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GPS y Control del

Rendimiento Deportivo
Variables de determinación del
Rendimiento Deportivo

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Cuando hablamos de GPS, en el imaginario popular y en la cultura, ya se ha
instalado como sinónimo de los equipos que colocamos en nuestros
automóviles para que nos indiquen a dónde debemos doblar y cómo elegir
el camino para llegar al destino al que queremos acceder, y así reemplazar a
los mapas ruteros o los nomencladores cartográficos. Si bien ese es el uso
más difundido entre el público general, esa capacidad de navegación
satelital es solamente la punta del iceberg de todo lo que se puede realizar
gracias a la implementación de esta tecnología, denominada GPS por su
nombre en inglés: Global Positioning System o sistema de posicionamiento
global, que está basado en el uso de satélites para la geolocalización.

A lo largo del presente curso, revisaremos diferentes términos relacionados


con esta tecnología del GPS y nos enfocaremos en los usos que esta nos
permite aplicar en el deporte como herramienta para potenciar el análisis
deportivo y los procesos de entrenamiento.

Desde sus comienzos el ser humano necesitó orientarse en el mundo y


recurrió a la utilización de lo que le brindaba el cielo: la luna, el sol y las
estrellas. En estos tiempos, nuevamente, en el cielo encontramos las
respuestas que buscamos, pero esta vez lo hacemos gracias a unos aparatos
creados por el ser humano que están orbitando la tierra y se encargan de
enseñarnos por dónde debemos navegar. Estamos hablando de los satélites
y, particularmente, de una constelación de satélites a la que llamamos el
Global Positioning System o GPS. Los equipos que tenemos en nuestras
manos, en nuestros teléfonos, en nuestros coches o en nuestras
computadoras se conectan con esa constelación y, al estar conectados, ya
no es necesario solamente pensar en este sistema como una brújula
avanzada, sino como una herramienta multipropósito que nos permite
infinidad de acciones que podemos realizar.

“Los cálculos de los GPS modernos están basados en las


ecuaciones que Einstein puso en papel hace más de un siglo
atrás”

Hoy, la idea de utilizar satélites para el geoposicionamiento la damos por


sentada; sin embargo, recién se comenzó a pensar en ello con el lanzamiento
del satélite Sputnik I el 4 de octubre de 1957. Cuando quisieron monitorear
el estado del satélite y cómo estaba orbitando, se dieron cuenta de que la
radiofrecuencia que trasmitía generaba una curva de Doppler característica.
Así, al estudiar los cambios en la radiofrecuencia cuando el satélite pasaba

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por encima de un lugar determinado, podrían calcular cómo era la órbita del
Sputnik. Haciendo el proceso contrario, si se conocía la órbita del satélite, se
podría utilizar el procedimiento inverso y medir los cambios de frecuencia
para ubicar cualquier lugar de la tierra. Así se generó el primer gran paso de
la nueva disciplina.

Utilizar los GPS y las posibilidades que nos dan en todo su


potencial las nuevas tecnologías a la hora de optimizar el
entrenamiento, y ponerlos al servicio del avance del deporte,
es uno de los grandes focos que podemos plantear a la hora
de analizar cómo lograr que los atletas continúen
progresando y logrando mejores marcas, sobre marcas ya
increíbles.

Cuando existen varios satélites en la red denominada GPS, lo que esto


permite es que la matemática y la geometría se encarguen del resto:
conociendo las órbitas de los satélites y la distancia que existe entre ellos, a
través de una trilateración, se puede obtener con suma precisión una
ubicación. Pero si además el proceso se realiza ininterrumpidamente, o con
intervalos muy cercanos, nos permite conocer las diferentes posiciones en
las que nos encontramos en distintos momentos, es decir, puede indicarnos
velocidad, distancias, etcétera.

A partir de estas ideas, podremos comenzar a comprender por qué el uso de


GPS puede ser uno de los mayores avances tecnológicos en el
entrenamiento deportivo en los últimos años.

Recordemos una de las principales fórmulas matemáticas que son la base de


todos los principios del posicionamiento satelital, así como de métricas que
utilizamos en el entrenamiento deportivo:

Distancia = velocidad X tiempo


Lo que equivale a decir que:

Velocidad = distancia / tiempo


Por ello, saber el tiempo que demora en llegar una señal desde un satélite
hasta nuestro receptor nos puede decir a qué distancia estamos; si a esta
información la calculamos entre varios satélites, podremos encontrar un

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punto único en la tierra que se encuentra a las distancias calculadas sobre
todos los satélites entre los que se realizó la medición. Por supuesto que, en
nuestro uso diario de la tecnología GPS, no estaremos realizando estos
cálculos, sino que el mismo aparato nos los brindará. Así, es importante que
comprendamos la mecánica que tienen los y cómo funcionan para saber qué
prestaciones podemos pedirles y comprender en qué casos necesitaremos
contar con equipos de mayor precisión.

Figura 1: El radio de un satélite

Fuente: elaboración propia.

A modo de resumen gráfico, según la figura anterior, se podrá ver que, si


utilizamos un solo satélite, podremos calcular la distancia, pero esa distancia
se encontrará en cualquier punto de la circunferencia a la que la distancia
esté demarcada por el radio calculado. Es por ello que es necesario cruzar la
información de más de un satélite para lograr que el cálculo sea preciso,
pues los radios de múltiples satélites terminarán encontrándose en un solo
punto posible en la tierra y eso será lo que determine el posicionamiento
geolocalizado al que queremos arribar.

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Por eso, veremos en la Figura 2 que necesitamos contar con el cruce de los
radios de múltiples satélites para poder localizar con exactitud la posición
correcta de un receptor de GPS en la tierra.

Figura 2: El cruce de los radios de múltiples satélites

Fuente: elaboración propia.

En definitiva, a lo largo del presente curso analizaremos los usos específicos


en el entrenamiento deportivo de la tecnología del GPS e internalizaremos
ciertos elementos clave que debemos conocer de la tecnología en sí misma
y su funcionamiento.

En cada uno de los módulos del presente curso, comenzaremos por


profundizar en la tecnología, sus usos y posibilidades, para luego, en cada
una de las unidades, enfocarnos específicamente en las potencialidades del
GPS para el entrenamiento, las métricas en las que debemos centrar
nuestros análisis y las maneras de utilizar los cálculos que nos permite
generar.

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Por ahora, y para ya poder intervenir en temas deportivos, nos quedemos
con las siguientes palabras clave que debemos conocer. En próximos
módulos volveremos a profundizar en lo que venimos explicando:

 GPS (Global Positioning System) o sistema de posicionamiento global,


es un grupo de satélites que orbitan la tierra utilizado para determinar
distancia, tiempo y velocidad en función de un punto en la tierra.
 Satélite: es un equipo tecnológico lanzado al espacio para que orbite
la tierra. Los satélites de la red GPS transmiten continuamente señales
de radiofrecuencia con datos de posición y tiempo, y están colocados
de tal forma que, normalmente, entre 6 y 8 de ellos son “visibles”
desde cualquier punto del globo (Gómez Díaz, 2016).
 Receptor: es un aparato que recibe señales desde los satélites y las
convierte a un lenguaje que podamos comprender y utilizar. Estos
dispositivos se han conseguido miniaturizar hasta ser reducidos a
simples circuitos integrados. Esto ha permitido una drástica reducción
en los costes de fabricación, lo cual ha favorecido su producción en
masa (Gómez Díaz, 2016).

Figura 3: Ejemplos de receptores de GPS

Fuente: (Garmin.com)

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 Órbita: es el recorrido que un objeto en el espacio realiza al circundar
la tierra. La red GPS emplea una constelación de 24 satélites en órbita
alrededor de la Tierra, a 20.200 km de altitud, y describe 6 órbitas
circulares a 55 grados con respecto al plano ecuatorial. Con esta
configuración, cada satélite tarda 12 horas en dar una vuelta completa
alrededor de nuestro planeta (Gómez Díaz, 2016).
 Triangulación: es la localización de un punto desconocido a través de
la formación de un triángulo.
 Trilateración: es la posición determinada a través de distancias que se
intersectan.

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1.1 Variables locomotoras de
intensidad
Determinar la velocidad de desplazamiento de un individuo en numerosas
situaciones de la vida real es extremadamente importante para los estudios
del metabolismo energético de la marcha y la carrera, así como para la
valoración del gasto energético diario (Gómez Díaz, 2016). Cuando uno
quiere hacer ciertas mediciones como deportista amateur, o para sus
propios entrenamientos, quizás un podómetro común y corriente es
suficiente. Pero, a la hora de medir el alto rendimiento, dejan de ser
apropiados porque requieren mayor calibración, porque requieren que se
analice el estilo de caminar o correr y porque en muchas disciplinas no
pueden ser utilizados.

En el campo de la fisiología y del rendimiento deportivo, es bien conocido


que parámetros como la velocidad de desplazamiento y la pendiente o
inclinación tienen una profunda influencia en la respuesta fisiológica al
ejercicio. En la carrera de resistencia, la velocidad está directamente
relacionada con el consumo de oxígeno y la economía de esfuerzo. Desde el
punto de vista biomecánico, la estimación de la velocidad es útil para el
cálculo de la energía cinética requerida para mover el cuerpo (1/2 m•v2), así
como el momento lineal (m•v). Una estimación precisa de la velocidad
también es útil para estudios de resistencia aerodinámica (Gómez Díaz,
2016).

Como la tecnología GPS nos permite estar constantemente monitorizando


ciertas variables clave como la posición, la velocidad de desplazamiento y la
altitud en que un atleta está en cada momento, la posibilidad que nos da
esta tecnología de poder hacerlo en el ámbito propio del entrenamiento, al
aire libre, en un estadio o en la misma cancha, es una ventaja en relación
con las metodologías anteriores. De esta manera podemos acercarnos con
mayor fidelidad a la posibilidad de definir y valorar el proceso del
entrenamiento y plantear estrategias para mejorar el rendimiento de
manera continua.

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1.1.1 Velocidad

Al analizar la velocidad para valorar el rendimiento deportivo de un atleta,


no alcanza con saber si es rápido o no, o si nos ayudará a la hora de alcanzar
un balón que está lejos en una posición comprometida con un rival. Es
mucho más importante conocer cuál será la velocidad que podemos
pretender de un deportista a lo largo de la competencia y no solamente su
velocidad máxima, y para ello deberemos comprender su velocidad
intensidad o intensidad de velocidad. Esta da una medida del esfuerzo total
de un jugador en una sesión basada en el tiempo dedicado por él en cada
uno de los valores de velocidad. La medida se basa en el conocimiento de
los expertos prácticos.

Intensidad de velocidad se calcula mediante la asignación de un valor de


intensidad basado en la función de ponderación de intensidad de velocidad
a continuación. Los valores de intensidad se multiplican por tiempo entre
sucesivos valores de velocidad en segundos (por lo general 0,1) y después se
suman.

Los valores de intensidad de velocidad entre 600 y 800 son típicos de


centrocampistas en un partido de fútbol profesional (Gómez Díaz, 2016).

Figura 4: Intensidad de la velocidad

Fuente: (Gómez Díaz, 2016)

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La intensidad de velocidad puede expresarse, formalmente, como sigue:
speed intensity = ∑ Wi dti

Donde i = 1 a n, el número de puntos de tiempo.

Wi = ponderación de intensidad de velocidad para el punto de tiempo i.

dti = Ti - Ti- 1, intervalo de tiempo en segundos entre los sucesivos puntos


de velocidad (generalmente 0,1).

n = número de valores de velocidad (Gómez Díaz, 2016).

A la hora de implementarlo, gracias al uso de la tecnología GPS, podemos


valorar que nuestro jugador estrella es capaz de darnos una velocidad
consistente de 30 km/h durante la primera mitad del partido, pero
solamente de 20 km/h en la segunda mitad. Esta información nos permite
tomar decisiones sobre si lo sustituiremos o si, por ejemplo, le pediremos
que baje su ritmo general, camine más la cancha y guarde su potencia para
aceleraciones que necesitemos en lo que resta del partido.

1.1.2 Aceleraciones

La actividad de aceleración se mide sobre la base del cambio en la velocidad


de datos de GPS a partir de métodos estadísticos establecidos. Para contar
como una aceleración, el aumento de la velocidad debe tener lugar durante
al menos medio segundo con la máxima aceleración en el período de al
menos 0,5 m/s2. La aceleración termina cuando el jugador deja de acelerar.

