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ILUMINACIÓN AVANZADA

LA ILUMINACIÓN EN ESTUDIO

Correcta Medición Y Exposición en las Fotografías

El dominio de la luz es lo que define a un fotógrafo y el modo de medirla es lo que los convertirá en
profesionales.
Si la luz en la escena no está correctamente medida, la exposición no será la correcta y por lo tanto, la
calidad de la fotografía se verá afectada haciendo que todas las técnicas y trucos que hayan aplicado sean
en vano.

Rango Dinámico

Antes de comenzar a ver cómo es que se mide la luz de una escena para lograr una correcta exposición,
es necesario que entiendan que es el rango dinámico y porque es tan importante a la hora de lograr una
correcta exposición:

El rango dinámico mide la cantidad de tonos claros y oscuros que tu cámara es capaz de capturar en una
misma fotografía, es decir, es la capacidad que tiene la cámara para obtener detalles en ambas zonas de
una fotografía, las luces y las sombras. El rango dinámico establece la cantidad de matices tonales que tu
cámara es capaz de capturar.

Como ejemplo, veamos la siguiente fotografía:

En ella conviven dos situaciones opuestas, una zona muy clara y la otra muy oscura. Este tema es
imposibles de resolver por las cámaras digitales, por lo que no serán capaces de ofrecer detalle en ambas
zonas al mismo tiempo debido a que su rango dinámico no es lo suficientemente amplio. No tendrán otra
alternativa que inclinarse por obtener detalle en una zona o en la otra:

“detalles en las sombras y luces quemadas o detalle en las luces y sombras muy oscuras”.
Cuanto mayor sea el rango dinámico de una cámara mayores detalles será capaz de capturar y por ende
mejor será la calidad de las fotografías finales, eso sí, siempre y cuando se realicen correctas mediciones
y exposiciones de la escenas para aprovechar todo su potencial.

Exposición

Exponer es la acción mediante la cual permiten que una determinada escena se imprima, es decir sea
capturada por un material sensible. En la fotografía analógica, el material sensible es la película y en la
fotografía digital, el sensor.

Al contrario de lo que pueda parecer, la exposición no es el tiempo que la fotografía se expone a la luz: el
tiempo es solo una de las tres variables que controlan la entrada de luz al plano focal (sensor) para lograr
una correcta exposición:

1. Sensibilidad ISO: indica la cantidad de luz necesaria para poder tomar una fotografía: cuanta mayor luz
haya en la escena, menor será el valor ISO necesario y viceversa. En la fotografía analógica para cambiar
la sensibilidad ISO había que cambiar de película, pero en la era digital, es posible ajustarla desde el menú.

Tal como lo mencionaba en otros cursos, si elevan demasiado la sensibilidad ISO, las fotografías tendrán
mayor ruido, menor nitidez y por lo tanto menor calidad. Utilizar valores ISO altos solo cuando no quede
otra alternativa, es decir, cuando no puedan lograr una correcta exposición compensando la “falta de luz”
producto de utilizar un ISO bajo mediante las otras dos variables: disminuyendo la velocidad de obturación
o abriendo el diafragma.

2. Apertura de diafragma: el diafragma es un dispositivo que se encuentra dentro del objetivo de la cámara
y que permite controlar la cantidad de luz que llega al plano focal (sensor), junto con la velocidad de
obturación, y al mismo tiempo, regular la profundidad de campo de la fotografía, es decir, que saldrá en
foco y que no.

Cuanto más cierren el diafragma, mayor profundidad de campo obtendrán en sus fotografías (mayor nitidez)
pero menor luz llegada hasta el sensor, debiendo compensar la falta de esta o aumentando la sensibilidad
ISO o bien disminuyendo la velocidad de obturación. Cuanto más lo abran, menor será la profundidad de
campo (mayor desenfoque o bokeh) y más luz llegará al sensor, pudiendo utilizar valores ISO más bajos y
velocidades de obturación más rápidas.

3. Velocidad de obturación: es el tiempo que el obturador permanece abierto permitiendo que la luz llegue
hasta el sensor. Cuanto mayor sea la velocidad de obturación, menor será la luz que llegue al sensor, y
cuanto menor sea la velocidad, mayor será la luz que logre atravesar el obturador.

Ajustando la velocidad de obturación no solo se logran fotografías más claras o más oscuras, sino que
además podrán trasmitir la sensación de movimiento utilizando velocidades muy lentas o bien mediante
velocidades muy rápidas, serán capaces de congelar completamente una escena.
¿Cómo se logran equilibrar las 3 variables de la exposición?

Una excelente herramienta que ayudará a lograr fotografías correctamente expuestas es la llamada
“reciprocidad” que no es más ni menos que una regla con la cual obtendrán una misma exposición
(fotografía) con distintas combinaciones de velocidad, apertura y sensibilidad ISO.

