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ISSN: 1560-6139
dalvarez@correo.ulima.edu.pe
Universidad de Lima
Perú
La Madrid, Gisella
Afectividad en adolescentes anoréxicas y bulímicas evaluadas con el psicodiagnóstico de Rorschach
Persona, núm. 14, enero-diciembre, 2011, pp. 127-143
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vincularse con sus pares de manera más nes asociados a la comida, en ambos
efectiva. En ese sentido, el aumento de casos subyace un trasfondo emocional
las interacciones será favorable pues no (Zusman, 2009; Kirzman, 2002).
solo pone en evidencia a un yo capaz de Barbarich, Kaye y Jimerson (2003)
relacionarse, sino que además será den- señalan que la falta de nutrientes genera
tro de este círculo social que la joven cambios en el estado de ánimo de las
desarrollará mayor intimidad y expre- adolescentes anoréxicas, primando la
sión emocional (Horrocks, 1986; Papa- experiencia de afectos disfóricos, espe-
lia et al., 2009). cialmente depresión y ansiedad. Por otro
lado, disminuye la expresión emocional
LOS AFECTOS EN LA ADOLESCENTE y se acrecientan las dificultades para
ANORÉXICA Y BULÍMICA reconocer aquello que sienten. Además,
dado que la autoestima varía en función
La anorexia y la bulimia son conside- de la satisfacción corporal, esta suele
radas trastornos de la conducta alimen- ser muy baja, generando sentimientos
taria (TCA) dado el patrón anormal de ineficacia y desvalimiento. La ado-
de ingestas. En ambos casos, las jóve- lescente se siente entonces descontenta
nes rechazan, de manera contundente, con su cuerpo y no será extraño que en
el mantener un peso esperado para su el campo de la sexualidad, aparezca un
edad y talla; presentan temor intenso a elevado temor a reconocer los propios
engordar así como una alta distorsión impulsos libidinales, pudiendo incluso
en la imagen corporal. Como resultado, llegar a anularlos (Raich, 1998; Rausch
utilizan diversos métodos que, suponen, & Bay, 1997).
les ayudarán a bajar de peso. El uso de La desconfianza en los propios re-
la restricción alimentaria es más común cursos también repercute en el ámbito
en los casos de anorexia, aunque exis- de las interacciones sociales. Disminu-
te una variante en la que la disminuida ye el interés por establecer relaciones
ingesta se acompaña de purgas. En la íntimas, pues, al parecer, el mantener a
bulimia, en cambio, las jóvenes son más los demás a una determinada distancia
propensas a compensar la sobreingesta permite experimentar cierta seguridad.
con purgas (vómitos, laxantes, diuréti- De esta manera, la joven se aísla del en-
cos, enemas u otros fármacos) o con- torno e incluso en aquellas pocas opor-
ductas compensatorias (ejercicios exce- tunidades en las cuales sí interactúa
sivos o ayuno) (Asociación Psiquiátrica con otras personas, generalmente co-
Americana [APA], 2002). Sin embargo, nocidas, se evidencian limitaciones en
dichos síntomas constituyen solo una la espontaneidad, originándose así un
parte de un conflicto más complejo, comportamiento inhibido (Raich, 1998;
pues aunque parezcan solo desórde- Rausch, 1996).
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Tabla 1
Variables significativas en el cluster de afectividad
para adolescentes con TCA
* p < .05
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Tabla 2
Otros indicadores del sistema comprehensivo en adolescentes con TCA
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un interés promedio por procesar es- plejas, incluir algunas otras variables
tímulos afectivos; sin embargo, hacia el de estudio y complementar los resul-
final de la adolescencia –a los 16 y 17 tados con un análisis cualitativo del
años– esta tendencia decae, evidencián- Rorschach. Allí se encontró que expe-
dose que con el pasar del tiempo, las riencias emocionales extremadamen-
jóvenes con TCA van apartándose de la
te penosas en el pasado (respuestas de
estimulación afectiva. Prefieren no im-
plicarse en situaciones afectivas, pues sombreado-sombreado, antecedentes
estas podrían ser disparadoras del des- de abuso sexual, maltrato psicológico,
control, especialmente en el caso de las límites familiares difusos, entre otros)
bulímicas. De ahí que sus relaciones con habrían determinado que las jóvenes de
los demás sean superficiales y distantes la muestra presenten un yo débil y poco
en el nivel emocional, lo que repercute integrado, incapaz de afrontar las de-
en su desarrollo, pues, a su vez, pierden mandas propias de la adolescencia. A la
intercambios vitales para la formación vez, estas mismas vivencias habrían ge-
de una identidad social saludable.
nerado representaciones distorsionadas
La constricción y la evitación son
de los otros, en las cuales los demás, y
usadas como medios para mantenerse
en especial las figuras masculinas, son
alejadas de esta estimulación, pero am-
vistas como fuentes de escaso soporte.
bas estrategias tienden a fallar en situa-
En consecuencia, es posible que ya an-
ciones de estrés, en las cuales tanto ano-
tes de entrar a la pubertad, estas jóve-
réxicas como bulímicas pueden perder
nes hayan carecido de los recursos per-
el control y descargar sus emociones
sonales y sociales, tan necesarios para
de manera brusca. Al respecto, este ha-
afrontar las diversas tareas que trae
llazgo resulta especialmente significati-
consigo esta etapa.
vo para el caso de la anorexia nerviosa,
pues se suele asumir que estas pacientes Al llegar a la adolescencia, la sen-
presentan rasgos obsesivos gracias a los sación de vulnerabilidad y desampa-
ro habrían aumentado, siendo fácil el
cuales son capaces de manejar sus fun-
verse abrumada por los afectos displa-
ciones fisiológicas y la expresión de sus
centeros. Estos, al ser intensos, impac-
afectos (Rausch, 1996). No obstante, se
tan en la esfera cognitiva, limitando el
ha podido comprobar que el control ab-
rendimiento intelectual y determinando
soluto es imposible, y hay ocasiones en
un funcionamiento menos elaborado.
las cuales las defensas no son suficien-
Adicionalmente, cuando la afectividad
tes y entonces todo el afecto reprimido
se combina con la ideación, el procesa-
es expulsado sin modulación alguna.
miento de la realidad se ve distorsiona-
Ante la presencia de estilos tan par-
do, dando como resultado percepciones
ticulares de manejar la afectividad, se idiosincráticas.
decidió examinar las respuestas com-
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