La clasificación de las aceleraciones por zona se basa en la aceleración


máxima en el periodo de aceleración. En el gráfico de la actividad, las
aceleraciones se muestran al seleccionar el icono de la aceleración. Tenga
en cuenta que en el gráfico de la aceleración máxima viene dada por la altura
del bloque de aceleración con la duración de la aceleración representado
por la anchura del bloque de aceleración. El ejemplo de diagrama de la
actividad, con aceleraciones encendidos, muestra cuatro aceleraciones
distintas con el primero que representan la más larga y más intensa con una
duración de cerca de 5 segundos y un valor máximo de aceleración de
aproximadamente 3,0 m/s2.

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Figura 5: Aceleraciones

Fuente: (Gómez Díaz, 2016)

El número y el porcentaje de aceleraciones totales en cada zona de


aceleración se pueden ver en la pestaña aceleraciones en la pantalla de
jugador individual. Las zonas para las aceleraciones, en base a los valores de
aceleración máxima, se pueden establecer a través de las pantallas de perfil
de los jugadores. Un usuario puede entonces decidir si desea mostrar todas
las seis zonas o sólo algunas de las zonas mediante la selección de zonas a
través de la pantalla de preferencias. (Gómez Díaz, 2016).

Comprender la cantidad de aceleraciones y la potencia de las aceleraciones


que un deportista tiene como posibilidad de realizar durante un partido
ayudará no solamente a lograr mejores resultados, sino también a prevenir
su fatiga. Esta información la puede obtener el equipo de entrenamiento
gracias a la tecnología GPS, y podemos, de ese modo, saber si nuestro ariete
en el equipo tiene chances de realizar muchas aceleraciones más en el
partido o si ya está fatigado y no podrá alcanzar esa pelota del final. Además,
nos permite analizar los puntos y las velocidades originales que se requieren
para mejorar esos ratios de aceleración. Como la fuerza requerida para que
un jugador acelere desde cero es mayor que la de estar en movimiento, hace
que sea más importante que el jugador se mantenga en movimiento y no se
quede parado. Y por ello es que se empiezan a entremezclar las variables de
intensidad y volumen, como veremos en este módulo.

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1.1.3 Desaceleraciones

Al igual que en el caso de la actividad de la aceleración, la disminución de la


velocidad debe tener lugar, por lo menos, durante medio segundo para una
actividad que se cuenta como la desaceleración. Además, la deceleración
máxima en el período debe ser de, al menos, 0,5 m/s2.

La clasificación de las desaceleraciones por zona tiene base en la


deceleración máxima en el período y, en la actividad desaceleraciones, se
muestran al seleccionar el ícono de la desaceleración. Ajuste y selección de
zonas de desaceleración son posibles en la misma forma que las
aceleraciones son tratados a través de la pantalla de preferencias y el perfil
de jugador (Gómez Díaz, 2016).

Las desaceleraciones son más violentas y generan más estrés muscular que
las aceleraciones; esto se debe a que los músculos se utilizan de una manera
distinta, además de que se contraen de manera más violenta en
comparación con el estrés que se requiere para acelerar.

Un jugador que es capaz de desacelerar más rápido y mejor que sus rivales
es capaz de lograr mejores resultados. Miremos, por ejemplo, a los
futbolistas más hábiles, como Lionel Messi, Neymar, Riberi o Cristiano
Ronaldo. Ellos pueden hacer regates porque manejan mejor las
desaceleraciones y pueden, entonces, frenar o cambiar de dirección
mientras sus rivales siguen con el envión hacia otra parte. Cómo desacelera
un atleta es tan importante como su manera de acelerar; además, entrenar
la forma de desacelerar puede ayudar a prevenir lesiones musculares y de
tendones.

1.1.4 Mixtas

Además de las opciones que analizamos anteriormente, también


encontramos lo que podemos denominar métricas mixtas, que están
basadas en la integración de diversas métricas en un indicador común. Entre
ellas encontramos a las siguientes:
 Carrera de alta velocidad (HSR)
De reproducción de alta velocidad (HSR) mide la distancia recorrida
por un jugador cuando su velocidad está en la zona 5 o 6 de sus zonas
de velocidad (normalmente, a partir de 21 km/h). Estas zonas de

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velocidad se pueden ajustar a través de la pestaña de zona en la
pantalla de perfil de jugador.
 Potencia metabólica (AMP)
Las medidas de distancias equivalente metabólico, HML Distancia y
potencia metabólica se basan en el gasto de energía por los jugadores.
Las medidas combinan el gasto de energía asociado con la actividad de
velocidad constante, así como la aceleración y la deceleración
actividad.
Promedio metabólico de energía es la energía gastada por el jugador
por segundo por kg para el jugador basado en que se ejecuta en la
hierba. La unidad es W / Kg.
Fundamentalmente, esta métrica y los otros parámetros relacionados
con los gastos de energía permiten la medición de la energía asociada
con el funcionamiento a velocidades constantes y de la energía
asociada con las actividades de aceleración y desaceleración. Así, los
indicadores proporcionan mejores medidas para observar el
rendimiento de los jugadores que están muy implicados en la actividad
de ejecución, cortos y agudos, particularmente asociada con los
defensores centrales y centrocampistas en el fútbol.
Es importante destacar que se ha encontrado que la potencia
metabólica media para los jugadores durante un juego de fútbol
profesional está en la medida de 9-11. Esta es una buena medida para
utilizar en el análisis de las situaciones individuales de entrenamiento
para establecer si la intensidad de una tarea está al nivel de exigencia
de un partido de fútbol.

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1.2 Variables de volumen
Como uno de los principales componentes de entrenamiento, el volumen y
sus variables son un requisito que se debe cumplir para que exista la
posibilidad de alcanzar logros técnicos, tácticos y físicos. El volumen implica
la cantidad total de actividad que se ejecuta en una fase de entrenamiento.
Cuando nos planteamos hablar de las diferentes variables que tiene el
entrenamiento, nos enfrentamos ante tres opciones principales: volumen,
intensidad y densidad; respectivamente, en ellas tendremos duración,
distancia y repeticiones; pero, además, carga, velocidad y frecuencia de la
performance.

Cuando nos ponemos a analizar estas variables, podemos comenzar a


comprender la importancia del GPS, ya que nos permite alcanzar nuestros
objetivos de manera sencilla, al permitirnos medir de manera apropiada las
diferentes sesiones de entrenamiento.

Figura 6: Variables de entrenamiento deportivo

Fuente: elaboración propia.

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Normalmente, los indicadores de volumen se utilizan para analizar la carga
total de la sesión de entrenamiento, juego o período de entrenamiento. En
segundo lugar, los indicadores de intensidad se utilizan para analizar los
picos de intensidad durante una sesión o un juego. Y en tercer lugar, los
indicadores de densidad se utilizan para analizar la intensidad de un juego
completo, una sesión completa o un ejercicio, y se los referencia para
analizar y entender las diferencias entre situaciones de entrenamiento y
situaciones de competencia.

Es por ello que en esta unidad nos enfocaremos en describir las principales
variables de volumen con las que podemos trabajar y en cómo el uso del GPS
puede ayudarnos.

1.2.1 Distancias recorridas

Cuando hablamos de distancia —sin intentar profundizar demasiado en la


matemática o la fórmula derivada del teorema de Pitágoras—, nos referimos
a la cantidad de territorio, metros, pasos, etcétera, que existen entre el
punto de comienzo y el punto final de la medición. Es por ello que podemos
decir que entre Madrid y Barcelona existen 621 kilómetros, que entre la sala
de estar y la cocina existen 30 pasos de distancia o que entre la tierra y la
luna hay 300.000 kilómetros. Eso es porque sabemos cuál es el punto de
partida y cuál es el punto de llegada que debemos medir. De ese modo
podemos trazar una línea que conecte ambos puntos y calcular la distancia
de manera muy simple. Claro, con la llegada de los GPS, no necesitamos
agregar demasiados cálculos: simplemente marcamos un punto de inicio y
dejamos que las mediciones se realicen solas. Y mientras mayor sea la
fiabilidad del aparato que estemos utilizando, mayor certeza tendremos de
que la distancia sea medida correctamente.

Para que técnicamente sepamos de qué estamos hablando, la fórmula para


obtener la distancia es la siguiente. Dados dos puntos cualesquiera (x1, y1)
y (x2, y2), la distancia entre dichos puntos se obtiene:

Aunque rara vez utilizaremos esta fórmula —pues el GPS nos entregará los
totales—, es importante que sepamos de dónde proviene. Tiene base en la
formación de un triángulo (nuevamente, hablamos de triangulación), y la

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distancia se determina a partir del tamaño de la hipotenusa de dicho
triángulo, que estará dado por la unión de los dos puntos sobre los que
queremos obtener la distancia.

Por supuesto, una de las cuestiones lógicas que debemos comprender es


que la fórmula de la distancia tiene la propiedad conmutativa, es decir, es
igual la distancia entre el punto A y el punto B, que entre el punto B y el
punto A. De igual manera, cuando entrenamos sería igual la distancia entre
nuestro punto de salida y llegada que a la inversa. Ahora bien, en el mundo
real, cuando estamos entrenando debemos contemplar que habrá otro tipo
de variabilidades sobre las que decidir cuál es el punto de salida y cuál el de
llegada, como por ejemplo pendientes, tipo de terreno, fatiga acumulada,
comodidad o cercanía, acceso, etcétera, que pueden hacer que decidamos
comenzar por un lado o por otro.

Cuando medimos distancias recorridas por un atleta, tenemos que tener en


cuenta muchísimas variables para decidir sobre el estándar que debiera
alcanzar. Claramente, no pediríamos que Usaín Bolt y Mo Farah recorran las
mismas distancias en sus performances competitivas ni en sus sesiones de
entrenamiento porque la naturaleza de la disciplina requiere diferencias
intrínsecas. Del mismo modo debemos contemplar el deporte, la disciplina,
la táctica que se está empleando, el tiempo de juego durante el cual el atleta
permanece en el campo, la posición del atleta y muchos otros factores.

Para registrar las distancias recorridas con un aparato GPS, se puede


comenzar con aparatos comunes, como los que podemos encontrar en
nuestro teléfono móvil, y esperar números bastante precisos. Ahora bien, si
necesitamos medir diferencias mínimas, por ejemplo, en una cancha de
básquetbol, o las distancias que recorre un portero de fútbol o atletas que
tienen mucho movimiento en un espacio limitado, a diferencia de un
corredor o maratonista, la precisión del GPS deberá ser mayor. Es por ello
que para estos casos es recomendable que el GPS tenga una precisión de
modelos de GPS de, al menos, entre 10 y 15 Hz.

Los equipamientos de GPS, como los chalecos de entrenamiento, no


solamente pueden tomar métricas de cálculo de distancia, velocidad,
aceleraciones, desaceleraciones, sino interactuar con métricas fisiológicas
como impacto, carga y estrés dinámico o variabilidad de pulsaciones, entre
muchas otras. De allí que, al analizar las distancias en conjunto con las
métricas fisiológicas, uno puede detectar y hasta ayudar a prevenir las
lesiones basadas en fatiga; como bien sabemos, un músculo cansado pierde
hidratación y elasticidad.

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Veamos el uso práctico de manera muy sencilla: nosotros sabemos que
nuestro jugador estrella puede correr 30 kilómetros por partido y estar en
buen nivel. Al analizar los datos sobre el primer tiempo, vemos que ya lleva
acumulados 22 kilómetros. Entonces estaremos en condiciones de planificar
las sustituciones de la segunda mitad de manera mucho más clara y no
solamente de maximizar el rendimiento del titular y del suplente, sino
también de evitar la sobrecarga de nuestro jugador.

1.2.2 Distancias recorridas a determinadas velocidades

Cuando comenzamos a interrelacionar las diferentes variables sobre las que


estamos trabajando, podemos mezclar las distancias recorridas de acuerdo
a diferentes velocidades. Pongamos como ejemplo una situación hipotética
para comprender la importancia de estos análisis:

Si decimos que una persona recorrió diez kilómetros en una sesión, pero no
sabemos si en esa sesión caminó, trotó, corrió o utilizó una mezcla de las
tres opciones, no tendremos una idea clara de su fatiga, su carga y su
esfuerzo real. Ahora bien, si sabemos que a esos diez kilómetros los caminó,
podemos estimar que el atleta cuenta con mucho resto aún y puede
continuar esforzándose. Sin embargo, si ese mismo atleta corrió al límite de
sus posibilidades esos diez kilómetros, debemos tener conciencia de que
está listo para ir a descansar hasta una nueva sesión.

