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MODULO 2 – 2

CL ASE 6: LA FOTOGRAFIA EN ESTUDIO.

EL RETRATO

Un poco de historia

El retrato fotográfico es un género donde se reúnen toda una serie de iniciativas artísticas que
giran en torno a la idea de mostrar, o capturar, la esencia, personalidad y fisionomía de una
persona en una fotografía ayudándose del uso apropiado de luz y sombras.

Su práctica se encuentra ya en los inicios de la fotografía donde destaca la labor realizada por
los fotógrafos ambulantes, los fotógrafos comerciales de los estudios parisinos, los primeros
retratos psicológicos, el retrato popular presentado por la fotografía academicista, y las
fotografías de obras documentales.

Para citar a algunos de los representantes principales del retrato fotográfico en sus inicios,
podemos nombrar a Nadar, Disdéri, Julia Margaret Cameron, Lewis Carroll, Gustave Le
Gray, Etienne Carjat, Antoine Samuel Salomon, Pierre Petit o Lady Clementina Hawarden.

Con el correr de los años el género fue evolucionando y junto a esto, muchos fotógrafos se
unieron exclusivamente a este movimiento (del retrato fotográfico) con el empleo de las ideas y
técnicas propias de estas corrientes. Figuras de interés en el campo del retrato fotográfico
son Richard Avedon, Brassaï, Walker Evans, August Sander, Annie Leibovitz y Arnold
Newman entre otros.

Dentro del campo del retrato fotográfico se desarrolla con fuerza, durante el siglo XIX y principios
del siglo XX, un subgénero propio conocido como la fotografía de difuntos, en la que destaca la
obra del fotógrafo español Fernando Navarro.

La Ley o Regla de la Mirada.


Fotografia de retrato.

El retrato es uno de los temas más apasionantes en el mundo de la fotografía y por ende de los
que más seguidores tiene, y no sólo por la “facilidad” en cuanto a tener modelos disponibles, sino
por todo lo que un retrato puede llegar a transmitir y contar. Un paisaje, un animal, nos puede
interesar, o incluso emocionar, pero las personas no sólo nos emocionan, tambien nos
conmueven.

Por supuesto que un buen retrato se compone de muchos factores, entre ellos nosotros, ya que
somos quienes podemos alterar todos los parametros necesarios para logralos.
Hay recomendaciones que pueden ayudar a lograr un gran retrato y algunas reglas que
normalmente se deben seguir.
Es cierto que en el arte las reglas son “relativas”, y aunque oportunamente haya mencionado que
las mismas están para quebrarlas y que no debemos poner límites a nuestra creatividad, también
es probable que se entienda que para hacer eso, primero hay que conocerlas bien además de
saber aplicarlas. Entonces si se ignoran esas reglas, se notará de forma llamativa que hay una
falla.

En cambio si se hace con una clara intencionalidad, por un motivo artístico o creativo, se notará
que se está haciendo por algo, y dicha fotografía ganará si en esta ocasión no aplicas las
normas. Y como es tan importante conocer las normas, vamos a mencionar una de de las
principales, la ley de la mirada.

Es muy fácil de entender y de llevar a cabo y la diferencia entre aplicarla o no es grande.


Basicamente consiste en dejar espacio delante o detrás de la mirada del modelo.

Por ejemplo, dejar a la persona que “respire”, que tenga “aire” para que no se cree sensación de
asfixia, o de agobio. El espacio libre siempre debe quedar por delante del sujeto, si se hace así,
la imagen ganará atractivo y será más interesante. Esta regla ayuda a dirigir la mirada y a
despertar curiosidad por lo que el o la protagonista estarán observando.
En cambio, el poner al protagonista “de cara al borde” de la foto es como castigarlo, impedirle
que participe del escenario, cortarle las alas para volar, limitar su visión y su capacidad de
moverse. Porque cuando hablamos de mirada, hablamos también de direccionalidad, puede
estar mirando hacia abajo, pero si todo su cuerpo se dirige hacia un extremo no pueden ponerle
el límite en ese lado. Si asi fuera es porque desean transmitir algo concreto con esa acción, en
ese caso, sería como “privar” de libertad o de movimiento, de expresión, y hasta incluso de
sueños. Como el ejemplo a continuación.