Ley de Reciprocidad: las 3 variables para lograr una correcta exposición no tienen una combinación única,
sino que pueden ajustar cada una de estas de modo diferente y lograr exactamente la misma exposición.

Observen la siguiente imagen: en la misma podrán ver distintas combinaciones de apertura de diafragma
y velocidad de obturación que darán como resultado una misma exposición, es decir, la misma fotografía
ni más ni menos expuesta, igual.
Una forma muy sencilla de obtener la misma exposición con distintas combinaciones de ISO, velocidad y
diafragma es haciendo “dobles y mitades”. ¿Qué quiere decir esto?:

Si dejan la apertura del diafragma fija, pueden obtener una misma exposición modificando tanto la
sensibilidad ISO y la velocidad de obturación de la siguiente manera:

La exposición en todos los casos será la misma: si duplica lna sensibilidad ISO, para lograr la misma
exposición podrán aumentar la velocidad al doble y aun conservar la misma exposición en su fotografía.

Lo mismo ocurre si fijan la sensibilidad ISO y modifican la velocidad y la apertura del diafragma:

En todas las combinaciones obtendrán, nuevamente, la misma exposición. Fíjense que esta vez la relación
entre ambas es inversa: al cerrar el diafragma deberán de disminuir la velocidad de modo de lograr
compensar la entrada de luz al sensor.

La última relación que queda por ver es fijando la velocidad de obturación, obtener la misma exposición
modificando la sensibilidad ISO y la apertura del diafragma, para obtener la misma fotografía final.

La ley de reciprocidad es extremadamente útil: con ella podrán ajustar los parámetros de la toma a realizar
de una manera más consciente y controlada sacándole el máximo provecho a la cámara.

La clave para que puedan entender a la perfección como funciona, es tomando la cámara y haciendo las
pruebas con los ejemplos que mencionamos anteriormente y cualquier objeto que tengan a mano.

¿Cuándo una fotografía está correctamente expuesta?

Una fotografía está correctamente expuesta cuando el sensor es capaz de capturar la mayor cantidad de
información (luz) y tonos (rango dinámico) que su capacidad le permite. Imagínen una cámara capaz de
tomar fotos en una resolución de 18 mega pixeles, pero solo disparan en 8: estarían desperdiciando el
potencial de la cámara para trabajar con mejores resoluciones.

Lo mismo ocurre con la luz: si la cámara es capaz de capturar mucha más luz de la que ustedes, ajustando
las 3 variables de la exposición le permitieran, estarian desperdiciando muchísima información que el
sensor es capaz de capturar, pero que estan dejando afuera.
La fotografía del medio está correctamente expuesta, quizás no sea el resultado final que pensaban para
la misma, pero se logró aprovechar casi la totalidad de la capacidad del sensor para registrar luz, es decir,
se aprovechó al máximo su rango dinámico. Una vez hayan logrado una correcta exposición, podrán
editarla sin perder calidad.

Si sobre o sub exponen las fotografías, estarán sacrificando muchísima información valiosa, que no podrán
recuperar luego mediante la edición, si desean “aclarar” o “oscurecer” las fotografías, les restará mucha
calidad ya que el programa deberá “inventar” información donde no la hay.

*editar es solo ajustar ciertos parámetros como la exposición, la luminancia y las sombras en computadora
a diferencia del retoque en donde se modifica directamente la escena alterando la misma.
Lograr una correcta exposición les será más fácil si aprovechan las siguientes herramientas que tienen al
alcance de tus manos y en cada una de sus cámaras:

• Exposímetro: es el encargado de medir la “cantidad de luz” necesaria para que una fotografía salga
expuesta de manera correcta. Una vez recibe la luz reflejada por todos los elementos de la escena, calcula
un valor promedio de los tonos, claros y oscuros, y ajustar los valores de velocidad, apertura y sensibilidad
ISO para poder obtener una fotografía correctamente expuesta.

En los modos automáticos o semi automáticos resulta fundamental ya que es la cámara quien decide cuales
son los parámetros de exposición correctos para cada toma, en cambio sí disparan en modo manual,
podrán utilizarlo para medir la luz de la escena y ajustar estos parámetros uno mismo.

Su uso es muy sencillo: mediante el signo “+” o “-“ indicará si la escena se encuentra sobre o sub expuesta
respectivamente.

• Histograma: es un gráfico que muestra cómo están distribuidos todos los tonos de una fotografía, ya
sean grises o no (colores RGB: azul, rojo y verde) de acuerdo al rango dinámico que es capaz de captar la
cámara.

