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TANAJ - Tomo Lli NEVIÍM AJARONIM TRILINEAL Kabbalah0rAjat PDF
TANAJ - Tomo Lli NEVIÍM AJARONIM TRILINEAL Kabbalah0rAjat PDF
TaNa’’j
Hebreo-Español
Con fonética hebrea
Tomo III
Neviím Ajaronim
Editorial Natzratim Chile
Edición 2017
תנ׳׳ך
TaNa’’j
Hebreo-Español
Con fonética hebrea
Tomo III
Neviím Ajaronim
Editorial Natzratim Chile
Edición 2017
Copyright 2017 por Editorial Natzratim Chile
Todos los derechos reservados. No se permite la reproducción total o
parcial de este libro, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier
medio ya sea electrónico, mecánico o por fotocopia, sin el permiso escrito
del autor y de la Editorial Natzratim Chile.
II
Indice
III
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PREFACIO
Y escribirás muy
claramente en las
piedras todas las
palabras de esta Torá.
(Devarím – Deuteronomio 27:8)
IV
4.- Parashiot, aliot, haftarot, Maftir, peraqim y pasuqim.
Parashiot
Moshé (Moisés) les ordenó, diciendo: «Al cabo de siete años, en la época
del año de remisión, durante la fiesta de Sucot, cuando todo Israel viene
a presentarse ante El Eterno, tu D´s, en el lugar que El ha de elegir, leerás
esta Torá ante los oídos de todo Israel. Reúne al pueblo, a los hombres,
las mujeres, los niños pequeños y al extranjero que está en tus ciudades,
para que oigan y para que aprendan, y teman a D´s, tu D´s, y sean
precavidos de cumplir con todas las palabras de esta Torá.
V
la Torá, se estableció para beneficio de ellos la lectura adicional de
la Torá los Shabat por la tarde.
El Talmud brinda también una razón espiritual para las dos lecturas de
los días laborables, e incluso sugiere que esta práctica es anterior a las
disposiciones de Ezra, quien tal vez haya formalizado la costumbre de
leer la Torá los días lunes y jueves, pero no habría sido el autor de la
misma. Los Sabios han considerado siempre el agua como símbolo de
la Torá. Lo que el agua es para el cuerpo: fuente de vida, manantial
refrescante, lo es la Torá para el alma. Tanto es así que al describir el
paso de los israelitas por el desierto, se dice que se pusieron
impacientes porque "anduvieron tres días por el desierto sin hallar
agua" (Exodo 15:22-23):
"Moshé hizo que Israel marchara del Mar Rojo y salieron hacia el
Desierto de Shur; anduvieron durante tres días en el desierto, mas no
hallaron agua. Llegaron a Mará, pero no pudieron beber las aguas de
Mará, pues eran amargas; por eso lo llamaron Mará. El pueblo se quejó
ante Moshé , diciendo: «¿Qué beberemos?».
Aliot y Maftir.
Aliot es el plural hebreo de Aliá que significa "subir". Cada vez que una
persona - Olé- sube a la Bimá a leer una Aliá, debe recitar la Brajá, -
VI
Bendición antes de que la persona idónea para leer la Torá, llamada
Baal Koré, comience la Lectura, y al cerrar la misma. Esto se hace cada
vez que un invitado lee la Porción -Parashát- correspondiente.
5.- Anexos.
6.- Glosario.
VII
El Tana’’j
Torá
N- eviím (Profetas)
J/K- etubim (Escritos consagrados)
Torá / Pentateuco
1. Bereshit/Génesis
2. Shemot/Éxodo
3. Vaiqrá/Levítico
4. Bemidbar/Números
5. Devarim/Deuteronomio
Neviím / Profetas.
1. Iehoshúa/Josué
2. Shoftim/Jueces
3. Shemuel/Samuel
4. Melajim/Reyes
5. Ieshaiahu/Isaías
6. Irmiá/Jeremías
7. Iejezkel/Ezequiel
8. Trei Asar/Los doce
Ketuvim / Escritos
1. Tehilim/Salmos
2. Mishle/Proverbios
3. Iov/Job
4. Shir HaSHirim/Cantar de los Cantares
5. Rut
6. Eijá/Lamentaciones
7. Kohelet/Predicador (Eclesiastés)
VIII
8. Ester
9. Daniel
10. Ezrá-Nejemiá/Esdrás-Nehemías
11. Divre HaIamim/Crónicas
1. Oshea/Oseas
2. Ioel/Joel
3. Amós
4. Ovadiá/Abdías
5. Ioná/Jonás
6. Mijá/Miqueas
7. Najum/Nahum
8. Jabacuc/Habacuc
9. Tzefaniá/Sefonías
10. Jagai/Ageo
11. Zejariá/Zacarías
12.Malají/Malaquías
IX
1 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Ieshaiáhu – Isaías Capitulo 1
(1)
ְימי
ֵ֨ ִהּודהְוִ ַֽׁירּושל ִםְב
ָ֖ ְֲשרְח ֔זהְעל־י ָ֣ ֶ חֲזֹון֙ ְיְ ַֽׁשעְיָ֣הּוְבֶ ן־א ֔מֹוץְא
:הּודה
ַֽׁ ְָּ֧הּוְיֹותםְאחָ֥זְיְחִ זקִ יָ֖הּוְמלכָ֥יְי
ָ֛ ֻעזִי
jazon Iêshá’êiáhu ven-amótz, ashér jazáh, 'al-Iêhudáh virúshaláim; biméi
'Uziáhu iotám ajáz Iêjizqiáhu maljéi Iêhudáh.
Visión de Isaías hijo de Amoz, que vio acerca de Iehudá [Judá] y de
Ierushalaim [Jerusalén] en los días de Uzías, Jotam, Acaz y Jizqiáhu
[Ezequías], reyes de Iehudá [Judá]:
(2)
ְרֹוממ ִתי
֔ ְָ֖הְדברְבנִ ים֙ ְגִ ָ֣דל ִתיְו
ִ ץְכיְיהו
ָ֥ ִ יְא ֶר
ֶ ֔ ִִשמע֤ ּוְש ֵ֨מיִ ם֙ ְוְ ַֽׁהאֲזִ ָ֣ינ
:ְעּוְבי
ַֽׁ ִ וְהָ֖םְפָ֥ש
shim'ú shamáim vêháazíni éretz, kí Adonai dibér; banim gidálti vêromámti,
vêhém pásh'u ví.
Oíd, cielos; y escucha, tierra, porque habla el Eterno: 'Crié hijos y los
engrandecí, pero ellos se rebelaron contra mí.
(3)
ְהּוְוח ֲָ֖מֹורְא ָ֣בּוסְבְעליוְיִ שראלְ֙ ָ֣ל ֹאְי ֔דעְע ִ ָ֖מיְ ָ֥ל ֹא
ַֽׁ י ָ֥דעְשֹור֙ ְקֹ ֔נ
:הִ תבֹונַָֽֽׁן
iadá' shor qonéhu, vájamór evús bê'aláv; Israél ló iadá', 'amí ló hitbonán.
El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su amo; pero Israel no
conoce; mi pueblo no entiende.'
(4)
ְיםְעזְ ָ֣בּו
ַֽׁ אְעםְכֶ ָ֣בֶ דְע ְֹ֔וןְזֶ ָָֽ֣רעְמְר ֔ ִעיםְב ִנָ֖יםְמשחִ ִית
ַ֚ ָ֣הֹויְ׀ְגָ֣ ֹויְחֹ ֵ֗ט
:ְהְנא ֲָ֛צּוְאֶ ת־קְ ָ֥דֹושְיִ שר ָ֖אלְנ ָֹ֥זרּוְא ַֽׁחֹורַֽׁ ִ הו
ֵ֗ אֶ ת־י
hói | gói joté 'ám kéved 'avón, zéra' mêre'ím, baním mashjitím; 'ázêvú et-
Adonai níatzú et-qêdósh Israél nazóru ajór.
¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de iniquidad, descendencia de
malhechores, hijos depravados! Han abandonado al Eterno, han despreciado al
Santo de Israel y se han vuelto atrás.
(5)
:אשְלחְלִ֔ יְוְכְל־לבָ֖בְדּוַֽׁי
ַֽׁ ֹ ֹודְתֹוסיפּוְסרהְכְל־ ָ֣ר
ָ֣ ִ ָָ֖֣לְמהְתֻ כָ֛ ּוְע
ָ֥ ֶ ע
'ál méh tukú 'ód tosífu saráh; kol-rósh lájolí, vêjol-leváv davái.
1
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 1
¿Para qué habréis de ser golpeados aún? Pues todavía persistiréis en rebelaros.
Toda cabeza está dolorida, y todo corazón está enfermo.
(6)
בּורהְּומכָ֣הְטְ ִריהְל ֹא־
ָ֖ ין־בֹוְמְתֹ֔ םְפֶ ָ֥צעְוְח
ָ֣ ְא ַֽׁ ֙ף־רגֶלְוְעד־ר ֹאש ֤ ֶ ִמכ
:ֵֹ֨זרּו֙ ְוְ ָ֣ל ֹאְח ֻ֔בשּוְוְ ָ֥ל ֹאְרֻ כְכָ֖הְב ַֽׁשמֶ ן
mikaf-régel vê'ad-rosh éin-bó mêtóm, pétza' vêjaburáh umakáh têriáh; lo-zórú
vêló jubáshu, vêló rukêjáh bashámen.
Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en ella parte sana, sino heridas,
golpes y llagas recientes. No han sido curadas, ni vendadas, ni suavizadas con
aceite.
(7)
ְ ֙הְעריכֶ ָ֖םְשְרֻ ָ֣פֹותְאשְאדמת ֵֶ֗כםְלְנֶגדְכֶם֙ ְז ִרים
ַֽׁ ארצְכֶ ָ֣םְשְמ ֔מ
:אַֹֽׁ כְ ִ ָ֣ליםְאֹ ֔תּהְּושמ ָ֖מהְכְמהפכָ֥תְז ִ ַֽׁרים
artzêjém shêmamáh, 'áreijém sêrufót ésh; admatjém lênegdêjem zarim ójêlím
otáĥ, ushmamáh kêmahpeját zarím.
La hija de Tzión [Sion] ha quedado como una cabaña en una viña, como una
choza en un melonar, como una ciudad sitiada.
(9)
ְינּוְלעֲמֹ ָ֖רה
ַֽׁ ֹותְהֹותירְלָ֛נּוְש ִ ָ֖רידְכִ מעטְכִ סדָֹ֣ םְה ִ֔י
ָ֥ ִ לּוליְְ֙יהוָ֣הְצְב ֔א
פ:ְד ִ ַֽׁמינּו
luleí Adonai tzêvaót, hotír lánu saríd kim'át; kisdóm haínu, lá'amoráh damínu.
2
1 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(11)
ְיליםְוְ ָ֣חלֶב
ָ֖ ִ הוהְשבָ֛ע ִתיְעֹ לָ֥ ֹותְא ֔ ֹאמרְי
ָ֣ ה־ליְרֹ ב־זִבחיכֶם֙ ְי ֤ ִ לְמ
:ְתּודיםְ ָ֥ל ֹאְח ַֽׁפצְ ִתי
ָ֖ ִ מְ ִר ִיאיםְוְ ֵ֨דםְפ ִ ָּ֧ריםְּוכב ִ ָ֛שיםְוְע
lomah-lí rov-zivjeijem iomár Adonai, savá'ti 'olót eilím vêjélev mêriím;
vêdám parím ujvasím vê'atudím ló jafátzêti.
Cuando venís a ver mi rostro, ¿quién pide esto de vuestras manos, para que
pisoteéis mis atrios?
(13)
ְ ֙שְושבת
ְ ֶיאְליְחֹ֤ ד
ִ ָ֛הְה
ָ֖ ִ תְתֹועב
ַֽׁ ת־שואְקְטָֹּ֧ ֶר֔ ְמנח ִ ֙אְתֹוסיפּוְהבִ יא
ִֵ֗ ֹ ָ֣ל
:ֶןְועֲצ ַֽׁרה
ַֽׁ ָ֥לְאו
ָ֖ אְמק ֔ראְ ַֽׁל ֹא־אּוכ ִ ֹ קְ ָ֣ר
ló tosífu havi minjat-sháv, qêtóret tó'eváh hí lí; jódesh vêshabat qêró miqrá,
ló-ujál áven vá'atzaráh.
3
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 1
(16)
:ָ֖םְמנֶ ָָֽ֣גֶדְעיניְחִ דלָ֖ ּוְה ַֽׁרע
ִ ְֶמעלְליכ
ַֽׁ ירּוְרֹ ע
ָ֥ ַֽׁרחֲצּו֙ ְהִ זכ֔ ּוְה ִ ָ֛ס
rájatzú hizakú, hasíru ró'a má'alêleijém minéged 'einái; jidlú haré'a.
4
1 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Por tanto, dice el Señor Elohim de los Ejércitos, el Fuerte de Israel: '¡Ah!
Tomaré satisfacción de mis adversarios y me vengaré de mis enemigos.
(25)
:יליִ ְך
ַֽׁ ְךְוא ִ ָ֖סירהְכְל־בְ ִד
ְ ִרְסיגָֽי
ִ ָֹ֖וְא ִ ֤שיבהְי ִדי֙ ְע ֔ליִ ְךְוְאֶ צ ָ֥רֹ ףְכב
vêashívah iadí 'aláij, vêetzróf kabór sigáij; vêasírah kol-bêdiláij.
Volveré mi mano contra ti; te limpiaré de tus escorias como con lejía y quitaré
toda tu impureza.
(26)
ְ ֙י־כןְיִ ֤קראְלְך
ֵ֗ הְאחֲר
ַֽׁ וְא ִ ֤שיבהְשַֹֽׁ פְ ֵ֨טיִ ְך֙ ְכְב ִ ָ֣ראשֹ ֔נהְוְ ַֹֽׁיעֲצָ֖יִ ְךְכְבתְחִ ל
:ָ֖הְנאֱמנַֽׁה
ַֽׁ ֶ ִ ָ֣עירְה ֔ ֶצדֶ קְקִ רי
vêashívah shófêtáij kêvaríshonáh, vêió'atzáij kêvatêjiláh; ájarei-jén iqáre laj 'ír
hatzédeq, qiriáh néemanáh.
5
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 1-2
(27)
:ָ֣טְתפ ֶדהְוְש ֶבָ֖יהְבִ צד ַֽׁקה
ִ צִ יָ֖ ֹוןְבְ ִמשפ
tzión bêmishpát tipadéh; vêshavéiha bitzdaqáh.
Pero los rebeldes y los pecadores serán quebrantados a una; los que
abandonan al Eterno serán consumidos.
(29)
:ֲשרְבְחר ֶ ַֽׁתם
ָ֥ ֶ ּוְמהגנָ֖ ֹותְא
ַֽׁ ֲשרְחֲמד ֶתםְוְ ֵ֨תחפְ ֔ר
ָ֣ ֶ יליםְא
ָ֖ ִ שּוְמא
ַֽׁ ִ ָ֣כיְי ֔ ֹב
kí ievóshu, méeilím ashér jamadtém; vêtájpêrú, méhaganót ashér bêjartém.
Porque seréis como la encina de hojas secas y como el jardín al que le faltan
las aguas.
(31)
ְיהָ֛םְיח ָ֖דוְוְ ָ֥אין
ֶ ֹוץְּובע ֲָּ֧רּוְשְנ
ַֽׁ תְּופעֲלָ֖ ֹוְלְנִ יצ
ֹ ַֽׁ ֤הְהחסֹ ן֙ ְלִ נעֹ֔ ֶר
ַֽׁ ֶ וְהי
פ:מְכ ֶ ַֽׁבה
vêhaiáh héjason lin'óret, ufó'aló lênitzótz; uvá'arú shêneihém iajdáv vêéin
mêjabéh.
6
2 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
La palabra que Isaías hijo de Amoz recibió en visión con respecto a Iehudá
[Judá] y a Ierushalaim [Jerusalén]:
(2)
ְאשְהה ִ ֔רים
ַֽׁ ֶ ֹ ֹוןְיה ֶֶ֜יהְה֤רְבית־יהוה֙ ְבְ ָ֣ר
ַֽׁ ִ ֵ֨וְהיָ֣הְ׀ְבְ ַֽׁאח ִ ֲָ֣ריתְהי ִֵ֗מיםְנכ
:ְגֹוים
ַֽׁ ִ אְמגְבעֹותְוְ ַֽׁנה ֲָ֥רּוְאלָ֖יוְכְל־ה ִ וְנִ ָ֖ש
vêhaiáh | bêájarít haiamím najón ihiéh hár beit-Adonai bêrósh héharím, vênisá
migêva'ót; vênáharú eláv kol-hagoím.
Acontecerá en los últimos días que el monte de la casa del Eterno será
establecido como cabeza de los montes, y será elevado más que las colinas; y
correrán a él todas las naciones.
(3)
ְ ֙הוהְאֶ ל־בית
ֵ֗ וְַֽׁהְלכ֞ ּוְע ִ ָ֣מיםְר ִֵ֗ביםְוְ ַֽׁאמְרּו֙ ְלְכָ֣ ּוְ׀ְוְ ַֽׁנעֲלֶ ָ֣הְאֶ ל־הר־י
ְָ֣אְתֹורה
֔ יְמצִ יֹון֙ ְתצ
ִ יוְכ
֤ ִ ְמדְר ֔כיוְוְנַֽׁלְכָ֖הְבְאַֹֽׁ ְרחֹ ת ִ ָ֣֙יְיעֲקֹ֔ בְוְיֹ ֵ֨רנּו
ַֽׁ אֱֹלה
:ְָ֖הְמ ַֽׁירּוש ַֽׁל ִם
ִ ּודבר־יהו
vêholjú 'amím rabím vêámêrú lêjú | vêná'aléh el-har-Adonai el-beit elohéi
Iá’aqóv, vêiorénú midêrajáv, vênélêjáh bêórêjotáv; kí mitzion tetzé toráh,
udvar-Adonai mirúshaláim.
7
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 2
(6)
ְְמ ֔ ֶקדֶ םְוְ ַֽׁ ֹענְ ִנָ֖יםְכפְלִ ש ִתים
ִ ֙יְמלְאּו
ַֽׁ בְכ
֤ ִ ָֹ֣֔יתְיעֲק
ַֽׁ ִ ָ֣כיְנ ֵ֗טשתהְעמְך֙ ְב
:ּוביל ָ֥דיְנְכ ִ ָ֖ריםְיש ִ ַֽׁפיקּו
kí natáshtah 'amêjá béit Iá’aqóv, kí málêú miqédem, vê'ónêním kapêlishtím;
uvialdéi nojrím iaspíqu.
'einéi gavhút adam shafél, vêsháj rúm anashím; vênisgáv Adonai lêvadó
baióm hahú.
Los ojos altivos del hombre serán humillados, y la soberbia del ser humano
será postrada. Sólo el Eterno será enaltecido en aquel día.
(12)
:ְִ ָ֣כיְי֞ ֹוםְ ַֽׁליהוָּ֧הְצְב ָ֛אֹותְעָ֥לְכְל־ג ֶ ָ֖אהְורםְוְעָ֖לְכְל־נִ ָ֥שאְוְש ַֽׁפל
kí íom láAdonai tzêvaót 'ál kol-geéh varám; vê'ál kol-nisá vêshafél.
Porque el día del Eterno de los Ejércitos vendrá contra todo arrogante y altivo,
y contra todo el que se ha enaltecido, el cual será humillado.
(13)
:ֹוןְהר ִ ָ֖מיםְוְהנִ ש ִאיםְוְעָ֖לְכְל־אלֹונָ֥יְהב ַֽׁשן
ַֽׁ ֔וְעלְ֙כְל־ארזָ֣יְהלְבנ
vê'al kol-arzéi halêvanón, háramím vêhanisaím; vê'ál kol-alonéi habashán.
Vendrá contra todos los cedros del Líbano, altos y erguidos, y contra todas las
encinas de Basán.
(14)
:יםְהר ִמיםְוְעָ֖לְכְל־הגְבעָ֥ ֹותְהנִ ש ַֽׁאֹות
ַֽׁ ל־הה ִ ָ֣ר
ַֽׁ ֶ ְוְעָ֖לְכ
vê'ál kol-héharím háramím; vê'ál kol-hagêva'ót hanisaót.
Vendrá contra todas las altas montañas y contra todas las colinas elevadas.
(15)
:צּורה
ַֽׁ ְל־חֹומהְב
ָ֥ ְל־מג ָ֣דלְגבֹ ּהְוְעָ֖לְכ
ִ ְוְעָ֖לְכ
vê'ál kol-migdál gavóĥa; vê'ál kol-jomáh vêtzuráh.
contra todas las naves de Tarsis y contra todos los barcos lujosos.
(17)
ְָ֖לְרּוםְאֲנ ִשיםְוְנִ שגָּ֧בְיהוָ֛הְלְב ָ֖דֹוְביָ֥ ֹום
ָ֣ ּותְהא ֔דםְוְשפ
ַֽׁ וְשח֙ ְגב ָ֣ה
:ְה ַֽׁהּוא
vêshaj gavhút háadám, vêshafél rúm anashím; vênisgáv Adonai lêvadó baióm
hahú.
La altivez del hombre será postrada; la soberbia del ser humano será
humillada. Sólo el Eterno será enaltecido en aquel día,
9
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 2
(18)
:ילְיחֲֹלַֽׁ ף
ַֽׁ יליםְכ ִ ָ֥ל
ָ֖ ִ ִוְ ַֽׁהאֱל
vêháelilím kalíl iájalóf.
En aquel día los hombres arrojarán a los topos y a los murciélagos sus ídolos
de plata y sus ídolos de oro que habían hecho para arrodillarse,
(21)
ְְּומה ֲָ֣דר
ַֽׁ ֙יםְמפְ ֞ניְפ֤חדְיהוה
ִ לבֹוא֙ ְבְנִ ק ָ֣רֹותְהצ ִ ֻ֔ריםְּובִ סעִ פָ֖יְהסְל ִע
:ְֹוְלע ֲָ֥רֹ ץְה ַֽׁא ֶרץ
ַֽׁ קּומ
ָ֖ ְגְאֹונ֔ ֹוְב
lavo bêniqrót hatzurím, uvis'iféi hasêla'ím; mipênéi pájad Adonai uméhadár
gêonó, bêqumó lá'arótz haáretz.
a fin de meterse en las grietas de las rocas y en las hendiduras de las peñas, a
causa de la imponente presencia del Eterno y del esplendor de su majestad,
cuando el Eterno se levante para hacer temblar la tierra.
(22)
פ:בְהּוא
ַֽׁ ֹוְכי־ב ֶ ָ֥מהְנֶח ָ֖ש
ַֽׁ ִ ֲשרְנְש ָ֖מהְבְאפ
ָ֥ ֶ חִ דל֤ ּוְלכֶם֙ ְ ִמן־הָ֣א ֔דםְא
jidlú lajem min-háadám, ashér nêshamáh bêapó; kí-vaméh nejsháv hú.
Dejad de confiar en el hombre, cuyo hálito está en su nariz; pues, ¿de qué
estima es digno?
10
3 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
11
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 3
(6)
ְיוְשמלָ֣הְלְ ֔כהְק ִ ָ֖ציןְ ִ ַֽׁתהְיֶה־לנּו
ִ שְאישְבְאחִ יו֙ ְבָ֣יתְא ִ֔ב ֤ ִ ִ ַֽׁכי־יִ ת ֵ֨ ֹפ
:אתְתחתְי ֶ ַֽׁדך
ָ֥ ֹ וְהמכשלָ֥הְה ָ֖ז
kí-itpós ísh bêajiv béit avív, simláh lêjáh, qatzín tíhêieh-lánu; vêhamajsheláh
hazót tájat iadéja.
él alzará la voz en aquel día diciendo: 'Yo no seré sanador, pues en mi casa no
hay comida ni vestido. No me pongáis por jefe del pueblo.'
(8)
ְהוה
֔ ֤םְּומעלְליהֶ ם֙ ְאֶ ל־י
ַֽׁ לְכי־לְשֹונ
ַֽׁ ִ יהּודהְנפ
ָ֖ םְוַֽׁ ִ ִ יְכשְלה֙ ְיְ ָ֣רּוש ֔ל
ַֽׁ ִ ֤כ
:ְבֹודֹו ַֽׁ ְלמ ָ֖רֹותְענָ֥יְכ
kí jáshêlah Iêrúshaláim, víhudáh nafál; kí-lêshonám umá'alêleihem el-Adonai,
lamrót 'enéi jêvodó.
Decid a los justos que les irá bien, que comerán del fruto de sus hechos.
12
3 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(11)
:עְכי־גְ ָ֥מּולְי ָ֖דיוְיעָ֥שֶ הְלַֽׁ ֹו
ַֽׁ ִ ָ֖אֹויְלְר ָ֣שעְר
ói lêrashá' rá'; kí-gêmúl iadáv ie'áseh ló.
¡Ay de los impíos! Les irá mal, porque les será hecho conforme a las obras de
sus manos.
(12)
ְיםְמשלּוְבֹוְע ִמי֙ ְמְאשְ ֶ ָ֣ריךְמת ֔ ִעיםְוְ ֶ ָ֥ד ֶרְך
ָ֣ עֹוללְוְנ ִ ָ֖ש
֔ ְע ִמי֙ ַֽׁ ְֹנגְ ָ֣שיוְמ
פ:אַֹֽׁ ְרחֹ ֶ ָ֖תיךְבִ ַֽׁלעּו
'amí nógêsáv mê'olél, vênashím máshlu vó; 'amí mêashêréja mat'ím, vêdérej
órêjotéja bilé'u.
¡Oh pueblo mío! Sus opresores son muchachos, y mujeres se enseñorean de él.
Pueblo mío, los que te guían te hacen errar y confunden el rumbo de tus
caminos.
(13)
:ְנִ צָ֥בְל ִ ָ֖ריבְיהוהְוְעֹ ָ֖מדְל ִ ָ֥דיןְע ִ ַֽׁמים
nitzáv larív Adonai; vê'oméd ladín 'amím.
¿Qué motivos tenéis para aplastar a mi pueblo y moler las caras de los
pobres?', dice el Señor Elohim de los Ejércitos.
13
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 3
(16)
ְ)ןְכיְגַֽׁבְהּו֙ ְבְנָ֣ ֹותְצִ י֔ ֹוןְות ֵ֨לכנה֙ ְנטוותְ(נְטּויָ֣ ֹות
֤ ִ הְיע
ַ֚ הו
ֵ֗ ו ָ֣י ֹאמֶ רְי
:ְיהָ֖םְתְע ַֽׁכסְנה
ֶ ג ֔רֹוןְּוַֽׁ משקְ ָ֖רֹותְעינָֽיִ םְהל֤ ֹוְךְוְטפֹ ף֙ ְת ֔לכנהְּוברגל
vaiómer Adonai iá'an kí gávêhú bênót tzión, vatelájnah NTVVT (nêtuíot)
garón, úmsaqêrót 'eináim; halój vêtafof telájnah, uvragleihém tê'akásênah.
Asi mismo dijo el Eterno: 'Por cuanto las hijas de Tzión [Sion] son altivas,
andan con el cuello erguido, lanzan miradas seductoras, caminan zapateando y
hacen resonar los adornos de sus pies,
(17)
ס:ְוְ ִשפָ֣חְאֲדֹ ֔ניְקְדקָֹ֖ דְבְנָ֣ ֹותְצִ יֹוןְוַֽׁיהוָ֖הְפְתְהָ֥ןְיְע ֶ ַֽׁרה
vêsipáj adonái, qodqód bênót tzión; váAdonai potêhén iê'aréh.
el Señor pelará con tiña la cabeza de las hijas de Tzión [Sion]; el Eterno
desnudará sus frentes.'
(18)
ְיסים
ָ֖ ִ ִתְהעֲכ ִ ָ֛סיםְוְהשְב
ַֽׁ תְתפ ֶ ָּ֧א ֶר
ִ יְא
ָ֣ ביֵ֨ ֹוםְה ֶ֜הּואְי ִ ָ֣סירְאֲדֹ ֵ֗נ
:וְה ַֽׁשהֲרֹ ִ ַֽׁנים
baióm hahú iasír adonái ét tiféret há'ajasím vêhashêvisím vêhasáharoním.
En aquel día el Señor quitará los adornos de los tobillos, las diademas, las
lunetas,
(19)
:הנְ ִט ָ֥פֹותְוְהש ָ֖ירֹותְוְ ַֽׁה ְרעלַֽׁ ֹות
hanêtifót vêhasheirót vêhárê'alót.
los adornos de la cabeza, los adornos de los pies, las cintas, los frasquitos de
perfume, los amuletos,
(21)
:הטבעָ֖ ֹותְוְנִ ז ָ֥מיְה ַֽׁאף
hataba'ót vênizméi haáf.
14
3-4 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(22)
:יטים
ַֽׁ ִ ה ַֽׁמחֲלצֹות֙ ְוְה ָ֣מעֲט ֔פֹותְוְה ִמטפ ָ֖חֹותְוְ ַֽׁהח ֲִר
hamájalatzot vêhamá'atafót, vêhamitpajót vêhájaritím.
15
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 4
Acontecerá que el que se quede en Tzión [Sion], como el que sea dejado en
Ierushalaim [Jerusalén], será llamado santo; todos los que estén inscritos para
la vida en Ierushalaim [Jerusalén].
(4)
ְיְאתְצֹ ָ֣אתְבְנֹות־צִ י֔ ֹוןְוְאֶ ת־דְ ָ֥מיְיְ ַֽׁרּוש ָ֖ל ִםְי ִ ָ֣דיח ַ֚ ִ ָ֣אםְ׀ְרחָ֣ץְאֲדֹ ֵ֗נ
:ְמשפָ֖טְּוב ָ֥רּוחְב ַֽׁער ִ ִמקִ רבּהְבְ ָ֥רּוח
ím | rajátz adonái ét tzoát bênot-tzión, vêet-dêméi Iêrúshaláim iadíaj miqirbáĥ;
bêrúaj mishpát uvrúaj ba'ér.
Así será cuando el Señor lave la inmundicia de las hijas de Tzión [Sion], y
elimine la sangre de en medio de Ierushalaim [Jerusalén], con espíritu de
juicio y con espíritu consumidor.
(5)
ְל־מקר ֵ֗ ֶאהְע ֤נָֽןְ׀ְיֹומם֙ ְוְע ֔שן
ִ הוהְעל ְ֩כְל־מְכֵ֨ ֹוןְהר־צִ יֶ֜ ֹוןְוְע ָ֡ ּוב ָ֣ראְי
:ְהְכיְעל־כְל־כ ָ֖בֹודְח ַֻֽׁפהָ֥ ִ שְלהבָ֖הְליל ַֽׁ ֶ ּהְא
ָ֥ וְ ָ֛ ֹנג
uvará Adonai 'al kol-mêjón har-tzión vê'al-miqraéha 'anán | iomam vê'ashán,
vênógaĥ ésh léhaváh láilah; kí 'al-kol-kavód jupáh.
Entonces sobre todo lugar del monte Tzión [Sion] y sobre sus asambleas, el
Eterno creará nube y humo de día, y resplandor de fuego llameante de noche.
Porque sobre todos habrá una cubierta de gloria,
16
4-5 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(6)
ְֹורְמזֶ ָ֖ ֶָֽרם
ִ ל־יֹומםְמחֹ ֶרבְּולמחסֶ ה֙ ְּול ִמס ֔ת
ָ֖ ָ֛הְתהְיֶ ָ֥הְלְצ
ַֽׁ ִ וְסֻכ
פ:ּוממ ַֽׁטר ִ
vêsukáh tíhêiéh lêtzel-iomám mejórev; ulmajseh ulmistór, mizérem
umimatár.
y habrá de día un cobertizo para dar sombra ante el calor abrasador, y para
refugio y protección de la tormenta y del aguacero.
17
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 5
¿Qué más se podía haber hecho por mi viña que yo no haya hecho en ella?
¿Por qué, pues, esperando yo que diese uvas buenas, ha dado uvas silvestres?
(5)
ְםְאתְאֲשֶ ר־א ֲִנָ֥יְעֹ ֶ ָ֖שהְלְכר ִמיְה ֤סר
ָ֛ ְאֹודיעה־נָ֣אְאֶ ת ֶ֔כ
ַֽׁ ִ ֙וְעתה
:ָ֥הְל ִמר ַֽׁמס
ְ מְשּוכתֹו֙ ְוְהיָ֣הְלְב ֔ערְפ ָ֥רֹ ץְגְד ָ֖רֹוְוְהי
vê'atah odí'ah-ná etjém, ét asher-aní 'oséh lêjarmí; hasér mêsukató vêhaiáh
lêva'ér, parótz gêderó vêhaiáh lêmirmás.
¡Ay de los que juntan casa con casa y acercan campo con campo, hasta que ya
no queda más espacio, y así termináis habitando vosotros solos en medio de la
tierra!
(9)
ְהְיהי֔ ּוְגְדֹ ִ ָ֥לים
ַֽׁ ִ ֹותְאם־ ֞ל ֹאְבְ ִ ֤תיםְרבִ ים֙ ְלְש ָ֣מ
ִ בְאְזנָ֖יְיהוָ֣הְצְבא
:ְיןְיֹושב
ַֽׁ טֹוביםְמ ָ֥א
ָ֖ ִ ְו
18
5 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
bêoznái Adonai tzêvaót; im-ló botím rabim lêshamáh íhíu, gêdolím vêtovím
meéin ioshév.
Una viña de diez yugadas producirá tan sólo un bato, y un homer de semilla
producirá tan sólo un efa.'
(11)
:ימיְבבָֹ֖ קֶ רְשכָ֣רְיִ רדֹ פּוְמְ ַֽׁאח ֲָ֣ריְב ֶ֔נשֶ ףְיָָֽ֖יִ ןְידלִ ַֽׁיקם
ָ֥ ִָ֛הֹויְמשכ
hói mashkiméi vabóqer shejár irdófu; mêájaréi vanéshef, iáin iadliqém.
¡Ay de los que se levantan muy de mañana para ir tras la bebida, y siguen
hasta la noche, hasta que el vino los enciende!
(12)
ְתְפעלְיהוה֙ ְ ָ֣ל ֹא
ֹ ֤ יהםְוְ ֵ֨א
ֶ ןְמשת
ִ ִוְה ֵ֨יהְכִ נֶ֜ ֹורְו ֵֶ֗נבֶ לְתָֹּ֧ ףְוְח ִ ָ֛לילְויָָֽ֖י
:ְיטּוְּומע ֲָ֥שהְי ָ֖דיוְ ָ֥ל ֹאְר ַֽׁאּו
ַֽׁ י ִ֔ב
vêhaiáh jinór vanével tóf vêjalíl vaiáin mishteihém; vêét pó'al Adonai ló
iabítu, umá'aséh iadáv ló raú.
Por eso mi pueblo es llevado cautivo, por falta de entendimiento. Sus nobles
están muertos de hambre, y su multitud reseca de sed.
(14)
ְהְפיהְלִ בלִ י־חֹ קְוְי ֵ֨רדְהֲד ָּ֧רּה
ָ֖ ִ ּהְּופע ֲָ֥ר
ַֽׁ ל ֵ֗כןְהִ ר ִ ֤חיבהְשְאֹולְ֙נפ ֔ש
:ָ֥זְבּה
ַֽׁ ַֽׁוהֲמֹונָּ֛הְּושאֹונָּ֖הְוְעל
lajén hirjívah shêol nafsháĥ, ufá'aráh fíha livli-jóq; vêiarád hadaráĥ
váhamonáĥ ushonáĥ vê'aléz báĥ.
Por eso el Sheol ensanchó su garganta y abrió su boca sin medida. Allá caerá
el esplendor de ella, su multitud, su bullicio y aquel que se divertía en ella.
19
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 5
(15)
:ְיםְתש ַֽׁפלְנה ִ ויִ ָ֥שחְא ָ֖דםְויִ שפ
ִ ל־אישְוְעינָ֥יְגְבֹ ִ ָ֖ה
vaisháj adám vaishpal-ísh; vê'einéi gêvohím tishpálênah.
Pero el Eterno de los Ejércitos será exaltado en el juicio; el Elohim santo será
reconocido como santo por su justicia.
(17)
ס:ֹאכלּו
ַֽׁ וְרעָ֥ ּוְכְב ִ ָ֖שיםְכְדְברםְוְחְר ָ֥בֹותְמ ִ ָ֖חיםְג ִ ָ֥ריםְי
vêra'ú jêvasím kêdovrám; vêjorvót mejím garím iojélu.
Los corderos serán apacentados en su pastizal, y los cabritos comerán entre las
ruinas de los ricos.
(18)
:ֹותְהעֲגלָ֖הְחט ַֽׁאה
ַֽׁ ָ֥יְהע ָ֖ ְֹוןְבְחבלָ֣יְהשואְוְ ַֽׁכע ֲָ֥ב
ַֽׁ ֶ ָ֛הֹויְמַֹֽׁ שְכ
hói móshêjéi hé'avón bêjavléi hasháv; vêjá'avót há'agaláh jataáh.
Ellos dicen: 'Dése prisa; apresúrese su obra para que la veamos. Acérquese y
venga el plan del Santo de Israel, para que lo conozcamos.'
(20)
ְעְטֹובְוְל ָ֣טֹובְרעְש ִֵ֨מיםְחֹ֤ שֶ ְךְלְאֹור֙ ְוְ ָ֣אֹורְלְחֹ֔ שֶ ְךָ֖ ָ֣הֹויְהאַֹֽׁ מְ ִ ָ֥ריםְל ָ֛ר
ס:יםְמרְלְמ ָ֖תֹוקְּומ ָ֥תֹוקְלְ ַֽׁמר
ָ֛ ש ִ ָ֥מ
hói haómêrím lará' tóv vêlatóv rá'; samím jóshej lêor vêór lêjóshej, samím már
lêmatóq umatóq lêmár.
20
5 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
¡Ay de los que a lo malo llaman bueno; y a lo bueno, malo! Consideran las
tinieblas como luz, y la luz como tinieblas. Consideran lo amargo como dulce,
y lo dulce como amargo.
(21)
ס:יהָ֖םְנְבֹ ִ ַֽׁנים
ֶ יהםְוְנֶ ָָֽ֥גֶדְפְנ
ֶ ָ֖הֹויְחֲכ ִ ָ֣מיםְבְ ַֽׁעינ
hói jajamím bê'éineihém; vênéged pêneihém nêvoním.
¡Ay de los que son sabios ante sus propios ojos, y de los que son prudentes
según ellos mismos!
(22)
:בֹוריםְלִ ש ָ֣תֹותְיָֽיִ ןְוְאנשי־חָ֖יִ לְלִ מסָֹ֥ ְךְש ַֽׁכר
ָ֖ ִ ִִ֕הֹויְג
hói giborím lishtót iáin; vêanshei-jáil limsój shejár.
¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar
licor;
(23)
פ:ירּוְמ ֶ ַֽׁמנּו
ִ יקיםְי ִ ָ֥ס
ָ֖ ִ יקיְר ָ֖שעְעָ֣קֶ בְשֹ חדְוְצִ ד ָ֥קתְצ ִד
ָ֥ מצ ִד
matzdiqéi rashá' 'éqev shójad; vêtzidqát tzadiqím iasíru miménu.
y de los que por soborno declaran justo al culpable, y al justo le quitan su
justicia!
(24)
ְקְיה ֶ֔יה
ַֽׁ ִ שְלהבה֙ ְיִ ר ֶ֔פהְשְרשם֙ ְכ ָ֣מ
ַֽׁ ֶ ֲש֤ שְוחַֽׁ ֹוןְא
ֵ֗ לְקשְלְ ָ֣ש ֶ֜ ְ֩כא ֵ֨ ֱֹכ
ַֽׁ ֶ לכן
ְתְאמ ָ֥רת
ִ ּוְאתְתֹורת֙ ְיהוָ֣הְצְב ֔אֹותְוְ ָ֛א ַ֚ יְמא ֲֵ֗ס
ַֽׁ הְכ
ָ֣ ִ ֶָ֣קְיעֲלַֽׁ ָ֖םְכאב
ַֽׁ ּופִ רח
:ְקְ ַֽׁדֹוש־יִ שר ָ֖אלְנִ ַֽׁאצּו
lajen kéejól qásh lêshón ésh vájashásh léhavah irpéh, shorsham kamáq ihiéh,
ufirjám káaváq iá'aléh; kí máasú ét torat Adonai tzêvaót, vêét imrát qêdósh-
Israél niétzu.
Por tanto, como la lengua de fuego devora la paja y la llama doblega el
rastrojo, así la raíz de ellos será como cosa putrefacta, y su flor se desvanecerá
como el polvo. Porque han desechado la Torá del Eterno de los Ejércitos, y
han despreciado la palabra del Santo de Israel.
(25)
ְְהה ִ ֔רים ַֽׁ ֶ ֙הוהְבְע ֶ֜מֹוְויָ֣טְי ָּ֧דֹוְע ְָ֣ליוְוי ֵ֗כהּוְוַָֽֽׁיִ רגְזּו
ֵ֨ ל־כןְחרהְ֩אף־י ָ֡ ע
ְֹא־שבְא ֔פֹוְוְעָ֖ ֹוד ָ֣ ותְ ִ ָּ֧היְנִ בל ָ֛תםְכסּוחָ֖הְבְ ֶ ָ֣ק ֶרבְחּוצֹותְבְכְל־ז ֹאת֙ ְל
:ְי ָ֥דֹוְנְטּויַֽׁה
'al-kén jarah af-Adonai bê'amó vaiét iadó 'aláv vaiakéhu váirgêzú héharím,
vatêhí nivlatám kasujáh bêqérev jutzót; bêjol-zot lo-sháv apó, vê'ód iadó
nêtuiáh.
21
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 5
Por esta causa se enciende el furor del Eterno contra su pueblo; extiende
contra él su mano y lo golpea. Los montes se estremecen, y sus cadáveres son
como basura en medio de las calles. A pesar de todo esto, no ha cesado su
furor, y su mano todavía está extendida.
(26)
ְהְקל
ָ֥ ֹוְמקצָ֣הְהא ֶרץְוְהִ נָ֥הְמְה ָ֖ר
ִ ְָ֖מר ֔חֹוקְוְ ָ֥שרקְל
ַֽׁ ֙וְנַֽׁשא־נ֤סְלגֹויִ ם
:י ַֽׁבֹוא
vênása-nés lagoim mérajóq, vêsháraq ló miqtzéh haáretz; vêhinéh mêheráh qál
iavó.
Él alzará la bandera a una nación lejana. Le silbará para que venga desde los
confines de la tierra, y he aquí que vendrá rápida y veloz.
(27)
ְאין־עיָֽ֤ףְוְאין־כֹושלְ֙ ֔בֹוְ ָ֥ל ֹאְינָ֖ ּוםְוְ ָ֣ל ֹאְיִ ישןְוְ ֤ל ֹאְנִ פתח֙ ְאזָ֣ ֹור
:חֲל ֔ציוְוְ ָ֥ל ֹאְנִ ָ֖תקְשְ ָ֥רֹוְךְנְע ַֽׁליו
ein-'aiéf vêein-koshel bó, ló ianúm vêló ishán; vêló niftaj ezór jalatzáv, vêló
nitáq sêrój nê'aláv.
Sus flechas están afiladas, y todos sus arcos preparados. Los cascos de sus
caballos parecen como de pedernal, y las ruedas de sus carros son como
torbellino.
(29)
ְָ֣זְט ֶרף
ֶ ֔ שְאגָ֥הְלָ֖ ֹוְכל ִביאְושאגְ(יִ ש ֵ֨אג)ְככְפִ ִ ֤יריםְוְיִ נהֹ ם֙ ְוְי ֹאח
:וְיפ ִ ָ֖ליטְוְ ָ֥איןְמ ִ ַֽׁציל
shêagáh ló kalaví; VSG (ishág) kakêfirím vêinhom vêiojéz téref, vêiaflít vêéin
matzíl.
Su rugido es como de león; ruge como los cachorros. Gruñe, arrebata la presa
y se la lleva sin que nadie la libre.
22
5-6 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(30)
ְוְיִ נהָֹ֥ םְעלָ֛יוְביָ֥ ֹוםְה ָ֖הּואְכְ ַֽׁנהֲמת־יםְוְנִ ב֤טְל ֵ֨א ֶרץ֙ ְוְהִ נה־חֹ֔ שֶ ְךְצָ֣ר
פ:יפיה ַֽׁ ֶ ְךְבע ֲִר
ַֽׁ ו ֔אֹורְח ָ֖ש
vêinhóm 'aláv baióm hahú kênáhamat-iám; vênibát laáretz vêhineh-jóshej, tzár
vaór, jasháj bá'ariféiha.
En aquel día rugirá sobre la presa como el rugido del mar. Entonces mirará
hacia esta tierra, y he aquí tinieblas de tribulación. Aun la luz se convertirá en
oscuridad a causa de los nubarrones.
En el año que murió el rey Uzías, vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y
sublime; y el borde de sus vestiduras llenaba el templo.
(2)
ְםְששְכְנפָ֖יִ םְלְאֶ חד ָ֥ ִֹוְששְכְנפָ֛י
ָּ֧ יםְ׀ְמ ֵ֨מעל ְ֔֙ל
ִ שְר ֵ֨ ִפיםְ ַֽׁ ֹעמְ ִ ֤ד
:עֹופף
ַֽׁ ְבִ ש ָ֣תיִ םְ׀ְיְכ ֶ ָ֣סהְפ ֵ֗ניוְּובִ ש ָ֛תיִ םְיְכ ֶסָ֥הְרגלָ֖יוְּובִ ש ָ֥תיִ םְי
sêrafím 'ómêdím | mimá'al ló, shésh kênafáim shésh kênafáim lêejád; bishtáim
| iêjaséh fanáv uvishtáim iêjaséh ragláv uvishtáim iê'oféf.
Por encima de él había serafines. Cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus
rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban.
(3)
ְוְק ֵ֨ראְזֶ ֤הְאֶ ל־זֶה֙ ְוְא ֔מרְק ָּ֧דֹושְ׀ְק ָ֛דֹושְק ָ֖דֹושְיהוָ֣הְצְבאֹותְמְ ָ֥ל ֹא
:ְבֹודֹו
ַֽׁ ְכְל־ה ָ֖א ֶרץְכ
vêqará zéh el-zeh vêamár, qadósh | qadósh qadósh Adonai tzêvaót; mêló jol-
haáretz kêvodó.
23
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 6
Los umbrales de las puertas se estremecieron con la voz del que proclamaba, y
el templo se llenó de humo.
(5)
יְאישְטְ ַֽׁמא־שְפ ֵ֨תיִ ם֙ ְא ֹ֔נכִ יְּובתֹוְך֙ ְעם־
֤ ִ יְכ
ָ֣ ִ יתִ יְכי־נִ ד ֵ֗מ ַֽׁ ִ ֹוי־ל
ָ֣ ִ רְא
ַֽׁ וַֽׁאֹ ֞מ
:ְבְכיְאֶ ת־ה ֶ ָ֛מלְֶךְיהוָ֥הְצְב ָ֖אֹותְר ָ֥אּו עינַֽׁיִ ֵ֗ םְאנֹ ִ ָ֖כיְיֹוש
ַֽׁ ִטְ ָ֣מאְשְפ ֔תי
váomár ói-lí jí-nidméiti kí ísh têmé-sêfatáim anóji, uvtoj 'am-têmé sêfatáim,
ánojí ioshév; kí et-hamélej Adonai tzêvaót raú 'einái.
Entonces dije: –¡Ay de mí, pues soy muerto! Porque siendo un hombre de
labios impuros y habitando en medio de un pueblo de labios impuros, mis ojos
han visto al Rey, al Eterno de los Ejércitos.
(6)
ְֹוְרצפהְבְ ֵ֨ ֶמלק ֔חיִ םְל ָ֖קחְמעָ֥ל
ִ ְמן־השְר ֔ ִפיםְּובי ָ֖ד
ִ ֙ויָ֣עְףְא ֵ֗ליְאֶ חד
:ה ִמז ַֽׁבח
vaiá'of elái ejad min-hasêrafím, uviadó ritzpáh; bêmélqajáim, laqáj me'ál
hamizbéja.
Entonces voló hacia mí uno de los serafines trayendo en su mano, con unas
tenazas, un carbón encendido tomado del altar.
(7)
ְ ָ֖ל־פיְו ִ֕י ֹאמֶ רְהִ נָ֛הְנגָ֥עְזֶ ָ֖הְעל־שְפ ֶתיךְוְסָ֣רְעֲֹו ֶ֔נךְוְח ַֽׁטאתְך
ִ ֔ ויגָ֣עְע
:תְכ ַֻֽׁפר
vaiagá' 'al-pí, vaiómer hinéh nagá' zéh 'al-sêfatéja; vêsár 'aonéja, vêjatátêjá
têjupár.
Y tocó con él mi boca, diciendo: –He aquí que esto ha tocado tus labios; tu
culpa ha sido quitada, y tu pecado ha sido perdonado.
(8)
ְיְילְֶך־לנּוְוַֽׁאֹ ָ֖מר
ַֽׁ ָ֖חְּומ
ָ֣ ִ ת־מיְאֶ של
ָ֥ ִ ֶת־קֹולְאֲדֹ ני֙ ְאֹ ֔מרְא
֤ ֶוַֽׁאֶ ש ֞מעְא
:הִ נְ ִנָ֥יְשְל ַֽׁחנִ י
váeshmá' et-qól adonaí omér, et-mí eshláj umí iélej-lánu; váomár hinêní
shêlajéni.
Entonces escuché la voz del Señor, que decía: –¿A quién enviaré? ¿Y quién
irá por nosotros? Y yo respondí: –Heme aquí, envíame a mí.
24
6 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(9)
ְֹועְוְאל־ת ִ֔בינּוְּור ָ֥אּוְר ָ֖אֹו
֙ הְשמע֤ ּוְש ֵ֨מ
ִ ֶו ִ֕י ֹאמֶ רְלְָ֥ךְוְ ַֽׁאמר ָ֖תְלעָ֣םְהז
:וְאל־ת ַֽׁדעּו
vaiómer léj vêámartá la'ám hazéh; shim'ú shamó'á vêal-tavínu, urú raó vêal-
tedá'u.
Y dijo: –Ve y di a este pueblo: 'Oíd bien, pero no entendáis; y mirad bien,
pero no comprendáis.'
(10)
ְהשמן֙ ְלב־העָ֣םְה ֶ֔זהְוְאְזנָ֥יוְהכבָ֖דְוְעינָ֣יוְהשעְפֶן־יִ ר ֵ֨ ֶאהְבְע ֶ֜יניו
:ּובאְזְנָ֣יוְיִ ש ֵ֗מעְּולב ָ֥בֹוְי ִ ָ֛ביןְו ָ֖שבְוְ ָ֥רפאְלַֽׁ ֹו
hashmen lev-ha'ám hazéh, vêoznáv hajbéd vê'eináv hashá'; pen-iréh vê'eináv
uvozênáv ishmá' ulvavó iavín vasháv vêráfa ló.
Haz insensible el corazón de este pueblo; ensordece sus oídos y ciega sus ojos,
no sea que vea con sus ojos, y oiga con sus oídos, y entienda con su corazón, y
se vuelva a mí, y yo lo sane.
(11)
ְיןְיֹושב
ֵ֗ ְ֩אם־ש ֵ֨אּוְע ִ ֶ֜ריםְמ ָ֣א ִ וַֽׁאֹ ִ֕מרְעד־מ ָ֖תיְאֲדֹ ניְו ָ֡י ֹאמֶ רְעָ֣דְאֲשֶ ר
:הְתש ֶ ָ֥אהְשְמ ַֽׁמה
ִ ּובְ ִתים֙ ְמ ָ֣איןְא ֔דםְוְ ַֽׁהאֲד ָ֖מ
váomár 'ad-matái adonái; vaiómer 'ád asher im-shaú 'arím meéin ioshév
uvotim meéin adám, vêháadamáh tishaéh shêmamáh.
hasta que el Eterno haya echado lejos a los hombres y sea grande el abandono
en medio de la tierra.
(13)
ְֲשר
֤ ֶ רְכאלָ֣הְוְ ַֽׁכא ֵ֗לֹוןְא
ַֽׁ וְעָ֥ ֹודְבּה֙ ְע ִ ֲָ֣ש ִר ֔יהְוְ ָ֖שבהְוְ ַֽׁהיְ ָ֣תהְלְבע
פ:תְבםְזֶ ָָֽ֥רעְקָֹ֖ דֶ שְמצב ַֽׁתּה
֔ ֶבְש ֵֶ֨לכֶת֙ ְמ ֶצָ֣ב
vê'ód baĥ 'asíriáh, vêshávah vêháiêtáh lêva'ér; káeláh vêjáalón ashér bêshaléjet
matzévet bám, zéra' qódesh matzavtáĥ.
25
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 6-7
Pero aunque quede en ella la décima parte, volverá a ser consumida como la
encina o el roble de los cuales, después de ser derribados, aún les queda el
tronco. Su tronco es la simiente santa.
27
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 7
–Pide para ti una señal de parte del Eterno tu Elohim; de abajo en el Sheol, o
de arriba en lo alto.
(12)
:ְו ָ֖י ֹאמֶ רְאחזְ ַֽׁל ֹא־אֶ ש ָ֥אלְוְ ַֽׁל ֹא־אֲנ ֶ ָ֖סהְאֶ ת־יהוַֽׁה
vaiómer ajáz; ló-eshál vêló-anaséh et-Adonai.
Por tanto, el mismo Señor os dará la señal: He aquí que la joven está preñada
y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Imanu-El.
(15)
:חֶ מ ָ֥אהְּודבָ֖שְי ֹאכלְלְדע ָ֛תֹוְמ ָ֥אֹוסְב ָ֖רעְּוב ָ֥חֹורְב ַֽׁטֹוב
jemáh udvásh iojél; lêda'tó maós bará' uvajór batóv.
28
7 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Él comerá leche cuajada y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo
bueno.
(16)
ְֲשר
ָ֣ ֶ ֤בְהאֲדמה֙ ְא
ַֽׁ ֹובְתעז
ַֽׁ כִָ֠ יְבְ ֵ֨ ֶט ֶרםְי ָ֥דעְהנָ֛ערְמאָֹ֥ סְב ָ֖רעְּובחָֹ֣ רְבט
:ץְמפְנָ֖יְשְנָ֥יְמְל ֶ ַֽׁכיה
ִ הְק
֔ א ָ֣ת
kí bêtérem iedá' haná'ar maós bará' uvajór batóv; té'azév háadamah ashér atáh
qátz, mipênéi shênéi mêlajéiha.
Entonces el Eterno hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu
padre, días como no los ha habido desde el día en que Efraín se separó de
Iehudá [Judá]; esto es, al rey de Asiria.
(18)
ְיְמצריִ ם
ִ ֲשרְבִ קצָ֖הְיְאֹ ָ֣ר
ָ֥ ֶ וְהיָ֣הְ׀ְביָ֣ ֹוםְה ֵ֗הּואְיִ ש ֤רֹ קְיהוה֙ ְלזְ ֔בּובְא
:ְֲשרְבְ ֶ ָ֥א ֶרץְא ַֽׁשּור
ָ֖ ֶ בֹורהְא
֔ ְוְ ֵ֨לד
vêhaiáh | baióm hahú ishróq Adonai lazêvúv, ashér biqtzéh iêoréi mitzráim;
vêládêvoráh, ashér bêéretz ashúr.
29
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 7
baióm hahú iêgaláj adonaí bêtá'ar hasêjiráh bê'evréi nahar bêmélej ashúr, et-
harósh vêsá'ar háragláim; vêgám et-hazaqán tispéh.
En aquel día, con navaja alquilada de más allá del Río, es decir, con el rey de
Asiria, el Señor rasurará la cabeza y el vello de las piernas, y quitará también
la barba.
(21)
:ֶה־אישְעֶגלָ֥תְב ָ֖קרְּושתי־ ַֽׁצ ֹאן
ָ֛ ִ וְהיָ֖הְביָ֣ ֹוםְההּואְיְחי
vêhaiáh baióm hahú; iêjaieh-ísh 'eglát baqár ushtei-tzón.
Acontecerá en aquel día que un hombre criará una vaca y dos ovejas.
(22)
ֹאכלְכְל־
֔ וְה ֵ֗יהְמ ָ֛רֹ בְע ֲָ֥שֹותְחלָ֖בְי ֹאכָ֣לְחֶ מאהְ ִ ַֽׁכי־חֶ מ ֤אהְּודבש֙ ְי
ס:נֹותרְבְ ֶ ָ֥ק ֶרבְה ַֽׁא ֶרץ
ָ֖ ה
vêhaiáh meróv 'asót jaláv iojál jemáh; kí-jemáh udvash iojél, kol-hanotár
bêqérev haáretz.
Acontecerá también en aquel día que el lugar donde había mil vides, que
valían mil siclos de plata, será para los espinos y para los cardos.
(24)
:תְתהְיֶ ָ֥הְכְל־ה ַֽׁא ֶרץ
ַֽׁ ִ ִבחִ ִ ָ֥ציםְּוב ֶ ָ֖קשֶ תְיָ֣בֹואְשמהְ ִ ַֽׁכי־ש ִ ָ֥מירְו ָ֖שי
bajitzím uvaqéshet iávo shámah; kí-shamír vasháit tíhêiéh jol-haáretz.
Con flechas y arco irán allá, pues toda la tierra será espinos y cardos.
(25)
ְֹואְשמהְיִ ר ָ֖אתְש ִ ָ֣מיר
֔ ֲשרְבמעדר֙ ְיעָ֣ד ֔רּוןְ ַֽׁל ֹא־ת ָ֣ב
֤ ֶ לְהה ִ ֵ֗ריםְא
ַֽׁ ֶ וְ ָ֣ ֹכ
פ:סְשה
ַֽׁ ֶ ָ֣חְשֹורְּול ִמר ָ֖מ
֔ ושיִ תְוְהיה֙ ְלְ ִמשל
vêjól héharím ashér bama'der ie'áderún, ló-tavó shámah, irát shamír vasháit;
vêhaiah lêmishláj shór, ulmirmás séh.
30
7-8 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Y en cuanto a todos los montes que eran labrados con la azada, no podrás ir
allá por temor de los espinos y de los cardos. Sólo servirán como lugar para
soltar los bueyes y para ser hollados por las ovejas.
Entonces me dijo el Eterno: 'Toma una tabla grande y escribe en ella con
punzón de hombre, tocante a Maher-salal-jas-baz.'
(2)
ְָ֖הּוְבָ֥ן
ֶ תְא ִּוריָ֣הְהכֹ ֔הןְוְאֶ ת־זְכרי
ַֽׁ יםְא
ַ֚ יםְנאֱמ ִנ
ַֽׁ ֶ וְא ִ ָ֣עידהְלִ֔ יְע ִ ָ֖ד
ס:יְ ֶ ַֽׁב ֶרכיַֽׁהּו
vêa'ídah lí, 'edím néemaním; ét úriáh hakohén, vêet-zêjariáhu bén iêvérejiáhu.
porque antes que el niño sepa decir 'mi papá' y 'mi mamá', la riqueza de
Damasco y el botín de Shomrón [Samaria] serán llevados ante el rey de
Asiria.'
31
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 8
(5)
:ְהוהְדבָ֥רְאלָ֛יְעָ֖ ֹודְלאמַֹֽׁ ר
֔ ו ָֹ֣יסֶ ףְי
vaiósef Adonai, dabér elái 'ód lemór.
'Por cuanto este pueblo desechó las aguas de Shiló [Silo]é, que corren
mansamente, y se alegró con Rezín y con el hijo de Remalías,
(7)
ְֲצּומים֙ ְוְהָ֣ר ִ֔בים
ִ רְהעַֽׁ ת־מיְהנ ֵ֗ה
ָ֣ ֶיהםְאֶ ֶ֜ ְ֩מ ֲע ֵֶ֨להְעֲל
ַֽׁ וְל ָ֡כןְהִ נָ֣הְאֲדֹ ני
יקיוְוְהלְָ֖ךְעל־ ֔ ִת־מלְֶךְא ָ֖שּורְוְאֶ ת־כְל־כְבֹודֹוְוְעלה֙ ְעל־כְל־אֲפ ָ֥ ֶ ֶא
:דֹותיו
ַֽׁ ְכְל־ג
vêlajén hinéh adonaí má'aléh 'aleihém et-méi hanahár há'atzumim vêhárabím,
et-mélej ashúr vêet-kol-kêvodó; vê'alah 'al-kol-afiqáv, vêhaláj 'al-kol-gêdotáv.
he aquí que por ello el Señor hace subir sobre ellos las impetuosas y
abundantes aguas del Río, es decir, al rey de Asiria con toda su gloria. Él se
desbordará por todos sus cauces y pasará sobre todas sus riberas.
(8)
ְ֤ףְביהּודה֙ ְש ָ֣טףְוְע ֔ברְעד־צּוָ֖ארְי ִגיעְוְהיה֙ ְמ ָֻ֣טֹותְכְנ ֔פיוְמְ ָ֥ל ֹא
ַֽׁ ִ וְחל
ס:נּוְאל
ַֽׁ ַֽׁרֹ חב־ארצְךָ֖ ְעִ ָ֥מ
vêjaláf bíhudah shatáf vê'avár, 'ad-tzavár iagí'a; vêhaiah mutót kênafáv, mêló
rójav-artzêjá 'imánu él.
Pasará por Iehudá [Judá] inundando y creciendo; llegará hasta el cuello. Con
sus alas extendidas llenará la amplitud de tu tierra. ¡Oh Emanuel!'
(9)
ְתּוְהתְאזְ ָ֖רּו
ַֽׁ ִ ֹ֔ינּוְכלְמֶ רחקי־א ֶרץְהִ תאזְ ָ֣רּוְוח
ֹ ָ֖ ֤רֹ עּוְע ִמים֙ ְוחֹ֔ תּוְוְ ַֽׁה ֲא ֔ ִז
:וחַֹֽׁ תּו
ró'u 'amim vajótu, vêháazínu, kól merjaqei-áretz; hitazêrú vajótu, hítêazêrú
vajótu.
32
8 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(10)
ס:נּוְאל
ַֽׁ ּוםְכיְעִ ָ֖מ
ָ֥ ִ עֻ ָ֥צּוְעצָ֖הְוְתֻ פרְדבְ ֤רּוְדבר֙ ְוְ ָ֣ל ֹאְי ֔ק
'útzu 'etzáh vêtufár; dabêrú davar vêló iaqúm, kí 'imánu él.
Pues así me ha hablado el Eterno con mano fuerte, y me ha instruido para que
no camine por el camino de este pueblo, diciendo:
(12)
ְת־מֹור ָ֥אֹו
ַֽׁ ֶֹאמרְהעָ֥םְהזֶ ָ֖הְקשֶ רְוְא
ָ֛ ּוןְקשֶ רְלְ ָּ֧ ֹכלְאֲשֶ ר־י
ֶ ֔ ַֽׁל ֹא־ת ֹאמ ָ֣ר
:אְתע ִ ֲַֽׁריצּו
ַֽׁ ֹ יר ָ֖אּוְוְ ָ֥ל
ְ ֹא־ת
ַֽׁ ִ ל
ló-tomrún qésher, lêjól asher-iomár ha'ám hazéh qásher; vêet-móraó lo-tírêú
vêló tá'arítzu.
"Y cuando os dicen: 'Consultad a los que evocan a los ""espíritus"" y a los
adivinos que susurran y murmuran al hablar', responded: '¿Acaso no
consultará un pueblo a su Elohim? ¿Consultará a los muertos a favor de los
vivos?"
(20)
:ֹוְשחר
ַֽׁ ֲָ֖שרְ ַֽׁאין־ל
ָ֥ ֶ הְאם־ ֤ל ֹאְ ַֽׁי ֹאמְרּו֙ ְכדבָ֣רְה ֶ֔זהְא
ִ תֹורהְוְלִ תעּוד
ָ֖ ְל
lêtoráh vêlit'udáh; im-ló iómêrú kadavár hazéh, ashér éin-ló shájar.
34
8-9 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(21)
ְהְכי־יִ ר ֶ֜עבְוְהִ תק ֵ֗צףְוְקִ לָּ֧לְבְמלכָ֛ ֹו
ַֽׁ ִ וְעָ֥ברְבָּ֖הְנִ ק ֶ ָ֣שהְוְרעבְוְה ֵ֨י
:ּובאֹלהָ֖יוְּופנָ֥הְלְ ַֽׁמעְלה
ַֽׁ
vê'ávar báĥ niqshéh vêra'év; vêhaiáh jí-ir'áv vêhitqatzáf vêqilél bêmalkó
uvéloháv ufanáh lêmá'êlah.
El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz. A los que habitaban en la
tierra de sombra de muerte, la luz les resplandeció.
(2)
ְהְשמְ ֤חּוְלְפ ֵֶ֨ניך֙ ְכְ ִשמחָ֣ת
ַֽׁ הִ ר ִ ָ֣ביתְהג֔ ֹויְלאְ(לָ֖ ֹו)ְהִ ג ָ֣דלתְה ִשמח
:ֲשרְי ִגָ֖ילּוְבְחלְ ָ֥קםְש ַֽׁלל
ָ֥ ֶ ירְכא
ַֽׁ בק ֔ ִצ
35
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 9
36
9 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(7)
:דבָ֛רְשלָ֥חְאֲדֹ נָ֖יְבְ ַֽׁיעֲקֹ בְוְנפָ֖לְבְיִ שר ַֽׁאל
davár shaláj adonái bêIá’aqóv; vênafál bêIsraél.
El Señor [Dios] envió una palabra a Iaaqov [Jacob], y ella cayó en Israel.
(8)
:יֹושבְשַֹֽׁ מְרֹוןְבְ ַֽׁגאֲוָ֛הְּוב ָ֥ ֹגדֶ לְלבָ֖בְלאמַֹֽׁ ר
ָ֣ ְוְ ַֽׁיָֽדְעּו֙ ְהעָ֣םְכ ֻ֔לֹוְאֶ פ ָ֖ריִ םְו
vêiádê'ú ha'ám kuló, efráim vêioshév shómêrón; bêgáaváh uvgódel leváv
lemór.
Todo el pueblo lo supo; Efraín y los habitantes de Shomrón [Samaria] que con
soberbia y altivez de corazón decían:
(9)
:ָ֖יםְנח ִ ֲַֽׁליף
ַֽׁ ִעּוְואֲרז
ַֽׁ הְשק ִ ָ֣מיםְג ֻ֔ד
ִ ֶלְב ִנָ֥יםְנפָ֖לּוְוְגזִ ָ֣יתְנִ בנ
lêvením nafálu vêgazít nivnéh; shiqmím gudá'u, váarazím nájalíf.
los sirios del oriente y los filisteos del occidente, que a boca llena devoran a
Israel. A pesar de todo esto, no ha cesado su furor, y su mano todavía está
extendida.
(12)
ס:ְֹא־שבְעד־המכהּוְוְאֶ ת־יהוָ֥הְצְב ָ֖אֹותְ ָ֥ל ֹאְד ַֽׁרשּו
ָ֖ וְהעָ֥םְל
vêha'ám lo-sháv 'ad-hamakéhu; vêet-Adonai tzêvaót ló daráshu.
37
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 9
(13)
:ְהְמיִ שר ֵ֗אלְ ָּ֧ר ֹאשְוְזנָ֛בְכִ פָ֥הְוְאג ָ֖מֹוןְיָ֥ ֹוםְאֶ ַֽׁחד
ִ הוֶ֜ ויכ ֵ֨רתְי
vaiajrét Adonai miIsraél rósh vêzanáv kipáh vêagmón íom ejád.
Los que guían a este pueblo lo hacen errar, y los que por ellos son guiados
están confundidos.
(16)
ְ ֙חּוריוְ ַֽׁל ֹא־יִ ש ָ֣מחְ׀ְאֲדֹ ֵ֗ניְוְאֶ ת־יְתֹ ֤מיוְוְאֶ ת־אל ְמנֹותיו
ֶ֜ ל־בַֽׁ ל־כןְע ֵ֨ ע
םְכיְכֻלֹו֙ ְח ָ֣נָֽףְּומ ֔רעְוְכְל־פֶ ָ֖הְדֹ בָ֣רְנְבלהְבְכְל־ז ֹאת֙ ְל ֹא־ ֤ ִ ָ֣ל ֹאְיְר ֔ח
:ָ֣שבְא ֔פֹוְוְעָ֖ ֹודְי ָ֥דֹוְנְטּויַֽׁה
'al-kén 'al-bájuráv ló-ismáj | adonái vêet-iêtomáv vêet-almênotav ló iêrajém, kí
juló janéf umerá', vêjol-péh dovér nêvaláh; bêjol-zot lo-sháv apó, vê'ód iadó
nêtuiáh.
38
9-10 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(18)
ְשְאיש
ָ֥ ִ ֶתְא
֔ בְעֶב ָ֛רתְיהוָ֥הְצְב ָ֖אֹותְנֶע ָ֣תםְא ֶרץְוי ִ ֤היְהעם֙ ְכְ ַֽׁמא ָ֣ ֲֹכל
:ְאֶ ל־א ִ ָ֖חיוְ ָ֥ל ֹאְיחמַֹֽׁ לּו
bê'evrát Adonai tzêvaót ne'tám áretz; vaihí ha'am kêmáajólet ésh, ísh el-ajív ló
iajmólu.
Cada uno devora a la derecha, pero tiene hambre; y come a la izquierda, pero
no se sacia. Cada cual devora la carne de su prójimo.
(20)
ְמְנ ֶ ָ֣שהְאֶ ת־אֶ פ ֵ֗ריִ םְוְאֶ פ ֵ֨ריִ ם֙ ְאֶ ת־מְנשֶ֔ הְיח ָ֥דוְהָ֖מהְעל־יְהּודה
ס:ֹא־שבְא ֔פֹוְוְעָ֖ ֹודְי ָ֥דֹוְנְטּויַֽׁה
ָ֣ בְכְל־ז ֹאת֙ ְל
mênashéh et-efráim vêefráim et-mênashéh, iajdáv hémah 'al-Iêhudáh; bêjol-
zot lo-sháv apó, vê'ód iadó nêtuiáh.
(2)
ְיְלהְי֤ ֹותְאלמנֹות֙ ְשְל ֔לם
ַֽׁ ִ לְמשפָ֖טְעֲנִ יָ֣יְע ִמ
ִ ֹותְמ ִדין֙ ְדלִ֔ יםְוְלִ ג ִֹ֕ז
ִ לְה ֤ט
:תֹומיםְיבַֹֽׁ זּו
ָ֖ ִ ְוְאֶ ת־י
39
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 10
lêhatót midin dalím, vêligzól mishpát 'aniéi 'amí; líhêíot almanot shêlalám,
vêet-iêtomím iavózu.
para apartar del juicio a los pobres, para privar de sus derechos a los afligidos
de mi pueblo, para hacer de las viudas su botín y para despojar a los
huérfanos!
(3)
ְל־מי֙ ְתנָ֣ ּוסּו
ִ הְממֶ רחָ֣קְתבֹואְע
ִ שֹוא
ָ֖ ּומה־תעֲשּו֙ ְלְיָ֣ ֹוםְפְקֻ ֔דהְּול ַֽׁ
:הְתעז ָ֖בּוְכְ ַֽׁבֹוד ֶ ַֽׁכם
ַֽׁ לְעֶז ֔רהְוְ ָ֥אנ
umáh-ta'asú lêíom pêqudáh, ulshoáh mimerjáq tavó; 'al-mí tanúsu lê'ezráh,
vêánah tá'azvú kêvódjém.
No queda más que agacharse entre los prisioneros y caer entre los muertos. A
pesar de todo esto, no ha cesado su furor, y su mano todavía está extendida.
(5)
:ה־הּואְבְי ָ֖דםְזע ִ ַֽׁמי
ָ֥ ֶּורְשבֶ טְא ִפיְּומט
ָ֣ ָ֥הֹויְא ָ֖ש
hói ashúr shévet apí; umateh-hú vêiadám za'mí.
Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el
monte Tzión [Sion] y en Ierushalaim [Jerusalén], castigará también el fruto
del corazón soberbio del rey de Asiria y la gloria de sus ojos altivos.
41
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 10
(13)
ְֹותיְוְא ִ ָ֣סירְ׀ְגְבּוֹלָ֣ תִ יְכיְנְבֻנ
ָ֣ ִ יתיְּובחְכְמ ִ ָ֖ת ִ ִ ָ֣כיְא ֵ֗מרְבְ ֤ ֹכחְי ִדי֙ ְע ֔ ִש
ְאביר
ָ֖ ִ אֹורידְכָ֥ ִ ְ)ְשֹוש ִתיְו
֔ ֙ע ִֵ֗מיםְועתידתיהםְ(וע ֲַֽׁתּודֹ תיהֶ ם
:יַֽׁ ֹוש ִ ַֽׁבים
kí amár bêjóaj iadí 'asíti, uvjojêmatí kí nêvunóti; vêasír | gêvulót 'amím
V'TIDTIHM (va'atúdoteihem) shoséti, vêoríd kabír íoshvím.
Mi mano halló como en un nido las riquezas de los pueblos; y como se juntan
los huevos abandonados, así junté yo a toda la tierra. No hubo quien moviese
un ala o abriese el pico para chirriar.'
(15)
ְֹוְאם־יִ תג ֤דלְהמשֹור֙ ְעל־מְנִ ֔יפֹו
ִ הֲיִ תפאר֙ ְהגר ֶ֔זןְעָ֖לְהחֹ צָ֣בְב
פ:ֹא־עץ
ַֽׁ ימיוְכְה ִ ָ֥ריםְמ ֶטָ֖הְל
֔ ָ֥יףְשבֶ ט֙ ְוְאֶ ת־מְ ִר
ֵ֨ כְה ִנ
haitpaer hagarzén, 'ál hajotzév bó; im-itgadél hamasor 'al-mênifó, kêhaníf
shévet vêet-mêrimáv, kêharím matéh lo-'étz.
¿Se jactará el hacha contra el que corta con ella? ¿Se ensoberbecerá la sierra
contra el que la maneja? ¡Como si el bastón manejase al que lo levanta!
¡Como si la vara levantase al que no es madera!
(16)
ְחְהאדֶ֜ ֹוןְיהוָּ֧הְצְב ָ֛אֹותְבְ ִמשמנָ֖יוְרזֹוןְוְ ָּ֧תחתְכְבֹ ָ֛דֹוְי ָ֥קדַֽׁ ָ֠לכןְיְש ֵ֨ל
:ְֹודְאש
ַֽׁ יְקָֹ֖ דְכִ ָ֥יק
lájen iêshaláj háadón Adonai tzêvaót bêmishmanáv razón; vêtájat kêvodó
ieqád iêqód kiqód ésh.
Por tanto, el Señor Elohim de los Ejércitos enviará enfermedad a sus robustos,
y debajo de su gloria encenderá una hoguera como fuego abrasador.
42
10 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(17)
ְהְּובע ֲֵ֗רהְוְ ַֽׁאכְלָ֛הְ ִש ָ֥יתֹו
ַֽׁ דֹושֹוְלְ ֶ ַֽׁלהב
ָ֖ ֤הְאֹור־יִ שראלְ֙לְ ֔אשְּוק ַֽׁ וְהי
:ּוש ִמ ָ֖ירֹוְבְיָ֥ ֹוםְאֶ ַֽׁחד
vêhaiáh ór-Israél lêésh, uqdoshó lêléhaváh; uvá'aráh vêájêláh shitó ushmiró
bêíom ejád.
La Luz de Israel será por fuego; y su Santo por llama que consume y devora
en un día sus cardos y sus espinos.
(18)
:ֹוְמנֶ ָ֥ ֶפשְוְעד־ב ָ֖שרְיְכלֶ הְוְהיָ֖הְכִ מסָֹ֥ סְנֹ ַֽׁסס
ִ ּוכ ֤בֹודְיערֹו֙ ְוְכר ִמ ֔ל
ujvód ia'ró vêjarmiló, minéfesh vê'ad-basár iêjaléh; vêhaiáh kimsós nosés.
Los árboles que queden en su bosque serán tan pocos que hasta un niño los
podrá contar.
(20)
ָ֣תְבית־ ַֽׁ יףְעֹודְשְ ֤ארְיִ שראלְּ֙ופליט ֶ֜ א־יֹוס
ִֵ֨ ֹ וְהיָ֣הְ׀ְביָ֣ ֹוםְה ֵ֗הּואְ ַֽׁל
:ְלְבא ֶ ֱַֽׁמתַֽׁ ֶ יעֲקֹ֔ בְלְהִ שעָ֖ןְעל־מכהּוְוְנִ ש ֵ֗עןְעל־יהוָ֛הְקְ ָ֥דֹושְיִ שר ָ֖א
vêhaiáh | baióm hahú ló-iosíf 'ód shêár Israél ufleitát béit-Ia’aqóv, lêhisha'én
'al-makéhu; vênish'án 'al-Adonai qêdósh Israél béemét.
43
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 10
kí im-ihiéh 'amêjá Israél kêjól haiám, shêár iashúv bó; kilaíon jarútz shotéf
tzêdaqáh.
Aunque tu pueblo, oh Israel, sea como la arena del mar, sólo un remanente
volverá. La destrucción está decidida, desbordando justicia.
(23)
פ:ְִ ָ֥כיְכלָ֖הְוְ ֶ ַֽׁנחֱרצהְאֲ דֹ נ֤יְיהוִ ה֙ ְצְב ֔אֹותְעֹ ֶ ָ֖שהְבְ ֶ ָ֥ק ֶרבְכְל־ה ַֽׁא ֶרץ
kí jaláh vênéjeratzáh; adonái IHVIH tzêvaót, 'oséh bêqérev kol-haáretz.
Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim de los Ejércitos: 'Pueblo mío,
habitante de Tzión [Sion], no temas a Asiria. Con vara te golpeará y contra ti
alzará su garrote, como en Egipto.
(25)
:יתם
ַֽׁ ִהְזעםְוְא ִ ָ֖פיְעל־תבל
֔ ָ֣טְמזערְוְכָ֣ל
ִ כִ י־עָ֖ ֹודְמְע
ki-'ód mê'át miz'ár; vêjálah zá'am, vêapí 'al-tavlitám.
Porque de aquí a muy poco tiempo se acabará mi ira, y mi furor será para su
destrucción.'
(26)
ְ ָ֥֙תְמדיָָֽ֖ןְבְ ָ֣צּורְעֹורבְּומ ֵ֨טהּו
ִ ְשֹוטְכְמכ֔ ֙עֹוררְע ֶ֜ליוְיהו֤הְצְבאֹות ֵ֨ ְו
:ְְךְמצ ַֽׁריִ ם
ִ על־ה ֔יםְּונש ָ֖אֹוְבְ ֶ ָ֥ד ֶר
vê'orér 'aláv Adonai tzêvaot shót, kêmakát midián bêtzúr 'orév; umatéhú 'al-
haiám, unsaó bêdérej mitzráim.
44
10 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Viene contra Ayat, pasa por Migrón, y en Micmas pasa revista a sus armas.
(29)
:ְהר ֔מהְגִ בעָ֥תְש ָ֖אּולְנַֽׁסה
ַֽׁ ֙נּוְחרְדה
ַֽׁ ַֽׁעבְרּו֙ ְמעב ֔רהְגֶ ָ֖בעְמלָ֣ ֹוןְל
'ávêrú ma'baráh, géva' malón lánu; járêdah háramáh, giv'át shaúl násah.
Pasa el vado y se aloja en Geba. Ramá tiembla; Gabaa de Shaúl [Saúl] huye.
(30)
:ַֽׁצה ִ ֲָ֥ליְקֹולְָ֖ךְבת־ג ִליםְהק ִ ָ֥שיבִ יְלָ֖ישהְעֲנִ יָ֥הְעֲנ ַֽׁתֹות
tzáhalí qoléj bat-galím; haqshívi láishah 'aniáh 'anatót.
Pero he aquí que el Señor Elohim de los Ejércitos desgajará el ramaje con
violencia; los de gran altura serán talados, y los altos serán abatidos.
(34)
ס:ףְסבְכָ֥יְהיָ֖ערְבברזֶ לְוְהלְבנָ֖ ֹוןְבְא ִ ָ֥דירְיִ ַֽׁפֹול
ַֽׁ ִ וְנִ ָ֛ק
45
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 10-11
Un retoño brotará del tronco de Isaí, y un vástago de sus raíces dará fruto.
(2)
ְהְרּוח
ָ֥ בּור
֔ הְרּוחְעצה֙ ְּוג
֤ הְרּוחְחְכ ָ֣מהְּובִ ֵ֗ינ
ָּ֧ וְנחָ֥הְעלָ֖יוְ ָ֣רּוחְיהו
:ְָ֖דעתְוְיִ ר ָ֥אתְיהוַֽׁה
vênajáh 'aláv rúaj Adonai; rúaj jojmáh uvináh rúaj 'etzah ugvuráh, rúaj dá'at
vêirát Adonai.
Él se deleitará en el temor del Eterno. No juzgará por lo que vean sus ojos, ni
arbitrará por lo que oigan sus oídos;
(4)
ְ ֙ה־א ֶרץ
ֶ ֵ֨ ישֹורְלְענוי־א ֶרץְוְ ִ ַֽׁהכ ָ֖ הֹוכיחְבְ ִמ
ָ֥ ִ ְוְשפ֤טְבְ ֵ֨ ֶצדֶ ק֙ ְדלִ֔ יםְו
:טְפיוְּוב ָ֥רּוחְשְפ ָ֖תיוְי ִ ָ֥מיתְר ַֽׁשע ִ ֔ ֶבְ ָ֣שב
vêshafát bêtzédeq dalím, vêhojíaj bêmishór lê'anvei-áretz; vêhíkah-éretz
bêshévet pív, uvrúaj sêfatáv iamít rashá'.
sino que juzgará con justicia a los pobres, y con equidad arbitrará a favor de
los afligidos de la tierra. Golpeará la tierra con la vara de su boca, y con el
aliento de sus labios dará muerte al impío.
(5)
:הְצָ֖דֶ קְאזָ֣ ֹורְמְתניוְוְ ַֽׁהאֱמּונָ֖הְאזָ֥ ֹורְחֲל ַֽׁציו
ֶ וְהָ֥י
46
11 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
La vaca y la osa pacerán, y sus crías se recostarán juntas. El león comerá paja
como el buey.
(8)
:עֹוניְג ָ֖מּולְי ָ֥דֹוְה ַֽׁדה
ִ ֔ אּורתְצִ פ
ָ֣ ְוְ ִ ַֽׁשע ֲָ֥שעְיֹונָ֖קְעל־חֻ ָ֣רְפתֶ ןְוְעלְ֙מ
vêshí'ashá' ionéq 'al-júr páten; vê'al mêurát tzif'oní, gamúl iadó hadáh.
47
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 11
Acontecerá en aquel día que las naciones buscarán a aquel que es la raíz de
Isaí y que estará en pie como una bandera para los pueblos, y su morada será
gloriosa.
(11)
ְיֹוסיףְאֲדֹ נ֤יְ׀ְשנִ ית֙ ְיד֔ ֹוְלִ קנָ֖ ֹותְאֶ ת־שְ ָ֣ארְעמֹו
ִֵ֨ ְוְהיָ֣הְ׀ְביָ֣ ֹוםְה ֵ֗הּוא
ְּושְּומעיל֤ם
ַֽׁ ֵֹ֗וסְּומכ
ִ םְּומפת ָ֣ר
ִ ִּורְּומ ִמצ ֶ֜רי
ִ ְ֩מא ֵ֨ש
ַֽׁ ֲשרְיִ שאר ָ֣ ֶ א
:ְתְּומ ִאיָ֖יְהיַֽׁם
ַֽׁ ְּומח ֲ֔מָ֣ ּ֙ומ ִשנער ִ
vêhaiáh | baióm hahú iosíf adonái | shenit iadó, liqnót et-shêár 'amó; ashér
ishaer méashúr umimitzráim umipatrós umikúsh umé'eilám umishin'ar
uméjamát, uméiéi haiám.
Entonces se disiparán los celos de Efraín, y los que hostilizan a Iehudá [Judá]
serán exterminados. Efraín no tendrá más celos de Iehudá [Judá], ni Iehudá
[Judá] hostilizará a Efraín.
(14)
ְ ֙י־קדֶ םְא ֱ֤דֹוםְּומֹואב
ֶ וְע ֵ֨פּוְבְכ ֤תףְפְלִ ש ִתים֙ ְ֔ימהְיח ָ֖דוְיבָֹ֣ זּוְאֶ ת־בְנ
:ֹוןְמשמע ַֽׁתם ִ ִמשלָ֣ ֹוחְי ֔דםְּובנָ֥יְע ָ֖מ
vê'afú vêjatéf pêlishtim iámah, iajdáv iavózu et-bênei-qédem; edóm umoav
mishlóaj iadám, uvnéi 'amón mishma'tám.
48
11-12 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, y juntos tomarán botín
de los hijos de Kedem. Edom y Moab estarán bajo su sujeción, y los hijos de
Amón les obedecerán.
(15)
ְם־מצ ֔ריִ םְוְה ִנָ֥יףְי ָ֛דֹוְעל־הנהָ֖רְבעיָ֣םִ הְאתְלְ ָ֣שֹוןְיַ֚ הו ֵ֗ וְ ֶ ַֽׁהח ִ ֱָ֣ריםְי
:ְרּוחֹוְוְהִ ֵ֨כהּו֙ ְלְ ִשבעָ֣הְנְחלִ֔ יםְוְהִ ד ִ ָ֖ריְךְבנְע ִ ַֽׁלים
vêhéjerím Adonai ét lêshón iam-mitzráim, vêheníf iadó 'al-hanahár ba'iám
rujó; vêhikáhú lêshiv'áh nêjalím, vêhidríj banê'alím.
En aquel día dirás: '¡Te doy gracias, oh Eterno! Aunque te enojaste contra mí,
tu ira se apartó, y me has consolado.
(2)
הוהְוַָֽֽׁיהִ י־
֔ דְכי־עְזִ ֤יְוְזִמרת֙ ְיָּ֣הְי
ַֽׁ ִ הְאלְיְ ַֽׁשּוע ִ ָ֛תיְאֶ ב ָ֖טחְוְ ָ֣ל ֹאְאֶ פח
ָּ֧ הִ ֵ֨נ
:ְישּועהַֽׁ יְל ַֽׁ ִ ִ ָ֖ל
hinéh él iêshú'atí evtáj vêló efjád; kí-'ozí vêzimrat iáĥ Adonai, váihi-lí
líshu'áh.
49
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 12-13
50
13 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
El Eterno y los instrumentos de su ira vienen de una tierra lejana, del extremo
de los cielos, para destruir toda la tierra.
(6)
:ְדְמש ָ֥דיְי ַֽׁבֹוא
ִ ָֹ֖ילּוְכיְק ָ֖רֹובְיָ֣ ֹוםְיהוהְכְש
ָ֥ ִ ִִ֕היל
heilílu kí qaróv íom Adonai; kêshód mishadái iavó.
Lamentad, porque cercano está el día del Eterno; vendrá como destrucción de
parte del Todopoderoso.
(7)
:םְתרפֶ ינהְוְכְל־לְבָ֥בְאֱנָ֖ ֹושְיִ ַֽׁמס
ִ ִעל־כָ֖ןְכְל־י ָ֣די
'al-kén kol-iadáim tirpéinah; vêjol-lêváv enósh imás.
Por tanto, todas las manos se debilitarán, y todo corazón humano desfallecerá.
(8)
ְ ּ֙וןְאישְאֶ ל־ר ֵ֨עהּו
֤ ִ יםְוחֲבלִ ים֙ ְ ַֽׁי ֹאחז֔ ּוןְכיַֽׁ ֹול ָ֖דהְיְחִ יל
ַֽׁ וְַֽׁנִ ב ָ֓הלּוְ׀ְצִ ִ ֤יר
:יהם ַֽׁ ֶ יִ ת ֔מהּוְפְנָ֥יְלְה ִ ָ֖ביםְפְנ
vênivhálu | tzirím vájavalim iójezún, kaióledáh iêjilún; ísh el-re'éhú itmáhu,
pênéi lêhavím pêneihém.
51
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 13
(9)
ְהְוח ֲָ֣רֹוןְאףְל ֤שּוםְה ֵ֨א ֶרץ֙ ְלְש ֔מה
ַֽׁ הִ נ֤הְיֹום־יהוה֙ ְ֔באְאכז ִ ָ֥ריְוְעֶב ָ֖ר
:ְידְמ ֶ ַֽׁמנה
ִ וְחט ֶ ָ֖איהְיש ִ ָ֥מ
hinéh iom-Adonai bá, ajzarí vê'evráh vájarón áf; lasúm haáretz lêshamáh,
vêjataéiha iashmíd miménah.
'Castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad. Haré que
cese la arrogancia de los soberbios, y humillaré la altivez de los tiranos.
(12)
:םְאֹופיר
ַֽׁ ִ ֶםְמכֶ ָ֥ת
ִ ֹושְמפזְוְא ָ֖ד
ִ ָ֖אֹוקירְאֱנ
ָ֥ ִ
oqír enósh mipáz; vêadám mikétem ofír.
Haré al ser humano más preciado que el oro fino, y al hombre más que el oro
de Ofir.
(13)
ְץְממְקֹומּהְבְעֶברת֙ ְיהוָ֣ה
ִ על־כן֙ ְש ָ֣מיִ םְאר ִ֔גיזְוְ ִתרעָ֥שְה ָ֖א ֶר
:ְצְב ֔אֹותְּוביָ֖ ֹוםְח ֲָ֥רֹוןְא ַֽׁפֹו
'al-ken shamáim argíz, vêtir'ásh haáretz mimêqomáĥ; bê'evrat Adonai tzêvaót,
uvíom jarón apó.
Por eso haré estremecer los cielos, y la tierra será removida de su lugar, a
causa de la indignación del Eterno de los Ejércitos en el día de su ardiente ira.
52
13 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(14)
ץְאישְאֶ ל־עמֹו֙ ְיִ פנ֔ ּוְוְ ִ ָ֥אישְאֶ ל־
֤ ִ וְהיה֙ ְכִ צ ִ ָ֣ביְמ ֻ֔דחְּוכ ָ֖צ ֹאןְוְ ָ֣איןְמְקב
:אר ָ֖צֹוְינַֽׁ ּוסּו
vêhaiah kitzví mudáj, ujtzón vêéin mêqabétz; ísh el-'amó ifnú, vêísh el-artzó
ianúsu.
'Como gacela acosada y como rebaño que no tiene quien lo junte, cada cual
mirará hacia su propio pueblo, y cada cual huirá a su propio país.
(15)
:כְל־הנִ מצָ֖אְיִ דקרְוְכְל־הנִ ספֶ ָ֖הְיִ ָ֥פֹולְבֶ ַֽׁח ֶרב
kol-hanimtzá idaqér; vêjol-hanispéh ipól bejárev.
Todo el que sea hallado será atravesado, y todo el que sea tomado caerá a
espada.
(16)
ְיהָ֖םְתשגלנה
ֶ יהםְּונש
ֶ ֔ ְבת
ַֽׁ ֙יהםְיִ ֵ֨שסּו
ֶ יהָ֥םְיְרֻ טְ ָ֖שּוְלְ ַֽׁעינ
ֶ וְ ַֽׁ ֹעלְל
:)(תש ַֽׁכבְנהִ
vê'ólêleihém iêrutêshú lê'éineihém; ishású báteihém, unsheihém TSGLNH
(tishajávênah).
Sus niños serán estrellados ante sus ojos; sus casas serán saqueadas, y sus
mujeres violadas.
(17)
ְיהָ֖םְאֶ ת־מדיְאֲשֶ ר־ ֵֶ֨כסֶ ף֙ ְ ָ֣ל ֹאְיחשֹ֔ בּוְוְזהָ֖בְ ָ֥ל ֹא
ֶ הִ נְ ִנָ֛יְמ ִ ָ֥עירְעֲל
:צּו־בֹו
ַֽׁ ְיחפ
hinêní me'ír 'aleihém et-madái; asher-késef ló iajshóvu, vêzaháv ló iajpêtzu-
vó.
'He aquí que yo incito contra ellos a los medos, que no estiman la plata ni
desean el oro.
(18)
י־בטֶ ן֙ ְ ָ֣ל ֹאְיְר ֔חמּוְעל־ב ִנָ֖יםְ ַֽׁל ֹא־
ֶ ֵ֨ ּוקש ָ֖תֹותְנְע ִ ָ֣ריםְתְרטשנהְּופ ִר
:ת ָ֥חּוסְעינַֽׁם
uqshatót nê'arím têratáshnah; ufri-véten ló iêrajému, 'al-baním ló-tajús
'einám.
Sus arcos desbaratarán a los jóvenes; no tendrán misericordia del fruto del
vientre, ni sus ojos tendrán lástima de los hijos.
53
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 13-14
(19)
ְֱֹלהים
ִ֔ ֹותְתפ ֶ ָ֖א ֶרתְגְ ָ֣אֹוןְכש ִדיםְכְמהפכָ֣תְא
ִ ֔וְ ַֽׁהיְ ֤תהְבבֶ לְ֙צְ ִ ָ֣ביְממלכ
:ְאֶ ת־סְדָֹ֖ םְוְאֶ ת־עֲמֹ ַֽׁרה
vêháiêtáh vavel tzêví mamlajót, tiféret gêón kasdím; kêmahpeját elohím, et-
sêdóm vêet-'amoráh.
Pero allí se recostarán las fieras del desierto, y sus casas se llenarán de búhos.
Allí habitarán los avestruces, y allí danzarán los chivos salvajes.
(22)
֔ ְ֤הְאיִ ים֙ ְבְאלמ
ְנֹותיוְוְת ִנָ֖יםְבְהָ֣יכליְעֹ נֶגְוְק ֤רֹובְלבֹוא֙ ְעִ ֔תּה ִ וְענ
:וְי ֶ ָ֖מיהְ ָ֥ל ֹאְיִ מ ַֽׁשכּו
vê'anáh iím bêalmênotáv, vêtaním bêhéijlei 'óneg; vêqaróv lavo 'itáĥ,
vêiaméiha ló imashéju.
En sus palacios aullarán las hienas, y los chacales en las lujosas mansiones. Su
tiempo está cercano para llegar, y sus días no se prolongarán.'
54
14 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Los pueblos los tomarán y los llevarán a su lugar, y la casa de Israel tomará
posesión de ellos en la tierra del Eterno, como siervos y criadas. Así tomarán
cautivos a los que los habían tomado cautivos, y se enseñorearán de sus
opresores.
(3)
ְן־העֲבֹ ָ֥דהְהק ָ֖שה
ַֽׁ ָֽךְּומ
ִ ְֶּומרְ ְגז
ַֽׁ ִ ְָ֖מעְצְבְך
ַֽׁ וְה ֵ֗יהְבְיֵ֨ ֹוםְה ִנ֤יחְיהוה֙ ְלְ ֔ך
:ְד־בְך
ַֽׁ ֲשרְעֻב ָ֥ ֶ א
vêhaiáh bêíom haníaj Adonai lêjá, mé'otzêbêjá umírogêzéja; umin-há'avodáh
haqasháh ashér 'ubad-báj.
55
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 14
(6)
ְְגֹויםְמֻר ָ֖דףְבְ ִ ָ֥לי
ִ֔ ֙מכֶ ֤הְע ִמים֙ ְבְעֶב ֔רהְמכָ֖תְבִ ל ִ ָ֣תיְסרהְרֹ ֶ ֤דהְבאף
:ח ַֽׁשְך
makéh 'amim bê'evráh, makát biltí saráh; rodéh vaaf goím, murdáf bêlí jasáj.
que con indignación golpeaba sin tregua a los pueblos y se enseñoreaba de las
naciones con furor, persiguiéndolas sin contenerse.
(7)
:ּוְרנַֽׁה
ִ ץְפצְ ָ֖ח
ַֽׁ הְשקְ ָ֖טהְכְל־הא ֶר
ַֽׁ נָ֥ח
nájah sháqêtáh kol-haáretz; pátzêjú rináh.
Aun los cipreses y los cedros del Líbano se alegraron a causa de ti, diciendo:
'Desde que tú pereciste, no ha subido contra nosotros el talador.'
(9)
ְרפ ִאים֙ ְכְל־
ְ ֤ךְעֹוררְלְך
ֵ֨ אתְבֹוא
ֶ תְרגְזָ֥הְלְךָ֖ ְלִ ק ָ֣ר
ַֽׁ ֹולְמ ָ֛תח
ִ שְ ֵ֗א
:ָ֥יְגֹוים
ַֽׁ ִ םְכלְמלכ
ֹ ָ֖ אֹות֔ ְמכִ ס ִ ֙יְא ֶרץְהקִ ים֔ ע ָ֣תּוד
shêól mitájat rágêzáh lêjá liqrát boéja; 'orér lêjá rêfaim kol-'atúdei áretz,
heqim mikisotám, kól maljéi goím.
'El Sheol abajo se estremeció a causa de ti, y despertó a los muertos, para que
en tu venida fueran a tu encuentro. Hizo levantar de sus tronos a todos los
caudillos de la tierra, a todos los reyes de las naciones.
(10)
:ָ֣םְיעֲנ֔ ּוְוְ ַֽׁי ֹאמְ ָ֖רּוְאלֶ יךְגם־א ָ֛תהְחֻלָ֥יתְכ ָ֖מֹונּוְאלָ֥ינּוְנִ מ ַֽׁשלְת
ַֽׁ כֻל
kulám iá'anú, vêiómêrú eléja; gam-atáh juléita jamónu eléinu nimshálêta.
56
14 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
hurád shêól gêonéja hemiát nêvaléja; tajtéjá iutzá' rimáh, umjaséja tóle'áh.
'Tu ostentación y el sonido de tus liras han sido derribados hasta el Sheol. Los
gusanos serán tu cama debajo de ti, y las larvas tus cobertores.
(12)
:ל־גֹוים
ַֽׁ ִ ְמש ָ֖מיִ םְהילָ֣לְבֶ ן־שחרְנִ ג ָ֣דעתְל ֔א ֶרץְחֹולָ֖שְע
ִ ָ֛איְךְ נפָ֥לת
éij nafálta mishamáim heilél ben-shájar; nigdá'ta laáretz, jolésh 'al-goím.
¡Cómo has caído del cielo, oh lucero, hijo de la mañana! Has sido derribado al
suelo, tú que debilitabas a las naciones.
(13)
ְי־אלְא ִ ָ֣רים
ָ֖ הְמ ָ֥מעלְלְכַֽׁ ֹוכב
ִ םְא ֱע ֶ֔ל ַֽׁ ֶ ִוְא ֞תהְא ֤מרת ִ ְַֽׁבלְבְבך֙ ְהש ָ֣מי
:כִ ס ִאיְוְא ָ֥שבְבְהר־מֹועָ֖דְבְירכְ ָ֥תיְצ ַֽׁפֹון
vêatáh amárta vílêvovjá hashamáim é'eléh, mimá'al lêjójvei-él arím kisí;
vêeshév bêhar-mo'éd bêiarkêtéi tzafón.
57
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 14
que convirtió el mundo en un desierto, que destruía sus ciudades y que a sus
prisioneros nunca les abrió la cárcel?'
(18)
:ֹודְאישְבְב ַֽׁיתֹו
ָ֥ ִ ָ֥יְגֹויָ֖םְכֻלםְ ַֽׁשכְ ָ֥בּוְבְכ ָ֖ב
ִ כְל־מלכ
kol-maljéi goím kulám; shájêvú vêjavód ísh bêveitó.
'Todos los reyes de las naciones, todos ellos yacen con honra, cada uno en su
morada.
(19)
ְוְא ֞תהְהשל֤כת ִ ְַֽׁמקִ ב ְרך֙ ְכְנָ֣צֶ רְנִ ת ֔עבְלְבֻ ָ֥שְהֲרֻ ִגָ֖יםְמְטָֹ֣ עֲניְח ֶרב
:ֶרְמּובס
ַֽׁ י־בֹורְכְפֶ ָ֥ ג
ָ֖ יַֽׁ ֹור ָ֥דיְאֶ ל־אבנ
vêatáh hashlájta míqivrêjá kênétzer nit'áv, lêvúsh harugím mêtó'anei járev;
íordéi el-avnei-vór kêféger muvás.
Pero tú has sido echado de tu sepulcro como vástago abominable, como ropa
de muertos atravesados a espada, los cuales han descendido a las losas de la
fosa como cadáver pisoteado.
(20)
ְְשחָ֖תְעמְךָ֣ ְהרגתְ ַֽׁל ֹא־יִ ק ָ֥רא
ִ ָ֥הְכי־ארצְך
ַֽׁ ִ בּור
֔ ֤דְאתם֙ ְבִ ק ִ ַֽׁל ֹא־תח
:ְלְעֹולָ֖םְזֶ ָָֽ֥רעְמְר ִ ַֽׁעים
ló-tejád itam biqvuráh, kí-artzêjá shijáta 'amêjá harágta; ló-iqaré lê'olám zéra'
mêre'ím.
vêqamtí 'aleihém, nêúm Adonai tzêvaót; vêhijratí lêvavél shém ushár vênín
vanéjed nêum-Adonai.
'Entonces yo me levantaré contra ellos, dice el Eterno de los Ejércitos, y raeré
de Babilonia el nombre y los sobrevivientes, los descendientes y la
posterioridad, dice el Eterno.
(23)
ְיהְבְמטא ֲָ֣טאְהש ֔מד
֙ את
ִ ֵ֨ מֹורשְקִ ָ֖ ֹפדְוְאגמי־מיִ םְוְ ַֽׁטאט
ָ֥ ְוְשמ ִ ָ֛תיהְל
ס:ְנְאֻ ָ֖םְיהוָ֥הְצְב ַֽׁאֹות
vêsamtíha lêmorásh qipód vêagmei-máim; vêtétetíhá bêmataté hashméd,
nêúm Adonai tzêvaót.
La convertiré en posesión de erizos y en pantanos. La barreré con la escoba de
la destrucción'', dice el Eterno de los Ejércitos.
(24)
ְיתי֙ ְכָ֣ןְה ֔יתה
ִ רְד ִֵ֨מ
ִ ֲש
֤ ֶ אְכא
ַֽׁ ֹ רְאם־ ֞ל
ִ ֹנִ שבָ֛עְיהוָ֥הְצְב ָ֖אֹותְלאמ
:ְיְהיאְת ַֽׁקּום
ָ֥ ִ ֲשרְיעָ֖צ ִת
ָ֥ ֶ וְ ַֽׁכא
nishbá' Adonai tzêvaót lemór; im-ló káashér dimítí kén haiátah, vêjáashér
ia'átzti hí taqúm.
El Eterno de los Ejércitos ha jurado diciendo: 'Ciertamente será como lo he
pensado, y se realizará como lo he decidido,
(25)
ְרְמעֲליהֶ ם֙ ְע ֻ֔לֹוְוְ ֵֻ֨סבְ ֔לֹו
ַֽׁ ֲבּוסנּוְוְ ֤ס
ֶ לִ שבֹ֤ רְאשּור֙ ְבְאר ֔ ִציְוְעל־ה ָ֖ריְא
:ָ֥לְשכ ָ֖מֹוְי ַֽׁסּור
ִ מע
lishbór ashur bêartzí, vê'al-harái avusénu; vêsár mé'aleihem 'uló, vêsúboló,
me'ál shijmó iasúr.
para quebrantar al asirio en mi tierra; sobre mis montes lo pisotearé. Entonces
se quitará de ellos su yugo, y será quitada de sus hombros su carga.'
(26)
אתְהעצָ֥הְהיְעּוצָ֖הְעל־כְל־הא ֶרץְוְ ָ֛ז ֹאתְהיָ֥דְהנְטּויָ֖הְעל־כְל־
ַֽׁ ֹ ָ֛ז
:גֹוים
ַֽׁ ִ ה
zót há'etzáh haiê'utzáh 'al-kol-haáretz; vêzót haiád hanêtuiáh 'al-kol-hagoím.
Éste es el plan que está decidido contra toda la tierra; ésta es la mano
extendida contra todas las naciones.
(27)
פ:ְיבנה
ַֽׁ ֶ ָ֖הְּומיְיְ ִש
ָ֥ ִ ָ֖ץְּומיְיפרְוְי ָ֥דֹוְהנְטּוי
ָ֣ ִ ִ ַֽׁכי־יהוָּ֧הְצְב ָ֛אֹותְיע
kí-Adonai tzêvaót ia'átz umí iafér; vêiadó hanêtuiáh umí iêshivénah.
59
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 14
60
15 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
La hija de Dibón ha subido a los lugares altos para llorar. Moab gime por
Nebo y por Medeba. Toda cabeza ha sido rapada, y toda barba rasurada.
(3)
:גֹותיהְּובִ רחַֹֽׁ בֹ ֶ ָ֛תיהְכֻלָ֥ הְיְי ִ ָ֖לילְיֹ ָ֥רדְב ֶ ַֽׁבכִ י
ָּ֧ ֶ בְ ַֽׁחּוצֹ ָ֖תיוְחָ֣גרּוְשקְעָ֣לְג
bêjútzotáv jágru sáq; 'ál gagotéiha uvirjóvotéiha kulóh iêielíl ioréd babéji.
Claman Hesbón y Eleale; hasta Iahatz se oye su voz. Por eso gritan los
hombres armados de Moab; el alma de cada uno desmaya.
(5)
ְיְ׀ְמעֲלָ֣ה
ַֽׁ יחהְעד־צָֹ֖ ערְעֶ גלָ֣תְשְ ִ ַֽׁל ִשיהְ ִ ָ֣כ ֶ ִ֕ מֹואבְיִ ז ֔עקְבְ ִר
ָ֣ ְלִ בִ י֙ ְל
:ת־שבֶ רְיְעֹ ַֽׁערּו
ָ֖ ֶ םְזעֲק ַֽׁ ְִךְחֹורֹ ֔ני
ַֽׁ יְד ֶר
ָ֣ ֶ ֹוְכ
ִ ַ֚ ֶה־ב֔ לּוחיתְבִ בכִ י֙ ְַֽׁי ֲעל
ִֵ֗ ה
libí lêmoáv iz'áq, bêrijéha 'ad-tzó'ar 'eglát shêlíshiáh; kí | má'aléh halujít bivjí
iá'aleh-bó, kí dérej jóronáim, zá'aqat-shéver iê'o'éru.
61
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 15-16
'Mi corazón da gritos por Moab. Sus fugitivos se extienden hasta Zoar, hasta
Eglat-selisiyá. Por la cuesta de Lujit suben con llanto; por el camino de
Horonaim levantan clamor de quebranto.
(6)
ְהְדשֶ אְיֶ ָ֖ ֶָֽרקְ ָ֥ל ֹא
ֶ ֔ ּוְכי־יב֤שְחצִ יר֙ ְכָ֣ל
ַֽׁ ִ ֹותְיהי
ַֽׁ ִ י־מיְנִ מ ִ ָ֖ריםְמְש ָ֣מ
ָ֥ ִכ
:ְהיַֽׁה
ki-méi nimrím mêshamót íhíu; kí-iavésh jatzir kálah déshe, iéreq ló haiáh.
Por eso, las riquezas que han adquirido y las que han almacenado, las llevan al
torrente de los sauces.
(8)
ְִ ַֽׁכי־הִ ִ ָ֥קיפהְהזְע ָ֖קהְאֶ ת־גְ ָ֣בּולְמֹואבְעד־אֶ ג ֵ֨ליִ ם֙ ְיִ לְל ֔תּהְּוב ָ֥אר
:יליםְיִ לְל ַֽׁתּה
ָ֖ ִ א
kí-hiqífah hazê'aqáh et-gêvúl moáv; 'ad-egláim ilêlatáĥ, uvér eilím ilêlatáĥ.
Ciertamente las aguas de Dibón se llenan de sangre; pero yo aún traeré sobre
Dibón otras cosas: leones contra los fugitivos de Moab, y contra los
sobrevivientes de la tierra.
62
16 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Y sucederá que las hijas de Moab serán como pájaros espantados, o como
nidada dispersa, en los vados del Arnón.
(3)
ְֹוְךְצהְריִ ם
ַֽׁ יתיְכלָ֛יִ לְצִ לְָ֖ךְבְ ָ֣ת
ִ הְש
ָּ֧ ִ יאי)ְעצה֙ ְע ֲָ֣שּוְפְלִ ֔יל ִ הביאוְ(ה ִ ֤ב
:סתְ ִרי֙ ְנִ ד ִ֔חיםְנֹ ָ֖דדְאל־תְג ִ ַֽׁלי
HVIV (havíi) 'etzah 'asú fêliláh, shíti jaláil tziléj bêtój tzáhoráim; satêrí
nidajím, nodéd al-têgalí.
'Dad consejo; tomad decisión. Haz tu sombra como noche, en pleno mediodía.
Esconde a los desterrados; no entregues a los que andan errantes.
(4)
ְ ֙דְכי־אפ֤סְהמץ
ַֽׁ ִ ָ֖מֹוְמ ְפנָ֣יְשֹוד
ִ י־סתֶ רְל ָ֥ ִיְמֹואבְהֱו
ָ֛ יג֤ ּורּוְבְך֙ ְנִ ד ֔ח
ס:סְמן־ה ַֽׁא ֶרץ
ִ דְתמּוְרֹ ָ֖מָ֥ ֹ֔כָ֣להְש
iagúru vaj nidajái, moáv hevi-séter lámo mipênéi shodéd; kí-afés hametz
kálah shód, támu romés min-haáretz.
63
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 16
(7)
ְישיְקִ יר־ח ֶ ֲָ֛רשֶ תְתֶ הגָ֖ ּו
ָּ֧ ילְלא ֲִש
ַֽׁ מֹואבְכֻלָ֣ הְיְי ִל
ָ֖ ְילְמֹואבְל
ָ֛ ל ֵ֗כןְיְי ִ ָ֥ל
:אְך־נְכ ִ ַֽׁאים
lajén iêielíl moáv lêmoáv kulóh iêielíl; láashishéi qir-jaréset tehgú aj-nêjaím.
Por tanto, Moab lamentará; todo Moab lamentará. Por las tortas de pasas de
Quir-jaréset, gemid abatidos en gran manera.
(8)
ְרּוקיה
ֶ ֔ ְְהלְ ָ֣מּוְש
ַֽׁ ֙הְבעֲל֤יְגֹויִ ם
ַֽׁ ֶןְשב ֵ֗מ
ִ ִ ָ֣כיְשדמֹותְ֩חֶ ש ֵ֨בֹוןְאֻמ ֶ֜ללְגֶ ָ֣ פ
:ָ֣חֹותיהְנִ טְ ָ֖שּוְעָ֥ברּוְיַֽׁם
ֶ ֔ ֻעּוְמדברְשְל ִ ָ֖עּוְת
ָ֣ עד־יעזָ֥רְנג
kí shadmot jeshbón umlál géfen sivmáh bá'aléi goim hálêmú sêruqéiha, 'ad-
ia'zér nagá'u tá'u midbár; shêlújotéiha, nitêshú 'ávru iám.
Por eso lloraré amargamente por Jazer y por la viña de Sibma. Te regaré con
mis lágrimas, oh Hesbón y Eleale, porque sobre tus frutos de verano y sobre tu
siega ha caído el grito de guerra.
(10)
ְעְייִ ן
ֵ֗ ְ֙מן־הכר ֔ ֶמלְּובכְר ִ ָ֥מיםְ ַֽׁל ֹא־יְרֻ ָ֖נָֽןְ ָ֣ל ֹאְיְרֹ ע ִ ףְשמח֤הְוגִ יל ִ וְ ֶ ַֽׁנא ֱֵ֨ס
:ידדְהִ ש ַֽׁב ִתי
ָ֥ ביק ִ ָ֛ביםְ ַֽׁל ֹא־יִ ד ָ֥רֹ ְךְהדֹ ָ֖רְךְה
vênéesáf simjáh vagil min-hakarmél, uvakêramím ló-iêrunán ló iêro'á'; iáin
baiqavím ló-idrój hadoréj heidád hishbáti.
Por tanto, mis entrañas gimen como un arpa por Moab; y mi interior, por
Quir-jaréset.
64
16-17 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(12)
ְל־מקד ָ֛שֹו
ִ ֶהְמֹואבְעל־הבמהְּובָּ֧אְא
ָ֖ הְכי־נִ ל ָ֥אַֽׁ ִ ָּ֧הְכי־נִ ר ָ֛א
ַֽׁ ִ וְ הי
ס:אְיּוכל
ַֽׁ ֹ לְהִ תפלָ֖לְוְ ָ֥ל
vêhaiáh jí-niráh kí-niláh moáv 'al-habamáh; uvá el-miqdashó lêhitpalél vêló
iujál.
Y sucederá que cuando Moab aparezca exhausto sobre el lugar alto y cuando
entre a su santuario a orar, de nada le servirá.
(13)
:ְל־מֹואבְמ ַֽׁאז
ָ֖ ֶרְד ֶבָּ֧רְיהוָ֛הְא
ִ ֵֶ֨זֶ ָ֣הְהד ֵ֗ברְאֲש
zéh hadavár ashér dibér Adonai el-moáv meáz.
Pero ahora el Eterno ha hablado diciendo: 'Dentro de tres años, como años de
jornalero, será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud. Los
sobrevivientes serán pocos, pequeños y sin fuerzas.'
Profecía acerca de Damasco: 'He aquí que Damasco ha dejado de ser ciudad y
será un montón de ruinas.
(2)
:יןְמח ִ ֲַֽׁריד
ַֽׁ יםְתהְ ֶ֔יינהְוְ ַֽׁר ְב ָ֖צּוְוְ ָ֥א
ַֽׁ ִ רְלעֲד ִ ָ֣ר
ַֽׁ ֲעז ָֻ֖בֹותְע ָ֣ריְעֲרֹ ע
'azuvót 'aréi 'aro'ér; lá'adarím tíhêiéinah, vêrávêtzú vêéin májaríd.
Las ciudades de Aroer están abandonadas y serán para los rebaños; allí se
recuestan, y no hay quien los espante.
(3)
ְָ֥הְמד ֶ ָ֖משֶ קְּוש ָ֣ארְאֲרםְכִ כ ֤בֹוד
ִ ְמאֶ פ ֔ריִ םְּוממלכ ַֽׁ ֤֙תְמבצר ִ וְנִ שב
פ:ְבְנַֽׁי־יִ שראל ִ ְַֽׁ֙יהי֔ ּוְנְאֻ ָ֖םְיהוָ֥הְצְב ַֽׁאֹות
65
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 17
Será como cuando el segador recoge la mies y con su brazo siega las espigas.
Será como el que recoge espigas en el valle de Refaím.
(6)
ְֹלשהְגרגְ ִ ָ֖ריםְבְ ָ֣ר ֹאשְא ִמיר
ָ֛ ְףְזיִ תְשְ ָּ֧נָֽיִ םְש ֔ ֶר־בֹוְעַֽׁ ֹולֹלת֙ ְכְ ָ֣ ֹנק
֤ וְנִ שא
:ְְפ ִר ֔יהְנְאֻם־יהוָ֖הְאֱֹלהָ֥יְיִ שר ַֽׁאל ֹ ַֽׁ יה
֙ ארבעָ֣הְח ֲִמ ֵ֗שהְבִ סעִ ֵֶ֨פ
vênishar-bó 'ólelot kênóqef záit, shênáim shêlosháh gargêrím bêrósh amír;
arba'áh jamisháh bis'iféihá póriáh, nêum-Adonai elohéi Israél.
No mirará los altares que hicieron sus manos; no mirará lo que hicieron sus
dedos, ni los árboles rituales de Asera ni los altares de incienso.
(9)
ְרְעזְ ֔בּו
ַֽׁ ֲש
ָ֣ ֶ ֹוְכעֲזּוב֤תְהחֵֹ֨ ֶרש֙ ְוְהָ֣א ִ֔מירְא
ַֽׁ ֵ֗יְמעּוז
ַֽׁ ּואְיהיָ֣ ּוְ׀ְע ָ֣ר
ַֽׁ ִ ביֵ֨ ֹוםְה ֶ֜ה
:ְִמפְנָ֖יְבְנָ֣יְיִ שראלְוְ ַֽׁהיְ ָ֖תהְשְמ ַֽׁמה
baióm hahú íhíu | 'aréi má'uzó ká'azuvát hajóresh vêháamír, ashér 'ázêvú,
mipênéi bênéi Israél; vêháiêtáh shêmamáh.
En aquel día sus ciudades fortificadas quedarán como los lugares abandonados
de los horeos y de los amorreos, los cuales ellos abandonaron ante los Hijos
de Israel; y habrá desolación.
(10)
ְןְתטְעִ י֙ ְנִ טעָ֣י
ִ ל־כ
ֵ֗ ּורְמע ָֻ֖זְָֽךְ ָ֣ל ֹאְזכרתְע
ַֽׁ ִ ֤כיְש ֵ֨כח ֙תְאֱֹלהָ֣יְיִ ש ֔עְךְוְ ָ֥צ
:ָ֖רְתזר ֶ ַֽׁענּו
ִ ַֽׁנעֲמ ֔ ִניםְּוזמָֹ֥ רתְז
kí shajájat elohéi ish'éj, vêtzúr má'uzéj ló zajárt; 'al-kén titê'í nit'éi ná'amaním,
uzmórat zár tizra'énu.
y en el día que las plantas las haces crecer y haces que su semilla florezca a la
mañana siguiente, sin embargo la cosecha se esfumará en el día de la
enfermedad y del dolor insufrible.
(12)
ְיםְיהֱמיּוןְּוש ָ֣אֹוןְלְא ִֻ֔מיםְכִ ש ָ֛אֹון
ַֽׁ ֶ יםְכה ֲָ֥מֹותְי ִ ָ֖מ
ַֽׁ ֵ֗הֹויְהֲמֹון֙ ְע ִ ָ֣מיםְר ִ֔ב
:ָ֥מיִ םְכבִ ִ ָ֖יריםְיִ ש ַֽׁאּון
hói hamon 'amím rabím, káhamót iamím iéhemaíun; ushón lêumím, kishón
máim kabirím ishaún.
¡Ay del tumulto de los muchos pueblos que rugen como el rugido del mar! El
bullicio de las naciones resuena como el bullicio de las aguas impetuosas.
67
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 17-18
(13)
ְָ֣סְממֶ רחקְוְרֻ ֵ֗דף
ִ רְבֹוְוְנ
ָ֖ לְא ִֵֻ֗מיםְכִ ש ֞אֹוןְ ֤מיִ םְרבִ ים֙ ְיִ ש ֔אּוןְוְגָ֥ע
:ָ֥יְסּופה
ַֽׁ י־רּוחְּוכגלגָ֖לְלִ פנ ֔ כְמֹ֤ ץְה ִרים֙ ְלִ פנ
lêumím kishón máim rabim ishaún, vêgá'ar bó vênás mimerjáq; vêrudáf
kêmótz harim lifnei-rúaj, ujgalgál lifnéi sufáh.
Las naciones hacen bullicio como las muchas aguas; pero Elohim las
reprenderá, y ellas huirán lejos ahuyentadas como el tamo de las colinas ante
el viento y como el remolino de hojas ante el torbellino.
(14)
ְגֹורל
ָ֖ ְֶקְשֹוסינּוְו
֔ הְחל
ָ֣ לְעָ֥תְ ֵֶ֨ע ֶרב֙ ְוְהִ נָ֣הְבל ֔ההְבְ ֶ ָ֥ט ֶרםְבָֹ֖ קֶ רְאינֶ נּוְ ֶַ֚ז
פ:לְבַֹֽׁ זְזַֽׁינּו
lê'ét 'érev vêhinéh valaháh, bêtérem bóqer einénu; zéh jéleq shoséinu, vêgorál
lêvózêzéinu.
¡Ay de la tierra del zumbido de alas, que está más allá de los ríos de Etiopía!
(2)
ְיריםְּובִ כלי־גֹ מֶ א֮ ְעל־פְני־מיִ םְּ֒לְכָ֣ ּוְ׀ְמלא ִ ָ֣כים ֵ֗ ִ ִהשֹ ֵ֨לחְב ֶ֜יםְצ
ְהְגֹוי
ַ֚ ן־הּואְוהלא ָ֣ אְמ
ִ ָ֥םְנֹור
ָ֖ ְךְּומֹורטְאֶ ל־ע
֔ ֻש
ָ֣ קלִֵ֗ יםְאֶ ל־גֹוי֙ ְמְמ
:ר־בזְ ָ֥אּוְנְה ִ ָ֖ריםְאר ַֽׁצֹו
ַֽׁ ֶבּוסהְאֲש ֔ ו־קוְּומָ֣ ק
hasholéaj baiám tzirím uvijlei-gome 'al-pênei-maim lêjú | malajím qalím el-
goí mêmusháj umorát, el-'ám norá min-hú vahálah; gói qav-qáv umvusáh,
asher-bázêú nêharím artzó.
Ella envía embajadores por mar en navíos de junco sobre las aguas. Id, oh
veloces mensajeros, al pueblo de alta estatura y piel brillante, al pueblo temido
por todas partes, nación agresiva y atropelladora, cuya tierra dividen los ríos.
(3)
ְְתר ֔אּוְוְכִ תקָֹ֥ עְשֹופָ֖ר
ִ ֙ל־ישְבָ֥יְתבָ֖לְוְשָֹ֣ כניְא ֶרץְכִ נש ֹא־נ֤סְה ִרים
ַֹֽׁ ְכ
ס:ִתש ַֽׁמעּו
68
18 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Serán dejados para las aves de rapiña de las montañas y para los animales de
la tierra. Sobre ellos pasarán el verano las aves de rapiña, y allí invernarán
todos los animales de la tierra.
(7)
ְְךְּומֹורטְּומעָ֥ם
֔ ֻש
ָ֣ ֹותְעםְמְמ ַ֚ יְליהוָ֣הְצְב ֵ֗אַֽׁ ל־ש
ֶ֜ בעתְ֩ה ִֵ֨היאְיַֽׁ ּוב
ְ ֙רְבזְ ֤אּוְנְה ִרים
ַֽׁ ֵֶ֨בּוסהְאֲש ֵ֗ ו־קוְּומ
ָ֣ ן־הּואְוהלאהְגָ֣ ֹויְ׀ְק ָ֣ אְמ ִ נֹור
ָ֖
פ:ְאר ֔צֹוְאֶ ל־מְ ָ֛קֹוםְשם־יהוָ֥הְצְב ָ֖אֹותְהר־צִ יַֽׁ ֹון
ba'et hahí íuval-shái láAdonai tzêvaót 'ám mêmusháj umorát, ume'ám norá
min-hú vahálah; gói | qav-qáv umvusáh ashér bázêú nêharim artzó, el-mêqóm
69
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 18-19
En aquel tiempo será traído presente al Eterno de los Ejércitos, de parte del
pueblo de alta estatura y piel brillante, pueblo temido por todas partes, nación
agresiva y atropelladora, cuya tierra dividen los ríos. Será traído presente al
lugar dedicado al nombre del Eterno de los Ejércitos, al monte Tzión [Sion].
Profecía acerca de Egipto: He aquí, el Eterno cabalga sobre una nube veloz y
entra en Egipto. Los ídolos de Egipto se estremecen ante su presencia, y el
corazón de los egipcios desfallece dentro de ellos.
(2)
ְּוְאיש־בְא ִ ָ֖חיוְוְ ִ ָ֣אישְבְרעהּו
ִ וְ ִסכסכ ִ ֤תיְ ִמצ ֵ֨ריִ ם֙ ְבְ ִמצ ֔ריִ םְוְנִ לח ֲָ֥מ
:ִ ָ֣עירְבְ ֔ ִעירְממלכָ֖הְבְממל ַֽׁכה
vêsijsajtí mitzráim bêmitzráim, vêniljamú ish-bêajív vêísh bêre'éhu; 'ír bê'ír,
mamlajáh bêmamlajáh.
'Yo incitaré a los egipcios contra los egipcios. Cada uno peleará contra su
hermano, cada uno contra su prójimo, ciudad contra ciudad, y reino contra
reino.
(3)
ְ ֙ל־האֱלִ ילִ ים
ַֽׁ ֶֹוְועֲצ ָ֖תֹוְאֲבלעְוְ ַֽׁד ְר ֤שּוְא ַֽׁ ־מצ ֵ֨ריִ ם֙ ְבְקִ ר ֔ב
ִ הְרּוח
ַֽׁ וְנַֽׁבְ ֤ק
:ל־האֹ ָ֖בֹותְוְאֶ ל־היִ דְעֹ ִ ַֽׁנים
ַֽׁ ֶוְאֶ ל־ה ִָ֣א ִ֔טיםְוְא
vênávêqáh rúaj-mitzráim bêqirbó, vá'atzató avalé'a; vêdárêshú el-háelilim
vêel-háitím, vêel-háovót vêel-haidê'oním.
70
19 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Los canales apestarán; los brazos del Nilo de Egipto se reducirán y se secarán.
Los cañaverales y los juncales se marchitarán.
(7)
:ְ֙מז ָ֣רעְיְ ֔אֹורְיִ יבָ֥שְנִ ָ֖דףְוְא ֶינַֽׁנּו
ִ ל־פיְיְאֹורְוְכֹ ל
ָ֣ ִ ע ָ֥רֹותְעל־יְ ָ֖אֹורְע
'arót 'al-iêór 'al-pí iêór; vêjol mizrá' iêór, ivásh nidáf vêeinénu.
Los arbustos junto al Nilo, junto a la ribera del Nilo, y todos los sembrados
del Nilo se secarán; serán arrebatados y desaparecerán.
(8)
ְיְמכמָֹ֛ ֶרת
ִ הְּופ ְר ָ֥ש
ֹ ַֽׁ וְאנּו֙ ְהדי ִ֔גיםְוְ ָ֣אב ֔לּוְכְל־משלִ יכָ֥יְבי ָ֖אֹורְחכ
:י־מיִ םְאֻמ ַֽׁללּו
ָ֖ על־פְנ
vêanú hadaiagím, vêávlú, kol-mashlijéi vaiór jakáh; ufórêséi mijmóret 'al-
pênei-máim umlálu.
Los pescadores lamentarán, y harán duelo todos los que echan anzuelo en el
Nilo. Desfallecerán los que extienden la red sobre las aguas.
(9)
:ָ֖יםְחֹורי
ַֽׁ שּוְעבְ ָ֥דיְפִ ש ִ ָ֖תיםְשְ ִריקֹותְוְאַֹֽׁ ְר ִג
ֹ ַֽׁ ָֹּ֛וב
uvóshu 'óvêdéi fishtím sêriqót; vêórêgím jorái.
Serán confundidos los que trabajan el lino, y los que tejen lino cardado
palidecerán.
(10)
:י־נפֶש
ַֽׁ יְשכֶרְאגמ
ָ֖ ֶ ל־עש
ֹ ָ֥ ְּוְשתֹ ֶ ָ֖תיהְמְדֻכ ִאיםְכ
ַֽׁ ָ֥וְהי
vêhaíu shátotéiha mêdukaím; kol-'ósei séjer agmei-náfesh.
(11)
ְהְאיְךְ ַֽׁת ֹאמְ ָ֣רּו
ַ֚ ְשריְצֹ֔ עןְחכמי֙ ְַֹֽׁיעֲצָ֣יְפרעֹ֔ הְעצָ֖הְנִ בער ָ֣ ֙אְך־אֱוִ לִ ים
:י־קדֶ ם
ַֽׁ ֶ אֶ ל־פרעֹ֔ הְבֶ ן־חֲכ ִ ָ֥מיםְא ֲִנָ֖יְבֶ ן־מלכ
aj-evilim sárei tzó'an, jajmeí ió'atzéi far'óh, 'etzáh niv'aráh; éij tómêrú el-
par'óh, ben-jajamím aní ben-maljei-qédem.
Ciertamente son necios los magistrados de Tanis. Los sabios del faraón han
dado un consejo desatinado. ¿Cómo diréis al faraón: 'Yo soy hijo de sabios e
hijo de reyes antiguos'?
(12)
ְאים֙ ְא ָ֣פֹואְחֲכ ֔ ֶמיךְוְי ִגָ֥ידּוְנָ֖אְלְךְוְיָָֽ֣ד ֔עּוְמה־יעָ֛ץְיהוָ֥הְצְב ָ֖אֹות
:ְל־מצ ַֽׁריִ ם
ִ ע
aiam efó jajaméja, vêiagídu ná láj; vêiéd'ú, mah-ia'átz Adonai tzêvaót 'al-
mitzráim.
¿Dónde, pues, están tus sabios? Que te digan, y que te hagan saber qué es lo
que el Eterno de los Ejércitos ha decidido acerca de Egipto.
(13)
:ת־מצ ָ֖ריִ םְפִ נָ֥תְשְב ֶ ַֽׁטיה
ִ ֶּוְשריְנֹ ףְהִ תעָ֥ ּוְא
ָ֣ ְשריְצֹ֔ עןְנִ שְ ָ֖א
ָ֣ ֙נַֽׁ ֹואֲלּו
nóalú sárei tzó'an, nishêú sárei nóf; hit'ú et-mitzráim pinát shêvatéiha.
72
19 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(16)
דְמפְני֙ ְתְנּופת֙ ְיד־
ִ ָ֥הְמצ ָ֖ריִ םְכנ ִשיםְוְח ָ֣רדְ׀ְּופ ֵ֗ח
ִ ֶּואְיהי
ַֽׁ ִ ביָ֣ ֹוםְה ֔ה
:ְר־הּואְמ ִנָ֥יףְע ַֽׁליו
ָ֖ ֶיהוָ֣הְצְב ֔אֹותְאֲש
baióm hahú, ihiéh mitzráim kanashím; vêjarád | ufajád mipêneí tênufat iad-
Adonai tzêvaót, asher-hú meníf 'aláv.
En aquel día los egipcios serán como mujeres, pues temblarán y temerán ante
el movimiento de la mano del Eterno de los Ejércitos, que él moverá contra
ellos.
(17)
ְהּודהְלְ ִמצ ֵ֨ריִ ם֙ ְלְחְ ֔גאְכֹ ל ְ֩אֲשֵֶ֨ רְיז ִ ָ֥כירְאֹ ָ֛תּהְאלָ֖יו
֤ ְוְָ֠ ַֽׁהיְתהְאד ֵ֨מתְי
ס:ְר־הּואְיֹועָ֥ץְע ַֽׁליו ָ֖ ֶדְמפְ ֵ֗ניְעֲצת֙ ְיהוָ֣הְצְב ֔אֹותְאֲש
ִ יִ פח
vêháiêtah admát Iêhudáh lêmitzráim lêjogá, kol ashér iazkír otáĥ eláv ifjád;
mipênéi 'atzat Adonai tzêvaót, asher-hú io'étz 'aláv.
La tierra de Iehudá [Judá] será un terror para Egipto. Todo hombre a quien se
le mencione acerca de ella, se asustará a causa de la decisión que ha tomado el
Eterno de los Ejércitos contra él.
(18)
ְץְמצ ֵ֗ריִ םְמְדבְרֹותְְ֙שְפָ֣תְכְ ֔נעןִ ּואְיהיּוְ֩ח ֵ֨משְע ִ ֶ֜ריםְבְ ֶ ָ֣א ֶר
ַֽׁ ִ ביָ֣ ֹוםְה ָ֡ה
ס:ְֹותְעירְה ֔ ֶה ֶרסְיַֽׁא ָ֖מרְלְאֶ ַֽׁחת
ָ֣ ִ ֹותְליהוָ֣הְצְבא ַֽׁ ָ֖וְנִ שבע
baióm hahú íhiú jamésh 'arím bêéretz mitzráim mêdabêrot sêfát kêná'an,
vênishba'ót láAdonai tzêvaót; 'ír hahéres, iéamér lêeját.
73
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 19
En aquel día habrá un amplio camino desde Egipto hasta Asiria; los asirios
entrarán en Egipto, y los egipcios en Asiria. Entonces los egipcios y los asirios
servirán al Eterno.
(24)
ְיש ֔יהְלְ ִמצ ָ֖ריִ םְּולאשּורְבְרכָ֖ה
ִ ּואְיהיֶ ֤הְיִ שראלְ֙שְ ִ ָ֣ל
ַֽׁ ִ ביָ֣ ֹוםְה ֵ֗ה
:ְבְ ֶ ָ֥ק ֶרבְה ַֽׁא ֶרץ
baióm hahú ihiéh Israél shêlíshiáh, lêmitzráim ulashúr; bêrajáh bêqérev
haáretz.
En aquel día Israel será tercero con Egipto y con Asiria, una bendición en
medio de la tierra.
74
19-20 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(25)
ְ ֙םְּומע ֲ֤שהְידי
ַֽׁ ִיְמצ ֵ֗רי
ִ רְב ְרכָ֛ ֹוְיהוָ֥הְצְב ָ֖אֹותְלאמֹ רְב ֵ֨רּוְךְע ִֶ֜מ ַֽׁ ֲש
ָּ֧ ֶ א
ס:ְא ֔שּורְוְ ַֽׁנחֲל ִ ָ֖תיְיִ שר ַֽׁאל
ashér bérêjó Adonai tzêvaót lemór; barúj 'amí mitzráim umá'aséh iadaí ashúr,
vênájalatí Israél.
En el año en que vino el Tartán a Asdod, cuando Sargón rey de Asiria lo envió
para combatir contra Asdod y la tomó,
(2)
ְְּ֒לְךְּופִ תח ֤ת
ֵ֗ יאְד ֶבָ֣רְיהוה֮ ְבְיָ֣דְיְ ַֽׁשעְיָ֣הּוְבֶ ן־אמֹוץ֮ ְלאמֹ רִ בעָ֣תְה ִֵ֗ה
ְשְכןְהֹלָ֖ ְךְע ָ֥רֹום
֔ ְתחֲֹלָ֖ ץְמעָ֣לְרגלֶ ךְויָ֣ע ַֽׁ ָ֥השק֙ ְמעָ֣לְמְת ֶ֔ניךְוְנַֽׁעלך
ס:ְוְי ַֽׁחף
ba'ét hahí dibér Adonai bêiád Iêshá’êiáhu ven-amotz lemor léj ufitajtá hasaq
me'ál motnéja, vêná'aljá tájalótz me'ál ragléja; vaiá'as kén, halój'aróm vêiajéf.
en aquel tiempo el Eterno habló por medio de Isaías hijo de Amotz, diciendo:
'Ve, despójate del cilicio de sobre tus lomos y quita el calzado de tus pies.' Así
lo hizo, y fue desnudo y descalzo.
(3)
ְ ֲ֙שרְהלְָ֛ךְעב ִ ָ֥דיְיְ ַֽׁשעְיָ֖הּוְע ָ֣רֹוםְוְיחףְשֹל֤ שְשנִ ים
ָ֥ ֶ הְכא
ַֽׁ הו
֔ ו ָ֣י ֹאמֶ רְי
:ְל־מצ ָ֖ריִ םְוְעל־כַֽׁ ּוש ִ ֹותְּומֹופתְע
֔ ָ֣א
vaiómer Adonai, káashér haláj 'avdí Iêshá’êiáhu 'aróm vêiajéf; shalósh shanim
ót umofét, 'al-mitzráim vê'al-kúsh.
75
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 20-21
(4)
ְיְמצ ֶ֜ריִ םְוְאֶ ת־גלָ֥ ּותְכָ֛ ּושְנְע ִ ָ֥רים
ִ ְֶך־אשּורְאֶ ת־שְ ִֵ֨ב
ָ֠ ָ֣גְמל
ַֽׁ ֶ כָ֣ןְיִ נה
:ָ֥תְמצ ַֽׁריִ ם
ִ ָ֥יְשתְעֶרו ָ֖ ףְוחֲשּופ ַֽׁ ּוזק ִנָ֖יםְע ָ֣רֹוםְוְיח
kén inhág mélej-áshur et-shêví mitzráim vêet-galút kúsh nê'arím uzqením
'aróm vêiajéf; vájasufái shét 'ervát mitzráim.
En aquel día dirá el habitante de esta costa: '¡Mirad lo que ha pasado con el
objeto de nuestra esperanza, al cual huimos para obtener auxilio y para ser
librados de la presencia del rey de Asiria! ¿Y cómo escaparemos nosotros?''
Profecía acerca del Desierto del Mar: Como los torbellinos que pasan por el
Néguev, así viene del desierto, de la tierra horrenda.
(2)
ְ ֙דְ׀ְשֹודדְע ִ ֲ֤ליְעילם
֔ שֹוד
ָ֣ ד־ליְהבֹוג֤דְ׀ְבֹוגד֙ ְוְה ִ חזָ֥ ּותְק ָ֖שהְהֻג
:צּוריְמ ֔דיְכְל־אנח ָ֖תהְהִ ש ַֽׁב ִתי
ָ֣ ִ
jazút qasháh hugad-lí; habogéd | boged vêhashodéd | shodéd, 'alí 'eilam tzurí
madái, kol-anjatáh hishbáti.
76
21 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Porque así me dice el Señor: –Anda, pon un centinela que anuncie lo que vea.
(7)
ְיבְקשֶ ב
ָ֖ ֶ ֹורְרכֶבְגמלְוְהִ ק ִ ָ֥ש
ָ֣ ֶ יםְרכֶבְח ֲָ֖מ
ָ֥ ֶ דְפר ֔ ִש
ַֽׁ ֶהְרכֶבְצֶַ֚ מ
ֵ֗ ֶ וְ ָ֣רא
:ב־קשֶ ב ַֽׁ ר
vêráah réjev tzémed párashím, réjev jamór réjev gamál; vêhiqshív qéshev rav-
qáshev.
77
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 21
(8)
ְיֹומםְוְ ֵ֨על־
֔ ֙יְאנֹ ֞ ִכיְעֹ ֤מדְת ִמיד ִ ויִ ק ָ֖ראְאריהְע
ַֽׁ ל־מצפֶ ָ֣הְ׀ְאֲדֹ ֵ֗נ
:יְאנֹ ִ ָ֥כיְנִ צָ֖בְכל־הלילַֽׁ ֹות
ַֽׁ ִמשמר ֔ ִת
vaiqrá ariéh; 'al-mitzpéh | adonái ánojí 'oméd tamid iomám, vê'ál-mishmartí,
ánojí nitzáv kal-haleilót.
Y el centinela gritó: –Oh Señor, sobre la torre del centinela estoy de pie
continuamente de día, y todas las noches estoy apostado en mi guardia.
(9)
ְ ֙דְפר ִשיםְויָ֣עןְו ֵ֗י ֹאמֶ רְנַֽׁפְל֤הְנַֽׁפְלה ַֽׁ ֶישְצָ֖מ
ֶ ֶבְא
ִ֔ ְרכָ֣ ֶ ֙וְהִ נה־זֶ ָ֥הְבא
:ְשבָ֥רְל ַֽׁא ֶרץ
ִ ֱֹלהָ֖יה
ֶ ב ֔ ֶבלְוכל־פְ ִסילָ֥יְא
vêhineh-zéh va réjev ísh, tzémed párashím; vaiá'an vaiómer náfêláh náfêlah
bavél, vjal-pêsiléi elohéiha shibár laáretz.
Profecía acerca de Edom: Me dan voces desde Seír, diciendo: –Guardia, ¿qué
hay de la noche? Guardia, ¿qué hay de la noche?
(12)
פ:ָ֖יּוְשָ֥בּוְא ַֽׁתיּו
ֻ ם־תבעיָ֥ ּוןְבְע
ִ הְא
ִ א ָ֣מרְשֹ ֔מרְא ָ֥תהְבָֹ֖ קֶ רְוְגם־ליל
amár shomér, atáh vóqer vêgam-láilah; im-tiv'aíun bê'áiu shúvu etáiu.
Aun los sobrevivientes del número de los arqueros, los guerreros de los hijos
de Quedar, serán mermados; porque el Eterno Elohim de Israel ha hablado.'
79
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 22
Profecía acerca del Valle de la Visión: ¿Qué, pues, te sucede para que con
todo lo tuyo hayas subido a las azoteas?
(2)
ְי־ח ֶרב
ֶ ֔ ֹומ ֔יהְקִ ריָ֖הְעלִ יזהְחֲל ֵ֨ליִ ְך֙ ְ ָ֣ל ֹאְחלְל
ִ ירְה
ַֽׁ תְשֻ ָ֣אֹותְ׀ְמְל ֵ֗אהְ ַ֚ ִע
:יְמלח ַֽׁמה ִ וְ ָ֖ל ֹאְמ ָ֥ת
têshuót | mêleáh 'ír hómiáh, qiriáh 'alizáh; jalaláij ló jalêlei-jérev, vêló metéi
miljamáh.
¡Oh tú, llena de bullicio, ciudad turbulenta, urbe desenfrenada! Tus muertos
no fueron muertos a espada ni muertos en guerra.
(3)
ְדְמ ֶ ָ֣קשֶ תְאֻסרּוְכְל־נִ מצ ֵ֨איִ ְך֙ ְאֻסְ ָ֣רּוְיח ֔דו
ִ ינָֽיִ ְךְנַָֽֽׁדְדּו־יָ֖ח
ָ֥ ִכְל־קְצ
:ַֽׁמר ָ֖חֹוקְב ַֽׁרחּו
kol-qêtzináij nádêdu-iájad miqéshet usáru; kol-nimtzaáij usêrú iajdáv, mérajóq
baráju.
Todos tus oficiales huyeron juntos; sin arcos fueron apresados. Todos los que
se encontraron en ti fueron prendidos juntos, a pesar de que habían huido
lejos.
(4)
ְּוְמ ִנָ֖יְאֲמ ָ֣ררְב ֶבכִ יְאל־ת ִ ָ֣איצּוְלְ ַֽׁנח ֲ֔מנִ יְעל־שָֹ֖ ד
ִ ָ֥על־כָ֥ןְא ָ֛מר ִתיְשְע
:בת־ע ִ ַֽׁמי
'al-kén amárti shê'ú miní amarér babéji; al-taítzu lênájaméni, 'al-shód bat-
'amí.
80
22 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Y ha sucedido que tus más hermosos valles han quedado llenos de carros, y
los jinetes se han ubicado junto a las puertas.
(8)
:לְאתְמ ָ֣סְךְיְהּודהְותבט֙ ְביָ֣ ֹוםְה ֔הּואְאֶ ל־נֶ ָ֖שֶ קְבָ֥יתְהיַֽׁער
ָ֖ וי ִ֕ג
vaigál ét masáj Iêhudáh; vatabet baióm hahú, el-nésheq béit haiá'ar.
Visteis que eran muchas las brechas de la ciudad de David, y recogisteis las
aguas del estanque de abajo.
(10)
:חֹומה
ַֽׁ ָ֖רְה
ַֽׁ וְאֶ ת־בְ ָ֥תיְיְ ַֽׁרּוש ָ֖ל ִםְסְפר ֶתםְו ִתתצּו֙ ְהב ֔ ִָ֣תיםְלְבצ
vêet-botéi Iêrúshaláim sêfartém; vatittzú habátím, lêvatzér hájomáh.
E hicisteis una represa entre los dos muros para las aguas del estanque
antiguo. Pero no has puesto la mirada en el que ha hecho esto; no habéis visto
a aquel que hace mucho tiempo lo produjo.
(12)
ָ֛ ִ ויִ ק ֵ֗ראְאֲדֹ נָּ֧יְי
ְהוהְצְב ָ֖אֹותְביָ֣ ֹוםְההּואְלִ בכִ י֙ ְּול ִמס ֔פדְּולקְ ְרחָ֖ה
:ְרְשק ַֽׁ וְ ַֽׁלח ָ֥ ֲֹג
81
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 22
vaiqrá adonái IHVÍH tzêvaót baióm hahú; livjí ulmispéd, ulqorêjáh vêlájagór
sáq.
Por tanto, en ese día el Señor Elohim de los Ejércitos convocará al llanto, al
duelo, a raparse la cabeza y a ceñirse de cilicio.
(13)
ְוְהִ נָ֣הְ׀ְש ָ֣שֹוןְוְ ִשמ ֵ֗חהְה ֤רֹ גְ׀ְבקר֙ ְוְשחָֹ֣ טְ ֔צ ֹאןְא ָ֥ ֹכלְב ָ֖שרְוְש ָ֣תֹות
:ֹוְכיְמחָ֖רְנ ַֽׁמּות
ָ֥ ִ יָֽיִ ןְאכָ֣ ֹולְוְש ֔ת
vêhinéh | sasón vêsimjáh haróg | baqar vêshajót tzón, ajól basár vêshatót iáin;
ajól vêsható, kí majár namút.
Esto ha sido revelado a mis oídos de parte del Eterno de los Ejércitos:
'Ciertamente este pecado no os será perdonado hasta que muráis', ha dicho el
Señor Elohim de los Ejércitos.
(15)
ְהוָ֖הְצְבאֹותְלְֶך־ב ֹא֙ ְאֶ ל־הסֹ כָ֣ןְה ֶ֔זהְעל־שֶ בנָ֖א
ִ ָ֥ ֹכהְא ָ֛מרְאֲדֹ נָ֥יְי
:ְֲשרְעל־ה ַֽׁביִ ת ָ֥ ֶ א
kóh amár adonái IHVÍH tzêvaót; lej-bo el-hasojén hazéh, 'al-shevná ashér 'al-
habáit.
'¿Qué tienes tú aquí, o a quién tienes tú aquí, para que hayas labrado aquí un
sepulcro para ti, como los que labran sus sepulcros en los lugares elevados, o
los que esculpen su morada en la peña?
82
22 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(17)
:ְהִ נ֤הְיהוה֙ ְמְטלטֶ ל ֔ךְטלטלָ֖הְגבֶ רְוְ ַֽׁ ֹעטְךָ֖ ְעטַֹֽׁ ה
hinéh Adonai mêtalteljá, talteláh gáver; vê'ótêjá 'atóh.
y te enrollará bien como a un ovillo, para lanzarte a una tierra espaciosa. Allá
morirás, y allá quedarán tus carros espléndidos, vergüenza de la casa de tu
señor.
(19)
:ךְּוממע ֲַֽׁמדְךָ֖ ְֶיַֽׁהֶ ר ֶ ַֽׁסך
ִ יךְממצ ֶב
ִ ַֽׁוהֲדפ ִ ָ֖ת
váhadaftíja mimatzavéja; umima'amádêjá iéherséja.
83
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 22-23
''Yo lo clavaré como estaca en lugar firme, y será un trono de honra para la
casa de su padre.
(24)
ְלְכלָ֣י
ְ ֹותְכ
ֹ ָ֖ יוְכלְ׀ְכְ ָ֣בֹודְבית־א ִֵ֗ביוְה ֶ ַֽׁצאֱצ ִאים֙ ְוְהצְפִ ֔ע
ֹ ָ֣ וְת ֵ֨לּוְע ֶ֜ל
:ְהאגנ֔ ֹותְוְעָ֖דְכְל־כְלָ֥יְהנְב ִ ַֽׁלים
ַֽׁ ֙ןְמכְלי ִ הקט
vêtalú 'aláv kól | kêvód beit-avív hatzéetzaim vêhatzêfi'ót, kól kêléi haqatán;
mikêleí háaganót, vê'ád kol-kêléi hanêvalím.
'En aquel día, dice el Eterno de los Ejércitos, cederá la estaca que estaba
clavada en lugar firme; se romperá y caerá. La carga que se colgó de ella será
destruida, porque el Eterno ha hablado.'
84
23 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(2)
:ָ֖םְמל ַֽׁאּוְך
ִ יְאיְסֹ חָ֥רְצִ ָ֛ידֹוןְעֹ בָ֥רְי
ִ מּוְישב
ָֹ֣ ָֹ֖ד
dómu ióshvei í; sojér tzidón 'ovér iám milúj.
Por las muchas aguas venía el grano de Sijor, la cosecha del Nilo; era
ganancia de la ciudad de Tiro, la cual era el mercado de las naciones.
(4)
ְרְיםְמעָ֥ ֹוזְהיָ֖םְלאמֹ רְל ֹא־חָ֣ל ִתיְוְ ַֽׁל ֹא־י ֵ֗לד ִתי ֔ ֹוןְכי־א ָ֣מ
ַֽׁ ִ ֹ֔ושיְצִ יד ִ ָ֣ב
:ְיםְרֹוממ ִתיְבְתּולַֽׁ ֹות
ָ֥ חּור
ָ֖ ִ יְב ַֽׁ וְ ָ֥ל ֹאְגִ ָ֛דל ִת
bóshi tzidón, kí-amár iám, ma'óz haiám lemór; lo-jálti vêló-ialádti vêló gidálti
bájurím romámti vêtulót.
¿No era ésta vuestra ciudad alegre, cuyo origen es de gran antigüedad, cuyos
pies la llevaron a residir en lugares lejanos?
85
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 23
(8)
ְיהְש ִ ֔ריםְכִ נענֶ ָ֖יה
֙ ֲשרְסַֹֽׁ ח ֶ ֲֵ֨ר
֤ ֶ ַ֚ ִמיְיעָ֣ץְ ֔ז ֹאתְעל־צָֹ֖ רְה ַֽׁמע ֲִטירהְא
:י־א ֶרץַֽׁ נִ כבד
mí ia'átz zót, 'al-tzór hamá'atiráh; ashér sójaréihá sarím, kin'anéiha nijbadei-
áretz.
Dijo: 'No te divertirás más, oh virgen oprimida, hija de Sidón. Levántate para
pasar a Quitim; pero aun allí no tendrás reposo.'
86
23 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(13)
ְָ֣ןְ׀ְא ֶרץְכש ִֵ֗דיםְזֶ ֤הְהעם֙ ְ ָ֣ל ֹאְה ֔יהְא ָ֖שּורְיְס ָ֣דּהְלְצִ ִייםְה ִ ָ֣קימּו
ָ֣ ֶ ה
:נֹותיהְש ָ֖מּהְלְמפ ַֽׁלה
ֶ ֔ ְֹוררּו֙ ְארמ
ְ ַֽׁחּוניו)ְע
ֵ֗ בחיניוְ(ב
ַֽׁ
hén | éretz kasdím zéh ha'am ló haiáh, ashúr iêsadáĥ lêtziím; heqímu VJINIV
(vájunáv) 'órêrú armênotéiha, samáĥ lêmapeláh.
¡He allí la tierra de los caldeos! Éste es el pueblo que ni siquiera cuenta;
Asiria la destinó para las fieras del desierto. Ellos levantaron sus torres de
asedio; entonces desmantelaron sus palacios y la convirtieron en ruinas.
(14)
ס:דְמעֻזְ ֶ ַֽׁכן
ַֽׁ ישְכיְשֻ ָ֖ד
ָ֥ ִ ילילּוְאְנִ יָ֣ ֹותְתר ִש
ָ֖ ִ ה
heilílu oniót tarshísh; kí shudád má'uzêjén.
Acontecerá en aquel día que Tiro será puesta en olvido durante setenta años,
como los días de un rey. Después de los setenta años le sucederá a Tiro lo de
la canción de la prostituta:
(16)
ְי־שירְלְ ָ֖מען
ִ ֔ ִיטיבִ יְנגן֙ ְהרב
֤ ִ יְעירְזֹונָ֣הְנִ שכחהְה
ָ֖ ִ ִקְ ִ ָ֥חיְכִ נָ֛ ֹורְסָֹ֥ ב
:ִתז ַֽׁכ ִרי
qêjí jinór sóbi 'ír zonáh nishkajáh; heitívi nagen harbi-shír, lêmá'an tizajéri.
Acontecerá que al fin de los setenta años el Eterno visitará a Tiro. Ella volverá
a su salario de prostituta y volverá a fornicar con los reinos del mundo sobre
la faz de la tierra.
87
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 23-24
(18)
ְןְכיְל ַֹֽׁישְ ִ֞בים
ָ֣ ִ יהוהְ ָ֥ל ֹאְיַֽׁאצָ֖רְוְ ָ֣ל ֹאְיַֽׁחס
֔ שְל
ַֽׁ ֶוְה ֵ֨יהְסח ֶ֜רּהְוְאֶ תנ ֵ֗נּהְקַֹ֚ ד
פ:ְָ֖הְולִ מכ ֶסָ֥הְע ִ ַֽׁתיק
ְ ּהְלא ָ֥ ֱֹכלְלְשְבע ַֽׁ ֶ לִ פנ֤יְיהוה֙ ִ ְַֽׁיהיֶ ָ֣הְסח ֔ר
vêhaiáh sajráĥ vêetnanáĥ qódesh láAdonai, ló iéatzér vêló iéjasén; kí
laióshêvím lifnéi Adonai ihiéh sajráĥ, léejól lêsov'áh vêlimjaséh 'atíq.
88
24 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(5)
ְתְישְ ֶביה ִ ְַֽׁכי־עְבְ ֤רּוְתֹורֹ ת֙ ְחָ֣לפּוְחֹ֔ קְהפָ֖רּוְבְ ִ ָ֥רית
ַֹֽׁ ָ֖הְתח
ָ֣ ץְחנְפ
ַֽׁ וְה ָ֥א ֶר
:ְעֹולם
ַֽׁ
vêhaáretz jánêfáh tájat ióshêvéiha; kí-'ovêrú torot jálfu jóq, heféru bêrít 'olám.
La tierra ha sido profanada por sus habitantes, porque han transgredido las
Torot, han falseado el derecho y han quebrantado el pacto eterno.
(6)
ְל־כןְחרּו֙ ְָֹ֣ישבי
ֵ֗ ּוְישביְבּהְע
ָֹ֣ הְא ֶרץְוַָֽֽׁיֶאשְ ָ֖מ
ֶ ֔ ְאכל ָ֣ ֙ל־כןְאלה ֵ֗ ע
:֔ ֶא ֶרץְוְנִ ש ָ֥ארְאֱנָ֖ ֹושְ ִמז ַֽׁער
'al-kén alah ájlah éretz, váieshêmú ióshvei váĥ; 'al-kén jarú ióshvei éretz,
vênishár enósh miz'ár.
Por esta causa una maldición ha devorado la tierra, y los que la habitan son
culpables. Por esta causa han disminuido los habitantes de la tierra, y quedan
muy pocos seres humanos.
(7)
:י־לב
ַֽׁ ל־שמח
ִ ְֶןְנַֽׁאֶ נ ָ֖חּוְכ
ֶ ָ֥לְת ָ֖ירֹושְאֻמלְלה־גפ
ִ אב
avál tirósh umlêlah-gáfen; néenjú kol-simjei-lév.
Languidece el vino nuevo. Se ha marchitado la vid. Gimen todos los que eran
de alegre corazón.
(8)
:שבת֙ ְמְ ָ֣שֹושְתֻ ֔ ִפיםְח ָ֖דלְשְ ָ֣אֹוןְעלִ יזִ יםְשבָ֖תְמְ ָ֥שֹושְכִ נַֽׁ ֹור
shavat mêsós tupím, jadál shêón 'alizím; shavát mêsós kinór.
Quebrantada está la ciudad del caos; toda casa se ha cerrado para que nadie
entre.
89
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 24
(11)
:ל־שמ ֔חהְגלָ֖הְמְ ָ֥שֹושְה ַֽׁא ֶרץ
ִ ְֹותְע ְרבה֙ ְכ
ַֽׁ ןְבחּוצ
ַֽׁ ִצְוחָ֥הְעל־היָָֽ֖י
tzêvajáh 'al-haiáin bájutzót; 'árêvah kol-simjáh, galáh mêsós haáretz.
En las calles se oye el lamento por el vino. Todo gozo se oscurece; la alegría
de la tierra ha sido desterrada.
(12)
:ת־שער
ַֽׁ נִ ש ָ֥ארְב ִ ָ֖עירְשמהְּוש ִאיָ֖הְיֻכ
nishár ba'ír shamáh; ushiáh iukat-shá'ar.
Pues ocurrirá en medio de la tierra, en medio de los pueblos, así como cuando
se varea al olivo, y como rebuscos una vez acabada la vendimia.
(14)
:ְּוְמיַֽׁם
ִ ָ֖הְצהֲל
ַֽׁ הו
֔ הָ֛מהְיִ ש ָ֥אּוְקֹולָ֖םְירֹ נּוְבִ ג ָ֣אֹוןְי
hémah isú qolám iarónu; bigón Adonai, tzáhalú miám.
Éstos alzan su voz y cantan gozosos; a la majestad del Eterno aclaman desde
el occidente.
(15)
ס:ְםְשםְיהוָ֖הְאֱֹלהָ֥יְיִ שר ַֽׁאל
ָ֥ ָ֥ןְבא ִ ָֻ֖ריםְכבְ ָ֣דּוְיהוהְבְ ִאיָ֣יְה ֔י
ַֽׁ על־כ
'al-kén báurím kabêdú Adonai; bêiéi haiám, shém Adonai elohéi Israél.
90
24 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Acontecerá que el que huya del sonido del terror caerá en la fosa; y el que
salga de la fosa será atrapado en la trampa. Porque se abrirán las ventanas de
lo alto, y temblarán los cimientos de la tierra.
(19)
:ָ֖הְא ֶרץ
ַֽׁ ֹוטְהתְמֹוטְט
ַֽׁ ִ ץְמ
ָ֥ ְא ֶר
ֶ ֔ ֙פֹוררה
ְ ְֹורְהת
ַֽׁ ִ ץְפ
֤ ָ֥רֹ עהְ ִ ַֽׁהתְרֹ עֲעָ֖הְהא ֶר
ró'ah hítêro'a'áh haáretz; pór hítêporêrah éretz, mót hítêmotêtáh áretz.
91
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 24-25
(22)
:ל־בֹורְוְסֻגְ ָ֖רּוְעל־מסגרְּומ ָ֥רֹ בְי ִ ָ֖מיםְיִ פ ַֽׁקדּו
֔ וְאֻסְ ֵ֨פּוְאֲספ֤הְא ִסיר֙ ְע
vêusêfú asefáh asir 'al-bór, vêsugêrú 'al-masgér; umeróv iamím ipaqédu.
92
25 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Por esto te glorificarán los pueblos fuertes, y te temerán las ciudades de las
naciones tiránicas.
(4)
ְהְמ ֵֶ֨ז ֶרם֙ ְצָ֣לְמחֹ֔ ֶרב
ִ ֹוזְלאֶ ביָ֖ ֹוןְבצר־לֹוְמח ֶ ֤ס
ַֽׁ ִָ֥ ַֽׁכי־ה ִֵ֨ייתְמעָ֥ ֹוזְל ָ֛דלְמע
:יציםְכְזֶ ָ֥ ֶָֽרםְ ִ ַֽׁקיר
ָ֖ ִ ְע ִר
ַֽׁ יְרּוח
ָ֥ ִ ָ֛כ
kí-haíta ma'óz ladál ma'óz láevíon batzar-ló; majséh mizérem tzél mejórev, kí
rúaj 'áritzím kêzérem qír.
Porque has sido fortaleza para el pobre, una fortaleza para el necesitado en su
aflicción, protección en la tormenta y sombra en el calor; porque el ímpetu de
los tiranos es como una tormenta contra el muro.
(5)
ְיצים
ָ֖ ִ ירְע ִר
ַֽׁ ָ֣לְעבְזְ ִ ָ֥מ
֔ כְחָֹ֣ ֶרבְבְצי֔ ֹוןְשְ ָ֥אֹוןְז ִ ָ֖ריםְתכ ִניעְחַֹ֚ ֶרבְבְצ
פ:ַֽׁיע ֲֶנַֽׁה
kêjórev bêtzaíon, shêón zarím tajní'a; jórev bêtzél 'áv, zêmír 'áritzím iá'anéh.
Sobre este monte el Eterno de los Ejércitos hará a todos los pueblos un
banquete de manjares, un banquete de vinos añejos, manjares suculentos y
refinados vinos añejos.
(7)
ְל־הע ִמיםְוְהמסכָ֥ה
ַֽׁ ְּובִ לע֙ ְבהָ֣רְה ֶ֔זהְפְנַֽׁי־הלָ֥ ֹוטְ׀ְהלָ֖ ֹוטְעל־כ
:גֹוים
ַֽׁ ִ הנְסּוכָ֖הְעל־כְל־ה
uvila' bahár hazéh, pênéi-halót | halót 'al-kol-há'amím; vêhamasejáh hanêsujáh
'al-kol-hagoím.
Entonces sobre este monte destruirá la cubierta con que están cubiertos todos
los pueblos, y el velo que está puesto sobre todas las naciones.
(8)
ְהְדמעָ֖הְמעָ֣לְכְל־פ ִניםְוְחֶ רפָ֣תִ הו ָ֛ ִ בִ ל֤עְה ֵ֨מוֶת֙ ְל ֶ֔נצחְּומ ֵ֨חהְאֲדֹ נָּ֧יְי
פ:ְָ֖הְד ַֽׁבר
ִ ץְכיְיהו ָ֥ ִ ע ֵ֗מֹוְי ִסיר֙ ְמעָ֣לְכְל־ה ֔א ֶר
93
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 25
bilá' hamávet lanétzaj, umajáh adonái IHVÍH dim'áh me'ál kol-paním; vêjerpát
'amó iasir me'ál kol-haáretz, kí Adonai dibér.
Se dirá en aquel día: '¡He aquí, éste es nuestro Elohim! En él hemos esperado,
y él nos salvará: ¡Éste es el Eterno! En él hemos esperado. ¡Gocémonos y
alegrémonos en su salvación!'
(10)
ְִ ַֽׁכי־תנָ֥ ּוחְיד־יהוָ֖הְבהָ֣רְהזֶ הְוְנ֤דֹושְמֹואב֙ ְתח ֔תיוְכְהִ ָ֥דּושְמתבָ֖ן
:ְבמיְ(בְ ָ֥מֹו)ְמדמנַֽׁה
kí-tanúaj iad-Adonai bahár hazéh; vênádosh moav tajtáv, kêhidúsh matbén
VMI (bêmó) madmenáh.
Porque la mano del Eterno reposará sobre este monte, y Moab será pisoteado
debajo de él, como es pisoteado un montón de paja en el agua del muladar.
(11)
ְְ֙גאֲו ֔תֹו
ַֽׁ ֲשרְיְפ ָ֥רשְהש ֶֹחָ֖הְלִ שחֹותְוְהִ שפִ יל
ָ֛ ֶ ֹוְכא
ַֽׁ ּופ ֤רשְידיו֙ ְבְקִ ר ֔ב
:ִ ָ֖עםְאְר ָ֥בֹותְי ַֽׁדיו
uferás iadav bêqirbó, káashér iêfarés hasojéh lisjót; vêhishpil gáavató, 'ím
orbót iadáv.
En medio de él extenderá sus manos, como las extiende el nadador para nadar.
Pero él humillará su soberbia, a pesar del movimiento de sus manos.
(12)
ס:ָ֣בְחֹומֹ ֵ֗ ֶתיךְה ָ֥שחְהִ ש ִ ָ֛פילְהִ ִגָ֥יעְל ָ֖א ֶרץְעד־ע ַֽׁפר
ַֽׁ רְמשג
ִ ּומב ֞צ
ִ
umivtzár misgáv jómotéja hesháj hishpíl higí'a laáretz 'ad-'afár.
También abatirá tus altos muros fortificados; los derribará a tierra, hasta el
polvo.
94
26 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
En aquel día se cantará este cántico en la tierra de Iehudá [Judá]: Tenemos una
ciudad fortificada; Elohim ha puesto la salvación como muros y antemuros.
(2)
:פִ ת ָ֖חּוְשְע ִריםְוְי ָ֥ב ֹאְגֹוי־צ ִ ָ֖דיקְשֹ ָ֥מרְ ֱאמ ִ ַֻֽׁנים
pitjú shê'arím; vêiavó goi-tzadíq shomér emuním.
(3)
:ֹוםְכיְבְךָ֖ ְב ַֽׁטּוח
ָ֥ ִ ּוְךְתצָֹ֖ רְשלָ֣ ֹוםְ׀ְשל
ִ יָ֣צֶ רְס ֔מ
iétzer samúj, titzór shalóm | shalóm; kí vêjá batúja.
Pues él abatió a los que moraban en lo alto; humilló hasta la tierra a la ciudad
enaltecida; la derribó hasta el polvo.
(6)
:ָ֖יְפע ֲָ֥מיְד ִ ַֽׁלים
ַֽׁ ִתרמְ ֶ ָ֖סנהְרגֶלְרגלָ֥יְע ִנ
tirmêsénah rágel; ragléi 'aní pá'améi dalím.
95
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 26
El pie la pisoteará, los pies de los afligidos, los pasos de los necesitados.
(7)
:יקְמיש ִריםְי ִ֕שרְמעגָ֥לְצ ִ ָ֖דיקְתְפ ַֽׁלס
ַֽׁ אָֹ֥ רחְלצ ִ ָ֖ד
óraj latzadíq méisharím; iashár ma'gál tzadíq têfalés.
La rectitud es el camino para el justo. Tú, que eres recto, allana la senda del
justo.
(8)
:ְת־נפֶש
ַֽׁ ְתאֲו
ַֽׁ ָ֖חְמשפ ֶ ָ֛טיךְיהוָ֖הְקִ ּוִ ינּוךְלְ ִשמךָ֥ ְּולזִכ ְרך
ִ ָ֣אףְאָֹּ֧ ר
áf óraj mishpatéja Adonai qivinúja; lêshimjá ulzijrêjá táavat-náfesh.
oh Eterno, levantada está tu mano, pero ellos no la ven. Que vean el celo por
tu pueblo y se avergüencen; que también los consuma el fuego para tus
enemigos.
(12)
ס:ְְלנּו
ַֽׁ ָ֥םְכל־מע ֲָ֖שינּוְפעָ֥לת
ַֽׁ נּוְכיְג
ָ֛ ִ הְתש ָ֥ ֹפתְשלָ֖ ֹוםְל
ִ הוִ֕ י
96
26 Ieshaiáhu /Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Como la mujer encinta y cercana a dar a luz que se retuerce y grita en sus
dolores, así hemos sido delante de ti, oh Eterno.
(18)
ְץְּובל־יִ פְלָ֖ ּו
ַֽׁ הְא ֶר
ֶ ֔ ֶל־נעֲש
ָ֣ ינּוְחלנּוְכְ ָ֖מֹוְילָ֣דנּוְרּוחְיְשּועֹ ת֙ ְב
֔ ה ִ ָ֣ר
:ַֹֽׁישְבָ֥יְת ַֽׁבל
97
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 26-27
harínu jálnu, kêmó ialádnu rúja; iêshu'ot bal-ná'aseh éretz, uvál-ipêlú ióshêvéi
tevél.
Anda, oh pueblo mío, entra en tus habitaciones; cierra tras de ti tus puertas.
Escóndete por un breve momento hasta que pase la ira.
(21)
ְןְישב־ה ָ֖א ֶרץְעליוְוְגִ לְ ֤תהַֹֽׁ קֹומֹוְלִ פקָֹ֛ דְע ָ֥ ְֲֹו
֔ ְָ֣אְממ
ִ ִ ַֽׁכי־הִ נ֤הְיהוה֙ ְיֹ צ
פ:ְֲרּוגַֽׁיה
ֶ ה ֵ֨א ֶרץ֙ ְאֶ ת־ד ֔ ֶמיהְוְ ַֽׁל ֹא־תְכ ֶסָ֥הְעָ֖ ֹודְעל־ה
kí-hinéh Adonai iotzé mimêqomó, lifqód 'avón ióshev-haáretz 'aláv; vêgilêtáh
haáretz et-daméiha, vêló-têjaséh 'ód 'al-harugéiha.
Porque he aquí que el Eterno sale de su lugar, para castigar la maldad de los
habitantes de la tierra contra él. La tierra dejará ver su sangre derramada; no
encubrirá más a sus asesinados.
Yo, el Eterno, la guardo. A cada momento la riego; y para que nadie la dañe,
de día y de noche la guardo.
(4)
ְיתנה
ָ֥ ֶ ִירְשיִ ת֙ ְב ִמלח ֔מהְאֶ פשְעָ֥הְבָּ֖הְאֲצ
ֵ֨ יְמי־יִתְ ֶ֜ננִ יְש ִ ָ֥מ
ַֽׁ ִ יןְל
ִ הְא
ָ֣ ח ָ֖מ
:יַֽׁחד
jemáh éin lí; mí-itênéni shamír sháit bamiljamáh, efsê'áh váĥ atziténah iájad.
salvo que se acoja a mi amparo y haga la paz conmigo. ¡Que conmigo haga la
paz!'
(6)
ְלְּומלְ ָ֥אּוְפְני־תבָ֖ל
ַֽׁ שְיעֲקֹ֔ בְי ִ ָ֥ציץְּופ ָ֖רחְיִ שרא
ַֽׁ הב ִאים֙ ְיש ָ֣ר
פ:נּובה
ַֽׁ ְת
habaim iashrésh Iá’aqóv, iatzítz ufaráj Israél; umálêú fênei-tevél tênuváh.
Vendrá el día en que Iaaqov [Jacob] echará raíces; Israel echará botones y
dará flores. Y llenarán la superficie del mundo con su fruto.
99
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 27
(7)
:הּוְאם־כְ ֶה ֶָ֥רגְהֲרֻ גָ֖יוְהֹ ַֽׁרג
ִ הכְמכָ֥תְמכָ֖הּוְהִ כ
hakêmakát makéhu hikáhu; im-kêhéreg harugáv horág.
Cuando sus ramas se secan, son quebradas; luego las mujeres vienen y las
hacen arder. Porque éste es un pueblo sin entendimiento. Por tanto, su
Hacedor no tendrá de él misericordia; el que lo formó no se compadecerá.
100
27-28 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(12)
ְלְמצריִ ם
ִ ָ֛הְמ ִשבָֹ֥ לֶתְהנהָ֖רְעד־נָ֣ח
ִ וְ היה֙ ְביָ֣ ֹוםְה ֔הּואְיחבָֹּ֧ טְיהו
פ:ְוְא ֶ ָּ֧תםְתְלֻקְ ָ֛טּוְלְאחָ֥דְאֶ חָ֖דְבְנָ֥יְיִ שר ַֽׁאל
vêhaiah baióm hahú, iajbót Adonai mishibólet hanahár 'ad-nájal mitzráim;
vêatém têluqêtú lêajád ejád bênéi Israél.
Pero sucederá en aquel día que el Eterno golpeará con vara, desde la corriente
del Río hasta el arroyo de Egipto. Y vosotros, oh Hijos de Israel, seréis
recogidos uno por uno.
(13)
ְְּּ֒ובאּוְהאַֹֽׁ בְ ִדים֙ ְבְ ֶ ָ֣א ֶרץ
ֵ֗ וְהיָ֣הְ׀ְביָ֣ ֹוםְה ֵ֗הּואְיִ תקע֮ ְבְשֹופָ֣רְגדֹול
ְּוְליהוָ֛הְבְהָ֥רְהקָֹ֖ דֶ ש ַֽׁ ָּ֧ץְמצריִ םְוְהִ ש ַֽׁתחֲו
ִ א ֔שּורְוְהנִ ד ִ ָ֖חיםְבְ ֶ ָ֣א ֶר
פ:ְבִ ַֽׁירּוש ַֽׁל ִם
vêhaiáh | baióm hahú itaqa' bêshofár gadol uváu haóvêdim bêéretz ashúr,
vêhanidajím bêéretz mitzráim; vêhishtájavú láAdonai bêhár haqódesh
birúshaláim.
Sucederá en aquel día que se tocará una gran corneta, y vendrán los que
habían estado perdidos en la tierra de Asiria y los que habían sido desterrados
en la tierra de Egipto. Entonces se arrodillarán ante el Eterno en el monte
santo, en Ierushalaim [Jerusalén].
101
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 28
Con los pies será pisoteada la corona de soberbia de los borrachos de Efraín.
(4)
ְֲשרְעל־ ָ֖ר ֹאשְגָ֣יאְשְמ ִניםָ֥ ֶ יְתפאר ֔תֹוְא ִ וְַֽׁ ֵ֨הי ֶ֜תהְצִ יצ֤תְנֹ בלְ֙צְ ִ ָ֣ב
ְעֹודּהְבְכ ָ֖פֹו
ָ֥ ְְאֹותּהְב
֔ ֙הְהרֹ אֶ ה ַֽׁ םְקיִ ץְאֲשֵֶ֨ רְיִ ר ֶ ֤א
֔ כְבִ כּורּה֙ ְבְ ֶ ָ֣ט ֶר
ס:יִ בל ֶ ַֽׁענה
vêháitáh tzitzát novel tzêví tifartó, ashér 'al-rósh géi shêmaním; kêvikuraĥ
bêtérem qáitz, ashér iréh hároeh otáĥ, bê'odáĥ bêjapó ivla'énah.
Él será espíritu de justicia para el que preside el juicio, y de valor para los que
vuelven el ataque hasta las puertas de la ciudad.
(7)
ְם־אלֶה֙ ְביָָֽ֣יִ ןְשג֔ ּוְּובשכָ֖רְתעּוְכֹ הָ֣ןְוְנבִ יאְ֩שגֵ֨ ּוְבש ֶ֜כרְנִ בלְעָ֣ ּו
ֵ֨ וְג
:ְברֹ ֔ ֶאהְפ ָ֖קּוְפְלִ ילִ יַֽׁה
ַֽׁ ְ֙מן־הש ֔כרְשגּו
ִ ִ֙מן־ה ֵ֗ייִ ןְתעּו
102
28 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
vêgam-éleh baiáin shagú, uvashejár ta'ú; kohén vênavi shagú vashejár nivlê'ú
min-haiáin ta'ú min-hashejár, shagú bároéh, paqú pêliliáh.
Pero también éstos han errado a causa del vino, y han divagado a causa del
licor. El sacerdote y el profeta han errado a causa del licor; han sido
confundidos a causa del vino. Han divagado a causa del licor; han errado en
su visión y han titubeado en sus decisiones.
(8)
פ:ּוְקיאְצֹ אהְבְ ִ ָ֖ליְמ ַֽׁקֹום
ָ֣ ִ ֹותְמלְ ָ֖א
ַֽׁ ַ֚֔ ִכיְכְל־שֻ לחנ
kí kol-shuljanót, málêú qí tzoáh; bêlí maqóm.
Todas las mesas están llenas de vómito repugnante, hasta no quedar lugar
limpio.
(9)
ְיקי
ָ֖ ְמח ֔לבְע ִת
ַֽׁ ֙ת־מיְי ִ ָ֣ביןְשְמּועהְגְמּולי
ָ֖ ִ ְֶיֹורהְד ֔עהְוְא
ָ֣ ֶ ֙ת־מי
ִ ֶא
:ִמש ַֽׁדיִ ם
et-mí ioréh de'áh, vêet-mí iavín shêmu'áh; gêmuleí méjaláv, 'atiqéi
mishadáim.
Porque mandato tras mandato, mandato tras mandato; línea tras línea, línea
tras línea; un poquito allí, un poquito allí...'
(11)
:ַ֚ ִכיְבְ ַֽׁלעֲגָ֣יְש ֔פהְּובל ָ֖שֹוןְא ֶח ֶרתְיְדבָ֖רְאֶ ל־העָ֥םְה ֶזַֽׁה
kí bêlá'agéi safáh, uvlashón ajéret; iêdabér el-ha'ám hazéh.
103
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 28
A ellos había dicho: 'Éste es el reposo; dad reposo al cansado. Éste es el lugar
de descanso.' Pero ellos no quisieron escuchar.
(13)
ְָ֥ירְשם
ָ֖ ְקוְל ֔קוְזְע ָ֣ ְ֙קוְלקו ֤ ֙הוהְצָ֣וְל ֞צוְצ֤וְלצו ֵ֗ וְה ֵ֨יהְל ֶ֜ ֶהםְדְבר־י
פ:ְזְעָ֣ירְשםְלְ ֵ֨מעןְיַֽׁלְכֶ֜ ּוְוְ ַֽׁכשְל֤ ּוְאחֹור֙ ְוְנִ ש ֔ברּוְוְנַֽׁ ֹוק ָ֖שּוְוְנִ ל ַֽׁכדּו
vêhaiáh lahém dêvar-Adonai tzáv latzáv tzáv latzav qáv laqav qáv laqáv,
zê'éir shám zê'éir shám; lêmá'an iélêjú vêjáshêlú ajor vênishbáru, vênóqshú
vênilkádu.
Por lo cual, la palabra del Eterno para ellos será: 'Mandato tras mandato,
mandato tras mandato; línea tras línea, línea tras línea; un poquito allí, un
poquito allí; para que vayan y caigan de espaldas y sean quebrantados,
atrapados y apresados.'
(14)
ְֲשר
ָ֖ ֶ ָ֛ןְשמעָ֥ ּוְדְבר־יהוָ֖הְאנ ָ֣שיְלצֹוןְמַֹֽׁ שְלי֙ ְהעָ֣םְה ֶ֔זהְא
ִ לכ
:ְבִ ַֽׁירּוש ַֽׁל ִם
lajén shim'ú dêvar-Adonai anshéi latzón; móshêleí ha'ám hazéh, ashér
birúshaláim.
Porque habéis dicho: 'Hemos realizado un pacto con la muerte; con el Sheol
hemos hecho un convenio. Cuando pase el torrente arrollador, no llegará a
nosotros; porque hemos puesto al engaño como nuestro refugio, y en la
mentira nos hemos escondido.'
(16)
ְןְבחןְפִ נ֤ת
ֹ ֶ֜ ֶןְאב
ָ֣ ֶ ֶהוהְהִ נְ ִנָ֛יְיִ ָ֥סדְבְצִ יָ֖ ֹוןְאב
ִ֔ ןְכהְאמר֙ ְאֲדֹ נָ֣יְי
ֹ ֤ ל ֵ֗כ
:ְדְהמא ִ ֲָ֖מיןְ ָ֥ל ֹאְי ִ ַֽׁחיש
ַֽׁ דְמּוס
֔ ְמּוס
ָ֣ ֙יִ קרת
lajén kóh amar adonái IHVÍH, hinêní isád bêtzión áven; éven bójan pinát iqrat
musád musád, hámaamín ló iajísh.
104
28 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí que yo pongo como cimiento
en Tzión [Sion] una piedra, una piedra probada. Una preciosa piedra angular
es puesta como cimiento. El que crea no se apresure.
(17)
ְיְמשפט֙ ְלְ ֔קוְּוצד ָ֖קהְלְ ִמשקלֶתְוְיע֤הְברד֙ ְמח ָ֣סהְכ ֔זבְוְ ָ֥סתֶ ר
ִ וְשמ ִ ֤ת
ס:ָ֖מיִ םְיִ שטַֹֽׁ פּו
vêsamtí mishpat lêqáv, utzdaqáh lêmishqálet; vêia'áh varad majséh jazáv,
vêséter máim ishtófu.
Entonces vuestro pacto con la muerte será anulado, y vuestro convenio con el
Sheol no prevalecerá. Cuando pase el torrente arrollador, seréis aplastados por
él.
(19)
ְםְכי־בבָֹּ֧ קֶ רְבבָֹ֛ קֶ רְ ַֽׁיעֲבָֹ֖ רְביָ֣ ֹוםְּובלילהְוְהיָ֥ה
ַֽׁ ִ ִמ ֤דיְעְברֹו֙ ְיִ ָ֣קחְאֶ ת ֶ֔כ
:מּועהַֽׁ ְרק־זְועָ֖הְה ִ ָ֥ביןְש
midéi 'ovró iqáj etjém, kí-vabóqer babóqer iá'avór baióm uvaláilah; vêhaiáh
raq-zêva'áh havín shêmu'áh.
Cada vez que pase, os arrebatará; porque pasará mañana tras mañana, de día y
de noche. Entonces entender el mensaje sólo traerá terror.'
(20)
:ָ֖עְמהִ שתרעְוְהמסכָ֥הְצָ֖רהְכְהִ תכנַֽׁס
ַֽׁ ִ ַֽׁכי־קצָ֥רְהמצ
kí-qatzár hamatzá' méhistaré'a; vêhamasejáh tzárah kêhitkanés.
105
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 28
Ahora pues, no sigáis haciendo escarnio, para que no se aprieten más vuestras
ataduras. Porque he oído, de parte del Señor Elohim de los Ejércitos, que
sobre toda la tierra ha sido decretada la destrucción.
(23)
:ּוְאמר ִ ַֽׁתי
ִ ָּ֖וְקֹוליְהק ִ ָ֥שיבּוְוְ ִשמע
ִ ַָֽׁ֖האֲזִ ָ֥ינּוְוְ ִשמע
háazínu vêshim'ú qolí; haqshívu vêshim'ú imratí.
¿Acaso para sembrar, el labrador sólo ara, rompe y deshace los terrones de
tierra durante todo el día?
(25)
ְ ֙יץְקצחְוְכמָֹ֣ ןְיִ זרֹ קְוְ ֵ֨שםְחִ ט֤הְשֹורה
ָ֖ ֶ ם־שּוָ֣הְפ ֶ֔ניהְוְה ִ ָ֥פ ִ ְא ִ ֙הֲלֹוא
:ּושעֹ ָ֣רהְנִ ס ֔מןְוְכ ֶ ָֻ֖סמֶ תְגְ ֻבַֽׁל ַֽׁתֹו
halo im-shiváh fanéiha, vêhefítz qétzaj vêjamón izróq; vêsám jitáh sorah
us'oráh nismán, vêjusémet gêvúlató.
'¡Ay de Ariel, Ariel, la ciudad donde acampó David! Añadid año sobre año;
que las fiestas se repitan tras su ciclo anual.
(2)
:יאל
ַֽׁ יְכא ֲִר
ַֽׁ הְל
ָ֖ ִ הְתאֲנִ יה֙ ְַֽׁואֲנִ ֔יהְוְהָ֥ית
ַֽׁ יְלא ֲִריאלְוְ ַֽׁהיְ ֤ת
ַֽׁ ֹות
ִ ַֽׁוהֲצִ ָ֖יק
váhatziqóti láariél; vêháiêtáh táaniah váaniáh, vêháitah lí káariél.
Pero yo pondré a Ariel en aprietos, y será una ciudad de dolor y lamento; ella
será para mí un Ariel.
(3)
:ָ֥יתיְכ ָ֖דּורְעליִ ְךְוְצר ִ ֤תיְע ֵ֨ליִ ְך֙ ְמ ֻ֔צבְוה ִ ֲַֽׁקימֹ ִ ָ֥תיְעלָ֖יִ ְךְמְצ ַֻֽׁרֹ ת
ִ וְח ִנ
vêjaníti jadúr 'aláij; vêtzartí 'aláij mutzáv, vahaqímotí 'aláij mêtzurót.
107
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 29
De parte del Eterno de los Ejércitos serás castigada con truenos, con
terremotos, con gran estruendo, con torbellino, con tempestad y con llama de
fuego consumidor.
(7)
ְגֹויםְהצַֹֽׁ בְ ִ ָ֖איםְעל־א ֲִריאל
ִ֔ ֹוןְלילהְהֲמֹון֙ ְכְל־ה ֔ ָ֣הְכחֲלֹום֙ ְחֲז ַֽׁ וְה ֵ֗י
:יםְלּה
ַֽׁ יקָ֖ ִ ִיהְּומצָֹ֣ ד ֔תּהְוְהמְצ
֙ וְכְל־צֹ ֵ֨ ֶב
vêhaiáh kájalom jazón láilah, hamon kol-hagoím, hatzóvêím 'al-ariél; vêjol-
tzovéihá umtzódatáĥ, vêhamêtziqím láĥ.
Entonces la multitud de todas las naciones que combaten contra Ariel y todos
sus muros de asedio y sus baluartes, y los que la acosan serán como un sueño
y una visión nocturna.
108
29 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(8)
ְּ֒יקהְנפשֹו ָ֣ ָ֣הְאֹוכלְוְהקִ יץ֮ ְוְר
ֵ֗ םְהר ֶ֜עבְוְהִ נַֽׁ ְ֩יח ֲֵֹ֨ל
ַֽׁ הְכאֲשֶ ר
ַֽׁ וְה ָ֡י
ְרְיחֲֹל֤ םְהצמא֙ ְוְהִ נָ֣הְשֹ ֔ ֶתהְוְהקִ יץ֙ ְוְהִ נָ֣הְע ֔יףְוְנפ ָ֖שֹוְ ַֽׁשֹוקקה ַֽׁ ֵֶ֨וְ ַֽׁכאֲש
פ:ְגֹויםְהצַֹֽׁ בְ ִ ָ֖איםְעל־הָ֥רְצִ יַֽׁ ֹון
ִ֔ ָ֣ןְיה ֵֶ֗יהְהֲמֹון֙ ְכְל־ה ַֽׁ ִ כ
vêhaiáh káasher iájalóm hára'év vêhinéh ojél vêheqitz vêreiqáh nafshó
vêjáashér iájalóm hatzame vêhinéh shotéh, vêheqitz vêhinéh 'aiéf, vênafshó
shóqeqáh; kén ihiéh hamon kol-hagoím, hatzóvêím 'al-hár tzión.
Será como cuando el que tiene hambre sueña, y he aquí está comiendo; pero
cuando despierta, su estómago está vacío. Será como cuando el que tiene sed
sueña, y he aquí está bebiendo; pero cuando despierta, se encuentra
desfallecido, y su garganta está reseca. Así sucederá con la multitud de todas
las naciones que combaten contra el monte Tzión [Sion].
(9)
ְֹא־ייִ ןְנעָ֖ ּוְוְ ָ֥ל ֹא
֔ עּוְשכְ ָ֣רּוְוְל
ַֽׁ ֹהִ תמהמְ ָ֣הּוְּות ֔מהּוְהִ ש ַֽׁתעשעָ֖ ּוְוש
:ש ַֽׁכר
hitmahmêhú utmáhu, hishtá'ash'ú vashó'u; shájêrú vêlo-iáin, na'ú vêló shejár.
Toda la visión será como las palabras de un libro sellado. Cuando lo dan al
que sabe leer y le dicen: 'Por favor, lee esto', él dice: 'No puedo, porque está
sellado.'
109
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 29
(12)
ְעְספֶרְלאמָֹ֖ רְקְ ָ֣ראְנא־זֶ הְוְא ִ֕מרְ ָ֥ל ֹא
ָ֛ וְנִ ָ֣תןְה ֵ֗ספֶרְעל ְ֩אֲשֵֶ֨ רְ ַֽׁל ֹא־י ָ֥ד
ס:יְספֶר
ַֽׁ י ָ֖דע ִת
vênitán haséfer 'al ashér ló-iadá' séfer lemór qêrá na-zéh; vêamár ló iadá'ti
séfer.
Y cuando dan el libro al que no sabe leer y le dicen: 'Por favor, lee esto', él
dice: 'No sé leer.'
(13)
ְןְכיְנִ גש֙ ְהעָ֣םְה ֶ֔זהְבְ ִ ֤פיוְּובִ שפתיו֙ ְכִ בְד֔ ּונִ יְוְלִ ָ֖בֹו
֤ ִ יְיע ַ֚ ו ָ֣י ֹאמֶ רְאֲדֹ ֵ֗נ
:יְמצוָ֥תְאֲנ ִ ָ֖שיםְמְלֻמ ַֽׁדהִ ָ֣קְמ ֶמנִ יְותְ ִ ֤היְיִ ראתם֙ ְאֹ ֔ ִת
ִ ִרח
vaiómer adonái iá'an kí nigash ha'ám hazéh, bêfív uvisfatav kibêdúni, vêlibó
rijáq miméni; vatêhí iratam otí, mitzvát anashím mêlumadáh.
Dice el Señor: 'Por cuanto se aproximó este pueblo, con su boca y con sus
labios me honró, pero su corazón se alejó de Mí; y su reverencia a Mí es un
precepto de personas, tal como han sido entrenados.
(14)
ְ ֙ת־העם־הזֶ ָ֖הְהפלָ֣אְופֶ לֶאְוְ ַֽׁאבְדה
ַֽׁ ֶָ֥יְיֹוסףְלְהפ ִ ָ֥ליאְא
ָ֛ ִ ל ֵ֗כןְהִ נְ ִנ
ס:ָ֖יוְתסת ַֽׁתר
ִ חְכ ָ֣מתְחֲכ ֔מיוְּובִ ינָ֥תְנְבֹ נ
lajén hinêní iosíf lêhaflí et-há'am-hazéh haflé vaféle; vêávêdah jojmát
jajamáv, uvinát nêvonáv tistatár.
Por eso, he aquí que volveré a hacer maravillas con este pueblo, maravilla
sobre maravilla. Entonces se perderá la sabiduría de sus sabios, y el
entendimiento de sus entendidos se ocultará.'
(15)
ְיהם
ֶ ֔ ְמעֲש
ַֽׁ ֙יםְמיְהוָ֖הְלס ִ ָ֣תרְעצהְוְהי֤הְבְמחשְךַֽׁ יק ָ֥ ִ ָ֛הֹויְה ַֽׁמע ֲִמ
:ְיְידְ ַֽׁענּו
ַֹֽׁ נּוְּומ
ָ֥ ִ ּוְמיְרֹ ָ֖אָ֥ ִ ו ָ֣י ֹאמ ֔ר
hói hamá'amiqím méiêhváh lastír 'etzáh; vêhaiáh vêmajshaj má'aseihém,
vaiómrú, mí roénu umí iódê'énu.
¡Ay de los que se esconden del Eterno en lo profundo, encubriendo los planes!
Realizan sus obras en las tinieblas, diciendo: '¿Quién nos ve?' y '¿Quién nos
conoce?'
(16)
ְרְמע ֶ ֲ֤שהְלְעֹ ֵ֨שהּו֙ ְ ָ֣ל ֹא
ַֽׁ ֹאמ
ֵ֨ בְכי־י
ַֽׁ ִ םְאם־כְחָֹ֥ מֶ רְהיֹ צָ֖רְיַֽׁחש ִ ֵ֨הפכְ ֶ֔כ
:ע ֔שנִ יְוְיָ֛צֶ רְא ָ֥מרְלְ ַֹֽׁיצְ ָ֖רֹוְ ָ֥ל ֹאְה ִ ַֽׁבין
110
29 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos
verán desde la oscuridad y las tinieblas.
(19)
:ְָ֖הְשמחהְוְאֶ ביֹונָ֣יְא ֔דםְבִ ק ָ֥דֹושְיִ שר ָ֖אלְי ִ ַֽׁגילּו
ִ יםְביהו
ַֽׁ וְיַֽׁסְ ָּ֧פּוְעֲנ ִ ָ֛ו
vêiásêfú 'anavím báAdonai simjáh; vêevionéi adám, biqdósh Israél iagílu.
los que hacen pecar al hombre en palabra, los que ponen trampas para hacer
caer al que amonesta en la puerta de la ciudad, los que con argumentos vacíos
desvían al justo.
111
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 29-30
(22)
ֲשרְפ ָ֖דהְאֶ ת־אברהםְ ַֽׁל ֹא־ָ֥ ֶ ָ֣יתְיעֲקֹ֔ בְא
ַֽׁ ןְכה־א ֤מרְיהוה֙ ְאֶ ל־ב ֹ ַֽׁ ל ֵ֗כ
:ְָ֥יוְיחֱוַֽׁרּו
ַֽׁ ֶ ע ֤תהְיבֹוש֙ ְַֽׁיעֲקֹ֔ בְוְ ָ֥ל ֹאְע ָ֖תהְפנ
lajén kóh-amár Adonai el-béit Iá’aqóv, ashér padáh et-avrahám; ló-'atáh
ievosh Iá’aqóv, vêló 'atáh panáv iéjeváru.
Por tanto, el Eterno, que redimió a Avraham [Abraham], ha dicho así a la casa
de Iaaqov [Jacob]: 'Ahora Iaaqov [Jacob] no será avergonzado más, ni
tampoco palidecerá ahora su rostro.
(23)
ישּוְשְ ִמיְוְהִ ק ִֵ֨דישּו֙ ְאֶ ת־
ַֽׁ יוְמע ֲָ֥שהְי ָ֛דיְבְקִ ר ָ֖בֹוְיק ִ ָ֣ד
ַֽׁ ִ ָ֣כיְבִָ֠ ראֹ תֹוְיְל ֞ד
:לְיע ִ ֲַֽׁריצּו
ַֽׁ ֹושְיעֲקֹ֔ בְוְאֶ ת־אֱֹלהָ֥יְיִ שר ָ֖א
ַֽׁ קְ ָ֣ד
kí víroto iêladáv má'aséh iadái bêqirbó iaqdíshú shêmí; vêhiqdíshú et-qêdósh
Iá’aqóv, vêet-elohéi Israél iá'arítzu.
'Ay de los hijos rebeldes', dice el Eterno, 'por llevar a cabo planes pero no los
míos, por hacer libaciones para sellar alianzas pero no según mi espíritu,
añadiendo pecado sobre pecado.
(2)
ְםְּופיְ ָ֣ל ֹאְשאלּוְלעֹוז֙ ְבְמעָ֣ ֹוזְפרעֹ֔ הְוְלח ָ֖סֹות
ָ֖ ִ ִתְמצ ֔רי
ִ ֶההַֹֽׁ לְכִ ים֙ ְל ֶ ָ֣רד
:לְמצ ַֽׁריִ ם
ִ בְ ָ֥צ
112
30 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
hahólêjim larédet mitzráim, ufí ló shaálu; la'oz bêma'óz par'óh, vêlajsót bêtzél
mitzráim.
'Ellos parten para descender a Egipto a fin de protegerse bajo la protección del
faraón y de refugiarse en la sombra de Egipto; pero a mí no me han
consultado.
(3)
:ל־מצ ָ֖ריִ םְלִ כלִ ַֽׁמה
ִ וְהיָ֥הְלכֶ ָ֛םְמעָ֥ ֹוזְפר ָ֖ ֹעהְלְבֹ שֶ תְוְ ֶ ַֽׁהח ָ֥סּותְבְצ
vêhaiáh lajém ma'óz par'óh lêvóshet; vêhéjasút bêtzel-mitzráim lijlimáh.
todos serán defraudados por un pueblo que no les servirá de nada. No los
socorrerá, ni les traerá provecho, sino sólo vergüenza y afrenta.'
(6)
ְ ֙צּוקהְל ִ ָּ֧ביאְולָ֣יִ שְמ ֵ֗ ֶהםְאֶ פעֶה
ֶ֜ ְאְבה ֲָ֣מֹותְנֶ ָֽגֶבְבְאֶ ֶרץְ֩צ ֵ֨רהְו
ַֽׁ מ ָ֖ש
ְ ֙עֹופףְיִ שאּוְ֩על־ ֵֶ֨כתֶ ףְעֲי ִ ֶ֜ריםְ ַֽׁחיל ֵ֗ ֶהםְוְעל־ד ֶב֤שֶ תְגְמלִ ים ֔ ְוְש ָ֣רףְמ
:אְיֹועילּו
ַֽׁ ִ ֹ ַֽׁאֹוצרֹ ֔תםְעל־עָ֖םְ ָ֥ל
masá báhamót négev; bêeretz tzaráh vêtzuqáh laví valáish mehém ef'eh
vêsaráf mê'oféf, isú 'al-kétef 'aiarím jéilehém vê'al-dabéshet gêmalim
ótzrotám, 'al-'ám ló io'ílu.
113
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 30
umitzráim hével varíq ia'zóru; lajen qaráti lazót, ráhav hém shávet.
Ciertamente los egipcios darán ayuda vana y vacía. Por tanto, he llamado a
Egipto: ¡Rahab la inutilizada!
(8)
ְֹוםְאח ֲ֔רֹון
ַֽׁ ָ֣ל־ספֶרְחֻקּהְּותהִ י֙ ְלְי
ָ֣ ְא ָ֖תםְוְע
ִ הְבֹואְכְתבָּ֥הְעל־לָ֛ ּוח
ָ֣ ע ֵ֗ת
:ְד־עֹולם
ַֽׁ לעָ֖דְע
'atáh bó jotváĥ'al-lúaj itám vê'al-séfer juqáĥ; uthí lêíom ájarón, la'ád'ad-'olám.
'Ahora ven y escribe esta visión en una tablilla, delante de ellos. Grábala en un
libro para que se conserve como testimonio perpetuo hasta el día final.
(9)
:ְְתֹורתְיהוַֽׁה
ָ֥ ָ֖יםְכח ִשיםְב ִ֕ ִניםְ ַֽׁל ֹא־א ָ֥בּוְשְ ָ֖מֹוע
ַֽׁ ֶ ְהּואְב ִנ
֔ ִ֙ ָ֣כיְע֤םְמְ ִרי
kí 'ám mêrí hú, baním kéjashím; baním ló-avú shêmó'a torát Adonai.
Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quieren escuchar
la instrucción del Eterno.
(10)
ְאְתחֱזּו־לָ֖נּוְנְכֹ חֹות
ַֽׁ ֶ ֹ אְתר ֔אּוְוְלָ֣חֹ ֔ ִזיםְ ָ֥ל
ִ ֹ ּוְלרֹ ִאים֙ ְ ָ֣ל
ַֽׁ רְאמְ ֤ר
ַֽׁ ֵֶ֨אֲש
:ּוְמהֲתלַֽׁ ֹות
ַֽׁ ָ֖דבְרּו־לָ֣נּוְחֲל ֔קֹותְחֲז
ashér ámêrú lároim ló tirú, vêlájozím, ló téjezu-lánu nêjojót; dabêru-lánu
jalaqót, jazú máhatalót.
Ellos han dicho a los videntes: 'No tengáis visiones'; y a los profetas: 'No nos
profeticéis cosas rectas. Decidnos, más bien, cosas halagüeñas; profetizad
cosas ilusorias.
(11)
ְיתּוְמפנָ֖ינּוְאֶ ת־קְ ָ֥דֹוש
ִ ּוְמני־אֹ רחְהש ִ ָ֥ב
ִ י־ד ֶרְךְה ָ֖ט
ֶ ֔ ּורּוְמנ
ִ ַ֚ס
ס:יִ שר ַֽׁאל
súru minei-dérej, hatú minei-óraj; hashbítu mipanéinu et-qêdósh Israél.
114
30 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Por tanto, así ha dicho el Santo de Israel: 'Porque desechasteis esta palabra y
confiasteis en la violencia y en la perversidad, y os habéis apoyado en ello,
(13)
חֹומהְנִ שגבהְאֲשֶ ר־
ָ֣ ְןְיהיֶ ֤הְלכֶם֙ ְהֶ ע ָ֣ ְֹוןְה ֶ֔זהְכְפֶ ֶָ֣רץְנֹ ֔פלְנִ בעֶ ָ֖הְב
ַֽׁ ִ ל ֵ֗כ
:ְֹואְשב ַֽׁרּה
ִ פִ תאָֹ֥ םְלְפֶ ָ֖תעְי ָ֥ב
lajén ihiéh lajem he'avón hazéh, kêféretz nofél, niv'éh bêjomáh nisgaváh;
asher-pitóm lêféta' iavó shivráĥ.
por eso, este pecado os será como muro agrietado que se abre y cae, como un
alto muro al cual de repente, en un instante, le viene su quebrantamiento.
(14)
ְ ּ֙ותְל ֹאְיחמֹ לְוְ ַֽׁל ֹא־יִ מצ֤אְבִ מכִ תתֹו
ָ֣ ָּ֠ושברּהְכְ ֵ֨שבֶ רְנָּ֧בֶ לְיַֽׁ ֹוצ ִ ָ֛ריםְכ ָ֖ת
ס:םְמ ֶגַֽׁבֶ א
ִ ִףְמיָ֖ שֹ ָ֥ ְמי ֔קּודְוְלח ִ ֙֔ ֶח ֶרשְלח ָ֥תֹותְאש
úshvaraĥ kêshéver nével íotzrím katút ló iajmól; vêló-imatzé vimjitató jéres,
lajtót esh miaqúd, vêlajsóf máim migéve.
Más bien, dijisteis: 'No, sino que huiremos a caballo.' ¡Por tanto, vosotros sí
huiréis! Dijisteis: 'Sobre veloces caballos cabalgaremos.' ¡Por tanto, también
vuestros perseguidores serán veloces!
115
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 30
(17)
ִ ָ֛יְגע ֲָ֥רתְח ֲִמ ָ֖שהְת ֻנסּוְע
ָ֣דְאם־ ַֽׁ דְמפְנ
ִ דְמפְני֙ ְַֽׁגע ֲָ֣רתְאֶ ֔ח
ִ ֶ ָ֣אלֶףְאֶ ֵ֗ח
:נַֽׁ ֹותר ֵ֗ ֶתםְכתֵֹ֨ ֶרן֙ ְעל־ ָ֣ר ֹאשְה ֔הרְוְכנָ֖סְעל־הגִ ב ַֽׁעה
élef ejád mipêneí gá'arát ejád, mipênéi gá'arát jamisháh tanúsu; 'ád im-
nótartém katóren 'al-rósh hahár, vêjanés 'al-hagiv'áh.
Mil huirán ante la amenaza de uno. Huiréis ante la amenaza de cinco, hasta
que quedéis como un asta sobre la cumbre de un monte o como una bandera
sobre una colina.
(18)
ְ ֤֙יְמשפט
ִ םְכי־אֱֹלה
ַֽׁ ִ ְֶלחֲננ ֶ֔כםְוְלכָ֥ןְי ָ֖רּוםְלְ ַֽׁרחֶ מכַֽׁ ֙וְל ֞כןְיְחכֶ ֤הְיהוה
פ:ְל־חֹוכיְלַֽׁ ֹו
ָ֥ ְהוהְאש ָ֖ריְכ ֔ י
vêlajén iêjakéh Adonai lájananjém, vêlajén iarúm lêrájemjém; kí-elohéi
mishpat Adonai, ashréi kol-jójei ló.
Por tanto, el Eterno espera para tener piedad de vosotros; por eso, se levanta
para tener misericordia de vosotros. Porque el Eterno es un Elohim de justicia,
¡bienaventurados son todos los que esperan en él!
(19)
ְא־תב ֵֶ֗כהְחנ֤ ֹוןְיְחנְך֙ ְלְ ָ֣קֹול
ִ ֹ כִ י־עָ֛םְבְצִ יָ֥ ֹוןְי ָ֖שבְבִ ַֽׁירּושל ִםְבכָ֣ ֹוְ ַֽׁל
:ַֽׁזע ֔ ֲֶקךְכְשְמע ָ֖תֹוְענְַָֽֽׁך
ki-'ám bêtzión ieshév birúshaláim; bajó ló-tivkéh janón iojnêjá lêqól zá'aqéja,
kêshom'ató 'anáj.
116
30 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
vêoznéjá tishmá'nah davár, meájaréja lemór; zéh hadérej lêjú vó, kí táamínu
vêjí tasmêílu.
Entonces tus oídos oirán a tus espaldas estas palabras: '¡Éste es el camino;
andad por él, ya sea que vayáis a la derecha o a la izquierda!'
(22)
ְ ֙ךְתזרם
ִ אתםְאֶ ת־צִ פּוי֙ ְפְ ִסילָ֣יְכס ֶ֔פךְוְאֶ ת־ ֲאפ ָֻ֖דתְמסכָ֣תְזְה ֶב ֶ ֵ֗ וְ ִטמ
:כְ ָ֣מֹוְד ֔והְצָ֖אְ ָ֥ת ֹאמרְלַֽׁ ֹו
vêtimetém et-tzipuí pêsiléi jaspéja, vêet-afudát maseját zêhavéja; tizrem kêmó
daváh, tzé tómar ló.
También los bueyes y los asnos que labran la tierra comerán forraje salado,
que ha sido aventado con pala y horqueta.
(25)
ְוְהיָ֣הְ׀ְעל־כְל־הָ֣רְג ֵ֗ ֹבּהְוְעלְ֙כְל־גִ בעָ֣הְנִ ש ֔אהְפְל ִגָ֖יםְיִ בלי־מיִ ם
:גְרבְבִ נ ָ֖ ֹפלְ ִמגד ִ ַֽׁלים
֔ ְה ֶָ֣ר
ֶ ֙בְיֹום
vêhaiáh | 'al-kol-hár gavóĥa vê'al kol-giv'áh nisaáh, pêlagím ivlei-máim;
bêiom héreg ráv, binfól migdalím.
Y sucederá en el día de la gran matanza, cuando caigan las torres, que habrá
arroyos, corrientes de agua, sobre todo monte alto y sobre toda colina elevada.
117
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 30
(26)
ְָ֣הְשבע ֔תיִ םְכְ ָ֖אֹור
ִ ֶֹורְהחמה֙ ִ ְַֽׁיהי
ַֽׁ ֹורְהח ֔מהְוְ ֤א
ַֽׁ וְהי֤הְאֹור־הלְבנה֙ ְכְ ָ֣א
ְּומחץְמכ ָ֖תֹוְיִ ר ַֽׁפא
ָ֥ ְת־שבֶ רְע ֔מֹוָ֣ ֶ ִֶשבעָ֣תְהי ִמיםְבְיֵ֗ ֹוםְחֲבֹ֤ שְיהוה֙ ְא
פ:
vêhaiáh or-halêvanah kêór hájamáh, vêór hájamah ihiéh shiv'atáim, kêór
shiv'át haiamím; bêíom javósh Adonai et-shéver 'amó, umájatz makató irpá.
La luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces
mayor, como la luz de siete días, en el día en que el Eterno ponga vendas a la
fractura de su pueblo y cure las contusiones que él le ha causado.
(27)
ְְמלאּו
ָ֣ ָ֣֙אְממֶ ר ֔חקְבֹ עָ֣רְא ֔פֹוְוְ ָ֖ ֹכבֶ דְמשאהְשְפתיו
ִ הִ נ֤הְשם־יהוה֙ ְב
:ְ֔זעםְּולשֹונָ֖ ֹוְכְ ָ֥אשְאֹ ַֽׁכלֶת
hinéh shem-Adonai bá mimerjáq, bo'ér apó, vêjóved masaáh; sêfatav málu
zá'am, ulshonó kêésh ojálet.
He aquí que el nombre del Eterno viene de lejos. Arde su furor y levanta
densa humareda. Sus labios están llenos de ira, y su lengua es como fuego
consumidor.
(28)
ְָ֥הְגֹויָ֖םְבְנָ֣פתְשואְוְ ֶ ָ֣רסֶ ן
ִ הְלהֲנפ
ַֽׁ ָ֣ארְיח ֔ ֱֶצ
ַֽׁ ֶ רּוחֹוְכְנ֤חלְשֹוטף֙ ְעד־צּו ֞ ְו
:מת ֶ֔עהְעָ֖לְלְחיָ֥יְע ִ ַֽׁמים
vêrujó kênájal shotef 'ad-tzavár iéjetzéh, láhanafáh goím bênáfat sháv; vêrésen
mat'éh, 'ál lêjaiéi 'amím.
Su aliento, cual torrente desbordado, llega hasta el cuello para zarandear a las
naciones en la zaranda hasta acabar con ellos, y para sujetar las mandíbulas de
los pueblos con freno que les haga errar.
(29)
ְְבחלִ֔ יל
ַֽׁ ֶ ֙בְכהֹולְך
ַֽׁ ה ִשיר֙ ְ ִ ַֽׁיהיֶ ָ֣הְל ֶ֔כםְכְלָ֖ילְהִ תקדֶ ש־חגְוְ ִשמחָ֣תְל ֵ֗ב
:ְל־צּורְיִ שר ַֽׁאל
ָ֥ ֶל ָ֥בֹואְבְהר־יהוָ֖הְא
hashir ihiéh lajém, kêléil hitqadesh-jág; vêsimját leváv káholej béjalíl, lavó
vêhar-Adonai el-tzúr Israél.
Pero vosotros tendréis una canción, como la noche en que se celebra una fiesta
sagrada. Tendréis alegría de corazón, como el que, al son de la flauta, viene al
monte del Eterno, a la Roca de Israel.
118
30-31 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(30)
ְףְאףְוְלָ֖הב
֔ ֹודְקֹולֹוְוְנ֤חתְזְרֹועֹו֙ ְיר ֔ ֶאהְבְזָ֣ע
ֵ֗ ת־ה
ָ֣ ֶהוהְא ֶ֜ וְהִ ש ִֵ֨מיעְי
:ְשְאֹוכלהְנֶ ָ֥פֶץְוזֶ ָ֖ ֶָֽרםְוְ ֶ ָ֥אבֶ ןְב ַֽׁרד ַֽׁ ָ֣א
vêhishmí'a Adonai et-hód qoló vênájat zêro'ó iaréh, bêzá'af áf, vêláhav ésh
ójeláh; néfetz vazérem vêéven barád.
Entonces el Eterno hará oír la majestad de su voz, y dejará ver el descenso de
su brazo con furor de ira y con llama de fuego consumidor, con lluvia
violenta, torrente y piedras de granizo.
(31)
:ְי־מ ָ֥קֹולְיהוָ֖הְיחָ֣תְאשּורְב ָ֖שבֶ טְי ֶ ַֽׁכה
ִ ִ ַֽׁכ
kí-miqól Adonai ieját ashúr; bashévet iakéh.
Porque Asiria será hecha pedazos a causa de la voz del Eterno; con un palo la
golpeará.
(32)
ְהְמּוס ֔דהְאֲשֵֶ֨ רְי ִנ֤יחְיהוה֙ ְע ֔ליוְבְתֻ ִ ָ֖פים
ַֽׁ לְמעֲבר֙ ְמ ָ֣ט
ַֽׁ הְכ
ֹ ֤ וְה ֵ֗י
:ְ)ם־בהְ(בם
ַֽׁ ּובכִ נֹ רֹותְּוב ִמלח ֲָ֥מֹותְתְנּופָ֖הְנִ לח
vêhaiáh kól má'avar matéh músadáh, ashér ianíaj Adonai 'aláv, bêtupím
uvjinorót; uvmiljamót tênufáh niljam-VH (bám).
Y sucederá que cada pasada de la vara de corrección que el Eterno descargará
sobre ella será al son de panderos y de liras. Blandiendo el brazo combatirá
contra ella.
(33)
ְם־הואְ(היא)ְל ֶ ָ֥מלְֶךְהּוכָ֖ןְהֶ ע ִ ָ֣מיק
ָ֛ ִ ּוְךְמאֶ תמּולְ֙תְפְ ֔ ֶתהְג
ַֽׁ ִ ַֽׁכי־ע ֤ר
ְּהְאשְוְעצִ ים֙ ְהר ֔בהְנִ ש ֤מתְיהוה֙ ְכְנָ֣חלְגְפְ ִ ֔רית
֤ הִ ר ִחבְמְ ֻדַֽׁר ֵ֗ת
פ:ְהְבּה ַֽׁ בַֹֽׁ ע ֲָ֖ר
kí-'arúj méetmul tofêtéh, gam-HV (hí) lamélej huján he'míq hirjív; mêdúratáĥ
ésh vê'etzim harbéh, nishmát Adonai kênájal gofêrít, bó'aráh báĥ.
Porque desde ayer está dispuesta hoguera, también para el rey ha sido
preparada, profundizó y ensanchó; su pira es de fuego y leños abundantes. El
aliento del Eterno como torrente de azufre, arde en ella.
¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda! Buscan apoyo en los caballos;
confían en los carros de guerra, por ser numerosos; y en los jinetes, por ser
muy poderosos. Pero no miran al Santo de Israel, ni buscan al Eterno.
(2)
ְל־בית
ָ֣ אְרעְוְאֶ ת־דְב ָ֖ריוְ ָ֣ל ֹאְה ִסירְוְקם֙ ְע
֔ ם־הּואְחכם֙ ְויָ֣ב֤ וְג
:יְאוֶן
ַֽׁ תְפעֲל
ֹ ָ֥ מְר ֔ ִעיםְוְעל־עֶז ָ֖ר
vêgam-hú jajam vaiáve rá', vêet-dêvaráv ló hesír; vêqam 'al-béit mêre'ím,
vê'al-'ezrát pó'alei áven.
Los egipcios son hombres, no dioses. Sus caballos son carne, no espíritu. De
manera que cuando el Eterno extienda su mano, tropezará el que da la ayuda,
y caerá el que la recibe. Todos ellos serán exterminados juntos.
(4)
ְְ֩האר ֵ֨יהְוְהכְ ֶ֜ ִפירְעל־טר ֵ֗פֹו ַֽׁ ֲשרְיֶה ֶגה
ָ֣ ֶ יְכא
ַֽׁ הְאמר־יהוָ֣הְ׀ְא ָ֡לַֽׁ יְכ
ֹ ָ֣ ִ ָ֣כ
ְאְיעֲנֶ ה
ַֽׁ ֹ תְּומהֲמֹונָ֖םְ ָ֣ל
ַֽׁ יםְמקֹולם֙ ְ ָ֣ל ֹאְי ֔ח
ִ אֲשֵֶ֨ רְיִ ק ֤ראְעליו֙ ְמְ ָ֣ל ֹאְרֹ ֔ ִע
:ְֵ֗כןְירד֙ ְיהוָ֣הְצְב ֔אֹותְלִ צ ָ֥ב ֹאְעל־הר־צִ יָ֖ ֹוןְוְעל־גִ בע ַֽׁתּה
kí jóh ámar-Adonai | elái káashér iehgeh háariéh vêhakêfír 'al-tarpó ashér
iqaré 'alav mêló ro'ím, miqolam ló ieját, uméhamonám ló iá'anéh; kén iered
Adonai tzêvaót, litzbó 'al-har-tzión vê'al-giv'atáĥ.
120
31 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(5)
ְֹותְכןְי ָ֛גָֽןְיהוָ֥הְצְב ָ֖אֹותְעל־יְ ַֽׁרּושל ִםְגנָ֥ ֹוןְוְהִ ִ ָ֖צילְפסָֹ֥ ח
ֵ֗ כְצִ פְ ִ ָ֣ריםְע ֔פ
:ְוְהִ מ ִ ַֽׁליט
kêtziporím 'afót, kén iagén Adonai tzêvaót 'al-Iêrúshaláim; ganón vêhitzíl
pasóaj vêhimlít.
Como los pájaros que revolotean, así defenderá el Eterno de los Ejércitos a
Ierushalaim [Jerusalén]. La defenderá y la auxiliará, la preservará y la
rescatará.'
(6)
:ֲשרְהֶ ע ִ ָ֥מיקּוְס ָ֖רהְבְנָ֥יְיִ שר ַֽׁאל
ָ֛ ֶ ּובּוְלא
ַֽׁ ֵ֗ש
shúvu láashér he'míqu saráh bênéi Israél.
Porque en aquel día el hombre repudiará sus ídolos de plata y sus ídolos de
oro que para vosotros han hecho vuestras manos pecadoras.
(8)
ְ ֙בְל ֹא־א ָ֖דםְ ַֽׁת ֹאכְלֶ נּוְוְנָ֥סְלֹו
ַֽׁ ֹא־אישְוְ ֶח ֶָ֥ר ִ֔ וְנפ֤לְאשּור֙ ְבְ ֶח ֶָ֣רבְל
:ְסְיהיַֽׁ ּו
ַֽׁ ִ חּוריוְל ָ֥מ
ָ֖ בְּוב
ַֽׁ י־ח ֶר
ֶ ֔ ִמפְנ
vênafál ashur bêjérev lo-ísh, vêjérev ló-adám tójêlénu; vênás ló mipênei-jérev,
uvájuráv lamás íhíu.
121
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 31-32
Entonces no se cerrarán los ojos de los que ven, y los oídos de los que oyen
estarán atentos.
(4)
:ּולבָ֥בְנִ מה ִ ָ֖ריםְי ִ ָ֣ביןְלדעתְּול ָ֣שֹוןְעִ לְ ִ֔גיםְתְמהָ֖רְלְדבָ֥רְצ ַֽׁחֹות
ulváv nimharím iavín ladá'at; ulshón 'ilêgím, têmahér lêdabér tzajót.
122
32 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(6)
ֶןְלע ֲָ֣שֹותְחֵֹ֗ נֶףְּולדב֤רְאֶ ל־
ַֽׁ ֹוְיעֲשֶ ה־או
ַֽׁ ִ ֤כיְנבלְ֙נְבלָ֣הְיְד ֔ברְוְלִ ָ֖ב
:ְְתֹועהְלְה ִריק֙ ְנֶ ָ֣פֶשְר ֔עבְּומש ֶ ָ֥קהְצ ָ֖מאְיח ִ ַֽׁסיר
֔ ֙יהוה
kí naval nêvaláh iêdabér, vêlibó iá'aseh-áven; lá'asót jónef uldabér el-Adonai
to'áh, lêhariq néfesh ra'év, umashqéh tzamé iajsír.
Pues el canalla tiene recursos de perversidad. Él hace planes para enredar a los
afligidos con palabras engañosas, aun cuando el pobre hable con derecho.
(8)
ס:וְנ ִ ָ֖דיבְנְ ִד ָ֣יבֹותְיעץְוְ ָ֖הּואְעל־נְ ִד ָ֥יבֹותְי ַֽׁקּום
vênadív nêdivót ia'átz; vêhú 'al-nêdivót iaqúm.
123
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 32
(13)
ְהְכיְעל־כְל־בְ ָ֣תיְמ ֔שֹושְקִ ריָ֖ה
ִ ַ֚ ֶירְתעֲל
ַֽׁ יְקֹוץְש ִ ָ֖מ
ָ֥ ַ֚עלְאד ָ֣מתְע ִ֔מ
:עלִ יזַֽׁה
'ál admát 'amí, qótz shamír tá'aléh; kí 'al-kol-botéi masós, qiriáh 'alizáh.
Sobre la tierra de mi pueblo brotarán espinos y cardos, sobre las casas donde
hay regocijo en la ciudad alegre.
(14)
בְעפֶלְו ֶ֜בחןְה ֵ֨יהְבְע֤דְמְערֹות֙ ְעד־
ֹ ָ֣ ֹוןְעירְעֻז
ָ֖ ִ ִ ַֽׁכי־אר ָ֣מֹוןְנ ֻ֔טשְה ֲָ֥מ
:ְיםְמרעָ֥הְעֲד ִ ַֽׁריםִ עֹולםְמְ ָ֥שֹושְפְר ִ ָ֖א
֔
kí-armón nutásh, hamón 'ír 'uzáv; 'ófel vavájan haiáh vê'ád mê'arot 'ad-'olám,
mêsós pêraím mir'éh 'adarím.
124
32-33 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(17)
ָ֛הְמע ֲָ֥שהְהצְד ָ֖קהְשלֹוםְ ַֽׁועֲבֹ דת֙ ְהצְד ֔קהְהש ָ֥קטְו ֶבָ֖טחְעד־
ַֽׁ וְהי
:ְעֹולם
ַֽׁ
vêhaiáh má'aséh hatzêdaqáh shalóm; vá'avodat hatzêdaqáh, hashqét vavétaj
'ad-'olám.
(18)
:תְשאֲננַֽׁ ֹות
ַֽׁ ְָֹ֖מבט ִ֔חיםְּובִ מנּוח
ִ ֙וְי ָ֥שבְע ִ ָ֖מיְבִ נוָ֣הְשלֹוםְּוַֽׁ ב ִמשכְנֹות
vêiasháv 'amí binvéh shalóm; úvmishkênot mivtajím, uvimnujót sháananót.
dichosos vosotros los que sembráis junto a todas las aguas, los que metéis en
los campos los cascos del buey y del asno.
125
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 33
El botín fue amontonado como se amontonan las orugas; como se lanzan las
langostas, se lanzan sobre él.
(5)
:ְֹוןְמשפָ֖טְּוצד ַֽׁקה
ִ ֹ֔וםְמלָ֣אְצִ י
ִ הְכיְשֹ כָ֖ןְמר
ָ֥ ִ הו
֔ נִ שגָ֣בְי
nisgáv Adonai, kí shojén maróm; milé tzión, mishpát utzdaqáh.
He aquí que sus héroes claman en las calles; los embajadores de la paz lloran
amargamente.
(8)
ְנ ָ֣שמּוְמְ ִס ֔לֹותְשבָ֖תְעֹ בָ֣רְאֹ רחְהפ֤רְבְ ִרית֙ ְמ ָ֣אסְע ִ ֔ריםְ ָ֥ל ֹאְח ָ֖שב
:אֱנַֽׁ ֹוש
126
33 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
nashámu mêsilót, shavát 'ovér óraj; hefér bêrit maás 'arím, ló jasháv enósh.
Los caminos nos han quedado desolados; los caminantes han dejado de pasar.
Él ha violado la alianza y ha rechazado a los testigos. No ha tenido respeto a
los hombres.
(9)
ְְכעֲר ֔בהְוְנֹ עָ֥ר
ַֽׁ ְ֙א ֶרץְהֶ ח ִ ָ֥פירְלְבנָ֖ ֹוןְקמלְהי֤הְהשרֹון
֔ ֙אב֤לְאֻמלְלה
ס:ב ָ֖שןְוְכר ֶ ַֽׁמל
avál umlêlah áretz, hejpír lêvanón qamál; haiáh hasharon ká'araváh, vêno'ér
bashán vêjarmél.
Concebisteis paja, y disteis a luz rastrojo. Vuestro aliento será un fuego que os
consuma.
(12)
פ:סּוחיםְב ָ֥אשְיִ ַֽׁצתּו
ָ֖ ִ ְידְקֹוציםְכ
ָ֥ ִ ֹותְש
ִ יםְמש ְר ָ֣פ
ִ וְהיָ֥ ּוְע ִ ָ֖מ
vêhaíu 'amím misrêfót síd; qotzím kêsujím baésh itzátu.
Vosotros que estáis lejos, oíd lo que he hecho; y vosotros que estáis cerca,
conoced mi poder.'
127
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 33
(14)
ְּורְלנּוְ ַ֚אש
ֵ֗ ָ֣יםְמיְ׀ְיג
ָ֣ ִ ָ֥הְרע ָ֖דהְחֲנ ִפ
ְ יםְאחֲזַֽׁ ַֽׁפח ֲ֤דּוְבְצִ יֹון֙ ְחט ִ֔א
:ְיְעֹולם
ַֽׁ ָ֖נּוְמֹוק ָ֥ד
ַֽׁ הְמי־יגָ֥ ּורְל
ַֽׁ ִ ַֽׁאֹוכ ֔ל
pájadú vêtzion jataím, ájazáh rê'adáh janefím; mí | iagúr lánu ésh ójeláh, mí-
iagúr lánu móqdéi 'olám.
él vivirá en las alturas, y una fortaleza de roca será su alto refugio. Su pan le
será provisto, y su agua no faltará.
(17)
:הְא ֶרץְמרח ִ ַֽׁקים
ָ֥ ֶ יךְתר ֶ ָ֖אינ
ִ ֶֹוְתחֱזֶ ָ֣ינהְעינ
ַֽׁ ֶ ֶָ֖ ָ֥מלְֶךְבְיְפי
mélej bêiofío téjezéinah 'einéja; tiréinah éretz marjaqím.
Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán una tierra que se extiende a la
distancia.
(18)
:לִ בְךָ֖ ְיֶהגֶ ָ֣הְאימהְאי֤הְסֹ פר֙ ְאיָ֣הְשֹ ֔קלְאיָ֖הְסֹ פָ֥רְאֶ ת־ה ִמגד ִ ַֽׁלים
libêjá iehgéh eimáh; aiéh sofer aiéh shoqél, aiéh sofér et-hamigdalím.
128
33 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Pero no verás más a aquel pueblo insolente, aquel pueblo de lengua difícil de
entender, que balbucea una lengua incomprensible.
(20)
ְָ֣הְשא ֲֵ֗נןְאֹ֤ הֶ ל
ַֽׁ ְֶ֩תר ֵ֨ ֶאינהְיְ ַֽׁרּוש ֶ֜ל ִםְנו
ִ ָ֖תְמֹועֲדנּוְעינֶיך
ַֽׁ חֲזָ֣הְצִ י֔ ֹוןְקִ רי
:בל־יִ צען֙ ְבל־יִ ס֤עְיְ ַֽׁתדֹ תיו֙ ְל ֶ֔נצחְוְכְל־חֲבלָ֖יוְבל־יִ נ ַֽׁתקּו
jazéh tzión, qiriát mó'adénu; 'einejá tiréinah Iêrúshaláim navéh sháanán óhel
bal-itz'an bal-isá' iêtédotav lanétzaj, vêjol-javaláv bal-inatéqu.
Porque ciertamente allí el Eterno será poderoso para con nosotros, un lugar de
ríos y anchas corrientes, por donde no irá ninguna embarcación de remos, ni
una nave poderosa pasará por él.
(22)
:ְיענּו
ַֽׁ ֹוש
ִ ַָֽׁ֖נּוְהּואְי
ָ֥ ִ ֤כיְיהוה֙ ְשַֹֽׁ פְ ֔טנּוְיהוָ֖הְמְחַֹֽׁ קְקנּוְיהוָ֥הְמלכ
kí Adonai shófêténu, Adonai mêjóqêqénu; Adonai malkénu hú íoshi'énu.
129
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 33-34
Ningún morador dirá: 'Estoy enfermo.' Al pueblo que habite en ella le será
perdonada su iniquidad.
Porque el Eterno tiene furor contra todas las naciones, e ira contra todo el
ejército de ellas. Él las destruirá por completo; las entregará a la matanza.
(3)
:יםְמד ַֽׁמם
ִ ָ֖םְיעֲלֶ ָ֣הְבְאשםְוְנ ָ֥מסּוְה ִ ָ֖ר
ַֽׁ יהֶ יהָ֣םְיֻש ֔לכּוְּופִ גר
ֶ וְחלְל
vêjalêleihém iushláju, ufigreihém iá'aléh voshám; vênamásu harím midamám.
Llena está de sangre la espada del Eterno; está engrasada con el sebo, con la
sangre de corderos y de machos cabríos, y con el sebo de los riñones de
carneros. Porque el Eterno tiene sacrificios en Bosra, y una gran matanza en la
tierra de Edom.
(7)
ְְמ ֔דם
ִ ּ֙וְרא ִמים֙ ְעִ ֔מםְּופ ִ ָ֖ריםְעִ ם־אבִ ִיריםְוְ ִרּו ֤תהְארצם
ְ ָֽר ֤ד
ְ וְ ַֽׁי
:ַֽׁועֲפ ָ֖רםְמ ָ֥חלֶבְיְד ַֻֽׁשן
vêiárêdú rêemim 'imám, ufarím 'im-abirím; vêriutáh artzam midám, vá'afarám
mejélev iêdushán.
Junto con ellos caerán los toros salvajes, y los novillos junto con los toros. Su
tierra se saciará de sangre, y su suelo se saturará con el sebo.
(8)
:ְלּומיםְלְ ִ ָ֥ריבְצִ יַֽׁ ֹון
ָ֖ ִ ָ֥תְש
ִ םְליהוהְשְנ
ַֽׁ ִ ָ֛כיְיָ֥ ֹוםְנ ָ֖ק
kí íom naqám láAdonai; shênát shilumím lêrív tzión.
131
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 34
Sus nobles no tendrán nada allí que pueda llamarse reino, y todos sus
gobernantes serán como nada.
(13)
ְיריםְקִ ָ֥מֹושְו ָ֖חֹוחְבְ ִמבצ ֶריהְוְ ַֽׁהיְתה֙ ְנְוָ֣הְת ֔ ִנים
֔ ִ ְס
ִ יה
֙ וְ ַֽׁעלְ ֤תהְארמְנֹ ֵ֨ ֶת
:ֹותְיעֲנַֽׁה
ַֽׁ ָ֥ח ִ ָ֖צירְלִ בנ
vê'álêtáh armênotéihá sirím, qimós vajóaj bêmivtzaréiha; vêháiêtah nêvéh
taním, jatzír livnót iá'anáh.
Sobre sus palacios crecerán espinos; y sobre sus fortalezas, ortigas y cardos.
Serán guarida de chacales y campo de avestruces.
(14)
ְת־א ִ֔ייםְוְש ִ ָ֖עירְעל־רעָ֣הּוְיִ קראְאְך־שם֙ ְהִ ר ִגָ֣יעה
ִ ֶּופגְ ֤שּוְצִ יִ ים֙ ְא
ַֽׁ
:יתְּומצְ ָ֥אהְלָּ֖הְמנַֽׁ ֹוח
ַֽׁ ִ֔לִ יל
132
34-35 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
ufágêshú tziim et-iím, vêsa'ír 'al-re'éhu iqrá; aj-sham hirgí'ah lilít, umátzêáh
láĥ manója.
Las fieras del desierto se encontrarán con las hienas. El chivo salvaje gritará a
su compañero. La lechuza también hallará allí sosiego, y hallará reposo para
sí.
(15)
ְְך־שםְנִ קבְ ָ֥צּו
ָ֛ טְּובקְעָ֖הְוְ ַֽׁדגְ ָ֣רהְבְצִ לּהְא
ַֽׁ ָ֣שמהְקִ נְנ֤הְקִ פֹוז֙ ְותְמ ֔ל
:עּותּה
ַֽׁ הְר ְ ֹותְא ָ֥ש
ִ ָ֖די
shámah qinênáh qipoz vatêmalét, uváqê'áh vêdágêráh vêtziláĥ; aj-shám
niqbêtzú daiót isháh rê'utáĥ.
Allí anidará y ovará el búho; empollará y los cubrirá bajo su sombra. También
se reunirán allí los buitres, cada cual con su pareja.
(16)
ְהְא ָ֥שה
ִ ל־ספֶרְיהוה֙ ְּוַֽׁ ק ֔ראּוְאח֤תְמ ֵ֨הנה֙ ְ ָ֣ל ֹאְנֶע ֔דר ֤ ִדר ֵ֨שּוְ ַֽׁמע
:ְֹוְהּואְקִ בְ ַֽׁצן
ָ֥ רּוח
ָ֖ ְעּותּהְ ָ֣ל ֹאְפקדּוְכִ י־פִ י֙ ְָ֣הּואְצִ ּ֔והְו
ָ֖ ְר
dirshú mé'al-séfer Adonai úqráu, aját mehénah ló ne'dárah, isháh rê'utáĥ ló
faqádu; ki-fí hú tziváh, vêrujó hú qibêtzán.
Él realizó el sorteo para ellos, y su mano les repartió a cordel. Para siempre la
tendrán como heredad, y habitarán allí de generación en generación.'
133
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 35
(2)
ְן־לּהְה ֲָ֥דר
֔ לְאףְגִ ילָ֣תְוְר ֔נןְכְ ֤בֹודְהלְבנֹון֙ ְנִ ת
ַ֚ ְתפ ֶ֜רחְוְת ֵ֗ג
ִ פרֵֹ֨ ח
פ:ְֱֹלהינּו
ַֽׁ הכר ֶ ָ֖מלְוְהשרֹוןְהָ֛מהְיִ ר ָ֥אּוְכְבֹוד־יהוָ֖הְה ֲָ֥דרְא
paróaj tifráj vêtagél áf gilát vêranén, kêvód halêvanon nitan-láĥ, hadár
hakarmél vêhasharón; hémah irú jêvod-Adonai hadár elohéinu.
Entonces serán abiertos los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se
destaparán.
(6)
ְםְכי־נִ בקְע֤ ּוְב ִמדבר֙ ְ֔מיִ ם
ַֽׁ ִ ֹוןְאל
ִ ָ֣אזְיְדל֤גְ ַֽׁכאילְ֙פִ ֔סחְוְת ָ֖רֹ ןְלְ ָ֣ש
:יםְבעֲר ַֽׁבה
ַֽׁ ּונח ִ ָ֖ל
áz iêdalég káaial piséaj, vêtarón lêshón ilém; kí-nivqê'ú vamidbar máim,
unjalím bá'araváh.
134
35 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(7)
ְְלא ֲ֔גםְוְצִ מ ָ֖אֹוןְלְמ ָ֣בּועיְמיִ םְבִ נו֤הְתנִ ים֙ ְִרב ֔צּהְח ִ ָ֖ציר
ַֽׁ ֙וְהי֤הְהשרב
:לְקנֶ ָ֥הְו ַֽׁ ֹגמֶ א
vêhaiáh hasharav láagám, vêtzimaón lêmabú'ei máim; binvéh tanim rivtzáĥ,
jatzír lêqanéh vagóme.
Allí no habrá leones; no subirán por ella fieras voraces, ni se encontrarán allí.
Pero caminarán por allí los redimidos.
(10)
ְהוהְיְשֻ ֵ֗בּוןְּוב֤אּוְצִ יֹון֙ ְבְ ִר ֔נהְוְ ִשמחָ֥תְעֹולָ֖םְעל־ר ֹאשם
ֶ֜ דּוייְי
ֵ֨ ּופ
ס:ְֹוןְואֲנ ַֽׁחה
ַֽׁ ָ֥ש ֤שֹוןְוְ ִשמחה֙ ְי ֔ ִשיגּוְוְנָ֖סּוְיג
ufduiéi Adonai iêshuvún uváu tzion bêrináh, vêsimját 'olám 'al-roshám; sasón
vêsimjah iasígu, vênásu iagón váanajáh.
Los rescatados del Eterno volverán y entrarán en Tzión [Sion] con cánticos. Y
sobre sus cabezas habrá alegría perpetua. Alcanzarán gozo y alegría, y huirán
la tristeza y el gemido.
135
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 36
Aconteció que en el año 14 del rey Jizqiáhu [Ezequías] subió Senaquerib, rey
de Asiria, contra todas las ciudades fortificadas de Iehudá [Judá], y las tomó.
(2)
ְהְמל ִ ָּ֧כישְיְ ַֽׁרּוש ָ֛לְַ֛מהְאֶ ל־ה ֶ ָ֥מלְֶך ַֽׁ ֶ ויִ של
ִ ָ֥חְמלְֶך־א ָ֣שּורְ׀ְאֶ ת־רבש ֵ֨ק
ְיֹונהְבִ מ ִסלָ֖ת
֔ ָ֣הְהעֶלַֽׁ חִ זקִ יָ֖הּוְבְחָ֣ילְכבדְוַָֽֽׁיעֲמֵֹ֗ דְבִ תעלת֙ ְהבְרכ
:הְכֹובס
ַֽׁ שְ ָ֥ד
vaishláj mélej-ashúr | et-ravshaqéh milajísh iêrúshalámah el-hamélej Jizqiáhu
bêjéil kavéd; váia'amód bit'alat habêrejáh há'elionáh, bimsilát sêdéh jovés.
Entonces les dijo el Rabsaces: –Decid a Jizqiáhu [Ezequías] que así ha dicho
el gran rey, el rey de Asiria: '¿Qué confianza es esa en que confías?
136
36 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(5)
ְל־מי
ָ֣ ִ בּורהְל ִמלחמהְעתה֙ ְע
ָ֖ א ֵ֨מר ִתי֙ ְאְך־דְבר־שְפ ֔תיִ םְעצָ֥הְּוג
:ְכיְמ ָ֖רדת ִ ְַֽׁבי
ָ֥ ִ ב ֔טחת
amártí aj-dêvar-sêfatáim, 'etzáh ugvuráh lamiljamáh; 'atah 'al-mí vatájta, kí
marádta bí.
Tú has dicho tener plan y poderío para la guerra, pero sólo son palabras de
labios. Pero ahora, ¿en quién confías para que te hayas rebelado contra mí?
(6)
ְל־מצ ֔ריִ םְאֲשֵֶ֨ ר
ִ ל־מש ֶע ֶנתְ֩הק ֵֶ֨נהְהר ֤צּוץְהזֶה֙ ְע ִ הִ נָ֣הְב ָ֡טחתְע
ְֶך־מצ ֔ריִ םְלְ ַֽׁכל־
ִ הְמלַֽׁ ֶ ּהְכןְפר ָ֣ ֹע
ַ֚ ְךְאיש֙ ְע ֔ליוְּובָ֥אְבְכ ָ֖פֹוְּונקב
ִ יִ ס ָ֥מ
:הבֹ ט ִ ָ֖חיםְע ַֽׁליו
hinéh vatájta 'al-mish'enet haqanéh haratzútz hazeh 'al-mitzráim, ashér isaméj
ish 'aláv, uvá vêjapó unqaváĥ; kén par'óh mélej-mitzráim, lêjál-habotjím
'aláv.
137
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 36
(9)
ְ ֙יבְאתְפְ ֵ֨ניְפחָ֥תְאחָ֛דְעב ָ֥דיְאֲדֹ ִנָ֖יְהקְט ִניםְו ִתבט֤חְלְך ָ֠ וְ ָ֣איְךְת ֵ֗ ִש
:ל־מצ ֔ריִ םְלְ ֶ ָ֖רכֶבְּול ַֽׁפר ִ ַֽׁשים
ִ ע
vêéij tashív ét pênéi faját ajád 'avdéi adoní haqêtaním; vativtáj lêjá 'al-
mitzráim, lêréjev ulfárashím.
Y ahora, ¿acaso he subido contra esta tierra para destruirla sin que haya
intervenido el Eterno? el Eterno me ha dicho: 'Sube a esa tierra y destrúyela.'
(11)
ְ ֙יֹואחְאֶ ל־רבש ֵ֗קהְדבֶ ר־נ֤אְאֶ ל־עֲב ֵ֨ ֶדיך ֶ֜ ְו ָ֣י ֹאמֶ רְאֶ ליקִ יםְ֩וְשֶ ב ֵ֨נאְו
ְהּודיתְבְאְזנָ֣יְה ֔עם ִ֔ ְיתְכיְשַֹֽׁ מְ ִ ָ֖עיםְאֲנחנּוְוְאל־תְדב֤רְא ֵ֨לינּו֙ ְי
ָ֥ ִ אֲר ִ֔מ
:חֹומה
ַֽׁ ל־ה ַֽׁ ֲשרְע ָ֖ ֶ א
vaiómer eliaqim vêshevná vêioáj el-ravshaqéh daber-ná el-'avadéjá aramít, kí
shómê'ím anájnu; vêal-têdabér eléinú iêhudít, bêoznéi ha'ám, ashér 'al-
hájomáh.
Entonces Eliaquim, Sebna y Jóaj dijeron al Rabsaces: –Por favor, habla a tus
siervos en arameo, porque nosotros lo entendemos. No nos hables en hebreo, a
oídos del pueblo que está sobre la muralla.
(12)
ו ָ֣י ֹאמֶ רְרבש ֵ֗קהְה ֵ֨ ֶאלְאֲדֹ נֶ ֤יךְוְא ֵֶ֨ליך֙ ְשְלחָ֣נִ יְאֲדֹ ֔ ִניְלְדבָ֖רְאֶ ת־
ְָ֣חֹומהְ ֶ ַֽׁלא ָ֣ ֱֹכל
֔ ל־האֲנ ֵ֗ ִשיםְה ַֹֽׁישְבִ ים֙ ְעל־ה
ַֽׁ הדְב ִ ָ֣ריםְהאלֶהְ ֲה ָ֣ל ֹאְע
ְ)יהָ֖ם ֶ ימיְרגל ָ֥ אֶ ת־חראיהםְ(צֹוא ֵ֗תם)ְוְלִ ש ָ֛תֹותְאֶ ת־שיניהםְ(מ
:עִ מ ֶ ַֽׁכם
vaiómer ravshaqéh haél adonéja vêeléjá shêlajáni adoní, lêdabér et-hadêvarím
haéleh; haló 'al-háanashím haióshêvim 'al-hájomáh, léejól et-JRIHM (tzoatám)
vêlishtót et-SINIHM (meiméi ragleihém) 'imajém.
138
36 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
están sobre la muralla, quienes, como vosotros, han de comer sus propios
excrementos y beber su propia orina?
(13)
רְשמ ֵ֗עּוְאֶ ת־ ִ ְוַָֽֽׁיעֲמֹ ד֙ ְרבש ֔קהְויִ ק ָ֥ראְבְקֹול־ג ָ֖דֹולְי
ִ ֶהּודיתְו ִ֕י ֹאמ
:ֹולְמלְֶךְא ַֽׁשּור
ָ֥ ֶ ִדב ָ֛ריְה ֶ ָ֥מלְֶךְהג ָ֖ד
váia'amod ravshaqéh, vaiqrá vêqol-gadól iêhudít; vaiómer shim'ú et-divréi
hamélej hagadól mélej ashúr.
139
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 36
(17)
ְירֹוש
֔ םְא ֶרץְדגן֙ ְוְ ִת
֤ ֶ ֶל־א ֶרץְכְארצְכ
ָ֣ ֶ ֶעד־בֹ ִִ֕איְוְ ַֽׁלקח ִ ָ֥תיְאֶ תכֶ ָ֖םְא
:ֶ ָ֥א ֶרץְלֶ ָ֖חֶ םְּוכר ִ ַֽׁמים
'ad-boí vêláqajtí etjém el-éretz kêartzêjém; éretz dagan vêtirósh, éretz léjem
ujramím.
hasta que yo venga y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de
vino, tierra de pan y de viñas.
(18)
ְ ֙פֶן־י ִֵ֨סיתְאֶ תכֶ ֤םְחִ זקִ ֵ֨יהּו֙ ְלאמֹ֔ רְיהוָ֖הְיצִ ילנּוְההִ ֶ֜ ִצילּוְאֱֹלה֤יְהגֹויִ ם
:ְָ֖דְמלְֶךְא ַֽׁשּור
ָ֥ ֶ ֹוְמיִ ִ ָ֣אישְאֶ ת־אר ֔צ
pen-iasít etjém Jizqiáhu lemór, Adonai iatzilénu; hahitzílu elohéi hagoim ísh
et-artzó, miád mélej ashúr.
¿Dónde están los dioses de Hamat y de Arfad? ¿Dónde están los dioses de
Sefarvaim? ¿Acaso libraron éstos a Shomrón [Samaria] de mi mano?
(20)
יְכי־
ַֽׁ ִ ָ֖םְמי ִד
ִ ֤יְהאֲרצֹות֙ ְה ֔אלֶהְאֲשֶ ר־הִ ִ ָ֥צילּוְאֶ ת־ארצ ַֽׁ ִֵ֗מיְבְכְל־אֱֹלה
:ְִםְמי ִ ַֽׁדי
ִ י ִ ָּ֧צילְיהוָ֛הְאֶ ת־יְ ַֽׁרּוש ָ֖ל
mí bêjol-elohéi háaratzot haéleh, asher-hitzílu et-artzám miadí; kí-iatzíl
Adonai et-Iêrúshaláim miadí.
¿Cuáles de entre todos los dioses de estas tierras libraron sus tierras de mi
mano, para que el Eterno libre a Ierushalaim [Jerusalén] de mi mano?'
(21)
ְְֶךְהיאְלאמָֹ֖ רְ ָ֥ל ֹא
ָ֛ ִ י־מצ ֵ֨ותְה ֶ ָ֥מל
ִ רְכ
ַֽׁ ִ וַָֽֽׁיח ִ ֲ֔רישּוְוְ ַֽׁל ֹא־ענָ֥ ּוְאֹ ָ֖תֹוְדב
:ַֽׁת ֲע ֻנַֽׁהּו
váiajaríshu, vêló-'anú otó davár; kí-mitzvát hamélej hí lemór ló tá'anúhu.
140
36-37 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Pero ellos callaron y no respondieron ni una palabra, porque había una orden
del rey que decía: 'No le respondáis.'
(22)
ְיֹואחֵ֨ ְל־הביִ תְוְשֶ ב ֵ֨נאְהסֹ ֶ֜פרְו
ָ֠ וי ָ֣ב ֹאְאֶ לי ִ ָ֣קיםְבֶ ן־חִ לקִ יָ֣הּוְאֲשֶ ר־ע
ְתְדב ָ֥רי
ִ ֹוְא
ָ֖ ָ֣ידּוְל
֔ בֶ ן־אסָּ֧ףְהמז ִ ָ֛כירְאֶ ל־חִ זקִ יָ֖הּוְקְרּועָ֣יְבְג ִדיםְוי ִג
ס:רבש ַֽׁקה
vaiavó eliaqím ben-jilqiáhu asher-'al-hábait vêshevná hasofér vêioáj ben-asáf
hamazkír el-Jizqiáhu qêru'éi vêgadím; vaiagídu ló, ét divréi ravshaqéh.
Aconteció que cuando el rey Jizqiáhu [Ezequías] lo oyó, rasgó sus vestiduras,
y cubierto de cilicio entró en la casa del Eterno.
(2)
ְ ֙סֹופרְוְאת ֵ֗ ָ֠ויִ שלחְאֶ ת־אֶ לי ֵ֨ ִקיםְאֲשֶ ר־על־ה ֶ֜ביִ תְוְ ָ֣אתְ׀ְשֶ בנָ֣אְה
:יםְמתכ ִ ָ֖סיםְבש ִקיםְאֶ ל־יְשעיָ֥הּוְבֶ ן־א ָ֖מֹוץְהנ ִ ַֽׁביא
ִ זִקנָ֣יְה ַֽׁ ֹכה ֔ ֲִנ
váishlaj et-eliaqím asher-'al-habáit vêét | shevná hasofér vêet ziqnéi
hakóhaním, mitkasím basaqím; el-Iêsha’iáhu ven-amótz hanaví.
141
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 37
Quizás el Eterno tu Elohim habrá escuchado las palabras del Rabsaces, al cual
ha enviado su señor, el rey de Asiria, para afrentar al Elohim vivo; y le
reprenderá a causa de las palabras que el Eterno tu Elohim ha escuchado.
Eleva, pues, una oración por el remanente que aún queda.'
(5)
:ָ֖הּוְאל־יְשעְַֽׁיהּו
ַֽׁ ֶ וי ֵ֗ ֹבאּוְעב ָ֛דיְה ֶ ָ֥מלְֶךְחִ זקִ י
vaiavóu 'avdéi hamélej Jizqiáhu él-Iêsha’iáhu.
e Isaías les dijo: –Así diréis a vuestro señor: 'Así ha dicho el Eterno: 'No temas
por las palabras que has oído, con las que me han injuriado los criados del rey
de Asiria.
(7)
ְְרּוחְוְש ָ֥מעְשְמּועָ֖הְוְ ָ֣שבְאֶ ל־ארצֹוְוְהִ פל ִ ָ֥תיוְב ֶח ֶָ֖רב
֔ ֙יְנֹותןְבֹו
ָ֥ הִ נְ ֵ֨ ִנ
:בְאר ַֽׁצֹו
hinêní notén bó rúaj, vêshamá' shêmu'áh vêsháv el-artzó; vêhipaltív bajérev
bêartzó.
142
37 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(8)
ְהְכיְש ֔מע ָ֣ ֶ ֶו ֵ֨ישב֙ ְרבש ֔קהְויִ מצא֙ ְא
ָ֣ ִ ת־מלְֶךְא ֔שּורְנִ לחָ֖םְעל־לִ בנ
:עְמל ִ ַֽׁכיש
ִ ִ ָ֥כיְנ ָ֖ס
vaiáshav ravshaqéh, vaimtza et-mélej ashúr, niljám 'al-livnáh; kí shamá', kí
nasá' milajísh.
Cuando el Rabsaces oyó que el rey de Asiria había partido de Laquis, regresó
y halló al rey combatiendo contra Libna.
(9)
ְ ָ֣֙םְאתְךְויִ שמע
ִ הְמלְֶך־כּוש֙ ְלאמֹ֔ רְיצָ֖אְלְהִ לח ִ ויִ ש ֵ֗מעְע
ַֽׁ ֶ ל־תרה֤ק
:ויִ שלָ֣חְמלא ֔ ִכיםְאֶ ל־חִ זקִ יָ֖הּוְלאמַֹֽׁ ר
vaishmá' 'al-tirháqah mélej-kush lemór, iatzá lêhilajém itáj; vaishma' vaishláj
malajím, el-Jizqiáhu lemór.
Luego el rey oyó hablar acerca de Tirhaca, rey de Etiopía: 'He aquí que él ha
salido para combatir contra ti.' Cuando lo oyó, envió mensajeros a Jizqiáhu
[Ezequías], diciendo:
(10)
ְֱֹלהיך
ֶ ֔ ֤הּוְמלְֶך־יְהּודה֙ ְלאמֹ֔ רְאל־י ִ ַֽׁש ְֲאךָ֣ ְא
ַֽׁ ֶ ָ֣ ֹכהְ ַֽׁת ֹאמְ ֵ֗רּוןְאֶ ל־חִ זקִ י
:ָ֖דְמלְֶךְא ַֽׁשּור
ָ֥ ֶ אְתנתן֙ ְיְ ָ֣רּוש ֔ל ִםְבְי
ִ ֹ הְבֹוטח ְָ֖בֹוְלאמֹ רְ ֤ל
ָ֥ ֲשרְא ָ֛ת ָ֥ ֶ א
kóh tómêrún el-Jizqiáhu mélej-Iêhudah lemór, al-iashíajá elohéja, ashér atáh
botéaj bó lemór; ló tinaten Iêrúshaláim, bêiád mélej ashúr.
'Así diréis a Jizqiáhu [Ezequías], rey de Iehudá [Judá]: 'No te engañe tu dios,
en quien tú confías, al decirte que Ierushalaim [Jerusalén] no será entregada
en mano del rey de Asiria.
(11)
ְל־האֲר ָ֖צֹות
ַֽׁ ְהִ נָ֣הְ׀ְא ָ֣תהְש ֵ֗מעתְאֲשֵֶ֨ רְע ֶ֜שּוְמלכָ֥יְא ָ֛שּורְלְכ
:הְתנ ַֽׁצל
ִ לְ ַֽׁהח ֲִרימםְוְא ָ֖ת
hinéh | atáh shamá'ta ashér 'asú maljéi ashúr lêjol-háaratzót lêhájarimám;
vêatáh tinatzél.
He aquí, tú has oído lo que los reyes de Asiria han hecho a todos los países,
destruyéndolos por completo. ¿Y serás librado tú?
(12)
ֲבֹותיְאֶ ת־גֹוזָָֽ֖ןְוְאֶ ת־
֔ ֲשרְהִ ש ִ ָ֣חיתּוְאָ֣ ֶ ילּוְאֹותםְאֱֹלה֤יְהגֹויִ ם֙ ְא
ֶ֜ ַֽׁההִ ֵ֨ ִצ
:ֲשרְבִ תל ַֽׁשר ָ֥ ֶ חרןְוְ ֶ ָ֥רצֶ ףְּובני־עֶ ָ֖דֶ ןְא
143
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 37
¿Acaso los dioses de las naciones, que mis padres destruyeron, libraron a
Gozán, a Harán, a Resef y a los hijos de Edén que estaban en Telasar?
(13)
:דְּומלְֶךְל ִ ָ֣עירְסְפרוָֽיִ םְהנָ֖עְוְעִ ּוַֽׁה
ָ֖ ֶ ְּומלְֶךְאר ֔פ
ָ֣ ֶ ֙אי֤הְ ֶ ַֽׁמלְֶך־חֲמת
aiéh mélej-jamat umélej arpád, umélej la'ír sêfarváim; hená' vê'iváh.
'oh Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel, que tienes tu trono entre los
querubines: Sólo tú eres el Elohim de todos los reinos de la tierra; tú has
hecho los cielos y la tierra.
(17)
עְאתְכְל־
ַ֚ ה ֵ֨טהְיהו֤הְ׀ְאְזנְך֙ ְּוַֽׁ ש ֔מעְפְ ָּ֧קחְיהוָ֛הְעינֶ ָָֽ֖ךְּוראהְּוש ֵ֗מ
:ְיםְחי
ַֽׁ ֱֹלה ָ֥ ִ ֲשרְש ֔לחְלְח ָ֖רףְא ָ֣ ֶ ִדב ָ֣ריְסנח ִ ֔ריבְא
hatéh Adonai | oznêjá úshmá', pêqáj Adonai 'einéja uréh; ushmá' ét kol-divréi
sanjerív, ashér shaláj, lêjaréf elohím jái.
144
37 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Es verdad, oh Eterno, que los reyes de Asiria han destruido todos los países y
sus tierras,
(19)
ם־מע ֲָּ֧שהְיְ ַֽׁדי־
ַֽׁ יְא
ִ הְכ
ָ֣ ִ יםְהמ
ֵ֗ ֱֹלה
ִֶ֜ יהָ֖םְבאשְכִ יְ֩ ֵ֨ל ֹאְא ֶ וְ נתָֹ֥ ןְאֶ ת־אֱֹלַֽׁ ה
:ְא ָ֛דםְעָ֥ץְו ֶ ָ֖אבֶ ןְוַָֽֽׁיאבְ ַֽׁדּום
vênatón et-elóheihém baésh; kí ló elohím hémah kí im-má'aséh iêdéi-adám
'étz vaéven váiabêdúm.
y que han entregado al fuego sus dioses y los destruyeron; porque éstos no
eran dioses, sino obra de manos de hombre, de madera y de piedra.
(20)
ץְכי־
ַֽׁ ִ ָ֖נּוְמידֹוְוְ ַֽׁיָֽדְעּו֙ ְכְל־ממלְכָ֣ ֹותְה ֔א ֶר
ִ ֹושיע ִ ֱֹלהינּוְ ַֽׁה
֔ וְעתה֙ ְיהוָ֣הְא
:ְא ָ֥תהְיהוָ֖הְלְב ֶ ַֽׁדך
vê'atah Adonai elohéinu, hóshi'énu miadó; vêiédê'ú kol-mamlêjót haáretz, kí-
atáh Adonai lêvadéja.
Ahora pues, oh Eterno, Elohim nuestro, sálvanos de su mano, para que todos
los reinos de la tierra conozcan que sólo tú, oh Eterno, eres Elohim.'
(21)
ְרְכה־א ֤מרְיהוה֙ ְאֱֹלהָ֣י ֹ ַֽׁ ֹויִ שלח֙ ְיְ ַֽׁשעְיָ֣הּוְבֶ ן־א ֔מֹוץְאֶ ל־חִ זקִ יָ֖הּוְלאמ
:ְיִ שר ֔אלְאֲשֶ ר֙ ְהִ תפלָ֣לתְא ֔ליְאֶ ל־סנח ִ ָ֖ריבְ ֶ ָ֥מלְֶךְא ַֽׁשּור
vaishlaj Iêshá’êiáhu ven-amótz, el-Jizqiáhu lemór; kóh-amár Adonai elohéi
Israél, asher hitpalálta elái, el-sanjerív mélej ashúr.
145
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 37
ésta es la palabra que el Eterno ha hablado acerca de él: ''La virgen hija de
Tzión [Sion] te menosprecia; hace burla de ti. Mueve su cabeza a tus espaldas
la hija de Ierushalaim [Jerusalén].
(23)
ְימֹותהְקֹולְו ִת ָ֥שאְמ ָ֛רֹוםְעינֶ ָ֖יך
ָ֣ ל־מיְה ֲִר
ָ֖ ִ ת־מיְח ֵ֨רפ ֙תְוְגִ ֔דפתְוְע
֤ ִ ֶא
:אֶ ל־קְ ָ֥דֹושְיִ שר ַֽׁאל
et-mí jeráftá vêgidáfta, vê'al-mí harimótah qól; vatisá maróm 'einéja el-qêdósh
Israél.
''Por medio de tus siervos has afrentado al Señor y has dicho: Con la multitud
de mis carros yo ascendí a las cumbres de los montes, a las regiones más
remotas del Líbano. Corté sus más altos cedros y sus cipreses escogidos.
Llegué hasta su cumbre, al bosque más exuberante.
(25)
:יתיְמיִ םְוְאח ִרב֙ ְבְכף־פְע ֔מיְ ָ֖ ֹכלְיְאֹ ָ֥ריְמ ַֽׁצֹור
ִ ָ֥יְקר ִתיְוְש ִ ָ֣ת
ָ֖ א ֲִנ
aní qárti vêshatíti máim; vêajriv bêjaf-pê'amái, kól iêoréi matzór.
Yo cavé y bebí aguas extranjeras, y con las plantas de mis pies hice secar
todas las corrientes de Egipto.
(26)
ְםְויצר ִתיהְע ָ֣תה
ַֽׁ ִ ֶיְקד
ָ֖ ֶ יְמימ
ָ֥ ִ ית
ִ ְאֹותּהְע ֔ ִש
ָ֣ ֙הֲלַֽׁ ֹוא־ש ֤מעתְלְ ַֽׁמרחֹוק
:אתיהְּות ִֵ֗היְלְהש ָ֛אֹותְג ִ ָ֥ליםְנִ ִ ָ֖ציםְע ִ ָ֥ריםְבְצ ַֻֽׁרֹות
ִ ֔ הֲב
haló-shamá'ta lêmérajoq otáĥ 'asíti, mímei qédem vítzartíha; 'atáh havetíha,
uthí lêhashót galím nitzím 'arím bêtzurót.
''¿Acaso no lo has oído? Hace mucho tiempo que lo determiné; desde los días
de la antigüedad lo dispuse. Y ahora he hecho que suceda para hacer de las
ciudades fortificadas montones de ruinas.
146
37 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(27)
ְקְדשֶ אְח ִ ֲָ֣ציר
ֶ ֔ י־ידְחָ֖תּוְובֹ שּוְהי֞ ּוְע֤שֶ בְשדֶ ה֙ ִ ְָ֣ויר֔ וְ ַֹֽׁישְ ביהֶ ן֙ ְקִ צר
:גג֔ ֹותְּושד ָ֖מהְלִ פנָ֥יְק ַֽׁמה
vêióshêveihen qitzrei-iád, játu vavóshu; haíu 'ésev sadeh víraq déshe, jatzír
gagót, ushdemáh lifnéi qamáh.
Y sus habitantes, sin poder hacer nada, son aterrorizados y avergonzados. Son
como la planta del campo o el verdor del pasto, como la hierba de los terrados
que es quemada antes de madurar.