Como asi tambien se puede entender que si se deja más espacio por la zona trasera del sujeto,
dará la sensación de que éste está dándole la espalda a algo, de que está rechazando algo, de
que se está alejando o huyendo. Si lo que se busca es transmitir estos sentimientos en una
fotografía, el hecho de romper la regla de la mirada puede ayudar naturalmente.

Si la comparamos con esta otra, la sensación es inmensamente diferente,


¿Qué se consigue haciendo esto? Se consigue darle fuerza expresiva al personaje que aparece
en nuestra imagen. Respetando su mirada dotamos de interés la acción que hace el
protagonista, la acción de mirar. Si respetamos esta regla de composición, llamaremos la
atención de todo aquel que vea la imagen sobre qué es lo que el sujeto está mirando y, si la
composición de nuestra fotografía está bien realizada, conseguiremos que el espectador de la
imagen siga ese espacio, en busca de lo que está mirando el personaje de la imagen, aunque
esto no aparezca en la fotografía.
Haciendo incapié en lo que mencionaba anteriormente, debemos saber:

¿Cómo y Cuándo Romper Esta Regla?

Entendiendo que las reglas de composición, en realidad, no son reglas sino más bien
directrices que ayudan a conseguir composiciones comodas para el ojo humano. De todos
modos, debemos tener claro que cada fotografía es única y por lo tanto las reglas no funcionarán
en todos los casos.

Aunque es probable que en la gran mayoría de las imágenes que realicemos siguiendo estas
normas el resultado sea una fotografía con una composición correcta, puede darse el caso de
que el hecho de seguir ciegamente una regla de composición nos dé como resultado una
imagen poco expresiva. Por esta razón, es importante tener el criterio propio lo suficientemente
desarrollado como para saber cuándo es mejor romper una regla de composición para conseguir
una imagen mejor.

¿Qué Pasa si el Sujeto Mira Directamente a Cámara?

Hasta ahora hemos hablado de cómo tratar las miradas cuando debemos trabajar con ellas en
alguna fotografía pero ¿somos conscientes de las repercusiones que una mirada tiene en la
imagen en función de como sea?

Veamos un ejemplo: cuando un retratado mira directamente a cámara.

Cuando esto ocurre, lo que pasa es que la persona que hace la fotografía (el fotógrafo) se hace
evidente a ojos de aquel que mire la imagen. Cuando alguien los mira directamente desde una
imagen, no ven la fotografía y nada mas. Saben (y no pueden escapar de esa situación)
que retratado y retratista se miraron durante un momento. No fue un momento robado, no
es una relación inventada. A la hora de tomar aquella imagen, ambas personas estuvieron de
acuerdo.

Pero no es sólo eso, cuando un fotógrafo incluye dentro de una fotografía un retrato de alguien
que mira directamente a cámara, en el resultado final, en la imagen resultante del proceso, se
estará relacionando, directamente, con la persona que vaya a ver esa imagen. ¿Cómo?
Dejándole que se ponga en su lugar. Si observan una imagen en la que alguien mira a cámara,
los mirará, también, a ustedes. Podríamos decir que dejarán de ser agentes externos de la
escena para pasar a formar parte de ella.

Si lo que queremos conseguir con una imagen es que el espectador se comporte como alguien
ajeno, como alguien que sólo observa o, incluso, como alguien que espía; deberemos evitar las
miradas directas a cámara porque una mirada directa a cámara es como decirle a aquel que ve
la foto "Sé que me estás viendo, yo también estoy viéndote".
¿Qué Pasa si el Sujeto Mira Algo Dentro del Cuadro?

Es otro de los ejemplos sobre las consecuencias que tiene la mirada en una fotografía: qué
consecuencias hay si el sujeto mira algo que se encuentra dentro del encuadre? A estas
alturas ya sabemos que cuando en una fotografía vemos a alguien mirando algo, nuestros ojos
perseguirán ese algo para descubrir qué es. Si no se encuentra dentro de la imagen, el ojo del
espectador quedará, simplemente, vagando en el espacio. La fotografía será como un libro con
final abierto: es trabajo del lector de la imagen imaginar qué es lo que el sujeto mira y por qué ha
llamado la atención del protagonista.

