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La Regla de los Tercios es una de las reglas más básicas de composición fotográfica. Quien más y
quien menos la ha oído mencionar alguna vez, aunque es posible que no tengas claro del todo
lo que significa. En las siguientes líneas te explicamos en qué consiste la regla de los tercios, y
como aplicarla para mejorar drásticamente tus composiciones fotográficas. Tus fotos nunca
volverán a ser iguales una vez entiendas qué es y cómo funciona. ¿Te animas?
La regla de los tercios es una de las reglas de composición más famosas dentro del mundo de la
fotografía. Es uno de los primeros recursos compositivos que uno descubre y probablemente
sea de los primeros en aprenderse tanto por su sencillez como por lo efectivo que es en sus
resultados.
Con la regla de los tercios conseguirás dotar a tus fotografías de una sensación de profundidad
y lograrás que se aprecie un mayor equilibrio, guiando al ojo del espectador directamente al
punto de mayor interés.
Mira una de tus fotografías y mentalmente divídela en tres tercios imaginarios, tanto
horizontales como verticales. La imagen te quedará dividida en 9 partes iguales, y los cuatro
puntos de intersección de esas líneas son los que van a fijar los puntos adecuados para situar el
centro, o centros, de interés de nuestra foto. De esa forma estaremos rompiendo con la común
costumbre de situar a nuestro sujeto o elemento protagonista justo en el centro del encuadre.
Cada uno de estos cuatro puntos de intersección se denominan puntos fuertes. Cuando
estemos haciendo una foto, si solo existe un único punto de interés, es preferible situarlo en
uno de los cuatro puntos de intersección mencionados en lugar de hacerlo directamente en el
centro de la foto. Esto suele generar mayor atracción en el espectador que cuando el centro de
interés esta en el mismo centro de la fotografía.
Tenemos la costumbre de situar los elementos en el medio del encuadre, pensando que de esa
forma lo equilibramos más, pero esto no es del todo cierto. Un caso muy recurrente es cuando
realizamos fotografías en las que aparece la línea del mar o alguna cadena montañosa por
ejemplo.
Lo de situar al elemento protagonista en una de los puntos de interés para ganar en composición
no no solo pasa cuando hacemos fotos de paisajes, sino que también se aplica a los retratos.
Imagina que vas a sacar una foto en la que tu objeto o sujeto protagonista está en el medio del
encuadre. A la foto le falta armonía, le falta equilibrio. Prueba a cambiar de encuadre y a situarlo
en uno de los puntos de interés, bien sea porque se percibe que el sujeto se dirigirá hacia esa
dirección, o porque simplemente es en ese punto en el que le otorga equilibrio a la composición
¿No crees que la imagen está bastante más atractiva? Quien la vea ahora sabe exactamente a
qué lugar tiene que dirigir su mirada primero, queda evidente cuál es el foco de interés.
¿Cuándo Aplico la Regla de los Tercios?
Seguro que más de una vez has escuchado la famosa frase de "Eso lo arreglo yo después en
Photoshop". Por supuesto, puedes seguir la regla de los tercios cuando vayas a editar la foto,
pero como todo, lo mejor será que la apliques ya a la hora de al hacer la foto.
Hay incluso quien pega en la pantalla una pegatina transparente sobre la que hace unas marcas,
ya que como ayuda puede serte muy útil. Eso sí, no es necesario.
Otra opción como te adelantábamos hace un momento, aunque solo sea recomendable en
ciertos casos, es realizar un reencuadre posterior con programas de retoque fotográfico como
Photosop o Lightroom. En este artículo te explicamos cómo reencuadrar una foto y aprovecharte
de la aplicación de la regla de los tercios de forma sencilla.
Otro ejemplo es el de fotografía de flores. Como puedes ver en los siguientes ejemplos siempre
queda bien situar el centro de atención en uno de los puntos de interés.
Aunque en este caso también hay ocasiones en las que situando la flor en el centro y rellenando
el encuadre puedes otorgarle fuerza a la fotografía.
En retratos la regla de los tercios suele funcionar muy bien. Puedes colocar otro punto de interés
con el que el sujeto interactúe, o simplemente dejar espacio vacío en esa parte.
En esta otra foto tenemos a un protagonista situado en uno de los puntos principales
contemplando el paisaje que tiene ante él. Aquí al seguir la regla de los tercios hemos ganado
en profundidad, y además evitamos ocultar uno de los principales motivos del paisaje, el lago.
Si por el contrario la vista que tiene el sujeto no es demasiado relevante, entonces puedes
saltarte la regla y colocar a tu sujeto en el centro.
¿Te acuerdas cuando te hablábamos del punto de fuga? En este caso te diré que encontrarás
más ejemplos en los que no se sigue la regla de los tercios, pero dependiendo de los elementos
del entorno seguirla puede ser tan o más interesante.
Una de las excepciones en las que en la mayoría de ocasiones suele funcionar mejor colocar el
foco de interés en el centro es cuando hay elementos simétricos en nuestro encuadre. Reflejos,
líneas paralelas… mira los siguientes ejemplos y compruébalo tú mismo.
Y ¿por qué no? A veces simplemente quieres que el centro de interés esté justo en el centro.
Las reglas en fotografía son como una especie de ayuda para guiarnos hacia mejores resultados
fotográficos, eso está claro. Pero una vez las conoces, una vez sabes aplicarlas y sacarle todo su
potencial, ha llegado el momento de que juzgues si tu próxima imagen tiene que estar sujeta a
ella o por el contrario vas a romper con esa regla y mostrar una visión nueva y más creativa.
Las reglas están para romperlas. Conócelas, aplícalas, mejora y aprende con ellas... y cuando lo
hagas, serás libre de hacer uso de ellas o no en tus imágenes para lograr el propósito que
persigues.
13 Reglas de Composición Fotográfica
que Debes Conocer :Composición,
Conceptos básicos
¿Sabes cuál es la diferencia entre una buena y una mala fotografía? Asumiendo que los colores
han salido correctamente al imprimirla y la exposición y el enfoque son correctos, existen una
serie de elementos sobre los que los fotógrafos hablan continuamente al evaluar una foto: son
las "reglas de composición". Y dependiendo de con quien hablemos, nos darán unas reglas u
otras.
¿Quieres saber cuales son? ¿Quieres saber algo más sobre esas reglas? Concédeme un par de
minutos y repasaremos juntos algunas de las reglas de composición fotográfica más relevantes.
¿De qué es la foto? ¿Es una fotografía de tu novia? ¿Es una fotografía de las pirámides de Egipto?
Debería ser obvio para cualquiera que mire una fotografía entender lo que queremos enseñar
con la foto. Es lo que se denomina el centro de interés.
Aunque se denomine centro, el centro de interés no tiene que ser necesariamente el objeto que
esté colocado en el centro de la foto ni ser el objeto que ocupa la mayor parte de la imagen,
pero de esto te hablaré más adelante.
La elección del centro de interés es la primera regla de una buena composición, ya que es la más
importante. Simplemente decide antes de disparar el motivo sobre el que quieres tomar la
fotografía. Y a partir de ahí, todo lo que tienes que hacer es enfocar (o desenfocar) el elemento
sobre el que quieras centrar el interés.
Si queremos contar algo en una foto, ocupemos la mayor parte con ese "algo", asegurándonos
que se convierte de este modo en el centro de atención. Además, de este modo eliminamos
posibles elementos que resten atención.
Es un fallo demasiado común el querer sacar demasiadas cosas en una única foto. Al final, lo que
conseguimos es que no quede demasiado claro qué es lo que queríamos enseñar en nuestra
fotografía. Ante la duda de si algo debe salir o no en la foto, mejor quítalo.
Cuando vayas avanzando en el mundo de la fotografía podrás comprobar cómo las líneas son
uno de los elementos más eficaces a la hora de dirigir la mirada de quien contempla nuestras
fotos hacia donde queremos que mire. Las líneas horizontales, verticales y diagonales son
elementos compositivos que aportan significado a las imágenes.
Un tipo especial de líneas son las líneas convergentes. Son las líneas paralelas que, por el efecto
de la distancia, acaban convergiendo en un mismo punto.
En fin: sobre el uso de las líneas se podría escribir un libro completo de composición. No quiero
aburrirte en este artículo, pero si quieres profundizar sobre el uso de las líneas en composición
fotográfica, no dejes de leer este otro artículo en el que tratamos el tema con más profundidad.
4. Trabaja el flujo
Después de las líneas, podemos tratar el flujo. En fotografía, el flujo es el modo en el que la
mirada del espectador se desplaza de una parte de la fotografía a otra. Una manera de definir
el flujo de una fotografía es mediante el uso de líneas. Pueden ser horizontales, verticales,
diagonales, convergentes o divergentes. A veces el flujo creado por las líneas es nítido y claro,
como los laterales de un edificio que convergen hacia el cielo), o pueden ser menos obvias. Sin
embargo, la mirada del espectador debería ser capaz de recorrer los elementos de una parte a
otra de la imagen.
Un ejemplo de esto son las luces de peatones de un semáforo. Cuando está en rojo para los
peatones, la figura representa un peatón inmóvil, con las piernas juntas y los brazos bajados.
Visualmente, no tiene ninguna apariencia de estar en movimiento. Sin embargo, la figura del
peatón en verde que permite cruzar tiene una dirección en la cual se está moviendo. La dirección
en fotografía se puede crear de muchas maneras. Una figura a punto de cruzar una calle puede
transmitir movimiento aunque la veamos estática y no se muevan sus brazos y sus pies, porque
podemos imaginarla un segundo después cruzando la calle. Del mismo modo, un coche que
aparece cortado en el lado izquierdo de una fotografía en la que solo se ve su parte delantera,
podemos imaginarlo un segundo después al lado derecho de la foto.
Existen muchos elementos psicológicos ligados a los colores. Por poner un ejemplo, los azules
se consideran colores tranquilos, mientras que lo rojos son más temperamentales. Existe mucha
literatura al respecto de la psicología del color, por lo simplemente resumiremos que el color
tiene una importancia determinante en la composición en fotografía.
Por último, debes saber también que en materia de colores hay que prestar atención también
al contraste tonal. El contraste se define como la diferencia de luminosidad entre las partes más
claras y más oscuras de nuestras fotos.
8. El interés de los grupos de tres
Parece existir una percepción especial de los números impares en fotografía, y en especial de los
grupos de tres elementos.
Un único elemento puede transmitir soledad o aislamiento, con dos elementos una foto puede
quedar demasiado bien equilibrada y estática, y cuatro elementos pueden resultar demasiados
para distribuir.
Por algún motivo que no alcanzo a poder explicar, a las personas nos gusta el número 3. En
fotografía suele funcionar la agrupación de tres elementos como centro de interés.
Trazando esta cuadrícula imaginaria sobre la mayoría de las obras nos daremos cuenta de que
elementos fundamentales del cuadro recaen sobre esas intersecciones: ventanas y puertas,
ojos, líneas de horizonte, picos de montañas, ... Está comprobado que llevando nuestro punto
de interés a uno de esos cuatro puntos conseguimos una imagen mucho más interesante.
De todos modos, las intersecciones marcadas por la regla de los tercios no son los únicos puntos
de interés donde colocar tu centro de interés. Tienes también, por ejemplo, la proporción áurea.
En este sentido, reseñar que existen cámaras que permiten visualizar en su LCD una rejilla (grid
en inglés) para trabajar con los tercios, por lo que te animo a que revises el manual de vuestra
cámara si consideras que te puede ayudar a la hora de mejorar la composición.
Aunque no es un recurso que vayamos a utilizar habitualmente, no está de más conocerlo. Está
enfrentada a la regla de composición consistente en rellenar el encuadre comentada más arriba
en este mismo artículo.
La mejor herramienta con la que contamos para marcar la diferencia entre el frente y el fondo
de nuestras fotos es la profundidad de campo. Gracias a la apertura del diafragma que utilicemos
a la hora de hacer fotografías, conseguiremos mayor o menor nitidez en el fondo.
Otros actúan de una forma menos clara, simplemente orientando nuestra vista. Es el caso de las
señales de tráfico o las ramas de los árboles, ... Cualquier elemento que "encierre" el centro de
interés nos permitirá enmarcar la foto, dirigiendo la atención hacia el elemento deseado.
Hemos hablado muchas veces en dzoom de la famosa regla de los tercios y de cómo ésta puede
ayudarte a componer tus fotografías para que el resultado sea mucho más atractivo a la vista.
Pero ¿de dónde sale la regla de los tercios? ¿Es realmente una regla o más bien una orientación?
¿Hay reglas de composición que sean primas-hermanas de la Regla de los Tercios? ¿Qué
diferencias se generan en una fotografía dependiendo de dónde se coloquen los sujetos? En
este artículo intentaremos arrojar un poco de luz sobre todo esto. ¡Empezamos!
Si dibujamos una línea que una todos estos pequeños recuadros, quedaría algo parecido a esto:
La espiral resultante (conocida como Espiral de Oro o Espiral Aurea) está permanentemente
presente en la naturaleza: en las semillas de un girasol, en las conchas marinas... Componer una
imagen siguiendo esta espiral nos resulta agradable visualmente porque las proporciones que
se obtienen nos parecen naturales.
Es importante tener en cuenta que las fotografías no acostumbran a tener unas proporciones
áureas (y si se trata de cámaras de medio formato, cuyos sensores suelen ser cuadrados, todavía
menos) así que la espiral de Fibonacci debe ser sólo una guía que te ayude a componer y nunca
una regla intocable que te cierre puertas creativas. También es cierto que muchas veces,
componemos según la espiral de oro sin ser conscientes de ello, simplemente porque la
composición que hemos creado nos ha parecido atractiva visualmente. La imagen anterior es un
ejemplo de ello, pues la imagen se tomó y luego, para la redacción de este artículo, se le añadió
la espiral, momento en el que mi di cuenta de que había seguido la proporción áurea en su
composición, sin ni siquiera percatarme de ello.
Siguiendo la proporción áurea puedes tener una idea de dónde situar el horizonte o los puntos
más importantes de tu fotografía. Lo importante es ser consciente de que no es una ley que se
deba cumplir a rajatabla y de que en absoluto asegura la calidad de la imagen final. A veces
puede salir una fotografía más atractiva visualmente rompiendo esta regla que siguiéndola, todo
es cuestión de probar. Un claro ejemplo de ello son las imágenes simétricas.
Señoras y señores, ¡aquí tenemos nuestra querida Regla de los Tercios! Así que ha quedado
demostrado que las matemáticas nos ayudan a componer fotográficamente. Con este dibujo,
además, se ven de manera muy gráfica y evidente, las zonas con más interés visual: las esquinas.
Como se puede apreciar en el esquema, el centro de la imagen es la zona "menos interesante"
de un encuadre (hablamos en general; como ya hemos descrito anteriormente, existen
fotografías que rompen por completo esta concepción y, aún así, son muy atractivas
visualmente.)
Como has visto, la regla de los tercios es una versión de la proporción áurea; en general, resulta
más sencillo componer una fotografía con la regla de los tercios en mente (o superpuesta en la
pantalla de la cámara a modo de guía) que con la Espiral de Oro.
Lo importante es que en la composición de tus fotografías dejes el aire que el sujeto necesite
para realizar su movimiento. Si debe moverse, déjale espacio por delante. Si ya se ha movido, el
espacio debe estar detrás. Si debe caer, por abajo. Si quieres transmitir que el sujeto se
encuentra atrapado por algo, cierra el plano para que "se ahogue" y si quieres mostrarlo libre,
sitúalo en una composición muy abierta, en la que el aire lo rodee.