(28)
:תְהתְרגֶזךָ֥ ְא ַֽׁלי
ַֽׁ ִ ְּובֹואֲךָ֖ ְידע ִתיְוְ ָ֖א
ַֽׁ ָ֥וְ ִשבתְךָ֛ ְוְ ַֽׁצאתְך
vêshivtêjá vêtzétêjá uvóajá iadá'ti; vêét hítêragezjá elái.
(32)
ְיְמ ַֽׁירּוש ֵ֨ל ִם֙ ְתצָ֣אְשְא ִ ֔ריתְּופליטָ֖הְמהָ֣רְצִ יֹוןְקִ נ ָ֛אתְיהוָ֥ה
ִ ִ ֤כ
ס:ְֹותְתעֲשֶ ה־ ַֽׁז ֹאת
ַֽׁ צְב ָ֖א
kí mirúshaláim tetzé shêerít, ufleitáh mehár tzión; qinát Adonai tzêvaót
tá'aseh-zót.
'Por tanto, así ha dicho el Eterno acerca del rey de Asiria: 'No entrará en esta
ciudad; no tirará en ella ni una sola flecha. No vendrá frente a ella con escudo,
ni construirá contra ella terraplén.
(34)
:ְב ֶ ָ֥ד ֶרְךְאֲשֶ ר־בָ֖אְבָּ֣הְישּובְוְאֶ ל־ה ִ ָ֥עירְה ָ֛ז ֹאתְ ָ֥ל ֹאְי ָ֖בֹואְנְאֻם־יהוַֽׁה
badérej asher-bá báĥ iashúv; vêel-ha'ír hazót ló iavó nêum-Adonai.
Por el camino por donde vino, por él se volverá; y no entrará en esta ciudad,
dice el Eterno.
(35)
ס:ֹושיעּהְלְ ַֽׁמע ֔ ֲִניְּול ָ֖מעןְד ִוָ֥דְעב ִ ַֽׁדי
ִ נֹותיְעל־ה ִ ָ֥עירְה ָ֖ז ֹאתְלְ ַֽׁה
ָ֛ ִ וְג
vêganotí 'al-ha'ír hazót lêhóshi'áĥ; lêmá'aní, ulmá'an davíd 'avdí.
Pues defenderé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo y por amor a
mi siervo David.''
(36)
ְָ֥יםְוח ֲִמ ָ֖שה
ַֽׁ הוהְויכֶה֙ ְבְ ַֽׁמחֲנָ֣הְא ֔שּורְמ ָ֛אהְּושמֹ ִנ ֵ֗ ויצָ֣אְ׀ְמל ָ֣אְךְי
:ְאלֶףְויש ִ ָ֣כימּוְב ֔ ֹבקֶ רְוְהִ נָ֥הְכֻלָ֖םְפְג ִ ָ֥ריםְמ ִ ַֽׁתים
vaietzé | maláj Adonai vaiakeh bêmájanéh ashúr, meáh ushmoním vájamisháh
álef; vaiashkímu vabóqer, vêhinéh julám pêgarím metím.
Entonces salió el enviado del Eterno e hirió a 185000 en el campamento de los
asirios. Se levantaron por la mañana, y he aquí que todos ellos eran cadáveres.
(37)
ַֽׁ ֶ ויִ ָ֣סעְו ֔ילְֶךְויָ֖שְבְסנח ִ ָ֣ר
:יבְמלְֶך־אשּורְויָ֖שֶ בְבְ ִ ַֽׁנינְוַֽׁה
148
37-38 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(4)
:ְהְאל־יְ ַֽׁשעיָ֖הּוְלאמַֹֽׁ ר
ַֽׁ ֶ הו
֔ וַָֽֽׁיהִ י֙ ְדְבר־י
váihí dêvar-Adonai, él-iêshá'iáhu lemór.
y libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria. Defenderé esta ciudad
por amor a mí mismo y por amor a mi siervo David.
(7)
ְֲשר
ָ֥ ֶ הוהְאֶ ת־הדבָ֥רְהזֶ ָ֖הְא
֔ וְזֶה־לְ ךָ֥ ְה ָ֖אֹותְמ ָ֣אתְיהוהְאֲשֶ ר֙ ְַֽׁיע ֶ ֲָ֣שהְי
:ְִד ַֽׁבר
vêzeh-lêjá haót meét Adonai; asher iá'aséh Adonai, et-hadavár hazéh ashér
dibér.
Y esto te servirá de señal de parte del Eterno, de que hará esto que ha dicho:
(8)
ְָֽרדהְ֩בְ ַֽׁמע ֲֵ֨לֹותְאחָ֥זְב ֶ ָ֛שמֶ ש ְ רְי
ַֽׁ ֲש
ָ֣ ֶ ָ֣לְהמע ֲָ֡לֹותְא
ַֽׁ הִ נְ ִנָ֣יְמ ִ ָ֣שיבְאֶ ת־צ
ְֲשר
ָ֥ ֶ ֹותְבמעֲלָ֖ ֹותְא
ַֽׁ רְמע ֲ֔ל ַֽׁ ֶרְמעֲלֹותְו ֤תשְבְהשֵֶ֨ מֶ ש֙ ְעֶ ָ֣ש
ַֽׁ ֶאֲחַֹֽׁ ר ִנָ֖יתְעֶ ָ֣ש
ס:י ַֽׁרדה
hinêní meshív et-tzél háma'alót ashér iárêdah vêmá'alót ajáz bashémesh
ajóranít 'éser má'alót; vatáshov hashémesh 'éser má'alót, báma'alót ashér
iarádah.
150
38 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
He aquí que yo haré retroceder diez gradas la sombra que ha descendido hacia
atrás a causa del sol, en la gradería de Acaz.'' Y el sol regresó atrás diez gradas
sobre las gradas por las cuales había descendido.
(9)
:יְמחְלְיַֽׁ ֹו
ַֽׁ ֲֹלתֹוְוי ִ ָ֖ח
ִ֕ הְבח
ַֽׁ ָ֣הּוְמלְֶך־יְהּוד
ַֽׁ ֶ ִמכ ָ֖תבְלְחִ זקִ י
mijtáv lêJizqiáhu mélej-Iêhudáh; bájalotó vaijí méjolêío.
Yo dije: 'En medio de mis días pasaré por las puertas del Sheol; privado soy
del resto de mis años.'
(11)
ץְהח ִייםְ ַֽׁל ֹא־א ִ ָ֥ביטְא ָ֛דםְעָ֖ ֹודְעִ ם־
ַֽׁ הְיּהְיָּ֖הְבְ ֶ ָ֣א ֶר
֔ א ֵ֨מר ִתי֙ ְ ַֽׁל ֹא־אֶ ר ֶ ָ֣א
:יְחדֶ ל ַֽׁ יָ֥ ֹושב
amártí ló-eréh iáĥ, iáĥ bêéretz hájaím; ló-abít adám 'ód 'im-íoshvei jádel.
Mi morada es removida y quitada de mí, cual una tienda de pastor. Como hace
el tejedor, he enrollado mi vida; él corta la hebra de mi tejido. Desde el día
hasta la noche me doblegas por completo.
(13)
ְְכא ִ ֲ֔ריְכָ֥ןְיְשבָ֖רְכְל־עצמֹותיְ ִמיָ֥ ֹוםְעד־לָ֖ילה
ַֽׁ ֙ד־בקֶ ר
ֹ ֵ֨ יתיְע ִ ִש ִ ּ֤ו
:ימנִ י
ַֽׁ ִתשל
shivíti 'ad-bóqer káarí, kén iêshabér kol-'atzmotái; mióm 'ad-láilah tashliméni.
Mi clamor dura hasta el amanecer; como un león, él tritura todos mis huesos.
Desde el día hasta la noche me doblegas por completo.
151
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaias 38
(14)
ְכְ ֤סּוסְעגּור֙ ְכָ֣ןְאֲצפ ֔צףְאֶ הגֶ ָ֖הְכיֹונהְדל֤ ּוְעיני֙ ְלמ ֔רֹוםְאֲדֹ נָ֖י
:ה־ליְעְר ַֽׁבנִ י
ָ֥ ִ ַֽׁעשְק
kêsús 'agur kén atzaftzéf, ehgéh kaionáh; dalú 'einaí lamaróm, adonái
'áshêqah-lí 'orvéni.
Chillo como la golondrina y la grulla; gimo como la paloma. Mis ojos lloran
hacia lo alto: Oh Señor, estoy oprimido; intervén en mi favor.'
(15)
:ל־מרְנפ ִ ַֽׁשי
ָ֥ נֹותיְע
ָ֖ ְר־ליְוְ ָ֣הּואְעשהְאֶ ד ֶ ָ֥דהְכְל־ש
ָ֖ ִ ַֽׁמה־אֲדבָ֥רְוְ ַֽׁאמ
máh-adabér vêámar-lí vêhú 'asáh; edadéh jol-shênotái 'al-már nafshí.
Oh Señor, para tales cosas se vive; y en todas ellas está la vida de mi espíritu.
¡Oh, fortaléceme y hazme vivir!
(17)
ְיְכי
ָ֥ ִ ְִ֔מ ָ֣שחתְבְל
ִ ֙ר־ליְמרְוְא ֞תהְח ֤שקתְנפ ִשי ָ֣ ִ הִ נָ֥הְלְשלָ֖ ֹוםְמ
:ְאח ֲָ֥ריְגַָֽֽׁוְךָ֖ ְכְל־חֲט ַֽׁאי
ַֽׁ הִ שלָ֛כת
hinéh lêshalóm mar-lí már; vêatáh jasháqta nafshí mishájat bêlí, kí hishlájta
ájaréi gévêjá kol-jataái.
He aquí, fue por mi bien que tuve gran amargura, pero tú libraste mi vida del
hoyo de la destrucción, pues has echado tras tus espaldas todos mis pecados.
(18)
י־בֹורְאֶ ל־
ָ֖ ְמוֶתְיְ ַֽׁהלְלֶ ךְ ַֽׁל ֹא־יְשבְ ָ֥רּוְיַֽׁ ֹורד
ָ֣ ֹולְתֹודך
ָ֖ ֶ ִ ָ֣כיְ ָ֥ל ֹאְשְ ָ֛א
:א ֲִמ ֶ ַֽׁתך
kí ló shêól todéka mávet iêhálêléka; ló-iêsabêrú íordei-vór el-amitéja.
152
38-39 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
¡El que vive, el que vive es el que te agradece, como yo lo hago ahora! El
padre da a conocer a los hijos tu fidelidad.
(20)
:ְנֹותיְנְנ ָ֛גָֽןְכְל־יְ ָ֥מיְחיָ֖ינּוְעל־בָ֥יתְיהוַֽׁה
ָּ֧ ֹושיענִ יְּונ ִ ַֽׁג
ִ יהוָ֖הְלְ ַֽׁה
Adonai lêhóshi'éni; ungínotái nênagén kol-iêméi jaiéinu 'al-béit Adonai.
Pues Isaías había dicho: 'Tomen una masa de higos, y extiéndanla sobre la
llaga, y sanará.'
(22)
ס:ְיְאעֱלֶ ָ֖הְבָ֥יתְיהוַֽׁה
ַֽׁ ֶ ֹותְכ
ָ֥ ִ ָ֖הּוְמהְא
ָ֣ ו ָ֥י ֹאמֶ רְחִ זקִ י
vaiómer Jizqiáhu máh ót; kí é'eléh béit Adonai.
153
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 39
Jizqiáhu [Ezequías] se alegró por ellos y les mostró la casa de sus tesoros: la
plata, el oro, los perfumes y los ungüentos finos, toda su armería y todo lo que
había en sus depósitos. No hubo cosa que Jizqiáhu [Ezequías] no les mostrase,
en su casa y en todos sus dominios.
(3)
ְהְאמְ ָ֣רּוְ׀
ַֽׁ יוְמ
ָ֥ ויב ֹא֙ ְיְ ַֽׁשעְיָ֣הּוְהנ ִ֔ביאְאֶ ל־ה ֶ ָ֖מלְֶךְחִ זקִ יהּוְו ֵ֨י ֹאמֶ רְא ֶ֜ל
ְחֹוקה
ָ֛ ץְרְ ַֽׁהאֲנ ִ ָ֣שיםְה ֵ֗אלֶהְּומ ֵ֨איִ ן֙ ְיבָֹ֣ אּוְא ֶ֔ליךְו ֵ֨י ֹאמֶ ר֙ ְחִ זקִ ֔יהּוְמ ֶ ָּ֧א ֶר
:ָ֖יְמב ֶ ַֽׁבל
ִ בָ֥אּוְאל
vaiavo Iêshá’êiáhu hanaví, el-hamélej Jizqiáhu; vaiómer eláv máh ámêrú |
háanashím haéleh umeáin iavóu eléja, vaiómer Jizqiáhu, meéretz rêjoqáh báu
elái mibavél.
154
39-40 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
'He aquí, vienen días en que todo lo que hay en tu casa, lo que tus padres han
atesorado hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia. No quedará nada, ha
dicho el Eterno.
(7)
ְיסיםְבְהיכָ֖ל
ִ֔ ְס ִר
ַֽׁ ֙רְתֹולידְיִ קחּוְוְהיּו
ָ֖ ִ ֲש
ָ֥ ֶ ּוְממְךָ֛ ְא
ִ ּומב ֶֶ֜ניךְאֲשֵֶ֨ רְיַֽׁצְ ָּ֧אִ
:ֶ ָ֥מלְֶךְב ֶ ַֽׁבל
umibanéja ashér iétzêú mimêjá ashér tolíd iqáju; vêhaiú sárisím, bêheijál
mélej bavél.
Y de tus hijos que procederán de ti, que tú habrás engendrado, tomarán para
que sean eunucos en el palacio del rey de Babilonia.'
(8)
ְרְדברתְו ִ֕י ֹאמֶ ר
ִ ֲש
ָ֣ ֶ הּוְטֹובְדְבר־יהוָ֖הְא
ָ֥ ְאל־יְשע ֔י ַֽׁ ֶ ֙ו ֤י ֹאמֶ רְחִ זקִ ֵ֨יהּו
פ:ְֹוםְוא ֶ ֱָ֖מתְבְי ַֽׁמיַֽׁ ֶ ָ֥יְיהיֶ ָ֛הְשל
ַֽׁ ִ ִ ָ֥כ
vaiómer Jizqiáhu él-Iêsha’iáhu, tóv dêvar-Adonai ashér dibárta; vaiómer kí
ihiéh shalóm véemét bêiamái.
Jizqiáhu [Ezequías] dijo a Isaías: –La palabra del Eterno que has hablado es
buena. Porque pensó: 'En mis días habrá paz y estabilidad.'
155
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 40
Una voz proclama: '¡En el desierto preparad el camino del Eterno; enderezad
calzada en la soledad para nuestro Elohim!
(4)
ְישֹור
֔ ֤הְהעקֹ ב֙ ְלְ ִמ
ַֽׁ ֶ כְל־גֶיא֙ ְיִ נ ֔שאְוְכְל־הָ֥רְוְגִ בעָ֖הְיִ שפלּוְוְהי
:וְ ַֽׁה ְרכ ִ ָ֖סיםְלְבִ ק ַֽׁעה
kol-gei inasé, vêjol-hár vêgiv'áh ishpálu; vêhaiáh hé'aqov lêmishór,
vêhárêjasím lêviq'áh.
¡Todo valle será rellenado, y todo monte y colina rebajados! ¡Lo torcido será
convertido en llanura, y lo escabroso en amplio valle!
(5)
פ:ְָ֖הְד ַֽׁבר
ִ יְפיְיהו
ָ֥ ִ וְכ
ָ֛ ִ וְנִ גלָ֖הְכְ ָ֣בֹודְיהוהְוְר ֤אּוְכְל־בשר֙ ְיח ֔ד
vênigláh kêvód Adonai; vêraú jol-basar iajdáv, kí pí Adonai dibér.
Y se manifestará la gloria del Eterno, y todos [los seres de] carne verán juntos
que la boca del Eterno ha hablado.'
(6)
ְרְמהְאֶ קראְכְל־הב ָ֣שרְח ֔ ִצירְוְכְל־חס ָ֖דֹו
ָ֣ ַ֚קֹולְאֹ ָ֣מרְקְ ֔ראְוְא ָ֖מ
:כְ ִ ָ֥ציץְהש ֶ ַֽׁדה
qól omér qêrá, vêamár máh eqrá; kol-habasár jatzír, vêjol-jasdó kêtzítz
hasadéh.
Sube sobre un monte alto, oh Tzión [Sion], tú que anuncias buenas nuevas.
Levanta con fuerza la voz, oh Ierushalaim [Jerusalén], tú que anuncias buenas
nuevas. Levántala; no temas. Di a las ciudades de Iehudá [Judá]: '¡He aquí
vuestro Elohim!'
(10)
ְְא ֔תֹו
ִ ֙הִ ֵ֨נהְאֲ דֹ נ֤יְיהוִ ה֙ ְבְחזָ֣קְי ֔בֹואְּוזרֹ עָ֖ ֹוְמָֹ֣ שלהְלֹוְהִ נ֤הְשְכרֹו
:ְּופעֻל ָ֖תֹוְלְפנַֽׁיו
hinéh adonái IHVIH bêjazáq iavó, uzro'ó móshlah ló; hinéh sêjaró itó, uf'ulató
lêfanáv.
He aquí que el Señor Elohim vendrá con poder, y su brazo gobernará por él.
He aquí que su retribución viene con él, y su obra delante de él.
(11)
ְכְרֹ עֶה֙ ְעֶד ָ֣רֹוְיִ ר ֶ֔עהְבִ זרֹ עֹו֙ ְיְקבָ֣ץְטְל ִ֔איםְּובח ָ֖יקֹוְיִ שאְעלָ֖ ֹות
ס:יְנ ַֽׁהל
kêro'eh 'edró ir'éh, bizro'ó iêqabétz têlaím, uvjeiqó isá; 'alót iênahél.
157
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 40
(14)
ְהּוְדעתְוְ ֶ ָ֥ד ֶרְך
֔ חְמשפטְוילמְ ָ֣ד
ִ ת־מיְנֹועץ֙ ְויבִ ֔ינהּוְוַָֽֽׁילמְ ָ֖דהּוְבְאָֹ֣ ר ֤ ִ ֶא
:יענּו
ַֽׁ ֶ תְבּונָ֖ ֹותְיַֽׁ ִֹוד
et-mí no'atz vaivinéhu, váilamêdéhu bêóraj mishpát; vailamêdéhu dá'at,
vêdérej têvunót íodi'énu.
He aquí que las naciones son como una gota de agua que cae de un balde, y
son estimados como una capa de polvo sobre la balanza. Él pesa las islas
como si fuesen polvo menudo.
(16)
פ:יְעֹולה
ַֽׁ יןְד
ָ֖ ֹוְא
ָ֥ יןְדיְבערְוְ ֵ֨חי ֔ת
ָ֖ ֹוןְא
ָ֥ ִּ֕ולבנ
ulvanón éin déi ba'ér; vêjáiató, éin déi 'oláh.
Todas las naciones son como nada delante de él; son consideradas por él como
cosa vana, y como lo que no es.
(18)
:ּותְתערכּוְלַֽׁ ֹו
ָ֥ ל־מיְתְדמְיָ֣ ּוןְאלְּומה־דְ ָ֖מ
ָ֖ ִ ֶוְא
vêel-mí têdamêíun él; umah-dêmút tá'arju ló.
158
40 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(20)
ְש־לֹוְלְה ִ ָ֥כין
֔ ֶרּומהְעָ֥ץְ ַֽׁל ֹא־יִ ר ָ֖קבְיִ בחרְח ֤רשְחכם֙ ְיְבק
֔ ְַֽׁהמְסֻכָ֣ןְת
ס:פֶ ָ֖סֶ לְ ָ֥ל ֹאְיִ ַֽׁמֹוט
hámêsukán têrumáh, 'étz ló-irqáv ivjár; jarásh jajam iêvaqesh-ló, lêhajín pésel
ló imót.
El que es pobre para ofrecer tal ofrenda escoge una madera que no se pudra y
se busca un escultor experto, para que le haga una imagen que no se tambalee.
(21)
ְ ֹ֙ואְתש ֔מעּוְהֲלָ֛ ֹואְהֻגָ֥דְמ ָ֖ר ֹאשְלכֶ םְהֲלֹוא
ִ ָֹ֣ואְתדְעּו֙ ְהֲל
ַֽׁ ֤הֲל
:םְמֹוס ָ֖דֹותְה ַֽׁא ֶרץ
ַֽׁ ינֹות
ֶ ֔ ה ִ ֲָ֣ב
haló tédê'ú haló tishmá'u, haló hugád merósh lajém; halo havínotém, mósdót
haáretz.
159
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 40
(25)
:ֹאמרְק ַֽׁדֹוש
ָ֖ ל־מיְתְדמְיָ֖ ּונִ יְוְאֶ שוֶ הְי
ָ֥ ִ ֶוְא
vêel-mí têdamêíuni vêeshvéh; iomár qadósh.
'¿A quién, pues, me haréis semejante, para que yo sea su igual?, dice el Santo.
(26)
ְמֹוציאְבְ ִמספָ֖רְצְבאם ָ֥ ִ אְאלֶהְה ֔ ֹוםְעיניכֶ ֤םְּוראּו֙ ִ ְַֽׁמי־ב ָ֣ר
ַֽׁ שְ ַֽׁאּו־מ ֵ֨ר
ס:ְאישְ ָ֥ל ֹאְנֶע ַֽׁדר ָ֖ ִ יץְכח
ֹ ֔ לְכֻלם֙ ְבְ ָ֣שםְיִ ק ֔ראְמ ֤רֹ בְאֹונִ ים֙ ְוְא ִ ָ֣מ
sêú-maróm 'éineijém urú mí-vará éleh, hamotzí vêmispár tzêvaám; lêjulam
bêshém iqrá, meróv onim vêamítz kóaj, ísh ló ne'dár.
Levantad en alto vuestros ojos y mirad quién ha creado estas cosas. Él saca y
cuenta al ejército de ellas; a todas llama por su nombre. Por la grandeza de su
vigor y el poder de su fuerza, ninguna faltará.'
(27)
ְהְּומאֱֹלהָ֖י
ַֽׁ הו֔ ְְמי
ַֽׁ ֙ל֤מהְת ֹאמר֙ ְַֽׁיעֲקֹ֔ בְּותדבָ֖רְיִ שראלְנִ סתְ ֤רהְדרכִ י
:ְיְיע ֲַֽׁבֹורַֽׁ ִמשפ ִ ָ֥ט
lámah tomar Iá’aqóv, utdabér Israél; nistêráh darkí méiêhváh, uméelohái
mishpatí iá'avór.
¿Por qué, pues, dices, oh Iaaqov [Jacob]; y hablas tú, oh Israel: 'Mi camino le
es oculto al Eterno, y mi causa pasa inadvertida a mi Elohim'?
(28)
ְֱֹלהיְעֹול֤םְ׀ְיהוה֙ ְבֹורא֙ ְקְ ָ֣צֹות ֵ֨ ם־ל ֹאְש ֵ֗מעתְא ָ֣ ְא ִ ה ֲֵ֨לֹואְי ֶ֜דעת
:ְעְאיןְחָ֖קֶ רְלִ ת ַֽׁבּונ ַֽׁתֹו
ָ֥ ה ֔א ֶרץְ ָ֥ל ֹאְיִ יעָ֖ףְוְ ָ֣ל ֹאְיִ יג
haló iadá'ta im-ló shamá'ta elohéi 'olám | Adonai bore qêtzót haáretz, ló i'áf
vêló igá'; éin jéqer litvúnató.
¿No lo has sabido? ¿No has oído que el Eterno es el Elohim eterno que creó
los confines de la tierra? No se cansa ni se fatiga, y su entendimiento es
insondable.
(29)
:יןְאֹונָ֖יםְעְצ ָ֥מהְיר ֶ ַֽׁבה
ִ נֹ ָ֥תןְליעָ֖ףְכֹ חְּול ָ֥א
notén laia'éf kója; uléin oním 'otzmáh iarbéh.
160
40-41 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Pero los que esperan en el Eterno renovarán sus fuerzas; levantarán las alas
como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.
¿Quién despertó del oriente al que para justicia convocó ante sus pies?
Entregará delante de él las naciones, de modo que tenga dominio sobre los
reyes. Los convertirá en polvo con su espada; y con su arco, en paja
arrebatada.
(3)
:יִ רדְפָ֖םְ ַֽׁיע ֲָ֣בֹורְשלֹוםְאָֹ֥ רחְבְרגלָ֖יוְ ָ֥ל ֹאְי ַֽׁבֹוא
irdêfém iá'avór shalóm; óraj bêragláv ló iavó.
Los perseguirá y pasará en paz por una senda donde sus pies nunca habían
caminado.
(4)
אשֹוןְוְאֶ ת־
֔ ִ ַֽׁמי־פעָ֣לְוְע ֔שהְקֹ ָ֥ראְהדֹ ָ֖רֹותְמר ֹאשְא ֲִנ֤יְיהוה֙ ְ ִר
:ְי־הּוא
ַֽׁ ִַֽׁאחֲרֹ ִנָ֖יםְאֲנ
161
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 41
mí-fa'ál vê'asáh, qoré hadorót merósh; aní Adonai rishón, vêet-ájaroním ani-
hú.
Las costas han visto y temen. Los confines de la tierra tiemblan; se congregan
y acuden.
(6)
:ֹאמרְחֲזַֽׁק
ָ֥ ִ ָ֥אישְאֶ ת־רעָ֖הּוְיעזֹ רּוְּולא ִ ָ֖חיוְי
ísh et-re'éhu ia'zóru; ulajív iomár jazáq.
El escultor anima al platero, y el que alisa con martillo dice al que golpea en
el yunque, con respecto a la soldadura: '¡Está bien!' Luego lo afirma con
clavos para que no se tambalee.
(8)
:ֲשרְבְחר ִתיךְזֶ ָָֽ֖רְעְאברהָ֥םְאַֹֽׁ ה ִ ֲַֽׁבי
ָ֣ ֶ יְיעֲקָֹ֖ בְא
ַֽׁ וְאתה֙ ְיִ שר ָ֣אלְעב ִ֔ד
vêatah Israél 'avdí, Iá’aqóv ashér bêjartíja; zéra' avrahám óhaví.
'Pero tú, oh Israel, eres mi siervo; tú, oh Iaaqov [Jacob], a quien escogí,
descendencia de Avraham [Abraham] mi amigo.
(9)
ְ ֙אתיךְואֹ֤ מרְלְך
ִ ץְּומאֲצִ ילֶ ָ֖יהְקְר
ַֽׁ ְמק ָ֣צֹותְה ֔א ֶר ִ ֙רְהחֱזק ֵ֨ ִתיך
ַֽׁ ֶ ֲש
ֶ֤ א
:י־אתהְבְחר ִ ָ֖תיךְוְ ָ֥ל ֹאְמְאס ִ ַֽׁתיך ֔ עב ִד
ashér héjezaqtíjá miqtzót haáretz, uméatziléiha qêratíja; vaómar lêjá 'avdi-
átah, bêjartíja vêló mêastíja.
162
41 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(10)
ֱֹלהיךְ ִאמצ ֵ֨ ִתיך֙ ְאף־
ֶ עְכי־א ֲִנָ֣יְא
ַֽׁ ִ ל־תש ָ֖ת ִ ך־אנִ יְא ֔ ְְכיְעִ מ ָ֣ ִ ֙ל־תירא
ִ א
:ימיןְצִ ד ִ ַֽׁקי
ָ֥ ִ ִעֲזר ֔ ִתיךְאף־תְמכ ִ ָ֖תיךְב
al-tira kí 'imêja-áni, al-tishtá' kí-aní elohéja; imatztíjá af-'azartíja, af-têmajtíja
bimín tzidqí.
Buscarás a los que contienden contigo, pero no los hallarás más. Aquellos que
te hacen la guerra serán como nada, y como algo que no existe.
(13)
ְיראְא ֲִנָ֥י
ָ֖ ל־ת
ִ ָֽךְהאֹ ָ֥מרְלְךָ֛ ְא
ַֽׁ ֶָ֖יךְמחֲזִ ָ֣יקְיְ ִמינ
ַֽׁ ֱֹלה
ֶ ֵ֗ ִכיְא ֲִנָ֛יְיהוָ֥הְא
ס:ְעֲזר ִ ַֽׁתיך
kí aní Adonai elohéja májazíq iêminéja; háomér lêjá al-tirá aní 'azartíja.
163
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 41
(15)
ְְות ֔ ֹדק
ְ ֙לְפיפִ יֹותְת ֤דּושְה ִרים
ַֽׁ ִ הִ נָ֣הְשמ ֵ֗ ִתיְךְלְמֹורג֙ ְח ָ֣רּוץְח ֔דשְבָ֖ע
:ּוגבעָ֖ ֹותְכמָֹ֥ ץְת ִ ַֽׁשים
hinéh samtíj lêmorag jarútz jadásh, bá'al pífiót; tadúsh harim vêtadóq, ugva'ót
kamótz tasím.
He aquí que yo te he puesto como trillo, como rastrillo nuevo lleno de dientes.
Trillarás los montes y los harás polvo; y a las colinas dejarás como tamo.
(16)
ְיהוה
֔ ָ֣ילְב
ַֽׁ ְתש ֔אםְּוסע ָ֖רהְת ִ ָ֣פיץְאֹותםְוְאתה֙ ְת ִג
ִ ִתזרם֙ ְוְ ָ֣רּוח
ס:ְלְתתה ַֽׁלל
ִ בִ ק ָ֥דֹושְיִ שר ָ֖א
tizrem vêrúaj tisaém, us'aráh tafítz otám; vêatah tagíl báAdonai, biqdósh Israél
tithalál.
Sobre las cumbres áridas abriré ríos, y manantiales en medio de los valles.
Convertiré el desierto en lagunas, y la tierra reseca en fuentes de agua.
(19)
ְיםְבעֲר ֵ֗בהְבְ ָ֛רֹוש
ַֽׁ הְוה ֲָ֖דסְוְעָ֣ץְשמֶ ןְא ִ ָ֣ש
ַֽׁ זְש ֔טִ ְא ֶר
ָ֣ ֶ ֙אֶ ֤תןְב ִמדבר
:ִתדהָ֥רְּותא ָ֖שּורְיח ַֽׁדו
etén bamidbar érez shitáh, váhadás vê'étz shámen; asím bá'araváh bêrósh
tidhár utashúr iajdáv.
164
41 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
para que vean y conozcan; para que juntos reflexionen y entiendan que la
mano del Eterno ha hecho esto, y que el Santo de Israel lo ha creado.
(21)
:ְְֶךְיעֲקַֹֽׁ ב
ַֽׁ רְמל
ָ֥ ֶ ֹאמ
ָ֖ ֹאמרְיהוהְה ִֵ֨גישּו֙ ְ ֲעצ ָֻ֣מֹותי ֶ֔כםְי
ָ֣ ּוְריבְ כֶ ָ֖םְי
ַֽׁ ִ ַֽׁק ְר ָ֥ב
qárêvú rívêjém iomár Adonai; hagíshú 'atzumóteijém, iomár mélej Iá’aqóv.
'Decidnos lo que ha de venir después, para que sepamos que vosotros sois
dioses. Por lo menos, haced el bien o el mal, para que nosotros tengamos
miedo y también temamos.
(24)
פ:עְתֹועבָ֖הְיִ בחָ֥רְב ֶ ַֽׁכם
ַֽׁ ןְּופעְלְכֶ ָ֖םְמאפ
ַֽׁ ִהן־א ֶ ָ֣תםְמ ֔אי
hen-atém meáin, ufá'olêjém meáfa'; tó'eváh ivjár bajém.
He aquí que vosotros nada sois, y vuestras obras no existen; el que os escoja
es una abominación.
165
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 41-42
(25)
ְ ֙ח־שמֶ שְיִ ק ָ֣ראְבִ ש ִמיְוְי ֤ב ֹאְסְגנִ ים
ָ֖ ֶ אתְמ ִמזר
ִ יְמצפֹון֙ ְו ֔י
ִ ֹותִ ַֽׁהעִ ֤יר
:ס־טיטַֽׁ ִ ְכְמֹו־חֹ֔ מֶ רְּוכ ָ֥מֹוְיֹוצָ֖רְיִ רמ
há'iróti mitzafon vaiát, mimizraj-shémesh iqrá vishmí; vêiavó sêganim kêmo-
jómer, ujmó iotzér irmos-tít.
'Del norte desperté a uno, y vendrá; desde el lugar donde nace el sol, él
invocará mi nombre. Y pisoteará a gobernantes como a lodo, como el alfarero
pisa el barro.
(26)
ְידְאף
ַ֚ יקְאףְאין־מ ִֵ֗ג
ָ֣ ֹאמרְצ ִד
ָ֣ הְּומלְפ ִנָ֖יםְוְנ
ִ ִ ַֽׁמי־הִ ִג֤ידְמר ֹאש֙ ְוְנ ֔דע
:יכם
ַֽׁ ֶ ְאמרִ ְאףְאין־שֹ ָ֖מע
ָ֥ ָ֣איןְמש ִ֔מיע
mí-higíd merosh vênedá'ah, umilêfaním vênomár tzadíq; áf ein-magíd áf éin
mashmí'a, áf ein-shomé'a imreijém.
¿Quién lo anunció desde el principio, para que lo supiéramos? ¿Quién lo dijo
de antemano, para que dijéramos: 'Él tenía razón'? Ciertamente no hay quien
lo diga, ni quien lo anuncie. Tampoco hay quien oiga vuestras palabras.
(27)
:אשֹוןְלְצִ יָ֖ ֹוןְהִ נָ֣הְהִ נםְוְלִ ַֽׁירּוש ָ֖ל ִםְמְב ָ֥שרְאֶ ַֽׁתן
ָ֥ ִר
rishón lêtzión hinéh hinám; vêlirúshaláim mêvasér etén.
He aquí que yo fui el primero que declaré estas cosas a Tzión [Sion], y a
Ierushalaim [Jerusalén] le daré un portador de buenas nuevas.'
(28)
:יןְאישְּומ ָ֖אלֶהְוְ ָ֣איןְיֹועץְוְאֶ שאלָ֖םְוְי ִ ָ֥שיבּוְד ַֽׁבר
ִ֔ וְ ֵ֨א ֶרא֙ ְוְ ָ֣א
vêére vêéin ísh, umeéleh vêéin io'étz; vêeshalém vêiashívu davár.
Miré, y no había ninguno. Entre ellos no había consejeros a quienes les
preguntara para que me dieran respuesta.
(29)
פ:יהם
ַֽׁ ֶ םְרּוחְותָֹ֖ הּוְנִ סכ
ָ֥ יה
ֶ ֶסְמעֲש
ַֽׁ ֶןְאפ
ָ֖ ֶ םְאו
ָ֥ הָ֣ןְכ ֻ֔ל
hén kulám, áven éfes má'aseihém; rúaj vatóhu niskeihém.
He aquí que todos son iniquidad, y la obra de ellos nada es. Viento y
insignificancia son sus imágenes de fundición.
hén 'avdí etmaj-bó, bêjirí rátzêtáh nafshí; natáti rují 'aláv, mishpát lagoím
iotzí.
Así dice Elohim el Eterno, el que crea los cielos y el que los despliega; el que
extiende la tierra y sus productos, y el que da respiración al pueblo que está en
ella y aliento a los que andan por ella:
(6)
ְאתיךַֽׁ ְבְ ֶצָ֖דֶ קְוְאחזָ֣קְבְי ֶדךְוְאֶ צְ ְר ֵ֗ךְוְאֶ תֶ נךָ֛ ְלִ ב ִ ָ֥ריתְעָ֖ם
ָ֥ ִ א ֲִנָּ֧יְיהוָ֛הְקְר
:ְֹורְגֹוים
ַֽׁ ִ לְ ָ֥א
aní Adonai qêratíjá vêtzédeq vêajzéq bêiadéja; vêetzorêjá vêetenjá livrít 'ám
lêór goím.
167
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 42
a fin de que abras los ojos que están ciegos y saques de la cárcel a los presos,
y de la prisión a los que moran en las tinieblas.
(8)
:ְילים
ַֽׁ ִ ָ֣רְל ֹא־אֶ ֔תןְּותהִ ל ִ ָ֖תיְלפְ ִס
ַֽׁ בֹודי֙ ְלְאח
ִ ָ֖הְהּואְשְ ִמיְּוכ
ָ֣ א ֲִנָ֥יְיהו
aní Adonai hú shêmí; ujvodí lêajér ló-etén, uthilatí lapêsilím.
He aquí, ya sucedieron las cosas primeras; ahora os anuncio las cosas nuevas.
Antes que salgan a luz, yo os las anuncio.'
(10)
ְֹוְמקצָ֣הְהא ֶרץְיַֽׁ ֹור ֤דיְהים֙ ְּומל ֹ֔אֹו
ִ ְשירְח ֔דשְתְהִ ל ָ֖ת
ָ֣ ִ ֙ירּוְליהוהַֽׁ ִ ֤ש
:ְיהם ַֽׁ ֶ ִא ִיָ֖יםְוְ ַֹֽׁישְב
shíru láAdonai shír jadásh, têhilató miqtzéh haáretz; íordéi haiam umloó, iím
vêióshêveihém.
Alcen la voz el desierto y sus ciudades, las aldeas donde habita Quedar.
Canten de júbilo los habitantes de Sela, y griten desde la cumbre de los
montes.
168
42 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(12)
:ְֹוְב ִא ִיָ֥יםְי ִ ַֽׁגידּו
ַֽׁ ימּוְליהוָ֖הְכבֹודְּותהִ ל ָ֖ת
ַֽׁ י ִ ָ֥ש
iasímu láAdonai kavód; uthilató báiím iagídu.
Devastaré montes y colinas, y haré secar toda su hierba. Los ríos convertiré en
islotes, y haré secar las lagunas.
(16)
ְוְ ַֽׁהֹולכ ִ ָ֣תיְעִ ו ִ ֵ֗ריםְבְ ֵ֨ ֶד ֶרְך֙ ְ ָ֣ל ֹאְי ֔דעּוְבִ נ ִת ָ֥יבֹותְ ַֽׁל ֹא־יְדְעָ֖ ּוְאד ִריכם
ְֹורְאלֶהְהדְב ִ ֔רים
ַ֚ יש ֔ ֹורְּומעֲק ִשים֙ ְלְ ִמ ַֽׁ יהםְל ֵ֗א ֶ ֶ֜ א ִשיםְ֩מח ֵ֨שְךְלִ פנ
:יתםְוְ ָ֥ל ֹאְעֲזב ִ ַֽׁתים ָ֖ ִ ע ֲִש
vêhólajtí 'ivrím bêdérej ló iadá'u, bintivót ló-iodê'ú adrijém; asim majsháj
lifneihém laór umá'aqashim lêmishór, éleh hadêvarím, 'asitím vêló 'azavtím.
Conduciré a los ciegos por un camino que no han conocido, y por sendas que
no han conocido les guiaré. Delante de ellos transformaré las tinieblas en luz,
y los lugares escabrosos en llanuras. Estas cosas haré por ellos y no los
desampararé.
169
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 42
(17)
ְשּוְבשֶ תְהבַֹֽׁ טְ ִ ָ֖חיםְבפסֶ לְהאַֹֽׁ מְ ִ ָ֥ריםְלְמסכָ֖הְא ֶ ָ֥תם
ֹ֔ ָֹ֣נסֹ֤ גּוְאחֹור֙ ְיב
פ:ֱֹלהינּו
ַֽׁ א
nasógu ajor ievóshu vóshet, habótêjím bapásel; haómêrím lêmasejáh atém
elohéinu.
Tú ves muchas cosas, pero no las guardas. Los oídos están abiertos, pero nadie
escucha.
(21)
:ְילְתֹורהְוְיא ִ ַֽׁדיר
ָ֖ יהוָ֥הְחפָ֖ץְלְ ָ֣מעןְצִ דקֹוְיג ִ ָ֥ד
Adonai jafétz lêmá'an tzidqó; iagdíl toráh vêiadír.
170
42-43 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Pero éste es un pueblo despojado y saqueado. Todos ellos han sido atrapados
en hoyos y están escondidos en cárceles. Han sido objeto de despojo sin que
haya quien los libre. Han sido objeto de saqueo sin que haya quien diga:
'¡Restituidles!'
(23)
:ָ֖םְיאֲזִ ָ֣יןְז ֹאתְיק ִ ָ֥שבְוְיִ ש ָ֖מעְלְא ַֽׁחֹור
ַֽׁ ִֶ ָ֥מיְבכ
mí vajém iáazín zót; iaqshív vêishmá' lêajór.
¿Quién de entre vosotros oirá esto? ¿Quién atenderá y escuchará con respecto
al porvenir?
(24)
ְָּ֧ה)ְיעֲקָֹ֛ בְוְיִ שר ָ֥אלְלְבַֹֽׁ זְזִ ָ֖יםְהֲלָ֣ ֹואְיהוהְזַּ֚ו
ַֽׁ ִ ַֽׁמי־נ ֵ֨תןְלמשוסהְ(לִ מ ִשס
:ְאְשמְעָ֖ ּוְבְ ַֽׁתֹור ַֽׁתֹוַֽׁ ֹ אנּוְלֹוְוְ ַֽׁל ֹא־א ֤בּוְבִ דרכיו֙ ְה ֔לֹוְךְוְ ָ֥ל
֔ ח ָ֣ט
mí-natán LMSVSH (limshisáh) Iá’aqóv vêIsraél lêvózêzím haló Adonai; zú
jatánu ló, vêló-avú vidrajav halój, vêló shámê'ú bêtórató.
Pero ahora, así ha dicho el Eterno, el que te creó, oh Iaaqov [Jacob]; el que te
formó, oh Israel: 'No temas, porque Yo te he redimido. Te he llamado por tu
nombre; tú eres Mío.
171
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 43
(2)
ך־אנִ יְּובנְה ָ֖רֹותְ ָ֣ל ֹאְיִ שטְפּוךְ ִ ַֽׁכי־תלְ֤ךְבְמֹו־
֔ ְְאת ִ ִ֙ ַֽׁכי־תעֲבֹ֤ רְב ֵ֨מיִ ם
:ר־בְך
ַֽׁ אְתבע ִ ֹ אְתכ ֔ ֶוהְוְ ֶ ַֽׁלהבָ֖הְ ָ֥ל
ִ ֹ אש֙ ְ ָ֣ל
kí-ta'avór bamáim itêja-áni, uvanêharót ló ishtêfúja; kí-teléj bêmo-esh ló
tikavéh, vêléhaváh ló tiv'ar-báj.
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y cuando pases por los ríos, no
te inundarán. Cuando andes por el fuego, no te quemarás; ni la llama te
abrasará.
(3)
ְְמצ ֔ריִ ם
ִ ֹ֙ושיעֶ ךְנ ֤ת ִתיְכְפ ְרך
ִ לְמ
ַֽׁ ֱֹלהיךְקְ ָ֥דֹושְיִ שר ָ֖א
ֶ ֔ ֵ֗ ִכיְאֲנִ י֙ ְיהוָ֣הְא
:ְכָ֥ ּושְּוסבָ֖אְתח ֶ ַֽׁתיך
kí aní Adonai elohéja, qêdósh Israél móshi'éja; natáti jofrêjá mitzráim, kúsh
usvá tajtéja.
Puesto que ante mis ojos tú eres de gran estima, y eres honorable, y Yo te
amo, daré hombres por ti, y pueblos por tu vida.
(5)
:ךְּוממע ֲָ֖רבְאֲקבְ ֶ ַֽׁצך
ַֽׁ ִ יְמ ִמזרח֙ ְא ִ ָ֣ביאְזר ֶ֔ע
ִ ִיְאתְך־אנ
ִ אְכ
ָ֣ ִ יר
ָ֖ ל־ת
ִ א
al-tirá kí itêja-áni; mimizraj aví zar'éja, umíma'aráv aqabêtzéka.
'No temas, porque Yo estoy contigo. Del oriente traeré a tus descendientes, y
del occidente te recogeré.
(6)
ְנֹותי
ָ֖ ְמר ֔חֹוקְּוב
ַֽׁ ֙יאיְבני
ִ ל־תכל ִאיְה ִ ֤ב
ִ ימןְא
ָ֖ אֹ ֤מרְלצפֹון֙ ְ֔תנִ יְּולת
:ִמקצָ֥הְה ַֽׁא ֶרץ
omár latzafon téni, ulteimán al-tijlái; havíi vanaí mérajóq, uvnotái miqtzéh
haáretz.
Diré al norte: '¡Entrégamelos!' Y al sur: '¡No los retengas!' Trae de lejos a mis
hijos, y a mis hijas de los confines de la tierra.
172
43 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(7)
:יתיו
ַֽׁ ִ אתיוְיְצר ִ ָ֖תיוְאף־ע ֲִש
ִ בֹודיְבְר
ָ֖ ִ כַֹ֚ לְהנִ ק ָ֣ראְבִ ש ִ֔מיְוְלִ כ
kól haniqrá vishmí, vêlijvodí bêratív; iêtzartív af-'asitív.
'Haz salir a un pueblo que es ciego, aunque tiene ojos, y que es sordo, aunque
tiene oídos.
(9)
ְיםְמיְבהֶ ם֙ ְי ִגָ֣ידְ ֔ז ֹאת ֤ ִ גֹויםְנִ קבְ ָ֣צּוְיח ֵ֗דוְוְי ַֽׁאסְפּו֙ ְלְא ִֻ֔מ
ִ֞ ַֽׁכל־ה
:ּוְעדיהֶ ם֙ ְוְיִ צ ֔דקּוְוְיִ שמְעָ֖ ּוְוְ ַֽׁי ֹאמְ ָ֥רּוְא ֶ ֱַֽׁמת
ַֽׁ ֤וְ ִ ַֽׁראשֹ נָ֖ ֹותְיש ִמיעֻ נּוְיִ תְנ
kál-hagoím niqbêtzú iajdáv vêieásêfú lêumím, mí vahem iagíd zót, vêríshonót
iashmi'únu; itênú 'édeihem vêitzdáqu, vêishmê'ú vêiómêrú emét.
Congréguense a una todas las naciones, y reúnanse todos los pueblos. ¿Quién
de ellos hay que nos anuncie esto y que nos haga oír las cosas antiguas? Que
se presenten sus testigos, y que se justifiquen; que escuchen, y digan: 'Es
verdad.'
(10)
ְינּוְלי
֤ ִ ןְתדְעּוְוְ ַֽׁתא ֲִֵ֨מ ַֽׁ ָ֠ ֲשרְבחר ִתיְלְ ָ֣מע ָ֣ ֶ הוהְוְעב ִ ָ֖דיְא
֔ א ֶ ֤תםְעדי֙ ְנְאֻם־י
ס:ְאְיה ֶיַֽׁה ַֽׁ ִ ֹ רְאלְוְ ַֽׁאח ֲָ֖ריְ ָ֥ל
֔ ָ֣יְהּואְלְפני֙ ְל ֹא־נָ֣ ֹוצ
֔ וְת ִֵ֨בינּו֙ ִ ְַֽׁכי־א ֲִנ
atém 'edaí nêum-Adonai, vê'avdí ashér bajárti; lêmá'an tédê'u vêtáamínu lí
vêtavínú kí-aní hú, lêfanaí lo-nótzar él, vêájarái ló ihiéh.
'Vosotros sois Mis testigos, dice el Eterno, y Mi siervo que escogí, para que
Me conozcáis y Me creáis, y entendáis que Yo soy, antes de Mí no fue
formado dios, ni lo será después.
(11)
:ְיְמֹושיע
ַֽׁ ִ יןְמבלע ָ֖ד
ִ יְאנֹ ִ ָ֖כיְיהוהְוְ ָ֥א
ַֽׁ ַֽׁאנֹ ִ ָ֥כ
ánojí ánojí Adonai; vêéin mibal'adái moshí'a.
ánojí higádti vêhoshá'tí vêhishmá'ti, vêéin bajém zár; vêatém 'edái nêum-
Adonai váani-él.
Aun antes que hubiera día, Yo soy, y no hay quien pueda librar de Mi mano.
Lo que hago, ¿quién lo deshará?'
(14)
ְםְשלָ֣ח ִתיְב ֵ֗ ֶבלה
ִ ָ֛הְגאלכֶ ָ֖םְקְ ָ֣דֹושְיִ שראלְלְ ַֽׁמענ ֶ֞כ
ֹ ַֽׁ ַֽׁ ֹכה־א ָּ֧מרְיהו
:ְֹותְרנ ַֽׁתם
ִ ָ֥יםְבאְנִ י
ַֽׁ יְב ִריחִ ים֙ ְכ ֻ֔לםְוְכש ִ ָ֖ד
ַֽׁ וְ ַֽׁהֹורד ִ ֤ת
kóh-amár Adonai góaljém qêdósh Israél; lêmá'anjém shilájti vavélah
vêhóradtí várijim kulám, vêjasdím báoniót rinatám.
Así dice el Eterno, vuestro Redentor, el Santo de Israel: 'Por vuestra causa
enviaré a Babilonia, y haré descender a todos como fugitivos; y aun a los
caldeos en sus naves de placer.
(15)
ס:ְםְבֹוראְיִ שר ָ֖אלְמלכְ ֶ ַֽׁכם
ָ֥ ֶא ֲִנָ֥יְיהוָ֖הְקְ ַֽׁדֹושכ
aní Adonai qêdóshjém; boré Israél malkêjém.
Así ha dicho el Eterno–el que abre camino en el mar, y senda en las aguas
impetuosas;
(17)
ְּומּוְדעֲכָ֖ ּו
ַֽׁ יאְרכֶב־ו ָ֖סּוסְחָ֣יִ לְוְעִ זּוזְיח ֤דוְיִ שכְבּו֙ ְבל־י ֔ק ַֽׁ ֶ מֹוצ
ָ֥ ִ ה
:כפִ ש ָ֥תהְכ ַֽׁבּו
hamotzí réjev-vasús jáil vê'izúz; iajdáv ishkêvú bal-iaqúmu, dá'ajú kapishtáh
javú.
el que saca al carro y al caballo y al ejército junto con su poderío, y yacen para
no levantarse jamás; son extinguidos y apagados como una mecha–:
174
43 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(18)
:ל־תתבֹ נַֽׁנּו
ִ ּוְראשֹ נֹותְוְקדמַֹֽׁ נִ יָ֖ ֹותְא
ַֽׁ ִ ל־תזכְ ָ֖ר
ִ ַֽׁא
ál-tizkêrú ríshonót; vêqadmóniót al-titbonánu.
He aquí que yo hago una cosa nueva; pronto surgirá. ¿No la conoceréis? Otra
vez os haré un camino en el desierto, y ríos en el sequedal.
(20)
ְרְמיִ ם
ֵ֗ הְכי־נ ֵ֨ת ִתיְב ִמד ֶ֜ב
ַֽׁ ִ ֹותְיעֲנ ַֽׁ ָ֣תְכבְ ֵ֨דנִ י֙ ְחיָ֣תְהש ֔ ֶדהְת ִנָ֖יםְּובנ
:ישימֹ֔ ןְלְהש ָ֖קֹותְע ִ ָ֥מיְבְחִ ִ ַֽׁירי
ִ נְהרֹות֙ ִ ְַֽׁב
têjabêdéní jaiát hasadéh, taním uvnót iá'anáh; kí-natáti vamidbár máim
nêharot bíshimón, lêhashqót 'amí vêjirí.
Los animales del campo me honrarán; también los chacales y los avestruces.
Porque daré aguas en el desierto y ríos en el sequedal para dar de beber a mi
pueblo escogido.
(21)
ס:עם־זּו֙ ְיצָ֣ר ִתיְלִ֔ יְתְהִ ל ִ ָ֖תיְיְס ַֽׁפרּו
'am-zú iatzárti lí, têhilatí iêsapéru.
175
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 43-44
'Yo soy, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí, y no me acordaré
más de tus pecados.
(26)
:ןְתצ ַֽׁדק
ִ ירנִ יְנִ ַֽׁשפְטָ֖הְיחדְספָ֥רְא ָ֖תהְלְ ָ֥מע
ִ֕ ִהזכ
hazkiréni nisháfêtáh iájad; sapér atáh lêmá'an titzdáq.
Tu primer padre pecó, y tus mediadores también han transgredido contra mí.
(28)
פ:דּופים
ַֽׁ ִ ִָ֖לְשריְקֹ דֶ שְוְאֶ תְנ֤הְל ֵ֨ח ֶרם֙ ְַֽׁיעֲקֹ֔ בְוְיִ שר ָ֖אלְלְג
ָ֣ ַֽׁואֲחל
váajalél sárei qódesh; vêetênáh lajérem Iá’aqóv, vêIsraél lêgidufím.
176
44 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
'Y ahora escucha, oh Iaaqov [Jacob], siervo Mío; y tú, oh Israel, a quien Yo
escogí.
(2)
ְיְיעֲקֹ֔ ב
ַֽׁ ל־תירא֙ ְעב ִ ָ֣ד
ִ ְמ ֶבָ֖טֶ ןְיעזְ ֶרךְא
ִ ַָֽׁ֥ ֹכה־א ֵ֨מרְיהוָ֥הְעֹ ֶ ָ֛שךְוְ ַֹֽׁיצֶ רך
:ְיְבֹוַֽׁ ִ ַֽׁוישֻ ָ֖רּוןְבחָ֥ר ִת
kóh-amár Adonai 'oséja vêiótzerjá mibéten ia'zêréka; al-tira 'avdí Iá’aqóv,
víshurún bajárti vó.
Brotarán como entre la hierba, como los sauces junto a las corrientes de las
aguas.
(5)
ְיהוה
֔ ְלַֽׁ ָ֣֙הְאנִ יְוְזֶ ָ֖הְיִ ק ָ֣ראְבְ ַֽׁשם־יעֲקֹ בְוְ ֵֶ֗זהְיִ כתֹ֤ בְידֹו
֔ ְליהוַֽׁ ֙זֶ ֤הְי ֹאמר
פ:ְּוב ָ֥שםְיִ שר ָ֖אלְיְכ ֶנַֽׁה
zéh iomar láAdonai áni, vêzéh iqrá vêshém-Ia’aqóv; vêzéh ijtóv iadó
láAdonai, uvshém Israél iêjanéh.
Éste dirá: 'Yo soy del Eterno', ése será llamado por el nombre de Iaaqov
[Jacob], y aquél escribirá sobre su mano: 'De el Eterno', y será llamado con el
nombre de Israel.'
(6)
ְָּ֧הְמלְֶך־יִ שר ָ֛אלְוְ ַֽׁ ֹגאֲלָ֖ ֹוְיהוָ֣הְצְבאֹותְא ֲִנ֤יְ ִראשֹון֙ ְַֽׁוא ֲִנָ֣י
ַֽׁ ֶ ַֽׁ ֹכה־א ֵ֨מרְיהו
:ְֱֹלהיםַֽׁ ִ יְאיןְא
ָ֥ ֹוןְּומבלע ָ֖ד
ִ ַֽׁאח ֲ֔ר
177
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 44
¿Quién es como yo? ¡Que lo proclame! Que declare y relate delante de mí las
cosas que han sucedido desde que establecí al pueblo antiguo, y declaren las
cosas por venir. Sí, ¡declárenlas!
(8)
ְל־תר ֔הּוְ ֲה ָ֥ל ֹאְמ ָ֛אזְהִ שמע ִ ָ֥תיךְוְהִ ָ֖גָֽד ִתיְוְא ֶ ָ֣תםְעדי
ִ ל־תפחֲדּו֙ ְוְא ִ ַֽׁא
:יןְצּורְבל־י ַֽׁדעְ ִתי
ָ֖ ְמבלע ֔דיְוְ ָ֥א
ִ ֹוּה֙ הֲי֤שְא ֱֵ֨ל
ál-tifjadú vêal-tirhú, haló meáz hishma'tíja vêhigádti vêatém 'edái; haiésh
elóĥá mibal'adái, vêéin tzúr bal-iadá'êti.
'No temáis, ni tengáis miedo. ¿No te lo hice oír y te lo dije desde antaño? Y
vosotros sois mis testigos. ¿Hay Elohim aparte de mí? No, no hay otra Roca;
no conozco ninguna.'
(9)
ָ֣םְה ֵׄ֗מ ֵׄ֗הְבל־
ֵ֗ׄ ֵ֗ יה
ֶ ל־יֹועילּוְוְעד
ִ יהָ֖םְב
ֶ ַֹֽׁיצְרי־פֶ ֤סֶ לְכֻלם֙ ְתֹ֔ הּוְוח ֲַֽׁמּוד
:ל־יָֽדְעָ֖ ּוְלְ ָ֥מעןְיבַֹֽׁ שּו
ַֽׁ יִ ר ָ֛אּוְּוב
iótzêrei-fésel kulam tóhu, vajamúdeihém bal-io'ílu; vê'edeihém hémah bal-irú
uval-iédê'ú lêmá'an ievóshu.
Los que dan forma a las imágenes talladas, todos son sólo insignificancia; lo
más precioso de ellos no sirve para nada. Y en cuanto a sus testigos, ellos
mismos no ven ni conocen, para su propia vergüenza.
(10)
:יְהֹועיל
ַֽׁ ִ ָ֥רְאלְּופֶ ָ֣סֶ לְנסְךְלְבִ ל ִ ָ֖ת
ָ֖ ִ ַֽׁמי־יצ
mí-iatzár él ufésel nasáj; lêviltí ho'íl.
¿Quién forma un dios o funde una imagen que para nada aprovecha?
(11)
ְםְיתְקבְ ֤צּוְכֻלם֙ ְַֽׁיעֲמֹ֔ דּו
ַֽׁ ִ הְמאד
ַֽׁ ה֤ןְכְל־חֲבריו֙ ְי ֔ ֹבשּוְוְ ַֽׁחר ִ ָ֥שיםְהָ֖מ
:יִ פח ֲָ֖דּוְיבָֹ֥ שּוְיַֽׁחד
178
44 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
He aquí que todos sus compañeros serán avergonzados, porque los mismos
escultores sólo son hombres. Que se reúnan todos y se pongan de pie; que
teman y sean avergonzados a una.
(12)
ְְ֙מע ֲ֔צדְּופעלְ֙בפ ֶ֔חםְּובמק ָ֖בֹותְיִ צְרהּוְויִ פע ֵ֨להּו֙ ְבִ ז ָ֣רֹועַֽׁ ח ֤רשְבר ֶזל
:יעף ַֽׁ ִהְמיִ םְוי
ָ֖ ֹא־שת
ָ֥ כֹ ֔חֹוְגם־רעב֙ ְוְ ָ֣איןְ ֔ ֹכחְל
jarásh barzel má'atzád, ufa'al bapejám, uvamaqavót itzêréhu; vaif'aléhú bizró'a
kojó, gam-ra'ev vêéin kóaj, lo-shátah máim vai'áf.
El herrero toma una herramienta y trabaja sobre las brasas. Le da forma con el
martillo y trabaja con la fuerza de su brazo. Luego tiene hambre, y le faltan las
fuerzas; no bebe agua, y desfallece.
(13)
ְדְיע ֲֵ֨שהּו֙ ְבמקצ ֻ֔עֹותְּובמְחּוגָ֖ה ַֽׁ ח ָ֣רשְעצִ ים֮ ְנָ֣טהְקוְּ֒יְ ַֽׁתא ֲָ֣רהּוְבשֶ֔ ֶר
:תְביִ ת
ַֽׁ ֶָ֣יתְאישְכְ ִתפ ֶ ָ֥א ֶרתְא ָ֖דםְל ֶ ָ֥שב
ִ֔ יְ ַֽׁתאְרהּוְוַָֽֽׁיע ֲֵ֨שהּו֙ ְכְתב ִנ
jarásh 'etzim nátah qav iêtáaréhu vaséred, iá'aséhú bamaqtzu'ót, uvamêjugáh
iêtáoréhu; váia'aséhú kêtavnít ísh, kêtiféret adám lashévet báit.
Corta cedros para sí; escoge una conífera o un roble y lo deja crecer entre los
árboles del bosque. Planta un pino, y la lluvia lo hace crecer.
(15)
וְהי֤הְלְאדם֙ ְלְב ֔ערְויִ ֤קחְמהֶ ם֙ ְו ֔יחְםְאף־י ִ ָ֖שיקְוְ ָ֣אפהְלחֶ םְאף־
ַֽׁ ְיִ פעל־אלְ֙ויִ ש ֔תחּוְע ָ֥שהּוְפֶ ָ֖סֶ לְויִ סג
:ד־למֹו
vêhaiáh lêadam lêva'ér, vaiqáj mehem vaiájom, af-iasíq vêáfah lájem; af-if'al-
el vaishtáju, 'asáhu fésel vaisgod-lámo.
179
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 44
Luego se sirve de ellos para hacer fuego. Toma uno y con él se calienta;
prende fuego y cuece pan. Hace, además, un dios, y se arrodilla; hace un ídolo
y se postra ante él.
(16)
ֹאכלְיִ צלֶ ָ֥הְצ ִ ָ֖ליְוְיִ שבעְאף־
֔ מֹו־אשְעל־חֶ ציֹו֙ ְב ָ֣שרְי֔ ְחֶ ציֹו֙ ְש ָ֣רףְב
:יְאּור
ַֽׁ ית
ִ מֹותיְר ִ ָ֥א
ָ֖ ִ ֹאמרְהֶ ֔אחְח
ָ֣ יחֹ ם֙ ְוְי
jetzió saráf bêmo-ésh, 'al-jetzió basár iojél, itzléh tzalí vêisbá'; af-iajom
vêiomár heáj, jamotí raíti úr.
Quema parte del leño en el fuego y sobre él prepara carne asada, come y se
sacia. Luego se calienta y dice: '¡Ah! Me caliento mientras contemplo el
fuego.'
(17)
ְּוש ָ֣א ִר ֔יתֹוְלְ ָ֥אלְע ָ֖שהְלְפִ סלֹוְיסגוד־ְ(יִ סגְד־)ְל֤ ֹוְוְיִ ש ֵ֨תחּו֙ ְוְיִ תפלָ֣ל
:יְאתה
ַֽׁ יְכיְא ִ ָ֖ל
ָ֥ ִ ִא ֔ליוְוְי ֹאמר֙ ְהצִ ֔ילנ
ushéritó, lêél 'asáh lêfisló; ISGVD- (isgod-) ló vêishtájú vêitpalél eláv, vêiomar
hatziléni, kí elí átah.
No conocen ni entienden; porque sus ojos están tapados para no ver; también
su corazón, para no comprender.
(19)
ְאְדעתְוְ ַֽׁל ֹא־תְבּונה֮ ְלאמֹ רְּ֒חֶ צי֞ ֹוְש ָ֣רפ ִתי ָ֥ ֹ וְ ַֽׁל ֹא־י ִ ָ֣שיבְאֶ ל־לִ ֵ֗בֹוְוְ ֵ֨ל
ְ ֙ל־גַֽׁחליו֙ ְ ֶ֔לחֶ םְאֶ צלֶ ָ֥הְב ָ֖שרְוְאֹ כלְוְיִ תרֹו
ֶ יתיְע ִ מֹו־אשְוְָ֠אףְא ִ ֤פֵ֗ ְב
:ָ֣הְאעֱשֶ֔ הְלְ ָ֥בּולְעָ֖ץְאֶ סגַֽׁ ֹודַֽׁ ֶ לְ ַֽׁתֹועב
vêló-iashív el-libó vêló dá'at vêló-têvunah lemor jetzío saráfti vêmo-ésh vêaf
afíti 'al-géjalav léjem, etzléh vasár vêojél; vêitró lêtó'eváh é'eséh, lêvúl 'étz
esgód.
180
44 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(20)
ְֹאמרְהֲלָ֥ ֹוא
֔ ָ֥בְהּותלְהִ טהּוְוְ ַֽׁל ֹא־י ִ ֤צילְאֶ ת־נפשֹו֙ ְוְ ָ֣ל ֹאְי
ָ֖ ָ֣הְאפֶרְל ֔ ֶרֹ ע
ס:ימ ִ ַֽׁיני
ִ רְב
ַֽׁ ִ ֶֶ ָ֖שק
ro'éh éfer, lév hutál hitáhu; vêló-iatzíl et-nafshó vêló iomár, haló shéqer
bíminí.
He borrado como niebla tus rebeliones, y como nube tus pecados. Vuelve a
mí, porque yo te he redimido.'
(23)
ְֹותְא ֶרץְפִ צ ֤חּוְה ִרים֙ ְִר ֔נה
֔ ָ֣הוהְה ִ ֵ֨ריעּו֙ ְתח ִתי ֵ֗ םְכי־ע ָ֣שהְי ַֽׁ ִ ִרְנֵ֨ ּוְש ֶ֜מי
ס:ְֹוְכי־ג ֤אלְיהוה֙ ְַֽׁיעֲקֹ֔ בְּוביִ שר ָ֖אלְיִ תפ ַֽׁאר
ַֽׁ ִ יָ֖ערְוְכְ ל־עָ֣ץְב
ronú shamáim kí-'asáh Adonai harí'ú tajtiót áretz, pitzjú harim rináh, iá'ar
vêjol-'étz bó; kí-gaál Adonai Iá’aqóv, uvisraél itpaár.
181
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 44-45
'Así ha dicho el Eterno, a su ungido, a Ciro, a quien tomé por su mano derecha
para sojuzgar a las naciones delante de él, para desvestir a los reyes de sus
armaduras y para abrir puertas delante de él, de modo que las puertas de las
ciudades no se cierren:
(2)
ְֲדּוריםְאושרְ(אֲישר)ְדל ֤תֹותְנְחּושה֙ ְאֲש ֔בר
ָ֖ ִ אֲנִ י֙ ְלְפנֶ ָ֣יךְא ֔לְך ְַֽׁוה
:ּוב ִריחָ֥יְברזֶ ָ֖לְאֲג ַֽׁדע
aní lêfanéja eléj, váhadurím VSR (aiashér); daltót nêjushah ashabér, uvrijéi
varzél agadé'a.
'Yo iré delante de ti y allanaré las montañas. Romperé las puertas de bronce y
haré pedazos los cerrojos de hierro.
(3)
ְעְכי־א ֲִנָּ֧י
ַֽׁ ִ ָ֖יְמסת ִריםְלְ ָ֣מעןְת ֵ֗ד
ִ וְנַֽׁת ִ ֤תיְלְך֙ ְַֽׁאֹוצ ָ֣רֹותְחֹ֔ שֶ ְךְּומטמֻנ
:ְקֹוראְבְ ִשמךָ֖ ְאֱֹלהָ֥יְיִ שר ַֽׁאל
ָ֥ יהוָ֛הְה
vênátatí lêjá ótzrót jóshej, umatmunéi mistarím; lêmá'an tedá' kí-aní Adonai
haqoré vêshimjá elohéi Israél.
183
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 45
(6)
ְי־אפֶסְבִ לעדיְא ֲִנָ֥יְיהוָ֖ה
ָ֖ ֶ ְִּומ ָ֣מעֲר ֔בהְכ
ִ ּ֙וְמ ִמזרח־שֵֶ֨ מֶ ש
ִ ןְיָֽדְ ֵ֗ע
ַֽׁ לְ ָ֣מע
:ְוְ ָ֥איןְעַֽׁ ֹוד
lêmá'an iédê'ú mimizraj-shémesh umimá'araváh, ki-éfes bil'adái; aní Adonai
vêéin 'ód.
para que desde el nacimiento del sol y hasta el occidente se sepa que no hay
nadie más que yo. Yo soy el Eterno, y no hay otro.
(7)
ְֹוםְּובֹוראְרעְא ֲִנָ֥יְיהוָ֖הְעֹ ֶ ָ֥שה
ָ֣ ְָּ֖ובֹוראְחֹ֔ שֶ ְךְעֹ ֶ ָ֥שהְשל
ָ֣ ֙יֹוצָ֥רְאֹור
פ:ְל־אלֶה ַֽׁ ְכ
iotzér or uvoré jóshej, 'oséh shalóm uvóre rá'; aní Adonai 'oséh jol-éleh.
Yo soy quien forma la luz y crea las tinieblas, quien hace la paz y crea la
adversidad. Yo, el Eterno, soy quien hace todas estas cosas.'
(8)
ח־א ֶרץְוְיִ פרּו־
ָ֣ ֶ קְתפת
ִ ֶלּו־צדֶ ְְמ ֔מעלְּושח ִ ָ֖קיםְיִ ז ִ ֙הר ִ ֤עיפּוְש ֵ֨מיִ ם
ס:ְאתיו
ַֽׁ ִ יח ְ֔יחדְא ֲִנָ֥יְיהוָ֖הְבְר
֙ ֵֶ֗ישעְּוצד ֤קהְתצ ִֵ֨מ
har'ífu shamáim mimá'al, ushjaqím izêlu-tzédeq; tiftaj-éretz vêifru-iésha'
utzdaqáh tatzmíáj iájad, aní Adonai bêratív.
'Destilad, oh cielos, desde arriba; derramen justicia las nubes. Abrase la tierra,
brote la salvación y juntamente crezca la justicia. Yo, el Eterno, lo he creado.'
(9)
ְ ֹ֙אמרְחֹ֤ מֶ רְלְ ַֹֽׁיצְרֹו
ֵ֨ ֹוְח ֶָ֖רשְאֶ ת־חר ָ֣שיְאֲדמהְ ֲהי ֶ ת־יצ ֔ר ָֹ֣ ֶֹויְרבְא
ַ֚ ֵ֗ה
ס:הְּופעְלְךָ֖ ְאין־י ָ֥דיִ םְלַֽׁ ֹו
ַֽׁ ֶַֽׁ֔מה־תעֲש
hói ráv et-iótzró, jéres et-jarséi adamáh; haiomár jómer lêiótzêró máh-ta'aséh,
ufá'olêjá ein-iadáim ló.
¡Ay del que contiende con su Hacedor, siendo nada más que un pedazo de
tiesto entre los tiestos de tierra! ¿Dirá el barro al que le da forma: '¿Qué
haces?' o 'Tu obra no tiene asas'?
(10)
ס:ילין
ַֽׁ ִ ִה־תֹולידְּול ִא ָ֖שהְמה־תְח
ִ ָ֛הֹויְאֹ ָ֥מרְלְ ָ֖אבְמ
hói omér lêáv mah-tolíd; ulisháh mah-têjilín.
Ay del que dice al padre: '¿Qué engendras?', y a la mujer: '¿Qué das a luz?'
184
45 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(11)
ְַֽׁ ֹכה־א ָּ֧מרְיהוָ֛הְקְ ָ֥דֹושְיִ שר ָ֖אלְוְ ַֹֽׁיצְרֹוְהאַֹֽׁ ִתיָ֣ ֹותְשְא ֔לּונִ יְעל־בנָ֛י
:ְל־פעלְי ָ֖דיְתְצ ֻּוַֽׁנִ י
ֹ ָ֥ וְע
kóh-amár Adonai qêdósh Israél vêiótzêró; haótiót shêalúni, 'al-banái vê'al-
pó'al iadái têtzavúni.
Yo hice la tierra y creé al hombre sobre ella. Son mis propias manos las que
han desplegado los cielos, y soy yo quien ha dado órdenes a todo su ejército.
(13)
ְַֽׁלּותי
ָ֣ ִ רְהּוא־יִ בנֶ ֤הְעִ ִירי֙ ְוְג
ַֽׁ ַֽׁאנֹ כִ י֙ ְה ִ ַֽׁעירֹ ִ ָ֣ת ַֽׁהּוְבְ ֔ ֶצדֶ קְוְכְל־דְרכָ֖יוְאֲיש
ס:ְיְש ֔לחְ ֤ל ֹאְבִ מחִ יר֙ ְוְ ָ֣ל ֹאְבְשֹ֔ חדְא ָ֖מרְיהוָ֥הְצְב ַֽׁאֹות
ánojí ha'írotíhú vêtzédeq, vêjol-dêrajáv aiashér; hú-ivnéh 'irí vêgálutí
iêshaléaj, ló vimjir vêló vêshójad, amár Adonai tzêvaót.
Todos ellos quedarán avergonzados y afrentados; irán con afrenta todos los
que fabrican ídolos.
(17)
ְא־תכְלְ ָ֖מּו
ִ ֹ יהוהְתְשּועָ֖תְעַֽׁ ֹול ִמיםְ ַֽׁל ֹא־תבָֹ֥ שּוְוְ ַֽׁל
֔ ְ֙נֹושעְ ַֽׁב
ָ֣ יִ שראל
פ:ְיְעדַֽׁ עד־עָ֥ ֹולמ
Israél noshá' báAdonai, têshu'át 'ólamím; ló-tevóshu vêló-tikolêmú 'ad-'ólmei
'ád.
Porque así ha dicho el Eterno–el que ha creado los cielos, él es Elohim; el que
formó la tierra y la hizo, él la estableció; no la creó para que estuviera vacía,
sino que la formó para que fuera habitada–: 'Yo soy el Eterno, y no hay otro.
(19)
ְעְיעֲקָֹ֖ ב
ַֽׁ ְא ֶרץְחֹ֔ שֶ ְךְ ָ֥ל ֹאְא ָ֛מר ִתיְלְזֶ ָָֽ֥ר
ָ֣ ֶ ֙רְד ֵ֗בר ִתיְבִ מקֹום
ִ ֶָּ֧ל ֹאְב ָ֣סת
:ְָ֖ידְמיש ִ ַֽׁרים
ַֽׁ ָ֣רְצדֶ קְמ ִגֶ ֔ תָֹ֣ הּוְבקְשּונִ יְא ֲִנ֤יְיהוה֙ ְדֹ ב
ló vaséter dibárti bimqom éretz jóshej, ló amárti lêzéra' Iá’aqóv tóhu
vaqêshúni; aní Adonai dovér tzédeq, magíd méisharím.
187
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 45-46
188
46 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Acordaos de las cosas del pasado que son desde la antigüedad, porque yo soy
Elohim, y no hay otro. Yo soy Elohim, y no hay nadie semejante a mí.
(10)
ְֹא־נעֲשּוְאֹ מר֙ ְעֲצ ִ ָ֣תיְת ֔קּום
ַֽׁ ֲשרְל
ָ֣ ֶ יתְּומ ֶ ָ֖קדֶ םְא
ִ ְאח ִ ֲ֔ר
ַֽׁ ֙אשית ִ ֤ידְמרַֽׁ מ ִג
:יְאע ֶ ֱַֽׁשה
ַֽׁ ֶ וְכְל־חֶ פ ִ ָ֖צ
magíd méreshit ájarít, umiqédem ashér lo-ná'asú; omer 'atzatí taqúm, vêjol-
jeftzí é'eséh.
189
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 46-47
qêjí rejáim vêtájani qámaj; galí tzamatéj jespi-shóvel gali-shóq 'ivrí nêharót.
Toma el molino y muele harina. Quita tu velo, alza tu larga falda, descubre tus
piernas, vadea los ríos.
(3)
פ:ָ֥םְתר ֶ ָ֖אהְחֶ רפתְךְנ ָ֣קםְאֶ ֔קחְוְ ָ֥ל ֹאְאֶ פגָ֖עְא ַֽׁדם
ַֽׁ ִתגלְ֙עֶרו ֔תְךְג
tigal 'ervatéj, gám téraéh jerpatéj; naqám eqáj, vêló efgá' adám.
191
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 47
(8)
ְיֹושבֶ תְל ֔ ֶבטחְהאַֹֽׁ מְרה֙ ְבִ לב ֔בּהְא ֲִנָ֖יָ֣ ֶ וְע ֞תהְ ִשמעִ י־ ֤ז ֹאתְע ֲִדינה֙ ְה
:וְאפ ִ ָ֣סיְעֹודְ ֤ל ֹאְאשב֙ ְאלמ ֔נהְוְ ָ֥ל ֹאְא ָ֖דעְשְכַֽׁ ֹול
vê'atáh shim'i-zót 'adinah haioshévet lavétaj, haómêrah bilvaváĥ, aní vêafsí
'ód; ló eshev almanáh, vêló edá' shêjól.
Vendrá sobre ti un mal que no podrás impedir con conjuros. Caerá sobre ti
una ruina que no podrás evitar con rescate. De repente vendrá sobre ti una
devastación que no te imaginas.
(12)
ְְמנְעּוריִ ְךְאּולָ֛י
ִ ֲשרְיגָ֖עת
ָ֥ ֶ ְךְבא
ַֽׁ ִעִ מ ִדי־נ֤אְ ַֽׁבחֲב ֵ֨ריִ ְך֙ ְּוב ָ֣רֹ בְכְש ֔פי
:ָ֥יְתע ֲַֽׁרֹוצִ י
ַֽׁ יְהֹועילְאּול ָ֖ ִ ַֽׁתּוכ ִ ָ֥ל
192
47-48 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
'imdi-ná vájavaráij uvróv kêshafáij, báashér iagá'at minê'uráij; ulái tújlí ho'íl
ulái tá'arótzi.
Te has agotado con tus muchos planes. Pues que se pongan de pie y te libren
tus astrólogos, los que contemplan las estrellas y anuncian el comienzo de los
meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti.
(14)
ָ֣דְלהבהְאין־
ַֽׁ ֶ םְמי
ִ ְאשְשְר ֔פתםְ ַֽׁל ֹא־י ִ ָ֥צילּוְאֶ ת־נפ ָ֖ש ָ֣ ֙הִ ֵ֨נהְהי֤ ּוְכְקש
:םְאּורְל ֶ ָ֥שבֶ תְנֶג ַֽׁדֹו
ָ֖ ג ֶ ָ֣חלֶתְלח ֔מ
hinéh haíu jêqash ésh sêrafátam, ló-iatzílu et-nafshám miád léhaváh; ein-
gajélet lajmám, úr lashévet negdó.
He aquí que serán como paja; el fuego los quemará. No librarán sus propias
vidas del poder de la llama de fuego. No quedará brasa para calentarse, ni
lumbre ante la cual se sienten.
(15)
ְּוְאין
ָ֖ ְךְאישְלְעֶברֹו֙ ְת ֔ע
֤ ִ ִעּורי
ֵ֗ ְְךְמנ
ִ ֲִשרְיגעתְסַֹֽׁ ח ֲָ֣רי
ָ֣ ֶ ָ֥ןְהיּו־לְָ֖ךְא
ַֽׁ כ
ס:יעְךַֽׁ ֹושִ ַֽׁמ
kén háiu-láj ashér iagá'at; sójaráij minê'uráij ísh lê'evró ta'ú, éin móshi'éj.
Así serán aquellos con quienes tanto te has afanado, quienes han negociado
contigo desde tu juventud. Cada uno divagará por su lado; no habrá quien te
salve.'
Oíd esto, oh casa de Iaaqov [Jacob], los que sois llamados con el nombre de
Israel, los que habéis salido de las entrañas de Iehudá [Judá], los que juráis por
el nombre del Eterno e invocáis al Elohim de Israel, pero no en verdad ni con
justicia.
(2)
ְִ ַֽׁכי־מ ִ ֤עירְהקֵֹ֨ דֶ ש֙ ְנִ ק ֔ראּוְוְעל־אֱֹלהָ֥יְיִ שר ָ֖אלְנִ סמכּוְיהוָ֥הְצְב ָ֖אֹות
ס:ְשְ ַֽׁמֹו
kí-me'ír haqódesh niqráu, vê'al-elohéi Israél nismáju; Adonai tzêvaót shêmó.
Porque sé que eres duro, que tu cuello es como un tendón de hierro, y tu frente
de bronce.
(5)
ְוַֽׁא ִג֤ידְלְך֙ ְמ ֔אזְבְ ֶט ֶָ֥רםְת ָ֖בֹואְהִ שמע ִתיךְפֶן־ת ֹאמר֙ ְעְצ ִ ָ֣ביְע ֔שם
:ּופִ ס ִ ָ֥ליְוְנִ ס ִ ָ֖כיְצִ ּוַֽׁם
váagíd lêjá meáz, bêtérem tavó hishma'tíja; pen-tomar 'otzbí 'asám, ufislí
vêniskí tzivám.
Por eso te lo declaré desde entonces; antes que sucediera te lo anuncié, no sea
que digas: 'Mi ídolo las hizo; mi imagen tallada y mi imagen de fundición
ordenaron estas cosas.'
(6)
ְש ֤מע ְַֽׁתְחֲזה֙ ְכ ֻ֔לּהְוְא ֶ ָ֖תםְהֲלָ֣ ֹואְת ִגידּוְהִ שמע ִ ֤תיךְחֲדשֹות֙ ְמ ֔עתה
:ּונצ ָֻ֖רֹותְוְ ָ֥ל ֹאְיְדע ַֽׁתם
194
48 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Tú lo has oído; considéralo todo. ¿Acaso no dirás que es verdad? Desde ahora
te hago oír cosas nuevas, y cosas ocultas que tú no sabes.
(7)
ְֹאמרְהִ נָ֥ה
ָ֖ ע ֤תהְנִ ב ְראּוְְ֙וְ ָ֣ל ֹאְמ ֔אזְוְלִ פני־יָ֖ ֹוםְוְ ָ֣ל ֹאְשְמעתםְפֶן־ת
:יְדע ִ ַֽׁתין
'atáh nivrêú vêló meáz, vêlifnei-íom vêló shêma'tám; pen-tomár hinéh
iêda'tín.
Hoy han sido creadas, y no en el pasado. No habías oído de ellas antes de este
día, para que no digas: 'He aquí que yo lo sabía.'
(8)
ְ ָֽ֙ךְכיְי ֵ֨דע ִתי
֤ ִ ֶגָ֣םְ ַֽׁל ֹא־ש ֵ֗מעת ְַ֚גםְ ָ֣ל ֹאְי ֔דעת ְִ֕גםְמ ָ֖אזְ ַֽׁל ֹא־פִ תְחָ֣הְאְזנ
:אְלְך
ַֽׁ ְמ ֶבָ֖טֶ ןְקָֹ֥ ר
ִ ֹודְתבג֔ ֹודְּופֹ ָ֥שע
ִ ָ֣בג
gám ló-shamá'ta gám ló iadá'ta, gám meáz ló-fitêjáh oznéja; kí iadá'tí bagód
tivgód, ufoshé'a mibéten qóra láj.
Ni tú habías oído de ellas, ni nunca las habías conocido. Tampoco fue abierto
desde entonces tu oído, porque yo sabía que ciertamente me traicionarías; por
tanto, desde el vientre se te ha llamado rebelde.
(9)
:יתך
ַֽׁ ֶ יְאחֱטם־לְךְלְבִ ל ִ ָ֖תיְהכ ִר
ַֽׁ ֶ ְאא ִ ֲָ֣ריְךְא ֔ ִפיְּותהִ ל ִ ָ֖ת
ַֽׁ ֙לְ ֤מעןְשְ ִמי
lêmá'an shêmí áaríj apí, uthilatí éjetam-láj; lêviltí hajritéja.
'Por amor de mi nombre refreno mi furor; para alabanza mía lo reprimo, para
no destruirte.
(10)
:ּורְענִ י
ֹ ַֽׁ ָ֥הִ נָ֥הְצְרפ ִ ָ֖תיךְוְ ָ֣ל ֹאְבְכסֶ ףְבְחר ִ ָ֖תיךְבְכ
hinéh tzêraftíja vêló vêjásef; bêjartíja bêjúr 'óni.
Por mí, por amor de mí mismo lo hago; pues, ¿cómo ha de ser profanado mi
nombre? ¡No daré a otro mi gloria!
195
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 48
(12)
ְֹוןְאףְא ֲִנָ֥י
ָ֖ אש ֔ ָ֣יְר
ִ שְ ֤מעְאלי֙ ְַֽׁיעֲקֹ֔ בְוְיִ שר ָ֖אלְמְקַֹֽׁ ר ִאיְאֲנִ י־הּוא֙ ְא ֲִנ
:ַֽׁאח ֲַֽׁרֹון
shêmá' elaí Iá’aqóv, vêIsraél mêqóraí; ani-hu aní rishón, áf aní ájarón.
'Reuníos todos vosotros y escuchad: ¿Quién hay entre vosotros que revele
estas cosas? Aquel a quien el Eterno ama, él hará su voluntad sobre Babilonia,
y su brazo estará sobre los caldeos.
(15)
:אתיוְה ִ ֲַֽׁבאֹ ִ ָ֖תיוְוְהִ צ ִ ָ֥ליחְדרכַֽׁ ֹו
ִ ָ֛יְדבָ֖ר ִתיְאף־קְר
ִ א ֲִנָ֥יְא ֲִנ
aní aní dibárti af-qêratív; havíotív vêhitzlíaj darkó.
196
48 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(17)
ְ ֱָֹ֣להיך֙ ְמְלמֶ דך
ֶ ֵ֨ ָ֛הְגאלךָ֖ ְקְ ָ֣דֹושְיִ שראלְא ֵ֨ ֲִניְיהו֤הְא ֹ ַֽׁ ַֽׁ ֹכה־א ָּ֧מרְיהו
:ְהֹועילְמד ִ ַֽׁריכְךָ֖ ְבְ ֶ ָ֥ד ֶרְךְת ַֽׁלְך
ִ ֔ ְל
kóh-amár Adonai góaljá qêdósh Israél; aní Adonai elohéjá mêlamedjá lêho'íl,
madríjêjá bêdérej teléj.
¡Oh, si hubieras estado atento a mis mandamientos! Tu paz habría sido como
un río, y tu justicia como las ondas del mar.
(19)
ְוי ִ ֤היְכחֹולְ֙זר ֶ֔עךְוְ ֶ ַֽׁצאֱצ ָ֥איְמעֶ ָ֖יךְכִ מעֹ תיוְ ַֽׁל ֹא־יִ כ ָּ֧רתְוְַֽׁל ֹא־יִ ש ָ֛מד
ס:ֹוְמלְפנַֽׁי
ִ שְ ָ֖מ
vaihí jajol zar'éja, vêtzéetzaéi me'éja kim'otáv; ló-ikarét vêlo-ishaméd shêmó
milêfanái.
Tu descendencia sería como la arena, y los que salen de tus entrañas como sus
granos. Su nombre nunca sería eliminado ni borrado de mi presencia.
(20)
ְֹולְר ֵ֗נהְה ִג֤ידּוְהש ִֵ֨מיעּו֙ ְ ֔ז ֹאת
ִ ּוְמכש ִדיםְּ֒בְ ָ֣ק
ִ צְ ָ֣אּוְ ִמבבֶ ל ְ֮בִ ר ָ֣ח
:ְֹוְיעֲקַֹֽׁ ב
ַֽׁ ץְאמ ִ֕רּוְג ָ֥אלְיהוָ֖הְעב ָ֥ד
ִ ַֽׁהֹוצִ ָ֖יאּוהְעד־קְ צָ֣הְהא ֶר
tzêú mibavel birjú mikasdim bêqól rináh hagídu hashmí'ú zót, hótziúha 'ad-
qêtzéh haáretz; imrú gaál Adonai 'avdó Iá’aqóv.
'¡Salid de Babilonia! ¡Huid de entre los caldeos! Anunciad esto con voz de
alegría; hacedlo oír. Difundidlo hasta el extremo de la tierra. Decid: 'el Eterno
ha redimido a su siervo Iaaqov [Jacob].'
(21)
֔ םְמ ָ֖צּורְהִ זִ ָ֣ילְלמֹוְו ִֵ֨יבק
ְע־צּור ִ ִםְמי
ָ֥ יכ
֔ ִאְצמְ ֵ֗אּוְ ַֽׁבחְרבֹות֙ ְַֽׁהֹולַֽׁ ֹ וְ ָ֣ל
:ָ֖בּוְמיִ ם
ַֽׁ וי ֻז
vêló tzámêú bájoravot hólijám, máim mitzúr hizíl lámo; vaívqa'-tzúr, vaiazúvu
máim.
No tuvieron sed cuando los llevó por lugares secos; él hizo brotar agua de la
roca para su pueblo. Partió la peña, y fluyeron aguas.
197
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 48-49
(22)
פ:ְָ֖הְל ְרש ִ ַֽׁעים
ַֽׁ ָ֣איןְש ֔לֹוםְא ָ֥מרְיהו
éin shalóm, amár Adonai lárêsha'ím.
198
49 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(5)
ְדְלֹוְלְשֹוב֤בְ ַֽׁיעֲקֹ ב֙ ְא ֔ליו֔ ֶיְמ ֵ֨ ֶבטֶ ן֙ ְלְעֶ ָ֣ב
ִ הוהְיַֽׁ ֹוצ ִ ֤ר
ֵ֗ וְע ָ֣תהְ׀ְא ָ֣מרְי
:ְהוהְוַֽׁאֹלהָ֖יְהיָ֥הְע ִ ַֻֽׁזי
֔ וְיִ שר ָ֖אלְלאְ(לָ֣ ֹו)ְיַֽׁאסףְוְאֶ כבד֙ ְבְעינָ֣יְי
vê'atáh | amár Adonai íotzrí mibéten lê'éved ló, lêshovév Iá’aqov eláv,
vêIsraél L (ló) iéaséf; vêekaved bê'einéi Adonai, vélohái haiáh 'uzí.
dice: 'Poca cosa es que tú seas mi siervo para levantar a las tribus de Israel y
restaurar a los sobrevivientes de Israel. Yo te pondré como luz para las
naciones, a fin de que seas mi salvación hasta el extremo de la tierra.'
(7)
ְדֹושֹוְלִ בזֹ ה־ ֶֶ֜נפֶשְלִ מ ֤ת ַֽׁעבְגֹוי֙ ְלְעֶ ָ֣בֶ ד
ֵ֗ ְהְאמר־יהוהְ֩גֹ ֵ֨אלְיִ שר ֶ֜אלְק ַֽׁ ָ֣ ֹכ
ְֲשר
ָ֣ ֶ מַֹֽׁ שְלִ֔ יםְמְלכִ ים֙ ְיִ ר ָ֣אּוְו ֔קמּוְש ִ ָ֖ריםְוְ ִ ַֽׁישְתחֲוּוְלְ ֤מעןְיהוה֙ ְא
ס:ְֶ ַֽׁנא ֱ֔מןְקְדָֹ֥ שְיִ שר ָ֖אלְויִ בח ֶ ַֽׁרך
kóh ámar-Adonai goél Israél qêdoshó livzoh-néfesh limtá'év goí lê'éved
móshêlím, mêlajim irú vaqámu, sarím vêíshêtajavú; lêmá'an Adonai ashér
néemán, qêdósh Israél vaivjaréka.
199
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 49
para que digas a los presos: '¡Salid!'; y a los que están en tinieblas:
'¡Mostraos!' En los caminos serán apacentados, y en todas las cumbres áridas
estarán sus pastizales.
(10)
ְשְכי־מְרח ֲָ֣מםְיְ ַֽׁנה ֲ֔גם
ַֽׁ ִ ֶ֤ל ֹאְיִ ר ֵ֨עבּו֙ ְוְ ָ֣ל ֹאְיִצ ֔מאּוְוְ ַֽׁל ֹא־יכָ֥םְש ָ֖רבְושמ
:יְמיִ םְיְ ַֽׁנה ֲַֽׁלם
ָ֖ וְעל־מ ָ֥בּוע
ló ir'ávú vêló itzmáu, vêló-iakém sharáv vashámesh; kí-mêrajamám
iênáhagém, vê'al-mabú'ei máim iênáhalém.
He aquí, éstos vendrán desde lejos; he aquí, ésos vendrán del norte y del
occidente; y aquéllos, de la tierra de Sevene.'
(13)
ְ ֙הְכי־נִ ח֤םְיהוה
ַֽׁ ִ יםְרנ
ִ יְא ֶרץְיפצחוְ(ּופִ צ ָ֥חּו)ְה ִ ָ֖ר
֔ ִרְנ֤ ּוְש ֵ֨מיִ ם֙ ְוְ ִגָ֣יל
ס:ְֹוְועֲנִ יָ֖יוְיְר ַֽׁחם
ַֽׁ ע ֔מ
ronú shamáim vêgíli áretz, IFTZJV (ufitzjú) harím rináh; kí-nijám Adonai 'amó,
vá'aniáv iêrajém.
200
49 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
He aquí que en las palmas de mis manos te tengo grabada; tus murallas están
siempre delante de mí.
(17)
:ְךְמ ָ֥מְךְי ַֽׁצאּו
ִ ְִךְּומח ֲִריבָ֖י
ַֽׁ ִִ ַֽׁמה ֲָ֖רּוְבנָֽיִ ְךְמְ ַֽׁה ְר ָ֥סי
míharú banáij; mêhárêsáij umájariváij miméj ietzéu.
Alza tus ojos alrededor y mira: Todos éstos se han reunido y han venido a ti.
¡Vivo yo, dice el Eterno, que con todos ellos te vestirás como si fueran joyas!
¡Y con ellos te adornarás como una novia!
(19)
ְיֹושב
֔ יְמ
ִ ְתצְ ִ ָ֣ר
ַֽׁ ְ֙ךְכיְעתה
֤ ִ ִ ֤כיְחְרבֹ ֵ֨תיִ ְך֙ ְוְשָֹ֣ מְמֹ ֔תיִ ְךְוְ ֶ ָ֖א ֶרץְה ִ ֲַֽׁרסֻת
:וְ ַֽׁרח ֲָ֖קּוְמְבלְ ַֽׁעיִ ְך
201
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 49
Aun los hijos de los cuales fuiste privada te dirán a los oídos: 'Este lugar es
demasiado estrecho para mí; dame espacio para habitar.'
(21)
ְֶהְוא ֲִנָ֥יְשְכּולָ֖הְוְגלמּודהְגֹ לָ֣הְ׀
ַֽׁ ת־אל
֔ ְֶךְמיְיַֽׁלד־לִ י֙ ְא ֤ ִ וְא ָ֣מרתְבִ לב ֵ֗ב
פ:הְהם
ַֽׁ יפ
ֹ ָ֥ יְאלֶהְא
ָ֖ ְמיְגִ ֔דלְה֤ןְאֲנִ י֙ ְנִ ש ָ֣אר ִתיְלְב ִ֔דָ֣ ִ ֙סּורהְוְ ֵ֨אלֶה
ֵ֗ ְו
vêamárt bilvavéj mí iálad-lí et-éleh, váaní shêjuláh vêgalmudáh; goláh |
vêsuráh vêéleh mí gidél, hén aní nishárti lêvadí, éleh eifóh hém.
Así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí, yo alzaré mi mano hacia las naciones,
y levantaré mi bandera a los pueblos. Ellos traerán en su seno a tus hijos, y tus
hijas serán traídas en hombros.
(23)
ְֲוּוְלְך
֔ וְהיֵ֨ ּוְמְל ֶ֜ ִכיםְאַֹֽׁ מְ ֵ֗ניִ ְךְוְש ַֽׁרֹותיהֶ ם֙ ְמ ִינָ֣יקֹ ֔תיִ ְךְא ֵ֗פיִ םְאֶַ֚ ֶרץְיִ ש ָ֣תח
ס:ְֲשרְ ַֽׁל ֹא־יבָֹ֖ שּוְקֹ וַֽׁי
ָ֥ ֶ הוהְא
֔ ְכי־א ֲִנָ֣יְיַֽׁ ִ ַֽׁועֲפָ֥רְרגלָ֖יִ ְךְיְלחכּוְוְי ֵ֨דע ֙ת
vêhaíu mêlajím ómênáij vêsaróteihem meiníqotáij, apáim éretz ishtájavu láj,
vá'afár ragláij iêlajéju; vêiadá'at kí-aní Adonai, ashér ló-ievóshu qoái.
Reyes serán tus tutores, y sus princesas tus nodrizas. Con el rostro a tierra se
postrarán ante ti y lamerán el polvo de tus pies. Así sabrás que yo soy el
Eterno, y que los que esperan en mí no serán avergonzados.'
(24)
ס:חְמגִ ָ֖בֹורְמלקֹוחְוְ ִאם־שְ ִ ָ֥ביְצ ִ ָ֖דיקְיִ מ ַֽׁלט
ִ ֲהי ָֻ֥ק
202
49-50 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
¿Le será quitado el botín al valiente guerrero? ¿Será librado el cautivo de las
manos de un tirano?
(25)
ְהוהְגם־שְ ִ ֤ביְגִ בֹור֙ ְי ֻ֔קחְּומל ָ֥קֹוחְע ִ ָ֖ריץְיִ מלט ֵ֗ י־כהְ׀ְא ָ֣מרְי ֹ ָ֣ ִכ
:ְיְאֹושיע
ַֽׁ ִ ְךְאנֹ ִ ָ֥כ
ַֽׁ ְִאנֹ ִ ָ֣כיְא ִ ֔ריבְוְאֶ ת־ב ָ֖נָֽי
ַֽׁ ֙וְאֶ ת־יְ ִריבְך
ki-jóh | amár Adonai gam-shêví gibor iuqáj, umalqóaj 'arítz imalét; vêet-
iêrivej ánojí arív, vêet-banáij ánojí oshí'a.
A los que te oprimen, les haré comer sus propias carnes; se embriagarán con
su propia sangre, como con vino nuevo. Y sabrá todo mortal que yo soy el
Eterno tu Salvador, tu Redentor, el Fuerte de Iaaqov [Jacob].'
203
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 50
(2)
ְ ֹ֙ורְקצְ ֤רהְי ִדי
ַֽׁ אתי֮ ְוְ ָ֣איןְעֹו ֶנהְּ֒הֲק ֵ֨צִ יןְאישְקר ִֵ֗ אתיְוְ ָ֣א
ִ מדֵ֨ ּוע ְֶ֜ב
ְיבְיםְא ִ ֤שים ֵ֗ יְאח ִ ֲָ֣ר
ַֽׁ יְכחְלְה ִצילְהָ֣ןְבְ ַֽׁגעֲר ֞ ִת
ֹ ָ֖ ין־ב
ָ֥ ִ ם־א ַֽׁ ִמפְד֔ ּותְוְ ִא
:רְתב ֤אשְדְגתם֙ ְמ ָ֣איןְ ֔מיִ םְוְתמָֹ֖ תְבצ ַֽׁמא ִ ְמד ֔ב ִ ֙נְהרֹות
madú'a báti vêéin ísh qaratí vêéin 'oneh haqatzór qátzêráh iadí mipêdút, vêim-
éin-bí jóaj lêhatzíl; hén bêgá'aratí ájarív iám asím nêharot midbár, tivásh
dêgatam meéin máim, vêtamót batzamá.
'¿Por qué vine, y nadie apareció? ¿Por qué llamé, y nadie respondió? ¿Acaso
es demasiado corto mi brazo que no pueda rescatar? ¿Acaso no hay en mí
fuerzas para librar? He aquí que con mi reprensión haré que el mar se seque;
convertiré los ríos en desierto hasta que se pudran sus peces y se mueran de
sed por falta de agua.
(3)
פ:סּותם
ַֽׁ ְאל ִ ָ֥בישְש ָ֖מיִ םְקדרּותְוְ ָ֖שקְא ִ ָ֥שיםְכ
albísh shamáim qadrút; vêsáq asím kêsutám.
Entregué mis espaldas a los que me golpeaban, y mis mejillas a los que me
arrancaban la barba. No escondí mi cara de las afrentas ni de los esputos.
204
50 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(7)
ְ ֙ןְשמ ִתיְפני
֤ ל־כ
֞ וַֽׁאדֹ נ֤יְיהוִ ה֙ ְַֽׁיעֲזְר־לִ֔ יְעל־כָ֖ןְ ָ֣ל ֹאְנִ כלמ ִתיְע
:ְַֽׁכחל ִ֔מישְוַֽׁא ָ֖דעְכִ י־ ָ֥ל ֹאְא ַֽׁבֹוש
vádonái IHVIH iá'azor-lí, 'al-kén ló nijlámti; 'al-kén sámti fanaí kájalamísh,
váedá' ki-ló evósh.
205
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 50-51
Pero he aquí que todos vosotros encendéis el fuego y prendéis las antorchas.
¡Andad a la luz de vuestro propio fuego, y de las antorchas que habéis
encendido! De mi mano os vendrá esto: ¡Acabaréis por yacer en el lugar del
tormento!
'Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis al Eterno. Mirad la roca de
donde fuisteis cortados, y la cantera de donde fuisteis extraídos.
(2)
ְםְכי־אֶ חָ֣ד
ַֽׁ ִ ֶה ִֵ֨ביטּו֙ ְאֶ ל־אברהָ֣םְאֲבִ י ֶ֔כםְוְאֶ ל־ש ָ֖רהְתְ ַֽׁחֹולֶלכ
:אתיוְוא ֲַֽׁב ְרכָ֖הּוְוְאר ַֽׁבהּו
ִ ֔ קְר
habítú el-avrahám avijém, vêel-saráh têjóleljém; kí-ejád qêratív, vaavárêjéhu
vêarbéhu.
206
51 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
'Alzad vuestros ojos hacia los cielos, y mirad abajo hacia la tierra. Porque los
cielos se desvanecerán como humo; la tierra se envejecerá como vestidura, y
sus habitantes morirán como moscas. Pero mi salvación permanecerá para
siempre, y mi justicia no perecerá.
(7)
ְיראּו֙ ְחֶ רפָ֣תְאֱנ֔ ֹוש
ְ ל־ת
ַֽׁ ִ יְצדֶ קְעָ֖םְ ַֽׁתֹור ִ ָ֣תיְבְלִ בםְא
ֶ ֔ ִשמע֤ ּוְאלי֙ ְָֹ֣ידע
:ּומגִ ֻדַֽׁפֹ ָ֖תםְאל־ת ַֽׁחתּו
ִ
shim'ú elaí iód'ei tzédeq, 'ám tóratí vêlibám; al-tírêú jerpát enósh,
umigidúfotám al-tejátu.
'Oídme, los que conocéis la justicia, el pueblo en cuyo corazón está mi Torá.
No temáis la afrenta de los hombres, ni os atemoricéis ante sus ultrajes.
(8)
ְָ֣םְת ְה ֶ֔יה
ַֽׁ ִ ָ֣םְעשְוְכ ֶצָ֖מֶ רְ ַֽׁי ֹאכְלָ֣םְססְוְצִ דק ִתי֙ ְלְעֹול ֔ ִ ֤כיְכ ֵ֨ ֶבגֶד֙ ְ ַֽׁי ֹאכְל
ס:ְֹורְדֹורים
ַֽׁ ִ ישּוע ִ ָ֖תיְלְ ָ֥ד ַֽׁ ִו
kí jabéged iójêlém 'ásh, vêjatzémer iójêlém sás; vêtzidqatí lê'olám tíhêiéh,
vishú'atí lêdór dorím.
Porque la polilla se los comerá como a vestidura; la larva los consumirá como
a la lana. Pero mi justicia permanecerá para siempre, y mi salvación de
generación en generación.'
207
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 51
(9)
ְיְקדֶ םְדֹ ָ֖רֹותְעַֽׁ ֹול ִמים
ֶ ֔ יְכימ ָ֣ ִ הְע ִּור
ַ֚ הו
֔ יְעּוריְלִ ב ִשי־עֹ ז֙ ְזְ ָ֣רֹועְי
֤ ִ עּור
ֵ֨ ִ
:ְתְרהבְמְחֹולֶ ָ֥ לֶתְת ִ ַֽׁנין
ָ֖ ֶ־היאְהמח ֶצָ֥ב ָ֛ ִ ְהֲלָ֥ ֹואְאת
'urí 'urí livshi-'oz zêró'a Adonai, 'úri kímei qédem, dorót 'ólamím; haló atê-hí
hamajtzévet ráhav mêjolélet tanín.
¿No eres tú el que secó el mar, las aguas del gran océano? ¿No eres tú el que
convirtió las profundidades del mar en camino, para que pasaran los
redimidos?
(11)
ְשּובּוןְּוב֤אּוְצִ יֹון֙ ְבְ ִר ֔נהְוְ ִשמחָ֥תְעֹולָ֖םְעל־ר ֹאשם
ֵ֗ ְהוהְיֶ֜ דּוייְי
ֵ֨ ּופ
ס:ְֹוןְואֲנ ַֽׁחה
ַֽׁ ָ֥ש ֤שֹוןְוְ ִשמחה֙ ְי ִשיג֔ ּוןְנָ֖סּוְיג
ufduiéi Adonai iêshuvún uváu tzion bêrináh, vêsimját 'olám 'al-roshám; sasón
vêsimjah iasigún, násu iagón váanajáh.
'Los rescatados del Eterno volverán y entrarán en Tzión [Sion] con cánticos. Y
sobre sus cabezas habrá alegría perpetua. Alcanzarán gozo y alegría, y huirán
la tristeza y el gemido.
(12)
ְּותְּומבֶ ן־א ָ֖דם
ִ ְמאֱנָ֣ ֹושְי ֔מ
ַֽׁ ֙יר ִאי
ְ י־אתְו ִ ַֽׁת
֤ םְמ
ִ ֶיְהּואְמְנַֽׁחֶ מכ
ָ֖ יְאנֹ ִ ָ֛כ
ַֽׁ ַֽׁאנֹ ִ ָּ֧כ
:ח ִ ָ֥צירְיִ נ ַֽׁתן
ánojí ánojí hú mênájemjém; mi-át vatírêí méenósh iamút, umiben-adám jatzír
inatén.
Yo soy, yo soy vuestro Consolador. ¿Quién eres tú para que temas al hombre,
que es mortal; al hijo del hombre, que es tratado como el pasto?
(13)
ךְנֹוטהְשמיִ ם֮ ְוְיֹ ָ֣סדְא ֶרץְּ֒ותְפ ֵ֨חדְת ִֶ֜מידְכְל־ ָ֣ ֶ ֵֶ֗ו ִתש ֞כחְיהוָ֣הְעֹ ש
: כֹונָֽןְלְהש ִחיתְוְאיָ֖הְח ֲָ֥מתְהמ ִ ַֽׁציק
ְ ָ֖ ְֲשר ָ֥ ֶ היֵ֗ ֹוםְ ִמפְניְְ֙ח ֲָ֣מתְהמ ֔ ִציקְ ַֽׁכא
208
51 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
vatishkáj Adonai 'oséja notéh shamaim vêioséd aretz vatêfajéd tamíd kol-
haióm mipêneí jamát hametzíq, káashér konén lêhashjít; vêaiéh jamát
hametzíq.
¿Te has olvidado ya del Eterno, tu Hacedor, que desplegó los cielos y puso los
fundamentos de la tierra, para que continuamente y todo el día temas la furia
del opresor, cuando se dispone a destruir? Pero, ¿dónde está la furia del
opresor?
(14)
:ִמהָ֥רְצֹ עֶ ָ֖הְלְהִ פתחְוְ ַֽׁל ֹא־י ָ֣מּותְל ֔שחתְוְ ָ֥ל ֹאְיֶח ָ֖סרְלח ַֽׁמֹו
mihár tzo'éh lêhipatéja; vêló-iamút lashájat, vêló iejsár lajmó.
Pues yo soy el Eterno tu Elohim, quien agita el mar y hace rugir sus olas; el
Eterno de los Ejércitos es su nombre.
(16)
ְדְא ֶרץ
֔ ָֹ֣וַֽׁא ִ ֤שםְדְברי֙ ְבְ ֔ ִפיךְּובצָ֥לְי ִ ָ֖דיְכִ ִס ִיתיךְלִ נטֹ֤ עְש ֵ֨מיִ ם֙ ְוְלִ יס
ס:י־אתה ַֽׁ וְלאמָֹ֥ רְלְצִ יָ֖ ֹוןְע ִמ
váasím dêvaraí bêfíja, uvtzél iadí kisitíja; lintó'a shamáim vêlisód áretz,
vêlemór lêtzión 'ami-átah.
209
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 51
(18)
ְּהְמכְל־ב ִנָ֖ים
ִ יןְמ ֲחזִיק֙ ְבְי ֔ד
ַֽׁ ּהְמכְל־ב ִנָ֖יםְילדהְוְ ֤א
ִ ָ֣לְל
֔ אין־מְנה
:גִ ַֽׁדלה
ein-mênahél láĥ, mikol-baním ialádah; vêéin májaziq bêiadáĥ, mikol-baním
gidélah.
Entre todos los hijos que ella dio a luz, no hay quien la guíe. Entre todos los
hijos que crió, no hay quien la tome de la mano.
(19)
ְבְמי
ָ֥ ִ ְךְמיְינָ֣ ּודְלְךְהשָֹּ֧ דְוְה ֶ ָ֛שבֶ רְוְ ַֽׁהרעָ֥בְוְה ֶח ֶָ֖ר
ָ֖ ִ ִםְהנה֙ ְקַֹֽׁ ְראֹ ֔תי
ֵ֨ ִשְ ֤תי
:א ֲַֽׁנח ֲַֽׁמְך
shêtáim hénah qórêotáij, mí ianúd láj; hashód vêhashéver vêhára'áv vêhajérev
mí anájaméj.
Tus hijos se han desmayado; como un antílope en una red, yacen tendidos en
las esquinas de todas las calles, llenos de la ira del Eterno y de la reprensión
de tu Elohim.
(21)
פ:אְמ ַֽׁיָֽיִ ן
ִ ֹ ָ֛ןְשמעִ י־נָ֥אְ ָ֖ז ֹאתְעֲנִ יהְּושכ ָֻ֖רתְוְ ָ֥ל
ִ לכ
lajén shim'i-ná zót 'aniáh; ushjurát vêló miáin.
(23)
ְימי
ִ ר־אמְ ָ֥רּוְלְנפ ָ֖שְךְשְ ִ ָ֣חיְוְ ַֽׁנעֲבֹ רהְות ִ ֤ש
ַֽׁ ֶד־מֹוגיִ ְךְאֲש ֔ יהְבְי ֙ וְשמ ֵ֨ ִת
פ:כ ֵ֨א ֶרץ֙ ְג ֔וְךְוְכ ָ֖חּוץְל ַֽׁ ֹעבְ ִ ַֽׁרים
vêsamtíhá bêiad-mogáij, asher-ámêrú lênafshéj shêjí vêná'avórah; vatasími
jaáretz gevéj, vêjajútz la'óvêrím.
Porque así ha dicho el Eterno: 'De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin
dinero seréis rescatados.'
(4)
ְםְיָֽרד־ע ִ ָ֥מיְב ִ ַֽׁראשֹ נָ֖הְלגָ֣ ּורְשם
ַֽׁ ִהְמצ ָ֛רי
ִ הוִ֔ ִ ָ֣כיְ ֤ ֹכהְאמר֙ ְאֲדֹ נָ֣יְי
:ְוְא ָ֖שּורְבְ ֶ ָ֥אפֶסְעֲש ַֽׁקֹו
211
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 52
kí jóh amar adonái IHVÍH, mitzráim iárad-'amí varíshonáh lagúr shám; vêashúr
bêéfes 'ashaqó.
Y ahora, dice el Eterno, ¿qué tengo que ver Yo aquí, ya que Mi pueblo fue
traído gratuitamente? Los que se enseñorean de él se mofan, dice el Eterno.
Continuamente y todo el día Mi nombre es ultrajado.
(6)
ס:ּואְהמְדבָ֖רְהִ נַֽׁנִ י
ַֽׁ י־ה
ָ֥ ִּואְכי־אֲנ
ַֽׁ ִ לכָ֛ןְי ָ֥דעְע ִ ָ֖מיְשְ ִמיְלכן֙ ְביָ֣ ֹוםְה ֔ה
lajén iedá' 'amí shêmí; lajen baióm hahú, kí-ani-hú hámêdabér hinéni.
Por tanto, Mi pueblo conocerá Mi nombre; por tanto, en aquel día que Yo soy
el que habla, ¡aquí estoy!
(7)
ְרְטֹוב
ָ֖ ל־הה ִ ֶ֜ריםְרגלָ֣יְמְב ֵ֗שרְמש ִ ָּ֧מיעְשלָ֛ ֹוםְמְב ָ֥ש ַֽׁ ֶ מה־נאוֵ֨ ּוְע
:ֱֹלהיִ ְך
ַֽׁ מש ִ ָ֣מיעְיְשּועהְאֹ ָ֥מרְלְצִ יָ֖ ֹוןְמלְָ֥ךְא
mah-navú 'al-héharím ragléi mêvasér mashmí'a shalóm mêvasér tóv mashmí'a
iêshu'áh; omér lêtzión maláj eloháij.
¡Cuán hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas,
del que anuncia la paz, del que trae buenas nuevas del bien, del que anuncia la
salvación, del que dice a Tzión [Sion]: '¡Tu Elohim reina!'
(8)
ְנּוְכיְע֤יִ ןְבְ ֵ֨עיִ ן֙ ְיִ ר ֔אּוְבְ ָ֥שּובְיהוָ֖ה
ָ֣ ִ אּוְקֹולְיח ָ֣דוְיְרנ
ָ֖ ָ֥קֹולְצֹ פָ֛יִ ְךְנָ֥ש
:ְצִ יַֽׁ ֹון
qól tzofáij násu qól iajdáv iêranénu; kí 'áin bê'áin irú, bêshúv Adonai tzión.
¡Una voz! Tus centinelas alzan la voz. Juntos con júbilo, porque cuando el
Eterno vuelva a Tzión [Sion], lo verán con sus propios ojos.
(9)
ְִםְכי־נִ ח֤םְיהוה֙ ְע ֔מֹוְג ָ֖אל
ַֽׁ ִ פִ צ ֤חּוְרנְנּו֙ ְיח ֔דוְחְר ָ֖בֹותְיְ ַֽׁרּושל
:ְיְ ַֽׁרּוש ַֽׁל ִם
212
52 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
'He aquí que mi siervo triunfará. Será engrandecido y exaltado, y será muy
enaltecido.
(14)
ְֹוְמבְנָ֥י
ִ ן־משחָ֥תְמ ִ ָ֖אישְמראהּוְוְתַֹֽׁ א ֲָ֖ר
ִ רְשמְ ֤מּוְע ֵֶ֨ליך֙ ְר ִ֔ביםְכ
ַֽׁ ֵֶַֽׁ֨כאֲש
:א ַֽׁדם
213
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 52-53
Así asombrará a muchas naciones. Los reyes cerrarán la boca delante de él,
porque verán lo que nunca les había sido contado, y comprenderán lo que
nunca habían oído.'
214
53 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas; cada cual se apartó por su
camino. Y el Eterno lo hirió, con el pecado de todos nosotros.
(7)
ְחְיּובלְּוכר ִ֕חלְלִ פנָ֥י
֔ ּואְנ ֲענֶה֮ ְוְ ָ֣ל ֹאְיִ פתח־פִ יוְּ֒כשֶ ה֙ ְל ֶ ָ֣טב
ַֽׁ נִ ֵ֨גשְוְ ָ֣ה
:חְפיו
ַֽׁ ִ ַֽׁ ֹגזְזֶ ָ֖יה ֶ ְַֽׁנאֱלמהְוְ ָ֥ל ֹאְיִ פ ָ֖ת
nigás vêhú ná'aneh vêló iftaj-piv kaseh latévaj iuvál, ujrajél lifnéi gózêzéiha
néelámah; vêló iftáj pív.
Y dispuso con los impíos su sepultura, y con los ricos en sus muertes. Aunque
nunca hizo violencia, ni hubo engaño en su boca.
(10)
ְעְיא ִ ֲָ֣ריְך
ַֽׁ יְאם־ת ִ ֤שיםְאשם֙ ְנפ ֔שֹוְיִ ר ֶ ָ֥אהְזֶ ָָֽ֖ר ִ ְִ֔החֱל ַֽׁ ֶ ַֽׁ֙יהוהְחפ֤ץְדכְאֹו
֞ ו
:ְי ִמיםְוְ ָ֥חפֶץְיהוָ֖הְבְי ָ֥דֹוְיִ צ ַֽׁלח
váAdonai jafétz dakêó héjelí, im-tasím asham nafshó, iréh zéra' iáaríj iamím;
vêjéfetz Adonai bêiadó itzláj.
216
53-54 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Por tanto, yo le daré parte con los muchos y con los fuertes repartirá botín,
porque derramó su vida hasta la muerte, y a los transgresores ha contado; y él
que llevó el pecado de muchos, para los transgresores intercederá.
'¡Alégrate, oh estéril que nunca has dado a luz! Prorrumpe en cánticos y grita
de júbilo, tú que nunca tuviste dolores de parto. Porque más son los hijos de la
desolada que los de la desposada', ha dicho el Eterno.
(2)
ְשכִ י
ֹ נֹותיִ ְךְי ָ֖טּוְאל־תח
ָ֛ ְֹותְמשכ
ִ ְָּ֧ךְו ִיריע ַֽׁ ִ ֹוםְאהְ ֵ֗ל
ַֽׁ הר ִ ָ֣חיבִ יְ׀ְמְ ָ֣ק
:יתדֹ ָ֖תיִ ְךְחזַָֽֽׁקִ י ַֽׁ ִַֽׁהא ִ ֲֵ֨ריכִ י֙ ְ ַֽׁמית ֔ריִ ְךְו
harjívi | mêqóm áholéj víri'ót mishkênotáij iatú al-tajsóji; háaríjí méitaráij,
vitédotáij jazéqi.
217
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 54
(5)
ְִ ֤כיְבַֹֽׁ ע ֲֵ֨ליִ ְך֙ ְעֹ ֔שיִ ְךְיהוָ֥הְצְב ָ֖אֹותְשְמֹוְוְ ַֽׁ ֹגאֲלְך֙ ְקְ ָ֣דֹושְיִ שר ֔אלְאֱֹלהָ֥י
:ְכְל־ה ָ֖א ֶרץְיִ ק ַֽׁרא
kí vó'aláij 'osáij, Adonai tzêvaót shêmó; vêgóalej qêdósh Israél, elohéi jol-
haáretz iqaré.
Esto será para mí como en los días de Noaj [Noé]: Como juré que las aguas de
Noaj [Noé] nunca más pasarían sobre la tierra, así he jurado que no me
enojaré contra ti, ni te reprenderé.
218
54 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(10)
ְיְמ ִא ָ֣תְךְ ַֽׁל ֹא־י ֵ֗מּוש
ַֽׁ מּוטינהְוְחס ִ֞ד ֶ ְיְהה ִרים֙ ְי ֔מּושּוְוְהגְבעָ֖ ֹותְת
ַֽׁ ֶ ִ ֤כ
ס:ְלֹומי֙ ְ ָ֣ל ֹאְת ֔מּוטְא ָ֥מרְמְ ַֽׁרח ֲָ֖מְךְיהוַֽׁה
ִ ְּוב ִ ֤ריתְש
kí héharim iamúshu, vêhagêva'ót têmutéinah; vêjasdí méitéj ló-iamúsh uvrít
shêlomí ló tamút, amár mêrájaméj Adonai.
Haré tus almenas de rubíes y tus puertas de berilo; y todo tu muro alrededor,
de piedras preciosas.
(13)
:ְמּודיְיהוהְוְ ָ֖רבְשְלָ֥ ֹוםְבנַָֽֽׁיִ ְך
ָ֣ ִוְכְל־ב ָ֖נָֽיִ ְךְל
vêjol-banáij limudéi Adonai; vêráv shêlóm banáij.
'Todos tus hijos serán enseñados por el Eterno, y grande será la paz de tus
hijos.
(14)
הְכיְ ַֽׁל ֹא־
ָ֥ ִ יְּוממְחִ ֔ת
ִֵ֨ יר ִא
֔ אְת
ִ ֹ הְתכֹוננִ יְ ַֽׁרח ִ ֲ֤קיְמעֵֹ֨ שֶ ק֙ ְכִ י־ ָ֣ל ִ בִ צד ָ֖ק
:ִתק ָ֖רבְא ַֽׁליִ ְך
bitzdaqáh tikonáni; rájaqí me'ósheq ki-ló tirái, umímêjitáh, kí ló-tiqráv eláij.
219
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 54-55
(15)
:ָ֥רְא ָ֖תְךְעלָ֥יִ ְךְיִ ַֽׁפֹול
ִ יְמי־ג
ִ אֹות
ִ ֶסְמ
ַֽׁ ּורְאפ
ָ֖ ֶ ָ֛הָ֣ןְגָ֥ ֹורְיג
hén gór iagúr éfes méotí; mi-gár itáj 'aláij ipól.
He aquí, yo he creado al herrero que sopla los carbones en el fuego y que saca
una herramienta para su trabajo; también yo he creado al destructor para
destruir.
(17)
ְקּום־א ָ֥תְךְל ִמשפָ֖ט
ִ ֹוןְת
ַֽׁ כְל־כְלִ֞ יְיּוצ֤רְע ֵ֨ליִ ְך֙ ְ ָ֣ל ֹאְיִ צ ֔לחְוְכְל־ל ָ֛ש
ס:ְםְמ ִא ִ ָ֖תיְנְאֻם־יהוַֽׁה
ַֽׁ אתְנחֲלתְ֩עב ֵ֨דיְיהוָּ֧הְוְצִ דק ָ֛ת ַֽׁ ֹ תר ִשיעִ יְ ָ֡ז
kol-kêlí iutzár 'aláij ló itzláj, vêjol-lashón táqum-itáj lamishpát tarshí'i; zót
nájalat 'avdéi Adonai vêtzidqatám méití nêum-Adonai.
'Oh, todos los sedientos, ¡venid a las aguas! Y los que no tienen dinero,
¡venid, comprad y comed! Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y
leche.
(2)
ְהְשמ ֵ֨עּו
ִ הְתשקְלּו־ ֵֶ֨כסֶ ף֙ ְבְלֹוא־ ֶ֔לחֶ םְוִ ִ ַֽׁיגיעֲכֶ ָ֖םְבְלָ֣ ֹואְלְשְבע
ִ ל֤מ
:לּו־טֹובְוְ ִתתענָ֥גְב ֶ ָ֖דשֶ ןְנפשְ ֶ ַֽׁכם֔ ש ֤מֹועְאלי֙ ְוְ ִאכ
220
55 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Inclinad vuestros oídos y venid a mí; escuchad, y vivirá vuestra alma. Yo haré
con vosotros un pacto eterno, las fieles misericordias demostradas a David.
(4)
:אּומיםְנְת ִתיוְנ ִגָ֥ידְּומצּוָ֖הְלְא ִ ַֻֽׁמים
ָ֖ ִ ְהָ֛ןְעָ֥דְל
hén 'éd lêumím nêtatív; nagíd umtzavéh lêumím.
¡Buscad al Eterno mientras puede ser hallado! ¡Llamadle en tanto que está
cercano!
(7)
ְיוְוישֹ֤ בְאֶ ל־יהוה֙ ִ ְַֽׁוירח ֲ֔מהּו
ְ ישְאוֶןְמחשְבֹ ת ָ֖ ַֽׁיע ֲֹ֤זבְרשע֙ ְדרכ֔ ֹוְוְ ִ ָ֥א
:ְָ֖ינּוְכי־יר ֶבָ֥הְלִ סלַֽׁ ֹוח
ַֽׁ ִ וְאֶ ל־אֱֹלה
221
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 55
Como son más altos los cielos que la tierra, así mis caminos son más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos.
(10)
ְּובְכי ִ ַ֚ ֶגְמן־הש ֵ֗מיִ םְוְ ֵ֨שמה֙ ְ ָ֣ל ֹאְי ֔ש
ִ ֲשרְירדְ֩ה ֵ֨ ֶגשֶ םְוְהשֶֶ֜ ל ָ֣ ֶ יְכא
ַֽׁ ָ֡ ִכ
ְידּהְוְהִ צ ִמיחּהְוְנ֤תןְ ֵֶ֨זרע֙ ְלזֹ ֔רעְוְלֶ ָ֖חֶ ם
ָ֖ ִִאם־הִ רוָ֣הְאֶ ת־ה ֔א ֶרץְוְ ַֽׁהֹול
:ַֽׁלאֹ ַֽׁכל
kí káashér iered hagéshem vêhashéleg min-hashamáim vêshámah ló iashúv, kí
im-hirváh et-haáretz, vêhólidáĥ vêhitzmijáĥ; vênátan zéra' lazoré'a, vêléjem
láojél.
Porque como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven allá sino
después de haber saciado la tierra y de haberla hecho germinar, producir y dar
semilla al que siembra y pan al que come,
(11)
ְ ֙יְאם־עשה
ִ םְכ
֤ ִ ָ֣אְמ ֔ ִפיְ ַֽׁל ֹא־י ָ֥שּובְאלָ֖יְריק
ִ ֲשרְיצ ָ֣ ֶ ָ֣ןְיהיֶ ֤הְדְב ִרי֙ ְא
ַֽׁ ִ כ
:ְֲשרְשְלח ִ ַֽׁתיוָ֥ ֶ ֲשרְח ֔פצ ִתיְוְהִ צ ִ ָ֖ליחְא ָ֣ ֶ אֶ ת־א
kén ihiéh dêvarí ashér ietzé mipí, ló-iashúv elái reiqám; kí im-'asah et-ashér
jafátzti, vêhitzlíaj ashér shêlajtív.
así será mi palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará
lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo cual la envié.
222
55-56 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(12)
ְּוןְהה ִ ָ֣ריםְוְהגְב ֵ֗עֹותְיִ פצְ ֤חּו
ַֽׁ ֶ ֹוםְתּובל
ַֽׁ ִָ֖ ַֽׁכי־בְ ִשמחָ֣הְת ֔צאּוְּובשל
:ֲאּו־כף
ַֽׁ לִ פניכֶם֙ ְִר ֔נהְוְכְל־עֲצָ֥יְהש ֶ ָ֖דהְיִ מח
kí-vêsimjáh tetzéu, uvshalóm túvalún; héharím vêhagêva'ót iftzêjú lifneijem
rináh, vêjol-'atzéi hasadéh imjau-jáf.
Ciertamente, con alegría saldréis y en paz os iréis. Los montes y las colinas
irrumpirán en cánticos delante de vosotros, y todos los árboles del campo
aplaudirán.
(13)
ְָ֖דְיעֲלֶ ָ֣הְהֲדס
ַֽׁ תְהנעֲצּוץ֙ ְַֽׁיעֲלֶ ָ֣הְבְ ֔רֹושְתחתְ(וְ ָ֥תחת)ְה ִסרפַֽׁ ֤תח
פ:ְ֤הְליהוה֙ ְלְ ֔שםְלְ ָ֥אֹותְעֹולָ֖םְ ָ֥ל ֹאְיִ כ ַֽׁרת
ַֽׁ וְהי
tájat hána'atzutz iá'aléh vêrósh, TJT (vêtájat) hasirpád iá'aléh hadás; vêhaiáh
láAdonai lêshém, lêót 'olám ló ikarét.
El hijo del extraño que se ha adherido al Eterno no hable diciendo: 'Sin duda,
el Eterno me separará de su pueblo.' Tampoco diga el eunuco: 'He aquí, yo
soy un árbol seco.'
(4)
ְיְּובח ֲָ֖רּו
ַֽׁ תֹות
֔ ְֲשרְיִ שמְרּו֙ ְאֶ ת־שב
֤ ֶ יסים֙ ְא ִ הוהְל ַֽׁס ִר ֵ֗ י־כהְ׀ְא ָ֣מרְי
ֹ ָ֣ ִכ
:ְיתי ַֽׁ ִ ִיקיםְבִ ב ִר ָ֖ ִ יְּומ ֲחז
ַֽׁ ֲשרְחפצ ִת
ָ֣ ֶ ַֽׁבא
ki-jóh | amár Adonai lasárisim ashér ishmêrú et-shabêtotái, uvájarú báashér
jafátzti; umájaziqím bivrití.
Porque así ha dicho el Eterno: 'A los eunucos que guardan mis shabatot, que
escogen lo que yo quiero y que abrazan mi pacto,
(5)
ְֹותְשם
֤ ָ֣יםְּומבנ
ִ ֹובְמב ִנ
ִ םְט ָ֖ יתיְּוב ַֽׁחֹומֹ תי֙ ְיָ֣דְו ֔ש ֤ ִ וְנַֽׁת ֵ֨ ִתיְל ֶ֜ ֶהםְבְב
ס:ְֲשרְ ָ֥ל ֹאְיִ כ ַֽׁרת ָ֖ ֶ ן־לֹוְא
֔ ֶעֹולם֙ ְאֶ ת
vênátatí lahém bêveití uvjómotaí iád vashém, tóv mibaním umibanót; shém
'olam eten-ló, ashér ló ikarét.
'Y los hijos de los extraños que se han adherido al Eterno para servirle y que
aman el nombre del Eterno para ser sus siervos; y a todos los que guardan el
shabbat no profanándolo y que abrazan mi pacto,
(7)
ְיהָּ֧ם
ֶ יאֹותיםְאֶ ל־הָ֣רְקְד ֵ֗ ִשיְוְ ִשמח ִתים֙ ְבְבָ֣יתְתְפִ ל ֔ ִתיְעֹוֹלַֽׁ תִ ֞ וה ִ ֲַֽׁב
יתיְבית־תְפִ לָ֥הְיִ ק ָ֖ראְלְכְל־ ִ ֔ יְכיְב
ָ֣ ִ ל־מזבְ ִח
ִ יהָ֛םְלְר ָ֖צֹוןְ ַֽׁע
ֶ וְזִבח
:ַֽׁהע ִ ַֽׁמים
vahavíotím el-hár qodshí vêsimajtim bêvéit têfilatí, 'olóteihém vêzivjeihém
lêratzón 'ál-mizbêjí; kí veití, beit-têfiláh iqaré lêjol-há'amím.
224
56 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
El Señor [Dios] el Eterno, que reúne a los rechazados de Israel, dice: 'Aun
reuniré otros más con sus ya reunidos.'
(9)
פ:יּוְלא ָ֥ ֱֹכלְכְל־חי ָ֖תֹוְביַֽׁער
ַֽׁ ֶ ָ֖ ֹכלְחי ָ֣תֹוְשדיְא ִ֕ת
kól jaitó sadái; etáiu léejól kol-jaitó baiá'ar.
¡Todos los animales del campo, todos los animales del bosque, venid a comer!
(10)
ְיםְאלְ ִ֔מיםְ ָ֥ל ֹאְיַֽׁ ּוכלָ֖ ּוְלִ נבֹ ח
ִ ְל ֹאְי ֔דעּוְכֻלם֙ ְכְל ִ ָ֣בָ֣ ֙צֹ ֞פוְעִ ו ִ ֤ריםְכֻלם
:הֹ זִים֙ ְשַֹֽׁ כְ ִ֔ביםְאַֹֽׁ הֲבָ֖יְלנַֽׁ ּום
tzofáv 'ivrím kulam ló iadá'u, kulam kêlavím ilêmím, ló íujlú linbója; hozim
shójêvím, óhavéi lanúm.
Sus centinelas son ciegos; no conocen. Todos ellos son perros mudos que no
pueden ladrar, videntes echados que aman el dormitar.
(11)
ְאְיָֽדְעָ֖ ּוְה ִבין
ַֽׁ ֹ אְיָֽדְעּו֙ ְשְב ֔עהְוְהָ֣מהְרֹ ֔ ִעיםְ ָ֥לַֽׁ ֹ וְהכְל ִ ָ֣ביםְעזי־ ֵֶ֗נפֶשְ ֤ל
:ּוְאישְלְבִ צעָ֖ ֹוְ ִמק ַֽׁצהּו ָ֥ ִ ֔כֻלם֙ ְלְדרכָ֣םְפנ
vêhakêlavím 'azei-néfesh ló iádê'ú sov'áh, vêhémah ro'ím, ló iádê'ú havín;
kulam lêdarkám panú, ísh lêvitz'ó miqatzéhu.
Dicen: 'Venid; traeré vino, y nos embriagaremos con licor. El día de mañana
será como éste, o aun mucho mejor.'
225
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 57
El justo perece, y no hay quien lo tome a pecho. Los piadosos son eliminados,
y nadie entiende que es a causa de la calamidad que el justo es eliminado.
(2)
ס:ל־משכְבֹותםְהֹ לְָ֖ךְנְכֹ ַֽׁחֹו
ִ י ָ֣בֹואְש ֔לֹוםְינָ֖ ּוחּוְע
iavó shalóm, ianúju 'al-mishkêvotám; holéj nêjojó.
El que anda en rectitud entrará en paz; llegarán a reposar sobre sus lechos.
(3)
:ָ֣יְענְנהְזֶ ָָֽ֥רעְמְנ ָ֖אףְו ִתז ֶנַֽׁה
ֹ ַֽׁ וְא ֶ ָ֥תםְקִ רבּו־הָ֖נהְבְנ
vêatém qirvu-hénah bênéi 'ónênáh; zéra' mênaéf vatiznéh.
¿De quién os mofáis? ¿Contra quién abrís la boca y alargáis la lengua? ¿No
sois vosotros hijos rebeldes y descendencia mentirosa?
(5)
ְיםְתחת
ָ֖ ִָ֣֔ץְרעֲנָֽןְשַֹֽׁ ח ֲ֤טיְהיל ִדים֙ ְבנְחל
ַֽׁ יםְתחתְכְל־ע
ָ֖ ְִ֔באל ַֽׁ ֙הנַֽׁח ִמים
:ְסְעִ פָ֥יְהסְל ִ ַֽׁעים
hanéjamim báelím, tájat kol-'étz rá'anán; shójatéi hailadim banêjalím, tájat
sê'iféi hasêla'ím.
Vosotros ardéis de lujuria entre los robles y debajo de todo árbol frondoso.
Degolláis a vuestros hijos en los valles y debajo de las hendiduras de las
peñas.
226
57 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(6)
ְְהע ִ ֱָ֣לית
ַֽׁ ֶ ֙בְחלְ קי־נָ֣חלְחֶ ל ֔קְךְהָ֥םְהָ֖םְגַֽׁ ֹורלְךְגם־ל ֞ ֶהםְשפָ֥כתְ ֵֶ֨נסֶ ְך
:לְאלֶהְאֶ נ ַֽׁחם
ָ֖ ִמנ ֔חהְהָ֥ע
bêjalêqei-nájal jelqéj, hém hém góraléj; gam-lahém shafájt nésej hé'elít
minjáh, há'al éleh enajém.
'Con las piedras lisas del valle está tu parte. ¡Ellas, ellas serán tu porción! A
ellas derramas libación y ofreces oblación. ¿Habré de aplacarme ante estas
cosas?
(7)
:ם־שםְע ִ ָ֖ליתְלִ זבָֹ֥ חְזַֽׁבח
ָ֥ ְמשכבְךְג
ִ אְשמת
ָ֖ ע֤לְהר־ג ֵ֨ ֹב ּ֙הְוְנִ ֔ש
'ál har-gavóĥá vênisá, sámt mishkavéj; gam-shám 'alít lizbóaj závaj.
'Fuiste al rey con ungüentos, y multiplicaste tus perfumes; enviaste lejos a tus
mensajeros, y te humillaste hasta el Sheol.
(10)
ְבְ ֤רֹ בְדרכְך֙ ְי ֔געתְ ָ֥ל ֹאְא ָ֖מרתְנֹואשְחי֤תְידְך֙ ְמ ֔צאתְעל־כָ֖ןְ ָ֥ל ֹא
:ח ִ ַֽׁלית
bêróv darkej iagá'at, ló amárt noásh; jaiát iadej matzát, 'al-kén ló jalít.
227
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 57
(11)
ֹא־שמתְעל־
ָ֖ אֹותי֙ ְ ָ֣ל ֹאְז ֔כרתְל
ִ ְְכיְתְכ ֔זבִ יְו ָ֣ ִ ֙יר ִאי
ְ ת־מיְד ֤אגתְו ִ ַֽׁת
ִ֞ ֶוְא
:יר ִאי
ַֽׁ אְת
ִ ֹ אֹותיְ ָ֥ל
ָ֖ ִ ְְּומעֹ ֔לםְו
ָ֣ ֙לִ בְךְ ֲה ֵ֨ל ֹאְא ֲִנ֤יְמחשֶ ה
vêet-mí daágt vatírêí kí têjazévi, vêotí ló zajárt, lo-sámt 'al-libéj; haló aní
majsheh umé'olám, vêotí ló tirái.
Cuando clames, ¡que te libre tu colección de ídolos! Pero a todos ellos se los
llevará el viento; un soplo los arrebatará. Pero el que se refugia en mí tendrá la
tierra por heredad y poseerá mi santo monte.'
(14)
ס:ֹולְמ ֶ ָ֥ד ֶרְךְע ִ ַֽׁמי
ִ ימּוְמכ ָ֖ש
ִ וְא ָ֥מרְסַֹֽׁ לּו־סָֹ֖ לּוְפנּו־ד ֶרְךְה ִ ָ֥ר
vêamár sólu-sólu panu-dárej; harímu mijshól midérej 'amí.
228
57 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(16)
ְָ֣יְיע ֲ֔טֹוף
ַֽׁ ְמלְפנ
ִ ּוח
֙ י־ר
ֵ֨ ִִ ָ֣כיְ ֤ל ֹאְלְעֹולם֙ ְא ִ ֔ריבְוְ ָ֥ל ֹאְלנֶ ָ֖צחְאֶ קצֹוףְכ
:ְיתי
ִ ּונש ָ֖מֹותְא ֲִנָ֥יְע ִ ַֽׁש
kí ló lê'olam arív, vêló lanétzaj eqtzóf; ki-rúáj milêfanái iá'atóf, unshamót aní
'asíti.
Yo soy el que crea fruto de labios: ¡Paz, paz para el que está lejos y para el
que está cerca!, dice el Eterno. Yo lo sanaré.
(20)
ְיוְרפֶש ָ֖ אְיּוכלְויִ גרְ ָ֥שּוְמ
ָ֥ ֶ ימ ֔ ֹ שְכיְהשקט֙ ְ ָ֣ל
֤ ִ וְ ַֽׁה ְרש ִ ָ֖עיםְכיָ֣םְנִ גר
:ו ִ ַֽׁטיט
vêhárêsha'ím kaiám nigrásh; kí hashqet ló iujál, vaigrêshú meimáv réfesh
vatít.
Pero los impíos son como el mar agitado que no puede estar quieto y cuyas
aguas arrojan cieno y lodo.
(21)
פ:ָ֖יְל ְרש ִ ַֽׁעים
ַֽׁ ָ֣איןְש ֔לֹוםְא ָ֥מרְאֱֹלה
229
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 57-58
Pero ellos me consultan cada día, y les agrada saber mis caminos, como si
fuese gente que hubiera obrado con justicia y que no hubiese dejado el juicio
de su Elohim. Me piden justos juicios y quieren acercarse a Elohim.
(3)
ְ ֙הְצמנּו֙ ְוְ ָ֣ל ֹאְר ִ֔איתְעִ ִנָ֥ינּוְנפ ָ֖שנּוְוְ ָ֣ל ֹאְתדעְהָ֣ןְבְי֤ ֹוםְצַֹֽׁ מְכֶם
ֵ֨ ל֤מ
:ָ֖םְתנ ַֽׁ ֹגשּו
ִ ֶאּו־חפֶץְוְכְל־עצְביכ ֔ ְִתמצ
lámah tzámnú vêló raíta, 'inínu nafshénu vêló tedá'; hén bêíom tzómêjem
timtzêu-jéfetz, vêjol-'atzêveijém tingósu.
Dicen: '¿Por qué ayunamos, y no hiciste caso? ¿Por qué afligimos nuestras
almas, y no te diste por aludido?' 'He aquí que en el día de vuestro ayuno
lográis vuestro deseo y explotáis a todos vuestros trabajadores.
(4)
ְףְרשעְ ַֽׁל ֹא־ת ָ֣צּומּוְכי֔ ֹום
ֶ ֹהָ֣ןְלְ ִ ֤ריבְּומצה֙ ְת ֔צּומּוְּולהכָ֖ ֹותְבְאֶ ג ָ֣ר
:ֹוםְקֹול ֶ ַֽׁכם
ַֽׁ לְהש ִ ָ֥מיעְבמ ָ֖ר
230
58 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
He aquí que vuestros ayunos son ocasión de contiendas y de riñas, para herir
con el puño de perversidad. No podéis seguir ayunando como ahora, con el
objeto de hacer oír vuestra voz en lo alto.
(5)
ְהְיהיֶה֙ ְָ֣צֹוםְאֶ בח ֔רהּוְיָ֛ ֹוםְענָ֥ ֹותְא ָ֖דםְנפשֹוְהֲל ֵ֨ ֹכףְכְאגמֶֹ֜ ן
ַֽׁ ִ הֲכ ֵֶ֗ז
:ְֹוןְליהוַֽׁה
ַֽׁ א־צֹוםְוְיָ֥ ֹוםְר ָ֖צ
֔ ְתקר ִ ֹ֙אשֹוְוְ ֤שקְו ֵ֨אפֶר֙ ְי ֔ ִציעְהֲלזֶהֵ֗ ר
hajazéh íhieh tzóm evjaréhu, íom 'anót adám nafshó; halajóf kêagmón roshó
vêsáq vaéfer iatzí'a, halazeh tiqra-tzóm, vêíom ratzón láAdonai.
¿Es éste el ayuno que yo escogí: sólo un día en que el hombre se aflija a sí
mismo? ¿Acaso el doblegar la cabeza como junco y el acostarse sobre cilicio
y ceniza es lo que llamáis ayuno y día agradable para el Eterno?
(6)
ְֹותְרשעְה ָ֖תרְ ֲאג ָֻ֣דֹותְמֹוטה
֔ ֶ הֲלָ֣ ֹואְזֶה֮ ְָ֣צֹוםְאֶ בחרהּוְּ֒פתְֵ֨ ֙חְחרצ ָֻ֣ב
:֤חְרצּוצִ ים֙ ְחְפ ֔ ִשיםְוְכְל־מֹוטָ֖הְתְנ ַֽׁתקּו
ְ וְשל
haló zeh tzóm evjarehú patéáj jartzubót résha', hatér agudót motáh; vêshaláj
rêtzutzim jofshím, vêjol-motáh tênatéqu.
¿No consiste, más bien, el ayuno que yo escogí, en desatar las ligaduras de
impiedad, en soltar las ataduras del yugo, en dejar libres a los quebrantados y
en romper todo yugo?
(7)
ְי־תר ֶ ֤אה
ִ תְכ
ַֽׁ ִ ִיםְתבִ יאְבי ָ֖ ִ ְךְועֲנִ ִיָ֥יםְמ
ָ֣ רּוד ַֽׁ סְלרעב֙ ְלח ֔ ֶמ ַֽׁ ֹה ֲֵ֨לֹואְפ ֤ר
:אְתתע ַֽׁלםִ ֹ ֹוְּומבְ ַֽׁש ְרךָ֖ ְ ָ֥ל
ִ ערֹ ם֙ ְוְכִ ִס ֔ית
haló farós lára'ev lajméja, vá'aniím mêrudím távi váit; kí-tiréh 'arom vêjisitó,
umibêsárêjá ló tit'alám.
231
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 58
Los tuyos reconstruirán las ruinas antiguas. Levantarás los cimientos que
estaban destruidos de generación en generación. Y serás llamado reparador de
brechas y restaurador de sendas para habitar.
232
58-59 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(13)
ְָ֖ךְביָ֣ ֹוםְקְד ִשיְוְק ֵ֨ראתְלש ֶ֜בת
ְ יבְמשבת֙ ְרג ֶ֔לךְע ֲָ֥שֹותְחֲפ ֶצ ִ ִאם־ת ִ ֤ש
ְ ָ֖יךְממְ ָ֥צֹואְחֶ פצְך
ִ ְמע ֲָ֣שֹותְדְר ֶ֔כ
ַֽׁ ֙עֵֹ֗ נֶגְלִ ק ֤דֹושְיהוה֙ ְמְכ ֻ֔בדְוְכִ בדתֹו
:ְוְדבָ֥רְד ַֽׁבר
im-tashív mishabat ragléja, 'asót jafatzéja bêíom qodshí; vêqaráta lashabát
'óneg liqdósh Adonai mêjubád, vêjibadtó mé'asót dêrajéja, mimêtzó jeftzêjá
vêdabér davár.
'Si apartas tu pie por respeto al shabbat, para no hacer tu capricho en mi día
santo; si al shabbat llamas delicia, consagrado al Eterno y glorioso; y si lo
honras, no haciendo según tus propios caminos ni buscando tu propia
conveniencia ni hablando tus propias palabras,
(14)
ְהוהְוְהִ רכב ִ ָ֖תיךְעל־במותיְ(בָ֣מְתי)ְא ֶרץ ֔ ֵ֗אזְ ִתתענג֙ ְעל־י
פ:ְָ֖הְד ַֽׁבר
ִ יְפיְיהו
ָ֥ ִ יךְכ
ָ֛ ִ יךְנחֲלת֙ ְַֽׁיעֲקָֹ֣ בְא ִ֔ב
ַֽׁ וְ ַֽׁהאֲכל ֵ֗ ִת
áz tit'anag 'al-Adonai, vêhirkavtíja 'al-VMVTI (bámotei) áretz; vêháajaltíja
nájalat Iá’aqóv avíja, kí pí Adonai dibér.
Vuestras iniquidades son las que hacen separación entre vosotros y vuestro
Elohim. Vuestros pecados han hecho que su rostro se oculte de vosotros para
no escuchar.
233
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 59
(3)
ןְשפ ַֽׁתֹותיכֶם֙ ְִדבְרּו־
ִ ָ֖םְבע ְֹו
ַֽׁ ֶ ִֶ ֤כיְכפיכֶם֙ ְנְ ַֽׁ ֹגאֲלָ֣ ּוְב ֔דםְוְאֶ צבְעַֽׁ ֹותיכ
:שֶ֔ קֶ רְלְ ַֽׁשֹונכֶ ָ֖םְעולָ֥הְתֶ ה ֶגַֽׁה
kí japeijem nêgóalú vadám, vêetzbê'óteijém bé'avón; siftóteijem dibêru-
shéqer, lêshónjém 'avláh tehgéh.
Porque vuestras manos se han contaminado con sangre, y vuestros dedos con
iniquidad. Vuestros labios hablan mentira, y vuestra lengua murmura maldad.
(4)
ְר־שוא
֔ ֶָ֖טְבאֱמּונהְב ֤טֹוחְעל־תֵֹ֨ הּו֙ ְוְדב
ַֽׁ ֶ אין־קֹ ָ֣ראְבְ ֔ ֶצדֶ קְוְ ָ֥איןְנִ שפ
:ָ֥ידְאוֶן
ַֽׁ ה ָ֥רֹוְע ָ֖מלְוְהֹול
ein-qoré vêtzédeq, vêéin nishpát béemunáh; batóaj 'al-tóhú vêdaber-sháv, haró
'amál vêholéid áven.
No hay quien clame por justicia, ni quien vaya a juicio con integridad.
Confían en la insignificancia y hablan falsedades. Conciben afanes y dan a luz
iniquidad.
(5)
ְ֤לְמ ַֽׁביציהֶ ם֙ ְי ֔מּות
ִ גּוְהאֹ כ
ַֽׁ ֹישְיאֱר
ַֽׁ ֶ קּוריְעכ ִ ָ֖ב
ָ֥ ְביצ֤יְצִ פעֹונִ י֙ ְבִ ֔קעּוְו
:הְתב ָ֥קעְאֶ פ ֶ ַֽׁעה
ִ זּור
ָ֖ ֶ וְה
beitzéi tzif'oní biqé'u, vêquréi 'akavísh iéerógu; háojél mibéitzeihem iamút,
vêhazuréh tibaqá' ef'éh.
Incuban huevos de víboras y tejen telas de arañas. El que coma de sus huevos
morirá, y del que sea aplastado saldrá una serpiente.
(6)
ְמעֲשי־
ַֽׁ ֙םְמעֲשיהֶ ם
ַֽׁ יה
ֶ ַֽׁקּוריהֶ ם֙ ְ ַֽׁל ֹא־יִ היָ֣ ּוְלְ ֔ ֶבגֶדְוְ ָ֥ל ֹאְיִ תכ ָ֖סּוְבְ ַֽׁמעֲש
:ְיהםַֽׁ ֶ ֶןְּופעלְח ָ֖מסְבְכפ ֹ ָ֥ ֔או
qúreihem ló-ihíu lêvéged, vêló itkasú bêmá'aseihém; má'aseihem má'asei-
áven, ufó'al jamás bêjapeihém.
Sus telarañas no servirán para vestirse, ni se cubrirán con sus obras. Sus obras
son obras de iniquidad; hechos de violencia hay en sus manos.
(7)
ְְךְדםְנ ִקיְמחשְבַֹֽׁ תיהֶ ם֙ ְמחשְ ָ֣בֹות
ָ֣ צּוְוימה ֲ֔רּוְלִ ש ָ֖ ֹפ
ַֽׁ ִ רגליהֶ ם֙ ְ ל ָ֣רעְי ֔ ֻר
:לֹותם
ַֽׁ ֔אוֶןְשָֹ֥ דְו ֶ ָ֖שבֶ רְבִ מ ִס
ragleihem lará' iarútzu, vímaharú, lishpój dám naqí; majshêvóteihem
majshêvót áven, shód vashéver bimsilotám.
234
59 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
235
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 59
(12)
ְָ֣ינּוְא ֔תנּו
ִ נּוְכי־פְשע
ַֽׁ ִ ֹאותינּוְעָ֣נתהְב
ָ֖ ִ ַֽׁכי־ר ֤בּוְפְש ֵ֨עינּו֙ ְנֶג ֔ ֶדךְוְחט
:וע ַֽׁ ְֲֹונֹ ָ֖תינּוְיְ ַֽׁדעֲנַֽׁ ּום
kí-rabú fêsha'éinú negdéja, vêjatovtéinu 'ántah bánu; kí-fêsha'éinu itánu,
va'avónotéinu iêdá'anúm.
236
59 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
De acuerdo con sus hechos, así dará la retribución: ira para sus adversarios y
furor para sus enemigos. Dará su retribución a las costas.
(19)
ְֹוְכי־י ֤בֹוא
ַֽׁ ִ ח־שמֶ שְאֶ ת־כְבֹוד
ָ֖ ֶ הְּומ ִמזר
ִ הו ֔ ת־שםְי ָ֣ ֶּוְממעֲרב֙ ְא
ַֽׁ ִ וְ ִ ַֽׁי ְר ֤א
:ְהְבֹו
ַֽׁ ָ֖הְנסְס
ֹ ָ֥ רְרּוחְיהו ָ֥ כנהר֙ ְ֔צ
vêírêú míma'arav et-shém Adonai, umimizraj-shémesh et-kêvodó; kí-iavó
janahar tzár, rúaj Adonai nósêsah vó.
Desde el occidente temerán el nombre del Eterno; y desde donde nace el sol,
Su gloria; porque como río vendrá opresor, pero el soplo del Eterno lo
espantará.
(20)
:ְְגֹואלְּולשבָ֥יְפֶ ָ֖שעְבְ ַֽׁיעֲקֹ בְנְאֻ ָ֖םְיהוַֽׁה
֔ ּ֙וב֤אְלְצִ יֹון
uvá lêtzion goél, ulshavéi fésha' bêIá’aqóv; nêúm Adonai.
237
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 59-60
(21)
ֲשרְע ֶ֔ליךְּודב ָ֖ריְאֲשֶ ר־ ָ֣ ֶ הוהְרּוחִ י֙ ְא
֔ יתיְאֹותם֙ ְא ָ֣מרְי ֤ ִ ַֽׁוא ֵ֗ ֲִניְ ָ֣ז ֹאתְבְ ִר
ְְּומ ֵ֨ ִפיְזֶ ָֽ֤רעְזרעֲך֙ ְא ָ֣מר
ִ ְּ֩ומ ֵ֨ ִפיְזרע ֲֶ֜ך
ִ ּושּוְמפִ יך
ִ ָ֣שמ ִתיְבְ ִפיךְ ַֽׁל ֹא־י ָ֡מ
ס:ְד־עֹולם
ַֽׁ הְמע ָ֖תהְוְע ַֽׁ הו
֔ י
váaní zót bêrití otam amár Adonai, rují ashér 'aléja, udvarái asher-sámti bêfíja;
ló-iamúshu mipijá umipí zar'ajá umipí zéra' zar'ajá amár Adonai, mé'atáh
vê'ad-'olám.
'En cuanto a Mí, éste es Mi pacto con ellos: 'Mi soplo que está sobre ti y Mis
palabras que he puesto en tu boca no se apartarán de tu boca, ni de la boca de
tus descendientes, ni de la boca de los descendientes de tus descendientes,
desde ahora y para siempre', ha dicho el Eterno.
Porque he aquí que las tinieblas cubrirán la tierra; y la oscuridad, los pueblos.
Pero sobre ti resplandecerá el Eterno, y sobre ti será vista su gloria.
(3)
:ּוְגֹויָ֖םְלְאֹורְךְּומל ִ ָ֖כיםְלְ ָ֥ ֹנגּהְזר ַֽׁחְך
ִ ָ֥וְ ַֽׁהלְכ
vêhálêjú goím lêoréj; umlajím lênógaĥ zarjéj.
238
60 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
sêí-savív 'eináij urí, kulám niqbêtzú váu-láj; banáij mérajóq iavóu, uvnotáij
'al-tzád téamánah.
'Alza tus ojos en derredor y mira: Todos ellos se han reunido y han venido a ti.
Tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán traídas en brazos.
(5)
ְֹוןְיםְחָ֥יל
֔ ְךְכי־יהפְ֤ךְע ֵ֨ליִ ְך֙ ְה ֲָ֣מ
ַֽׁ ִ זְתר ִאי֙ ְוְנ ֔הרתְּופחָ֥דְוְרחָ֖בְלְבב ִ ֤א
:אּוְלְך
ַֽׁ ָֹ֥גֹויָ֖םְיב
ִ
áz tirí vênahárt, ufajád vêrajáv lêvavéj; kí-iehaféj 'aláij hamón iám, jéil goím
iavóu láj.
'¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas hacia sus
palomares?
239
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 60
(9)
ְְמר ֔חֹוק ַֽׁ ֙יְ׀ְא ִיָ֣יםְיְקּוֵ֗ ּוְוַֽׁאְנִ י֤ ֹותְתר ִשיש֙ ְב ִ ָ֣ראשֹ ֔נהְלְה ִ ֤ביאְב ֵ֨ניִ ְך
ִ י־ל ָ֣ ִ ִכ
: ֱֹלהיִ ְךְוְלִ ק ָ֥דֹושְיִ שר ָ֖אלְ ִ ָ֥כיְ ַֽׁפא ֲַֽׁרְך
ְ ֔ ָ֖םְאתםְלְשם֙ ְיהוָ֣הְא ִ כספָ֥םְּוזהב
ki-lí | iím iêqaúu váoniót tarshish baríshonáh, lêhaví vanáij mérajóq, kaspám
uzhavám itám; lêshem Adonai eloháij, vêliqdósh Israél kí féaráj.
'Los hijos de los extraños edificarán tus muros, y sus reyes te servirán.
Aunque en mi furor te herí, en mi buena voluntad tendré de ti misericordia.
(11)
ְידְיֹומםְולָ֖ילהְ ָ֣ל ֹאְיִ סגרּוְלְה ִ ֤ביאְא ֵ֨ליִ ְך֙ ְחָ֣יל
ָ֥ ּופִ תְ ֵ֨חּוְשְע ָּ֧ריִ ְךְת ִ ָ֛מ
:הּוגים
ַֽׁ ִ ְיהָ֖םְנ ֶ גֹויםְּומלכ ִ֔
ufitêjú shê'aráij tamíd iomám valáilah ló isagéru; lêhaví eláij jéil goím,
umaljeihém nêhugím.
'La gloria del Líbano vendrá a ti: cipreses, olmos y abetos para embellecer el
lugar de mi santuario. Yo haré glorioso el lugar de mis pies.
240
60 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(14)
ֹוחְבְנָ֣יְמְע ֔ניִ ְךְוְ ִ ַֽׁהשְתחֲוָ֛ ּוְעל־כ ָ֥פֹותְרגלָ֖יִ ְךְכְל־ ֙ וְ ַֽׁהלְכֵ֨ ּוְאל֤יִ ְךְשְ ֵ֨ח
:ְהוהְצִ יָ֖ ֹוןְקְ ָ֥דֹושְיִ שר ַֽׁאל ֔ ְעירְי ָ֣ ִ ֙מְ ַֽׁנאֲציִ ְךְוְ ֤קראּוְלְך
vêhálêjú eláij shêjóáj bênéi mê'anáij, vêhíshêtajavú 'al-kapót ragláij kol-
mênáatzáij; vêqáru laj 'ír Adonai, tzión qêdósh Israél.
Humillados vendrán a ti los hijos de los que te afligieron; a las plantas de tus
pies se postrarán todos los que te menospreciaban. Te llamarán Ciudad del
Eterno, Tzión [Sion] del Santo de Israel.
(15)
ְֹוןְעֹולם
֔ נּואהְוְ ָ֣איןְעֹוברְוְשמ ִתיְך֙ ְלִ ג ָ֣א
ָ֖ ֱיֹותְךְעֲזּובָ֥הְּוש
ָ֛ ָּ֧תחתְה
:ְֹושְדֹורְו ַֽׁדֹור
ָ֥ מְ ָ֖ש
tájat heiotéj 'azuváh usnuáh vêéin 'ovér; vêsamtij ligón 'olám, mêsós dór
vadór.
'El sol nunca más te servirá de luz durante el día, ni te alumbrará el resplandor
de la luna. El Eterno será para ti luz eterna; tu Elohim será tu gloria.
(20)
ְהְיהיֶה־לְך֙ ְלְ ָ֣אֹור
ַֽׁ ִ הו
ֵ֗ ףְכיְי
ָ֣ ִ ְךְוירחְָ֖ךְ ָ֣ל ֹאְיַֽׁאס
ַֽׁ ִ ְשמ ֔ש ִ ַֽׁ֙ל ֹא־י ָ֥בֹואְעֹוד
:ְעֹולםְוְ ַֽׁשלְ ָ֖מּוְיְ ָ֥מיְאֶ ב ַֽׁלְך
֔
ló-iavó 'od shimshéj, vírejéj ló iéaséf; kí Adonai íhieh-laj lêór 'olám,
vêshálêmú iêméi evléj.
Tu sol no se pondrá jamás, ni te será quitada la luna; porque el Eterno será luz
eterna para ti, y los días de tu duelo se acabarán.
(21)
ְ)ָ֖םְיָ֣ירשּוְא ֶרץְנָּ֧צֶ רְמטעוְ(מטעָ֛י
ִ יקיםְלְעֹול ִ ֔ וְעמְך֙ ְכֻלָ֣םְצ ִד
:ְַֽׁמע ֲָ֥שהְי ָ֖דיְלְהִ תפ ַֽׁאר
vê'amej kulám tzadiqím, lê'olám írshu áretz; nétzer MT'V (mata'ái) má'aséh
iadái lêhitpaér.
'Entonces tu pueblo, todos ellos serán justos; para siempre heredarán la tierra.
Ellos son los vástagos de mi plantío, la obra de mis manos, para manifestar mi
gloria.
(22)
ְישנה
ַֽׁ ֶ ִהקטֹ ן֙ ִ ְַֽׁיהיֶ ָ֣הְל ֔ ֶאלֶףְוְהצ ִ ָ֖עירְלְגָ֣ ֹויְעצּוםְא ֲִנָ֥יְיהוָ֖הְבְעִ ָ֥תּהְאֲח
ס:
haqaton ihiéh laélef, vêhatza'ír lêgói 'atzúm; aní Adonai bê'itáĥ ajishénah.
242
61 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
El espíritu del Señor Elohim está sobre mí, porque me ha ungido el Eterno.
Me ha enviado para anunciar buenas nuevas a los pobres, para vendar a los
quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y a los
prisioneros apertura de la cárcel,
(2)
:ְםְלאֹלהינּו לְנחָ֖םְכְל־אֲב ִ ַֽׁלים
ַֽׁ יהוהְוְיָ֥ ֹוםְנ ָ֖ק
֔ ְלַֽׁ ֙לִ ק ֤ר ֹאְשְנת־רצֹון
liqró shênat-ratzon láAdonai, vêíom naqám lélohéinu; lênajém kol-avelím.
para proveer a favor de los que están de duelo por Tzión [Sion] y para darles
diadema en lugar de ceniza, aceite de regocijo en lugar de luto y manto de
alabanza en lugar de espíritu desalentado. Ellos serán llamados robles de
justicia, plantío del Eterno, para manifestar su gloria.
(4)
ְֹותְראשֹ ִנָ֖יםְיְקֹוממּוְוְחִ דְשּו֙ ְעָ֣ריְחֹ֔ ֶרב
ַֽׁ ִ ֹותְעֹולםְשַֹֽׁ מְ ָ֥מ
֔ ּובנּו֙ ְחְר ָ֣ב
:ְֹותְדֹורְו ַֽׁדֹור
ָ֥ שַֹֽׁ מְ ָ֖מ
uvanú jorvót 'olám, shómêmót ríshoním iêqomému; vêjidêshú 'árei jórev,
shómêmót dór vadór.
243
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 61
(5)
:יכם
ַֽׁ ֶ רְא ַֽׁכריכֶ ָ֖םְוְ ַֽׁ ֹכ ְרמ
ִ וְ ַֽׁעמְ ָ֣דּוְז ִ ֔ריםְוְרעָ֖ ּוְ ַֽׁצ ֹאנְכֶ םְּובנָ֣יְנ ֔כ
vê'ámêdú zarím, vêra'ú tzónêjém; uvnéi nejár, ikáreijém vêjórêmeijém.
Los ajenos estarán presentes y apacentarán vuestras ovejas, y los hijos de los
extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores.
(6)
ְ ֱֹ֙להינּוְיַֽׁא ָ֖מרְלכֶ םְח֤ילְגֹויִ ם
֔ ְתק ֔ראּוְמְ ַֽׁש ְר ָ֣תיְאִ ֙םְכהֲנ֤יְיהוה
ֹ ַֽׁ וְא ֵ֗ ֶת
:ְםְתתי ַֽׁמרּו
ִ בֹוד
ָ֖ ֹאכלּוְּובִ כ
֔ ת
vêatém kóhanéi Adonai tiqaréu, mêshárêtéi elohéinu, iéamér lajém; jéil goim
tojélu, uvijvodám titiamáru.
244
61-62 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Sus descendientes serán conocidos entre las naciones; y sus retoños, en medio
de los pueblos. Todos los que los vean reconocerán que ellos son la simiente
que el Eterno bendijo.'
(10)
ְישנִ י֙ ְבִ גדי־ ֶ֔ישע ֵ֨ ִיְכיְהִ לב
֤ ִ אֹלה
֔ ְב ַֽׁ ֙יהוהְתג֤לְנפ ִשי ֵ֗ ישְב
ַֽׁ ָּ֧שֹושְא ִ ָ֣ש
:ְיְכחתן֙ ְיְכהָ֣ןְפְ ֔ארְוְככלָ֖הְתע ֶ ָ֥דהְכ ֶ ַֽׁליה
ַֽׁ ֶ ִמְ ִ ָ֥עילְצְד ָ֖קהְיְעטנ
sós asís báAdonai tagél nafshí bélohái, kí hilbishání bigdei-iésha', mê'íl
tzêdaqáh iê'atáni; kéjatan iêjahén pêér, vêjakaláh ta'déh jeléiha.
Porque como la tierra produce sus brotes y como el huerto hace germinar las
semillas sembradas en él, así el Señor Elohim hará germinar la justicia y la
alabanza delante de todas las naciones.
245
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 62
Entonces las naciones verán tu justicia; y todos los reyes, tu gloria. Y te será
dado un nombre nuevo, que la boca del Eterno otorgará.
(3)
תְתפ ֶ ָ֖א ֶרתְבְיד־יהוהְוצנוףְ(ּוצ ִנָ֥יף)ְמְלּוכָ֖הְבְכף־
ִ וְה ִיָ֛יתְע ֶ ֲָ֥ט ֶר
:ְֱֹלהיִ ְך
ַֽׁ א
vêhaít 'atéret tiféret bêiad-Adonai; VTZNVF (utzníf) mêlujáh bêjaf-eloháij.
246
62 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
El Eterno juró por Su mano derecha y por el brazo de Su poder: 'Si diera aún
tu trigo por comida a tus enemigos, o si bebieran los hijos de extraños del vino
nuevo por el cual tú has trabajado.
(9)
ְִ ֤כיְמְאספיו֙ ְ ַֽׁי ֹאכְ ֔ ֻלהּוְוְ ִ ַֽׁהלְלָ֖ ּוְאֶ ת־יהוהְּומקבְצָ֥יוְיִ ש ֻתָ֖הּוְבְחצ ָ֥רֹות
ס:ְקְד ִ ַֽׁשי
kí mêasfav iójêlúhu, vêhílêlú et-Adonai; umqabêtzáv ishtúhu bêjatzrót qodshí.
Más bien, los que lo cosechen lo comerán, y alabarán al Eterno; y los que lo
recolecten lo beberán en los atrios de mi santuario.'
(10)
ְלּוְהמְ ִסלה֙ ְסקְלָ֣ ּו
ַֽׁ ֹ֤עִ ב ֤רּוְעִ ברּו֙ ְבשְע ִ ֔ריםְפנָ֖ ּוְ ֶ ָ֣ד ֶרְךְהעםְסָֹ֣ לּוְס
:ל־הע ִ ַֽׁמים ַֽׁ מ ֔ ֶאבֶ ןְה ִ ָ֥רימּוְנָ֖סְע
'ivrú 'ivrú bashê'arím, panú dérej ha'ám; sólu sólu hámêsilah saqêlú meéven,
harímu nés 'al-há'amím.
¡Pasad, pasad por las puertas! ¡Preparad el camino para el pueblo! ¡Allanad,
allanad la calzada; quitad las piedras! ¡Alzad bandera sobre los pueblos!
(11)
ְץְאמרּו֙ ְלְבת־צִ י֔ ֹוןְהִ נָ֥הְיִ שעְָ֖ך
ִ יעְאֶ ל־קְצָ֣הְה ֔א ֶר ֙ הוהְהִ ש ִֵ֨מ
ֵ֗ הִ נָ֣הְי
:ְְא ֔תֹוְּופעֻל ָ֖תֹוְלְפנַֽׁיו
ִ ֙באְהִ נ֤הְשְכרֹו
hinéh Adonai hishmí'á el-qêtzéh haáretz, imrú lêvat-tzión, hinéh ish'éj bá;
hinéh sêjaró itó, uf'ulató lêfanáv.
247
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 62-63
–¿Por qué está enrojecida tu ropa, y tus vestiduras están como las del que ha
pisado en el lagar?
(3)
ְישְא ֔ ִתיְוְאֶ ד ְרכָ֣םְבְא ֔ ִפי
ִ ין־א
ָ֣ ִ ְא
ַֽׁ ֙יְּומע ִמים
ַֽׁ פּורהְ׀ְד ָ֣רכ ִתיְלְב ִֵ֗ד
ָ֣
:בּושיְאֶ ג ַֽׁאלְ ִתי
ָ֖ וְאֶ רמְ ָ֖סםְ ַֽׁבחֲמ ִתיְוְי֤זְנִ צחם֙ ְעל־בְג ֔דיְוְ ְכל־מל
puráh | darájti lêvadí umé'amim éin-ísh ití, vêedrêjém bêapí, vêermêsém
bájamatí; vêiéz nitzjam 'al-bêgadái, vêjol-malbushái egálêti.
–He pisado el lagar yo solo. De los pueblos nadie estuvo conmigo. Los he
pisado con mi furor, y los he hollado con mi ira. La sangre de ellos salpicó
mis vestiduras, y manché toda mi ropa.
(4)
:ָ֖יְבאה
ַֽׁ ִ ָ֛כיְיָ֥ ֹוםְנ ָ֖קםְבְלִ ִביְּושנָ֥תְגְאּול
kí íom naqám bêlibí; ushnát gêulái báah.
248
63 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(5)
ְֹושעְלִ י֙ ְזְרֹ ֔ ִעיְ ַֽׁוחֲמ ִ ָ֖תי
ַֽׁ תֹומםְוְ ָ֣איןְסֹומְךְו ֤ת
ָ֖ וְאבִ יט֙ ְוְ ָ֣איןְעֹ ֔זרְוְאֶ ש
:ִ ָ֥היאְסְמ ַֽׁכתְנִ י
vêabit vêéin 'ozér, vêeshtomém vêéin soméj; vatóshá' lí zêro'í, vájamatí hí
sêmajátêni.
Con mi furor pisoteé a los pueblos; los embriagué con mi ira y derramé su
sangre por tierra.
(7)
לְכלְאֲשֶ ר־גְמלָ֖נּוְיהוהְוְרב־ ֹ ָ֥ הוהְכְ ִ֕ע֔ ַֽׁחסְ ֵ֨דיְיהו֤הְ׀ְאזכִ יר֙ ְתְהִ לָ֣ תְי
:ְטּוב֙ ְלְבָ֣יתְיִ שר ֔אלְאֲשֶ ר־גְמלָ֥םְכְַֽׁרח ֲָ֖מיוְּוכ ָ֥רֹ בְחֲס ַֽׁדיו
jásêdéi Adonai | azkir têhilót Adonai, kê'ál kól asher-gêmalánu Adonai; vêrav-
tuv lêvéit Israél, asher-gêmalám kêrajamáv ujróv jasadáv.
Las misericordias del Eterno recordaré, y las alabanzas del Eterno, conforme a
todo lo que el Eterno nos ha recompensado, y a su gran bondad para con la
casa de Israel. Él nos ha recompensado según su misericordia y su gran
compasión.
(8)
:מֹושיע
ַֽׁ ִ ְיְהמהְב ִנָ֖יםְ ָ֣ל ֹאְיְשקרּוְוי ִ ָ֥היְל ֶהָ֖םְל
֔ ו ֵ֨י ֹאמֶ ר֙ ְאְך־ע ִ ָ֣מ
vaiómer aj-'amí hémah, baním ló iêshaqéru; vaihí lahém lêmoshí'a.
249
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו ְIeshaiáhu / Isaías 63
(10)
ָ֖בְהּואְנִ לחם־
ָ֥ ת־רּוחְקְדשֹוְויַֽׁהפְָ֥ךְל ֶהָ֛םְלְאֹוי
ָ֣ ֶוְהָ֛מהְמ ָ֥רּוְוְעִ צְ ָ֖בּוְא
:ַֽׁבם
vêhémah marú vê'itzêvú et-rúaj qodshó; vaiéhaféj lahém lêoiév hú niljam-
bám.
Él es el que los condujo por los abismos, como a un caballo en el desierto, sin
que tropezaran.
(14)
ְ ְָ֖לע ֲָ֥שֹותְלְך
ַֽׁ נּוְכןְנִ הָ֣גתְעמְ ֔ך
ַ֚ יחֶ ִכבְהמה֙ ְבבִ קעָ֣הְת ֔רדְ ָ֥רּוחְיהוָ֖הְתְנ
:ְםְתפ ַֽׁא ֶרת
ִ ָ֥ש
kabêhemah babiq'áh teréd, rúaj Adonai tênijénu; kén nihágta 'amêjá, lá'asót
lêjá shém tifáret.
El espíritu del Eterno les dio reposo, como al ganado que desciende al valle.
Así condujiste a tu pueblo, conquistando para ti un nombre glorioso.
250
63 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(15)
ְ ֙הְמזְבֻ ָ֥לְקְדשְךָ֖ ְוְ ִתפאר ֶתךְאי֤הְקִ נ ַֽׁאתְך ִ ֤טְמש ֵ֨מיִ ם֙ ְּור ֔אִ הב
:ּוג ָ֣בּורֹ ֔ ֶתךְה ֲָ֥מֹוןְמעֶ ָ֛יךְוְַֽׁרח ֶ ֲָ֖מיךְאלָ֥יְהִ תא ַֽׁפקּו
habét mishamáim uréh, mizêvúl qodshêjá vêtifartéja; aiéh qinátêjá ugvúrotéja,
hamón me'éja vêrajaméja elái hitapáqu.
Por poco tiempo tu pueblo poseyó tu lugar santo, pero nuestros adversarios
han pisoteado tu santuario.
(19)
ְיהםְלַֽׁ ּוא־ק ֤רעת
ֶ אְשמךָ֖ ְעֲל
ִ ְבםְ ַֽׁל ֹא־נִ ק ָ֥ר ֔ ינּוְמעֹולם֙ ְ ַֽׁל ֹא־מ ָ֣שלת
ַֽׁ ה ִֵ֗י
:ְְמפנֶ ָ֖יךְה ִ ָ֥ריםְנ ַֹֽׁזלּו
ִ ש ֵ֨מיִ ם֙ ְי ֔רדת
haínu mé'olam ló-mashálta bám, ló-niqrá shimjá 'aleihém; lú-qará'ta shamáim
iarádta, mipanéja harím nazólu.
251
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו ְIeshaiáhu / Isaías 63-64
Hemos venido a ser como aquellos sobre quienes tú jamás has señoreado y
sobre los cuales nunca ha sido invocado tu nombre. ¡Oh, si desgarraras los
cielos y descendieras! Ante tu presencia temblarían los montes,
Sales al encuentro del que con alegría hace justicia, de los que te recuerdan en
sus caminos. He aquí, tú te airaste cuando pecamos. En esta situación hemos
permanecido desde hace mucho tiempo, ¿y seremos salvos?
252
64 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(5)
ְלְכעלֶה֙ ְכ ֻ֔לנּו
ַֽׁ ֶ ֶונְ ִ ֤היְכטמא֙ ְכ ֻ֔לנּוְּוכ ֶ ָ֥בגֶדְעִ ִ ָ֖דיםְכְל־צִ דקֹ תינּוְונ֤ב
:ַֽׁועֲֹונָ֖נּוְכ ָ֥רּוחְיִ ש ֻ ַֽׁאנּו
vanêhí jatame kulánu, ujvéged 'idím kol-tzidqotéinu; vanável ké'aleh kulánu,
vá'aonénu karúaj isaúnu.
Todos nosotros somos como cosa impura, y todas nuestras obras justas son
como trapo de inmundicia. Todos nosotros nos hemos marchitado como hojas,
y nuestras iniquidades nos han llevado como el viento.
(6)
ְְמ ֔ ֶמנּו
ִ ְ֙ךְכי־הִ ס ֤תרתְפ ֵֶ֨ניך
ַֽׁ ִ עֹוררְלְ ַֽׁהחֲזִ ָ֣יקְב
ָ֖ ְמת
ִ ין־קֹוראְבְ ִשמ ֔ך
ָ֣ וְא
:ותְמּוגָ֖נּוְבְיד־עֲֹונַֽׁנּו
vêein-qoré vêshimjá, mit'orér lêhájazíq báj; kí-histárta fanéjá miménu,
vatêmugénu bêiad-'aonénu.
Tus santas ciudades se han vuelto un desierto. Tzión [Sion] ha llegado a ser un
desierto, Ierushalaim [Jerusalén] una desolación.
253
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 64-65
(10)
ְרְהלְ ֵ֨לּוך֙ ְאֲבֹ ֔תינּוְהיָ֖הְלִ ש ָ֣רפתְאש
ַֽׁ ִ ֲש
֤ ֶ ָּ֧ביתְקְד ָ֣שנּוְוְ ִתפאר ֵ֗תנּוְא
:ל־מחֲמ ָ֖דינּוְהיָ֥הְלְחְר ַֽׁבה
ַֽׁ ְוְכ
béit qodshénu vêtifarténu ashér hílêlújá avotéinu, haiáh lisréfat ésh; vêjol-
májamadéinu haiáh lêjorbáh.
'Me dejé buscar por los que no preguntaban por Mí; Me dejé hallar por los que
no Me buscaban. A una nación que no llama en Mi Nombre dije: '¡Aquí estoy;
aquí estoy!'
(2)
ְֹא־טֹובְאחָ֖ר
֔ פ ָּ֧רש ִתיְי ָ֛דיְכְל־היָ֖ ֹוםְאֶ ל־עָ֣םְסֹוררְההַֹֽׁ לְכִ ים֙ ְה ֶ ָ֣ד ֶרְךְל
:יהםַֽׁ ֶ מחשְבַֹֽׁ ת
perásti iadái kol-haióm el-'ám sorér; hahólêjim hadérej lo-tóv, ajár
majshêvóteihém.
Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde que anda por un camino
que no es bueno, tras sus propios pensamientos.
(3)
ידְזבְחִ ים֙ ְבגנ֔ ֹותְּוַֽׁ מקטְ ִ ָ֖ריםְעל־
ַֹֽׁ ה ֵ֗עםְהמכעִ ִ ָ֥סיםְאֹ ִ ָ֛תיְעל־פנָ֖יְת ִמ
:הלְב ִ ַֽׁנים
254
65 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Ellos dicen: 'Quédate en tu lugar. No te acerques a mí, porque soy más santo
que tú.' Éstos son como humo en mis narices, fuego que arde todo el día.
(6)
:ם־ש ֔למ ִתיְוְ ִשלמ ִ ָ֖תיְעל־ח ַֽׁיקם
ִ יְא
ִ ְכ
ָ֣ ִ ֙אְאחֱשֶ ה
ַֽׁ ֶ ֹ הִ נָ֥הְכְתּובָ֖הְלְפניְ ֤ל
hinéh jêtuváh lêfanái; ló éjesheh kí im-shilámti, vêshilamtí 'al-jeiqám.
'He aquí que está escrito delante de mí. No callaré, sino que daré la
retribución; sí, les daré su retribución en su propio seno.
(7)
ֲשרְקִ טְרּו֙ ְעל־
֤ ֶ הוהְא ֔ ֶםְועֲֹו ֵֹ֨נתְא ֲַֽׁבֹותיכֶ ֤םְיחדו֙ ְא ָ֣מרְי
ַֽׁ ָ֠ ֲעֹו ַֽׁ ֹנתיכ
ְ)םְראשֹ נָ֖הְעל־ְ(אֶ ל־ ַֽׁ ִ ֹותְח ְרפּונִ יְּומדֹ ִ ָּ֧תיְפְעֻל ָ֛ת
ַֽׁ ֶָ֖הָ֣ה ִ ֔ריםְוְעל־הגְבע
ס:ְח ַֽׁיקם
'áonóteijem vá'aonót avóteijém iajdav amár Adonai, ashér qitêrú 'al-héharím,
vê'al-hagêva'ót jérêfúni; umadotí fê'ulatám ríshonáh 'l- (el-) jeiqám.
255
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 65
(8)
הְכאֲשֵֶ֨ רְיִ מצ֤אְה ִתירֹוש֙ ְ ַֽׁבאֶ שכ֔ ֹולְוְאמר֙ ְאל־ ַֽׁ הו
ֵ֗ ָ֣ ֹכהְ׀ְא ָ֣מרְי
ְיְהשְ ִ ָ֥חית
ַֽׁ ֤ןְאעֱשֶ ה֙ ְלְ ָ֣מעןְעֲב ֔דיְלְבִ ל ִ ָ֖ת
ַֽׁ ֶ הּוְכיְבְרכָ֖הְבֹוְכ
ָ֥ ִ תשחִ ֔ית
:ְה ַֽׁ ֹכל
kóh | amár Adonai káashér imatzé hatirosh báeshkól, vêamar al-tashjitéhu, kí
vêrajáh bó; kén é'eseh lêmá'an 'avadái, lêviltí háshêjít hakól.
Así ha dicho el Eterno: 'Como cuando alguien halla jugo en un racimo de uvas
y dice: 'No lo destruyas, porque en él hay bendición', así procederé yo por
causa de mis siervos para no destruirlo del todo.
(9)
ְיְועֲב ָ֖די
ַֽׁ יר
֔ ִיְויר ָ֣שּוהְבְח
ַֽׁ ִ הְיֹורשְהר
ָ֣ יהּוד
ָ֖ עְּומ
ַֽׁ ִ אתיְ ִ ַֽׁמיעֲקֹ ב֙ ְ ֶ֔זר֤ ִ וְ ַֽׁהֹוצ
:נּו־שמה ַֽׁ ְיִ שכ
vêhótzetí mía'aqov zéra', umíhudáh iorésh harái; víreshúha vêjirái, vá'avadái
ishkênu-shámah.
'Pero vosotros, los que abandonáis al Eterno, los que os olvidáis de mi monte
santo, los que preparáis mesa para la Fortuna y vertís vino mezclado para el
Destino,
256
65 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
(12)
ְאתי֙ ְוְ ָ֣ל ֹא ִ חְתכ ֔רעּוְי֤עןְק ֵ֨ר
ִ יתיְאֶ ת ֶֶ֜כםְל ֵ֗ ֶח ֶרבְוְכֻלְכֶם֙ ְל ֶ ָ֣טב
ִ ּומ ֵ֨ ִנ
ֲשרְ ַֽׁל ֹא־ ָ֥ ֶ יְּובא
ַֽׁ םְדבָ֖ר ִתיְוְ ָ֣ל ֹאְשְמע ֶתםְו ַֽׁתע ֲ֤שּוְהרע֙ ְבְע ֔ינִ ית
ֶ ֔ ִעֲנ
פ:חפָ֖צ ִתיְבְחר ֶ ַֽׁתם
umaníti etjém lajérev vêjulêjem latévaj tijrá'u, iá'an qarátí vêló 'anitém, dibárti
vêló shêma'tém; vatá'asú hara' bê'einái, uváashér ló-jafátzti bêjartém.
Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí que mis siervos comerán,
pero vosotros tendréis hambre; mis siervos beberán, pero vosotros tendréis
sed; mis siervos se alegrarán, pero vosotros seréis avergonzados.
(14)
ְרְרּוח
ָ֖ ֶבְּומ ָ֥שב
ִ בְל ֔ ְמכְ ָ֣א
ִ ֙םְתצעֲקּו
ִ נּוְמ ָ֣טּובְלבְוְא ֶ ֤ת
ִ ֹהִ נָּ֧הְעֲב ָ֛דיְי ָ֖ר
:תְי ִ ַֽׁלילּו
hinéh 'avadái iarónu mitúv lév; vêatém titz'aqú mikêév lév, umishéver rúaj
têielílu.
He aquí que mis siervos cantarán por el júbilo del corazón, pero vosotros
gritaréis por el dolor del corazón, y gemiréis por el quebrantamiento del
espíritu.
(15)
ְהוהְוְ ַֽׁלעֲב ָ֥דיו
ִ יריְ ֶוה ִ ֱַֽׁמיתְךָ֖ ְאֲדֹ נָ֣יְי
֔ ִםְשמכֶ ֤םְלִ שבּועה֙ ְלִ בחִ וְהִ נח ֵ֨ ֶת
:ְאְשםְא ַֽׁחר
ָ֥ יִ ק ָ֖ר
vêhinajtém shimjém lishvu'ah livjirái, vehemítêjá adonái IHVÍH; vêlá'avadáv
iqrá shém ajér.
Dejaréis vuestro nombre como maldición a mis elegidos. El Señor [Dios] el
Eterno te hará morir, pero a sus siervos llamará con otro nombre.
(16)
ְְבאֹלהָ֣יְא ֔מןְוְהנִ שבָ֣עְב ֔א ֶרץְיִ שבָ֖ע ַֽׁ ֙אֲשֵֶ֨ רְה ִמתב ֶ֜רְךְב ֵ֗א ֶרץְיִ תברְך
:ּוְמעינַֽׁי
ַֽׁ ןְכיְנִ שכְ ֵ֗חּוְהצרֹות֙ ְה ִ ָ֣ראשֹ נ֔ ֹותְוְ ִ ָ֥כיְנִ סתְ ָ֖ר
ָ֣ ִ ַֽׁבאֹלהָ֣יְאמ
257
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 65
Porque he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva. No habrá más
memoria de las cosas primeras, ni vendrán más al pensamiento.
(18)
יְבֹוראְאֶ ת־
ָּ֧ ֲשרְ ֲא ִנָ֣יְבֹוראְכִ יְ֩הִ נְ ֵ֨ ִנ
ָ֖ ֶ י־עדְא
֔ ם־שישּוְוְ ִֵ֨גילּו֙ ְעֲד֤ ִ י־א ִ ִ ַֽׁכ
:יְ ַֽׁרּוש ָ֛ל ִםְגִ ילָ֖הְוְע ָ֥מּהְמ ַֽׁשֹוש
kí-im-sísu vêgílú 'adei-'ád, ashér aní voré; kí hinêní voré et-Iêrúshaláim giláh
vê'amáĥ masós.
Más bien, gozaos y alegraos para siempre en las cosas que yo he creado.
Porque he aquí que yo he creado a Ierushalaim [Jerusalén] para alegría, y a su
pueblo para gozo.
(19)
ְוְגל ִ ָ֥תיְבִ ַֽׁירּוש ָ֖ל ִםְוְשש ִ ָ֣תיְבְע ִמיְוְ ַֽׁל ֹא־יִ ש ָ֥מעְבּה֙ ְ֔עֹודְ ָ֥קֹולְבְ ִ ָ֖כי
:וְ ָ֥קֹולְזְע ַֽׁקה
vêgaltí virúshaláim vêsastí vê'amí; vêló-ishamá' baĥ 'ód, qól bêjí vêqól
zê'aqáh.
258
65 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
No habrá allí más bebés que vivan pocos días, ni viejos que no completen sus
días. Porque el más joven morirá a los cien años, y el que no llegue a los cien
años será considerado maldito.
(21)
:ּובנָ֥ ּוְבְ ִ ָ֖תיםְוְישבּוְוְנַֽׁטְעָ֣ ּוְכְר ִ֔מיםְוְ ַֽׁאכְלָ֖ ּוְפִ ריַֽׁם
uvanú votím vêiashávu; vênátê'ú jêramím, vêájêlú piriám.
No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque
como la edad de los árboles será la edad de mi pueblo. Mis escogidos
disfrutarán plenamente de las obras de sus manos.
(23)
ְְהמה
֔ ֙הְכיְ ֶֶ֜זרעְבְרּוכ֤יְיהוה
ָ֣ ִ אְייגְעּו֙ ְל ִ ֔ריקְוְ ָ֥ל ֹאְיַֽׁלְ ָ֖דּוְל ֶ ַֽׁבהל ַֽׁ ִ ֹ ֤ל
:ְָ֖םְא ַֽׁתם
ִ יה ֶ וְצֶ א ֱַֽׁצא
ló ígê'ú laríq, vêló iélêdú labéhaláh; kí zéra' bêrujéi Adonai hémah,
vêtzeetzáeihém itám.
'El lobo y el cordero pacerán juntos. El león comerá paja como el buey, y la
serpiente se alimentará de polvo. No harán daño ni destruirán en todo mi santo
monte', ha dicho el Eterno.
259
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 66
Mi mano hizo todas estas cosas; es así como todas estas cosas llegaron a
existir, dice el Eterno. Pero a éste miraré con aprobación: al que es humilde y
contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra.
(3)
֤הְמנחה֙ ְדם־
ִ ֶבְמעֲל
ַֽׁ ְע ַֽׁרףְ ֶ֔כל
ֹ ָ֣ ֙ה־אישְזֹוב֤חְהשֶ ה ִֵ֗ שֹוחטְה ֶ֜שֹורְמכ ֵ֨
ְיהם
ֶ ֔ הְבחֲרּו֙ ְבְדרכ
ַֽׁ ם־המ ֵ֗ ֲח ֔ ִזירְמז ִ ָ֥כירְלְבֹ נָ֖הְמְב ַָֽׁ֣רְךְאוֶןְג
:יהָ֖םְנפ ָ֥שםְחפְַֽׁצה ֶ ּוב ִש ַֽׁקּוצ
shojét hashór makeh-ísh zovéaj haseh 'óréf kélev, má'aléh minjah dam-jazír,
mazkír lêvonáh mêváréj áven; gam-hémah bájarú bêdarjeihém,
uvshiqútzeihém nafshám jafétzah.
'El que mata un toro es como el que mata a un hombre; el que sacrifica una
oveja es como el que desnuca un perro; el que presenta ofrenda vegetal es
como el que presenta sangre de cerdo; el que hace una ofrenda memorial de
incienso es como si bendijese a un ídolo. Así como ellos escogieron sus
propios caminos y sus almas se complacieron en sus abominaciones,
(4)
ְאתי֙ ְוְ ָ֣אין
ִ יהםְּומגַֽׁ ּורֹ תם֙ ְא ִ ָ֣ביאְל ֔ ֶהםְי֤עןְק ֵ֨ר
ֶ ֵ֗ גם־א ֞ ֲִניְאֶ בחָ֣רְבְתע ֲֻלַֽׁל
ְֲשרְ ַֽׁל ֹא־חפָ֖צ ִתי
ָ֥ ֶ יְּובא
ַֽׁ הְדבָ֖ר ִתיְוְ ָ֣ל ֹאְשמעּוְו ַֽׁיע ֲ֤שּוְהרע֙ ְבְע ֔ינִ עֹו ֶ֔נ
ס:ב ַֽׁחרּו
260
66 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
gam-aní evjár bêta'alúleihém umgúrotam aví lahém, iá'an qarátí vêéin 'onéh,
dibárti vêló shamé'u; vaiá'asú hara' bê'einái, uváashér ló-jafátzti bajáru.
yo también escogeré tratarlos con penurias y traeré sobre ellos lo que temen.
Por cuanto llamé, y nadie respondió; hablé, y no escucharon. Más bien,
hicieron lo malo ante mis ojos y escogieron lo que no me agrada.'
(5)
ְשנְאי ֶֶ֜כם
ֹ ַֽׁ ְֹוְאמְרּוְ֩אֲחי ֵֶ֨כם
ַֽׁ הְהחֲר ִ ָ֖דיםְאֶ ל־דְבר
ַֽׁ הו֔ ִשמעּו֙ ְדְבר־י
:ְהוהְוְנִ ר ֶ ָ֥אהְבְ ִשמחתכֶ ָ֖םְוְהָ֥םְיבַֹֽׁ שּו
֔ מְנדי ֵֶ֗כםְלְ ֤מעןְשְ ִמי֙ ְיִ כבָ֣דְי
shim'ú dêvar-Adonai, hájaredím el-dêvaró; ámêrú ajeijém sónêeijém
mênadeijém lêmá'an shêmí ijbád Adonai, vêniréh vêsimjatjém vêhém
ievóshu.
Escuchad la palabra del Eterno, vosotros los que tembláis ante su palabra:
'Vuestros hermanos, que os aborrecen y os excluyen por causa de mi nombre,
han dicho: 'el Eterno sea glorificado, y veamos vuestra alegría.' Pero ellos
serán avergonzados.
(6)
:ְהוהְמְשלָ֥םְגְ ָ֖מּולְלְאַֹֽׁ יְ ַֽׁביו
֔ לְקֹולְי
ָ֣ ֹולְמהיכ
ַֽׁ ֤קֹולְשאֹון֙ ְמ ֔ ִעירְ ָ֖ק
qól shaon me'ír, qól méheijál; qól Adonai, mêshalém gêmúl lêóiêváv.
'¡Antes que estuviese de parto, dio a luz un hijo! ¡Antes que le viniesen los
dolores, dio a luz un varón!
(8)
ְדְאם־יִ ּו ַָֽׁ֥לד
ִ לְא ֶרץ֙ ְבְיָ֣ ֹוםְאֶ ֔ח
ֶ ֵ֨ אתְמיְראה֙ ְכ ֔אלֶהְהֲי֤ ּוח
֤ ִ ֹ ִ ַֽׁמי־ש ָ֣מעְכ ֵ֗ז
:גָ֖ ֹויְפָ֣עםְאֶ חתְכִ י־חָ֛להְגם־יַֽׁלְ ָ֥דהְצִ יָ֖ ֹוןְאֶ ת־ב ֶנַֽׁיה
mí-shamá' kazót mí raah kaéleh, haíujal éretz bêíom ejád, im-iváléd gói pá'am
eját; ki-jálah gam-iálêdáh tzión et-banéiha.
¿Quién ha oído cosa semejante? ¿Quién ha visto tales cosas? ¿Podrá nacer un
país en un solo día? ¿Nacerá una nación en un instante? Pues en cuanto Tzión
[Sion] estuvo de parto, dio a luz sus hijos.
(9)
ְמֹולידְוְעצָ֖ר ִתי
ָ֛ ִ הְאם־א ֲִנָּ֧יְה
ִ ֹאמרְיהו
ָ֣ אְאֹולידְי
ָ֖ ִ ֹ ַֽׁהא ֲִנָ֥יְאש ִ ָ֛בירְוְ ָ֥ל
ס:ְֱֹלהיִ ְך ַֽׁ א ָ֥מרְא
261
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 66
háaní ashbír vêló olíd iomár Adonai; im-aní hamolíd vê'atzárti amár eloháij.
Yo que abro la matriz, ¿no haré dar a luz?, ha dicho el Eterno. Yo que hago
nacer, ¿la habré de cerrar?, ha dicho tu Elohim.
(10)
ֹושְכל־
ְ ישּוְאתּה֙ ְמ ֔ש
ִ ְש
֤ ִ ִשמ ָּ֧חּוְאֶ ת־יְ ַֽׁרּוש ָ֛ל ִםְוְ ִגָ֥ילּוְבָּ֖הְכְל־אַֹֽׁ ה ֲֶביה
:ה ִ ַֽׁמתְאבְ ִ ָ֖ליםְע ֶ ַֽׁליה
simjú et-Iêrúshaláim vêgílu váĥ kol-óhavéiha; sísu itaĥ masós, kol-
hamítêabêlím 'aléiha.
'Alegraos con Ierushalaim [Jerusalén], y gozaos con ella, todos los que la
amáis. Regocijaos, todos los que estáis de duelo por ella,
(11)
ְםְמשָֹ֖ דְתנח ֶֻמיהְלְ ָּ֧מעןְתמָֹ֛ צּוְוְהִ תענג ֶ ָ֖תם
ִ ןְתינְקּו֙ ְּושבע ֔ ֶת
ַֽׁ ִ לְ ֤מע
ס:בֹודּהַֽׁ ְִמזִ ָ֥יזְכ
lêmá'an tínêqú usva'tém, mishód tanjuméiha; lêmá'an tamótzu vêhit'anagtém
mizíz kêvodáĥ.
para que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones, para que
chupéis y os deleitéis a seno lleno.'
(12)
ְלְשֹוטף
ָ֛ ה־אלֶיהְכְנ ֵ֨הרְש ֶ֜לֹוםְּוכנָּ֧ח ָ֠ הוהְהִ נְ ִנָ֣יְנֹ ֶ ַֽׁט
ֵ֗ י־כהְ׀ְא ָ֣מרְי ֹ ָ֣ ִכ
:ְְתנ ֔שאּוְוְעל־בִ רכָ֖יִ םְתְ ַֽׁשעְ ַֽׁשעּו
ִ ָ֖֙םְוינק ֶתםְעל־צד ַֽׁ ִ ֹודְגֹוי
ִ כְ ָ֥ב
ki-jóh | amár Adonai hinêní notéh-éleiha kênahár shalóm ujnájal shotéf kêvód
goím vínaqtém; 'al-tzad tinaséu, vê'al-birkáim têshá'oshá'u.
Porque así ha dicho el Eterno: 'He aquí que yo extiendo sobre ella la paz como
un río, y la gloria de las naciones como un arroyo que se desborda. Mamaréis
y seréis traídos sobre la cadera, y sobre las rodillas seréis acariciados.
(13)
:֤ןְאנֹ כִ י֙ ְאֲנָ֣חֶ מ ֶ֔כםְּובִ ַֽׁירּוש ָ֖ל ִםְתְנ ַֻֽׁחמּו
ַֽׁ רְא ָ֖מֹוְתְ ַֽׁנח ֲֶמנּוְכ
ִ ֲשָ֥ ֶ כְ ִִ֕אישְא
kêísh ashér imó tênájaménu; kén ánojí anájemjém, uvirúshaláim tênujámu.
262
66 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
Porque he aquí que el Eterno vendrá con fuego, y sus carros como torbellino,
para descargar su ira con ardor y su reprensión con llamas de fuego.
(16)
:ְּוְחלְלָ֥יְיהוַֽׁה
ַֽׁ ִ ֤כיְבאש֙ ְיהוָ֣הְנִ ש ֔פטְּובחר ָ֖בֹוְאֶ ת־כְל־בשרְוְר ָ֖ב
kí vaesh Adonai nishpát, uvjarbó et-kol-basár; vêrabú jálêléi Adonai.
Porque el Eterno será juzgado con fuego; y con Su espada, a todo mortal.
Muchos serán los que morirán a causa del Eterno.
(17)
ְה ִמתקדְ ֵ֨ ִשיםְוְה ִ ַֽׁמטה ִ ֲֶ֜ריםְאֶ ל־הגנֵ֗ ֹותְאח֤רְאחדְ(אחת֙ )ְב ֔תוְֶך
:ְרְה ֲח ֔ ִזירְוְה ֶ ָ֖שקֶ ץְוְ ַֽׁהעכברְיח ָ֥דוְיסֻ ָ֖פּוְנְאֻם־יהוַֽׁה
ַֽׁ אַֹֽׁ כְלי֙ ְבְ ָ֣ש
hamitqadêshím vêhamítaharím el-haganót ajár JD (ajat) batávej, ójêleí bêsár
hájazír, vêhashéqetz vêhá'ajbár; iajdáv iasúfu nêum-Adonai.
263
יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו Ieshaiáhu / Isaías 66
(19)
ְגֹויםְתר ֵ֨ ִשיש ִ֞ יםְאל־ה ַֽׁ ֶ יט ִ ָ֣םְ׀ְפל
ְָ֠ םְאֹותְוְ ִשלח ִ ָ֣תיְמ ֶה ֵ֗ וְשמ ֵ֨ ִתיְב ֶ֜ ֶה
ַֽׁ ָֽןְה ִא ִי
ְָ֣יםְהרְחֹ ֵ֗ ִקיםְאֲשֵֶ֨ רְ ַֽׁל ֹא־שְמְע֤ ּו ַֽׁ יְקשֶ תְתֻ בָ֣לְוְיו
ָ֖ ֶ ָ֥פּולְוְלָ֛ ּודְמָֹ֥ שכ
:גֹוים
ַֽׁ ִ בֹודיְב
ָ֖ ִ ְבֹודיְוְהִ ִגָ֥ידּוְאֶ ת־כ
ִ֔ ְת־שמעִ י֙ ְוְ ַֽׁל ֹא־ר ָ֣אּוְאֶ ת־כ
ִ ֶא
vêsamtí vahém ót vêshilajtí mehém | pêleitim él-hagoím tarshísh púl vêlúd
móshjei qéshet tuvál vêiaván; háiím hárêjoqím ashér ló-shomê'ú et-shim'í
vêló-raú et-kêvodí, vêhigídu et-kêvodí bagoím.
Y pondré en medio de ellas una señal; y enviaré los escapados de ellas a las
naciones, a Tarsís, a Pul y a Lud, cuyos pueblos saben manejar el arco, a
Tubal y a Javán, y a los moradores de las islas lejanas que no han oído Mi
fama ni han visto Mi gloria; y ellos anunciarán Mi gloria entre las naciones.
(20)
ְסּוסים ִָ֡ יהוהְב ָ֡ ָ֣הְ׀ְל
ַֽׁ ָ֣םְ׀ְמנח
ִ גֹוי
ִ ָ֣םְמכְל־ה
ִ ֶוְה ִ ָ֣ביאּוְאֶ ת־כְל־אֲחיכ
ְָּ֠וב ֶרכֶבְּובצ ִֵ֨ביםְּובפְר ִֶ֜דיםְּובכִ רכ ֵ֗רֹותְעָ֣לְהָ֥רְקְד ִ ָ֛שיְיְ ַֽׁרּוש ָ֖ל ִם
ְֲשרְיבִ יאּוְ֩בְ ֵ֨ניְיִ שר ָּ֧אלְאֶ ת־ה ִמנחָ֛הְבִ כ ִ ָ֥ליְט ָ֖הֹור ָ֣ ֶ הְכא
ְַֽׁ א ָ֣מרְיהו
:ְבָ֥יתְיהוַֽׁה
vêhevíu et-kol-ajeijém mikol-hagoím | minjáh | láAdonai basusím úvarejev
uvatzabím uvapêradím uvakirkarót 'ál hár qodshí Iêrúshaláim amár Adonai;
káashér iaviú vênéi Israél et-haminjáh bijlí tahór béit Adonai.
Y también de entre ellos tomaré para los sacerdotes y para los levitas, ha
dicho el Eterno.
(22)
ְרְאֲנָ֥יְעֹ ֶ ָ֛שה
ִ ֵֶ֨ץְהחֲד ֶ֜שהְאֲש ַֽׁ םְהחֲד ִשיםְוְה ֵ֨א ֶר
ַֽׁ ָ֠ ֲִשרְהש ָ֣מי
ָ֣ ֶ יְכא
ַֽׁ ִ ָ֣כ
:ְָ֛ןְיעֲמָֹ֥ דְזרעֲכֶ ָ֖םְוְ ִשמ ֶ ַֽׁכם
ַֽׁ ַֽׁ ֹעמְ ִ ָ֥דיםְלְפנָ֖יְנְאֻם־יהוהְכ
kí jáashér hashamáim hájadashim vêhaáretz hájadasháh ashér aní 'oséh
'ómêdím lêfanái nêum-Adonai; kén iá'amód zar'ajém vêshimjém.
264
66 Ieshaiáhu / Isaías יְ ַֽׁשעְיָ֣הּו
'Sucederá que de mes en mes y de shabbat en shabbat vendrá todo mortal para
postrarse delante de mí, ha dicho el Eterno.
(24)
ְיְכיְ ַֽׁתֹולע ֞תםְ ָ֣ל ֹאְת ֵ֗מּות
ָ֣ ִ יםְב
ִ ְהאֲנ ֔ ִשיםְה ַֽׁ ֹפשְ ִ ָ֖ע
ַֽׁ ֙וְיַֽׁצְ ָ֣אּוְוְר ֔אּוְבְפִ גרי
:ּוְדר ָ֖אֹוןְלְכְל־ב ַֽׁשר ַֽׁ ָ֥אְתכ ֔ ֶבהְוְהי
ִ ֹ וְ ִאשם֙ ְ ָ֣ל
vêiátzêú vêraú, bêfigreí háanashím, hapóshê'ím bí; kí tóla'tám ló tamút
vêisham ló tijbéh, vêhaíu déraón lêjol-basár.
Entonces saldrán y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra
mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará. Y serán un horror
para todo mortal.'
265
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 1
יִ ְרמְְיָ֖הּו
Irmiáhu – Jeremías Capitulo 1
(1)
ְרְבעֲנ ֔תֹותְבְְ ֶּ ָ֖א ֶּרץ
ֹּֽ ַ ֲש
ֶׁ֣ ֶּ ָּ֑הּוְמן־הַ ֹּֽכהֲנִ ים֙ ְא
ִ ִדבְ ֵ֥ריְיִ ְרמְְיָ֖הּוְבֶּ ן־חִ לְ קִ י
:בִ נְ י ִ ֹּֽמן
divréi Irmêiáhu ben-Jilqiáhu; min-hakóhanim ashér bá'anatót, bêéretz
Biniamín.
Las palabras de Irmiáhu [Jeremías] hijo de Hilquías, de los sacerdotes que
estaban en Anatot, en la tierra de Benjamín.
(2)
ְהּודה
ָּ֑ ְְאשיֵ֥הּוְבֶּ ן־א ָ֖מֹוןְ ֶּ ֶׁ֣מלְֶּךְי
ִ יְי
ֹּֽ ימ
ֵ֛ ִאֲשֶֶּׁ֨ רְהיָ֤הְדְְבַ ר־יְ הוה֙ ְא ֔ליוְב
:ְבִ ְשֹלש־ע ְֶּש ֵ֥רהְשנָ֖הְלְְמְלְ כֹּֽ ֹו
ashér haiáh dêvar-Adonai eláv, biméi Ióshiáhu ven-amón mélej Iêhudáh;
bishlosh-'esréh shanáh lêmoljó.
La palabra del Eterno le vino en los días de Josías hijo de Amón, rey de
Iehudá [Judá], en el año 13 de su reinado.
(3)
ְהּודהְעַ ד־תם֙ ְע ְַש ֶׁ֣תיְע ְֶּש ֶׁ֣רה ֔ ְְְמלְֶּךְי
ֶׁ֣ ֶּ ֙אש ֶׁ֨יהּו
ִ ן־י
ֹּֽ ֶּימיְיְְ ֹּֽהֹוי ִ ָ֤קיםְב
ֶׁ֨ ִוַיְ ִִ֗היְב
ְהּודהְעַד־גְְלֵ֥ ֹותְיְְ ֹּֽרּושלַ ָ֖ ִםְבַ ֵ֥חדֶּ ש
ָּ֑ ְְָ֖הּוְמלְֶּךְי
ֶׁ֣ ֶּ אשי ִ ן־יֹּֽ ֶּש ֔נהְלְְצִ ְדקִ יֵ֥הּוְב
פ:ישי ֹּֽ ִ ַ ֹּֽהח ֲִמ
vaihí biméi Iêhóiaqím ben-Ióshiáhu mélej Iêhudáh, 'ad-tom 'ashtéi 'esréh
shanáh, lêTzidqiáhu ven-Ióshiáhu mélej Iêhudáh; 'ad-gêlót Iêrúshaláim
bajódesh hájamishí.
También le vino en los días de Joacim hijo de Josías, rey de Iehudá [Judá],
hasta el final del año 11 de Sedequías hijo de Josías, rey de Iehudá [Judá], es
decir, hasta la cautividad de Ierushalaim [Jerusalén] en el mes quinto.
(4)
:ְאמר
ֹּֽ וַיְ ִ ֵ֥היְדְְבַ ר־יְ הוָ֖הְאלַ ֵ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór.
Vino a mí la palabra del Eterno, diciendo:
(5)
ְבְְ ֶׁ֨ ֶּט ֶּרםְאצורךְ(אֶּ צְ ְְרךָ֤ )ְבַ ֶׁ֨ ֶּבטֶּ ן֙ ְיְְדַ עְ ֔ ִתיךְּובְ ֶּ ֵ֛ט ֶּרםְתצֵ֥אְמ ֶּ ָ֖רחֶּ ם
:ַגֹויָ֖םְנְְתַ ִ ֹּֽתיך ִ הִ קְ דַ ְש ִ ָּ֑תיךְנ ִ ֵ֥ביאְל
266
1 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
267
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 1
Mira, en este día te he constituido sobre naciones y sobre reinos, para arrancar
y desmenuzar, para arruinar y destruir, para edificar y plantar.
(11)
ְרְמה־אַ ֵ֥תהְר ֶּ ָ֖אהְיִ ְרמְְיָּ֑הּוְוֹּֽא ַ֕ ַמרְמַ ֵ֥קל
ֹּֽ אמ
֔ וַיְ ִ ָ֤היְדְְבַ ר־יְ הוה֙ ְאלַ ֶׁ֣יְל
:ְש ָ֖קדְא ֲִנֵ֥יְר ֶּ ֹּֽאה
vaihí dêvar-Adonai elái lemór, máh-atáh roéh Irmêiáhu; váomár maqél shaqéd
aní roéh.
Y el Eterno me dijo: –Has visto bien, porque yo vigilo sobre mi palabra para
ponerla por obra.
(13)
ְרְסיר
ָ֤ ִ רְמהְאַ ָ֖תהְר ֶּ ָּ֑אהְוֹּֽא ִ֗ ַמ
ֵ֥ אמ֔ וַיְ ִֶׁ֨היְדְְ בַ ר־יְ הוָ֤הְ׀ְאלַי֙ ְש ִנֶׁ֣יתְל
:ְָ֖יוְמפְְנֵ֥יְצ ֹּֽפֹונה
ִ ּוחְא ֲִנֶׁ֣יְר ֔ ֶּאהְּופנ
ַ֙ נ ֶׁ֨פ
vaihí dêvar-Adonai | elaí shenít lemór, máh atáh roéh; váomár sír nafúáj aní
roéh, ufanáv mipênéi tzafónah.
Vino a mí la palabra del Eterno por segunda vez, diciendo: –¿Qué ves? Y
respondí: –Veo una olla hirviente que se vuelca desde el norte.
(14)
:ְל־ישְְבָ֖יְה ֹּֽא ֶּרץ
ֹּֽ ְחְהר ֔עהְעַ ֵ֥לְכ
ֹּֽ ְתפ ַ ֶׁ֣ת
ִ ֙ו ֵַ֥יאמֶּ רְיְ הוָ֖הְאלָּ֑יְ ִמצפֹון
vaiómer Adonai elái; mitzafon tipatáj hára'áh, 'ál kol-ióshêvéi haáretz.
Entonces el Eterno me dijo: –Del norte se desatará el mal sobre todos los
habitantes del país.
(15)
ְָּ֑הְּובאּו
ָ֡ ל־מ ְשפְְ ֵ֛חֹותְמַ ְמלְְכֵ֥ ֹותְצ ָ֖פֹונהְנְְאֻם־יְ הו ִ ִ ֶׁ֣כיְ׀ְהִ נְְ ִנֶׁ֣יְק ִ֗ראְלְְ ֹּֽכ
ְיהְס ִ֔ביב
֙ ל־חֹומ ֶׁ֨ ֶּת
ֹּֽ ְחְ׀ְשע ֲֶׁ֣ריְיְְ ֹּֽרּוש ִ֗ ַל ִםְוְְעַ ָ֤לְכ
ֹּֽ ַ ְַּ֩אישְכִ ְס ֜אֹוְפֶּ ֶׁ֣ת
ִֶׁ֨ ְ ְֹּֽונְ ְתנּו
:ְהּודה ֹּֽ ְְוְְעַ ָ֖לְכְל־ע ֵ֥ריְי
kí | hinêní qoré lêjál-mishpêjót mamlêjót tzafónah nêum-Adonai; uváu
vênotnú ísh kisó pétaj | shá'aréi Iêrúshaláim vê'ál kol-jómotéihá savív, vê'ál
kol-'aréi Iêhudáh.
268
1 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Porque he aquí que yo convoco a todas las familias de los reinos del norte,
dice el Eterno. Ellos vendrán, y cada uno pondrá su trono a la entrada de las
puertas de Ierushalaim [Jerusalén], junto a todos sus muros alrededor y en
todas las ciudades de Iehudá [Judá].
(16)
ְ ֙יְוַֹּֽֽיְ קַ טְְרּו
ַ ֲִשרְעֲז ִ֗בּונ
ֶׁ֣ ֶּ ל־רע ָּ֑תםְא ֹּֽ ְְאֹותםְעַ ָ֖לְכ ֔ ֙יְמ ְשפטַ י ִ וְְ ִדבַ ְר ִ ָ֤ת
:ְיהם ֹּֽ ֶּ אֹלהיםְאֲח ִ ֔ריםְו ִ ַֹּֽישְְתַ חֲוָ֖ ּוְלְְ ַ ֹּֽמע ֲֵ֥שיְיְְד ֶׁ֣ ִ ֹּֽל
vêdibartí mishpataí otám, 'ál kol-rá'atám; ashér 'azavúni váiqatêrú lélohím
ajerím, vaíshêtajavú lêmá'aséi iêdeihém.
Y proferiré mis juicios contra ellos por toda su maldad con que me
abandonaron, pues ofrecieron incienso a dioses ajenos y se postraron ante la
obra de sus propias manos.
(17)
ְרְאנ ִ ָ֖כי
ֹּֽ ֲש
ֵ֥ ֶּ םְאתְכְל־א
ֵ֛ יה ֶּ ֔ וְְאַ תה֙ ְתֶּ ְא ֶׁ֣זרְמְ ְת ֶּ֔ניךְוְְקַ ְמ ֙תְוְְ ִדבַ ְר ֶׁ֣תְאֲל
:יהםֹּֽ ֶּ םְפן־אֲחִ תְְךָ֖ ְלִ פְ נ ֹּֽ ֶּ יה
ֶּ ֔ ְמפְְנ
ִ ֙אֲצַ ּוֶּ ַָּֽ֑ךְאַ ל־תחַ ת
vêatah tezór motnéja, vêqamtá vêdibartá aleihém, ét kol-ashér ánojí atzavéka;
al-tejat mipêneihém, pén-ajitêjá lifneihém.
Tú, pues, ciñe tus lomos y levántate; tú les dirás todo lo que yo te mande. No
te amedrentes delante de ellos, no sea que yo te amedrente delante de ellos.
(18)
ְירְמבְ ֜צרְּולְ ע ֵַ֥מּודְבַ ְרזֶּ ֵ֛לְּולְ ח ֵ֥מֹותְנְְ ָ֖חשֶּ ת ִ ַ ֹּֽוא ֵ֞ ֲִניְהִ נֹּ֧הְנְְתַ ִ ֶׁ֣תיךְהַ יִ֗ ֹוםְלְְ ֶׁ֨ ִע
:עַל־כְל־ה ָּ֑א ֶּרץְלְְמַ לְ כָ֤יְיְְהּודה֙ ְלְְש ֶּ ֔ריהְלְְ ֹּֽכהֲנֶּ ָ֖יהְּולְ עַ ֵ֥םְה ֹּֽא ֶּרץ
váaní hinéh nêtatíja haióm lê'ír mivtzár ul'amúd barzél uljomót nêjóshet 'al-
kol-haáretz; lêmaljéi Iêhudah lêsaréiha, lêjóhanéiha ul'ám haáretz.
Porque he aquí que yo te he puesto hoy como una ciudad fortificada, como
una columna de hierro y como un muro de bronce contra todo el país; tanto
para los reyes de Iehudá [Judá], como para sus magistrados, para sus
sacerdotes y para el pueblo de la tierra.
(19)
פ:ְילך
ֹּֽ ֶּ ִי־אתְְךֵ֥ ְא ֲִנֵ֛יְנְְאֻם־יְ הוָ֖הְלְְהַ צ
ִ ְָּ֑ךְכ
ֹּֽ ִ וְְנִ לְ ח ֲֵ֥מּוְאלֶּ ָ֖יךְוְְלא־יֶׁ֣ ּוכְ לּוְל
vêniljamú eléja vêlo-íujlu láj; kí-itêjá aní nêum-Adonai lêhatziléja.
Lucharán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estaré contigo para librarte,
dice el Eterno.
269
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 2
(1)
:ְאמר
ֹּֽ וַיְ ִ ֵ֥היְדְְבַ ר־יְ הוָ֖הְאלַ ֵ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór.
'Ve, proclama a los oídos de Ierushalaim [Jerusalén] y diles que así ha dicho el
Eterno: 'Me acuerdo de ti, de la lealtad de tu juventud, del amor de tu
noviazgo, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en una tierra no
sembrada.
(3)
ְל־אכְְלֶׁ֣יוְי ְֶּא ֔שמּוְרעֵ֛ה
ֹּֽ ְאשיתְתְְ ֹּֽבּוא ָּ֑תהְכ
ָ֖ ִ יהוהְר֔ ְ֙ל
ֹּֽ ַ ָ֤קדֶּ שְיִ ְשראל
פ:ְיהָ֖םְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ֶּ ת ֵ֥באְאֲל
qódesh Israel láAdonai, reshít têvúatóh; kol-ójêláv ieshámu, ra'áh tavó
aleihém nêum-Adonai.
¡Oíd la palabra del Eterno, oh casa de Iaaqov [Jacob] y todas las familias de la
casa de Israel!
(5)
ְּוְמעלָּ֑י
ֹּֽ יְרח ֲָ֖ק
ֹּֽ ֶּלְכ
ֵ֥ ִ ה־מצְְ ֶׁ֨אּוְא ֲֹּֽבֹותיכֶּ ֵ֥םְבִ י֙ ְ֔עו
ֹּֽ ַהוהְמ ִ֗ ְֶׁ֣כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי
:ְּוְאח ֲֵ֥ריְהַ ֶּהָ֖בֶּ לְ ַויֶּהְ ֹּֽבלּו ֹּֽ ַ ֵ֛וַיֵ֥לְ כ
kóh | amár Adonai mah-mátzêú avóteijém bí 'ável, kí rájaqú mé'alái; vaiéljú
ájaréi hahével vaiehbálu.
270
2 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Así ha dicho el Eterno: '¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, para que
se hayan alejado de mí y se hayan ido tras la insignificancia, haciéndose vanos
ellos mismos?
(6)
ְץְמצְ ָּ֑ריִ םְהַ מֹולִֶׁ֨ יְךְא ֜תנּו
ִ הוהְהַ ַ ֹּֽמעֲלֶּ ֵ֥הְא ָ֖תנּוְמ ֶּ ֶׁ֣א ֶּר ֔ ְאְאמְְ ֔רּוְאַ יֶׁ֣הְי
ֹּֽ וְְ ֶׁ֣ל
ְבַ ִמ ְד ִ֗ברְבְְ ֶׁ֨ ֶּא ֶּרץְעֲרבָ֤הְוְְשּוחה֙ ְבְְ ֶׁ֨ ֶּא ֶּרץ֙ ְצִ יֶׁ֣הְוְְצַ לְ ֔מוֶּתְבְְ ִ֗ ֶּא ֶּרץְלא־עָ֤בַ ר
:ְםְשם
ֹּֽ בה֙ ְ ִ֔אישְוְְ ֹּֽלא־י ַ ֵ֥שבְא ָ֖ד
vêló ámêrú, aiéh Adonai, hamá'aléh otánu meéretz mitzráim; hamolíj otánu
bamidbár bêéretz 'araváh vêshujah bêéretz tziáh vêtzalmávet, bêéretz lo-'ávar
baĥ ísh, vêló-iasháv adám shám.
No dijeron: '¿Dónde está el Eterno, que nos hizo subir de la tierra de Egipto y
nos condujo por el desierto, por una tierra árida y de hoyos, por una tierra
reseca y de densa oscuridad, por una tierra por la cual ningún hombre ha
pasado, ni habitó allí hombre alguno?'
(7)
ְ ֙לְלא ֱֵ֥כלְפִ ְריָ֖הְוְְטּובָּ֑הְוַת ֶׁ֨באּו
ֹּֽ ֶּ ל־א ֶּרץְהַ כ ְַר ֔ ֶּמ ֶׁ֣ ֶּ ֶּוֹּֽא ִ ָ֤ביאְאֶּ ְתכֶּם֙ ְא
:וַתְְטַ מְְ ֶׁ֣אּוְאֶּ ת־אַ ְר ֔ ִציְוְְ ַ ֹּֽנחֲל ִ ֵ֥תיְשַ ְמ ֶּ ָ֖תםְלְְ ֹּֽתֹוע ֹּֽבה
váaví etjem el-éretz hakarmél, léejól piriáĥ vêtuváĥ; vatavóú vatêtamêú et-
artzí, vênájalatí samtém lêtó'eváh.
Por tanto, dice el Eterno, aún contenderé contra vosotros; contra los hijos de
vuestros hijos contenderé.
271
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 2
(10)
ְדְּור ַ֕אּוְהֵ֥ן
ְ רְשלְ ֵ֥חּוְוְְ ִ ֹּֽהתְְבֹונְְנָ֖ ּוְמְְ ָּ֑א ְ ִ֙ ֶׁ֣כיְעִ בְ ֵ֞רּוְ ִאיָ֤יְכִ ִתיִ ים
ִ ְּור ֔אּוְוְְק ֵ֛ד
:ֹּֽהיְְ ָ֖תהְכ ֹּֽזאת
kí 'ivrú iéi jitiím urú, vêqedár shiljú vêhítêbonênú mêód; urú hén háiêtáh
kazót.
¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, a pesar de que ellos no son
dioses? Sin embargo, mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no
aprovecha.
(12)
:ְַל־זאתְוְְ ַ ֹּֽשע ֲֵ֛רּוְחְ ְר ֵ֥בּוְמְְ ָ֖אדְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ָּ֑ ֵ֥שמּוְש ַ ָ֖מיִ םְע
shómu shamáim 'al-zót; vêsá'arú jorvú mêód nêum-Adonai.
Porque dos males ha hecho mi pueblo: Me han abandonado a mí, que soy
fuente de aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas rotas que no
retienen el agua.
(14)
:תְהּואְמַ ָ֖דּועְַהיֵ֥הְל ַ ֹּֽבז
ָּ֑ ִידְבָ֖י
ַ לְאם־יְְ ִ ֵ֥ל
ִ הַ ֶֶּׁ֨עבֶּ ד֙ ְיִ ְשר ֔א
ha'éved Israél, im-iêlíd báit hú; madú'a haiáh laváz.
'¿Acaso es Israel un esclavo, o uno nacido en casa? ¿Por qué ha llegado a ser
una presa?
272
2 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(15)
ְעליו֙ ְיִ ְשאֲגֶׁ֣ ּוְכְְפִ ִ ֔ריםְנֹּֽתְְנָ֖ ּוְקֹולָּ֑םְוַי ִ ָ֤שיתּוְאַ ְרצֹו֙ ְלְְשַ ֔מהְע ֵ֥ריוְנצתה
:ּו)ְמבְְ ִ ֵ֥ליְי ֹּֽשב
ִ (נִ צְְ ָ֖ת
'alav ishagú jêfirím, nátênú qolám; vaiashítu artzó lêshamáh, 'aráv NTZTH
(nitzêtú) mibêlí ioshév.
Los leones rugieron contra él, emitieron su voz e hicieron de su tierra una
desolación. Sus ciudades están devastadas y sin habitantes.
(16)
:י־נףְותחפנסְ(וְְתַ חְ פַנְ חָּ֑ס)ְיִ ְרעָ֖ ּוְךְקְ ְד ֹּֽקד
ָ֖ גַם־בְְנ
gam-bênei-nóf VTJFNS (vêtajpanjés); ir'új qodqód.
Ahora pues, ¿qué tienes tú que ver con el camino de Egipto, para que bebas
las aguas del Nilo? ¿Y qué tienes que ver con el camino de Asiria, para que
bebas las aguas del Río?'
(19)
ְי־רעְו ֔מרְעְזְבְָ֖ךֶׁ֣ ַ יְּור ִאי֙ ִ ְֹּֽכ
ְ ְךְּוד ִ ָ֤ע
ְ בֹותיִ ְך֙ ְֹּֽתֹוכִ ֻ֔ח
ַ ֶׁ֨ ְךְּומ ֻ ֹּֽש
ְ ְךְרע ִ֗ת
ֹּֽ תְְיַסְְ ֶׁ֣ר
:ְהוָ֖הְצְְב ֹּֽאֹות ִ ְאֶּ ת־יְ הוֶׁ֣הְאֱֹלהָּ֑יִ ְךְוְְ ָ֤לאְפַחְ ד ִתי֙ ְא ַ֔ליִ ְךְנְְאֻם־אֲדנֵ֥יְי
têiasêréj rá'atéj umshúvotáij tójijúj, ud'í urí kí-rá' vamár, 'ozvéj et-Adonai
eloháij; vêló fajdatí eláij, nêum-adonái IHVÍH tzêvaót.
273
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 2
(20)
ְיְלאְאעבוד ֶׁ֣ רֹותיִ ְךְו ַֹּֽתאמְְ ִ ָ֖ר
ַ ֔ ֹוס
ְ ְמ ֹּֽ ֙עֹולםְש ַב ְֶׁ֣ר ִתיְע ִֻ֗לְךְנִ ֶׁ֨ ַתקְ ִתי ֵ֞ יְמ ֹּֽ ִ ֶׁ֣כ
ְןְא ְתְצעֵ֥ה
ָ֖ ַ ֶׁ֣ץְרע ֲ֔נ
ֹּֽ ַ יְעל־כְל־גִ בְ ֵ֞עהְגְְב ִ֗ההְוְְ ֶׁ֨ ַתחַ ת֙ ְכְל־ע ֹּֽ ַ ֹור)ְכ
ֶׁ֣ ִ (אע ֱָּ֑ב ֹּֽ ֶּ
:ְזנֹּֽה
kí mé'olám shavárti 'uléj nitáqtí mósrotáij, vatómêrí ló 'VVD (é'evór); kí 'ál-
kol-giv'áh gêvoháh vêtájat kol-'étz rá'anán, át tzo'áh zonáh.
Porque desde hace mucho quebraste tu yugo y rompiste tus coyundas. Dijiste:
'¡No serviré!' Ciertamente sobre toda colina alta y debajo de todo árbol
frondoso te echabas tú, oh prostituta.
(21)
ְיְסּוריְהַ גֶּ ֵ֥ פֶּן
ָ֖ ִ֔יְךְשֹורקְכֻלָ֖ הְזֶּ ֶׁ֣ ַַֽרעְא ֶּ ֱָּ֑מתְוְְאיְך֙ ְנֶּהְ פַ ֶׁ֣כְ ְתְל
֔ וְְ ֹּֽאנכִ י֙ ְנְְטַ עְ ִ ֶׁ֣ת
:נְכְ ִריֹּֽה
vêánojí nêta'tíj soréq, kulóh zéra' emét; vêeij nehpájt lí, suréi hagéfen nojriáh.
Yo te planté como una vid escogida, como una simiente del todo verdadera.
¿Cómo, pues, te me has convertido en una cosa repugnante, en una vid
extraña?'
(22)
ְיְאם־תְְכַבְְ ִסי֙ ְבַ ֶּ֔נתֶּ רְוְְתַ ְרבִ י־לְָ֖ךְב ִ ָּ֑ריתְנִ כְ ָ֤תםְעֲֹונְך֙ ְלְְפ ַ֔ניְנְְאֻ ָ֖ם ִ ִ ָ֤כ
:ְהוה ֹּֽ ִ ְאֲדנֵ֥יְי
kí im-têjabêsí banéter, vêtarbi-láj borít; nijtám 'aonej lêfanái, nêúm adonái
IHVÍH.
El Señor [Dios] el Eterno dice: 'Aunque te laves con lejía y amontones jabón
sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá delante de mí.
(23)
ְ ְ֙לאְה ַ֔לכְ ִתיְרְְ ִ ָ֤איְדַ ְרכְך ֶׁ֣ ֙יְאח ֲָ֤ריְהַ בְְעלִ ים
ֹּֽ ַ את
ִ יְלאְנִ טְ ִ֗מ
ֶׁ֣ יְךְתאמְְ ִ ֵ֞ר ֹּֽ ֶׁ֣א
:יְמהְע ִ ָּ֑שיתְבִ כְ ֵ֥רהְקַ לָ֖הְמְְש ֶּ ֵ֥רכֶּתְדְְר ֶּ ֹּֽכיהֶׁ֣ ֶּ בַ ֔ ַגיְ אְדְְ ִ ָ֖ע
éij tómêrí ló nitméti ájaréi habê'alim ló halájti, rêí darkej bagái, dê'í méh 'asít;
bijráh qaláh mêsaréjet dêrajéiha.
¿Cómo puedes decir: 'No estoy contaminada; nunca anduve tras los Baales'?
Mira tu proceder en el valle; reconoce lo que has hecho, oh camellita liviana
que entrecruza sus caminos.
(24)
ְהְמי
ֶׁ֣ ִ ְתאֲנ ָ֖ת
ֹּֽ ַ ֶַׁ֣הְרּוח
֔ )ְשאֲפ ֹּֽ ֶׁ֣֙דְמ ְד ִ֗ברְבְְאַ ּוַ ָ֤תְנפשוְ(נַפְ שה
ִ ֻפֶּ ֶֶּׁ֣רהְ׀ְלִ מ
:יעפּוְבְְחְ ְד ָ֖שהְיִ ְמצ ֹּֽאּונְ ה
֔ ְִלאְי
ֶׁ֣ יה
֙ ֶֶּׁ֨יבָּ֑נהְכְל־מְְבַ קְ ש
ֶּ יְְ ִש
274
2 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
¡Evita que tus pies anden descalzos y que tu garganta tenga sed! Pero dijiste:
'¡No, es inútil! Porque amo a los extraños, y tras ellos he de ir.'
(26)
ְ ְ֙כיְיִ מ ֔צאְכֵ֥ןְה ִ ָ֖בישּוְבֶׁ֣יתְיִ ְשר ָּ֑אלְהָ֤מהְמַ לְ כיהֶּ ם ֶׁ֣ ִ ֙כְְ ָ֤בשֶּ תְגַנב
:יהם ֹּֽ ֶּ יהָ֖םְּונְ ִ ֹּֽביא
ֶּ יהםְוְְ ֹּֽכהֲנ
ֶּ ֔ ֹּֽשר
kêvóshet ganav kí imatzé, kén hovíshu béit Israél; hémah maljeihem sáreihém,
vêjóhaneihém unvíeihém.
los que dicen a un árbol: 'Tú eres mi padre', y a una piedra: 'Tú me has dado a
luz.' 'Ciertamente me han dado las espaldas y no la cara, pero en el tiempo de
su angustia dicen: '¡Levántate y líbranos!'
(28)
ְךְכי
ִ ֹּ֚ ֶׁ֣תְרע ֶּ ָּ֑ת
ֹּֽ ֹושיעָ֖ ּוךְבְְע
ִ ֹּּֽומּוְאם־י
ִ ֲשרְע ִ ֶׁ֣שית ְ֔לְךְי ַ֕קֶׁ֣ ֶּ ֱֹלהיך֙ ְא
ֶּ ֶׁ֨ וְְאַ יָ֤הְא
ס:הּודה ֹּֽ ְְֱֹלהָ֖יךְי
ֶּ ִמ ְספַ ֶׁ֣רְע ֶּ ֔ריךְהיֵ֥ ּוְא
vêaiéh elohéjá ashér 'asíta láj, iaqúmu im-íoshi'úja bê'ét rá'atéja; kí mispár
'aréja, haíu elohéja Iêhudáh.
275
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 2
Pero, ¿dónde están tus dioses que te hiciste? ¡Que se levanten, si te han de
librar en el tiempo de tu desgracia! Porque según el número de tus ciudades,
oh Iehudá [Judá], han sido tus dioses.
(29)
:ְםְביְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ָ֖ ִ לֵ֥מהְת ִ ָ֖ריבּוְאלָּ֑יְכֻלְְכֶּ ֵ֛םְפְְשַ עְ ֶּ ֵ֥ת
lámah tarívu elái; kulêjém pêsha'tém bí nêum-Adonai.
¿Por qué contendéis conmigo? Todos vosotros os habéis rebelado contra mí,
dice el Eterno.
(30)
ְחּוְאכְְלֹּ֧הְחַ ְרבְְכֶּ ֵ֛םְנְְ ִ ֹּֽביאיכֶּ ָ֖ם
ֹּֽ רְלאְל ָּ֑ק
ֶׁ֣ םְמּוס
ָ֖ ֶׁ֣יתיְאֶּ ת־בְְני ֶּ֔כ
ִ לַשְוְְא֙ ְהִ כ
:כְְאַ ְריֵ֥הְמַ ְש ִ ֹּֽחית
lashovê hikéiti et-bêneijém, musár ló laqáju; ájêláh jarbêjém nêvíeijém
kêariéh mashjít.
¡Oh generación, considerad la palabra del Eterno! ¿Acaso he sido para Israel
como un desierto o como una tierra de tinieblas? ¿Por qué ha dicho mi pueblo:
'Somos libres; nunca más volveremos a ti'?
(32)
ְיםְאין
ֵ֥ ה ֲִת ְשכַ ָ֤חְבְְתּולה֙ ְע ְֶּד ֔יהְכַלָ֖הְקִ שֻ ֶּ ָּ֑ריהְוְְע ִ ֶַׁ֣מיְשְְכ ֔חּונִ יְי ִ ָ֖מ
:ִמ ְס ֹּֽפר
hatishkáj bêtulah 'ediáĥ, kaláh qishuréiha; vê'amí shêjejúni, iamím éin mispár.
¿Se olvida acaso la virgen de sus joyas, o la novia de su atavío? Sin embargo,
mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días.
(33)
ְת־הר ֔עֹותְלמדתי
ֹּֽ ֶּשְאהֲבָּ֑הְלכן֙ ְגַ ֶׁ֣םְא
ֹּֽ ַ יטבִ יְדַ ְרכְָ֖ךְלְְבַ ֶׁ֣ק
ֵ֥ ִ מַ ה־ת
:(לִ ַ ָ֖מ ְד ְת)ְאֶּ ת־דְְר ֹּֽכיִ ְך
mah-teitívi darkéj lêvaqésh áhaváh; lajen gám et-hára'ót, lmdti (limádt) et-
dêrajáij.
276
2 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
'¡Qué bien dispones tus caminos para buscar amor! Ciertamente aun a las
malas mujeres enseñaste tus caminos.
(34)
ֹּֽ יֹונָ֖יםְנְְקִ ִי
ְָּ֑יםְלא־בַ מַ חְ ֶּ ֵ֥ת ֶּרת ִ ְּוְדםְנַפְ ֵ֥שֹותְאֶּ ב
ֵ֛ ַ גַ ָ֤םְבִ כְ נ ֶַׁ֨פיִ ְך֙ ְנִ ְמצְְ ֔א
:ל־אלֶּה
ֹּֽ ְיםְכיְעַל־כ ֵ֥ ִ את ָ֖ ִ מְְצ
gám bijnafáij nimtzêú, dám nafshót evioním nêqiím; ló-vamajtéret mêtzatím
kí 'al-kol-éleh.
¡Cuán frívola eres para cambiar tus caminos! También serás avergonzada por
Egipto, como fuiste avergonzada por Asiria.
(37)
ְְךְכי־מ ַ ָ֤אסְיְ הוה֙ ְבְְ ִמבְ טַ ֔ ַחיִ ְךְוְְ ֵ֥לא
ֹּֽ ִ אש
ָּ֑ ְתצְְ ִ֔איְוְְי ַ ָ֖דיִ ְךְעַל־ר
ֹּֽ ֙גַ ֶׁ֣םְמ ֵ֥אתְזֶּה
:ְתַ צְ ִ ָ֖ליחִ יְל ֶּ ֹּֽהם
gám meét zeh tétzêí, vêiadáij 'al-roshéj; kí-maás Adonai bêmivtajáij, vêló
tatzlíji lahém.
También de allí saldrás con las manos sobre tu cabeza. Porque el Eterno ha
desechado los objetos de tu confianza, y no prosperarás con ellos.'
277
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 3
Alza tus ojos a los cerros y mira: ¿En qué lugar no se han acostado contigo?
En los caminos te sentabas para ellos, como un árabe en el desierto. Con tus
prostituciones y con tu maldad has profanado la tierra.
(3)
ְהְלְךְמ ַ ָ֖אנְ ְת
֔ חְא ָ֤שהְזֹונה֙ ְהֶׁ֣י
ִ ַָּ֑הְּומצ ְְ ֶׁ֣וַיִ ֹּֽמנְְע
ֶׁ֨ ּוְרבִ ִ֔ביםְּומַ לְ ָ֖קֹושְלֶׁ֣ ֹואְהי
:הִ כ ֹּֽלם
vaimánê'ú rêvivím, umalqósh ló haiáh; umétzaj isháh zonah háiah láj, meánt
hikalém.
Por esta causa han sido detenidos los aguaceros, y ha faltado la lluvia tardía.
Sin embargo, tuviste el descaro de una prostituta y no quisiste tener
vergüenza.
(4)
:יְאתה
ֹּֽ את)ְליְא ִ ָּ֑ביְאַ לֵ֥ ּוףְנְְע ַ ָֻ֖ר
ָ֖ ִ הֲלֶׁ֣ ֹואְמ ַ֔עתהְקראתיְ(ק ֵ֥ר
haló me'átah, QRTI (qarát) lí aví; alúf nê'urái átah.
278
3 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(5)
ְַתּוכל
ֹּֽ יְהרעָ֖ ֹותְו
ֹּֽ ֵ֥הְד ַב ְֵ֛ר ְתְו ַ ַֹּֽתע ִ ֲֵ֥ש
ִ םְאם־יִ ְש ָ֖מרְלנֶּ ָּ֑צַ חְהִ נ
ִ עֹול
֔ ְְהֲיִ נְ ֶׁ֣טרְל
פ:
haintór lê'olám, im-ishmór lanétzaj; hinéh dibárt vatá'así hára'ót vatujál.
El Eterno me dijo en los días del rey Josías: '¿Has visto lo que ha hecho la
apóstata Israel? Ella ha ido a todo monte alto; y bajo todo árbol frondoso, allí
se ha prostituido.
(7)
ְא־שבהְותראה
ָּ֑ ל־אלֶּהְאלַ ֵ֥יְת ָ֖שּובְוְְל
ֵ֛ ְֲשֹותהְאֶּ ת־כ
ֹּ֧ רְאח ֲֶׁ֨ריְעֹּֽ ַ וֹּֽא ִ֗ ַמ
:הּודה
ֹּֽ ְְֲחֹותהְי
ָ֖ גֹודהְא
ֵ֥ א)ְב ֹּֽ (ו ֵַ֛ת ֶּר
váomár ájaréi 'asotáĥ et-kol-éleh elái tashúv vêlo-shávah; VTRH (vatére)
bágodáh ajotáĥ Iêhudáh.
Y dije: 'Después que ella hizo todo esto, volverá a mí.' Pero no volvió; y lo vio
su hermana, la desleal Iehudá [Judá].
(8)
ְלְשלַחְ ַ֕ ִתיה
ִ רְנאֲפה֙ ְמְְשֻ בֶׁ֣הְיִ ְשר ֔א ֹּֽ ִ ֲשָ֤ ֶּ אְכיְעַל־כְל־אדֹות֙ ְא ָ֤ ִ ו ִ֗א ֶּר
ְֲחֹותה
֔ הְבג ָ֤דהְיְְהּודה֙ ְא
ֹּֽ ַֽר ֜א
ְְ אְי
ֹּֽ ת־ספֶּרְכְְ ִ ֹּֽריתֻ ֶּ ָ֖תיהְאלֶּ ָּ֑יהְוְְ ֶׁ֨ל
ֵ֥ ֶּוֹּֽאֶּ ֵ֛תןְא
:ַם־היא ֹּֽ ִ ו ַָ֖תלְֶּךְו ִ ֵַ֥תזֶּןְג
vaére kí 'al-kol-odot ashér níafah mêshuváh Israél, shilajtíha váetén et-séfer
kêrítutéiha eléiha; vêló iárêáh bógedáh Iêhudah ajotáĥ, vatélej vatízen gam-
hí.
279
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 3
:נּותהְו ֶּ ַֹּֽתחֱנַ ַָֽ֖ףְאֶּ ת־ה ָּ֑א ֶּרץְו ִַתנְ ַ ֵ֥אףְאֶּ ת־ה ֶּ ָ֖אבֶּ ןְוְְאֶּ ת־ה ֹּֽעץ
֔ ְמ ֶׁ֣קלְ ְְז
ִ ֙וְְהיה
vêhaiah miqól zênutáĥ, vatéjenáf et-haáretz; vatináf et-haéven vêet-ha'étz.
Con todo esto, su hermana, la desleal Iehudá [Judá], no volvió a mí con todo
su corazón, sino con falsedad', dice el Eterno.
(11)
:ְהּודה
ֹּֽ ְְלְמ ֹּֽבג ָ֖דהְי
ִ ו ַָ֤יאמֶּ רְיְ הוה֙ ְא ַ֔ליְצִ דְְ ֵ֥קהְנַפְ ָ֖שהְמְְשֻ בֶׁ֣הְיִ ְשר ָּ֑א
vaiómer Adonai elái, tzidêqáh nafsháĥ mêshuváh Israél; mibógedáh Iêhudáh.
280
3 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(14)
ְיְאנ ִ ָ֖כיְבעַ ֶׁ֣לְ ִתיְבכֶּ ָּ֑םְוְְ ֹּֽלקַ חְ ֶׁ֨ ִתי ֹּֽ הְכ
ֵ֥ ִ הו
֔ ְָ֤יםְשֹובבִ ים֙ ְנְְאֻם־י ֹּֽ ֶׁ֣שּובּוְב ִנ
:ְאתיְאֶּ ְתכֶּ ָ֖םְצִ יֹּֽ ֹון ֵ֥ ִ ְמ ִמ ְשפ ֔חהְוְְ ֹּֽהב
ִ ֙ירְּוש ֶַׁ֨ניִ ם
ְ אֶּ ְת ֶּ֜כםְאֶּ חֶׁ֣דְמ ִ֗ ִע
shúvu vaním shóvavim nêum-Adonai, kí ánojí ba'álti vajém; vêláqajtí etjém
ejád me'ír ushnáim mimishpajáh, vêhévetí etjém tzión.
281
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 3
Una voz fue oída en los cerros: Es el llanto de los ruegos de los Hijos de
Israel, porque han pervertido su camino y se han olvidado del Eterno su
Elohim.
(22)
ְְךְכיְאַ ָ֖תה
ֵ֥ ִ נּוְל
֔ שּובתיכֶּ ָּ֑םְהִ נְְנּו֙ ְא ֶׁ֣ת
ֹּֽ ְְֶׁ֣יםְשֹוב ִ֔ביםְאֶּ ְרפָ֖הְמ
ֹּֽ ֹּ֚שּובּוְב ִנ
:ְֱֹלהינּו
ֹּֽ יְ הוֵ֥הְא
shúvu baním shóvavím, erpáh mêshuvóteijém; hinênú atánu láj, kí atáh
Adonai elohéinu.
282
3-4 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(23)
ְֱֹלהינּוְתְְשּועַ ָ֖ת
֔ ְביהוֶׁ֣הְא
ֹּֽ ַ ֙רְמגְְבעָ֖ ֹותְה ֶׁ֣מֹוןְה ִ ָּ֑ריםְאכן
ִ ֶַּשק
ֵ֛ ֶּ אכֵ֥ןְל
:ְיִ ְשר ֹּֽאל
ajén lashéqer migêva'ót hamón harím; ajen báAdonai elohéinu, têshu'át Israél.
–Si has de volver, oh Israel, vuelve a mí, dice el Eterno. Si quitas tus
abominaciones de mi presencia, y no divagas;
283
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 4
(2)
ְָ֖םְּובֹו
ֵ֥ ֹוְגֹוי
ִ כּוְב
ֵ֛ הְבא ֶּ ֱָ֖מתְבְְ ִמ ְשפֶׁ֣טְּובִ צְ ד ָּ֑קהְוְְהִ ְתב ְֵ֥ר
ֹּֽ ֶּ הו
֔ ְוְְנִ ְש ֶׁ֨ ַבעְ ֙תְחַ י־י
ס:ְיִ ְתהַ ֹּֽללּו
vênishbá'tá jai-Adonai, béemét bêmishpát uvitzdaqáh; vêhitbárju vó goím uvó
ithalálu.
y si juras con verdad, con derecho y con justicia, diciendo, '¡Vive el Eterno!',
entonces en él serán benditas las naciones, y en él se gloriarán.
(3)
ָ֖םְנָּ֑ירְוְְ ַ ֹּֽאל־
ִ ֶּםְנֵ֥ירּוְלכ
ִ ִ הוהְלְְ ִ ָ֤אישְיְְהּודה֙ ְוְְלִ ֶׁ֣ירּוש ֔ ַל
ִ֗ ְי־כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי ֶׁ֣ ִכ
:ְְרעָ֖ ּוְאֶּ ל־ק ִ ֹּֽצים ְְ ִתז
ki-jóh | amár Adonai lêísh Iêhudah vêlirúshaláim, níru lajém nír; vêál-tizrê'ú
el-qotzím.
Por eso, ceñíos de cilicio. Lamentad y gemid, porque el ardor de la ira del
Eterno no se ha apartado de nosotros.
(9)
ְ ֙אבֵ֥דְלב־הַ ֶּ ָ֖מלְֶּךְוְְלֶׁ֣בְהַ ש ִ ָּ֑ריםְוְְנשֶַׁ֨ מּו
ַ הוהְי
֔ ְוְְהיָ֤הְבַ יֹום־הַ הּוא֙ ְנְְאֻם־י
ס:ְהַ ֶׁ֣כה ֔ ֲִניםְוְְהַ נְְבִ ִ ָ֖איםְיִ ְת ֹּֽמהּו
vêhaiáh vaiom-hahu nêum-Adonai, iovád lev-hamélej vêlév hasarím;
vênashámú hakóhaním, vêhanêviím itmáhu.
'Y sucederá en aquel día que desfallecerá el corazón del rey y el corazón de
los magistrados, dice el Eterno. Los sacerdotes se quedarán horrorizados, y los
profetas quedarán atónitos.'
(10)
ְהוהְאכןְּ֩הַ ֶׁ֨שאְהִ ֜שאתְלעָ֤םְהַ זֶּה֙ ְוְְלִ ֹּֽירּושלַ ֶׁ֣ ִם ִִ֗ ְוֹּֽא ֵ֞ ַמרְאֲהֶׁ֣הְ׀ְאֲדנֶׁ֣יְי
:ְֵ֥הְח ֶָּ֖רבְעַד־הַ ֹּֽנפֶּש
ֶּ ֹוםְיהְ יֶּ ֶׁ֣הְלכֶּ ָּ֑םְוְְנַֹּֽֽגְְע
ֹּֽ ִ ָ֖אמרְשל
֔ ל
váomár aháĥ | adonái IHVÍH ajen hashé hishéta la'ám hazeh vêlirúshaláim
lemór, shalóm IHIÉH lajém; vênágê'áh jérev 'ad-hanáfesh.
Entonces dije: '¡Oh Señor Elohim! De veras has engañado a este pueblo y a
Ierushalaim [Jerusalén], diciendo: 'Tendréis paz', mientras que la espada
penetra hasta el alma.'
285
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 4
(11)
ְםְרּוחַ ְַצָ֤חְשְְפיִ ם֙ ְבַ ִמ ְד ֔בר
ֶׁ֣ ִ רְלעם־הַ זֶּה֙ ְוְְלִ ֶׁ֣ירּוש ֔ ַלֹּֽ בעֶׁ֣תְהַ ִִ֗היאְיֹּֽא ָ֤מ
:ֶּ ָ֖ד ֶּרְךְבַ ת־ע ִ ַָּ֑מיְלֵ֥ ֹואְלִ ז ְָ֖רֹותְוְְלֵ֥ ֹואְלְְה ַ ֹּֽבר
ba'ét hahí iéamér lá'am-hazeh vêlirúshaláim, rúaj tzáj shêfaim bamidbár, dérej
bat-'amí; ló lizrót vêló lêhavár.
Un viento más fuerte que éstos viene de parte mía. Ahora también yo
declararé juicios contra ellos.'
(13)
ְיוְאֹוי
ֵ֥ יםְסּוס
ָּ֑ ּוְמנְְש ִ ָ֖ר
ִ ֵ֥בֹותיוְקַ ל
֔ ְְֶׁ֣יםְי ֲע ִֶּ֗להְוְְכַסּופה֙ ְמַ ְרכ
ֹּֽ ַ ֶׁ֣הְ׀ְכעֲנ ִנ
ֹּֽ ַ הִ נ
:ָ֖נּוְכיְשֻ ֹּֽדדְְנּו
ֵ֥ ִ ל
hinéh | ká'ananím iá'aléh vêjasufah markêvotáv, qalú minêsharím susáv; ói
lánu kí shudádênu.
He aquí que subirá como las nubes, y sus carros son como torbellino. Sus
caballos son más veloces que las águilas. ¡Ay de nosotros, porque somos
devastados!
(14)
ְַןְתּו ָּ֑שעִ יְעַד־מ ַ ֵ֛תיְת ִ ֵ֥ליןְבְְקִ ְרבְָ֖ך
ִ יְמרעָ֤הְלִ בְך֙ ְיְְ ֶׁ֣רּוש ֔ ַל ִםְלְְ ַ ָ֖מע ֹּֽ כַבְְ ִֶׁ֨ס
:מַ חְ שְְ ֵ֥בֹותְאֹונְַֹּֽֽך
kabêsí méra'áh libej Iêrúshaláim, lêmá'an tivashé'i; 'ad-matái talín bêqirbéj
majshêvót onéj.
Porque ya se oye la voz del que trae las noticias desde Dan y del que informa
de la calamidad desde la región montañosa de Efraín.
286
4 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(16)
ְםְנצְְ ִ ֵ֥ריםְב ִ ָ֖איםְמ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץ
ֹּֽ ִ ַגֹויםְהִ נה֙ ְהַ ְש ִ ֶׁ֣מיעּוְעַל־יְְ ֹּֽרּוש ֔ ַל
ִִ֗ הַ ז ִ ְֶׁ֣כירּוְל
:הְקֹולם
ֹּֽ ָ֖ ְְָּ֑קְוַֹּֽֽיִ תְְנֵ֛ ּוְעַל־ע ֵ֥ריְי
הּוד ַ הַ מֶּ ְרח
hazkíru lagoím hineh hashmí'u 'al-Iêrúshaláim, nótzêrím baím meéretz
hamerjáq; váitênú 'al-'aréi Iêhudáh qolám.
287
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 4
(21)
פ:ֹולְשֹופר
ֹּֽ ָ֖הְק
ֵ֥ עַד־מ ַ ָ֖תיְאֶּ ְראֶּ ה־נָּ֑סְאֶּ ְשמְְע
'ad-matái ereh-nés; eshmê'áh qól shofár.
¿Hasta cuándo habré de ver la bandera y tendré que oír el sonido de el shofar?
(22)
ְבֹונָ֖ים
ִ ְְְהמהְוְְ ֵ֥לאְנ
֔ ְ֙לאְי ֔דעּוְב ִנָ֤יםְסְְכלִ ים ֶׁ֣ ֙יְאֹותי
ִ ִ ֶׁ֣כיְ׀ְא ֱִוֶׁ֣ילְע ִִַ֗מ
:יבְלאְי ֹּֽדעּו
ֵ֥ יט ָ֖ ִ יםְהמה֙ ְלְְה ַ ֔רעְּולְ ה
ֶׁ֨ הָּ֑מהְחֲכ ִ ֵ֥מ
kí | evíl 'amí otí ló iadá'u, baním sêjalim hémah, vêló nêvoním hémah;
jajamím hémah lêhará', ulheitív ló iadá'u.
Miré la tierra, y he aquí que estaba sin orden y vacía. Miré los cielos, y no
había en ellos luz.
(24)
:ָ֖הְרע ִ ֲָּ֑שיםְוְְכְל־הַ גְְבעָ֖ ֹותְהִ ְתקַ לְ ֹּֽקלּו
ֹּֽ ְהה ִ ֔ריםְוְְהִ נ
ֹּֽ ֶּ ֙יתי
ִ ר ִֶׁ֨א
raítí héharím, vêhinéh ró'ashím; vêjol-hagêva'ót hitqalqálu.
Miré las montañas, y he aquí que temblaban; todas las colinas se estremecían.
(25)
:יןְהא ָּ֑דםְוְְכְל־עֵ֥ ֹוףְהַ ש ַ ָ֖מיִ םְנ ֹּֽדדּו
ֹּֽ ָ֖הְא
ֶׁ֣ יתיְוְְהִ נ
ִ ר ִַ֕א
raíti vêhinéh éin háadám; vêjol-'óf hashamáim nadádu.
Miré, y he aquí que no había hombre, y todas las aves del cielo habían huido.
(26)
ְהְמפְְנָ֖י
ִ הו֔ ְְמפְְנֶׁ֣יְי
ִ ֙יתיְוְְהִ נֵ֥הְהַ כ ְַר ֶּ ָ֖מלְהַ ִמ ְדבָּ֑רְוְְכְל־ע ִ֗ריוְנִ תְְצּו
ִ ר ִַ֕א
ס:ְח ֲֵ֥רֹוןְאַ ֹּֽפֹו
raíti vêhinéh hakarmél hamidbár; vêjol-'aráv nitêtzú mipênéi Adonai, mipênéi
jarón apó.
Miré, y he aquí que la tierra fértil era un desierto. Todas sus ciudades habían
sido devastadas ante la presencia del Eterno, ante el ardor de su ira.
(27)
:ְאְאע ֶּ ֱֹּֽשה
ֹּֽ ֶּ ָ֖הְל
ֵ֥ הְתהְְיֶּ ָ֖הְכְל־ה ָּ֑א ֶּרץְוְְכל
ֹּֽ ִ הוהְשְְמ ֵ֥מ
֔ ְכִ י־כה֙ ְא ַ ֶׁ֣מרְי
288
4 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Por esto se enluta la tierra, y se oscurecen los cielos arriba; porque he hablado,
lo he planeado y no cambiaré de parecer, ni desistiré de ello.'
(29)
ְאּוְבע ִ֔ביםְּובַ כ ִ ָ֖פים
ֹּֽ ֶּ ירְב
ֹּ֚ הְקשֶּ תְב ַ ֶׁ֨רחַ ת֙ ְכְל־ה ֔ ִע
ֶּ ִ֗ ִמ ֶׁ֨קֹולְפ ֜רשְוְְ ֶׁ֣רמ
:ָ֖ןְאיש
ֹּֽ ִ ין־יֹושבְבה
ֵ֥ ֲזּובהְוְְא֔ עלָּ֑ ּוְכְל־ה ִ ֶׁ֣עירְע
miqól parásh vêrómeh qéshet borájat kol-ha'ír, báu bé'avím, uvakefím 'alú;
kol-ha'ír 'azuváh, vêein-ioshév bahén ísh.
Todas las ciudades huyen del estruendo de los jinetes y de los arqueros. Se
meten en la espesura de los bosques y suben a los peñascos. Todas las
ciudades están abandonadas; nadie habita en ellas.
(30)
ְיְכי־תַ עְ ִ ֶׁ֣דיְע ֲִדי־ז ִ֗הבֹּֽ ִ י־תלְ בְְ ֶׁ֨ ִשיְש ֜ ִנ ִ יְכ ֹּֽ ִ ּודְמה־תַ ע ִ֗ ֲִש ֹּֽ ַ ֜ואתיְ(וְְ ֶׁ֨ ַא ְת)ְשד
ְְֵ֥ךְעגְְ ִ ָ֖ביםְנַפְ ֵ֥שְך
ֹּֽ יְמאֲסּו־ב ֹּֽ ַשוְ אְ ִת ְתי ִ ַָּ֑פ ָ֖ י־תקְ ְְר ִ ָ֤עיְבַ פּוְך֙ ְעי ַ֔ניִ ְךְל
ִ ִ ֹּֽכ
:יְְבַ ֹּֽקשּו
VTI (vêát) shadúd máh-ta'así kí-tilbêshí shaní kí-ta'dí 'adi-zaháv kí-tiqrê'í vapuj
'eináij, lasháv titiapí; máasu-váj 'ógêvím nafshéj iêvaqéshu.
Porque oí una voz como de mujer que tiene dolores de parto, angustia como
de primeriza. Es la voz de la hija de Tzión [Sion] que gime y extiende sus
manos, diciendo: '¡Ay de mí, pues mi alma desfallece ante los asesinos!'
289
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 5
oh Eterno, ¿no buscan tus ojos la fidelidad? Tú los azotaste, y no les dolió; los
consumiste, pero rehusaron recibir corrección. Endurecieron sus caras más
que la piedra y rehusaron volver.
(4)
ְהְמ ְשפַ ָ֖ט
ִ הו֔ ְְד ֶּרְךְי
ֶׁ֣ ֶּ ֙אְיַֽדְְעּו
ֹּֽ יְל
ָ֤ ּוְכ
ֶׁ֣ ִ ְַֹּֽוא ֲִנֶׁ֣יְא ֔ ַמ ְר ִתיְאַ ְך־דַ ִ ָ֖ליםְהָּ֑םְנֹּֽ ֹוא ֲַ֕ל
:ְיהם ֹּֽ ֶּ אֱֹלֹּֽ ה
váaní amárti, aj-dalím hém; nóalú kí ló iádê'ú dérej Adonai, mishpát
elóheihém.
Entonces dije: 'Ciertamente ellos son unos pobres; se han entontecido, porque
no han conocido el camino del Eterno, el mandato de su Elohim.
(5)
ְהוה
֔ ְְד ֶּרְךְי
ֶׁ֣ ֶּ ֙הְיַֽדְְעּו
ֹּֽ יְהמִ֗ םְכ
ֶׁ֣ ִ הְאֹות
֔ ה־ליְאֶּ ל־הַ גְְדלִ ים֙ ַ ְֹּֽואֲדַ בְְ ֶׁ֣ר ָ֤ ִ ֹּֽאלְְכ
:ְרּוְעלְנִ תְְ ָ֖קּוְ ֹּֽמֹוס ֹּֽרֹות֔ ְְשב
ֶׁ֣ ָּ֑֙םְאְךְהָ֤מהְיַחְ דו ֶׁ֣ ַ יהֶּ ִמ ְשפַ ָ֖טְאֱֹלֹּֽ ה
élêjah-lí el-hagêdolim váadabêráh otám, kí hémah iádê'ú dérej Adonai,
mishpát elóheihém; áj hémah iajdav shávru 'ól, nitêqú móserót.
290
5 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Me iré, pues, a los grandes y les hablaré, porque ellos sí conocen el camino
del Eterno, el juicio de su Elohim.' Pero ellos también quebraron el yugo y
rompieron las coyundas.
(6)
הְמ ִַ֗יעַרְ ְְז ָ֤אבְעֲרבֹות֙ ְיְְשְדְְ ֔דםְנ ָ֤מרְשקד֙ ְעַל־
ִ עַל־כןְּ֩הִ ֶׁ֨כםְאַ ְר ֜י
ְםְעצְְ ָ֖מּו
ֹּֽ יה
ֶּ ֔ יְרבּו֙ ְפִ ְשע
ַ ףְכ
ָ֤ ִ יהםְכְל־הַ יֹוצֵ֥אְמהָ֖נהְיִ ט ָּ֑ר ֶּ ֔ עֶׁ֣ר
:יהם
ֹּֽ ֶּ מְְשֻ ֹּֽבֹות
'al-ken hikám ariéh miá'ar zêév 'aravot iêshodêdém, namér shoqed 'al-
'áreihém, kol-haiotzé mehénah itaréf; kí rabú pish'eihém, 'átzêmú
mêshuvóteihém.
Por eso los herirá el león del bosque, los destruirá el lobo de los sequedales, y
el leopardo acechará sus ciudades. Cualquiera que salga de ellas será
despedazado; porque sus rebeliones se han multiplicado, y se ha aumentado su
apostasía.