En este podrán observar que cantidad de pixeles claros, medios y oscuros hay en las fotografías, es decir,
como está expuesta la misma. Una fotografía está correctamente expuesta cuando se aprovecha al máximo
la capacidad de su sensor para captar tonos y esto es cuando, no solo no quedan partes fuera del rango
que es capaz de captar una cámara, sino que también cuando el histograma esta lo más “derecheado”
posible, es decir, lo más pegado al borde derecho posible.

En la era digital de la fotografía, cuantos más tonos claros logren capturar (histograma más orientado a la
derecha posible) menor pérdida de calidad sufrirán las fotografías, incluso luego de la edición.
Lo ideal es consultar el manual de la cámara para conocer cómo visualizar el histograma una vez tomadas
las fotografías, o bien, si es que la cámara lo permite, visualizarlo en vivo a través de la pantalla o “live
view” al momento de realizar las tomas.

Paso a paso para una correcta exposición:


Si bien cada fotógrafo tiene su método para lograr una exposición correcta, es probable que al principio
uno se sienta perdido y no sepa por donde comenzar. Es normal, por ese motivo, aquí detallo un paso a
paso para que puedan utilizarlo como guía hasta que vayan familiarizandose con la situación:

1. Seleccionar el modo de cámara en Manual.


2. En el menú de la cámara seleccionar el área de medición de la luz en puntual.
3. Ajustar el valor ISO de acuerdo a como la cámara procese el ruido y a tolerancia y criterio de cada uno.
4. Ajustar el diafragma o la velocidad de obturación de acuerdo al tipo de fotografía que quieran lograr:
dinámica o estática. Si van a fotografiar un paisaje, ajustar el diafragma de modo de obtener mayor
profundidad de campo y que la foto salga lo más nítida y en foco posible.
5. Para ajustar el valor de exposición que falte, deben realizar una medición del tono más claro de la escena.
6. Una vez tomada la fotografía, revisarla para ver como ha quedado en la pantalla de la cámara pero en el
modo “histograma”. En este podrán ver cómo han quedado los tonos claros y oscuros distribuidos en la
fotografía.

¿Por qué no utilizar los modos predefinidos por la cámara?

Todas las cámaras de fotos vienen equipadas con lo que se conoce como “fotómetro”, que es el encargado
de “medir la cantidad de luz” en las escenas a fotografiar. Este fotómetro capta la luz que es reflejada por
los objetos hacia la cámara y mide su intensidad de modo de ajustar automáticamente la exposición para
la toma, si utilizan los modos predefinidos.

El problema comienza aquí: dicho fotómetro esta calibrado para capturar la luz de una escena como si
todos los objetos de esta fueran “GRIS MEDIO” (Gris 18%), que es algo así como un promedio entre los
tonos claros y oscuros que pueden presentarse en una escena.

Más allá que el exposímetro de la cámara indique que la exposición es la correcta puede que, en situaciones
muy claras o muy oscuras, muestre que la fotografía este sobre o sub expuesta cuando en realidad no lo
está.

Otro problema aun mayor que el anterior es que, el fotómetro de la cámara al tomar todos los colores como
gris neutro, tiende a centrar la posición del histograma, desperdiciando así mucha información y no
utilizando el máximo potencial de la cámara.

Intenten fotografiar una hoja blanca en un modo automático o semiautomático y veran que esta sale más
bien gris en vez de blanca. Esto solo podrán corregirlo, o bien con posproducción pero le quitaran calidad
a la imagen, o bien realizando una correcta exposición en modo manual.
Las líneas punteadas de la imagen anterior marcan en el histograma la capacidad del sensor (rango
dinámico) que ha sido desaprovechada por no realizar una exposición que pueda tomar toda la capacidad
de este para captar tonos en una escena.

Primero medir, luego exponer

La clave para lograr una correcta exposición es, realizar una buena medición de la cantidad de luz en la
escena y una vez hecho esto, exponer para los tonos más claros.
Medición

La medición es, como su nombre lo indica, el proceso que deben llevar a cabo para medir la “cantidad de
luz” que tiene una determinada escena de modo de poder lograr una correcta exposición, es decir que no
quede sobre expuesta (quemada) o subexpuesta (oscura).

Esto quiere decir que, siempre que se dispongan a tomar una fotografía, deben medir la cantidad de luz
que es reflejada por los objetos para poder ajustar los parámetros para una correcta exposición: apertura
del diafragma, velocidad de obturación y sensibilidad ISO y lograr así, aprovechar al máximo el rango
dinámico de tu cámara y por ende maximizar el potencial de esta para captar información.