Si, además de todo esto, añades en la composición líneas que acompañen todo lo que intentas
transmitir con la composición, tu fotografía será, probablemente, un éxito: hasta la infinidad se
ha comentado la importancia de las líneas dentro de una composición fotográfica pero es
especialmente importante en el caso de las líneas diagonales que aportan a la fotografía un alto
grado de dinamismo y, además, ayudan al espectador a leer la imagen. Ten en cuenta que, en el
mundo occidental, el ojo está acostumbrado a leer empezando por la esquina superior izquierda
y terminar por la inferior derecha, así que si una imagen tiene en su composición líneas que
sigan esta dirección, la lectura de la imagen será muy rápida (como si fuera cuesta abajo). En
cambio, si utilizamos líneas diagonales ascendentes, de la esquina inferior izquierda a la superior
derecha, la lectura será más pesada (como si fuera cuesta arriba).
Por supuesto, todo esto es sólo una guía orientativa y todo lo antes descrito es completamente
subjetivo. Dependiendo del sujeto, del lugar, de la luz que utilices, del ángulo de visión, etc.
puedes conseguir el mismo efecto con una composición distinta. Es cuestión de saber mirar y de
tener reflejos a la hora de componer las imágenes para que nuestras fotografías mejoren
sustancialmente. Las reglas de composición no son leyes inmutables, cada imagen y cada
situación son únicas e, incluso, cada fotógrafo puede utilizarlas de una manera distinta y con
resultados muy dispares.
En las siguientes lineas os damos los pasos para poder realizar reencuadres basados en
la Regla de los Tercios con Photoshop.
Creamos una nueva imagen, algo más pequeña que la original, con el tamaño que
queremos que tenga la imagen resultante.
- Copiamos la imagen
original y la pegamos sobre la imagen nueva con la cuadrícula activada, y movemos la
imagen resultante hasta que el encuadre se encuentre a nuestro gusto.
La regla de los tercios en fotografía -
todo lo que debes saber
Como fotógrafo seguramente tienes un feeling que explotas al máximo al hacer tus
composiciones fotográficas. Si ves juntas varias de tus fotos, te sorprenderá que algunas de las
mejores siguen la ley de los tercios. Un ojo educado o sensible se apega a ciertas reglas de la
composición intuitivamente, pero queremos que las domines conscientemente, así que aquí
van.
Armonía a través de la composición fotográfica
La composición en la fotografía es uno de los elementos intangibles más importantes, porque
de la armonía interna entre los elementos que forman la foto depende su atractivo. Podemos
decir que la composición es la disposición de elementos –sujetos y objetos– dentro del cuadro.
La manera en que selecciones estos objetos y los dispongas en el encuadre puede marcar la
diferencia entre una gran foto y una que pase al olvido. Recuerda que hacer una foto es elegir:
lo que entra, lo que queda fuera, lo que está en foco, lo que ocupa el primer y el último plano.
No es captar la realidad tal cual es. Es plasmar tu visión de la realidad.
Con base en estos tres pilares construye libremente el mensaje que quieres transmitir en tus
fotos.
Las variantes de esta escena son infinitas, G.M.B Akash, fotógrafo de Bangladesh, eligió cada
elemento al componer de esta manera y priorizó lo que quería contar. Akash se distingue por
darle voz a quienes generalmente son ignorados.
Para entrar en detalle sobre esta regla, primero hay que hablar sobre la proporción áurea. Lo
primero es entender la Sucesión de Fibonacci, que no es más que una serie infinita de números
en donde la suma de los números consecutivos da como resultado el siguiente: 0, 1, 1, 2, 3, 5,
8, 13, 21, 34, 55 y así infinitamente. Lo sorprendente no es esa serie sino que al dividir cada
número entre su anterior, el resultado se aproxima al número áureo: 1.618033. La magia de
este número es que encierra en sí una proporción entre dos segmentos. De tal forma que si
divides un rectángulo infinitamente, lo que obtendrás será una espiral, que es conocida como
espiral áurea.
Esta espiral está presente en la naturaleza como en las conchas marinas, en los centros de los
girasoles, en las formaciones de los huracanes y ¡en la Vía Láctea!
Las proporciones de la naturaleza son áureas. Por eso las fotografías creadas bajo estos
parámetros nos resultan atractivas y bellas.
Las formas en la naturaleza no son casualidad: cada pequeño detalle guarda una proporción.
Algunas fotos tienen estas proporciones y no siempre se hicieron así a propósito pero de igual
manera resultan atractivas al ojo. El tema ya es cosa aparte…
Regresando a la regla de los tercios, podemos decir que es una aproximación a la proporción
áurea –ese vínculo matemático que proporciona una simetría estética– y que trata de la
distribución del espacio y de los objetos dentro de la imagen, generando un punto de interés.
Suena complicado pero no lo es, y si la aplicas verás que tus fotos mejoran mucho.
Las fotografías hechas con base en la regla de los tercios son atractivas porque dan una
sensación de profundidad, son equilibradas y guían el ojo de quién las mira directamente al
centro de interés.
Para aclarar cualquier duda pasemos a la práctica. Toma una foto y divídela en tres tercios
horizontales y verticales. De esta manera la imagen queda dividida en 9 partes iguales, lo
esencial son los 4 puntos donde convergen estas líneas. Se llaman puntos fuertes, y ahí es
donde se centra la atención, es decir, hacia esos puntos va naturalmente la vista al escanear
una imagen con la mirada. Aprovecha este conocimiento para colocar en esas intersecciones
los objetos que quieras destacar dentro de la imagen.
Al mismo tiempo que creas fotos atractivas con la regla de los tercios rompes con encuadres
que emplazan todo en el centro.
Si estás haciendo una foto con un solo punto de interés, sitúalo en alguno de estos 4 puntos
fuertes, pues lograrás una composición más cautivante al mismo tiempo que equilibrada, y
quien mire la foto sabrá exactamente hacia dónde dirigir la mirada.
Esta foto además sigue la ley de la mirada, en la que el espacio libre queda hacia dónde el
modelo dirige su vista.
Si tienes dos puntos de interés, también puedes situar ambos en los puntos fuertes,
prefiriendo que sea en los puntos opuestos en diagonal.
Los elementos de atención no compiten en esta toma por los contrastes de color.
• Crea equilibrio
Tal vez al principio, cuando encuadres te costará un poco de trabajo imaginar estos 4 puntos
imaginarios en tu visor, para colocar justo ahí el centro de interés. Pero como todo en el
mundo de la foto, con la práctica cada vez te resultará más natural. Un ejercicio muy útil es
observar muchas fotos para que aprendas a detectar las que están hechas con base en la regla
de los tercios.
En esta foto hay dos elementos situados en los puntos fuertes pero no compiten por el
claroscuro y por la distancia en la que están uno del otro.
El espacio negativo en la foto le da fuerza. No tengas miedo de los espacios vacíos dentro de tu
encuadre.
Esta otra regla de composición también genera profundidad y también dirige la mirada hacia el
punto de interés, en este caso el punto de fuga. Utilizando este recurso también harás
fotografías atractivas y equilibradas. Con la práctica podrás decidir qué estilo de composición
es el que mejor queda en diferentes situaciones.
• Logra que las líneas converjan hacia un punto central. En este caso estarás haciendo
una foto simétrica que resulta muy atractiva.
• Las líneas también pueden dirigirse hacia un punto fuerte de la regla de los tercios.
¡Será un combo: dos en uno!
• Aprovecha este recurso para dirigir la mirada de tu espectador: sus ojos irán directo al
punto de fuga.
• Dejar fuera del encuadre el punto final donde convergen las líneas, es como dejar el
final abierto de una película. El suspenso también es atractivo.
• El punto de fuga no tiene que ser necesariamente recto, juega con todas las líneas que
encuentres a tu alrededor.
Alguien que domina el tema de la simetría como nadie es el cineasta Wes Anderson, al grado
que la ha convertido en su firma.
Still de “Darjeeling Limited”, de Wes Anderson
“No es realmente una regla. Es más una guía o una práctica recomendada.”
Las esquinas del cuadrado central son los puntos de intersección en tu cuadrícula de la regla de
los tercios. Es aquí donde deberías colocar el foco de tu fotografía, los elementos más
importantes de la imagen. Ayuda a equilibrar el sujeto principal con el espacio negativo de la
foto y te permitirá conseguir la composición efectiva para atraer la atención del espectador.
“Puede que sea algo generacional, pero si piensas en la introducción de La tribu de los Brady,
donde tienes los nueve rectángulos idénticos, todos son del mismo tamaño y son tres por tres:
tres filas y tres columnas.”
En este retrato, la cara de la mujer aparece en el tercio derecho de la imagen. Su cara cubre los
dos puntos de intersección de ese lado, lo que llama de inmediato la atención del espectador.
Está situada alejada del fondo algo soso que vemos a su izquierda.
Esta fotografía de paisaje utiliza la regla de los tercios al situar el horizonte a lo largo de la línea
horizontal inferior, de tal modo que el cielo ocupa dos tercios de la imagen. El árbol también
parece estar cerca de los puntos de intersección de la derecha.
Como ocurre con los retratos de humanos, la regla de los tercios también se aplica en los
animales y otros sujetos. Los ojos de este alegre perro están situados en un punto de
intersección, mientras que toda su cabeza y el collar ocupan dos tercios de la imagen en el lado
izquierdo. Enfatiza la expresión del perro y el césped del fondo le da un bonito contraste sin
quitarle atención.
La regla de los tercios puede combinarse con otras técnicas para llamar aún más la atención,
como la fotografía en blanco y negro de la imagen anterior. Aquí, la skater está situada en la
intersección izquierda. Además de destacar del fondo negro gracias a su camiseta blanca, su
posición llama especialmente la atención del espectador.
La En esta imagen de paisaje, las dos líneas horizontales se utilizan para alinear el cielo, el mar
y la arena en tres secciones muy estéticas. Esta foto ha sido encuadrada claramente teniendo
presente la regla de los tercios. Pero si dejáramos fuera la arena, el mar tendría que cubrir dos
tercios de la imagen en vez de usar una composición que partiera la imagen en dos.
“Si estás sintonizado con las imágenes que vemos a nuestro alrededor, siento que absorbes [la
regla de los tercios] incluso si no das en el clavo. Pero es muy útil para las personas que están
empezando y necesitan una herramienta práctica para ayudarles con su composición.”
Conseguir la foto que quieres con tu cámara es lo ideal, pues te permite tener más información
visual de la escena. Una vez vuelves a casa, no puedes volver y capturar el mismo momento
exacto. Es por eso que prepararse y saber usar la regla de los tercios en fotografía de manera
efectiva es tan importante.
Usar la regla de los tercios de forma repetitiva y práctica es la mejor manera de entender
cómo funciona. A la larga, las líneas de la cuadrícula y sus puntos de intersección se te
quedarán grabados en el cerebro. Te ayudamos a mejorar tus habilidades con estos consejos
para usar la regla de tercios al hacer fotos.
Practica con la cuadrícula de la regla de los tercios de tu cámara.
Muchas cámaras digitales modernas, e incluso las de los smartphones, incluyen una opción
para colocar una cuadrícula en tu visor. Puedes utilizar estas líneas como guía para ver
directamente dónde se sitúa tu sujeto respecto a estas intersecciones. Si lo haces suficientes
veces, ya no tendrás que utilizar más la cuadrícula.
“Actívala para que puedas ver lo que estás haciendo mientras lo haces. Con el tiempo, lo
acabarás asimilando.”
“Dirígete a un parque o a cualquier lugar e intenta hacer diez buenas fotos que sigan el modelo
de la regla de los tercios. Cuantas más veces lo hagas, más se te quedará grabada en el
cerebro.”
“Elige dónde quieres que esté tu punto de enfoque antes de hacer la foto. Yo siempre me
centro en los ojos.”
“Haz una foto con el sujeto justo en el centro, una con el sujeto en la esquina superior derecha
y otra en la esquina superior izquierda. Incluso si crees que lo has conseguido en la primera
foto, siempre debes hacer dos o tres más. Así, más tarde puedes elegir cuál funciona mejor.”
Lo ideal es capturar una imagen que sigue la regla de los tercios a la primera, pero si no es así,
siempre puedes editarlas a posteriori. Durante el proceso de postproducción puedes editar tus
fotos para que tengan una composición de regla de tercios horas, días o incluso semanas y
meses después de hacerlas.
Puede que estés empezando y que no hayas conseguido dar con la posición y el ángulo
acertado o que tu sujeto se haya movido dentro del encuadre. Sea cuál sea el problema,
puedes usar software como Adobe Photoshop o Lightroom para recortar imágenes, ya sea para
eliminar elementos que distraen o para colocar el sujeto en esas intersecciones.
“Utilizo Lightroom para editar rápidamente todo. Veo cómo funcionan los diferentes
elementos y juego con la regla de los tercios: es ideal para editar fotos.”
Mientras editas, sigues aprendiendo cómo aplicar la regla de los tercios en tu trabajo. En un
principio, te será difícil reconocer las fotos que funcionan con la regla de los tercios. Pero con
práctica, se convertirá en algo en lo que ni siquiera tendrás que pensar. Simplemente lo
sabrás. Esfuérzate y tu ojo y el público te lo agradecerán.
En cuanto a los retratos, lo mejor es posicionar a la gente en uno de los lados del cuadro
y dejar lo que llamamos Aire al otro lado. Esto está directamente relacionado con la
Ley de la Mirada: si las personas están orientadas hacia uno de los lados, es en ese
lado donde debe quedar más espacio, más aire.
Cuando los retratos son primeros planos se recomienda situar los ojos en alguno de los
puntos fuertes mencionados.
Como todas las normas, la regla de los tres tercios no obliga a nadie. Quien hace una
foto debe tomar decisiones, y una de las más importantes es saber cuándo hay que
saltarse una regla. La creatividad también consiste en eso.
Descubre más:
• El misterio de la Regla de los Tercios
• La Sección o Proporción Áurea en el Diseño Gráfico
• Regla de los Tercios vs Proporción Áurea: mitos y leyendas
Contenidos:
El obturador es una cortina delante del sensor de la cámara que está cerrado hasta que
empiezas a grabar. Una vez haces clic en el disparador para hacer una foto, el obturador se
abre y deja que pase la luz por la lente, exponiendo el sensor a esa luz. Luego, el obturador se
cierra de nuevo. El tiempo que el obturador está abierto está determinado por su velocidad.
¿Qué implica cambiar la velocidad de obturación?
La velocidad de obturación se utiliza en fotografía para capturar imágenes en movimiento y
congelar ese movimiento. La mayoría de ejemplos de velocidad de obturación incluyen sujetos
en movimiento: desde la fotografía de naturaleza a los paisajes con elementos en movimiento
como nubes o saltos de agua.
Para usarla efectivamente cuando estás haciendo fotos en diferentes configuraciones y con
varios tipos de sujetos, necesitas entender la diferencia entre una velocidad de obturación
rápida y una velocidad de obturación lenta, así como las mejores técnicas para conseguir los
mejores resultados.
“La velocidad de obturación te ofrece dos cosas. En primer lugar, te permite congelar el
tiempo. Si utilizas una velocidad de obturación más rápida, se abrirá y cerrará rápidamente y
conseguirás retratar aquello que está sucediendo. Luego tenemos el caso en el que quieres
una velocidad de obturación muy lenta que abra la apertura para dejar entrar más luz. Puedes
usar una velocidad de obturación lenta en un entorno más oscuro cuando necesites más luz
para exponer una toma correctamente.”
