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Día 18 San Pío y sus frutos Apostólicos II

(Hospital)
“Y le trajeron un paralítico echado en una camilla; y Jesús, viendo la fe de ellos,
dijo al paralítico: Anímate, hijo, tus pecados te son perdonados”
(Mateo 9, 2)

LAS VARIAS FORMAS DEL APOSTOLADO

(DECRETOAPOSTOLICAM ACTUOSITATEM)

Los laicos pueden ejercitar su labor de apostolado o como individuos o reunidos en


diversas
comunidades o asociaciones.

1. El apostolado individual
El concilio advierte en primerísimo lugar que todo apostolado, tanto individual como
asociado, debe brotar con abundancia de una vida auténticamente cristiana, sin lo
cual todas las actividades apostólicas estarían irremediablemente condenadas al
fracaso «como bronce que suena o címbalo que retiñe» (1 Cor 13,1).
El apostolado que cada uno debe ejercer y que fluye con abundancia de la fuente de
la vida auténticamente cristiana (cf. Jn 4,14) es el principio y la condición de todo
apostolado seglar, individual o asociado y nada puede sustituirlo.
Al cooperar, además, como ciudadanos de este mundo en lo que se refiere a la
edificación y gestión del orden temporal, es necesario que los seglares busquen en la
luz de la fe los motivos más elevados de obrar en la vida familiar, profesional, cultural
y social, y los manifiesten a los demás aprovechando las ocasiones, conscientes de
que con ello se hacen cooperadores de Dios Creador, Redentor y Santificador, y de
que lo glorifican.

Este apostolado individual es particularmente apremiante y necesario en aquellas


regiones en que se ve gravemente impedida la libertad de la Iglesia. En estas
circunstancias extraordinariamente difíciles, los seglares, supliendo en lo posible a
los sacerdotes, exponiendo su propia libertad y en ocasiones su vida, enseñan la
doctrina cristiana a aquellos que los rodean, los instruyen en la vida religiosa y en
el pensamiento católico y los inducen a la frecuente recepción de los
sacramentos y a las prácticas de la piedad, sobre todo la eucaristía.

El apostolado individual tiene campo especial en las regiones en que los católicos son
pocos
“En y viven dispersos.
la enfermedad está Jesús que sufre, en la enfermedad y la pobreza está Jesús dos veces». Padre
Pío de Pietrelcina
FUNDAMENTACIÓN TEOLÓGICA

LAS VARIAS FORMAS DEL APOSTOLADO

Allí los seglares, que solamente ejercen el apostolado individual por las causas ya
dichas o por especiales motivos surgidos de la propia labor profesional, se reúnen
acertadamente para dialogar en grupos pequeños, como verdadero testimonio de
amor. De este modo, ayudándose unos a otros espiritualmente por la amistad y la
comunicación de experiencias, se preparan para superar los inconvenientes de una
vida y de un trabajo demasiado aislados y para producir frutos mayores cn cl
apostolado».

Clase de almas sobre las que ha de recaer ese apostolado:

a) Los incrédulos: Son los más necesitados de nuestro apostolado, pues están
constituidos en extrema necesidad espiritual. Extinguida por completo en sus almas
la luz de la fe, yacen y viven tranquilos en las tinieblas y sombras de muerte (cf. Le.
1,79). Sobre todo si perdieron la fe cristiana después de haberla profesado en otra
época de su vida, su situación ante Dios es en extremo peligrosa, ya que nadie pierde
la fe sino por su propia culpa. La divina revelación nos asegura, en efecto, que Dios
no retira jamás sus dones sino al que se hace culpablemente indigno de ellos: «Los
dones y la vocación de Dios son irrevocables» (Rom 11,29).
En estos casos hay que recurrir a la oración ferviente, a la confianza en Dios y a la
poderosa intercesión de María, Mediadora universal de todas las gracias. La oración
nunca es estéril, y obtiene de Dios todo cuanto Él espera confiadamente.

b) Los indiferentes: Constituyen la inmensa mayoría de los hombres de hoy.


