar y hasta de intentarlo, pues carece de manos. Tampoco estå
seguro de ad6nde va, ya que sus pies enfilan a la vez en sentidos
opuestos.

Preocupaci6n por el color de la piel. El pequefio fntegramente


aceptado por su familia y su vecindario, tendrå poca preocupaci6n
146
y
consciente por el color de su piel. Pero cuando ingresa a la escuela
entra en una comunidad mayor, notarä cada vez mås, las diferencias
raciales y la reacci6n de los demis ante el color de su piel. La
pigmentaci6n puede convertirse en grave preocupaci6n para el nifio y
como tal serå reflejada en sus DFH.
Keith (Ilustraciön 43), de 7 afios y medio, habfa Sido un pequefio
vivaz y extrovertido. Cuando estaba en segundo grado su conducta
pareci6 cambiar; se volvi6 mås agresivo y desafiante tanto en la casa
como en la escuela. Keith se la pasaba peleando continuamente con los
Otros nifios, y creando problemas. Su madre y su maestra no podfan
explicarse este cambio en su conducta. El psic610go de la escuela 10
envi6 a la clinica de orientaci6n para ayuda psiquiåtrica.
Cuando se le pidi6 a Keith que hiciera un DFH, dibuj6 la figura de
la Ilustraciön 43.Complet6 el dibujo bastante råpido, y después
agreg6 cuidadosay deliberadamente, los cfrculos en la cara y cuello del
A1 preguntårsele, Keith dijo que el nifio "tiene sarampi6n". Pero
nifio.
al seguir interrogåndolo, se revelö que Keith nunca habfa tenido
sarampi6n, ni conocfa que 10 tuviera en ese momento; también afirm6
que él no habfa ofdo ni lefdo nada sobre el sarampiön ültimamente.
Keith habfa dicho que "tenfa ganas de dibujar el sarampi6n". Un
control con su madre confirm6 sus palabras respecto del sarampi6n (ni
habfa tenido contacto reciente ni habfa estado expuesto al sarampi6n
de ninguna manera). era entonces el significado de ese "sa-
rampi6n"?
La autora se inclina a considerar al "sarampi6n" del dibujo como una
forma de sombreado y como un indicador de la conciencia que tenia del
color de su piel. Su piel era suave y encantadora, color café con leche. Era
hijo de una madre blanca, rubia, y de un padre negro de piel oscura. La
familia se habfa mudado recientemente a una comunidad urbana
racialmente mezclada, donde las condiciones eran tensas y en continuo
deterioro,a medida que un mayor nümero de negros surefios no espe-
cializados y serranos atrasados* se trasladaban al {rea y
competfan por
los mismostrabajos y casas. En la escuela y en la comunidad, Keith se
encontraba atrapado entre los dos grupos raciales, no era completa-
mente aceptado por ninguno de los dos. Se rebe16 abiertamente contra
el rechazo que sufrfay trat6 de luchar por su lugar en la sociedad. El DFH

de la Ilustraciön 43 muestra la preocupaci6n de Keith por el color de su

* N. T.: En el original "hillbillies", término con el que se designa en EE.UU. a grupos


blancos habitantes de zonas serranas muy aisladas y atrasadas (especialmente Ias
montafias Allegheny).

147
piel. Era tratado por sus compafieros, como si en realidad tuviera el

"sarampi6n", como si fuera alguien a quien hay que evitar. Quizås Keith
deseaba que su color oscuro se desvaneciera como las rojas ronchas del
sarampi6n desaparecen a su debido tiempo. El dibujo de Keith mostraba
claramente, que necesitaba consejo y orientaci6n para lograr una mayor
aceptaci6n de sf mismo. A1 mismo tiempo, en colaboraci6n con Ia
maestra, se pusieron en pråctica planes para lograr mayor tolerancia y
cooperaci6n entre los distintos alumnos de la clase.
Danny, de 11 afios, era otro nifio negro, preocupado por el color de
su La Ilustraciön 76 muestra su DFH. Hizo a Frankenstein y al
piel.
Hombre Mono. Sombre6 la cara del Hombre Mono con trazos cortos
que probablemente significan pelo, pero el efecto general es el de un
muchacho negro, y refleja, sin lugar a dudas, su propia preocupaci6n
con respecto a su piel oscura.
Los DFH de las ilustraciones 14, 27, 40, 56, 65 y 66, fueron dibujados
en su totalidad, por nifios negros, con serios problemas emocionales;
pero ninguno de esos dibujos revela una particular preocupaci6n por
el color de la piel. Esto no quiere decir que esos nifios fueran indiferen-

tes con respecto a su pigmentaciön; pero en el momento que hicieron


sus DFH, el color de la piel no era 10 que mås los preocupaba. Un nifio
enfatizarå en sus DFH, las actitudes y ansiedades predominantes en
su mente en ese momento dado. Estos nifios, en particular, tenfan
muchos otros problemas, miedos y ansiedades que en ese momento
eran de mayor importancia para ellos y por eso los reflejaban en sus
DFH.
Las ilustaciones 41 y 44 muestran los DFH de nifios negros bien
adaptados, que eran buenos alumnos en la escuela y tenfan un
concepto propio positivo. Dibujaron figuras que, sin lugar a dudas,
eran negroides en apariencia. El color de la piel no es el problema mås
importante para estos nifios. Algunos dejaron las caras y los miembros
de sus figuras en blanco, mientras que Manuel (Ilustraciön 44),
sombre6 la cara, manos y pies de su figura, suave y parejamente,
mostrando realfsticamente el color de su propia piel. El sombreado de
la Ilustraciön 44 estå en marcado contraste con el de las ilustraciones
43 y 76. Manuel dibuj6 deliberada y c6modamente una atractiva nifia
de color, con rasgos negroides y color de piel como el suyo, mientras que
el sombreado en la figura de Keith y en el Hombre Mono de Danny,

reflejan sobre todo ansiedad y preocupaciön por la identidad racial. Es


de extrema importancia estudiar la calidad e intensidad del som-
breado de la cara y extremidades en un DFH, ya que el significado de
tal sombreado varfa ampliamente.

148
Preocupaci6n por la fortaleza ffsica. Cualquiera que trabaja
con varones en crecimiento, deberå pasarse muchas horas anuales
sintiendo y admirando los biceps en desarrollo de los j6venes "super-
hombres", ansiosos por exhibir y probar el primer signo visible de su
fuerza ffsica. Este pequefio müsculo saliente, representa mucho mås
que la habilidad par aporrear al compafiero mås pr6ximo; es casi un
sfmbolo de status entre los alumnos de tercer y cuarto grados, y
simboliza hombrfa e independencia florecientes. Pobre del nifio que se
atrasa en su desarrollo ffsico, cuyo brazo delgado es el signo mås obvio
de su debilidad e insignificancia. Por 10 menos, asf le parecfa a Philip,
de 8 afios, cuyo DFH aparece en la Ilustracjön 45.
Philip era un nifio pequefio, hipersensible y ansioso, que se sentfa
abrumado por su medio ambiente. Sus padres eran luchadores y
esperaban mucho de sus Cinco hijos, y todos, excepto Philip, sobre-
salfan en la escuela y en la comunidad. Philip estaba continuamente
expuesto a la presiön paterna para un rendimiento mayor, mientras
que sus hermanos mayores se ensefioreaban sobre él y 10 hacfan sentir
completamen te pequefio y sin importancia. La ünica més pequefia que
él en la familia, era su hermana menor, que resultaba la favorita de
todos. Ella recibfa més afecto y atenci6n que el resto de los nifios.
Philip se sentfa un "nadie" en la escuela y en su casa. Sus torpes
esfuerzos para ganarse un lugar entre sus compafieros, generalmente
terminaban cuando éstos 10 golpeaban y 10 rechazaban de modo
directo. Es que los enojaba con su conducta tonta y desordenada.
El DFH de la Ilustraciön 45, revela al mismo tiempo, el pobre
concepto que tenfa Philip de sf y su imagen ideal. Los delgados brazos
y piernas, pobremente integrados, y la cabeza pequefia con la sonrisa
tonta, reflejan los sentimientos de debilidad e insuficiencia de Philip,
mientras que el contenido del dibujo, muestra su deseo de ser un
hombre fuerte, con müsculos salientes, que puedan levantar grandes
pesos con una sola mano. Philip enfatiz6 los müsculos tanto en forma
como en sombreado. El gran tamafio de los müsculos expresa su deseo
de fuerza ffsica y hombrfa, mientras que el sombreado indica su
ansiedad por su propia falta de müsculos y fortaleza. Estas dos
actitudes estaban también presentes en sus comentarios espontåneos
sobre su DFH: "Este es un hombre fuerte... es feliz, puede pegarle a
todos, aun a Albert, que es el mås fuerte de nuestra clase... yo soy el
mås débil".

149
PREOCUPACIONES POR INCAPACIDADES ESPECIFICAs
REFLEJADA EN LOS DFH

Machover (1949) y otros que aceptan la hip6tesis de la imagen


corporal para los DFH, han Ilegado a la conclusi6n de que una persona
con una incapacidad especffica o deterioro corporal, los reflejarå en su
DFH. Cuando las investigaciones fracasaron en probar esta hip6tesis
(Centers y Centers, 1963), se pens6 que los nifios con impedimentos
que no mostraban distorsi6n corporal o signos conflictivos en
ffsicos
sus DFH negaban su problema o bien dibujaban una imagen deseada.
En el presente volumen, ni la hip6tesis de la imagen corporal, ni las
implicaciones extrafdas de ella se aceptan como necesariamente
vålidas. Una vez mås debe afirmarse, que la autora sostiene que los
DFH reflejan la actitud del nifio hacia sf mismo y hacia su cuerpo. Por
10 tanto, el dibujo no necesita guardar ningün parecido con la aparien-
cia real del nifio.Un nifio perfectamente sano y bien desarrollado, pero
cuya madre sobreprotectora durante afios 10 ha inquietado por pe-
quefieces, puede haberse vuelto un hipocondrfaco tanto como un
invålido y un tullido. En su DFH, puede retratarse como tal. Mientras
que otro nifio, ffsicamente impedido desde su nacimiento o a temprana
edad, pero fntegramente aceptado y amado por padres maduros y
estables, puede haber tenido una buena adaptaci6n emocional y
social, y quizå no se sienta distinto a los demås. Cuando este nifio
dibuja una figura sin ningün impedimento o signo conflictivo visible
estå retratando sus sentimientos para consigo, que no tienen por qué
ser defensivos.
Los DFH de nifios con incapacidades son tan variados como los de
nifios sinincapacidades (Silverstein A.B. y Robinson, H.A., 1956;
Wawrzaszek, I. Johnson, O.G. y Sciera, J.L., 1958). Los invålidos
,

preocupados por sus incapacidades, reflejarån estas preocupaciones


en sus DFH, 10 mismo que reflejarfan cualquier Otra inquietud o
ansiedad. La actitud de un nifio hacia su deficiencia, por supuesto,
dependerå de muchös factores, ademås de los derivados de su difi-
cultad. Algunos pequefios se pueden sentir deteriorados e impedidos,
mucho después de que su incapacidad ha Sido corregida, mientras que
otros pueden aprender a vencer sus ansiedades iniciales y desarrollar
un concepto propio positivo, aunque no haya evidencia objetiva de un
mejoramiento en su condici6n ffsica. En algunos casos, la preocupa-
ci6n de un nifio por su impedimento puede aumentar a medida que
crece; en Otros casos, disminuye con la edad. Los nifios no tienen una
manera finica de reaccionar ante sus incapacidades, ni tampoco sus
reacciones se reflejan siempre igual en los DFH. Los siguientes DFH
150
con Ia historia de cada caso se presentan para ilustrar c6mo algunos
revelan en sus dibujos, preocupaciones por sus impedimentos.
nifiOS,
Los DFH expuestos no son ünicos, y pueden ser fåcilmente reempla-
zados por otros de la colecci6n de la autora.

preocupaci6n por perturbaciones del habla. Max (Ilustraciön


3) era un nifio de 7 afios con un leve desarreglo articulatorio; al
excitarse, tartamudeaba. La historia del caso de Max ya fue tratada
(påg. 89). Estaba muy consciente de su lenguaje deficiente, aunque era
bastante inteligible y no interferfa en su comunicaciön con los otros
nifiOS. La preocupaci6n de Max por su problema derivaba del cons-
tante rezongo y revuelo de su madre acerca de la articulaci6n. Se
sentfa muy turbado cuando ella 10 corregfa delante de la gente. Lo
intenso de la ansiedad y preocupaciön de Max se ve en su DFH de la
Ilustraciön 3. La figura que dibuj6 exhibe abundante sombreado
alrededor de la boca y en la porci6n inferior de la cara. Este tipo de
sombreado ha Sido hallado por la autora, s610 en los DFH de nifios
inquietos por sus problemas de lenguaje. Los nifios con deficiencias
iguales, o peores, que no se preocupan por ellas, no muestran en sus
DFH sombreado de la boca y de la porci6n inferior de la cara.
En el caso de Max, la deficiencia de lenguaje era leve y existfan las
razones para creer que superarfa esta dificultad con una mayor
madurez y una terapia continuada. La situaci6n era muy diferente
para Sammy, un nifio también de 7 afios y de inteligencia normal.
Sammy (Ilustraciön 46) era un afåsico que sufrfa de un tipo expresivo
de deficiencia de lenguaje. Podia ofr y entender 10 que otro le decfa,
pero debido a una perturbaci6n del mecanismo de realimentaci6n, no
podia ofr ni corregir su propia voz. Era incapaz de pronunciar ciertos
sonidos con correcci6n, y su manera de hablar era pråcticamente
ininteligible. Sammy no podia comprender por qué los demås no 10
entendfan. Lo enojaba sobremanera cuando le pedfan que repitiera
una palabra o una frase, y después tampoco 10 entendfan. Ademås,
Sammy sufrfa de serio mal funcionamiento de la percepci6n visomo-
tora.
Pero Sammy era amistoso e imaginativo, bien querido por sus
compafieros en los primeros grados. De buena gana 10 inclufan en sus
juegos, ya que era tran quilo y amable, y no representaba una amenaza
para los demås. La Ilustraciön 46 muestra el DFH de Sammy. Los
rasgos mås sobresalientes de este dibujo, son la cabeza pequefia y la
omisi6n de la boca. A1 dibujar una nifia, Sammy hizo una figura mås
grande, bien proporcionada y sin omisiones. A1 dibujar un nifio,
Sammy reflej6 claramente, su preocupaci6n acerca de su problema de
151
habla au DFH revela que Sammy se consideraba, en ese momento, un
ser humano mås bien insuficiente.
A medida que pas6 el tiempo, Sammy creci6 pero su habla no mejoro
a pesar de la terapia. Su progreso académico era excesivamente lento.
Sammy comenz6 a mostrar nuevos signos de frustraci6n, y la comu-
nicaci6n con los demås se hizo cada vez mås diffcil. Los nifios pequefios
rara vez tienen conversaciones largas, pero a medida que crecen,
comunicaci6n verbal se hace mås importante. Gradualmente, sus
compafieros se volvieron menos pacientes con Sammy y ya no tenfan
mucho tiempo ni consideraci6n con él. Cada afio que pasaba, Sammy
desarrollaba mås signos de problemas emocionales y ansiedades. Su
concepto de sf se deterior6; comenz6 a considerarse un extrafio y no un
miembro pleno de la sociedad (Ilustraciön 47) y finalmente, que era
ridiculo y no completamente humano (Ilustraciön 48). El caso de
Sammy se trata en forma més completa en la påg. 217.

Preocupaci6n por pérdida de la audici6n, Donald (Ilustraciön


49) habfa asistido a una escuela para sordos desde los tres afios, y
usaba audffono desde los cuatro. Siempre habfa Sido un nifio muy
diffcil, a quien la madre no podia controlar y habfa sufrido pertur-

baciones; suefio, insomnio, apetito insaciable y rabietas. Frecuente.


mente se hacfa la rabona en Ia casa y en la escuela. Cuando fue visto
en la clinica de orientaci6n, Donald tenfa 7 afios. Parecfa hambriento
de afecto y muy ansioso por comunicarse con la examinadora. Leia el
movimiento de los labios perfectamente y no tenfa dificultades para
entender 10 que la autora le decfa. Pero también era evidente que
Donald era obstinado y que le gustaba salirse con la suya. No querfa
trabajar, ni hacer las tareas requeridas; preferfa jugar y ser mimado.
Cuando se le pidi6 que dibujara una persona entera, al principio se
neg6, pero cuando la examinadora insisti6, accedi6 de mala gana e hizo
el DFH de la Ilustraciön 49. Dibuj6 una pequefia figura esquemåtica,
que carece de detalles, con la excepci6n del audffono y la pila. Una
figura esquemätica es, generalmente, un signo de escape. En el caso
de Donald, esa figura representa mås bien un acuerdo. En efecto, él
estaba diciendo: "Realmente no quiero dibujar, no sé dibujar, pero si
Ud. insiste, haré una figura que requiere poco esfuerzo". La diminuta
figura esquemåtica revela aislamiento y evasi6n, 10 mismo que en la
Vida real; Donald se escapaba de la escuela y de su casa cuando no
podia hacer su voluntad, o cuando las frustraciones eran insoporta-
bles. La omisi6n de las manos muestra su sentimiento de indefensi6n
e insuficiencia. El tratamiento prominente del audffono y la boca
amplia y marcada sugieren que desea comunicarse con los demås, y
152
estå problematizado por su deficiencia. De este modo, descubrimos
que aun los nifios que no cooperan, los que tienen lesiones cerebrales
y son lerdos de inteligencia, pueden transmitir en su DFH, sin
desearlo, las ansiedades y preocupaciones acerca de su impedimento.

preocupaci6n por deterioro de la visi6n. Mickey (Ilustraciön


50) naci6 con cataratas y glaucoma, que requirieron dos operaciones
durante el primer afio de Vida. Las operaciones tuvieron éxito. Des-
pués Mickey tuvo que usar anteojos con gruesos lentes que corrigieran
adecuadamente su visi6n. Era evidente que Mickey podia ver bas-
tante bien con sus anteojos, de los que estaba orgulloso y no era
probable que recordara conscientemente, las operaciones padecidas
en la infancia. De todos modos, el temprano trauma habfa dejado su
huella en Mickey. Conservaba una aguda ansiedad por sus Ojos y sus
anteoj os, y 10 reve16 de manera dramåtica en su DFH de la Ilustraciön
50. Este DFH fue hecho cuando Mickey tenia 6 afios. La rudeza del
dibujo se debe, en gran parte, al hecho de que Mickey era un pequefio
retardado mental con deterioro neur016gico. Lo notable en su DFH fue
Ia secuencia en que 10 dibuj6 y el tratamiento de la cara y los Ojos.
Mickey comenz6 dibujando los Ojos y los anteojos; s610 después, agreg6
Ia cabeza, la nariz, la boca y finalmente el resto de la figura. El
sombreado de la cara, subraya, mås aün, la ansiedad y preocupaci6n
por su vista (véase påg. 99).

Preocupaci6n por fisura palatina. Edith (Ilustraciön 14) habfa


Sido una beba prematura, que pesaba solamente un kilo trescientos
gramos al nacer. Ademås presentaba una fisura palatina y s610 media
nariz. La madre, inestable e inmadura, no podia aceptar a su criatura
desfigurada, y la hacfa vivir con vecinos y amigos. A los 5 afios, el

paladar y la nariz de Edith fueron malamente arreglados. Rechazo,


inestabilidad y descuido, habfan contribuido al pobre desarrollo
emocional e inadaptaci6n social de la nifia, y a un concepto de sf
extremadamente negativo. Cuando comenz6 la escuela, presentaba
serios problemas emocionales y de conducta. Debido a su mala
conducta varias veces fue suspendida enjardfn de infantes y en primer
grado. Cuando concurri6 a la clinica de orientaci6n tenia 7 afios. En
esa época estaba viviendo con su madre y su hermano de 18 meses. Se
descubri6 que Edith sufrfa varios problemas, resultado de distintos
factores en su Vida, pero que su cara desfigurada habfa Sido uno de los
mayores motivos del trato dispensado por los demås y de los distor-
sionados sentimientos hacia sf misma.
La Ilustraciön 14, muestra el DFH de Edith. Es un dibujo notable
153
en varios sentidos. El tratamiento de la nariz y la boca son inusuales
y reflejan vivamente su preocupaci6n por su malformaci6n y por su
problema de lenguaje. Estaba dolorosamente consciente de su apa-
riencia. Su sentimiento de mutilaci6n y de estado incompleto es
mostrado aün mås por la asimetrfa e integraci6n deficiente de 10s
brazos y manos, y por la omisi6n del pie, que puede simbolizar la
pérdida parcial de la nariz. En marcado contraste con el DFH de la
Ilustraciön 14, el dibujo de un hombre por Edith, es mucho
convencional y no muestra ninguna omisi6n ni tratamiento inusual de
la nariz y la boca.

La manera en que fue dibujada la figura de la Ilustraciön 14 refleja


las ansiedades e inquietudes que experimentaba Edith por su impe-
dimento ffsico. El contenido del dibujo yla historia que sobre él cont6
Edith, muestran su actitud hacia su familia y su deseo (påg. 115). La
"sefiora" del DFH, que puede suponerse es su madre, salfa pråctica-
mente todas las noches, dejando a Edith en casa cuidando al her-
manito. En su historia, Edith contrasta la buena apariencia de la
madre con su propia desfiguraci6n, protesta contra la "maldad" de la
madre y expresa el deseo de que su novio no venga, para que la madre
pueda quedarse en casa con ella.

Preocupaci6n por parålisis cerebral. Betty (Ilustraciön 51),


una nifia de 8 afios de inteligencia superior, era una pequefia hemi-
pléjica que tenia escaso uso de su mano y pierna derecha. Pero esto no
le impedfa participar plenamente en la mayorfa de las actividades de
la casa y de la escuela. Con la ayuda de un instrumento ortopédico se
las arreglaba bastante bien. Tenfa muchos amigos entre sus compa-
fieros y en la comunidad. Betty felizmente habfa nacido dentro de una
familia unida, cålida, estable y religiosa. Los padres la aceptaron sin
reservas, no hicieron diferencias con los otros hermanosy Ie brindaron
mucha ayuda y afecto. La madre observ6 correctamente: "A Betty le
gusta la gente, y la gente gusta de ella". La actitud de Betty con los
demås y consigo misma reflejaba la actitud paterna hacia ella.
Cuando se le pidi6 que hiciera un DFH, Betty realiz6 el dibujo de la
Ilustraciön 51. Espontåneamente dibuj6 a toda su familia "yendo a la
iglesia". Se dibuj6 a sf misma como la més pequefia, guarecida bajo las
ropas protectoras de la madre. Es interesante que se dibujara a sf
misma completa e intacta, desplazando su propia insuficiencia hacia
la madre que aparece con una pierna bidimensionaly Otra de palo: una
pierna funciona correctamente, y la Otra es deficiente. Parece que
Betty dijera en su dibujo: "No quiero crecer, quiero quedarme chiquita
ya que no me puedo parar sola. Pero mientras mi madre me proteja con
154
su amor, y mientras Ileve mi carga, no me preocuparé y disfrutré de
laVida fntegramente". El contenido del dibujo de la Ilustraciön 51,
muestra el deseo de Betty: quiere ser la mås pequefia de la familia,
quiere mantenerse inmaduray dependiente. No s610 le gusta la gente,
Sino que necesita de ella para su seguridad y protecci6n. En la
realidad, Betty no era la menor de la familia. Tenfa dos hermanos
menores. A1 dibujar a su familia completa, Betty revela su confianza
total en ella. El dibujo de Betty no indica ningün resentimiento o
ansiedad indebida a causa de su deficiencia, pero expresa una fuerte
necesidad de ayuda y protecci6n continuas. Las transparencias del
dibujo de Betty, son tfpicas de las que se encuentran en los dibujos de
los nifios con deterioros neur016gicos e indican, sobre todo, pensa-
miento concreto (påg. 93).
Dennis (ilustraciones 52ay b) era menos afortunada que Betty. El
también era un nifio hemipléjico que usaba un aparato ortopédico en
su pierna derecha y hacfa escaso uso de su mano derecha. Por
afiadidura, era bastante inmaduro para su edad, y manifestaba una
leve retardaci6n mental. Para su madre era muy diffcil aceptar
plenamente a Dennis y su insuficiencia. Intelectualmente, aceptaba
el hecho de que su hijo fuera impedido, 10 Ilevaba a terapia ffsica dos

veces por semana, y ejercitaba su pierna varias horas, todos los dfas.
Pero la madre tenia que esforzarse para hacer esto. Inevitablemente
transferfa parte de su propia ansiedad y temores por las limitaciones
de Dennis al nifio. El carecfa de confianza en sf mismo y pronto
evidenci6 resistencia activa a ir al centro de tratamiento.
Dennis fue atendido en la clinica de orientaci6n a los 6 afios. El DFH
que hizo entonces, aparece en la Ilustraciön 520. La cara de la figura,
espesamente sombreada, carece de rasgos, mientras que las manos,
dedos y pies estån toscamente distorsionados y también sombreados.
La asimetrfa y tamafio de las manos revela la preocupaci6n de Dennis
por ellas. Su intensa ansiedad e inseguridad, fueron también verba-
lizadas mientras dibujaba. A cada rato preguntaba: "iLo estoy ha-
ciendo bien?" Ansiaba ser tranquilizado y ayudado. Cuando termin6
su dibujo, pregunt6 si se 10 podia Ilevar a su papå. Ni una sola vez
mencion6 a su madre. El dibujo de la Ilustraciön 52a revela la aguda
ansiedad e inquietud de Dennis por su impedimento ffsico y una
marcada falta de confianza y aceptaci6n propias.
Cuando la madre de Dennis integr6 un grupo terapéutico en la
clinica, gradualmente comenz6 a cambiar su actitud hacia Dennis. En
vez de tenerse låstima a sf misma, empezö a ver a su hijo como una
persona por derecho propio, y a darse cuenta de 10 que su condici6n
significaba para él. Este cambio en la actitud materna, al poco tiempo,

155
provoc6 un cambio en Dennis; se volvi6 mås feliz y libre. Mientras que
antes se habfa resistido a ir a la terapia ffsica, ahora, anhelaba las
sesiones en el centro de tratamiento. Su apariencia completa cambi6
y comenz6 a desarrollar una actitud mås positiva consigo mismo. Dej6
de enfurrufiarse y fruncir el cefio la mayor parte del tiempo, y en
cambio, aprendi6 a sonrefr.
Cuatro meses después de realizar el primer DFH, se le pidi6 a
Dennis que dibujara a Otra persona completa. Este segundo DFH
aparece en la Ilustraciön 52b. La diferencia entre los dos dibujos es
notable. No habfa transcurrido suficiente tiempo entre uno y Otro
DFH para atribuir el mejoramiento, primeramente, a una mayor edad
y madurez. Lo que habfa cambiado de manera considerable en estos
cuatro meses, era la actitud materna hacia Dennis y la actitud de
Dennis hacia sf mismo. El segundo DFH es completo, con Ojos, nariz,
boca, pelo y orejas. La figura tiene cuerpo y piernas con pies. S610 le
faltan los brazos. El dibujo, en general, sugiere mucha menos ansie-
dad y un mejor concepto propio que en el DFH anterior. La omisi6n de
los brazos probablemente refleja la prolongada preocupaci6n de
Dennis por su incapacidad para usar las manos. Pero, puesto que su
edad mental era s610 de Cinco afios, cuando dibuj6 la figura de la
Ilustraciön 52b, la omisi6n puede, también, ser un signo de su in-
madurez general y leve retardaci6n. No es raro que los nifios lerdos de
5 afios, omitan los brazos de sus dibujos. Cualquiera que sea la
interpretaci6n que uno prefiera, no puede haber duda, de que el
segundo dibujo de Dennis revela un marcado cambio y mejoramiento
en su actitud hacia él mismo y hacia su incapacidad. En el primer
DFH, Dennis se retrata como a una no-persona, mientras que en el
segundo dibujo, se presenta como un ser humano, aunque incompleto.

Preocupaci6n por una colostomfa. Jennifer (ilustraciones 53 y


54) habfa sufrido de colitis ulcerosa varios afios. Cuando tenia once
afios, se hizo necesaria una intervenci6n quirürgica. Después de una
operaci6n exitosa, Jennifer fue enviada a un hogar de convalescencia
para recuperarse y para aprender a cuidarse a sf misma, pues tenfa
que usar una bolsa de colostomfa. Jennifer pareci6 adaptarse bastante
bien a su nueva condici6n hasta que Ileg6 el momento de ir a su casa
y regresar a la escuela.
Puesto que su casa quedaba a una distancia considerable del
hospital y del hogar de convalescencia, .Jennifer fue enviada a la
clinica de orientaci6n infantil, para terapia de apoyo durante el diffcil
periodo de readaptaci6n a la comunidad. La primera vez que fue vista
por la autora, Jennifer realiz6 el DFH de lallustraciön 53. Una de las
156
caracterfsticas mås sobresalientes de este dibujo, es el Ojo cauteloso,
de gran tamafio. Pareciera como si la nifia del dibujo estuviera
inquieta observando la reacci6n de la gente hacia ella, aunque ella ha
dado vuelta la cara como si estuviera tratando de encontrarse con la
gente frente a frente.
Otro signo inusual de la Ilustraciön 53 es la transparencia de la falda.
El tratamiento de la falda difiere marcadamente de las transparencias
de Ia Ilustraciön 43 y de la 51, que reflejan ante todo, enfoque realfstico
del dibujo de la figura y hacia la Vida. En el dibujo de Jennifer la
transparencia es semejante a la de las ilustraciones 9 y 30. En estos
1 casos, la transparencia estå concentrada en una porci6n especffica de la
figura. Este tipo de transparencia sirve para enfatizar y poner de relieve
el{rea del cuerpo en que se centra la principal ansiedad y preocupaciön
En el caso de Connie (Ilustraciön 9), la transparencia revelaba
del nifio.
su preocupaci6n por el embarazo de su madre y el nacimiento de su
hermana. En el caso de Jennifer, la transparencia de la Ilustraciön 53,
muestra su ansiedad por la colostomfa. Estas diferencias en cuanto a
preocupaciones y ansiedades no son evidentes en las transparencias por
sf mismas. Las transparencias, meramente precisan la ubicaciön de la

preocupaciön, pero la causa especffica de la ansiedad se debe deducir de


y sus experiencias.
la situaci6n total del nifio
A1 principio, Jennifer no querfa volver a la escuela. Entonces, la
autora concerto un encuentro con la enfermera y la directora de la
escuela, para que conocieran y entendieran los problemas de Jennifer.
Se prepar6 para Jennifer un lugar en la escuela, donde ella podia ir a
atender sus necesidades en privado cuando fuera necesario. De ahf en
adelante, Jennifer regres6 con gusto a la escuela y participö en casi
todas las actividades escolares. Su adaptaci6n fue completamente
satisfactoria. Por un tiempo concurri6 semanalmente a la clinica de
orientaci6n, para recibir apoyo continuado. A los dos afios, se le volvi6
a pedir a Jennifer que hiciera un DFH. El resultado aparece en la
Ilustraciön 54.
A primera vista, el DFH de la Ilustraciön 54, se parece a los dibujos
de innumerables pre-adolescentes que producen imågenes de en-
suefio, de bien formadas bailarinas o muchachas atractivas. Jennifer
dibuj6 una mujer en puntas de pie, con zapatillas de bailarina clåsica.
El tratamiento de la cara es absolutamente convencional; no hay
signos de suspicacia o evasi6n. Lo ünico digno de atenci6n en su DFH,
son las Ifneas gruesas y reforzadas a los costados del cuerpo y en la
parte inferior del véstido, y el no poder separar los muslos con una
Ifnea. A1 omitir la Ifnea divisoria entre las piernas, Jennifer parece
que trata de borrar el {rea de su preocupaci6n, mientras que anterior-
157
mente, atrafa la atenci6n a esta {rea por medio de la transparencia
Ahora revelaba su ansiedad a través del sombreado
(Ilustraciön 53).
espeso y la omisi6n de Ifneas. Es natural que Jennifer sintiera una
continua inquietud por su condici6n, pero el dibujo de la Ilustraciön 54
demuestra que habfa aprendido a aceptar su deficiencia y que no
estaba a la defensiva por causa de ella. El segundo dibujo es més
maduro y sofisticado que el primero, 10 mismo que su conducta y
adaptaci6n social eran més maduras y confiadas que antes.

PREOCUPACION POR EL RENDIMIENTO


ESCOLAR REFLEJADA EN LOS DFH
Nuestra sociedad de clase media, otorga mucho valor al rendi-
miento académico. Los padres que no concurrieron a la universidad
tratan ansiosamente de que sus hijos se gradüen en ella. Pråctica-
mente, desde el dfa en que el nifio comienza el jardfn de infantes, estå
imbuido con la idea de que debe ir a la universidad y de que el éxito
escolar equivale a "bondad", mientras que repetir el afio, o tener notas
baj as, equivale a "maldad". Esta preocupaci6n paterna estå de acuer-
do con el suefio americano, y ha estimulado a muchos j6venes a
realizar grandes cosas. La ambici6n paterna y la presi6n para un
mayor rendimiento, pueden obrar como fuerza motivadora y ser
completamente ütiles para losj6venes bien integrados, inteligentes y
sanos. Pero tal presi6n también puede ser en extremo perjudicial y
perturbadora, para el nifio que carece de la madurez mental y de la.
habilidad para vivir en conformidad con las expectativas paternas.
Esto es particularmente cierto, si el fracaso escolar es el resultado de
factores que no se revelan fäcilmente a los maestros y a los padres. A
una explicaci6n mejor, estos nifios a menudo son considerados
falta de
'haraganes", "estüpidos" o "malos". Como resultado, muchos nifios
con deficiencias mfnimas, sufren intensos sentimientos de culpa, que
s610 sirven para intensificar sus dificultades de aprendizaje.
Kenneth (Ilustraciön 55) no podia aprender a leer y escribir, a pesar
de tener inteligencia normal. Sus padres habfan recibido poca educaci6n,
y estaban decididos a que sus hijos tuvieran todas las ventajas de que
ellos nunca habfan gozado. Se iban a encargar de que Kenneth y sus
hermanos terminaran la escuela secundaria y fueran a la universidad
aunque esto les significara a los padres tener dos empleos cada uno, y
ahorrar y escatimar cada centavo. Era incomprensible, para ellos, que
Kenneth no aprendiera. Sus tres hermanos eran buenos alumnos. Los
padres se pasaban horas trabajando con Kenneth; le rogaban, 10 ame-
158
nazaban, trataban de sobornarlo, y 10 castigaban, pero todo era en vano.
Después de un afio en el jardfn de infantes y uno en el primer grado,
Kenneth aün no podia escribir su nombre, ni leer una sola palabra. Sin
embargo, aparentemente, era un nifio perfectamente normal y sano, con
s610 un leve defecto de lenguaje.
A1 comienzo del segundo grado, Kenneth fue transferido a una clase
especial, en la escuela püblica para nifios de inteligencia normal con
problemas especfficos de aprendizaje. Sus padres se opusieron mucho
a este traslado, y siguieron insistiendo en que Kenneth no tenfa nada.
Ellos crefan que era "haragån" y que debfa ser obligado a aprender.
Kenneth estaba abrumado por sentimientos de culpa y de resenti-
miento hacia sus padres y la escuela. Estaba atormentado por emo-
ciones ambivalentes y ansiedad. Cuando ingres6 a la clase especial, se
aislaba en extremo, y mostraba signos de una seria perturbaci6n
emocional. Estaba convencido de ser estüpido y malo. Los resultados
de los tests psic016gicos y un EEG revelaron claramente, la evidencia
de un deterioro neur016gico, que no habfa Sido reconocido antes.
A1 principio, Kenneth sentfa pånico a la vista de un libro o de
cualquier material relacionado con las tareas escolares. Después de
varias semanas de juego libre y otros juegos, Kenneth comenz6 a
relajarse un poco en la escuela; pero en su casa, la situaci6n empeor6.
Habfa una "guerra" entre Kenneth y sus padres. En sus dibujos y
pinturas, y en su juego, Kenneth revivfa esta guerra diaria. La
Ilustraciön 55 muestra su DFH. El dibujo revela una patética figura,
de poco tamafio, sin nariz, boca, brazos, ni pies. Estas omisiones,
reflejan sus intensos sentimientos de insuficiencia y culpa. También
evidencian su tendencia a aislarse frente a la presi6n paterna. El
contenido del dibujo es aün mås ilustrativo. El nifio parece estar en
una jaula o celda. Mientras dibujaba, Kenneth coment6: "Un nifio
estüpido, loco; no querfa hacer nada en la escuela, por eso 10 mandaron
a un reformatorio. Estå en un refugio antiaéreo. El ejército 10 puso ahf.
Hay guerra".
Kenneth describe al nifio de la Ilustraciön 55, como un "nifio es-
tüpido" y "loco"; éstos son sus séntimientos para con sigo. Su referencia
al "reformatorio" manifiesta hasta qué punto habfa sido, influenciado
por 10 que pensaban sus padres, con respecto a la clase especial. A
pesar de los esfuerzos del personal clfnico y de la maestra, para
y positivas de la pequefia
explicarles las caracterfsticas terapéuticas
Kenneth y sus padres la consideraban un castigo. Pero
clase especial,
la segunda parte del comentario de Kenneth, no es simplemente una
descripci6n de él mismo, sino una historia, y como tal representa su
deseo. El "reformatorio" se convierte en un "refugio antiaéreo", es

159
decir, Kenneth ha aprendido, por experiencia, que la clase especial no
es un lugar donde se castiga a los nifios, sino un lugar seguro y a salvo,
donde él encuentra protecci6n y amparo durante la "guerra" que ruge
afuera. Parecerfa que Kenneth estuviera diciendo que quiere que el
ejército (es decir, la maestray los psic610cos clfnicos) peleen por él para
hacerles entender su problema a sus padres. La "guerra" entre
Kenneth y la escuela, por un lado, y sus padres, por el otro, sigui6 casi
todo el afio escolar, hsta que finalmente se pudo convencer a los padres
de que Kenneth no era "estüpido", ni "haragån", ni "loco", sino un nifio
de inteligencia normal, que no podfa aprender a leer y escribir porque
tenfa una lesi6n cerebral que afectaba su percepci6n auditiva y
visomotora, y que interferfa en su memoria de sonidos y sfmbolos.
Jonathan (Ilustraciön 36), de 7 afios y 9 meses, estaba repitiendo el
primer grado, pero todavfa estaba atrasado en su rendimiento. Sus
padres eran profesionales universitarios y daban por sentado que
Jonathan irfa a la universidad. Su madre le compr6 libros especiales,
y trabajaba con él todos los dias después de la escuela; pero a pesar de
su esfuerzo, Jonathan no progresaba. Su extremo desasosiego, dis-
tracci6n y un serio problema perceptivo, interferfan con su trabajo
escolar. Su conceptualizaciön también era pobre.
A1 pedfrsele que hiciera un DFH, Jonathan realiz6 el dibujo de la
Ilustraciön 36. La cabeza diminuta refleja la aguda preocupaci6n de
Jonathan por su capacidad mental o por su falta de ella. Las nubes
sobre la figura indican que se siente presionado por los padres, 10 que
intensifica su ansiedad y sentimiento de fracaso. La historia que el
nifio cont6 acerca de su dibujo, revela su deseo. El DFH representa su
héroe, un primo que él admira profundamente y cuyas huellas quiere
Es grande. No fue a la universidad.
seguir: "Voy a ser igual a mi primo.
Trabaja en la casa, estå soldando... Me gusta 10 que le gusta a mi
primo". Mås adelante, Jonathan agreg6: "Me gusta la escuela, pero no
mucho, quiero tener 19 afios como mi primo y trabajar, él no fue a la
universidad".
La Ilustraciön 36, de este modo, revela al mismo tiempo la pre-
ocupaci6n de Jonathan por su bajo rendimiento, y su deseo de ser
adulto (pig. 140), escapar de la escuela y trabajar como su primo. En
realidad, la apreciaci6n hecha por Jonathan, sobre su capacidad y
metas para el futuro era bastante realistica. Les cabfa, ahora, al
psic610go escolar y a la maestra, ayudar a los padres a reajustar sus
expectivas con respecto a Jonathan, paras que pudiera ser él mismo,
sin sentirse ansioso o culpable.

160
PREOCUPACION POR LA CONDUCTA
REFLEJADA EN LOS DFH
Dos nifios pueden entregarse a la misma actividad y, sin embargo,
tener motivaciones y reacciones diferentes ante su conducta. Hacerse
la rabona, por ejemplo, puede ser una cuesti6n de prestigio y de status
para un mientras que en Otro, pude ser signo de una seria
nifio,
perturbaci6n, de depresiön y retraimiento. No se da una relaci6n
univoca entre una actividad determinada y las actitudes infantiles
frente a la misma. Pero siempre que un nifio se entrega a una actividad
que le provoca ansiedad y preocupaci6n, esa actividad se reflejarå en
sus dibujos. Los DFH pueden ser de gran valor para ayudar a los
terapeutas y a los psic610gos clinicos a entender c6mo se siente un nifio
en sus actividades. Porque, el que roba y revela intensos sentimientos
de culpa y ansiedades, requerirå un tipo de tratamiento distinto del
que roba pero no muestra indicio de preocupaciön o culpa.

Preocupaci6n por robos. Se demostr6 previamente (pfg. 76),


que muchos nifios que roban y manifiestan sentimientos de culpa por
sus acciones, dan especial énfasis a los brazos y manos de sus DFH.
Este énfasis puede tomar diferentes formas de tratamiento: omisi6n
de los brazos y las manos, manos grandes o espesamente sombreadas,
o brazos muy débiles y cortos. Algunos ejemplos de los DFH de nifios
ladrones, se presentan a continuaci6n. La Ilustraciön 32, nuestra el
DFH de Joel, que comenz6 a robar cuando sus padres se separaron.
Joel omiti6 por completo los brazos de la figura que 10 representa. Por
su parte, Edie, un nifio de 9 afios, de inteligencia normal, seriamente
desamparado y con una larga historia de hurtos y peleas, dibuj6
brazos excesivamente largos y sombreados, con manos inmensas en su
DFH de la Ilustraciön 6.
Carla (Ilustraciön 56) tenfa 9 afios cuando vino a la clinica de
orientaci6n para una evaluaci6n. Era de inteligencia normal, pero
robaba desde los 3 afios. Su madre la habfa alimentado y vestido bien,
pero disponfa poco tiempo y afecto para la nifia. Con frecuencia, la
dejaba en casa de pensi6n, con extrafios, o en cervecerfas donde ella
trabajaba de camarera. Después del nacimiento de un hermanito.
Carla intensific6 sus hurtos, y comenz6 a escaparse de la casa y de la
escuela. El DFH de la Ilustraciön 56, muestra una nifia de brazos
cortos y pegados al cuerpo, sin manos ni dedos,.que refleja sus intensos
sentimientos de insuficiencia, impotencia y ansiedad. El dibujo
también descubre su dificultad para comunicarse con los demås, a
quienes observa con mirada sospechosa, y su tendencia a escapar

161
cuando la situaci6n se vuelve intolerable. La figura parece tensa y
No habiendo tenido
cautelosa, lista para huir en cualquier momento.
nunca seguridad emocional y afecto, Carla habfa sustituido el amor
por objetos y comida, y robaba estas cosas cuando sentfa que la
abandonaban o la dejaban de lado.
Otro caso es el de Jeff, cuyo DFH aparece en la Ilustraciön 57. Jeff
era un nifio de 10 afios, de bajo nivel intelectual y con una personalidad
psicopåtica. En la superficie parecfa amistoso y alegre, pero emocio-
nalmente era ch ato. Negaba tener problemas. Jeffhabfa sufrido serias
carencias y mültiples cambios de hogar antes de los 5 afios, cuando él
y su hermana fueron ubicados en su actual hogar adoptivo. La madre
adoptiva preferfa a la hermana. Jeff era impulsivo, agresivo y tenia
una historia de robos e incendios. Habfa dificultades escolares desde
su ingreso al jardfn de infantes. EI DFH de Jeff (Ilustraciön 57),
evidencia una extremadamente pobre integraci6n de las partes,
marcada asimetrfa de las extremidades, y transparencias, todo 10 cual
se encuentra, con frecuencia, en los dibujos de nifios con mal funcio-
namiento cortical. No se conocfa 10 suficiente de su primera infancia
e historia médica, para confirmar un diagn6stico de lesi6n cerebral.
Sin embargo, su conducta no era incompatible con tal diagn6stico.
Jeff dibuj6 una nifia, que bien puede representar a su privilegiada
hermana, pero la expresi6n que le dio a la figura y la sonrisa tonta de
la cara, se corresponden con su blanda alegrfa y su negativa a
reconocer que tenfa problemas. Los brazos débiles, cortos y pegados al
cuerpo, sugieren un sentimiento de indefensi6n y un intento de
controlar rfgidamente sus impulsos. Jeff encara sus problemas su-
primiéndolos de su conciencia y actuando sus conflictos con una
conducta socialmente inaceptable. Su figura de la Ilustraciön 57 estå
desconectada, las partes superior e inferior de la nifia no estån unidas.
Este signo en el dibujo, parece reflejar la disociaci6n de sus impulsos
hostiles y agresivos de su conocimiento consciente y su control inte-
lectual. Su dibujo carece de indicaciones de sombras u omisiones que
revelen ansiedad o culpa. La ausencia de estos indicadores hacen que
el pron6stico para Jeff, sea menos positivo, y el éxito en el tratamiento
mås diffcil.

Preocupaci6n por provocar incendios. Los incendios, 10 mis-


mo que los hurtos, pueden ser sfntomas de una variedad de problemas
y reflejan diferentes actitudes en los j6venes implicados. En el ftem
precedente se mencion6 que Jeff se habfa visto envuelto también en
incendios. Su DFH de la Ilustraciön 57 muestra una marcada falta de
culpa o ansiedad. La figura vuelve su cabeza a un lado y sonrfe feliz.

162
También en la realidad, Jeff negaba alegremente tener problemas,
aunque al mismo tiempo incendiaba su casa. No hay nada en su dibujo
que esté especfficamente relacionado con preocupaci6n por tendencia
incendiaria. En general, este DFH muestra muchos signos de inadap-
taci6n; es indicador de una personalidad pobremente integrada,
inmadura y blanda, con tendencias psicopåticas.
Mel (Ilustraciön 58), un nifio de 5 afios, de alto nivel intelectual,
presenta un cuadro muy diferente del de Jeff. Los padres de Mel se
separaron antes de su nacimiento. Sufri6 mucha inseguridad e
inestabilidad durante los primeros afios de su Vida y estaba amar-
gamente resentido por el nuevo casamiento de su madre y el naci-
miento de otros dos nifios en la familia. Mel expres6 sus celos hacia su
padrastro y medio hermanos, incendiando la camita del bebé. Su
exasperada madre trat6 de corregirlo equivocadamente, quemando
sus manos y cuello con un cuchillo al rojo vivo. Este tratamiento
punitivo y brutal, s610 acrecent6 los sentimientos de rechazo, culpa y
ansiedad de Mel.
La Ilustraciön 58, presenta su DFH. Mientras dibujaba coment6:
"Es un indio con dos plumas - y las manos". El tamafio reducido del
dibujo refleja su inseguridad y su aguda ansiedad. Las manos gran des
indican, al mismo tiempo, hostilidad y culpa por sus acciones. A1 hacer
su figura como un indio, Mel revela sus sentimientos de no pertenecer
a la familia, de ser un extrafio (påg. 177). Pero igual que un indio bravo,
él estå dispuesto a luchar, si es necesrio, por su lugar en la sociedad.

Preocupaci6n por la masturbaci6n y actividades sexuales.