Tenemos que tomar conciencia de que, cuando los atletas entrenan (o están
en competencia), se cruzan las variables de calidad y cantidad o de volumen
e intensidad y no pueden ser aisladas como lo hacemos en un entorno de
estudio teórico. Cuando un futbolista, por ejemplo, realiza un sprint, la
distancia y el tiempo que consume representan métricas de volumen,
mientras que la velocidad representará la intensidad; pero ambos suceden
en el mismo momento. Por ello es importante manejar cómo se relacionan
entre ellas. Mientras más intensidad y más tiempo se mantenga, mayor será
la energía requerida y mayor el desgaste que tendrá el atleta.

Cuando utilizamos la herramienta del GPS para estos entrenamientos,


podemos intentar aislar la capacidad que queremos entrenar, al modificar y
monitorizar las diferentes variables; por ejemplo, al aumentar el volumen de
trabajo o al reducir la intensidad para que se desarrolle resistencia. Pero por
otro lado podemos reducir el volumen al aumentar la intensidad para
entrenar explosión. Todas estas decisiones de entrenamiento deben venir
acompañadas por la información sobre la que tienen base, así como por el

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seguimiento de los cambios, para poder medir progresos. Algunos ejemplos
para poder analizar las diferencias según lo que queremos trabajar están
dados por los siguientes parámetros:

Si queremos trabajar sobre el volumen de entrenamiento, podemos, por


ejemplo:

 Incrementar la duración de la sesión de entrenamiento.


 Incrementar la cantidad de sesiones de entrenamiento por semana.
 Incrementar la cantidad de repeticiones por sesión de entrenamiento.
 Incrementar la distancia que se debe recorrer o la duración de cada
repetición durante una sesión.

De esta forma nos estaremos enfocando en aislar volumen y obtener


resultados acordes. Ahora bien, si lo que buscamos es trabajar sobre la
explosión, debemos enfocarnos en:

 Incrementar la velocidad para cubrir una distancia en particular.


 Incrementar la cantidad de repeticiones que debe hacer con esa
intensidad.
 Disminuir el intervalo de descanso entre repeticiones.

Medir este trabajo con la herramienta del GPS se vuelve una tarea sencilla,
ya que nos permite realizar el seguimiento de acuerdo a qué umbrales de
velocidad queremos tomar para cada análisis, pero además porque
generamos, en nuestro panel de control, las distancias recorridas en cada
uno de esos intervalos determinados. De este modo podemos tener una
muestra acabada del trabajo, tanto en volumen como en intensidad, que ha
realizado el atleta. Es simplemente cuestión de prestarle atención a los
números que nos da el aparato para comenzar a tomar decisiones.

1.2.3 Cantidad de aceleraciones en relación a la


distancia recorrida

Los sprints o aceleraciones tienen base en la velocidad de un jugador por


encima de un cierto umbral, con un valor que podemos asignar por defecto,
por ejemplo, fijado en 5,5 m/s. El sprint debe mantenerse durante, al menos,
1 segundo y se detiene cuando la velocidad cae por debajo del 80 % del
umbral de velocidad.
Si nosotros podemos analizar a la vez las variables de intensidad y volumen
como aceleraciones en función a la distancia recorrida, podemos tener una

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noción de cuánto debe recuperarse el atleta entre un esfuerzo explosivo y
otro. De igual modo, podemos analizar cada uno de esos sprints para
determinar cuánto desgaste acumulado generan y cómo se pueden
optimizar los rendimientos. Asimismo, esta comparación nos permite
comprender cuándo nuestro deportista dejará de estar en condiciones de
perseguir una pelota lanzada en profundidad, lo cual ayudará a que
tomemos decisiones desde el costado de la cancha para pedir mayor control
por sobre los pelotazos, por poner un solo ejemplo.

Cuando, para realizar estos análisis, nos basamos en información provista


por la tecnología GPS, nuestras decisiones serán mucho más poderosas pues
no necesitarán estar fundadas solamente en “nuestro ojo clínico”. Esto
quiere decir que no alcanzará con nos planteemos si nuestro volante central
luce cansado, sino que podemos predecir en qué momento del partido
dejará de ser efectivo. Eso nos ayudará a tomar la decisión de reemplazarlo,
de hacer que la pelota le vaya al pie y no a hacerlo correr o de que la pelota
circule por los carrileros. Como vemos, con la información del seguimiento
por GPS, podemos hacer que cada uno de nuestros atletas sea más efectivo
durante mayor parte del partido.

1.2.4 Relaciones entre variables de volumen y de


intensidad

Volvemos a analizar que debemos tener en cuenta que tanto la calidad como
la cantidad de entrenamiento son importantes. Como ya hemos dicho,
diferenciarlas se puede lograr solo de manera teórica, ya que cada sesión de
entrenamiento involucrará ambas: el volumen y la intensidad. Determinar la
combinación óptima de volumen e intensidad es una tarea que requiere de
mucho análisis, siempre que se tenga en cuenta de qué deporte o disciplina
se trata.

La relación entre volumen e intensidad en el entrenamiento hará que el


atleta se adapte a nuevos niveles y progrese. Tenemos que comprender que
el cuerpo humano se adapta y progresa en función del tipo de estímulo que
recibe. Es por ello que el entrenamiento del atleta es la causa con la que
trabajamos, y la adaptación es el efecto que buscamos. Mientras mejor se
trabaje el estímulo, mejor será el resultado de adaptación. Es por ello que
debemos analizar detalladamente el volumen y la intensidad del
entrenamiento para encontrar el punto justo en la combinación que nos
permitirá recolectar los mejores resultados.

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Utilizar la tecnología GPS nos ayuda a predecir de manera certera cuáles son
los puntos críticos sobre los que debemos trabajar. Cada uno de ellos
dependerá no solamente del deporte del que se trate, sino también de la
posición del atleta en la cancha, entre otros factores. Encontrar el punto
óptimo no es tan sencillo, pues si forzamos tanto en volumen como en
intensidad estaremos sobrecargando al atleta, mientras que si manejamos
niveles bajos de volumen e intensidad no mejoraremos los niveles de
adaptación del deportista.

La monitorización de estos datos nos permitirá tomar mejores decisiones.


Por ello decimos, en definitiva, que la tecnología GPS es una gran
herramienta para la toma de decisiones del entrenamiento deportivo.

20
Referencias
Gómez Díaz, A. J. (2016). Utilización del GPS en la monitorización del
entrenamiento. Archivos de Medicina del Deporte, XXIII (112), 140.

Pérez Caballero, C., y Sánchez Medina, L. (2006). Tecnología GPS al Servicio


del Deporte. Revista de la Federación Española de Medicina del Deporte.

21
GPS y Control del
Rendimiento Deportivo
Cuantificación y control de la carga

1
Para comenzar este segundo módulo, y antes de incursionar en las
unidades específicas que tienen que ver con los usos de la tecnología GPS
(Global Positioning System) para regular las cargas del entrenamiento, nos
enfocaremos en profundizar nuestro conocimiento sobre la tecnología en
sí misma y en analizar los diferentes usos que existen para la tecnología del
GPS. Esto servirá para que tomemos dimensión de la importancia de esta
herramienta —que va mucho más allá del entrenamiento deportivo— y
para que, gracias a la multiplicidad de opciones que hay para aprovecharla,
podamos ver cómo utilizarlas en los procesos de entrenamiento deportivo,
desarrollo de atletas o prevención de lesiones —entre muchos otros usos—
, tanto a nivel de atletas profesionales como de atletas amateurs.
La tecnología GPS hoy se conforma en un elemento central del entramado
de la información disponible masivamente para todas las personas. En
conjunto con Internet y la Big Data, se vuelven poderosas herramientas de
conocimiento que permiten multiplicidad de aplicaciones de toda índole
para resolver problemas que se le plantean a la sociedad en diversas áreas
de conocimiento.
La tecnología GPS permite lograr mejoras en cuanto a eficiencia en diversas
industrias, como las de agricultura, ganadería, construcción, minería,
investigación, logística, entretenimiento, transporte, turismo, seguridad
pública, etcétera. Por supuesto, el deporte es otra de ellas así como todos
los factores del ecosistema deportivo. Dichas mejoras no solamente les
sirven a los entrenadores para que puedan contar con información sobre
cómo hacer más eficientes los procesos de entrenamiento de los diferentes
atletas, sino también a los medios poder que puedan información clave
para comunicarle a sus audiencias; a los mismos aficionados, para que
puedan conocer los esfuerzos de los deportistas a los que alientan; a las
marcas para que puedan conocer más información importante sobre los
atletas que patrocinan, y a los atletas mismos, para que puedan comparar
sus propias performances y ponerse nuevas metas, entre otras cosas.
Efectivamente, son tantos los usos posibles de la tecnología y el sistema
GPS que este se utiliza para ser el centro de un videojuego de fama
mundial como Pokémon Go, y a la vez se utiliza como base de análisis para
probar científicamente la teoría de la relatividad de Albert Einstein. Los
usos que hemos descubierto hasta ahora son solamente la punta del
iceberg y seguramente se irán incrementando con el pasar del tiempo y los
avances de las diferentes disciplinas.

2
Figura 1: Aplicaciones de la tecnología GPS

Fuente: elaboración propia.

En el gráfico anterior, podemos ver solamente algunas de las más


importantes aplicaciones que tiene la tecnología GPS en la actualidad, y
muchas de ellas, si bien no están directamente relacionadas con la
aplicación deportiva, pueden ser utilizadas para ello. Por ejemplo, se puede
usar para armar un mapa de entrenamiento para corredores en zonas
donde el terreno tenga las condiciones en que necesitemos y que a la vez
sea a través de áreas seguras y de bajo tráfico automotor, por nombrar
solamente una opción. Es por esto que es importante comprender de
manera más acabada lo que implica y lo que permite la tecnología, más
que solamente cerrarnos en lo básico de la aplicación deportiva.
Cuando hablamos de cada uno de los bloques, simplemente hacemos
referencia a las principales maneras de aprovechar el sistema GPS.
Seguramente, ustedes podrán pensar en muchas más.

 Transporte: tanto la navegación marítima como la aviación y el


transporte terrestre pueden aprovecharse de esta tecnología, que
permite, de manera mucho más fidedigna, saber las rutas que se
deben seguir en cada momento.

3
 Industria y producción: son múltiples las industrias que pueden
aprovecharla. Por ejemplo, la agricultura, para poder trabajar con el
control de plagas y malezas de un modo mucho más eficiente; la
minería, para que sea necesario intervenir sobre mucha menor
superficie para lograr los mismos resultados; la construcción, para
poder trabajar sobre el terreno de maneras que sean más seguras,
etcétera.
 Recreación: este ámbito es el que más nos compete, pues aquí se
encuentran los diferentes usos deportivos del GPS. Además, en otras
áreas de la recreación tiene usos turísticos o lúdicos, tanto en video,
como en juegos sociales del estilo geocaching o carreras satelitales.
 Gobierno: es uno de los principales interesados en la utilización
apropiada de esta tecnología, pues le sirve para poder planificar
cómo deben ser consolidados los espacios urbanos, así como para
comprender cómo se distribuyen las poblaciones y hacer trabajos de
censado, entre otras aplicaciones.
 Seguridad: conocer cómo se maneja y fluye el tráfico ayuda a la
prevención de accidentes y a mejorar la circulación de los móviles de
emergencias. Trabajar con mapeos de zonas de desastres puede
ayudar a que los esfuerzos de ayuda tengan mejores resultados y el
seguimiento de personas u objetos puede ayudar a la prevención o
resolución de delitos.
 Medioambiente: utilizar el GPS para analizar el terreno, entender
cómo está reaccionando ante diferentes estímulos y fenómenos,
realizar mapas de los diferentes biomas, tanto terrestres como
marinos, puede ayudar a la conservación de algunas especies, así
como a racionalizar los trazados urbanos con la integración y
mantenimiento de los espacios verdes necesarios.
 Otros: existen cientos de usos para la tecnología de GPS que
podríamos listar en este apartado, por ejemplo, los de las compañías
de seguros (seguimiento satelital de coches, paquetes, etc.), de las
ciencias naturales (estudio de patrones migratorios de aves) o de las
ciencias sociales (estudios de conglomerados urbanos en relación a
complejos industriales), etcétera.