No ajustar correctamente los parámetros significará tener que forzar posteriormente en el procesado con
una consecuente pérdida de calidad o incluso una irreparable pérdida de datos:

o Si una foto ha quedado subexpuesta, cuando en el programa en computadora intenten “aclararla”


generaran ruido, bajando la calidad de la imagen. En el histograma veran que hay una gran proporción de
información que ha quedado fuera de lo que la cámara es capaz de capturar (su rango dinámico). Hay una
gran porción de datos que quedo fuera de la exposición, perdiendo detalles en los tonos oscuros.

o Si una foto te ha quedado sobreexpuesta, es decir que perdio detalle en los tonos más claros, y luego
intentan corregirla en el post procesado, el programa deberá inventar información donde no la hay, ya que
los pixeles quedaron totalmente blancos, perdiendo nuevamente calidad. El histograma quedara más
orientado hacia la derecha y una gran proporción de datos que la cámara hubiera podido aprovechar, han
quedado fuera de la exposición. Esto es conocido como “área quemada”, es decir sin detalle en los blancos.
¿Cómo se mide la luz:?

o Con el exposímetro de la cámara: es el método más común y utilizado por la mayoría de los fotógrafos
sean conscientes de ello o no. Aunque no lo noten el fotómetro de la cámara está constantemente
calculando la cantidad de luz de la escena que es reflejada hacia el sensor de modo de proporcionar
información para que puedan ajustar la exposición de la toma o bien para ajustarla automáticamente si es
que disparan en modos automáticos o semi automáticos. Recuerden que el exposímetro de la cámara esta
calibrado para un “gris neutro” por lo que no brindara la mejor exposición posible de lograr en una toma.

o Con un fotómetro de mano (incidente o reflejada): los fotómetros de mano son utilizados por los
fotógrafos profesionales, en su mayoría, para medir tanto la luz que incide en un determinado objeto como
así también la que este refleja hacia la cámara. Trabajar con ellos supone mayor tiempo disponible para
planear la escena, medir las luces de toda la escena y promediar las mediciones más claras y más oscuras
de modo de obtener una exposición correcta en ambos tonos.
Modos de medición de la luz

Entonces, la mejor forma de aprovechar todo el potencial que tienen en sus manos (la cámara) y en sus
ojos es midiendo ustedes mismos la luz en sus fotografías.

No importa cuán moderna sea la cámara, todas tienen el mismo inconveniente a la hora de utilizar los
modos automáticos: no pueden adivinar cuál es el modo más adecuado para la fotografía que quieren
tomar, eso lo deben hacer ustedes mismos.

La cámara trae distintos modos para poder realizar la medición de la luz en una escena. Ya lo hemos visto
oportunamente.

A modo de resumen los recordamos:

o Medición matricial o evaluativa: mide la luz de toda la escena en su conjunto e intenta lograr una
exposición para todos los tonos presentes en ella.
o Medición evaluativa parcial: funciona de la misma manera que la matricial, pero en este caso la medición
de la luz solo se realiza en la zona central de la fotografía.
o Medición puntual: este es el modo mas recomendable, ya que con el, como solo utiliza un punto que suele
ser el central para medir la luz, podrán realizar las mediciones de acuerdo a los tonos que quieran o no
resaltar en sus fotografías.

¿Cómo llevarla a cabo?

Hay muchas situaciones en las que el fotómetro de una cámara indicará que la fotografía está
correctamente expuesta cuando en realidad no lo está (recuerden el ejemplo de la hoja en blanco anterior).

La clave para realizar una buena medición es “exponer para los tonos más claros” es decir, medir la
cantidad de luz de la zona más clara en la escena a fotografiar y ajustar los valores de exposición para que
esa zona salga lo más clara posible (más a la derecha del histograma): si el tono más claro de la escena
no se sobreexpone, es decir no queda quemado, se aseguraran que todos los tonos más oscuros que este
quedaran con detalle, aprovechando al máximo el rango dinámico.

Se estarán preguntando: ¿Cómo lo hago si no puedo confiar en el exposímetro de la cámara? Es cierto


que no pueden confiar siempre en el indicador de exposición de la cámara ya que como vimos
anteriormente, no aprovecha al máximo la capacidad del sensor y puede que indique que hay sobre o sub
exposición cuando en realidad no la hay.

Entonces, lo que deben conocer es el límite de sobre exposición de la cámara: el consejo es realizar
varias pruebas fotografiando objetos muy claros de modo de conocer hasta donde esa cámara es capaz
de captar detalle en los tonos más claros. No importa que la cámara les indique que la fotografía saldrá
sobre expuesta ya que cuando observen el histograma notaran que no ha quedado área por fuera del
gráfico. Una vez que conozcan hasta dónde son capaces de sobreexponer sin perder detalle, estarán listos
para realizar las mediciones en sus fotografías.