Una cierta cantidad de juego sexual y masturbaci6n es normal en
nifios en desarrollo y no necesariamente les causa indebida ahsiedad
y culpa. Sin embargo, a menudo, los adultos significativos en la Vida
del nifio, pueden imprimirle sus propias ansiedades y problemas
sexuales, de modo que el nifio comienza a sentirse "malo" y culpable
de sus impulsos y actividades perfectamente normales. La mayorfa de
los nifios aprenden, tarde o temprano, a controlar sus impulsos y a
adaptarse a patrones de conducta socialmente aceptados. Pero hay
excepciones. Especialmente, nifios que se sienten muy solos, aislados
o desdichados, a menudo encuentran consuelo masturbåndose, y
pueden desarrollar el håbito de masturbaci6n excesiva y compulsiva,
que es desapröbada por los adultos y los conduce a una mayor
ansiedad y culpa.
Timothy (påg. 135), cuya familia aparece dibujada en lallustraciön
33, era un masturbador compulsivo. Durante largos meses en que
estuvo enfermo y en cama se divertfa jugando consigo mismo o

163
dibujando. En el retrato de su familia, Timothy dibuj6 en cada uno de
losmiembros masculinos, pantalones con bolsillos y objetos oblongos
debajo de los bolsillos. Podrfamos suponer que estos objetos son las
rodillas, sino conociéramos la conducta de Timothy. En la escuela se
pasaba las horas con su mano en el bolsillo masturbåndose. La forma
y posici6n de los objetos oblongos del dibujo, con toda probabilidad, son
sfmbolos fålicos. La presencia de dos falos en cada figura masculina
enfatiza la importancia que Timothy les atribufa, y la intensidad de
su temor de castraci6n. Otra manera de revelar su culpa y ansiedad
por masturbarse, era su preocupaci6n por los elefantes y sus trompas;
hacfa innumerables dibujos de estos animales.
Philip (Ilustraciön 59), un nifio de 8 afios, de inteligencia normal,
era también un masturbador compulsivo. Su constante masturbaci6n
parecfa ser un esfuerzo para asegurarse que él estaba todo allf y para
aliviar sus tensiones y sentimientos de culpa. Philip era muy desdi-
chado y estaba emocionalmente perturbado. La Ilustraciön 59,
muestra su DFH. Philip inform6 a la examinadora que su tosco y
primitivo dibujo representaba "un muchacho sosteniendo una pipa".
Este dibujo es una directa y franca afirmaci6n de su ansiedad de
castraci6n y su culpa por masturbarse. La "pipa" en la mano del nifio
se ha separado del cuerpo. Philip tenfa muchos problemas; la ansiedad
de masturbaciön era s610 una de esas dificultades. D aba la casualidad
de que este problema particular predominaba en su mente cuando
hizo el DFH de lallustraciön 59, de ahf que la culpa de la masturbaci6n
y el miedo, resultaron el tema dominante. En un dibujo anterior, que
aparece en la Ilustraciön 45, Philip expres6 claramente, sentimien-
tosde debilidad mental y ffsica e inadecuaci6n (påg. 149). En ese DFH,
habfa dibujado una imagen ideal: un superhombre. Una mirada
atenta del superhombre muestra una pequefia Ifnea garabateada
debajo del cintur6n. Esto podrfa ser un garabateo casual, pero en vista
de los håbitos y la ansiedad de Philip, en realidad, puede significar un
sfmbolo fålico. Esta impresi6n estå acrecentada por el sombreado de
la mano del superhombre, Otro signo de ansiedad y culpa, que gene-
ralmente se asocia con masturbaci6n. De este modo, se clasificaron las
dos afirmaciones de Philip en su dibujo de la Ilustraciön 45, uno re-
ferido a sus sentimientos de inadecuaci6n y a su deseo de ser fuerte,
y el otro a su culpa y ansiedad por la masturbaci6n; por supuesto, las
dos estån interrelacionadas.
Doris (Ilustraciön 60) tenia 5 afios cuando fue trafda a la clinica de
orientaci6n para una evaluaci6n. Desde el nacimiento de su hermana,
Doris se habfa entregado a una excesiva masturbaci6n y manipula-
ci6n del cuerpo, 10 que era muy desconcertante para los padres.

164
Cuando se le pidi6que dibujara una persona entera, Doris realiz6 el
DFH de la Ilustraciön 60.A medida que dibujaba coment6 espontå-
neamente: "Mi hermana, éstos son sus dientes... hay una ventana a su
lado, la va a abrir cuando tenga ganas". Sin estas explicaciones, el
dibujo podrfa ser considerado como cualquier dibujo primitivo de un
nifioan sioso de 5 afios. El objeto rectangular podrfa haber Sido tomado
err6neamente, por una caj a o una casa. A1 analizar los DFH infantiles,
en su estructura solamente, no tiene importancia conocer el signifi-
cado de todos los objetos del dibujo. Pero es arriesgado tratar de
interpretar DFH infantiles, desde un punto de vista clfnico, sin
conocimiento de qué estaba tratando de dibujar el nifio o de cuåles
eran sus intenciones. Habrfa Sido muy diffcil, por ejemplo, atribuir
significado clfnico al dibujo de Doris de la Ilustraciön 60, sin sus ex-
plicaciones. Pero con estos comentarios, el significado aparece claro.
Doris dibuj6 a su hermana, que es su principal objeto de preocupaci6n
y celos. Pero la manera de dibujar la figura de su hermana, refleja las
actitudes propias de Doris. Los dientes muestran su resentimiento y
enojo. El cuerpo estå omitido; en cambio, Doris coloca un sombreado
espeso y amorfo en el {rea donde deberfa haber estado el cuerpo,
revelando con eso intensa ansiedad corporal, lejos, en exceso, de 10 que
es normal en nifias de 5 afios (påg. 89). La omisi6n de la nariz enfatiza,
aün mås, su ansiedad, y que esa an•siedad se relaciona con su
masturbaci6n aparece claro, si interpretamos que la "ventana" del
dibujo es una represen taci 6n simb61ica de la abertura vaginal, que ella
"abre cuando tiene ganas". Este dibujo muestra que la principal
preocupaci6n y problema de Doris es la rivalidad con su hermana,
mientras que la masturbaci6n es s610 un sfntoma secundario, ar que
se entrega como consuelo, pero que a su vez le produce mås ansiedad
Y culpa.
Burt (ilustraciones 61 a 64) era un nifio de 11 afios, de inteligencia
normal. Fue enviado a la clinica de salud mental por conducta
caprichosa e inapropiada en la escuela y en su casa. La primera vez
que 10 vimos, Burt hizo la figura grotesca de la Ilustraciön 61. La fi-
gura inclinada, de cuerpo encogido, tiene una cabeza enorme, soste-
nida por un largo cuello como de una serpiente, del que sobresale una
gran nuez de Adån, espesamente sombreada, con un gusano. Burt
dijo: "Ese es un hombre con un gusano que sale de su nuez de Adån".

Parecfa muy contento con su dibujo. La nuez de Adån, el gusano, la


barbita en punta y el bigote, generalmente son reconocidos como
sfmbolos de masculinidad y lucha sexual. El hecho de que todos estos
sfmbolos estén tan sombreados y exagerados, mientras el cuerpo del
hombre, el asiento de los impulsos sexuales, sea tan diminuto, sugiere
165
preocupaci6n, ansiedad y culpa, por pensamientos y actividades
sexuales. Como la figura de la Ilustraciön 61 tiene las caracterfsticas
de una caricatura, la autora le pidi6 a Burt que hiciera otro dibujo que
10 representara. El resultado aparece en lallustraciön 62. Aunque el
segundo DFH difiere bastante del primero, las actitudes y ansiedades
expresadas son notablemente similares. Burt se dibuj6 como un diablo
para mostrar su "maldad". Una vez mås, la cabeza de la figura es
enorme, y estå dotada con sfmbolos fålicos espesamente sombreados:
cuernos, una gran nariz, un bigote y una barbita. Una vez mås, el
cuello estå muy enfatizado: en la Ilustraciön 61 era excesivamente
largo y delgado, en la Ilustraciön 62 es en extremo amplio y oscuro. EI
cuerpo, pequefio y encogido en la Ilustraciön 61, casi ha desaparecido
en la Ilustraciön 62. El diminuto cuerpo y las extremidades, son casi
irreconocibles; el ünico rasgo conspicuo son los grandes pies. Asf
encontramos que al retratarse a sf mismo, Burt muestra, esencial-
mente, los mismos indices de ansiedad, de masturbaci6n y culpa que
en su dibujo de "una persona", s610 que estos signos estån, posible-
mente, mås intensificados. Ambos dibujos manifiestan que Burt
estaba seriamente perturbado y problematizado.
La autora hizo terapia con Burt una vez por semana. El material
proyectivo y la informaci6n reunida durante las sesiones de terapia,
revelaron que Burt se habfa entregado a una considerable mastur-
baci6n; por 10 que habfa Sido severamente castigado por sus puritanos
padres, que 10 amenazaron con el infierno y el purgatorio. De modo que
Burt habfa dejado de masturbarse, pero pensaba en eso continua-
mente. La ansiedad y culpa por ser tan "malo", 10 abrumaban. Cuanto
més trataba de suprimir sus impulsos y de desterrar sus "malos"
pensamientos, mås tenso y perturbado se ponfa, hasta que ya no podfa
concentrarse en sus tareas escolares ni en ninguna Otra cosa. Cuando
no se podia contener mås se refa sofocadamente, hacfa ruidos raros y
rodaba por el piso.
Dos meses después de que fueran hechos los primeros dibujos, se le
volvi6 a pedir a Burt que hiciera un DFH. Su dibujo aparece en la
Ilustraciön 63. Este dibujo no es tan grotesco como los anteriores y
refleja su adelanto en general en conducta y actitudes. Pero aün asf se
pueden ver signos inequfvocos de ansiedad de masturbaci6n. El nifio
dibujado sostiene un inmenso "destornillador" y tiene pies y talones
caprichosamente grandes. Burt coment6: "Un nifio... acaba de usar el
destornillador". Las deducciones son obvias:
Después de otros cuatro meses de terapia, Burt realiz6 el DFH de
la Ilustraciön 64, que muestra un marcado progreso sobre sus DFH
anteriores y corresponde a su dråstico cambio de conducta en la

166
escuelay en la casa. Tanto los padres como la maestra informaron que,
de nuevo, Burt podia concentrarse y terminar sus deberes; su conduc-
ta habfa dejado de ser destructiva y caprichosa y, en general, parecfa
feliz. Sus relaciones sociales también habfan mejorado mucho. El

dibujo de la Ilustraci6n 64, sin embargo, revela considerable impul-


sividad, y sugiere que Burt aün no habfa superado su ansiedad de
masturbaciön, aunque ésta habfa disminuido considerablemente. Los
pies excesivamente largos, reflejan todavfa preocupaci6n y ansiedad
por sus pensamientos y actividades sexuales. Pero el dibujo estå libre
de signos esquizoides. Burt sigui6 mejorando durante los meses
siguientes; y poco después termin6 su tratamiento.
En los cuatro DFH de Burt (ilustraciones 61 a 64) se muestra c6mo
un nifio puede revelar culpa de masturbaci6n de maneras distintas,
exagerando porciones de la figura, disminuyendo u omitiendo partes,
agregando sfmbolos y signos grotescos, distorsionando algunos as-
pectos de la figura, o sombreando espesamente las partes que guardan
una relaci6n con el problema. Burt us6 de todos estos métodos en
combinaciones y grados diferentes.
La curiosidad y el despertar de los impulsos sexuales en los nifios,
a menudo conducen a exploraciones yjuegos sexuales con otros nifios.
Tales actividades pueden estar acompafiadas de intensos sentimien-
tos de ansiedad y culpa. La Ilustraciön 9 muestra el DFH de Connie,
de 10 afios, que trataba de satisfacer su curiosidad sexual enredando
a otros nifios en losjuegos de las "estatuas" y el "doctoF'. En el primero,
los nifios tenfan que posar desnudos, y eran admirados por sus
compafieros, mientras que en el segundo, el "paciente" tenfa que
desvestirse y entonces era cuidadosamente examinado por el "doctor".
La ansiedad y culpa de Connie se ven en el tratamiento transparente
de la falda en el DFH, en la omisi6n de las manos y la inclinaci6n de
la figura.
Ernie (Ilustraciön 65), un nifio de 10 afios, de bajo nivel intelectual,
estaba muy preocupado por los temas sexuales. Su madre 10 habfa
abandonado cuando era tan s610 un infante y habfa Sido criado por su
padre que 10 Ilevaba consigo a salas de apuestas y bares y 10 dejaba
vagabundear por las calles a su antojo. Ernie adoraba a su padre y
trataba de imitarlo. El padre volvi6 a casarse cuando Ernie tenfa 9
afios. El nifio estaba amargamente resentido contra su madrastra y
sus esfuerzos para mantenerlo en casa y disciplinarlo. Ernie se
consideraba un hombre. Desafi6 abiertamente a la madrastra y
comenz6 a complicar a nifias pequefias del vecindario en juegÖs
sexuales. Cuando su padre expres6 reprobaci6n por esta actividad,
Ernie se sinti6 enojado y desconcertado al mismo tiempo. En su DFH
167
de la Ilustraciön 65, puso de manifiesto culpa y también resentimien-
to. Ernie dibuj6 un payaso con barba pero sin brazos ni piernas. La
barba, el tratamiento del cuello y las Ifneas reforzadas de la entrepier-
na, testifican su preocupaci6n por su masculinidad y las actividades
sexuales; la omisi6n de las extremidades reflejan su ansiedad y culpa.
Ernie se dibuj6 como una persona ridfcula, como un payaso; sentfa que
su padre se refa de él y 10 trataba como a un nenito desobediente,
cuando él pensaba que era un hombre y actuaba como el padre.
Juliån (Ilustraciön 66) naci6 fuera de matrimonio. Cuando tenfa 18
meses su madre fue hospitalizada y Juliån puesto en un hogar
adoptivo, donde permaneci6 en adelante. Cuando su madre dej6 el
hospital se cas6 y tuvo dos nifias, para volver a divorciarse. Juliån
estaba muy resentido porque sus hermanastras podfan vivir con la
madre mientras él estaba en un hogar adoptivo. Se volvi6 irritable, se
ais16 y tenfa rabietas en la escuela y en su casa. Comenz6 a toquetear
a las nifias pequefias y con amenazas y sobornos les inducfa a que 10
dejaran jugar sexualmente con ellas.
Juliån tenfa 9 afios cuando fue Ilevado al centro de diagn6stico
juvenil. Cuando se le pidi6 que hiciera un DFH, hizo el dibujo de un
muchacho andrajoso con agujeros y parches en sus ropas y un gran
rastrillo en la mano. Como las acciones y problemas de Juliån
comprendfan a nifias y a su madre, también se le pidi6 que dibujara
"una nifia o mujer entera". Este segundo DFH aparece en la Ilus-
traciön 66. Hay varias caracterfsticas interesantes en este dibujo. El
cuerpo de la mujer estå sombreado y la falda abierta en el ruedo de una
manera muy sugestiva. Por un lado, Juliån parece dedicar deliberada
atenci6n a esta abertura simb61ica, mientras que, al mismo tiempo,
muestra intensa ansiedad; en el dibujo, las piernas de la mujer estån
tiesamente apretadas la una a la Otra, y los pies cruzados. De esta
manera, Juliån expresa al mismo tiempo, preocupaci6n y temor por la
sexualidad. En ambos dibujos, revela signos de lucha por la mascu-
linidad y angustia de castraciön.Su figura de un muchacho, Ileva un
gran rastrillo, sfmbolo mientras que sus pantalones estån
fålico,
Ilenos de agujeros, que sugieren temor de castraci6n. La figura de la
mujer fuma un cigarrillo fålico, mientras usa una falda con una
abertura.
Juliån parece confuso y atemorizado por las diferencias corporales
de varones y mujeres. Después de todo, sus hermanas, cuyos cuerpos
difieren del suyo, podfan vivir con su madre, mientras que él, el var6n,
era arrojado fuera del cfrculo familiar, como el nifio andrajoso de su
dibujo. Juliån parecfa ver a sus hermanas como varones mutilados y
presentaba, por su parte, una intensa angustia de castraci6n. Eviden-

168
temente tenfa miedo de que él también tuviera que renunciar a su
masculinidad para poder ir a vivir a la casa de su madre. Mucha de su
actividad sexual con nifias parecfa ser un intento de clarificar el
misterio de las nifias y las mujeres, a quienes vefa como criaturas
privilegiadas y amenazantes.
Cuando se le pidi6 que dijera algo de su dibujo, Juliån respondi6:
"Estå cantando: iNo es ella dulce?" Es un ama de casa y tiene un hijo
y una hijay un esposo". Una vez mås encontramos que el dibujo revela
las ansiedades infantiles, mientras que la historia que el nifio relata
sobre el dibujo, representa su deseo. Juliån no quiere nada mås que
una madre, que sea una cornün ama de casa, que cuide de su familia,
formada por un padre, un nifio (él mismo) y una nifia.
Odetta, cuyo DFH aparece en la Ilustraciön 40, era una nifia de 10
afios, de inteligencia normal con intensos sentimientos de inadecua-
ci6n. Habfa sufrido serias carencias y descuidos cuando era muy
pequefia, y habfa Sido ubicada en numerosos hogares durante su Vida.
Odetta nunca habfa experimentado el cålido afecto de una madre
amante, de un hogar estable. Como resultado no habfa aprendido a
aceptarse a sf misma como una persona de valor, digna de ser amada;
se odiaba y culpaba a su apariencia de estas dificultades (pig. 144).
Como estaba hambrienta de atenci6n y reconocimiento, habfa permi-
tido que un hombre mayor jugara con ella sexualmente, a cambio de
dinero y caramelos.
La Ilustraciön 40 muestra una nifia muy femenina y atractiva que
representa el ideal de Odetta. Pero el tratamiento de los brazos y
piernas muestra sus dificultdes en las relaciones interpresonales, y su
ansiedad y sentimientos de culpa. Los brazos rfgidos, pegados al
cuerpo, revelan su incapacidad para comunicarse con los demås; las
piernas se aprietan tiesamente entre sf y no estån desplazadas; no
soportan el cuerpo y reflejan la inseguridad y falta de estabilidad de
Odetta. La postura tiesa de los pies parece indicar desasosiego por sus
actividades sexuales y un esfuerzo para detener insinuaciones sexua-
les.

PREOCUPACION POR SER "DIFERENTE",


REFLEJADA EN LOS DFH

El nifio pre-escolar buscarå, en primer lugar, la aprobaci6n y


beneplåcito de sus padres. Pero una vez que ha comenzado la escuela,
empezarå a desear también el reconocimiento y la aceptaci6n de sus
compafieros de grupo. Su "compafiero" o su 'barra", ganarån en
169
importancia a medida que crece y le darin un sentido de pertenencia
y seguridad. Un pequefio que no sea aceptado por sus compaüeros es
probable que se sienta excluido y "diferente". Los padres y los maes-
tros no siempre se dan cuenta de que los nifios que estån "del lado de
afuera" se sienten rechazados. Para un observador casual, estos nifios
no parecen diferentes de los demås, pero a sus propios Ojos ellos se ven
"diferentes". Se pueden considerar indignos de ser amados, ridfculos,
o aun grotescos y no del todo humanos. La mayorfa de los nifios son
incapaces de hablar sobre dichos sentimientos respecto de sf mismos,
pero, generalmente, pueden expresarlos vivamente en sus DFH.
Los siguientes historiales clfnicos y DFH se presentan aqui para
mostrar c6mo, los nifios que se sienten diferentes de los demås, pueden
reflejar su actividad en sus dibujos. Es interesante notar que los nifios
que difieren mucho en edad, sexo, capacidad mental, normas de
conducta y lugar de residencia pueden usar imågenes muy similares
para revelar sus sentimientos con respecto de su "diferencia". En
parte, estas imågenes estån determinadas por la cultura especffica en
que viven los nifios; pero en parte, indican sfmbolos casi universales,
aceptados en todo el mundo. Los dibujos presentados aquf no son
ünicos; fueron seleccionados de entre un amplio nümero de dibujos
similares de la colecci6n de la autora.

Preocupaci6n por sentirse no-humano. Un espantapåjaros es


un pobre sustituto de un ser humano. Es tan s610 un bulto de ropas
Viejas y algunos palos.No puede moverse, ni hablar, solamente puede
espantar påjaros, y a veces ni siquiera eso. En ese caso, el espanta-
påjaros, no es nada mås que un patético y ridiculo artefacto. Exac-
tamente de esta manera se vefa Sammy (Ilustraciön 48). Sammy era
un nifio afåsico cuyo lenguaje era completamente ininteligible. Pero
su razonamiento era normal. Cada ano que pasaba Sammy era mås
consciente de su deficiencia y se frustraba mås. La dificultad para
comunicarse 10 aislaba de sus compafieros e interferfa en su progreso
escolar. Cuando trataba de hablarles, los compafieros 10 miraban
perplejos, sin entenderlo. Para peor, su padre 10 ridiculizaba porque
no comprendfa la seriedad del problema.
Sammy revela sus sentimientos de total desamparo y tristeza en su
DFH de la Ilustraciön 48. Dibuj6 un espantapåjaros con una expresi6n
muy triste en su cara. Hasta los påjaros parecen burlarse de él,
mientras vuelan con espigas de trigo en sus picos. Si este dibujo
hubiera Sido hecho durante el mes de octubre, se hubiera podido
pensar que estaba inspirado en la festividad del Dfa de Todos los
Santos, pero no era el caso. El dibujo fue hecho en la primavera y no

170
estaba influenciado por la estaci6n, sino por los propios sentimientos
de Sammy hacia sf mismo. En la colecci6n de la autora hay varios DFH
que muestran espantapåjaros. Uno de ellos fue dibujado por una nifia
retardada de 16 afios, que diferfa de Sammy en todo, con una sola
excepci6n: ella también se consideraba "algo" absurdo, menos que
humano.
Los titeres y las marionetas son juguetes populares. La mayorfa de
los nifios los ha tenido o los ha visto en la televisi6n o en el teatro. La
experiencia de ver tfteres es compartida por muchos pequefios, pero
s610 excepcionalmente, un nifio se identificarå con un tftere. Muy
pocos nifios dibujan tfteres cuando se les pide que hagan un DFH. Jay
(Ilustraciön 67), un nifio de 11 afios, de inteligencia normal, dibuj6
uno. Jay era hijo de padres extremadamente rfgidos y dominantes que
practicaban estrictamente una religi6n puritana. Mientras Jay era
pequeno y d6cil, todo fue bien. Pero a medida que creci6 y comenz6 a
desarrollar pensamientos propios, surgieron las dificultades entre él
y sus padres. Estos no podfan tolerar ningün signo de rebeli6n o
independencia de parte del hijo, y le negaban permiso para compartir
actividades con sus compafieros. A medida que aumentaban su
frustraci6n y rabia, Jay busc6 alivio descargando la tensi6n acumu-
lada en la escuela. Comenz6 a desarrollar serios problemas de con-
ducta y fue enviado al psic610go escolar.
Cuando se le pidi6 que hiciera un DFH, Jay dibuj6 el tftere de la
Ilustraciön 67. El tamafio pequefio de la figura y la omisi6n de la boca,
reflejan sus sentimientos de desamparo e inadecuaci6n, y su ten-
dencia a aislarse en su casa cuando se enfrentaba con el poder
abrumador de sus padres. No se atrevfa a hablar abiertamente. Su
DFH transmite de manera muy eficaz, que se sentfa atrapado, que no
se vefa como un ser humano libre e independiente, sino como un tftere,
un juguete, que estaba completamente a merced de sus padres. Ellos
tiraban de los hilos, y el tftere tenia que saltar como 10 dispusieran.
Mientras dibujaba. Jay coment6: "Es un marinero, un marinero de
C016n —pero no 10 parece—". Mientras el dibujo refleja su actitud
hacia sf mismo, el contenido enunciado revela su ideal. A Jay le
gustarfa ser un marinero y abandonar su casa; le gustarfa emprender
un viaje para descubrir nuevos mundos, donde pudiera liberarse del
dominio y la restricci6n paternas. El hecho de que dijera que el
marinero era "de C016n", s610 subraya su deseo de rebelarse y escapar
de su casa a algün lugar lejano.
Los robots han fascinado a nifios de todas las edades por largo
tiempo. En su imaginaci6n, los nifios suefian, generalmente, con
construir robots a los que puedan controlar y hacerles hacer 10 que

171
ellos desean. S610 los nifios muy desdichados, que se sienten abruma-
dos por padres dominantes y generalmente desaprobadores, se
identificarån con el robot y no con su creador. Se sentirån como si en
realidad fueran una måquina, un robot, que no tiene identidad propia
y que funciona segün el capricho de su duefio y seior.
La Ilustraciön 68 muestra el robot dibujado por Joe, un nifio de 11
afios, con habilidad verbal pobre y con dificultades de aprendizaje. Joe
era un jovencito muy inseguro y seriamente perturbado, que se
resentfa amargamente por los castigos de su severo padre. Pero Joe no
podia expresar su rabia en su casa; entonces la desplazaba en hosti-
Iidad y frustraci6n frente a sus hermanos y compafieros. Desafiaba a
la autoridad escolar y molestaba a los otros nifios, que 10 rechazaban.
Joe tenfa relaciones interpersonales extremadamente deficientes y se
movfa en un mundo propio. A menudo, sus compafieros comentaban
que no parecfa un ser humano; se referfan a él como al "zombi". Joe
parecfa compartir sus sentimientos, pues cuando se le requiri6 que
hicieraun DFH, no dibuj6 un ser humano, sino un robot. Es signifi-
cativo que el robot no tenga pies. La omisi6n de los pies en un DFH de
un nifio de 11 afios de inteligencia normal, es muy rara, y clfnicamente
estå cargada de significado. Refleja no s610 inseguridad, sino muy
probablemente, intensa angustia de castraci6n.
La Ilustraciön 71 presenta Otro robot. Este fue dibujado por Eliot,
un nifio de 8 afios con habilidad verbal superior pero serfa disfunci6n
en el {rea visomotora. Eliot tenfa un padre muy estricto, que habfa
fijado altas metas para su hijo ünico. Cuando su rendimiento no
conformaba las expectativas paternas, el padre ejerci6 considerable
presi6n sobre Elioty 10 ridiculiz6 por su torpeza y dificultad de lectura.
Ya que Eliot no se atrevfa a expresar abiertamente su resentimiento
hacia su padre, actuaba sus frustraciones en ataques agresivos hacia
sus hermanos y compafieros, o se refugiaba en la fantasia. Pasaba
muchas horas del dfa sofiando acerca de un robot que destrufa a su
duefio y volaba el universo. Cuando se le pidi6 que hiciera un DFH,
Eliot obedeci6 dibujando un robot, el héroe de sus suefios. La manera
en que 10 dibuj6 refleja sus sentimientos hacia sf mismo. La diminuta
cabeza revela su preocupaci6n por su escaso progreso escolar, mien-
tras que los brazos largos y las poderosas manos-pinzas muestran su
forma agresiva de comunicarse con el mundo que se movfa a su
alrededor. Eliot se sentfa como un paria en su familia, como alguien
que no era miembro de la raza humana. Después procedi6 a contar una
vfvida historia acerca de la destrucci6n que el robot estaba por infligir
al mundo y a los seres humanos que 10 rechazaban. Esta historia, por
supuesto, es su suefio; esto es 10 que él desearfa hacer.

172
preocupaci6n por sentirse no enteramente humano. Los tf-
teres, los espantapåjaros y los robots son artefactos hechos por
humanos; no tienen existencia real propia. Se mueven, hablan y
actüan solo bajo el mandato de otros y estån a merced de sus duefios.
perofi en el reino de los mitos, la ciencia ficci6n y la fantasfa, hay
muchas criaturas que estån vivas, y tienen algunas caracterfsticas
humanas, pero sin embargo, no son del todo humanas. Generalmente
estas criaturas son asociales o antisociales. Muchos ninos que se
sienten extrafios y que no se consideran a sf mismos enteramente
humanos, se identificarån con estas criaturas asociales o antisociales,
y las dibujarån en sus DFH.
Kevin (Ilustraciön 74), un nifio de 10 afios, de bajo nivel intelectual,
habfa estado mostrando una conducta desorganizada, que iba en
aumento, antes de venir a la clinica de orientaci6n infantil, para una
evaluaci6n. Kevin habfa correteado las calles desde los 8 afios, y tenfa
un largo historial por escapadas, robos y vandalismo. Vivia con su
madre, inmadura, inestable y mentalmente limitada, en "una at-
m6sfera de inmoralidad e irresponsabilidad", de acuerdo con el in-
forme del trabajador social. Kevin habfa sufrido serias carencias
emocionales y descuido ffsico toda su Vida. Puesto que no tenia Vida de
hogar en su casa, buscaba aceptaci6n y apoyo en sus compafieros, pero
éstos se le burlaban por su extrafia apariencia. Kevin era excepcio-
nalmente feo. Tenfa una cabeza desproporcionada, dientes de conejo
salientes, Ojos apagados y cabello color rat6n, duro y rebelde. A1 ser
despreciado y rechazado por sus compafieros Kevin se replegaba en sf
mismo. Exteriormente, era sumiso y retrafdo, mientras en su interior
bullfa de rabia y frustraci6n. La mayor parte del tiempo, se abando-
naba a fantasias agresivas y murmuraba para sf. Cuando las frus-
traciones 10 abrumaban, las actuaba (acted them out) robando o
destruyendo cosas. A veces tenfa dificultad en separar la realidad de
la fantasia.
La Ilustraciön 74 muestra el grotesco DFH realizado por Kevin.
Representa a una criatura que es "medio robot y medio gigante",
reflejando con ello sus conflictos y desorganizaci6n interior. El sentfa
que no era todo de una pieza. Vefa una parte de sf mismo como si
estuviera muerta, mientras la Otra era algo menos que humana. Kevin
sentfa que no tenia un total control sobre sf y sus acciones, ya que la
mitad robot era controlada por fuerzas externas a él. Pero consideraba
a su Otra mitad tan grande y fuerte como.un gigante. Esta parte
actuaba (acted out) su rabiay deseaba fervientemente vengarse de los
compafieros que 10 rechazaban. Las manos inmensas y los brazos del
monstruo, muestran su hostilidad y agresividad, mientras que Ia
173
deficiente integraci6n de los brazos y la omisi6n del cuello revelan su
impulsividad y una personalidad pobremente integrada.
Chuck dibuj6 el "hombre-lobo" que aparece en la Ilustraci6n 75.
Chuck era un nifio de 7 afios, con lesi6n cerebral e inteligencia
superior, exageradamente torpe y con escasa coordinaci6n. También
padecfa de seria disfunci6n de la percepci6n visomotoray su tolerancia
de la frustraci6n era minima. Cada vez que los otros nifios se burlaban
de él o le ponfan apodos, se encolerizaba. Era excesivamente terco y
querfa hacer siempre su voluntad. Estaba librando una lucha de poder
con sus padres. Chuck era un pequefio muy iracundo y frustrado, que
habfa conseguido hacerle la Vida diffcil a su familia, sus maestras, sus
compafieros y a sf mismo.
Cuando se le requiri6 un DFH, hizo el dibujo que aparece en la
Ilustraciön 75. Coment6 espontåneamente: "Es un hombre-lobo, es
una mala persona". El dibujo revela la actitud de Chuck hacia sf
mismo: Se vefa como un monstruo malo y no del todo humano. EI
sombreado del cuerpo y la omisi6n de la nariz sugieren intensa
an siedad y retraimiento; la asimetrfa de 10s brazos refleja su impul-
sividad, mientras que el cuello largo, espesamente sombreado indica
su inütil esfuerzo por controlar sus impulsos. El dibujo del hombre-
lobo, grande y atrevido, también sugiere desaffo y el deseo de vengarse
de sus padres y maestros; si los otros no 10 aceptaban, Chuck les iba
a mostrar qué "malo" era realmente, y los iba a asustar con su
conducta.
Danny (Ilustraciön 76) era Otro nifio que no se Ilevaba bien con el
mundo que 10 rodeaba. Su madre habfa muerto siendo él muy pequefio.
Su padre se cas6 unos afios después, pero su madrastra nunca acept6
completamente a Danny. Desde que ingres6 a la escuela, comenz6 a
vagabundear por las calles con nifios més grandes. Danny tenfa una
larga historia por escapadas, robo y por molestar a Otros nifios. Era un
nifio muy desdichado y hostil de inteligencia fronteriza. A los 11 afios
fue ubicado en un hogar infantil y trafdo al centro de diagn6stico para
una evaluaci6n. La Ilustraciön 76 muestra su DFH.
Danny dibuj6 "Frankenstein y el Hombre-Mono". Como muchos
Otros nifiosDanny estaba fascinado por las pelfculas de Frankenstein.
Pero la mayorfa de los nifios no se identifica con Frankenstein; se ven
a sf mismos como los buenos; se identifican con Superhombre (Ilus-
traci6n 33) y con David Crocket (ilustraciones 1 y 29) o con Batman, o
con quienquiera que sea el héroe del dia. Segün la experiencia de la
autora, s610 el nifio hostil y desdichado dibujarå a Frankenstein y a
personajes similares, al realizar su propio retrato interior. En el caso
de Danny, parecfa que se identificaba mås con el papel del Hombre-

174
Mono que con el de Frankenstein. Danny era muy dependiente y rara
vez actuaba solo. Se juntaba con nifios mayores que él y obedecfa sus
6rdenes. Admiraba y temfa a estos nifios, que eran su Frankenstein.
La manera en que Danny dibuj6 sus figuras revela su actitud hacia
si mismo. Tanto Frankenstein como el Hombre-Mono tienen expre-
siones tristes, y sus caras estån acentuadas por una cicatriz en un
caso, y por un espeso sombreado en el otro. En realidad, ambas se
parecen a la propia cara de Danny, y reflejan su sensibilidad con
respecto a su apariencia. Danny era un negro de piel muy oscura con
una expresi6n lügubre y una gran cicatriz en la frente, consecuencia
de un accidente. Ambas figuras tienen brazos sin manos ni dedos, 10
que indica sus sentimientos de inadecuaci6n y culpa; la omisi6n del
cuello revela su impulsividad. A1 hacer a Frankenstein tan grande y
alHombre-Mono tan pequefio, Danny muestra su propia depen dencia
de Ios muchachos mayores. Las dos figuras simbolizan agresividad y
poder destructivo y reflejan el deseo de Danny de ser poderoso para
vengarse del mundo hostil en que vivfa.
Burt (Ilustraciön 62), era un nifio muy perturbado de 11 afios e
inteligencia normal, agobiado por su sentimiento de maldad. Cuando
se le pidi6 que hiciera un dibujo de sf mismo, dibuj6 el diablo de la
Ilustraci6n 62. Burt no era abiertamente agresivo como Chuck y
Danny, y no dibuj6 monstruos hostiles o destructivos como los otros
nifios. Burt tenia una crianza religiosa estricta y un fuerte sentido del
bien y el mal. Estaba convencido de que sus malos pensamientos y
acciones 10 convertfan en algo menos que humano, y de que era
perverso como el diablo. Burt luchaba con sus problemas de culpa y
ansiedad en su interior y dirigfa sus sentimentos hacia sf mismo. Para
una exposici6n mås detallada del caso de Burt, ver påg. 165.

Preocupaci6n por sentirse como un "extrafio". El sentirse


"diferente" de los demås no es una cuesti6n de todo o nada, es mås bien
una cuesti6n de grado. Podemos deducir con seguridad que un nifio
que se ve a sf mismo como el "Hombre-Lobo" se siente més vivo y
humano que uno que se considera un inanimado espantapåj aros o un
tftere. Por otro lado, los nifios que se dibujan a sf mismos como
criaturas no enteramente humanas, tienen un sentimiento mås fuerte
de ser diferentes que los que se dibujan como seres humanos, pero que
no se sienten miembros completamente aceptados de la sociedad.
Pueden dibujarse como "extrafios"; es deciF, como miembros de un
grupo minoritario (por ejemplo, un indio, Ilustraci6n 58), como un
• ciudadano de Otro pafs (por ejemplo, un francés, Ilustraciön 69), como

una persona de Otro planeta (por ejemplo, un hombre del espacio,


175
Ilustraciön 77) o un hombre de Otra era (por ejemplo, un cavernario,
Ilustraciön 72). Se descubri6 que los nifios que presentaron "extrafios"
en sus DFH, tienden a sentirse "diferentes" y apartados de su am-
biente social, pero que aün se consideran miembros de la raza
humana.
Michael (Ilustraciön 77) de 6 afios, sufrfa de deterioro neur016gico.
Era bastante inmaduro y escasamente coordinado, a pesar dé que su
inteligencia estaba dentro de 10 normal. Su rendimiento escolar 10
mismo que sus relaciones interpersonales eran pobres. Cuando su
padre y la escuela ejercfan sobre él mås presi6n de la que podia tolerar,
se refugiaba en su fantasia. Se aislaba del mundo que 10 rodeaba. Se
pasaba muchas horas diarias hablando consigo mismo, gesticulando
con ambas manos, masturbåndose abiertamente, y mostrando, ge-
neralmente, conducta caprichosa e inapropiada. Michael fue enviado
a la clinica para una evaluaci6n. La Ilustraciön 77 muestra su DFH.
Michael dibuj6 un "astronauta en el espacio", revelando con eso su
sentimiento de estar "en el aire" como una persona de otro planeta que
no es comprendida ni aceptada en la Tierra. El hombre espacial de
Michael no tiene boca, por 10 tanto no se puede comunicar con Otros
seres humanos. Pero Michael le agreg6 toda clase de cables y antenas
para que pudiera recibir mensajes del espacio exterior y se pudiera
comunicar con otros seres, 10 mismo que Michael, que siempre ha-
blaba con gente que no estaba allf. La mirada ansiosa en la cara del
astronauta, la omisi6n de la nariz, y la cuerda que 10 conecta con un
"enchufe", sugieren su preocupaci6n por la masturbaci6n y su inte-
gridad corporal.
Después de un aio aproximado de terapia. Eliot, de 9 afios, hizo el
DFH de lallustraciön 72. Mien tras que anteriormente habfa dibujado
un robot (Ilustraciön 71) entonces dibuj6 un hombre de las cavernas
con un hacha. Eliot mostraba que se habfa reunido con la raza
humana, pero que todavfa se sentfa un extrafio. Todavfa se vefa como
una persona muy primitiva, que aün no era un miembro completa-
mente civilizado y aceptado por la sociedad. Eliot explic6 su dibujo: "Es
un personaje de historieta, que vive en una cueva y caza tigres y
caballos salvajes". Quizås Eliot estaba realmente expresando el deseo
de ser libre para vagabundear y cazar tigres, en vez de tener que
estudiar todo el tiempo. Es también posible que su historia del cazador
refleje un deseo de mayor gallardfa y habilidad ffsica, puesto que su
padre, un buen atleta, se mofaba de Eliot por su falta de habilidad
atlética.
El indio ocupa un lugar ambiguo en nuestra sociedad. Por un lado,
se 10 describe en los libros como un guerrero bravo y heroico; por el Otro,

176
siempre pierde y es muerto en la televisi6n y en las pelfculas. En la
Vida real, se 10 trata como ciudadano de segunda, y a menudo vive
restringido en tierras nacionales reservadas por el gobierno y se 10
trata como a un extrafio en su tierra natal. Este no es un status
deseable al que aspirar. Sin embargo, no es raro que los nifios se
identifiquen con los indios, especialmente si se sienten perdedores y
no son completamente aceptados por los demås.
La nustraciön 58 muestra un indio bravo dibujado por Mel de 5
afios de edad (påg. 163). Se sentfa como un extrafio en su propio hogar
cuando fue desplazado por su nuevo padrastro y dos mediohermanos.
EI dibujo del indio revela que Mel se vefa como un proscripto pero que
también estå pronto a luchar por un lugar en su hogar. Sin embargo,
el tamafio diminuto de la figura hecha por Mel, parece mostrar que
tenfa poca confianza en su capacidad para triunfar contra las diferen-
cias abrumadoras que tenia que enfrentar.
La Ilustraci6n 47 presenta un indio muy trabajado con una carpa,
que fue dibujado por Sammy, un nifio afåsico de 8 afios, con lenguaje
ininteligible (påg. 151). Parece bastante incongruente que el indio
bravo, con todas sus armas y gorro de guerra, esté sentado a la vez que
dispara su arco y su flecha. Parecerfa que Sammy no cree, realmente,
en la capacidad para la lucha de su indio ni en la suya propia. El
disparo de la flecha es tan s610 una pose o un gesto vacfo. En realidad,
el indio es demasiado débil para levantarse y luchar; se ha dado por
vencido. Esto refleja, con bastante precisi6n, la propia actitud de
Sammy en ese momento. Estaba hostil, resentido y frustrado, pero se
sentfa incapaz de luchar o de hacer algo por su status de minorfa en
el grupo de sus compafieros. Estaba afuera; no se podia comunicar con

los demås puesto que no podfa hacerse entender.


Un extranjero generalmente habla un idioma diferente y tiene
costumbres distintas a la gente nativa de una tierra dada. EI ex-
tranjero puede ser tolerado y aun bienvenido por ser interesante o
diferente pero aun en el mejor de los casos, sigue siendo un extrafio.
De modo que cuando Joe, de 12 afios (Ilustraciön 69) dibuj6 un
"francés" en su DFH, estaba diciendo, en efecto: "Sf, soy un ser
humano, pero no pertenezco del todo a mi familia, soy diferente". Este
dibujo refleja intensos sentimientos de inseguridad y angustia de
castraci6n. El francés no tiene pies para apoyarse, y exhibe una gran
cicatriz en la cara. Joe coment6 mientras dibujaba: "Es un francés con
un corte en su cara... se cort6 él mismo, no se hiri6 en la guerra".

Preocupaci6n por sentirse ridfculo. Un payaso es una persona

177
que actüa totalmente, para que Otra gente se rfa de él. Todo el mundo
quiere al payaso, pero nadie 10 toma en serio. Bastante a menudo, el
nifio se sentirå como un payaso, porque los adultos se rfen de él y no
10 respetan ni 10 escuchan realmente. El nifio que se siente ridiculo
como un payaso e indigno de respeto se verå como un extrafio. Algunos
nifios, que son descuidados e •ignorados en sus casas, pueden asumir
el papel de payaso s610 para recibir mås atenci6n de los demås. Pero
el payaso del circo que hace refr a los demås, nunca se rfe; es, en
realidad, una figura triste, y el nifio que trata de ganar atenciön
comportåndose tontamente, tiende a ser un nifio solo y desdichado.
Cuando a Scotty (Ilustraciön 80), un nifio de 8 afios, de inteligencia
normal, se le pidi6 que hiciera un DFH, pregunt6: "iPuedo hacer un
payaso?" Después hizo el dibujo de la Ilustraciön 80. "Es un payaso
vestido de vagabundo", explic6. Scotty tenia buenas razones para
sentirse ridfculo; era un inadaptado social. Era exageradamente alto
y pesado para su edad, y parecfa tener 10 u 11 afios mås que 8. Sin
emargo, emocionalmente, era bastante inmaduro y parecfa de 6 6 7
afios. Sus padres y maestros siempre esperaban mås de 10 que él podia
hacer, y se desilusionaban cuando no actuaba con la madurez que
aparentaba. Cuando Scotty jugaba con nifios de su propia edad, se 10
acusaba de fanfarr6n, por ser més grande y fuerte que los demås.
Scotty era torpe y escasamente coordinado; cuando tocaba las cosas,
generalmente se rompfan, y cuando jugaba con nifios, los lastimaba
sin querer. Tenia problemas continuamente, y los padres de los Otros
nifios no 10 dejaban jugar con sus pequefios. A Scotty se le hizo sentir
que era diferente; era un desajustado en cualquier grupo de nifios.
Ademås, tenfa serios problemas de aprendizaje y no podia leer ni
escribir como la mayorfa de los nifios de 6 afios, que eran bastante mås
bajos que él. Todo esto contribufa a su sentimiento de ridfculo. Cuando
sus frustraciones y hostilidades crecieron, daba salida a su rabia en
Otros nifios de la escuela, 10 que s610 conducfa a mayores dificultades.
Scotty era un nifio muy desdichado que necesitaba ayuda psiquiå-
trica. Su DFH refleja claramente la pobre opini6n que tenfa de sf
mismo y su rabia hacia los demås. La Ilustraciön 80 muestra un
"payaso vagabundo", que de tan grotesco resulta gracioso; es un vago,
un paria, alguien que hace refr a la gente.
Frankie, de 8 afios, (Ilustraciön 25) era otro pequefio que se sentfa
ridfculo. Los nifios se refan de él y 10 imitaban. Frankie sostenfa su
cabeza en ångulo, para ver mejor, porque sufrfa un desequilibrio
muscular en sus Ojos. También tenfa tics nerviosos que 10 hacfan
"diferente". La Ilustraciön 25b muestra un "payaso haciendo mala-
barismo". En su DFH, Frankie revela vividamente sus sentimientos

178
hacia sf mismo. Se dibuja como un payaso malabarista, que trata
desesperadamente de colgarse de sus pelotas, es decir, estaba tratan-
do de retener su punto de apoyo con la realidad, que amenazaba
perderse en cualquier momento (påg. 208). Frankie hizo este dibujo
cuando estaba en un estado de gran agitaci6n y perturbaci6n emo-
cional. Un payaso y un malabarista pueden distraer a otros, pero no
es una experiencia feliz sentirse como un payaso que estå haciendo
malabarismo con pelotas.
Ernie (Ilustraciön 65) de 10 afios, sentfa que su familia y compa-
fieros se refan de él. Todos sus esfuerzos para demostrar su hombrfa,
eran ridiculizados por éstos. Enfrent6 el fracaso en su hogar, en la
escuelay en la comunidad. Era una figura ridfcula, que nadie tomaba
en serio; no era nada mås que un tonto. Por eso, cuando se le requiri6
que hiciera un DFH, Ernie dibujå el payaso de la Ilustraciön 65. Una
exposici6n mås detallada del dibujo de Ernie se da en la påg. 167.
Anthony (Ilustraciön 98b), cuyo historial aparece en la pig. 238,
también dibuj6 un payaso.

179
ACTITUDES DE LOS NINos HACIA SU
FAMILIA REFLEJADAS EN LOS DIBUJOS
3

Un nifio es un ser social al que no se puede comprender del todo si se


10 de su medio social. Para hacer una evaluaci6n psic016gica
afsla
significativa de un nifio, se tiene que conocer no s610 su ambiente
social, sino también, c6mo se ve el nifio a sf mismo, a su familia y al

lugar que ocupa dentro de ésta.


Un nifio pequefio depende de sus padres en cuanto a alimento y
albergue, sostén emocional y social, y seguridad. Por mås inadecuados
o limitados que sean sus padres, un nifio los necesita, por 10 tanto,
habitualmente mostrarå apego por ellos. Son sus padres, para bien o
para mal; él no puede elegir. A veces causa asombro la lealtad que
ciertos nifios sienten hacia sus padres que los rechazan y descuidan.
Los pequefios tienden a aceptar a sus padres como son, sin cuestionar-
10s. Subconscientemente, un nifio puede tener sentimientos ambiva-

lentes u hostiles hacia sus padres, pero en el nivel consciente, es raro


que los critique. Admitir conscientemente que sus padres son in-
adecuados, es profundamente perturbador para el nifio, y amenaza su
seguridad båsica. Hay una ley tradicional en nuestra sociedad, por la
que los nifios defienden y protegen el nombre y la reputaci6n de sus
padres, se 10 merezcan o no.
Aun un maltratado y que recibe poco afecto rara vez denun-
nifio
ciarå o acusarå a sus padres cuando es atendido por primera vez en
una entrevista psiquiåtrica. Cuando el examinador le pide que diga
algo sobre su madre, el nifio, a menudo, dirå que "es buena", o no dirå
nada en absoluto. Hay dos maneras en que un nifio puede expresar
indirectamente sus actitudes negativas hacia los padres sin sentirse
amenazado,y aun sin darse completamente cuenta de ello. El nifio que
es hostil hacia la madre hablarå de "ella" en vez de "mamå", "mamita"

181
y nombres por el estilo; mientras que aquél que solamente habla de
el tiene una actitud negativa hacia el padre. Lo mismo sucede
cuando el nifio omite el mencionar a su padre o madre completamente
aunque se le haya preguntado especfficamente por ellos.
Pero si bien los nifios no quieren, o no pueden, expresar sus
actitudes hostiles hacia sus padres con palabras, pueden —y 10
hacen— expresarlas fåcilmente en los dibujos. En un dibujo, u nifio
puede revelar, inconscientemente, actitudes negativas hacia su fa-
milia, disfazando las formas de sus padres y hermanos y usando
signos y sfmbolos de los que no es consciente. A menudo, los dibujos
pueden ofrecer una comprensi6n de las relaciones interpersonales de
un nifio, que otras técnicas y métodos psic016gicos no proporcionan.
Hay tres clases diferentes de dibujo que revelan las actitudes positivas
y negativas del nifio hacia su familia. Son: a) los dibujos espontåneos;
b) los DFH, y c) los dibujos de la familia. En las secciones siguientes,
se tratarå e ilustrarå cada una de estas clases de dibujos.

DBUJOS ESPONTANEOS QUE REFLEJAN


LAS ACTITUDES DE LOS NINOS HACIA SU FAMILIA

Los nifios que dibujan a su familia espontåneamente tienden a


tener una relaciön cålida y positiva con uno o con ambos progenitores.
Estos nifios se sienten 10 bastante seguros emocionalmente, como
para expresar sus actitudes abierta y directamente; no tienen nece-
sidad de ocultar o de disfrazar sus sentimientos.
Lallustraciön 2 les un ejemplo de dibujo espontåneo. Fue hecho por
Taneil, una brillante pequefia de 4 afios, feliz y bien adaptada. Taneil
se dibuj6 a sf misma en el centro de su familia, mientras participaba
de una alegre comida de Dia de Acci6n de Gracias. El dibujo sugiere
que Taneil tenfa una actitud cålida y carifiosa hacia su familia y
amigos. Las irregularidades y desproporciones de las figuras pueden
atribuirse, en gran parte, a la edad temprana de Taneil, y a su falta
de habilidad para el dibujo. La Ilustraciön 21 se trat6 rnås detalla-
damente en la påg. 126.
Otro que dibuj6 a su familia espontåneamente, fue Michael
nifio
(Ilustraciön 79). Tenfa entonces 7 afios.La primera vez que fue visto
por la autora, Michael era un pequefio muy perturbado cuya conducta
era, en ocasiones, inapropiada, y que vivia la mayor parte del tiempo,
en la fantasia (påg. 176). A 10 largo del afio escolar. Michael y sus
padres fueron vistos para terapia y orientaci6n en la clfnica. Michael
aprovech6 bien sus sesiones terapéuticas y mejor6 mucho. Alrededor
182
de un afio después de comenzado su tratamiento, Michael vino a la
clinica para su sesi6n habitual un lunes a la tarde. Parecfa muy
perturbado. La autora sabfa por experiencia, que los fines de semana,
cuando el padre estaba en casa, a veces eran diffciles para Michael. El
nifio pidi6 låpiz y papel y comenz6 a hacer una serie de dibujos
espontåneos, que acompafi6 continuamente con comentarios. Estos
dibujos culminaron con el que aparece en la Ilustraciön 79. La cara de
Michael estaba roja, sus Ojos brillaban su voz temblaba, y se refa, casi
,

histéricamente, mientras trabajaba en su dibujo.