Habiendo revisado y profundizado en la tecnología en general, y tomando


las páginas anteriores como un disparador para pensar cuántos usos
posibles podríamos adaptar desde aquellas disciplinas a la nuestra,
volvamos a centrarnos en lo estrictamente relacionado con el deporte y el
entrenamiento.

4
2.1 Cuantificación de la carga
en entrenamiento
Cada vez es más extendido el estudio y el análisis de los patrones de
movimiento y de las acciones técnico-tácticas que se dan en los partidos de
fútbol (al igual que en otras disciplinas deportivas, como el básquetbol o el
fútbol americano). El aumento de los datos sobre los que se debe analizar
se debe principalmente a dos tecnologías complementarias: el sistema de
posicionamiento global o GPS y el sistema automático de posicionamiento
por multicámara.
Poder controlar y manejar de una manera apropiada la carga de
entrenamiento de los deportistas de alto nivel es uno de los principales
factores a la hora de optimizar su rendimiento en competencia. Para lograr
esa optimización, se necesita un proceso realizado a conciencia y en cierto
lapso de tiempo, con una adecuada planificación y un entrenamiento
periódico —tanto en aspectos físicos como en técnicos y tácticos—, así
como controlar las cargas a las que serán expuestos los deportistas durante
tales entrenamientos.
La carga del entrenamiento se da por la suma de los diferentes estímulos a
los que es expuesto el organismo del atleta durante las diferentes sesiones
de entrenamiento. A lo largo del presente módulo, además, analizaremos
los diferentes tipos de cargas, tanto internas como externas. Como la
magnitud de las cargas depende en gran medida de las variables que
hemos estudiado, como el volumen, la intensidad y la frecuencia o la
densidad, utilizar la tecnología del GPS para el análisis de las cargas es un
avance importante para el entrenamiento deportivo.
Para analizar los indicadores de carga y poder revisar los procesos, existen
diversos análisis que se pueden realizar. Para cuantificar la carga de
entrenamiento, se debe tener en cuenta la disciplina deportiva sobre la
que se está trabajando. A los efectos de esta unidad, hablaremos del
fútbol: para cuantificar la carga de entrenamiento en fútbol, se deben
tener en cuenta, principalmente, dos variables: el volumen y la intensidad,
pero también cómo interactúan entre sí y la respuesta de los atletas ante
ciertas cargas de entrenamiento (Martínez, 2015).
El GPS, como veremos a continuación, es un método de control de la carga
externa de entrenamiento que está siendo cada vez más utilizado por los
equipos de fútbol, en especial de primer nivel, porque brinda gran cantidad
de información sobre los movimientos de los jugadores y permite
individualización en parámetros como distancias recorridas por cada

5
jugador, velocidades, aceleraciones, desaceleraciones y otros datos que no
se pueden conseguir de otra manera sencilla. Por supuesto que para
ciertos clubes puede resultar costoso contar con el equipamiento
necesario, y la imposibilidad de utilizarlos en partidos oficiales hace que
aún quede mucho terreno por desarrollarse (Martínez, 2015).

2.1.1 Cuantificación de la carga de las tareas

A lo largo del curso, hemos mencionado varias veces que es importante


comprender las necesidades puntuales de cada atleta en función del
deporte, disciplina y posición a la que se refiere; es por ello que hablamos
de entrenamiento contextualizado.
Se considera que la carga de la tarea contextualizada viene determinada
por el compromiso motor (volumen de la tarea) y por la interacción
racional entre los resultados obtenidos de la percepción subjetiva del
esfuerzo, el estrés cardiaco y la complejidad técnico-táctica de la tarea
(intensidad de la tarea), entre otros parámetros (Chena, 2015).
Mientras más información recabemos sobre las exigencias físicas de los
diferentes atletas durante los partidos de competencia y durante los
entrenamientos, más podremos optimizar el trabajo que hay que realizar
con base en las demandas reales que tendrán para competir.
Cuando hablamos de fútbol, debemos tener en cuenta que es una
disciplina que cuenta con intermitencia en la actividad, con alternancia
entre alta intensidad, con baja intensidad y con períodos de recuperación.
Es por ello que vemos a los futbolistas realizar sprints mientras persiguen
una pelota y luego volver caminando hacia mitad de campo mientras la
pelota está en otra parte. Si no lo hicieran de esa manera, jamás podrían
soportar los 90 minutos de juego persiguiendo constantemente la pelota.
Con uno de los métodos para poder analizar la carga de entrenamiento,
basado en los patrones de movimiento con dispositivos GPS, podemos
medir la distancia total recorrida y la distancia cubierta en diferentes
categorías o zonas de velocidad establecidas en función del perfil individual
de cada jugador: caminar, carrera de baja intensidad, carrera de baja-
media intensidad, carrera de media intensidad, carrera de alta intensidad y
sprint (Márquez-González, y Suárez-Arrones, 2013).

6
Figura 2: Zonas de velocidad de los deportistas

Fuente: elaboración propia.

Si contamos con un equipamiento GPS para medir esta información, y este


está configurado para brindarnos un punto de información por segundo,
debemos tener en cuenta que algunos cambios de dirección, regates y
demás movimientos de alta intensidad no serán captados, pero nos
brindará suficiente información en los ítems planteados anteriormente.
Para obtener esta información, además, debemos configurar el GPS para
que nos realice envíos de información acumulados por cada uno de los
jugadores que estemos analizando, para luego poder realizar, a través de
procesamiento estadístico, un análisis de los resultados y, en función de
ello, tomar decisiones.

2.1.2 Cuantificación de la carga en las sesiones de


entrenamiento

Para poder desarrollar el estado físico y las habilidades técnicas y tácticas


necesarias para que el atleta logre performance de elite, se requiere el uso
de diversos métodos de entrenamiento específico para la disciplina. La
respuesta individual de cada atleta al proceso de entrenamiento —también
denominado carga interna—, en función de un plan —llamado carga
externa—, puede resultar muy diferente de acuerdo con cada deportista, y
es por ello que se vuelve imperativo, para la alta competencia, la
personalización de los planes de entrenamiento y la carga. Esto genera
mayores costes, seguimiento, especialización y monitorización del proceso.
Tener en cuenta la carga interna de cada atleta en función de la carga
externa nos ayudará no solamente a lograr mejores resultados en función
del entrenamiento, sino también a prevenir lesiones o malas adaptaciones.
Para medir la carga interna, se suelen utilizar algunos análisis de respuesta
fisiológica como el de pulsaciones cardíacas o el de niveles de ácido láctico,
entre otros. Estos análisis deben estar puestos en correlación con la carga

7
externa a la que el atleta es expuesto para que puedan ser tomados en
cuenta a la hora de diagramar y modificar los planes de entrenamiento.
Al combinar los seguimientos de carga interna mencionados (y otros que se
pueden utilizar) con el análisis de perfilado de carga externa basado en GPS
—como la distancia acumulada por sesión de entrenamiento y la distancia
acumulada en diferentes velocidades de la zona de velocidades graficada
anteriormente—, podemos definir los ejercicios, la duración y los períodos
de descanso en cada sesión de entrenamiento.
Como la carga externa de cada entrenamiento específico puede ser
objetivamente medida y fácilmente procesada, el uso de los GPS se vuelve
el aliado principal de los entrenadores para monitorizar las diferentes fases
de entrenamiento.
Para poder obtener una cuantificación apropiada de la carga total de cada
ejercicio, se deben manejar tres variables: la intensidad, el volumen y la
densidad.
Para nuestra planificación, y en función de los resultados que queramos
obtener, trabajaremos la densidad como una variable independiente. Es
recomendable que, mientras se obtienen los datos iniciales, se mantenga
como constante, para luego poder manipularla para obtener diferentes
intensidades y volúmenes. Por otro lado, la intensidad la tomaremos con
indicadores de carga interna y al volumen lo obtendremos con el uso del
GPS.
Durante la fase de entrenamiento, con el GPS podremos monitorizar los
siguientes indicadores de carga externa:

 Distancia total: la suma de todos los metros o kilómetros recorridos


en la sesión de entrenamiento.
 Distancia a alta velocidad: distancia total recorrida por encima de un
umbral de velocidad establecido y por debajo del umbral del sprint.
 Distancia en sprint: Distancia total recorrida por encima del umbral
establecido como sprint.
 Ratio de trabajo y descanso: distancia total recorrida por encima del
umbral establecido como carrera de baja intensidad (período de
trabajo) dividido por la distancia recorrida por debajo de tal umbral
(período de descanso).
 Frecuencia de esfuerzos de alta velocidad: la tasa de frecuencia en
que se dan las carreras por encima del umbral establecido y por
debajo del umbral de sprint.
 Frecuencia de esfuerzos de sprint: la tasa de frecuencia en que se dan
las carreras por encima del umbral de sprint.

8
Con estas métricas luego podremos trabajar estadísticamente sobre los
resultados. Se puede esperar que, para el rendimiento en competencia, el
esfuerzo del atleta probablemente sea superior que en las instancias de
entrenamiento.

2.1.3 Cuantificación de la carga en microciclos de


entrenamiento

A medida que mejora nuestra capacidad para recolectar datos, debe


mejorar en paralelo nuestra habilidad para analizarlos. Esto servirá
especialmente para poder vincular la carga interna con la carga externa y, a
partir de allí, poder intensificar, reducir o modificar patrones de ejercicios
dentro de un plan de entrenamiento.
El análisis de carga externa, como ya hemos visto, se refiere a las
mediciones del trabajo que ha realizado cada atleta, mientras que la carga
interna se refiere a las demandas metabólicas que cada atleta ha tenido
para lograr esos trabajos. Por ello utilizamos el análisis de tiempo y
movimiento, tanto en entrenamiento como en competencia, para obtener
información precisa de la carga externa realizada, y es por ello que nos
apoyamos en los GPS y en el estudio estadístico y analítico de los datos
recabados por ellos.
Como bien sabemos, los microciclos son pequeños grupos de sesiones de
entrenamientos que persiguen un objetivo concreto y que normalmente
duran entre una semana y un mes, o dos meses en casos de vacaciones,
entre temporadas, durante recuperaciones, etcétera. Cuando, además,
estamos en deportes que tienen temporadas con encuentros semanales,
como el fútbol o el básquetbol, dentro de estos mismos microciclos
podemos encontrarnos con momentos de competencia, así como con
sesiones de entrenamiento. Es por ello que se vuelve muy importante
poder comprender cómo afecta a cada atleta la carga a la que se expone
durante cada sesión de entrenamiento, durante la competencia, así como
la recuperación que necesita.
Lógicamente, de acuerdo con el objetivo particular del microciclo en el que
estemos trabajando, la carga que se aplique será diferente, y también se
deberá tener en cuenta la carga de la competición para poder tomar
decisiones acertadas sobre la recuperación del atleta para obtener no
solamente el mayor beneficio del entrenamiento, sino también reducir al
máximo los riesgos de llegar mal adaptado o lesionado a la competencia.

9
Figura 4: Micro ciclo.

Fuente: Elaboración propia.

Existen diferentes microciclos para distintos objetivos, y dentro de cada


mesociclo es probable que trabajemos para mejorar al atleta en más de
uno de los diferentes factores. Es por ello que debemos regular las cargas
externas a las que los sometemos para lograr los mejores resultados
posibles. De allí que comprendemos la importancia de la recuperación tras
un microciclo de competición, así como de recuperación cuando hay
sobrecarga o lesión.