Sin embargo, si colocamos aquello que el sujeto está viendo dentro del encuadre, estaremos
contando la historia completa (esto puede llevar a hacerle perder interés a la fotografía en sí)
y no sólo eso, sino que estaremos generando una fuerte conexión entre el sujeto y el
elemento en cuestión que tendrá muchísimo peso dentro de la composición de la imagen: los
ojos de aquel que vea la imagen se moverán alternadamente entre el sujeto que mira y el
elemento mirado. Si conseguimos una buena composición de este estilo, podemos conseguir
que el ojo de espectador de la fotografía recorra toda la imagen para conectar ambos elementos.
Los 7 Tipos de Planos Fotográficos que Debemos Conocer

En más de una ocasión hemos escuchado expresiones como por ejemplo: plano americano,
plano corto, plano medio, plano detalle... La mayoría de ellos asociadas a retratos en fotografía,
y posiblemente tengan la duda de cuál es cual y en qué se diferencian los tipos de planos entre
sí. Para resolver estas dudas recopilamos los principales tipos de planos fotográficos que se
aplican en retrato, explicando sus diferencias e ilustrándolos para aclarar todos los conceptos.

Plano Fotográfico General


En retrato, éste es el plano en el que aparece todo el cuerpo. De manera tal que tendremos un plano
entero de a quien o quienes estamos fotografiando, entonces aparecen completos, desde los pies a la
cabeza, sin secciones, en nuestra foto.
En el caso de la foto que hemos utilizado para el ejemplo, se aprecia cómo se ve el cuerpo del modelo
completo, sin ningún tipo de recorte.
Este es el plano más lejano que podemos tomar. A partir de aquí, veremos cómo nos podemos acercar
en nuestros retratos.
Plano Americano / Tres Cuartos
Esta el dicho que el nombre de plano americano viene de los tiempos de las películas del género Western
o las llamadas de lejano oeste o indios y vaqueros. En estas películas era importante que las armas que
llevaban los protagonistas en las cartucheras, a la cintura un poco caídas, se vieran suficientemente bien,
y esto es lo que marcaba la línea de corte.
Algunos lo llaman también plano tres cuartos.
El plano americano corta al protagonista aproximadamente a la altura de la rodilla o por el muslo. En
función de si el protagonista está recostado o sentado, la tolerancia baja algo, llegando hasta un poco por
debajo de las rodillas.
Es ideal para encuadrar en la fotografía a varias personas interactuando.
Plano Medio
El plano medio cubre hasta la cintura, recogiendo la línea de corte entre el ombligo hasta casi la
entrepierna. En caso de estar sentado el protagonista, la tolerancia baja hasta aproximadamente la mitad
del muslo.
Este tipo de encuadre se suele utilizar para resaltar la belleza del cuerpo humano, por lo que es un tipo
de plano muy utilizado en fotografía de moda.
También es adecuado para mostrar la realidad entre dos sujetos, como en el caso de las entrevistas.
Plano Medio Corto
El plano medio corto, también conocido como plano de busto o primer plano mayor, recoge el cuerpo
desde la cabeza hasta la mitad del pecho.
Este plano nos permite aislar en la fotografía una sola figura dentro de un recuadro,
descontextualizándola de su entorno para concentrar en ella la máxima atención.

Primer Plano Fotográfico


El Primer plano, también llamado primer plano menor o de retrato, recoge el rostro y los hombros.
Este tipo de plano, al igual que el plano detalle y el primerísimo primer plano que veremos a continuación,
se corresponde con una distancia íntima, ya que sirve para mostrar confidencia e intimidad respecto al
personaje.
Primerísimo Primer Plano
El Primerísimo primer plano capta el rostro desde la base del mentón hasta la punta de su cabeza.
Con este tipo de encuadre, el primerísimo primer plano consigue también dotar de gran significado a la
imagen.

Plano detalle
El Plano detalle en el retrato recoge una pequeña parte del cuerpo, que no necesariamente se tiene por
qué corresponder con el rostro.
En esta parte se concentra la máxima capacidad expresiva, y los gestos se intensifican por la distancia
mínima que existe entre la cámara y el protagonista, permitiendo enfatizar el detalle que deseamos
resaltar.
¿Cómo Iluminar los Retratos?
5 Modos Más Utilizados

La luz es básica en la fotografía, y si además, esa luz tenemos que proporcionarla nosotros con
accesorios como focos de luz continua o flashes, se convierte en un aspecto fundamental a la hora de
conseguir buenos o malos resultados en las fotografías.
Hoy conoceremos los 5 modos, probablemente, más conocidos de iluminar retratos en estudio. Sí,
no hay que creer que cuando uno se dispone a hacer un retrato e iluminarlo adecuadamente es cuestión
de azar el conseguir un buen resultado, sino que todo lo contrario, hay amplias posibilidades, que se
deben manejar.