Este dibujo es notable por su vivacidad. Michael pudo dibujarlo
porque, a esa altura, se sentfa seguro del afecto de su madre y
hermana, y porque habfa aprendido, en sus sesiones de terapia, que
podfa expresar libremente sus sentimientos, sin temor a la critica o el
castigo. Pero, quizås, 10 més importante de todo, era la actitud de
Michael hacia su padre, no enteramente negativa, sino més bien
ambivalente. Lo temfa y admiraba al mismo tiempo; por eso 10
represent6 a la vez como monstruo y como héroe, como Superhombre.
Mien tras dibujaba verbaliz6: "Papå con una boca grande dice: icållate!
Es malo. Todos (Michael y su hermana) estån luchando, él no quiere
eso, él es Superhombre. Empuja a tu hermana, yo le doy una trom-
pada. Cae al suelo; se ha vuelto loco. Baj6 las orejas". La historia de
Michael primeramente, es un relato de la pelea entre él y su hermana
y de la intervenci6n del padre. Pero entonces da rienda suelta a sus
deseos; "trompea" al padre y 10 derriba; se venga de su "maldad"
Michael expresa resentimiento hacia el autoritarismo del padre y al
mismo tiempo revela carifio hacia su hermana, a quien defiende en el
relato contra el padre, aunque recién habfa estado luchando con ella.
La manera en que fueron dibujadas las figuras, muestra su senti-
miento de temor reverencial y de envidia hacia el padre genital y su
propio sentimiento de insignificancia y pequefiez. El contenido de la
historia indica que Michael desea ser tan grande y fuerte como el
padre para poder vencerlo.

ACTITUDES DE LOS NIfios HACIA SUS FAMILIAS


REFLEJADAS EN LOS DFH

Cuando se le pide a un nifio que haga un DFH, generalmente


dibujarå una persona que represente algün aspecto de sf mismo. Pero
hay excepciones a esta regla. En ciertas ocasiones, el nifio dibujarå a
un miembro de su familia o a su familia entera. En tal caso, se puede
suponer que el miembro o los miembros de la familia dibujados en el
183
DFH, son de especial importancia para él en ese momento. En general,
dibujarå bastante fielmente a sf mismo asf como a los demås
el nifio se
si su actitud hacia las personas del dibujo es pösitiva. Si la actitud es
negativa, distorsionarå y disfrazarå las figuras. Como sefialé con
anterioridad, simplemente no es "lindo" expresar abiertamente sen-
timientos hostiles hacia la familia de uno, por 10 tanto el disfraz se
hace necesario.
La Ilustraciön 51 muestra el DFH de Betty, una nifia hemipléjica
de 8 afios. Cuando se le pidi6 que dibujara "una persona entera", di-
buj6 a la familia entera. Ese dibujo refleja claramerite la uni6n y el
afecto de la nifia hacia su familia. Pero también revela su intensa
necesidad de apoyo y protecci6n de parte de la familia,y especialmente
de la madre. Betty se dibuj6 en el centro del grupo familiar, protegida
por la ropa de su madre. A1 dibujarse tan diminuta, aunque no era Ia
mås pequefia de la familia, Betty parece expresar su deseo de perma-
necer pequefia y dependiente del seguro cfrculo familiar (påg. 154).
Christopher (Ilustraciön 81), un nifio de 10 afios de inteligencia
normal, también dibuj6 a su familia cuando se le requiri6 que hiéiera
un DFH. Pero la actitud de Christopher hacia su familia era mucho
menos positiva que la de Betty. De modo que en vez de dibujar a Ios
miembros de su familia de un modo realista, los disfraz6 con la forma
de animales, escondiendo de esa manera, sus sentimientos de sf y de
los demås. No podia admitir abiertamente que odiaba a su padrastro
y que estaba enojado con su padre verdadero, porque 10 habfa aban-
donado, ni podia aceptar su propia ambivalencia hacia la madre, que
10 habfa dejado por largos perfodos de tiempo en el pasado y que
actualmente dedicaba demasiado tiempo a los hermanos menores.
Christopher pudo expresar tales sentimientos en su dibujo, s610
indirectamente. Una interpretaci6n significativa de este dibujo s610 es
posible si uno conoce el ambiente familiar de Christopher. Sin ese
conocimiento, el dibujo aparecerfa como una escena de caza y nada
mås. Pero si se 10 relaciona con la historia de Christopher, adquiere
considerable significado clfnico.
Cuando Christopher tenfa un afio, su padre abandon6 la familia;
durante tres afios, el nifio estuvo albergado en un hogar infantil o vivi6
con sus abuelos, hasta que la madre se volvi6 a casar. El padrastro era
muy severo y exigente y entendfa muy poco a Christopher. Cuando
éste empezö a tener problemas de aprendizaje en la escuela, ambos
progenitores ejercieron considerable presi6n sobre él para que mejo-
rara su rendimiento. Christopher se sinti6 rechazado, ya que sus
padres eran muy indulgentes con sus dos hermanastros menores. Se
convirti6 en un nifio inquieto y desdichado, con muchos temores,
•ear:"

ansiedades y manierismos. Le resultaba diffcil Ilevarse bien con los


compafieros y no se podia concentrar en su trabajo escolar. Se la
pasaba sofiando despierto la mayor parte del tiempo y solo era feliz
cuando podia aislarse de la gente yjugar con sus animales. Sobre todo,
le gustaban las tortugas de mar.
Christopher cont6 la siguiente historia a medida que hacfa su DFH:
f "Esta dragon madre de dos cabezas, se muestra amistosa hacia la
tortuga y trata de ayudarla. Este lagarto estå tratando de comerse a
la tortuga, es venenoso. El hombre estå buscando una serpiente de
mar larga y grandota. La serpiente estå sacando la cabeza de su casa.
El hombre tiene un rev61ver, un rifle y un cuchillo. Aquf atrås estå su
auto con todo su equipo". Teniendo en cuenta la historia de Christo-
pher, el significado de este relato y del dibujo, aparece claro;
Christopher se representa a través de dos personajes de su DFH. En
primer lugar estå la tortuga, a quien ama tiernamente en la Vida real
y con quien La tortuga es una criatura
se identifica en la narraci6n.
pequefia, tfmida y temerosa, 10 mismo que Christopher; no puede
luchar, su ünica defensa es la retirada frente al peligro. La tortuga del
dibujo estå amenazada por un lagarto venenoso que se laquiere comer,
10 mismo que Christopher, que se siente amenazado por su padrastro.

El lagarto venenoso, por 10 tanto, representa a su padrastro, mientras


que la madre dragon de dos cabezas, representa a su propia madre.
Aparece con dos cabezas pues, en efecto, tenia dos caras; por un lado,
cuida de Christopher y es la ünica madre que él tiene; por el otro lado,
10 abandon6 en el pasado y ahora 10 desplaza por los nuevos hijos. Pero

como las historias espontåneas representan deseos, encontramos aquf


que la madre drag6n estå bien dispuesta hacia él, se muestra
"amistosa" y "trata de ayudarlo". Es decir, Christopher espera que su
madre 10 proteja contra su padrastro.
El relato y el dibujo tienen una segunda parte. El hombre de la
Ilustraciön 81 representa el ideal de Christopher: un cazador fuerte,
activoy bien equipado, que ha salido a cazar la "serpiente marina". Es
muy probable que la evasiva serpiente sea su padre natural* que ha ,

desaparecido de su Vida. Christopher desea encontrar a su verdadero


padre, pero al mismo tiempo le teme y se siente agraviado por él. El
dibujo muestra claramente su ambivalencia hacia el padre. La ser-
piente marina tiene dientes grandes y amenazadores y el cazador se

* N.T.: En inglés tortuga (turtle)y serpiente (snake) son masculinos: en el idioma


original el nifio utiliza pronombres personales de género masculino cuando se refiere
a estos animales.

185
ha armado para estar seguro en caso de encontrarla. A1 mismo tiempo,
la serpiente estå "sacando la cabeza de su casa", no se esconde, Sino
que mås bien se pone en una posici6n en la que puede ser vista y
hallada. Las armas que Ileva el cazador, el rev61ver, el rifle y el cuchillo
generalmente son considerados sfmbolos fålicos. En este caso en
particular, pueden tener un doble significado; pueden significar
protecci6n y seguridad, y también identificaci6n masculina. Como
Christopher se siente amenazado y rechazado por su padrastro,
quizås estå buscando a su padre verdadero para identificarse con él.
Matthew (Ilustraci6n 82), un nifio de 8 afios de inteligencia normal,
también reve16 sus actitudes hacia su familia en su DFH. Una vez
mås, es necesario conocer la situaci6n familiar de Matthew para
comprender completamente el significado del dibujo de la Ilustraciön
82. Matthew era un pequefio con deterioro neur016gico, hiperlocuaz,
distrafdo y bastante inmaduro. Padecfa de una seria disfunci6n
perceptiva y tenfa coordinaci6n muy pobre. Su progreso escolar era
mfnimo y sus relaciones interpersonales deficientes. Su finica her-
mana de 9 afios, sobresalfa en todo: era atractiva, socialmente popular
y una alumna excelente. La rivalidad entre ambos era intensa.
Matthew sentfa un resentimiento profundo hacia su hermana y en
gran parte la acusaba de sus dificultades. Los padres eran individuos
inconsecuentes e inestables, con demasiados problemas propios para
poder darle a Matthew el apoyo que necesitaba.
8,
Con este conocimiento, el significado del DFH de la Ilustraciön 82
se aclara.Matthew dibuj6 una escena debajo del agua, que se extendfa
en dos hojas de papel, con un barco hundido y una nifia atacada por un
pez. Acompafi6 el dibujo con el siguiente relato: "Este es un pez
comiendo a una nifia de 9 afios, también un torpedo* y el bote que ellos
hundieron. Todos los capitanes y la tripulaci6n estån muertos". La
nifia de 9 afios del relato, por supuesto, es su hermana, aunque la
manera en que estå dibujada refleja la impulsividad e inestabilidad
propias de Matthew. En el dibujo, Matthew estå disfrazado del pez
espada", que ataca a la hermana. El bote hundido probablemente es ,if'g

la escuela con todos los maestros y compafieros. El contenido de la


historia es su deseo; quiere devorar y destruir a su archienemiga, la
hermana, y quiere hundiry arrancar de su Vida a todos los "capitanes"

* N.T.: En el inglés el nino utiliza la palabra tinfish, literalmente "pez Iata". Este
término designa en inglés: 1) un tipo de pez que cuenta con un aparato de descargas
eléctricas para atontar o matar a su presa; 2) en la jerga marinera se llama asf a los
torpedos.

186
(padres y maestros) exigentes, desaprobadores y amenazadores y a los
"tripulantes" (compafieros). En la Vida real, Matthew era demasiado
pasivo y tfmido para expresar su resentimiento y hostilidad hacia los
demås abierta y directamente, pero en su DFH, logr6 mostrar sus
actitudes de manera indirecta.
Una forma aün mås sutil e indirecta de revelar rivalidad fraterna
es el DFH de Benjie (påg. 146) que aparece en la Ilustraciön 42. Pri-
mero dijo que estaba dibujando a "David Crockett", pero después
decidi6 que su figura, en realidad, representaba a "Jackie Gleason",
porque "es tan gordo". Pero ademås de la figura humana, Benjie dibuj6
un diminuto autito de carrera, aparentemente de juguete, e hizo el
siguiente comentario: "Viene un autito tocando bocina. Salgo del
camino porque creo que es un auto grande". Podrfa parecer arriesgado
interpretar el significado del autito y el comentario de Benjie, si uno
no supiera que Benjie tenfa un hermano menor que sobresalfa en
todas las {reas en las que Benjie tenfa problemas. A la autora no le
cabe duda que el autito representa a su hermano que viene de atrås
y que 10 estå pasando. El hermano puede ser menor, pero él 10
considera un "auto grande", por 10 tanto se hace a un costado. Benjie
se rinde, no es un luchador. En cambio internaliza sus problemas:
come en exceso, padece dolores de cabeza debido a la tensi6n y Ilora
mucho en su casa y en la escuela cuando las frustraciones se vuelven
muy grandes.
Provoca aün mås ansiedad en un nifio, reconocer y expresar
sentimientos hostiles hacia su padre o madre que hacia un hermano.
Sheilah (Ilustraciön 83), una nifia de 12 afios de alto nivel inte-
lectual, sentfa gran resentimiento y hostilidad hacia su madre, do-
minante, restrictiva y coercitiva. Se sentfa especialmente perturbada
por el constante rezongo hacia el padre, débil e ineficaz. Pero Sheilah
tenfa miedo de expresar sus sentimientos, ya que era una nifia buena
y pensaba que no estaba bien que un nifio se enojara con su madre, y
porque también temfa al castigo y a la lengua mordaz de su madre. De
modo que Sheilah suprimfa su hostilidad y seguardaba sus senti-
mientos. Como resultado, sufrfa severos dolores de cabeza y otras
perturbaciones psicosomåticas. Cuando los médicos no pudieron en-
contrar ninguna base ffsica para la enfermedad de Sheilah, la man-
daron a la clinica de orientaci6n, donde fue vista por la autora para
terapia (päg. 213).
A1 comienzo de la terapia, Sheilah era bastante evasiva en sus
verbalizaciones y en sus dibujos (Ilustraciön 830). Después de Cinco
meses de tratamiento se le pidi6 que hiciera otro DFH. El resultado
aparece en la Ilustraciön 83b. Sheilah dibuj6 una bruja con una es-
187
coba, que a primera vista parece un dibujo tradicional de la Fiesta de
Todos los Santos. Si este dibujo hubiera Sido hecho en octubre, no se
le hubiera podido atribuir un significado especial. Pero el DFH fue
hecho en marzo, cuando se respiraba la primavera, y cuando la
mayorfa de las nifias de 12 6 13 afios estaban dibujando figuras de
muchachos y muchachas atractivos; por 10 tanto el contenido de este
DFH debe ser considerado como altamente significativo. Mientras
dibujaba, Sheilah coment6: "Es una Vieja bruja realmente mala, que
persigue a la gente todo el tiempo y la aterroriza". No puede caber
duda de que el dibujo revela la actitud de Sheilah hacia su madre; asf,
representa un significativo logro clfnico de su parte. Por primera
Sheilah pudo expresar su resentimiento hacia su madre, aunque
indirectamente a través de un DFH. No es una coincidencia que 10s
sfntomas ffsicos de Sheilah hubieran desaparecido cuando hizo el
dibujo de la Ilustraciön 83b, y de que hubiera progresado en su re
cuperaci6n. Una semana después de haber dibujado a la bruja con la
escoba, pudo conversar directamente con la terapeuta sobre sus
sentimientos hacia su madre.
Alfred (Ilustraciön 84) tenia una larga historia de problemas de
conducta y aprendizaje. Era un nifio de 9 afios, extremadamente
hiperactivo, impulsivo, distrafdo y de bajo nivel intelectual. Alfred
habfa sufrido convulsiones desde muy pequefio, y también tenfa una
leve pérdida auditiva y muchas alergias. Provenfa de una familia
social y economicamente marginada, dominada por un padre muy
punitivo e irrazonable. La madre era d6cil y apacible; estaba com-
pletamente agobiada por sus seis hijos y su abusivo esposo. Toda la
disciplina familiar estaba en manos del padre.
Cuando se le pidi6 que hiciera un DFH, Alfred realiz6 la figura de
la Ilustraciön 84, que revela la actitud hacia sf mismo y la preocu-
paci6n por su padre. En realidad, Alfred dibuj6 a su padre y agreg6 un
letrero a la figura: "Mi papå tiene 38 afios". Después hizo un Ian en
la mano del padre y dijo: "Este es el cintur6n, él casca a los chicos".
Alfred se refiri6 a esto como a un hecho dado, simplemente informaba
con respecto a la conducta comün en su hogar. Sin embargo, el que
hubiera dibujado a su padre y el cintur6n, muestra que a él no le
gustaba el tratamiento que estaba recibiendo y que estaba preocupado
y temeroso de su padre. Alfred no podia, o no querfa, hablar de su padre
directamente, pero el dibujo parecfa ser, en efecto, una süplica
indirecta dirigida a la examinadora para que hiciera el favor de
impedir que el padre castigara a los nifios.
La manera en que Alfred dibuj6 la figura es interesante; muestra
un contorno continuo del cuerpo y las extremidades. La autora ha
188
encontrado contornos continuos en los DFH de nifios con lesiones
cerebrales (Ilustraciön 98c) o en nifios que estån tratando desespera-
damente de controlarse e intentando poner un lfmite a su personali-
dad dispersa y pobremente integrada. A1 dibujar un contorno conti-
nuo, los nifios procuran establecerse lfmites firmes para ellos mismos,
y esperan con eso evitar una desorganizaci6n o un deterioro comple-
tos. La omisi6n de los Ojos y los brazos muy cortos revelan su dificultad
para conectarse y comunicarse con los demås.

DBUJOS DE LA FAMILIA QUE REFLEJAN


LAS ACTITUDES DE LOS NINos HACIA SUS FAMILIAS

La técnica del dibujo de la familia no es nueva; un nümero de


psic610gos clfnicos ha escrito sobre ella. Hammer (1958), Hulse (1951,
1952) y Reznikoff y Reznikoff (1956) han sugerido que los dibujos de
Ia familia revelan la actitud del nifio hacia otros miembros de su
familiay la percepci6n de su propio papel dentro de ella. Las relaciones
familiares se expresan a través del tamafio y ubicaci6n relativos de las
figuras en el dibujo y por omisiones, sustituciones o exageraciones de
las figuras o partes de ellas.
En la opini6n de la autora, un dibujo de la familia, 10 mismo que un
DFH, revela la actitud del nifio hacia su familia y no es una repro-
ducci6n fidedigna de la misma, aunque a veces también 10 sea. Porque
si el nada mås que un intento de realizar un
dibujo del nifio fuera
Para obtener el
retrato realista, tendrfa escaso significado clfnico.
mayor valor proyectivo de un dibujo de la familia, es importante no
restringir al nifio en cuanto a quién debe o no dibujar, aunque los
resultados sean grotescos. El retrato "familiar" de la Ilustraciön 89,
por ejemplo, contiene nada mås que el tosco dibujo de un perro;
mientras que la deliciosa escena familiar de la Ilustraci6n 86 incluye
en su mayor parte miembros imaginarios y excluye la familia real del
nifio.La omisi6n de padres y hermanos es siempre altamente signi-
ficativa y puede ser mås reveladora que su presencia.
Se recomiendan las siguientes instrucciones para obtener un dibujo
de la familia: "Me gustarfa que hagas un dibujo de toda tu familia;
puedes dibujarlo de la manera que quieras". Eso es todo. Cualquier
cosa que el nifio elija dibujar o no, se acepta sin preguntas ni
comentarios hasta que el dibujo sea completado. Si el nifio no da
voluntariamente los nombres y la identidad de las figuras que estå
dibujando, se le pide que los identifique después. Las omisiones de
miembros de la familia o del nifio mismo son muy usuales en tales
189
dibujos: siempre son significativas. Tales omisiones no deberån nunca
ser consideradas accidentales o sin importancia. Algunos psic610gos
miembros de su familia, y le
insisten en que el nifio dibuje a todos los
piden que corrija las omisiones que puede haber hecho. Esto es
desacertado, ya que diluye el significado clfnico del dibujo o interfiere
en la libre y espontånea expresi6n de los sentimientos del nifio.
Un nifio puede revelar en su dibujo, su actitud hacia miembros de
la familia que estån o no viviendo con él en la realidad. No sorprende,
por 10 tanto,que Lawton y Seechrest (1962) no encontraran diferen-
cias significativas entre los dibujos de la familia de varones que
provenfan de hogares en los que el padre estaba presente y de varones
que provenfan de hogares en los que el padre estaba ausente. La
actitud de un var6n hacia el padre que estå en casa, puede ser tan
positiva o negativa como la actitud del var6n cuyo padre estå ausente.
En el item precedente, se mostr6 que los nifios a veces disfrazan la
apariencia de los miembros de la familia en sus DFH, de modo que su
expresi6n de hostilidad o agresi6n hacia ellos no se vea y, por 10 tanto,
no resulte amenazadora. Pero cuando a un nifio se le pide especffi-
camente que dibuje a "su familia entera", los disfraces de las figuras
ya no son posibles, y una expresiön de actitudes socialmente in-
aceptables por este medio, ya no es segura. En un dibujo de la familiaj
el nifio tiene que recurrir a omisiones, sustituciones o al cambio del
tamafio y posici6n de las figuras, como modos de revelar sus actitudes
negativas subyacentes hacia los miembros de la familia.
Algunos nifios se omiten a sf mismos de los dibujos de la familia. LA
autora descubri6 que esto ocurre, en la mayorfa de los casos, con nifios
que no se consideran una parte importante o integral de la familia. Tal
omisi6n no es nunca deliberada; refleja el sentimiento inconsciente
del nifio de insignificancia y rechazo. Un nifio bien adaptado social y
emocionalmente, estå generalmente contento consigo mismo y tiene
un saludable respeto por su persona. Y muy a menudo se dibujarå en
primer lugar y se ubicarå en el centro del grupo familiar. El dibujo
espontåneo de Taneil en la Ilustraciön 21 es un buen ejemplo. Taneil
no s610 se dibuj6 primera y en la posici6n central, sino que también se
hizo mås grande que IOS demås (påg. 126).
En la Ilustraci6n 26 aparece el dibujo de la familia de Mickey.
Muestra al padre, a la madre y a su hermanita, pero no a él. S610 se
puede especular si el garabato hecho en el costado izquierdo del papel
representa a Mickey. Se podrfa sugerir la hip6tesis de que Mickey,
muy perturbado en el momento de hacer el dibujo (påg. 128), perdi6 la
paciencia y se sinti6 demasiado frustrado para dibujar a Otra persona,
aün él mismo. Si éste fue el caso, el hecho de haberse dejado para el
190
final es en sf mismo importante. Pero también existe la hip6tesis de
que el garabato de la Ilustraci6n 26 refleje la actitud de Mickey hacia
sf mismo; podrfa indicar que se considera simplemente un nadie, y que
no es digno de representaci6n. Puede estar diciendo que se ve a sf
mismo no como un ser humano, sino meramente como una burbuja
informe.
Norman, un de 6 afios de edad, con lesi6n cerebral e inteli-
nifio
gencia normal, realiz6 el dibujo de la familia de la Ilustraciön 85. Con

trazos råpidos e impulsivos, dibuj6 a su padre, a sus dos hermanas y


a él. Después se detuvo, mir6 el dibujo por un rato y coment6: "Me
Olvidé de mi madre; no hay lugar para ella aquf'. Algunos psicölogos
pueden atribuir laomisi6n de Norman a su impulsividad y a su escasa
habilidad para distribuir el espacio. Pero tal explicaci6n no parece
muy adecuada. Es muy improbable que un nifio de 6 afios de inteli-
gencia normal se "olvide" de su madre. Después de todo, la madre es
la persona mås importante en la Vida de un nifio pequefio. La
manifestaci6n verbal de Norman, es una racionalizaci6n de su ex-
presi6n indirecta de hostilidad inconsciente hacia su madre. Lo que
estå diciendo en su dibujo es, en efecto: "Estoy muy enojado con mi
madre, pero no 10 puedo decir, ni siquiera admitfrmelo, ya que la
necesito y la quiero. Por eso, en vez de decir algo que no puedo aceptar,
no voy a hablar de ella en absoluto y tampoco la voy a dibujar".
La historia social de Norman mostraba que él tenfa raz6n para tal
actitud hacia su madre. Esta era muy inestable, inconsecuente y
desorganizada, era indulgente con sus hijos un dfa, pero al Otro los
descuidaba o maltrataba. No es coincidencia que la hermana de
Norman, de 10 afios, también omitiera a la madre en el dibujo de la
familia. La madre era completamente imprevisible, y por 10 tanto
amenazadora para los nifios; nunca sabfan qué esperar de ella. El
padre, por el contrario, era bastante consecuente con su conducta. Era
estricto pero sentfa gran afecto por sus hijos. A veces sus castigos eran
severos, pero los nifios sentfan que era justo, y sabfan a qué atenerse
con él; podfan confiar en él.

Henry (Ilustraci6n 31), un nifio de 9 afios, de inteligencia normal,


vivfa con su madre y tres hermanos mayores. Otras dos hermanas
estaban casadas y tenfan hogares propios. El padre habfa abandonado
a la familia cuando Henry tenfa 4 afios. Cuando se le pidi6 que hiciera
un dibujo de "toda la familia", realiz6 el dibujo de la Ilustraci6n 31.
Este dibujo fue hecho en un momento en que Henry estaba muy
perturbado. En él Henry omite todos los miembros de su familia, con
la excepci6n de él mismo y de "su hermanita que le quit6 el chupetfn".
Pero Henry no tenfa ninguna "hermanita"; era el menor de su familia.
191
A través de este dibujo, Henry expres6 su resentimiento por el
nacimiento de un nuevo bebé en la casa de su hermana mayor. La
nueva sobrina 10 habfa desplazado de su posici6n como el bebé de la
familia y el preferido de su madre; la bebita, en realidad, le habfa
"quitado su chupetfn". De este modo, el dibujo de la familia de Henry
se concentra en las dos personas del nücleo familiar que estaban en el
centro de su conflicto y perturbaci6n emocional; todos los otros
miembros de la familia estån omitidos. La omisi6n de la madre y Ias
hermanas, puede considerarse como un signo de rabiay resentimiento
que Henry sentfa hacia ellas. Henry se sentfa rechazado y abando-
nado, ya que ellas dedicaban toda su atenci6n a la nueva bebita. (Para
conocer este caso en mayor detalle, ver påg. 132).
Mientras que Henry omiti6 a todos los miembros de su familia
inmediata, con la excepci6n de él y su sobrina, algunos nifios agregan
miembros no existentes o imaginarios a sus dibujos. Tales sustitu-
ciones o agregados, siempre tienen considerable significado clfnico. La
Ilustraciön 33 muestra el dibujo de la familia de Timothy. La historia
familiar y el Timothy fueron tratados mås en detalle en Ia
dibujo de
påg. 135. Timothy era un nifio ilegftimo que no habfa conocido a su
padre. De indole muy solitaria y triste, se pasaba la mayor parte del
tiempo sofiando con el padre desconocido. Cuando se le solicit6 que
dibujara a su familia, Timothy dibuj6 a los miembros verdaderos de su
familia, con sorprendente fidelidad, en el orden de su edad e impor-
tancia, pero después agregö, con trazos decididos a su padre, con la
forma de Superhombre. El tamafio y la posici6n de las figuras de la
Ilustraciön 33 reflejan claramente la actitud de Timothy hacia ellos.
Por un lado estå la imagen idealizada del padre, y en el extremo
opuesto del papel estå Timothy, una figura pequefia e insignificante,
separada de Superhombre por los adultos. No hay duda que la abuela
es la fuerza dominante en la verdadera familia de Timothy; ella reina
sobre todos los otros.
Cuando Shirley tenia 9 afios, se le pidi6 que hiciera un dibujo de
"toda su familia". El resultado aparece en la Ilustraciön 86. El his-
torial de Shirley fue presentado en la påg. 118.Ea una nifia de bajo
nivel intelectual, de estatura notablemente menor que la normal.
Trataba de ocultar su soledad y desdicha detrås de una sonrisa blanda
y superficial. Shirley no tenfa amigosy era incapaz de relacionarse con
otros o de expresar sus emociones y actitudes abiertamente. Pero a
Shirley le encantaba dibujar. En podfa revelar 10 que no
los dibujos,
se atrevfa a decir con palabras.
La Ilustraciön 86 muestra un muy encantador grupo familiar.
Shirley explic6: "Este es mi hermanito en su cuna, ésta soy yo y ésta

192
es mi hermana mayor, tiene 14 afios". La manera en que Shirley dibuj6
las figuras es significativa. Comenz6 dibujando las piernas, después
agreg6 los cuerpos y los brazos, y finalmente complet6 las figuras con
las cabezas. Se ha descubierto que los nifios que dibujan figuras
humanas en esta secuencia, tienen dificultad en sus relaciones in-
terpersonales. Shirley dedicö mucho tiempo a los vestidos; copi6 en
detalle su propio vestido, incluyendo el disefio del bolsillo. Las cabezas
de las dos nifias, en cambio, fueron dibujadas de manera bastante
råpida, mecånica y estereotipada, como si estuviera dibujando mu-
fiecas y no individuos.
Lo mås interesante del dibujo de Shirley es la gente representada.
En la Vida real, Shirley no tenia ni hermanito menor ni hermana
mayor. Asf, encontramos que el dibujo de la familia contiene dos
miembros inexistentes y Shirley, mientras que su familia verdadera
ha Sido omitida. Este dibujo nos dice mucho acerca de la actitud de
Shirley hacia sus padres y su hermana menor. Cuando se le pregunt6
sobre las personas del dibujo, Shirley insisti6 en que ella realmente
tenia un hermanito y una hermana mayor. No habfa nada que
indicara que Shirley estabä fuera de contacto con la realidad o de que
estaba confundiendo realidad con fantasia; no tenfa alucinaciones. Lo
que finalmente surgi6 fue que sus vecinos tenfan un bebé y permitfan
a Shirley que 10 tuviera en sus brazos y 10 alimentra en algunas
ocasiones. Por 10 tanto, ella 10 habfa "adoptado", en su propia mente,
como a un hermano. También se supo que Shirley estaba muy
encarifiada con una adolescente de la comunidad a quien deseaba
intensamente tener por hermana. Su dibujo muestra, por 10 tanto, su
ideal, la familia que le gustarfa tener. Como no se sentfa querida en
su familia, la habfa sustituido por una hermana mayor que era cålida
y maternal, y un hermano menor que era tan pequefio que no
presentaba amen aza o competencia, alguien a quien ella podia cuidar
y que la respetaba.
Este dibujo indica una seria perturbaci6n en la relaci6n entre
Shirley y sus padres y hermana. Se hicieron esfuerzos para cambiar
la situaci6n. Se persuadi6 a sus padres que participaran en un grupo
terapéutico para ser orientados en cuanto a entender mejor a su hija
y aceptarla. Tanto Shirley como sus padres se beneficiaron con esta
experiencia. Alrededor de un afio mås tarde, se le volviö a pedir a
Shirley que dibujara a su familia completa. A esa altura, parecfa
mucho mås feliz y extrovertida que antes. Su segundo dibujo de la
familia aparece en la Ilustraciön 87. El contraste entre las Ilustra-
ciones 86 y 87 es sorprendente. En vez de dibujar miembros sustitutos
de la familia, realiz6 un preciso dibujo de su propia familia: madre,

193
padre, hermana menor y ella misma. En esta ilustraci6n, la madre
todavfa estå un poco separada de los demås, que se estån dando las
manos, pero estå presente y es aceptada. Las dos hermanas aparecen
con vestidos iguales, tomadas de la mano, juntas como mellizas y no
como rivales o enemigas. Shirley estaba, en realidad, comenzando a
interactuar y ajugar con su hermana, y estaba descubriendo que ésta
no era tan mala, después de todo. Por primera vez en su Vida quizås,
se vefa a sf misma, como parte integrada de un grupo familiar. En el
dibujo, expres6, principalmente, actitudes positivas hacia su familia
y hacia misma. En gran parte, este cambio en las actitudes de
sf

Shirley se produjo gracias a los padres, que quisieron y pudieron


cambiar sus propias actitudes y conducta hacia Shirley en el transcur-
so del afio.
Los dibujos de Shirley que aparecen en las Ilustraciones 86 y 87
muestran que dos dibujos de la familia obtenidos con un intervalo de
tiempo, pueden revelar el cambio de actitud de un nifio hacia su
familia. Aun los dibujos burdos y primitivos de los nifios pequefios y
con deterioros son espejos sensibles de sus relaciones familiares.
Desgraciadamente, no todos los cambios en las actitudes de un nifio
hacia su familia se dan en una direcci6n positiva. La Ilustraciön 88
muestra el dibujo de la familia de Bobby, un pequefio de 6 afios, con
lesi6n cerebral y bajo nivel intelectual. A causa de marcada inma-
durez, serios problemas de percepci6n y coordinaci6n torpe, se ubic6
a Bobby en una pequefia clase especial para nifios con deterioro
Bobby parecfa estar muy contento en su nueva clase, pero
neur016gico.
sus padres se oponfan. No querfan ni podfan aceptar que Bobby
tuviera dificultades de aprendizaje, y echaban la culpa del fracaso
escolar a la maestra del jardfn de infantes.
Cuando que dibujara a su familia completa, Bobby
se le pidi6
realiz6 el dibujo primitivo que se muesta en la Ilustraci6n 88. Incluye
a sus padres, su perro, su påjaro y lajaula de éste y a Bobby. Como
Bobby era hijo ünico, reemplaz6 a sus hermanos por sus animalitos
domésticos, 10 que es usual. La torpeza del dibujo es el resultado de su
impulsividad y su muy pobre coordinaci6n. puede ser significativo, el
hecho de que Bobby se dibuj6 a sf mismo mucho mås pequefio que su
perro, mostrando con ello su sentimiento de inadecuaci6n e insigni-
ficancia. Sin embargo, el dibujo es completo; es decir, nadie ha Sido
omitido, y Bobby refleja claramente su sentimiento de pertenencia al
grupo familiar.
Cuando Bobby regres6 a la escuela en el otofio, después de las largas
vacaciones del verano, parecfa muy cambiado. Estaba mås tenso e
inquieto que antes; su sonrisa siempre lista y su alegre chåchara
194
habfan desaparecido. Ni siquiera pedfa que 10 tranquilizaran y aten-
dieran, como hacfa antes constantemente. Bobby parecfa derrotado.
Obviamente estaba triste y problematizado, pero no podia manifestar
la causa de su desdicha. Una vez mås, se le pidi6 a Bobby que hiciera
un dibujo de la familia. Se mostr6 muy tenso y ansioso mientras
comenz6 a dibujar a "Spot, el perro", después se detuvo y anunci6 que
habfa terminado el dibujo. Este dibujo de la "familia" aparece en la
Ilustraciön 89. Se alab6 a Bobby por su dibujo, pero se 10 inst6
amablemente a hacer Otro de su "familia completa". A estas alturas
Bobby estaba extremadamente agitado y perturbado. Se neg6 a hacer
Otro dibujo y se puso fin a la cuesti6n. Las deducciones son claras. La
incapacidad de Bobby para dibujarse a sf mismo o a sus padres refleja
un marcado deterioro en sus actitudes hacia ellos y hacia sf mismo.
Bobby se sentfa tan amenazado por su hostilidad hacia sus padres,
que ni siquera la podia expresar indirectamente en el papel; sus
intensos sentimientos de culpa y su pobre opini6n de sf mismo, le
impidieron dibujarse. Solamente pudo dibujar sin dificultad al ünico
miembro de la familia que no era amenazador; Spot, el perro. El
påjaro, que aparece en el dibujo anterior, habfa muerto en el fnterin.
Es bastante extrafio que los nifios omitan del dibujo de la familia a
todos los miembros, inclusive a ellos mismos. Cuando esto ocurre,
invariablemente es un signo de seria perturbaci6n emocional y de
aguda ansiedad. En tal caso, el nifio siempre necesita ayuda psiquiå-
trica.

La siguiente informaciön se obtuvo mås adelante de los padres:


todavfa no crefan que Bobby tuviera algün problema neur016gico, ni
que fuera distinto de cualquier Otro nifio. Todavfa sostenfan que su
pobre rendimiento escolar era culpa de la escuela. Habfan contratado
a un maestro particular que trabajaba con Bobby todas las mafianas
durante los meses de verano, mientras que la madre trabajaba con él
todas las tardes. Cuando Bobby fracas6 en obtener el progreso que sus
padres esperaban, éstos manifestaron gran desilusi6n y desaproba-
ci6n e incrementaron su presi6n sobre él. Como resultado, Bobby se
volvi6 extremadamente an sioso y fracas6 no s610 en adquirir nuevas
destrezas, sino que también se olvid6 de las que habfa aprendido el afio
anterior. Cuando Bobby volvi6 a la escuela en setiembre, no solo era
un nifio con problemas de aprendizaje, sino que también tenfa serias
perturbaciones emocionales.
La omisi6n de un miembro de un dibujo de lafamilia, refleja fuertes
miembro de la familia
actitudes negativas de parte del nifio hacia el
que ha Sido omitido. Lo mismo pasa cuando el nifio intenta dibujar a
alguien de su familia y no puede terminar la figura de esa persona

195
particular. Bastante a menudo, un nifio no tendrå dificultad al dibujar
a un progenitor o hermano. Cuando esto ocurre, es una buena
indicaci6n de su hostilidad hacia ese pariente. Aveces, el nifio trata de
hacer un dibujo de la familia pero no puede completar ninguna figura;
por suerte, esto es raro porque, invariablemente, es un signo de serias
perturbaciones en la relaci6n del nifio y su familia.
Cuando se le pidi6 a Douglas, un nifio de 8 afios e inteligencia
normal, que hiciera un dibujo de su familia, dud6 y se ofreci6 a dibujar
un auto en cambio. Después que el examinador 10 instara amable-
mente, Douglas trat6 de cumplir con el requerimiento. "Debo dibujar
a cada uno de mi familia, también a mi perro y a mi gato?", pregunt6.
Se le respondi6 que podia dibujar a su familia de la manera que
quisiera. Douglas anunci6: "Voy a dibujar a mi padre, él es el mås
grande". Comenz6 dibujando un par de botas de cowboy, con espuelas,
después agreg6 las piernas y el cuerpo. Tuvo dificultad al dibujar los
brazos, borr6 varias veces, y decidi6 que en realidad, estaba dibujando
a su hermano. De nuevo no estuvo satisfecho y borr6 casi toda la figura
y dijo que estaba dibujando al padre después de todo. Entonces trat6
de dibujar la cabeza de nuevo, sin éxito. Durante todo este tiempo
mostraba aguda ansiedad y mucha frustraci6n. Después de borrar y
volver a dibujar la figura o partes de ella cuatro veces, se dio por
vencido: "No puedo dibujar a mi padre, pero puedo dibujar a mi madre
realmente bien". Dicho 10 cual, comenz6 a dibujar una cabeza de mujer
sobre los remanentes de la figura masculina, mas como no le gust6
volvi6 a borrar todo de nuevo. Finalmente decidi6 comenzar por el
principio con la figura de su madre. Dibuj6 una falda femenina, un
sweater de cuello alto y una pierna, y eso fue todo 10 que pudo hacer.
Por mås que trat6, no pudo completar la cabeza ni la Otra pierna.
Muchos de los nifios mås brillantes y mejor adaptados borran
partes de sus dibujos para corregirlos. El borrar no es necesariamente
un signo negativo en los dibujos infantiles. Pero borrar en exceso y la
incapacidad de mejorar o completar una figura de un dibujo son,
invariablemente, un signo de intensa ansiedad y revela hostilidad
hacia la persona que se estå dibujando. En el caso de Douglas, era
obvio que la relaci6n con sus padres estaba seriamente perturbada y
que él no podia enfrentarla. El examinador le sugiri6, por 10 tanto, que
dejara de dibujar a su familia y que hiciera, en una nueva hoja de
papel, "una persona entera", "cualquier persona que quieras dibuj ar".
"Oh, eso es fåcil", exclam6 Douglas, "yo puedo dibujar cualquier
persona". Comenz6 inmediatamente y realiz6 una figura muy dimi-
nuta, pero completa. Alentado por este éxito, dibuj6 una segunda
figura, que era levemente mås alta, aunque todavfa muy pequefia.

196
Después de estudiar el dibujo anunci6: "Ese soy yo, estoy Ilevando a mi
hermanito Ted a dar una vuelta, él tiene dos afios".
Del dibujo incompleto de la familia, era evidente que Douglas era
un nifio muy inseguro y ansioso que sentfa mucha hostilidad hacia sus
padres y hacia el hermano que le segufa. En el segundo dibujo,
Douglas muestra que se sentfa c6modo s610 con un miembro de su
familia: su hermano menor. Parece que los nifios nunca tienen
dificultad en dibujar a la gente que les gustat El tamafio pequefio de
sus figuras descubre, una vez mås, su extrema inseguridad y senti-
miento de inadecuaci6n.
En una entrevista posterior con Ia madre de Douglas, se supo que
sus padres se habfan separado recientemente, y que la madre no podia
aceptar a su hijo mayor de la misma manera que a sus Otros hijos.
Douglas era ffsicamente parecido a su irresponsable e inmaduro
padre y siempre le recordaba a su suegra. La madre admiti6 libre-
mente que "no podia soportar al nifio". También se quej6 de que
Douglas estaba constantemente peleando con su hermano Peppy, que,
evidentemente, era el preferido de la madre. En vista de estas
relaciones familiares, no sorprende que Douglas no pudiera dibujar a
su familia completa.
EI nifio que es feliz dentro de su grupo familiar, tiene tendencia a
dibujar a todos los miembros de su familia, mås o menos en el orden
de su edad y cada cual con su tamafio correcto. Pero la mayorfa de los
nifioscon problemas emocionales son ambivalentes hacia sus padres
y hermanos; tienen fuertes sentimientos positivos y negativos hacia
ellos. Esta ambivalencia se muestra a menudo, por un cambio en el
tamafio y la posici6n de los miembros de la familia.
La Ilustraciön 30 muestra el dibujo de la familia de Dorothy, una
nifia Su historial fue presentado en
de 9 afios de inteligencia normal.
detalle en la påg. 131. Dorothy se dibuj6 a sf misma tan grande como
el padre y se ubic6 justo a su lado. En este dibujo, Dorothy ocupa el
lugar a que tiene derecho la madre, mientras que ésta aparece
separada del resto de la familia, en el extremo opuesto del papel. La
madre fue dibuj ada al final y mås pequeüa que los otros miembros de
la familia. Como se dijo antes, este dibujo de la familia fue hecho poco
después del nacimiento de la hermanita de Dorothy, Kathy. Dorothy
estaba encantada con la nueva hermanita y decfa que Kathy era "su
beba". La ubicaci6n y el tamafio de las figuras revelan su actitud hacia
su familia. Dorothy se sentfa muy cerca de su padre y adoraba a la
bebita. Se ubic6 a sf misma entre ellos, compitiendo de esta manera,
por la posici6n de la madre en la familia. Dorothy toleraba a su
hermano, él fue incluido en el "cfrculo familiar fntimo". Sölo la madre
197
estå separada de los demås; esto muestra la fuerte ambivalencia de
Dorothy hacia ella. Su actitud era positiva y negativa en un alto grado;
si hubiera sentido s610 hostilidad hacia la madre, probablemente la
hubiera omitido del todo del dibujo.
Joel (Ilustraciön 32), un nifio de 11 afios de inteligencia superior,
estuvo muy perturbado cuando sus padres se separaron. Siempre
habfa Sido muy apegado al padre y se atorment6 con sentimientos
ambivalentes cuando éste abandon6 el hogar. El retrato familiar de
Joel, que aparece en la Ilustraciön 32, fue tratado con mås detalles en
la påg. 134. Basta seialar aquf c6mo la ubicaci6n de Joel y su padre
en el dibujo revela la relaci6n especial entre los dos: aparecen en los
extremos opuestos del grupo familiar, como para enfatizar la distan-
cia que se ha interpuesto entre ellos. El padre se aleja con una sonrisa,
Joel, pequefio, triste y mutilado, camina en la direcci6n opuesta, y
dåndose vuelta para mirar al padre con tristeza. El sombreado espeso
del cuello del padre parece reflejar el esfuerzo de Joel para controlar
sus actitudes e impulsos conflictivos. El resto de los miembros de la
familia, es presentado en vista frontal sin signos de indebido compro-
miso emocional; Joel los acepta sin mucha ambivalencia o reserva.
Una familia es mucho més que un nümero de personas que estån
emparentadas y que viven bajo el mismo techo. Una familia es una
unidad, un grupo de individuos ligados los unos a los otros, con fuertes
lazos emocionales y lealtades, que se quieren y se comunican e
interactüan entre sf. Pero no todos los padres e hijos que viven juntos
forman una unidad familiar en este sentido de la palabra. Homer, un
nifio de 9 afios e inteligencia superior, era hijo ünico. Vivfa con sus
padres, que eran emocionalmente inestables, y desde que el nifio
habfa nacido se entregaban a peleas y violentas discordias. Los padres
estaban demasiado interesados en sus propios problemas para pres-
tarle mucha atenci6n a Homer, que era un nifio solitario y triste y con
un concepto en extremo pobre de sf mismo. No podia Ilevarse bien con
otros nifios y era un aislado social. Cuando se le pidi6 que hiciera un
dibujo de la familia, Homer dibuj6 grotescas caricaturas de "mi mamå
Frankenstein", "mi loco papå monstruo" y de él mismo como "el
Vampiro Batman". Insisti6 en dibujar a la madre de un lado del papel,
al padre del Otro lado, y a él en una segunda hoja de papel. Estos
dibujos muestran claramente, que Homer no vefa a su familia como a
una unidad, sino mås bien como a tres grotescas caricaturas que
estaban separadas y aisladas las unas de las otras. Cada miembro de
la familia fue ubicado en un lado separado del papel, 10 mismo que en
el mundo real, la madre, el padre y Homer vivfan en mundos separa-
dos. No se podfan ni relacionar ni comunicarse entre sf.

198
Duane (Ilustraci6n 90), de 11 afios, vivfa en la misma casa con sus
padres, sus dos hermanos y sus dos hermanas. Pero no vivfa en una
unidad familiar cålida y unida. Para el observador casual, la familia
de Duane parecfa ideal. Todos los nifios era atractivos y sanos y bien
cuidados ffsicamente. Los padres era ciudadanos trabajadores y
respetados en la comunidad. Pero faltaba algo. Se envi6 a Duane al
psic610go escolar por letargo en el aula, una completa falta de interés
en las actividades escolares, incapacidad para completar sus tareas y
para relacionarse con los otros nifios. La maestra cuestionaba su
adecuaci6n intelectual. Los tests psic016gicos revelaron que Duane
tenfa una inteligencia normal, pero que habfa sufrido disfunci6n
perceptiva, que podia explicar, al menos en parte, sus dificultades de
aprendizaje. Pero esto no explicaba completamente sus deficientes
relaciones interpersonales y su completa falta de espontaneidad y
entusiasmo.
La Ilustraciön 90 muestra el dibujo de la familia de Duane; es un
dibujo que espanta, Muestra un grupo de siete personas alineadas de
acuerdo al tamafio pero sin diferenciaci6n entre varones y mujeres ni
entre adultos y nifios. Ninguna de las figuras tiene rasgos faciales ni
pies para apoyarse. Sin Ojos, narices o bocas, no pueden verse o
comunicarse entre sf. Duane dibuj6 una familia de "zombis". Estas
figuras tienen forma humana pero carecen de espfritu o personalidad
humanas. En este dibujo, Duane indic6 de manera bastante dramå-
tica, que no se percibfa a sf mismo como miembro de una familia
verdadera y que se consideraba a él y a sus padres y hermanos algo
menos que humanos; simples cosas o nümeros. Present6 a sus fami-
liares como criaturas sin nombre, sexo ni cara, no-seres, nadies. En su
dibujo, Duane no mostr6 ni afecto, ni hostilidad, ni rabia hacia su
familia; reve16 una marcada ausencia de sentimientos. Reflej6 su
propio aislamiento dentro de un grupo de personas que no se rela-
cionaban. Y como nunca aprendi6 a expresar afecto y rabia dentro del
cfrculo familiar, también fracas6 en mostrar esas actitudes hacia
Otras personas en la comunidad y en la escuela.
En una entrevista, la madre de Duane inform6 que él era el mayor
de Cinco hijos tan seguidos unos a Otros que entre Duane y el menor no
mediaban siete afios. La madre nunca tenfa oportunidad de dedicar
cierto tiempo a un nifio en forma individual, El padre era un oficial del
ejército, retirado, muy estricto y autoritario. Ordenaba a su familia
como si fuera un sargento, con poca consideräci6n de las diferencias o
capacidades individuales. La madre, frågil y delicada, no tenia buena
salud; apenas se las arreglaba para mantener sus hijos vestidos y
alimentados; simplemente no tenfa energfa para mås. Mucho antes

199
que Duane pudiera hacerlo, se le encarg6 que cuidara a sus hermanos
menores. Era demasiado inmaduro e inseguro para rebelarse contra
la dura autoridad paternay contra las pesadas responsabilidades que
se le habfan impuesto, por 10 tanto se dio por vencido y se convirti6 en
un nadie.
El panorama hogarefio de Michael (Ilustraciön 78) diferfa radi-
calmente del de Duane. Habfa demasiada interacci6n y compromiso
emocional entre los miembros de la familia. Su madre, una mujer
imaginativay cålida, dedicada gran parte de su tiempo y energfa a sus
hijos. Michael y su hermana mayor M6nica se querfan mucho y habfan
Sido inseparables hasta hacfa poco. La nifia, de 9 afios, estaba
empezando a preferir la compafifa de sus amigas y a veces exclufa a su
hermanito cuando se reunfa con ellas. Michael sentfa mucha amar-
gura ante este hecho. Su padre esperaba mucho de él, y a veces se
impacientaba por su inmadurez, lento progreso escolar y torpeza. No
podia caber duda del verdadero interés y afecto para su familia aun
cuando era muy autoritario y no toleraba signos de desaffo o agresi6n.
Como a Michael se le rehusaron las normales expresiones de hosti-
Iidad y rabia, con frecuencia se sentfa frustrado y buscaba alivio en la
fantasia agresiva. Por momentos se entregaba tan completamente a
su mundo imaginario que perdfa todo contacto con la realidad (påg.
176). Entonces fue enviado a la clinica de orientaci6n.
Michael fue atendido por la autora en sesiones regulares de terapia
dejuego. Se pasaba casi todo el tiempo dibujandoy pintando. Amedida
que •entraba en confianza sus dibujos se hacfan mås libres. La
Ilustraciön 78 muestra un dibujo de la familia hecho por Michael a
pedido de la terapeuta cuando tenia 7 afios. Michael pudo hacer este
delicioso dibujo solo porque se sentfa completamente c6modo en
presencia de la autora y porque querfa compartir sus sentimientos con
ella. El dibujo revela mucho carifio por la madre, y fuerte ambiva-

lencia hacia el padre y, en menor grado, hacia su hermana. Michael ya


no tenfa que suprimir sus actitudes negativas y Ias podfa reconocer en
un dibujo de la familia de manera directa y humorfstica.
Comenz6 dibujåndose a sf mismo en una posici6n central, y después
a su hermana; mås tarde agreg6 a la madre y finalmente al padre.
Mientras dibujaba dijo: "Ese soy yo, aquf estå M6nica. Tiene solo una
estrella, tiene que obedecerme. Yo tengo cuatro estrellas. Esta es mi
mamita. Nosotros somos mås grandes que ella, ella tiene una gran
cabeza de huevo. Es un ångel con alas y un halo. Papå es el més
chiquito, el mås pequefiito, tiene una cabeza grande". Aquf Michael
casi se ahog6 de la risa. Después agreg6 dos cuernos a la cabeza de
M6nica: "M6nica es un diablo", exclam6 estallando en carcajadas. La

200
terapeuta le pregunt6 si él era un ångel o un diablo. Michael respondi6
con veracidad: "Estoy en el medio", dibuj6 un halo y cuernos sobre su
figuray agreg6, "pero papå es el diablo mås grande, estå encendiendo
un f6sforo con mi pie". Adorn6 a su padre con algunos cuernos e hizo
que le diera "un pie encendido".
Este dibujo expresa libre y certeramente su afecto por su madre;
tanto el carifio como la rabia hacia la hermana que estå tratando de
excluirlo de sus grupos sociales, y su resentimiento hacia el padre que
10 maltrata. En el dibujo, Michael se convierte en un general de cuatro

estrellas para que todos los demås tengan que obedecerlo. Este es su
deseo; en realidad, él tiene que obedecer los deseos del padre, de la
madre y de la hermana, puesto que es el menor. Reduce el tamafio del
padre para poder darle 6rdenes. Este dibujo muestra claramente que
Michael se estå divirtiendo y entregåndose consecuentemente a una
fantasia; puede distinguir la realidad de la fantasia y ya no estå mås
"en el aire" fuera de la realidad como cuando hizo el dibujo de la
Ilustraciön 77. Con mucha precisi6n se describe como ni totalmente
bueno ni totalmente malo. La calidad del dibujo sugiere considerable
calidez y afecto aun hacia el padre por quien tiene resentimiento y
admiraci6n. Todas las figuras de la Ilustraciön 78 sonrfen; éste es,
båsicamente, el dibujo de un grupo familiar unido. En la Ilustraciön
79 se puede ver un mayor crecimiento y desarrollo de las actitudes de
Michael hacia su familia y su capacidad para expresarlas. Los co-
3,

mentarios en la påg. 182.