2.1.4 Cuantificación de la carga en función del puesto

¿Podemos pedirles la misma carga a todos los jugadores? ¿No es común,


acaso, que en fútbol veamos que el portero juega los partidos de liga y los
partidos de copa o de copas internacionales en la misma semana sin
mostrar signos de fatiga? ¿Podríamos hacer lo mismo con nuestro
carrilero? Todas esas respuestas que podemos responder mediante el
sentido común también pueden ser obtenidas detalladamente gracias a las
variables de carga externa que estamos estudiando y a la tecnología GPS.
Normalmente, podemos esperar que los jugadores, de acuerdo con su
posición en la cancha, tengan requerimientos técnicos y tácticos muy
diferentes unos de los otros. Pero también, desde el punto de vista físico,
los requerimientos varían mucho. En el caso de los arietes o puntas, se les
requiere mayor cantidad de sprints y tendrán un ratio mayor de distancia
en trabajo y descanso; mientras que el mediocampista central tendrá
menos sprints que realizar, pero su carrera será más constante y su
distancia total recorrida será, probablemente, mucho mayor. En el caso del
portero, no recorrerá mucha distancia y no se le pedirán prácticamente
sprints, salvo en escasas ocasiones, pero muchas veces requerirá

10
movimientos explosivos desde una posición estática, con lo que su
capacidad de aceleración y de desaceleración será la que debamos seguir
más de cerca en nuestros análisis.
Si logramos, a través de la monitorización vía GPS y del análisis estadístico
de los datos recabados, obtener información sobre la carga que acumula
de manera diferenciada cada uno de nuestros deportistas estaremos en
condiciones de lograr mejores programas de entrenamiento, mejores
procesos de recuperación y disminuir las tasas de lesiones. Pero también
podremos tomar decisiones en competencia, como sustituciones,
modificaciones de esquemas tácticos, mover un jugador de posición
durante un encuentro o pedirle a nuestro equipo que lleve la pelota por un
sector particular de la cancha con mayor frecuencia.

11
2.1 Cuantificación de la carga de
competencia

El trabajo que se puede realizar con la tecnología GPS no está solamente


circunscripto a su uso en el momento del entrenamiento, sino también
durante la competencia. Para que esto suceda, debemos contemplar los
temas reglamentarios, para saber qué está permitido utilizar y qué no.
Normalmente, en los momentos de competencia, el análisis se realizará a
través de diversos métodos:

 La observación directa calificada: un entrenador o asistente que sigue


al atleta y su performance.
 Seguimiento estadístico o con planilla: podemos verlo a través de la
carga sistemática de algunos puntos de control. Imaginemos, en
básquetbol, la planilla del partido donde se registran los puntos,
rebotes, robos, asistencias, tapas y faltas. Esta metodología permite
un seguimiento mayor y más preciso que el de la observación directa,
pero uno solamente puede contar con cierta cantidad de puntos de
control, pues el instrumento se vuelve inmanejable.
 El seguimiento con multicámara: permite que podamos observar
diferentes movimientos y obtener información espacial avanzada que
de forma manual sería imposible.
 Tecnología GPS: sirve para poder obtener información sobre el
movimiento de los atletas, como venimos analizando en el presente
curso.

2.2.1 Comparación entre competencias

Cuando hablamos de comparación entre competencias, nos podemos


centrar en dos formas de comparar competencias: con base en la disciplina
o con base en el nivel de la competencia. A los efectos de nuestro uso
corriente, seguramente estemos trabajando siempre dentro de la misma
disciplina en la que nos hemos especializado.
Podemos decir, entonces, que existen tantas disciplinas como deportes y
actividades posibles, y la comparación en esos casos tendrá mucho que ver
con el esfuerzo que se requiere en cada uno de ellos y, a su vez, lo que se
buscará con el atleta también será diferente. Por otro lado, también
podemos pensar en diferenciar las competencias de acuerdo con el nivel

12
de juego en el que se desarrolle, ya que ello también implicará diferencias
en los esfuerzos y en los rendimientos esperados. Así, podemos encontrar
competencias de elite, competencias de subelite, competencias de
categorías inferiores o de desarrollo y competencias de nivel amateur o
social.

Figura 5: Niveles.

Fuente: Elaboración propia.

 Elite: es el máximo nivel de competencia. Aquí se busca el mayor


rendimiento técnico, táctico y físico. Podemos hablar de las
competencias como Primera División del fútbol, la NBA en
básquetbol, o la Liga española de básquetbol, por nombrar algunas.
 Subelite: es un nivel de segunda división, donde los rendimientos de
técnica, táctica o físico son menores, pero se busca igualmente el
mayor rendimiento en las tres variantes. Atletas que se destaquen y
logren buenas métricas en las tres mediciones tendrán potencial de
escalar a la elite. En algunos casos, esto se podrá lograr, si el
rendimiento elevado es del equipo en general, a través de un ascenso
de categoría; en casos de atletas individuales destacados, a través del
libro de pases.
 Desarrollo: también las denominadas Inferiores. En estos casos, por
ser divisiones formativas, lo importante es lograr desarrollar en el
atleta habilidades y fundamentos de juego, comprensión táctica y
mejora en el físico de acuerdo a lo requerido por el puesto. El foco no
está puesto en la competencia de corto plazo, sino en la
maximización del proceso de aprendizaje y desarrollo del deportista.
 Amateur: primero que nada es útil aclarar que en los deportes
profesionales, como el fútbol o el básquetbol, cuando hablamos de
deporte amateur nos referimos a divisiones de liga zonal, ligas locales
y de menor rendimiento. Cuando hablamos de amateurs en deportes
de nivel olímpico, ellos estarán integrados a los efectos de este

13
análisis como deportistas de elite. El deportista amateur dispone de
menos tiempo de entrenamiento que el deportista de elite y
seguramente cuente con menos posibilidades, equipamientos y esté
en inferior posición en cuanto a táctica, técnica y físico. El esfuerzo
que se le puede exigir será mucho menor y el desgaste se dará de
manera mucho más rápida a lo largo del partido. También debemos
contemplar que probablemente las condiciones de la cancha sean
inferiores y por ello se incurra en mayor desgaste.
 Social: es el deportista que se junta con un grupo de amigos a
practicar el deporte, juega eventualmente y solamente para
diversión. Es probable que su nivel técnico, táctico y físico sea
mínimo y su preparación y entrenamiento mucho menor. En estos
casos, además, no habrá equipamiento ni programa de
entrenamiento puesto en marcha. La clave pasa por la
autorregulación del esfuerzo y por evitar lesiones.

Desde el punto de vista del uso del GPS para el entrenamiento, los niveles
de elite y subelite del fútbol, por ejemplo, pueden contar con un programa
de optimización que estará basado en comparar las métricas que hemos
analizado en los momentos de entrenamiento con dichas métricas en
competencia, donde se espera que el deportista logre mejores resultados
por “ir a fondo”, pero donde también nos encontraremos con rivales en la
misma situación.

2.2.2 Comparación de rendimiento entre momentos


del juego

La siguiente pregunta que debemos realizarnos es: ¿cómo impactan en el


deportista los diferentes momentos del juego? Para elaborar una
respuesta, tomaremos el fútbol nuevamente como ejemplo. Por otro lado,
l GPS es una herramienta que nos puede servir para obtener dicha
respuesta.
Claro que, cuando analizamos el fútbol, tenemos dos momentos de juego
claramente marcados: el primer tiempo y el segundo tiempo. Para poder
analizar la carga total de un deportista y en qué momento perderá eficacia
y requerirá ser sustituido, debemos conocer principalmente dos instancias:
cuál es el nivel de resistencia a la carga del atleta y cuánta carga lleva
acumulada en el partido.
Las métricas que debemos seguir para poder diferenciar los momentos de
juego serán las siguientes:

14
 Intensidad: detenido, caminata, trote, carrera, carrera de alta
velocidad y sprint.
 Volumen: distancia total, distancia en carrera, distancia a alta
velocidad, distancia en sprint.

También esto variará de acuerdo a la relación del atleta con la pelota y a la


posición de la cancha donde se encuentre. En este sentido, si calculamos la
distancia a alta velocidad en posición de ataque, los defensores no estarán
involucrados de igual manera que los arietes y viceversa en situaciones de
defensa.
Como conocemos la capacidad de recuperación de nuestros deportistas,
podemos asumir cuánto ayudará a reducir la fatiga el período de receso
entre la primera y segunda mitad, y también podemos comprender cuánta
es la fatiga acumulada. Por ello es lógico que el rendimiento en las métricas
de volumen entre la primera y la segunda mitad decaiga, pues el deportista
tendrá menos opciones de intensidad que en la primera mitad. Como cada
deportista es diferente, es importante poder medir cada uno de nuestros
atletas mediante estos lineamientos enseñados, tanto en métricas de
intensidad como de volumen.

2.2.3 Comparación de la carga por puestos

La lógica nos debiera dejar claro que las diferentes posiciones de un equipo
de fútbol, por ejemplo, requieren no solamente habilidades tácticas y
técnicas diferentes, sino también esfuerzos físicos diferenciados en
momentos distintos del juego.
Un defensor muchas más veces se encontrará teniendo que correr o trotar
marcha atrás para no perder de vista el balón y su marca, mientras que el
atacante muchas más veces se encontrará en posición de requerir una
explosión para ganar una posición. El mediocampista, como se suele
encontrar dentro de las acciones de ataque y de defensa, seguramente
recorrerá mayor distancia total y estará en constante movimiento, al
menos en un trote, mientras que el delantero o el defensor seguramente
se encuentren en muchas ocasiones caminando, cuando la pelota se
encuentre lejos de su posición.
Todo esto a nosotros nos sirve para comprender que, cuando
incorporamos la herramienta GPS a nuestro análisis, podremos brindar
datos que soporten lo que ya creemos o podremos tomar decisiones más
acertadas que sin él.
A cada posición le solicitaremos desgastes diferentes y las configuraciones
que debamos colocar sobre nuestros sistemas GPS o el foco que debemos

15
poner al observar los datos será distinto de acuerdo con la posición de cada
jugador:

 Porteros: aceleración y desaceleración. El portero normalmente se


encuentra fuera de las situaciones de juego y rara vez se requiere un
sprint de su parte. Sin embargo, es el jugador que más necesita
manejar aceleraciones y desaceleraciones veloces, cambios de
dirección y desaceleraciones forzadas al caer al suelo.
 Defensores: si es un defensor central, un líbero o un stopper,
seguramente tenga que tener mucha resistencia al volumen de carga
y no se le requieran demasiados sprints, pero sí carreras de alta
velocidad y trotes en marcha atrás. Si, por el contrario, es un lateral o
carrilero, será el atleta con mayor carga de volumen y además se le
solicitarán muchas carreras de alta intensidad. Comprender las cargas
y los momentos de fatiga de esta posición nos ayudará a planificar los
cambios, así como los relevos de posición durante los partidos, y
solicitar al marcador central o a uno de los volantes que cubra el
regreso del carrilero, con mayor frecuencia en la segunda mitad del
partido.
 Mediocampistas: como con los defensores, dependerá de qué
posición ocupe específicamente y de cómo sea el plan de juego.
Normalmente, los mediocampistas tienen alta carga de volumen y
muchas carreras y carreras de alta velocidad con la pelota en control.
 Delanteros: los arietes tendrán mayores requerimientos en cuanto a
sprints y menor carga total de volumen. A su vez, los delanteros
necesitan mayores aceleraciones, por lo que es importante que
nunca estén detenidos, sino que partan desde caminatas o trotes
para lograr mayor explosión.

2.2.4 Relación entre la carga de competencia y de


entrenamiento

A lo largo del presente módulo, hemos visto las diferentes métricas en las
que nos tenemos que enfocar y cómo se visualizan en los momentos del
entrenamiento y de la competencia. Como son objetivos diferentes los que
se persiguen, es necesario comprender las diferencias en la relación entre
la carga de competencia y la carga de entrenamiento.
Teniendo en cuenta el fútbol como ejemplo, podemos tener en claro que
existen dos marcadas etapas del año: la pretemporada y la temporada. En
la pretemporada, la gran mayoría de la carga —sino su totalidad— será
dada en sesiones de entrenamiento, donde se persigue el

16
acondicionamiento tanto físico como técnico y táctico; mientras que
durante la temporada las cargas están divididas de manera pareja entre
entrenamiento y competencia, ya que se cuenta con múltiples sesiones de
entrenamiento, de menor intensidad que cada uno de los momentos de
competencia. Asimismo, los deportistas que tienen menor carga en
competencia (suplentes, por ejemplo), deberán compensar dichas cargas
en las sesiones de entrenamiento para no perder el acondicionamiento
logrado en pretemporada.
En definitiva, el uso del sistema GPS para capturar mediciones sobre el
volumen de carga y la intensidad del esfuerzo de los deportistas lo vuelve
una herramienta de suma importancia en el entrenamiento y la toma de
decisiones de los equipos de elite.

17
Referencias
Chena, M. (2015). Propuesta para la cuantificación de cargas en el
entrenamiento contextualizado. Revista de Preparación Física en el Fútbol,
66-82.

Márquez-González, I., y Suárez-Arrones, L. (2013). Propuesta de análisis y


cuantificación de carga externa comparando partidos vs entrenamientos en
fútbol femenino: estudio de caso. Revista de Preparación Física en el
Fútbol, 48-61.