Las velocidades de obturación rápidas de 1/4000 se utilizan para capturar objetivos en rápido
movimiento, como para congelar un coche de carreras a su máxima velocidad. Cuanto más
lenta sea la obturación, más desenfoque de movimiento capturará tu cámara al retratar
sujetos en rápido movimiento. Con velocidades de obturación largas de entre 2 y 30 segundos,
cualquier movimiento en la imagen saldrá borroso. Eso puede crear un efecto interesante en
paisajes y en el cielo, pues el agua y las nubes aparecerán más suaves.
Equipo clave para experimentar con la velocidad de obturación.
Hay varios dispositivos esenciales que necesitas para experimentar con la velocidad de
obturación en fotografía:
“Puede que tengas conocimientos académicos de cómo funciona la fotografía. Pero también
tienes que tener el conocimiento práctico de probarlo y practicarlo siempre que puedas para
unificarlos.”
Carli Davidson, fotógrafa
Por ejemplo:
1” = velocidad de obturación de 1 segundo
Las velocidades de obturación largas suelen ser de 1 segundo o más. Como ocurre con las
velocidades de obturación lentas, pueden añadir un efecto borroso a las imágenes.
Esta práctica guía de las mejores velocidades de obturación para capturar diferentes sujetos
puede ayudarte a conseguir el desenfoque de movimiento o la congelación de la imagen que
quieres en cada fotografía:
“Se remonta a tu motivo para hacer una fotografía. ¿Quieres capturar el movimiento de una
fracción de segundo en el que algo se mueve, pero no lo parece? Como la roca que cae a un
estanque, para ver esa fracción de segundo donde el agua salpica en el aire.”
Shawn Ingersoll, fotógrafo y diseñador
Una velocidad de obturación lenta puede iluminar una escena oscura al traer más luz a través
de la lente. Con una velocidad de obturación rápida, la lente se abre por menos tiempo, así
que entra también menos luz. Eso hace que los entornos con poca luz sean un gran reto y
demuestra la importancia de las escenas bien iluminadas.
Ten en cuenta tu sujeto y saca tantas fotos como puedas con velocidades de obturación
diferentes para encontrar la adecuada.
Técnica clave: borroso intencionado.
El desenfoque de movimiento puede usarse de forma creativa para difuminar ciertos
elementos de una imagen y capturar el movimiento.
Por ejemplo, un coche de carreras parecería que está estacionado en medio de la lista si no
tuviera cierto difuminado. Muchos fotógrafos utilizan una velocidad de obturación rápida
capaz de capturar claramente el coche mientras que los neumáticos salen borrosos.
Difuminar intencionadamente el fondo es otro efecto común usado para mostrar movimiento
o para centrar la atención sobre el sujeto en primer plano. El barrido es una técnica muy
popular para conseguirlo. El barrido sigue el movimiento con el obturador abierto para que el
sujeto aparezca nítido y el fondo esté borroso. Al hacer un barrido, se suelen utilizar
velocidades de obturación lentas de entre 1/60 y 1/30.
“Si estoy en la pista de carreras y hay un coche de Fórmula 1 a 320 kilómetros por hora, y lo
capturo a 1/8000 de segundo para congelar perfectamente el movimiento, cuando miro la
imagen final, parece un coche estacionado. No parecerá una escena realista. No parecerá que
estuviera conduciendo tan rápido. Si, en cambio, uso una velocidad de obturación más lenta
en la cámara para seguir el coche a medida que pasa por el encuadre, el coche tendrá un poco
de desenfoque, pero el fondo estará totalmente borroso. Parecerá que [el coche] iba a 320
kilómetros por hora. Es una elección creativa que tengo que tomar en ese momento para
contar una realidad más fiel de la escena.”
Para lograr ese efecto de seda en la parte de debajo de la cascada o en las olas que se rompen
en la costa, estas son las mejores velocidades de obturación lentas:
La fotografía con velocidad de obturación lenta es una técnica común al hacer fotos de noche,
pues deja que entre más luz a la lente, incluso si el sujeto se mueve. Para conseguir los
resultados deseados, deberás experimentar con los ajustes de velocidad, apertura e ISO.
En este caso, utiliza una velocidad de obturación más lenta que la distancia ofrecida por la
lente. Por ejemplo, si tu cámara tiene una lente de 300 mm, utiliza una velocidad de cómo
mínimo 1/300, a no ser que tengas un trípode. Básicamente, cuanto más larga sea tu lente,
más rápida debe ser la velocidad de obturación que utilices.
“Solía hacer fotos de partidos de baloncesto en este oscuro gimnasio. Para obtener la
exposición adecuada, a veces tenía que bajar a una velocidad de obturación de 1/50, pero
luego veía movimiento en mis imágenes, justo lo que no quería. En la fotografía deportiva,
quieres que las imágenes sean limpias.”
Contenidos:
En este sentido, cuanta mayor distancia focal haya (y mayor sea el número de milímetros que
define el objetivo), menor será el encuadre de una escena y, para decirlo de otra manera, más
cerca se verán los objetos delante de la cámara. Esto es inversamente proporcional a la
profundidad de campo, pues cuanta más distancia focal haya, menor será esta profundidad de
campo.
¿Qué significa esto a la práctica? Cuando usas un objetivo con una distancia focal corta (de 18
mm, por ejemplo), la foto tendrá un ángulo de visión más amplio. En cambio, los objetivos con
distancias focales más largas (de 200 mm, por ejemplo) ofrecen ángulos de visión más
estrechos.
Más adelante hablaremos de los diferentes tipos de objetivos que hay, pero merece la pena
saber desde un principio que este objetivo será más largo físicamente cuanto más larga sea
también la distancia focal que ofrece.
Es importante conocer bien cómo funciona la distancia focal y qué usos le puedes dar para
obtener resultados fotográficos profesionales. Cuantos más objetivos tengas, mayores
posibilidades tendrás para elegir el necesario en cada ocasión.
“Tienes que saber qué estás tratando de captar y qué objetivo va a facilitar eso.”
Fotografía de retrato.
La fotografía de retrato es un género cuyo principal objetivo es resaltar las cualidades físicas o
morales de la persona (o personas) que aparece en ella. En este sentido, es importante tener
en cuenta el uso efectivo de la iluminación, la elección acertada del fondo y de las poses para
favorecer el resultado artístico.
Obviamente, es igual de necesario conocer qué objetivo es el más recomendado para los
retratos fotográficos. Lo cierto es que no hay una única respuesta, pues también dependerá de
la situación y de qué quiera transmitirse con esa fotografía.
Fotografía de paisajes.
La fotografía de paisaje es aquel género fotográfico que retrata lugares en el mundo, ya sea de
gran extensión o microscópicos. Estas fotografías suelen tener a la naturaleza como gran
protagonista, pero en otras ocasiones también se consideran paisajes construcciones hechas
por el hombre como la silueta de una ciudad.
De nuevo, se hace complicado recomendar un único objetivo para hacer fotos de paisajes
naturales o urbanos. Obtendrás unos resultados u otros según la focal que escojas y el nivel de
profesionalismo obtenido también dependerá de ello.
• Objetivo con apertura máxima alta: Te permitirá ganar luz en paisajes oscuros, como
los atardeceres y amaneceres, las fotos nocturnas o los interiores con poca
iluminación.
• Lente ultra angular: Con un campo de visión amplísimo, te permite abarcar más
escena, aunque el resultado saldrá algo distorsionado. Deberás buscar objetivos de
unos 8 o 10 mm.
• Lente gran angular: No tendrás un rango de visión tan amplio, pero no se producirá
demasiada deformación. Ofrecen focales de entre 24 y 35 mm.
• Lente de rango medio: La más parecida a la visión humana, de entre 35 y 50 mm.
• Teleobjetivos: En la fotografía de paisajes, es clave contar con un buen teleobjetivo
para acercar paisajes lejanos sin que se dejen de apreciar los detalles. Pueden alcanzar
los 600 mm.
Fotografía de producto.
La fotografía de producto es el retrato de objetos de la forma más fiel a la realidad posible,
pero también de manera atractiva. Es habitual que se realice para promocionar un producto
con fines comerciales y el objeto en cuestión puede ser de cualquier tipo (alimento, bebida,
ropa, accesorios, tecnología, ropa…).
Para conseguir estos objetivos, es clave disponer de la cámara acertada, y esto pasa también
por saber qué distancia focal utilizar. En este caso, lo más recomendable parece ser una lente
macro que permita enfocar objetos de muy de cerca y, así, que se aprecien todos sus detalles.
Obviamente, no siempre vamos a querer retratar de tan de cerca un producto, aunque solo
sea por el hecho de que no todos los productos a retratar son más pequeños que la propia
cámara.
En cualquier caso, existen muchas ventajas de utilizar una lente fija para fotografiar
productos, pero destaca que son muy luminosas. La distancia focal más acertada es una que se
sitúe entre los 50 y los 100 mm. También puedes usar una lente variable (son más versátiles),
pero son más complicadas de utilizar.
• Distancia focal fija: Como indica el nombre, se trata de aquel objetivo cuya distancia
focal es siempre la misma, sin posibilidad de realizar zoom físico. Suelen conseguirse
imágenes más nítidas, incluso en lugares poco iluminados. Suelen ser objetivos más
pequeños, pero tiene el inconveniente de que necesitarás llevar varios encima para
conseguir diferentes focales.
• Distancia focal variable: También conocida como lente zoom, es un objetivo mucho
más versátil que la lente fija, pues puede cambiar de distancia focal según tus
necesidades y sin tener que recurrir a otra lente. Son ideales para fotografías de
naturaleza o deportes. No obstante, ofrece una apertura más pequeña, y suelen ser
más pesado y más caros.
“Si quieres empezar en la fotografía de manera profesional, te sugiero que elijas una distancia
focal fija que te guste y con la que te sientas cómodo, y hagas fotos solo con eso durante un
tiempo.”
-Derek Boyd, fotógrafo
• Ojo de pez: Con un rango de 8 a 15 mm, ofrecen un campo de visión muy amplio, de
casi 180º. Es ideal para capturar paisajes amplios, pero producen distorsiones de la
imagen, especialmente en los bordes.
• Macro: Con un rango de 60 mm, es ideal para capturar sujetos muy pequeños a una
distancia muy corta. También sirve para retratar animales, aunque otros lo utilizan
para fotografiar detalles de muy de cerca.
• Gran angular: Con un rango de 17 a 35 mm, el campo de visión es de 60º o más. De
nuevo, es muy útil en fotografía de paisaje, pues captura mucha escena, pero también
distorsiona un poco el resultado.
“Los tipos de objetivos y distancias focales que elijas te ayudarán a retratar tu estilo. Influirán
en cómo disparas y en cómo se ven las cosas.”
La fórmula más usada para calcular la distancia focal es la siguiente: 1/u + 1/v = 1/f,
donde u equivale a la distancia entre el objeto y la lente, v equivale a la distancia entre la lente
y la imagen y f equivale a la distancia focal.
Ejemplo 1:
Ejemplo 2:
Ejemplo 3:
En primer lugar, afecta a la composición de la fotografía. Los grandes angulares incluyen más
elementos en escena, por lo que también deberás estar atento a los detalles más alejados.
Esto no ocurre con los teleobjetivos.
Precisamente este tipo de lentes sirve para introducir otro concepto: el ángulo de visión. Con
los teleobjetivos, este es muy reducido, ideal para centrar la atención sobre un único sujeto.
Para una perspectiva más cercana a la forma en el que el ojo humano tiene de percibir las
cosas, necesitarás la distancia focal ofrecida por la lente estándar o focal media. Es la forma
más natural de acercar lo retratado al público.
No hay que confundir distancia focal con profundidad de campo. Ya hemos explicado más
arriba que es inversamente proporcional y jugar con ambas te permite conseguir el
deseado efecto bokeh que difumina el fondo de un retrato.
Otra forma de ajustarla es desde el propio dispositivo. Es posible con los smartphones de
última generación, que te permiten cambiar de lente (habitualmente entre ultra gran angular,
gran angular, teleobjetivo y macro) desde la aplicación.
Y hay una tercera opción: editar tus fotos en posproducción.
¿Pero sabías que Photoshop también te permite corregir las distorsiones causadas por un
objetivo? Sí, a veces no hace falta llevar varias lentes encima y lo único que necesitas es
conocer bien cómo funciona este software de edición de fotos.
También puedes ajustar y cambiar la perspectiva con herramientas como Transformar >
Perspectiva, o incluso podrás recortar imágenes para que cambie el foco de una fotografía
hecha con un objetivo de rango medio.
Consejos finales.
Entender bien qué es la distancia focal y conocer cuáles son sus usos prácticos es esencial para
lograr resultados fotográficos atractivos y profesionales. Te ayudará a elegir el mejor objetivo
para cada caso, ya sea para retratar personas y animales, paisajes naturales y urbanos,
interiores o exteriores, o productos.
– Anna Goellner,
También es importante probar distintos ángulos, perspectivas y ajustes para encontrar tu
estilo y conseguir que tus fotografías sean aún más originales.
Prepara la configuración.
Hacer fotos de noche es sinónimo de poca luz. Ya estés capturando las estrellas o las luces de
la ciudad, deberás asegurarte de que haya suficiente luz en el sujeto para que tu cámara
registre que hay algo ahí.
Los ajustes de la fotografía nocturna son un buen comienzo: abrir la apertura, reducir la
velocidad de obturación o (polémicamente) jugar con el ISO (la sensibilidad de la cámara
digital, comparable a la velocidad de la película en una cámara de cine). Aunque también
puedes buscar maneras de ajustar la luz en el sujeto. Lo que puede significar añadir un flash o
una luz de relleno o simplemente pedirle al sujeto que avance hacia el brillo de una farola.
Cada cosa tiene su propio conjunto de limitaciones, que precisan una buena planificación o un
poco de suerte (si quieres que la rama de un árbol se aparte de tu luz, necesitarás una cuerda
larga o un viento muy constante). No tendrás el control que ofrecen los ajustes de la fotografía
diurna, así que, si tu objetivo es hacer increíbles fotos nocturnas, debes dedicar tiempo a
experimentar.
Anthony Pidgeon, un veterano de las fotos nocturnas y con poca luz, recomienda comenzar
con algunas tomas de prueba para establecer la velocidad de obturación óptima y encontrar el
balance de blancos correcto: “Debido a la oscuridad, la imagen tardará más en registrarse en el
sensor o en la película. Esto significa que la velocidad de obturación tiene que ser más lenta
para hacer la foto. Tienes que tener una exposición de referencia que muestre lo que estás
captando con la luz ambiente. Después, averigua hasta dónde puedes llegar sin estropear los
reflejos. ‘Este cartel de neón genial: si lo sobreexpongo, será blanco en lugar de tener este rojo
o verde chulos’. Trabaja con eso hasta que tengas una referencia”.
“Puedes seguir probando cosas hasta que sientas que lo has hecho bien sin preocuparte por el
cambio de luz”.
Esa estabilidad te da tiempo para jugar: aunque necesitarás velocidades de obturación lentas y
una apertura amplia, tienes un fondo iluminado de manera uniforme para experimentar.
Asimismo, es posible que quieras traer una fuente lumínica y jugar con pintura de luz: hay
muchas opciones que son pequeñas y fáciles de llevar. Como explica Pidgeon: “Pon una
exposición de cinco segundos y enciende una linterna sobre algo. Podríais utilizar vuestros
móviles y sería como: ‘Cuando cuente hasta tres, pintamos esa esquinita del edificio’”. Si estás
haciendo fotos digitales, puedes comprobar inmediatamente los resultados. “Si no ha
funcionado”, comenta Pidgeon, “puedes probar de nuevo, puede ser muy divertido”.