201
PSICOTERAPIA Y
DIBUJOS INFANTILES

En los capftulos precedentes se demostr6 que los DFH y los dibujos de


la familiapueden ser usados para la evaluaci6n y el entendimiento del
concepto propio de los nifios y de sus relaciones interpersonales.
También se sefia16, a menudo, que tales dibujos son bastante sensibles
a cambios en las actitudes de los nifios hacia sf mismos y hacia los
dernås. Un nifio puede, a veces, revelar en un DFH, sentimientos que
no podrfa o no desearfa expresar con palabras. Y porque los DFH
reflejan, al mismo tiempo actitudes y preocupaciones conscientes e
inconscientes, el proceso de confecci6n de un DFH puede ser muy
terapéutico. Permite al nifio expresar ansiedades y conflictos de una
manera constructiva y que no representa una amenaza para él. Se
desprende que el dibujo puede servir no s610 como la consiguiente
terapia sino también como un método para evaluar el progreso del
tratamiento de nifios con problemas emocionales. El presente capftulo
se dedicarå a la exploraci6n de estos dos aspectos de los DFH y de otros
dibujos.

EL DIBUJO COMO TECNICA TERAPEUTICA

Naumburg (1958) y Kramer (1958) han demostrado håbilmente el


valor de la terapia artistica para pacientes psiquiåtricos y nifios
emocionalmente perturbados, en un centro de tratamiento. Ambos
autores han usado libre expresiön artistica en su trabajo, sobre todo
pintura. La propia experiencia clinica de la autora con nifios, apoya
firmemente 10 que ellos sostienen con respecto al valor de la pintura
y la libre expresi6n artistica en la terapia. Sin embargo, por ahora,
limitaremos esta exposici6n al uso de los DFH y de los dibujos
relacionados, como técnica terapéutica, para permanecer dentro del

203
alcance de este libro. La autora no ha podido encontrar Otra técnica o
método (por ej., casa de mufiecas y familia de mufiecas, tfteres,
dibujos, etc.) que parezca apropiado para el tratamiento de todos los
nifios enviados a la terapia. Por 10 tanto, ha tratado de ofrecer a sus
pacientes una amplia gama de materiales y modos de expresi6n
propia, para que éstos puedan seleccionar la técnica que se adapte
mejor a sus necesidades particulares en un momento dado. Inevita-
blemente, hay nifios que, de modo espontåneo, eligen dibujar con
låpices o crayones como medio preferido de comunicaci6n en algunas
o en lamayorfa de sus sesiones de tratamiento.
Se descubri6 que dos grupos diferentes de nifios en sus sesiones
terapéuticas, si se le permite la libre elecciön de actividades prefieren
el dibujo.Un grupo estå formado por los muy pequefios y/o retardados,
que no hablan, para quienes el dibujo es el medio natural de expresi6n.
El otro grupo incluye a nifios seriamente perturbados que pueden
expresarse a través de signos y sfmbolos gråficos, en un momento en
que la acci6n directa y la comunicaci6n verbal todavfa representan
una amenaza. Casi todos los nifios que se trataron con la autora
tuvieron entrevistas de diagnöstico primero, en las que se les pidi6 que
hicieran un DFH. A menudo, es diffcil decir d6nde termina el diag-
n6stico y d6nde empieza la terapia... Porque obviamente un buen
procedimiento de diagnöstico debe ser y es, también terapéutico. Es
bastante posible y aun probable, que la experiencia de realizar un
DFH en la sesiön inicial sirva como motivaci6n para que algunos nifios
deseen hacer mås dibujos a låpiz en sesiones terapéuticas subsiguien-
tes. Estos nifios han descubierto que hacer un DFH es divertido y no

representa una amenaza. Algunos pequefios dibujarån durante las


primeras horas de tratamiento, hasta que se sientan bastante c6-
modos para usar otros materiales o para comunicarse verbalmente.
Otros continüan dibujando la mayor parte de su tratamiento. Burt
(ilustraciones 61 y 62) y Butch (ilustraciones 91 a 93) pueden ilustrar
los dos tipos diferentes de nifios que usan dibujos a låpiz como técnica

terapéutica.
La historia de Burt, un nifio esquizoide de 11 anos e inteligencia
normal, se trat6 con anterioridad (påg. 165). Cuando Burt fue enviado
a la clinica de orientaci6n, su conducta habfa sufrido una regresi6n a
un nivel infantil; el nifio gateaba en el Piso del aula, hacfa ruidos
extrafios y manifestaba una conducta inapropiada. Las Ilustraciones
61 y 62 muestran los DFH que hizo durante su entrevista inicial. Las
figuras presentadas son bastante grotescas y reflejan serias pertur-
baciones emocionales. Burt volviö a la clinica para sesiones tera-
péuticas semanales. Durante las tres primeras sesiones s610 deseaba

204
dibujar. Espontåneamente realizaba una figura grotesca atrås de
Otra; cada vez, acompafiaba sus dibujos con risitas y estallidos verba-
les y mucho compromiso emocional. A1 principio de la cuarta sesi6n,
comenz6 a dibujar de nuevo, pero esta vez, su figura fue mucho menos
grotesca y pronto perdi6 interés, dej6 de dibujar y se dedicö a la casa
de mufiecas. En sesiones subsiguientes, a medida que su conducta
mejoraba en la escuela, usö juguetes, tfteres y el grabador; no volvi6
a dibujar espontåneamente. En una ocasi6n, sufri6 una crisis tempo-
raria y moströ regresi6n en su conducta; durante este tiempo, pint6 y
us6 arcilla en su sesi6n de terapia. Esto dur6 s610 una semana.
Era evidente que el dibujo habfa Sido una gran ayuda para Burt, al
principio de la terapia. Pero a medida que recuperaba un nivel de
funcionamiento mås maduro, dej6 de dibujar en favor de la acci6n
directa y la verbalizaci6n. Asf, el restablecimiento de Burt sigui6 la
secuencia de desarrollo normal para un nifio: el nifio inmaduro dibuja
hasta que alcanza la pre-adolescencia, luego cambia la expresi6n
gråfica indirecta por modos verbales de comunicaciön y por la acci6n.
Butch (ilustraciones 91 a 93) era muy diferente a Burt. Era un nifio
de 9 afios, con lesi6n cerebral e inteligencia fronteriza que tenia
coordinaci6n muy pobre y era hipersensible. Generalmente se mos-
traba alegre y extrovertido, pero si ocurrfa algo inesperado o in usual
respondfa con una fuerte reacciön gastrointestinal. Butch era un nifio
que no hablaba, le resultaba diffcil expresar sus pensamientos y
sentimientos con palabras. Cuando estaba de buen talante, le divertfa
mantener conversaciones corteses con los adultos, que realizaba
repitiendo unas pocas frases estereotipadas que habfa aprendido.
Pero cuando estaba alterado, no podfa articular palabra.
Un dfa, la maestra de Butch le pidi6 al psic610go escolar que 10 viera,
pues el pequefio parecfa excepcionalmente perturbado. Habfa vomi-
tado en el Omnibus escolar y habfa estado descompuesto del est6mago
a intervalos, toda la mafiana. La enfermera escolar no habfa podido
ponerse en contacto con la madre, pero crefa que Butch no estaba
enfermo ffsicamente. No tenia fiebre ni dolores, en cambio, era obvio
que estaba muy perturbado emocionalmente. Butch no podia decir
qué le molestaba. De buena gana acompafi6 a la autora a su oficina,
tratando de sonrefr débilmente pero sin hablar. Cuando sele dio låpiz
y papel, comenz6 a dibujar de inmediato. El resultado aparece en la
Ilustraciön 91. Butch dibuj6 dos casas de lado y explic6 con mucha
agitaci6n, sonrojo y compromiso emocional que el dibujo representa-
ba: "Dos casas pegadas, una vfbora sale de una de ellas y las ata
juntas". Este dibujo altamente sugestivo fue aceptado como cosa
normal por la autora, que luego le pregunt6 a Butch quién vivia en las
205
casas. El nifiono respondi6 y en cambio hizo un segundo dibujo, que
aparece en la Ilustraciön 92. Una vez mås Butch explic6 este dibujo
con gran ansiedad y excitaci6n: "Dos personas, un hombre y una
mujer, acostados uno arriba del Otro, se estån tocando, estån pe-
leando". Después de esto Butch dio un salto y estuvo a punto de salir
corriendo de la oficina, pero entonces la autora 10 agarr6 y le sugiri6
que él le podrfa colgar sus dibujos en la pared de la oficina. Butch hizo
esto con satisfacci6n, suspir6 profundamente, como si estuviera muy
aliviado y regres6 al aula.
El significado de los dibujos es bastante obvio, pero sentimos que en
ese momento Butch estaba demasiado alterado para poder tolerar
cualquier interpretaci6n de su dibujo. A1 dia siguiente, Butch estaba
esperando a la autora en de la escuela. Le pidiö que le per-
el hall
mitiera ir con ella. Con el permiso de la maestra, Butch regres6 a la
oficina de la psic610ga ese dfay los ocho dfas escolares siguientes. Cada
vez s610 se quedaba 10, 15 minutos. Primero admiraba los dibujos de
la pared, después hacfa espontåneamente mås dibujos. Butch hizo
una serie de dibujos de "submarinos patas arriba", 'hombre y mujer
luchando", "muchacho con cuchillo en su pie", o simplemente "cuchi-
Ilos grandes". No cabfa duda que Butch habfa observado o habfa
estado expuesto a un acto de relaciön sexual, que él percibfa como un
acto de violencia y que 10 asustaba mucho. Sin embargo, aun la
sugerencia, por parte de la autora, de una interpretaci6n o conver-
saciön sobre los dibujos le producfa pänico, de modo que todos los
esfuerzos en ese sentido se abandonaron. Sobre todo, Butch parecfa
querer dibujar, deseaba la oportunidad de expresar sus pensamientos
y temores en la presencia de un adulto que aceptara. Cada vez que
completaba un dibujo, miraba a la autora como para que ésta 10
tranquilizara y respiraba profundamente antes de dejar la oficina.
Era como si el proceso de dibujar frente a un testigo le hubiera quitado
un peso de encima. La maestra inform6 que cuando regresaba al aula
estaba completamente relajado.
El décimo dia que concurri6 a la oficina de la psic610ga, Butch hizo
un dibujo sobre "perros en la qama", que aparece en la Ilustraciön 93.
Después dibuj6 un inmenso cuchillo, que cubrfa todo el papel y
coment6 espontåneamente: "Él toma un cuchillo y se 10 clava a Otro
perro una y Otra vez, 10 corta en pedazos". Dijo esto con mucha
determinaci6n; no pidi6 volver. De acuerdo con la maestra, no habfa
vuelto a mostrar ansiedad indebida en la clase ni habfa tenido
descomposturas de est6mago después de la primera sesi6n con la
Es posible que un nifio hipersensible como Butch tenga
psic61Qga.
numerosas perturbaciones emocionales en el curso de su Vida, pero
206
por el momento, parecfa estar bastante c6modo y no habfa necesidad
de continuar viéndolo regularmente. De alguna manera habfa re-
suelto su problema. La autora nunca pudo descubrir exactamente qué
habfa pasado, en realidad, para ocasionar su perturbaci6n; s610 pudo
adivinar que habfa tenido una experiencia sexual traumåtica. No hay
certeza, tampoco, que el dibujo por sf mismo fuera la causa principal
de su råpida recuperaci6n. En este caso, el dibujo sirvi6 como un medio
por el cual Butch se pudo comunicar con la autora; a través de sus
dibujos pudo compartir sus ansiedades y temores y de ahf reducirlos,
aunque no le diera ninguna interpretaci6n o explicaciön. Las pocas
verbalizaciones que se hicieron durante estas breves sesiones provi-
nieron de Butch. La autora ha notado a menudo, que las interpreta-
ciones no siempre son necesarias o sirven de ayuda en el tratamiento
de nifios pequefios. Los dibujos pueden servir de medios de comuni-
caci6n no verbal, entre el nifio y el terapeuta, y pueden resultar mås
significativos y tranquilizadores que el uso de las palabras.

EVALUACION DEL PROGRESO


EN EL TRATAMIENTO A TRAVES DE LOS DFH

Los terapeutas que trabajan con nifios emocionalmente perturba-


dos deben aprender a ser pacientes y constantes; tienen que tolerar
mucha frustraci6n y dar mucho de sf. La mayorfa se esforzarå para
ayudar a sus pacientes, especialmente si pueden ver algün signo de
éxito como resultado de sus esfuerzos. No puede haber satisfacci6n
mayor para un terapeuta que ver que un pequefio a su cuidado mejora
y recupera una buena salud mental. Sin embargo, el deseo de triunfo
del psic610go, a veces le impide ser un juez objetivo del progreso de su

paciente.
Con respecto a la mejorfa del nifio en terapia, es importante adoptar
un criterio de largo alcance, para que las leves fluctuaciones diarias en
la conducta y estados de ånimo del pequefio, no conduzcan a conclu-

siones err6neas. A veces los terapeutas se desanimarån por alguna


crisis o perturbaciön relativamente leve, de parte del nifio, conside-
råndola un serio retroceso o un signo de regresi6n, cuando en realidad
el nifio estå progresando bien. Demasiado a menudo, los terapeutas se

olvidan c6mo era el nifio cuando comenz6 el tratamiento. Algunos


psic610gos creen ver marcado progreso en sus pacientes cuando, en
realidad, los nifios no han mejorado sino que s610 han cambiado sus
sfntomas o han madurado un poco como consecuencia natural del
207
crecer. Es Claro entonces, que hay una necesidad de métodos para
determinar objetivamente el progreso del nifio en psicoterapia. La
experiencia ha mostrado que, a menudo, los DFH pueden ser usados
como tales, si el psic610go estå entrenado y tiene experiencia en la
interpretaci6n de esos dibujos. Los DFH son indicadores objetivos y
confiables de los conceptos propios de los nifiosy de sus actitudes hacia
los Otros, que a su vez, son centrales en el ajuste emocional de los nifios.
Los DFH sucesivos de un mismo nifio, tomados a 10 largo de un
perfodo, revelarån cualquier cambio o falta de cambio, en la actitud del
nifio hacia sf y hacia los demås. No es necesario decir que los DFH de
algunos pequefios son mås reveladores que los de otros.
Los siguientes historiales ilustran la manera en que los DFH
pueden mostrar progreso y crecimiento de los nifios en tratamiento.
Las ilustraciones 61 a 64 muestran el éxito gradual de Burt para
vencer la aguda ansiedad de masturbaci6n y sus sentimientos de
culpa. Este caso fue tratado en detalle en las påginas 165-167.
Comparado con los primeros DFH, el dibujo de la Ilustraciön 64,
muestra una marcada disminuci6n de la ansiedad y un considerable
aumento en la confianza propia; sin embargo, también in dica que Burt
todavfa no habfa resuelto todos sus problemas y que necesitaba
terapia de apoyo por un tiempo mås.
El progreso de Frankie, un nifio de 7 afios, con lesi6n cerebral e
inteligencia normal, se muestra en las Ilustraciones 25a - 25d. Como
se mencionö con anterioridad (påg. 127), Frankie tenia una larga
historia de enfermedad. Era un nifio de aspecto rnäs bien extrafio que
tenfa la cabeza inclinada hacia atrås para poder ver mejor. Debido a
un desequilibrio muscular tenfa el globo del Ojo vuelto hacia arriba.
Frankie era un aislado social, rechazado por sus compafieros debido
a su impredecible conducta e inmadurez. Su madre era una mujer muy
inestable que favorecfa a la hija menor y tenia poco calor y afecto por
Frankie. El padre estaba sinceramente interesado en su hijo, pero era
una persona rfgida, coercitiva y restrictiva. Frankie era un buen nifio
que trataba de conformar a sus progenitores, especialmente al padre.
En el jardfn de infantes no presentaba problemas serios, s610 era
inquieto e inmaduro. Pero en el primer grado tenfa dificultad con las
tareas a rafz de un serio déficit por su problema visual y por su
hiperactividad.
Cuando Frankie fue visto por la autora por primera vez en la clfnica
de orientaciön, realiz6 el DFH de la Ilustraciön 25a, que revela la
figura pobremente integrada de un nifio de aspecto triste. El trata-
miento asimétrico de los brazos y piernas y la ubicaci6n de los brazos
reflejan desequilibrio emocional, inmadurez y signos de deterioro
208
neur016gico. Frankie y su padre fueron vistos en entrevi stas semana-
les para tratamiento y orientaci6n. A1 finalizar el afio escolar, el padre
y la autora concidieron en que Frankie habfa hecho buen progreso y
estaba mås relajado y extrovertido. Después de varias semanas de
vacaciones de verano, Frankie regres6 a la clinica para continuar con
terapia dejuego. Habfa madurado bastante durante el verano y todos
estaban satisfechos. Pero después de unas semanas en segundo grado,
10s problemas de Frankie reaparecieron intensificados. Trataba des-
esperadamente de mantenerse al dfa con sus tareas pero no podia.
Ademås, sus nuevos compafieros eran menos tolerantes que los de
primer grado. Los mås pequefios simplemente 10 habfan ign orado pero
los de segundo grado le hacfan bromas por su apariencia, y como
resultado, Frankie mostr6 regresiön en su conducta y nuevos sinto-
mas.
Para mediados de afio la condiciön de Frankie se habfa deteriorado
aün mås. Cuando se le pidiö que hiciera un DFH, realiz6 el "payaso
haciendo malabarismos con pelotas" de la Ilustraciön 25b. Como se
puntualizö con anterioridad, dibujan payasos, principalmente, los
nifios que sienten que son ridfculos o motivo de risa para los demas
(påg. 178). Los malabaristas estån en una posici6n precaria; ponen en
escena un espectåculo que, el més leve error o contratiempo puede
malograr. Los nifios que dibujan malabaristas, habitualmente se ven
a sf mismos en una situaci6n inestable. El dibujo de Frankie no era
muy feliz, y mostraba que su ajuste emocional habfa empeorado
marcadamente desde que hiciera el DFH de la Ilustraciön 25a unos
diez meses antes.
Los padres, la maestra y la terapeuta, estaban bastante preocu-
pados por Frankie. Se decidiö volver a realizarse un examen completo
ffsico y visual, para determinar si se 10 podia aliviar de sus constantes
dolores de cabeza y dificultades visuales. La revaluaci6n recomend6
que Fankie fuera sometido a la cirugfa para corregir el desequilibrio
muscular de sus Ojos. Sus padres 10 prepararon para la inminente
operaci6n. El dia antes de entrar al hospital, Frankie vino a la clinica
para su sesiön de terapia habitual. Estaba extremadamente pertur-
bado. La Ilustraciön 25 b muestra el DFH que realiz6 ese dfa. Re-
presenta "un paracaidista con una måscara de aire". Este dibujo
manifiesta vivamente que Frankie sentfa como si el Piso se hubiera
hundido bajo sus pies y que él estaba flotando en el aire, indefenso,
inseguro de d6nde podrfa aterrizar. El paracaidista usa una måscara
de aire para proteger su cara de cualquier arremetida que se estuviera
planeando contra él. Esta mascara, es decir, el espeso sombreado de
la cara, revela la aguda ansiedad que Frankie estaba experimentando

209
por anticipado con respecto a la operaciön. Se hicieron todos IOS
esfuerzos para tranquilizarlo y brindarle apoyo en este momento.
La operaci6n fue un éxito completo y mejorö ampliamente la visi6n
y apariencia de Frankie. Tanto él como sus padres estaban muy
satisfechos con el cambio. Tres meses después de la operaci6n Frankie
dibujö el alegre hombrecito de lanustraciön 25 d. El tamafio del dibujo
y la ausencia de manos, indican que Frankie era, todavfa, algo
inseguro y tfmido mientras que el caråcter primitivo del dibujo refleja,
primordialmente, su deterioro neur016gico, que, por supuesto, per-
sistfa. Pero a pesar de estas caracterfsticas, el dibujo es bastante
positivo. El sombreado de las extremidades es comün en los DFH de
varones de 8 afios, y no puede ser considerado un signo de patologfa
(påg. 88), mientras que el sombreado de la cara del DFH anterior
(Ilustraciön 25 c) era muy inusual y un signo de seria perturbaci6n. La
figura de la Ilustraciön 25 d muestra considerable progreso de parte
de Frankie y presenta, por primera vez, un ser humano bien integrado
y alegre. Frankie habfa mejorado ciertamente, aunque sus dibujos
todavfa reflejaban evidencia de ansiedad. En realidad, Frankie pro-
gres6 tanto, que la terapia fue suspendida después de seis meses.
Eliot (ilustraciones 71-73) y Joe (ilustraciones 68-70) tenfan mucho
en comün: ambos eran de inteligencia superior, sin embargo sufrfan
serios problemas debido a disfunciön cortical. Los dos provenfan de
familias s61idas, luchadoras, de clase media, con madres cålidas y
padres ambiciosos, trabajadores y exigentes que emocionalmente
eran frfos y distantes. Sus respectivos padres eran muy crfticos y
punitivos en las actitudes hacia sus hijos. En ambos casos favorecfan
a los hermanos que tenfan éxito escolar y social en desmedro de los
nifios aqui tratados. Eliot y Joe estaban tan intimidados por ellos que
eran por completo incapaces de expresar su resentimiento y hostilidad
abiertamente. En cambio, dirigfan su rabia y frustraci6n contra sus
hermanos y compafieros. Ambos nifios, tristes y perturbados, fueron
vistos para terapia en el centro de orientaci6n. En los dos casos, las
madres colaboraron en los tratamientos de sus hijos, mientras que los
padres se negaron a comprometerse.
La Ilustraciön 71 muestra el DFH inicial de Eliot, que hizo a los 8
afios. Eliot se present6 como una criatura no humana, un robot. El
significado de un robot en un DFH, fue tratado en detalle en la päg.
171. El dibujo indica qué Eliot se vefa a sf mismo como un ser diferente,
no como un individuo independiente, sino més bien una cosa mecånica
manipulada y controlada por otros. Se le dieron clases correctivas de
lectura y sesiones individuales de terapia de juego. Después de ocho
meses de tratamiento mostr6 marcado progreso en su conducta en la
210
escuela y en su casa. La ilustraciön 72 muestra el DFH que realiz6 en
esa oportunidad. Revela que Eliot ya no se vefa como un artefacto no
humano, sino mås bien como un ser humano, aunque extrafio, y en las
fronteras de la sociedad. Dibuj6 un "hombre de las cavernas" antes que
un miembro de una comunidad civilizada (påg. 176). No puede caber
duda que este ültimo dibujo demuestra un cambio y una mejorfa
considerables en el concepto propio de Eliot, comparado con el dibujo
anterior. Pero también muestra que faltaba mucho para que Eliot
pudiera ser considerado un nifio bien adaptado. Durante los diez
meses siguientes, continu6 progresando en todas las åreas. Cuando
tenia diez afi os se le pidi6 que realizara otro DFH. Este dibujo aparece
en la Ilustraciön 73. A primera vista, la figura, diminuta y muy
borrada, parece contradecir la observaci6n de que Eliot progresö en su
tratamiento. Un examen més cuidadoso resulta tranquilizador.
Mientras dibujaba Eliot comentö: "El nifio estå leyendo un libro". El
hecho de que Eliot dibujara "un nifio" y no un roboto un hombre de las
cavernas como antes, es una indicaci6n de que a esta altura se
consideraba no s610 humano sino un miembro del mundo real y de la
sociedad actual. Acepta sus propias limitaciones y posici6n; es un nifio
pequefio. Que Eliott dibujara un nifio que estå leyendo refleja consi-
derable crecimiento de su parte. La primera vez que Eliot vino a la
clinica no lefa, se apartaba de toda clase de librosy material de lectura.
Ahora, se enorgullecfa de su habilidad para leer libros simples, y 10
enfatizaba en su dibujo. La Ilustraci.ön 73 no presenta los deseos de
Elliott sino que registra un hecho; no es una narraciön sino una
descripci6n: él es un nifio que puede leer. Sin embargo, el tamafio del
dibujo y la omisi6n de los rasgos faciales dejan ver inseguridad
continuada y vulnerabilidad. La relaci6n con su padre, aunque me-
3 jorada, era todavfa precaria y las relaciones con sus compafieros
distaban de ser buenas. El dibujo mostraba claramente que Eliot,
aunque muy mejorado, todavfa necesitarfa terapia de apoyo por un
tiempo. Pero en vista de su buen progreso escolar y su adelanto
general hasta ese m omen to, habfa motivo para creer que su pronöstico
a largo plazo era bueno.
Joe también dibuj6 un robot la primera vez que fue visto en la
clfnica. Su DFH aparece en la Ilustraciön 68 y fue tratado en detalle
en la påg. 170. Después de seis meses de tratamiento, Joe mostr6
considerable mejorfa en su conducta y actitudes. Una vez mås se le
pidi6 que hiciera un DFH. Este dibujo se muestra en la Ilustraciön 69.
A1 igual que Eliot, Joe revelaba en su segundo dibujo, que ya no se
consideraba mås un artefacto no humano, sino un ser humano que era
un extrafio que no Ilegaba a ser miembro pleno de su comunidad. Joe
211
dibuj6 un "francés", un extranjero. El hombre de las éavernas de Eliot,
estaba socialmente mås alejado de la sociedad americana que el
francés de Joe. Pero el hombre de las cavernas de Eliot estaba
completo e intacto, mientras que el dibujo de Joe muestra una figura
malamente castrada y mutilada.
Durante los seis meses siguientes de terapia, Joe sigui6 manifes-
tando progreso en la escuela y en la casa, aunque continu6 siendo un
aislado social y un extrafio. A los doce afios Joe hizo Otro DFH. Dibuj6
otro "francés" que se reproduce en la Ilustraciön 70. Este dibujo
muestra al mismo tiempo, un mejorado concepto propio y el senti-
miento de ser diferente de los demås y de no ser totalmente aceptado.
Pero en contraste con el francés de la Ilustraci.ön 69, el segundo
francés estå bien integrado.
Todavfa es evidente en este dibujo, cierta preocupaciön por im-
pulsos en desarrollo, pero esta preocupaci6n no es extrema, y con
moderaci6n, es comün entre pre-adolescentes. El dibujo refleja, con
bastante precisi6n, la situaci6n actual de Joe. Se habfa convertido en
un jovencito que funcionaba bien pero que era impul sivo y perman ecfa
apartado de los demås. No todos los nifios americanos estån desti-
nados a ser populares entre los compafieros, animosos y jugadores de
fütbol. Hay lugar en nuestra sociedad para los tranquilos y los lobos
solitarios, siempre que funcionen eficazmente dentro del marco de su
comunidad y no perturben a Otros indebidamente ni se hieran de-
masiado. Joe habfa alcanzado este punto; se las podia arreglar de
alguna manera. Decidi6 por sf mismo suspender la terapia. La ültima
vez que ofmos de él, era todavfa un nifio aislado que se mantenfa a sf
mismo valientemente en los lfmites de su grupo de compafieros.
La historia de Jennifer, una nifia de 11 anos con una colostomfa, se
trat6 con cierta extensi6n en las påginas 156 a 158. Sus dos dibujos,
que aparecen en las ilustraciones 53 y 54 son otros ejemplos de c6mo
el progreso de la terapia de un nifio se refleja en sus DFH. A1 comienzo

del tratamiento, Jennifer se mostraba muy tfmida, ansiosa, e inc6mo-


da con extrafios. Siempre estaba temiendo que su "secreto" se descu-
briera y ella fuera expuesta en püblico. Constantemente observaba Ia
reacci6n de los demås y temfa regresar a la escuela o salir al vecin-
dario. Su primer DFH (Ilustraciön 53), refleja claramente su cautela
y ansiedad; también muestra su tendencia a aislarse y alejarse de 10s
demås.
Después de Cinco meses de orientaci6n y apoyo en la clfnica,
Jennifer mostr6 un notable crecimiento en la confianza en sf misma.
As.istfa a la escuela regularmente y le iba bastante bien en todas las
materias. Habfa ganado considerable equilibrio y tranquilidad. La
212
Ilustraciön 54 muestra el segundo DFH de Jennifer, realizado enton-
ces. El dibujo presenta a una nifia que mira al observador directamen-
te a Ios Ojos sin indebida timidez o incomodidad, de la misma manera
que Jennifer podia mirar ahora. Esta figura transmite el porte y el
encanto propios de unajovencita, reflejando de esta manera la actitud
positiva de Jennifer hacia sf misma. S610 dos signos en el dibujo
muestran que persistfa la ansiedad por su condici6n ffsica. Jennifer
omiti6 la linea entre los muslos y reforz6 el contorno del cuerpo como
llamando la atenci6n a su propio cuerpo y al hecho de que el mismo no
estuviera intacto. El personal de la clinica se bas6 en este dibujo para
recomendar que Jennifer pasara de la terapia individual a un grupo
de adolescentes yjövenes adultas que también ten fan colostomfa y que
se reunfan regularmente para brindarse apoyo mutuo y compartir
informaci6n. Se sinti6 que Jennifer habfa desarrollado considerable
confianza en sf misma y måximo de sus
se estaba desempefiando al
posibilidades; sin embargo, se reconoci6 que debido a su condici6n
ffsica, requerfa apoyo y orientaci6n por un largo tiempo en el futuro,

y esto podia ser brindado mejor por otros que compartfan sus dificul-
lades.
El cambio de actitud y el progreso en el tratamiento de un nifio, se
puede manifestar de distintas maneras en los DFH. Generalmente,
estos cambios se evidencian a través de los cambios observables en los
dibujos que el nifio hace de sf mismo. Pero en el caso de Sheilah, el
progreso en la terapia se reflej6 en el cambio de la persona que
represent6 en su DFH (Ilustraciön 83). Cuando Sheila, de 12 afios,
vino por primera vez a la clinica de orientaci6n, se dibujö a sf misma
(Ilustraciön 83a) con su cabeza vuelta como si estuviera tratando de
evitar enfrentar a otros. Los brazos de la figura son delgados, débiles
y torpes. Este dibujo refleja vivamente el enfoque de sus conflictos y
ansiedades. Negaba su hostilidad hacia su madre, regafiadora y
dominante; volvfa su cabeza a los hechos e internalizaba sus senti-
mientos de modo que su rabia y frustraciones solo podfan encontrar
expresi6n a través de enfermedades psicosomåticas.
Pero Sheilah era una muchachita inteligente que querfa ayuda;
una vez que tom6 conocimiento de sus problemas se mostr6 deseosa de
superarlos. Después de Cinco meses de tratamiento, los sfntomas
ffsicos de Sheilah, practicamente habfan desaparecido. Sus actitudes
hacia sf misma y su familia cambiaron poco a poco. Cuando se le pidiö
que hiciera otro DFH, Sheilah realiz6 la brujæde la Ilustraciön 83 b,
y coment6 espontåneamente: "Es una bruja realmente mala que
persigue a la gente todo el tiempo y la aterroriza" (påg. 187). No le
resultö diffcil descubrir la verdadera identidad de su bruja. El h echo

213
de que pudiera expresar sus sentimientos hacia su madre en la imagen
de la bruja mostraba el alcance de su progreso. Cuando Sheilah pudo
revelar sus sentimientos en el dibujo, también pudo hablar de la
ambivalencia hacia su madre abiertamente en las sesiones siguientes.
Después del dibujo de la bruja, Sheilah sigui6 mejorando con tanta
rapidez que al poco tiempo se suspendi6 la terapia.
Los seis niöos tratados hasta ahora en este capftulo, fueron vistos
en terapia individual y todos mostraron mejorfa en el transcurso del
tratamiento. Pero por desgracia no necesariamente se da una mejorfa
en terapia, y cuando se da no siempre es duradera, puede ser s610
temporaria. Demasiado a menudo, factores mås allå del control del
terapeuta, afectan la Vida de un nifio, e impiden que se produzcan
cambios positivos o borran cualquier beneficio que se haya logrado
hasta ese momento. Aün més frustrante es la situaci6n que con
frecuencia tienen que enfrentar los psic610gos escolares. Ellos pueden
reconocer serios problemas en un nifio pero a veces no pueden obtener
el tipo de ayuda que éste necesita. En tales casos, el psic610go no puede

hacer Otra cosa que mirar desvalidamente, mientras el nifio sufre


represiones o deterioros en sus actitudes y conducta. Los dos casos
siguientes ilustran como los DFH pueden reflejar la falta de progreso
y deterioro de un nifio. En un caso, el pequefio estaba en terapia; en el
Otro, el nifio no recibfa tratamiento pero asistfa a una clase especial en
la escuela.
George (ilustra.ciones 94 a 97), un nifio de 9 afios e inteligencia
normal, fue trafdo a la clinica por su padre. Habfa Sido suspendido de
la escuela, por conducta bizarra y destructiva, que no podia ser
controlada en el aula a pesar de los muchos esfuerzos de la maestra y
del psic610go escolar. George era un nifio muy desgraciado, tenso,
inquieto, hiperactivo y ansioso, acosado por temores y fantasias de
muerte y destrucci6n. Negaba vehementemente tener problemas y
trataba de demostrar que era superior a sus compafieros. Como sus
compafieros 10 rechazaban, se juntaba con muchachos mayores y
trataba de imitar su conducta. Sin embargo, la mayor parte del tiempo
permanecfa solo y se hablaba a sf mismo mientras se movfa y jugaba
con pequefios juguetes, banditas de goma y låpices.
La primera vez que George fue a la clfnica, hizo el DFH de la
Ilustraciön 94. Este dibujo muestra claramente que George era un
nifio muy perturbado que necesitaba ayuda psiquiåtrica. Hizo el
siguiente comentario de su figura: "Es up policfa con dos serpientes
venenosas que le comieron los brazos". El dibujo expresa extrema
impulsividad, ansiedad de castraciön, temor y culpa. La figura carece
de brazos y cuello, las piernas estån apretadas estrechamente como

214
para detener un ataque sexual o un dafio corporal. Las serpientes,
habitualmente asociadas con masculinidad y potencia, aquf son ve-
nenosas y peligrosas; causan mutilaci6n y posiblemente la muerte. Se
supone que el dibujo representa un policfa, una figura de autoridad
que ofrece control y protecci6n, pero que también castiga la maldad.
Se podrfa suponer que el policfa representa la necesidad y el deseo de
George de controlar sus impulsos y ansiedad, y el sentimiento de que
deberfa ser castigado por su maldad. En los demås tests proyectivos
mostr6, una y Otra vez, una sensaci6n de ser malo, intensos senti-
mientos de culpa y angustia de castraci6n.
Una revisi6n de la historia social de George mostr6 que el nifio tenia
una madre muy inestable y emocionalmente perturbada, que habfa
estado intermitentemente hospitalizada. Su padre habfa estado sir-
viendo en las fuerzas armadas destinadas en ultramar durante varios
anos, en la temprana infancia de George. El nacimiento de una
hermanita menor habfa coincidido con el comienzo de los problemas
mås serios de George y, sin duda, habfa contribuido a su angustia de
castraci6n y tendencias paranoides. Pero George también tenia una
larga historia de enfermedades ffsicas y siempre habfa Sido un nifio
vulnerable y låbil. La asistencia escolar habfa Sido tan irregular que
tuvo que repetir un grado. Habfa raz6n para creer que George habfa
estado envuelto en actividades sexuales con muchachos mayores. En
vista de todos estos factores negativos en su Vida, no es sorprendente
que el progreso en la terapia fuera lento y desparejo. Tenfa unos dias
buenos y otros malos. Por un tiempo, casi parecfa que se estaban
dando un desarrollo y una mejorfa lentos pero firmes. Pero esto quizås
fue tan solo la expresiön de una creencia movida por los deseos de la
terapeuta.
Cuando George regres6 a la clinica después de una ausencia de dos
semanas, debida a una enfermedad, no podia caber duda que todo
progreso, si habfa habido alguno, se habfa perdido. George estaba mås
perturbado que nunca, le resultaba imposible sentarse quieto mås de
unos pocos segundos. Sus acciones y su lenguaje eran bastante
bizarros y habfa indicaciones de que tenfa alucinaciones. Con persua-
si6n fue posible conseguir que George hiciera un DFH. El resultado
aparece en lallustraciön 95. Este dibujo fue hecho tres meses después
del primero (Ilustraciön 94). En el primer dibujo, George expresaba
libremente sus temores y ansiedades; representaba un pedido vehe-
mente de ayuda. El dibujo de la Ilustraciön 95 revela retraimiento y
un desesperado esfuerzo para controlar sus impulsos y mantener el
equilibrio. La figura de este dibujo estå por venirse abajo; los brazos
estån estrecha y rfgidamente pegados al cuerpo, las manos ocultas, las

215
pierno.$ apretadas entre sf. La figura aparece tensa y constrefiida; a

pesar de todos sus esfuerzos, estå condenado a venirse abajo ya que no


puede buscarse un apoyo ni dar un paso adelante para detener la cafda
y equilibrarse. El cuerpo sombreado indica aguda angustia corporal,
mientras que las orejas espesamente sombreadas, parecen orejeras y
sugieren que George estaba tratando de cerrarse a las voces que oia.
La figura mira hacia el espacio y no estå en contacto con su medio
ambiente inmediato. La omisi6n de la boca enfatiza su incapacidad
para comunicarse con los demås. El bigote espeso es un sfmbolo de
actividad sexual, pero la figura carece de fuerza masculina. Una vez
més George llam6 a su figura un "policfa", pero no agreg6 detalles.
No cabe duda que el dibujo de la Ilustraciön 95 muestra una in-
tensificaci6n de las dificultades deGeorge y su desesperado esfuerzo
para mantener un asidero a la realidad. Mås tarde se supo que justo
antes del regreso de George a la clinica su madre tuvo otro trastorno
mental y, una vez mås, tuvo que ser internada. Poco podia hacer la
terapeuta para contrar.restar los acontecimientos traumåticos que
George estaba experimentando en su hogar. De ahf en adelante
George parecfa mås desorganizado cada vez que venfa para el trata-
miento. Era evidente que necesitaba una terapia mucho mås intensi-
va que la que estaba recibiendo y se le recomend6 un perfodo de
in ternaciön. Pero el padre estaba demasiado perturbado por la enfer-
medad de la madre para comprender completamente la condiciön en
la que estaba George.

A1 cabo de otro mes, George continuaba deterioråndose. La Ilus-


traciön 96 muestra la progresiva desorganizaci6n que estaba teniendo
lugar. El control que habfa tratado tanto de mantener en los dos
dibujos anteriores, se habfa desintegrado. Este dibujo muestra la
brecha en los impulsos agresivos de George; también representa sus
miedos y su indefensi6n frente a las fuerzas internas que 10 estaban
abrumando. El civilizado policfa de los DFH anteriores ha Sido
reemplazado por un monstruo. Su cara sombreada, los grotescos
colmillos, las inmensas orejas, la omisi6n de manos y pies, los brazos
mal integrados con el resto y la posici6n tensa de los pies, todo esto
sefiala una seria perturbaci6n mental y una carencia de controles
internos. George dijo que el dibujo representaba a "Maurice", un nifio
de su clase a quien acusaba de todas sus dificultades. Como George no
podia admitir que tenfa problemas, tenfa que proyectarlos en otro.
Pero la man era en que estå dibuj ada la figura, revela su propia actitud
hacia sf mismo.

216
Varias semanas mås tuvieron que pasar hasta que el lento proceso
de derivaci6n y ubicaciön, se pusieran finalmente en movimiento. Se
le dieron sesiones de terapia de apoyo con la mayor frecuencia posible

hasta que pudo ingresar en un centro asistencial con servicio de


internaci6n. En su ültima visita a la clinica realizö el DFH de la
Ilustraciön 97.Su desorganizaci6n era ahora casi completa; George
habfa regresado a un nivel muy primitivo de funcionamiento y estaba
fuera de contacto con la realidad.
Sammy (Ilustraciones 46-48) era un pequefio que sufrfa una afasia
de expresi6n. Concurrfa a una para nifios con lesi6n
clase especial
cerebral y se le hacfa reeducaci6n (del lenguaje). Pero Sammy no podia
progresar en la clase especial ni en la de reeducaci6n. No es seguro que
Otro tipo de clase hubiera suplido mejor sus necesidades. La primera
vez que la autora vio a Sammy éste tenia 7 aios. Podia entender todo
10 que le decfan, pero su propio lenguaje era, en su mayor parte,
ininteligible. Tanibién mostraba seria disfunciön en la percepci6n
visomotriz y en la capacidad para asociar sonidos con sfmbolos
visuales. Pero Sammy era un nifio amistoso, tranquilo y alegre,

30
querido por sus compafieros, quienes 10 protegfan. Tenia un amigo, en
especial, que era adicto a él y que 10 podia entender mejor que nadie.
La Ilustraciön 46 muestra el DFH que Sammy hizo al ingresar al
grado especial. La omisiön de la boca y el pequefio tamafio de la figura
reflejan su preocupaciön por sus dificultades de lenguaje y comuni-
caci6n (påg. 151). Pero el dibujo también revela que Sammy se
considera un miembro de la sociedad, un ser humano„ aunque débil e
indefenso.
Un afio después, Sammy mostraba escaso progreso escolar, emo-
cional o social. La él y sus compafieros habfa au-
diferencia entre
mentado notablemente. Su lenguaje no habfa mejorado y no logr6
ningün adelanto en la escuela, aunque su capacidad de razonamiento
era buena. Sammy era incapaz de leer o escribir. Gradualmente
perdi6 su alegrfa y se frustr6 mås y mås a medida que la comunicaci6n
con los maestros y los compafieros se hacfa mås diffcil. Fue un dia muy
triste para Sammy cuando su fntimo amigo se mud6 a Otra localidad.

No habia otro nifio que pudiera ocupar su lugar. La Ilustraciön 47


muestra el DFH que Sammy realiz6 en ese momento. Tenfa entonces
8 afios. Dibujö un indio (påg. 177). Ahora se vefa como un extrafio, un
miembro de una minorfa. Dibuj6 un indio bravo, un guerrero con todas
sus armas. Este indio bravo estå sentado; eleva su arco y flecha como
para disparar, pero es s610 una pose, parece demasiado débil y flaco
para levantarse y luchar. El indio pretende ser corajudo y tener
espfritu de lucha, pero en realidad estå vencido y casi ha abandonado

217
la lucha, igual que Sammy. Sammy rode6 a su indio con "cereal indio"
como si fuera una pared; 10 ais16 del resto. El indio esti separado de
los demis 10 mismo que Sammy. La diminuta figura de la Ilustraciön
46 muestra un concepto de sf mismo mås sano que el intruso solitario,
el indio derrotado de la Ilustraciön 47.
Apesar de los esfuerzos de los maestros y el fonoaudi610go durante
el afio siguiente,Sammy no progres6 ni en la escuela ni en su terapia.
Los primeros afios habfa tenido la ventaja de contar con una madre
comprensiva y tolerante que le dedicaba mucho tiempo. Pero cuando
tenia 9 afios, su padre se enferm6 seriamente y la madre tuvo que ir
a trabajar para sostener a la familia. Sammy fue dejado solo la mayor
parte del tiempo sin hermanos ni compafieros para jugar. Se volvi6
mås malhumorado y triste. Expres6 sus frustraciones en rabietas,
obstinaciön y escapadas. Cuando tenia 10 afios, se le pidiö que hiciera
un DFH. El resultado aparece en la Ilustraciön 48. Esta vez Sammy
dibuj6 un espantapåjaros. Ahora se vefa a sf mismo como un artefacto
ridiculo que s610 era una imitaci6n de una persona pero no un verdadero
ser humano; hasta los påjaros se refan de él. Para un tratamiento més
detallado de la Ilustraci.ön 48 ver påg. 170.
En los tres dibujos de Sammy (ilustracioneg 46, 47 y 48), vemos el
firme deterioro del concepto de sf mismo de ud nifio inteligente, pero
con un serio déficit, cuyas necesidades no han Sido satisfechas por el
medio ambiente. A los 7 anos Sammy todavfa se sentfa como un
miembro pleno de la sociedad; a los 8, se vefa como un extrafio y a los
10, habfa dejado de considerarse un ser humano; se dibujö como una
simple cosa, un objeto ridiculo de poco valor.

218
DFH Y LESION CEREBRAL

Los nifios lesionados cerebrales a menudo son evaluados y tratados


como fueran una clase aparte. Sin embargo son ante todo, nifios, y
si

toda su conducta es una conducta humana, que se da en algün


momento y hasta cierto punto también en los nifios no lesionados. Lo
que distingue al nifio lesionado cerebral de los demås es primordial-
mente una disfunci6n de su capacidad integradora y/o su mecanismo
de control. Tal disfunciön puede resultar en una maduraci6n mås
lenta, o en un funcionamiento incompleto o distorsionado de la
percepciön, conceptualizaciön, movimiento, expresiön y conducta
social; también se da una disminuciön del umbral para resistir aün las
tensiones normales de la Vida. Un nifio con lesiön cerebral puede
exhibir una o varias de estas caracteristicas en mayor o menor grado,
dependiendo de la localizaci6n y extensiön del dafio neurolögico, y de
la edad del nifio. Es obvio entonces, que estos nifios varian mucho
entre sf, y que no existe algo asf como el nifio con lesiön cerebral. Por
consiguiente, es razonable afirmar que tampoco hay algo asf como el
DFH "orgånico".
Puede suponerse en consecuencia, que los dibujos de los nifios
dafiados neur016gicamente difieran much o entre dependiendo de la
sf,

edad del nifio, su ajuste emocional y la importancia y el tipo de la lesi6n


que ha sufrido. Los DFH son expresiones de la evoluci6n mental y las
actitudes interpersonales tanto de los nifios no lesionados como de los
lesionados. Por 10 tanto parece factible que aparezcan los mismos
signos y sfmbolos en los protocolos de ambos grupos de nifios. Las
diferencias significativas que podrfan encontrarse entre ambos gru-
pos tendrfan que producirse en cuanto a la frecyencia de ocurrencia de
los distintos signos y sfmbolos, pero no de los signos en cuanto tales.
A veces se emplea el DFH como una técnica auxiliar para el
diagn6stico de lesi6n cerebral. La cuesti6n es si el DFH es un ins-

219
trumento vålido para lograr tal objetivo. Muchos psicölogos clfnicos
experimentados pueden apoyar su afirmaci6n en evidencias evoluti-
vas, sociales y médicas de lesi6n cerebral en estos pacientes. La
interpretaci6n de los dibujos como "orgånicos" se basa frecuentemente
en la intuici6n clfnica. S610 se cuenta para respaldarla con un nümero
limitado de datos basados en investigaciones. Los escasos estudios
controlados con DFH de sujetos lesionados que figuran en la litera-
tura, corresponden en gran parte a pacientes adultos. En el mejor de
los casos, los resultados no son concluyentes.
Berrien (1935) estudi6 los dibujos de pacientes post-encefalfticos y
los encontrö primitivos e inconsistentes en cuanto a la cualidad. Buck
(1948) y Yolles (1952) postularon hip6tesis de signos "orgånicos" en el
test HTP*. Pero estas hip6tesis no pudieron ser corroboradas por los
estudios de Michal-Smith (1953) y Bieliauskas y Kirkham (1958).
Michal-Smith inform6 que s610 la "cualidad de la Ifnea" discriminaba
los dibujos de los pacientes orgånicos de los no orgänicos. Bieliauskas
y Kirkham no pudieron encontrar signos significativos en los dibujos
de sus pacientes. Los indicadores "orgånicos" del DFH citados con mås
frecuencia fueron postulados por Machover (1949). Observ6 que los
dibujos de los pacientes con lesi6n cerebral eran a menudo "grandes,
vacfos, mal proporcionados y débilmente sintetizados" y que con
frecuencia mostraban "Ifneas recargadas y una cabeza despropor-
cionadamente grande". Pero Machover declar6 que estos signos
aparecen tanto en los dibujos de los pacientes orgånicos como en los de
los mentalmente retardados. Esta autora no afirma que estos signos
se dan en los DFH de todos los orgånicos ni tampoco que aparecen
exclusivamente en los lesionados cerebrales. No hace ninguna men-
ci6n de si estos signos "orgånicos" los considera vålidos s610 para los
dibujos de pacientes adultos o si 10 extiende también a los nifios con
lesi6n cerebral.
Reznikoffy Tomblen (1956), en un estudio cuidadosamente dise-
fiado y bien ejecutado, sometieron a verificaci6n catorce de las hip6-
tesisde Machover (1949) y de Vernier (1952) sobre signos "orgånicos"
en DFH. Hallaron que ninguno de estos signos se dio exclusiva-
los
mente en los DFH de sus pacientes orgånicos, pero que Cinco de ellos
permitfan discriminar significativamente los dibujos de los pacientes
orgånicos, de los neur6ticos, y entre los orgånicos y los esquizofrénicos.
Estos Cinco item eran: sfntesis débil, parte omitida, brazos y piernas

* Test I-ITP: se le pide al sujeto que dibuje una casa, un årbol y una persona. (N. T.)