Pueden valerse tanto del histograma, como así también del modo “zonas destacadas” al momento de
revisar la fotografía. Este modo mostrara la foto en la pantalla de la cámara e indicará que áreas han
quedado “quemadas” mediante un parpadeo. Intenten minimizar esas zonas.
El Paso a paso

1. Ajustar la cámara en modo de disparo manual.


2. Configurar el modo de medición de la luz en el modo “puntual”.
3. Buscar el tono más claro en toda la escena que se dispongan a fotografiar.
4. Realizar la medición de la fotografía en ese punto.
5. Configurar los parámetros de la exposición de acuerdo a cuál es la estética que quieran darle a esa
fotografía, siempre intentando mantener la sensibilidad ISO en el valor lo más bajo posible de modo de no
perder calidad producto del ruido.
6. Realizar el disparo y capturar la foto.

La medición se ha realizado de modo puntal en las franjas blancas de la remera del niño que está sobre la
tabla (1).

De esta manera habrán logrado mantener al máximo el nivel de información en cada una de sus fotografías.
Si aún no están conformes con el resultado, pueden, en el procesado, oscurecerla hasta obtener la
fotografía deseada pero minimizando la pérdida de calidad.
Imagen digital.

Es un producto del desarrollo de la informática que tiene como antecesor a la fotografía. La imagen digital
toma vida mediante un archivo de diferentes formatos, que puede ser almacenado en una PC, enviado por
correo electrónico e incluso ser impreso.

Concepto

Una imagen digital es una representación bidimensional de una imagen utilizando bits (unos y ceros).
Dependiendo de si la resolución de la imagen es estática o dinámica, puede tratarse de un gráfico
rasterizado o de un gráfico vectorial.
La imagen estática

Las imágenes digitales estáticas se dividen en dos tipos: imágenes vectoriales y de mapa de bits.
Imágenes vectoriales e imágenes de mapa de bits

• Las imágenes de mapa de bits también denominadas imágenes raster: son imágenes pixeladas, es
decir que están formadas por un conjunto de puntos (píxeles) contenidos en una tabla. Cada uno de
estos puntos tiene un valor o más que describe su color.
• Imágenes vectoriales: las imágenes vectoriales son representaciones de entidades geométricas tales
como círculos, rectángulos o segmentos. Están representadas por fórmulas matemáticas (un
rectángulo está definido por dos puntos; un círculo, por un centro y un radio; una curva, por varios
puntos y una ecuación). El procesador traducirá estas formas en información que la tarjeta gráfica
pueda interpretar.

Dado que una imagen vectorial está compuesta solamente por entidades matemáticas, se le pueden aplicar
fácilmente transformaciones geométricas a la misma (ampliación, expansión, etc.), mientras que una
imagen de mapa de bits, compuesta por píxeles, no podrá ser sometida a dichas transformaciones sin sufrir
una pérdida de información llamada distorsión. La apariencia de los píxeles en una imagen después de una
transformación geométrica (en particular cuando se la amplía) se denomina pixelación (también conocida
como efecto escalonado). Además, las imágenes vectoriales (denominadas clipart en el caso de un objeto
vectorial) permiten definir una imagen con muy poca información, por lo que los archivos son bastante
pequeños.
Por otra parte, una imagen vectorial sólo permite la representación de formas simples. Si bien es verdad
que la superposición de varios elementos simples puede producir resultados impresionantes, no es posible
describir todas las imágenes con vectores; éste es particularmente el caso de las fotografías realistas.
Formatos de imagen

Las imagénes digitales se pueden guardar en distintos formatos. Cada uno se corresponde con una
extensión específica del archivo que lo contiene. Los más utilizados en la actualidad son: BMP, GIF, JPG,
TIF y PNG.

BMP (Bitmap = Mapa de bits)

• Ha sido muy utilizado porque fue desarrollado para aplicaciones Windows.


• La imagen se forma mediante una parrilla de píxeles.
• El formato BMP no sufre pérdidas de calidad y por tanto resulta adecuado para guardar
imágenes que se desean manipular posteriormente.
• Ventaja: Guarda gran cantidad de información de la imagen.
• Inconveniente: El archivo tiene un tamaño muy grande.
GIF (Graphics Interchange Format = Formato de Intercambio Gráfico)

• Ha sido diseñado específicamente para comprimir imágenes digitales.


• Reduce la paleta de colores a 256 colores como máximo (profundidad de color de 8 bits).
• Admite gamas de menor número de colores y esto permite optimizar el tamaño del archivo que
contiene la imagen.
• Ventaja: Es un formato idóneo para publicar dibujos en la web.
• Inconveniente: No es recomendable para fotografías de cierta calidad ni originales ya que el
color real o verdadero utiliza una paleta de más de 256 colores.