(7)
ְח־)ְלְךְבנַ ֶַֽׁ֣יִ ְךְעֲז ֔בּונִ יְוַיִ ֹּֽשבְְעָ֖ ּוְבְְ ֶׁ֣לא
֔ ְאסלוח־ְ(אסְְ ַ ֹּֽל
ֹּֽ ֶּ ָ֤֙איְלזאת
:ְגֹודדּו ֹּֽ ֱֹלהיםְוֹּֽאַ ְש ִ ָ֤בעְַאֹותם֙ ְוַיִ נְ ֔אפּוְּובֵ֥יתְזֹונָ֖הְיִ ְת
ָּ֑ ִ א
éi lazot SLVJ- (ésêláj-) láj, banáij 'azavúni, vaishávê'ú bêló elohím; váasbí'a
otam vaináfu, uvéit zonáh itgodádu.
'¿Por qué te he de perdonar por esto? Tus hijos me abandonaron y juraron por
lo que no es Elohim. Yo los sacié, pero ellos cometieron adulterio y
frecuentaron casas de prostitutas.
(8)
:ל־אשֶּ תְרעָ֖הּוְיִ צְ ֹּֽהלּו
ֵ֥ ֶּּוְאישְא
ֵ֛ ִ ָּ֑סּוסיםְמְְיֻז ִנָ֖יםְמַ ְש ִ ֶׁ֣כיםְהי
ֵ֥ ִ
susím mêiuzaním mashkím haíu; ísh el-éshet re'éhu itzhálu.
¿No habré de castigar por esto?, dice el Eterno. ¿No tomará venganza mi alma
de una nación como ésta?
291
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 5
(10)
ְְכיְלֵ֥ ֹוא
ֵ֛ ִ ישֹותיה
ֶּ ֔ ָ֖הְאל־תַ ע ֲָּ֑שּוְה ִֶׁ֨סירּו֙ ְנְְ ִ ֶׁ֣ט
ֹּֽ ַ יהְוְְשַ ֔חתּוְוְְכל
֙ רֹות
ֶּ ֶׁ֨ עֲלָ֤ ּוְבְְ ֹּֽש
:ְָ֖הְהמהֹּֽ ַ ֹּֽליהו
'alú vêshárotéihá vêshajétu, vêjaláh ál-ta'asú; hasírú nêtíshotéiha, kí ló
láAdonai hémah.
'Escalad las terrazas de sus vides y destruid, pero no la consumáis. Quitad sus
ramas, porque no son para el Eterno.
(11)
:ְהּודהְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ָ֖ ְְּוְביְבֹּ֧יתְיִ ְשר ֵ֛אלְּובֵ֥יתְי
ִִ֗ ֹ֜ודְבגְְד
ֹּֽ ֶׁ֨כִ יְּ֩בג
kí vagód bágêdú bí béit Israél uvéit Iêhudáh nêum-Adonai.
Por tanto, así ha dicho el Eterno Elohim de los Ejércitos: 'Porque dijisteis
estas palabras, he aquí que yo pongo mis palabras en tu boca como fuego. Este
pueblo será la leña, y el fuego los devorará.
292
5 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(15)
ְיתן
ֶׁ֣ ֹויְממֶּ ְרחֵ֛קְבֵ֥יתְיִ ְשר ָ֖אלְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְגֶׁ֣ ֹויְ׀ְאִ ֹּ֧הִ נְְ ִנֶׁ֣יְמבִ יאְּ֩עֲלי ֶֶּׁ֨כםְג
:ְאְת ְש ַ ָ֖מעְמַ ה־יְְדַ ֹּֽבר
ִ ֹויְלא־ת ַ ֶׁ֣דעְלְְשנ֔ ֹוְוְְ ֵ֥ל
ֹּֽ ּואְג
ֹּ֚ ְה֔ ֹ֙ויְמעֹולם ֹּֽ ִָ֤֗הּואְג
hinêní mevi 'aleijém gói mimerjáq béit Israél nêum-Adonai; gói | eitán hú gói
mé'olam hú, gói ló-tedá' lêshonó, vêló tishmá' mah-iêdabér.
He aquí, dice el Eterno, yo traigo sobre vosotros, oh casa de Israel, una nación
distante, una nación robusta, una nación antigua, una nación cuya lengua
ignoras; no entenderás lo que diga.
(16)
:בֹורים
ֹּֽ ִ ִאַ ְשפ ָ֖תֹוְכְְ ֶּ ֶׁ֣קבֶּ רְפ ָּ֑תּוחַ ְכֻלָ֖םְג
ashpató kêqéver patúja; kulám giborím.
Comerá tu mies y tu pan; comerá a tus hijos y a tus hijas. Comerá tus ovejas y
tus vacas; comerá tus viñas y tus higueras. A espada destruirá tus ciudades
fortificadas en las cuales confías.
(18)
:ְהְאתְְכֶּ ָ֖םְכ ֹּֽלה
ִ ֱשֵ֥ ֶּ ָּ֑הְלא־אֶּ ע
ֹּֽ וְְגַ ֵ֛םְבַ י ִ ֵ֥מיםְההָ֖מהְנְְאֻם־יְ הו
vêgám baiamím hahémah nêum-Adonai; ló-e'eséh itêjém kaláh.
293
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 5
'Sucederá que cuando pregunten: '¿Por qué nos hizo el Eterno nuestro Elohim
todas estas cosas?', entonces les responderás: 'De la manera que me
abandonasteis y servisteis a dioses extraños en vuestra tierra, así serviréis a
extranjeros en tierra ajena.'
(20)
:אמר
ֹּֽ יהּודהְל
ָ֖ ֶׁ֣יתְיע ֲָּ֑קבְוְְהַ ְש ִמיעֵ֥ ּוה ִ ְֹּֽב
ֹּֽ ַ ֵ֥ידּוְזאתְבְְב
ָ֖ הַ ִג
hagídu zót bêvéit Iá’aqóv; vêhashmi'úha víhudáh lemór.
'Oíd esto, pueblo insensato y sin entendimiento. Tienen ojos y no ven; tienen
oídos y no oyen.
(22)
ְר־ש ְמ ִתי
ָ֤ ַ ְֶּלאְת ִ֔חילּוְאֲש ֶׁ֣ ֙םְמפנַי ִ הְא ָ֤ ִ הו
ִ֗ ְיראּוְנְְאֻם־י ֜ א־ת ִ יְל ֹּֽ אֹות
ִ ֶׁ֨ ַ ֹּֽה
ְאְיּוכלּוְוְְה ֵ֥מּו
֔ אְיעַבְ ֶּ ָּ֑רנְ הּוְו ִ ַֹּֽיתְְגעֲשּו֙ ְוְְ ֶׁ֣ל
ֹּֽ ַ חֹולְ֙גְְ ֶׁ֣בּולְל ַ֔יםְחְק־עֹולָ֖םְוְְ ֶׁ֣ל
:ְאְיעַבְ ֻ ֹּֽרנְ הּו
ֹּֽ ַ גַלָ֖יוְוְְ ֵ֥ל
háotí ló-tiráu nêum-Adonai ím mipanaí ló tajílu, asher-sámti jol gêvúl laiám,
joq-'olám vêló iá'avrénhu; vaítêga'ashú vêló iujálu, vêhamú galáv vêló
iá'avrúnhu.
294
5 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Como jaulas llenas de pájaros, así están sus casas llenas de fraude. Así se han
hecho grandes y ricos.
(28)
ְנּוְדיןְי ָ֖תֹוםְוְְיַצְ ִ ָּ֑ליחּו
ֵ֥ ִ א־ד
֔ עְדיןְל
ֶׁ֣ ִ י־ר
֔ ּוְדבְ ר ִ םְעבְְ ֶׁ֣ר
ֹּֽ ּוְעשְְ ִ֗תּוְ ַֹּ֚ג
ֹּֽ ֶֹּֽׁ֣שמְְנ
:ָ֖יםְלאְש ֹּֽפטּו ֵ֥ יֹונִ ְּומ ְשפַ ֵ֥טְאֶּ ב ִ
shámênú 'áshêtú gám 'ávêrú divrei-rá', dín lo-dánu, dín iatóm vêiatzlíju;
umishpát evioním ló shafátu.
Se han puesto gordos y lustrosos. Incluso, sobrepasan las obras del malo. En
el juicio no defienden la causa del huérfano de modo que se le haga prosperar,
y no juzgan la causa de los necesitados.
(29)
ְאְת ְתנ ַָ֖קם
ִ הְל
ֵ֥ ָּ֑הְאםְבְְגֶׁ֣ ֹויְאֲשֶּ ר־כ ֶּ֔ז
ִ ֹּ֚ ֶּהְלא־אֶּ פְ ָ֖קדְנְְאֻם־יְ הו
ֹּֽ ַל־אל
ֵ֥ ַ ֹּֽהע
ס:ְנַפְ ִ ֹּֽשי
295
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 5-6
'¿No habré de castigar por esto?, dice el Eterno. ¿No tomará venganza mi
alma de una nación como ésta?
(30)
:הְנהְְיְ ָ֖תהְב ֹּֽא ֶּרץ
ֹּֽ ִ ֲרּור
֔ שַ מה֙ ְוְְ ַ ֶׁ֣שע
shamah vêshá'aruráh, níhêitáh baáretz.
Los profetas profetizan con mentira, y los sacerdotes dirigen por su propia
cuenta. Y mi pueblo así lo quiere. ¿Qué, pues, haréis cuando llegue su fin?
296
6 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Hacia ella vienen los pastores con sus rebaños. Alrededor de ella ponen sus
tiendas; cada cual apacienta en su lugar.'
(4)
ְֹויְלנּו֙ ִ ְֹּֽכי־פנֶׁ֣הְהַ י֔ ֹום
ֶׁ֨ םְא
ֵ֥ ִֶׁ֣הְבצהְ ָּ֑רי
ֹּֽ ַ ְֶּמלְ ח ֔מהְ ָ֖קּומּוְוְְ ַ ֹּֽנעֲלִ יה
֙ קַ דְְ ָ֤שּוְע ֶֶּׁ֨ל
:י־ע ֶּרב
ֹּֽ ִ ֵ֥כיְיִ נ ָ֖טּוְצִ לְְל
qadêshú 'aléihá miljamáh, qúmu vêná'aléh vátzahoráim; ói lánú kí-fanáh
haióm, kí inatú tzilêlei-'árev.
Porque así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: '¡Cortad sus árboles y levantad
un terraplén contra Ierushalaim [Jerusalén]! Ésta es la ciudad que ha de ser
castigada. Todo en ella es opresión.
(7)
ְסְושדְיִ ֶׁ֨שמַ עְבֹּ֧ה
ִּ֠ הְרע ָּ֑תהְח ֶׁ֣מ
ֹּֽ ימיהְכָ֖ןְה ֶׁ֣קר
ֶּ ֔ ירְבורְ(ביִ ר֙ )ְמ
ַ ֶׁ֨ כְְ ה ִ ֵ֥ק
:עַל־פנַ ֵ֛יְת ִ ָ֖מידְחְ ִ ֵ֥ליְּומַ ֹּֽכה
kêhaqír VVR (báir) meiméiha, kén heqérah rá'atáĥ; jamás váshod isháma' báĥ
'al-panái tamíd jolí umakáh.
Como la cisterna preserva frescas sus aguas, así ella preserva fresca su
maldad. En ella se oye hablar de violencia y destrucción; continuamente hay
enfermedad y heridas en mi presencia.
(8)
ְהְא ֶּרץְלֵ֥ ֹוא
ָ֖ ֶּ ימְךְשְְמְ ֔מ
ֶׁ֣ יְמ ָּ֑מְךְפֶּן־א ֲִש
ִ הִ ּוֹּֽסְְ ִרי֙ ְיְְ ֶׁ֣רּוש ֔ ַל ִםְפֶּן־ת ַ ֵ֥קעְנַפְ ִ ָ֖ש
פ:נֹושבה ֹּֽ
hivásêrí Iêrúshaláim, pen-teqá' nafshí miméj; pen-asiméj shêmamáh, éretz ló
noshávah.
297
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 6
¿A quién tengo que hablar y amonestar, para que oigan? He aquí que sus
oídos están sordos, y no pueden oír. He aquí que la palabra del Eterno les es
afrenta, y no la desean.
(11)
ְיתיְה ֔ ִכילְשְְ ָ֤פְךְעַל־עֹוללְ֙בַ ֔חּוץְוְְעַ ֵ֛ל
ִ אתי֙ ְנִ לְ ֶׁ֣א
ִ וְְאתְּ֩ח ֶׁ֨ ֲַמתְיְ הוָ֤הְ׀ְמ ֶׁ֨ל
ְם־אשה֙ ְיִ ל ֔כדּוְז ָ֖קןְעִ ם־מְְלֵ֥א
ִ ִַם־אישְע ָ֤ ִ וְכי־ג ֹּֽ ִ חּוריםְיַחְ ָּ֑ד
ָ֖ ִ ֹודְב
ֹּֽ ַ ֵ֥ס
:ְי ִ ֹּֽמים
vêet jamát Adonai | malétí niléiti hajíl, shêfój 'al-'olal bajútz, vê'ál sód bájurím
iajdáv; kí-gam-ísh 'im-ishah ilajédu, zaqén 'im-mêlé iamím.
Por tanto, estoy lleno de la ira del Eterno; cansado estoy de contenerme.
'¡Derrámala sobre el niño en la calle, y sobre el círculo de los jóvenes! Porque
tanto el marido como la mujer serán apresados, y el anciano con el lleno de
días.
(12)
וְכי־אַ ֶּטֹּ֧הְאֶּ ת־י ִ ֵ֛דיְעַל־
ֹּֽ ִ ְלאֲח ִ ֔ריםְש ֵ֥דֹותְוְְנ ִ ָ֖שיםְיַחְ ָּ֑דֹּֽ ַ ֙בּוְבתיהֶּ ם
ֹּֽ וְְנ ַ ָ֤ס
:ְֹּֽישְְבֵ֥יְה ָ֖א ֶּרץְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
vênasábu váteihem láajerím, sadót vênashím iajdáv; kí-atéh et-iadí 'al-ióshêvéi
haáretz nêum-Adonai.
Sus casas serán traspasadas a otros; asimismo, sus campos y sus mujeres, dice
el Eterno. Porque extenderé mi mano contra los habitantes del país,
298
6 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(13)
ְעְּומנבִ יא֙ ְוְְעַד־כ ֔הןְכֻלָ֖ ֹו
ִ ַֹוְבֹוצ ַעְבָּ֑צ
ֶׁ֣ ָ֖דֹולםְכֻל
֔ ְְיְמקְְטַ נם֙ ְוְְעַד־ג
ִ ִ ָ֤כ
:הְשקֶּ ר
ֹּֽ ֵֶּ֥עש
kí miqêtanam vê'ad-gêdolám, kuló botzé'a bátza'; uminavi vê'ad-kohén, kuló
'óseh sháqer.
pues desde el menor hasta el mayor de ellos, cada uno persigue las ganancias
deshonestas. Desde el profeta hasta el sacerdote, todos obran con engaño
(14)
ְאמרְשלֶׁ֣ ֹוםְ׀ְשלָּ֑ ֹוםְוְְ ָ֖אין
ָ֖ ת־שבֶּ רְע ִַמי֙ ְעַל־נְְקַ ֔להְל
ָ֤ ֶּ ֶַּוַֹּֽֽיְ ַרפְְ ֵ֞אּוְא
:שלֹּֽ ֹום
váirapêú et-shéver 'amí 'al-nêqaláh, lemór shalóm | shalóm; vêéin shalóm.
Así ha dicho el Eterno: 'Deteneos en los caminos y mirad. Preguntad por las
sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad en él; y hallaréis descanso
para vuestras almas.' Pero ellos dijeron: '¡No andaremos en él!'
(17)
:ּוְלאְנַקְ ִ ֹּֽשיב
ֵ֥ ַוה ִ ֲֹּֽקמ ִ ָ֤תיְעֲליכֶּם֙ ְצ ֔ ִפיםְהַ קְ ִ ָ֖שיבּוְלְְ ֶׁ֣קֹולְשֹופָּ֑רְו ְַֹּֽיאמְְ ָ֖ר
vahaqímotí 'aleijem tzofím, haqshívu lêqól shofár; vaiómêrú ló naqshív.
299
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 6
Escucha, oh tierra: He aquí, yo traigo sobre este pueblo el mal, el fruto de sus
pensamientos. Porque no atendieron a mis palabras; y en cuanto a mi Torá, la
han desechado.
(20)
ְְמשְְבֶׁ֣אְת ֔בֹואְוְְקנֶּ ֵ֥הְהַ ָ֖טֹובְמ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץְמֶּ ְרחָּ֑ק
ִ ֙הְליְלְְבֹונה
ָ֤ ִ לְמה־ ֶֶּׁ֨ז
:בּוְלי
ֹּֽ ִ ְלאְלְְר ֔צֹוןְוְְזִבְ חיכֶּ ָ֖םְלא־ע ְֵ֥ר
ֶׁ֣ ֙עלֹּֽ ֹותיכֶּם
lomah-zéh lí lêvonah mishêvá tavó, vêqanéh hatóv meéretz merjáq; 'olóteijem
ló lêratzón, vêzivjeijém lo-'árvu lí.
'¿De qué vale que me traigáis este incienso de Saba y caña aromática de tierra
lejana? Vuestros holocaustos no son aceptables, ni vuestros sacrificios son de
mi agrado.
(21)
ְלּוְבם
ִּ֠ ָ֖הְמכְ ש ִ ָּ֑ליםְוְְכ ְֶׁ֣ש
ִ ֶּהוהְהִ נְְ ִנֵ֥יְנ ֵ֛תןְאֶּ ל־העֵ֥םְהַ ז
֔ ְןְכהְא ַ ֶׁ֣מרְי
ֹּ֚ ל ִ֗כ
פ:ְ)א ֶׁ֨בֹותְּוב ִנֵ֥יםְיַחְ ֵ֛דוְשכֵ֥ןְוְְרעָ֖ ֹוְיאבדוְ(וְְא ֹּֽבדּו
lajén kóh amár Adonai, hinêní notén el-ha'ám hazéh mijsholím; vêjáshlu vám
avót uvaním iajdáv shajén vêre'ó IVDV (vêavádu).
Por tanto, así ha dicho el Eterno, he aquí que yo pongo tropiezos a este
pueblo, y caerán en ellos los padres junto con los hijos; el vecino y su prójimo
perecerán.'
(22)
ֹורְמי ְַרכְְתי־
ִ ָ֖הוהְהִ נֵ֛הְעַ ֵ֥םְבָ֖אְמ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץְצ ָּ֑פֹוןְוְְגֶׁ֣ ֹויְגד֔ ֹולְיע
֔ ְֹּ֚כהְא ַ ֶׁ֣מרְי
:ְֹּֽא ֶּרץ
kóh amár Adonai, hinéh 'ám bá meéretz tzafón; vêgói gadól, ie'ór miarkêtei-
áretz.
300
6 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Así ha dicho el Eterno: 'He aquí que viene un pueblo de la tierra del norte; una
gran nación se despertará en los confines de la tierra.
(23)
ְֶׁ֣םְיה ֔ ֱֶּמה
ֹּֽ ֶּ ֹוןְי ֲח ִ֗ ִזיקּוְאַ כְ ז ִ ֵ֥ריְהּוא֙ ְוְְ ֶׁ֣לאְיְְ ַר ֔חמּוְקֹולם֙ ְכַי
ֹּֽ ַ ֵֶּ֞ ֶׁ֣קשֶּ תְוְְכִ יד
:ַל־סּוסיםְיִ ְרכָּ֑בּוְע ִ֗רּוְךְכְְ ִאיש֙ ְל ִַמלְ ח ֔מהְעלַ ָ֖יִ ְךְבַ ת־צִ יֹּֽ ֹון ָ֖ ִ וְְע
qéshet vêjidón iájazíqu ajzarí hu vêló iêrajému, qolam kaiám iéheméh, vê'al-
susím irkávu; 'arúj kêish lamiljamáh, 'aláij bat-tzión.
301
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 6-7
(28)
ְיתים
ָ֖ ִ ִיםְהלְְכֵ֥יְר ִ ָ֖כילְנְְ ֶׁ֣חשֶּ תְּובַ ְרזֶּ ָּ֑לְכֻלֵ֥םְמַ ְשח
ֹּֽ ֹור ִ ֔ר
ְְ יְס
ֹּֽ כֻלם֙ ְס ֶׁ֣ר
:ֹּֽהמה
kulam saréi sórêrím, hólêjéi rajíl nêjóshet uvarzél; kulám mashjitím hémah.
'Ponte de pie junto a la puerta de la casa del Eterno y proclama allí esta
palabra. Diles: Oíd la palabra del Eterno, todos los de Iehudá que entráis por
estas puertas para arrodillaros ante el Eterno.
302
7 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(3)
ְָ֖םְּומעַלְְליכֶּ ָּ֑ם
ֹּֽ ַ ֶּיטיבּוְדַ ְרכיכ
ֵ֥ ִ ֹּֽכה־א ֵ֞ ַמרְיְ הוָ֤הְצְְ באֹות֙ ְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ֔אלְה
:ְַ ֹּֽואֲשַ כְְנֶׁ֣הְאֶּ ְת ֶּ֔כםְבַ מ ָ֖קֹוםְהַ ֶּזֹּֽה
kóh-amár Adonai tzêvaot elohéi Israél, heitívu darjeijém umá'alêleijém;
váashakênáh etjém, bamaqóm hazéh .
No confiéis en palabras de mentira que dicen: '¡Templo del Eterno, templo del
Eterno! ¡Éste es el templo del Eterno!'
(5)
ְָּ֑םְאם־ע ָ֤שֹו
ִ ֶּת־מעַלְְליכ
ֹּֽ ַ ֶּיטיבּוְאֶּ ת־דַ ְרכיכֶּ ָ֖םְוְְא ִ֔ יְאם־היטיב֙ ְת ִ ִ ָ֤כ
:ֵ֥יןְאישְּובֵ֥יןְר ֹּֽעהּו
ָ֖ ִ ְמ ְש ֔פטְבִ ַ֙ ֹּֽתעֲשּו
kí im-heiteiv teitívu, et-darjeijém vêet-má'alêleijém; im-'asó tá'asú mishpát,
béin ísh uvéin re'éhu.
303
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 7
entonces os dejaré habitar en este lugar, en la tierra que desde siempre y para
siempre di a vuestros padres.
(8)
:יְהֹועיל
ֹּֽ ִ ַל־דבְ ָ֖ריְהַ ָּ֑שקֶּ רְלְְבִ לְ ִ ָ֖ת
ִ הִ נָ֤הְאַ תֶּ ם֙ ְֹּֽבטְְ ִ ֶׁ֣חיםְל ֶּ֔כםְע
hinéh atem bótêjím lajém, 'al-divréi hasháqer; lêviltí ho'íl.
¿Acaso este templo, que es llamado por mi nombre, es ante vuestros ojos una
cueva de ladrones? He aquí que yo también lo he visto, dice el Eterno.
(12)
ְיְשם ָ֖ רְשכַ ֹּ֧נְ ִ ֹּֽתיְשְְ ִ ֵ֛מ
ִ ֲֶֶּׁ֨שרְבְְ ִש ֔ילֹוְאֲש ֶׁ֣ ֶּ קֹומי֙ ְא
ִ ְְכּו־נאְאֶּ ל־מ
ִ֗ ְְִ ֶׁ֣כיְל
:ֹוְמפְְ ַ֕ניְרעַ ָ֖תְע ִ ֵַ֥מיְיִ ְשר ֹּֽאל ִ יְל
֔ ית ִ ְאתְאֲשֶּ ר־ע ִ ֶׁ֣ש ֶׁ֣ ָּ֑֙הְּוראּו
ְ ב ִ ֹּֽראשֹונ
kí lêju-ná el-mêqomí ashér bêshiló, ashér shikántí shêmí shám baríshonáh; urú
ét asher-'asíti ló, mipênéi ra'át 'amí Israél.
304
7 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
'Id, pues, a mi lugar que estuvo en Shiló [Silo], donde al principio hice morar
mi nombre, y ved lo que le hice a causa de la maldad de mi pueblo Israel.
(13)
ְָּ֑הְואֲדַ ֶׁ֨בר
ֹּֽ ֹותכֶּ ֵ֛םְאֶּ ת־כְל־הַ ַ ֹּֽמע ִ ֲֵ֥שיםְה ָ֖אלֶּהְנְְאֻם־יְ הו ְ וְְע ִַ֗תהְיַ ֹּ֧עַןְע ֲֹּֽש
:ְיתם ֹּֽ ֶּ ִאֲלי ֶּ֜כםְהַ ְשכָ֤םְוְְדַ בר֙ ְוְְ ֶׁ֣לאְשְְמַ עְ ֔ ֶּתםְוֹּֽאֶּ קְ ֵ֥ראְאֶּ ְתכֶּ ָ֖םְוְְ ֵ֥לאְעֲנ
vê'atáh iá'an 'asótjém et-kol-hamá'asím haéleh nêum-Adonai; váadabér
aleijém hashkém vêdaber vêló shêma'tém, váeqrá etjém vêló 'anitém .
Ahora pues, dice el Eterno, por cuanto habéis hecho todas estas obras–y a
pesar de que os hablé persistentemente, no escuchasteis; y cuando os llamé, no
respondisteis–,
(14)
ְיםְבֹו
֔ ֲשרְאַ תֶּ ם֙ ְֹּֽבטְְ ִ ֶׁ֣ח ָ֤ ֶּ רְנקְְרא־שְְ ִ ֶׁ֣מיְע ִ֗ליוְא ֹּֽ ִ ֲש
ֹּ֧ ֶּ יתיְל ַַבֶׁ֣יִ תְ׀ְא
ִ וְְע ֜ ִש
:יתיְלְְ ִשלֹּֽ ֹו
ִ ֲשרְע ִ ָ֖ש
ֵ֥ ֶּ ָּ֑םְכא
ֹּֽ ַ ֶּוְְ ֶַׁ֨למ ֔קֹוםְאֲשֶּ ר־נ ַ ֵ֥ת ִתיְלכֶּ ָ֖םְוְְ ַלא ֲֹּֽבֹותיכ
vê'asíti labáit | ashér níqêra-shêmí 'aláv ashér atem bótêjím bó, vêlámaqóm,
asher-natáti lajém vêlaavóteijém; káashér 'asíti lêshiló.
por eso, como hice a Shiló [Silo], haré a este templo que es llamado por mi
nombre y en el cual confiáis, a este lugar que os di a vosotros y a vuestros
padres.
(15)
ְםְאת
ָ֖ ֲשרְהִ ְש ֶַׁ֨לכְ ִתי֙ ְאֶּ ת־כְל־אֲחי ֶּ֔כ
ָ֤ ֶּ ָּ֑יְכא
ֹּֽ ַ וְְהִ ְשלַכְ ִ ֵ֥תיְאֶּ ְתכֶּ ָ֖םְמעַ ֶׁ֣לְפנ
ְפ:כְל־זֶּ ֵ֥ ַַֽרעְאֶּ פְ ֹּֽריִ ם
vêhishlajtí etjém me'ál panái; káashér hishlájtí et-kol-ajeijém, ét kol-zéra'
efráim.
'Tú, pues, no ores por este pueblo. No levantes por ellos clamor ni oración; no
intercedas ante mí, porque no te escucharé.
(17)
:הּודהְּובְ ח ָֻ֖צֹותְיְְ ֹּֽרּוש ֹּֽל ִם
ָּ֑ ְְהְהמהְע ִ ָ֖שיםְבְְע ֶׁ֣ריְי
ֵ֥ הְמ
ֵ֛ הַ ֹּֽאינְְךֶׁ֣ ְר ֔ ֶּא
haéinêjá roéh, máh hémah 'osím bê'aréi Iêhudáh; uvjutzót Iêrúshaláim.
305
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 7
¿No ves lo que hacen éstos en las ciudades de Iehudá y en las calles de
Ierushalaim?
(18)
ְהַ ב ֵ֞ ִניםְמְְלַקְְ ִ ֶׁ֣טיםְע ִ֗ ִציםְוְְ ֹּֽהאבֹות֙ ְמְְ ַ ֹּֽבע ִ ֲֶׁ֣ריםְאֶּ ת־ה ֔אשְוְְהַ נ ִ ָ֖שים
ְאֹלהים
ֶׁ֣ ִ ְלֹּֽ ָּ֑֙קְלע ֲֶׁ֨שֹותְכַּו ֜ ִניםְלִ ְמלֶּ ֶׁ֣ כֶּתְהַ ש ִ֗ ַמיִ םְוְְהַ ָ֤סְךְנְְסכִ ים
ֹּֽ ַ ל ֶׁ֣שֹותְבצ
:ְאֲח ִ ֔ריםְלְְ ַ ָ֖מעַןְהַ כְ עִ ֹּֽסנִ י
habaním mêlaqêtím 'etzím vêháavot mêvá'arím et-haésh, vêhanashím lashót
batzéq; lá'asót kavaním limléjet hashamáim vêhaséj nêsajim lélohím ajerím,
lêmá'an haj'iséni .
Los hijos recogen la leña, y los padres encienden el fuego. Las mujeres
amasan la masa para hacer tortas a la 'reina de los cielos' y para derramar
libaciones a dioses ajenos, para ofenderMe.
(19)
:ְיהם
ֹּֽ ֶּ ַןְבשֶּ תְפְְנ
ֵ֥ יְהםְמַ כְ עִ ִ ָ֖סיםְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְהֲלֶׁ֣ ֹואְא ֔תםְלְְ ַ ָ֖מע
ֵ֥ ַ ֹּֽהא ִ ֵ֛ת
háotí hém maj'isím nêum-Adonai; haló otám, lêmá'an bóshet pêneihém .
¿Me ofenderán a Mí?, dice el Eterno. ¿Acaso no actúan, más bien, para su
propia vergüenza?'
(20)
ְיְוחֲמ ִתי֙ ְנִ ֶׁ֨ ֶּתכֶּת֙ ְאֶּ ל־הַ מ ֶׁ֣קֹום
ֹּֽ ַ הוהְהִ ֶׁ֨נהְאַ ִ ָ֤פ
ִִ֗ ְןְכה־א ַ ֶׁ֣מרְ׀ְאֲדנֶׁ֣יְי ֹּֽ ל ֵ֞כ
ְיְהאֲד ָּ֑מה
ֹּֽ ל־האדם֙ ְוְְעַ ל־הַ בְְה ֔מהְוְְעַל־עֵ֥ץְהַ ש ֶּ ָ֖דהְוְְעַל־פְְ ִ ֶׁ֣ר ֹּֽ הַ ֶּ֔זהְ ַע
ְפ:ְאְתכְ ֶּ ֹּֽבה
ִ ּובע ֲָ֖רהְוְְ ֵ֥ל ֹּֽ
lajén kóh-amár | adonái IHVÍH hinéh apí vájamatí nitéjet el-hamaqóm hazéh,
'al-háadam vê'al-habêhemáh, vê'al-'étz hasadéh vê'al-pêrí háadamáh; uvá'aráh
vêló tijbéh .
Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí que mi furor y mi ira se
derraman sobre este lugar, sobre los hombres y sobre los animales, sobre los
árboles del campo y sobre los frutos de la tierra. Se encenderá y no se
apagará.'
(21)
ְֵ֥כהְא ַ ֵ֛מרְיְ הוֵ֥הְצְְב ָ֖אֹותְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ָּ֑אלְעלֹּֽ ֹותיכֶּ ֵ֛םְסְְ ֵ֥פּוְעַל־זִבְ חיכֶּ ָ֖ם
:ְוְְ ִאכְ לֵ֥ ּוְב ֹּֽשר
kóh amár Adonai tzêvaót elohéi Israél; 'olóteijém sêfú 'al-zivjeijém vêijlú
vasár .
306
7 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(22)
ְ)יאי
ֵ֥ ִ ִֹוםְהוציאְ(הֹוצ
ֹּֽ ֵ֛יתיםְבְְי ִ ֔ ִא־ד ַב ְָ֤ר ִתיְאֶּ ת־א ֲֹּֽבֹותיכֶּם֙ ְוְְ ֶׁ֣לאְצִ ּו
ִ יְל
ֹּֽ ִִּ֠כ
:ַל־דבְ ֵ֥ריְעֹולָ֖הְוזֹּֽבַ ח ִ ץְמצְ ָּ֑ריִ םְע
ִ אֹותםְמ ֶּ ֶׁ֣א ֶּר
ָ֖
kí ló-dibárti et-avóteijem vêló tzivitím, bêíom HVTZI (hótzií) otám meéretz
mitzráim; 'al-divréi 'oláh vazávaj.
Porque el día en que los saqué de la tierra de Egipto, no hablé con vuestros
padres ni les mandé acerca de holocaustos y sacrificios.
(23)
ְָ֤יתי
ִ ְש ְמעֶׁ֣ ּוְבְְקֹולִ֔ יְוְְה ִי ִ ֙יְאֹותםְלאמר ָ֤ ית ִ ֶׁ֣רְהַ זֶּהְצִ ִֶּׁ֨ו
ִּ֠ יְאם־אֶּ ת־הַ דב ֹּֽ ִ ִ ֶׁ֣כ
ְֲשר ֶׁ֣ ֶּ ָּ֑םְו ֲהלַכְ ִ֗ ֶּתםְבְְכְל־הַ ֶׁ֨ ֶּד ֶּרְך֙ ְא
ֹּֽ ַ יּו־ליְלְְע
ֶׁ֣ ִ ְְםְתה ֹּֽ ִ אֹלהיםְוְְאַ ֶּ ָ֖ת
ִ֔ ְל ֹּֽ ֙לכֶּם
:ְיטבְל ֶּ ֹּֽכם ֵ֥ ַ ִאֲצַ ּוֶּ ֶׁ֣הְאֶּ ְת ֶּ֔כםְלְְ ַ ָ֖מעַןְי
kí ím-et-hadavár házeh tzivíti otám lemor shim'ú vêqolí, vêhaíti lajem
lélohím, vêatém tíhêiu-lí lê'ám; váhalajtém bêjol-hadérej ashér atzavéh etjém,
lêmá'an itáv lajém .
Más bien, les mandé esto diciendo: 'Escuchad mi voz; y yo seré vuestro
Elohim, y vosotros seréis mi pueblo. Andad en todo camino que os he
mandado, para que os vaya bien.'
(24)
ְאְשמְְעּו֙ ְוְְ ֹּֽלא־הִ ֶׁ֣טּוְאֶּ ת־אְ ְְז ֔נםְוַיֹּֽלְְכּו֙ ְבְְ ֶׁ֣מע ֔צֹותְבִ ְש ִר ָ֖רּותְלִ ְֶׁ֣בם ֹּֽ וְְ ָ֤ל
:ְה ָּ֑רעְו ִ ַֹּֽיהְ יֵ֥ ּוְלְְא ָ֖חֹורְוְְ ֵ֥לאְלְְפ ִ ֹּֽנים
vêló shámê'ú vêló-hitú et-ozênám, vaiélêjú bêmó'etzót, bishrirút libám hará';
vaíhíu lêajór vêló lêfaním .
Desde el día en que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta este
día, os envié todos mis siervos los profetas, persistentemente, día tras día.
307
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 7
(26)
ְֹואְשמְְעּו֙ ְא ַ֔ליְוְְ ֵ֥לאְהִ ָ֖טּוְאֶּ ת־אְ ְְזנָּ֑םְ ַויַקְ שּו֙ ְאֶּ ת־עְ ְְר ֔פםְה ָ֖רעּו
ֹּֽ ָ֤וְְל
:ֲבֹותםֹּֽ ֹּֽמא
vêló shámê'ú elái, vêló hitú et-ozênám; vaiaqshú et-'orêpám, heré'u méavotám.
'Tú, pues, les dirás todas estas palabras, pero no te escucharán; los llamarás,
pero no te responderán.
(28)
ְֱֹלהיוְוְְ ֵ֥לא
֔ ֲשרְלֹּֽ ֹוא־שְמְְ ִ֗עּוְבְְקֹולְ֙יְ הוֶׁ֣הְא ֶׁ֣ ֶּ יהםְזֶּ ָ֤הְהַ גֹוי֙ ְא ֶּ ִ֗ וְְ ֹּֽאמַ ְר ֶׁ֣תְאֲל
ְס:ְיהם ֹּֽ ֶּ ִהְמפ
ִ ֱמּונהְוְְנִ כְ ְְר ָ֖ת ֔ ְהא ֹּֽ ֙רְאבְְדה
ֹּֽ ּוְמּוס
ָּ֑ ֹּֽלקְְ ָ֖ח
vêámartá aleihém zéh hagoí ashér ló-shomê'ú bêqol Adonai eloháv, vêló
láqêjú musár; ávêdah háemunáh, vênijrêtáh mipihém .
Por tanto, les dirás: 'Ésta es la nación que no escuchó la voz del Eterno su
Elohim ni aceptó la corrección. La fidelidad se ha perdido; ha sido eliminada
de sus bocas.'
(29)
ְהוהְוַיִ ָ֖טש
֔ ְָּ֑הְכיְמ ַ ֶׁ֣אסְי
ִ ֹּ֚ יְּוש ִ ֵ֥איְעַל־שְְפ ִיָ֖םְקִ ינ
ְ ְִוהַ ְשלִ֔ יכ ְֹּֽ ְ ֙גְזִ ָ֤יְנִ זְרְך
:ְת־דֹורְעֶּבְ ר ֹּֽתֹו ֵ֥ ֶּא
gozí nizrej vêhashlíji, usí 'al-shêfaím qináh; kí maás Adonai, vaitósh et-dór
'evrató .
308
7 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Porque los hijos de Iehudá han hecho lo malo ante mis ojos, dice el Eterno.
Han puesto sus ídolos abominables en el templo que es llamado por mi
nombre, contaminándolo.
(31)
יהֵ֥םְוְְאֶּ ת־
ֶּ ּובנֵ֞ ּוְב ֶׁ֣מֹותְהַ ִ֗תפֶּתְאֲשֶּ ר֙ ְבְְגֶׁ֣יאְבֶּ ן־הִ ֔נםְלִ ְש ֵ֛רףְאֶּ ת־בְְנ
ְפ:אְעלְְ ָ֖תהְעַל־לִ ִ ֹּֽבי
ֹּֽ יתיְוְְ ֵ֥ל
ִ ְלאְצִ ִּ֔ו
ֶׁ֣ ֙יהָ֖םְב ָּ֑אשְאֲשֶּ ר
ֶּ בְְ ֹּֽנת
uvanú bamót hatófet asher bêgéi ven-hinóm, lisróf et-bêneihém vêet-
bênóteihém baésh; asher ló tzivíti, vêló 'álêtáh 'al-libí.
Han edificado los lugares altos del Tófet, que están en el valle de Ben-hinom,
para quemar en el fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que no les mandé, ni me
vino a la mente.
(32)
הוהְוְְ ֹּֽלא־יא ֶׁ֨מרְעָ֤ ֹודְהַ ֶׁ֨תפֶּת֙ ְוְְגֶׁ֣יאְבֶּ ן־
֔ ְל ֵ֞כןְהִ נֹּֽה־י ִ ָ֤מיםְב ִאים֙ ְנְְאֻם־י
:ְֶׁ֣יאְההֲרגָּ֑הְוְְ ֹּֽקבְְ ֵ֥רּוְבְְ ָ֖ת ֶּפתְמ ֵ֥איןְמ ֹּֽקֹום
ֹּֽ ַ יְאם־ג
ִ םְכ
ָ֖ ִ הִ ֔נ
lajén hinéh-iamím baim nêum-Adonai, vêló-ieamér 'ód hatófet vêgéi ven-
hinóm, kí im-géi háharegáh; vêqávêrú vêtófet meéin maqóm .
Por tanto, dice el Eterno, he aquí vendrán días en que no se dirá más el Tófet
[la hoguera], ni valle de Ben-hinom, sino valle de la Matanza. En la hoguera
serán sepultados por no haber más lugar.
(33)
ְְ ְֹּֽו ֶׁ֨היְ ֜תהְנִ בְ ֶַׁ֨לתְהעָ֤םְהַ זֶּה֙ ְלְְ ַ ֹּֽמא ֲ֔כלְלְְעֵ֥ ֹוףְהַ ש ַ ָ֖מיִ םְּולְ ֶּ ֹּֽבה ַ ֱֶׁ֣מתְה ָּ֑א ֶּרץ
:יןְמח ִ ֲֹּֽריד
ֹּֽ ַ וְְ ָ֖א
vêháitáh nivlát ha'ám hazeh lêmáajál, lê'óf hashamáim ulvéhemát haáretz;
vêéin májaríd.
Los cadáveres de este pueblo servirán de comida a las aves del cielo y a los
animales de la tierra, y no habrá quien los espante.
(34)
ְֹולְש ְמ ֔חה
ִ םְקֹולְששֹון֙ ְוְְ ֶׁ֣ק
ָ֤ ִ הְּומחֻצֹות֙ ְיְְ ֶׁ֣רּוש ֔ ַל
ֹּֽ הּודִ֗ ְְיְ׀ְמע ֶׁ֣ריְי
ֹּֽ וְְהִ ְשבַ ִ ֶׁ֣ת
:ָ֖הְתהְְיֶּ ֵ֥הְה ֹּֽא ֶּרץ
ֹּֽ ִ ָּ֑הְכיְלְְחְ ְרב
ֵ֥ ִ ֵ֥קֹולְח ָ֖תןְוְְ ֶׁ֣קֹולְכַל
vêhishbatí | mé'aréi Iêhudáh uméjutzot Iêrúshaláim, qól sason vêqól simjáh,
qól jatán vêqól kaláh; kí lêjorbáh tíhêiéh haáretz.
309
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 8
El Eterno dice: 'En aquel tiempo sacarán fuera de los sepulcros los huesos de
los reyes de Iehudá, los huesos de sus magistrados, los huesos de los
sacerdotes, los huesos de los profetas y los huesos de los habitantes de
Ierushalaim.
(2)
ְֲשר ָ֤ ֶּ ּוםְוא
ֹּֽ ַ ּושטחּוםְּ֩לַשֶֶּׁ֨ מֶּ שְוְְלַי ֜רחַ ְּולְ ֶׁ֣כלְ׀ְצְְבֶׁ֣אְהַ ש ִ֗ ַמיִ םְאֲשֶֶּׁ֨ רְאֲה ֜ב ְ
ְרְהשְְתַ חֲוָ֖ ּוְל ֶּהָּ֑ם
ֹּֽ ִ ֲשֵ֥ ֶּ ּוםְוא
ֹּֽ ַ ֲשרְדְְר ֔ש ֶׁ֣ ֶּ םְוא
ֹּֽ ַ יה
ֶּ ֔ ּוְאחֲר
ֹּֽ ַ ְֶׁ֣הלְְכ
ֹּֽ ֙עֲבדּום֙ ַ ְֹּֽואֲשֶּ ר
:ְהְיהְ יֹּֽ ּו
ְֹּֽ ִ ֵ֥יְהאֲד ָ֖מ
ֹּֽ ָ֤לאְי ֹּֽאסְְפּו֙ ְוְְ ֶׁ֣לאְיִ ק ֔ברּוְלְְ ֵ֛דמֶּ ןְעַל־פְְנ
ushtajum lashémesh vêlaiaréaj uljól | tzêvá hashamáim ashér ahevúm váashér
'avadum váasher hálêjú ájareihém, váashér dêrashúm, váashér híshêtajavú
lahém; ló ieásêfú vêló iqavéru, lêdómen 'al-pênéi háadamáh íhíu .
Los extenderán ante el sol, ante la luna y ante todo el ejército del cielo, a
quienes amaron y rindieron culto, a quienes siguieron y consultaron, y ante
quienes se postraron. No serán recogidos ni sepultados; quedarán como abono
sobre la superficie de la tierra.
(3)
ְֵ֥הְהרעָ֖ה
ֹּֽ יםְמן־הַ ִמ ְשפחִ ְמחַ יִ י֔ םְלְְ ִ֗כלְהַ שְְא ִרית֙ ְהַ נִ ְשא ִ ֔ר ֹּֽ ֙וְְנִ בְ ַחֵ֥רְ ֶׁ֨מוֶּת
ְיםְשםְנְְאֻ ָ֖םְיְ הוֵ֥ה
֔ ֲשרְהִ דַ חְ ִ ֶׁ֣ת
ֶׁ֣ ֶּ הַ ָּ֑זאתְבְְכְל־הַ מְְק ָ֤מֹותְהַ נִ ְשא ִרים֙ ְא
ְס:ְצְְב ֹּֽאֹות
vênivjár mávet méjaím, lêjól hashêerit hanisharím, min-hamishpajáh hára'áh
hazót; bêjol-hamêqomót hanisharim ashér hidajtím shám, nêúm Adonai
tzêvaót .
Preferible será la muerte que la vida para el resto de los sobrevivientes de esta
perversa familia, en todos los lugares a donde yo los arroje, dice el Eterno de
los Ejércitos.
310
8 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(4)
ְּומּוְאם־י ָ֖שּובְוְְ ֵ֥לא
ִ הוהְהֲיִ פְְלָ֖ ּוְוְְ ֶׁ֣לאְי ָּ֑ק
֔ ְםְכהְא ַ ֶׁ֣מרְי
ֹּ֚ יה
ֶּ ִ֗ וְְ ֹּֽאמַ ְר ֶׁ֣תְאֲל
:ְי ֹּֽשּוב
vêámartá aleihém kóh amár Adonai, haipêlú vêló iaqúmu; im-iashúv vêló
iashúv .
'Asimismo, les dirás que así ha dicho el Eterno: '¿No se levantan los que se
caen? ¿No vuelve el que es tomado cautivo?
(5)
ְתְה ֱח ֶׁ֨ ִזיקּו֙ ְבַ תַ ְר ִ֔מת
ֹּֽ ֶּ ְַַשֹובְְ ֜בהְהעֵ֥םְהַ זֶּ ֵ֛הְיְְ ֹּֽרּושלַ ָ֖ ִםְמְְשֻ בֶׁ֣הְנִ ַצָּ֑ח
ֹּֽ מַ דֶׁ֨ ּוע
:ֹּֽמאֲנָ֖ ּוְל ֹּֽשּוב
madú'a shóvêváh ha'ám hazéh Iêrúshaláim mêshuváh nitzájat; héjezíqú
batarmít, méanú lashúv.
eijáh tómêrú jajamím anájnu, vêtorát Adonai itánu; ajen hinéh lashéqer 'asáh,
'ét shéqer sófêrím .
¿Cómo diréis: 'Nosotros somos sabios, y la Torá del Eterno está con nosotros'?
Ciertamente he aquí que la pluma engañosa de los escribas la ha convertido en
engaño.
(9)
ָ֖ ֶּ יםְחָ֖תּוְוַיִ לכָּ֑דּוְהִ נָ֤הְבִ ְדבַ ר־יְ הוה֙ ְמ ֔אסּוְוְְחְכְ ַ ֵ֥מ
ְתְמה ַ ה ִ ֶׁ֣בשּוְחֲכ ִ֔מ
:ְל ֶּ ֹּֽהם
hovíshu jajamím, játu vailajédu; hinéh vidvar-Adonai maásu, vêjojmát méh
lahém .
Por tanto, daré a otros sus mujeres, y sus campos a los conquistadores; porque
desde el menor hasta el mayor, cada uno persigue las ganancias deshonestas.
Desde el profeta hasta el sacerdote, todos obran con engaño
(11)
ְאמרְשלֶׁ֣ ֹוםְ׀ְשלָּ֑ ֹוםְוְְ ָ֖אין
ָ֖ ת־שבֶּ רְבַ ת־ע ִַמי֙ ְעַל־נְְקַ ֔להְל
ָ֤ ֶּ ֶּוַיְ ַר ֵ֞פּוְא
:שלֹּֽ ֹום
vairapú et-shéver bat-'amí 'al-nêqaláh, lemór shalóm | shalóm; vêéin shalóm.
312
8 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(13)
ְא ֵ֥סףְא ֲִסיפָ֖םְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְאיןְּ֩עֲנ ִֶׁ֨ביםְבַ ֜ ֶּגפֶּןְוְְ ֹּ֧איןְתְְא ִנֶׁ֣יםְבַ תְְא ִ֗נה
:ְוְְ ֶּ ֹּֽהעלֶּה֙ ְנ ֔בלְוֹּֽאֶּ ֵ֥תןְל ֶּהָ֖םְ ַ ֹּֽיעַבְ ֹּֽרּום
asóf asifém nêum-Adonai; ein 'anavím bagéfen vêéin têením batêenáh
vêhé'aleh navél, váetén lahém iá'avrúm .
¡De cierto acabaré con ellos!, dice el Eterno. No quedarán uvas en la vid, ni
higos en la higuera. Hasta las hojas se marchitarán, y lo que les he dado pasará
de ellos.'
(14)
ְה־שם
ָּ֑ נּוְישְְ ִ֔ביםְה ֹּֽאסְְ ִ֗פּוְוְְנ ֵ֛בֹואְאֶּ ל־ע ֵ֥ריְהַ ִמבְ צָ֖רְוְְנִ דְְמ
ֹּֽ ְעַל־מה֙ ְאֲנַ ֶׁ֣ח
:ְָ֖אנּוְליהוֹּֽה
ֹּֽ ַ אשְכיְחט ֵ֥ ִ י־ר
֔ הוהְאֱֹלהָ֤ינּוְה ֲִד ֶׁ֨מנּו֙ ְ ַוי ְַש ֶׁ֣קנּוְמ ֶׁ֨ ְכִ יְּ֩י
'al-mah anájnu ióshêvím, heásêfú vênavó el-'aréi hamivtzár vênidêmah-shám;
kí Adonai elohéinu hadimánú vaiashqénu mei-rósh, kí jatánu láAdonai .
313
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 8
'He aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, víboras contra las cuales no
habrá encantamiento que valga. Y ellas os morderán', dice el Eterno.
(18)
:יתיְעֲלֶׁ֣יְיגָּ֑ ֹוןְעלַ ָ֖יְלִ ִ ֵ֥ביְדַ ּוֹּֽי
ָ֖ ִ ִמַ בְ ִ ֵ֥ליג
mavlígití 'aléi iagón; 'alái libí davái.
¡He aquí, la voz del grito de la hija de mi pueblo que viene de lejana tierra!
¿Acaso no está el Eterno en Tzión [Sion]? ¿Acaso no está en ella su Rey?
¿Por qué me han provocado a ira con sus imágenes talladas, con las
insignificancias del extraño?
(20)
:ֹואְנֹושעְְנּו
ֹּֽ ֵ֥ץְואֲנַ ָ֖חְ נּוְל
ֹּֽ ַ ִהְקי
ָּ֑ ע ַבֵ֥רְק ִ ָ֖צירְכֶׁ֣ל
'avár qatzír kálah qáitz; váanájnu ló noshá'ênu.
¿Acaso no hay bálsamo en Galaad? ¿Acaso no hay allí médico? ¿Por qué,
pues, no hay sanidad para la hija de mi pueblo?
(23)
ְהְאת
ָ֖ ְיֹומםְו ַ֔ליְ ל
ֶׁ֣ ֹ֙ורְד ְמעָּ֑הְוְְאֶּ בְ כֶּה
ִ ְמיִ םְוְְע ִינָ֖יְמְְ ֶׁ֣ק
ַ ֔ ֙אשי
ִ ִ ֹּֽמי־יִ ָ֤תןְר
:ַ ֹּֽחלְְלֵ֥יְבַ ת־ע ִ ַֹּֽמי
314
8-9 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
mí-itén roshí máim, vê'einí mêqór dim'áh; vêevkeh iomám valáilah, ét jálêléi
vat-'amí.
¡Quién me diera que mi cabeza fuese agua y mis ojos manantial de lágrimas,
para que llorara día y noche por los muertos de la hija de mi pueblo!
Dispusieron sus lenguas como arcos [que disparan] mentira; no para ser
confiables se fortalecieron en la tierra. 'Porque mal tras mal procedieron y no
me han conocido, dice el Eterno.
(3)
ְָּ֑חּוְכיְכְל־אח֙ ְע ֶׁ֣קֹוב
ָ֤ ִ ל־תבְ ט
ִ ַל־אחְא
ָ֖ ְישְמר ֶׁ֨עהּו֙ ְהִ ש ֔מרּוְוְְעַל־כ ֹּֽ ִ ָ֤א
:ילְיהֲֹלֹּֽ ְך
ֹּֽ ַ ל־רעְַר ִ ֵ֥כ
ָ֖ ְיַעְ ֔קבְוְְכ
ísh mére'éhú hishaméru, vê'al-kol-áj al-tivtáju; kí jol-aj 'aqóv ia'qóv, vêjol-ré'a
rajíl iáhalój.
315
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 9
Por tanto, así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'He aquí que yo los fundiré y
los probaré. Pues, ¿de qué otro modo he de proceder con la hija de mi pueblo?
(7)
ְ ֙הְדבָּ֑רְבְְ ִ֗ ִפיוְשלָ֤ ֹוםְאֶּ ת־ר ֶׁ֨עהּו
ִ ָ֖םְמ ְר ֶׁ֣מ
ִ חֵ֥ץְשוחטְ(ש ֵ֛חּוט)ְלְְשֹונ
:יְְדַ ֔ברְּובְ קִ ְר ָ֖בֹוְי ִ ֵ֥שיםְאְ ְר ֹּֽבֹו
jétz svjt (shajút) lêshonám mirmáh dibér; bêfív shalóm et-re'éhú iêdabér,
uvqirbó iasím orbó.
Flecha asesina es la lengua de ellos; hablan engaño. Con su boca habla de paz
a su prójimo, pero dentro de sí pone emboscada.
(8)
ְהְלא
ֵ֥ ָּ֑הְאםְבְְגֶׁ֣ ֹויְאֲשֶּ ר־כ ֶּ֔ז
ִ ֹּ֚ ֶּהְלא־אֶּ פְ קְד־בָ֖םְנְְאֻם־יְ הו
ֹּֽ ַל־אל
ֵ֥ ַ ֹּֽהע
ְס:ְִת ְתנ ַָ֖קםְנַפְ ִ ֹּֽשי
há'al-éleh ló-efqod-bám nêum-Adonai; ím bêgói asher-kazéh, ló titnaqém
nafshí .
¿No habré de castigarles por esto?, dice el Eterno. ¿No tomará venganza mi
alma de una nación como ésta?'
(9)
ְ ֙הְכיְנִ צְְתּו
ָ֤ ִ ֹותְמ ְדבר֙ ְקִ ֔ינ
ִ ַל־הה ִ ֜ריםְאֶּ ֹּ֧שאְבְְ ִ ֶׁ֣כיְו ִֶּ֗נהִ יְוְְעַל־נְְ ָ֤א ֶּ ֶׁ֨ ע
ְֹולְמקְ נֶּ ָּ֑הְמעָ֤ ֹוףְהַ ש ֶׁ֨ ַמיִ ם֙ ְוְְעַד־בְְה ֔מה
ִ ּוְקֶׁ֣ ָ֖אְשמְְע
ֹּֽ י־אישְע ֔ברְוְְ ֵ֥ל ֶׁ֣ ִ ִִמבְְל
:נַֹּֽֽדְְ ָ֖דּוְה ֹּֽלכּו
'al-héharím esá vêjí vanéhi vê'al-nêót midbar qináh, kí nitzêtú mibêli-ísh 'ovér,
vêló shámê'ú qól miqnéh; me'óf hashamáim vê'ad-bêhemáh, nádêdú haláju.
316
9 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Prorrumpiré en llanto y lamento por los montes, en canto fúnebre por los
pastizales del desierto. Porque han sido devastados hasta no quedar quien
pase, ni se escucha el mugido del ganado. Desde las aves del cielo hasta el
ganado huirán y se irán.
(10)
ְהּודהְאֶּ ֵ֥תן
ֵ֛ ְְוְְנֹּֽתַ ִ ֹּ֧תיְאֶּ ת־יְְ ֹּֽרּושלַ ֵ֛ ִםְלְְג ִ ַָ֖ליםְמְְעֶׁ֣ ֹוןְתַ ִנָּ֑יםְוְְאֶּ ת־ע ֹּ֧ריְי
ְס:יְיֹושב ֹּֽ הְמבְְ ִ ָ֖ל
ִ שְְמ ָ֖מ
vênátatí et-Iêrúshaláim lêgalím mê'ón taním; vêet-'aréi Iêhudáh etén
shêmamáh mibêlí ioshév.
¿Quién es el hombre sabio que entienda esto? ¿A quién ha hablado la boca del
Eterno, de manera que lo pueda declarar? ¿Por qué ha perecido la tierra y ha
sido devastada cual desierto, de modo que nadie pase por ella?
(12)
יהָּ֑םְוְְ ֹּֽלא־
ֶּ ֲשרְנ ַ ָ֖ת ִתיְלִ פְ נ
ֵ֥ ֶּ ת־תֹור ֔ ִתיְא
ֶׁ֣ ֶּהוהְעַל־עְ ְְזבם֙ ְא ֔ ְו ֶַׁ֣יאמֶּ רְי
:ְכּוְבה
ֹּֽ ְקֹוליְוְְלא־הֵ֥ל
ָ֖ ִ ְְשְמְְעֵ֥ ּוְב
vaiómer Adonai, 'al-'ozêvam et-tóratí, ashér natáti lifneihém; vêló-shomê'ú
vêqolí vêlo-hálju váĥ .
Más bien, fueron tras la porfía de sus corazones y tras los Baales, como sus
padres les enseñaron.
(14)
ְֹּ֧יְמאֲכִ ילֵ֛םְאֶּ ת־העֵ֥ם
ֹּֽ ַ ֶׁ֣יְיִשר ֔אלְהִ נְְ ִנ
ְ ןְכה־א ֵ֞ ַמרְיְ הוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְאֱֹלה ֹּֽ ל ִ֗כ
:ְי־ראש
ֹּֽ יתיםְמָ֖ ִ ִָ֖הְלעֲנָּ֑הְוְְהִ ְשק
ֹּֽ ַ ֶּהַ ז
317
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 9
lajén kóh-amár Adonai tzêvaot elohéi Israél, hinêní máajilám et-ha'ám hazéh
lá'anáh; vêhishqitím mei-rósh .
Por tanto, así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel, he aquí que
haré comer ajenjo a este pueblo; les haré beber aguas envenenadas.
(15)
ְ ֙יְאחֲריהֶּ ם
ֹּֽ ַ ֲבֹותםְוְְ ִשלַחְ ִ ָ֤ת
ָּ֑ הְוא
ֹּֽ ַ אְיַֽדְְ ֔עּוְהָ֖מ
ֹּֽ ְל ֶׁ֣ ֙גֹויםְאֲשֶּ ר
ִ֔ ַצֹותים֙ ְבִ ַוה ִ ֲֹּֽפ
ְפ:יְאֹותםֹּֽ ַלֹות
ָ֖ ִ אֶּ ת־הַ ֔ ֶּח ֶּרבְעַ ֵ֥דְכ
vahafítzotim bagoím, asher ló iádê'ú, hémah váavotám; vêshilajtí ájareihem
et-hajérev, 'ád kalotí otám.
Los esparciré entre naciones que ni ellos ni sus padres conocieron. Y enviaré
tras ellos la espada, hasta que yo los extermine.
(16)
בֹואינהְוְְאֶּ ל־
ָּ֑ ֶּ ֹותְּות
ְ ָָ֖֤כהְאמַ ר֙ ְיְ הוֶׁ֣הְצְְב ֔אֹותְהִ ְת ֵ֥בֹונְְנֵ֛ ּוְוְְקִ ְר ֵ֥אּוְל ְַמ ֹּֽקֹונְְנ
:ְֹותְשלְ ָ֖חּוְוְְת ֹּֽבֹואנה
ִ ַ ֹּֽהחֲכ ֵ֥מ
kóh amar Adonai tzêvaót, hitbónênú vêqirú lamqónênót utvoéinah; vêel-
hájajamót shiljú vêtavónah .
318
9 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(19)
ְר־פיוְוְְל ַָ֤מ ְדנה
ָּ֑ ִ ַהוהְוְְ ִת ַ ֵ֥קחְאְזְנְְכֶּ ָ֖םְדְְב
֔ ְִ ֹּֽכי־שְְ ַ ָ֤מעְ נהְנ ִשים֙ ְדְְבַ ר־י
:ְעּותהְקִ ינֹּֽה
ָ֖ הְר
ְְ בְְנֹּֽ ֹותיכֶּם֙ ְ ֶּ֔נהִ יְוְְ ִא ֵ֥ש
kí-shêmá'nah nashim dêvar-Adonai, vêtiqáj oznêjém dêvar-pív; vêlamédnah
vênóteijem néhi, vêisháh rê'utáĥ qináh .
Diles que así dice el Eterno: 'Los cuerpos de los hombres muertos caerán
como abono sobre la superficie del campo. Como manojos caerán detrás del
segador, y no habrá quien los recoja.'
(22)
ְהוהְאַ ל־יִ ְתהַ לָ֤לְחכם֙ ְבְְחְכְ מ ֔תֹוְוְְאַ ל־יִ ְתהַ לֵ֥לְהַ גִ ָ֖בֹור ִ֗ ְֶׁ֣כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי
:ְבִ גְ ֹּֽבּור ָּ֑תֹוְאַ ל־יִ ְתהַ לֵ֥לְע ִ ָ֖שירְבְְע ְש ֹּֽרֹו
kóh | amár Adonai al-ithalél jajam bêjojmató, vêal-ithalél hagibór bigvúrató;
al-ithalél 'ashír bê'ashró .
319
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 9-10
kí im-bêzót ithalél hamithalél haskel vêiadó'a otí kí aní Adonai, 'óseh jésed
mishpát utzdaqáh baáretz; kí-vêéleh jafátzti nêum-Adonai .
'He aquí, vienen días, dice el Eterno, en que traeré el castigo sobre todo
circuncidado y sobre todo incircunciso:
(25)
ְַ֙ל־מֹואבְוְְ ַעל
֔ הּודהְוְְעַל־אֱדֵ֞ ֹוםְוְְעַל־בְְנָ֤יְעַמֹון֙ ְוְְעִ֗ ְְַל־מצְ ַ ֶׁ֣ריִ םְוְְעַל־י
ִ ע
ְָּ֑רְכיְכְל־הַ גֹויִ ם֙ ְעֲרלִ֔ יםְוְְכְל־בֵ֥ית
ָ֤ ִ כְל־קְְצּוצֶׁ֣יְפ ֔אהְהַ ֹּֽישְְ ִ ָ֖ביםְבַ ִמ ְדב
ְפ:י־לב ֹּֽ יִ ְשר ָ֖אלְע ְַרל
'al-mitzráim vê'al-Iêhudáh vê'al-edóm vê'al-bênéi 'amon vê'al-moáv, vê'al kol-
qêtzutzéi feáh, haióshêvím bamidbár; kí jol-hagoim 'arelím, vêjol-béit Israél
'arlei-lév.
sobre Egipto, Iehudá, Edom, los hijos de Amón y Moab, y sobre todos los que
se rapan las sienes y habitan en el desierto. Porque todas estas naciones son
incircuncisas, y toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón.'
320
10 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(3)
ְֹוְמע ֲֵ֥שהְיְְ ֹּֽדי־ח ָ֖רש
ֹּֽ ַ ְמיַ ֶׁ֣עַרְכְְר ֔ת
ִ ֙לְהּואְכִ י־עץ
ָּ֑ ֶּיםְהֶׁ֣ב
ֶּ ֹותְהע ִ ַָ֖מ
ֹּֽ ִ ֹּֽכי־ח ֵֻ֥ק
:ַ ֹּֽבמַ ע ֲֹּֽצד
kí-juqót há'amím hével hú; ki-'etz miá'ar kêrató, má'aséh iêdéi-jarásh
báma'atzád.
Porque las costumbres de los pueblos son insignificancia: Cortan un árbol del
bosque, y las manos del escultor lo labran con la azuela.
(4)
:בְְכֶּ ֵ֥סֶּ ףְּובְ זהָ֖בְיְְיַפָּ֑הּוְבְְמַ ְסמְְ ֹּ֧רֹותְּובְ מַ ק ֵ֛בֹותְיְְחַ ְְז ָ֖קּוםְוְְלֵ֥ ֹואְי ִ ֹּֽפיק
bêjésef uvzaháv iêiapéhu; bêmasmêrót uvmaqavót iêjazêqúm vêló iafíq.
Lo adornan con plata y oro; lo afirman con clavos y martillo para que no se
tambalee.
(5)
יְלאְיִ צְ עָּ֑דּוְאַ ל־
ֶׁ֣ ּואְכ
ֶׁ֣ ִ הְהמה֙ ְוְְ ֶׁ֣לאְיְְדַ ֔ברּוְנ ֵ֥שֹואְיִ נ ָ֖שֶׁ֨ רְמקְ ֵ֥ש
ִ ֶּכְְ ֶׁ֨תמ
ְפ:יןְאֹותם
ֹּֽ יבְא
ֵ֥ יט ָ֖ י־לאְי ֔רעּוְוְְגַם־ה ֶׁ֣ ִיר ָ֤אּוְמהֶּ ם֙ ְכ
ְְ ִ ֹּֽת
kêtómer miqsháh hémah vêló iêdabéru, nasó inasú kí ló itz'ádu; al-tírêú
mehem ki-ló iaré'u, vêgam-heitéiv éin otám.
¡No hay nadie semejante a ti, oh Eterno! Tú eres grande; grande es tu nombre
en poder.
(7)
ְגֹויֵ֛ם
ִ ַהְכיְבְְכְל־חַ כְ ֹּ֧מיְה
ֶׁ֣ ִ םְכיְלְְךָ֖ ְי ָּ֑את
ֵ֥ ִ גֹוי
ִ֔ ְַמלְֶּךְה
ֶׁ֣ ֶּ ֙יְלאְיִ ֹּֽראֲך
ָ֤ ִ ֶׁ֣מ
:כּותםְמ ֵ֥איןְכ ֹּֽמֹוך ָ֖ ְּובְ כְל־מַ ל
mí ló iráajá mélej hagoím, kí lêjá iaátah; kí vêjol-jajméi hagoím uvjol-
maljutám meéin kamója.
Traen plata laminada de Tarsis y oro de Ufaz, los cuales son trabajados por el
platero y por las manos del fundidor. Sus vestiduras son de material azul y de
púrpura; todas son obra de expertos.
(10)
ְְת ְרעַ ֶׁ֣ש
ִ ָּ֑֙םְמקִ צְ פֹו ֱֹלהיםְחַ ִי
ִ ָ֖יםְּומלְֶּךְעֹול
ֶׁ֣ ֶּ ֵ֥ ִ תְהּוא־א ֹּֽ ַוֹּֽיהוָ֤הְאֱֹלהִ ים֙ ְא ֔ ֱֶּמ
ְפ:ְלּוְגֹויָ֖םְזַעְ ֹּֽמֹו
ִ ה ֔א ֶּרץְוְְ ֹּֽלא־י ִ ֵ֥כ
váAdonai elohim emét, hú-elohím jaím umélej 'olám; miqitzpó tir'ásh haáretz,
vêló-iajílu goím za'mó .
Así les diréis: 'Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra desaparecerán
de la tierra y de debajo de estos cielos.
(12)
:הְא ֶּרץ֙ ְבְְכ ֔חֹוְמ ִ ֵ֥כיןְתבָ֖לְבְְחְכְ מ ָּ֑תֹוְּובִ ְתבּונ ָ֖תֹוְנ ֵ֥טהְש ֹּֽמיִ ם
ֶּ ֶׁ֨ ע ֵ֥ש
'oséh éretz bêjojó, mejín tevél bêjojmató; uvitvunató natáh shamáim.
322
10 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
lêqól titó hamón máim bashamáim, vaiá'aléh nêsiím miqtzéh RTZ (haáretz);
bêraqím lamatar 'asáh, vaiótze rúaj meótzêrotáv.
323
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 10
Porque así ha dicho el Eterno: 'He aquí que esta vez arrojaré con honda a los
habitantes del país, y he de afligirlos para que sean avergonzados.'
(19)
:יְאְךְזֶּ ֵ֥הְחְ ִ ָ֖ליְוְְאֶּ ש ֶּ ֹּֽאנּו
ֵ֛ ַ ַל־שבְ ִ ֔ריְנַחְ לָ֖הְמַ כ ִ ָּ֑תיְ ַ ֹּֽוא ֲִנֶׁ֣יְא ֔ ַמ ְר ִת
ִ ֵ֥אֹויְלִ י֙ ְע
ói lí 'al-shivrí, najláh makatí; váaní amárti, áj zéh jolí vêesaénu.
Mi tienda es destruida, y todas mis cuerdas han sido rotas. Mis hijos se me
han ido, y ya no están. Ya no hay nadie que extienda mi morada, ni quien
levante mi tienda.
(21)
ְלאְהִ ְש ֔ ִכילּוְוְְכְל־
ֶׁ֣ ָ֖֙הְלאְד ָּ֑רשּוְעַל־כן
ֶׁ֣ ְהר ֔ ִעיםְוְְאֶּ ת־יְ הו
ֹּֽ ִ֙ ָ֤כיְנִ בְ עֲרּו
ְפ:ְיתםְנ ֹּֽפֹוצה ָ֖ ִמַ ְרע
kí niv'arú háro'ím, vêet-Adonai ló daráshu; 'al-ken ló hiskílu, vêjol-mar'itám
nafótzah .
Porque los pastores se han embrutecido y no han buscado al Eterno. Por eso
no prosperaron, y todo su rebaño se ha dispersado.
(22)
ְָ֤קֹולְשְְמּועה֙ ְהִ נֶׁ֣הְב ֔אהְוְְ ַ ֵ֥רעַשְג ָ֖דֹולְמ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץְצ ָּ֑פֹוןְל ֵ֞שּוםְאֶּ ת־ע ֹּ֧רי
ְס:הּודהְשְְמ ָ֖מהְמְְעֵ֥ ֹוןְתַ ִ ֹּֽנים
ֵ֛ ְְי
qól shêmu'ah hinéh vaáh, vêrá'ash gadól meéretz tzafón; lasúm et-'aréi
Iêhudáh shêmamáh mê'ón taním.
He aquí que viene un rumor, y gran alboroto de la tierra del norte, para
convertir en desolación y en guarida de chacales todas las ciudades de Iehudá.
(23)
:יןְאת־צַ ע ֲֹּֽדֹו
ֹּֽ ֶּ ֹוְלא־לְְ ִ ֶׁ֣אישְה ֔לְךְוְְה ִ ָ֖כ
ֹּֽ ָּ֑אְלא ָ֖דםְדַ ְרכ
ֹּֽ יְל
ֵ֥ הְכ
ֵ֛ ִ הו
֔ ְי ַ ֶׁ֣דעְ ִתיְי
iadá'ti Adonai, kí ló láadám darkó; ló-lêísh holéj, vêhajín ét-tza'adó .
324
10-11 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(24)
:ְיַסְְ ֵ֥רנִ יְיְ הוָ֖הְאַ ְך־בְְ ִמ ְשפָּ֑טְאַ ל־בְְאַ פְְךָ֖ ְפֶּן־תַ ְמעִ ֹּֽטנִ י
iasêréni Adonai aj-bêmishpát; al-bêapêjá pen-tam'iténi .
Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen y sobre las familias que
no invocan tu nombre. Porque han devorado a Iaaqov; lo han devorado y
consumido, y han desolado su morada.
–Escuchad las palabras de este pacto y hablad a los hombres de Iehudá y a los
habitantes de Ierushalaim.
(3)
ְ ֙םְכה־א ַ ֵ֥מרְיְ הוָ֖הְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ָּ֑אלְא ֶׁ֣רּורְה ִ֔אישְאֲשֶּ ר ֹּֽ יה
ֶּ ֔ וְְ ֹּֽאמַ ְר ֶׁ֣תְאֲל
:ְת־דבְ ָ֖ריְהַ בְְ ִ ֵ֥ריתְהַ ֹּֽזאתִ ֶֶּׁ֣לאְיִ ְש ֔ ַמעְא
vêámartá aleihém, kóh-amár Adonai elohéi Israél; arúr haísh, asher ló ishmá',
et-divréi habêrít hazót .
325
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 11
Tú les dirás que así ha dicho el Eterno Elohim de Israel: 'Maldito el hombre
que no obedece las palabras de este pacto
(4)
ְּ֩ץ־מצְ ַריִ ם
ִ י־אֹותםְמ ֶּ ֹּֽא ֶּר
ֶׁ֣ יתיְאֶּ ת־א ֲֹּֽבֹותי ֶָּ֡כםְבְְיֶׁ֣ ֹוםְהֹוצִ ִ ֹּֽיא ִ ֲשרְצִ ִ ֶּׁ֣ו
ֶׁ֣ ֶּ א
םְאֹותםְכְְ ֵ֥כלְאֲשֶּ ר־ ֔ ית
ֶׁ֣ ֶּ רְש ְמעָ֤ ּוְבְְקֹולִ י֙ ַ ְֹּֽוע ֲִש ִ אמ ִ֗ ִמכֶׁ֨ ּורְהַ בַ ְר ֶּ֜זלְל
:ְאֹלהים
ֹּֽ ִ ָ֖םְל ֹּֽ ֶּיְאהְְיֶּ ֵ֥הְלכ ֹּֽ ֶּ ָּ֑םְוהְ ִיָ֤יתֶּ םְלִ י֙ ְלְְ ֔עםְוְְ ֶׁ֣אנ ֔ ִכ
ֹּֽ ִ ֶּאֲצַ ּוֶּ ָ֖הְאֶּ ְתכ
ashér tzivíti et-avóteijém bêíom hotzií-otám meéretz-mitzraim mikúr habarzél
lemór shim'ú vêqolí vá'asitém otám, kêjól asher-atzavéh etjém; víhítem lí
lê'ám, vêánojí, éhêiéh lajém lélohím .
que mandé a vuestros padres el día en que los saqué de la tierra de Egipto, del
horno de hierro, diciéndoles: 'Oíd mi voz y haced conforme a todo lo que yo
os mando. Así seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Elohim;
(5)
ְ ֙בּועהְאֲשֶּ ר־נִ ְש ַבֶׁ֣עְ ִתיְ ַלא ֲֹּֽבֹותי ִֶּ֗כםְל ָ֤תתְלהֶּ ם ֜ ְְלְְמַ ַעןְּ֩ה ֶׁ֨ ִקיםְאֶּ ת־הַ ש
ְפ:ְֵ֛בְּוד ַבָ֖שְכַיֶׁ֣ ֹוםְהַ זֶּ ָּ֑הְו ַ ֵ֥אעַןְוֹּֽא ַ ָ֖מרְא ֵ֥מןְ׀ְיְ הוֹּֽה
ְ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץְז ַבֵ֥תְחל
lêma'an haqím et-hashêvu'áh asher-nishbá'ti laavóteijém latét lahem éretz
zavát jaláv udvásh kaióm hazéh; vaá'an váomár amén | Adonai .
para confirmar el juramento que hice a vuestros padres, de darles la tierra que
fluye leche y miel, como en este día.'' Yo respondí: –Así sea, oh Eterno.
(6)
ְהּודה
֔ ְְו ַָ֤יאמֶּ רְיְ הוה֙ ְא ַ֔ליְקְְ ֶׁ֨ראְאֶּ ת־כְל־הַ דְְב ִ ָ֤ריםְה ֶׁ֨אלֶּה֙ ְבְְע ֶׁ֣ריְי
ְיתם
ָ֖ ֶּ אתְוע ֲִש
ֹּֽ ַ ת־דבְ רי֙ ְהַ בְְ ִ ֶׁ֣ריתְהַ ֔ז
ִ ֶּרְש ְמ ִ֗עּוְא
ִ אמָּ֑ ּובְ ח ֵֻ֥צֹותְיְְ ֹּֽרּושלַ ָ֖ ִםְל
:ְאֹותם ֹּֽ
vaiómer Adonai elái, qêrá et-kol-hadêvarím haéleh bê'aréi Iêhudáh, uvjutzót
Iêrúshaláim lemór; shim'ú et-divreí habêrít hazót, vá'asitém otám .
326
11 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Porque bien advertí a vuestros padres el día en que los hice subir de la tierra
de Egipto y hasta el día de hoy, advirtiéndoles persistentemente y diciendo:
'Escuchad mi voz.'
(8)
ְּוְאישְבִ ְש ִר ָ֖ירּותְלִ בֶׁ֣םְה ָּ֑רע ִַ֕ ֔אְשמְְעּו֙ ְוְְ ֹּֽלא־הִ ֶׁ֣טּוְאֶּ ת־אְ ְְז ֔נםְוַיֶׁ֣לְ כ
ֹּֽ וְְ ָ֤ל
ְיְלע ֲָ֖שֹות
ֹּֽ ַ יתִ ל־דבְ ֹּ֧ריְהַ בְְ ִרית־הַ ֵ֛זאתְאֲשֶּ ר־צִ ִ ֵּ֥ו ִ ְםְאת־כ ֹּֽ ֶּ יהֶּ ֜ וֹּֽא ִֶׁ֨ביאְעֲל
ְס:וְְ ֵ֥לאְע ֹּֽשּו
vêló shámê'ú vêló-hitú et-ozênám, vaiéljú, ísh bishrirút libám hará'; váaví
'aleihém ét-kol-divréi habêrit-hazót asher-tzivíti lá'asót vêló 'asú.
Pero no escucharon ni inclinaron su oído. Más bien, se fueron cada uno tras la
porfía de su malvado corazón. Por eso traeré sobre ellos todas las palabras de
este pacto que mandé que cumpliesen, pero que no cumplieron.'
(9)
:ְהּודהְּובְ ֹּֽישְְבָ֖יְיְְ ֹּֽרּוש ֹּֽל ִם
֔ ְְא־קשֶּ ר֙ ְבְְ ִ ֶׁ֣אישְי
ֶּ ֶׁ֨ ָּ֑יְנמְְצ
ֹּֽ ִ ו ֵַ֥יאמֶּ רְיְ הוָ֖הְאל
vaiómer Adonai elái; nímêtza-qésher bêísh Iêhudáh, uvióshêvéi Iêrúshaláim .
Por tanto, así ha dicho el Eterno, he aquí que yo traigo sobre ellos un mal del
que no podrán escapar. Clamarán a mí, pero no los escucharé.
327
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 11
(12)
ְֲשרְהֵ֥ם
ֵ֛ ֶּ ֱֹלהיםְא
ִ֔ ל־האֶׁ֣ ֶּהּודהְוְְ ֹּֽישְְבי֙ ְיְְ ֶׁ֣רּוש ֔ ַל ִםְוְְ ֹּֽזעֲקּו֙ ְא
ִ֗ ְְוְְ ֹּֽהלְְכֵ֞ ּוְע ֶׁ֣ריְי
:ְֵ֥תְרע ֹּֽתם
ֹּֽ א־יֹושיעּוְל ֶּהָ֖םְבְְע ֵ֥ ִ ְַל
ֹּֽ הֹושעֵ֛ ְְמְְקַ טְְ ִ ָ֖ריםְל ֶּהָּ֑םְו
vêhálêjú 'aréi Iêhudáh vêióshêveí Iêrúshaláim, vêzá'aqú el-háelohím, ashér
hém mêqatêrím lahém; vêhoshé'a ló-ioshí'u lahém bê'ét rá'atám .
Porque según el número de tus ciudades, oh Iehudá, han sido tus dioses; y
según el número de tus calles, oh Ierushalaim, habéis puesto altares a la
vergüenza, altares para quemar incienso a Baal.
(14)
ְֶׁ֣הְּותפִ לָּ֑ה
ְ םְרנ ִ אְבע ֲָ֖ד
ֹּֽ ַ ל־ת ֵ֥ש
ִ ַל־ת ְתפַללְ֙בְְעַד־העֶׁ֣םְהַ ֶּ֔זהְוְְא ִ ַוְְאַ ִ֗תהְא
ְס:ֵ֥דְרע ֹּֽתם
ֹּֽ ִַ ֶׁ֣כיְ׀ְאינֶּ ֶׁ֣נִ יְש ִ֗מעְַבְְעֵ֛תְקְ ְר ֵ֥אםְאלַ ָ֖יְבְְע
vêatáh al-titpalel bê'ad-ha'ám hazéh, vêal-tisá vá'adám rináh utfiláh; kí | einéni
shomé'a bê'ét qorám elái bê'ád rá'atám.
Tú, pues, no ores por este pueblo. No levantes por ellos clamor ni oración,
porque yo no escucharé en el tiempo en que clamen a mí, en el tiempo de su
calamidad.
(15)
ְשְיעַבְ ֶׁ֣רּו
ֹּֽ ַ ֶּר־קד
ָ֖ ְַה ַר ִ֔ביםְּובְ ש
ֹּֽ ֙הְהמְְז ִֶׁ֨מתה
ֹּֽ ַ ֲשֹות
ָ֤ יתיְע ִ ִ֗ הְל ִיד ִֵ֞ידיְבְְב
ֹּֽ ִ ֶּ ֶׁ֣מ
:זְתעֲֹלֹּֽ זִי
ֹּֽ ַ יְא
ֵ֥ ִיְרע ָ֖תכֹּֽ ְךְכ
ֵ֥ ִ ִֹּֽמעלָּ֑י
méh lídidí bêveití 'asotáĥ hámêzimátah hárabím, uvsar-qódesh iá'avrú
mé'aláij; kí rá'atéji áz tá'alózi.
záit rá'anan iêféh fêri-tóar, qará Adonai shêméj; lêqól | hamuláh gêdoláh hitzít
esh 'aléiha, vêra'ú dáliotáv .
El Eterno de los Ejércitos, que te plantó, ha decretado el mal contra ti, a causa
de la maldad que para sí mismos hicieron los de la casa de Israel y de la casa
de Iehudá, al provocarme a ira quemando incienso a Baal.
(18)
:ְיהם
ֹּֽ ֶּ יְמעַלְְל
ֹּֽ ַ ִיתנ
ֵ֥ ַ הְאזְהִ ְר ִא
ָ֖ ֵ֥הְה ִֹודיעַ ָ֖נִ יְוֹּֽא ָּ֑דע
ֹּֽ ַוֹּֽיהו
váAdonai hódi'áni váedá'ah; áz hiritáni má'alêleihém .
Pero yo era como un cordero manso que llevan a degollar, pues no entendía
que contra mí maquinaban planes diciendo: 'Eliminemos el árbol en su vigor.
Cortémoslo de la tierra de los vivientes, y nunca más sea recordado su
nombre.'
(20)
ְםְכי
ֵ֥ ִ ֶׁ֣טְצדֶּ קְבחֵ֥ןְכְְליָ֖ ֹותְולָּ֑בְאֶּ ְר ֶּ ָ֤אהְנִ קְ ֹּֽמתְְך֙ ְמ ֔ ֶּה
ֶּ ֔ ַוֹּֽיהוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְשפ
ְס:ְת־ר ִ ֹּֽיבי
ִ ֶּיתיְא
ִ אלֶּ ָ֖יךְגִ ִ ֵ֥ל
váAdonai tzêvaot shofét tzédeq, bojén kêlaíot valév; eréh niqmátêjá mehém,
kí eléja gilíti et-riví .
329
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 11-12
(21)
ְ ָ֖יםְאת־נַפְ שְְך
ֹּֽ ֶּ ֹותְהמְְבַ קְ ִ ֵ֥ש
ֹּֽ ַ ןְכה־א ַ ָ֤מרְיְ הוה֙ ְעַל־אַ נְ ֶׁ֣שיְעֲנ ֔ת
ֹּֽ ל ִ֗כ
ְפ:ְהוהְוְְ ֵ֥לאְת ָ֖מּותְבְְי ֹּֽדנּו
֔ ְאְתנבא֙ ְבְְ ֶׁ֣שםְי
ִ רְל ָ֤ אמ ָּ֑ ל
lajén kóh-amár Adonai 'al-anshéi 'anatót, hámêvaqshím ét-nafshêjá lemór; ló
tinave bêshém Adonai, vêló tamút bêiadénu .
Por tanto, así ha dicho el Eterno acerca de los hombres de Anatot que buscan
mi vida y dicen: 'No profetices en nombre del Eterno, para que no mueras por
nuestra mano.'
(22)
ְחּורים֙ ְימֻ ֶׁ֣תּו
ִ יהָּ֑םְהַ ַ ֹּֽב
ֶּ ןְכהְאמַ ר֙ ְיְ הוֶׁ֣הְצְְב ֔אֹותְהִ נְְ ִנֵ֥יְפ ָ֖קדְעֲל ָ֤ ל ִ֗כ
:ְָ֖תּוְבר ֹּֽעב
ֹּֽ ֻיהםְימ
ֶּ ֔ בַ ֔ ֶּח ֶּרבְבְְניהֶּ ם֙ ְּובְ נֶׁ֣ ֹות
lajén kóh amar Adonai tzêvaót, hinêní foqéd 'aleihém; habájurim iamútu
vajérev, bêneihem uvnóteihém, iamútu bára'áv .
Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'He aquí que yo los castigaré; los
jóvenes morirán a espada, y sus hijos y sus hijas morirán de hambre.
(23)
ְֹותְשנַ ֵ֥ת
ְְ ָּ֑םְכי־א ִ ֵ֥ביאְרעֵ֛הְאֶּ ל־אַ נְ ֵ֥שיְעֲנ ָ֖ת
ֹּֽ ִ אְתהְְיֶּ ָ֖הְל ֶּה
ֹּֽ ִ יתְל
ֵ֥ ּושא ִ ַ֕רְ
ְס:פְְקֻ ד ֹּֽתם
usherít ló tíhêiéh lahém; kí-aví ra'áh el-anshéi 'anatót shênát pêqudatám.
–Justo eres tú, oh Eterno, para que yo contienda contigo. Sin embargo, hablaré
contigo sobre cuestiones de derecho. ¿Por qué prospera el camino de los
impíos? ¿Por qué tienen tranquilidad todos los que hacen traición?
(2)
ְיהםְוְְר ָ֖חֹוק
ֶּ ֔ ִנְְטַ עְ תם֙ ְגַם־ש ֔רשּוְיֹּֽלְְכָ֖ ּוְגַם־עֶׁ֣שּוְפֶּ ִָּ֑ריְק ָ֤רֹובְאַ תה֙ ְבְְפ
:יהם
ֹּֽ ֶּ ִמכִ לְ יֹּֽ ֹות
330
12 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Tú los has plantado, y han echado raíces; crecen y dan fruto. Cercano estás tú
de sus bocas, pero lejos de sus conciencias.
(3)
ְיְא ָּ֑תְךְהַ ִתקםְְ֙כְְ ֶׁ֣צאןְלְְ ִטבְ ֔חה
ִ יְּובחַ נְ ֵ֥תְלִ ִ ָ֖ב
ֹּֽ ִיְת ְר ַ֕אנ
ִ ִוְְאַ ָ֤תהְיְ הוה֙ ְיְְדַ עְ ֔תנ
ְפ:ְוְְהַ קְ ִד ָ֖שםְלְְיֵ֥ ֹוםְהֲרגֹּֽה
vêatáh Adonai iêda'táni, tiréni uvájantá libí itáj; hatiqem kêtzón lêtivjáh,
vêhaqdishém lêíom haregáh .
–Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo competirás con los caballos?
Y si en tierra de paz te caes al suelo, ¿qué harás en la espesura del Jordán?
(6)
ְהְק ְְר ֵ֥אּו
ֹּֽ דּוְבְךְגַם־הֵ֛מ
֔ ְַם־המה֙ ְבֶׁ֣ג ֶׁ֨ ִ ֹּ֧כיְגַם־אַ ֶּחֶׁ֣יךְּובית־א ִִ֗ביךְג
ְס:ָ֖יךְטֹובֹות
ֹּֽ ֶּםְכי־יְְדַ בְְ ֵ֥רּוְאל
ֹּֽ ִ ןְב
֔ ל־תא ֲֶׁ֣מ
ֹּֽ ַ ַַ ֹּֽאח ֶּ ֲָ֖ריךְמלָּ֑אְא
kí gam-ajéja uveit-avíja gam-hémah bágdu váj, gam-hémah qárêú ájaréja
malé; al-táamén bám, kí-iêdabêrú eléja tovót.
Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre te han traicionado; aun ellos
gritan detrás de ti con fuerte voz. No les creas, aunque te hablen de bondades.
331
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 12
(7)
ְת־נחֲל ִ ָּ֑תיְנ ַ ֵ֛ת ִתיְאֶּ ת־יְְ ִד ֵ֥דּותְנַפְ ִ ָ֖שיְבְְכַ ֵ֥ף
ֹּֽ ַ ֶּיתיְנ ַ ָ֖ט ְש ִתיְא
ִ ֔ ע ֶַׁ֨זבְ ִתי֙ ְאֶּ ת־ב
:ֹּֽאיְְ ֶּ ֹּֽביה
'azávtí et-beití, natáshti et-nájalatí; natáti et-iêdidút nafshí bêjáf óiêvéiha.
¿Es para mí mi heredad como una ave de rapiña pintada, contra la cual están
alrededor otras aves de rapiña? Id, reunid a todos los animales del campo;
sean traídos para que la devoren.
(10)
ְיְבסְְ ָ֖סּוְאֶּ ת־חֶּ לְ ק ִ ָּ֑תיְנ ְֵ֥תנֵ֛ ּוְאֶּ ת־חֶּ לְ ַ ֵ֥קת
ֹּֽ ְשח ֲֶׁ֣תּוְכ ְַר ִ֔מ
ֹּֽ ִ ֙יםְרבִ ים
ַ ר ִ ָ֤ע
:חֶּ ְמד ִ ָ֖תיְלְְ ִמ ְד ַבֵ֥רְשְְמ ֹּֽמה
ro'ím rabim shíjatú jarmí, bósêsú et-jelqatí; nátnú et-jelqát jemdatí lêmidbár
shêmamáh.
332
12 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(12)
הְמקְ צה־
ִ בְליהוה֙ ְֹּֽאכְְ ֔ל
ֹּֽ ַ יְח ֶָּ֤ר
ֶּ יםְכ
ֶׁ֣ ִ אּוְשדְְ ִ֔ד
ֹּֽ ַ ֹּֽעל־כְל־שְְפ ִיֶׁ֣םְבַ ִמ ְד ִ֗ברְ ֹּ֚ב
ְס:ְץְאיןְשלָ֖ ֹוםְלְְכְל־ב ֹּֽשר ֵ֥ ֶּ ָ֖א ֶּרץְוְְעַד־קְְצֶׁ֣הְה ָּ֑א ֶּר
'ál-kol-shêfaím bamidbár báu shódêdím, kí jérev láAdonai ójêláh, miqtzeh-
éretz vê'ad-qêtzéh haáretz; éin shalóm lêjol-basár .
Sobre todos los cerros del desierto han venido los destructores, porque la
espada del Eterno devora desde un extremo de la tierra hasta el otro. No hay
paz para ningún mortal.
(13)
ְבּואתי ֶּ֔כם
ֶׁ֣ ְְלּוְּובשּו֙ ְ ִמת
ֶׁ֨ אְיֹוע
ָּ֑ ִ ּוְל
ֶׁ֣ ַָֽ֖רעָ֤ ּוְחִ ִטים֙ ְוְְק ִ ֶׁ֣ציםְק ֔צרּוְנֶּחְ ל
ְְ ֹּֽז
ְפ:ְֹּֽמח ֲָ֖רֹוןְאַ ף־יְ הוֹּֽה
zárê'ú jitim vêqotzím qatzáru, nejlú ló io'ílu; uvóshú mitêvuóteijém, méjarón
af-Adonai .
Así ha dicho el Eterno: –Con respecto a todos mis malos vecinos que atacan la
heredad que hice poseer a mi pueblo Israel, he aquí que yo los arrancaré de su
tierra. También arrancaré de en medio de ellos a la casa de Iehudá.
(15)
ְיםְאיש
ֵ֥ ִ יְאֹותםְא ָ֖שּובְוְְ ִ ֹּֽרחַ ְמ ִ ָּ֑תיםְ ַוה ִ ֲֹּֽשב ִ ֵ֛ת
֔ הְאחֲרי֙ ְנְ ְת ִ ֶׁ֣ש
ֹּֽ ַ וְְה ִ֗י
:לְְ ַ ֹּֽנחֲל ָ֖תֹוְוְְ ִ ֵ֥אישְלְְאַ ְר ֹּֽצֹו
vêhaiáh ájareí notshí otám, ashúv vêríjamtím; vahashívotím ísh lênájalató
vêísh lêartzó.
Pero sucederá que después que los haya arrancado, volveré a tener
misericordia de ellos y los haré volver cada uno a su heredad, y cada cual a su
tierra.
333
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 12-13
(16)
ְהוה
֔ ְת־ד ְְר ֶׁ֨כיְע ִַ֜מיְלְְהִ ש ָ֤בעְַבִ ְש ִמי֙ ְחַ י־י ֹּֽ ַ ֶּהְאם־ל ֶׁ֣מדְיִ לְ מְְדּוְּ֩א
ִ וְְה ָ֡י
:ְֲשרְלִ מְְדּו֙ ְאֶּ ת־ע ִַ֔מיְלְְהִ ש ָ֖ב ַעְבַ ָּ֑בעַלְוְְנִ בְ נָ֖ ּוְבְְ ֵ֥תֹוְךְע ִ ַֹּֽמי
ָ֤ ֶּ ַ ֹּֽכא
vêhaiáh im-lamód ilmêdú et-dárêjéi 'amí lêhishavé'a bishmí jai-Adonai,
káashér limêdú et-'amí, lêhishavé'a babá'al; vênivnú bêtój 'amí .
Y sucederá que si con diligencia aprenden los caminos de mi pueblo para jurar
en mi nombre, diciendo: '¡Vive el Eterno!' [tal como enseñaron a mi pueblo a
jurar por Baal], entonces ellos serán edificados en medio de mi pueblo.
(17)
ְםְלאְיִ ְש ָּ֑מעּוְוְְ ֶׁ֨נתַ ְש ֜ ִתיְאֶּ ת־הַ גֵ֥ ֹויְהַ ֵ֛הּואְנ ֵ֥תֹושְוְְאַ בָ֖דְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ֶׁ֣ וְְ ִ ָ֖א
ְס:
vêím ló ishmá'u; vênátashtí et-hagói hahú natósh vêabéd nêum-Adonai .
Entonces compré el cinto, conforme a la palabra del Eterno, y me ceñí con él.
(3)
:ְאמר
ֹּֽ וַיְ ִ ֹּ֧היְדְְבַ ר־יְ הוֵ֛הְאלַ ָ֖יְש ִנֵ֥יתְל
vaihí dêvar-Adonai elái shenít lemór .
334
13 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(4)
ְֲשרְעַל־מְתְְנֶּ ָּ֑יךְוְְקּום֙ ְלְֶׁ֣ךְפְְ ֔רתה
ֶׁ֣ ֶּ ת־האזֵ֛ ֹורְאֲ ֶּ ֵ֥שרְק ִנָ֖יתְא
ֹּֽ ֶַּ ֹּ֧קחְא
:ֵ֥הּוְשםְבִ נְ ִ ֵ֥קיקְהַ ֹּֽסלַע
ָ֖ וְְטְ ְמנ
qáj et-háezór ashér qaníta ashér 'al-motênéja; vêqum léj pêrátah, vêtomnéhu
shám binqíq hasála'.
Entonces fui al Éufrates y cavé. Tomé el cinto del lugar donde lo había
escondido, y he aquí que el cinto se había podrido, y no servía para nada.
(8)
:ְאמר
ֹּֽ וַיְ ִ ֵ֥היְדְְבַ ר־יְ הוָ֖הְאלַ ֵ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
335
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 13
Entonces les dirás que así ha dicho el Eterno: 'He aquí que yo lleno de
embriaguez a todos los habitantes de esta tierra; a los reyes que se sientan en
el trono de David, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los habitantes de
Ierushalaim.
(14)
ָּ֑הְלא־
ֹּֽ ְּ֩אישְאֶּ ל־א ִ֜חיוְוְְ ֹּֽהא ֹּ֧בֹותְוְְהַ ב ִנֵ֛יםְיַחְ ָ֖דוְנְְאֻם־יְ הו
ִֶׁ֨ וְְנִ פַצְ ִתים
:ְיתם
ֹּֽ ִָ֖םְמהַ ְשח
ֹּֽ אֶּ חְ ֹּ֧מֹולְוְְ ֹּֽלא־א ֵ֛חּוסְוְְ ֵ֥לאְא ֲַרח
vênipatztim ísh el-ajív vêháavót vêhabaním iajdáv nêum-Adonai; ló-ejmól
vêló-ajús vêló arajém méhashjitám .
Yo los destrozaré, unos contra otros, a los padres y a los hijos a la vez, dice el
Eterno. No tendré compasión, no tendré lástima ni tendré misericordia como
para no destruirlos.''
(15)
:ְָ֖הְד ֹּֽבר
ִ ָּ֑הּוְכיְיְ הו
ֵ֥ ִ ל־תגְ ב
ִ ִַש ְמעֵ֥ ּוְוְְ ַ ֹּֽהאֲזִ ָ֖ינּוְא
shim'ú vêháazínu al-tigbáhu; kí Adonai dibér .
Dad gloria al Eterno vuestro Elohim, antes que él haga que se oscurezca; antes
que vuestros pies tropiecen contra montañas tenebrosas y la luz que esperáis él
os la vuelva densa oscuridad y la convierta en tinieblas.
(17)
ְְַת ְד ֜ ַמע
ִ יְמפְְנֶׁ֣יְגוָּ֑הְוְְד ֶׁ֨מע
ִ יםְתבְ ֶּ ֹּֽכה־נַפְ ִ ָ֖ש
ִ אְת ְשמ ֔עּוהְבְְ ִמ ְסת ִ ֵ֥ר ִ ְל ֶׁ֣ ֙וְְ ִאם
ְס:ְהְכיְנִ ְשבָ֖הְעֵ֥דֶּ רְיְ הוֹּֽה ֵ֥ ִ וְְ ת ַ ָ֤רדְעינִ י֙ ְִד ְמ ֔ע
vêim ló tishma'úha, bêmistarím tivkéh-nafshí mipênéi geváh; vêdamó'a tidmá'
vêterád 'einí dim'áh, kí nishbáh 'éder Adonai .
337
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 13
Las ciudades del Néguev han sido cerradas, y no hay quien las abra. Todo
Iehudá es llevado cautivo, llevado cautivo del todo.
(20)
יםְמצ ָּ֑פֹוןְאַ ִ֗יהְה ֶׁ֨עדֶּ ר֙ ְנִ תַ ן־
ִ ְוראיְ(ּור ֔אּו)ְהַ ב ִ ָ֖א
ְ ּ֙ו)ְעיניכֶּם
ֹּֽ שאיְ(שְְ ָ֤א
:ְךְצאןְ ִתפְ אַ ְר ֹּֽתְך
ָ֖ ֔ל
SI (sêú) 'éineijem VRI (urú), habaím mitzafón; aiéh ha'éder nitan-láj, tzón
tifartéj.
'Alza tus ojos y observa a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que
te fue dado, la grey de tu gloria?
(21)
ְְךְואַ ְתְלִ ֶׁ֨ ַמ ְד ְתְא ֵ֥תםְעלַ ֵ֛יִ ְךְאַ ל ִ ָֻ֖פיםְלְְ ָּ֑ראש
ְְִּ֠ ִה־תאמְְ ִרי֙ ִ ְֹּֽכי־יִ פְ ֶׁ֣קדְע ַ֔לי
ֹּֽ ַמ
:ֹוְאשֶּ תְל ֹּֽדה ֵ֥ הֲלָ֤ ֹואְחֲבלִ ים֙ ְֹּֽיאחֱז֔ ּוְךְכְְ ָ֖מ
mah-tómêrí kí-ifqód 'aláij, vêat limádt otám 'aláij alufím lêrósh; haló javalim
iójezúj, kêmó éshet ledáh.
¿Qué dirás cuando Elohim designe como jefes sobre ti a tus amigos, a quienes
tú misma enseñaste? ¿No te sobrevendrán dolores como de mujer que da a
luz?
(22)
ְיְאלֶּהְבְְ ֹּ֧רבְעֲֹו ֵ֛נְַֽךְנִ גְ לֵ֥ ּוְשּולַ ָ֖יִ ְך
ָּ֑ ִיְתאמְְ ִרי֙ ְבִ לְ ב ֔בְךְמַ ָ֖דּועְַקְְראֻ ֶׁ֣נֹּֽ וְְ ִ ָ֤כ
:נֶּחְ מְְ ֵ֥סּוְעֲק ֹּֽביִ ְך
vêjí tómêrí bilvavéj, madú'a qêraúni éleh; bêróv 'aonéj niglú shuláij nejmêsú
'aqeváij.
338
13 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Cuando digas en tu corazón: '¿Por qué me ha sobrevenido esto?', sabe que por
tu mucha maldad fueron levantadas tus faldas y fueron desnudados tus
talones.
(23)
ְיטיב
ִ֔ ְעֹורֹוְוְְנ ָ֖מרְחֲבַ ְר ֻ ֹּֽבר ָּ֑תיוְגַם־אַ תֶּ ם֙ ְֹּֽתּוכְ לֶׁ֣ ּוְלְְה
֔ ְ֙ךְכּושי
ִ ה ַ ֲֹּֽיה ֲָ֤פ
:ַלִ מ ָֻ֖דיְה ֹּֽרע
haiáhafój kushí 'oró, vênamér javarbúrotáv; gam-atem tújlú lêheitív, limudéi
haré'a.
'Por tanto, os esparciré al viento del desierto como al tamo que pasa.
(25)
ְְאֹותי
ִ ֔ ְךְמ ִא ִ ָ֖תיְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְאֲשֶּ ר֙ ְשכַ ֶׁ֣חַ ְת
ֹּֽ ִת־מ ַ ֵ֛די
ִ ְזֶּ ֶׁ֣הְגֹּֽ ֹורלְֹּ֧ךְמְְנ
:ְַו ִֹּֽתבְ טְְ ִ ָ֖חיְבַ ֹּֽשקֶּ ר
zéh góraléj mênot-midáij méití nêum-Adonai; asher shajájat otí, vátivtêjí
basháqer .
339
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 14
La palabra del Eterno que vino a Irmiáhu [Jeremías] con motivo de la sequía:
(2)
ְּוְקדְְ ֶׁ֣רּוְל ָּ֑א ֶּרץְוְְצִ וְ ַחֵ֥תְיְְ ֹּֽרּושלַ ָ֖ ִם
ֹּֽ ָ֖הְּושע ֶּ ֵ֥ריהְא ְֻמלְְל
ְ הּוד֔ ְְֹּֽאבְְלֶׁ֣הְי
:ע ֹּֽלתה
ávêláh Iêhudáh, ush'aréiha umlêlú qádêrú laáretz; vêtzivját Iêrúshaláim
'alátah.
–Se ha enlutado Iehudá, y las puertas de sus ciudades están por caer. El pueblo
está abrumado en el suelo, y se levanta el clamor de Ierushalaim.
(3)
יהָ֖ם)ְל ַָּ֑מיִ םְבֶׁ֣אּוְעַל־ג ִֵ֞ביםְלא־ ֶּ םְשלְְ ֵ֥חּוְצעוריהםְ(צְְ ִ ֹּֽעיר ֹּֽ יה
ֶּ ֔ וְְאַ ִ ֶׁ֣דר
:אשם ֹּֽ םְבשּוְוְְהְכְ לְְ ָ֖מּוְוְְח ֵ֥פּוְר
ֵ֥ יק ֔ םְשבּוְכְְליהֶּ ם֙ ְר
ָ֤ ִאּוְמי
ַ ִ֗ ְֶׁ֣מצ
vêadíreihém, shálêjú TZ'VRIHM (tzê'íreihém) lamáim; báu 'al-gevím lo-mátzu
máim shávu jêleihem reiqám, bóshu vêhojlêmú vêjafú roshám.
Sus nobles envían a sus sirvientes por agua; van a las cisternas y no hallan
agua. Regresan con los cántaros vacíos. Son avergonzados y afrentados, y
cubren sus cabezas.
(4)
ְשּוְאכ ִ ָ֖ריםְח ֵ֥פּו
ִ ץְב ֵ֥ יְלא־היֵ֥הְגֶּ ָ֖שֶּ םְב ָּ֑א ֶּר
ֹּֽ ְחתהְ ִ ֵ֛כ
ַ ֔ ּ֙ורְהאֲדמה
ֹּֽ ַ ֹּֽבע ֲָ֤ב
:אשם
ֹּֽ ר
bá'avúr háadamah játah, kí ló-haiáh géshem baáretz; bóshu ikarím jafú
roshám.
Por cuanto el suelo está ardiente, pues no ha habido lluvia en la tierra, los
labradores están avergonzados; cubren sus cabezas.
(5)
:ָ֖הְדשֶּ א
ֹּֽ ֶּ יְלא־הי
ֹּֽ ֹובְכ
ֵ֥ ִ ִָּ֑ ָ֤כיְגַם־אַ ֶֶּׁ֨ילֶּת֙ ְבַ ש ֔ ֶּדהְיֹּֽלְְ ָ֖דהְוְְעז
kí gam-aiélet basadéh, iálêdáh vê'azóv; kí ló-haiáh déshe.
340
14 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(6)
ְי־אין
ֵ֥ ִיהָ֖םְכ
ֶּ ּוְעינ
ֹּֽ ֵּ֥וְרּוחַ ְכַתַ ִנָּ֑יםְכל
ָ֖ םְשא ֲֵ֥פ
ֹּֽ ְעמְְ ֶׁ֣דּוְעַל־שְְפ ִ֔י
ֹּֽ ּ֙ופְ ר ִאים
:ֹּֽעשֶּ ב
ufraim 'ámêdú 'al-shêfaím, sháafú rúaj kataním; kalú 'éineihém ki-éin 'ésev.
Los asnos monteses se ponen sobre los cerros y aspiran el viento como los
chacales. Sus ojos se debilitan, porque no hay hierba.
(7)
ְ ֵ֥י־ר ֵ֥בּוְמְְ ֹּֽשּוב ָ֖תינּוְלְְך
ַ ךְכ
ֹּֽ ִ הוהְע ֲָ֖שהְלְְ ַ ֶׁ֣מעַןְשְְ ֶּ ָּ֑מ
ַ֕ ְֶׁ֣נּוְבנּוְי
֔ ִאם־עֲֹו ֶׁ֨נינּו֙ ְע
:ְח ֹּֽטאנּו
im-'aonéinú 'ánu vánu, Adonai 'aséh lêmá'an shêméja; kí-rabú mêshúvotéinu
lêjá jatánu .
¿Por qué has de ser como un hombre atónito o como un valiente que no puede
librar? Sin embargo, tú estás entre nosotros, oh Eterno, y nosotros somos
llamados por tu nombre. ¡No nos desampares!
(10)
ְ ֙כּוְוֹּֽיהוה
ַ ָ֖םְלאְח ָּ֑ש
ֶׁ֣ יהֶּ ְַרגְ ל
ַ ָ֤ןְאהֲבּו֙ ְלנ֔ ּוע
ֹּֽ הוהְלעֶׁ֣םְהַ ִֶּ֗זהְכ ֜ ְֹּֽכה־א ֶׁ֨ ַמרְי
ְפ:ְאתם ֹּֽ ֶׁ֣לאְר ֔צםְ ַעתה֙ ְיִ ז ְֶׁ֣כרְעֲֹו ֔נםְוְְיִ פְ ָ֖קדְחַ ט
341
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 14
kóh-amár Adonai la'ám hazéh kén áhavú lanú'a, ragleihém ló jasáju; váAdonai
ló ratzám, 'atah izkór 'aonám, vêifqód jatotám .
Así ha dicho el Eterno a este pueblo: –¡De veras que les gusta vagar, y no
detienen sus pies! Por tanto, el Eterno no los acepta. Ahora se acordará de su
iniquidad y los castigará por sus pecados.
(11)
:ְטֹובה
ֹּֽ ְְל־ת ְתפַלֵ֛לְבְְעַד־העֵ֥םְהַ זֶּ ָ֖הְל
ִ ַו ֵַ֥יאמֶּ רְיְ הוָ֖הְאלָּ֑יְא
vaiómer Adonai elái; al-titpalél bê'ad-ha'ám hazéh lêtováh .
Y yo dije: –¡Oh, Señor Elohim! He aquí que los profetas les dicen: 'No veréis
espada, ni os sobrevendrá el hambre; sino que en este lugar os daré verdadera
paz.'
(14)
ְיְלאְשְְלַחְ ִתים֙ ְוְְ ֶׁ֣לא ָ֤ הוהְא ִַ֗ליְשֶֹּּ֚ קֶּ רְהַ נְְבִ ִאים֙ ְנִ בְְ ִ ֶׁ֣איםְבִ ְש ִ֔מ
֜ ְו ֶַׁ֨יאמֶּ רְי
ְ)֙(ואֱלִ יל ֹּֽ ֶּ ְיהָּ֑םְחֲזֶׁ֨ ֹוןְשֶּ֜ קֶּ רְוְְ ֶּ ָ֤קסֶּ םְואלול
ֶּ אְד ַב ְָ֖ר ִתיְאֲל
ִ יתיםְוְְ ֵ֥ל
ִ ֔ ִצִ ּו
ְס:ְהְמתְְנַבְְ ִ ֵ֥איםְל ֶּ ֹּֽכם
ֹּֽ ִ ותרמותְ(וְְתַ ְר ִ ֶׁ֣מית)ְלִ ֔בםְהָ֖מ
vaiómer Adonai elái shéqer hanêviim nibêím bishmí, ló shêlajtim vêló
tzivitím, vêló dibárti aleihém; jazón shéqer vêqésem VLVL (véelil) VTRMVT
(vêtarmít) libám, hémah mítênabêím lajém .
342
14 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
343
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 14
im-iatzáti hasadéh vêhineh jalêlei-jérev, vêim báti ha'ír, vêhinéh tájaluéi ra'áv;
kí-gam-naví gam-kohén sájarú el-éretz vêló iadá'u.
¿Has desechado del todo a Iehudá? ¿Acaso tu alma abomina a Tzión [Sion]?
¿Por qué nos has herido sin que haya para nosotros sanidad? Esperamos paz, y
no hay tal bien; tiempo de sanidad, y he aquí, terror.
(20)
:ְאנּוְלְך
ֹּֽ ינּוְכיְח ָ֖ט
ֵ֥ ִ ֲבֹות
ָּ֑ ֵ֛הְר ְשעָ֖נּוְעֲוְֶׁ֣ןְא
ִ י ַ ֹּ֧דעְ נּוְיְ הו
iadá'nu Adonai rish'énu 'avón avotéinu; kí jatánu láj .
¿Hay entre las insignificancias de las naciones quienes hagan llover? ¿Acaso
los cielos dan lluvia por sí solos? ¿No eres tú, oh Eterno, nuestro Elohim? En
ti, pues, pondremos nuestra esperanza, porque tú has hecho todas estas cosas.
344
15 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Designaré contra ellos cuatro clases de males, dice el Eterno: la espada para
matar, los perros para arrastrar, y las aves del cielo y los animales de la tierra
para devorar y destruir.
(4)
ַשהְבֶּ ן־
ָ֤ ֶּ ּונְ תַ ִ ֶׁ֣תיםְלזועהְ(לְְ ַ ֹּֽזע ֲ֔וה)ְלְְ ָ֖כלְמַ ְמלְְכֶׁ֣ ֹותְה ָּ֑א ֶּרץְבִִּ֠ גְ לַלְמְְנ
:הּודהְעַ ֵ֥לְאֲשֶּ ר־ע ָ֖שהְבִ ֹּֽירּוש ֹּֽל ִם ֔ ְְְמלְֶּךְי
ֶׁ֣ ֶּ ֙יְְחִ זְקִ ֶׁ֨יהּו
untatím LZV'H (lêzá'aváh), lêjól mamlêjót haáretz; bíglal mênashéh ven-
Iêjizqiáhú mélej Iêhudáh, 'ál asher-'asáh birúshaláim.
345
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 15
Haré que sean motivo de espanto para todos los reinos de la tierra, por causa
de Menashé hijo de Jizqiá, rey de Iehudá, por lo que hizo en Ierushalaim.
(5)
ְְָּ֑ךְּומיְי ֔סּורְלִ ְש ֵ֥אלְלְְשֹלָ֖ ם
ֶׁ֣ ִ םְּומיְינֶׁ֣ ּודְל
ָ֖ ִ ִ יְמי־יַחְ ָ֤מלְע ֶַׁ֨ליִ ְך֙ ְיְְ ֶׁ֣רּוש ֔ ַל
ֹּֽ ִ ִִּ֠כ
:ֹּֽלְך
kí mí-iajmól 'aláij Iêrúshaláim, umí ianúd láj; umí iasúr, lishól lêshalóm láj.
Los aventaré con aventador en las puertas del país; los privaré de hijos.
Destruiré a mi pueblo, pues no se volvieron de sus caminos.
(8)
ְַל־אםְב ָ֖חּורְש ֶׁ֣דד
ֵ֛ אתיְל ֶּהֵ֥םְע
ִ מּו־ליְאַ לְ מְְנֹותו֙ ְמ ֶׁ֣חֹולְי ִַ֔מיםְה ֶׁ֨ב ָ֤ ִ ְְֹּֽעצ
:ירְּובהלֹּֽ ֹות
ֹּֽ ֶּ םְע
ָ֖ ִ יהְפִ ְת ֔א ֙ ַ ֹּֽבצהְ ָּ֑ריִ םְהִ פַ ָ֤לְ ִתיְע ֶֶּׁ֨ל
'átzêmu-lí almênotav mejól iamím, hevéti lahém 'al-ém bajúr shodéd
bátzahoráim; hipálti 'aléihá pitóm, 'ír uvéhalót.
Sus viudas se multiplicarán más que la arena de los mares. A mediodía traeré
sobre ellos, sobre la madre de los jóvenes, al devastador. Haré que de repente
caigan sobre ella agitación y terrores.
(9)
ְיֹומם
ָ֖ ְֵ֥א)ְש ְמ ֵ֛שהְבְְ ֵ֥עד
ִ א ְֻמלְְ ֵ֞להְילֶּ ֶׁ֣דֶּ תְהַ ִשבְ ִ֗עהְנֹּֽפְְחֵ֥הְנַפְ ֵ֛שהְבאהְ(ב
ְס:ְיהָ֖םְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ֶּ ֵ֥יְאיְְב
ֹּֽ הְּוש ֹּֽא ִר ִ֗יתםְל ֶַּח ֶֹּּ֧רבְאֶּ ֵ֛תןְלִ פְ נ
ְ ֶׁ֣בֹושהְוְְחפָּ֑ר
346
15 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
–¡Ay de mí, madre mía, que me diste a luz, como hombre de contienda y
hombre de discordia para toda la tierra! No he prestado, ni me han prestado;
sin embargo, todos me maldicen.
(11)
ְֹובְאם־לֶׁ֣ ֹואְ׀ְהִ פְ גַ ֶׁ֣עְ ִ ֹּֽתי
ִ יתיך)ְלְְ ָּ֑ט ָ֖ ִ אְשרותךְ(ש ִר
ֹּֽ ם־ל
ֵ֥ הְא ִ הו
֔ ְא ַ ֶׁ֣מרְי
:ְת־האיֹּֽב ֹּֽ ֶּבְְ ִ֗ךְבְְעֵ֥תְרעֵ֛הְּובְ עֵ֥תְצ ָ֖רהְא
amár Adonai, im-ló SRVTJ (shéritíja) lêtóv; im-ló | hifgá'tí vêjá bê'ét ra'áh uv'ét
tzaráh et-háoiév .
Tu riqueza y tus tesoros entregaré al saqueo de balde, por todos tus pecados y
en todos tus territorios.
(14)
ְשְקדְְחֵ֥הְבְְאַ ִ ָ֖פי
ֹּֽ י־א
ֵ֛ ִץְלאְי ָּ֑דעְ תְכ
ֶׁ֣ ת־איְ ֔ ֶּביךְבְְ ֶּ ָ֖א ֶּר
ֶׁ֣ ֶּוְְ ַ ֹּֽהעֲבַ ְר ִתי֙ ְא
ְס:ֵ֥םְתּוקד
ֹּֽ ֶּעֲליכ
vêhá'avartí et-óivéja, bêéretz ló iadá'ta; ki-ésh qádêjáh vêapí 'aleijém tuqád.
347
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 15
Y te haré servir a tus enemigos en una tierra que no conoces, porque fuego se
ha encendido en mi ira y arderá contra vosotros.
(15)
ְ ָ֖הוהְזְכְ ָ֤רנִ יְּופְקְ ֶׁ֨דנִ י֙ ְוְְהִ ָ֤נַֽקֶּ םְלִ י֙ ְמ ֶׁ֣ר ְד ַ֔פיְאַ ל־לְְ ֶּ ֵ֥א ֶּרְךְאַ פְְך
ִ֗ ְאַ ֹּ֧תהְי ַ ֶׁ֣דעְ תְי
:ְיְדעְשְְא ִ ֵ֥תיְעלֶּ ָ֖יךְחֶּ ְר ֹּֽפה ַ ַ֕ ִִתקחָּ֑נ
atáh iadá'ta Adonai zojréni ufoqdéní vêhináqem lí meródfái, al-lêérej apêjá
tiqajéni; dá' sêetí 'aléja jerpáh .
Fueron halladas tus palabras, y yo las comí. Tus palabras fueron para mí el
gozo y la alegría de mi corazón; porque yo soy llamado por tu nombre, oh
Eterno Elohim de los Ejércitos.
(17)
ָ֤יְיַֽדְְך֙ ְב ֶׁ֣דדְישַ֔ בְ ִתיְכִ י־
ֹּֽ זְמפְְנ
ִ ָֹּּֽ֑לא־י ַ ֵ֥שבְ ִתיְבְְסֹוד־מְְ ַ ֹּֽשח ִ ֲָ֖קיםְוֹּֽאֶּ עְ ֹל
:אתנִ י
ֹּֽ םְמל ִ זַ ָ֖ ַע
ló-iashávti vêsod-mêsájaqím váe'lóz; mipênéi iádêjá badád iashávti, ki-zá'am
miletáni.
348
15-16 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(19)
ְם־תֹוציאֵ֥ ִ ֶׁ֣יְתע ֲ֔מדְוְְ ִא
ֹּֽ ַ ַהְאם־ת ָ֤שּובְ ַוא ִ ֲֹּֽשיבְְך֙ ְלְְפנ
ִ הו ִ֗ ְןְכה־א ַ ֶׁ֣מרְי ֹּֽ ל ֵ֞כ
:יהם
ֹּֽ ֶּ הְלא־ת ֵ֥שּובְאֲל ֹּֽ ָ֤בּוְהמה֙ ְא ֶּ֔ליךְוְְאַ ָ֖ת ֶׁ֨ יְתהְְיֶּ ָּ֑הְי ֻש
ֹּֽ ִ רְמזֹולָ֖לְכְְ ִ ֶׁ֣פ
ִ י ֵ֛ק
lajén kóh-amár Adonai im-tashúv vaashívêjá lêfanái tá'amód, vêim-totzí iaqár
mizolél kêfí tíhêiéh; iashúvu hémah eléja, vêatáh ló-tashúv aleihém .
'No tomarás mujer para ti; no tendrás hijos ni hijas en este lugar.
349
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Isaías 16
(3)
ָ֖ ִ ִהוהְעַל־הַ בנִ ים֙ ְוְְעַל־הַ בנ֔ ֹותְהַ י
ְלֹודיםְבַ מ ֶׁ֣קֹוםְהַ זֶּ ָּ֑ה ִ֗ ְי־כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי ֶׁ֣ ִכ
ְיםְאֹותםְב ֵ֥א ֶּרץ ָ֖ ֲבֹותםְהַ ֹּֽמֹולִ ִ ֵ֥ד
ֵ֛ ֹותְאֹותםְוְְעַל־א
ִ֗ ל־אמ ֵ֞תםְהַ ֹּֽילְְ ֶׁ֣ד
ִ וְְ ַ ֹּֽע
:ְהַ ֹּֽזאת
ki-jóh | amár Adonai 'al-habanim vê'al-habanót, hailodím bamaqóm hazéh;
vê'ál-imotám haiólêdót otám vê'al-avotám hamólidím otám baáretz hazót .
Porque así ha dicho el Eterno acerca de los hijos y de las hijas que nazcan en
este lugar, y acerca de las madres que los den a luz y de los padres que los
engendren en esta tierra:
(4)
ְתּוְלאְיִ ֹּֽספְְדּו֙ ְוְְ ֶׁ֣לאְיִ ק ֔ברּוְלְְ ֵ֛דמֶּ ןְעַל־פְְנֵ֥י
ָ֤ יְת ֲחל ִֻ֜איםְי ִֻ֗מ ֹּֽ ַ מֹות
ֶׁ֨ ְְמ
ְבְּוברעב֙ ְיִ כְ ֔לּוְוְְ ֹּֽהיְְ ָ֤תהְנִ בְ לתם֙ ְלְְ ַ ֹּֽמא ֲ֔כלְלְְעֵ֥ ֹוף
ֹּֽ הְיהְ יָּ֑ ּוְּובַ ֶּח ֶָּ֤ר
ֹּֽ ִ ֹּֽהאֲד ָ֖מ
ְס:ְהַ ש ַ ָ֖מיִ םְּולְ ֶּ ֹּֽבה ַ ֱֵ֥מתְה ֹּֽא ֶּרץ
mêmotéi tájaluím iamútu ló isáfêdú vêló iqavéru, lêdómen 'al-pênéi háadamáh
íhíu; uvajérev uvára'av ijlú, vêháiêtáh nivlatam lêmáajál, lê'óf hashamáim
ulvéhemát haáretz .
Así ha dicho el Eterno: 'No entres en la casa donde haya duelo, ni acudas a
lamentar, ni les expreses tu condolencia; porque he quitado de este pueblo mi
paz, y asimismo la compasión y la misericordia, dice el Eterno.
(6)
ְאתְלאְיִ קבָּ֑רּוְוְְ ֹּֽלא־יִ ְספְְ ֶׁ֣דּוְל ֔ ֶּהם
ֶׁ֣ ּומתּוְגְְד ִ ֹּ֧ליםְּוקְ טַ ִנֵ֛יםְב ֵ֥א ֶּרץְהַ ָ֖ז ֶׁ֨
:וְְ ֶׁ֣לאְיִ ְתג ֔ ַדדְוְְ ֵ֥לאְיִ ק ָ֖רחַ ְל ֶּ ֹּֽהם
350
16 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
No partirán pan de duelo para consolarles por sus muertos, ni les darán a
beber de la copa de consolación por su padre o por su madre.
(8)
ְפ:םְלא ֱָ֖כלְוְְלִ ְש ֹּֽתֹות
ֹּֽ ֶּ תְאֹות
ָּ֑ ֶּהְלא־ת ָ֖בֹואְל ֶּ ֶׁ֣שב
ֹּֽ ית־מ ְש ֶּ ֵ֥ת
ִ ּוב
uveit-mishtéh ló-tavó lashévet otám; léejól vêlishtót.
'Asimismo, no entres en casa de banquete, para sentarte con ellos para comer
o beber.
(9)
ְיתְמן־הַ מ ֵ֥קֹום ִ ְּ֩כהְא ֜ ַמרְיְ הוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ֔אלְהִ נְְ ֶׁ֨ ִניְמַ ְש ִ֜ב ֶׁ֨ כִ י
ְהְקֹולְח ָ֖תןְוְְ ֵ֥קֹול
ֵ֥ ֹולְש ְמ ֔ח ִ ָ֖םְּובימיכֶּ ָּ֑םְ ָ֤קֹולְששֹון֙ ְוְְ ֶׁ֣ק
ֹּֽ ִ ֶּהַ זֶּ ֵ֛הְלְְ ֹּֽעיניכ
:ְכ ַֹּֽלה
kí jóh amár Adonai tzêvaot elohéi Israél, hinêní mashbít min-hamaqóm hazéh
lê'éineijém uvímeijém; qól sason vêqól simjáh, qól jatán vêqól kaláh .
Porque así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel: 'He aquí que
yo hago cesar en este lugar, ante vuestros ojos y en vuestros días, la voz de
gozo y la voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia.'
(10)
ְהְאתְכְל־הַ דְְב ִ ָ֖ריםְה ְָּ֑אלֶּהְוְְ ֹּֽאמְְ ֶׁ֣רּוְא ִֶּ֗ליך ֵ֥ הְכיְתַ גִ יד֙ ְלעֶׁ֣םְהַ ֶּ֔ז ָ֤ ִ וְְה ִ֗י
ְ ֙אתְּומהְעֲֹו ֶׁ֨ננּו
ָ֤ ֶּ ל־הרעָ֤הְהַ גְְדֹולה֙ ְהַ ֔ז ֹּֽ ְְאתְכ ֶׁ֣ ְּ֙֩ד ֶׁ֨ ֶּברְיְ הוָ֤הְע ֶׁ֨לינּו
ִ עַל־מֶּ ה
:ְֱֹלהינּו
ֹּֽ אנּוְליהוֵ֥הְא
ֹּֽ ַ ֲשרְח ָ֖ט ֵ֥ ֶּ אתנּוְא
֔ ּומהְחַ ט ֶׁ֣ ֶּ
vêhaiáh kí tagid la'ám hazéh, ét kol-hadêvarím haéleh; vêámêrú eléja 'al-meh
dibér Adonai 'aléinú ét kol-hára'áh hagêdolah hazót, uméh 'aonénú uméh
jataténu, ashér jatánu láAdonai elohéinu .
'Acontecerá que cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas, te dirán:
'¿Por qué ha decretado el Eterno contra nosotros todo este mal tan grande?
351
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 16
Entonces les dirás: 'el Eterno dice: Porque vuestros padres me abandonaron,
se fueron en pos de dioses ajenos y les rindieron culto; porque se postraron
ante ellos, mientras que a mí me abandonaron y no guardaron mi Torá.
(12)
ְ ֙ישְאחֲרי
ֹּֽ ַ יםְא
ִ ֹּ֚ ֶׁ֣םְהלְְ ִ֗ ִכ
ֹּֽ ֶּוְְאַ ֶּ ֵ֛תםְה ֲֹּֽרע ֶּ ֵ֥תםְ ַ ֹּֽלע ֲָ֖שֹותְמא ֲֹּֽבֹותיכֶּ ָּ֑םְוְְהִ נְְכ
:שְְ ִר ֶׁ֣רּותְלִ ֹּֽבֹו־ה ֔רעְלְְבִ לְ ִ ָ֖תיְשְְ ֵ֥מעְַא ֹּֽלי
vêatém haré'otém lá'asót meavóteijém; vêhinêjém hólêjím ísh ájareí shêrirút
libó-hará', lêviltí shêmó'a elái.
Y vosotros habéis actuado peor que vuestros padres; porque he aquí que
vosotros os vais cada uno tras la porfía de su malvado corazón, sin
escucharme a mí.
(13)
ְְלאְיְְדַ עְ ֔ ֶּתםֶׁ֣ ֙וְְ ֹּֽהטַ לְ ִ ֶׁ֣תיְאֶּ ְת ִֶּ֗כםְמ ַעלְ֙ה ֶׁ֣א ֶּרץְהַ ֔זאתְעַל־ה ַ֕א ֶּרץְאֲשֶּ ר
ְְיֹומםְו ַ֔ליְ להֶׁ֣ ֱֹ֙להיםְאֲח ִרים ָ֤ ִ ם־שםְאֶּ ת־א
ֵ֞ ֶּאַ ֶּ ָ֖תםְ ַוא ֲֹּֽבֹותיכֶּ ָּ֑םְ ַ ֹּֽועֲבַ ְדת
ְפ:ְרְלא־אֶּ ֵ֥תןְלכֶּ ָ֖םְחֲנִ ינֹּֽה ֹּֽ ֲש
ֵ֛ ֶּ א
vêhétaltí etjém me'al haáretz hazót, 'al-haáretz asher ló iêda'tém, atém
vaavóteijém; vá'avadtem-shám et-elohím ajerim iomám valáilah, ashér ló-etén
lajém janináh .
Por tanto, os arrojaré de esta tierra a una tierra que ni vosotros ni vuestros
padres habéis conocido. Allá serviréis a dioses ajenos día y noche, porque no
os mostraré clemencia.'
(14)
ְֲשר
ֹּ֧ ֶּ הוהְא
֔ ְלכֵ֛ןְהִ נֹּֽה־י ִ ֵ֥מיםְב ִ ָ֖איםְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְוְְ ֹּֽלא־יא ֵ֥מרְעֹוד֙ ְחַ י־י
:ְץְמצְ ֹּֽריִ ם
ִ ֶּ ֹּֽהעֱלֵ֛הְאֶּ ת־בְְנֵ֥יְיִ ְשר ָ֖אלְמ ֶּ ֵ֥א ֶּר
lajén hinéh-iamím baím nêum-Adonai; vêló-ieamér 'od jai-Adonai, ashér
hé'eláh et-bênéi Israél meéretz mitzráim .
352
16 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
'Por tanto, dice el Eterno, he aquí vienen días en que no se dirá más: '¡Vive el
Eterno, que hizo subir a los Hijos de Israel de la tierra de Egipto!',
(15)
ְֹ֙וןְּומכל
ִ רְהע ֱ֜להְאֶּ ת־בְְנָ֤יְיִ ְשראלְ֙מ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץְצ ֔פֹּֽ ֶּ ֶֶּׁ֨הוהְאֲש
ִ֗ ְיְאם־חַ י־י ִ ִ ֶׁ֣כ
ְֲשרְנ ַ ָ֖ת ִתי
ֵ֥ ֶּ ָ֖םְשמהְ ַוה ִ ֲֹּֽשב ִתים֙ ְעַל־אַ ְדמ ֔תםְא
ָּ֑ ֲשרְהִ ִדיח ֵ֥ ֶּ ֹּֽהאֲר ֔צֹותְא
ְפ:ְֲבֹותם ֹּֽ ַ ֹּֽלא
kí im-jai-Adonai ashér hé'eláh et-bênéi Israel meéretz tzafón, umikol
háaratzót, ashér hidijám shámah; vahashívotim 'al-admatám, ashér natáti
láavotám .
sino: '¡Vive el Eterno, que hizo subir a los Hijos de Israel de la tierra del norte
y de todas las tierras a donde los había desterrado!' Pues los haré volver a su
suelo, el cual di a sus padres.
(16)
ְי־כן
ְִ֗ ֵ֥ים)ְר ִ ֵ֛ביםְנְְאֻם־יְ הוָ֖הְוְְ ִדיגָּ֑ ּוםְוְְ ַ ֹּֽאחֲר
ַ הִ נְְ ֶׁ֨ ִניְש ֜לחַ ְלדוגיםְ(לְְדַ י ִג
ְאֶּ ְשלַח֙ ְלְְ ַר ִ ֶׁ֣ביםְצַ י ִ֔דיםְוְְצדֵ֞ ּוםְמעַ ָ֤לְכְל־הַ ר֙ ְּומעַ ֶׁ֣לְכְל־גִ בְ ֔עה
:ְיקיְהַ סְְל ִ ֹּֽעים
ָ֖ ִּומנְְק
ִ
hinêní sholéaj LDVGIM (lêdaiagím) rabím nêum-Adonai vêdigúm; vêájarei-jén
eshlaj lêrabím tzaiadím, vêtzadúm me'ál kol-har ume'ál kol-giv'áh, uminêqiqéi
hasêla'ím .
'He aquí que yo envío a muchos pescadores, y los pescarán, dice el Eterno. Y
después enviaré a muchos cazadores, y los cazarán sobre todo monte, sobre
toda colina y en las hendiduras de las peñas.
(17)
ְָ֖םְמנֶּ ֵַֽ֥גֶּד
ִ ּוְמלְְפנָּ֑יְוְְ ֹּֽלא־נִ צְ פַ ֵ֥ןְעֲֹונ
ִ םְלאְנִ ְסתְְ ָ֖ר
ֵ֥ יה
ֶּ ֔ ִ ָ֤כיְעינַי֙ ְעַל־כְל־דַ ְרכ
:עינֹּֽי
kí 'einaí 'al-kol-darjeihém, ló nistêrú milêfanái; vêló-nitzpán 'aonám minéged
'einái.
Porque mis ojos están sobre todos sus caminos; no están ocultos delante de
mí, ni su maldad se esconde de mis ojos.
(18)
ְאתםְעַ ָ֖לְחַ לְְלֶׁ֣םְאֶּ ת־אַ ְר ִ ָּ֑צי ֔ הְמ ְשנָ֤הְעֲֹונם֙ ְוְְחַ ט ִ אשֹונ ִ֗ יְר ֹּֽ ִ וְְ ִשל ְַמ ִ ֶׁ֣ת
ְפ:ת־נחֲל ִ ֹּֽתי
ֹּֽ ַ ֶּםְמלְְ ָ֖אּוְא
ֹּֽ יה
ֶּ ֔ ָ֤תְש ֹּֽקּוציהֶּ ם֙ ְוְְתֹוע ֲֶׁ֣בֹותִ ַבְְנִ בְ ל
vêshilamtí ríshonáh mishnéh 'aonam vêjatatám, 'ál jalêlám et-artzí; bênivlát
shiqútzeihem vêto'avóteihém, málêú et-nájalatí.
353
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 16-17
Pero primero les retribuiré el doble por su iniquidad y por su pecado, porque
han profanado mi tierra con los cadáveres de sus cosas detestables y porque
sus abominaciones llenaron mi heredad.'
(19)
ְי־א ֶּרץ
֔ ְמאַ פְ ס
ֹּֽ ֙יךְגֹויָ֤םְי ֶׁ֨באּו
ִ נּוסיְבְְיֶׁ֣ ֹוםְצ ָּ֑רהְא ִֶּ֗ל
ָ֖ ִ ֵ֛יְּומ
ְ ִֹּ֧יְּומעֻז ֹּֽ ִהוהְעֻז ֵ֞ ְי
:ְֵ֥םְמֹועיל
ֹּֽ ִ ינּוְהָ֖בֶּ לְוְְ ֹּֽאין־ב
ֶּ ֲבֹות֔ וְְ ֹּֽיאמְְ ִ֗רּוְאַ ְך־שֶֶּׁ֨ קֶּ ר֙ ְֹּֽנחֲלֶׁ֣ ּוְא
Adonai 'uzí umá'uzí umnusí bêíom tzaráh; eléja goím iavóú méafsei-áretz,
vêiómêrú aj-shéqer nájalú avotéinu, hével vêéin-bám mo'íl .
¿Ha de hacer el hombre dioses para sí? ¡Pero ésos no son dioses!'
(21)
ְאתְא ִֹודיעֵ֥םְאֶּ ת־י ִ ָ֖דיְוְְאֶּ ת־גְְ ֹּֽבּור ִ ָּ֑תי
ֹּֽ יעםְבַ פַ ֶׁ֣ עַםְהַ ֔ז
֔ ֶׁ֣יְמ ִֹוד
ֹּֽ לכן֙ ְהִ נְְ ִנ
ְס:ְּוְכי־שְְ ִ ֵ֥מיְיְ הוֹּֽה
ֹּֽ ִ ָ֖וְְ ֹּֽיַֽדְְע
lajen hinêní módi'ám, bapá'am hazót, ódi'ém et-iadí vêet-gêvúratí; vêiádê'ú kí-
shêmí Adonai .
'Por tanto, he aquí yo les hago conocer; esta vez sí, les haré conocer mi poder
y mi fortaleza. Y sabrán que mi nombre es el Eterno.'
'El pecado de Iehudá está escrito con pluma de hierro; con punta de diamante
está grabado en la tabla de su corazón y en los cuernos de sus altares
(2)
ְֶׁ֣ץְרע ֲָּ֑נַֽןְעַ ָ֖לְגְְבעֵ֥ ֹות
ֹּֽ ַ יהָ֖םְעַל־ע
ֶּ ֲשר
ֹּֽ חֹותםְ ַוא
֔ ְְְמזְב
ִ ֙כִ ז ְָ֤כרְבְְניהֶּ ם
:ְהַ גְְב ֹּֽהֹות
354
17 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
como memorial contra sus hijos. Sus altares y sus árboles rituales de Asera
están debajo de todo árbol frondoso, sobre las colinas altas
(3)
ְןְבמ ַ֕ ֶּתיךְבְְחַ ָ֖טאת
ֹּֽ רֹותיךְל ַבֶׁ֣זְאֶּ ָּ֑ת
ָ֖ ֶּ ְל־אֹוצ
ֹּֽ ְהְחילְְךֵ֥ ְכ
ֹּֽ הֲר ִרי֙ ְבַ ש ֔ ֶּד
:בּוליךֹּֽ ֶּ ְְבְְכְל־ג
hararí basadéh, jéilêjá jol-ótzrotéja laváz etén; bámotéja bêjatát bêjol-gêvuléja.
y sobre los montes del campo. Tu riqueza y todos tus tesoros entrego al
saqueo por todos tus pecados y en todos tus territorios.
(4)
ְת־איְ ֔ ֶּביך
ֶׁ֣ ֶּיְלְךְוְְ ַ ֹּֽהעֲבַ ְד ֶׁ֨ ִתיך֙ ְא
֔ ֲשרְנ ַ ֶׁ֣ת ִתֶׁ֣ ֶּ ְמ ַנח ֲֹּֽלתְְך֙ ְא
ִ ֙וְְ ֹּֽשמַ ְט ִ֗תהְּובְ ך
ְס:ְֵ֥םְתּוקד
ֹּֽ י־אשְקְְדַ חְ ֶּ ֵ֥תםְבְְאַ ִ ָ֖פיְעַד־עֹול ֵ֛ רְלא־י ָּ֑דעְ תְ ִ ֹּֽכ ֹּֽ ֲשֶׁ֣ ֶּ ב ָ֖א ֶּרץְא
vêshámattáh uvjá minajalátêjá ashér natáti láj, vêhá'avadtíjá et-óivéja, baáretz
ashér ló-iadá'ta; kí-ésh qêdajtém bêapí 'ad-'olám tuqád .
Será como la retama en el Arabá; no verá cuando venga el bien, sino que
morará en los pedregales del desierto, en tierra salada e inhabitable.
(7)
:ְָ֖הְמבְ טַ ֹּֽחֹו
ִ ָ֖חְביהוָּ֑הְוְְהיֵ֥הְיְ הו
ֹּֽ ַ ֲשרְיִ בְ ַט
ֵ֥ ֶּ ב ֶׁ֣רּוְךְהַ ֔ ֶּגבֶּ רְא
355
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 17
Será como un árbol plantado junto a las aguas y que extiende sus raíces a la
corriente. No temerá cuando venga el calor, sino que sus hojas estarán verdes.
En el año de sequía no se inquietará, ni dejará de dar fruto.
(9)
:יְיַֽד ֶּ ֹּֽענּו
ֹּֽ ּואְמ ָּ֑ ֵ֛בְמ ָ֖כלְוְְא ֻנ
ָ֖ ִ ֶׁ֣שְה ִ ע ֵ֥קבְהַ ל
'aqóv halév mikól vêanúsh hú; mí iéda'énu.
'Engañoso es el corazón, más que todas las cosas, y sin remedio. ¿Quién lo
conocerá?
(10)
ְיְמעֲל ֹּֽליו
ֹּֽ ַ א ֲִנֹּ֧יְיְ הוֵ֛הְח ֵ֥קרְלָ֖בְבחֶׁ֣ןְכְְליָּ֑ ֹותְוְְל ָ֤תתְלְְ ִאיש֙ ְכִ ְדר ֔כוְכִ פְ ִ ָ֖ר
ְס:
aní Adonai joqér lév bojén kêlaíot; vêlatét lêish kidrajáv, kifrí má'alaláv .
Como la perdiz, que incuba lo que no puso, es el que acumula riquezas, pero
no con justicia. En la mitad de sus días las dejará, y en su postrimería resultará
ser un insensato.
(12)
:ֹוםְמקְ ד ֹּֽשנּו
ִ אשֹוןְמְְ ָ֖ק
ָּ֑ ֹוםְמ ִר
ֹּֽ כִ ֶׁ֣סאְכ ֔בֹודְמ ָ֖ר
kisé javód, maróm mérishón; mêqóm miqdashénu.
356
17 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
He aquí que ellos me dicen: '¿Dónde está la palabra del Eterno? ¡A ver, pues,
que se cumpla!'
(16)
ְָ֖יתיְאַ ֶׁ֣תה
ִ ּושְלאְהִ ְתאַ ּו
ֵ֥ ֵֶׁ֛֣הְאח ֶּ ֲִ֗ריךְוְְיֵ֥ ֹוםְאנ
ֹּֽ ַ ֶּיְ׀ְמרע
ֹּֽ א־אצְ ִת
ֶׁ֣ ַ ַ ֹּֽוא ֵ֞ ֲִניְל
:יְנכַחְפנֶּ ָ֖יךְהיֹּֽה ֵ֥ י ָּ֑דעְ תְמֹוצֶׁ֣אְשְְפ ֔ ַת
váaní lo-átzti | méro'éh ájaréja vêíom anúsh ló hitavéiti atáh iadá'ta; motzá
sêfatái, nójaj panéja haiáh.
357
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 17
ievóshu ródêfaí vêal-evóshah áni, iejátu hémah, vêal-ejátah áni; haví 'aleihem
íom ra'áh, umishnéh shibarón shovrém.
Así me ha dicho el Eterno: 'Ve y ponte a la puerta de los hijos del pueblo, por
la cual entran y salen los reyes de Iehudá, y en todas las puertas de
Ierushalaim.
(20)
ְהּודהְוְְ ָ֖כל
֔ ְְהוהְמַ לְ כָ֤יְיְְהּודה֙ ְוְְכְל־י
֜ ְםְש ְמ ֶׁ֨עּוְדְְבַ ר־י
ִ ֶּוְְ ֹּֽאמַ ְר ֶׁ֣תְ ִּ֠ ֲאליה
:ְֹּֽישְְבֶׁ֣יְיְְ ֹּֽרּוש ָּ֑ל ִםְהַ ב ִ ָ֖איםְבַ שְְע ִ ֵ֥ריםְה ֹּֽאלֶּה
vêámartá áleihem shim'ú dêvar-Adonai maljéi Iêhudah vêjol-Iêhudáh, vêjól
ióshêvéi Iêrúshaláim; habaím bashê'arím haéleh .
Y diles: 'Oíd la palabra del Eterno, oh reyes de Iehudá, todo Iehudá y todos los
habitantes de Ierushalaim que entráis por estas puertas.
(21)
ְל־ת ְש ָ֤אּוְמַ שא֙ ְבְְיֶׁ֣ ֹום
ִ ַהוהְהִ ֹּֽשמְְ ָ֖רּוְבְְנַפְ ֹּֽשֹותיכֶּ ָּ֑םְוְְא ֔ ְֹּ֚כהְא ַ ֶׁ֣מרְי
:ְאתםְבְְ ַ ֹּֽשע ֲֵ֥ריְיְְ ֹּֽרּוש ֹּֽל ִם
ָ֖ ֶּ תְוהֲב
ֹּֽ ַ הַ שַ ֔ב
kóh amár Adonai, hishámêrú bênafshóteijém; vêal-tisú masa bêíom hashabát,
váhavetém bêshá'aréi Iêrúshaláim .
Tampoco saquéis carga de vuestras casas en el día del shabbat, ni hagáis obra
alguna. Más bien, santificad el día del shabbat, como mandé a vuestros padres.
358
17 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(23)
ְאְשמְְ ֔עּוְוְְ ֵ֥לאְהִ ָ֖טּוְאֶּ ת־אְ ְְזנָּ֑םְ ַויַקְ שּו֙ ְאֶּ ת־עְ ְְר ֔פםְלְְבִ לְ ִ ֶׁ֣תיְשומע ֹּֽ וְְ ֶׁ֣ל
:תְמּוסר ֹּֽ ַיְקחֵ֥ ַ (שְְ ֔מֹועַ)ְּולְ בִ לְ ִ ָ֖ת
vêló shámê'ú, vêló hitú et-ozênám; vaiaqshú et-'orêpám, lêviltí SVM'
(shêmó'a), ulviltí qájat musár.
359
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 17-18
'Levántate y desciende a la casa del alfarero. Allí te haré oír mis palabras.'
(3)
:ַל־האְבְְנַֹּֽֽיִ ם
ֹּֽ ה־הּוא)ְע ֶּ ֵ֥שהְמְְלאכָ֖הְע
ֵ֛ דְביתְהַ יֹוצָּ֑רְוהנהוְ(וְְהִ נ
ֶׁ֣ וֹּֽא ָ֖ר
váeréd béit haiotzér; VHNHV (vêhineh-hú) 'oséh mêlajáh 'al-háovênáim.
360
18 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
vênishját hakêlí ashér hú 'oséh bajómer bêiád haiotzér; vêsháv váia'aséhú kêlí
ajér, káashér iashár bê'einéi haiotzér lá'asót.
Y el vaso de barro que hacía se dañó en la mano del alfarero, pero el alfarero
volvió a hacer otro vaso según le pareció mejor.
(5)
:ְאמֹור
ֹּֽ וַיְ ִ ֵ֥היְדְְבַ ר־יְ הוָ֖הְאלַ ֵ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
'¿No podré yo hacer con vosotros como hace este alfarero, oh casa de Israel?,
dice el Eterno. He aquí que vosotros sois en mi mano como el barro en la
mano del alfarero, oh casa de Israel.
(7)
:ֶּ ֶׁ֣רגַעְאֲדַ ֔ברְעַל־גָ֖ ֹויְוְְעַל־מַ ְמלכָּ֑הְלִ נְ ֵ֥תֹושְוְְלִ נְ ָ֖תֹוץְּוֹּֽ לְ הַ א ִ ֲֹּֽביד
réga' adabér, 'al-gói vê'al-mamlajáh; lintósh vêlintótz úlhaavíd.
361
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 18
(10)
קֹוליְוְְ ִ ֹּֽנחַ ְמ ִתי֙ ְעַל־
ָּ֑ ִ ְְוְְע ָ֤שהְהרעהְ(ה ַרע֙ )ְבְְעי ַ֔ניְלְְבִ לְ ִ ָ֖תיְשְְ ֶׁ֣מעְַב
ְס:יבְאֹותֹו
ֹּֽ יט
ֵ֥ ִ ֲשרְא ַ ָ֖מ ְר ִתיְלְְה
ֵ֥ ֶּ טֹובהְא
֔ ַה
vê'asáh HR'H (hara') bê'einái, lêviltí shêmó'a bêqolí; vêníjamtí 'al-hatováh,
ashér amárti lêheitív otó.
Pero si hace lo malo ante mis ojos, no obedeciendo mi voz, desistiré del bien
que había prometido hacerle.
(11)
ְרְכה ֹּ֚ אמ
ִ֗ ֹוש ֶׁ֨ביְיְְ ֹּֽרּוש ֜ ַל ִםְל
ְ ֹּֽל־איש־יְְהּודהְּ֩וְְעַל־יִ ֶּוְְע ַָ֡תהְאֱמְר־נֶׁ֣אְא
ְָ֖םְמחֲשבָּ֑ה ֹּֽ ַ ֶּהְאנ ֜ ִכיְיֹוצָ֤רְעֲליכֶּם֙ ְר ֔עהְוְְח ֵ֥שבְעֲליכ ֹּֽ הוהְהִ ֶׁ֨נ ֔ ְא ַ ֶׁ֣מרְי
:ְיכםֹּֽ ֶּ ָ֖םְּומעַלְְל
ֹּֽ ַ ֶּיטיבּוְדַ ְרכיכֵ֥ ִ ֹוְהר ֔עהְוְְה
ֹּֽ ֶׁ֣ישְמדַ ְרכ
ִ אְא ִ ֹּ֚ ּובּוְנ
ִ֗ ֶׁ֣ש
vê'atáh emor-ná el-ish-Iêhudah vê'al-íoshvéi Iêrúshaláim lemór kóh amár
Adonai, hinéh ánojí iotzér 'aleijem ra'áh, vêjoshév 'aleijém májashaváh; shúvu
ná ísh midarkó hára'áh, vêheitívu darjeijém umá'alêleijém .
Pero ellos dirán: 'Es inútil; pues en pos de nuestras imaginaciones hemos de ir,
y hemos de realizar cada uno la porfía de su malvado corazón.'
(13)
ְ ֶּ֙הְשעֲרֻ ִרת
ֹּֽ ַ םְמיְש ַ ָ֖מעְכ ָּ֑אל
ֵ֥ ִ גֹוי
ִ֔ ַהְשאֲלּו־נא֙ ְבֹּֽ ַ הו
֔ ְןְכהְא ַ ֶׁ֣מרְי
ֹּ֚ ל ִ֗כ
:ְֹּֽעשְְ ֶׁ֣תהְמְְ ֔אדְבְְתּולַ ָ֖תְיִ ְשר ֹּֽאל
lajén kóh amár Adonai, sháalu-na bagoím, mí shamá' kaéleh; shá'arurit 'ásêtáh
mêód, bêtulát Israél .
Por tanto, así ha dicho el Eterno: 'Preguntad entre los pueblos quién ha oído
cosa semejante. Una cosa horrible ha hecho la virgen de Israel:
362
18 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(14)
ְּוְמיִ םְז ִ ֵ֥ריםְק ִ ָ֖רים
ֵ֛ ַ ֹוןְאם־יִ נֹּֽתְְ ִ֗ש
ִ ָּ֑יְשלֶּגְלְְבנ
ֶׁ֣ ֶּ בְמ ֵ֛צּורְש ַ ָ֖ד
ִ ה ַ ֲֹּֽיע ֲֵ֥ז
:נֹּֽ ֹוז ִ ְֹּֽלים
haiá'azóv mitzúr sadái shéleg lêvanón; im-inátêshú máim zarím qarím nózlím.
363
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 18
¿Acaso se paga mal por bien? Ciertamente han cavado fosa para mi vida.
Recuerda que me puse de pie delante de ti para hablar el bien acerca de ellos,
para apartar de ellos tu ira.
(21)
ְיהָ֤ם ֶּ םְלר ִ֗עבְוְְהַ גִ רםּ֮ ְעַל־יְְדי־חֶּ ֶּרבְּ֒וְְ ִ ֹּֽתהְְ ֶֶּׁ֨ינהְנְְש ֹּֽ יה ֶּ ֜ ְּ֩תןְאֶּ ת־בְְנֶׁ֨ לכן
ְי־ח ֶָּ֖רב
ֶּ יהםְמֻכ ֶּ ֔ יְמוֶּתְבַ ֶׁ֣חּור ָּ֑ םְיהְ יָ֖ ּוְה ֻ ֲֶׁ֣רג
ֹּֽ ִ יה
ֶּ ֔ שַ כֻלֹות֙ ְוְְאַ לְ מנ֔ ֹותְוְְ ֶׁ֨ ַאנְ ש
:ְבַ ִמלְ ח ֹּֽמה
lajen tén et-bêneihém lára'áv vêhagirem 'al-iêdei-jerev vêtíhêiénah nêsheihém
shakulot vêalmanót, vêánsheihém, íhíu harúgei mávet; bajúreihém, mukei-
jérev bamiljamáh .
Óigase clamor en sus casas cuando de repente traigas tropas sobre ellos.
Porque han cavado una fosa para prenderme y han escondido trampas para
mis pies.
364
18-19 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(23)
ְְאת־כְל־עֲצ ָ֤תםְעלַי֙ ְל ַ֔מוֶּתְאַ ל־תְְכַפר֙ ְעַל־עֲֹו ֔נם ֹּֽ ֶּ וְְאַ ֶׁ֣תהְיְִּ֠ הוהְי ֜ ַדעְ ת
ְל־ת ְמחִ יְוהיוְ(וְְ ִ ֹּֽיהְְיָ֤ ּו)ְמֻכְ שלִ ים֙ ְלְְפ ֶּ֔ניךְבְְעֵ֥ת
ָּ֑ ֶּ ַםְמלְְפנֶּ ֶׁ֣יךְאִ אתָ֖ וְְחַ ט
ְס:ְאַ פְְךָ֖ ְע ֲֵ֥שהְב ֶּ ֹּֽהם
vêatáh Adonai iadá'ta ét-kol-'atzatám 'alaí lamávet, al-têjaper 'al-'aonám,
vêjatatám milêfanéja al-témji; VHIV (vêíhêíu) mujshalim lêfanéja, bê'ét apêjá
'aséh vahém .
Pero tú, oh Eterno, conoces todo su consejo contra mí para matarme. No hagas
expiación de su pecado, ni borres su pecado de delante de ti. Tropiecen
delante de ti; haz así con ellos en el tiempo de tu furor.
Así ha dicho el Eterno: 'Ve y compra del alfarero una vasija de barro. Lleva
contigo ancianos del pueblo y ancianos de los sacerdotes.
(2)
ְ)ַרְהחרסותְ(החַ ְר ִ ָּ֑סית
ֹּֽ ַ חְשע
ֶׁ֣ ַ ַאתְאֶּ ל־גֶׁ֣יאְבֶּ ן־הִ ֔נםְאֲשֶַּ֕ רְפֶּ ָ֖ת
֙ וְְי ֶׁ֨צ
:ְשםְאֶּ ת־הַ דְְב ִ ָ֖ריםְאֲשֶּ ר־אֲדַ בֵ֥רְא ֶּ ֹּֽליך ֔ וְְק ֶׁ֣ראת
vêiatzátá el-géi ven-hinóm, ashér pétaj shá'ar HJRSVT (hájarsít); vêqaráta
shám, et-hadêvarím asher-adabér eléja.
365
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 19
366
19 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Convertiré a esta ciudad en horror y rechifla: Todo el que pase por ella
quedará horrorizado y silbará por causa de todas sus plagas.
(9)
יהםְוְְ ִ ֵ֥אישְבְְשַ ר־ ֶּ ֔ יהםְוְְאת֙ ְבְְ ַ ֶׁ֣שרְבְְ ֹּֽנת
ֶּ ִ֗ וְְ ַ ֹּֽה ֲאכַלְ ֵ֞ ִתיםְאֶּ ת־בְְ ַ ֶׁ֣שרְבְְנ
ְָ֖םְּומבַ קְ ֵ֥שי
ְ יה ֶּ ֵ֛םְאיְְב
ֹּֽ רעָ֖הּוְיאכָּ֑לּוְבְְמצֹור֙ ְּובְ מ ֔צֹוקְאֲשֶֶּׁ֨ רְי ִ ֹּ֧ציקּוְל ֶּה
:נַפְ ֹּֽשם
vêháajaltím et-bêsár bêneihém vêet bêsár bênóteihém, vêísh bêsar-re'éhu
iojélu; bêmatzor uvmatzóq, ashér iatzíqu lahém óiêveihém umvaqshéi
nafshám.
Les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas. En el asedio y en
la angustia con que les angustiarán sus enemigos y los que buscan sus vidas,
cada uno comerá la carne de su prójimo.'
(10)
:יםְאֹותְך
ֹּֽ ְהאֲנ ֔ ִשיםְהַ ֹּֽהלְְ ִ ָ֖כ
ֹּֽ ֙וְְ ֹּֽשבַ ְר ָ֖תְהַ בַ קְ בֻ ָּ֑קְלְְעיני
vêshávartá habaqbúq; lê'eineí háanashím, hahólêjím otáj.
'Luego quebrarás la vasija ante los ojos de los hombres que vayan contigo,
(11)
ְםְכה־א ַ ֶׁ֣מרְ׀ְיְ הוֶׁ֣הְצְְב ִ֗אֹותְכֶׁ֣כהְאֶּ ְש ֵ֞ברְאֶּ ת־העָ֤ם ֹּֽ יה ֶּ ֜ וְְ ֹּֽאמַ ְר ֶׁ֨תְאֲל
רְלא־ֹּֽ ֲש
ֵ֛ ֶּ יֹוצרְא
֔ ֲַשרְיִ ְשבר֙ ְאֶּ ת־כְְ ִ ֶׁ֣ליְה ָ֤ ֶּ אתְכא
ֹּֽ ַ הַ זֶּה֙ ְוְְאֶּ ת־ה ִ ֶׁ֣עירְהַ ֔ז
:ְיּוכַ ֵ֥לְלְְ ֹּֽהרפָ֖הְעָּ֑ ֹודְּובְ ֶׁ֣תפֶּתְיִ קְ בְְ ֔רּוְמ ֵ֥איןְמ ָ֖קֹוםְלִ קְ ֹּֽבֹור
vêámartá aleihém kóh-amár | Adonai tzêvaót kájah eshbór et-ha'ám hazeh
vêet-ha'ír hazót, káashér ishbor et-kêlí haiotzér, ashér ló-iujál lêhéraféh 'ód;
uvtófet iqbêrú, meéin maqóm liqbór .
y les dirás que así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Así quebrantaré a este
pueblo y a esta ciudad, como quien quiebra un vaso de barro que no se puede
volver a restaurar. En el Tófet serán sepultados, porque no habrá otro lugar
para sepultar.
367
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 19
(12)
ְֹושבָּ֑יוְוְְל ֵ֛תתְאֶּ ת־ה ִ ֵ֥עיר
ְ ֹֹּּֽֽכן־אֶּ עֱשֵֶּ֞ הְלַמ ֵ֥קֹוםְהַ זְֵֶּ֛הְנְְאֻם־יְ הוָ֖הְּולְ י
:ְהַ ָ֖זאתְכְְ ֹּֽתפֶּת
kén-e'eséh lamaqóm hazéh nêum-Adonai ulíoshváv; vêlatét et-ha'ír hazót
kêtófet .
Así haré a este lugar y a sus habitantes, dice el Eterno, para convertir esta
ciudad como al Tófet.
(13)
ְהּודהְכִ ְמ ֵ֥קֹוםְהַ ָ֖תפֶּתְהַ טְְמ ִ ָּ֑אים ֔ ְְוְְהיֵ֞ ּוְבְ ֶׁ֣תיְיְְ ֹּֽרּוש ִ֗ ַל ִםְּובְתי֙ ְמַ לְ כֶׁ֣יְי
ְלְְ ֶׁ֣כלְהַ בְ ִ֗ ִתיםְאֲשֶֶּׁ֨ רְקִ טְְ ֜רּוְעַל־ג ַֹּֽגתיהֶּ ם֙ ְלְְכלְ֙צְְבֶׁ֣אְהַ ש ֔ ַמיִ םְוְְהַ ֵ֥סְך
ְפ:ְאֹלהיםְאֲח ִ ֹּֽרים ֵ֥ ִ יםְל ֹּֽ נְְס ִ ָ֖כ
vêhaíu botéi Iêrúshaláim uvoteí maljéi Iêhudáh, kimqóm hatófet hatêmeím;
lêjól habotím ashér qitêrú 'al-gagóteihem lêjol tzêvá hashamáim, vêhaséj
nêsajím lélohím ajerím .
Las casas de Ierushalaim y las casas de los reyes de Iehudá serán impuras
como el lugar del Tófet, todas las casas sobre cuyos terrados quemaron
incienso a todo el ejército del cielo y derramaron libaciones a dioses ajenos.''
(14)
ְ ָּ֑֙אְוַֹּֽֽ ַיעֲמד
ַ ֵ֛הְשםְלְְהִ נב
ָ֖ ְמהַ ֔תפֶּתְאֲשֶֶּׁ֨ רְשְְל ֹּ֧חֹוְיְ הו
ֹּֽ ֙וַי ָ֤באְיִ ְרמְְ ֶׁ֨יהּו
ְס:ְהוהְו ַָ֖יאמֶּ רְאֶּ ל־כְל־ה ֹּֽעם ֔ ְַ ֹּֽבח ֲַצֶׁ֣רְבית־י
vaiavó Irmêiáhú méhatófet, ashér shêlajó Adonai shám lêhinavé; váia'amod
bájatzár beit-Adonai, vaiómer el-kol-ha'ám .
Irmiáhu [Jeremías] regresó del Tófet, a donde el Eterno le había enviado para
profetizar. Luego se puso de pie en el atrio de la casa del Eterno y dijo a todo
el pueblo:
(15)
ְְֹּֽ֙כה־א ֵ֞ ַמרְיְ הוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ֔אלְהִ נְְ ֶׁ֨ ִניְמ ִ֜ביְאֶּ ל־ה ִ ָ֤עירְהַ זאת
ְכיְהִ קְ שּו֙ ְאֶּ ת־
ָ֤ ִ רְד ַב ְָ֖ר ִתיְעלֶּ ָּ֑יה
ִ ֲש
ֵ֥ ֶּ וְְעַל־כְל־ע ֶּ ֔ריה ְֹּ֚אתְכְל־הֶׁ֣ר ֔עהְא
:ְעְ ְְר ֔פםְלְְבִ לְ ִ ָ֖תיְשְְ ֵ֥מֹועְַאֶּ ת־דְְב ֹּֽרי
kóh-amár Adonai tzêvaot elohéi Israél, hinêní meví el-ha'ír hazot vê'al-kol-
'aréiha, ét kol-hára'áh, ashér dibárti 'aléiha; kí hiqshú et-'orêpám, lêviltí
shêmó'a et-dêvarái .
'Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel: 'He aquí, yo traigo
sobre esta ciudad y sobre todas sus aldeas todo el mal que hablé contra ella;
porque han endurecido su cerviz para no escuchar mis palabras.''
368
20 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Entonces el sacerdote Pasjur hijo de Imer, que era funcionario en la casa del
Eterno, oyó a Irmiáhu [Jeremías] que profetizaba estas palabras.
(2)
ְּורְאתְיִ ְרמְְיֶׁ֣הּוְהַ נ ִ ָּ֑ביאְוַיִ ֶׁ֨תןְא ֜תֹוְעַל־הַ מַ הְ ִֶּ֗פכֶּתְאֲשֶֶּׁ֨ ר ָ֖ ַויַכֶּ ֶׁ֣הְפ ְַש ֔ח
:ְֲשרְבְְבֵ֥יתְיְ הוֹּֽה ָ֖ ֶּ ְהעֶּלְ י֔ ֹוןְא
ֹּֽ ֙בְְ ַ ָ֤שעַרְבִ נְ י ִמן
vaiakéh fashjúr, ét Irmêiáhu hanaví; vaitén otó 'al-hamahpéjet ashér bêshá'ar
biniamin há'elíon, ashér bêvéit Adonai .
Sucedió al día siguiente que Pasjur sacó a Irmiáhu [Jeremías] del cepo. Y
Irmiáhu [Jeremías] le dijo: 'el Eterno no ha llamado tu nombre Pasjur, sino
Magor-misabib.
(4)
ְל־אה ִ֗ ֲֶּביךְוְְנֵ֥פְ לֵ֛ ּו
ֹּֽ ְהוהְהִ נְְנִ י ְֹּּֽ֩נתֶּ נְ ֶׁ֨ךְלְְמג֜ ֹורְלְְךֶׁ֣ ְּולְ כ
ָ֡ ְיְכהְא ַ ֶׁ֣מרְי
ֶׁ֣ ִ ֶׁ֣כ
ְֶׁ֣דְמלְֶּך־ב ֔ ֶּבל
ֹּֽ ֶּ ַהּודהְאֶּ תן֙ ְבְְי
ִ֗ ְְיהָ֖םְוְְעינֶּ ֶׁ֣יךְר ָּ֑אֹותְוְְאֶּ ת־כְל־י ֶּ בְאיְְבֹּֽ בְְ ֶּח ֵֶּ֥ר
:ְוְְהִ גְ לֵ֥םְב ֶּבָ֖להְוְְהִ כֵ֥םְבֶּ ֹּֽח ֶּרב
kí jóh amár Adonai hinêní nótenjá lêmagór lêjá uljol-óhavéja vênáflú bêjérev
óiêveihém vê'einéja roót; vêet-kol-Iêhudáh eten bêiád mélej-bavél, vêhiglám
bavélah vêhikám bejárev .
369
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 20
(5)
ְל־חסֶּ ן֙ ְה ִ ֶׁ֣עירְהַ ֔זאתְוְְאֶּ ת־כְל־יְְגִ יעָ֖הְוְְאֶּ ת־כְל־יְְק ָּ֑רה ֶׁ֨ ְוְְנֹּֽתַ ִ֗ ִתיְאֶּ ת־כ
ְיהםְּובְ זזּום֙ ְּולְ ק ֔חּום
ֶּ ֔ הּודהְאֶּ תן֙ ְבְְיַ ֶׁ֣דְ ֹּֽאיְְב
ִ֗ ְְל־אֹוצְ ֜רֹותְמַ לְ כֶׁ֣יְי
ֹּֽ ְוְְ ֶׁ֨אתְכ
:ֶּ ֹּֽוהֱבִ ָ֖יאּוםְב ֶּ ֹּֽבלה
vênátatí et-kol-jósen ha'ír hazót, vêet-kol-iêgi'áĥ vêet-kol-iêqaráĥ; vêét kol-
ótzrót maljéi Iêhudáh eten bêiád óiêveihém, uvzazum ulqajúm, véheviúm
bavélah.
Y tú, Pasjur, y todos los que viven en tu casa, iréis cautivos. Entrarás en
Babilonia, y allí morirás. Allá seréis sepultados tú y todos tus amigos a los
cuales has profetizado con engaño.''
(7)
ְָ֤יתיְלִ ְשחֹוק֙ ְכְל־הַ י֔ ֹוםְכֻלָ֖ ה
ִ יתנִ יְיְ הוה֙ ְוֹּֽאֶּ ֔פתְ ֲחזַקְ ַ ָ֖תנִ יְוַתּוכָּ֑לְה ִי ָ֤ ַ פִ ִת
:ְֵ֥גְלי
ֹּֽ ִ ֹלע
pititáni Adonai váepát, jazaqtáni vatujál; haíti lisjoq kol-haióm, kulóh lo'ég lí .
Porque cada vez que hablo, grito; proclamo: '¡Violencia y destrucción!' Pues
la palabra del Eterno me ha sido afrenta y escarnio todo el día.
370
20 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(9)
ְיְלא־אֶּ זְכְְ ֶּ ִ֗רנּוְוְְ ֹּֽלא־אֲדַ בֵ֥רְעֹוד֙ ְבִ ְש ֔מֹוְוְְהיָ֤הְבְְלִ בִ י֙ ְכְְ ֶׁ֣אשֹּֽ וְְ ֹּֽאמַ ְר ִ ֶׁ֣ת
:אְאּוכל
ֹּֽ יְכלְְכָ֖לְוְְ ֵ֥ל
ֹּֽ ַ ית
ִ ב ֶּ֔ע ֶּרתְעצֻ ָ֖רְבְְעַצְ מ ָּ֑תיְוְְנִ לְ ֵ֥א
vêámartí ló-ezkêrénu vêló-adabér 'od bishmó, vêhaiáh vêlibí kêésh bo'éret,
'atzúr bê'atzmotái; vêniléiti kálêjél vêló ujál.
Digo: 'No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre.' Pero hay en
mi corazón como un fuego ardiente, apresado en mis huesos. Me canso de
contenerlo y no puedo.
(10)
ְנּוְכלְאֱנֶׁ֣ ֹוש
ֹּ֚ יד
ֶּ ֔ ִֹורְמסבִ יבְּ֒הַ ִֶׁ֨גידּו֙ ְוְְנַג
ִ ֶֶׁׁ֣֣תְרבִ יםּ֮ ְמג ַ יְד ַב ִ ִ ֶׁ֣כיְש ֜ ַמעְ ִת
:נּוְמ ֶּ ֹּֽמנּו
ִ הְלֹוְוְְנִ קְ חֵ֥הְנִ קְ מ ָ֖ת
֔ יְשמְְ ָ֖ריְצַ לְ ִ ָּ֑עיְאּולַ ָ֤יְיְְפֻתֶּ ה֙ ְוְְנֶׁ֣ ּוכְ ל
ֹּֽ ֹלמ
ִ֔ ְְש
kí shamá'ti dibát rabim magór misaviv hagídú vênagidénu, kól enósh shêlomí,
shómêréi tzal'í; ulái iêfuteh vênújlah ló, vêniqjáh niqmaténu miménu.
Pero el Eterno está conmigo como poderoso adalid. Por eso los que me
persiguen tropezarán y no prevalecerán. Serán avergonzados en gran manera,
porque no prosperarán. Tendrán perpetua afrenta, que jamás será olvidada.
(12)
ְםְכי
ֵ֥ ִ ַוֹּֽיהוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְבחֶׁ֣ןְצַ ִ֔דיקְר ֶּ ֵ֥אהְכְְליָ֖ ֹותְולָּ֑בְאֶּ ְר ֶּ ָ֤אהְנִ קְ ֹּֽמתְְך֙ ְמ ֔ ֶּה
ְס:ְת־ר ִ ֹּֽיבי
ִ ֶּיתיְא
ִ אלֶּ ָ֖יךְגִ ִ ֵ֥ל
váAdonai tzêvaot bojén tzadíq, roéh jêlaíot valév; eréh niqmátêjá mehém, kí
eléja gilíti et-riví .
371
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 20
(13)
ְֹוןְמיַ ֵ֥ד
ִ ָָּ֖֑הְכיְהִ ִ ֵ֛צילְאֶּ ת־נֶּ ֵ֥פֶּשְאֶּ בְ י
ֵ֥ ִ הְהלְְלָ֖ ּוְאֶּ ת־יְ הו
ֹּֽ ַ יהו
֔ ירּוְל
ֹּֽ ַ ֹּ֚ ִש
ְס:ְמְְר ִ ֹּֽעים
shíru láAdonai, hálêlú et-Adonai; kí hitzíl et-néfesh evíon miád mêre'ím .
Maldito sea el día en que nací; no sea bendito el día en que mi madre me dio a
luz.
(15)
ְ ַאמרְ ֻ ֹּֽילַד־לְְךָ֖ ְבֶׁ֣ןְזכָּ֑רְשַ ָ֖מח
֔ א ֶׁ֣רּורְה ִִ֗אישְאֲשֶֶּׁ֨ רְבִ ַ ָ֤שרְאֶּ ת־אבִ י֙ ְל
:ִשמְְ ֹּֽחהּו
arúr haísh ashér bisár et-aví lemór, iúlad-lêjá bén zajár; saméaj simêjáhu.
Maldito el hombre que dio a mi padre las nuevas, diciendo: 'Un hijo varón te
ha nacido', causándole mucha alegría.
(16)
ְ ּ֙ואְכע ִ ֵ֛ריםְאֲשֶּ ר־הפַ ְֵ֥ךְיְ הוָ֖הְוְְ ֶׁ֣לאְנִ חָּ֑םְוְְש ַ ָ֤מעְ ְְזעקה
ֹּֽ ֶּ וְְהיה֙ ְה ִ ֶׁ֣אישְהַ ֔ה
:ְֵ֥תְצהְ ֹּֽריִ ם
ֹּֽ רְּותרּועָ֖הְבְְע
ְ ֶּבַ ֔בק
vêhaiah haísh hahú, ké'arím asher-hafáj Adonai vêló nijám; vêshamá' zê'aqah
babóqer, utru'áh bê'ét tzáhoráim .
Sea tal hombre como las ciudades que el Eterno desoló sin misericordia. Oiga
alarma de mañana y gritos de guerra a mediodía;
(17)
:עֹולם
ֹּֽ ְיְא ִמי֙ ְקִ בְ ִ ֔ריְוְְ ַרחְ ָ֖מהְה ַ ֲֵ֥רת
ִ י־ל
ָ֤ ִ ִרְלא־מֹותְְ ַ ָ֖תנִ יְמ ָּ֑רחֶּ םְוַתְְה
ֹּֽ ֲש
ֵ֥ ֶּ א
ashér ló-motêtáni merájem; vatêhi-lí imí qivrí, vêrajmáh harát 'olám .
¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver sufrimiento y tormento? ¿Para que mis
días se consuman en vergüenza?
372
21 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
La palabra que vino a Irmiáhu [Jeremías] de parte del Eterno, cuando el rey
Sedequías envió a él a Pasjur hijo de Malquías y al sacerdote Sofonías hijo de
Maasías, para que le dijesen:
(2)
ְֵ֥רְמלְֶּך־ב ֶּבָ֖לְנִ לְ חֶׁ֣םְעלָּ֑ינּו
ֹּֽ ֶּ אצ ַ הְכיְנְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר
ֵ֛ ִ הו
֔ ְָ֤אְבע ֲֶׁ֨דנּו֙ ְאֶּ ת־י
ֹּֽ ַ דְְרש־נ
:ְָ֖הְמע ֹּֽלינּו
ֹּֽ ֶָּ֤הְאֹותנּו֙ ְכְְכְל־נִ פְ לְְא ֔תיוְוְְ ַ ֹּֽיעֲל
ֶׁ֨ ְּ֩יעֲשֶֶּׁ֨ הְיְ הו
ֹּֽ ַ אּו ַלי
dêrash-ná vá'adénú et-Adonai, kí Nêvújadretzár mélej-bavél niljám 'aléinu;
ulaí iá'aséh Adonai otánú kêjol-niflêotáv, vêiá'aléh mé'aléinu .
que así ha dicho el Eterno Elohim de Israel: 'He aquí que yo haré volver atrás
las armas de guerra que están en vuestras manos, con las cuales vosotros
373
21 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
combatís contra el rey de Babilonia y contra los caldeos que os tienen sitiados
fuera de la muralla. Y los reuniré en medio de esta ciudad.
(5)
ְְאתְְ ֶּ֔כםְבְְיֵ֥דְנְְטּויָ֖הְּובִ ז ְֶׁ֣רֹועְַחֲז ָּ֑קהְּובְ ַ ֵ֥אףְּובְ ח ָ֖מה
ִ ֙וְְנִ לְ חַ ְמ ִ ָ֤תיְאֲנִ י
:ּובְ ֶּ ֵ֥קצֶּ ףְג ֹּֽדֹול
vêniljamtí aní itêjém, bêiád nêtuiáh uvizró'a jazaqáh; uváf uvjemáh uvqétzef
gadól.
Yo mismo combatiré contra vosotros con mano extendida y brazo fuerte, con
furor, ira y gran indignación.
(6)
ְת־הא ָ֖דםְוְְאֶּ ת־הַ בְְה ָּ֑מהְבְְ ֶּ ֵ֥דבֶּ ר
ֹּֽ ֶֹּושבי֙ ְה ִ ֶׁ֣עירְהַ ֔זאתְוְְא
ְ ֹּֽיתיְאֶּ ת־י ִ ִ֗ וְְהִ כ
:ג ָ֖דֹולְי ֻ ֹּֽמתּו
vêhikeití et-íoshveí ha'ír hazót, vêet-háadám vêet-habêhemáh; bêdéver gadól
iamútu.
Heriré a los habitantes de esta ciudad, a los hombres y los animales; por una
gran peste morirán.
(7)
ְהּודהְוְְאֶּ ת־עֲב ֶׁ֣דיוְ׀ ֶׁ֣ ְְֶׁ֣הּוְמלְֶּך־יֹּֽ ֶּ הוהְאֶּ ֶׁ֣תןְאֶּ ת־צִ ְדקִ י ָ֡ ְוְְ ַ ֹּֽאחֲרי־כֶׁ֣ןְנְְאֻם־י
ְרְ׀ְמן־הַ ֶּח ֶֶּׁ֣רב
ִ ֶּאתְמן־הַ ֶּ ֶׁ֣דב
ִ וְְאֶּ ת־ה ָ֡עםְוְְאֶּ ת־הַ נִ ְשא ִריםְּ֩ב ֶׁ֨ ִעירְהַ ֜ז
ְיהםְּובְ יַ ָ֖ד
ֶּ ֔ ֶׁ֣רְמלְֶּך־ב ֔ ֶּבלְּובְ יַד֙ ְֹּֽאיְְב
ֹּֽ ֶּ אצ ַ ן־הר ִ֗עבְבְְיַד֙ ְנְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר
ֹּֽ ּומִ
ְיהםְוְְ ֵ֥לאְיַחְ ָ֖מלְוְְ ֵ֥לא ֶּ ֔ בְלא־י ֶׁ֣חּוסְעֲל ֹּֽ י־ח ֶּרֶּ ֔ ִמְְבַ קְ ֶׁ֣שיְנַפְ ָּ֑שםְוְְהִ כֶׁ֣םְלְְפ
:ְיְְ ַר ֹּֽחם
vêájarei-jén nêum-Adonai etén et-Tzidqiáhu mélej-Iêhudáh vêet-'avadáv |
vêet-ha'ám vêet-hanisharim ba'ír hazót min-hadéver | min-hajérev umin-
hára'áv bêiad Nêvújadretzár mélej-bavél, uviad óiêveihém, uviád mêvaqshéi
nafshám; vêhikám lêfi-jérev, ló-iajús 'aleihém, vêló iajmól vêló iêrajém .
vêel-ha'ám hazeh tomár, kóh amár Adonai; hinêní noten lifneijém, et-dérej
hájaím vêet-dérej hamávet .
'Y dirás a este pueblo que así ha dicho el Eterno: 'He aquí, yo pongo delante
de vosotros el camino de la vida y el camino de la muerte:
(9)
בְּוברעֶׁ֣בְּובַ ָּ֑דבֶּ רְוְְהַ יֹוצאְּ֩וְְנ ֶַׁ֨פלְעַל־
ֹּֽ הַ ישב֙ ְב ִ ֶׁ֣עירְהַ ֔זאתְי ַ֕מּותְבַ ֶּח ֶָּ֖ר
:הַ כ ְַש ִ֜דיםְהַ צ ִ ָ֤ריםְעֲליכֶּם֙ ְיחיהְ(וְְח ֔יה)ְוְְ ֹּֽהיְְתה־לֵ֥ ֹוְנַפְ ָ֖שֹוְלְְש ֹּֽלל
haioshev ba'ír hazót, iamút bajérev uvára'áv uvadáver; vêhaiotze vênafál 'al-
hakasdím hatzarím 'aleijem IJIH (vêjaiáh), vêháiêtah-ló nafshó lêshalál.
El que se quede en esta ciudad morirá por la espada, por el hambre o por la
peste. Pero el que salga y se pase a los caldeos, que os tienen sitiados, vivirá;
su vida le será por botín.
(10)
יְפנַיְב ֶׁ֨ ִעירְהַ ֹּ֧זאתְלְְרעֵ֛הְוְְ ֵ֥לאְלְְטֹובָ֖הְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְבְְיַד־
ִּ֠ יְש ְמ ִת
ֶׁ֣ ַ ִ ֶׁ֣כ
ְס:ְןְּושרפָ֖הְב ֹּֽאש
ְ ְ֙תנ ֔ת ִ ֶּ ָ֤מלְֶּךְבבֶּ ל
kí sámti fánai ba'ír hazót lêra'áh vêló lêtováh nêum-Adonai; bêiad-mélej bavel
tinatén, usrafáĥ baésh .
Porque he puesto mi rostro contra esta ciudad para mal, no para bien, dice el
Eterno. Será entregada en mano del rey de Babilonia, y él la incendiará.'
(11)
:ְהְש ְמעָ֖ ּוְדְְבַ ר־יְ הוֹּֽה
ִ הּוד
֔ ְְְמלְֶּךְי
ֶׁ֣ ֶּ ּ֙ולְ בית
ulveit mélej Iêhudáh, shim'ú dêvar-Adonai .
'Y a la casa del rey de Iehudá dirás: 'Oíd la palabra del Eterno,
(12)
ְּולְמיַ ֶׁ֣ד
ִ ְָ֖מ ְש ֔פטְוְְהַ ִ ֵ֥צילּוְגז ִ ֙הְדינּוְל ֶַׁ֨בקֶּ ר ָ֤ ִ הו֔ ְדְכהְא ַ ֶׁ֣מרְי ֹּ֚ ֶׁ֣ביתְד ִִ֗ו
ְַָ֖יְרע
ֵ֥ הְמפְְנ
ִ יְּובעֲרה֙ ְוְְ ֶׁ֣איןְמְְכ ֔ ֶַּב
ֹּֽ עֹושקְפֶּן־ת ֶׁ֨צאְכ ֜אשְחֲמ ִ֗ ִת ָּ֑
:ְ)יכם
ֹּֽ ֶּ מעלליהםְ(מעַלְְל
ֹּֽ ַ
béit Davíd kóh amár Adonai, dínu labóqer mishpát, vêhatzílu gazúl miád
'oshéq; pen-tetzé jaésh jamatí uvá'arah vêéin mêjabéh, mipênéi ró'a M'LLIHM
(má'alêleijém) .
oh casa de David. Así ha dicho el Eterno: Juzgad cada mañana con justicia y
librad a quien es despojado de mano del opresor, para que, por la maldad de
vuestras obras, no salga mi ira como fuego y se encienda, y no haya quien la
apague.
375
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 21-22
(13)
ישרְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְה ֹּֽאמְְ ִרים֙ ִ ְֹּֽמי־
ָ֖ קְצּורְהַ ִמ
ֵ֥ ֶּהִ נְְ ֶׁ֨ ִניְא ַ֜ליִ ְךְי ֶּ ֹּ֧שבֶּ תְהעֵ֛מ
:ְֹונֹותינּו
ֹּֽ ֹּֽינּוְּומיְי ָ֖בֹואְבִ ְמע
ֵ֥ ִ י ַחֶׁ֣תְע ֔ל
hinêní eláij ioshévet ha'émeq tzúr hamishór nêum-Adonai; haómêrim mí-ieját
'aléinu, umí iavó bim'ónotéinu .
Así ha dicho el Eterno: 'Desciende a la casa del rey de Iehudá y habla allí
estas palabras.
(2)
ְהּודהְהַ י ָ֖שבְעַל־כִ ֶׁ֣סאְד ִוָּ֑דְאַ ָ֤תה֔ ְְהְמלְֶּךְי
ֶׁ֣ ֶּ הו
֔ ְוְְ ֹּֽאמַ ְר ֙תְשְְ ַ ֶׁ֣מעְדְְבַ ר־י
:ְַ ֹּֽועֲב ֶׁ֨ ֶּדיך֙ ְוְְעַמְְ ֔ךְהַ ב ִ ָ֖איםְבַ שְְע ִ ֵ֥ריםְה ֹּֽאלֶּה
vêámartá shêmá' dêvar-Adonai, mélej Iêhudáh, haioshév 'al-kisé Davíd; atáh
vá'avadéjá vê'amêjá, habaím bashê'arím haéleh .
Dile: 'Escucha la palabra del Eterno, oh rey de Iehudá que estás sentado sobre
el trono de David, tú, tus servidores y tu pueblo que entran por estas puertas.
(3)
ְּּ֩ולְמיַ ֶׁ֣דְע ָּ֑שֹוקְוְְגר
ִ ָּ֖וְמ ְשפט֙ ְּוצְ ד ֔קהְוְְהַ ִ ֵ֥צילּוְגזִ הוהְע ֲָ֤ש ִ֗ ְֶׁ֣כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי
ְל־ת ְשפְְכָ֖ ּוְבַ מ ֵ֥קֹום
ִ יְאֹּֽ ַ י ֶׁ֨תֹוםְוְְאַ לְ מנָ֤הְאַ ל־תנּו֙ ְאַ ל־תַ חְ ֔מסּוְוְְ ֶׁ֣דםְנ ֔ ִק
:ְהַ ֶּזֹּֽה
376
22 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
kóh | amár Adonai 'asú mishpat utzdaqáh, vêhatzílu gazúl miád 'ashóq; vêger
iatóm vêalmanáh al-tonú al-tajmósu, vêdám naqí, ál-tishpêjú bamaqóm hazéh.
Porque si realmente ponéis por obra esta palabra, entonces entrarán por las
puertas de esta casa, en carros y a caballo, los reyes que se sientan sobre el
trono de David, ellos, sus servidores y su pueblo.
(5)
הְכי־
ֹּֽ ִ הו
֔ ְֶּהְביְנִ ְש ֶׁ֨ ַבעְ ִתי֙ ְנְְאֻם־י
ָ֤ ִ אְת ְשמְְ ֔עּוְאֶּ ת־הַ דְְב ִ ָ֖ריםְה ָּ֑אל ִ ְל ֶׁ֣ ֙וְְ ִאם
ְפ:ְֵ֥הְיהְ יֶּ ָ֖הְהַ ַבֵ֥יִ תְהַ ֶּזֹּֽה
ֹּֽ ִ לְְחְ ְרב
vêim ló tishmê'ú, et-hadêvarím haéleh; bí nishbá'tí nêum-Adonai, kí-lêjorbáh
IHIÉH habáit hazéh .
Porque así ha dicho el Eterno acerca de la casa del rey de Iehudá: Como
Galaad eres tú para mí, y como la cumbre del Líbano. No obstante, te
convertiré en desolación y en ciudades no habitadas.
(7)
ְְמבְ ַחֶׁ֣רְאֲר ֶּ֔זיךְוְְהִ ִ ָ֖פילּו
ִ ֙יםְאישְוְְכלָּ֑יוְוְְ ְֹּֽכ ְְרתּו
ֶׁ֣ ִ וְְקִ דַ ְש ִ ֵ֥תיְעלֶּ ֵ֛יךְמַ ְשחִ ִ ָ֖ת
:עַל־ה ֹּֽאש
vêqidashtí 'aléja mashjitím ísh vêjeláv; vêjárêtú mivjár arazéja, vêhipílu 'al-
haésh.
377
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 22
He designado contra ti destructores, cada uno con sus armas. Ellos cortarán
tus cedros escogidos y los echarán en el fuego.
(8)
ְַל־מה
ֶּ ֶׁ֨ ְאישְאֶּ ל־ר ֔עהּוְע
ֶׁ֣ ִ ֶׁ֣֙םְר ִ֔ביםְעַ ָ֖לְה ִ ֶׁ֣עירְהַ ָּ֑זאתְוְְ ֹּֽאמְְרּו
ַ ִוְְ ֹּֽעבְְרּו֙ ְגֹוי
:ְע ָ֤שהְיְ הוה֙ ְ֔ככהְל ִ ֵ֥עירְהַ גְְדֹולָ֖הְהַ ֹּֽזאת
vê'ávêrú goím rabím, 'ál ha'ír hazót; vêámêrú ísh el-re'éhu, 'al-méh 'asáh
Adonai kájah, la'ír hagêdoláh hazót .
Porque así ha dicho el Eterno acerca de Salum hijo de Josías, rey de Iehudá,
que sucedió a su padre Josías y que salió de este lugar: 'No regresará acá
jamás,
(12)
אתְלא־
ֹּֽ ֹוְשםְי ָּ֑מּותְוְְאֶּ ת־ה ֵ֥א ֶּרץְהַ ָ֖ז
ֶׁ֣ ִ֗ ִכיְבִ ְמ ֵ֛קֹוםְאֲשֶּ ר־הִ גְ לֵ֥ ּוְא ָ֖ת
ְס:יִ ְר ֶּ ֵ֥אהְעֹּֽ ֹוד
378
22 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
sino que en el lugar a donde lo han transportado, allí morirá y no volverá a ver
esta tierra.
(13)
ְאְמ ְשפָּ֑טְבְְר ֶׁ֨עהּו֙ ַ ְֹּֽיע ֲֶׁ֣בדְחִ ֔נם
ִ יֹותיוְבְְ ֶׁ֣ל
ָ֖ ִקְועֲל
ֹּֽ ַ ֶּא־צד
ֶּ ֔ ְבל ְֹּֽ ְ ֶׁ֣֙הֹויְבנֶּ ָ֤הְביתֹו
:ֹוְלאְיִ תֶּ ן־לֹּֽ ֹו
ֵ֥ ָּ֖ופעֲל ֹּֽ
hói bonéh veitó bêlo-tzédeq, vá'aliotáv bêló mishpát; bêre'éhú iá'avód jinám,
ufó'aló ló iten-ló.
'Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin derecho, sirviéndose de
su prójimo de balde, sin pagarle su salario.
(14)
ְלֹוני
֔ ַֹותְועֲלִ יָ֖ ֹותְמְְרֻ ּו ִ ָּ֑חיםְוְְ ָ֤ק ַ ֹּֽרעְלֹו֙ ְח
ֹּֽ ַ ֶׁ֣֔יתְמד
ִ ֹּֽהא ִ֗מרְאֶּ בְ נֶּה־לִ י֙ ְב
:וְְס ֶׁ֣פּוןְב ֔א ֶּרזְּומ ָ֖שֹוחַ ְבַ ש ַ ֹּֽשר
háomér evneh-lí béit midót, vá'aliót mêruvajím; vêqárá' ló jalonái, vêsafún
baárez, umashóaj bashashár.
El que dice: 'Edificaré para mí una casa espaciosa y amplias salas; le haré
ventanas, la cubriré con cedro y la pintaré de ocre rojo.'
(15)
ְְךְכיְאַ ָ֖תהְמְְ ַ ֹּֽתח ֶּ ֲֶׁ֣רהְב ָּ֑א ֶּרזְא ִ֜ביךְהֲלֹּ֧ ֹואְאכַ ֶׁ֣לְוְְש ִ֗תהְוְְע ָ֤שה
ֵ֥ ִ ה ִ ֲֹּֽתמְְ ֹ֔ל
:זְטֹובְלֹּֽ ֹו ֵ֥ הְא
ָ֖ ִמ ְשפט֙ ְּוצְ ד ֔ק
hatímêlój, kí atáh mêtájaréh vaárez; avíja haló ajál vêshatáh vê'asáh mishpat
utzdaqáh, áz tóv ló.
Él juzgó la causa del afligido y del necesitado; entonces le fue bien. ¿No es
esto conocerme?, dice el Eterno.
(17)
ָ֤לְדם־הַ נקִ י֙ ְלִ ְש ֔פֹוְךְוְְעַל־
ֹּֽ ַ ַיְאם־עַל־בִ צְ עֶּ ָּ֑ךְוְְע ִ ְכ ָ֖ ִ יְאיןְעי ֶֶּׁ֨ניך֙ ְוְְלִ בְְ ֔ך
ָ֤ ִ ֶׁ֣כ
ְס:ה ֵ֥עשֶּ קְוְְעַל־הַ מְְרּוצָ֖הְ ַ ֹּֽלע ֲֹּֽשֹות
kí éin 'einéjá vêlibêjá, kí im-'al-bitz'éja; vê'ál dám-hanaqí lishpój, vê'al-
ha'ósheq vê'al-hamêrutzáh lá'asót.
379
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 22
Pero tus ojos y tu corazón no están puestos sino sólo en tus ganancias
deshonestas, en derramar sangre inocente, y en hacer agravio y extorsión.'
(18)
הְלא־
ֹּֽ הּוד ֔ ְְְמלְֶּךְיֶׁ֣ ֶּ ֙אש ֶׁ֨יהּו
ִ ן־יֹּֽ ֶּהוהְאֶּ ל־יְְ ֹּֽהֹוי ִ ָ֤קיםְב
ִ֗ ְןְכה־א ַ ֶׁ֣מרְיֹּֽ ל ֵ֞כ
:ְֹוְהֹויְא ָ֖דֹוןְוְְ ֵ֥הֹויְה ֹּֽדה ֵ֥ ּוְל
֔ ֹותְלא־יִ ְספְְ ֶׁ֣ד
ֹּֽ ֹוְהֹויְא ִ ָ֖חיְוְְ ֶׁ֣הֹויְא ָּ֑חֵ֥ ּוְל
֔ יִ ְספְְ ֶׁ֣ד
lajén kóh-amár Adonai el-Iêhóiaqím ben-Ióshiáhu mélej Iêhudáh, ló-ispêdú ló,
hói ají vêhói ajót; ló-ispêdú ló, hói adón vêhói hodóh .
Por tanto, así ha dicho el Eterno acerca de Joacim hijo de Josías, rey de
Iehudá: 'No lo lamentarán diciendo: '¡Ay, hermano mío!' y '¡Ay, hermana
mía!' Ni lo lamentarán diciendo: '¡Ay, señor!' y '¡Ay de su esplendor!'
(19)
ְס:בּורתְח ֲָ֖מֹורְיִ קבָּ֑רְס ֶׁ֣חֹובְוְְהַ ְש ֔לְךְמהָ֖לְ אהְלְְ ַ ֹּֽשע ֲֵ֥ריְיְְ ֹּֽרּוש ֹּֽל ִם
ֵ֥ ַ ְְק
qêvurát jamór iqavér; sajóv vêhashléj, mehálah lêshá'aréi Iêrúshaláim.
Será enterrado con un entierro de asno, arrastrado y echado más allá de las
puertas de Ierushalaim.
(20)
ְיםְכיְנִ ְשבְְ ָ֖רּו
ֵ֥ ִ ְמעֲב ִ ֔ר
ֹּֽ ֙ע ִ ֲָ֤ליְהַ לְְבנֹון֙ ְּוֹּֽ צְ ֔עקִ יְּובַ ב ָ֖שןְתְְ ִנֶׁ֣יְקֹולְָּ֑ךְוְְ ַ ֹּֽצעֲקִ י
:כְל־מְְ ַ ֹּֽאה ֲֹּֽביִ ְך
'alí halêvanon útz'áqi, uvabashán têní qoléj; vêtzá'aqí mé'avarím, kí nishbêrú
kol-mêáhaváij.
'Sube al Líbano y grita; en Basán haz oír tu voz; grita desde Abarim. Porque
todos tus amantes han sido quebrantados.
(21)
ְְךְכי
ֵ֥ ִ ִעּורי
֔ ַ ְְְמנ
ִ ְ֙לאְאֶּ ְש ָּ֑מעְזֶּ ָ֤הְדַ ְרכְך
ֶׁ֣ ִד ַב ְָ֤ר ִתיְא ֶַׁ֨ליִ ְך֙ ְבְְשַ לְ ֹו ֔ ַתיִ ְךְא ַ ָ֖מ ְר ְת
:קֹולי
ֹּֽ ִ ְְֹּֽלא־ש ַ ָ֖מ ַע ְתְב
dibárti eláij bêshalotáij, amárt ló eshmá'; zéh darkej minê'uráij, kí ló-shamá'at
bêqolí.
380
22 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
'¡Vivo yo, dice el Eterno, que si tú, Joaquín hijo de Joacim, rey de Iehudá,
fueses el anillo de sellar en mi mano derecha, aun de allí te arrancaría!
(25)
ְיהָּ֑םְּובְ יַ ֵ֛ד
ֶּ ֹורְמפְְנ
ִ ָּ֖ונְ תַ ִ֗ ִתיךְבְְיַד֙ ְמְְבַ קְ ֶׁ֣שיְנַפְ שֶּ֔ ךְּובְ יַ ֵ֛דְאֲשֶּ ר־אַ ֵ֥תהְיג
:ֵ֥רְמלְֶּך־ב ֶּבָ֖לְּובְ יַ ֵ֥דְהַ כ ְַש ִ ֹּֽדים
ֹּֽ ֶּ אצ
ַ נְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר
untatíja bêiad mêvaqshéi nafshéja, uviád asher-atáh iagór mipêneihém; uviád
Nêvújadretzár mélej-bavél uviád hakasdím.
381
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 22-23
¿Acaso es este hombre Joaquín una obra despreciable y rota? ¿Es acaso una
vasija indeseable? ¿Por qué han sido arrojados él y sus descendientes, y
echados a una tierra que no conocían?'
(29)
:ְץְש ְמ ִ ָ֖עיְדְְבַ ר־יְ הוֹּֽה
ִ ץְא ֶּר
ָּ֑ ץְא ֶּר
ָ֖ ֶּ ֶּ ֵ֥א ֶּר
éretz éretz áretz; shim'í dêvar-Adonai .
'¡Ay de los pastores, que echan a perder y dispersan a las ovejas de mi prado!,
dice el Eterno.
382
23 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(2)
ְְּ֒הר ִ ֶׁ֣עיםְאֶּ ת־ע ִַמי ֹּֽ ּ֮לְעל־הרעִ ים ֹּֽ ַ הוהְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ִ֗א֜ ְןְכה־א ֶׁ֨ ַמרְי ֹּֽ ִּ֠לכ
ְאַ ֵ֞ ֶּתםְה ִ ֲֹּֽפצ ֶּ ָ֤תםְאֶּ ת־צאנִ י֙ ְוַתַ ִד ֔חּוםְוְְ ֵ֥לאְפְְקַ ְד ֶּ ָ֖תםְא ָּ֑תםְהִ נְְ ֶׁ֨ ִניְפ ֹּ֧קד
:ְְַמעַלְְליכֶּ ָ֖םְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ֹּֽ ַ ת־רע
ֵ֥ ֶּעֲליכֶּ ֵ֛םְא
lájen kóh-amár Adonai elohéi Israél 'ál-haro'im háro'ím et-'amí atém
hafítzotém et-tzoní vatadijúm, vêló fêqadtém otám; hinêní foqéd 'aleijém et-
ró'a má'alêleijém nêum-Adonai .
Por tanto, así ha dicho el Eterno Elohim de Israel a los pastores que
apacientan a mi pueblo: 'Vosotros dispersasteis y ahuyentasteis mis ovejas, y
no os ocupasteis de ellas. He aquí que yo me ocuparé de vosotros por la
maldad de vuestras obras, dice el Eterno.
(3)
ְְ֙האֲר ֔צֹותְאֲשֶּ ר־הִ ַ ֵ֥דחְ ִתיְא ָ֖תם ֹּֽ יְמכל ִ אנִ ֔ ַ ֹּֽוא ִ֗ ֲִניְאֲקַ בץ֙ ְאֶּ ת־שְְא ִ ֶׁ֣ריתְצ
:ָּ֑שםְ ַוה ִ ֲֹּֽשב ִ ֵ֥תיְאֶּ ְת ֶּהֵ֛ןְעַל־נְְו ֶּהָ֖ןְּופ ֵ֥רּוְוְְר ֹּֽבּו
váaní aqabetz et-shêerít tzoní, mikol háaratzót, asher-hidájti otám shám;
vahashívotí ethén 'al-nêvehén ufarú vêravú.
Pero yo reuniré al remanente de mis ovejas de todas las tierras a donde las
eché y las haré volver a sus pastizales. Entonces serán fecundas y se
multiplicarán.
(4)
ְיר ֶׁ֨אּוְעֹּ֧ ֹודְוְְ ֹּֽלא־י ַחֵ֛תּוְוְְ ֵ֥לא
ְְ א־י
ֹּֽ ִ יהֵ֛םְר ִ ָ֖עיםְוְְרעָּ֑ ּוםְוְְל
ֶּ ַוה ִ ֲֹּֽקמ ִ ֹּ֧תיְעֲל
ְס:ְיִ פ ָ֖קדּוְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
vahaqímotí 'aleihém ro'ím vêra'úm; vêlo-írêú 'ód vêló-iejátu vêló ipaqédu
nêum-Adonai .
'He aquí vienen días, dice el Eterno, en que levantaré a David un Retoño justo.
Reinará un Rey que obrará con inteligencia y que practicará el derecho y la
justicia en la tierra.
383
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 23
(6)
ְהּודהְוְְיִ ְשר ָ֖אלְיִ ְש ֶׁ֣כןְל ֶּבָּ֑טַ חְוְְזֶּה־שְְ ֵ֥מֹוְאֲֽשֶּ ר־יִ קְ ְְר ָ֖אֹו
֔ ְְְתּו ַ ֶׁ֣שעְי
ִ ֙בְְימיו
ְפ:ְיְ הוֵ֥הְ׀ְצִ ְד ֹּֽקנּו
bêiamav tivashá' Iêhudáh, vêIsraél ishkón lavétaj; vêzeh-shêmó ásher-iqrêó
Adonai | tzidqénu .
En sus días será salvo Iehudá, e Israel habitará seguro. Y éste es el nombre
con el cual será llamado: 'el Eterno, justicia nuestra.'
(7)
ְֲשר
ֹּ֧ ֶּ הוהְא
֔ ְאמרּוְעֹוד֙ ְחַ י־י
ְ א־י
ָ֤ לכֵ֛ןְהִ נֹּֽה־י ִ ֵ֥מיםְב ִ ָ֖איםְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְוְְל
:ְץְמצְ ֹּֽריִ ם
ִ ֶּ ֹּֽהעֱלֵ֛הְאֶּ ת־בְְנֵ֥יְיִ ְשר ָ֖אלְמ ֶּ ֵ֥א ֶּר
lajén hinéh-iamím baím nêum-Adonai; vêlo-iómru 'od jai-Adonai, ashér
hé'eláh et-bênéi Israél meéretz mitzráim .
Por tanto, dice el Eterno, he aquí vienen días en que no dirán más: '¡Vive el
Eterno, que hizo subir a los Hijos de Israel de la tierra de Egipto!',
(8)
ְְּ֙֩ואֲשֶֶּׁ֨ רְה ִ֜ביאְאֶּ ת־ ֶֶּׁ֨ז ַרעְבָ֤יתְיִ ְשראל
ֹּֽ ַ רְהעֱלה
ֹּֽ ֶּ ֲש
ֶׁ֣ ֶּ הוהְא
ִ֗ ְיְאם־חַ י־י
ִ ִ ֶׁ֣כ
יםְשםְוְְיֹּֽשְְ ָ֖בּוְעַל־
ָּ֑ ֲשרְהִ דַ חְ ִ ָ֖ת
ֵ֥ ֶּ הְּומכלְ֙ ֹּֽהאֲר ֔צֹותְא ִ מ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץְצ ֔פֹונ
ְפ:ְאַ ְדמ ֹּֽתם
kí im-jai-Adonai ashér hé'elah váashér heví et-zéra' béit Israel meéretz
tzafónah, umikol háaratzót, ashér hidajtím shám; vêiáshêvú 'al-admatám .
sino: '¡Vive el Eterno, que hizo subir y trajo a los descendientes de la casa de
Israel desde la tierra del norte y desde todas las tierras a donde los había
desterrado!' Y habitarán en su propio suelo.'
(9)
ְישְשכ֔ ֹור
ִ יתי֙ ְכְְ ִ ֶׁ֣א
ִ מֹותיְה ִֶׁ֨י ַ ֔ ְלַנְְבִ ִֵ֞איםְנִ ְש ַבֹּ֧רְלִ ִ ֶׁ֣ביְבְְקִ ְר ִִ֗ביְ ֹּֽרחֲפּו֙ ְכְל־עַצ
:ְָ֖יְדבְ ֵ֥ריְקְ ְד ֹּֽשֹו
ִ הְּומפְְנ
ִ הו ֔ ְןְמפְְנֶׁ֣יְי
ִ ִּוכְ גֶּ ָ֖בֶּ רְעֲבֶׁ֣רֹוְיַָּֽ֑י
lanêviím nishbár libí vêqirbí rájafú kol-'atzmotái, haítí kêísh shikór, ujgéver
'aváro iáin; mipênéi Adonai, umipênéi divréi qodshó .
Para los profetas: Mi corazón está quebrantado dentro de mí; todos mis huesos
tiemblan. Estoy como un hombre ebrio y como un hombre dominado por el
vino, a causa del Eterno y a causa de sus santas palabras.
(10)
ְְאבְְלֶׁ֣הְה ֔א ֶּרץְיֹּֽבְְ ָ֖שּוְנְְ ֶׁ֣אֹות ֹּֽ ֙י־מפְְנָ֤יְאלה
ִ ץְכֹּֽ ִ ְמלְְ ֶׁ֣אהְה ֔א ֶּר
ֹּֽ ִ֙ ָ֤כיְמְְ ֹּֽנאֲפִ ים
:א־כן ֹּֽ ִמ ְדבָּ֑רְוַתְְ ִ ָ֤היְמְְ ֹּֽרּוצתם֙ ְר ֔עהְּוגְ ֹּֽבּור ָ֖תםְל
384
23 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Porque la tierra está llena de adúlteros; porque por causa de éstos la tierra está
enlutada, y los pastizales del desierto se han secado. La carrera de ellos es
mala; su poderío no es recto.
(11)
:ְיְרע ָ֖תםְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ֹּֽ ֵ֥את
ִ יתיְמצ
ֵ֛ ִ ִ ֹּֽכי־גַם־נ ִ ֵ֥ביאְגַם־כהָ֖ןְחנָּ֑פּוְגַם־בְְב
kí-gam-naví gam-kohén janéfu; gam-bêveití matzáti rá'atám nêum-Adonai .
'Tanto el profeta como el sacerdote son unos impíos, dice el Eterno. Aun en
mi casa he hallado su maldad.
(12)
ָּ֑הְכי־
ֹּֽ ִ ְבאֲפ ֔להְיִ ַ ָ֖דחּוְוְְנֶׁ֣פְ לּוְב
ֹּֽ ֙םְכ ֲחלַקְ לַקֹות
ֹּֽ ַ לכן ִ ְֹּּֽ֩יהְ ֶֶּׁ֨יהְדַ ְר ֜כםְל ִ֗ ֶּה
:ְיהֵ֥םְרעֵ֛הְשְְנַ ֵ֥תְפְְקֻ ד ָ֖תםְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה ֶּ א ִֶׁ֨ביאְעֲל
lajen IHIÉH darkám lahém kájalaqlaqot báafeláh, idáju vênáflu váĥ; kí-aví
'aleihém ra'áh shênát pêqudatám nêum-Adonai .
385
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 23
(15)
ְְלע ֲ֔נה
ֹּֽ ַ ֙יְמא ִ ֲָ֤כילְאֹותם
ֹּֽ ַ ןְכה־א ֶׁ֨ ַמרְיְ הוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְעַל־הַ נְְבִ ִ֔איםְהִ נְְ ֶׁ֨ ִנ
ֹּֽ ל ֵ֞כ
יאיְיְְ ֹּֽרּוש ֔ ַל ִםְיֹּֽצְְ ֵ֥אהְ ֲחנֻפָ֖הְלְְכְל־ ֶׁ֣ ִאשְכיְמאת֙ ְנְְב
ִ ִ֗ י־ר
ָּ֑ וְְהִ ְשקִ ִ ָ֖תיםְמ
ְפ:ְה ֹּֽא ֶּרץ
lajén kóh-amár Adonai tzêvaot 'al-hanêviím, hinêní máajíl otam lá'anáh,
vêhishqitím mei-rósh; kí meet nêviéi Iêrúshaláim, iátzêáh janupáh lêjol-
haáretz .
Por tanto, así ha dicho el Eterno de los Ejércitos acerca de los profetas: He
aquí que les haré comer ajenjo y les haré beber aguas envenenadas, porque de
los profetas de Ierushalaim ha salido la corrupción a todo el país.'
(16)
ְַל־דבְ ָ֤ריְהַ נְְבִ ִאים֙ ְהַ נִ בְְ ִ ֶׁ֣אים
ִ ל־ת ְשמְְ ֵ֞עּוְעִ ֹותְאֹּֽ ַ ֹּֽכה־א ֵ֞ ַמרְיְ הוֶׁ֣הְצְְב ִ֗א
:ְאְמ ִ ֵ֥פיְיְ הוֹּֽה
ִ רּוְלָ֖ ל ֶּ֔כםְמַ הְ בִ ִ ֵ֥ליםְהָ֖מהְאֶּ ְתכֶּ ָּ֑םְחֲזָ֤ ֹוןְלִ בם֙ ְיְְדַ ֔ב
kóh-amár Adonai tzêvaót ál-tishmê'ú 'al-divréi hanêviim hanibêím lajém,
mahbilím hémah etjém; jazón libam iêdabéru, ló mipí Adonai .
Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'No escuchéis las palabras de los
profetas que os profetizan. Ellos os llenan de vanas esperanzas; hablan visión
de su propio corazón, no de la boca del Eterno.
(17)
ְָּ֑םְוכלְה ֵ֞לְך
ְְִּ֠ ֶֹּוםְיהְ יֶּ ֶׁ֣הְלכ
ֹּֽ ִ ָ֖הוהְשל
֔ ְיְד ֶּבֶׁ֣רְי
ִ ְלמְְ ַנא ֔ ֲַצ ֹּֽ ִ ֹּֽ֙אמְְ ִ ָ֤ריםְאמֹור
:ְּוְלא־ת ֵ֥בֹואְעֲליכֶּ ָ֖םְר ֹּֽעה ֹּֽ ְאמְְ ֔ר ֹּֽ ֙בִ ְש ִר ָ֤רּותְלִ בֹו
ómêrím amor límênaatzái, dibér Adonai, shalóm IHIÉH lajém; vêjol holéj
bishrirút libó ámêrú, ló-tavó 'aleijém ra'áh .
386
23 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(19)
ְאשְרש ִ ָ֖עים
ְְ ֵ֛לְר
ֵ֥ ַַרְמ ְתחֹולָּ֑לְע
ִ הוהְחמה֙ ְיֹּֽצְְ ֔אהְוְְ ַ ָ֖סע
ִ֗ ְֶׁ֣הְ׀ְסע ַ ֲֶׁ֣רתְי
ֹּֽ ַ הִ נ
:ְי ֹּֽחּול
hinéh | sá'arát Adonai jemah iátzêáh, vêsá'ar mitjolél; 'ál rósh rêsha'ím iajúl .
He aquí que el huracán del Eterno sale con furor. Es un huracán que gira e
irrumpe sobre la cabeza de los impíos.
(20)
ְ ֙ימֹוְמְְז ִֶׁ֣מֹותְלִ ָּ֑בֹוְבְְ ַ ֹּֽאח ֲִרית
ָ֖ ִהוהְעַד־עֲש ֵ֥תֹוְוְְעַד־הֲק ֔ ְָ֤לאְישּוב֙ ְאַ ף־י
:ְיםְת ְת ֵ֥בֹונְְנּוְבָ֖הְבִ ינֹּֽה
ִ הַ י ִ֔מ
ló iashuv af-Adonai, 'ad-'asotó vê'ad-haqimó mêzimót libó; bêájarit haiamím,
titbónênu váĥ bináh .
No se apartará la ira del Eterno hasta que haya hecho y cumplido los
propósitos de su corazón. Al final de los días lo entenderéis claramente.
(21)
:יהָ֖םְוְְהֵ֥םְנִ ֹּֽבאּו
ֶּ א־ד ַב ְֵ֥ר ִתיְאֲל
ִ צּוְל
ֹּֽ ֶׁ֣םְר
ָּ֑ ֹּֽלא־שלַ ֵ֥חְ ִתיְאֶּ ת־הַ נְְבִ ִ ָ֖איםְוְְה
ló-shalájti et-hanêviím vêhém rátzu; ló-dibárti aleihém vêhém nibáu.
'Yo no enviaba a aquellos profetas, pero ellos corrían. Yo no les hablaba, pero
ellos profetizaban.
(22)
ְישבּום֙ ְ ִמדַ ְרכֶׁ֣םְה ֔רע
ִ יְו
ֹּֽ ִ סֹודיְוְְי ְַש ִ ָ֤מעּוְדְְב ַרי֙ ְאֶּ ת־ע ִַ֔מ
ָּ֑ ִ ְְם־עמְְ ָ֖דּוְב ֹּֽ וְְ ִא
ְס:יהם ֹּֽ ֶּ ְַמעַלְְל
ֹּֽ ַ ּומ ָ֖רע
vêim-'ámêdú bêsodí; vêiashmí'u dêvaraí et-'amí, víshivum midarkám hará',
umeró'a má'alêleihém.
387
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 23
¿Hasta cuándo? ¿Qué hay en el corazón de los profetas que profetizan mentira
y que profetizan el engaño de sus propios corazones?
(27)
ְּוְאיש
ֶׁ֣ ִ ֲשרְיְְסַ פְְ ָ֖ר
ֵ֥ ֶּ הַ ֹּֽחשְְ ִִ֗ביםְלְְהַ ְש ִ ָ֤כיחַ ְאֶּ ת־ע ִַמי֙ ְשְְ ִ֔מיְבַ חֲלֶׁ֣ ֹומ ֔תםְא
:ֲבֹותםְאֶּ ת־שְְ ִ ָ֖מיְבַ ֹּֽבעַל
ֵ֛ רְשכְְ ֹּ֧חּוְא
ֹּֽ ֶֶָּּׁ֑֨הּוְכאֲש
ֹּֽ ַ לְְרע
hajóshêvím lêhashkíaj et-'amí shêmí, bajalómotám, ashér iêsapêrú ísh
lêre'éhu; káashér shájêjú avotám et-shêmí babá'al.
¿Acaso con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, piensan hacer
que mi pueblo se olvide de mi nombre, de la manera que sus padres se
olvidaron de mi nombre por causa de Baal?
(28)
ְְא ֔תֹוְיְְדַ בֵ֥ר
ִ ֲ֙שרְדְְב ִרי
ָ֤ ֶּ ֹוםְוא
ֹּֽ ַ ר־א ָ֤תֹוְחֲלֹום֙ ְיְְסַ פֶׁ֣רְח ֲ֔ל
ִ ֶּהַ נ ִֵ֞ביאְאֲש
:ְדְְב ִ ָ֖ריְא ֶּ ֱָּ֑מתְמַ ה־ל ֶּ ֵַ֥תבֶּ ןְאֶּ ת־הַ בָ֖רְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
hanaví asher-itó jalom iêsapér jalóm, váashér dêvarí itó, iêdabér dêvarí emét;
mah-latéven et-habár nêum-Adonai .
El profeta que tenga un sueño, que cuente el sueño; pero el que tenga mi
palabra, que hable mi palabra con fidelidad. ¿Qué tiene que ver la paja con el
trigo?, dice el Eterno.
(29)
ְס:ְץְסלַע
ֹּֽ ֹואְכהְדְְב ִ ֵ֛ריְכ ָ֖אשְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְּוכְ פ ִ ַָ֖טישְיְְ ֵ֥פ ֹּֽצ
ֹּ֧ ה ֲֶׁ֨ל
388
23 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Por tanto, he aquí, yo estoy contra los profetas que hurtan mis palabras, cada
uno de su vecino, dice el Eterno.
(31)
:ְםְוַֹּֽֽיִ נְ א ֲָ֖מּוְנְְ ֻ ֹּֽאם
ַ שֹונ
֔ ְְיאםְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְהַ לֹּֽ קְְ ִ ֶׁ֣חיםְל
ָ֖ ִ ִהִ נְְ ִנֵ֥יְעַל־הַ נְְב
hinêní 'al-hanêviím nêum-Adonai; halóqêjím lêshonám, váinamú nêúm .
He aquí, yo estoy contra los profetas que con sus lenguas hablan lisonjas y
proclaman: 'el Eterno dice.'
(32)
ְהְוַֹּֽֽיְ סַ פְְרּום֙ ְ ַוי ְַתעֶׁ֣ ּוְאֶּ ת־ע ִַ֔מי
ַ הו
֔ ְֲֹלמֹותְשֶֶּׁ֨ קֶּ ר֙ ְנְְאֻם־י ֵ֥ יְעל־נִ בְְ ֵ֞איְח ֹּֽ ַ ִהִִּ֠ נְְנ
ְיתיםְוְְהֹועֵ֛יל ִ ִ֗ ִיְלא־שְְלַחְ ֜ ִתיםְוְְ ֶׁ֣לאְצִ ּו ֹּֽ ֲזּותםְוְְ ֹּֽאנ ֶׁ֨ ִכ
ָּ֑ יהָ֖םְּובְ ַ ֹּֽפח
ֶּ בְְ ִשקְ ר
:ְילּוְלעם־הַ זֶּ ָ֖הְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה ֹּֽ א־יֹוע
ֵ֥ ִ ֹּֽל
hínêni 'ál-nibêéi jalomót shéqer nêum-Adonai, váisapêrum vaiat'ú et-'amí,
bêshiqreihém uvfájazutám; vêánojí ló-shêlajtím vêló tzivitím vêho'éil ló-io'ílu
lá'am-hazéh nêum-Adonai .
He aquí, dice el Eterno, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos
y los cuentan, haciendo errar a mi pueblo con sus mentiras y con su liviandad.
Yo no los envié ni les mandé. Ningún provecho traerán a este pueblo, dice el
Eterno.
(33)
ְאמרְמַ ה־מַ ָ֖שאְיְ הוָּ֑ה ֔ יאְאֹו־כהן֙ ְל ֹּֽ הְאֹו־הַ נ ִ ָ֤ב
ֹּֽ וְְ ִ ֹּֽכי־יִ ְשאְלְְךְּ֩ה ֶׁ֨עםְהַ ֶּ֜ז
:ְוְְ ֹּֽאמַ ְר ָ֤תְאֲליהֶּ ם֙ ְאֶּ ת־מַ ה־מַ ֔שאְוְְנֹּֽטַ ְש ִ ֵ֥תיְאֶּ ְתכֶּ ָ֖םְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
vêjí-isholêjá ha'ám hazéh ó-hanaví ó-johen lemór, mah-masá Adonai;
vêámartá aleihem et-mah-masá, vênátashtí etjém nêum-Adonai .
'Al profeta, al sacerdote y a cualquiera del pueblo que diga: 'Profecía del
Eterno', yo castigaré a tal hombre y a su casa.
(35)
הוהְּומַ ה־
֔ ְיוְמה־ענֶׁ֣הְי
ֹּֽ ֶּ ּוְאישְעַל־רעָ֖הּוְוְְ ִ ֶׁ֣אישְאֶּ ל־א ִ ָּ֑ח
ֵ֥ ִ הְתאמְְ ֵ֛רֹּֽ ֵ֥כ
:ְִד ֶּבָ֖רְיְ הוֹּֽה
kóh tómêrú ísh 'al-re'éhu vêísh el-ajív; méh-'anáh Adonai, umah-dibér Adonai.
Pero si decís: 'Profecía del Eterno', por eso ha dicho el Eterno: Porque
dijisteis: 'Profecía del Eterno', cuando yo os mandé decir: No digáis: 'Profecía
del Eterno';
(39)
ְיתיְאֶּ ְתכֶּ ָ֖םְנ ָּ֑שאְוְְנֹּֽטַ ְש ִ ֶׁ֣תיְאֶּ ְת ִֶּ֗כםְוְְאֶּ ת־העִ יר֙ ְאֲשֶֶּׁ֨ ר
ִ לכֶׁ֣ןְהִ נְְ ֔ ִניְוְְנ ִ ֵ֥ש
:נ ַ ֹּ֧ת ִתיְלכֶּ ֵ֛םְוְְ ַלא ֲֹּֽבֹותיכֶּ ָ֖םְמעַ ֵ֥לְפנֹּֽי
390
23-24 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
lajén hinêní, vênashíti etjém nashó; vênátashtí etjém vêet-ha'ir ashér natáti
lajém vêlaavóteijém me'ál panái.
Una de las canastas tenía higos muy buenos, como brevas; la otra canasta
tenía higos muy malos, tan malos que no se podían comer.
391
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 24
(3)
ְיְמה־אַ ָ֤תהְראֶּ ה֙ ְיִ ְרמְְ ֔יהּוְוֹּֽא ַ ָ֖מרְתְְא ִנָּ֑יםְהַ תְְא ִנָ֤יםֹּֽ הוהְא ִַ֗ל ֜ ְו ֶַׁ֨יאמֶּ רְי
ְַרְלא־תאכַ ָ֖לְ נהְמ ֹּֽרע ֹּֽ ֲש ֵ֥ ֶּ הַ טבֹות֙ ְט ֶׁ֣בֹותְמְְ ֔אדְוְְ ֹּֽהרעֹות֙ ְרעֶׁ֣ ֹותְמְְ ֔אדְא
ְפ:
vaiómer Adonai elái máh-atáh roeh Irmêiáhu, váomár têením; hatêením
hatovot tovót mêód, vêhára'ot ra'ót mêód, ashér ló-teajálnah meró'a .
–Así ha dicho el Eterno Elohim de Israel: Como a estos higos buenos, así
consideraré, para bien, a los que fueron llevados cautivos de Iehudá, a quienes
eché de este lugar a la tierra de los caldeos.
(6)
ְ ֙יתים
ִ ִטֹובהְ ַוה ִ ֲֹּֽשב ִ ָ֖תיםְעַל־ה ֶׁ֣א ֶּרץְהַ ָּ֑זאתְּובְ נ
֔ ְְוְְשַ ְמ ֶׁ֨ ִתיְע ִינָ֤יְעֲליהֶּ ם֙ ְל
:אְאה ֱ֔רסְּונְ טַ עְ ִ ָ֖תיםְוְְ ֵ֥לאְאֶּ ֹּֽתֹוש
ֹּֽ ֶּ וְְ ֶׁ֣ל
vêsamtí 'einí 'aleihem lêtováh, vahashívotím 'al-haáretz hazót; uvnitim vêló
éherós, unta'tím vêló etósh.
Pondré mis ojos sobre ellos, para bien, y les haré volver a esta tierra. Los
edificaré y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré.
(7)
ְיּו־ליְלְְ ֔עםְוְְ ֶׁ֣אנ ֔ ִכי
ֶׁ֣ ִ הוהְוְְ ֹּֽה
֔ ְיְכיְא ֲִנֶׁ֣יְי
ִ ֹּ֚ םְלבְל ַ ֶׁ֣דעַתְא ִ֗ ִת֜ וְְנֹּֽתַ ִתיְּ֩ל ֶׁ֨ ֶּה
ְס:ְיםְכי־י ֻשֵ֥בּוְאלַ ָ֖יְבְְכְל־לִ ֹּֽבם ֹּֽ ִ אֹלהָּ֑ ִ ָ֖םְל
ֹּֽ ֶּ ֹּֽאהְְיֶּ ֵ֥הְל ֶּה
vênátatí lahém lév ladá'at otí kí aní Adonai, vêháiu-lí lê'ám, vêánojí, éhêiéh
lahém lélohím; kí-iashúvu elái bêjol-libám .
392
24-25 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Les daré un corazón para que me conozcan, pues yo soy el Eterno. Ellos serán
mi pueblo, y yo seré su Elohim, porque volverán a mí de todo corazón.
(8)
ְהוהְכֶׁ֣ן ִ֗ ְי־כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי ֶׁ֣ ִרְלא־תאכַ ָ֖לְ נהְמ ָּ֑רעְַכ ֹּֽ ֲש
ֵ֥ ֶּ ְהר ֔עֹותְא ֹּֽ ֙וְְכַתְְאנִ ים
ְהּודהְוְְאֶּ ת־שריו֙ ְוְְ ֶׁ֣אתְ׀ְשְְא ִ ֶׁ֣ריתְיְְ ֹּֽרּוש ִ֗ ַל ִם ָ֤ ְְהּוְמלְֶּך־י ֹּֽ ֶּ ִּ֠אֶּ תןְאֶּ ת־צִ ְדקִ ֶׁ֨י
:ְץְמצְ ֹּֽריִ ם
ִ הַ נִ ְשא ִרים֙ ְב ֶׁ֣א ֶּרץְהַ ֔זאתְוְְהַ ֹּֽישְְ ִ ָ֖ביםְבְְ ֶּ ֵ֥א ֶּר
vêjatêenim hára'ót, ashér ló-teajálnah meró'a; ki-jóh | amár Adonai kén éten
et-Tzidqiáhu mélej-Iêhudáh vêet-sarav vêét | shêerít Iêrúshaláim hanisharim
baáretz hazót, vêhaióshêvím bêéretz mitzráim .
Porque así ha dicho el Eterno: Como con los higos malos, que por ser tan
malos no se pueden comer, así procederé con Sedequías rey de Iehudá, con
sus magistrados, con el remanente de Ierushalaim que ha sido dejado en esta
tierra y con los que habitan en la tierra de Egipto,
(9)
ְּונְ תַ ִתים֙ ְלזועהְ(לְְ ַ ֹּֽזעֲוֶׁ֣ה)ְלְְר ֔עהְלְְ ָ֖כלְמַ ְמלְְכֶׁ֣ ֹותְה ָּ֑א ֶּרץְלְְחֶּ ְרפָ֤ה
:םְשםֹּֽ יח ֵ֥ ֲשר־אַ ִד ֹּֽ ֶּ ּולְ משלְ֙לִ ְשנִ ינֶׁ֣הְוְְלִ קְ ל ֔להְבְְכְל־הַ מְְק ָ֖מֹותְא
untatim LZV'H (lêzá'aváh) lêra'áh, lêjól mamlêjót haáretz; lêjerpáh ulmashal
lishnináh vêliqlaláh, bêjol-hamêqomót ashér-adijém shám.
para mal. Y haré que ante todos los reinos de la tierra sean objeto de espanto,
de oprobio, de refrán, de burla y de maldición en todos los lugares adonde yo
los empuje.
(10)
ְת־הרעֶׁ֣בְוְְאֶּ ת־הַ ָּ֑דבֶּ רְעַד־תֻ מם֙ ְמעַ ֶׁ֣ל ֹּֽ ֶּיְבםְאֶּ ת־הַ ֶּח ֶָּ֖רבְא ֔ וְְ ִשלַ ֶׁ֣חְ ִת
ְפ:יהם ֹּֽ ֶּ ֹּֽהאֲד ֔מהְאֲשֶּ ר־נ ַ ֵ֥ת ִתיְל ֶּהָ֖םְוְְ ַלא ֲֹּֽבֹות
vêshilájti vám, et-hajérev et-hára'áv vêet-hadáver; 'ad-tumam me'ál háadamáh,
asher-natáti lahém vêlaavóteihém.
Y enviaré sobre ellos la espada, el hambre y la peste, hasta que sean
exterminados de sobre el suelo que les di a ellos y a sus padres.
393
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 25
'Desde el año 13 de Josías hijo de Amón, rey de Iehudá, hasta este día, durante
veintitrés años ha venido a mí la palabra del Eterno. Os he hablado
persistentemente, pero no habéis escuchado.
(4)
ְםְאת־כְל־עֲב ֹּ֧דיוְהַ נְְבִ ִ ֵ֛איםְהַ ְשכֵ֥םְוְְשֹלָ֖ חַ ְוְְ ֶׁ֣לא ֹּֽ ֶּ הוהְאֲלי ֶּ֜כ ֶׁ֨ ְוְְש ַלחְּ֩י
:ְַםְאת־אְ ְְזנְ כֶּ ָ֖םְלִ ְש ֹּֽמע
ֹּֽ ֶּ ית ֵ֥ ֶּ שְְמַ עְ ֶּ ָּ֑תםְוְְ ֹּֽלא־הִ ִט
vêshalaj Adonai aleijém ét-kol-'avadáv hanêviím hashkém vêshalóaj vêló
shêma'tém; vêló-hititém ét-ozênjém lishmó'a .
394
25 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(6)
ֱֹלהיםְאֲח ִ ֔ריםְלְְעְבְ ָ֖דםְּולְ הִ ְש ַ ֹּֽתחֲוְֶׁ֣תְל ֶּהָּ֑םְוְְ ֹּֽלא־ ֶׁ֣ ִ ּוְאחֲרי֙ ְא ֹּֽ ַ ִ֗ל־תלְְכ
ֹּֽ ַוְְא
:ְאֹותי֙ ְבְְ ַ ֹּֽמע ֲֶׁ֣שהְיְְדי ֶּ֔כםְוְְ ֵ֥לאְא ַ ָ֖רעְל ֶּ ֹּֽכםִ ְתַ כְ ִ ָ֤עיסּו
vêal-télêjú ájareí elohím ajerím, lê'ovdám ulhishtájavót lahém; vêló-taj'ísu otí
bêmá'aséh iêdeijém, vêló ará' lajém .
No vayáis en pos de dioses ajenos, para rendirles culto y para postraros ante
ellos. No me provoquéis a ira con la obra de vuestras manos, y no os haré
mal.'
(7)
ְיסנִ י)ְבְְ ַ ֹּֽמע ֲֵ֥שה
ֵ֛ ִוְְ ֹּֽלא־שְְמַ עְ ֶּ ֵ֥תםְאלַ ָ֖יְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְלְְ ַ ֹּ֧מעַןְהכעסוניְ(הַ כְ ע
ְפ:ְיְְדיכֶּ ָ֖םְלְְ ַ ֵ֥רעְל ֶּ ֹּֽכם
vêló-shêma'tém elái nêum-Adonai; lêmá'an HJ'SVNI (haj'iséni) bêmá'aséh
iêdeijém lêrá' lajém .
'Por tanto, así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Por cuanto no habéis
escuchado mis palabras,
(9)
הוהְוְְאֶּ ל־ִ֗ ְל־מ ְשפְְ ֶׁ֨חֹותְצ ֜פֹוןְנְְאֻם־י ִ ְהִ נְְ ִנֶׁ֣יְש ָ֡לחַ ְוְְ ֹּֽלקַ חְ ִתיְּ֩אֶּ ת־כ
ֶׁ֣רְמלְֶּך־בבֶּ ל ְּ֮עַבְ ִדיְּ֒ ַוה ֲִֶׁ֨בא ֜ ִתיםְעַל־ה ָ֤א ֶּרץְהַ זאת֙ ְוְְעַל־ ֹּֽ ֶּ אצ
ַ נְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר
ְגֹויֵ֥םְה ָ֖אלֶּהְס ִ ָּ֑ביבְוְְ ַ ֶׁ֣הח ֲַר ְמ ֔ ִתיםְוְְשַ ְמ ִתים֙ ְלְְשַ ֶׁ֣מה
ִ ֶַׁ֣י ְש ֔ ֶּביהְוְְעַ ֵ֛לְכְל־ה
:ְֹותְעֹולם
ֹּֽ וְְלִ ְשר ֔קהְּולְ חְ ְְר ָ֖ב
hinêní sholéaj vêláqajtí et-kol-mishpêjót tzafón nêum-Adonai vêel-
Nêvújadretzár mélej-bavel 'avdí vahavíotím 'al-haáretz hazot vê'al-ióshvéiha,
vê'ál kol-hagoím haéleh savív; vêhájaramtím, vêsamtim lêshamáh vêlishreqáh,
uljorêvót 'olám .
he aquí yo enviaré a tomar a todas las gentes del norte y a Nabucodonosor rey
de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus habitantes,
y contra todas las naciones de alrededor, dice el Eterno. Los destruiré por
completo y los convertiré en escarnio, rechifla y ruinas perpetuas.
395
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 25
(10)
ְָּ֑הְקֹול
ֵ֥ הְקֹולְח ָ֖תןְוְְ ֶׁ֣קֹולְכַל
ֵ֥ ֹולְש ְמ ֔ח
ִ םְקֹולְששֹון֙ ְוְְ ֶׁ֣ק
ָ֤ וְְ ַ ֹּֽהאֲבַ ְד ִ ֶׁ֣תיְמ ִ֗ ֶּה
:ר ַחָ֖יִ םְוְְ ֵ֥אֹורְנֹּֽר
vêháavadtí mehém qól sason vêqól simjáh, qól jatán vêqól kaláh; qól rejáim
vêór nér.
Haré perecer entre ellos la voz del gozo y la voz de la alegría, la voz del novio
y la voz de la novia, el ruido de las piedras del molino y la luz de la lámpara.
(11)
גֹויֵ֥םְה ֵ֛אלֶּהְאֶּ ת־
ִ ַוְְ ֹּֽהיְְתה֙ ְכְל־ה ֶׁ֣א ֶּרץְהַ ֔זאתְלְְחְ ְרבָ֖הְלְְשַ ָּ֑מהְוְְ ֶׁ֨עבְ ד֜ ּוְה
:ָ֖לְשבְ ִ ֵ֥עיםְשנֹּֽה
ִ ֶּ ֵ֥מלְֶּךְב ֶּב
vêháiêtah kol-haáretz hazót, lêjorbáh lêshamáh; vê'ávdú hagoím haéleh et-
mélej bavél shiv'ím shanáh.
'Pero sucederá que cuando se hayan cumplido los setenta años, castigaré al rey
de Babilonia, a aquella nación y a la tierra de los caldeos, por su maldad. Yo
la convertiré en perpetua desolación.
(13)
ְר־ד ַב ְֶׁ֣ר ִתי
ִ ֶּאתי֙ )ְעַל־ה ֶׁ֣א ֶּרץְהַ ִ֔היאְאֶּ ת־כְל־דְְב ַ ָ֖ריְאֲש ִ והבאותיְ(וְְ ֹּֽהב
ְאתְכְל־הַ כתּוב֙ ְבַ ֶׁ֣ספֶּרְהַ ֶּ֔זהְאֲשֶּ ר־נִ בֵ֥אְיִ ְרמְְיָ֖הּוְעַל־כְל־ ָ֤ עלֶּ ָּ֑יה
:גֹוים
ֹּֽ ִ ַה
VHVVTI (vêhévetí) 'al-haáretz hahí, et-kol-dêvarái asher-dibárti 'aléiha; ét kol-
hakatuv baséfer hazéh, asher-nibá Irmêiáhu 'al-kol-hagoím.
Traeré contra aquella tierra todas mis palabras que he hablado acerca de ella,
todo lo que está escrito en este libro que ha profetizado Irmiáhu [Jeremías]
contra todas las naciones.
396
25 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(14)
ְדֹוליםְוְְ ִשל ְַמ ִ ֵ֥תיְל ֶּהֵ֛ם
ָּ֑ ִ ְְיםְּומל ִ ָ֖כיםְג
ְ ֶׁ֣םְר ִ֔ב
ַ ְגֹוי
ִ ַ֙ם־המה ֶׁ֨ יְעבְְדּו־בָ֤םְג ֹּֽ ִ ֶׁ֣כ
ְפ:יהם ֹּֽ ֶּ כְְ ֹּֽפעְלָ֖םְּוכְ ַ ֹּֽמע ֲֵ֥שהְיְְד
kí 'ávêdu-vám gam-hémah goím rabím, umlajím gêdolím; vêshilamtí lahém
kêfá'olám ujmá'aséh iêdeihém.
Así me ha dicho el Eterno Elohim de Israel: 'Toma de mi mano esta copa del
vino de la ira, y da de beber a todas las naciones a las cuales te envío.
(16)
:ְבינ ֹּֽתם
ֹּֽ ַרְאנ ִ ֵ֥כיְשלָ֖ח
ֹּֽ ֲש
ֵ֛ ֶּ ָּ֑לּוְמפְְנֶׁ֣יְהַ ֔ ֶּח ֶּרבְא
ִ וְְש ַ֕תּוְוְְ ִ ֹּֽהתְְגע ֲָ֖שּוְוְְהִ ְתהל
vêshatú vêhítêgo'ashú vêhitholálu; mipênéi hajérev, ashér ánojí sholéaj
béinotám.
Tomé, pues, la copa de la mano del Eterno y di de beber a todas las naciones a
las cuales el Eterno me había enviado:
(18)
ְהּודהְוְְאֶּ ת־מְְלכֶּ ָ֖יהְאֶּ ת־ש ֶּ ָּ֑ריהְל ֶׁ֨תתְא ֜תם ֔ ְְאֶּ ת־יְְ ֹּֽרּוש ֶׁ֨ ַל ִם֙ ְוְְאֶּ ת־ע ֶׁ֣ריְי
:לְְחְ ְרבֹּ֧הְלְְשַ ֵ֛מהְלִ ְשר ֵ֥קהְוְְלִ קְ ללָ֖הְכַיֵ֥ ֹוםְהַ ֶּזֹּֽה
et-Iêrúshaláim vêet-'aréi Iêhudáh, vêet-mêlajéiha et-saréiha; latét otám
lêjorbáh lêshamáh lishreqáh vêliqlaláh kaióm hazéh.
397
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 25
a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sidón y a los reyes de las costas
que están al otro lado del mar.
(23)
:ת־בּוזְוְְ ָ֖אתְכְל־קְְצּוצֵ֥יְפ ֹּֽאה
֔ ֶּוְְאֶּ ת־דְְ ָ֤דןְוְְאֶּ ת־תימא֙ ְוְְא
vêet-dêdán vêet-teima vêet-búz, vêét kol-qêtzutzéi feáh.
398
25 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
A todos los reyes de Arabia y a todos los reyes de la población asimilada que
habita en el desierto.
(25)
:וְְ ֶׁ֣אתְ׀ְכְל־מַ לְ כֶׁ֣יְז ְִמ ִ ִ֗ריְוְְאת֙ ְכְל־מַ לְ כֶׁ֣יְע ֔ילםְוְְ ָ֖אתְכְל־מַ לְ כֵ֥יְמ ֹּֽדי
vêét | kol-maljéi zimrí vêet kol-maljéi 'eilám, vêét kol-maljéi madái.
A todos los reyes de Zimri, a todos los reyes de Elam y a todos los reyes de
Media.
(26)
ְ ְ֙אישְאֶּ ל־א ִ֔חיוְוְְאת ֶׁ֣ ִ ֙וְְ ֶׁ֣אתְ׀ְכְל־מַ לְ כֶׁ֣יְהַ צ ִ֗פֹוןְהַ קְְר ִ ָ֤ביםְוְְ ֹּֽה ְְרחקִ ים
ְהְּומלְֶּךְש ַ ָ֖שְךְיִ ְש ֶּ ֵ֥תה
ֵ֥ ֶּ ֶׁ֣יְהאֲד ָּ֑מ
ֹּֽ ֲשרְעַל־פְְנ ָ֖ ֶּ כְל־הַ מַ ְמלְְכֶׁ֣ ֹותְה ֔א ֶּרץְא
ְפ:יהם ֹּֽ ֶּ ַ ֹּֽאחֲר
vêét | kol-maljéi hatzafón haqêrovím vêhárêjoqim ísh el-ajív, vêet kol-
hamamlêjót haáretz, ashér 'al-pênéi háadamáh; umélej shesháj ishtéh
ájareihém.
A todos los reyes del norte, tanto a los cercanos como a los lejanos, a los unos
como a los otros. Di de beber a todos los reinos que hay sobre la faz de la
tierra, y el rey de Sesac beberá después de ellos.
(27)
ְהוהְצְְב ֜אֹותְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ִ֗אלְשְְ ָ֤תּו ֶׁ֨ ְםְ{פ}כה־אמַ רְּ֩י
ֹּֽ יה ֶּ ָ֡ וְְ ֹּֽאמַ ְר ֶׁ֣תְאֲל
ְ ֲַשרְ ֹּֽאנ ִ ֵ֥כיְשלָ֖ח
ֵ֛ ֶּ ּומּוְמפְְנֶׁ֣יְהַ ֔ ֶּח ֶּרבְא
ִ וְְ ִשכְ רּו֙ ְּוקְ י֔ ּוְוְְנִ פְ לָ֖ ּוְוְְ ֶׁ֣לאְת ָּ֑ק
:ְיכם ֹּֽ ֶּ ֹּֽבינ
vêámartá aleihém {f}kóh-amar Adonai tzêvaót elohéi Israél shêtú vêshijrú
uqíu, vêniflú vêló taqúmu; mipênéi hajérev, ashér ánojí sholéaj béineijém .
'Les dirás que así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel: 'Bebed
y embriagaos; vomitad y caed. No os levantaréis a causa de la espada que yo
envío contra vosotros.'
(28)
ְםְכה
ֵ֥ יה
ֶּ ִ֗ ֹוסְמ ֹּֽיַֽדְְךָ֖ ְלִ ְש ָּ֑תֹותְוְְ ֹּֽאמַ ְר ֶׁ֣תְאֲל
ִ ֵ֥הְכיְיְְ ֹּֽמאֲנֵ֛ ּוְל ַ ֹּֽקחַ ת־הַ כ
ֹּ֧ ִ וְְה ִ֗י
:ְא ַ ֵ֛מרְיְ הוֵ֥הְצְְב ָ֖אֹותְש ֵ֥תֹוְ ִת ְש ֹּֽתּו
vêhaiáh kí iêmáanú laqájat-hakós miádêjá lishtót; vêámartá aleihém kóh amár
Adonai tzêvaót sható tishtú .
Y sucederá que si rehúsan tomar la copa de tu mano para beber, les dirás que
así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Tenéis que beberla,
399
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 25
(29)
ְְאנכִ י֙ ְמחֶׁ֣לְלְְה ַ ֔רעְוְְאַ ֶּ ָ֖תם
ֹּֽ רְנקְְרא־שְְ ִ ֶׁ֣מיְע ִֶּ֗ליה ֹּֽ ִ ֲש
ֹּ֧ ֶּ כִ יְּ֩הִ ֶׁ֨נהְב ֜ ִעירְא
ְל־ישְְבֶׁ֣יְה ֔א ֶּרץְנְְאֻ ָ֖ם ֹּֽ ְיְח ֶּרבְא ֲִנָ֤יְקרא֙ ְעַל־כ ֶּ ִ֗ ּוְכ
ֶׁ֣ ִ אְתנ ֔ק ִ ּוְלֶׁ֣ הְתנ ָּ֑ק
ִ הִ נ ֶׁ֣ק
:ְיְ הוֵ֥הְצְְב ֹּֽאֹות
kí hinéh va'ír ashér níqêra-shêmí 'aléiha ánojí mejél lêhará', vêatém hinaqéh
tinaqú; ló tinaqú, kí jérev aní qore 'al-kol-ióshêvéi haáretz, nêúm Adonai
tzêvaót .
porque he aquí que yo comienzo a hacer mal a la ciudad que es llamada por
mi nombre; y vosotros, ¿quedaréis impunes? ¡No quedaréis impunes, porque
yo llamo la espada contra todos los habitantes de la tierra!', dice el Eterno de
los Ejércitos.
(30)
ְהוה ֵ֞ ְיהםְי
ֶּ ִ֗ םְאתְכְל־הַ דְְב ִ ָ֖ריםְה ָּ֑אלֶּהְוְְ ֹּֽאמַ ְר ֶׁ֣תְאֲל ֵ֥ יהֶּ ֔ ְתנבֶׁ֣אְאֲל ִ ֙וְְאַ תה
ְ ֙ןְקֹולֹוְש ָ֤אגְיִ ְשאַ ג֙ ְעַל־נ ֔והּוְהידד ֔ ּוממְְעָ֤ ֹוןְקְ ְדשֹו֙ ְיִ ֶׁ֣ת ִ ְ ִ֙ממ ָ֤רֹוםְיִ ְשאג
:ְל־ישְְבָ֖יְה ֹּֽא ֶּרץ
ֹּֽ ְהְאלְכ ֵ֥ ֶּ יםְי ֲע ֶּ֔נ
ֹּֽ ַ כְְ ֹּֽד ְְר ִ ֶׁ֣כ
vêatah tinavé aleihém, ét kol-hadêvarím haéleh; vêámartá aleihém Adonai
mimaróm ishag umimê'ón qodshó itén qoló, shaóg ishag 'al-navéhu, heidad
kêdórêjím iá'anéh, él kol-ióshêvéi haáretz .
'Tú profetizarás contra ellos todas estas palabras y les dirás: 'el Eterno ruge
desde lo alto, y da su voz desde su santa habitación. Ruge enfurecido contra su
morada; y un grito como el de los que pisan la uva, responderá a todos los
habitantes de la tierra.
(31)
ֵ֥טְהּואְלְְכְל־
ָ֖ גֹויםְנִ ְשפ
ִ֔ ַיבְליהוה֙ ְב
ֹּֽ ַ יְר
ָ֤ ִ ץְכ
ֶׁ֣ ִ בָ֤אְשאֹון֙ ְעַד־קְְצֶׁ֣הְה ֔א ֶּר
ְס:ְרְה ְְרש ִ ֵ֛עיםְנְְתנֵ֥םְל ֶַּח ֶָּ֖רבְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ֹּֽ ב ָּ֑ש
bá shaon 'ad-qêtzéh haáretz, kí rív láAdonai bagoím, nishpát hú lêjol-basár;
hárêsha'ím nêtanám lajérev nêum-Adonai .
Tal rugido llegará hasta el extremo de la tierra, porque el Eterno tiene litigio
contra las naciones. Él entra en juicio contra todo mortal; entregará los impíos
a la espada,'' dice el Eterno.
(32)
ְאתְמגֶׁ֣ ֹויְאֶּ ל־גָּ֑ ֹויְוְְ ַ ֶׁ֣סעַרְגד֔ ֹול
ִ ָ֤כהְאמַ ר֙ ְיְ הוֶׁ֣הְצְְב ֔אֹותְהִ נֵ֥הְרעֵ֛הְי ָ֖צ
:ְי־א ֶּרץ
ֹּֽ ֹורְמי ְַרכְְת
ִ ָ֖יע
kóh amar Adonai tzêvaót, hinéh ra'áh iotzét migói el-gói; vêsá'ar gadól, ie'ór
miarkêtei-áretz .
400
25 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'He aquí que el mal irá de nación en
nación, y un gran huracán se desatará desde los extremos de la tierra.
(33)
ְץְלא
ֶׁ֣ ּואְמקְ צֵ֥הְה ָ֖א ֶּרץְוְְעַד־קְְ ֶׁ֣צהְה ָּ֑א ֶּר ִ ּוְחלְְלָ֤יְיְ הוה֙ ְבַ יֶׁ֣ ֹוםְהַ ֔ה ֹּֽ ַ ֵ֞וְְהי
:ְהְיהְ יֹּֽ ּו
ֹּֽ ִ ֵ֥יְהאֲד ָ֖מ
ֹּֽ יִ ֹּֽספְְדִ֗ ּוְוְְ ָ֤לאְי ֹּֽאסְְפּו֙ ְוְְ ֶׁ֣לאְיִ ק ֔ברּוְלְְ ֵ֛דמֶּ ןְעַל־פְְנ
vêhaíu jálêléi Adonai baióm hahú, miqtzéh haáretz vê'ad-qêtzéh haáretz; ló
isáfêdú vêló ieásêfú vêló iqavéru, lêdómen 'al-pênéi háadamáh íhíu .
En aquel día los muertos por el Eterno estarán desde un extremo de la tierra
hasta el otro. No serán llorados; no serán recogidos ni sepultados. Serán
convertidos en abono sobre la superficie de la tierra.'
(34)
ְאןְכי־מְלְְ ֵ֥אּוְיְְמיכֶּ ָ֖ם
ֹּֽ ִ יריְהַ ֔צ ֶׁ֣ ילּוְהר ֜ ִעיםְוְְ ַ ֹּֽזע ֲִ֗קּוְוְְ ִ ֹּֽהתְְפַלְְשּו֙ ְאַ ִד
ֹּֽ ִֶׁ֨היל
:ֹותי ֶּ֔כםְּונְ פַלְ ֶּ ָ֖תםְכִ כְ ִ ֵ֥ליְחֶּ ְמ ֹּֽדה ִ פֹוצ
ֶׁ֣ ְּות
ְ ַלִ ְט ָּ֑בֹוח
heilílu háro'ím vêzá'aqú vêhítêpalêshú adiréi hatzón, kí-molêú iêmeijém
litvója; utfotzótijém, unfaltém kijlí jemdáh.
Se oye el ruido del griterío de los pastores, y del gemido de los mayorales del
rebaño. Porque el Eterno ha devastado sus prados.
(37)
:ְֹוםְמפְְנָ֖יְח ֲֵ֥רֹוןְאַ ף־יְ הוֹּֽה
ִ ָּ֑וְְנ ַ ָ֖דמּוְנְְ ֶׁ֣אֹותְהַ של
vênadámu nêót hashalóm; mipênéi jarón af-Adonai .
Los apacibles pastizales son devastados a causa del furor de la ira del Eterno.
401
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 25-26
(38)
ְהְּומפְְנָ֖י
ִ יֹונ֔ ַהְמפְְני֙ ְח ֲֶׁ֣רֹוןְה
ִ ֹוְכי־הְיְְ ָ֤תהְאַ ְרצם֙ ְלְְשַ ֔מ
ֹּֽ ִ ָּ֑עזַ ֵ֥בְכַכְְ ִ ָ֖פירְסֻכ
ְפ:ח ֲֵ֥רֹוןְאַ ֹּֽפֹו
'azáv kakêfír sukó; kí-hoiêtáh artzam lêshamáh, mipêneí jarón haionáh,
umipênéi jarón apó.
En el principio del reinado de Joacim hijo de Josías, rey de Iehudá, vino esta
palabra del Eterno, diciendo:
(2)
ְְבח ֲַצֶׁ֣רְבית־יְ הוהְּ֒וְְ ִדבַ ְר ֵ֞תְעַל־כְל־ע ֶׁ֣ריֹּֽ ַ ּ֮הוהְעֲמד ִ֗ ְֶׁ֣כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי
ְֲשר ֵ֥ ֶּ הְאתְכְל־הַ דְְב ִ ֔ריםְא
ֹּ֚ הו֔ ְהּודהְהַ ב ִאים֙ ְלְְהִ ְש ַ ֹּֽתחֲוְֶׁ֣תְבית־י ִ֗ ְְי
:ְל־תגְ ַ ָ֖רעְד ֹּֽבר
ִ ַיהָּ֑םְא ֶּ יתיךְלְְדַ בֶׁ֣רְאֲל ָ֖ ִ ִצִ ּו
kóh | amár Adonai 'amod bájatzár beit-Adonai vêdibartá 'al-kol-'aréi Iêhudáh
habaim lêhishtájavót beit-Adonai, ét kol-hadêvarím, ashér tzivitíja lêdabér
aleihém; al-tigrá' davár .
'Así ha dicho el Eterno: 'Ponte de pie en el atrio de la casa del Eterno y habla
todas las palabras que te he mandado que hables, a todos los de las ciudades
de Iehudá que vienen para arrodillarse en la casa del Eterno. No omitas ni una
sola palabra;
(3)
ְל־הר ִ֗עהְאֲשֶֶּׁ֨ ר
ֹּֽ ֶֹּוְהרעָּ֑הְוְְ ִ ֹּֽנחַ ְמ ִ ֶׁ֣תיְא ֹּֽ ֶׁ֣ישְמדַ ְרכ
ִ בּוְא ָ֖ ִ ַֻ֕אּולַ ֶׁ֣יְיִ ְשמְְ ֔עּוְוְְיש
:יהם ֹּֽ ֶּ ְַמעַלְְלֹּֽ ַ ָ֖יְרע
ֵ֥ םְמפְְנִ ֹּֽאנ ִ ָ֤כיְחשב֙ ְ ַ ֹּֽלע ֲֶׁ֣שֹותְל ֔ ֶּה
ulái ishmê'ú, vêiashúvu ísh midarkó hára'áh; vêníjamtí el-hára'áh ashér ánojí
joshev lá'asót lahém, mipênéi ró'a má'alêleihém.
quizás oigan y se vuelvan, cada uno de su mal camino, y yo desista del mal
que he pensado hacerles por causa de la maldad de sus obras.'
402
26 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(4)
ְ ֙אְת ְשמְְעּו֙ ְא ַ֔ליְל ֶֶּׁ֨לכֶּת
ִ ם־ל
ָ֤ ָּ֑הְא
ִ םְכהְא ַ ֶׁ֣מרְיְ הו ָ֖ יהֶּ ֔ וְְ ֹּֽאמַ ְר ֶׁ֣תְאֲל
:ְיכםֹּֽ ֶּ ֲשרְנ ַ ָ֖ת ִתיְלִ פְ נ ֵ֥ ֶּ בְְ ֶׁ֣תֹור ֔ ִתיְא
vêámartá aleihém, kóh amár Adonai; im-ló tishmê'ú elái, laléjet bêtóratí, ashér
natáti lifneijém .
Les dirás que así ha dicho el Eterno: 'Si no me escucháis para andar en mi
Torá, la cual he puesto delante de vosotros,
(5)
ְרְאנ ִ ָ֖כיְשלֶׁ֣חַ ְאֲליכֶּ ָּ֑םְוְְהַ ְשכֵ֥ם
ֹּֽ ֲש
ֵ֥ ֶּ ַל־דבְ רי֙ ְעֲב ַ ֶׁ֣דיְהַ נְְבִ ִ֔איםְא ִ לִ ְש ִ֗מעְַע
:וְְשֹלָ֖ חַ ְוְְ ֵ֥לאְשְְמַ עְ ֶּ ֹּֽתם
lishmó'a 'al-divreí 'avadái hanêviím, ashér ánojí sholéaj aleijém; vêhashkém
vêshalóaj vêló shêma'tém.
entonces haré a este templo como hice al de Shiló [Silo] y expondré esta
ciudad como una maldición ante todas las naciones de la tierra.''
(7)
ֹּֽ ֶּ ַוַֹּֽֽיִ ְשמְְעֵ֛ ּוְהַ ֹּֽכה ֲִנֵ֥יםְוְְהַ נְְבִ ִ ָ֖איםְוְְכְל־הע
ָּ֑םְאת־יִ ְרמְְ ֔יהּוְמְְדַ בֵ֛רְאֶּ ת־
:ְהַ דְְב ִ ֵ֥ריםְה ָ֖אלֶּהְבְְבֵ֥יתְיְ הוֹּֽה
váishmê'ú hakóhaním vêhanêviím vêjol-ha'ám; ét-Irmêiáhu, mêdabér et-
hadêvarím haéleh bêvéit Adonai .
403
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 26
Pero sucedió que cuando Irmiáhu [Jeremías] terminó de decir todo lo que el
Eterno le había mandado que hablase a todo el pueblo, lo apresaron los
sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, diciendo: 'Irremisiblemente morirás.
(9)
ְאמרְכְְ ִשלֹו֙ ִ ְֹּֽיהְ יֶּה֙ ְהַ ַבֶׁ֣יִ תְהַ ֶּ֔זהְוְְה ִ ֵ֥עיר
ִ֗ הוהְל ֜ ְמַ דּו ַעְּ֩נִ ֶׁ֨ביתְבְְשם־י
ְֵ֛םְאל־יִ ְרמְְיָ֖הּוְבְְבֵ֥ית ֹּֽ ֶּ יןְיֹושבְוַיִ קהֹּ֧לְכְל־הע ָּ֑ אתְתח ַ ֱָ֖רבְמ ֶׁ֣א
ֹּֽ ֶּ הַ ֵ֛ז
:יְ הוֹּֽה
madu'á nibéita vêshem-Adonai lemór kêshiló íhieh habáit hazéh, vêha'ír hazót
téjeráv meéin ioshév; vaiqahél kol-ha'ám él-Irmêiáhu bêvéit Adonai .
¿Por qué has profetizado en nombre del Eterno, diciendo: 'Este templo será
como Shiló [Silo], y esta ciudad será destruida hasta no quedar habitante en
ella'?' Y todo el pueblo se congregó contra Irmiáhu [Jeremías] en la casa del
Eterno.
(10)
ְּוְמבית־הַ ֶּ ָ֖מלְֶּך
ִ ֵ֥הְאתְהַ דְְב ִ ֶׁ֣ריםְה ֔אלֶּהְו ַ ַֹּֽיעֲל ִ֗ ְְַוַֹּֽֽיִ ְשמְְעֶׁ֣ ּוְ׀ְש ֶׁ֣ריְי
ֹּ֚ הּוד
ְס:ְָ֖הְהח ֹּֽדש ֹּֽ ֶּ חְשעַר־יְ הוֹּֽ ַ ַבֶׁ֣יתְיְ הוָּ֑הְוַיֹּֽשְְ ֵ֛בּוְבְְפֶּ ֵ֥ת
váishmê'ú | saréi Iêhudáh ét hadêvarím haéleh, vaiá'alú mibeit-hamélej béit
Adonai; vaiéshêvú bêfétaj shá'ar-Adonai héjadásh .
Cuando los magistrados de Iehudá oyeron estas cosas, subieron de la casa del
rey a la casa del Eterno y se sentaron a la entrada de la puerta Nueva de la
casa del Eterno.
(11)
ְאמר ָּ֑ אמ ֜רּוְהַ ֹּֽכה ֲִנָ֤יםְוְְהַ נְְבִ ִאים֙ ְאֶּ ל־הַ ש ִ ֔ריםְוְְאֶּ ל־כְל־העָ֖םְל ְ ו ֶַׁ֨י
ְֲשרְשְְמַ עְ ֶּ ָ֖תםֵ֥ ֶּ אתְכא
ֹּֽ ַ הְכיְנִ בא֙ ְאֶּ ל־ה ִ ֶׁ֣עירְהַ ֔ז
ָ֤ ִ ַט־מוֶּת֙ ְל ִ ֶׁ֣אישְהַ ֶּ֔ז
ֶׁ֨ ִמ ְשפ
:יכםֹּֽ ֶּ בְְאְזְנ
vaiómrú hakóhaním vêhanêviim el-hasarím, vêel-kol-ha'ám lemór; mishpat-
mávet laísh hazéh, kí niba el-ha'ír hazót, káashér shêma'tém bêozneijém.
404
26 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(12)
ְאמרְיְ הוֶׁ֣הְשְְל ִ֗ ַחנִ י ָּ֑ ו ַָ֤יאמֶּ רְיִ ְרמְְ ֶׁ֨יהּו֙ ְאֶּ ל־כְל־הַ ש ִ ֔ריםְוְְאֶּ ל־כְל־העָ֖םְל
ְֲשר ֵ֥ ֶּ אתְאתְכְל־הַ דְְב ִ ָ֖ריםְא
ֵ֥ לְְהִ נ ֵ֞באְאֶּ ל־הַ ַבָ֤יִ תְהַ זֶּה֙ ְוְְאֶּ ל־ה ִ ֶׁ֣עירְהַ ֔ז
:ְשְְמַ עְ ֶּ ֹּֽתם
vaiómer Irmêiáhú el-kol-hasarím, vêel-kol-ha'ám lemór; Adonai shêlajáni
lêhinavé el-habáit hazeh vêel-ha'ír hazót, ét kol-hadêvarím ashér shêma'tém .
Ahora pues, corregid vuestros caminos y vuestras obras, y escuchad la voz del
Eterno vuestro Elohim, y el Eterno desistirá del mal que ha hablado contra
vosotros.
(14)
:יכם
ֹּֽ ֶּ ֲשּו־ליְכ ֵַ֥טֹובְוְְכַי ָ֖שרְבְְ ֹּֽעינ
ֵ֛ ִ ַ ֹּֽוא ֲִנָ֖יְהִ נְְ ִנֶׁ֣יְבְְי ְֶּדכֶּ ָּ֑םְע
váaní hinêní vêiedjém; 'asu-lí katóv vêjaiashár bê'éineijém.