Preocupados únicamente con las cosas de la tierra, rara vez levantan sus ojos al cielo.
Su vida se reduce a las ocupaciones de su trabajo profesional, al descanso y a la
diversión en la mayor medida posible. La religión no les preocupa, no practican la
religión, aunque tampoco la persiguen. Simplemente se encogen de hombros ante
ella. Su situación es en extremo peligrosa, en cierto sentido son más culpables ante
Dios que los propios incrédulos que carecen en absoluto de las luces de la fe.
Hay que ejercer ante estos infelices el apostolado en sus más variadas formas.

c) Los pecadores: Entendemos aquí por tales a los cristianos que conservan la fe, a
diferencia de los incrédulos, y que se preocupan de las cosas de su alma, a diferencia
de los indiferentes; pero no aciertan a superar el ímpetu de sus pasiones y se
entregan al pecado, aunque con pena y dolor de su propia fragilidad e
inconsecuencia. Quisieran vivir cristianamente, se lamentan de su falta de energía en
rechazar las tentaciones. Estas pobres almas son más desgraciadas que perversas.
Con todo, su situación ante Dios sigue siendo muy incorrecta y peligrosa.
El apostolado sobre estas almas consistirá principalmente en apartarlas con dulzura y
suavidad de las ocasiones peligrosas, proporcionándoles diversiones sanas y
honestas, hacerles frecuentar los sacramentos, practicar alguna tanda de ejercicios
espirituales, retiros espirituales entre otros.

“En la enfermedad está Jesús que sufre, en la enfermedad y la pobreza está Jesús dos veces». Padre
Pío de Pietrelcina
FUNDAMENTACIÓN TEOLÓGICA

LAS VARIAS FORMAS DEL APOSTOLADO

d) Los buenos cristianos: El apostolado no reconoce límites ni fronteras. Ha de


recaer también sobre los buenos cristianos, con el fin de empujarlos hacia las
cumbres de la perfección cristiana. No hay nadie tan bueno que no pueda serlo más:
«El justo justifiquese más y el santo santifíquese más» (Ap 22,11).

c) Los propios familiares: Constituyen, quizá, el objetivo primordial del apostolado


en el propio ambiente. Obligados a convivir continuamente, unidos por los dulces
lazos del amor más puro y entrañable. Claro que hay que saber ejercitarlo,
adaptándose a la gran variedad de temperamentos, gustos, aficiones, tendencias
afectivas, grados de cultura.

f) Los amigos y compañeros de profesión: Después de nuestros propios familiares,


los seres más próximos a nosotros son nuestros amigos y compañeros de profesión.
Al hablar de la táctica del apostolado expondremos los principales procedimientos
para obtener el máximo rendimiento de nuestros esfuerzos apostólicos.

2. El apostolado colectivo

Las asociaciones no son fin de sí mismas, sino que deben servir a la misión que la
Iglesia tiene que realizar en el mundo; su eficacia apostólica depende de la
conformidad con los fines de la Iglesia y del testimonio cristiano y espíritu evangélico
de cada uno de sus miembros y de toda la asociación.
Guardada la relación debida con la autoridad eclesiástica, los seglares tienen el
derecho de fundar y dirigir asociaciones y darles un nombre. Hay que evitar, sin
embargo, la dispersión de las fuerzas, la cual se produce cuando se crean sin razón
suficiente nuevas asociaciones y obras o se mantienen más allá del límite de vida útil
asociaciones o métodos anticuados.