Ante todo, se debe evitar la luz frontal


Recuerden que, cuando hablamos de los muchísimos beneficios que ofrece un flash externo, uno de los
más importantes que destacamos es el de poder dispararlo desde una posición distinta a la de la
cámara, o bien disponer de uno o varios focos de luz que podamos mover alrededor del modelo.
Estas características son fundamentales y, en la medida de lo posible, hay que trata de hacer uso de ellas
siempre que podamos. Los resultados que ofrece una toma con iluminación de flash frontal y
disparado desde la misma posición en que se encuentra la cámara no son nada buenos.
Por supuesto, hay veces que no habrá más remedio. Pero, si se puede, lo ideal es separar el flash de la
cámara. De esta forma se evitarán reflejos, ojos rojos, sombras mucho más irreales.

Claro está que LUZ FRONTAL NO.


¿Desde qué posición Iluminamos Entonces?

Bien, ha quedado claro que hay que procurar separar de la cámara fotográfica el flash o fuente de luz,
pero una vez separados, hay muchas posibilidades a la hora de ubicar esas fuentes de iluminación.
Hablaremos entonces de 5 posibilidades, destacando sus características para poder ponerlas en práctica.
#1 Rembrandt Light

Este modo de iluminación busca conseguir un resultado similar al que caracteriza a los retratos del genial
pintor. (Rembrandt Harmenszoon van Rijn)
Pero, ¿qué tienen de particular sus retratos? Algo muy sencillo, presentan una parte del rostro
claramente iluminada y otra más en penumbra (apareciendo un pequeño triángulo de claridad bajo el
ojo de esta parte menos iluminada).
El cómo conseguirlo es muy sencillo, hay que situar la fuente de luz a unos 45º de la cámara, que se
posicionará frente al sujeto a retratar. A 45º, pero en la otra dirección de la cámara, se podrá situar un
reflector.
#2 Split Light

Si llevamos al extremo el modo de iluminación anterior, es decir, situando la fuente de luz a 90º de la
cámara y, por tanto, completamente en el perfil del sujeto a fotografiar, conseguimos el modo split light.
Este modo recibe este nombre porque la palabra split en inglés significa partir / dividir y eso es,
precisamente, lo que se consigue con esta iluminación, partir al sujeto en dos: la mitad de la cara
completamente clara y la otra mitad en penumbra.
Se trata de una iluminación muy dramática, que puede ser útil si lo que se busca es, precisamente,
transmitir esa sensación.
#3 Broad Light

El tercer modo de iluminar retratos es a través de la denomida broad light, que es una mezcla entre los
dos modos anteriores.
En este caso, la luz se sitúa a 45º de la cámara, como en el modo Rembrandt, pero la cara del sujeto
a retratar se gira 45º en sentido opuesto.
De este modo, se expone claramente un perfil de la cara, y el otro queda oculto, confiriendo a la toma una
mezcla de belleza e intriga.
#4 Butterfly Light

El curioso nombre de este modo de iluminación viene de la sombra que se genera bajo la nariz del
sujeto retratado, en forma de mariposa (butterfly).
Para conseguirlo, basta con situar la fuente de luz enfrente del sujeto, pero en lugar de hacerlo a la
misma altura que la cámara, el flash debe elevarse, de modo que se consiga una iluminación superior.
Se trata de una posición formando un ángulo de 45º con respecto a la cámara, pero, en este caso, en el
plano vertical, no en el plano horizontal como en el caso de Rembrandt light.
#5 Loop Light

El último modo de iluminación es el conocido como loop light, se trata en este caso de un modo
intermedio entre Rembrandt y butterfly.
El resultado es similar al del modo butterfly, aunque con las sombras ligeramente curvadas y
desplazadas hacia el lado opuesto al de la fuente de luz.
Para lograrlo, basta con situar la fuente de luz a 45º de la cámara tanto en el plano vertical, como en el
plano horizontal.
Recomendaciones
Seguramente al momento de escuchar la palabra “retrato” muchos piensen que necesitaremos un buen
modelo, lo cual es un gran error, ya que un modelo puede ser muy profesional o de gran atractivo, pero si
no hay un buen retratista detrás, es lo mismo que la nada.
Hay otros elementos que hacen de un retrato un “buen retrato”, podríamos hablar de poses, fondos,
perspectivas interesantes y trucos para convertir las fotografías de retratos en imágenes impactantes y
profesionales.
Hay determinados materiales y herramientas a tener en cuenta para dedicarse a la fotografía de retratos,
como por ejemplo lo que se detalla a continuación.