Martínez, J. R. (2015). Revisión de métodos para la cuantificación de la


carga en fútbol. Elche: Universitas Miguel Hernández.

18
GPS y Control del
Rendimiento Deportivo
Optimización del Proceso de
entrenamiento

1
Como en los módulos anteriores, al comienzo revisamos algunos de los
conceptos y factores fundamentales del GPS como tecnología, para luego
incursionar en el análisis de su adopción por parte de instituciones
deportivas para mejorar el rendimiento y la performance de los diferentes
atletas.
En este Módulo 3, al inicio nos enfocaremos —antes de continuar con
temáticas relacionadas con el manejo de las cargas de entrenamiento— en
un aspecto fundamental para la implementación de la tecnología de GPS
para el deporte: cómo seleccionar el GPS adecuado a la necesidad que
tenemos y de acuerdo a las posibilidades que tenemos.
Por supuesto que hay múltiples opciones, y plantear una como ideal carece
de sentido, pues eso dependerá de lo que queramos obtener y de cómo le
podremos sacar mayor jugo al GPS. Asimismo, debemos plantearnos: cuál
es la opción que mejor puede funcionar para nuestras necesidades, qué
está a nuestro alcance en términos económicos y cuáles son las
posibilidades concretas de manipulación.

Figura 1: Aspectos clave que se deben considerar en un equipo GPS para usos
deportivos

Fuente: elaboración propia.

Como muestra el gráfico anterior, podemos afirmar que existen nueve


elementos o aspectos clave que debemos revisar antes de decidir cuál es la
opción que más nos conviene trabajar en cuanto a tecnología.

2
1) Precisión de los datos: cuando hacemos mención a la precisión de
los datos, debemos tener en cuenta que, mientras más veces por
segundo el sistema envíe información, más preciso será. De este
modo, a mayor cantidad de envíos de información y mayor
precisión, más seguros estaremos de los datos que nos provee el
sistema. Claro que, mientras más veces envíe información por
segundo, más costoso será el equipo. Esto hace que debamos
analizar qué tanta precisión necesitamos. Para ello veremos el
ejemplo con dos deportistas de élite mundial, múltiples medallistas
dorados olímpicos: Usaín Bolt y Mo Farah.

Figura 2: Mo Farah y Usaín Bolt

Fuente: [Imagen sin título sobre Mo Farah y Usaín Bolt]. (2015). Recuperado de
https://goo.gl/ymE1w4

En el caso de Mo Farah y de Usaín Bolt, el requerimiento de precisión


cambia, principalmente debido a la naturaleza de la disciplina que
practican. En el caso de Bolt, una milésima más o menos puede significar la
diferencia entre un récord mundial o no, entre ganar o salir segundo. En el
caso de Farah, un fondista, es más importante conocer el desplazamiento y
el aprovechamiento de la carrera general, pero una diferencia de un
segundo quizás pase desapercibida. Por supuesto que atletas de elite como
Farah y Bolt pueden disponer de equipos de alta precisión aún más allá de
lo estrictamente necesario porque tienen los recursos para conseguirlos;
pero cuando analicemos nuestra propia realidad y nuestra propia
institución, deberemos tener en cuenta este factor para decidir.

3
En el caso del fútbol, por ejemplo, para que podamos analizar un regate
explosivo, necesitamos alta precisión, pues esos movimientos laterales y
cambios de dirección ocurren a alta velocidad; mientras que, si nuestro
principal foco está dado en la carga acumulada de los futbolistas, no
necesitamos contar con la misma precisión.

2) Tamaño y peso: Por supuesto que, si estamos en situaciones de


laboratorio, podemos agregar cables, cámaras, equipamientos al
atleta para intentar conocer en mayor detalle sus movimientos;
pero claro, estos agregados no permiten que el análisis sea en
situación real de competencia. Entonces, para lograr ese análisis,
debemos incorporar la tecnología a las situaciones reales de juego y
entrenamiento. Teniendo en cuenta que se busca maximizar la
producción del atleta, cualquier agregado de peso, o que le genere
incomodidad será en detrimento del atleta y su performance. Por
ello debemos considerar estas dos variables del tamaño y peso para
decidir qué aparato utilizar. Si somos usuarios casuales que salimos
a correr, una aplicación en nuestro teléfono móvil nos será más que
suficiente; ahora bien, si somos deportistas serios requeriremos un
reloj con GPS como mínimo (para corredores), o tecnología ponible
como por ejemplo la incorporación del sensor de GPS en la
camiseta o el calzado.

Figura 3: GPS en el reloj

Fuente: [Imagen sin título sobre GPS en el reloj]. (2015). Recuperado de https://goo.gl/qvaEHf

4
3) Velocidad de conexión y reacción: cuando utilizamos la tecnología
GPS en un navegador satelital en nuestro coche, necesitamos otro
tipo de funcionalidades como, por ejemplo, que el sistema pueda
darnos indicaciones, calcular una ruta, etcétera. Una diferencia de
metros, inclusive, no se vuelve problemática en casi ninguna
situación. Ahora bien, cuando se trata del uso deportivo, los
requerimientos de velocidad de conexión y reacción cambian, y
serán más importantes de acuerdo a la explosión del deporte en
particular y a la posición que ocupa el deportista en la cancha.

4) Resistencia a los golpes y al estrés: el deporte es una actividad que


expone los diferentes equipamientos e indumentaria a alto estrés,
golpes, tensión, contacto con sudor, etcétera. Esto hace que
debamos recurrir a aparatos de GPS que soporten la actividad que
se realizará.

Figura 4: GPS en el deporte

Fuente: [Imagen sin título sobre GPS en el deporte]. (2016). Recuperado de https://goo.gl/QklLGI

5
5) Integración con otros equipos: en estos tiempos, los aparatos que
funcionan en sí mismos y no se conectan o vinculan con otros, si
bien pueden cumplir apropiadamente la tarea principal para la que
están destinados, hacen que trabajar con ellos sea de menor
eficiencia que si se pueden integrar con otros elementos que ya
utilicemos y podamos, de esa manera, sacarle más jugo. Entonces,
en definitiva, debemos considerar los distintos usos que podemos
darle a la herramienta, así como las aplicaciones que ya estamos
utilizando en otros procesos de nuestro entrenamiento, o en el
entrenamiento de nuestros atletas.

6) Precio: cuando hablamos de precio, en lo que nos debemos enfocar


a la hora de decidir es en cuánto estamos dispuestos a invertir, pero
no solamente en cuánto cuesta el equipamiento, sino en todos los
gastos asociados, como su mantenimiento, su duración, su
rendimiento, la especialización requerida para manejarlo, etcétera.
De esta manera, el precio no solamente se toma en cuenta desde el
punto de vista del precio de compra, sino de todo el proceso.

Figura 5: Factores en donde influye el precio

Fuente: elaboración propia.

7) Capacidad de reporte: como veremos en este módulo, la


importancia del uso de GPS es en función de las decisiones que les
permite tomar a los diferentes actores del ecosistema deportivo y
del proceso de mejora. Es por ello que las maneras de reportar y la
información que brindan para ello es un factor importante para
decidir cuál equipo debemos incorporar en nuestro trabajo.

6
Figura 6: Ejemplo de reporte de distancia recorrida en promedio de 90 minutos
durante un torneo de fútbol

Fuente: Match Analysis, 2016, https://goo.gl/njPvnR

7
8) Facilidad de uso: al igual que cualquier programa de computación o
herramienta tecnológica, mientras más complejas sean las
operaciones que puede resolver, menos personas pueden utilizarla.
Es por ello que debemos contemplar si nuestro equipo de trabajo
será especialista y, de esta manera, seleccionar opciones de mayor
profundidad en cuanto a reportes disponibles y cruces de
información, o si serán los mismos atletas o entrenadores quienes
requieran una solución de simple aplicación para poder operar sin
destinar demasiado tiempo a aprender el funcionamiento técnico.

Figura 7: Reportes de variada complejidad

Fuente: [Imagen sin título sobre reportes de varia complejidad]. (2016). Recuperado de
https://goo.gl/GHa4FH

9) Seguimiento y almacenaje de datos: la seguridad de los datos, la


posibilidad de realizar trazabilidad sobre ellos y la posibilidad de
almacenaje para poder realizar análisis en el tiempo y revisar datos
del pasado hacen que estas funcionalidades sean de importancia a
la hora de definir qué equipamiento utilizar para nuestros
proyectos de uso de GPS en el deporte.

8
3.1 Manejo de las cargas de
entrenamiento
La carga de entrenamiento es la relación inversa entre el potencial de
entrenamiento y la condición del deportista (Forteza, 1999). De esta
manera, la carga de entrenamiento será definida en cuanto al nivel de
preparación deportiva que queremos que el atleta alcance, y así se
generará el efecto de entrenamiento como reacción funcional de
adaptación al proceso definido por el entrenador para que el atleta realice.

Figura 8: Carga de entrenamiento en un deportista de elite

Fuente: [Imagen sin título sobre carga de entrenamiento en un deportista de elite]. (2016).
Recuperado de https://goo.gl/ykMJmJ

El entrenamiento es un proceso pedagógico que va a desarrollar las


capacidades técnicas, tácticas, físicas y psicológicas de él, o los practicantes
y de los equipos en el marco específico de las situaciones competitivas a
través de la práctica sistemática y planificada del ejercicio, orientada por
principios y reglas debidamente fundamentadas en el conocimiento
científico.

9
Por medio del entrenamiento, se consigue aumentar los límites de
adaptación del individuo o grupo de individuos, con la finalidad de alcanzar
con un máximo de rendimiento o sobre un régimen de economía de
esfuerzo y de resistencia a la fatiga, un resultado preestablecido de
acuerdo con una previsión anterior. La sesión de entrenamiento es el
tiempo necesario para llevar a cabo, sin interrupción, los medios de
entrenamiento (usualmente, con las mismas prioridades). Dicha sesión es
elegida sobre la base de las reacciones a corto plazo del organismo, de
modo que la repetición de una actividad muscular determinada conducirá
al efecto de entrenamiento deseado. Una sesión de entrenamiento puede
ser una parte de una unidad de entrenamiento o de una unidad de
entrenamiento completa, la cual es parte del día de entrenamiento
(Ramírez Farto, 2007).

3.1.1 Sesiones en función del día de partido

El entrenador normalmente planificará la semana de entrenamiento de


acuerdo al día de partido que haya en la semana; o, en caso de que se
juegue liga y copa, de acuerdo a los múltiples días de partido.
Normalmente, una sesión de entrenamiento un día antes de un partido
será liviana desde lo físico para no sobrecargar al deportista; de igual
modo, la sesión del día siguiente al partido será de recuperación. Esto es
sobre los jugadores que se espera que participen del encuentro; mientras
que los jugadores que formen parte de la plantilla pero que no jugarán,
pueden realizar tareas diferenciales de mayor carga.

Figura 9: Sesión de entrenamiento de futbolistas

Fuente: [Imagen sin título sobre sesión de entrenamiento de futbolistas]. (2010). Recuperado de
https://goo.gl/vxzjrN

10
Normalmente, las sesiones de entrenamiento seguirán alguno de los
siguientes temas: preparación física, psicología, técnica, táctica o
estratégica. Claro que las sesiones que mayor carga aportan son las de
preparación física, y las que deben ser limitadas inmediatamente antes e
inmediatamente después de los partidos; mientras que las charlas técnicas,
centradas en la táctica y para trabajar aspectos psicológicos, pueden ser
realizadas de acuerdo a la necesidad del grupo.
Debemos considerar que un deportista debe realizar actividades de
calentamiento precompetitivo y movimientos de entrenamiento físico
antes de jugar, y que eso le genera una carga adicional que hay que tener
en cuenta para poder manejar el esfuerzo a lo largo del partido. Si hemos
realizado un seguimiento de la carga a través de las herramientas del GPS,
seguramente tendremos mayor información respecto a lo que podemos
esperar de cada uno de los jugadores del equipo y podremos planificar los
cambios, los planteos tácticos, las marcaciones personales y zonales, e
incluso administrar los esfuerzos de las diferentes jugadas preparadas.

3.1.2 Carga óptima de los microciclos

Cuando un entrenador debe planificar su año de entrenamiento y


competición, deberá hacerlo en función a unidades manejables. Es por ello
que se utiliza la subdivisión en función de los objetivos específicos de lo
que se quiere lograr. Por eso se suele trabajar en función de dividir el año
en etapas de temporada y pretemporada, como los macrociclos mayores;
luego, dividir esas grandes etapas en bloques menores de trabajo, para
llegar a los mesociclos, que luego serán divididos en microciclos para
trabajos puntuales.