220
encogidas, partes (distintas de la cabeza o extremidades) distorsio-
nadas y dedos en forma de pétalos o garabatos. Como Reznikoff y
Tomblen emplearon pacientes adultos como sujetos, no puede asumir-
se que sus resultados también se aplican automåticamente a los DFH
infantiles. Por 10 tanto, parece procedente una cuidadosa investiga-
ci6n de la relaci6n entre el DFH y la lesi6n cerebral en nifios.
Una Ojeada casual a los DFH de algunos nifios lesionados cerebra-
les de nivel mental normal o casi normal muestra una sorprendente
variedad de tipos y estilos. Precisamente se puede demostrar cuån
diferentes pueden ser los DFH de un mismo nifio con disfunci6n
cerebral, con los cuatro dibujos de las ilustraciones 98 y 99. Fueron
realizados por Anthony, un var6n de inteligencia normal. Este nifio
habfa padecido a los 4 afios un caso grave de sarampi6n seguido de
encefalitis que dej6 como secuela una patologfa cerebral claramente
diagnosticada por los médicos. Los cuatro DFH de Anthony difieren
mucho entre sf, aunque fueron realizados en un perfodo relativamente
corto de tiempo. Cada uno de los cuatro dibujos tiene una cualidad
"orgånica" diferente pero Clara, y es de algün modo inapropiada o
inusual en nifios de 7 a 9 afios de inteligencia normal. En la påg. 238
se incluye un anålisis detallado de estos dibujos.
La Ilustraciön 25 muestra cuatro DFH de Frankie, cuyo dafio
cerebral puede remontarse a un nacimiento muy diffcil. Pero ademås
Frankie sufriö en su infancia temprana varias enfermedades serias
con fiebre alta y convulsiones que probablemente contribuyeron a su
deterioro neur016gico. Los cuatro dibujos difieren mucho unos de
Otros; no s610 reflejan "organicidad", sino también inestabilidad y
perturbaciones emocionales (påg. 208).
Antonhy y Frankie eran pequefios sen sibles y låbiles cuya con ducta
y desempefio variaba tanto como sus dibujos. Pero si bien la variabi-
Iidad en la conducta es tfpica de algunos nifios con LC, otros se
caracterizan por una rigidez y perseveraci6n del pensamiento y la
conducta que interfiere de modo pronunciado en su desarrollo y
evoluciön. La Ilustraciön 100 muestra seis DFH realizados por Leo-
nard, un var6n de inteligencia normal baja que sufri6 una lesi6n
cerebral al nacer. La figura a la hizo cuando tenia siete afios y dos
meses, y lafigura fcuando tenia 9 afios y 8 meses. Esto significa que
los seis pequefios y burdos dibujos fueron realizados en el perfodo de
dos afios y medio.en el cual la mayorfa de los nifios muestran el mayor
progreso y maduraci6n en sus DFH. Es llamativo el grado mfnimo de
desarrollo y cambio en los dibujos de Leonard, y refleja gråficamente
su personalidad y conducta perseverativa.
34
221
En contraste con los dibujos de Leonard, los de Gordon en la
Ilustraciön 101 muestran un progreso constante entre la figura a,
efectuada a los 6 afios, y lafigura c, dibujada a los 8. Este nifio habfa
sufrido una herida en la cabeza a los 3 afios. Posteriormente se le
reve16 una epilepsia del tipo gran mal, y experiment6 serias dificul_
tades de aprendizaje. Los CI obtenidos en el WISC 10 ubicaban en el
rango Normal Bajo. Patrick, un lesionado cerebral de inteligencia
normal, también mostraba un progreso continuo en sus DFH. La
Ilustraci6n 102 muestra cuatro de sus dibujos, realizados entre Ios 11
y 13 afios. El ültimo es tan adecuado, salvo una leve asimetrfa y la
omisi6n de un dedo, que no es fåcil de reconocer como el protocolo de
un lesionado cerebral. Esto es aün mås aplicable a los DFH que se
muestran en las ilustraciones 35 y 70, los cuales fueron producidos por
nifios de buena inteligencia con una diagn6stico médico de lesi6n
cerebral. Eric (Ilustraciön 35) sufri6 un dafio cerebral prenatal cuando
su madre padeciö una toxemia en el ültimo mes del embarazo. Joe
(Ilustraciön 70) fue atropellado por un auto a los 7 afios. Sufri6 fractura
de cråneo y conmoci6n que le dejar.on como secuela patologfa cerebral
y un cambio en la personalidad.
A través de los ejemplos citados, puede verse que es diffcil y
complejo diagnosticar lesi6n cerebral sobre la base del DFH. La
mayorfa de los dibujos llamados "orgånicos" son producidos por nifios
de capacidad mental limitada o con un deterioro neur016gico tan
evidente que casi no es necesario un diagn6stico diferencial para
comprender los problemas que tienen. Mucho més diffcil es el caso del
nifio con la llamada "lesi6n cerebral minima". Algunos nifios dete-
riorados neur016gicos, como por ej emplo Eric (Ilustraciön 35), realizan
DFH que no revelan ningün signo "orgånico". Esto puede Ilevar al
error de diagnosticar que el nifio no es un lesionado cerebral. Este tipo
de conclusi6n puede ser muy perjudicial para el nifio, pues se pueden
tener con él exigencias no realistas y pasar por alto sfntomas menos
obvios como mala percepciön auditiva o déficit de memoria; los
problemas de aprendizaje se pueden atribuir incorrectamente a
'bloqueos emocionales" o problemas neuröticos. Nunca es seguro
descartar la posibilidad de dafio cerebral en un nifio simplemente
porque su DFH no parece "orgånico".
La autora disefi6 varios estudios para explorar objetivamente la
relaci6n entre los DFH y el dafio cerebral en los nifios de 6 a 12 afios.
Mås especfficamente, se intent6 descubrir si los item evolutivos
(Apéndice A) y los indicadores emocionales (Apéndice E) podfan dis-
criminar entre nifios lesionados y no lesionados.

222
SUJETOS
Los clfnicos a menudo no se ponen de acuerdo sobre si un nifio tiene
o no un deterioro neur016gico. Muchos tienen una historia evolutiva
despareja y lenta, exhiben una conducta tfpica de nifios lesionados,
tienen problemas de aprendizaje y perceptuales, y en las pruebas
Zeg psic016gicas tienen un desempefio que habitualmente estå asociado
con disfunci6n cerebral; sin embargo, a pesar de todo esto, no mues-
tran signos positivos en el examen neurolögico ni tampoco ninguna
anormalidad en el EEG. Muchos médicos reconocen que las obser-
vaciones de conducta, la historia evolutiva y los resultados de las
pruebas psic016gicas pueden ser empleados con efectividad para
demostrar la probable existencia de dafio neur016gico en los nifios, aun
cuando esto no sea aparente en los exämenes médicos. Otros insisten
en la evidencia médica antes de diagnosticar lesi6n cerebral en un
nifio. El psic610go puede meramente formular hip6tesis y sugerir que
un nifio padece un deterioro neur016gico, pero como la lesi6n cerebral
es un diagn6stico médico, s610 puede ser efectuado por médicos. Por
esta causa, los sujetos para estas investigaciones fueron exclusiva-
mente nifios que habfan Sido diagnosticados como lesionados cere-
brales por un neur610go y/o psiquiatra infantil.
La muestra inclufa 231 lesionados cerebrales (LC) de 6 a 12 afios y
un CI de 42 a 138. Ninguno tenia un deterioro motor grosero. Las
historias clfnicas de estos 231 nifios mostraban una variedad de
factores que muy probablemente habfan contribuido a su disfunci6n
neur016gica. Como era de esperar, algunos mostraban varios acon-
tecimientos en sus vidas que podrfan haberle ocasionado la lesi6n
cerebral, o habérsela intensificado. Por ejemplo, un nifio puede haber
sufrido algün trauma prenatal y en el parto, asi como varias enfer-
medades serias con fiebre alta en la temprana infancia;. muy a
menudo es el lesionado cerebral hiperactivo el que se cae y se golpea
la cabeza, o el que sale corriendo por donde estå por pasar un auto y
sufre una fractura de cråneo o conmociön que puede aumentar la
patologfa cerebral existente.
A continuaci6n se incluye una lista de algunos de los factores que
revelaban los historiales clfnicos de los 231 nifios LC y que proba-
blemente contribuyeron a su deterioro neur016gico. La mayorfa de
estos factores no son mutuamente excluyentes y cualquiera de los
nifios puede haber experimentado dos o mås•de ellos:

223
Hecho traumåtico N % de SS. Lc
Madre enferma durante el embarazo (sarampi6n, toxemia,
hemorragias severas) 44 19
Parto prematuro (peso al nacer inferior a 2 1/2 kg y tiempo
en incubadora) 10
Parto diffcil, lesi6n al nacer, hematomas en la cabeza 64 28
Anormalidades congénitas (hidrocéfalos o microcéfalos 4;
mongoloides 4; cuadri- o hemipléjicos leves, 15; bebés RH,
bebés azules; afasia con lenguaje ininteligible o sin habla, 5) 33 14
Enfermcdad congénita (sffilis prenatal, ictericia congénita,
hipotiroidismo) 8 3
Enfermedad grave con fiebre alta en la infancia (neumonfa,
sarampi6n, escarlatina, etc.) 37 16
Fiebra alta con convnflsiones en la temprana infåncia e infancia 29 12
Encefalitis o meningitis 16 7
Herida en la cabeza por alguna cafda 26 11
Fractura de cråneo en accidente automovilfstico 12 5
Conmoci6n, coma, perfodo largo de inconsciencia 9 4
Hematoma, intervenci6n quirürgica en cerebro o cråneo 12 5
Epilepsia (gran mal o petit mad) 14 6

No a todos los nifios se les habfa hecho un EEG o un examen


neur016gico. Pero de aquellos que los tenfan, 56 —o sea el 24% de los
sujetos— mostraban algün tipo de disritmiay an ormalidad en el EEG,
mientras que Cinco nifios revelaron signos positivos en el examen
neurolögico.
La mayorfa de los 231 nifios de la muestra fueron vistos por la
autora con fines diagnösticos, y fue con ese motivo que se les tomö el

DFH. Sin embargo, algunos eran pacientes de otro psic610go clfnico*


que con mucha generosidad puso a disposici6n de la autora los dibujos
que posefa. Una proporci6n de los sujetos fue vista por la autora mås
de una vez, para revaluaci6n o tratamiento, de modo que se pudo
mismos mås de un DFH. Cuando se dio esta circunstan-
recoger de los
cia, se incluyeron en el presente estudio dos y hasta tres dibujos de un
mismo nifio, siempre que hubieransido tomados en diferentes niveles
de edad. Por ejemplo, en el caso de Leonard, cuyos seis dibujos se
muestran en lallustraciön 100, s610 lasfiguras a, c y e, dibujadas a los
7, 8 y 9 afios, respectivamente, fueron incluidas en este estudio. Si se

disponfa de varios DFH de un nifio en un mismo nivel de edad, se


seleccionaba el mås adecuado para su inclusi6n en este estudio. La
Ilustraciön 25, por ejemplo, muestra tres dibujos realizados por Fran-

La autora agradece al Dr. David D. Blyth el aporte de varios DFH de ninos LC como
material para Ia presente investigaci6n.

224
kie a los 8 afios, pero s610 la 25 d fue incluida en este estudio. Fue
seleccionada ésta en particular porque reflejaba la capacidad poten-
Cial de Frankie, mientras que las 25b y 25 c, efectuadas en un periodo
de crisis (påg. 208), reflejan sobre todo las perturbaciones emociona-
les.

Siguiendo este procedimiento se seleccionö un total de 388 dibujos


pertenecientes a 231 nifios lesionados cerebrales para incluirlos en la
siguiente investigaci6n. Por 10 tanto, de aqui en adelante el total de
sujetos LC a que nos referimos serå 388, aunque los individuos
incluidos sean solo 231. Algunos nifios estarån contados dos y hasta
tres veces, pero nunca en el mismo nivel de edad. La tabla 20 muestra
de los 388 sujetos por edad, sexo y Cl. Este ültimo se
la distribuci6n
obtuvo mediante el WISC o la escala de inteligencia de Stanford-
Binet. En esta tabla se puede observar que la mayorfa de los sujetos
tenfan entre 7 y 9 afiosy que el CI de la mayorfa estaba entre 80 y 100.
'La proporciön de varones y nifias era de Cinco a uno. La proporci6n de
nifias aumentaba en los niveles mås bajos de Cl. En el nivel 'bor-
derline" y de retraso mental, la proporci6n de varones y nifias era de
3 a 1. Como todos los sujetos LC eran pacientes psiquiåtricos con
problemas de conducta y de aprendizaje, puede concluirse que las
nifias lesionadas, con inteligencia normal o normal alta es més
probable que compensen sus dificultades en mayor proporci6n que los
varones del mismo nivel intelectual, y que por consiguiente sean
enviados a la consulta del psic610go con menor frecuencia que éstos.
En una sociedad como la nuestra, en la que predominan las pautas de
clase media, a las nifias generalmente se les hacen mås concesiones y
se les da mås protecci6n que a los varones, especialmente si son
vulnerables y "nerviosas". Las demandas y expectativas con respecto
a los varones también tienden a ser mayores que en el caso de las
nifias. Para la mayorfa de los padres, un bajo rendimiento en la
escuela no causa tanta preocupaci6n tratåndose de una nifia; se
presiona més a los varones que a las chicas para que sobresalgan en
el estudio. A esto debe agregarse que las nifias tienden a ser empe-

fiosas y generalmente se esfuerzan mås que los varones cuando tienen


dificultades. Y finalmente, las nifias tienden a madurar social y
ffsicamente un poco mås temprano. Una nifia lesionada que es algo
inmadura y lenta en su desarrollo puede todavfa estar a la par de los
varones mås pequefios de la clase y, por 10 tanto, no llamarå tanto la
atenciön como el var6n lesionado que tiende a ser llamativamente mås
inmaduro que sus compafieros de clase. El var6n LC estå en una
posici6n mucho menos favorable que la nifia LC de la misma edad e
inteligencia equivalente.

225
Tabla 20
Distribuci6n de 388 sujetos LC por edad, sexo y CI

Nivel Nivel menos mås de


de de CI de 69 70-79 80-89 90-99 100-109 110 Total
edad
Sexo M F F F F

6 O 0 7 1 12 2 O 0 1 5 o 31 4
7 9 1 10 3 17 2 13 6 8 I 9 o 66 13
8 5 3 8 3 21 1 14 o 11 2 9 0 68 9
9 4 I 8 5 19 3 15 o 11 2 9 O 66 11
10 3 2 6 4 11 4 II 0 4 1 6 42 11
11 2 1 3 1 8 3 6 O 6 3 5 1 30 9
12 4 O 6 0 4 1 4 1 5 o 2 1 25 3

Total 27 8 49 17 92 16 63 7 52 10 45 2 328 60

35 66 108 70 62 47 388
Total gral.

ITEM EVOLUTIVOS DEL DFH


Y LESION CEREBRAL EN LOS NINOS
Se efectuö un estudio para descubrir si determiandos item evolu-
tivos en el DFH pueden discriminar los dibujos de los sujetos LC y no
lesion ados, que no tienen retraso mental. Los sujetos para este estudio
especffico comprendfan los 282 varones LC de la Tabla 20 cuyo CI era
superior a 75. Los 803 varones de 6 a 12 afios de la poblaci6n normativa
(Tabla 1) sirvieron como controles (sujetos no lesionados). Se com-
putaron las chi-cuadrado comparando el nümero de sujetos lesionados
y no lesionados que en cada nivel de edad mostraban cada uno de los
30 item evolutivos. La Tabla 21 muestra los once item que se dieron
significativamente mås a menudo en los DFH de los sujetos lesionados
o de los no lesionados en uno o varios niveles de edad.
A continuaci6n se enumeran los 11 item evolutivos que pueden
diferenciar los DFU de sujetos lesionados y no lesionados:
El cuerpo es un item esperado para los DFH de varones de 6 afios.
Los varones lesionados de 6 afios 10 omitieron en sus dibujos signifi-
cativamente mås a menudo que los no lesionados. A partir de los 7
afios la omisi6n de este item era extremadamente rara en ambos
grupos. Cuando se dio, siempre tenfa• considerable significaci6n
diagn6stica (Ilustraciön 101 a).
Las pupilas eran muy raras en ambos grupos a los 6 afios. La
mayorfa de los nifios pequefios indican los Ojos simplemente mediante

226
puntos o cfrculos. Pero a partir de los 7 afios muchos rnås varones
sanos dibujaron Ojos con pupilas de 10 que 10 hicieron los nifios LC. En
todos los niveles de edad la mayorfa de los varones LC realizaron
presentaciones inmaduras de los Ojos (Ilustraciones 98 a a c, 100 a a
f, 101 a y b)
El cuello se dio —aunque raramente— en los DFH de los varones
de 6 afios tanto lesionados como no lesionados. Pero a los 7 afios, la
mayorfa de los sujetos de control produjeron figuras con cuellos
cläramente definidos. Los varones lesionados de 7 afios o mås, con-
tinuaron omitiendo el cuello significativamente mås a menudo. A los
10, el cuello ya es un item esperado en los DFH de los varones, pero s610
Ia mitad de 10s sujetos lesionados los realizaron en sus dibujos, aün a
los 11 y 12 afios, s610 dos tercios de los lesionados dibujaron cuellos
(ilustraciones 99, 100 a, a f, 101 b y c).
Los brazos en dos dimensiones fueron dibujados por dos tercios de
los sujetos de 6 afios del grupo de control. A los 7 afios éste es un item
esperado. En todos los niveles de edad, los lesionados cerebrales
tienden a persistir significativamente més a menudo en el dibujo de
brazos inmaduros, esquemåticos (ilustraciones 100 a a c, 101 a a c).
Los brazos hacia abajo discriminaban los DFH de varones LC y no
lesionados en todos los niveles de edad. A los 7 afios, mås de Ia mitad
de los varones no lesionados dibujaron los brazos hacia abajo, y a los
10, es ya un item esperado. En todos los niveles de edad, los varones
LC persisten en el dibujo de los brazos horizontales o hacia arriba, 10
cuäl es caracterfstico de los nifios muy pequefios o muy inmaduros
(ilustraciones 98 b, 100 a a f, 101 a a c, 102 a y b).
Los brazos correctamente unidos at hombro discriminaban los DFH
de los lesionados cerebrales y los controles en todas las edades. El
dibujo de este item requiere un grado considerable de madurez mental
y capacidad integradora. A los 6 y 7 afios se da raramente en los nifios
no legionados. Hasta los 9 afios no Ileg6 a ser un ftem comün para éstos.
Los lesionados de 6 a 8 afios casi nunca lograron dibujar los brazos en
pos1ci6n correcta con respecto al hombro. No era raro ver, aün entre
los de 9 a 12 afios, brazos incorrectamente dibujados (Ilustraciones 98

b, 99, 100, 101, 102 a, by d).

Las *nanos estaban presentes en los DFH de la mayorfa de los nifios


no lesionados a partir de los 6 afios. Pero en ningün nivel de edad son
un item esperado. Los varones LC de 6 a 8 y 10 afios tendieron a
omitirlas en sus dibujos significativamente infs a menudo que el
grupo de control. La mayörfa de ellos dibuj6 brazos y dedos sin
ninguna indicaciön de manös, o meramente brazos sin manos ni dedos
(ilustraciones 100 a a c, 102 a).

227
.8

00
00

00

00

00
oo

00

oo
00

228
El nümero correcto de dedos se dio raramente en los nifios de 6 afios
de ambos grupos. Pero a partir de los 7 anos un nümero significati-
vamente mayor de nifios no lesionados dibuj6 figuras con Cinco dedos
en cada mano. En cada nivel de edad, mås de la mitad de los sujetos
de este grupo realiz6 el nümero correcto de dedos en sus DFH
comparado con s610 un tercio de los varones lesionados. En los dibujos
de los varones LC, no era raro encontrar manos con dedos de mås o de
menos (ilustraciones 98 a y b, 99, 100 a a c).
Las piernas bidimensionales se dieron significativamente mås a
menudo en los DFH de los varones no lesionados en todos los niveles
de edad. Las piernas hechas con un palote eran extremadamente
raras en los sujetos de control a partir de los 8 afios, mientras que mås
de la mitad de los varones lesionados de 6 a 8 afios dibujaron piernas
unidimensionales. Muchos de los nifios més grandes del grupo tam-
bién persistieron en este tipo primitivo de presentaci6n de las piernas
en el DFH (Ilustraciones 100 a, c, e, f; 101, 102).
El dibujar una prenda de ropa o ninguna es comün en los nifios de
6 afios de ambos grupos. Pero a partir de los 7 afios, este item
discriminaba significativamente entre ambos grupos de sujetos. La
gran mayorfa de los sujetos de control dibujaba mås de una prenda de
ropa a Ios 7 afios, mientras que la omisi6n de vestimenta persistfa en
los dibujos de la mayorfa de los varones LC hasta los 10 afios y no era
infrecuente en la edad siguiente (Ilustraciones 98, 100 a a f, 101 a a c).
Es muy raro encontrar cuatro o mds prendas de ropa en los DFH de
los nifios de 6 afios en ambos grupos. Para los lesionados cerebrales
continüa siendo excepcional en todos los niveles de edad. Para los
sujetos de control, este item aumentaba en frecuencia de ocurrencia
a mediäa que los nifios eran mayores; a los 12 afios la m.itad dibujaba
cuatro o mås prendas en sus DFH.
Obviamente, ningün nifio LC tomado individualmente va a pre-
sentar en su dibujo todos los item que discriminan entre este grupo y
elde los no lesionados. Pero la mayorfa de ellos presentarå uno o mås
de estos item en sus protocolos. Un representante tfpico de los sujetos
LC considerados en este estudio es Leonard, cuyos seis dibujos se
muestran en la Ilustraciön 100. Leonard estaba entre los 6 y 9 afios
cuando hizo estos dibujos, y su CI era de alrededor de 80. Todos los
DFH de Leonard presentan una ausencia total de item de vestimenta
y la omisi6n del cuello. Cinco de las figuras tienen s610 puntos o
redondeles vacfos a modo de Ojos y no hay pu•pilas. Las figuras a, b y
c tienen brazos unidimensionales y todas, excepto lafigura d, tienen
también piernas hechas con palotes. En uno de los seis dibujos los
brazos estån unidos correctamente al hombro, y en ninguno estån

229
dirigidos hacia abajo.En las figuras a, b y c las manos estån omitidas
y nümero de dedos es incorrecto. Por consiguiente, cada uno de IOS
el

seis dibujos de Leonard incluidos en la Ilustracjön 100, muestra por


10 menos seis o mås item que discriminan los dibujos de nifios

lesionados y no lesionados.
Cada uno de los cuatro dibujos de Anthony de las Ilustraciones 98
y 99 revelan algunos ftem que son caracterfsticos de los varones LC,
pero estos item difieren en cada uno de los dibujos. La figura a en la
Ilustraciön 98 carece de pupilas, tiene un nümero incorrecto de dedos
y tiene s610 una prenda de ropa. Lafigura 98 b presenta omisi6n de Ias
pupilas, los brazos se extienden mås bien hacia arriba, estån unidos
al cuerpo incorrectamente, y faltan algunos dedos. En la figura 98 c
falta un cuello claramente definido, asf como las pupilas y las prendas
de ropa. El DFH de lallustraciön 99 muestra un progreso considerable
con respecto a las tres anteriores. Pero aquf también falta el cuello,
varios dedos y los brazos estån unidos incorrectamente al cuerpo.
Una vez mås debemos recalcar que en los protocolos de cada nifio
lesionado no se dan todos los item evolutivos que discriminan entre
varones LC y no lesionados y tampoco se dan exclusivamente en los
DFH de los lesionados cerebrales. En consecuencia, no es posible
hacer un diagn6stico de lesi6n cerebral sobre la sola base de los item
evolutivos. Sin embargo, si se le estå haciendo el estudio diagnöstico
a un chico por un posible compromiso orgånico, y si su historia
evolutiva y los resultados de las pruebas psic016gicas y neurolögicas
sugieren la existencia de daffo cerebral, entonces la presencia o
ausencia de los item evolutivos significativos puede darle mayor peso
a un diagn6stico positivo. El DFH deberfa emplearse como parte de
una baterfa de tests cuando se estå efectuando un diagn6stico diferen-
ci al.

ITEM ESPERADOS Y EXCEPCIONALES


DEL DFH Y Cl DE LOS NINOS CON LESION CEREBRAL
Anteriormente se demostr6 (påg. 53) que los puntajes derivados de
los item esperados y excepcionales (Apéndice B) pueden ser empleados
como un medio confiable y fåcil de evaluar el nivel general de
capacidad mental de un nifio. Se halla que los puntajes en el DFH de
los pacientes psiquiåtricos y de los escolar" con problemas de con-
ducta y aprendizaje estaban correlacionados significativamente con
sus puntajes de CI er) el WISC o el Stanford-Binet (Tabla 9). Sin
embargo, Bender comunic6 (1940) que la mayorfa de sus pacientes
230
postencefalfticos obtuvieron puntajes de E.M. en el Goodenough que
estaban dos o mås afios por debajo de sus puntajes de E.M. en la escala
de Stanford-Binet. Esta autora sugiri6 que una discrepancia grande
entre los puntajes de CI en el Stanford-Binet y el Goodenough podrfa
constituir un signo diagn6stico de patologfa cerebral. Por 10 tanto, se
podrfa esperar que las correlaciones entre los puntajes del DFH y los
de CI serån considerablemente mås bajas para los sujetos LC. Por Otra
parte, el sistema de puntaje del DFH estå derivado solamente de los
ftem esperados y excepcionales båsicos y no estå muy influido por los
detalles del dibuj o. Los nifios lesionados a menudo omiten detalles que
son computados en el sistema de puntaje de Goodenough-Harris, pero
no en el del DFH. Por 10 tanto, se formu16 la hip6tesis de que los
puntajes en el DFH y de CI en los nifios LC mostrarfan una correlaciön
estadfsticamente significativa, y que los item esperados y excepciona-
DFH podrfan ser usados con igual confianza para la evaluaci6n
Ies del
de la capacidad mental de nifios lesionados y no lesionados.
Se efectu6 un estudio para poner a prueba estas hipötesis. Se
dividi6 a los388 sujetos LC (Tabla 20) en grupos de edad: el primero
3 inclufa 115 nifios de 6 y 7 afios. A 68 de éstos se les habfa administrado
el WISC, mientras que a los 47 restantes se les habfa tomado la Escala

de Inteligencia de Stanford-Binet. El segundo grupo estaba com-


puesto por 206 nifios de 8 a 10 afios. De éstos, a 165 se les habfa tomado
el WISC, y a 41 el Stanford-Binet. Los 67 sujetos de 11 y 12 afios

constitufan el tercer grupo. A todos ellos se les habfa adnhinistrado el


WISC, salvo unas pocas excepciones en las que se habfa empleado el
Stanford-Binet. Se computaron los coeficientes de correlaci6n pro-
ducto-momento de Pearson entre los puntajes en el DFH y los de CI
para cada grupo de sujetos. El nivel de significaci6n de las correla-
ciones fue determinado por medio de la prueba "t", obteniéndose los
siguientes resultados:

Edad de Ios Tests Nivel de


sujetos Cantidad correlacionados Correlaci6n significaci6n

68 WISC DFH
y .56 .005
6y7 47 S-B y DFH .50 .005
8 a 10 165 WISC y DFH .51 .005
8 a 10 S-B y DFH .57 .005
11 y 12 67 (WISC y S-B) .35 .005
y DFH

Los resultados muestran que las correlaciones entre los puntajes


del DFH y los CI de los sujetos LC son significativos al nivel de .005
y se comparan favorablemente con las correlaciones entre los puntajes

231
del DFH y de CI de los sujetos no lesionados que se muestra en la tabla
9. Estos resultados confirman la hip6tesis sometida a verificaci6n e
indican que los item esperados y excepcionales pueden ser empleados
como medida aproximada de madurez mental con igual confianza, ya
se trate de nifios con lesi6n cerebral o sin ella. El Apéndice muestra D
los cuartiles, medias y desviaciones eståndar para todos los nifios de
5 a 12 afios, sean LC o no. La interpretaci6n de los puntajes individua-
les en el DFH es la misma para todos los nifios, tengan dafio neur016-
gico o no (Apéndice C).
La tabla 22 ilustra sobre c6mo serfan tabulados los item esperados
y excepcionales en los protocolos de cuatro varones LC cuyos dibujos
se muestran en las ilustraciones 98 a 102. También se muestra a qué
niveles de madurez mental corresponden los puntajes obtenidos en el
DFH y los puntajes de CI total obtenidos en el WISC por estos cuatro
nifios. La tabulaci6n de la mayorfa de los DFH de las Ilustraciones 98

a 102 es simple y obvia. Algunos de los dibujos presentan todos los


item esperados y ninguno de los excepcionales consignados en el
Apéndice B para un nivel dado de edad. Por 10 tanto, a estos dibujos se

Tabla 22
Comparaci6n de los puntajes obtenidos en el DFH
y en WISC por varones LC

Nombre Nivel de madurez Cl Total


Ilustra- del Edad Puntaje en mental en (WISC, Escala
ci6n nifio el DFH el DFH comp.)

98 a Anthony 7.11 -0+0+5= 5 Normal a norm. alta 107


98 b Anthony 8.2 -0+0+5= 5 Normal a norm. alta 107
98 c Anthony 8.7 4 Normal baja a normal 107
99 Anthony 9.5 -0+0+5= 5 Normal a normal alta 107
100 a Leonard 7.2 -1+0+5 _
—4 Normal baja a normal 89
100 b Leonard 7.10 4 Normal baja a normal 89
100 c Leonard 8.3 -2+0+5= 3 Normal baja 85
100 d Leonard 8.10 -0+0+5= 5 Normal a norm. alta 85
100 e Leonard 9.3 -1+0+5=4 Normal baja a normal 85
100 f Leonard 9.8 -1+0+5=4 Normal baja a normal 85
101 a Gordon 6.0 -1+0+5=4 Normal baja a normal 83
101 b Gordon 7.10 -1+0+5=4 Normal baja a normal 83
101 c Gordon 8.2 -2+0+5= 3 Normal baj a 83
102 a Patrick 11.8 3 Normal baja 98
102 b Patrick 12.6 -1+0+5= 4 Normal baja a norm. 98
102 c Patrick 12.10 -0+0+5= 5 Normal a normal alta 98

232
les asigna un puntaje de -0+0+5=5. Cuando faltan uno a dos de los ftem
esperados y no hay ningün item excepcional, los puntåjes son 4 6 3,
respectivamente. S610 la figura c de la Ilustraciön 98 presenta una
situaci6n algo inusual. Este DFH presenta tres omisiones de item
esperados para los varones de 8 afios (brazos, brazos bidimensionales,
pies); almismo tiempo, este dibujo presenta dos item excepcionales
para este nivel de edad (dibujo de perfil y rodilla). Por con siguiente, el
puntaje de la figura 98 c es: -3+2+5=4.
Salvo dos excepciones, todos los puntajes en el DFH de los sujetos
LC incluidos en la tabla 22 estån comprendidos en el mismo nivel de
madurez mental que el indicado por los CI obtenidos en el WISC. Una
de Ias excepciones es la Ilustraciön 102 a. El puntaje de Patrick en el
DFH es de s610 3, o sea normal bajo (le falta: piernas bidimensionales
y brazos hacia abajo), mientras que su CI en el WISC es de 98 0 normal.
Sin embargo, cuando Patrick hizo otro DFH un afio después, mostr6
una apreciable mejorfa. La Ilustraciön 102 b revela la ausencia de un
solo item esperado (brazos hacia abajo) y obtuvo un puntaje de cuatro.
Lallustraciön 102 c no presentaba ninguna omisi6n de item esperados
y obtuvo 5 puntos. Ests aumento en el puntaje de los DFH refleja
exactamente el progreso de Patrick como resultado de la terapia. A1
comienzo de su tratamiento Patrick no podia funcionar en un nivel
normal, a pesar de su Cl. Un aio después, su rendimiento escolar
habfa mejorado mucho y su conducta era mucho mås madura.
Se observ6 que los nifios LC con una discrepancia marcada entre el
puntaje obtenido en el DFH y el CI logrado en el WISC o el Stanford-
Binet, generalmente funcionaban en el nivel més retrasado indicado
por su puntaje en el DFH, y no en el nivel superior que mostaba su Cl.
Este ültimo indice puede revelar el potencial intelectual del n.ifio, pero
muchos nifios con lesi6n cerebral y emocionalmente perturbados no
pueden o de hecho no se desempefian de acuerdo con su potencial
intelectual.

INDICADORES EMOCIONALES
DEL DFH Y LC EN LOS NINOS
Se efectu6 un estudio para determinar si los 30 indicadores emo-
cionales del DFH (Apéndice E) podfan diferenciar los dibujos de va-
rones lesiones y no lesionados de 6 a 12 afios; Los 282 sujetos LC y los
803 controles empleados en el estudio anterior sobre ftem evolutivos
en los DFH de nifios LC, sirvieron también com sujetos para esta
investigaci6n. Se computaron las chi-cuadrado para los sujetos LC y

233
de control que en cada nivel de edad presentaban cada indicador
emocional en el DFH.
Como era de esperar, ninguno de los indicadores emocionales se dio
exclusivamente en los DFH de los sujetos LC, y tampoco ninguno de
ellos se dio en todos los dibujos de los varones LC. Pero ocho de IOS
indicadores fueron encontrados significativamente mås a menudo en
los nifios con dafio neur016gico, en uno o mås niveles de edad. La tabla
23 muestra los resultados de este estudio. A continuaci6n enumera-
mos los ocho indicadores emocionales que estaban asociados signifi-
cativamente con lesi6n cerebral en los nifios:
1) La mala integraciön de las partes de la figura no es un signo
inusual a los 6 afios, tanto en los varones LC como en los no lesionados.
Pero de los 7 afios en adelante, este indicador emocional discriminaba
significativamente los DFH de los sujetos LC y de no lesionados. Se 10
encontr6 en el 44 por ciento de los dibujos de los varones LC de 7 a 12
afios, contra s610 5% de los protocolos del grupo de control. Estos
resultados concuerdan con los de Machover (1949) y Reznikoff y
Tomblen (1956), quienes comunicaron la presencia de "sfntesis
débil"en los dibujos de sus pacientes con lesi6n cerebral. La mala
integraci6n de las partes de la figura parece reflejar poca capacidad de
integraci6n, inmadurez, impulsividad y/o pobre coordinaci6n, todo 10
cual es muy comün en nifios con dafio neur016gico (ilustraciones 98 a
y b, 100 y 101).
2) Grosera asimetriade las extremidades: sedio mésa menudo en los
DFH de nifios muy
inmaduros. Este ftem discriminaba significativa-
mente los de los varones LC a los 6 y 7 afios. A los 8 afios, y
DFH
posteriormente, este item no se dio con la frecuencia minima necesaria
para poder hacer c6mputos estadfsticos significativos, aunque apareciö
consistentemente mås a menudo en los dibujos de los lesionados cere-
brales. Ocho por ciento del total de dibujos pertenecientes a los sujetos
LC presentaron grosera asimetrfa de las extremidades, contra un dos
por ciento en el grupo de control. Un anålisis detallado de los dibujos de
este dos por ciento del grupo de control da pie para sospechar que estos
nifios también sufrfan algün tipo de disfunci6n cortical; sus dibujos eran
muy parecidos a los realizados por los nifios LC. Esta sospecha no pudo
ser verificada, pues no se disponfa de informaci6n adicional sobre los
sujetos de control. Sin embargo, es razonable suponer que cualquier
grupo grande de escolares no seleccionados incluirå un pequefio nümero
de nifios con dafio neur016gico, que pueden llamar la atenci6n o no, del
psic610go escolar. Este item parece reflejar un individuo desequilibrado,
impulsivo, escasamente coordinado. Este indicador emocional parece
ser affn a las "extremidades contrafdas" que Reznikoffy Tomblen (1956)
00

00

+2

235
encontraron asociadas con lesi6n cerebral en sus pacientes(ilustraciones
14, 74 y 75).
3) La inclinaciön de la figura en 152 0 mås se dio en mås del 11%
de los DFH de los sujetos LC y s610 en el 2% de los dibujos del grupo
de control. Aunque este item estaba presente mås a menudo en 10s
dibujos de los varones LC en todos los niveles de edad, esta diferencia
en la frecuencia de ocurrencia fue estadfsticamente significativa s610
a los 7, 10 y 11 afios. No estå Claro si la inclinaci6n de la figura es el
resultado de la mala coordinaci6n o si refleja sobre todo una falta de
equilibrio emocional, o ambas cosas. Las figuras inclinadas parecen
darse mås frecuentemente en los nifios inseguros e inestables (ilus-
traciones 2, 98 a y 102 b).
4) Las transparencias se encontraron significativamente mås a
menudo en los DFH de los varones LC de 7 afios y mayores. Pero esta
diferencia fue estadfsticamente significativa solamente en los niveles
de 8 y 11-12 afios. A los 6 afios no diferfan los varones LC y no
el nümero de transparencias que presentaban en sus
lesionados en
DFH. Un 11% del total de varones LC y un 4% de los controles exhibfa
transparencias en sus dibujos. Los sujetos LC revelaban primaria-
mente ese tipo primitivo de transparencia en la cual el nifio dibuja
primero un monigote o figura esquemåtica y luego la reviste de un
cuerpo y ropa. Este tipo de transparencia es habitualmente asociada
con inmadurez y pen samiento concreto, 10 cual es, por supuesto, tfpico
de much os nifios con dafio neur016gico (ilustraciones 98 a y b, 100 d,
102 a a c).
5) Lasfiguraspequenas (menos de 5 cm de alto) se encontraronen
12% de los dibujos pertenecientes a sujetos LC y s610 en 3% de los
controles. En todos los niveles de edad este item se dio mås a menudo
en los dibujos de los LC; esta diferencia fue estadfsticamente signi-
ficativa de los 6 a 8 afios, y a los 11-12, sin embargo, no hay nada que
sugiera que el dibujo de figuras pequefias sea un signo de dafio
neur016gico como tal, o que refleje actitudes especfficamente rela-
cionadas con lesi6n cerebral. Un estudio anterior (påg. 72) mostraba
que el tamafio pequefio de la figura en el DFH indica una actitud de
timidez, retraimiento y depresi6n. Se cree que la incidencia relati-
vamente alta de figuras pequefias en los protocolos de los sujetos LC
es una expresi6n de su reacci6n frente al problema neur016gico que
padecen. Como la mayorfa de los nifios LC experimentan considera-
bles dificultades y frustraciones en la escuela y en la casa, tienden a
sentirse inadecuados y tfmidos, y muchos iresentan signos de de-
presi6n. Algunos recurren al retraimiento como un medio de controlar
su propia impulsividad. Simon, del que se hab16 en påginas anteriores

236
un ejemplo apropiado. En la Ilustraciön 2 se muestra su
(påg. 74), es
DFH. Se pueden ver otros ejemplos de figuras pequefias en la Ilus-
traciön 100. Cinco de las seis figuras de Leonard (Ilustraciön 100)
tienen menos de 5 centfmetros de altura.
6) Las manos omitidas —brazos sin manos ni dedos— diferencia-
ban significativamente los DFH
de los varones lesionados y no
lesionados en todos los niveles de edad. Este ftem se dio en el 17% de

Ios dibujos de los lesionados comparado con un 5% de los dibujos del


grupo de control. Se cree que la interpretaciön del significado de este
item es similar al de la figura pequefia. No hay razones para suponer
que este indicador emocional es un reflejo directo del dafio neurolögico
en sf, y no una indicaci6n de la indefensi6n y angustia que experi-
menta el nifio LC frente a sus propias limitaciones y sus muchas
experiencias de fracaso. Este item parece indicar una actitud general
de preocupaciön y/o culpa por obrar mal o no tener logros con las
propias manos (ilustraciones 25 d y 100 d).
7)La omisiön del cuerpo fue extremadamente rara en los DFH de
Ios escolares con inteligencia normal. En el nivel de los 6 afios, un
nåmero significativamente mayor de varones LC dibujö figuras sin
cuerpo. Desde esa edad en adelante, este item apareci6 tan poco en
ambos grupos que no tenia sentido hacer ningün tipo de comparaci6n.
En las raras ocasiones en que se dio, siempre tenfa significaciön
clinica. En el caso de un nifio lesionado puede reflejar inmadurez y
evoluciön lenta, o retraso mental. Gordon, cuyos DFH se muestran en
la Ilustraciön 101, es un ejemplo de nifio lesionado inmaduro y que
evoluciona lentamente, con una inteligencia normal baja. La figura
101 a, dibujada a los 6 afios, no tiene cuerpo. Pero a los 7 y 8 afios,
dibujö figuras con cuerpo, como se puede ver en las ilustraciones 101
b y c. Estos dibujos representan un marcado mejoramiento con res-
pecto al primer DFH. Mickey, un nifio retardado, con lesi6n cerebral,
por el contrario, no pudo mostrar ningün progreso en sus dibujos. La
Ilustraciön 50 muestra el DFH que Mickey hizo a los 6 afios: no tiene
el cuerpo. En los dibujos que hizo a los 7 y 8 afios, sigui6 omitiendo el
cuerpo.
8) del cuello en el DFH no se constituye en indicador
La omisiön
emocional para los varones hasta los 10 afios (Apéndice E). En
vål.ido
ese nivel de edad, la omisi6n del cuello diferenciaba significativa-
mente los dibujos de los sujetos lesionados y no lesionados. El 29% de
los lesionados de10 a 12 afios dibujaron figuras sin cuellos contra s610
el 7% de los sujetos de control. Se estima que este item refleja

impulsividad y escaso control mental sobre los propios impulsos. En


la medida en que muchos nifios con dafio neur016gico son extrema-

237
damente impulsivos y muestran una perturbaci6n en el funciona-
miento de los controles internos, no es sorprendente que tantos sujetos
lesionados omitan el cuello de sus dibujos (ilustraciones 35 y 70).

INTERPRETACION CLINICA DE LOS DFH


DE NINos LESIONADOS CEREBRALES
Los DFH reflejan las actitudes interpersonales de los nifios, sean
éstos lesionados o no. Cuando seleccionamos el dibujo de Frankie
(Ilustraciön 25 c) para mostrar c6mo puede revelar un nifio en el DFH
sus sentimientos acerca de una operaci6n inminente (påg. 127), no se
le dio una significaciön particular al hecho de que Frankie padecfa una
lesi6n cerebral. Un nifio sin dafio neur016gico podrfa haber mostrado
actitudes similares en su dibujo. Los dibujos de los nifios lesionados
pueden ser interpretados clfnicamente de la misma manera que los
DFH de los nifios no lesionados.
El caso de Anthony puede servir para ejemplificar c6mo los dibujos
de un nifio lesionado pueden reflejar sus problemas, actitudes, y su
progreso en la terapia. Las ilustraciones 98 y 99 muestran cuatro DFH
realizados por Anthony. Como fue mencionado anteriormente (påg.
221), Anthony adquiriö una lesi6n cerebral como consecuencia de un
caso grave de sarampi6n con secuela de encefalitis a los 4 afios. Segün
los padres, experiment6 un cambio completo de personalidad en la
época en que ingresö a la escuela. A pesar de contar con una inteli-
gencia normal y una situaci6n familiar estable y carifiosa, Anthony
empez6 a tener problemas de conducta y aprendizaje. Era un pequefio
de aguda percepci6n que estaba dolorosamente consciente de que no
podrfa cumplir con las pautas de rendimiento de la escuela y el hogar.
Su padre era un profesional de éxito y sus hermanos mayores eran
alumnos sobresalientes de la escuela secundaria. A medida que
aumentaban los fracasos y la frustraci6n de Anthony, su conducta se
perturbaba cada vez mås, creando gran preocupaci6n en la familia.
Los padres finalmente Ilevaron a Anthony a la clinica de orientaci6n
infantil, buscando una ayuda para su hijo y para sf mismos, con el

objeto de poder entenderlo mejor y ayudarlo.


La figura a de la Ilustraciön 98 fue dibujada por Anthony en su
primera entrevista en la clfnica.Muestra mala integraciön de las
partes, inclinaci6n de la figura, grosera asimetrfa de los brazos, y
transparencias, todo10 cual se encuentra •significativamente mås a

menudo en los DFH


de los nifios con problemas emocionales y estå
también asociado con lesi6n cerebral. La figura 98 a indica que An-
238
thony era un nifio muy inestable, poco integrado, impulsivo, que
parec$a en peligro de perder su equilibrio a pesar de los grandes
esfuerzos que hacfa por autocontrolarse, como 10 mostraba el trata-
miento del cuello, largo y prominente. En 'la entrevista Anthony
expres6 un intenso deseo de aprender y tener éxito en la escuela, para
lograr asf la aprobaci6n de su papa. En una reuniön del equipo docente
se decidi6 brindarle a Anthony terapia reparadora dos veces por
semana y entrevistas de orientaci6n a los padres.
Inicialmente Anthony respondi6 bien a las sesiones e hizo un
progreso apreciable. Luego, tres meses después, su madre dio a luz
una nifiita. Esto alter6 mucho a Anthony. Toda la atenci6n que
Anthony habfa recibido en los meses anteriores ahora era prodigada
a Ia reci6n Ilegada. Anthony sufri6 intensos celos de la hermana y
nuevamente su conducta se deterior6 y empez6 a retroceder en la
escuela. La figura b de la Ilustraciön 98 muestra el DFH que hizo en
época. Este dibujo es mucho mås burdo y primitivo que el anterior
y refleja su estado regresivo. La mala integraci6n y las transparencias
son todavfa observables, pero la inclinaci6n y la asimetrfa de las
extremidades del primer DFH han desaparecido. Pero en lugar de
hacer un hombre o un nifio comün como antes, ahora dibuj6 una figura
grotesca, un payaso, cuya cabeza parece "estar despegada". En este
momento se percibfa a sf mismo, como un extrafio risible (pig. 179). No
se sentfa més un miembro plenamente aceptado de la familia, desde
que habfa Sido desplazado por la bebita. Se vefa como alguien del que
los demås se refan, o que no era tomado en serio. La presencia de
dientes en el payaso muestra la rabia y la hostilidad que estaba
sintiendo Anthony.
La figura b de la Ilustraciön 98 sirvi6 para confirmar la impresi6n
que tenfamos de la conducta de Anthony. Por 10 tanto se decidi6 que
Anthony necesitaba apoyo y una terapia mås in tensiva en este perfodo
para que pudiera mejorar el concepto que tenfa de sf y para ayudarlo
a elaborar el resentimiento que experimentaba hacia su hermanita.
Conforme con esto, se le hizo simultåneamente terapia de juego y
tratamiento correctivo. Cinco meses después, se le pidi6 a Anthony
que hiciera Otro DFH. Es el que se ve en la Ilustraciön 98 c. Esta vez
dibuj6 unanifia de perfil, sin brazos. El hecho de que dibujara una nifia
refleja su preocupaci6n e inquietud por su hermana. La imagen hostil
de un payaso que se estå desintegrando ha cedido lugar a una figura
femenina indefensa y retrafda. El dibujo muestra que Anthony to-
• davfa tenia muchos problemas pero tambiéfi, que habfa hecho cierto

progreso. El dibujo ya no estå tan mal integrado como antes y


representa claramente una mejorfa. Anthony ya no se sentfa un

239
extrafio sino mås bien un miembro de la familia, aunque muy débil e
indefenso. La nifia del DFH representa a la hermana de Anthony, pero
el modo en que estå dibujada refleja su actitud hacia sf mismo. El
sentimiento de angustia e indefensi6n de Anthony se expresa en la
y pies de la figura, y por el hecho de que la nifia estå
falta de brazos
sentada, como si fuera muy débil para estar parada sobre sus pies. El
dibujo estå de perfil, sugiriendo asf que Anthony se estå retrayendo,
apartåndose de los demås. La Ifnea continua muestra el intento de
Anthony de controlar sus impulsos hostiles (påg. 188).
El tratamiento de Anthony prosiguiö durante todo el afio siguiente.
Progresö lenta pero firmemente en su adaptaciön emocional y en la
escuela. A los 9 afios se le pidi6 que hiciera otro DFH. La Ilustraciön
99 muestra el dibujo que realiz6 en esa oportunidad. Dijo que era "un
hombre caminando en una cuerda de acr6bata". Un acr6bata estå,
cuando mucho, en una posiciön precariay tiene un apoyo incierto. Este
tipo de figura es dibujadageneralmente por nifios muy inseguros que
estån tratando con ahfnco de mantener su equilibrio o adquirir control
sobre sf mismos. En el caso de Anthony, el DFH reflejaba su intenso
esfuerzo y motivaci6n para recuperar su estabilidad. También reve-
laba su persistente sentimiento de angustia e inseguridad en cuanto
a su adecuaci6n. Es un signo de progreso que el acröbata de Anthony
sea de sexo masculino y que esté bien integrado. No le faltan ni los
brazos ni los pies y encara los problemas de frente sin evadirse. A este
protocolo se le puede computar un solo indicador emocional: "figura
grotesca". Un acröbata es un actor de circo y como tal, es afin con los
payasos; los dibujos de acr6batas se interpretan de modo similar a los
dibujos de payasos. Pero los acr6batas entretienén exhibiendo su
habilidad, mientras que los payasos se hacen ridiculos para entrete-
ner. Por consiguiente, el primero sugiere un concepto mäs adecuado de
sf que este ültimo. También fue evidente un cambio en la actitud de

Anthony hacia sf mismo, tanto en su conducta, como en un incremento


en la confianza en sf mismo en las relaciones sociales. Cuando supimos
por ültima vez de Anthony, segufa haci endo progresos en todas las åreas.
A través de la discusiön de los cuatro DFH de Anthony puede verse
que las actitudes emocionales de un nifio con lesi6n cerebral se revelan
tan claramente en sus dibujos como las de los demås nifios.

