Está en la página 1de 5

Universidad Técnica De Manabí

Facultad De Ciencias Humanísticas Y Sociales

Psicología Online

Asignatura:

Psicología General (PSIC-ONLINE) (R2020) - 2023P2

Nivel Y Paralelo:

Primero “A”

Estudiante:

Jexson Valentin Soledispa Calderón

Docente:

Lcda. Guadalupe Bravo Cedeño Mg.


Resumen Unidad 4

Herencia

La herencia genética es esencial para la transmisión de características físicas,


morfológicas y bioquímicas de padres a hijos. Este proceso se realiza a través del
material genético en el núcleo celular, que contiene genes ubicados en cromosomas. La
recombinación cromosómica durante la fecundación contribuye a la diversidad genética.

La mayoría de las células tienen 23 pares de cromosomas, pero las células sexuales son
haploides. La fertilización crea una célula diploide con información genética completa.
Las mutaciones en el ADN pueden ser heredadas, afectando la predisposición a
enfermedades. El genotipo, la composición genética única, influye en el fenotipo, las
características físicas expresadas.

La herencia mendeliana, basada en los principios de Gregor Mendel, explica la


transmisión de rasgos a través de factores hereditarios llamados genes. Los alelos,
formas alternativas de genes, determinan el fenotipo. Los patrones de herencia incluyen
dominancia, recesividad y ligamiento al cromosoma X.

Aunque la herencia genética es fundamental para la identidad, factores ambientales,


sociales y educativos también influyen en la formación de la personalidad. Existe un
debate sobre la magnitud de la influencia genética versus ambiental en la determinación
de rasgos individuales. La dicotomía entre naturaleza y cultura plantea preguntas sobre
la proporción de identidad innata y adquirida a lo largo de la vida.

Maduración.

La maduración se refiere a cambios cualitativos en las funciones corporales, donde las


capacidades se perfeccionan o adquieren a lo largo de etapas específicas. Este proceso
implica una evolución automática desde la concepción, siendo fundamental en el
desarrollo psicomotor y emocional. Aunque algunos expertos cuestionan su uso, se
reconoce su valor adaptativo y pragmático.

La maduración, según Spitz, es el desarrollo del proceso filogenéticamente establecido,


mientras que Ausubel la define como cualquier instancia del desarrollo que ocurre sin
experiencia práctica específica. Implica diferenciación e integración, donde las
capacidades se especializan progresivamente y se subordinan a la totalidad del
organismo.
En el desarrollo humano, la maduración se relaciona con la pubertad, destacando las
diferencias entre hombres y mujeres. Las normas del desarrollo proporcionan pautas
generales para el crecimiento normal, que es gradual y estable, aunque con períodos de
crecimiento rápido menos ordenados.

Se diferencia entre crecimiento y maduración, siendo el primero cuantitativo y


vinculado al cuerpo, mientras que la maduración implica transformaciones cualitativas y
alcanza la plenitud preestablecida. La vida se considera un proceso constante de
maduración, donde el desarrollo es el producto de la maduración y el aprendizaje.

El aprendizaje y la maduración intrínseca contribuyen al desarrollo psíquico y la


actividad. La interiorización es un proceso por el cual el niño asimila acciones internas
para resolver problemas cada vez más complejos. El desarrollo se presenta en diferentes
etapas, cada una con características específicas, y la infancia y adolescencia son
periodos críticos debido a la cantidad de cambios que ocurren.

La maduración es un proceso crucial que abarca toda la vida, desde la concepción hasta
la vejez, influyendo en el desarrollo físico, psicomotor y emocional de cada individuo.
Su comprensión es esencial para entender el crecimiento y la adaptación a lo largo de
las diversas etapas de la vida.

Conducta.

La conducta, expresada a través de acciones como hablar, reír, llorar, leer, y comer, es
fundamental en psicología para comprender los mecanismos que influyen en nuestro
comportamiento. Se clasifica en conducta observable (acciones físicas) y conducta
encubierta (pensamientos y emociones). Se regula por el fin, motivación y causalidad,
así como por elementos del ambiente y biológicos.

Existen distintos tipos de conductas, como la agresiva, pasiva y asertiva. Las conductas
disruptivas, especialmente en niños y adolescentes, pueden deberse a diversos factores
como el entorno familiar y patrones de crianza. La modificación de conducta utiliza
principios de aprendizaje para cambiar comportamientos.

La conducta puede ser observada desde dos perspectivas: conducta observable o


manifiesta, que incluye acciones físicas y reacciones fisiológicas, y conducta encubierta,
relacionada con pensamientos y emociones observables por la propia persona.
Se destacan tres factores que regulan o influyen en la conducta: el fin, la motivación y la
causalidad. Además, los elementos del ambiente (medio físico y social) y los elementos
biológicos también desempeñan un papel importante en la regulación de la conducta.

La diversidad de conductas se debe a los distintos objetivos, circunstancias y


personalidades de los individuos. En cuanto a la modificación de conducta, se basa en
principios de aprendizaje y busca eliminar o cambiar comportamientos desadaptados,
siendo una intervención activa y gradual, individualizada para cada persona.

La crítica a la modificación de conducta incluye escepticismo sobre la premisa de que la


probabilidad de la conducta aumenta solo cuando es reforzada, ya que existen
evidencias de que la imitación también puede ser aprendida sin recompensas directas.

Socialización.

La socialización es el proceso a lo largo de la vida mediante el cual los individuos


aprenden y asimilan elementos socioculturales de su entorno, integrándolos en su
personalidad. Este proceso es facilitado por agentes sociales como la familia, la escuela
y los medios de comunicación, junto con normas que regulan la interacción social.

La socialización se lleva a cabo de manera objetiva, a través de la influencia de la


sociedad en el individuo, y subjetiva, considerando la respuesta y reacción del individuo
ante la sociedad. Se distingue entre la socialización primaria, que ocurre en el seno
familiar y es crucial para la identidad, y la socialización secundaria, que introduce al
individuo en nuevos sectores de la sociedad a través de instituciones específicas.

La socialización terciaria, o resocialización, se aplica a individuos que han mostrado


desviaciones de la norma, especialmente en el ámbito delictivo. Este proceso busca
readaptar la conducta de aquellos que han transgredido normas y generalmente ocurre
en entornos como la prisión.

Los mecanismos clave en el proceso de socialización son el aprendizaje y la


interiorización. El aprendizaje implica la adquisición de reflejos, hábitos y actitudes a
través de la repetición, imitación, aplicación de recompensas y castigos, y ensayos y
errores. La interiorización, por otro lado, implica la aprensión inmediata e interpretación
de la realidad, permitiendo comprender a los semejantes y al mundo como significativos
desde una perspectiva social.
La socialización es un proceso fundamental en la formación de la identidad y la
adaptación a la sociedad, facilitado por agentes sociales y normas, con distintas fases y
mecanismos que contribuyen al desarrollo individual.

También podría gustarte