JPG-JPEG (Joint Photographic Experts Group = Grupo de Expertos Fotográficos Unidos)

• A diferencia del formato GIF, admite una paleta de hasta 16 millones de colores.
• Es el formato más común junto con el GIF para publicar imágenes en la web.
• La compresión JPEG puede suponer cierta pérdida de calidad en la imagen. En la mayoría de
los casos esta pérdida se puede asumir porque permite reducir el tamaño del archivo y su
visualización es aceptable. Es recomendable utilizar una calidad del 60-90 % del original.
• Cada vez que se modifica y guarda un archivo JPEG, se puede perder algo de su calidad si se
define cierto factor de compresión.
• Las cámaras digitales suelen almacenar directamente las imágenes en formato JPEG con
máxima calidad y sin compresión.
• Ventaja: Es ideal para publicar fotografías en la web siempre y cuando se configuren
adecuadamente dimensiones y compresión.
• Inconveniente: Si se define un factor de compresión se pierde calidad. Por este motivo no es
recomendable para archivar originales.

TIF-TIFF (Tagged Image File Format = Formato de Archivo de Imagen Etiquetada)

• Almacena imágenes de una calidad excelente.


• Utiliza cualquier profundidad de color de 1 a 32 bits.
• Es el formato ideal para editar o imprimir una imagen.
• Ventaja: Es ideal para archivar archivos originales.
• Inconveniente: Produce archivos muy grandes.

PNG (Portable Network Graphic = Gráfico portable para la red)

• Es un formato de reciente difusión alternativo al GIF.


• Tiene una tasa de compresión superior al formato GIF (+10%)
• Admite la posibilidad de emplear un número de colores superior a los 256 que impone el GIF.
• Debido a su reciente aparición sólo es soportado en navegadores modernos como IE 4 o
superior.
Formatos de captura de imagen: JPEG y RAW

Profundizando un poco en una de las opciones más importantes a la hora de hacer una fotografía y en la
elección del formato de fichero con el que queremos captar las imágenes veremos que disponemos de
dos alternativas: JPEG y RAW.

Entonces, veremos con un poco en detalle cada una de ellas.


Viendo los menús de la cámara que permiten seleccionar el formato de imagen, estableceremos el
formato de captura
Una de las primeras opciones del menú de disparo suele ser la elección del formato y calidad de la
imagen generada en la toma:
Básicamente permiten elegir:

JPEG en varios tamaños y calidades (mayor o menor compresión):


El tamaño de la imagen generada se suele indicar con letras (L = large, grande, M = medio, S = small,
pequeño). El tamaño se refiere al número de megapíxels de la imagen
(ancho x alto). L corresponde al máximo (por ejemplo 6.016×4016), y S al mínimo (3008×2008).

En Canon se elige a la vez el tamaño (L, M y S o S1 a S3) y la calidad o compresión JPEG, que se
expresa con el icono al lado izquierdo de la letra (curva uniforme para mayor calidad, curva escalonada o
“pixelada” para calidad menor).

Nikon lo separa en dos menús: por un lado se selecciona la calidad de la imagen, con tres
opciones: buena (comprime aproximadamente el fichero de imagen a 1/4 de su tamaño si no estuviera
comprimida), normal (comprime a 1/8) y básica (1/16). Y
por otro se selecciona del tamaño (L, M o S). Se puede acceder rápidamente a seleccionar los valores
de ambos menús pulsando el botón QUAL y girando el dial principal (para elegir la calidad) y botón QUAL
+ dial secundario para el tamaño.

RAW:
Canon permite varios tamaños de imagen RAW, M-RAW y S-RAW (máximo, medio y pequeño).
Nikon permite elegir el formato RAW (NEF) dentro del menú de calidad de la imagen.
Se puede elegir si se quiere solo RAW, solo JPEG o ambos a la vez. Y las cámaras de gama alta que
disponen de dos ranuras para tarjeta de memoria, se puede configurar para que los RAW se graben a
una tarjeta y los JPEG en la otra.

Notas:
• Puede ser que en los modos de escena (retrato, paisaje, etc.), la cámara no permita el
disparo en formato RAW.
• Otros fabricantes de cámaras pueden incluir más formatos de grabación, como pueda ser
TIFF (muy utilizado en procesado de imágenes) o DNG.
También hay que tener en cuenta que las cámaras de gama media y alta pueden incorporar más
opciones avanzadas, pero antes de nada debemos profundizar un poco en cada formato.
Equipo básico para el armado de un estudio fotográfico
Es logico entender que uno de los princiales anhelos de los fotógrafos es poder armar un estudio
fotográfico propio. Contar con un espacio para poder desarrollarse y crear.

¿Sabían que el equipamiento necesario para comenzar es mucho más accesible de lo que uno imagina?
No hace falta llegar a ser un profesional para poder armar un estudio propio ya que, el material necesario
para iluminarlo, es mucho más accesible de lo que uno imagina.