Objetivos
Lo primero y más importante en cuestión de materiales es tratar de conseguir un objetivo adecuado para
este tipo de fotografía. Hay varias opiniones al respecto, puesto que no es una ciencia exacta, depende
sobre todo del resultado que se desea obtener. Pero hay algo que debemos tener claro, el ojo humano
percibe lo que ve como a través de una lente de 50mm, por ese motivo, los retratos realizados con este
tipo de lentes resultan mucho más naturales. Lo más recomendado es una focal entre 50 – 135
mm. Pero si lo que se busca es conseguir resultados distintos o más dramáticos, se puede recurrir a un
gran angular, siempre y cuando se sepa controlar el resultado ya que distorsiona la imagen
enormemente.
Otro punto importante a tener en cuenta es que la lente debería tener una gran apertura de diafragma “f”,
por dos motivos: el primero, para aprovechar mucho mejor la luminosidad. El segundo, para lograr el
efecto “bokeh” o lo que es lo mismo, desenfocar el fondo y centrarse en el rostro.
o Con un objetivo de distancia focal fija se logra una mayor nitidez y control del desenfoque, el
inconveniente es que son más caros y tendrán que moverse para encontrar la composición y distancia
que deseen.
o Para fotografiar los detalles, por ejemplo en retratos de bebés, un objetivo de distancia focal fija de 105
mm resulta ideal.
o Un consejo, tratar de conseguir un lente de 50 mm f/1.4 o f/1.8. Por su distancia focal y su apertura, es el
idóneo para conseguir unos excelentes retratos. El 1.4 es económicamente más elevado que el ,1.8 pero
será una gran inversión.

Con estas lentes fijas tendrán que acercarse bastante a la persona, si es un desconocido, siempre
hacerlo con respeto, no olvidar pedir permiso, o con una sonrisa que siempre ayuda.
Flash
Ya sabemos que como la luz natural no hay nada, aunque esto también depende mucho de los gustos
personales. Pero lamentablemente, no siempre podemos disponer de ella y también sabemos que sin luz
no hay fotografía. Principalmente en interiores necesitaremos un flash, pero también en exteriores cuando
no tengamos la luz ideal, estemos a contraluz o para rellenar sombras si brilla mucho el sol (lo que se
conoce como flash de relleno).

Se utilizan dos tipos, el integrado en la cámara (que viene de serie y no se pueden extraer) o el externo
(que se adquiere por separado). El flash externo permite rebotar la luz en el techo o paredes para que la
luz llegue al sujeto de forma mucho más suave aportando un efecto más agradable.

Difusor de Flash
La luz del flash es tan directa y puntual que no pasa desapercibida en el resultado de la foto y puede
incluso provocar sombras desagradables. Para evitar esto se puede utilizar los llamados difusores de
flash, que convierten una luz pequeña en una luz grande y una luz dura en una luz suave. Ayudará sobre
todo si se dispara de noche o en interiores.

En el mercado existen infinidad de modelos tanto para los flashes integrados como para los externos.
También se puede usar el paraguas o en el estudio utilizar una ventana de luz (soft box).

Truco: se pueden crear unos difusores caseros, con papel, cartulina, plástico, etc.
Reflectores
Habrán visto en sesiones fotográficas los típicos reflectores redondos cerca de los modelos (los hay
también rectangulares y triangulares). No son nada inútiles, el reflector es una herramienta
tremendamente útil en cuanto a iluminación se refiere y muy especialmente en retratos. Servirá para
reflejar la luz de la fuente donde se desee y suavizar las sombras. Hay diferentes reflectores y según el
color se obtienen diferentes acabados.

o Dorado: recomendado para días nublados porque añaden calidez a la piel.


o Negro: al no reflejar la luz, aumenta las sombras y resalta el contraste. Puede usarse también como fondo.
o Plateado: resultado más brillante sin modificar la temperatura de color.
o Traslucido: Funciona como difusor de luz, suaviza los tonos.
o Blanco: resultado más natural.
Resultados según la utilización:
Forma de economizar gastos:

o Reflectores prácticos y económicos que se pueden conseguir en casa: Interior de un envase tetrabrick,
una cartulina blanca o bandejas metalizadas, planchas de telgopor.
o Reflectores naturales: estando en exteriores, existen algunos reflectores naturales que funcionan muy
bien para iluminar al protagonista desde abajo como: la nieve, la arena, el agua.