Pero sabed con certeza que si me matáis, echaréis sangre inocente sobre
vosotros, sobre esta ciudad y sobre sus habitantes. Porque en verdad el Eterno
me ha enviado para decir todas estas palabras en vuestros oídos.
405
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 26
(16)
ְיאיםְאין־ל ִ ָ֤אישָּ֑ ִ ִו ַֹּֽיאמְְ ָ֤רּוְהַ ש ִרים֙ ְוְְכְל־ה ֔עםְאֶּ ל־הַ ֹּֽכה ֲִנָ֖יםְוְְאֶּ ל־הַ נְְב
:ְָ֖ינּוְד ֶּבֵ֥רְא ֹּֽלינּו
ִ ֶּתְכיְבְְ ֵ֛שםְיְ הוֵ֥הְאֱֹלה ִ ִ֗ ַט־מו
֔ ְמ ְשפ ִ ֙הַ זֶּה
vaiómêrú hasarim vêjol-ha'ám, el-hakóhaním vêel-hanêviím; ein-laísh hazeh
mishpat-mávet, kí bêshém Adonai elohéinu dibér eléinu .
406
26 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(20)
ְהּוְמקִ ְריַ ָ֖ת
ִ ְבן־שְְמַ עְ ֔יֹּֽ ֶּ ֙הוהְ ֹּֽא ִּור ֶׁ֨יהּו
֔ ְָ֤הְמ ְתנַבא֙ ְבְְ ֶׁ֣שםְי
ִ ַם־אישְהי
ִִ֗ וְְג
ְלְדבְ ֵ֥ריִ הַ יְְע ִ ָּ֑ריםְוַיִ נ ֵ֞באְעַל־ה ִ ָ֤עירְהַ זאת֙ ְוְְעַל־ה ֶׁ֣א ֶּרץְהַ ֔זאתְכְְ ָ֖כ
:ְיִ ְרמְְיֹּֽהּו
vêgam-ísh haiáh mitnabe bêshém Adonai, Úriáhú bén-Shêma'iáhu, miqiriát
haiê'arím; vainavé 'al-ha'ír hazot vê'al-haáretz hazót, kêjól divréi Irmêiáhu .
Hubo también un hombre que profetizaba en nombre del Eterno: Urías hijo de
Semaías, de Quiriat-jearim, el cual profetizó contra esta ciudad y contra esta
tierra, conforme a todas las palabras de Irmiáhu [Jeremías].
(21)
ְבֹוריוְוְְכְל־הַ ש ִרים֙ ְאֶּ ת־דְְב ֔ריו ָ֤ ִוַיִ ְש ַ ֶׁ֣מעְהַ ֶּ ֹּֽמלְֶּך־יְְִּ֠הֹויקִ יםְוְְכְל־ג
ִ עְא ִּור ֶׁ֨יהּו֙ ְוַיִ ֔ראְוַיִ בְ ַ ָ֖רחְוַי ֵ֥ב
:אְמצְ ֹּֽריִ ם ֹּֽ יתֹוְוַיִ ְש ַ ָ֤מ
ָּ֑ וַיְ בַ ֵ֥קשְהַ ֶּ ָ֖מלְֶּךְה ֲִמ
vaishmá' hamélej-Iêhoiaqim vêjol-giboráv vêjol-hasarim et-dêvaráv,
vaivaqésh hamélej hamitó; vaishmá' úriáhú vairá, vaivráj vaiavó mitzráim.
El rey Joacim, todos sus valientes y todos sus magistrados oyeron sus
palabras, y el rey procuró matarlo. Pero Urías se enteró, tuvo miedo y huyó, y
se fue a Egipto.
(22)
ְםְאתְאֶּ לְ נ ֹּ֧תןְבֶּ ן־עַכְ ֵ֛בֹור ִ וַיִ ְש ֵַ֞לחְהַ ֶּ ֹּ֧מלְֶּךְיְְ ֹּֽהֹוי ִ ֵ֛קיםְאֲנ ִ ָ֖ש
ֶׁ֣ ִיםְמצְ ָּ֑רי
:ל־מצְ ֹּֽריִ ם
ִ ֶּיםְא ָ֖תֹוְא ִ ַ ֹּֽואֲנ ִ ֵ֥ש
vaishláj hamélej Iêhóiaqím anashím mitzráim; ét elnatán ben-'ajbór váanashím
itó el-mitzráim.
El rey Joacim envió a Egipto unos hombres: a Elnatán hijo de Acbor y a otros
hombres con él.
(23)
ְהּוְמ ִמצְ ַ ִ֗ריִ םְוַיְ בִ ֶֻׁ֨אהּו֙ ְאֶּ ל־הַ ֶּ ֶׁ֣מלְֶּךְיְְ ֹּֽהֹוי ֔ ִקיםְ ַויַכָ֖הּו
ִ ת־א ִּור ֜י
ֹּֽ ֶַּיֹוציאּוְא
ִ ֶׁ֨ ו
:בֶּ ח ֶָּּ֑רבְ ַוי ְַשלְך֙ ְאֶּ ת־נִ בְ ל ֔תֹוְאֶּ ל־קִ בְ ָ֖ריְבְְ ְֵ֥ניְה ֹּֽעם
vaiotzíu et-úriáhu mimitzráim vaiviúhú el-hamélej Iêhóiaqím, vaiakéhu
bejárev; vaiashlej et-nivlató, el-qivréi bênéi ha'ám.
Pero la mano de Ajicam hijo de Safán estaba con Irmiáhu [Jeremías], para que
no lo entregasen en mano del pueblo para matarlo.
Luego los enviarás al rey de Edom, al rey de Moab, al rey de los hijos de
Amón, al rey de Tiro y al rey de Sidón, por medio de los mensajeros que
vienen a Ierushalaim a Sedequías, rey de Iehudá.
(4)
ְרְכה־א ֵ֞ ַמרְיְ הוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְאֱֹלהֶׁ֣י
ֹּֽ אמ ָּ֑ יהָ֖םְלֶּ יתְא ֔תםְאֶּ ל־א ֲֹּֽדנ
ֶׁ֣ ִוְְצִ ּו
:ְיכםֹּֽ ֶּ הְתאמְְ ָ֖רּוְאֶּ ל־א ֲֹּֽדנ
ֹּֽ לְכ
ֵ֥ יִ ְשר ֔א
vêtzivitá otám, el-adóneihém lemór; kóh-amár Adonai tzêvaot elohéi Israél,
kóh tómêrú el-adóneijém .
Y les mandarás que digan a sus señores que así ha dicho el Eterno de los
Ejércitos, Elohim de Israel: 'Así habéis de decir a vuestros señores:
408
27 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(5)
ְת־הא ָ֤דםְוְְאֶּ ת־הַ בְְהמה֙ ְאֲשֶּ ר֙ ְעַל־פְְנֶׁ֣י ֹּֽ ֶּיתיְאֶּ ת־ה ִ֗א ֶּרץְא ִ ֹּֽאנ ֵ֞ ִכיְע ִ ֶׁ֣ש
:ֲשרְי ַ ֵ֥שרְבְְעינֹּֽיָ֖ ֶּ ְלא
ֹּֽ ַ ְרֹועיְהַ נְְטּויָּ֑הְּונְ תַ ַ֕ ִתיה
ָ֖ ִ ה ֔א ֶּרץְבְְכחִ י֙ ְהַ גד֔ ֹולְּובִ ז
ánojí 'asíti et-haáretz et-háadám vêet-habêhemah asher 'al-pênéi haáretz, bêjojí
hagadól, uvizro'í hanêtuiáh; untatíha láashér iashár bê'einái.
Todas las naciones le servirán a él, como a su hijo y al hijo de su hijo, hasta
que también le llegue su tiempo a su propia tierra; luego se servirán de él
muchas naciones y grandes reyes.
(8)
ְֶּאצֶׁ֣ר
ַ רְלא־ ַיעַבְ ָ֤דּוְאתֹו֙ ְאֶּ ת־נְְ ֹּֽבּוכ ְַדנ ֹּֽ ֶֶּׁ֨וְְה ֶׁ֨יהְהַ ג֜ ֹויְוְְהַ מַ ְמל ִ֗כהְאֲש
ְּ֩לְמלְֶּךְב ֶּבָּ֑לְבַ חֶּ ֶּרב
ֶׁ֣ ֶּ ארֹוְבְְ ָ֖ע
֔ רְלא־יִ תן֙ ְאֶּ ת־צַ ּו ֹּֽ ֲש
ָ֤ ֶּ ֶּ ֹּֽמלְֶּך־ב ֔ ֶּבלְוְְ ֶׁ֨אתְא
ְהוהְ ַעד־תֻ ִ ֵ֥מיְא ָ֖תם ֔ ְּובר ֶׁ֨עבְּובַ ֜ ֶּדבֶּ רְאֶּ פְ ֶׁ֨קדְעַל־הַ גָ֤ ֹויְהַ הּוא֙ ְנְְאֻם־י ֹּֽ
:ְבְְי ֹּֽדֹו
vêhaiáh hagói vêhamamlajáh ashér ló-ia'avdú otó et-Nêvújadnetzár mélej-
bavél, vêét ashér ló-iten et-tzavaró, bê'ól mélej bavél; bajerev uvára'áv
uvadéver efqód 'al-hagói hahu nêum-Adonai, 'ad-tumí otám bêiadó .
409
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 27
(9)
ְֲֹלמתי ֶּ֔כם
ֶׁ֣ ל־קסְְמי ִֶּ֗כםְוְְאֶּ לְ֙חֹּֽ ֶּל־ת ְשמְְ ֶׁ֨עּוְאֶּ ל־נְְ ִ ֹּֽביאי ֶּ֜כםְוְְא ִ ְְִַּ֠ואַ תֶּ םְא
ְרְלא
ֵ֥ אמ ֔ םְאמְְ ִ ָ֤ריםְאֲליכֶּם֙ ְל ֹּֽ ר־הֵ֞ ֶּל־ענְְניכֶּ ָ֖םְוְְאֶּ ל־כ ַֹּֽשפיכֶּ ָּ֑םְאֲש ֹּֽ ֶּוְְא
:ת־מלְֶּךְב ֶּ ֹּֽבל
ֵ֥ ֶּ ֶַּ ֹּֽתעַבְ ָ֖דּוְא
vêatem al-tishmê'ú el-nêvíeijém vêel-qósêmeijém vêel jalomóteijém, vêel-
'ónêneijém vêel-kasháfeijém; asher-hém ómêrím aleijem lemór, ló tá'avdú et-
mélej bavél.
Pero a la nación que someta su cuello al yugo del rey de Babilonia y le sirva,
haré que la dejen en su tierra, y habitará en ella', dice el Eterno.
(12)
ְאמר ָּ֑ ָ֤הְמלְֶּך־יְְהּודה֙ ְִד ֔ ַב ְר ִתיְכְְכְל־הַ דְְב ִ ֵ֥ריםְה ָ֖אלֶּהְל ֹּֽ ֶּ וְְאֶּ ל־צִ ְדקִ י
:לְמלְֶּך־ב ִ֗ ֶּבלְוְְעִ בְ ֵ֥דּוְא ֵ֛תֹוְוְְע ַָ֖מֹוְ ִ ֹּֽוחְ יֹּֽ ּו
ֹּֽ ֶּ ה ִֶׁ֨ביאּוְאֶּ ת־צַ ּוְ ארי ֶּ֜כםְבְְ ֶׁ֣ע
vêel-Tzidqiáh mélej-Iêhudah dibárti, kêjol-hadêvarím haéleh lemór; havíu et-
tzaureijém bê'ól mélej-bavél vê'ivdú otó vê'amó víjíu.
410
27 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(13)
ְהוה
֔ ְרְכאֲשֶּ ר֙ ְִד ֶּבֶׁ֣רְי
ֹּֽ ַ ֶּבְברעֶׁ֣בְּובַ ָּ֑דבֹּֽ לָ֤מהְת ֶׁ֨מּותּו֙ ְאַ ֶׁ֣תהְוְְע ֔ ֶַּמךְבַ ֶּח ֶָּ֖ר
:ְת־מלְֶּךְב ֶּ ֹּֽבל
ֵ֥ ֶּ ֶּרְלא־ ַיע ֲָ֖בדְא ֹּֽ ֲש ֵ֥ ֶּ אֶּ ל־הַ גַ֕ ֹויְא
lámah tamútú atáh vê'améja, bajérev bára'áv uvadáver; káasher dibér Adonai,
el-hagói ashér ló-ia'avód et-mélej bavél .
También a los sacerdotes y a todo este pueblo hablé diciendo: 'No escuchéis
las palabras de vuestros profetas, quienes os profetizan diciendo: 'He aquí que
los utensilios de la casa del Eterno serán traídos pronto de Babilonia', porque
os profetizan mentira.
411
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 27
(17)
ְהְתהְְיֶּ ֵ֛הְה ִ ֵ֥עיר
ֹּֽ ִ ת־מלְֶּך־ב ֶּבָ֖לְ ִ ֹּֽוחְ יָּ֑ ּוְלֹּ֧מ
ֹּֽ ֶּ ֶּיהםְעִ בְ ֵ֥דּוְא
ֶּ ֔ ל־ת ְשמְְעֶׁ֣ ּוְאֲל
ִ ַא
:הַ ָ֖זאתְחְ ְר ֹּֽבה
al-tishmê'ú aleihém, 'ivdú et-mélej-bavél víjíu; lámah tíhêiéh ha'ír hazót
jorbáh.
Si ellos son profetas y si está con ellos la palabra del Eterno, que intercedan
ante el Eterno de los Ejércitos, para que no vayan a Babilonia los utensilios
que han quedado en la casa del Eterno, en la casa del rey de Iehudá y en
Ierushalaim.
(19)
ְל־ה ַעמ ִֻ֔דיםְוְְעַל־הַ יָ֖םְוְְעַל־הַ מְְכנָּ֑ ֹות
ֹּֽ ֶּיְכהְאמַ ר֙ ְיְ הוֶׁ֣הְצְְב ֔אֹותְא ָ֤ ִ ֶׁ֣כ
:ְוְְ ַעלְ֙יֶּ ֶׁ֣תֶּ רְהַ כלִ֔ יםְהַ נֹּֽ ֹות ִ ָ֖ריםְב ִ ֵ֥עירְהַ ֹּֽזאת
kí jóh amar Adonai tzêvaót, el-há'amudím, vê'al-haiám vê'al-hamêjonót; vê'al
iéter hakelím, hanótarím ba'ír hazót .
412
27-28 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel, acerca de los objetos
que han quedado en la casa del Eterno y en la casa del rey de Iehudá y en
Ierushalaim:
(22)
ְהוה
֔ ְהְיהְ יָּ֑ ּוְ ִּ֠ ַעדְיֶׁ֣ ֹוםְפְקְְ ִ ָ֤דיְאתם֙ ְנְְאֻם־י
ֹּֽ ִ ב ֶּבֵ֥להְיּובָ֖אּוְוְְ ֶׁ֣שמ
ְפ:ְיתים֙ ְ ַוה ִ ֲֶׁ֣שיב ֔ ִתיםְאֶּ ל־הַ מ ָ֖קֹוםְהַ ֶּזֹּֽה ִ ִוְְ ַ ֹּֽהעֲל
bavélah iuváu vêshámah íhíu; 'ád íom poqêdí otam nêum-Adonai, vêhá'alitim
vahashívotím, el-hamaqóm hazéh .
'Serán llevados a Babilonia y allí estarán hasta el día en que yo los visite con
mi favor, dice el Eterno. Después los haré volver, y los restituiré a este lugar.''
413
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 28
–Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel, diciendo: 'He roto
el yugo del rey de Babilonia.
(3)
ְבְְעֶׁ֣ ֹודְ׀ְשְְנ ַ ֶׁ֣תיִ םְי ִִ֗מיםְא ֲִנָ֤יְמ ִשיב֙ ְאֶּ ל־הַ מ ֶׁ֣קֹוםְהַ ֶּ֔זהְ ֶּ ֹּֽאת־כְל־כְְלָ֖י
ְְ֙מן־הַ מ ֶׁ֣קֹוםְהַ ֶּ֔זה ִ ָ֤רְמלְֶּך־בבֶּ ל
ֹּֽ ֶּ ֶּאצ
ַ בֶׁ֣יתְיְ הוָּ֑הְאֲשֶֶּׁ֨ רְל ֜ ַקחְנְְ ֹּֽבּוכ ְַדנ
:ְיאםְב ֶּ ֹּֽבל ָ֖ ִוַיְ ב
bê'ód | shênatáim iamím aní meshiv el-hamaqóm hazéh, ét-kol-kêléi béit
Adonai; ashér laqáj Nêvújadnetzár mélej-bavel min-hamaqóm hazéh, vaiviém
bavél .
Dentro de dos años haré volver a este lugar todos los utensilios de la casa del
Eterno que Nabucodonosor rey de Babilonia tomó de este lugar y los llevó a
Babilonia.
(4)
ְהּודה
֜ ְְוְְאֶּ ת־יְְכְנְ יֶׁ֣הְבֶּ ן־יְְ ֹּֽהֹוי ִ ֶׁ֣קיםְ ֶּ ֹּֽמלְֶּך־יְְִּ֠הּודהְוְְאֶּ ת־כְל־ג ֶׁ֨לּותְי
ְָּ֑הְכיְאֶּ ְש ֔בר
ֶׁ֣ ִ הַ ב ִ ֶׁ֣איםְב ִ֗ ֶּבלהְא ֲִנֵ֥יְמ ִ ֵ֛שיבְאֶּ ל־הַ מ ֵ֥קֹוםְהַ זֶּ ָ֖הְנְְאֻם־יְ הו
:ְלְמלְֶּךְב ֶּ ֹּֽבל ֵ֥ ֶּ ת־עָ֖ ֶּא
vêet-Iêjoniáh ven-Iêhóiaqím mélej-Iêhudah vêet-kol-galút Iêhudáh habaím
bavélah aní meshív el-hamaqóm hazéh nêum-Adonai; kí eshbór, et-'ól mélej
bavél .
También haré volver a este lugar a Joaquín hijo de Joacim, rey de Iehudá, y a
todos los de Iehudá que fueron llevados cautivos a Babilonia, porque romperé
el yugo del rey de Babilonia', dice el Eterno.
(5)
ְו ֶַׁ֨יאמֶּ ר֙ ְיִ ְרמְְיֶׁ֣הְהַ נ ִ֔ביאְאֶּ ל־ ֲחנַנְ יָ֖הְהַ נ ִ ָּ֑ביאְלְְעינָ֤יְהַ ֹּֽכהֲנִ ים֙ ְּולְ עינֶׁ֣י
:ְכְל־ה ֔עםְה ֹּֽעמְְ ִ ָ֖דיםְבְְבֵ֥יתְיְ הוֹּֽה
vaiómer Irmêiáh hanaví, el-Jananiáh hanaví; lê'einéi hakóhanim ul'einéi jol-
ha'ám, ha'ómêdím bêvéit Adonai .
414
28 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
vaiómer Irmêiáh hanaví, amén kén iá'aséh Adonai; iaqém Adonai et-dêvaréja,
ashér nibéta lêhashív kêléi veit-Adonai vêjol-hagoláh, mibavél el-hamaqóm
hazéh .
Y el profeta Irmiá [Jeremías] dijo: –¡Así sea! Así lo haga el Eterno. Confirme
el Eterno las palabras que has profetizado, para hacer volver de Babilonia a
este lugar los utensilios de la casa del Eterno y a todos los que fueron llevados
cautivos.
(7)
רְאנ ִ ָ֖כיְדבֶׁ֣רְבְְאְזְנֶּ ָּ֑יךְּובְ אְְְזנָ֖יְכְל־
ֹּֽ ֲש
ֵ֥ ֶּ אַ ְך־שְְ ַ ֹּֽמע־נא֙ ְהַ דבֶׁ֣רְהַ ֶּ֔זהְא
:ה ֹּֽעם
aj-shêmá'-na hadavár hazéh, ashér ánojí dovér bêoznéja; uvozênéi kol-ha'ám.
Sin embargo, escucha esta palabra que yo hablo a tus oídos y a oídos de todo
el pueblo:
(8)
ְן־העֹולָּ֑םְוַיִ ֶׁ֨נבְ ֜אּוְאֶּ ל־אֲר ָ֤צֹות
ֹּֽ ָ֖יךְמ
ִ ֶּיאיםְאֲשֶֶּׁ֨ רְהיֹּ֧ ּוְלְְפנַ ֵ֛יְּולְ פנ
ִִ֗ ִהַ נְְב
:ְַרבֹות֙ ְוְְעַל־מַ ְמלכֶׁ֣ ֹותְגְְד ֔לֹותְלְְ ִמלְ ח ָ֖מהְּולְ רעֵ֥הְּולְ ֹּֽדבֶּ ר
hanêviím ashér haíu lêfanái ulfanéja min-há'olám; vainávú el-aratzót rabot
vê'al-mamlajót gêdolót, lêmiljamáh ulra'áh uldáver .
Los profetas que vinieron antes de ti y antes de mi, desde tiempos antiguos,
profetizaron de guerras, de desastres y de pestes contra muchas tierras y
contra grandes reinos.
(9)
ֲשרְיִ נבָ֖אְלְְשלָּ֑ ֹוםְבְְבא֙ ְדְְ ַבֶׁ֣רְהַ נ ִ֔ביאְיִ ּודַ ע֙ ְהַ נ ִ֔ביאְאֲשֶּ ר־ ֵ֥ ֶּ הַ נ ִַ֕ביאְא
:ְשְְל ֵ֥חֹוְיְ הוָ֖הְ ֶּ ֹּֽבא ֶּ ֱֹּֽמת
hanaví ashér inavé lêshalóm; bêvo dêvár hanaví, ivada' hanaví, asher-shêlajó
Adonai béemét .
Entonces el profeta Ananías quitó el yugo del cuello del profeta Irmiá
[Jeremías] y lo rompió.
415
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 28
(11)
ְאמרְכהּ֮ ְא ַ ֶׁ֣מרְיְ הוהְּ֒כֶׁ֣כהְאֶּ ְש ֵ֞בר ִ֗ ו ֶַׁ֣יאמֶּ רְ ֲחנַנְ יהְּ֩לְְע ֶׁ֨יניְכְל־ה ֜עםְל
ְֶׁ֣רְמלְֶּך־ב ִ֗ ֶּבלְבְְעֹוד֙ ְשְְנ ַ ֶׁ֣תיִ םְי ִ֔מיםְמ ַַ֕עלְצַ ּוַ ָ֖אר
ֹּֽ ֶּ ֶּאצ
ַ ת־עלְ׀ְנְְ ֻ ֹּֽבכ ְַדנ ֶׁ֣ ֶּא
ְפ:ְגֹויָּ֑םְוַיֵ֛לְֶּךְיִ ְרמְְיֵ֥הְהַ נ ִ ָ֖ביאְלְְדַ ְרכֹּֽ ֹו
ִ ַכְל־ה
vaiómer Jananiah lê'einéi jol-ha'ám lemór koh amár Adonai kájah eshbór et-'ól
| Nêvújadnetzár mélej-bavél bê'od shênatáim iamím, me'ál tzavár kol-hagoím;
vaiélej Irmêiáh hanaví lêdarkó .
Después que el profeta Ananías rompió el yugo del cuello del profeta Irmiá
[Jeremías], vino la palabra del Eterno a Irmiá [Jeremías], diciendo:
(13)
ְהְמֹוטתְעָ֖ץְשב ְָּ֑רת
ֵ֥ הו
֔ ְרְכהְא ַ ֶׁ֣מרְי
ֹּ֚ אמ
ִ֗ הלֹוְךְּ֩וְְ ֹּֽאמַ ְר ֶׁ֨תְאֶּ ל־ ֲחנַנְ ֜יהְל
:ְיהָ֖ןְמ ֵ֥טֹותְבַ ְר ֶּזֹּֽל
ֶּ וְְע ִ ֵ֥שיתְתַ חְ ת
haloj vêámartá el-Jananiáh lemór kóh amár Adonai, motót 'étz shavárta;
vê'asíta tajteihén motót barzél .
–Ve, habla a Ananías y dile que así ha dicho el Eterno: 'Tú has roto yugos de
madera, pero en lugar de ellos harás yugos de hierro.'
(14)
ְלְעלְבַ ְר ֶָּ֡זלְנ ֜ ַת ִתיְעַל־צַ ּוַ ֶׁ֣אר ֶׁ֣ הוהְצְְב ֜אֹותְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ִ֗א ֶׁ֨ ְיְכה־אמַ רְּ֩י ֹּֽ ִ ֶׁ֣כ
ְָ֖לְועֲבדֻ ָּ֑הּוְוְְגַ ֵ֛ם
ֹּֽ ַ ֵ֥רְמלְֶּך־ב ֶּב
ֹּֽ ֶּ ֶּאצ
ַ ֶּהְלע ֲֵ֛בדְאֶּ ת־נְְ ֻ ֹּֽבכ ְַדנ
ֹּֽ ַ גֹויֶׁ֣םְה ִ֗אל ִ ַ׀ְכְל־ה
:ְאֶּ ת־חַ יַ ֵ֥תְהַ ש ֶּ ָ֖דהְנ ַ ֵ֥ת ִתיְלֹּֽ ֹו
kí jóh-amar Adonai tzêvaót elohéi Israél 'ól barzél natáti 'al-tzavár | kol-
hagoím haéleh lá'avód et-Nêvújadnetzár mélej-bavél vá'avadúhu; vêgám et-
jaiát hasadéh natáti ló .
Porque así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel: 'He puesto un
yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a
416
28-29 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Por tanto, así ha dicho el Eterno: 'He aquí, yo te quito de sobre la faz de la
tierra. Morirás en este mismo año, porque incitaste a la rebelión contra el
Eterno.'
(17)
ְפ:יעי
ֹּֽ ִ ִוַיֵ֛מתְ ֲחנַנְ יֵ֥הְהַ נ ִ ָ֖ביאְבַ שנֶׁ֣הְהַ ִ ָּ֑היאְבַ ָ֖חדֶּ שְהַ שְְב
vaiámat Jananiáh hanaví bashanáh hahí; bajódesh hashêvi'í.
Éstas son las palabras de la carta que el profeta Irmiá [Jeremías] envió de
Ierushalaim al resto de los ancianos de la cautividad, a los sacerdotes, a los
profetas y a todo el pueblo, que Nabucodonosor había llevado cautivo de
Ierushalaim a Babilonia.
417
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 29
(2)
ְהּודה
ֹּ֧ ְְיסיםְש ֶׁ֨ריְי
ִ֜ ירהְוְְהַ ֹּֽס ִרֶׁ֨ ִֹּֽה־הַ מֶּ לְֶּךְוְְהַ גְְב
ִּ֠ ַ ֹּֽאח ֲֶׁ֣ריְצֶׁ֣אתְיְְכְנְ י
:ָ֖רְמ ֹּֽירּוש ֹּֽל ִם
ִ וִ ֹּֽירּושלַ ֵ֛ ִםְוְְ ֶּ ֹּֽהח ֵ֥רשְוְְהַ מַ ְסג
ájaréi tzét Iêjoniáh-hámelej vêhagêviráh vêhasárisím saréi Iêhudáh
virúshaláim vêhéjarásh vêhamasgér mirúshaláim.
Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel: 'A todos los que
están en la cautividad, a quienes hice llevar cautivos de Ierushalaim a
Babilonia:
(5)
:בְְנֵ֥ ּוְבְ ִ ָ֖תיםְוְְ ָּ֑שבּוְוְְנִ ְטעֶׁ֣ ּוְגַנ֔ ֹותְוְְ ִאכְ לָ֖ ּוְאֶּ ת־פִ ְר ֹּֽיַֽן
bênú votím vêshévu; vênit'ú ganót, vêijlú et-pirián.
418
29 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
419
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 29
(11)
ְרְאנ ִ ֵ֛כיְח ֵ֥שבְעֲליכֶּ ָ֖םְנְְאֻם־יְ הוָּ֑ה ֹּֽ ֲש
ֹּ֧ ֶּ ְּ֩אנ ֶׁ֨ ִכיְי ֜ ַדעְ ִתיְאֶּ ת־הַ ַ ֹּֽמחֲש ִ֗בתְא
ֹּֽ כִ י
:ְָ֖םְאח ִ ֲֵ֥ריתְוְְ ִתקְ וֹּֽה
ֹּֽ ַ ֶּמַ חְ שְְ ָ֤בֹותְשלֹום֙ ְוְְ ֶׁ֣לאְלְְר ֔עהְל ֵ֥תתְלכ
kí ánojí iadá'ti et-hamájashavót ashér ánojí joshév 'aleijém nêum-Adonai;
majshêvót shalom vêló lêra'áh, latét lajém ájarít vêtiqváh .
Porque yo sé los planes que tengo acerca de vosotros, dice el Eterno, planes de
bienestar y no de mal, para daros porvenir y esperanza.
(12)
:יכם
ֹּֽ ֶּ אתםְא ִתי֙ ַ ְֹּֽו ֲהלַכְ ֔ ֶּתםְוְְהִ ְת ַפלַלְ ֶּ ָ֖תםְאלָּ֑יְוְְ ֹּֽשמַ עְ ִ ָ֖תיְאֲל
ָ֤ ֶּ ּוקְ ר
uqratém otí váhalajtém, vêhitpalaltém elái; vêsháma'tí aleijém.
420
29 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(16)
הוהְאֶּ ל־הַ ֶׁ֨ ֶּמלְֶּך֙ ְהַ יֹושב֙ ְאֶּ ל־כִ ֶׁ֣סאְד ִ֔ודְוְְ ֶׁ֨ ֶּאל־כְל־
ִ֗ ְי־כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי
ֶׁ֣ ִכ
:ְגֹולה
ֹּֽ ַּוְאתְְכֶּ ָ֖םְב
ִ רְלא־יְצְְ ֵ֥א
ֹּֽ ֲש ֵ֛ ֶּ יֹושבְב ִ ֶׁ֣עירְהַ ָּ֑זאתְאֲחי ֶַּ֕כםְא ָ֖ ַה ֔עםְה
ki-jóh | amár Adonai el-hamélej haioshev el-kisé Davíd, vêél-kol-ha'ám,
haioshév ba'ír hazót; ajeijém ashér ló-iotzêú itêjém bagoláh .
Pero así ha dicho el Eterno acerca del rey que está sentado sobre el trono de
David y de todo el pueblo que habita en esta ciudad, vuestros hermanos que
no salieron en cautividad con vosotros;
(17)
ְת־הרעֶׁ֣בֹּֽ ְֶּבםְאֶּ ת־הַ ֶּח ֶָּ֖רבְא ֔ ַָ֤כהְאמַ ר֙ ְיְ הוֶׁ֣הְצְְב ֔אֹותְהִ נְְנִ י֙ ְמְְשַ לֶׁ֣ח
ְרְלא־תאכַ ָ֖לְ נה ֹּֽ ֲש
ֵ֥ ֶּ יְאֹותםְכַתְְאנִ ים֙ ְהַ ֶׁ֣שע ִ ֔ריםְא ִ֗ וְְאֶּ ת־הַ ָּ֑דבֶּ רְוְְנֹּֽתַ ִ ֶׁ֣ת
:ְמ ֹּֽר ַע
kóh amar Adonai tzêvaót, hinêní mêshaléaj bám, et-hajérev et-hára'áv vêet-
hadáver; vênátatí otám katêenim hashó'arím, ashér ló-teajálnah meró'a .
así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'He aquí, yo envío contra ellos la
espada, el hambre y la peste. Procederé con ellos como con los higos malos,
que por ser tan malos no se pueden comer.
(18)
ְ)בְברעֶׁ֣בְּובַ ָּ֑דבֶּ רְּונְ תַ ֶׁ֨ ִתיםְלזועהְ(לְְ ַ ֹּֽזע ֲ֜וה
ֹּֽ יהםְבַ ֶּח ֶָּ֖ר
ֶּ ֔ ְאחֲר
ֹּֽ ַ ֙וְְ ֹּֽרדַ פְ ִתי
לְְ ֶׁ֣כלְ׀ְמַ ְמלְְכֶׁ֣ ֹותְה ִ֗א ֶּרץְלְְאלָ֤הְּולְ שַ מה֙ ְוְְלִ ְשר ֶׁ֣קהְּולְ חֶּ ְר ֔פהְבְְכְל־
:יםְשם
ֹּֽ גֹויָ֖םְאֲשֶּ ר־הִ דַ חְ ִ ֵ֥ת ִ ַה
vêrádaftí ájareihém, bajérev bára'áv uvadáver; untatím LZV'H (lêzá'aváh) lêjól |
mamlêjót haáretz lêaláh ulshamah vêlishreqáh uljerpáh, bêjol-hagoím asher-
hidajtím shám.
Los perseguiré con espada, con hambre y con peste. Haré que sean motivo de
espanto para todos los reinos de la tierra, y maldición, horror, rechifla y
afrenta ante todas las naciones a las cuales los he expulsado,
(19)
ְיהם
ֶּ ֜ ֲשר־לא־שְמְְעֵ֥ ּוְאֶּ ל־דְְב ַ ָ֖ריְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְאֲשֶּ רְּ֩ש ֶַׁ֨לחְ ִתיְאֲל ֹּֽ ֶּ ַ ֵ֛תחַ תְא
:ְאֶּ ת־עֲב ַ ָ֤דיְהַ נְְבִ ִאים֙ ְהַ ְשכֶׁ֣םְוְְש ֹ֔לחַ ְוְְ ֵ֥לאְשְְמַ עְ ֶּ ָ֖תםְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
tájat ashér-lo-shomê'ú el-dêvarái nêum-Adonai; asher shalájti aleihém et-
'avadái hanêviim hashkém vêshalóaj, vêló shêma'tém nêum-Adonai .
421
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 29
(20)
ְיְמ ֹּֽירּושלַ ָ֖ ִם
ִ ר־שלַ ֵ֥חְ ִת
ִ ֶּגֹולהְאֲש
֔ ַָּ֑הְכל־ה
ֶׁ֨ םְש ְמעֶׁ֣ ּוְדְְבַ ר־יְ הו
ִ וְְאַ ֶּ ָ֖ת
ְס:ְב ֶּ ֹּֽבלה
vêatém shim'ú dêvar-Adonai; kál-hagoláh, asher-shilájti mirúshaláim bavélah.
Oíd, pues, la palabra del Eterno, vosotros todos los expatriados que eché de
Ierushalaim a Babilonia.
(21)
ן־קֹוליה֙ ְוְְאֶּ ל־
ֹּֽ ֶּהוהְצְְב ֜אֹותְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ִ֗אלְאֶּ ל־אַ חְ ָ֤אבְב ֶׁ֨ ְֹּֽכה־אמַ רְּ֩י
ְיְשקֶּ רְהִ נְְ ִנֶׁ֣יְ׀ְנ ֶׁ֣תןְא ִ֗תם
ָּ֑ הְהנִ בְְ ִ ֵ֥איםְלכֶּ ֵ֛םְבִ ְש ִ ָ֖מֹּֽ ַ ן־מעֲש ֔יֹּֽ ַ ֶּצִ ְדקִ יֶׁ֣הּוְב
:ְיכם ֹּֽ ֶּ ֶׁ֣רְמלְֶּך־ב ֔ ֶּבלְוְְהִ כָ֖םְלְְ ֹּֽעינ
ֹּֽ ֶּ אצ
ַ בְְיַד֙ ְנְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר
kóh-amar Adonai tzêvaót elohéi Israél el-ajáv ben-qólaiah vêel-Tzidqiáhu
ven-má'aseiáh, hánibêím lajém bishmí sháqer; hinêní | notén otám bêiad
Nêvújadretzár mélej-bavél, vêhikám lê'éineijém .
Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel, acerca de Acab hijo
de Colías y de Sedequías hijo de Maasías, quienes os profetizan falsamente en
mi nombre: 'He aquí, yo los entrego en mano de Nabucodonosor rey de
Babilonia, y él los matará ante vuestros ojos.
(22)
ְ ָ֤אמרְיְְ ִ ֹּֽשמְְך
ָּ֑ ֲשרְבְְב ֶּבָ֖לְל ֵ֥ ֶּ הּודהְא ֔ ְְוְְל ַ ָֻ֤קחְמהֶּ ם֙ ְקְְל ֔להְלְְכלְ֙גלֶׁ֣ ּותְי
:ְֵ֥םְמלְֶּך־ב ֶּבָ֖לְב ֹּֽאש
ֹּֽ ֶּ יְְהוה֙ ְכְְצִ ְדקִ יֶׁ֣הּוְּוכְ אֶּ ֔חבְאֲשֶּ ר־קל
vêluqáj mehem qêlaláh, lêjol galút Iêhudáh, ashér bêvavél lemór; iêsímêjá
Adonai kêTzidqiáhu ujejáv, asher-qalám mélej-bavél baésh .
De ellos se derivará esta maldición para todos los expatriados de Iehudá que
están en Babilonia: 'el Eterno te haga como a Sedequías y como a Acab, a
quienes el rey de Babilonia los asó al fuego.'
(23)
ְיהםְוַיְ דַ בְְ ֶׁ֨רּוֶּ ֔ יְרע
ֹּֽ ַָ֡יעַןְאֲשֶּ רְּ֩ע ֶׁ֨שּוְנְְב ֜להְבְְיִ ְשר ִ֗אלְוַיְ ַ ֹּֽנאֲפּו֙ ְאֶּ ת־נְְ ֶׁ֣ש
ְיֹודעַ)ְועָ֖ד ֵ֥ ַיתםְוְְ ֹּֽאנ ִ ֵ֛כיְהוידעְ(ה ָּ֑ ִ ֲִשרְלֶׁ֣ ֹואְצִ ּו
ָ֖ ֶּ דבָ֤רְבִ ְש ִמי֙ ְשֶּ֔ קֶּ רְא
ְס:ְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
iá'an asher 'asú nêvaláh bêIsraél vaináafú et-nêshéi ré'eihém, vaidabêrú davár
bishmí shéqer, ashér ló tzivitím; vêánojí HVID' (haiodé'a) va'éd nêum-Adonai .
Porque hicieron infamia en Israel, cometiendo adulterio con las mujeres de sus
prójimos, y porque en mi nombre hablaron falsamente palabras que no les
mandé, lo cual yo lo sé y soy testigo', dice el Eterno.
422
29 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(24)
:אמר
ֹּֽ אמרְל
ֵ֥ ַ וְְאֶּ ל־שְְמַ עְ יֵ֥הּוְהַ ֶּ ֹּֽנחֱל ִ ָ֖מיְת
vêel-shêma'iáhu hanéjelamí tomár lemór.
que así ha hablado el Eterno de los Ejércitos, por cuanto en tu propio nombre
enviaste cartas a todo el pueblo que está en Ierushalaim, al sacerdote Sofonías
hijo de Maasías y a todos los demás sacerdotes, diciendo:
(26)
ְהוה ֔ ְןְלהְְיָ֤ ֹותְפְְקִ ִדים֙ ְבֶׁ֣יתְי ֹּֽ ִ הוהְנְְ ֹּֽתנְְךֶׁ֣ ְכ ִ֗הןְתַֹּ֚ חַ תְיְְ ֹּֽהֹוי ֶׁ֣דעְהַ כ ֔הֵ֞ ְי
:ָ֖עְּומ ְתנַבָּ֑אְוְְנֹּֽתַ ֵ֥תהְא ֵ֛תֹוְאֶּ ל־הַ מַ הְ פֶּ ָ֖ כֶּתְוְְאֶּ ל־הַ צִ ֹּֽינק
ִ ל־אישְמְְשֻ ג ֵ֥ ִ ְלְְכ
Adonai nêtánêjá johén tájat iêhóiadá' hakohén, líhêíot pêqidim béit Adonai,
lêjol-ísh mêshugá' umitnabé; vênátatáh otó el-hamahpéjet vêel-hatzinóq .
'el Eterno te ha hecho sacerdote en lugar del sacerdote Iehoiadá [Joiada], para
que en la casa del Eterno te encargues de todo hombre loco que se ponga a
profetizar, y lo metas en el cepo y en el collar de hierro.
(27)
:ָ֖הּוְה ַענְְת ִ ָּ֑תיְהַ ִמ ְתנַבָ֖אְל ֶּ ֹּֽכם
ֹּֽ הְלאְג ַ֔ע ְרתְבְְיִ ְרמְְי
ֶׁ֣ הְלמ
ֹּ֚ וְְע ִַ֗ת
vê'atáh lámah ló ga'árta, bêIrmêiáhu há'anêtotí; hamitnabé lajém.
Ahora pues, ¿por qué no has reprendido a Irmiáhu [Jeremías] de Anatot, que
os profetiza?
(28)
ְֶׁ֣הְהיאְבְְנָ֤ ּוְבְ ִתים֙ ְוְְ ֔שבּו
ָּ֑ ִ אמרְאֲרֻ כ
ָ֖ ַל־כןְשלַ ֵ֥חְאלֵ֛ינּוְב ֶּבֵ֥לְל ֵ֞ ִ ֶׁ֣כיְע
:יהן
ֹּֽ ֶּ וְְנִ ְטעֶׁ֣ ּוְגַנ֔ ֹותְוְְ ִאכְ לָ֖ ּוְאֶּ ת־פְְ ִר
kí 'al-kén shaláj eléinu bavél lemór arukáh hí; bênú votim vêshévu, vênit'ú
ganót, vêijlú et-pêrihén.
423
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 29-30
424
30 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Éstas son las palabras que habló el Eterno acerca de Israel y de Iehudá.
(5)
:ְהְקֹולְחֲר ָ֖דהְש ָּ֑מעְ נּוְפַ ָ֖חַ דְוְְ ֵ֥איןְשלֹּֽ ֹום
ֵ֥ הו
֔ ְכִ י־כה֙ ְא ַ ֶׁ֣מרְי
ki-joh amár Adonai, qól jaradáh shamá'nu; pájad vêéin shalóm .
Así ha dicho el Eterno: 'Hemos oído una voz de estremecimiento; hay terror, y
no hay paz.
(6)
יתיְכְל־ ֜ ֶּגבֶּ רְי ָ֤דיוְעַל־
ִ ּוְאם־ילָ֖דְזכָּ֑רְמַ דּו ַעְּ֩ר ִֶׁ֨א ִ ֶׁ֣אְּור ֔א
ְ ַ ֹּֽשאֲלּו־נ
:חֲלציו֙ ְכַיֶׁ֣ ֹול ֔דהְוְְ ֶּנֹּֽהֶּ פְ כֵ֥ ּוְכְל־פ ִנָ֖יםְלְְ ֹּֽיַֽר ֹּֽקֹון
sháalu-ná urú, im-ioléd zajár; madu'á raíti jol-géver iadáv 'al-jalatzav
kaióledáh, vênéhefjú jol-paním lêiéraqón.
Preguntad, pues, y mirad: ¿Acaso un varón da a luz? ¿Por qué he visto a todo
hombre con las manos sobre las caderas como una mujer que da a luz, y todas
las caras se han vuelto pálidas?
425
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 30
(7)
ְֹויְכיְג ֵ֛דֹולְהַ יֵ֥ ֹוםְהַ ָ֖הּואְמ ַ ֶׁ֣איִ ןְכ ָּ֑מהּוְוְְעת־צ ֵ֥רהְהִ יא֙ ְלְְ ַ ֹּֽיע ֲ֔קב
ֵ֥ ִ ִ֗ה
:ַּומ ֶּ ָ֖מנהְיִ ּו ֹּֽשע
ִ
hói kí gadól haióm hahú meáin kamóhu; vê'et-tzaráh hi lêIá’aqóv, umiménah
ivashé'a.
¡Oh, cuán grande será aquel día; tanto, que no hay otro semejante a él! Será
tiempo de angustia para Iaaqov, pero será librado de él.
(8)
ְארך
֔ ֶּ וְְהיהְּ֩בַ יֶׁ֨ ֹוםְהַ ֜הּואְנְְאֻ ֶׁ֣םְ׀ְיְ הוֶׁ֣הְצְְב ִ֗אֹותְאֶּ ְש ָ֤ברְעֻלֹו֙ ְמעַ ֶׁ֣לְצַ ּו
:ְדּו־בֹוְעָ֖ ֹודְז ִ ֹּֽרים
ֵ֥ ְרֹותיךְ ֲאנ ַָּ֑תקְוְְ ֹּֽלא־ ַיעַב
ָ֖ ֶּ ֹוס ְ ּומ
ֹּֽ
vêhaiah vaióm hahú nêúm | Adonai tzêvaót eshbór 'uló me'ál tzavaréja,
umósrotéja anatéq; vêló-ia'avdu-vó 'ód zarím .
'Sucederá en aquel día, dice el Eterno de los Ejércitos, que yo quebraré el
yugo de sobre su cuello y romperé sus coyundas. Los extraños no volverán a
someterlo a servidumbre.
(9)
ְס:ְֲשרְא ִ ָ֖קיםְל ֶּ ֹּֽהם
ֵ֥ ֶּ יהָּ֑םְוְְאת֙ ְד ִ ֶׁ֣ודְמַ לְ ֔כםְא
ֶּ ּוְאתְיְ הוֶׁ֣הְאֱֹלֹּֽ ה
ָ֖ ֔וְְעֶׁ֣בְ ד
vê'ávdú, ét Adonai elóheihém; vêet Davíd malkám, ashér aqím lahém .
Más bien, servirán al Eterno su Elohim y a David su rey, a quien yo levantaré
para ellos.
(10)
ְיְיע ֲָ֤קבְנְְאֻם־יְ הוה֙ ְוְְאַ ל־ת ַחֶׁ֣תְיִ ְשר ֔אלְכִִּ֠ י ֹּֽ ַ ל־תיראְּ֩עַבְ ִֶׁ֨ד ִ ַוְְאַ ָ֡תהְא
ְץְשבְ יָּ֑םְוְְ ֹּ֧שבְ ַ ֹּֽיע ֲֵ֛קבְוְְש ַ ֵ֥קט
ִ ְמר ֔חֹוקְוְְ ֶּ ֹּֽאת־ז ְַרעֲךָ֖ ְמ ֶּ ֶׁ֣א ֶּר ֹּֽ ָ֤֙יְמֹושיעֲך
ֹּֽ ִ הִ נְְ ִנ
:ְיןְמח ִ ֲֹּֽריד ֹּֽ ַ וְְ ַ ֹּֽשאֲנַ ַָֽ֖ןְוְְ ֵ֥א
vêatáh al-tira 'avdí Iá’aqóv nêum-Adonai vêal-teját Israél, kí hinêní moshí'ajá
mérajóq, vêét-zar'ajá meéretz shiviám; vêsháv Iá’aqóv vêshaqát vêsháanán
vêéin májaríd .
'Pero tú no temas, oh siervo mío Iaaqov, ni desmayes, oh Israel, dice el
Eterno. Porque he aquí, yo soy el que te salva desde lejos; y a tu descendencia,
de la tierra de su cautividad. Iaaqov volverá y estará tranquilo; estará
confiado, y no habrá quien lo atemorice.
(11)
ְגֹויֶׁ֣םְ׀
ִ ְַּ֩אעֱשֶֶּׁ֨ הְכ ֜להְבְְ ֹּֽכל־הֹּֽ ֶּ ֹושיעֶּ ָּ֑ךְכִ יִ י־אתְְךֵ֥ ְא ֲִנֵ֛יְנְְאֻם־יְ הוָ֖הְלְְ ֹּֽה ִ ִ ֹּֽכ
ְְלא־אֶּ ע ֶּ ֱֶׁ֣שהְכ ֔להְוְְיִ סַ ְר ֶׁ֨ ִתיך֙ ְל ִַמ ְש ֔פט ֹּֽ ְ֙ךְאתְְךֹּֽ םְא
ָ֤ ַ יךְש
ִ֗ צֹות ֶׁ֣ ִ ֲשרְה ִ ֲֹּֽפֹּ֧ ֶּ א
ְפ:ְהְלאְ ֲאנ ֶּ ַֹּֽקך ֵ֥ וְְנ ַָ֖ק
426
30 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
427
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 30
Pero todos los que te devoran serán devorados; y todos tus enemigos, todos
ellos, irán en cautividad. Los que te saquean serán víctimas del saqueo, y a
todos los que te despojan los entregaré al despojo.
(17)
ְְק ְראּו
ֶׁ֣ ָּ֑֙הְכיְנִ דחה
ָ֤ ִ כֹותיִ ְךְאֶּ ְרפ ָ֖אְךְנְְאֻם־יְ הו
ֵ֥ ַ ְֵַ֛ךְּוממ
ִ ְּ֩א ֲע ֶֶּׁ֨להְאֲרֻ כֵ֥הְל
ֹּֽ ַ כִ י
ְס:ְיןְלהֹּֽ שְא
ֵ֥ ֹוןְהיאְד ָ֖ר
ִ֔ ֶׁ֣֔לְךְצִ י
kí á'aléh arujáh láj umimakotáij erpaéj nêum-Adonai; kí nidajah qáru láj, tzión
hí, dorésh éin láĥ .
Porque yo te traeré sanidad y curaré tus heridas, dice el Eterno; pues te han
llamado Desechada, diciendo: 'Ésta es Tzión [Sion], a quien nadie busca.''
(18)
ְֹובְּומ ְשכְְנ ָ֖תיוְא ֲַרחָּ֑ם
ִ ֶׁ֣יְיע ֲ֔ק
ֹּֽ ַ ְאהְל
ֹּֽ ֙הוהְהִ נְְנִ י־שב֙ ְשְְבּות
ִ֗ ְֶׁ֣כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי
:ְַל־מ ְשפ ֵ֥טֹוְי ֹּֽשבִ ל־ת ֔להְוְְאַ ְר ָ֖מֹוןְע
ִ וְְנִ בְ נְְ ֵ֥תהְעִ יר֙ ְ ַע
kóh | amár Adonai hinêni-shav shêvut áholéi Iá’aqóv, umishkênotáv arajém;
vênivnêtáh 'ir 'al-tiláĥ, vêarmón 'al-mishpató ieshév .
429
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 31
Así ha dicho el Eterno: Cuando Israel iba en pos de su reposo, el pueblo que
había sobrevivido de la espada halló gracia en el desierto.'
(2)
ְהְליְוְְ ַ ֹּֽאה ֲַבָ֤תְעֹולם֙ ְאֲהַ בְ ֔ ִתיְךְעַל־כָ֖ןְמְְשַ כְ ִ ֵ֥תיְך
ָּ֑ ִ ֹּֽמר ַ֕חֹוקְיְ הוָ֖הְנִ ְר ֶׁ֣א
:ְֹּֽחסֶּ ד
mérajóq Adonai niráh lí; vêáhavát 'olam ahavtíj, 'al-kén mêshajtíj jásed .
Otra vez he de edificarte, y serás edificada, oh virgen de Israel. Otra vez serás
adornada con tus panderos y saldrás en las danzas de los que se regocijan.
(4)
:ּוְנטְְ ִ ָ֖עיםְוְְחִ ֹּֽללּו
ֹּֽ ֵ֥יְשמְְ ָּ֑רֹוןְנֹּֽטְְע
ֹּֽ ֹודְתטְְ ִ ֶׁ֣עיְכְְר ִ֔מיםְבְְה ָ֖ר
ִ ֹּ֚ע
'ód titê'í jêramím, bêharéi shómêrón; nátê'ú nótê'ím vêjilélu.
Otra vez plantarás viñas en los montes de Shomrón, y los que las planten
gozarán del fruto.
(5)
ְםְקּומּוְוְְ ַ ֹּֽנעֲלֶּ ֶׁ֣הְצִ י֔ ֹוןְאֶּ ל־יְ הוָ֖ה
ֹּ֚ ִּוְנצְְ ִ ָ֖ריםְבְְ ַהֶׁ֣רְאֶּ פְ ָּ֑רי
ֹּֽ ֹוםְק ְְר ֵ֥א
ֹּֽ ִ֔ ֶׁ֣כיְיֶּש־י
ְפ:ְֱֹלהינּו
ֹּֽ א
kí iesh-íom, qárêú nótzêrím bêhár efráim; qúmu vêná'aléh tzión, el-Adonai
elohéinu .
(6)
ְגֹויָּ֑ם
ִ ְַש ְמ ֔חהְוְְ ַ ֹּֽצהֲלָ֖ ּוְבְְ ֶׁ֣ראשְה ִ ֙הוהְרְנָ֤ ּוְלְְ ַ ֹּֽיעֲקב ִ֗ ְי־כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי ֶׁ֣ ִכ
:ְאתְשְְא ִ ֵ֥ריתְיִ ְשר ֹּֽאל
ָ֖ ְאת־עַמְְ ֔ך ֹּֽ ֶּ ּ֙וְהֹושעְיְ הוה
ָ֤ ַ יעּוְהלְְלּו֙ ְוְְ ִא ְמ ֔ר
ֹּֽ ַ הַ ְש ִ ָ֤מ
ki-jóh | amár Adonai ronú lêiá'aqov simjáh, vêtzáhalú bêrósh hagoím;
hashmí'u hálêlú vêimrú, hoshá' Adonai ét-'amêjá, ét shêerít Israél .
(7)
ְְמי ְַרכְְתי־א ֶּרץ ְֹּּ֚֒בםְעִ ּוֶׁ֣ר ִ ּ֮יאְאֹותםְמ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץְצ ִ֗פֹוןְוְְקִ בַ צְ ִתים
֜ הִ נְְנִ יְּ֩מ ִֶׁ֨ב
:ּובּוְהנה
ֹּֽ ּופִ ֔סחַ ְה ֵ֥רהְוְְילֶּ ָ֖דֶּ תְיַחְ ָּ֑דוְקהֵ֥לְג ָ֖דֹולְי ֵ֥ש
hinêní meví otám meéretz tzafón vêqibatztim miarkêtei-aretz bám 'ivér
ufiséaj, haráh vêiolédet iajdáv; qahál gadól iashúvu hénah.
'He aquí, yo los traigo de la tierra del norte, y los reuniré de los confines de la
tierra. Entre ellos vendrán los ciegos y los cojos, la mujer encinta y la que da a
luz. Como una gran multitud volverán acá.
(8)
ְיְמיִ םְבְְ ֶּ ֶׁ֣ד ֶּרְך
ַ ֔ ְּ֒אֹולִ יכם֙ ְאֶּ ל־נַ ֶׁ֣חֲל
ֹּֽ בִ בְ ִ ֶׁ֣כיְי ִ֗באּוְּוֹּֽ בְ תַ חֲנּונִ יםּ֮ ְֹּֽאֹובְִילם
ְָ֤יתיְלְְיִ ְשראלְ֙לְְ ֔אבְוְְאֶּ פְ ַ ָ֖ריִ םְבְְ ֵ֥כ ִרי
ִ ָּ֑הְכי־ה ִיֹּֽ ִ רְלאְיִ ֹּֽכשְְלָ֖ ּוְב ֵ֥ י ֔ש
ְס:ֹּֽהּוא
bivjí iavóu úvtajanunim óvilem ólijem el-nájalei máim, bêdérej iashár, ló
ikáshêlú báĥ; kí-haíti lêisrael lêáv, vêefráim bêjóri hú.
Vendrán con llanto, pero con consuelo los guiaré y los conduciré junto a los
arroyos de aguas, por un camino parejo en el cual no tropezarán. Porque yo
soy un Padre para Israel, y Efráim es mi primogénito.'
(9)
ִ ִֵ֥ידּוְב ִאי
ְָ֖יםְממֶּ ְרחָּ֑קְוְְ ִא ְמ ִ֗רּוְמְְז ָ֤רה ֹּֽ ְגֹויםְוְְהַ ִג
ִ֔ ִ֙ש ְמעָ֤ ּוְדְְבַ ר־יְ הוה
:ְנּוְּושמ ָ֖רֹוְכְְרעֶּ ֵ֥הְע ְֶּד ֹּֽרֹו
ְ יִ ְשראלְ֙יְְקַ בְְ ֔ ֶּצ
shim'ú dêvar-Adonai goím, vêhagídu váiím mimerjáq; vêimrú mêzaréh Israel
iêqabêtzénu, ushmaró kêro'éh 'edró .
¡Oh naciones, escuchad la palabra del Eterno y hacedlo saber en las costas
lejanas! Decid: 'El que dispersó a Israel lo reunirá y lo guardará, como el
pastor guarda su rebaño.'
(10)
:ְֵ֥קְמ ֶּ ֹּֽמנּו
ִ ֹוְמיַ ָ֖דְחז
ִ ָ֖הְאת־ ַיע ֲָּ֑קבְּוגְ א ַ֕ל
ֹּֽ ֶּ ִ ֹּֽכי־פ ֵ֥דהְיְ הו
kí-fadáh Adonai ét-Ia’aqóv; ugaló miád jazáq miménu .
Así ha dicho el Eterno: 'Voz fue oída en Ramá; lamento y llanto amargo. Rajel
lloraba por sus hijos, y no quería ser consolada por sus hijos, porque
perecieron.'
(15)
ְְךְמ ִד ְמעָּ֑הְכִ ְּ֩יְ ֶׁ֨ישְשכָ֤ר
ִ ְִמ ֔ ֶּבכִ יְוְְעינַ ַָֽ֖י
ִ ֙הְמנְ ִ ָ֤עיְקֹולְך
ִ הוִ֗ ְֶׁ֣כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי
:ְהוהְוְְ ָ֖שבּוְמ ֶּ ֵ֥א ֶּרץְאֹויֹּֽב ֔ ְלִ פְ עֻלתְך֙ ְנְְאֻם־י
kóh | amár Adonai min'í qolej mibéji, vê'eináij midim'áh; kí iésh sajár lif'ulatej
nêum-Adonai, vêshávu meéretz oiév .
Así ha dicho el Eterno: 'Reprime tu voz del llanto y tus ojos de las lágrimas,
porque tu obra tiene recompensa, dice el Eterno. Ellos volverán de la tierra del
enemigo.
432
31 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(16)
ְס:ְבּולם
ֹּֽ ְיתְךְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְוְְ ֵ֥שבּוְב ִנָ֖יםְלִ ג
ָ֖ ש־תקְ וֵ֥הְלְְ ַ ֹּֽאח ֲִר
ִ וְְי
vêiesh-tiqváh lêájaritéj nêum-Adonai; vêshávu vaním ligvulám .
433
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 31
¿Hasta cuándo andarás de un lado para otro, oh hija rebelde? Pues el Eterno
hará una novedad en la tierra: La mujer rodeará al hombre.'
(22)
ְֹודְיאמְְ ֵ֞רּוְאֶּ ת־הַ דבֶׁ֣רְהַ ִֶּ֗זה ֹּֽ ֶֹּֽׁ֣כה־א ֵ֞ ַמרְיְ הוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ֔אלְע
ְה־צָ֖דֶּ ק
ֶּ בּותםְיְְ ֹּֽב ֶּרכְ ךֹּ֧ ְיְ הוֵ֛הְנְְו
ָּ֑ ְְשּוביְאֶּ ת־ש ָ֖ ִ ְְבְְ ֶּ ָ֤א ֶּרץְיְְהּודה֙ ְּובְ ע ֔ריוְב
:ְַהֵ֥רְהַ ֹּֽקדֶּ ש
kóh-amár Adonai tzêvaot elohéi Israél, 'ód iómêrú et-hadavár hazéh bêéretz
Iêhudah uv'aráv, bêshuví et-shêvutám; iêvárejjá Adonai nêveh-tzédeq hár
haqódesh .
Y habitarán juntos en ella Iehudá y todas sus ciudades, los labradores y los
que se desplazan con los rebaños.
(24)
:אתי
ִ ָ֖הְמ ֹּֽל
ִ ֶּשְדאֲב
ֹּֽ ָ֖יתיְנֶּ ֶׁ֣פֶּשְעֲיפָּ֑הְוְְכְל־נֶּ ֵ֥פ
ִ ִ ֵ֥כיְהִ ְרו
kí hirvéiti néfesh 'aiefáh; vêjol-néfesh dáaváh miléti.
434
31 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(26)
ְת־בית
ֶׁ֣ ֶּהִ נֵ֛הְי ִ ֵ֥מיםְב ִ ָ֖איםְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְוְְ ֹּֽז ַַֽרעְ ִ֗ ִתיְאֶּ ת־בָ֤יתְיִ ְשראלְ֙וְְא
:ְהּודהְזֶּ ֵ֥ ַַֽרעְא ָ֖דםְוְְזֶּ ֵ֥ ַַֽרעְבְְה ֹּֽמה
֔ ְְי
hinéh iamím baím nêum-Adonai; vêzára'tí et-béit Israel vêet-béit Iêhudáh,
zéra' adám vêzéra' bêhemáh .
'He aquí que vienen días, dice el Eterno, en que sembraré la casa de Israel y la
casa de Iehudá con simiente de hombres y con simiente de animales.
(27)
ְיהםְלִ נְ ֹּ֧תֹושְוְְלִ נְ ֵ֛תֹוץְוְְ ַ ֹּֽלה ֲָ֖רסְּולְ ַ ֹּֽהא ִ ֲֶׁ֣ביד
ֶּ ִ֗ ֲשרְש ַ ֶׁ֣ק ְד ִתיְעֲל
ֹּ֧ ֶּ הְכא
ֹּֽ ַ וְְה ֵ֞י
:ְיהֵ֛םְלִ בְ נֵ֥ ֹותְוְְלִ נְ ָ֖טעְַנְְאֻם־יְ הוֹּֽה ֶּ ּולְ ה ָּ֑רעְַכֶׁ֣ןְאֶּ ְש ֹּ֧קדְעֲל
vêhaiáh káashér shaqádti 'aleihém lintósh vêlintótz vêláharós ulháavíd
ulharé'a; kén eshqód 'aleihém livnót vêlintó'a nêum-Adonai .
'En aquellos días no dirán más: 'Los padres comieron las uvas agrias, y los
dientes de los hijos sufren la dentera';
(29)
ְרְתקְ ֶּהֵ֥ינה
ִ ֶּםְהאכֵ֥לְהַ ָ֖בס
ֹּֽ ל־הא ֵ֛ד
ֹּֽ ְישְבעֲֹונָ֖ ֹוְי ָּ֑מּותְכ
ֹּֽ ַ ם־א
ֵ֥ ִ יְא
ִ ִ ֵ֛כ
ְס:ִשנֹּֽיו
kí im-ísh bá'aonó iamút; kol-háadám háojél habóser tiqhéinah shináv.
sino que cada cual morirá por su propio pecado. Los dientes de todo hombre
que coma las uvas agrias sufrirán la dentera.
(30)
ְהִ נֵ֛הְי ִ ֵ֥מיםְב ִ ָ֖איםְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְוְְ ֹּֽכ ַר ִ֗ ִתיְאֶּ ת־בֹּ֧יתְיִ ְשר ֵ֛אלְוְְאֶּ ת־בֵ֥ית
:ְהּודהְבְְ ִ ֵ֥ריתְחֲד ֹּֽשה
ָ֖ ְְי
hinéh iamím baím nêum-Adonai; vêjáratí et-béit Israél vêet-béit Iêhudáh bêrít
jadasháh .
'He aquí vienen días, dice el Eterno, en que haré un nuevo pacto con la casa de
Israel y con la casa de Iehudá.
435
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 31
(31)
ְיאם
ָ֖ ִִיקיְבְְי ֔דםְלְְ ֹּֽהֹוצ
ֶׁ֣ ִ ְה ֱחז
ֹּֽ ֶּ ֲ֙בֹותםְבְְיֹום ֔ ֲשרְכ ַ ֶׁ֨ר ִתי֙ ְאֶּ ת־א
ָ֤ ֶּ ֶׁ֣לאְכַבְְ ִ ִ֗ריתְא
ְיתיְוְְ ֹּֽאנ ִ ֵ֛כיְבעַ ֵ֥לְ ִתיְבָ֖ם ִ ִ֗ ר־המהְהפֶׁ֣רּוְאֶּ ת־בְְ ִר
֜ ֶּץְמצְ ָּ֑ריִ םְאֲש ִ מ ֶּ ֶׁ֣א ֶּר
:ְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ló jabêrít ashér karátí et-avotám, bêiom héjeziqí vêiadám, lêhótziám meéretz
mitzráim; asher-hémah heféru et-bêrití vêánojí ba'álti vám nêum-Adonai .
No será como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano
para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos invalidaron, a pesar de
ser Yo su señor, dice el Eterno.
(32)
ְ ֙לְאח ֲֶׁ֨ריְהַ י ִ ָ֤מיםְההם ֹּֽ ַ ת־ביתְיִ ְשר ֜א
ֶׁ֨ ֲֶּשרְאֶּ כְ רתְּ֩א ֶׁ֣ ֶּ יְזאתְהַ בְְ ִ ָ֡ריתְא ֶׁ֣ ִ ֶׁ֣כ
ְָ֤יתי
ִ ת־תֹור ִתי֙ ְבְְקִ ְר ֔בםְוְְעַל־לִ בָ֖םְאֶּ כְ תְְ ֶּבָּ֑נהְוְְה ִי
ֹּֽ ֶּהוהְנ ַ ָ֤ת ִתיְא ֔ ְנְְאֻם־י
:ְיּו־ליְלְְ ֹּֽעם
ֵ֥ ִ ְהְיהֹּֽ ִ אֹלהיםְוְְהָ֖מ ִ֔ ְל ֹּֽ ֙להֶּ ם
kí zót habêrít ashér ejrot et-béit Israél ájaréi haiamím hahem nêum-Adonai,
natáti et-tóratí bêqirbám, vê'al-libám ejtêvénah; vêhaíti lahem lélohím,
vêhémah íhiu-lí lê'ám .
Porque éste será el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos
días, dice el Eterno: Pondré mi Torá en su interior y la escribiré en su corazón.
Yo seré su Elohim, y ellos serán mi pueblo.
(33)
אמרְדְְעָ֖ ּוְאֶּ ת־
֔ ֹודְאישְאֶּ ת־ר ֜עהּוְוְְ ִ ָ֤אישְאֶּ ת־אחִ יו֙ ְל ֶׁ֣ ִ ּוְעִ֗ וְְ ֹּ֧לאְיְְלַמְְ ֶׁ֣ד
ְהְכיָ֤ ִ הו֔ ְּוְאֹותיְלְְ ִמקְְטַ נָ֤םְוְְעַד־גְְדֹולם֙ ְנְְאֻם־י
ִ֜ ְּ֩יַֽדְְ ֶׁ֨ע
ֹּֽ ָּ֑הְכי־כּולם ֹּֽ ִ יְ הו
ְס:ְםְלאְאֶּ זְכְר־עֹּֽ ֹוד ֵ֥ את ָ֖ ְלעֲֹו ֔נםְּולְ חַ ט ֹּֽ ַ ֙אֶּ ְסלַח
vêló iêlamêdú 'ód ísh et-re'éhu vêísh et-ajiv lemór, dê'ú et-Adonai; kí-julam
iédê'ú otí lêmiqêtanám vê'ad-gêdolam nêum-Adonai, kí eslaj lá'aonám,
uljatatám ló ezkor-'ód .
436
31 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
kóh | amár Adonai notén shémesh lêór iomám, juqót iaréaj vêjójavím lêór
láilah; rogá' haiam vaiéhemú galáv, Adonai tzêvaót shêmó .
Así ha dicho el Eterno, quien da el sol para luz del día, y la luna y las estrellas
para luz de la noche, el que agita el mar de manera que rugen sus olas–el
Eterno de los Ejércitos es su nombre–:
(35)
ְֶּהְמלְְפנַ ָ֖יְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְ ַגםְּ֩ ֶֶּׁ֨ז ַרעְיִ ְשר ֜אל
ִ שּוְהח ִ ֵֻ֥קיםְה ֵ֛אל
ֹּֽ ַ ִאם־י ֻ֜מ
ְס:ְּוְמהְְיֵ֥ ֹותְגֵ֛ ֹויְלְְפנַ ָ֖יְכְל־הַ י ִ ֹּֽמים
ֹּֽ ִ יִ ְשבְְ ִ֗ת
im-iamúshu hájuqím haéleh milêfanái nêum-Adonai; gam zéra' Israél ishbêtú
míhêíot gói lêfanái kol-haiamím .
'Si esas leyes faltasen delante de Mí, dice el Eterno, entonces la descendencia
de Israel dejaría de ser nación delante de mí, perpetuamente.'
(36)
ְי־א ֶּרץ
ָ֖ ֶּ ֹוסד
ְ ּוְמ
ֹּֽ ְמלְ ֔ ַמעְ להְוְְי ֹּֽחקְְ ֵ֥ר
ִ ֙הְאם־יִ ַ ָ֤מדּוְש ֶׁ֨ ַמיִ ם ִ הו ִ֗ ְֶׁ֣כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי
ֲשרְע ָ֖שּוְנְְאֻם־ ֵ֥ ֶּ לְעל־כְל־א ֹּֽ ַ לְְ ָּ֑מטהְגַם־א ֵ֞ ֲִניְאֶּ ְמ ֶׁ֨ ַאסְבְְכְל־זֶּ ֹּ֧ ַַֽרעְיִ ְשר ֵ֛א
ְס:ְיְ הוֹּֽה
kóh | amár Adonai im-imádu shamáim milmá'lah, vêiejáqêrú mósdei-éretz
lêmátah; gam-aní emás bêjol-zéra' Israél 'ál-kol-ashér 'asú nêum-Adonai .
Así ha dicho el Eterno: 'Si se pueden medir los cielos arriba y se pueden
explorar los cimientos de la tierra abajo, entonces yo desecharé toda la
descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice el Eterno.
(37)
ְהְמ ִמגְ ַ ֵ֥דל
ִ יהו
֔ ְל
ֹּֽ ַ ֙הִ נֵ֛הְי ִ ֵ֥מיםְ(ב ִ ָ֖אים)ְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְוְְנִ בְ נְְ ָ֤תהְהעִ יר
:ְלְשעַרְהַ פִ נֹּֽה
ֵ֥ ַ ֲחנַנְ ָ֖א
hinéh iamím (baím) nêum-Adonai; vênivnêtáh ha'ir láAdonai, mimigdál
jananél shá'ar hapináh .
'He aquí que vienen días, dice el Eterno, en que la ciudad será edificada para
el Eterno desde la torre de Hananeel hasta la puerta de la Esquina.
(38)
:ֹודְקוהְ(קו)ְהַ ִמדה֙ ְנֶּגְ ד֔ ֹוְעַ ָ֖לְגִ בְ עַ ֶׁ֣תְג ָּ֑רבְוְְנ ַ ָ֖סבְג ֹּֽעתה
ָ֤ אְע
֜ וְְי ֶׁ֨צ
vêiatzá 'ód QVH (qáv) hamidah negdó, 'ál giv'át garév; vênasáv go'átah.
437
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 31-32
(39)
ְוְְכְל־העֶׁ֣מֶּ קְהַ פְְג ִ ֶׁ֣ריםְ׀ְוְְהַ ָ֡ ֶּדשֶּ ןְוְְ ֹּֽכל־השרמותְ(הַ שְְדמֹותּ֩)ְעַד־ ֶַׁ֨נחַ ל
ְָּ֑הְלא־יִ נ ֹּ֧תש
ֹּֽ שְליהו
ֹּֽ ַ ֶּהְקד
ָ֖ ְמז ְ֔רח
ִ ֙סּוסים
ִ ַתְשעַרְה ָ֤ ַ קִ ְד ֜רֹוןְעַד־פִ ֶַׁ֨נ
ְפ:ְעֹולם ֹּֽ ְְְ ְֹּֽולא־יה ֵ֛רסְעָ֖ ֹודְל
vêjol-ha'émeq hapêgarím | vêhadéshen vêjál-HSRMVT (hashêdemot) 'ad-nájal
qidrón 'ad-pinát shá'ar hasusim mizrájah, qódesh láAdonai; ló-inatésh vêlo-
ieharés 'ód lê'olám .
Todo el valle de los cadáveres y de las cenizas, y todas las terrazas hasta el
arroyo de Quedrón, hasta la esquina de la puerta de los Caballos, al este,
estará consagrado al Eterno. Nunca más será arrancada ni destruida.'
438
32 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
él hará llevar a Sedequías a Babilonia y estará allá hasta que yo le visite, dice
el Eterno, y aunque combatáis contra los caldeos, no tendréis éxito'?'
(6)
:ְאמר
ֹּֽ ו ַָ֖יאמֶּ רְיִ ְרמְְיָּ֑הּוְהיֵ֥הְדְְבַ ר־יְ הוָ֖הְאלַ ֵ֥יְל
vaiómer Irmêiáhu; haiáh dêvar-Adonai elái lemór .
'He aquí que Hanameel, hijo de tu tío Salum, viene a ti para decir: 'Compra mi
campo que está en Anatot, porque tuyo es el derecho de redención para
adquirirlo.''
(8)
ְאְאלַיְ ֲחנ ְַמ ֶׁ֨אלְבֶּ ן־ד ִ֜דיְכִ ְד ַבֶׁ֣רְיְ הוהּ֮ ְאֶּ ל־ח ֲַצֶׁ֣רְהַ מַ טרהְּ֒ו ֶַׁ֣יאמֶּ ר ִּ֠ וַי ֶׁ֣ב
ְיןְכי־לְְ ֵ֞ךֹּֽ ִ ֲשרְ׀ְבְְ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץְבִ נְ י ִִ֗מ ֶׁ֣ ֶּ ר־בעֲנ ֜תֹותְא
ֹּֽ ַ ֶֶּׁ֣הְנאְאֶּ ת־ש ִֶׁ֨דיְאֲשִּ֠ א ַָ֡ליְקְְנ
:ְָ֖הְהּוא ֹּֽ עְכיְדְְבַ ר־יְ הו ֵ֥ ִ ִמ ְשפַ ֹּ֧טְהַ יְ רֻ ֵ֛שהְּולְ ךֵ֥ ְהַ גְְאֻלָ֖הְקְְנה־לְָּ֑ךְוֹּֽא ַ֕ ַד
439
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 32
vaiavó élai Janamél ben-Dodí kidvár Adonai el-jatzár hamatarah vaiómer elái
qênéh ná et-sadí asher-bá'anatót ashér | bêéretz Biniamín kí-lêjá mishpát
hairusháh uljá hagêuláh qêneh-láj; váedá' kí dêvar-Adonai hú .
(13)
:אמר
ֹּֽ יהָ֖םְל
ֶּ ֹּֽואֲצַ ּוֶּה֙ ְאֶּ ת־ב ֔רּוְךְלְְ ֹּֽעינ
váatzaveh et-Barúj, lê'éineihém lemór.
'¡Oh Señor Elohim! He aquí que tú has hecho el cielo y la tierra con tu gran
poder y con tu brazo extendido. Nada hay que sea difícil para ti.
441
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 32
(18)
ְיהָּ֑ם
ֶּ ָ֖םְאחֲר
ֹּֽ ַ יה
ֶּ יםְּומשַ לם֙ ְעֲוְֶׁ֣ןְא ֔בֹותְאֶּ ל־חֵ֥יקְבְְנ
ְ ְלאֲל ֔ ִפ
ֹּֽ ַ ֙הְחסֶּ ד
ֶּ ֶׁ֨ ֶָּ֤עש
:ְה ָ֤אלְהַ גדֹולְ֙הַ גִ ֔בֹורְיְ הוֵ֥הְצְְב ָ֖אֹותְשְְ ֹּֽמֹו
'óseh jésed láalafím, umshalem 'avón avót, el-jéiq bêneihém ájareihém; haél
hagadol hagibór, Adonai tzêvaót shêmó .
Grande eres en designios y magnífico en hechos, pues tus ojos están abiertos
sobre todos los caminos de las personas, para dar a cada uno según sus
caminos y según el fruto de sus obras.
(20)
ְץ־מצְ ַ ֶׁ֨ריִ ם֙ ְעַד־הַ יֶׁ֣ ֹוםְהַ ֶּ֔זה
ִ ֹותְּומפְְ ִ ָ֤תיםְבְְ ֶּ ֹּֽא ֶּר
ֹּֽ ר־שַ ְמתְא ֶׁ֨ת
ִּ֠ ֶּאֲש
:ְשםְכַיֵ֥ ֹוםְהַ ֶּזֹּֽה
ָ֖ ֵ֥לְּובא ָּ֑דםְו ַ ַֹּֽתעֲשֶּ ה־לְְך ֹּֽ ּובְ יִ ְשר ָ֖א
asher-sámta otót umófêtím bêéretz-mitzráim 'ad-haióm hazéh, uvisraél
uváadám; vatá'aseh-lêjá shém kaióm hazéh.
Has hecho señales y prodigios en la tierra de Egipto, y hasta este día en Israel
y entre todos los hombres. Así te has hecho de renombre, como en este día.
(21)
ְץְמצְ ָּ֑ריִ םְבְְא ֶׁ֣תֹותְּובְ ֹּֽמֹופְ ִ֗ ִתים
ִ וַתצֵ֛אְאֶּ ת־עַמְְךֵ֥ ְאֶּ ת־יִ ְשר ָ֖אלְמ ֶּ ֶׁ֣א ֶּר
:מֹוראְג ֹּֽדֹול
ָ֖ ְטּויהְּוב ֔ ְְּובְ יָ֤דְחֲזקה֙ ְּובְ אֶּ ז ְֶׁ֣רֹועְַנ
vatotzé et-'amêjá et-Israél meéretz mitzráim; bêotót uvmóftím uviád jazaqah
uvezró'a nêtuiáh, uvmorá gadól.
442
32 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Y les diste esta tierra, de la cual juraste a sus padres que se la darías: una tierra
que fluye leche y miel.
(23)
)ְלא־ ֹּֽ ְוַי ֜באּוְו ִ ַֹּֽירְְ ֶׁ֣שּוְא ִ֗תהְוְְ ֹּֽלא־שְמְְעָ֤ ּוְבְְקֹו ֶֶּׁ֨לך֙ ְובתרותךְ(ּוב
ֹּֽ ֶׁ֣תֹורתְְך
ְֹותְלאְע ָּ֑שּוְוַתַ קְ ֶׁ֣ראְא ֔תם
ֶׁ֣ ֵ֛םְלע ֲָ֖ש
ֹּֽ ַ ה ֔לכּוְאתְּ֩כְל־אֲשֶֶּׁ֨ רְצִ ִ ֹּּ֧ויתהְל ֶּה
:ל־הרעָ֖הְהַ ֹּֽזאת ֹּֽ ְֵ֥אתְכ
vaiavóu vaírêshú otáĥ vêló-shomê'ú vêqoléjá VVTRVTJ (uvtorátêjá) ló-haláju,
et kol-ashér tzivítah lahém lá'asót ló 'asú; vataqré otám, ét kol-hára'áh hazót.
'He aquí que los terraplenes ya han alcanzado hasta la ciudad para tomarla. La
ciudad va a ser entregada en mano de los caldeos que combaten contra ella, a
causa de la espada, del hambre y de la peste. Ha llegado a suceder lo que
dijiste; y he aquí, tú lo estás viendo.
(25)
ְהוהְקְְנֹּֽה־לְְךֹּ֧ ְהַ ש ֶּ ֵ֛דהְבַ כֶּ ָ֖סֶּ ףְוְְהעֶׁ֣דְע ִ ָּ֑דים
ִ֔ ְוְְאַ ֵ֞תהְא ַ ָ֤מ ְרתְאלַי֙ ְאֲדנֶׁ֣יְי
ְס:ְוְְה ִ ֵ֥עירְנִ תְְנָ֖הְבְְיַ ֵ֥דְהַ כ ְַש ִ ֹּֽדים
vêatáh amárta elaí adonái IHVÍH, qênéh-lêjá hasadéh bakésef vêha'éd 'edím;
vêha'ír nitênáh bêiád hakasdím .
Sin embargo, oh Señor Elohim, aun cuando la ciudad es entregada en mano de
los caldeos, tú me dices: 'Cómprate el campo por dinero y convoca testigos.''
(26)
:ְאמר
ֹּֽ הְאל־יִ ְרמְְיָ֖הּוְל
ֹּֽ ֶּ הו
֔ ְַוַֹּֽֽיְ הִ י֙ ְדְְבַ ר־י
váihí dêvar-Adonai, él-Irmêiáhu lemór .
Entonces vino la palabra del Eterno a Irmiáhu [Jeremías], diciendo:
443
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 32
(27)
:ְֱֹלהיְכְל־ב ָּ֑שרְה ֲִֽמ ֔ ֶּמנִ יְיִ פלָ֖אְכְל־ד ֹּֽבר
ָ֖ הוהְא
֔ ְהִ נה֙ ְאֲ ִנֶׁ֣יְי
hineh aní Adonai, elohéi kol-basár; hámiméni, ipalé kol-davár .
'He aquí que yo soy el Eterno, Elohim de todo mortal. ¿Habrá alguna cosa
difícil para mí?
(28)
ְןְכהְא ַ ֶׁ֣מרְיְ הוָּ֑הְהִ נְְ ִנֶׁ֣יְנתןְּ֩אֶּ ת־ה ֶׁ֨ ִעירְהַ ֜זאתְבְְיַ ֶׁ֣דְהַ כ ְַש ִִ֗דיםְּובְ יַ ֵ֛דָ֖ ל ַ֕כ
:ְאצֵ֥רְ ֶּ ֹּֽמלְֶּך־ב ֶּבָ֖לְּולְ כ ֹּֽדה ַ נְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר
lajén kóh amár Adonai; hinêní noten et-ha'ír hazót bêiád hakasdím uviád
Nêvújadretzár mélej-bavél uljadáĥ .
Por tanto, así ha dicho el Eterno: He aquí, yo voy a entregar esta ciudad en
mano de los caldeos y en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia; y él la
tomará.
(29)
ְּובֶׁ֣אּוְהַ כ ְַש ִִ֗דיםְהַ נִ לְ ח ִמים֙ ְעַל־ה ִ ֶׁ֣עירְהַ ֔זאתְוְְהִ ֜ ִציתּוְאֶּ ת־ה ִ ֵ֥עיר
ְיהם ֶּ ֜ שְּושרפָּ֑ ּוהְוְְ ֶׁ֣אתְהַ בְ ָ֡ ִתיםְאֲשֶּ רְּ֩קִ טְְ ֶׁ֨רּוְעַל־גַגֹּֽ ֹות
ְ הַ ֵ֛זאתְב ָ֖א
:ְאֹלהיםְאֲח ִ ֔ריםְלְְ ַ ָ֖מעַןְהַ כְ עִ ֹּֽסנִ י ֶׁ֣ ִ ל ִ֗ ַַב ַעלְוְְהִ ִ ָ֤סכּוְנְְסכִ ים֙ ְ ֹּֽל
uváu hakasdím haniljamim 'al-ha'ír hazót, vêhitzítu et-ha'ír hazót baésh
usrafúha; vêét habotím asher qitêrú 'al-gagóteihém labá'al vêhisíju nêsajim
lélohím ajerím, lêmá'an haj'iséni .
Vendrán los caldeos que combaten contra esta ciudad, le prenderán fuego y la
incendiarán; asimismo, a las casas sobre cuyas azoteas quemaban incienso a
Baal y derramaban libaciones a dioses ajenos, provocándome a ira.
(30)
ְהְאְךְע ִ ֵ֥שיםְה ַ ֵ֛רעְבְְעינַ ָ֖י ֶׁ֣ ַ הּוד
ִ֗ ְְִ ֹּֽכי־היֶׁ֨ ּוְבְְנֹּֽי־יִ ְשר ֜אלְּובְ נֶׁ֣יְי
ְיהָ֖ם
ֶּ לְאְךְמַ כְ עִ ִ ֵ֥סיםְא ִ ֵ֛תיְבְְ ַ ֹּֽמע ֲֵ֥שהְיְְד
ֶׁ֣ ַ ָּ֑םְכיְבְְנֹּֽי־יִ ְשר ִ֗א
ֶׁ֣ ִ יהֶּ ִמנְְע ֹֻּֽרת
:ְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
kí-haíu vênéi-Israél uvnéi Iêhudáh áj 'osím hará' bê'einái minê'uróteihém; kí
vênéi-Israél áj maj'isím otí bêmá'aséh iêdeihém nêum-Adonai .
Porque los Hijos de Israel y los hijos de Iehudá no han hecho desde su
juventud sino lo malo ante mis ojos. Porque los Hijos de Israel no han hecho
más que provocarme a ira con la obra de sus manos, dice el Eterno.
(31)
ְֲשרְבנֶׁ֣ ּו
ֶׁ֣ ֶּ ִ ֹּ֧כיְעַל־אַ ִ ֶׁ֣פיְוְְעַל־חֲמ ִ֗ ִתיְהָ֤יְ תהְלִ י֙ ְה ִ ֶׁ֣עירְהַ ֔זאתְלְְ ִמן־הַ יֹום֙ ְא
:ירהְמעַ ֵ֥לְפנֹּֽי ָ֖ ָּ֑הְלה ֲִס
ֹּֽ ַ ֶּאֹותהְוְְעַ ָ֖דְהַ יֶׁ֣ ֹוםְהַ ז
֔
444
32 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
kí 'al-apí vê'al-jamatí háitah lí ha'ír hazót, lêmin-haiom ashér banú otáĥ, vê'ád
haióm hazéh; láhasiráĥ me'ál panái.
por toda la maldad que los Hijos de Israel y los hijos de Iehudá han hecho,
provocándome a ira: ellos, sus reyes, sus magistrados, sus sacerdotes, sus
profetas, los hombres de Iehudá y los habitantes de Ierushalaim.
(33)
ְֵ֥םְשמְְ ִ ָ֖עים ָ֖ ַוַיִ פְ נֵ֥ ּוְאל
ֹּֽ ֵ֛יְע ֶּרףְוְְ ֶׁ֣לאְפ ִנָּ֑יםְוְְל ַָ֤מדְאתם֙ ְהַ ְשכֶׁ֣םְוְְל ַ֔מדְוְְאינ
:תְמּוסר
ֹּֽ ַל ַ ֵ֥קח
vaifnú elái 'óref vêló faním; vêlaméd otam hashkém vêlaméd, vêeinám
shómê'ím laqájat musár.
Más bien, han puesto sus ídolos abominables en el templo que es llamado por
mi nombre, contaminándolo.
(35)
ְיהֶׁ֣ם
ֶּ םְלְְ ַ ֹּֽהעֲבִ ירְאֶּ ת־בְְנ ִּ֠ ֲשרְ׀ְבְְגֶׁ֣יאְבֶּ ן־הִ ִ֗נ ֶׁ֣ ֶּ וַיִ בְ נּוְּ֩אֶּ ת־ב ֶׁ֨מֹותְהַ ֜ ַבעַלְא
ְאְעלְְתה֙ ְ ְַעל־לִ ִ֔בי ֹּֽ יתיםְוְְ ָ֤ל ִ ִ֗ ִרְלא־צִ ּו ֹּֽ ֲש ֶׁ֣ ֶּ וְְאֶּ ת־בְְנֹּֽ ֹותיהֶּ םּ֮ ְלַמ ֶּלְךְּ֒א
ְס:הּודה ֹּֽ ְְַןְהח ִ ֲֵ֥טיְאֶּ ת־י
ֹּֽ ַ ַ ֹּֽלע ֲָ֖שֹותְהַ ֹּֽתֹועבֶׁ֣הְהַ ָּ֑זאתְלְְ ַ ָ֖מע
vaivnú et-bamót habá'al ashér | bêgéi ven-hinóm lêhá'avir et-bêneihém vêet-
bênóteihem lamolej ashér ló-tzivitím vêló 'álêtah 'al-libí, lá'asót ható'eváh
hazót; lêmá'an hájatí et-Iêhudáh.
Han edificado lugares altos a Baal, que están en el valle de Ben-hinom, para
hacer pasar por fuego a sus hijos y a sus hijas a Moloc; lo cual no les mandé ni
me vino a la mente que hiciesen esta abominación, para hacer pecar a Iehudá.'
445
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 32
(36)
ְֲשרְ׀
ֶׁ֣ ֶּ ֵ֛ןְכה־א ַ ֵ֥מרְיְ הוָ֖הְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ָּ֑אלְאֶּ ל־ה ִ ֶׁ֣עירְהַ ֔זאתְא ֹּֽ וְְ ע ַַ֕תהְלכ
:ְבְּוברעֵ֥בְּובַ ֹּֽדבֶּ ר
ֹּֽ ֶׁ֣דְמלְֶּך־ב ֔ ֶּבלְבַ ֶּח ֶָּ֖ר
ֹּֽ ֶּ ַםְאמְְ ִ ִ֗ריםְנִ תְְנה֙ ְבְְי
ֹּֽ אַ ֶּ ֶׁ֣ת
vê'atáh lajén kóh-amár Adonai elohéi Israél; el-ha'ír hazót, ashér | atém
ómêrím nitênah bêiád mélej-bavél, bajérev uvára'áv uvadáver .
Ahora pues, así ha dicho el Eterno Elohim de Israel: 'Con todo, en cuanto a
esta ciudad de la cual decís: 'En mano del rey de Babilonia será entregada por
la espada, por el hambre y por la peste',
(37)
ְיְּובחֲמ ִ ָ֖תי
ֹּֽ ַ יםְשםְבְְאַ ִ ֵ֥פֵ֛ ל־ה ֲאר ֔צֹותְאֲשֶֶּׁ֨ רְהִ דַ חְ ִ ֵ֥ת ֶׁ֣ ְְמכ ִ ֙הִ נְְ ִנָ֤יְמְְקַ בְְצם
:ּובְ ֶּ ֶׁ֣קצֶּ ףְג ָּ֑דֹולְ ַוה ִ ֲֹּֽשב ִתים֙ ְאֶּ ל־הַ מ ֶׁ֣קֹוםְהַ ֶּ֔זהְוְְ ֹּֽהשַ בְ ִ ָ֖תיםְל ֶּ ֹּֽבטַ ח
hinêní mêqabêtzam mikol-háaratzót, ashér hidajtím shám bêapí uvájamatí
uvqétzef gadól; vahashívotim el-hamaqóm hazéh, vêhóshavtím lavétaj.
he aquí que yo los reuniré de todos los países a los cuales los he expulsado en
mi furor, con mi ira y con gran indignación. Los haré volver a este lugar y les
haré habitar seguros.
(38)
:ְאֹלהים
ֹּֽ ִ ָ֖םְל
ֹּֽ יְאהְְיֶּ ֵ֥הְל ֶּה
ֹּֽ ֶּ ָּ֑םְוא ַ֕ ֲִנ
ֹּֽ ַ ֵ֥יּוְליְלְְע
ָ֖ ִ וְְה
vêháiu lí lê'ám; váaní éhêiéh lahém lélohím .
Haré con ellos un pacto eterno; no desistiré de hacerles bien. Pondré mi temor
en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.
446
32 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(41)
ְְבא ֔ ֱֶּמת
ֹּֽ ֶּ ֙יבְאֹותםְּונְ טַ עְ ֵ֞ ִתיםְב ָ֤א ֶּרץְהַ זאת
ָּ֑ יהָ֖םְלְְה ִ ֶׁ֣ט
ֶּ וְְשַ ְש ִ ֵ֥תיְעֲל
ְס:בְְכְל־לִ ִ ָ֖ביְּובְ כְל־נַפְ ִ ֹּֽשי
vêsastí 'aleihém lêhetív otám; unta'tím baáretz hazot béemét, bêjol-libí uvjol-
nafshí.
Me regocijaré por causa de ellos al hacerles el bien. Los plantaré en esta tierra
con verdad, con todo mi corazón y con toda mi alma.'
(42)
ְל־הרעֵ֥הֹּֽ ְהְאתְכ
ֵ֛ אתי֙ ְאֶּ ל־העֶׁ֣םְהַ ֶּ֔ז
ִ ֲשרְה ֶׁ֨ב
ָ֤ ֶּ הְכא
ֹּֽ ַ הו ֔ ְכִ י־כה֙ ְא ַ ֶׁ֣מרְי
ְרְאנ ִ ָ֖כי
ֹּֽ ֲש
ֵ֥ ֶּ טֹובהְא
֔ ֶַׁ֣ןְאנ ֵ֞ ִכיְמ ִ ָ֤ביאְעֲליהֶּ ם֙ ְאֶּ ת־כְל־ה
ֹּֽ הַ גְְדֹולָ֖הְהַ ָּ֑זאתְכ
:ְיהם ֹּֽ ֶּ דבֵ֥רְעֲל
ki-joh amár Adonai, káashér hevétí el-ha'ám hazéh, ét kol-hára'áh hagêdoláh
hazót; kén ánojí meví 'aleihem et-kol-hatováh, ashér ánojí dovér 'aleihém .
Porque así ha dicho el Eterno: 'Así como traje sobre este pueblo todo este gran
mal, así traeré sobre ellos todo el bien que hablo acerca de ellos.
(43)
ְ ֙םְאמְְ ִ ִ֗ריםְשְְמ ֵ֥מהְהִ יא
ֹּֽ ֲשרְ׀ְאַ ֶּ ֶׁ֣ת ֶׁ֣ ֶּ וְְנִ קְ נֵ֥הְהַ ש ֶּ ָ֖דהְב ֶׁ֣א ֶּרץְהַ ָּ֑זאתְא
:מ ָ֤איןְאדם֙ ְּובְ ה ֔מהְנִ תְְנָ֖הְבְְיַ ֵ֥דְהַ כ ְַש ִ ֹּֽדים
vêniqnáh hasadéh baáretz hazót; ashér | atém ómêrím shêmamáh hi meéin
adam uvhemáh, nitênáh bêiád hakasdím.
447
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 33
Vino por segunda vez la palabra del Eterno a Irmiáhu [Jeremías], estando él
todavía detenido en el patio de la guardia, y dijo:
(2)
:ְהְלהֲכִ ינָ֖הְיְ הוֵ֥הְשְְ ֹּֽמֹו
ֹּֽ ַ ֵ֥רְאֹות
ֵ֛ הוהְיֹוצ
ִ֗ ְֹּֽכה־א ַ ֵ֥מרְיְ הוָ֖הְע ָּ֑שהְי
kóh-amár Adonai 'osáĥ; Adonai iotzér otáĥ láhajináĥ Adonai shêmó .
'Así ha dicho el Eterno, quien hizo la tierra, el Eterno que la formó para
afirmarla–el Eterno es su nombre–:
(3)
ְפ:ֹותְלאְיְְדַ עְ ֹּֽתם
ֵ֥ קְְ ֵ֥ראְאלַ ָ֖יְוְְ ֶּ ֹּֽאעֱנֶּ ַָּֽ֑ךְוְְאַ ִגֹּ֧ידהְלְְךֵ֛ ְגְְדלֵ֥ ֹותְּובְ צ ָֻ֖ר
qêrá elái vêé'enéka; vêagídah lêjá gêdolót uvtzurót ló iêda'tám.
Porque así ha dicho el Eterno Elohim de Israel acerca de las casas de esta
ciudad y de las casas de los reyes de Iehudá, que fueron derribadas para
construir defensas contra los terraplenes y la espada:
(5)
יְהא ֔דםְאֲשֶּ ר־
ֹּֽ ב ִִ֗איםְלְְהִ לחם֙ ְאֶּ ת־הַ כ ְַש ִ֔דיםְּולְ מַ לְ אם֙ ְאֶּ ת־פִ גְ ֶׁ֣ר
ְמה ִ ֶׁ֣עירְהַ ֔זאתְעַ ָ֖לְכְל־
ֹּֽ ֙יְואֲשֶֶּׁ֨ רְהִ ְס ַ ָ֤ת ְר ִתיְפנַי
ֹּֽ ַ יְּובחֲמ ִ ָּ֑ת
ֹּֽ ַ ֵ֥יתיְבְְ אַ ִ ָ֖פ
ִ הִ כ
:ֹּֽרע ֹּֽתם
baím lêhilajem et-hakasdím, ulmalam et-pigréi háadám, asher-hikéiti vêapí
uvájamatí; váashér histárti fanaí méha'ír hazót, 'ál kol-rá'atám.
448
33 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Los caldeos vienen para combatir contra ellos y para llenarlas de cadáveres de
hombres, a quienes he herido con mi furor y con mi ira, pues he escondido mi
rostro de esta ciudad a causa de toda su maldad.
(6)
ְיתיְל ֔ ֶּהםְע ֶּ ֲֵ֥ת ֶּרת
ֶׁ֣ ִ אתיםְוְְגִ ל
ָּ֑ ִ ָ֖אְּורפ
ְ ֹּ֧יְמ ֲעלֶּה־לֵ֛הְאֲ רֻ כֵ֥הְּומַ ְרפ ֹּֽ ַ הִ נְְ ִנ
:ֹוםְוא ֶּ ֱֹּֽמת
ֹּֽ ֶּ ָ֖של
hinêní má'aleh-láĥ arujáh umarpé urfatím; vêgileití lahém, 'atéret shalóm
véemét.
'He aquí que yo les traeré medicina y sanidad. Yo los sanaré y les revelaré
tiempos de paz y de verdad.
(7)
ְהּודהְוְְ ָ֖אתְשְְ ֶׁ֣בּותְיִ ְשר ָּ֑אלְּובְ נִ ִ ָ֖תים
֔ ְְַוה ִ ֲֹּֽשב ִתי֙ ְאֶּ ת־שְְ ֶׁ֣בּותְי
:כְְב ִ ֹּֽראשנֹּֽה
vahashívotí et-shêvút Iêhudáh, vêét shêvút Israél; uvnitím kêvaríshonáh.
Los limpiaré de toda la maldad con que pecaron contra mí; perdonaré todos
sus pecados con que pecaron y se rebelaron contra mí.
(9)
ְוְְהֶׁ֣יְ תהְלִִ֗ יְלְְ ָ֤שםְששֹון֙ ְלִ ְתהִ לֶׁ֣הְּולְ ִתפְ ֔ ֶּא ֶּרתְלְְ ָ֖כלְגֹויֶׁ֣יְה ָּ֑א ֶּרץְאֲשֶֶּׁ֨ ר
ְםְּופח ֲֶׁ֣דּוְוְְ ֹּֽרגְְזִ֗ ּוְעַ ָ֤ל
ֹּֽ הְאֹות
֔ רְאנכִ י֙ ְע ֶּ ֶׁ֣ש ֹּֽ ֲש
ָ֤ ֶּ טֹובהְא
ִ֗ ַיִ ְשמְְ ֜עּוְאֶּ ת־כְל־ה
ְס:הְלה ֹּֽ ֶּיְעש
ֵ֥ רְאנ ִ ָ֖כ
ֹּֽ ֲש ֵ֥ ֶּ כְל־הַ טֹובה֙ ְוְְעַ ֶׁ֣לְכְל־הַ ש ֔לֹוםְא
vêháitah lí lêshém sason lithiláh ultiféret, lêjól goiéi haáretz; ashér ishmê'ú et-
kol-hatováh ashér ánojí 'oséh otám, ufájadú vêrágêzú 'ál kol-hatovah vê'ál kol-
hashalóm, ashér ánojí 'óseh láĥ.
449
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 33
(10)
ְםְאמְְ ִ ֔ריםְח ֶׁ֣רב
ֹּֽ הוהְעֹודּ֮ ְיִ ש ַ ֶׁ֣מעְבַ מקֹום־הַ ֶּזהְּ֒אֲשֶּ ר֙ ְאַ ֶּ ֶׁ֣ת ִ֗ ְֶׁ֣כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי
ְ֔הּואְמ ֵ֥איןְא ָ֖דםְּומ ֶׁ֣איןְבְְה ָּ֑מהְבְְע ָ֤ריְיְְהּודה֙ ְּובְ ח ֶֻׁ֣צֹותְיְְ ֹּֽרּוש ֔ ַל ִם
:ְיןְיֹושבְּומ ֵ֥איןְבְְה ֹּֽמה
ָ֖ ַ ֹּֽהנְְשַ ִ֗מֹותְמ ֵ֥איןְא ֵ֛דםְּומ ֵ֥א
kóh | amár Adonai 'od ishamá' bamaqom-hazeh asher atém ómêrím, jarév hú,
meéin adám umeéin bêhemáh; bê'aréi Iêhudah uvjutzót Iêrúshaláim,
hánêshamót meéin adám umeéin ioshév umeéin bêhemáh .
Así ha dicho el Eterno: 'En este lugar del cual decís que está destruido, sin
hombres y sin animales, en las ciudades de Iehudá y en las calles de
Ierushalaim [que están desoladas, sin hombres, sin habitantes y sin animales],
(11)
ְֹּ֩ולְאמְְ ִ ָ֡ריםְהֹודּו
ֹּֽ ְּ֒קֶׁ֣ הְקֹולְחתןּ֮ ְוְְ ֶׁ֣קֹולְכַלהֶׁ֣ ֶׁ֣קֹולְש ֵ֞שֹוןְוְְ ֶׁ֣קֹולְ ִש ְמ ִ֗ח
ְיםְתֹודה
ָ֖ י־טֹובְיְ הוה֙ ִ ְֹּֽכי־לְְעֹולֶׁ֣םְחַ ְסד֔ ֹוְמְְבִ ִ ֵ֥א
ָ֤ ִהוהְצְְב ֜אֹותְכ ֶׁ֨ ְאֶּ ת־י
ְס:ְָּ֑הְכי־א ִ ֹּ֧שיבְאֶּ ת־שְְבּות־ה ֵ֛א ֶּרץְכְְב ִ ֹּֽראשנָ֖הְא ַ ֵ֥מרְיְ הוֹּֽה ֹּֽ ִ בֶׁ֣יתְיְ הו
qól sasón vêqól simjáh qól jatan vêqól kalah qól ómêrím hodú et-Adonai
tzêvaót ki-tóv Adonai kí-lê'olám jasdó, mêviím todáh béit Adonai; kí-ashív et-
shêvut-haáretz kêvaríshonáh amár Adonai .
Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'En este lugar destruido, sin hombres y
sin animales, y en todas sus ciudades, otra vez habrá pastizales donde los
pastores hagan recostar a sus ovejas.
(13)
ְבְְע ֶׁ֨ריְה ֜הרְבְְע ָ֤ריְהַ שְְפלה֙ ְּובְ ע ֶׁ֣ריְהַ ֶּ֔נגֶּבְּובְ ֶּ ֹּ֧א ֶּרץְבִ נְ י ִ ֵ֛מןְּובִ ְסבִ יבֵ֥י
ְדְתע ֲֹּ֧ב ְרנהְהַ ֵ֛צאןְעַל־יְְ ֵ֥דיְמֹונֶּ ָ֖הְא ַ ֵ֥מר ֹּֽ ַ הְע
ֶׁ֣ הּוד
ָּ֑ ְְיְְ ֹּֽרּושלַ ָ֖ ִםְּובְ ע ֶׁ֣ריְי
ְס:ְיְ הוֹּֽה
450
33 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Otra vez pasarán las ovejas bajo las manos de quien las cuente en las ciudades
de la región montañosa, en las ciudades de la Sefela, en las ciudades del
Néguev, en la tierra de Binamín, alrededor de Ierushalaim y en las ciudades de
Iehudá, ha dicho el Eterno.
(14)
ְֲשר
ֵ֥ ֶּ הִ נֵ֛הְי ִ ֵ֥מיםְב ִ ָ֖איםְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְ ַוה ִ ֲֹּֽקמ ִתי֙ ְאֶּ ת־הַ דבֶׁ֣רְהַ ֔טֹובְא
:ְהּודה
ֹּֽ ְְִד ַב ְֵ֛ר ִתיְאֶּ ל־בֵ֥יתְיִ ְשר ָ֖אלְוְְעַל־בֵ֥יתְי
hinéh iamím baím nêum-Adonai; vahaqímotí et-hadavár hatóv, ashér dibárti
el-béit Israél vê'al-béit Iêhudáh .
'He aquí vienen días, dice el Eterno, en que yo cumpliré la buena promesa que
he hecho a la casa de Israel y a la casa de Iehudá.
(15)
ְהְמ ְשפֵ֥ט
ִ דְצֶׁ֣מַ חְצְְד ָּ֑קהְוְְע ֵ֛ש
ֶּ בַ י ִ ָ֤מיםְההם֙ ְּובעֶׁ֣תְהַ ִ֔היאְאַ צְ ִ ֵ֥מיחַ ְלְְד ִ ָ֖ו
:ּוצְ ד ָ֖קהְב ֹּֽא ֶּרץ
baiamím hahem uva'ét hahí, atzmíaj lêDavíd tzémaj tzêdaqáh; vê'asáh mishpát
utzdaqáh baáretz.
451
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 33
(18)
ְעֹולהְּומַ קְ ִ ֵ֥טיר
֜ ְָּ֑יְמ ֲע ֶֶּׁ֨לה
ֹּֽ ַ ישְמלְְפנ
ִ תְא ֹּֽ וְְל ַֹּֽכהֲנִ ים֙ ְהַ לְ וִ ִ֔י
ָ֖ ִ םְלא־יִ כ ֵ֥ר
ְפ:ִמנְ חֵ֛הְוְְ ֵ֥עשֶּ הְזֶּ ָ֖בַ חְכְל־הַ י ִ ֹּֽמים
vêlakóhanim halviím, ló-ikarét ísh milêfanái; má'aléh 'oláh umaqtír minjáh
vê'óseh zévaj kol-haiamím.
'Así ha dicho el Eterno: 'Si podéis invalidar mi pacto con el día y mi pacto con
la noche, de modo que no haya día ni noche a su tiempo,
(21)
ְיְמהְ יֹּֽ ֹות־לֵ֥ ֹוְבָ֖ןְמלְֶׁ֣ךְעַל־כִ ְס ָּ֑אֹו
ִ יתיְתֻ פַר֙ ְאֶּ ת־ד ִ ֶׁ֣ודְעַבְ ִ֔ד ָ֤ ִ גַם־בְְ ִר
:וְְאֶּ ת־הַ לְ וִ ִיֵ֥םְהַ ֹּֽכה ֲִנָ֖יםְמְְ ֹּֽש ְְר ֹּֽתי
gam-bêrití tufar et-Davíd 'avdí, mihíot-ló vén moléj 'al-kisó; vêet-halviím
hakóhaním mêshárêtái.
entonces también podrá ser invalidado mi pacto con mi siervo David para que
deje de tener un hijo que reine sobre su trono, y mi pacto con los levitas, los
sacerdotes que me sirven.
(22)
דְחֹולְהַ יָּ֑םְכֶׁ֣ןְאַ ְר ִ֗ ֶּבהְאֶּ ת־
ֶׁ֣ רְלא־יִ ספר֙ ְצְְבֶׁ֣אְהַ ש ֔ ַמיִ םְוְְ ֵ֥לאְיִ ַ ָ֖מ ֹּֽ ֲש ָ֤ ֶּ א
ְס:ְֶֶּׁ֨ז ַרע֙ ְד ִוֶׁ֣דְעַבְ ִ֔דיְוְְאֶּ ת־הַ לְ וִ ִיָ֖םְמְְ ֹּֽש ְְר ֵ֥תיְא ִ ֹּֽתי
ashér ló-isafer tzêvá hashamáim, vêló imád jól haiám; kén arbéh et-zéra'
Davíd 'avdí, vêet-halviím mêshárêtéi otí .
Como no puede ser contado el ejército del cielo, ni se puede medir la arena del
mar, así multiplicaré la descendencia de mi siervo David y de los levitas que
me sirven.''
452
33-34 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(23)
:ְאמר
ֹּֽ הְאל־יִ ְרמְְיָ֖הּוְל
ֹּֽ ֶּ הו
֔ ְַוַֹּֽֽיְ הִ י֙ ְדְְבַ ר־י
váihí dêvar-Adonai, él-Irmêiáhu lemór .
Vino a Irmiáhu [Jeremías] la palabra del Eterno, diciendo:
(24)
ְאמרְשְְ ֶׁ֣תיְהַ ִמ ְשפ ִ֗חֹותְאֲשֶֶּׁ֨ ר ֔ הֲלֶׁ֣ ֹואְר ִִ֗איתְְ ֹּֽמה־העָ֤םְהַ זֶּה֙ ְִדבְְ ֶׁ֣רּוְל
ֹּֽ ִ ב ַחֹּ֧רְיְ הוֵ֛הְב ֶּהָ֖םְוַיִ ְמא ָּ֑סםְוְְאֶּ ת־ע ִַמי֙ ְיִ נְ א ֔צ
ְּוןְמהְְיֵ֥ ֹותְעָ֖ ֹודְגֵ֥ ֹוי
ְס:ְיהם ֹּֽ ֶּ לִ פְ נ
haló raíta máh-ha'ám hazeh dibêrú lemór, shêtéi hamishpajót ashér bajár
Adonai bahém vaimasém; vêet-'amí inatzún, míhêíot 'ód gói lifneihém .
'¿No has observado lo que ha hablado este pueblo, diciendo: 'el Eterno ha
desechado a las dos familias que escogió'? Han tenido en poco a mi pueblo,
hasta no considerarlo más como nación.
(25)
ְיְיֹומםְולָּ֑יְ להְח ֵֻ֛קֹותְש ַ ֵ֥מיִ םְו ָ֖א ֶּרץ
ֶׁ֣ ית ָ֖ ִ ם־לאְבְְ ִר
ֵ֥ הְא
ִ הו
֔ ְֹּ֚כהְא ַ ֶׁ֣מרְי
:ְא־שמְְ ִתיֹּֽ ל
kóh amár Adonai, im-ló vêrití iomám valáilah; juqót shamáim vaáretz lo-
sámêti .
Así ha dicho el Eterno: Si no he establecido mi pacto con el día y la noche, y
si no he puesto las leyes del cielo y de la tierra,
(26)
ְְמשְְלִ֔ יםְאֶּ ל־זֶּ ֵ֥ ַַֽרעֹּֽ ֙תְמז ְַרעֹו
ִ ַסְמ ַ ָ֤קח
ִ עְיעֲקֹובְּ֩וְְד ִֶׁ֨ודְעַבְ ִ֜דיְאֶּ ְמ ִ֗ ַא ֹּֽ ַ גַם־זֶּ ֶׁ֣ ַַֽר
ְבּותם ָ֖ ְְבְכי־אשובְ(א ִ ֵ֥שיב)ְאֶּ ת־ש ֹּֽ ִ אַ בְ רהָ֖םְיִ ְשחֶׁ֣קְוְְ ַ ֹּֽיע ֲָּ֑ק
ְפ:וְְ ִ ֹּֽרחַ ְמ ִ ֹּֽתים
gam-zéra' iá'aqov vêDavíd 'avdí emás miqájat mizar'ó móshêlím, el-zéra'
avrahám isjáq vêIá’aqóv; kí-SVV (ashív) et-shêvutám vêríjamtím.
entonces desecharé la descendencia de Iaaqov y a mi siervo David, para no
tomar de su descendencia quien gobierne a la descendencia de Avraham, de
Itzjac y de Iaaqov. Porque los restauraré de su cautividad y tendré de ellos
misericordia.'
En paz morirás; y como se quemó incienso por tus padres, los reyes que te
precedieron, así se quemará por ti. Y harán lamentación por ti diciendo: '¡Ay
señor!', porque yo he hablado la palabra', dice el Eterno.
(6)
ְהְאתְכְל־הַ דְְב ִ ֵ֥רים
ֵ֛ הּוד
ָּ֑ ְְָ֖הּוְמלְֶּךְי
ֶׁ֣ ֶּ וַיְ דַ בר֙ ְיִ ְרמְְיֶׁ֣הּוְהַ נ ִ֔ביאְאֶּ ל־צִ ְדקִ י
:ה ָ֖אלֶּהְבִ ֹּֽירּוש ֹּֽל ִם
vaidaber Irmêiáhu hanaví, el-Tzidqiáhu mélej Iêhudáh; ét kol-hadêvarím
haéleh birúshaláim.
La palabra que vino a Irmiáhu [Jeremías] de parte del Eterno, después que el
rey Sedequías hizo pacto con todo el pueblo en Ierushalaim para promulgarles
libertad,
(9)
ְֹוְהעִ בְ ִ ֵ֥ריְוְְ ֹּֽהעִ בְ ִריָ֖ה
ֹּֽ ת־שפְ ח ֵ֛ת ִ ֶַּחְאישְאֶּ ת־עַבְ דֵ֞ ֹוְוְְ ִ ֹּ֧אישְא
ֶׁ֣ ִ ִּ֠לְְשַ ל
:יהּוְאיש
ֹּֽ ִ יהּודיְא ִ ָ֖ח
ֵ֥ ִ ֵ֛םְב
ֹּֽ ִ חְפְ ִ ָּ֑שיםְלְְבִ לְ ִ ֹּ֧תיְעֲבְד־ב
lêshalaj ísh et-'avdó vêísh et-shifjató há'ivrí vêhá'ivriáh jofshím; lêviltí 'avod-
bám bíhudí ajíhu ísh.
455
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 34
Oyeron esto todos los magistrados y todo el pueblo que habían participado en
el pacto de dejar en libertad, cada uno a su esclavo o a su esclava, para que
ninguno se sirviese más de ellos como esclavos, y obedecieron dejándoles en
libertad.
(11)
ְרְשלְְ ָ֖חּו
ִ ֲשֵ֥ ֶּ ת־העֲב ִדים֙ ְוְְאֶּ ת־הַ שְְפ ֔חֹותְא ֹּֽ ֶּי־כןְוַי ִ֗ ִשבּוְא ֔ ְאחֲר
ֹּֽ ַ ֙וַי ֶׁ֨שּובּו
ְפ:ּום)ְלעֲב ִ ָ֖דיםְוְְלִ ְשפ ֹּֽחֹות
ֹּֽ ַ יםְויכבישוםְ(וַֹּֽֽיִ כְ בְְ ֔ש
ַ חְפְ ִ ָּ֑ש
vaiashúvú ájarei-jén, vaiashívu et-há'avadim vêet-hashêfajót, ashér shilêjú
jofshím; VIJVISVM (váijbêshúm), lá'avadím vêlishfajót.
Entonces la palabra del Eterno vino a Irmiáhu [Jeremías], de parte del Eterno,
diciendo:
(13)
ְלְאנ ִ֗ ִכיְכ ַ ָ֤ר ִ ֹּֽתיְבְְ ִרית֙ ְאֶּ ת־א ֲֶׁ֣בֹותי ֶּ֔כם
ֹּֽ ֹּֽכה־א ַ ֵ֥מרְיְ הוָ֖הְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ָּ֑א
:ְאמר ֹּֽ םְמבֵ֥יתְעֲב ִ ָ֖דיםְל ִ ִץְמצְ ַ ֔רי
ִ ֹוםְהֹוצִ ִ ָ֤איְאֹותם֙ ְמ ֶּ ֶׁ֣א ֶּר
ֹּֽ ֶׁ֨בְְי
kóh-amár Adonai elohéi Israél; ánojí karátí vêrit et-avóteijém, bêíom hótzií
otam meéretz mitzráim, mibéit 'avadím lemór .
'Yo hice pacto con vuestros padres, ha dicho el Eterno Elohim de Israel, el día
que los saqué de la tierra de Egipto, de casa de esclavitud, diciendo:
456
34 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(14)
ְֲשר־יִ מכֶׁ֣רְלְְ ִ֗ךֹּֽ ֶּ יוְהעִ בְ ִ ֜ריְא
ֹּֽ ּוְאישְּ֩אֶּ ת־א ִֶׁ֨ח ִ יםְתשַ לְְ ָ֡חְֹּֽ ְ ץְשבַ עְש ָ֡ ִנ
ֶׁ֣ ֶּ ִמ ֶׁ֣ק
ְ ֙יְמעִ ָּ֑מְךְוְְ ֹּֽלא־שְמְְעָ֤ ּוְא ֲֹּֽבֹותיכֶּם
ֹּֽ ְששְש ֔ ִניםְוְְ ִשלַחְ ֵ֥תֹוְחְפְ ִ ָ֖ש ֶׁ֣ ַ֙וע ֲֹּֽבדְְך
:א ַ֔ליְוְְ ֵ֥לאְהִ ָ֖טּוְאֶּ ת־אְ ְְזנֹּֽם
miqétz shéva' shaním têshalêjú ish et-ajív há'ivrí ashér-imajér lêjá va'avádêjá
shésh shaním, vêshilajtó jofshí mé'imáj; vêló-shomê'ú avóteijem elái, vêló hitú
et-ozênám.
'Cada siete años dejaréis en libertad, cada uno a su hermano hebreo que se os
haya vendido. Te servirá seis años, y lo dejarás ir libre de ti.' Pero vuestros
padres no me escucharon, ni inclinaron su oído.
(15)
ְֹורְאיש
ֶׁ֣ ִ וַתשֶֻׁ֨ בּוְאַ ֜ ֶּתםְהַ יִ֗ ֹוםְו ַ ַֹּֽתע ֲָ֤שּוְאֶּ ת־הַ ישר֙ ְבְְעי ַ֔ניְלִ קְ ֵ֥ראְדְְ ָ֖ר
:לְְרעָּ֑הּוְו ִַתכְ ְְר ָ֤תּוְבְְ ִרית֙ ְלְְפ ַ֔ניְבַ ַ֕ ַביִ תְאֲשֶּ ר־נִ קְ ֵ֥ראְשְְ ִ ָ֖מיְע ֹּֽליו
vatashúvu atém haióm vatá'asú et-haiashar bê'einái, liqró dêrór ísh lêre'éhu;
vatijrêtú vêrit lêfanái, babáit asher-niqrá shêmí 'aláv.
Ahora vosotros os habíais vuelto a mí y habíais hecho lo recto ante mis ojos,
al proclamar libertad cada uno a su prójimo, y habíais hecho un pacto en mi
presencia, en el templo sobre el cual es invocado mi nombre.
(16)
בּוְאישְאֶּ ת־עַבְ דֹו֙ ְוְְ ִ ֶׁ֣אישְאֶּ ת־ ָ֤ ִ וַתשֶֻׁ֨ בּו֙ ְוַתְְחַ לְְלֶׁ֣ ּוְאֶּ ת־שְְ ִ֔מיְוַת ִ֗ ִש
ְםְלהְְיֶׁ֣ ֹות
ֹּֽ ִ ר־שלַחְ ֶּ ֵ֥תםְחְפְ ִ ָ֖שיםְלְְנַפְ ָּ֑שםְו ִַתכְ בְְ ֶׁ֣שּוְא ֔ת
ִ ִֶּשפְ ח ֔תֹוְאֲש
ְס:םְלעֲב ִ ָ֖דיםְוְְלִ ְשפ ֹּֽחֹות ֹּֽ ַ ל ֶּ֔כ
vatashúvú vatêjalêlú et-shêmí, vatashívu ísh et-'avdó vêísh et-shifjató, asher-
shilajtém jofshím lênafshám; vatijbêshú otám, líhêíot lajém, lá'avadím
vêlishfajót.
457
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 34
Haré que los hombres que traspasaron mi pacto y que no han cumplido las
palabras del pacto que hicieron en mi presencia, sean como el becerro que
dividieron en dos partes y pasaron en medio de las mitades.
(19)
ְהּודהְוְְש ֶׁ֣ריְיְְ ֹּֽרּוש ִ֗ ַל ִםְהַ ֹּֽס ִר ִסים֙ ְוְְהַ ֶׁ֣כה ֔ ֲִניםְוְְ ָ֖כלְעַ ֶׁ֣םְה ָּ֑א ֶּרץ
֜ ְְש ֶׁ֨ריְי
:ה ֶׁ֣עבְ ִ ֔ריםְבָ֖יןְבִ ְת ֵ֥ריְה ֹּֽעגֶּל
saréi Iêhudáh vêsaréi Iêrúshaláim hasárisim vêhakóhaním, vêjól 'ám haáretz;
ha'óvrím, béin bitréi ha'égel.
los entregaré en mano de sus enemigos y en mano de los que buscan sus
vidas; y sus cadáveres servirán de comida a las aves del cielo y a los animales
de la tierra.
(21)
ְיהםְּובְ יַ ָ֖ד
ֶּ ֔ ֶׁ֣דְאיְְב
ֹּֽ ַהּודהְוְְאֶּ ת־ש ִ֗ריוְאֶּ תן֙ ְבְְי ֜ ְְהּוְמלְֶּך־יֹּֽ ֶּ וְְאֶּ ת־צִ ְדקִ ֶׁ֨י
:יכם
ֹּֽ ֶּ לְהע ִ ָ֖ליםְ ֹּֽמעֲל
ֹּֽ ילְמלְֶּךְב ֔ ֶּב
ֶׁ֣ ֶּ דְח
ֹּ֚ מְְבַ קְ ֶׁ֣שיְנַפְ ָּ֑שםְּובְ ִַ֗י
vêet-Tzidqiáhu mélej-Iêhudáh vêet-saráv eten bêiád óiêveihém, uviád
mêvaqshéi nafshám; uviád jéil mélej bavél, há'olím mé'aleijém.
458
34-35 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
He aquí, yo daré órdenes y les haré volver a esta ciudad, dice el Eterno. Ellos
combatirán contra ella; la tomarán y la incendiarán. Y a las ciudades de
Iehudá las convertiré en una desolación, de modo que no haya quien las
habite.'
La palabra que vino a Irmiáhu [Jeremías] de parte del Eterno en los días de
Joacim hijo de Josías, rey de Iehudá, diciendo:
(2)
ֶׁ֣יתְיְהוהְאֶּ ל־
֔ ְאֹותםְ ַוה ִ ֲֹּֽבאֹותם֙ ְב
֔ הלֹוְךּ֮ ְאֶּ ל־בֶׁ֣יתְה ֹּֽרכבִ יםְּ֒וְְ ִדבַ ְר ֶׁ֣ת
:ְםְיַֽיִ ן
ֹּֽ ְאֹות
ָ֖ ית ֵ֥ ִאַ ַחָ֖תְהַ לְְשכָּ֑ ֹותְוְְהִ ְשק
haloj el-béit haréjavim vêdibartá otám, vahavíotam béit Adonai, el-aját
halêshajót; vêhishqitá otám iáin .
'Ve a la familia de los recabitas, habla con ellos, tráelos a la casa del Eterno, a
una de las cámaras, y dales de beber vino.'
(3)
ָ֤הְבן־יִ ְרמְְ ֶׁ֨יהּו֙ ְבֶּ ן־חֲבַ צִ נְ ֔יהְוְְאֶּ ת־אֶּ חָ֖יוְוְְאֶּ ת־כְל־
ֹּֽ ֶּ ת־י ֲאזַנְ י
ֹּֽ ַ ֶּוֹּֽאֶּ ֵ֞ ַקחְא
:בנָּ֑יוְוְְ ָ֖אתְכְל־בֵ֥יתְה ֹּֽרכ ִ ֹּֽבים
váeqáj et-iáazaniáh vén-irmêiáhú ben-javatziniáh, vêet-ejáv vêet-kol-banáv;
vêét kol-béit haréjavím.
459
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 35
(4)
ְָ֖הּוְאיש
ֶׁ֣ ִ הוהְאֶּ ל־לִ ְש ִַ֗כתְבְְנֵ֛יְח ֵ֥נַֽןְבֶּ ן־יִ גְ דַ לְ י ֔ ְוֹּֽא ִ ָ֤באְאתם֙ ְבֶׁ֣יתְי
ְרְמ ִ֗ ַמעַלְלְְלִ ְשכַ ֵ֛ת
ִ ֲש ֶׁ֣ ֶּ ר־אצֶּ לְ֙לִ ְשכַ ֶׁ֣תְהַ ש ִ ֔ריםְא
ֶׁ֨ ֱֶֹּלהיםְאֲש ָּ֑ ִ ֹּֽהא
:ְַ ֹּֽמעֲשיֵ֥הּוְבֶּ ן־שַ לֻ ָ֖םְש ֵ֥מרְהַ ַ ֹּֽסף
váaví otam béit Adonai, el-lishkát bênéi Janán ben-igdaliáhu ísh háelohím;
asher-étzel lishkát hasarím, ashér mimá'al lêlishkát má'aseiáhu ven-shalúm
shomér hasáf .
Y los traje a la casa del Eterno, a la cámara de los hijos de Hanán hijo de
Igdalías, hombre de Elohim, la cual estaba junto a la cámara de los
magistrados, que estaba encima de la cámara de Maasías hijo de Salum,
guardia de la puerta.
(5)
ְוֹּֽאֶּ ֵ֞תןְלִ פְ נֶׁ֣יְ׀ְבְְנֶׁ֣יְבית־ה ֹּֽרכ ִִ֗ביםְגְְבִ ִ ֵ֛עיםְמְְל ִ ֵ֥איםְיַ ַָֽ֖יִ ןְוְְכ ָּ֑סֹותְוֹּֽא ַ ֵ֥מר
:תּו־יַֽיִ ן
ֹּֽ ְְיהָ֖םְש ֶּ אֲל
váetén lifnéi | bênéi veit-haréjavím gêvi'ím mêleím iáin vêjosót; váomár
aleihém shêtu-iáin.
Pero ellos dijeron: –No beberemos vino, porque nuestro padre Jonadab hijo de
Recab nos mandó diciendo: 'No beberéis vino jamás, ni vosotros ni vuestros
hijos.
(7)
ְאְיהְ יֶּ ָ֖הְלכֶּ ָּ֑ם
ֹּֽ ִ א־ת ֔טעּוְוְְ ֵ֥ל
ִ םְל ֹּֽ א־תז ְֶׁ֨רעּו֙ ְוְְכֶּ ֶֶּׁ֣רִ עְל
ֹּֽ א־תבְ נִ֗ ּוְוְְזֶּ ָ֤ ַַֽר ִ תְל
ֹּֽ ִּובֶׁ֣י
ַ
ְיםְרבִ ים֙ ְעַל־פְְנֶׁ֣י ַ ַןְתחְְי֜ ּוְי ִ ָ֤מ
ֹּֽ ִ יםְתשְְבּו֙ ְכְל־יְְמי ֶּ֔כםְלְְ ֶׁ֨ ַמע ֹּֽ יְבאְה ִ ָ֤לֹּֽ ִִּ֠כ
:ְיםְשם ֹּֽ ֲשרְאַ ֶּ ָ֖תםְג ִ ֵ֥ר ֵ֥ ֶּ ֹּֽהאֲד ֔מהְא
uváit ló-tivnú vêzéra' ló-tizrá'ú vêjérem ló-titá'u, vêló IHIÉH lajém; kí
báohalím téshêvú kol-iêmeijém, lêmá'an tíjêíu iamím rabim 'al-pênéi
háadamáh, ashér atém garím shám .
460
35 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
461
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 35
(13)
ְהּודה
֔ ְְֹּֽכה־א ֵ֞ ַמרְיְ הוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ֔אלְהֹלָ֤ ְךְוְְ ֹּֽאמַ ְר ֙תְלְְ ִ ֶׁ֣אישְי
ֹואְתקְ ֵ֥חּוְמּוסֵ֛רְלִ ְש ֵ֥מעְַאֶּ ל־דְְב ַ ָ֖ריְנְְאֻם־ ִ ֹושבָ֖יְיְְ ֹּֽרּוש ָּ֑ל ִםְה ֲֶׁ֨ל
ְ ֹּּֽולְ י
:יְ הוֹּֽה
kóh-amár Adonai tzêvaot elohéi Israél, halój vêámartá lêísh Iêhudáh,
ulíoshvéi Iêrúshaláim; haló tiqjú musár lishmó'a el-dêvarái nêum-Adonai .
Las palabras de Jonadab hijo de Recab, que mandó a sus hijos que no
bebiesen vino, han sido cumplidas, y no lo han bebido hasta el día de hoy,
porque han obedecido el mandamiento de su padre. Sin embargo, yo os he
hablado a vosotros persistentemente, y no me habéis obedecido.
(15)
ְאמר ָ֡ וֹּֽאֶּ ְשלַ ֶׁ֣חְאֲליכֶּ ֶׁ֣םְאֶּ ת־כְל־עֲב ַ ֶׁ֣דיְהַ נְְבִ ִ ֶׁ֣איםְ׀ְהַ ְשכֶׁ֣םְוְְשֹלֶׁ֣ חַ ְ׀ְל
ְּוְאח ֲֶׁ֨רי
ֹּֽ ַ ֜ל־תלְ כ ֶׁ֨ ַיבּוְמעַלְְלי ִֶּ֗כםְוְְא
ֹּֽ ַ יט ֶׁ֣ ִ ֹוְהר ֜עהְוְְה ֹּֽ ְֶּׁ֨֩מדַ ְרכ
ִ אְאיש ִ בּו־נ ָ֡ ֻ ֹּֽש
ְל־האֲד ֔מהְאֲשֶּ ר־נ ַ ֵ֥ת ִתיְלכֶּ ָ֖ם ֶׁ֣ ֶּםְּושבּו֙ ְא
ְ ֱֹלהיםְאֲח ִרים֙ ְלְְעְבְ ֔ד ָ֤ ִ א
:ְְאת־אְ ְְזנְ ֶּ֔כםְוְְ ֵ֥לאְשְְמַ עְ ֶּ ָ֖תםְא ֹּֽלי ֹּֽ ֶּ ֙וְְ ַלא ֲֹּֽבתיכֶּ ָּ֑םְוְְ ָ֤לאְהִ ִטיתֶּ ם
váeshláj aleijém et-kol-'avadái hanêviím | hashkém vêshalóaj | lemór shúvu-ná
ish midarkó hára'áh vêheitívu má'alêleijém vêal-téljú ájaréi elohím ajerim
lê'ovdám, ushvú el-háadamáh, asher-natáti lajém vêlaavóteijém; vêló hititem
ét-ozênjém, vêló shêma'tém elái .
Os he enviado persistentemente todos mis siervos los profetas, para deciros:
'Apartaos, cada uno de su mal camino; enmendad vuestras obras y no vayáis
tras dioses ajenos para servirlos, y habitaréis en la tierra que os he dado a
vosotros y a vuestros padres.' Pero no habéis inclinado vuestro oído, ni me
habéis obedecido.
462
35 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(16)
ְֲשרְצִ ּוָּ֑ם
ֶׁ֣ ֶּ יהָ֖םְא
ֶּ ִת־מצְ וַ ֵ֥תְאֲב
ִ ִֶּ ֶׁ֣כיְה ִ֗ ִקימּוְבְְני֙ ְיְְ ֹּֽהֹונ ֶׁ֣דבְבֶּ ן־ר ֔כבְא
:אְשמְְעָ֖ ּוְא ֹּֽלי
ֹּֽ הְל ֵ֥ וְְהעֶׁ֣םְהַ ֶּ֔ז
kí heqímu bêneí iêhónadáv ben-rejáv, et-mitzvát avihém ashér tzivám;
vêha'ám hazéh, ló shámê'ú elái.
Ciertamente los hijos de Jonadab hijo de Recab han cumplido el mandamiento
que les dio su padre, pero este pueblo no me ha obedecido.
(17)
הוהְאֱֹלהָ֤יְצְְבאֹות֙ ְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ֔אלְהִ נְְ ִנֹּ֧יְמ ִ ֶׁ֣ביאְאֶּ ל־ ֜ ְןְכה־א ֶׁ֨ ַמרְי ֹּֽ ִּ֠לכ
ְרְד ַב ְָ֖ר ִתי
ִ ֲש ֵ֥ ֶּ םְאתְכְל־הֶׁ֣ר ֔עהְא ֹּ֚ ִ ֹושבי֙ ְיְְ ֶׁ֣רּוש ֔ ַל
ְ ֹּֽהּודהְוְְ ֶּ ָ֤אלְכְל־י ִ֗ ְְי
:ְַןְד ַב ְָ֤ר ִתיְאֲליהֶּ ם֙ ְוְְ ֶׁ֣לאְש ֔מעּוְוֹּֽאֶּ קְ ֵ֥ראְל ֶּהָ֖םְוְְ ֵ֥לאְענֹּֽ ּו
ִ יהָּ֑םְיַ ֶׁ֣ע ֶּ עֲל
lájen kóh-amár Adonai elohéi tzêvaot elohéi Israél, hinêní meví el-Iêhudáh
vêél kol-íoshveí Iêrúshaláim, ét kol-hára'áh, ashér dibárti 'aleihém; iá'an
dibárti aleihem vêló shamé'u, váeqrá lahém vêló 'anú .
Por tanto, así ha dicho el Eterno Elohim de los Ejércitos, Elohim de Israel: 'He
aquí, yo traeré sobre Iehudá y sobre todos los habitantes de Ierushalaim todo
el mal del que he hablado contra ellos. Porque les hablé, y no escucharon; los
llamé, y no respondieron.'
(18)
ְהּוְכה־א ֵ֞ ַמרְיְ הוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְאֱֹלהֶׁ֣י ֹּֽ ּולְ ֶׁ֨ביתְה ֹּֽרכ ִ֜ביםְא ַ ֶׁ֣מרְיִ ְרמְְ ִ֗י
ְ ָּ֑֙םְו ִֹּֽת ְש ְְמרּו
ַ ֶַּל־מצְ וַ ָ֖תְיְְ ֹּֽהֹונ ֶׁ֣דבְאֲבִ יכ
ִ ֲשרְשְְמַ עְ ֔ ֶּתםְע ֶׁ֣ ֶּ יִ ְשר ֔אלְ ַֹּ֚יעַןְא
:ְיוְוֹּֽתַ ע ֲ֔שּוְכְְ ֵ֥כלְאֲשֶּ ר־צִ ּוָ֖הְאֶּ ְת ֶּ ֹּֽכם
ַ ל־מצְ ֹו ֔ת ִ ְאֶּ ת־כ
ulvéit haréjavím amár Irmêiáhu kóh-amár Adonai tzêvaot elohéi Israél, iá'an
ashér shêma'tém, 'al-mitzvát iêhónadáv avijém; vátishmêrú et-kol-mitzotáv,
váta'asú, kêjól asher-tziváh etjém .
por esto no faltará un hombre a Jonadab hijo de Recab que esté de pie delante
de mí todos los días', ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel.
463
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 36
Aconteció en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de Iehudá, que vino a
Irmiáhu [Jeremías] esta palabra de parte del Eterno, diciendo:
(2)
ְר־ד ַב ְֹּ֧ר ִתי
ִ ֶּתְכל־הַ דְְב ִ ֵ֞ריםְאֲשְ ְאֶׁ֣ קַ ח־לְְךּ֮ ְמְְגִ לַת־ס ֶּפרְּ֒וְְ ֹּֽכתַ בְ ֶׁ֣תְא ִֶּ֗ליה
ְ ֹ֙וםְד ַב ְָ֤ר ִתיְא ֶֶּׁ֨ליך
ִ ֵָּ֑֞םְמי
ִ גֹוי ִ ַהּודהְוְְעַל־כְל־ה ָ֖ ְְאלֶּ ֵ֛יךְעַל־יִ ְשר ֵ֥אלְוְְעַל־י
:אש ֔יהּוְוְְעַ ָ֖דְהַ יֵ֥ ֹוםְהַ ֶּזֹּֽה
ִ יְיֹּֽ ימ
ֶׁ֣ ִמ
qaj-lêjá mêgilat-sefer vêjátavtá eléiha ét kol-hadêvarím asher-dibárti eléja 'al-
Israél vê'al-Iêhudáh vê'al-kol-hagoím; mióm dibárti eléjá miméi Ióshiáhu,
vê'ád haióm hazéh.
464
36 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Pues entra tú en la casa del Eterno en un día de ayuno, y lee del rollo las
palabras del Eterno que te he dictado, a oídos del pueblo, y también a oídos de
todos los de Iehudá que vienen de sus ciudades.
(7)
ְָּ֑הְכי־ג ָ֤דֹול
ֹּֽ ִ ֹוְהרע
ֹּֽ ֶׁ֣ישְמדַ ְרכ
ִ בּוְא ָ֖ ִ ַֻ֕הוהְוְְיש
֔ ְיְת ָ֤פלְתְְחִ נתם֙ ְלִ פְ נֶׁ֣יְי
ִ אּו ֵַ֞ל
:ְר־ד ֶּבֵ֥רְיְ הוָ֖הְאֶּ ל־העֵ֥םְהַ ֶּזֹּֽהִ ֶּהאַ ף֙ ְוְְ ַהֶׁ֣ח ֔מהְאֲש
ulái tipól têjinatam lifnéi Adonai, vêiashúvu ísh midarkó hára'áh; kí-gadól
haaf vêhájemáh, asher-dibér Adonai el-ha'ám hazéh .
Baruc hijo de Nerías hizo conforme a todo lo que le mandó el profeta Irmiáhu
[Jeremías], y leyó del libro las palabras del Eterno, en la casa del Eterno.
465
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 36
(9)
ְָ֤הּוְמלְֶּך־יְְהּודה֙ ְבַ ֶׁ֣חדֶּ ש
ֹּֽ ֶּ אשי
ִ ן־י
ֹּֽ ֶּיהֹוי ֶׁ֨ ִקיםְב
ֹּֽ ִֶׁ֣הְהח ֲִמ ִשיתְל
ֹּֽ ַ ִּ֠ וַיְ ִ ֶׁ֣היְבַ שנ
ְּוְצֹוםְלִ פְ נֹּ֧יְיְ הוֵ֛הְכְל־העָ֖םְבִ ֹּֽירּוש ָּ֑ל ִםְוְְכְל־ה ִ֗עם֜ יְק ְְר ֶׁ֨א ֹּֽ הַ תְְ ִש ֔ ִע
:ְהּודהְבִ ֹּֽירּוש ֹּֽל ִם
ָ֖ ְְיםְמע ֵ֥ריְי ֹּֽ הַ ב ִ ֵ֛א
vaihí vashanáh hájamishit lihóiaqím ben-Ióshiáhu mélej-Iêhudah bajódesh
hatêshi'í, qárêú tzóm lifnéi Adonai kol-ha'ám birúshaláim; vêjol-ha'ám habaím
mé'aréi Iêhudáh birúshaláim .
Sucedió en el mes noveno del quinto año de Joacim hijo de Josías, rey de
Iehudá, que proclamaron ayuno delante del Eterno para todo el pueblo de
Ierushalaim y para todo el pueblo que venía a Ierushalaim de las ciudades de
Iehudá.
(10)
ְּ֩ת־דבְ ֵ֥ריְיִ ְרמְְיָ֖הּוְבֶׁ֣יתְיְ הוָּ֑הְבְְלִ ְש ַָ֡כתְגְְמַ ְריהּו ִ ֶּוַיִ קְ ֶׁ֨ראְב ֵ֥רּוְךְבַ ֵ֛ספֶּרְא
ְְהח ֔דשְבְְאְזְנָ֖י ֹּֽ ֶּ ֙חְשעַרְבית־יְ הוה ָ֤ ַ ֶַׁ֣רְהעֶּלְ יִ֗ ֹוןְפֶּ ֶׁ֣ת
ֹּֽ רְבחצ
ֹּֽ ֶּ בֶּ ן־ש ֶׁ֨פןְהַ ס ֜פ
:ְכְל־ה ֹּֽעם
vaiqrá varúj baséfer et-divréi Irmêiáhu béit Adonai; bêlishkát gêmariahú ven-
shafán hasofér béjatzér há'elíon pétaj shá'ar beit-Adonai héjadásh, bêoznéi
kol-ha'ám .
Y Baruc leyó del libro, a oídos de todo el pueblo, las palabras de Irmiáhu
[Jeremías], en la casa del Eterno, en la cámara de Gemariá [Gemarías], hijo
del escriba Safán, la cual estaba en el atrio superior, a la entrada de la puerta
Nueva de la casa del Eterno.
(11)
ְל־דבְ ֵ֥ריְיְ הוָ֖הְמעַ ֵ֥ל ִ ִַַּ֠ויִ ְשמ
ִ ְעְמ ֶׁ֨כיְ הּוְבֶּ ן־גְְמַ ְריֹּ֧הּוְבֶּ ן־שפֵ֛ןְאֶּ ת־כ
:ְהַ ֹּֽספֶּר
váishma' mijáihu ven-gêmariáhu ven-shafán et-kol-divréi Adonai me'ál
haséfer .
466
36 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
descendió a la casa del rey, a la cámara del escriba. Y he aquí que todos los
magistrados estaban sentados allí: el escriba Elisama, Delaías hijo de Semeías,
Elnatán hijo de Acbor, Gemariá [Gemarías] hijo de Safán, Sedequías hijo de
Ananías y los demás magistrados.
(13)
ְֲשרְש ָּ֑מעְַבִ קְ ֵ֥ראְב ֵ֛רּוְךְבַ ָ֖ספֶּר
ֶׁ֣ ֶּ הּוְאתְכְל־הַ דְְב ִ ָ֖ריםְא
ֵ֥ ְְמ ֔כי
ִ ַ֙ויַגָ֤דְלהֶּ ם
:בְְאְזְנֵ֥יְה ֹּֽעם
vaiagéd lahem mijáihu, ét kol-hadêvarím ashér shamé'a; biqró varúj baséfer
bêoznéi ha'ám.
Miqueas les refirió todas las palabras que había oído a Baruc leer del libro, a
oídos del pueblo.
(14)
ְן־של ְֶּמיֶׁ֣הּו ִָ֡ ְְוַיִ ְשלְְ ֶׁ֨חּוְכְל־הַ ש ִ ֜ריםְאֶּ ל־ב ִ֗רּוְךְאֶּ ת־י
ֹּֽ ֶּ ֶּהּודיְבֶּ ן־נְְִּ֠תַ נְ יהּוְב
ְ ָ֖ן־כּושיּ֮ ְלאמרְּ֒הַ מְְגִ ִ֗להְאֲשֶֶּׁ֨ רְק ָ֤ראתְבה֙ ְבְְאְזְנֶׁ֣יְה ֔עםְק ֶּחֵ֥נהְבְְ ֹּֽיַֽדְְך ִ ֶּב
:יהם ֹּֽ ֶּ ולְָּ֑ךְ ִַּ֠ויִ קַ חְב ֶׁ֨רּוְךְבֶּ ן־נ ִַֹּֽֽריָ֤הּוְאֶּ ת־הַ מְְגִ לה֙ ְבְְיד֔ ֹוְוַי ָ֖באְאֲל
vaishlêjú jol-hasarím el-Barúj et-iêhudí ben-Nêtaniahu ben-shélemiáhu ven-
kushí lemor hamêgiláh ashér qaráta baĥ bêoznéi ha'ám, qajénah vêiádêjá
valéj; váiqaj Barúj ben-Nériáhu et-hamêgilah bêiadó, vaiavó aleihém.
(16)
ּוְאישְאֶּ ל־רעָּ֑הּוְו ַֹּֽיאמְְרּו֙ ְאֶּ ל־
ֶׁ֣ ִ וַיְ ִִ֗היְכְְשְ ְמעם֙ ְאֶּ ת־כְל־הַ דְְב ִ ֔ריםְ ֹּֽפח ֲָ֖ד
:ְֶּךְאתְכְל־הַ דְְב ִ ָ֖ריםְה ֹּֽאלֶּהֵ֥ ב ֔רּוְךְהַ גָ֤ידְנַגִ יד֙ ְל ֔ ֶַּמל
vaihí kêshom'am et-kol-hadêvarím, pájadú ísh el-re'éhu; vaiómêrú el-Barúj,
hagéid nagid lamélej, ét kol-hadêvarím haéleh.
467
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 36
Y sucedió que cuando oyeron todas aquellas palabras, cada uno, espantado, se
volvió a su compañero. Y dijeron a Baruc: –¡Sin falta hemos de referir al rey
todas estas palabras!
(17)
נּוְאיְךְכ ַ ֵ֛תבְ תְאֶּ ת־כְל־
ִ֗ ֶׁ֣אְל
֔ אמרְהַ גֶּד־נ
ָּ֑ ּוְךְשאֲלָ֖ ּוְל
ֹּֽ וְְ ֶׁ֨ ֶּאת־ב ֔ר
:ֶּהְמ ִ ֹּֽפיו
ִ הַ דְְב ִ ֵ֥ריםְה ָ֖אל
vêét-Barúj, sháalú lemór; haged-ná lánu, éij katávta et-kol-hadêvarím haéleh
mipív.
Luego preguntaron a Baruc diciendo: –Cuéntanos cómo escribiste de parte de
él todas estas palabras.
(18)
ְֶּהְוא ֲִנֵ֛י
ֹּֽ ַ יְאתְכְל־הַ דְְב ִ ָ֖ריםְה ָּ֑אל
ֵ֥ ו ַָ֤יאמֶּ רְלהֶּ ם֙ ְב ֔רּוְךְ ִמפִ יו֙ ְיִ קְ ֶׁ֣ראְא ַ֔ל
ְס:כ ֵ֥תבְעַל־הַ ָ֖ספֶּרְבַ דְְיֹּֽ ֹו
vaiómer lahem Barúj, mipiv iqrá elái, ét kol-hadêvarím haéleh; váaní kotév
'al-haséfer badêío.
Baruc les dijo: –Él me dictaba todas estas palabras, y yo escribía con tinta en
el libro.
(19)
ו ַֹּֽיאמְְ ָ֤רּוְהַ ש ִרים֙ ְאֶּ ל־ב ֔רּוְךְלְֵ֥ךְהִ ס ָ֖תרְאַ ֶׁ֣תהְוְְיִ ְרמְְיָּ֑הּוְוְְ ִ ֵ֥אישְאַ ל־
:יפהְאַ ֶּ ֹּֽתם
ֵ֥ י ַ ָ֖דעְא
vaiómêrú hasarim el-Barúj, léj hisatér atáh vêIrmêiáhu; vêísh al-iedá' eifóh
atém.
Entonces los magistrados dijeron a Baruc: –Ve, y escondeos tú y Irmiáhu
[Jeremías]. Que nadie sepa dónde estáis.
(20)
ְוַי ָ֤באּוְאֶּ ל־הַ ֶׁ֨ ֶּמלְֶּך֙ ְח ֔צרהְוְְאֶּ ת־הַ מְְגִ לֶׁ֣הְהִ פְ ֔ ִקדּוְבְְלִ ְשכַ ָ֖תְא ִ ֱֹּֽליש ֶׁ֣מע
:ְֶּךְאתְכְל־הַ דְְב ִ ֹּֽריםָ֖ הַ ספָּ֑רְ ַוי ִֶַׁ֨גידּו֙ ְבְְאְזְנֶׁ֣יְהַ ֔ ֶּמל
vaiavóu el-hamélej jatzérah, vêet-hamêgiláh hifqídu, bêlishkát elíshamá'
hasofér; vaiagídú bêoznéi hamélej, ét kol-hadêvarím.
Habiendo depositado el rollo en la cámara del escriba Elisama, fueron al rey,
en el atrio, y refirieron todas estas cosas a oídos del rey.
(21)
ִ הּודיְל ֶׁ֨ ַקחַ ת֙ ְאֶּ ת־הַ מְְגִ ֔להְו ִֶַׁ֨יק ֔ ֶּחה
ְְמלִ ְשכַ ָ֖ת ִִ֗ ְְוַיִ ְש ֶַׁ֨לחְהַ ֜ ֶּמלְֶּךְאֶּ ת־י
ִ ְְא ִ ֱֹּֽליש ֶׁ֣מעְהַ ספָּ֑רְוַיִ קְ ר ֶּ ָ֤אהְי
ְהּודי֙ ְבְְאְזְנֶׁ֣יְהַ ֔ ֶּמלְֶּךְּובְ אְ ְְזני֙ ְכְל־הַ ש ִ ֔רים
:ה ֹּֽעמְְ ִ ָ֖דיםְמעַ ֵ֥לְהַ ֶּ ֹּֽמלְֶּך
468
36 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Entonces el rey envió a Jehudí para que tomase el rollo. Éste lo tomó de la
cámara del escriba Elisama y lo leyó a oídos del rey y a oídos de todos los
magistrados que estaban junto al rey.
(22)
ְיעיְוְְאֶּ ת־ה ָ֖אחְלְְפנֵ֥יו
ָּ֑ ִ וְְהַ ִ֗ ֶּמלְֶּךְיֹושב֙ ְבֶׁ֣יתְהַ ֔ח ֶּרףְבַ ָ֖חדֶּ שְהַ תְְ ִש
:מְְב ֹּֽע ֶּרת
vêhamélej ioshev béit hajóref, bajódesh hatêshi'í; vêet-haáj lêfanáv mêvo'áret.
Y sucedió que cuando Jehudí había leído tres o cuatro columnas, el rey lo
rasgó con un cortaplumas de escriba y lo echó al fuego que había en el
brasero, hasta que todo el rollo se consumió en el fuego que había en el
brasero.
(24)
ְיהָּ֑םְהַ ֶׁ֨ ֶּמלְֶּך֙ ְוְְכְל־עֲב ֔דיוְהַ ֶׁ֣ש ְמ ֔ ִעים
ֶּ אְקרְְעָ֖ ּוְאֶּ ת־בִ גְ ד
ֹּֽ אְפחֲד֔ ּוְוְְ ֵ֥ל
ֹּֽ וְְ ֶׁ֣ל
:ֵ֥אתְכְל־הַ דְְב ִ ָ֖ריםְה ֹּֽאלֶּה
vêló fájadú, vêló qárê'ú et-bigdeihém; hamélej vêjol-'avadáv, hashóm'ím, ét
kol-hadêvarím haéleh.
Pero ni el rey ni todos sus servidores que oyeron estas palabras sintieron
temor ni rasgaron sus vestiduras.
(25)
ןְּודליָ֤הּוְּוגְ מַ ְר ֶׁ֨יהּו֙ ְהִ פְ ִגֶׁ֣עּוְבַ ֔ ֶּמלְֶּךְלְְבִ לְ ִ ֵ֥תיְשְְ ָ֖רףְאֶּ ת־
ְ וְְ ַגםְּ֩אֶּ לְ נ ֶׁ֨ת
:יהם ֹּֽ ֶּ הַ מְְגִ לָּ֑הְוְְ ֵ֥לאְש ַ ָ֖מעְאֲל
vêgam elnatán udlaiáhu ugmariáhú hifgí'u vamélej, lêviltí sêróf et-hamêgiláh;
vêló shamá' aleihém.
469
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 36
Al contrario, el rey mandó a Jerameel hijo del rey, a Seraías hijo de Azriel y a
Selemías hijo de Abdeel que prendiesen al escriba Baruc y al profeta Irmiáhu
[Jeremías]. Pero el Eterno los escondió.
(27)
ְ ָּ֑֙הּוְאח ֲֶׁ֣ריְ׀ְשְְ ֶׁ֣רףְהַ ִ֗ ֶּמלְֶּךְאֶּ ת־הַ מְְגִ לה
ֹּֽ ַ ָ֖הְאל־יִ ְרמְְי
ֹּֽ ֶּ וַיְ ִ ֵ֥היְדְְבַ ר־יְ הו
:ְאמר ֹּֽ ּוְךְמ ִ ֵ֥פיְיִ ְרמְְיָ֖הּוְל
ִ וְְאֶּ ת־הַ דְְב ִ ֔ריםְאֲשֶֶּׁ֨ רְכ ַ ֵ֥תבְב ֵ֛ר
vaihí dêvar-Adonai él-Irmêiáhu; ájaréi | sêróf hamélej et-hamêgilah vêet-
hadêvarím, ashér katáv Barúj mipí Irmêiáhu lemór .
Después que el rey quemó el rollo que contenía las palabras que Baruc había
escrito al dictado de Irmiáhu [Jeremías], vino la palabra del Eterno a Irmiáhu
[Jeremías], diciendo:
(28)
ְ ְ֙אתְכְל־הַ דְְב ִרים ָ֤ ֵ֥שּובְקַ ח־לְְךָ֖ ְמְְגִ לֶׁ֣הְאַ ֶּח ֶָּּ֑רתְּוכְ ֶׁ֣תבְע ִֶּ֗ליה
ְֲשרְש ַ ָ֖רףְיְְ ֹּֽהֹוי ִ ֵ֥קים
ֵ֥ ֶּ ֲשרְהיִ֗ ּוְעַל־הַ מְְגִ לה֙ ְה ִ ֶׁ֣ראש ֔נהְא ֶׁ֣ ֶּ ה ִ ֶׁ֣ראש ֔ ִניםְא
:הּודה
ֹּֽ ְְֶּ ֹּֽמלְֶּך־י
shúv qaj-lêjá mêgiláh ajéret; ujtóv 'aléiha ét kol-hadêvarim haríshoním, ashér
haíu 'al-hamêgilah haríshonáh, ashér saráf Iêhóiaqím mélej-Iêhudáh.
'Vuelve a tomar otro rollo y escribe en él todas las mismas palabras que
estaban en el primer rollo, el que quemó Joacim, rey de Iehudá.
(29)
ְָּ֑הְאַ תהְש ַ ֜רפְ ת
ִּ֠ רְכהְא ַ ֶׁ֣מרְיְ הו
ָ֖ אמ ַ ֔ יםְמלְֶּך־יְְהּודה֙ ְת
ֹּֽ ֶּ וְְעַל־יְְ ֹּֽהֹוי ִ ָ֤ק
ְרְבא־י ָ֤בֹוא
ֹּֽ אמ ִ֗ אמרְמַ דּו ַעְּ֩כ ֶׁ֨ ַתבְ תְע ֶּ֜ליהְל
֔ אֶּ ת־הַ מְְגִ לָ֤הְהַ זאת֙ ְל
470
36 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
471
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 36-37
Entonces Irmiáhu [Jeremías] tomó otro rollo y lo dio al escriba Baruc hijo de
Nerías. Éste escribió en él, al dictado de Irmiáhu [Jeremías], todas las cosas
del libro que Joacim rey de Iehudá había quemado en el fuego; y además,
fueron añadidas muchas otras palabras semejantes.
'Así ha dicho el Eterno Elohim de Israel que digáis al rey de Iehudá que os
envió para que me consultaseis: He aquí que el ejército del faraón que salió en
vuestro auxilio va a regresar a su tierra, a Egipto.
(8)
ְפ:ְּושרפֻ ֵ֥הְב ֹּֽאש
ְ וְְ ֶׁ֨שבּו֙ ְהַ כ ְַש ִ֔דיםְוְְנִ לְ ח ֲָ֖מּוְעַל־ה ִ ֶׁ֣עירְהַ ָּ֑זאתְּולְ כדֻ ָ֖ה
vêshávú hakasdím, vêniljamú 'al-ha'ír hazót; uljadúha usrafúha vaésh.
473
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 37
Pues aun cuando derrotarais a todo el ejército de los caldeos que combaten
contra vosotros, y quedasen de ellos sólo algunos hombres heridos, cada uno
en su tienda, se levantarían y prenderían fuego a esta ciudad.'
(11)
ְס:ִםְמפְְנָ֖יְחֵ֥ילְפ ְַר ֹּֽעה
ִ וְְה ִ֗יהְבְְ ֹּֽהעלֹות֙ ְחֶׁ֣ילְהַ כ ְַש ִ֔דיםְמעַ ָ֖לְיְְ ֹּֽרּוש ָּ֑ל
vêhaiáh bêhé'alot jéil hakasdím, me'ál Iêrúshaláim; mipênéi jéil par'óh.
474
37 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(14)
ְו ֶַׁ֨יאמֶּ רְיִ ְרמְְ ֜יהּוְשִֶּ֗ קֶּ רְאינֶּ ָ֤נִ יְנפלְ֙עַל־הַ כ ְַש ִ֔דיםְוְְ ֵ֥לאְש ַ ָ֖מעְאלָּ֑יו
:וַיִ ְת ָ֤פשְיִ ְר ִאייה֙ ְבְְיִ ְרמְְ ֔יהּוְוַיְ בִ ָ֖אהּוְאֶּ ל־הַ ש ִ ֹּֽרים
vaiómer Irmêiáhu shéqer einéni nofel 'al-hakasdím, vêló shamá' eláv; vaitpós
iriaih bêIrmêiáhu, vaiviéhu el-hasarím.
Pero Irmiáhu [Jeremías] dijo: –¡Falso! No voy a pasarme a los caldeos. Irías
no le hizo caso, sino que prendió a Irmiáhu [Jeremías] y lo llevó a los
magistrados.
(15)
ְֶׁ֣יתְהא ִ֗סּור
ֹּֽ אֹותֹוְב
֜ ְיםְעל־יִ ְרמְְיָ֖הּוְוְְהִ כֶׁ֣ ּוְא ָּ֑תֹוְוְְנֹּֽתְְנֶׁ֨ ּוֹּֽ ַ וַיִ קְ צְְ ֹּ֧פּוְהַ ש ִ ֵ֛ר
:רְכי־א ֵ֥תֹוְע ָ֖שּוְלְְבֵ֥יתְהַ ֶּ ֹּֽכלֶּא ֹּֽ ִ ֹּ֚ביתְיְְ ֹּֽהֹונ ֶׁ֣תןְהַ ס ֔פ
vaiqtzêfú hasarím 'ál-Irmêiáhu vêhikú otó; vênátênú otó béit háesúr béit
iêhónatán hasofér, kí-otó 'asú lêvéit hakéle.
475
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 37
(18)
ְאתיְלְְךָ֤ ְוְְ ַ ֹּֽלעֲב ֶׁ֨ ֶּדיך֙ ְוְְלעֶׁ֣ם
ֹּֽ ִ ו ֶַׁ֣יאמֶּ רְיִ ְרמְְ ֔יהּוְאֶּ ל־הַ ֶּ ָ֖מלְֶּךְצִ ְדקִ יָּ֑הּוְמֶּ הְּ֩ח ֶׁ֨ט
:םְאֹותיְאֶּ ל־בֵ֥יתְהַ ֶּ ֹּֽכלֶּא ָ֖ ִ הְכי־נְְתַ ֶּ ֵ֥ת
ֹּֽ ִ הַ ֶּ֔ז
vaiómer Irmêiáhu, el-hamélej Tzidqiáhu; meh jatátí lêjá vêlá'avadéjá vêla'ám
hazéh, kí-nêtatém otí el-béit hakéle.
Dijo también Irmiáhu [Jeremías] al rey Sedequías: –¿En qué he pecado contra
ti, contra tus servidores y contra este pueblo, para que me pongáis en la
cárcel?
(19)
ְ֙אְמלְֶּך־בבֶּ ל
ֹּֽ ֶּ רְלא־י ָ֤ב
ֹּֽ אמ
ָּ֑ ואיוְ(וְְאַ יה֙ )ְנְְ ִ ֶׁ֣ביאי ֶּ֔כםְאֲשֶּ ר־נִ בְְ ֵ֥אּוְלכֶּ ָ֖םְל
:עֲלי ֶּ֔כםְוְְעַ ָ֖לְה ֵ֥א ֶּרץְהַ ֹּֽזאת
viv (vêaieh) nêvíeijém, asher-nibêú lajém lemór; ló-iavó mélej-bavel 'aleijém,
vê'ál haáretz hazót.
¿Dónde están vuestros profetas que os profetizaban diciendo: 'No vendrá el
rey de Babilonia contra vosotros ni contra esta tierra'?
(20)
ְְֶּךְתפְל־נָ֤אְתְְחִ נ ִתי֙ ְלְְפ ֶּ֔ניךְוְְאַ ל־תְְ ִש ִ֗בנִ י
ִ הְש ַ ֹּֽמע־נָ֖אְ ֲאד ִנֶׁ֣יְהַ ֶּ ָּ֑מל
ְֹּֽ ְ וְְע ַַ֕ת
:ּותְשם
ֹּֽ ֹּ֚ביתְיְְ ֹּֽהֹונ ֶׁ֣תןְהַ ס ֔פרְוְְ ֵ֥לאְא ָ֖מ
vê'atáh shêmá'-ná adoní hamélej; tipol-ná têjinatí lêfanéja, vêal-têshivéni béit
iêhónatán hasofér, vêló amút shám.
Ahora pues, escucha, mi señor el rey. Llegue mi súplica a tu presencia; no me
hagas volver a la casa del escriba Iehonatán, no sea que allí me muera.
(21)
ְְּ֩לֹו
ֶׁ֨ ְבח ֲַצֶׁ֣רְהַ מַ טרהְּ֒וְְנתן ֹּֽ ַ ּ֮דּוְאת־יִ ְרמְְיהּו
ֹּֽ ֶּ וַיְ צַ ֵ֞ ֶּּוהְהַ ֶּ ֶׁ֣מלְֶּךְצִ ְדקִ ִ֗יהּוְ ַויַפְ ִ ֶׁ֣ק
ְםְמן־ה ִ ָּ֑עירְוַיֶׁ֣שֶּ ב
ִ ֶַּד־תםְכְל־הַ לֶּ ָ֖ח ֵ֥ ּוץְהא ֔ ִפיםְע ֹּֽ ְמ ֶׁ֣ח ִ ֙כִ כַר־לֶּ ָ֤חֶּ םְלַיֹום
:הּוְבח ֲַצָ֖רְהַ מַ ט ֹּֽרה
ֹּֽ ַ יִ ְרמְְ ֔י
vaitzavéh hamélej Tzidqiáhu vaiafqídu ét-irmêiahú bájatzár hamatarah
vênaton ló jikar-léjem laiom mijútz háofím, 'ad-tóm kol-haléjem min-ha'ír;
vaiéshev Irmêiáhu, bájatzár hamataráh.
Entonces el rey Sedequías dio órdenes para que custodiaran a Irmiáhu
[Jeremías] en el patio de la guardia, haciendo que se le diese cada día una torta
de pan de la calle de los Panaderos, hasta que todo el pan de la ciudad se
agotase. Así quedó Irmiáhu [Jeremías] en el patio de la guardia.
476
38 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
–Así ha dicho el Eterno: 'El que se quede en esta ciudad morirá por la espada,
por el hambre o por la peste. Pero el que se rinda a los caldeos vivirá; su vida
le será por botín, y vivirá.
(3)
ְֵ֥ילְמלְֶּך־ב ֶּבָ֖ל
ֹּֽ ֶּ ןְתנ ֜תןְה ִ ֶׁ֣עירְהַ ִ֗זאתְבְְיַ ֵ֛דְח
ִ ָ֖כהְא ַ ֶׁ֣מרְיְ הוָּ֑הְהִ נ ֶׁ֨ת
:ְּולְ כ ֹּֽדה
kóh amár Adonai; hinatón tinatén ha'ír hazót bêiád jéil mélej-bavél uljadáĥ .
Así ha dicho el Eterno: Ciertamente esta ciudad será entregada en mano del
ejército del rey de Babilonia, y la tomará.'
(4)
ְַל־כן ָ֡ ְּ֒כי־ע ֹּֽ ִ ו ַֹּֽיאמְְ ֶׁ֨רּוְהַ ש ִ ֜ריםְאֶּ ל־הַ ִ֗ ֶּמלְֶּךְיֶׁ֣ ּומַ תְנאּ֮ ְאֶּ ת־ה ִ ֶׁ֣אישְהַ ֶּזה
ְהְהנִ ְשא ִ ֶׁ֣ריםְ׀ְב ִ ֶׁ֣עירְהַ ִ֗זאת ֹּֽ ַ ֹּֽהּוא־מְְ ַר ָ֡פאְאֶּ ת־יְְדיְּ֩אַ נְ ֶׁ֨שיְהַ ִמלְ ח ְ֜מ
ְֶּהְכיְ׀ְה ִ ֶׁ֣אישְהַ ִֶּ֗זה ֶׁ֣ ִ יהםְכַדְְב ִ ָ֖ריםְה ָּ֑אל ֶּ ֔ וְְאת֙ ְיְְ ֶׁ֣דיְכְל־ה ֔עםְלְְדַ בֶׁ֣רְאֲל
:יְאם־לְְר ֹּֽעה ִ ָ֖הְכ
ֵ֥ ִ ֶּאי ֶֶּׁ֨ננּוְד ֹּ֧רשְלְְשלֵ֛ ֹוםְלעֵ֥םְהַ ז
vaiómêrú hasarím el-hamélej íumat na et-haísh hazeh kí-'al-kén hú-mêrapé et-
iêdeí anshéi hamiljamáh hánisharím | ba'ír hazót vêet iêdéi jol-ha'ám, lêdabér
aleihém, kadêvarím haéleh; kí | haísh hazéh einénu dorésh lêshalóm la'ám
hazéh kí im-lêra'áh.
477
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 38
Entonces los magistrados dijeron al rey: –¡Que muera este hombre! Pues de
esta manera, al hablarles tales palabras, desmoraliza a los hombres de guerra
que han quedado en esta ciudad, y a todo el pueblo. Porque este hombre no
busca el bien de este pueblo, sino su mal.
(5)
ְי־איןְהַ ֔ ֶּמלְֶּךְיּוכַ ֵ֥ל
ֶׁ֣ ָּ֑םְכ
ֹּֽ ִ ֶּה־הּואְבְְי ְֶּדכ
ָ֖ ְו ֶַׁ֨יאמֶּ ר֙ ְהַ ֶּ ֶׁ֣מלְֶּךְצִ ְדקִ ֔יהּוְהִ נ
:אֶּ ְתכֶּ ָ֖םְד ֹּֽבר
vaiómer hamélej Tzidqiáhu, hineh-hú bêiedjém; kí-éin hamélej, iujál etjém
davár.
El rey Sedequías dijo: –He allí, él está en vuestras manos. Porque nada puede
el rey contra vosotros.
(6)
ְּוְאת־יִ ְרמְְ ִ֗יהּוְ ַוי ְַשלִֶׁ֨ כּוְא ֜תֹוְאֶּ ל־הַ ֶׁ֣בֹורְ׀ְמַ לְ כִ יֶׁ֣הּוְבֶּ ן־הַ ִ֗ ֶּמלְֶּך ֹּֽ ֶּ וַיִ קְ ֶׁ֣ח
ֹורְאין־
ֹּֽ ָ֖הּוְבחֲב ִ ָּ֑ליםְּובַ ָ֤ב ֹּֽ ַ ּוְאת־יִ ְרמְְי ֹּֽ ֶּ ְבח ֲַצֶׁ֣רְהַ מַ ט ֔רהְוַיְ שַ לְְ ֵ֥ח ֹּֽ ַ ֙אֲשֶּ ר
ְס:ם־טיטְוַיִ ְט ַבֵ֥עְיִ ְרמְְיָ֖הּוְבַ ִ ֹּֽטיט ִ֔ יְא ִ ְכ ֶׁ֣ ִ ֶׁ֙֨ ַמיִ ם
vaiqjú ét-Irmêiáhu vaiashlíju otó el-habór | malkiáhu ven-hamélej asher
bájatzár hamataráh, vaishalêjú ét-Irmêiáhu bájavalím; uvabór éin-máim kí im-
tít, vaitbá' Irmêiáhu batít.
478
38 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(9)
ְֲשרְעשּו֙ ְלְְיִ ְר ְְמיֶׁ֣הּו ָ֤ ֶּ ְאתְכְל־אֶׁ֣ ֙עּוְהאֲנ ִ ָ֤שיםְה ֶׁ֨אלֶּה
ֹּֽ אֲד ִנֶׁ֣יְהַ ִ֗ ֶּמלְֶּךְה ֜ר
ְבְכי
ֶׁ֣ ִ ֶׁ֣יְהר ֔עֹּֽ ְמפְְנ ִ ֙יאְאתְאֲשֶּ ר־הִ ְש ִ ָ֖ליכּוְאֶּ ל־הַ ָּ֑בֹורְוַיָ֤מתְתַ חְ תיוֵ֥ הַ נ ִ֔ב
:ֵ֥איןְהַ לֶּ ֵ֛חֶּ םְעָ֖ ֹודְב ִ ֹּֽעיר
adoní hamélej heré'u háanashím haéleh ét kol-ashér 'asú lêIrmêiáhu hanaví, ét
asher-hishlíju el-habór; vaiámat tajtav mipênéi hára'áv, kí éin haléjem 'ód
ba'ír.
–Oh mi señor el rey, estos hombres han actuado mal en todo lo que han hecho
con el profeta Irmiáhu [Jeremías], a quien metieron en la cisterna. Allí morirá
de hambre, pues no hay más pan en la ciudad.
(10)
ְֹלשים
ֶׁ֣ ִ ְְְמזֶּה֙ ְש
ִ ָ֤רְקחְבְְ ֹּֽיַֽדְְך
ֶׁ֣ ַ אמ
ָּ֑ כּושיְל
ְָ֖ ִ ַד־מלְֶּךְה ֵ֥ ֶּ ֶּתְעב
ֹּֽ ֶּ ְֶּךְא ֵ֛ וַיְ צַ ּוֶּ ֶׁ֣הְהַ ֔ ֶּמל
:יאְמן־הַ ָ֖בֹורְבְְ ֶּ ֵ֥ט ֶּרםְי ֹּֽמּות
ִ ְאת־יִ ְרמְְיֹּ֧הּוְהַ נ ִ ֵ֛ב ֹּֽ ֶּ יםְוהַ עֲלִ֜ ית
ְֹּֽ ְ אֲנ ֔ ִש
vaitzavéh hamélej, ét 'éved-mélej hakushí lemór; qáj bêiádêjá mizeh
shêloshím anashím, vêha'alíta ét-Irmêiáhu hanaví min-habór bêtérem iamút.
Entonces Ebedmelec tomó consigo a los hombres y entró en la casa del rey, al
lugar que estaba debajo del depósito del tesoro, y tomó de allí trapos raídos y
trapos rasgados, y los bajó con sogas a Irmiáhu [Jeremías] en la cisterna.
(12)
ְלֹואיְהַ סְְח ָ֤בֹות
ֶׁ֨ ְְיםְנאְב
ִּ֠ הּוְש ֶׁ֣ ִ יְאל־יִ ְרמְְ ִ֗י
ֹּֽ ֶּ כּוש
ִ ֜ ַד־מלְֶּךְה ֶּ ֶׁ֨ ֶּו ַָ֡יאמֶּ רְ ֶּ ֹּֽעב
:ָ֖הּוְכן
ֹּֽ תְלחֲב ִ ָּ֑ליםְוַיַ ֵ֥עַשְיִ ְרמְְי ֹּֽ ַ ַיךְמ ַ ָ֖תח
ִ וְְהַ מְְלחִ ים֙ ְתַֹּ֚ חַ תְאַ צִ לֶׁ֣ ֹותְי ֔ ֶּד
vaiómer 'éved-mélej hakushí él-Irmêiáhu sím ná bêloéi hasêjavót vêhamêlajim
tájat atzilót iadéja, mitájat lájavalím; vaiá'as Irmêiáhu kén.
479
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 38
480
38 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Pero si no te rindes a los oficiales del rey de Babilonia, esta ciudad será
entregada en mano de los caldeos, y la incendiarán, y tú no escaparás de sus
manos.'
(19)
ְֲשר
ָ֤ ֶּ הּודיםְא
ִִ֗ ְְָ֖הּוְאל־יִ ְרמְְיָּ֑הּוְא ֲִנֹּ֧יְד ֶׁ֣אגְאֶּ ת־הַ י
ֹּֽ ֶּ ו ֵַ֛יאמֶּ רְהַ ֶּ ֵ֥מלְֶּךְצִ ְדקִ י
:לּו־בי
ֹּֽ ִ ְְיםְפן־יִ תְְנֵ֥ ּוְא ִ ֵ֛תיְבְְי ָ֖דםְוְְהִ ְתעַל
ֹּֽ ֶּ נֹּֽפְְלּו֙ ְאֶּ ל־הַ כ ְַש ִ֔ד
vaiómer hamélej Tzidqiáhu él-Irmêiáhu; aní doég et-haiêhudím ashér náfêlú
el-hakasdím, pén-itênú otí bêiadám vêhit'alêlu-ví.
El rey Sedequías dijo a Irmiáhu [Jeremías]: –Yo tengo miedo de los judíos
que se han pasado a los caldeos, de que me entreguen en sus manos y se
ensañen contra mí.
(20)
ְֲשרְאֲנִ י֙ ְדבֶׁ֣ר
ָ֤ ֶּ הְלא
ֹּֽ ַ הו
ִ֗ ְנּוְש ַ ֹּֽמע־נֶׁ֣אְ׀ְבְְ ֶׁ֣קֹולְי
ְֹּֽ ְ ָ֖הּוְלאְיִ ָּ֑ת
ֶׁ֣ ו ֵַ֥יאמֶּ רְיִ ְרמְְי
:ְְּות ִ ֵ֥חיְנַפְ ֶּ ֹּֽשך
ְ ָ֖א ֶּ֔ליךְוְְיִ ֵ֥יטַ בְלְְך
vaiómer Irmêiáhu ló iténu; shêmá'-ná | bêqól Adonai láashér aní dovér eléja,
vêítav lêjá utjí nafshéja .
481
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 38
'He aquí que todas las mujeres que han quedado en la casa del rey de Iehudá
serán entregadas a los oficiales del rey de Babilonia. Y ellas mismas dirán: 'Te
incitaron y prevalecieron contra ti tus hombres más íntimos. Tus pies se
hundieron en el lodo, y ellos se volvieron atrás.'
(23)
ְא־תמלֶׁ֣ט
ִ הְל
ֹּֽ יךְמֹוצִ ִאים֙ ְאֶּ ל־הַ כ ְַש ִ֔דיםְוְְאַ ָ֖ת
ֹּֽ וְְאֶּ ת־כְל־נ ֶּ ֶׁ֣שיךְוְְאֶּ ת־ב ִֶּ֗נ
ְאתְת ְש ֵ֥רף
ִ ְ֙תת ֔פשְוְְאֶּ ת־ה ִ ֵ֥עירְהַ ָ֖ז ִ ָ֤דְמלְֶּך־בבֶּ ל
ֹּֽ ֶּ ַםְכיְבְְי
ֶׁ֣ ִ ִמי ָּ֑ד
ְס:ב ֹּֽאש
vêet-kol-nashéja vêet-banéja mótziim el-hakasdím, vêatáh ló-timalét miadám;
kí vêiád mélej-bavel titafés, vêet-ha'ír hazót tisróf baésh.
482
38 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(25)
ְֶׁ֣יךְואְ ְמ ָ֪רּוְא ֹּ֟ ֶּליך
ְֹּֽ ְ ֶּיְאתְךְּּ֒ובֶׁ֣אּוְאל ִ י־ד ַב ְֶׁ֣ר ִת
ִ וְְ ִ ֹּֽכי־יִ ְשמְְעֶׁ֣ ּוְהַ ש ִריםּ֮ ִ ְֹּֽכ
ְיתך
ָּ֑ ֶּ ֵ֥דְמ ֶּ ָ֖מנּוְוְְ ֶׁ֣לאְנְְ ִמ ִ ה־ד ַב ְֹּ֧רתְאֶּ ל־הַ ֶּ ֵ֛מלְֶּךְאַ ל־תְְכַח ִ ַאְלנּוְמ ֜ ה־נֶׁ֨ הַ ִ ֹּֽגיד
:ה־ד ֶּבֵ֥רְאלֶּ ָ֖יךְהַ ֶּ ֹּֽמלְֶּך
ִ ַּומ
vêjí-ishmê'ú hasarim kí-dibárti itaj uváu eléja vêomrú eléja hagídah-ná lánu
mah-dibárta el-hamélej al-têjajéd miménu vêló nêmitéja; umah-dibér eléja
hamélej.
les dirás: 'He presentado al rey mi súplica para que no me haga volver a la
casa de Iehonatán, a morir allí.'
(27)
יםְאל־יִ ְרמְְ ֶׁ֨יהּו֙ ְוַיִ ְשאֲלֶׁ֣ ּוְא ֔תֹוְ ַויַגָ֤דְלהֶּ ם֙ ְכְְכְל־ ֹּֽ ֶּ וַי ֶׁ֨באּוְכְל־הַ ש ִ ָ֤ר
ְיְלא־נִ ְש ַ ָ֖מע
ֹּֽ נּוְכ
ֵ֥ ִ שּוְמ ֔ ֶּמ
ִ ֲשרְצִ ּוָ֖הְהַ ֶּ ָּ֑מלְֶּךְו ַ ַֹּֽיח ִ ֲֶׁ֣ר ֵ֥ ֶּ הַ דְְב ִ ֶׁ֣ריםְה ֔אלֶּהְא
ְס:הַ ד ֹּֽבר
vaiavóu jol-hasarím él-Irmêiáhú vaishalú otó, vaiagéd lahem kêjol-hadêvarím
haéleh, ashér tziváh hamélej; vaiájaríshu miménu, kí ló-nishmá' hadavár.
483
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 39
En el noveno día del mes cuarto del año 11 de Sedequías, se abrió una brecha
en la ciudad.
(3)
ְֶׁ֣לְשַ ְראֶּ צֶּ ר
ִּ֠ ַַֹּֽֽרג
ְְ יְמלְֶּך־ב ֔ ֶּבלְוַיֹּֽשְְ ָ֖בּוְבְְ ַ ֶׁ֣שעַרְהַ ָּ֑תוְֶּךְנ ֹּֽ ֶּ אּוְכלְש ֶׁ֣ר
ֹּ֚ וַי ִ֗ב
ב־מגְוְְ ֶׁ֨כל־ ֔ ַֹּֽֽרגַ ָ֤לְשַ ְר ֶׁ֨ ֶּאצֶּ ר֙ ְַר
ְְ יםְרב־ס ִ ִ֗ריסְנ ַ ַ ֹּֽסמְְגַר־נְְ ֵ֞בּוְשַ ר־סְְ ִ ֶׁ֣כ
:יְמלְֶּךְב ֶּ ֹּֽבל ֵ֥ ֶּ שְְא ִ ֔ריתְש ָ֖ר
vaiavóu kól saréi mélej-bavél, vaiéshêvú bêshá'ar hatávej; nérêgál sáretzer
sámêgar-nêvú sar-sêjím rav-sarís nérêgál sarétzer rav-mág, vêjál-shêerít, saréi
mélej bavél.
484
39 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Sucedió que al verlos, Sedequías rey de Iehudá y todos los hombres de guerra
huyeron. Salieron de noche de la ciudad por el camino del jardín del rey, por
la puerta que había entre los dos muros. Se dirigieron hacia el Arabá;
(5)
ְּ֒יהםְ ַוי ִ ֶַׁ֣שגּוְאֶּ ת־צִ ְדקִ יהּוּ֮ ְבְְ ַ ֹּֽע ְְר ֶׁ֣בֹותְיְְרחֹו
ֶּ ִ֗ יםְאחֲרֹּֽ ַ וַיִ ְרדְְ ֶׁ֨פּוְחיל־כ ְַש ִ֜ד
ְֵ֛לְרבְ לָ֖תהְבְְ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץ
ִ ֹּ֧רְמלְֶּך־ב ֶּב
ֹּֽ ֶּ אצ
ַ ֹוְו ַי ֲעלֻהּוְאֶּ ל־נְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּרַ ִֹּּֽ֠ ּוְאֹות
ִ֗ וַיִ קְ ֶׁ֣ח
:ֹוְמ ְשפ ִ ֹּֽטים
ִ ֵ֥רְא ָ֖ת
ִ ח ֲָּ֑מתְוַיְ דַ ב
vairdêfú jeil-kasdím ájareihém vaiasígu et-tzidqiahú bê'árêvót iêrejó vaiqjú
otó váía'aluhu el-Nêvújadretzár mélej-bavél rivlátah bêéretz jamát; vaidabér
itó mishpatím.
Al rey Sedequías le sacó los ojos y lo aprisionó con cadenas de bronce para
llevarlo a Babilonia.
(8)
ְםְש ְְר ֵ֥פּוְהַ כ ְַש ִ ָ֖דיםְב ָּ֑אשְוְְאֶּ ת־ח ֵ֥מֹות
ֹּֽ ת־ביתְה ֔ע
ֶׁ֣ ֶּוְְאֶּ ת־בָ֤יתְהַ ֶׁ֨ ֶּמלְֶּך֙ ְוְְא
:יְְ ֹּֽרּושלַ ָ֖ ִםְנ ֹּֽתצּו
vêet-béit hamélej vêet-béit ha'ám, sárêfú hakasdím baésh; vêet-jomót
Iêrúshaláim natátzu.
Después los caldeos incendiaron la casa del rey y las casas del pueblo, y
demolieron los muros de Ierushalaim.
485
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 39
(9)
ְֲשרְנֹּֽפְְלֶׁ֣ ּוְע ֔ליו
ֶׁ֣ ֶּ וְְאתְּ֩ ֶֶּׁ֨יתֶּ רְה ֜עםְהַ נִ ְשא ִ ֶׁ֣ריםְב ִ֗ ִעירְוְְאֶּ ת־הַ ֹּֽנפְְלִ ים֙ ְא
:ןְרב־טַ ב ִ ָ֖חיםְב ֶּ ֹּֽבל ַ וְְ ֵ֛אתְיֶּ ֵ֥תֶּ רְהעָ֖םְהַ נִ ְשא ִ ָּ֑ריםְהֶּ גְ לֵ֛הְנְְ ֹּֽבּוז ְַרא ֲֵ֥ד
vêet iéter ha'ám hanisharím ba'ír vêet-hanófêlim ashér náfêlú 'aláv, vêét iéter
ha'ám hanisharím; hegláh nêvúzaradán rav-tabajím bavél.
Al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, además de los desertores
que se habían pasado a él, Nabuzaradán, capitán de la guardia, los hizo llevar
cautivos a Babilonia, junto con el resto del pueblo que había quedado.
(10)
ןְרב־
ַ ֲשרְאין־להֶּ ם֙ ְמְְ ֔אּומהְהִ ְש ִ ֵ֛אירְנְְ ֹּֽבּוז ְַרא ֲֵ֥ד ָ֤ ֶּ ּומן־העֶׁ֣םְהַ דַ לִִ֗ יםְא ִ
:יםְויג ִ ָ֖ביםְבַ יֵ֥ ֹוםְהַ ֹּֽהּואֹּֽ ִ הּודהְוַיִ ֵ֥תןְל ֶּהֵ֛םְכְְר ִ ֵ֥מ ָּ֑ ְְטַ ב ִ ָ֖חיםְבְְ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץְי
umin-ha'ám hadalím ashér ein-lahem mêúmah, hishír nêvúzaradán rav-tabajím
bêéretz Iêhudáh; vaitén lahém kêramím vígevím baióm hahú.
'Tómalo y cuida de él. No le hagas nada malo; más bien, harás con él como él
te lo diga.'
(13)
ְַֹּֽֽרגַ ֵ֥ל ַ וַיִ ְש ֵַ֞לחְנְְ ֹּֽבּוז ְַרא ֲֶׁ֣ד
ְְ ןְרב־טַ ב ִִ֗חיםְּונְ ֹּֽבּושַ זְבן֙ ְַרב־ס ִ ֔ריסְוְְנ
:ֵ֥יְמלְֶּך־ב ֶּ ֹּֽבל
ֹּֽ ֶּ לְרב
ַ ב־מגְוְְ ָ֖כ
ָּ֑ רְר ַ ֶּשַ ְר ֶּ ָ֖אצ
486
39 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
'Ve y habla a Ebedmelec el etíope, y dile que así ha dicho el Eterno de los
Ejércitos, Elohim de Israel: 'He aquí, yo cumplo mis palabras sobre esta
ciudad para mal, y no para bien; y en aquel día sucederá en tu misma
presencia.
(17)
ֶׁ֣דְהאֲנ ֔ ִשיםְאֲשֶּ ר־
ֹּֽ ַאְתנתן֙ ְבְְי
ִ וְְהִ צַ לְ ִ ֵ֥תיךְבַ יֹום־הַ ָ֖הּואְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְוְְ ָ֤ל
:ְיהם ֹּֽ ֶּ ֹורְמפְְנ
ִ ָ֖אַ ֵ֥תהְיג
vêhitzaltíja vaiom-hahú nêum-Adonai; vêló tinaten bêiád háanashím, asher-
atáh iagór mipêneihém .
487
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 39-40
La palabra que vino a Irmiáhu [Jeremías] de parte del Eterno, después que
Nabuzaradán, capitán de la guardia, le envió desde Ramá, cuando le tomó,
estando aprisionado con grilletes en medio de todos los cautivos de
Ierushalaim y de Iehudá que eran llevados cautivos a Babilonia.
(2)
יךְדבֶּ ר֙ ְאֶּ ת־
ִ ֱֹלה ַ וַיִ ַ ֵ֥ק
ֶּ ִ֗ חְרב־טַ ב ִ ָ֖חיםְלְְיִ ְרמְְיָּ֑הּוְו ֶַׁ֣יאמֶּ רְא ֔ליוְיְ הוֶׁ֣הְא
:ְֹּֽהרעֶׁ֣הְהַ ֔זאתְאֶּ ל־הַ מ ָ֖קֹוםְהַ ֶּזֹּֽה
vaiqáj rav-tabajím lêIrmêiáhu; vaiómer eláv, Adonai elohéja diber et-hára'áh
hazót, el-hamaqóm hazéh .
488
40 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
489
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 40
(7)
ְםְכי־הִ פְ ִ ֹּ֧קיד ֹּֽ ִ יה
ֶּ ֔ הְהמהְוְְאַ נְ ש ֹּ֚ ֲשרְבַ ש ִ֗ ֶּד ֹּֽ ַ וַיִ ְשמְְעּוְּ֩כְל־ש ֶׁ֨ר
ֶׁ֣ ֶּ יְהחֲילִ֜ יםְא
ְידְא ִ֗תֹו ִ יקםְב ָּ֑א ֶּרץְוְְ ִ ֶׁ֣כיְ׀ְהִ פְ ִ ֶׁ֣ק ָ֖ ִֶּ ֹּֽמלְֶּך־ב ֶּבֵ֛לְאֶּ ת־גְְדַ לְ יֵ֥הּוְבֶּ ן־אֲח
:רְלא־הְגְְלָ֖ ּוְב ֶּ ֹּֽבלה ֹּֽ ֲש ֵ֥ ֶּ ץְמא
ֹּֽ ףְּומדַ לַ ֶׁ֣תְה ֔א ֶּר
ִ אֲנ ִ ָ֤שיםְוְְנ ִשים֙ ְו ֔ט
vaishmê'ú jol-saréi hájaialím ashér basadéh hémah vêansheihém, kí-hifqíd
mélej-bavél et-gêdaliáhu ven-ajiqám baáretz; vêjí | hifqíd itó anashím
vênashim vatáf, umidalát haáretz, méashér ló-hogêlú bavélah.
Todos los jefes de los soldados que estaban en el campo, ellos y sus hombres,
oyeron que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías hijo de Ajicam sobre
la tierra, y que le había encomendado los hombres, las mujeres, los niños y los
pobres de la tierra que no fueron llevados cautivos a Babilonia.
(8)
ְוַי ֵ֥באּוְאֶּ ל־גְְדַ לְ יָ֖הְהַ ִמצְ פָּ֑תהְוְְיִ ְשמעֶׁ֣אלְבֶּ ן־נְְתַ נְ ָ֡יהּוְוְְיֹּֽ ֹוח ֶׁ֣נַֽןְוְְיֹּֽ ֹונ ֶׁ֣תן
ְ ֙יְויזַנְ ֶׁ֨יהּו
ֹּֽ ִ ּושר ֶׁ֨יהְבֶּ ן־תַ נְ ֻ֜חמֶּ תְּובְ נֶׁ֣יְ׀ְעופיְ(עיפַ ֶׁ֣י)ְהַ נְְ ֹּֽטפ ִ֗ ִת ְ ְ ַֹּֽי־קרח ִּ֠ בְְנ
:יהם ֹּֽ ֶּ בֶּ ן־הַ ַ ֶׁ֣מעֲכ ֔ ִתיְהָ֖מהְוְְאַ נְ ש
vaiavóu el-gêdaliáh hamitzpátah; vêIshma’él ben-Nêtaniáhu vêÍojanán
vêíonatán bênéi-qáreaj usraiáh ven-tanjúmet uvnéi | 'VFI ('eifái) hanêtófatí
vízaniáhú ben-hamá'ajatí, hémah vêansheihém.
Entonces Gedalías hijo de Ajicam, hijo de Safán, les juró a ellos y a sus
hombres, diciendo: 'No tengáis temor de servir a los caldeos. Habitad en la
tierra y servid al rey de Babilonia, y os irá bien.
(10)
ְֲשרְי ָ֖באּוְאלָּ֑ינּו ֵ֥ ֶּ הְלעֲמד֙ ְלִ פְ נֶׁ֣יְהַ כ ְַש ִ֔דיםְאֹּֽ ַ ַ ֹּֽוא ִ֗ ֲִניְהִ נְְ ִנָ֤יְישב֙ ְבַ ִמצְ ֔פ
םְּוש ָ֖בּוְבְְ ֹּֽעריכֶּ ֵ֥םְאֲשֶּ ר־
ְ םְא ְספּוְּ֩ ֶַׁ֨ייִ ןְוְְ ֜ ַקיִ ץְוְְשִֶּ֗ מֶּ ןְוְְ ֶׁ֨ ִשמּו֙ ְבִ כְ לי ֶּ֔כ
ִ וְְאַ ָ֡ ֶּת
:תְְפ ְַש ֶּ ֹּֽתם
490
40 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
váaní hinêní ioshev bamitzpáh, lá'amod lifnéi hakasdím, ashér iavóu eléinu;
vêatém isfú iáin vêqáitz vêshémen vêsímú bijleijém, ushvú bê'áreijém asher-
têfastém.
En cuanto a mí, he aquí que yo habito en Mizpa para servir a los caldeos que
vengan a nosotros. Pero vosotros, tomad vino, frutas de verano y aceite;
ponedlo en vuestras vasijas y habitad en las ciudades que habéis tomado.'
(11)
ְֲשר ָ֤ ֶּ ֹוםְוא
ֹּֽ ַ ֹ֜וןְּובאֱד
ֹּֽ ֶּ מֹואבְ׀ְּובִ בְ נֹּֽי־ע ֶַׁ֨מ ֶׁ֣ ְְהּודיםְאֲשֶּ ר־ב ִָ֡ ְְֶׁ֣םְכל־הַ י
ֹּֽ ַוְְג
ְ ֙יהּודהְוְְכִ י ָּ֑ יתְל
ֹּֽ ִ ןְמלְֶּך־ב ֶּבֵ֛לְשְְא ִ ָ֖ר ֹּֽ ֶּ ּוְכי־נ ַ ֹּ֧ת
ֹּֽ ִ ל־האֲרצֹות֙ ְ ֹּֽשמְְ ֔עֹּֽ ְבְְכ
:יקםְבֶּ ן־ש ֹּֽפן
ֵ֥ ִיהםְאֶּ ת־גְְדַ לְ יָ֖הּוְבֶּ ן־אֲח ֶּ ֔ הִ פְ ִ ֶׁ֣קידְעֲל
vêgám kál-haiêhudím asher-bêmoáv | uvivnéi-'amón uvéedóm váashér bêjol-
háaratzot shámê'ú, kí-natán mélej-bavél shêerít líhudáh; vêjí hifqíd 'aleihém,
et-gêdaliáhu ben-ajiqám ben-shafán.
Asimismo, todos los judíos que estaban en Moab, entre los hijos de Amón y
en Edom, y los que estaban en todos los países, cuando oyeron decir que el
rey de Babilonia había dejado a Iehudá un remanente y que había puesto
frente a ellos a Gedalías hijo de Ajicam, hijo de Safán,
(12)
אּוְא ֶּרץ־
ֹּֽ ֶּ חּו־שםְוַי ֹּ֧ב
֔ ְְֲשרְנִ ד ֶׁ֣ ֶּ יםְמכְל־הַ מְְקמֹות֙ ְא ִ הּוד ִִ֗ ְְוַי ֻשֶׁ֣בּוְכְל־הַ י
ְס:הּודהְאֶּ ל־גְְדַ לְ יָ֖הּוְהַ ִמצְ פָּ֑תהְו ַַיֹּֽאַ ְס ֵ֛פּוְיַ ֵַֽ֥יִ ןְו ַ ָ֖קיִ ץְהַ ְרבֵ֥הְמְְ ֹּֽאד
ֵ֛ ְְי
vaiashúvu jol-haiêhudím mikol-hamêqomot ashér nidêju-shám, vaiavóu éretz-
Iêhudáh el-gêdaliáhu hamitzpátah; vaiáasfú iáin vaqáitz harbéh mêód.
entonces todos estos judíos volvieron de todas las partes a donde habían sido
expulsados. Se fueron a la tierra de Iehudá, a Gedalías, en Mizpa, y
recolectaron vino y muchísimas frutas de verano.
(13)
ְֲשרְבַ ש ֶּ ָּ֑דהְבֵ֥אּוְאֶּ ל־גְְדַ לְ יָ֖הּו
ֶׁ֣ ֶּ יְהחֲי ִ ָ֖ליםְא
ֹּֽ ַ וְְיֹּֽ ֹוחנן֙ ְבֶּ ן־ק ֔רחַ ְוְְכְל־ש ֵ֥ר
:הַ ִמצְ ֹּֽפתה
vêÍojanan ben-Qaréaj, vêjol-saréi hájaialím ashér basadéh; báu el-gêdaliáhu
hamitzpátah.
Entonces Johanán hijo de Carea y todos los oficiales de los soldados que
estaban en el campo fueron a Gedalías en Mizpa,
(14)
יסְ׀ְמלְֶּךְבְְנֹּֽי־ע ִַ֗מֹוןְשלַח֙ ְאֶּ ת־ ֶׁ֣ ֶּ יְבע ִ ֲֶׁ֣לֹּֽ ַ ְכ
ִ ֵ֞ ֙ו ַֹּֽיאמְְ ֶׁ֣רּוְא ִ֗ליוְהֲי ָ֤ד ַעְתדַ ע
ְנ ֶּפשְוְְ ֹּֽלא־הֶּ א ִ ֱֶׁ֣מיןְל ֔ ֶּהםְגְְדַ לְ יָ֖הּוְבֶּ ן־ ָּ֑ ָ֖יִ ְשמעֶׁ֣אלְבֶּ ן־נְְתַ נְ ֔יהְלְְהַ ֹּֽכתְְך
:אֲחִ ֹּֽיקם
491
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 40-41
Pero Gedalías hijo de Ajicam dijo a Johanán hijo de Carea: –¡No hagas tal
cosa, porque es falso lo que tú dices acerca de Ishmael [Ismael]!
492
41 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Entonces se levantó Ishmael [Ismael] hijo de Netanías, con los diez hombres
que estaban con él, e hirieron a espada a Gedalías hijo de Ajicam, hijo de
Safán. Así dieron muerte a aquel a quien el rey de Babilonia había puesto a
cargo de la tierra.
(3)
ּוְא ָ֤תֹוְאֶּ ת־גְְדַ לְ ֶׁ֨יהּו֙ ְבַ ִמצְ ֔פהְוְְאֶּ ת־
ִ ֶׁ֨הּודיםְאֲשֶּ ר־הי ִִ֗ ְְוְְ ֶׁ֣אתְכְל־הַ י
:םְאתְאַ נְ ֶׁ֣שיְהַ ִמלְ ח ֔מהְהִ כָ֖הְיִ ְשמ ֹּֽעאל ֹּ֚ אּו־ש
ָּ֑ ְְֲשרְנִ ְמצ ֶׁ֣ ֶּ הַ כ ְַש ִ ָ֖דיםְא
vêét kol-haiêhudím asher-haíu itó et-gêdaliáhú bamitzpáh, vêet-hakasdím
ashér nimtzêu-shám; ét anshéi hamiljamáh, hikáh Ishma’él.
Asimismo, Ishmael [Ismael] mató a todos los judíos que estaban en Mizpa con
Gedalías. Ishmael [Ismael] también mató a los hombres de guerra caldeos que
se encontraban allí.
(4)
:ישְלאְי ֹּֽדע
ֵ֥ וַיְ ִ ֵ֛היְבַ יֵ֥ ֹוםְהַ ש ִנָ֖יְלְְה ִ ֶׁ֣מיתְאֶּ ת־גְְדַ לְ יָּ֑הּוְוְְ ִ ָ֖א
vaihí baióm hashení lêhamít et-gêdaliáhu; vêísh ló iadá'.
Y sucedió que un día después que se había dado muerte a Gedalías, cuando
todavía nadie lo sabía,
(5)
ְֶׁ֣יםְאישְמְְגֻלְְחֵ֥יְז ֵ֛קן
ִ֔ ֹוְּומ ֹּֽשמְְרֹון֙ ְשְְמ ִנ
ִ ָ֤םְמ ִשל
ִ יםְמשְְ ֵֶּ֞כ ִ וַי ֶׁ֣באּוְ ִּ֠ ֲאנ ִש
:יםְּומנְ חָ֤הְּולְ בֹונה֙ ְבְְי ֔דםְלְְה ִ ָ֖ביאְבֵ֥יתְיְ הוֹּֽה
ִ יםְּומ ְת ֹּֽגדְְ ִ ָּ֑ד
ִ ּוקְ רֻ עֵ֥יְבְְג ִ ָ֖ד
vaiavóu ánashim mishêjém mishiló umishómêron shêmoním ísh, mêgulêjéi
zaqán uqru'éi vêgadím umitgódêdím; uminjáh ulvonah bêiadám, lêhaví béit
Adonai .
493
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 41
Pero entre aquéllos había diez hombres que dijeron a Ishmael [Ismael]: –No
nos mates, porque tenemos escondidos en el campo tesoros de trigo, cebada,
aceite y miel. Así que desistió, y no los mató como a sus compañeros.
(9)
ְֲשר
ָ֤ ֶּ יְהאֲנ ִ֗ ִשיםְא ֹּֽ ְ֙אתְ׀ְכְל־פִ גְ ֶׁ֣ר ֶׁ֣ יְךְשםְיִ ְשמעאל ָ֤ ִֶׁ֨וְְהַ ִ֗בֹורְאֲשֶּ רְּ֩הִ ְשל
אְמלְֶּך־ֹּֽ ֶּ אְמפְְנָ֖יְבַ עְ ֶׁ֣ש
ִ ֲשרְעשה֙ ְהַ ֶּ ֶׁ֣מלְֶּךְא ֔ס ָ֤ ֶּ הִ כה֙ ְבְְיַד־גְְדַ לְ ֔יהּוְהְִּ֗ואְא
:ֹוְמלֵ֛אְיִ ְשמעֵ֥אלְבֶּ ן־נְְתַ נְ יָ֖הּוְחֲל ִ ֹּֽלים ִ יִ ְשר ָּ֑אלְא ִ֗ת
vêhabór asher hishlíj shám ishma'el ét | kol-pigréi háanashím ashér hikah
bêiad-gêdaliáhu, hú ashér 'asah hamélej asá, mipênéi ba'shá mélej-Israél; otó
milé Ishma’él ben-Nêtaniáhu jalalím.
494
41 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
La cisterna en que Ishmael [Ismael] echó todos los cuerpos de los hombres
que mató era la cisterna grande que había hecho el rey Asa, por causa de
Baasa, rey de Israel. Ishmael [Ismael] hijo de Netanías la llenó de muertos.
(10)
ְֲשרְבַ ִמצְ ִ֗פהְאֶּ ת־בְְנָ֤ ֹות ֶׁ֣ ֶּ ו ִַי ְֶׁ֣שבְ ְ׀ְיִִּ֠ ְשמעאלְאֶּ ת־כְל־שְְא ִ ֶׁ֨ריתְה ֜עםְא
ְ ֲ֙שרְהִ פְ ִ֗ ִקידְנְְ ֹּֽבּוז ְַראֲדן
ֶׁ֣ ֶּ הַ ֶׁ֨ ֶּמלְֶּך֙ ְוְְאֶּ ת־כְל־העם֙ ְהַ נִ ְשא ִ ֶׁ֣ריםְבַ ִמצְ ֔פהְא
ְיקםְוַיִ ְשבם֙ ְיִ ְשמעֶׁ֣אלְבֶּ ן־נְְתַ נְ ֔יה ָּ֑ ִַרב־טַ ב ִ֔חיםְאֶּ ת־גְְדַ לְ יָ֖הּוְבֶּ ן־אֲח
ְס:ְֶּךְלע ֲָ֖ברְאֶּ ל־בְְנֵ֥יְע ַֹּֽמֹון
ֹּֽ ַ ו ַַ֕יל
vaíshb | íshma'el et-kol-shêerít ha'ám ashér bamitzpáh et-bênót hamélej vêet-
kol-ha'am hanisharím bamitzpáh, ashér hifqíd nêvúzaradan rav-tabajím, et-
gêdaliáhu ben-ajiqám; vaishbem Ishma’él ben-Nêtaniáh, vaiélej lá'avór el-
bênéi 'amón.
Después Ishmael [Ismael] llevó cautivo a todo el remanente del pueblo que
estaba en Mizpa, desde las hijas del rey hasta todo el pueblo que había
quedado en Mizpa y que Nabuzaradán, capitán de la guardia, había encargado
a Gedalías hijo de Ajicam. Ishmael [Ismael] hijo de Netanías los llevó
cautivos y se fue para pasarse a los hijos de Amón.
(11)
ֹוְאתְכְל־
ָ֤ רְא ָּ֑ת
ִ ֲש ֹּֽ ַ וַיִ ְשמַ ע֙ ְיֹּֽ ֹוח ֶׁ֣נַֽןְבֶּ ן־ק ֔רחַ ְוְְכְל־ש ֵ֥ר
ֶׁ֣ ֶּ יְהחֲי ִ ָ֖ליםְא
:ֲשרְע ֔שהְיִ ְשמעָ֖אלְבֶּ ן־נְְתַ נְ יֹּֽה ֶׁ֣ ֶּ ֹּֽהרעה֙ ְא
vaishma' Íojanán ben-Qaréaj, vêjol-saréi hájaialím ashér itó; ét kol-hára'ah
ashér 'asáh, Ishma’él ben-Nêtaniáh.
Entonces Johanán hijo de Carea y todos los oficiales de los soldados que
estaban con él oyeron de todo el mal que había hecho Ishmael [Ismael] hijo de
Netanías.
(12)
ְל־האֲנ ֔ ִשיםְוַיֶׁ֣לְ כ֔ ּוְלְְהִ לחָ֖םְעִ ם־יִ ְשמעֶׁ֣אלְבֶּ ן־נְְתַ נְ יָּ֑הֶׁ֣ ְוַיִ קְ חּו֙ ְאֶּ ת־כ
:ֲשרְבְְגִ בְ עֹּֽ ֹון
ֵ֥ ֶּ םְר ִ ָ֖ביםְא ֵ֥ ַ ֶּוַיִ ְמצְְ ֶׁ֣אּוְא ֔תֹוְא
ַ ִל־מי
vaiqjú et-kol-háanashím, vaiéljú, lêhilajém 'im-Ishma’él ben-Nêtaniáh;
vaimtzêú otó, el-máim rabím ashér bêgiv'ón.
Aconteció que cuando todo el pueblo que estaba con Ishmael [Ismael] vio a
Johanán hijo de Carea y a todos los oficiales de los soldados que estaban con
él, se alegraron.
(14)
ְָ֖אלְמן־הַ ִמצְ פָּ֑הְוַישֶֻׁ֨ בּו֙ ְוַיֶׁ֣לְ כ֔ ּו
ִ וַי ֶׁ֨סבּו֙ ְכְל־ה ֔עםְאֲשֶּ ר־שבֵ֥הְיִ ְשמע
: ַאֶּ ל־יֹּֽ ֹוח ָ֖נַֽןְבֶּ ן־ק ֹּֽרח
vaiasóbú kol-ha'ám, asher-shaváh Ishma’él min-hamitzpáh; vaiashúvú vaiéljú,
el-Íojanán ben-qaréja.
Entonces todo el pueblo que Ishmael [Ismael] había traído cautivo de Mizpa
volvió y se pasó a Johanán hijo de Carea.
(15)
יםְמפְְנָ֖יְיֹּֽ ֹוח ָּ֑נַֽןְוַיָ֖לְֶּךְאֶּ ל־
ִ וְְיִ ְשמעֶׁ֣אלְבֶּ ן־נְְתַ נְ ִ֗יהְנִ ְמלַט֙ ְבִ ְשמנֶׁ֣הְאֲנ ֔ ִש
ְס:בְְנֵ֥יְע ַֹּֽמֹון
vêIshma’él ben-Nêtaniáh nimlat bishmonáh anashím, mipênéi Íojanán; vaiélej
el-bênéi 'amón.
Entonces Johanán hijo de Carea y todos los jefes de los soldados que estaban
con él tomaron de Mizpa a todo el remanente del pueblo que había recuperado
de Ishmael [Ismael] hijo de Netanías, después que éste había dado muerte a
Gedalías hijo de Ajicam. Tomaron a los valientes, hombres de guerra, a las
mujeres, a los niños y a los funcionarios que Johanán había hecho volver de
Gabaón.
496
41-42 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(17)
ְלְביתְלָּ֑חֶּ םְללֶּ ָ֖ כֶּת
ֶׁ֣ ֶּר־אצ
ָ֖ ֶּוַיֹּֽלְְכִ֗ ּוְוַיֹּֽשְְבּו֙ ְבְְג ֶׁ֣רּותְכמוהםְ(כִ ְמ ֔הם)ְאֲש
:ֹואְמצְ ֹּֽריִ ם
ִ ל ֵ֥ב
vaiélêjú vaiéshêvú bêgerút JMVHM (kimhám), asher-étzel béit lájem; laléjet
lavó mitzráim.
por causa de los caldeos. Pues tenían miedo de ellos, porque Ishmael [Ismael]
hijo de Netanías había matado a Gedalías hijo de Ajicam, a quien el rey de
Babilonia había puesto a cargo del país.
497
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 42
(3)
ְֲשר
ֵ֥ ֶּ רְנלְֶּך־בָּ֑הְוְְאֶּ ת־הַ דבָ֖רְא
ֹּֽ ֱֹלהיךְאֶּ ת־הַ ֶּ ָ֖ד ֶּרְךְאֲ ֶּ ֶׁ֣ש
ֶּ ֔ ֶּד־לנּו֙ ְיְ הוֶׁ֣הְא
ֶׁ֨ וְְ ַיג
:ְַ ֹּֽנע ֶּ ֲֹּֽשה
vêiaged-lánú Adonai elohéja, et-hadérej ashér nélej-báĥ; vêet-hadavár ashér
ná'aséh .
para que el Eterno tu Elohim nos enseñe el camino por donde debemos ir y lo
que hemos de hacer.
(4)
ְֹּ֧יְמ ְתפַלֵ֛לְאֶּ ל־יְ הוֵ֥ה ִ יהםְיִ ְרמְְיָ֤הּוְהַ נבִ יא֙ ְש ֔ ַמעְ ִתיְהִ נְְ ִנֶּ ֜ ו ֶַׁ֨יאמֶּ רְאֲל
ְר־י ֲע ֶֶּׁ֨נהְיְ הוָ֤הְאֶּ ְתכֶּם֙ ְאַ ִגֶׁ֣יד
ֹּֽ ַ ֶּהְכל־הַ דברְּ֩אֲש ֹּֽ ָּ֑םְוה ָ֡י
ְֹּֽ ְ ֶּאֱֹלֹּֽ היכֶּ ָ֖םְכְְ ִדבְ ריכ
:ְֵ֥עְמכֶּ ָ֖םְד ֹּֽבר
ִ ַםְלא־אֶּ ְמנ ֹּֽ ל ֶּ֔כ
vaiómer aleihém Irmêiáhu hanavi shamá'ti, hinêní mitpalél el-Adonai
elóheijém kêdivreijém; vêhaiáh kál-hadavar asher-iá'anéh Adonai etjem agíd
lajém, ló-emná' mikém davár .
Entonces el profeta Irmiáhu [Jeremías] les dijo: –He oído. He aquí que voy a
orar al Eterno vuestro Elohim, conforme a vuestra petición. Todo lo que el
Eterno os responda os lo declararé; nada os ocultaré.
(5)
ְם־לא
ָ֡ ןְא
ִ ְבנּוְלְְעָ֖דְא ֶּ ֱֶׁ֣מתְוְְ ֶּ ֹּֽנא ֱָּ֑מ֔ ּ֙וְאל־יִ ְרמְְ ֔יהּוְיְְ ִ ָ֤היְיְ הוה ֹּֽ ֶּ ְאמְְ ֶׁ֣ר
ֹּֽ ֙וְְ ֶׁ֨המה
:ְֵ֥ןְנע ֶּ ֲֹּֽשה ֹּֽ ַ ֱֹלהֵ֛יךְאלָ֖ינּוְכ
ֶּ רְישְְלח ֲ֜ךְיְ הוֹּ֧הְא ֹּֽ ִ ֶֶּׁ֨ל־הַ דבְרְאֲש ִּ֠ ְְ ְֹּֽככ
vêhémah ámêrú él-Irmêiáhu, iêhí Adonai bánu, lê'éd emét vênéemán; im-ló
kêjol-hádavor ashér íshêlajajá Adonai elohéja eléinu kén ná'aséh .
Ellos dijeron a Irmiáhu [Jeremías]: –el Eterno sea entre nosotros testigo fiel y
verdadero de que conforme a todo aquello para lo cual el Eterno tu Elohim te
envíe a nosotros, así haremos.
(6)
ְ)ֱֹלהינּוְאֲשֶֶּׁ֨ רְאנוְ( ֲא ַ֜נחְ נּו
ִ֗ ם־רעְבְְ ֶׁ֣קֹולְ׀ְיְ הוֶׁ֣הְא ֔ ם־טֹובְוְְ ִא ֶׁ֣ ִא
ְנּוְכיְנִ ְש ֔ ַמעְבְְ ָ֖קֹול
ֶׁ֣ ִ ב־ל
֔ ַרְייט ֹּֽ ִ ֲשֶׁ֣ ֶּ יםְאתְְךֵ֛ ְאלָ֖יוְנִ ְש ָּ֑מעְלְְ ֶׁ֨ ַמעַן֙ ְא
ֹּֽ ֹּֽשלְְ ִ ֵ֥ח
ְפ:ְֱֹלהינּוֹּֽ יְ הוֵ֥הְא
im-tóv vêim-rá', bêqól | Adonai elohéinu ashér nv (anájnu) shólêjím ótêjá eláv
nishmá'; lêmá'an ashér ítav-lánu, kí nishmá', bêqól Adonai elohéinu .
Sea bueno o malo, obedeceremos la voz del Eterno nuestro Elohim, a quien
nosotros te enviamos. Para que nos vaya bien, ciertamente obedeceremos la
voz del Eterno nuestro Elohim.
498
42 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(7)
:ְָ֖הְאל־יִ ְרמְְיֹּֽהּו
ֹּֽ ֶּ יְמ ָ֖קץְע ֶּ ֲֶׁ֣ש ֶּרתְי ִ ָּ֑מיםְוַיְ ִ ֵ֥היְדְְבַ ר־יְ הו
ִ וַיְ ִַ֕ה
vaihí miqétz 'aséret iamím; vaihí dêvar-Adonai él-Irmêiáhu .
Aconteció que al cabo de diez días vino la palabra del Eterno a Irmiáhu
[Jeremías].
(8)
ְרְא ָּ֑תֹו
ִ ֲש ֹּֽ ַ וַיִ קְ ִ֗ראְאֶּ ל־יֹּֽ ֹוחנן֙ ְבֶּ ן־ק ֔רחַ ְוְְ ֶּ ֵ֛אלְכְל־ש ֵ֥ר
ֶׁ֣ ֶּ יְהחֲי ִ ָ֖ליםְא
:ּוֶׁ֨ לְ כְל־ה ֔עםְלְְ ִמק ָ֖טןְוְְעַד־ג ֹּֽדֹול
vaiqrá el-Íojanan ben-Qaréaj, vêél kol-saréi hájaialím ashér itó; úljol-ha'ám,
lêmiqatón vê'ad-gadól.
Éste llamó a Johanán hijo de Carea, a todos los oficiales de los soldados que
estaban con él y a todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor;
(9)
ְ ֙םְכה־א ַ ֵ֥מרְיְ הוָ֖הְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ָּ֑אלְאֲשֶֶּׁ֨ רְשְְלַחְ ֶּ ָ֤תםְא ִתי ֹּֽ יה
ֶּ ֔ ו ֶַׁ֣יאמֶּ רְאֲל
:ְא ֔ליוְלְְהַ ִ ֵ֥פילְתְְחִ נ ְַתכֶּ ָ֖םְלְְפנֹּֽיו
vaiómer aleihém, kóh-amár Adonai elohéi Israél; ashér shêlajtém otí eláv,
lêhapíl têjinatjém lêfanáv .
499
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 42
(12)
:ֵ֛םְרח ִ ֲָ֖מיםְוְְ ִר ַחֶׁ֣םְאֶּ ְתכֶּ ָּ֑םְוְְה ִ ֵ֥שיבְאֶּ ְתכֶּ ָ֖םְאֶּ ל־אַ ְדמַ ְת ֶּ ֹּֽכם
ֹּֽ ַ ֶּוְְאֶּ ֵ֥תןְלכ
vêetén lajém rájamím vêrijám etjém; vêheshív etjém el-admatjém.
Pero si decís: 'No habitaremos en esta tierra', desobedeciendo así la voz del
Eterno vuestro Elohim,
(14)
ְְמלְ ח ֔מהְוְְ ֵ֥קֹול
ִ ֙רְלא־נִ ְראֶּ ה
ֹּֽ ֲש ָ֤ ֶּ ץְמצְ ַ ֶׁ֨ריִ ם֙ ְנ ֔בֹואְא
ִ יְא ֶּר
ָ֤ ֶּ אְכ
ֶׁ֣ ִ רְל ֹּ֚ אמ
ִ֗ ל
:םְלא־נִ ְרעָ֖בְוְְ ֵ֥שםְנ ֹּֽשב ֹּֽ ֶָּ֖רְלאְנִ ְש ָּ֑מעְוְְלַלֶּ ֵ֥ח
ֶׁ֣ שֹופ
lemór ló kí éretz mitzráim navó, ashér ló-nireh miljamáh, vêqól shofár ló
nishmá'; vêlaléjem ló-nir'áv vêshám neshév.
y si decís: 'No, sino que nos iremos a la tierra de Egipto, en la cual no veremos
guerra ni oiremos el sonido de el shofar, ni tendremos hambre de pan, y allí
habitaremos',
(15)
ְהוה
ֶׁ֨ ְהְכה־אמַ רְּ֩י ֹּֽ הּוד
ָּ֑ ְְֵ֛ןְש ְמעֵ֥ ּוְדְְבַ ר־יְ הוָ֖הְשְְא ִ ֶׁ֣ריתְי
ִ וְְע ַַ֕תהְלכ
ְאְמצְ ַ ֔ריִ ם
ִ םְשֹוםְתְְ ִש ָ֤מּוןְפְְניכֶּם֙ ְל ְֶׁ֣ב
ֶׁ֣ ֶּם־אַ תִּ֠ לְאִ צְְב ֜אֹותְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ִ֗א
:ְּורְשם ֹּֽ ֵ֥אתםְלג
ָ֖ ֶּ ּוב
vê'atáh lajén shim'ú dêvar-Adonai shêerít Iêhudáh; kóh-amar Adonai tzêvaót
elohéi Israél im-átem sóm têsimún pêneijem lavó mitzráim, uvatém lagúr
shám .
vêháiêtáh hajérev ashér atem iêreím miménah, shám tasíg etjém bêéretz
mitzráim; vêhára'áv asher-atém | dóagím miménu shám idbáq ájareijém
mitzráim vêshám tamútu.
sucederá que allí en la tierra de Egipto os alcanzará la espada que teméis. Allá
en Egipto os acosará el hambre que os preocupa, y allí moriréis.
(17)
ְֹואְמצְ ַ ֶׁ֨ריִ ם֙ ְלגֶׁ֣ ּור
ִ יהםְל ָ֤ב ֶּ ֜ ר־שמּוְאֶּ ת־פְְנ ֶׁ֨ ֶּל־האֲנ ִ֗ ִשיםְאֲש ֹּֽ ְוְ ִ ֹּֽיהְ יֶׁ֣ ּוְכ
ְבְברעֶׁ֣בְּובַ ָּ֑דבֶּ רְוְְ ֹּֽלא־יִ הְ יֶּ ָ֤הְלהֶּ ם֙ ְש ִ ֶׁ֣רידְּופלִ֔ יטֹּֽ ֔שםְי ַ֕מּותּוְבַ ֶּח ֶָּ֖ר
:ְיהם ֹּֽ ֶּ ֲשרְא ֲִנָ֖יְמ ִ ֵ֥ביאְעֲלֵ֥ ֶּ ְהר ֔עהְא ֹּֽ ִ֙מפְְני
víhíu jol-háanashím asher-sámu et-pêneihém lavó mitzráim lagúr shám,
iamútu bajérev bára'áv uvadáver; vêló-ihiéh lahem saríd ufalít, mipêneí
hára'áh, ashér aní meví 'aleihém .
Sucederá que todos los hombres que han decidido ir a Egipto para residir allí,
morirán por la espada, por el hambre y por la peste. No habrá quien quede
vivo de ellos, ni quien escape ante el mal que yo traeré sobre ellos.
(18)
ְיְוחֲמ ִ֗ ִתי ֹּֽ ַ ְּ֩כהְא ֜ ַמרְיְ הוֶׁ֣הְצְְבאֹותּ֮ ְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשראל ַ ְֹּּֽ֒כאֲשֶּ רְּ֩נִ ֶׁ֨ ַתְךְאַ ֜ ִפ ֶׁ֨ כִ י
ְיתם
ֶּ ֵ֞ ִםְוהְ י
ֹּֽ ִ ִָ֖םְמצְ ָּ֑ריִ ֶֶּׁ֣ןְת ַ ָ֤תְךְחֲמ ִתי֙ ְעֲלי ֶּ֔כםְבְְ ֹּֽבאֲכ ִ ַל־ישְְבי֙ ְיְְ ֶׁ֣רּוש ֔ ַל ִםְכ
ֹּֽ ע
ְּוְעֹודְאֶּ ת־הַ מ ָ֖קֹום ֔ א־ת ְר ֶׁ֣א ִ לְְאלָ֤הְּולְ שַ מה֙ ְוְְלִ קְ ללֶׁ֣הְּולְ חֶּ ְר ֔פהְוְְ ֹּֽל
:הַ ֶּזֹּֽה
kí jóh amár Adonai tzêvaot elohéi Israel káasher nitáj apí vájamatí 'al-ióshêveí
Iêrúshaláim, kén titáj jamatí 'aleijém, bêvóajém mitzráim; víhitém lêaláh
ulshamah vêliqlaláh uljerpáh, vêló-tirú 'ód, et-hamaqóm hazéh .
501
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 42-43
(20)
ְּ֒כי־אַ ֵ֞ ֶּתםְשְְלַחְ ֶּ ֶׁ֣תםְא ִ֗ ִתיְאֶּ ל־ֹּֽ ִ ִ ֶׁ֣כיְהתעתיםְ(הִ ְתעיתֶּ םּ֮ )ְבְְנַפְ ֹּֽשֹותי ֶּכם
ְּ֩ ֶׁ֣לְבע ֲ֔דנּוְאֶּ ל־יְ הוָ֖הְאֱֹלהָּ֑ינּוְּוכְְכל ֹּֽ ַ אמרְהִ ְתפַל ֔ יְ הוָ֤הְאֱֹלֹּֽ היכֶּם֙ ְל
:ְאמרְיְ הוֹּ֧הְאֱֹלהֵ֛ינּוְכֵ֥ןְהַ גֶּד־לָ֖נּוְוְְע ִ ֹּֽשינּו ַ ֜ אֲשֶֶּׁ֨ רְי
kí HT'TIM (hit'eitem) bênafshóteijem kí-atém shêlajtém otí el-Adonai
elóheijem lemór, hitpalél bá'adénu, el-Adonai elohéinu; ujêjol ashér iomár
Adonai elohéinu kén haged-lánu vê'asínu .
Ahora pues, sabed ciertamente que por la espada, por el hambre y por la peste
moriréis en el lugar a donde deseáis entrar para residir allí.
502
43 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Azarías hijo de Osaías, Johanán hijo de Carea y todos los hombres arrogantes
dijeron a Irmiáhu [Jeremías]: –¡Dices mentiras! No te ha enviado el Eterno
nuestro Elohim, para decir: 'No entréis a Egipto para residir allí';
(3)
ְ ֙יתְאתְְךָ֖ ְבָּ֑נּוְלְְמַ ַעןְּ֩ ֶׁ֨תתְא ָ֤תנּוְבְְ ַיֹּֽד־הַ כ ְַש ִדים
ֹּֽ ן־נ ִַֽר ֔יהְמַ ִ ֵ֥ס
ֶׁ֣ ִֶּ֗ ִכיְברּוְך֙ ְב
:לְְה ִ ֶׁ֣מיתְא ֔תנּוְּולְ הַ גְ לֵ֥ ֹותְא ָ֖תנּוְב ֶּ ֹּֽבל
kí baruj ben-Nériáh, masít ótêjá bánu; lêma'an tét otánu vêiád-hakasdim
lêhamít otánu, ulhaglót otánu bavél.
sino que Baruc hijo de Nerías te incita contra nosotros, para entregarnos en
mano de los caldeos, a fin de que nos maten o que nos lleven cautivos a
Babilonia.
(4)
ְיְהחֲי ִ ֵ֛ליםְוְְכְל־העָ֖םְבְְ ֶׁ֣קֹול
ֹּֽ ַ וְְ ֹּֽלא־שמַ עְּ֩יֹּֽ ֹוח ֶׁ֨נןְבֶּ ן־ק ֜רחַ ְוְְכְל־ש ֹּ֧ר
:ְהּודה ֹּֽ ְְיְ הוָּ֑הְל ֶּ ָ֖שבֶּ תְבְְ ֶּ ֵ֥א ֶּרץְי
vêló-shama' Íojanán ben-Qaréaj vêjol-saréi hájaialím vêjol-ha'ám bêqól
Adonai; lashévet bêéretz Iêhudáh .
Así que Johanán hijo de Carea, todos los oficiales de los soldados y todo el
pueblo no obedecieron la voz del Eterno, para quedarse en la tierra de Iehudá.
(5)
ְהּודה
ָּ֑ ְְיםְאתְכְל־שְְא ִ ֶׁ֣ריתְי ָ֖ ֹּֽ ַ וַיִ ֵ֞ ַקחְיֹּֽ ֹוח ָ֤נַֽןְבֶּ ן־ק ֶׁ֨ר ַ֙חְוְְכְל־ש ֶׁ֣ר
ִ֔יְהחֲיל
:הּודה
ֹּֽ ְְחּו־שםְלגָ֖ ּורְבְְ ֶּ ֵ֥א ֶּרץְי
֔ ְְֲשרְנִ ד ֶׁ֣ ֶּ בּוְמכְל־הַ גֹויִ ם֙ ְא
ִ ר־ש ִ֗ ֶּאֲש
vaiqáj Íojanán ben-qaréáj vêjol-saréi hájaialím, ét kol-shêerít Iêhudáh; asher-
shávu mikol-hagoim ashér nidêju-shám, lagúr bêéretz Iêhudáh.
Más bien, Johanán hijo de Carea y todos los oficiales de los soldados tomaron
a todo el remanente de Iehudá [los que habían regresado, para residir en la
tierra de Iehudá, de todas las naciones a donde habían sido echados],
503
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 43
(6)
ת־הַ גְְב ִריםְוְְאֶּ ת־הַ נ ִ ֶׁ֣שיםְוְְאֶּ ת־הַ טַ ףּ֮ ְוְְאֶּ ת־בְְנֶׁ֣ ֹותְהַ מֶּ ֶּלְךְּ֒וְְ ֶׁ֣אתְכְל־ ִּ֠ ֶּ ֹּֽא
ְיקם
ֶׁ֣ ִןְרב־טַ ב ִ֔חיםְאֶּ ת־גְְדַ לְ יָ֖הּוְבֶּ ן־אֲח ַ יחְנְְ ֹּֽבּוז ְַרא ֲֶׁ֣ד
ַ֙ ֲשרְהִ ֶׁ֨ ִנ
ָ֤ ֶּ הַ ִֶּ֗נפֶּשְא
:בֶּ ן־שפָּ֑ןְוְְאת֙ ְיִ ְרמְְיֶׁ֣הּוְהַ נ ִ֔ביאְוְְאֶּ ת־ב ָ֖רּוְךְבֶּ ן־נ ִַֹּֽֽריֹּֽהּו
ét-hágêvarim vêet-hanashím vêet-hataf vêet-bênót hamelej vêét kol-hanéfesh
ashér hiníáj nêvúzaradán rav-tabajím, et-gêdaliáhu ben-ajiqám ben-shafán;
vêet Irmêiáhu hanaví, vêet-Barúj ben-Nériáhu.
a hombres, a mujeres, a niños, a las hijas del rey y a toda persona que
Nabuzaradán, el capitán de la guardia, había dejado con Gedalías hijo de
Ajicam, hijo de Safán, y también al profeta Irmiáhu [Jeremías] y a Baruc hijo
de Nerías.
(7)
ְאְשמְְעָ֖ ּוְבְְ ֶׁ֣קֹולְיְ הוָּ֑הְוַי ָ֖באּוְעַד־תַ חְ פַנְ ֹּֽחס
ֹּֽ יְל
ֵ֥ םְכ
ֵ֛ ִ ִץְמצְ ַ ֔רי
ִ ְא ֶּר
ֶׁ֣ ֶּ ֙וַי ֶׁ֨באּו
ְס:
vaiavóú éretz mitzráim, kí ló shámê'ú bêqól Adonai; vaiavóu 'ad-tajpanjés .
y diles que así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel: 'He aquí
que yo enviaré y tomaré a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y
pondré su trono sobre estas piedras que he escondido, y él extenderá su
pabellón sobre ellas.
(11)
ְֲשר
ָ֤ ֶּ ֶּתְוא
ֹּֽ ַ ֲשרְל ֶַׁ֣מוֶּתְל ִַ֗מו
ֹּ֧ ֶּ ץְמצְ ָּ֑ריִ םְא
ִ ת־א ֶּר ֶׁ֣ ֶּ ֶּובאהְ(ּובא)ְוְְהִ כָ֖הְאַ֕
:ֲשרְל ֶַּח ֶָּ֖רבְל ֶֹּּֽח ֶּרב
ֵ֥ ֶּ יְוא
ֹּֽ ַ ִלַשְְבִ י֙ ְלַשֶּ֔ ב
VVH (uvá) vêhikáh et-éretz mitzráim; ashér lamávet lamávet váashér lashêví
lashévi, váashér lajérev lejárev.
Vendrá y golpeará la tierra de Egipto: los que a muerte, a muerte; los que a
cautividad, a cautividad; los que a espada, a espada.
(12)
ְת־א ֶּרץ
ֶּ ֶׁ֨ ֶּםְּושרפָ֖םְוְְשבָּ֑םְוְְעטהְּ֩אְ ִיְמצְ ַ ֔רי
ִ ֱֹלה
ֶׁ֣ יְאשְבְְבְתי֙ ְא ִ֗ וְְהִ ַצ ִֶׁ֣ת
:ֵ֥אְמ ָ֖שםְבְְשלֹּֽ ֹום
ִ ָ֤הְהרעֶּה֙ ְאֶּ ת־בִ גְ ד֔ ֹוְוְְיצ
ֹּֽ םְכאֲשֶּ ר־יַעְ ֶּט
ֹּֽ ַ ִִמצְ ַ ֜רי
vêhitzáti ésh bêvoteí elohéi mitzráim, usrafám vêshavám; vê'atah et-éretz
mitzráim káasher-ia'téh háro'eh et-bigdó, vêiatzá mishám bêshalóm.
Prenderá fuego a las casas de los dioses de Egipto y las incendiará, y a ellos
los llevará cautivos. Limpiará la tierra de Egipto, como un pastor limpia su
ropa, y saldrá de allí en paz.
(13)
ְץְמצְ ָּ֑ריִ םְוְְאֶּ ת־בְ ֵ֥תי
ִ ֲשרְבְְ ֶּ ֶׁ֣א ֶּר
ָ֖ ֶּ רְאת־מַ צְְבֹות֙ ְבֶׁ֣יתְשֶּ֔ מֶּ שְא
ֹּֽ ֶּ וְְ ִש ִ֗ ַב
ְפ:י־מצְ ַ ָ֖ריִ םְיִ ְש ֵ֥רףְב ֹּֽאש ִ ֱֹלה
ֹּֽ א
vêshibár ét-matzêvot béit shémesh, ashér bêéretz mitzráim; vêet-botéi elohéi-
mitzráim isróf baésh.
505
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 44
La palabra que vino a Irmiáhu [Jeremías] con respecto a todos los judíos que
habitaban en la tierra de Egipto, que habitaban en Migdol, en Tafnes, en
Menfis y en la tierra de Patros, diciendo:
(2)
ְ ֙ל־הרעה ֹּֽ ְםְאתְכָ֤ ית ֶּ ִ֗ םְר ִא
ְְ ֹּֽכה־א ֵ֞ ַמרְיְ הוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ֔אלְאַ ֶּ ֶׁ֣ת
ְהּודהְוְְהִ נָ֤םְחְ ְרבה֙ ְהַ יֶׁ֣ ֹוםָּ֑ ְְאתי֙ ְעַל־יְְ ֶׁ֣רּוש ֔ ַל ִםְוְְעַ ָ֖לְכְל־ע ֶׁ֣ריְי
ִ ֲשרְה ֶׁ֨ב ָ֤ ֶּ א
:ְָ֖םְיֹושב
ֹּֽ הַ ֶּ֔זהְוְְ ֵ֥איןְב ֶּה
kóh-amár Adonai tzêvaot elohéi Israél, atém rêitém ét kol-hára'ah ashér hevétí
'al-Iêrúshaláim, vê'ál kol-'aréi Iêhudáh; vêhinám jorbah haióm hazéh, vêéin
bahém ioshév .
Persistentemente os envié todos mis siervos los profetas, para deciros: '¡Por
favor, no hagáis esta cosa abominable que yo aborrezco!'
(5)
ְאְשמְְעּו֙ ְוְְ ֹּֽלא־הִ ֶׁ֣טּוְאֶּ ת־אְ ְְז ֔נםְל ָ֖שּובְמ ֹּֽרע ָּ֑תםְלְְבִ לְ ִ ֵ֥תיְקַ ָ֖טר
ֹּֽ וְְ ָ֤ל
:ְאֹלהיםְאֲח ִ ֹּֽרים ֵ֥ ִ ֹּֽל
vêló shámê'ú vêló-hitú et-ozênám, lashúv merá'atám; lêviltí qatér lélohím
ajerím .
506
44 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
507
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 44
¿Habéis olvidado las maldades de vuestros padres, las maldades de los reyes
de Iehudá, las maldades de sus mujeres, las maldades vuestras y las maldades
de vuestras mujeres, que hicieron en la tierra de Iehudá y en las calles de
Ierushalaim?
(10)
ְאְיַֽרְְ ִ֗אּוְוְְ ֹּֽלא־הְלְְכָ֤ ּוְבְְ ֹּֽתֹור ִתי֙ ְּובְ חֻק ֔ ַתי
ֹּֽ ֶׁ֣לאְדֻכְְ ֔אּוְעַ ָ֖דְהַ יֶׁ֣ ֹוםְהַ זֶּ ָּ֑הְוְְ ֶׁ֣ל
ְס:יכם ֹּֽ ֶּ אֲשֶּ ר־נ ַ ֵ֥ת ִתיְלִ פְ ניכֶּ ָ֖םְוְְלִ פְ נֵ֥יְא ֲֹּֽבֹות
ló dukêú, 'ád haióm hazéh; vêló iárêú vêló-holêjú vêtóratí uvjuqotái, asher-
natáti lifneijém vêlifnéi avóteijém.
Hasta el día de hoy no se han humillado, ni han tenido temor, ni han caminado
en mi Torá ni en mis estatutos que puse delante de vosotros y delante de
vuestros padres.'
(11)
ְיְשםְפנַ ֵ֛יְבכֶּ ָ֖ם
ֵ֥ ֶׁ֣יְיִשר ֔אלְהִ נְְ ֶׁ֨ ִנ
ְ ןְכה־א ֵ֞ ַמרְיְ הוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְאֱֹלה ֹּֽ ל ִ֗כ
:ְהּודה
ֹּֽ ְְלְְרעָּ֑הְּולְ הַ כְ ִ ָ֖ריתְאֶּ ת־כְל־י
lajén kóh-amár Adonai tzêvaot elohéi Israél, hinêní sám panái bajém lêra'áh;
ulhajrít et-kol-Iêhudáh .
Por tanto, así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel: 'He aquí
que yo pongo mi rostro contra vosotros para mal y para destruir a todo Iehudá.
(12)
ֹואְא ֶּרץ־
ֹּֽ ֶּ יהםְל ֶׁ֣ב ֶּ ֜ ר־שמּוְפְְנ ֶׁ֨ ֶּהּודהְאֲש ִ֗ ְְוְְ ֹּֽלקַ חְ ֵ֞ ִתיְאֶּ ת־שְְא ִ ֶׁ֣ריתְי
ְ ֙בְברעב
ֹּֽ ץְמצְ ַ ֶׁ֣ריִ םְיִ ִ֗פלּוְבַ ֶּח ֶָּ֤רִ מּוְכלְבְְ ֶּ ֹּ֧א ֶּר
֜ ִמצְ ַריִ םּ֮ ְלגֶׁ֣ ּורְשםְּ֒וְְ ֶׁ֨ ַת
ְבְּוברעָ֖בְימֻ ָּ֑תּוְוְְהיּו֙ ְלְְאלֶׁ֣הְלְְשַ ֔מה ֹּֽ מּוְמקטן֙ ְוְְעַד־גד֔ ֹולְבַ ֶּח ֵֶּ֥ר ִ יִ ֔ ַת
:וְְלִ קְ ללָ֖הְּולְ חֶּ ְר ֹּֽפה
vêláqajtí et-shêerít Iêhudáh asher-sámu fêneihém lavó éretz-mitzraim lagúr
sham vêtámu jól bêéretz mitzráim ipólu bajérev bára'av itámu, miqaton vê'ad-
gadól, bajérev uvára'áv iamútu; vêhaiú lêaláh lêshamáh, vêliqlaláh uljerpáh.
508
44 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(13)
ְֲשרְפ ַ ָ֖ק ְד ִתיְעַל־יְְ ֹּֽרּוש ָּ֑ל ִם
ֵ֥ ֶּ םְכא
ֹּֽ ַ ִץְמצְ ַ ֔רי
ִ ֹושבִ ים֙ ְבְְ ֶּ ֶׁ֣א ֶּר ְ ֹּּֽופקַ ְד ִ֗ ִתיְעַ ָ֤לְהַ י
ֹּֽ
:בְברעֵ֥בְּובַ ֹּֽדבֶּ ר ֹּֽ בַ ֶּח ֶָּ֖ר
ufáqadtí 'ál haióshvim bêéretz mitzráim, káashér paqádti 'al-Iêrúshaláim;
bajérev bára'áv uvadáver.
Yo, pues, castigaré a los que habitan en la tierra de Egipto, como castigué a
Ierushalaim: por la espada, por el hambre y por la peste.
(14)
ְּור־שםְבְְ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץ
ָ֖ ֹּֽהּודהְהַ ב ִ ֵ֥איםְלג
֔ ְְאְיהְ ֶּ֜יהְפ ִ ָ֤ליטְוְְש ִריד֙ ְלִ ְשא ִ ֶׁ֣ריתְי ֹּֽ ִ וְְ ֶׁ֨ל
ְ ֙ר־המהְמְְנַשְְ ִ ָ֤איםְאֶּ ת־נַפְ שם ֜ ֶּהּודהְאֲש ִ֗ ְְּובְ׀ְא ֶּרץְי
ֶׁ֣ ֶּ ִמצְ ָּ֑ריִ םְוְְל ֶׁ֣ש
ְפ:ְיְאם־פְְל ִ ֹּֽטיםִ ּובּוְכ
ֵ֥ ִ יְלא־י ָ֖ש ֹּֽ םְכ
ֵ֥ ִ תְש ֔ ֶּלשּוב֙ ְל ֶּ ֶׁ֣שב
vêló IHIÉH palít vêsarid lisherít Iêhudáh, habaím lagúr-shám bêéretz mitzráim;
vêlashúv | éretz Iêhudáh asher-hémah mênasêím et-nafsham lashuv lashévet
shám, kí ló-iashúvu kí im-pêletím .
Y del remanente de Iehudá que entró en la tierra de Egipto para residir allí, no
habrá quien escape, ni quien sobreviva para volver a la tierra de Iehudá, a la
cual ellos suspiran por regresar, para habitar allí. Porque no regresarán sino
los que escapen.'
(15)
ְ ֙ל־האֲנ ִ ָ֤שיםְהַ ֹּֽידְְעִ ים֙ ִ ְֹּֽכי־מְְקַ טְְ ָ֤רֹותְנְְשיהֶּ ם
ֹּֽ ְו ַ ַֹּֽיעֲנֶׁ֣ ּוְ ֶּ ֹּֽאת־יִ ְרמְְ ִ֗יהּוְכ
ְאֹלהיםְאֲח ִ ֔ריםְוְְכְל־הַ נ ִ ֵ֥שיםְה ֹּֽעמְְ ָ֖דֹותְקהֶׁ֣לְג ָּ֑דֹולְוְְכְל־העֵ֛ם ֶׁ֣ ִ ֹּֽל
:ְאמר ֹּֽ ץ־מצְ ַ ָ֖ריִ םְבְְפ ְַת ֵ֥רֹוסְל
ִ הַ ֹּֽישְְ ִ ֵ֥ביםְבְְ ֶּ ֹּֽא ֶּר
vaiá'anú ét-Irmêiáhu kol-háanashím haiódê'im kí-mêqatêrót nêsheihem
lélohím ajerím, vêjol-hanashím ha'ómêdót qahál gadól; vêjol-ha'ám
haióshêvím bêéretz-mitzráim bêfatrós lemór .
Entonces todos los hombres que sabían que sus mujeres quemaban incienso a
dioses ajenos, y todas las mujeres que estaban presentes y una gran
concurrencia, todo el pueblo que habitaba en Patros en tierra de Egipto,
respondieron a Irmiáhu [Jeremías] diciendo:
(16)
:ְֵ֥נּוְשמְְ ִ ָ֖עיםְא ֶּ ֹּֽליך
ֹּֽ ֶּר־ד ַב ְֵ֥רתְאלָ֖ינּוְבְְ ֶׁ֣שםְיְ הוָּ֑הְאינ
ִ ֶּהַ דבֵ֛רְאֲש
hadavár asher-dibárta eléinu bêshém Adonai; einénu shómê'ím eléja .
–La palabra que nos has hablado en nombre del Eterno, no te la
escucharemos.
509
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 44
(17)
ְֶׁ֣אְמ ִ֗ ִפינּוְלְְקַ ֵ֞טרְלִ ְמלֶּ ֶׁ֣ כֶּת ִ הְאת־כְל־הַ דבֶׁ֣רְ׀ְאֲשֶּ ר־יצ ֹּֽ ֶּ ֶּ֜הְנעֲש
ֹּֽ ַ כִ יְּ֩ע ֶׁ֨ש
ְנּוְואֲב ֶׁ֨תינּו֙ ְמְְלכֶׁ֣ינּו ֹּֽ ַ ְְּ֒כאֲשֶֶּׁ֨ רְע ֜ ִשינּוְאֲנַ ָ֤ח ֹּֽ ַ הַ שמַ יִ םּ֮ ְוְְהַ ֹּֽסיְך־לֶׁ֣הְנְְסכִ ים
ְֶׁ֣הְטֹובים
ִ֔ ֶּהּודהְּובְ ח ָֻ֖צֹותְיְְ ֹּֽרּוש ָּ֑ל ִםְו ִ ַֹּֽנשְְ ַ ֹּֽבע־ ֶֶּׁ֨לחֶּ ם֙ ְו ִ ַֹּֽנהְְי
֔ ְְוְְש ֔רינּוְבְְע ֶׁ֣ריְי
:ָ֖הְלאְר ִ ֹּֽאינּו
ֵ֥ וְְרע
kí 'asóh ná'aséh ét-kol-hadavár | asher-iatzá mipínu lêqatér limléjet hashamaim
vêhaséijê-láĥ nêsajim káashér 'asínu anájnu váavotéinú mêlajéinu vêsaréinu,
bê'aréi Iêhudáh, uvjutzót Iêrúshaláim; vanísêbá'-léjem vaníhêiéh tovím,
vêra'áh ló raínu.
Más bien, pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca,
para quemar incienso a la 'reina de los cielos' y para derramarle libaciones,
como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros
magistrados, tanto en las ciudades de Iehudá como en las calles de
Ierushalaim. Pues fuimos saciados de pan, nos fue bien y no vimos mal
alguno.
(18)
ְן־אזְח ֜ ַדלְ נּוְלְְקַ ֶׁ֨טרְלִ ְמלֶּ ֹּ֧ כֶּתְהַ ש ַ ֵ֛מיִ םְוְְהַ ֹּֽסְך־לֵ֥הְנְְס ִ ָ֖כיםְח ַ ֶׁ֣ס ְרנּוָ֡ ּומ
ִ
:ָ֖בְתמְְנּו
ֹּֽ בְּוברע ֹּֽ ָּ֑כלְּובַ ֶּח ֵֶּ֥ר
umin-áz jadálnu lêqatér limléjet hashamáim vêhaséjê-láĥ nêsajím jasárnu jól;
uvajérev uvára'áv támênu.
Pero desde que dejamos de quemar incienso a la 'reina de los cielos' y de
derramarle libaciones, nos falta de todo, y somos exterminados por la espada y
por el hambre.
(19)
ְוְְ ִ ֹּֽכי־אֲנַ ָ֤חְ נּוְמְְקַ טְְ ִרים֙ ְלִ ְמלֶּ ֶׁ֣ כֶּתְהַ ש ֔ ַמיִ םְּולְ הַ ֵ֥סְךְלָ֖הְנְְס ִ ָּ֑כיםְה ִ ֲֹּֽמבַ לְ ע ֲֶׁ֣די
ְס:אֲנ ִ֗שינּוְע ֶׁ֨ ִשינּוְלָ֤הְכַּונִ ים֙ ְלְְ ַ ֶׁ֣העֲצִ ֔בהְוְְהַ ֵ֥סְךְלָ֖הְנְְס ִ ֹּֽכים
vêjí-anájnu mêqatêrim limléjet hashamáim, ulhaséj láĥ nêsajím; hamíbal'adéi
anashéinu 'asínu láĥ kavanim lêhá'atziváh, vêhaséj láĥ nêsajím.
Y las mujeres dijeron: –Cuando nosotras quemábamos incienso a la 'reina de
los cielos' y le derramábamos libaciones, ¿acaso era sin el conocimiento de
nuestros maridos que le hacíamos tortas, reproduciendo su imagen, y le
derramábamos libaciones?
(20)
ו ֵַ֥יאמֶּ רְיִ ְרמְְיָ֖הּוְאֶּ ל־כְל־העָּ֑םְעַל־הַ גְְב ִ ָ֤ריםְוְְעַל־הַ נ ִשים֙ ְוְְעַל־כְל־
:אמר
ֹּֽ םְהע ִנֵ֥יםְא ֵ֛תֹוְדבָ֖רְלֹּֽ ה ֔ע
510
44 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
511
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 44
(24)
ְהוה
֔ ְיםְש ְמעּו֙ ְדְְבַ ר־י
ִ ו ַָ֤יאמֶּ רְיִ ְרמְְ ֶׁ֨יהּו֙ ְאֶּ ל־כְל־ה ֔עםְוְְ ֶּ ָ֖אלְכְל־הַ נ ִ ָּ֑ש
:ְץְמצְ ֹּֽריִ םִ ֲשרְבְְ ֶּ ֵ֥א ֶּר
ָ֖ ֶּ הּודהְא
ַ֕ ְְכְל־י
vaiómer Irmêiáhú el-kol-ha'ám, vêél kol-hanashím; shim'ú dêvar-Adonai, kol-
Iêhudáh ashér bêéretz mitzráim .
512
44 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
hinêní shoqéd 'aleihém lêra'áh vêló lêtováh; vêtamú jol-ísh Iêhudáh ashér
bêéretz-mitzráim bajérev uvára'áv 'ad-kêlotám.
He aquí que yo vigilo sobre ellos para mal, y no para bien. Todos los hombres
de Iehudá que están en la tierra de Egipto serán exterminados por la espada y
por el hambre, hasta que perezcan del todo.
(28)
ְיְמ ְספָּ֑ר
ִ הּודהְמְְ ֶׁ֣ת
ָ֖ ְְםְא ֶּרץְי
ֵ֥ ֶּ ִץְמצְ ַ ֵ֛רי
ִ ן־א ֶּר ֹּ֧ ֶּ ּוןְמ
ִ ֶׁ֨יְח ֶּרבְיְְשֻ ב ֶּ ֜ יט
ֶׁ֨ ִּופְ ל
ּורְשםְדְְבַ ר־
֔ ֶׁ֣ץ־מצְ ַ ֶׁ֨ריִ ם֙ ְלג
ִ הּודהְהַ ב ִ ָ֤איםְלְְ ֶּ ֹּֽא ֶּר ִ֗ ְְְ ְֹּֽויְ ְד ֵ֞עּוְכְל־שְְא ִ ֶׁ֣ריתְי
:ּוםְמ ֶּ ֵ֥מנִ יְּומ ֶּ ֹּֽהם
ִ ִ ֵ֥מיְי ָ֖ק
uflitéi jérev iêshuvún min-éretz mitzráim éretz Iêhudáh mêtéi mispár; vêíod'ú
kol-shêerít Iêhudáh habaím lêéretz-mitzráim lagúr shám, dêvar-mí iaqúm
miméni umehém.
Esto tendréis por señal, dice el Eterno, de que os castigaré en este lugar, para
que sepáis que ciertamente mis palabras prevalecerán sobre vosotros para mal.
(30)
ְְֶּך־מצְ ַ ֶׁ֨ריִ ם֙ ְבְְיַ ֶׁ֣ד
ִ עְמל ֹּֽ ֶּ ֶׁ֣יְנתןְאֶּ ת־פ ְַר ֶׁ֨עהְחְפְ ַ ָ֤ר ִּ֠ הוהְהִ נְְ ִנ ִ֗ ְֶׁ֣כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי
ְהּודה
ִ֗ ְְֶׁ֣הּוְמלְֶּך־י ֹּֽ ֶּ ֹוְכאֲשֶֶּׁ֨ רְנ ֜ ַת ִתיְאֶּ ת־צִ ְדקִ י ֹּֽ ַ ֹּֽאיְְ ֔ביוְּובְ יַ ָ֖דְמְְבַ קְ ֶׁ֣שיְנַפְ ָּ֑ש
ְס:ְֹוְּומבַ ֵ֥קשְנַפְ ֹּֽשֹו
ְ ֵ֛לְאיְְ ָ֖ב
ֹּֽ ֹּ֧רְמלְֶּך־ב ֶּב ֹּֽ ֶּ אצ
ַ בְְ ֶַׁ֨ידְנְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר
kóh | amár Adonai hinêní nóten et-par'óh jofrá' mélej-mitzráim bêiád óiêváv,
uviád mêvaqshéi nafshó; káashér natáti et-Tzidqiáhu mélej-Iêhudáh bêiád
Nêvújadretzár mélej-bavél óiêvó umvaqésh nafshó .
Así ha dicho el Eterno: He aquí que yo entrego al faraón Hofra, rey de Egipto,
en mano de sus enemigos y en mano de los que buscan su vida, como entregué
a Sedequías, rey de Iehudá, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su
enemigo que buscaba su vida.'
513
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 45
Le has de decir que así ha dicho el Eterno: 'He aquí que yo destruyo lo que
edifiqué, y arranco lo que planté, es decir, toda esta tierra.
(5)
שְכיְהִ נְְנִ יְּ֩מ ִֶׁ֨ביאְרעָ֤הְעַל־כְל־
ִ ָ֡ וְְאַ ֵ֛תהְתְְבַ קֶּ ש־לְְךֵ֥ ְגְְדלָ֖ ֹותְאַ ל־תְְבַ ָּ֑ק
ְְאת־נַפְ שְְך֙ ְלְְש ֔ללְעַ ֵ֥לְכְל־הַ מְְק ָ֖מֹות ֹּֽ ֶּ ָ֤הוהְוְְנֹּֽתַ ֶׁ֨ ִתיְלְְך
֔ ְבשר֙ ְנְְאֻם־י
ְפ:ְְֶּך־שם
ֹּֽ רְתל
ֹּֽ ֲש ֵ֥ ֶּ א
514
45-46 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
La palabra del Eterno que vino al profeta Irmiáhu [Jeremías] acerca de las
naciones.
(2)
ְֶּךְמצְ ַ ֔ריִ םְאֲשֶּ ר־היֵ֥הְעַ ל־נְְהַ ר־ ִ ְמל ֶׁ֣ ֶּ ַ֙ל־חילְפ ְַר ָ֤עהְנְְכֹו ֶׁ֨ לְְ ִמצְ ַ ִ֗ריִ םְע
ְ ְ֙מלְֶּךְב ֔ ֶּבלְבִ ְשנַת ֶׁ֣ ֶּ ֲ֙שרְהִ ִ֗כהְנְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּראצַ ר ֶׁ֣ ֶּ פְְ ָ֖רתְבְְכ ְַרכְְ ִ ָּ֑משְא
:הּודהֹּֽ ְְָ֖הּוְמלְֶּךְי
ֵ֥ ֶּ אשי ִ ן־יֹּֽ ֶּיהֹוי ִ ֵ֥קיםְב ֹּֽ ִיעיתְל ִ ֔ ִֹּֽה ְְרב
lêmitzráim 'al-jéil par'óh nêjó mélej mitzráim, asher-haiáh 'al-nêhar-pêrát
bêjarkêmísh; ashér hikáh nêvújadretzar mélej bavél, bishnat hárêvi'ít,
lihóiaqím ben-Ióshiáhu mélej Iêhudáh.
En cuanto a Egipto, contra el ejército del faraón Necao, rey de Egipto, el cual
estaba en Carquemis, cerca del río Éufrates, y al cual derrotó Nabucodonosor,
rey de Babilonia, en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de Iehudá:
(3)
:עִ ְרכָ֤ ּוְמגן֙ ְוְְצִ ֔נהְּוגְ ָ֖שּוְל ִַמלְ ח ֹּֽמה
'irjú magen vêtzináh, ugshú lamiljamáh.
Uncid los caballos y subid vosotros, oh jinetes. Presentaos con cascos, pulid
las lanzas, vestíos de cota de malla.
515
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 46
(5)
ְיהֶׁ֣םְיֻ ַ֔כתּוְּומנֵ֥ ֹוסְנָ֖סּו
ֶּ יתיְהֶׁ֣מהְחַ ִתיםּ֮ ְנְְס ִגֶׁ֣יםְאחֹורְּ֒וְְגִ ֹּֽבֹור
ִ מַ ֶׁ֣דּועְַר ִִ֗א
:ְֹורְמס ִ ָ֖ביבְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ִ ֵ֥וְְ ֶׁ֣לאְהִ פְ נָּ֑ ּוְמג
madú'a raíti hémah jatim nêsogím ajor vêgibóreihém iukátu, umanós násu
vêló hifnú; magór misavív nêum-Adonai .
¿Por qué los veo medrosos, volviéndose atrás? Sus valientes han sido
deshechos; han huido buscando refugio, sin mirar atrás. ¡El terror está por
todas partes! dice el Eterno.
(6)
ְתְכשְְלָ֖ ּו
ֹּֽ אַ ל־ינֶׁ֣ ּוסְהַ ֔ ַקלְוְְאַ ל־יִ מלָ֖טְהַ גִ ָּ֑בֹורְצ ֶׁ֨פֹונה֙ ְעַל־יַ ֶׁ֣דְנְְהַ ר־פְְ ֔ר
:וְְנ ֹּֽפלּו
al-ianús haqál, vêal-imalét hagibór; tzafónah 'al-iád nêhar-pêrát, káshêlú
vênafálu.
'¿Quién es éste que sube como el Nilo y cuyas aguas se agitan como ríos?
(8)
רְא ֲעלֶּה֙ ְ ֲאכַסֶּ ה־
ֹּֽ ַ ֲֶּשּוְמיִ םְו ִַ֗יאמ
ָּ֑ רְי ֲע ֶּ֔להְוְְכַנְְה ָ֖רֹותְיִ ְת ֶׁ֣גע
ֹּֽ ַ ִמצְ ַ ֶׁ֨ריִ ם֙ ְכַיְ ֶׁ֣א
:יְבה
ֹּֽ הְעירְוְְ ֵ֥י ְשב ָ֖ ִ ֔ ֶּא ֶּרץְא ִ ֵ֥ביד
mitzráim kaiór iá'aléh, vêjanêharót itgó'ashu máim; vaiómer á'aleh ajaseh-
éretz, ovídah 'ír vêióshvei váĥ.
Egipto, que se alza como el Nilo, y cuyas aguas se agitan como ríos, dijo:
'Subiré, cubriré la tierra; destruiré las ciudades y sus habitantes.'
(9)
ְבֹוריםְכָ֤ ּושְּופּוט֙ ְֹּֽתפְְ ֶׁ֣שי
ָּ֑ ִ ִסּוסים֙ ְוְְהִ ְת ֹּֽהלְְלֶׁ֣ ּוְה ֶּ ֔רכֶּבְוְְיֹּֽצְְ ָ֖אּוְהַ ג
ִ ַעֲלָ֤ ּוְה
:יְקשְֶּת ֹּֽ יְד ְרכ ֵ֥ יםְתפְְ ָ֖ש
ֹּֽ לּוד
ִַ֕ ְְמ ֔גןְו
'alú hasusim vêhithólêlú haréjev, vêiétzêú hagiborím; kúsh ufut tófêséi magén,
vêludím tófêséi dórjei qáshet.
Subid, caballos; corred, carros, como locos; salid, valientes, los de Etiopía y
los de Libia que toman escudo, y los de Lidia que toman y entesan el arco.
516
46 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(10)
ְםְמצ ֔ריוִ הוֶׁ֣הְצְְב ִ֗אֹותְיָ֤ ֹוםְנְְקמה֙ ְלְְהִ נ ֶׁ֣ק ִ ְּואְלאדנֹּ֧יְי
ֹּֽ ַ ְ ְֹּֽוהַ יֶׁ֨ ֹוםְהַ ֜ה
ְהוֹּ֧הְצְְב ֵ֛אֹותִ ְחְלאד ֶׁ֨ניְי
ֹּֽ ַ ַםְכיְ ִּ֠ ֶּזב
ֶׁ֣ ִ הְמד ָּ֑מ
ִ ֵ֥הְח ֶּרב֙ ְוְְ ֶׁ֣שבְ ֔עהְוְְ ֹּֽרוְְ ָ֖ת
ֶּ ֶׁ֨ וְְ ֹּֽאכְְל
:ְבְְ ֶּ ֵ֥א ֶּרץְצ ָ֖פֹוןְאֶּ ל־נְְהַ ר־פְְ ֹּֽרת
vêhaióm hahú ládonái IHVÍH tzêvaót íom nêqamah lêhinaqém mitzaráv,
vêájêláh jérev vêsáv'áh, vêrávêtáh midamám; kí zévaj ládonái IHVÍH tzêvaót
bêéretz tzafón el-nêhar-pêrát .
'Pero ese día será día de venganza para el Señor Elohim de los Ejércitos, para
vengarse de sus enemigos. La espada devorará y se saciará; se embriagará con
la sangre de ellos. Porque el Señor Elohim de los Ejércitos tendrá un sacrificio
en la tierra del norte, junto al río Éufrates.
(11)
ְ)ת־מצְ ָּ֑ריִ םְלַשְוְְא֙ ְהרביתיְ(הִ ְרבֶׁ֣ית
ִ ַע ִ ֲָ֤ליְגִ לְ עד֙ ְּוקְ ִ ֶׁ֣חיְצְ ִ ֔ריְבְְתּולַ ָ֖תְב
:יןְלְך
ֹּֽ ָ֖הְאֵ֥ ְְרפ ֻ֔אֹותְתְְעל
'alí gil'ad uqjí tzorí, bêtulát bat-mitzráim; lashovê hrvyty (hirbéit) rêfuót,
tê'aláh éin láj.
517
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 46
(14)
ְהַ ִגָ֤ידּוְבְְ ִמצְ ַ ֶׁ֨ריִ ם֙ ְוְְהַ ְש ִ ֶׁ֣מיעֹּֽ ּוְבְְ ִמגְ ד֔ ֹולְוְְהַ ְש ִ ֵ֥מיעּוְבְְ ָ֖נףְּובְ תַ חְ פַנְ חָּ֑ס
:יביך ֹּֽ ֶּ ִֵ֥הְח ֶָּ֖רבְסְְב
ֶּ ְךְכי־אְכְְל ֹּֽ ִ ֶׁ֣ןְל ֔ ִא ְמ ִ֗רּוְהִ ְתיַצב֙ ְוְְהכ
hagídu vêmitzráim vêhashmí'ú vêmigdól, vêhashmí'u vênóf uvtajpanjés; imrú
hitiatzev vêhajén láj, kí-ojêláh jérev sêvivéja.
Hizo tropezar a muchos; sí, cada uno cayó sobre su compañero. Y dijeron:
'Levántate, y volvamos a nuestro pueblo; volvamos a la tierra de nuestro
nacimiento, por causa de la espada opresora.'
(17)
:מֹועד
ֹּֽ ַֹוןְהע ִ ֱָ֖בירְה
ֹּֽ ֶּ ְֶּך־מצְ ַ ֶׁ֨ריִ ם֙ ְש ֔א
ִ הְמל ֹּֽ ֶּ ּוְשםְפ ְַר ָ֤ע
ָּ֑ ֹּֽק ְְר ָ֖א
qárêú shám; par'óh mélej-mitzráim shaón, hé'evír hamo'éd.