“En la enfermedad está Jesús que sufre, en la enfermedad y la pobreza está Jesús dos veces». Padre
Pío de Pietrelcina
SOBRE SAN PIO
Su proyecto más grande en la tierra Después del
terremoto de 1938 que destruyó el pequeño hospital civil
“San Francesco”, en San Giovanni Rotondo, los enfermos
tocaban a las puertas del Convento en busca de ayuda
para curarse y Padre Pío sufría con ellos. El 9 de enero de
1940, se encontraban tres amigos de Padre Pío en su
celda, donde los catequizaba sobre el espíritu de
abnegación y de caridad y les dijo, entre otras cosas:
“Hijos míos en cada enfermo está Jesús que sufre, en cada El 9 de enero de
pobre está Jesús que languidece.
1940, se
En cada enfermo pobre está dos veces Jesús”. Después, encontraban
sacó una monedita de oro de su túnica y dijo: “Quiero dar
el primer donativo para la obra”. En ese momento se
tres amigos de
formó el Comité para la fundación del Hospital según las Padre Pío en su
intenciones de Padre Pío. La obra se llamará “CASA ALIVIO celda, donde los
DE LOS SUFRIMIENTOS”. Se trataba obviamente de un
comité de personas seleccionadas por el mismo Padre catequizaba
Pío, ya que tenían una disposición al voluntariado y una sobre el espíritu
dedicación completa hacia esta obra. Aunque los tiempos de abnegación y
se alargaron a causa de la iniciación de la segunda guerra
mundial. La estructura pudo comenzar sólo al final del de caridad y les
conflicto armado. Sobre la montaña árida frente al dijo, entre otras
Convento, se fijó la mirada de Padre Pío para realizar el
alivio de los sufrimientos.
cosas: “Hijos
míos en cada
El Señor inspiró al Padre, que precisamente en esa enfermo está
montaña árida y llena de piedras quería que surgiera la
Obra. Aliviar los sufrimientos de los hermanos en el alma Jesús que sufre,
y en el cuerpo era su deseo cotidiano. El 5 de mayo de en cada pobre
1956 se inauguró el hospital con la bendición del cardenal está Jesús que
Lercaro y un inspirado discurso del Papa Pío XII. La
finalidad del hospital es curar al enfermo tanto espiritual languidece.
como físicamente: la fe y la ciencia, la mística y la
medicina, todos de acuerdo para auxiliar la persona
entera del enfermo: cuerpo y alma. Decía: “Recen para
En cada
que se cumpla el designio de Dios, así como lo quiere. enfermo pobre
Dios es providencia, Dios provee. Dios me encomendó está dos veces
una misión terrena: la fundación de un hospital para los
pobres enfermos del alma y del cuerpo.” Jesús”. Después,
La idea de Padre Pío de construir un gran hospital en uno sacó una
de los puntos más pobres de Italia, estaba penetrando en monedita de oro
la conciencia de muchos. Se trataba también de gente
humilde que mandaba lo que podía, consciente de de su túnica y
contribuir a una obra de renacimiento espiritual y civil. dijo: “Quiero
“Una obra de caridad se sostiene con caridad”, decía
Padre Pío. Se difundió la noticia y muchísimas personas
dar el primer
comenzaron a ayudarle con dinero y con oraciones. donativo para
la obra”.
SOBRE SAN PIO
Alguien dijo que los hombres no son generosos y Padre Pío contestó: “¿Tú te
fías de los hombres?" No te preocupes. El dinero llegará espontáneamente y
en abundancia. Surgirá un hospital, será grande y bello, pues ahí estará Jesús
en medio de los enfermos”. “Debe ser un hospital modelo, dónde la caridad, el
amor, la hermandad estarán presentes”. Podemos decir, sin lugar a dudas,
que se trata de una obra para la cual Padre Pío puso un gran entusiasmo.
Demostró una gran voluntad de realizarla aun en contra de todas las
dificultades que se presentarán, fueran de carácter técnico que de carácter
humano.

En 1947, Bárbara Ward, una periodista inglesa muy famosa, que escribía en el
“THE ECONOMIST”, había recibido el encargo de verificar en los Países
europeos donde la guerra había hecho estragos, cómo se estaban reponiendo
gracias a la ayuda de la UNRRA, la famosa institución americana para la
reconstrucción. Visitó a Padre Pío para pedirle el milagro de la conversión de
su novio el comandante Jackson, australiano, que era protestante. Mientras
ella visitaba a Padre Pío, su novio – en Estados Unidos- se convertía al
catolicismo. Había que agradecer al Padre Pío y ayudarlo a la realización del
Hospital. El Comandante Jackson ofreció entonces un donativo muy
importante de parte del UNRRA que sirvió para adelantar notablemente la
construcción.