Conserva la nitidez.
Con una exposición más larga y una apertura más amplia, puede ser complicado conseguir un
enfoque nítido en el sujeto. Tan señala que para evitar el desenfoque: “Puede que tengas que
tener algo más de estabilidad si estás abriendo la apertura o reduciendo la velocidad de
obturación. Fotografiar de noche es un proceso un poco más lento”. Advierte de que “mucha
gente desenfoca por la noche; los sujetos no son nítidos. Cuando se abren a una profundidad
de campo realmente amplia, la nitidez no perdona. Si el sujeto se aleja de dos a cinco
centímetros de la cámara, se sale de repente del rango de enfoque”. Configurar la foto
detenidamente y pedirles a los sujetos que se queden quietos puede ayudar a garantizar que
la imagen sea clara.
Samuel Nute, un fotógrafo de paisajes, tiene consejos para la fotografía del cielo nocturno,
llamada a veces astrofotografía, que precisa de exposiciones muy largas y una atención
especialmente cuidadosa para enfocar. Su recomendación:
“Utilizar un cable para controlar el obturador de manera remota, para no tocar la cámara, es
muy muy importante. Asimismo, es importante tener un trípode. Porque, de nuevo, tienes que
limitar el movimiento”. Si es una noche con viento, o si intentas captar una senda estelar,
sugiere que uses lo que tengas a mano para minimizar el movimiento de la cámara: “Puedes
montar tu trípode y luego para que no lo mueva el viento cuelga tu mochila, que actuará como
una especie de saco de arena”.
Contenidos:
En este sentido, es recomendable que los fotógrafos de bodegón se hagan varias preguntas
para ver si pueden responder positivamente a ellas al contemplar la escena creada y los
resultados conseguidos:
• ¿Se transmite el mensaje?: Las fotografías de bodegón se hacen con una intención y
esta debe plasmarse en el resultado final. Si no, de nada habrá servido todo el trabajo
realizado.
• ¿La composición es sólida?: Junto con la iluminación, la composición es uno de los
fundamentos de cualquier foto de bodegón. Es a través de ella que se conseguirá
transmitir el mensaje y también nos ayudará a que la imagen sea visualmente
atractiva.
• ¿Guía el ojo del espectador a través de la imagen?: Con las fotos de bodegón, el
fotógrafo quiere llamar la atención sobre un punto o varios de la composición. Si no se
consigue lo deseado, no será una buena fotografía de bodegón (o como mínimo no la
que necesitamos en ese momento).
• ¿La fotografía de bodegón transmite una historia?: No solo se transmiten mensajes a
través de las fotografías de bodegón, sino que también pueden servir para contar
historias como lo hacían los pintores del Renacimiento.
Como decíamos, es a través de estas preguntas que podemos entender si una fotografía de
bodegón es buena o no.
2. En las fotografías de bodegón no se mueve nada, así que es una buena oportunidad para
jugar con la composición y probar diferentes diseños y disposiciones de los objetos. Haz
pequeños retoques para perfeccionar la composición e identificar lo que hace que una foto sea
atractiva.
“Es un desafío perfecto para tus habilidades de composición, porque todo depende de la
forma y una disposición armoniosa de las formas en el encuadre. La fotografía debe estar bien
equilibrada y tener un juego geométrico llamativo. Todo lo que está en el encuadre guiará la
atención del espectador.”
–Ben Long, fotógrafo y profesor
3 .El vapor puede ser complicado de retratar en la fotografía de bodegón. Pero te será más
fácil si utilizas la iluminación y la configuración de cámara acertada. Simplemente, utiliza dos
fuentes de luz separadas para conseguir la foto perfecta. Una deberás colocarla detrás de la
escena y la otra a un lado.
4. Si fotografías los objetos sobre un fondo oscuro, dará la sensación que están flotando.
Utilizar un único foco y otros materiales para absorber y no reflejar la luz puede producir un
efecto estético muy atractivo.
5. Si fotografías cristal, es importantísimo utilizar la iluminación correcta, pues el cristal es
transparente y bastante reflejante. Utilizar la retroiluminación puede apaciguar esos reflejos.
De forma alternativa, puedes usar dos fuentes de luz para añadir esa profundidad extra: una
situada detrás y la otra, a un lado.
8. Es recomendable probar varias formas de iluminación, tanto en el estudio como con luz
natural. Evita hacer fotos con las luces sobre de la cabeza que todos tenemos en casa, pues los
colores de la luz se mezclarán y producirán unas sombras indeseadas. Usar varias fuentes de
luz puede cambiar por completo la atmósfera de una imagen.
9. Es muy común retratar alimentos en la fotografía de bodegón. El objetivo suele ser sacar
toda la personalidad de los objetos retratados. Si la finalidad de tus fotos de comida es
documentar y vender algo, sigue aplicándose la misma regla: buena iluminación, composición
y profundidad de campo. Todo esto tendrá un gran impacto en el resultado.
10. Las flores son uno de los elementos más atractivos de la naturaleza al retratarlas en
bodegón. Pero no solo presentan un reto para los principiantes. Aprender a capturarlas bien,
como en cualquier otra escena de bodegón, es también una práctica que los profesionales
deberán practicar para perfeccionarla.
11. Lo mejor de la fotografía de bodegón es que cualquier cosa puede convertirse en el sujeto
de la foto. Incluso los objetos más ordinarios pueden transformarse en los protagonistas de las
imágenes más atractivas siempre y cuando se utilice la luz correcta y se hagan desde el ángulo
adecuado.
12. No deberías descartar nunca nada como sujeto de una fotografía de bodegón, pues eso
también ampliará tus horizontes artísticos.
13. Ten en cuenta la regla de los tercios al crear la composición de tu fotografía de bodegón.
Divide la imagen en nueve cuadrados, con cuatro puntos de intersección, y eso te ayudará a
decidir dónde colocar los objetos. También evitará que siempre sitúes el sujeto en el medio.
14. También deberías experimentar con la profundidad de campo. Ten presente la distancia
focal y prueba a usar un objetivo fijo o un zoom para darle un poco de carácter. Centrarse en
un punto concreto y no tener todos los objetos del encuadre enfocados puede cambiar tu
composición de forma drástica.
15. La fotografía de bodegón clásica no incluye movimiento, pero eso no significa que no lo
pueda hacer. Difuminar ciertos elementos puede hacer que sean más atractivos y eso se puede
conseguir fácilmente al mover un objeto mientras estás capturando la foto. ¿Por qué no usar
tus propias manos para crear el efecto?
16. Prueba a hacer fotos desde diferentes ángulos para que tu foto de bodegón coja otra
dimensión. Puedes mover la cámara para ver cómo cambia la composición. O probar a retratar
con un trípode y con la cámara en mano. Al experimentar, puede que encuentres un mejor
ángulo que el que tenías en mente.
17. Compón tu fotografía con diversas texturas y materiales. No importa si vas a retratar
objetos de tu casa o una colección de candelabros de plata. Introducir elementos de este tipo
puede resultar en un montaje que llame la atención del espectador en varias direcciones, lo
que no dejará indiferente a nadie.
“En la era de Instagram, todos somos fotógrafos de bodegón. Ahora, con la fotografía de
bodegón se trata de desarrollar tu propio estilo. Incluso diría que se deben romper las reglas.”
20. No desaproveches la oportunidad para experimentar con las sombras y los reflejos de luz
en varias superficies para ver cómo afectan estos a la composición final. Pueden crear una
escena de dos dimensiones que no solo no distraiga, sino que enfatice los objetos retratados.
En sesiones en exteriores, elige un día soleado para usar la luz natural.
1. No desaproveches el tiempo.
Ningún fotógrafo de bodegón conseguirá siempre resultados perfectos. Pero es a través de la
práctica y la propia experimentación que se pueden perfeccionar las habilidades con este tipo
de fotografía y ser mejor con el tiempo.
“Si pasas una o dos horas haciendo una solo foto y crees que es lo suficientemente buena
como para pasar a la siguiente, deberías hacerte caso en ese momento. Mucha gente puede
hacer una foto perfecta al 80% en la primera hora y conseguir algo con lo que estén
satisfechos, pero que no sea completa. Luego, pasarán cuatro horas intentando conseguir ese
20% restante para que sea perfecta del todo.”
“Pon a prueba tus habilidades de composición. Si necesitas inspiración, ve a mirar otras fotos.
Busca en las revistas.”
Como bien dice Long, la inspiración puede estar en cualquier parte, así que no olvides usar
todos los recursos a tu disposición para explorar nuevas ideas para tus fotografías de bodegón.
“Algo que cambió por completo mi fotografía de bodegón fue retratar objetos sobre fondos
aterciopelados. No terciopelo aplastado, sino terciopelo negro, azul o rojo de verdad. Este
material absorbe la luz, por lo que puedes poner el sujeto de tu bodegón bajo la luz del sol
directa y no vas a ver las sombras en el terciopelo.”
También deberías experimentar con diferentes tipos de iluminación como se ha dicho antes.
Esto lo deberías probar tanto al hacer fotos de bodegón en un estudio como en plena luz
natural. Eso sí, en interiores, no retrates nunca con luz artificial del techo, puesto que esto
creará extrañas sombras en tus objetos y no te ayudarán a crear la atmósfera que habías
pensado para tu escena.
En este sentido, existen muchas técnicas para elevar la calidad de las fotos de bodegón. Es
importante tener en cuenta también que la fotografía de bodegón incluye muchos estilos
diferentes, ya sea el clásico que recuerda a las pinturas del Renacimiento a las imágenes
granuladas de un zapato abandonado en medio de la calle.
Al hacer fotografías de bodegón, debes tener muy claro tu intención y perseguirla con cada
decisión que tomes. El bodegón puede ser un buen campo de entretenimiento para los
fotógrafos más creativos. Solo falta empezar.
La buena fotografía culinaria requiere planificación y mucho más que una cámara compacta.
Ten en cuenta estos trucos y consejos de fotógrafos profesionales para adentrarte en el
mundo de la fotografía culinaria.
Long continúa diciendo: “Hay muy poco en un set de fotografía profesional de alimentos que
realmente puedas comer. Es muy raro que alguno de los cubitos de hielo que veas en la
fotografía profesional de alimentos sea real. Las gotas de agua de una lechuga no son reales.
Los fotógrafos de alimentos utilizan muchos trucos. Por eso, si solo estás intentando preparar
algo de comida y sacarle una foto, es natural que estés en desventaja con alguien que sea un
estilista de alimentos profesional. Pero eso no quiere decir que no sigas intentándolo.
Simplemente establece metas realistas que puedas alcanzar. De lo contrario, te estarás
golpeando contra un muro”.
“Hay muy poco en un set de fotografía profesional de alimentos que realmente puedas
comer”.
Empezar de cero.
Ahora, con eso en mente, se puede hacer una apetitosa fotografía de alimentos sin que la
comida sea tóxica. Si quieres ganar algo de experiencia, empieza por lo básico. La fotógrafa
culinaria Sarah Aagesen dice: “Yo siempre intento trazar un plan. Tengo una idea en mente de
lo que quiero hacer antes de empezar”. Antes de empezar, asegúrate de que tienes los
materiales, los accesorios y el equipo que necesitas.
“Yo siempre intento trazar un plan. Tengo una idea en mente de lo que quiero hacer antes de
empezar”.
La rapidez es un tema que tienes que tener en cuenta. Si el alimento está congelado, como un
polo o una bebida helada, puede cambiar visualmente con bastante rapidez. Para abordar este
desafío, asegúrate de investigar sobre el producto alimenticio y obtén más de un ejemplar de
este. No todas las piezas de frutas o helados tienen un aspecto irresistible que invite a
comértelos, por lo que tener opciones es esencial. Asimismo, tienes que tener en cuenta si el
producto se sirve frío o caliente. El vapor caliente puede afectar negativamente a la
iluminación y a las sombras, por eso es mejor dejar enfriar un producto caliente antes de
comenzar a disparar: planifica con anticipación y piensa qué hará que tu comida parezca
apetitosa.
Elige la localización.
Una vez que sepas cuál es el producto, es hora de elegir una localización para hacer las fotos.
El alimento debe influir y tener peso en la decisión de la localización. Long afirma: “La textura
que estás fotografiando puede ser importante. Si estás fotografiando una ensalada
mediterránea, tal vez no quieras tener muchos accesorios rústicos estadounidenses alrededor.
Quieres piedra o azulejo o algo así debajo de la ensaladera”.
“La textura que estás fotografiando puede ser importante. Si estás fotografiando una ensalada
mediterránea, tal vez no quieras tener muchos accesorios rústicos estadounidenses alrededor.
Quieres piedra o azulejo o algo así debajo de la ensaladera”.
Si la luz natural no es la de un día nublado, no temas. Tener a mano varias softbox puede
resolver el problema. Intenta hacer que la luz del techo rebote o instala la iluminación artificial
en el lado opuesto al producto. Esto puede equilibrar la iluminación y eliminar la mayoría de
las sombras. No intentes hacer fotos solo con las luces de casa que cuelgan del techo. Esto
puede sesgar el balance de blancos. Las luces de casa pueden añadir matices naranjas o
amarillos no deseados a la comida, lo que hace que parezca poco apetitosa.
Prepara estéticamente tu fotografía de alimentos.
En la fotografía culinaria, tienes que darle estilo a la comida y al plano. En lo que respecta al
estilismo de alimentos, busca una apariencia natural. No te preocupes porque parezca
perfecto para la foto, céntrate en que parezca apetitoso. Por ejemplo, supongamos que estás
fotografiando un smoothie bowl. Aagesen explica: “Voy a empezar con algo que no tiene
mucho estilo, tal vez solo con el batido en el bol para comenzar. Y le haré fotos durante el
proceso mientras le agrego cosas. Las añadiré en diferentes pasos, por si me paso o le agrego
demasiadas cosas. A veces, añades algunas cosas y piensas: ‘Estaba mejor con algunos
ingredientes menos’”.
Aagesen emplea un sistema similar para preparar estéticamente sus fotos de alimentos. Dice:
“Por lo general, cuando empiezo tomo una o dos fotos con cosas realmente simples, con el
plato solo y un fondo limpio. Así tengo eso como una opción y luego empiezo a añadir
accesorios”.
Cuando se trata de estilizar la foto, los accesorios son importantes. Utilizar ingredientes de la
receta que presentas puede ser una buena opción para las fotografías de alimentos. También
utilizar diferentes utensilios, servilletas y paños de cocina. Pueden añadir una textura y un
color interesantes a la imagen. Puedes darle algo de variedad a las imágenes experimentando
y agregando flores o plantas. Si bien esta estética es menos realista, depende de ti crear tu
propio estilo y puede ofrecer un bonito contraste con tus otras imágenes.
Intenta hacer fotos cámara en mano y también utilizando un trípode. Así tendrás más variedad
para elegir. Y a veces moviendo la cámara encuentras sin esperarlo una composición mejor
para tu foto. El movimiento ofrece la oportunidad de probar los ángulos de la cámara y
experimentar con la composición, mientras que un trípode permite perfeccionar un plano
específico de la comida, como un primer plano.
“Imagina que el visor está dividido en nueve secciones diferentes y trata de ocupar seis de esas
áreas”.
Fotografía macro: consejos para
dominar los primeros planos.
Las fotografías macro cambian nuestra perspectiva del sujeto y se centran en esos detalles que
no se aprecian a primera vista: el zoom llevado al extremo. La fotografía macro puede llegar a
introducir colores y texturas que otros tipos de foto no consiguen hacer.