Fondos y soporte
Lo importante es que el fondo no distraiga y de ser posible que sea liso. Muchas veces nos olvidamos de
la importancia del fondo y es otra de las herramientas útiles que pueden diferenciar nuestros retratos y
hacerlos más profesionales.

Trípode
Si desean resultados más naturales y en exteriores, uno debe olvidarse del trípode y se debe mover
alrededor del protagonista. De todos modos, en interiores, servirá para mejorar la nitidez o ayudará en
condiciones de poca luz.
Lo mejor del trípode, en una opinión personal, es que permite hacer autorretratos. Seguramente les
habrá pasado, que tengan fotos de todos menos suyas. Hay algunos momentos en los que uno tiene que
salir de detrás de la cámara y ponerse delante. Les recomiendo hacerlo, unos años más adelante me lo
agradecerán.
10 trucos y consejos para retratos con buen resultado.

1. Aunque estén haciendo la foto en el exterior, y de día, intentar hacerla con flash, siempre utilizando algún
difusor para suavizar la toma. No es necesario que sea uno externo, el propio de la cámara sirve. Notarán una
gran diferencia en los resultados.
2. Abrir bien el diafragma, lo más que se pueda y del objetivo que tengan. Así el sujeto saldrá bien enfocado y
nítido, contrastando con un fondo muy desenfocado.
3. Cuidado con los días muy soleados. Si el sol está con mucha intensidad no dejen que el modelo se coloque
directamente debajo de él, eso generalmente ocasiona pequeñas pero fuertes sombras en el cuello y en la
cara (sombras de la nariz por ejemplo). Lo mejor es que nuestro sujeto se coloque en un lugar donde el
contraste entre el sol y la sombra no sea tan acentuado.
4. Para los retratos hechos en casa, probar colocando al sujeto muy cerca de alguna fuente de luz exterior
natural (una ventana por ejemplo). La luz natural procedente de la ventana llenará su rostro y sus ojos de
expresividad. Eso sí, no olviden evitar la exposición directa a los rayos de sol.
5. Durante el encuadre, procurar dejar al modelo en el lado opuesto al sentido hacia el que tiene dirigida la
cabeza. Por ejemplo si tiene la cabeza ligeramente girada hacia la derecha, colocarlo a él a la izquierda del
encuadre. Se llama la ley de la mirada.
6. Si desean obtener retratos atractivos y con gracia, pueden pedirle al sujeto que colabore un poco colocándose
en lugares extraños, o llevando ropa poco común para el lugar en el que harán las fotos. Por ejemplo: un
médico con una pelota de futbol, un anciano intentando trepar un árbol o un niño pequeño disfrazado de súper
héroe.;… la situación, aparte de divertida, es una buena solución para esos momentos de falta de creatividad.
7. Para fotografiar siluetas evitar, en la medida de los posible, los ajustes automáticos, sobre todo los de
exposición, medición de luz, etc. La cámara intentará de manera automática armonizar los contrastes
oscureciendo el fondo iluminado y sobreexponiendo el sujeto silueta. Por otro lado seguramente el flash se
accionara por sí solo, intentando iluminar la silueta. Lo mejor es tomar el control manual para así conseguir
todo el contraste que buscamos.
8. Si se le hace al modelo adoptar posturas muy incómodas es muy probable que el retrato muestre esa
incomodidad en el rostro y salga con cara de estreñido. Para evitarlo asegurarse de que esté en una posición
cómoda.
9. La inclinación de la cabeza es un truco que la mayoría de los fotógrafos profesionales de retrato
utilizan. El truco consiste en hacer que el sujeto incline ligeramente su cabeza hacia un lado. La mujer puede
inclinar su cabeza hacia cualquier sentido (siempre sin exagerar) mientras que para el hombre es preferible
que la ligera inclinación de la cabeza sea en el sentido opuesto a su hombro más cercano a la cámara.
10. Un consejo que funciona muy bien a la hora de hacer retratos de grupo es situar las cabezas de los sujetos en
diferentes alturas.

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