DFH Y LESION CEREBRAL EN LOS NINOS: RESUMEN


Los nifios con dafio neur016gico son ante todo seres humanos cuyo
crecimiento y evoluciön siguen el mismo patr6n general de los nifios
240
no lesionados, si bien con un ritmo mås lento y a menudo mås
desparejo. Tanto las actitudes hacia sf mismo y los demås, como sus
reacciones frente a los estfmulos internos y externos es similar a la de
10s demås nifios aunque pueden ser mås exageradas. Por 10 tanto no
es de sorprender que los DFH madurez mental y las
reflejen la
actitudes interpersonales tanto de los nifios lesionados como de los no
lesionados. No que ningün item evolutivo o indicador emo-
se ha116
cional se diera exclusivamente en los dibujos de uno u otro grupo de
nifios. Tampoco hubo ningün signo o sfmbolo aislado que estuviera
presente en todos los nifios LC o en todo el grupo de control.
Una comparaci6n de los DFH de varones LC y no lesionados de
inteligencia normal moströ, sin embargo, que algunos de los item
evolutivos y de los indicadores emocionales tendfan a darse significa-
tivamente mås a menudo en los dibujos de los pequefios con dafio
neur016gico (Apéndice G). Asf, se ha116 que once omisiones de item
evolutivos del DFH pueden tener implicaciones diagnosticas de lesi6n
cerebral en uno o mås niveles de edad. Estos item son (Tabla 21):

Omisi6n del cuerpo.


Omisi6n de las pupilas.
Omisi6n del cuello.
Omisi6n de las dos dimensiones en los brazos (brazos de palotes).
Brazos que no apuntan hacia abajo (estån horizontales o hacia arriba).
Brazos unidos incorrectamente al hombro.
Omisi6n de las manos.
Nümcro incorrecto de dodos.
Omisi6n de las dos dimensiones en las piernas (piernas dc palotes).
Menos de cuatro prendas de ropa.

En los DFH de los nifios LC pueden tabularse los item esperados y


excepcionales de la misma manera que en los demås casos. Se
encontrö que los puntajes asi obtenidos se correlacionaban signifi-
cativamente con los puntajes de CI obtenidos en el WISC y el Stanford-
Binet.Por consiguiente, los puntajes del DFH pueden ser empleados
como un medio råpi do y fåcil de evaluar el nivel intelectual de un nifio
lesionado (påg. 226).
Se estableci6 que 8 de los 30 indicadores emocionales se dan mås a
menudo en los DFH de los lesionados cerebrales que en los sujetos de
control. Estos 8 indicadores emocionales son (Tabla 23):

Mala integraci6n de las partes de la figura (7 a 12 anos).


Grosera asimetria de las extremidades.
Inclinaci6n de Ia figura en 150 0 mås.
Transparencias (de. los 7 a los 12 aöos).
Omisi6n del cuerpo (desde los 6 afios).
Omisi6n del cuello (de los 10 a los 12 aios).

241
Figura pequefia: menos de 5 cm.
Manos cortadas.

Los seis primeros indicadores emocionales reflejan inmadurez,


escasa capacidad de integraci6n, impulsividad e inestabilidad, todo 10
cual es muy caracterfstico de muchos nifios LC. Los ültimos dos
indicadores emocionales parecen reflejar, sobre todo, el mal concepto
que tiene de sf el nifio LC y sus sentimientos de inadecuaci6n e
indefensi6n.
La presencia o ausencia de cualquiera de los item evolutivos e
indicadores emocionales que fueron asociados con lesi6n cerebral, no
puede ser considerada por sf sola como signo de disfunci6n cerebral,
ya que todos estos signos se dan hasta cierto punto en los dibujos de
los nifios no lesionados. Pero la presencia de varios de estos signos en
un protocolo puede ser considerada como indicaci6n de que puede
haber lesi6n cerebral. El test del dibujo de la figura humana nunca
deberfa ser empleado solo en un diagn6stico diferencial; deberfa
usarse como parte de una baterfa de pruebas psicolögicas. No se puede
o nunca se deberfa hacer un diagnöstico de lesi6n o de disfunci6n
cerebral sobre la base exclusiva de un DFH; sin embargo, este dibujo
puede ser empleado para apoyar un diagn6stico. La presencia de
varios item significativos en un DFH puede servir para complementar
otros datos psicolögicos, médicos y sociales.
La interpretaciön clinica de los DFH es la misma para los nifios LC
y los no lesionados. Aquéllos pueden revelar en el DFH sus actitudes
tan vividamente y de la misma manera que estos ültimos.

242
EMPLEO DEL DFH EN COMBINACION
CON OTRAS PRUEBAS PSICOLOGICAS

En varias ocasiones hemos sugerido (Koppitz, 1959, 1960, 1962) que la


utilidad del DFH como instrumento diagn6stico se incrementa mucho
cuando se 10 emplea en combinaci6n con el test de Bender o como parte
de una baterfa de pruebas psic016gicas. Los estudios que se incluyen a
continuaci6n tienen por objeto mostrar c6mo el DFH puede combinarse
con otras pruebas psic016gicas para efectuar el estudio (screening) de los
nifios que ingresan a la escuela primaria y como un medio para ayudar
a identificar a los alumnos con problemas emocionales y/o neur016gicos
que necesitan ser ubicados en grados especiales.

PREDICCION DE RENDIMIENTO ESCOLAR EN PRMER


GRADO POR DEL DFH Y EL TESTO DE BENDER
Tanto el test gueståltico visomotor de Bender* (Bender, 1938, 1946)
como el DFH son pruebas de papel y låp.iz que reflejan la maduraci6n
mental de los nifios. Sin embargo, difieren apreciablemente en algunos
aspectos y pueden complementarse mutuamente de un modo signifi-
cativo. El Bender mide primariamente el funcionamiento de la per-
cepci6n visomotora y s610 en menor medida es una prueba proyectiva.
El presente estudio fue disefiado para determinar en qué medida el
Bender y el DFH tomados conjuntamente pueden predecir el rendimien-
to escolar de los nifios que ingresan a la escuela primaria. Los sujetos
para este estudio fueron 128 nifios que concurrfan a Cinco secciones de
primer grado en Cinco escuelas distintas que representaban un corte
socioecon6mico transversal de la comunidad. La edad de los sujetos iba

* M. Koppitz, El test guestdltico visomotor para niftos, Ed. Guadalupe, la edic.,


Bs. As., 1972.

243
desde los 5 afios 9 meses hasta los 6 afios 11 meses. Ninguno de los nifios
repetfa el grado. Durante el primer mes de clase, un psic610go le
administrö Bender a cada nifio en forma individual. Pero realmente
el

no hay razones por las cuales este test no podrfa haber Sido tomado en
forma colectiva, como 10 demostraron Keogh y Smith (1961) y Ruckhaber
(1964). Los maestros respectivos tomaron colectivamente el DFH a sus
alumnos. A1 final del afio lectivo los mismos maestros les tomaron el test
Metropolitan de Rendimiento, Baterfa I Primaria, Forma R (Hildreth,
1946), siendo tabulado por psic610gos. Todos los protocolos del Bender
fueron tabulados por la autora aplicando el sistema Koppitz (1964) al
mismo tiempo que se verific6 la presencia de los ocho item excepcionales
para los seis afios (Apéndice B) y los seis indicadores emocionales que
estån relacionados con rendimiento escolar en primer grado (påg. 79).
Estos seis item son: figura inclinada, omisiön de la boca, del cuerpo, de
monstruo o figura grotesca y tres o mås figuras dibujadas
los brazos,
espontåneamente. Los ocho item excepcionales inclufan: fosas nasales,
dos labios, perfil, codo, rodilla, buena proporci6n, brazos correctamente
unidos al hombro y cuatro o mås prendas de ropa. Se estim6 que Ia
presencia de cualquiera de los item excepcionales en un DFH indicaba
inteligencia superior al promedio y que la presencia de cualquiera de los
seis indicadores emocionales reflejaba problemas emocionales que po-
dfan interferir con el rendimiento escolar.
Se dividiö a los sujetos en Cinco grupos segün los resultados que
obtuvieron en el Metropolitan. Todos aquellos con un puntaje de ren-
dimiento promedio de 2.8 0 mås fueron considerados alumnos sobresa-
que obtuvieron un nivel de rendimiento entre 2.4 y 2.7 fueron
lientes; los
denominados buenos alumnos; los que tenfan entre 1.8 y 2.3 fueron
llamados alumnospromedio; se estim6 como malo un resultado entre 1.5
y 1.7, mientras que un puntaje inferior a 1.4 fue considerado muy malo.
Los puntajes obtenidos en el Benderfueron divididos en Cinco categorfas:
Bueno (puntajes a mås ede una desviaci6n eståndar por debajo de la
media), Normal Alto (puntajes comprendidos entre la media y menos
una desviaciön eständar), Normal Bajo (puntajes comprendidos ente la
media y mås una desviaci6n eståndar), Malo (puntajes entre +1 y +2
desviaciones eståndar) y Muy Malo (puntajes a mås de dos desvia-
ciones eståndar por encima de la media). Los puntajes medios del
Bender y las desviaciones eståndar se obtuvieron de los datos nor-
mativos incluidos en El testguestältico visomotorpara niüos (Koppitz,
1964. Traducci6n espafiola: Buenos Aires, Editorial Guadalupe, 1968,
påg. 231). La tabla 24 muestra los puntajes de Bender para cada nivel
de edad en las Cinco categorfas empleadas en ésta y en las siguientes
investigaciones.

244
Tabla 24
Distribuci6n de los puntajes del Bender en los distintos niveles de edad

Puntajes del test de Bender

Nivel de Muy Normal Normal Muy


edad bueno Bueno alto bajo Malo malo

5 0-5 6-9 10-13 14-17 18-21 22 y mås


51/2 0-2 3-5 6-9 10-13 14-17 18 y mås
6 0-1 2-3 4-8 9-12 13-17 18 y mås
61/2 0 1-2 3-6 7-10 11-14 15 y mås
7 1 5-8 9-12 12 y més
71/2 0 1 5-8 9-11 12 y mås
8 0 0 1-3 8-11 12 y mås
81/2 0 0 0-2 3-5 6-9 10 y rnås
9 0 0-2 3-4 5 6y mås
91/2 0 0 0-1 2-3 6y mås
10 0 0 0-1 2-3 4-5 6y mås
101/2 0 0 0-1 2-3 4-5 6y mås

En el Cuadro 1muestran los resultados de este estudio. Se ha116


se
que, salvo excepciones, los alumnos sobresalientes y buenos tenfan en
el Bender como mfnimo, puntajes normales bajos, y en el DFH una

marcada ausencia de indicadores emocionales, presentando item


excepcionales. Es decir, la mayorfa de los alumnos buenos y sobresa-
lientes mostraba una capacidad mental superior al promedio (ftem
excepcionales en el DFH), ausencia de problemas emocionales (no
presentaban indicadores emocionales) y como mfnimo, una madurez
perceptual normal baja (puntaje normal bajo en el Bender).
Los alumnos promedio exhibfan patrones variados de respuesta a
Ios tests. Algunos mostraban una buena maduraci6n perceptual
(desempefio en el Bender superior al promedio), pero tenfan signos de
Problemas emocionales (indicadores emocionales en el DFH) que
parecfan interferir en el rendimiento. Otros presentaban puntajes
muy bajos en el Bender junto con item excepcionales en el DFH. Estos
pequefios aparentemente podfan superar o compensar la percepci6n
visomotora inmadura en la medida en que tenfan buena inteligencia
y no estaban afectados por serios problemas emocionales. Pero la
mayorfa de los alumnos de este grupo tenfan precisamente puntajes
Promedio en el Bender y no presentaban item excepcionales ni
indicadores emocionales en el DFH; aparentemente tenfan una capa-
cidad y maduraci6n visomotora normales.
La mayorfa de los alumnos malos y muy malos tenfan un desempe-
245
fio en el Bender inferior al promedio y exhibfan en el DFH uno o
de los indicadores emocionales que estån relacionados con el rendi_
miento escolar, no presentaban ningün item excepcional. En Otras
palabras, los nifios que fracasan en primer grado tienden a presentar
tanto inmadurez o disfunci6n visomotora como problemas emociona_
les. Generalmente no muestran una capacidad mental superior al

promedio.
Los resultados de este estudio muestran claramente que el Bender
y el DFH utilizados de manera combinada predicep mucho mejor el
rendimiento de los nifios que ingresan a la escuela que si se toma uno
solo de ellos. En general se puede predecir con bastante seguridad que
los nifios que ingresan a la escuela serån alumnos promedio o supe-
riores al término medio si muestran en el DFH un item excepcional,
ausencia de los seis indicadores emocionales significativos y como
mfnimo un puntaje normal bajo en el Bender. Los que presentan uno
o varios de los seis indicadores emocionales tienen posibilidades de ser
alumnos promedio, pero 10 mås probable es que estån en el rango
normal bajo. Los que presentan en el Bender un puntaje normal bap
o malo junto con uno de los seis indicadores emocionales en el DFH se
puede esperar que sean malos alumnos. Se ha116 que los que omiten
el cuerpo en sus dibujos o que realizan tres o més figuras espontå-
neamente, son malos alumnos, cualquiera que sea el puntaje obtenido
en el Bender.

PREDICCION DEL RENDIMIENTO ESCOLAR


DE LOS ALUMNOS DE SEGUNDO GRADO
Este estudio es una continuaci6n de la investigaci6n precedente y
constituye un intento de determinar si el rendimiento escolar en los
grados primarios puede ser pronosticado con mayor precisi6n cuando
se agrega un breve test verbal al DFH y el Bender. En la medida de 10
posible se emplearon para este estudio los mismos sujetos que en el
anterior. Sin embargo, algunos cambios fueron inevitables. Trece de
los alumnos malos y muy deficientes quedaron automåticamente
eliminados de este estudio, ya que repetfan primer grado. Otros doce
se habfan mudado o no estaban presentes cuando se administraron las
pruebas en segundo grado. En total se incluyeron 113 alumnos de
segundo grado. Las edades de los sujetos iban de 6 afios 9 meses a 7
afios 10 meses.
El procedimiento seguido en este estudio es el mismo que en el
anterior, salvo algunos•cambios menores. A todos los sujetos se les

246
torn6 el Bender y el DFH al comienzo del afio lectivo. Solamente que
ahora se computaron los seis item excepcionales que son vålidos para
10s nifios de siete afios (fosas nasales, dos labios, perfil, codo, rodilla y
buenas proporciones) y los siete indicadores emocionales que se rela-
cionan con rendimiento escolar en segundo grado (pobre integraci6n
de Ias partes, figura inclinada, omisi6n del cuerpo, omisi6n de la boca,
omisi6n de los brazos, monstruo o figura grotesca, tres o mås figuras
dibujadas espontåneamente). A la lista para alumnos de segundo
grado se le agreg6 pobre integraci6n de las partes, que no es vålido en
10s varones antes de los siete afios. Como tercer test se agreg6 el
subtest de Informaci6n del WISC, para tener alguna medida de la
capacidad verbal del sujeto. Un psic610go administrö individualmente
a cada nifio este test y el Bender. Se eligi6 el subtest de Informaci6n
porque se correlaciona bien con el CI Verbal total del WISC y es fåcil
y råpido tanto para administrar como para tabular. Se estim6 que
todos los sujetos que obtuvieron un puntaje bruto de 10 0 mås en el
subtest de Informaci6n tenfan una capacidad verbal superior al
promedio. Un puntaje bruto de 10 es equivalente a una edad de test
de ocho anos y medio, o sea un afio mayor que la edad promedio de los
alumnos de segundo grado.
A1 final del afio lectivo se administr6 nuevamente el test Metro-
politan de Rendimiento. Se consider6 que los nifios cuyo puntaje
promedio en elMetropolitan era de 3.8 0 mås, eran alumnos sobre-
salientes; los que obtuvieron entre 3.4 y 3.7 fueron incluidos en la
categorfa de buenos alumnos; a los comprendidos entre 2.8 y 3.3 se los
consider6 alumnos promedio; los que tenfan un rendimiento de 2.5 a
2.7 se los design6 alumnos malos, y muy malos a los que habfan ob-
tenido 2.4 0 menos.
Los resultados de este estudio se muestran en el Cuadro 2. Los
mismos no difieren de los obtenidos en el estudio anterior. La mayorfa
de los alumnos sobresalientes y buenos revelaron buena capacidad
verbal (10 0més puntos en Informaci6n) y/o inteligencia superior al
promedio (un item excepcional en el DFH); su desempefio en el Bender
era, como mfnimo, normal bajo, y con mayor frecuencia normal alto o
superior. Sus DFH tendfan a estar libres de indicadores emocionales,
mostrando asf que su rendimiento escolar no estaba interferido por
problemas emocionales.
Los alumnos promedio nuevamente exhibieron una gran variedad
de puntajes en el Bender. Algunos mostraron un rendimiento muy
deficiente, pero parecfan poder compensar su inamdurez en la per-
cepci6n visomotora en virtud de su buen nivel intelectual (un item
excepcional en el DFH) o su buena capacidad verbal (puntaje alto en

247
Puntajes de los tests de rendimiento, DFH y Bender
en 128 alumnos de F
grado

Puntajes obtenidos en el Bender


Nivel de Muy Normal Mormal
rendimiento malo Malo bajo alto Bueno

Sobresaliente

00000 bc3bbo 900


Bueno 00000 00000 27

69000 80000 66000


00000 00000 00000
Promedio
oo 00000 50

SSA
ooo S

RQCPO
A 3FÅ B
ROOO
Malo o bajo 13

20 0 0 QQQQQ
BM 3F SS M B B 3F
Muy malo
ROR
M ar 3F
16

29 46 37

Item excepcional en el DFH


AM Indicador emocional en el DFH asociado con bajo rendimiento

S: Figura inclinada
M: Omisi6n de la boca
B: Omisi6n del cuerpo
A: Omisi6n de brazos
G: Figura grotesca
3F: 3 figuras
el subtest de Informaci6n). La mayorfa de los alumnos de este grupo
no mostr6 ninguno de los siete indicadores emocionales en sus DFH.
Los alumnos malos y muy malos nuevamente mostraron una alta
incidencia de disfunci6n o inmadurez en la percepci6n visomotora
(puntaje normal bajo o malo en el Bender), asf como problemas
emocionales (indicadores emocionales en el DFH) con ausencia de
inteligencia superior al promedio (ningün item excepcional en el DFH)
o buena capacidad verbal (sin puntajes altos en el subtest de Informa-

ci6n). En los pocos casos en que los alumnos deficientes mostraron


buena capacidad verbal y puntajes promedio en el Bender, se trataba
de nifios cuyo nivel de rendimiento estaba disminuido por problemas
emocionales.
Los resultados de este estudio muestran claramente que los tres
tests combinados —el Bender, DFH y subtest de Informaci6n del
WISC— pueden predecir mejor el desempefio en segundo grado que si
se utiliza s610 uno o dos de ellos. El Bender puede predecir con bastante
exactitud que todos los n.ifios con desempefio normal alto o superior en
el mismo, muy probablemente van a tener un rendimiento promedio

o superior al promedio. Pero no es posible predecir en base a este test


solamente, cuål serå el rendimiento de los nifios que obtienen puntajes
inferiores al promedio en el Bender. Segün su inteligencia, capacidad
verbal y ajuste emocional, estos nifios pueden tener un rendimiento
desde sobresaliente hasta muy malo. Un puntaje malo o muy malo en
el Bender sugiere un desempefio escolar malo a menos que el nifio
pueda compensar sus deficiencias perceptuales por medio de una
buena capacidad verbal; en este caso su rendimiento puede ser normal
a pesar del puntaje obtenido en el Bender.
El DFH considerado aisladamente puede predecir que los nifios con
uno o mås item excepcionales tenderån como mfnimo a ser alumnos
promedio, y mås probablemente, se desempefiarån mejor que el
promedio. También permite predecir que los nifios que muestran en
su DFH uno de los siete indicadores emocionales que estån relacio-
nados con el rendimiento escolar, muy posiblemente serån alumnos
mediocres. Sin embargo, s610 31 nifios o sea, el 27% de los sujetos—
mostr6 en sus protocolos un item excepcional o alguno de los siete
indicadores emocionales. Esto significa que no fue posible a partir del
DFH hacer predicciones sobre el rendimiento del 73% de los sujetos de
segundo grado.
Un puntaje alto en el subtest de Informaci6n del WISC por sf solo

no puede predecir con cierta seguridad un rendimiento promedio o


superior al promedio en segundo grado. Pero esto no implica que los
nifios que no 10 obtuvieron vayan a ser necesariamente malos alum-

249
Puntajes de Ios test de rendimiento, DFH y Verbal
en 113 alumnos de grado

Puntajes obtenidos en el Bender


Nivel de Muy Normal Mormal
rendimiento malo Malo bajo alto Bueno

8886b 0000
Sobresaliente
29
boobo
00

Bueno
22

33000 cbbboo 3800


oo 00000 ooo
1

Promedio 30
o

11
Malo o bajo 9
O

Muy malo A S
URQOO
11
11
+000 s
0000
i s
23
poooo
s
o
1 21 42 38

Buen puntqje verbal


Item excepcional en el DFH
AM Indicador emocional en el DFH asociado con bajo rendimiento

I: Integraci6n
S:
Figura inclinada
M: Omisi6n de la boca
B: Omisi6n del cuerpo
A: Omisi6n de brazos
G: Figura p•otesca
3F: 3 figuras

250
nos. Los sujetos cuyo puntaje en Informaci6n no fue sobresaliente
exhibieron una amplia gama de puntajes de rendimiento, desde
excelente hasta muy malo.

pATRONES DE PUNTAJES OBTENIDOS EN LOS TESTS


POR LOS DERIVADOS A CLASES ESPECIALES
Cada vez en mayor nümero las escuelas püblicas estån creando
grados especiales para los nifios de inteligencia normal que no pueden
beneficiarse con la concurrencia a los grados comunes. Habitualmente
se trata de nifios que tienen serios problemas de aprendizaje y de
conducta debido a perturbaciones emocionales y/o dafio neurolögico.
Estos grados pueden ser denominados grados DE (Deficitarios Edu-
cacionales), grados PA (Problemas de Aprendizaje), grados DN (Dafio
Neur016gico), grados PE/LC (Perturbados Emocionales y/o Lesiona-
dos Cerebrales), o con cualquier Otro nombre. Son todos similares en
cuanto que ofrecen a nifios que no son débiles mentales (CI de 75 0
mås) la oportunidad de estar en clases poco numerosas con una
instrucciön individualizada adaptada a sus necesidades particulares
sin competencias ni presiones inadecuadas. Como estos grados es-
peciales son todavfa relativamente nuevos en la mayorfa de los
sistemas educativos oficiales, todavfa hace falta establecer un modo
de identificar a los nifios que se beneficiarfan mås con estas clases que
con los grados comunes.
El siguiente estudio fue efectuado como un aporte a la organizaci6n
de una baterfa de "despistaje" (screening) para la selecciön de los
alumnos de grados especiales. Nuestra hip6tesis era que los patrones
intertest de os nifios que se habfan beneficiado con la concurrencia a
grados especiales mostrarian el camino para el despistaje de los
candidatos potenciales para tales grados en el futuro. Los dos estudios
precedentes mostraron que los alumnos deficientes de los primeros y
segundos grados comunes tendfan a tener tanto disfunci6n perceptual
como problemas emocionales y ausencia de alto nivel intelectual. Por
definici6n, todos los alumnos de grados especiales son alumnos defi-
cientes y, por con siguiente, se puede esperar que muestren Ios mismos
problemas que los que estån en grados comunes, solo que mås
intensificados. Por esta raz6n, se decidi6 administrar a los alumnos de
las clases especiales el Bender como medida de su maduraciön
visomotriz, el DFH como indicador de su capacidad intelectual (item
excepcionales) y ajuste emocional (indicadores emocionales), y un test
verbal. El subtest de Informaci6n del WISC pudo discriminar los

251
buenos alumnos de segundo grado, pero no a los malos. Para el
presente estudio se necesitaba un test verbal que pusiera de mani_
fiesto las dificultades existentes en el {rea verbal. Se sabfa que
muchos alumnos de clases especiales padecfan algün grado de déficit
en la percepci6n auditiva; por 10 tanto, se decidi6 emplear el test de
Wepman de discriminaci6n auditiva (Wepman, 1958) como tercer
test.

Los sujetos para este estudio fueron 139 alumnos de escuelas


püblicas, de seis a diez afios, que fueron admitidos a los grados PE/LC
de la Junta de Servicios Educacionales Cooperativos en Yorktown
Heights, Nueva York (EE.UU.), entre el otofio de 1961 y la primavera
de 1965. Todos los sujetos de este estudio contaban supuestamente
con un "potencial intelectual normal"; su CI estaba entre 69 y 138. La
poblaci6n considerada comprendfa 22 nifios de seis afios; 35 de 7 afios;
34 de ocho; 27 de nueve, y 21 de diez afios. Todos los sujetos fueron
examinados por la autora dentro del primer mes de concurrencia al
grado especial tomåndoseles el Bender y el DFH. Desgraciadamente
se le administr6 el test de Wepman a s610 los dos tercios de los nifios.
Por consiguiente, los resultados con este test son incompletos.
Los protocolos del Bender fueron tabulados de acuerdo con el
sistema Koppitz y fueron agrupados como se indica en la Tabla 24. Se
verific6 en los DFH la presencia de los item excepcionales corres-
pondientes al nivel de edad de cada sujeto. También se computö en los
mismos la presencia de los 30 indicadores emocionales que discrimi-
nan los nifios con problemas emocionales de los bien adaptados
(Apéndice E). Se asumiö que los alumnos de grados especiales pade-
cerian una amplia variedad de problemas emocionales, no todos los
cuales estarfan relacionados con rendimiento escolar. Por 10 tanto en
este estudio se incluyeron todos los indicadores emocionales. El
Wepman fue tabulado de acuerdo con las instrucciones impresas.
Todos los nifios cuyo puntaje de error estaba un afio por debajo de su
nivel de edad cron016gica se considerö que tenfan una percepci6n
auditiva deficiente.
El cuadro 3 muestra el patr6n de desempefio en los tests para los
139 alumnos de grados especiales segün sus niveles de edad. Se
obtuvieron los siguientes resultados cuando cada uno de los tres tests
fue considerado separadamente para el total de los sujetos como
grupos:

252
Patrones de puntajes obtenidos en los tests
por los 139 alumnos de clases especiales

Puntajes obtenidos en el Bender

Edad de Muy Normal Mormal


los alumnos malo Malo bajo alto Bueno

6 afros 22

7 anos A1 ASIGi
RRO 35

RRRR?
3FIB3FAIA

RRR?
8 afios
RRRRR
ASAI
• 34

2RRRQ 0000
AM 11 S 1rws
27
9 afios

QQO
10 aios bRRRR RQQOO RRRRRIO
13 F GI1 S
21

47 38 39 14

O Percepci6n auditiva deficiente


Item excepcional en el DPH
Indicador emocional en el DPH

Indicadores emocionales asociados con bajo rendimiento escolar:

Integraci6n pobre
I:

Figura inclinada
S:
M: Omisi6n de la boca
B: Omisi6n del cuerpo
A: Omisi6n de brazos
G: Figura grotesca
3F: 3 figuras

253
Desempefio en el test Mm. de sujetos
1. Bender: percepci6n visomotora mala o muy mala 85 61
2. Bender: percepci6n visomotora inmadura o baja 39 29
3. Wepman: percepci6n auditiva deficiente
y 1 hipoacüstico)
(incluye 3 afåsicos 32 23
4. DFH: dos o mås de los 30 indicadores emocionales 93 70
5. DFH: un indicador emocional relacionado
con bajo rendimiento escolar 75 54

Cuando estos signos de problemas emocionales y perceptuales


fueron combinados, los resultados fueron los siguientes:

NÜm. de sujetos %
Percepci6n visomotora mala o inmadura y percepci6n
auditiva deficiente y problemas emocionales 21 15
Percepci6n visomotora mala o inmadura y percepci6n
auditiva deficiente
5
Percepci6n visomotora mala o inmadura y problemas emocionales 78 56
Percepci6n auditiva deficiente y problemas emocionales 1 1
S610 percepci6n visomotora mala o inmadura 18 13
S610 percepci6n auditiva deficiente 3 2
S610 problemas emocionales 5
Sin problemas perceptivos ni emocionales 4 3
Total 139 100

Esto significa que el rendimiento en los tests del 77% de los alumnos
de gfados especiales revelaba dos o mås signos de problemas per-
ceptuales y/o emocionales; 20% de los sujetos exhibi6 signos positivos
en por 10 menos uno de los tres tests empleados, mientras que s610 3%
o sea 4 de los 139 casos no mostr6 ningün indicador significativo de
disfunci6n perceptual o perturbaci6n emocional.
Doce de los sujetos dibujaron item excepcionales en sus DFH. Estö
no es sorprendente ya que muchos de los alumnos de grados especiales
eran de inteligencia normal alta o superior. Sin embargo todos los
nifios inteligentes —salvo una excepci6n— con item excepcionales en
sus dibujos, mostraron también signos de disfunci6n perceptual y/o
problemas emocionales. Debido a esto, no podfan progresar satisfac-
toriamente en la escuela a pesar de su buena capacidad mental. Asf,
el buen potencial intelectual por sf solo no es suficiente para asegurar
un buen rendimiento académico. Se requiere la ausencia de proble-
mas perceptuales y perturbaciones emocionales, o la capacidad para
superarlos, para que el nifio pueda comenzar a rendir de äcuerdo con
su potencial.
Los resultados de este estudio muestran que la mayorfa de 10s
alumnos de grados especiales sufren mültiples problemas. Algunos
educadores y clfnicos todavfa son partidarios de que los nifios emocio-

254
nalmente perturbados y los lesionados cerebrales sean separados en
grados diferentes. Sin embargo cualquier separaci6n de este tipo es
arbitraria como mfnimo, ya que la mayorfa de los alumnos de grados
especiales exhiben simultåneamente dafios neur016gicos y problemas
emocionales en distinto grado. A menudo es diffcil establecer cuåndo
termina una y comienza el Otro. La autora propugna enérgicamente
que los alumnos de clases especiales sean agrupados de acuerdo con
su edad, estatura, nivel de maduraci6n y sobre todo, de acuerdo con su
funcionamiento mental y social, y no de acuerdo con etiquetas diag-
n6sticas. Este estudio muestra que el DFH utilizado juntamente con
el Bender y el Wepman puede ser valioso en el proceso de despistaje

de candidatos para grados especiales y su homogeneizaciön.

255
APLICACION PRACTICA DE LOS
DESCUBRIMIENTOS DE LOS DFH

En los capftulos precedentes se exploraron y trataron distintos aspec-


tos del test DFH en forma separada. Los dibujos de nifios de Cinco a
doce afios de edad, fueron examinados en cuanto a Item Evolutivos e
Indicadores Emocionales, fueron analizados en busca de implicacio-
nes clfnicas y signos de lesiön cerebral, y fueron combinados con otros
tests para el examen de principiantes escolares y alumnos de clases
especiales. Se intentarå ahora integrar todos estos descubrimientos y
de aplicarlos a los DFH individuales de pequefios que fueron vistos
para evaluaci6n psic016gica por la autora en la clfnica de orientaci6n
infantil o en una escuela. Los nifios elegidos para esta exposici6n son
considerados mås bien casos tfpicos de la clase de pequefios que son
vistos, normalmente, por psicölogos clfnicos o escolares. Se tratarå en
detalle la historia clinica y los DFH de cada nifio para demostrar el
amplio alcance de utilidad de los dibujos, asf como sus limitaciones. Se
verå que los DFH brindan informaciön sobre la capacidad mental de
los nifios y de sus relaciones 'interpersonales en grado variable;
algunos dibujos son mucho mås reveladores que otros.

Caso 1: JoAnn, 6 afios

JoAnn (Ilustraciön 103) fue trafda a la clinica de orientaci6n in-


fantil por su madre, que se quejaba de que la nifia era enurética,
inquieta, hiperlocuaz, muy carprichosa y dominante. JoAnn hacfa
s610 10que querfa y le daban rabietas cuando no se salfa con la suya.
Se supo que los padres de JoAnn estaban separados y que la nifiita y
Su madre vivfan con los abuelos. JoAnn, qüe asistfa al jardin de
infantes, también era rebelde en la escuela. Su conducta y su trabajo
eran menos que satisfactorios, aunque parecfa ser de inteligencia por

257
10 menos normal. Cuando JoAnn fue entrevistada por primera vez en
y 2 meses. Era una nifia muy atractiva, bien
la clfnica tenfa 6 afios
desarrollada y de cabello ondulado, que parecfa ansiosa por obtener
atenci6n y el visto bueno de los demås. Parecfa estar c6moda y hablaba
libremente. JoAnn cooper6 mucho durante la sesi6n diagnostica. De
buena gana realiz6 el DFH (de la nustraciön 103) y convers6 espon_
tåneamente mientras dibujaba: "Esta es una adolescente, yo quiero
ser una adolescente, no quiero ser mås una nifiita".
El siguiente es un anålisis detallado del DFH de JoAnn de Ia
Ilustraciön 103:

Item Esperadosy Excepcionales (Apéndice B). El dibujo revela todos


los item esperados para nifias de seis afios, y también dos de los item
excepcionales: dos labios y cuatro o mås prendas de vestir (blusa,
falda, medias y zapatos). Asf es que el puntaje del DFH de JoAnn es
-0+2+5=7. Esto indica que es muy probable que tenga una inteligencia
normal alta o superior (Apéndice C). Esta hipötesis fue confirmada
cuando JoAnn obtuvo, posteriormente en la sesi6n, CI Total de 120 en
el WISC. Su CI Verbal fue de 119, y el de Ejecuci6n, fue de 115.

Indicadores Emocionales (Apéndice F). El dibujo de JoAnn muestra


solo un Indicador Emocional: transparencia (en las mangas y en los
pies). El tipo de transparencia exhibido en la Ilustraciön 103 es tfpico
de nifios inmaduros con pensamiento concreto, y no indica ninguna
ansiedad o perturbaci6n especffica. La presencia de un solo Indicador
Emocional en un DFH no es concluyente (pig. 70) y no puede ser
considerada un signo de psicopatologfa.

Rendimiento escolar (påg. 79). JoAnn no dibuj6 ninguno de los


Indicadores Emocionales que estån relacionados con bajo rendimiento
escolar en primer grado.Como aparenta ser de inteligencia superior
alpromedio, como se demostr6 por los Item Excepcionales de su DFH,
y no parece tener ninguna perturbaci6n emocional seria, se predice
que serå una alumna normal o, probablemente, superior a 10 normal,
en primer grado.

Signos orgdnicos en el DFH (Apéndice G). No hay nada en el DFH de


JoAnn que sugiera lesi6n cerebral. Sölo un item que apareci6 mås a
menudo en los dibujos de nifios con deterioro neur016gico, apareci6 en el
DFH de JoAnn: laomisi6n de las manos. Sin embargo, es comün en nifios
de 6 afios, dibujar s610 las manos o los dedos, de modo que este item por
sf mismo no puede ser considerado significativo para un diagn6stico.

258
Interpretaciön clinica del DFH. JoAnn hizo una adolescente en su
dibujo, indicando con eso que no estaba satisfecha con su situaci6n
pasada, ni con la presente. Querfa escapar de su casa y de su situaci6n
dependiente y desvalida. Querfa crecer. "No quiero ser més nifiita", dijo.
Para JoAnn, ser una nifiita no le brin daba ninguna satisfacci6n se puede
;

suponer, por 10 tanto, que sus necesidades no eran satisfechas en su casa


y que su relaci6n con sus padres y abuelos no era buena.
La man era en que dibuj6 la Ilustraciön 103 refleja la impulsividad,
determinaciön y actitudes de JoAnn. El gran tamafio de su dibujo
puede ser resultado de su inmadurez y expansividad, pero también
puede expresar su deseo de ser grande. La nifia del dibujo es tan
grande que un brazo y parte de la falda estån cortados por el borde del
papel. Hasta casi parece como si la figura estuviera demasiado
confinada en la pågina y desbordara fuera de las restricciones im-
puestas por los limites del papel, de la misma manera que JoAnn en
Ia Vida real, se estaba rebelando contra las restricciones que sufrfa. La
amplia boca de la figura, podrfa ser considerada por algunos clfnicos,
como un signo de necesidades orales, que no habfan Sido satisfechas,
pero también puede ser un signo de que estaba consciente y preocu-
pada por su hiperlocuacidad. JoAnn era una que expresaba verbal-
mente gran parte de su desaffo y rebeli6n. Su conversaci6n constante
la ponfa en muchas dificultades en la casa y en la escuela. Los largos
dedos de la figura también sugieren agresividad.

Resumen del anålisis del DFH de la Ilustraciön 103. A partir del


dibujo surgi6 la hip6tesis que JoAnn era una nifia de nivel intelectual
normal alto o superior sin indicaciones de deterioro neur016gico o
serias perturbaciones emocionales. Sin embargo, JoAnn parecfa no
estar satisfecha con el estado de las cosas en su casa y se hallaba en
activa rebeli6n contra las figuras de autoridad. Deseaba escapar de su
vfnculo de dependencia infantil y querfa ser adulta, libre e indepen-
diente. Parecfa expresar mucho de su desaffo verbalmente. JoAnn
tenia el potencial para ser una buena alumna de primer grado.
En una entrevista posterior con la madre, se supo que JoAnn tenfa
motivos para estar descontenta con su situaciön en casa, y para
rebelarse contra los adultos de su ambiente. Su padre la habfa
abandonado; su madre era completamente frfa y la rechazaba; y sus
abuelos eran coercitivos y demasiado restrictivos. La madre y los
abuelos no estaban de acuerdo en c6mo tratar. a JoAnn, y ésta usaba
dicho conflicto para enfrentar a unos con otros y desafiarlos a todos.
A1 mismo tiempo, afioraba afecto y reconocimiento, como se mostr6 en
la entevista diagn6stica. Pero no habfa nadie en su hogar que pudiera

259
ofrecerle apoyo y aceptaci6n cålida, por eso JoAnn registraba su
infelicidad e insatisfacci6n en su conducta rebelde. Claramente, el
problema estaba en las relaciones familiares y no en JoAnn como tal.
Se hicieron arreglos para que la madre y la abuela se hicieran
entrevistas peri6dicas de orientaci6n. Se las ayud6 a ponerse de
acuerdo en c6mo tratar a JoAnn. Se le dio a la nifia mås libertad y
responsabilidad dentro de lfmites precisos. Se la trat6 con respeto,
como a un ser humano inteligente e independiente, que a su vez, debfa
amoldarse a las reglas de la familia. En un tiempo relativamente
corto, JoAnn respondi6 a las acciones firmes y coherentes de su madre
y abuela y cambi6 su actitud y conducta; dej6 de mojar la cama y
cooperaba mås en la escuela y en la casa. Parecfa mås feliz, y su trabajo
escolar mejor6 notablemente. Como consecuencia, su madre pudo
admitir que, ahora, por primera vez podia disfrutar de su hija.

Caso 2: Jake, 7 afios

Jake era uno de esos pequefios desdichados que son excepcional-


mente altos y pesados pero extremadamente inmaduros social y
emocionalmente. Jake tenfa considerables dificultades en el primer
grado. No podia cumplir 6rdenes ni leer ni comprender conceptos
numéricos. Era un nifio tenso y ansioso, con muy breves lapsos de
atenci6n y muy inquieto. En la escuela, se consideraba que Jake tenfa
una influencia perturbadora; alborotaba a los otros nifios, yendo de un
lado a Otro, gritando y fastidiåndolos. La directora de la escuela y la
maestra, enviaron a la madre de Jake a la clinica de orientaci6n
infantilen busca de ayuda. Esta sigui6 la sugerencia porque por su
parte también tenia considerables problemas con Jake en casa. Jake
peleaba continuamente con su hermana menor, exhibfa muchos
temores, daba trabajo para comer, Iloraba fåcilmente y mojaba la
cama.
Cuando concurri6 a la clinica de orientaci6n infantil, tenfa 7 afios
y 2 meses. Era tfmido y tenso, pero cooperaba mucho. Parecfa ser un
nifio de 8 afios, mientras que su conducta era mås como la de uno de
seis. Cuando se le pidi6 que hiciera un DFH, Jake realiz6 el dibujo de
la Ilustraciön 104. Dibuj6 dos figuras, "una nifia y un nifio", pero no
quiso hablar sobre su DFH, y como se mostraba ansioso respecto a este
punto, no se hizo ningün esfuerzo para inyestigar mås en el significado
del dibujo, el que habla por sf solo.
El siguiente es un anålisis detallado del DFH de Jake de la
Ilustraciön 104:

260
Items Esperadosy Excepcionales (Apéndice B). Jake dibuj6 dos figuras
que difieren mucho entre sf. Para el puntaje de los Item Esperados y
Excepcionales, se eligi6 la mås adecuada de las dos figuras, para
reflejar el nivel måximo de capacidad mental de Jake en ese momento.
Como la figura de la nifia es mås completa que la del var6n, se hizo el
puntaje sobre la primera. La misma no mostraba ninguno de los Item
Excepcionales y revelaba la ausencia de un Item Esperado (dos
dimensiones en los brazos). El puntaje del DFH es por 10 tanto
-1+0+5=4. Esto significaba que Jake tenfa probablemente un nivel
intelectual entre normal bajo y normal (Apéndice C), 10 que concuerda
con el CI de 86 por ciento en el WISC.

Indicadores Emocionales (Apéndice F). A1 analizar un dibujo con


més de una figura en cuanto a Indicadores Emocionales, parece 16gico
elegir para tabular, la figura que revela mås signos emocionales y
preocupaciones. Por esta raz6n, la figura del var6n fue elegida para
verificar la presencia de Indicadores Emocionales. Se dieron dos:
omisi6n del cuerpo y brazos cortos. La presencia de dos Indicadores
Emocionales en un dibujo es considerada un signo de problemas
emocionales (påg. 70). Como la figura de Ia nifia tiene cuerpo mientras
que el var6n no, debe concluirse que esta omisi6n es un signo de
angustia de castraci6n. Los brazos cortos reflejan retraimiento e
indefensi6n.

Rendimiento escolar. El DFH de Jake muestra la omisi6n del cuerpo


en la figura del var6n. Este Indicador Emocional en particular, se asocia
con un rendimiento pobre en el primer grado (Tabla 17). Ademås de
problemas emocionales, Jake también parecfa tener deficiencias en la
percepci6n visomotora, ya que su actuaciön en el test de Bender fue muy
pobre. En vista de sus dificultades emocionales y perceptuales, se predijo
que Jake mostrarfa escaso progreso escolar (påg. 246).

Signos orgånicos en el DFH (Apéndice G). Se eligi6 la mejor de las


dos figuras, es decir, el dibujo de la nifia, para computar los signos de
organicidad. Se consider6 esencial elegir para este anålisis, el dibujo
que reflejara mejor el potencial mental de Jake. El dibujo de la hifia
mostraba seis item que habfan Sido encontrados significativamente,
mås a menudo en los DFH de nifios con lesi6n cerebral. Estos seis item
eran: omisi6n del cuello, brazos esquemåticös, brazos horizontales,
brazos no unidos a los hombros, piernas esquemåticas y menos de dos
prendas de vestir. Sobre la base de estos datos, no se puede descartar
Ia posibilidad de lesi6n cerebral y requiere mås exploraci6n. A esto se
261
agregaba hecho de que el protocolo del Bender también moströ a
el

varios indicadores que sugerfan dafio neur016gico.

Interpretaciön clinica del DFH. Jake dibuj6 "una nifia y un nifio".


Se puede suponer que estas figuras representan a su hermana y a él.
Como dibuj6 primero a la nifia y mås grande que el var6n, surgi6 la
hip6tesis de que gran parte de la ansiedad y preocupaciön de Jake se
centraban en su finica hermana, que tenfa 5 afios. Jake dibuj6 la figura
de su hermana completa, con un cuerpo pero omiti6 el cuerpo de su
propio dibujo: se cree, por 10 tanto, que Jake sufrfa de intensa angustia
de castraci6n que estaba probablemente asociada con el nacimiento de
su hermana, de alguna manera. La figura del nifio fue dibujada con
una boca grande y abierta, como si estuviera pidiendo ayuda a gritos.
Los brazos cortos sugieren timidez e incapacidad para comunicarse.
La ubicaci6n del nifio en la hoja, indica que él estå "en el aire" en
comparacion con su hermana que estå ubicada mås cerca del borde
inferior del papel y que parece tener una base ligeramente mås
segura.

Resumen del andlisis del DFH de la Ilustraciön 104. Del DFH de la


Ilustraciön 104, se concluy6 que Jake era un nifio desdichado y
emocionalmente perturbado, de nivel intelectual normal bajo a nor-
mal, que parecfa sufrir de intensa angustia de castraci6n y rivalidad
fraterna. Habfa motivo para predecir que el rendimiento escolar de
Jake seria pobre, ya que mostraba problemas emocionales y percepti-
vos y carecfa de capacidad mental sobresaliente que 10 podrfa haber
ayudado a superar estas dificultades. El DFH sugerfa que Jake podia
estar sufriendo de lesiön cerebral; sin embargo, esta hip6tesis necesi-
taba ser confirmada por otros tests y por su historia médica y vital-
evolutiva.
Por la historia social se supo que Jake habfa tenido un nacimiento
traumåtico y que el proceso de aprender a hablar y a caminar habfa
Sido inusualmente lento. A los 3 afios se cay6 de cabeza y sufriö una
conmoci6n. Cuando Jake tenia 4 afios, su madre —inmadura, coer-
citiva y punitiva— 10 encontr6 explorando el cuerpo de su hermanita.
Jake fue severamente golpeado en esta ocasi6n. En una entrevista
posterior, la madre pudo relacionar el temor de Jake, su angustia
corporal y su enuresis con este h echo. Jake hacfa mucho alboroto para
comer. Generalmente, era un nifio tranquilo y retrafdo, pero también
tenfa rabietas, especialmente cuando su hermana se le interponfa en
su camino. Tanto la historia evolutiva como la médica y social, indican
deterioro neur016gico y perturbaci6n emocional. Este diagn6stico fue

262
confirmado, con posterioridad, por un psiquiatra infantil, que coinci-
di6 con las impresiones extrafdas del DFH.

Caso 3: Craig, 7 afios

Craig fue enviado al psic610go escolar para que éste ayudara a


determinar en qué clase debfa ser ubicado. Craig asistfa a primer
grado, pero era incapaz de hacer ninguna tarea y también tenia
dificultades para conformarse a la rutina del aula o para participar en
actividades de grupo. Cuando fue visto por la autora para evaluaci6n,
Craig tenia 7 afios y 2 meses. Se mostraba muy cooperador y ansioso
por complacer, aunque parec.fa estar un poco confundido y perplejo y
buscaba constantemente que la psic610ga 10 tranquilizara y apoyara.
Parecfa disfrutar de la entrevista y de la atenci6n que se le estaba
dedicando. Era completamente ignorante de sus errores y de su pobre
actuaci6n en los tests. Craig era bien desarrollado, atractivo y amis-
toso. Su lenguaje era inmaduro y se not6 que tenfa una fuerte
tendencia a perseverar. Todas las veces que recibia elmfnimo estf-
mulo o elogio por una respuesta o acci6n, la repetfa una y Otra vez
hasta que era parado.
El DFH de Craig aparece en la Ilustraciön 105, El siguiente es un
anålisis de dicho DFH:

Item Esperados y Excepcionales (Apéndice B). Craig dibuj6 Cinco


figuras en su DFH. Se eligi6 la ültima para ser tabulada, ya que es
mucho mejor que las otras cuatro. Esta figura, en el ångulo inferior
izquierdo, no exhibe ninguno de los Item Excepcionales y omite Cinco
de los Item Esperados (nariz, boca, cuerpo, pies, y brazos bidimensio-
nales). Es decir que el puntaje del DFH de Craig es -5+0+5=0 y sugiere
(Apéndice C) que Craig es, muy probablemente, un nifio mentalmente
retardado.