Allí gritaron: '¡El faraón, rey de Egipto, es sólo ruido! ¡Dejó pasar la
oportunidad!'
(18)
ְֹורְבה ִ ֔ריםְּוכְְכ ְַר ֶּ ָ֖מל
ֹּֽ ֶּ ֹוְכיְכְְת ֶׁ֣ב
ִ ֹּ֚ י־אנִ י֙ ְנְְאֻם־הַ ֔ ֶּמלְֶּךְיְ הוֵ֥הְצְְב ָ֖אֹותְשְְ ָּ֑מ
ֶׁ֨ ַח
:ְבַ יֵ֥םְי ֹּֽבֹוא
jai-ání nêum-hamélej, Adonai tzêvaót shêmó; kí kêtavór béharím, ujêjarmél
baiám iavó .
'Vivo yo, dice el Rey, cuyo nombre es el Eterno de los Ejércitos, que como el
Tabor entre los montes y como el Carmelo junto al mar, así vendrá.
518
46 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(19)
ְהְתהְְ ֶּ֔יה
ֹּֽ ִ ת־מצְ ָּ֑ריִ םְכִ י־נף֙ ְלְְשַ ֶׁ֣מ
ִ ְַךְיֹושבֶּ תְב
ָ֖ ֶּ יְל ֔ כְְלָ֤יְגֹולה֙ ְע ִ ֲֶׁ֣ש
ְס:יןְיֹושב
ֹּֽ וְְנִ צְְ ָ֖תהְמ ֵ֥א
kêléi golah 'así láj, ioshévet bat-mitzráim; ki-nof lêshamáh tíhêiéh, vênitzêtáh
meéin ioshév.
Cortarán su bosque, dice el Eterno, aunque sea impenetrable; porque son más
que las langostas; son innumerables.
519
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 46
(24)
:ת־מצְ ָּ֑ריִ םְנִ תְְנָ֖הְבְְיַ ֵ֥דְעַם־צ ֹּֽפֹון
ִ ַה ִ ָ֖בישהְב
hovíshah bat-mitzráim; nitênáh bêiád 'am-tzafón.
La hija de Egipto es avergonzada; es entregada en manos del pueblo del
norte.'
(25)
ֹוןְמ ֔נאְוְְעַל־
ִ הוהְצְְב ֜אֹותְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ִ֗אלְהִ נְְ ִנָ֤יְפֹוקד֙ ְאֶּ ל־א ֶׁ֣מ ֶׁ֨ ְאמַ רְּ֩י
ְֱֹלהָ֖יהְוְְעַל־מְְלכֶּ ָּ֑יהְוְְ ֶַׁ֨על־פ ְַר ֔עהְוְְעַ ֵ֥ל
ֶּ ַל־מצְ ַ ֔ריִ םְוְְעַל־א
ִ פ ְַרעה֙ ְוְְע
:ְיםְבֹו
ֹּֽ הַ ֹּֽבטְְ ִ ָ֖ח
amar Adonai tzêvaót elohéi Israél hinêní foqed el-amón minó, vê'al-par'oh
vê'al-mitzráim, vê'al-elohéiha vê'al-mêlajéiha; vê'ál-par'óh, vê'ál habótêjím bó.
El Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel, ha dicho: 'He aquí que yo castigo
a Amón en Tebas; al faraón, a Egipto, a sus dioses y a sus reyes; al faraón y a
los que en él confían.
(26)
ֵ֥רְמלְֶּך־ב ֶּבָ֖לְּובְ יַד־
ֹּֽ ֶּ אצ
ַ ּונְ תַ ִ֗ ִתיםְבְְיַד֙ ְמְְבַ קְ ֶׁ֣שיְנַפְ ֔שםְּובְ יַ ֵ֛דְנְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר
ְפ:ְי־קדֶּ םְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה ָ֖ ֶּ ןְכימ
ֹּֽ ִ ֵ֛ןְת ְש ֵ֥כ
ִ עֲב ָּ֑דיוְוְְ ַ ֹּֽאחֲרי־כ
untatím bêiad mêvaqshéi nafshám, uviád Nêvújadretzár mélej-bavél uviad-
'avadáv; vêájarei-jén tishkón kímei-qédem nêum-Adonai .
Y los entregaré en mano de los que buscan sus vidas; en mano de
Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de sus servidores. Pero después
Egipto será habitada como en los días pasados, dice el Eterno.
(27)
ְ ָ֤֙יְמֹושעֲך
ֹּֽ ִ יְיעֲקב֙ ְוְְאַ ל־ת ַחֶׁ֣תְיִ ְשר ֔אלְכִִּ֠ יְהִ נְְ ִנ ֹּֽ ַ יראְעַבְ ִ ָ֤ד ֵ֞ ל־ת
ִ ְְִַּ֠ואַ תהְא
ְבְיע ֲֵ֛קֹובְוְְש ַ ֵ֥קטְוְְ ַ ֹּֽשאֲנַ ַָֽ֖ןְוְְ ֵ֥אין
ֹּֽ ַ ץְשבְ יָּ֑םְוְְ ֹּ֧ש
ִ ֹּֽמר ֔חֹוקְוְְ ֶּ ֹּֽאת־ז ְַרעֲךָ֖ ְמ ֶּ ֶׁ֣א ֶּר
:ַ ֹּֽמח ִ ֲֹּֽריד
vêatah al-tirá 'avdí iá'aqov vêal-teját Israél, kí hinêní moshí'ajá mérajóq, vêét-
zar'ajá meéretz shiviám; vêsháv Iá’aqóv vêshaqát vêsháanán vêéin májaríd.
'Pero tú no temas, oh siervo mío Iaaqov, ni desmayes, oh Israel. Porque he
aquí, yo soy el que te salva desde lejos; y a tu descendencia, de la tierra de su
cautividad. Iaaqov volverá y estará tranquilo; estará confiado, y no habrá
quien lo atemorice.
(28)
ְְּ֩אעֱשֶֶּׁ֨ ה
ֹּֽ ֶּ ְאנִ יְכִ י
ָּ֑ ָ֖יְאתְְךִ הְכ ֵ֥ ִ הו
֔ ְיְיעֲקב֙ ְנְְאֻם־י ֹּֽ ַ יראְעַבְ ִ ָ֤ד ֵ֞ ל־ת
ִ ִַּ֠אַ תהְא
ְְלא־אֶּ ע ֶּ ֱֶׁ֣שהְכ ֔לה ֹּֽ ֙יךְשמהְוְְ ֹּֽאתְְךִ֗ ֲשרְהִ דַ חְ ִ ֶׁ֣ת ֹּ֧ ֶּ גֹויֶׁ֣םְ׀ְא
ִ ַכ ֜להְבְְ ֹּֽכל־ה
ְפ:ְהְלאְ ֲאנ ֶּ ַֹּֽקך
ֵ֥ וְְיִ סַ ְר ֶׁ֨ ִתיך֙ ְל ִַמ ְש ֔פטְוְְנ ַָ֖ק
520
46-47 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
átah al-tirá 'avdí iá'aqov nêum-Adonai, kí itêjá áni; kí é'eséh jaláh bêjál-
hagoím | ashér hidajtíja shámah vêótêjá ló-e'eséh jaláh, vêisartíjá lamishpát,
vênaqéh ló anaqéka .
'Tú no temas, oh siervo mío Iaaqov, porque yo estoy contigo, dice el Eterno.
Ciertamente haré exterminio en todas las naciones a las cuales te he
expulsado; pero en ti no haré exterminio, sino que te castigaré con justicia. De
ninguna manera te daré por inocente.'
'al-haióm haba lishdód et-kol-pêlishtím, lêhajrít lêtzor ultzidón, kól saríd 'ozér;
kí-shodéd Adonai et-pêlishtím, shêerít í jaftór .
a causa del día que viene para destruir a todos los filisteos; para exterminar a
Tiro, a Sidón y a todo aliado que haya quedado con vida. Porque el Eterno
destruirá a los filisteos, a los sobrevivientes de la isla de Caftor.
(5)
ְבָ֤אהְקְ ְרחה֙ ְאֶּ ל־ ַע ֔זהְנִ ְדמְְ ֵ֥תהְאַ ְשקְְלָ֖ ֹוןְשְְא ִ ֶׁ֣ריתְעִ ְמ ָּ֑קםְעַד־מ ַ ָ֖תי
:גֹוד ִדי
ֹּֽ ִת ְת
báah qorjah el-'azáh, nidmêtáh ashqêlón shêerít 'imqám; 'ad-matái titgodádi.
522
48 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(2)
ְיתנה
ֶׁ֣ ֶּ יהְר ֔עהְלְְכָ֖ ּוְוְְנַכְ ִר
֙ ֹוןְחשְְ ָ֤בּוְע ֶֶּׁ֨ל
ֹּֽ ֶׁ֣איןְעֹודּ֮ ְתְְהִ לַ ֶׁ֣תְמֹואבְּ֒בְְחֶּ ְש ִ֗ב
:ְֶּךְח ֶּרב
ֹּֽ ְךְתלֵ֥ ִןְת ֔ד ִמיְ ַ ֹּֽאח ַ ֲָ֖רי
ִ ִמגָּ֑ ֹויְגַם־מַ ְד ֶׁ֣מ
éin 'od têhilát moav bêjeshbón jáshêvú 'aléihá ra'áh, lêjú vênajriténah migói;
gam-madmén tidómi, ájaráij télej járev.
No hay más alabanza para Moab. En Hesbón planearon el desastre contra ella,
diciendo: 'Venid, eliminémosla de entre las naciones.' Tú también, Madmena,
serás silenciada; la espada irá en pos de ti.
(3)
:םְשדְו ֶּ ֵ֥שבֶּ רְג ֹּֽדֹול
ָ֖ ִרֹונַֽי
ָּ֑ ֵ֥קֹולְצְְע ָ֖קהְמ ֹּֽח
qól tzê'aqáh mejóronáim; shód vashéver gadól.
Por la cuesta de Lujit sube con llanto continuo; por la bajada de Horonaim los
enemigos oyen el clamor del quebranto.
(6)
ֹּֽ ַ ֻנ ָ֖סּוְמַ לְְ ֶׁ֣טּוְנַפְ שְְכֶּ ָּ֑םְוְְ ִ ֹּֽתהְְ ֶַּ֕יינ
:הְכעֲרֹועָ֖רְבַ ִמ ְד ֹּֽבר
núsu malêtú nafshêjém; vêtíhêiéinah ká'aro'ér bamidbár.
Por cuanto confiaste en tus obras y tesoros, tú también serás tomado. Quemós
será llevado en cautividad, junto con sus sacerdotes y principales.
523
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 48
(8)
ְאְתמ ֔לטְוְְא ַבֵ֥דְהעָ֖מֶּ קְוְְנִ ְש ַ ֶׁ֣מד
ִ ְלֶׁ֣ ֙ל־עירְוְְעִ יר
ִ ִ֗ ְוְְי ֶׁ֨באְש ֜דדְאֶּ ל־כ
:ְֲשרְא ַ ֵ֥מרְיְ הוֹּֽה
ָ֖ ֶּ ישרְא
ָּ֑ הַ ִמ
vêiavó shodéd el-kol-'ír vê'ir ló timalét, vêavád ha'émeq vênishmád hamishór;
ashér amár Adonai .
'Dad alas a Moab, porque se irá volando. Sus ciudades serán desoladas hasta
no quedar en ellas habitante.
(10)
:ְֹוְמ ֹּֽדם
ִ ָ֖הְר ִמיָּ֑הְוְְא ַ֕רּורְמ ֵ֥נעְַחַ ְר ָ֖ב
ְְ א ִ֗רּורְע ֶּ ֵ֛שהְמְְלֶּ ֵ֥אכֶּתְיְ הו
arúr 'oséh mêléjet Adonai rêmiáh; vêarúr moné'a jarbó midám .
¡Maldito el que haga con negligencia la obra del Eterno! ¡Maldito el que
retraiga su espada de la sangre!
(11)
ְ ֙קְמכְְלִ י
ִ א־הּור
ָ֤ ַ עּוריוְוְְש ֵ֥קטְהּוא֙ ְאֶּ ל־שְְמ ֔ריוְוְְ ֹּֽל
ִ֗ ְְבְמנ
ִ ןְמֹוא
֜ ַ ֹּֽש ֲא ֶַׁ֨נ
ְס:ֹוְלאְנ ֹּֽמר
ֵ֥ יח ָ֖ ְבֹוְוְְר ֔ ַ֙ל־כןְע ַ ָ֤מדְטַ עְ מֹו
ִ֗ ָ֖הְלאְהלְָּ֑ךְע
ֶׁ֣ אֶּ ל־ ֶּ֔כלִ יְּובַ גֹול
sháanán moáv minê'uráv vêshoqét hu el-shêmaráv, vêló-huráq mikêlí el-kéli,
uvagoláh ló haláj; 'al-kén 'amád ta'mó bó, vêreijó ló namár.
Por tanto, he aquí que vienen días, dice el Eterno, en que yo le enviaré quienes
lo hagan vaciar, y lo vaciarán. Dejarán vacías sus vasijas y destrozarán sus
tinajas.
524
48 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(13)
:לְמבְ טֶּ ֹּֽחם
ִ ֵ֥יתְא
ָ֖ לְמב
ִ ר־בשּו֙ ְבֶׁ֣יתְיִ ְשר ֔א
ֶׁ֨ ֶֹּושְכאֲש
ֹּֽ ַ בְמכְְ ָּ֑מ
ִ שְמֹוא
ָ֖ ּוב
ֵ֥
uvósh moáv mikêmósh; káasher-bóshú béit Israél, mibéit él mivtejám.
Compadeceos de él todos los que estáis alrededor suyo; todos los que conocéis
su nombre, decid: '¡Cómo se ha roto el poderoso cetro, la vara gloriosa!'
(18)
ְ ֹ֙וןְכי־ש ָ֤דדְמֹואב
ֹּֽ ִ ת־ד ָּ֑יב
ִ ְַישביְ(ּוש ִ ֶׁ֣בי)ְבַ צ ֔מאְי ֶּ ָ֖שבֶּ תְב
ְ ֙יְמכבֹוד
ִ ְְר ִ ָ֤ד
:ְךְש ָ֖חתְ ִמבְ צ ֹּֽריִ ְך
ִ הְב
֔ עֶׁ֣ל
rêdí mikavod ISVI (ushví) vatzamá, ioshévet bat-divón; kí-shodéd moav 'álah
váj, shijét mivtzaráij.
525
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 48
526
48 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
sobre Queriot, sobre Bosra y sobre todas las ciudades de la tierra de Moab; las
de lejos y las de cerca.
(25)
:ְןְמֹואבְּוזְרעָ֖ ֹוְנִ ְשבָּ֑רהְנְְאֻ ָ֖םְיְ הוֹּֽה
֔ ְק ֶּר
ֶׁ֣ ֶּ ֙נִ גְ דְְעה
nigdê'ah qéren moáv, uzro'ó nishbárah; nêúm Adonai .
527
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 48
'Por tanto, lamentaré sobre Moab; clamaré sobre todo Moab, y gemiré por los
hombres de Quir-jaréset.
(32)
ְרּוְיםְעַ ֵ֛דְיֵ֥ם
֔ ְֶּןְשבְ ֔מהְנְְ ִ ֹּֽטיש ֶׁ֨ ַתיִ ְך֙ ְעֶׁ֣ב
ִ ִמבְְ ֶׁ֨ ִכיְיַעְ זָ֤רְאֶּ בְ כֶּה־לְך֙ ְהַ גֶּ ֶׁ֣ פ
:ירְךְש ֵ֥דדְנ ֹּֽפל ָ֖ ִיַעְ זָ֖רְנגָּ֑עּוְעַל־קיצְֵ֥ךְוְְעַל־בְְצ
mibêjí ia'zér evkeh-laj hagéfen sivmáh, nêtíshotáij 'ávru iám, 'ád iám ia'zér
nagá'u; 'al-qeitzéj vê'al-bêtziréj shodéd nafál.
Lloraré por ti más que por Jazer, oh vid de Sibma. Tus brotes pasaban las
aguas y llegaban hasta las aguas de Jazer. Sobre tus frutos de verano y sobre
tu vendimia ha caído el destructor.
(33)
ְץְמֹואבְוְְ ֶַׁ֨ייִ ן֙ ִ ְֹּֽמיק ִ ֶׁ֣ביםְהִ ְש ֔ ַב ִתי
ָּ֑ ילְמכ ְַר ֶּ ָ֖מלְּומ ֶּ ֶׁ֣א ֶּר
ִ הְש ְמחֵ֥הְו ִ ֵ֛ג
ִ וְְ ֶּנֹּֽאֶּ ְס ֶׁ֨פ
:ידדֹּֽ דְלאְה ֵ֥ יד
ָ֖ ֹּֽלא־יִ ְד ֶׁ֣רְךְה ֔ידדְה
vênéesfáh simjáh vagíl mikarmél umeéretz moáv; vêiáin míqavím hishbáti, ló-
idrój heidád, heidád ló heidád.
'El clamor de Hesbón llega hasta Eleale; hasta Iahatz dan su voz. Desde Zoar
hasta Horonaim y Eglat-selisiyá; porque también las aguas de Nimrim quedan
desoladas.
(35)
:ְאֹלהיו
ֹּֽ ירְל
ֹּֽ ָּ֑הְמעֲלֶּ ֶׁ֣הְב ֔מהְּומַ קְ ִ ָ֖ט
ֹּֽ ַ מֹואבְנְְאֻם־יְ הו
ָ֖ ְְוְְהִ ְשבַ ִ ֵ֥תיְל
vêhishbatí lêmoáv nêum-Adonai; má'aléh vamáh, umaqtír léloháv .
528
48 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Por tanto, mi corazón gime como flautas por Moab. Asimismo, mi corazón
gime como flautas por los hombres de Quir-jaréset, pues perecieron las
riquezas que había adquirido.
(37)
ִ ָ֤כיְכְל־ראש֙ ְקְ ְר ֔חהְוְְכְל־ז ָ֖קןְגְְרֻ עָּ֑הְעַ ָ֤לְכְל־י ֶׁ֨ ַדיִ ם֙ ְגְְד ֻ֔דתְוְְעַל־
:םְשק
ֹּֽ ִמְתְְנַ ַָֽ֖י
kí jol-rosh qorjáh, vêjol-zaqán gêru'áh; 'ál kol-iadáim gêdudót, vê'al-motênáim
sáq.
Porque toda cabeza ha sido rapada, y toda barba rasurada. Sobre todas las
manos hay sajaduras; y sobre los lomos, cilicio.
(38)
ְת־מֹואב
ִ֗ ֶָּּ֑דְכי־ש ַב ְֶׁ֣ר ִתיְא
ֹּֽ ִ הְמ ְספ
ִ ֶֹׁ֣ותְמֹואבְּובִ ְר ֹּֽחב ֶּ ָ֖תיהְכֻל
ֵ֛ ֵ֥עַ ֶׁ֣לְכְל־גַג
:ְֶּץְבֹוְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה ָ֖ ין־חפ
ֵ֥ יְא ֹּֽ כִ כְ ִ ֵ֛ל
'ál kol-gagót moáv uvirjóvotéiha kulóh mispéd; kí-shavárti et-moáv kijlí éin-
jéfetz bó nêum-Adonai .
529
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 48
Porque así ha dicho el Eterno: He aquí que como águila remontará vuelo, y
hacia Moab extenderá las alas.
(41)
ְבֹוריְמֹואב֙ ְבַ יֶׁ֣ ֹום
ָ֤ ִהְלבְג
ֵ֞ הְוהי
ְְִֹּּֽ֠ נִ לְ כְְדה֙ ְהַ קְְ ִרי֔ ֹותְוְְהַ מְְצ ָ֖דֹותְנִ ְתפָּ֑ש
:ָ֖בְא ֵ֥שהְמְְצ ֹּֽרה ִ הַ ֔הּואְכְְל
nilkêdah haqêriót, vêhamêtzadót nitpásah; vêhaiah lév giboréi moav baióm
hahú, kêlév isháh mêtzeráh.
Terror, fosa y trampa hay contra ti, oh habitante de Moab, dice el Eterno.
(44)
ְְמן־הַ פַ֔ חַ תְיִ לכָ֖ד
ִ ֙ס)ְמפְְנָ֤יְהַ ֶַׁ֨פחַ ד֙ ְיִ ֶׁ֣פלְאֶּ ל־הַ פַ֔ חַ תְוְְ ֹּֽהעלֶּה
ִ הניסְ(הַ ֵ֞נ
:ְל־מֹואבְשְְנַ ֵ֥תְפְְקֻ ד ָ֖תםְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ֵ֛ ֶָּּ֑חְכי־א ִֶׁ֨ביאְאלֶּ ֹּ֧יהְא
ֹּֽ ִ בַ פ
HNIS (hanás) mipênéi hapájad ipól el-hapájat, vêhá'oleh min-hapájat, ilajéd
bapáj; kí-aví eléiha el-moáv shênát pêqudatám nêum-Adonai .
El que huya del terror caerá en la fosa; el que salga de la fosa quedará
atrapado en la trampa. Porque yo traeré sobre él, sobre Moab, el año de su
castigo, dice el Eterno.
(45)
ְְמבֶׁ֣ין
ִ ֶׁ֣֙אְמחֶּ ְש ִ֗בֹוןְוְְ ֶּ ֹּֽלהבה
ֹּֽ י־אשְיצ ֵ֞ ִּוְמ ֶׁ֣כחַ ְנ ִ ָּ֑סיםְכ
ִ ֹוןְעמְְ ָ֖ד ֹּֽ בְְצֵ֥לְחֶּ ְש ֵ֛ב
:תְמֹואבְוְְקְ ְד ָ֖קדְבְְנֵ֥יְש ֹּֽאֹון
֔ יחֹוןְו ֶַׁ֨תא ַכלְ֙פְְ ַ ֶׁ֣א
֔ ִס
bêtzél jeshbón 'ámêdú mikóaj nasím; ki-ésh iatzá méjeshbón vêléhavah
mibéin sijón, vatójal pêát moáv, vêqodqód bênéi shaón.
'A la sombra del Hesbón, los que huyen se detienen por falta de fuerzas.
Porque fuego salió de Hesbón, y llama de en medio de Sejón; consumió las
sienes de Moab y la coronilla de los hijos revoltosos.
530
48-49 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(46)
ְֹושְכי־לֻקְְ ָ֤חּוְב ֶֶּׁ֨ניך֙ ְבַ שֶּ֔ בִ יְּובְ נ ֶּ ָ֖תיך
ֹּֽ ִ ְמֹואבְא ַבָ֖דְעַם־כְְ ָּ֑מ
֔ ֶׁ֣אֹוי־לְְך
:בַ ִשבְ יֹּֽה
oy-lêjá moáv, avád 'am-kêmósh; kí-luqêjú vanéjá bashévi, uvnotéja bashiviáh.
¡Ay de ti, oh Moab! ¡Ha perecido el pueblo de Quemós! Porque tus hijos son
tomados en cautividad, y tus hijas en cautiverio.
(47)
ְהְמ ְשפַ ֵ֥ט
ִ בּות־מֹואבְבְְ ַ ֹּֽאח ִ ֲֵ֥ריתְהַ י ִ ָ֖מיםְנְְאֻם־יְ הוָּ֑הְעַד־הָ֖נ
ֵ֛ ְְוְְשַ בְ ִ ֹּ֧תיְש
ְס:ְמֹואב ֹּֽ
vêshavtí shêvut-moáv bêájarít haiamím nêum-Adonai; 'ad-hénah mishpát
moáv .
En cuanto a los hijos de Amón, así ha dicho el Eterno: '¿Acaso Israel no tiene
hijos? ¿No tiene heredero? ¿Por qué ha tomado Milcom a Gad, por heredad, y
su pueblo habitó en las ciudades de éste?
(2)
ְל־ר ֶׁ֨ ַבתְבְְנֹּֽי־ע ַ֜מֹון
ַ ֶּהְוהִ ְשמַ עְ ִתיְאְְִּ֠ הוִ֗ ְל ָ֡כןְהִ נהְּ֩י ִֶׁ֨מיםְב ִ֜איםְנְְאֻם־י
ְשְת ַצ ְָּ֑תנהְוְְי ַ ֹּ֧רש
ִ ֶׁ֣תְמלְ ח ִ֗מהְוְְ ֹּֽהיְְתה֙ ְלְְ ֶׁ֣תלְשְְמ ֔מהְּובְ נ ֶּ ָ֖תיהְב ֶׁ֣א
ִ ַתְְרּוע
:ְת־י ְְר ָ֖שיוְא ַ ֵ֥מרְיְ הוֹּֽה
ֹּֽ ֶּיִ ְשר ֵ֛אלְא
lajén hineh iamím baím nêum-Adonai vêhishma'ti el-rabát bênéi-'amón têru'át
miljamáh vêháiêtah lêtél shêmamáh, uvnotéiha baésh titzátnah; vêiarásh Israél
et-iórêsháv amár Adonai .
Por tanto, he aquí, vienen días, dice el Eterno, en que haré oír grito de guerra
en Rabá de los hijos de Amón. Será convertida en un desolado monte de
escombros, sus aldeas arderán en el fuego, e Israel poseerá lo que tomaron de
él, ha dicho el Eterno.
531
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 49
(3)
ְֹותְרבהְּ֒ח ֲֶׁ֣ג ְרנהְשַ ֔ ִקים
ַ ֶֹׁ֣וןְכיְשֻ דְְדה־ ִַ֗עיְצְְעַקְ נהּ֮ ְבְְנ
ֶׁ֣ ִ הילִֶׁ֨ ילִ יְחֶּ ְש ֜ב
ְְךְכהֲנֵ֥יוְוְְש ָ֖ריו
ֹּֽ ֹותְכיְמַ לְ כם֙ ְבַ גֹולֶׁ֣הְי ֔ל
ָ֤ ִ שֹוט ְטנהְבַ גְְד ָּ֑ר ָ֖ ַ סְְ ַ֕פ ְדנהְוְְהִ ְת
:יַחְ ֹּֽדיו
heilíli jeshbón kí shudêdah-'ái tzê'aqnah bênót rabah jagórnah saqím, sêfódnah
vêhitshotátnah bagêderót; kí malkam bagoláh ieléj, kóhanáv vêsaráv iajdáv.
¿Por qué te glorías de tus valles, de tu valle que fluye, oh hija descarriada que
confías en tus tesoros? Dices: '¿Quién vendrá contra mí?'
(5)
ְֹותְמכְל־סְְבִ יבָּ֑יִ ְך
ִ הוֵ֛הְצְְב ָ֖א
ִ ְהִ נְְנִ יְּ֩מ ִֶׁ֨ביאְע ַ֜ליִ ְךְ ִַ֗פחַ דְנְְאֻם־אֲ דנֹּ֧יְי
:ְְאישְלְְפ ֔ניוְוְְ ֵ֥איןְמְְקַ בָ֖ץְלַנ ֹּֽדד ֶׁ֣ ִ ֙וְְנִ דַ חְ תֶּ ם
hinêní meví 'aláij pájad nêum-adonái IHVÍH tzêvaót mikol-sêviváij; vênidajtem
ísh lêfanáv, vêéin mêqabétz lanodéd .
He aquí, de todos tus alrededores traeré terror sobre ti, dice el Señor Elohim
de los Ejércitos. Seréis empujados, cada uno delante de sí, y no habrá quien
acoja al errante.
(6)
ְפ:ְי־כןְא ִ ֵ֛שיבְאֶּ ת־שְְ ֵ֥בּותְבְְנֹּֽי־ע ַָ֖מֹוןְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ִ֗ וְְ ַ ֹּֽאחֲר
vêájarei-jén ashív et-shêvút bênéi-'amón nêum-Adonai .
532
49 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
En cuanto a Edom, así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: '¿Acaso no hay más
sabiduría en Temán? ¿Ha perecido el consejo de los entendidos? ¿Se ha
corrompido su sabiduría?
(8)
ְֵ֥אתיְעלָ֖יוְעֵ֥ת
ִ יְאידְע ֵ֛שוְהב
ֵ֥ ןְכ ֹּֽ ֶֻּנ ָ֤סּוְהְפְ נּו֙ ְהֶּ עְ ִ ֶׁ֣מיקּוְלשֶּ֔ ב
ֶׁ֣ ִ תְישְְבָ֖יְדְְ ָּ֑ד
:פְְקַ ְד ִ ֹּֽתיו
núsu hofnú he'míqu lashévet, ióshêvéi dêdán; kí éid 'esáv hevéti 'aláv 'ét
pêqadtív.
Si los vendimiadores vinieran contra ti, ¿no dejarían siquiera rebuscos? Si los
ladrones vinieran de noche, destruirían sólo lo que les bastara.
(10)
ְָ֖הְלאְיּוכָּ֑ל
ֶׁ֣ ת־מ ְסת ֔ריוְוְְנֶּחְ ב
ִ ֶּיתי֙ ְא ִ ִ ֹּֽכי־א ֵ֞ ֲִניְח ַ ֶׁ֣שפְ ִתיְאֶּ ת־ע ִ֗שוְגִ ֶׁ֨ל
:ֵ֥יוְּושכנָ֖יוְוְְא ֶּינֹּֽנּו
ְ שֻ ַ ֵ֥דדְז ְַרעֵ֛ ֹוְוְְאֶּ ח
kí-aní jasáfti et-'esáv giléití et-mistaráv, vênejbáh ló iujál; shudád zar'ó vêejáv
ushjenáv vêeinénu.
Deja tus huérfanos; yo les mantendré con vida. Y en mí confiarán tus viudas.'
(12)
ְיןְמ ְשפ ֜טםְלִ ְש ָ֤תֹותְהַ כֹוס֙ ְש ֶׁ֣תֹו ִ ר־אֶׁ֨ ֶּהוהְהִִּ֠ נהְאֲש ִ֗ ְי־כהְ׀ְא ַ ֶׁ֣מרְי
ֶׁ֣ ִכ
:ְהְת ְש ֶּ ֹּֽתה
ִ הְכיְש ָ֖ת
ֵ֥ ִ אְתנ ֔ ֶּק
ִ הְל ֶׁ֣ הְתנ ֶּ ָּ֑ק
ִ הְהּואְנ ָ֖ק
֔ יִ ְש ֔תּוְוְְאַ ֶׁ֣ת
ki-jóh | amár Adonai híneh asher-éin mishpatám lishtót hakos sható ishtú,
vêatáh hú, naqóh tinaqéh; ló tinaqéh, kí shatóh tishtéh .
533
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 49
Porque así ha dicho el Eterno: 'He aquí, los que no estaban sentenciados a
beber de la copa, de todos modos la bebieron. Y tú, ¿serás absuelto del todo?
¡De ninguna manera serás absuelto, sino que ciertamente la beberás!
(13)
ְהְכי־לְְשַ ֹּ֧מהְלְְחֶּ ְרפֵ֛הְלְְ ֵ֥ח ֶּרבְוְְלִ קְ ללָ֖ה ֹּֽ ִ הו ֔ ְיְביְנִ ְש ֶׁ֨ ַבעְ ִתי֙ ְנְְאֻם־י
ָ֤ ִ ִ ֶׁ֣כ
:ְֹותְעֹולם
ֹּֽ ִ ֹּֽתהְְיֶּ ֶׁ֣הְבְצְ ָּ֑רהְוְְכְל־ע ֶּ ֵ֥ריה ִ ְֹּֽתהְְיֶּ ָ֖ינהְלְְחְ ְר ֵ֥ב
kí ví nishbá'tí nêum-Adonai, kí-lêshamáh lêjerpáh lêjórev vêliqlaláh tíhêiéh
votzráh; vêjol-'aréiha tíhêiéinah lêjorvót 'olám .
Porque por mí mismo he jurado, dice el Eterno, que Bosra será convertida en
horror, en oprobio, en ruina y en maldición. Todas sus ciudades serán
convertidas en unas ruinas perpetuas.'
(14)
ְְּובאּו
ֶׁ֣ ֙גֹויֶׁ֣םְשלָּ֑ ּוחַ ִ ְֹּֽהתְְקַ בְְצּו
ִ ַהוהְוְְ ִ ָ֖צירְב
֔ ְשְְמּועָ֤הְש ֶׁ֨ ַמעְ ִתי֙ ְמ ֶׁ֣אתְי
:ְע ֶּ֔ליהְוְְ ָ֖קּומּוְל ִַמלְ ח ֹּֽמה
shêmu'áh shamá'tí meét Adonai, vêtzír bagoím shalúja; hítêqabêtzú uvóu
'aléiha, vêqúmu lamiljamáh .
534
49 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
'Edom será convertida en una desolación; todo el que pase por ella quedará
horrorizado y silbará por causa de todas sus plagas.
(18)
ְְאיש
ִ֔ ָּ֑֙הְלא־י ֵ֥שבְשם
ֹּֽ ּושכנֶּ ָ֖יהְא ַ ֶׁ֣מרְיְ הו
ְ ְםְועֲמ ֵ֛רה
ֹּֽ ַ ְ ְֹּֽכמַ הְ פ ֵַ֞כתְסְְ ֹּ֧ד
:ְוְְ ֹּֽלא־יגֵ֥ ּורְבָ֖הְבֶּ ן־א ֹּֽדם
kêmahpeját sêdóm vá'amoráh ushjenéiha amár Adonai; ló-ieshév sham ísh,
vêló-iagúr báĥ ben-adám .
He aquí que subirá como un león desde la espesura del Jordán, contra el
pastizal perenne. Pero de pronto le haré correr de allí, y la encargaré a quien
sea escogido. Porque, ¿quién es como yo? ¿Quién me convocará? ¿Quién será
aquel pastor que pueda prevalecer delante de mí?'
(20)
ְֲשר
ֵ֥ ֶּ בֹותיוְא
֔ ְְֹוםְּומחְ ש
ַ ֶׁ֨ ֲ֔שרְיעַץ֙ ְאֶּ ל־אֱדָ֤ ֶּ הוהְא
ִ֗ ְןְש ְמעֶׁ֣ ּוְעֲצַ ת־י ִ ל ֵ֞כ
ְם־לא ֵ֥ אןְא
ִ יריְהַ ֔צ ֶׁ֣ ִןְאם־לָ֤ ֹואְיִ ְסחבּום֙ ְצְְע ִ ימ ָּ֑ ל־ישְְבֶׁ֣יְת ֹּֽ ֶּח ַ ָ֖שבְא
:ְיהָ֖םְנְְו ֶּ ֹּֽהם
ֶּ י ִ ֵַ֛שיםְעֲל
lajén shim'ú 'atzat-Adonai ashér ia'atz el-edóm, umájshêvotáv, ashér jasháv el-
ióshêvéi teimán; im-ló isjavum tzê'iréi hatzón, im-ló iashím 'aleihém
nêvehém.
Por tanto, oíd la decisión que el Eterno ha tomado contra Edom, los planes
que ha hecho contra los habitantes de Temán. Ciertamente hasta los más
pequeños del rebaño serán arrastrados; ciertamente su pastizal será devastado
junto con ellos.
(21)
:עְקֹולה
ֹּֽ ַם־סּוףְנִ ְש ַ ֵ֥מ
ָ֖ םְרע ֲָ֖שהְה ָּ֑א ֶּרץְצְְע ַ֕קהְבְְי
ֹּֽ ִמ ֶׁ֣קֹולְנִ פְ ֔ל
miqól niflám, rá'asháh haáretz; tzê'aqáh bêiam-súf nishmá' qoláĥ.
535
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 49
He aquí que como águila subirá y remontará vuelo, y contra Bosra extenderá
sus alas. En aquel día el corazón de los valientes de Edom será como el
corazón de una mujer en angustia.
(23)
ְֵ֛הְשמְְעָ֖ ּוְנ ָּ֑מגּוְבַ יֶׁ֣ם
ֹּֽ דְכי־שְְמֻעֵ֥הְרע
ֹּֽ ִ ֹושהְחֲמת֙ ְוְְאַ ְר ֔פ
ֹּֽ קְב
ָ֤ ֶּלְְדַ ִ֗ ֶּמש
:אְיּוכל
ֹּֽ טְל
ֵ֥ דְְא ֔גהְהַ ְש ָ֖ק
lêdaméseq bósháh jamat vêarpád, kí-shêmu'áh ra'áh shámê'ú namógu; baiám
dêagáh, hashqét ló iujál.
En cuanto a Damasco: 'Hamat y Arfad fueron avergonzadas, porque oyeron
malas noticias. Se derritieron en un mar de ansiedad que no puede sosegarse.
(24)
ְהְוחֲב ִ ֵ֛לים
ֹּֽ ַ ֹּֽרפְְ ֵ֥תהְדַ ֶּ ֵ֛משֶּ קְהִ פְ נְְ ֵ֥תהְלנָ֖ ּוסְוְְ ֶּ ֶׁ֣רטֶּ טְ׀ְ ֶּ ֹּֽהחֱזִ ָּ֑יקהְצ ֹּ֧ר
:אֲחזַ ָ֖תהְכַיֹּֽ ֹול ֹּֽדה
ráfêtáh daméseq hifnêtáh lanús vêrétet | héjezíqah; tzaráh vájavalím ajazátah
kaióledáh.
Damasco se debilitó, se volvió para huir, y el pánico se apoderó de ella.
Angustia y dolores se apoderaron de ella, como de una mujer que da a luz.
(25)
:שֹושי
ֹּֽ ִ ְְָ֖הְעירְתהלהְ(תְְהִ לָּ֑ת)ְקִ ְריַ ָ֖תְמ
ֶׁ֣ ִ יְךְלא־ ֻע ְְזב
ֹּֽ ֵ֥א
éij ló-'uzêváh 'ír THLH (têhilát); qiriát mêsosí.
¿Cómo es que no ha sido abandonada la gloriosa ciudad, la villa de mi
regocijo?
(26)
ְחּוריהְבִ ְר ֹּֽחב ֶּ ָּ֑תיהְוְְכְל־אַ נְ ֶׁ֨שיְהַ ִמלְ ח ָ֤מהְיִ ֶׁ֨ ַדמּו֙ ְבַ יֶׁ֣ ֹום
ָ֖ ֶּ ּוְב
ֹּֽ ַ ֵ֥לכֵ֛ןְיִ פְְל
:ְהַ ֔הּואְנְְאֻ ָ֖םְיְ הוֵ֥הְצְְב ֹּֽאֹות
lajén ipêlú vájuréiha birjóvotéiha; vêjol-anshéi hamiljamáh idámú baióm
hahú, nêúm Adonai tzêvaót .
Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas; todos sus hombres de guerra serán
silenciados en aquel día, dice el Eterno de los Ejércitos.
536
49 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(27)
ְפ:חֹומתְדַ ָּ֑משֶּ קְוְְ ֹּֽאכְְלָ֖הְאַ ְרמְְנֵ֥ ֹותְבֶּ ן־ה ֲֹּֽדד
ֶׁ֣ ַ ְְיְאשְב
ָ֖ וְְהִ ַצ ִֵ֥ת
vêhitzáti ésh bêjomát damáseq; vêájêláh armênót ben-hadád.
Prenderé fuego al muro de Damasco, el cual devorará los palacios de Ben-
hadad.'
(28)
ְֲשרְהִ כה֙ ְנבוכדראצור ָ֤ ֶּ לְְק ֶׁ֣דרְ׀ְּוֹּֽ לְ מַ ְמלְְכֶׁ֣ ֹותְח ִ֗צֹורְא
ְָּ֑הְקּומּוְעֲלֶׁ֣ ּוְאֶּ ל־ק ֔דר
ֹּ֚ לְכהְא ַ ֶׁ֣מרְיְ הו ָ֖ ֶׁ֣ר)ְמלְֶּך־ב ֔ ֶּבֹּֽ ֶּ אצ
ַ (נְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר
:ְי־קדֶּ ם
ֹּֽ ֶּ וְְשְדְְ ָ֖דּוְאֶּ ת־בְְנ
lêqedár | úlmamlêjót jatzór ashér hikah NVVJDRTZVR (Nêvújadretzár) mélej-
bavél, kóh amár Adonai; qúmu 'alú el-qedár, vêshodêdú et-bênei-qédem.
Sus tiendas y sus rebaños serán tomados; asimismo, sus carpas y todos sus
enseres. Se llevarán sus camellos, y a causa de ellos clamarán: '¡El terror está
por todas partes!'
(30)
ְָּ֑הְכי־י ֶַׁ֨עץ
ֹּֽ ִ תְישְְבֵ֥יְח ָ֖צֹורְנְְאֻם־יְ הו
ֹּֽ ֶּנֻסּוְּ֩ ֶֻׁ֨נדּוְמְְ ֜אדְהֶּ עְ ִ ֹּ֧מיקּוְל ֶּ ֵ֛שב
ְ)ָ֤רְמלְֶּך־בבֶּ לְ֙ע ֔צהְוְְח ַ ֵ֥שבְעליהםְ(עֲליכֶּ ָ֖ם ֹּֽ ֶּ אצ
ַ עֲלי ֶּ֜כםְנְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר
:ְַ ֹּֽמחֲש ֹּֽבה
nusú núdu mêód he'míqu lashévet ióshêvéi jatzór nêum-Adonai; kí-ia'átz
'aleijém Nêvújadretzár mélej-bavel 'etzáh, vêjasháv 'LYHM ('aleijém)
májashaváh .
La palabra que el Eterno habló por medio del profeta Irmiáhu [Jeremías]
acerca de Babilonia y acerca de la tierra de los caldeos:
539
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 50
(2)
ְָּּ֑֩דּוְא ְמרּו
ִ אּו־נסְהַ ְש ִ ָ֖מיעּוְאַ ל־תְְכַח ֔ הַ ִֶׁ֨גידּוְבַ גֹויִ ָ֤םְוְְהַ ְש ִֶׁ֨מיעּו֙ ְּוֹּֽ ְש
:לּוליה
ֹּֽ ֶּ ְִחָ֖תּוְג
ַ ְ֙חֶׁ֣תְמְְר ֔דְךְה ִ ֶׁ֣בישּוְעֲצַ ֔ ֶּביה
ַ נִ לְ כְְ ֶׁ֨דהְב ֜ ֶּבלְה ִ ֵ֥בישְבל
hagídu vagoím vêhashmí'ú úsu-nés, hashmí'u al-têjajédu; imrú nilkêdáh vavél
hovísh bel ját mêrodáj, hovíshu 'atzabéiha, játu giluléiha.
Porque desde el norte subirá contra ella una nación, la cual convertirá su tierra
en objeto de horror. No habrá nadie que la habite. Tanto los hombres como los
animales huirán; se irán.
(4)
ְהוהְי ֹּ֧באּוְבְְנֹּֽי־יִ ְשר ֵ֛אלְהֵ֥מה ֔ ְבַ י ִֶׁ֨מיםְה ֜המהְּובעָ֤תְהַ הִ יא֙ ְנְְאֻם־י
:ְיהָ֖םְיְְבַ ֹּֽקשּו
ֶּ הּודהְיַחְ ָּ֑דוְהלָ֤ ֹוְךְּובכֹו֙ ְי ֔לכּוְוְְאֶּ ת־יְ הוֵ֥הְאֱֹלֹּֽ ה
ָ֖ ְְּובְ נֹּֽי־י
baiamím hahémah uva'ét hahi nêum-Adonai, iavóu vênéi-Israél hémah uvnéi-
Iêhudáh iajdáv; halój uvajó ieléju, vêet-Adonai elóheihém iêvaqéshu.
'En aquellos días y en aquel tiempo, dice el Eterno, vendrán los Hijos de
Israel, junto con los hijos de Iehudá. Irán andando y llorando, y buscarán al
Eterno su Elohim.
(5)
ְָ֖םְלא
ֵ֥ הוהְבְְ ִ ֵ֥ריתְעֹול
֔ ְָּ֑םְבאּוְוְְנִ לְְוֶׁ֣ ּוְאֶּ ל־י
ֹּ֚ יהֶּ לּוְד ֶּרְךְהֶׁ֣נהְפְְנ
ָ֖ ֶּ צִ יֶׁ֣ ֹוןְיִ ְש ֔א
:ְ ִַתש ֹּֽכח
tzión ishálu, dérej hénah fêneihém; bóu vênilêvú el-Adonai, bêrít 'olám ló
tishajéaj .
Preguntarán por el camino de Tzión [Sion], hacia donde volverán sus caras, y
vendrán y se unirán al Eterno en pacto eterno que jamás será echado al
olvido.'
(6)
ְיהֶׁ֣םְהִ ְת ֔עּוםְה ִ ָ֖ריםְשובבים
ֶּ יְרע
ֹּֽ אןְאבְְדֹות֙ ְהיהְ(היֶׁ֣ ּו)ְע ִַ֔מ
ֹּֽ ָ֤צ
:ּוְרבְ ֹּֽצם
ִ כּוְשכְְ ָ֖ח
ֹּֽ (שֹובְְ ָּ֑בּום)ְמ ַהָ֤רְאֶּ ל־גִ בְ עה֙ ְה ֔ל
ֹּֽ
540
50 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
tzón óvêdot HIH (haíu) 'amí, ró'eihém hit'úm, harím SVVVIM (shóvêvúm);
mehár el-giv'ah haláju, shájêjú rivtzám.
'Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar. Las
descarriaron por las colinas; anduvieron de monte en colina, y se olvidaron de
sus prados de reposo.
(7)
ְרְחטְְ ָ֤אּו
ֹּֽ ֶֶּׁ֨םְתחַ תְאֲש
ַ ִ֗ ּוְלאְנ ְֶּא ָּ֑ש
ֶׁ֣ ֵ֥םְאמְְ ָ֖ר
ֹּֽ יה ֶּ יהֶׁ֣םְאֲכ ֔לּוםְוְְ ֹּֽצר
ֶּ ל־מֹוצְ א
ֹּֽ ְכ
ְס:ְיהָ֖םְיְ הוֹּֽה ֶּ קְּומקְ וֵ֥הְא ֲֹּֽבֹות
ִ ֶּה־צד
ֶּ ֔ ַ ֹּֽליהוה֙ ְנְְו
kol-mótzeihém ajalúm, vêtzáreihém ámêrú ló neshám; tájat ashér játêú
láAdonai nêveh-tzédeq, umiqvéh avóteihém Adonai .
Todos los que los hallaban los devoraban. Y sus enemigos decían: 'No somos
culpables, por cuanto son ellos los que han pecado contra el Eterno, su morada
de justicia; contra el Eterno, la esperanza de sus padres.'
(8)
ַתּודיםְלִ פְ ני־
ָ֖ ִ ָּ֑אּו)ְוהְ יַ֕ ּוְכְְע ִ ֹֻּ֚נ
ֹּֽ ִ דּוְמ ֶׁ֣תֹוְךְב ֔ ֶּבלְּומ ֶּ ֵ֥א ֶּרץְכ ְַש ִ ָ֖דיםְיצאוְ(צ
:ֹּֽצאן
núdu mitój bavél, umeéretz kasdím ITZV (tzéu); víhíu kê'atudím lifnei-tzón.
Porque he aquí que yo levanto y hago subir contra Babilonia una asamblea de
grandes naciones de la tierra del norte. Dispondrán batalla contra ella, y desde
allí será tomada. Sus flechas, como las de un diestro guerrero, no volverán
vacías.
(10)
:ְל־שלְְלֶּ ֵ֥יהְיִ ְשבָ֖עּוְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
ֹּֽ ְוְְ ֹּֽהיְְ ֵ֥תהְכ ְַש ִ ָ֖דיםְלְְשלָּ֑לְכ
vêháiêtáh jasdím lêshalál; kol-shólêléiha isbá'u nêum-Adonai .
'Caldea será para despojo. Todos los que la despojen quedarán saciados, dice
el Eterno.
(11)
541
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 50
ְיְכיְתפושי
ִ ֹּ֚ יְנחֲל ִ ָּ֑ת
ֹּֽ ַ יְתעלזיְ(תעַלְ ז֔ ּו)ְש ָ֖ס
ֹּֽ ַ )ְכ
ֶׁ֣ ִ ֙יְתשמחיְ(ת ְשמְְחּו
ִ ִ ָ֤כ
:ּו)ְכאַ בִ ִ ֹּֽרים
ֹּֽ ָ֖(ת ֶׁ֨פּושּו֙ )ְכְְעֶּגְ לֶׁ֣הְד ֔שהְותצהליְ(וְְ ִתצְ הֲל
kí tsmji (tismêjú) kí T'LZI (tá'alzú), shoséi nájalatí; kí TFVSI (tafúshú) kê'egláh
dasháh, VTTZHLI (vêtitzhalú) káabirím.
Por causa de la ira del Eterno no será habitada, y quedará totalmente desolada.
Toda persona que pase por Babilonia se asombrará y silbará por causa de
todas sus plagas.
(14)
ְאל־תַ חְ מְְלָ֖ ּוְאֶּ ל־
ֹּֽ ַ יְקשֶּ תְיְְ ֶׁ֣דּוְא ֶּ֔ליה
ֶּ ֔ ל־ד ְרכ
ֶׁ֣ ְעִ ְרכֶׁ֨ ּוְעַל־ב ֶּבָ֤לְ׀ְסבִ יב֙ ְכ
:ְיְליהוָ֖הְח ֹּֽטאה
ֹּֽ ַ ָּ֑ץְכ
ֵ֥ ִ ח
'irjú 'al-bavél | saviv kol-dórjei qéshet, iêdú eléiha, ál-tajmêlú el-jétz; kí
láAdonai jatáah .
'Disponed batalla contra Babilonia, alrededor de ella, todos los que entesáis el
arco. Tirad contra ella, no escatiméis flechas; porque ha pecado contra el
Eterno.
(15)
ְ)ְנֹּֽהֶּ ְר ָ֖סּו
ֶּ יֹותיה
ֶּ ֔ ה ִ ֶׁ֨ריעּוְעלֶּ ָ֤יהְסבִ יב֙ ְנֹּֽתְְנֶׁ֣הְי ֔דהְנֹּֽפְְלּו֙ ְאשויתיהְ(א ְש
:ֲשּו־לה
ֹּֽ רְעשְְ ָ֖תהְע
ֹּֽ ֲש
ֵ֥ ֶּ הְכא
ֹּֽ ַ מּוְב
֔ ְֹומֹותיהְכִ יְּ֩נִ קְ ֶׁ֨ ַמתְיְ הוֵ֥הְהִ יא֙ ְהִ ֶׁ֣נַֽק
ָּ֑ ֶּ ֹּֽח
harí'u 'aléiha saviv nátênáh iadáĥ, náfêlú SVITIH (ashiotéiha), néhersú
jómotéiha; kí niqmát Adonai hi hináqmu váĥ, káashér 'ásêtáh 'asu-láĥ .
542
50 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
Gritad contra ella en derredor: '¡Se ha rendido!' Han caído sus torres; sus
muros han sido derribados, porque ésta es la venganza del Eterno. Tomad
venganza contra ella; hacedle como ella hizo.
(16)
ְהְאיש
ָ֤ ִ יֹונ
֔ ְַח ֶֶּׁ֣רבְה
ֶּ ֙ירְמפְְני
ִ ְמב ֔ ֶּבלְוְְתפֵ֥שְמַ גָ֖לְבְְעֶׁ֣תְק ִ ָּ֑צ ִ ּוְזֹור ֙ ַע
ֶׁ֨ כִ ְר ָ֤ת
ְס:אֶּ ל־עַמֹו֙ ְיִ פְ נ֔ ּוְוְְ ִ ֵ֥אישְלְְאַ ְר ָ֖צֹוְי ֻנֹּֽסּו
kirtú zoré'á mibavél, vêtofés magál bê'ét qatzír; mipêneí jérev haionáh, ísh el-
'amó ifnú, vêísh lêartzó ianúsu.
Por tanto, así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel: He aquí
que yo castigo al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria.
(19)
ְוְְ ֹּֽשבַ בְ ִ ָ֤תיְאֶּ ת־יִ ְשראלְ֙אֶּ ל־נ ֔והּוְוְְרעֵ֥הְהַ כ ְַר ֶּ ָ֖מלְוְְהַ ב ָּ֑שןְּובְ ַהֵ֥ר
:ָ֖דְת ְש ַבֵ֥עְנַפְ ֹּֽשֹו
ִ אֶּ פְ ַ ֵ֛ריִ םְוְְהַ גִ לְ ע
vêshóvavtí et-Israel el-navéhu, vêra'áh hakarmél vêhabashán; uvhár efráim
vêhagil'ád tisbá' nafshó.
543
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 50
544
50 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(25)
ְֶׁ֣הְהיא
ִִ֗ ֹוְכי־מְְלאכ
ֹּֽ ִ ת־אֹוצ ֔רֹוְוַיֹוצָ֖אְאֶּ ת־כְְלֶׁ֣יְזַעְ ָּ֑מ ֶׁ֣ ֶּפ ַ ָ֤תחְיְ הוה֙ ְא
:ְהוֵ֛הְצְְב ָ֖אֹותְבְְ ֶּ ֵ֥א ֶּרץְכ ְַש ִ ֹּֽדים
ִ ְַ ֹּֽלאדנֹּ֧יְי
patáj Adonai et-ótzaró, vaiotzé et-kêléi za'mó; kí-mêlajáh hí ládonái IHVÍH
tzêvaót bêéretz kasdím .
El Eterno ha abierto su arsenal y ha sacado las armas de su furor, porque ésta
es obra del Eterno Elohim de los Ejércitos en la tierra de los caldeos.
(26)
ימּוהְאַ ל־
ָּ֑ ּוְמ ֲאב ֔ ֶֻּסיהְסְלֵ֥ ּוהְכְְ ֹּֽמֹו־עֲר ִ ָ֖מיםְוְְ ַ ֹּֽהח ֲִר
ֹּֽ ַ ָ֤הְמקץ֙ ְפִ ְת ֶׁ֣ח
ִ ֹּֽבאּו־ל
:תְְהִ י־לָ֖הְשְְא ִ ֹּֽרית
bóu-láĥ miqetz pitjú máavuséiha, solúha jêmó-'aremím vêhájarimúha; al-têhi-
láĥ shêerít.
'Venid contra ella desde los confines. Abrid sus graneros; convertidla en
montones y destruidla por completo. ¡Que no le queden sobrevivientes!
(27)
ְֵ֥אְיֹומםְעֵ֥ת
ָ֖ יהםְכִ י־ב
ֶּ ֔ חְהֹויְעֲל
ֶׁ֣ ַַֽר ָ֖דּוְל ַָּ֑טב
ְְ חִ ְרבּו֙ ְכְל־פ ֶּ ֔ריה ְֹּֽי
ְס:פְְקֻ ד ֹּֽתם
jirvú kol-paréiha, iérêdú latávaj; hói 'aleihém, ki-vá iomám 'ét pêqudatám.
Destruid todos sus toros. ¡Que desciendan al matadero! ¡Ay de ellos! Porque
ha venido su día, el tiempo de su castigo.
(28)
ְֵ֥קֹולְנ ִ ֵ֛סיםְּופְ ל ִ ָ֖טיםְמ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץְב ֶּבָּ֑לְלְְהַ ִגֶׁ֣ידְבְְצִ יִ֗ ֹוןְאֶּ ת־נִ קְ מַ ת֙ ְיְ הוֶׁ֣ה
:ְתְהיכלֹּֽ ֹו
ֹּֽ ֱֹלהינּוְנִ קְ ַ ָ֖מ
֔ א
qól nasím ufletím meéretz bavél; lêhagíd bêtzión et-niqmat Adonai elohéinu,
niqmát héijaló .
¡Voz de los que huyen y escapan de la tierra de Babilonia, para anunciar en
Tzión [Sion] la venganza del Eterno nuestro Elohim, la venganza por su
templo!
(29)
יְקשֶּ תְחֲנֹּ֧ ּוְעלֶּ ֶׁ֣יהְס ִִ֗ביבְאַ ל־
ֶּ ֜ ל־ד ְרכֶׁ֨ ְֶׁ֣לְ׀ְרבִ יםְכ ִַּ֠ הַ ְש ִ ֶׁ֣מיעּוְאֶּ ל־ב ֶּב
ְרְעשְְ ָ֖תהְעֲשּו־לָּ֑ה
ֹּֽ ֲש ֵ֥ ֶּ יטהְשַ לְְמּו־לֶׁ֣הְכְְ ֹּֽפעְ ֔להְכְְ ֵ֛כלְא ֔ יְְהִ י־ְ(לה֙ )ְפְְל
:ְִ ֹּ֧כיְאֶּ ל־יְ הוֵ֛הְזַָֽ֖דהְאֶּ ל־קְְ ֵ֥דֹושְיִ ְשר ֹּֽאל
hashmí'u el-bavél | rábim kol-dórjei qéshet janú 'aléiha savív al-IÊHI- (laĥ)
pêleitáh, shalêmu-láĥ kêfá'oláĥ, kêjól ashér 'ásêtáh 'asu-láĥ; kí el-Adonai
zádah el-qêdósh Israél .
545
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 50
Convocad contra Babilonia a los arqueros, a todos los que entesan el arco.
Asentad campamentos contra ella en derredor. No haya en ella quien escape;
retribuidle según su obra. Haced con ella conforme a todo lo que hizo; porque
contra el Eterno se insolentó, contra el Santo de Israel.
(30)
ְיְמלְ חַ ְמ ֵ֥תהְיִ ַ ֵ֛דמּוְבַ יֵ֥ ֹום
ִ חּוריהְבִ ְר ֹּֽחב ֶּ ָּ֑תיהְוְְכְל־אַ נְ ֶׁ֨ש
ָ֖ ֶּ ּוְב
ֹּֽ ַ ֵ֥לכֵ֛ןְיִ פְְל
ְפ:ְהַ ָ֖הּואְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
lajén ipêlú vájuréiha birjóvotéiha; vêjol-anshéi miljamtáĥ idámu baióm hahú
nêum-Adonai .
Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra
serán silenciados en aquel día, dice el Eterno.
(31)
ְֹומךָ֖ ְעֵ֥ת
ְ ֹֹּֽותְכיְבֵ֥אְי
ֵ֛ ִ הוָ֖הְצְְב ָּ֑א
ִ ְהִ נְְ ִנָ֤יְא ֶֶּׁ֨ליך֙ ְזד֔ ֹוןְנְְאֻם־אֲדנֵ֥יְי
:פְְקַ ְד ִ ֹּֽתיך
hinêní eléjá zadón, nêum-adonái IHVÍH tzêvaót; kí bá íomjá 'ét pêqadtíja .
'He aquí, yo estoy contra ti, oh soberbio, dice el Señor Elohim de los
Ejércitos; porque ha llegado tu día, el tiempo en que te he de castigar.
(32)
וְְכ ַ ָ֤שלְזדֹון֙ ְוְְנ ַ֔פלְוְְ ֵ֥איןְלָ֖ ֹוְמ ִ ָּ֑קיםְוְְהִ ַצ ִָ֤תיְאש֙ ְבְְע ֔ריוְוְְ ֹּֽאכְְלָ֖הְכְל־
ְס:סְְ ִ ֹּֽביב ֹּֽתיו
vêjashál zadon vênafál, vêéin ló meqím; vêhitzáti esh bê'aráv, vêájêláh kol-
sêvívotáv.
Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Oprimidos están los Hijos de Israel y
los hijos de Iehudá. Todos los que les tomaron cautivos los retuvieron; no los
quisieron soltar.
(34)
ְַת־ריבָּ֑םְלְְ ֶׁ֨ ַמעַן֙ ְהִ ְר ִגֶׁ֣יע
ִ ֶֹּוְריבְי ִ ָ֖ריבְא
ֵ֥ ִ ֹּֽגאֲלֶׁ֣םְ׀ְח ִ֗זקְיְ הוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְשְְ ֔מ
:ְאֶּ ת־ה ֔א ֶּרץְוְְהִ ְר ִגָ֖יזְלְְ ֹּֽישְְבֵ֥יְב ֶּ ֹּֽבל
546
50 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
góalám | jazáq Adonai tzêvaot shêmó, rív iarív et-rivám; lêmá'an hirgí'a et-
haáretz, vêhirgíz lêióshêvéi vavél .
'La espada viene contra los caldeos, dice el Eterno; contra los habitantes de
Babilonia, contra sus magistrados y contra sus sabios.
(36)
:בֹוריהְו ֹּֽחתּו
ָ֖ ֶּ ִלּוְח ֵֶּ֥רבְאֶּ ל־ג
ֶּ ֶּח ֵֶּ֥רבְאֶּ ל־הַ בַ ִ ָ֖דיםְוְְנ ָּ֑א
jérev el-habadím vênoálu; jérev el-giboréiha vajátu.
La espada viene contra sus caballos y sobre sus carros; viene contra toda clase
de gente que hay en medio de ella, y serán como mujeres. La espada viene
contra sus tesoros, y serán saqueados.
(38)
:ימיםְיִ ְתה ֹּֽללּו
ָ֖ ִ יאְּובא
ֹּֽ ְה
ִ֔ ֙יְא ֶּרץְפְְ ִסלִ ים
ָ֤ ֶּ שּוְכ
ֶׁ֣ ִ ימיהְוְְי ָּ֑ב
ָ֖ ֶּ ֵ֥ח ֶּרבְאֶּ ל־מ
jórev el-meiméiha vêiavéshu; kí éretz pêsilim hí, uváeimím itholálu.
547
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 50
'Por tanto, allí morarán las fieras del desierto con las hienas; también habitarán
en ella las avestruces. Nunca más será habitada, ni será poblada de generación
en generación.
(40)
ְֱֹלהיםְאֶּ ת־סְְ ֹּ֧דםְוְְאֶּ ת־עֲמ ֵ֛רהְוְְאֶּ ת־שְְכנֶּ ָ֖יהְנְְאֻם־יְ הוָּ֑ה
ִ֜ כְְמַ הְ פ ֶַׁ֨כתְא
:ְְאישְוְְ ֹּֽלא־יגֵ֥ ּורְבָ֖הְבֶּ ן־א ֹּֽדם ִ֔ ֹּֽ֙לא־י ֵ֥שבְשם
kêmahpeját elohím et-sêdóm vêet-'amoráh vêet-shêjenéiha nêum-Adonai; ló-
ieshév sham ísh, vêló-iagúr báĥ ben-adám .
Como cuando Elohim trastornó a Sodoma, a Gomorra y a las ciudades
vecinas, dice el Eterno, no morará allí nadie, ni la habitará persona.
(41)
:י־א ֶּרץ
ֹּֽ רּוְמי ְַרכְְת
ִ יםְר ִ֔ביםְי ָ֖ע
ַ ְּ֙ומל ִ ֶׁ֣כ
ְ ָ֖אְמצ ָּ֑פֹוןְוְְגָ֤ ֹויְגדֹול
ִ הִ נֵ֛הְעַ ֵ֥םְב
hinéh 'ám bá mitzafón; vêgói gadol umlajím rabím, ie'óru miarkêtei-áretz.
'He aquí que viene un pueblo del norte; una gran nación y muchos reyes se
despertarán en los confines de la tierra.
(42)
ְֶׁ֣םְיה ֔ ֱֶּמה
ֹּֽ ֶּ יְהמה֙ ְוְְ ֶׁ֣לאְיְְ ַר ֔חמּוְקֹולם֙ ְכַי
ֶׁ֨ ןְי ֲח ִ֗ ִזיקּוְאַ כְ ז ִ ֵ֥ר
ֹּֽ ַ ֶּ ֶׁ֣קשֶּ תְוְְכִ ֵ֞יד
:ַל־סּוסיםְיִ ְרכָּ֑בּוְע ִ֗רּוְךְכְְ ִאיש֙ ְל ִַמלְ ח ֔מהְעלַ ָ֖יִ ְךְבַ ת־ב ֶּ ֹּֽבל ָ֖ ִ וְְע
qéshet vêjidón iájazíqu ajzarí hémah vêló iêrajému, qolam kaiám iéheméh,
vê'al-susím irkávu; 'arúj kêish lamiljamáh, 'aláij bat-bavél.
Empuñan el arco y la lanza. Son crueles; no tienen misericordia. Su estruendo
resuena como el mar. Montan sobre caballos y como un solo hombre se
disponen para la batalla contra ti, oh hija de Babilonia.
(43)
ְהּוְחיל
ָ֖ ִ ִיק ְת
ַ ֔ ְה ֱחז
ֹּֽ ֶּ ֙ת־ש ְמעָ֖םְוְְר ֶׁ֣פּוְי ָּ֑דיוְצרה
ִ ֶּעְמלְֶּך־ב ֶּבֵ֛לְא
ֹּֽ ֶּ ש ַ ֹּ֧מ
:כַיֹּֽ ֹול ֹּֽדה
shamá' mélej-bavél et-shim'ám vêrafú iadáv; tzarah héjeziqáthu, jíl kaióledáh.
'El rey de Babilonia oyó de su fama, y sus manos se debilitaron. La angustia
se apoderó de él, dolor como de mujer que da a luz.
(44)
ְְּ֒כי־אַ ְר ִגָ֤עהְארוצם ֹּֽ ִ הְמגְְ ֶׁ֣אֹוןְהַ י ְַרדןּ֮ ְאֶּ ל־נְְוֶׁ֣הְאיתן ִ הִִּ֠ נהְכְְאַ ְר ֵ֞יהְ ַ ֹּֽי ֲע ֶֶּׁ֨ל
ְְּומיְיֹּֽ ֹועִ ֔ ֶּדנִ י
ֶׁ֣ ִ ֙יְמיְכ ֶׁ֨מֹונִ י ָ֤ ִ דְכ
ֶׁ֣ ִ ְּומיְב ָ֖חּורְאלֶּ ֶׁ֣יהְאֶּ פְ ָּ֑ק ֵ֥ ִ )ְמע ֶּ֔ליה ֹּֽ ֙(א ֲִריצם
:רְיע ֲָ֖מדְלְְפנֹּֽי
ֹּֽ ַ ֲש ֵ֥ ֶּ ּומי־זֶּ ֶׁ֣הְר ֶּ֔עהְא ִ
híneh kêariéh iá'aléh migêón haiarden el-nêvéh eitan kí-argí'ah RVTZM
(aritzem) mé'aléiha, umí vajúr eléiha efqód; kí mí jamóní umí ío'idéni, umi-
zéh ro'éh, ashér iá'amód lêfanái.
548
50-51 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
He aquí que subirá como un león desde la espesura del Jordán, contra el
pastizal perenne. Pero de pronto le haré correr de allí, y la encargaré a quien
sea escogido. Porque, ¿quién es como yo? ¿Quién me convocará? ¿Quién será
aquel pastor que pueda prevalecer delante de mí?
(45)
ְֲשרֵ֥ ֶּ בֹותיוְא
֔ ְְלְּומחְ ש
ַ ֶׁ֨ ֲשרְיעַץ֙ ְאֶּ ל־ב ֔ ֶּב
ָ֤ ֶּ הוהְא
ִ֗ ְןְש ְמעֶׁ֣ ּוְעֲצַ ת־י ִ ל ֵ֞כ
ְם־לא
ֵ֥ אןְא ִ יריְהַ ֔צֶׁ֣ ִם־לאְיִ ְסחבּום֙ ְצְְע ָ֤ יםְא ִ ל־א ֶּרץְכ ְַש ִ ָּ֑דֶׁ֣ ֶּ ֶּח ַ ָ֖שבְא
:ְיהָ֖םְנ ֶּוֹּֽה ֶּ י ִ ֵַ֛שיםְעֲל
lajén shim'ú 'atzat-Adonai ashér ia'atz el-bavél, umájshêvotáv, ashér jasháv el-
éretz kasdím; im-ló isjavum tzê'iréi hatzón, im-ló iashím 'aleihém navéh .
Por tanto, oíd la decisión que el Eterno ha tomado contra Babilonia, los planes
que ha hecho contra la tierra de los caldeos: Ciertamente hasta los más
pequeños del rebaño serán arrastrados; ciertamente su pastizal será devastado
junto con ellos.
(46)
ְס:גֹויֵ֥םְנִ ְש ֹּֽמע
ִ ִַמקֹולְ֙נִ ְתפְְ ֶׁ֣שהְב ֔ ֶּבלְנִ ְרע ֲָ֖שהְה ָּ֑א ֶּרץְּוזְע ָ֖קהְב
miqol nitpêsáh vavél, nir'asháh haáretz; uz'aqáh bagoím nishmá'.
Así ha dicho el Eterno: 'He aquí que yo levanto un viento destructor contra
Babilonia y contra los habitantes de Caldea.
(2)
ְָּ֑הְכי־היֵ֥ ּוְעלֶּ ֵ֛יה
ֹּֽ ִ וְְ ִשלַחְ ֶׁ֨ ִתיְלְְב ֶּבָ֤לְ׀ְז ִרים֙ ְוְְז ֔רּוהְוִ ֹּֽיבקְְ ָ֖קּוְאֶּ ת־אַ ְרצ
:ִמס ִ ָ֖ביבְבְְיֵ֥ ֹוםְר ֹּֽעה
vêshilajtí lêvavél | zarim vêzerúha, vivóqêqú et-artzáĥ; kí-haíu 'aléiha misavív
bêíom ra'áh.
549
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 51
(3)
ְ ֶּ֙ ֹּֽאל־יִ ְד ָ֤רְךְידרךְ(ְ)ְהַ דרְך֙ ְקַ ְש ֔תֹוְוְְ ֶּ ֹּֽאל־יִ ְתעַ ָ֖לְבְְ ִס ְרינָּ֑ ֹוְוְְ ַ ֹּֽאל־תַ חְ מְְלּו
:ְהח ִ ֲָ֖רימּוְכְל־צְְב ֹּֽאה
ֹּֽ ַ ל־בח ֶּ ֻ֔ריה
ֶׁ֣ ַ ֶּא
él-idrój IDRJ ( ) hadorej qashtó, vêél-it'ál bêsirionó; vêál-tajmêlú el-bájuréiha,
hájarímu kol-tzêvaáĥ.
'Caerán los muertos en la tierra de los caldeos, y los heridos en sus calles.
(5)
ְ ֹ֙ותְכיְאַ ְרצם
ָ֤ ִ יוְמיְְהוָ֖הְצְְב ָּ֑א
ֹּֽ ֱֹלה
֔ ְמא
ֹּֽ ֙לְויהּודה ֹּֽ ִ יְלא־אַ לְ ֶׁ֨מןְיִ ְשר ָ֤א
ֹּֽ ִִּ֠כ
:ְםְמקְְ ָ֖דֹושְיִ ְשר ֹּֽאלִ ֹּֽמלְְ ֶׁ֣אהְא ֔ש
kí ló-almán Israél víhudah méeloháv, méiêhváh tzêvaót; kí artzam málêáh
ashám, miqêdósh Israél .
'¡Huid de en medio de Babilonia! Librad, cada uno su vida, para que no seáis
silenciados a causa de la maldad de ella. Porque es el tiempo de la venganza
del Eterno; él le dará su retribución.
(7)
ְּוְגֹוים
ִ֔ ץְמיינה֙ ְש ֶׁ֣ת
ִ הוהְמְְשַ כֶּ ֶָּ֖רתְכְל־ה ָּ֑א ֶּר
֔ ְכֹוס־זהָ֤בְבבֶּ לְ֙בְְיַד־י
:ְּוְגֹוים
ֹּֽ ִ ֵ֥עַל־כָ֖ןְיִ ְת ֹּֽהלְְל
kos-zaháv bavel bêiad-Adonai, mêshakéret kol-haáretz; mieinaĥ shatú goím,
'al-kén ithólêlú goím .
Una copa de oro fue Babilonia en las manos del Eterno; una copa que
embriagó a toda la tierra. De su vino bebieron los pueblos, por lo cual se
enloquecieron las naciones.
550
51 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(8)
ְאֹובהְאּולַ ָ֖י
֔ ְילילּוְע ִֶּ֗ליהְקְְ ָ֤חּוְצְ ִרי֙ ְלְְמַ כ
ֶׁ֣ ִ פִ ְת ֵ֛אםְנֹּֽפְְלֵ֥הְב ֶּבָ֖לְו ִַתשבָּ֑רְה
:ֹּֽתר ֹּֽפא
pitóm náfêláh vavél vatishavér; heilílu 'aléiha qêjú tzorí lêmajováĥ, ulái térafé.
551
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 51
Oh, tú que habitas junto a muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, el
colmo de tu codicia.
(14)
ְאתיְךְאדם֙ ְ ַכ ֶּ֔ילֶּקְוְְענֵ֥ ּו
ָ֤ ִ ם־מל
ִ יְא
ִ ֹוְכ
ֶׁ֣ ִ נִ ְש ַבֵ֛עְיְ הוֵ֥הְצְְב ָ֖אֹותְבְְנַפְ ָּ֑ש
ְס:ְידד ֹּֽ עלַ ָ֖יִ ְךְה
nishbá' Adonai tzêvaót bênafshó; kí im-miletíj adam kaiéleq, vê'anú 'aláij
heidád .
'Él hizo la tierra con su poder; estableció el mundo con su sabiduría y extendió
los cielos con su inteligencia.
(16)
ְה־א ֶּרץְבְְר ִ ָ֤קים
ָּ֑ יםְמקְ צ
ִ ֹוןְמיִ ם֙ ְבַ ש ֔ ַמיִ םְוַיַ ֵ֥ ַעלְנְְ ִש ִ ָ֖א
ַ ֶׁ֨ ֹולְת ֜תֹוְה ֲֵ֥מ
ִ לְְ ֶׁ֨ק
:אְרּוחַ ְמ ֹּֽאצְְר ֹּֽתיו ָ֖ לַמטר֙ ְע ֔שהְוַיֵ֥ ֹוצ
lêqól titó hamón máim bashamáim, vaiá'al nêsiím miqtzeh-áretz; bêraqím
lamatar 'asáh, vaiótze rúaj meótzêrotáv.
'Una maza y un arma de guerra eres tú para mí. Por medio de ti destrozo
naciones; por medio de ti destruyo reinos;
(21)
:ְרכֶּבְוְְ ֹּֽרכְְ ֹּֽבֹו
ָ֖ ֶּ וְְנִ פַצְ ִ ֶׁ֣תיְבְְ ֔ך ְָ֖סּוסְוְְ ֹּֽרכְְ ָּ֑בֹוְוְְנִ פַצְ ִ ֶׁ֣תיְבְְ ֔ך
vênipatztí vêjá, sús vêrójêvó; vênipatztí vêjá, réjev vêrójêvó.
553
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 51
(23)
ְְאכֶׁ֣רְוְְצִ ְמ ָּ֑דֹוְוְְנִ פַצְ ִ ֶׁ֣תיְבְְ ֔ך
ִ ָ֖וְְנִ פַצְ ִ ָ֤תיְבְְך֙ ְרעֶּ ֶׁ֣הְוְְע ְֶּד ֔רֹוְוְְנִ פַצְ ִ ֵ֥תיְבְְך
:ֹותְּוסג ִ ֹּֽנים
ְ פ ַָ֖ח
vênipatztí vêjá ro'éh vê'edró, vênipatztí vêjá ikár vêtzimdó; vênipatztí vêjá,
pajót usganím.
Por medio de ti destrozo al pastor y su rebaño. Por medio de ti destrozo al
labrador y su yunta; por medio de ti destrozo a los gobernadores y a los
dirigentes.
(24)
ְל־רע ֵ֛תםְאֲשֶּ ר־ע ֵ֥שּו
ֹּֽ ְיםְאתְכ
ֹּ֧ ֹושבֶׁ֣יְכ ְַש ִִ֗ד
ְ ֹּֽוְְ ִשל ְַמ ֶׁ֨ ִתיְלְְב ֜ ֶּבלְּולְ ֶׁ֣כלְ׀ְי
ְס:ְבְְצִ יָ֖ ֹוןְלְְ ֹּֽעיניכֶּ ָּ֑םְנְְאֻ ָ֖םְיְ הוֹּֽה
vêshilamtí lêvavél uljól | íoshvéi jasdím ét kol-rá'atám asher-'asú vêtzión
lê'éineijém; nêúm Adonai .
'Ante vuestros ojos retribuiré a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea,
por todo el mal que ellos hicieron a Tzión [Sion], dice el Eterno.
(25)
ְהוהְהַ מַ ְש ִ ָ֖חיתְאֶּ ת־כְל־ה ָּ֑א ֶּרץ ֔ ְיךְהָ֤רְהַ מַ ְשחִ ית֙ ְנְְאֻם־י ַ הִ נְְ ֶׁ֨ ִניְא ֶּ֜ל
ְְמן־הַ סְְל ֔ ִעיםְּונְ תַ ִ ָ֖תיךְלְְ ַהֵ֥ר
ִ ֙יתיְאֶּ ת־י ִ֜דיְע ִֶּ֗ליךְוְְגִ לְ גַלְ ֶׁ֨ ִתיך
ִ וְְנ ִֶׁ֨ט
:שְְר ֹּֽפה
hinêní eléja hár hamashjit nêum-Adonai, hamashjít et-kol-haáretz; vênatíti et-
iadí 'aléja vêgilgaltíjá min-hasêla'ím, untatíja lêhár sêrefáh .
'He aquí, yo estoy contra ti, oh monte destructor, dice el Eterno, que destruyes
toda la tierra. Extenderé mi mano contra ti y te haré rodar de las peñas. Te
convertiré en monte quemado.
(26)
ְי־שמְְ ֵ֥מֹותְעֹולֵ֛ם
ִ ֹותְכ
ֹּֽ ִ ְאבֶּ ןְלְְפִ ֔נהְוְְ ֶּ ָ֖אבֶּ ןְלְְ ֹּֽמֹוס ָּ֑ד
ֶׁ֣ ֶּ ֙וְְ ֹּֽלא־יִ קְ ָ֤חּוְ ִממְְך
:ְִ ֹּֽתהְְיֶּ ָ֖הְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
vêló-iqjú mimêjá éven lêfináh, vêéven lêmósadót; kí-shimêmót 'olám tíhêiéh
nêum-Adonai .
Nadie tomará de ti piedra para esquina ni piedra para cimiento, porque serás
perpetua desolación, dice el Eterno.
(27)
ְְגֹויםְהַ ְש ִ ֹּ֧מיעּו
ִ֔ יה֙ ץְתקְ ֶׁ֨עּוְשֹופָ֤רְבַ גֹויִ ם֙ ְקַ דְְ ָ֤שּוְע ֶֶּׁ֨ל ִ שְְאּו־נֶׁ֣סְב ִ֗א ֶּר
ְֲלּו־סּוס
ָ֖ רְהע ֹּֽ ַ ְטפְ ֔ס
ִ יה֙ טְמ ִנֶׁ֣יְוְְאַ ְשכְְנָּ֑זְפִ קְ ָ֤דּוְע ֶֶּׁ֨ל
ִ עלֶּ ֵ֛יהְמַ ְמלְְכֵ֥ ֹותְאֲר ַ ָ֖ר
:כְְיֶּ ֵ֥לֶּקְס ֹּֽמר
554
51 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
sêu-nés baáretz tiq'ú shofár bagoim qadêshú 'aléihá goím, hashmí'u 'aléiha
mamlêjót ararát miní vêashkênáz; piqdú 'aléihá tifsár, há'alu-sús kêiéleq
samár.
Reunid contra ella a las naciones, a los reyes de Media y a sus gobernadores, a
todos sus dirigentes y a la tierra de su señorío.
(29)
ְהוהְל ֵ֞שּום
֔ ְיְקמהְעַל־בבֶּ לְ֙מַ חְ שְְ ֶׁ֣בֹותְיָ֤ לְכ ֶׁ֣ ִ ו ִַת ְרעַ ֵ֥שְה ָ֖א ֶּרץְוַת ָּ֑ח
:ְיןְיֹושב
ֹּֽ ת־א ֶּרץְב ֶּבֵ֛לְלְְשַ ָ֖מהְמ ֵ֥א
ֹּ֧ ֶּ ֶּא
vatir'ásh haáretz vatajól; kí qámah 'al-bavel majshêvót Adonai, lasúm et-éretz
bavél lêshamáh meéin ioshév .
555
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 51
Los vados han sido tomados, los carrizales han sido quemados a fuego, y los
hombres de guerra están aterrados.
(33)
ְְּ֩כהְא ֜ ַמרְיְ הוָ֤הְצְְבאֹות֙ ְאֱֹלהֶׁ֣יְיִ ְשר ֔אלְבַ ת־ב ַ֕ ֶּבלְכְְ ָ֖ג ֶּרןְעֶׁ֣ת ֶׁ֨ כִ י
:ְירְלה
ֹּֽ הְעת־הַ ק ִ ָ֖צֹּֽ הִ ְד ִריכָּ֑הְעֶׁ֣ ֹודְמְְ ַ֔עטְּובֵ֥א
kí jóh amár Adonai tzêvaot elohéi Israél, bat-bavél kêgóren 'ét hidrijáĥ; 'ód
mê'át, uváah 'ét-haqatzír láĥ .
556
51 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
'Por tanto, así ha dicho el Eterno: He aquí que yo juzgo tu causa y llevaré a
cabo tu venganza. Secaré las aguas de ella y haré que queden secas sus
fuentes.
(37)
:יןְיֹושב
ֹּֽ הְּושר ָ֖קהְמ ֵ֥א
ְ וְְ ֹּֽהיְְתהְּ֩ב ֶׁ֨ ֶּבלְ׀ְלְְג ִ ַֹּ֧ליםְ׀ְמְְעֹון־תַ ִנֵ֛יםְשַ ֵ֥מ
vêháiêtah vavél | lêgalím | mê'on-taním shamáh ushreqáh meéin ioshév.
Cuando estén en pleno calor les serviré sus banquetes; haré que se
embriaguen, de modo que se alegren. Dormirán el sueño eterno y no se
despertarán, dice el Eterno.
(40)
:ַתּודים
ֹּֽ ִ יליםְעִ ם־ע
ָ֖ ִ ידםְכְְכ ִ ֶׁ֣ריםְלִ ְט ָּ֑בֹוחַ ְכְְא
ָ֖ ֹּֽא ִֹור
óridém kêjarím litvója; kêeilím 'im-'atudím.
Los haré descender como corderos al matadero, como los carneros con los
machos cabríos.
557
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 51
(41)
ְיְךְהיְְ ֹּ֧תהְלְְשַ ֵ֛מה
ֹּֽ ץְא
ֶׁ֣ ֹּ֚איְךְנִ לְ כְְ ֶׁ֣דהְששַ֔ ְךְו ִַתתפָ֖שְתְְהִ לַ ֶׁ֣תְכְל־ה ָּ֑א ֶּר
:גֹויםֹּֽ ִ ַב ֶּבָ֖לְב
éij nilkêdáh shesháj, vatitafés têhilát kol-haáretz; éij háiêtáh lêshamáh bavél
bagoím.
'¡Cómo ha sido tomada Sesac y fue capturada la que era alabada por toda la
tierra! ¡Cómo ha llegado Babilonia a ser objeto de horror entre las naciones!
(42)
:ְָּ֑םְבה ֲֵ֥מֹוןְגַלָ֖יוְנִ כְ ֹּֽסתה
ֹּֽ ַ עלֵ֥הְעַל־ב ֶּבָ֖לְהַ י
'aláh 'al-bavél haiám; báhamón galáv nijsátah .
Las aguas han subido sobre Babilonia, y ha sido cubierta por el tumulto de sus
olas.
(43)
ְל־איש
ִ֔ ְץְלא־י ָ֤שבְבהן֙ ְכ
ֹּֽ ָּ֑הְא ֶּר
ֶּ ִ֗ ֶׁ֣הְועֲרב
ֹּֽ ַ הְא ֶּרץְצִ י
ָ֖ ֶּ יהְלְְשַ ֔מ
֙ היָ֤ ּוְע ֶּ ֶׁ֨ר
:וְְ ֹּֽלא־ ַיע ֲֵ֥ברְבהָ֖ןְבֶּ ן־א ֹּֽדם
haíu 'aréihá lêshamáh, éretz tziáh vá'araváh; éretz ló-ieshév bahen kol-ísh,
vêló-ia'avór bahén ben-adám.
'¡Salid de en medio de ella, oh pueblo mío! Librad, cada uno su vida del ardor
de la ira del Eterno.
(46)
ְיר ֔אּוְבַ שְְמּועָ֖הְהַ נִ ְש ַ ֶׁ֣מעַתְב ָּ֑א ֶּרץְּובֹּ֧אְבַ שנֶׁ֣ה
ְְ ּופֶּן־י ַ ָ֤רְךְלְְבַ בְ כֶּם֙ ְוְְ ִ ֹּֽת
:מּועהְוְְח ֶׁ֣מסְב ֔א ֶּרץְּומ ָ֖שלְעַל־מ ֹּֽשל ֔ ְְמּועהְוְְ ַ ֹּֽאח ֲָ֤ריוְבַ שנה֙ ְהַ ש ִ֗ ְְהַ ש
558
51 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
No sea que desmaye vuestro corazón y temáis a causa del rumor que se oye en
la tierra. Dentro de un año vendrá un rumor, y después de otro año, otro
rumor. La violencia cunde en la tierra, y gobernante contiende con
gobernante.
(47)
ְיםְּופקַ ְד ִתי֙ ְעַל־פְְ ִסילֶׁ֣יְב ֔ ֶּבלְוְְכְל־אַ ְרצָ֖הְת ָּ֑בֹוש
ֹּֽ לכן֙ ְהִ נֶׁ֣הְי ִ ֶׁ֣מיםְב ִ֔א
:תֹוכה ֹּֽ ְְוְְכְל־חֲללֶּ ָ֖יהְיִ פְְלֵ֥ ּוְב
lajen hinéh iamím baím, ufáqadtí 'al-pêsiléi vavél, vêjol-artzáĥ tevósh; vêjol-
jalaléiha ipêlú vêtojáĥ.
'Por tanto, he aquí vienen días en que castigaré los ídolos de Babilonia. Toda
su tierra será avergonzada, y en medio de ella caerán todos sus muertos.
(48)
ְיְמצ ֵ֛פֹוןְיֹּֽבֹוא־לֵ֥ה
ִ ָּ֑םְכ
ֹּ֧ ִ ֲשרְב ֶּה
ֶׁ֣ ֶּ וְְ ִרנְְנָ֤ ּוְעַל־בבֶּ לְ֙ש ַ ֶׁ֣מיִ םְו ֔א ֶּרץְוְְ ָ֖כלְא
:ְהַ ֹּֽשֹודְְ ִ ָ֖דיםְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
vêrinênú 'al-bavel shamáim vaáretz, vêjól ashér bahém; kí mitzafón iávo-láĥ
hashódêdím nêum-Adonai .
Los cielos y la tierra, y todo lo que en ellos hay, gritarán de alegría por lo de
Babilonia; porque del norte vendrán contra ella los destructores, dice el
Eterno.
(49)
:ּוְחלְְלֵ֥יְכְל־ה ֹּֽא ֶּרץ
ֹּֽ ַ ָ֖לְחלְְלֶׁ֣יְיִ ְשר ָּ֑אלְגַם־לְְב ֶּבֵ֥לְנֹּֽפְְל
ֹּֽ ַ גַם־ב ַ֕ ֶּבלְלִ נְ ָ֖פ
gam-bavél linpól jálêléi Israél; gam-lêvavél náfêlú jálêléi jol-haáretz.
'Babilonia misma caerá por causa de los muertos de Israel; como por causa de
Babilonia han caído los muertos en toda la tierra.
(50)
ְהוהְוִ ֹּֽירּושלַ ָ֖ ִם
֔ ְּוְמרחֹוק֙ ְאֶּ ת־י
ֹּֽ פְְל ִ ֶׁ֣טיםְמ ֔ ֶּח ֶּרבְהִ לְ כָ֖ ּוְ ַ ֹּֽאל־תַ ע ֲָּ֑מדּוְזִכְ ָ֤ר
:ְַ ֹּֽתעֲלֶּ ֵ֥הְעַל־לְְבַ בְ ֶּ ֹּֽכם
pêletím mejérev, hiljú ál-ta'amódu; zijrú mérajoq et-Adonai, virúshaláim
tá'aléh 'al-lêvavjém .
559
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 51
(51)
יםְעל־
ֹּֽ ַ ָּ֑ינּוְכיְבֶׁ֣אּוְז ִ ֔ר
ִ ֹּ֚ נּוְכי־ש ַ ֶׁ֣מעְ נּוְחֶּ ְר ֔פהְכִ סְְ ֵ֥תהְכְְלִ ָ֖מהְפנ
ֹּֽ ִ ֹּ֚ב ְש
ְפ:ְִמקְ דְְ ָ֖שיְבֵ֥יתְיְ הוֹּֽה
bóshnu kí-shamá'nu jerpáh, kisêtáh jêlimáh panéinu; kí báu zarím, 'ál-
miqdêshéi béit Adonai .
Por tanto, he aquí que vienen días, dice el Eterno, en que yo castigaré sus
ídolos, y en toda su tierra gemirán los heridos.
(53)
ְאּוְשדְְ ִ ֵ֛דים
ֹּֽ ָּ֑הְמ ִא ִ֗ ִתיְי ֹּ֧ב
ֹּֽ ִ ֹּֽכי־תַ עֲלֶּ ָ֤הְבבֶּ לְ֙הַ ש ֔ ַמיִ םְוְְ ִ ֵ֥כיְתְְבַ צָ֖רְמְְ ֶׁ֣רֹוםְעֻז
ְס:ְלָ֖הְנְְאֻם־יְ הוֹּֽה
kí-ta'aléh vavel hashamáim, vêjí têvatzér mêróm 'uzáĥ; méití iavóu shódêdím
láĥ nêum-Adonai .
Porque el Eterno destruye Babilonia y quita de ella el gran bullicio. Sus olas
rugen como caudalosas aguas, y resuena el estruendo de sus voces.
560
51 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(56)
ְםְכי
ֶׁ֣ ִ תֹות
ָּ֑ ְְבֹוריהְחִ תְְ ָ֖תהְקַ ש
֔ ֶּ ְִ֙שֹודדְוְְנִ לְ כְְדּו֙ ְג
֔ ְּ֩באְעלֶּ ָ֤יהְעַל־בבֶּ ל ֶׁ֨ כִ י
:ְֹּ֧אלְגְְמֻלֵ֛ ֹותְיְ הוָ֖הְשַ לֵ֥םְיְְשַ ֹּֽלם
kí vá 'aléiha 'al-bavel shodéd, vênilkêdú giboréiha, jitêtáh qashêtotám; kí él
gêmulót Adonai shalém iêshalém .
561
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 51
Éstas son las palabras que envió el profeta Irmiáhu [Jeremías] a Seraías hijo
de Nerías, hijo de Maasías, cuando iba con Sedequías, rey de Iehudá, a
Babilonia, en el cuarto año de su reinado. Seraías era el jefe de campamento.
(60)
ְל־ספֶּר
ֶׁ֣ ֶּל־הרעֵ֛הְאֲשֶּ ר־ת ֵ֥בֹואְאֶּ ל־ב ֶּבָ֖לְא ֹּ֧ וַיִ כְ ֶׁ֣תבְיִ ְרמְְ ִ֗י
ֹּֽ ְהּוְאתְכ
:ָּ֑דְאתְכְל־הַ דְְב ִ ֶׁ֣ריםְה ֔אלֶּהְהַ כְְתֻ ִ ָ֖ביםְאֶּ ל־ב ֶּ ֹּֽבל
ֹּ֚ אֶּ ח
vaijtóv Irmêiáhu ét kol-hára'áh asher-tavó el-bavél el-séfer ejád; ét kol-
hadêvarím haéleh, hakêtuvím el-bavél.
Y dirás: '¡oh Eterno, tú has dicho de este lugar que lo habrías de destruir, hasta
que no quede en él quien lo habite, desde los hombres hasta los animales, y
que sería una perpetua desolación.'
(63)
ְְאבֶּ ןְוְְהִ ְשלַכְ ָ֖תֹו
ֶּ ֔ ָּ֑֙הְתקְ ָ֤שרְעליו
ִ ֶּוְְהיה֙ ְכְְכַלֶׁ֣ ְת ֔ךְלִ קְ ָ֖ראְאֶּ ת־הַ ֶׁ֣ספֶּרְהַ ז
:ל־תֹוְךְפְְ ֹּֽרת
ֵ֥ ֶּא
vêhaiah kêjalótjá, liqró et-haséfer hazéh; tiqshór 'alav éven, vêhishlajtó el-tój
pêrát.
vêámartá kájah tishqá' bavél vêló-taqum mipênéi hára'áh ashér ánojí meví
'aléiha vêia'éfu; 'ad-hénah divréi Irmêiáhu.
Él hizo lo malo ante los ojos del Eterno, conforme a todo lo que había hecho
Joacim.
(3)
ְֹוְאֹותם
ָ֖ ֵ֥יהּודהְעַד־הִ ְשלִ יכ
֔ ִםְוֹּֽ ִ ֶׁ֣ ַהְהיְְתה֙ ְבִ ֹּֽירּושל ֹּֽ הו
ִ֗ ְַל־אףְיֶׁ֣ ַ ִ ֶׁ֣כיְ׀ְע
:ְמעַ ֶׁ֣לְפנָּ֑יוְוַיִ ְמ ֵ֥רדְצִ ְדקִ יָ֖הּוְבְְ ֶּ ֵ֥מלְֶּךְב ֶּ ֹּֽבל
kí | 'al-áf Adonai háiêtah birúshaláim víhudáh, 'ad-hishlijó otám me'ál panáv;
vaimród Tzidqiáhu bêmélej bavél .
Ciertamente el furor del Eterno estaba sobre Ierushalaim y Iehudá, hasta que
los echó de su presencia. Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.
(4)
ְְבע ֶׁ֣שֹורְלַחדֶּ ש ְִּּ֠֒בא ֹּֽ ֶּ ּ֮שְהע ֲִש ִירי
ֹּֽ ֶּוַיְ הִ יְּ֩בַ ש ֶׁ֨נהְהַ תְְ ִש ֜ ִעיתְלְְמְלְ כִ֗ ֹוְבַ ֶׁ֣חד
ְםְוַֹּֽֽ ַיחֲנָ֖ ּוְעלֶּ ָּ֑יה
ַ ִ לְהּואְוְְכְל־חילֹו֙ ְעַל־יְְ ֶׁ֣רּוש ֔ ַל ָ֤ רְמלְֶּך־ב ֜ ֶּב
ֹּֽ ֶּ אצ
ַ ֶׁ֨ נְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר
:וַיִ בְ נֵ֥ ּוְעלֶּ ֵ֛יהְדיָ֖קְס ִ ֹּֽביב
vaihí vashanáh hatêshi'ít lêmoljó bajódesh há'asirí bé'asór lajodesh bá
Nêvújadretzár mélej-bavél hú vêjol-jeiló 'al-Iêrúshaláim, váiajanú 'aléiha;
vaivnú 'aléiha daiéq savív.
563
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 52
564
52 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(9)
ְֵ֛לְרבְ לָ֖תהְבְְ ֶּ ֶׁ֣א ֶּרץ ֹּ֧ ֶּ ֶַּוַֹּֽֽיִ ְתפְְ שּו֙ ְאֶּ ת־הַ ֔ ֶּמלְֶּךְו ַ ַֹּֽיע ֲֶׁ֨לּוְא ֜תֹוְא
ִ ל־מלְֶּךְב ֶּב
:ֹוְמ ְשפ ִ ֹּֽטים ִ ֵ֥רְא ָ֖ת ִ ח ֲָּ֑מתְוַיְ דַ ב
váitpêsú et-hamélej, vaiá'alú otó el-mélej bavél rivlátah bêéretz jamát;
vaidabér itó mishpatím.
Entonces prendieron al rey y lo llevaron ante el rey de Babilonia, en Ribla, en
la tierra de Hamat, y éste pronunció sentencia contra aquél.
(10)
ֹּֽ ֶּ וַיִ ְש ַח
ְֹּ֧טְמלְֶּך־ב ֶּבֵ֛לְאֶּ ת־בְְנֵ֥יְצִ ְדקִ יָ֖הּוְלְְעינָּ֑יוְוְְגַ ֵ֛םְאֶּ ת־כְל־ש ֵ֥רי
:הּודהְש ַחֵ֥טְבְְ ִרבְ ֹּֽלתה ָ֖ ְְי
vaishját mélej-bavél et-bênéi Tzidqiáhu lê'eináv; vêgám et-kol-saréi Iêhudáh
shaját bêrivlátah.
El rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedequías en su presencia, y
también degolló en Ribla a todos los magistrados de Iehudá.
(11)
ְ֙הּוְמלְֶּך־בבֶּ ל
ֹּֽ ֶּ הּוְבנְְח ְֻש ִ֗ ַתיִ םְוַיְ בִ ָ֤א
ֹּֽ ַ וְְאֶּ ת־עינֵ֥יְצִ ְדקִ יָ֖הּוְעִ ּוָּ֑רְו ַַיֹּֽאַ ְס ֶׁ֣ר
:ֹוםְמֹותֹו
ֹּֽ ֵֵ֥֥הּוְבבית־ְ(בית־)ְהַ פְְקֻ ָ֖דתְעַד־י ֹּֽ ב ֔ ֶּבלהְוַיִ תְְנ
vêet-'einéi Tzidqiáhu 'ivér; vaiáasréhu vánêjushtáim vaiviéhu mélej-bavel
bavélah, vaitênéhu VVIT- (véit-) hapêqudót 'ad-íom motó.
Y a Sedequías le sacó los ojos y le aprisionó con cadenas de bronce. El rey de
Babilonia lo hizo llevar cautivo a Babilonia y lo puso en la cárcel hasta el día
en que murió.
(12)
ְשְהיאְשְְנַת֙ ְתְְ ַ ֹּֽשע־ע ְֶּש ֶׁ֣רהְש ֔נהִִ֗ ֶּישי֙ ְ ֶּ ֹּֽבע ֶׁ֣שֹורְל ַ֔חד
ִ שְהח ֲִמֹּֽ ַ ֶּּובַ ָ֤חד
ְָּ֑לְבאְנְְ ֹּֽבּוז ְַראֲדן֙ ְַרב־טַ ב ִ֔חיםְע ַ ֵ֛מד
ִ֗ ֶׁ֣רְמלְֶּך־ב ֶּב
ֹּֽ ֶּ אצַ ל ֶּ ַָ֖מלְֶּךְנְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר
:ֵ֥יְמלְֶּך־ב ֶּבָ֖לְבִ ֹּֽירּוש ֹּֽל ִם ֹּֽ ֶּ לִ פְ נ
uvajódesh hájamishí bé'asór lajódesh, hí shênat têshá'-'esréh shanáh, lamélej
Nêvújadretzár mélej-bavél; bá nêvúzaradan rav-tabajím, 'amád lifnéi mélej-
bavél birúshaláim.
El 10 del mes quinto del año 19 del reinado de Nabucodonosor, rey de
Babilonia, entró en Ierushalaim Nabuzaradán, capitán de la guardia, que
servía en la presencia del rey de Babilonia.
(13)
ְת־ביתְהַ ֶּ ָּ֑מלְֶּךְוְְ ֶׁ֨אתְכְל־בְ ֹּ֧תיְיְְ ֹּֽרּושלַ ֵ֛ ִםֶׁ֣ ֶּוַיִ ְש ֵ֥רףְאֶּ ת־בית־יְ הוָ֖הְוְְא
:ְוְְאֶּ ת־כְל־בֵ֥יתְהַ ג ָ֖דֹולְש ַ ֵ֥רףְב ֹּֽאש
565
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 52
Los caldeos destrozaron las columnas de bronce que estaban en la casa del
Eterno, así como las bases de las pilas móviles y la fuente de bronce que
estaba en la casa del Eterno; y se llevaron todo el bronce a Babilonia.
566
52 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(18)
ת־המְְזַמְְ ֜רֹותְוְְאֶּ ת־הַ ִמזְר ֶׁ֣קתְוְְאֶּ ת־ ֹּֽ ַ ֶּת־הַ ִסרֹותְוְְאֶּ ת־הַ י ֶׁ֨ ִעיםְוְְא
ִּ֠ ֶּוְְא
:הַ כ ִַ֗פֹותְוְְ ֶׁ֨אתְכְל־כְְלֹּ֧יְהַ נְְ ֵ֛חשֶּ תְאֲשֶּ ר־יְְ ֹּֽש ְְר ֵ֥תּוְב ֶּהָ֖םְל ֹּֽקחּו
vêet-hásirot vêet-haia'ím vêet-hámêzamêrót vêet-hamizraqót vêet-hakapót
vêét kol-kêléi hanêjóshet asher-iêshárêtú vahém laqáju.
También se llevaron las ollas, las palas, las despabiladeras, los cucharones y
todos los utensilios de bronce con que servían.
(19)
ת־הַ ִספִ יםְוְְאֶּ ת־הַ מַ חְ ֶׁ֨תֹותְוְְאֶּ ת־הַ ִמזְר ֜קֹותְוְְאֶּ ת־הַ ִס ֶׁ֣ירֹותְוְְאֶּ ת־ ִּ֠ ֶּוְְא
ְֲשרְזהב֙ ְז ֔הבְ ַ ֹּֽואֲשֶּ ר־כֶּ ָ֖סֶּ ף
ָ֤ ֶּ הַ מְְנ ִ֗רֹותְוְְאֶּ ת־הַ כַפֹות֙ ְוְְאֶּ ת־הַ מְְנַקִ י֔ ֹותְא
:חְרב־טַ ב ִ ֹּֽחים
ַ כָּ֑סֶּ ףְל ַ ָ֖ק
vêet-hásipim vêet-hamajtót vêet-hamizraqót vêet-hasirót vêet-hamênorót vêet-
hakapot vêet-hamênaqiót, ashér zahav zaháv, váasher-késef kásef; laqáj rav-
tabajím.
El capitán de la guardia se llevó también las copas, los incensarios, los tazones
para la aspersión, las ollas, los candelabros, las cucharas y las tazas, tanto los
de oro como los de plata.
(20)
ַמּודיםְ׀ְשְְ ִַ֗ניִ םְהַ יָ֤םְאֶּ חד֙ ְוְְהַ ב ֵ֞קרְשְְנים־ע ָ֤שרְנְְ ֶׁ֨חשֶּ ת֙ ְאֲשֶּ ר־
ֶׁ֣ ִ ֹּֽהע
ְָּ֑הְלא־היֶׁ֣ה
ֹּֽ ֹלמהְלְְבֶׁ֣יתְיְ הו ָ֖ ְְֲשרְע ֵ֛שהְהַ ֶּ ֵ֥מלְֶּךְש
ֵ֥ ֶּ ַ ֶׁ֣תחַ תְהַ מְְכנ֔ ֹותְא
:ְִמ ְש ֔קלְלִ נְ ח ְֻש ָ֖תםְכְל־הַ כ ִ ֵ֥ליםְה ֹּֽאלֶּה
há'amudím | shênáim haiám ejad vêhabaqár shêneim-'asár nêjóshet asher-tájat
hamêjonót, ashér 'asáh hamélej shêlomóh lêvéit Adonai; ló-haiáh mishqál,
linjushtám kol-hakelím haéleh .
En cuanto a las dos columnas, la fuente y los doce bueyes de bronce que
estaban debajo de ella, y las bases de las pilas móviles que había hecho el rey
Shelomó en la casa del Eterno, no hubo manera de pesar el bronce de todos
estos objetos.
(21)
ְֶׁ֣דְהאֶּ ֔חדְוְְ ֵ֛חּוט
ֹּֽ ֻ)ְהעַמֹּֽ ַ֙מּודיםְשְְמ ֶֶּׁ֨נהְע ְֶּש ָ֤רהְאַ מה֙ ְקומהְ(קֹומַ ת ִִ֗ וְְ ֹּֽהע
:שְְתים־ע ְֶּש ֵ֥רהְאַ ָ֖מהְיְְס ֶֻּבָּ֑נּוְוְְעְבְ יֵ֛ ֹוְאַ ְר ַבֵ֥עְאֶּ צְ בעָ֖ ֹותְנ ֹּֽבּוב
vêhá'amudím shêmonéh 'esréh amah QVMH (qomat) há'amúd háejád, vêjút
shêteim-'esréh amáh iêsubénu; vê'ovío arbá' etzba'ót navúv.
567
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 52
El capitel de bronce que había sobre ella era de 5 codos de alto. Y sobre el
capitel alrededor había una red de granadas, toda de bronce. La segunda
columna, con sus granadas, tenía una labor semejante.
(23)
מֹונֵ֥יםְמ ֵ֛אהְעַל־
ִ ל־ה ִר
ֹּֽ ְהְרּוחהְכ
ָּ֑ יםְת ְש ִ ֵ֥עיםְוְְ ִש ָ֖ש
ִ ְה ִרמ ֔ ִנֹּֽ ֙ו ִ ַֹּֽיהְ יּו
ְס:ְהַ שְְבכָ֖הְס ִ ֹּֽביב
vaíhyú hárimoním, tish'ím vêshisháh rújah; kol-hárimoním meáh 'al-hasêvajáh
savív .
568
52 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
hamatzbí et-'ám haáretz; vêshishím ish me'ám haáretz, hánimtzêím bêtój ha'ír.
Y el rey de Babilonia los hirió y los mató en Ribla, en la tierra de Hamat. Así
fue llevada cautiva Iehudá lejos de su tierra.
(28)
ְהּודיםְשְְֹלֵ֥ שֶּ ת
ִַ֕ ְְאצָּ֑רְבִ ְשנַת־שֶַּ֕ בַ עְי
ַ ֲשרְהֶּ גְ לָ֖הְנְְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּר ֵ֥ ֶּ זֶּ ֶׁ֣הְה ֔עםְא
:ֹלשה ֹּֽ יםְּוש
ְ אֲל ִ ָ֖פיםְוְְע ְֶּש ִ ֵ֥ר
zéh ha'ám, ashér hegláh Nêvújadretzár; bishnat-shéva' iêhudím shêlóshet
alafím vê'esrím ushlosháh.
569
יִ ְר ְְמיָ֖הּו Irmiáhu / Jeremías 52
(30)
ְבִ ְש ֶַׁ֨נתְשֹלֶׁ֣ שְוְְע ְֶּש ִריםּ֮ ְלִ נְ ֹּֽבּוכ ְַד ֶּראצַ רְּ֒הֶּ גְ ִ֗להְנְְ ֹּֽבּוז ְַראֲדן֙ ְַרב־טַ ב ִ֔חים
ְיםְוח ֲִמ ָּ֑שהְכְל־ ֶַּ֕נפֶּשְאַ ְר ַ ֵ֥בעַת
ֹּֽ ַ הּודיםְ ֶַּ֕נ ֶּפשְשְְ ַבֵ֥עְמ ָ֖אֹותְאַ ְרב ִ ֶׁ֣ע
ִַ֕ ְְי
ְס:אֲל ִ ָ֖פיםְוְְ ֵ֥ששְמ ֹּֽאֹות
bishnát shalósh vê'esrim linvújadretzar hegláh nêvúzaradan rav-tabajím,
iêhudím néfesh shêvá' meót arba'ím vájamisháh; kol-néfesh arbá'at alafím
vêshésh meót.
Habló con Joaquín amigablemente y puso su sitial más alto que los sitiales de
los reyes que estaban con él en Babilonia.
(33)
ְש:הְאתְבִ גְ ֶׁ֣דיְכִ לְ ָּ֑אֹוְוְְא ֶַׁ֨כלְלֶּ ֹּ֧חֶּ םְלְְפנֵ֛יוְת ִ ָ֖מידְכְל־יְְ ֵ֥מיְחַ יֹּֽו
ָ֖ וְְ ִש ַ֕נ
vêshináh ét bigdéi jiló; vêajál léjem lêfanáv tamíd kol-iêméi jaiáv.
570
52 Irmiáhu / Jeremías יִ ְרמְְיָ֖הּו
(34)
ְיֹומֹו
ָ֖ ְְתְמלְֶּך־ב ֶּבֵ֛לְדְְבַ ר־יֵ֥ ֹוםְב
ֹּֽ ֶּ ה־לֹוְמ ֹּ֧א
֜ ַוא ֻ ֲֹּֽרח ִ֗תֹוְאֲרֻ חַ תְּ֩ת ִֶׁ֨מידְנִ תְְנ
:}ֹוְכלְיְְ ֵ֥מיְחַ יֹּֽיוְ{ש
ָ֖ ֹוםְמֹות
ָּ֑ ֶׁ֣עַד־י
vaarújató arujat tamíd nitênah-ló meét mélej-bavél dêvar-íom bêiomó 'ad-íom
motó; kól iêméi jaiáv {s}.
Continuamente le fue dada su ración de parte del rey de Babilonia, cada cosa
en su día, todos los días de su vida, hasta el día de su muerte.
571
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 1
יְחֶ ז ֵ֨קאל
Iejezkel – Ezequiel Capítulo 1
(1)
ְשְוא ֲִּנִ֥יְבְ ָּֽתֹוְך־הַ ּגֹולָׁ ָ֖ה
ָּֽ ַ ְֶבח ֲִּמ ָׁ ִ֣שהְל ַֹ֔חד
ָּֽ ַ ֙הְב ְרבִּ יעִּ י
ָּֽ ָׁ ֹלשיםְשָׁ ָָׁ֗נ
ִ֣ ִּ וַי ִּ ִ֣היְ׀ְבִּ ש
:ְֱֹלהים ָּֽ ִּ םְוָּֽאֶ ר ֶ ָ֖אהְמַ ר ִ֥אֹותְא ָׁ ִּעַל־נְהַ ר־כְ ָׁבָ֑רְנִּ פתְחו֙ ְהַ שָׁ ֹ֔ ַמי
vaihí | bishloshím shanáh bárêvi'í bájamisháh lajódesh, váaní vêtój-hagoláh
'al-nêhar-kêvár; niftêjú hashamáim, váeréh marót elohím .
Sucedió en el quinto día del mes cuarto del año 30, estando yo en medio de
los cautivos, junto al río Quebar, que fueron abiertos los cielos, y vi visiones
de Elohim.
(2)
:יתְלגָׁלָ֖ ותְהַ ֶ ִ֥מלְֶךְיָּֽ ֹוי ִּ ָָּֽׁכין
ְ יש ִּ ֹ֔ ִ֣הְהח ֲִּמ
ָּֽ ַ ָׁשְהיאְהַ שָׁ נ
ִּ ִ֚ ֶַ ָּֽבח ֲִּמ ָׁ ָ֖שהְל ַָ֑חד
bájamisháh lajódesh; hí hashanáh hájamishít, lêgalút hamélej íoiajín.
En el quinto día del mes [en el quinto año de la cautividad del rey Joaquín],
(3)
ְר־יהוָׁהְאֶ ל־יְחֶ ז ֵ֨קאלְבֶ ן־בוזִּ ִ֧יְהַ כהֵ֛ןְבְ ֶ ִ֥א ֶרץְכַש ִּ ָ֖דים ְ֠ ַהָׁ ִ֣יהְהָׁ יָׁ ִ֣הְדְב
:ְהוָּֽה
ָׁ ֵ֛יוְשםְיַד־י
ָ֖ ָׁ ָׁעַל־נְהַ ר־כְ ָׁבָ֑רְוַתְ ִּ ִ֥היְעָׁל
haióh haiáh dêvar-Adonai el-Iêjezqél ben-Buzí hakohén bêéretz kasdím 'al-
nêhar-kêvár; vatêhí 'aláv shám iad-Adonai .
vino la palabra del Eterno al sacerdote Iejezkel [Ezequiel] hijo de Buzi el
sacerdote, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar. Allí vino sobre mí la
mano del Eterno.
(4)
ְשְמתל ֹ֔ ַַקחַ ת
ִּ הְמן־הַ צָׁ ָ֗פֹוןְעָׁנָׁ ָ֤ןְּגָׁדֹולְ֙וְ ִ֣א
ִּ ְ֩רוחַ ְסְע ָׁ ָָׁ֜רהְבָׁ ָׁ ִ֣א
ֵ֨ ו ֵָׁ֡א ֶראְוְהִּ נה
:ְלְמ ִ֥תֹוְךְהָׁ ָּֽאש ִּ ִ֥יןְהחַ ש ַ ָ֖מ
ָּֽ ַ יבְומתֹו ָֹׁ֔כּהְכְעִֵּ֨ וְ ִ֥נ ַגָּּֽהְלָ֖ ֹוְסָׁ ִּ ָ֑ב
vaére vêhineh rúaj sê'aráh baáh min-hatzafón 'anán gadol vêésh mitlaqájat,
vênógáĥ ló savív; umítojáĥ, kê'éin hájashmál mitój haésh .
Miré, y he aquí que venía del norte un viento huracanado y una gran nube con
un fuego centelleante y un resplandor en torno de ella. En su interior había
algo como metal resplandeciente, en medio del fuego.
(5)
:יהןְדְ ִ֥מותְאָׁ ָׁ ָ֖דםְל ָָּֽׁהנָׁה
ֶ ֹ֔ ומתֹו ָֹׁ֔כּהְדְ ָ֖מותְאַ ר ַבִ֣עְחַ יָ֑ ֹותְוְזֶה֙ ְמַ רא
ִֵּ֨
umítojáĥ, dêmút arbá' jaiót; vêzeh mareihén, dêmút adám lahénah.
(6)
:וְאַ רבָׁ עָׁ ִ֥הְפ ִָּׁנָ֖יםְלְאֶ ָׁחָ֑תְוְאַ ר ַבִ֥עְכְנָׁפַ ָ֖יִּ םְלְאַ ַחִ֥תְל ֶ ָָּֽׁהם
vêarba'áh faním lêeját; vêarbá' kênafáim lêaját lahém.
Sus piernas eran rectas, y sus pezuñas eran como pezuñas de becerro que
centelleaban como bronce bruñido.
(8)
ְיהִ֥ם
ֶ יהָ֑םְופנ
ֶ ַתְרבע
ִּ יהםְעַ ָ֖לְאַ ר ַ ִ֣בע
ֶ ֹ֔ םְמ ֵ֨ ַתחַ ת֙ ְכַנפ
ִּ ידי)ְאָׁ ָ֗ ָׁד
ִ֣ ִּוידוְ(ו
:יהָ֖םְלְאַ רבַ ע ָׁ ָּֽתם ֶ וְכַנפ
VIDV (vidéi) adám mitájat kanfeihém, 'ál arbá'at riv'eihém; ufneihém
vêjanfeihém lêarba'tám.
Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre. Los cuatro
tenían sus caras y sus alas.
(9)
ְןְאישְאֶ ל־עִ֥בֶ ר
ֵ֛ ִּ ָ֑םְלא־יִּ ַ ִ֣סבוְבְלֶכ ֹ֔ ָׁת
ָּֽ יהֶ ֲחֹותּהְכַנפ
ָ֖ ָׁ תְא ָׁ ִ֥שהְאֶ ל־א
ִּ ִ֥חב ֵ֛ר
:פָׁנָׁ ָ֖יוְי ָּֽלכו
jóvrót isháh el-ajotáĥ kanfeihém; ló-isábu vêlejtán, ísh el-'éver panáv ieléju.
La forma de sus caras era la de una cara de hombre, con una cara de león en el
lado derecho de los cuatro, una cara de toro en el lado izquierdo de los cuatro,
y una cara de águila en los cuatro.
573
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 1
(11)
ְֹותְאיש
ִֹּ֔ ישְשתַ יִּ םְ ָּֽחבְ ִ֣ר
ְִ֚ ֹותְמל ָׁ ָ֑מעלָׁהְלְ ִָּ֗א
ִּ יהִ֥םְפְרֻ ָ֖ד ֶ יהםְוְכַנפ
ֶ ֶ֕ ופנ
:יהנָׁה ָּֽ ֶ ֹותְאתְּגְוִּ ָּֽית
ָ֖ וש ַ ִ֣תיִּ םְמְכ ַֹ֔ס
ufneihém vêjanfeihém pêrudót milmá'lah; lêísh shêtaim jóvêrót ísh, ushtáim
mêjasót, ét gêvióteihénah.
Así eran sus caras. Sus alas estaban extendidas hacia arriba. Cada uno tenía
dos alas que se tocaban entre sí, y otras dos que cubrían sus cuerpos.
(12)
ְָ֑כוְאלְאֲשֶ ר ִּ ְָּֽ֩יהיֶה־שֵָׁ֨ מָׁ הְהָׁ רוחַ ְ ָׁל ֵֶ֨לכֶת֙ ְי ֹ֔לכו
ִ֣ ֶ וְ ִּ ֵ֛אישְאֶ ל־עִ֥בֶ רְפָׁנָׁ ָ֖יוְיל
:ְִ֥לאְיִּ ַ ָ֖סבוְבְלֶכ ָׁ ָּֽתן
vêísh el-'éver panáv ieléju; él asher íhieh-shámah harúaj laléjet ieléju, ló isábu
bêlejtán .
En medio de los seres vivientes había algo como carbones de fuego encendido
que se desplazaban como antorchas entre los seres vivientes. El fuego
resplandecía, y del mismo salían relámpagos.
(14)
:ֹותְר ִ֣צֹואְו ָָׁ֑שֹובְכְמַ ר ָ֖אהְהַ בָׁ ָׁזָּֽק
ָׁ ָ֖וְ ַ ָּֽהחַ י
vêhájaiót ratzó vashóv; kêmaréh habazáq.
Mientras yo miraba a los seres vivientes, he aquí que había una rueda en la
tierra, junto y al frente de cada uno de los cuatro seres vivientes.
(16)
ְיםְומעֲשיהֶ ם֙ ְכְעִ֣יןְתַ ר ֹ֔ ִּשישְוד ִ֥מותְאֶ ָׁחָ֖דְלְאַ רבַ ע ָׁ ָ֑תן ָּֽ ַ מַ ר ֵ֨אהְהָׁ ָּֽאֹופ ִַּנ
:ְאֹופן
ָּֽ ָׁ ֹוְךְה
ָּֽ ָׁ ִ֥הְהאֹופַ ָ֖ןְבְ ִ֥ת
ָּֽ ָׁ ֶרְיהי
ָּֽ ִּ ֲש
ֵ֛ ֶ םְכא
ָּֽ ַ יה ֶ ֹ֔ ְומעֲש
ִ֣ ַ ֙ומַ ראיהֶ ם
574
1 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
La forma y el aspecto de las ruedas era como crisólito. Las cuatro ruedas
tenían la misma forma y aspecto, y estaban hechas de manera que había una
rueda dentro de otra rueda.
(17)
:ָ֑כוְלאְיִּ ַ ָ֖סבוְבְלֶכ ָׁ ָּֽתן
ִ֥ יהָ֖ןְבְלֶכ ָׁ ִ֣תםְיל
ֶ תְרבע
ִּ עַל־אַ ר ַ ִ֥ב ַע
'al-arbá'at riv'eihén bêlejtám ieléju; ló isábu bêlejtán.
Sus aros eran altos y aterradores, y los aros de las cuatro ruedas estaban llenos
de ojos alrededor.
(19)
ְְהחַ יֹ֔ ֹותְיָּֽלְכִ֥ וְהָׁ ָּֽאֹופ ִַּנָ֖יםְאֶ צלָׁ ָ֑םְובהִּ נָׁשאְ ַ ָּֽהחַ יֹות֙ ְמעַ ִ֣לְהָׁ ֹ֔ ָׁא ֶרץ ָּֽ ַ ֙וב ֵֶ֨לכֶת
:יִּ ָׁנָּֽשְ ָ֖אוְהָׁ ָּֽאֹופ ִּ ַָּֽנים
uvléjet hájaiót, iélêjú haófaním etzlám; uvhinasé hájaiot me'ál haáretz, inásêú
haófaním.
575
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 1
(21)
ְםְיע ֲָ֑מדוְוָּֽ בהִּ נָׁש ָ֞ ָׁאםְמעַ ִ֣לְהָׁ ָ֗ ָׁא ֶרץְיִּ ָׁנָּֽשְאו ָּֽ ַ בְלֶכ ָׁ ִ֣תםְי ֹ֔לכוְובעְמְ ָׁ ָ֖ד
:ְהחַ יָׁ ָ֖הְבָׁ ָּֽאֹופ ִּ ַָּֽנים
ָּֽ ַ ַיְרוח ִ֥ םְכ ֵ֛ ִּ הָׁ ָּֽאֹופַנִּ ים֙ ְלְעֻמָׁ ֹ֔ ָׁת
bêlejtám ieléju, uv'omêdám iá'amódu; úvhinasám me'ál haáretz inásêú
haófanim lê'umatám, kí rúaj hájaiáh baófaním.
Sobre las cabezas de los seres vivientes había una bóveda semejante a un
cristal impresionante, extendido por encima de sus cabezas.
(23)
ְֲחֹותּהְלְ ִָּ֗אישְשְ ַתיִּ ם ָ֑ ָׁ ֹותְא ָׁ ָ֖שהְאֶ ל־א
ִּ יהִ֣םְיְשָׁ ֹ֔ר
ֶ ְה ָׁר ֹ֔ ִּקיעְַכַנפ
ָּֽ ָׁ ֙וְ ֵ֨ ַתחַ ת
:יהם
ָּֽ ֶ ָׁהְאתְּגְוִּ ָּֽית
ָ֖ מְכַסֹות֙ ְל ָֹׁ֔הנָׁהְול ִָּ֗אישְשְ ַתיִּ םְמְכַסֹות֙ ְל ָֹׁ֔הנ
vêtájat háraqí'a, kanfeihém iêsharót, isháh el-ajotáĥ; lêísh shêtáim mêjasot
lahénah, ulísh shêtáim mêjasot lahénah, ét gêvióteihém.
Debajo de la bóveda, sus alas se extendían rectas, la una hacia la otra. Y cada
ser tenía dos alas con que cubrían sus cuerpos.
(24)
ְםְר ִּביםְכְקֹול־שַ דַ י֙ ְבְלֶכ ֹ֔ ָׁתם ַ ְִּ֩מי ַ ֵ֨ יהםְכְקֹול ֶ ֵ֡ ת־קֹולְכַנפ ִ֣ ֶָׁוָּֽאֶ ש ַ ִ֣מעְא
:יהן
ָּֽ ֶ ֹולְמחֲנֶ ָ֑הְבְעְמ ָׁ ָ֖דםְתְ ַרפֶ ִ֥ינָׁהְכַנפ
ָּֽ ַ ִ֥קֹולְ ֲהמֻלָׁ ָ֖הְכְ ִ֣ק
váeshmá' et-qól kanfeihém kêqol máim rabím kêqol-shadaí bêlejtám, qól
hamuláh kêqól májanéh; bê'omdám têrapéinah janfeihén.
576
1-2 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Por encima de la bóveda que estaba sobre sus cabezas, había la forma de un
trono que parecía de piedra de zafiro. Y sobre dicha forma de trono estaba
alguien semejante a un hombre.
(27)
ְהְמתנָׁ ָ֖יו
ְ יבְממַ ר ִ֥א ִּ שְבית־לָּׁה֙ ְסָׁ ִֹּ֔ב ָּֽ ו ִָׁ֣א ֶראְ׀ְכְעִ֣יןְחַ ש ָ֗ ַמלְכְמַ ראה־א
ְה־אשְוְ ִ֥נ ַגָּּֽהְלָ֖ ֹו
ֹ֔ יתי֙ ְכְמַ רא ִּ הְר ִֵּ֨אָׁ ָָׁׁהְוממַ ראהְמְתנָׁיו֙ ְול ֹ֔ ַמט
ִּ ול ָׁ ָ֑מעל
:סָׁ ִּ ָּֽביב
vaére | kê'éin jashmál kêmareh-ésh béit-laĥ savív, mimaréh motnáv ulmá'lah;
umimaréh motnav ulmátah, raítí kêmareh-ésh, vênógáĥ ló savív.
Como el aspecto del arco iris que está en las nubes en un día de lluvia, así era
el aspecto del resplandor alrededor. Éste era el aspecto de la gloria del Eterno.
Y cuando la vi, caí postrado sobre mi rostro y oí la voz de uno que hablaba.
577
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 2
Ya sea que ellos escuchen o que dejen de escuchar [porque son una casa
rebelde], sabrán que ha habido un profeta entre ellos.
578
2 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(6)
ְיְס ָׁר ִּבים
ָּֽ ָׁ אְכ
ִ֣ ִּ יר
ָ֗ ָׁ ל־ת
ִּ ַיהִ֣םְא
ֶ םְומ ִּדבר
ִּ יראְמ ָ֜ ֶה ֵ֨ ָׁ ל־ת
ִּ ַן־אָׁ דְםְא ְ֠ ֶוְאַ ָׁ ִ֣תהְב
ְ ֙ל־ת ָׁירא ִּ ַיהםְא ֶ בְמ ִּדבר
ִּ הְיֹוש
ָ֑ ְאֹותְךְוְאֶ ל־עַק ַר ִּ ָ֖ביםְאַ ָׁ ִ֣ת ָׁ ֹ֔ ֙וְסַ לֹונִּ ים
:יְהמָׁ ה
ָּֽ תְכיְבִ֥יתְמְ ִּ ָ֖ר ֵ֛ ִּ יהִ֣םְאַ ל־ת ֹ֔ ָׁחֶ ומפְנ ִּ
vêatáh ven-ádom al-tirá mehém umidivreihém al-tirá kí sáravím vêsalonim
otáj, vêel-'aqrabím atáh ioshév; midivreihém al-tira umipêneihém al-teját, kí
béit mêrí hémah.
Tú, pues, les hablarás mis palabras, ya sea que escuchen o dejen de escuchar,
porque son una casa rebelde.
(8)
ְי־מ ִּרי
ָ֖ ֶ ִּוְאַ ָׁ ִ֣תהְבֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁדםְשְמַ ע֙ ְאתְאֲשֶ ר־אֲנִּ י֙ ְמְדַ בִ֣רְא ֶֹ֔ליָךְאַ ל־תְה
:לְאתְאֲשֶ ר־א ֲִּנָ֖יְנ ִ֥תןְא ֶ ָּֽליָך
ִ֥ יָךְוא ֱֶ֕כ
ָּֽ ֶ ִ֣הְפ
ִּ ֹ֔ כְבִ֣יתְהַ ֶ ָ֑מ ִּריְפְצ
vêatáh ven-adám shêma' ét asher-aní mêdabér eléja, al-têhi-méri kêvéit
haméri; pêtzéh fíja, véejól ét asher-aní notén eléja.
Pero tú, oh persona, escucha lo que yo te hablo. No seas rebelde como esa
casa rebelde; abre tu boca y come lo que yo te doy.'
(9)
:ַת־ספֶר
ָּֽ ה־בֹוְמְגִּ ל
ָ֖ לוחִ֣הְאלָׁ ָ֑יְוְהִּ נ
ָׁ ְָׁוָּֽאֶ ְר ֶ֕ ֶאהְוְהִּ נה־יָׁ ָ֖דְש
váeréh vêhineh-iád shêlujáh elái; vêhineh-vó mêgilat-séfer.
Entonces miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un
rollo de pergamino.
(10)
ָׁ ְוַיִּ פרשְאֹותָׁ ּה֙ ְלְ ָׁפ ַֹ֔ניְוְ ִּ ִ֥היאְכ
ְתובָ֖הְפ ִָּׁנִ֣יםְוְאָׁ ָ֑חֹורְוְכ ִָׁ֣תובְא ֶֹ֔ליהָׁ ְקִּ ִּנִ֥ים
ְס:ו ֶ ָָׁ֖הגֶהְו ִּ ָָּֽׁהי
vaifrós otaĥ lêfanái, vêhí jêtuváh paním vêajór; vêjatúv eléiha, qiním vahégeh
vahí.
Lo extendió delante de mí, y he aquí que estaba escrito por el derecho y por el
revés. En él estaban escritos lamentaciones, gemidos y ayes.
579
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 3
Entonces me dijo: 'Oh persona, come lo que has encontrado; come este rollo y
ve, habla a la casa de Israel.'
(2)
:יְאתְהַ מְגִּ לָׁ ִ֥הְהַ ָּֽזאת
ָ֖ ִּת־פיְוַיַ ִ֣אֲכִּ ֹ֔ילנ
ָ֑ ִּ ֶָׁוָּֽאֶ פ ַ ָ֖תחְא
váeftáj et-pí; vaiáajiléni, ét hamêgiláh hazót.
Luego me dijo: 'Oh persona, alimenta tu vientre y llena tu estómago con este
rollo que yo te doy.' Lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel.
(4)
ְו ַָ֖יאמֶ רְאלָׁ ָ֑יְבֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁדםְלְֶך־בא֙ ְאֶ ל־בִ֣יתְיִּ ש ָׁר ֹ֔אלְוְ ִּדבַ ר ָׁ ִ֥תְבִּ דבָׁ ַ ָ֖רי
:יהם
ָּֽ ֶ אֲל
vaiómer elái; ben-adám lej-bo el-béit Israél, vêdibartá vidvarái aleihém.
Entonces me dijo: 'Oh persona, ve, acércate a la casa de Israel y háblales mis
palabras;
(5)
ְֵ֡ ִּכיְלאְ֩אֶ ל־ ֵַ֨עםְעִּ מ ִ֥קיְשָׁ פָׁ ֵ֛הְוְכִּ ב ִ֥דיְל ָָׁ֖שֹוןְאַ ָׁ ִ֣תהְשָׁ לָ֑ וחַ ְאֶ ל־בָ֖ית
:יִּ ש ָׁר ָּֽאל
kí lo el-'ám 'imqéi safáh vêjivdéi lashón atáh shalúja; el-béit Israél.
580
3 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(6)
ְא־תש ַ ָ֖מע
ִּ רְל
ָּֽ ֲש ִ֥ ֶ יםְר ִָּ֗ביםְעִּ מקיְשָׁ פָׁה֙ ְוְכִּ ב ִ֣דיְל ָֹׁ֔שֹוןְא
ַ ִ֣לאְ׀ְאֶ ל־ע ִּ ִַ֣מ
:ָ֑םְאם־לאְאֲליהֶ ם֙ ְשְלַח ֹ֔ ִּתיָךְהָ֖מָׁ הְיִּ שמְעִ֥ וְא ֶ ָּֽליָך ִּ יהֶ ִּדבר
ló | el-'amím rabím 'imqéi safah vêjivdéi lashón, ashér ló-tishmá' divreihém;
im-ló aleihem shêlajtíja, hémah ishmê'ú eléja.
He aquí, yo hago tu rostro tan duro como el rostro de ellos, y hago tu frente
tan dura como su frente.
(9)
ְא־ת ָׁיראְאֹותָׁ ם֙ ְוְ ָּֽלא־ת ַחִ֣ת
ִּ ָָ֑ךְל
ָּֽ יְמצ ֶח
ִּ ִ֥קְמ ָ֖צרְנ ַ ִָׁ֣ת ִּת
ִּ ָׁכְשָׁ ִּ ֵ֛מירְחָׁ ז
ְפ:יְהמָׁ ה
ָּֽ םְכיְבִ֥יתְמְ ִּ ָ֖רֵ֛ ִּ יה
ֶ ֹ֔ ִּמפְנ
kêshamír jazáq mitzór natáti mitzjéja; ló-tirá otam vêló-teját mipêneihém, kí
béit mêrí hémah.
581
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 3
Me dijo además: 'Oh persona, toma en tu corazón todas mis palabras que te
diga, y escucha con tus oídos.
(11)
ְיהם
ֶ ֹ֔ וְ ֵ֨לְךְבאְאֶ ל־הַ ּגֹולָׁה֙ ְאֶ ל־בְנִ֣יְע ֹ֔ ֶַמָךְוְ ִּדבַ ר ָׁתְאֲליהֶ ם֙ ְוְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָׁ ִ֣תְאֲל
:ְהְאם־יִּ שמְעָ֖ וְוְ ִּאם־יֶח ָׁ ָּֽדלו
ָּֽ ִּ הו
ָ֑ ִּ ִ֥כהְאָׁ ַ ָ֖מרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
vêléj bó el-hagolah el-bênéi 'améja, vêdibartá aleihem vêámartá aleihém, kóh
amár adonái IHVÍH; ím-ishmê'ú vêim-iejdálu .
Era el ruido de las alas de los seres vivientes, que se rozaban unas con otras, el
ruido de las ruedas que estaban junto a ellos y el ruido de un gran estruendo.
(14)
ְתְרוחיְוְיַד־יהוָׁ ִ֥הְעָׁלַ ָ֖י
ִֹּ֔ ְבח ַ ֲִ֣מ
ָּֽ ַ ֙יְוָּֽאלְִ֥ךְמַ ר
ָׁ ִּוְ ִ֥רוחַ ְנְשָׁ ַ ָ֖אתנִּ יְו ִַּתקָׁ חָ֑נ
:ְחָׁ ָׁ ָּֽזָ֤קָׁ ה
vêrúaj nêsaátni vatiqajéni; váeléj mar bájamát rují, vêiad-Adonai 'alái jazáqah.
582
3 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Luego llegué a los cautivos de Tel Abib, pues ellos habitaban allí, junto al río
Quebar, y permanecí allí entre ellos, atónito, durante siete días.
(16)
:ְאמר
ָּֽ ָ֖הְשבעַ ִ֣תְי ִּ ָָׁ֑מיםְ{פ}וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
ִּ יְמקצ
ִּ וַי ִֶּ֕ה
vaihí miqtzéh shiv'át iamím; {f}vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
Aconteció al cabo de los siete días que vino a mí la palabra del Eterno,
diciendo:
(17)
ְְמפִּ י֙ ְדָׁ ֹ֔ ָׁברְוְהִּ זהַ ר ָׁ ִ֥ת
ִּ בֶ ן־אָׁ ֶ֕ ָׁדםְצפֶ ִ֥הְנְתַ ִּ ָ֖תיָךְלְבִ֣יתְיִּ ש ָׁר ָ֑אלְוְ ָׁ ָּֽשמַ ע ָׁת
:םְמ ֶ ָּֽמנִּ י
ִּ אֹות
ָ֖ ָׁ
ben-adám tzoféh nêtatíja lêvéit Israél; vêsháma'tá mipí davár, vêhizhartá otám
miméni.
'Oh persona, yo te he puesto como centinela para la casa de Israel. Oirás, pues,
las palabras de mi boca y les advertirás de mi parte.
(18)
ְירְר ָׁ ֵ֛שע
ָׁ אְד ַבֵ֛רתָׁ ְלְהַ ז ִּ ִ֥ה ִּ ְמֹותְתָׁ ֹ֔מותְוְ ִ֣לאְהִּ זהַ ר ָ֗תֹוְוְ ִ֥ל ִ֣ ֙יְל ָׁרשָׁ ע
ָּֽ ָׁ בְאְמ ִּר
ְ ְִ֥בעֲֹונִ֣ ֹוְי ָֹׁ֔מותְוְדָׁ ָ֖מֹוְ ִּמ ָׁ ָּֽיָ֤דְָך
ָּֽ ַ ֙ואְרשָׁ ע
ָׁ ֹוְה ְרשָׁ עָׁ ָ֖הְלְחַ י ָ֑תֹוְה ָּֽ ָׁ ִִּ֥מדַ רכ
:אֲבַ ָּֽקש
bêomrí lárasha' mót tamút, vêló hizhartó vêló dibárta lêhazhír rashá' midarkó
hárêsha'áh lêjaiotó; hú rasha' bá'aonó iamút, vêdamó miádêjá avaqésh.
583
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 3
(20)
ְָ֖יוְהואְי ָָׁ֑מות
ִ֣ ָׁיְמכ ֵ֛שֹולְלְפָׁנ ִּ יקְמצִּ דקֹו֙ ְוְעָׁ ִ֣שָׁ הְ ָֹׁ֔עוֶלְוְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֥ת
ִּ וב ֵ֨שובְצַ ִּד
ְֲשרְעָׁשָֹׁ֔ הִ֣ ֶ אְת ָׁז ַָ֗כרן ְָׁצִּ דקתָׁ ו֙ ְא
ִּ אתֹוְי ָֹׁ֔מותְוְ ִ֣ל ִ֣ ִָּׁ ִ֣כיְלאְהִּ זהַ רתֹו֙ ְבְחַ ט
:ֹוְמ ָׁ ָּֽיָ֤דְָךִ֥ ְאֲבַ ָּֽקש
ִּ וְדָׁ ָ֖מ
uvshúv tzadíq mitzidqó vê'ásah 'ável, vênátatí mijshól lêfanáv hú iamút; kí ló
hizhartó bêjatató iamút, vêló tizajárna tzidqotav ashér 'asáh, vêdamó miádêjá
avaqésh.
Entonces vino allí sobre mí la mano del Eterno y me dijo: 'Levántate, vete al
valle, y allí hablaré contigo.'
(23)
ְה־שםְכְבֹוד־יהוָׁה֙ ְע ֹ֔מדְ ַככ ֶָׁ֕בֹוד ָׁ ָׁוָּֽאָׁ קום֮ ְָׁוָּֽאצִ֣אְאֶ ל־הַ בִּ ק ָׁעהְ֒וְהִּ נ
:ְָ֑רְוָּֽאֶ ָ֖פלְעַל־פ ָָׁׁנָּֽי
ָׁ יתיְעַל־נְהַ ר־כְ ָׁב
ִּ רְר ִּ ָ֖א
ָׁ ֲש
ִ֥ ֶ א
váaqum váetzé el-habiq'ah vêhineh-shám kêvod-Adonai 'oméd, kakavód ashér
raíti 'al-nêhar-kêvár; váepól 'al-panái .
Me levanté y fui al valle, y he aquí que se había detenido allí la gloria del
Eterno, como la gloria que yo había visto junto al río Quebar. Y me postré
sobre mi rostro.
584
3-4 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(24)
ְיְבא
ִ֥ ַל־רגלָׁ ָ֑יְוַידַ ברְא ִּתי֙ ְו ִַ֣יאמֶ רְא ַֹ֔ל
ַ יְרוחַ ְ ו ַ ַָּֽתע ֲִּמ ָ֖דנִּ יְע
ֹ֔ א־ב
ִ֣ ִּ ו ָׁ ַָּֽתב
:יתָך
ָּֽ ֶ הִּ סָׁ גָ֖רְבְ ִ֥תֹוְךְב
vatávo-ví rúaj, vatá'amidéni 'al-raglái; vaidabér otí vaiómer elái, bó hisagér
bêtój beitéja.
Pero cuando yo te haya hablado, abriré tu boca, y les dirás: 'Así ha dicho el
Señor Elohim.' El que escucha, que escuche; y el que deja de escuchar, que
deje de escuchar. Porque son una casa rebelde.
585
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 4
vêatáh ven-adam qaj-lêjá lêvenáh, vênátatáh otáĥ lêfanéja; vêjaqotá 'aléiha 'ír
et-iêrúshaláim.
Y tú, oh persona, toma una tableta de arcilla, ponla delante de ti y graba sobre
ella una ciudad: Ierushalaim.
(2)
ְיהְדָׁ ֹ֔יקְוְ ָׁ ָּֽשפַכ ָׁ ִ֥תְעָׁלֶ ָ֖יהָׁ ְָּֽסלְלָׁ ָ֑הְוְ ָׁנָּֽתַ ֵ֨ ָׁתהָׁ֙ וְ ָׁנָּֽתַ ֵ֨ ָׁתהְ ָׁע ֶָ֜ליהָׁ ְמָׁ ָ֗צֹורְובָׁ ִּניתָׁ ְ ָׁע ֵֶ֨ל
:ְמחֲנֵ֛ ֹותְוְ ִּשים־עָׁלֶ ִ֥יהָׁ ְכ ִּ ָָׁ֖ריםְסָׁ ִּ ָּֽביב ָּֽ ַ ָׁעָׁלֶ ִ֧יה
vênátatáh 'aléiha matzór uvaníta 'aléihá daiéq, vêsháfajtá 'aléiha sólêláh;
vênátatáh 'aléiha májanót vêsim-'aléiha karím savív.
Luego pon asedio contra ella, construye contra ella un muro de asedio y
levanta contra ella un terraplén. Pon contra ella campamentos y coloca arietes
contra ella en derredor.
(3)
ְְקירְבַ ר ֶֹ֔זלְ ָּֽבינְָךָ֖ ְובִ֣ין ִ֣ ִּ ְ֙מח ֲַבִ֣תְבַ ר ֶֹ֔זלְוְ ָׁנָּֽתַ ָׁתהְאֹותָׁ ּה ָּֽ ַ ֙וְאַ ָׁתהְקַ ח־לְָך
ְהָׁ ִּ ָ֑עירְ ַוה ִּ ֲָּֽכינתָׁ הְ֩אֶ ת־ ָׁפ ֵֶ֨ניָךְא ֶָ֜ליהָׁ ְוְ ָׁ ָּֽהיְ ָׁתהְבַ מָׁ צֹור֙ ְוְצַ ר ָׁ ִ֣תְ ָׁע ֶֹ֔ליהָׁ ְִ֥אֹות
ְפ:ִּ ָ֖היאְלְבִ֥יתְיִּ ש ָׁר ָּֽאל
vêatáh qaj-lêjá májavát barzél, vênátatáh otaĥ qír barzél, béinêjá uvéin ha'ír;
vahajínotah et-panéja eléiha vêháiêtáh vamatzor vêtzartá 'aléiha, ót hí lêvéit
Israél.
Y tú, toma una plancha de hierro y ponla como muro de hierro entre ti y la
ciudad. Luego afirma tu rostro contra ella, y quedará bajo asedio. Tú la
asediarás; es una señal para la casa de Israel.
(4)
ְןְבית־יִּ ש ָׁר ָ֖אלְעָׁלָׁ ָ֑יו
ָּֽ ְִ֥וְאַ ָׁתהְשְכַב֙ ְעַל־צִּ דְָךִ֣ ְהַ שְמָׁ אלִֹּ֔ יְוְשַ מ ָׁ ֵ֛תְאֶ ת־עֲו
:יוְת ָׁ ָ֖שאְאֶ ת־עֲֹו ָׁנָּֽם
ִּ רְתשכַ ִ֣בְ ָׁע ָֹׁ֔ל
ִּ ֲש ִ֣ ֶ ִּמספַ רְהַ י ִָּׁמים֙ ְא
vêatáh shêjav 'al-tzidêjá hasêmalí, vêsamtá et-'avón béit-Israél 'aláv; mispár
haiamim ashér tishkáv 'aláv, tisá et-'aonám.
586
4 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Y tú, toma trigo, cebada, habas, lentejas, sorgo y centeno, y ponlos en una
vasija. Con ellos te harás pan para el número de los días que estés acostado de
lado: Durante 390 días comerás de él.
587
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 4
(10)
ְיםְשקֶ לְלַיָ֑ ֹוםְמעִ֥תְעַד־עָ֖ת
ָ֖ ֶ רְתאכְ ֶֹ֔לנוְבְ ִּמש ֶ֕קֹולְעֶש ִּ ִ֥ר
ָּֽ ֲש
ִ֣ ֶ ומַ א ָׁ ֲָּֽכלְָך֙ ְא
:ָּֽתאכְ ֶ ָּֽלנו
umaajálêjá ashér tójêlénu, bêmishqól 'esrím shéqel laióm; me'ét 'ad-'ét
tójêlénu.
Comerás tortas de cebada; las cocerás sobre excremento humano, ante la vista
de ellos.
(13)
ְּגֹוים
ִֶּ֕ ַָׁהְיאכְלִ֧ וְבְנָּֽי־יִּ ש ָׁר ֵ֛אלְאֶ ת־לַח ָׁ ָ֖מםְטָׁ ָ֑מאְב
ָּֽ ו ִַ֣יאמֶ רְיה ֹ֔ ָׁוהְכָׁ ִ֣ כ
:ְםְשםָּֽ ָׁ יחָ֖ ֲשרְאַ ִּד ִ֥ ֶ א
vaiómer Adonai, kájah iójêlú vênéi-Israél et-lajmám tamé; bagoím ashér
adijém shám .
–el Eterno dijo además–: Así los Hijos de Israel comerán su pan impuro, entre
las naciones a donde los arrojaré.
(14)
הְלא־
ָּֽ ָׁיְלאְמְטֻמָׁ ָׁ ָ֑אהְונב ֵָׁ֨להְוטרפ ִ֣ הוהְהִּ נִ֥הְנַפ ִּ ָ֖ש
ִֹּ֔ ָׁוָּֽא ָ֗ ַמרְאֲהָׁ ּה֙ ְ ֲאדנָׁ ִ֣יְי
ְס:ְא־בִ֥אְבְ ִּ ָ֖פיְבְ ַ ִ֥שרְפִּ ּגָּֽ ול
ָׁ עוריְוְעַד־ ַֹ֔עתָׁ הְוְל ִ֣ ַ ְְמנ ִּ ֙אָׁ ֵַ֨כל ִּתי
váomár ahaĥ adonái IHVÍH, hinéh nafshí ló mêtumaáh; unveláh utrefáh ló-
ajáltí minê'urái vê'ad-'átah, vêlo-vá bêfí bêsár pigúl .
588
4-5 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(15)
ְתְּגָּֽלְלִ֣י
ֶ ַרְתח
ָ֖ ַ יְר ָ֗אהְנ ַָׁת ִּ ָּֽתיְלְָך֙ ְאֶ ת־צפועיְ(צְפִּ יעִ֣י)ְהַ בָׁ ֹ֔ ָׁק
ְ ו ִַ֣יאמֶ רְא ַֹ֔ל
ְס:יהם
ָּֽ ֶ ְאת־לַחמְָךָ֖ ְעֲל ָּֽ ֶ ָָׁׁ ָּֽהאָׁ ָׁ ָ֑דםְוְע ִּ ִָׁ֥שית
vaiómer elái, rêéh natátí lêjá et-TZFV'I (tzêfi'éi) habaqár, tájat gélêléi háadám;
vê'asíta ét-lajmêjá 'aleihém.
Esto para que al faltarles el pan y el agua, queden desolados unos y otros, y se
pudran en su iniquidad.
Y tú, oh persona, toma una cuchilla afilada, una navaja de barbero. Tómala y
hazla pasar sobre tu cabeza y sobre tu barba. Luego toma una balanza para
pesar y reparte los pelos.
589
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 5
(2)
ְשְלִּ ָ֗ ִּשיתְבָׁ אורְתַ בעִּ יר֙ ְבְ ִ֣תֹוְךְהָׁ ֹ֔ ִּעירְכִּ מ ָ֖לאתְיְ ִ֣מיְהַ מָׁ ָ֑צֹורְוְ ָׁ ָּֽלקַ ח ָׁ ִ֣ת
ְ ְַתז ֶ ִ֣רהְל ָֹׁ֔רוח ִּ ֙יבֹותיהָׁ ְוְהַ שְלִּ ִּשית
ֶ ֹ֔ אֶ ת־הַ שְלִּ ָ֗ ִּשיתְתַ כֶ הְבַ ֵ֨ ֶח ֶרב֙ ְסְ ִּ ִ֣ב
:יהםָּֽ ֶ יקְאחֲר
ָּֽ ַ וְ ֶח ֶָ֖רבְאָׁ ִּ ִ֥ר
shêlishít baúr tav'ir bêtój ha'ír, kimlót iêméi hamatzór; vêláqajtá et-hashêlishít
takéh vajérev sêvívotéiha, vêhashêlishit tizréh larúaj, vêjérev aríq ájareihém.
Y de ellos toma otra vez algunos y échalos dentro del fuego, y quémalos allí.
Entonces saldrá fuego de ellos hacia toda la casa de Israel.
(5)
ְ ָּׁגֹויָ֖םְשַ מ ִּ ָ֑תיה
ִּ ַהוהְזִ֚אתְיְ ִ֣רושָׁ ֹ֔ ַל ִּםְבְ ִ֥תֹוְךְה
ִֹּ֔ כהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְיבֹותיהָׁ ְא ֲָׁר ָּֽצֹות
ָ֖ ֶ וס ִּ ָּֽב
kóh amar adonái IHVÍH, zót iêrúshaláim, bêtój hagoím samtíha; usvívotéiha
aratzót .
590
5 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Pero ella se obstinó contra mis decretos con mayor culpabilidad que las demás
naciones, y contra mis estatutos, más que los países que están alrededor de
ella; porque desecharon mis decretos y no anduvieron según mis estatutos.
(7)
ְֲשר ִ֣ ֶ ְמן־הַ ּגֹויִּ ם֙ ְא ִּ ֙הוהְיַ עַןְהֲמְנכֶם ִָּ֗ ןְכה־אָׁ ַ ִ֣מרְ׀ְאֲדנָׁ ִ֣יְי ָּֽ ל ָָׁ֞כ
ְיתם
ָ֑ ֶ יְלאְע ֲִּש ִ֣ ת־משפ ַ ָָׁ֖ט ִּ ְֶלאְ ֲהלַכ ֹ֔ ֶתםְוְא ִ֣ ֙סְבִּ ָּֽיבֹותי ֶֹ֔כםְבְחֻקֹותַ י
:ְיתם ָּֽ ֶ ָ֖םְלאְע ֲִּש
ִ֥ ֲֶשרְסְבִּ ָּֽיבֹותיכ ִ֥ ֶ וָּֽ כ ִּמשפְ ִ֧טיְהַ ּגֹויִּ ֵ֛םְא
lajén kóh-amár | adonái IHVÍH iá'an hamonjem min-hagoim ashér
sêvivóteijém, bêjuqotaí ló halajtém, vêet-mishpatái ló 'asitém; újmishpêtéi
hagoím ashér sêvivóteijém ló 'asitém .
Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim, por haberos comportado con mayor
turbulencia que las naciones que están alrededor de vosotros, y porque no
habéis andado según mis estatutos ni habéis cumplido mis decretos, y ni
siquiera habéis actuado según los decretos de las naciones que están a vuestro
alrededor;
(8)
ְיתיְבְתֹוכְֵ֛ך
ִּ ַם־אנִּ יְוְע ִּ ִָׁ֧ש
ָ֑ ָׁ הוהְהִּ נְ ִּנִ֥יְעָׁלַ ָ֖יִּ ְךְּג
ִֹּ֔ ל ָָׁ֗כןְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְּגֹוים
ָּֽ ִּ ִַּמשפ ִּ ָָׁ֖טיםְלְעינִ֥יְה
lajén kóh amar adonái IHVÍH, hinêní 'aláij gam-áni; vê'asíti vêtojéj mishpatím
lê'einéi hagoím .
por tanto, así ha dicho el Señor Elohim, he aquí que yo también estoy contra ti
y ejecutaré actos justicieros en medio de ti, ante la vista de las naciones.
(9)
ְֲשר־לא־אֶ ע ֶ ֱִ֥שהְכ ָָׁ֖מהו
ָּֽ ֶ יתיְוְ ֵ֛אתְא
ִּ רְלא־ע ֹ֔ ִָּׁש
ָּֽ ֲש ִ֣ ֶ ְךְאתְא ִ֚ יְב
ָׁ ָ֗ ית
ִּ וְע ִּ ִָׁ֣ש
ְפ:ל־תֹועֲב ָׁ ָּֽתיִּ ְך
ָּֽ ְעָ֑ ֹודְיַ ָ֖עַןְכ
vê'asíti váj ét ashér ló-'asíti, vêét ashér-lo-e'eséh jamóhu 'ód; iá'an kol-
tó'avotáij.
591
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 5
Por tanto, en medio de ti los padres comerán a sus hijos, y los hijos comerán a
sus padres. Ejecutaré actos justicieros contra ti, y esparciré a tus
sobrevivientes hacia todos los vientos.'
(11)
ְיְט ֹ֔מאת
ִּ ת־מקדָׁ ִּ ִ֣ש
ִּ ֶם־לאְ ִַ֚יעַןְא ָ֗ ְ֒אִּ י־אנִּ יְנְאֻם֮ ְאֲדנָׁ ִ֣יְיהוִּ ה ָׁ ָ֗ ַלָׁכִ֣ןְח
ְל־תֹועֲב ָׁ ָ֑תיִּ ְךְוְגַם־א ֲִּניְאֶ ג ַרע֙ ְוְ ָּֽלא־תָׁ ִ֣חֹוסְע ֹ֔ ִּיני
ָּֽ ְקוצָ֖יִּ ְךְובכ
ַ ל־ש ִּ ְבְכ
:ְָ֖יְלאְאֶ ח ָּֽמֹול
ִ֥ וְגַם־א ֲִּנ
lajén jai-áni nêum adonái IHVIH im-ló iá'an et-miqdashí timét, bêjol-shiqutzáij
uvjol-tó'avotáij; vêgam-aní egra' vêló-tajós 'einí, vêgam-aní ló ejmól .
Por tanto, dice el Señor Elohim: '¡Vivo yo, que porque has profanado mi
santuario con todos tus ídolos detestables y con todas tus abominaciones,
también yo me apartaré; mi ojo no tendrá lástima, ni tendré compasión.
(12)
ְתֹוכְךְוְ ֵ֨ ַהשְלִּ ֹ֔ ִּשיתְבַ ֶח ֶָ֖רב
ֹ֔ ְותוְוב ָׁרעָׁב֙ ְיִּ כלִ֣ וְב
ָּֽ ָׁ שְ ִּ ָּֽל ִּש ָ֞תיְךְבַ ֶ ִ֣דבֶ רְי ָָׁ֗מ
ְל־רוחַ ְ ֱאז ֶ ָֹׁ֔רהְוְ ֶח ֶָ֖רבְאָׁ ִּ ִ֥ריק
ִ֣ ְישית֙ ְלְכ ִּ ִּיבֹותיִּ ְךְוְהַ שְל
ָ֑ ָׁ יִּ פְלִ֣ וְסְ ִּ ָּֽב
:יהם ָּֽ ֶ ַ ָּֽאחֲר
shêlíshitéij badéver iamútu uvára'av ijlú vêtojéj, vêháshêlishít, bajérev ipêlú
sêvívotáij; vêhashêlishit lêjol-rúaj ezaréh, vêjérev aríq ájareihém.
592
5-6 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(15)
ְיבֹותיִּ ְך
ָ֑ ָׁ ֲשרְסְ ִּ ָּֽבִ֣ ֶ ְמוסרְומשַ ֹ֔ ָׁמהְלַּגֹויִּ ָ֖םְא
ִ֣ ָׁ ֙וְָּֽ ֵ֨ ָׁהי ָ֜ ָׁתהְחֶ רפָׁ הְוגדופָׁה
ְְ֩בְךְשְפ ִָָּׁ֜טיםְבְ ַאףְובחמָׁ ה֙ ְוב ָּֽת ְכ ִ֣חֹותְח ֹ֔ ָׁמהְא ֲִּנִ֥יְיהוָׁ ָ֖ה
ָׁ ֵ֨ ֲשֹותי
ִּ ַ ָּֽבע
:ְִּד ַ ָּֽב ְר ִּתי
vêháitáh jerpáh ugdufah musár umshamáh, lagoím ashér sêvívotáij; bá'asotí
váj shêfatím bêáf uvjemah uvtójêjót jemáh, aní Adonai dibárêti .
Cuando yo ejecute actos justicieros contra ti con furor, con ira y con
reprensiones de mi ira, tú serás afrenta, escarnio, advertencia y objeto de
horror a las naciones que están alrededor de ti. Yo, el Eterno, he hablado.
(16)
ֲשרְהָׁ יִ֣ וְלְמַ ש ִֹּ֔חיתְאֲשֶ ר־ ִ֣ ֶ בְה ָׁר ִּעיםְבָׁ הֶ ם֙ ְא
ָּֽ ָׁ ְ֩ה ָׁר ֵָׁ֨ע
ָּֽ ָׁ בְָּֽשַ לְ ִֵּ֡חיְאֶ ת־חִּ צי
ִ֥חְאֹותםְלְ ַ ָּֽשחֶ תכֶ ָ֑םְוְ ָׁרעָׁב֙ ְא ִ֣סףְעֲלי ֶֹ֔כםְוְ ָׁ ָּֽשבַ ר ִּ ִ֥תיְלָׁכֶ ָ֖םְמַ טה־ ָ֖ ָׁ ַאֲשַ ל
:ָׁ ָּֽלחֶ ם
bêshalêjí et-jitzeí hára'áv hára'ím bahem ashér haíu lêmashjít, asher-ashaláj
otám lêshájetjém; vêra'av oséf 'aleijém, vêshávartí lajém mateh-lájem.
Cuando yo arroje contra vosotros las flechas malignas del hambre, que son
para destrucción, las cuales enviaré para destruiros, entonces aumentaré el
hambre sobre vosotros y quebrantaré vuestro sustento de pan.
(17)
ְר־בְָ֑ך
ָׁ ְםְיעֲב
ָּֽ ַ הְרעָׁה֙ ְוְ ִּשכְ ֹ֔ ֻלְךְוְ ֶ ִ֥דבֶ רְו ָׁ ָָׁ֖ד
ָׁ ָׁוְ ִּשלַח ִּ ִ֣תיְ ְ֠ ֲעליכֶםְ ָׁר ָָׁ֞עבְוְחַ י
ְפ:ְָ֖הְד ַ ָּֽב ְר ִּתי
ִּ ָׁוְ ֵ֨ ֶח ֶרב֙ ְאָׁ ִּ ִ֣ביאְ ָׁע ַֹ֔ליִּ ְךְא ֲִּנִ֥יְיהו
vêshilajtí 'áleijem ra'áv vêjaiáh ra'ah vêshikêlúj, vêdéver vadám iá'avor-báj;
vêjérev aví 'aláij, aní Adonai dibárêti .
'Oh persona, pon tu rostro hacia los montes de Israel y profetiza contra ellos.
(3)
ְִ֣יְיהוִּ ה
ְ֠ ָׁהְכה־אָׁ ַ ִ֣מרְאֲדנ ָּֽ הו ָ֑ ִּ לְשמעָ֖ וְדְבַ ר־אֲדנָׁ ִ֣יְי ִּ וְ ָׁ ִ֣אמַ ר ֹ֔ ָׁתְהָׁ רי֙ ְיִּ ש ָׁר ֹ֔א
ְיקיםְולגיאותְ(וְלַּגָּֽיאָׁ יָ֗ ֹות)ְהִּ נְ ֵ֨ ִּניְא ָ֜ ֲִּניְמ ִּביא ִ֣ ִּ ִֶּ ָּֽלהָׁ ִּ ֵ֨ריםְוְלַּגְבָׁ ָ֜עֹותְ ָׁ ָּֽלאֲפ
:ְיכםָּֽ ֶ ְח ֶרבְוְ ִּאבַ ד ִּ ָ֖תיְבָׁ ָּֽמֹות ֶ ֹ֔ ֙עֲליכֶם
vêámartá, hareí Israél, shim'ú dêvar-adonái IHVÍH; kóh-amár adonái íhvih
léharím vêlagêva'ót láafiqím VLGIVT (vêlagéiaíot) hinêní aní meví 'aleijem
jérev, vêibadtí bamóteijém .
Les dirás: '¡Oh montes de Israel, escuchad la palabra del Señor Elohim! Así ha
dicho el Señor Elohim a los montes y a las colinas, a las quebradas y a los
valles: He aquí, yo mismo traeré contra vosotros la espada y destruiré vuestros
lugares altos.
(4)
ְְמזבְ ִ֣חֹותי ֶֹ֔כםְוְנִּ שבְ ָ֖רוְחַ ָׁ ָּֽמניכֶ ָ֑םְוְהִּ פַל ִּתי֙ ְחַ לְלי ֶֹ֔כםְלִּ פנָ֖י
ִּ ֙וְנָׁשֵַ֨ מו
:יכםָּֽ ֶ ּגִּ לָּֽ ול
vênashámú mizbêjóteijém, vênishbêrú jamáneijém; vêhipaltí jalêleijém, lifnéi
gilúleijém.
Pondré los cadáveres de los Hijos de Israel delante de sus ídolos, y esparciré
vuestros huesos alrededor de vuestros altares.
(6)
ְ֩ישמנָׁהְלְמַ ַען ָ֑ ָׁ ֹותְת
ִּ יםְתח ַ ֱֹ֔רבנָׁהְוְהַ בָׁ ָ֖מ
ָּֽ ֶ םְהע ִּ ִָׁ֣ר
ָּֽ ֶ בְכלְ֙מֹוש ִ֣בֹותי ֶֹ֔כ
ְ ֙וְמזבְ ָּֽחֹותי ֶָ֗כםְוְנִּ שבְרוְוְנִּ שבְתו֙ ְּגִּ לִ֣ ולי ֶֹ֔כםְוְנִּ גדְעו ִּ ֶיָּֽחֶ ר ֵ֨בוְוְיֶאשְ ָ֜מ
:יכם
ָּֽ ֶ וְמעֲש ָּֽ ַ חַ ָׁ ִ֣מני ֶֹ֔כםְוְנִּ מ ָ֖ח
bêjol moshvóteijém, hé'arím téjerávnah, vêhabamót tishámnah; lêma'an
iéjervú vêieshêmú mizbêjóteijém vênishbêrú vênishbêtú gilúleijém, vênigdê'ú
jamáneijém, vênimjú má'aseijém.
594
6 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
En todos los lugares donde habitéis, las ciudades serán destruidas, y los
lugares altos desolados. Vuestros altares serán destruidos y desolados;
vuestros ídolos serán rotos, y cesará su culto; vuestros altares de incienso
serán destrozados, y vuestras obras borradas.
(7)
:ְהוָּֽה
ָׁ םְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ ָ֑םְוידַ ע ֶ ָ֖ת
ָּֽ ִּ ֶוְנָׁפַ ִ֥לְחָׁ לָׁ ָ֖לְבְ ָּֽתֹוכְכ
vênafál jalál bêtójêjém; vída'tém kí-aní Adonai .
''Pero dejaré un remanente, de modo que tengáis entre las naciones algunos
que escapen de la espada, cuando seáis esparcidos por los países.
(9)
ֲשרְנִּ שבו־שָׁ םְ֒אֲשֵֶ֨ רְנִּ ש ָ֜ ַבר ִּתיְאֶ ת־ ִ֣ ֶ םְאֹותיְבַ ּגֹויִּ ם֮ ְא ִּ ָ֗ וְ ָׁזָּֽכְ ֵ֨רוְפְ ִּ ָּֽליטי ֶָ֜כ
ְיהָ֑ם
ֶ ֹותְאח ֲָ֖ריְּגִּ לָּֽ ול
ָּֽ ַ ֶ֕יהםְהַ זנֶ ֹ֔ ְעינ
ָּֽ ְ֙מ ָׁע ַֹ֔ליְוְאת ָּֽ ֙לִּ ָׁבִ֣םְהַ זֹו ֶָ֗נהְאֲשֶ ר־סָׁ ר
:יהם ָּֽ ֶ וְל ָ֖כלְתֹוע ֲָּֽבת
ְ ֲשרְע ָֹׁ֔ש ִ֣ ֶ ל־ה ָׁרעֹות֙ ְא ָּֽ ָׁ ֶיהםְא ֶ ֹ֔ וְנ ֵָׁ֨קטו֙ ְבִּ פנ
vêzájêrú fêlíteijém otí bagoim ashér nishbu-sham ashér nishbárti et-libám
hazonéh asher-sar mé'alái, vêet 'éineihém, hazonót ájaréi gilúleihém; vênaqótú
bifneihém, el-hára'ot ashér 'asú, lêjól to'avóteihém.
Así sabrán que yo soy el Eterno. ¡No en vano he dicho que les haría este mal!''
(11)
חְאלְכְל־
ֵ֛ ֶ ר־א ָׁ ֹ֔ ְהוהְהַ ֵ֨כהְבְכַפְ ָָ֜ךְור ַקעְבְ ַרגלְָך֙ ֶ ְָּֽואֱמ ִָּ֗ ָּֽכה־אָׁ ָ֞ ַמרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְבְב ָׁרעָׁ ִ֥בְובַ ֶ ָ֖דבֶ רְיִּ ָּֽפלו
ָּֽ ָׁ ֹותְרעָ֖ ֹותְבִ֣יתְיִּ ש ָׁר ָ֑אלְאֲשֶָ֗ רְבַ ֶח ֵֶ֛רָׁ ָּֽתֹוע ֲִ֥ב
kóh-amár adonái IHVÍH hakéh vêjapêjá urqá' bêraglêjá véemor-áj, él kol-
tó'avót ra'ót béit Israél; ashér bajérev bára'áv uvadéver ipólu .
595
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 6-7
Así ha dicho el Señor Elohim: 'Golpea con tu mano y pisotea con tu pie, y di:
'¡Ay de todas las terribles abominaciones de la casa de Israel! Porque con
espada, hambre y peste caerán.
(12)
ְורְב ָׁרעָׁ ָ֖ב
ָּֽ ָׁ ָׁ ָּֽה ָׁר ָ֞חֹוקְבַ ֶ ִ֣דבֶ רְי ָָׁ֗מותְוְהַ קָׁ רֹוב֙ ְבַ ֶח ִֶ֣רבְיִּ ֹ֔פֹולְוְהַ נִּ שאָׁ ר֙ ְוְהַ נ ָֹׁ֔צ
:יְבם ָּֽ ָׁ יתיְחֲמָׁ ִּ ָ֖ת
ִ֥ ִּ י ָָׁ֑מותְוְכִּ ל
hárajóq badéver iamút vêhaqarov bajérev ipól, vêhanishar vêhanatzúr, bára'áv
iamút; vêjileití jamatí bám.
El que esté lejos morirá de peste, el que esté cerca caerá a espada, y el que se
quede y sea sitiado morirá de hambre.' Así agotaré en ellos mi ira.
(13)
ְיהםְסְבִּ ָ֖יבֹות ֶ ֹ֔ םְבתֹוְך֙ ְּגִּ לִ֣ ול
ְ יה
ֶ ָ֗ הְבהְיִ֣ ֹותְחַ לְלָּֽ ִּ ִּ ָּֽוידַ עתֶ ם֙ ִּ ְָּֽכי־א ֲִּנִ֣יְיה ֹ֔ ָׁו
יְההָׁ ִּ ָ֗ריםְוְ ֵ֨ ַתחַ תְכְל־
ָּֽ ֶ אש ִ֣ לְ׀ְר
ָׁ הְר ָ֜ ָׁמהְבְ ִ֣כ
ָׁ יהָ֑םְאֶ ל ְ֩כְל־ּגִּ ב ֵָׁ֨ע ֶ ִּמזבְ ָּֽחֹות
ְ ַיחח
ֹ֔ ְִּריחַ ְנ
ִ֣ ֙רְנָּֽתְנו־שָׁ ם ָׁ ץְר ֲענָׁן֙ ְוְ ֵ֨ ַתחַ ת֙ ְכְל־אלָׁ ִ֣הְ ֲעב ֹ֔ ָֻׁתהְמְ ָ֗קֹוםְא ֲֶש ָּֽ ַ ע
:ְיהם ָּֽ ֶ לְ ָ֖כלְּגִּ לָּֽ ול
vída'tem kí-aní Adonai, bíhêíot jalêleihém bêtoj gilúleihém, sêvivót
mizbêjóteihém; el kol-giv'áh ramáh bêjól | rashéi héharím vêtájat kol-'étz
rá'anan vêtájat kol-eláh 'avutáh, mêqóm ashér nátênu-sham réiaj nijóaj, lêjól
gilúleihém .
Y sabréis que yo soy el Eterno, cuando sus muertos yazcan en medio de sus
ídolos y alrededor de sus altares, en toda colina alta y en todas las cumbres de
los montes, debajo de todo árbol frondoso y debajo de toda encina coposa,
lugares donde ofrecieron grato olor a todos sus ídolos.
(14)
ְְמ ִּמד ַבִ֣ר
ִּ ֙יהםְוְ ָׁנָּֽתַ ֵ֨ ִּתיְאֶ ת־הָׁ ָ֜ ָׁא ֶרץְשְמָׁ ָׁמהְומשַ מָׁ ה ֶ ֹ֔ יתיְאֶ ת־י ִָּׁדי֙ ְעֲל
ִּ וְנ ִָּׁט
ְפ:ְהוָּֽהָׁ וְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ ָ֖יהָ֑םְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע
ֶ ִּדב ָֹׁ֔לתָׁ הְבְ ָ֖כלְמֹוש ָּֽבֹות
vênatíti et-iadí 'aleihém, vênátatí et-haáretz shêmamáh umshamah mimidbár
divlátah, bêjól moshvóteihém; vêiádê'ú kí-aní Adonai .
Extenderé contra ellos mi mano, y convertiré la tierra en desolación y
asolamiento en todos los lugares en que habitan, desde el desierto hasta
Diblat. Y sabrán que yo soy el Eterno.'
596
7 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
'Y tú, oh persona, di que así ha dicho el Señor Elohim a la tierra de Israel: '¡El
fin! ¡El fin viene sobre los cuatro extremos de la tierra!
(3)
ְְבְךְושפַט ִּ ָ֖תיְךְכִּ ד ָׁרכָׁ ָ֑יִּ ְךְוְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֣תי
ָׁ ֹ֔ ֙עַתָׁ ה֙ ְהַ ִ֣קץְ ָׁע ַֹ֔ליִּ ְךְוְ ִּשלַח ִּתיְאַ פִּ י
:ֲבֹותיִּ ְך
ָּֽ ָׁ ל־תֹוע
ָּֽ ְְךְאתְכ ָ֖ ִָּׁע ַֹ֔לי
'atah haqétz 'aláij, vêshilajtí apí báj, ushfattíj kidrajáij; vênátatí 'aláij, ét kol-
tó'avotáij.
Ahora viene el fin sobre ti. Enviaré sobre ti mi furor y te juzgaré según tus
caminos; pondré sobre ti todas tus abominaciones.
(4)
ְֹולְכיְדְ ָׁר ַָ֜כיִּ ְךְעָׁלַ ִ֣יִּ ְךְאֶ ָ֗תן
ִ֣ ִּ וְ ָּֽלא־תָׁ ִ֥חֹוסְע ִּינֵ֛יְעָׁלַ ָ֖יִּ ְךְוְ ִ֣לאְאֶ ח ָ֑מ
ְפ:ְהוָּֽה ָׁ םְכי־א ֲִּנִ֥יְי ָּֽ ִּ ְִ֣ךְתה ֶֹ֔יין ִּ ְָָּֽׁוידַ ע ֶ ָ֖ת
ָּֽ ִּ ֲבֹותיִּ ְך֙ ְבְ תֹוכ
ַ ֵ֨ וְ ָּֽתֹוע
vêló-tajós 'einí 'aláij vêló ejmól; kí dêrajáij 'aláij etén vêtó'avotáij bêtojéj
tíhiéina, vída'tém kí-aní Adonai .
Así ha dicho el Señor Elohim: '¡He aquí que viene desgracia tras desgracia!
(6)
:אְבִ֥אְהַ ָ֖קץְה ִּ ִ֣קיץְאלָׁ ָ֑יִּ ְךְהִּ נָ֖הְבָׁ ָׁ ָּֽאה
ָׁ ץְב
ָׁ ֹ֔ ִ֣ק
qétz bá, bá haqétz heqítz eláij; hinéh baáh.
¡El fin viene! ¡Viene el fin! ¡Se ha suscitado contra ti! ¡He aquí que viene!
(7)
ְהומה
ָ֖ ָׁ ְץְבִ֣אְהָׁ ָ֗עתְקָׁ ֵ֛רֹובְהַ יִ֥ ֹוםְמ
ָׁ ָ֖יָךְיֹושבְהָׁ ָׁ ָ֑א ֶר
ִ֣ ֶירהְאל
ֵ֛ ָׁ ִָּׁבִ֧אָׁ הְהַ צְפ
:וְלא־הִ֥דְהָׁ ִּ ָּֽרים
597
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 7
báah hatzêfiráh eléja ioshév haáretz; bá ha'ét qaróv haióm mêhumáh vêlo-héd
harím.
¡Te ha llegado el turno, oh habitante del país! ¡El tiempo viene, el día está
cerca: día de pánico y no de grito de alegría sobre los montes!
(8)
ְְבְךְושפַט ִּ ָ֖תיְך
ָׁ ֹ֔ ֙הְמקָׁ ָ֗רֹובְאֶ שפֹוְךְחֲמָׁ ִּתי֙ ְ ָׁע ַֹ֔ליִּ ְךְוְכִּ ל ִּיתיְאַ פִּ י ִּ ע ָׁ ִַ֣ת
:ֲבֹותיִּ ְך
ָּֽ ָׁ ל־תֹועָּֽ ְְךְאתְכ ָ֖ ִּכִּ ד ָׁרכָׁ ָ֑יִּ ְךְוְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֣תיְ ָׁע ַֹ֔לי
'atáh miqaróv eshpój jamatí 'aláij, vêjileití apí báj, ushfattíj kidrajáij; vênátatí
'aláij, ét kol-tó'avotáij.
Mi ojo no tendrá lástima, ni tendré compasión. Más bien, pondré contra ti tus
caminos, y tus abominaciones estarán en medio de ti. Y sabréis que yo, el
Eterno, soy el que castiga.
(10)
:הְיָּֽצְאָׁ ה֙ ְהַ צְפִּ ָׁ ֹ֔רהְצִָׁ֚ ץְהַ מַ ֹ֔ ֶטהְ ָׁפ ַ ָ֖רחְהַ ז ָָּֽׁדֹון
ָׁ הִּ נִ֥הְהַ יָ֖ ֹוםְהִּ נִ֣הְבָׁ ָׁ ָ֑א
hinéh haióm hinéh vaáh; iátzêah hatzêfiráh, tzátz hamatéh, paráj hazadón.
Los que de ellos escapen huirán y estarán sobre los montes como las palomas
en las quebradas, cada uno gimiendo a causa de su iniquidad.
(17)
:ָׁהְמיִּ ם
ָּֽ ָׁ םְתרפֶ ָ֑ינָׁהְוְכְל־בִּ רכַ ָ֖יִּ םְתלַ ִ֥כנ
ִּ ִּכְל־הַ י ַ ָָׁ֖די
599
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 7
Todas las manos se debilitarán, y todas las rodillas se escurrirán como agua.
(18)
הְאֹותםְ ַפל ָָׁ֑צותְוְ ֶאלְכְל־פָׁנִּ ים֙ ְבושָֹׁ֔ הְובכְל־
ָ֖ ָׁ וְ ָׁ ָּֽחגְ ִ֣רוְשַ ֹ֔ ִּקיםְוְכִּ סְ ָׁ ִ֥ת
:יהָ֖םְקְר ָׁ ָּֽחהֶ ָׁ ָּֽראש
vêjágêrú saqím, vêjisêtáh otám palatzút; vêél kol-panim busháh, uvjol-
rásheihém qorjáh.
Se ceñirán con cilicio, y los cubrirá el terror. En cada rostro habrá vergüenza;
y en todas sus cabezas, rapadura.
(19)
ְםְלא־יוכַ ִ֣ל
ָּֽ הְיה ֶיהְ֒כַס ֵָׁ֨פםְוזהָׁ ָ֜ ָׁב
ָּֽ ִּ חוצֹותְיַשלִָּ֗ יכוְוזהָׁ בָׁ ם֮ ְלְנִּ ָׁ ִ֣ד ִ֣ םְב
ָּֽ ַ כַס ָָׁ֞פ
ְָ֖םְלאְיְמַ לָ֑או
ִ֣ יה ֶ עוְומע
ָּֽ ְלאְיְשַ ֹ֔ב ִ֣ ֙לְהַ צִּ י ָָׁ֗לםְבְיֹום֙ ְעֶב ַ ִ֣רתְיה ֹ֔ ָׁוהְנַפשָׁ ם
:ְי־מכ ִ֥שֹולְעֲֹונָׁ ָ֖םְהָׁ ָׁיָּֽה
ִּ ִּ ָּֽכ
kaspám bájutzót iashlíju uzhavam lênidáh íhieh kaspám uzhavám ló-iujál
lêhatzilám bêiom 'evrát Adonai, nafsham ló iêsabé'u, umé'eihém ló iêmaléu;
kí-mijshól 'aonám haiáh .
'Lo entregaré en mano de extraños para ser saqueado, y a los más impíos de la
tierra para ser botín; y lo profanarán.
600
7 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(22)
ְיצים
ָ֖ ִּ ִּ֥הְפ ִּר
ָּֽ ָׁ או־ב
ָׁ ָ֑יְוב
ָּֽ ָׁ פונ
ִּ ְבֹותיְ ָׁפנַי֙ ְמ ֹ֔ ֶהםְוְחִּ לְלָ֖ וְאֶ ת־צ
ִּ ַ ָּֽוה ֲִּס
ְפ: ָׁוְחִּ לְלָּֽ וה
váhasibotí fanaí mehém, vêjilêlú et-tzêfuní; uváu-váĥ páritzím vêjilêlúha.
Apartaré de ellos mi rostro, y mi lugar secreto será profanado, pues los que
abran brecha entrarán allí y lo profanarán.
(23)
:ירְמלְ ָׁ ִ֥אהְחָׁ ָׁ ָּֽמס
ָּֽ ָׁ ְמשפַ ִ֣טְדָׁ ִֹּ֔מיםְוְהָׁ ִּ ָ֖ע
ִּ ֙ץְמלְאָׁ ה
ָּֽ ָׁ ֹוקְכיְהָׁ ָ֗ ָׁא ֶר
ִ֣ ִּ הְה ַר ָ֑ת
ָּֽ ָׁ ע ֲָ֖ש
'aséh háratóq; kí haáretz málêah mishpát damím, vêha'ír málêáh jamás.
Por eso traeré a los más perversos de las naciones, los cuales tomarán
posesión de sus casas. Así haré cesar el orgullo de los poderosos, y sus
santuarios serán profanados.
(25)
:ה־בָ֑אְובִּ ק ִ֥שוְשָׁ לָ֖ ֹוםְו ָׁ ָָּֽׁאיִּ ן
ָׁ ָׁקְפָׁ ָ֖ד
qêfádah-vá; uviqshú shalóm vaáin.
Vendrá desastre sobre desastre, y habrá rumor tras rumor. Buscarán una visión
de parte del profeta. La Torá desaparecerá del sacerdote; el consejo, de los
ancianos.
601
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 7-8
(27)
ְידיְעַם־הָׁ ָׁ ָ֖א ֶרץְ ִּתבָׁ ַהָ֑לנָׁה ִ֥ ִּהַ ֶ ִ֣מלְֶךְיִּ תאַ ָ֗ ָׁבלְוְנ ִָּׁשיא֙ ְיִּ ל ַבִ֣שְשְמָׁ ֹ֔ ָׁמהְו
ְהוָּֽה
ָׁ וְכי־א ֲִּנִ֥יְי ָּֽ ִּ ָ֖יהִ֣םְאֶ שפְ ֹ֔טםְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע ֶ םְאע ֱֶשהְאתָׁ ם֙ ְוב ִּמשפְט ָּֽ ֶ ִּמדַ ר ָָׁ֞כ
ְפ:
hamélej itabál vênasi ilbásh shêmamáh, vidéi 'am-haáretz tibahálnah;
midarkám é'eséh otam uvmishpêteihém eshpêtém, vêiádê'ú kí-aní Adonai .
Aconteció en el quinto día del mes sexto del sexto año, estando yo sentado en
mi casa y los ancianos de Iehudá también sentados delante de mí, que
descendió allí sobre mí la mano del Señor Elohim.
(2)
ְהְאש
ָ֑ ָׁשְממַ ר ִ֥אהְמְתנָׁ ֵ֛יוְול ַ ָ֖מט
ִּ ה־א
ֹ֔ ָׁוָּֽאֶ ר ָ֗ ֶאהְוְהִּ נהְדְמות֙ ְכְמַ רא
:ִ֥יןְהחַ ש ַ ָּֽמלָׁה
ָּֽ ַ ה־זהַ רְכְע
ָ֖ וממְתְנָׁ ִ֣יוְול ֹ֔ ַמעלָׁהְכְמַ רא
ִּ
váeréh vêhinéh dêmut kêmareh-ésh, mimaréh motnáv ulmátah ésh;
umimotênáv ulmá'lah, kêmareh-zóhar kê'éin hájashmálah.
Miré, y he aquí una forma como de hombre. Desde su cintura hacia abajo era
como de fuego, y desde su cintura hacia arriba era como un resplandor, como
un metal reluciente.
(3)
ְ׀ְבין־ ָּֽ ַיְרוח ִ֣ אשיְו ִַּת ָׁ ִ֣שאְא ִּ ִ֣ת
ָ֑ ִּ יצתְר ִ֣ ִּ ִּוַיִּ שלַח֙ ְתַ ב ִּנִ֣יתְ ָֹׁ֔ידְוַיִּ קָׁ חָ֖נִּ יְבְצ
ֱֹלהיםְאֶ ל־ ִָּ֗ הָׁ ָׁ ִ֣א ֶרץְובִ֣יןְהַ שָׁ ֵ֡ ַמיִּ םְוַתָׁ באְ֩א ֵ֨ ִּתיְיְ ָּֽרושָׁ ָ֜ ַלמָׁ הְבְמַ ר ִ֣אֹותְא
ְבְסמֶ לְהַ קִּ נ ָׁ ִ֥אה ָ֖ ַֹ֔ר־שםְמֹוש ִ֣ ָׁ ֶימית֙ ְהַ פֹונֶ ִ֣הְצָׁ ֹ֔פֹונָׁהְאֲ ש ִּ ִּחְשעַרְהַ פְנ ַ ֶַָ֜פת
:ְהַ מַ ק ֶנָּֽה
vaishlaj tavnít iád, vaiqajéni bêtzitzít roshí; vatisá otí rúaj | béin-haáretz uvéin
hashamáim vatave otí iêrúshalámah bêmarót elohím el-pétaj shá'ar hapênimit
602
8 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Y he allí la gloria del Elohim de Israel, como la visión que yo había visto en el
valle.
(5)
ְְד ֶרְך
ִ֣ ֶ ָׁ֙הְוָּֽאֶ ָׁשאְעינַי ָׁ ו ִַ֣יאמֶ רְא ַֹ֔ליְבֶ ן־אָׁ ֶ֕ ָׁדםְשָׁ א־נָׁ ִ֥אְעינֶ ָ֖יָךְ ֶ ִ֣ד ֶרְךְצָׁ ָ֑פֹונ
:ְסמֶ לְהַ קִּ נ ָׁ ִ֥אהְהַ זֶ ָ֖הְבַ בִּ ָׁ ָּֽאה
ֵ֛ ַהְמצָׁ פֹון֙ ְלְ ַ ִ֣שעַרְהַ ִּמז ֹ֔בחִּ צָׁ ֹ֔פֹונָׁהְוְהִּ נ
vaiómer elái, ben-adám sa-ná 'einéja dérej tzafónah; váesá 'einaí dérej
tzafónah, vêhinéh mitzafon lêshá'ar hamizbéaj, sémel haqináh hazéh babiáh.
Entonces me dijo: 'Oh persona, levanta tus ojos en dirección al norte.' Levanté
mis ojos en dirección al norte, y he aquí que al norte de la puerta del altar, en
la entrada, estaba la imagen del celo.
(6)
ְיםְתֹוע ֵ֨בֹות ָּֽ הְמהםְ(מהְהִ֣ם)ְע ִּ ָ֑ש
ִ֣ ָׁ ו ִַ֣יאמֶ רְא ַֹ֔ליְבֶ ן־אָׁ ֶ֕ ָׁדםְהֲר ֶ ִ֥אהְאַ ָׁ ָ֖ת
ְ ִ֣֙לְמקדָׁ ֹ֔ ִּשיְוְעֹוד
ִּ ַהְל ָׁ ָּֽרחְקָׁ ה֙ ְמע
ְ יםְפ
ָ֗ ֲשרְבִ֥יתְיִּ ש ָׁר ִ֣אלְ׀ְע ִּ ִ֣ש ִ֥ ֶ ּגְד ָ֜לֹותְא
ְפ:הְתֹוע ָ֖בֹותְּגְדלָּֽ ֹות ָּֽ ובְתר ֹ֔ ֶא ִּ תָׁ ִ֣ש
vaiómer elái, ben-adám haroéh atáh mhm (máh hém) 'osím; tó'evót gêdolót
ashér béit Israél | 'osím póh lêrájoqah me'ál miqdashí, vê'od tashúv tiréh,
tó'evót gêdolót.
Entonces me dijo: 'Oh persona, ¿ves lo que hacen éstos, las grandes
abominaciones que hacen aquí los de la casa de Israel, para alejarme de mi
santuario? Pero todavía volverás a ver abominaciones aun mayores.'
(7)
:ָ֑רְואֶ ר ֶ֕ ֶאהְוְהִּ נִ֥הְחר־אֶ ָׁחָ֖דְבַ ִּ ָּֽקיר
ְָָּֽׁ חְהחָׁ צ
ָּֽ ֶ ַַויָׁבִ֥אְא ִּ ָ֖תיְאֶ ל־פֶ ִ֣ת
vaiavé otí el-pétaj héjatzér; váeréh vêhinéh jor-ejád baqír.
603
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 8
(8)
ְירְוָּֽאֶ ח ִ֣תרְבַ ֹ֔ ִּקירְוְהִּ נָ֖הְפֶ ִ֥תַ ח
ָׁ ו ִַ֣יאמֶ רְא ַֹ֔ליְבֶ ן־אָׁ ָׁ ָ֖דםְחֲתְר־נָׁ ִ֣אְבַ ִּ ָ֑ק
ְס:אֶ ָׁ ָּֽחד
vaiómer elái, ben-adám jator-ná vaqír; váejtór baqír, vêhinéh pétaj ejád.
Y me dijo: 'Entra y mira las perversas abominaciones que éstos hacen aquí.'
(10)
ְיתְרמֶ שְובהמָׁ ה֙ ְשֶֹ֔ קֶ ץְוְכְל־ּגִּ לולָ֖י ֶ ָׁוָּֽאָׁ בֹוא֮ ְָׁוָּֽאֶ ראֶ הְ֒וְהִּ ֵ֨נהְכְל־תַ ב ָ֜ ִּנ
:בִ֣יתְיִּ ש ָׁר ָ֑אלְמְח ֶ ִֻ֥קהְעַל־הַ ִּ ָ֖קירְסָׁ ִּ ִ֥ביבְ׀ְסָׁ ִּ ָּֽביב
váavo váereh vêhinéh jol-tavnít rémes uvhemah shéqetz, vêjol-giluléi béit
Israél; mêjuqéh 'al-haqír savív | savív.
604
8 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Y me dijo: 'Oh persona, ¿has visto las cosas que hacen los ancianos de la casa
de Israel en la oscuridad, cada uno en su cámara adornada con imágenes?
Porque ellos dicen: 'el Eterno no nos ve; el Eterno ha abandonado la tierra.''
(13)
:הְתֹוע ִ֥בֹותְּגְדלָ֖ ֹותְאֲשֶ ר־הִ֥מָׁ הְע ִּ ָּֽשים
ָּֽ ובְתר ֶ ֵ֛א
ִּ ו ַָ֖יאמֶ רְאלָׁ ָ֑יְעִ֣ ֹודְתָׁ ִ֥ש
vaiómer elái; 'ód tashúv tiréh tó'evót gêdolót asher-hémah 'osím.
Luego me dijo: 'Todavía volverás a ver abominaciones aun mayores, que ellos
hacen.'
(14)
ְ ֲ֙שרְאֶ ל־הַ צָׁ ָ֑פֹונָׁהְוְהִּ נה־שָׁ ם
ָ֖ ֶ ְשעַרְבית־יה ֹ֔ ָׁוהְא ִ֣ ַ ַ֙ויָׁבִ֣אְא ָ֗ ִּתיְאֶ ל־ ֵֶ֨פתַ ח
ְס:ְיםְישְ ֹ֔בֹותְמְבַ כָ֖ ֹותְאֶ ת־הַ תַ ָּֽמוז
ָּֽ הַ נ ִּ ִָׁ֣ש
vaiavé otí el-pétaj shá'ar beit-Adonai, ashér el-hatzafónah; vêhineh-sham
hanashím ióshêvót, mêvakót et-hatamúz .
605
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 8-9
(17)
הְמע ֲֶ֕שֹותְאֶ ת־ ָּֽ הוד ָׁ ֹ֔ ְו ִַ֣יאמֶ רְאלַי֮ ְה ֲָׁר ִּ ִ֣איתָׁ ְבֶ ן־אָׁ דָׁ םְ֒ ֲהנָׁקלְ֙לְבִ֣יתְי
ְ ֙הְכי־מְלְ ֵ֨אוְאֶ ת־הָׁ ָ֜ ָׁא ֶרץְחָׁ ָ֗ ָׁמסְ ַויָׁשֵֻ֨ בוָּֽ ִּ שו־פ
ָ֑ רְע ָּֽ ָׁ ֲש ִ֣ ֶ הַ ָּֽתֹוע ָ֖בֹותְא
:מֹורהְאֶ ל־אַ ָׁ ָּֽפםָ֖ ָׁ ְֵ֛םְשלְ ִּ ִ֥חיםְאֶ ת־הַ ז
ָּֽ ָׁיסנִּ יְוְהִּ נ ֹ֔ ִּלְהַ כע
vaiómer elaí haraíta ven-adam hanaqel lêvéit iêhudáh, mé'asót et-ható'evót
ashér 'ásu-fóh; kí-molêú et-haáretz jamás vaiashúvú lêhaj'iséni, vêhinám
shólêjím et-hazêmoráh el-apám.
Y me dijo: '¿Has visto, oh persona? ¿Es cosa liviana para los de la casa de
Iehudá hacer estas abominaciones que hacen aquí? Porque han llenado la
tierra de violencia y han vuelto a provocarme a ira, y he aquí que llevan la
rama de la vid a sus narices.
(18)
ְ ֙הְלא־תָׁ ִ֥חֹוסְע ִּינָ֖יְוְ ִ֣לאְאֶ ח ָ֑מלְוְ ָׁ ָּֽק ְראוְבְאְזנַי ָּֽ ְאע ֶ ֱִ֣שהְבְח ֹ֔ ָׁמ ָּֽ ֶ ֙וְגַם־אֲנִּ י
:עְאֹותם
ָּֽ ָׁ ִ֣קֹולְּגָׁדֹ֔ ֹולְוְ ִ֥לאְאֶ ש ַ ָ֖מ
vêgam-aní é'eséh vêjemáh, ló-tajós 'einí vêló ejmól; vêqárêú vêoznaí qól
gadól, vêló eshmá' otám.
Entonces proclamó con gran voz a mis oídos, diciendo: –¡Acercaos los
verdugos de la ciudad, cada uno con su instrumento destructor en su mano!
(2)
ְֲשרְ׀ְמְפנֶ ִ֣הִ֣ ֶ ַרְהעֶליָ֜ ֹוןְא
ָּֽ ָׁ ׀ְמ ֶ ָּֽד ֶרְך־שֵַ֨ ע
ִּ ְִ֣הְש ָׁ ִ֣שהְ ֲאנ ֵ֡ ִָּׁשיםְבָׁ ִּ ִ֣אים
ִּ וְהִּ נ
ְצָׁ ָ֗פֹונָׁהְוְ ִֵּ֨אישְכְ ִּליְמַ פָׁצֹו֙ ְבְיָׁדֹ֔ ֹוְוְ ִּאיש־אֶ ָׁחדְבְתֹוכָׁם֙ ְלָׁבֻ ִ֣שְבַ ִֹּ֔דים
:לְמז ַבִ֥חְהַ נְ ָּֽחשֶ ת
ִּ ֶוְאצ ָ֖ ֹ֔וְ ֶ ִ֥קסֶ תְהַ ספָ֖רְבְמְתנָׁ ָ֑יוְ ַוי ֵָׁ֨באו֙ ְוַיַ ִ֣עַמד
vêhinéh shisháh anashím baím | midérej-shá'ar há'elíon ashér | mofnéh
tzafónah vêísh kêlí mapatzó bêiadó, vêish-ejád bêtojam lavúsh badím, vêqéset
hasofér bêmotnáv; vaiavóú vaiá'amdú, étzel mizbáj hanêjóshet.
606
9 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Y he aquí que seis hombres vinieron por el camino de la puerta superior que
da hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir.
Pero entre ellos había un hombre vestido de lino que llevaba al cinto los útiles
de escriba. Y habiendo entrado se detuvieron junto al altar de bronce.
(3)
ְיוְאל
ָ֖ ֶ ֲשרְהָׁ יָׁ ִ֣הְ ָׁע ָֹׁ֔ל ִ֣ ֶ לְנ ֲעלָׁה֙ ְמעַ לְהַ כְרוב֙ ְא ָּֽ ַ וכ ִ֣בֹודְ׀ְאֱֹלהִ֣יְיִּ ש ָׁר ָ֗א
ְרְקסֶ תְהַ ספָ֖ר ִ֥ ֶ ֲש ֵ֛ ֶ ִּמפ ַ ִ֣תןְהַ ָׁבָ֑יִּ תְוַיִּ ק ָׁ ָ֗ראְאֶ ל־הָׁ ִּאיש֙ ְהַ לָׁבֻ ִ֣שְהַ בַ ִֹּ֔דיםְא
ְפ:בְמְת ָׁנָּֽיו
ujvód | elohéi Israél ná'alah me'ál hakêruv ashér haiáh 'aláv, él miftán habáit;
vaiqrá el-haish halavúsh habadím, ashér qéset hasofér bêmotnáv.
Entonces la gloria del Elohim de Israel se elevó de encima del querubín sobre
el cual había estado, hacia el umbral del templo. Luego Elohim llamó al
hombre vestido de lino, que llevaba al cinto los útiles de escriba.
(4)
ְְתו
ָׁ ָ֜ ָׁוַיאמֶ רְיהוָׁה֙ ְא ָֹׁ֔לוְעֲבר֙ ְבְ ִ֣תֹוְךְהָׁ ֹ֔ ִּעירְבְ ָ֖תֹוְךְיְ ָּֽרושָׁ לָׁ ָ֑ ִּםְוְהִּ ת ִֵּ֨וית
ְַל־מצ ִ֣חֹותְ ָׁ ָּֽה ֲאנ ָ֗ ִָּׁשיםְהַ ֶ ָּֽנ ֱאנָׁחִּ ים֙ ְוְהַ נֶ ִ֣אֱ נ ֹ֔ ִָּׁקיםְ ִַ֚עלְכְל־הַ ִ֣תֹוע ֹ֔בֹות
ִּ ע
:ְתֹוכּהָּֽ ָׁ ְַ ָּֽה ַנע ֲָ֖שֹותְב
vaiómer Adonai eláv, 'avor bêtój ha'ír, bêtój iêrúshaláim; vêhitvíta táv 'al-
mitzjót háanashím hanéenajim vêhanéenaqím, 'ál kol-ható'evót, hána'asót
bêtojáĥ .
Y a los otros les dijo, a mis oídos: –¡Pasad por la ciudad, detrás de él, y
matad! Vuestro ojo no tenga lástima, ni tengáis compasión.
(6)
ְל־איש
ִֵּ֨ ְוְלמַ ש ִָּ֗חיתְוְעַל־כ ְ ִ֣יםְתהַ רג ָּֽ ַ ז ֵָׁ֡קןְבָׁ ִ֣חורְובתו ָׁלהְ֩וְ ֵ֨ ַטףְוְנ ָ֜ ִָּׁש
ְְב ֲאנ ִּ ִָׁ֣שים
ָּֽ ָׁ ֙שוְומ ִּמקדָׁ ִּ ָ֖שיְתָׁ ָ֑חלוְ ַוי ֵָׁ֨חלו
ִּ ל־ת ֹ֔ ַּג
ִּ ַאֲשֶ ר־עָׁלָׁ יוְהַ תָׁ ו֙ ְא
:ֲשרְלִּ פנִ֥יְהַ ָׁ ָּֽביִּ ת ָ֖ ֶ הַ זְק ֹ֔ ִּניםְא
607
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 9
Y les dijo: –¡Contaminad el templo y llenad los atrios con muertos! ¡Salid!
Ellos salieron y comenzaron a matarlos en la ciudad.
(8)
ְ ֙קְוָּֽאמַ ר֙ ְאֲהָׁ ּה
ָׁ יְוָּֽאֶ ז ַָ֗ע
ָׁ יְוָּֽאֶ פְ ֵָׁ֨להְעַל־ ָׁפ ַָ֜נ
ָׁ ִּכֹותםְוְנָּֽאשְ ַ ָ֖ארְ ָׁ ָ֑אנ ָׁ ֹ֔ ַַוָָּֽ֤יהִּ י֙ ְכְה
הְאתְכְל־שְא ִּ ִ֣ריתְיִּ ש ָׁר ֹ֔אלְבְשְפכְָךִ֥ ְאֶ ת־ ִ֚ הוהְהֲמַ ש ִּ ִ֣חיתְאַ ָ֗ ָׁת ִֹּ֔ אֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְח ָׁ ֲָּֽמתְָךָ֖ ְעַל־יְ ָּֽרושָׁ ָׁ ָּֽל ִּם
váihí kêhakotám, vênéshêár áni; váepêláh 'al-panái váez'áq váomar ahaĥ
adonái IHVÍH, hamashjít atáh ét kol-shêerít Israél, bêshofkêjá et-jamátêjá 'al-
iêrúshaláim .
608
9-10 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(10)
:אשםְנ ָׁ ָָּֽׁת ִּתי
ִ֥ ָׁ וְ ֵ֨ ַגם־א ֹ֔ ֲִּניְ ָּֽלא־תָׁ ִ֥חֹוסְע ִּינָ֖יְוְ ִ֣לאְאֶ ח ָ֑מלְדַ רכָׁ ָ֖םְבְר
vêgám-aní, ló-tajós 'einí vêló ejmól; darkám bêroshám natáti.
Y he aquí que el hombre vestido de lino, y que llevaba al cinto los útiles de
escriba, dio informe diciendo: –He hecho conforme a lo que me has mandado.
609
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 10
(3)
ימיןְל ַַבָ֖יִּ תְבְב ִ֣אֹוְהָׁ ִּ ָ֑אישְוְ ֶ ָּֽהעָׁנָׁ ִָ֣֤ןְמָׁ ֹ֔לאְאֶ ת־
ִ֥ ִּ יםְמ
ִּ יםְעמ ִּ ֵ֛דִ֥ וְהַ כְרֻ ִָּ֗ב
:ְֶ ָּֽהחָׁ צָ֖רְהַ פְנִּ ִּ ָּֽימית
vêhakêruvím 'ómdím mimín labáit bêvoó haísh; vêhé'anán malé, et-héjatzér
hapênimít .
Y cuando entró aquel hombre, los querubines estaban de pie en el lado sur del
templo, y la nube llenaba el atrio interior.
(4)
ָ֖לְמפ ַ ִ֣תןְהַ ָׁבָ֑יִּ תְוַיִּ מָׁ לאְהַ ֵ֨ ַביִּ ת֙ ְאֶ ת־
ִּ ַוַיָׁ ָ֤רְםְכְבֹוד־יהוָׁה֙ ְמעַ ִ֣לְהַ כְ ֹ֔רובְע
:ְהוָּֽהָׁ ת־נגַּהְכְ ִ֥בֹודְי
ָ֖ ְֶמלְ ֹ֔ ָׁאהְא
ָּֽ ָׁ ֶ֙ ִ֣ה ָׁע ָֹׁ֔נןְוְ ֶ ָּֽהחָׁ צר
vaiárom kêvod-Adonai me'ál hakêrúv, 'ál miftán habáit; vaimalé habáit et-
hé'anán, vêhéjatzer málêáh, et-nógaĥ kêvód Adonai .
610
10 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Los querubines parecían tener debajo de sus alas algo semejante a una mano
de hombre.
(9)
ְדְאצֶ ל
ִ֚ ְאצֶ לְהַ כְרובִּ יםְ֒אֹופַ ִ֣ןְאֶ ָ֗ ָׁח ִ֣ ִ֣֮הְאֹופַנִּ ים
ָּֽ ָָׁׁוָּֽאֶ ר ָ֗ ֶאהְוְהִּ ֵ֨נהְאַ רבָׁ ע
ְדְאצֶ לְהַ כְ ִ֣רובְאֶ ָׁחָ֑דְומַ ראה֙ ְהָׁ ִ֣אֹופ ֹ֔ ִַּניםְכְעָ֖ין
ָ֖ הַ כְ ִ֣רובְאֶ ֹ֔ ָׁחדְוְאֹופַ ִ֣ןְאֶ ֹ֔ ָׁח
:ֶ ִ֥אבֶ ןְתַ ר ִּ ָּֽשיש
váeréh vêhinéh arba'áh ófanim étzel hakêruvim ofán ejád étzel hakêrúv ejád,
vêofán ejád, étzel hakêrúv ejád; umareh haófaním, kê'éin éven tarshísh.
Miré, y he aquí que había cuatro ruedas junto a los querubines; al lado de cada
querubín había una rueda. El aspecto de las ruedas era como de piedra de
crisólito.
(10)
ְִ֥הְהאֹופַ ָ֖ןְבְ ִ֥תֹוְך
ָּֽ ָׁ ֶרְיהי
ָּֽ ִּ ֲש
ֵ֛ ֶ םְכא
ָּֽ ַ יהםְדְ ִ֥מותְאֶ ָׁחָ֖דְלְאַ רבַ ע ָׁ ָ֑ת
ֶ ֹ֔ ומרא ַ ֵ֨
:ְאֹופן
ָּֽ ָׁ ָׁ ָּֽה
umáreihém, dêmút ejád lêarba'tám; káashér íhiéh háofán bêtój háofán .
En cuanto a su aspecto, las cuatro eran de una misma forma, como si una
rueda estuviera dentro de otra rueda.
(11)
ְםְכיְהַ מָׁ ָ֞קֹום
ִ֣ ִּ כוְלאְיִּ ַ ָ֖סבוְבְלֶכ ָׁ ָ֑ת ִ֥ ַתְרבעיהֶ ם֙ ְי ֹ֔ל ִּ בְלֶכ ָ֗ ָׁתםְאֶ ל־אַ ר ַבע
:כוְלאְיִּ ַ ָ֖סבוְבְלֶכ ָׁ ָּֽתם
ִ֥ ְאח ָׁ ֲִ֣ריוְי ֹ֔לָּֽ ַ ֙אֲשֶ ר־יִּ פנֶ הְהָׁ ראש
bêlejtám el-arbá'at riv'eihem ieléju, ló isábu bêlejtám; kí hamaqóm asher-ifnéh
harosh ájaráv ieléju, ló isábu bêlejtám.
611
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 10
(12)
ְ ֙יהָ֑םְוְהָׁ ָּֽאֹופ ָ֗ ִַּניםְמְל ִּאיםְעי ֵַ֨ניִּ ם
ֶ יהָ֖םְוְכַנפ
ֶ םְויד ָּֽ ִּ וְכְל־בְשָׁ ָׁרם֙ ְוְגַב ֹ֔ ֶה
:יהם ָּֽ ֶ םְאֹופַנ ָּֽ סָׁ ִֹּ֔ביבְלְאַ רבַ ע ָׁ ָ֖ת
vêjol-bêsaram vêgabehém, vídeihém vêjanfeihém; vêhaófaním mêleím
'eináim savív, lêarba'tám ófaneihém.
Todo el cuerpo de ellos, sus espaldas, sus manos, sus alas y también las ruedas
[las cuatro ruedas] estaban llenos de ojos alrededor.
(13)
:ֵ֛םְקֹוראְהַ ּגַלּגַ ָ֖לְבְאְז ָׁנָּֽי
ִ֥ ָׁ ל ָָׁ֖אֹופ ִַּנָ֑יםְל ֶָׁה
laófaním; lahém qorá hagalgál bêoznái.
Cada uno tenía cuatro caras. La primera tenía cara de querubín; la segunda,
cara de hombre; la tercera, cara de león; y la cuarta, cara de águila.
(15)
:יְבנְהַ ר־כְ ָׁ ָּֽבר
ָּֽ ִּ ית
ִּ רְר ִּ ָ֖א
ָׁ ֲש
ִ֥ ֶ יאְהחַ ָֹׁ֔יהְא
ָּֽ ַ יםְה
ִ֣ ִּ רוב
ָ֑ ִּ ְוַי ָ֖רמוְהַ כ
vaierómu hakêruvím; hí hájaiáh, ashér raíti bínêhar-kêvár.
Luego los querubines se elevaron. Éstos son los seres vivientes que vi junto al
río Quebar.
(16)
רוביםְאֶ ת־ ִָּ֜ ְרוביםְיָּֽלְכִ֥ וְהָׁ ָּֽאֹופ ִַּנָ֖יםְאֶ צלָׁ ָ֑םְובִּ ש ֵ֨אתְהַ כ
ִֹּ֔ ְוב ֵֶ֨לכֶת֙ ְהַ כ
:ָ֖םְמאֶ צ ָׁ ָּֽלם
ָּֽ ץְלא־יִּ ַ ִ֧סבוְהָׁ ָּֽאֹופ ִַּנֵ֛יםְּגַם־ה
ָּֽ יהםְלָׁרום֙ ְמעַ ִ֣לְהָׁ ֹ֔ ָׁא ֶר ֶ ָ֗ כַנפ
uvléjet hakêruvím, iélêjú haófaním etzlám; uvisét hakêruvím et-kanfeihém
larum me'ál haáretz, ló-isábu haófaním gam-hém méetzlám.
612
10 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Entonces la gloria del Eterno salió de sobre el umbral del templo y se colocó
encima de los querubines.
(19)
ְאתם ָׁ ֹ֔ ֹומוְמן־הָׁ ָׁא ֶרץְלְעינַי֙ ְבְצ
ִּ רוביםְאֶ ת־ ְ֠ ַכנפיהֶ םְוַי ֵ֨ר ִ֣ ִּ ְוַיִּ ש ִ֣אוְהַ כ
ְמֹוניְוכ ִ֧בֹודִּ ֹ֔ חְשעַרְבית־יהוָׁה֙ ְהַ קַ דַ ַוְהָׁ ָּֽאֹופ ִַּנָ֖יםְלְעֻמָׁ ָׁ ָ֑תםְ ַוָָּֽ֤ ַיע ֲָ֗מדְפֶ ִ֣ת
:ְָ֖םְמל ָׁ ָּֽמעְלָׁה
ִּ יה ֶ ֱֹלהי־יִּ ש ָׁר ֵ֛אלְעֲל ָּֽ א
vaisú hakêruvím et-kánfeihem vaierómu min-haáretz lê'einaí bêtzetám,
vêhaófaním lê'umatám; váia'amód pétaj shá'ar beit-Adonai haqadmoní, ujvód
elohéi-Israél 'aleihém milmá'êlah .
Éstos eran los seres vivientes que vi debajo del Elohim de Israel en el río
Quebar, y me di cuenta de que eran querubines.
(21)
ְאַ רבָׁ ֵָׁ֨עהְאַ רבָׁ עָׁ הְפָׁנִּ ים֙ ְלְאֶ ֹ֔ ָׁחדְוְאַ ר ַבִ֥עְכְנָׁפַ ָ֖יִּ םְלְאֶ ָׁחָ֑דְודמות֙ ְיְ ִ֣די
:יהם ָּֽ ֶ םְתחַ תְכַנפ
ָ֖ ַ אָׁ ֹ֔ ָׁד
arba'áh arba'áh fanim lêejád, vêarbá' kênafáim lêejád; udmut iêdéi adám, tájat
kanfeihém.
Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas; y debajo de sus alas había algo
semejante a manos de hombre.
613
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 10-11
(22)
ְיהָ֖ם
ֶ יתי֙ ְעַל־נְהַ ר־כְ ֹ֔ ָׁברְמַ רא
ִּ רְר ִֵּ֨א
ָׁ יהםְהִ֣מָׁ הְהַ פ ָ֗ ִָּׁניםְא ֲֶשֶ ֹ֔ וד ִ֣מותְפְנ
:םְאישְאֶ ל־עִ֥בֶ רְפָׁנָׁ ָ֖יוְי ָּֽלכו ֵ֛ ִּ אֹות
ָ֑ ָׁ ְו
udmút pêneihém, hémah hapaním ashér raítí 'al-nêhar-kêvár, mareihém
vêotám; ísh el-'éver panáv ieléju.
La forma de sus caras era como la de las caras que vi junto al río Quebar;
tenían el mismo aspecto. Cada uno se desplazaba de frente hacia adelante.
Luego me dijo: 'Oh persona, éstos son los hombres que maquinan perversidad
y dan mal consejo en esta ciudad.
(3)
ְס:ירְואֲנַ ָ֖חנוְהַ בָׁ ָׁ ָּֽשר
ָּֽ ַ יםְהיאְהַ ִֹּ֔ס
ִ֣ ִּ יםְלאְבְקָׁ ָ֖רֹובְבְנִ֣ ֹותְבְ ִּ ָ֑ת
ִ֥ הָׁ ִ֣אמ ִּ ֹ֔ר
haómrím, ló vêqaróv bênót botím; hí hasír, váanájnu habasár.
Ellos dicen: 'No está cercano el tiempo de edificar casas. Esta ciudad será la
olla, y nosotros la carne.'
(4)
:יהָ֑םְהִּ נָׁבָ֖אְבֶ ן־אָׁ ָׁ ָּֽדם
ֶ לָׁכָ֖ןְהִּ נָׁבִ֣אְעֲל
614
11 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Entonces descendió sobre mí el espíritu del Eterno y me dijo: 'Diles que así ha
dicho el Eterno: 'Así habéis hablado, oh casa de Israel, y yo he sabido los
pensamientos que suben de vuestros espíritus.
(6)
ְפ:םְחוצ ֶ ָ֖תיהָׁ ְחָׁ ָׁ ָּֽלל
ָּֽ את
ִ֥ ֶ אתְומל
ִּ יתםְחַ לְ ליכֶ ָ֖םְבָׁ ִּ ִ֣עירְהַ ָ֑ז
ִ֥ ֶ הִּ רב
hirbeitém jalêleijém ba'ír hazót; umiletém jútzotéiha jalál.
Por tanto, así dice el Señor Elohim, vuestros muertos que habéis dejado en
medio de ella, ellos serán la carne; y ella la olla. Pero a vosotros yo os sacaré
de en medio de ella.
(8)
:ְהוה
ָּֽ ִּ אתםְוְ ֵ֨ ֶח ֶרב֙ ְאָׁ ִּ ִ֣ביאְעֲלי ֶֹ֔כםְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ָ֑ ֶ ֶח ֶָ֖רבְיְר
jérev iêretém; vêjérev aví 'aleijém, nêúm adonái IHVÍH .
615
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 11
(10)
ְםְכי־א ֲִּנִ֥י
ָּֽ ִּ ָ֑םְוידַ ע ֶ ָ֖ת
ָּֽ ִּ ֶבְת ֹ֔פלוְעַל־ּגְ ִ֥בולְיִּ ש ָׁר ָ֖אלְאֶ ש ִ֣פֹוטְאֶ תכ
ִּ בַ ֶח ִֶ֣ר
:ְהוָּֽה
ָׁ י
bajérev tipólu, 'al-gêvúl Israél eshpót etjém; vída'tém kí-aní Adonai .
Esta ciudad no os servirá de olla, ni vosotros seréis la carne dentro de ella. ¡En
la frontera de Israel os habré de juzgar!
(12)
ְיְלא
ִ֣ םְומשפ ַ ָָׁ֖ט ִּ ְלאְ ֲהלַכ ֹ֔ ֶת ִ֣ ִּ֙ ָּֽוידַ עתֶ ם֙ ִּ ְָּֽכי־א ֲִּנִ֣יְיה ֹ֔ ָׁוהְא ֲֶשרְבְחֻקַ י
:ְיתם ָּֽ ֶ ֲשרְסְבִּ ָּֽיבֹותיכֶ ָ֖םְע ֲִּש ִ֥ ֶ ּגֹויֵ֛םְא
ִּ ַיתםְוָּֽ כ ִּמשפְ ִ֧טיְה ָ֑ ֶ ע ֲִּש
vída'tem kí-aní Adonai, ashér bêjuqaí ló halajtém, umishpatái ló 'asitém;
újmishpêtéi hagoím ashér sêvivóteijém 'asitém .
Y sabréis que yo soy el Eterno, que no habéis andado en mis leyes ni habéis
cumplido mis decretos; sino que habéis actuado según los decretos de las
naciones que están a vuestro alrededor.''
(13)
יְוָּֽאֶ זעַ ִ֣קְקֹול־ ָׁ תְוָּֽאֶ ֵ֨פלְעַל־ ָׁפ ַָ֜נ
ָׁ ָ֖הְמ
ָ֑ ַָׁוָָּֽ֤יהִּ י֙ ְכְהִּ נָׁ ִ֣ב ִֹּ֔איְופלַטיָׁ ִ֥הוְבֶ ן־בְנָׁי
ְהְאתְשְא ִּ ִ֥ריתְיִּ ש ָׁר ָּֽאל ָ֖ ֶֹ֔הוהְ ָׁכלָׁה֙ ְאַ ָׁ ִ֣תהְעש
ִֹּ֔ ֹולְוָּֽאמַ ר֙ ְאֲהָׁ ּה֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ָׁ ָּ֗גָׁד
ְפ:
váihí kêhináví, uflatiáhu ven-bênaiáh mét; váepól 'al-panái váez'áq qol-gadól
váomar ahaĥ adonái IHVÍH, kalah atáh 'oséh, ét shêerít Israél .
616
11 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(15)
ְ֩בֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁדםְאַ ֶחיָךְאַ ֵ֨ ֶחיָך֙ ְאַ נ ִ֣שיְגְ ֻאל ֹ֔ ֶָׁתָךְוְכְל־בִ֥יתְיִּ ש ָׁר ָ֖אלְכֻלָ֑ הְאֲשֶ ר
ְִ֥נוְהיאְנִּ תְנָׁ ִ֥הְהָׁ ָׁ ָ֖א ֶרץ
ֵ֛ ִּ ָׁםְרחֲקו֙ ְמעַ ִ֣לְיה ֹ֔ ָׁוהְל
ָּֽ ַ ִּ םְישְבִ֣יְיְ ָּֽרושָׁ ָ֗ ַל
ָּֽ ָׁ ָּֽאמְ ֵ֨רוְל ָ֜ ֶָׁה
ְס:ְלְ ָּֽמ ָֹׁור ָׁ ָּֽשה
ben-adám ajéja ajéjá anshéi gêulatéja, vêjol-béit Israél kulóh; asher ámêrú
lahém ióshêvéi iêrúshaláim rájaqú me'ál Adonai, lánu hí nitênáh haáretz
lêmórasháh .
Por tanto, diles que así ha dicho el Señor Elohim: 'Aunque los he arrojado
lejos entre las naciones y aunque los he dispersado por los países, por un
breve tiempo he sido para ellos un pequeño santuario en los países a donde
han llegado.'
(17)
ְן־הע ִַֹּ֔מים ִ֣ ָׁ ְמ ִּ ֙רְכה־אָׁ מַ ר֮ ְאֲדנָׁ ִ֣יְיהוִּ הְ֒וְקִּ בַ צ ִּתיְאֶ תכֶם ָּֽ לָׁכִ֣ןְא ֱָ֗מ
צֹותםְבָׁ ֶהָ֑םְוְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֥תיְלָׁכֶ ָ֖םְאֶ ת־
ָ֖ ֶ ֲשרְנְ ָּֽפ
ִ֥ ֶ ן־ה ֲא ָׁר ֹ֔צֹותְא
ִ֣ ָׁ םְמ
ִּ וְ ָׁ ָּֽאסַ פ ִּ ִ֣תיְאֶ ת ֶֹ֔כ
:ְאַ ד ַ ִ֥מתְיִּ ש ָׁר ָּֽאל
lajén emór kóh-amar adonái IHVIH vêqibatztí etjem min-há'amím, vêásaftí
etjém, min-háaratzót, ashér nêfótzotém bahém; vênátatí lajém et-admát Israél .
Por tanto, di que así ha dicho el Señor Elohim: 'Yo os reuniré de entre los
pueblos y os recogeré de los países en los cuales habéis sido dispersados, y os
daré la tierra de Israel.'
(18)
:ְמ ֶ ָּֽמנָׁה
ִּ ֲָׁבֹותיה
ָ֖ ֶ ל־תֹוע
ָּֽ ְקוצֵ֛יהָׁ ְוְאֶ ת־כ
ֶ ל־ש
ִּ ְָ֖או־שמָׁ הְוְה ִָּ֜סירוְאֶ ת־כ
ָ֑ ָׁ וב
ָׁ
uváu-shámah; vêhesíru et-kol-shiqutzéiha vêet-kol-tó'avotéiha miménah.
Allá volverán, y quitarán de ella todas sus cosas detestables y todas sus cosas
abominables.
617
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 11
(19)
ְוְ ָׁנָּֽתַ ִּתיְלָׁהֶ ם֙ ְלִ֣בְאֶ ֹ֔ ָׁחדְוְ ִ֥רוחַ ְחֲדָׁ ָׁ ָ֖שהְאֶ ִ֣תןְבְקִּ רבְכֶ ָ֑םְ ַוה ֲִֵּ֨סר ָ֜ ִּתיְלב
:ְמבְשָׁ ָׁ ֹ֔רםְוְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֥תיְל ֶָׁהָ֖םְלִ֥בְבָׁ ָׁ ָּֽשר
ִּ ֙הָׁ ֵ֨ ֶאבֶ ן
vênátatí lahem lév ejád, vêrúaj jadasháh etén bêqirbêjém; vahasírotí lév
haéven mibêsarám, vênátatí lahém lév basár.
Les daré otro corazón, y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos. De la carne
de ellos quitaré el corazón de piedra y les daré un corazón de carne,
(20)
ְיו־ליְלְ ָֹׁ֔עם
ִ֣ ִּ ת־משפ ַ ִָׁ֥טיְיִּ שמְ ָ֖רוְוְע ִָׁ֣שוְא ָׁ ָ֑תםְוְ ָׁ ָּֽה
ִּ ֶלְ ֵ֨ ַמעַן֙ ְבְחֻק ַ ִ֣תיְי ֹ֔לכוְוְא
:ְאֹלהים
ָּֽ ִּ ָ֖םְל
ָּֽ יְאהְיֶ ִ֥הְל ֶָׁה
ָּֽ ֶ ַ ָּֽוא ֶ֕ ֲִּנ
lêmá'an bêjuqotái ieléju, vêet-mishpatái ishmêrú vê'asú otám; vêháiu-lí lê'ám,
váaní éhêiéh lahém lélohím .
para que anden según mis estatutos y guarden mis decretos y los pongan por
obra. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Elohim.
(21)
ְאשםְנ ֹ֔ ַָׁת ִּתי
ִ֣ ָׁ יהָ֖םְלִּ ָׁבִ֣םְהלְָ֑ךְדַ רכָׁם֙ ְבְר
ֶ יהֵ֛םְוְתֹוע ֲָּֽבֹות
ֶ ִ֧בְש ָּֽקוצ
ִּ וְאֶ ל־ל
:ְהוהָּֽ ִּ נְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
vêel-lév shiqútzeihém vêto'avóteihém libám holéj; darkam bêroshám natáti,
nêúm adonái IHVÍH .
Pero haré que la conducta de aquellos, cuyo corazón anda tras sus cosas
detestables y sus abominaciones, recaiga sobre sus cabezas', dice el Señor
Elohim.
(22)
ֱֹלהי־ ֶ ֹ֔ וַיִּ שאוְהַ כְרובִּ ים֙ ְאֶ ת־כַנפ
ָּֽ יהםְוְהָׁ ָּֽאֹופ ִַּנָ֖יםְלְעֻמָׁ ָׁ ָ֑תםְוכ ִ֧בֹודְא
:ָ֖םְמל ָׁ ָּֽמעְלָׁה
ִּ יה ֶ יִּ ש ָׁר ֵ֛אלְעֲל
vaisú hakêruvim et-kanfeihém, vêhaófaním lê'umatám; ujvód elohéi-Israél
'aleihém milmá'êlah.
Entonces los querubines alzaron sus alas, con las ruedas que estaban junto a
ellos. Y la gloria del Elohim de Israel estaba por encima, sobre ellos.
(23)
ְרְמ ֶ ִ֥קדֶ ם
ִּ ֲש
ָ֖ ֶ ירְוָָּֽ֤ ַיעֲמד֙ ְעַל־הָׁ ֹ֔ ָׁהרְא
ַ ָ֖לְתֹוְךְהָׁ ִּ ָ֑ע
ִ֣ ַַו ֵַ֨י ַעלְ֙כְ ִ֣בֹודְיה ֹ֔ ָׁוהְמע
:ְל ִּ ָָּֽׁעיר
vaiá'al kêvód Adonai, me'ál tój ha'ír; váia'amod 'al-hahár, ashér miqédem la'ír.
618
11-12 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Y comuniqué a los cautivos todas las cosas del Eterno que él me había
mostrado.
'Oh persona, tú habitas en medio de una casa rebelde. Ellos tienen ojos para
ver y no ven, y tienen oídos para oír y no oyen, porque son una casa rebelde.
(3)
ְ ָׁיהָ֑םְוְגָׁלִֵּ֨ ית
ֶ ִ֥הְיֹומםְלְ ָּֽעינ
ָ֖ ָׁ וְאַ ָׁ ִ֣תהְבֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁדםְעֲשהְלְָך֙ ְכְלִ֣יְגֹו ָֹׁ֔להְוגל
:יְהמָׁ ה
ָּֽ וְכיְבִ֥יתְמְ ִּ ָ֖ר ֵ֛ ִּ יהםְאולַ ִ֣יְיִּ ר ֹ֔א
ֶ ֹ֔ ִּממְ ָּֽקֹומ ָָ֜ךְאֶ ל־מָׁ קֹוםְאַ חר֙ ְלְעִ֣ינ
vêatáh ven-adám 'aséh lêjá kêléi goláh, ugléh iomám lê'éineihém; vêgalíta
mimêqómjá el-maqóm ajer lê'éineihém, ulái irú, kí béit mêrí hémah.
619
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 12
E hice así como me fue ordenado: Saqué de día mi equipaje, como equipaje de
cautivo, y al anochecer perforé el muro con mis propias manos. Salí en la
penumbra, y llevé mi equipaje sobre los hombros, ante su vista.
(8)
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֧היְדְבַ ר־יהוָׁ ֵ֛הְאלַ ָ֖יְבַ ִ֥בקֶ רְל
vaihí dêvar-Adonai elái babóqer lemór .
620
12 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
'Oh persona, ¿no te han preguntado los de la casa de Israel, esa casa rebelde,
qué estás haciendo?
(10)
ְהוָ֑הְהַ נ ָ֞ ִָּׁשיאְהַ מַ ָׁשאְהַ זֶה֙ ְבִּ ִ֣ירושָׁ ֹ֔ ַל ִּם ִּ םְכהְאָׁ ַ ָ֖מרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ִ֥ יה
ֶ ֹ֔ א ֱִ֣מרְאֲל
:ְתֹוכם ָּֽ ָׁ ְוְכְל־בִ֥יתְיִּ ש ָׁר ָ֖אלְאֲשֶ ר־הִ֥מָׁ הְב
emór aleihém, kóh amár adonái IHVÍH; hanasí hamasá hazeh birúshaláim,
vêjol-béit Israél asher-hémah vêtojám .
Diles que así ha dicho el Señor Elohim: 'Esta profecía es para el gobernante en
Ierushalaim, y para toda la casa de Israel que está en medio de ella.'
(11)
ְש ִּ ָ֖בי
ְ ַָׁשהְל ֹ֔ ֶָׁהםְבַ ּגֹולָׁ ִ֥הְב
ִ֣ ֶ ןְיע
ָּֽ יְכ
ִ֚ ית
ִּ ֲשרְע ָ֗ ִָּׁש
ִ֣ ֶ ָ֑םְכא
ָּֽ ַ ִֶ֣יְמֹופֶתכ
ָּֽ א ֱָ֖מרְא ֲִּנ
:י ָּֽלכו
emór aní mófetjém; káashér 'asíti kén ié'aséh lahém, bagoláh vashêví ieléju.
Diles: 'Yo soy una señal para vosotros; así como yo he hecho, les será hecho a
ellos. Irán en cautividad, en cautiverio.'
(12)
ְְב ֲעל ָׁ ִָׁ֣טהְוְי ֹ֔צאְבַ ִּ ִ֥קירְיַחתְ ָ֖רו
ָּֽ ָׁ ֙וְהַ נ ֵ֨ ִָּׁשיאְאֲשֶ ר־בְתֹו ָָׁ֜כםְאֶ ל־כָׁתףְיִּ שָׁ א
:ןְהואְאֶ ת־הָׁ ָׁ ָּֽא ֶרץ
ָ֖ ִּרְלא־יִּ ר ֶ ִ֥אהְלַעַ ֵ֛י ָּֽ ֵֶ֨יאְבֹוְפָׁנָׁ ִ֣יוְיְכ ֹ֔ ֶַסהְ ַָ֗יעַןְאֲש
ָ֑ ִּלְ ִ֣הֹוצ
vêhanasí asher-bêtojám el-katéf isa bá'alatáh vêietzé, baqír iajtêrú lêhótzi vó;
panáv iêjaséh, iá'an ashér ló-iréh la'áin hú et-haáretz.
621
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 12
A todos los que estén alrededor de él, sus ayudantes y todas sus tropas, los
esparciré a todos los vientos, y tras ellos desenvainaré la espada.
(15)
:םְבא ֲָׁר ָּֽצֹות
ָּֽ ָׁ יְאֹות
ָ֖ ָׁ ית
ִ֥ ִּ ּגֹויםְוְ ָּֽז ִָּ֤ר
ִֹּ֔ ַָ֑הְבהֲפִּ ִּיציְאֹותָׁ ם֙ ְב
ָּֽ ַ ָׁוְכי־א ֲִּנִ֣יְיהו
ָּֽ ִּ ָ֖וְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע
vêiádê'ú kí-aní Adonai; báhafitzí otam bagoím, vêzérití otám báaratzót .
Y sabrán que yo soy el Eterno, cuando los disperse entre las naciones y los
esparza por los países.
(16)
ְִ֣בְומ ָׁ ָ֑דבֶ רְלְ ֵ֨ ַמעַןְיְסַ ְפ ָ֜רו ִּ ָׁבְמ ָׁרע
ָּֽ יְמס ָֹׁ֔פרְמ ֶח ֶָ֖ר
ִּ וְ ָּֽהֹותַ ר ִּתיְמהֶ ם֙ ְאַ נ ִ֣ש
ְהוָּֽה
ָׁ וְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ ָ֖ר־בִ֣אוְשָֹׁ֔ םְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע
ָׁ ֶיהםְבַ ּגֹויִּ םְְ֙אֲשֶ ָ֗ אֶ ת־כְל־תֹוע ֲָּֽבֹות
ְפ:
vêhótartí mehem anshéi mispár, mejérev méra'áv umidáver; lêmá'an iêsapêrú
et-kol-to'avóteihém bagoim asher-báu shám, vêiádê'ú kí-aní Adonai .
Pero haré que unos pocos de ellos escapen de la espada, del hambre y de la
peste, para que cuenten acerca de todas sus abominaciones entre las naciones
a donde lleguen. Y sabrán que yo soy el Eterno.'
(17)
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
'Oh persona, come tu pan con temblor y bebe tu agua con estremecimiento y
angustia.
622
12 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(19)
הוהְלְיָּֽ ֹושביְיְ ָּֽרושָׁ ֵ֨ ַל ִּם֙ ְאֶ ל־ ִָּ֜ ץְכה־אָׁ מַ רְ֩אֲ ד ֵָׁ֨ניְי ָּֽ וְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָׁ ִ֣תְאֶ ל־עַ ִ֣םְהָׁ ֵ֡ ָׁא ֶר
ְיהָ֖םְבְ ִּשמָׁ ִ֣מֹוןְיִּ ש ָ֑תו ֶ לוְומימָּֽ אכ
ֹ֔ אַ ד ַ ִ֣מתְיִּ ש ָׁר ֹ֔אלְלַחמָׁ ם֙ ְבִּ דאָׁ גָׁ ִ֣הְי
:ְיםְבּה
ָּֽ ָׁ סְכל־הַ ָּֽיש ִּ ִ֥ב ָּֽ ָׁ ּהְמח ַ ֲָ֖מ
ָּֽ ֹלא ָׁ ֹ֔ ְְממִּ ֙לְ ָ֜ ַמעַןְת ַשםְאַ רצָׁ ּה
vêámartá el-'ám haáretz kóh-amar adonái IHVÍH lêíoshvéi iêrúshaláim el-
admát Israél, lajmam bidagáh iojélu, uméimeihém bêshimamón ishtú; lêmá'an
teshám artzaĥ mimêloáĥ, méjamás kál-haióshvím báĥ .
Dirás al pueblo de la tierra que así dice el Señor Elohim a los habitantes de
Ierushalaim, acerca de la tierra de Israel: 'Comerán su pan con angustia, y
beberán su agua con horror, porque la tierra será desolada de su plenitud a
causa de la violencia de todos los que viven en ella.
(20)
םְכי־
ָּֽ ִּ ָ֑הְוידַ ע ֶ ָ֖ת
ָּֽ ִּ ֶהְתהְי
ָּֽ ִּ ְתח ַ ֱֹ֔רבנָׁהְוְהָׁ ָׁ ָ֖א ֶרץְשְמָׁ ָׁ ִ֣מ
ָּֽ ֶ ֙וְ ֶ ָּֽהע ִָּׁריםְהַ נָּֽ ֹושָׁ בֹות
ְפ:ְהוָּֽה ָׁ א ֲִּנִ֥יְי
vêhé'arím hanóshavot téjerávnah, vêhaáretz shêmamáh tíhêiéh; vída'tém kí-aní
Adonai .
'Oh persona, ¿qué refrán es éste que tenéis vosotros acerca de la tierra de
Israel, que dice: 'Los días se prolongan, y toda visión se desvanece'?
(23)
ְםְכה־אָׁ מַ ר֮ ְאֲדנָׁ ִ֣יְיהוִּ הְ֒הִּ ש ֵ֨ ַב ִּתי֙ ְאֶ ת־הַ מָׁ ָׁ ִ֣שלְהַ ֶֹ֔זה
ָּֽ יה ֶ ָ֗ ל ָָׁ֞כןְא ֱִ֣מרְאֲל
ְםְק ְרבו֙ ְהַ י ִָֹּׁ֔מים
ָּֽ ָׁ יה
ֶ ֹ֔ יְאם־דַ בִ֣רְאֲל ִּ לְכ
ִּ ִ֚ וְ ָּֽלא־יִּ משְלִ֥ וְא ֵ֛תֹוְעָ֖ ֹודְבְיִּ ש ָׁר ָ֑א
:ְוד ַבָ֖רְכְל־חָׁ זָּֽ ֹון
623
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 12
lajén emór aleihém kóh-amar adonái IHVIH hishbátí et-hamashál hazéh, vêló-
imshêlú otó 'ód bêIsraél; kí im-dabér aleihém, qárêvú haiamím, udvár kol-
jazón .
Por tanto, diles que así ha dicho el Señor Elohim: 'Haré cesar este refrán, y no
lo pronunciarán más en Israel.' Más bien, diles que se han acercado los días y
el cumplimiento de toda visión,
(24)
:ְאְומק ַסִ֣םְחָׁ לָׁ ָ֑קְבְ ָ֖תֹוְךְבִ֥יתְיִּ ש ָׁר ָּֽאל
ִּ ֹוןְשו
ָ֖ ָׁ ִ֥אְיהיֶ ִ֥הְעֵ֛ ֹודְכְל־חֲז
ָּֽ ִּ יְל
ִ֣ ְִּ֠כ
kí ló íhiéh 'ód kol-jazón sháv umiqsám jaláq; bêtój béit Israél .
'Oh persona, he aquí que los de la casa de Israel dicen: 'La visión que éste ha
visto es para después de muchos días; éste profetiza para tiempos remotos.'
(28)
ְא־תמָׁ ִ֥שְךְעָ֖ ֹודְכְל־דְבָׁ ָׁ ָ֑רי
ִּ הְל
ָּֽ הו ִֹּ֔ יהםְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי ֶ ָ֗ ל ָָׁ֞כןְא ֱִ֣מרְאֲל
ְפ:ְהוה ָּֽ ִּ אֲשֵֶ֨ רְאֲדַ ברְדָׁ בָׁ ר֙ ְוְ ִ֣יעָׁשֶֹ֔ הְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
624
12-13 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
lajén emór aleihém kóh amar adonái IHVÍH, ló-timashéj 'ód kol-dêvarái; ashér
adabér davar vêié'aséh, nêúm adonái IHVÍH .
Por tanto, diles que así ha dicho el Señor Elohim: 'No habrá más dilación para
ninguna de mis palabras. La palabra que hable se cumplirá'', dice el Señor
Elohim.
'Oh persona, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan. Di a los que
sólo profetizan lo que hay en sus propios corazones: 'Escuchad la palabra del
Eterno.
(3)
ְרְהלְ ִּ ֵ֛כיםְאַ ַחִ֥ר
ָּֽ ֲש
ִ֥ ֶ יאיםְהַ נְבָׁ ִּ ָ֑ליםְא
ִ֣ ִּ ִּהְהֹויְעַל־הַ נְב
ָ֖ הוִֹּ֔ כהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְיְר ָּֽאו
ָׁ רוחָ֖םְולבִּ ל ִּ ִ֥ת
ָׁ
kóh amar adonái IHVÍH, hói 'al-hanêviím hanêvalím; ashér hólêjím ajár rujám
ulviltí raú .
Así ha dicho el Señor Elohim: ¡Ay de los profetas insensatos que andan tras su
propio espíritu, y que nada han visto!
(4)
:יאיָךְיִּ ש ָׁר ָ֖אלְהָׁ יָּֽ ו
ִ֥ ֶ ִּיםְבחְ ָׁר ָ֑בֹותְנְב
ָּֽ ָׁ כְ ֻ ָּֽשע ִּ ָָׁ֖ל
kêshú'alím bájoravót; nêviéja Israél haíu.
Oh Israel, como zorras entre las ruinas han sido tus profetas.
(5)
ְלְלע ֲִ֥מד
ָּֽ ַ לאְעֲלִּ יתֶ ם֙ ְבַ פְ ָׁר ֹ֔צֹותְו ִַּתגדְ ִ֥רוְג ָָׁ֖דרְעַל־בִ֣יתְיִּ ש ָׁר ָ֑א
:ְהוָּֽה
ָׁ בַ ִּמלחָׁ ָׁ ָ֖מהְבְיִ֥ ֹוםְי
625
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 13
626
13 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Mi mano estará contra los profetas que ven insignificancia y adivinan mentira.
Ellos no estarán en el consejo de mi pueblo. No serán inscritos en el registro
de la casa de Israel, ni volverán al suelo de Israel. Y sabréis que yo soy el
Señor Elohim.
(10)
ְֶהְחיִּ ץ
ַ ֹ֔ אמרְשָׁ לָ֖ ֹוםְוְ ִ֣איןְשָׁ לָ֑ ֹוםְוְהוא֙ ְִ֣בנ
ִ֥ יַ ִ֣עַןְוב ַָ֜יעַןְהִּ טעִ֧ וְאֶ ת־ע ִּ ֵַ֛מיְל
:וְהִּ נָׁ ֵ֛םְטָׁ ִּ ִ֥חיםְא ָ֖תֹוְתָׁ ָּֽפל
iá'an uviá'an hit'ú et-'amí lemór shalóm vêéin shalóm; vêhu bóneh jáitz,
vêhinám tajím otó tafél.
'Por tanto, porque han extraviado a mi pueblo diciendo: '¡Paz!', cuando no hay
paz, y porque mientras él edifica el muro, ellos lo recubren con cal,
(11)
ְ ֙םְשֹוטףְוְאַ ָ֜תנָׁהְאַ בניְאֶ לּגָׁבִּ יש
ָ֗ ֶא ֱֵ֛מרְאֶ ל־טָׁ חִ֥יְתָׁ פָ֖לְוְיִּ ָ֑פלְהָׁ יָׁ ִ֣הְ׀ְּגֶ ִ֣ש
:ִַּת ֹ֔פלנָׁהְוְ ִ֥רוחַ ְסְע ָָׁ֖רֹותְתְבַ ָּֽקע
emór el-tajéi tafél vêipól; haiáh | géshem shotéf vêaténah avnéi elgavish
tipólnah, vêrúaj sê'arót têvaqé'a.
di a los que lo recubren con cal, que caerá. Vendrá una lluvia torrencial,
caerán piedras de granizo y se desencadenará un viento huracanado.
(12)
ְס:ֲשרְטַ ח ֶ ָּֽתם
ִ֥ ֶ וְ הִּ נָ֖הְנָׁפַ ִ֣לְהַ ִּ ָ֑קירְהֲלֹוא֙ ְיָּֽאָׁ ִ֣מרְאֲלי ֶֹ֔כםְאַ יִ֥הְהַ ִּ ָ֖טיחַ ְא
vêhinéh nafál haqír; halo iéamér aleijém, aiéh hatíaj ashér tajtém.
Y he aquí que el muro caerá. ¿Acaso no os dirán: '¿Dónde está, pues, la cal
con que lo recubristeis?'
(13)
ְֹותְבחֲמָׁ ִּ ָ֑תיְוְגֶ שֶ ם
ָּֽ ַ יְרוחַ ־סְע ָָׁ֖ר ָּֽ הוהְובִּ קַ ע ִּ ִ֥ת
ִֹּ֔ ל ָָׁ֗כןְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְיְיה ֶֹ֔יהְוְאַ בנִ֥יְאֶ לּג ִּ ָָׁ֖בישְבְח ָׁ ִ֥מהְלְכ ָׁ ָָּֽׁלה ָּֽ ִּ שטף֙ ְבְאַ ִּ ִ֣פ
lajén kóh amar adonái IHVÍH, uviqa'tí rúaj-sê'arót bájamatí; vêgéshem shotef
bêapí íhiéh, vêavnéi elgavísh bêjemáh lêjaláh .
Por tanto, así dice el Señor Elohim, a causa de mi ira haré que se desate un
viento huracanado. Por mi furor habrá lluvia torrencial, y piedras de granizo
con furia, para destruir.
(14)
ְוְ ֵ֨ ָׁה ַרס ָ֜ ִּתיְאֶ ת־הַ ֵ֨ ִּקירְאֲשֶ ר־טַ ח ֶ ִ֥תםְתָׁ פֵ֛לְוְהִּ ּגַע ִּ ִ֥תיהוְאֶ ל־הָׁ ָׁ ָ֖א ֶרץ
:ְהוָּֽה ָׁ םְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ ּהְוידַ ע ֶ ָ֖ת
ָּֽ ִּ יתםְבְתֹו ָֹׁ֔כ
ִ֣ ֶ ִּוְנִּ גלָׁ ִ֣הְיְס ָ֑דֹוְוְ ָׁנָּֽפְלָׁה֙ ְוכל
627
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 13
Así destruiré el muro que vosotros habéis recubierto con cal; lo echaré a tierra,
y su cimiento quedará al descubierto. Y cuando caiga, vosotros seréis
exterminados en medio de la ciudad. Y sabréis que yo soy el Eterno.
(15)
ְְאיןְהַ ֹ֔ ִּקיר
ִ֣ ֙וְכִּ ל ִּיתיְאֶ ת־חֲמָׁ ִּתי֙ ְבַ ֹ֔ ִּקירְובַ טָׁ ִּ ִ֥חיםְא ָ֖תֹוְתָׁ פָ֑לְוְא ַמרְ ָׁלכֶם
:וְ ָ֖איןְהַ טָׁ ִּ ִ֥חיםְא ָּֽתֹו
vêjileití et-jamatí baqír, uvatajím otó tafél; vêomár lajem éin haqír, vêéin
hatajím otó.
'Y tú, oh persona, pon tu rostro contra las hijas de tu pueblo que profetizan lo
que hay en sus propios corazones. Profetiza contra ellas,
(18)
ִ֣לְ׀ְכל־
ְ ְַ֩למְתַ פְ ֵ֨רֹותְכְסָׁ ָ֜תֹותְע ָּֽ ִּ הוהְהֹוי
ִָּ֗ וְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָ֞ ָׁת ְָּֽכה־אָׁ ַ ִ֣מרְ׀ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ְצֹודדְנְפ ָָׁ֑שֹות
ִ֣ ְל־קֹומהְל ָ֖ ָׁ ְַל־ראשְכ ִ֥ אַ צִּ ילִ֣יְי ָ֗ ַָׁדיְוְע ִ֧שֹותְהַ ִּמספ ֵָׁ֛חֹותְע
:ְצֹודדנָׁהְלְע ִַֹּ֔מיְונפ ָָׁ֖שֹותְלָׁכֶ ִ֥ נָׁהְתְחַ ֶיָּֽינָׁה ִ֣ ְהַ נְפָׁשֹות֙ ְת
vêámartá kóh-amár | adonái IHVÍH hoí límêtapêrót kêsatót 'ál | kol-atziléi iadái
vê'osót hamispajót 'al-rósh kol-qomáh lêtzodéd nêfashót; hanêfashot
têtzodédnah lê'amí, unfashót lajénah têjaiéinah .
y diles que así ha dicho el Señor Elohim: '¡Ay de aquellas que cosen cintas
sobre las muñecas de las manos, y que para cazar las almas hacen velos de
628
13 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
todo tamaño para las cabezas! ¿Habréis de cazar las almas de mi pueblo y
preservaréis vuestra propia vida?
(19)
ְוַתְחַ ל ֵֶ֨לנָׁהְא ָ֜ ִּתיְאֶ ל־ע ִַָּ֗מיְבְ ַ ָּֽשעֲלִ֣יְשְע ִּרים֮ ְובִּ פ ִ֣תֹותיְלֶחֶ םְ֒לְהָׁ ִּמית
ְא־תחְיֶ ָ֑ינָׁה
ָּֽ ִּ ֲשרְל
ִ֣ ֶ מותנָׁהְולחַ יִ֥ ֹותְנְפ ָָׁ֖שֹותְא ֶ ֹ֔ ְרְלא־תָּֽ ֲש ִ֣ ֶ נְפָׁשֹות֙ ְא
ְס:יְשמְעִ֥יְכ ָָׁׁזָּֽב
ָּֽ בְ ֵַ֨כזֶב ֶֹ֔כםְלְע ִּ ַָ֖מ
vatêjalelnah otí el-'amí bêshá'aléi sê'orim uviftótei lejem lêhamít nêfashot
ashér ló-têmuténah, uljaiót nêfashót ashér lo-tíjêiéinah; bêjázevjém, lê'amí
shómê'éi jazáv.
'Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí, yo estoy contra vuestras
cintas con que cazáis las almas como aves. Las arrancaré de vuestros brazos y
dejaré ir libres como aves las almas que cazáis.
(21)
ְת־מספְ ָּֽחתי ֶָ֗כםְוְהִּ צַ ל ִּתיְאֶ ת־ע ִַּמי֙ ְ ִּמיֶד ֶֹ֔כןְוְ ָּֽלא־יִּ היִ֥ וְעֵ֛ ֹוד ִּ ֶוְ ָׁ ָּֽק ַרע ָ֞ ִּתיְא
:ְהוָּֽה
ָׁ ןְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ הְוידַ ע ֶ ָ֖ת
ָּֽ ִּ צוד
ָ֑ ָׁ בְיֶדכֶ ָ֖ןְלִּ מ
vêqára'tí et-mispêjóteijém vêhitzaltí et-'amí miedjén, vêló-ihíu 'ód bêiedjén
limtzudáh; vída'tén kí-aní Adonai .
iá'an hajót lev-tzadiq shéqer, váaní ló hijavtív; uljazeq iêdéi rashá', lêvilti-shúv
midarkó hará' lêhájaiotó.
Por cuanto en vano habéis causado dolor al corazón del justo, al cual yo no
causé dolor, y habéis fortalecido las manos del pecador para no apartarlo de su
mal camino a fin de librar su vida.
(23)
ְ ֙א־תק ַ ִ֣סמנָׁהְעָ֑ ֹודְוְהִּ צַ ל ִּתיְאֶ ת־ע ִַּמי
ִּ םְל
ָּֽ ֶאְת ֱח ֶֹ֔זינָׁהְוְ ֶ ָ֖קס ָּֽ ֶ אְל
ִ֣ ל ָָׁ֗כןְשִָׁ֚ ו
:ְהוָּֽה
ָׁ ןְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ ןְוידַ ע ֶ ָ֖ת
ָּֽ ִּ ִּמיֶד ֶֹ֔כ
lajén sháv ló téjezéinah, vêqésem ló-tiqsámnah 'ód; vêhitzaltí et-'amí miedjén,
vída'tén kí-aní Adonai .
'Oh persona, estos hombres han erigido sus ídolos en sus corazones y han
puesto delante de sus rostros aquello que les hace caer en la iniquidad. ¿Habré
yo de ser consultado por ellos?
(4)
ְישְאיש
ִ֣ ִּ הְא ִ֣ ִּ הו
ִָּ֗ םְכה־אָׁ ַ ִ֣מרְ׀ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ָּֽ יה ֶ ָ֜ ר־אֹותְםְוְ ָׁ ָּֽאמַ ר ֵ֨ ָׁתְאֲל
ְ֠ לָׁכִ֣ןְדַ ב
ְ ֹ֙וְומכשֹולְעֲֹונֹו ִּ ְ֩י ֲע ֵֶ֨להְאֶ ת־ּגִּ לו ָָׁ֜ליוְאֶ ל־לִּ ָ֗בָּֽ ַ ִּמבִ֣יתְיִּ ש ָׁר ֵ֡אלְאֲשֶ ר
630
13-14 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
ְ)ֹוְבהְ(בָ֖א
ָׁ ִ֦֧יתיְל
ִּ הְנעֲנ
ָּֽ ַ יוְובָ֖אְאֶ ל־הַ נ ִּ ָָׁ֑ביאְא ֲִּנִ֣יְיה ָ֗ ָׁו
ָׁ י ִָּׁשים֙ ְִ֣נכַחְ ָׁפ ָֹׁ֔נ
:ְלוליו ָּֽ ָׁ ִּבְ ִ֥ ְרבְּג
lajén daber-ótom vêámartá aleihém kóh-amár | adonái IHVÍH ísh ísh mibéit
Israél asher iá'aléh et-giluláv el-libó umijshól 'aonó iasim nójaj panáv, uvá el-
hanaví; aní Adonai ná'anéiti ló VH (vá) bêróv giluláv .
Por tanto, háblales y diles que así ha dicho el Señor Elohim: 'A cualquier
hombre de la casa de Israel que haya erigido sus ídolos en su corazón, que
haya colocado delante de su rostro aquello que le hace caer en la iniquidad, y
que luego acuda al profeta, yo el Eterno me dignaré responderle como merece
la multitud de sus ídolos,
(5)
ְיהָ֖ם
ֶ ְמ ָׁע ַֹ֔ליְבְגִּ לָּֽ ול
ָּֽ ֙ת־בית־יִּ ש ָׁר ָ֖אלְבְלִּ ָׁבָ֑םְא ֲֶשרְנ ֵָׁ֨זרו
ָּֽ ֶלְ ַ ֵ֛מעַןְתְ ִ֥פשְא
ְס:כ ָׁ ָֻּֽלם
lêmá'an têfós et-béit-Israél bêlibám; ashér nazórú mé'alái, bêgilúleihém
kulám.
'Por tanto, di a la casa de Israel que así ha dicho el Señor Elohim: 'Arrepentíos
y volved de vuestros ídolos; apartad vuestro rostro de todas vuestras
abominaciones.
(7)
ְלְומהַ ּגר֮ ְאֲשֶ ר־יָׁגִ֣ ורְבְיִּ ש ָׁראל ְ֒וְיִּ נָׁזִ֣ר ָּֽ ישְמבִ֣יתְיִּ ש ָׁר ָ֗א
ִּ ישְא ִָּ֜ ְ֩א ִֵּ֨ כִּ י
ְָ֑יוְובא
ָׁ ָׁיםְנכַחְפָׁנ ִ֣ ֹוְומכ ִ֣שֹולְעֲֹונֹ֔ ֹוְי ִּ ָָׁ֖ש ִּ מ ַ ָּֽאח ַ ֲָ֗ריְוְיַ עַלְּגִּ לולָׁיו֙ ְאֶ ל־לִּ ֹ֔ב
:ְֹוְבי
ָּֽ ִּ ָ֖הְנ ֲענֶה־ל
ָּֽ ַ ֹוְביְא ֲִּנִ֣יְיה ֹ֔ ָׁו
ִֹּ֔ ִ֣אֶ ל־הַ נָׁבִּ יא֙ ְלִּ ד ָׁרש־ל
kí ísh ísh mibéit Israél uméhager asher-iagúr bêisrael vêinazér meájarái vêiá'al
gilulav el-libó, umijshól 'aonó, iasím nójaj panáv; uvá el-hanavi lidrash-ló ví,
aní Adonai, ná'aneh-ló bí .
631
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 14
la iniquidad, y que luego acuda al profeta para consultarle acerca de mí, yo, el
Eterno, le responderé por mí mismo.
(8)
ְוְ ָׁנָּֽתַ ֵ֨ ִּתיְ ָׁפ ַָ֜ניְבָׁ ִּ ִ֣אישְהַ ָ֗הואְ ַוה ִּ ֲָּֽשמ ֵ֨ ִּתיהו֙ ְלְ ִ֣אֹותְוְלִּ משָׁ לִֹּ֔ יםְוְהִּ כ ַר ִּ ָ֖תיו
ְס:ְהוָּֽה ָׁ םְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ יְוידַ ע ֶ ָ֖ת
ָּֽ ִּ ִּמ ִ֣תֹוְךְע ִּ ַָ֑מ
vênátatí fanái baísh hahú vahasímotíhú lêót vêlimshalím, vêhijratív mitój 'amí;
vída'tém kí-aní Adonai .
''En cuanto al profeta que sea inducido y hable algo, yo, el Eterno, habré
inducido a tal profeta. Extenderé mi mano sobre él y lo eliminaré de en medio
de mi pueblo Israel.
(10)
:ְיאְיה ֶיָּֽה
ָּֽ ִּ ָ֑םְכעֲֹון֙ ְהַ ד ֹ֔רשְ ַכעֲוְִ֥ןְהַ נ ִּ ָָׁ֖ב
ָּֽ ַ ָׁוְ ָׁנָּֽשְ ָ֖אוְעֲֹונ
vênásêú 'aonám; ká'aon hadorésh, ka'avón hanaví íhiéh .
Ellos cargarán con su iniquidad: Como la iniquidad del que consulta, así será
la iniquidad del profeta;
(11)
ְ֙מאַ ח ַ ֲֹ֔ריְוְ ָּֽלא־יִּ טַ מְ ִ֥אוְעָ֖ ֹודְבְכְל־
ָּֽ ֹודְבית־יִּ ש ָׁראל ָּֽ ַןְלא־יִּ ת ֵ֨עוְע ָּֽ ְ֠ ְלמַ ע
ְהוה
ָּֽ ִּ אֹלהיםְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ִֹּ֔ ְל
ָּֽ ְ֙אהְיֶ הְלָׁהֶ ם
ָּֽ ֶ ֙םְואֲנִּ י
ָּֽ ַ יו־ליְלְ ָָׁ֗ע
ִ֣ ִּ יהָ֑םְוְ ָׁ ָּֽה
ֶ פִּ שע
ְפ:
lêma'an ló-it'ú 'ód béit-israel méajarái, vêló-itamêú 'ód bêjol-pish'eihém;
vêháiu-lí lê'ám váaní éhêiéh lahem lélohím, nêúm adonái IHVÍH .
(13)
ְ ָׁיתיְי ִָּׁדי֙ ְ ָׁע ֶֹ֔ליה
ִּ ל־מ ַעלְוְנ ִָּׁט
ַ ֹ֔ ְיְתחֱטָׁ א־לִּ י֙ ְלִּ מע
ָּֽ ֶ בֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁדםְאִֶ֚ ֶרץְ ִּכ
ְיְמ ֶ ָ֖מנָׁהְאָׁ ָׁ ִ֥דם
ִּ ִּ֣הְר ָֹׁ֔עבְוְהִּ כ ַר ִּ ִ֥ת
ָׁ י־ב
ָׁ וְשָׁ ַבִ֥ר ִּתיְלָׁ ָּ֖הְמַ טה־לָׁ ָ֑חֶ םְוְהִּ שלַח ִּת
:ובה ָׁ ָּֽמה
ben-adám éretz kí téjeta-lí lim'ol-má'al, vênatíti iadí 'aléiha, vêshavárti láĥ
mateh-lájem; vêhishlajti-váĥ ra'áv, vêhijratí miménah adám uvhemáh.
si en medio de ella estuviesen estos tres hombres: Noaj [Noé], Daniel y Job,
por su justicia ellos librarán sólo sus propias vidas, dice el Señor Elohim.
(15)
ְיְעֹובר
ֹ֔ ְמבְ ִּ ִ֣ל
ִּ ִ֥֙הְרעָׁ ֵ֛הְ ַ ָּֽאע ִּ ֲִ֥בירְבָׁ ָׁ ָ֖א ֶרץְוְ ִּשכְלָׁ ָ֑תָׁ הְוְ ָׁ ָּֽהיְ ָׁתהְשְמָׁ מָׁ ה
ָׁ ָׁלָּֽ ו־חַ י
:ָ֖יְהחַ ָׁיָּֽה
ָּֽ ַ ִּמפְנ
lú-jaiáh ra'áh á'avír baáretz vêshikêlátah; vêháiêtáh shêmamah mibêlí 'ovér,
mipênéi hájaiáh.
si estos tres hombres estuviesen en medio de ella, ¡vivo yo, que ni a sus hijos
ni a sus hijas librarían!, dice el Señor Elohim. Ellos solos se librarían, pero la
tierra sería una desolación.
633
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 14
(17)
ְבְתע ֲִ֣ברְבָׁ ֹ֔ ָׁא ֶרץ
ָּֽ ַ ֹוְח ִֶ֥רבְאָׁ ִּ ָ֖ביאְעַל־הָׁ ָׁ ִ֣א ֶרץְהַ ִּ ָ֑היאְוְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָ֗ ִּתיְחִֶ֚ ֶר ֶ ֵ֛א
:יְמ ֶ ָ֖מנָׁהְאָׁ ָׁ ִ֥דםְובה ָׁ ָּֽמה
ִּ וְהִּ כ ַר ִּ ִ֥ת
ó jérev aví 'al-haáretz hahí; vêámartí jérev tá'avór baáretz, vêhijratí miménah
adám uvhemáh.
aunque estos tres hombres estuviesen en medio de ella, ¡vivo yo, que no
librarían ni a sus hijos ni a sus hijas!, dice el Señor Elohim. Ellos solos se
librarían.
(19)
ְיהְבְ ֹ֔ ָׁדם
ָׁ֙ ֹוְדבֶ רְאֲשַ לַ ָ֖חְאֶ ל־הָׁ ָׁ ִ֣א ֶרץְהַ ִּ ָ֑היאְוְ ָׁ ָּֽשפַ כ ֵ֨ ִּתיְחֲמָׁ ִּתיְ ָׁע ֵֶ֨ל ִ֥ ֶ ֵ֛א
:יתְמ ֶ ָ֖מנָׁהְאָׁ ָׁ ִ֥דםְובה ָׁ ָּֽמה
ִּ לְהַ כ ִּ ִ֥ר
ó déver ashaláj el-haáretz hahí; vêsháfajtí jamatí 'aléihá bêdám, lêhajrít
miménah adám uvhemáh.
Y si envío peste sobre la tierra, y sobre ella derramo mi ira con sangre, para
exterminar en ella a hombres y animales,
(20)
ְהְאם־בִ֥ן
ִּ הו
ִֹּ֔ י־אנִּ יְנְאֻם֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ָׁ ָ֗ ְַדנאלְ(דנִּ יִ֣אל)ְוְ ִּאיֹוב֮ ְבְתֹו ָׁכּהְ֒ח
ָּֽ ָׁ ַוְ ֵ֨נח
ְפ:ְם־בָ֖תְי ִּ ַָ֑צילוְהִ֥מָׁ הְבְצִּ דקָׁ ָׁ ָ֖תםְי ִּ ִַ֥צילוְנַפ ָׁ ָּֽשם
ַ ִּא
vênóaj DNL (dániél) vêiov bêtojaĥ jai-áni nêum adonái IHVÍH, im-bén im-bát
iatzílu; hémah vêtzidqatám iatzílu nafshám .
aun si Noaj [Noé], Daniel y Job estuviesen en medio de ella, ¡vivo yo, que no
librarían ni un solo hijo ni una sola hija!, dice el Señor Elohim. Ellos, por su
justicia, librarían sólo sus propias vidas.'
(21)
ְיםְחֶ ֶרב ְ֠ יְ׀ְה ָׁר ֵ֡ ִּע
ָּֽ ָׁ ףְכי־אַ ר ַבִ֣עַ תְשְפ ַ ִָׁ֣ט ָּֽ ִּ הְא
ִ֣ ַ הו
ִָּ֗ ְ֩כהְאָׁ ָ֜ ַמרְאֲדנָׁ ִ֣יְי ֵ֨ כְִּי
ְיתְמ ֶ ָ֖מנָׁהְאָׁ ָׁ ִ֥דם
ִּ רְשלַ ָ֖ח ִּתיְאֶ ל־יְ ָּֽרושָׁ לָׁ ָ֑ ִּםְלְהַ כ ִּ ִ֥ר ִּ ֶהְרעָׁה֙ ְו ֹ֔ ֶָׁדב
ָׁ ָׁוְ ָׁר ָָׁ֞עבְוְחַ י
:ְובה ָׁ ָּֽמה
634
14-15 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
kí jóh amár adonái IHVÍH áf kí-arbá'at shêfatái | hára'ím jérev vêra'áv vêjaiáh
ra'ah vadéver, shilájti el-iêrúshaláim; lêhajrít miménah adám uvhemáh .