Cuando el 5 de mayo de 1956 Padre Pío pronunció su discurso de


inauguración dijo: “Esta es la Criatura de la Providencia. Se las presento,
admirenla y bendecid junto a mí al Señor Dios”. “Pero para que esta criatura
crezca se solicita la generosidad de todos. No nos priven de su ayuda,
colaboren con este apostolado de alivio del sufrimiento humano y la caridad
divina, que no conoce límites y que es luz de Dios y da la vida eterna,
acumulará para cada uno de ustedes un tesoro de gracias”. La Casa hoy en día
está como la quería el Padre.

Bien organizada, eficiente, completa y sobre todo a disposición de los más


necesitados para la curación de los cuerpos y de las almas conjuntamente.
También el personal ha sido preparado en el interior del hospital a través de
las escuelas de formación profesional y ahora también los médicos
especializados, gracias a acuerdos con universidades, han podido asistir a
cursos de posgrado y especialización. Ahora tienen contactos a nivel
internacional, sobre todo desde que el hospital recibió el reconocimiento
como Instituto de Admisión y Cuidados de carácter científico. Por voluntad del
padre, la obra desarrolló no sólo una actividad asistencial y de curación de los
enfermos, sino que también ha profundizado en la investigación médico
científica.

Muchos se han preguntado cómo es posible que Padre Pío haya podido
predecir y realizar, sin tener medios, una obra tan importante, si no fuera por
la intercesión de carácter sobrenatural.
SOBRE SAN PIO
La Casa Alivio del Sufrimiento, de hecho es una demostración de que la
Providencia se sirve de hombres que han sido predestinados por Dios para la
realización de sus deseos.
La estructura del hospital y sus finalidades Nos habla su Director: “Es una obra
extraordinaria, en continua evolución. Al cuerpo central, se le realizaron
ampliaciones en la época de Padre Pío. Después fueron agregadas otras
estructuras que mejoran y amplían los campos de aplicación de los servicios
ofrecidos por el hospital. Muchas secciones han sido equipadas para casos de
emergencia y otras, potenciadas en la óptica de una siempre más completa
autonomía, para los diagnósticos y para las terapias.

La sala de Emergencia y reanimación ha sido dotada de una computadora


operativa y con medios tecnológicos de vanguardia altamente sofisticados, a
disposición de todos aquellos que están en peligro de muerte.” “No nos
cansaremos de decir que la Casa es un hospital religioso concebido por Padre
Pío para ser templo de oración y de ciencia, donde el ser humano se
encuentra con Cristo crucificado como un bajo un mismo pastor. El alma del
hospital son los médicos y enfermeros. Cada uno con sus propias tareas para
la curación del enfermo, pero esencialmente cada uno con su propia vocación.
Vocación no es un oficio ni mucho menos una profesión. Vocación es una
elección de estado de vida. Al centro de cada sistema de asistencia, está el
enfermo, con sus sufrimientos, con su dignidad, pero esencialmente con su
finalidad ultra terrena.

Médicos y enfermeras son, con el sacerdote, los colaboradores directos de


Cristo en su proyecto de redención del hombre. No simplemente para ocupar
un lugar de trabajo, sino para actuar un programa de vida, coherente con
nuestra elección, con nuestra vocación.” “El hospital es en buen parte
autónomo desde el punto de vista del abastecimiento de los generes de
primera necesidad. Gracias a donativos de aquellos que han querido
agradecer al Padre Pío por los favores recibidos, el hospital ha comprado una
serie de propiedades de tierra donde han surgido verdaderas haciendas cuyos
productos están destinados a la Casa.

“En la enfermedad está Jesús que sufre, en la enfermedad


y la pobreza está Jesús dos veces».
- San Pío de Pietrelcina

PROPÓSITO:
Hoy haré una oración por las personas que se
encuentran enfermas y pediré a Dios que les de
fortaleza en la prueba de la enfermedad.

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