 Año de entrenamiento: es el trabajo que se planificará. En casos de


atletas de elite de algunos deportes, se pueden plantear ciclos más
largos, como los ciclos olímpicos, o en el caso de las selecciones de
fútbol, en ciclos mundialistas.
o Macrociclo: son grandes bloques de planificación sobre los que se
trabajará, como, por ejemplo, pretemporada y temporada, por
fases de liga, etcétera.
o Mesociclo: bloques trabajables de 2 a 6 semanas con objetivos
particulares de trabajo.
o Microciclo: bloques trabajables de 2 a 7 días con instancias,
ejercicios y tareas relacionadas para lograr cumplimentar metas
en función de los objetivos mayores.

11
 Sesiones de entrenamiento: cada unidad de entrenamiento, ya sea
técnico, táctico, estratégico, psicológico o de preparación física.

Figura 10: El año de competición: del macrociclo al microciclo

Fuente: elaboración propia.

El uso de herramientas como el GPS para la planificación de los microciclos


apunta a lograr calcular las cargas óptimas y, de esa manera, a no
sobrecargar al atleta, pero lograr los resultados más eficientes. Es un fino

12
equilibrio el de encontrar el punto justo donde se estira al máximo la
cuerda, sin correr el riesgo de romperla. Cuánto se puede esforzar al atleta
sin poner en riesgo su rendimiento futuro y potenciarlo.

3.1.3 Carga óptima en competición

Cuando estamos trabajando durante el macrociclo de competición,


debemos tener claro que nos enfocaremos en dividir los aspectos del
entrenamiento. Así, la preparación física en sí misma pierde
preponderancia en función de los ciclos anteriores, ya que no debemos
someter a carga extrema a los atletas, pues se han agregado partidos
durante la semana donde el esfuerzo es máximo. En esta etapa, si
utilizamos apropiadamente el GPS, podemos planificar la semana de modo
que el esfuerzo y la carga que realicemos desde lo físico para los
deportistas que jugaron la semana anterior y que jugarán la semana
siguiente esté en relación con lo planificado, que seguramente rondará el
15 % del tiempo que dedicaremos a entrenar. En esta fase intentaremos
dividir el entrenamiento para que aproximadamente sea del siguiente
modo:

 15 % físico: con el foco puesto en enfatizar la velocidad, explosión y


resistencia. Para estas tareas nos valdremos de la información
obtenida gracias al GPS en cuanto nos permita valorar el alcance de
los esfuerzos que le podemos exigir a cada atleta.
 25 % técnico: con el foco puesto en el ritmo y la coordinación de
actividades, pero principalmente en la consistencia y repetición de
estas.
 45 % táctico: con el análisis dentro de los diferentes microciclos con
el objetivo de trabajar sobre la táctica del equipo, implementar el
plan de juego, analizar al oponente y enfocarse en resolución de
situaciones de juego.
 15 % psicológico: con el foco en lograr un estado de performance
ideal no solamente físico, sino también mental, y que haya armonía
en el equipo.

Claro que, en esta fase, el foco del uso de la herramienta de GPS se hará,
en lo posible, durante la competición misma y en los ciclos de
entrenamiento físico.

13
3.1.4 Especialización posicional

Cuando estamos planificando un calendario de entrenamiento, se vuelve


fundamental mantener elevado el nivel de rendimiento físico a lo largo de
la temporada a través de las sesiones de entrenamiento, sin realizar cargas
que sobrepasen el umbral que le permita al atleta trabajar en alto
rendimiento sin afectar la performance competitiva.
Claro que no será la misma la carga que se requiere de los diferentes
jugadores de acuerdo a su posición dentro de la cancha. No es lo mismo lo
que corre, en un partido de fútbol, un delantero que un mediocampista, un
defensor o un portero. Se le piden esfuerzos diferentes. En el caso de los
delanteros, se requiere mayor explosión y esfuerzos en sprint, con períodos
de descanso; mientras que los mediocampistas tienen esfuerzos
sostenidos. Un portero necesita poder resolver desde posiciones estáticas
con mucha reacción. Por ello los datos que requerimos de nuestros
equipos GPS son diferentes para cada uno de nuestros deportistas.

Figura 11: Distancia recorrida por futbolistas en liga

Fuente: [Imagen sin título sobre distancia recorrida por futbolistas en liga]. (2016). Recuperado de
https://goo.gl/Z9Blnp

14
Como podemos analizar, se requerirán diferentes esfuerzos por parte de
nuestros futbolistas en los partidos. Si se trabaja diferenciadamente la
carga y su seguimiento, podemos esperar mejores resultados, a través de
una planificación acertada y una disminución de riesgos de sobrecarga, a la
vez que se fuerza al rendimiento más eficiente del atleta.

15
3.2 Informes de Rendimiento
Los programas de trabajo con tecnología GPS aplicados al deporte tienen
como fin lograr una mejora en alguna parte del proceso, de acuerdo con
los objetivos con que se implementaron; y sirven para ello pues permiten
tomar decisiones en función de sus resultados. Si no podemos tomar
decisiones, ningún proceso de trabajo y análisis tiene sentido. Es por ello
que, una vez captada, almacenada y procesada la información, es de suma
importancia trabajar los informes de rendimiento, ya que son los que nos
brindan el soporte claro e inequívoco para la toma de decisiones. Pero, por
supuesto, los diferentes actores del ecosistema deportivo utilizarán la
información para tomar distintas decisiones. Así, la primera pregunta que
debemos realizarnos es: ¿qué tipo de decisiones son las que tomaremos
nosotros?, ya que de eso se desprenderá el tipo de análisis que
realizaremos.

Tenemos que conocer dos conceptos importantes:

1) KPI (key performance indicators o indicadores clave de


performance): son aquellas métricas que impactan de manera
directa en lo que queremos medir para analizar el cumplimiento
parcial o total de los objetivos. Por ejemplo, si queremos impactar
en la resistencia de un deportista, un KPI que habrá que medir será
la distancia recorrida o la carga total; si queremos impactar en la
explosión, podemos medir el KPI de la velocidad o la aceleración de
0 a sprint.

2) Triggers de decisión (disparadores de decisión): información o


indicios en un reporte que nos servirán de base para tomar una
decisión. Por ejemplo, si detectamos que, en el KPI de carga total de
un deportista, este está cercano al nivel de extenuación, podemos
tomar la decisión de llevarlo a un entrenamiento diferenciado o de
recuperación.

16
Figura 12: La planificación de reportes

Fuente: elaboración propia.

17
3.2.1 Informe para el jugador

Figura 13: Seguimiento de los jugadores

Fuente: (Van Esche, 2015)

Cada jugador de fútbol, durante un partido competitivo, debe moverse


dentro de la cancha de un modo diferente, y, para que un entrenador o un
equipo técnico puedan seguir y analizar a los once jugadores, se requiere
tecnología especializada, pues cada uno de los jugadores debe realizar
diferentes tareas de distinto modo. Por ello, a la hora de analizar a cada
jugador, se tendrán en cuenta diferentes aspectos que deben estar
contemplados en los informes para el jugador.
Al tener suficientes datos de cada jugador, y poder comparar varios
deportistas de una misma posición, se pueden tomar mejores decisiones.
La tarea de un defensor es la de mantener la pelota fuera del control de sus
rivales y, cuando ellos la tienen, obtenerla; anticiparse a los movimientos
del rival, ocupar espacios de modo que no queden líneas de pase abiertas,
etcétera. Por otro lado, los mediocampistas deben ser jugadores con
habilidades múltiples que deberán recorrer más metros y moverse
constantemente. Por último, los atacantes deben lograr recibir el balón y
dirigirse a la meta contraria, o distraer a los defensores para que un
compañero pueda tener mejor posición (Van Esche, 2015).
El reporte —o informe, en este caso— será diseñado específicamente
teniendo en cuenta las necesidades particulares que se requieren para
optimizar el rendimiento del deportista, sin importar tanto el contexto,

18
sino haciendo foco en lo particular. ¿Dónde se encuentran las
oportunidades de mejora del deportista? Es la respuesta que intentaremos
buscar.

3.2.2 Informe para el equipo

Este caso es directamente complementario al informe para el jugador. En


el informe para el equipo, lo más importante es el contexto. ¿Cómo se
mueven unos jugadores respecto a otros? ¿Cómo interactúan entre sí?
¿Cómo se agregan cargan unos a otros o cómo se alivianan cargas unos a
otros? ¿Cómo interactúan con el rival?, etcétera.
Es importante tener en cuenta que en este tipo de reporte y de análisis,
podemos comprender cómo la técnica ayuda o actúa en detrimento de la
carga de los atletas. Si tenemos un mediocampista que le entrega buenos
pases al pie a sus compañeros o pelotas en profundidad claras para los
atacantes, gracias a su técnica está ayudando a lograr mejores resultados
de performance, con menor carga. Por el contrario, si quien va a recibir el
pase debe hacer un esfuerzo extremo cada vez para no perder el balón,
porque el pase fue complicado, demasiado largo, etcétera, los compañeros
se sobrecargarán, sin obtener una mejora de la performance como
consecuencia de esto.

19
Figura 14: Análisis de distancia recorrida de todo el equipo en una copa

Fuente: [Imagen sin título sobre análisis de distancia recorrida de todo el equipo en una copa].
(2016). Recuperado de https://goo.gl/tgWyWi

Estos informes se pueden realizar en comparación con rivales o con el


mismo equipo propio en su evolución a lo largo del tiempo.

20
3.2.3 Informe para el entrenador y preparador físico

Como ya hemos mencionado, los entrenadores deberán enfocarse en


realizar el balance entre las distintas instancias de entrenamiento para
lograr potenciar y alcanzar el pico de performance en el momento clave de
la competición y trabajar sobre el aspecto técnico, táctico, psicológico y
físico de los jugadores. De aquí se desprende que el informe que utilizará el
entrenador le permitirá tomar decisiones en función de la plantilla y de
cómo obtener mejor rendimiento de ella; cómo y cuándo planificar los
cambios; qué tipos de esfuerzos se les pueden requerir a sus jugadores,
qué tanto decaen a lo largo del partido tales esfuerzos, combinados con la
carga a la que han sido expuestos, etcétera.

Figura 15: Entrenador mientras analiza un reporte

Fuente: [Imagen sin título sobre entrenador mientras analiza un reporte]. (2015). Recuperado de
https://goo.gl/lMWkhw

Por su parte, los preparadores físicos utilizarán los reportes de GPS


aplicado al deporte para analizar cómo optimizar las cargas de
entrenamiento y lograr los mejores resultados en cuanto a preparación
física de los deportistas, así como para mejorar la relación entre carga y
descanso, entre preparación, afilado y recuperación de cada uno de los
jugadores de su plantilla.
El preparador físico podrá trabajar con recursos tradicionales de
entrenamiento, junto con la tecnología GPS y otras tecnologías como la del
videoanálisis para obtener mejores resultados de optimización del
rendimiento de los jugadores.

21
Figura 16: Preparador físico utilizando tecnología GPS

Fuente: [Imagen sin título sobre preparador físico utilizando tecnología GPS]. (2016). Recuperado de
https://goo.gl/iJMVuC

3.2.4 Informes útiles para el resto del staff, médicos,


psicólogos

El resto del staff de un club puede recibir diferentes informes de utilidad


basados en la información obtenida con el GPS. Si pensamos en los
reportes para directivos del club, en tal caso la información estará
orientada a poder analizar el valor transaccional de un futbolista o a poder
comunicar el valor para la afición con el objetivo de lograr que los
productos de la tienda oficial circulen.

22
Figura 17: Las camisetas más vendidas en tiendas oficiales

Fuente: [Imagen sin título sobre las camisetas más vendidas en tiendas oficiales]. (2016).
Recuperado de https://goo.gl/3WJDv6

Por otra parte, los médicos deportólogos de los equipos utilizarán la


información en los reportes para intentar prevenir lesiones (especialmente,
las causadas por sobrecarga o estrés) y para tratar las lesiones que han
sucedido, así como para lograr que un deportista vuelva al nivel de alta
competencia tras períodos de inactividad o convalecencia.