La filosofía Strobist

Creada cerca del año 2006, el reportero gráfico David Hobby inicio una revolución en cuanto a la
iluminación en fotografía se trata.

Desde su blog, llamado Strobist, comenzó a explicarles a todos los fotógrafos aficionados las diferentes
técnicas de iluminación con las que él lograba realizar en cada una de sus fotografías que luego vendía a
los periódicos, pero haciendo énfasis, en vez de en el equipamiento, en el conocimiento práctico. Es así
que, con solo unos flashes y difusores, logro captar al fotógrafo aficionado, a la fotografía profesional.

Si bien el equipamiento necesario para que uno pueda iluminar el estudio fotográfico es importante, no
deben perder de vista que, lo más importante es el modo en que utilizan el ingenio y los conocimientos
para que puedan realizar las fotografías que tienen en mente, en realidad, allí es donde la filosofía
Strobist cobra vida.

Material necesario para iluminar tu estudio fotográfico:

Si bien el equipamiento y los materiales necesarios para montar un estudio fotográfico de gran calidad son
muy costosos y al mismo tiempo, enormes y pesados, eso no quita que no puedan lograr una calidad
envidiable utilizando equipos de prestaciones algo más modestas.

A continuación dejo un listado de las distintas fuentes de luz que podrian utilizar y diversos accesorios que
ayudan a moldearla a gusto.

Fuentes de Luz

Luz continúa: son todas aquellas fuentes de luz que “brillan en todo momento”. Este tipo de equipamiento,
como puede ser una lámpara fluorescente, una lámpara de tungsteno, un reflector led o un foco halógeno,
etc. les permitirá que la escena este constantemente iluminada sin importar si disparan o no sus cámaras
(a diferencia del flash que se activa al dispararla). Esta es su principal ventaja, ya que, al ser su luz continua,
les permitirá observar con todo detalle como la luz incide en el modelo, las sombras que se forman, etc. De
todas formas, son equipos grandes, pesados y que generan mucho calor, y por ende, mucho consumo
energético.

Al contrario de lo que pueda parecer, equiparse con un par de pantallas de luz continua de led, que no son
para nada caras, por lo menos al principio seria de gran utilidad.
Flash externo: es la fuente de luz más potente, compacta y versátil, ya que por su tamaño, es fácil de
trasladar y pueden dispararlos directamente sobre la escena, rebotarlo o difuminarlo según lo crean
conveniente. Pueden además, trabajar con un conjunto de ellos ya que, al colocarlos alrededor de la escena
y dispararlos remotamente, podrán iluminarlos sin cables ni conexión eléctrica, como con la luz continua,
aunque su luz puede no ser tan potente como éstos últimos.

No hace falta que sean flashes de la misma marca que el fabricante de la cámara que posean, tampoco
tiene que ser nuevo, ni el último modelo del mercado. Existen muchísimas alternativas, de las “grandes
marcas” como así también de otros fabricantes con los que podrán obtener grandes resultados, aunque
quizás no mantengan las mismas funcionalidades.
Flashes de estudio: estos son más potentes que los flashes externos y tan grandes, pesados y poco
portátiles como los focos de luz continua y pueden ser con o sin generador incorporado dependiendo del
tamaño del estudio. Sin embargo, su potencia y versatilidad los hacen ideales para modelar la luz en el
estudio. Solo bastará que coloquen por delante alguno de los tantos accesorios o modificadores
disponibles (difusores, panales de abeja, gelatinas, etc.) de modo de que puedan lograr los efectos que
estén buscando.
Son luces confiables, duraderas y muy robustas en comparación con los anteriores, también son algo
más costosos, pero vale la pena invertir en ellos.

Luz de modelado: los flashes tienen una desventaja: resultará muy difícil juzgar el aspecto final que tendrá
una fotografía, cuando la iluminen con un flash ya que el mismo, no iluminará la escena hasta ser disparado.
Es por ello que, muchos cabezales de los flashes de estudio, traen consigo lámparas que emiten una luz
continua con el mismo efecto de luz que es emitida por el flash. De esta forma, podrán trabajar la escena
aunque los flashes no se hayan disparado. De todas maneras, esta luz no es tan potente ni tiene
exactamente las mismas propiedades que el destello de un flash, pero realmente es muy útil.
Sin embargo, para poder modelar la luz será de mucha utilidad contar con algunos
accesorios:

Pantallas reflectoras: estas pantallas son muy utilizadas a la hora de modelar la luz ya que permitirán
reflejarla, intensificarla o reducirla. Dependiendo del material con que está hecha su superficie, la luz se
reflejará de una u otra forma: cambiará su color, su dirección, su intensidad, etc.

Existen varios tipos:

blancas para dispersar la luz, doradas para lograr una luz más cálida, plateada para una luz más fría, negras
para absorberla.