Pero para hacer fotos en primer plano de sujetos pequeños se necesitan ciertas técnicas y el
equipo adecuado si se quieren conseguir buenos resultados. Ya seas principiante o quieras
perfeccionar tus habilidades, estos son nuestros consejos para dominar el arte de la fotografía
macro.
Contenidos:
Se trata de mostrar algo pequeño a una escala mucho más grande que en la vida real, como
puede ser un primerísimo primer plano de un insecto, una flor o un alimento. Al fin y al cabo,
una fotografía de 13 x 18 cm de un insecto o una foto de producto de 10 cm de un copo de
maíz son mucho más grandes que en la realidad.
Las fotos macro y los primeros planos nos permiten ver esos sujetos desde una perspectiva
diferente. Sacan a relucir detalles que son difíciles o imposibles de ver en otras circunstancias,
ya sean las antenas de un saltamontes o la superficie irregular de la piel de la naranja.
Cuando trabajes en interiores, puedes ajustar la luz para que se adapte a lo que necesite tu
fotografía en concreto y cambiar la posición del sujeto para evitar las sombras. En exteriores o
en sesiones fotográficas con poca luz, puede resultar más complicado, así que utiliza un flash
con pilas para tener más control de la situación.
Si haces fotos en interiores, será más fácil de controlar, mientras que en exteriores quizás
tengas que cambiar el ángulo para conseguir ese fondo que deseas.
5. Vigila el movimiento.
El movimiento de aquello que retratas siempre puede provocar que la foto salga borrosa y,
como ocurre con la mayoría de aspectos de la fotografía macro, ese problema se magnifica con
sujetos y escenas pequeñas. Un buen equipo y trípode te permitirán mantener la cámara
firme.
“Cuando trabajas con fotografía macro, tienes un plano de enfoque tan estrecho que los
pequeños ajustes harán que todo se vaya al traste. Se necesita mucho tiempo y mucha
planificación.”
– Stephen Klise, fotógrafo
• Las cámaras DSLR son compatibles con muchos objetivos macro y presentan solo un
poco de retardo entre el momento de disparar y el de capturar la foto.
• Con una cámara mirrorless, puedes comprobar fácilmente la nitidez y la exposición del
flash gracias al focus peaking y al visor electrónico.
También es importante tener en cuenta la densidad de píxeles a la hora de elegir una cámara
para hacer fotos macro. Cuanta más alta sea esta densidad, más nítidos serán los detalles de
las fotos en primer plano. Las cámaras de fotograma completo (full-frame) son preferibles a las
cámaras crop-sensor, pues capturan un mayor número de píxeles.
Algunas cámaras tienen un modo macro que ajusta de forma automática el objetivo para hacer
fotografías macro. Eso te permite centrarte en el sujeto, y resulta una buena opción para los
principiantes. No obstante, el modo macro de la mayoría de las cámaras digitales también
puede hacer que pierdas control de la apertura y la velocidad de obturación de la cámara, y eso
puede afectar negativamente a tus resultados.
Mientras que la mayoría de objetivos utilizan una relación de 1:2:8 o superior, los objetivos
macro utilizan una relación de 1:1 y se enfocan solo dentro del rango macro de unos 30
centímetros o menos. Eso es esencial para que el enfoque sea muy nítido al aumentar el sujeto
pequeño. Los objetivos macro permiten enfocar en distancias más cortas a medida que te
acercas al sujeto.
Es importante usar un objetivo macro porque tendrás una profundidad de campo muy
estrecha al hacer primeros planos. Para mejores resultados, prueba a usar una apertura
pequeña, como f/11 o f/16. No obstante, ten en cuenta que esto hará que tengas que trabajar
con poca luz. Algunos objetivos macro incluyen una luz como solución a esa problemática.
Si quieres experimentar antes de invertir en un objetivo macro con una distancia focal más
adecuada para este tipo de fotografía, puedes apostar primero por un anillo de inversión, que
será más barato. Este te permite colocar un objetivo estándar al revés para crear ese efecto
macro.
Otro equipo.
Para poder realizar buenas fotografías macro, también deberías echar mano de otros
dispositivos que puedan ayudarte:
• Filtros: Básicamente, los filtros son como lupas que suelen venderse en paquetes de
tres o más unidades. Deberías utilizar los filtros para poder hacer más aumentos, pero
recuerda que combinar varios filtros a la vez puede reducir la calidad de la imagen.
• Trípode: Al hacer fotografías macro, se dispone de poca profundidad de campo, lo que
significa que un mínimo cambio en la distancia entre la cámara y el objetivo puede
resultar en una foto borrosa. Deberías utilizar un trípode para procurar mantener la
cámara lo más quieta posible.
“Solía llevar conmigo una luz pequeña con pilas, una especie de linterna. Me gusta usarla a
veces en mis fotos de alianzas, para añadir algo de dimensión y dramatismo a la escena.”
– Khara Plicanic, fotógrafa de bodas
La mayoría de sensores de cámara se sitúan entre los 17 y los 36 mm. Eso significa que, si tu
sujeto mide 10 mm y usas un aumento del 1:1, ocupará prácticamente todo el fotograma.
Puede que eso ya te vaya bien, pero quizás merezca la pena reducir el aumento a 2:1 según el
resultado que quieras obtener. Cuanto más bajo sea el aumento, más te alejarás de lo que
conocemos como fotografía macro.
Distancia.
La distancia es aquel espacio que hay entre la parte frontal del objetivo y tu sujeto. Será más
pequeña cuando utilizas un aumento del 1:1 (o inferior), pues es cuando tienes que estar más
cerca del sujeto en cuestión. Lo mejor es trabajar en una distancia de 15 a 30 cm o más,
aunque dependerá del sujeto.
Es algo importante para tener en cuenta, pues cuanto más cerca estés, más fácil será que se
produzca alguna sombra indeseada o que asustes al sujeto (sobre todo al retratar insectos).
Los objetivos con una gran distancia focal son los más recomendables, pues te permiten
retratar primeros planos sin tener que estar demasiado cerca del sujeto.
Profundidad de campo.
En la fotografía macro, la profundidad de campo es algo limitada. Para que tu sujeto esté lo
más enfocado posible, opta por una apertura estrecha (como f/18 o menos). Si no lo haces,
puede que tengas problemas a la hora de capturar de forma nítida también las antenas y las
patas traseras de una mariquita, aunque esté solo a unos milímetros de distancia.
La técnica del focus stacking es una buena manera de retener esa profundidad de campo en
imágenes macro. Bastará con hacer la misma foto desde varias distancias focales (una con las
antenas de la mariquita enfocadas, otra para las alas y otra para las patas) y combinar lo mejor
de cada una para crear la imagen perfecta. Algunas cámaras pueden hacer eso
automáticamente, pero si este no es tu caso, puedes usar Photoshop para combinarlas
manualmente.
Luz y exposición.
En fotografía macro, normalmente tienes que trabajar con niveles de luz bajos. Esto se debe a
tres razones principales:
Las velocidades de obturación altas reducen los borrones, pero oscurecen las imágenes.
Si usas un flash, puedes aumentar los niveles de luz al combinarlo con una apertura pequeña.
Otra opción es incrementar el ISO de 800 a 1600 o más. Al combinarlo con una velocidad de
obturación alta, sobre todo si fotografías insectos que pueden moverse, podrás obtener
fotografías llenas de matices.
“Lo que hace que una foto macro sea excelente es lo mismo que hace que cualquier fotografía
sea excelente. Siempre es trabajo del fotógrafo asegurarse de que ha organizado el encuadre y
utilizado todos los mecanismos expresivos que tiene a su alcance, como la profundidad de
campo, poder detener el movimiento y el control de luces y sombras, para que el espectador
sepa de inmediato cuál es el sujeto de la imagen.”
“Un excelente lugar para empezar a trabajar es el frigorífico”, recomienda el fotógrafo Ben
Long. “Las frutas del bosque son fascinantes cuanto te acercas a ellas. Tienen texturas geniales,
tienen pelo. Fotografié un copo de maíz con un nivel de aumento ridículo, y parecía un trozo
de carne realmente asqueroso o la superficie de Marte”.
Plantear bien en el sujeto es muy importante, explica el fotógrafo Stephen Klise: “La
macrofotografía depende del fotógrafo y qué es lo que quiere aumentar para que la gente lo
vea”.
Carli Davidson, autora superventas y fotógrafa, coincide y añade: “Si estoy haciendo una foto
macro, siempre pienso: ‘¿Dónde está el sujeto?’. Me planteo: ‘¿Cómo se presentará esta
imagen?’”.
La mayor parte del trabajo es hacer las fotos macro. Para perfeccionarlas, puedes utilizar
Lightroom y aplicar técnicas como el focus stacking, ajustar los colores y editar las fotos
profesionalmente. También podrás editar, organizar y almacenar las imágenes macro en tu
escritorio o cuando estés fuera de casa utilizando un software en la nube en tu portátil, tablet,
smartphone u otro dispositivo móvil.
Ley del Horizonte
La ley del horizonte dice, de manera simple, que en la foto debe deben trazarse 2 líneas
horizontales imaginarias (sea formato horizontal o vertical) que van a dividir a la foto en 3
partes iguales.
El objeto o sujeto principal de la foto debería ocupar alrededor de 2 bandas y el resto 1 banda.
Esto por supuesto es variable y va a depender de la importancia de cada zona.
Esta regla no se utiliza solo cuando hay una línea de horizonte sino cualquier línea más o
menos horizontal que sea lo suficientemente fuerte y marcada para dividir la foto en 2
espacios.
Si tenemos una foto que tiene horizonte generalmente tenemos que evitar poner la línea en el
medio. Va a dar la sensación de que la foto esta partida a la mitad.
En esta foto ustedes pueden ver que la línea del horizonte, por más que no se vea entera,
divide la foto a la mitad. El resultado es que la modelo y el fondo compiten en importancia y el
espectador termina no sabiendo que es lo que se quiso mostrar.
En esta foto (es la foto anterior que fue recortada con Photoshop a modo de ejemplo), el
espectador no tiene duda de que lo mas importante en la foto es la modelo. La línea del
horizonte esta mas arriba y la modelo pasa a ocupar más de 2 tercios de la foto.
Este es otro ejemplo en donde el motivo principal ocupa 2 tercios de la imagen y el fondo solo
1 tercio (aproximadamente). Y acá no hay duda de que es lo importante en la foto. Además, no
hay ningún elemento que distraiga la atención del sujeto principal.
Ahora que ya hemos aprendido a manejar nuestra cámara y lentes, y que aprendimos cuan
importante es la iluminación de una foto y vimos como controlar la luz para mejorar nuestras
fotos, es hora de que avancemos un poco y veamos composición.
Lo que vamos a ver en este curso tiene que ver con la parte creativa de la imagen. Como lograr
mejores fotos cambiando la manera que sacamos fotos y como componer una imagen para
que sea impactante. Vamos a ver también algunas reglas básicas de composición y cuando es
bueno respetarlas y cuando es bueno romperlas.
Pero no solo vamos a ver las reglas de composición, sino que vamos a analizar pautas básicas
de cómo componer y mejorar nuestras fotos cambiando cosas como: el ángulo de la foto, el
fondo, la perspectiva, el foco, etc.
En líneas generales vamos a aprender a mirar y analizar lo que vamos a fotografiar antes de
sacar la foto para así poder hacer nuestras fotos más interesantes.
Composición
¿Qué es la composición de una imagen? ¿De que hablamos cuando mencionamos la palabra
composición en Fotografía? Composición (o componer una foto) es organizar de manera
consciente los elementos de una imagen para lograr armonía y equilibrio en esa imagen.
Existen muchas reglas de composición que, no solo se usan en Fotografía, sino en cualquier
forma de Arte Visual: pintura, escultura, etc.
Cuando el ser humano mira una imagen lo hace de una determinada manera y en un cierto
orden. Como Fotógrafos, profesionales o "amateurs", tenemos que saber como funcionan los
mecanismos para poder realizar una imagen que resalte lo que queremos mostrar, para
transmitir los sentimientos o sensaciones que queremos transmitir.
Encuadre
El encuadre es aquello que decidimos incluir en la fotografía. Es la parte de una escena que el
Fotógrafo decide registrar con su cámara. El encuadre esta limitado por 4 lados mientras que
el ojo humano observa todo el espacio.
Si ponemos a un grupo de personas frente a un mismo paisaje, todas las fotos van a ser
diferentes. ¿Por qué? Porque cada una de esas personas va a tener un encuadre diferente.
Alguno sacara el paisaje entero, otro sacara solo parte de ese paisaje, otro quizás haga un
acercamiento de las flores en el paisaje, etc.
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Ustedes entienden de que hablo. A cada persona le va a llamar la atención algo diferente y eso
es lo que van a fotografiar. Por otro lado, cada uno va a usar un lente diferente: sea gran
angular, normal o teleobjetivo, y se van a acercar o alejar de acuerdo a lo que quieran lograr.
El encuadre es, por lo tanto, completamente personal.
Lo primero que uno tiene que hacer es decidir que es lo mas importante de la escena que yo
quiero mostrar.
Tenemos que identificar o reconocer el centro de interés. ¿Qué es lo que me llama la atención
de esa escena? ¿Qué es lo que observo que me hace parar y querer fotografiar esa escena? :
¿Es una persona? ¿Una situación? ¿El movimiento de algún elemento? ¿Son los colores? ¿Las
formas?
El incluir o excluir un elemento en la foto puede ser la diferencia entre una foto buena y otra
excepcional.
Las reglas de composición son importantes a la hora de hacer fotografías pero yo creo
firmemente que deben se usadas como guía y no como algo que uno esta obligado a hacer
para lograr buenas imágenes. Hay Fotógrafos en todo el mundo que rompen estas reglas
constantemente logrando así imágenes excepcionales. Pero: ‘’para romper las reglas hay que,
primero, conocerlas!’’.
Conocer las diferentes reglas de composición le da al Fotógrafo una base que es muy
importante para empezar a analizar lo que quiere lograr. También le va a permitir analizar sus
propias fotos para ver que funciona en una imagen y que no, logrando así mejorar su
producción de fotos.
Una vez que estudiamos, conocemos y practicamos las reglas de composición, entonces
podemos empezar a romperlas si sentimos que es lo mejor para nuestra imagen. Esto
definitivamente es lo que los artistas llaman ‘’estilo personal’’.
El Fotógrafo tiene muchas herramientas para controlar y crear una imagen que pueda
transmitir algún tipo de emoción a las personas que miran la foto. Vamos a ver las
herramientas más importantes que un Fotógrafo puede usar.
Encuadre - Ejemplo
Esta foto la saque en la plaza. Estaban las palomas y mi centro de interés, lo que yo quería
mostrar eran las palomas. ¿Pueden ustedes darse cuenta que quise fotografiar a las palomas?
Probablemente no. No hay un centro de interés claro.
La foto tiene gran profundidad de campo y por lo tanto todo esta en foco. Esto tampoco ayuda
a que sepamos que mirar.
Utilicé un lente 35mm digital, estoy lejos de el objeto de interés y hay demasiados elementos
en el encuadre. La foto es confusa y el espectador no sabe que mirar.
Esto es porque el sol entró directamente al lente. Y, aunque a veces los fotógrafos buscamos
este efecto, en este caso en particular no le aporta nada a la fotografía.
En esta imagen uno sabe exactamente que es lo que yo quise mostrar: la paloma. Nadie puede
tener dudas al respecto. La foto es mas clara, menos confusa y no hay elementos que
distraigan del foco principal.