Porque así ha dicho el Señor Elohim: '¡Con mayor razón, si yo envío mis
cuatro juicios terribles–espada, hambre, fieras dañinas y peste– contra
Ierushalaim, para exterminar en ella a hombres y animales!
(22)
ְהְהמוצָׁ ִּאים֮ ְבָׁ ִּנִ֣יםְובָׁ נֹותְ֒הִּ נָׁם֙ ְיָּֽ ֹוצ ִּ ִ֣אים
ָּֽ ַ ה־בּהְפְל ָ֗ ָׁטָׁ ָ֜ וְהִּ ֵ֨נהְנָּֽ ֹות ָׁר
ְ ַ֙ל־ה ָׁרעָׁה
ָּֽ ָׁ ילֹותםְוְ ִּ ָּֽנחַ מ ָ֗ ֶתםְע
ָ֑ ָׁ יתםְאֶ ת־דַ רכָׁ ָ֖םְוְאֶ ת־ע ִּ ֲָּֽל ִ֥ ֶ אֲלי ֶֹ֔כםְור ִּא
: ָָׁ֖אתיְע ֶ ָָּֽׁליה
ִּ ֲשרְהב ִ֥ ֶ םְאתְכְל־א ֵ֛ ִּ אתי֙ ְעַל־יְ ִ֣רושָׁ ֹ֔ ַל ִּ א ֲֶשרְה ֵ֨ב
vêhinéh nótrah-báĥ pêletáh hámutzaim baním uvanot hinam íotzím aleijém,
uritém et-darkám vêet-'alílotám; vêníjamtém 'al-hára'ah ashér hevétí 'al-
iêrúshaláim, ét kol-ashér hevéti 'aléiha.
635
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 15
He aquí que más bien es echada al fuego para ser consumida; el fuego
consume sus dos extremos, y su parte de en medio es abrasada. ¿Servirá para
hacer algún objeto?
(5)
ְָ֑הְאףְכִּ י־אשְ ֲא ָׁכ ֵַ֨לתהו֙ ְוַי ֹ֔ ָׁחר
ִ֣ ַ ָָׁׁשהְלִּ מלָׁאכ
ָ֖ ֶ אְיע
ָּֽ יםְל
ִ֥ יֹותֹוְתָׁ ִֹּ֔מ
ִ֣ ְהִּ נה֙ ִּ ְָּֽבה
ְס:ָׁאכה
ָּֽ ָׁ וְ ַ ָּֽנע ָׁ ֲִ֥שהְעָ֖ ֹודְלִּ מל
hineh bíhêiotó tamím, ló ié'aséh limlajáh; áf ki-ésh ajaláthú vaiejár, vêná'asáh
'ód limlajáh.
He aquí que cuando estaba íntegra, no servía para hacer ningún objeto;
¡cuánto menos podrá servir para hacer algún objeto después que el fuego la
haya abrasado y haya sido consumida!
(6)
הְכא ֲֶשרְעץ־הַ ֵ֨ ֶּגפֶן֙ ְבְעִ֣ץְהַ ַֹ֔יעַרְאֲ שֶ ר־ ָּֽ ַ הו ִֹּ֔ ל ָָׁ֗כןְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְת־ישְבָ֖יְיְ ָּֽרושָׁ ָׁ ָּֽל ִּם
ָּֽ ֶנְתַ ִּ ִ֥תיוְל ָָׁ֖אשְלְאְכלָׁ ָ֑הְכִ֣ןְנ ֹ֔ ַָׁת ִּתיְא
lajén kóh amar adonái IHVÍH, káashér 'etz-hagéfen bê'étz haiá'ar, asher-nêtatív
laésh lêojláh; kén natáti, et-ióshêvéi iêrúshaláim .
'Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim: 'Como a la madera de la vid entre los
árboles del bosque, que eché al fuego para ser consumida, así haré a los
habitantes de Ierushalaim.
636
15-16 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(7)
ְְכי־א ֲִּנִ֣י
ָּֽ ִּ ָ֑֙םְוידַ עתֶ ם
ָּֽ ִּ שְתאכְל
ָּֽ םְמהָׁ ִ֣אשְי ֹ֔ ָָׁׁצאוְוְהָׁ ָ֖א ָּֽ וְ ָׁנָּֽתַ ִּתיְאֶ ת־ ָׁפנַי֙ ְבָׁ ֹ֔ ֶה
:ְשומיְאֶ ת־פָׁנַ ָ֖יְבָׁ ֶ ָּֽהם ִ֥ ִּ ְיה ֹ֔ ָׁוהְב
vênátatí et-panaí bahém, méhaésh iatzáu, vêhaésh tójêlém; vída'tem kí-aní
Adonai, bêsumí et-panái bahém .
Pondré mi rostro contra ellos; salieron del fuego, pero el fuego los devorará. Y
sabréis que soy el Eterno, cuando ponga mi rostro contra ellos.
(8)
ְפ:ְהוה
ָּֽ ִּ ֲלוְמעַלְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ַ ֹ֔ ַןְמע
ִ֣ ָׁ וְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֥תיְאֶ ת־הָׁ ָׁ ָ֖א ֶרץְשְמָׁ ָׁ ָ֑מהְ ִַ֚יע
vênátatí et-haáretz shêmamáh; iá'an má'alu má'al, nêúm adonái IHVÍH .
Dile que así ha dicho el Señor Elohim a Ierushalaim: 'En cuanto a tu origen y
a tu nacimiento, eres de la tierra de los cananeos; tu padre fue un amorreo y tu
madre una hetea.
637
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 16
(4)
ְםְלא־רֻ ַחָ֖צת
ָּֽ ְִּלא־כְ ַ ִ֣רתְשְ ֹ֔רְךְוב ַ ִ֥מי ָּֽ ֙דֹותיִּ ְךְבְיֵ֨ ֹוםְהולֶ דֶ תְאֹותָׁ ְך
ַ ָ֗ ומֹול ָּֽ
:לְלאְח ָׁ ָֻּֽתלְת
ִ֥ ְלאְהֻמ ַֹ֔לחַ תְוְהְח ָ֖ת ִ֣ לְ ִּמש ִּ ָ֑עיְוְהְמ ֵ֨ל ַ֙ח
umóldotáij bêíom hulédet otaj ló-jorát shoréj, uvmáim ló-rujátzt lêmish'í;
vêhomléáj ló humlájat, vêhojtél ló jutálêt.
Y en cuanto a tu nacimiento, el día en que naciste no fue cortado tu cordón
umbilical, ni fuiste lavada con agua por higiene. No fuiste frotada con sal, ni
envuelta en pañales.
(5)
ְןְלע ֲִ֥שֹותְלָׁ ְֵ֛ךְאַ ַחִ֥תְמ ָ֖אלֶהְלְחֻמלָׁ ִ֣הְעָׁלָׁ ָ֑יִּ ְך
ָּֽ ַ ִּא־חסָׁ הְ ָׁע ַָ֜ליִּ ְךְ ַָ֗עי
ָׁ ֵ֨ ל
:ַוָּֽתֻ שלְ ָ֞ ִּכיְאֶ ל־פְניְהַ שָׁ דֶ ה֙ ְבְ ִ֣געַלְנַפ ֹ֔שְךְבְיָ֖ ֹוםְהֻלֶ ִ֥דֶ תְא ָׁ ָּֽתְך
lo-jásah 'aláij 'áin lá'asót láj aját meéleh lêjumláh 'aláij; vátushlêjí el-pênéi
hasadeh bêgó'al nafshéj, bêíom hulédet otáj.
No hubo ojo que te tuviese lástima, para hacer por ti alguna de estas cosas,
teniendo compasión de ti. Al contrario, el día en que naciste, fuiste echada
sobre la superficie del campo con repulsión por tu vida.
(6)
ְבֹוססֶ תְבְדָׁ ָׁ ָ֑מיִּ ְךְוָׁאמַ רְלְָׁך֙ ְבְדָׁ ַ ִ֣מיִּ ְךְח ֲִֹּ֔יי
ָ֖ ֶ ְךְמת
ִּ ו ֶ ָָּֽׁאעֱברְ ָׁע ֵַ֨ליִּ ְך֙ ְָׁוָּֽאֶ ר ֹ֔א
:ו ִָׁ֥אמַ רְלָׁ ְָ֖ךְבְדָׁ ַ ִ֥מיִּ ְךְח ִּ ֲָּֽיי
vaé'evór 'aláij váeréj, mitboséset bêdamáij; vaómar laj bêdamáij jaí, vaómar
láj bêdamáij jaí.
''Pero pasé junto a ti y te vi revolcándote en tu sangre. Y estando tú en tu
sangre, te dije: ¡Vive! Te dije: ¡Sí, vive en tu sangre!
(7)
ְיְבע ִּ ֲִ֣דיְעֲדָׁ ִּיָ֑ים
ָּֽ ַ ְרבָׁ ָ֗ ָׁבהְכְ ֶצמַ חְהַ שָׁ דֶ ה֙ ְנְתַ ֹ֔ ִּתיְךְו ִַּתרבִּ י֙ ְַו ִָּּֽתגדְלִֹּ֔ יְוַתָׁ ָ֖ב ִּא
:שָׁ ַדיִּ םְנ ֵָׁ֨כנו֙ ְושע ִָׁ֣רְךְצִּ ֹ֔מחַ ְוְ ַ ָ֖אתְע ִ֥רםְוְעֶר ָׁיָּֽה
rêvaváh kêtzémaj hasadeh nêtatíj, vatirbí vátigdêlí, vatavói bá'adí 'adaím;
shadáim najónú us'aréj tziméaj, vêát 'eróm vê'eriáh.
''Te hice crecer como la hierba del campo. Creciste, te desarrollaste y llegaste
a la flor de la juventud. Tus pechos se afirmaron, y tu cabello creció; pero
estabas desnuda y descubierta.
(8)
ְיםְוָּֽאֶ פרשְכְנָׁפִּ י֙ ְ ָׁע ַֹ֔ליִּ ְך
ָׁ ְךְוָּֽאֶ ר ָ֗אְךְוְהִּ נהְעִּ תְך֙ ְעִ֣תְד ִֹּ֔ד ָׁ ִּו ֶ ָָּֽׁאע ֱֵ֨ברְ ָׁע ַָ֜לי
ְהוה
ָ֖ ִּ ְךְוָּֽאָׁ ֵ֨בֹואְבִּ ב ִּ ָ֜ריתְא ָ֗ ָׁתְךְנְאֻ ֵ֛םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ָׁ ְךְוָּֽאֶ ָׁ ִ֣ש ַ ָּֽבעְ ְ֠ ָׁל
ָׁ ָׁ ָּֽו ֲאכ ֶַסָ֖הְעֶרְָׁו ָ֑ת
:ְי־לי ָּֽ ִּ ִּו ִּ ַָּֽתהְי
638
16 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
vaé'evór 'aláij váeréj vêhinéh 'itej 'ét dodím, váefrós kênafí 'aláij, váajaséh
'ervatéj; váeshává' láj váavó vivrít otáj nêúm adonái IHVÍH vatíhêi-lí .
Te lavé con agua, limpié la sangre que tenías sobre ti y te ungí con aceite.
(10)
:ְךְמ ִּשי
ָּֽ ֶ שְו ֲאכ ַָ֖ס
ָּֽ ַ שְוָּֽאֶ חבְ ִ֣שְךְבַ ֹ֔ש
ָׁ ְַָ֖ךְתח
ָ֑ ָׁ הְוָּֽאֶ נעֲל
ָׁ ְךְרק ֹ֔ ָׁמ
ִּ יש
ִ֣ ִָּׁוָּֽאַ לב
váalbishéj riqmáh, váen'aléj tájash; váejbêshéj bashésh, váajaséj méshi.
Fuiste adornada con oro y plata; tu vestido era de lino, de seda y de tela
bordada. Comiste harina fina, miel y aceite. Llegaste a ser sumamente bella y
alcanzaste la realeza.
(14)
ְר־שמ ִּתי
ִ֣ ַ ֶואְבהֲדָׁ ִּרי֙ ְאֲש
ָּֽ ַ ילְה
ָ֗ ְָ֤ךְכיְ׀ְכ ִּ ִָׁ֣ל
ִ֣ ִּ ְִָ֑֥ךְשםְבַ ּגֹויִּ ָ֖םְבְיְפי
ֵ֛ ָׁו ֵַ֨יצאְל
:ְהוהָּֽ ִּ ָׁע ַֹ֔ליִּ ְךְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
639
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 16
vaiétze láj shém bagoím bêiofiéj; kí | kalíl hú báhadarí asher-sámti 'aláij, nêúm
adonái IHVÍH .
Tomaste tus vestidos bordados para cubrirlos, y pusiste ante ellos mi aceite y
mi incienso.
(19)
ְְה ֱאכַל ֹ֔ ִּתיְךְונתַ ִּ ִ֧תיהו
ָּֽ ֶ ְ֙ךְסלֶתְו ֶָׁשמֶ ןְודבַ ש ִ֣ וְ לַח ִּמיְ֩אֲשֶ ר־נ ֵ֨ ַָׁת ִּתיְ ָָׁ֜ל
:ְהוה ָּֽ ִּ יחחַ ְוַיֶ ָ֑הִּ יְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ָ֖ ִּיהֵ֛םְלְ ִ֥ריחַ ְנ
ֶ לִּ פנ
640
16 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
''Además de esto, tomaste a tus hijos y a tus hijas que me habías dado a luz, y
los sacrificaste ante ellos para que fuesen consumidos. ¿Eran poca cosa tus
prostituciones?
(21)
:ירְאֹותםְל ֶ ָָּֽׁהם
ָ֖ ָׁ ָ֑יְו ִָּּֽתתְ ֹ֔ ִּניםְבְ ַ ָּֽהע ִּ ֲִ֥ב
ַ ַָׁו ִָּּֽתשח ִּ ֲָ֖טיְאֶ ת־בָׁ נ
vátishjatí et-banái; vátitêním, bêhá'avír otám lahém.
Pues degollaste a mis hijos y los diste para hacerlos pasar por fuego ante ellos.
(22)
ְעוריִּ ְך
ָ֑ ָׁ ְְךְלאְזכרתיְ(זָׁכַ ָ֖רת)ְאֶ ת־יְ ִ֣מיְנ ִ֥ ִּל־תֹועֲב ֵ֨ ַתיִּ ְך֙ ְוְתַ זנ ֹ֔ ַֻתי
ָּֽ ְוְאתְכ
:בֹוססֶ תְבְדָׁ ָ֖מְךְהָׁ ִּ ָּֽיית
ִ֥ ֶ הְמת ִּ ִּ ָּֽבהְיֹותְך֙ ְע ִ֣ירםְוְעֶר ָֹׁ֔י
vêét kol-tó'avotáij vêtaznutáij, ló ZJRTI (zajárt) et-iêméi nê'uráij; bíhêiotej
'eiróm vê'eriáh, mitboséset bêdaméj haít.
641
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 16
(25)
אשְד ֶרְךְבָׁ נִּ ית֙ ָׁ ְָּֽרמָׁ ֹ֔תְךְוַתְ ַ ָּֽתעֲבִּ י֙ ְאֶ ת־יְפְ ֹ֔יְךְוַתְפַשְ ִּ ִ֥קיְאֶ ת־
ֶ ָ֗ ל־ר
ִ֣ ְאֶ ל־כ
:)נותיִּ ְךָּֽ ָׁ ַרגלַ ָ֖יִּ ְךְלְכְל־עֹובָ֑רְוַתַ ר ִּ ָ֖ביְאֶ ת־תזנותךְ(תַ ז
el-kol-rósh dérej banit rámatéj, vatêtá'aví et-iofêiéj, vatêfasêqí et-ragláij lêjol-
'ovér; vatarbí et-TZNVTJ (taznutáij).
''Te prostituiste con los hijos de Egipto, tus vecinos de grandes carnes;
multiplicaste tus prostituciones, provocándome a ira.
(27)
ְאֹותיִּ ְך֙ ְבְנִ֣ ֹות
ַ ֵ֨ ְֶשְשנ
ָּֽ ְךְוָּֽאֶ תְ ָ֞נְךְבְנֶ פ
ָׁ ְךְוָּֽאֶ ג ַ ָ֖רעְח ָֻ֑ק
ָׁ ִּיתיְי ִָּׁדי֙ ְ ָׁע ַֹ֔לי
ִּ וְהִּ ֵ֨נהְנ ִָּׁט
:ֹותְמדַ רכְִ֥ךְז ָׁ ִָּּֽמה
ִּ פְלִּ ש ֹ֔ ִּתיםְהַ נִּ כל ָָׁ֖מ
vêhinéh natíti iadí 'aláij, váegrá' juqéj; váetênéj bênéfesh sónêotáij bênót
pêlishtím, hanijlamót midarkéj zimáh.
642
16 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(30)
ְֶהְמע ֲִ֥שה
ָּֽ ַ ל־אל
ֹ֔ ְָ֑הְבעֲשֹותְך֙ ְאֶ ת־כ
ָּֽ ַ הו
ִּ ָׁמהְ ֲא ֻמלָׁה֙ ְלִּ בָׁ ֹ֔תְךְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְִּא ָׁ ָּֽשה־זֹונָׁ ָ֖הְשַ ָׁ ָּֽלטֶ ת
máh amulah libatéj, nêúm adonái IHVÍH; bá'asotej et-kol-éleh, má'aséh isháh-
zonáh shalátet .
''¡Cuán débil es tu corazón!, dice el Señor Elohim. Porque has hecho todas
estas cosas, obras de una prostituta atrevida,
(31)
ל־ד ֶרְךְוְ ָׁ ָּֽרמָׁ ִ֥תְךְעשיתיְ(ע ִּ ָָׁ֖שית)ְבְכְל־ ֶ ֹ֔ ְנֹותיִּ ְךְּגַבְך֙ ְבְ ִ֣ראשְכ
ַ בִּ ב
:ְר ָ֑חֹובְוְ ָּֽלא־הייתיְ(הָׁ ִּיִ֥ית)ְכַזֹונָׁ ָ֖הְלְקַ לִ֥סְאֶ ת ָׁנָָּֽ֤ן
bivnotáij gabej bêrósh kol-dérej, vêrámatéj 'SITI ('asít) bêjol-rêjóv; vêló-HIITI
(haít) kazonáh lêqalés etnán.
A todas las prostitutas les dan obsequios; en cambio, tú diste regalos a todos
tus amantes y los sobornaste para que vinieran a ti de todas partes para tus
prostituciones.
(34)
ְְךְלאְזונָׁ ָ֑הְוב ִּת ִ֣תְך
ִ֣ ִּנותיִּ ְךְוְ ַ ָּֽאח ַ ֲָ֖רי
ַ ֹ֔ ְֶךְמן־הַ נ ִָּׁשים֙ ְבְתַ ז ִּ י־בְךְהפ ָׁ ֵ֨ ִּוַיה
:ָ֤ןְלאְנִּ תַ ן־לָׁ ְָ֖ךְוַתְ ִּ ִ֥היְלְ ֶ ָּֽהפְֶך
ִ֥ ֵ֛ ַאֶ ת ָָׁ֗נןְוְאֶ תנ
vaihi-váj héfej min-hanashim bêtaznutáij, vêájaráij ló zunáh; uvtitéj etnán
vêetnán ló nitan-láj vatêhí lêhéfej.
(35)
ְפ:ְהוָּֽה
ָׁ הְשמ ִּ ָ֖עיְדְבַ ר־י
ִּ לָׁכִ֣ןְזֹו ָֹׁ֔נ
lajén zonáh, shim'í dêvar-Adonai .
Así ha dicho el Señor Elohim: Por cuanto han sido vertidos tus recursos, ha
sido descubierta tu desnudez en tus prostituciones con tus amantes y con todos
tus ídolos abominables, y les has dado la sangre de tus hijos,
(37)
יהםְוְאת֙ ְכְל־ ֶ ֹ֔ ֲשרְע ַ ִָׁ֣רבתְעֲל ִ֣ ֶ ְ֠ ָׁלכןְהִּ נְ ֵ֨ ִּניְמְקַ בץְאֶ ת־כְל־מְ ַ ָּֽאה ֵ֨ ֲַביִּ ְך֙ ְא
ְְךְמסָׁ ִָּ֗ביב
ִּ ֲִּשרְשָׁ נָ֑אתְוְקִּ בַ צ ִּתיְ֩א ֵ֨ ָׁתםְ ָׁע ַָ֜לי ִ֣ ֶ ֲשרְאָׁ ֹ֔ ַהבתְעַ ָ֖לְכְל־אִ֣ ֶ א
:וְגִּ ל ִּיתיְעֶרוָׁתְך֙ ְאֲל ֹ֔ ֶהםְוְ ָׁר ָ֖אוְאֶ ת־כְל־עֶרו ָָּֽׁתְך
lájen hinêní mêqabétz et-kol-mêáhaváij ashér 'arávt 'aleihém, vêet kol-ashér
ahávt, 'ál kol-ashér sanét; vêqibatztí otám 'aláij misavív vêgileití 'ervatej
alehém, vêraú et-kol-'ervatéj.
por eso, he aquí que voy a reunir a todos tus amantes con quienes tuviste
placer. A todos los que amaste y a todos los que aborreciste, los reuniré contra
ti de los alrededores. Ante ellos descubriré tu desnudez, y verán toda tu
desnudez.
(38)
:יְךְדםְח ָׁ ָ֖מהְוְקִּ נ ָׁ ָּֽאה
ִ֥ ַ תְדםְונתַ ֶ֕ ִּת
ָ֑ ָׁ ְמשפְ ִ֣טיְ ָּֽנא ֲֹ֔פֹותְוְ ָּֽשפְ ָ֖כ
ִּ ֙ושפַט ִּתיְך
ushfattij mishpêtéi nóafót, vêshófêjót dám; untatíj dám jemáh vêqináh.
644
16 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Harán subir contra ti una multitud, quienes te arrojarán piedras y con sus
espadas te harán pedazos.
(41)
ְיםְר ָ֑בֹות
ַ יםְלעינָ֖יְנ ִּ ִָׁ֣ש
ְ שו־בְִ֣ךְשְפ ִָֹּׁ֔ט
ָׁ וְ ָׁ ָּֽש ְרפוְבְ ֵ֨ ַתיִּ ְך֙ ְבָׁ ֹ֔אשְוְ ָׁ ָּֽע
:אְתתְנִּ י־עָּֽ ֹוד
ִּ ָ֤ןְל
ִ֥ ָ֖ ְַמזֹו ָֹׁ֔נהְוְגַם־אֶ תנ
ִּ ֙וְהִּ שבַ ִּתיְך
vêsárêfú votáij baésh, vê'ásu-váj shêfatím, lê'einéi nashím rabót; vêhishbatij
mizonáh, vêgam-etnán ló titêni-'ód.
Quemarán tus casas con fuego y ejecutarán actos justicieros contra ti, ante los
ojos de muchas mujeres. Así haré que dejes de ser una prostituta y que ceses
de dar tú la paga.
(42)
:יְמ ָ֑מְךְוְ ָׁ ִ֣שקַ ט ֹ֔ ִּתיְוְ ִ֥לאְאֶ כעַ ָ֖סְעָּֽ ֹוד
ִּ ְבְךְוְ ָׁ ִ֥ס ָׁרהְקִּ נאָׁ ִּ ָ֖ת
ָׁ ֹ֔ ַ֙וה ִּ ֲָּֽנח ִּ ְתיְחֲמָׁ ִּתי
vahaníjotí jamatí báj, vêsárah qinatí miméj; vêsháqattí, vêló ej'ás 'ód.
645
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 16
''He aquí que todo el que suele usar refranes usará este refrán contra ti,
diciendo: ¡De tal madre, tal hija!
(45)
ְ ְ֙ךְאתְא ֲֶשרְ ָׁ ָּּֽגעֲלו
ַ ָ֗ ֲחֹות
ָ֜ ישּהְובָׁ נֶ ָ֑יהָׁ ַ ְָּֽוא ֲֵ֨חֹותְא ָ֖ ָׁ ֶתְא
ִּ ְךְאתְּגעֶ ִ֥ לַ ֹ֔ ת־א ִ֣מ
ִּ ַב
:יתְואֲבִּ יכֶ ָ֖ןְאֱמ ִּ ָּֽרי
ָּֽ ַ ןְאמְכֶ ִ֣ןְחִּ ֹ֔ ִּת
ִּ יהֶ ֹ֔ יהִ֣ןְובנ ֶ אַ נש
bat-iméj át, go'élet isháĥ uvanéiha; váajót ajotéj át ashér gá'alú ansheihén
uvneihén, imêjén jitít, váavijén emorí.
¡Tú eres hija de tu madre! Ella aborreció a su marido y a sus hijos. Eres
hermana de tus hermanas, que aborrecieron a sus maridos y a sus hijos.
Vuestra madre fue una hetea, y vuestro padre un amorreo.
(46)
ְיֹושבֶ תְעַל־שְמאולְָ֑ך ָ֖ ֶ ַנֹותיהָׁ ְה
ֶ ֹ֔ ְהיאְוב ִ֣ ִּ ֙הְשמְרֹון
ָּֽ ֲָׁחֹותְךְהַ ּגְדֹול
ֵ֨ ַ ָּֽוא
: ָׁנֹותיה
ָּֽ ֶ ימ ֹ֔ינְךְסְ ָ֖דםְוב ִּ ִ֣הְמ ָ֗מְךְהַ יֹושֵֶ֨ בֶ ת֙ ִּ ְָּֽמ
ִּ ֲָׁחֹותְךְהַ קְטַ נ
ָ֞ ַ ָּֽוא
váajotéj hagêdoláh shómêron hí uvnotéiha, haioshévet 'al-sêmovléj; váajotéj
haqêtanáh miméj haioshévet míminéj, sêdóm uvnotéiha.
Tu hermana mayor es Shomrón, la cual con sus hijas habita al norte de ti. Y tu
hermana menor es Sodoma, la cual con sus hijas habita al sur de ti.
(47)
ְִ֣טְקט
ָׁ ֹ֔ ַיהָ֖ןְעשיתיְ(ע ִּ ָָׁ֑שית)ְכִּ מע
ֶ וְלאְבְדַ רכיהֶ ן֙ ְהָׁ ַֹ֔לכתְוכתֹוע ֲָּֽבֹות
:וַתַ ש ִּ ִ֥ח ִּתיְמהָ֖ןְבְכְל־דְ ָׁר ָׁ ָּֽכיִּ ְך
vêló vêdarjeihen halájt, ujto'avóteihén 'SITI ('asít); kim'át qát, vatashjíti mehén
bêjol-dêrajáij.
¡Vivo yo, que tu hermana Sodoma y sus hijas no han hecho como hiciste tú
con tus hijas!, dice el Señor Elohim.
(49)
ְֹוןְשבעַת־ ֶָ֜לחֶ םְוְשַ לוַ ִ֣תְהַ ש ָ֗קט ִּ ֲחֹותְךְּג ֵָׁ֨א
ָ֑ הִּ נה־זֶ ִ֣הְהָׁ ָֹׁ֔יהְעֲוְָ֖ןְסְ ִ֣דםְא
:אְהח ִּ ֱָּֽזיקָׁ ה
ָּֽ ֶ ֹוןְל
ִ֥ ָ֖נֹותיהָׁ ְוְיַד־ע ִָּׁנִ֥יְוְאֶ בי
ֶ ֹ֔ ָׁהיָׁהְלָּׁה֙ ְוְלִּ ב
646
16 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
hineh-zéh haiáh, 'avón sêdóm ajotéj; gaón siv'at-léjem vêshalvát hashqét háiah
laĥ vêlivnotéiha, vêiad-'aní vêevíon ló héjezíqah.
Tú, también, carga con tu afrenta, pues has hecho que el juicio fuese favorable
para tus hermanas; porque los pecados que tú has cometido son más
abominables que los de ellas. ¡Ellas son más justas que tú! Avergüénzate,
pues, tú también y carga con tu afrenta; pues has hecho que tus hermanas
parezcan justas.
(53)
נֹותיהָׁ ְוְאֶ ת־ֶ ֹ֔ וְשַ ב ִּתי֙ ְאֶ ת־שְ ִּ ִ֣בית ֹ֔ ֶהןְאֶ ת־שביתְ(שְבות)ְסְדם֙ ְוב
ְיתיִּ ְך
ָ֖ ַ ִּנֹותיהָׁ ְושביתְ(וש ִ֥בות)ְשְב
ָ֑ ֶ ות)ְשמְ ָ֖רֹוןְוב
ָּֽ שביתְ(שְ ִ֥ב
:תֹוכהְנָׁה
ָּֽ ָׁ ְב
647
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 16
para que cargues con tu afrenta y te avergüences de todo lo que has hecho,
sirviéndoles de consuelo.
(55)
ְָׁ נֹותיהָׁ ְתָׁ ָ֖שבן
ֶ ֹ֔ יהְתָׁ ִ֣שבן ְָׁלְקַ דמָׁ ֹ֔ ָׁתןְוְ ָּֽשמְרֹון֙ ְוב
ָׁ֙ נֹות
ֶ ֵ֨ ֲחֹותיִּ ְךְסְדםְוב ַ ָ֗ ַ ָּֽוא
:נֹותיִּ ְךְתְשֻ ֶבָ֖ינָׁהְלְקַ דמַ ת ֶ ָּֽכן ַ ֹ֔ לְקַ דמָׁ ָׁ ָ֑תןְוְאַ ֙תְוב
váajotáij sêdóm uvnotéihá tashóvna lêqadmatán, vêshómêron uvnotéiha,
tashóvna lêqadmatán; vêat uvnotáij, têshuvéinah lêqadmatjén.
antes que fuese descubierta tu propia maldad? Ahora tú has llegado a ser
como ella, una vergüenza para las hijas de Edom y todos los que la rodean, y
para las hijas de los filisteos, quienes por todos lados te desprecian.
(58)
ְס:ְהוָּֽה
ָׁ אתיםְנְאֻ ָ֖םְי
ָ֑ ִּ ְָׁךְאתְנְש
ִ֣ ַ ֲִּבֹותי
ָ֖ ַ ת־תֹוע
ָּֽ ֶאֶ ת־זִּמָׁ ִ֥תְךְוְא
et-zimatéj vêet-tó'avotáij át nêsatím; nêúm Adonai .
(59)
ְֲשרְע ִּ ָָׁ֑שית
ִ֣ ֶ י)ְאֹותְךְ ַ ָּֽכא
ָ֖ ָׁ ית
ִּ הוהְועשיתְ(וְע ִּ ִָׁ֥ש ִֹּ֔ ִּ ִ֣כיְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְאֲשֶ ר־בָׁ זִּ ִ֥יתְאָׁ לָׁ ָ֖הְלְהָׁ פִ֥רְבְ ִּ ָּֽרית
kí jóh amar adonái IHVÍH, V'SIT (vê'asíti) otáj káashér 'asít; asher-bazít aláh
lêhafér bêrít .
649
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 17
Di que así ha dicho el Señor Elohim: 'Una gran águila de grandes alas, largos
miembros y llena de un plumaje de diversos colores, vino al Líbano y tomó la
copa del cedro.
(4)
ְירְרכְ ִּ ָ֖לים
ָּֽ ל־א ֶרץְכְ ַֹ֔נעַןְבְ ִּ ִ֥ע
ִ֣ ֶ ֶיאהו֙ ְא
ֵ֨ ִּיקֹותיוְקָׁ ָׁ ָ֑טףְוַיב
ָ֖ ָׁ תְראשְיְ ִּ ָּֽנ
ִ֥ ֵ֛א
:שָׁ ָּֽמֹו
ét rósh iêníqotáv qatáf; vaiviéhú el-éretz kêná'an, bê'ír rójêlím samó.
650
17 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(6)
ְֹותְדלִּ יֹותָׁ יו֙ ְא ָֹׁ֔ליו
ָּֽ ָׁ ִ֣תְקֹומהְלִּ פנ
ָׁ ָ֗ ִּ ַוַיִּ צ ֵ֡ ַמחְוַיהִּ יְ֩לְ ֵ֨ ֶגפֶןְס ַ ָ֜רח
ַתְשפל
:ְיוְיהיָ֑ וְוַתְ ִּ ִ֣היְלְ ֹ֔ ֶגפֶןְו ַ ִַ֣תעַשְבַ ִֹּ֔דיםְוַתְשַ לַ ָ֖חְפ ָּֽראות
ָּֽ ִּ וְ ָׁ ָּֽש ָׁר ָׁ ָ֖שיוְתַ ח ָׁ ִ֣ת
vaitzmáj vaihí lêgéfen sorájat shiflát qomáh lifnót dáliotav eláv, vêshárasháv
tajtáv íhíu; vatêhí lêgéfen, vatá'as badím, vatêshaláj poróvt .
Luego creció y se hizo una vid de muchas ramas, aunque de baja altura, para
dirigir sus ramas hacia el águila, de modo que sus raíces estuviesen debajo de
ella. Así llegó a ser una vid, y arrojó renuevos y extendió sus ramas.
(7)
ְב־נֹוצָ֑הְוְהִּ נהְ֩הַ ֵ֨ ֶּגפֶ ןְהַ ָ֜זאת
ָׁ יְנָּֽשֶ ר־אֶ חָׁ ד֙ ְּגָׁדֹ֔ ֹולְּגְ ִ֥דֹולְכְנָׁפַ ָ֖יִּ םְוְ ַר ֶ וַי ִּה
ְּהְמעֲרֻ גָ֖ ֹות
ָּֽ ֹותְאֹות
ָׁ ֹ֔ ה־לֹוְלְהַ ש ִ֣ק
ֹ֔ ְָׁשלח ִּ ִ֧֙הְש ָׁר ֶ ִ֣שיהָׁ ְ ָׁע ָָׁ֗ליוְוְ ָׁ ָּֽדלִּ יֹותָׁ יו
ָּֽ ָׁ ָָׁׁ ָּֽכפְנ
:מַ טָׁ ָׁ ָּֽעּה
vaihí nésher-ejad gadól, gêdól kênafáim vêrav-notzáh; vêhineh hagéfen hazót
káfênáh shárashéiha 'aláv vêdáliotav shiljah-ló, lêhashqót otáĥ, mé'arugót
mata'áĥ.
''Pero surgió otra gran águila, de grandes alas y denso plumaje. Y he aquí que
aquella vid dirigió hacia ella sus raíces y extendió a ella sus ramas desde el
terreno donde estaba plantada, a fin de ser regada.
(8)
ְָׁשאת
ִ֣ ָ֑הְלעֲשֹותְ ָׁענָׁף֙ ְוְל
ָּֽ ַ ָׁיםְהיאְשְתול
ִ֣ ִּ םְר ִּ ָ֖ב
ַ ִּל־מי
ִ֥ ַ ֶהְטֹובְא ֵ֛ ֶל־שד ִ֥ ָׁ ֶא
:יְלהְיָ֖ ֹותְלְגֶ ִ֥ פֶןְאַ ָׁ ָּֽד ֶרתָּֽ ִּ ֶֹ֔פ ִּר
el-sádeh tóv el-máim rabím hí shêtuláh; lá'asót 'anaf vêlasét péri, líhêíot
lêgéfen adáret.
En buen campo, junto a muchas aguas, estaba plantada para que echase ramaje
y llevase fruto, a fin de que fuese una vid espléndida.'
(9)
ת־ש ָׁרשֵֶ֨ יהָׁ ְיְנ ַָ֜תקְוְאֶ ת־
ָּֽ ָׁ ֶָ֖הְתצלָׁ ָ֑חְהֲלֹואְ֩א ִּ הו ִּ רְכהְאָׁ ַ ֵ֛מרְאֲדנָׁ ִ֥יְי ִ֥ א ֱָ֗מ
ְ ֙יבשְוְ ָּֽלא־בִּ זרעְַּגְדֹולָׁה ָׁ ֹ֔ ְת
ִּ ֙קֹוססְוְי ָָׁ֗בשְכְל־טַ רפיְצִּ מחָׁ ּה ִ֣ ְפִּ ריָׁ ִּ֣הְ׀ְי
:ְ ָּׁהְמ ָׁ ָּֽש ָׁר ֶ ָּֽשיה
ִּ ֹותְאֹות
ָ֖ ָׁ ַם־רבְלְמַ ש ִ֥אֹ֔ ָׁ ובע
emór kóh amár adonái IHVÍH titzláj; halo et-shárashéiha iênatéq vêet-piriáĥ |
iêqosés vêiavésh kol-tarpéi tzimjaĥ tivásh, vêló-vizró'a gêdolah uv'am-ráv,
lêmasót otáĥ mishárashéiha .
'Di que así ha dicho el Señor Elohim: '¿Será prosperada? ¿Acaso el águila no
habrá de arrancar sus raíces y echará a perder su fruto, y se secará? Todos sus
651
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 17
He aquí que está plantada; pero, ¿será prosperada? ¿No se secará del todo,
cuando la toque el viento oriental? ¡Sobre el mismo terreno donde creció se
secará!''
(11)
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
'Di a la casa rebelde: '¿No habéis entendido qué significan estas cosas?' Di:
'He aquí que el rey de Babilonia vino a Ierushalaim, tomó a su rey y a sus
magistrados, y los llevó consigo a Babilonia.
(13)
ִּ ְמזֶ ִ֣ ַָ֤רעְהַ מְלו ָֹׁ֔כהְוַיִּ כ ִ֥ר
תְא ָ֖תֹוְבְ ִּ ָ֑ריתְ ַויָׁבאְאתֹו֙ ְבְאָׁ ָֹׁ֔להְוְאֶ ת־ ִּ ֙וַיִּ קַ ח
:אילִ֥יְהָׁ ָׁ ָ֖א ֶרץְל ָׁ ָָּֽׁקח
vaiqaj mizéra' hamêlujáh, vaijrót itó bêrít; vaiavé otó bêaláh, vêet-eiléi haáretz
laqáj.
652
17 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
para que el reino fuera abatido y no volviera a levantarse, para que guardara el
convenio y lo mantuviera.
(15)
ְַם־רב
ָ֑ ָׁ ֹוְסוסיםְוְע
ָ֖ ִּ ִ֥םְלתֶ ת־לָּֽ ָׁ ְִּמצ ַ ֹ֔רי
ִּ ֙ד־בֹוְלִּ שֹלחַ ְמַ לאָׁ כָׁיו ָ֗ ְוַיִּ מר
:הְאלֶהְוְהפִ֥רְבְ ִּ ָ֖ריתְוְנִּ מ ָׁ ָּֽלט ֹ֔ ְהע ִ֣ש ָּֽ ָׁ ֙הֲיִּ צלָׁ חְהֲיִּ מָׁ לט
vaimrod-bó lishlóaj malajav mitzráim, látet-ló susím vê'am-ráv; haitzláj
haimalet há'oséh éleh, vêhefér bêrít vênimlát.
''¡Vivo yo, que morirá en medio de Babilonia, en el lugar donde habita el rey
que le hizo reinar, cuyo juramento menospreció y cuyo convenio con él
rompió!, dice el Señor Elohim.
(17)
ְבְיעֲשֵֶ֨ הְאֹותֹוְפַרעה֙ ְבַ ִּמלחָׁ ֹ֔ ָׁמהְבִּ ש ִ֥פְך
ָּֽ ַ ִ֣לְר
ָ֗ ָׁ וְלאְ֩בְ ֵ֨ ַחיִּ לְּגָׁדָ֜ ֹולְובקָׁ ָׁה
:ֹותְר ָּֽבֹות
ַ ָּֽסלְלָׁ ָ֖הְובִּ בנִ֣ ֹותְדָׁ יָ֑קְלְהַ כ ִּ ָ֖ריתְנְפ ִָׁ֥ש
vêlo vêjáil gadól uvqahál ráv iá'aséh otó far'oh bamiljamáh, bishpój sólêláh
uvivnót daiéq; lêhajrít nêfashót rabót.
653
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 17
(19)
ְיתי
ָ֖ ִּ ֲשרְבָׁ ָֹׁ֔זהְוב ִּר
ִ֣ ֶ אְאל ִָּׁתי֙ ְא
ָּֽ ָׁ ם־ל
ָ֗ ְ֒א
ִּ ןְכה־אָׁ ֵ֨ ַמרְאֲדנָׁ ִ֣יְיהוִּ ה֮ ְחַ י־אָׁ נִּ י
ָּֽ ל ָָׁ֞כ
:ְאשֹו
ָּֽ ֲשרְה ִּ ָ֑פירְונתַ ִּ ָ֖תיוְבְר ִ֣ ֶ א
lajén kóh-amár adonái IHVIH jai-aní im-ló álatí ashér bazáh, uvrití ashér hefír;
untatív bêroshó .
Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim, ¡vivo yo, que traeré sobre su cabeza
mi juramento que menospreció y mi convenio que quebrantó!
(20)
ְיאֹותיהוְבָׁ ָ֗ ֶבלָׁה
ִ֣ ִּ ופ ַרש ִּתיְ ָׁעלָׁיו֙ ְִּרש ֹ֔ ִּתיְוְנִּ תפַ ָ֖שְבִּ מ ָּֽצודָׁ ִּ ָ֑תיְ ַוה ִּ ֲָּֽב
ָּֽ ָׁ
:ַל־בי
ָּֽ ִּ רְמע ָּֽ ָׁ ֲש
ִ֥ ֶ םְמעֲלָ֖ ֹוְא
ָּֽ ַ ָֹׁ֔יְאתֹו֙ ְש
ִּ וְנִּ שפַט ִּת
ufárastí 'alav rishtí, vênitpás bimtzúdatí; vahavíotíhu vavélah vênishpattí itó
shám, má'aló ashér má'al-bí.
Todos sus fugitivos y todas sus tropas caerán a espada, y los que queden serán
esparcidos hacia todos los vientos. Y sabréis que yo, el Eterno, he hablado.'
(22)
ְזְה ָׁר ָׁ ָ֖מהְוְנ ָׁ ָָׁ֑ת ִּתי
ָּֽ ָׁ יְמצַ ֶ ִ֧מ ֶרתְהָׁ ֶ ֵ֛א ֶרִּ ִּיְאנ ָׁ ָ֗ הוהְוְל ַ ִָׁ֣קח ִּת
ִֹּ֔ כהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְיְאנִּ יְעַ ִ֥לְהַ ר־ּג ָָׁ֖בּהַ ְוְתָׁ לָּֽ ול ָׁ ֹ֔ ְרְךְאֶ ק ֹ֔טףְוְשָׁ ַ ִ֣תל ִּת ִ֣ ַ ֙אשְינְקֹותָׁ יו
ָּֽ מר
kóh amar adonái IHVÍH, vêlaqájti áni mitzaméret haérez háramáh vênatáti;
merósh iónêqotav ráj eqtóf, vêshatálti áni, 'ál har-gavóĥa vêtalúl .
654
17-18 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Y así sabrán todos los árboles del campo que yo, el Eterno, eché abajo el árbol
elevado y elevé el árbol bajo; que hice que el árbol verde se secara y que el
árbol seco floreciera. Yo, el Eterno, lo he dicho y lo haré.''
'¿Por qué usáis vosotros este refrán acerca de la tierra de Israel: 'Los padres
comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos sufren la dentera'?
(3)
ְםְעֹודְמְ ֵ֛שלְהַ מָׁ ָׁ ִ֥שלְהַ זֶ ָ֖ה
ָ֗ ם־יה ֵֶ֨יהְ ָׁל ֶָ֜כ
ָּֽ ִּ הְא
ִּ הו
ָ֑ ִּ י־אנִּ יְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ָׁ ֶ֕ ַח
:ְבְיִּ ש ָׁר ָּֽאל
jai-áni nêúm adonái IHVÍH; im-íhiéh lajém 'ód mêshól hamashál hazéh
bêIsraél.
¡Vivo yo, que nunca más habréis de pronunciar este refrán en Israel!, dice el
Señor Elohim.
655
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 18
(4)
ְי־הנָׁהְהַ נֶ ִ֥פֶש
ָ֑ ִּיְהנָׁהְכְנֶ ִ֧פֶשְהָׁ ָׁ ֵ֛אבְוכנֶ ִ֥פֶשְהַ בָ֖ןְל
ֹ֔ ְל
ִ֣ ִּ ֙הןְכְל־הַ נְפָׁשֹות
:אתְהיאְתָׁ ָּֽמות
ִ֥ ִּ הַ ח ָ֖ט
hén kol-hanêfashot lí hénah, kênéfesh haáv ujnéfesh habén li-hénah; hanéfesh
hajotét hí tamút.
He aquí que todas las almas son mías; tanto el alma del padre como el alma
del hijo son mías. El alma que peca, ésa morirá.
(5)
:ְהְמשפָׁ ָ֖טְוצדָׁ ָׁ ָּֽקה
ִּ ָׁש
ִ֥ ָׁ ישְכי־יִּ היֶ ִ֣הְצַ ִּ ָ֑דיקְוְע
ָּֽ ִּ וְ ִּ ָ֖א
vêísh kí-ihiéh tzadíq; vê'asáh mishpát utzdaqáh .
–no come sobre los montes, no alza sus ojos hacia los ídolos de la casa de
Israel, no mancilla a la mujer de su prójimo, no se une a mujer menstruosa,
(7)
ְָ֖הְלאְיִּ ג ָ֑זלְלַחמֹו֙ ְלְ ָׁרעִ֣בְיִּ ֹ֔תן
ִ֣ ְָׁלאְיֹו ֶֹ֔נהְח ֲָּֽבל ִָׁ֥תֹוְחֹוב֙ ְי ֹ֔ ִָּׁשיבְּגְזל
ִ֣ ֙וְ ִּאיש
:ה־בגֶדָּֽ ָׁ ֶוְע ָ֖ירםְיְכַס
vêish ló ionéh, javólató jov iashív, gêzeláh ló igzól; lajmó lêra'év itén,
vê'eiróm iêjaseh-báged.
656
18 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(9)
ְהְיחְ ֶֹ֔יה
ָּֽ ִּ רְלע ֲִ֣שֹותְא ֶ ֱָ֑מתְצַ ִּ ִ֥דיקְהוא֙ ְחָׁ ִ֣י
ָּֽ ַ ְֵ֛ךְומשפ ַ ִָׁ֥טיְשָׁ ַ ָ֖מ
ִּ ֻקֹותיְיְ הַ ל ִ֧ ַ בְח
:ְהוה
ָּֽ ִּ נְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
bêjuqotái iêhaléj umishpatái shamár lá'asót emét; tzadíq hu jaióh íjêiéh, nêúm
adonái IHVÍH .
camina según mis estatutos y guarda mis decretos para actuar de acuerdo con
la verdad–, éste es justo. Éste vivirá, dice el Señor Elohim.
(10)
:חְמאַ ַחָ֖דְמ ָּֽאלֶה
ָּֽ הְא
ָׁ ֹ֔ ְִָׁ֣ךְדםְוְעָׁ ִ֣ש
ָ֑ ָׁ הֹולידְבן־פ ִּ ָָׁ֖ריץְשפ
ִ֥ ִּ ְו
vêholíd ben-parítz shoféj dám; vê'ásah áj, méajád meéleh.
[pero el padre no ha hecho ninguna de estas cosas], y también come sobre los
montes, mancilla a la mujer de su prójimo,
(12)
ְָׁשא
ִ֣ ָׁ לְלאְי ִּ ָָׁ֑שיבְוְאֶ ל־הַ ּגִּ לולִּ ים֙ ְנ
ִ֣ ע ִָּׁניְוְאֶ ביֹון֙ ְהֹו ָֹׁ֔נהְּגְזלִ֣ ֹותְ ָּׁג ָֹׁ֔זלְח ֲָ֖ב
:ָׁשהָּֽ ָׁ יוְתֹוע ָׁבָ֖הְע
ָּֽ עי ָֹׁ֔נ
'aní vêevion honáh, gêzelót gazál, javól ló iashív; vêel-hagilulim nasá 'eináv,
tó'eváh 'asáh.
presta con usura o cobra intereses, ¿vivirá tal hijo? ¡No vivirá! Si hace todas
estas abominaciones, morirá irremisiblemente; su sangre recaerá sobre él.
657
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 18
(14)
ְָׁשהְוַיִּ ר ֶ֕ ֶאהְוְ ִ֥לא
ָ֑ ָׁ ֲשרְע
ִ֣ ֶ ידְבןְ ַו ֶַ֕יראְאֶ ת־כְל־חַ ִ֥טאתְאָׁ ִּ ָ֖ביוְא
ֹ֔ ְהֹול
ִ֣ ִּ ֙וְהִּ נה
:ַ ָּֽיע ֶ ֲָ֖שהְכ ָָּֽׁהן
vêhineh holíd bén, vaiár et-kol-jatót avív ashér 'asáh; vairéh vêló iá'aséh
kahén.
'Pero he aquí que si éste engendra un hijo que ve todos los pecados que su
padre cometió y teme, y no hace cosas como éstas
(15)
ְלאְנָׁשָֹׁ֔ אְאֶ ל־ּגִּ לולָ֖יְבִ֣יתְיִּ ש ָׁר ָ֑אלְאֶ ת־
ִ֣ ְ֙לאְאָׁ ָֹׁ֔כלְוְעינָׁיוִ֣ ַ֙ל־ההָׁ ִּרים
ָּֽ ֶ ע
:אְט ָּֽמא
ִּ ָ֖הוְל
ִ֥ ִ֥אשֶ תְרע
'al-héharim ló ajál, vê'einav ló nasá, el-giluléi béit Israél; et-éshet re'éhu ló
timé.
–no come sobre los montes, no alza sus ojos hacia los ídolos de la casa de
Israel, no mancilla a la mujer de su prójimo,
(16)
ְָ֖הְלאְגָׁזָׁ ָ֑לְלַחמֹו֙ ְלְ ָׁרעִ֣בְנ ֹ֔ ָָׁׁתן
ִ֣ ְָׁ֙לאְחָׁ ֹ֔ ָׁבלְוגזל
ִ֣ ְלאְהֹו ָֹׁ֔נהְחֲבל ִ֣ ֙וְ ִּאיש
:ה־בגֶד
ָּֽ ָׁ ָׁוְע ָ֖רֹוםְכִּ ס
vêish ló honáh, javol ló javál, ugzeláh ló gazál; lajmó lêra'év natán, vê'eróm
kisah-váged.
658
18 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
El alma que peca, ésa morirá. El hijo no cargará con el pecado del padre, ni el
padre cargará con el pecado del hijo. La justicia del justo será sobre él, y la
injusticia del impío será sobre él.
(21)
ְֻקֹותי
ַ ֹ֔ ֲשרְעָׁשָֹׁ֔ הְוְשָׁ מַ ר֙ ְאֶ ת־כְל־ח
ִ֣ ֶ ְמכְל־חַ טאתָׁ ו֙ ְא ִּ ֙עְכיְיָׁשובִּ ָָׁ֗וְ ָׁ ָּֽה ָׁרש
:ָ֖הְלאְי ָָּֽׁמותִ֥ ֶהְיחְי
ָּֽ ִּ הְמשפָׁ ָ֖טְוצדָׁ ָׁ ָ֑קהְחָׁ ִ֥י
ִּ ָׁשִ֥ ָׁ וְע
vêhárashá' kí iashuv mikol-jatotav ashér 'asáh, vêshamar et-kol-juqotái,
vê'asáh mishpát utzdaqáh; jaióh íjêiéh ló iamút.
'Pero si el impío se aparta de todos sus pecados que cometió, guarda todos mis
estatutos y practica la justicia y la misericordia, ciertamente vivirá; no morirá.
(22)
:הְיחְ ֶיָּֽה
ָּֽ ִּ ָׁש
ָ֖ ָׁ הְלאְיִּ ָׁזָּֽכְ ָ֖רוְלָ֑ ֹוְבְצִּ דקָׁ ִ֥תֹוְאֲשֶ ר־ע
ִ֥ ֲָֹׁ֔שרְעָׁש
ִ֣ ֶ כְל־פְשָׁ עָׁיו֙ ְא
kol-pêsha'av ashér 'asáh, ló izájêrú ló; bêtzidqató asher-'asáh íjêiéh.
659
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 18
héjafótz ejpotz mót rashá', nêúm adonái IHVÍH; haló bêshuvó midêrajáv
vêjaiáh.
¿Acaso quiero yo la muerte del impío?, dice el Señor Elohim. ¿No vivirá él, si
se aparta de sus caminos?
(24)
ְָׁשה ִ֧ ָׁ יקְמצִּ דקָׁ תֹו֙ ְוְעָׁ ִ֣שָׁ הְ ָֹׁ֔עוֶלְכְ ֵ֨כלְהַ ָּֽתֹוע ָ֜בֹותְאֲשֶ ר־ע
ִּ וב ֵ֨שובְצַ ִּד
ְאְת ָׁז ַֹ֔כרנָׁהְבְ ַ ָּֽמעֲלִ֧ ֹו
ִּ ְל
ִ֣ ֙עְיע ֶ ֲָ֖שהְו ָָׁׁחָ֑יְכְל־צִּ דק ָׁתוְאֲשֶ ר־עָׁשָׁ ה ָּֽ ַ ָׁ ָּֽה ָׁר ָׁ ֵ֛ש
:אְבִ֥םְי ָָּֽׁמות
ָׁ אתֹוְאֲשֶ ר־חָׁ ָׁ ָ֖ט ִ֥ ָׁאֲשֶ ר־מָׁ עַ ֵ֛לְובחַ ט
uvshúv tzadíq mitzidqató vê'ásah 'ável, kêjól ható'evót asher-'asáh hárashá'
iá'aséh vajái; kol-tzidqotáv asher-'asah ló tizajárnah, bêmá'aló asher-ma'ál
uvjatató asher-jatá bám iamút.
'Sin embargo, decís: 'No es correcto el camino del Señor.' Oíd, oh casa de
Israel: ¿No es correcto mi camino? ¿No son, más bien, vuestros caminos los
incorrectos?
(26)
ְָׁשה
ָ֖ ָׁ יהָ֑םְבְעַולִ֥ ֹוְאֲשֶ ר־ע
ֶ ֶלְומתְעֲל
ִ֣ יקְמצִּ דקָׁ ֵ֛תֹוְוְעָׁ ִ֥שָׁ הְעָׁ ָ֖ ו
ִּ בְשוב־צַ ִּ ִ֧ד
ְס:י ָָּֽׁמות
bêshuv-tzadíq mitzidqató vê'ásah 'ável umét 'aleihém; bê'avló asher-'asáh
iamút.
660
18 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
'Sin embargo, la casa de Israel dice: 'No es correcto el camino del Señor.'
¿Acaso mis caminos son incorrectos, oh casa de Israel? ¿No son, más bien,
vuestros caminos los incorrectos?
(30)
ְהוה
ָ֑ ִּ ְ֩אישְכִּ ד ָׁר ָָׁ֜כיוְאֶ שפטְאֶ תכֶם֙ ְבִ֣יתְיִּ ש ָׁר ֹ֔אלְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֣יְי ִֵּ֨ לָׁכן
:ְְמכְל־פִּ שעי ֶֹ֔כםְוְ ָּֽלא־יִּ היֶ ִ֥הְלָׁכֶ ֵ֛םְלְ ִּמכ ָ֖שֹולְעָׁוְָּֽן
ִּ ֙שובוְוְהָׁ ֵ֨ ִּשיבו
lajen ísh kidrajáv eshpót etjem béit Israél, nêúm adonái IHVÍH; shúvu
vêhashívú mikol-pish'eijém, vêló-ihiéh lajém lêmijshól 'avón .
Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice
el Señor Elohim. Arrepentíos y volved de todas vuestras transgresiones, para
que la iniquidad no os sea causa de tropiezo.
(31)
ְםְוע ֲִ֥שוְלָׁכֶ ֵ֛ם
ָּֽ ַ םְב
ָׁ ֹ֔ ֲשרְפְשַ ע ֶ ִ֣ת ִ֣ ֶ יכוְמעֲלי ֶָ֗כםְאֶ ת־כְל־פִּ שעיכֶם֙ ְא ָּֽ הַ ש ִּ ִ֣ל
:לִ֥בְחָׁ ָׁ ָ֖דשְוְ ִ֣רוחַ ְחֲדָׁ ָׁ ָ֑שהְוְלָׁ ִ֥מָׁ הְתָׁ מֻ ָ֖תוְבִ֥יתְיִּ ש ָׁר ָּֽאל
hashlíju mé'aleijém et-kol-pish'eijem ashér pêsha'tém bám, vá'asú lajém lév
jadásh vêrúaj jadasháh; vêlámah tamútu béit Israél.
661
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 18-19
y di: ''¡Qué madre la tuya! Era una leona en medio de los leones. Tendida
entre los leoncillos criaba sus cachorros.
(3)
ָ֖ ֶ ְִ֥דְמּג ֶ ָֻ֖ריהָׁ ְכְ ִּ ִ֣פירְהָׁ יָׁ ָ֑הְוַיִּ ל ַ ִ֥מדְלִּ טר
:ף־ט ֶרףְאָׁ ָׁ ִ֥דםְאָׁ ָׁ ָּֽכל ִּ ו ַ ֵַ֛ת ַעלְאֶ ָׁח
vatá'al ejád miguréiha kêfír haiáh; vailmád litrof-téref adám ajál.
''Al ver que había aguardado demasiado, y que se había perdido su esperanza,
tomó a otro de sus cachorros y lo puso por león.
(6)
ָ֖ ֶ ְוַיִּ תהַ לְִ֥ךְבְתֹוְך־א ֲָׁריָ֖ ֹותְכְ ִּ ִ֣פירְהָׁ יָׁ ָ֑הְוַיִּל ַ ִ֥מדְלִּ טר
:ף־ט ֶרףְאָׁ ָׁ ִ֥דםְאָׁ ָׁ ָּֽכל
662
19 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
''Tu madre era como una vid en tu viña plantada junto a las aguas. Era
fructífera y llena de ramas a causa de la abundancia de aguas.
(11)
ְִּ֥הְקֹומָׁ ָ֖תֹוְעַל־בִ֣ין
ָּֽ ְמשְלִֹּ֔ יםְו ִַּתג ַב
ָּֽ ֙ל־שבטי ִּ ֶֹותְעזְא ָ֗ ו ִּ ַָּֽיהיו־ ָָׁ֞לּהְמַ ִ֣ט
:ְעֲב ִּ ָ֑תיםְוַי ָׁ ִ֣ראְבְגְב ֹ֔הֹוְבְ ָ֖רבְ ָׁ ָּֽדלִּ י ָׁ ָּֽתיו
663
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 19-20
Ella tenía varas fuertes para cetros de gobernantes. Se elevó su estatura hasta
las nubes; se hizo visible por su altura y por la abundancia de sus ramas.
(12)
ְיםְהֹובישְפִּ ריָׁ ָּ֑הְהִּ ת ָׁ ָּֽפ ְר ִ֧קו
ִ֣ ִּ וַתֻ ַתשְבְחמָׁ ה֙ ְל ָׁ ִָׁ֣א ֶרץְהֻש ָֹׁ֔לכָׁהְוְ ִ֥רוחַ ְהַ קָׁ ִּ ָ֖ד
:ָּ֖הְאשְ ֲאכ ָׁ ָָּֽׁלתְהו
ִ֥ ָׁוְיָׁבֵ֛שוְמַ ִ֥טהְעֻז
vatutásh bêjemah laáretz hushlájah, vêrúaj haqadím hovísh piriáĥ; hitpárêqú
vêiavéshu matéh 'uzáĥ ésh ajalátêhu.
Pero con ira fue arrancada y derribada a tierra. El viento del oriente secó su
fruto; sus varas fuertes fueron quebradas y se secaron. El fuego las consumió.
(13)
:וְע ָׁ ַָ֖תהְשְתולָׁ ִ֣הְבַ ִּמד ָׁבָ֑רְבְ ֶ ָ֖א ֶרץְצִּ יָׁ ִ֥הְוְצָׁ ָׁ ָּֽמא
vê'atáh shêtuláh vamidbár; bêéretz tziáh vêtzamá.
Aconteció en el día 10 del mes quinto del séptimo año que vinieron algunos
hombres de los ancianos de Israel para consultar al Eterno, y se sentaron
delante de mí.
664
20 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(2)
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
'Oh persona, habla a los ancianos de Israel y diles que así ha dicho el Señor
Elohim: '¿Habéis venido para consultarme? ¡Vivo yo, que no seré consultado
por vosotros!', dice el Señor Elohim.
(4)
:יעם
ָּֽ םְה ִֹּוד
ָּֽ ֲבֹות
ָ֖ ָׁ ת־תֹוע ֲִ֥בתְא
ָּֽ ֶה ֲִּתש ִ֣פטְא ֹ֔ ָׁתםְה ֲִּתש ָ֖פֹוטְבֶ ן־אָׁ ָׁ ָ֑דםְא
hatishpót otám, hatishpót ben-adám; et-tó'avót avotám hódi'ém.
¿Quieres juzgarlos tú? ¿Los quieres juzgar tú, persona? Hazles conocer las
abominaciones de sus padres.
(5)
ְלְוָּֽאֶ ָׁ ִ֣שא
ָׁ ְבחְ ִּ ִ֣ריְבְיִּ ש ָׁר ֹ֔א ָּֽ ָׁ ֙םְכה־אָׁ מַ ר֮ ְאֲדנָׁ ִ֣יְיהוִּ הְ֒בְיֹום ָּֽ יה ֶ ָ֗ וְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָׁ ִ֣תְאֲל
ְ ֙םְוָּֽאֶ שֵָׁ֨ אְי ִָּׁדיְלָׁהֶ ם
ָׁ ִּץְמצ ָׁ ָ֑רי ִּ בְו ִָּּֽאו ַ ִָׁ֥דעְל ֶָׁהָ֖םְבְ ֶ ִ֣א ֶר
ָׁ ִ֣יתְיע ֲֹ֔ק
ָּֽ ַ י ִָָּׁ֗דיְלְ ֵֶ֨ז ַרע֙ ְב
:ְיכם ָּֽ ֶ אמרְא ֲִּנָ֖יְיהוָׁ ִ֥הְאֱֹלָּֽ ה ֹ֔ ל
vêámartá aleihém kóh-amar adonái IHVIH bêiom bájorí vêIsraél, váesá iadí
lêzéra' béit Iá’aqóv, váivadá' lahém bêéretz mitzráim; váesá iadí lahem lemór,
aní Adonai elóheijém .
Diles que así ha dicho el Señor Elohim: 'El día que escogí a Israel, alcé mi
mano jurando a la descendencia de la casa de Iaaqov, y me di a conocer a
ellos en la tierra de Egipto. Entonces alcé mi mano jurando y dije: Yo soy el
Eterno vuestro Elohim.
(6)
ְל־א ֶרץ
ֶ ָ֜ ֶץְמצ ָׁ ָ֑ריִּ םְא ִּ יאםְמ ֶ ִ֣א ֶר ָ֖ ָׁ ִּאתיְי ִָּׁדי֙ ְל ֹ֔ ֶָׁהםְלְ ָּֽהֹוצ
ִּ בְַיִ֣ ֹוםְהַ ָ֗הואְנ ָָׁׁש
:ל־הא ֲָׁר ָּֽצֹות
ָּֽ ָׁ ְיְהיאְלְכ ָ֖ ִּ ר־תר ִּתיְל ָ֗ ֶָׁהםְז ַָׁבתְחָׁ לָׁב֙ ְוד ֹ֔ ַבשְצְ ִּ ִ֥ב ִ֣ ַ ֶאֲש
baióm hahú nasáti iadí lahém, lêhótziám meéretz mitzráim; el-éretz asher-tárti
lahém zavát jalav udvásh, tzêví hí lêjol-háaratzót.
665
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 20
Aquel día les alcé mi mano jurando que les sacaría de la tierra de Egipto a la
tierra que había explorado para ellos, que fluye leche y miel y que es la más
hermosa de todas las tierras.
(7)
ִ֥יְמצ ַ ָ֖ריִּ םְאַ ל־
ִּ ישְשקוציְעינָׁיו֙ ְהַ שלִֹּ֔ יכוְובגִּ לול ִּ םְא ִ֣ ִּ ָׁוָּֽא ַ ִ֣מרְאֲל ָ֗ ֶה
:ְיכם
ָּֽ ֶ ִּתטַ ָׁ ָ֑מאוְא ֲִּנָ֖יְיהוָׁ ִ֥הְאֱֹלָּֽ ה
váomár alehém ísh shiqutzéi 'einav hashlíju, uvgiluléi mitzráim al-titamáu; aní
Adonai elóheijém .
Entonces les dije: Arrojé cada uno de sí los ídolos detestables que sus ojos
aman, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy el Eterno vuestro
Elohim.'
(8)
ְְלא
ִ֣ ֙יְעיניהֶ ם ָּֽ ת־שקוצ ִּ ֶיְאישְא ִ֣ ִּ רו־ביְוְלאְאָׁ בו֙ ְלִּ ש ִ֣מעְַא ַֹ֔ל ִָּ֗ ַויַמ
ְיהם
ֶ ָ֗ ָ֑בוְוָּֽא ָ֞ ַמרְלִּ ש ִ֧פְךְחֲמָׁ ִּ ִ֣תיְעֲל
ָׁ ָׁםְלאְעָׁז ִ֣ ִִּ֥יְמצ ַ ָ֖רי
ִּ הִּ שלִֹּ֔ יכוְוְאֶ ת־ּגִּ לול
:ץְמצ ָׁ ָּֽריִּ ם ִּ ֹוְךְא ֶר
ִ֥ ֶ לְכַלֹותְאַ פִּ י֙ ְבָׁ ֹ֔ ֶהםְבְ ָ֖ת
vaiamru-ví vêló avú lishmó'a elái, ísh et-shiqutzéi 'éineihem ló hishlíju, vêet-
giluléi mitzráim ló 'azávu; váomár lishpój jamatí 'aleihém lêjalót apí bahém,
bêtój éretz mitzráim.
Pero actué por causa de mi nombre, para no ser profanado a la vista de las
naciones en medio de las cuales se encontraban, ante cuya vista me di a
conocer al sacarlos de la tierra de Egipto.
(10)
:םְואֲבִּ ָ֖אםְאֶ ל־הַ ִּמד ָׁ ָּֽבר
ָּֽ ָׁ ִּץְמצ ָׁ ָ֑רי
ִּ יאםְמ ֶ ִ֣א ֶר
ָ֖ ִּו ָָּֽׁאֹוצ
vaótziém meéretz mitzráim; váaviém el-hamidbár.
666
20 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(11)
ְרְיע ֶ ֲִ֥שה
ָּֽ ַ ֵֶ֨יְאֹותםְאֲש
ָ֑ ָׁ יְהֹודע ִּת
ִ֣ ַ ת־משפ ַ ָָׁ֖ט
ִּ ֶֻקֹותיְוְא
ַ ֹ֔ ָׁוָּֽאֶ תןְלָׁהֶ ם֙ ְאֶ ת־ח
:םְהאָׁ ָׁ ָ֖דםְו ַָׁחִ֥יְבָׁ ֶ ָּֽהם
ָּֽ ָׁ אֹות
ֵ֛ ָׁ
váetén lahem et-juqotái, vêet-mishpatái hodá'ti otám; ashér iá'aséh otám
háadám vajái bahém.
Les di mis decretos y les hice conocer mis estatutos, los cuales, el hombre que
los cumpla, en ellos vive.
(12)
ְיהָ֑םְל ֶ֕ ַָׁדעַת
ֶ ָ֖יְובינ
ָּֽ םְלהְיִ֣ ֹותְלְ ֹ֔אֹותְב ִּינ
ָּֽ ִּ וְגַ םְאֶ ת־שַ בְתֹותַ י֙ ְנ ַ ִָׁ֣ת ִּתיְל ֹ֔ ֶָׁה
:ְִּ ֵ֛כיְא ֲִּנִ֥יְיהוָׁ ָ֖הְמְקַ דְ ָׁ ָּֽשם
vêgám et-shabêtotaí natáti lahém, líhêíot lêót, beiní uvéineihém; ladá'at kí aní
Adonai mêqadêshám .
También les di mis shabatot para que fueran una señal entre yo y ellos, para
que supieran que yo soy el Eterno, el que los santifico.
(13)
ְת־משפ ַ ִָׁ֣טי
ִּ ֶיְלא־הָׁ ָָׁ֜לכוְוְא ָּֽ ֻקֹות
ַ ֵ֨ יְבית־יִּ ש ָׁר ָ֜אלְבַ ִּמד ָ֗ ָׁברְבְח ָּֽ רו־ב
ִֵּ֨ ַויַמ
ְםְהאָׁ דָׁ ם֙ ְו ַָׁחִ֣יְבָׁ ֹ֔ ֶהםְוְאֶ ת־שַ בְת ַ ָ֖תיְחִּ לְלִ֣ וְמְ ָ֑אד
ָּֽ ָׁ ְ֩יעֲשֵֶ֨ הְא ָׁת ָּֽ ַ מָׁ ָ֗ ָׁאסוְאֲשֶ ר
:ַלֹותם
ָּֽ ָׁ יהֵ֛םְבַ ִּמד ָׁבָ֖רְלְכ ֶ ָׁוָּֽא ָ֞ ַמרְלִּ ש ֵ֨פְךְחֲמָׁ ִּ ִ֧תיְעֲל
vaiamru-ví véit-Israél bamidbár bêjuqotái ló-haláju vêet-mishpatái maásu
asher iá'aséh otám háadam vajái bahém, vêet-shabêtotái jilêlú mêód; váomár
lishpój jamatí 'aleihém bamidbár lêjalotám.
Pero actué por causa de mi nombre, para no ser profanado a vista de las
naciones, ante cuya vista los saqué.
667
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 20
(15)
ְיאְאֹותםְאֶ ל־הָׁ ָׁ ִ֣א ֶרץ
ָׁ ָ֜ אתיְי ִּ ֵָׁ֛דיְל ֶָׁהָ֖םְבַ ִּמד ָׁבָ֑רְלְבִּ ל ִּתיְ֩הָׁ ִֵּ֨ב
ִּ ָׁשִ֧ ָׁ וְגַם־א ָ֗ ֲִּניְנ
:ל־הא ֲָׁר ָּֽצֹות
ָּֽ ָׁ ְיְהיאְלְכ ָ֖ ִּ אֲשֶ ר־נ ָ֗ ַָׁת ִּתיְז ַָׁבתְחָׁ לָׁב֙ ְוד ֹ֔ ַבשְצְ ִּ ִ֥ב
vêgam-aní nasáti iadí lahém bamidbár; lêviltí haví otám el-haáretz asher-natáti
zavát jalav udvásh, tzêví hí lêjol-háaratzót.
A pesar de ello, mi ojo les tuvo lástima, para no destruirlos, y no acabé con
ellos en el desierto.
(18)
ָׁוָּֽא ַמרְאֶ ל־בְניהֶ ם֙ ְבַ ִּמד ֹ֔ ָׁברְבְחוקיְא ֲָּֽבֹותיכֶם֙ ְאַ ל־ת ֹ֔לכוְוְאֶ ת־
:ל־תטַ ָׁ ָּֽמאו
ִּ ַיהָ֖םְא
ֶ ל־תש ָ֑מרוְובגִּ לָּֽ ול
ִּ ַיהָ֖םְא
ֶ ִּמשפְט
váomár el-bêneihem bamidbár, bêjuqéi avóteijem al-teléju, vêet-mishpêteihém
al-tishmóru; uvgilúleihém al-titamáu.
'Y dije a sus hijos en el desierto: 'No andéis según las leyes de vuestros
padres; no guardéis sus decretos, ni os contaminéis con sus ídolos.
(19)
:אֹותם
ָּֽ ָׁ ְוְוע ֲִ֥שו
ָּֽ ַ יְשמ ָ֖ר
ִּ ת־משפ ַ ִָׁ֥ט
ִּ ֶֻקֹותיְלָ֑כוְוְא
ָ֖ ַ אֲנִּ י֙ ְיהוָׁ ִ֣הְאֱֹלָּֽ הי ֶֹ֔כםְבְח
aní Adonai elóheijém, bêjuqotái léju; vêet-mishpatái shimrú vá'asú otám .
Yo soy el Eterno vuestro Elohim. Andad según mis estatutos, guardad mis
decretos y ponedlos por obra.
668
20 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(20)
ְַתְכיְא ֲִּנִ֥יְיהוָׁ ָ֖ה
ֵ֛ ִּ וביני ֶֹ֔כםְל ֶ֕ ַָׁדע
ָּֽ ְתֹותיְקַ ָ֑דשוְוְהָׁ יוְלְאֹות֙ ְבינִּ ִ֣י
ָ֖ ַ ְוְאֶ ת־שַ ב
:ְיכם
ָּֽ ֶ אֱֹלָּֽ ה
vêet-shabêtotái qadéshu; vêhaíu lêot beiní uvéineijém, ladá'at kí aní Adonai
elóheijém .
Santificad mis shabatot, y serán una señal entre mí y vosotros, para que se
sepa que yo soy el Eterno vuestro Elohim.'
(21)
ְיְלא־שְמְ ָ֜רו ָּֽ ת־משפ ֵ֨ ַָׁט
ִּ ֶא־הָׁ לָׁכוְוְא ְ֠ יְל
ָּֽ ֻקֹות
ִ֣ ַ רו־ביְהַ בָׁ ָ֗ ִּניםְבְח ִ֣ ִּ ַויַמ
ְתֹותי
ָ֖ ַ ְםְהאָׁ דָׁ ם֙ ְו ַָׁחִ֣יְבָׁ ֹ֔ ֶהםְאֶ ת־שַ ב ָּֽ ָׁ הְאֹות
ָׁ ְֵֶ֨֩יעֲש
ָּֽ ַ ֹותְאֹותםְאֲשֶ ר
ָׁ ָ֗ ַ ָּֽלע ֲִ֣ש
:יְבָ֖םְבַ ִּמד ָׁ ָּֽבר
ָׁ יהםְלְ ְַכלִ֥ ֹותְאַ ִּ ֵ֛פ ֶ ָ֗ ָ֑לוְוָּֽא ָ֞ ַמרְלִּ ש ִ֧פְךְחֲמָׁ ִּ ִ֣תיְעֲל
ָׁ חִּ ל
vaiamru-ví habaním bêjuqotái ló-hálaju vêet-mishpatái ló-shomêrú lá'asót
otám asher iá'aséh otám háadam vajái bahém, et-shabêtotái jilélu; váomár
lishpój jamatí 'aleihém lêjalót apí bám bamidbár.
'Pero los hijos se rebelaron contra mí. No anduvieron según mis estatutos, ni
guardaron mis decretos poniéndolos por obra, los cuales, el hombre que los
cumpla, por ellos vivirá. Y profanaron mis shabatot, por lo cual dije que
derramaría sobre ellos mi ira para agotar en ellos mi furor en el desierto.
(22)
ְּגֹוים
ִֹּ֔ ַַ ָּֽוה ֲִּש ֵ֨ב ִּתי֙ ְאֶ ת־י ִָֹּׁ֔דיְו ַ ָָׁ֖אעַשְלְ ַ ִ֣מעַןְשְ ִּ ָ֑מיְלְבִּ ל ִּתיְהחלְ֙לְעינִ֣יְה
:יהם
ָּֽ ֶ יְאֹותםְלְ ָּֽעינ
ָ֖ ָׁ ִ֥את
ִּ אֲשֶ ר־הֹוצ
váhashivótí et-iadí, vaá'as lêmá'an shêmí; lêviltí hejel lê'einéi hagoím, asher-
hotzéti otám lê'éineihém.
Pero yo retiré mi mano y actué por causa de mi nombre, para no ser profanado
a vista de las naciones, ante cuya vista los saqué.
(23)
ְּגֹויםְולז ִָׁ֥רֹות
ִֹּ֔ ַאתיְאֶ ת־י ִּ ֵָׁ֛דיְל ֶָׁהָ֖םְבַ ִּמד ָׁבָ֑רְלְהָׁ ִּפיץְאתָׁ ם֙ ְב
ִּ ָׁש ִ֧ ָׁ ּגַם־א ָ֗ ֲִּניְנ
:םְבא ֲָׁר ָּֽצֹות
ָּֽ ָׁ אֹות
ָ֖ ָׁ
gam-aní nasáti et-iadí lahém bamidbár; lêhafítz otam bagoím, ulzarót otám
báaratzót.
También en el desierto les alcé mi mano jurándoles que los dispersaría entre
las naciones y que los esparciría entre los países,
669
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 20
(24)
ְ ֙תֹותיְחִּ לָ֑לוְוְ ַ ָּֽאחֲרי
ָ֖ ַ ְֻקֹותיְמָׁ ֹ֔ ָׁאסוְוְאֶ ת־שַ ב
ִ֣ ַ יְלא־עָׁשו֙ ְוְח ָּֽ ַןְמשפ ַָׁט
ִּ ַָ֜יע
:יהם
ָּֽ ֶ וְעינ
ָּֽ ֲָ֖בֹותםְהָׁ י
ָׁ ֹ֔ ּגִּ לולִ֣יְא
iá'an mishpatái ló-'asú vêjuqotái maásu, vêet-shabêtotái jilélu; vêájareí giluléi
avotám, haíu 'éineihém.
Y cuando hacían pasar por fuego a todo primogénito del vientre, los consideré
impuros, juntamente con sus dones, para desolarlos, a fin de que supiesen que
yo soy el Eterno.
(27)
ְםְכהְאָׁ ַ ָ֖מרְאֲדנָׁ ִ֣י
ִ֥ יה ֶ ֹ֔ ל ָָׁ֞כןְדַ ֵ֨ברְאֶ ל־ביתְיִּ ש ָׁראלְ֙בֶ ן־אָׁ ֹ֔ ָׁדםְוְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָׁ ִ֣תְאֲל
:ְיְמעַל
ָּֽ ָׁ וְאֹותי֙ ְא ֲִ֣בֹותי ֶֹ֔כםְבְ ַ ָּֽמעֲלָׁ ִ֥םְ ִּ ָ֖ב
ִּ ָ֑הְעֹודְזִ֚אתְּגִּ דְפ
ָ֗ הו ִּ י
lajén dabér el-béit israel ben-adám, vêámartá aleihém, kóh amár adonái IHVÍH;
'ód zót gidêfú otí avóteijém, bêmá'alám bí má'al .
'Por tanto, oh persona, habla a la casa de Israel y diles que así ha dicho el
Señor Elohim: 'Aun en esto vuestros padres me afrentaron cuando actuaron
contra mí con infidelidad.'
(28)
ְ֩תְאֹותּהְל ֶָׁהָ֑םְוַיִּ ראו
ָ֖ ָׁ אתי֙ ְאֶ ת־י ִָֹּׁ֔דיְל ִָׁ֥ת ִּ ֵָָׁׁ֨ ָּֽואֲבִּ יאם֙ ְאֶ ל־הָׁ ֹ֔ ָׁא ֶרץְא ֲֶשרְנָׁש
ְ ֙חו־שםְאֶ ת־זִּבחיהֶ ם֙ ְוַיִּ תְנו־שָׁ ם ָׁ ְהְר ָ֜ ָׁמהְוְכְל־עִ֣ץְע ָָׁ֗בתְוַיִּ זב ָׁ כְל־ּגִּ ב ֵָׁ֨ע
יכוְשםְאֶ ת־ ָ֖ ָׁ יהםְ ַוי ִּ ִַ֥ס ֶ ֹ֔ יחֹוח
ִ֣ ִּםְריחַ ְנִ֚ ָָׁ֗כַ ִ֣ עַסְקְרבָׁ ָֹׁ֔נםְ ַוי ִּ ִָׁ֣שימוְש
:יהם
ָּֽ ֶ נִּ סכ
670
20 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
váaviem el-haáretz, ashér nasátí et-iadí, latét otáĥ lahém; vairú jol-giv'áh
ramáh vêjol-'étz 'avót vaizbêju-shám et-zivjeihem vaitênu-sham ká'as
qorbanám, vaiasímu shám réiaj nijójeihém, vaiasíju shám et-niskeihém.
Los llevé a la tierra con respecto a la cual yo había alzado mi mano jurándoles
que les habría de dar, pero ellos vieron toda colina alta y todo árbol frondoso,
y allí sacrificaron sus víctimas y presentaron sus ofrendas que me indignan.
Allí pusieron también su grato olor y allí derramaron sus libaciones.
(29)
ְ ֙יםְשםְוַיִּ קָׁ ראְשְמָׁ ּה
ָ֑ ָׁ םְמהְהַ בָׁ ֹ֔ ָׁמהְאֲשֶ ר־אַ ֶ ִ֥תםְהַ בָׁ ִּ ָ֖א
ִ֣ ָׁ ָׁוָּֽא ַ ִ֣מרְאֲל ֹ֔ ֶה
ְס:בָׁ ֹ֔ ָׁמהְעַ ָ֖דְהַ יִ֥ ֹוםְהַ ֶזָּֽה
váomár alehém, máh habamáh, asher-atém habaím shám; vaiqaré shêmaĥ
bamáh, 'ád haióm hazéh.
Les dije: '¿Qué es este lugar alto adonde vais?' Y fue llamado su nombre
Bamah, hasta el día de hoy.
(30)
ְהוהְהַ בְ ֶ ִ֥ד ֶרְך
ִֹּ֔ ל ָָׁ֞כןְא ֱִ֣מרְ׀ְאֶ ל־בִ֣יתְיִּ ש ָׁר ָ֗אלְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ְס:ְיהָ֖םְאַ ֶ ִ֥תםְז ִּ ָּֽנים ֶ יְש ָּֽקוצִּ א ֲָּֽבֹותיכֶ ָ֖םְאַ ֶ ִ֣תםְנִּ טמְ ִּ ָ֑איםְוְ ַ ָּֽאח ֲִ֥ר
lajén emór | el-béit Israél kóh amar adonái IHVÍH, habêdérej avóteijém atém
nitmêím; vêájaréi shiqútzeihém atém zoním .
'Por tanto, di a los de la casa de Israel que así ha dicho el Señor Elohim: '¿A la
manera de vuestros padres os contamináis vosotros y os prostituís tras sus
ídolos abominables?
(31)
ובִּ ש ִ֣אתְמַ תְ ָּֽנתי ֵֶ֡כםְבְָּֽהַ עֲבִּ ירְ֩בְני ֵֶ֨כםְבָׁ ָ֜אשְאַ תֶ םְ֩נִּ טמְ ִּ ֵ֨איםְלְכְל־
ְי־אנִּ י
ָׁ ָ֗ ֵַ֛יְאדָׁ ִ֥רשְלָׁכֶ ָ֖םְבִ֣יתְיִּ ש ָׁר ָ֑אלְח
ִּ ֹוםְ{ס}ְוא ֲִּנ
ָּֽ ַ ֹּ֔גִּ לָּֽ וליכֶם֙ ְעַד־הַ י
:ְם־אדָׁ ָ֖רשְל ֶ ָָּֽׁכם
ִּ הְא
ִּ הו ִֹּ֔ נְאֻם֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
uvisét matênóteijém bêha'avir bêneijém baésh atem nitmêíím lêjol-gilúleijem
'ad-haióm, {s} váaní idarésh lajém béit Israél; jai-áni nêum adonái IHVÍH, im-
idarésh lajém .
Pues al presentar vuestras ofrendas y hacer pasar por fuego a vuestros hijos, os
habéis contaminado con todos vuestros ídolos, hasta ahora. ¿Y he de ser
consultado por vosotros, oh casa de Israel? ¡Vivo yo, que no seré consultado
por vosotros!, dice el Señor Elohim.
(32)
ְיםְנהְיֶ ה
ָּֽ ִּ םְאמְ ִּ ָ֗ר
ָּֽ ֲשרְ׀ְאַ ֶ ִ֣ת ִ֣ ֶ אְתהְיֶ ָ֑הְא
ָּֽ ִּ ֹוְל
ִ֣ ַָ֖ל־רו ֲח ֶֹ֔כםְהָׁ י
ִ֣ וְ ָׁ ָּֽהעלָׁה֙ ְע
:ֹותְהא ֲָׁר ֹ֔צֹותְלְשָׁ ָ֖רתְעִ֥ץְו ָׁ ָָּֽׁאבֶ ן ָּֽ ָׁ כַּגֹויִּ ם֙ ְכְ ִּמשפְ ִ֣ח
671
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 20
No será como lo habéis pensado. Porque vosotros decís: 'Seamos como las
demás naciones, como las familias de los países, para servir a la madera y a la
piedra.'
(33)
ְם־לאְבְ ֵָׁ֨ידְ ֲחז ָ֜ ָָׁׁקהְובִּ ז ִ֧רֹועְַנְטויָׁ ֵ֛הְובח ָׁ ִ֥מה
ְ֠ הְא
ִּ הוָ֑ ִּ י־אנִּ יְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ָׁ ֶ֕ ַח
:ְיכם ָּֽ ֶ שְפוכָׁ ָ֖הְאֶ מלִ֥ ֹוְךְעֲל
jai-áni nêúm adonái IHVÍH; im-ló bêiád jazaqáh uvizró'a nêtuiáh uvjemáh
shêfujáh emlój 'aleijém .
¡Vivo yo, que con mano fuerte, con brazo extendido y con ira derramada he de
reinar sobre vosotros!, dice el Señor Elohim.
(34)
ְֲשר
ִ֥ ֶ ן־הא ֲָׁר ֹ֔צֹותְא
ִ֣ ָׁ םְמ
ִּ ן־הע ִַֹּ֔מיםְוְקִּ בַ צ ִּ ִ֣תיְאֶ ת ֶֹ֔כ
ִ֣ ָׁ ְמ
ִּ ֙אתיְאֶ תכֶםִּ וְ ָּֽהֹוצ
:פוכהָּֽ ָׁ ְםְבָ֑םְבְיָׁ דְ ֲחזָׁקָׁ ה֙ ְובִּ ז ִ֣רֹועְַנְטו ָֹׁ֔יהְובח ָׁ ָ֖מהְש
ָׁ נְ ָּֽפֹוצ ֶ ָ֖ת
vêhótzetí etjem min-há'amím, vêqibatztí etjém, min-háaratzót, ashér
nêfótzotém bám; bêiád jazaqah uvizró'a nêtuiáh, uvjemáh shêfujáh.
Os traeré al desierto de los pueblos, y allí, cara a cara, entraré en juicio contra
vosotros.
(36)
ְןְאשָׁ פִ֣ט
ִּ םְכ
ִ֚ ִּץְמצ ָׁ ָ֑רי
ִּ ָ֖רְא ֶר
ִ֣ ֶ ַ ָּֽכא ֲֶשרְנִּ ש ֵַ֨פט ִּתי֙ ְאֶ ת־א ֲִ֣בֹותי ֶֹ֔כםְבְ ִּמד ַב
:ְהוה ָּֽ ִּ ִּאתְ ֶֹ֔כםְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
káashér nishpáttí et-avóteijém, bêmidbár éretz mitzráim; kén ishafét itêjém,
nêúm adonái IHVÍH .
673
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 20
bêréiaj nijoáj ertzéh etjem bêhótzií etjem min-há'amím, vêqibatztí etjém, min-
háaratzót, ashér nêfótzotém bám; vêniqdashtí vajém lê'einéi hagoím.
Como grato olor os aceptaré cuando yo os haya sacado de entre los pueblos y
os haya reunido de los países en que estáis dispersados. Entonces en medio de
vosotros seré tratado como santo, ante la vista de las naciones.
(42)
יאיְאֶ תכֶ ָ֖םְאֶ ל־אַ ד ַ ִ֣מתְיִּ ש ָׁר ָ֑אלְאֶ ל־ ִ֥ ִּ ִּהְבהֲב
ָּֽ ַ ִּ ָּֽוידַ עתֶ ם֙ ִּ ְָּֽכי־א ֲִּנִ֣יְיה ֹ֔ ָׁו
:ְיכםָּֽ ֶ תְאֹותּהְ ַלא ֲָּֽבֹות
ָ֖ ָׁ אתי֙ ְאֶ ת־י ִָֹּׁ֔דיְל ִָׁ֥ת ִּ ֵָׁ֨הָׁ ָ֗ ָׁא ֶרץְא ֲֶשרְנָׁש
vída'tem kí-aní Adonai, báhavií etjém el-admát Israél; el-haáretz ashér nasátí
et-iadí, latét otáĥ laavóteijém .
Y sabréis que yo soy el Eterno, cuando por causa de mi nombre yo haga con
vosotros, no según vuestros malos caminos, ni según vuestras perversas obras,
oh casa de Israel', dice el Señor Elohim.
(45)
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
674
20-21 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(46)
ְימנָׁהְוְהַ ָ֖טףְאֶ ל־דָׁ ָ֑רֹוםְוְהִּ נָׁבֵ֛אְאֶ ל־יַ ִ֥עַר
ָׁ ֹ֔ ְד ֶרְךְת
ִ֣ ֶ ֙םְשיםְ ָׁפ ֵֶ֨ניָך
ִּ בֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁד
:הְנָָּֽ֤גֶב
ֶ הַ שָׁ ֶ ָ֖ד
ben-adám sím panéjá dérej teimánah, vêhatéf el-daróm; vêhinavé el-iá'ar
hasadéh négev.
Dirás al bosque del Néguev: 'Escucha la palabra del Eterno; así ha dicho el
Señor Elohim: 'He aquí, yo enciendo fuego en ti, el cual devorará en ti todo
árbol verde y todo árbol seco. La poderosa llama no se apagará, y por causa de
ella todas las caras serán quemadas, desde el Néguev hasta el norte.
(48)
:ְאְתכ ֶ ָּֽבה
ִּ ְל
ָ֖ ָָׁ֖הְבעַר ִּ ָ֑תיה
ָּֽ ִּ ָׁרְכיְא ֲִּנִ֥יְיהו
ֵ֛ ִּ ָֹׁ֔וְ ָׁראו֙ ְכְל־בָׁ ש
vêraú kol-basár, kí aní Adonai bí'artíha; ló tijbéh .
Entonces dije: –¡Ah, Señor Elohim! Ellos dicen de mí: '¿Acaso no es éste el
que anda diciendo parábolas?'
(2)
ל־מקדָׁ ִּ ָ֑שיםְוְהִּ נָׁבָ֖אְאֶ ל־
ִּ ֶםְשיםְ ָׁפ ֵֶ֨ניָך֙ ְאֶ ל־יְ ִ֣רושָׁ ֹ֔ ַל ִּםְוְהַ ָ֖טףְא ִּ בֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁד
:אַ ד ַ ִ֥מתְיִּ ש ָׁר ָּֽאל
ben-adám sím panéjá el-iêrúshaláim, vêhatéf el-miqdashím; vêhinavé el-
admát Israél.
'Oh persona, pon tu rostro hacia Ierushalaim; predica contra los santuarios y
profetiza contra la tierra de Israel.
(3)
ְאתי
ִ֥ ִּ לְכהְאָׁ ַ ִ֣מרְיה ֹ֔ ָׁוהְהִּ נְ ִּנִ֣יְא ַֹ֔ליִּ ְךְוְ ָּֽהֹוצ
ִ֚ וְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָ֞ ָׁתְלְאַ ד ַ ִ֣מתְיִּ ש ָׁר ָ֗א
:ְיְמ ָ֖מְךְצַ ִּ ִ֥דיקְוְ ָׁר ָׁ ָּֽשע
ִּ יְמתַ ע ָׁ ָ֑רּהְוְהִּ כ ַר ִּ ִ֥ת
ִּ חַ ר ִּ ָ֖ב
vêámartá lêadmát Israél kóh amár Adonai, hinêní eláij, vêhótzetí jarbí
mita'ráĥ; vêhijratí miméj tzadíq vêrashá' .
Dirás a la tierra de Israel que así ha dicho el Eterno: 'He aquí que yo estoy
contra ti; sacaré mi espada de su vaina y eliminaré de ti al justo y al impío.
(4)
יְמתַ ע ָׁ ֵ֛רּהְאֶ ל־
ִּ יְמ ָ֖מְךְצַ ִּ ִ֣דיקְוְ ָׁר ָׁ ָ֑שעְ ְ֠ ָׁלכןְת ֵ֨צאְחַ ר ִּ ִ֧ב
ִּ יַ ֵ֛עַןְאֲשֶ ר־הִּ כ ַ ִ֥ר ִּת
:רְמנֶ ִָ֥֤גֶבְצָׁ פָּֽ ֹון
ִּ כְל־בָׁ ָׁ ָ֖ש
iá'an asher-hijráti miméj tzadíq vêrashá'; lájen tetzé jarbí mita'ráĥ el-kol-basár
minégev tzafón.
'Y tú, oh persona, gime con quebrantamiento de corazón; gime con amargura
ante sus ojos.
676
21 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(7)
ִ֣הְכי־
ָּֽ ִּ ָׁהְנאֱנָׁ ָ֑חְוְ ָׁ ָּֽאמַ ר ֵ֡ ָׁתְאֶ ל־שְמוע
ָּֽ ֶ ַל־מהְאַ ָׁ ִ֣ת
ָ֖ ָׁ וְהָׁ יָׁה֙ ִּ ְָּֽכי־יאמ ִ֣רוְא ֶֹ֔ליָךְע
ְ ֙ל־רוחַ ְוְכְל־בִּ ר ֵַ֨כיִּ ם
ָ֗ ְבָׁ ֵ֡ ָׁאהְוְנ ִָׁ֣מסְכְל־לבְ֩וְ ָׁר ֵ֨פוְכְל־י ָ֜ ַָׁדיִּ םְוְ ִּ ָּֽכה ָׁ ֲִ֣תהְכ
ְפ:ְהוה ָּֽ ִּ ָׁהְמיִּ םְהִּ נהְבָׁ אָׁ ה֙ ְוְ ִּ ָּֽנהְ ָֹׁ֔יתָׁ הְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ַ ֹ֔ תלַ ִ֣כנ
vêhaiah kí-iomrú eléja, 'al-máh atáh néenáj; vêámartá el-shêmu'áh jí-vaáh
vênamés kol-lev vêrafú jol-iadáim vêjíhatáh jol-rúaj vêjol-birkáim telájnah
máim, hinéh vaah vêníhêiátah, nêúm adonái IHVÍH .
Y sucederá que cuando te digan: '¿Por qué gimes?', les dirás: 'Por la noticia
que viene, porque todo corazón desfallecerá y todas las manos se debilitarán.
Todo espíritu desmayará, y todas las rodillas se escurrirán como agua. ¡He
aquí que viene, y va a suceder!'', dice el Señor Elohim.
(8)
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
'Oh persona, profetiza y di que así ha dicho el Señor: '¡La espada, la espada
está afilada y pulida también!
(10)
ְהְאֹוְנ ֹ֔ ִָּׁשיש
ִ֣ ְָׁהוחדָׁ הְלְ ַ ָּֽמעַן־הֱיה־לָׁ ִּ֥הְבָׁ ָׁ ָ֖רקְמ ָׁ ָ֑רט
ַ ֹ֔ ְ֙טבַ ח
ֶ ֵ֨ ַלְ ֵ֨ ַמעַןְטְבח
:ל־עץ
ָּֽ ְִ֥שבֶ טְבְ ִּנָ֖יְמ ֶ ִ֥אסֶ תְכ
lêmá'an têvóaj tévaj hujádah, lêmá'an-heieh-láĥ baráq morátah; ó nasís, shévet
bêní moéset kol-'étz.
Está afilada para realizar una matanza, pulida para que tenga resplandor.
¿Hemos de alegrarnos cuando el cetro de mi hijo menosprecia todo consejo?
(11)
ְהְח ֶרב֙ ְוְ ִּ ִ֣היאְמ ָׁ ֹ֔רטָׁ ה
ֶ ֵ֨ ָׁיא־הוחד
ַ ָּֽ ִּ ָׁוַיִּ ִ֥תןְא ָׁ ֵ֛תּהְלְמְר ָׁטָ֖הְלִּ ת ִ֣פשְבַ כ
ָ֑ףְה
:ַד־הֹורג
ָּֽ תְאֹותּהְבְי
ָ֖ ָׁ ל ִָׁ֥ת
vaitén otáĥ lêmortáh litpós bakáf; hí-hujádah jérev vêhí morátah, latét otáĥ
bêiad-horég.
677
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 21
Grita y gime, oh persona, porque ella está contra mi pueblo; ella está contra
todos los gobernantes de Israel. Ellos, juntamente con mi pueblo, son
arrojados a la espada; por tanto, golpea tu muslo.
(13)
ְפ:ְהוה
ָּֽ ִּ אְיהיֶ ָ֑הְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ָּֽ ִּ תְל
ִ֣ ֶַם־שבֶ טְמ ֶ ָ֖אס
ִ֥ הְאם־ּג
ִּ ןְומ
ָׁ ֶ֕ ַיְבח
ֹ֔ ִּ ִ֣כ
kí vójan, umáh im-gam-shévet moéset ló íhiéh; nêúm adonái IHVÍH .
Porque será probado, ¿y qué si ella aún desprecia al cetro? ¡Él dejará de ser!,
dice el Señor Elohim.
(14)
ְישתָׁ ה֙ ְ ֶח ִֶ֣רב
ִּ ֵ֨ ִּלְח ֶרבְשְל
ֶ וְאַ ָׁ ִ֣תהְבֶ ן־אָׁ ֹ֔ ָׁדםְהִּ נ ֶָׁ֕באְוְ ַהְָ֖ךְכַ ִ֣ףְאֶ ל־כָׁ ָ֑ףְוְ ִּתכ ָָׁ֞פ
:יםְהיאְחִֶ֚ ֶרבְחָׁ לָׁ ִ֣לְהַ ּגָׁדֹ֔ ֹולְהַ ח ֶ ָ֖ד ֶרתְל ֶ ָָּֽׁהם
ִָּ֗ ֲִֹּ֔חלָׁל
vêatáh ven-adám, hinavé vêháj káf el-káf; vêtikafél jérev shêlishítah jérev
jalalím, hí jérev jalál hagadól, hajodéret lahém.
678
21 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Yo también golpearé mano contra mano y haré que se asiente mi ira. Yo, el
Eterno, he hablado.'
(18)
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
'Tú, oh persona, traza dos caminos por donde pueda ir la espada del rey de
Babilonia. Ambos caminos han de salir de la misma tierra. Pon al comienzo
de cada camino una señal que conduzca a la ciudad.
(20)
ְהודהְבִּ ָּֽירושָׁ לַ ָ֖ ִּם
ִ֥ ָׁ ְתְר ַבִ֣תְבְנָּֽי־ע ַָ֑מֹוןְוְאֶ ת־י
ַ בְא
ָ֖ ֹואְח ֶר
ֶ ֹ֔ ֶ ִ֣ד ֶרְךְתָׁ ֹ֔ ִּשיםְל ִָׁ֣ב
:צורה ָּֽ ָׁ ְב
dérej tasím, lavó jérev, ét rabát bênéi-'amón; vêet-iêhudáh virúshaláim
bêtzuráh.
Señala el camino por donde vaya la espada contra Rabá de los hijos de Amón,
y contra Iehudá y la fortificada Ierushalaim.
(21)
ל־אםְהַ ָ֗ ֶד ֶרְךְבְ ֵ֛ראשְשְנִ֥יְהַ דְ ָׁר ִּ ָ֖כיםְלִּ קסָׁ ם־ ִ֣ ִֶּ ָּֽכי־ע ֵ֨ ַָׁמדְמֶ לְֶך־בָׁ ָ֜ ֶבלְא
:יםְר ָׁ ָ֖אהְבַ כ ָָּֽׁבד
ָׁ ָׁ ָ֑קסֶ םְקִּ ל ַקלְ ַ ָּֽבחִּ צִּ ים֙ ְשָׁ ַ ִ֣אלְבַ תְ ָׁר ֹ֔ ִּפ
kí-'amád melej-bavél el-ém hadérej bêrósh shênéi hadêrajím liqsam-qásem;
qilqál bájitzim shaál batêrafím, raáh bakavéd.
679
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 21
(22)
ְימינָ֞ ֹוְהָׁ יָׁ ִ֣הְ׀ְהַ ֶ ִ֣קסֶ םְיְ ָּֽרושָׁ ָ֗ ַל ִּםְלָׁשוםְכ ִָּׁרים֙ ְלִּ פתחַ ְפֶה֙ ְבְ ֶ ֹ֔רצַ ח
ִּ ִּ ָּֽב
ְְךְסלְלָׁ ָ֖ה
ָּֽ לְהָׁ ִּ ִ֥ריםְ ָ֖קֹולְבִּ תרועָׁ ָ֑הְלָׁשוםְכ ִָּׁרים֙ ְעַל־שְע ִּ ָֹׁ֔ריםְלִּ ש ִ֥פ
:לִּ בנִ֥ ֹותְדָׁ יָּֽק
bíminó haiáh | haqésem iêrúshaláim lasúm karim liftóaj peh bêrétzaj, lêharím
qól bitru'áh; lasúm karim 'al-shê'arím, lishpój sólêláh livnót daiéq.
Sin embargo, a sus ojos eso parecerá una adivinación mentirosa, por estar
aliados con ellos bajo juramento. Pero él traerá a la memoria la ofensa, a fin
de prenderlos.
(24)
ְןְכה־אָׁ מַ ר֮ ְאֲדנָׁ ִ֣יְיהוִּ הְ֒ ַָ֗יעַןְהַ זכַרכֶם֙ ְעֲוְִ֣נ ֶֹ֔כםְבְהִּ ּגָׁלִ֣ ֹותְפִּ שעי ֶָ֗כם
ָּֽ ל ָָׁ֗כ
ְָ֖ףְתתָׁ ָּֽפשו
ִּ ַלְ ָּֽה ָׁראֹות֙ ְחַ ִ֣טאותי ֶֹ֔כםְבְ ָ֖כלְעֲלִּ ילָּֽ ֹותיכֶ ָ֑םְ ִַ֚יעַןְהִּ זָׁ ִ֣כֶר ֶֹ֔כםְבַ כ
ְפ:
lajén kóh-amar adonái IHVIH iá'an hazkarjem 'avónjém, bêhigalót pish'eijém
lêhéraot jatóvteijém, bêjól 'alilóteijém; iá'an hizájerjém, bakáf titafésu .
Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim: 'Seréis atrapados en sus manos,
porque habéis hecho recordar vuestras ofensas, poniendo al descubierto
vuestras transgresiones, quedando a la vista vuestros pecados en todas
vuestras obras. Porque habéis sido traídos a la memoria, seréis apresados por
su mano.'
(25)
ְס:ןְקץ
ָּֽ ְִִ֥֣אְיֹומֹוְבְעָ֖תְעֲו
ֹ֔ ר־בָׁ ִֶ֣לְרשָֹׁ֔ עְנְ ִּ ָ֖שיאְיִּ ש ָׁר ָ֑אלְאֲש
ָׁ ָׁוְאַ תָׁ ה֙ ְחָׁ ל
vêatah jalál rashá', nêsí Israél; asher-bá iomó, bê'ét 'avón qétz.
'Y tú, profano y malvado gobernante de Israel, cuyo día ha llegado con el
tiempo del castigo final,
680
21 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(26)
ְא־זאת
ֹ֔ הְזאתְל
ִ֣ יםְהעֲטָׁ ָׁ ָ֑ר
ָּֽ ָׁ הוהְהָׁ ִּסיר֙ ְהַ ִּמצ ֶֹ֔נ ֶפתְוְהָׁ ִּ ָ֖ר ִֹּ֔ כהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְהַ שָׁ פָׁ ִ֣ לָׁהְהַ ג ֹ֔בּהַ ְוְהַ ּג ָָׁ֖בּהַ ְהַ ש ִּ ָּֽפיל
kóh amar adonái IHVÍH, hasir hamitznéfet, vêharím há'ataráh; zót lo-zót,
hashafálah hagbéĥa, vêhagavóĥa hashpíl .
'Y tú, oh persona, profetiza y di que así ha dicho el Señor Elohim acerca de
los hijos de Amón y de sus afrentas. Dirás: '¡La espada, la espada está
desenvainada para la matanza, pulida para exterminar y para resplandecer!
(29)
ְְחלְלִ֣י
ָּֽ ַ ְ֙ךְאל־צַ וארי
ָּֽ ֶ תְאֹות
ָׁ ָ֗ ַ ָּֽבחֲזִ֥ ֹותְלְָׁך֙ ְשָֹׁ֔ ואְבִּ קסָׁ ם־לָׁ ְָ֖ךְכָׁזָׁ ָ֑בְל ִָׁ֣ת
:ןְקץ
ָּֽ ְִִ֥֣אְיֹומםְבְעָ֖תְעֲו ָׁ ֹ֔ ר־ב
ָׁ ְֶרשָׁ ֹ֔ ִּעיםְאֲש
bájazót laj sháv, biqsam-láj kazáv; latét otáj él-tzaureí jálêléi rêsha'ím, asher-
bá iomám, bê'ét 'avón qétz.
681
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 21-22
(30)
ְָּֽרֹותיִּ ְךְאֶ ש ִ֥פט
ָ֖ ַ הָׁ ַ ָ֖שבְאֶ ל־תַ ע ָׁ ָ֑רּהְבִּ מ ִ֧קֹוםְאֲשֶ ר־נִּ ב ֵ֛ראתְבְ ֶ ִ֥א ֶרץְמְ ֻכ
:א ָׁ ָּֽתְך
hasháv el-ta'ráĥ; bimqóm asher-nivrét bêéretz mêjúrotáij eshpót otáj.
682
22 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(3)
ְֶתְדםְבְתֹוכָׁ ָּ֖הְל ִָׁ֣בֹואְעִּ ָׁ ָ֑תּה
ֵ֛ ָׁ הְעירְשפֶ ִ֥ כ
ִ֣ ִּ הו ִֹּ֔ וְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָ֗ ָׁתְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְלוליםְעָׁלֶ ָ֖יהָׁ ְלְטְמ ָׁ ָּֽאה ֵ֛ ִּ ִּוְ ָׁ ָּֽעשְ ָׁ ִ֧תהְג
vêámartá kóh amar adonái IHVÍH, 'ír shoféjet dám bêtojáĥ lavó 'itáĥ; vê'ásêtáh
gilulím 'aléiha lêtomáh .
Tú, pues, dirás que así ha dicho el Señor Elohim: '¡Ciudad que derrama sangre
en medio de sí, para que venga su hora, y que se ha hecho ídolos para
contaminarse!
(4)
ְבְדָׁ ֵ֨מְךְאֲשֶ ר־שָׁ ַָ֜פכתְאָׁ שַָ֗ מתְובגִּ לולַ יִּ ְךְאֲשֶ ר־ע ִָּׁשית֙ ְטָׁ ֹ֔מאת
ְַּגֹוים
ִֹּ֔ ַל־כןְנְתַ ִּתיְךְחֶ רפָׁה֙ ְל
ָ֗ נֹותיִּ ְךְע
ָ֑ ָׁ ְוַתַ ק ִּ ִ֣ריבִּ יְי ֹ֔ ַָׁמיִּ ְךְוַתָׁ ָ֖בֹואְעַד־ש
:ל־הא ֲָׁר ָּֽצֹות
ָּֽ ָׁ ְוְקַ ל ָָׁׁסָ֖הְלְכ
bêdaméj asher-shafájt ashámt uvgiluláij asher-'asit tamét, vataqrívi iamáij,
vatavó 'ad-shênotáij; 'al-kén nêtatíj jerpah lagoím, vêqalasáh lêjol-háaratzót.
Eres culpable por la sangre que has derramado, y te has contaminado con los
ídolos que hiciste. Tú has hecho que se acerque tu día y has llegado al término
de tus años. Por tanto, te he entregado como afrenta a las naciones y como
objeto de burla a todos los países.
(5)
ְםְר ַבָ֖ת
ַ סו־בְָ֑ךְטְמ ַ ִ֣אתְהַ ֹ֔ש
ָׁ ְֹותְמ ָ֖מְךְיִּ תקַ ל
ִּ הַ קְר ֵ֛בֹותְוְ ָׁ ָּֽה ְרח ִ֥ק
:הומה
ָּֽ ָׁ ְהַ מ
haqêrovót vêhárêjoqót miméj itqalêsu-váj; têmeát hashém, rabát hamêhumáh.
Los que están cerca y los que están lejos harán burla de ti, ¡oh ciudad de
nombre manchado y de gran confusión!
(6)
:ְָׁך־דם
ָּֽ ָׁ ִ֣יוְבְָ֑ךְלְ ַ ָ֖מעַןְשְפ
ָׁ ֹוְהָׁ ָ֖לְאישְלִּ זרע
ִ֥ ִּ יאיְיִּ ש ָׁר ֹ֔א
ִ֣ הִּ נה֙ ְנְ ִּש
hineh nêsiéi Israél, ísh lizro'ó háiu váj; lêmá'an shêfaj-dám.
''He aquí que los gobernantes de Israel, cada uno según su poder, están en ti
solamente para derramar sangre.
(7)
ְָ֖הְהֹונו
ִ֥ ָׁלוְבְךְלַּגֵ֛רְע ִָׁ֥שוְבַ ָ֖עשֶ קְבְתֹוכְָ֑ךְי ִָׁ֥תֹוםְוְאַ למָׁ נ
ָׁ ֹ֔ ָׁאבְוָׁאם֙ ְה ַ ִ֣ק
:ָׁ ָּֽבְך
áv vaem heqálu váj, lagér 'asú va'ósheq bêtojéj; iatóm vêalmanáh hónu váj.
683
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 22
684
22 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(13)
ְֲשרְהָׁ יָ֖ ו
ִ֥ ֶ ֲשרְ ָׁע ִּ ָ֑שיתְוְ ֵַ֨על־דָׁ ֹ֔מְךְא
ִ֣ ֶ ִ֣יתיְכ ֹ֔ ִַּפיְאֶ ל־בִּ צעְָ֖ךְא
ִּ וְהִּ נה֙ ְהִּ כ
:תֹוכְך
ָּֽ ְב
vêhineh hikéiti japí, el-bitz'éj ashér 'asít; vê'ál-daméj, ashér haíu bêtojéj.
''He aquí que golpeo con mi mano a causa de las ganancias deshonestas que
has conseguido, y a causa de la sangre que hay en medio de ti.
(14)
ְהְאֹותְךְא ֲִּנִ֥י
ָ֑ ָׁ ֲשרְא ֲִּנָ֖יְע ֶ ִ֣ש
ִ֥ ֶ ם־תחֱזַ ִָ֣֤קנָׁהְי ֹ֔ ַָׁדיִּ ְךְ ַלי ִֶָּׁ֕מיםְאָּֽ ֶ ְא ִּ ֙ה ַ ֲָּֽיעֲמדְ לִּ בְך
:ְיתי ִּ ָ֖הְד ַבִ֥ר ִּתיְוְע ִּ ָָּֽׁש
ִּ ָׁיהו
haiá'amód libej im-téjezáqnah iadáij, laiamím ashér aní 'oséh otáj; aní Adonai
dibárti vê'asíti .
¿Estará firme tu corazón? ¿Estarán fuertes tus manos en los días cuando yo
actúe contra ti? Yo, el Eterno, he hablado y lo cumpliré:
(15)
:ְךְמ ָּֽמְך
ִּ ֹותְוה ֲִּתמ ִּ ִ֥תיְטֻמאָׁ ָ֖ת
ָּֽ ַ יְךְבא ֲָׁר ָ֑צ
ָּֽ ָׁ ית
ָ֖ ִּ ּגֹויםְוְ ָּֽז ִָּ֤ר
ִֹּ֔ ַיצֹותיְאֹותָׁ ְך֙ ְב
ִּ ַוה ִּ ֲָּֽפ
vahafítzotí otaj bagoím, vêzéritíj báaratzót; váhatimotí tumatéj miméj.
Te dispersaré entre las naciones y te esparciré por los países. Así eliminaré de
ti tu impureza.
(16)
ְפ:ְהוָּֽה
ָׁ ִ֣יְגֹויָ֑םְוְי ַ ָָׁ֖דעַת ִּ ְָּֽכי־א ֲִּנִ֥יְי
ִּ וְנִּ ַחִ֥לת ְָׁבְָ֖ךְלְעינ
vênijált báj lê'einéi goím; vêiadá'at kí-aní Adonai .
(19)
ְהוהְיַ ֵ֛עַןְהֱיִ֥ ֹותְכֻלְכֶ ָ֖םְלְ ִּס ִּגָ֑יםְלָׁכן֙ ְהִּ נְ ִּנִ֣יְקבִ֣ץ ִֹּ֔ ל ָָׁ֗כןְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְל־תֹוְךְיְ ָּֽרושָׁ ָׁ ָּֽל ִּם
ָ֖ ֶאֶ ת ֶֹ֔כםְא
lajén kóh amar adonái IHVÍH, iá'an heíot kulêjém lêsigím; lajen hinêní qovétz
etjém, el-tój iêrúshaláim .
Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim: 'Ya que todos vosotros os habéis
convertido en escoria, he aquí que por eso yo os junto en medio de
Ierushalaim.
(20)
ל־תֹוְךְכֹ֔ ורְל ַ ָָּֽׁפחַ ת־ ִ֣ ֶףְונחשֶ תְובַ ר ֵֶ֨זלְוְעֹופֶ ֶרתְוב ִּדילְ֙א ְ֠ ֶקְבֻ ִ֣צַ תְ ֵֶ֡כס
ְיְובחֲמָׁ ֹ֔ ִּתיְוְהִּ נַח ִּ ִ֥תיְוְהִּ תַ כ ִּ ָ֖תי
ָּֽ ַ ִ֥יוְאשְלְהַ נ ִּ ָ֑תיְךְכןְאֶ קבץ֙ ְבְאַ ִּ ִ֣פָ֖ ָׁעָׁל
:אֶ ת ֶ ָּֽכם
qêvútzat késef únjoshet uvarzél vê'oféret uvdil el-tój kúr, lafájat-'aláv ésh
lêhantíj; kén eqbotz bêapí uvájamatí, vêhinajtí vêhitajtí etjém.
Como cuando se junta plata, cobre, hierro, plomo y estaño dentro del horno, y
se sopla el fuego para fundirlos, así os juntaré en mi furor y en mi ira. Allí os
colocaré y os fundiré.
(21)
:תֹוכּה
ָּֽ ָׁ ְוְכִּ נַס ִּ ִ֣תיְאֶ ת ֶֹ֔כםְוְ ָׁ ָּֽנפַח ִּ ִ֥תיְעֲליכֶ ָ֖םְבְ ִ֣אשְעֶב ָׁר ִּ ָ֑תיְוְנִּ תַ כ ֶ ָ֖תםְב
vêjinastí etjém, vênáfajtí 'aleijém bêésh 'evratí; vênitajtém bêtojáĥ.
Como se funde la plata dentro del horno, así seréis fundidos dentro de ella. Y
sabréis que yo, el Eterno, he derramado mi ira sobre vosotros.''
(23)
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
686
22 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(24)
ְיאְלאְגֻש ָׁ ָ֖מּהְבְיִ֥ ֹום
ִ֥ הְה
ָ֑ ִּ ץְלאְמְ ָּֽטהָׁ ָׁ ָ֖ר
ִ֥ ְא ֶר
ֶ ֹ֔ ּהְאת
ִ֣ ַ בֶ ן־אָׁ ֶ֕ ָׁדםְאֱמְר־ ֶָׁ֕ל
:ָׁ ָּֽז ַעם
ben-adám emor-láĥ át éretz, ló mêtóharáh hí; ló gushmáĥ bêíom zá'am.
'Oh persona, di a ella: 'Tú eres una tierra no purificada, que no ha sido rociada
con lluvia en el día de la ira.'
(25)
ְףְט ֶרףְנֶ ִ֣פֶשְאָׁ ָָׁ֗כלוְחסֶ ן
ָ֑ ָׁ גְט ָּֽר
ִ֣ יְשֹואָ֖ ּהְכא ִּ ֲִ֥ר
ָּֽ ַ יהְבְתֹו ָֹׁ֔כ
ָׁ֙ יא
ֶ ֵ֨ ִֶּקשֶ רְנְב
:תֹוכּהָּֽ ָׁ ְנֹותיהָׁ ְהִּ ר ִ֥בוְבָ֖ ֶ ְוִּ יקָׁ ר֙ ְיִּ ֹ֔ ָׁקחוְאַ למ
qésher nêviéihá bêtojáĥ, káarí shoég tóréf táref; néfesh ajálu jósen viqar iqáju,
almênotéiha hirbú vêtojáĥ.
Porque en medio de ella hay una conspiración de sus profetas; son como un
león rugiente que arrebata la presa. Devoran a la gente, se apoderan del
patrimonio y de las cosas preciosas, y multiplican sus viudas en medio de
ellos.
(26)
ְְ֙לאְהִּ ב ִֹּ֔דילו ִ֣ ְ֒בין־קדֶ שְלְחל ָּֽ וְקדָׁ שַ י
ָּֽ ָׁ ְִ֣חמְ ִ֣סוְ ָּֽת ָֹׁור ִּתי֮ ְוַיחַ לְל
ָּֽ ָׁ ָָּֽׁכ ֲה ֶָ֜ניה
ְםְוָּֽא ַחָ֖ל
ָׁ יהֶ ֹ֔ ימוְעינ
ָּֽ יעוְומשַ בְתֹותַ י֙ ְהֶ ע ִּ ִ֣ל
ִּ אְהֹוד
ָ֑ ִּ ֹורְל
ִ֣ ובין־הַ טָׁ ִ֥מאְלְטָׁ ָ֖ה
:תֹוכם
ָּֽ ָׁ ְב
kóhanéiha jámêsú tóratí vaijalêlú qádashaí béin-qódesh lêjol ló hivdílu, uvein-
hatamé lêtahór ló hodí'u; umishabêtotaí he'límu 'éineihém, váejál bêtojám.
'Sus magistrados en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa para
derramar sangre y destruir las vidas, a fin de conseguir ganancias deshonestas.
687
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 22
(28)
ְָ֑בְאמְ ִּ ָ֗ריםְכה
ָּֽ ָׁיאיהָׁ ְטָׁ חוְלָׁהֶ ם֙ ְתָׁ ֹ֔פלְחזִּ ִ֣יםְשָֹׁ֔ ואְוְ ָּֽק ְס ִּ ִ֥מיםְל ֶָׁהָ֖םְכָׁז ֶ ָ֗ ִּונב
:ְאְד ָּֽבר
ִּ ָ֖הְל ִ֥ ָׁהְוָּֽיהו
ַ הו ִֹּ֔ אָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
unviéiha tajú lahem tafél, jozím sháv, vêqósêmím lahém kazáv; ómêrím kóh
amar adonái IHVÍH, váAdonai ló dibér .
'Sus profetas les han recubierto con cal. Ven insignificancia y les adivinan
mentira, diciendo: 'Así ha dicho el Señor Elohim', pero el Eterno no ha
hablado.
(29)
ְקוְעשֶ קְוְ ָׁגָָּֽ֤זְלָ֖ וְּגָׁזָ֑לְוְע ִָּׁניְוְאֶ ביֹון֙ ְהֹונֹ֔ וְוְאֶ ת־הַ ּגִ֥ר
ֹ֔ עַ םְהָׁ ֵ֨ ָׁא ֶרץ֙ ְעָׁ ִ֣ש
:אְמש ָׁ ָּֽפט
ִּ ָׁ ָּֽעשְ ָ֖קוְבְ ִ֥ל
'ám haáretz 'áshqu 'ósheq, vêgázêlú gazél; vê'aní vêevion honú, vêet-hagér
'áshêqú bêló mishpát.
Por tanto, derramaré sobre ellos mi indignación; con el fuego de mi ira los
consumiré. Haré recaer su conducta sobre sus propias cabezas', dice el Señor
Elohim.
688
23 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
'Oh persona: Había dos mujeres, que eran hijas de una sola madre.
(3)
ְיהןְוְ ָׁ ִ֣שםְעִּ ֹ֔שו
ֶ ֹ֔ הְמעֲכִ֣ וְשְד
ָּֽ ָׁיהָ֖ןְזָׁנָ֑ וְשִָׁ֚ מ
ֶ ו ִַּתזנֶ ִ֣ינָׁהְבְ ִּמצ ַ ֹ֔ריִּ םְבִּ נעָּֽ ור
:יהן
ָּֽ ֶ דַ ָ֖דיְבְ ָּֽתול
vatiznéinah vêmitzráim, bin'úreihén zanú; shámah mó'ajú shêdeihén, vêshám
'isú, dadéi bêtúleihén.
lêvushéi têjélet pajót usganím, bajúrei jémed kulám; párashím rójêvéi susím.
Con ellos se entregó a la prostitución; todos ellos eran lo más selecto de los
hijos de Asiria. Y se contaminó con todos los ídolos de aquellos por quienes
ardió en deseo.
(8)
ְעוריהָׁ ְוְהִ֥מָׁ ה
ֹ֔ ֶ ְשכְ ִ֣בוְבִּ נ
ָּֽ ָׁ ֙הְכיְאֹותָׁ ּה ִּ ְָׁלאְ ָׁע ָֹׁ֔זב
ִ֣ ְ֙מ ִּמצ ַ ֵ֨ריִּ ם
ִּ ָׁנותיה
ֶ וְאֶ ת־תַ ז
ָ֖ ָׁ עִּ ָ֖שוְדַ ִ֣דיְבְתולֶ ָ֑יהָׁ ְוַיִּ שפְכִ֥ וְתַ ז
: ָׁנותםְע ֶ ָָּֽׁליה
vêet-taznutéiha mimitzráim ló 'azávah, kí otaĥ shájêvú vin'uréiha, vêhémah
'isú dadéi vêtuléiha; vaishpêjú taznutám 'aléiha.
Por tanto, la entregué en mano de sus amantes, en mano de los hijos de Asiria
por quienes ardía en deseo.
(10)
אֹותּהְבַ ֶח ִֶ֣רבְהָׁ ָׁ ָ֑רגוְוַתְהִּ י־
ָ֖ ָׁ חוְו
ְ יהְל ֹ֔ ָָׁׁק
ָׁ֙ נֹות
ֶ ֵ֨ המָׁ ה֮ ְּגִּ לִ֣ וְעֶרוָׁתָׁ ּהְ֒בָׁ נֶ יהָׁ ְוב
ְס:ִ֥שוְבּה ָּֽ ָׁ ָׁפוטיםְע ָ֖ ִּ שם֙ ְ ַלנ ֹ֔ ִָּׁשיםְוש
hemah gilú 'ervataĥ banéiha uvnotéihá laqáju, vêotáĥ bajérev harágu; vatêhi-
shem lanashím, ushfutím 'ásu váĥ.
'Su hermana Oholiba vio esto, pero corrompió su deseo más que la otra; su
lujuria sobrepasó a la de su hermana.
(12)
ְֹולְפ ָׁר ִּ ָ֖שים
ָּֽ ָׁ יְמכ ֹ֔ל
ִּ ֻש
ִ֣ אֶ ל־בְניְ֩אַ ֵ֨שורְ ָׁע ָ֜ ָׁגבָׁ הְפ ֵַ֨חֹותְוסג ִָּׁניםְקְרבִּ ים֙ ְלְב
:יְחָ֖מֶ דְכ ָׁ ָֻּֽלם
ֶ ִ֣יְסוסיםְבַ ִ֥חור ָ֑ ִּ ָּֽרכְב
el-bêneí ashúr 'agávah pajót usganím qêrovim lêvushéi mijlól, párashím
rójêvéi susím; bajúrei jémed kulám.
ceñidas las cinturas con cinturón, con amplios turbantes sobre sus cabezas,
teniendo todos la apariencia de comandantes, a la manera de los hijos de
Babilonia, de Caldea, la tierra de su origen.
(16)
ְיהָ֖ם
ֶ יהָ֖םְלְמַ ר ִ֣אהְעינֶ ָ֑יהָׁ ְו ִַּתשלַ ִ֧חְמַ לאָׁ ִּ ֵ֛כיםְאֲל
ֶ ותעגבְ(וַתַ עּגְ ָׁבִ֥ה)ְעֲל
:כַש ִּ ָּֽדימָׁ ה
691
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 23
Por ellos ardió en deseo con sólo verlos, y les envió mensajeros a Caldea.
(17)
ְנותם
ָ֑ ָׁ וְאֹותּהְבְתַ ז
ָ֖ ָׁ ַוי ֵָׁ֨באוְאלֶ יהָׁ ְבְנָּֽי־בָׁ בֶ לְ֙לְ ִּמשכַ ִ֣בְד ִֹּ֔דיםְוַיטַ מְ ִ֥א
:א־בםְו ִַ֥תקַ עְנַפ ָׁ ָ֖שּהְמ ֶ ָּֽהם
ָׁ ֹ֔ ָׁו ֵ֨ ִַּתטמ
vaiavóu eléiha vênéi-vavel lêmishkáv dodím, vaitamêú otáĥ bêtaznutám;
vatítma-vám, vatéqa' nafsháĥ mehém.
Ardió en deseo por sus amantes, cuyas carnes eran como las de los burros, y
cuya eyaculación era como la de los caballos.
692
23 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(21)
ְֹותְמ ִּמצ ַ ֵ֨ריִּ ם֙ ְדַ ֹ֔ ַדיִּ ְךְלְ ַ ָ֖מעַןְשְ ִ֥די
ִּ עוריִּ ְךְבַ עש
ָ֑ ָׁ ְיְאתְז ַ ִִּ֣מתְנ
ָ֖ ַו ִָּּֽתפקְ ִֹּ֔ד
ְס:עוריִּ ְךָּֽ ָׁ ְנ
vátifqêdí, ét zimát nê'uráij; ba'sót mimitzráim dadáij, lêmá'an shêdéi nê'uráij.
Por tanto, Oholiba, así ha dicho el Eterno: 'He aquí que yo incito contra ti a
tus amantes, de los cuales tu alma ya se ha hastiado. Los traeré contra ti de
todas partes.
(23)
ְורְאֹותם
ָ֑ ָׁ בְנִ֧יְבָׁ ֶבִ֣לְוְכְל־כַש ִָּ֗דיםְפְקֹודְוְ ֵ֨שֹו ֙ ַעְוְ ֹ֔קֹועְַכְל־בְנִ֥יְאַ ָ֖ש
ְִ֥יְסוסים
ָ֖ ִּ יםְרכְב ָּֽ רואִֹּ֔ םְשלִּ ִּשים֙ ְוק
ָּֽ ָׁ יְחמֶ דְפַחֹותְוסגָׁנִּ ים֙ ְ ֻכ ָֹׁ֔ל
ֶ ָ֜ בַ ֵ֨חור
:כ ָׁ ָֻּֽלם
bênéi vavél vêjol-kasdím pêqód vêshó'á vêqó'a, kol-bênéi ashúr otám; bajúrei
jémed pajót usganim kulám, shálishim uqruím, rójêvéi susím kulám.
Los hijos de Babilonia y todos los caldeos; los de Pecod, de Soa y de Coa, y
con ellos todos los hijos de Asiria. Todos ellos jóvenes atractivos,
gobernadores y oficiales, comandantes y hombres notables; todos ellos
montados a caballo.
(24)
ְקֹובע
ַ ֹ֔ ְןְרכֶבְוְגַל ַּגלְ֙ובִּ ק ַהִ֣לְע ִַֹּ֔מיםְצִּ נָׁ הְומָׁ גן֙ ְו ֶ ְֶךְהצ ְ֠ ִּובִ֣אוְ ָׁע ֵַ֡לי
ָׁ
:יהם
ָּֽ ֶ ְמש ָֹׁ֔פטְושפ ָָׁ֖טוְךְבְ ִּמשפְט ִּ ֙י ִּ ִָׁ֥שימוְעָׁלַ ָ֖יִּ ְךְסָׁ ִּ ָ֑ביבְוְ ָׁנָּֽתַ ִּתיְלִּ פניהֶ ם
uváu 'aláij hótzen réjev vêgalgal uviqhál 'amím, tzináh umagen vêqová',
iasímu 'aláij savív; vênátatí lifneihem mishpát, ushfatúj bêmishpêteihém.
693
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 23
(25)
ְיְבְךְוְעָׁשוְאֹותָׁ ְך֙ ְבְח ֹ֔ ָׁמהְאַ פְךְוְאְז ֵַ֨ניִּ ְך֙ ְי ִָֹּׁ֔סירוָׁ ָ֗ וְ ָׁנָּֽתַ ֵ֨ ִּתיְקִּ נאָׁ ָ֜ ִּת
ְְךְתאָׁ כִ֥ל
ָּֽ ית
ָ֖ נֹותיִּ ְך֙ ְיִּ ֹ֔ ָׁקחוְוְ ַ ָּֽאח ֲִּר
ַ ֵ֨ ֹולְהמָׁ הְבָׁ נַ ָ֤יִּ ְךְוב
ָ֗ בְת ָ֑פ
ִּ יתְךְבַ ֶח ִֶ֣ר ָ֖ וְ ַ ָּֽאח ֲִּר
:בָׁ ָּֽאש
vênátatí qinatí báj vê'asú otaj bêjemáh, apéj vêoznáij iasíru, vêájaritéj bajérev
tipól; hémah banáij uvnotáij iqáju, vêájaritéj téajél baésh.
Pondré mi celo contra ti, y te tratarán con furor. Te arrancarán la nariz y las
orejas, y tu descendencia caerá a espada. Tomarán a tus hijos y a tus hijas, y tu
descendencia será devorada por el fuego.
(26)
:ִ֥יְתפאַ ר ָּֽתְך
ִּ וְהִּ פ ִּש ָ֖יטוְךְאֶ ת־בְג ָׁ ָָׁ֑דיִּ ְךְוְ ָׁ ָּֽלקְ ָ֖חוְכְל
vêhifshitúj et-bêgadáij; vêláqêjú kêléi tifartéj.
694
23 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Estas cosas te serán hechas por haberte prostituido tras las naciones, porque te
contaminaste con sus ídolos.
(31)
ְס:יְכֹוסָּ֖הְבְי ָָּֽׁדְך
ָׁ ֲחֹותְךְהָׁ לָׁ ָ֑כתְוְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֥ת
ָ֖ בְ ֶ ִ֥ד ֶרְךְא
bêdérej ajotéj halájt; vênátatí josáĥ bêiadéj.
lajén kóh amar adonái IHVÍH, iá'an shajájat otí, vatashlíji otí ájaréi gavéj;
vêgam-át sêí zimatéj vêet-taznutáij .
Porque han cometido adulterio, y hay sangre en sus manos. Han cometido
adulterio con sus ídolos; y aun a los hijos que me habían dado a luz, los
hicieron pasar por fuego para servirles de alimento.
(38)
ְתֹותי
ָ֖ ַ ְת־מקדָׁ ִּשי֙ ְבַ יִ֣ ֹוםְהַ ֹ֔הואְוְאֶ ת־שַ ב
ִּ ֶיְטמְאוְא
ִּ ִ֣שוְל
ָ֑ ִּ ָֹׁודְזאתְע
ָ֖ ִ֥ע
:חִּ ָּֽללו
'ód zót 'ásu lí; timêú et-miqdashí baióm hahú, vêet-shabêtotái jilélu.
pues habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, en el mismo día entraron en
mi santuario para profanarlo. He aquí, así hicieron dentro de mi casa.
696
23 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(40)
ְ ַיםְממֶ ר ָׁחָ֑קְאֲשֵֶ֨ רְמַ ל ָ֜ ָׁאְךְשָׁ לוח ִּ ְל ֲאנ ֹ֔ ִָּׁשיםְבָׁ ִּ ָ֖א ָּֽ ַ ֙יְתש ֵַ֨לחנָׁה ִּ וְ ָ֗ ַאףְ ִּכ
:יתְע ִּדי
ָּֽ ֶ רְר ַחֵ֛צתְכ ַָׁחִ֥לתְעינַ ָָ֖֤יִּ ְךְוְע ִּ ִָׁ֥ד
ָׁ ֲש
ִ֥ ֶ אוְלא ָּֽ ַ ה־ב ָׁ ֹ֔ אֲליהֶ ם֙ ְוְהִּ נ
vêáf kí tishlájnah láanashím, baím mimerjáq; ashér maláj shalúaj aleihem
vêhineh-váu, láashér rajátzt kajált 'eináij vê'adít 'édi.
Además de esto enviaron a traer unos hombres de lejos, a los cuales se les
había enviado mensajero. Y he aquí que vinieron. Para ellos te lavaste, te
pintaste los ojos y te ataviaste con adornos.
(41)
ְבודהְוְשֻ ל ָׁחִ֥ןְע ָָׁ֖רוְךְלְפָׁנֶ ָ֑יהָׁ ְוקטְ ְר ִּ ִ֥תיְוְשַ מ ִּנָ֖י
ָׁ ֹ֔ ְַל־מ ָׁ ִ֣טהְכ
ִּ וְיָׁשַ ב ֙תְע
: ַָׁ ִ֥שמתְע ֶ ָָּֽׁליה
vêiashavt 'al-mitáh jêvudáh, vêshulján 'arúj lêfanéiha; uqtorêtí vêshamní sámt
'aléiha.
Te sentaste sobre un suntuoso diván delante del cual había una mesa servida, y
sobre ella pusiste mi incienso y mi aceite.
(42)
ְםְמובָׁ ִּ ִ֥איםְסובאים ָּֽ וְ ִ֣קֹולְהָׁ מֹון֮ ְשָׁ לִ֣וְבָׁ ּהְ֒וְאֶ ל־ ֲאנ ִָּׁשים֙ ְמ ִ֣רבְאָׁ ֹ֔ ָׁד
תְתפ ֶ ָ֖א ֶרתְעַל־
ִּ ןְוע ֶ ֲִ֥ט ֶר ֶ ֹ֔ ָ֑רְוָָּֽ֤יִּ תְנוְצְ ִּמ ִּידים֙ ְאֶ ל־יְד
ָּֽ ַ יה ַ ים)ְמ ִּמד ָׁב
ִּ (סבָׁ ִּ ָ֖א
ָּֽ ָׁ
:יהן
ָּֽ ֶ ָׁ ָּֽראש
vêqól hamon shalév vaĥ vêel-anashim meróv adám, múvaím SVVIM (sávaím)
mimidbár; váitênú tzêmidim el-iêdeihén, vá'atéret tiféret 'al-rásheihén.
'Y acerca de la que está desgastada por sus adulterios, dije: '¿Ahora cometerán
adulterio con ella, estando ella así?'
(44)
אוְאל־אָׁ הְלָׁה֙ ְוְאֶ ל־
ָּֽ ֶ ִ֣ןְב
ָׁ ָ֗ ל־א ָׁ ִ֣שהְזֹונָׁ ָ֑הְכ
ִּ ֶַוי ִָׁ֣בֹואְא ֶֹ֔ליהָׁ ְכְ ָ֖בֹואְא
:הְא ָ֖שתְהַ ז ָׁ ִָּּֽמה
ִּ יב
ָׁ ֹ֔ ִָּׁ ִ֣אהְל
vaiavó eléiha, kêvó el-isháh zonáh; kén báu él-aholah vêel-áholiváh, ishót
hazimáh.
697
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 23
Pues vinieron a ella como vienen a una mujer prostituta; así vinieron a Ohola
y Oholiba, mujeres infames.
(45)
ְֹותְומשפַ ָ֖ט
ִּ םְמשפַט֙ ְָּֽנא ֲֹ֔פ
ִּ םְהמָׁ הְיִּ שפְ ִ֣טוְ ָּֽאֹות ֹ֔ ֶהִ֚ יק ִּ ָ֗ ַ ָּֽו ֲאנ ִּ ִָׁ֣שיםְצַ ִּד
ְס:יהןָּֽ ֶ םְביד
ָּֽ ִּ ְהנָׁהְוְ ָׁ ָ֖ד
ֹ֔ ֙יְנאֲפת
ָּֽ םְכ ִּ ֹותְד
ָ֑ ָׁ ִָּֽ֣שפְכ
váanashím tzadiqím hémah ishpêtú óthém, mishpat nóafót, umishpát shófêjót
dám; kí nóafot hénah, vêdám bídeihén.
Pero los hombres justos las condenarán con la sentencia contra las adúlteras, y
con la sentencia contra las que derraman sangre. Porque son adúlteras, y hay
sangre en sus manos.
(46)
ְָ֑הְהעֲלהְעֲליהֶ ם֙ ְקָׁ ֹ֔ ָׁהלְוְנ ִָׁ֥תןְאֶ ת ֶהָ֖ןְלְ ַ ָּֽזעֲוָׁ ִ֥ה
ָּֽ ַ הו
ִּ יְכהְאָׁ ַ ָ֖מרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ִ֥ ִּ ֵ֛כ
:ְוְל ַ ָָּֽׁבז
kí kóh amár adonái IHVÍH; há'aléh 'aleihem qahál, vênatón ethén lêzá'aváh
vêlaváz .
'Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim: 'Hágase que suba contra ellas la
asamblea, y sean entregadas al terror y al pillaje.
(47)
ְ ֙יהםְובנָּֽ ֹותיהֶ ם
ֶ בֹותםְבְנ
ָ֑ ָׁ אְאֹות ֶהָ֖ןְבְחַ ר
ָּֽ ִ֥ןְאבֶ ן֙ ְקָׁ ֹ֔ ָׁהלְובָׁ ִ֥ר
ֶ ֵ֨ יהֶ וְ ָׁ ָּֽרגְ ֵ֨מוְעֲל
:יהָ֖ןְבָׁ ִ֥אשְיִּ ש ָּֽרפו ֶ גוְובת
ָּֽ ָׁ ַ ָּֽיה ֲֹ֔ר
vêrágêmú 'aleihén éven qahál, uvaré óthén bêjarvotám; bêneihém uvnóteihem
iáharógu, uváteihén baésh isrófu.
La asamblea las apedreará y con sus espadas las eliminará. Matarán a sus hijos
y a sus hijas, e incendiarán sus casas con fuego.'
(48)
ְאְתע ֶ ֲָ֖שינָׁה
ָּֽ ַ הְמן־הָׁ ָׁ ָ֑א ֶרץְוְנִּ וַסְרו֙ ְכְל־הַ נ ֹ֔ ִָּׁשיםְוְ ִ֥ל
ִּ וְהִּ שבַ ִּ ִ֥תיְז ָׁ ִָּ֖מ
:כְזִּמַ ת ֶ ָּֽכנָׁה
vêhishbatí zimáh min-haáretz; vênivasêrú kol-hanashím, vêló tá'aséinah
kêzimatjénah.
Así haré cesar en la tierra la infamia. Todas las mujeres quedarán advertidas y
no cometerán infamia como vosotras.
(49)
ְםְכיְא ֲִּנָ֖י
ִ֥ ִּ ָׁהְוידַ ע ֶ֕ ֶת
ָּֽ ִּ ָ֖ןְת ֶ ָ֑שאינ
ִּ ֶןְוחֲטָׁ ִ֥איְגִּ לָּֽ וליכ
ָּֽ ַ וְ ָׁנָּֽתְנוְ זִּמַ ת ֵֶ֨כנָׁה֙ ְעֲלי ֶֹ֔כ
ְפ:ְהוה ָּֽ ִּ אֲדנָׁ ִ֥יְי
698
23-24 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Yo haré que vuestra infamia recaiga sobre vosotras mismas, y cargaréis con
los pecados de vuestra idolatría. Y sabréis que yo soy el Señor Elohim.'
Aconteció en el día 10 del mes décimo del noveno año que vino a mí la
palabra del Eterno, diciendo:
(2)
ְת־שםְהַ יֹ֔ ֹוםְאֶ ת־עֶ ָ֖צֶ םְהַ יִ֣ ֹוםְהַ זֶ ָ֑ה ִ֣ ֶבֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁדםְכתוב־ְ(כְתְב־)ְלְָך֙ ְא
:ְךְמלְֶך־בָׁ בֶ לְ֙אֶ ל־יְ ִ֣רושָׁ ֹ֔ ַל ִּםְבְעֶ ָ֖צֶ םְהַ יִ֥ ֹוםְהַ ֶזָּֽה
ָּֽ ֶ סָׁ ַמ
ben-adám JTVV- (kêtov-) lêjá et-shém haióm, et-'étzem haióm hazéh; samáj
mélej-bavel el-iêrúshaláim, bê'étzem haióm hazéh.
'Oh persona, escribe para ti la fecha de hoy, este mismo día. El rey de
Babilonia se ha lanzado contra Ierushalaim en este mismo día.
(3)
ְהוה
ָ֑ ִּ םְכהְאָׁ ַ ָ֖מרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ִ֥ יה
ֶ ֹ֔ ומשלְאֶ ל־בית־הַ ֵ֨ ֶמ ִּרי֙ ְמָׁ שָֹׁ֔ לְוְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָׁ ִ֣תְאֲל
:ְֹוְמיִּ םָּֽ ָׁ קְב ָ֖ שְפתְהַ ִּסיר֙ ְשְ ֹ֔פתְוְגַם־יְ ִ֥צ
umshól el-beit-hamérí mashál, vêámartá aleihém, kóh amár adonái IHVÍH;
shêfót hasir shêfót, vêgam-iêtzóq bó máim .
'Presenta a la casa rebelde una alegoría, y diles que así ha dicho el Señor
Elohim: 'Pon la olla; ponla y echa agua en ella.
(4)
:ףְמב ַחִ֥רְעֲצָׁ ִּ ָ֖מיםְמַ ָּֽלא
ִּ חְטֹובְי ִָׁ֣רְךְוְכ ָָׁ֑ת
ָ֖ ַיהְא ֶֹ֔ליהָׁ ְכְל־נִ֥ת
ָׁ֙ אֱסףְנְתָׁ ֵ֨ ֶח
esóf nêtajéihá eléiha, kol-nétaj tóv iaréj vêjatéf; mivjár 'atzamím malé.
699
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 24
(5)
חְרתָׁ ֹ֔ ֶחיהָׁ ְּגַם־
ְ ורְהעֲצָׁ ִּ ָ֖מיםְתַ ח ֶ ָ֑תיהָׁ ְַר ַ ִ֣ת
ָּֽ ָׁ ֵ֛םְד
ִ֥ ִַּמב ַחרְהַ צאן֙ ְל ָֹׁ֔קֹוחַ ְוְג
ְס:תֹוכּה
ָּֽ ָׁ ְָׁ ָּֽבשְלִ֥ וְעֲצָׁ ֶ ָ֖מיהָׁ ְב
mivjár hatzon laqóaj, vêgám dúr há'atzamím tajtéiha; ratáj rêtajéiha, gam-
báshêlú 'atzaméiha bêtojáĥ.
toma lo mejor del rebaño. Amontona la leña debajo de ella; haz hervir sus
pedazos y cocina los huesos dentro de ella.'
(6)
ְֲשרְחֶ לאָׁ ָׁ ִ֣תה ִ֣ ֶ ְ֒סירְא ִּ ִ֚ ְעירְהַ דָׁ ִּמים ִ֣ ִּ ֮הוהְאֹוי ִָּ֗ ןְכה־אָׁ ַ ִ֣מרְ׀ְאֲדנָׁ ִ֣יְי ָּֽ ל ָָׁ֞כ
ְּהְלא־נָׁפַ ִ֥ל
ָּֽ יא
ָׁ ֹ֔ ִּיה ְָּֽהֹוצ
ָׁ֙ הְמ ֶ ָ֑מנָׁהְלִּ נתָׁ ֶחיהָׁ ְלִּ נתָׁ ֵ֨ ֶח ִּ אְיָּֽצְ ָׁ ָ֖א
ָׁ ּהְל
ִ֥ ֹ֔ ָׁבּהְוְ ֵ֨ ֶחלאָׁ ֹ֔ ָׁת
:ְְּגֹורל
ָּֽ ָׁ ָׁעָׁלֶ ָ֖יה
lajén kóh-amár | adonái IHVÍH oí 'ír hadamim sír ashér jelatáh váĥ, vêjélatáĥ,
ló iátzêáh miménah; lintajéiha lintajéihá hótziáĥ, ló-nafál 'aléiha gorál .
Para hacer que mi ira suba y tome venganza, he puesto su sangre sobre la roca
desnuda, para que no sea cubierta.'
(9)
ְֹויְעירְהַ דָׁ ִּ ָ֑מיםְּגַם־א ֲִּנָ֖יְאַ ג ִּ ִ֥דיל
ִ֣ ִּ הְא
ָ֖ הו
ִֹּ֔ ל ָָׁ֗כןְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:דורה
ָּֽ ָׁ ְהַ מ
lajén kóh amar adonái IHVÍH, ói 'ír hadamím; gam-aní agdíl hamêduráh .
700
24 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim: '¡Ay de la ciudad sanguinaria, pues yo
también agrandaré la hoguera!
(10)
ְהְהעצִּ ים֙ ְהַ דלִ֣קְהָׁ ֹ֔אשְהָׁ ָ֖תםְהַ בָׁ ָׁ ָ֑שרְוְהַ רקַ ח֙ ְהַ מֶ רקָׁ ֹ֔ ָׁחה
ָּֽ ָׁ הַ רב
:וְ ָׁ ָּֽהעֲצָׁ ָ֖מֹותְי ָׁ ָּֽחרו
harbéh há'etzim hadléq haésh, hatém habasár; vêharqaj hamerqajáh,
vêhá'atzamót iejáru.
Amontona la leña, enciende el fuego, alista la carne, vacía el caldo, y que los
huesos sean carbonizados.
(11)
ְַל־ּגָּֽחָׁ לֶ ָ֖יהָׁ ְר ָׁ ָ֑קהְלְ ֵ֨ ַמעַןְת ָ֜ ַחםְ ְו ָׁח ִָׁ֣רהְנְחֻש ָ֗ ָׁתּהְוְנִּ תְכָׁ ה
ֶ ידהָׁ ְע
ִ֥ ֶ וְ ַ ָּֽהע ֲִּמ
:ּהְת ֻתָ֖םְחֶ לאָׁ ָׁ ָּֽתּה ִּ בְתֹוכָּׁה֙ ְטֻמאָׁ ֹ֔ ָׁת
vêhá'amidéha 'al-géjaléiha reqáh; lêmá'an tejám vêjárah nêjushtáĥ vênitêjáh
vêtojaĥ tumatáĥ, titúm jelatáĥ.
Luego pon la olla vacía sobre las brasas, para que se caliente y arda su bronce,
con el fin de que en ella sea fundida su inmundicia y desaparezca su
herrumbre.'
(12)
:אְמ ֵ֨ ֶמנָׁה֙ ְַר ַבִ֣תְחֶ לאָׁ ֹ֔ ָׁתּהְבְ ָ֖אשְחֶ לאָׁ ָׁ ָּֽתּה
ִּ תְא ִֻּנָ֖יםְהֶ ל ָׁ ָ֑אתְוְ ָּֽלא־תצ
têuním helát; vêló-tetzé miménah rabát jelatáĥ, bêésh jelatáĥ.
'En vano son los esfuerzos. Su mucha herrumbre no sale de ella; su herrumbre
no sale ni con fuego.
(13)
אְתטה ֲִּרי־
ִּ ְל
ִ֣ ְ֙מטֻמאָׁ תְך
ִּ ַןְטהַ ר ִּתיְך֙ ְוְ ִ֣לאְטָׁ ֹ֔ ַהרת ָּֽ ִּ בְטֻמאָׁ ָ֖תְךְז ָׁ ִָּ֑מהְיַ ע
:יְבְך ָּֽ ָׁ יחיְאֶ ת־חֲמָׁ ִּ ָ֖ת ִ֥ ִּ ִֹּ֔עֹודְעַד־הֲנ
bêtumatéj zimáh; iá'an tíhartij vêló tahárt, mitumatej ló tithari-'ód, 'ad-hanijí
et-jamatí báj.
701
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 24
–Oh persona, he aquí que yo te quito de golpe la delicia de tus ojos. Pero tú no
harás duelo ni llorarás, ni correrán tus lágrimas.
(17)
ְא־תעֲשֶֹ֔ הְפְ ָּֽא ְרָך֙ ְח ֲִ֣בֹושְ ָׁע ֶֹ֔ליָךְונעָׁלֶ ָ֖יָך
ָּֽ ַ ְאבֶ לְל
ִ֣ ִ֣֙קְ׀ְדםְמ ִּתים
ָ֗ ָּֽהאָׁ נ
:אכל ָּֽ יםְלאְת ִ֥ תָׁ ִּ ִ֣שיםְבְ ַרגלֶ ָ֑יָךְוְלאְתַ עטֶ ה֙ ְעַל־שָׁ ָֹׁ֔פםְוְלֶ ִ֥חֶ םְ ֲאנ ִּ ָָׁ֖ש
héanéq | dóm metim ével lo-tá'aséh, pêérêjá javósh 'aléja, un'aléja tasím
bêragléja; vêló ta'teh 'al-safám, vêléjem anashím ló tojél.
Gime en silencio; no guardes el luto por los muertos. Cíñete el turbante y pon
las sandalias en tus pies. No te cubras los labios ni comas pan de duelo.
(18)
ְֲשר
ִ֥ ֶ רְכא
ָּֽ ַ ֶתְאש ִּ ָ֖תיְבָׁ עָׁ ֶָ֑רבְו ַ ִָׁ֥אעַשְבַ ָ֖בק
ִּ ָָׁׁ ָּֽואֲדַ ברְאֶ ל־הָׁ עָׁם֙ ְבַ ֹ֔בקֶ רְו ָׁ ִַ֥תמ
:ָּֽיתי
ִּ צֻו
váadabér el-ha'am babóqer, vatámat ishtí ba'árev; vaá'as babóqer káashér
tzuvéiti.
Entonces me dijo el pueblo: –¿No nos dirás qué significan para nosotros estas
cosas que tú haces?
(20)
:ְאמר
ָּֽ יהָ֑םְדְ ֵ֨ ַבר־יה ֹ֔ ָׁוהְהָׁ יָׁ ִ֥הְאלַ ָ֖יְל
ֶ ָׁוָּֽא ַ ָ֖מרְאֲל
702
24 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
'Di a la casa de Israel que así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí, yo mismo
profano mi santuario, el orgullo de vuestro poderío, la delicia de vuestros ojos,
el anhelo de vuestras almas. Vuestros hijos y vuestras hijas que abandonasteis
caerán a espada,
(22)
ְיםְלא
ִ֥ ְלאְתַ ע ֹ֔טוְוְלֶ ִ֥חֶ םְ ֲאנ ִּ ָָׁ֖ש
ִ֣ ֙יתיְעַל־שָׁ פָׁם
ִּ ֲשרְע ִּ ָָׁ֑ש
ִ֣ ֶ םְכא
ָּֽ ַ יתָ֖ ֶ ַ ָּֽוע ֲִּש
:אכלו ָּֽ ת
vá'asitém káashér 'asíti; 'al-safam ló ta'tú, vêléjem anashím ló tojélu.
Iejezkel [Ezequiel], pues, os servirá de señal; haréis de acuerdo con todas las
cosas que él ha hecho. Cuando esto se cumpla, sabréis que yo soy el Señor
Elohim.'
703
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 24-25
(25)
ְת־מעו ָֹׁ֔זםְמְ ָ֖שֹוש
ִ֣ ָׁ ֶוְאַ ָׁ ִ֣תהְבֶ ן־אָׁ ֹ֔ ָׁדםְה ֲָ֗לֹואְבְיֵ֨ ֹוםְקַ ח ִּתיְמהֶ ם֙ ְא
ְיהָ֖םֶ דְעיניהֶ ם֙ ְוְאֶ ת־מַ ָׁ ִ֣שאְנַפשָֹׁ֔ םְבְנ
ָּֽ ִּתפאַ ר ָׁ ָ֑תםְאֶ ת־מַ ח ַמ
:יהם
ָּֽ ֶ ובנָּֽ ֹות
vêatáh ven-adám, haló bêíom qajtí mehem et-má'uzám, mêsós tifartám; et-
majmád 'éineihem vêet-masá nafshám, bêneihém uvnóteihém.
'Y con respecto a ti, oh persona, el día en que yo quite de ellos su poderío, el
gozo de su esplendor, la delicia de sus ojos y el anhelo de sus almas, y
también a sus hijos y a sus hijas;
(26)
:בַ יִ֣ ֹוםְהַ ֹ֔הואְי ִָׁ֥בֹואְהַ פ ִּ ָָׁ֖ליטְאלֶ ָ֑יָךְלְהַ שמָׁ עָ֖ ותְאְז ָׁנָָּֽ֤יִּ ם
baióm hahú, iavó hapalít eléja; lêhashma'út oznáim.
en aquel día uno que haya escapado vendrá a ti para traerte la noticia.
(27)
ְ ָׁאְתאָׁ לָ֖םְעָ֑ ֹודְוְהָׁ ִּיית
ָּֽ חְפיָך֙ ְאֶ ת־הַ פָׁלִֹּ֔ יטְותדַ ֶ֕ברְוְ ִ֥ל ִּ ֵ֨ ַבַ יִ֣ ֹוםְהַ ָ֗הואְיִּ פָׁ ת
ְפ:ְהוָּֽהָׁ וְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ ָ֖מֹופתְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע
ֹ֔ ְלָׁהֶ ם֙ ְל
baióm hahú ipátaj píjá et-hapalít, utdabér vêló téalém 'ód; vêhaíta lahem
lêmofét, vêiádê'ú kí-aní Adonai .
En aquel día se abrirá tu boca, y hablarás con el que haya escapado; pues ya
no estarás más enmudecido. Tú les servirás de señal, y sabrán que yo soy el
Eterno.'
'Oh persona, pon tu rostro hacia los hijos de Amón y profetiza contra ellos.
704
25 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(3)
ְהוה
ִֵּ֡ הוהְ ָּֽכה־אָׁ ַ ִ֣מרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ָ֑ ִּ ֹוןְשמעָ֖ וְדְבַ ר־אֲדנָׁ ִ֣יְי ִּ וְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָׁ֙תְלִּ בנִ֣יְע ַֹ֔מ
ְְ֙כי
ִ֣ ִּ יְכי־נִּ ָ֗ ָׁחלְוְאֶ ל־אַ ד ַמתְיִּ ש ָׁראל ָּֽ ִּ ל־מקדָׁ ִּ ִ֣ש
ִּ ֶַי ַעןְ֩אְמ ֵ֨רְךְהֶ ָ֜ ָׁאחְא
:ְּגֹולהָּֽ ָׁ ַיְהלְכָ֖ וְב ָּֽ ָׁ הְכ
ִ֥ ִּ הוד
ָׁ ֹ֔ ְל־ביתְי ִ֣ ֶנָׁשַֹ֔ מָׁ הְוְא
vêámartá livnéi 'amón, shim'ú dêvar-adonái IHVÍH; kóh-amár adonái IHVÍH
ia'an omréj heáj el-miqdashí jí-nijál vêel-admát israel kí nashámah, vêel-béit
iêhudáh, kí hálêjú bagoláh .
Di a los hijos de Amón: Oíd la palabra del Señor Elohim. Así ha dicho el
Señor Elohim: Por cuanto has dicho: '¡Bravo!' contra mi santuario, cuando fue
profanado, y contra la tierra de Israel, cuando fue desolada, y contra los de la
casa de Iehudá, cuando iban en cautiverio,
(4)
ְְבְךְוְנָׁ ִ֥תנו
ָׁ ֹ֔ ֙וְט ָּֽירֹותיהֶ ם
ִּ י־קדֶ םְלְ ָּֽמ ָֹׁורשָָׁ֗ הְוְיִּ שְבֶ ָ֜ ל ֵָׁ֡כןְהִּ נְנִּ י ְָּֽ֩נתְ ֵָׁ֨נְךְלִּ בנ
:הְיאכְלִ֣ וְפִּ ר ֹ֔יְךְוְהָ֖מָׁ הְיִּ ש ִ֥תוְ ֲחל ָָּֽׁבְך ָּֽ ָׁיהָ֑םְ ִ֚המֶ ְָ֖ךְמשכְנ ִּ ָׁב
lajén hinêní nótênáj livnei-qédem lêmórasháh vêishêvú tiróteihem báj,
vênátnu váj mishkêneihém; hémah iójêlú firiéj, vêhémah ishtú jalavéj.
por eso, he aquí que yo te entrego como posesión a los hijos de Kedem. Ellos
pondrán en ti sus campamentos y colocarán en ti sus moradas. Comerán tus
frutos y beberán tu leche.
(5)
ְץ־צאן
ָ֑ ַת־רבָׁ ה֙ ְלִּ נוִ֣הְגְמַ לִֹּ֔ יםְוְאֶ ת־בְנִ֥יְע ַָ֖מֹוןְלְ ִּמרב
ַ ֶוְ ָׁנָּֽתַ ִּתיְא
ְפ:ְהוָּֽהָׁ םְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ ִּ ָּֽוידַ ע ֶ ָ֖ת
vênátatí et-rabah linvéh gêmalím, vêet-bênéi 'amón lêmirbatz-tzón; vída'tém
kí-aní Adonai .
Pues así ha dicho el Señor Elohim: 'Porque golpeaste con tu mano y pisoteaste
con tu pie, gozándote con todo el despecho de tu alma contra la tierra de
Israel,
705
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 25
(7)
ְַּגֹוים
ִֹּ֔ יתיְאֶ ת־י ִָָּׁ֜דיְ ָׁע ֶָ֗ליָךְונתַ ִּתיָךָּֽ ְלבגְ(לְבַ ז֙ )ְל ִּ ל ֵָׁ֡כןְהִּ נְנִּ יְ֩נ ִֵָּׁ֨ט
ְן־הא ֲָׁר ָ֑צֹותְאַ ש ִּ ִ֣מיד ָֹ֔ךְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דַ ע ָׁ ָ֖ת
ָּֽ ָׁ יָךְמ
ִּ ן־הע ִַֹּ֔מיםְוְ ַ ָּֽהאֲבַ ד ִּ ָ֖ת
ִ֣ ָׁ ְמ ִּ ֙וְהִּ כ ַר ֵ֨ ִּתיָך
ְפ:ְהוָּֽה ָׁ ִּ ָּֽכי־א ֲִּנִ֥יְי
lajén hinêní natíti et-iadí 'aléja untatíjá LVG (lêvaz) lagoím, vêhijratíjá min-
há'amím, vêháavadtíja min-háaratzót; ashmídjá, vêiáda'tá kí-aní Adonai .
Así ha dicho el Señor Elohim: 'Por cuanto Moab y Seír han dicho: '¡He aquí,
la casa de Iehudá será como las demás naciones!',
(9)
ְיוְמקָׁ צָ֑הוְצְ ִָּ֗ביְאִֶ֚ ֶרץ
ִּ יםְמע ָׁ ָָׁ֖ר
ָּֽ לָׁכןְ֩הִּ נְ ֵ֨ ִּניְפ ָ֜תחַ ְאֶ ת־כֶ תֶ ףְמֹואָׁ ב֙ ְמ ֶ ִ֣הע ִּ ָֹׁ֔ר
:)תְבעַלְמְעָ֖ ֹוןְוקריתמהְ(וְקִּ רי ָׁ ָָּֽׁתיְמָׁ ה ִ֥ ַ ימ ֹ֔ ִ֣ביתְהַ י ִּש
lajen hinêní fotéaj et-kétef moav mehé'arím, mé'aráv miqatzéhu; tzêví éretz
béit haishimót, bá'al mê'ón VQRITMH (vêqiriatáiêmah).
por eso, he aquí yo abro el flanco de Moab desde las ciudades, desde las
ciudades de su frontera, la gloria del país [Bet-jesimot, Baal-maón y
Quiriataim].
(10)
א־תזָׁכִ֥רְבְנָּֽי־
ִּ י־קדֶ ם֙ ְעַל־בְנִ֣יְע ַֹ֔מֹוןְונתַ ִּ ָ֖תיהָׁ ְלְ ָּֽמ ָֹׁור ָׁ ָ֑שהְלְ ַ ֵ֛מעַןְ ָּֽל ֶ ֵ֨ לִּ בנ
:ּגֹוים
ָּֽ ִּ ַע ַָ֖מֹוןְב
livnei-qédem 'al-bênéi 'amón, untatíha lêmórasháh; lêmá'an ló-tizajér bênéi-
'amón bagoím.
Lo entregaré, junto con los hijos de Amón, a los hijos de Kedem, como
posesión, para que no haya más memoria de los hijos de Amón entre las
naciones.
(11)
ְפ:ְהוָּֽה
ָׁ וְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ ָ֖בְאע ֶ ֱִ֣שהְשְפ ִּ ָָׁ֑טיםְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע
ָּֽ ֶ מֹוא
ָ֖ ָׁ וב
706
25 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
por eso, así ha dicho el Señor Elohim, extenderé también mi mano contra
Edom y exterminaré de ella a los hombres y los animales. La convertiré en
ruinas; desde Temán hasta Dedán caerán a espada.
(14)
ְוְבאֱדֹ֔ ֹוםְכְאַ ִּ ָ֖פי
ָּֽ ֶ יְבאֱדָ֗ ֹוםְבְיַד֙ ְע ִּ ִַ֣מיְיִּ ש ָׁר ֹ֔אלְוְע ִָׁ֣ש ָּֽ ֶ וְ ָׁנָּֽתַ ֵ֨ ִּתיְאֶ ת־נִּ קמָׁ ָ֜ ִּת
:ְהוה ָּֽ ִּ וְ ַ ָּֽכחֲמָׁ ִּ ָ֑תיְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְעו֙ ְאֶ ת־נִּ קמָׁ ֹ֔ ִּתיְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
vênátatí et-niqmatí béedóm bêiad 'amí Israél, vê'asú véedóm, kêapí vêjájamatí;
vêiádê'ú et-niqmatí, nêúm adonái IHVÍH .
707
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 25-26
(16)
ְיְנֹוטהְי ִָּׁדי֙ ְעַל־פְלִּ ש ֹ֔ ִּתיםְוְהִּ כ ַר ִּ ָ֖תי
ֶ הוהְהִּ נְ ֵ֨ ִּנ
ִֹּ֔ ל ָָׁ֗כןְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְיתְחֹוףְהַ ָׁיָּֽם
ִ֥ אֶ ת־כְר ִּ ָ֑תיםְוְ ַ ִ֣האֲבַ ד ֹ֔ ִּתיְאֶ ת־שְא ִּ ָ֖ר
lajén kóh amar adonái IHVÍH, hinêní notéh iadí 'al-pêlishtím, vêhijratí et-
kêretím; vêháavadtí, et-shêerít jóf haiám .
por eso, así ha dicho el Señor Elohim, he aquí, yo extenderé mi mano contra
los filisteos. Exterminaré a los quereteos y haré perecer a los sobrevivientes de
la costa del mar.
(17)
ְיתיְבָׁ ם֙ ְנְקָׁ ִ֣מֹותְּגְד ֹ֔לֹותְבְ ָּֽתֹוכ ָ֖חֹותְח ָׁ ָ֑מהְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְעו֙ ִּ ְָּֽכי־א ֲִּנִ֣יְיה ֹ֔ ָׁוה ִּ וְע ִָּׁש
ְפ:ְיְבם ָּֽ ָׁ בְ ִּת ִּ ִ֥תיְאֶ ת־נִּ קמָׁ ִּ ָ֖ת
vê'asíti vam nêqamót gêdolót, bêtójjót jemáh; vêiádê'ú kí-aní Adonai, bêtití et-
niqmatí bám .
Aconteció en el primer día del mes primero del año 11 que vino a mí la
palabra del Eterno, diciendo:
(2)
ְר־אמ ָׁרהְצרְעַל־יְ ָּֽרושָׁ ֵ֨ ַל ִּם֙ ְהֶ ֹ֔ ָׁאחְנִּ שבְ ָׁ ֵ֛רהְדַ ל ִ֥תֹות ָׁ ֵ֨ ֶבֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁדםְ ְַ֠יעַןְאֲש
:הְהחְ ָׁ ָּֽרבָׁ ה
ָּֽ ָׁ ָ֑יְא ָׁ ָּֽמלְ ָׁ ָ֖אִּ ָָׁׁ ָּֽהע ִּ ַָ֖מיםְנ ִָׁ֣סבָׁ הְאל
ben-adám iá'an asher-ámrah tzór 'al-iêrúshaláim heáj, nishbêráh daltót
há'amím nasébah elái; imálêáh hájorávah.
'Oh persona, por cuanto Tiro ha dicho con respecto a Ierushalaim: '¡Bravo!
¡Ha sido quebrantada la que era puerta de los pueblos! ¡Se ha vuelto hacia mí!
¡Yo estaré llena, y ella desolada!',
(3)
ְְּגֹויִ֣ם
ִּ ְ֙ךְצרְוְ ַ ָּֽהעֲל ִּיתיְ ָׁע ֵַ֨ליִּ ְך
ָ֑ ִּהוהְהִּ נְ ִּנִ֥יְעָׁלַ ָ֖י ִֹּ֔ ל ָָׁ֗כןְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְַר ִֹּ֔ביםְכְ ַ ָּֽהעֲלִ֥ ֹותְהַ יָׁ ָ֖םְלְג ָׁ ַָּֽליו
708
26 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
lajén kóh amar adonái IHVÍH, hinêní 'aláij tzór; vêhá'aleití 'aláij goím rabím,
kêhá'alót haiám lêgaláv .
por eso, así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí, oh Tiro, yo estoy contra ti.
Contra ti haré subir muchas naciones, como el mar hace subir sus olas.'
(4)
ְּהְמ ֶ ָ֑מנָׁהְוְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֥תי
ִּ יתיְ ֲעפ ָׁ ָָׁ֖ר
ִ֥ ִּ ְמגדָׁ ֶֹ֔ליהָׁ ְוְ ִּ ָּֽסח
ִּ ֹ֙ותְצרְוְ ָׁ ָּֽה ְרסו
ָ֗ וְ ִּ ָּֽשח ֲָ֞תוְח ִ֣מ
:ְסלַע
ָּֽ ָׁ ַאֹותּהְלִּ צ ִּ ִ֥חיח
ָ֖ ָׁ
vêshíjatú jomót tzór vêhárêsú migdaléiha, vêsíjeití 'afaráĥ miménah; vênátatí
otáĥ litzjíaj sála'.
Arruinarán los muros de Tiro y destruirán sus torreones. Barreré de ella sus
escombros y la convertiré en una roca desnuda.
(5)
ְהוה
ָ֑ ִּ ִ֣יְד ֹ֔ ַבר ִּתיְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ִּ םְכיְא ֲִּנ
ִּ ִ֚ יםְתהְיֶה֙ ְבְ ִ֣תֹוְךְהַ ָֹׁ֔י
ָּֽ ִּ ִּמש ֵ֨ ַטחְח ֲָׁר ִּמ
:ְַּגֹוים ָּֽ ִּ וְ ָׁ ָּֽהיְ ָׁ ִ֥תהְלְ ַבָ֖זְל
mishtáj jaramím tíhêieh bêtój haiám, kí aní dibárti, nêúm adonái IHVÍH;
vêháiêtáh lêváz lagoím .
y sus hijas que están en el campo serán muertas a espada. Y sabrán que yo soy
el Eterno.'
(7)
אצִ֧רְ ֶ ָּֽמלְֶך־
ַ ל־צרְנְ ָּֽבוכַד ֶר ָ֗ ֶהוהְהִּ נְ ִּנִ֧יְמ ִּ ִ֣ביאְא
ִֹּ֔ ִּ ִ֣כיְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ַם־רב
ָּֽ ָׁ ֹוןְמלְֶךְמְל ִּ ָָׁ֑כיםְבְ ֵ֛סוסְוב ֶ ִ֥רכֶבְוב ָׁ ָּֽפ ָׁר ִּ ָ֖שיםְוְקָׁ ָׁהִ֥לְוְע ִ֣ ֶ ֵ֛לְמצָׁ ָ֖פ
ִּ בָׁ ֶב
kí jóh amar adonái IHVÍH, hinêní meví el-tzór nêvújadretzár mélej-bavél
mitzafón mélej mêlajím; bêsús uvréjev uvfárashím vêqahál vê'am-ráv .
Porque así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí que del norte traeré contra Tiro
a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros, jinetes,
y una gran multitud de soldados.
(8)
ְבְיה ֲָ֑רגְוְנ ֵ֨ ַָׁתןְ ָׁע ַָ֜ליִּ ְךְדָׁ ָ֗יקְוְשָׁ פַ ְךְ ָׁע ֵַ֨ליִּ ְך֙ ְָּֽסלְ ָֹׁ֔לה
ָּֽ ַ נֹותיִּ ְךְבַ שָׁ ֶ ָ֖דהְבַ ֶח ִֶ֣ר
ִ֥ ַ ְב
:וְה ִּ ִ֥קיםְעָׁלַ ָ֖יִּ ְךְצִּ ָׁנָּֽה
709
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 26
bênotáij basadéh bajérev iáharóg; vênatán 'aláij daiéq vêshafáj 'aláij sólêláh,
vêheqím 'aláij tzináh.
A sus hijas que están en el campo matará a espada, y contra ti pondrá un muro
de asedio. Levantará contra ti terraplén y alzará contra ti el escudo.
(9)
:בֹותיו
ָּֽ ָׁ ֹלתיִּ ְךְיִּ ָ֖תץְבְחַ ר
ַ ֹ֔ ְְךְומגד
ִֵּ֨ ִּמֹותי
ָ֑ ָׁ יְקבְ ֹ֔לֹוְיִּ ָ֖תןְבְ ָּֽח
ָּֽ ָׁ ומ ִּ ִ֣ח
umjí qávoló, itén bêjómotáij; umígdêlotáij, itótz bêjarvotáv.
Contra tus murallas dirigirá el golpe de sus arietes, y con sus barras destruirá
tus torreones.
(10)
ְ ֶ֙בְתר ֵַ֨עשנָׁה
ִּ םְמקֹול ְ֩פ ַ ֵָׁ֨רשְוְגַל ָ֜ ַּגלְו ֶ ָָׁ֗רכ
ִּ ִ֥תְסוסיוְיְכ ִַ֣סְךְאֲבָׁ ָׁ ָ֑ק
ָ֖ ָׁ ִַּמ ִּשפע
:יְעירְמְבֻקָׁ ָׁ ָּֽעה ִ֥ ִּ בֹוא
ָ֖ ֹומֹותיִּ ְךְבְבאֹו֙ ְבִּ שע ַ ָֹׁ֔ריִּ ְךְכִּ מ
ַ ֹ֔ ָּֽח
mishif'át susáv iêjaséj avaqám; miqol parásh vêgalgál varéjev tir'áshnah
jómotáij, bêvoó bish'aráij, kimvoéi 'ír mêvuqa'áh.
Con los cascos de sus caballos atropellará todas tus calles. A tu gente matará a
espada, y tirará por tierra los monumentos de tu poderío.
(12)
ְֹומֹותיִּ ְךְובְ ִ֥תיְחֶ מדָׁ ָ֖תְךְיִּ ָ֑תצו
ַ ֹ֔ ְר ֻכל ָֹׁ֔תְךְוְ ָׁ ָּֽה ְרסו֙ ְָּֽח
ְ ְ֙ךְובזְזוָּֽ ָׁ וְ ָׁ ָּֽשלְלִ֣ וְח ָ֗יל
:ֹוְךְמיִּ םְי ִּ ָָּֽׁשימו
ָ֖ ַ ַ ָּֽואֲבָׁ נַ ָ֤יִּ ְךְוְע ֵ֨ ַציִּ ְך֙ ַ ְָּֽו ֲעפ ָֹׁ֔רְךְבְ ִ֥ת
vêshálêlú jeiléj uvázêzú rêjulatéj, vêhárêsú jómotáij, uvotéi jemdatéj itótzu;
váavanáij vê'etzáij vá'afaréj, bêtój máim iasímu.
Tomarán tus riquezas como botín y saquearán tus mercaderías. Destruirán tus
muros y demolerán tus lujosas casas. Y tus piedras, tu madera y tus escombros
los arrojarán en medio de las aguas.
(13)
:ְךְלאְיִּ שָׁ ַ ָ֖מעְעָּֽ ֹוד
ִ֥ ִּנֹורי
ֹ֔ ַ ִּיריִּ ְךְוְ ִ֣קֹולְכ
ָ֑ ָׁ ֹוןְש
ִּ וְהִּ שבַ ִּ ָ֖תיְה ֲִ֣מ
710
26 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
711
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 26
'Ahora tiemblan las costas por el día de tu caída. Las costas del mar se
espantan a causa de tu final!''
(19)
ְֲשר
ִ֣ ֶ תְכע ִּ ָָׁ֖ריםְא
ָּֽ ֶ ֶירְנח ֶ ֱֹ֔רב
ָּֽ ֶ ְע ִ֣ ִּ ֙הוהְבְ ִּת ִּתיְאתָׁ ְך ִֹּ֔ ִּ ִ֣כיְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְםְה ַר ִּ ָּֽבים
ָּֽ ָׁ ִּא־נֹושבוְבְ ַ ָּֽהעֲלֹותְ ָׁע ֵַ֨ליִּ ְך֙ ְאֶ ת־תְ ֹ֔הֹוםְוְכִּ ָ֖סוְךְהַ ַ ִ֥מי ָ֑ ָׁ ָּֽל
kí jóh amar adonái IHVÍH, bêtití otaj 'ír néjerévet, ké'arím ashér ló-noshávu;
bêhá'alót 'aláij et-têhóm, vêjisúj hamáim hárabím .
entonces te haré descender junto con los que descienden a la fosa, al pueblo de
antaño. Te haré habitar en las partes más bajas de la tierra en las ruinas de
antaño, junto con los que descienden a la fosa, para que nunca más seas
habitada ni te establezcas en la tierra de los vivientes.
(21)
ְא־תמְצְ ִּ ִ֥איְעֹוד֙ ְלְעֹו ָֹׁ֔לםְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥י
ִּ ינְָ֤ךְוָּֽ תבֻק ָ֗ ִּשיְוְ ָּֽל
ָ֑ בַ ל ִָׁ֥הֹותְאֶ תְ ָ֖נְָ֤ךְוְא
ְפ:ְהוה
ָּֽ ִּ י
balahót etênéj vêeinéj; útvuqshí vêló-timotzêí 'od lê'olám, nêúm adonái IHVÍH.
712
27 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
Dirás a Tiro, que está asentada a la entrada del mar y comercia con los
pueblos de muchas costas, que así ha dicho el Señor Elohim: 'Oh Tiro, tú has
dicho: 'Yo soy de completa hermosura.'
(4)
:ְךְכלְלָ֖ וְיְפ ָּֽיְָ֤ך
ָּֽ ָׁ ִּבְלִ֥בְי ִּ ַָ֖מיםְּגְבולָׁ ָ֑יִּ ְךְב ֶַ֕ני
bêlév iamím gêvuláij; bonáij kálêlú iofiéj.
Con cipreses de Senir construyeron tus paredes. Tomaron un cedro del Líbano
para hacer un mástil sobre ti.
713
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 27
(6)
ְיםְמ ִּאיָ֖י
ָּֽ ְךְעשו־שן֙ ְבַ ת־אֲשֻ ִּ ֹ֔ר
ָּֽ ָׁ שֹוטיִּ ְךְקַ רש
ָ֑ ָׁ וְמ
ִּ ְמבָׁ שָֹׁ֔ ןְע ָָׁ֖ש
ִּ ֙אַ לֹונִּ ים
:כִּ ִּת ִּ ָּֽים
alonim mibashán, 'asú mishotáij; qarshéj 'ásu-shen bat-ashurím, méiéi kitiím.
Con encinas de Basán hicieron tus remos; hicieron tu cubierta con marfil y
con cipreses de las costas de Quitim.
(7)
ְְךְלהְיִ֥ ֹותְלָׁ ְָ֖ךְלְנָ֑סְתְ ִ֧כלֶת
ָּֽ ִּ הְמ ִּמצ ַ ֵ֨ריִּ ם֙ ְהָׁ יָׁ ִ֣הְ ִּמפ ָׁר ֹ֔ש
ִּ שש־בְ ִּרק ָׁמ
:ישהְהָׁ יָׁ ִ֥הְמְכ ַָּֽסְך ָ֖ ָׁ ִּןְמ ִּאיִ֥יְאֱל
ָּֽ וְאַ רּג ָׁ ֵָׁ֛מ
shesh-bêriqmáh mimitzráim haiáh mifraséj, líhêíot láj lênés; têjélet vêargamán
méiéi elisháh haiáh mêjaséj.
Tu vela fue de lino bordado de Egipto, para servirte de bandera. Tu toldo fue
de material azul y de púrpura de las costas de Elisa.
(8)
ְִ֣יוְבְךְהָ֖מָׁ ה
ָׁ ֹ֔ ָּֽישְביְצִּ ידֹון֙ ְוְאַ ר ֹ֔ ַודְהָׁ יִ֥ וְשָׁ ִּ ָ֖טיםְלָׁ ְָ֑ךְ ֲחכ ַָׁמיִּ ְךְצֹור֙ ְ ָׁה
:ָּֽחבְ ָׁ ָּֽליִּ ְך
ióshêvéi tzidon vêarvád, haíu shatím láj; jajamáij tzor háiu váj, hémah
jóvêláij.
Los habitantes de Sidón y de Arvad fueron tus remeros. Tus expertos, oh Tiro,
estaban en ti y fueron tus timoneles.
(9)
ְִּיקיְבִּ ד ָ֑קְךְכְל־אְנִּ יֵ֨ ֹותְהַ יָׁ ם
ָ֖ ְךְמ ֲחז ָּֽ ַ ִ֣יוְב
ָׁ ֹ֔ ְה
ָׁ יה ָׁ֙ זִּק ֵ֨ניְגְ ַבלְ ַ ָּֽו ֲחכ ֵ֨ ֶָׁמ
:ְבְמע ֲָׁר ָּֽבְך ָּֽ ַ ְךְלע ֲָ֖ר
ָּֽ ַ ִ֣יוְב
ָׁ ֹ֔ ְה ָׁ ֙ומַ ָׁ ָּֽלחיהֶ ם
ziqnéi gêvál vájajaméihá háiu váj, májaziqéi bidqéj; kol-oniót haiám
umalájeihem háiu váj, lá'aróv má'aravéj .
Los ancianos de Biblos (Gevál) y sus sabios reparaban tus desperfectos. Todos
los barcos del mar y sus marineros estuvieron en ti para hacer contigo
intercambio.
(10)
ְלו־בְך
ָׁ ֹ֔ יְמלחַ מ ָ֑תְךְמָׁ גָ֤ןְוְכֹובַ ע֙ ְ ִּת
ִּ פ ַ ֵָׁ֨רסְוְלודְופוט֙ ְהָׁ יִ֣ וְבְח ֹ֔ילְךְאַ נ ָ֖ש
:הְנָּֽתְנִ֥ וְהֲדָׁ ָּֽרְך
ָׁ ָׁהָ֖מ
parás vêlúd ufut haíu vêjeiléj, anshéi miljamtéj; magén vêjova' tilu-váj, hémah
nátênú hadaréj.
714
27 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Los hijos de Arvad estaban con tu ejército sobre tus muros en derredor, y los
gamadeos estaban en tus torreones. Colgaban sus escudos sobre tus muros en
derredor; ellos hacían completa tu hermosura.
(12)
ְתְנָּֽתְנָ֖ ו
ָׁ ל־הֹוןְבְכֶ סֶ ףְבַ ר ֶזלְ֙בְ ִּ ִ֣דילְוְעֹו ֶֹ֔פ ֶר
ָ֑ ְישְסחַ ר ָ֖תְךְמ ִ֣רבְכ
ָּֽ תַ ר ִּ ִ֥ש
:בֹונָָּֽ֤יִּ ְך
ָׁ עִּ ז
tarshísh sójartéj meróv kol-hón; bêjésef barzel bêdíl vê'oféret, nátênú
'izvonáij.
(16)
ְאמת
ִ֣ ְךְבנפְֶךְאַ רּג ֵ֨ ָָׁׁמןְוְ ִּרק ָׁמהְובוץ֙ ְוְ ָׁר
ְ ְ֠ ִּבְמע ָׁ ֲָ֑שי
ָּֽ ַ םְסחַ ר ָ֖תְךְמ ִ֣ר ָּֽ א ָׁ ֲִ֥ר
:בֹונָָּֽ֤יִּ ְך
ָׁ דְנָּֽתְנָ֖ וְבְעִּ ז
ָׁ וְכַד ֹ֔כ
arám sójartéj meróv má'asáij; bênofej argamán vêriqmáh uvutz vêramót
vêjadkód, nátênú bê'izvonáij.
'Iehudá y la tierra de Israel comerciaban contigo. Con trigo, mirra, casia, miel,
aceite y resinas pagaban tus mercancías.
(18)
ְל־הֹוןְבְיִ֥יןְחֶ ל ָ֖בֹוןְוְ ֶצִ֥מֶ ר
ָ֑ ְבְמע ַ ֲָ֖שיִּ ְךְמ ִ֣רבְכ
ָּֽ ַ קְסחַ ר ֵ֛תְךְבְ ִ֥ר
ָּֽ ֶדַ ֶ ִ֧מש
:ָׁ ָּֽצחַ ר
daméseq sójartéj bêróv má'asáij meróv kol-hón; bêiéin jelbón vêtzémer tzájar.
Vedán y Grecia, desde Uzal, pagaban tus mercaderías: Hierro forjado, casia y
caña aromática había entre tus productos.
(20)
:י־חפֶשְלְ ִּרכ ָׁ ָּֽבה
ָ֖ דְדָׁ ן֙ ְָּֽרכַל ֹ֔תְךְבְבִּ גד
dêdan rójaltéj, bêvigdei-jófesh lêrijbáh.
716
27 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(21)
ְַתודים
ִֹּ֔ הְסח ֲִ֣ריְי ָָׁ֑דְךְבְכ ִָּׁריםְוְאילִּ ם֙ ְוְע
ָּֽ ָׁיאיְק ֹ֔ ָׁדרְהָ֖מ
ִ֣ ע ֲַרב֙ ְוְכְל־נְ ִּש
:ָ֖םְסח ָׁ ֲָּֽריִּ ְך
ָּֽ ָׁב
'arav vêjol-nêsiéi qedár, hémah sójaréi iadéj; bêjarím vêeilim vê'atudím, bám
sójaráij.
'Las naves de Tarsis eran tus flotas que llevaban tus mercancías. Te llenaste y
te hiciste muy opulenta en el corazón de los mares.
717
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 27
(26)
:ְךְרוחַ ְהַ קָׁ ִֹּ֔דיםְשְבָׁ ָ֖רְךְבְלִ֥בְי ִּ ַָּֽמים
ִ֚ םְרבִּ ים֙ ְהֱבִּ ֹ֔אוְךְהַ שָׁ ִּ ָ֖טיםְא ָׁ ָ֑ת
ַ ִּבְ ַמי
bêmáim rabim heviúj, hashatím otáj; rúaj haqadím, shêvaréj bêlév iamím.
Los que navegaban contigo te condujeron por las muchas aguas, pero el viento
de oriente te destrozó en el corazón de los mares.
(27)
ְְךְוערבִ֣י
ְָּֽ ִּיקיְבִּ ד ִ֣ק
ִ֣ ְךְמ ֲחז
ָּֽ ַ ְִּךְמע ֲָׁר ֶ֕בְךְמַ ל ַָׁחָ֖יִּ ְךְוְ ָּֽחבְלָׁ ָ֑י
ָּֽ ַ ִּהֹונְך֙ ְוְעִּ זבֹו ַֹ֔ני
ְתֹוכְך
ֹ֔ רְבְ ֲש
ִ֣ ֶ ר־בְךְובכְל־קְהָׁ לְך֙ ְא ָׁ ָ֗ ֶיְמלחַ מ ָ֜תְךְאֲש ִּ ְ֠ ַ ָּֽמע ֲָׁרבְךְוְכְל־אַ נ ֵ֨ש
:יִּ פְלו֙ ְבְלִ֣בְי ִַֹּ֔מיםְבְיָ֖ ֹוםְמַ פַל ָּֽתְך
honej vê'izvonáij, má'aravéj malajáij vêjóvêláij; májaziqéi vidqéj vê'orvéi
má'aravej vêjol-anshéi miljamtéj asher-báj uvjol-qêhalej ashér bêtojéj, ipêlú
bêlév iamím, bêíom mapaltéj.
'En el día de tu caída caerán en medio de los mares: tus riquezas, tus
mercaderías, tus productos, tus marineros, tus timoneles, los que reparaban tus
desperfectos, los agentes de tu intercambio, todos tus hombres de guerra que
están en ti, y toda la multitud que se halla en medio de ti.
(28)
:וְמגר ָּֽשֹות
ִּ תְחבְלָׁ ָ֑יִּ ְךְיִּ רע ֲָ֖ש
ָּֽ ֹולְזע ַ ֲִ֣ק
ָּֽ ַ לְ ָ֖ק
lêqól zá'aqát jóvêláij; ir'ashú migroshót.
y descenderán de tus barcos todos los que toman el remo. Los marineros y
todos los timoneles del mar quedarán de pie en tierra.
(30)
ְיהם
ֶ ֹ֔ ַל־ראש
ִ֣ ָׁ וְהִּ ש ִּמיעוְ ָׁע ֵַ֨ליִּ ְך֙ ְבְקֹו ָֹׁ֔לםְוְיִּ זע ֲָ֖קוְמָׁ ָׁ ָ֑רהְוְ ַ ָּֽיעֲלוְ ָׁעפָׁר֙ ְע
:בָׁ ָ֖אפֶרְיִּ תפ ָׁ ַָּֽלשו
vêhishmí'u 'aláij bêqolám, vêiz'aqú maráh; vêiá'alú 'afar 'al-rásheihém, baéfer
itpaláshu.
Harán oír su voz por ti; gritarán amargamente. Echarán polvo sobre sus
cabezas, y se revolcarán en la ceniza.
718
27 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(31)
ְֶשְמספִ֥ד
ִּ וְהִּ ק ִּריחוְא ֵַ֨ליִּ ְך֙ ְקְר ֹ֔ ָׁחהְוְ ָׁ ָּֽחגְ ָ֖רוְשַ ִּ ָ֑קיםְובָׁ כִ֥ וְאלַ ֵ֛יִּ ְךְבְמַ ר־נֶ ָ֖פ
:ָׁ ָּֽמר
vêhiqríju eláij qorjáh, vêjágêrú saqím; uvajú eláij bêmar-néfesh mispéd már.
'Cuando tus mercaderías salían por los mares, saciabas a muchos pueblos. A
los reyes de la tierra enriqueciste con la abundancia de tus bienes y de tus
productos.
(34)
ְםְמע ֲָׁרבְִ֥ךְוְכְל־קְהָׁ לְָ֖ךְבְתֹוכְִ֥ך
ָּֽ ַ ִּי־מי
ָ֑ ָׁ תְמי ִּ ַָ֖מיםְבְ ַ ָּֽמעֲמַ ק
ִּ עֵ֛תְנִּ ש ֶב ִֶ֥ר
:נ ָׁ ָָּֽׁפלו
'ét nishbéret miamím bêmá'amaqei-máim; má'aravéj vêjol-qêhaléj bêtojéj
nafálu.
Ahora que eres quebrantada en los mares, en lo profundo de las aguas, tus
productos y toda tu tripulación han caído en medio de ti.
(35)
:ְשעֲרוְשַֹ֔ עַרְ ָׁ ָּֽרע ֲָ֖מוְפ ִּ ָָּֽׁנים ָּֽ ָׁ ִ֣יְה ִּא ִֹּ֔י
ִ֣ ָׁ ֙יםְשמְ ָ֖מוְעָׁלָׁ ָ֑יִּ ְךְומַ לכיהֶ ם ָּֽ ָׁ לְישְב
ָּֽ ִ֚כ
kól ióshêvéi háiím, shámêmú 'aláij; umaljeihem sá'aru sá'ar, rá'amú paním.
Todos los habitantes de las costas se horrorizan a causa de ti. Sus reyes están
muy aterrorizados, y sus rostros son abatidos.
(36)
ְפ:ְַד־עֹולם
ָּֽ ָׁ ינְָ֤ךְע
ָ֖ ְבע ִַֹּ֔מיםְ ָׁ ָּֽש ְר ָ֖קוְעָׁלָׁ ָ֑יִּ ְךְבַ ל ִָׁ֣הֹותְהָׁ ִֹּ֔ייתְוְא
ָּֽ ָׁ ָּֽ֙סח ֲִּרים
719
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 27-28
Los mercaderes de los pueblos silban a causa de ti. Has venido a ser objeto de
espanto, y dejarás de existir para siempre.'
'Oh persona, di al soberano de Tiro que así ha dicho el Señor Elohim: Por
cuanto tu corazón se enalteció, y porque, a pesar de ser hombre y no Elohim,
dijiste: 'Yo soy un dios, y estoy sentado en la sede de los dioses, en el corazón
de los mares'; porque igualaste tu corazón al corazón de Elohim,
(3)
:וםְלאְעֲמָׁ ָּֽמוָך
ִ֥ הְמדנאלְ(מ ָׁ ְָּֽדנִּ יָ֑אל)ְכְל־סָׁ ָ֖ת
ִּ הִּ נִ֥הְחָׁ כָׁ ֵ֛םְאַ ָׁ ָ֖ת
hinéh jajám atáh MDNL (midániél); kol-satúm ló 'amamúja.
¡he aquí tú eres más sabio que Daniel, y no hay ningún misterio que te sea
oculto!
(4)
ְְחָ֑יִּ לְו ַ ֵַ֛תעַשְז ָָׁׁהִ֥בְוָׁכֶ ָ֖סֶ ף
ָׁ ָ֖בְחְכ ָׁ ָּֽמתְָך֙ ְובִּ תבונָׁ ִ֣ת ָֹ֔ךְע ִּ ִָׁ֥שיתָׁ ְלְָך
:רֹותיָךָּֽ ֶ בְ ָּֽאֹוצ
bêjojmátêjá uvitvunátjá, 'asíta lêjá jáil; vatá'as zaháv vajésef bêótzrotéja.
720
28 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim: Porque igualaste tu corazón con el
corazón de Elohim,
(7)
ְיםְע ִּריצָ֖יְּגֹויִּ ָ֑םְוְה ִּריקוְחַ רבֹותָׁ ם֙ ְעַל־יְ ִּ ִ֣פי
ָּֽ ָׁ ל ָָׁ֗כןְהִּ נְ ֵ֨ ִּניְמ ִּביאְ ָׁע ֵֶ֨ליָך֙ ְז ִּ ָֹׁ֔ר
:חְכמָׁ ֹ֔ ֶתָךְוְחִּ לְלָ֖ וְיִּ פע ֶ ָָּֽׁתָך
lajén hinêní meví 'aléjá zarím, 'áritzéi goím; vêheríqu jarvotam 'al-iêfí
jojmatéja, vêjilêlú if'atéja.
721
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 28
(11)
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
'Oh persona, entona un lamento por el rey de Tiro, y dile que así ha dicho el
Señor Elohim: ''¡Tú eras un modelo perfecto, lleno de sabiduría y de completa
hermosura!
(13)
ְל־אבֶ ןְיְקָׁ ָׁרהְמְ ֻ ָּֽסכ ֵ֨ ֶָׁתָך֙ ְִ֣אדֶ םְפִּ ט ָ֞ ָׁדהְוְ ָׁ ָּֽיה ֲָֹ֗לם ֶ ֵ֨ ְֱֹלהיםְהָׁ ִָּ֗ייתָׁ ְכִָּ֜ בְ ֵ֨עדֶ ןְּגַן־א
ְְֶךְוב ְר ַ ָ֖קתְוְז ָָׁׁהָ֑בְמְ ֵֶ֨לאכֶתְתֻ פֶ יָך ָּֽ ָׁ ירְנפ ֹ֔ ישְשהַ ם֙ ְוְיָׁ ִ֣ש ֹ֔פהְסַ ִּ ִ֣פ
ֵ֨ תַ ר ִּ ִ֥ש
:ְְכֹונָּֽנו
ָׁ ְָ֖בְךְבְיִ֥ ֹוםְהִּ בָׁ ַ ָּֽראֲָך ָׁ ֹ֔ ֙ונקָׁ ֵ֨ ֶביָך
bê'éden gan-elohím haíta kol-éven iêqaráh mêsújatéjá ódem pitdáh vêiáhalóm
tarshísh shóham vêiáshféh, sapír nófej, uvárêqát vêzaháv; mêléjet tupéja
unqavéjá báj, bêíom hibaráajá konánu .
Eras íntegro en tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se
halló en ti falla.
722
28 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(16)
ְֱֹלהים
ִּ אְואֲחַ לֶלָךְ֩מ ֵ֨ ַהרְא
ָּֽ ָׁ סְוָּֽתֶ ח ָׁ ֱָ֑ט
ַ וְתֹוכָךֵ֛ ְחָׁ ָׁ ָ֖מ
ָּֽ ִ֧בְרכ ָׁ ָֻּֽלתְ ָָ֗ךְמָׁ ל
ְ בְ ִ֣ר
:ְי־אש ָּֽ ְךְמ ָ֖תֹוְךְאַ בנ ִּ ָׁוָּֽאַ בֶ דָך֙ ְכְ ִ֣רובְהַ ס ֹ֔כ
bêróv rêjulátêjá malú tójjá jamás vátejetá; váajaleljá mehár elohím váabedjá
kêrúv hasojéj, mitój avnei-ésh .
Todos los que te conocen entre los pueblos se horrorizan a causa de ti. Eres
objeto de espanto, y dejarás de ser para siempre.''
(20)
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
723
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 28
(21)
: ָׁםְשיםְפָׁנֶ ָ֖יָךְאֶ ל־צִּ ָ֑ידֹוןְוְהִּ נָׁבָ֖אְע ֶ ָָּֽׁליה
ִ֥ ִּ בֶ ן־אָׁ ֶ֕ ָׁד
ben-adám sím panéja el-tzidón; vêhinavé 'aléiha.
724
28-29 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
En el día 12 del mes décimo del año 10 vino a mí la palabra del Eterno,
diciendo:
(2)
ְֶךְמצ ָׁ ָ֑ריִּ םְוְהִּ נָׁבִ֣אְ ָׁע ָֹׁ֔ליוְוְעַל־
ִּ הְמל
ִ֣ ֶ םְשיםְ ָׁפ ֶֹ֔ניָךְעַל־פַר ָ֖ע
ִ֣ ִּ בֶ ן־אָׁ ֶ֕ ָׁד
:ִּמצ ַ ָ֖ריִּ םְכ ָׁ ָֻּֽלּה
ben-adám sím panéja, 'al-par'óh mélej mitzráim; vêhinavé 'aláv, vê'al-
mitzráim kuláĥ.
'Oh persona, pon tu rostro hacia el faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él
y contra todo Egipto.
(3)
הְמלְֶך־ָּֽ ֶ הוהְהִּ נְ ִּניְ ָׁע ֵֶ֨ליָך֙ ְפַר ִ֣עִָּ֗ דַ ֵ֨ברְוְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָ֜ ָׁת ְָּֽכה־אָׁ ַ ִ֣מרְ׀ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ְרְליְיְא ִּ ָ֖ריִ֥ ִּ ֲשרְאָׁ ַ ְֵ֛מ
ִ֥ ֶ ֹולְהרבָ֖ץְבְ ִ֣תֹוְךְיְא ָׁ ָ֑ריוְאָּֽ ָׁ ִֹּ֔מצ ַ ֹ֔ריִּ םְהַ תַ נִּ ים֙ ְהַ ּגָׁד
:ְיתנִּ י ָּֽ ִּ ַ ָּֽוא ֲִּנִ֥יְע ֲִּש
725
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 29
Habla y di que así ha dicho el Señor Elohim: He aquí yo estoy contra ti, oh
faraón, rey de Egipto, gran cocodrilo que estás tendido en medio de sus
canales, y que dices: 'Míos son los canales del Nilo, pues yo los hice.'
(4)
ְוְ ָׁנָּֽתַ ִּתיְחחייםְ(חַ חִּ ים֙ )ְבִּ לחָׁ ֶֹ֔ייָךְוְהִּ דבַ ק ִּ ִ֥תיְדְגַת־יְא ֶ ָ֖ריָך
ְְמ ִ֣תֹוְךְיְא ֶ ֹ֔ריָךְוְאת֙ ְכְל־דְגַ ִ֣תְיְא ֶ ֹ֔ריָך ִּ ֙יתיָךִּ ֵ֨ ִּבְקַ שקְש ֶ ָ֑תיָךְוְ ַ ָּֽהעֲל
:בְקַ שקְש ֶ ָ֖תיָךְ ִּתד ָׁ ָּֽבק
vênátatí JJIIM (jajim) biljaiéja, vêhidbaqtí dêgat-iêoréja bêqasqêsotéja;
vêhá'alitíjá mitój iêoréja, vêet kol-dêgát iêoréja, bêqasqêsotéja tidbáq.
'Yo pondré ganchos en tus quijadas, y haré que los peces de los canales se
peguen sobre tus escamas. Te sacaré de en medio de tus canales, y todos los
peces de tus canales saldrán pegados a tus escamas.
(5)
ְ ֙הְאֹותָך֙ ְוְאת֙ ְכְל־דְגַ ִ֣תְיְא ֶ ֹ֔ריָךְעַל־פְניְהַ שָׁ דֶ ה ָּֽ ונטַ ש ִּ ִ֣תיָךְהַ ִּמד ָ֗ ָׁב ָׁר
ְאְתקָׁ בָ֑ץְלְחַ יַ ִ֥תְהָׁ ָׁ ֵ֛א ֶרץְולעִ֥ ֹוףְהַ שָׁ ַ ָ֖מיִּ םְנְתַ ִּ ִ֥תיָך
ִּ אְתאָׁ ָ֖סףְוְ ִ֣ל ָּֽ ֹולְל
ִ֥ ִּת ֹ֔פ
:לְאְכ ָׁ ָּֽלה
untashtíja hamidbárah ótjá vêet kol-dêgát iêoréja, 'al-pênéi hasadeh tipól, ló
téaséf vêló tiqavétz; lêjaiát haáretz ul'óf hashamáim nêtatíja lêojláh.
Y sabrán todos los habitantes de Egipto que yo soy el Eterno, por cuanto
fuiste como un bastón de caña para la casa de Israel.
(7)
ְֹוץְובקַ ע ָׁ ִ֥תְל ֶָׁהָ֖םְכְל־כ ָָׁ֑תףְוב ִּ ָּֽהשָׁ עֲנָׁ ם
ָּֽ ָׁ בְתְפשֵָׁ֨ םְבְָךְבכפךְ(בַ כַף֙ )ְת ֹ֔ר
ְס:ְתשָׁ ֹ֔ברְוְ ַ ָּֽהעֲמַ ד ָׁ ִ֥תְל ֶָׁהָ֖םְכְל־מְתְ ָׁנָָּֽ֤יִּ ם
ִּ ָׁ֙ע ֵֶ֨ליָך
726
29 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Por eso, así ha dicho el Señor Elohim, he aquí que yo traigo la espada contra
ti, y exterminaré en ti a los hombres y a los animales.
(9)
ְץ־מצ ַ ֵ֨ריִּ ם֙ ְלִּ שמָׁ ָׁ ִ֣מהְוְחְר ֹ֔ ָׁבהְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְעָ֖ וְ ִּ ָּֽכי־א ֲִּנִ֣יְיהוָׁ ָ֑הְיַ ִ֧עַן ִּ הְא ֶר ָּֽ ֶ וְ ָׁ ָּֽהיְ ָׁת
:ְיתי ִּ יְוא ֲִּנִ֥יְע ִּ ָָּֽׁש
ָּֽ ַ רְל
ָ֖ ִּ אָׁ ַ ֵ֛מרְיְ ִ֥א
vêháiêtáh éretz-mitzráim lishmamáh vêjorbáh, vêiádê'ú kí-aní Adonai; iá'an
amár iêór lí váaní 'asíti .
he aquí que por eso yo estoy contra ti y contra tus canales. Convertiré la tierra
de Egipto en una ruina completa, una desolación desde Migdol y Asuán hasta
la frontera con Etiopía.
(11)
ְר־בָּ֑הְוְ ִ֥לאְת ָ֖שב
ָׁ ְאְתעֲב
ָּֽ ַ הְל
ִ֣ ְרגֶלְאָׁ ֹ֔ ָׁדםְוְ ֶ ִ֥רגֶלְבְה ָׁ ָ֖מ
ִ֣ ֶ ֙אְתעֲבְר־בָׁ ּה ָּֽ ַ ל
:אַ רבָׁ ִּ ִ֥עיםְשָׁ ָׁנָּֽה
ló tá'avor-baĥ régel adám, vêrégel bêhemáh ló tá'avor-báĥ; vêló teshév arba'ím
shanáh.
No pasará por ella pie de hombre, ni pata de animal pasará por ella. No será
habitada durante cuarenta años.
727
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 29
(12)
ְיה
ָׁ֙ ְ֩מצ ַ ֵ֨ריִּ םְשְמָׁ ָ֜ ָׁמהְבְ ִ֣תֹוְךְ׀ְא ֲָׁר ִ֣צֹותְנְשַ ָ֗מֹותְוְע ֶ ֵָׁ֨ר ִּ וְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֣תיְאֶ ת־אֶ ֶרץ
יםְמחְ ָׁרבֹות֙ ִּ ְָּֽתהיֶ ִ֣ין ְָׁשְמָׁ ֹ֔ ָׁמהְאַ רבָׁ ִּ ָ֖עיםְשָׁ נָׁ ָ֑הְ ַוה ִּ ֲָּֽפצ ִּתיְאֶ ת־ ָּֽ ָׁ בְ ֵ֨תֹוְךְע ִָּׁר
ְס:ְיםְבא ֲָׁר ָּֽצֹות ָּֽ ָׁ ית ָ֖ ִּ ּגֹויםְוְ ָּֽז ִָּ֤רִֹּ֔ ִַּמצ ַ ֵ֨ריִּ ם֙ ְב
vênátatí et-eretz mitzráim shêmamáh bêtój | aratzót nêshamót vê'aréihá bêtój
'arím májoravot tíhiéina shêmamáh, arba'ím shanáh; vahafítzotí et-mitzráim
bagoím, vêzéritím báaratzót .
Porque así ha dicho el Señor Elohim: 'Al final de los cuarenta años reuniré a
los egipcios de entre los pueblos donde habrán sido dispersados,
(14)
ְַל־א ֶרץ
ָ֖ ֶ ְא ֶרץְפַת ֹ֔רֹוסְע
ִ֣ ֶ ֙ותְמצ ַ ֹ֔ריִּ םְ ַוה ִּ ֲָּֽשב ִּתיְאתָׁ ם
ִּ וְשַ ב ִּתי֙ ְאֶ ת־שְ ִ֣ב
:ִ֥יוְשםְמַ מלָׁכָׁ ִ֥הְשְפ ָׁ ָָּֽׁלה
ָ֖ ָׁ מְכָּֽ ָׁור ָׁ ָ֑תםְוְ ָׁה
vêshavtí et-shêvút mitzráim, vahashívotí otam éretz patrós, 'al-éretz
mêjúratám; vêháiu shám mamlajáh shêfaláh.
será modesto en comparación con los otros reinos. Nunca más se enaltecerán
sobre las naciones; porque los reduciré, para que no se enseñoreen de las
naciones.
728
29 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(16)
ְנֹותם
ָ֖ ָׁ אְיהיֶה־עֹודְ֩לְ ֵ֨ביתְיִּ ש ָׁראלְלְ ִּמבטָׁ ח֙ ְמַ ז ִּ ִ֣כירְעָׁוְֹ֔ןְבִּ פ ָּֽ ִּ וְ ִ֣ל
ְפ:ְהוה ָּֽ ִּ וְכיְא ֲִּנָ֖יְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ִ֥ ִּ יהָ֑םְוְיָׁ ִָ֣֤ד ֹ֔ע
ֶ ַ ָּֽאחֲר
vêló íhieh-'od lêvéit Israél lêmivtaj mazkír 'avón, bifnotám ájareihém; vêiád'ú,
kí aní adonái IHVÍH .
Nunca más serán objeto de confianza para la casa de Israel, que les haga
recordar el pecado de volverse hacia ellos. Y sabrán que yo soy el Señor
Elohim.'
(17)
ְאשֹוןְבְאֶ ָׁחִ֣דְל ַָ֑חדֶ שְהָׁ יָׁ ִ֥הְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖ה
ָ֖ הְב ִּר
ָּֽ ָׁ וַי ִָּ֗היְבְעֶש ִּריםְוָׁשֵֶ֨ בַ ע֙ ְשָׁ ָֹׁ֔נ
:ְאמר ָּֽ אלַ ִ֥יְל
vaihí bê'esrím vashéva' shanáh, bárishón bêejád lajódesh; haiáh dêvar-Adonai
elái lemór .
Aconteció en el primer día del mes primero del año 27 que vino a mí la
palabra del Eterno, diciendo:
(18)
ְ ֙לְהע ֱִֵּ֨בידְאֶ ת־ח ָ֜ילֹוְעֲב ָׁדהְגְדֹולָׁה ָּֽ ֶ ְֶֶך־בָׁ ב
ְ֠ אצִ֣רְ ֶ ָּֽמל
ַ בֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁדםְנְ ָּֽבוכַד ֶר
ְא־היָׁהְלֹו
ָׁ ֵ֨ הְושָׁ כְרְל
ְְ֠ רוט
ָ֑ ָׁ ְל־ראשְמֻק ָׁ ֹ֔רחְוְכְל־כ ָָׁ֖תףְמ ִ֣ ְל־צרְכ ֹ֔ ֶא
ְס: ַָׁל־העֲב ָׁ ָ֖דהְאֲשֶ ר־ע ַָׁבִ֥דְע ֶ ָָּֽׁליה
ָּֽ ָׁ ְמ ֹ֔צרְע
ִּ ֙ולחילֹו
ben-adám nêvújadretzár mélej-bável hé'evíd et-jeiló 'avodáh gêdolah el-tzór,
kol-rósh muqráj, vêjol-katéf mêrutáh; vêsajor lo-háiah ló uljeiló mitzór, 'al-
há'avodáh asher-'avád 'aléiha.
729
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 29-30
Por eso, así ha dicho el Señor Elohim, he aquí que yo doy a Nabucodonosor,
rey de Babilonia, la tierra de Egipto. Él se llevará sus riquezas, tomará botín y
la saqueará; y habrá recompensa para su ejército.
(20)
ְץְמצ ָׁ ָ֑ריִּ םְאֲשֶ ר֙ ְעָׁ ִ֣שוְלִֹּ֔ י
ִּ ת־א ֶר
ִ֣ ֶ ֶדְבּהְנ ַ ִָׁ֥ת ִּתיְלָ֖ ֹוְא
ָׁ ֹ֔ ַפְ ֻעלָׁתֹו֙ ְאֲשֶ ר־עָׁ ִ֣ב
:ְהוה ָּֽ ִּ נְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
pê'ulató asher-'ávad báĥ, natáti ló et-éretz mitzráim; asher 'ásu lí, nêúm adonái
IHVÍH .
Le he dado la tierra de Egipto por el trabajo que realizó en ella, porque lo hizo
para mí, dice el Señor Elohim.
(21)
ְְק ֶרן֙ ְלְבִ֣יתְיִּ ש ָׁר ֹ֔אלְולָךֵ֛ ְאֶ ִ֥תןְפִּ ת ָּֽחֹון־פֶ ָ֖ה
ֶ ֵ֨ ַבַ יִ֣ ֹוםְהַ ָ֗הואְאַ צ ִּמיח
ְפ:ְהוָּֽה
ָׁ וְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ ָ֖בְתֹוכָׁ ָ֑םְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע
baióm hahú atzmíaj qéren lêvéit Israél, uljá etén pitjón-péh bêtojám; vêiádê'ú
kí-aní Adonai .
'En aquel día haré surgir el poderío de la casa de Israel, y te permitiré abrir la
boca en medio de ellos. Y sabrán que yo soy el Eterno.'
'Oh persona, profetiza y di que así ha dicho el Señor Elohim: '¡Lamentad! ¡Ay
de aquel día!
(3)
:ְָ֖םְיה ֶיָּֽה
ָּֽ ִּ ִ֥תְּגֹוי
ִּ ֹוםְליהוָׁ ָ֑הְיִ֣ ֹוםְ ָׁע ָֹׁ֔נןְע
ָּֽ ַ ִָּ֖ ָּֽכי־קָׁ ִ֣רֹובְיֹ֔ ֹוםְוְקָׁ ִ֥רֹובְי
kí-qaróv íom, vêqaróv íom láAdonai; íom 'anán, 'ét goím íhiéh .
Porque cercano está aquel día; cercano está el día del Eterno. Será día de
nublado, la hora de las naciones.
730
30 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(4)
ְהְח ֶרב֙ ְבְ ִּמצ ַ ֹ֔ריִּ םְוְ ָׁ ָּֽהיְ ָׁתהְחַ לחָׁ לָׁה֙ ְבְכֹ֔ ושְבִּ נ ִ֥פלְחָׁ לָׁ ָ֖לְבְ ִּמצ ָׁ ָ֑ריִּ ם
ֶ ֵ֨ ובָׁ ָׁ ִ֥א
: ָׁדֹותיה
ָּֽ ֶ וְ ָׁ ָּֽלקְ ִ֣חוְהֲמֹו ָֹׁ֔נּהְוְ ֶנָּֽהֶ ר ָ֖סוְיְ ָּֽס
uvaáh jérev bêmitzráim, vêháiêtáh jaljalah bêjúsh, binfól jalál bêmitzráim;
vêláqêjú hamonáĥ, vênéhersú iêsódotéiha.
Etiopía, Libia, Lidia, y toda Arabia, los de Cub y los hijos de la tierra del
pacto caerán a espada juntamente con ellos.'
(6)
ְָּ֑הְמ ִּמג ִ֣דלְסְו ָ֗נה
ִּ ִָׁ֣יְמצ ַ ֹ֔ריִּ םְוְי ַ ָָׁ֖רדְּגְ ִ֣אֹוןְעֻז ִּ ִ֚כהְאָׁ ַ ִ֣מרְיה ֹ֔ ָׁוהְוְ ָׁנָּֽפְלו֙ ְָּֽסמְכ
:ְהוה ָּֽ ִּ לו־בּהְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ָׁ ֹ֔ ְבַ ֵ֨ ֶח ֶרב֙ ְיִּ פ
kóh amár Adonai, vênáfêlú sómêjéi mitzráim, vêiarád gêón 'uzáĥ; mimigdól
sêvenéh bajérev ipêlu-váĥ, nêúm adonái IHVÍH .
Así ha dicho el Eterno: 'Así caerán los que apoyan a Egipto. Caerá el orgullo
de su poderío, desde Migdol hasta Asuán; caerán en ella a espada, dice el
Señor Elohim.
(7)
ְיםְנח ֲָׁר ָ֖בֹות
ָּֽ ַ וְנָׁשֶַ֕ מוְבְ ָ֖תֹוְךְא ֲָׁר ִ֣צֹותְנְשַ ָ֑מֹותְוְע ָׁ ֶָׁ֕ריוְבְתֹוְך־ע ִּ ִָׁ֥ר
:ִּ ָּֽתהְ ֶיָּֽינָׁה
vênashámu bêtój aratzót nêshamót; vê'aráv bêtoj-'arím nájaravót tíhêiéinah.
Y sabrán que yo soy el Eterno, cuando yo prenda fuego a Egipto, y todos sus
ayudadores sean quebrantados.'
731
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 30
(9)
ְושְבָ֑טַ ח
ֶ ִ֣יםְמלְ ָׁפנַי֙ ְבַ ֹ֔ ִּציםְלְ ַ ָּֽהח ִּ ֲָ֖רידְאֶ ת־כ
ִּ בַ יִ֣ ֹוםְהַ ָ֗הואְיָּֽצְ ֵ֨אוְמַ לאָׁ ִּכ
ְס:םְכיְהִּ נָ֖הְבָׁ ָׁ ָּֽאה ִ֥ ִּ ִֹּוםְמצ ַ ֹ֔רי
ִּ ִ֣וְ ָׁ ָּֽהיְ ֵ֨ ָׁתהְחַ לחָׁ לָׁ הְבָׁ הֶ ם֙ ְבְי
baióm hahú iétzêú malajím milêfanaí batzím, lêhájaríd et-kúsh bétaj;
vêháiêtáh jaljaláh vahem bêíom mitzráim, kí hinéh baáh.
Así ha dicho el Señor Elohim: 'Pondré fin a la multitud de Egipto por medio
de Nabucodonosor, rey de Babilonia.
(11)
ְםְמובָׁ ִּ ָ֖איםְלְשַ חִ֣תְהָׁ ָׁ ָ֑א ֶרץְוְה ִּריקו ָּֽ ִ֣יְגֹוי
ִֹּ֔ ְע ִּריצ ָּֽ ָׁ ֹ֙וְאתֹו
ִּ ְ֠הואְוְעַמ
:םְומלְ ִ֥אוְאֶ ת־הָׁ ָׁ ָ֖א ֶרץְחָׁ ָׁ ָּֽלל
ָּֽ ָׁ ִַּל־מצ ַ ֹ֔רי ִּ חַ רבֹותָׁ ם֙ ְע
hú vê'amó itó 'áritzéi goím, múvaím lêshajét haáretz; vêheríqu jarvotam 'al-
mitzráim, umálêú et-haáretz jalál.
Él y su pueblo junto con él, los más crueles de las naciones, serán traídos para
destruir la tierra. Ellos desenvainarán sus espadas contra Egipto, y llenarán la
tierra de muertos.
(12)
ְַד־ר ִּ ָ֑עיםְ ַ ָּֽוה ֲִּשמ ָ֞ ִּתי
ָׁ הְומכַר ִּ ִ֥תיְאֶ ת־הָׁ ָׁ ָ֖א ֶרץְבְיָּֽ ָׁ ְח ָׁר ֹ֔ ָׁב
ָּֽ ָׁ ֙וְ ָׁנָּֽתַ ִּתיְיְא ִּרים
ְס:ְָ֖הְד ַ ָּֽב ְר ִּתי
ִּ ֶָׁא ֶרץְומֹלאָׁ ּה֙ ְבְיַד־ז ִּ ָֹׁ֔ריםְא ֲִּנִ֥יְיהו
vênátatí iêorim járaváh, umájartí et-haáretz bêiad-ra'ím; váhashimotí éretz
umloaĥ bêiad-zarím, aní Adonai dibárêti .
732
30 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Así ha dicho el Señor Elohim: 'También destruiré los ídolos. Pondré fin a los
dioses de Menfis, y ya no habrá príncipe en la tierra de Egipto. Y pondré
temor en la tierra de Egipto:
(14)
:יְאשְבְ ָ֑צעַןְוְע ִּ ִָׁ֥שיתְִּיְשְפ ִּ ָָׁ֖טיםְבְ ָּֽנא
ָ֖ ַ ָּֽוה ֲִּשמ ִּתי֙ ְאֶ ת־פַת ֹ֔רֹוסְוְנ ַ ִָׁ֥ת ִּת
váhashimotí et-patrós, vênatáti ésh bêtzó'an; vê'asíti shêfatím bênó.
Prenderé fuego a Egipto: Sin tendrá grandes dolores de parto, Tebas será
destrozada, y Menfis tendrá continuas angustias.
(17)
:י־בָ֖סֶ תְבַ ֶח ִֶ֣רבְיִּ ָ֑פלוְוְ ָ֖הנָׁהְבַ שְ ִּ ִ֥ביְת ַ ָּֽלכְנָׁה
ֶ ִּיְאוֶןְופ
ֵ֛ ָׁ בַ ִ֥חור
bajúrei áven ufi-véset bajérev ipólu; vêhénah bashêví telájênah.
(19)
ְפ:ְהוָּֽה
ָׁ וְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ ָ֖יתיְשְפ ִּ ָָׁ֖טיםְבְ ִּמצ ָׁ ָ֑ריִּ םְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע
ִּ וְע ִּ ִָׁ֥ש
vê'asíti shêfatím bêmitzráim; vêiádê'ú kí-aní Adonai .
Aconteció en el séptimo día del mes primero del año 11, que vino a mí la
palabra del Eterno, diciendo:
(21)
ְִ֣הְלא־ ְ֠ ֻחבְשָׁ ה
ָּֽ ְֶך־מצ ַ ָ֖ריִּ םְשָׁ ָׁבָ֑ר ִּתיְוְהִּ נ
ִּ הְמל ָּֽ ֶ בֶ ן־אָׁ ֶ֕ ָׁדםְאֶ ת־זְ ֵ֛רֹועְַפַר ִ֥ע
ְס:תְרפ ָֻ֜אֹותְל ִָׁ֥שוםְחִּ ֵ֛תולְלְחְב ָׁ ִ֥שּהְלְחְז ָׁ ָ֖קּהְלִּ ת ִ֥פשְבֶ ָׁ ָּֽח ֶרב
ְ ל ֵָׁ֨ת
ben-adám et-zêró'a par'óh mélej-mitzráim shavárti; vêhinéh ló-júbêshah latét
rêfuót lasúm jitúl lêjovsháĥ lêjozqáĥ litpós bejárev.
'Oh persona, yo he roto un brazo del faraón, rey de Egipto, y he aquí que no se
lo ha vendado poniéndole medicinas, ni se le ha puesto una venda para ser
entablillado, a fin de fortalecerle para que pueda sostener la espada.
(22)
ְ ְֶ֙ך־מצ ַ ֹ֔ריִּ םְוְ ָׁ ָּֽשבַ ר ִּתי
ִּ הְמל
ָּֽ ֶ הוהְהִּ נְנִּ י֙ ְאֶ ל־פַר ִ֣ע
ִָּ֗ ןְכה־אָׁ ַ ִ֣מרְ׀ְאֲדנָׁ ִ֣יְי ָּֽ ל ָָׁ֞כ
:בְמי ָָּֽׁדֹו
ִּ ת־ה ֲחז ָׁ ָָׁ֖קהְוְאֶ ת־הַ נִּ ש ָׁב ֶָ֑רתְוְהִּ פַל ִּ ִ֥תיְאֶ ת־הַ ֶח ֶָ֖ר
ָּֽ ַ ֶאֶ ת־זְ ִ֣רע ֹ֔ ָׁתיוְא
lajén kóh-amár | adonái IHVÍH hinêní el-par'óh mélej-mitzráim, vêshávartí et-
zêró'otáv, et-hájazaqáh vêet-hanishbáret; vêhipaltí et-hajérev miadó .
Por eso, así ha dicho el Señor Elohim, he aquí que yo estoy contra el faraón,
rey de Egipto, y romperé sus brazos, el fuerte y el fracturado; haré que la
espada se caiga de su mano.
(23)
:םְבא ֲָׁר ָּֽצֹות
ָּֽ ָׁ ית
ָ֖ ִּ ּגֹויָ֑םְוְ ָּֽז ִָּ֤ר
ִּ ַת־מצ ַ ָ֖ריִּ םְב
ִּ ֶצֹותיְא
ִ֥ ִּ ַוה ִּ ֲָּֽפ
vahafítzotí et-mitzráim bagoím; vêzéritím báaratzót.
Dispersaré a los egipcios entre las naciones, y los esparciré por los países.
(24)
ְ ְ֙מלְֶךְבָׁ ֹ֔ ֶבלְוְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֥תיְאֶ ת־חַ ר ִּ ָ֖ביְבְי ָָׁ֑דֹוְוְ ָׁ ָּֽשבַ ר ִּתי
ִ֣ ֶ ֙וְחִּ זַק ָ֗ ִּתיְאֶ ת־זְרעֹות
:קְנא ֲִ֥קֹותְחָׁ לָׁ ָ֖לְלְפ ָָׁׁנָּֽיו
ָּֽ ַ אֶ ת־זְרעִ֣ ֹותְפַר ֹ֔עהְוְנ ַ ֵָׁ֛א
734
30-31 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Fortaleceré, pues, los brazos del rey de Babilonia, mientras que los brazos del
faraón decaerán. Y sabrán que yo soy el Eterno, cuando yo ponga mi espada
en la mano del rey de Babilonia y él la extienda contra la tierra de Egipto.
(26)
וְכי־
ָּֽ ִּ ָ֖םְבא ֲָׁר ָ֑צֹותְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע
ָּֽ ָׁ יְאֹות
ָ֖ ָׁ ית
ִ֥ ִּ ּגֹויםְוְ ָּֽז ִָּ֤ר
ִֹּ֔ ַת־מצ ַ ֵ֨ריִּ ם֙ ְב
ִּ ֶצֹותיְא ִּ ַוה ִּ ֲָּֽפ
ְפ:ְהוָּֽה
ָׁ א ֲִּנִ֥יְי
vahafítzotí et-mitzráim bagoím, vêzérití otám báaratzót; vêiádê'ú kí-aní
Adonai .
Dispersaré a los egipcios entre las naciones, y los esparciré por los países. Y
sabrán que yo soy el Eterno.'
Aconteció en el primer día del mes tercero del año 11 que vino a mí la palabra
del Eterno, diciendo:
(2)
ְ ָׁל־מיְדָׁ ִּ ִ֥מית
ָ֖ ִּ ְֶֶך־מצ ַ ָ֖ריִּ םְוְאֶ ל־הֲמֹונָ֑ ֹוְא
ִּ הְמל
ָּֽ ֶ בֶ ן־אָׁ ֶ֕ ָׁדםְא ֱֵ֛מרְאֶ ל־פַר ִ֥ע
:בְגְד ֶ ָּֽלָך
735
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 31
Las aguas lo hicieron crecer; lo enalteció el abismo, que dirigió sus ríos
alrededor de su vergel, y envió sus canales a todos los árboles del campo.
(5)
ְָׁהְס ְרעַפ ָ֜ ָׁתיו
ָּֽ ַ ֹוְמ ָ֖כלְעֲצִ֣יְהַ שָׁ ֶ ָ֑דהְו ִַּתר ֵ֨ ֶבינ
ִּ ִ֣אְקמָׁ ֹ֔תָּֽ עַל־כן֙ ְָּׁגָּֽבְ ָׁה
:םְר ִּ ָ֖ביםְבְשַ לְ ָּֽחֹו
ַ ִּוְמ ַ ִ֥מי
ִּ ָׁהְפאר ָׁ ֵ֛ת
ָּֽ ו ֶ ַָּֽתא ַ ֱִ֧רכנ
'al-ken gávêhá qómató, mikól 'atzéi hasadéh; vatirbéinah sárê'apotáv
vatéerájnah fórotáv mimáim rabím bêshalêjó.
Por tanto, superó en altura a todos los árboles del campo, y sus ramas se
multiplicaron. A causa de la abundancia de agua, se extendió el ramaje que
había echado.
(6)
ְוְכלְחַ יַ ִ֣ת
ָ֖ ֹ֔תְפארתָׁ יו֙ ְָׁיָּֽלְד
ָּֽ ַיוְקנְנו֙ ְכְל־עִ֣ ֹוףְהַ שָׁ ֹ֔ ַמיִּ םְוְ ַתח
ָּֽ ִּ בִּ סעַפ ָׁת
:ִ֥םְר ִּ ָּֽבים
ַ לְּגֹוי
ִּ וְכָ֖ ֹ֔הַ שָׁ ֶ ָ֑דהְובצִּ לֹו֙ ְיָּֽשְב
bis'apotáv qínênú kol-'óf hashamáim, vêtájat pórotav iálêdú, kól jaiát hasadéh;
uvtziló iéshêvú, kól goím rabím.
En sus ramas hacían su nido todas las aves del cielo, debajo de su ramaje
parían todos los animales del campo, y a su sombra habitaban todas las
grandes naciones.
736
31 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(7)
:םְר ִּ ָּֽבים
ַ ִּל־מי
ִ֥ ַ ֶיוְכי־הָׁ יָׁ ִ֥הְשְר ָ֖שֹוְא
ָּֽ ִּ יֹות
ָ֑ ָׁ ְִּךְדל
ָּֽ ָׁ וַיְ ִּיִ֣ףְבְגְד ֹ֔לֹוְבְ ָ֖א ֶר
vaiêíf bêgodló, bêórej dáliotáv; kí-haiáh shorshó el-máim rabím.
737
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 31
(12)
ְל־ּגאָׁ יָ֜ ֹות
ֵ֨ ְל־ההָׁ ִּריםְובכ ָּֽ ֶ ְ֠ ֶָ֖םְוָָּֽ֤יִּ טְ ֻשָ֑הוְא
ַ ִ֥יְגֹוי
ִּ יםְע ִּריצ ָּֽ ָׁ וַיִּ כרְ ֻתִ֧הוְז ִּ ֵָׁ֛ר
ְוְמצִּ לֵ֛ ֹו
ִּ ָ֤ר ִ֧ד ְ יקיְהָׁ ֹ֔ ָׁא ֶרץְו ַָּֽי
ִ֣ ִָּׁהְפראתָׁ יו֙ ְבְכלְ֙אֲפ ָּֽ יֹותיוְו ִַּתשָׁ ַברנ ָׁ ָ֗ ִּוְדל
ָּֽ ָׁ ִָׁ֣נָּֽפְל
:ץְוָָּֽ֤יִּ טְ ֻ ָּֽשהוַ כְל־ע ִַ֥מיְהָׁ ָׁ ָ֖א ֶר
vaijrêtúhu zarím 'áritzéi goím váitêshúhu; el-héharim uvjol-géaíot náfêlú
dáliotáv vatishavárnah fórotav bêjol afiqéi haáretz, vaiérêdú mitziló kol-'améi
haáretz váitêshúhu.
Sobre su tronco caído habitan todas las aves del cielo, y sobre sus ramas están
todos los animales del campo.
(14)
י־מיִּ םְוְ ָּֽלא־יִּ תְנוְאֶ ת־ ַ ָ֗ ְ֩לא־יִּ גבְ ֵ֨הוְבְ ָּֽקֹומָׁ ָ֜ ָׁתםְכְל־עֲצ ָּֽ לְ ֵ֡ ַמעַןְאֲשֶ ר
ְל־שתי
ִ֣ ְיהֵ֛םְבְגְב ָׁהָ֖םְכ ֶ צַ מַ רתָׁ ם֙ ְאֶ ל־בִ֣יןְעֲב ֹ֔ ִּתיםְוְ ָּֽלא־ ַיעַמ ִ֧דוְאל
ל־א ֶרץְתַ ח ָ֗ ִּתיתְבְ ֵ֛תֹוְךְבְנִ֥יְאָׁ ָׁ ָ֖דםְאֶ ל־
ִ֣ ֶ ֶםְכי־ ֻכ ָׁלםְ֩נִּ תְנֵ֨ וְל ָ֜ ַָׁמוֶתְאָּֽ ִּ ִָּׁ ָ֑מי
ְפ:יְבֹור ָּֽ יִ֥ ֹורד
lêmá'an asher ló-igbêhú vêqómatám kol-'atzei-máim vêló-itênú et-tzamartam
el-béin 'avotím, vêló-ia'amdú eleihém bêgovhám kol-shótei máim; kí-julam
nitênú lamávet el-éretz tajtít bêtój bênéi adám el-íordei vór.
Así sucede para que ninguno de los árboles que crecen junto a las aguas se
exalte por su altura, ni levante su copa hasta las nubes; y para que ninguno de
los árboles que beben aguas confíe en la altura de sus ramas. Porque todos son
entregados a la muerte, a la parte más baja de la tierra, en medio de los hijos
de los hombres que descienden a la fosa.''
(15)
ְ ֹ֙וםְרדתֹוְשְ ֵ֨אֹולָׁה֙ ְ ֶ ָּֽהא ָ֜ ֱַבל ִּתיְכִּ ס ִּתיְ ָׁעלָׁיו ִּ ֵ֨הוהְבְי ִָּ֗ ָּֽכה־אָׁ ָ֞ ַמרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ְ ֙יםְוָּֽאַ ק ִּדרְ ָׁעלָׁיו
ָׁ םְר ִּ ָ֑ב ַ ִּוְמיִ֣ ַ ֲרֹותיהָׁ ְוַיִּ ָׁ ָּֽכלְ ָ֖א
ֶ ֹ֔ ֹוםְוָּֽאֶ מנַע֙ ַ ְָּֽנה
ָׁ אֶ ת־תְ ֹ֔ה
:ְלְבָׁ נֹ֔ ֹוןְוְכְל־עֲצִ֥יְהַ שָׁ ֶ ָ֖דהְעָׁלָׁ ִ֥יוְעֻל ֶ ָּֽפה
738
31 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
kóh-amár adonái IHVÍH bêíom ridtó shêólah héeválti kiséti 'alav et-têhóm,
váemna' náharotéiha, vaikálêú máim rabím; váaqdír 'alav lêvanón, vêjol-'atzéi
hasadéh 'aláv 'ulpéh .
Así ha dicho el Señor Elohim: 'El día en que él descienda al Sheol, haré que
haya duelo y lo cubriré con el océano. Detendré sus ríos, y las muchas aguas
serán detenidas. Por él cubriré de tinieblas el Líbano, y por él todos los árboles
del campo se desmayarán.
(16)
ְיְבֹור
ָ֑ גֹויםְבְ ָּֽה ִֹּור ִּ ִ֥דיְא ֵ֛תֹוְשְ ָ֖אֹולָׁהְאֶ ת־יִ֣ ֹורד
ִֹּ֔ ְִּמקֹולְמַ פַלתֹו֙ ְהִּ רעַ ִ֣ש ִּתי
ְל־שתי ִ֥ ְןְמב ַחִ֥רְוְטֹוב־לְבָׁ נָ֖ ֹוןְכ
ִּ ֶי־עד ֹ֔ וַיִּ ֵָׁ֨נח ֲָ֜מוְבְ ֶא ֶרץְתַ ח ִּתית֙ ְכְל־עֲצ
:ָׁ ָּֽמיִּ ם
miqól mapaltó hir'áshti goím, bêhóridí otó shêólah et-íordei vór; vainájamú
bêéretz tajtit kol-'atzei-'éden, mivjár vêtov-lêvanón kol-shótei máim.
Ellos también descenderán con él al Sheol, junto con los muertos a espada, los
que fueron su brazo, los que habitaban a su sombra en medio de las naciones.
(18)
לְבעֲצי־עָ֑דֶ ןְוְ ָּֽה ַורד ֵ֨ ָׁתְאֶ ת־עֲצי־
ָּֽ ַ ֶל־מיְדָׁ ִּ ִ֥מיתָׁ ְכָׁ ֵ֛ כָׁהְבְכ ִָׁ֥בֹודְוב ָ֖גד
ִֵּ֨ ֶא
ְי־ח ֶרבְהוא
ֶ ֹ֔ יםְתשכַב֙ ְאֶ ת־חַ לְל ִּ ל־א ֶרץְתַ ח ָ֗ ִּתיתְבְ ֵ֨תֹוְךְעֲר ִּל ִ֣ ֶ ֶָ֜עדֶ ןְא
ְפ:ְהוה ָּֽ ִּ ֲמֹונהְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ֹ֔ פַרעה֙ ְוְכְל־ה
el-mí damíta kájah bêjavód uvgódel bá'atzei-'éden; vêhúradtá et-'atzei-'éden
el-éretz tajtít bêtój 'arelím tishkav et-jalêlei-jérev, hú far'oh vêjol-hamonóh,
nêúm adonái IHVÍH .
'¿A quién, pues, te has comparado así en gloria y en grandeza en medio de los
árboles del Edén? Junto con los árboles del Edén, serás derribado a la parte
más baja de la tierra. Yacerás en medio de los incircuncisos, junto con los
muertos a espada. 'Eso es el faraón y toda su multitud', dice el Señor Elohim.
739
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 32
Aconteció en el primer día del mes duodécimo del año 12 que vino a mí la
palabra del Eterno, diciendo:
(2)
ְְֶך־מצ ַ ֹ֔ריִּ םְוְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָׁ ִ֣תְא ָֹׁ֔ליוְכְ ִּ ִ֥פיר
ִּ הְמל
ָּֽ ֶ םְשאְקִּ ינָׁה֙ ְעַל־פַר ִ֣ע ָׁ בֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁד
ְ ַ֙ח־מיִּ ם
ַ ֵ֨ ֲרֹותיָךְו ִַּתדל ֶ ָ֗ ּגֹויָ֖םְנִּ ד ָ֑מיתָׁ ְוְאַ תָׁ ה֙ ְכַתַ ִּנִ֣יםְבַ י ִַֹּ֔מיםְו ָׁ ִַ֣תגַחְבְ ַ ָּֽנה
ִּ
ְס:ֲרֹותםָּֽ ָׁ סְנהָּֽ ַ בְ ַרג ֶֹ֔ליָךְו ִַּתר ָ֖פ
ben-adám sá qinah 'al-par'óh mélej-mitzráim, vêámartá eláv, kêfír goím
nidméita; vêatah kataním baiamím, vatágaj bênáharotéja vatidlaj-máim
bêragléja, vatirpós náharotám.
'Oh persona, entona un lamento por el faraón, rey de Egipto, y dile: ''Has
llegado a ser semejante a un león de las naciones. Tú eres como el monstruo
de los mares; irrumpes en tus ríos, agitas las aguas con tus pies y enlodas sus
corrientes.
(3)
ְיםְר ִּ ָ֑בים
ַ ת־רש ֹ֔ ִּתיְבִּ ק ַהָ֖לְע ִּ ִַ֣מ
ִּ ֶהְופ ַרש ִּתיְ ָׁע ֵֶ֨ליָך֙ ְא
ָּֽ ָׁ הו
ִֹּ֔ כהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְוְ ֶ ָּֽהעֱלָ֖ וָךְבְחֶ ר ִּ ָּֽמי
kóh amar adonái IHVÍH, ufárastí 'aléjá et-rishtí, biqhál 'amím rabím; vêhé'elúja
bêjermí .
Te arrojaré en la tierra; te lanzaré sobre la superficie del campo. Haré que las
aves del cielo habiten sobre ti; haré que se sacien de ti las bestias de toda la
tierra.
740
32 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(5)
:מותָך
ָּֽ ֶ ֹותְר
ָּֽ ָׁ ָ֖אתיְהַ ּגָּֽאָׁ י
ִ֥ ִּ יםְומל
ִּ ַל־ההָׁ ִּ ָ֑ר
ָּֽ ֶ וְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֥תיְאֶ ת־בְ ָׁ ָּֽש ְרָךָ֖ ְע
vênátatí et-bêsárêjá 'al-héharím; umiletí hagéaíot rámutéja.
Tus carnes expondré sobre los montes, y llenaré los valles con tus restos.
(6)
:ָׁוןְמ ֶ ָּֽמך
ִּ יםְואֲפִּ ִּ ָ֖קיםְיִּ ָׁ ָּֽמלְ ִ֥א
ָּֽ ַ ל־ההָׁ ִּ ָ֑ר
ָּֽ ֶ ְֶמ ָׁ ָּֽדמְָךָ֖ ְא
ִּ ֵ֛יְא ֶרץְצָׁ ָׁ ָּֽפתְָך
ִ֧ ֶ ית
ִּ ֵ֨ וְהִּ שק
vêhishqeití éretz tzafátêjá midámêjá el-héharím; váafiqím imálêún miméka.
Cuando yo te haya extinguido, cubriré los cielos y haré que se oscurezcan las
estrellas. Cubriré el sol con una nube, y dejará de alumbrar la luz de la luna.
(8)
ְְעל־אַ רצְ ָֹ֔ך
ָּֽ ַ ֙יְחשֶ ְך
ֵ֨ ירםְעָׁלֶ ָ֑יָךְוְנ ַָׁת ִּ ָּֽת
ָ֖ כְל־מְאֹוריְאֹור֙ ְבַ שָׁ ֹ֔ ַמיִּ םְאַ ק ִּד
:ְהוה ָּֽ ִּ נְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
kol-mêórei or bashamáim, aqdirém 'aléja; vênatátí jóshej 'ál-artzêjá, nêúm
adonái IHVÍH .
Haré que se oscurezcan sobre ti todos los astros luminosos del cielo, y traeré
tinieblas sobre tu tierra, dice el Señor Elohim.
(9)
ְּגֹויםְעַל־א ֲָׁר ָ֖צֹות
ִֹּ֔ ַיְשב ְרָך֙ ְב
ִּ יםְר ִּ ָ֑ביםְ ַ ָּֽבהֲבִּ ִּיא
ַ וְ ִֵּ֨הכעַס ֹ֔ ִּתיְלָ֖בְע ִּ ִַ֣מ
:רְלא־יְדַ ע ָׁ ָּֽתם ָּֽ ֲש
ִ֥ ֶ א
vêhíj'astí, lév 'amím rabím; báhavií shivrêjá bagoím, 'al-aratzót ashér ló-
iêda'tám.
váhashimotí 'aléja 'amím rabím umaljeihem is'arú 'aléjá sá'ar, bê'ófêfí jarbí 'al-
pêneihém; vêjárêdú lirga'im ísh lênafshó, bêíom mapaltéja.
Haré que muchos pueblos queden atónitos a causa de ti. Por tu causa sus reyes
se estremecerán de terror, cuando yo esgrima mi espada ante sus rostros. En el
día de tu caída todos temblarán a cada instante, cada uno por su propia vida.
(11)
:ְבֹואָך
ָּֽ ֶ ְבְמלְֶך־בָׁ ֶבָ֖לְת
ָּֽ ֶ ָ֑הְח ִֶ֥ר
ֶ הו ִּ יְכהְאָׁ ַ ָ֖מרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ִ֥ ִּ ֵ֛כ
kí kóh amár adonái IHVÍH; jérev mélej-bavél têvoéja .
Porque así ha dicho el Señor Elohim: La espada del rey de Babilonia vendrá
contra ti.
(12)
ְָךְע ִּריצִ֥יְגֹויִּ ָ֖םְכֻלָׁ ָ֑םְוְ ָׁ ָּֽשדְדו֙ ְאֶ ת־ּגְ ִ֣אֹון
ָּֽ ָׁ בֹורים֙ ְאַ ִּ ִ֣פילְהֲמֹו ֶֹ֔נ
ִּ ִּבְחַ רבֹותְּג
:ֲמֹונָּּֽה
ָׁ ִּמצ ַ ֹ֔ריִּ םְוְנִּ ש ַ ָ֖מדְכְל־ה
bêjarvót giborim apíl hamonéja, 'áritzéi goím kulám; vêshádêdú et-gêón
mitzráim, vênishmád kol-hamonáĥ.
Con espadas de hombres valientes haré caer tu multitud. Todos ellos son los
más crueles de las naciones. Destruirán la soberbia de Egipto, y toda su
multitud será deshecha.
(13)
םְרגֶל־
ָּֽ ֶ אְתדלָׁח
ִּ םְר ִּ ָ֑ביםְוְ ֵ֨ל
ַ ִָּ֖לְמיִ֣ ַ ַוְ ַ ָּֽהאֲבַ ד ִּתי֙ ְאֶ ת־כְל־בְהֶ מ ֹ֔ ָׁתּהְמע
:אְתדל ָָּֽׁחםִּ הְל
ִ֥ אָׁ דָׁ ם֙ ְֹ֔עֹודְופַר ִ֥סֹותְבְה ָׁ ָ֖מ
vêháavadtí et-kol-bêhemtáĥ, me'ál máim rabím; vêló tidlajém régel-adam 'ód,
ufarsót bêhemáh ló tidlajém.
Haré perecer todos sus animales de junto a las muchas aguas. Nunca más las
agitará el pie del hombre, ni las agitarán las pezuñas de los animales.
(14)
:ְהוה
ָּֽ ִּ ןְאֹוליְךְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ָ֑ ִּ ֶַשמ
ִ֣ ֶ ֲרֹותםְכ
ָ֖ ָׁ יהםְוְ ַ ָּֽנה
ֶ ֹ֔ ְַמימ
ָּֽ אִָׁ֚ זְאַ ש ִּ ִ֣קיע
áz ashqí'a méimeihém, vênáharotám kashémen olíj; nêúm adonái IHVÍH .
Entonces aquietaré sus aguas, y haré que sus ríos corran como el aceite, dice
el Señor Elohim.
(15)
ְכֹותי
ָ֖ ִּ ַֹלאּהְבְה
ָׁ ֹ֔ ְץְממ
ִּ ץְמצ ַ ָ֜ריִּ םְשְמָׁ ָׁ ִ֣מהְונשַ ָ֗ ָׁמהְאִֶ֚ ֶר ִּ ת־א ֶר
ֶ ֵ֨ ֶבְ ִּת ִּתיְ֩א
:ְהוָּֽהָׁ וְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ ָ֖יְבָּ֑הְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע
ָׁ אֶ ת־כְל־יִ֣ ֹושב
742
32 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Aconteció en el día 15 del mes primero del año 12 que vino a mí la palabra
del Eterno, diciendo:
(18)
ְֹותְּגֹויִ֧םְאַ ִּד ִּ ֵ֛רם
ִּ ֵ֨הוְאֹותָׁ ּהְובנ
ְ֠ ֹוןְמצ ַ ָ֖ריִּ םְוְ ָּֽה ִֹּור ָ֑ד
ִּ בֶ ן־אָׁ ֶ֕ ָׁדםְנְהֵ֛הְעַל־ה ֲִ֥מ
:יְבֹור ָּֽ ל־א ֶרץְתַ ח ִּתיָ֖ ֹותְאֶ ת־יִ֥ ֹורד
ִ֥ ֶ ֶא
ben-adám nêhéh 'al-hamón mitzráim vêhóridéhu; ótaĥ uvnót goím adirím el-
éretz tajtiót et-íordei vór.
'¿A quién superas en hermosura? ¡Desciende para que te hagan yacer con los
incircuncisos!'
(20)
: ֲָׁמֹונָּֽיה
ֶ וְאֹותּהְוְכְל־ה
ָ֖ ָׁ ִ֥י־ח ֶָ֖רבְיִּ ָ֑פלוְ ֶח ִֶ֣רבְנִּ ֹ֔ ָׁתנָׁהְמָׁ שכ
ֶ בְ ִ֥תֹוְךְחַ לְל
743
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 32
De en medio del Sheol los más fuertes de los poderosos, con sus ayudadores,
hablarán de él: 'Ya han descendido y yacen con los incircuncisos, muertos a
espada.'
(22)
ְיבֹותיוְקִּ בר ָׁ ָ֑תיוְכֻלָׁ ִ֣םְ ֲחלָׁלִֹּ֔ יםְהַ ָּֽנפְ ִּ ָ֖לים
ָ֖ ָׁ ָׁשםְאַ שור֙ ְוְכְל־קְהָׁ ָֹׁ֔לּהְסְ ִּ ָּֽב
:בֶ ָׁ ָּֽח ֶרב
shám ashur vêjol-qêhaláĥ, sêvívotáv qivrotáv; kulám jalalím, hanófêlím
bejárev.
'Allí está Asiria y toda su multitud alrededor de sus sepulcros. Todos ellos
cayeron muertos a espada.
(23)
ְי־בֹורְוַי ִּ ִ֣היְקְהָׁ ָֹׁ֔לּהְסְבִּ ָ֖יבֹותְקְ ֻ ָּֽב ָׁר ָׁ ָ֑תּה
ֹ֔ יהְבְיַרכְת ָׁ֙ אֲשֵֶ֨ רְנִּ תְנוְקִּ בר ֵ֨ ֶת
:ר־נָּֽתְנִ֥ וְחִּ ִּ ָ֖תיתְבְ ֶ ִ֥א ֶרץְחַ ִּ ָּֽיים
ָׁ ֶכֻלָׁ םְ ֲחלָׁלִּ ים֙ ְָּֽנפְ ִּ ִ֣ליםְבַ ֹ֔ ֶח ֶרבְאֲש
ashér nitênú qivrotéihá bêiarkêtei-vór, vaihí qêhaláĥ, sêvivót qêvúratáĥ; kulám
jalalim nófêlím bajérev, asher-nátênú jitít bêéretz jaím.
Sus sepulcros han sido puestos en los lugares más profundos de la fosa, y su
multitud yace alrededor de su sepulcro. Todos ellos, los que impusieron su
terror en la tierra de los vivientes, han caído muertos a espada.
(24)
ְָׁשםְעילָׁם֙ ְוְכְל־הֲמֹו ָֹׁ֔נּהְסְבִּ ָ֖יבֹותְקְ ֻב ָָּֽׁר ָׁ ָ֑תּהְכֻלָׁ ִ֣םְ ֲחלָׁלִּ יםְ֩הַ ָּֽנפְלִֵּ֨ ים
ְ ֙רְנָּֽתְנוְחִּ ִּתיתָׁ ם
ָׁ ֵֶ֨ל־א ֶרץְתַ ח ִּתיָ֗ ֹותְאֲש ִ֣ ֶ ֶבַ ָ֜ ֶח ֶרבְאֲֽשֶ ר־יְ ְר ִ֥דוְעֲר ִּ ִ֣ליםְ׀ְא
:יְבֹור ָּֽ בְ ֶ ִ֣א ֶרץְחַ ִֹּ֔ייםְוַיִּ ש ִ֥אוְכְלִּ מָׁ ָׁ ָ֖תםְאֶ ת־יִ֥ ֹורד
shám 'eilam vêjol-hamonáĥ, sêvivót qêvúratáĥ; kulám jalalim hanófêlím
bajérev ásher-iorêdú 'arelím | el-éretz tajtiót ashér nátênú jititam bêéretz jaím,
vaisú jêlimatám et-íordei vór.
'Allí está Elam, con toda su multitud alrededor de su sepulcro. Todos ellos
cayeron muertos a espada y han descendido incircuncisos a las partes más
744
32 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
'Allí están Mesec y Tubal, con toda su multitud alrededor de sus sepulcros,
todos ellos incircuncisos, muertos a espada; porque impusieron su terror en la
tierra de los vivientes.
(27)
ְֲשרְיְר ָּֽדו־שְ ִ֣אֹול ִ֣ ֶ יםְמעֲר ִּ ָ֑ליםְא ָּֽ יםְנפְ ִּ ָ֖לָּֽ בֹור
ֹ֔ ִּ ִּוְלאְיִּ שכְבו֙ ְאֶ ת־ּג
ְ ֙יהםְוַתְ ִּהיְעֲוְָּֽנתָׁ ם
ֶ ָ֗ תְראש ָּֽ ָׁ ַםְתח
ִ֣ ַ בֹותָׁ ָ֜ י־מלחַ מתָׁ םְ֩וַיִּ תְנֵ֨ וְאֶ ת־חַ ר ִּ בִּ כ ָּֽל
:בֹוריםְבְ ֶ ִ֥א ֶרץְחַ ִּ ָּֽיים ָ֖ ִּ ִּמֹותםְ ִּ ָּֽכי־חִּ ִּ ִ֥תיתְּג
ָׁ ֹ֔ עַל־עַצ
vêló ishkêvú et-giborím, nófêlím mé'arelím; ashér iordú-shêól bijléi-
miljamtam vaitênú et-jarvotám tájat rásheihém vatêhí 'avónotam 'al-
'atzmotám, kí-jitít giborím bêéretz jaím.
No yacen con los valientes que cayeron, de entre los incircuncisos, los cuales
descendieron al Sheol con sus armas de guerra; cuyas espadas fueron puestas
debajo de sus cabezas, y cuyos pecados quedaron puestos sobre sus huesos;
porque impusieron su terror sobre los valientes en la tierra de los vivientes.
(28)
:י־ח ֶרב
ָּֽ ָׁ יםְתשָׁ ַבִ֥רְוְ ִּתשכַ ָ֖בְאֶ ת־חַ לְל
ִּ וְאַ ָ֗ ָׁתהְבְ ִ֧תֹוְךְעֲר ִּ ֵ֛ל
vêatáh bêtój 'arelím tishavár vêtishkáv et-jalêlei-járev.
745
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 32
Tú, pues, serás quebrantado entre los incircuncisos, yacerás con los muertos a
espada.
(29)
יאיהָׁ ְאֲשֶ ר־נִּ תְנִ֥ וְבִּ ג ָּֽב ָׁור ָׁ ָ֖תםְאֶ ת־ֶ ֹ֔ יהְוְכְל־נְ ִּש
ָׁ֙ ָׁ ִ֣שמָׁ הְאֱדָ֗ ֹוםְמְ ָׁל ֵֶ֨כ
:יְבֹור ָּֽ ת־ירד ִ֥ ֶי־ח ֶָ֑רבְהֵ֛מָׁ הְאֶ ת־עֲר ִּ ִ֥ליםְיִּ שכָׁ ָ֖בוְוְא ָׁ חַ לְל
shámah edóm mêlajéihá vêjol-nêsiéiha, asher-nitênú vigvúratám et-jalêlei-
járev; hémah et-'arelím ishkávu vêet-iórdei vór.
'Allí está Edom con sus reyes y todos sus dirigentes que en su poderío fueron
puestos junto con los muertos a espada. Ellos yacen con los incircuncisos y
con los que descienden a la fosa.
(30)
ְָ֤ר ִ֣דוְאֶ ת־ ֲחלָׁלִָּ֗ ים
ְ ר־י
ָּֽ ָׁ ֶל־צד ִּנָ֑יְאֲש
ָּֽ ִּ ְָׁ ִ֣שמָׁ הְנְ ִּסיכִ֥יְצָׁ ֵ֛פֹוןְכֻלָׁ ָ֖םְוְכ
ֶ ֹ֔ ְבֹושיםְוַיִּ שכְבוְעֲרלִּ ים֙ ְאֶ ת־חַ לְל
ְי־ח ֶרב ִּ ֹ֔ ֙םְמג ָּֽב ָׁורתָׁ ם
ִּ ית ָׁ בְחִּ ִּת
:יְבֹור ָּֽ וַיִּ ש ִ֥אוְכְלִּ מָׁ ָׁ ָ֖תםְאֶ ת־יִ֥ ֹורד
shámah nêsijéi tzafón kulám vêjol-tzídoní; asher-iárêdú et-jalalím bêjititám
migvúratam boshím, vaishkêvú 'arelim et-jalêlei-jérev, vaisú jêlimatám et-
íordei vór.
'Allí están los príncipes del norte, todos ellos, y todos los de Sidón, quienes a
pesar del terror causado por su poderío, yacen avergonzados, incircuncisos,
junto con los muertos a espada. Y cargan con su afrenta, junto con los que
descienden a la fosa.
(31)
י־ח ֶרב֙ ְפַר ִ֣עהְוְכְל־
ֶ ֵ֨ ֲמֹונהְחַ לְל
ָ֑ אֹותָׁ ם֙ ְיִּ ר ֶ ִ֣אהְפַר ֹ֔עהְוְנִּ ַחָ֖םְעַל־כְל־ה
:ְהוה ָּֽ ִּ ח ֹ֔ילֹוְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
otam iréh far'óh, vênijám 'al-kol-hamonóh; jalêlei-jérev par'óh vêjol-jeiló,
nêúm adonái IHVÍH .
'A éstos mirará el faraón, y se consolará por toda su multitud, los muertos a
espada, aun el faraón y todo el ejército, dice el Señor Elohim.
(32)
ְיתי)ְבְ ֶ ִ֣א ֶרץְחַ ִּיָ֑יםְוְהֻש ַכבְ֩בְ ֵ֨תֹוְךְעֲרלִָּ֜ ים ָ֖ ִּ ִּ ָּֽכי־נ ַ ִָׁ֥ת ִּתיְאֶ ת־חתיתוְ(חִּ ִּת
ְפ:ְהוה ָּֽ ִּ ֲמֹונהְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ֹ֔ י־ח ֶרבְפַרעה֙ ְוְכְל־הֶ ָ֗ אֶ ת־חַ לְל
kí-natáti et-JTITV (jitití) bêéretz jaím; vêhushkav bêtój 'arelím et-jalêlei-jérev
par'oh vêjol-hamonóh, nêúm adonái IHVÍH .
747
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 33
(6)
ִ֣םְלא־ָּֽ ֶָׁהְכי־יִּ ר ֵ֨ ֶאהְאֶ ת־הַ ָ֜ ֶח ֶרבְבָׁ ָ֗ ָׁאהְוְ ָּֽלא־תָׁ ַקעְבַ שֹופָׁר֙ ְוְהָׁ עָּֽ ִּ וְְ֠הַ צפ
ֹוְמ ַיָּֽד־
ִּ ואְבעֲֹונִ֣ ֹוְנִּ ל ֹ֔ ָׁקחְוְדָׁ ָ֖מ
ָּֽ ַ ֶשְה
ִ֚ ֹואְח ֶרבְו ִַּת ַ ִ֥קחְמ ֶהָ֖םְנָׁ ָ֑פ
ֶ ֹ֔ נִּ ז ֹ֔ ָׁהרְוַתָׁ ִ֣ב
ְפ:הַ צפֶ ִ֥הְאֶ ד ָּֽרש
vêhatzofeh kí-iréh et-hajérev baáh vêló-taqá' bashofar vêha'ám ló-nizhár,
vatavó jérev, vatiqáj mehém náfesh; hú bá'aonó nilqáj, vêdamó miád-hatzoféh
edrósh.
'A ti, oh persona, te he puesto como centinela para la casa de Israel. Oirás,
pues, la palabra de mi boca y les advertirás de mi parte.
(8)
ְעְמדַ רכָ֑ ֹו
ִּ ירְר ָׁ ָ֖ש
ָׁ אְד ֹ֔ ַברתָׁ ְלְהַ ז ִּ ִ֥ה
ִּ ְמֹותְתָׁ ֹ֔מותְוְ ִ֣ל ִ֣ ֙עְרשָׁ ע
ָׁ ָָׁ֗יְל ָׁרש ָּֽ ָׁ בְאְמ ִּ ִ֣ר
:ֹוְמ ָׁ ָּֽיָ֤דְָךִ֥ ְאֲבַ ָּֽקש
ִּ ְבעֲֹונִ֣ ֹוְי ָֹׁ֔מותְוְדָׁ ָ֖מ
ָּֽ ַ ֙ואְרשָׁ עָׁ ה
bêomrí lárashá' rasha' mót tamút, vêló dibárta, lêhazhír rashá' midarkó; hú
rasha' vá'aonó iamút, vêdamó miádêjá avaqésh.
748
33 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(10)
רְכי־
ָּֽ ִּ אמ ֹ֔ וְ אַ ָׁ ִ֣תהְבֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁדםְאֱמר֙ ְאֶ ל־בִ֣יתְיִּ ש ָׁר ֹ֔אלְכןְאֲמַ רתֶ ם֙ ְל
:יְךְנחְ ֶיָּֽה
ָּֽ ִּ ָ֑ינוְובֵ֛םְאֲנַ ִ֥חנוְנְמַ ִּ ָ֖קיםְוְ ִ֥א
ָׁ אתינוְעָׁל
ָ֖ פְשָׁ עִ֥ינוְוְחַ ט
vêatáh ven-adám emor el-béit Israél, kén amartem lemór, kí-fêsha'éinu
vêjatotéinu 'aléinu; uvám anájnu nêmaqím vêéij níjêiéh.
Diles: ¡Vivo yo, que no quiero la muerte del impío, sino que el impío se aparte
de su camino y viva!, dice el Señor Elohim. ¡Apartaos, apartaos de vuestros
malos caminos! ¿Por qué moriréis, oh casa de Israel?
(12)
ְ ֙וְאַ ָׁ ִ֣תהְבֶ ן־אָׁ ָ֗ ָׁדםְאֱמרְאֶ ל־בְנָּֽי־עַמְָך֙ ְצִּ ד ַ ִ֣קתְהַ צַ ִָּ֗דיקְלאְתַ צִּ י ֵֶ֨לנו
ְֹוְמ ִּרשעָ֑ ֹו ָּֽ ֹוםְשוב
ִ֣ ָ֖לְבּהְבְי
ָׁ ֹ֔ ֶתְה ָׁרשָׁ ע֙ ְ ָּֽלא־יִּ כָׁ ִ֣ש
ָּֽ ָׁ ַבְיִ֣ ֹוםְפִּ ש ֹ֔עֹוְוְ ִּרשע
:אתֹו ָּֽ ֹותְבָּ֖הְבְיִ֥ ֹוםְחֲט ָׁ ִֵ֥֛לְלחְיָּֽ ִּ ַיקְלאְיוכ
ִ֥ וְצַ ִָּ֗ד
vêatáh ven-adám emór el-bênéi-'amêjá tzidqát hatzadíq ló tatzilénú bêíom
pish'ó, vêrish'át hárasha' ló-ikáshel báĥ, bêíom shuvó mérish'ó; vêtzadíq ló
iujál líjêíot báĥ bêíom jatotó.
749
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 33
'Sin embargo, los hijos de tu pueblo dicen: 'No es correcto el camino del
Señor.' Pero es el camino de ellos el que no es correcto.
(18)
:ֶלְומתְבָׁ ֶ ָּֽהם
ָ֖ יקְמצִּ דקָׁ ָ֖תֹוְוְעָׁ ִ֣שָׁ הְעָׁ ָ֑ ו
ִּ בְשוב־צַ ִּ ִ֥ד
bêshuv-tzadíq mitzidqató vê'ásah 'ável; umét bahém.
750
33 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Sin embargo, decís: 'No es correcto el camino del Señor.' Oh casa de Israel, yo
os juzgaré a vosotros, a cada uno conforme a sus caminos.'
(21)
ְנוְבא־א ֵַ֨לי
ָּֽ ָׁ ָּֽלות
ָ֑ יְבח ֲִּמ ָׁ ִ֥שהְל ַָ֖חדֶ שְלְ ָׁג
ָּֽ ַ הְבע ֲִּש ִּ ֵ֛ר
ָּֽ ָׁ וַי ִָּ֞היְבִּ ש ִ֧תיְעֶש ִ֣רהְשָׁ ָָׁ֗נ
:אמרְהֻכְ ָׁ ִ֥תהְהָׁ ִּ ָּֽעיר ָ֖ יטְמ ָּֽירושָׁ לַ ֵ֛ ִּםְל
ִּ הַ פ ִּ ִָׁ֧ל
vaihí bishtéi 'esréh shanáh bá'asirí bájamisháh lajódesh lêgáluténu; bá-elái
hapalít mirúshaláim lemór hukêtáh ha'ír.