Indicadores Emocionales (Apéndice F). La pequefia figura en el

ångulo inferior izquierdo, fue también elegida para el c6mputo de


Indicadores Emocionales especfficos. Esta figura era la ünica casi
completa, pero aun asf, bastante inadecuada. El DFH muestra seis
Indicadores Emocionales: integraci6n pobre de las partes, figura
pequefia, omisi6n de la nariz, de la boca, dél cuerpo, y tres o mås
figuras dibujadas espontåneamente. Un nümero tan amplio de Indi-
cadores Emocionales se da casi exclusivamente, en los DFH de nifios
con serios problemas emocionales; por 10 tanto se postu16 la hip6tesis
263
de que Craig era un nifio emocionalmente perturbado. Los Indicado_
res Emocionales indican que Craig era un pequefio muy inmaduro,
pobremente integrado, inseguro, impulsivo, que tenia una fuerte
tendencia a preservar y dificultades para comunicarse con Otros.

Rendimiento Escolar. El DFH de Craig contenfa tres de los Indica-


dores Emocionales (omisi6n de la boca, omisi6n del cuerpo, y tres o
figuras dibujadas espontåneamente) que estån especfficamente aso-
ciados con bajo rendimiento en primer grado (Tabla 17). Esto s610
indicarfa que todavfa no estaba preparado para el primer grado.
Aparte de eso, el DFH de Craig sugiere deficiencia mental y pertur-
baci6n emocional, mientras que el Bender, reflejaba su grave déficit en
percepci6n visomotora, todo 10 cual indicaba que era muy improbable
que Craig pudiera beneficiarse, en ese momento, de la asistencia a
primer grado.

Signos orgånicos en el DFH (Apéndice G). El dibujo de Craig con-


tiene un total de diez item que se dieron significativamente mås a
menudo en los DFH de varones con lesi6n cerebral. Estos diez item
son: omisi6n de las pupilas, del cuello, brazos esquemåticos, brazos
horizontales, falla en la uni6n de los brazos al hombro, nümero
incorrecto de dedos, piernas esquemåticas, falta de prendas de vestir,
pobre integraci6n de las partes, y figura pequefia. Ajuzgar por el DFH,
hay una gran probabilidad de que Craig fuera un nifio con lesi6n
cerebral. Su actuaciön en el Bender, también indicaba dafio neuro-

lögico.

Interpretaciön clinica del DFH. Lallustraciön 105 en general, sugiere


que Craig era un nifio tfmido, muy inmaduro y pobremente integrado y
pobremente integrado, que estaba buscando a tientas para encontrarse
a sf mismo como individuo. Es interesante que cada una de las Cinco
figuras de la hoja difiera de las otras. En cada una agreg6 un poquito mås
que en la anterior. En la quinta y ültima figura, Craig dibuj6 una cabeza
con brazos y piernas, pero omiti6 la nariz, la boca y el cabello. Pareciera
que Craig podia concentrarse solo en un rasgo de la figura por vez; no se
vela a sf mismo como una persona entera integrada. Los Ojos grandes y
vacfos de las figuras miran al mundo de una manera vaga y sin ver; la
omisi6n de la nariz y la pequefiez de la figura sugieren inseguridad y
retraimiento; la omisi6n de la boca en tres de la Cinco figuras refleja la
dificultad de Craig para comunicarse con otros. El dibujo indica que
Craig era todavfa una "no persona", un ser humano incompleto que
necesitaba mucho apoyo y nutrici6n.

264
Resumen del andlisis del DFH de la ilustraciön 105. El DFH de
Craig Ileva a suponer que era un nifio mentalmente retardado, con
lesi6n cerebral y problemas emocionales, que de ninguna manera
estaba preparado para el trabajo escolar formal. Parecfa estar bas-
tante mal ubicado en primer grado.
La hip6tesis expresada arriba fue corroborada por otras pruebas
psicolögicas y la informaci6n obtenida del legajo de Craig. Se supo que
éstehabfa pasado la mayor parte de su afio de jardfn de infantes en el
hospital con un tumor cerebral y que habfa Sido intervenido quirürgi-
camente a causa de él. El historial clfnico indicaba que Craig era
probablemente de inteligencia normal antes de la aparici6n del tumor.
Cuando se le administr6 el WISC, obtuvo un CI Verbal de 72, un CI de
Ejecuci6n de menos de 44, y un CI total de 55. Habfa una considerable
dispersi6n de puntajes en el WISC. La mayorfa de los puntajes
obtenidos en los subtests estaban en el nivel deficiente, pero el puntaje
ponderado del subtest de Comprensi6n fue 11, o normal, confirmando
con ello la afirmaciön de que Craig probablemente habfa Sido de
inteligencia normal antes de su enfermedad cerebral. Parecfa que
habfa retenido el sentido comün, la capacidad de razonamiento
cotidiano que tenfa con anterioridad, mientras que los procesos
mentales superiores de conceptualizaci6n, memoria y percepci6n
habfan resultado afectados y se habfan deteriorado. No habfa duda de
que Craig h abfa sufrido un considerable dafio cerebral como resultado
de su operaciön y de que en este momento estaba funcionando a nivel
de debilidad mental. No era posible predecir si con el tiempo podrfa
recobrar su capacidad mental anterior, y en caso afirmativo, en qué
proporci6n. Era obvio que, en este momento, no correspondfa a una
clase de primer grado.
La maestra de Craig informö que su falta de discernim.iento y su
incapacidad para cumplir 6rdenes 10 convertfan en una especie de
extrafio entre sus compafieros. Como Craig era un nifio tranquilo y
nada amenazador, no molestaban; 10 toleraban de buen modo 0 10
10

ignoraban. No 10 inclufan en sus juegos. Se describi6 a Craig como un


nifio solitario, constantemente en busca de la atenci6n de los adultos;
querfa complacer pero no sabfa c6mo. En la escuela enfrentaba
frustraciones y fracasos constantes que s610 aumentaban su insegu-
ridad e intranquilidad. En vista de su DFH, todos los resultados de
Otros testsy su historia médica y social, se recomend6 que fuera
transferido auna clase para nifios retardados educables, donde sus
necesidades fueran mejor atendidas y donde no se le pidiera hacer
tareas que él no podia hacer.

265
Caso 4: Hubert, 8 afios

Hubert fue trafdo a la clinica de orientaci6n por su aturdida madre


debido a serios problemas de conducta y aprendizaje. Se nos inform6
que Hubert era un nifiode mal caråcter; muy agresivo algunos dfas y
retrafdo en Otros momentos. Nunca completaba sus deberes en la
escuela y la relaci6n con sus compafieros era siempre pobre. Habfa
repetido primer grado y ahora estå fracasando en segundo.
Cuando fue visto para evaluaci6n psic016gica tenfa 8 afiosy 2 meses.
Era mås bien pequefio para su edad, pero bien arreglado y obviamente
bien cuidado. Tenia una expresi6n vaga en su cara y daba la impresiön
de ser un nifio muy triste, ansioso y desorganizado. Respondi6 todas
las preguntas que se le hicieron con sf o no. No ofreci6 comentarios
espontåneos y parecfa tener dificultades para concentrarse y cumplir
6rdenes. La Ilustraciön 106 muestra el DFH que Hubert hizo a pedido
de la autora. El anälisis de dicho DFH viene a continuaci6n:

Item Esperados y Excepcionales (Apéndice B). Hubert dibuj6 un


Item Excepcional (ventanas de la nariz) y omitiö dos de los Item
Esperados (pi es y dos dimensiones en las piernas). Su puntaje de DFH
es, por 10 tanto, -2+1+5=4, 10 que indica que su nivel mental estå
probablemente entre normal bajo y normal (Apéndice C).

Indicadores Emocionales (Apéndice F) El dibujo de la Ilustraciön


106 muestra tres Indicadores Emocionales (integraci6n pobre de las
partes, figura grande y mano grande). Tres Indicadores Emocionales
son generalmente un signo de serias dificultades emocionales. Los
Indicadores Emocionales especfficos dibujados, sugieren que Hubert
tenfa una personalidad poco integradajunto a una tendencia hacia la
expansividad y agresividad abierta.

Rendimiento escolar. La presencia de tres Indicadores Emocionales


en el DFH revela que Hubert tenia problemas emocionales. Uno de

estos Indicadores Emocionales (integraciön pobre las partes) estå


especialmente relacionada a rendimiento pobre en segundo grado
(Tabla 17). La actuaciön de Hubert en el Bender mostraba que
también tenia percepci6n visomotora pobre. Habitualmente la combi-
naci6n de problemas emocionales y perceptivos interfiere con el
progreso académico y sugiere fuertemente problemas de aprendizaje,
a pesar de la inteligencia normal o casi normal.

266
Signos orgånicos en el DFH (Apéndice G). El DFH de la Ilustraci6n
106 muestra seis signos que aparecieron significativamente mås a
menudo en los dibujos de varones de 8 afios con lesi6n cerebral. Estos
signos son: omisi6n de las pupilas, brazos horizontales, brazos unidos
alcuerpo incorrectamente, piernas esquemåticas, s610 una prenda de
vestir e integraci6npobre de las partes. En vista del gran nümero de
signos orgånicos en este dibujo no se podia descartar la posibilidad de
una disfunci6n cortical y parecfa indicado realizar exåmenes com-
plementarios para verificarlo.

Interpretaciön clinica. El DFH de Hubert resulta bastante grotesco,


aunque no hay indicaci6n de que intentara hacer una figura grotesca o
un monstruo. Mås bien creemos que el dibujo de Hubert refleja un estado
mental desorganizado y c6mo se siente respecto de sf mismo. El detalle
mås llamativo de este DFH es el tratamiento de la cabeza, que no estå
claramente separada del cuerpo; es simplemente una extensi6n del
cuerpo y termina en un punto. Este tipo de dibujo no es muy comün y ha
Sido encontrado s610 en los DFH de nifios muy perturbados, desorga-
nizados y esquizoides, con intensos sentimientos de inadecuaci6n
mental.La cabeza en punta parece estar emparentada con la cabeza
diminuta y revela que Hubert se vefa a sf mismo como un ser mental-
mente inadecuado y sin cerebro. Parecfa estar regido por sus impulsos
que habfan desbordado sus controles intelectuales. También muestra
mucha inseguridad el dibujo de las piernas cortas y débiles y la omisi6n
de los pies. Las piernas apenas tienen el tamafio y la fuerza suficiente
para soportar el cuerpo macizo de la figura. Los brazos representan un
contraste bastante grande con las piernas, son enormes y sugieren una
agresividad manifiesta considerable. Los Ojos son simples hendiduras.
Es como si estuviera cegado por Ia brillante luz del dia y no estuviera
dispuesto a enfrentarla. A1 igual que las pupilas que se contraen cuando
la luz es demasiado fuerte, Hubert parece contraerse y retraerse de un
medio abrumador. Asf es c6mo el DFH de Hubert contiene, al mismo
tiempo, signos de agresividad y retraimiento.

Resumen del anålisis del DFHde La Ilüstraciön 106. Del dibujo de


Hubert se infiere que era un nifio seriamente perturbado, muy
inseguro e impulsivo, con un nivel intelectual de normal bajo a normal,
que intelectualmente se sentfa muy inadecuado y que no podia con el
mundo que 10 rodeaba. Parecfa ser ambivalente en sus actitudes,
puesto que exhibfa signos de retraimiento y agresividad abierta a la
vez. La calidad del dibujo mostraba capacidad integradora muy pobre

267
y posible desorganizaciön de la personalidad y deterioro neur016gico.
Se predijo que su rendimiento escolar serfa pobre.
Las impresiones obtenidas del DFH fueron confirmadas por 10s
registros social y clfnico de Hubert. El nifio estaba tan perturbado en
el momento de hacer la prueba, que el puntaje de CI obtenido entonces
no puede ser considerado como vålido. Su puntaje en la Escala
Stanford-Binet fue s610 70. Una semana después, se le administr6 el
Raven. En este test, obtuvo un CI de 81. Nuestra impresi6n es que el
verdadero CI de Hubert estaba probablemente alrededor de 80 0 el
rango normal bajo.
Los padres manifestaron que habfan adoptado a Hubert cuando
tenfa alrededor de diez meses, luego de haber Sido encontrado aban-
donado en una playa de estacionamiento. En ese momento habfa
evidenciado muchos signos de haber sufrido falta de cuidados y de
privaciön, y estaba seriamente desnutrido. Los padres adoptivos eran
cålidos y estables, le proporcionaron a Hubert un hogar confortable y
le ofrecieron muchas ventajas culturales y sociales. Los padres adop-
tivos eran gente religiosa muy devota, que crefan firmemente que el
amor y la plegaria podfan sobreponer todos los malos efectos de la Vida
temprana de Hubert. Este siempre habfa Sido pequefio para su edad,
pero después de un afio de cuidado amoroso y tierno, parecfa ser un
nifio feliz y normal. Sin embargo, cuando comenz6 la escuela se hizo
obvio que no podia defenderse bien de los otros nifios del vecindario.
El promedio de CI de los alumnos de la escuela a la que asistfa Hubert
era bastante superior al promedio. Por mås que se esforzara no podia
cumplir con las demandas de la escuela. A pesar de que no mostraba
evidencia médica de lesi6n cerebral y un EEG negativo, su conducta
y sus dificultades de aprendizaje sugerfan deterioro neur016gico. Es
bastante posible que las serias carencias sufridas en sus primeras
semanas de Vida, hubieran dejado como secuela cierta disfunci6n
cortical permanente. Hubert era un nifio bueno que querfa complacer
a sus padres, pero que no podia triunfar en la escuela. A medida que
crecfan sus frustraciones se habfa vuelto més y mås agresivo y
perturbado. Era evidente que Hubert estaba muy mal ubicado en esa
escuela, donde se esperaba de él mucho rnås de 10 que podia realizar.
Se recomend6 terapia de juego y su traslado a una clase especial para
nifios con problemas emocionales o a una escuela privada con menores
exigencias académicas.

268
Caso 5: Juan, 9 afios

La maestra envi6 a Juan al psic610go escolar porque estaba perpleja


por su conducta y querfa ayuda para entender al nifio. Juan parecfa
ser de inteligencia normal, pero no podia aprender a leer y parecfa
tener dificultades para retener 10 poco que aprendfa. Habfa Sido
retenido en el jardfn de infantes por ser mucho mås pequefio e
inmaduro que sus compafieros en ese momento. Ahora estaba en
tercer grado y aün era pequefio para su edad e inmaduro; su lenguaje
era infantile No presentaba problemas de conducta pero se fatigaba
fåcilmente y a veces era caprichoso. Era diffcil mantener su atenci6n.
Tenfa 9 afios y 6 meses cuando fue visto por la psic610ga. Era sumiso
pero no cooperaba. S610 hablaba en respuesta a preguntas directas y
no ofrecfa voluntariamente Otra informaci6n salvo que no le gustaba
la escuela. Su DFH aparece en la Ilustraciön 107. El anålisis de este
DFH se da a continuaci6n:

Item Esperados y Excepcionales (Apéndice B). El dibujo de Juan


revela todos los Item Esperados y uno de los Item Excepcionales (fosas
DFH es, por 10 tanto, -0+1+5=6, e indica que
nasales). El puntaje de su
probablemente Juan sea de inteligencia normal a superior (Apéndice
o.

Indicadores Emocionales (Apéndice F). El dibujo de la Ilustraciön


107 exhibe tres Indicadores Emocionales (Ojos bizcos, dientes y brazos
pegados al cuerpo) que sugieren que Juan tiene serios problemas
emocionales. Es interesante tener en cuenta que los tres Indicadores
Emocionales reflejan tendencias conflictivas. Los Ojos bizcos y los
dientes revelan actitudes hostiles y agresivas, mien tras que los brazos
pegados al cuerpo muestran autocontrol rfgido y dificultad en hacer
contacto con los demås.

Rendimiento escolar. No es posible predecir el rendimiento escolar


de un nifio s610 por su DFH (påg. 78). Pero cuando el DFH estå
combinado con otros tests, adquiere capacidad predictiva. Las res-
puestas de Juan al test de DFH, el Bender y el test de discriminaci6n
auditiva de Wepman, revelan un patr6n que es similar al de los
alumnos de clases especiales (ver Figura 3). El DFH muestra que Juan
tiene inteligencia adecuada pero que sufre perturbaciones emociona-
les; su actuaci6n en el Bender y el Wepman de Discriminaci6n

Auditiva reflejan mal funcionamiento perceptual. La combinaci6n de


problemas emocionales y perceptivos es muy probable que interfiera
269
con el rendimiento escolar independientemente de la capacidad
tal del nifio (påg. 257).

Signos orgånicos en DFH (Apéndice G). El DFH de Juan


tra tres signos que se dieron significativamente mås a menudo en 10s
dibujos de varones con lesi6n cerebral: omisi6n del cuello, nümero
incorrecto de dedos de la mano y menos de cuatro prendas de vestir.
Por consiguiente, la posibilidad de deterioro neurolögico no puede ser
descartada y se recomend6 una mayor exploraci6n al respecto.

Interpretaciön clinica del DFH. Juan dijo de su dibujo: "Un hombre,


trabaja; tiene 30 afios". Esta es una descripci6n y no un relato; por 10
tanto, el dibujo no constituye un deseo. El hombre que Juan dibuj6
representa, probablemente, su padre, indicando con esto que su
principal preocupaci6n y ansiedad estån concentrados en su padre. La
manera en que la figura fue dibujada revela las propias actitudes de
Juan. Los dientes y los Ojos bizcos muestran rabia y hostilidad
considerables, probablemente dirigidas al padre. Juan era un nifio
pequefio y frågil que no se podia levantar y pelear aun en el caso que
10 quisiera, por eso, en cambio, trataba de controlar sus impulsos
hostiles como 10 demustran •los brazos rfgidamente pegados al cuerpo.
Las orejas grandes pueden reflejar la incomodidad de Juan por no
poder entender siempre 10 que los demås estån diciendo, debido a su
percepci6n auditiva pobre. El dibujo del bolsillo grande y el trata-
miento del pie derecho del DFH sugieren que Juan puede haber
buscado alivio para sus tensiones en la masturbaci6n.

Resumen del andlisis del DFH de la ilustraciön 107. El dibujo de


Juan sugiere que era un nifio de inteligencia normal a superior con
serios problemas emocionales. Parecfa estar sufriendo considerable
rabia y hostilidad, aparentemente dirigida hacia su padre, pero que no
podia expresar abiertamente. Le resultaba diffcil relacionarse con
Otros y probablemente buscaba alivio para su ansiedad en la mas-
turbaci6n: El DFH también sugerfa la posibilidad de disfunci6n
neur016gica. Esta hip6tesis fue confirmada por la pobre actuaci6n de
Juan en el Bender y en el Test de Wepman. En vista de todos estos
signos de dificultades emocionales y perceptivas, se predijo que Juan
mostrarfa escaso progreso académico a pesar de su buena inteligencia.
La informaci6n recogida a través de otros tests y de la historia social
confrrmaron las impresiones obtenidas de su DFH de la Ilustraciön
107. A la edad de 7 afios, el CI Total en el WISC habfa Sido 103 0
normal. Un .CI (WISC) mås reciente era s610 de 90. Esto indica que
270
Juan tenfa en realidad potencial mental normal, pero que sus proble-
mas emocionales y perceptivos estaban interfiriendo con su funciona-
miento intelectual y su rendimiento escolar. Se supo que la madre de
Juan era débil e ineficaz, mientras que su padre era bastante auto-
ritario y punitivo. El padre echaba la culpa del bajo rendimiento
escolar de Juan a su "haraganerfa" y trataba de forzarlo para que
anduviera mejor. La madre inform6 que Juan era caprichoso y hurafio
en Ia casa; no se rebelaba abiertamente contra el padre, pero en una
ocasi6n tuvo una rabieta y Otra vez prendi6 fuego a la casa. El
desarrollo temprano lento y la persistente inmadurez, sefialaban
deterioro neur016gico, pero no se contaba con resultados de un EEG o
de un examen neur016gico; por 10 tanto, no fue posible confirmar o
rechazar la hip6tesis de una posible lesi6n cerebral.

Caso 6: Mary, 9 afios

Mary tenfa una historia de epilepsia. Habfa sufrido numerosos


ataques diarios de Petit Mal hasta hacfa un afio, cuando habfa Sido
posible controlarlos con la ayuda de medicaci6n. Durante muchos
meses raramente habfa tenido mås de un ataque diario, a 10 sumo dos.
Sus padres se alarmaron cuando mostr6 nuevamente un marcado
aumento en el mimero de ataques di arios y cuando rompfa en lågrimas
a la minima provocaci6n. Parecfa estar preocupada y triste. El médico
de la familia envi6 a la nifia a la clinica de orientaci6n infantil para una
consulta.
Mary fue vista para evaluaci6n por la autora en la clinica. En esa
época tenfa 9 afios y 5 meses. Parecfa estar un poco indefinida, pero se
mostraba muy amistosa, cooperativa y conservadora. Mary realiz6 el
DFH de la Ilustraciön 108, cuyo anålisis incluimos a continuaci6n:

Item Esperados y Excepcionales (Apéndice B). El dibujo de Mary no


contiene ninguno de los Item Excepcionales y omite cuatro de los Item
Esperados para nifias de 9 afios nariz, brazos, brazos bidimensionales
:

y cabello. El puntaje de su DFH es -4+0+5=1 y sugiere (Apéndice C)


que Mary era débil mental y/o estaba tan seriamente perturbada que
estaba funcionando en ese nivel.

Indicadores Emocionales (Apéndice F). La Ilustraciön 108 exhibe


Cinco Indicadores Emocionales: tran sparencia, piernas juntas, nubes,
omisi6n de la nariz y omisi6n de los brazos, dejando entrever que Mary
tenfa serios problemas emocionales. Los Indicadores Emocionales

271
presentes en el DFH sugieren retraimiento, indefensi6n, ansiedad
agudä y culpa, y un sentimiento de severa presi6n (desde arriba).

Rendimiento escolar. El DFH s610 no es un buen predictor del


rendimiento escolar para nifias de 9 afios, pero considerado junto con
Otros tests, puede hacerse el pron6stico. Las respuestas de Mary en el
DFH y en el Bender, son bastante similares a las de alumnos de clases
especiales (Figura 3). En su DFH Mary reve16 retraso mental y/o
serios problemas emocionales. Su actuaci6n en el Bender indicaba una
seria disfunci6n en la percepci6n visomotora también. Las pautas
combinadas de los tests sugerfan que Mary tendrfa un bajo rendi-
miento escolar (påg. 245).

Signos organicos en 10s DFH G). El DFH de Mary mues-


tra s610 uno de los signos orgånicos para nifias de 9 afios: menos de
cuatro prendas de vestir. La calidad del dibujo es pobre y sugiere
coordinaciön muscular fina deficiente; las Ifneas de las piernas y pies
se enciman, pero esto no puede, en realidad, ser marcado como pobre
integraci6n de las partes. El dibujo no es concluyente para el diag-
nöstico de lesi6n cerebral. No es posible hacer generalizaciones res-
pecto a dibujos de nifios epilépticos a partir del DFH de Mary. No se
encontr6 nada escrito relacionado con dibujos de nifios con ataques
Gran Mal y Petit Mal, y la experiencia de la autora en este aspecto es
limitada. Uno s610 puede especular si estos pequefios, como grupo,
tienden a revelar los signos orgånicos "tfpicos" en sus DFH o no.

Interpretaciön clinica del DFH. El DFH indica considerable ansie-


dad de parte de Mary. La figura del dibuj o. fue descripta por Mary como
una nifia". Para el observador casual, esta figura parece un nifio; sin
embargo, Mary afirm6 especfficamente que era una nifia. Esto sefiala
el peligro de determinar el sexo de una figura en un dibujo sin inquirir
en la intenciön del nifio. Actualmente, el uso de pantalones es comün
para nifios y nifias, y tanto los unos como los otros Ilevan el cabello
largo o corto. Es a menudo diffcil separar los sexos sobre la base desu
apariencia tanto en la Vida real como en los dibujos.
La nifia en el DFH de Mary estå caminando bajo una nube negra y
un sol negro espesamente sombreado. Pareciera que la nifia estuviera
flotando indefensa en el aire sin apoyo seguro. Parece estar inm6vil,
puesto que sus piernas estän apretadasjuntas y„no puede caminar; no
puede Ilegar a otros, ya que carece de brazos; se ha retirado en sf
misma y ha "refrenado" la nariz, incapaz de avanzar. La nifia de Ia
Ilustraciön 108 aparece constrefiida y helada, con una sonrisa tonta
272
en Ia cara, metida en un mundo amenazador. En su dibujo, Mary
expresa el sentimiento de estar bajo mucha presi6n por parte de
figuras de autoridad en casa y/o la escuela (las nubes y el sol negros).
Parece sentirse culpable por su bajo rendimiento (omisi6n de los
brazos) y le gustarfa retraerse en vista de las demandas abrumadoras
que pesan sobre ella; le gustarfa volver a un afio o dos atrås, cuando
se esperaba menos de ella. Dijo que la nifia del DFH tenfa s610 8 afios,
mientras que Mary, en realidad, tenfa 9 y medio.
Dijo de su DFH: "Es una nifia, de 8 afios, caminando. Va a la casa
de sus amigos. Su madre le dijo que podia ir. Ella es feliz cuando puede
jugar y jugar". Mary indic6 claramente su ansiedad y desdicha con
respecto a su condici6n y su deseo de escapar del trabajo fuerte e irse
a jugar. Parece buscar simpatfa y apoyo en sus compafieros; siendo
una nifia buena anhelaba el permiso de su madre parajugar en vez de
tener que trabajar.

Resumen del andlisis del DFHde la Ilustraciön 108. Del dibujo de


Mary se concluy6 que, probablemente, era una débil mental con serios
problemas emocionales. O bien que estaba tan perturbada que estaba
funcionando en un nivel oligofrénico. Mary parecfa sentirse abru-
mada por las exigencias provenientes de figuras de autoridad en su
casa o en la escuela, o en ambos lados. Mostraba signos de intensa
angustia y culpa y despleg6 en el dibujo un deseo de retraerse de la
situaci6n en la que se encontraba en el presente. De los resultados de
su DFH y del Bender se infiri6 que tendrfa considerable dificultad en
la escuela y que no se podia esperar que actuara a nivel del grado
correspondiente.
Basåndose en el DFH de Mary surgi6 la hipötesis de que ella se sentfa
bajo considerable presi6n de su medio ambiente y que el aumento de
ataques de Petit Mal podrfa ser una respuesta directa a la tensi6n
indebida que sentfa. En el WISC, Mary obtuvo un CI Verbal de 70, un CI
de Ejecuci6n de 64 y un CI Total de 64. Por 10 tanto, se recomend6 que
los padres solicitaran a la escuela que transfiriera a Mary de una clase
regular a una clase de aprendizaje lento o a una clase para oligofrénicos
educables. También se les pidi6 a los padres que redujeran sus expec-
tativas con respecto a Mary. Pocos dfas después que se realizara la
mencionada transferencia, Mary parecfa muy aliviada y era, una vez
mås, una nifia alegre. El nümero de ataques diarios disminuy6 nueva-
mente a la frecuencia anterior y Mary rara vez Iloraba.

273
Caso 7: Roger, 10 afios

Roger fue enviado al psic610go escolar por su conducta perturbado-


ra en el aula. La madre inform6 que estaba constantemente tratando

de atraer la atenci6n; decfa grandes mentiras, tomaba cosas de 10s


otros nifios, era impulsivo y mostraba controles internos pobres. A
Roger no le gustaba que 10 corrigi eran y Iloraba cuando tenfa que hacer
un trabajo nuevo. Sus deberes estaban generalmente hechos sin
cuidado, y la mayor parte del tiempo estaba "enla luna": fantaseaba
en voz alta y se movfa ruidosamente.
Cuando 10 vi, Roger tenfa 10 afios y 9 meses. Era alto, atractivo, pero
pobremente coordinado. Se relacionö fåcilmente con la examinadora
y se mostr6 muy cooperativo. Parecfa disfrutar de la atenci6n que
estaba recibiendo y trataba de agradar. Pero su periodo de atenci6n
era breve y estaba sujeto a cambios de humor que oscilaban entre
'hestallidos de entusiasmo y retraimiento enojado. Cuando se le pidi6
que hiciera un DFH, Roger realiz6 la gran figura de lallustraciön 109,
cuyo anålisis va a continuaci6n:

Item Esperados y Excepcionales (Apéndice B). La Ilustraciön 109


revela un Item Excepcional (rodillas), mientras que dos de los Item
Esperados para varones de 10 afios (cuello y brazos hacia abajo) estån
ausentes. El puntaje del DFH es, por 10 tanto, -2+1+5=4 e indica que
Roger tiene un nivel intelectual entre normal bajo y normal (Apéndice

Indicadores Emocionales (Apéndice F). El DFH de Roger muestra


cuatro de los Indicadores Emocionales (figura grande, dientes, brazos
cortos y omisi6n del cuello), con 10 que refleja la presencia de pro-
blemas emocionales. Los cuatro Indicadores Emocionales dibujados
sugieren que que Roger era un nifio impulsivo, con actitudes hostiles
que era incapaz de actuar (act out) abiertamente.

Rendimiento escolar. El rendimiento escolar de varones de 10 afios


no se puede predecir a partir del DFH solamente; sin embargo cuando
los dibujos estån combinados con otros tests tienen valor predictivo. EI
potencial intelectual de Roger parecfa estar dentro de 10 normal (item
excepcional en el DFH); sin embargo, la presencia de perturbaciones
emocionales (Indicadores Emocionales en el DFH) y la disfunci6n en
la percepci6n visomotora (puntaje bajo en el Bender) pueden interferir
en su ren dimiento académico (påg. 245). Se propuso la hip6tesis de que
Roger serfa un alumno de bajo rendimiento escolar.
274
Signos orgånicos en el DFH (Apéndice G). El dibujo de Roger en la
més a menudo en
Ilustraci6n 109 exhibe seis signos que aparecieron
10s DFHde varones con lesi6n cerebral: omisi6n de las pupilas,
omisi6n del cuello, brazos horizontales, brazos unidos incorrecta-
mente al cuerpo, mlmero incorrecto de dedos y menos de cuatro
prendas de vestir. En vista de la relativamente alta incidencia de
signos orgånicos en el DFH la posibilidad de deterioro neur016gico
debe ser considerada y justifica una investigaci6n mås exhaustiva.

DFH. Mientras dibujaba la figura de la


Interpretaciön clinica del
Ilustraciön 109, Roger coment6: "Es un general... estå loco... la
caballerfa de los Estados Unidos... en el fuerte bajando las escaleras...
ataque de los indios... él comanda el ejército... los Ileva a la victoria...
jes el héroe!" Este dibujo muestra claramente que Roger, que habfa
experimentado muchos fracasos y frustraciones en la escuela y en la
Vida real, buscaba satisfacci6n en la fantasia. El dibujo y la narraci6n
representan un deseo. En su imaginaci6n, Roger se vefa a sf mismo
como una persona de importancia y poder, como un general enojado y
victorioso. Roger parece estar diciendo en su dibujo: "Estoy loco y
enojado con los indios Ghermanos y compafieros?) que me atacan y me
la hacen pasar mal. Les haré la guerra y les mostraré quién soy
realmente. Los venceré. Soy un héroe".
La man era en que estå dibujado el general refleja los sentimientos
de Roger hacia sf mismo y hacia otros. Se vefa a sf mismo (correcta-
mente) grande y torpe. La boca enorme con la feroz hilera de dientes
del dibujo, y las manos relativamente grandes revelan sus actitudes
agresivas y hostiles hacia los demås, pero los brazos cortos y regor-
detes sugieren que es incapaz de conectarse con los demås y de actuar
(act out) su hostilidad y rabia. La omisi6n del cuello y la fusiön de la
cabeza con el inmenso cuerpo de la figura muestran que Roger estå
abrumado por sus impulsos y carece de fuerte control cortical sobre
sus acciones y pensamientos. La expansividad y el pobre control
interior estån también reflejados en el tamafio de la figura y en la
deficiente diferenciaci6n de sus detalles y partes.

Resumen del anålisis del DFH de la Ilustraciön 109. Del DFH se


concluy6 que Roger era un nifio muy impulsivo y pobremente con-
trolado de inteligencia normal baja a normal, que tenfa problemas
emocionales y sufrfa también muy probablemente de deterioro neuro-
Esta ültima hip6tesis fue confirmada por su pobre actuaci6n en
16gico.
el En vista de los abundantes indicadores de problemas
bender.
emocionales en el dibujo y su pobre desempefio en el Bender, se predijo
275
que tendrfa considerable dificultad con su rendimiento escolar. Roger
parecfa tener un concepto muy pobre de si mismo. Tenfa mucha
hostilidad y rabia que, evidentemente, no podia expresar abierta-
mente; en cambio, parecfa encontrar alivio y satisfacci6n en fantasfas
en que se realizaban sus deseos y narraciones imaginativas en las que
él era el héroe conquistador.
Cuando se le administr6 el WISC obtuvo un CI Verbal de 99, un CI
de Ejecuci6n de 97 y un CI total de 98, confirmando con ello Ia
conclusi6n del DFH de que tenfa inteligencia normal. Roger daba Ia
impresi6n de ser muy inseguro y de desear desesperadamente ser
aceptado y reconocido. Se supo que era el menor de seis hermanos. Era
el ünico var6n en la familia, y como tal era a menudo objeto de bromas

y regenteado por sus Cinco hermanas mayores que, por su parte, eran
mås competentes. El padre y la madre, con frecuencia 10 comparaban
desfavorablemente con sus hermanas, todas las cuales eran alumnas
sobresalientes en la escuela. Roger no sobresalfa en nada, con la
posible excepciön de inventar historias y sofiar despierto.
Desgraciadamente, en la escuela no se sabfa nada acerca de la
temprana infancia y desarrollo de Roger, excepto que habfa tenido
varias enfermedades serias. La hip6tesis de lesi6n cerebral no pudo
ser confirmada, ya que no se contaba con informes médicos. Pero su
conducta y sus respuestas en los tests psicolögicos dejaron poca duda
de que Roger padecfa de alguna clase de difusi6n cortical, ademås de
sus dificultades emocionales. Se recomend6, por 10 tanto, que fuera
tratado en la escuela como si fuera un lesionado cerebral con pro-
blemas perceptuales y emocionales, aunque no se contaba con un
diagn6stico oficial. Ademås, se recomend6 que se le hiciera a Roger un
examen neur016gico y un EEG.

Caso 8: Susan, 10 aios

Susan era conocida en la clinica de orientaci6n infantil desde hacfa


varios afios.Cuando tenfa 7 afios, habfa concurrido para terapia de
juego. En ese momento, habfa mostrado muchos signos de perturba-
ciones emocionales, asf como evidencia de leve retraso. Cuando tenfa
8 afios, su conducta habfa mejorado notablemente y parecfa andar
bastante bien en una clase de aprendizaje lento. El tratamiento en la
Ahora Susan habfa alcanzado
clinica fue, por 10 tanto, interrumpido.
la pre-adolescencia y habfa mostrado marcados estados de mal humor
y estallidos de agresividad y obstinado negativismo. Tanto su madre
como su maestra la encontraban a veces extremadamente diffcil de

276
tratar. Cuando Susan tenfa 10 afiosy 9 meses, su madre renovö el
contacto con la clinica y solicit6 una reevaluaciön de su hija.
Susan fue literalmente arrastrada a la clinica por su madre. Una
vez allf, se mostr6 muy
renuente a acompafiar a la autora a su
consultorio. Después de una firme pero suave persuasi6n, entr6 a la
oficina arrastrando los pies y se dej6 caer pesadamente en una Silla.
Mir6 con rabia a la examinadora, coloc6 su mandl%ula en forma
desafiante y se neg6 a decir una palabra. Luego se colocö de mal humor
frente a la pared en blanco e hizo saber que no iba a cooperar. Estaba
completamente negativista y no querfa saber nada con la entrevis-
tadora hasta que ésta le pidiö que hiciera un DFH. Con bastante mala
gana, satisfizo este pedido y realiz6 el dibujo de la Ilustraciön 110 a.
Cuando se le solicit6 que comentara su dibujo no respondi6. La
psic610ga procedi6 a adivinar a quién podrfa representar esa figura,
pero Susan no contest6 hasta que se le preguntö: "iEres tü?" A1 punto
respondi6 abruptamente: "No soy yo", y se neg6 a articular Otra
palabra. Dadas estas circuntancias parecfa no tener sentido tratar de
seguir examinando a Susan. Después de explicar a la niöa el prop6sito
de su visita a la clinica y la funci6n de los tests, la sesi6n fue
interrumpida.
Una semana mås tarde, Susan concurriö nuevamente a la clinica.
Esta vez parecfa estar de mejor humor; se mostr6 cooperativa y
conversadora. Una vez mås se le pidi6 que hiciera un DFH. Su segundo
dibujo aparece en la Ilustraciön 110 b. Las similitudes y el contraste
entre los dibujos de la Ilustraciön 110 son llamativos. El siguiente es
un anälisis de los mismos:

Item Esperados y Excepcionales (Apéndice B). La Ilustraciön 110 a


no revela Item Excepcionales y muestra la ausencia de tres Items
esperados (boca, cuello y brazos hacia abajo). El puntaje del DFH para
este dibujo es, por 10 tanto, -3+0+5=2 e indica que Susan es de
inteligencia fronteriza con un CI entre 60 y 80. La Ilustracicön 110 b
es idéntica a la Ilustraciön 110 a, excepto que la boca estä presente en
este dibujo, de modo que el puntaje de este DFH es -2+0+5=3. Este
puntaje implica que Susan tiene probablemente un nivel intelectual
normal bajo con un CI entre 70 y 90. Se desprende, por 10 tanto, que
ambas ilustaciones sugieren que el CI de Susan estå entre 70 y 80
(Apéndice C).
En el WISC Susan obtuvo de hecho, un Total de 77, con un Cl
Verbal de 84 y un CI de Ejecuci6n de 74. Por consiguiente, los puntajes
de los dos DFH de Susan la ubicaban correctamente en el rango de
capacidad mental, aun cuando el puntaje de la nustraciön 110 a es-

277
taba disminuido por la actitud negativa de Susan. Parece que 10s
rasgos båsicos y esenciales de sus dibujos no fueron grandemente
alterados por su estado emocional temporario.

Indicadores Emocionales (Apéndice F). Lallustraciön 110 a exhibe


tres Indicadores Emocionales (ausencia de boca, ausencia de cuello y
brazos largos) y una fuerte tendencia a un cuarto Indicador Emocional
(manos grandes). Aunque las manos no son 10 suficiente largas para
ser marcadas como "manos grandes" (tendrfan que ser tan grandes
como la cara), son excepcionalmente grandes y reflejan con claridad
actitudes agresivas. La Ilustraciön 110 b revela los mismos Indica-
dores Emocionales que la Ilustraciön 110 a, con la excepci6n de Ia
omisi6n de la boca. Por el nümero y clase de Indicadores Emocionales
en ambos dibujos, se puede concluir que Susan tiene problemas
emocionales, es impulsiva y abiertamente agresiva, pudiendo Ilegar a
ser bastante negativista.

Rendimiento escolar. La omisi6n de la boca se habfa relacionado con


rendimiento escolar pobre en los grados inferiores (Tabla 17). Este
indicador parece mostrar que cualquier pequefio que es tan negati-
vista al punto de no hablar y no cooperar, es probable que tenga un
ren dimiento bajo en la escuela. Lo mismo es aplicable a nifios mayores
con fuertes tendencias negativistas que omiten la boca en sus DFH.
Parecfa seguro que su resistencia a cooperar interfiriera también en
su progreso escolar. Mås allå de eso, Susan reve16 signos de pertur-
baciones emocion ales en su DFH (dos o mås Indicadores Emocionales)
y mostr6 todas las indicaciones de modestas dotes mentales. Su
actuaci6n en el Bender fue también pobrfsima y se sospech6 que su
percepci6n auditiva estaba deteriorada. Todos estos factores juntos
sugieren que Susan estaba bien ubicada en una clase especial de
aprendizaje lento y que no se podia esperar que realizara las tareas
escolares de acuerdo con su edad (pig. 246).

Signos orgånicos en el DFH (Apéndice G). Susan exhibi6 cuatro


signos en su DFH que se han dado, significativamente, mås a menudo
en los dibuos de nifios de 10 anos con lesi6n cerebral. Estos son:
omisi6n del cuello, brazos hacia abajo, brazos unidos incorrectamente
al cuerpo y falta de detalle de ropas. Debido a la presencia de estos

signos, no se puede descartar la posibilidad de deterioro neur016gico


y se recomend6 efectuar pruebas complementarias.

278
Interpretaciön clinica del DFH. Susan expres6 que el primer dibuj o no
Su segundo dibujo fue espontåneamente designa-
Ia representaba a ella.
do como "Mi hermana Sally. Tiene seis afios y pelo rubio ondulado. No
se parece a mf'. A través de este dibujo Susan reve16 claramente la
intensa rivalidad con su hermana menor, que era rnås atractiva que ella.
A1 enfatizar que su hermana, de ondulada cabellera, "no se parece a mf',
Susan mostraba que estaba dolorosamente consciente de su falta de
atractivos y de su cabello duro, lacio y de color rat6n. El concepto que
tenfa de sf misma era extremadamente pobre. Las manos inmensas y los
brazos largos de las figuras reflejan su agresividad y actitudes hostiles,
mientras que la ausencia del cuello revela su impulsividad y controles
La ubicaci6n de los dibujos en el papel, mås aün,
interiores deficientes.
sugiere que estaba "en el aire" y que carecfa de base segura y de
estabilidad emocional. La omisi6n de la boca es, por supuesto, un signo
de extremo negativismo y una negativa a comunicarse con otros. Esto,
a su vez, refleja sus pobres relaciones interpersonales.

Resumen del anå.lisis del DFHde la Ilustraciön 110. De los dos DFH
de Susan se infiri6 que tenia. inteligencia borderline o normal baja.
Parecfa ser una nifia agresiva, hostil, impulsiva y negativista con un
mal concepto de sf misma. Aparentemente experimentaba una inten-
sa rivalidad con su hermana menor. Sus dibujos no son incompatibles
con un diagnostico de lesi6n cerebral. En vista de su aparente capa-
cidad mental limitada, sus problemas emocionales y deficiente fun-
cion amien to perceptual (como 10 mostr6 en el Bender y en el Wepman),
se puede predecir que Susan tendrå considerables dificultades con su
rendimiento escolar. No se puede esperar que ande bien con otras
nifias de10 afios de inteligencia normal.
El legajo de la clinica de orientaci6n consignaba que Susan habfa
Sido una beba normal nacida a término, que habfa sufrido dos ataques
de neumonfa con fiebre alta y convulsiones en su temprana infancia,
los que podfan haber provocado deterioro neur016gico. Su desarrollo
en todas las {reas habia Sido lento. A los 7 afios, su EEG habfa Sido
anormal y habfasele diagnosticado lesi6n cerebral. También se des-
cubri6 que Susan estaba constantemente peleando con su hermana
mås atractiva y capaz, la cual era, indisputablemente, la
De este modo se confirmaron con el historial de
favorita de la familia.
Susan, las impresiones obtenidas de los DFH. Se concluy6 que Susan
estaba bien ubicada en la clase de aprendizaje lento, pero que podia
mejorar con un perfodo de terapia de apoyo en la clfnica.

279
Caso 9: Cathy, 11 afios

Cathy siempre habfa Sido una buena alumna en la escuela. Gene-


ralmente estaba tranquila y alegre, y era muy querida por sus
compafieros y maestros. Pero ahora que estaba en sexto grado, parecfa
haber cambiado. De pronto se retrajo de los demås, parecfa preocupada
y pasaba la mayor parte del tiempo en ensofiaciones diurnas. Descuid6
sus deberes y sus notas bajaron. Las maestras estaban preocupadas por
Cathy y la enviaron al psic610go escolar para descubrir qué era 10 que
estaba problematizåndola.
Cuando Cathy fue vista por la autora, se mostr6 tfmida y un poco
ausente, pero muy cooperativa. De buen gana cumpli6 con el pedido de
hacer un DFH. Su dibujo aparece en la Ilustraciön 111, y el siguiente es
un anålisis de dicho dibujo:

Item Esperados y Excepcionales (Apéndice B). El dibujo de Cathy no


revela ninguno de los Item Excepcionales y no omite ninguno de los Item
Esperados para nifias de 11 afios. El puntaje de sus DFH es, por 10 tanto,
5, e indica que era probablemente de inteligencia normal a normal alta

(Apéndice C).

Indicadores Emocionales (Apéndice F). El DFH de la Ilustraciön 111


muestra sölo un Indicador Emocional, "figura inclinada". Un solo In-
dicador Emocional no puede, necesariamente, ser considerado un signo
de psicopatologfa o seria perturbaciön emocional (påg. 70). La figura
inclinada sugiere que Cathy estaba un poco fuera de equilibrio y muy
insegura de misma, pero no indica, por sf sola, que fuera una nifia con
sf

serios problemas emocionales.

Signos orgånicos en el DFH (Apéndice G). El dibujo de Cathy exhibfa


s610 un signo que habfa aparecido significativamente mås a menudo en
los DFH de nifios con lesiones cerebrales. Este item era la figura
inclinada. Por un solo signo en un DFH no es posible fundamentar la
hip6tesis de la presencia o ausencia de deterioro neurolögico en un nifio.

Interpretaciön clinica del DFH. Los rasgos mås sobresalientes del


DFH de Cathy son la posici6n de las manosy de la omisi6n de pantalones.
Mientras dibujaba Cathy coment6 que el var6n de la Ilustraciön 111
"tiene alrededor de 6 afios, estå yendo al bafio". El hecho que dibujara un
nifio sugiere que estaba preocupada con un nifio o con nifios. Como Cathy
no tenfa un hermanito se propuso la hip6tesis de que estaba interesada
en los varones como tales mås que en uno en particular. El nifio de esta

280
ilustraci6n tiene 6 afios, pero parece mayor. La edad de la figura refleja
el propio deseo de Cathy de retornar a una edad cuando ella era mås
pequefia y no se tenia que preocupar por los varones o un deseo que los
varones tuvieran s610 6 afios, una edad en la que no son ni amenazadores
ni perturbadores.
Cathy afirm6 que el nifio de su dibujo estaba "yendo al bafio",
justificando la ausencia de pantalon es y la posici6n de las manos. El nifio
del dibujo estå protegiendo cuidadosamente su pene, y con este gesto,
atrayendo la atenci6n a su regi6n genital. El dibujo sugiere que Cathy,
unafloreciente adolescente, estaba en ese momento muypreocupada con
Ia sexualidad masculina. S610 se puede conjeturar que podia haber
estado expuesta a actividades sexuales o a informaci6n sexual que la
habfa perturbado. A la edad de Cathy era muy natural que estuviera
interesada en asuntos sexuales, pero parecfa que ella estaba abrumada
por tales pensamientos hasta el punto de excluir todo otro asunto de su
mente.

Resumen del anålisis del DFH de la ilustraciön 111. De su DFH se


infiere que Cathy era, probablemente, de inteligenéia normal a normal
alta. No hay indicaci6n de psicopatologfa seria, pero parece que, en ese
momento, Cathy estaba reaccionando a un trauma sexual especffico y a
sus propios impulsos sexuales que se estaban despertando. Parecfa estar
preocupada con pensamientos acerca de la sexualidad masculina, al
punto de excluir todo 10 demås, 10 cual puede explicar su fracaso en
cumplir con sus deberes. Su ansiedady preocupaci6n sexual parecen ser
tan fuertes que la sacaron de su quicio e interfirieron con su Vida diaria.
Los Otros tests y una entrevista con Cathy revelaron que, verdadera-
mente, era de alto nivel intelectual. En el WISC su CI Total fue de 114,
con un CI Verbal de 115 y un CI de Ejecuci6n de 110. Cathy admiti6 estar
preocupada por el sexo y por los varones. Parece que en el Omnibus
escolar algunos varones mayores se habfan encargado de instruir a los
nifios menores en las realidades de la Vida con términos bastante torpes
y gråficos. Como Cathy era una nifia muy sensible y algo tfmida no pidi6
a los adultos mås informaci6n o clarificaci6n; en cambio, segufa pen-
sando acerca de 10 que habfa vistoy ofdo. Como Cathy no tenfa hermanos
y habfa vivido siempre muy protegida, su conocimeinto y experiencias
con varones eran limitados. Cathy se habfa obsesionado tanto con sus
3
pen samientos y temores, que ya no podia concentrarse en sus tareas. Era
Claro que necesitaba informaci6n y asesoramiento sobre asuntos
sexuales.