Lo único que hice fue cambiar el encuadre. Para eso me acerque y cambié el lente. Pero en
realidad lo que hice fue decidir, antes de hacer la foto, que quería mostrar en esa escena y
como quería mostrarlo. De acuerdo a esa decisión yo encuadre mi foto.
Por supuesto este ejemplo es un extremo, no necesariamente tenemos que hacer una foto tan
de cerca, pero si tenemos que eliminar todos los elementos que no aporten nada a la imagen.
Ángulo de toma
El ángulo de toma es desde donde vamos a sacar la foto: ¿desde arriba o desde abajo? ¿Vamos
a hacer una toma a nivel o a ras del suelo?
Para decidir cual es la mejor manera de fotografiar la escena tenemos que movernos alrededor
de ésta, alejarnos y acercarnos, subir o bajar, hasta encontrar el mejor ángulo o punto de vista
desde donde sacar la foto.
A veces el dar un paso a un costado puede significar toda la diferencia en una foto. Los
diferentes ángulos de toma van a resultar en diferentes composiciones que pueden resultar
buenas, excelentes o malas.
Obviamente al cambiar el ángulo de toma también cambia el encuadre. Estos de conceptos, de
hecho, van muy unidos, y al movernos para buscar el ángulo correcto, también tenemos que
pensar en como vamos a encuadrar desde ese punto de vista.
La mayor parte de las personas al sacar una foto tienen, en principio, el instinto (por llamarlo
de alguna manera) de pararse de frente a la escena u objeto a fotografiar para sacar la primera
foto. ¿Por qué? Porque así es como normalmente vemos nosotros en la vida real.
Cambiar el ángulo de toma significa mostrar un objeto de una forma o desde un punto de vista
al cual la mayor parte de las personas no esta acostumbrada. Es cambiar la perspectiva para
lograr una foto más interesante e innovadora.
Esto por supuesto no significa que no se puedan sacar fotos de frente a nivel. Hay fotos
increíbles que están hechas de frente. Pero es bueno experimentar con cada foto para poder
lograr algo completamente diferente e interesante para los que van a ver la foto.
1. Toma a nivel: para sacar una toma a nivel tenemos que estar a la misma altura que el objeto
o sujeto que estamos fotografiando. No tenemos que estar ni más arriba ni más abajo. De esta
manera mostramos el objeto de manera natural. Este ángulo de toma no produce distorsiones
pero no produce fotos originales.
2. Toma en picado: la toma en picado es cuando estamos mas arriba que el objeto o sujeto que
estamos fotografiando. Al sacar la foto desde más altura el objeto se ve disminuido en tamaño.
Hay que tener cuidado cuando fotografiamos personas ya que este ángulo de toma hace que
las personas se vean inferiores.
Especialmente hay que tener en cuenta que si sacamos la foto de muy cerca o usando un gran
angular (también cerca) podemos cambiar las proporciones: la cabeza va a parecer más grande
que el cuerpo. A menos, por supuesto, que busquen este efecto por alguna razón especifica.
En el momento no entendíamos para que teníamos que sacarle tantas fotos a un mismo
banco. Pero después de ver las fotos, no solo las mías sino las de mis compañeros también,
entendí porque nos habían pedido eso.
Tenia que ver con el encuadre y el ángulo de toma. Uno al principio se para y saca el banco de
frente, de arriba, de abajo, de costado. Y después de algunas fotos ya no sabe que hacer. Y, es
entonces, cuando uno se empieza a poner creativo y a buscar diferentes encuadres y ángulos
de toma. Y lo interesante fue que las primeras fotos nunca eran las mejores.
Yo volví a hacer este ejercicio para este curso así se los mostraba a modo de ejemplo. Hice
muchas fotografías, pero les voy a mostrar algunas para que vean las diferencias y juzguen
ustedes mismos cual es, o cuales son, las más interesantes.
Ángulo de toma - Más ejemplos
Como pueden claramente con estos ejemplos hay muchas maneras diferentes de fotografiar
un mismo objeto. Y estas son solo unas pocas imágenes.
Imagínense la cantidad de encuadres y ángulos de toma que pueden lograr con 1 solo objeto.
Solo hay que animarse a probar y experimentar. De esta manera podemos decidir que nos
gusta y que no, que funciona para determinada situación y que no, etc.
Perspectiva
La perspectiva se usa para dar la sensación de tridimensionalidad a una imagen. Nosotros
estamos registrando con la cámara una escena que tiene 3 dimensiones. Pero al verlo en la
computadora o al imprimirlo en papel, pasa a tener 2 dimensiones (bidimensional) y por lo
tanto la imagen parece plana y menos impactante.
Las fotografías que tienen profundidad son en general más interesantes y llamativas que las
fotos planas. Hay varios recursos que podemos utilizar para dar una sensación tridimensional a
nuestras imágenes.
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Si cambiamos la distancia focal del lente, la sensación de profundidad también va a variar. Los
lentes gran angular dan la sensación de que los planos están mas separados entre si, por lo
tanto van a ayudar a dar una sensación de profundidad. Por el contrario, los lentes
teleobjetivos, aplanan la imagen.
Perspectiva - Ejemplos
En esta foto pueden ver como utilicé la perspectiva para lograr profundidad en la imagen.
Las 2 líneas de la vereda (que en realidad son paralelas) se van juntando cada vez más y
nosotros hasta nos imaginamos que se juntan.
Los árboles también ayudan a dar la sensación de perspectiva. El de adelante parece más
grande que el de atrás.
Para hacer esta fotografía utilicé un lente gran angular, 28mm, para acentuar la sensación de
tridimensionalidad. Recuerden que los lentes gran angular separan los planos y dan mayor
sensación de profundidad.
Esta foto también fue hecha con un gran angular. Por eso la reja parece eterna y los edificios
del fondo parecen estar muy lejos.
La realidad es que no están tan lejos, esta es 1 cuadra, pero al utilizar la perspectiva de la reja
sumado al uso del gran angular, acentuamos la sensación de que la foto tiene 3 dimensiones.
Es notable la diferencia, no? La foto no parece tener tanta profundidad, todo parece mas
cerca. Incluso ahora podemos ver claramente el final de la calle y los edificios.
Como en todos los aspectos que involucran componer una imagen, soy yo el que tengo que
decidir que tipo de imagen quiero y que va a funcionar mejor para la escena que voy a
fotografiar.
A veces puedo querer una imagen con mucha profundidad y a veces puedo querer lo
contrario, una imagen plana y sin tridimensionalidad. Lo importante es conocer este recurso y
aprender a utilizarlo cuando creamos necesario hacerlo.
Pero esto para nada significa que no podamos rotar la cámara para sacar fotos de
manera vertical. Tenemos que decidir, de acuerdo a lo que estamos fotografiando, que
formato es más conveniente utilizar.
Hay una teoría que dice que si un objeto es vertical (mas largo que ancho) se debe usar
un encuadre vertical, y si un objeto es horizontal (mas largo que ancho) se debe usar un
encuadre horizontal. Y, aunque esto en general tiene mucho sentido, no significa que
tiene que ser siempre así. Recuerden que las reglas están para romperse. Pero si sacan
un objeto vertical con un formato horizontal tiene que tener sentido y tiene que mejorar
la imagen.
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Los paisajes en general se sacan con un formato horizontal por eso se llama formato
apaisado. Los retratos, por el contrario, se sacan con un formato vertical ya que, de esta
manera, es más fácil llenar el encuadre y no dejar demasiado espacio vacío o con
elementos que no aportan nada a la imagen (de hecho distraen de la imagen).
Abajo pueden ver 2 ejemplos de una misma foto. Una esta sacada con formato vertical y
otra con formato horizontal. Depende de cuanto quieran mostrar y como quieran
mostrarlo, les va a convenir usar un determinado formato.
•
LLenar el encuadre
Llenar el encuadre significa que el objeto o sujeto que estas fotografiando ocupe la mayor
parte o toda la foto. Esto evita que aparezcan otros elementos que puedan distraer la atención
del objeto principal. De esta manera logramos que la persona que mira la foto solo vea y
preste atención a lo que queremos mostrar.
Para hacer esto tenemos que acercarnos físicamente al objeto o, en caso contrario, utilizar un
lente de mayor distancia focal.
En esta foto yo utilicé un lente de 70mm digital, y estaba bastante cerca de la modelo. La foto
fue hecha en estudio con iluminación de flash y se utilizo un fondo infinito blanco.
En este caso no había en el fondo nada que distraiga de la modelo pero, como quería mostrar
las expresiones de ella, llene el encuadre con la cara para que se pudiese ver bien cada detalle.
Este es otro ejemplo de la misma sesión de fotos en donde lo importante era mostrar las
expresiones de la modelo. También fue hecha con un lente 70mm digital y a corta distancia.
Centrar el objeto
Centrar el objeto es poner lo más importante de la fotografía en el medio de la foto. Esto va a
generar una imagen estática y tranquila.
Para centrar un objeto o sujeto yo creo que hay que pensarlo bien antes de hacerlo. Tiene que
ser una decisión consciente y a veces es la mejor opción.
Si por ejemplo estamos llenando un encuadre con un sujeto a veces la mejor opción es
centrarlo ya que va a atraer la atención hacia él.
También es un buen recurso que podemos utilizar cuando tenemos un fondo con demasiados
elementos. Centrar el objeto principal ayuda a llamar la atención sobre éste.
En este caso centre a la modelo para evitar que apareciese mucho fondo. Fue una decisión
consciente y no un accidente. Utilice un lente 105 macro para lograr un acercamiento.
En este caso lo que quería mostrar es los ojos y la mirada de la modelo. Es por eso que puse los
ojos en el centro. De esta manera logre que lo primero que miran las personas al ver la foto
sean, de hecho, los ojos.
Espacio negativo
El espacio negativo es un gran espacio vacío, en general blanco o negro (aunque puede tener
otro color), que esta dentro de la fotografía. En general esta en un costado de la foto y puede
transmitir soledad y aislamiento. Es lo contrario de rellenar el encuadre.
El espacio negativo también le da mayor impacto visual a la foto y por lo tanto es un buen
recurso a utilizar.
Como todos los recursos, no se puede utilizar todo el tiempo ya que lo único que van a lograr
es que todas las fotos sean iguales. Pero es bueno tenerlo en cuenta para lograr variedad en
las imágenes.
En esta foto pueden ver un clásico espacio negativo negro. Todo el costado derecho esta vacío
y es negro. Esto da la sensación de aislamiento y soledad.
El hecho de que la cara de la modelo no esta centrada también ayuda a que la foto sea más
dinámica y no tan estática.
Esta foto fue hecha en estudio y yo deje ese espacio a la izquierda vacío justamente para dar la
sensación de soledad. Incluso la postura y actitud de la modelo (por más que no se vea la cara
entera) denotan ese sentimiento.
No necesariamente tiene que ser mucho espacio, pero si el suficiente como para que se pueda
seguir la línea de la mirada sin tener la sensación de que se corta abruptamente.
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Acá vemos una foto en donde se dejo un espacio blanco vacío a la izquierda de la modelo que
nos permite seguir la mirada sin un corte abrupto. La modelo esta mirando hacia a la izquierda
por lo tanto vamos a seguir la mirada hacia ese lado.
En este caso yo corte la foto con Photoshop para que vean la diferencia con una misma foto.
Fíjense como el que no haya espacio crea tensión en la imagen y uno tiene la sensación de que
falta algo, de que no sabemos que mira la modelo o hacia donde esta mirando. Incluso esta
imagen produce como una sensación de ahogo.
Esto, de ninguna manera, quiere decir que no se puedan hacer imágenes así para crear
tensión. Recuerden que todas las reglas pueden romperse. Pero tiene que haber una razón y
tiene que ser una decisión consciente.
Regla de los Tercios
En este caso también pueden ver la división de las líneas y donde caen los diferentes
elementos de la foto. Acá yo rompí un poco la regla.
Cuando hay 2 modelos lo ideal es poner a una modelo en el punto inferior derecho ya que este
es el punto más fuerte. Yo no hice esto. Lo que hice es poner un ojo de la modelo con ojos
azules en el punto superior izquierdo, que se supone que en estos casos es el más débil.
Yo decidí que la foto iba a funcionar mejor así. Y de hecho creo que así es. Lo primero que
vemos al mirar la foto es el ojo azul enorme de la modelo en la izquierda. Y yo quería que el
centro de atención fuesen sus ojos.
En este caso yo decidí que era mejor romper la regla de los tercios para lograr una imagen más
interesante.
Profundidad de Campo
Sacar una foto con poca profundidad de campo puede ayudar a separar un objeto o sujeto del
fondo. Esta es una buena manera de aislar a un elemento, o varios, para que el espectador
centre su atención en ellos. Este recurso es especialmente útil cuando tenemos un fondo lleno
de cosas que van a distraer al espectador.
Recuerden que para lograr menor profundidad de campo tenemos que usar un diafragma
abierto. Cuanto mas abierto sea el diafragma, menos profundidad de campo va a haber en la
imagen.
También podemos lograr menor profundidad de campo usando un lente de distancia focal mas
largo. Cuanto más larga es la distancia focal del lente menos profundidad de campo vamos a
lograr. Y cuanto mas cerca estamos del objeto a fotografiar menos profundidad de campo
vamos a tener.
Puedo utilizar cualquiera de estas opciones, o incluso combinar 2 o mas, para lograr el efecto
deseado.
Que quede claro que no siempre vamos a querer o necesitar poca profundidad de campo. Hay
veces en que el entorno y los elementos en la escena ayudan a mejorar la imagen y a contar
una historia. Nosotros tenemos que decidir que es lo mejor para la imagen: poca o mucha
profundidad de campo.
En general cuando hacemos paisajes vamos a querer una gran profundidad de campo y en los
retratos menos profundidad de campo. Pero definitivamente esta es una regla para romper.
Esta foto la hice hace unos años en la playa en Brasil. Utilicé película Tmax 3200 de Kodak
blanco y negro. Es por eso que la imagen tiene grano y poca definición. La elección de la
película fue intencional porque justamente yo quería lograr este estilo de foto.
Para sacar la foto utilicé un diafragma cerrado (f/16) porque quería que el fondo estuviese en
foco. Quería mostrar a mi sobrina obviamente, pero también quería mostrar donde estaba.
Por lo tanto en este caso quise tener una gran profundidad de campo. El fondo no tenia
demasiados elementos entonces no iban a ser una distracción para el espectador.
Profundidad de Campo
Esta foto también fue hecha hace unos años con película blanco y negro Tmax 3200 de Kodak.
Use luz interior de ventana y lo que quería lograr era una imagen simple pero emotiva.
Utilicé un lente fijo 105mm macro. Es un lente increíble para retratos ya que te permite
enfocar desde una distancia menor a la que podrías enfocar con un lente que no es macro. Es
por eso que la foto es solo una parte de la cara.
Los lentes macro son lentes que, justamente, se usan para sacar elementos o personas de
cerca. Los lentes generales tienen una distancia mínima a la cual yo me puedo acercar y hacer
foco.
El lente macro te permite enfocar de más cerca. Esto quiere decir que tu objeto va a poder ser
más grande u ocupar una mayor parte del encuadre. Se usan mucho para naturaleza (insectos
por ejemplo) y productos chicos.
Volviendo a la foto. Como estaba adentro de una habitación llena de diferente tipos de
elementos, decidí usar un diafragma bien abierto (f/2) para que el fondo estuviese fuera de
foco. El usar un lente 105mm (teleobjetivo corto) y acercarme a la modelo también ayudo a
que hubiese poca profundidad de campo.