Aconteció en el quinto día del mes décimo del año 12 de nuestra cautividad
que uno que había escapado de Ierushalaim vino a mí para decir: 'La ciudad
ha sido tomada.'
(22)
ִּ ֹ֔ ְֶ֩היְ ֵ֨ ָׁתהְא ַָ֜ליְבָׁ ֶָ֗ע ֶרבְלִּ פני֙ ְִ֣בֹואְהַ פָׁלִֹּ֔ יטְוַיִּ פ ַ ִ֣תחְא
ת־פיְעַד־ ָּֽ ָׁ וְיַד־יה ָׁוה
ְפ:ְאְנאֱלַ ָ֖מ ִּתיְעָּֽ ֹוד ִּ ֹ֔ ִַ֥בֹואְאלַ ָ֖יְבַ ָ֑בקֶ רְוַיִּ פָׁ ִ֣ת
ָּֽ ֶ חְפיְוְ ִ֥ל
vêiad-Adonai háiêtáh elái ba'érev lifneí bó hapalít, vaiftáj et-pí, 'ad-bó elái
babóqer; vaipátaj pí, vêló néelámti 'ód .
La noche antes que llegase el que había escapado, la mano del Eterno vino
sobre mí, y me abrió la boca antes que él llegara a mí por la mañana. Así abrió
mi boca y no estuve más enmudecido.
(23)
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
751
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 33
'Oh persona, los que habitan entre aquellas ruinas, en la tierra de Israel, andan
diciendo: 'Avraham era sólo uno; sin embargo, tomó posesión de la tierra.
¡Cuánto más nosotros que somos muchos! A nosotros ha sido dada la tierra
como posesión.'
(25)
ְהוהְעַל־הַ ָׁ ִ֧דםְ׀ְתאכֵ֛לוְוְ ָּֽעינכֶ ֵ֛ם ִָּ֗ םְכה־אָׁ ַ ִ֣מרְ׀ְאֲדנָׁ ִ֣יְי ָּֽ לָׁכןְ֩א ֱֵ֨מרְאֲל ָ֜ ֶה
:ְירשו ָּֽ ָׁ ץְת
ִּ םְתש ָ֑פכוְוְהָׁ ָׁ ָ֖א ֶר ִּ ִּתש ִ֥אוְאֶ ל־ּגִּ לָּֽ וליכֶ ָ֖םְוְ ָׁ ִ֣ד
lajen emór alehém kóh-amár | adonái IHVÍH 'al-hadám | tojélu vê'éinejém tisú
el-gilúleijém vêdám tishpóju; vêhaáretz tiráshu .
Por tanto, diles que así ha dicho el Señor Elohim: 'Vosotros que coméis con
sangre, alzáis vuestros ojos hacia vuestros ídolos y derramáis sangre,
¿tomaréis posesión de la tierra?
(26)
ְת־אשֶ תְרעָ֖הו
ִ֥ ֶןְתֹוע ֹ֔ ָׁבהְוְ ִּ ֵ֛אישְא
ָּֽ ית
ִ֣ ֶ םְעל־חַ רבְכֶם֙ ְע ֲִּש ָּֽ ַ עֲמַ ד ֶת
ְס:ירשו ָּֽ ָׁ ץְת
ִּ אתםְוְהָׁ ָׁ ָ֖א ֶר ָ֑ ֶ ִּטמ
'amadtém 'ál-jarbêjem 'asitén tó'eváh, vêísh et-éshet re'éhu timetém; vêhaáretz
tiráshu.
Les dirás que así ha dicho el Señor Elohim: '¡Vivo yo, que los que están en
aquellas ruinas caerán a espada! Al que está sobre la superficie del campo lo
daré por comida a las fieras, y los que están en las fortalezas y en las cavernas
morirán por la peste.
(28)
ְוְ ָׁנָּֽתַ ִּתיְאֶ ת־הָׁ ֵ֨ ָׁא ֶרץ֙ ְשְמָׁ ָׁ ִ֣מהְומשַ ֹ֔ ָׁמהְוְנִּ ש ַבָ֖תְּגְ ִ֣אֹוןְעֻזָׁ ָּ֑הְוְ ָׁ ִ֥שמְ ֵ֛מוְהָׁ ִ֥רי
:יןְעֹובר
ָּֽ יִּ ש ָׁר ָ֖אלְמ ִ֥א
vênátatí et-haáretz shêmamáh umshamáh, vênishbát gêón 'uzáĥ; vêshámêmú
haréi Israél meéin 'ovér.
752
33 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
'Oh persona, los hijos de tu pueblo hablan acerca de ti, junto a las paredes y a
las puertas de las casas. Hablan el uno con el otro, cada uno con su hermano,
diciendo: '¡Venid y oíd cuál es la palabra que viene del Eterno!'
(31)
ְֹואוְאלֶיָךְכִּ מבֹוא־ ָָׁ֞עםְוְיָּֽשְבוְלְ ָׁפ ֵֶ֨ניָך֙ ְע ִַֹּ֔מיְוְ ָׁ ָּֽשמְעו֙ ְאֶ ת־דְבָׁ ֶ ֹ֔ריָך ְ֠ וְי ִָׁ֣ב
ְוְכי־ ֲעג ִָּׁביםְבְפִּ יהֶ ם֙ ְהִ֣מָׁ הְע ֹ֔ ִּשיםְ ַ ָּֽאח ֲִ֥ריְבִּ צעָׁ ָ֖ם ָּֽ ִּ אְיע ֲָ֑ש
ָּֽ ַ םְל
ִ֣ אֹותָ֖ ָׁ ְו
:לִּ ָׁבִ֥םְה ָּֽלְך
vêiavóu éleja kimvo-'ám vêiéshêvú lêfanéjá 'amí, vêshámê'ú et-dêvaréja,
vêotám ló iá'asú; kí-'agavím bêfihem hémah 'osím, ájaréi vitz'ám libám holéj.
753
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 33-34
He aquí que para ellos tú eres como un cantante de motivos sensuales, cuya
voz es agradable y que toca bien. Oyen tus palabras, pero no las ponen por
obra.
(33)
ְפ:תֹוכם
ָּֽ ָׁ ְוְכיְנ ִּ ָָׁ֖ביאְהָׁ יָׁ ִ֥הְב
ִ֥ ִּ ובְב ָׁ ָ֑אּהְהִּ נִ֣הְבָׁ ֹ֔ ָׁאהְוְיָׁ ִָ֣֤ד ֹ֔ע
uvêvoáĥ; hinéh vaáh, vêiád'ú, kí naví haiáh vêtojám.
Pero cuando esto venga–y he aquí que ya viene–, entonces sabrán que hubo un
profeta entre ellos.'
Ellas se han dispersado por falta de pastor, y están expuestas a ser devoradas
por todas las fieras del campo. Han sido dispersadas;
(6)
ְ ִ֣֙הְר ָׁ ָ֑מהְוְ ֵַ֨עלְכְל־פְניְהָׁ ֵ֨ ָׁא ֶרץ
ָׁ ָׁל־הִ֣הָׁ ִּ ֹ֔ריםְוְעַ ָ֖לְכְל־ּגִּ בע
ֶ ְיִּ שּגוְצאנִּ י֙ ְבְכ
:יןְדֹורשְוְ ִ֥איןְמְבַ ָּֽקשָ֖ אניְוְ ִ֥א
ִּ ֹ֔ נ ִָׁ֣פצוְצ
ishgú tzoní bêjol-héharím, vê'ál kol-giv'áh ramáh; vê'ál kol-pênéi haáretz
nafótzu tzoní, vêéin dorésh vêéin mêvaqésh.
mis ovejas han andado descarriadas en todos los montes y sobre toda colina
alta. Mis ovejas han sido dispersadas por toda la faz de la tierra, y no ha
habido quien se preocupe de ellas ni quien las busque.'
(7)
:ְהוָּֽה
ָׁ יםְשמעָ֖ וְאֶ ת־דְ ַבִ֥רְי
ִּ לָׁכִ֣ןְר ֹ֔ ִּע
lajén ro'ím, shim'ú et-dêvár Adonai .
'¡Vivo yo, dice el Señor Elohim, que por cuanto mis ovejas fueron expuestas a
ser robadas o a ser devoradas por las fieras del campo, por no tener pastor, y
755
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 34
mis pastores no se preocuparon por mis ovejas, sino que los pastores se
apacentaron a sí mismos y no apacentaron a mis ovejas;
(9)
:ְהוָּֽה
ָׁ יםְשמעָ֖ וְדְבַ ר־י
ִּ ְהר ֹ֔ ִּע
ָּֽ ָׁ ֙לָׁכן
lajen háro'ím, shim'ú dêvar-Adonai .
Así ha dicho el Señor Elohim: ¡He aquí yo estoy contra los pastores, y
demandaré mis ovejas de sus manos! Haré que dejen de apacentar a las ovejas,
y ellos dejarán de apacentarse a sí mismos. Libraré a mis ovejas de sus bocas,
y no les servirán más de comida.'
(11)
:ְאנָ֖יְובִּ קַ ר ִּ ָּֽתים
ִּ י־אנִּ יְוְ ָׁ ָּֽד ַרש ִּ ִ֥תיְאֶ ת־צ
ָׁ ֶ֕ ִּהוָ֑הְהִּ נְנ
ִּ יְכהְאָׁ ַ ָ֖מרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ִ֥ ִּ ֵ֛כ
kí kóh amár adonái IHVÍH; hinêni-áni vêdárashtí et-tzoní uviqartím .
Ciertamente así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí, yo mismo buscaré mis
ovejas y cuidaré de ellas.
(12)
ְכְבַ קָׁ ַרתְ֩ר ֵֶ֨עהְעֶד ָ֜רֹוְבְיֹום־הֱיֹותֹוְבְתֹוְך־צאנֹו֙ ְנִּ פ ָׁר ֹ֔שֹותְכָ֖ןְאֲבַ ִ֣קר
ְֲשרְנ ִָׁ֣פצוְשָֹׁ֔ םְבְיִ֥ ֹוםִ֣ ֶ םְמכְל־הַ מְקֹומת֙ ְא
ִּ אנָ֑יְוְהִּ צַ ל ִּ ִ֣תיְאֶ ת ָ֗ ֶה
ִּ אֶ ת־צ
:ְָ֤ןְוע ֲָׁר ֶ ָּֽפל
ָּֽ ַ ָ֖ ָׁעָׁנ
kêvaqarat ro'éh 'edró bêiom-heiotó vêtoj-tzonó nifrashót, kén avaqér et-tzoní;
vêhitzaltí ethém mikol-hamêqomot ashér nafótzu shám, bêíom 'anán vá'arafél .
Como el pastor cuida de su rebaño cuando está entre las ovejas dispersas, así
cuidaré de mis ovejas y las libraré en todos los lugares a donde han sido
dispersadas en el día del nublado y de la oscuridad.
(13)
יאֹותיםְאֶ ל־
ָ֖ ִּ ן־הא ֲָׁר ֹ֔צֹותְ ַוה ִּ ֲָּֽב ִ֣ ָׁ ְמ ִּ ֙ן־העַ ִָּ֗מיםְוְקִּ בַ צ ִּתים
ָּֽ ָׁ יםְמ
ִּ את ִ֣ ִּ וְ ָּֽהֹוצ
ְלְמֹושבִ֥יָּֽ יקיםְוב ָ֖כ ִּ ֶ֕ ִּלְבאֲפ ָּֽ ָׁ יתים֙ ְאֶ ל־הָׁ ִ֣ריְיִּ ש ָׁר ֹ֔א ִּ ִּאַ דמָׁ ָׁ ָ֑תםְורע
:הָׁ ָׁ ָּֽא ֶרץ
756
34 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Las sacaré de los pueblos, las reuniré de los países y las traeré a su propia
tierra. Las apacentaré en los montes de Israel, en las quebradas y en todos los
lugares habitados del país.
(14)
ְָ֑םְשם
ָׁ לְיהיֶ ִ֣הְנְו ֶה ָּֽ ִּ בְ ִּמרעֶה־טֹוב֙ ְאֶ רעֶ ִ֣הְא ֹ֔ ָׁתםְובהָׁ ִ֥ריְמְ ָּֽרֹום־יִּ ש ָׁר ָ֖א
:ְןְתרעֶ ָ֖ינָׁהְאֶ ל־הָׁ ִ֥ריְיִּ ש ָׁר ָּֽאל ִּ ֹובְומרעֶ ִ֥הְשָׁ ֵ֛מ
ִּ ֶהְט
ֹ֔ ִּתר ֵ֨ ַבצנָׁה֙ ְבְנָׁ ִָ֣֤ו
bêmir'eh-tov er'éh otám, uvharéi mêróm-Israél íhiéh nêvehém; shám
tirbátznah bênáveh tóv, umir'éh shamén tir'éinah el-haréi Israél .
757
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 34
(18)
ְםְתרמְ ָ֖סו
ִּ ְמרעי ֶֹ֔כ ִּ ְ֙תר ֹ֔עוְוְ ֵֶ֨יתֶ ר
ִּ ִ֣֙טְמ ֶָ֗כםְהַ ִּמרעֶ הְהַ טֹוב
ִּ ַהַ מע
:םְתש ֹ֔תוְוְאת֙ ְהַ נִ֣ ֹותָׁ ִּ ֹ֔ריםְבְ ַרגליכֶ ָ֖םְ ִּתרפ ָּֽשוןִּ ִּע־מי
ִ֣ ַ ַָ֑םְומשק
ִּ ֶבְ ַרגליכ
ham'át mikém hamir'éh hatov tir'ú, vêiéter mir'eijém, tirmêsú bêragleijém;
umishqa'-máim tishtú, vêet hanótarím, bêragleijém tirposún.
¿Os parece poco que os apacentéis del buen pastizal, para que tengáis que
pisotear con vuestros pies lo que queda de vuestros pastos, y que después de
haber bebido las aguas tranquilas, tengáis que enlodar el resto de ellas con
vuestros pies?
(19)
ְפ:ָ֖םְתש ֶ ָּֽתינָׁה
ִּ ִֶ֥שְרגליכ
ַ ַָׁהְומרפ
ִּ ְתר ֶֹ֔עינ
ִּ ֙סְרגליכֶם
ַ ָ֑יְמר ַמ
ִּ אנ ִּ וְצ
vêtzoní; mirmás ragleijem tir'éinah, umirpás ragleijém tishtéinah.
¿Mis ovejas han de comer lo que vuestros pies han pisoteado y han de beber
lo que han enlodado vuestros pies?'
(20)
ְין־שה
ִ֣ ֶ ְב
ָּֽ ֙י־אנִּ יְוְ ָׁ ָּֽשפַט ִּתי
ָׁ ֶ֕ ִּיהָ֑םְהִּ נְנ
ֶ הוהְאֲל
ָ֖ ִּ ןְכהְאָׁ ַ ֵ֛מרְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ִ֥ ל ָָׁ֗כ
:ְהְר ָׁזָּֽה
ָׁ ִ֥יןְש
ָ֖ ֶ בִּ ר ָֹׁ֔יהְוב
lajén kóh amár adonái IHVÍH aleihém; hinêni-áni vêsháfattí béin-séh viriáh,
uvéin séh razáh .
Por tanto, así les ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí, yo mismo juzgaré entre
el cordero engordado y el cordero flaco.
(21)
ְֲשר
ִ֧ ֶ ַָ֗יעַןְבְ ַצדְובכָׁתף֙ ְתֶ ה ֹ֔דפוְובקַ רניכֶ ִ֥םְתְנ ְַּג ָ֖חוְכְל־הַ נַחלָ֑ ֹותְעַ ִ֣דְא
:םְאֹותנָׁהְאֶ ל־הַ ָּֽחוצָׁ ה
ָ֖ ָׁ יצֹות
ֵ֛ ֶ ה ִּ ֲָּֽפ
iá'an bêtzád uvjatef tehdófu, uvqarneijém tênagêjú kol-hanajlót; 'ád ashér
hafítzotém otánah el-hajútzah.
758
34 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(23)
ְידְהואְיִּ רעֶ ִ֣ה
ִ֚ ןְאתְעַב ִּ ִ֣דיְדָׁ ִּ ָ֑ו
ָ֖ יהםְרעֶ הְאֶ חָׁ ד֙ ְוְ ָׁרעָׁ ִ֣הְאֶ ת ֹ֔ ֶה ֶ ָ֜ ַוה ִּ ֲָּֽקמ ֵ֨ ִּתיְעֲל
:ְא ֹ֔ ָׁתםְוְ ָּֽהוא־יִּ היֶ ִ֥הְל ֶָׁהָ֖ןְלְר ֶ ָּֽעה
vahaqímotí 'aleihém ro'éh ejad vêra'áh ethén, ét 'avdí davíd; hú ir'éh otám,
vêhú-ihiéh lahén lêro'éh .
'Yo levantaré sobre ellas un solo pastor, mi siervo David; y él las apacentará.
Él las apacentará y así será su pastor.
(24)
ְאֹלהיםְוְעַב ִּ ִ֥דיְדָׁ ִּוָ֖דְנ ִּ ִָׁ֣שיאְבְתֹוכָׁ ָ֑םְא ֲִּנִ֥י
ִֹּ֔ ְל
ָּֽ ֙הְאהְיֶ הְלָׁהֶ ם
ָּֽ ֶ ַ ָּֽוא ֲִּנִ֣יְיה ָ֗ ָׁו
:ְָ֖הְד ַ ָּֽב ְר ִּתי
ִּ ָׁיהו
váaní Adonai éhêiéh lahem lélohím, vê'avdí davíd nasí vêtojám; aní Adonai
dibárêti .
'Estableceré con ellos un pacto de paz, y haré que desaparezcan de la tierra las
fieras dañinas, de modo que habiten seguros en el desierto y duerman en los
bosques.
(26)
ְיְאֹותםְוסבִּ ִ֥יבֹותְּגִּ בע ִּ ָָׁ֖תיְבְ ָׁרכָׁ ָ֑הְוְ ָּֽה ַֹורד ִּתיְהַ ֵ֨ ֶּגשֶ ם֙ ְבְעִּ ֹ֔תֹוְּגִּ ש ִ֥מי
ֵ֛ ָׁ וְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֥ת
:ְָ֖הְיהיָּֽ ו
ָּֽ ִּ ָׁבְ ָׁרכ
vênátatí otám usvivót giv'atí bêrajáh; vêhóradtí hagéshem bê'itó, gishméi
vêrajáh íhíu .
759
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 34
Los árboles del campo darán su fruto, y la tierra entregará sus productos.
Estarán seguros en su propio suelo, y sabrán que soy el Eterno cuando yo
rompa las coyundas de su yugo y los libre de mano de los que se sirven de
ellos.
(28)
ְאְתאכְלָ֑םְוְ ָׁיָּֽשְ ִ֥בוְל ֶָׁבָ֖טַ ח
ָּֽ ץְל
ִ֣ ַּגֹויםְוְחַ יַ ִ֥תְהָׁ ָׁ ָ֖א ֶר
ִֹּ֔ וְ ָּֽלא־יִּ היֵ֨ וְעִ֥ ֹודְבַ ז֙ ְל
:ְיןְמח ִּ ֲָּֽריד
ָּֽ ַ וְ ִ֥א
vêló-ihíu 'ód baz lagoím, vêjaiát haáretz ló tójêlém; vêiáshêvú lavétaj vêéin
májaríd .
Ya no serán más una presa para las naciones, ni los devorarán las fieras de la
tierra. Habitarán seguros, y no habrá quien los espante.
(29)
יְרעָׁב֙ ְבָׁ ֹ֔ ָׁא ֶרץְוְ ָּֽלא־
ָׁ וְעֹודְ ֲאסֻפ
ָ֜ ֵַ֨וה ִּ ֲָּֽקמ ִּ ִ֥תיְל ֶָׁהֵ֛םְמַ ָׁטָ֖עְלְ ָ֑שםְוְ ָּֽלא־יִּ הי
:ְּגֹוים
ָּֽ ִּ ַיִּ ש ִ֥אוְעָ֖ ֹודְכְלִּ ַ ִ֥מתְה
vahaqímotí lahém matá' lêshém; vêló-ihíu 'ód asuféi ra'av baáretz, vêló-isú 'ód
kêlimát hagoím .
Sabrán que yo, su Elohim el Eterno, estoy con ellos; y que ellos, la casa de
Israel, son mi pueblo, dice el Señor Elohim.
(31)
ְהוה
ָּֽ ִּ יתיְאָׁ ָׁ ִ֣דםְאַ ֶ ָ֑תםְאֲנִּ י֙ ְאֱֹלִ֣ הי ֶֹ֔כםְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ָ֖ ִּ ִֵּ֛יְצאןְמַ רע
ִ֥ אנִּ וְ אַ ִ֥תןְצ
ְפ:
vêatén tzoní tzón mar'ití adám atém; aní elóheijém, nêúm adonái IHVÍH .
760
35 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
'Oh persona, pon tu rostro hacia el monte Seír y profetiza contra él.
(3)
ְ ֙יתיְי ִָּׁדי
ִּ הוהְהִּ נְ ִּנִ֥יְאלֶ ָ֖יָךְהַ ר־ש ִּ ָ֑עירְוְנ ִָּׁט
ִֹּ֔ וְאָׁ ַ ִ֣מרתָׁ ְָ֗לֹוְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְָׁע ֶֹ֔ליָךְונתַ ִּ ָ֖תיָךְשְמָׁ ָׁ ִ֥מהְומשַ ָׁ ָּֽמה
vêamárta ló kóh amar adonái IHVÍH, hinêní eléja har-se'ír; vênatíti iadí 'aléja,
untatíja shêmamáh umshamáh .
Dile que así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí, yo estoy contra ti, oh monte
Seír, y contra ti extiendo mi mano. Te convertiré en desolación y soledad.
(4)
:ְהוָּֽה
ָׁ הְתהְיֶ ָ֑הְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דַ ע ָׁ ָ֖ת ִּ ְָּֽכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ ע ֶ ֵָׁ֨ריָך֙ ְחְר ָׁבִ֣הְאָׁ ֹ֔ ִּשיםְוְאַ ָׁ ָ֖תהְשְמָׁ ָׁ ִ֣מ
'aréjá jorbáh asím, vêatáh shêmamáh tíhêiéh; vêiáda'tá kí-aní Adonai .
Por cuanto habéis guardado una enemistad perpetua y habéis entregado a los
Hijos de Israel al poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo
del castigo final;
(6)
ְם־לא
ִ֥ ָָ֑ךְא
ִּ ֶםְאעֶשָךָ֖ ְוְ ָׁ ִ֣דםְיִּ רדְפ
ָּֽ ֶ הְכי־לְ ָׁ ִ֥ד
ָּֽ ִּ הו
ִֹּ֔ י־אנִּ יְנְאֻם֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי ָׁ ָ֗ ַלָׁכִ֣ןְח
:ְָׁ ֵ֛דםְשָׁ נָ֖אתָׁ ְוְ ָׁ ִ֥דםְיִּ רדְ ֶ ָּֽפָך
761
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 35
lajén jai-áni nêum adonái IHVÍH, kí-lêdám é'esjá vêdám irdêféja; im-ló dám
sanéta vêdám irdêféja .
por eso, ¡vivo yo, que a la sangre te destinaré, y la sangre te perseguirá!, dice
el Señor Elohim. Ya que no aborreciste la sangre, ésta te perseguirá.
(7)
:יְמ ֶ ָ֖מנוְעבִ֥רְו ָׁ ָָּֽׁשב
ִּ ת־הִ֣רְש ֹ֔ ִּעירְלְ ִּ ָּֽשמְ ָׁ ָ֖מהְושמָׁ ָׁ ָ֑מהְוְהִּ כ ַר ִּ ִ֥ת
ַ ֶוְ ָׁנָּֽתַ ִּתי֙ ְא
vênátatí et-hár se'ír, lêshímêmáh ushmamáh; vêhijratí miménu 'ovér vasháv.
Llenaré sus montes con sus cadáveres. En tus colinas, en tus valles y en todas
tus quebradas caerán muertos a espada.
(9)
םְכי־
ָּֽ ִּ ָׁה)ְוידַ ע ֶ ָ֖ת
ָּֽ ִּ יָךְלאְתישבנהְ(תָׁ ָ֑שֹובנ
ִ֣ ִּ ָּֽשמְמֹותְעֹולָׁם֙ ְאֶ תֶ נ ָֹ֔ךְוְע ֶ ָָׁ֖ר
:ְהוָּֽה
ָׁ א ֲִּנִ֥יְי
shímêmót 'olam etenjá, vê'aréja ló TISVNH (tashóvnah); vída'tém kí-aní
Adonai.
'Por cuanto dijiste: 'Estas dos naciones y estas dos tierras serán mías, y
tomaremos posesión de ellas', a pesar de que el Eterno estaba allí,
(11)
ְֲשר
ִ֣ ֶ יתיְכְאַ פְָך֙ ְוכקִּ נ ָׁ ִ֣את ָֹ֔ךְא ִּ י־אנִּ יְנְאֻם֮ ְאֲדנָׁ ִ֣יְיהוִּ הְ֒וְע ָ֗ ִָּׁשָׁ ָ֗ ַלָׁכִ֣ןְח
:ְֲשרְאֶ שפְ ֶ ָּֽטָך ִ֥ ֶ ָ֖םְכא
ָּֽ ַ יְבָׁ נֹודע ִּת ִ֥ ַ ְיָךְבָ֑םְו
ָׁ ע ֹ֔ ִָּׁשיתָׁ הְ ִּמ ִּשנאָׁ ֶ ָ֖ת
762
35 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
lajén jai-áni nêum adonái IHVIH vê'asíti kêapêjá ujqinátjá, ashér 'asítah,
misinatéja bám; vênodá'ti vám káashér eshpêtéja .
por eso, ¡vivo yo, que haré conforme a tu ira y conforme al celo con que has
procedido a causa de tu odio contra ellos!, dice el Señor Elohim. Y seré
conocido en ti cuando te juzgue.
(12)
ֲשרְאָׁ ַ ֵ֛מרתָׁ ְעַל־ ִ֥ ֶ צֹותיָךְא
ֶ ָ֗ ְכיְא ֲִּנִ֣יְיה ָׁוהְ֒שָׁ ַ ִ֣מע ִּתיְ׀ְאֶ ת־כְל־נ ָׁ ָָּֽׁא
ִ֣ ִּ וְָּֽיָׁדַ ע ָׁ֮ת
:ְאמרְ׀ְשממהְ(שָׁ ָ֑ממו)ְלָׁ ִ֥נוְנִּ תְנָ֖ וְלְאְכ ָׁ ָּֽלה ִ֣ הָׁ ִ֥ריְיִּ ש ָׁר ָ֖אלְל
vêíada'tá kí aní Adonai shamá'ti | et-kol-naátzotéja ashér amárta 'al-haréi Israél
lemór | SMMH (shamému); lánu nitênú lêojláh .
Tú sabrás que yo, el Eterno, he oído todas las infamias que proferiste contra
los montes de Israel, diciendo: '¡Son desolados y a nosotros nos son
entregados como comida!'
(13)
ְס:ָ֖יְדבריכֶ ָ֑םְא ֲִּנָ֖יְשָׁ ָׁ ָּֽמעְ ִּתי
ִּ ַוַתַ ג ִּדילוְ ָׁעלַי֙ ְבְפִּ י ֶֹ֔כםְוְהַ עתַ ר ֶ ִ֥תםְעָׁל
vatagdílu 'alaí bêfijém, vêha'tartém 'alái divreijém; aní shamá'êti.
763
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 36
'Pero tú, oh persona, profetiza acerca de los montes de Israel, y di: ¡Oh montes
de Israel, oíd la palabra del Eterno!
(2)
ְרְהאֹויֵ֛בְעֲליכֶ ָ֖םְהֶ ָׁ ָ֑אחְובָׁ ִ֣מֹותְעֹו ָֹׁ֔לם
ָּֽ ָׁ הוהְיַ ִ֣עַןְאָׁ ַ ִ֧מ
ִֹּ֔ כהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְהְלנו ָּֽ ָׁ ָׁהְהִ֥ית
ָׁ לְ ָּֽמ ָֹׁור ָׁ ָ֖ש
kóh amar adonái IHVÍH, iá'an amár háoiév 'aleijém heáj; uvamót 'olám,
lêmórasháh háitah lánu .
por eso, profetiza y di que así ha dicho el Señor Elohim: Por cuanto os
desolaron y os aplastaron por todos lados, para que fueseis hechos heredad de
las demás naciones, de modo que se os puso como objeto de habladuría y
calumnia ante los pueblos;
(4)
ְִ֣יְיהוִּ ה ְ֠ ָׁהְכה־אָׁ ַ ִ֣מרְאֲדנ ָּֽ הו
ָ֑ ִּ לְשמעְָ֖וְדְבַ ר־אֲדנָׁ ִ֣יְי ִּ לָׁכן֙ ְהָׁ ִ֣ריְיִּ ש ָׁר ֹ֔א
ְיקיםְוְלַּגָּֽאָׁ יָ֗ ֹותְוְ ֶ ָּֽלחְ ָׁרבֹותְהַ ָּֽשמְמֹות֙ ְוְ ֶ ָּֽלע ִּ ִָׁ֣רים
ִ֣ ִּ ִֹּותְלאֲפ
ָּֽ ָׁ ֶ ָּֽלהָׁ ִּ ֵ֨ריםְוְלַּגְבָׁ ָ֜ע
:ְרְמסָׁ ִּ ָּֽביב ִּ ֲש ִ֥ ֶ הַ ֶ ָּֽנ ֱעז ָֹׁ֔בֹותְאֲשֵֶ֨ רְהָׁ יוְלְבַ ז֙ ְולְ ַֹ֔לעַגְלִּ שא ִּ ִ֥ריתְהַ ּגֹויִּ ָ֖םְא
lajen haréi Israél, shim'ú dêvar-adonái IHVÍH; kóh-amár adonái íhvih léharím
vêlagêva'ót láafiqím vêlagéaíot vêléjoravót hashómêmot vêlé'arím
hané'ezavót, ashér haíu lêvaz ulêlá'ag, lisherít hagoím ashér misavív .
764
36 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
por eso, oh montes de Israel, oíd la palabra del Señor Elohim. Así ha dicho el
Señor Elohim a los montes y a las colinas, a las quebradas y a los valles, a las
ruinas desoladas y a las ciudades abandonadas que fueron expuestas al saqueo
y al escarnio ante el resto de las naciones que están alrededor.'
(5)
יְד ַבֵ֛ר ִּתיְעַל־ ִּ ם־לאְבְ ֵ֨אשְקִּ נאָׁ ִּ ִ֥ת ְ֠ ְ֒א ִּ ןְכה־אָׁ מַ ר֮ ְאֲדנָׁ ִ֣יְיהוִּ ה
ָּֽ ל ָָׁ֗כ
ְֲשרְנְתנָּֽ ו־אֶ ת־אַ ר ִּ ִ֣ציְ׀ְ ְ֠ ָׁלהֶ ם ִ֣ ֶ שְא ִּ ִ֥ריתְהַ ּגֹויִּ ָ֖םְוְעַל־א ֱִ֣דֹוםְכֻלָׁ ָ֑אְא
:ְַןְמג ָׁר ָׁ ָ֖שּהְל ַ ָָּֽׁבז
ִּ לְ ֵ֨מ ָֹׁורשָָׁ֜ הְבְ ִּשמ ַחתְכְל־לבָׁ ב֙ ְבִּ ש ָׁ ִ֣אטְ ֶֹ֔נפֶשְלְ ַ ִ֥מע
lajén kóh-amar adonái IHVIH im-ló bêésh qinatí dibárti 'al-shêerít hagoím
vê'al-edóm kulá; ashér notnú-et-artzí | láhem lêmórasháh bêsimját kol-levav
bishát néfesh, lêmá'an migrasháĥ laváz .
Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim, yo he alzado mi mano jurando que las
naciones que están a vuestro alrededor han de cargar con su afrenta.'
(8)
ְלְכי
ִ֥ ִּ ִ֥םְתש ָ֖אוְלְע ִּ ִַ֣מיְיִּ ש ָׁר ָ֑א
ִּ ִֶ֣םְת ֹ֔תנוְופֶריְכ
ִּ ֶוְאַ ָ֞ ֶתםְהָׁ ריְיִּ ש ָׁראלְ֙עַנפְכ
:ָּֽק ְר ָ֖בוְל ָָּֽׁבֹוא
765
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 36
vêatém haréi israel 'anpêjém titénu, uferiêjém tisú lê'amí Israél; kí qérêvú
lavó.
Multiplicaré sobre vosotros los hombres, a toda la casa de Israel, a toda ella.
Las ciudades serán habitadas, y las ruinas serán reconstruidas.
(11)
ְיתיְעֲליכֶ ֵ֛םְאָׁ ָׁ ִ֥דםְובה ָׁ ָ֖מהְוְ ָׁר ִ֣בוְופ ָָׁ֑רוְוְ ָּֽהֹושַ ב ֵ֨ ִּתיְאֶ ת ֶָ֜כם ִ֧ ִּ וְהִּ רב
:ְהוָּֽה
ָׁ םְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ םְוידַ ע ֶ ָ֖ת
ָּֽ ִּ אשתי ֶֹ֔כ
ִ֣ יטב ִּתי֙ ְמ ִּר ָּֽ ִּ כְקַ ד ָּֽמֹותי ֶָ֗כםְוְה
vêhirbeití 'aleijém adám uvhemáh vêravú ufarú; vêhóshavtí etjém
kêqadmóteijém vêheitívotí merishóteijém, vída'tém kí-aní Adonai .
kóh amar adonái IHVÍH, iá'an ómêrím lajém, ojélet adám TI (át); umshakélet
GVIJ (goiáij) haít .
Así ha dicho el Señor Elohim: 'Por cuanto te dicen: 'Tú devoras hombres y
privas de hijos a tu nación',
(14)
ְ)ְך)ְלאְתכשלי־ְ(תְשַ כְלִּ י־
ִ֣ ִּיְעֹודְוגויךְ(וְגֹויַ ָָ֖֤י
ֹ֔ ִּא־תאכל ִ֣ ל ָָׁ֗כןְאָׁ דָׁ ם֙ ְל
:ְהוהָּֽ ִּ עָ֑ ֹודְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
lajén adam lo-tójli 'ód, VGVIJ (vêgoiáij) ló TJSLI- (têshakêli-) 'ód; nêúm adonái
IHVÍH .
por tanto, no devorarás más a los hombres, ni nunca más privarás de hijos a tu
nación, dice el Señor Elohim.
(15)
אְתש ִּאי־
ִּ יםְל
ִ֣ ּגֹויםְוְחֶ רפַ ִ֥תְע ִּ ַָ֖מ ִֹּ֔ ַוְ ָּֽלא־אַ ש ִֵּ֨מיעְַאלַ יִּ ְךְעֹוד֙ ְכְלִּ ַ ִ֣מתְה
ְפ:ְהוה
ָּֽ ִּ יְעֹודְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְיֹ֔ ִּ)ְלא־תַ כ ִּ ִ֣של
ָּֽ ֙עָ֑ ֹודְוגויךְ(וְגֹו ֵַ֨ייִּ ְך
vêló-ashmí'a eláij 'od kêlimát hagoím, vêjerpát 'amím ló tisi-'ód; VGVIJ
(vêgoiáij) ló-tajshíli 'ód, nêúm adonái IHVÍH .
Nunca más te haré oír la afrenta de las naciones, ni llevarás más el oprobio de
los pueblos, ni privarás de hijos a tu nación', dice el Señor Elohim.
(16)
:ְאמר
ָּֽ וַי ִּ ִ֥היְדְבַ ר־יהוָׁ ָ֖הְאלַ ִ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
767
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 36
Y yo derramé mi ira sobre ellos, por la sangre que derramaron sobre la tierra y
porque la contaminaron con sus ídolos.
(19)
:ילֹותםְשְפַט ִּ ָּֽתים ָּֽ ָׁ ּגֹויםְוַיִּ ז ָָׁ֖ר
ָ֖ ָׁ וְבא ֲָׁר ָ֑צֹותְכְדַ רכָׁ ִ֥םְוְ ַכע ִּ ֲָּֽל ִֹּ֔ ַָׁוָּֽאָׁ ִּפיץְאתָׁ ם֙ ְב
váafítz otam bagoím, vaizarú báaratzót; kêdarkám vêja'alílotám shêfattím.
Los dispersé por las naciones, y fueron esparcidos por los países. Los juzgué
conforme a su conducta y a sus obras.
(20)
ְיְבאֱמר
ָּֽ ֶ ת־שםְקְד ִּ ָ֑ש
ִ֣ ֶםְוָָּֽ֤יחַ לְלָ֖ וְא
ַ ָֹׁ֔ר־בִ֣אוְשָׁ ֶַוי ָָׁ֗בֹואְאֶ ל־הַ ּגֹויִּ ם֙ ְאֲש
:ְֶהְומאַ ר ָ֖צֹוְי ָׁ ָָּֽׁצאו
ָּֽ ִ֣הְאל
ֹ֔ ָׁלָׁהֶ ם֙ ְעַם־יהו
vaiavó el-hagoim asher-báu shám, váijalêlú et-shém qodshí; béemór lahem
'am-Adonai éleh, uméartzó iatzáu .
He tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel en las
naciones adonde fueron.
(22)
ְהְלאְלְ ַ ָּֽמעַנכֶ ֵ֛םְא ֲִּנִ֥י
ִ֧ הו
ִֹּ֔ ל ָָׁ֞כןְא ֱִ֣מרְלְ ָּֽבית־יִּ ש ָׁר ָ֗אלְכהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ְּגֹויָ֖ם
ִּ ֲַשרְחִּ לַל ֹ֔ ֶתםְב ִ֣ ֶ יְאם־לְשם־קְדְ ִּשי֙ ְא ִּ לְכ ִּ הְביתְיִּ ש ָׁר ָ֑א
ִ֣ ע ֶ ָ֖ש
:ְםְשם
ָּֽ ָׁ ֶר־בִ֥את
ָׁ ֶאֲש
lajén emór lêvéit-Israél kóh amar adonái IHVÍH, ló lêmá'anjém aní 'oséh béit
Israél; kí im-lêshem-qodêshí ashér jilaltém, bagoím asher-bátem shám .
Por tanto, di a la casa de Israel que así ha dicho el Señor Elohim: 'Yo no lo
hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, al
cual habéis profanado en las naciones adonde habéis llegado.
768
36 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(23)
ְֲשרְחִּ לַל ֶ ָ֖תםְבְתֹוכָׁ ָ֑ם ִ֥ ֶ ּגֹויםְא
ִֹּ֔ ַֹולְהמְ ֻח ָׁללְ֙ב
ָּֽ ַ ָ֗וְקִּ דַ ש ָ֞ ִּתיְאֶ ת־שְ ִּ ִ֣מיְהַ ּגָׁד
ְהוהְבְהִּ ָׁ ָּֽקדְ ִּ ִ֥שיְבָׁ כֶ ָ֖ם ִֹּ֔ םְכי־א ֲִּנִ֣יְיה ָ֗ ָׁוהְנְאֻם֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי ָּֽ ִּ ּגֹוי
ִָּ֜ ַוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְ ֵ֨עוְה
:ְיהם
ָּֽ ֶ לְ ָּֽעינ
vêqidashtí et-shêmí hagadól hámêjulal bagoím, ashér jilaltém bêtojám;
vêiádê'ú hagoím kí-aní Adonai nêum adonái IHVÍH, bêhiqádêshí vajém
lê'éineihém .
769
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 36
(27)
ְכוְומשפ ַ ִָׁ֥טי
ִּ יתיְאתְאֲשֶ ר־בְחֻקַ י֙ ְת ֹ֔ל
ִּ ת־רוחיְאֶ ִ֣תןְבְקִּ רבְכֶ ָ֑םְוְע ָ֗ ִָּׁש ָ֖ ִּ ֶוְא
:יתם
ָּֽ ֶ ִּתשמְ ָ֖רוְ ַ ָּֽוע ֲִּש
vêet-rují etén bêqirbêjém; vê'asíti ét asher-bêjuqaí teléju, umishpatái tishmêrú
vá'asitém.
Pondré mi espíritu dentro de vosotros y haré que andéis según mis leyes, que
guardéis mis decretos y que los pongáis por obra.
(28)
ְָ֑םְוה ִּייתֶ םְלִּ י֙ ְלְ ָֹׁ֔עםְוְ ָׁ ִ֣אנ ֹ֔ ִּכי
ָּֽ ִּ ֲֶשרְנ ַ ָָׁ֖ת ִּתיְ ַלא ֲָּֽבתיכ
ִ֥ ֶ ִּ ָּֽוישַ ב ֶ ִ֣תםְבָׁ ֹ֔ ָׁא ֶרץְא
:ְאֹלהיםָּֽ ִּ ָ֖םְל
ָּֽ ֶֶ ָּֽאהְיֶ ִ֥הְלָׁכ
víshavtém baáretz, ashér natáti laavóteijém; víhítem lí lê'ám, vêánojí, éhêiéh
lajém lélohím .
770
36 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
No es por causa de vosotros que hago esto; sabedlo bien, dice el Señor
Elohim. ¡Avergonzaos y cubríos de afrenta a causa de vuestros caminos, oh
casa de Israel!'
(33)
ְ ֙םְמ ָ֖כלְעֲֹונָּֽ ֹותיכֶ ָ֑םְוְ ָּֽהֹושַ ב ִּתי
ִּ ְטה ִּ ֲִ֣ריְאֶ ת ֶֹ֔כ
ָּֽ ַ ֙הוהְבְיֹום ִֹּ֔ כהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְת־הע ִּ ָֹׁ֔ריםְוְנִּ בנָ֖ וְ ֶ ָּֽהחְ ָׁר ָּֽבֹות
ִ֣ ֶ ֶא
kóh amar adonái IHVÍH, bêiom táharí etjém, mikól 'aonóteijém; vêhóshavtí et-
hé'arím, vênivnú héjoravót .
Así ha dicho el Señor Elohim: 'El día en que yo os purifique de todas vuestras
iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades y que sean
reconstruidas las ruinas.
(34)
:ל־עֹובר
ָּֽ ְרְהיְ ָׁ ִ֣תהְשְמָׁ ֹ֔ ָׁמהְלְעינָ֖יְכ
ָּֽ ָׁ ֲש
ִ֣ ֶ הְתעָׁבָ֑דְתִַ֚ חַ תְא
ָּֽ וְהָׁ ָׁ ִ֥א ֶרץְהַ נְשַ ָׁ ָ֖מ
vêhaáretz hanêshamáh té'avéd; tájat ashér háiêtáh shêmamáh, lê'einéi kol-
'ovér.
La tierra desolada será cultivada, en contraste con haber estado desolada ante
los ojos de todos los que pasaban.
(35)
ְיםְהחְר ֵ֛בֹות
ָּֽ ֶ הְהיְ ָׁ ָ֖תהְכְגַן־עָ֑דֶ ןְוְ ֶ ָּֽהע ִּ ִָׁ֧ר
ָּֽ ָׁ וְ ָׁ ָּֽאמְ ָ֗רוְהָׁ ָׁא ֶרץְהַ ֵ֨לזו֙ ְהַ נְשַ ֹ֔ ָׁמ
:צורֹותְי ָׁ ָָּֽׁשבו ִ֥ ְוְ ַ ָּֽהנְשַ ִ֥מֹותְוְהַ ֶ ָּֽנה ֱָׁר ָ֖סֹותְב
vêámêrú haáretz halézú hanêshamáh, háiêtáh kêgan-'éden; vêhé'arím
héjorevót vêhánêshamót vêhanéherasót bêtzurót iashávu.
Y dirán: 'Esta tierra que estaba desolada ha venido a ser como el jardín de
Edén, y estas ciudades que estaban destruidas, desoladas y arruinadas ahora
están fortificadas y habitadas.'
(36)
ְ ֙יתי
ִּ ְ֒כיְ׀ְא ֲִּנִ֣יְיה ָ֗ ָׁוהְבָׁ ֵ֨ ִּנ ִ֣ ִּ רְישָׁ אֲרו֮ ְסְבִּ ָּֽיבֹותי ֶכםָּֽ ִּ ֲש
ִ֣ ֶ ּגֹויםְאִָּ֗ ַוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְעִ֣ וְה
ְס:ְיתי ִּ ָ֖הְד ַבִ֥ר ִּתיְוְע ִּ ָָּֽׁש
ִּ ָׁהַ נֶ ִ֣ה ֱָׁר ֹ֔סֹותְנ ַ ָָׁ֖טע ִּתיְהַ נְשַ ָׁ ָ֑מהְא ֲִּנִ֥יְיהו
771
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 36-37
Entonces las naciones que fueron dejadas en vuestros alrededores sabrán que
yo, el Eterno, he reconstruido las ciudades arruinadas y he plantado la tierra
desolada. Yo, el Eterno, he hablado y lo haré.'
(37)
ְלְלע ֲִ֣שֹותְל ֶָׁהָ֑ם
ָּֽ ַ אתְאדָׁ ְִ֥רשְלְ ָּֽבית־יִּ ש ָׁר ָ֖א
ִּ ֹודְז
ֵ֛ הְעָ֗ הו ִֹּ֔ כהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְאַ ר ֶבִ֥הְא ָׁ ֵ֛תםְכ ַָ֖צאןְאָׁ ָׁ ָּֽדם
kóh amar adonái IHVÍH, 'ód zót idarésh lêvéit-Israél lá'asót lahém; arbéh otám
katzón adám .
Así ha dicho el Señor Elohim: 'Aún he de ser buscado por la casa de Israel
para hacerles esto: Multiplicaré los hombres como los rebaños.
(38)
ְְה ָׁע ִּ ִ֣רים
ָּֽ ֶ ֙ןְתהְ ֵֶ֨יינָׁה
ָּֽ ִּ אןְקדָׁ ָ֗ ִּשיםְכְצאןְיְ ָּֽרושָׁ ֵ֨ ַל ִּם֙ ְבְ ִ֣מֹוע ֹ֔ ֲֶדיהָׁ ְכ
ָּֽ ָׁ כְ ִ֣צ
ְפ:ְהוָּֽה ָׁ וְכי־א ֲִּנִ֥יְי ָּֽ ִּ ָֹ֖ותְצאןְאָׁ ָׁ ָ֑דםְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע
ִ֣ ֶ ָּֽהחְר ֹ֔בֹותְמְל ָ֖א
kêtzón qádashím kêtzón iêrúshaláim bêmó'adéiha, kén tíhêiéinah hé'arím
héjorevót, mêleót tzón adám; vêiádê'ú kí-aní Adonai .
La mano del Eterno vino sobre mí; me llevó fuera por el espíritu del Eterno y
me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.
(2)
ְהְרבֹותְמְאד֙ ְעַל־פְנִ֣יְהַ בִּ ק ָֹׁ֔עה
ַ יהָ֖םְסָׁ ִּ ִ֣ביבְ׀ְסָׁ ִּ ָ֑ביבְוְהִּ ֵ֨נ ֶ ירנִּ יְעֲל
ִ֥ ַ ִּוְ ֶ ָּֽהעֱב
:וְהִּ נָ֖הְיְב ִ֥שֹותְמְ ָּֽאד
vêhé'eviráni 'aleihém savív | savív; vêhinéh rabót mêod 'al-pênéi habiq'áh,
vêhinéh iêveshót mêód.
772
37 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Me hizo pasar junto y alrededor de ellos, y he aquí que eran muchísimos sobre
la superficie del valle. Y he aquí que estaban muy secos.
(3)
ְהוה
ָ֖ ִּ ֶהְוָּֽא ֶ֕ ַמרְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ָׁ ָׁהְהעֲצָׁ ִ֣מֹותְהָׁ ָ֑אל
ָּֽ ָׁ ו ִַ֣יאמֶ רְא ַֹ֔ליְבֶ ן־אָׁ ֶ֕ ָׁדםְה ִּ ֲָּֽתחְיֶ ָ֖ינ
:ְ ָׁאַ ָׁ ִ֥תהְי ָׁ ָָּֽׁדעְת
vaiómer elái, ben-adám hatíjêiéinah há'atzamót haéleh; váomár adonái IHVÍH
atáh iadá'êta .
Así ha dicho el Señor Elohim a estos huesos: 'He aquí, yo hago entrar espíritu
en vosotros, y viviréis.
(6)
ְוְ ָׁנָּֽתַ ִּתיְ֩עֲלי ֵֶ֨כםְּגִּ ִָּ֜ידיםְוְָּֽהַ עֲל ִּ ִ֧תיְעֲליכֶ ִ֣םְבָׁ שָָׁ֗ רְוְ ָׁ ָּֽק ַרמ ִּתיְעֲליכֶם֙ ְֹ֔עֹור
:ְהוָּֽה ָׁ םְכי־א ֲִּנִ֥יְי
ָּֽ ִּ םְוידַ ע ֶ ָ֖ת
ָּֽ ִּ ית
ָ֑ ֶ ִֵּ֛םְרוחַ ִּ ְָּֽוחי
ָ֖ ֶוְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֥תיְבָׁ כ
vênátatí 'aleijém gidím vêha'aletí 'aleijém basár vêqáramtí 'aleijem 'ór, vênátatí
vajém rúaj víjitém; vída'tém kí-aní Adonai .
Pondré tendones sobre vosotros, haré subir carne sobre vosotros, os cubriré de
piel y pondré espíritu en vosotros; y viviréis. Y sabréis que yo soy el Eterno.''
(7)
ְה־רעַשְו ִַּתק ְר ִ֣בו
ֹ֔ ַ יְוָָּֽ֤יהִּ י־קֹולְכְהִּ ָׁנָּֽבְ ִּאי֙ ְוְהִּ נ
ַ ָ֑ית
ִּ ֲשרְצֻו
ִ֣ ֶ יְכא
ָּֽ ַ ָ֖את
ִּ וְנִּ ב
:עֲצָׁ ֹ֔מֹותְעֶ ָ֖צֶ םְאֶ ל־עַצ ָּֽמֹו
vênibéti káashér tzuvéiti; váihi-qól kêhinávêí vêhineh-rá'ash, vatiqrêvú
'atzamót, 'étzem el-'atzmó.
773
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 37
Miré, y he aquí que subían sobre ellos tendones y carne, y la piel se extendió
encima de ellos. Pero no había espíritu en ellos.
(9)
ְ ַן־אָׁ דְםְוְ ָׁ ָּֽאמַ ר ֵ֨ ָׁתְאֶ ל־הָׁ ָ֜רוח
ְ֠ ֶו ִַ֣יאמֶ רְא ַֹ֔ליְהִּ נָׁבָ֖אְאֶ ל־הָׁ ָ֑רוחַ ְהִּ נָׁבִ֣אְב
ְהְמאַ ר ַבעְרוחֹות֙ ְִ֣ב ִּאיְהָׁ ֹ֔רוחַ ְופ ִּ ֵ֛חי ָּֽ הו
ִָּ֗ {ס}ְכה־אָׁ ַ ִ֣מרְ׀ְאֲדנָׁ ִ֣יְי ָּֽ
:ְֲרוגִ֥יםְהָׁ ָ֖אלֶהְוְ ִּ ָּֽיחְיָּֽ ו
ִּ ַ ָּֽבה
vaiómer elái, hinavé el-harúja; hinavé ven-ádom vêámartá el-harúaj {s} kóh-
amár | adonái IHVÍH méarbá' rujot bói harúaj, ufjí báharugím haéleh vêíjêíu .
Luego me dijo: –Oh persona, estos huesos son toda la casa de Israel. He aquí
que ellos dicen: 'Nuestros huesos se han secado. Se ha perdido nuestra
esperanza. Somos del todo destruidos.'
774
37 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(12)
ְ ְַ֩אֲניְפ ָ֜תח
ִּ ֵ֨ םְכה־אָׁ מַ ר֮ ְאֲדנָׁ ִ֣יְיהוִּ הְ֒הִּ נה
ָּֽ יהֶ ָ֗ לָׁכןְ֩הִּ נ ֵָׁ֨באְוְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָ֜ ָׁתְאֲל
ְאתי ִ֥ ִּ ֵ֛םְמקִּ ב ָּֽרֹותיכֶ ָ֖םְע ִּ ַָ֑מיְוְ ָּֽהב
ִּ ֶיתיְאֶ תכ ִ֥ ִּ אֶ ת־קִּ ב ָּֽרֹותי ֶָ֗כםְוְ ַ ָּֽהעֲל
:ְאֶ תכֶ ָ֖םְאֶ ל־אַ ד ַ ִ֥מתְיִּ ש ָׁר ָּֽאל
lajen hinavé vêámartá aleihém kóh-amar adonái IHVIH hineh aní fotéaj et-
qivróteijém vêhá'aleití etjém miqivróteijém 'amí; vêhévetí etjém el-admát
Israél .
Por tanto, profetiza y diles que así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí, oh
pueblo mío, yo abriré vuestros sepulcros. Os haré subir de vuestros sepulcros
y os traeré a la tierra de Israel.
(13)
ְֲלֹותיְאֶ תכֶ ֵ֛ם
ִ֥ ִּ םְכי־א ֲִּנִ֣יְיהוָׁ ָ֑הְבְפִּ ת ִּ ִ֣חיְאֶ ת־קִּ ב ָּֽרֹותי ֶָ֗כםְוב ַ ָּֽהע ָּֽ ִּ ִּ ָּֽוידַ ע ֶ ָ֖ת
:ְִּמקִּ ב ָּֽרֹותיכֶ ָ֖םְע ִּ ַָּֽמי
vída'tém kí-aní Adonai; bêfitjí et-qivróteijém uvhá'alotí etjém miqivróteijém
'amí .
Y sabréis que soy el Eterno, cuando yo abra vuestros sepulcros y os haga subir
de vuestros sepulcros, oh pueblo mío.
(14)
ְָ֑םְוידַ ע ָ֞ ֶתם
ָּֽ ִּ ֶיתםְוְהִּ נַח ִּ ִ֥תיְאֶ תכֶ ָ֖םְעַל־אַ דמַ תכ ֶ ֹ֔ ִּיְרוחיְבָׁ כֶם֙ ִּ ְָּֽוחי
ִּ וְ ָׁנָּֽתַ ֵ֨ ִּת
ְפ:ְהוָּֽהָׁ יתיְנְאֻם־י ִּ ֵ֛הְד ַבִ֥ר ִּתיְוְ ְָׁע ִּ ָ֖שִּ ִָּׁ ָּֽכי־א ֲִּנִ֧יְיהו
vênátatí rují vajem víjitém, vêhinajtí etjém 'al-admatjém; vída'tém kí-aní
Adonai dibárti vê'asíti nêum-Adonai .
775
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 37
vêatáh ven-adám qaj-lêjá 'étz ejád, ujtóv 'alav líhudáh, vêlivnéi Israél javeráv;
ulqaj 'étz ejád, ujtóv 'aláv lêIosef 'étz efráim, vêjol-béit Israél javeráv.
'Tú, oh persona, toma una vara y escribe sobre ella: 'Para Iehudá y los Hijos de
Israel, sus compañeros.' Toma después otra vara y escribe sobre ella: 'Para
Iosef [vara de Efráim] y toda la casa de Israel, sus compañeros.'
(17)
:וְלאֲחָׁ ִּ ָ֖דיםְבְי ֶ ָָּֽׁדָך
ָּֽ ַ ִ֥וְקָׁ ַ ֵ֨רבְא ָ֜ ָׁתםְאֶ ָׁחִ֧דְאֶ ל־אֶ ָׁחֵ֛דְלְָךָ֖ ְלְעִ֣ץְאֶ ָׁחָ֑דְוְהָׁ י
vêqaráv otám ejád el-ejád lêjá lê'étz ejád; vêhaíu láajadím bêiadéja.
Luego únelas, la una con la otra, para que sean una sola; y serán una sola en tu
mano.
(18)
ְה־אלֶה
ִ֥ ָׁאמרְהֲלָּֽ ֹוא־תַ ִּּגִ֥ידְלָׁ ָ֖נוְמ
ָ֑ וְ ַ ָּֽכאֲשֶ ר֙ ְָּֽיאמְ ִ֣רוְא ֶֹ֔ליָךְבְנִ֥יְעַמְָךָ֖ ְל
:ָׁ ָּֽלְך
vêjáasher iómêrú eléja, bênéi 'amêjá lemór; haló-tagíd lánu mah-éleh láj.
les dirás que así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí, yo tomo la vara de Iosef
[que está en la mano de Efráim] y las tribus de Israel, sus compañeros, y la
pondré junto con la vara de Iehudá. Los haré una sola vara, y serán una sola en
mi mano.'
(20)
:יהם
ָּֽ ֶ יהֵ֛םְבְ ָׁ ָּֽיָ֤דְָךָ֖ ְלְ ָּֽעינ
ֶ ר־תכ ִ֧תבְעֲל
ִּ ֶוְהע ָ֜ ִּציםְאֲֽש
ָּֽ ָׁ ֵ֨וְהָׁ י
vêhaíu há'etzím ásher-tijtóv 'aleihém bêiádêjá lê'éineihém.
'Las varas sobre las cuales escribas estarán en tu mano, ante la vista de ellos.
776
37 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(21)
ְיְֹלק ַ֙חְאֶ ת־בְנִ֣יְיִּ ש ָׁר ֹ֔אל ֵ֨ יהםְ ָּֽכה־אָׁ מַ ר֮ ְאֲדנָׁ ִ֣יְיהוִּ הְ֒הִּ ֵ֨נהְא ֲִּנ ֶ ָ֗ וְדַ בִ֣רְאֲל
ְאתי ִ֥ ִּ ְמסָׁ ִֹּ֔ביבְוְ ָּֽהב
ִּ ֙כו־שםְוְקִּ בַ צ ִּתיְאתָׁ ם ָ֑ ָׁ ְרְהלָּֽ ָׁ ֲשִ֣ ֶ ִּמבִ֥יןְהַ ּגֹויִּ ָ֖םְא
:ְאֹותםְאֶ ל־אַ דמָׁ ָׁ ָּֽתם ָ֖ ָׁ
vêdabér aleihém kóh-amar adonái IHVIH hinéh aní loqéáj et-bênéi Israél,
mibéin hagoím ashér hálêju-shám; vêqibatztí otam misavív, vêhévetí otám el-
admatám .
Y les dirás que así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí, yo tomaré a los Hijos
de Israel de entre las naciones a las cuales fueron; los reuniré de todas partes,
y los traeré a su propia tierra.
(22)
ְֵ֛דְיהיֶ ִ֥ה
ָּֽ ִּ לְומלְֶךְאֶ ָׁח
ִ֧ ֶ יְאתְםְלְגֵ֨ ֹויְאֶ ָׁחדְבָׁ ֵ֨ ָׁא ֶרץ֙ ְבְהָׁ ִ֣ריְיִּ ש ָׁר ֹ֔א ְ֠ ית
ִּ וְע ִּ ִָׁ֣ש
ְִ֣יְגֹויםְוְ ֵ֨לאְי ָׁחִ֥צוְעֵ֛ ֹוד
ִֹּ֔ אְיהיה־ְ(יהְיו־)ְעֹוד֙ ְלִּ שנ ָּֽ ִּ לְכֻלָׁ ָ֖םְלְ ֶ ָ֑מלְֶךְוְל
:ְלִּ ש ִ֥תיְמַ מלָׁכָ֖ ֹותְעָּֽ ֹוד
vê'asíti ótom lêgói ejád baáretz bêharéi Israél, umélej ejád íhiéh lêjulám
lêmélej; vêló IHIH- (íhêiu-) 'od lishnéi goím, vêló iejátzu 'ód lishtéi mamlajót
'ód .
Haré de ellos una sola nación en la tierra, en los montes de Israel, y todos ellos
tendrán un solo rey. Nunca más serán dos naciones, ni nunca más estarán
divididos en dos reinos.
(23)
ְיהָ֑ם
ֶ יהםְוב ָ֖כלְפִּ שע ֶ ֹ֔ וְעֹודְבְגִּ לָּֽ וליהֶ ם֙ ְוב ִּש ִ֣קוצ ָ֗ אְיטַ מְ ִ֣א ָּֽ ִּ וְ ִ֧ל
ְ ֙רְחטְ ִ֣אוְבָׁ ֹ֔ ֶהםְוְ ִּ ָּֽטהַ ר ִּתיְאֹותָׁ ם
ָּֽ ָׁ ֲש ִ֣ ֶ םְמכלְמֹוש ָּֽבתיהֶ ם֙ ְא ִּ וְ ָּֽהֹושַ ע ִּ ִ֣תיְא ָ֗ ָׁת
:ְאֹלהים ָּֽ ִּ ָ֖םְל
ָּֽ יְאהְיֶ ִ֥הְל ֶָׁה
ָּֽ ֶ םְוא ֶ֕ ֲִּנ
ָּֽ ַ יו־ליְלְ ָֹׁ֔ע
ִ֣ ִּ וְ ָׁ ָּֽה
vêló ítamêú 'ód bêgilúleihem uvshiqútzeihém, uvjól pish'eihém; vêhósha'tí
otám mikól moshvóteihem ashér játêú vahém, vêtíhartí otam vêháiu-lí lê'ám,
váaní éhêiéh lahém lélohím .
777
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 37
vê'avdí david mélej 'aleihém, vêro'éh ejád íhiéh lêjulám; uvmishpatái ieléju,
vêjuqotái ishmêrú vê'asú otám .
''Mi siervo David será rey sobre ellos, y habrá un solo pastor para todos ellos.
Andarán según mis decretos; guardarán mis estatutos y los pondrán por obra.
(25)
ְבו־בָּ֖ה
ָׁ ְרְיָּֽש
ָׁ ֲשִ֥ ֶ וְ ָׁיָּֽשְ ִ֣בוְעַל־הָׁ ָ֗ ָׁא ֶרץְא ֲֶשרְנ ֵ֨ ַָׁת ִּתי֙ ְלְעַב ִּ ִ֣דיְלְ ַ ָּֽיע ֲֹ֔קבְא
ְיהםְובניְבְניהֶ ם֙ ְעַד־עֹו ָֹׁ֔לםְוְדָׁ ִּוִ֣ד ֶ ָ֞ א ֲָּֽבֹותיכֶ ָ֑םְוְ ָׁיָּֽשְ ִ֣בוְ ָׁע ֵֶ֡ליהָׁ ְְ֠המָׁ הְובנ
:ְעֹולם ָּֽ ָׁ ְעַב ִֹּ֔דיְנ ִּ ִָׁ֥שיאְל ֶָׁהָ֖םְל
vêiáshêvú 'al-haáretz ashér natátí lê'avdí lêIá’aqóv, ashér iáshêvu-váĥ
avóteijém; vêiáshêvú 'aléiha hémah uvneihém uvnéi vêneihem 'ad-'olám,
vêdavíd 'avdí, nasí lahém lê'olám .
Haré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno con ellos. Los
multiplicaré y pondré mi santuario entre ellos para siempre.
(27)
:ְיו־ליְלְ ָׁ ָּֽעם
ִ֥ ִּ הְיה
ָּֽ ִּ ָׁאֹלהיםְוְהָ֖מ
ָ֑ ִּ ָ֖םְל
ָּֽ ִ֥יתיְל ֶָׁה
ִּ יהםְוְהָׁ ִּי
ֶ ֹ֔ הְמשכָׁנִּ י֙ ְעֲל
ִּ ָׁוְהָׁ י
vêhaiáh mishkaní 'aleihém, vêhaíti lahém lélohím; vêhémah íhiu-lí lê'ám .
778
38 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
'Oh persona, pon tu rostro hacia la tierra de Magog, contra Gog, príncipe
soberano de Mesec y Tubal. Profetiza contra él,
(3)
ְאשְמשֶ ְך
ִ֥ ֶ יאְר
ָ֖ הוָ֑הְהִּ נְ ִּניְא ֵֶ֨ליָך֙ ְּגֹ֔ ֹוגְנְ ֶ֕ ִּש
ִּ וְ ָׁ ִ֣אמַ ר ֹ֔ ָׁת ְִ֥כהְאָׁ ַ ָ֖מרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְוְתֻ ָׁ ָּֽבל
vêámartá, kóh amár adonái IHVÍH; hinêní eléjá góg, nêsí rósh méshej vêtuvál .
y di que así ha dicho el Señor Elohim: 'He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog,
príncipe soberano de Mesec y Tubal.
(4)
ְְ֩אֹות ֵָ֨ךְוְאֶ ת־כְל־חי ֶָ֜לָך ָּֽ אתי
ִּ וְ ִ֣שֹובַ ב ֹ֔ ִּתיָךְוְ ָׁנָּֽתַ ִּ ִ֥תיְחַ ִּ ָ֖חיםְבִּ לחָׁ יֶ ָ֑יָךְוְ ָּֽהֹוצ
ְןְתפְ ִ֥שי
ָּֽ ִ֥לְרב֙ ְצִּ נָׁ ִ֣הְומָׁ ֹ֔ג
ָׁ יְמכלֹולְ֙ ֻכ ָֹׁ֔לםְקָׁ ָׁה ִּ יםְופ ָׁר ָ֗ ִּשיםְלְבֻש ָּֽ ָׁ סוס
ִ֣ ִּ
:ח ֲָׁר ָ֖בֹותְכ ָׁ ָֻּֽלם
vêshóvavtíja, vênátatí jajím biljaiéja; vêhótzetí ótjá vêet-kol-jeiléja susím
ufárashím lêvushéi mijlol kulám, qahál rav tzináh umagén, tófêséi jaravót
kulám.
Persia, Etiopía y Libia estarán con ellos; todos ellos con escudos y cascos.
779
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 38
(6)
ְיתְתֹוגַר ֹ֔ ָׁמהְיַרכְ ִ֥תיְצָׁ ָ֖פֹוןְוְאֶ ת־כְל־ ֲאגַפָׁ ָ֑יוְע ִּ ִַ֥מים
ָּֽ ִּ֚גמֶ רְוְכְל־ ֲא ַג ֶֹ֔פיהָׁ ְִ֚ב
:יםְא ָׁ ָּֽתְך
ִּ ַר ִּ ָ֖ב
gómer vêjol-agapéiha, béit tógarmáh, iarkêtéi tzafón vêet-kol-agapáv; 'amím
rabím itáj.
Estarán contigo Gomer y todas sus tropas; Bet-togarma, de los confines del
norte, con todas sus tropas, y muchos otros pueblos.
(7)
ְהִּ כן֙ ְוְהָׁ כִ֣ןְלְ ָֹ֔ךְאַ ֶ֕ ָׁתהְוְכְל־קְהָׁ לֶ ָָ֖ךְהַ נִּ קהָׁ ִּ ִ֣ליםְעָׁלֶ ָ֑יָךְוְהָׁ ִּיִ֥יתָׁ ְל ֶָׁהָ֖ם
:לְ ִּמש ָׁ ָּֽמר
hikon vêhajén lêjá, atáh vêjol-qêhaléja haniqhalím 'aléja; vêhaíta lahém
lêmishmár.
Tú subirás; vendrás como una tempestad y serás como una nube que cubre la
tierra, tú con todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.''
780
38 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(10)
ְואְיעֲלוְדְבָׁ ִּרים֙ ְעַל־לְבָׁ ֹ֔ ֶבָך
ָּֽ ַ הוהְוְהָׁ יָׁ ִ֣הְ׀ְבַ יִ֣ ֹוםְהַ ָ֗הָ֑ ִּ ִ֥כהְאָׁ ַ ָ֖מרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְתְר ָׁ ָּֽעה
ָׁ ֲֶשב ִ֥ ֶ ְמח
ָּֽ ַ וְ ָׁ ָּֽחשַ ב ָׁ ָ֖ת
kóh amár adonái IHVÍH; vêhaiáh | baióm hahú iá'alú dêvarim 'al-lêvavéja,
vêjáshavtá májashévet ra'áh .
Así ha dicho el Señor Elohim: 'En aquel día sucederá que subirán palabras a tu
corazón, y concebirás un plan malvado.
(11)
ְיםְישְבָ֖יְל ֶָׁבָ֑טַ חְ ֻכ ָָׁ֗לם
ָּֽ ַל־א ֶרץְפְ ָׁרזֹ֔ ֹותְאָׁ בֹוא֙ ְהַ ִ֣שק ִֹּ֔טִ֣ ֶ ְא ֱעלֶה֙ ְע ָּֽ ֶ וְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָ֗ ָׁת
:םְאיןְל ֶ ָָּֽׁהם
ִ֥ ִּיןְחֹומהְוב ִּ ִ֥ריחַ ְודל ַ ָָׁ֖תי
ָׁ ֹ֔ ָּֽישְבִּ ים֙ ְבְ ִ֣א
vêámartá é'eleh 'al-éretz pêrazót, avo hashóqtím, ióshêvéi lavétaj; kulám
ióshêvim bêéin jomáh, uvríaj udlatáim éin lahém.
Dirás: 'Subiré contra una tierra indefensa; iré a un pueblo tranquilo que habita
confiadamente. Todos ellos habitan sin murallas, y no tienen cerrojos ni
puertas.'
(12)
ְ ֙יבְיָ֤דְ ָָ֜ךְעַל־חְ ָׁר ִ֣בֹותְנָּֽ ֹושָׁ ָ֗בֹותְוְאֶ ל־עַם
ָּֽ ָׁ זְבָ֑זְלְהָׁ ֵ֨ ִּש
ַ לִּ שֹלִ֥ לְשָׁ לָׁ ָ֖לְוְל ִָׁ֣ב
:ןְישְבָ֖יְעַל־טַ ִ֥בורְהָׁ ָׁ ָּֽא ֶרץ ָּֽ ְמקנֶ ִ֣הְוְקִּ נ ָֹׁ֔י
ִּ ּ֙גֹויםְעשֶ ה
ִֹּ֔ ףְמ ִּ מְא ָׁ ִֻ֣ס
lishlól shalál vêlavóz báz; lêhashív iádêjá 'al-joravót nóshavót vêel-'am
mêusáf migoím, 'oseh miqnéh vêqinián, ióshêvéi 'al-tabúr haáretz.
Esto será para tomar botín y para hacer saqueo, para volver tu mano contra las
ruinas que han vuelto a ser habitadas, contra el pueblo que ha sido recogido de
entre las naciones, el cual se hace de ganado y de posesiones, y habita en el
centro de la tierra.
(13)
ְ֙יה ְָּֽיאמְ ִ֣רוְלְ ָֹ֔ךְהֲלִּ שֹללְשָׁ ָׁלל ָׁ֙ ירֵ֨ ֶ ִּאְודְדְןְוְ ָּֽסח ֲֵ֨ריְתַ ר ִּשישְוְכְל־כְפ ְ֠ שְ ֵ֡ ָׁב
ְ ָׁ֙שאתְ׀ְכֶ ִ֣סֶ ףְוְז ָ֗ ָָׁׁהבְל ֵ֨ ַָׁקחַ תִ֣ זְבָ֖זְהִּ ק ַהִ֣לתָׁ ְקְהָׁ לֶ ָָ֑ךְל ַ הְבאְ ֲהל ִָׁ֥ב ָׁ ֹ֔ אַ ָׁ ִ֣ת
ְס:ִּמקנֶ ִ֣הְוְקִּ נ ָֹׁ֔יןְלִּ שֹלָ֖ לְשָׁ לָׁ ִ֥לְּג ָָּֽׁדֹול
shêvá údêdon vêsójaréi tarshísh vêjol-kêfiréihá iómêrú lêjá, halishlól shalal
atáh vá, halavóz báz hiqhálta qêhaléja; lasét | késef vêzaháv laqájat miqnéh
vêqinián, lishlól shalál gadól.
781
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 38
(14)
ְהוהְהֲלִ֣ ֹואְ׀
ָ֑ ִּ ֹוגְכהְאָׁ ַ ָ֖מרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ִ֥ ֹ֔לָׁכן֙ ְהִּ נָׁבִ֣אְבֶ ן־אָׁ ֹ֔ ָׁדםְוְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָׁ ִ֣תְלְג
:ְבַ יִ֣ ֹוםְהַ ָ֗הואְבְשֵֶ֨ בֶ תְע ִּ ִַ֧מיְיִּ ש ָׁר ֵ֛אלְל ֶָׁבָ֖טַ חְת ָׁ ָּֽדע
lajen hinavé ven-adám, vêámartá lêgóg, kóh amár adonái IHVÍH; haló | baióm
hahú bêshévet 'amí Israél lavétaj tedá' .
'Por tanto, oh persona, profetiza y di a Gog que así ha dicho el Señor Elohim:
'En aquel día, cuando mi pueblo Israel habite confiadamente, ¿no lo sabrás tú?
(15)
ְְךְרכְבי
ָּֽ יםְא ָׁ ָ֑ת
ִּ יםְר ִּ ָ֖ב
ַ ְמיַרכְ ִ֣תיְצָׁ ֹ֔פֹוןְאַ ֶ֕ ָׁתהְוְע ִּ ִַ֥מ ִּ ְ֙ממְ ָּֽקֹומָך ִּ ָׁובאתָׁ
:לְרב ָּֽ ָׁ ִּסוסים֙ ְ ֻכ ָֹׁ֔לםְקָׁ ָׁהִ֥לְּג ָָׁ֖דֹולְוְ ַחִ֥י
ִּ
uváta mimêqómjá miarkêtéi tzafón, atáh vê'amím rabím itáj; rójêvéi susim
kulám, qahál gadól vêjáil ráv.
Y subirás contra mi pueblo Israel como nube para cubrir la tierra. Ocurrirá en
los postreros días. Yo te traeré contra mi tierra para que las naciones me
conozcan cuando yo muestre mi santidad en ti, oh Gog, ante su vista.''
(17)
ְמֹונים
ִּ ָ֗ ר־ד ָ֜ ַבר ִּתיְבְי ִּ ִָׁ֣מיםְקַ ד
ִּ ֶה־הואְ ֲאש ֵ֨ ָׁהְהאַ ת ָּֽ ַ הו
ִָּ֗ ָּֽכה־אָׁ ָ֞ ַמרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ְ ָ֖יאְאתְָך
ָּֽ לְהנִּ בְ ִּ ֵ֛איםְבַ י ִּ ִָׁ֥מיםְהָׁ ָ֖הםְשָׁ ִּנָ֑יםְלְהָׁ ִּ ִ֥ב
ָּֽ ַ יאיְיִּ ש ָׁר ֹ֔אִ֣ ִּבְיַד֙ ְעֲבָׁ דַ י֙ ְנְב
ְס:ְיהם ָּֽ ֶ עֲל
kóh-amár adonái IHVÍH háatah-hú asher-dibárti bêiamím qadmoním bêiad
'avadaí nêviéi Israél, hánibêím baiamím hahém shaním; lêhaví ótêjá 'aleihém .
Así ha dicho el Señor Elohim: '¿Eres tú aquel de quien hablé en los días del
pasado por medio de mis siervos los profetas de Israel, quienes en aquellos
días y años profetizaron que yo te habría de traer contra ellos?
782
38 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(18)
ְֹוםְבֹואְגֹוג֙ ְעַל־אַ ד ַ ִ֣מתְיִּ ש ָׁר ֹ֔אלְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֣י
ִ֥ ֵ֨וְהָׁ יָׁ ִ֣הְ׀ְבַ יִ֣ ֹוםְהַ ָ֗הואְבְי
:ְָ֑הְתעֲלֶ ִ֥הְחֲמָׁ ִּ ָ֖תיְבְאַ ִּ ָּֽפי
ָּֽ ַ הו
ִּ י
vêhaiáh | baióm hahú bêíom bó gog 'al-admát Israél, nêúm adonái IHVÍH;
tá'aléh jamatí bêapí .
'Ocurrirá en aquel día, cuando Gog venga contra la tierra de Israel, dice el
Señor Elohim, que estallará mi ira en mi rostro.
(19)
ְְרעַש
ִ֣ ַ ֙ואְיהיֶה
ָּֽ ִּ ם־לאְ׀ְבַ יִ֣ ֹוםְהַ ָ֗ה
ִ֣ יְא
ִּ יְד ַבָ֑ר ִּת
ִּ ובקִּ נאָׁ ִּ ִ֥תיְבְאש־עֶב ָׁר ִּ ָ֖ת
:ְּגָׁדֹ֔ ֹולְעַ ָ֖לְאַ ד ַ ִ֥מתְיִּ ש ָׁר ָּֽאל
uvqinatí vêesh-'evratí dibárti; im-ló | baióm hahú íhieh rá'ash gadól, 'ál admát
Israél .
Y temblarán ante mi presencia los peces del mar, las aves del cielo, los
animales del campo, todo reptil que se desplaza sobre la tierra y todos los
hombres que están sobre la faz de la tierra. Los montes serán destruidos, y
caerán los declives; toda muralla caerá a tierra.
(21)
ְבְאישְבְאָׁ ִּ ִ֥חיו
ָ֖ ִּ ָ֑הְח ִֶ֥ר
ֶ הו ִּ ְח ֶרבְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ֶ ֹ֔ ֙אתיְעָׁלָׁ יוְלְכְל־הָׁ ַרי
ִּ וְקָׁ ָׁ ֵ֨ר
:ְִּ ָּֽתהְ ֶיָּֽה
vêqaráti 'aláv lêjol-haraí jérev, nêúm adonái IHVÍH; jérev ísh bêajív tíhêiéh .
En todos mis montes llamaré a la espada contra Gog, dice el Señor Elohim. Y
la espada de cada uno estará contra su hermano.
(22)
ְישְאש ִ֣ יְא ָ֖תֹוְבְ ֶ ִ֣דבֶ רְוב ָׁ ָ֑דםְוְגֶ ִ֣שֶ םְשֹוטףְ֩וְאַ ב ֵ֨ניְאֶ לּג ִָָּׁ֜ב
ִּ וְנִּ שפַט ִּ ִ֥ת
:רְא ָּֽתֹו
ִּ ֲש
ִ֥ ֶ יםְר ִּ ָ֖ביםְא
ַ וְגְפ ִּ ָ֗ריתְאַ מ ִּטירְ ָׁעלָׁיו֙ ְוְעַל־ ֲא ַג ָֹׁ֔פיוְוְעַל־ע ִּ ִַ֥מ
783
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 38-39
vênishpattí itó bêdéver uvdám; vêgéshem shotef vêavnéi elgavísh ésh vêgofrít
amtír 'alav vê'al-agapáv, vê'al-'amím rabím ashér itó.
Con peste y con sangre entraré en juicio contra él. Sobre él, sobre sus tropas y
sobre los muchos pueblos que están con él haré caer lluvia torrencial, piedras
de granizo, fuego y azufre.
(23)
ְוְכי־א ֲִּנִ֥י
ָּֽ ִּ ִָ֖֣םְר ִּ ָ֑ביםְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע
ַ ִּוְהִּ תּג ִַּדל ִּתי֙ ְוְהִּ תקַ ִּדש ֹ֔ ִּתיְוְנִ֣ ֹודַ ע ֹ֔ ִּתיְלְעינָ֖יְּגֹוי
ְס:ְהוָּֽה ָׁ י
vêhitgadiltí vêhitqadishtí, vênóda'tí, lê'einéi goím rabím; vêiádê'ú kí-aní
Adonai .
'Tú, pues, oh persona, profetiza contra Gog y di que así ha dicho el Señor
Elohim: 'He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y
Tubal.
(2)
ְאֹותָךְעַל־הָׁ ִ֥רי
ָ֖ ִּ יָךְמיַרכְ ִ֣תיְצָׁ ָ֑פֹוןְ ַוה ִּ ֲָּֽב
ִּ ית ָ֖ ִּ ִּאתיָךְוְ ַ ָּֽהעֲל
ִּ ֹ֔ וְ ָּֽשבַ ב ֵ֨ ִּתיָך֙ ְוְ ִּשש
:יִּ ש ָׁר ָּֽאל
vêshóvavtíjá vêshishetíja, vêhá'alitíja miarkêtéi tzafón; vahavíotíja 'al-haréi
Israél.
Te haré dar vuelta y te conduciré. Te haré subir desde los confines del norte y
te traeré a los montes de Israel.
(3)
:יָךְמיַ ִ֥דְיְ ִּ ָּֽמינְָךָ֖ ְאַ ִּ ָּֽפיל
ִּ ְמיַ ִ֣דְשְמאולֶ ָָ֑ךְוְחִּ ֶ֕ ֶצ
ִּ ָ֖יתיְקַ שתְָך
ִ֥ ִּ וְהִּ כ
vêhikeití qashtêjá miád sêmovléja; vêjitzéja miád iêmínêjá apíl.
784
39 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(4)
ְרְא ָׁ ָ֑תְךְלְ ֵ֨עיט
ִּ ֲש
ִ֣ ֶ לְת ָ֗פֹולְאַ תָׁ ה֙ ְוְכְל־ ֲא ַג ֶֹ֔פיָךְוְע ִּ ַָ֖מיםְא
ִּ עַל־הָׁ ֵ֨ריְיִּ ש ָׁר ָ֜א
:צִּ ִ֧פֹורְכְל־כָׁנָׁ ֵָ֛֤ףְוְחַ יַ ִ֥תְהַ שָׁ ֶ ָ֖דהְנְתַ ִּ ִ֥תיָךְלְאְכ ָׁ ָּֽלה
'al-haréi Israél tipól atah vêjol-agapéja, vê'amím ashér itáj; lê'éit tzipór kol-
kanáf vêjaiát hasadéh nêtatíja lêojláh.
Sobre los montes de Israel caerás tú con todas tus tropas y los pueblos que
están contigo. Te he dado por comida a las aves de rapiña, a las aves de toda
especie y a los animales del campo.
(5)
:ְהוה
ָּֽ ִּ ִ֣יְד ֹ֔ ַבר ִּתיְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ִּ ֹולְכיְא ֲִּנ
ִּ ִ֚ הְת ָ֑פ
ִּ עַל־פְנִ֥יְהַ שָׁ ֶ ָ֖ד
'al-pênéi hasadéh tipól; kí aní dibárti, nêúm adonái IHVÍH .
'Enviaré fuego sobre Magog y sobre los que habitan con seguridad en las
costas. Y sabrán que yo soy el Eterno.
(7)
יְאֹודי ַעְבְתֹוְך֙ ְע ִּ ִַ֣מיְיִּש ָׁר ֹ֔אלְוְ ָּֽלא־אַ חִ֥לְאֶ ת־שם־ ִָּ֗ ת־שםְקְד ָ֜ ִּש ֵ֨ ֶוְא
:ְקְדְ ִּ ָ֖שיְעָ֑ ֹודְוְ ָׁ ָּֽיָ֤דְעוְהַ ּגֹויִּ ם֙ ִּ ְָּֽכי־א ֲִּנִ֣יְיה ֹ֔ ָׁוהְקָׁ ָ֖דֹושְבְיִּ ש ָׁר ָּֽאל
vêet-shém qodshí odí'a bêtoj 'amí Israél, vêló-ajél et-shem-qodêshí 'ód;
vêiádê'ú hagoim kí-aní Adonai, qadósh bêIsraél .
'¡He aquí que viene y se cumplirá!, dice el Señor Elohim. Éste es el día del
cual he hablado.
(9)
ְ ֙לְובע ֲֵ֡רוְוְְ֠הִּ ִּשיקוְבְ ֵֶ֨נשֶ קְומָׁ גָ֤ןְוְצִּ נָׁה
ָּֽ ִּ וְישְבִ֣יְ׀ְע ִָׁ֣ריְיִּ ש ָׁר ָ֗א
ָּֽ וְָּֽיְצ ָ֞א
:שְשבַ עְשָׁ ִּ ָּֽנים
ִ֥ ֶ ֵ֛םְא
ָ֖ חְובע ֲִ֥רוְבָׁ ֶה
ָּֽ ִּ ַבְ ֶ ִ֣קשֶ תְובחִּ ֹ֔ ִּציםְובמַ ִ֥קלְיָׁ ָ֖דְוב ָ֑רמ
785
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 39
no recogerán leña del campo ni la cortarán de los bosques, sino que prenderán
el fuego con las armas. Así despojarán a los que los despojaron, y saquearán a
los que los saquearon, dice el Señor Elohim.
(11)
ְםְקבֶ רְבְיִּ ש ָׁר ָ֗אלְּגי ֶ ָ֜ ֵָׁ֨וְהָׁ יָׁ ִ֣הְבַ יִ֣ ֹוםְהַ ֵ֡הואְאֶ ִ֣תןְלְגֹוגְ֩׀ְמְ ָּֽקֹום־ש
תְהיאְאֶ ת־הָׁ ָּֽעבְ ִּ ָ֑ריםְוְ ָׁ ִ֣קברוְשָָׁ֗ םְאֶ ת־ ָ֖ ִּ ֶהָׁ ָּֽעבְ ִּרים֙ ְקִּ ד ַ ִ֣מתְהַ ָֹׁ֔יםְוְח ֶ ִ֥סמ
:ְֲמֹונהְוְ ָׁ ִ֣קר ֹ֔אוְּגָ֖יאְה ֲִ֥מֹוןְּגָּֽ ֹוג
ֹ֔ ּגֹוג֙ ְוְאֶ ת־כְל־ה
vêhaiáh vaióm hahú etén lêgog | mêqóm-shám qéver bêIsraél géi ha'óvêrim
qidmát haiám, vêjosémet hí et-ha'óvêrím; vêqávru shám et-gog vêet-kol-
hamonóh, vêqárú, géi hamón góg .
'Sucederá en aquel día que yo daré a Gog un lugar para sepultura allí en Israel,
en el valle de los viajeros, al oriente del mar, y obstruirán el paso de los
viajeros. Allí sepultarán a Gog y a su multitud, y lo llamarán valle de Hamón-
gog.
(12)
:ץְשבעָׁ ָ֖הְחְדָׁ ִּ ָּֽשים
ִּ וקבָׁ רום֙ ְבִ֣יתְיִּ ש ָׁר ֹ֔אלְלְ ַ ָ֖מעַןְטַ הִ֣רְאֶ ת־הָׁ ָׁ ָ֑א ֶר
uqvarum béit Israél, lêmá'an tahér et-haáretz; shiv'áh jodashím.
Y la casa de Israel los estará enterrando durante siete meses, para purificar la
tierra.
(13)
ְוְ ָׁ ָּֽקבְרו֙ ְכְל־עַ ִ֣םְהָׁ ֹ֔ ָׁא ֶרץְוְהָׁ יָׁ ִ֥הְל ֶָׁהָ֖םְלְ ָ֑שםְיִ֚ ֹוםְהִּ כָׁ ִ֣ב ִֹּ֔דיְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥י
:ְהוה ָּֽ ִּ י
vêqávêrú kol-'ám haáretz, vêhaiáh lahém lêshém; íom hikávdí, nêúm adonái
IHVÍH .
786
39 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Todo el pueblo de la tierra los enterrará; para ellos será célebre el día en que
yo me glorifique, dice el Señor Elohim.
(14)
ְעבְ ִּ ִ֣ריםְבָׁ ֹ֔ ָׁא ֶרץְמְקַ בְ ִּ ִ֣ריםְאֶ ת־הָׁ ָּֽעבְ ִּ ָ֗ריםְאֶ ת־
ָּֽ ֙וְאַ נ ֵ֨שיְתָׁ ִּמידְיַב ִֵּ֨דילו
:ִ֥הְשב ָׁ ָּֽעה־חְדָׁ ִּ ָ֖שיםְיַח ָּֽקרו
ִּ ּהְמקצ ִּ הַ נָּֽ ֹותָׁ ִּ ֵ֛ריםְעַל־פְנִ֥יְהָׁ ָׁ ָ֖א ֶרץְלְ ַ ָּֽטה ָׁ ֲָ֑ר
vêanshéi tamíd iavdílú 'óvêrím baáretz, mêqabêrím et-ha'óvêrím et-hanótarím
'al-pênéi haáretz lêtáharáĥ; miqtzéh shiv'áh-jodashím iajqóru.
Pasarán los que vayan por la tierra, y el que vea el hueso de algún hombre
levantará junto a él una señal hasta que los sepultureros los sepulten en el
valle de Hamón-gog.
(16)
ְפ:ם־עירְהֲמֹונָׁ ָ֖הְוְ ִּ ָּֽטה ֲִ֥רוְהָׁ ָׁ ָּֽא ֶרץ
ֵ֛ ִּ ֶוְגַ ִ֥םְש
vêgám shem-'ír hamonáh vêtíharú haáretz.
'Y tú, oh persona, así ha dicho el Señor Elohim, di a las aves de rapiña, a las
aves de toda especie y a los animales del campo: '¡Juntaos y venid! Reuníos
de todas partes al sacrificio que hago para vosotros: un gran sacrificio sobre
los montes de Israel. Comeréis carne y beberéis sangre.
787
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 39
(18)
ְץְתש ָ֑תוְאילִֵּ֨ יםְכ ִָּׁרים
ִּ יאיְהָׁ ָׁ ָ֖א ֶר
ִ֥ אכלוְוְדַ ם־נְ ִּש ֹ֔ בֹורים֙ ְת ִּ ִּבְ ַשרְּג
:יאיְבָׁ ָׁ ָ֖שןְכ ָׁ ָֻּֽלם
ִ֥ ַתודים֙ ְפ ִּ ָֹׁ֔ריםְמְ ִּר
ִּ וְע
bêsár giborim tojélu, vêdam-nêsiéi haáretz tishtú; eilím karím vê'atudim
parím, mêriéi vashán kulám.
Comeréis sebo hasta hartaros, y beberéis la sangre del sacrificio que he hecho
para vosotros, hasta embriagaros.
(20)
ְישְמלחָׁ ָׁ ָ֑מהְנְאֻ ָ֖ם
ִּ ל־א
ִ֣ ִּ ְושבַ ע ֶתםְעַל־שֻ לחָׁ נִּ י֙ ְִ֣סוסְו ֶ ָֹׁ֔רכֶבְּגִּ ָ֖בֹורְוְכ
:ְהוה
ָּֽ ִּ אֲדנָׁ ִ֥יְי
usva'tém 'al-shuljaní sús varéjev, gibór vêjol-ísh miljamáh; nêúm adonái
IHVÍH.
'Entonces pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi
juicio que habré hecho y mi poderío que habré impuesto sobre ellas.
(22)
:ָ֑םְמן־הַ יִ֥ ֹוםְהַ ָ֖הואְו ָׁ ָָּֽׁהלְאָׁ ה
ִּ יה ֶ לְכיְא ֲִּנִ֥יְיהוָׁ ָ֖הְאֱֹלָּֽ ה
ֵ֛ ִּ וְ ָׁ ָּֽיָ֤דְעו֙ ְבִ֣יתְיִּ ש ָׁר ֹ֔א
vêiádê'ú béit Israél, kí aní Adonai elóheihém; min-haióm hahú vahálêah .
788
39 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(23)
ְֲלו־בי
ִֹּ֔ רְמע ָּֽ ָׁ ֲש
ִ֣ ֶ וְבית־יִּ ש ָׁר ָ֗אלְ ִַ֚עלְא ָּֽ ִ֣םְכיְ ַ ָּֽבעֲֹו ָָׁ֞נםְּגָׁל
ִ֣ ִּ ִּוְהַ ּגֹוי
ְ֠ ִ֣וְ ָׁ ָּֽיָ֤דְע
:יהםְוַיִּ פְלִ֥ וְבַ ֶח ֶָ֖רבְכ ָׁ ָֻּֽלםֶ ֹ֔ ִ֣דְצר
ָּֽ ָׁ ַָ֑םְוָּֽאֶ תְנם֙ ְבְיָׁ ָׁוָּֽאַ ס ִּ ִ֥תרְפָׁנַ ָ֖יְמ ֶה
vêiádê'ú hágoim kí vá'aonám galú véit-Israél 'ál ashér má'alu-ví, váastír panái
mehém; váetênem bêiád tzáreihém, vaipêlú vajérev kulám.
Las naciones sabrán también que la casa de Israel fue llevada cautiva por
causa de su pecado. Porque se rebelaron contra mí, yo escondí de ellos mi
rostro y los entregué en mano de sus enemigos; y todos ellos cayeron a
espada.
(24)
ְס:םְוָּֽאַ ס ִּ ִ֥תרְפָׁנַ ָ֖יְמ ֶ ָּֽהם
ָׁ יתיְא ָׁ ָ֑ת
ִּ יהָ֖םְע ִּ ִָׁ֣ש
ֶ כְ טֻמאָׁ ָׁ ִ֥תםְוכפִּ שע
kêtumatám ujfish'eihém 'asíti otám; váastír panái mehém.
Olvidarán su afrenta y toda la infidelidad con que fueron infieles contra mí,
cuando habiten en su tierra en seguridad y no haya quien los espante;
(27)
ְיהָ֑ם
ֶ ֹותְאיְב
ָּֽ םְמאַ ר ָ֖צ
ָּֽ ן־הע ִַֹּ֔מיםְוְקִּ בַ צ ִּ ִ֣תיְא ֹ֔ ָׁת
ִ֣ ָׁ ְמ
ִּ ֙בְ ָּֽשֹובְ ִּביְאֹותָׁ ם
:ִ֥םְר ִּ ָּֽבים
ַ ּגֹוי
ִּ ַיְבםְלְעינָ֖יְה ָׁ ֹ֔ וְנִּ ק ַ ִ֣דש ִּת
bêshóvêví otam min-há'amím, vêqibatztí otám, méartzót óiêveihém;
vêniqdáshti vám, lê'einéi hagoím rabím.
789
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 39-40
cuando yo los haya hecho volver de los pueblos, los haya reunido de las
tierras de sus enemigos, y haya mostrado mi santidad en ellos a vista de
muchas naciones.
(28)
ְּגֹויםְוְכִּ נַס ִּ ָ֖תים
ִֹּ֔ ַלֹותיְאתָׁ ם֙ ְאֶ ל־ה ִּ יהםְבְהַ ג
ֶ ֹ֔ וְכיְא ֲִּניְיהוָׁה֙ ְאֱֹלִ֣ ה ִ֣ ִּ וְ ָׁ ָּֽיָ֤דְ ָ֗ע
:ְָ֖םְשם
ָּֽ ָׁ א־אֹותירְעֵ֛ ֹודְמ ֶהִ֥ ִּ עַל־אַ דמָׁ ָׁ ָ֑תםְוְ ָּֽל
vêiádê'ú kí aní Adonai elóheihém, bêhaglotí otam el-hagoím, vêjinastím 'al-
admatám; vêló-otír 'ód mehém shám .
Y sabrán que soy el Eterno su Elohim, cuando yo los lleve cautivos entre las
naciones y cuando los reúna sobre su tierra sin dejar allá a ninguno de ellos.
(29)
ְוְ ָּֽלא־אַ ס ִּ ִ֥תירְעֵ֛ ֹודְפָׁנַ ָ֖יְמ ֶהָ֑םְאֲשֵֶ֨ רְשָׁ פַ כ ִּתיְאֶ ת־רוחִּ י֙ ְעַל־בִ֣ית
ְפ:ְהוה ָּֽ ִּ יִּ ש ָׁר ֹ֔אלְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
vêló-astír 'ód panái mehém; ashér shafájti et-rují 'al-béit Israél, nêúm adonái
IHVÍH .
790
40 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Aquel hombre me dijo: 'Oh persona, mira con tus ojos, oye con tus oídos y
presta atención a todas las cosas que te mostraré, porque para que yo te las
muestre has sido traído aquí. Declara todo lo que ves a la casa de Israel.'
(5)
ְהְמ ִ֥חוץְל ַַבָ֖יִּ תְסָׁ ִּ ִ֣ביבְ׀ְסָׁ ִּ ָ֑ביבְוב ֵַ֨ידְהָׁ ִָּ֜אישְקְנִ֣הְהַ ִּמ ָ֗ ָׁדה
ִּ ִ֥הְחֹומ
ֵ֛ ָׁ וְ הִּ נ
ְקֹומה
ָ֖ ָׁ ְֹותְבאַ מָׁ ה֙ ְו ָֹׁ֔טפַחְ ַו ָָׁ֜ימְדְאֶ ת־רחַ בְהַ בִּ ניָׁן֙ ְקָׁ נֶ ִ֣הְאֶ ֹ֔ ָׁחדְו
ְָּֽ ָׁ שש־אַ מ
:קָׁ נֶ ִ֥הְאֶ ָׁ ָּֽחד
vêhinéh jomáh mijútz labáit savív | savív; uviád haísh qênéh hamidáh shesh-
amót báamah vatófaj, vaiámod et-rójav habinian qanéh ejád, vêqomáh qanéh
ejád.
He aquí que por fuera y alrededor del templo había un muro. En la mano del
hombre había una caña para medir, la cual tenía 6 codos [de un codo regular
más un palmo menor]. Entonces midió el espesor de la estructura, la cual tenía
una caña, y su altura, la cual era también de una caña.
(6)
ְֲלֹותוְוַיָׁ ִ֣מְדְ׀
ָ֑ ָׁ ְד ֶרְךְהַ קָׁ ִֹּ֔דימָׁ הְוַיַ ָ֖עַלְבְ ַ ָּֽמע
ִ֣ ֶ ַ֙וי ָָׁ֗בֹואְאֶ ל־שֵַ֨ עַר֙ ְא ֲֶשרְ ָׁפנָׁיו
:ָ֖דְרחַ ב ָּֽ ְסףְאֶ ֹ֔ ָׁחדְקָׁ נֶ ִ֥הְאֶ ָׁח ִ֣ ַ ְ֙רחַ בְוְאת ֹ֔ ֙ת־סִ֣ףְהַ שַָ֗ עַרְקָׁ נֶ הְאֶ חָׁ ד
ַ ֶא
791
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 40
Después fue a la puerta que daba al oriente, subió por sus gradas y midió el
umbral de la puerta, el cual tenía una caña de ancho. El otro umbral también
tenía una caña de ancho.
(7)
ְְרחַ בְובִ֥יןְהַ תָׁ ִּ ָ֖איםְחָׁ ִ֣משְאַ ָ֑מֹות ֹ֔ ִ֥֙דְא ֶרְך֙ ְוְקָׁ נֶ הְאֶ חָׁ ד
ֵ֨ וְהַ ָ֗ ָׁתאְקָׁ ֵֶ֨נהְאֶ ָׁח
:ַרְמהַ ַבָ֖יִּ תְקָׁ נֶ ִ֥הְאֶ ָׁ ָּֽחד
ָּֽ ִ֣ףְהַ שַ עַרְמ ֵ֨אצֶ לְאֻלָׁ ִ֥םְהַ ַ ֵ֛שע ְ֠ וְ ַס
vêhatá qanéh ejád órej vêqanéh ejad rójav, uvéin hataím jamésh amót; vêsáf
hásha'ar meétzel ulám hashá'ar méhabáit qanéh ejád.
Cada celda tenía una caña de largo por una caña de ancho. Entre las celdas
había una separación de 5 codos, y el umbral de la puerta que daba al
vestíbulo, por el lado interior de la puerta, medía una caña.
(8)
:ַרְמהַ ַבָ֖יִּ תְקָׁ נֶ ִ֥הְאֶ ָׁ ָּֽחד
ָּֽ ַו ָָׁ֜ימְדְאֶ ת־אֻלָׁ ִ֥םְהַ ַ ֵ֛שע
vaiámod et-ulám hashá'ar méhabáit qanéh ejád.
el cual tenía 8 codos, y sus pilastras tenían 2 codos cada una. El vestíbulo de
la puerta estaba hacia adentro.
(10)
ְהְמ ָׁ ִ֥דהְאַ ַחָ֖ת
ִּ הְמ ֹ֔פ
ִּ ֹלש
ִ֣ ָׁ ֹלשהְ ִּמפה֙ ְוש ָׁ ְַרְד ֶרְךְהַ קָׁ ִָּ֗דיםְש
ִ֣ ֶ וְתָׁ ֵ֨איְהַ שַָ֜ ע
:הְומ ָּֽפֹו
ִּ םְמ ִ֥פ
ִּ יל ָ֖ ִּ ֵ֛תְלא
ָּֽ ָׁ םְומ ָׁ ִ֥דהְאַ ַח
ִּ לִּ שלָׁש ָׁ ָ֑ת
vêtaéi hashá'ar dérej haqadím shêlosháh mipoh ushlosháh mipóh, midáh aját
lishlashtám; umidáh aját láeilím mipóh umipó.
Las celdas de la puerta que daba al oriente eran tres en un lado, y tres en el
otro lado, todas de la misma medida. También tenían la misma medida las
pilastras de cada lado.
(11)
ְֹותְא ֶרְךְהַ שַֹ֔ עַרְשְלִ֥ ֹוש
ִ֣ בְפתַ ח־הַ ַ ָ֖שעַרְעֶ ִ֣שֶ רְאַ ָ֑מ
ָּֽ ֶ ַת־רח
ִ֥ ֶוַיָׁ ֵ֛מְדְא
:עֶש ָ֖רהְאַ ָּֽמֹות
792
40 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
vaiámod et-rójav pétaj-hashá'ar 'éser amót; órej hashá'ar, shêlósh 'esréh amót.
También midió las pilastras, las cuales tenían 60 codos. El atrio junto a la
puerta también tenía pilastras alrededor.
(15)
ְימי
ָ֑ ִּ ִַּרְהיאתוןְ(ה ִּא ֹ֔יתֹון)ְעַל־לִּ פ ֶ֕ניְאֻלָׁ ִ֥םְהַ ַ ָ֖שעַרְהַ פְנ
ָּֽ ָׁ וְ ַָ֗עלְפְני֙ ְהַ ַ ִ֣שע
:ח ֲִּמ ִּ ָ֖שיםְאַ ָׁ ָּֽמה
vê'ál pêneí hashá'ar hytvn (háitón), 'al-lifnéi ulám hashá'ar hapênimí; jamishím
amáh.
Desde la fachada exterior de la puerta hasta el frente del vestíbulo interior de
la puerta había 50 codos.
(16)
ְיהמָׁ הְלִּ פ ִּנימָׁ הְלַשֵַ֨ עַר֙ ְסָׁ ִּ ִ֣ביב ֵ֨ ֹותְאל־הַ תָׁ ִֵּ֡איםְוְאֶ ל ְָּֽ֩אל
ָּֽ ֶ וְחַ לֹונִ֣ ֹותְ ֲאט ִֻ֣מ
ְל־איִּ ל ָ֖ ַ ֶ׀ְסָׁ ִֹּ֔ביבְוְכָ֖ןְל ָָּֽׁאל ַָ֑מֹותְוְחַ לֹונָ֞ ֹותְסָׁ ִּביבְ׀ְסָׁ בִּ יב֙ ְלִּ פ ֹ֔ ִּנימָׁ הְוְא
:ִּ ָּֽתמ ִּ ָּֽרים
793
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 40
Había ventanas anchas por dentro y angostas por fuera, que daban hacia las
celdas en el interior y alrededor de la puerta. Asimismo, su vestíbulo tenía
ventanas alrededor y hacia el interior. Y en cada pilastra había decoraciones
de palmeras.
(17)
ְויְלחָׁ צָ֖ר
ָּֽ ֶ ל־החָׁ צר֙ ְהַ ִּ ִ֣חיצֹו ָֹׁ֔נהְוְהִּ נהְלְשָׁ כֹות֙ ְוְ ִּ ָּֽרצְ ָֹׁ֔פהְע ִָׁ֥ש
ָּֽ ֶ ֶיאנִּ יְא
ָ֗ ִּוַיב
:ֹלשיםְלְשָׁ כָ֖ ֹותְאֶ ל־הָׁ ִּ ָּֽרצְ ָׁ ָּֽפה
ִ֥ ִּ ְסָׁ ִּ ִ֣ביבְ׀ְסָׁ ִּ ָ֑ביבְש
vaiviéni el-héjatzer hajítzonáh, vêhinéh lêshajot vêrítzêfáh, 'asúi léjatzér savív
| savív; shêloshím lêshajót el-harítzêfáh.
Midió el ancho desde el frente de la puerta inferior hasta el frente exterior del
atrio interior, y tenía 100 codos. Así como en el norte era en el oriente.
(20)
ְֹוןְלחָׁ ָ֖צרְהַ ִּ ָּֽחיצֹונָׁ ָ֑הְמָׁ ַ ִ֥דדְאְרכָ֖ ֹו
ָּֽ ֶ ְד ֶרְךְהַ צָׁ ֹ֔פ
ִ֣ ֶ ֙וְ הַ שַָ֗ עַרְא ֲֶשרְ ָׁפנָׁיו
:וְרְח ָּֽבֹו
vêhashá'ar ashér panav dérej hatzafón, léjatzér hajítzonáh; madád orkó
vêrojbó.
Luego midió el largo y el ancho de la puerta que daba al norte del atrio
exterior.
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40 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(21)
ְוְו ָּֽאלַמָׁ ו֙ ְהָׁ ָֹׁ֔יהְכְ ִּמ ַ ָ֖דתְהַ ַ ִ֣שעַר
ְ ָׁהְמ ֹ֔פֹוְוְאיל
ִּ ֹלש
ִ֣ ָׁ הְמפֹו֙ ְוש
ִּ לֹוש
ָׁ ְוְתָׁ ָ֗ ָׁאוְש
:יםְבאַ ָׁ ָּֽמה
ָּֽ ָׁ אשֹוןְח ֲִּמ ִּשיםְאַ מָׁ ה֙ ְאְרכֹ֔ ֹוְוְ ֶ֕רחַ בְחָׁ ִ֥משְוְעֶש ִּ ָ֖ר
ָ֑ ָׁ ָּֽה ִּר
vêtaáv shêlosháh mipó ushlosháh mipó, vêeiláv vêélamav haiáh, kêmidát
hashá'ar hárishón; jamishím amah orkó, vêrójav jamésh vê'esrím báamáh.
Tenía tres celdas en un lado y tres en el otro lado. Sus pilastras y su vestíbulo
tenían las mismas medidas que la primera puerta: 50 codos de largo por 25
codos de ancho.
(22)
ְֲשרְפָׁנָׁ ָ֖יוְ ֶ ִ֣ד ֶרְךְהַ קָׁ ִּ ָ֑דים
ִ֥ ֶ וְחַ לֹונָׁ וְוְ ָּֽאילַמָׁ ו֙ ְוְ ִּ ִ֣תימ ָׁ ֹ֔רוְכְ ִּמ ַ ִ֣דתְהַ שַֹ֔ עַרְא
:יהם ָּֽ ֶ ֲלו־בֹוְוְ ָּֽאיל ָׁ ַָ֖מוְלִּ פנ
ֹ֔ וב ַ ָּֽמעֲלִ֥ ֹותְשֵֶ֨ בַ ע֙ ַ ְָּֽיע
vêjalonáv vêéilamav vêtímoráv, kêmidát hashá'ar, ashér panáv dérej haqadím;
uvmá'alót shéva' iá'alu-vó, vêéilamáv lifneihém.
En frente de la puerta del norte, así como de la del este, había una puerta que
daba al atrio interior. Él midió de puerta a puerta, y había 100 codos.
(24)
ְַרְד ֶרְךְהַ דָׁ ָ֑רֹוםְומָׁ ַדדְאילָׁו֙ ְוְ ִ֣איל ֹ֔ ַָׁמו
ִ֣ ֶ ה־שע
ָ֖ ַ ְד ֶרְךְהַ דָׁ ֹ֔רֹוםְוְהִּ נִ֣ ֶ ֙וַיָּֽ ֹולִּ ֵ֨כנִּ י
:כ ִַּמ ָ֖דֹותְהָׁ ָּֽאלֶה
vaiólijéní dérej hadaróm, vêhineh-shá'ar dérej hadaróm; umadád eilav
vêéilamáv, kamidót haéleh.
Luego me condujo hacia el sur, y he aquí que había otra puerta que daba al
sur. Midió sus pilastras y sus vestíbulos; eran como aquellas medidas.
(25)
ְלֹוניםְלֹוְול ָּֽאילַמָׁ ו֙ ְסָׁ ִּ ִ֣ביבְ׀ְסָׁ ִֹּ֔ביבְכְ ַ ָּֽהחַ לנָ֖ ֹותְהָׁ ָ֑אלֶהְח ֲִּמ ִּשים
ִּ ֵ֨ ַוְח
:ְא ֶרְךְוְ ֶ֕רחַ בְחָׁ ִ֥משְוְעֶש ִּ ָ֖ריםְאַ ָׁ ָּֽמה
ֹ֔ ֙אַ מָׁ ה
795
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 40
Se subía a ella por siete gradas, delante de las cuales estaba el vestíbulo. Tenía
decoraciones de palmeras sobre sus pilastras, tanto en un lado como en el otro
lado.
(27)
ְַרְד ֶרְך
ִ֥ ֶ דְמ ַ ִ֧שעַרְאֶ ל־הַ ַ ֵ֛שע
ִּ ְיְד ֶרְךְהַ דָׁ ָ֑רֹוםְ ַו ֵָׁ֨ימ
ִ֣ ֶ ימ
ָ֖ ִּ ִַּרְלחָׁ צִ֥רְהַ פְנ
ָּֽ ֶ וְ ַ ֵ֛שע
:הַ דָׁ ָ֖רֹוםְמ ָׁ ִ֥אהְאַ ָּֽמֹות
vêshá'ar léjatzér hapênimí dérej hadaróm; vaiámod mishá'ar el-hashá'ar dérej
hadaróm meáh amót.
También había en el atrio interior una puerta que daba al sur. Midió de puerta
a puerta, hacia el sur, y había 100 codos.
(28)
ְימיְבְ ַ ִ֣שעַרְהַ דָׁ ָ֑רֹוםְ ַו ֵָׁ֨ימָׁ ד֙ ְאֶ ת־הַ ַ ִ֣שעַרְהַ דָׁ ֹ֔רֹום
ָ֖ ִּ ִּיאנִּ יְאֶ ל־חָׁ צִ֥רְהַ פְנ
ֵ֛ ִּוַיב
:כ ִַּמ ָ֖דֹותְהָׁ ָּֽאלֶה
vaiviéni el-jatzér hapênimí bêshá'ar hadaróm; vaiámad et-hashá'ar hadaróm,
kamidót haéleh.
Luego me llevó por la puerta del sur al atrio interior, y midió la puerta del sur;
eran como aquellas medidas.
(29)
ְוְתָׁ ָ֞ ָׁאוְוְאילָׁ וְוְ ָּֽאלַמָׁ ו֙ ְכ ִַּמ ִ֣דֹותְהָׁ ֹ֔אלֶהְוְחַ לֹונִ֥ ֹותְלֵ֛ ֹוְול ָּֽאל ָׁ ַָ֖מוְסָׁ ִּ ִ֣ביבְ׀
:ְא ֶרְךְוְ ֶ֕רחַ בְעֶש ִּ ִ֥ריםְוְחָׁ ָ֖משְאַ ָּֽמֹות ֹ֔ ֙סָׁ ִּ ָ֑ביבְח ֲִּמ ִּשיםְאַ מָׁ ה
vêtaáv vêeiláv vêélamav kamidót haéleh, vêjalonót ló ulélamáv savív | savív;
jamishím amah órej, vêrójav 'esrím vêjamésh amót.
Sus celdas, sus pilastras y sus vestíbulos tenían aquellas mismas medidas. La
puerta y los vestíbulos tenían ventanas alrededor. Tenía 50 codos de largo por
25 codos de ancho.
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40 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(30)
ְיבְא ֶרְךְחָׁ משְוְעֶש ִּרים֙ ְאַ ֹ֔ ָׁמהְוְ ָ֖רחַ בְחָׁ ִ֥מש
ָ֗ וְ ָּֽאל ַָ֖מֹותְסָׁ ִּ ִ֣ביבְ׀ְסָׁ ִּ ָ֑ב
:אַ ָּֽמֹות
vêélamót savív | savív; órej jamésh vê'esrim amáh, vêrójav jamésh amót.
Luego me llevó al lado oriental, al atrio interior, y midió la puerta; era como
aquellas medidas.
(33)
ְוְתָׁ ָ֞ ָׁאוְוְאלָׁ וְוְ ָּֽאלַמָׁ ו֙ ְכ ִַּמ ִ֣דֹותְהָׁ ֹ֔אלֶהְוְחַ לֹונִ֥ ֹותְלֵ֛ ֹוְול ָּֽאל ָׁ ַָ֖מוְסָׁ ִּ ִ֣ביבְ׀
:יבְא ֶרְךְח ֲִּמ ִּ ִ֣שיםְאַ ֹ֔ ָׁמהְוְ ֶ֕רחַ בְחָׁ ִ֥משְוְעֶש ִּ ָ֖ריםְאַ ָׁ ָּֽמה ִ֚ סָׁ ִּ ָ֑ב
vêtaáv vêeláv vêélamav kamidót haéleh, vêjalonót ló ulélamáv savív | savív;
órej jamishím amáh, vêrójav jamésh vê'esrím amáh.
Sus celdas, sus pilastras y sus vestíbulos tenían aquellas mismas medidas. La
puerta y los vestíbulos tenían ventanas alrededor. Tenía 50 codos de largo y
25 codos de ancho.
(34)
ְֹוְומ ָ֑פֹוְושמנֶ ִ֥ה
ִּ ָ֖וְמ ִ֣פ
ִּ ָׁוְלחָׁ צר֙ ְהַ ִּ ִ֣חיצֹו ָֹׁ֔נהְוְ ִּ ָּֽתמ ִּ ִ֥ריםְאֶ ל־אל ָּֽ ֶ וְ ָּֽאל ָ֗ ַָׁמ
:ֹותְמע ָׁ ֲָּֽלו
ָּֽ ַ ַָ֖ ָּֽמעֲל
vêélamáv léjatzer hajítzonáh, vêtímorím el-eláv mipó umipó; ushmonéh
má'alót má'aláv.
797
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 40
(35)
:ל־שעַרְהַ צָׁ ָ֑פֹוןְומָׁ ַ ָ֖דדְכ ִַּמ ִ֥דֹותְהָׁ ָּֽאלֶה
ִ֣ ַ ֶיאנִּ יְא
ָ֖ ִּוַיב
vaiviéni el-shá'ar hatzafón; umadád kamidót haéleh.
sus celdas, sus pilastras y sus vestíbulos. La puerta tenía ventanas alrededor.
Tenía 50 codos de largo y 25 codos de ancho.
(37)
ְֹוְומ ָ֑פֹוְושמנֶ ִ֥ה
ִּ ָ֖וְמ ִ֣פ
ִּ ָׁוְלחָׁ צר֙ ְהַ ִּ ִ֣חיצֹו ָֹׁ֔נהְוְ ִּ ָּֽתמ ִּ ִ֥ריםְאֶ ל־איל ָּֽ ֶ וְאי ָָׁ֗ל
:ֹותְמע ָׁ ֲָּֽלו
ָּֽ ַ ַָ֖ ָּֽמעֲל
vêeiláv léjatzer hajítzonáh, vêtímorím el-eiláv mipó umipó; ushmonéh má'alót
má'aláv.
Había una cámara cuya entrada daba al vestíbulo de la puerta. Allí lavaban el
holocausto.
(39)
ְֹותְמ ָ֑פהְלִּ שחֹוט
ִּ ְָ֖מ ֹ֔פֹוְושנַ ִָ֥֤יִּ םְשֻ לחָׁ נ
ִּ ֙ובאֻלָׁ ִ֣םְהַ שַָ֗ עַרְשְנַ ָ֤יִּ םְשֻ לחָׁ נֹות
:ְהעֹו ָֹׁ֔להְוְ ַ ָּֽהחַ ָׁ ָ֖טאתְוְ ָׁ ָּֽהאָׁ ָׁ ָּֽשם
ָּֽ ָׁ ֙אֲליהֶ ם
uvulám hashá'ar shênáim shuljanot mipó, ushnáim shuljanót mipóh; lishjót
aleihem há'oláh, vêhájatát vêháashám.
798
40 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(40)
ְהְלעֹולֶה֙ ְלְ ֵֶ֨פתַ ח֙ ְהַ ַ ִ֣שעַרְהַ צָׁ ֹ֔פֹונָׁהְשְנַ ָָ֖֤יִּ םְשֻ לחָׁ נָ֑ ֹות
ָּֽ ָׁ ָׁףְמ ָ֗חוצ ִּ וְאֶ ל־הַ כ ִָׁ֣ת
:ףְהאַ ָ֗ ֶח ֶרתְאֲשֶ ר֙ ְלְאֻלָׁ ִ֣םְהַ שַֹ֔ עַרְשְנַ ָָ֖֤יִּ םְשֻ לחָׁ נָּֽ ֹות ָּֽ ָׁ וְאֶ ל־הַ כ ִָׁ֣ת
vêel-hakatéf mijútzah lá'oleh lêfétaj hashá'ar hatzafónah, shênáim shuljanót;
vêel-hakatéf háajéret asher lêulám hashá'ar, shênáim shuljanót.
799
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 40
(44)
ימי֙ ְאֲשֶָ֗ רְאֶ ל־
ִּ ִּיםְבחָׁ צרְהַ פְנ ָּֽ ֶ יְלשְכִ֣ ֹותְשָׁ ִּ ָ֗ר ָּֽ ִּ ימִָּ֜ ִּומחוצָׁ הְ֩לַשֵַ֨ עַרְהַ פְנ ִּ
ְְשעַר ִ֣ ַ ָ֖֙םְד ֶרְךְהַ דָׁ ָ֑רֹוםְאֶ ָ֗ ָׁחדְאֶ ל־ ֵֶ֨כתֶ ףִ֣ ֶ יה ֶ ְשעַרְהַ צָׁ ֹ֔פֹוןְופנ ִ֣ ַ ֵֶ֙֨כתֶ ף
:ָ֖יְד ֶרְךְהַ צָׁ ָּֽפן
ִ֥ ֶ הַ קָׁ ִֹּ֔דיםְפְנ
umijutzah lashá'ar hapênimí líshêjót sharím béjatzér hapênimí ashér el-kétef
shá'ar hatzafón, ufneihém dérej hadaróm; ejád el-kétef shá'ar haqadím, pênéi
dérej hatzafón.
Por fuera de la puerta interior, en el atrio interior, había dos cámaras para los
cantores. Una de ellas estaba al lado de la puerta del norte, y su fachada daba
al sur. La otra estaba al lado de la puerta del sur, y su fachada daba al norte.
(45)
ְיםְשמְ ָ֖רי
ָּֽ ְד ֶרְךְהַ דָׁ ֹ֔רֹוםְל ִַ֣כה ֹ֔ ֲִּנ
ִ֣ ֶ יה
ָׁ֙ ָ֑יְזהְהַ לִּ ש ָָׁ֗כהְא ֲֶשרְ ָׁפ ֵֶ֨נ
ִ֣ ָׁוַידַ בָ֖רְאל
:ִּמש ֶ ִ֥מ ֶרתְהַ ָׁ ָּֽביִּ ת
vaidabér elái; zóh halishkáh ashér panéihá dérej hadaróm, lakóhaním,
shómêréi mishméret habáit.
Y me dijo: 'Esta cámara que da al sur es de los sacerdotes que están a cargo
del templo.
(46)
ְ ַיְמש ֶ ִ֣מ ֶרתְהַ ִּמזבָ֑חִּ יםְשמְ ָ֖רָּֽ ְד ֶרְךְהַ צָׁ ֹ֔פֹוןְל ִַ֣כה ֹ֔ ֲִּנ
ִ֣ ֶ יה
ָׁ֙ וְהַ לִּ ש ָָׁ֗כהְא ֲֶשרְ ָׁפ ֵֶ֨נ
:ְיםְמבְנָּֽי־ל ִּוֵ֛יְאֶ ל־יהוָׁ ָ֖הְלְ ָׁ ָּֽש ְר ָּֽתֹו
ִּ הִ֣מָׁ הְבְנָּֽי־צָׁ דָ֗ ֹוקְהַ קְר ִּ ִ֧ב
vêhalishkáh ashér panéihá dérej hatzafón, lakóhaním, shómêréi mishméret
hamizbéja; hémah vênéi-tzadóq haqêrevím mibênéi-leví el-Adonai lêshárêtó .
Y la cámara que da al norte es de los sacerdotes que están a cargo del altar.
Estos últimos son los hijos de Tzadoc [Sadoc], quienes han sido acercados al
Eterno de entre los hijos de Leví, para servirle.'
(47)
ְרְא ֶרְךְ׀ְמ ָׁ ִ֣אהְאַ ָ֗ ָׁמהְוְ ֵ֛רחַ בְמ ָׁ ִ֥אהְאַ ָׁ ָ֖מהְמְרֻ ָׁ ָ֑בעַת
ִ֣ ת־החָׁ ָ֜צ ָּֽ ֶ ֶַו ֵָׁ֨ימְדְא
:וְהַ ִּמזבָ֖חַ ְלִּ פנִ֥יְהַ ָׁ ָּֽביִּ ת
vaiámod et-héjatzér órej | meáh amáh vêrójav meáh amáh mêrubá'at;
vêhamizbéaj lifnéi habáit.
Luego midió el atrio, que era un cuadrado de 100 codos de largo y 100 codos
de ancho. Delante del santuario estaba el altar.
(48)
ְְמ ֹ֔פהְוְחָׁ ִ֥מש
ִּ ְ֙אלְ ֻא ָֹׁ֔לםְחָׁ משְאַ מֹותִ֣ ֙וַיבִּ אנִּ י֮ ְאֶ ל־אֻלָׁ ִ֣םְהַ בַ יִּ תְ֒ ַו ֵָׁ֨ימָׁ ד
:ֹותְמ ָּֽפֹו
ִּ ְמ ֹ֔פֹוְוְשָׁ ֹלִ֥ שְאַ ָ֖מ
ִּ ֹ֙ותְמ ָ֑פהְוְ ִ֣רחַ בְהַ שַֹ֔ עַרְשָׁ ֹלשְאַ מֹות ִּ אַ ָ֖מ
800
40-41 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
vaiviení el-ulám habait vaiámad él ulám, jamésh amot mipóh, vêjamésh amót
mipóh; vêrójav hashá'ar, shalósh amot mipó, vêshalósh amót mipó.
Luego me llevó al vestíbulo del templo y midió cada pilastra del vestíbulo, 5
codos de un lado y 5 codos del otro lado. El ancho de la puerta era de 3 codos
de un lado y de 3 codos del otro lado.
(49)
ְהְובמַ ע ֲֹ֔לֹות
ָּֽ ַ ְךְה ֻא ָָׁ֞לםְעֶש ִּ ִ֣ריםְאַ ָ֗ ָׁמהְוְ ֵ֨רחַ ב֙ ְעַש ִ֣תיְעֶש ִ֣רהְאַ ֹ֔ ָׁמ
ָּֽ ָׁ ִ֣א ֶר
:ִ֥דְמ ָּֽפה
ִּ ִ֥דְמ ָ֖פהְוְאֶ ָׁח
ִּ ל־הִ֣אילִֹּ֔ יםְאֶ ָׁח
ָׁ ֲֶשרְ ַ ָּֽיעֲלָ֖ וְאלָׁ ָ֑יוְוְ ַעמ ִֻּדים֙ ְא ִ֥ ֶ א
órej háulám 'esrím amáh vêrójav 'ashtéi 'esréh amáh, uváma'alót, ashér iá'alú
eláv; vê'amudim el-háeilím, ejád mipóh vêejád mipóh.
El largo del vestíbulo era de 20 codos, y el ancho de 11 codos. Junto a las
gradas por las cuales se subía al vestíbulo, había columnas junto a las
pilastras, una de un lado y otra del otro lado.
Luego me introdujo en el lugar santo y midió las pilastras, que tenían 6 codos
de ancho de un lado y 6 codos del otro lado. Tal era el ancho de las pilastras.
(2)
ְְמ ֹ֔פֹוְוְחָׁ ִ֥משִּ ֙וְ ִ֣רחַ בְהַ פֶתַ ח֮ ְעֶ ִ֣שֶ רְאַ מֹותְ֒וְכִּ ת ִ֣פֹותְהַ ֶֹ֔פתַ חְחָׁ משְאַ מֹות
:ֹותְמ ָ֑פֹוְוַיָׁ מְדְאְרכֹו֙ ְאַ רבָׁ ִּ ִ֣עיםְאַ ֹ֔ ָׁמהְוְ ָ֖רחַ בְעֶש ִּ ִ֥ריםְאַ ָׁ ָּֽמה
ִּ אַ ָ֖מ
vêrójav hapetaj 'éser amot vêjitfót hapétaj, jamésh amot mipó, vêjamésh amót
mipó; vaiámod orkó arba'ím amáh, vêrójav 'esrím amáh.
801
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 41
Luego fue al interior y midió cada pilastra de la entrada, las cuales tenían 2
codos. La entrada era de 6 codos, y los lados de la entrada eran de 7 codos.
(4)
ְִ֣יְההיכָׁ ָ֑ל
ָּֽ ַ ַו ֵָׁ֨ימְדְאֶ ת־אְ ְרכָ֜ ֹוְעֶש ִּ ִ֣ריםְאַ ָ֗ ָׁמהְוְ ֵ֛רחַ בְעֶש ִּ ִ֥ריםְאַ ָׁ ָ֖מהְאֶ ל־פְנ
:ָ֖הְקדֶ שְהַ קְדָׁ ִּ ָּֽשים
ִ֥ ֶו ִַ֣יאמֶ רְא ַֹ֔ליְז
vaiámod et-orêkó 'esrím amáh vêrójav 'esrím amáh el-pênéi háheijál; vaiómer
elái, zéh qódesh haqodashím.
Midió también su largo, de 20 codos, y su ancho, de 20 codos, hacia el lado
del lugar santo. Entonces me dijo: 'Éste es el lugar santísimo.'
(5)
ְתְששְאַ ָ֑מֹותְוְ ִ֣רחַ בְהַ צ ָׁלעְ֩אַ ר ֵ֨ ַבעְאַ ָ֜מֹותְסָׁ ִּ ִ֧ביבְ׀
ִ֣ ִּדְקיר־הַ ַבָ֖י ָּֽ ִּ ְוַיָׁ ִ֥מ
:סָׁ ִּ ֵ֛ביבְל ַַבָ֖יִּ תְסָׁ ִּ ָּֽביב
vaiámod qír-habáit shésh amót; vêrójav hatzela' arbá' amót savív | savív labáit
savív.
Después midió la pared del templo, la cual tenía 6 codos de espesor. El ancho
de los cuartos laterales alrededor del templo era de 4 codos.
(6)
ְיםְובָׁ אֹותְבַ ֵ֨ ִּקיר
ְ֠ ֹלשיםְפְע ִָָּׁ֗מ ִ֣ ִּ וְהַ צְלָׁעֹותְ֩צ ֵָׁ֨לעְאֶ ל־צ ָָׁ֜לעְשָׁ לִ֧ ֹושְוש
ְיבְלהְיִ֣ ֹותְאֲחוזִּ ָ֑יםְוְ ָּֽלא־יִּ היִ֥ ו ָּֽ ִּ אֲשֶ ר־ל ַַבִ֧יִּ תְלַצְלָׁעֵ֛ ֹותְסָׁ ִּ ִ֥ביבְ׀ְסָׁ ִּ ָ֖ב
:ְאֲחוזִּ ָ֖יםְבְ ִּ ִ֥קירְהַ ָׁ ָּֽביִּ ת
vêhatzêla'ot tzelá' el-tzelá' shalósh ushloshím pê'amím úvaot baqír asher-labáit
latzêla'ót savív | savív líhêíot ajuzím; vêló-ihíu ajuzím bêqír habáit .
Los cuartos eran treinta y estaban dispuestos cuarto sobre cuarto en tres
niveles. Había salientes en cada pared alrededor del templo, sobre los cuales
se apoyaban los cuartos, sin que éstos se apoyaran en la pared misma del
edificio.
(7)
ְב־הַ בַ יִּ תְלְ ֵ֨ ַמעלָׁה
ְ֠ ַיְמוס
ָּֽ ֹותְכ
ִ֣ ִּ וְָּֽ ָׁרח ֵ֡ ֲָׁבהְוְָּֽנְסבָׁ הְ֩לְ ֵ֨ ַמעלָׁהְלְ ָ֜ ַמעלָׁהְלַצְל ָָׁ֗ע
ְִ֥ןְרחַ ב־ל ַַבָ֖יִּ תְלְ ָׁ ָ֑מעלָׁהְוְכִ֧ן ָּֽ לְ ָ֜ ַמעלָׁהְסָׁ ִּביבְ׀ְסָׁ בִּ יב֙ ְל ֹ֔ ַַביִּ תְעַל־כ
:יכֹונָּֽה
ָׁ ל־העֶליֹונָׁ ָ֖הְל ִּ ַָּֽת
ָּֽ ָׁ ֵַ֛הְיעֲלֶ ִ֥הְע
ָּֽ ַ ָׁהַ תַ חתֹונ
vêrajaváh vênosvah lêmá'lah lêmá'lah latzêla'ót kí músav-hábait lêmá'lah
lêmá'lah savív | saviv labáit, 'al-kén rójav-labáit lêmá'lah; vêjén hatajtonáh
iá'aléh 'al-há'elionáh latíjonáh.
A medida que se subía, la galería superior era más amplia, porque arriba había
mayor espacio debido al angostamiento de la pared del edificio. De la galería
inferior se subía a la superior por la intermedia.
802
41 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(8)
ְ ֙יבְמיסדותְ(מוסדֹות)ְהַ צְלָׁעֹות
ָּֽ תְּגבַ ּהְסָׁ ִּ ִ֣ביבְ׀ְסָׁ ִּ ָ֑ב
ָ֖ ִּיתיְל ַַבֵ֛י
ִּ וְ ָׁר ִּ ִ֧א
:הְששְאַ ָ֖מֹותְאַ ִּ ָּֽצילָׁה ִ֥ מְלִ֣ ֹוְהַ קָׁ ֶֹ֔נ
vêraíti labáit góvaĥ savív | savív; MISDVT (músdót) hatzêla'ot mêló haqanéh,
shésh amót atzílah.
Entre las cámaras había un espacio de 20 codos por todos los lados alrededor
del templo.
(11)
ְְד ֶרְךְהַ צָׁ ֹ֔פֹוןְופֶ ִ֥תַ חְאֶ ָׁחָ֖דְלַדָׁ ָ֑רֹום ִ֣ ֶ ֙ופֶ תַ חְהַ צלָׁע֙ ְ ַל ֻמ ָֹׁ֔נחְפֶ תַ חְאֶ חָׁ ד
:וְ ֵ֨רחַ ב֙ ְמְ ִ֣קֹוםְהַ ֻמ ָֹׁ֔נחְחָׁ ִ֥משְאַ ָ֖מֹותְסָׁ ִּ ִ֥ביבְ׀ְסָׁ ִּ ָּֽביב
ufétaj hatzela' lamunáj, pétaj ejad dérej hatzafón, ufétaj ejád ladaróm; vêrójav
mêqóm hamunáj, jamésh amót savív | savív.
Los cuartos tenían dos entradas al espacio libre, situadas una al norte y otra al
sur. El ancho del espacio que quedaba era de 5 codos, alrededor de todo.
(12)
ְבְשב ִּ ִ֣עיםְאַ ֹ֔ ָׁמה
ִּ ַםְרחִ֚ תְד ֶרְך־הַ ָָׁ֗י
ָּֽ ֶ וְהַ בִּ נ ֵָׁ֡יןְאֲשֶ רְ֩אֶ ל־פְ ֵ֨ניְהַ ּגִּ ז ָׁ ָ֜רהְפְ ַ ִ֣א
ְֹוְתש ִּ ִ֥עים
ִּ ָֹ֖ותְרחַ בְסָׁ ִּ ִ֣ביבְ׀ְסָׁ ִּ ָ֑ביבְוְאְרכָ֖ ָ֤ןְחמש־אַ ִ֥מ ָּֽ ָׁ ֵ֛ ָׁוְ ִּ ִ֧קירְהַ בִּ ני
:אַ ָׁ ָּֽמה
vêhabinián asher el-pênéi hagizráh pêát dérej-haiám rójav shiv'ím amáh, vêqír
habinián jámesh-amót rójav savív | savív; vêorkó tish'ím amáh .
803
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 41
El edificio que estaba al frente del área reservada en el lado occidental tenía
70 codos, y la pared de alrededor del edificio tenía 5 codos de espesor y 90
codos de largo.
(13)
ְירֹותיהָׁ ְָ֖א ֶרְך
ֶ ֹ֔ תְא ֶרְךְמ ָׁ ִ֣אהְאַ ָׁ ָ֑מהְוְהַ ּגִּ ז ָׁרהְוְהַ בִּ ניָׁה֙ ְוְ ִּ ִ֣ק
ָ֖ ִּומָׁ ַ ִ֣דדְאֶ ת־הַ ֹ֔ ַבי
:מ ָׁ ִ֥אהְאַ ָׁ ָּֽמה
umadád et-habáit, órej meáh amáh; vêhagizráh vêhabiniah vêqírotéiha, órej
meáh amáh.
El ancho de la fachada del templo y del área reservada era de 100 codos.
(15)
ְַל־אח ֶ ֲִ֧ריהָׁ ְואתוקיהא ָּֽ ַ ְך־הַ בִּ ניְןְאֶ ל־פְ ֵ֨ניְהַ ּגִּ ז ָׁ ָ֜רהְאֲ שֵֶ֨ רְע
ְ֠ דְא ֶר
ָּֽ ומָׁ ַ ִ֣ד
:יְהחָׁ ָּֽצר
ָּֽ ֶ ימיְוְ ֻ ָּֽאל ַָ֖מ
ִֹּ֔ ִֹּוְומ ָ֖פֹוְמ ָׁ ִ֣אהְאַ ָׁ ָ֑מהְוְ ַ ָּֽההי ָׁכלְ֙הַ פְנ
ִּ א)ְמ ִ֥פ
ִּ ָׁיקיה ֵ֛ ֶ (וְאַ ִּת
umadád órej-hábinion el-pênéi hagizráh ashér 'al-ájaréiha VTVQIH (vêatiqéiha)
mipó umipó meáh amáh; vêháheijal hapênimí, vêúlaméi héjatzér.
Midió el largo del edificio que estaba delante del área reservada que había
detrás del templo y sus pasillos, tanto a un lado como al otro, y era de 100
codos. También midió la sala interior y el vestíbulo exterior.
(16)
ְלֹונִ֣יםְ ְ֠ ָׁ ָּֽה ֲאטֻמֹותְוְ ָׁ ָּֽהאַ ִּת ִּיקיםְ׀ְסָׁ בִּ יב֙ ְלִּ שלָׁש ֹ֔ ָׁתםְנֶ ִָ֧֤גֶד
ִּ ַהַ ִּס ֵ֡ ִּפיםְוְ ַ ָּֽהח
ְַד־החַ לֹונֹ֔ ֹותְוְ ַ ָּֽהחַ לנָ֖ ֹות
ָּֽ ַ הַ ַ ֵ֛סףְשְ ִּ ִ֥חיףְעָ֖ץְסָׁ ִּ ִ֣ביבְ׀ְסָׁ ִּ ָ֑ביבְוְהָׁ ֵ֨ ָׁא ֶרץ֙ ְע
:מְכ ָֻּֽסֹות
hasipím vêhájaloním háatumot vêháatiqím | saviv lishlashtám, néged hasáf
sêjíf 'étz savív | savív; vêhaáretz 'ad-hájalonót, vêhájalonót mêjusót.
Los umbrales, las ventanas anchas por dentro y angostas por fuera, y los
pasillos alrededor de los tres pisos, frente al umbral, todo alrededor estaba
recubierto con madera desde el suelo hasta las ventanas. También las ventanas
estaban recubiertas,
(17)
ְימיְוְל ַָ֜חוץְוְאֶ ל־כְל־הַ ֵ֨ ִּקירְסָׁ ִּ ִ֧ביבְ׀
ִֵּ֨ ִּעַל־מעַ ִ֣לְהַ ֵֶ֡פתַ חְוְעַ ד־הַ בַ יִּ תְ֩הַ פְנ
:ֹוןְמ ָּֽדֹות
ִּ ימיְובַ חִּ ָ֖יצ
ִ֥ ִּ ִּסָׁ ִּ ֵ֛ביבְבַ פְנ
804
41 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Desde el suelo hasta encima de la entrada, y por toda la pared del templo,
había grabados de querubines y de palmeras.
(21)
:ִ֣תְרבֻעָׁ ָ֑הְופנִ֣יְהַ ֹ֔קדֶ שְהַ מַ ר ֶ ָ֖אהְכַמַ ר ֶ ָּֽאה
ְ ַַ ָּֽההיכָׁ ָ֖לְמְזוז
háheijál mêzuzát rêvu'áh; ufnéi haqódesh, hamaréh kamaréh.
Los postes del lugar santo eran cuadrangulares, y el aspecto de los del frente
del lugar santísimo era semejante.
(22)
ְומק ָּֽצעֹותָׁ יו֙ ְֹ֔לֹו
ִּ ְהַ ִּמז ֵ֡בחַ ְעִ֣ץְשָׁ לֹושְ֩אַ ֵ֨מֹותְּג ָָׁ֜בּהַ ְוְאְרכִ֣ ֹוְשְ ַ ָּֽתיִּ ם־אַ ָ֗מֹות
:ְהוָּֽה
ָׁ ֲשרְלִּ פנִ֥יְי
ָ֖ ֶ וְאְרכִ֥ ֹוְוְ ִּ ָּֽקיר ָׁ ָ֖תיוְעָ֑ץְוַידַ בִ֣רְא ַֹ֔ליְ ִֶ֚זהְהַ שֻ ל ֹ֔ ָׁחןְא
805
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 41
El altar de madera tenía 3 codos de alto por 2 codos de largo. Tanto sus
esquinas, como su base y sus paredes eran de madera. Y me dijo: 'Ésta es la
mesa que está delante del Eterno.'
(23)
:ֹותְלהיכָׁ ָ֖לְוְל ַָּֽקדֶ ש
ָּֽ ַ וש ַ ִ֧תיִּ םְדְל ֵָׁ֛ת
ushtáim dêlatót láheijál vêlaqódesh.
En cada puerta había dos hojas que giraban; había dos hojas en una puerta y
dos hojas en la otra puerta.
(25)
ְֲשר
ִ֥ ֶ יםְכא
ָּֽ ַ רוביםְוְ ִּ ָּֽתמ ִּ ֹ֔ר
ִ֣ ִּ ְֹותְההי ָׁכלְ֙כ
ָּֽ ַ יהןְאֶ ל־דַ לת ֶ ָ֜ ַ ָּֽועֲשו ֵָׁ֨יהְאֲל
:ָ֖םְמהַ ָּֽחוץ ָּֽ ִָׁ֥יְהאול
ָּֽ ָׁ ֲשויָ֖םְלַקִּ ָ֑ירֹותְוְעָׁ ִ֥בְעֵ֛ץְאֶ ל־פְנ
ִּ ע
vá'asuiáh aleihén el-daltót háheijal kêruvím vêtímorím, káashér 'asuím laqirót;
vê'áv 'étz el-pênéi háulám méhajútz.
En las puertas del lugar santo había grabados de querubines y de palmeras, así
como los que estaban grabados en las paredes. Sobre la fachada del pórtico,
por el lado exterior, había un alero de madera.
(26)
ְֹותְהאולָׁ ָ֑םְוְצַ לעִ֥ ֹות
ָּֽ ָׁ ֹוְומ ֹ֔פֹוְאֶ ל־כִּ ת ָ֖פ
ִּ ְמ ִ֣פ
ִּ ֙לֹוניםְ ֲאטֻמֹותְוְ ִּ ָּֽתמ ִּרים ִּ ֵ֨ ַוְח
:הַ ַבָ֖יִּ תְוְ ָׁ ָּֽהע ִּ ָֻּֽבים
vêjaloním atumót vêtímorim mipó umipó, el-kitfót háulám; vêtzal'ót habáit
vêhá'ubím.
806
42 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Luego me sacó fuera al atrio, hacia el norte, y me llevó a la cámara que estaba
frente al área reservada, enfrente del edificio, hacia el norte.
(2)
:י־א ֶרְך֙ ְאַ ִ֣מֹותְהַ מ ֹ֔ ָׁאהְפֶ ָ֖תַ חְהַ צָׁ ָ֑פֹוןְוְהָׁ ָ֖רחַ בְח ֲִּמ ִּ ִ֥שיםְאַ ָּֽמֹות
ֵ֨ אֶ ל־פְנ
el-pênei-órej amót hameáh, pétaj hatzafón; vêharójav jamishím amót.
807
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 42
Las cámaras de más arriba eran más estrechas, porque los pasillos les restaban
espacio, más que a las bajas y a las intermedias del edificio.
(6)
ְיְהחֲצ ָ֑רֹותְעַל־כִ֣ן
ָּֽ ַ ַמוד
ָ֖ ַמודיםְכְע ִֹּ֔ ְהנָׁהְוְאיןְלָׁהֶ ן֙ ְע
ֹ֔ ִּ֙כיְמְשֻ לָׁשֹות
:ֹותְמהָׁ ָׁ ָּֽא ֶרץ
ָּֽ ָ֖לְמהַ תַ חתֹונֵ֛ ֹותְומהַ ִּ ָּֽתיכנָּֽ ֶ ָּֽנא ָ֗ ֱַצ
kí mêshulashot hénah, vêéin lahen 'amudím, kê'amudéi hájatzerót; 'al-kén
néetzál méhatajtonót umehatíjonót méhaáretz.
El muro que estaba afuera, enfrente de las cámaras, hacia el atrio exterior y
delante de las cámaras, tenía 50 codos de largo.
(8)
רְלחָׁ צִ֥רְהַ ִּ ָּֽחצֹונָׁ ָ֖הְח ֲִּמ ִּ ִ֣שיםְאַ ָׁ ָ֑מהְוְהִּ נֵ֛הְעַל־
ָּֽ ֶ ֲש
ֵ֛ ֶ י־א ֶרְךְהַ לְשָׁ כָ֗ ֹותְא ִ֣ ִּ ָּֽכ
:ִ֥יְההיכָׁ ָ֖לְמ ָׁ ִ֥אהְאַ ָׁ ָּֽמה
ָּֽ ַ פְנ
kí-órej halêshajót ashér léjatzér hajítzonáh jamishím amáh; vêhinéh 'al-pênéi
háheijál meáh amáh.
Porque el largo de las cámaras del atrio exterior era de 50 codos, y delante de
la fachada del templo había 100 codos.
(9)
ְ) ֙ומתחתהְלשכותְ(ומ ַ ָ֖תחַ תְהַ לְשָׁ כִ֣ ֹות)ְהָׁ ָ֑אלֶהְהמבואְ(הַ מבִּ יא
ִּ
:ָּֽמהַ קָׁ ִֹּ֔דיםְבְב ִ֣אֹוְל ָֹׁ֔הנָׁהְמ ֶ ָּֽהחָׁ צָ֖רְהַ ִּ ָּֽחצ ָׁנָּֽה
VMTJTH LSJVT (umitájat halêshajót) haéleh; HMVV (hamevi) méhaqadím,
bêvoó lahénah, mehéjatzér hajítzonáh.
Y debajo de estas cámaras estaba la entrada del lado oriental, para quien entra
desde el atrio exterior.
(10)
ְרְד ֶרְךְהַ קָׁ ִּ ֵ֛דיםְאֶ ל־פְנִ֧יְהַ ּגִּ ז ָׁ ֵ֛רהְוְאֶ ל־פְנִ֥יְהַ בִּ ניָׁ ָָ֖֤ן
ִ֧ ֶ רְהחָׁ ָ֗צ
ָּֽ ֶ ֶבְ ִ֣רחַ בְ׀ְּגֶ ִָ֣֤ד
:לְשָׁ כָּֽ ֹות
808
42 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
A lo largo del muro del atrio, hacia el sur, frente al área reservada y delante
del edificio, también había cámaras.
(11)
ְְד ֶרְךְהַ צָׁ ֹ֔פֹוןְכְאְרכָׁ ָ֖ןְכִ֣ןִ֣ ֶ ֙יהםְכְמַ ר ִ֣אהְהַ לְשָׁ כָ֗ ֹותְאֲשֶ ר ֶ ֹ֔ וְ ֵ֨ ֶד ֶרְך֙ ְלִּ פנ
:יהן
ָּֽ ֶ יהָ֖ןְוכפִּ תחֶ יהןְוכ ִּמשפְט ֶ ֹ֔ ְ֙מֹוצִ֣א
ָׁ רְח ָׁבָ֑ןְוְכל
vêdérej lifneihém, kêmaréh halêshajót asher dérej hatzafón, kêorkán kén
rojbán; vêjol motzáeihén, ujmishpêteihén ujfitjeihén.
El corredor que había delante de ellas era semejante al de las cámaras que
estaban hacia el norte, tanto su largo como su ancho y todas sus salidas y
entradas. Y semejantes a sus entradas
(12)
ְ ְ֙ךְד ֶרְךְבִּ פני
ֶ ָ֗ אשְד ֶר
ָ֑ ָׁ ְד ֶרְךְהַ דָׁ ֹ֔רֹוםְפֶ ָ֖תַ חְבְ ִ֣ר
ִ֣ ֶ ֙וכפִּ תחִ֣יְהַ לְשָׁ כָ֗ ֹותְאֲשֶ ר
:בֹואן
ָּֽ ָׁ ְהְד ֶרְךְהַ קָׁ ִּ ָ֖דיםְב
ִ֥ ֶ הַ ּגְ ֶ ִ֣ד ֶרתְהֲגִּ י ָֹׁ֔נ
ujfitjéi halêshajót asher dérej hadaróm, pétaj bêrósh dárej; dérej bifneí
hagêdéret hagináh, dérej haqadím bêvoán.
eran las entradas de las cámaras que daban al sur. Había una entrada en el
comienzo del corredor, frente al muro correspondiente que daba al oriente,
para quien entra en ellas.
(13)
ְֲ֒שרְאֶ ל־פְנִ֣יְהַ ּגִּ ז ָׁרה ִ֣ ֶ ֹוןְלשְכִ֣ ֹותְהַ דָׁ רֹום֮ ְא ָּֽ ִּ יְלשְכֵ֨ ֹותְהַ צָׁ ָ֜פ ָּֽ ִּ ו ִַ֣יאמֶ רְא ַָ֗ל
ְרֹובים ִ֥ ִּ ְלו־שםְהַ ָּֽכה ֲִּנֵ֛יםְאֲשֶ ר־ק ִ֧ ָׁ ְרְיאכ ָּֽ ֵֶָׁ֨הְ׀ְלשְכִ֣ ֹותְהַ ָ֗קדֶ שְאֲש ָּֽ ִּ ִ֣הנ
ְ ַ֙ ָּֽליהוָׁ ָ֖הְקְד ִ֣שיְהַ קְדָׁ ִּ ָ֑שיםְשָָׁ֞ םְי ִַּנִ֣יחוְ׀ְקְד ִ֣שיְהַ קְדָׁ ָ֗ ִּשיםְוְהַ ִּמנחָׁ ה
:ְםְכיְהַ מָׁ ָ֖קֹוםְקָׁ ָּֽדש ִ֥ ִּ ָֹׁ֔וְ ַ ָּֽהחַ ָׁ ִ֣טאתְוְ ָׁ ָּֽהאָׁ ש
vaiómer elái líshêjót hatzafón líshêjót hadarom ashér el-pênéi hagizrah hénah |
líshêjót haqódesh ashér iójêlu-shám hakóhaním asher-qêrovím láAdonai
qodshéi haqodashím; shám ianíju | qodshéi haqodashím vêhaminjah vêhájatát
vêháashám, kí hamaqóm qadósh .
Me dijo: 'Las cámaras del norte y las del sur, que están frente al área
reservada, son las cámaras de las cosas sagradas, en las cuales los sacerdotes
que se acercan al Eterno pueden comer de las cosas más sagradas. Allí
pondrán las cosas más sagradas–la ofrenda vegetal, el sacrificio por el pecado
y el sacrificio por la culpa–; porque el lugar es santo.
809
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 42
(14)
ְל־החָׁ צִ֣רְהַ ִּ ָּֽחיצֹו ָֹׁ֔נהְוְשָָׁ֞ ם
ָּֽ ֶ ֶוְמהַ ֵ֨קדֶ ש֙ ְא ָּֽ בְב ָׁ ִ֣אםְהַ ָּֽכה ָ֗ ֲִּניםְוְ ָּֽלא־יצא
ְ) ֙שְהנָׁהְילבשוְ(וְ ָׁ ָּֽלבְשו ָ֑ ֶי־קד ִ֣ ָ֖ןְכ
ָּֽ ִּ יהֵ֛םְאֲשֶ ר־יְ ָׁ ָּֽש ְר ִ֥תוְבָׁ ֶהֶ י ִַּנִ֧יחוְבִּ גד
:ֲשרְל ָׁ ָָּֽׁעם
ִ֥ ֶ בְג ִּ ִָׁ֣דיםְאֲח ִּ ֹ֔ריםְוְ ָׁ ָּֽק ְר ָ֖בוְאֶ ל־א
bêvoám hakóhaním vêló-ietzú méhaqódesh el-héjatzér hajítzonáh, vêshám
ianíju vigdeihém asher-iêshárêtú vahén kí-qódesh hénah; ylvsv (vêlávêshú)
bêgadím ajerím, vêqárêvú el-ashér la'ám.
Cuando los sacerdotes entren, no saldrán del santuario al atrio exterior sin
antes dejar allí sus vestiduras con que sirven, porque éstas son santas. Se
vestirán con otras vestiduras y así se acercarán a los lugares destinados al
pueblo.'
(15)
ְְד ֶרְךְהַ שַֹ֔ עַרְאֲ ֶ ִ֥שרְפָׁנָׁ ָ֖יו
ִ֣ ֶ ֙יאנִּ י
ַ ֵ֨ ִּימיְוְ ָּֽהֹוצ ִֹּ֔ ִּת־מדֹות֙ ְהַ ַבִ֣יִּ תְהַ פְנ
ִּ ֶוְכִּ ָָׁ֗להְא
:ֶ ִ֣ד ֶרְךְהַ קָׁ ִּ ָ֑דיםְומדָׁ ָ֖דֹוְסָׁ ִּ ִ֥ביבְ׀ְסָׁ ִּ ָּֽביב
vêjiláh et-midot habáit hapênimí, vêhótziání dérej hashá'ar, ashér panáv dérej
haqadím; umdadó savív | savív.
Luego que acabó de tomar las medidas del interior del templo, me sacó por el
camino de la puerta que daba al oriente y lo midió en derredor.
(16)
ְדְרוחַ ְהַ קָׁ ִּ ָ֖דיםְבִּ קנִ֣הְהַ ִּמ ָׁ ָ֑דהְחֲמש־אמותְ(מ ִ֥אֹות)ְקָׁ ִּנֵ֛יםְבִּ קנִ֥הִ֥ מָׁ ַ ֵ֛ד
:הַ ִּמ ָׁ ָ֖דהְסָׁ ִּ ָּֽביב
madád rúaj haqadím biqnéh hamidáh; jamesh-MVT (meót) qaním biqnéh
hamidáh savív.
Midió el lado oriental con la caña de medir: 500 cañas. Dio la vuelta
(17)
:דְרוחַ ְהַ צָׁ ָ֑פֹוןְחֲמש־מ ִ֥אֹותְקָׁ ִּנֵ֛יםְבִּ קנִ֥הְהַ ִּמ ָׁ ָ֖דהְסָׁ ִּ ָּֽביב
ִ֣ מָׁ ַ ָ֖ד
madád rúaj hatzafón; jamesh-meót qaním biqnéh hamidáh savív.
y midió el lado norte con la caña de medir: 500 cañas. Dio la vuelta
(18)
:תְרוחַ ְהַ דָׁ ָ֖רֹוםְמָׁ ָׁ ָ֑דדְחֲמש־מ ִ֥אֹותְקָׁ ִּנָ֖יםְבִּ קנִ֥הְהַ ִּמ ָׁ ָּֽדה
ִ֥ ֵ֛א
ét rúaj hadaróm madád; jamesh-meót qaním biqnéh hamidáh.
Dio la vuelta hacia el lado occidental y midió con la caña de medir: 500 cañas.
(20)
ְיבְא ֶרְךְח ֲִ֣משְמ ֹ֔אֹות
ִ֚ עְרוחֹותְמְדָׁ דָ֗ ֹוְחֹומָׁ הְלֹו֙ ְסָׁ ִּ ִ֣ביבְ׀ְסָׁ ִֹּ֔ב
ָ֜ לְאַ ר ֵ֨ ַב
:וְ ָ֖רחַ בְח ֲִ֣משְמ ָ֑אֹותְלְהַ ב ִֶּ֕דילְבִ֥יןְהַ ָ֖קדֶ שְלְ ָּֽחל
lêarbá' rujót mêdadó jómah ló savív | savív, órej jamésh meót, vêrójav jamésh
meót; lêhavdíl béin haqódesh lêjól.
Lo midió por los cuatro lados; tenía alrededor un muro de 500 cañas de largo
por 500 cañas de ancho, para hacer separación entre lo santo y lo profano.
La visión que vi era como aquella visión que había visto cuando él vino para
destruir la ciudad y como la visión que había visto junto al río Quebar. Y caí
postrado sobre mi rostro.
811
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 43
(4)
:ְָ֖יוְד ֶרְךְהַ קָׁ ִּ ָּֽדים
ִ֥ ֶ ֲָׁשרְפָׁנ
ִ֥ ֶ תְד ֶרְךְשַֹ֔ עַרְא
ִ֣ ֶ ִָּ֖הְבִ֣אְאֶ ל־הַ ָׁבָ֑י
ָׁ ָׁוכ ִ֥בֹודְיהו
ujvód Adonai bá el-habáit; dérej shá'ar, ashér panáv dérej haqadím .
812
43 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
poniendo su umbral junto a mi umbral y sus postes junto a mis postes. Pues
habiendo tan sólo una pared entre yo y ellos, contaminaron mi santo nombre
con las abominaciones que hicieron, por lo cual los consumí en mi furor.
(9)
ְָ֖םְמ ֶ ָ֑מנִּ יְוְ ָׁ ָּֽשכַנ ִּ ִ֥תיְבְתֹוכָׁ ָ֖ם
ִּ יה ֶ נותםְופִּ ג ִ֥ריְמַ לכ
ֵ֛ ָׁ ְע ָ֞ ַָׁתהְיְ ַ ָּֽרח ֲִ֧קוְאֶ ת־ז
ְס:ְעֹולם ָּֽ ָׁ ְל
'atáh iêrájaqú et-zênutám ufigréi maljeihém miméni; vêshájantí vêtojám
lê'olám .
Y si han sido afrentados por causa de todo lo que han hecho, hazles entender
los detalles del templo: su disposición, sus salidas, sus entradas y todos sus
detalles. Escribe ante su vista todos sus estatutos, todos sus detalles y todas
sus instrucciones, para que guarden todos sus detalles y todos sus estatutos y
que los pongan por obra.
(12)
ְאשְהָׁ הְרְכְל־ּגְב ָֻ֞לֹוְסָׁ ִּביבְ׀ְסָׁ בִּ יב֙ ְִ֣קדֶ ש
ְ֠ ַל־ר ִ֣ אתְתֹורתְהַ ָׁבָ֑יִּ תְע
ִ֣ ַ ָ֖ז
:אתְתֹורתְהַ ָׁ ָּֽביִּ ת
ִ֥ ַ ה־זָ֖ ָׁ ָּֽקדָׁ ֹ֔ ִּשיםְהִּ נ
813
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 43
zót torát habáit; 'al-rósh háhor kol-gêvuló savív | saviv qódesh qádashím,
hineh-zót torát habáit.
Éstas son las instrucciones acerca del templo: Sobre la cumbre del monte, toda
el área alrededor será santísima. He aquí, éstas son las instrucciones acerca del
templo.
(13)
יקְהאַ ָ֜ ָׁמהְוְאַ מָׁ ה־
ָּֽ ָׁ ְבאַ ֹ֔מֹותְאַ ָׁ ִ֥מהְאַ ָׁ ָ֖מהְו ָָׁ֑טפַחְוְ ֵ֨ח ָּֽ ָׁ ֶהְמדֹותְהַ ִּמז ֵ֨ב ַ֙ח
ִּ וְ ֵ֨אל
: ַתְהאֶ ֹ֔ ָׁחדְוְזֶ ָ֖הְּגַ ִ֥בְהַ ִּמז ָּֽבח
ָּֽ ָׁ ָ֗רחַ בְוגבו ֵָׁ֨לּהְאֶ ל־שְפ ָָׁׁתּהְסָׁ בִּ יב֙ ְזֶ ִ֣ ֶָ֤ר
vêéleh midót hamizbéáj báamót, amáh amáh vatófaj; vêjéiq háamáh vêamah-
rójav ugvuláĥ el-sêfatáĥ saviv zéret háejád, vêzéh gáv hamizbéja.
'Éstas son las medidas del altar en codos [de un codo regular más un palmo
menor]. Su base será de un codo de alto y de un codo de ancho. La moldura de
su borde alrededor será de un palmo. Así será la base del altar.
(14)
ְַד־ה ֲעז ָָׁׁרהְהַ תַ חתֹונָׁה֙ ְשְ ַ ִ֣תיִּ םְאַ ֹ֔מֹותְוְ ָ֖רחַ בְאַ ָׁ ִ֣מה ָּֽ ָׁ ומ ֵ֨חיקְהָׁ ָ֜ ָׁא ֶרץְע
ְהְעַד־ה ֲעז ָָׁׁרהְהַ ּגְדֹולָׁה֙ ְאַ ר ַבִ֣עְאַ ֹ֔מֹותְוְ ָ֖רחַ ב
ָּֽ ָׁ אֶ ָׁחָ֑תְומ ָׁ ָּֽה ֲעז ָׁ ֵָׁ֨רהְהַ קְטַ ָָׁ֜נ
:ָׁ ָּֽהאַ ָׁ ָּֽמה
umejéiq haáretz 'ad-há'azaráh hatajtonah shêtáim amót, vêrójav amáh eját;
umehá'azaráh haqêtanáh 'ad-há'azaráh hagêdolah arbá' amót, vêrójav háamáh.
Desde la base sobre el suelo hasta el zócalo inferior tiene 2 codos, y el ancho
es de un codo. Desde el zócalo pequeño hasta el zócalo grande hay 4 codos, y
el ancho es de un codo.
(15)
:וְ ַ ָּֽההַ ר ָ֖אלְאַ ר ַבִ֣עְאַ ָ֑מֹותְומ ָׁ ָּֽהא ֲִּר ִ֣אילְול ֹ֔ ַמעלָׁהְהַ קְ ָׁרנָ֖ ֹותְאַ ר ַ ָּֽבע
vêháharél arbá' amót; umeháariéil ulmá'lah, haqêranót arbá'.
El ara tiene 12 codos de largo por 12 codos de ancho. Es un cuadrado con los
cuatro lados iguales.
814
43 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(17)
ְבְאלְאַ ר ַ ִ֣בעַת ָ֖ ֶ ְַרח
ֹ֔ ֙הְא ֶרְךְבְאַ ר ַבעְעֶשרה ָ֗ וְ ָׁ ָּֽה ֲעז ָׁ ָָׁ֞רהְאַ ר ַבִ֧עְעֶ ש ִ֣ר
ְיְהאַ ָ֗ ָׁמהְוְהַ ָּֽחיק־לָׁ ּהְאַ מָׁ ה֙ ְסָׁ ִֹּ֔ביב
ָּֽ ָׁ יבְאֹותּהְח ִּ ֲִ֣צ
ָׁ ָ֜ ְרבָׁ עֶ ָ֑יהָׁ ְוְהַ ּגְבול ְ֩סָׁ ִֵּ֨ב
:ֲֹלתהוְפְנִ֥ ֹותְקָׁ ִּ ָּֽדים
ָ֖ ומע ָּֽ ַ
vêhá'azaráh arbá' 'esréh órej bêarbá' 'esreh rójav, él arbá'at rêva'éiha;
vêhagêvul savív otáĥ jatzí háamáh vêhajéiq-láĥ amah savív, umá'alotéhu
pênót qadím.
Luego me dijo: 'Oh persona, así ha dicho el Señor Elohim, éstos son los
estatutos del altar para el día en que sea hecho a fin de ofrecer el holocausto
sobre él y esparcir sobre él la sangre.
(19)
ְְ֩מ ֵֶ֨ז ַרעְצָׁ דָ֜ ֹוקְהַ קְר ִּ ִ֣ביםְא ַָ֗לי
ִּ ֲשרְהם ִ֣ ֶ וְ ָׁנָּֽתַ ָׁ ִ֣תהְאֶ ל־הַ ָּֽכה ֲִּנִ֣יםְהַ לוִּ ִֵּ֡יםְא
:ְרְלחַ ָׁ ָּֽטאת ְ הוָ֖הְלְ ָׁ ָּֽש ְר ָ֑תנִּ יְפַ ִ֥רְבֶ ן־בָׁ ָׁ ָ֖ק
ִּ נְאֻ ֵ֛םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
vênátatáh el-hakóhaním halviím ashér hem mizéra' tzadóq haqêrovím elái
nêúm adonái IHVÍH lêshárêténi; pár ben-baqár lêjatát .
Tomarás parte de su sangre y la pondrás sobre los cuatro cuernos del altar, en
las cuatro esquinas del zócalo y alrededor de la moldura. Así lo purificarás del
pecado y harás expiación por él.
(21)
:תְמ ָ֖חוץְל ִַּמק ָׁ ָּֽדש
ִּ ִִּ֣רְהחַ ָׁ ָ֑טאתְוש ָׁרפֹו֙ ְבְ ִּמפ ַ ִ֣קדְהַ ֹ֔ ַבי
ָּֽ ַ ְָׁאתְהַ פ
ָ֖ וְלָׁ ִ֣קַ ח ֹ֔ ָׁת
815
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 43
'En el segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto como sacrificio por
el pecado, y purificarán del pecado el altar como lo purificaron con el novillo.
(23)
:ְמחַ ָ֑טאְתַ ק ִּריב֙ ְפַ ִ֣רְבֶ ן־בָׁ ָׁ ִ֣קרְתָׁ ִֹּ֔מיםְוְ ַ ִ֥איִּ לְ ִּמן־הַ ָ֖צאןְתָׁ ִּ ָּֽמים
ָּֽ ָ֖בְכַלָּֽ ֹותָך
bêjalótjá méjaté; taqriv pár ben-baqár tamím, vêáil min-hatzón tamím.
Los ofrecerás delante del Eterno. Los sacerdotes echarán sal sobre ellos, y los
ofrecerán en holocausto al Eterno.
(25)
לְמן־
ִּ ִּיםְתע ֶ ֲִ֥שהְשְעִּ יר־חַ ָׁ ָ֖טאתְלַיָ֑ ֹוםְופַ ִ֧רְבֶ ן־בָׁ ָׁ ֵ֛קרְוְ ַ ִ֥איָּֽ ַ ִּשבעַ ִ֣תְי ִָֹּׁ֔מ
:יםְיע ֲָּֽשו
ָּֽ ַ ימ ִ֥ ִּ הַ ָ֖צאןְתְ ִּמ
shiv'át iamím, tá'aséh sê'ir-jatát laióm; ufár ben-baqár vêáil min-hatzón
têmimím iá'asú.
'Durante siete días ofrecerás un macho cabrío cada día, como sacrificio por el
pecado. Asimismo, será sacrificado el novillo; y del rebaño, un carnero sin
defecto.
(26)
ְס:ֹוְומל ָ֖אוְי ָׁ ָָּֽׁדו
ִּ ִּשבעַ ִ֣תְי ִָָּׁ֗מיםְיְכַפְרו֙ ְאֶ ת־הַ ִּמז ֹ֔בחַ ְוְ ִּ ָּֽטה ֲָ֖רוְא ָ֑ת
shiv'át iamím iêjapêrú et-hamizbéaj, vêtíharú otó; umilú iadáv.
816
43-44 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Acabados estos días, a partir del octavo día, los sacerdotes podrán ofrecer
sobre el altar vuestros holocaustos y vuestros sacrificios de paz; y me seréis
aceptos', dice el Señor Elohim.
Me hizo volver hacia la puerta del santuario externo, la cual da al oriente, que
está cerrada.
(2)
ְהְלאְיִּ פ ָָׁ֗תחַ ְוְ ִּאיש֙ ְלא־יָׁ ִ֣בא
ִ֣ ורְיה ֶָ֜י ָּֽ ִּ ֵ֨ו ֵַ֨יאמֶ רְא ַָ֜ליְיה ָ֗ ָׁוהְהַ ַ ִ֣שעַרְהַ ֶזהְ֩סָׁ ג
:ְִ֣אְבֹוְוְהָׁ יָׁ ָ֖הְסָׁ גָּֽ ור
ָ֑ לְב ָׁ ֱֹלהי־יִּ ש ָׁר ָ֖א
ָּֽ ֹוְכיְיהוָׁ ִ֥הְא ֵ֛ ִּ ֹ֔ב
vaiómer elái Adonai hashá'ar hazeh sagúr íhiéh ló ipatéaj vêish lo-iávo vó, kí
Adonai elohéi-Israél bá vó; vêhaiáh sagúr .
Me dijo el Eterno: 'Esta puerta estará cerrada, que no sea abierta y que nadie
entre por ella. Porque el Eterno Elohim de Israel vino por ella, permanecerá
cerrada.
(3)
ְֹוְלאכול־ְ(לאֱכְל־)ְלֶ ָ֖חֶ םְלִּ פנִ֣י
ָּֽ ֶ ב־ב
ִ֥ ֶיאְהואְיָּֽש ֵ֛ ֶ ָּֽאת־הַ נ ָ֗ ִָּׁשיאְנָׁ ִִּ֥ש
:ְֹואְומדַ רכָ֖ ֹוְי ָּֽצא
ִּ ָ֑הְמ ֵ֨ ֶד ֶרְךְאולָׁ םְהַ שֵַ֨ עַר֙ ְי ָֹׁ֔ב
ִּ ָׁיהו
ét-hanasí nási hú iéshev-bó LJVL- (léejol-) léjem lifnéi Adonai; midérej ulám
hashá'ar iavó, umidarkó ietzé .
817
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 44
(4)
ְך־שעַרְהַ צָׁ פֹון֮ ְאֶ ל־פְנִ֣יְהַ בַ יִּ תְ֒ו ֶָׁ֕א ֶראְוְהִּ נֵ֛הְמָׁ לִ֥אְכְבֹוד־ ִ֣ ַ יְד ֶר
ָּֽ ֶ ִּיאנ
ָ֜ ִּוַיב
:ְָ֑הְוָּֽאֶ ָ֖פלְאֶ ל־פ ָָׁׁנָּֽי
ָׁ ָׁיהוָׁ ָ֖הְאֶ ת־בִ֣יתְיהו
vaiviéni dérej-shá'ar hatzafon el-pênéi habait vaére vêhinéh malé jêvod-
Adonai et-béit Adonai; váepól el-panái .
Luego me llevó por la vía de la puerta del norte, hacia el frente del templo.
Entonces miré, y he aquí que la gloria del Eterno había llenado la casa del
Eterno. Caí postrado sobre mi rostro,
(5)
ְםְשיםְלִּ בְ ְָ֩ךְור ֵ֨אהְבְעי ֶָ֜ניָךְובאְזְנֶ ִ֣יָךְשְ ָ֗ ָׁמע ִ֣ ִּ ו ֵַ֨יאמֶ רְא ַָ֜ליְיה ָ֗ ָׁוהְבֶ ן־אָׁ ֵ֡ ָׁד
ְל־תֹור ָׁ ָ֑תו
ָּֽ ְִ֣אתְכְל־א ֲֶשרְאֲנִּ י֙ ְמְדַ בִ֣רְא ֹ֔ ָׁתְךְלְכְל־ח ִֻ֥קֹותְבית־יהוָׁ ָ֖הְולכ
:ְלְמֹוצָׁ ִ֥איְהַ ִּמק ָׁ ָּֽדש
ָּֽ וְשַ מ ָׁתְלִּ בְָך֙ ְלִּ מ ִ֣בֹואְהַ ֹ֔ ַביִּ תְבְ ָ֖כ
vaiómer elái Adonai ben-adám sím libêjá uréh vê'einéja uvozênéja shêmá' ét
kol-ashér aní mêdabér otáj, lêjol-juqót beit-Adonai uljol-tórotáv; vêsamtá
libêjá limvó habáit, bêjól mótzaéi hamiqdásh .
y el Eterno me dijo: 'Oh persona, fíjate bien; mira con tus ojos y oye con tus
oídos todo lo que yo hablo contigo sobre todos los estatutos de la casa del
Eterno y sobre todas sus leyes. Fíjate bien en quiénes han de ser admitidos en
el templo, y en todos los que han de ser excluidos del santuario.
(6)
ְָ֑הְרב־לָׁכֶ ֵ֛ם
ַ הו ִּ לְכהְאָׁ ַ ָ֖מרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ִ֥ ל־מ ִּרי֙ ְאֶ ל־בִ֣יתְיִּ ש ָׁר ֹ֔א
ֶ ֵ֨ ֶוְ ָׁ ָּֽאמַ ר ָׁתְא
:ְִּ ָּֽמכְל־תֹוע ֲִ֥בֹותיכֶ ָ֖םְבִ֥יתְיִּ ש ָׁר ָּֽאל
vêámartá el-mérí el-béit Israél, kóh amár adonái IHVÍH; rav-lajém míkol-
to'avóteijém béit Israél .
Dirás a los rebeldes, a la casa de Israel, que así ha dicho el Señor Elohim:
'¡Basta ya de todas vuestras abominaciones, oh casa de Israel!
(7)
ְרְלהְיִ֥ ֹותְבְ ִּמקדָׁ ִּ ָ֖שי ָּֽ ִּ ָֹׁ֔בַ ה ִּ ֲָּֽביאֲכֶ ִ֣םְבְנָּֽי־נ ָָׁ֗כרְעַרלי־לב֙ ְוְעַרלִ֣יְבָׁ ש
ְחלֶבְו ֹ֔ ָָׁׁדםְ ַוי ֵָׁ֨פרו֙ ְאֶ ת־ ִ֣ ֙יתיְבְהַ ק ִּ ָּֽריבְכֶ םְאֶ ת־לַח ִּמי ָ֑ ִּ לְחַ לְלִ֣ ֹוְאֶ ת־ב
:יכם
ָּֽ ֶ יְאלְכְל־תֹוע ֲָּֽבֹות ָ֖ ֶ ית ִּ ֹ֔ בְ ִּר
bahavíajém bênéi-nejár 'arlei-lev vê'arléi vasár, líhêíot bêmiqdashí lêjalêló et-
beití; bêhaqrívêjém et-lajmí jélev vadám, vaiaférú et-bêrití, él kol-
to'avóteijém.
Cuando traen hijos de extraños incircuncisos de corazón e inciruncisos de
carne, para estar en Mi santuario y profanar Mi templo, cuando ustedes
818
44 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
819
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 44
(12)
ְיהםְוְהָׁ יִ֥ וְלְ ָּֽבית־יִּ ש ָׁר ָ֖אל ֶ ֹ֔ ַָ֗יעַןְאֲשֵֶ֨ רְיְ ָׁ ָּֽש ְרתוְאֹותָׁ ם֙ ְלִּ פנִ֣יְגִּ לָּֽ ול
ְהוהְוְ ָׁנָּֽשְ ָ֖או
ִֹּ֔ יהםְנְאֻם֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ֶ ָ֗ אתיְי ִָָּׁ֜דיְעֲל ִּ ֵָׁ֨לְ ִּמכ ִ֣שֹולְעָׁוְָ֑ןְעַל־כןְ֩נָׁש
:ְעֲֹו ָׁנָּֽם
iá'an ashér iêshárêtú otam lifnéi gilúleihém, vêhaíu lêvéit-Israél lêmijshól
'avón; 'al-ken nasáti iadí 'aleihém nêum adonái IHVÍH, vênásêú 'aonám .
Debido a que les sirvieron delante de sus ídolos y llegaron a ser un tropiezo de
iniquidad para la casa de Israel, por eso he alzado mi mano contra ellos
jurando que cargarán con su castigo, dice el Señor Elohim.
(13)
ְל־קדָׁ שַֹ֔ יְאֶ ל־קְדְ ָ֖שי
ִ֣ ָׁ ְוְ ָּֽלא־יִּ ּגְשוְאלַי֙ ְלְכַהִ֣ןְלִֹּ֔ יְוְ ָׁל ֵ֨ ֶגשֶ ת֙ ְעַל־כ
:ֲשרְע ָָּֽׁשו ִ֥ ֶ ֲבֹותםְא
ָ֖ ָׁ הַ קְדָׁ ִּ ָ֑שיםְוְ ָׁנָּֽשְאו֙ ְכְלִּ מָׁ ֹ֔ ָׁתםְוְ ָּֽתֹוע
vêló-igêshú elaí lêjahén lí, vêlagéshet 'al-kol-qádashái, el-qodêshéi
haqodashím; vênásêú kêlimatám, vêtó'avotám ashér 'asú.
Pero los pondré a cargo de las tareas del templo, en todo su servicio y en todo
lo que se ha de hacer allí.
(15)
ְ ֙תְמקדָׁ ִּשי ִּ ת־מש ֶמ ֶר ִּ ֶרְשמְ ָ֜רוְא ָּֽ ָׁ ֵֶ֨וְהַ ָּֽכה ֵ֨ ֲִּניםְהַ לוִּ ִָּ֜יםְבְנִ֣יְצָׁ דָ֗ ֹוקְאֲש
ְְ֙מ ָׁע ַֹ֔ליְהֵ֛מָׁ הְיִּ ק ְר ִ֥בוְאלַ ָ֖יְלְ ָׁ ָּֽש ְר ָ֑תנִּ יְוְ ָׁ ָּֽעמְ ִ֣דוְלְ ָׁפ ַָ֗ני ָּֽ בִּ תעֹותְבְנָּֽי־יִּ ש ָׁראל
:ְהוה ָּֽ ִּ ְחלֶבְו ֹ֔ ָָׁׁדםְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי ִ֣ ֙לְהַ ק ִּ ִ֥ריבְלִּ י
vêhakóhaním halviím bênéi tzadóq ashér shámêrú et-mishméret miqdashí
bit'ót bênéi-israel mé'alái, hémah iqrêvú elái lêshárêténi; vê'ámêdú lêfanái
lêhaqrív lí jélev vadám, nêúm adonái IHVÍH .
'Sin embargo, los sacerdotes levitas, los hijos de Tzadoc [Sadoc] que
cumplieron con mi ordenanza relativa a mi santuario, cuando los Hijos de
Israel se desviaron de mí, ellos sí se acercarán a mí para servirme y estarán de
pie delante de mí para ofrecerme el sebo y la sangre, dice el Señor Elohim.
820
44 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(16)
ְל־מקדָׁ ָ֗ ִּשיְוְהֵ֛מָׁ הְיִּ ק ְר ִ֥בוְאֶ ל־שֻ לחָׁ ִּנָ֖יְלְ ָׁ ָּֽש ְר ָ֑תנִּ יְוְ ָׁ ָּֽשמְ ָ֖רו
ִּ ֶָ֜המָׁ הְי ִָׁ֣באוְא
:ת־משמַ ר ִּ ָּֽתי
ִּ ֶא
hémah iavóu el-miqdashí vêhémah iqrêvú el-shuljaní lêshárêténi; vêshámêrú
et-mishmartí.
'Sucederá que cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán con
vestiduras de lino. Cuando sirvan en las puertas del atrio interior y dentro del
templo, no se cubrirán con tela de lana.
(18)
ְיהָ֑ם
ֶ יםְיהיָ֖ וְעַל־מְתְנ
ָּֽ ִּ םְומכנְ ִ֣סיְפִּ ש ֹ֔ ִּת
ִּ ַָֹׁ֔ ָּֽפאֲריְפִּ ש ִּתים֙ ִּ ְָּֽיהיִ֣ וְעַל־ראש
:ְִ֥לאְיַחּגְ ָ֖רוְבַ ָׁ ָּֽיָ֤זַע
páaréi fishtim íhíu 'al-roshám, umijnêséi fishtím, íhíu 'al-motêneihém; ló
iajgêrú baiáza' .
Tendrán turbantes de lino sobre sus cabezas y pantalones de lino sobre sus
lomos. No se ceñirán nada que les haga sudar.
(19)
ְ֒ל־החָׁ צִ֣רְהַ ִּ ָּֽחיצֹונָׁה֮ ְאֶ ל־הָׁ ָׁעם ָּֽ ֶ ֶל־החָׁ ֵ֨צרְהַ ִּ ָּֽחיצֹו ָָׁ֜נהְא
ָּֽ ֶ ְֶ֠ובצאתְםְא
ְִ֥יחוְאֹותם
ָ֖ ָׁ םְבםְוְהִּ ִּנָׁ ֹ֔ ר־המָׁ ה֙ ְמְ ָׁ ָּֽש ְר ִּ ִ֣ת
ֵ֨ ֶיהםְאֲש ֶ ָ֗ יִּ פשְ ִ֣טוְאֶ ת־בִּ גד
ְבְ ִּ ָּֽלשְ ִ֣כתְהַ ָ֑קדֶ שְוְ ָׁ ָּֽלבְשו֙ ְבְג ִּ ִָׁ֣דיםְאֲח ִּ ֹ֔ריםְוְ ָּֽלא־יְקַ דְ ִ֥שוְאֶ ת־הָׁ עָׁ ָ֖ם
:יהם
ָּֽ ֶ בְבִּ גד
úvtzetom el-héjatzér hajítzonáh el-héjatzér hajítzonah el-ha'am ifshêtú et-
bigdeihém asher-hémah mêshárêtím bám, vêhiníju otám bêlíshêjót haqódesh;
vêlávêshú bêgadím ajerím, vêló-iêqadêshú et-ha'ám bêvigdeihém.
Cuando salgan al pueblo, al atrio exterior, se quitarán las vestiduras con que
habían servido y las dejarán en las cámaras del santuario. Luego se vestirán
con otras vestiduras, no sea que con sus vestiduras transmitan santidad al
pueblo.
821
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 44
(20)
:יהם
ָּֽ ֶ ת־ראש
ָּֽ ָׁ ֶעְלאְיְשַ לָ֑חוְכ ִָׁ֥סֹוםְיִּ כסְ ָ֖מוְא
ִ֣ ְלאְיְג ַֹ֔לחוְופֶ ַָ֖ר
ִ֣ ֙וְראשָׁ ם
vêrosham ló iêgaléju, uféra' ló iêshaléju; kasóm ijsêmú et-rásheihém.
'No tomarán por esposa una viuda, ni una divorciada, sino sólo vírgenes de la
descendencia de la casa de Israel, o una viuda que sea viuda de un sacerdote.
(23)
:ִ֥יןְקדֶ שְלְ ָ֑חלְובין־טָׁ ִ֥מאְלְטָׁ ָ֖הֹורְיָּֽ ִֹּוד ֻעָּֽם
ָ֖ יְיֹורוְב
ֹ֔ וְאֶ ת־ע ִּ ִַ֣מ
vêet-'amí iorú, béin qódesh lêjól; uvein-tamé lêtahór íodi'úm.
'Ellos estarán para juzgar en los pleitos. Conforme a mis juicios los juzgarán.
'Guardarán mis Torot [instrucciones] y mis estatutos en todas mis festividades,
y santificarán mis shabatot.
(25)
ְבְולאםְול ֵ֨בןְול ָ֜ ַבת
ְ֠ יְאם־לְ ֵ֡ ָׁא ִּ הְכ
ִ֣ ִּ םְלאְי ָָׁ֖בֹואְלְטְמ ָׁ ָ֑א ִ֥ ל־מתְאָׁ ֹ֔ ָׁד
ִ֣ ֶוְא
:ֲשר־לא־הְיְ ָׁ ִ֥תהְלְ ִּ ָ֖אישְיִּ טַ ָׁ ָּֽמאו ָּֽ ֶ לְ ָ֗ ָׁאחְולאָׁ ֵ֛חֹותְא
822
44 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
vêel-mét adám, ló iavó lêtomáh; kí im-lêáv úlem ulvén ulvát lêáj ulajót ashér-
lo-hoiêtáh lêísh itamáu.
'No entrarán donde haya alguna persona muerta, de modo que se contaminen.
Pero se les permite contaminarse por causa de padre, madre, hijo, hija,
hermano o hermana que no haya tenido marido.
(26)
:ֹוְשבעַ ִ֥תְי ִּ ָָׁ֖מיםְיִּ ספְרו־לָּֽ ֹו
ִּ יְטהְ ָׁר ָ֑ת
ָּֽ ָׁ וְ ַ ָּֽאח ֲָ֖ר
vêájaréi táhorató; shiv'át iamím ispêru-ló.
'Habrá para ellos una heredad: Yo soy su heredad. No les daréis posesión en
Israel: Yo soy su posesión.
(29)
ְהְיאכְלָ֑ וםְוְכְל־ח ִֶ֥רםְבְיִּ ש ָׁר ָ֖אלְל ֶָׁהִ֥ם
ָּֽ ָׁהַ ִּמנחָׁ ה֙ ְוְ ַ ָּֽהחַ ָׁ ִ֣טאתְוְ ָׁ ָּֽהאָׁ שָֹׁ֔ םְהָ֖מ
:ְִּ ָּֽיה ֶיָּֽה
haminjah vêhájatát vêháashám, hémah iójêlúm; vêjol-jérem bêIsraél lahém
íhiéh .
Comerán de la ofrenda vegetal, del sacrificio por el pecado y del sacrificio por
la culpa. Todo lo que sea dedicado en Israel será para ellos.
(30)
ְרומֹותי ֶֹ֔כם ִ֣ ְלְמכלְ֙ת ִּ תְכ ָ֗ ַיְכלְוְכְל־תְ ִ֣רומ ָ֜ אשיתְ֩כְל־בִּ כֵ֨ ור ִּ וְר
ְתתְנִ֣ וְלַכ ֹ֔הןְלְהָׁ ִּנִ֥יחַ ְבְ ָׁרכָׁ ָ֖הְאֶ ל־ִּ ֙אשיתְע ֲִּר ָּֽסֹותיכֶםִּ ָ֖יםְיהיֶ ָ֑הְוְר
ָּֽ ִּ ל ַָּֽכה ֲִּנ
:ְיתָך ָּֽ ֶ ב
823
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 44-45
Para los sacerdotes será lo mejor de todas las primicias de todo, y toda ofrenda
alzada de todo lo que se ofrezca de todas vuestras ofrendas. Asimismo, daréis
a los sacerdotes las primicias de vuestras masas, para hacer reposar la
bendición en vuestras casas.
(31)
ְפ:אְיאכְלָ֖ וְהַ ָּֽכה ִּ ֲָּֽנים
ָּֽ הְל
ִ֥ ֹוףְומן־הַ בְה ָׁ ָ֑מ
ִּ ָ֖הְמן־הָׁ ע
ִּ כְל־נְבלָׁה֙ ְוטר ָֹׁ֔פ
kol-nêvelah utrefáh, min-ha'óf umin-habêhemáh; ló iójêlú hakóhaním.
De esto habrá para el santuario un cuadrado de 500 por 500 y habrá un campo
alrededor de 50 codos.
(3)
ְְאלֶףְוְ ָ֖רחַ ב
ֶ ֹ֔ ֙ומן־הַ ִּמ ָׁדהְהַ זאת֙ ְתָׁ ֹ֔מֹודְ ָ֗א ֶרְךְחמשְ(ח ֲִּמ ָׁשה)ְוְעֶש ִּרים ִּ
:ְשְקדָׁ ִּ ָּֽשים
ָּֽ ָׁ ֶשְקד
ִ֥ יםְובֹו־יִּ היֶ ִ֥הְהַ ִּמק ָׁ ָ֖ד
ָּֽ ע ֶ ֲִ֣ש ֶרתְ ֲאל ִּ ָָׁ֑פ
824
45 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
umin-hamidáh hazot tamód, órej JMS (jamisháh) vê'esrim élef, vêrójav 'aséret
alafím; uvó-ihiéh hamiqdásh qódesh qádashím .
Ésta será la porción de la tierra consagrada para los sacerdotes que sirven en el
santuario, que se acercan para servir al Eterno. Les será lugar para sus casas y
lugar consagrado para el santuario.
(5)
ְ)יםְרחַ בְיהיהְ(וְָּֽהָׁ ֵָׁ֡יה ָ֑ ְךְוע ֶ ֲִ֥ש ֶרתְ ֲאל ִּ ָָׁ֖פ
ָּֽ ַ יםְאלֶף֙ ְ ֹ֔א ֶרֶ ֵ֨ ַ ָּֽוח ֲִּמשֵָׁ֨ הְוְעֶש ִּ ִ֥ר
:ְֵ֛םְל ֲאחֻזָׁ ָ֖הְעֶש ִּ ִ֥ריםְלְשָׁ ָּֽכת ָּֽ ַ לַלוִּ יִּ םְ֩מְ ָׁ ָּֽש ְר ֵ֨תיְהַ ַבִ֧יִּ תְל ֶָׁה
vájamisháh vê'esrím élef órej, vá'aséret alafím rójav; IHIH (vêhaiáh) lalviim
mêshárêtéi habáit lahém láajuzáh 'esrím lêshajót .
Asimismo, habrá un área de 25000 de largo por 10000 de ancho para los
levitas que sirven en el templo, como posesión para ciudades en que habitar.
(6)
ְ ְ֙רחַ בְוְ ָ֗א ֶרְךְח ֲִּמ ָׁשהְוְעֶש ִּרים ֹ֔ ֙ירְתתְנָ֗ וְחֲמשֶ תְ ֲאלָׁפִּ ים
ִּ ַ ָּֽו ֲא ֻח ֵַ֨זתְהָׁ ָ֜ ִּע
:ְלְיה ֶיָּֽה
ָּֽ ִּ רומתְהַ ָ֑קדֶ שְלְכְל־בִ֥יתְיִּ ש ָׁר ָ֖א ִ֣ ַ ְֹ֔ ֶאלֶףְלְע ַ ָֻ֖מתְת
váajuzát ha'ír titênú jaméshet alafim rójav, vêórej jamisháh vê'esrim élef,
lê'umát têrumát haqódesh; lêjol-béit Israél íhiéh .
'Y para posesión de la ciudad, daréis un área de 5000 de ancho por 25000 de
largo, junto a lo que se apartó para el santuario. Esto corresponderá a toda la
casa de Israel.
(7)
ְרומתְהַ ָ֜קדֶ שְוְ ַ ָּֽל ֲאחֻזַ ִ֣תְהָׁ ָ֗ ִּעירְאֶ ל־פְני ַ ֵ֨ ִ֣הְומ ֶזהְ֩לִּ ת
ִּ ֶיאְמז
ִּ וְ ַלנ ֵ֡ ִָּׁש
הְומפְאַ ת־ ִּ ָׁירְמפְאַ ת־יָׁ ִ֣םְ ָֹׁ֔ימ
ִּ תְ ָּֽרומַ ת־הַ ֵ֨קדֶ ש֙ ְוְאֶ ל־פְני֙ ְ ֲאחֻזַ ִ֣תְהָׁ ֹ֔ ִּע
ְיםְמּגְ ִ֥בולְיָׁ ָ֖םְאֶ ל־ּגְ ִ֥בול
ִּ ִ֣דְה ֲחל ֹ֔ ִָּׁק
ָּֽ ַ ָ֖קדמָׁ הְקָׁ ִּ ָ֑דימָׁ הְוְ ָ֗א ֶרְךְלְעֻמֹות֙ ְאַ ַח
:קָׁ ִּ ָּֽדימָׁ ה
vêlanasí mizéh umizeh litrumát haqódesh vêláajuzát ha'ír el-pênéi têrúmat-
haqódesh vêel-pêneí ajuzát ha'ír, mipêat-iám iámah, umipêat-qédmah
825
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 45
'La parte del gobernante estará a un lado y al otro de lo que se apartó para el
santuario y de la posesión de la ciudad, a lo largo de lo que se apartó para el
santuario y frente a la posesión de la ciudad. Su longitud corresponderá a una
de las porciones, desde su extremo occidental hasta el extremo oriental, y
desde el límite occidental hasta el límite oriental.
(8)
ְֹוְל ֲאחֻזָׁ ָ֖הְבְיִּ ש ָׁר ָ֑אלְוְ ָּֽלא־יֹונֵ֨ וְעֹודְנְ ִּשיאַ י֙ ְאֶ ת־ע ִַֹּ֔מי
ָּֽ ַ ִ֥ץְיהיֶה־ל
ָּֽ ִּ ל ָׁ ֵָׁ֛א ֶר
ְפ:ְיהם ָּֽ ֶ וְהָׁ ָׁ ֵ֛א ֶרץְיִּ תְנִ֥ וְלְ ָּֽבית־יִּ ש ָׁר ָ֖אלְלְ ִּשבט
laáretz íhieh-ló láajuzáh bêIsraél; vêló-ionú 'ód nêsiaí et-'amí, vêhaáretz itênú
lêvéit-Israél lêshivteihém .
Esta tierra será su posesión en Israel, y mis gobernantes nunca más oprimirán
a mi pueblo. 'El resto de la tierra lo darán a la casa de Israel según sus tribus.'
(9)
ְיאיְיִּ ש ָׁר ֹ֔אלְחָׁ ָׁמסְוָׁשד֙ ְהָׁ ִֹּ֔סירו ִ֣ הְרב־ ָׁלכֶם֙ ְנְ ִּש
ַ הו
ִָּ֗ ָּֽכה־אָׁ ָ֞ ַמרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:הוה
ָּֽ ִּ ומשפָׁ ִ֥טְוצדָׁ ָׁ ָ֖קהְע ֲָ֑שוְהָׁ ִּרימוְגְרֻ ָּֽשתיכֶם֙ ְמעַ ִ֣לְע ִַֹּ֔מיְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְיִּ
kóh-amár adonái IHVÍH rav-lajem nêsiéi Israél, jamás vashod hasíru, umishpát
utzdaqáh 'asú; harímu gêrushóteijem me'ál 'amí, nêúm adonái IHVÍH .
826
45 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(12)
ְוְהַ ֶ ָ֖שקֶ לְעֶש ִּ ִ֣ריםְּג ָׁ ָ֑רהְעֶש ִּ ֵ֨ריםְשְקָׁ לִָּ֜ יםְח ֲִּמ ָׁ ִ֧שהְוְעֶש ִּ ִ֣ריםְשְקָׁ לִָּ֗ ים
:ְָ֖הְיהיֶ ִ֥הְל ֶ ָָּֽׁכם
ָּֽ ִּ ֶהְוח ֲִּמשָׁ ה֙ ְשֶֹ֔ קֶ לְהַ מָׁ נ
ָּֽ ַ עֲשָׁ ָׁר
vêhashéqel 'esrím geráh; 'esrím shêqalím jamisháh vê'esrím shêqalím 'asaráh
vájamishah shéqel, hamanéh íhiéh lajém .
'El siclo será de 20 geras. Para vosotros 20 siclos más 25 siclos más 15 siclos
equivaldrán a una mina.
(13)
ְרְהחִּ ִֹּ֔טים
ָּֽ ַ ֶיתְהאיפָׁה֙ ְמ ִ֣חמ
ָּֽ ָׁ ימוְש ִּש ִּ ֲשרְתָׁ ִּ ָ֑ר
ִ֣ ֶ רומהְא
ָ֖ ָׁ ְִ֥זאתְהַ ת
:ְהאי ָֹׁ֔פהְמ ָ֖חמֶ רְהַ שְע ִּ ָּֽרים ָּֽ ָׁ ֙וְ ִּש ִּשיתֶ ם
zót hatêrumáh ashér tarímu; shishít háeifah mejómer hájitím, vêshishitem
háeifáh, mejómer hasê'orím.
'Ésta será la ofrenda alzada que ofreceréis: la sexta parte de un efa por cada
homer de trigo, y la sexta parte de un efa por cada homer de cebada.
(14)
ְיםְחמֶ ר
ָ֑ ְמן־הַ ֹ֔כרְע ֶ ֲִ֥ש ֶרתְהַ בַ ִּ ָ֖ת
ִּ ֙וְ ֵ֨חקְהַ שֶָ֜ מֶ ןְהַ ַבִ֣תְהַ שֶָ֗ מֶ ןְמַ ע ַשרְהַ בַ ת
:יםְחמֶ ר ָּֽ ִּ ָּֽכי־ע ֶ ֲִ֥ש ֶרתְהַ בַ ִּ ָ֖ת
vêjóq hashémen habát hashémen ma'sár habat min-hakór, 'aséret habatím
jómer; kí-'aséret habatím jómer.
'Lo prescrito con respecto al aceite es que ofrezcáis la décima parte de un bato
de aceite por cada coro. Un homer equivale a 10 batos [pues diez batos son un
homer].
(15)
ְְממַ ש ִ֣קהְיִּ ש ָׁר ֹ֔אלְלְ ִּמנ ָׁחָ֖ה ִּ ֙אתיִּ ם
ַ ֵ֨ ָׁאןְמן־הַ מ
ִּ תְמן־הַ צ ִּ וְ ֶ ָּֽשה־אַ ֵ֨ ַח
ְפ:ְהוה ָּֽ ִּ יהםְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי ֶ ֹ֔ ולעֹולָׁ ִ֣הְוְלִּ של ִּ ָָׁ֑מיםְלְכַפִ֣רְעֲל
vêséh-aját min-hatzón min-hamatáim mimashqéh Israél, lêminjáh ul'oláh
vêlishlamím; lêjapér 'aleihém, nêúm adonái IHVÍH .
'De un rebaño de 200 corderos, de los bien regados pastos de Israel, se dará
uno para ofrenda, para holocausto y para ofrendas de paz, a fin de hacer
expiación por ellos, dice el Señor Elohim.
(16)
:ְרומהְהַ ָ֑זאתְ ַלנ ִּ ָָׁ֖שיאְבְיִּ ש ָׁר ָּֽאל
ִ֣ ָׁ ְץְיהיָ֖ וְאֶ ל־הַ ת
ָּֽ ִּ ִ֚כלְהָׁ עָׁ ִ֣םְהָׁ ֹ֔ ָׁא ֶר
kól ha'ám haáretz, íhíu el-hatêrumáh hazót; lanasí bêIsraél .
827
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 45
Así ha dicho el Señor Elohim: 'En el primer día del mes primero tomarás un
novillo sin defecto, y purificarás el santuario.
(19)
ְםְהחַ ָ֗ ָׁטאתְוְנָׁתַ ן֙ ְאֶ ל־מְזוזַ ִ֣תְהַ ֹ֔ ַביִּ תְוְאֶ ל־אַ ר ַבֵ֛עְפִּ נִ֥ ֹות
ָּֽ ַ ןְמ ַ ִ֣ד
ִּ וְל ֵ֨ ַָׁקחְהַ כ ָ֜ה
:ַרְהחָׁ צִ֥רְהַ פְנִּ ִּ ָּֽימית
ָּֽ ֶ תְשע
ָ֖ ַ ָׁ ָּֽה ֲעז ָׁ ָָׁ֖רהְל ִַּמזבָ֑חַ ְוְ ֵַ֨על־מְזו ַֹ֔ז
vêlaqáj hakohén midám hájatát vênatan el-mêzuzát habáit, vêel-arbá' pinót
há'azaráh lamizbéja; vê'ál-mêzuzát, shá'ar héjatzér hapênimít.
Lo mismo harás el séptimo día del mes por los que hayan pecado, ya sea por
inadvertencia o por ignorancia, y harás expiación por el templo.
828
45 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(21)
ְחְחגְשְבֻעִ֣ ֹות
ָׁ ֶ֕ ַשְיהיֶ ִ֥הְלָׁכֶ ָ֖םְהַ פָׁ ָ֑ס
ָּֽ ִּ ֶָׁשרְיֹום֙ ְל ַֹ֔חד
ִ֥ ָׁ ְ֠ ָׁ ָּֽב ִּראשֹוןְבְאַ רבָׁ ֵָׁ֨עהְע
:ְי ִָֹּׁ֔מיםְמַ ָ֖צֹותְיָּֽאָׁ ָּֽכל
bárishon bêarba'áh 'asár iom lajódesh, íhiéh lajém hapásaj; jág shêvu'ót iamím,
matzót iéajél .
'El primero, al día 14 del mes tendréis Pesaj; fiesta de siete días se comerá
panes sin levadura.
(22)
:ואְבעֲדֶ֕ ֹוְובעַ ָ֖דְכְל־עַ ִ֣םְהָׁ ָׁ ָ֑א ֶרץְפַ ָ֖רְחַ ָׁ ָּֽטאת
ָּֽ ַ וְע ָָׁׁשהְהַ נ ִָּׁשיא֙ ְבַ יִ֣ ֹוםְהַ ֹ֔ה
vê'asáh hanasi baióm hahú, bá'adó uv'ád kol-'ám haáretz; pár jatát.
En cada uno de los siete días de la fiesta proveerá para holocaustos al Eterno
siete novillos y siete carneros, sin defecto, y un macho cabrío cada día, para
sacrificio por el pecado.
(24)
:יפה
ָּֽ ָׁ יןְלא
ָּֽ ָׁ ןְה
ִ֥ ִּ ֶהְו ֶ ָ֖שמ
ְ ומנ ָ֗ ָׁחהְאיפָׁ ִ֥הְלַפָׁ ֵ֛רְוְאיפָׁ ִ֥הְל ַ ָָׁ֖איִּ לְ ַ ָּֽיע ֶ ֲָ֑ש
ִּ
uminjáh eifáh lapár vêeifáh laáil iá'aséh; vêshémen hín láeifáh.
Proveerá como ofrenda vegetal un efa por cada novillo; y por cada carnero,
también un efa. Y por cada efa, un hin de aceite.
(25)
ְֶהְשבעַ ִ֣ת
ִּ גְיע ֶ ֲִ֥שהְכ ָָׁ֖אל
ָּֽ ַ יעיְ ַ ָּֽבח ֲִּמשָׁ הְ֩עָׁשֵָׁ֨ רְיֹוםְל ֵַ֨חדֶ ש֙ ְבֶ ֹ֔ ָׁח ִּ ֵ֡ ִּבַ שְב
ְס:ְכע ָֹׁ֔להְוְכ ִַּמנ ָׁחָ֖הְוְכ ָׁ ַָּֽשמֶ ן
ָּֽ ָׁ ֙יםְכחַ טָׁ את
ָּֽ ַ הַ י ִּ ָָׁ֑מ
bashêvi'í bájamishah 'asár íom lajódesh bejág, iá'aséh jaéleh shiv'át haiamím;
kájatat ká'oláh, vêjaminjáh vêjashámen.
'En el día 15 del mes séptimo, en la fiesta, él proveerá, como en esos siete
días, para el sacrificio por el pecado, para el holocausto, para la ofrenda
vegetal y para el aceite.'
829
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 46
Así ha dicho el Señor Elohim: 'La puerta del atrio interior que da al oriente
estará cerrada los seis días de trabajo. Pero será abierta el día de shabbat, y
también será abierta el día de luna nueva.
(2)
ְַרְמ ָ֗חוץְוְעָׁמַ ד֙ ְעַל־מְזוזַ ִ֣תְהַ שַֹ֔ עַר ִּ ובִ֣אְהַ נ ֵ֡ ִָּׁשיאְדֶ ֶרְךְ֩או ֵָׁ֨לםְהַ שַָ֜ ע ָׁ
ְַל־מפ ַ ִ֥תן
ִּ וְע ִָׁ֣שוְהַ ָּֽכה ָ֗ ֲִּניםְאֶ ת־עָּֽ ֹולָׁתֹו֙ ְוְאֶ ת־שְל ֹ֔ ָָׁׁמיוְוְ ִּ ָּֽהשְתַ חֲוָׁ ֵ֛הְע
:רְלא־יִּ סָׁ גָ֖רְעַד־הָׁ ָׁ ָּֽע ֶרב ָּֽ ַהַ ַ ָ֖שעַרְוְי ָָׁׁצָ֑אְוְהַ ַ ִ֥שע
uvá hanasí derej ulám hashá'ar mijútz vê'amad 'al-mêzuzát hashá'ar, vê'asú
hakóhaním et-'ólató vêet-shêlamáv, vêhíshêtajaváh 'al-miftán hashá'ar vêiatzá;
vêhashá'ar ló-isagér 'ad-ha'árev.
830
46 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
Proveerá como ofrenda vegetal un efa por cada carnero, y por los corderos una
ofrenda vegetal que será según su voluntad. Y por cada efa, un hin de aceite.
(6)
ְימם
ִ֥ ִּ ימםְוְ ִ֧ששֶ תְכְבָׁ ִּ ֵ֛שיםְו ַ ָָׁ֖איִּ לְתְ ִּמ
ָ֑ ִּ וביִ֣ ֹוםְהַ ֹ֔חדֶ שְפַ ִ֥רְבֶ ן־בָׁ ָׁ ָ֖קרְתְ ִּמ
:ְִּ ָּֽיהיָּֽ ו
uvíom hajódesh, pár ben-baqár têmimím; vêshéshet kêvasím vaáil têmimím
íhíu .
Proveerá como ofrenda vegetal un efa por novillo, y otro efa por carnero; pero
con los corderos hará conforme a sus posibilidades. Y por cada efa, un hin de
aceite.
(8)
:יאְד ֶרְךְאולָׁ םְהַ שֵַ֨ עַר֙ ְיָׁבֹ֔ ֹואְובדַ רכָ֖ ֹוְי ָּֽצא
ִ֣ ֶ ובְ ָ֖בֹואְהַ נ ִּ ָָׁ֑ש
uvêvó hanasí; dérej ulám hashá'ar iavó, uvdarkó ietzé.
831
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 46
'En las fiestas y en las solemnidades, la ofrenda vegetal será de un efa por
cada novillo, y un efa por cada carnero; pero con los corderos hará según su
voluntad. Y por cada efa, un hin de aceite.
(12)
ְחְלֹו
ָ֗ ִ֣הְליה ָׁוהְ֒ופָׁ ַ ִָּֽ֣ת
ָּֽ ַ ִ֣הְאֹו־שְל ִָּׁמים֮ ְנְדָׁ ָׁב
ָּֽ ָׁוְ ִּ ָּֽכי־ ַיעֲשֶ הְ֩הַ נ ֵ֨ ִָּׁשיאְנְדָׁ ָ֜ ָׁבהְעֹול
ְֲשר
ִ֥ ֶ יוְכא ָּֽ ַ ת־עלָׁתֹו֙ ְוְאֶ ת־שְל ֹ֔ ָָׁׁמ ָּֽ ֶאֶ ת־הַ שֵַ֨ עַר֙ ְהַ פנֶ ִ֣הְקָׁ ִֹּ֔דיםְוְע ָָׁׁשהְא
:ְאתֹו ָּֽ ַ ָּֽיע ֶ ֲָ֖שהְבְיִ֣ ֹוםְהַ שַ ָׁבָ֑תְוְי ָָׁׁצֵ֛אְוְסָׁ גַ ִ֥רְאֶ ת־הַ ַ ָ֖שעַרְ ַ ָּֽאח ֲִ֥ריְצ
vêjí-ia'aseh hanasí nêdaváh 'oláh ó-shêlamim nêdaváh láAdonai ufátáj ló et-
hashá'ar haponéh qadím, vê'asáh et-'ólató vêet-shêlamáv, káashér iá'aséh
bêíom hashabát; vêiatzá vêsagár et-hashá'ar ájaréi tzetó .
Junto con él ofrecerás cada mañana una ofrenda vegetal de la sexta parte de un
efa y de la tercera parte de un hin de aceite, para humedecer la harina fina.
Esta ofrenda vegetal es el sacrificio continuo al Eterno como estatuto
perpetuo.
(15)
ְועשוְ(יע ֲֵ֨שו)ְאֶ ת־הַ כֶ ִ֧בֶ שְוְאֶ ת־הַ ִּמנ ָׁחֵ֛הְוְאֶ ת־הַ ֶ ָ֖שמֶ ןְבַ ִ֣בקֶ רְבַ ָ֑בקֶ ר
ָּֽ ַ
ְס:עֹולַ ָ֖תְתָׁ ִּ ָּֽמיד
V'SV (iá'asú) et-hakéves vêet-haminjáh vêet-hashémen babóqer babóqer; 'olát
tamíd.
Ofrecerán, pues, el cordero, la ofrenda vegetal y el aceite cada mañana en
holocausto continuo.'
(16)
ְיוְנ ֲחל ִָׁ֥תֹו
ָּֽ ַ ישְמבָׁ ָֹׁ֔נ
ִּ הְכי־יִּ ֵ֨תןְהַ נ ִָּׁשיאְמַ תָׁ נָׁה֙ ְלְ ִּ ִ֣א
ָּֽ ִּ הו ִָּ֗ ָּֽכה־אָׁ ָ֞ ַמרְאֲדנָׁ ִ֣יְי
ְס:ְםְהיאְבְ ַ ָּֽנח ָׁ ֲָּֽלה
ָ֖ ִּ ִ֣יוְתהְיֶ ָ֑הְ ֲא ֻחז ָׁ ִָׁ֥ת
ָּֽ ִּ ִָּׁ ָ֖היאְלְבָׁ נ
kóh-amár adonái IHVÍH kí-itén hanasí matanah lêísh mibanáv, nájalató hí
lêvanáv tíhêiéh; ajuzatám hí bênájaláh .
Así ha dicho el Señor Elohim: 'Si el gobernante da de su heredad un regalo a
alguno de sus hijos, eso pertenecerá a sus hijos. Será posesión de ellos en
herencia.
(17)
ְְמעֲבָׁ ֹ֔ ָׁדיוְוְ ָׁהיתָׁ הְלֹו֙ ְעַד־שְנַ ִ֣תְהַ דְ ֹ֔רֹור
ָּֽ ֙הְמ ַ ָּֽנ ֲחל ָָׁ֗תֹוְלְאַ חַ ד
ִּ וְ ִּ ָּֽכי־יִּ ֵ֨תןְמַ תָׁ ָָׁ֜נ
:ִ֥םְתהְ ֶיָּֽה
ָּֽ ִּ ְךְנ ֲחל ָֹׁ֔תֹוְבָׁ נָׁ ָ֖יוְל ֶָׁה
ָּֽ ַ ִַ֚וְשָׁ ַבָ֖תְ ַלנ ִּ ָָׁ֑שיאְא
vêjí-itén matanáh minájalató lêajad mé'avadáv, vêháitah ló 'ad-shênát hadêrór,
vêshavát lanasí; áj nájalató, banáv lahém tíhêiéh.
Pero si de su heredad da un regalo a alguno de sus siervos, será de éste hasta
el año del jubileo, y entonces volverá al poder del gobernante. Pero la
herencia de éste será para sus hijos; para ellos será.
833
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 46
(18)
ְְמ ֲא ֻחז ֹ֔ ָָׁׁתםְ ָּֽמ ֲא ֻחז ָָׁ֖תֹוְיַנ ִּ ִ֣חל ָּֽ ֙יאְמ ַ ָּֽנחֲלַ ִ֣תְהָׁ ָָׁ֗עםְלְ ָּֽהֹונתָׁ ם
ִּ וְ ָּֽלא־יִּ ֵ֨ ַקחְהַ נ ָ֜ ִָּׁש
:ישְמ ֲא ֻחז ָָּֽׁתֹו
ָּֽ יְא ָ֖ ִּ רְלא־יָׁפֻ ִ֣צוְע ִַֹּ֔מ
ָּֽ ֲש ִ֣ ֶ אֶ ת־בָׁ נָׁ ָ֑יוְלְ ֵ֨ ַמעַן֙ ְא
vêló-iqáj hanasí minájalát ha'ám lêhónotam méajuzatám, méajuzató ianjíl et-
banáv; lêmá'an ashér ló-iafútzu 'amí, ísh méajuzató.
El gobernante no tomará nada de la heredad del pueblo, despojándolo de su
posesión. De su propia posesión dará heredad a sus hijos, para que los de mi
pueblo no sean echados, cada uno de su posesión.'
(19)
ֲשרְעַל־כֶ ִ֣תֶ ףְהַ שַ ַערְ֒אֶ ל־הַ לִּ שכֹותְהַ ֵ֨קדֶ ש֙ ְאֶ ל־ ִ֣ ֶ יאנִּ יְבַ מָׁ בֹוא֮ ְא
ִ֣ ִּוַיב
ְ)ה־שםְמָׁ ֹ֔קֹוםְבירכתםְ(בַ יַרכ ַ ָָׁ֖תיִּ ם ִ֣ ָׁ הַ ִ֣כה ֹ֔ ֲִּניםְהַ פנָ֖ ֹותְצָׁ ָ֑פֹונָׁהְוְהִּ נ
:ָׁיָּֽמָׁ ה
vaiviéni vamavo ashér 'al-kétef hasha'ar el-halishjót haqódesh el-hakóhaním,
haponót tzafónah; vêhineh-shám maqóm, VIRJTM (baiarjatáim) iámah.
Después me llevó, por la entrada que había al lado de la puerta, a las cámaras
sagradas de los sacerdotes, las cuales daban al norte. Y he aquí que había allí
un lugar al fondo, en el lado occidental.
(20)
ְת־האָׁ ָׁ ָ֖שם
ָּֽ ָׁ ֶו ִַ֣יאמֶ רְא ַֹ֔ליְזֶ ִ֣הְהַ מָׁ ָ֗קֹוםְא ֲֶשרְיְבַ שְלו־שָׁ ם֙ ְהַ ִ֣כה ֹ֔ ֲִּניםְא
ְל־החָׁ צִ֥ר
ָּֽ ֶ ֶיְהֹוציאְא
ֵ֛ ִּ ת־החַ ָׁ ָ֑טאתְא ֲֶשרְיאפו֙ ְאֶ ת־הַ ִּמנ ֹ֔ ָׁחהְלְבִּ ל ִּ ִ֥ת ָּֽ ַ ֶוְא
:הַ ִּ ָּֽחיצֹונָׁ ָ֖הְלְקַ ִ֥דשְאֶ ת־הָׁ ָׁ ָּֽעם
vaiómer elái, zéh hamaqóm ashér iêvashêlu-sham hakóhaním, et-háashám
vêet-hájatát; ashér iofú et-haminjáh, lêviltí hotzí el-héjatzér hajítzonáh
lêqadésh et-ha'ám.
Luego me sacó al atrio exterior y me hizo pasar por los cuatro ángulos del
atrio, y he aquí que en cada ángulo había un patio.
834
46-47 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(22)
ְֹלשים
ָ֖ ִּ יםְא ֶרְךְוש
ֹ֔ ֹותְהחָׁ צר֙ ְחֲצ ִ֣רֹותְקְט ֹֻ֔רֹותְאַ רבָׁ ִּ ִ֣ע ָּֽ ֶ תְמקצע ִּ בְאַ ר ָ֜ ַב ַע
:םְמ ַֻֽׄה ַֽׄק ַֽׄ ָׁצ ַָּֽֽׄעֹו ַַֽֽׄׄת
ְַֽׄ בְמ ָׁ ִ֣דהְאַ ֹ֔ ַחתְלְאַ רבַ ע ָׁ ָ֖ת
ִּ ַָ֑רח
bêarbá'at miqtzo'ót héjatzer jatzerót qêturót, arba'ím órej, ushloshím rójav;
midáh aját, lêarba'tám mêhuqtza'ót.
En los cuatro ángulos del atrio había patios pequeños de 40 codos de largo y
30 codos de ancho. Los cuatro ángulos tenían una misma medida.
(23)
ְויְמ ַ ִ֥תחַ ת
ִּ וְ ֵ֨טורְסָׁ ִּ ִ֥ביבְבָׁ ֶהֵ֛םְסָׁ ִּ ָ֖ביבְלְאַ רבַ ע ָׁ ָ֑תםְומבַ שְלִ֣ ֹותְע ָֹׁ֔ש
:הַ ִּט ָ֖ירֹותְסָׁ ִּ ָּֽביב
vêtúr savív bahém savív lêarba'tám; umvashêlót 'asúi, mitájat hatirót savív.
Y me dijo: 'Éstos son los lugares para cocinar, donde los servidores del templo
cocinarán el sacrificio del pueblo.'
Entonces me hizo volver a la entrada del templo. Y he aquí que de debajo del
umbral del templo salían aguas hacia el oriente, porque la fachada del templo
estaba al oriente. Las aguas descendían de debajo del lado sur del templo y
pasaban por el lado sur del altar.
835
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 47
(2)
ְוץְד ֶרְך
ָ֖ ֶ ל־שעַרְהַ ֹ֔ח
ִ֣ ַ ְֶךְחוץְא ֹ֔ ְך־ש ַערְצָׁ פֹו ָׁנהְ֒וַי ִּס ֵ֨בנִּ י֙ ְ ֶ ִ֣ד ֶר
ִ֣ ַ וַיָּֽ ֹוצִּ אנִּ י֮ ֶ ְָּֽד ֶר
:יםְמן־הַ כ ָָׁ֖תףְהַ ימָׁ ִּ ָּֽנית
ִּ ה־מיִּ םְמְפ ֹ֔ ִַּכ ִ֣ ַ הַ פֹונֶ ִ֣הְקָׁ ִּ ָ֑דיםְוְהִּ נ
vaiótziení dérej-shá'ar tzafonah vaisibéní dérej jútz, el-shá'ar hajútz, dérej
haponéh qadím; vêhineh-máim mêfakím, min-hakatéf haimanít.
Luego me sacó por el camino de la puerta del norte y me hizo dar la vuelta por
afuera hasta el exterior de la puerta que da al oriente. Y he aquí que las aguas
fluían por el lado sur.
(3)
ְםְמי
ִ֥ ְִּבאַ ְָֹׁ֔מהְו ַ ַָּֽיעֲבִּ ִ֥רנִּ יְבַ ַ ָ֖מי
ָּֽ ָׁ ֙דְאלֶף
ֶ ֵ֨ ְבְצאת־הָׁ ִּ ִ֥אישְקָׁ ִּ ָ֖דיםְוְ ָׁ ִ֣קוְבְי ָָׁ֑דֹוְוַיָׁ מ
:אְפ ָׁ ָּֽסיִּ ם
bêtzet-haísh qadím vêqáv bêiadó; vaiámod élef báamáh, vaiá'aviréni vamáim
méi ofsáim.
Midió otros 1000 codos y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió
luego otros 1000 codos y me hizo pasar por las aguas hasta la cintura.
(5)
ְְמיְשָֹׁ֔ חוְנַ ָ֖חַ ל
ִ֣ ֙רְכי־גָׁאוְהַ ֵ֨ ַמיִּ ם
ָּֽ ִּ ָ֖לְלע ֲָ֑ב
ָּֽ ַ ַרְלא־אוכ
ָּֽ ֲש
ִ֥ ֶ דְאלֶףְ ֶַ֕נחַ לְאֶ ֹ֔ ְוַיָׁ ִ֣מ
:רְלא־יע ָָּֽׁבר
ָּֽ ֲש ִ֥ ֶ א
vaiámod élef, nájal ashér ló-ujál lá'avór; kí-gaú hamáim méi sáju, nájal ashér
ló-ie'avér.
Midió otros 1000 codos, y el río ya no se podía cruzar, porque las aguas
habían crecido. El río no se podía cruzar sino a nado.
(6)
:ו ִַ֥יאמֶ רְאלַ ָ֖יְה ֲָׁר ִּ ִ֣איתָׁ ְבֶ ן־אָׁ ָׁ ָ֑דםְוַיָּֽ ֹולִּ כִ֥נִּ יְוַי ִּשבָ֖נִּ יְשְפַ ִ֥תְהַ ָׁנָּֽחַ ל
vaiómer elái haraíta ven-adám; vaiólijéni vaishivéni sêfát hanájal.
836
47 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(7)
:ָ֖הְומ ֶזָּֽה
ִּ ֶדְמז
ִּ ָ֖ץְרבְמְ ָ֑א
ִ֣ ַ שובנִּ יְוְהִּ נה֙ ְאֶ ל־שְפַ ִ֣תְהַ ַֹ֔נחַ לְע
ֶ֕ ְב
bêshuvéni vêhineh el-sêfát hanájal, 'étz ráv mêód; mizéh umizéh.
Cuando volví, he aquí que en la ribera del río había muchísimos árboles, tanto
a un lado como al otro.
(8)
ְָ֤ר ָ֖דו
ְ ו ִַ֣יאמֶ רְא ַָ֗ליְהַ ַמיִּ םְהָׁ ֵ֨אלֶה֙ ְיָּֽ ֹוצ ִָּ֗איםְאֶ ל־הַ ּגְלִּ ילָׁה֙ ְהַ קַ דמֹו ָֹׁ֔נהְוְ ָׁ ָּֽי
:ָ֑הְובִ֣אוְהַ ָֹׁ֔ימָׁ הְאֶ ל־הַ יָׁ ִ֥מָׁ הְהַ ָּֽמוצָׁ ִּ ָ֖איםְוְנִּ ר ִ֥פאוְהַ ָׁ ָּֽמיִּ ם
ָׁ ַל־הע ֲָׁר ָׁב
ָּֽ ָׁ ע
vaiómer elái hamáim haéleh íotzím el-hagêlilah haqadmonáh, vêiárêdú 'al-
há'araváh; uváu haiámah, el-haiámah hamútzaím vênirpu hamáim.
Y sucederá que todo ser viviente que se desplace por dondequiera que pase el
río vivirá. Habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, pues
las aguas serán saneadas. Y todo aquello a donde llegue este río vivirá.
(10)
ְְ֩יעמדוְ(עמְדֵ֨ ו)ְ ָׁע ָָׁ֜ליוְדַ ו ִָָּׁ֗גיםְמעִ֥יןְ ֵ֨ ֶּג ִּדי֙ ְוְעַד־עִ֣יןְעֶג ַֹ֔ליִּ ם
ָּֽ ָׁ וְהָׁ ָׁיה
ְֹולְר ָׁבִ֥ה
ַ יםְיהיָ֑ וְלְ ִּמינָׁה֙ ִּ ְָּֽתהְיֶ ִ֣הְדְג ֹ֔ ָָׁׁתםְכִּ דגַ ֵ֛תְהַ יָׁ ִ֥םְהַ ּג ָָׁ֖ד
ָּֽ ִּ ְלח ֲָׁר ִּ ָ֖מ
ָּֽ ַ ִַּמש ִ֥טֹוח
:ְמְ ָּֽאד
vêhaiah I'MDV ('ámêdú) 'aláv davagím me'éin gédí vê'ad-'éin 'egláim, mishtóaj
lájaramím íhíu; lêminah tíhêiéh dêgatám, kidgát haiám hagadól rabáh mêód .
837
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 47
'Junto al río, en sus riberas de una y otra parte, crecerá toda clase de árboles
comestibles. Sus hojas nunca se secarán, ni sus frutos se acabarán; cada mes
darán sus nuevos frutos, porque sus aguas salen del santuario. Sus frutos
servirán para comida, y sus hojas para medicina.'
(13)
ְרְתת ַ ָּֽנחֲלִ֣ וְאֶ ת־הָׁ ֹ֔ ָׁא ֶרץְלִּ שנִ֥י
ִּ ֲש
ִ֣ ֶ הוהְּגהְגְבולְ֙א ִֹּ֔ כהְאָׁ מַ ר֙ ְאֲדנָׁ ִ֣יְי
:ְלְיֹוסףְחֲבָׁ ִּ ָּֽלים
ָ֖ רְשב ִ֣טיְיִּ ש ָׁר ָ֑א ִּ ָׁש ָ֖ ָׁ ע
kóh amar adonái IHVÍH, géh gêvul ashér titnájalú et-haáretz, lishnéi 'asár
shivtéi Israél; Ioséf javalím .
Así ha dicho el Señor Elohim: 'Éstos son los límites de la tierra que obtendréis
como heredad para las doce tribus de Israel. Iosef tendrá dos porciones.
(14)
ְאתי֙ ְאֶ ת־י ִָֹּׁ֔דיְלְ ִּת ָׁ ָ֖תּה ִּ ְֵָׁ֨אישְכְאָׁ ִֹּ֔חיוְא ֲֶשרְנָׁש ִ֣ ִּ ֙ונחַ ל ֶתםְאֹותָׁ ּה
:ַלא ֲָּֽבתיכֶ ָ֑םְוְ ֵָׁ֨נפ ָָׁ֜להְהָׁ ָׁ ִ֧א ֶרץְהַ ֵ֛זאתְלָׁכֶ ָ֖םְבְ ַ ָּֽנח ָׁ ֲָּֽלה
unjaltém otaĥ ísh kêajív, ashér nasátí et-iadí, lêtitáĥ laavóteijém; vênáfláh
haáretz hazót lajém bênájaláh.
Así la recibiréis en posesión, tanto los unos como los otros, porque por ella
alcé mi mano jurando que la había de dar a vuestros padres. Esta tierra os
corresponderá como heredad.
(15)
ְָׁהְמן־הַ יָׁ ִ֧םְהַ ּג ֵָׁ֛דֹולְהַ ֶ ְִ֥ד ֶרְךְחֶ תֹלָ֖ ןְלְ ִ֥בֹוא
ִּ וְזֶ ָ֖הְּגְ ִ֣בולְהָׁ ָׁ ָ֑א ֶרץְלִּ פ ֵ֨ ַאתְצָׁ ָ֜פֹונ
:ְצְ ָׁ ָּֽדדָׁ ה
vêzéh gêvúl haáretz; lifát tzafónah min-haiám hagadól hadérej jetlón lêvó
tzêdádah .
'Éste será el límite de la tierra por el lado norte: Desde el mar Grande, en
dirección de Hetlón, Lebo-hamat, Zedad,
838
47 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
(16)
ְְסב ַ ֹ֔ריִּ םְאֲשֶ ר֙ ְבין־ּגְ ִ֣בולְדַ ֹ֔ ֶמשֶ קְובָ֖יןְּגְ ִ֣בולְח ָׁ ֲָ֑מת ִּ ֙ח ֲָׁמתְ׀ְב ֵ֨רֹותָׁ ה
:ֲשרְאֶ ל־ּגְ ִ֥בולְחַ ו ָׁ ָּֽרן
ָ֖ ֶ חָׁ צר֙ ְהַ ִּתיכֹ֔ ֹוןְא
jamát | berótah sivráim, asher bein-gêvúl daméseq, uvéin gêvúl jamát; jatzer
hatijón, ashér el-gêvúl javrán.
'Por el lado oriental será desde Haurán, por en medio de Damasco y por el
Jordán, entre Galaad y la tierra de Israel, hasta el mar oriental y hasta Tamar.
Éste es el lado oriental.
(19)
ְשְנחֲלָׁ ָ֖הְאֶ ל־הַ יָׁ ִ֣ם
ָּֽ ַ ָׁהְמתָׁ ָ֗ ָׁמרְעַד־מי֙ ְמְ ִּר ִ֣יבֹותְקָׁ ֹ֔ד ִּ ימנ
ָׁ ֹ֔ ופאַ ת֙ ְנֶ ִָ֣֤גֶבְת
:ְָׁהְנָָּֽ֤גְבָׁ ה
ֶ ימנ ָ֖ ָׁ הַ ּג ָָׁ֑דֹולְוְ ִ֥אתְפְאַ ת־ת
ufat négev teimánah, mitamár 'ad-meí mêrivót qadésh, nájaláh el-haiám
hagadól; vêét pêat-teimánah négêbah .
'Por el lado del Néguev, hacia el sur, será desde Tamar hasta las aguas de
Merivá ['Altercado'] en Cades, en dirección del arroyo que va hacia el mar
Grande. Éste será el lado sur, hacia el Néguev.
(20)
:ְת־יָּֽם
ָׁ ַתְזאתְפְא
ָ֖ ַד־נכַחְ ְל ִ֣בֹואְח ָׁ ֲָ֑מ
ָ֖ ֹולְמּגְ ֶ֕בולְע
ִּ ֹ֔ופאַ ת־יָׁם֙ ְהַ יָׁ ִ֣םְהַ ּגָׁד
ufat-iam haiám hagadól, migêvúl 'ad-nójaj lêvó jamát; zót pêat-iám .
'Por el lado occidental el mar Grande constituye el límite hasta frente a Lebo-
hamat. Éste será el lado occidental.
839
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 47-48
(21)
:וְחִּ לַק ָ֞ ֶתםְאֶ ת־הָׁ ָׁ ִ֧א ֶרץְהַ ֵ֛זאתְלָׁכֶ ָ֖םְלְ ִּשב ִ֥טיְיִּ ש ָׁר ָּֽאל
vêjilaqtém et-haáretz hazót lajém lêshivtéi Israél.
Haréis el sorteo de ella para que sea heredad para vosotros y para los
forasteros que residen entre vosotros, quienes han engendrado hijos entre
vosotros, y que son para vosotros como nativos entre los Hijos de Israel. Ellos
participarán con vosotros en el sorteo para tener posesión entre las tribus de
Israel.
(23)
ְהוה
ָּֽ ִּ וְנ ֲחל ָֹׁ֔תֹוְנְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
ָּֽ ַ ִ֣םְתתְנ
ִּ ִָָׁ֖֚רְא ָ֑תֹוְש
ִּ וְהָׁ יְִָׁ֣הְבַ ֹ֔שבֶ טְאֲשֶ ר־ּגָׁ ִ֥רְהַ ּג
ְפ:
vêhaiáh vashévet, asher-gár hagér itó; shám titênú nájalató, nêúm adonái
IHVÍH.
840
48 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
'Éstos son los nombres de las tribus: 'Dan tendrá una parte desde el extremo
norte, junto al camino de Hetlón, hasta Lebo-hamat; Hazar-enán, el límite de
Damasco al norte, junto a Hamat, con sus extremos al oriente y al occidente.
(2)
:ןְמפְ ַ ִ֥אתְקָׁ ִּ ֵ֛דיםְעַד־פְאַ ת־יָׁ ָ֖מָׁ הְאָׁ ִ֥שרְאֶ ָׁ ָּֽחד
ִּ ולְד
ָׁ ָ֗ וְעַ ִ֣לְ׀ְּגְ ִ֣ב
vê'ál | gêvúl dán mipêát qadím 'ad-pêat-iámah ashér ejád.
'Asher tendrá una parte junto al territorio de Dan, desde el lado oriental hasta
el lado occidental.
(3)
:רְמפְ ַ ִ֥אתְקָׁ ִּ ֵ֛דימָׁ הְוְעַד־פְאַ ת־יָׁ ָ֖מָׁ הְנַפתָׁ ִּ ִ֥ליְאֶ ָׁ ָּֽחד
ִּ וְעַ ִ֣לְ׀ְּגְ ִ֣בולְאָׁ ָ֗ש
vê'ál | gêvúl ashér mipêát qadímah vê'ad-pêat-iámah naftalí ejád.
'Naftalí tendrá una parte junto al territorio de Asher, desde el lado oriental
hasta el lado occidental.
(4)
:ַשהְאֶ ָׁ ָּֽחד
ִ֥ ֶ יְמפְ ַ ִ֥אתְקָׁ ִּ ֵ֛דמָׁ הְעַד־פְאַ ת־יָׁ ָ֖מָׁ הְמְנ
ִּ ִָּ֗וְעַ ִ֣לְ׀ְּגְ ִ֣בולְנַפתָׁ ל
vê'ál | gêvúl naftalí mipêát qadímah 'ad-pêat-iámah mênashéh ejád.
'Menashé tendrá una parte junto al territorio de Naftalí, desde el lado oriental
hasta el lado occidental.
(5)
:הְמפְ ַ ִ֥אתְקָׁ ִּ ֵ֛דמָׁ הְעַד־פְאַ ת־יָׁ ָ֖מָׁ הְאֶ פ ַ ִ֥ריִּ םְאֶ ָׁ ָּֽחד
ִּ ֶָ֗וְעַ ִ֣לְ׀ְּגְ ִ֣בולְמְנַש
vê'ál | gêvúl mênashéh mipêát qadímah 'ad-pêat-iámah efráim ejád.
'Efráim tendrá una parte junto al territorio de Menashé, desde el lado oriental
hasta el lado occidental.
(6)
:הְראובִ֥ןְאֶ ָׁ ָּֽחד
ְ ַָׁד־פאַ ת־יָׁ ָ֖מ
ְ םְמפְ ַ ִ֥אתְקָׁ ִּ ֵ֛דיםְוְע
ִּ ִּוְעַ ִ֣לְ׀ְּגְ ִ֣בולְאֶ פ ַ ָ֗רי
vê'ál | gêvúl efráim mipêát qadím vê'ad-pêat-iámah Rêuvén ejád.
'Reubén tendrá una parte junto al territorio de Efráim, desde el lado oriental
hasta el lado occidental.
(7)
:הודהְאֶ ָׁ ָּֽחד
ִ֥ ָׁ ְןְמפְ ַ ִ֥אתְקָׁ ִּ ֵ֛דיםְעַד־פְאַ ת־יָׁ ָ֖מָׁ הְי
ִּ אוב
ָ֗ ולְר
ְ וְעַ ִ֣לְ׀ְּגְ ִ֣ב
vê'ál | gêvúl Rêuvén mipêát qadím 'ad-pêat-iámah iêhudáh ejád.
'Iehudá tendrá una parte junto al territorio de Reubén, desde el lado oriental
hasta el lado occidental.
841
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 48
(8)
ְרומהִ֣ ָׁ ְהְתהְיֶ ִ֣הְהַ ת ָּֽ ִּ ָׁהְמפְ ַ ִ֥אתְקָׁ ִּ ָ֖דיםְעַד־פְאַ ת־יָׁ ָ֑מ
ִּ הוד ָׁ ֹ֔ ְוְ ַעלְּ֙גְ ִ֣בולְי
ְ ֙דְה ֲחלָׁקִּ ים
ָּֽ ַ ֶףְרחַ בְוְ ָ֜א ֶרְךְכְאַ ַח ָ֗ יםְאלֶ ָ֜ אֲֽשֶ ר־תָׁ ִּ ֵ֡רימוְח ֲִּמשָׁ הְ֩וְעֶש ִּ ֵ֨ר
:ִּמפְ ַאתְקָׁ ִֵּ֨דימָׁ ה֙ ְעַד־פְאַ ת־ ָֹׁ֔ימָׁ הְוְהָׁ יָׁ ִ֥הְהַ ִּמק ָׁ ָ֖דשְבְתֹוכָּֽ ֹו
vê'al gêvúl iêhudáh, mipêát qadím 'ad-pêat-iámah; tíhêiéh hatêrumáh ásher-
tarímu jamishah vê'esrím élef rójav vêórej kêajád hájalaqim mipêát qadímah
'ad-pêat-iámah, vêhaiáh hamiqdásh bêtojó.
La porción que reservéis para el Eterno será de 25000 de largo por 10000 de
ancho.
(10)
ְֶהְתהְיֶ ִ֣הְתְ ָּֽרומַ ת־הַ קדֶ ש֮ ְל ַָּֽכהֲנִּ יםְ֒צָׁ ָ֜פֹונָׁהְח ֲִּמ ָׁ ִ֧שהְוְעֶש ִּ ִ֣רים ָּֽ ִּ ְ֠ול ָ֜אל
ְהְרחַ בְע ֶ ֲִ֣ש ֶרתְ ֲאל ֹ֔ ִָּׁפים ִ֚ ָָׁ֗ ֶאלֶףְוְ ֵָׁ֨ימָׁ ה֙ ְִ֚רחַ בְע ֶ ֲִ֣ש ֶרתְ ֲאל ֹ֔ ִָּׁפיםְוְקָׁ ִָּ֗דימ
:ְִ֥הְמקדַ ש־יהוָׁ ָ֖הְבְתֹוכָּֽ ֹו ִּ ָׁיםְאלֶףְוְהָׁ י ָ֑ ָׁ הְא ֶרְךְח ֲִּמ ָׁ ִ֥שהְוְעֶש ִּ ָ֖ר ֶ֕ ָׁוְ ֶֶ֕נגב
úléleh tíhêiéh têrúmat-haqodesh lakóhanim tzafónah jamisháh vê'esrím élef
vêiámah rójav 'aséret alafím, vêqadímah rójav 'aséret alafím, vênégbah órej
jamisháh vê'esrím álef; vêhaiáh miqdash-Adonai bêtojó .
842
48 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
habrá una porción reservada de la tierra reservada, la parte más sagrada, junto
al territorio de los levitas.
(13)
ְְא ֶרְךְוְ ָ֖רחַ ב ֶ ֵ֨ וְהַ לוִּ ִָּ֗יםְלְעֻמַ ת֙ ְּגְ ִ֣בולְהַ ָּֽכה ֹ֔ ֲִּניםְח ֲִּמשֵָׁ֨ הְוְעֶש ִּ ִ֥ר
ֹ֔ ֙יםְאלֶף
ְְאלֶףְוְ ָ֖רחַ בְע ֶ ֲִ֥ש ֶרת
ֶ ֹ֔ ֙ל־א ֶרְךְח ֲִּמ ָׁשהְוְ ֶעש ִּרים ָ֗ ְע ֶ ֲִ֣ש ֶרתְ ֲאל ִּ ָָׁ֑פיםְכ
:ֲאל ִּ ָָּֽׁפים
vêhalviím lê'umat gêvúl hakóhaním, jamisháh vê'esrím élef órej, vêrójav
'aséret alafím; kol-órej jamisháh vê'esrim élef, vêrójav 'aséret alafím.
'La parte de los levitas estará junto al territorio de los sacerdotes y será de
25000 de largo y de 10000 de ancho. Todo el largo de 25000 y el ancho de
10000
(14)
ְאשיתְהָׁ ָׁ ָ֑א ֶרץ
ִ֣ ִּ אְיעבורְ(יע ִּ ֲָ֖ביר)ְר
ָּֽ ַ וְמ ָ֗ ֶמנוְוְ ִ֥לאְי ֵָׁ֛מרְוְ ִ֥ל
ִּ וְ ָּֽלא־יִּ מכְ ִ֣ר
:ְיהוָּֽה
ָׁ שְל
ָּֽ ַ ֶי־קד ָ֖ ִּכ
vêló-imkêrú miménu vêló iamér vêló I'VVR (iá'avír) reshít haáretz; ki-qódesh
láAdonai .
'El área de 5000 de ancho que queda frente a las 25000 será para uso común,
para la ciudad, para vivienda y campos de alrededor. Y la ciudad estará dentro
de ella.
843
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 48
(16)
ְיהְ֒פְ ַ ִ֣אתְצָׁ ָ֗פֹוןְחֲמשְמאֹות֙ ְוְאַ ר ַ ִ֣בעַתְ ֲאל ֹ֔ ִָּׁפיםְופאַ ת־ ֶֶ֕נגֶב ָׁ ְֶמדֹות
ִּ ֮וְאלֶה
ְ ֙יםְומפְ ַ ִ֣אתְקָׁ ִָּ֗דיםְחֲמשְמאֹות ִּ ח ֲִ֥משְחמשְ(ְ)ְמ ָ֖אֹותְוְאַ ר ַ ִ֣ב ַעתְ ֲאל ִּ ָָׁ֑פ
:וְאַ ר ַ ִ֣בעַתְ ֲאל ֹ֔ ִָּׁפיםְופאַ ת־ ֶָׁ֕ימָׁ הְח ֲִ֥משְמ ָ֖אֹותְוְאַ ר ַ ִ֥בעַתְ ֲאל ִּ ָָּֽׁפים
vêeleh midoteihá pêát tzafón jamésh meot vêarbá'at alafím, ufat-négev jamésh
JMS ( ) meót vêarbá'at alafím; umipêát qadím jamésh meot vêarbá'at alafím,
ufat-iámah jamésh meót vêarbá'at alafím.
Éstas serán sus dimensiones: Por el lado norte tendrá 4500, por el lado sur
tendrá 4500, por el lado oriental 4500 y por el lado occidental 4500
(17)
ְאתיִּ םְוְנֶ ָָ֖֤גבָׁ הְח ֲִּמ ִּ ִ֣שים
ַ ֹ֔ ִָׁ֣הְמג ָׁרש֮ ְלָׁעִּ ירְ֒צָׁ ֵ֨פֹונָׁה֙ ְח ֲִּמ ִּ ִ֣שיםְומ
ִּ ָׁוְהָׁ י
:אתיִּ םָּֽ ָׁ ָׁאתיִּ םְוְיָׁ ָ֖מָׁ הְח ֲִּמ ִּ ִ֥שיםְומ
ַ ֹ֔ ָׁאתיִּ םְוְקָׁ ִֵּ֨דימָׁ ה֙ ְח ֲִּמ ִּ ִ֣שיםְומ
ָ֑ ָׁ ָׁומ
vêhaiáh migrash la'ir tzafónah jamishím umatáim, vênégbah jamishím
umatáim; vêqadímah jamishím umatáim, vêiámah jamishím umatáim.
'En cuanto a las demás tribus, Binamín tendrá una parte desde el lado oriental
hasta el lado occidental.
(24)
:הְשמעִ֥ ֹוןְאֶ ָׁ ָּֽחד
ִּ ָׁןְמפְ ַ ִ֥אתְקָׁ ִּ ֵ֛דימָׁ הְעַד־פְאַ ת־יָׁ ָ֖מ
ִּ וְעַ ִ֣לְ׀ְּגְ ִ֣בולְבִּ ני ִָָּׁ֗מ
vê'ál | gêvúl biniamín mipêát qadímah 'ad-pêat-iámah Shim’ón ejád.
845
יְחֶ ז ֵ֨קאל Iejezkel / Ezequiel 48
'Shimón tendrá una parte junto al territorio de Binamín, desde el lado oriental
hasta el lado occidental.
(25)
:ולְשמ ָ֗עֹוןְ ִּמפְ ַ ִ֥אתְקָׁ ִּ ֵ֛דימָׁ הְעַד־פְאַ ת־יָׁ ָ֖מָׁ הְיִּ שָׁ שכָׁ ִ֥רְאֶ ָׁ ָּֽחד
ִּ וְעַ ִ֣לְ׀ְּגְ ִ֣ב
vê'ál | gêvúl Shim’ón mipêát qadímah 'ad-pêat-iámah Isasjár ejád.
'Issajar tendrá una parte junto al territorio de Shimón, desde el lado oriental
hasta el lado occidental.
(26)
:רְמפְ ַ ִ֥אתְקָׁ ִּ ֵ֛דימָׁ הְעַד־פְאַ ת־יָׁ ָ֖מָׁ הְזְבולֻ ִ֥ןְאֶ ָׁ ָּֽחד
ִּ וְעַ ִ֣לְ׀ְּגְ ִ֣בולְיִּ שָׁ ש ָָׁ֗כ
vê'ál | gêvúl Isasjár mipêát qadímah 'ad-pêat-iámah Zêvulún ejád.
'Zebulún tendrá una parte junto al territorio de Issajar, desde el lado oriental
hasta el lado occidental.
(27)
:ןְמפְ ַ ִ֥אתְקָׁ ִּ ֵ֛דמָׁ הְעַד־פְאַ ת־יָׁ ָ֖מָׁ הְּגָׁ ִ֥דְאֶ ָׁ ָּֽחד
ִּ וְעַ ִ֣לְ׀ְּגְ ִ֣בולְזְבו ָ֗ ֻל
vê'ál | gêvúl Zêvulún mipêát qadímah 'ad-pêat-iámah gád ejád.
'Gad tendrá una parte junto al territorio de Zebulún, desde el lado oriental
hasta el lado occidental.
(28)
ְיבִ֣ת
ַ רְמיְמְ ִּר
ִ֚ ולְמתָׁ ָ֗ ָׁמ
ִּ ימנָׁהְוְהָׁ ֵָׁ֨יהְגְ ָ֜ב
ָ֑ ָׁ וְ ַעלְּ֙גְ ִ֣בולְ ֹ֔ ָּׁגדְאֶ ל־פְ ַ ָ֖אתְנֶ ִָ֣֤גֶבְת
:ְשְנחֲלָׁ ָ֖הְעַל־הַ יָׁ ִ֥םְהַ ּג ָָּֽׁדֹול
ָּֽ ַ קָׁ ֹ֔ד
vê'al gêvúl gád, el-pêát négev teimánah; vêhaiáh gêvúl mitamár méi mêrivát
qadésh, nájaláh 'al-haiám hagadól .
'Junto al territorio de Gad, al lado del Néguev, hacia el sur, será la frontera
desde Tamar hasta las aguas de Merivá ['Altercado'] en Cades, en dirección
del arroyo que va hasta el mar Grande.
(29)
ְקֹותם
ָׁ ֹ֔ ְילוְמ ַנחֲלָׁ ָ֖הְלְ ִּשב ִ֣טיְיִּ ש ָׁר ָ֑אלְוְ ֵ֨אלֶה֙ ְמַ חל
ָּֽ ִּ ִ֥זאתְהָׁ ָׁ ֵ֛א ֶרץְאֲשֶ ר־תַ ִּ ִ֥פ
ְס:ְהוה
ָּֽ ִּ נְאֻ ָ֖םְאֲדנָׁ ִ֥יְי
zót haáretz asher-tapílu mínajaláh lêshivtéi Israél; vêéleh majlêqotám, nêúm
adonái IHVÍH .
Ésta es la tierra que repartirán por sorteo como posesión para las tribus de
Israel, y éstas son sus partes, dice el Señor Elohim.
(30)
ְירְמפְ ַ ִ֣אתְצָׁ ֹ֔פֹוןְח ֲִ֥משְמ ֵ֛אֹותְוְאַ ר ַ ִ֥בעַתְ ֲאל ִּ ָָׁ֖פים
ִּ ֶהְתֹוצ ִ֣אתְהָׁ ִּ ָ֑ע
ָּֽ וְ ָ֖אל
:ִּמ ָׁ ָּֽדה
846
48 Iejezkel / Ezequiel יְחֶ ז ֵ֨קאל
vêéleh tótzót ha'ír; mipêát tzafón, jamésh meót vêarbá'at alafím midáh.
'Éstas son las salidas de la ciudad por el lado norte, que tendrá 4500 de largo.
(31)
ְלֹושהְצָׁ ָ֑פֹונָׁה
ָ֖ ָׁ ְְשב ִ֣טיְיִּ ש ָׁר ֹ֔אלְשְע ִּ ִָׁ֥ריםְש ִּ ֙וְ ַ ָּֽשע ֲִ֣ריְהָׁ ָ֗ ִּעירְעַל־שְמֹות
:דְשעַרְל ִּ ָ֖ויְאֶ ָׁ ָּֽחד
ִ֥ ַ דְשעַרְיְהודָׁ ה֙ ְאֶ ֹ֔ ָׁח
ַ אובןְאֶ ָ֗ ָׁח
ָ֞ ַרְר
ְ ַ ִ֣שע
vêshá'aréi ha'ír 'al-shêmot shivtéi Israél, shê'arím shêlosháh tzafónah; shá'ar
Rêuvén ejád shá'ar Iêhudah ejád, shá'ar leví ejád.
[Las puertas de la ciudad serán según los nombres de las tribus de Israel.] Al
norte habrá tres puertas: la puerta de Reubén, la puerta de Iehudá y la puerta
de Leví.
(32)
ְֹלשה
ָ֑ ָׁ ְוְאֶ ל־פְ ַ ִ֣אתְקָׁ ִָּ֗דימָׁ הְחֲמשְמאֹות֙ ְוְאַ ר ַ ִ֣בעַתְ ֲאל ֹ֔ ִָּׁפיםְושע ִּ ָָׁ֖ריםְש
:ַרְדןְאֶ ָׁ ָּֽחד
ָ֖ ָׁ דְשע
ִ֥ ַ דְשעַרְבִּ ני ִָּׁמן֙ ְאֶ ֹ֔ ָׁח
ַ ַרְיֹוסףְאֶ ָ֗ ָׁח
ָ֜ וְשֵַ֨ ע
vêel-pêát qadímah jamésh meot vêarbá'at alafím, ush'arím shêlosháh; vêshá'ar
Ioséf ejád shá'ar Biniamin ejád, shá'ar Dán ejád.
'El lado oriental tendrá 4500 y tres puertas: la puerta de Iosef, la puerta de
Binamín y la puerta de Dan.
(33)
ְֹלשה
ָ֑ ָׁ ְְמ ֹ֔ ָׁדהְושע ִּ ָָׁ֖ריםְש
ִּ ֙ופאַ ת־ ֶָ֗נגבָׁ הְח ֲֵ֨משְמ ָ֜אֹותְוְאַ ר ַבעַתְ ֲאלָׁפִּ ים
:דְשעַרְזְבולֻ ָ֖ןְאֶ ָׁ ָּֽחד
ִ֥ ַ דְשעַרְיִּ שָׁ שכָׁר֙ ְאֶ ֹ֔ ָׁח
ַ ַ ִ֣שעַרְ ִּשמ ָ֞עֹוןְאֶ ָ֗ ָׁח
ufat-négbah jamésh meót vêarbá'at alafim midáh, ush'arím shêlosháh; shá'ar
Shim’ón ejád shá'ar Isasjar ejád, shá'ar Zêvulún ejád.
'El lado sur tendrá 4500 de largo y tres puertas: la puerta de Shimón, la puerta
de Issajar y la puerta de Zebulún.
(34)
ְהְשעַר
ִ֣ ַ ֹלש
ָ֑ ָׁ ְיהָ֖םְש
ֶ יםְשעֲר
ָּֽ ַ פְאַ ת־ ָָׁ֗ימָׁ הְחֲמשְמאֹות֙ ְוְאַ ר ַ ִ֣בעַתְ ֲאל ֹ֔ ִָּׁפ
ְש:דְשעַרְנַפתָׁ ִּ ָ֖ליְאֶ ָׁ ָּֽחד
ִ֥ ַ דְשעַרְאָׁ שר֙ ְאֶ ֹ֔ ָׁח
ַ ָ֞ ָּׁגדְאֶ ָ֗ ָׁח
pêat-iámah jamésh meot vêarbá'at alafím, shá'areihém shêlosháh; shá'ar Gád
ejád shá'ar Asher ejád, shá'ar Naftalí ejád.
'El lado occidental tendrá 4500 y tres puertas: la puerta de Gad, la puerta de
Asher y la puerta de Naftalí.
(35)
:ְ}ִ֥הְ׀ְשמָׁ הְ{ש
ָּֽ ָׁ ָׁרְאלֶףְוְשם־הָׁ ִּ ִ֥עירְ ִּמיָ֖ ֹוםְיהו
ָ֑ ָׁ ָׁש
ָ֖ ָׁ סָׁ ִֶּ֕ביבְשְמנָׁ ִ֥הְע
savív shêmonáh 'asár álef; vêshem-ha'ír mióm Adonai | shámah {s} .
'El perímetro será de 18000 Y desde aquel día el nombre de la ciudad será: EL
ETERNO ESTÁ ALLÍ.'
847
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 1
ַהֹושֵׁ ע
Hoshea – Oseas Capítulo 1
(1)
ַָּ֥הַיֹותםַאָ ָחָּ֥ז
ָ֛ ָ ָימיַ ֻעזִּי
ֵׁ ֵׁ֨ ֲִּשרַהָ ָָ֗יהַאֶ ל־הֹושֵֵׁׁ֨ ַ֙עַבֶ ן־בַאֵׁ ִּ ִ֔ריַב ָ֣ ֶ דַבר־יהוָ ָ֣הַ׀ַא
ַפ:ַשַמלְֶךַיִּ ש ָר ֵׁאל ָּ֥ ֶ ן־יֹוא
ָּ֖ ָ ֶימיַיָ ָֽרַבַעָ ָּ֥םַב
ָ֛ ֵׁ ִּהּודהַּוב
ָ֑ ָ ַיַחִּ זקִּ יָ ָּ֖הַמלכֵׁ ָ֣יַי
dêvar-Adonai | ashér haiáh el-Hoshé’á ben-Bêerí, biméi 'Uziáh Iotám Ajáz
Iêjizqiáh maljéi Iêhudáh; uviméi Iárovê'ám ben-Ioásh mélej Israél .
La palabra del Eterno que vino a Hoshea hijo de Beeri, en los días de Uzías,
Jotam, Acaz y Jizqiá, reyes de Iehudá, y en los días de Jeroboam hijo de Ihoash,
rey de Israel.
(2)
ַהֹושעַ{פ}ו ֵׁ֨יאמֶ רַיה ָ֜ ָוהַאֶ ל־הֹושֵָׁ֗ עַלֵׁ ְָ֣ךַקח־לַ ָ֞ך ָ֑ ֵׁ ַָּ֥תַדבֶ ר־יהוָ ָּ֖הַב ִּ תַחִּ ל
:ַהַתזנֶהַ֙ ַהָ ִ֔ ָא ֶרץַמֵׁ אח ֵׁ ֲָּ֖ריַיהוָ ה
ִּ יםַכי־ז ֵָ֤נ
ִּ נּונ ִּ ִ֔ ֵַׁ ֵ֤אשֶ תַזַנּונִּ יםַ֙ ַוַיל ֵׁ ָ֣דיַז
têjilát diber-Adonai bêhoshé'a; {f}vaiómer Adonai el-hoshé'a léj qaj-lêjá éshet
zênunim vêialdéi zênuním, kí-zanóh tizneh haáretz, meájaréi Adonai .
Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un
hijo.
(4)
ַו ֵ֤יאמֶ רַיהוָהַ֙ ַאֵׁ ִָ֔ליוַקַ ָ ָּ֥ראַשַ ָּ֖מֹוַיִּ ז ַרעֶ ָ֑אלַכִּ י־עָ֣ ֹודַמַ ָ֗עטַּו ֵָׁ֨פקד ָ֜ ִּתיַאֶ ת־דַ ֵׁ ֵ֤מי
:ַּותַבָּ֥יתַיִּ ש ָר ֵׁאל
ֵׁ ָּ֖ל־ביתַי ִֵׁ֔הּואַוַ ִֵּׁ֨השב ִ֔ ִּתיַממלַכ ָ֣ ֵׁ יִּ ז ַרעֶאלַַ֙ע
vaiómer Adonai eláv, qêrá shêmó Izrê’él; ki-'ód mê'át ufáqadtí et-dêméi izrê'el
'al-béit Iehú, vêhíshbatí, mamlêjút béit Israél .
848
1 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
Entonces el Eterno le dijo: 'Ponle por nombre Jezreel, porque dentro de poco yo
castigaré a la casa de Iehú por los hechos de sangre de Jezreel, y haré cesar el
reino de la casa de Israel.
(5)
:ת־קשֶ תַיִּ ש ָר ִ֔ ֵׁאלַבַעֵׁ ָּ֖מֶ קַיִּ ז ַרעֶ אל
ָ֣ ֶ ֶוַהָ יָ ָּ֖הַביָ֣ ֹוםַה ָ֑הּואַוַ ָשבר ִּתיַ֙ ַא
vêhaiáh baióm hahú; vêshávartí et-qéshet Israél, bê'émeq Izrê’él.
Ella concibió de nuevo y dio a luz una hija. Y Elohim le dijo: 'Ponle por nombre
Lo-rujama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, y no la soportaré
más.
(7)
ַֹושי ֵָׁ֗עם
ִּ יהָ֑םַוַ ָ֣לאַא
ֶ ֵׁת־בֵ֤יתַיַהּודָ הַ֙ ַאֲר ִ֔ ֵׁחםַוַהֹושע ִּ ָּ֖תיםַביהוָ ָ֣הַאֱלה ֵׁ ֶוַא
:ַסּוסיםַּובפָ ָר ִּשים ָּ֖ ִּ ַבַ ֶ ֵ֤קשֶ תַּוב ֵׁ֨ ֶח ֶרבַ֙ ַּוב ִּמלחָ ִ֔ ָמהַב
vêet-béit Iêhudah arajém, vêhósha'tím báAdonai elóheihém; vêló óshi'ém
bêqéshet uvjérev uvmiljamáh, bêsusím uvfárashím .
849
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 2
'No obstante, el número de los Hijos de Israel será como la arena del mar, que no
se puede medir ni contar. Y sucederá que en lugar de lo que se les dijo: 'Vosotros
no sois mi pueblo', se les dirá: 'Hijos del Elohim viviente.'
(2)
ַָ֛םַראשַאֶ ָחָּ֖דַוַעָלָ֣ ּו
ָּ֥ הּודהַּובנֵׁ י־יִּ ש ָראֵׁ לַַ֙יח ִ֔ ָדוַוַשָ ָּ֥מּוַל ֶָה
ֵ֤ ָ ַוַנִּ קבַצּוַבַנֵׁ י־י
:ץַכיַג ָָּ֖דֹולַיָּ֥ ֹוםַיִּ ז ַרעֶ אל
ָּ֥ ִּ ִּמן־הָ ָ ָ֑א ֶר
vêniqbêtzu bênéi-Iêhudáh uvnéi-israel iajdáv, vêsamú lahém rósh ejád vê'alú
min-haáretz; kí gadól íom Izrê’él.
No sea que yo la desnude por completo y la ponga como en el día en que nació.
No sea que la vuelva como un desierto, que la deje como una tierra reseca y la
mate de sed.
(6)
:ָּ֖יםַהמָ ה
ֵׁ נּונ ִּ ַָ֑םַכי־בַנֵׁ ָּ֥יַז
ִּ ַלאַאֲר ֵׁח
ָ֣ ָוַאֶ ת־בָ נֶ ָּ֖יה
vêet-banéiha ló arajém; kí-vênéi zênuním hémah.
Por tanto, he aquí que yo obstruyo su camino con espinos, y reforzaré su vallado,
de manera que ella no encuentre sus senderos.
(9)
ַאַתמ ָצָ֑אַוַ ָאמַ ָ ָ֗רה
ִּ יהַוַלא־ת ִּ ָ֣שיגַא ִ֔ ָתםַּובִּ ק ָ ָּ֖שתםַוַ ָ֣ל ַָ֙ וַ ִּרדַפָ ֵ֤הַאֶ ת־מַאה ֵׁ֨ ֲֶב
:יַאזַמֵׁ עָ תָ ה
ָּ֖ ָ ֹובַל
ָ֛ ִּ יַט
ָּ֥ ֹוןַכ
ָ֣ ִּ אשִ֔ יַה ִּרָ יש
ָ֣ ִּ ל־א
ִּ ֵֶׁאלַכָ ֵ֤הַוַאָ ֵׁ֨שּובָ הַ֙ ַא
vêridêfáh et-mêáhavéihá vêló-tasíg otám, uviqshátam vêló timtzá; vêámêráh
élêjáh vêashúvah el-ishí hárishón, kí tóv lí áz me'átah.
Ella irá tras sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, pero no los hallará.
Entonces dirá: 'Iré y me volveré a mi primer marido, porque mejor me iba antes
que ahora.'
851
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 2
(10)
ַיַאנכִּ יַ֙ ַנ ָָ֣ת ִּתיַ ִָ֔לּהַהדָ גָ ָּ֖ ָֽןַוַה ִּת ָ֣ירֹושַוַהיִּצ ָהָ֑רַוַ ֵֶׁ֨כסֶ ף
ָ הַכ
ֵ֤ ִּ ַלאַיָ ָֽדַ ִָ֔ע
ָ֣ ַ֙וַהִּ יא
:יתיַלָ ָּ֛הַוַז ָָהָּ֖בַע ָָּ֥שּוַל ָבעל ִּ הִּ ר ֵׁ ָּ֥ב
vêhi ló iádê'áh, kí ánojí natáti láĥ, hadagán vêhatirósh vêhaitzhár; vêjésef hirbéiti
láĥ vêzaháv 'asú labá'al.
'Pero ella no reconoció que era yo el que le daba el trigo, el vino nuevo y el
aceite. Yo le di abundancia de plata y de oro, que ellos usaron para Baal.
(11)
ַירֹושיַבַמֹוע ֲָ֑דֹוַוַהִּ צל ִּתיַ֙ ַצמ ִּ ָ֣רי
ָּ֖ ִּ לָכֵׁ ָ֣ןַאָ ִ֔שּובַוַלָ קח ִּ ֵ֤תיַדַגָנִּ יַ֙ ַבַעִּ ִ֔תֹוַוַ ִּת
:ּופִּ ש ִ֔ ִּתיַלַכ ָּ֖סֹותַאֶ ת־עֶרו ָָתּה
lajén ashúv, vêláqajtí dêganí bê'itó, vêtíroshí bêmó'adó; vêhitzaltí tzamrí ufishtí,
lêjasót et-'ervatáĥ.
Ahora pondré al descubierto su locura ante los ojos de sus amantes, y nadie la
librará de mi mano.
(13)
:וַהִּ שב ִּתיַ֙ ַכַל־מַשֹושִָ֔ ּהַחגָ ָּּ֖הַחַד ָ ָ֣שּהַוַשב ָ ָ֑תּהַוַ ָּ֖כלַמֹוע ֲָדּה
vêhishbatí kol-mêsosáĥ, jagáĥ jodsháĥ vêshabatáĥ; vêjól mó'adáĥ.
Haré cesar todo su regocijo: sus fiestas, sus lunas nuevas, sus shabatot y todas sus
festividades.