Son realmente económicas y de gran utilidad.


Ventanas de luz: las ventanas de luz o “softbox” son accesorios que les permitirán suavizar la luz del flash
o fuente de luz que estén utilizando. Al situarlo por delante de estos, hacen a la luz que la atraviesa más
difusa y natural. También pueden dirigir la luz ya que, al tener solo un lado traslucido, la luz se concentra
allí. Dependiendo del material con que estén fabricados, de su tamaño y de la distancia a la cual sean
colocados del sujeto, la luz será más o menos natural, es decir, más o menos difusa.

Para lograr resultados naturales trabajando en un estudio, una ventana de luz será fundamental.

Sombrillas: las sombrillas o “paraguas” permiten rebotar la luz del flash en estos de modo de que “la
mancha de luz” sea mucho más amplia. De este modo, la luz llegará al sujeto de un modo mucho más
suave y natural. Dependiendo de cuan cerca o lejos coloquen al flash de la sombrilla, la dureza o suavidad
de la luz variará, por lo que es importante que no solo cuenten con una sombrilla, sino también con un
soporte que permita alterar dicha distancia.

Al igual que las pantallas reflectoras, las encontraran en varios colores: blancas, plateadas, doradas o
traslucidas. Las blancas y traslucidas permitirán lograr luces más suaves, mientras que las plateadas o
doradas la concentraran.
Fotómetro: esta herramienta no es más que un exposímetro como el que tiene la cámara para medir la luz
de una escena, pero de mano. Podrán medir la luz que incide en un sujeto o la luz que dicho sujeto refleja
hacia la cámara con uno de estos espectaculares aparatos de modo de realizar una correcta medición y
exposición de todas las fotografías en el estudio.

El exposímetro incorporado en la cámara no siempre es capaz de calcular correctamente los valores de “la
cantidad de luz” para realizar una toma ya sea por falencias propias o, por ejemplo, por trabajar con muchos
flashes, por lo que contar con un fotómetro de mano es muy útil.

Si bien son algo costosos, no será imposible adquirirlo, hay grandes ofertas en mercado.

Radios de flash: los radios no son otra cosa que un disparador remoto, pero en vez de ser para la cámara,
sirven para disparar un flash. Se colocan en la zapata de la cámara y permiten, disparar de forma controlada
uno o más flashes pudiendo variar la posición de estos como lo deseen. Son muy útiles para trabajar con
flashes en el estudio ya que no todos estos tienen la opción de sincronizarlos por foto célula y así y todo,
no siempre funcionan tan bien como debieran con dicho sistema y también para poder dirigir y modelar la
luz en todas direcciones sin la limitación de estar sobre la cámara.
Difusores: los difusores son accesorios que podrán utilizar para hacer que la luz dura de un flash o un
foco se vuelva más suave o más puntual. Hay una gran variedad de difusores en el mercado que pueden
ser utilizadas para modelar la luz del flash a propio antojo, ya que cada uno de ellos permitirá lograr un
efecto diferente.
Trípodes: los trípodes no son solo utilies para lograr mayor estabilidad en cada una de las tomas o para
poder trabajar más cómodo en ellas, también serán de gran ayuda para disponer todos los elementos
lumínicos dentro del estudio. Utilizando un soporte para flash, podrán colocar un flash en estos junto con
su difusor o su ventana de luz para dispararlos remotamente. Los trípodes siempre serán la solución. Hay
una gran variedad de marcas, precios y modelos y dependiendo el uso que le vayan a dar será el nivel de
inversión que deban dedicarle a estos.

Soportes para flash: estos soportes permitirán, no solo colocar un flash directamente sobre un trípode u
otro soporte, sino que también, permitirá colocar junto a este una sombrilla o paraguas reflector. Si
trabajan con varios flashes, este accesorio será fundamental de modo de, al dispararlos de forma remota,
poder trabajar más cómodamente.
Gelatinas: estas son unas laminas que podrán colocar delante de la fuente de luz de modo de cambiar el
color de esta. Experimentar con su uso permitirá lograr resultados asombrosos. Eso sí, dar con la
combinación perfecta requerirá de algo de práctica. No son para nada costosas ya que pueden fabricárlas
con casi cualquier elemento de color traslucido como puede ser el acetato o el papel celofán.

Antes de realizar la compra, tómense el tiempo para averiguar un poco más en las especificaciones de
cada uno de los accesorios, de modo que puedan evaluar si realmente les servirá o no.

En resumen, el material para iluminar un estudio propio puede no llegar a ser tan costoso como imaginan
en un principio. Solo restará que piensen que tipo de fotografías quieren realizar, como hacerlo y con qué
equipamiento, para de esta manera comenzar a adquirir las herramientas necesarias.

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