De hecho el fondo esta tan fuera de foco que es imposible saber donde se hizo la foto. Puede
haber sido hecha adentro o afuera, en la cuidad o en el campo
Esta foto se hubiese beneficiado mucho con un poco profundidad de campo. En este caso en
particular fue imposible de controlar porque fue hecha con una cámara compacta y la modelo
no colaboraba mucho ese día.
Esta foto fue hecha en el campo con película blanco y negro Trix400 de Kodak. En esta foto yo
busque tener mucha profundidad de campo para que se viese cada detalle de lo que estaba
pasando. Por eso utilicé un diafragma f/22.
Como pueden ver la profundidad de campo juega un papel muy importante a la hora de
componer y mejorar una imagen. Puede ser la diferencia entre que una foto sea mala, buena o
increíble
El objeto o sujeto principal de la foto debería ocupar alrededor de 2 bandas y el resto 1 banda.
Esto por supuesto es variable y va a depender de la importancia de cada zona.
Esta regla no se utiliza solo cuando hay una línea de horizonte sino cualquier línea más o
menos horizontal que sea lo suficientemente fuerte y marcada para dividir la foto en 2
espacios.
Si tenemos una foto que tiene horizonte generalmente tenemos que evitar poner la línea en el
medio. Va a dar la sensación de que la foto esta partida a la mitad.
En esta foto ustedes pueden ver que la línea del horizonte, por más que no se vea entera,
divide la foto a la mitad. El resultado es que la modelo y el fondo compiten en importancia y el
espectador termina no sabiendo que es lo que se quiso mostrar.
En esta foto (es la foto anterior que fue recortada con Photoshop a modo de ejemplo), el
espectador no tiene duda de que lo mas importante en la foto es la modelo. La línea del
horizonte esta mas arriba y la modelo pasa a ocupar más de 2 tercios de la foto.
Este es otro ejemplo en donde el motivo principal ocupa 2 tercios de la imagen y el fondo solo
1 tercio (aproximadamente). Y acá no hay duda de que es lo importante en la foto. Además no
hay ningún elemento que distraiga la atención del sujeto principal.
Simetría
La simetría se produce cuando, si dividimos a la imagen a la mitad, por ejemplo, vamos a tener
2 planos iguales o casi iguales. Nosotros vemos simetría constantemente, de hecho, nosotros
mismos somos simétricos. Pero lo vemos en los objetos de cada día : un vaso, un tenedor, una
botella, etc.
La simetría produce una imagen que produce sensación de estabilidad y tranquilidad en los
espectadores.
Es bueno usar la simetría pero hay que tener en cuenta que si se usa demasiado, las fotos se
van a ver todas iguales y van a terminar aburriendo al espectador.
Acá pueden ver una foto completamente simétrica. Si dividimos la foto de manera horizontal
en 2 planos, éstos van a ser iguales. Y si dividimos la foto de manera vertical en 2 planos, éstos
también van a ser iguales.
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Para que la foto sea simétrica los objetos en cada plano no necesariamente son exactamente
iguales. La foto de abajo es simétrica porque los elementos en la foto, aunque no iguales, son
lo suficientemente parecidos y tienen el mismo peso visual, para parecer objetos similares.
La foto asimétrica tiene mayor impacto visual y sorprende a los espectadores. La imagen
también va a ser más dinámica e interesante.
Lograr una imagen simétrica y bien equilibrada es un proceso simple, por el contrario, lograr
una imagen asimétrica y equilibrada es un poco más difícil.
A pesar de la asimetría tiene que haber cierto orden y la imagen no puede pesar visualmente
más de un lado que del otro.
En la foto de abajo pueden ver la misma imagen que la anterior pero, en vez de ser una imagen
simétrica, saque una foto asimétrica.
Pueden ver en esta imagen que el obelisco, en vez de estar en el medio, esta de costado. Lo
único que hice fue moverme de lugar y en vez de encuadrar el obelisco en el centro, lo puse un
poco al costado para crear cierto dinamismo.
En la fotografía hay una serie de reglas, y esta es una de las más básicas para la composición, y
mediante su uso mejoraremos claramente algunas de nuestras fotografías.
Esta regla no llega a ser tan conocida y popular como la regla de los tercios (que explicaré más
adelante), pero juega un papel fundamental, sobre todo en la fotografía de paisajes (aunque
su aplicación no sólo se basa en ellas).
Se trata de dar un mayor o menor protagonismo a la zona que deseemos, además de ser
fundamental una correcta nivelación del horizonte. Un horizonte inclinado nos dará una
primera impresión de la foto torcida, aunque el resultado buscado haya sido otro (vuelvo a
mencionar, que se suele usar en fotos de paisajes, aunque ni tiene porque ser aplicada al
100%, ni es exclusiva para ciertas composiciones).
La regla nos dice que realicemos dos líneas horizontales imaginarias, que dividan la fotografía
en tres partes iguales. En una de esas dos líneas irá nuestro horizonte, y se ajustará en la línea
de arriba o de abajo dependiendo de donde busquemos el protagonismo.
Dicho de otro modo: daremos dos tercios del área a la zona que queramos enfatizar y el tercio
restante a la zona que no queramos destacar.
En la siguiente foto quiero por ejemplo darle un mayor protagonismo al cielo. Tan sólo
debemos buscar con la horizontal inferior la cota del horizonte. Entonces estamos dando un
mayor espacio al cielo, consiguiendo que este destaque por encima del agua, ya que le
estaremos dando dos tercios de protagonismo por uno del agua.
Este sería el resultado.
Es una regla básica, que siempre nos vendrá bien en alguna composición. Aunque no por ello
debe de ser siempre exacta y para un determinado tipo de foto, pues es ahí donde juega un
papel fundamental nuestra creatividad.
Cómo fotógrafo que eres, acabes de iniciarte o lleves ya un tiempo en este mundo, te habrás
dado cuenta de la importancia de la composición fotográfica. Componer una fotografía es la
forma que tienes de explicar la historia que contiene tu imagen.
Es decir, sin una buena composición, solo tendremos ciertos elementos desordenados dentro
de un encuadre. Es cuando los ordenamos cuando hacemos que nuestra imagen explique la
historia que queremos contar: la composición es el lenguaje de nuestras fotografías. Una vez
que aprendemos a hablar este idioma, lo hablamos sin pensar.
Y como todos los idiomas, la composición fotográfica requiere de normas, trucos y reglas. Si
has oído que la composición es innata y no se puede aprender, suerte que estás aquí y puedo
contarte que es falso. Al acabar de leer esta mega guía, te darás cuenta de que tienes todos los
conocimientos necesarios para hacer grandes composiciones con las que hacer hablar a tus
fotos. Porque la composición, como cualquier idioma, se aprende.
Así que te recomiendo que sigas conmigo porque te lo demostraré . Ah, quizá es buena
idea que guardes esta mega guía en tus favoritos para poder acudir a ella cada vez que tengas
una duda Dicho esto, te presento los temas que vamos a tratar hoy.
Componer es, por lo tanto, transmitir nuestra emoción, nuestra historia, a través del lugar y la
forma en que colocamos los elementos protagonistas de una imagen.
¿Cómo hacer una buena composición fotográfica?
Para componer una imagen, lo primero que hay que identificar en una fotografía es el centro
de interés o el protagonista de nuestra imagen. Una vez decidido, la composición se ocupa de
colocarlo en el lugar y forma adecuada para darle protagonismo.
Esto se hace a través de lo que conocemos como reglas de composición. Vamos a verlas una a
una.
A continuación, te muestro las más utilizadas y con las que conseguirás mejores resultados de
forma inmediata.
Saltarte esta ley puede ser interesante si quieres transmitir lo contrario: agobio o falta de
libertad.
Es decir, si quieres destacar el cielo de una imagen, deja que éste ocupe 2 de las 3 partes en tu
encuadre. Si en cambio quieres destacar el suelo, el cielo solamente ocuparía 1 de las tres
partes del encuadre, mientras que la zona del suelo, ocuparía 2 de las 3.
Esta imagen que te muestro a continuación se se basaría en la ley del horizonte, ¿ves cómo el
cielo ocupa aproximadamente 2 de las 3 partes del encuadre de la escena?
Llenar el encuadre en una composición fotográfica
No solo de minimalismo viven las composiciones, ni mucho menos ;). La técnica de llenar el
encuadre o Fill the frame como dicen los angloparlantes, es una forma de fácil de que tu
protagonista sea el centro indiscutible de tu imagen.
Solemos utilizarlo en retratos, pero cualquier centro de interés puede ser un buen candidato
para que llenes el encuadre.
Cada tipo de línea nos transporta por la imagen de forma diferente, las curvas son sinuosas y
sensuales, las diagonales están llenas de tensión y las horizontales se asocian a la paz y la
calma.
En este artículo podrás ver todos los tipos de líneas en profundidad, te recomiendo que le
eches un vistazo.
El ritmo puede aportar armonía o tensión en función de si se interrumpe o no. En ambos casos,
es un elemento muy dinámico para tus composiciones que tiene muchas posibilidades, como
te demostramos en estas 10 formas de capturar el ritmo en tus fotografías.
El punto de fuga en composición fotográfica
El punto de fuga es el lugar donde se juntan las líneas en un plano de forma real o imaginaria.
Nos permite añadir profundidad a la imagen, algo muy importante porque, como ya sabes, la
fotografía trata de representar la realidad, pero se encuentra con que la realidad tiene tres
dimensiones y la fotografía solo dos.
Cada una de ellas te ayudará a narrar tu historia de forma distinta, recuerda siempre la
importancia de variar el punto de vista y analizar el escenario que tienes delante para obtener
el ángulo más interesante de tu imagen. ¡¡Muévete!!
Nos atrae de forma natural añadiendo interés de forma sencilla e inmediata a tu imagen, aquí
tienes 5 razones para añadir un elemento humano a tus fotografías.
Pues… ¡enhorabuena! Esa es una de las mejores formas de conseguir escenas diferentes y
atractivas, variar el punto de vista es el primer paso para conseguir una composición
interesante.
Permite, por lo tanto, aislar al protagonista desenfocando el fondo, o bien hacerlo partícipe del
entorno. Es por ello un elemento compositivo de lo más interesante, a la par que visualmente
nos ayuda mucho con la narración de la historia.
Porque, para empezar, la distancia focal define la porción o ángulo de escena que serás
capaces de captar con tu cámara y también influye en aspectos como la profundidad de
campo, las líneas o la disposición de los elementos en la imagen.
Interesante, ¿no? Componer empieza, por lo tanto, conociendo las particularidades de cada
distancia focal. Para entender bien qué es la distancia focal te dejo este artículo, y también este
otro sobre cómo captar espléndidas composiciones gracias a la distancia focal de tu objetivo.
Nos referimos como marco natural a elementos como puertas, ventanas, arcos, o cualquier
elemento que te permita encuadrar a tu centro de interés dentro del propio encuadre.
Hasta aquí las principales reglas de composición, las tienes resumidas en nuestro visual
infográfico con las 10 reglas de oro sobre composición. A veces, menos es más ;).
Tengo que pedirte que complementes esta lectura con este otro artículo imprescindible sobre
cómo aprender a transgredir las normas y que disfrutes contemplando estos ejemplos
ilustrativos de por qué deberías saltarte las normas de composición fotográfica.
Porque los fotógrafos escribimos con luz y si escribimos, siempre es para tratar de
transmitir algo, una idea, un sentimiento, un instante decisivo.
¿Qué tener en cuenta a la hora de contar historias? Aspectos como el contexto, la luz, la
composición e incluso el título de una imagen, son los que ayudan a transmitir nuestro
mensaje.
Si quieres ser un experto en narración fotográfica, no te pierdas la guía completa para contar
historias mediante una fotografía, vale la pena.
El color en composición fotográfica
El color es un elemento compositivo con mucha fuerza. Saber combinar los colores o conocer
cómo un determinado color afecta a la percepción que tenemos de una imagen, te permitirá
dominar la composición en tus fotografías.
• Los tonos cálidos: son los naranjas, amarillos y ocres, transmiten calidez y parecen
acercarse en el encuadre.
• Los tonos fríos: son los verdes, violetas y azules, transmiten frialdad y parecen alejarse
en el encuadre.
• Los colores complementarios: son los que se encuentran cara a cara en el círculo
cromático y generan mucho contraste entre ellos.
• Los colores armónicos: son los que se encuentran uno al lado del otro en el círculo
cromático y juntos generan sensación de armonía.
Te recomiendo que también le eches un vistazo a nuestro artículo para aprender a jugar con el
color en tus fotografías.
El fondo en composición
El fondo suele ser el gran olvidado de nuestras fotografías, pero es a la vez uno de los
elementos que más pueden ayudarnos a encumbrar o destrozar una fotografía.
Una buena imagen puede verse terriblemente afectada por un mal fondo. Imagina un gran
retrato, bien enfocado, con una luz preciosa, una mirada penetrante… y de repente ¡una
basura que aparece por detrás al lado de su cabeza! Qué desastre, ¿verdad? Pues no, no es
broma, no sería la primera vez que pasa algo así ;P
Lo primero, por lo tanto, es ser consciente de ello y actuar para que, si el fondo no te es
demasiado favorable, preocuparte de cambiarlo. ¿Cómo? Aquí tienes algunas ideas:
Estos trucos para mejorar el fondo en tus composiciones te ayudarán a rematar tus mejores
fotografías.
Algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de componer un retrato ya los hemos visto a lo
largo de esta guía, pero estos son los más aplicables a la composición de un retrato:
• La ley de la mirada.
• La regla de los tercios.
• El encuadre natural.
• Llenar el encuadre.
• Utilizar el color como elemento compositivo.
• Encuadrar también en vertical.
• Cuidar el fondo (puedes desenfocarlo a través de la apertura de diafragma).
• Tener en cuenta la distancia focal de tu objetivo. Las más recomendadas son las que
van de 50 a 105mm aproximadamente.
• Enfocar siempre a los ojos salvo excepciones conscientes y creativas.
Si lo tuyo es el retrato, échale un vistazo a la mega guía que te preparé para fotografiar
retratos donde no habrá pregunta que quede sin respuesta.
Composición en fotografía de paisaje
Conseguir que un paisaje nos llame la atención más allá de lo «bonito» no es fácil. Exisisten
infinidad de imágenes de paisajes espectaculares que no nos dicen mucho más allá. Ese «plus»
que hace que no despegues los ojos de la imagen, normalmente tiene que ver con una buena
composición fotográfica.
Si te llama la atención la fotografía de paisaje, guárdate esta otra mega guía sobre paisaje con
todos los consejos y trucos necesarios para conseguir fotografías I M P R E S I O N A N T E S.
Si lo tuyo es el blanco y negro, no puedes dejar de leer esta completísima guía. Aunque te
resumo aquí los trucos imprescindibles para triunfar en tus composiciones en escala de grises:
Con estos trucos y otras reglas básicas para hacer una gran fotografía no habrá composición
que se te escape .
muchos, de eso no hay duda La suerte es que (re)conocerlos es el mejor recurso para
evitarlos. Aquí te dejo los que más se repiten:
• Composiciones centradas.
• Centro de interés poco claro.
• Imágenes abarrotadas de elementos imposibles de leer.
• Encuadres aburridos o sin interés.
• Falta de profundidad.
Sigue leyendo para evitar más los errores comunes en composición fotográfica o para, todo lo
contrario, utilizar los errores de forma creativa.
Ya sabes que poco se aprende si no se practica, ¿verdad? Aquí tienes 16 ejercicios para
mejorar tu composición fotográfica. Porque no hay mejor forma de aprender a componer que
poner en práctica todo lo que te cuento en esta mega guía.