23
Figura 18: Médico deportólogo trabajando en la recuperación de una atleta

Fuente: [Imagen sin título sobre médico deportólogo trabajando en la recuperación de una atleta].
(2016). Recuperado de https://goo.gl/LuXfO1

Un psicólogo deportivo podrá trabajar sobre estos informes como fuentes


de información para detectar si existe un problema de performance
derivado de cuestiones físicas; o podrá analizar si hay algunas situaciones
mentales, de química con el equipo, etcétera, que afecten la performance
y no estén derivadas de la carga física.

Figura 19: Charla de motivación

Fuente: [Imagen sin título sobre charla de motivación]. (2015). Recuperado de


https://goo.gl/JWvGNX

24
Referencias
[Imagen sin título sobre análisis de distancia recorrida de todo el equipo en una
copa]. (2016). Recuperado de http://www.elfutboscopio.com/wp-
content/uploads/2016/02/champions_distancia-recorrida.jpg

[Imagen sin título sobre carga de entrenamiento en un deportista de elite].


(2016). Recuperado de http://a.bimg.dk/node-images/744/5/5744164-lb.jpg

[Imagen sin título sobre charla de motivación]. (2015). Recuperado de


http://www.becomeapsychologist.co.uk/img/fullsize/sports_psychology_jobs_60
0x400.jpg

[Imagen sin título sobre distancia recorrida por futbolistas en liga]. (2016).
Recuperado de
http://imagenes.lainformacion.com/2016/05/24/deporte/futbol/Distancia-
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Recuperado de http://image.excite.es/trabajo/guide/entrenador-default.jpg

[Imagen sin título sobre GPS en el deporte]. (2016). Recuperado de


http://cdn.newsapi.com.au/image/v1/61efd3e70a6f95d1c8dffa86425f0ec2?widt
h=650

[Imagen sin título sobre GPS en el reloj]. (2015). Recuperado de


http://img1.lesnumeriques.com/test/96/9601/run-urban-couple-2b.jpg

[Imagen sin título sobre las camisetas más vendidas en tiendas oficiales]. (2016).
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[Imagen sin título sobre médico deportólogo trabajando en la recuperación de


una atleta]. (2016). Recuperado de
https://mayocms.cws.net/content/sportsmedicine.mayoclinic.org/images/gallery
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[Imagen sin título sobre Mo Farah y Usaín Bolt]. (2015). Recuperado de


http://i.eurosport.com/2015/07/23/1646576-34929455-2560-1440.jpg?w=1050

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25
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[Imagen sin título sobre reportes de varia complejidad]. (2016). Recuperado de


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[Imagen sin título sobre sesión de entrenamiento de futbolistas]. (2010).


Recuperado de http://media.gettyimages.com/photos/spains-players-take-part-
in-a-training-session-of-the-spanish-team-picture-id100482363?s=594x594

Forteza, A. (1999). Entrenamiento deportivo alta metodología, estructura y


planificación. Bogotá: Komekt.

Ramírez Farto, E. (marzo, 2007). La sesión del entrenamiento cómo organizar las
cargas. En III Congreso Nacional Ciencias del Deporte Nutrición, Medicina y
Rendimiento en el Joven Deportista, Pontevedra.

Van Esche, J.-P. (2015). Statistical Data Analysis in Soccer using GPS Tracking.
Londres: Electrical Engineering Capstone.

26
GPS y Control del
Rendimiento Deportivo
Lectura integradora

1
Lectura integradora
La utilización del GPS en el deporte

En este módulo nos enfocaremos en realizar una conclusión sobre lo que


hemos estado estudiando y analizando a lo largo del presente curso, para
poder tomar decisiones y embarcarnos en la aplicación de las tecnologías de
GPS para el uso deportivo, y de esa manera hacer que nuestros esfuerzos en
el mundo del deporte obtengan mejores resultados, ya seamos un atleta que
intenta progresar, un entrenador que necesita lograr que su equipo mejore,
un ojeador que está buscando talento, etcétera.

Figura 1: El ecosistema deportivo

Fuente: elaboración propia.

2
Como podemos comprender, la información que se obtiene de los datos que
podemos recabar con el uso del GPS puede ser utilizada por los diferentes
actores del ecosistema deportivo. Sin embargo, debido a la implicancia para
poder aplicar la implementación, en términos de costos y de acceso físico al
atleta, es que el área relacionada directamente con el deportista es la que
más uso podrá darle en realidad: los deportistas, para sus procesos de
mejora continua; los preparadores físicos, para encontrar los umbrales de
carga sobre los cuales trabajar; los entrenadores, para poder plantearse los
momentos en los cuales realizar modificaciones, cuánto esfuerzo pedirle a
sus jugadores y cómo planificar las sesiones de entrenamiento; los equipos
médicos, para trabajar la prevención y recuperación de lesiones, etcétera.
Como los usos serán diferentes, cuando hablamos de la técnica del uso del
GPS en el deporte, debemos tener en cuenta que también existen diferentes
etapas que deben ser integradas dentro del proceso antes de estar en
condiciones de tomar decisiones que puedan tener impacto en las diferentes
áreas de trabajo de nuestro equipo, como hemos mencionado.
Para poder incorporar el trabajo con GPS en nuestros procesos de mejora
deportiva, debemos tener en claro cuáles son los pasos que tenemos que
cumplimentar para que tal proceso sea efectivo. De allí que nos basaremos
en las necesidades puntuales que tenemos y en los objetivos que nos
planteamos, para luego poder avanzar en los aspectos técnicos de la
incorporación de GPS y los intrínsecamente deportivos.

Figura 2: El proceso de incorporación de GPS

Fuente: elaboración propia.

3
Aspectos técnicos: en el Módulo 3 hemos analizado los diferentes factores
que se deben tener en cuenta para seleccionar cuál es el equipamiento que
mejor servirá para nuestro proyecto. En ese sentido, dentro de esa
selección, si bien hay nueve elementos para considerar, podemos hablar de
dos grandes áreas: la selección del equipamiento y la capacitación del
equipo humano que debe trabajar con tal equipamiento. Recién luego de
haber resuelto estos aspectos técnicos, podemos enfocarnos en el siguiente
macrobloque de trabajo.

Aplicación al proceso de mejora deportiva: como bien hemos expuesto a lo


largo de este curso, el trabajo con GPS es para que podamos tomar
decisiones que impliquen mejoras en la performance. Claro que, para llegar
a tomar una decisión, antes debemos pasar por las distintas etapas del
proceso.

Captura: a la hora de capturar la información, existen diferentes maneras de


realizar tal actividad. Podemos capturar la información desde un aparato
incorporado a la indumentaria, como tecnología ponible, o capturar la
información desde aparatos que deba cargar el atleta. Asimismo, la
información se puede capturar de diferentes maneras: constante y
continuamente, en algunos bloques de trabajo específicos donde se quiera
hacer foco, sobre algunos de los deportistas y no en todo el equipo, etcétera.
Todas estas decisiones, por supuesto, afectarán a la información que se
obtendrá y a las decisiones que finalmente se podrán tomar, pero también
a los recursos que se necesitarán aplicar para llevar adelante el proceso de
trabajo.

Estadística: en esta etapa debemos poder trabajar sobre valores


representativos de la información obtenida y analizada para, a partir de allí,
comenzar con el proceso de la analítica y lograr mejoras de mediano plazo.
Ya no se requiere corregir errores puntuales, sino servirse de valores
indicativos de performance continuada para detectar áreas que hay que
explotar y ámbitos que se deben corregir tanto del deportista individual
como del equipo.

Análisis y comentario: con la información recabada y procesada, estamos


en condiciones de realizar el análisis y comentario de tal información. Esto
es lo que servirá de insumo para la toma de decisiones. La información en
crudo, recién sacada del sistema, no nos servirá para tomar decisiones hasta
que no esté apropiadamente interpretada. De allí que la toma de decisiones
solamente se pueda realizar al cerrar el proceso tras el análisis y comentario.

4
Figura 3: Proceso de analítica basado en la estadística

Fuente: elaboración propia.

Toma de decisiones: una vez obtenidas las conclusiones extraídas del


proceso, tras el análisis y el comentario, es momento de tomar decisiones
que serán aplicadas. Por supuesto, no es necesariamente quien trabaje
desde lo operativo con el GPS quien tome dichas decisiones, sino que es
quien tiene que colaborar con el tomador de las decisiones para brindarle el
mayor contexto posible y ayudarle a que la decisión tomada sea la correcta.
Normalmente, en los procesos de utilización de GPS, quienes terminarán
tomando las decisiones serán los diferentes actores que tienen el impacto
en los procesos deportivos, como mencionamos al hablar del ecosistema
deportivo.

5
Figura 5: Utilización de GPS y toma de decisiones

Fuente: elaboración propia. (Colocar minúscula inicial en técnico, físico, táctico, médico y quitar las
comas entre Equipo médico, Ojeador y etcétera; reemplazar etcétera por Otros con mayúscula
inicial; quitar el punto en el segundo recuadro desde arriba, luego de juego.)

6
Checklist para incorporar el GPS en el deporte

Figura 6: Utilización de GPS y toma de decisiones

Fuente: elaboración propia.

El primer paso en nuestra lista de control, para saber si podemos incorporar


el GPS a nuestro proceso de mejora deportiva, es respondernos cuatro
preguntas clave:

 ¿Cómo decidir lo que vamos a medir?: en el primer análisis, nos vamos


a plantear, de acuerdo a las necesidades y los objetivos, cuáles son las
métricas que necesitamos obtener y sobre qué sujetos. También
debemos saber si estaremos midiendo a un atleta en particular, al
equipo completo, a un bloque del equipo, o si mediremos
alternadamente a los jugadores de nuestro equipo, etcétera. En
función de la respuesta a esta pregunta, podremos avanzar con la que
sigue.

7
 ¿Cómo captar los datos?: como hemos mencionado, luego debemos
decidir qué equipamiento utilizaremos y, de esa manera, responder a
la pregunta de cómo los captaremos, es decir, qué equipos
utilizaremos y cómo.

 ¿Cómo almacenar los datos?: los datos, una vez recolectados, deben
ser almacenados para poder trabajar sobre datos acumulados. Para
que los datos estén a resguardo, debemos contemplar cómo serán
almacenados, si nos alcanza una simple hoja de cálculo o una base de
datos o si requerimos almacenamiento en la nube de los datos y un
panel de control de seguimiento que pueda ser accesible en todo
momento.

 ¿Qué utilizar para hacerlo?: aquí nos preguntamos sobre los recursos
que necesitaremos, tanto materiales como humanos, para trabajar el
proceso de captación y de almacenamiento de los datos. Luego
podremos avanzar con los siguientes pasos de nuestro checklist.

Dentro de nuestro checklist, el siguiente paso implicará planificar cómo será


el proceso de consolidación de los datos para que contemos con la
información ya curada, trabajada y lista para realizar el análisis. En este
punto debemos analizar cuáles serán los KPI que debemos contemplar y
cuáles los puntos que pueden generar conflictos a la hora de seguirlos y
obtener datos correctos.
Luego, nuestro checklist deberá tener en cuenta cómo y quién estará a cargo
del procesamiento de la información para realizar el análisis de los datos,
plasmar el contexto en los informes, y el circuito que el informe debe
recorrer para que quienes tomen decisiones se hagan con ellos.
Una vez que estén analizados los datos, se los debe interpretar, pero
también comprender cuáles son los tipos de decisiones que se tomarán en
función de ello. En la etapa del checklist, debemos planificar qué tipos de
interpretación de los datos son posibles y establecer cuáles son los umbrales
de performanc, y los límites superiores de carga aceptables, entre otras
métricas de interpretación de datos.
Finalmente, llegará el momento de la toma de decisiones, y en nuestra
planificación, lo que debemos chequear es quiénes son los que tomarán las
decisiones y qué tipos de decisiones pueden tomar.
En definitiva, hemos realizado el recorrido que nos lleva a los diferentes
pasos que debemos realizar para poder implementar un plan de utilización
de GPS para el progreso de la performance deportiva. De más está decir que,
como se trata de incorporar elementos técnicos y tecnológicos a la

8
disciplina, es de suma importancia que el proceso se lleve adelante con
conciencia, capacitación y con claros objetivos en mente. Pero también es
vital tener en claro el impacto de este trabajo en los recursos que se
requerirán, tanto en lo económico —en los que deberá invertir la institución
deportiva— como en el tiempo de trabajo que demandará y el esfuerzo que
llevará.

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