281
Caso 10: Gus, 11 afios

Gus era un nifio esquizoide bastante desorganizado, que habfa


concurrido a una clase especial para nifios con problemas emocionales
durante més de tres afios. Fue visto por la autora para una evaluaci6n
de rutina cuando tenfa once afios y tres meses. Era un solitario entre
sus compafieros que 10 consideraban un poco raro. Pero Gus se
relacionaba fåcilmente con los adultos; siempre deseaba llamar la
atenci6n. Cooper6 mucho durante la sesi6n de prueba —a su mane-
ra—. Estuvo muy conversador y distrafdo como nunca. Se distrafa Ia
mayor parte del tiempo. Cualquier palabra o frase casual que dijera
podia poner en marcha un nuevo curso de pensamiento. Debido a esto
era muy diffcil para él seguir el hilo de cualquier idea o t6pico de
conversaciön. Como resultado, sus verbalizaciones eran a menudo
bizarras e incoherentes a pesar de su buen potencial intelectual. Su
desempefio en el DFH fue igualmente desorganizado e inusual.
Gus estaba muy dispuesto a dibujar una persona entera y comenz6
dibujando los pies y las piernas, después hizo la cabeza y finalmente
agreg6 el cuerpo entre las piernas y la cabeza. Dibuj6 la figura en
pedacitos desconectados y trat6 de juntarlos después. El resultado
aparece en la Ilustraciön 112. El siguiente es el anälisis de dicha
ilustraci6n:

Item Esperados y Excepcionales (Apéndice B). Gus no realiz6 nin-


guno de los Item Excepcionales ni omiti6 ninguno de los Item Espe-
rados para varones de 11 afios. El puntaje de su DFH es por 10 tanto
-0+0+5=5. Esto indica que Gus era, muy probablemente, de inteli-
gencia normal a norma alta (Apéndice C).

Indicadores Emocionales (Apéndice F). El DFH revela tres Indica-


dores Emocionales: integraciön pobre de las partes, brazos cortos y
brazos adheridos. La presencia de tres Indicadores Emocionales es
considerada un signo de perturbaciones emocionales. Los Indicadores
descriptos sugieren que Gus es un nifio pobremente integrado y
aislado, incapaz de establecer relaciones sociales fntimas con 10s
demås.

Rendimiento escolar. Gus era alumno de una clase especial (påg.


255) y los resultados obtenidos en los tests estån de acuerdo con 10 que
se puede esperar de tales alumnos. Gus dio evidencias de perturbacio-
nes emocionales en su DFH (tres Indicadores Emocionales), mientras
que su actuaci6n en el Bender mostr6 seria disfunci6n en la percepci6n
282
visomotora. Debido a problemas emocionales y perceptuales era de
esperar que su rendimiento escolar fuera pobre a pesar de su inteli-
gencia normal.

Signos orgånicos en el DFH (Apéndice G). El DFH muestra tres de


Ios signos que se dieron, significativamente, mås a menudo en los
dibujos de nifios de 11 afios con lesi6n cerebral. E stos item son: brazos
unidos incorrectamente, nümero incorrecto de dedos, integraci6n
pobre de las partes. La presencia de estos tres item sugiere la
posibilidad de un deterioro neur016gico e indica que es necesaria una
mayor exploraci6n en este årea.

DFH. Cuando se le pregunt6 sobre su


Interpretaciön clinica del
dibujo, Gus estudi6 el DFH de la Ilustraciön 112 por algün tiempo y
10 mir6 como si realmente no 10 hubiera visto antes. Parecfa darse
cuenta de la integraci6n pobre de las diferentes partes de la figura y
trat6 de racionalizar el extrafio {ngulo de la cabeza diciendo: "Un
muchacho de 11 afios mirando un avi6n". Se ha observado muchas
veces que nifios mås brillantes pueden generalmente racionalizar y
explicar cualquier error casual o irregularidad en sus dibujos. Gus, en
efecto, querfa decir que habfa dibujado la cabeza del nifio inclinada
para que mirara los aviones. En realidad, la interpretaciön era un
pensamiento posterior al dibujo.
El que Gus hiciera un nifio de 11 afios sugiere que la figura 10
representa y que estaba razonablemente satisfecho con su edad y
condici6n actuales. También indica que sus principales preocupa-
ciones y ansiedades se centraban alrededor suyo. Aunque no intent6
realmente dibujar un nifio mirando un avi6n, la imagen de una figura
contemplando el Cielo parece simbolizar y reflejar sus propias acti-
tudes y preocupaciones con ideas remotas y pen samientos fugaces y su
notable falta de conexi6n con la Vida diaria a su alrededor. Su mente
estaba generalmente lejos en algün lugar. Rara vez se preocupaba por
el mundo real en que vivfa.
La figura de pobremente organizada
la Ilustraciön 112 estå tan
como Gus. Este dibuj6 una linea de base debajo del nifio como sostén
y encerr6 a la figura con Ifneas verticales. Parecfa reconocer la pobre
integraci6n del dibujo y estaba tratando de proveer controles y apoyos
externos para contrarrestar la falta de coherencia de la figura. En la
experiencia de la autora, s610 nifios compulsivos que estån båsica-
mente muy inseguros y desorganizados dibujan marcos o recuadran
sus DFH. Este signo parece ser en todos los casos, de gran significado
clinico.
283
La secuencia en que Gus dibuj6 a su nifio, comenzando con sus
la
pies, y y colgando refleja vfvamente sus pobres
los brazos cortos
relaciones interpersonales. No podia comunicarse con los demås de un
modo significativo puesto que estaba completamente envuelto en sf
mismo. La calidad del dibujo revela su impulsividad y deficiente
coordinaci6n muscular fina. Gus era extremadamente descuidado
para los detalles. Cuando se daba cuenta de los errores, simplemente
los tachaba o dibujaba sobre ellos sin preocuparse por borrar o volver
a dibujar porciones de su figura. Este desalifio seguramente se daba
en su conducta diaria en la escuela y en casa.

Resumen del anålisis del DFH de la Ilustraciön 112. El DFH su-


giere que Gus era un nifio de inteligencia normal o alta, con serios
problemas emocionales y posible deterioro neur016gico. Del DFH y de
su desempefio en el Bender se dedujo que tendrfa considerable
dificultad con el rendimiento escolar y que estaba bien ubicado en el
grado especial. Gus parecfa ser un nifio muy desorganizado, impulsivo
y retrafdo, con dificultad para relacionarse con los demås, que se
entregaba a fantasias. Aparentemente estaba consciente de su pobre
integraci6n y como carecfa de fuertes controles interiores buscaba
controles y apoyo exteriores. Era descuidado y desalifiado en su
trabajo y parecfa hacer esfuerzos para contrarretar estas tendencias
a través de acciones compulsivas. Sus principales ansiedades y pre-
ocupaciones parecfan centrarse en sf mismo; tenia poco compromiso
con el mundo que 10 rodeaba.
Cuando se le administr6 el WISC, Gus obtuvo un CI Verbal de 100,
un CI de Ejecuci6n de 113, y un CI Total de 107, confirmando asf la
impresi6n lograda a través del DFH de que Gus era de inteligencia
normal alta. Las otras hip6tesis deducidas del DFH también encon-
traron confirmaci6n en la historia social de Gus. Este era, verdade-
ramente un mal alumno y sus relaciones interpersonales eran extre-
madamente deficientes. No tenia amigos y era un nifio muy aislado.
El desarrollo del lenguaje y la marcha habfa Sido bastante lento y
habfa presentado problemas de suefio y alimentaci6n en su temprana
infancia. Ademås, la situaci6n hogarefia era muy inestable; sus
padres estaban divorciados y Gus recibfa escaso apoyo de cada uno de
ellos. Cuando fue enviado a las clases especiales, el psiquiatra infantil
10 habfa diagnosticado como un nifio con lesiön cerebral con serias
perturbaciones emocionales y conducta esquizoide. Aunque Gus ha-
bfa madurado con los afios y habfa mostrado un leve mejoramiento en
su conducta, los problemas båsicos habfan permanecido inalterados.
ILUSTRACIONES

Los dibujos reproducidos en las 112 ilustraciones siguientes, fueron


hechas por varones y nifias de Cinco a doce afios. Con tres excepciones
todos los dibujos fueron realizados con läpiz nümero dos. Las tres
excepciones (ilustraciones 23, 29 y 40) fueron hechas con crayones.
Todos los dibujos fueron delineados por la autora, 10 mås fielmente
posible, con tinta China, para asegurar una clara reproducci6n de los
detalles, que a menudo se ponen borrosos en las fotograffas de dibujos
a låpiz. Toda informaci6n identificadora, como el nombre del nifio, la
fecha, etc., fue eliminada. Los dibujos de ocho de las ilustraciones
(ilustraciones 1, 13, 17, 21, 23, 24, 41 y 44) fueron hechos por nifios bien
adaptados, de inteligencia superior a la normal y buen rendimiento
escolar. Los dibujos de todas las otras ilu.straciones fueron realizados
por nifios vistos para diagn6stico o tratamiento en un centro de salud
mental infantil, un centro de diagn6stico juvenil, o en cualquiera de
las numerosas escuelas con las que la autora ha estado vinculada.
Para asegurar el secreto profesional todo los nombres de estos peque-
fios y algunos de los detalles de sus historiales fueron cambiados.
A continuaci6n hay una lista de todas las il ustraciones, junto con los
nombres figurados de los nifios, sus edades, nivel de Cl. rendim.iento
escolar, tipo de problemas que presentaron y los nümeros de las
påginas de este libro en que cada Ilustraciön fue tratada o se hizo
alguna referencia. Los niveles intelectuales que figuran aquf, estån
basados en los puntajes obtenidos por el nifio en el WISC o el Stanford-
Binet. Los puntajes del CI fueron divididos en categorfas dé acuerdo
con la agrupaci6n de puntajes de CI hecha por Wechsler para el WISC :

Son de inteligenciaNormal los nifios cuyos CI estån entre 90 y 109; de


Inteligencia Normal Alta los de CI entre 110 y 119; todos los nifios con
CI de 120 0 mås, se consideran de inteligencia Superior; nivel inte-
lectual normal bajo incluye entre 80 y 89; los nifios con puntaje entre
70 y 79 se consideran con capacidad fronteriza o borderline; mientras
que todos aquellos con CI de 69 0 menos se designan como débiles
mentales.
Los principales problemas presentados por los nifios estån agrupa-
dos en cuatro categorfas: "LC", "pe", "pc" y "pa". Los nifios designados
"LC" tenfan un diagn6stico médico de lesiön cerebral. La ausencia de

285
tal designaci6nno significa necesariamente que los nifios no tuvieran
dafio neur016gico.En muchos casos no se habfan hecho los exämenes
médicos de modo tal que se pudiera Ilegar a efectuar un diagn6stico
positivo de lesi6n cerebral. La sigla "pe" designa la presencia de
problemas emocionales que pueden manifestarse a través de miedos,
ansiedades, depresi6n, crisis de llanto, retraimiento, enfermedades
psicomåticas, manierismos nerviosos, etc. "pc" significa que el nifio ha
;

mostrado problemas de conducta: rebeldfa, agresi6n manifiesta,


enuresis o encopresis, robos, incendios, rabonas, rabietas, etc.; "pa"
significa que el nifio tiene problemas de aprendizaje, es decir, que su
rendimiento escolar es inferior al que se podrfa esperar en funciön de
su capacidad mental; estos problemas de aprendizaje generalmente se
deben a disfunci6n en la percepci6n visomotora y/o auditiva, mala
memoria, distractibilidad, perfodos breves de atenci6n, etcétera.
Otros problemas se citan especfficamente como por ejemplo parålisis
cerebral (PC), afasia, Petit Mal, talla inferior a la normal, trauma
sexual, operaciön, etcétera.

286
LISTA DE LUSTRACIONES
Las ilustraciones estån aqui reducidas fotogråficamente con respecto a los
originales, cuyo tamafio era de 21,60 cm por 27,94 cm, excepto las ilustraciones
37 y 82, cuyos originales eran de 21,60 cm por 55,68 cm.
Nüm. de Nombre Nivel Rendim.
ilustraci6n del niöo Edad escolar Problemas Påginas

la Eugene 10.3 Superior Bueno 41-54-99-


109-113
1b Jean 11.8 Superior Bueno 41-99-113
Ic Andrew 7.2 Superior Bueno 41-54-99-
109-174
2 Simon 7.0 Normal bajo Malo LC, pe. pa 57-74-75-
236-237
3 Max 7.5 Normal Regular Prob. leng. 57-89-151
4 Jim 7.5 Superior Malo LC, pc. pa 57-92-123
5 Ann 7.2 Normal bajo Malo pe 74-94-105-
133-134
6 Edie 9.0 Normal Malo pc 76-161
Greg 5.11 Borderline Malo perseverac. 82
8 Ray 7.11 Normal bajo Malo perseverac. 82
9 Connie 10.6 Normal Regular juego sex. 93-157-167
10 Nick 7.5 Normal bajo Malo distrofia musc. 103
11 Jack 8.11 Normal Malo LC, pe, pa 103-123-124
12 Jerome 8.5 Superior Regular pe, pa 103-123-124
125
13a Sidney 11.9 Superior Bueno 106-109
13b Pamela 10.9 Superior Bueno 94-105
13c Marck 6.6 Superior Bueno 94-105
14 Edith 7.0 Normal Malo LC, pc, pc 113-115-
148-153-236
15 Shirley 9.1 Normal bajo Malo pe, pa, talla 118-119
16 Shirley 9.1 Normal bajo Malo PC' talla 103-118
119-141
17 Carl 11.5 Su perior Regular 120
18 Bill 10.11 Normal alto Bueno pe, pa 120-121
19 David 10.11 Normal Malo 120
20 Jerry 12.9 Normal alto Malo pe, pa, pc 122
21 Taneil 4.10 Superior Bueno 126-127
182-190
22 Richard 7.11 Normal Regular 126
23 Mmjorie 6.0 Superior Bueno 126-127
24 Marjorie 5.5 Superior Bueno Operaci6n 127
25a Frankie 7.2 Normal bajo Malo LC, pe, pa 208-209-221
25b Frankie 8.0 Normal bajo Malo 123-178-208
209-221-224
25c Frankie 8.3 Normal bajo Malo 89-128-208-
209-221-225
25d Frankie 8.6 Normal bajo Malo LC, pe, pa 208-209-221
225-237

287
Nåm. de Nombre Nivel Rendim.
ilustraci6n del niio Edad escolar Problemas Påginas

26 Mickey 6.11 Retardado Malo LC, pe 128-190-191


27 John W. 10.6 Borderline Malo nacim. hno. 129-148
28 Stephen 10.5 Normal Malo nacim. hno. 89-129-130
29 Stephen 10.6 Normal Malo pe 113-131-174
30 Dorothy 9.2 Normal Malo LC, pe, pa 129-131-143
197
31 Henry 9.2 Normal Malo LC, pe, pc, pa 129-131-191
32 Joel 11.8 Superior Malo LC, pe, pc, pa 134-161-198
33 Timothy 8.1 Normal bajo Malo pe, masturbac. 99-135-163
174-192
34 Tommy 10.1 Normal Malo pe, pa, leng. 138
35 Eric 10.0 Normal Malo pc, pa 139-222-237
36 Jonathan 7.9 Normal bajo Malo pa 127-140-160
37 Peter 8.4 Normal Regular baja estatura 140
38 Lau ra 10.5 Normal bajo Regular muy alto 141
39 Debrah 11.8 Normal Regular pe, pa 142
40 Odetta 10.8 Normal Malo pe, pc, cabello 144-148-169
41 a Lucille 12.4 Normal alto Bueno 144-148
Marlene 8.5 Normal alto Bueno 148
4 lc Diana 11.1 Normal alto Bueno 144 — 148
42 Benjie 9.0 Normal Malo Obeso, pe, pa 108-187
43 Keith 7.2 Normal Malo pc, color piel 93-147
44 Manuel 6.3 Superior Bueno 108-148
45 Philip 8.3 Normal Malo 149-164
46 Sammy 7.7 Normal Malo pa, afåsico 151-217-218
47 Sammy 8.4 Normal Malo pe, pa, afåsico 98-152-177
217-218
48 Sammy 10.3 Normal Malo pe, pa, afåsico 113-152-170
217-218
49 Donald 7.9 Normal bajo Malo LC, audici6n 152
50 Mickey 6.5 Retardado Malo LC, pe, visi6n 153-237
51 Betty 8.2 Superior Bueno PC 113-154-157
184
52a Dennis 6.1 Borderline Malo PC, pe, pa 155
52b Denn is 6.5 Borderline Malo PC, pe, pa 155-156
53 Jennifer 11.9 Normal Regular Colostomfa 156-157-212
54 Jennifer 12.2 Normal Regular Colostom.fa 156-157-212
55 Kenneth 7.5 Normal Malo LC, pe, pa 158-159
56 Carla 9.6 Normal Malo pe, pc, pa 148-161
57 Jeff 10.3 Normal bajo Malo 162
58 Mel 5.7 Normal alto pe, pc 99-163-175
177
59 Philip 8.7 Normal Malo pe, masturbac. 164
60 Doris 5.6 Normal alto Regular pe, masturbac. 164
61 Burt 11.3 Normal Malo pe, masturbac. 165-166-167
204-208
62 Burt 11.3 Normal Malo pe, masturbac. 165-166-167
204-208
63 Burt 11.7 Normal Malo pe, marturbac. 165-166-208

288
Nüm. de Nombre Nivel Rend im.
ilustraci6n del niöo Edad escolar Problemas Påginas

64 Burt 11.11 Normal Malo pe, masturbac. 165-166-208


65 Ernie 10.2 Normal bajo Malo pc, juegos sex. 98-103-148
167-179
66 Juliån 9.1 Normal Malo pe, pc, sexo 148-168
67 Jay 11.2 Normal Regular 171
68 Joe 11.6 Normal Malo pe, pa 98-113-172
210-211
69 Joe 12.0 Normal Malo LC, pe, pa 175-177-210
211
70 Joe 12.7 Normal Malo LC, pe, pa 210-211-222
238
71 Eliot 8.10 Normal alto Malo LC, pe, pc, pa 98-172-176
210
72 Eliot 9.6 Normal alto Malo 98-176-211
73 Eliot Normal alto Regular LC, pe, pa 210-211
74 Kevin 10.1 Normal alto Malo pc, pe 113-173-236
75 Chuck 7.10 Superior Malo LC, 113-174-236
76 Danny 11.9 Borderline Malo pc 148-174
77 Michael 6.6 Normal Malo pc, pa 176-201
78 Michael 7.3 Normal Malo pa 200-201
79 Michael 7.6 Normal Malo pe, pa 182-201
80 Scotty 8.7 Normal Malo pe, 178
81 Chris 10.5 Normal Malo pe, pa 184-185
82 Matthew 8.3 Normal Malo 113-186
83a Sheilah 12.6 Normal alto Bueno pe, psicosom. 187-213
83b Sheilah 12.11 Normal alto Bueno pe, psicosom. 113-187-213
84 Alfred 9.0 Normal bajo Malo LC, pc, pa 113-187-213
85 Norman 6.3 Normal Malo LC, pe, pc, pa 191
86 Shirley 9.11 Normal bajo Malo pe, pa, talla 189-192-193
194
87 Shirley 11.1 Normal bajo Regular pe, pa, talla 193-194
88 Bobby 6.4 Normal bajo Malo 194
89 Bobby 7.0 Normal bajo Malo LC, pe, pa 194-195
90 Duane 11.9 Normal Malo pa, letargo 199
91 Butch 9.0 Borderli ne Malo LC, pe, sexo 204-205
92 Butch 9.0 Borderline Malo LC, pe, sexo 204-205
93 Butch 9.0 Borderli ne Malo LC, pe, sexo 204-205-206
94 George 9.10 Normal Malo pe, esquizoide 214-215
95 George 10.1 Normal Malo pe, esquizoide 107-214-215
216
96 George 10.2 Normal Malo pe, esquizoide 89-214-216
97 George 10.3 Normal Malo pe, esquizoide 214-216
98a Anthony 7.11 Normal Malo LC, pe pa 109-221-227
229-230-232
236-238
98b Anthony 8.2 Normal Malo LC, pe, pa 179-221-227
229-230-236
238

289
Nåmø de Nombre Nivel Rendim.
ilustraci6n del nido Edad escolar Problemas Påginas

98c Anthony 8.7 Normal Malo LC, pe, pa 189-221-227


230-233-288
239
99 Anthony 9.5 Normal Regular LC, pe, pa 123-221-227
229-280-233
238-240
IOOa L.eonard 7.2 Normal bajo Malo 221-224-27
229-230-238
236-238
100b Iæonard 7.10 Normal bajo Malo LC, pe, pa 221-227-229
230-233-236
238
100c Leonard 8.3 Normal bajo Malo LC, pe, pa 221-224-227
229-230-233
236-238
IOOd Iæonard 8.10 Normal bajo Regular 221-227-229
230-233-236
238
IOOe Leonard 9.3 Normal bajo Regular pe, pa 221-224-227
229-230-233
236-238
IOOf Iæonard 9.8 Normal bajo Regular 221-227-229
230-233-236
238
101a Gordon 6.0 Normal bajo Malo pe, pa 221-227-229
233-236-237
101b Gordon 7.10 Normal bajo Malo LC, pe, pa 221-227-229
233-236-237
101c Gordon 8.2 Normal b4jo Malo LC, pe, pa 221-227-229
233-236-237
102a Patrick 11.8 Normal Malo LC, pa 221-227-229
233-234-236
102b Patrick 12.6 Normal Regular LC, pa 221-227-229
233-236
102c Patrick 12.10 Normal Regular 221-229-234
236
102d Patrick 13.4 Normal Regular LC, pa 221-229-233
103 JoAnn 6.2 Superior Regular 107-25%.
104 Jake 7.4 Normal bajo Malo LC, pe, pa 100-101-
260s.
105 Craig 7.2 Retardado Malo LC, pe 102-263s.
106 Hubert 8.2 Normal bajo Malo pe, pa 266s.
107 Ju an 9.6 Normal Malo pe, pa 268s.
108 Mary 9.5 Borderline Malo pe, Petit mal 108-127-
271s.
109 Roger 10.9 Normal Regular pe, pc, pa
110a Susan 10.9 Borderline Malo LC, pe, pc 276s.
110b Susan 10.9 Borderline Malo LC, pe, pc 276s.
111 Cathy 11.3 Normal alto Regular exp. 279s.
112 Gus 11.3 Normal Malo LC, esquizoide 281s.

290
(c) "Davy Crockett" (1955)

1965)

(b) "Elvis Presley" (1957)

nustr. 1

(a) EC 10.3
Eugene,
(b) EC 11.8
Jean,
(c) Andrew, EC 1.2

291
nustr. 2: Simon, EC 7.0

Indicadores emocionales:
—figura inclinada
—integraci6n pobre
—figura pequefia
—omisi6n de los brazos

292
nustr. 3: Max, EC 1.5

Indicadores emocionales:
—sombreado: cara
—figura inclinada
—manos cortadas

293
nustr. 4: Jim, EC 7.5

Indicadores emocionales:
—figura pequefia
—sombreado: cuello

294
Ilustr. 5: Ann, EC 7.2

Indicadores emocionales:
—figura inclinada
—figura pequefia
—omisi6n de la boca
—omisi6n de la nariz

295
nustr. 6: Edie, EC 9.0

Indicadores emocionales:
—integraci6n pobre
—sombreado: cuerpo, extremidades
—sombreado: cuello
—figura inclinada
—brazos largos
—manos grandes

296
(3)

nustr. 7: Greg, EC 5.11

Indicadores emocionales (figura 2):


—cuatro figuras
—omisi6n de los Ojos
—omisi6n de la nariz
(4)
—omisi6n de la boca
—omisi6n de los brazos

297
(3)

(0 (6)

nustr. 8: Ray, EC 7.11

Indicadores emocionales:
—6 figuras dibujadas espontåneamente
298
.iß?i'äi

9: Connie, EC 10.0

Indicadores emocionales:
—sombreado: cuerpo y extremidades
—figura inclinada
—transparencias
—omisi6n de los pies

299
nustr. 10: Nick, EC 7.5

Indicadores emocionales:
—-integraci6n pobre
—omisi6n de las piernas

300
nustr. 11: Jack, EC 8.11

Indicadores emocionales:
—figura pequefia
—integraci6n pobre
—omisi6n de los brazos
—omisi6n de las piernas

301
09
0
0

00
0

QQD

302
303
nustr. 14: Edith, EC 7.0

Indicadores emocionales:
—integraci6n pobre
—asimetrfa
—omisi6n de los pies
nustr. 15: Shirley, EC 9.1

Indicadores emocionales:
—integraci6n pobre
—sombreado: cuerpo
—brazos cortos
—omisi6n de la nariz

305
nustr. 16: Shirley, EC 9.1

Indicadores emocionales:
—figura grande
—Ojos bizcos
—bruos adheridos al cuerpo
—manos cortadas
—omisi6n de las piernas

306
Ilustr. 17: Carl, EC 11.5

307
nustr. 18: Bill, EC 10.11

Indicadores emocionales:
—omisi6n de los Ojos
—omisi6n de la boca
—omici6n del cuello

308
Ilustr. 19: David, EC 11.11

Indicadores emocionales:
—figura pequefia
—nubes

309
Ilustr. 20: Jerry, EC 12 9

310
nustr. 21: Taneil, EC 4.10

311
nustr. 22: Richard, EC 7.11

312
313
nustr. 24: Marjorie, EC 5.5
od 06 od

315
316
nustr. 27: John W., EC 10.6

Indicadores emocionales:
—figura grande
—omisi6n de los brazos
—omisi6n de los pies
—omisi6n del cuello
——genitales
—transparencia

317
nustr. 28: Stephen, EC 10.5

Indicadores emocionales:
—sombreado de la cara
—sombreado del cuerpo
—figura inclinada
—transparencias
—figura grande
(Davy Crockett)

nustr. 29: Stephen, EC 10.6


(O

320
321
Ilustr. 32: Joel, EC 11.8
"Familia"

322
323
nustr. 34: Tommy, Ec 10.1

Indicadores emocionales:
—sombreado del cuerpo
—omisi6n de la nariz
—brazos cortos
Ilustr. 35: Eric, EC 10 0

325
nustr. 36: Jonathan, EC 7.9

326
nustr. 37: Peter, EC 8.4

327
nustr. 38: Laura, EC 10.5

328
Ilustr. 39: Debrah, EC 11.8

329
Ilustr. 40: Odetta, EC 10.8

330
3 9

331
nustr. 42: Benjie, EC 9.0

Indicadores emocionales:
—integraci6n pobre
—manos cortadas

332
nustr. 43: Keith, EC 7.2

Indicadores emocionales:
—sombreado de la cara
—transparencias

333
nustr. 44: Manuel, EC 6.3
334
0
too

nustr. 45: Philip, EC 8.3

335
Ilustr. 46: Sammy, EC 7.7

336
juJdoe

nustr. 47: Sammy, EC 8.4

337
4

Ilustr. 48: Sammy, EC 10.3

338
nustr. 49: Donald, EC 7.9

339
Am tee

nustr. 50: Mickey, EC 6.5


340
341
dede03

dedeeo

nustr. 52: Dennis

(a) EC 6.1
(b) EC 6.5

342
nustr. 53.• Jennifer, EC 11.9

343
nustr. 54: Jennifer, EC 7.5
344
nustr. 55: Kenneth, EC 7.5

345
nustr. 56: Carla, EC 9.6

346
Ilustr. 57: Jeff, EC 10.3

347
2

Ilustr. 58: Mel, EC 5.7


348
Ilustr. 59.• Philip, EC 8.7

349
nustr. 60: Doris, EC 5.6
350
nustr. 61: Burt, EC 11.3

351
neck

Ilustr. 62: Burt, Ec 11.3

352
Ilustr. 63: Burt, EC 11.7

353
nustr. 64: Burt, EC 11.11

354
nustr. 65: Ernie, EC 10.2

355
Ilustr. 66: Juliän, EC 9.1
356
Ilustr. 67: Jay, EC 11.2

357
Rob

nustr. 68: Joe, EC 11.6


358
Ilustr. 69: Joe, Ec 12.0

359
Ilustr. 70: Joe, EC 12.7

360
nustr.&l.• Eliot, EC 8.10 361
362
nustr. 73: Eliot, EC 10.4

363
nustr. 75: Chuck, EC 7.10

365
Y j40h)bve

nustr. 76: Danny, EC 11.9

366
nustr. 77: Michael, EC 6.6

367
nustr. 78: Michael, EC 7.3

"Familia"

368
369
nustr. 80: Scotty, EC 8.7

370
371
372
(b)

(a)

Ilustr. 83: Sheila

(a) EC 12.6
(b) EC 12.11

373
38

a c.a.å.ca„ "

nustr. 84: Alfred, EC 9.0


374
375
376
377
378
u hemo

nustr. 89: Bobby, EC 7.0

"Familia"

379
380
nustr. 91: Butch, EC 9.0

381
Ilustr. 92: Butch, EC 9.0

382
(9

383
Ilustr. 94: George, EC 9.10

384
nustr. 95: George, EC 10.1

385
Ilustr. 96: George, EC 10.2

386
nustr. 97: George, EC 10.3

387
Ilustr. 99: Anthony, EC 9.5

389
(b)
(a)

(d)

Ilustr. 100: Leonard

(a) EC 7.2
(b) EC 7.10
(c) EC 8.3

(d) EC 8.10
(e) EC 9.3

(f) EC 9.8

390
(a)

(b)

Ilustr. 101: Gordon

(a) EC 6.10
(b) EC 7.10
(c) EC 8.2

391
(a)

nustr. 102: Patrick

(a) EC 11.8
(b) EC 12.6
(c) EC 12.10

(d) EC 13.4

392
nustr. 103: JoAnn, EC 6.2

393
i,

nustr. 104: Jake, EC 7.4

394
395
nustr. 106: Hubert, EC 8.2
396
[4

nustr. 107: Juan, EC 9.6

397
Itustr. 108: Mary, EC 9.5
398
nustr. 109: EC 10.9

399
(a)

nustr. •110: Susan, EC 10.9

400
nustr. 111: Cathy, EC 11.3
Ilustr. 112: Gus, EC 11.3

402
APENDICES

A. Manual de tabulaci6n para los 30 item evolutivos del DFH


infantil.
B. Item esperados y excepcionales en los DFH de varones y nifias
entre 5 y 12 afios.
C. Interpretaciön de los puntajes obtenidos.
D. Cuartiles, Medias y Desviaciones eståndar en los DFH de nifios
entre 5 y 12 afios, con diferente nivel intelectual.
E. Manual de tabulaci6n para los 30 indicadores emocionales del
DFH infantil.
F. Lista de indicadores emocionales en los DFH infantiles.
G. Signos de organicidad en los DFH de varones entre 6 y 12 afios.

Apéndice A. Manual de tabulaci6n para los 30 item evolutivos


del DFH infantil
(Se indican algunos ejemplos de item evolutivos en las ilustraciones
citadas entre paréntesis.)

1. Cabeza: cualquier representaci6n, se requiere un bosquejo Claro


de la cabeza.
2. Ojos: cualquier representaci6n de los mismos.
3. Pupilas: cfrculos o puntos definidos, dentro de los Ojos. Un punt.o
con una raya encima se computa como Ojos y cejas. (Ilustraciones
5; 8; 9; 13b, c; 14; 17; 34 y 35.)
4. Cejas o pestafias: cejas o pestafias o ambas. (Ilustraciones 8; 13a,
b; 14; 19; 20; 25a•, 27; 29 y 34.)
5. Nariz: cualquier representaci6n. (Ilustraciones 2; 3; 4; 6; 8; 9; 13a,
b, cy 14.)
6. Fosas nasales: puntos agregados a la representaci6n de la nariz.
(Ilustraciönes 13a, c; 17; 53; 54; 69; 86; 102a; 106 y 107.)
7. Boca: cualquier representaci6n de la misma. (Ilustraciones 2; 3; 4;
6; 8; 13a, b, c; 14y 15.)
8. Dos labios: dos labios esbozados y separados por una Ifnea; no se
computan dos*hileras de dientes. (Item computado: ilustraciones
403
13c; 14; 17; 39; 41a, c; 54; 56; 103 y 111. Item no computado:
ilustraciones 35 y 62.)
9. Orejas: cualquier represen taci6n de las mismas. (Ilustraciones 5;
13a, c; 17; 19; 20; 25a, b, dy 35.)
10. Cabello: cualquier representaci6n (Ilustraciones 2; 4; 5; 9; 13a, b;
14; 15; 16; 17) o sombrero o gorra cubriendo la cabezay ocultando
el cabello. (Ilustraciones 8; 23; 37; 42; 47; 69 y 109.)
11. Cuello: Es necesario que haya un a separaci6n neta entre la cabeza
y el cuerpo. (Ilustraciones 3; 4; 6; 8; 13a, b, c; 14; 16; 17 y 19.)
12. Cuerpo: cualquier representaciön del mismo; es necesario un
bosquejo claro.
13. Brazos: cualquier representaci6n de los mismos.
14. Brazos en dos dimensiones: cada uno de los brazos representado
por mås de una Ifnea. (Ilustraciones 3; 4; 6; 8; 9; 13a, b, c; 14; 15.)
15. Brazos apuntando hacia abajo: uno o ambos brazos apuntando
hacia abajo, en un ångulo de 302 0 mås con respecto a la posici6n
c; 15; 16; 19) o brazos
horizontal. (Ilustraciones 3; 4; 6; 8; 9; 13a, b,
levan tados adecuadamente para la actividad que estå realizando
la figura (Ilustraciones 17; 18; 20.) No se computa cuando los
brazos se extienden horizontalmente y luego se inclinan hacia
abajo a cierta distancia del cuerpo. (Ilustraci6n 48.)
16. Brazos correctamente unidos al hombro: para computar este item
es necesario que el hombro esté indicado, y los brazos deben estar
firmemente conectados al tronco. (Ilustraciones 4; 13a, b; 15; 16;
20; 35; 40; 41a, b.)
17. Codo: se requiere que haya un {ngulo definido en el brazo.
(Ilustraciones 13a; 25d; 28; 39; 41b; 47; 83 y 111.) No se computa
una curva redondeada en el brazo. (Ilustraciones 17 y 29.)
18. Manos: Es necesario que haya una diferenciaci6n de los brazos y
de los dedos, tales como un ensanchamiento del brazo o una
demarcaci6n con respecto al brazo mediante una manga o pulsera.
(Ilustraciones 4; 5; 9; 10; 13b, c; 14; 15; 17 y 19.)
19. Dedos: cualquier representaci6n que se distinga de los brazos o las
manos. (Ilustraciones 4; 6; 7; 8; 13c; 15; 17; 19; 25a, b, c.)
20. Nümero correcto de dedos: Cinco dedos en cada mano o brazo, a
menos que la posici6n de la mano oculte algunos dedos. (Ilus-
traciones 13a; 19; 28; 35; 40; 41b, c; 54; 69 y 70.)
21. Piernas: cualquier representaci6n; en el caso de figuras femeninas
con faldas largas, se computa este ftem si la distancia entre la
cintura y los pies es 10 suficientemente larga como para permitir
la existencia de piernas debajo de la falda.
22. Piernas en dos dimensiones: cada una de las piernas sefialada

404
mediante mås de una Ifnea. (Ilustraciones 3; 4; 6; 9; 13a, b, c; 14;
15 y 17.)
23. Rodilla: un ångulo neto en una o ambas piernas (presentaci6n
lateral) o dibujo de la r6tula (presentaci6n de frente). (Ilustra-
ciones 4; 20; 28; 41b; 73; 98c y 109); no se computa cuando hay s610
una curva en la pierna (ilustraciones 17 y 47).
24. Pies: cualquier representaci6n (Ilustraciones 2; 5; 6; 13a, b, c; 15;
17; 18; 19).
25. Pies bidimensionales: pies que se extienden en una direcci6n a
partir de los talones (presentaci6n lateral) y mostrando mayor
largo que ancho, o pies dibujados en perspectiva (presentaci6n de
frente). (Ilustraciones 3; 4; 13a, b, c; 15; 17; 19; 37 y 38.)
26. Perfil: cabeza dibujada de perfil, aunque el resto de la figura no
esté fntegramente de perfil. (Ilustraciones 4; 17; 18; 29; 39; 40;
41a•, 42; 53 y 57.)
27. Ropa: una prenda o ninguna: ninguna prenda indicada, o s610
sombrero, botones o cinturön, o bosquejo de vestimenta sin de-
talles. (Ilustraciones 2; 4; 5; 13c; 14; 19; 28; 42; 43 y 55.)
28. Ropa: dos o tres prendas: se computan como ropa los siguientes
item: pantalones o calzones, faldas, camisa o blusa (la parte
superior de un vestido, separada por un cinturön es computada
como blusa), saco, sombrero, casco, cintur6n, corbata, cinta de
cabello o vincha, hebilla o broche para sujetar el cabello, collar,
reloj, anillo, pulsera, pipa, cigarrillo, paraguas, bastön, arma de
fuego, rastrillo, zapatos, calcetines, libro de bolsillo, malet6n o
portafolios, bate (de beisbol), guantes, etcétera. (Ilustraciones 3;
8; 9; 20; 25a, b; 29; 37; 41b, c.)
29. Ropa: cuatro item o mäs: cuatro o mås de los item citados ante-
riormente. (Ilustraciones 13a, b; 15; 16; 34; 35; 39; 40; 41a y 45.)
30. Buenas proporciones: la figura "estå bien", aun cuando no sea
enteramente correcta desde el punto de vista anat6mico. (Ilustra-
ciones 13a•, 18; 20; 40; 44; 54; 67; 70; 80 y 81.)
e 00

406
Apéndice C. Interpretaci6n de los puntajes obtenidos

Puntaje DFH Nivel de capacidad mental.

867 Normal alto a superior (CI de 110 0 mås).


6 Normal a superior (CI 90-135).
5 Normal a normal alto (CI 85-120).
4 Normal bajo a normal (CI 80-110).
3 Normal bajo (Cl 70-90).
2 Borderline (CI 60-80).
160 Mentalmente retardado o funcionando en un nivel
retardado debido a serios problemas emocionales.

Apéndice D. Cuartiles, medias y desviaciones eståndar en los


DFH de niüos de 5 a 12 aios, con diferente nivel intelectual
Cf cn cl Cuarti Ies Una D.S.
WISC o (DFH) Medias Desviaciön Mås/mc nos
Stanford-Binet N 01 02 03 (DFH) Eständar (rango normal)

Menos de 59 27 o 1 3 1.63 1.54 .09-3.17


3
60-69 43 1 3 3 2.51 1.33 1.18-3.84
70-79 98 2 3 4 3.31 1.18 2.13—4.49
80-89 185 3 4 5 3.72 1.17 2.55-4.89
90-99 142 3 4 5 4.2() 1.28 2.13-4.49
100-109 135 4 5 5 4.82 1.00 3.82-5.82
Mås de 110 105 4 5 5 5.00 1.43 3.57-6.43

Apéndice E. Manual de tabulaci6n para los 3() indicadores


emocionales del DFH infantil

(Todos los indicadores emocionales se consideran vålidos para


varones y nifios de 5 a 12 afios, a menos que expresamente se indique
10 contrario. Se dan algunos ejemplos de los indicadores emocionales
en la ilustraciones citadas entre paréntesis.)

Signos cualitativos

1. Integracidn pobre de las partes (Varones, 7 afios; nihas, 6): una o mås partes no
estån unidas al resto de la figura, una de las partes s610 estå unida por una raya,
o apenas se toca con el resto (Ilustraci6n 2, 6, 10, 14, 15, 29, 36, 42, 52, 55, 96).
2. Sombreadode lacara: sombreado deliberado detoda la carao departe delamisma,
inclusive "pecas", "sarampi6n", etc.; un sombreado suave y pareja de la cara y las

407
manos para representar el color de la piel no se computa. (Ilustraciones 3, 25c. 28,
44 (no computada).
43, 50, 52a, 76, 96; ilustraci6n
3. Sombreado del cuerpo y/o extremidades: (Varones, 9 anos; ninas, 8): sombreado
del cuerpo y/o extremidades (Ilustraciones 6, 9, 15, 28, 29, 34, 56, 81, 95, 100e).
4. Sombreado de las manos y /o cuello: (Vamnes, 8 anos, nifias, 7): (Ilustraciones 4,
6, 45, 59).
5. Asimetrtagrosera de Ias extremidades: un brazo o pierna difiere marcadamente de
la Otra en laforma. Este item no se computa si los brazos o las piernas tienen forma
parecida, pero son un poco desparejos en el Camano (Ilustraciones 7, 14, 25a, 52a,
57, 58, 74, 75, 82, 98a; no se computan: ilustraciones, 6, 28, 106).
6. Figuras inclinadas: el eje verticalde la figura tiene una inclinaci6n de 150 0 mås
con respecto a Ia perpendicular (Ilustraciones 2, 3, 5, 6, 9, 28, 38, 61, 82, 95).
7. Figura pequena: la figura tiene 5 cm o menos de altura (Ilustraciones 2, 4, 5, 19,
25d, 38, 49, 58, 60, 67).
8. Figura grande: (Desde los 8 anos, tanto en nifias como en 10s varones): figuras de
23 cm o mås de altura (Ilustraciones 16, 27, 28, 29, 36, 37, 39, 65, 69, 96).
9. fransparencias: se computan Ias transparencias que comprenden las porciones
mayores del cucrpo o las extremidades (Ilustraciones 9, 27, 28, 43, 53, 57, 82, 98a,
b, 102a, b, c).No se computan las rayas o cu ando las Ifneas de los brazos atraviesan

el cuerpo (Ilustraciones 4, 36, 39).

Detalles especiales
10. Cabeza pequeüa: la altura de la cabeza es menos de un décimo de la figura total
(Ilustraciones 36, 46, 50, 77).
11. Ojos bizcos o desviados: ambos Ojos vueltos hacia adentro o desviados hacia afuera
(Ilustraciones 16, 107); miradas de reojo no se computan (Ilu straciones 5, 13b, c).
12. Dientes: cualquier representaci6n de uno o mås dientes (Ilustraciones 35, 60, 61,
62, 80, 96, 98b, 101a, 107, 109).
13. Brazos cortos: apéndices cortos a modo de brazos, brazos que no Ilegan a la cintura
(Ilustraciones 15, 34, 56, 66, 76, 84, 97, 104, 109, 112).
14. Brazos largos: brazos excesivamente largos, por su longitud pueden Ilegar debajo
de las rodillas, o donde éstas deberfan estar (Ilustraciones 6, 25b, 29, 36, 58, 71, 73,
110).
15. Brazos pegados al cuerpo: no hay espacio entre el cuerpo y los brazos (Ilu straciones
16, 40, 56, 57, 95, 107, 112).
16. Manos grandes: manos de un tamaüo igual o mayor al de la cara (Ilustraciones 6,
46, 52, 58, 71, 74).
17. Manos omitidas: brazos sin ma nos ni dedos (Ilustraciones 3, 16, 25d, 42, 49, 50, 56,
76, 96, 97); no se computan las manos ocultas detrås de la figura o en los bolsillos
(Ilustraciones 12, 13a, 39, 95).
18. Piernas juntas: las piernas estån pegadas, sin ningün espacio entre sf; en los
dibujos de perfil se muestra s610 una pierna (Ilustraciones 40, 54, 66, 94, 95, 96,
108).
19. Genitales: representaci6n realista o inconfundiblemente simb61ica de los genitales
(Ilustraciones 27, 59, 77).
20. Monstruo ofiguragrotesca: figu ra que representa una persona ridfcula, degradada
o no humana; 10 grotesco de la figura debe ser buscado deliberadamente por el nifio,
y no el resultado de su inmadurez o falta de habilidad para el dibujo (Ilustraciones
26b, 47, 48, 61, 62, 65, 67, 68, 71, 74; no se computan: Ilustraciones 27, 28, 50, 106,
109).
21. Dibujo espontdneo de tres o mds figuras: varias figuras que no estån interrela-
cionadas o realizando una actividad significativa; dibujo repetido de figuras
cuando se le solicit6 s610 "una" persona (Ilustraciones 7, 8, 105); no se computa el
dibujo de un var6n y una nifia, o el dc la familia del examinado (Ilustraciones 51,
104).
22. Nubes: cualquier representaci6n de nubes, Iluvia, nieve o påjaros volando (Ilustra-
ciones 19, 36, 108).
23. Omisiön de los Ojos: ausencia total de qjos (Ilustraciones 7, 12, 18, 25c, 52a, 73, 84);
Ojos cerrados o vacfos no se computan (Ilustracioncs 10, 13a, 25b).
24. Omisi(5n de la nariz: (Varones, 6 anos; niüas, 5): (Ilustraciones 5, 7, 12, 15, 25c, 34,
55, 60, 73, 75).
25. Omisiön de la boca: (Ilustraciones 5, 7, 12, 18, 25c, 46, 55, 67, 73, 77).
26 Omisi(5n del cuerpo: (Ilustraciones 50, 97, 101a, 104, 105).
27. Omisiön de los brazos: (Varones, 6 anos; niöas, 5): (Ilustraciones 2, 11, 27; 52b, 55,
65, 94, 98c, 108).
28. Omisiön de las piernas: (Ilustraciones 1(), 11, 16, 65).
29. Omisi(5n de los pies: (Vamnes, 9 afios; niöas, 7): (Ilustraciones 9, 14, 27, 65, 68, 69,

74, 96).
30. Omisiön del cuel.lo: (Varones, 10 anos; nifias, 9): (Ilustraciones 18, 27, 38, 68, 74,
76, 96, 109, 110).

Apéndice F: Lista de indicadores emocionales en los DFH


infantiles

(Todos los indicadores emocionales se consideran vålidos para varo-


nes y nifias de 5 a 12 afios, a menos que expresamente se indique 10

contrario.)

Signos cualitativos

Sombreado de la cara.
Sombreado del cuerpo y/o extrcmidades (varones, 9 anos; nifias, 8).

Sombreado de las manos y/o cuello (varones, 8 anos; niüas, 7).


Asimetrfa grosera de las extremidades.
Figura inclinada: el eje de Ia figura tiene una inclinaci6n de 150 0 mås.
Figura pequefia: 5 cm o menos de altura.
Figura grandc: 23 cm o mås de altura.
Transparencias.

Detalles especiales
Cabeza pcquefia: la cabeza es menos de un décimo de la altura de la figura total.
Ojos bizcos, ambos Ojos desviados hacia adentro o hacia afuera.
Dientes.
Brazos cortos: no Ilegan a la Ifnea de la cintura.
Brazos largos: Ilegan a la linea de la rodilla.
Brazos pegados a Ios costados del cuerpo.
Manos grandes: de un tamafio igual a la cara de la figura.
Manos omitidas: brazos sin manos o dedos. (No se computan las manos ocultas.)

Piernas juntas.
Genitales.

409
Monstruo o figura grotesca.
Tres o mås figuras espontåneamente dibujadas.
Nubes, Iluvia, nieve.

Omisiones:

De los Ojos.
De Ia nariz (varones, 6 afios; nifias, 5).
De la boca.
Del cuerpo.
De los brazos (varones, 6 anos; nifias, 5).
Dc las piernas.
De los pies (varones, 9 anos; niüas, 7).
Del cuello (varones, 10 afios; nifias, 9).

Apéndice G. Signos de organicidad en los DFH de varones


entre 6 y 12 afios

(Estos signos se dieron significativamente més a menudo, pero no


exclusivamente en los DFH de varones con lesi6n cerebral, de distinto
nivel de edad.)

Edad de los varones LC


Signo de 10s DFH 7 8 9 10 11 y 12

Omisi6n del cuerpo x


Omisi6n de las pupilas x X x x
Omisi6n del cuello x x x x
Brazos hechos con palotes x x x x x x
Brazos horizontales x x x x x x
Brazos unidos incorrectamente x x x x x
Omisi6n de las manos x x x x
Nümero incorrecto de dedos x x x x x
Ropa: 0 - 1 item x x x x x
Ropa: menos de 4 item x x x x x
Integraci6n pobre x x x x x
Asimctria de las extremidades x x
Transparen cias x x
Figura pequefia x x x x
Manos cmit.idas x x x x x x
Figura inclinada x x x
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415
BIBLIOTECA PEDAGOGICA

Seccién: Metodologia
de Ia ensefianza

La prueba Dibujo de la Figura Humana (DFH) integra,

junto con el Bender y el VADS, una minibaterfa

psicodiagnåstica de gran utilidad para Breas que se


realizan en los åmbitos clinico y educativo.
Su autora, la psicöloga Elizabeth Koppitz, analiza y
tabula dibujos hechos por nihos de 5 a 12 anos en
sus aspectos evolutivos y proyectivos. Disefia y
estandariza sistemas de puntuaciån para ambos
enfoques.
Esta prueba puede ser usada en el despistaje

(screening) de nifios que ingresan a la escuela


primaria, en el diagnéstico de lesiån cerebral y en la

evaluaciån de la eficacia de tratamientos.


La interpretacién clinica brinda datos sobre actitudes
del nifio ante distintos acontecimientos familiares y
respecto a si mismo. En los apéndices se incluyen las
explicaciones para la tabulacién e interpretaciån de
los dibujos.

ELIZABETH MÜNSTERBERG KOPPITZ

Elizabeth Münsterberg (1918-1983) naciå en


Alemania. Siendo ella muy pequefia, su familia
emigrå a los EE.UU., pais en el que fijå su residencia
y donde ella curså sus estudios, Ilegando a obtener
su PhD en Psicologia en Ohio State University
(1965). En esa Universidad conociå al psicålogo
Werner Koppitz, con quien se casé. Radicada en el

estado de New York, Ia Dra. Koppitz se dedicå a


investigar los usos de las pruebas Bender, y Dibujo
de la Figura Humana en poblaciån infantil y
adolescente y disehå la prueba VADS en suintento
de conformar una minibateria vålida y confiable para I SBN
tareas de psicodiagnöstico. Visitå la Argentina en
1981. Dicto una serie de conferencias en las ciudades
de Buenos Aires y Viedma.
CONTROL PATRIMONIAL
9 789505 000234

CESAR VALLEJO BOß03245

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