• Composición para una fotografía llena de vida (BdF): nuestro ebook de fotografía en
formato digital (PDF) con el que podrás conocer y dominar los trucos que usan los
expertos en fotografía llevando tus composiciones a otro nivel. Con él aprenderás a
utilizar formas, colores, líneas, contrastes y un sinfín de recursos más.
• Composición en Fotografía de José Benito Ruiz
• El ojo del fotógrafo de Michael Freeman
• El arte de la composición (FotoRuta) de Fran Nieto
No quiero acabar sin recomendarte nuestros 100 consejos exprés para mejorar tus
composiciones en los que podrás refrescar algunos de los consejos que te he ido dejando a lo
largo de esta guía.
Si has llegado hasta aquí, felicitarte, porque estoy segurísimo de que este artículo va a
ayudarte a mejorar tus composiciones, sin lugar a dudas. No olvides que practicar es lo más
importante, probar nuevas cosas, ser creativo y nunca conformarte. Como decía David
Burnett, «La satisfacción viene de trabajar junto a 500 fotógrafos y salir con algo diferente».
Ah! y antes de irte corriendo a componer tu mejor imagen, recuerda compartirlo en tus Redes
Sociales predilectas para ayudarme a llegar a todos los fotógrafos que necesiten aprender o
refrescar sus conocimientos sobre composición fotográfica. Muchas gracias y…
Feliz fotografía.
¿Eres fotógrafo viajero o viajero fotógrafo? ¡Enhorabuena! Empiezas a leer la guía más
completa de fotografía y viajes que circula por la red. Acomódate.
Como te podrás imaginar, se trata de una guía bastante extensa. No es para leer en cinco
minutos, sino para dedicarle tiempo y volver a ella siempre que lo necesites, por lo que te
recomiendo que la pongas en algún lugar en el que la tengas a mano para recurrir a ella
siempre que lo desees.
Esa va a ser la primera premisa en cuanto a equipo para fotografía y viajes. Ahora bien, no es
lo mismo ser un viajero fotógrafo que quiere inmortalizar sus viajes que un fotógrafo viajero
que viaja para hacer fotos. En este último caso el equipo será algo más específico en función
del tipo de fotografías que vaya buscando.
Aunque la decisión última es tuya. Para saber qué equipo necesitas, me gustaría que
respondieras antes a esta pregunta:
¿Calidad o comodidad?
• Pentax XP
• Fujifilm X-T20
• Olympus OM-D E-M10 MarkIII
• Lumix DC TZ95
Vuelvo a la premisa de viajar ligero, por lo que deja en casa todos los por si acaso y llévate solo
aquello que realmente pienses que vas a utilizar.
• MeFOTO Backpacker S
• National Geographic
• K&F Concept SA254M1
• Neewer
• Neewer Mini Trípode (tamaño mini)
En cambio, si lo que más vas a fotografiar son las personas, los retratos, la vida cotidiana en los
mercadillos de la ciudad, entonces, lo más normal es que no necesites trípode. En este caso
mejor no llevarlo porque más que nada estorbaría y siempre tienes la opción de recurrir a
este…
¡Truco!: El trípode más barato y ligero es un trozo de cuerda. Coloca la zapata en la cámara y
ata una cuerda lo suficientemente larga como para poder pisarla con el pie mientras la tensas
fuertemente y aprietas el botón de disparo. Para mejorar la estabilidad apóyate en una pared.
Con este truco podrás hacer fotos con tiempos de exposición bastante prolongados sin que
apenas se note en las fotos.
Si utilizas 2 ó 3 objetivos diferentes puede que te vuelvas loco: cada vez que necesites cambiar
de objetivo perderás tiempo buscando un sitio donde apoyar la mochila, abrirla con una mano
mientras sostienes la correa de la cámara con los dientes, quitar el objetivo con la otra mano,
intentar coger el otro objetivo de la mochila… uy, el objetivo lleva la tapa puesta, necesitas
soltar la mochila para poder retirarla… ¡¡grrrrrrrr!!
De lo más frustrante.
Una buena mochila te ayudará a ordenar tus objetivos y a tenerlos fácilmente accesibles. En
este artículo encontrarás consejos para elegir tu mochila adecuada, pero resumiendo, debes
tener en cuenta que:
Imprescindibles, a mi modo de ver, son batería de repuesto y varias tarjetas de memoria, pero
hay más. En este artículo te contamos qué accesorios te serán realmente útiles para fotografiar
tus próximos viajes.
Y si estás pensando en fotografía aérea, no te olvides de llevar un dron, eso sí, no te lances sin
leer esto antes.
Fotografía y viajes: planificación
¿Te impresionan las fotografías de viajes que aparecen en guías y revistas como National
Geographic? Pues lee con atención: esas fotos no fueron tomadas por el fotógrafo
casualmente mientras disfrutaba de unas vacaciones, sino que fueron destinos investigados y
premeditados de antemano.
Por eso, lo primero que tendrás que hacer es planificar bien tu viaje, eso es evidente, pero ¿lo
has planificado fotográficamente hablando?
1. Elige un destino fotogénico: Un viaje fotográfico serio que se precie requiere que la
elección del destino esté basada en las fotos que quieras tomar. Casi siempre que
escogemos un destino de viaje (vacaciones, etc.) lo hacemos siguiendo diversos
criterios, y no nos acordamos de lo de las fotos hasta el último momento, cuando ya
tenemos la maleta hecha. Si quieres disfrutar de una buena fotografía de viajes intenta
decidir el destino en función del tipo de fotos que pienses hacer: naturaleza virgen,
paisajes de desierto, mercados locales y costumbres étnicas, etc. Infórmate antes de
tomar cualquier decisión.
2. Evita los destinos excesivamente turísticos: En una fotografía de viajes correcta no
deberían aparecer turistas de fondo. La figura del turista que aparece en segundo
plano contamina la esencia del lugar retratado. Mi consejo es que evites ese tipo de
destinos o, por lo menos, que intentes ir en temporada baja, así podrás disfrutar de
unos momentos de tranquilidad.
3. Elabora una lista lo más detallada posible de los lugares que deseas visitar, a qué hora
es posible visitarlos o cuándo te interesa a ti. Prepara la mejor hora y lugar desde el
que fotografiar ese monumento o paisaje, esto es: teniendo en cuenta la luz.
4. Busca información en Internet sobre esos lugares, sus horarios, su condiciones o
normas para hacer fotos, etc. En algunos sitios no está permitido el uso del flash o
incluso del trípode, en otros está totalmente prohibido hacer fotos. Te evitarás más de
una decepción.
5. Infórmate también de la historia y características del lugar al que vas, piensa en cómo
unir las fotos para contar una historia con ellas, en breve te contaré cómo.
6. Observa y analiza fotos de esas localizaciones, tanto las oficiales tipo postal de
recuerdo como las de otros aficionados o profesionales más creativos. Haz una
búsqueda en Google Imágenes con el nombre del lugar y seguro que encontrarás
cientos de fotos en las que inspirarte. Toma nota de las ideas más originales, de lo que
te gustaría hacer y también de lo que quieres evitar. También puedes probar
con Pinterest, Flickr o 500px.
7. Busca rutas alternativas y lugares poco conocidos, así tus fotos lucirán mejor.
8. Elige el equipo en función de las fotos que tienes pensado realizar, para no llevar ni de
menos ni de más.
9. Hazte una lista de todo lo que necesitas y ve tachando para no olvidarte de nada.
No, fotografiar viajes es transmitir vivencias, contarle al mundo lo que estás viendo, lo que
estás sintiendo y siempre a través de tu mirada. Si tú no tienes nada que contar en tu imagen,
no habrá nada que escuchar.
sino fotógrafo con falta de experiencia . Huye de los tópicos, de los típicos
paisajes de postal e intenta que el paisaje muestre qué te gusta, qué sientes o cómo
ves ese lugar.
Es probable que te atraigan más un tipo de fotografías que otras, sin embargo, tu espíritu
viajero te hará ver en cada uno de los géneros una posibilidad para capturar el alma de tu
viaje.
• Barrido
• Larga exposición
• Clave alta y baja
• Bokeh
• Siluetas
• Efecto sedoso del agua
Por último, aunque no sea una técnica como tal, sí que es un recurso que puedes utilizar para
crear imágenes distintas e impactantes, se trata de aprovechar las condiciones meteorológicas
adversas para fotografiar. Si quieres ideas, aquí tienes 15 imágenes que puedes tomar en
función de la meteorología.
Fotografía los viajes con tu propio estilo
Para las típicas postales de viaje, ya tenemos estas, y las fotografías de los folletos turísticos o
los catálogos de las agencias de viajes. Si lo que pretendes es dedicarte profesionalmente a
nutrir estos, perfecto, sigue esa línea.
Sin embargo, si buscas ir más allá, contar historias, emocionar, trasladar al espectador a ese
lugar, que huela lo mismo que tú, que sienta lo mismo que tú en el momento de apretar el
obturador, amigo, tendrás que hacer un pequeño esfuerzo y fotografiar con una mirada
propia.
Por supuesto que puedes inspirarte, pero no para copiar, sino para llenarte de creatividad,
para que tu laboratorio de ideas se ponga en marcha. Encontrar un estilo fotográfico propio
tampoco es cuestión de un día, ni de dos, pero es un camino que debes recorrer para que tus
fotos sean de verdad tuyas.
1. Haz fotos desde el primer momento. Los preparativos del viaje también forman parte
del mismo.
2. Fotografía en los medios de transporte incluido el avión (o el medio en el que te
desplaces). Para eso deberás estar atento y solicitar el asiento en ventanilla en la que
las alas del avión no te tapen la visión. Aprovecha para hacer fotos aéreas.
3. Además de los lugares típicos busca también sacar las costumbres y los personajes
cotidianos.
4. Fotografía a las personas del lugar… pero antes pídeles permiso, no sólo para hacer la
foto, también si piensas publicarla o subirla a tus redes sociales (más adelante te hablo
de una aplicación para obtener los permisos si quieres comercializar con ellas).
5. Si fotografías a tus compañeros de viaje en un espacio o frente a un edificio o
monumento importante saca un plano corto de tus amigos, medio cuerpo o más cerca.
En caso contrario serán tan pequeñitos que no se les apreciará en la fotografía.
6. Madruga (y después vuelve a dormir): Levantándote temprano te vas a encontrar unas
escenas naturales (y urbanas) que ni te podías imaginar. En serio. Algunos paisajes que
a lo largo del día parecen feos y sin ningún interés se convierten, durante el alba, en
auténticas atracciones fotográficas. Ello se debe al suave efecto de la luz del sol
durante el amanecer. Madrugar también te permite obtener unas fotos diferentes de
las que hace todo el mundo: calles desiertas y vacías, mercados que abren y cierran
pronto, etc.
o Truco: Para que este consejo sea posible es imprescindible que te mentalices
por la noche de que vas a madrugar mucho y, sobre todo, tener la idea de que
después de un rato de fotografía vas a volver a la cama para dormir un poco
más. Yo es lo que hago: me levanto muy pronto, realizo una sesión de fotos y
me vuelvo a dormir ya tranquilamente para reponer fuerzas para el resto del
día. Si no lo haces así es muy probable que no consigas levantarte de
madrugada y se quede todo en una intención frustrada.
7. Sobre todo, procura hacer las cosas son sentido común, discreción y educación. Ante la
duda, pregunta y sonríe. Sonríe siempre.
8. Seguramente tendrás que hacer fotos en museos o en otros interiores. Para que te
salgan perfectas repasa este artículo sobre cómo tomar fotos en interiores
correctamente.
9. Ten la cámara siempre preparada, nunca sabes qué situaciones pueden darse.
10. Sujeta correctamente tu cámara para lograr fotos más nítidas, que a veces en los viajes
vamos tan rápido y emocionados por descubrir todo lo nuevo que nos espera a la
vuelta de la esquina que esto lo pasamos por alto.
11. Por último, al regreso del viaje, haz una selección rigurosa. Plantea la selección como si
de una proyección se tratara, a 4 segundos por foto, deberías poder ver las fotos
seleccionadas en 3 o 4 minutos máximo. Si se hace más largo puedes aburrir a tu
audiencia.
¡Que no! Que los consejos no se acaban aquí, en este artículo tenemos preparados para ti 100
consejos y trucos exprés para tus fotografías de viajes. Y para terminar, los errores que nunca
debes cometer en materia de fotografía y viajes.
Ahora sí, te dejo con algunos conceptos básicos que te ayudarán a ubicarte si acabas de llegar
al mundo fotográfico. Si ya controlas todo esto y no te apetece repasar, sáltatelos sin pudor y
ve a lo que te interesa
Conceptos básicos
La primera regla para huir del modo automático y lograr fotografías más creativas y acordes
con tu propio estilo y con lo que quieres compartir con el resto del mundo es conocer el
triángulo de la luz y cómo funciona. Una vez que lo domines, podrás trabajar tanto en Modo
Manual como con los Modos Semimanuales.
El objetivo es lograr una correcta exposición, es decir, lograr imágenes que no estén
demasiado oscuras ni demasiado claras (salvo que exista una intención detrás). Si te surgen
preguntas sobre luz y exposición, aquí encontrarás todas las respuestas.
Claro que hay un usuario que está en medio. Si eres de los que quieren un RAW para editar la
imagen al gusto, pero también contar con los JPG para compartir en redes sociales desde el
minuto cero, lo tuyo es el formato JPG+RAW, aunque recuerda que ocupa mucho más espacio
y no es el formato más eficaz para disparar en ráfaga.
También está la opción de utilizar dos tarjetas si la cámara tiene doble ranura, una para JPG y
otra para RAW.
Un truco que cuenta el gran Tino Soriano en su libro (del que te hablo más adelante) es llevar
siempre fotos de tu familia y de tu forma de vida (que no sean muy ostentosas si es un lugar en
el que hay mucha escasez). El mostrárselas te ayudará a conectar con ellos y que vean detrás
de ti una persona de carne y hueso y no un turista con cámara.
Si te decides por el color, aquí te contamos cómo dominarlo para lograr las mejores
composiciones. Este te ayuda a transmitir sensaciones y emociones, por eso también debes
cuidar la temperatura de color de tus imágenes.
Fotografía y viajes en blanco y negro
Si optas por centrarte más en las historias, por un estilo más documental, seguro que te
interesan estos consejos para fotografiar en blanco y negro.
Y si lo que quieres son ajustes básicos básicos, no te pierdas este artículo para retocar tus fotos
sin saber.
• Planifica tus viajes como fotógrafo profesional, tu objetivo no es «voy a pasarlo bien y
ya si eso, alguna foto podré vender». Tu objetivo es hacer fotos para venderlas.
• Ponte objetivos y metas concretas.
• Las fotos más comerciales tienen más salida que las fotos artísticas.
• Sé exigente y autocrítico con tu trabajo. El aprendizaje y el control de la técnica son
imprescindibles.
• Analiza a quién puedes vender las imágenes (editoriales, bancos de fotos, agencias
turísticas, hoteles, etc.) y qué tipo de fotos buscan.
• Selecciona las fotos a enviar según el destinatario.
• Haz fotos en distintos formatos (vertical, horizontal y panorámico) para que se puedan
adaptar en la maquetación del medio al que las vendas.
• Especialízate en un tema o en un tipo de fotos.
• Créate una galería o página web específica, nada de mezclar en redes sociales tus fotos
personales con las profesionales. Intenta que sea lo más profesional posible.
• Pero tampoco olvides las redes sociales, muchos encargos te pueden llegar a través de
ellas.
• No regales tu trabajo, si no lo valoras tú, no lo harán los demás.