(14)
ַנּו־לי
ָּ֖ ִּ ֲַשרַנָ ת
ָּ֥ ֶ ָּ֥הַהמָ הַ֙ ַלִִּ֔ יַא
ֵׁ ֵׁ֨ ָרַאמַ ָ ָ֗רהַאֶ תנ
ָ ֲש
ָ֣ ֶ וה ֲִּשמ ָ֗ ִּתיַגפנָּהַ֙ ַּות ֵׁ ָ֣אנ ִ֔ ָָתּהַא
:מַאה ֲָבָ֑יַוַשמ ִּ ָ֣תיםַלַ ִ֔יערַו ֲאכָלָ ָּ֖תםַחיָּ֥תַהשָ ֶדה
váhashimotí gafnaĥ uténatáĥ, ashér ámêráh etnáh hémah lí, ashér nátênu-lí
mêáhavái; vêsamtím lêiá'ar, váajalátam jaiát hasadéh.
Arrasaré sus viñas y sus higueras de las cuales ha dicho: 'Son la paga que me han
dado mis amantes.' Yo las reduciré a matorral, y se las comerán los animales del
campo.
852
2 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
(15)
ַ ֲַ֙שרַתק ִּ ָ֣טירַל ִ֔ ֶָהםַו ֵ֤תעדַנִּ זמָ ּה
ָ֣ ֶ ּופָ קד ִּ ָ֣תיַ ָע ֶָ֗ליהָ ַאֶ ת־יַ ֵׁ ֵ֤מיַהבַעָלִּ יםַ֙ ַא
ַס:ַיַשכַ ָחָּ֖הַנַאֻם־יהוָ ה ָ וַחֶ לי ִ֔ ָָתּהַו ֵׁ ָּ֖תלְֶךַאח ֵׁ ֲָ֣ריַמַאה ֲֶבָ֑יהָ ַוַא ִּ ָּ֥ת
ufáqadtí 'aléiha et-iêméi habê'alim ashér taqtír lahém, vatá'ad nizmaĥ vêjeliatáĥ,
vatélej ájaréi mêáhavéiha; vêotí shájêjáh nêum-Adonai .
La castigaré por los días dedicados a los Baales, a los cuales ha quemado
incienso y para los cuales se ha adornado con sus aretes y sus joyas. Ella se ha
ido tras sus amantes y se ha olvidado de mí', dice el Eterno.
(16)
:ֵ֤הַאנכִּ יַ֙ ַמַפ ִ֔ ֶתיהָ ַוַהלכ ִּ ָּ֖תיהָ ַה ִּמד ָבָ֑רַוַ ִּדבר ִּ ָּ֖תיַעל־לִּ ָבּה
ָ ֵָׁל ֵָׁ֗כןַהִּ נ
lajén hinéh ánojí mêfatéiha, vêhólajtíha hamidbár; vêdibartí 'al-libáĥ.
Y desde allí le daré sus viñas, y el valle de Acor será como puerta de esperanza.
Allí me responderá como en los días de su juventud, y como en el día en que
subió de la tierra de Egipto.
(18)
ַי־ליַעָּ֖ ֹוד
ָּ֥ ִּ א־תקרַ ִּא
ִּ ישיַוַל
ָ֑ ִּ יַא
ִּ הַתק ַר ִּ ָּ֖א
ִּ וַהָ יָ ֵ֤הַביֹום־ההּואַ֙ ַנַאֻם־יה ִ֔ ָו
:ַבע ִּלי
vêhaiáh vaiom-hahu nêum-Adonai, tiqrêí ishí; vêló-tiqrêi-lí 'ód ba'lí .
Sucederá en aquel día, dice el Eterno, que me llamarás: 'Marido mío'; y nunca
más me llamarás: 'Señor mío.'
(19)
:יםַמ ִּ ָ֑פיהָ ַוַלא־יִּ זַכַ ָּ֥רּוַעָּ֖ ֹודַבִּ ש ָמם
ִּ וה ֲִּסר ִּ ָ֛תיַאֶ ת־שַ ָּ֥מֹותַהבַע ִּ ָָּ֖ל
vahasírotí et-shêmót habê'alím mipíha; vêló-izojêrú 'ód bishmám.
Porque yo quitaré de su boca los nombres de los Baales, y nunca más serán
mencionados sus nombres.
853
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 2
(20)
ַוַכָ ר ֵׁ֨ ִּתיַל ֶָהֵ֤םַבַ ִּריתַ֙ ַביָ֣ ֹוםַה ִ֔הּואַעִּ ם־חיֵ֤תַהשָ דֶ הַ֙ ַוַעִּ ם־עָ֣ ֹוףַהשָ ִ֔מיִּ ם
ַֹורַמן־הָ ִ֔ ָא ֶרץַוַהִּ שכב ִּ ָּ֖תים
ִּ בַּומלחָ מָ הַ֙ ַאֶ ש ָ֣ב
ִּ שַהאֲדָ ָ ָ֑מהַוַ ֵׁ֨ ֶקשֶ תַוַ ֶח ֵֶ֤ר
ָ ֶוַ ֶ ָּ֖רמ
:ל ֶָבטח
vêjáratí lahém bêrit baióm hahú, 'im-jaiát hasadeh vê'im-'óf hashamáim, vêrémes
háadamáh; vêqéshet vêjérev umiljamah eshbór min-haáretz, vêhishkavtím
lavétaj.
'En aquel día haré por ellos un pacto con los animales del campo, con las aves del
cielo y con las serpientes de la tierra. Quebraré el arco y la espada, y anularé la
guerra en la tierra. Y les haré dormir seguros.
(21)
ַיְךַליַלַעֹולָ ָ֑םַוַ ֵׁארש ִּ ָּ֥תיְךַלִּ יַ֙ ַבַ ֶצָ֣דֶ קַּוב ִּמש ִָ֔פטַּוב ֶחָּ֖סֶ ד
ָּ֖ ִּ וַ ֵׁארש ִּ ָּ֥ת
:ַּוברח ֲִּמים
vêérastíj lí lê'olám; vêérastíj lí bêtzédeq uvmishpát, uvjésed úvrajamím .
Y sucederá en aquel día, dice el Eterno, que responderé a los cielos, y ellos
responderán a la tierra.
(24)
ֶ ָּ֥וַהָ ָ ָ֣א ֶרץַת ֲע ִֶ֔נהַאֶ ת־הדָ גָ ָּ֖ ָֽןַוַאֶ ת־ה ִּת ָ֣ירֹושַוַאֶ ת־היִּ צ ָהָ֑רַוַ ֵׁ ָּ֖הםַיעֲנ
ּוַאת־
:יִּ ז ַרעֶ אל
vêhaáretz tá'anéh, et-hadagán vêet-hatirósh vêet-haitzhár; vêhém iá'anú ét-Izrê’él.
854
2-3 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
El Eterno me dijo de nuevo: 'Ve, ama a una mujer que ama a un amante y comete
adulterio. Ámala con un amor como el del Eterno por los Hijos de Israel, a pesar
de que ellos miran a dioses ajenos y aman las tortas de pasas.'
(2)
:ָשרַכָ ָ֑סֶ ףַוַ ָּ֥חמֶ רַשַע ִּ ָּ֖ריםַוַלֵׁ ָּ֥תֶ ְךַשַע ִּרים
ָּ֖ ָ וָ אֶ כַ ֶ ָ֣רהָ ַלִִּ֔ יַבח ֲִּמ ָ ָּ֥שהַע
váekêréha lí, bájamisháh 'asár kásef; vêjómer sê'orím vêlétej sê'orím.
855
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 3-4
(4)
ַיןַמלְֶךַ֙ ַוַ ֵׁ ָ֣איןַשִָ֔ רַוַ ֵׁ ָּ֥איןַזֶ ָּ֖בחַוַ ֵׁ ָ֣אין
ֶ ֵׁ֨ לַא
ָּ֥ ֵׁ ִּ ָ֣כיַ׀ַי ִּ ָָ֣מיםַר ִָּ֗ביםַיֵׁ שַבּוַ֙ ַבַנֵׁ ָ֣יַיִּ ש ָר ִ֔ ֵׁא
:מצֵׁ ָבָ֑הַוַ ֵׁ ָּ֥איןַאֵׁ ָּ֖פֹודַּות ָר ִּפים
kí | iamím rabím iéshêvú bênéi Israél, éin mélej vêéin sár, vêéin zévaj vêéin
matzeváh; vêéin efód utrafím.
Porque muchos años estarán los Hijos de Israel sin rey, ni gobernante, ni
sacrificio, ni piedras rituales, ni efod, ni ídolos domésticos.
(5)
ַיהםַוַ ֵׁ ָּ֖אתַדָ ִּ ָ֣וידַמלכָ ָ֑ם
ֶ ִ֔ ֵׁא ָ֗חרַיָשֵֻׁ֨ בּוַ֙ ַבַנֵׁ ָ֣יַיִּ ש ָר ִ֔ ֵׁאלַּובִּ קשּוַ֙ ַאֶ ת־יהוָ ָ֣הַאֱלה
ַפ:ַל־טּובֹוַבַאח ִּ ֲָּ֥ריתַהי ִָּמים
ָּ֖ ֶּופָ ח ֲ֧דּוַאֶ ל־יהוָ ָ֛הַוַא
ajár iashúvú bênéi Israél, uviqshú et-Adonai elóheihém, vêét davíd malkám;
ufájadú el-Adonai vêel-tuvó bêájarít haiamím .
Oíd la palabra del Eterno, oh Hijos de Israel: 'el Eterno tiene pleito con los
habitantes de la tierra, porque no hay en la tierra verdad, ni lealtad, ni
conocimiento de Elohim.
(2)
:אָ לָ֣ הַוַכ ִ֔ ֵׁחשַוַ ָר ָּ֥צחַוַג ָָּ֖נבַוַנ ָָ֑אףַפ ָ ָֹּ֕רצּוַוַדָ ִּ ָּ֥מיםַבַדָ ִּ ָּ֖מיםַנָגָ עּו
alóh vêjajésh, vêratzóaj vêganóv vênaóf; parátzu vêdamím bêdamím nagá'u.
856
4 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
(3)
ַבַבּהַבַחיָּ֥תַהשָ ֶ ָּ֖דהַּובעָ֣ ֹוף
ָ ִ֔ ל־יֹוש
ָ֣ ֵׁ ַָ֣ןַ׀ַתאֱבָ֣לַהָ ָ֗ ָא ֶרץַוַאֻמללַַ֙כ ֶ ֵׁעל־כ
:ַהשָ ָ ָ֑מיִּ םַוַגם־דַגֵׁ ָּ֥יַהיָ ָּ֖םַיֵׁ אָ ֵׁספּו
'al-kén | téevál haáretz vêumlal kol-ioshév báĥ, bêjaiát hasadéh uv'óf hashamáim;
vêgam-dêgéi haiám iéaséfu .
Por eso la tierra está de duelo, y todo habitante de ella desfallece junto con los
animales del campo y las aves del cielo. Aun los peces del mar perecen.
(4)
:יבָּ֥יַכ ֵׁהן
ֵׁ ָ֣חַאישַוַעמַךָּ֖ ַכִּ מ ִּר
ָ֑ ִּ ְךַאישַאל־י ֵׁ ָָּ֖רבַוַאל־יֹוכ
ָ֛ ִּ ָּ֥א
áj ísh al-iarév vêal-iojáj ísh; vê'amêjá kimrivéi johén.
'Cuanto más se acrecentaron, más pecaron contra mí; por tanto, yo cambiaré su
gloria en afrenta.
(8)
:ח ָּ֥טאתַע ִּ ָּ֖מיַיאכֵׁ ָ֑לּוַוַאֶ ל־עֲֹונָ ָּ֖םַיִּ ש ָּ֥אּוַנפשֹו
857
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 4
Sobre las cumbres de los montes ofrecen sacrificios y queman incienso sobre las
colinas, debajo de las encinas, de los álamos y de los olmos, que tienen buena
sombra. Por tanto, vuestras hijas se prostituirán, y vuestras nueras cometerán
adulterio.
858
4 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
(14)
ַכיַתַנ ִָ֔אפנָהַכִּ י־ ָ֣ ִּ ַ֙יַתז ֶָ֗נינָהַוַעל־כלֹותֵׁ יכֶם ִּ םַכ
ָ֣ ִּ לא־אֶ פ ֵׁ֨קֹודַעל־בַנֹותֵׁ י ֶָ֜כ
:הֵׁ םַ֙ ַעִּ ם־הזנָ֣ ֹותַיַפ ֵׁ ִָ֔רדּוַוַעִּ ם־הקַדֵׁ ָּ֖שֹותַיַז ֵׁבָ֑חּוַוַעָ ָּ֥םַלא־י ִּ ָָּ֖ביןַיִּ ל ֵָׁבט
ló-efqód 'al-bênóteijém kí tiznéinah vê'al-kalóteijem kí tênaáfnah, ki-hem 'im-
hazonót iêfarédu, vê'im-haqêdeshót iêzabéju; vê'ám ló-iavín ilavét.
Porque Israel es obstinado como una vaca obstinada: ¿Los apacentará el Eterno
ahora, como a un cordero en un lugar espacioso?
(17)
:ח ֲ֧בּורַעֲצ ִּ ָ֛ביםַאֶ פ ָ ָּ֖ריִּ םַהנח־לֹו
javúr 'atzabím efráim hánáj-ló.
'Oh sacerdotes, escuchad esto; estad atentos, oh casa de Israel; prestad atención,
oh casa del rey. Porque contra vosotros es el juicio, pues habéis sido trampa en
Mizpa y red extendida sobre el Tabor.
(2)
:ָּ֖יַמּוסרַלַכֻלָ ם
ָּ֥ ָ וַשח ָ ֲָּ֥טהַשֵׁ ִּ ָּ֖טיםַהֶ ע ִּ ָ֑מיקּוַוא ֲִּנ
vêshájatáh setím he'míqu; váaní musár lêjulám.
Sus obras no les permiten volver a su Elohim, porque hay espíritu de prostitución
en medio de ellos, y no conocen al Eterno.
860
5 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
(5)
ָשלַגם־
ָּ֥ וַעָנָ ָּ֥הַגַאֹון־יִּ ש ָר ֵׁ ָּ֖אלַבַפָנָ ָ֑יוַוַיִּ ש ָר ֵׁ ָ֣אלַוַאֶ פ ָ֗ריִּ םַיִּ כָ שַלּוַ֙ ַבעֲֹו ִָ֔נםַכ
:הּודהַעִּ ָמם
ָּ֖ ָ ַי
vê'anáh gêón-Israél bêfanáv; vêIsraél vêefráim ikáshêlú bá'aonám, kashál gam-
Iêhudáh 'imám.
Con sus ovejas y sus vacas andarán buscando al Eterno, pero no le encontrarán.
Él se ha apartado de ellos.
(7)
ַיהם
ֶ ֵָּׁ֥םַחדֶ שַאֶ ת־חֶ לק
ָּ֖ ֵׁאכל
ַ ביהוָ ָ֣הַבָ ִ֔ ָגדּוַ ִּכי־בָ ִּנָּ֥יםַז ִּ ָָּ֖ריםַיָלָ ָ֑דּוַע ָ ָ֛תהַי
ַס:
báAdonai bagádu, kí-vaním zarím ialádu; 'atáh iójêlém jódesh et-jelqeihém .
Al Eterno han traicionado, porque han engendrado hijos ilegítimos. Ahora los
devorará la luna nueva, junto con sus parcelas.
(8)
:ָ֣יתַאוֶןַאח ֶ ֲָּ֖ריךַבִּ ני ִָּמין
ָ ִ֔ הַב ָר ָ ָ֑מהַהָ ִּ ֵׁ֨ריעּוַ֙ ֵַׁב
ָ ִּתקעֵ֤ ּוַשֹופָרַ֙ ַבגִּ ב ִָ֔עהַחֲצצַ ָ ָּ֖ר
tiq'ú shofar bagiv'áh, jatzótzêráh báramáh; harí'ú béit áven, ájaréja biniamín.
Efráim será una desolación en el día del castigo. En las tribus de Israel hago
conocer lo que es verdadero.
(10)
:ֵׁיהםַאֶ ש ָּ֥פֹוְךַכ ָּ֖מיִּ םַעֶב ָר ִּתי
ֶ ֹּ֕ הּודהַכַמ ִּסיגֵׁ ָּ֖יַגַ ָ֑בּולַ ֲעל
ָ ִ֔ ַהָ יּוַ֙ ַשָ ֵׁ ָ֣ריַי
haiú saréi Iêhudáh, kêmasigéi gêvúl; 'aleihém eshpój kamáim 'evratí.
861
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 5
Los gobernantes de Iehudá fueron como los que traspasan los linderos; derramaré
mi ira sobre ellos como agua.
(11)
:י־צו
ָ יַהֹואילַהָ לְָּ֖ךַאח ֲֵׁר
ִִּ֔ ָ֑טַכ
ָ֣ ִּ ָּוץַמשפ
ִּ םַר ָ֣צ
ַ ִּע ָָּ֥שּוקַאֶ פ ָּ֖רי
'ashúq efráim rêtzútz mishpát; kí hoíl, haláj ájarei-tzáv.
Yo, pues, seré para Efráim como polilla, y como carcoma para la casa de Iehudá.
(13)
ַֹוַויהּודָ הַ֙ ַאֶ ת־מַז ִ֔רֹוַויֵׁ ֵ֤לְֶךַאֶ פ ֵׁ֨ריִּ םַ֙ ַאֶ ל־א ִ֔שּור
ִּ ָ֗ו ֵׁ֨יראַאֶ פ ָ֜ריִּ םַאֶ ת־חַלַי
ַָּ֥הַמכֶ ָּ֖ם
ִּ ּואַלאַיּוכלַַ֙לִּ ר ָ֣פאַ ָל ִֶ֔כםַוַלא־יִּ ג ֶה ָ֣ ֶ ֶויִּ שלָּ֖חַא
ֵ֤ ל־מלְֶךַי ֵׁ ָָ֑רבַוַ ָ֗ה
:מָ זֹור
vaiár efráim et-jolêío víhudah et-mêzoró, vaiélej efráim el-ashúr, vaishláj el-
mélej iarév; vêhú ló iujal lirpó lajém, vêló-ighéh mikém mazór.
Porque yo seré para Efráim como un león, y como un cachorro de león para la
casa de Iehudá: Yo mismo arrebataré y me iré; tomaré, y no habrá quien libre.
(15)
ַקֹומיַעָּ֥דַא ֲֶשר־יֶאשַ ָּ֖מּוַּובִּ ק ָ֣שּוַפָנָ ָ֑יַבצָּ֥רַל ֶָהָּ֖ם
ִִּ֔ ַאֵׁ לֵׁ ְֵ֤ךַאָ ֵׁ֨שּובָ הַ֙ ַאֶ ל־מ
:יַשח ֲֻרנַנִּ י
eléj ashúvah el-mêqomí, 'ád ashér-ieshêmú uviqshú fanái; batzár lahém
iêshájarúnêni.
862
5-6 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
Él nos dará vida después de dos días; al tercer día nos levantará, y viviremos
delante de él.
(3)
ַוַנֵׁ ָֽדַעָ ָ֣הַנִּ רדַ ָָ֗פהַל ֵָׁ֨דעתַ֙ ַאֶ ת־יה ִ֔ ָוהַכַ ָּ֖שחרַנָכָ֣ ֹוןַמצָ ָ֑אֹוַוַי ֵָ֤בֹואַכ ֵׁ֨ ֶגשֶ םַ֙ ַ ִָ֔לנּו
:ַהַא ֶרץ ָ כַמל ָּ֖קֹושַיָּ֥ ֶֹור
vênédê'áh nirdêfáh ladá'at et-Adonai, kêshájar najón mótzaó; vêiavó jagéshem
lánu, kêmalqósh íoreh áretz .
'¿Qué haré contigo, oh Efráim? ¿Qué haré contigo, oh Iehudá? Vuestra lealtad es
como la nube de la mañana y como el rocío que muy temprano se desvanece.
(5)
:יךַאֹורַי ֵֵׁׁצא
ָּ֥ יַּומשפ ֶ ָָּ֖ט
ִּ י־פָ֑ ִּ יאיםַהֲרג ִּ ָּ֖תיםַבַ ִּאמ ֵׁר
ִִּ֔ ִּעל־ ֵָׁ֗כןַחָ ֵׁ֨צב ִּתיַ֙ ַבנַב
'al-kén jatzávtí banêviím, haragtím bêimrei-fí; umishpatéja ór ietzé.
863
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 6
Por esta razón yo los despedazaré por medio de los profetas; los mataré con los
dichos de mi boca, y mi juicio saldrá como la luz.
(6)
:ַיםַמעלֹות
ֵׁ ֱלה
ָּ֖ ִּ יַחָּ֥סֶ דַחָ פָּ֖צ ִּתיַוַלא־זָ ָ֑בחַוַ ָּ֥דעתַא
ֶ ִּ ָ֛כ
kí jésed jafátzti vêlo-závaj; vêdá'at elohím mé'olót .
También para ti, oh Iehudá, está preparada una cosecha. 'Cuando yo restaure de
la cautividad a mi pueblo,
864
7 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
Todos ellos son adúlteros. Son como un horno encendido por el panadero que
cesa de avivar el fuego después que está hecha la masa, hasta que esté leudada.
(5)
:תַמיָ ָָֽ֑יִּ ןַמָ ָּ֥שְךַי ָָּ֖דֹוַאֶ ת־לצַ ִּצים
ִּ נּוַהחֱלָּ֥ ּוַשָ ִּ ָּ֖ריםַח ֲָ֣מ
ֶ יָ֣ ֹוםַמל ִֵׁ֔כ
íom malkénu, héjelú sarím jamát miáin; masháj iadó et-lótzêtzím.
865
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 7
En el día de nuestro rey, los gobernantes se enfermaron con el calor del vino; y él
extendió su mano a los burladores.
(6)
ַרַהּוא
ָּ֥ ֶםַבק
ֹּ֕ ִּכי־קֵׁ ר ֧בּוַכתנָ֛ ּורַלִּ ָבָּ֖םַבַאַר ָבָ֑םַכַל־ה ֵׁ֨לילָהַ֙ ַי ֵׁ ָָ֣שןַאפ ִ֔ ֵֶׁה
:בעֵׁ ָּ֖רַכַ ֵׁ ָּ֥אשַלֶ הָ ָבה
kí-qervú jatanúr libám bêorbám; kol-haláilah iashén ófehém, bóqer hú vo'ér
kêésh léhaváh.
Todos ellos arden como un horno y devoran a sus jueces. Todos sus reyes han
caído; no hay entre ellos quien me invoque.
(8)
:יםַהּואַיִּ תבֹולָ ָ֑לַאֶ פ ָ֛ריִּ םַהָ יָ ָּ֥הַעֻגָ ָּ֖הַבַ ִּ ָּ֥ליַהֲפּוכָ ה
ָ֣ םַבע ִּ ָּ֖מ
ָ ִּאֶ פ ֹּ֕רי
efráim bá'amím hú itbolál; efráim haiáh 'ugáh bêlí hafujáh.
'Efráim se mezcla con los pueblos; Efráim es como una torta a la cual no se le ha
dado la vuelta.
(9)
:ּואַלאַי ָָדע
ָּ֥ הַבֹוַוַ ָּ֖ה
ִ֔ ָּואַלאַי ָ ָָ֑דעַגם־שֵׁ יבָ הַ֙ ַזָ ָָֽ֣רק
ָ֣ ָאכַלֵ֤ ּוַז ִָּריםַ֙ ַכ ִ֔חֹוַוַ ָּ֖ה
ájêlú zarim kojó, vêhú ló iadá'; gam-seivah zárqah bó, vêhú ló iadá'.
Los extraños han devorado sus fuerzas, pero él no se da cuenta. Aun las canas se
han esparcido sobre él, pero él no se da cuenta.
(10)
ַיהםַוַ ָּ֥לאַבִּ ק ֻשָּ֖הּו
ֶ ִ֔ ֵׁוַעָנָ ָּ֥הַגַאֹון־יִּ ש ָר ֵׁ ָּ֖אלַבַפָנָ ָ֑יוַוַלא־שֵָׁ֨ בּוַ֙ ַאֶ ל־יהוָ ָ֣הַאֱלה
:ַבַכַל־זאת
vê'anáh gêón-Israél bêfanáv; vêlo-shávú el-Adonai elóheihém, vêló viqshúhu
bêjol-zót .
866
7 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
Efráim ha sido como una paloma, incauto y sin entendimiento, llamando a Egipto
y acudiendo a Asiria.
(12)
ַירם
ֹּ֕ ֵׁ ידםַאי ִּס
ָ֑ ֵׁ ֲשרַ ֵׁי ֵָׁ֗לכּוַאֶ פ ֵ֤רֹושַ ֲעלֵׁיהֶ םַ֙ ִַּרש ִ֔ ִּתיַכַעָּ֥ ֹוףַהשָ ָּ֖מיִּ םַא ִֹּור
ָ֣ ֶ כא
ַס:כַ ֵׁ ָּ֖שמעַלעֲדָ ָתם
káashér ieléju efrós 'aleihem rishtí, kê'óf hashamáim óridém; aisirém kêshéma'
lá'adatám.
Cuando vayan, extenderé sobre ellos mi red y los haré caer como aves del cielo.
Los atraparé al escuchar su ruido de bandada en descenso.
(13)
ַעּוַביַוַ ָאנ ִּ ָ֣כיַאֶ פ ִ֔ ֵׁדםַוַ ֹּ֕ ֵׁהמָ ה
ָ֑ ִּ יַשדַל ֶָהָּ֖םַכִּ י־פָ ָ֣ש
ָּ֥ ִּּוַמ ִ֔ ֶמנ
ִּ ֵ֤אֹויַלָהֶ םַ֙ ִַּכי־נַדַ ָ֣ד
:ִּד ַב ָּ֥רּוַעָלָּ֖יַכַז ִָּבים
ói lahem kí-nodêdú miméni, shód lahém ki-fásh'u ví; vêánojí efdém, vêhémah
dibêrú 'alái kêzavím.
¡Ay de ellos, porque se apartaron de mí! ¡Destrucción sobre ellos, porque contra
mí se rebelaron! Yo los redimiría, pero ellos hablan mentiras contra mí,
(14)
ַבֹותםַעל־דָ גָ ֧ ָֽןַוַ ִּת ָ֛ירֹוש
ָ֑ ָ ַל־משכ
ִּ םַכיַיַי ִּ ֵָּׁ֖לילּוַע
ָּ֥ ִּ וַלא־ ָזע ֲֵ֤קּוַאֵׁ ליַ֙ ַבַלִּ ִ֔ ָב
:ּורּוַבי
ִּ גֹוררּוַי ָָּ֥ס ָּ֖ ָ יִּ ת
vêló-za'aqú elaí bêlibám, kí iêielílu 'al-mishkêvotám; 'al-dagán vêtirósh itgoráru
iasúru ví.
Y aunque les instruí y fortalecí sus brazos, ellos traman el mal contra mí.
867
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 7-8
(16)
ַָּ֖םַמזָ֣עםַלַשֹונָ ָ֑ם
ִּ יה ֶ בַש ֵׁר
ָ ּובּוַ׀ַלאַ ָָ֗עלַהָ יּוַ֙ ַכַ ֶ ָ֣קשֶ תַ ַר ִּמ ִָ֔יהַיִּ פַלָּ֥ ּוַב ֶח ֶָ֛ר
ָ֣ י ָָ֣ש
:ץַמצ ָריִּ ם ִּ זָּ֥ ֹוַלעגָ ָּ֖םַבַ ֶ ָּ֥א ֶר
iashúvu | ló 'ál haiú kêqéshet rêmiáh, ipêlú vajérev sáreihém mizá'am lêshonám;
zó la'gám bêéretz mitzráim.
Se vuelven, pero no al Altísimo. Son como arco que falla. Sus dirigentes caerán a
espada por la furia de su lengua. Esto será su escarnio en la tierra de Egipto.
'¡Lleva el shofar a tus labios! ¡Viene como un águila contra la casa del Eterno!
Porque quebrantaron mi pacto y se rebelaron contra mi Torá.
(2)
:ָּ֥יַידעֲנָּ֖ ּוךַיִּ ש ָר ֵׁאל
ַ ִּ ָּ֖ליַיִּ זעָ ָ֑קּוַאֱלה
lí iz'áqu; elohái iêda'anúja Israél.
(5)
:יַלאַיּוכלָּ֖ ּוַנִּ קָ ין
ָּ֥ יַבָ֑םַעד־מָ ֹּ֕ת
ָ זָנחַ֙ ַעֶגלֵׁ ְָ֣ךַשמַ ִ֔רֹוןַחָ ָ ָּ֥רהַא ִּ ָּ֖פ
zanaj 'egléj shómêrón, jaráh apí bám; 'ad-matái ló íujlú niqaión.
aunque son de Israel? Un escultor lo hizo, y eso no proviene de Elohim. Por eso,
el becerro de Shomrón será hecho pedazos.
(7)
ַה־קמח
ֶ ִ֔ ֶין־לֹוַצֶ֚ מחַבַ ִּ ָ֣ליַיעֲש
ָ֗ הַא
ֵׁ יַרּוחַיִּ ז ָ ָּ֖רעּוַוַסּופָ ָ֣תָ הַיִּ ק ָ֑צרּוַקָ ָ ָ֣מ
ָּ֥ ִּ ָ֛כ
:אּולָ֣יַיעֲשִֶ֔ הַז ִּ ָָּ֖ריםַיִּ בלָעֻ הּו
kí rúaj izrá'u vêsufátah iqtzóru; qamáh éin-ló tzémaj bêlí iá'aseh-qémaj, ulái
iá'aséh, zarím ivla'úhu.
Israel será tragado; pronto ellos serán entre las naciones como un objeto que
nadie aprecia.
(9)
:אַבֹודדַלָ֑ ֹוַאֶ פ ָּ֖ריִּ םַהִּ תנָּ֥ ּוַאֲהָ ִּבים
ָ֣ ֵׁ י־המָ הַ֙ ַעָלָ֣ ּוַא ִ֔שּורַפֶ ֶָּ֖ר
ֵׁ ֵׁ֨ ִּכ
ki-hémah 'alú ashúr, pére bodéd ló; efráim hitnú ahavím.
Porque subirán a Asiria; Efráim será un asno montés solitario. 'Han comprado
amores;
(10)
:אַמלְֶךַשָ ִּרים
ָּ֥ ֶ טַממ ָ ָּ֖ש
ִּ גֹויָּ֖םַע ָ ָ֣תהַאֲקבַ ֵׁ ָ֑צםַוי ֵָׁחָ֣לּוַמַ ִָ֔ע
ִּ ָ֛םַכי־יִּ תנָּ֥ ּוַב
ִּ ג
869
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 8-9
gám kí-itnú vagoím 'atáh aqabêtzém; vaiajélu mê'át, mimasá mélej sarím.
pero aunque los compren entre las naciones, ahora los reuniré, y empezarán a
menguar bajo la carga de un rey muy poderoso.
(11)
:ֹוַמזבַ ָּ֖חֹותַלחֲטא
ִּ ָּ֥אַהיּו־ל
ָ םַמזבַ ָּ֖חֹותַלח ֲָ֑ט
ִּ ִִּּכי־הִּ ר ָבָּ֥הַאֶ פ ָ֛רי
kí-hirbáh efráim mizbêjót lájató; háiu-ló mizbêjót lájató.
Porque Efráim multiplicó altares para pecar; para pecado le han sido los altares.
(12)
:ב־)ַלֹוַרבוַ(רֻ ֵׁבָּ֖י)ַת ָֹור ִּ ָ֑תיַכַמֹו־זָ ָּ֖רַנֶח ָשבּו
ִ֔ ַאכתוב־ַ(אכת
ֶ ֵׁ֨
JTVV- (éjtov-) ló, RVV (rubéi) tóratí; kêmo-zár nejshávu.
Yo escribí para él las grandezas de mi Torá, pero han sido tenidas como cosas
extrañas.
(13)
ַ ַ֙אַר ָצָ֑םַע ָ֞ ָתהַיִּ ז ֵ֤כרַעֲֹונָם
ָ ָּ֖הַל
ָ֣ ָזִּב ֵׁחָ֣יַהבהָ ָ֗ביַיִּ זבַ ֵ֤חּוַבָ שָ רַ֙ ַויא ִֵׁ֔כלּוַיהו
:ַהַמצ ָּ֥ריִּ םַיָשּובּו
ִּ ָםַהָּ֖מ
ֵׁ אות ָ ִ֔ וַיִּ פ ָ֣קדַחט
zivjéi havhavái izbêjú vasar vaiojélu, Adonai ló ratzám; 'atáh izkór 'aonam
vêifqód jatovtám, hémah mitzráim iashúvu .
A ellos les gusta ofrecer sacrificios. Sacrifican y comen carne, pero el Eterno no
los acepta. Ahora se acordará de su iniquidad y los castigará por sus pecados:
¡Volverán a Egipto!
(14)
ַיהּודהַהִּ ר ָבָּ֖הַע ִּ ָָ֣ריםַבַצ ָֻ֑רֹות
ָ ֹּ֕ ֹותַו ֵׁ ַ֙ויִּ ש ֵׁ֨כחַיִּ ש ָר ָ֜ ֵׁאלַאֶ ת־עשֵָׁ֗ הּוַו ִֵּׁ֨יבֶ ן
ִּ ַהיכ ִָ֔ל
ַפ: ָי־אשַבַע ָ ִָ֔ריוַוַ ָאכַלָ ָּ֖הַארמַנ ֶתיה ָ֣ ֵׁ וַ ִּשלח ִּת
vaishkáj Israél et-'oséhu vaíven héijalót, víhudáh hirbáh 'arím bêtzurót; vêshilajti-
ésh bê'aráv, vêájêláh armênotéiha.
'Israel olvidó a su Hacedor y edificó mansiones, y Iehudá multiplicó ciudades
fortificadas. Pero enviaré fuego a sus ciudades, el cual devorará sus palacios.'
al-tismáj Israél | el-gil ká'amím, kí zaníta me'ál elohéja; ahávta etnán, 'ál kol-
gorênót dagán.
No habitarán más en la tierra del Eterno, sino que Efráim volverá a Egipto, y en
Asiria comerán comida impura.
(4)
ַיהםַכַלֶ ֵ֤חֶ םַאֹונִּ יםַ֙ ַל ִ֔ ֶָהם
ֶ ָ֗ ֵׁלא־יִּ סַכֵׁ֨ ּוַליהוָ ָּ֥הַ׀ַייִּ ן֮ ַוַ ָ֣לאַיֶ עֶרבּו־לֹוַֹ֒זִּבח
:ַֹואַבָּ֥יתַיהוָ הֵׁ םַלאַי ָָּ֖ב
ָּ֥ ִָ֔אּוַכי־לח ָ ָ֣מםַלַנפש ִּ כַל־אכַלָ ָּ֖יוַיִּ ט ָ ָ֑מ
ló-isêjú láAdonai | iain vêló ié'ervu-ló zivjeihém kêléjem onim lahém, kol-ójêláv
itamáu; kí-lajmám lênafshám, ló iavó béit Adonai .
No harán libación de vino para el Eterno, ni sus sacrificios le serán gratos. Su pan
será como pan de duelo. Todos los que coman de él serán impuros. Su pan será
para ellos mismos; no entrará en la casa del Eterno.
(5)
:ַמה־תע ֲָּ֖שּוַלַיָ֣ ֹוםַמֹועֵׁ ָ֑דַּוליָּ֖ ֹוםַחג־יהוָ ה
máh-ta'asú lêíom mo'éd; ulíom jag-Adonai .
871
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 9
¡Han llegado los días del castigo; han llegado los días de la retribución! ¡Que lo
sepa Israel! El profeta es necio; el hombre inspirado está loco, a causa de la
grandeza de tu pecado y de tu gran hostilidad.
(8)
ַלהָ֑יַנ ִָָּ֞ביאַפֵ֤חַיָקֹושַ֙ ַעל־כַל־דַ ָר ִָ֔כיוַמשטֵׁ ָ ָּ֖מה
ָ ֱצפֶ ָּ֥הַאֶ פ ָּ֖ריִּ םַעִּ ם־א
:ֱלהיוָ בַ ֵׁבָּ֥יתַא
tzoféh efráim 'im-elohái; naví páj iaqosh 'al-kol-dêrajáv, mastemáh bêvéit eloháv.
'Como a uvas en el desierto, hallé a Israel; como el fruto temprano de una higuera
primeriza, vi a vuestros padres. Pero ellos acudieron al Baal de Peor, se
consagraron a la vergüenza y se volvieron tan detestables como aquello que les
apasionaba.
872
9 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
(11)
:ןַּומהֵׁ ָריֹון
ֵׁ ֶהַּומ ֶבָּ֖ט
ִּ םַמל ָ ֵָּׁ֥ד
ִּ בֹוד
ָ֑ ָ ַאֶ פ ֹּ֕ריִּ םַכָעָּ֖ ֹוףַיִּ תעֹופֵׁ ָ֣ףַכ
efráim ka'óf it'oféf kêvodám; miledáh umibéten uméheraíon.
Cual ave volará la gloria de Efráim: sin nacimiento, sin embarazo y sin
concepción.
(12)
ַשּורי
ָּ֥ ִּ ַם־אֹויַל ֶָהָּ֖םַב
ָּ֥ םַכי־ג
ִּ ֵׁיהםַוַ ִּשכל ִּ ָּ֖תיםַ ֵׁמאָ ָ ָ֑ד
ֶ ִ֔ יַאם־יַגדַלּוַ֙ ַאֶ ת־בַנ
ִּ ִּ ֵ֤כ
:מֵׁ ֶהם
kí im-iêgadêlú et-bêneihém, vêshikaltím méadám; kí-gam-ói lahém bêsurí
mehém.
Aunque críen a sus hijos, les privaré de ellos sin dejarles uno solo. ¡Ay de ellos
también cuando yo me aparte de ellos!'
(13)
הֹוציאַאֶ ל־
ָּ֥ ִּ ַיתיַלַ ָּ֖צֹורַשַתּולָ ָ֣הַבַנָוֶ ָ֑הַוַאֶ פ ֹּ֕ריִּ םַל
ִּ ר־ר ִּ ָּ֥א
ָ ֶאֶ פ ָ֛ריִּ םַכאֲש
:ה ֵׁ ָּ֖רגַבָ נָ יו
efráim káasher-raíti lêtzór shêtuláh vênavéh; vêefráim lêhotzí el-horég banáv.
Cuando vi a Efráim, él era una roca asentada en una pradera. Sin embargo,
Efráim entregará sus hijos al verdugo.
(14)
:ַַרחֶ םַמש ִ֔ ִּכילַוַשָ ָּ֖דיִּ םַצמַ ִּקים
ָ֣ ֶ ַ֙ה־ת ֵׁ ָ֑תןַתֵׁ ן־לָהֶ ם
ִּ תֵׁ ן־ל ֶָהָּ֥םַיהוָ ָּ֖הַמ
ten-lahém Adonai mah-titén; ten-lahem réjem mashkíl, vêshadáim tzómêqím .
Dales, oh Eterno, lo que les has de dar: Dales matriz que aborte y pechos resecos.
(15)
ַיתי
ָּ֖ ִּ ֵׁםַמב
ִּ ֵׁיה
ֶ ִ֔ לַרעַמעלַל ָ֣ יםַע
֚ ֵׁאתִּ ִ֔ י־שםַשַנ
ָ֣ ָ ִּל־רע ָ ֵָ֤תםַבגִּ ל ָגלַַ֙כ
ָ ַכ
:יהָּ֖םַס ַר ִּרים
ֶ ל־ש ֵׁר
ָ ַםַלאַאֹוסֵׁ ףַ֙ ַאהֲבָ ִ֔ ָתםַכ ֵ֤ ָֽר ֵׁ ָ֑ש
ַ ָאֲג
kol-rá'atám bagilgal ki-shám sênetím, 'ál ró'a má'alêleihém, mibeití agárêshém; ló
osef áhavatám, kol-sáreihém sórêrím.
'Toda la maldad de ellos ha tenido lugar en Gilgal. Allí, pues, les tomé aversión.
Por la maldad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más. Todos sus
dirigentes son desleales.
873
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 9-10
(16)
ַםַכיַיֵׁ לֵׁדִ֔ ּון
ָ֣ ִּ ּוןַג
֚ הֻכָ ָ֣הַאֶ פ ִ֔ריִּ םַשַר ָ ָּ֥שםַי ֵָׁבָּ֖שַפַ ִּ ָ֣ריַבלי־ַ(בל־)ַיע ֲָ֑ש
:וַ ֵׁהמ ִּ ָּ֖תיַמחֲמ ֵׁ ָּ֥דיַבִּ טנָ ם
hukáh efráim, shorshám iavésh pêrí VLI- (vál-) ia'asún; gám kí iéledún, vêhématí
májamadéi vitnám.
Israel era como una vid exuberante; y como él, era su fruto. Cuanto más se
multiplicó su fruto, tanto más multiplicó sus altares. Conforme a la prosperidad
de su tierra adornaron sus piedras rituales.
(2)
:בֹותם
ָ חֹותםַיַש ֵׁ ָּ֖דדַמ ֵׁצ
ָ ִ֔ ַףַמזב
ִּ מּוַהּואַיע ֲָ֣ר
֚ חָ לָּ֥קַלִּ ָבָּ֖םַע ָ ָ֣תהַיֶא ָ ָ֑ש
jaláq libám 'atáh ieshámu; hú iá'aróf mizbêjotám, iêshodéd matzévotám.
874
10 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
875
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 10
Los lugares altos de Avén, que son el pecado de Israel, serán destruidos. Sobre
sus altares crecerán espinos y cardos. Dirán a los montes: '¡Cubridnos!', y a las
colinas: '¡Caed sobre nosotros!'
(9)
ַָ֛הַמלחָ ָ ָּ֖מה
ִּ ָלַשםַע ִ֔ ָָמדּוַלא־ת ִּשיגֵׁ ֧םַבגִּ בע
ָ֣ ָ ִּמימֵׁ יַ֙ ַהגִּ ב ִָ֔עהַחָ ָ ָּ֖טאתָ ַיִּ ש ָר ֵׁ ָ֑א
:על־בַנֵׁ ָּ֥יַעלַוָ ה
mimeí hagiv'áh, jatáta Israél; shám 'amádu, ló-tasigém bagiv'áh miljamáh 'al-
bênéi 'álêváh.
'Desde los días de Gabaa has pecado, oh Israel. Allí han permanecido. ¿No los
alcanzó en Gabaa la batalla contra los inicuos?
(10)
ַבַאּו ִּ ָָּ֖תיַוַאֶ סַ ֵׁ ָ֑רםַוַאֻסַ ֵ֤פּוַ ֲעלֵׁיהֶ םַ֙ ַע ִִּ֔מיםַבַאַס ָ ָּ֖רםַלִּ ש ֵׁ ָּ֥תיַעינתם
:)ֹונֹותם
ָ (ע
bêavatí vêesorém; vêusêfú 'aleihem 'amím, bêosrám lishtéi 'intm ('ónotám).
Yo vendré y los castigaré: Los pueblos se reunirán contra ellos cuando sean
castigados por su doble iniquidad.
(11)
ַָארּה
ָ֑ ָ ל־טּובַצּו
ָּ֖ וַאֶ פ ָ֜ריִּ םַעֶגלָ ֵ֤הַמַלֻמָ דָ הַ֙ ַאהָ֣ב ִּתיַלָדִ֔ ּושַוא ֲִּנָ֣יַע ִָ֔בר ִּתיַע
:הּודהַיַשדֶ ד־לָּ֖ ֹוַיעֲקב ָ ִ֔ ַאר ִּ ֵ֤כיבַאֶ פ ֵׁ֨ריִּ םַ֙ ַיח ֲָ֣רֹושַי
vêefráim 'egláh mêlumadah ohávti ladúsh, váaní 'avárti, 'al-túv tzavaráĥ; arkív
efráim iájarósh Iêhudáh, iêsaded-ló Iá’aqóv.
'Efráim era una vaquilla domada a la que le gustaba trillar. Yo puse yugo de
bondad sobre su cuello. Yo haré llevar el yugo a Efráim. Iehudá arará, y Iaacov
abrirá los surcos del campo.
(12)
דַנָּ֥ירּוַלָכֶ ָּ֖םַ ִּנָ֑ירַוַעֵׁתַ֙ ַלִּ ד ָ֣רֹושַאֶ ת־
ִּ ֶי־חס
ֶ ִ֔ ִּזִּר ֵׁ֨עּוַלָכֶ ֵ֤םַלִּ צדָ קָ הַ֙ ַקִּ צ ָ֣רּוַלַפ
:ַהַצָּ֖דֶ קַלָכֶ ם
ֶ יה ִ֔ ָוהַעד־י ָֹּ֕בֹואַוַי ֶ ָּ֥ר
zir'ú lajém litzdaqah qitzrú lêfi-jésed, níru lajém nír; vê'et lidrósh et-Adonai, 'ad-
iavó vêioréh tzédeq lajém .
876
10-11 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
Sembrad para vosotros justicia y segad lealtad. Abríos surcos, porque es tiempo
de buscar al Eterno, hasta que venga y haga llover justicia para vosotros.
(13)
ַ ָם־רשעַעולָ ָּ֥תָ הַקַצר ֶ ָּ֖תםַאֲכל ֶ ָ֣תםַפַ ִּרי־כָ ָ֑חשַ ִּכי־בָ טָּ֥חת
ָ֛ ֶ ֶחֲרשת
:בֹוריך ֶ ִּבַדרכַךָּ֖ ַבַ ָּ֥רבַג
jarashtem-résha' 'avlátah qêtzartém ajaltém pêri-jájash; kí-vatájta vêdarkêjá bêróv
giboréja.
Por tanto, en tus pueblos se levantará alboroto, y todas tus fortalezas serán
destruidas, como Salmán destruyó a Bet-arbel en el día de la batalla, cuando las
madres fueron estrelladas junto con sus hijos.
(15)
ַָ֣תַרעתכֶ ָ֑םַב ֹּ֕שחרַנִּ ד ָּ֥מהַנִּ ד ָ ָּ֖מה
ָ ָּ֖יַרע
ָ ֵׁלַמפַנ
ִּ ית־א
ֵׁ ִ֔ ָשהַ ָלכֶםַ֙ ֵַׁב ֵ֤ ָ ָָ֗ככָהַע
:ֶ ָּ֥מלְֶךַיִּ ש ָר ֵׁאל
kájah 'asáh lajem béit-él, mipênéi ra'át rá'atjém; bashájar nidmóh nidmáh mélej
Israél.
Así se hará con vosotros, oh casa de Israel, por vuestra gran maldad. Al amanecer
perecerá irremisiblemente el rey de Israel.
Mientras más los llamaba, más se iban ellos de mi presencia. A los Baales
ofrecían sacrificio, y a los ídolos quemaban incienso.
(3)
:ָאתים
ִּ יַרפ
ַ ּוַכ
ָּ֥ ִּ ָּ֖וַ ָאנ ִּ ֵ֤כיַ ִּתר ֵׁ֨גל ִּתיַ֙ ַלַאֶ פ ִ֔ריִּ םַקָ ָחָּ֖םַעל־זַרֹוע ָ ָ֑תיוַוַ ָּ֥לאַיָ ָֽדַע
vêánojí tirgáltí lêefráim, qajám 'al-zêró'otáv; vêló iádê'ú kí rêfatím.
Pero fui yo el que enseñó a caminar a Efráim, tomándolo por sus brazos. Sin
embargo, no reconocieron que yo los sanaba.
(4)
ַיַעלַעָ֣ל
ָּ֖ ֵׁבַחב ֵֵׁׁ֨ליַאָ ָ ֵ֤דםַאֶ משַכֵׁםַ֙ ַבעֲב ָ֣תֹותַאה ִ֔ ֲָבהַו ֶָאהַיֶ ָּ֥הַל ֶָהָ֛םַכִּ מ ִּ ָּ֥רימ
:ָּ֖יוַאֹוכיל
ִּ ָיהָ֑םַוַ ָּ֥אטַאֵׁ ל ֶ ֵׁלַח
bêjavléi adám emshêjem bá'avotót áhaváh, vaéhêiéh lahém kimrímei 'ól 'ál
lêjeihém; vêát eláv ojíl.
Con cuerdas humanas los atraje, con vínculos de amor. Fui para ellos como los
que ponen un bebé contra sus mejillas, y me inclinaba hacia ellos para
alimentarlos.
(5)
:ֹוַכיַ ֵׁמאֲנָּ֖ ּוַלָשּוב
ָּ֥ ִּ ָּ֑ורַהּואַמלכ
ָ֣ ץַמצ ִ֔ריִּ םַוַא ָּ֖ש
ִּ ל־א ֶר
ָ֣ ֶ ֵֶ֤לאַיָשּובַ֙ ַא
ló iashuv el-éretz mitzráim, vêashúr hú malkó; kí méanú lashúv.
'No volverá a la tierra de Egipto, sino que el asirio será su rey; porque no
quisieron volver a mí.
(6)
:יהם
ֶ ֵָּׁ֥הַח ֶרבַ֙ ַבַע ָ ִָ֔ריוַוַכִּ לַ ָ ָּ֥תהַב ָ ָּ֖דיוַוַאָ כָ ָ֑ לָהַ ִּממע ֲָּ֖צֹות
ֶ ֵׁ֨ ָוַחָ ל
vêjaláh jérev bê'aráv, vêjilêtáh vadáv vêajálah; mímo'atzóteihém.
La espada caerá sobre sus ciudades y destruirá sus refuerzos. Los consumirá en
medio de sus propias asambleas.
(7)
:רֹומם
ֵׁ ַדַלאַי
ָּ֥ לּואיםַלִּ משּובָ ִּ ָ֑תיַוַאֶ ל־עלַַ֙יִּק ָר ִֻ֔אהּוַיָּ֖ח
ָּ֖ ִּ ַוַע ִּ ָּ֥מיַת
vê'amí têluím limshúvatí; vêel-'al iqraúhu, iájad ló iêromém.
Entre tanto, mi pueblo está obstinado en su rebelión contra mí; y aunque invocan
al Altísimo, no lo quieren enaltecer.
878
11-12 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
(8)
ַ ָָּ֖֞ ֵׁאיְךַאֶ תֶ נךָ֣ ַאֶ פ ָ֗ריִּ םַאֲמגֶנךַ֙ ַיִּ ש ָר ִ֔ ֵׁאלַאֵׁ֚ יְךַאֶ תֶ נךָ֣ ַכַאד ִ֔ ָמהַאֲ ִּשימַך
:חּומיָ ּוַנ
ִּ איָ֑םַנֶהפְֵ֤ךַעָליַ֙ ַלִּ ִִּ֔ביַיָּ֖חדַנִּ כמַ ָּ֥ר ִּ כִּ צב
éij etenjá efráim amagenjá Israél, éij etenjá jêadmáh, asímêjá kitzvoím; nehpáj
'alaí libí, iájad nijmêrú níjumái.
'¿Cómo he de dejarte, oh Efráim? ¿Cómo he de entregarte, oh Israel? ¿Cómo
podré hacerte como a Adma o ponerte como a Zeboím? Mi corazón se revuelve
dentro de mí; se inflama mi compasión.
(9)
לַאנכִּ יַ֙ ַוַלא־
ָ יַא
ֵ֤ ֵׁ םַכ
ָ֣ ִּ ִּיַלאַאָ ָּ֖שּובַלַש ֵׁחָ֣תַאֶ פ ָ ָ֑רי
ָּ֥ אַאעֱשֶ הַ֙ ַח ֲָ֣רֹוןַא ִ֔ ִּפ
ֶ ֵ֤ל
:ִִּ֔אישַבַקִּ רבַךָ֣ ַקָ דִ֔ ֹושַוַ ָּ֥לאַאָ ָּ֖בֹואַבַ ִּעיר
ló é'eseh jarón apí, ló ashúv lêshajét efráim; kí él ánojí vêlo-ísh, bêqirbêjá
qadósh, vêló avó bê'ír.
No ejecutaré el furor de mi ira; no volveré para destruir a Efráim, porque soy
Elohim, y no hombre. Yo soy el Santo en medio de ti, y no vendré contra la
ciudad.
(10)
:ַָּ֖יםַמיָ ם
ִּ י־הּואַיִּ ש ִ֔אגַוַיֶ חֶ ר ָּ֥דּוַבָ ִּנ
ָ֣ גַכ
ִּ אח ֵׁ ֲ֧ריַיהוָ ָ֛הַיֵׁ לַכָּ֖ ּוַכַאריֵׁ ָ֣הַיִּ ש ָ ָ֑א
ájaréi Adonai iélêjú kêariéh ishág; kí-hú ishág, vêiéjerdú vaním miám .
'Caminarán en pos del Eterno. Él rugirá como león; sí, rugirá, y del occidente los
hijos acudirán temblando.
(11)
ַיהָּ֖ם
ֶ ֵׁל־בת
ָ ַמ ִּמצ ִ֔ריִּ םַּוכיֹונָ ָּ֖הַמֵׁ ֶ ָ֣א ֶרץַא ָ֑שּורַוַהֹושב ִּ ָּ֥תיםַע
ִּ ַ֙יֶ חֶ ר ֵ֤דּוַכַצִּ פֹור
ַס:ַנַאֻם־יהוָ ה
iéjerdú jêtzipor mimitzráim, ujionáh meéretz ashúr; vêhóshavtím 'al-báteihém
nêum-Adonai .
De Egipto acudirán temblando como pájaros; y como palomas, de la tierra de
Asiria. Yo los haré habitar en sus casas, dice el Eterno.
sêvavúní vêjájash efráim, uvmirmáh béit Israél; víhudáh 'ód rad 'im-él, vê'im-
qêdoshím néemán.
El Eterno tiene pleito con Iehudá, y dará a Iaacov el castigo que corresponde a
sus caminos. Le retribuirá conforme a sus obras.
(4)
:ֱַלהים
ִּ ב ֶבָּ֖טֶ ןַע ָָ֣קבַאֶ ת־אָ ִּ ָ֑חיוַּובאֹונָּ֖ ֹוַשָ ָ ָּ֥רהַאֶ ת־א
babéten 'aqáv et-ajív; uvonó saráh et-elohím .
880
12 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
'Sin embargo, desde la tierra de Egipto yo soy el Eterno tu Elohim. Aún te haré
habitar en tiendas como en los días de la fiesta.
(11)
:יאיםַאֲד ֶמה
ָּ֖ ִּ ִּיתיַּוביָּ֥דַהנַב
ִּ יאיםַוַ ָאנ ִּ ָּ֖כיַחָ זָ֣ ֹוןַהִּ ר ֵׁ ָ֑ב
ִִּ֔ ִּוַ ִּד ֵׁ֨בר ִּתיַ֙ ַעל־הנַב
vêdibártí 'al-hanêviím, vêánojí jazón hirbéiti; uviád hanêviím adaméh.
881
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 12-13
(12)
ַ ֵַ֤֙םַמזבַחֹותָ ם
ִּ ְך־שואַהָ יִ֔ ּוַבגִּ לגָ ָּ֖לַשַו ִּ ָָ֣ריםַז ִֵּׁבָ֑חּוַג
ָ֣ ָ ָּ֥דַאוֶןַ֙ ַא
ָ ֵׁ֨ ִָּאם־גִּ לע
:כַגלִִּ֔ יםַעָּ֖לַתל ֵׁ ָּ֥מיַשָ ָדי
im-gil'ád áven aj-sháv haíu, bagilgál shêvarím zibéju; gám mizbêjotam kêgalím,
'ál talméi sadái.
Iaacov huyó a la tierra de Aram; Israel sirvió por una mujer, y por una mujer
cuidó rebaños.
(14)
:ַלַמ ִּמצ ָ ָ֑ריִּ םַּובנ ִּ ָָּ֖ביאַנִּ ש ָמר
ִּ ּובנ ִָֹּּ֕ביאַ ֶהעֱלָ ֧הַיהוָ ָ֛הַאֶ ת־יִּ ש ָר ֵׁ ָּ֖א
uvnaví hé'eláh Adonai et-Israél mimitzráim; uvnaví nishmár .
Por medio de un profeta el Eterno hizo subir a Israel de Egipto, y por el profeta
fue custodiado.
(15)
ַרּוריםַוַדָ מָ יוַ֙ ַעָלָ ָ֣יוַיִּ ִ֔טֹושַוַ ֵׁ֨ ֶחרפ ִָ֔תֹוַי ִּ ָָּ֥שיבַלָּ֖ ֹו
ָ֑ ִּ הִּ כ ִּ ָּ֥עיסַאֶ פ ָּ֖ריִּ םַתמ
:אֲדנָ יו
hij'ís efráim tamrurím; vêdamav 'aláv itósh, vêjérpató, iashív ló adonáv.
Cuando Efráim hablaba, había temblor, pues él se había elevado en Israel. Pero
pecó por causa de Baal, y murió.
882
13 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
(2)
ַהַ׀ַיֹוספּוַלח ֲָ֗טאַויע ֲָ֣שּוַלָהֶ םַ֩מסֵׁ ֵָׁ֨כהַ ִּמכספָ ֵ֤םַכִּ תבּונָםַ֙ ַעֲצ ִִּ֔בים ָ֣ ִּ וַע ָ ָ֣ת
:ַהָ֣םַאמַ ִּ ִ֔ריםַזבַ ֵׁחָ֣יַאָ ִ֔ ָדםַ ֲעג ִּ ָָּ֖ליםַיִּ שָ קּון
ֵׁ ַ֙הַח ָר ִּ ָּ֖שיםַכֻלָ֑ הַלָהֶ ם
ָ מע ֵׁ ֲָּ֥ש
vê'atáh | iosífu lájató vaiá'asú lahem masejáh mikaspám kitvunam 'atzabím,
má'aséh járashím kulóh; lahem hém ómêrím, zóvêjéi adám, 'agalím ishaqún.
Por tanto, serán como la niebla de la mañana y como el rocío del amanecer, que
se desvanece; como el tamo que es arrebatado de la era, y como el humo que sale
por la ventana.
(4)
ַעַּומֹושיע
ָּ֥ ִּ ַלאַתֵׁ ִ֔ ָד
ָ֣ ַ֙אלהיםַזּול ִָּתי
ֵ֤ ִּ ֵׁץַמצ ָ ָ֑ריִּ םַו
ִּ ֱלהָּ֖יךַמֵׁ ֶ ָ֣א ֶר
ֶ וַ ָאנ ִּ ָ֛כיַיהוָ ָּ֥הַא
:ַָּ֖איִּ ןַבִּ ל ִּתי
vêánojí Adonai elohéja meéretz mitzráim; vélohím zúlatí ló tedá', umoshí'a áin
biltí .
883
ַהֹושֵׁ ע Hosheá / Oseas 13
(7)
:ל־ד ֶרְךַאָ שּור
ָּ֥ ֶ מֹו־שחלַכַנ ֵׁ ָָּ֖מרַע
ָ֑ ָ ַוָ א ִּ ֱָּ֥היַל ֶָהָּ֖םַכ
váehí lahém kêmo-shájal; kênamér 'al-dérej ashúr.
Por tanto, yo seré para ellos como un león; los acecharé como un leopardo en el
camino.
(8)
ַאֶ פגַשֵׁ םַ֙ ַכַ ָ֣דבַשכִ֔ ּולַוַאֶ ק ָּ֖רעַסַגָ֣ ֹורַלִּ ָבָ֑םַוַאכַלֵׁ ָּ֥םַשָ םַ֙ ַכַל ִִָּ֔ביאַחיָּ֥ת
:השָ ֶ ָּ֖דהַתַבקַעֵׁ ם
efgêshem kêdóv shakúl, vêeqrá' sêgór libám; vêójêlém sham kêlaví, jaiát hasadéh
têvaqê'ém.
Les saldré al encuentro como una osa que ha perdido sus crías, y les desgarraré la
caja del corazón. Allí lo devoraré como león, como los despedaza un animal del
campo.
(9)
:י־ביַבַעֶז ֶרך
ָּ֥ ִּ ִִּּשחֶ תךָּ֥ ַיִּ ש ָר ֵׁ ָּ֖אלַכ
shíjetjá Israél ki-ví vê'ezréja.
¿Dónde está tu rey para que te salve en todas tus ciudades? ¿Qué de tus jueces,
de quienes decías: 'Dame rey y gobernantes'?
(11)
ַפ:ַמלְֶךַ֙ ַבַא ִ֔ ִּפיַוַאֶ ָּ֖קחַבַעֶב ָר ִּתי
ֶ ֵׁ֨ ֶָּ֥אתֶ ן־לַך
éten-lêjá mélej bêapí, vêeqáj bê'evratí.
884
13-14 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
¿Los redimiré del poder del Sheol? ¿Los rescataré de la Muerte? ¿Dónde está, oh
Muerte, tu espina? ¿Dónde está, oh Sheol, tu aguijón? La compasión se ha
ocultado de mis ojos.
(15)
ַהַמ ִּמד ָבָ֣רַע ֶָ֗להַוַי ֵֵׁ֤בֹוש
ִּ ַ֩רּוחַיה ָ֜ ָו
ֵׁ֨ ּואַבָּ֥יןַא ִּ ָּ֖חיםַיפ ִּ ָ֑ריאַי ָָ֣בֹואַקָ ִּדים
ֵׁ יַהִ֔ ִּ ָ֣כ
:ַֹוַהּואַיִּ ש ִ֔ ֶסהַאֹוצָּ֖רַכַל־כַ ִּ ָּ֥ליַחֶ מ ָדה
ָ֣ ִ֔מַקֹורֹוַ֙ ַוַיֶ ח ֱָ֣רבַמעיָנ
kí hú, béin ajím iafrí; iavó qadim rúaj Adonai mimidbár 'oléh vêievósh mêqoró
vêiéjeráv ma'ianó, hú ishséh, otzár kol-kêlí jemdáh .
Aunque él fructifique entre los hermanos, vendrá el solano, el viento del Eterno,
subiendo del desierto; y su fuente se secará, y se agotará su manantial. Él
saqueará el tesoro de todas las cosas preciosas.
(2)
:ַָשלתָ ַבעֲֹונֶ ָֽך
ָּ֖ ָ֑יךַכיַכ
ָּ֥ ִּ ֱלה
ֶ ֚שּובָ הַיִּ ש ָר ִ֔ ֵׁאלַעָּ֖דַיהוָ ָ֣הַא
shúvah Israél, 'ád Adonai elohéja; kí jashálta bá'aonéja .
Yo seré a Israel como el rocío; él florecerá como lirio y echará sus raíces como el
Líbano.
(7)
:תַהֹודֹוַוַ ֵׁ ָּ֥ריחַלָּ֖ ֹוַכלַבָ נֹון
ָ֑ ִּיהיַכ ָּ֖זָֽי
ָּ֥ ִּ ִּקֹותיוַו
ָ ִ֔ ַיֵׁ לַכּוַ֙ ַינ
886
14 Hosheá / Oseas ַהֹושֵׁ ע
¿Qué más tiene que ver Efráim con los ídolos? Soy yo quien le responderá y
velará por él. Yo soy como el ciprés verde; debido a mí será hallado fruto en ti.'
(10)
ַָ֑םַכי־יַשָ ִּ ָ֞ריםַדרכֵׁ ָ֣יַיה ָ֗ ָוהַוַצ ִּדקִּ יםַ֙ ַיֵׁ ָ֣לכּו
ִּ ֵׁןַאלֶהַנ ָָּ֖בֹוןַוַיֵׁ ָֽדָ ע
ֵׁ ִ֔ ִּ ֵ֤מיַחָ כָםַ֙ ַוַיָ ֵָׁ֣ב
:ַ}לּוַבםַ{ש ָ ִ֔ ָבםַּופשַ ִּ ָּ֖עיםַיִּ כָ ָּ֥ש
mí jajam vêiávén éleh, navón vêiéda'ém; kí-iêsharím darjéi Adonai vêtzadiqim
iélju vám, ufóshê'ím ikáshlu vám {s} .
¿Quién es sabio para entender estas cosas, y prudente para que las conozca?
Ciertamente los caminos del Eterno son rectos, y los justos andarán por ellos.
Pero los rebeldes tropezarán en ellos.
887
יֹואֵ ל Ioel / Joel 1
יֹואֵֵל
Ioel – Joel Capítulo 1
(1)
:ֵתּואל
ֵֽ ֵ ֵל־יֹואלֵבֶ ן־פ
ֵ֖ ֵ ֲֶשרֵהָ ָָ֔יהֵא
ֶׁ֣ ֶ דֵבַ ר־יהוָה֙ ֵא
dêvar-Adonai ashér haiáh, el-Ioél ben-Pêtuél .
Escuchad esto, ancianos; y prestad atención, todos los habitantes de la tierra. ¿Ha
sucedido algo semejante en vuestros días, o en los de vuestros padres?
(3)
:ֵיהֵ֖םֵלֵ ֵ֥דֹורֵאַ ֵ ֵֽחר
ֶ ֵיהםֵּובנ
ֶ ָ֔ עָלֶ ֵ֖יהָ ֵלִׁ בנֵיכֶ ֶׁ֣םֵסַ פֵ ָ֑רּוֵּובנֵיכֶם֙ ֵלִׁ בנ
'aléiha livneijém sapéru; uvneijem livneihém, uvneihém lêdór ajér.
Contaréis de esto a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la
otra generación.
(4)
ֵרֵהאַ ר ֶבֵ֖הֵאָ כַ ֶׁ֣לֵהַ יָ ָ֑לֶקֵוֵיֶ ֶׁ֣תֶ רֵהַ ֶָ֔ילֶקֵאָ כַ ֵ֖ל
ֵֽ ָ ֶֶׁ֣לֵהאַ ר ָ֔ ֶבהֵוֵיֶ ֵ֥ת
ֵֽ ָ ַיֶ ָ֤תֶ רֵהַ ָגזָם֙ ֵאָ כ
:ֶ ֵֽהחָ ִׁ ֵֽסיל
iéter hagazam ajál háarbéh, vêiéter háarbéh ajál haiáleq; vêiéter haiéleq, ajál
héjasíl.
888
1 Ioel / Joel ֵ
יֹואֵ ל
¡Despertad, borrachos, y llorad! ¡Gemid, todos los que bebéis vino, porque el
mosto es quitado de vuestra boca!
(6)
ֵֵשנֵ ֶׁ֣יֵאַ ר ֵָ֔יהֵּוֵֽ מתַ לֵעֵ֥ ֹות
ִׁ ָ֑֙רֵשנָיו
ִׁ ָיןֵמספ
ִׁ כִׁ י־גֹוי֙ ֵעָלָ ֶׁ֣הֵעַל־אַ ר ָ֔ ִׁציֵע ֵָ֖צּוםֵוֵ ֵ ֶׁ֣א
:ל ִׁ ֵָ֖ביאֵלֵֽ ֹו
ki-goí 'aláh 'al-artzí, 'atzúm vêéin mispár; shinav shinéi ariéh, úmtalê'ót laví ló.
Porque un pueblo ha subido a mi tierra, fuerte y sin número. Sus dientes son
como dientes de león, y sus muelas son de leona.
(7)
ֵשףֵחֲשָ פָה֙ ֵוֵהִׁ שלִָׁ֔ יְךֵהִׁ ל ִׁ ֵ֖בינּו
ֹ ָ֤ ָָ ָ֤שםֵגַפנִׁ י֙ ֵלֵשַ ָ֔ ָמהֵּות ֵ ֵֽאנ ִׁ ֵָ֖תיֵלִׁ קצָ פָ ָ֑הֵח
: ָָ ֵֽש ִׁר ֶיגֵֽיה
sám gafní lêshamáh, uténatí liqtzafáh; jasóf jasafaĥ vêhishlíj, hilbínu sárigéiha.
¡Suspira tú, como una joven ceñida de cilicio a causa del marido de su juventud!
(9)
:ֵהוֵֽה
ָ ָ֑הֵאבֵלּו֙ ֵהַ ֶׁ֣ ֹכה ָ֔ ֲִׁניםֵמֵ ָ ֵֽש ֵר ֵ ֵ֖תיֵי
ֵֽ ָ ְָךֵמ ֵבֶׁ֣יתֵיהו
ִׁ ֶתֵמנ ָחָ֛הֵוָנֶ ֵ֖ס
ִׁ הֵכ ַ ֵ֥ר
hojrát minjáh vanésej mibéit Adonai; ávêlú hakóhaním, mêshárêtéi Adonai .
Han sido eliminadas de la casa del Eterno la ofrenda vegetal y la libación. Los
sacerdotes que sirven al Eterno están de duelo.
(10)
:ישֵת ֵ֖ירֹושֵאמלַ ֵ֥לֵיִׁ צ ָ ֵֽהר
ִׁ ןֵהֹוב
ֵ֥ ִׁ הֵכיֵש ַ ֶׁ֣דדֵדָ ָ֔ ָג
ִׁ ִּ֚ הֵאבֵ לָ ֵ֖הֵאֲדָ ָ ָ֑מ
ֵֽ ָ ש ַ ֶׁ֣דדֵשָ ָ֔ ֶד
shudád sadéh, ávêláh adamáh; kí shudád dagán, hovísh tirósh umlál itzhár.
Pregonad ayuno, convocad a una asamblea, reunid a los ancianos y a todos los
habitantes del país en la casa del Eterno vuestro Elohim, e invocad al Eterno.
(15)
:ֵדֵמשַ ַ ֵ֥דיֵי ֵָֽבֹוא
ִׁ ֵֹֹ֖וםֵכיֵקָ רֹוב֙ ֵיֶׁ֣ ֹוםֵיה ָ֔ ָוהֵּוכש
ָ֤ ִׁ ָ֑א ֲָהֵ֖הֵלַי
aháĥ laióm; kí qarov íom Adonai, ujshód mishadái iavó .
¡Ay por aquel día! Porque cercano está el día del Eterno; vendrá como
destrucción de parte del Todopoderoso.
890
1 Ioel / Joel יֹואֵ לֵ
(16)
:ֵ֖ינּוֵשמ ָחֵ֥הֵו ִׁ ֵָֽגיל
ִׁ ֱֹלה ֵ תֵמ ֵבֵ֥יתֵא
ִׁ הֲלָ֛ ֹואֵנֶ ֵָ֥֑גֶדֵעֵינֵ ֵ֖ינּוֵאֶֹׁ֣ כֶלֵנִׁ כ ָ ָ֑ר
haló néged 'einéinu ójel nijrát; mibéit elohéinu simjáh vagíl.
Del todo se han secado los higos. Sus eras están arruinadas. Han sido desolados
los depósitos y destruidos los graneros, por haberse acabado el grano.
(18)
ֵיןֵמרעֶ ֵ֖הֵל ֶָהָ֑םֵגַם־עֶד ֵ ֵ֥רי
ִׁ יֵא
ֵ֥ ֵ רֵכ
ָ֛ ִׁ ה־נֵֽאֶ נ ָחֶׁ֣הֵבֵהֵ ִ֗ ָמהֵנ ִ֨ ָֹבכּו֙ ֵעֶד ֵ ֶׁ֣ריֵבָ ָ֔ ָק
ֶ ַמ
:הַ ֵ֖צ ֹאןֵנֶא ָ ֵֽשמּו
mah-néenjáh vêhemáh navójú 'edréi vaqár, kí éin mir'éh lahém; gam-'edréi
hatzón neshámu.
¡Cómo gimen los animales! ¡Cuán aturdidos andan los hatos de bueyes, porque
no hay pastos para ellos! También están sufriendo los rebaños de ovejas.
(19)
ֵהֵלה ָ ֲֵ֖טהֵכֵל־ע ֲֵצֵ֥י
ֵֽ ִׁ ֹותֵמד ָ֔ ָברֵוֵלֶ ֶׁ֣הָ ָ֔ ָב
ִׁ שֵאכֵלָה֙ ֵנֵ ֶׁ֣א
ֵֽ ָ יֵא
ֵ ִ֗ אֵכ
ֶׁ֣ ִׁ אֵ לֶ ֵ֥יָךֵיהוָ ֵ֖הֵאֶ ק ָ ָ֑ר
:ֵהַ שָ ֶ ֵֽדה
eléja Adonai eqrá; kí ésh ájêlah nêót midbár, vêléhaváh, líhatáh kol-'atzéi
hasadéh .
891
יֹואֵ ל Ioel / Joel 1-2
También los animales del campo jadean detrás de ti, porque se han secado los
arroyos de agua, y el fuego ha devorado los pastizales.
¡Tocad el shofar en Tzión [Sion] y gritad en mi santo monte! ¡Tiemblen todos los
habitantes de la tierra, porque viene el día del Eterno!
(2)
ֵםֵרב
ֶׁ֣ ַ ַל־ההָ ִׁ ָ֑ריםֵ ִַּ֚ע
ֵֽ ֶ ְךֵו ֲא ֵפ ִָ֗להֵיָ֤ ֹוםֵ ָענָן֙ ַ ֵֵֽוע ֲָר ֶָ֔פלֵכֵ ַ ֵ֖שחַ רֵפ ֶָׁ֣רשֵע
ֵֽ ַ ֶי֧ ֹוםֵחֶֹׁ֣ ש
ֵֵ֖יֵדֹור
ֵ֥ ֵאֵיֹוסףֵעַד־שֵנ ֵ ָ֔ ֹ ן־הֶׁ֣עֹו ָָ֔לםֵוֵ ַ ֵֽאח ֲָריו֙ ֵ ֶׁ֣ל
ָ ֵמִׁ ֙אֵנהֵיָה
ֵֽ ִׁ ֹ וֵע ָָ֔צּוםֵכָמִֹ֗ הּוֵ ָ֤ל
:ֵו ֵָֽדֹור
íom jóshej váafeláh íom 'anan vá'arafél, kêshájar parús 'al-héharím; 'ám ráv
vê'atzúm, kamóhu ló níhêiah min-há'olám, vêájarav ló ioséf, 'ad-shênéi dór
vadór.
Delante consume el fuego, y detrás abrasa la llama. La tierra que antes era como
el jardín de Edén será después como desierto desolado. ¡No habrá quien escape!
(4)
:רּוצּון
ֵֽ ֵהֵסּוסיםֵמַ ר ֵ ָ֑אהּוֵּוכ ָ ֵֽפ ָר ִׁ ֵ֖שיםֵכֵ ֵ֥ןֵי
ֵ֖ ִׁ כֵמַ ר ֵ ֵ֥א
kêmaréh susím maréhu; ujfárashím kén iêrutzún.
892
2 Ioel / Joel יֹואֵ לֵ
Su aspecto es como el aspecto de caballos, y corren como gente de a caballo.
(5)
ֵֵ֖הֵקש
ָ֑ ָ ָבֵאשֵאֵֹֽ כֵל
ֵ ָ֔ ַיֵההָ ִׁרים֙ ֵיֵ ַרקֵ דָ֔ ּוןֵכֵקֹולֵ֙לַ ֶׁ֣ה
ֵֽ ֶ אש
ָ֤ ֵ ַל־רָ כֵ ֶׁ֣קֹולֵמַ רכ ִָ֗בֹותֵע
:ּוְךֵמלחָ ָ ֵֽמה
ִׁ כֵעַ ֶׁ֣םֵע ָָ֔צּוםֵע ֱֵ֖ר
kêqól markavót 'al-rashéi héharim iêraqedún, kêqol láhav ésh, ójêláh qásh; kê'ám
'atzúm, 'erúj miljamáh.
Con estruendo de carros saltan sobre las cumbres de los montes, con crepitar de
llama de fuego que consume la hojarasca, como pueblo fuerte listo para la
batalla.
(6)
:ָארּור
ֵֽ ִׁמפָנָ ֵ֖יוֵי ִׁ ֶָׁ֣חילּוֵע ִׁ ַָ֑מיםֵכֵל־פ ִָׁנֵ֖יםֵקִׁ בֵ ֵ֥צּוֵפ
mipanáv iajílu 'amím; kol-paním qibêtzú farúr.
Corren como valientes; como hombres de guerra escalan la muralla. Cada uno
sigue su camino, y no abandonan sus sendas.
(8)
ֵֹוֵילֵכָ֑ ּוןֵּובעַ ֵ֥דֵהַ ֶ ָ֛שלַחֵיִׁ ֵ֖ ֹפלּוֵ ֵ֥ל ֹא
ֵֽ ֵ וֵ ִׁ ָ֤אישֵאָ חִׁ יו֙ ֵ ֶׁ֣ל ֹאֵיִׁ דחָ ָ֔קּוןֵגֶ ֵ֥בֶ רֵבִׁ מ ִׁסל ֵָ֖ת
:יִׁ ב ָ ֵֽצעּו
vêísh ajiv ló idjaqún, géver bimsilató iélejún; uv'ád hashélaj ipólu ló ivtzá'u.
Ninguno tropieza con su compañero; cada uno va por su calzada. Aun cayendo a
causa de la espada, no rompen su formación
(9)
:לֹונָ֛יםֵיָבֵֹ֖ אּוֵ ַכג ַָנֵֽב
ִׁ ַ֧דֵהח
ֵֽ ַ ַיםֵיעֲלָ֑ ּוֵבֵע
ֵֽ ַ קּוֵבחֹומָ ה֙ ֵיֵר ָ֔צּוןֵבַ בֵ ִׁ ֵ֖ת
ֵֽ ַ ִֹ֗בָ ִׁ ֶׁ֣עירֵיָש
ba'ír iashóqu bájomah iêrutzún, babotím iá'alú; bê'ád hájaloním iavóu kaganáv.
en la ciudad. Van saltando por el muro, corren por las casas, suben por las
ventanas y entran como ladrones.
893
יֹואֵ ל Ioel / Joel 2
(10)
ֵיםֵאסֵ ֵ֥פּו
ֵֽ ָ םֵשמֶ שֵוֵי ֵ ִָ֨ר ַ֙חֵקָ ָ֔ ָדרּוֵוֵכֵֽ ֹוכ ִׁ ֵָ֖ב
ָ֤ ֶ ִׁץֵרע ֲֵ֖שּוֵשָ ָ ָ֑מי
ֵֽ ָ ָהֵא ֶר
ֶ ָ֔ ֵרגז
ֶׁ֣ ָ ֙לֵ ָפנָיו
:נֵג ָ ֵֽהם
lêfanav rágzah éretz, rá'ashú shamáim; shémesh vêiaréáj qadáru, vêjójavím ásêfú
noghám.
'Pero aun ahora,' dice el Eterno, 'volveos a mí con todo vuestro corazón, con
ayuno, llanto y lamento.
(13)
ֵָ֑םֵכי־חַ נָ֤ ּון
ֵֽ ִׁ ֶוֵקִׁ רעָ֤ ּוֵלֵבַ בכֶם֙ ֵוֵאַ ל־בִׁ גדֵ י ֶָ֔כםֵוֵ ֵ֖שּובּוֵאֶ ל־יהוָ ֶׁ֣הֵאֱֹלֵֽ הֵ יכ
:ֵַל־ה ָר ָ ֵֽעה
ֵֽ ָ ב־חסֶ דֵוֵנִׁ ָחֵ֖םֵע
ֶ ָ֔ ּואֵא ֶרְךֵאַ ִַ֨פיִׁ ם֙ ֵוֵ ַר
ָ֤ ֶ ֵה
ָ֔ ֙וֵ ַרחּום
vêqir'ú lêvavjem vêal-bigdeijém, vêshúvu el-Adonai elóheijém; kí-janún vêrajum
hú, érej apáim vêrav-jésed, vênijám 'al-hára'áh .
894
2 Ioel / Joel יֹואֵ לֵ
mí iodé'a iashúv vênijám; vêhishír ájarav bêrajáh, minjáh vanésej, láAdonai
elóheijém .
Los sacerdotes que sirven al Eterno lloren entre el vestíbulo y el altar. Digan:
'Perdona, oh Eterno, a mi pueblo. No entregues tu heredad a la afrenta, para que
las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos:
'¿Dónde está su Elohim?''
(18)
:ֵוַיקַ נֵ ֵ֥אֵיהוָ ֵ֖הֵלֵאַ ר ָ֑צֹוֵ ַויַחמֵֹ֖ לֵעַל־ע ֵַֽמֹו
vaiqané Adonai lêartzó; vaiajmól 'al-'amó .
895
יֹואֵ ל Ioel / Joel 2
(19)
ֵַו ִַ֨יעַןֵיה ֜ ָוהֵ ַו ֶׁ֣י ֹאמֶ רֵלֵע ִַ֗מֹוֵהִׁ נֵ ִ֨ ִׁניֵשֹ לֵ ָ֤חַ ֵ ָלכֶם֙ ֵאֶ ת־הַ דָ גָן֙ ֵוֵהַ ִׁת ֶׁ֣ירֹושֵוֵהַ יִׁ צ ָ֔ ָהר
:ֵגֹוים ֵֽ ִׁ ַּושבַ ע ֶ ֵ֖תםֵאֹ ָ֑תֹוֵוֵ ֵֽל ֹא־אֶ ִ֨ ֵתןֵאֶ תכֶ ֵ֥םֵעָ֛ ֹודֵחֶ רפָ ֵ֖הֵב
vaiá'an Adonai vaiómer lê'amó hinêní sholéaj lajem et-hadagan vêhatirósh
vêhaitzhár, usva'tém otó; vêló-etén etjém 'ód jerpáh bagoím .
Yo haré que se aleje de vosotros lo que viene del norte. Lo arrojaré a tierra seca y
desierta; su vanguardia hacia el mar oriental, y su retaguardia hacia el mar
occidental. Se levantará su hedor, y subirá su putrefacción.' ¡Porque ha hecho
grandes cosas!
(21)
:ֵֵ֖הֵלע ֲֵֽשֹות
ֵֽ ַ ָיֵכי־הִׁ ג ִׁ ֵ֥דילֵיהו
ֵֽ ִׁ ִׁיר ִׁ ֵ֖איֵאֲדָ ָ ָ֑מהֵ ִׁ ֶׁ֣גילִׁ יֵּוש ָ֔ ָמח
ֵ ל־ת
ֵֽ ִׁ ַא
al-tírêí adamáh; gíli usmáji, kí-higdíl Adonai lá'asót .
No temáis, animales del campo, porque los pastizales reverdecerán; porque los
árboles llevarán su fruto; la higuera y la vid darán su riqueza.
896
2 Ioel / Joel יֹואֵ לֵ
(23)
ֵמֹורה
ֵ֖ ֶ ַםֵכי־נ ַ ֵָ֥תןֵלָכֶ ָ֛םֵאֶ ת־הֵֽ ִׁ ֵביהוָ ֶׁ֣הֵאֱֹלֵֽ הֵ י ֶָ֔כ
ֵֽ ַ ֹ֙וןֵגָ֤ילּוֵוֵ ִׁשמחּו ִׁ ִּ֗ובנֵ ֶׁ֣יֵצִׁ י
:ֵאשֹון ֵֽ םֵמֹורהֵּומַ ל ֵ֖קֹושֵ ָ ֵֽב ִׁר ֵ֥ ֶ ֶלִׁ צדָ ָ ָ֑קהֵוַיֶׁ֣ ֶֹורדֵ ָל ִֶ֗כםֵגֶ ָ֛ש
uvnéi tzión gílu vêsimjú báAdonai elóheijém, kí-natán lajém et-hamoréh
litzdaqáh; vaióred lajém géshem moréh umalqósh bárishón .
Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino nuevo y de aceite.
(25)
ֵֶׁ֣לֵהאַ ר ָ֔ ֶבהֵהַ יֶ ֵ֖לֶקֵוֵ ֶ ֵֽהחָ ִׁ ֶׁ֣סילֵוֵהַ גָזָ ָ֑ם
ֵֽ ָ ַוֵ ִׁשלַמ ִׁ ָ֤תיֵ ָלכֶם֙ ֵאֶ ת־הַ שָ ָ֔ ִׁניםֵאֲשֶ ר֙ ֵאָ כ
:רֵשלַ ֵ֖ח ִׁתיֵבָ ֶ ֵֽכם
ִׁ ֲשֵ֥ ֶ חֵ ילִׁ י֙ ֵהַ גָדָ֔ ֹולֵא
vêshilamtí lajem et-hashaním, asher ajál háarbéh, haiéleq vêhéjasíl vêhagazám;
jeilí hagadól, ashér shilájti bajém.
Comeréis hasta saciaros y alabaréis el nombre del Eterno vuestro Elohim, quien
ha hecho maravillas con vosotros. Y nunca más será avergonzado mi pueblo.
(27)
יֵוא ֲִׁנָ֛יֵיהוָ ֵ֥הֵאֱֹלֵֽ הֵ יכֶ ֵ֖םֵוֵ ֵ ֶׁ֣איןֵעָ֑ ֹודֵוֵ ֵֽל ֹא־
ֵֽ ַ ִֵׁ֙אנ
ָ ָ֔ םֵכיֵבֵ ֶ ָ֤ק ֶרבֵיִׁ ש ָראֵ ל
ֶׁ֣ ִׁ ִׁ ֵֽוידַ ע ִ֗ ֶת
ֵפ:ֵעֹולם
ֵֽ ָ ֵיֵבֵֹ֥ שּוֵע ִׁ ֵַ֖מיֵל
vída'tém kí vêqérev israel áni, váaní Adonai elóheijém vêéin 'ód; vêló-ievóshu
'amí lê'olám .
897
יֹואֵ ל Ioel / Joel 2-3
Así sabréis que estoy en medio de Israel, que yo soy el Eterno vuestro Elohim y
que no hay otro. Y nunca más será avergonzado mi pueblo.
'Y sucederá después de esto que derramaré Mi soplo sobre toda carne. Vuestros
hijos y vuestras hijas profetizarán. Vuestros ancianos tendrán sueños; y vuestros
jóvenes, visiones.
(2)
:ת־רּוחי
ֵֽ ִׁ ֶַל־העֲבָ ִׁ ֵ֖דיםֵוֵעַל־הַ שֵפ ָָ֑חֹותֵבַ י ִׁ ֶָׁ֣מיםֵהָ ָ֔ ֵהמָ הֵאֶ ש ֵ֖פֹוְךֵא
ֵֽ ָ וֵגַ ֵ֥םֵע
vêgám 'al-há'avadím vê'al-hashêfajót; baiamím hahémah, eshpój et-rují.
En aquellos días también derramaré Mi soplo sobre los siervos y las siervas.
(3)
:ָשן
ֵֽ ָ ץֵדםֵו ָ֔ ֵָאשֵוֵ ִׁ ֵֽתימֵ ֵ֖רֹותֵע
ֶׁ֣ ָ ֵמֹופ ָ֔ ִׁתיםֵבַ שָ ַ ֵ֖מיִׁ םֵּובָ ָ ָ֑א ֶר
ֵֽ ֙וֵ ָנֵֽתַ ִׁתי
vênátatí móftím, bashamáim uvaáretz; dám vaésh, vêtímêrót 'ashán.
El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del
Eterno, grande e imponente.
(5)
ֵהֵכלֵאֲשֶ ר־יִׁ ק ָ ָ֛ראֵבֵ ֵ ֵ֥שםֵיהוָ ֵ֖הֵיִׁ מָ לֵ ָ֑טֵכִִּׁ֠ יֵבֵהַ ר־צִׁ יִ֨ ֹוןֵּובִׁ ֵֽירּושָ ֜ ַל ִׁם ֹ ֧ וֵהָ ִָ֗י
:ֲֵשרֵיהוָ ֵ֖הֵקֹ ֵ ֵֽרא ֵ֥ ֶ הֵּובשֵ ִׁר ִָׁ֔ידיםֵא
ַ ִ֨ הֵכאֲשֶ ר֙ ֵאָ ַ ֶׁ֣מרֵיה ָ֔ ָוֵֽ ַ ֵיט
ָ ִ֗ ִׁ ֵֽתהֵיֶ ֶׁ֣הֵפֵל
898
3-4 Ioel / Joel יֹואֵ לֵ
vêhaiáh kól asher-iqrá bêshém Adonai imalét; kí bêhar-tzión uvirúshaláim tíhêiéh
fêleitáh káasher amár Adonai, uvásêridím, ashér Adonai qoré .
Y sucederá que cualquiera que invoque el nombre del Eterno será salvo, porque
en el monte Tzión [Sion] y en Ierushalaim estarán los libertados, como ha dicho
el Eterno; y entre los sobrevivientes estarán aquellos que el Eterno ha llamado.
reuniré a todas las naciones y las haré descender al valle de Iehoshafat. Allí
entraré en juicio contra ellas a causa de mi pueblo, de Israel mi heredad, al cual
esparcieron entre las naciones, y luego se repartieron mi tierra.
(3)
:הֵמכֵ ֵ֥רּוֵבַ יַ ֵָ֖֑יִׁ ןֵוַיִׁ ש ֵֽתּו
ֵֽ ָ לֵוֵָֽ֑יִׁ תֵנָ֤ ּוֵהַ ִֶ֨ילֶד֙ ֵבַ זֹו ָָ֔נהֵוֵהַ יַל ָ ָ֛ד
ַ ּוֵגֹור
ָ֑ ָ וֵאֶ ל־ע ִׁ ֵַ֖מיֵי ֶַׁ֣ד
vêel-'amí iadú gorál; váitênú haiéled bazonáh, vêhaialdáh májêrú vaiáin vaishtú.
Sobre mi pueblo echaron suertes; por el niño pagaron como por prostituta, y
vendieron a la niña por vino para beber.
(4)
ֵ ֙וִֵּ֠גַםֵמָ ה־אַ ֶ ֵ֥תםֵלִׁ י֙ ֵצֶֹׁ֣ רֵוֵצִׁ ידָ֔ ֹוןֵוֵ ֵ֖ ֹכלֵגֵלִׁ ילֶׁ֣ ֹותֵפֵלָ ָ֑שֶ תֵהַ גֵ ִ֗מּולֵאַ תֶ ם
ֵיֵקלֵמֵהֵ ָ ָ֔רהֵאָ ִׁ ֵ֥שיבֵגֵ ֵֽמלֵכֶ ֵ֖ם
ֶׁ֣ ַ ם־גמֵ ִׁ ָ֤ליםֵאַ תֶ ם֙ ֵ ָע ַָ֔ל
ֹ ֵֽ מֵשַ לֵ ִׁ ֶׁ֣מיםֵ ָע ָָ֔ליֵוֵ ִׁא
:בֵ ֵֽר ֹאשֵ ֶ ֵֽכם
899
יֹואֵ ל Ioel / Joel 4
'Vosotras también, oh Tiro, oh Sidón y todas las comarcas de Filistea, ¿qué sois
para mí? ¿Queréis vengaros de mí? Si de mí os vengáis, bien pronto haré que
recaiga la paga sobre vuestras cabezas,
(5)
:ֵיכם
ֵֽ ֶ אתםֵלֵ ֵ ֵֽהיכֵל
ֵ֖ ֶ ֵםֵּומחֲמַ דַ י֙ ֵהַ טֹ ִָׁ֔ביםֵהֲב
ֵֽ ַ אֲשֶ ר־כַס ִׁ ֵ֥פיֵּוזהָ ִׁ ֵ֖ביֵלֵקַ ח ֶ ָ֑ת
asher-kaspí uzhaví lêqajtém; umájamadaí hatovím, havetém lêhéijêleijém.
porque habéis llevado mi plata y mi oro. Mis cosas preciosas y hermosas habéis
introducido en vuestros templos.
(6)
ֵיקםֵמֵ עַ ֵ֥ל
ֵ֖ ָ ִּׁובנֵ ָ֤יֵיֵהּודָ ה֙ ֵּובנֵ ֶׁ֣יֵיֵ ֵֽרּושָ ָ֔ ַל ִׁםֵמֵכַר ֶ ֵ֖תםֵלִׁ בנֵ ֶׁ֣יֵהַ יֵו ִָׁנָ֑יםֵלֵ ַ ֵ֥מעַןֵהַ רח
:בּולם
ֵֽ ָ ֵג
uvnéi Iêhudah uvnéi Iêrúshaláim, mêjartém livnéi haiêvaním; lêmá'an harjiqám
me'ál gêvulám.
Vendisteis los hijos de Iehudá y los hijos de Ierushalaim a los hijos de los
griegos, para alejarlos de sus territorios.
(7)
ֵםֵשמָ הֵ ַוה ִׁ ֲֵֽשבֹ ִׁ ֵ֥תיֵגֵ ֵֽמלֵכֶ ֵ֖ם
ָ֑ ָ םֵמן־הַ מָ ָ֔קֹוםֵאֲשֶ ר־מֵכַר ֶ ֵ֥תםֵאֹ ָ ֵ֖ת
ִִׁ֨ יר
ָ֔ ָ ִׁהִׁ נֵ ִׁנֶׁ֣יֵמֵע
:בֵ ֵֽר ֹאשֵ ֶ ֵֽכם
hinêní mê'irám, mín-hamaqóm, asher-mêjartém otám shámah; vahashívotí
gêmúlêjém bêróshêjém.
(9)
ֵּוֵכל
ֹ ֵ֖ ּוֵיע ֲָ֔ל
ֵֽ ַ בֹוריםֵיִׁ גֵ ֶׁ֣ש
ָ֔ ִׁ ִּׁוֵמלחָ ָ ָ֑מהֵהָ ִ֨ ִׁעירּו֙ ֵהַ ג
ִׁ גֹויםֵקַ דֵ ֵ֖ש
ִָׁ֔ ַקִׁ ראּו־ז ֹאת֙ ֵב
:אַ נ ֵ ֵ֥שיֵהַ ִׁמלחָ ָ ֵֽמה
qiru-zot bagoím, qadêshú miljamáh; ha'írú hagiborím, igêshú iá'alú, kól anshéi
hamiljamáh.
¡Proclamad esto entre las naciones, convocad a la guerra, avivad a los valientes!
Acérquense y acudan todos los hombres de guerra.
(10)
:ֹורֵאנִׁ י
ֵֽ ָ ֹאמרֵגִׁ ֵ֥ב
ֵ֖ ַ יםֵהחַ ָָ֔לשֵי
ֵֽ ַ ֵלח ֲָרבָ֔ ֹותֵּומַ זמֵ ֵֽרֹ תֵ יכֶ ֵ֖םֵלִׁ רמָ ִׁ ָ֑ח
ֵֽ ַ ָ֤֙ ֹכתּוֵ ִׁאתֵ יכֶם
kótu iteijem lájaravót, umazmêróteijém lirmajím; hájalásh, iomár gibór áni.
Apresuraos y acudid, todas las naciones de alrededor; congregaos allá. ¡Haz que
desciendan allá tus valientes, oh Eterno!
(12)
ָ֑טֵכיֵשִָ֗ םֵאֵ ֵ ָ֛שבֵלִׁ ש ֵ֥ ֹפטֵאֶ ת־כֵל־
ֶׁ֣ ִׁ ָגֹויםֵאֶ ל־עֵ ֵ֖מֶ קֵיֵ ֵֽהֹושָ פ
ִָׁ֔ ַי ִֵ֨עֹורּו֙ ֵוֵ ַ ֵֽיעֲלֶׁ֣ ּוֵה
:ֵ֖םֵמסָ ִׁ ֵֽביבִׁ גֹוי ִׁ ַה
ie'órú vêiá'alú hagoím, el-'émeq Iêhóshafát; kí shám eshév lishpót et-kol-hagoím
misavív.
Meted la hoz, porque el grano ya está maduro. Venid, pisotead, porque el lagar
está lleno y rebosan las cubas; pues mucha es la maldad de ellos.
901
יֹואֵ ל Ioel / Joel 4
(14)
:ֵקֵהחָ ֵֽרּוץ
ֵֽ ֶ ֶּוץֵכיֵקָ רֹוב֙ ֵיֶׁ֣ ֹוםֵיה ָ֔ ָוהֵבֵעֵ ֵ֖מ
ָ֤ ִׁ קֵהחָ ָ֑ר
ֵֽ ֶ ֲֶמֹוניםֵבֵעֵ ֵ֖מ
ִׁ ָ֔ ֲמֹונֶׁ֣יםֵה
ִׁ ה
hamoním hamoním, bê'émeq héjarútz; kí qarov íom Adonai, bê'émeq héjarútz .
El Eterno ruge desde Tzión [Sion] y da su voz desde Ierushalaim. Tiemblan los
cielos y la tierra, pero el Eterno es refugio para su pueblo y fortaleza para los
Hijos de Israel.
(17)
ֵםֵכיֵא ֲִׁנָ֤יֵיהוָה֙ ֵאֱֹלֶׁ֣ הֵ י ֶָ֔כםֵשֹ כֵ ֵ֖ןֵבֵצִׁ יֶׁ֣ ֹוןֵהַ ר־קֵדֵ ִׁ ָ֑שיֵוֵ ָ ֵֽהיֵ ָ ָ֤תה
ֶׁ֣ ִׁ ִׁ ֵֽוידַ ע ִ֗ ֶת
ֵס:ֵרּו־בֵ֖הֵעֵֽ ֹוד ָ ֹא־יעַב ֵֽ ַ יֵ ֵֽרּושָ ִ֨ ַל ִׁם֙ ֵקָֹ֔ דֶ שֵוֵז ִׁ ֵָ֥ריםֵל
vída'tém kí aní Adonai elóheijém, shojén bêtzión har-qodêshí; vêháiêtáh
Iêrúshaláim qódesh, vêzarím lo-iá'avru-váĥ 'ód .
Y conoceréis que yo soy el Eterno vuestro Elohim que habito en Tzión [Sion], mi
santo monte. Santa será Ierushalaim, y los extraños no pasarán más por ella.
(18)
ּוֵההָ ִׁ ֶׁ֣ריםֵע ִִָׁ֗סיסֵוֵהַ גֵבָ עֹות֙ ֵתֵ לַ ֶׁ֣כנָהֵחָ ָָ֔לבֵוֵכֵל־
ֵֽ ֶ וֵהָ ָיהֵ֩בַ יִ֨ ֹוםֵהַ ֜הּואֵיִׁ טֵ ֧פ
ֵןֵמ ֵבָ֤יתֵיהוָה֙ ֵי ָ֔ ֵֵצאֵוֵהִׁ ש ָ ֵ֖קהֵאֶ ת־נַ ֵ֥חַ ל
ִׁ כּוֵמיִׁ םֵּומַ ע ִָ֗י
ָ֑ ָ הּודהֵיֵ ֶׁ֣ל
ֵ֖ ָ ֵיקיֵי ֵ֥ ֵ ִׁאֲפ
:ֵהַ ִׁש ִׁ ֵֽטים
vêhaiah vaióm hahú itêfú héharím 'asís vêhagêva'ot telájnah jaláv, vêjol-afiqéi
Iêhudáh iélju máim; uma'ián mibéit Adonai ietzé, vêhishqáh et-nájal hashitím .
902
4 Ioel / Joel ֵ
יֹואֵ ל
'En aquel día sucederá que los montes gotearán jugo de uvas, las colinas fluirán
leche y correrán aguas por todos los arroyos de Iehudá. Un manantial saldrá de la
casa del Eterno y regará el arroyo de Sitim.
(19)
ֵָ֑הֵמחֲמַ ס֙ ֵבֵנֵ ֶׁ֣י
ֵֽ ֵ ֶהֵתהֵי
ֵֽ ִׁ הֵואֱדִ֕ ֹוםֵלֵ ִׁמד ַבֵ֥רֵשֵמָ ָ ֵ֖מ
ֵֽ ֶ הֵתהֵ ֶָ֔י
ֵֽ ִׁ ִׁמצ ַ ִ֨ריִׁ ם֙ ֵלִׁ שמָ ָ ֶׁ֣מ
:ר־שפֵכֵ֥ ּוֵדָ ם־נ ִׁ ֵָ֖קיאֵבֵאַ ר ָ ֵֽצם ֵֽ ָ ֶהּודהֵאֲש ָ ָ֔ ֵי
mitzráim lishmamáh tíhêiéh, véedóm lêmidbár shêmamáh tíhêiéh; méjamas bênéi
Iêhudáh, asher-sháfêjú dam-naqí bêartzám.
Yo tomaré venganza de la sangre y a nadie daré por inocente.' ¡el Eterno habita
en Tzión [Sion]!
903
ָע ֔מֹוס Amós 1
ע ָ֔מֹוס
Amós Capítulo 1
(1)
ימי
ֵ֣ ִִּּדבְ ֵ֣רי ע ָ֔מֹוס אֲשֶׁ ר־הָ יָ ָ֥ה בַ ֹּֽנקְ ִּ ִ֖דים ִּמ ְת ֑קֹו ַע אֲשֶׁ ֩ר חָ ָָ֨זה עַל־יִּ ְש ָר ֵ֜אל ב
ימי ָ ֹּֽיָֽרבְ עָ ָ֤ם בֶׁ ן־יֹואָ שׁ֙ ֶׁ ֵ֣מלְֶׁך יִּ ְש ָר ֔אל ְשנ ַ ִָ֖תיִּ ם
ֵ֞ ִּהּודה ּוב
ָ ָ֗ ְ׀ ֻעזִּיָ ֵ֣ה ֶׁ ֹּֽמלְֶׁך־י
:לִּ פְ נָ֥י הָ ָ ֹּֽר ַעש
divréi 'Amós, asher-haiáh vanóqêdím mitêqó'a; asher jazáh 'al-Israél biméi |
'Uziáh mélej-Iêhudáh uviméi Iárovê’ám ben-Ioash mélej Israél, shênatáim lifnéi
hará'ash.
Las palabras de Amós, uno de los pastores de Tecoa, sobre lo que vio acerca de
Israel en los días de Uzías, rey de Iehudá, y en los días de Jeroboam hijo de
Ihoash, rey de Israel, dos años antes del terremoto.
(2)
ּומ ֹּֽירּושָ לַ ִ֖ ִּם יִּ ֵ֣תן קֹול֑ ֹו וְ ָ ֹּֽאבְ לּוׁ֙ נְ ֵ֣אֹות
ִּ אמר ׀ יְ הוָהׁ֙ ִּמצִּ יֵ֣ ֹון יִּ ְש ֔ ָאג
ַ ַ֓ וַי
פ: ָ ֹּֽהר ֔ ִּעים וְ יָבִ֖ש ָ֥ראש הַ כ ְַר ֶׁ ֹּֽמל
vaiomár | Adonai mitzión ishág, umirúshaláim itén qoló; vêávêlú nêót háro'ím,
vêiavésh rósh hakarmél .
Dijo Amós: '¡el Eterno ruge desde Tzión [Sion] y da su voz desde Ierushalaim!
Se enlutan los prados de los pastores, y se seca la cumbre del Carmelo.'
(3)
יב֑נּו
ֶׁ ַל־שֹלשָ הׁ֙ פִּ ְשעֵ֣י דַ ֔ ֶׁמשֶׁ ק וְ עַל־אַ ְרבָ עָ ִ֖ה ֵ֣לא א ֲִּש ְ ֹּ֚כה אָ ַ ֵ֣מר יְ ה ֔ ָוה ע
: ַל־דּושם ַ ֹּֽבחֲרֻ ָ֥צֹות הַ בַ ְרזֶׁ ִ֖ל אֶׁ ת־הַ גִּ לְ ָ ֹּֽעד
ָׁ֛ ָ ע
kóh amár Adonai, 'al-shêloshah pish'éi daméseq, vê'al-arba'áh ló ashivénu; 'al-
dushám bájarutzót habarzél et-hagil'ád .
Así ha dicho el Eterno: 'Por tres pecados de Damasco, y por cuatro, no revocaré
su castigo. Porque trillaron a Galaad con trillos de hierro,
(4)
:וְ ִּשלַ ָ֥חְ ִּתי ִ֖אש בְ בֵ֣ית ֲחז ָ֑אל וְ ָ ֹּֽאכְ לָ ִ֖ה אַ ְר ְמנָ֥ ֹות בֶׁ ן־ה ָ ֲֹּֽדד
vêshilájti ésh bêvéit jazaél; vêájêláh armênót ben-hadád.
904
1 Amós ָע ֔מֹוס
(5)
תֹומְך ִ֖שבֶׁ ט
ָ֥ ְַת־אוֶׁן ו
ָ ֔ וְ ָ ֹּֽשבַ ְר ִּתיׁ֙ בְ ִּ ֵ֣ריחַ דַ ֔ ֶׁמשֶׁ ק וְ הִּ כְ ַר ִּ ָ֤תי יֹושבׁ֙ ִּמבִּ קְ ע
פ: הוֹּֽה
ָ ְִּמבֵ֣ית עֶׁ ֑דֶׁ ן וְ גָל֧ ּו עַם־א ָ ֲָׁ֛רם ִּ ִ֖ק ָירה אָ ַ ָ֥מר י
vêshávartí bêríaj daméseq, vêhijratí ioshev mibiq'at-áven, vêtoméj shévet mibéit
'éden; vêgalú 'am-arám qírah amár Adonai .
Romperé los cerrojos de Damasco, exterminaré a los habitantes del valle de Avén
y al que porta el cetro en Bet-edén. Y el pueblo de Siria será llevado cautivo a
Quir', ha dicho el Eterno.
(6)
יב֑נּו עַל־
ֶׁ ַל־שֹלשָ הׁ֙ פִּ ְשעֵ֣י ַע ָ֔זה וְ עַל־אַ ְרבָ עָ ִ֖ה ֵ֣לא א ֲִּש ְ ֹּ֚כה אָ ַ ֵ֣מר יְ ה ֔ ָוה ע
: לֹותם גָלָ֥ ּות ְשל ָ ִ֖מה לְ הַ ְס ִּגָ֥יר ֶׁ ֹּֽלא ֱֹּֽדֹום
ָׁ֛ ָ ְהַ ג
kóh amár Adonai, 'al-shêloshah pish'éi 'azáh, vê'al-arba'áh ló ashivénu; 'al-
haglotám galút shêlemáh lêhasgír léedóm .
Así ha dicho el Eterno: 'Por tres pecados de Gaza, y por cuatro, no revocaré su
castigo. Porque llevó cautivo a todo un pueblo para entregarlo a Edom,
(7)
: ָחֹומת עַזָ ֑ה וְ ָ ֹּֽאכְ לָ ִ֖ה אַ ְר ְמנ ֶׁ ֹּֽתיה
ֵ֣ ַ ְוְ ִּשלַ ָ֥חְ ִּתי ִ֖אש ב
vêshilájti ésh bêjomát 'azáh; vêájêláh armênotéiha.
905
ָע ֔מֹוס Amós 1
Así ha dicho el Eterno: 'Por tres pecados de Tiro, y por cuatro, no revocaré su
castigo. Porque entregaron cautivo a todo un pueblo a Edom y no se acordaron
del pacto de sus hermanos,
(10)
פ: ָנֹותיה
ֹּֽ ֶׁ וְ ִּשלַ ָ֥חְ ִּתי ִ֖אש בְ ֵ֣חֹומַ ת ֑צר וְ ָ ֹּֽאכְ לָ ִ֖ה אַ ְר ְמ
vêshilájti ésh bêjómat tzór; vêájêláh armênotéiha.
Así ha dicho el Eterno: 'Por tres pecados de Edom, y por cuatro, no revocaré su
castigo. Porque persiguió con espada a su hermano y suprimió su compasión, y
porque en su furor siempre ha destrozado y ha guardado continuamente el rencor,
(12)
פ:ימן וְ ָ ֹּֽאכְ לָ ִ֖ה אַ ְר ְמנָ֥ ֹות בצְ ָ ֹּֽרה
֑ ָ וְ ִּשלַ ָ֥חְ ִּתי ִ֖אש בְ ת
vêshilájti ésh bêteimán; vêájêláh armênót botzêráh.
Así ha dicho el Eterno: 'Por tres pecados de los hijos de Amón, y por cuatro, no
revocaré su castigo. Porque para ensanchar su territorio reventaron a las mujeres
de Galaad que estaban encintas,
906
1-2 Amós ָע ֔מֹוס
(14)
נֹותיהָ בִּ ְתרּועָהׁ֙ בְ יֵ֣ ֹום ִּמלְ חָ ֔ ָמה
֑ ֶׁ חֹומת ַר ֔ ָבה וְ ָ ֹּֽאכְ לָ ִ֖ה אַ ְר ְמ
ֵ֣ ַ ְוְ הִּ ַצ ִָּ֤תי אשׁ֙ ב
:סּופהֹּֽ ָ בְ ַ ִ֖סעַר בְ יָ֥ ֹום
vêhitzáti esh bêjomát rabáh, vêájêláh armênotéiha; bitru'ah bêíom miljamáh,
bêsá'ar bêíom sufáh.
prenderé fuego en el muro de Rabá, el cual devorará sus palacios con clamor en
el día de la batalla y con tormenta en el día de la tempestad.
(15)
פ: הוֹּֽה
ָ ְוְ הָ לַ ְָ֥ך מַ לְ כָ ִ֖ם בַ גֹולָ ֑ה ֧הּוא וְ שָ ָ ָׁ֛ריו יַחְ ָ ִ֖דו אָ ַ ָ֥מר י
vêhaláj malkám bagoláh; hú vêsaráv iajdáv amár Adonai .
Amós Capítulo 2
(1)
יב֑נּו
ֶׁ מֹואב וְ עַל־אַ ְרבָ עָ ִ֖ה ֵ֣לא א ֲִּש
ָ ֔ ַל־שֹלשָ הׁ֙ פִּ ְשעֵ֣י ְ ֹּ֚כה אָ ַ ֵ֣מר יְ ה ֔ ָוה ע
: עַל־ש ְר ָׁ֛פֹו עַצְ ָ֥מֹות ֶׁ ֹּֽמלְֶׁך־א ֱִ֖דֹום ל ִּ ַֹּֽשיד
kóh amár Adonai, 'al-shêloshah pish'éi moáv, vê'al-arba'áh ló ashivénu; 'al-sorêfó
'atzmót mélej-edóm lasíd .
Así ha dicho el Eterno: 'Por tres pecados de Moab, y por cuatro, no revocaré su
castigo. Porque quemaron los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos,
(2)
מֹואב
ָ ֔ ּׁ֙ומת בְ שָ אֹון
ָ֤ מֹואב וְ ָ ֹּֽאכְ לָ ִ֖ה אַ ְר ְמנֵ֣ ֹות הַ קְ ִּרי֑ ֹות ָ ֔ ְי־אש ב
ֵ֣ וְ ִּשלַחְ ִּת
:שֹופר
ֹּֽ ָ בִּ ְתרּועָ ִ֖ה בְ ָ֥קֹול
vêshilajti-ésh bêmoáv, vêájêláh armênót haqêriót; umét bêshaon moáv, bitru'áh
bêqól shofár.
enviaré fuego a Moab, el cual devorará los palacios de Queriot. Moab morirá en
medio de alboroto, con clamor y sonido de shofar.
(3)
פ: הוֹּֽה
ָ ְוְ הִּ כְ ַר ִּ ָ֥תי שֹופִ֖ט ִּמקִּ ְר ָבּ֑ה וְ כל־שָ ֶׁ ָׁ֛ריהָ ֶׁ ֹּֽאה ֱָ֥רֹוג עִּ ִ֖מֹו אָ ַ ָ֥מר י
vêhijratí shofét miqirbáĥ; vêjol-saréiha éheróg 'imó amár Adonai .
907
ָע ֔מֹוס Amós 2
Así ha dicho el Eterno: 'Por tres pecados de Iehudá, y por cuatro, no revocaré su
castigo. Porque despreciaron la Torá del Eterno y no guardaron sus decretos, y
porque les hicieron errar sus mentiras tras las cuales anduvieron sus padres,
(5)
פ:יהּודה וְ ָ ֹּֽאכְ לָ ִ֖ה אַ ְר ְמנָ֥ ֹות יְ ֹּֽרּושָ ָ ֹּֽל ִּם
֑ ָ וְ ִּשלַ ָ֥חְ ִּתי ִ֖אש ִּ ֹּֽב
vêshilájti ésh bíhudáh; vêájêláh armênót Iêrúshaláim.
Así ha dicho el Eterno: 'Por tres pecados de Israel, y por cuatro, no revocaré su
castigo. Porque venden por dinero al justo y al pobre por un par de zapatos,
(7)
ַר־א ֶׁרץׁ֙ בְ ֵ֣ראש דַ לִּ֔ ים וְ ֶׁ ָ֥ד ֶׁרְך ֲענ ִּ ִָ֖וים י ַ֑טּו וְ ִּ ֵ֣איש וְ אָ ִָּ֗ביו
ֶׁ ָ֨ הַ ֹּֽשא ִּ ֲָ֤פים עַל־ ֲעפ
:ת־שם ק ְד ִּ ֹּֽשיָ֥ ֶׁל־ה ַנע ָ ֲ֔רה לְ ַ ָ֥מעַן חַ לִ֖ל א
ֹּֽ ַ ֶׁיֹּֽלְ כּוׁ֙ א
hashóafím 'al-'afar-éretz bêrósh dalím, vêdérej 'anavím iatú; vêísh vêavív iélêjú
el-hána'aráh, lêmá'an jalél et-shém qodshí.
codician hasta el polvo de la tierra que está sobre la cabeza de los empobrecidos
y trastornan el camino de la gente humilde. Un hombre y su hijo tienen
relaciones con la misma joven, profanando así mi santo nombre.
908
2 Amós ָע ֔מֹוס
(8)
ֲנּושיםׁ֙ יִּ ְש ֔תּו בִ֖ית
ִּ ל־מזְב֑חַ וְ יָ֤ין ע
ִּ וְ עַל־בְ ג ִּ ָָ֤דים ֲחבֻלִּ יםׁ֙ י ַ֔טּו ִ֖אצֶׁ ל כ
:יהם ֹּֽ ֶׁ אֱֹלֹּֽ ה
vê'al-bêgadím javulim iatú, étzel kol-mizbéja; vêiéin 'anushim ishtú, béit
elóheihém.
'Yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya estatura era como la altura de los
cedros y que era fuerte como una encina. Destruí su fruto arriba y sus raíces
abajo.
(10)
ֹּֽאֹולְך אֶׁ ְתכֶׁ ָ֤ם בַ ִּמ ְדבָ רׁ֙ אַ ְרבָ ִּ ֵ֣עים
ָ֨ ָ֥יתי אֶׁ ְתכֶׁ ִ֖ם מ ֶׁ ֵ֣א ֶׁרץ ִּמצְ ָ ֑ריִּ ם ָו
ִּ וְ ָ ֹּֽאנ ִּ ָׁ֛כי ֶׁ ֹּֽהעֱל
:ת־א ֶׁרץ ָ ֹּֽהאֱמ ִּ ֹּֽרי
ָ֥ ֶׁ ֶׁשָ ָ֔נה ל ֶׁ ִָ֖רשֶׁ ת א
vêánojí hé'eléiti etjém meéretz mitzráim; váoléj etjém bamidbar arba'ím shanáh,
laréshet et-éretz háemorí.
Os hice subir de la tierra de Egipto y durante cuarenta años os hice caminar por el
desierto y caminé con vosotros por el desierto para que poseyeseis la tierra del
amorreo.
(11)
ין־זאת בְ נָ֥י
ָׁ֛ ּומבַ ֹּֽחּוריכֶׁ ִ֖ם לִּ נְ ז ִּ ִּ֑רים הַ ַ ָ֥אף ֹּֽא
ִּ יאים
ִּ֔ ִָּוֹּֽאָ ִּ ָ֤קים ִּמבְ ניכֶׁםׁ֙ לִּ נְ ב
: הוֹּֽה ָ ְיִּ ְש ָר ִ֖אל נְ אֻם־י
váaqím mibêneijem linviím, umibajúreijém linzirím; haáf éin-zót bênéi Israél
nêum-Adonai .
Pero vosotros disteis de beber vino a los nazareos y a los profetas mandasteis
diciendo: '¡No profeticéis!'
(13)
:ֲשר תָ עִּ יקׁ֙ ָ ֹּֽה ֲע ָג ָ֔לה ַ ֹּֽה ְמל ָ ָ֥אה לָ ִּ֖ה ע ִּ ָֹּֽמיר
ָ֤ ֶׁ הִּ נָׁ֛ה ָ ֹּֽאנ ִּ ָ֥כי מ ִּ ִ֖עיק תַ חְ תיכֶׁ ֑ם ַ ֹּֽכא
hinéh ánojí me'íq tajteijém; káashér ta'iq há'agaláh, hámêleáh láĥ 'amír.
Yo, pues, haré tambalear vuestros pies como se tambalea la carreta repleta de
gavillas.
(14)
:וְ אָ ַבָ֤ד מָ נֹוסׁ֙ ִּמ ֔ ָקל וְ חָ זָ ִ֖ק ֹּֽלא־יְ אַ ֵ֣מץ כ ֑חֹו וְ גִּ ִ֖בֹור ֹּֽלא־יְ מַ לָ֥ט נַפְ ֹּֽשֹו
vêavád manos miqál, vêjazáq ló-iêamétz kojó; vêgibór ló-iêmalét nafshó.
El más valiente de los valientes huirá desnudo en aquel día', dice el Eterno.
Amós Capítulo 3
(1)
ִּש ְמ ֵ֞עּו אֶׁ ת־הַ דָ ָבֵ֣ר הַ ֶָׁ֗זה אֲשֶָׁ֨ ר ִּד ֶׁב֧ר יְ הוָ ָׁ֛ה עֲליכֶׁ ִ֖ם בְ נֵ֣י יִּ ְש ָר ֑אל ַֹּ֚על כל־
: אמר ֹּֽ ָׁ֛יתי מ ֶׁ ָ֥א ֶׁרץ ִּמצְ ַ ִ֖ריִּ ם ל
ִּ ֲשר ֶׁ ֹּֽהעֱל
֧ ֶׁ הַ ִּמ ְשפ ֔ ָָחה א
shim'ú et-hadavár hazéh ashér dibér Adonai 'aleijém bênéi Israél; 'ál kol-
hamishpajáh, ashér hé'eléiti meéretz mitzráim lemór .
910
3 Amós ָע ֔מֹוס
Oíd esta palabra que el Eterno ha hablado contra vosotros, oh Hijos de Israel,
contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:
(2)
ַֹּ֚רק אֶׁ ְתכֶׁ ֵ֣ם י ֔ ַָדעְ ִּתי ִּמ ִ֖כל ִּמ ְשפְ ֵ֣חֹות ָ ֹּֽהאֲדָ ָ ֑מה עַל־כןׁ֙ אֶׁ פְ ֵ֣קד עֲלי ֶׁ֔כם ִ֖את
:יכם ֹּֽ ֶׁ כל־עֲֹו ֹּֽנת
ráq etjém iadá'ti, mikól mishpêjót háadamáh; 'al-ken efqód 'aleijém, ét kol-
'aonóteijém.
¿Rugirá el león en el bosque sin haber cazado presa? ¿Dará su rugido el cachorro
de león desde su guarida sin haber atrapado algo?
(5)
ן־האֲדָ ֔ ָמה
ֵ֣ ָ ּומֹוקש ֵ֣אין לָ ּ֑ה ה ַ ֲֹּֽי ֲעלֶׁה־פַחׁ֙ ִּמ
ִ֖ ה ֲִּת ָ֤פל צִּ פֹורׁ֙ עַל־פַ ֵ֣ח הָ ֔ ָא ֶׁרץ
:וְ לָכִ֖ ֹוד ָ֥לא יִּ לְ כֹּֽ ֹוד
hatipól tzipor 'al-páj haáretz, umoqésh éin láĥ; haiá'aleh-paj min-háadamáh,
vêlajód ló ilkód.
¿Caerá el ave en la trampa en la tierra sin haber cazador? ¿Se alzará la trampa del
suelo sin haber atrapado algo?
(6)
ם־תהְ יֶׁ ָ֤ה ָרעָהׁ֙ בְ ֔ ִּעיר ַוֹּֽיהוָ ִ֖ה
ֹּֽ ִּ ִּאם־יִּ תָ ַ ָ֤קע שֹופָרׁ֙ בְ ֔ ִּעיר וְ עָ ִ֖ם ֵ֣לא ֶׁ ֹּֽיח ָ ֱ֑רדּו ִּא
: ָשה ֹּֽ ָ ָ֥לא ע
im-itaqá' shofar bê'ír, vê'ám ló iéjerádu; im-tíhêiéh ra'ah bê'ír, váAdonai ló 'asáh .
911
ָע ֔מֹוס Amós 3
Así, nada hará el Señor Elohim sin revelar su secreto a sus siervos los profetas.
(8)
: ירא אֲדנָ ָ֤י יְ הוִּ הׁ֙ ִּד ֔ ֶׁבר ִּ ִ֖מי ָ֥לא יִּ נ ָֹּֽבא
֑ ָ ִּאַ ְריָ֥ה שָ ָ ִ֖אג ִּ ֵ֣מי ֵ֣לא י
ariéh shaág mí ló irá; adonái IHVIH dibér, mí ló inavé .
No saben hacer lo recto, los que atesoran violencia y despojo en sus palacios',
dice el Eterno.
(11)
הֹוריד ִּממְךׁ֙ ע ֻ֔זְך וְ נ ִָ֖בזּו
ָ֤ ִּ ְּוס ִּ ֵ֣ביב הָ ָ ֑א ֶׁרץ ו
ְ הוה ַצִ֖ר
ִּ֔ ְל ָָ֗כן ָ֤כה אָ מַ רׁ֙ אֲדנָ ֵ֣י י
: נֹותיִּ ְך
ֹּֽ ָ אַ ְר ְמ
912
3 Amós ָע ֔מֹוס
lajén kóh amar adonái IHVÍH, tzár usvív haáretz; vêhoríd mimej 'uzéj, vênavózu
armênotáij .
Por tanto, así ha dicho el Señor Elohim: 'Un enemigo vendrá por todos los lados
de la tierra. Echará abajo tus fortalezas, y tus palacios serán saqueados.
(12)
כה֮ אָ ַ ֵ֣מר יְ ה ָו ֒ה ַ ֹּֽכאֲשֶׁ ֩ר י ָ֨ ִַּציל ָ ֹּֽהר ֵֶׁ֜עה ִּמ ִּ ֧פי ָ ֹּֽהא ִּ ֲָׁ֛רי ְש ָ֥תי כְ ָרעַ ִ֖יִּ ם ֵ֣אֹו בְ דַ ל־
֑אזֶׁן כֵ֣ן יִּ ָנֹּֽצְ ֵ֞לּו בְ נֵ֣י יִּ ְש ָר ָ֗אל הַ ֹּֽי ְשבִּ יםׁ֙ בְ ֵ֣ש ְמ ֔רֹון בִּ פְ ַ ָ֥את ִּמ ָטִ֖ה ּובִּ ְד ֶׁ ָ֥משֶׁ ק
: ָ ֹּֽע ֶׁרש
koh amár Adonai káasher iatzíl háro'éh mipí háarí shêtéi jêra'áim ó vêdal-ózen;
kén inátzêlú bênéi Israél haióshêvim bêshómrón, bifát mitáh uvidmésheq 'áres .
Así dice el Eterno: De la manera que el pastor libra de la boca del león dos
piernas o la punta de la oreja, así escaparán los Hijos de Israel que en Shomrón se
sientan en un borde de la cama o en un diván de Damasco.
(13)
: הוה אֱֹלהָ֥י הַ צְ בָ ֹּֽאֹות
ִ֖ ִּ ְִּש ְמעָ֥ ּו וְ הָ ִּ ִ֖עידּו בְ בֵ֣ית ַ ֹּֽיע ֲ֑קב נְ אֻם־אֲדנָ ָ֥י י
shim'ú vêha'ídu bêvéit Iá’aqóv; nêum-adonái IHVÍH elohéi hatzêvaót .
'Oíd y testificad contra la casa de Iaaqov, dice el Eterno Elohim de los Ejércitos.
(14)
ית־אל
֔ ַל־מזְבְ ֵ֣חֹות ֹּֽב
ִּ ּופקַ ְד ִּתיׁ֙ ע
ֹּֽ ָ ָ֗ ִּכי בְ יָׁ֛ ֹום פקְ ִּ ָ֥די פִּ ְש ֹּֽעי־יִּ ְש ָר ִ֖אל עָלָ ֑יו
:וְ נִּ גְ ְדעּוׁ֙ קַ ְרנֵ֣ ֹות הַ ִּמז ְ֔בחַ וְ ָנֹּֽפְ לִ֖ ּו ל ָ ָֹּֽא ֶׁרץ
kí bêíom poqêdí fish'éi-Israél 'aláv; ufáqadtí 'al-mizbêjót béit-él, vênigdê'ú qarnót
hamizbéaj, vênáfêlú laáretz.
El día en que castigue las rebeliones de Israel, también castigaré los altares de
Betel. Serán derribados los cuernos del altar y caerán al suelo.
(15)
ַל־בית הַ ָ ֑קיִּ ץ וְ ָ ֹּֽאבְ דֵ֞ ּו ב ֵ֣תי הַ ָ֗שן וְ סָ ָׁ֛פּו ב ִּ ָ֥תים
ֵ֣ יתי בית־הַ ִ֖ח ֶׁרף ע ָ֥ ִּ וְ הִּ כ
ס: הוֹּֽהָ ְַר ִּ ִ֖בים נְ אֻם־י
vêhikeití veit-hajóref 'al-béit haqáitz; vêávêdú botéi hashén vêsafú botím rabím
nêum-Adonai .
Yo golpearé la casa de invierno junto con la casa de verano, y las casas de marfil
perecerán. ¡Muchas casas serán arruinadas!', dice el Eterno.
913
ָע ֔מֹוס Amós 4
Amós Capítulo 4
(1)
ִּש ְמ ֵ֞עּו הַ דָ ָבֵ֣ר הַ ֶָׁ֗זה פ ָָ֤רֹות הַ בָ שָ ןׁ֙ אֲשֶׁ רׁ֙ בְ ַהֵ֣ר ֹּֽש ְמ ֔רֹון הָ ֹּֽע ְש ֵ֣קֹות דַ לִּ֔ ים
:יהִ֖ם הָ ִּ ָ֥ביאָ ה וְ נִּ ְש ֶׁ ֹּֽתה
ֶׁ יֹונ֑ים הָ ֹּֽא ְמ ָ֥רת ַלא ֲֹּֽדנ
ִּ ְהָ ֹּֽרצְ ִ֖צֹות אֶׁ ב
shim'ú hadavár hazéh parót habashan asher bêhár shómêrón, ha'óshêqót dalím,
harótzêtzót evioním; haómêrót laadóneihém havíah vênishtéh.
Oíd esta palabra, oh vacas de Basán que estáis en el monte de Shomrón, que
oprimís a los pobres, que quebrantáis a los necesitados, que decís a vuestros
maridos: '¡Traed y bebamos!'
(2)
ׁ֙נִּ ְש ָ֨ ַבע אֲדנָ ָ֤י יְ הוִּ הׁ֙ בְ ק ְד ֔שֹו ִּ ָׁ֛כי הִּ נָ֥ה י ִּ ִָ֖מים בָ ִּ ֵ֣אים עֲליכֶׁ ֑ם וְ נִּ ָ ָ֤שא אֶׁ ְתכֶׁם
: דּוגֹּֽה
ָ יתכֶׁ ִ֖ן בְ ִּס ָ֥ירֹות ְ בְ צִּ נ֔ ֹות וְ אַ ח ִּ ֲֹּֽר
nishbá' adonái IHVIH bêqodshó, kí hinéh iamím baím 'aleijém; vênisá etjem
bêtzinót, vêajarítêjén bêsirót dugáh .
El Señor [Dios] el Eterno juró por su santidad: 'He aquí, vienen días sobre
vosotras, en que se os llevará con ganchos, y a vuestros descendientes con
anzuelos de pescar.
(3)
: הוֹּֽה
ָ ְּופְ ָר ִּ ָ֥צים ת ֶׁצִ֖אנָה ִּא ָ ֵ֣שה נֶׁגְ ָ ֑דּה וְ הִּ ְשלַכְ ֶׁ ָ֥תנָה ַ ֹּֽההַ ְר ִ֖מֹונָה נְ ֻאם־י
ufratzím tetzénah isháh negdáĥ; vêhishlajténah háharmónah nêum-Adonai .
¡Saldréis por las brechas una tras otra, y seréis arrojadas hacia el Hermón!', dice
el Eterno.
(4)
ָ֤באּו ֹּֽבית־א ׁ֙ל ּופִּ ְש ֔עּו הַ גִּ לְ גָ ִ֖ל הַ ְר ֵ֣בּו לִּ פְ ֑ש ַע וְ הָ ִּ ָ֤ביאּו ל ַָ֨בקֶׁ רׁ֙ זִּבְ חי ֶׁ֔כם
:יכם ֹּֽ ֶׁ לִּ ְשֹלָ֥ שֶׁ ת י ִּ ִָ֖מים מַ עְ ְש ֹּֽרת
bóu véit-el ufish'ú, hagilgál harbú lifshó'a; vêhavíu labóqer zivjeijém, lishlóshet
iamím ma'sêróteijém.
vêqatér méjametz todáh, vêqirú nêdavót hashmí'u; kí jén ahavtem bênéi Israél,
nêúm adonái IHVÍH .
'También os detuve la lluvia faltando tres meses para la siega. Hice llover sobre
una ciudad, y sobre otra no hice llover. Sobre una parcela llovió, y la parcela
sobre la cual no llovió se secó.
(8)
ל־עיר אַ ַחָׁ֛ת לִּ ְש ָ֥תֹות ַ ִ֖מיִּ ם וְ ֵ֣לא יִּ ְש ָב֑עּו
ָ֥ ִּ ֶׁוְ נ ָ֡עּו ְשתַ יִּ ֩ם שָ ָֹ֨לש ע ִּ ֵָ֜רים א
: הוֹּֽה
ָ ְוְ ֹּֽלא־שַ בְ ֶׁ ָ֥תם ע ַ ִָ֖די נְ אֻם־י
vêna'ú shêtaim shalósh 'arím el-'ír aját lishtót máim vêló isbá'u; vêló-shavtém
'adái nêum-Adonai .
Acudían dos o tres ciudades a otra ciudad para beber agua, y no se saciaban. Pero
no os volvisteis a mí', dice el Eterno.
(9)
ֵ֣יתי אֶׁ ְתכֶׁם֮ בַ ִּשדָ ֵ֣פֹון ּובַ ֹּֽי ָָֽרקֹו ֒ן הַ ְר ָ֨בֹות גַנֹּֽ ֹותיכֶׁ ֧ם וְ כ ְַרמיכֶׁ ָׁ֛ם
ִּ הִּ כ
ס: ֻם־יְהוֹּֽה
ָ ּות ֹּֽאניכֶׁ ָ֥ם וְ זֹּֽיתיכֶׁ ִ֖ם יאכַ ֵ֣ל הַ גָזָ ֑ם וְ ֹּֽלא־שַ בְ ֶׁ ָ֥תם ע ַ ִָ֖די נְ א
ְ
915
ָע ֔מֹוס Amós 4
'Yo os golpeé con tizón y añublo. La langosta comió vuestros muchos huertos,
vuestras viñas, vuestras higueras y vuestros olivos. Pero no os volvisteis a mí',
dice el Eterno.
(10)
ִּש ַָ֨לחְ ִּתי בָ כֶׁ ָ֥ם ָ֨ ֶׁדבֶׁ רׁ֙ בְ ֶׁ ֵ֣ד ֶׁרְך ִּמצְ ַ ֔ריִּ ם הָ ַ ָ֤רגְ ִּתי בַ ָ֨ ֶׁח ֶׁרבׁ֙ בַ ֵ֣חּורי ֶׁ֔כם ִּ ִ֖עם ְש ִּ ֵ֣בי
ֹּֽסּוסיכֶׁ ֑ם ו ַ ָֹּֽא ֲע ֵֶׁ֞לה בְ ָ֤אש ַ ֹּֽמחֲניכֶׁםׁ֙ ּוֹּֽ בְ אַ פְ ֶׁ֔כם וְ ֹּֽלא־שַ בְ ֶׁ ָ֥תם ע ַ ִָ֖די נְ אֻם־
:הוֹּֽה
ָ ְי
shilájti vajém déver bêdérej mitzráim, harágti vajérev bajúreijém, 'ím shêví
súseijém; vaá'aléh bêósh májaneijem úvapêjém, vêló-shavtém 'adái nêum-
Adonai.
'Envié entre vosotros una plaga, como en Egipto. Maté a espada a vuestros
jóvenes, mientras vuestros caballos eran capturados. Hice que el hedor de
vuestros campamentos subiese a vuestras narices. Pero no os volvisteis a mí', dice
el Eterno.
(11)
ת־ס ֵ֣דם וְ אֶׁ ת־עֲמ ָ ֔רה ו ִּ ַֹּֽתהְ י֕ ּו כְ ִ֖אּוד
ְ ֶׁהָ פַ ֵ֣כְ ִּתי בָ ֶָׁ֗כם כְ מַ הְ פכַ ָ֤ת אֱֹלהִּ יםׁ֙ א
: הוֹּֽהָ ְמ ָֻצֵ֣ל ִּמ ְשרפָ ֑ה וְ ֹּֽלא־שַ בְ ֶׁ ָ֥תם ע ַ ִָ֖די נְ אֻם־י
hafájti vajém kêmahpeját elohim et-sêdóm vêet-'amoráh, vatíhêíu kêúd mutzál
misêrefáh; vêló-shavtém 'adái nêum-Adonai .
'Por tanto, de esta manera te haré, oh Israel. Y porque voy a hacerte esto,
¡prepárate para venir al encuentro de tu Elohim, oh Israel!'
(13)
ׁ֙יֹוצר הָ ִּ ֵ֜רים ּוב ֵ֣רא ָ֗רּוחַ ּומַ ִּגָ֤יד לְ אָ דָ םׁ֙ מַ ה־ש ֔חֹו ע ָ֥שה שַָ֨ חַ ר
ָ֨ ֡ ִּכי הִּ נ ֩ה
פ: ֱֹלהי־צְ בָ ִ֖אֹות ְש ֹּֽמֹו
ֹּֽ ַל־בֵ֣מתי ָ ֑א ֶׁרץ יְ הוָ ָ֥ה א
ָ עי ָ֔פה וְ ד ִ֖רְך ע
916
4-5 Amós ָע ֔מֹוס
kí hineh iotzér harím uvoré rúaj umagíd lêadam mah-sejó, 'oséh shájar 'eifáh,
vêdoréj 'al-bámotei áretz; Adonai elohéi-tzêvaót shêmó .
Porque he aquí, el que forma las montañas y crea el viento y revela al hombre su
pensamiento, el que hace a la aurora tinieblas y pisa sobre las alturas de la tierra,
¡el Eterno Elohim de los Ejércitos es su nombre!
Amós Capítulo 5
(1)
:ִּש ְמ ֵ֞עּו אֶׁ ת־הַ דָ ָבֵ֣ר הַ ֶָׁ֗זה אֲשֶָׁ֨ ר ָ ֹּֽאנ ֵ֜ ִּכי נ ֧שא עֲליכֶׁ ָׁ֛ם קִּ ינָ ִ֖ה בָ֥ית יִּ ְש ָר ֹּֽאל
shim'ú et-hadavár hazéh ashér ánojí nosé 'aleijém qináh béit Israél.
Oíd esta palabra que yo pronuncio como lamento por vosotros, oh casa de Israel:
(2)
א־תֹוסיף ֔קּום בְ תּולַ ִ֖ת יִּ ְש ָר ֑אל נִּ ְט ָ ָ֥שה עַל־אַ ְדמָ ָ ִ֖תּה ָ֥אין
ֵ֣ ִּ ָנֹּֽפְ לָהׁ֙ ֹּֽל
:ימּהֹּֽ ָ ְִּמק
náfêlah ló-tosíf qúm, bêtulát Israél; nitêsháh 'al-admatáĥ éin mêqimáĥ.
Porque así dice el Señor Elohim a la casa de Israel: 'La ciudad que salía con mil
quedará con cien, y la que salía con cien quedará con diez.'
(4)
: ִּ ֵ֣כי ָ֥כה אָ ַ ָׁ֛מר יְ הוָ ִ֖ה לְ בֵ֣ית יִּ ְש ָר ֑אל ִּד ְר ִ֖שּונִּ י ִּ ֹּֽוחְ יֹּֽ ּו
kí jóh amár Adonai lêvéit Israél; dirshúni víjíu .
¡Buscad al Eterno y vivid! No sea que él acometa como fuego contra la casa de
Iosef y consuma a Betel sin que haya quien lo apague.
(7)
:הַ ֹּֽהפְ ִּ ָ֥כים לְ ַ ֹּֽלעֲנָ ִ֖ה ִּמ ְשפָ ֑ט ּוצְ דָ ָ ִ֖קה ל ָ ָָ֥א ֶׁרץ הִּ ִּ ֹּֽניחּו
hahófêjím lêlá'anáh mishpát; utzdaqáh laáretz hiníju.
buscad al que hizo las Pléyades y el Orión, que a las tinieblas convierte en
mañana, y que hace oscurecer el día hasta que se hace noche. Buscad al que
llama a las aguas del mar y las derrama sobre la superficie de la tierra. ¡el Eterno
es su nombre!
(9)
:ַל־מבְ ָצָ֥ר י ָֹּֽבֹוא
ִּ הַ מַ בְ ִּ ָ֥ליג ִ֖שד עַל־עָ ֑ז וְ ִ֖שד ע
hamavlíg shód 'al-'áz; vêshód 'al-mivtzár iavó.
918
5 Amós ָע ֔מֹוס
Por tanto, puesto que pisoteáis al pobre y tomáis de él tributo de granos, aunque
hayáis edificado casas de piedra labrada, no las habitaréis. Plantasteis hermosas
viñas, pero no beberéis el vino de ellas.
(12)
ִּ ָ֤כי י ָ֨ ַָדעְ ִּתיׁ֙ ַר ִּ ֵ֣בים פִּ ְשעי ֶׁ֔כם ַ ֹּֽו ֲעצ ִּ ִֻ֖מים חַ ֹּֽטאתיכֶׁ ֑ם ֹּֽצ ְר ָ֤רי צַ ִּדיקׁ֙ ֹלֵ֣ קְ חי
:יֹונִ֖ים בַ ַ ָ֥שעַר הִּ ֹּֽטּוִּ ְ֔כפֶׁר וְ אֶׁ ב
kí iadá'tí rabím pish'eijém, vá'atzumím jatóteijém; tzórêréi tzadiq lóqjei jófer,
vêevioním bashá'ar hitú.
¡Buscad el bien y no el mal, para que viváis! Así estará con vosotros el Eterno
Elohim de los Ejércitos, como decís.
(15)
ֱֹלהי־
ֹּֽ אּו־רעׁ֙ וְ ֶׁ ֵ֣אהֱבּו ֔טֹוב וְ הַ ִּ ָ֥ציגּו בַ ַ ִ֖שעַר ִּמ ְשפָ ֑ט אּו ַָ֗לי ֶׁ ֹּֽיחֱנַ ָָֽׁ֛ן יְ הוָ ָ֥ה א
ָ ְִּשנ
ס: יֹוסף ֹּֽ צְ בָ ִ֖אֹות ְשא ִּ ָ֥רית
919
ָע ֔מֹוס Amós 5
sinu-ra' vêéhevu tóv, vêhatzígu vashá'ar mishpát; ulái iéjenán Adonai elohéi-
tzêvaót shêerít ioséf .
Por tanto, así ha dicho el Eterno Elohim de los Ejércitos, el Señor: 'En todas las
plazas habrá llanto, y en todas las ciudades dirán: '¡Ay, ay!' Convocarán a duelo
al labrador, y a lamentación a los que saben entonar lamentos.
(17)
פ: הוֹּֽה
ָ ְּובְ כל־כְ ָר ִּ ִ֖מים ִּמ ְספ֑ד ִּ ֹּֽכי־אֶׁ ע ֱָ֥בר בְ קִּ ְרבְ ךִ֖ אָ ַ ָ֥מר י
uvjol-kêramím mispéd; kí-e'evór bêqirbêjá amár Adonai .
En todas las viñas habrá llanto, porque pasaré por en medio de ti', ha dicho el
Eterno.
(18)
הּוא־חשֶׁ ְך
ָ֥ ָ֥הֹוי הַ ִּמ ְתאַ ִּ ִּ֖וים אֶׁ ת־יֵ֣ ֹום יְ הוָ ֑ה למָ ה־זֶׁ ָ֥ה לָכֶׁ ָׁ֛ם יָ֥ ֹום יְ הוָ ִ֖ה
: א־אֹור ֹּֽ וְ ל
hóy hamitavím et-íom Adonai; lomah-zéh lajém íom Adonai hu-jóshej vêlo-ór .
¡Ay de los que anhelan el día del Eterno! ¿Para qué queréis este día del Eterno?
Será día de tinieblas, y no de luz.
(19)
ּובֵ֣א הַ ֔ ַביִּ ת וְ סָ ַ ָ֤מְך יָדֹוׁ֙ עַל־
ָ ַ ֹּֽכאֲשֶָׁ֨ ר יָנָ֥ ּוס ִּאישׁ֙ ִּמפְ נֵ֣י ָ ֹּֽהא ִּ ֲ֔רי ּופְ גָעִ֖ ֹו הַ ֑דב
:הַ ֔ ִּקיר ּונְ שָ כִ֖ ֹו הַ נ ָ ָֹּֽחש
káashér ianús ish mipênéi háarí, ufga'ó hadóv; uvá habáit, vêsamáj iadó 'al-haqír,
unshajó hanajásh.
Será como el que huye de un león y choca con un oso; entra en casa y apoya su
mano en la pared, y le muerde una serpiente.
(20)
: א־נ ַגֹּּֽה לֹּֽ ֹו
ָ֥ א־אֹור וְ אָ פִ֖ל וְ ל
֑ א־חשֶׁ ְך יָ֥ ֹום יְ הוָ ִ֖ה וְ ל
ָׁ֛ הֲל
920
5 Amós ָע ֔מֹוס
¿No será el día del Eterno para él tinieblas y no luz, oscuridad y no resplandor?
(21)
:יכם
ֹּֽ ֶׁ ָ֥אתי מָ ַ ִ֖א ְס ִּתי חַ גיכֶׁ ֑ם וְ ָ֥לא אָ ִּ ִ֖ריחַ בְ עַצְ ֹּֽרת
ִּ שָ נ
sanéti maásti jageijém; vêló aríaj bê'atzêróteijém.
Más bien, corra el derecho como agua, y la justicia como arroyo permanente.
(25)
:ם־לי בַ ִּמ ְד ָבָׁ֛ר אַ ְרבָ ִּ ָ֥עים שָ נָ ִ֖ה בָ֥ית יִּ ְש ָר ֹּֽאל
֧ ִּ ֶּׁומנְ ֵ֜ ָחה ִּ ֹּֽהג ְַשת
ִּ הַ ְז בָ ִָּ֨חים
hazêvajím uminjáh hígashtem-lí vamidbár arba'ím shanáh béit Israél.
921
ָע ֔מֹוס Amós 5-6
unsatém ét sikút malkêjém, vêét kiún tzalmeijém; kojav elóheijém, ashér 'asitém
lajém.
Por tanto, yo haré que os lleven cautivos más allá de Damasco', ha dicho el
Eterno, cuyo nombre es Elohim de los Ejércitos.
Amós Capítulo 6
(1)
גֹוים
ִּ֔ ַאשית ה
ֵ֣ ִּ ֹּ֚הֹוי הַ ַ ֹּֽש ֲאנ ִַּנֵ֣ים בְ צִּ י֔ ֹון וְ הַ ֹּֽב ְט ִּ ִ֖חים בְ ַהֵ֣ר ֹּֽש ְמ ֑רֹון נְ קֻ ביׁ֙ ר
:ּובָ֥אּו ל ֶָׁהִ֖ם בָ֥ית יִּ ְש ָר ֹּֽאל ָ
hóy hasháananím bêtzión, vêhabótêjím bêhár shómêrón; nêquveí reshít hagoím,
uváu lahém béit Israél.
¡Ay de los que viven reposados en Tzión [Sion], y de los confiados en el monte
de Shomrón, señalados como los principales de las naciones, y a quienes acuden
los de la casa de Israel!
(2)
ׁ֙עִּ בְ ָ֤רּו ַ ֹּֽכלְ נהׁ֙ ְּור ֔אּו ּולְ כָ֥ ּו ִּמ ָ ִ֖שם ח ַ ֲֵ֣מת ַר ָב֑ה ְּור ֵ֣דּו גַת־פְ לִּ ְש ָ֗ ִּתים הֲטֹובִּ ים
:ם־רב גְ בּולָ ִ֖ם ִּמגְ ֻ ֹּֽבלְ ֶׁ ֹּֽכם
ָ֥ ַ ִּמן־הַ מַ ְמלָכֵ֣ ֹות הָ ֔אלֶׁה ִּא
'ivrú jálêneh urú, uljú mishám jamát rabáh; urdú gat-pêlishtím hatovim min-
hamamlajót haéleh, im-ráv gêvulám migêvúlêjém.
Pasad a Calne y mirad. De allí id a la gran Hamat. Luego descended a Gat de los
filisteos. ¿Acaso sois mejores que aquellos reinos? ¿Acaso el territorio de ellos
era mayor que el vuestro?
(3)
:ַ ֹּֽה ְמנ ִּ ִַ֖דים לְ יֵ֣ ֹום ָ ֑רע וַתַ גִּ ִ֖שּון ֶׁ ָ֥שבֶׁ ת חָ ָ ֹּֽמס
hámênadím lêíom rá'; vatagishún shévet jamás.
Vosotros suponéis que el día malo está lejos, y acercáis la sede del terror.
922
6 Amós ָע ֔מֹוס
(4)
שֹותם וְ ֹּֽאכְ ִּ ָ֤לים כ ִָּריםׁ֙ ִּמ ֔צאן
֑ ָ ּוסרֻ ִּ ִ֖חים עַל־ע ְַר
ְ ַל־מ ֵ֣טֹות ֔שן
ִּ הַ ֹּֽשכְ בִּ יםׁ֙ ע
:ַ ֹּֽו ֲעג ִּ ִָ֖לים ִּמ ָ֥תֹוְך מַ ְר ֹּֽבק
hashójêvim 'al-mitót shén, usrujím 'al-'arsotám; vêójêlím karim mitzón, vá'agalím
mitój marbéq.
Bebéis vino en grandes copas y os ungís con los más finos perfumes, y no os
afligís por la ruina de Iosef.
(7)
:רּוחים
ֹּֽ ִּ לָכָׁ֛ן ע ָ ַָ֥תה יִּ גְ לִ֖ ּו בְ ֵ֣ראש ג ִּ ֑לים וְ ָ ִ֖סר ִּמ ְרזַ ָ֥ח ְס
lajén 'atáh iglú bêrósh golím; vêsár mirzáj sêrujím.
923
ָע ֔מֹוס Amós 6
(9)
:וְ הָ ָָ֗יה ִּאם־יִּ ָ֨ ָּו ְת ֵ֜רּו עֲשָ ָ ֧רה ֲאנ ִּ ָָׁ֛שים בְ ַבָ֥יִּ ת אֶׁ ָחִ֖ד ו ָֹּֽמתּו
vêhaiáh im-ivátrú 'asaráh anashím bêváit ejád vamétu.
¿Acaso corren los caballos por las peñas? ¿Se arará con bueyes en el mar? Pero
vosotros habéis convertido el derecho en veneno y el fruto de la justicia en
ajenjo.
(13)
:הַ ְשמ ִּ ִ֖חים לְ ֵ֣לא דָ ָב֑ר הָ ֵ֣א ְמ ִּ ֔רים הֲלֵ֣ ֹוא בְ חז ְ֔קנּו ל ַ ָָ֥קחְ נּו לָ ִ֖נּו קַ ְר ָנָֹּֽֽיִּ ם
924
6-7 Amós ָע ֔מֹוס
'Pues he aquí, oh casa de Israel, yo levantaré sobre vosotros una nación que os
oprimirá desde Lebo-hamat hasta el arroyo del Arabá', dice el Eterno Elohim de
los Ejércitos.
Amós Capítulo 7
(1)
הוה וְ הִּ נהׁ֙ יֹוצֵ֣ר ג ֔ ַבי בִּ ְתחִּ לַ ִ֖ת עֲלֵ֣ ֹות הַ לָ ֑קֶׁ ש וְ ִָּ֨הנה־ִּ֔ ְָ֤כה הִּ ְר ָ֨ ַאנִּ יׁ֙ אֲדנָ ֵ֣י י
: ֶׁ֔לקֶׁ ש אַ ַחִ֖ר גִּ זָ֥י הַ ֶׁ ֹּֽמלְֶׁך
kóh hirání adonái IHVÍH, vêhineh iotzér govái, bitjilát 'alót haláqesh; vêhíneh-
léqesh, ajár gizéi hamélej .
Aconteció que cuando acababan de comer la hierba de la tierra, dije: –¡Oh Señor
Elohim, perdona, por favor! ¿Cómo podrá levantarse Iaaqov, que es tan pequeño?
(3)
: הוֹּֽה
ָ ְַל־זאת ָ֥לא ִּ ֹּֽתהְ יֶׁ ִ֖ה אָ ַ ָ֥מר י
֑ נִּ ַחָ֥ם יְ הוָ ִ֖ה ע
nijám Adonai 'al-zót; ló tíhêiéh amár Adonai .
925
ָע ֔מֹוס Amós 7
(4)
הוה ו ַָ֨תא ַכ ׁ֙ל אֶׁ ת־
֑ ִּ ְהוה וְ הִּ נָ֥ה ק ָׁ֛רא ל ִּ ָָ֥רב בָ ִ֖אש אֲדנָ ֵ֣י י
ִּ֔ ְָ֤כה הִּ ְר ָ֨ ַאנִּ יׁ֙ אֲדנָ ֵ֣י י
: ְת ֵ֣הֹום ַר ֔ ָבה וְ ָ ֹּֽאכְ לָ ִ֖ה אֶׁ ת־הַ ֹּֽחלֶׁק
kóh hirání adonái IHVÍH, vêhinéh qoré larív baésh adonái IHVÍH; vatójal et-têhóm
rabáh, vêájêláh et-hajéleq .
Así me mostró el Señor Elohim: He aquí que el Señor Elohim convocó para
juzgar por fuego, y el fuego consumió el gran océano y una parte de la tierra.
(5)
: ָוֹּֽא ָ֗ ַמר אֲדנָ ָ֤י יְ הוִּ הׁ֙ חֲדַ ל־ ָ֔נא ִּ ָ֥מי י ִָ֖קּום ַ ֹּֽיע ֲ֑קב ִּ ָ֥כי קָ ִ֖טן ֹּֽהּוא
váomár adonái IHVIH jadal-ná, mí iaqúm Iá’aqóv; kí qatón hú .
Yo dije: –¡Oh Señor Elohim, desiste, por favor! ¿Cómo podrá restablecerse
Iaaqov, que es tan pequeño?
(6)
פ: הוה
ֹּֽ ִּ ְַל־זאת גַם־הִּ יאׁ֙ ֵ֣לא ִּ ֹּֽתהְ ֶׁ֔יה אָ ַ ִ֖מר אֲדנָ ָ֥י י
֑ נִּ ַחָ֥ם יְ הוָ ִ֖ה ע
nijám Adonai 'al-zót; gam-hi ló tíhêiéh, amár adonái IHVÍH .
Así me mostró: He aquí que el Señor estaba de pie sobre un muro hecho a plomo,
y en su mano tenía una plomada de albañil.
(8)
ו ַָ֨יאמֶׁ ר יְ ה ֵ֜ ָוה א ַָ֗לי ָ ֹּֽמה־אַ ָ ָ֤תה ראֶׁ הׁ֙ ָע ֔מֹוס ָוֹּֽא ַ ִ֖מר אֲנָ ְָֽ֑ך ו ֵַ֣יאמֶׁ ר אֲד ָָ֗ני הִּ נְ ָ֨ ִּני
: א־אֹוסיף עִ֖ ֹוד ע ֲָ֥בֹור לֹּֽ ֹו ָ֥ ִּ ָ ָ֤שם ֲאנְָךׁ֙ בְ ָ֨ ֶׁק ֶׁרבׁ֙ ע ִּ ֵַ֣מי יִּ ְש ָר ֔אל ֹּֽל
vaiómer Adonai elái máh-atáh roeh 'Amós, váomár anáj; vaiómer adonái hinêní
sám anaj bêqérev 'amí Israél, ló-osíf 'ód 'avór ló .
926
7 Amós ָע ֔מֹוס
(9)
ּומקְ ְד ָ֥שי יִּ ְש ָר ִ֖אל ֶׁ ֹּֽיח ָ ֱ֑רבּו וְ קַ ְמ ִּ ָׁ֛תי עַל־בָ֥ית ָ ֹּֽיָֽרבְ עָ ִ֖ם
ִּ וְ נָשַָ֨ מּוׁ֙ בָ ֵ֣מֹות יִּ ְש ֔ ָחק
ס:בֶׁ ָ ֹּֽח ֶׁרב
vênashámú bamót Isjáq, umiqdêshéi Israél iéjerávu; vêqamtí 'al-béit Iárovê’ám
bejárev.
Y Amasías dijo a Amós: –¡Vidente, vete; huye a la tierra de Iehudá y come allá
tu pan! Profetiza allá
927
ָע ֔מֹוס Amós 7
(13)
ש־מלְֶׁךׁ֙ ֔הּוא ּובָ֥ית מַ ְמלָכָ ִ֖ה
ֶׁ ָ֨ ַא־תֹוסיף עִ֖ ֹוד לְ הִּ נָב֑א ִּ ָ֤כי ִּמקְ ד
ָ֥ ִּ ית־אל ֹּֽל
֔ ּובֹּֽ
:ֹּֽהּוא
uvéit-él, ló-tosíf 'ód lêhinavé; kí miqdash-mélej hú, uvéit mamlajáh hú.
y no profetices más en Betel, porque es el santuario del rey y la casa del reino.
(14)
וַיַ ָ֤עַן עָמֹוסׁ֙ ו ֵַ֣יאמֶׁ ר אֶׁ ל־אֲמַ צְ ָ֔יה ֹּֽלא־נ ִּ ֵָ֣ביא אָ ֔נכִּ י וְ ָ֥לא בֶׁ ן־נ ִּ ִָ֖ביא אָ ֑נכִּ י
:י־בֹוקר אָ ִ֖נכִּ י ּובֹולָ֥ס ִּשקְ ִּ ֹּֽמים
ָ֥ ִּ ֹּֽכ
vaiá'an 'Amós vaiómer el-amatziáh, ló-naví anóji, vêló ven-naví anóji; kí-voqér
anóji uvolés shiqmím.
Respondió Amós y dijo a Amasías: –Yo no soy profeta ni hijo de profeta; soy
ganadero y cultivador de higos silvestres.
(15)
וַיִּ קָ חֵ֣נִּ י יְ ה ֔ ָוה מ ַ ֹּֽאח ֲִ֖רי הַ ֑צאן ו ַָ֤יאמֶׁ ר אלַיׁ֙ יְ ה ֔ ָוה לְָ֥ך הִּ נָבִ֖א אֶׁ ל־ע ִּ ַָ֥מי
: יִּ ְש ָר ֹּֽאל
vaiqajéni Adonai, meájaréi hatzón; vaiómer elaí Adonai, léj hinavé el-'amí Israél.
Pero el Eterno me tomó de detrás del rebaño y me dijo: 'Ve y profetiza a mi
pueblo Israel.'
(16)
וְ ע ָ ִַ֖תה ְש ַ ֵ֣מע ְדבַ ר־יְ הוָ ֑ה אַ ָ ֵ֣תה א ָ֗מר ָ֤לא ִּתנָבאׁ֙ עַל־יִּ ְש ָר ֔אל וְ ָ֥לא תַ ִּ ִ֖טיף
: עַל־בָ֥ית יִּ ְש ָ ֹּֽחק
vê'atáh shêmá' dêvar-Adonai; atáh omér ló tinave 'al-Israél, vêló tatíf 'al-béit
Isjáq.
Ahora pues, escucha la palabra del Eterno: Tú dices: 'No profetices contra Israel
ni prediques contra la casa de Itzjaq.'
(17)
ל ֵָ֞כן ֹּֽכה־אָ ַ ֵ֣מר יְ ה ָ֗ ָוה ִּא ְש ְת ֵ֞ך בָ ִּ ָ֤עיר ִּת ְזנֶׁהׁ֙ ּובָ נֶׁ ָ֤יך ּובְ נ ָ֨ ֶׁתיךׁ֙ בַ ֶׁח ֵֶׁ֣רב יִּ ֔פלּו
וְ אַ ְד ָ ֹּֽמ ְתךִ֖ בַ ֶׁחֵ֣בֶׁ ל ְתחֻלָ ֑ק וְ אַ ָ֗ ָתה עַל־אֲדָ ָ ָ֤מה ְטמאָ הׁ֙ תָ ֔מּות וְ ִָּ֨י ְש ָר ֔אל גָֹלָ֥ ה
פ: יִּ גְ לֶׁ ִ֖ה מעַ ָ֥ל אַ ְדמָ ֹּֽתֹו
lajén kóh-amár Adonai ishtêjá ba'ír tizneh uvanéja uvnotéjá bajérev ipólu,
vêadmátêjá bajével têjuláq; vêatáh 'al-adamáh têmeah tamút, vêísraél, galóh igléh
me'ál admató .
928
7-8 Amós ָע ֔מֹוס
Por tanto, así dice el Eterno: 'Tu mujer se prostituirá en la ciudad; tus hijos y tus
hijas caerán a espada. Tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en tierra
impura, e Israel definitivamente será llevado cautivo de su tierra.'
Amós Capítulo 8
(1)
: הוה וְ הִּ נִ֖ה כְ לָ֥ ּוב ָ ֹּֽקיִּ ץ
֑ ִּ ְָ֥כה הִּ ְר ַ ִ֖אנִּ י אֲדנָ ֵ֣י י
kóh hiráni adonái IHVÍH; vêhinéh kêlúv qáitz .
Así me mostró el Señor Elohim: He aquí una cesta con frutas de verano.
(2)
ו ַָ֗יאמֶׁ ר ָ ֹּֽמה־אַ ָ ָ֤תה ראֶׁ הׁ֙ ע ָ֔מֹוס ָוֹּֽא ַ ִ֖מר כְ לֵ֣ ּוב ָ ֑קיִּ ץ ו ַָ֨יאמֶׁ ר יְ ה ֵ֜ ָוה א ַָ֗לי ָבָ֤א
: א־אֹוסיף עִ֖ ֹוד ע ֲָ֥בֹור לֹּֽ ֹוָ֥ ִּ הַ קץׁ֙ אֶׁ ל־ע ִּ ֵַ֣מי יִּ ְש ָר ֔אל ֹּֽל
vaiómer máh-atáh roeh 'Amós, váomár kêlúv qáitz; vaiómer Adonai elái bá
haqetz el-'amí Israél, ló-osíf 'ód 'avór ló .
En aquel día gemirán los cantores del templo, dice el Señor Elohim. Muchos
serán los cadáveres; en todo lugar serán arrojados en silencio.
(4)
:עּו־זאת הַ ֹּֽש ֲא ִּ ִ֖פים אֶׁ בְ י֑ ֹון וְ ל ְַש ִּ ִ֖בית ענוי־ (עֲנִּ יי־) ָ ֹּֽא ֶׁרץ
֕ ִּש ְמ
shim'u-zót hashóafím evíon; vêlashbít 'NVI- ('aniei-) áretz.
Oíd esto, los que pisoteáis a los necesitados y arruináis a los pobres de la tierra,
(5)
ה־ב֑ר
ָ ָאמר מָ ֵ֞ ַתי ַ ֹּֽיע ֲָ֤בר הַ ָ֨חדֶׁ שׁ֙ וְ נ ְַש ִּ ֵ֣ב ָירה שֶׁ֔ בֶׁ ר וְ הַ שַ ָבִ֖ת וְ נִּ פְ ְתח
ָ֗ ל
:לְ הַ קְ ִּ ָ֤טין איפָהׁ֙ ּולְ הַ גְ ִּ ֵ֣דיל שֶׁ֔ קֶׁ ל ּולְ עַּוִ֖ת ֹּֽמא ְזנָ֥י ִּמ ְר ָ ֹּֽמה
929
ָע ֔מֹוס Amós 8
para comprar a los pobres por dinero y a los necesitados por un par de zapatos;
para que vendamos los desechos del trigo?'
(7)
: יהם
ֹּֽ ֶׁ ל־מעֲש
ֹּֽ ַ נִּ ְש ַבָ֥ע יְ הוָ ִ֖ה בִּ גְ ֵ֣אֹון ַ ֹּֽיע ֲ֑קב ִּאם־אֶׁ ְשכַ ָ֥ח לָנֶׁ ִ֖צַ ח כ
nishbá' Adonai bigón Iá’aqóv; im-eshkáj lanétzaj kol-má'aseihém .
El Eterno ha jurado por la gloria de Iaaqov: '¡No me olvidaré jamás de todas las
cosas que han hecho!
(8)
ל־יֹושב ָבּ֑ה וְ ָ ֹּֽעלְ ָ ָ֤תה כָארׁ֙ ֻכ ָ֔לּה
ֵ֣ א־ת ְרגַ ֵ֣ז הָ ֔ ָא ֶׁרץ וְ אָ ַבִ֖ל כ
ִּ ַ ָ֤העַל זאתׁ֙ ֹּֽל
פ:וְ נִּ גְ ְר ָ ָ֥שה ונשקה (וְ נִּ ְשקְ עָ ִ֖ה) כִּ ָ֥יאֹור ִּמצְ ָ ֹּֽריִּ ם
há'al zot ló-tirgáz haáretz, vêavál kol-ioshév báĥ; vê'álêtáh jaor kuláĥ,
vênigrêsháh VNSQH (vênishqê'áh) kiór mitzráim.
¿No temblará la tierra por esto? ¿No harán duelo todos sus habitantes? Subirá
toda como el río Nilo; se agitará y mermará como el Nilo de Egipto.
(9)
אתי הַ ֶׁ ִ֖שמֶׁ ש ַ ֹּֽבצָ ה ָ ֑ריִּ ם
ָ֥ ִּ הוה וְ ֹּֽהב
ִּ֔ ְוְ הָ יָ ֵ֣ה ׀ בַ יֵ֣ ֹום הַ ָ֗הּוא נְ אֻםׁ֙ אֲדנָ ֵ֣י י
: וְ ַ ֹּֽהחֲשַ כְ ִּ ָ֥תי ל ָ ִָ֖א ֶׁרץ בְ יָ֥ ֹום ֹּֽאֹור
vêhaiáh | baióm hahú nêum adonái IHVÍH, vêhévetí hashémesh bátzahoráim;
vêhájashajtí laáretz bêíom ór .
Sucederá en aquel día, dice el Señor Elohim, que haré que el sol se oculte al
medio día; y en pleno día haré que la tierra sea cubierta de tinieblas.
930
8 Amós ָע ֔מֹוס
(10)
ׁ֙יתי עַל־כל־מ ְת ַָ֨ניִּ ם ָ֤ ִּ ל־שיריכֶׁםׁ֙ לְ קִּ י ָ֔נה וְ ַ ֹּֽהעֲל ֹּֽ ִּ וְ ָ ֹּֽהפַכְ ָ֨ ִּתי חַ גי ֵֶׁ֜כם לְ ָ֗אבֶׁ ל וְ כ
יתּה כְ יָ֥ ֹום
ִ֖ ָ יה כְ ֵ֣אבֶׁ ל י ִָּ֔חיד וְ ַ ֹּֽאח ֲִּר ָׁ֙ ל־ראש ק ְר ָח֑ה וְ שַ ְמ ָ֨ ִּת ִ֖ שָ֔ ק וְ עַל־כ
פ:ָ ֹּֽמר
vêháfajtí jageijém lêével vêjol-shíreijem lêqináh, vêhá'aleití 'al-kol-motênáim
sáq, vê'al-kol-rósh qorjáh; vêsamtíhá kêével iajíd, vêájaritáĥ kêíom már.
'He aquí que vienen días, dice el Señor Elohim, en los cuales enviaré hambre a la
tierra; no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír las palabras del Eterno.
(12)
ת־דבַ ר־יְ הוָ ִ֖ה
ְ ֶֹׁוט ָׁ֛טּו לְ בַ ָ֥קש א
ְ ַד־מז ָ ְ֑רח יְ ָ֥ש
ִּ ּומצָ ִ֖פֹון וְ ע
ִּ וְ נָעּוׁ֙ ִּמיָ ֵ֣ם עַד־ ָ֔ים
: וְ ָ֥לא יִּ ְמ ָ ֹּֽצאּו
vêna'ú miám 'ad-iám, umitzafón vê'ad-mizráj; iêshótêtú lêvaqésh et-dêvar-
Adonai vêló imtzáu .
Irán errantes de mar a mar. Desde el norte hasta el oriente andarán errantes
buscando palabra del Eterno y no la encontrarán.
(13)
:חּורים בַ צָ ָ ֹּֽמא
ִ֖ ִּ בַ יָ֨ ֹום הַ ֵ֜הּוא ִָּ֠ת ְת ַעלַפְ נָה הַ בְ תּוֹל֧ ת הַ י ָָׁ֛פֹות וְ הַ ַ ֹּֽב
baióm hahú tít'alafnah habêtulót haiafót vêhabájurím batzamá.
931
ָע ֔מֹוס Amós 8-9
hanishba'im bêashmát shómêrón, vêámêrú jéi elohéjá dán, vêjéi dérej bêér-
sháva'; vênáfêlú vêló-iaqúmu 'ód.
Los que juran por la culpa de Shomrón, diciendo: '¡Viva tu dios, oh Dan!' y '¡Que
viva el camino de Beer Sheva!' caerán y nunca más se levantarán.'
Amós Capítulo 9
(1)
יתי אֶׁ ת־אֲד ֵָ֜ני נִּ ָצֵ֣ב ַ ֹּֽעל־הַ ִּמז ְָ֗בחַ וַיאמֶׁ ֩ר ָ֨ ַהְך הַ כַפְ ֵ֜תֹור וְ יִּ ְרע ֲֵ֣שּו ִּ ָר ִָּ֨א
ׁ֙יתם בַ ֶׁח ֵֶׁ֣רב ֶׁ ֹּֽאה ֱ֑רג ֹּֽלא־יָנָ֤ ּוס לָהֶׁ םִ֖ ָ הַ ִּס ָ֗ ִּפים ּובְ ָ֨ ַצעַםׁ֙ בְ ֵ֣ראש ֻכ ָ֔לם וְ ַ ֹּֽאח ֲִּר
:ָ֔נס וְ ֹּֽלא־יִּ מָ לָ֥ט ל ֶָׁהִ֖ם פ ִּ ָֹּֽליט
raíti et-adonái nitzáv 'ál-hamizbéaj vaiomer háj hakaftór vêir'ashú hasipím
uvtzá'am bêrósh kulám, vêájaritám bajérev éheróg; ló-ianús lahem nás, vêló-
imalét lahém palít.
Vi al Señor que estaba de pie sobre el altar, y dijo: '¡Golpea los capiteles de las
columnas, y estremézcanse los umbrales! Hazlos pedazos sobre las cabezas de
todos ellos, y a sus descendientes los mataré a espada. ¡De ellos no habrá quien
se fugue ni escape!
(2)
ִּאם־יַחְ ְת ֵ֣רּו בִּ ְש ֔אֹול ִּמ ָ ִ֖שם י ִּ ֵָ֣די ִּתקָ ח֑ם וְ ִּ ֹּֽאם־ ַיעֲלּוׁ֙ הַ שָ ֔ ַמיִּ ם ִּמ ָ ִ֖שם
:ידם ֹּֽ ֹּֽא ִֹּור
im-iajtêrú vishól, mishám iadí tiqajém; vêím-ia'alú hashamáim, mishám óridém.
'Aunque caven hasta el Sheol, de allá los tomará mi mano. Si suben hasta los
cielos, de allá los haré bajar.
(3)
וְ ִּאם־י ָ ֹּֽחבְ אּוׁ֙ בְ ֵ֣ראש הַ כ ְַר ֔ ֶׁמל ִּמ ָ ָ֥שם אֲחַ פִ֖ש ּולְ קַ חְ ִּ ֑תים וְ ִּאם־יִּ ָ֨ ָס ְת ֵ֜רּו
: ִּמנֶׁ ָָֽ֤גֶׁד עינַיׁ֙ בְ קַ ְר ַ ֵ֣קע הַ ָ֔ים ִּמ ָ ָׁ֛שם אֲצַ ּוֶׁ ָ֥ה אֶׁ ת־הַ נ ָָחִ֖ש ּונְ שָ ָ ֹּֽכם
vêim-iejávêú bêrósh hakarmél, mishám ajapés ulqajtím; vêim-isátrú minéged
'einaí bêqarqá' haiám, mishám atzavéh et-hanajásh unshajám .
Si se esconden en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los tomaré. Aunque
se escondan de mis ojos en el fondo del mar, allí mandaré la serpiente, y los
morderá.
932
9 Amós ָע ֔מֹוס
(4)
יהם ִּמ ָ ָׁ֛שם אֲצַ ּוֶׁ ָ֥ה אֶׁ ת־הַ ֶׁח ִֶׁ֖רב ַ ֹּֽוה ֲָרגָ ֑תַ ם
ֶׁ ֔ וְ ִּאם־יֹּֽלְ כָ֤ ּו בַ ְשבִּ יׁ֙ לִּ פְ נֵ֣י ֹּֽאיְ ב
:טֹובה
ֹּֽ ָ ְיהָׁ֛ם לְ ָרעָ ִ֖ה וְ ָ֥לא ל ֶׁ וְ שַ ְמ ָ֨ ִּתי ע ִּינ֧י עֲל
vêim-iélêjú vashêví lifnéi óiêveihém, mishám atzavéh et-hajérev váharagátam;
vêsamtí 'einí 'aleihém lêra'áh vêló lêtováh.
Aunque vayan cautivos delante de sus enemigos, allí mandaré la espada que los
matará. Sobre ellos pondré mis ojos para mal y no para bien.'
(5)
ֹושבי ָבּ֑ה
ְ ֵ֣נֹוג ַע בָ ָ֨ ָא ֶׁרץׁ֙ וַתָ ֔מֹוג וְ ָ ֹּֽאבְ לִ֖ ּו כל־י
ָ֤ ַהוה הַ צְ בָ ָ֗אֹות ה ִֵּ֜ ְַוֹּֽאד ָָ֨ני י
: וְ ָ ֹּֽעלְ ָ ָ֤תה כַיְ ארׁ֙ ֻכ ָ֔לּה וְ ָ ֹּֽשקְ עָ ִ֖ה כִּ ָ֥יאר ִּמצְ ָ ֹּֽריִּ ם
vádonái IHVÍH hatzêvaót hanogé'a baáretz vatamóg, vêávêlú kol-íoshvei váĥ;
vê'álêtáh jaior kuláĥ, vêsháqê'áh kiór mitzráim .
El Señor [Dios] el Eterno de los Ejércitos es el que toca la tierra, y ella se derrite.
Hacen duelo todos los que habitan en ella. Toda la tierra sube como el Nilo, y
luego merma como el Nilo de Egipto.
(6)
ַל־א ֶׁרץ יְ סָ ָ ֑דּה הַ ק ֵ֣רא לְ ֹּֽמי־הַ ָָ֗ים
ֵ֣ ֶׁ ֲלֹותו ַ ֹּֽו ֲאגֻדָ ִ֖תֹו ע
ָ ֔ הַ בֹונֶׁ ָ֤ה בַ שָ ָ֨ ַמיִּ םׁ֙ ַ ֹּֽמע
: ַוָֹּֽֽיִּ ְשפְ כָׁ֛ם עַל־פְ נָ֥י הָ ָ ִ֖א ֶׁרץ יְ הוָ ָ֥ה ְש ֹּֽמֹו
habonéh vashamáim má'alotáv, váagudató 'al-éretz iêsadáĥ; haqoré lêméi-haiám
váishpêjém 'al-pênéi haáretz Adonai shêmó .
'Oh Hijos de Israel, ¿acaso no me sois como los hijos de los etíopes?, dice el
Eterno. ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, a los filisteos de Caftor y
a los sirios de Quir?
933
ָע ֔מֹוס Amós 9
(8)
הוה בַ מַ ְמ ָלכָהׁ֙ ַ ֹּֽהחַ טָ ֔ ָאה וְ הִּ ְשמַ ְד ִּ ֵ֣תי א ֔ ָתּה מעַ ִ֖ל פְ נֵ֣י
ִָּ֗ ְהִּ ֵ֞נה עינֵ֣י ׀ אֲדנָ ֵ֣י י
: הוֹּֽה
ָ ְָ ֹּֽהאֲדָ ָ ֑מה ָ֗ ֶׁאפֶׁס כִָּ֠ י ֵ֣לא הַ ְש ָ֥מיד אַ ְש ִּ ָׁ֛מיד אֶׁ ת־בָ֥ית ַ ֹּֽיע ֲִ֖קב נְ אֻם־י
hinéh 'einéi | adonái IHVÍH bamamlajah hájataáh, vêhishmadtí otáĥ, me'ál pênéi
háadamáh; éfes kí ló hashméid ashmíd et-béit Iá’aqóv nêum-Adonai .
He aquí, los ojos del Señor Elohim están contra el reino pecador. Yo lo destruiré
de sobre la faz de la tierra, pero no destruiré del todo a la casa de Iaaqov, dice el
Eterno.
(9)
ֲשר
ָ֤ ֶׁ גֹויִ֖ם אֶׁ ת־בֵ֣ית יִּ ְש ָר ֑אל ַ ֹּֽכא
ִּ ַֹותי בְ ָ ֹּֽכל־הִּ ִָּ֥ ֹּֽכי־הִּ נָ֤ה ָ ֹּֽאנכִּ יׁ֙ ְמצַ ֔ ֶּׁוה ַ ֹּֽוהֲנִּ ע
:יִּ נָ֨ ֹו ׁ֙ ַע בַ כְ בָ ָ ֔רה וְ ֹּֽלא־יִּ ָ֥פֹול צְ ִ֖רֹור ָ ֹּֽא ֶׁרץ
kí-hinéh ánojí mêtzavéh, váhani'óti vêjál-hagoím et-béit Israél; káashér inó'á
bakêvaráh, vêló-ipól tzêrór áretz.
Pues he aquí que yo mandaré y haré que la casa de Israel sea sacudida entre las
naciones, como se sacude en un harnero, sin que caiga a tierra un solo grano.
(10)
בַ ֶׁח ֵֶׁ֣רב י ָ֔מּותּו ִ֖כל חַ טָ ֵ֣אי ע ִּ ַ֑מי הָ ֹּֽא ְמ ִּ ָ֗רים ֹּֽלא־תַ ִּג֧יש וְ תַ קְ ִּ ָׁ֛דים ַ ֹּֽבע ֲִ֖דינּו
:ָ ֹּֽה ָר ָ ֹּֽעה
bajérev iamútu, kól jataéi 'amí; haómêrím ló-tagísh vêtaqdím bá'adéinu hára'áh.
Pero a espada morirán todos los pecadores de mi pueblo que dicen: 'No se
acercará ni nos alcanzará el desastre.'
(11)
יהן
ֶׁ ָ֗ בַ יֵ֣ ֹום הַ ֔הּוא אָ ִּ ָׁ֛קים אֶׁ ת־סֻכַ ָ֥ת דָ ִּ ִ֖ויד הַ נפֶׁ ֑ לֶׁת וְ ָגָֹּֽֽדַ ְר ִּ ֵ֣תי אֶׁ ת־פִּ ְרצ
: עֹולם ֹּֽ ָ ימי ָ֥ ִּיתיהָ כ
ִ֖ ִּ ִַּוה ִּ ֲֹּֽרסתָ יוׁ֙ אָ ֔ ִּקים ּובְ נ
baióm hahú, aqím et-sukát davíd hanofélet; vêgádartí et-pirtzeihén vaharísotav
aqím, uvnitíha kiméi 'olám .
'En aquel día levantaré el tabernáculo caído de David y cerraré sus brechas.
Reconstruiré sus ruinas y lo edificaré como en el tiempo pasado,
(12)
גֹוים אֲשֶׁ ר־נִּ קְ ָ ָ֥רא ְש ִּ ִ֖מי
ִּ֔ ַת־שא ִּ ָ֤רית אֱדֹוםׁ֙ וְ כל־ה
ְ ֶׁלְ ָ֨ ַמעַן ִּ ֹּֽי ְיר ֵ֜שּו א
פ: יה֑ם נְ אֻם־יְ הוָ ִ֖ה ָ֥עשֶׁ ה ֹּֽזאת ֶׁ עֲל
934
9 Amós ָע ֔מֹוס
para que posean lo que quede de Edom y de todos los pueblos sobre los cuales es
invocado mi nombre, dice el Eterno que hace esto.
(13)
הִּ ָ֨נה י ִּ ָָ֤מים בָ ִּאיםׁ֙ נְ אֻם־יְ ה ֔ ָוה וְ נִּ גַ ָ֤ש חֹורשׁ֙ בַ ק ֔צר וְ ד ָ֥רְך ֲענ ִּ ִָ֖בים בְ מ ֵ֣שְך
: מֹוגָֹּֽֽגְ נָה
ַ הַ זָ ֑ ַָֽרע וְ הִּ ִּ ָ֤טיפּו ֶׁ ֹּֽההָ ִּריםׁ֙ ע ִָּ֔סיס וְ כל־הַ גְ בָ עִ֖ ֹות ִּת ְת
hinéh iamím baim nêum-Adonai, vênigásh joresh baqotzér, vêdoréj 'anavím
bêmoshéj hazára'; vêhitífu héharim 'asís, vêjol-hagêva'ót titmogágênah .
'He aquí que vienen días, dice el Eterno, cuando el que ara alcanzará al que siega,
y el que pisa las uvas al que lleva la semilla; las montañas gotearán vino nuevo, y
todas las colinas se derretirán.
(14)
ת־ש ֵ֣בּות ע ִּ ֵַ֣מי יִּ ְש ָראל ֒ ּובָ נֵ֞ ּו ע ִּ ָָ֤רים נְ שַ מֹותׁ֙ וְ יָשָ֔ בּו וְ ָנ ְֹּֽטעֵ֣ ּו ְ ֶׁוְ שַ בְ ִּתי֮ א
ש:יהם ֹּֽ ֶׁ כְ ָר ִּ֔מים וְ שָ ִ֖תּו אֶׁ ת־יינָ ֑ם וְ ע ֵָ֣שּו גַנ֔ ֹות וְ ָ ֹּֽאכְ לִ֖ ּו אֶׁ ת־פְ ִּר
vêshavtí et-shêvút 'amí israel uvanú 'arím nêshamot vêiashávu, vênátê'ú jêramím,
vêshatú et-ieinám; vê'asú ganót, vêájêlú et-pêrihém.
Pues los plantaré en su tierra, y nunca más serán arrancados de la tierra que yo
les di', ha dicho el Eterno tu Elohim.
935
ֹֽעבַ ְדיָ֑ה Ovadiáh / Abdías 1
ֹֽעבַ ְדיָ֑ה
Ovadiáh – Abdías Capítulo 1
(1)
֙מּועה ש ִ֜ ַמעְ נּו מֵ ֵ ֵ֤את יְ הוה
ָ֨ הוה ֹֽלאֱד֗ ֹום ְש
ִ֜ ְחֲז֖ ֹון ֹֽעבַ ְדיָ֑ה ֹֽכה־אמַ ֩ר אֲד ָ֨ני י
: וְ ציר֙ בַ ּגֹויִ֣ם שֻׁ ָּ֔לח ֛קּומּו וְ נ ֥קּומה על֖יה לַמלְ ח ֹֽמה
jazón 'óvadiáh; kóh-amar adonái IHVÍH léedóm shêmu'áh shamá'nu meét Adonai
vêtzir bagoím shuláj, qúmu vênaqúmah 'aléiha lamiljamáh .
Aunque remontes vuelo como águila y entre las estrellas pongas tu nido, de allí te
haré descender, dice el Eterno.
936
1 Ovadiáh / Abdías ֹֽעבַ ְדיָ֑ה
(5)
ם־ש ְֹודדֵ י ַָּ֔ליְ לה ֵ ִ֣איְך נ ְד ָּ֔ ֵמיתה הֲל֥ ֹוא יגְ נְ ֖בּו דַ יָ֑ם
ִ֣ אם־ּגַנ ֵ֤בים ב ֹֽאּו־לְ ָך֙ א
:ם־בצְ רים֙ בִ֣אּו ָּ֔לְך הֲל֖ ֹוא י ְַש ֥אירּו ֹֽעלֵלֹֽ ֹותֹֽ א
im-ganavím baú-lêjá im-shódêdei láilah, éij nidméitah, haló ignêvú daiám; im-
bótzêrim báu láj, haló iashíru 'ólelót.
'¿No haré que perezcan en aquel día los sabios de Edom y el discernimiento de la
región montañosa de Esav ?, dice el Eterno.
(9)
:ֵשו מ ֹֽקטל
֖ ת־איש מֵ ַה֥ר ע
֛ ימן לְ ַ ַ֧מעַן י ֹֽכר
ָ֑ ֵבֹוריָך ת
֖ וְ חַ ֥תּו ג
vêjatú giboréja teimán; lêmá'an ikáret-ísh mehár 'Esáv miqátel.
Tus valientes, oh Temán, serán destrozados, para que todo hombre sea destruido
por la masacre en los montes de Esav.
937
ֹֽעבַ ְדיָ֑ה Ovadiáh / Abdías 1
(10)
: עֹולם
ֹֽ ְבּושה וְ נכְ ַ ֖רת ל
ָ֑ ִֵ֣ ֹֽמח ַ ֲ֛מס א ֥חיָך ַ ֹֽיע ֲ֖קב ְתכ ְַסָך
méjamás ajíja Iá’aqóv têjasêjá vusháh; vênijráta lê'olám .
En el día cuando te pusiste firme del lado contrario, en el día cuando su poderío
fue llevado cautivo por los extraños, y los extranjeros llegaron hasta sus puertas y
echaron suertes por Ierushalaim, tú también te comportaste como uno de ellos.
(12)
הּודה בְ יִ֣ ֹום
֖ ְל־תרא בְ יֹום־א ָ֨חיָך֙ בְ יִ֣ ֹום נכְ ָּ֔רֹו וְ אַ ל־ת ְש ַ ֥מח לבְ ֵנֹֽי־י
ֵ֤ ֵ ַוְ א
:אבְ ָ֑דם וְ אַ ל־תַ גְ ֵ ֥דל ֖פיָך בְ י֥ ֹום צ ֹֽרה
vêal-tére vêiom-ajíjá bêíom nojró, vêal-tismáj livnéi-iêhudáh bêíom ovdám; vêal-
tagdél píja bêíom tzaráh.
Tampoco debiste ponerte en las encrucijadas de los caminos para aniquilar a sus
fugitivos. No debiste haber entregado a sus sobrevivientes en el día de la
desgracia.
(15)
֖ית יֵעִ֣שה ָּ֔לְך ּגְ ֻׁ ֹֽמלְ ָך
֙ ֲשר ע ָ֨ש
ֵ֤ ֹֽכי־ק ֥רֹוב יֹום־יְ הו֖ה עַל־כל־הַ ּגֹויָ֑ם ַ ֹֽכא
: אשָך
ֹֽ י ֥שּוב בְ ר
kí-qaróv iom-Adonai 'al-kol-hagoím; káashér 'asítá ie'áseh láj, gêmúlêjá iashúv
bêroshéja .
'Cercano está el día del Eterno sobre todas las naciones. Como tú hiciste, se hará
contigo; tu retribución volverá sobre tu cabeza.
(16)
ַל־הִ֣ר ק ְד ָּ֔שי י ְש ֥תּו ֹֽכל־הַ ּגֹוי֖ם ת ָ֑מיד וְ ש ִ֣תּו וְ ל ָּ֔עּו
ַ ֲשר ְשתיתם֙ ע ֵ֤ ֗כי ַ ֹֽכא
:וְ הי֖ ּו כְ ל֥ ֹוא היֹֽ ּו
kí káashér shêtitem 'al-hár qodshí, ishtú jál-hagoím tamíd; vêshatú vêla'ú, vêhaíu
kêló haíu.
'Pero en el monte Tzión [Sion] estarán los libertados, y será santo. La casa de
Iaaqov poseerá las posesiones de ellos.
(18)
ּובֵ֤ית עֵשו֙ לְ ָּ֔ ַקש וְ ֹֽדלְ ֥קּו בה֖ם
ֵ יֹוסף ֹֽלה ֗בה ִ֣ ֵ ּובַ֧יתֵ ית־יע ֲָ֨קב ִ֜ ֵאש
ֹֽ ַ ֵוְ הי ֩ה ב
: א־יהְ יֵ֤ה שריד֙ לְ ֵבִ֣ית ע ֵָּ֔שו ֥כי יְ הו֖ה ד ֵ ֹֽבר
ֹֽ ַ ֹֽואֲכלָ֑ ּום וְ ֹֽל
vêhaiah veit-Iá’aqóv ésh uvéit Ioséf léhaváh uvéit 'Esav lêqásh, vêdálêqú vahém
váajalúm; vêló-íhiéh sarid lêvéit 'Esáv, kí Adonai dibér .
939
ֹֽעבַ ְדיָ֑ה Ovadiáh / Abdías 1
La casa de Iaaqov será fuego, y la casa de Iosef será llama. La casa de Edom será
estopa, y ellos los quemarán y los consumirán. Ni un solo sobreviviente quedará
de la casa de Esav ', porque el Eterno lo ha dicho.
(19)
ת־ש ֵ ִ֣דה
ְ ת־הִ֣ר ע ֵ֗שו וְ הַ ְשפֵלה֙ את־פְ ל ְש ָּ֔תים וְ ֹֽי ְֶּ֑רשּו֙ א ַ וְ ֹֽי ְֶּ֑ר ָ֨שּו הַ ִ֜נגב א
:אפְ ַ ָּ֔רים וְ ֵ ֖את ְש ֵ ִ֣דה ֹֽש ְמ ָ֑רֹון ּובנְ י ֖מן את־הַ ּגלְ ֹֽעד
vêiárêshú hanégev et-hár 'Esáv vêhashêfelah et-pêlishtím, vêiárêshú et-sêdéh
efráim, vêét sêdéh shómêrón; uviniamín et-hagil'ád.
Esta tropa de cautivos de los Hijos de Israel poseerá lo que fuera de los cananeos
hasta Sarepta, y los de Ierushalaim que están cautivos en Sefarad poseerán las
ciudades del Néguev.
(21)
לּוכה
ֹֽ ֵשו וְ ֹֽהיְ ֥תה ַ ֹֽליהו֖ה הַ ְמ
ָ֑ ת־הִ֣ר ע
ַ וְ עלֵ֤ ּו ֹֽמֹושעים֙ בְ ַהִ֣ר ציָּ֔ ֹון ל ְש ֖פט א
: }{ש
vê'alú móshi'im bêhár tzión, lishpót et-hár 'Esáv; vêháiêtáh láAdonai hamêlujáh
{s} .
Subirán victoriosos desde el monte Tzión [Sion] para juzgar la región montañosa
de Esav. ¡Y el reino será del Eterno!
940
1 Ionáh / Jonás יֹונָה
יֹונָה
Ionáh – Jonás Capítulo 1
(1)
: וַֽיְ הִ י֙ ְדבר־יְ ה ָ֔ ָוה אֶ ל־יֹונָ ָ֥ה בֶ ן־א ֲִמ ַּ֖תי לֵאמר
váihí dêvar-Adonai, el-Ionáh ven-Amitái lemór .
Pero el Eterno lanzó un gran viento sobre el mar, y se produjo una enorme
tempestad, de manera que el barco estaba a punto de romperse.
941
יֹונָה Ionáh / Jonás 1
(5)
ו ִי ְיר ָ֣אּו המל ִִָׁ֗חים וַֽיִ ְזעֲקּוּ֮ ִ ָ֣איש אֶ ל־אֱֹלהָ י ֒ו וי ִֵָּ֨טלּו אֶ ת־הכֵלִ֜ ים א ֲֶשר
ֵיהֶ֑ם וְ יֹו ִָׁ֗נה יָרד֙ אֶ ל־י ְרכְ ֵ ָ֣תי ה ְספִ י ָָ֔נה
ֶ ָבאנִ יָה֙ אֶ ל־ה ָָ֔ים לְ הָ ֵ ַּ֖קל ֵמ ֲעל
: ויִ ְשכַּ֖ב ויֵ ַָֽרדם
vaírêú hamalajím váiz'aqú ísh el-elohav vaiatílu et-hakelím ashér báoniah el-
haiám, lêhaqél mé'aleihém; vêIonáh iarad el-iarkêtéi hasêfináh, vaishkáv
vaiéradám .
Los marineros tuvieron miedo, y cada uno invocaba a su dios. Y echaron al mar
el cargamento que había en el barco, para aligerarlo. Pero Jonás había bajado al
fondo del barco, se había acostado y se había quedado profundamente dormido.
(6)
ויִ קְ רב אֵ לָיו֙ ָ֣רב הח ָ֔ ֵבל ו ָ֥יאמֶ ר לַּ֖ ֹו מה־לְ ךָ֣ נִ ְר ָ ֶ֑דם ֚קּום קְ ָ ָ֣רא אֶ ל־
: אבד ֵ ֱֹלהים לָ ַּ֖נּו וְ ָ֥לא נ
ֵ֛ ִ אּולי יִ ְתע ֵ ֵ֧שת ָהא
ַ֞ ֱֹלהיך
ֶ ָ֔ א
vaiqráv elav ráv hájovél, vaiómer ló mah-lêjá nirdám; qúm qêrá el-elohéja, ulái
it'ashét háelohím lánu vêló novéd .
Entonces se dijeron unos a otros: –¡Venid y echemos suertes para saber por culpa
de quién nos ha sobrevenido este mal! Echaron suertes, y la suerte cayó sobre
Jonás.
(8)
ֲשר לְ ִמי־הָ ָרעָ ָ֥ה ה ַּ֖זאת לָ ֶ֑נּו מה־
ֵ֛ ֶ אמ ָ֣רּו אֵ ָָ֔ליו הגִ ידָ ה־נָ ָ֣א ָָ֔לנּו בא
ְ וי
:י־מזֶ ָ֥ה עַּ֖ם ָאתָ ה
ִ ְמלאכְ ְתך֙ ּומֵ ָ֣איִ ן תָ ָ֔בֹוא ָ ָ֣מה א ְר ָ֔ ֶצך וְ ֵא
vaiómêrú eláv, hagidah-ná lánu, báashér lêmí-hara'áh hazót lánu; mah-mêlajtêjá
umeáin tavó, máh artzéja, vêéi-mizéh 'ám átah.
Entonces le dijeron: –Decláranos por qué nos ha sobrevenido este mal. ¿Qué
oficio tienes y de dónde vienes? ¿Cuál es tu país, y de qué pueblo eres?
942
1 Ionáh / Jonás יֹונָה
(9)
ֱֹלהי השָ ֵּ֨מיִ ם֙ א ֲִנָ֣י י ֵ ָָ֔רא אֲשֶ ר־
ֵ ֵיהַּ֖ם עִ בְ ִ ָ֣רי אָ ֶ֑נכִ י וְ אֶ ת־יְ ה ַ֞ ָוה א
ֶ ו ָ֥יאמֶ ר ֲאל
: ָשה אֶ ת־היָ ַּ֖ם וְ אֶ ת־היבָ ָשה ָ֥ ָ ע
vaiómer aleihém 'ivrí anóji; vêet-Adonai elohéi hashamáim aní iaré, asher-'asáh
et-haiám vêet-haiabasháh .
Él respondió: –Soy hebreo y temo al Eterno, Elohim de los cielos, que hizo el
mar y la tierra.
(10)
ה־זאת ע ִ ֶָ֑שיתָ ִכי־י ְדעָ֣ ּו
ָ֣ אמ ָ֥רּו אֵ לָ ַּ֖יו מְ ו ִי ְיראּו ָה ֲאנ ִָשים֙ יִ ְר ָ ָ֣אה גְ דֹו ָָ֔לה וי
: י־מלִ פְ נֵ י יְ הוָה֙ ָ֣הּוא ב ֵ ָ֔רח ִ ָ֥כי הִ ִגַּ֖יד ל ֶָהם
ִ ָה ֲאנ ִׁ֗ ִָשים ִכ
vaírêú háanashim iráh gêdoláh, vaiómêrú eláv mah-zót 'asíta; kí-iodê'ú
háanashím kí-milifnéi Adonai hú voréaj, kí higíd lahém .
Y le preguntaron: –¿Qué haremos contigo para que el mar se nos calme? Porque
el mar se embravecía más y más.
(12)
ֵיהם שָ ֵּ֨אּונִ י֙ וה ֲִטילָ֣נִ י אֶ ל־ה ָָ֔ים וְ יִ ְש ָ֥תק היָ ַּ֖ם ֵמ ֲעלֵיכֶ ֶ֑ם ֚ ִכי
ֶ ִׁ֗ ו ָ֣יאמֶ ר ֲאל
: יֹודע ָ֔ ָאנִ י ִ ָ֣כי בְ שֶ לִָ֔ י הסֵ֧ער הג ֵָ֛דֹול הזֶ ַּ֖ה ֲעלֵיכֶ ם
ָ֣ ֵ
vaiómer aleihém saúní váhatilúni el-haiám, vêishtóq haiám mé'aleijém; kí iodé'a
áni, kí vêshelí, hasá'ar hagadól hazéh 'aleijém .
943
יֹונָה Ionáh / Jonás 1
Aquellos hombres remaban para hacer volver el barco a tierra, pero no pudieron,
porque el mar se embravecía cada vez más.
(14)
אמ ִׁ֗רּו אנָ ה יְ הוָה֙ אל־נָ ָ֣א נאבְ ִׁ֗ ָדה בְ ֵֶּ֨נפֶש֙ הָ ִ ָ֣איש ְ ויִ קְ ְר ֵּ֨אּו אֶ ל־יְ ה ֜ ָוה וי
: ֲָשר חָ פַּ֖צְ תָ ע ִָשית ָ֥ ֶ ל־ת ֵ ָ֥תן עָלֵ ַּ֖ינּו ָ ָ֣דם נ ִ ֶָ֑קיא ִכי־א ָ ָ֣תה יְ ה ָ֔ ָוה כא
ִ ה ֶָ֔זה וְ א
vaiqrêú el-Adonai vaiómêrú onáh Adonai al-ná nóvêdáh bênéfesh haísh hazéh,
vêal-titén 'aléinu dám naqí; kí-atáh Adonai, káashér jafátzta 'asíta .
Pero el Eterno dispuso un gran pez que se tragase a Jonás. Y éste estuvo en el
vientre del pez tres días y tres noches.
944
2 Ionáh / Jonás יֹונָה
Yo dije: Expulsado soy de delante de tus ojos; pero aún he de ver tu santo
templo.
(5)
:אשי
ִ ֲאפָפּונִ י ֵּ֨מיִ ם֙ עד־ ֶָ֔נפֶש ְת ַּ֖הֹום יְ סבְ ֵבֶ֑נִ י ַּ֖סּוף חָ ָ֥בּוש לְ ר
afafúni máim 'ad-néfesh, têhóm iêsóvêvéni; súf javúsh lêroshí.
Las aguas me han envuelto hasta la garganta; me rodeó el abismo. Las algas se
enredaron en mi cabeza.
945
יֹונָה Ionáh / Jonás 2-3
(6)
לְ קִ צְ ֵבי הָ ִרים֙ י ָָ֔ר ְד ִתי הָ ָ ֵ֛א ֶרץ בְ ִר ֶחָ֥יהָ בע ִ ֲַּ֖די לְ עֹולָ ֶ֑ם ו ֵ֧תעל ִמ ֵ֛שחת חיַּ֖י
: ֱֹלהי
ָ יְ הוָ ָ֥ה א
lêqitzvéi harim iarádti, haáretz bêrijéiha vá'adí lê'olám; vatá'al mishájat jaiái
Adonai elohái .
Descendí a la base de las montañas. La tierra echó sus cerrojos tras de mí para
siempre. Pero tú hiciste subir mi vida de la fosa, ¡oh Eterno, Elohim mío!
(7)
בְ הִ ְתע ֵטף עָלי֙ נפְ ָ֔ ִשי אֶ ת־יְ הוָ ַּ֖ה זָכָ ְֶ֑ר ִתי ותָ בֹוא אֵ ֵֶּ֨ליך֙ ְתפִ ל ָ֔ ִָתי אֶ ל־הֵ יכַּ֖ל
: ק ְד ֶשך
bêhit'atéf 'alaí nafshí, et-Adonai zajárti; vatavó eléjá têfilatí, el-heijál qodshéja .
Cuando mi alma desfallecía dentro de mí, me acordé del Eterno; y mi oración
llegó hasta ti, a tu santo templo.
(8)
:ֵי־שוְ א ח ְס ָ ַּ֖דם יעֲזבּו
ֶ֑ ָ ְמש ְמ ִ ַּ֖רים הבְ ל
mêshamêrím havlei-sháv; jasdám iá'azóvu.
Los que veneran las insignificancias ilusorias abandonan su lealtad.
(9)
ֲשר נ ַָּ֖ד ְר ִתי אֲשלֵ ֶ֑מָ ה יְ שּועָ ַּ֖תָ ה ליהוָ ה
ָ֥ ֶ וא ִׁ֗ ֲִני בְ קֹול תֹודָ ה֙ אֶ זְבְ חָ ה־ ָָ֔לְך א
ס:
váaní bêqól todah ezbêjah-láj, ashér nadárti ashalémah; iêshu'átah láAdonai .
Pero yo te ofreceré sacrificio con voz de alabanza. Lo que prometí haciendo
votos, lo cumpliré. ¡La salvación pertenece al Eterno!'
(10)
פ: ו ָ֥יאמֶ ר יְ הוָ ַּ֖ה ל ָ ֶ֑דג וי ֵ ָָ֥קא אֶ ת־יֹונָ ַּ֖ה אֶ ל־היבָ ָשה
vaiómer Adonai ladág; vaiaqé et-Ionáh el-haiabasháh .
Entonces el Eterno habló al pez, y éste vomitó a Jonás en tierra.
946
3 Ionáh / Jonás יֹונָה
947
יֹונָה Ionáh / Jonás 3
vaigá' hadavar el-mélej nínêvéh, vaiáqam mikisó, vaiá'avér adartó mé'aláv; vaijás
sáq, vaiéshev 'al-haéfer.
E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes:
'¡Que hombres y animales, ganado vacuno y ovejas, no coman cosa alguna! ¡No
se les dé alimento, ni beban agua!
(8)
ֱֹלהים בְ חז ָ ְֶ֑קה וְ י ִָׁ֗שבּו
ַּ֖ ִ וְ יִ ְתכ ָ֣סּו ש ִׁ֗ ִקים ָהאָ דָ ם֙ וְ הבְ הֵ ָ֔ ָמה וְ יִ קְ ְר ָ֥אּו אֶ ל־א
: ֵיהם
ֶ ֲשר בְ כפ ָ֥ ֶ ן־החָ ָ ַּ֖מס אֶ ּומִ ֚ ִאיש ִמד ְרכָ֣ ֹו ָה ָר ָָ֔עה
vêitkasú saqím háadam vêhabêhemáh, vêiqrêú el-elohím bêjozqáh; vêiashúvu ísh
midarkó hára'áh, umin-héjamás ashér bêjapeihém .
¿Quién sabe si Elohim desiste y cambia de parecer, y se aparta del furor de su ira,
y así no pereceremos?'
(10)
י־שבּו ִמד ְרכָ ָ֣ם ָה ָרעָ ֶ֑ה ויִ נָ ָ֣חֶ ם
ַּ֖ ָ ִיהם כ
ֶ ָ֔ ֵת־מעֲש
ָ֣ ֶוי ְַֽרא ָהאֱֹלהִ ים֙ א
: ר־ד ֶבָ֥ר לעֲשֹות־ל ֶָהַּ֖ם וְ ָ֥לא ע ָָשה ִ ֶל־ה ָרעָ ֵ֛ה אֲש
ָ ֱֹלהים ע ִִׁ֗ ָהא
vaiár háelohim et-má'aseihém, ki-shávu midarkám hára'áh; vainájem háelohím
'al-hára'áh asher-dibér lá'asot-lahém vêló 'asáh .
Elohim vio lo que hicieron, que se volvieron de su mal camino, y desistió del mal
que había determinado hacerles, y no lo hizo.
948
4 Ionáh / Jonás יֹונָה
Y oró al Eterno diciendo: –oh Eterno, ¿no es esto lo que decía yo estando aún en
mi tierra? ¡Por eso me adelanté a huir a Tarsis! Porque sabía que tú eres un
Elohim clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia y que
desistes de hacer el mal.
(3)
ס: מֹותי ֵמחיָ י
ַּ֖ ִ וְ ע ָ ָ֣תה יְ ה ָ֔ ָוה קח־נָ ָ֥א אֶ ת־נפְ ִ ַּ֖שי ִמ ֶ ֶ֑מנִ י ִ ֵ֛כי ָ֥טֹוב
vê'atáh Adonai, qaj-ná et-nafshí miméni; kí tóv motí méjaiái .
Ahora, oh Eterno, por favor, quítame la vida, porque mejor sería mi muerte que
mi vida.
(4)
: יטב ָח ָָ֥רה לָ ְך
ַּ֖ ֵ ֵו ָ֣יאמֶ ר יְ ה ָ֔ ָוה הה
vaiómer Adonai, háheitév járah láj .
Entonces Jonás salió de la ciudad y se sentó al oriente de ella. Allí se hizo una
enramada y se sentó a su sombra hasta ver qué sucedería a la ciudad.
949
יֹונָה Ionáh / Jonás 4
(6)
אשֹו
ָ֔ ויְ ָ֣מן יְ הוָ ה־ ֠ ֱאֹלהִ ים ִקיקָ יַ֞ ֹון ויָ֣על ׀ מֵ עָ֣ל לְ יֹו ִָׁ֗נה ִלהְ יָ֥ ֹות צֵ ֙ל על־ר
: לְ ה ִ ָ֥ציל לַּ֖ ֹו מֵ ָר ָע ֶ֑תֹו ויִ ְש ָ֥מח יֹונָ ֵ֛ה על־ה ִקיקָ יַּ֖ ֹון ִש ְמ ָחָ֥ה גְ דֹולָ ה
vaimán Adonai-élohim qíqaíon vaiá'al | me'ál lêIonáh líhêíot tzel 'al-roshó,
lêhatzíl ló merá'ató; vaismáj Ionáh 'al-haqíqaíon simjáh gêdoláh .
Entonces el Eterno dispuso que creciera una planta de ricino, para que hiciese
sombra sobre la cabeza de Jonás para protegerle de la insolación. Y Jonás se
alegró muchísimo por el ricino.
(7)
תֹולעת בעֲלָ֥ ֹות ה ַּ֖שחר למָ ח ָ ֶ֑רת ו ָ֥תְך אֶ ת־ה ִקיקָ יַּ֖ ֹון
ָ֔ ֙ויְ מן ָהאֱֹלהִ ים
: יבשָ ִוי
vaimán háelohim tolá'at, bá'alót hashájar lámajorát; vatáj et-haqíqaíon vaivásh .
Pero Elohim dispuso también, al amanecer del día siguiente, un gusano que atacó
la planta de ricino, y ésta se secó.
(8)
ישית ו ָ֥תְך ה ֶ ֵ֛שמֶ ש
ִ ָ֔ ֱֹלהים רּוח קָ ִדים֙ ח ֲִר
ִ֜ ויְ ִ ָ֣הי ׀ כִ ז ְָ֣רח השִֶׁ֗ מֶ ש ויְ ֵּ֨מן א
ַּ֖ ִ ל־ראש יֹונָ ַּ֖ה ויִ ְתעלָ ֶ֑ף ויִ ְשאל אֶ ת־נפְ שֹו֙ ל ָָ֔מּות ו ֹּ֕יאמֶ ר ָ֥טֹוב
מֹותי ָ֥ ע
: ֵמחיָ י
vaihí | kizróaj hashémesh vaimán elohím rúaj qadim jarishít, vatáj hashémesh 'al-
rósh Ionáh vait'aláf; vaishál et-nafshó lamút, vaiómer tóv motí méjaiái .
Entonces Elohim dijo a Jonás: –¿Te parece bien enojarte por lo de la planta de
ricino? Él respondió: –¡Me parece bien enojarme, hasta la muerte!
950
4 Ionáh / Jonás יֹונָה
(10)
ֲשר לא־ע ָָ֥מלְ תָ ַּ֖בֹו וְ ָ֣לא גִ דלְ ֶ֑תֹו
ֵ֛ ֶ ו ָ֣יאמֶ ר יְ ה ָ֔ ָוה א ָ ָ֥תה ֵּ֨ח ְס ָ֙ת על־ה ִ ָ֣קיקָ יָ֔ ֹון א
: שֶ בִ ן־לָ֥יְ לָה הָ יָ ַּ֖ה ּובִ ן־לָ֥יְ לָה אָ ָבד
vaiómer Adonai, atáh jástá 'al-haqíqaíon, ashér ló-'amálta bó vêló gidaltó; shebin-
láilah haiáh uvin-láilah avád .
951
ִמיכָה Mijáh / Miqueas 1
ִמיכָה
Mijáh – Miqueas Capítulo 1
(1)
ְּיְּיֹותםְּאָ ָחֵ֥זְּיְּחִ זקִ יָ ָּ֖ה
ָ֛ ָ ימ ֵ֥ ִל־מיכָה֙ ְּהַ ָ֣מ ַרש ִּ֔ ִתיְּב ִ ֲֶשרְּהָ ָָ֗יהְּא
ָ֣ ֶ דְּ בַ ר־יהוָ ָ֣הְּ׀ְּא
:ְַּל־שמְּ ָּ֖רֹוןְּוִ ֹֽׁירּושָ ָ ֹֽׁל ִם
ֹֽׁ הּודהְּאֲשֶ ר־חָ זָ ֵ֥הְּע ָ֑ ָ ְּמַ לכָ֣יְּי
dêvar-Adonai | ashér haiáh el-Mijáh hamórashtí, biméi Iotám Ajáz Iêjizqiáh
maljéi Iêhudáh; asher-jazáh 'al-shómêrón virúshaláim .
La palabra del Eterno que vino a Miqueas de Moréset en los días de Jotam, Acaz
y Jizqiáh, reyes de Iehudá, sobre lo que vio acerca de Shomrón y de Ierushalaim.
(2)
ְּהוִ֤הְּבָ כֶם֙ ְּלְּ ִּ֔עד
ִ ֹלאּהְּוִ יהִ יְּ֩אֲד ָָ֨ניְּי
ָ֑ ָ יְּא ֶרץְּּומ
ָ֣ ֶ ִִשמעּו֙ ְּ ע ִ ַָ֣מיםְּ ֻּכ ִָּ֔לםְּהַ ק ִ ָּ֖שיב
:ְָּּ֖יְּמהיכַ ֵ֥לְּקְּד ֹֽׁשֹו
ֹֽׁ ָאֲדנ
shim'ú 'amím kulám, haqshívi éretz umloáĥ; vihí adonái IHVÍH bajem lê'éd,
adonái méheijál qodshó .
¡Oíd, pueblos todos! ¡Atiende, oh tierra y cuanto hay en ti! El Señor [Dios] el
Eterno sea testigo contra vosotros desde su santo templo.
(3)
:ְּי)ְּא ֶרץ
ֹֽׁ ָ ל־במותיְּ(בֵ֥מְּת
ָ קֹומֹוְּוְּי ַ ֵָ֥רדְּוְּדָ ַ ָּ֖רְךְּ ַע
ָ֑ ְָּ֣אְּממ
ִ ִ ֹֽׁכי־הִ נֵ֥הְּיהוָ ָּ֖הְּיצ
kí-hinéh Adonai iotzé mimêqomó; vêiarád vêdaráj 'al-VMVTI (bámotei) áretz .
Porque he aquí que el Eterno saldrá de su lugar; descenderá y caminará sobre las
alturas de la tierra.
(4)
ְְּּמפְּנָ֣יְּהָ ִּ֔אשְּכְּ ַ ָּ֖מיִ ם
ִ ּ֙סּוְּההָ ִרים֙ ְּתַ ח ִּ֔ ָתיוְּוְּ ָ ֹֽׁהעֲמָ ִ ָּ֖קיםְּיִ תבַ ָ ָ֑קעּוְּכַדֹונַג
ֹֽׁ ֶ וְּנ ַ ִָ֤מ
:מֹורד
ֹֽׁ ָ ְֻּּמג ִ ֵָ֥ריםְּב
vênamásu héharim tajtáv, vêhá'amaqím itbaqá'u; kadonag mipênéi haésh,
kêmáim mugarím bêmorád.
952
1 Mijáh / Miqueas ִמיכָה
(5)
ְּ ֙עְּיע ֲָ֗קבְּהֲלֹוא
ֹֽׁ ַ ַלְּמי־פֶ ָ֣ש
ֹֽׁ ִ ל־זאתְּּובחַ ָּ֖טאותְּבָ֣יתְּיִ ש ָר ָ֑א ִּ֔ ְּעְּיעֲקב֙ ְּכ
ֹֽׁ ַ ַבְּפֶ ִ֤ש
:הּודהְּהֲלָּ֖ ֹואְּיְּ ֹֽׁרּושָ ָ ֹֽׁל ִם
ָ ִּ֔ ְֹּוןְּּומי֙ ְּבָ ָ֣מֹותְּי
ִ ֹֽׁשמְּ ִּ֔ר
bêfésha' iá'aqov kol-zót, uvjatóvt béit Israél; mí-fésha' Iá’aqóv halo shómêrón,
umí bamót Iêhudáh, haló Iêrúshaláim.
Todo esto sucederá por la transgresión de Iaaqov y por los pecados de la casa de
Israel. ¿Cuál es la transgresión de Iaaqov? ¿No es Shomrón? ¿Y cuál es el pecado
de Iehudá? ¿No es Ierushalaim?
(6)
ְּ ָיְּשמְּ ָ֛רֹוןְּלְּ ִ ֵ֥עיְּהַ שָ ֶ ָּ֖דהְּלְּמַ ָטָ֣עיְּכָ ֶָ֑רםְּוְּהִ גַר ִ ִ֤תיְּ ַלגַי֙ ְּאֲבָ ִֶּ֔ניהָ ִ ְֹּֽׁויס ֶ ָּ֖דיה
ֹֽׁ וְּשַ מ ִ ֵ֥ת
:ֲאג ֶ ַֹֽׁלה
vêsamtí shómêrón lê'í hasadéh lêmatá'ei járem; vêhigartí lagaí avanéiha,
vísodéiha agaléh.
Todos sus ídolos serán desmenuzados, y todos sus obsequios serán quemados en
el fuego. Convertiré en desolación todos sus ídolos, porque de los obsequios de
prostitutas los obtuvo, y obsequios de prostitutas volverán a ser.
(8)
ְֹּוםְּאע ֶ ֱִ֤שה
ֹֽׁ ֶ ָהְּאילְּכָ ֵ֥הְּשיללְּ(שֹולָ ָּ֖ל)ְּוְּע ָָ֑ר ֹֽׁ עַל־זאת֙ ְּאֶ ספְּ ָ ָ֣דהְּוְּאילִִּ֔ יל
:ִמספד֙ ְּכַתַ ִּ֔ ִניםְּוְּ ָּ֖אבֶ לְּכִ בנֵ֥ ֹותְּ ַ ֹֽׁיע ֲָנֹֽׁה
'al-zot espêdáh vêeilílah, éilêjáh SILL (sholál) vê'aróm; é'eséh misped kataním,
vêével kivnót iá'anáh.
Por tanto, lamentaré y gemiré. Andaré descalzo y desnudo, gimiendo como los
chacales y lamentando como las avestruces.
953
ִמיכָה Mijáh / Miqueas 1
(9)
ַד־שעַרְּעַ ִ ָּ֖מיְּעַד־
ֵ֥ ַ הּודהְּנָגַ ָ֛עְּע
ָ ִּ֔ ְּי־באָ ה֙ ְּעַד־י
ָ ָ֨ ִכֹותיהָ ְּכ
ָ֑ ֶ ֲַנּושהְּמ
ָּ֖ ָ ִ ֵ֥כיְּא
:יְּ ֹֽׁרּושָ ָ ֹֽׁל ִם
kí anusháh makotéiha; ki-váah 'ad-Iêhudáh, nagá' 'ad-shá'ar 'amí 'ad-Iêrúshaláim.
¿Cómo podrá esperar el bien la que habita en Marot, si el mal ha descendido del
Eterno hasta la puerta de Ierushalaim?
(13)
ְּאשיתְּחַ ָ ֵ֥טאתְּהִ יא֙ ְּלְּבַ ת־צִ יִּ֔ ֹון
ִ ָ֨ ֶשְּיֹושבֶ תְּל ִ ָָ֑כישְּר
ָ֣ ֶ ְּר ֹ֧תםְּהַ מֶ רכ ָָבָ֛הְּל ֶ ָָּ֖רכ
:י־בְֵ֥ךְּנִ מצְּ ָּ֖אּוְּפִ שעֵ֥יְּיִ ש ָר ֹֽׁאל
ָ ִכ
rêtóm hamerkaváh laréjesh ioshévet lajísh; reshít jatát hi lêvat-tzión, ki-váj
nimtzêú pish'éi Israél.
954
1-2 Mijáh / Miqueas ִמיכָה
Rápate y trasquílate por los hijos de tus delicias; ensancha tu calva como la del
buitre, porque ellos serán llevados cautivos lejos de ti.
¡Ay de los que en sus camas planean iniquidad y traman el mal! Con la luz de la
mañana lo realizan, porque tienen en su mano el poder.
(2)
ְָּשאּוְּוְּ ָ ֹֽׁעשְּקּו֙ ְּגֶ ָ֣בֶ רְּּוב ִּ֔יתֹוְּוְּ ִ ָּ֖איש
ָ֑ ָ וְּ ָ ֹֽׁחמְּ ִ֤דּוְּשָ דֹות֙ ְּוְּ ָג ִָּ֔זלּוְּּובְּ ִ ָּ֖תיםְּוְּנ
ְּפ:וְּ ַ ֹֽׁנ ֲחל ָֹֽׁתֹו
955
ִמיכָה Mijáh / Miqueas 2
Codician los campos y los roban; codician las casas y las toman. Oprimen al
hombre y a su casa, al hombre y a su heredad.
(3)
רְּלא־
ֹֽׁ ֶאתְּרעָ ָ֑הְּ ִּ֠ ֲאש
ָ ןְּכהְּאָ ַ ָ֣מרְּיה ִּ֔ ָוהְּהִ נְּ ִנֵ֥יְּח ָ֛שבְּעַל־הַ ִמשפ ָָחֵ֥הְּהַ ָּ֖ז
ֹּ֚ ל ָָ֗כ
:ְָּּ֖הְּהיא
ֹֽׁ ִ ֵָ֥תְּרע
ָ הְּכיְּעָ֛ ִ ְּרֹומ
ָ ִּ֔ ֙אְּתלְּכּו
ֹֽׁ ארתי ֶָ֗כםְּוְּ ִ֤ל
ֹֽׁ ישּוְּמשָָּׁ֜ םְּצַ ּו
ִ תָ ִָ֨מ
lajén kóh amár Adonai, hinêní joshév 'al-hamishpajáh hazót ra'áh; ásher ló-
tamíshu mishám tzauróteijém vêló télêjú romáh, kí 'ét ra'áh hí .
Por tanto, ha dicho el Eterno: 'He aquí, yo pienso traer sobre esta familia un mal
del cual no podrán sacar sus cuellos ni andarán erguidos, porque el tiempo será
malo.
(4)
ְּיְּנהְּיָה֙ ְּאָ מַ ר֙ ְּשָ ָ֣דֹודְּנְּשַ ִֻּּ֔דנּו
ֹֽׁ ִ בַ יָ֨ ֹוםְּהַ ָּׁ֜הּואְּיִ ָ ֹ֧שאְּעֲליכֶ ָ֣םְּמָ שָָ֗ לְּוְּנ ָ֨ ָָההְּנְּ ִ ִ֤ה
:ירְּאיְךְּי ִ ָָ֣מישְּלִִּ֔ יְּלְּשֹובֵ֥בְּשָ ָּ֖דינּוְּיְּחַ ֹֽׁלק ֹּ֚ ֵ֥חלֶקְּע ִ ַָּ֖מיְּי ִ ָָ֑מ
baióm hahú isá 'aleijém mashál vênaháh nêhí níhêiah amar shadód nêshadúnu,
jéleq 'amí iamír; éij iamísh lí, lêshovév sadéinu iêjaléq.
Por tanto, no tendrás quien aplique cordel para echar suertes en la congregación
del Eterno.
(6)
:ֶהְּלאְּיִ ַ ָּּ֖סגְּכְּלִ ֹֽׁמֹות
ֵ֥ ּוןְּלא־י ִ ַָ֣טפּוְּל ִָּ֔אל
ֹֽׁ יפ ָ֑ אַ ל־תַ ִ ָּ֖טפּוְּי ִַט
al-tatífu iatifún; ló-iatífu laéleh, ló iság kêlimót.
'¡No prediquéis!', predican ellos. '¡No prediquéis sobre tales cosas, pues la afrenta
no nos alcanzará!'
956
2 Mijáh / Miqueas ִמיכָה
(7)
ְּ ֙ם־אלֶהְּ ַ ֹֽׁמ ֲעלָלָ ָ֑יוְּהֲלִ֤ ֹואְּדְּבָ ַרי
ָּ֖ הְּא
ִ ּורְּבית־ ַיע ֲָ֗קבְּהֲקָ צַ ר֙ ְָּ֣רּוחַ ְּיה ִּ֔ ָו
ֹֽׁ ֶ ֹֽׁהאָ ָ֣מ
:ְּיבּוְּעםְּהַ י ָ ֵָ֥שרְּה ֹֽׁלְך
ָּ֖ ִ יט
ִִּ֔ י
héamúr béit-Ia’aqóv haqatzar rúaj Adonai, im-éleh má'alaláv; haló dêvaraí
ieitívu, 'ím haiashár holéj .
Pero vosotros os habéis levantado contra mi pueblo como enemigo. A los que
pasan seguros volviendo de la guerra, les despojáis del manto que llevan sobre
sus vestidos.
(9)
:ְּעֹולם
ֹֽׁ ָ ְְּּתק ֵ֥חּוְּהֲדָ ִ ָּ֖ריְּל
ִ ְָּ֙ע ָל ִֶּ֔ליה
ֹֽׁ ָּ֖יתְּת ֲענֻּגֶ ָ֑יהָ ְּמ ַעל
ֹֽׁ ַ נְּ ִ֤שיְּע ִַמי֙ ְּתְּגָ ַָ֣֤ר ִּ֔שּוןְּ ִמב
nêshéi 'amí têgárshún, mibéit tá'anugéiha; me'al 'ólaléiha, tiqjú hadarí lê'olám .
A las mujeres de mi pueblo echáis fuera de las casas de sus delicias, y a sus niños
despojáis de mi gloria para siempre.
(10)
:ּורְּטמְּ ָ ָ֛אהְּתְּחַ בָּ֖לְּוְּ ֶחֵ֥בֶ לְּנִ מ ָ ֹֽׁרץ
ֹֽׁ ָ ָ֑הְּבע ֲֵ֥ב
ֹֽׁ ַ נּוח
ָ ְּא־זאתְּהַ מ
ָּ֖ ּוְּכיְּל
ֵ֥ ִ ִָּ֣֔קּומּוְּּולכ
qúmu uljú, kí lo-zót hamênujáh; bá'avúr támêáh têjabél vêjével nimrátz.
957
ִמיכָה Mijáh / Miqueas 2-3
El que abre camino subirá delante de ellos, y abrirán brecha. Pasarán por las
puertas y saldrán; su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos irá el
Eterno.'
958
3 Mijáh / Miqueas ִמיכָה
Así ha dicho el Eterno acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, que
muerden con sus dientes y proclaman: 'Paz'; y al que no les da de comer le
declaran guerra.
(6)
םְּּובִ֤אָ הְּהַ שֶָ֨ מֶ ש֙ ְּעַל־
ָ ָּ֖םְּמקְּ ָ֑ס
ִ ְֶּמחָ זִּ֔ ֹוןְּוְּ ָ ֹֽׁחשְּכָ ֵ֥הְּלָכ
ֹֽׁ ֙ל ִָ֞כןְּלַ ִ֤ילָהְּ ָלכֶם
:יהָּ֖םְּהַ יֹֽׁ ֹום ֶ יאיםְּוְּקָ ַ ֵ֥דרְּעֲל ִִּ֔ ִהַ נְּב
lajén láilah lajem méjazón, vêjáshêjáh lajém miqêsóm; uváah hashémesh 'al-
hanêviím, vêqadár 'aleihém haióm.
Por tanto, habrá para vosotros noche sin visión y oscuridad sin predicción. Se
pondrá el sol sobre los profetas, y el día se oscurecerá sobre ellos.
959
ִמיכָה Mijáh / Miqueas 3
(7)
ְּיןְּמעֲנָּ֖ה
ֹֽׁ ַ יְּא
ֵ֥ ָ֑םְּכ
ָ֛ ִ ָשּוְּהח ָ֗ ִזיםְּוְּ ָ ֹֽׁחפְּרּו֙ ְּהַ ָ֣קס ִִּ֔מיםְּוְּע ֵָ֥טּוְּעַל־שָ פָ ָּ֖םְּכֻּל
ֹֽׁ ַ ּוב ָ֣
:ְֱֹּלהיםֹֽׁ ִ א
uvóshu hájozím vêjáfêrú haqósmím, vê'atú 'al-safám kulám; kí éin má'anéh
elohím .
En cambio, yo estoy lleno del poder del espíritu del Eterno, de juicio y de valor,
para declarar a Iaaqov su rebelión y a Israel su pecado.
(9)
ְּלְּהמְּתַ ע ִ ֲָ֣בים
ֹֽׁ ַ ָ֣יתְּיע ֲִּ֔קבְּּוקצִ ינָּ֖יְּבָ֣יתְּיִ ש ָר ָ֑א
ֹֽׁ ַ אתְּראשי֙ ְּב ָ ָ֣אְּז
ָ֗ ִָשמעּו־נ
:ִמש ִָּ֔פטְּוְּ ֵ֥אתְּכְּל־הַ ישָ ָ ָּ֖רהְּיְּע ַֹֽׁקשּו
shim'u-ná zót rasheí béit Iá’aqóv, uqtzinéi béit Israél; hámêta'avím mishpát, vêét
kol-haisharáh iê'aqéshu.
960
3-4 Mijáh / Miqueas ִמיכָה
Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan sólo por paga y sus profetas
predicen por dinero, y se apoyan en el Eterno diciendo: '¿Acaso no está el Eterno
entre nosotros? ¡No vendrá el mal sobre nosotros!'
(12)
ֹֽׁ ִ הְּתחָ ָ֑רשְּוִ ֹֽׁירּושָ ָ֨ ַל ִם֙ ְּעִ ִי
ְָּ֣יןְּתהְּ ִֶּ֔יהְּוְּ ַהֵ֥רְּהַ ַבָּ֖יִ ת ֹֽׁ לָכן֙ ְּבִ גלַל ִֶּ֔כםְּצִ יָּ֖ ֹוןְּשָ ֶ ָ֣ד
ְּפ:ֹותְּיעַר
ֹֽׁ ָ לְּבָ ֵ֥מ
lajen biglaljém, tzión sadéh téjarésh; virúshaláim 'iín tíhêiéh, vêhár habáit
lêvamót iá'ar.
Por tanto, por culpa de vosotros Tzión [Sion] será arada como campo.
Ierushalaim será convertida en un montón de ruinas; y el monte del templo, en
cumbres boscosas.
Acontecerá en los últimos días que el monte de la casa del Eterno será
establecido como cabeza de los montes, y será elevado más que las colinas; y
correrán a él los pueblos.
(2)
ְּ ָ֣֙םְּר ִָ֗ביםְּוְּ ָ ֹֽׁאמְּרּו֙ ְּלְּכָ֣ ּוְּ׀ְּוְּ ַ ֹֽׁנעֲלֶ ָ֣הְּאֶ ל־הַ ר־יה ָ֗ ָוהְּוְּאֶ ל־בית
ַ ּוְּגֹוי
ִ ְִֹּֽׁ֞והְּלכ
ְָּ֣אְּתֹורה
ִּ֔ ָ יְּמצִ יֹון֙ ְּתצ ִ יוְּכ
ִ֤ ִ ְּמדְּ ָר ִָּ֔כיוְּוְּנֹֽׁלְּכָ ָּ֖הְּבְּ ֹֽׁא ְּרח ָ ָ֑ת
ִ ֙יֹורנּו ָ֨ ְָּ֣יְּיע ֲִּ֔קבְּו
ֹֽׁ ַ אֱֹלה
:ְָּּ֖הְּמ ֹֽׁירּושָ ָ ֹֽׁל ִם
ִ ָּודבַ ר־יהו
vêholjú goím rabím vêámêrú lêjú | vêná'aléh el-har-Adonai vêel-beit elohéi
Iá’aqóv, vêiorénú midêrajáv, vênélêjáh bêórêjotáv; kí mitzion tetzé toráh, udvar-
Adonai mirúshaláim .
961
ִמיכָה Mijáh / Miqueas 4
(3)
ְַּד־ר ָ֑חֹוקְּוְּכִ תְּ ָ֨תּו
ָ גֹויֵ֥םְּ ֲעצ ִ ָֻּּ֖מיםְּע
ִ ְּהֹוכיחַ ְּל
ָ֛ ִ ְּיםְּר ִִּ֔ביםְּו
ַ טְּביןְּע ִ ַָ֣מ ֹּ֚ וְּשָ ַָ֗פ
ְְּּח ֶרב
ֶ ִּ֔ ֹ֙ותְּלא־יִ ש ִ֞אּוְּגִ֤ ֹויְּאֶ ל־גֹוי
ֹֽׁ יהםְּלְּ ִא ָ֗ ִתיםְּ ַוחֲנִ ֹֽׁיתתיהֶ ם֙ ְּלְּמַ זמ ִּ֔ר ֶ ָּׁ֜ חַ ר ֹֽׁבת
:ֹודְּמלחָ ָ ֹֽׁמה
ִ ָּ֖וְּ ֹֽׁלא־יִ למְּ ֵ֥דּוןְּע
vêshafát béin 'amím rabím, vêhojíaj lêgoím 'atzumím 'ad-rajóq; vêjitêtú
jarvóteihém lêitím vajanitóteihem lêmazmerót, ló-isú gói el-goí jérev, vêló-
ilmêdún 'ód miljamáh.
Él juzgará entre muchos pueblos y arbitrará entre naciones poderosas, hasta las
más distantes. Y convertirán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en
podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la
guerra.
(4)
ְּי־פיְּיהוָ ֵ֥ה
ָ֛ ִ ִישְּתחַ תְּגַפנָ֛ ֹוְּוְּ ַ ֵ֥תחַ תְּתְּ ֹֽׁאנ ָָּ֖תֹוְּוְּ ָ֣איןְּ ַ ֹֽׁמח ִ ֲָ֑רידְּכ
ֹ֧ ַ ּוְּאָ֣ ִ וְּ ָיֹֽׁשְּ ָ֗ב
:ְֹּותְּד ֹֽׁבר
ִ צְּבָ ָּ֖א
vêiáshêvú ísh tájat gafnó vêtájat têénató vêéin májaríd; ki-fí Adonai tzêvaót
dibér.
Aunque ahora todos los pueblos anden cada uno en el nombre de sus dioses, con
todo, nosotros andaremos en el nombre del Eterno nuestro Elohim, eternamente y
para siempre.
(6)
ְֲּשר
ָּ֖ ֶ הְּוא
ֹֽׁ ַ ָהְּאסְּפָה֙ ְּהַ ָ֣צלעִָּ֔ הְּוְּהַ נִ דָ ָחָּ֖הְּאֲקַ בָ֑צ
ֹֽׁ בַ יָ֨ ֹוםְּהַ ָּׁ֜הּואְּנְּאֻּם־יה ָ֗ ָו
:ְּהֲר ֹֽׁע ִתי
baióm hahú nêum-Adonai ósêfah hatzóle'áh, vêhanidajáh aqabétzah; váashér
hare'óti .
962
4 Mijáh / Miqueas ִמיכָה
'En aquel día, dice el Eterno, juntaré a la oveja que cojea y recogeré a la
rechazada que yo maltraté.
(7)
ְּוְּשַ מ ִ ִ֤תיְּאֶ ת־הַ ֹֽׁצלעָה֙ ְּלִ שא ִ ִּ֔ריתְּוְּהַ ַ ֹֽׁנ ֲהל ָ ָָּ֖אהְּלְּגָ֣ ֹויְּע ָָ֑צּוםְּּומָ ַָ֨לְךְּיהוָ ִ֤ה
ְּפ:ְַּד־עֹולם ֹֽׁ ָ ֹוןְּמע ָ ַָּ֖תהְּוְּע
ֹֽׁ ִּ֔עֲליהֶ ם֙ ְּבְּ ַהָ֣רְּצִ י
vêsamtí et-hatzóle'ah lisherít, vêhanáhalaáh lêgói 'atzúm; umaláj Adonai 'aleihem
bêhár tzión, mé'atáh vê'ad-'olám .
Y tú, oh torre del rebaño, colina de la hija de Tzión [Sion], a ti vendrá el gobierno
de antaño; el reino vendrá a la hija de Ierushalaim.'
(9)
ְִּיקְך
ֵ֥ דְּכי־הֶ ֱחז
ֹֽׁ ִ ְךְּאם־יֹועֲצְך֙ ְּאָ ִּ֔ ָב
ֹֽׁ ִ ין־ב
ָ ָ֗ ְֶךְּא
ֹֽׁ יְּרעְַּה ֶ ֲָ֣מל
ָ֑ ִע ֕ ַָתהְּלָ ֵ֥מָ הְּתָ ִ ָּ֖ריע
:ִ ָּ֖חילְּכַיֹֽׁ ֹול ָ ֹֽׁדה
'atáh lámah tarí'i ré'a; hamélej éin-báj ím-io'atzej avád, kí-hejeziqéj jíl kaióledáh.
Ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿Es que no hay rey en ti? ¿Acaso ha perecido tu
consejero? ¿Te ha sobrevenido dolor como a una mujer que da a luz?
(10)
ְּיְּמקִ ר ָָּׁ֜יהְּוְּשָ כַ ָ֣נתְּבַ שָ ָ֗ ֶדה
ִ ְּ֩תצְּ ִָ֨א
ֹֽׁ הְּכי־עַתָ ה
ֹֽׁ ִ ֹ֧חּולִ יְּו ָָ֛גחִ יְּבַ ת־צִ יָּ֖ ֹוןְּכַיֹֽׁ ֹול ָ ָ֑ד
:ְָּּ֖ףְּאיְּ ָ ֹֽׁביִ ְך
ֹֽׁ ַהְּמכ
ִ םְּתנ ִָּ֔צלִ יְּשָֹּ֚ םְּיִ גאָ לְָ֣ךְּיה ִּ֔ ָו
ִ ְּ֙ש ָ֣ ָ ּובִ֤אתְּעַד־בָ בֶ ל ָ
júli vagóji bat-tzión kaióledáh; kí-'atah tétzêí miqiriáh vêshajánt basadéh uvát
'ad-bavel shám tinatzéli, shám igaléj Adonai, mikáf óiêváij .
Sufre dolor y gime como una mujer que da a luz, oh hija de Tzión [Sion], porque
ahora saldrás de la ciudad, habitarás en el campo y llegarás hasta Babilonia. Allí
serás librada, y allí te redimirá el Eterno de la mano de tus enemigos.
963
ִמיכָה Mijáh / Miqueas 4
(11)
:יםְּת ֱח ִָּ֔נףְּוְּ ַ ֵ֥תחַ זְּבְּצִ יָּ֖ ֹוןְּעינֹֽׁינּו
ֹֽׁ ֶ ָ֣םְּר ִ ָ֑ביםְּהָ ֹֽׁאמְּ ִ ָ֣ר
ַ ְךְּגֹוי
ִ ִהְּנֹֽׁאֶ ס ֵ֥פּוְּעָלַ ָּ֖י
ֶ וְּע ָ ַָ֛ת
vê'atáh néesfú 'aláij goím rabím; haómêrím téjenáf, vêtájaz bêtzión 'einéinu.
Ahora se han reunido muchas naciones contra ti y dicen: '¡Sea profanada, y vean
nuestros ojos la ruina de Tzión [Sion]!'
(12)
ְָּּ֖םְּכע ִ ֵָ֥מיר
ֹֽׁ ֶ ֹוְּכיְּקִ בְּ ָצ
ֵ֥ ִ אְּיַ֤דְּעּו֙ ְּמַ חשְּ ָ֣בֹותְּיה ִּ֔ ָוהְּוְּ ֵ֥לאְּה ִ ָּ֖בינּוְּעֲצָ ָ֑ת
ֹֽׁ ָ הְּל
ִ֤ ָוְּ ָ֗המ
:ְֹּֽׁג ְּרנָה
vêhémah ló iádê'ú majshêvót Adonai, vêló hevínu 'atzató; kí qibêtzám ké'amír
górênah .
Pero ellos no conocen los planes del Eterno ni comprenden su consejo, a pesar de
que él los ha juntado como a gavillas en la era.
(13)
ְֹּוןְּכי־קַ ר ִ֞נְךְּאָ ִ ִ֤שיםְּבַ ר ֶזלְּּ֙ופַרס ָ֨ ַתיִ ְך֙ ְּאָ ִ ָ֣שים ֹֽׁ ִ ָֹ֗ושיְּבַ ת־צִ יִ ּומיְּו ָָ֣ד
ִ ֹ֧ק
ְָּּ֖םְּלא ֲֵ֥דֹון
ֹֽׁ ַ ָיְּליהוָה֙ ְּבִ צ ִָּ֔עםְּוְּחיל ֹֽׁ ַ יםְּר ִ ָ֑ביםְּוְּ ַ ֹֽׁהח ֲַרמ ִ ִ֤ת
ַ הְּוה ֲִד ָּ֖קֹותְּעַ ִ ָ֣מ
ֹֽׁ ַ ִָּ֔נְּחּוש
:ְּכְּל־הָ ָ ֹֽׁא ֶרץ
qúmi vadóshi vat-tzión kí-qarnéj asím barzel ufarsotáij asím nêjusháh, váhadiqót
'amím rabím; vêhájaramtí láAdonai bitz'ám, vêjeilám láadón kol-haáretz .
¡Levántate y trilla, oh hija de Tzión [Sion]! Haré que tu cuerno sea de hierro y tus
uñas, de bronce. Desmenuzarás a muchos pueblos, y consagrarás al Eterno el
botín de ellos, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.
(14)
ְּיְּאת
ָּ֖ ּוְּעל־הַ לְּ ִִּ֔ח
ֹֽׁ ַ ָֹ֣ורְּשםְּעָלָ֑ינּוְּבַ ָ֨שבֶ ט֙ ְּיַכ
ָ֣ ָ ְּתת ֹֽׁגדְּ ִ ָ֣דיְּבַ ת־גְּדִּ֔ ּודְּמָ ָּ֖צ
ִ ֙עַתָ ה
ְּס:שפֵ֥טְּיִ ש ָר ֹֽׁאל
'atah titgódêdí vat-gêdúd, matzór sám 'aléinu; bashévet iakú 'ál-halêjí, ét shofét
Israél.
¡Reúne ahora tus tropas, ciudad de tropas! ¡Nos han sitiado! ¡Con vara herirán en
la mejilla al juez de Israel!
964
5 Mijáh / Miqueas ִמיכָה
Pero tú, oh Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Iehudá, de ti
me saldrá el que será el gobernante de Israel, cuyo origen es antiguo, desde días
incontables.
(2)
:שּובּוןְּעַל־בְּנֵ֥יְּיִ ש ָר ֹֽׁאל
ָּ֖ ְּלָכָ֣ןְּיִ תְּ ִּ֔נםְּעַד־עֵ֥תְּיֹֽׁ ֹול ָ ָּ֖דהְּיָלָ ָ֑דָ הְּוְּיֶ ָ֣תֶ רְּאֶ ִּ֔ ָחיוְּי
lajén itêném, 'ad-'ét íoledáh ialádah; vêiéter ejáv, iêshuvún 'al-bênéi Israél.
Sin embargo, Elohim los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de
dar a luz, y vuelva el resto de sus hermanos para reunirse con los Hijos de Israel.
(3)
ְּבּוְּכי־ע ָ ֵַ֥תהְּיִ ג ַ ָּ֖דל
ֹֽׁ ִ ֱָֹ֕להָ֑יוְּוְּיָש
ָ ֹוןְּשםְּיהוָ ָ֣הְּא
ָּ֖ וְּע ָ֗ ַָמדְּוְּ ָרעָה֙ ְּבְּ ָ֣עזְּיה ִּ֔ ָוהְּבִ ג ֕א
:ְּי־א ֶרץ ֹֽׁ ָ עַד־אַ פס
vê'amád vêra'ah bê'óz Adonai, bigón shém Adonai eloháv; vêiashávu kí-'atáh
igdál 'ad-afsei-áretz .
Él se levantará y los apacentará con el poder del Eterno, con la grandeza del
nombre del Eterno su Elohim, y se establecerán, porque entonces será
engrandecido hasta los fines de la tierra.
(4)
ְּנֹותינּו
ִּ֔ ְּּורְּ׀ְּכי־י ָָ֣בֹואְּבְּאַ ר ָ֗צנּוְּוְּ ִ ִ֤כיְּיִ דרְך֙ ְּבְּאַ רמ
ֹֽׁ ִ וְּהָ יָ ֵ֥הְּזֶ ָּ֖הְּשָ לָ֑ ֹוםְּאַ ָ֣ש
:ְּשבעָ ָ֣הְּר ִּ֔ ִעיםְּּושמנָ ָּ֖הְּנְּ ִסיכֵ֥יְּאָ ָ ֹֽׁדם ִ ַ֙ ֹֽׁוהֲק ִ֤מנּוְּ ָעלָיו
vêhaiáh zéh shalóm; ashúr | kí-iavó vêartzénu vêjí idroj bêarmênotéinu,
váhaqemónu 'alav shiv'áh ro'ím, ushmonáh nêsijéi adám.
Y éste será la paz! Cuando Asiria venga contra nuestra tierra y pisotee nuestros
palacios, entonces levantaremos contra ellos siete pastores y ocho principales de
la humanidad.
965
ִמיכָה Mijáh / Miqueas 5
(5)
ְּ֙ת־א ֶרץְּנִ מ ָּ֖רדְּבִ פתָ ֶחָ֑יהָ ְּוְּהִ צִ יל
ֵ֥ ֶ ֶת־א ֶרץְּאַ שּור֙ ְּבַ ִּ֔ ֶח ֶרבְּוְּא ִ֤ ֶ ֶוְּ ָר ִ֞עּוְּא
ְּפ:בּולנּוֹֽׁ ּורְּכי־י ָָ֣בֹואְּבְּאַ ר ִּ֔צנּוְּוְּ ִ ֵ֥כיְּיִ ד ָּ֖רְךְּבִ ג
ֹֽׁ ִ ֹֽׁמאַ ִּ֔ש
vêra'ú et-éretz ashur bajérev, vêet-éretz nimród biftajéiha; vêhitzil méashúr, kí-
iavó vêartzénu, vêjí idrój bigvulénu.
Levanta tu mano sobre tus enemigos, y sean destruidos todos tus adversarios.
(9)
ְּיְּסּוסיךְּ ִמקִ ר ֶבָ֑ךְּוְּ ַ ֹֽׁהאֲבַ ד ִ ָּ֖תי
ָּ֖ ֶ וְּהָ יָ ִ֤הְּבַ יֹום־הַ הּוא֙ ְּנְּאֻּם־יה ִּ֔ ָוהְּוְּהִ כ ַר ִ ֵ֥ת
:ְּמַ רכְּב ֶ ֹֽׁתיך
966
5 Mijáh / Miqueas ִמיכָה
'Acontecerá en aquel día, dice el Eterno, que eliminaré tus caballos en medio de
ti, y haré destruir tus carros.
(10)
:ל־מבצָ ֶ ֹֽׁריך
ִ ְּוְּהִ כ ַר ִ ָּ֖תיְּע ָָ֣ריְּאַ ר ֶצָ֑ךְּוְּ ָ ֹֽׁה ַרס ִ ָּ֖תיְּכ
vêhijratí 'aréi artzéja; vêhárastí kol-mivtzaréja.
También haré destruir las ciudades fortificadas de tu tierra y arruinaré todas tus
fortalezas.
(11)
:ְּיּו־לְך
ֹֽׁ ָ אְּיה
ֹֽׁ ִ ָּ֖יםְּל
ֵ֥ יםְּמי ֶ ָָ֑דךְּּוֹֽׁ מעֹונְּ ִנ
ִ וְּהִ כ ַר ִ ֵ֥תיְּכְּשָ ִ ָּ֖פ
vêhijratí jêshafím miadéja; úm'onêním ló íhiu-láj .
'Haré destruir tus ídolos y tus piedras rituales en medio de ti, y nunca más te
inclinarás hacia la obra de tus manos.
(13)
:יךְּמקִ ר ֶבָ֑ךְּוְּהִ שמַ ד ִ ָּ֖תיְּע ֶ ָֹֽׁריך
ִ יר ָּ֖ ֶ וְּ ָנֹֽׁתַ ש ִ ֵ֥תיְּאֲש
vênátashtí asheiréja miqirbéja; vêhishmadtí 'aréja.
967
ִמיכָה Mijáh / Miqueas 6
Oíd, por favor, lo que dice el Eterno: '¡Levántate, pleitea junto a los montes, y
que oigan las colinas tu voz!
(2)
ְּ ֙יבְּליהוָה
ֹֽׁ ַ יְּר
ִ֤ ִ ץְּכ
ָ֣ ִ יְּא ֶר
ָ֑ ָ ָּ֖יםְּמֹוסד
ָ֣ ת־ריבְּיה ִּ֔ ָוהְּוְּהָ ֹֽׁאתָ ִנ ָ֣ ִ ִֶשמעִ֤ ּוְּהָ ִרים֙ ְּא
:ְּעִ ם־ע ִַּ֔מֹוְּוְּעִ ם־יִ ש ָר ָּ֖אלְּיִ תו ָ ַֹֽׁכח
shim'ú harim et-rív Adonai, vêhaétaním mósdei áretz; kí rív láAdonai 'im-'amó,
vê'im-Israél itvakáj .
968
6 Mijáh / Miqueas ִמיכָה
Recuerda, oh pueblo mío, qué maquinó Balac, rey de Moab, y qué le respondió
Balaam hijo de Beor desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas los actos de
justicia del Eterno.'
(6)
ְֹּותְּב ֲעג ִ ָָּ֖ליםְּבְּנֵ֥י
ֹֽׁ ַ עֹול
ִּ֔ ְֹּוםְּהאֲקַ דְּ ֶ ָ֣מנּוְּב
ֹֽׁ ַ אֹלהיְּמָ ָ֑ר
ָ֣ ָּ֖ףְּל
ֹֽׁ ַהְּאכ
ִ בַ מָ ה֙ ְּאֲקַ ָ֣דםְּיה ִּ֔ ָו
:ְּשָ ָנֹֽׁה
bamah aqadém Adonai, ikáf lélohéi maróm; háaqadêménu vê'olót, bá'agalím
bênéi shanáh .
969
ִמיכָה Mijáh / Miqueas 6
'¿Hay aún en la casa del impío tesoros de impiedad y medida escasa que es
detestable?
(11)
:ֵ֥יְּמר ָ ֹֽׁמה
ִ יְּרשַ עְּּוב ִ ָּ֖כיסְּאַ בנ
ָ֑ ֶ ַ ֹֽׁהאֶ זכֶ ָּ֖הְּבְּ ָ֣מאזנ
háezkéh bêmóznei résha'; uvjís avnéi mirmáh.
con las cuales sus ricos se han llenado de explotación? Sus habitantes han
hablado mentiras, y su lengua es engañosa en su boca.
(13)
:אתך
ֹֽׁ ֶ כֹותךְּהַ ש ָּ֖מםְּעַל־חַ ט
ָ֑ ֶ ַָ֣יתיְּה
ִ ָּ֖יְּהחֱל
ֹֽׁ ֶ וְּגַם־א ֲִנ
vêgam-aní héjeléiti hakotéja; hashmém 'al-jatotéja.
970
6-7 Mijáh / Miqueas ִמיכָה
¡Ay de mí! ¡He venido a ser como los últimos frutos del verano, como el rebusco
después de la vendimia! Ya no queda racimo que comer; mi alma desea los
primeros higos.
(2)
ְּבּוְּאיש
ֵ֥ ִ יםְּיא ֱִּ֔ר
ֹֽׁ ֶ םְּאיִ ןְּ ֻּכלָם֙ ְּלְּדָ ִ ָ֣מ
ָ֑ ָ רְּבאָ ָ ָּ֖ד
ֹֽׁ ָ ְּמן־הָ ִּ֔ ָא ֶרץְּוְּי ָ ֵָ֥ש ִ ֙אָ ַבִ֤דְּחָ ִסיד
:ּודּוְּח ֶרם
ֹֽׁ אֶ ת־אָ ִ ָּ֖חיהּוְּי ֵָ֥צ
avád jasid min-haáretz, vêiashár báadám áin; kulam lêdamím iéeróvu, ísh et-ajíhu
iatzúdu jérem.
El piadoso ha desaparecido de la tierra; no hay ni uno que sea recto entre los
hombres. Cada cual acecha la vida; cada cual caza a su prójimo con una red.
(3)
ְּיטיבְּהַ ַ ָ֣שרְּש ִּ֔אלְּוְּהַ שפָּ֖טְּבַ ִשלָ֑ ּוםְּוְּהַ גָדָ֗ ֹולְּד ָ֨בר ִִּ֔ עַל־הָ ַ ִ֤רעְּ ַכ ַָ֨פיִ ם֙ ְּלְּה
: ָּואְּוַֹֽׁ֤יעַבְּ ֹֽׁתּוה
ַ ֹוְּה ָּ֖ הַ ּוַ ֵ֥תְּנַפ ָ֛ש
'al-hará' kapáim lêheitív, hasár shoél, vêhashofét bashilúm; vêhagadól dovér
havát nafshó hú vái'abêtúha.
971
ִמיכָה Mijáh / Miqueas 7
Han adiestrado sus manos para hacer el mal: El gobernante exige, el juez juzga
por soborno y el poderoso habla según el antojo de su alma; y así lo retuercen.
(4)
ְּהְּתהְּיֶ ָּ֖ה
ֹֽׁ ִ ְּבאָ הְּע ָ ֵַ֥ת
ָ ִּ֔ ָ֣רְּממְּסּוכָ ָ֑הְּיִ֤ ֹוםְּמְּצַ ֶָ֨פיך֙ ְּפְּקֻּ ָ ֹֽׁדתְּך
ִ טֹובָ֣םְּכְּ ִּ֔חדֶ קְּי ָ ָָּ֖ש
ָ
:מְּ ֹֽׁבּוכ ָ ָֹֽׁתם
továm kêjédeq, iashár mimêsujáh; íom mêtzapéjá pêqudátêjá váah, 'atáh tíhêiéh
mêvújatám.
El mejor de ellos es como la espina; el más correcto de ellos es como zarzal. ¡Ay
de tus centinelas, pues tu castigo ha venido! ¡Ahora será su confusión!
(5)
יקךְּשְּ ָּ֖מרְּפִ תחי־
ֶ ִּ֔ ּוףְּמשכֶ ָ֣בֶ תְּח
ִ ָ֑ל־תבטְּ ָּ֖חּוְּבְּאַ ל
ִ ְַּא
ֹֽׁ ַ ל־תא ִ ֲָ֣מינֹֽׁ ּוְּבְּ ִּ֔רע
ֹֽׁ ַ ַא
:ִ ֹֽׁפיך
al-táamínú vêré'a, ál-tivtêjú bêalúf; mishojévet jeiqéja, shêmór pitjei-fíja.
Porque el hijo trata con desdén a su padre, la hija se levanta contra la madre, la
nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su propia casa.
(7)
:ְֱֹּלהי
ֹֽׁ ָ ָהְּלאֹלהָ֣יְּיִ ש ִ ָ֑עיְּיִ שמָ עָּ֖נִ יְּא
ֹֽׁ הְּאֹוחיל
ָּ֖ ִ ְּביהוָ ָ֣הְּאֲצַ ִֶּ֔פ
ֹֽׁ ַ ַ֙ ֹֽׁואֲנִ י
váaní báAdonai atzapéh, ojílah lélohéi ish'í; ishma'éni elohái .
972
7 Mijáh / Miqueas ִמיכָה
Tú, oh enemiga mía, no te alegres contra mí; pues aunque caí, me levantaré.
Aunque yo habite en tinieblas, el Eterno será mi luz.
(9)
ְּהְּמשפ ִִָּ֔טי
ִ ָש ָ֣ ָ יבְּריבִ י֙ ְּוְּע
ִ אתיְּלָ֑ ֹוְּ ַעדְּ֩אֲשֶָ֨ רְּי ִ ִָ֤ר
ִ אְּכיְּחָ ָ ָּ֖ט
ֵ֥ ִ ִָּ֔זַ ִ֤עַףְּיהוָה֙ ְּאֶ ש
:ְּיאנִ יְּל ִָּ֔אֹורְּאֶ ר ֶ ָּ֖אהְּבְּצִ דקָ ֹֽׁתֹו
ָ֣ ִיֹֽׁ ֹוצ
zá'af Adonai esá, kí jatáti ló; 'ad ashér iarív riví vê'asáh mishpatí, íotziéni laór,
eréh bêtzidqató .
Porque pequé contra el Eterno, soportaré su ira, hasta que él juzgue mi causa y
me haga justicia. Él me sacará a la luz, y yo veré su justicia.
(10)
ְּ ֱֹ֙להָ֑יִ ְךְּעינַי
ָ וְּת ֶ ִ֤ראְּא ַָ֨יב ִתי֙ ְּּותכ ֶַּסָ֣הָ ְּבּושִָּ֔ הְּהָ ֹֽׁאמְּ ָ ָ֣רהְּא ִַּ֔ליְּאַ יָּ֖ ֹוְּיהוָ ָ֣הְּא
:ְּיטְּחּוצֹות
ֹֽׁ הְּתהְּיֶ ֵ֥הְּלְּ ִמר ָ ָּ֖מסְּכְּ ִ ֵ֥ט
ֹֽׁ ִ ָהְּבּהְּע ָ ַָ֛ת
ָ ִּ֔ ִתר ֶ ָ֣אינ
vêteré oiávtí utjaséha vusháh, haómêráh elái, aió Adonai eloháij; 'einaí tiréinah
báĥ, 'atáh tíhêiéh lêmirmás kêtít jutzót .
Viene el día en que se edificarán tus muros. En aquel día se ampliarán tus límites;
(12)
ְּיֵ֥ ֹוםְּהּוא֙ ְּוְּע ֶ ָָ֣דיךְּיָבִּ֔ ֹואְּלְּ ִמ ִנֵ֥יְּאַ ָּ֖שּורְּוְּע ָָ֣ריְּמָ ָ֑צֹורְּּול ִמ ִנִ֤יְּמָ צֹור֙ ְּוְּעַד־נ ִּ֔ ָָהר
:ֵ֥םְּמיָ ָּ֖םְּוְּ ַהֵ֥רְּהָ ָ ֹֽׁהר
ִ ָוְּי
íom hu vê'adéja iavó, lêminí ashúr vê'aréi matzór; ulminí matzor vê'ad-nahár,
vêiám miám vêhár hahár.
en aquel día vendrán a ti desde Asiria y las ciudades de Egipto y desde Egipto
hasta el Río, de mar a mar y de montaña a montaña.
(13)
ְּפ:יהם
ֹֽׁ ֶ יְּמעַלְּל
ֹֽׁ ַ ְּמפְּ ִ ָּ֖ר
ִ ַָל־ישְּ ֶבָ֑יה
ֹֽׁ וְּ ָ ֹֽׁהיְּ ָ ֵ֥תהְּהָ ָ ָ֛א ֶרץְּלִ שמָ ָ ָּ֖מהְּע
vêháiêtáh haáretz lishmamáh 'al-ióshêvéiha; mipêrí má'alêleihém.
Y la tierra llegará a ser una desolación por causa de sus moradores, como fruto de
sus obras.
973
ִמיכָה Mijáh / Miqueas 7
(14)
ְּךְּשכְּ ִנָ֣יְּלְּבָ ִּ֔ ָדדְּיַ ָּ֖עַרְּבְּ ָ֣תֹוְךְּכַר ֶ ָ֑מלְּיִ רעֵ֥ ּו
ֹֽׁ אןְּנ ֲחל ִּ֔ ֶָת
ֹֽׁ ַ ךְּצ ֹּ֚ ְּרעֹ֧הְּעַמְּךָ֣ ְּבְּ ִשב ָ֗ ֶט
:ְּיְּעֹולם
ֹֽׁ ָ ימ ֵ֥ ִבָ ָ ָ֛שןְּוְּגִ לעָ ָּ֖דְּכ
rê'éh 'amêjá vêshivtéja tzón nájalatéja, shójêní lêvadád, iá'ar bêtój karmél; ir'ú
vashán vêgil'ád kiméi 'olám .
'Yo les mostraré maravillas como en el día en que saliste de la tierra de Egipto.'
(16)
ְּיהָּ֖ם
ֶ שּוְּמ ָּ֖כלְּגְּ ֹֽׁב ָּור ָ ָ֑תםְּי ִ ִָ֤שימּוְּיָד֙ ְּעַל־ ִֶּ֔פהְּאְּזנ
ִ יִ ר ִ֤אּוְּגֹויִ ם֙ ְּוְּי ִּ֔ב
:ֶ ֹֽׁתח ַ ֱֹֽׁרשנָה
irú goim vêievóshu, mikól gêvúratám; iasímu iad 'al-péh, ozneihém téjeráshnah.
974
7 Mijáh / Miqueas ִמיכָה
¿Qué Elohim hay como tú, que perdona la maldad y olvida el pecado del
remanente de su heredad? No ha guardado para siempre su enojo, porque él se
complace en la misericordia.
(19)
ְּש:אותם
ֹֽׁ ָ י ָָ֣שּובְּיְּ ַ ֹֽׁרח ֲִּ֔מנּוְּיִ כ ָּ֖בשְּעֲוְֹּֽׁנ ָ֑תינּוְּוְּתַ ש ִ ָ֛ליְךְּבִ מצֻּלֵ֥ ֹותְּיָ ָּ֖םְּכְּל־חַ ט
iashúv iêrájaménu, ijbósh 'avónotéinu; vêtashlíj bimtzulót iám kol-jatovtám.
Darás verdad a Iaaqov y bondad a Avraham, que juraste a nuestros padres desde
tiempos antiguos.
975
נַחּום Najum / Nahum 1
נַחּום
Najum – Nahum Capítulo 1
(1)
:מַ ָּׂ֖שא ִֽנינוֵ֑ה ֵ֧ספֶר חֲז֛ ֹון נ ַָּׂ֖חּום ִֽהאֶ לקֹ ִֽשי
masá nínêvéh; séfer jazón Najúm háelqoshí.
El Eterno es lento para la ira y grande en poder. De ninguna manera dará por
inocente al culpable. El Eterno marcha en el huracán y en la tempestad; las nubes
son el polvo de sus pies.
(4)
ּגֹועּ֤ר בַ ים֙ ַוִָֽ֖יַב ָ֔שהּו וכל־הַ נה ָּׂ֖רֹות ֶ ִֽהח ֱֵ֑ריב אֻמלַ ּ֤ל בשן֙ וכַר ָ֔ ֶמל ּופֶ ֵַ֥רח
:לבנָּׂ֖ ֹון אֻמ ִֽלל
go'ér baiam váiabêshéhu, vêjol-hanêharót héjerív; umlál bashan vêjarmél, uféraj
lêvanón umlál.
Reprende al mar y hace que se seque, y reseca todos los ríos. Basán y el Carmelo
se marchitan; se marchita la flor del Líbano.
976
1 Najum / Nahum נַחּום
(5)
הרים֙ ִֽרע ֲֵ֣שּו מ ָ֔ ֶמנּו והַ ּגבעָּׂ֖ ֹות התמֹ גֵ֑גּו וַת ּ֤שא ה ַּ֨א ֶרץ֙ מפ ָ֔ניו ותבָּׂ֖ל
:וכל־יֵ֥ ֹושבי ִֽבּה
harim rá'ashú miménu, vêhagêva'ót hitmogágu; vatisá haáretz mipanáv, vêtevél
vêjol-íoshvei váĥ.
Pero arrasa con impetuosa inundación al que se levanta contra él. ¡Aun en las
tinieblas perseguirá a sus enemigos!
(9)
: הוה כלָּׂ֖ה ֵ֣הּוא עֹ ֶ ֵ֑שה ִֽל ֹא־ת ֵ֥קּום ַ ִֽפע ַ ֲָּׂ֖מים צ ִֽרה
ָ֔ מַ ה־תחַ שבּון֙ אֶ ל־י
mah-têjashêvun el-Adonai, kaláh hú 'oséh; ló-taqúm pá'amáim tzaráh .
¿Qué tramáis contra el Eterno? ¡Él arrasará y no tomará venganza dos veces de
su enemigo!
(10)
:בּואים ַֻּ֨אכ ָ֔לּו כ ַ ֵ֥קש יבָּׂ֖ש מ ִֽלא
ֵ֑ ִּ֚כי עַד־ס ֵ֣ירים סב ָֻ֔כים ּוכסב ָּׂ֖אם ס
977
נַחּום Najum / Nahum 1-2
Pero así ha dicho el Eterno: 'Aunque vivan reposadamente y sean muchos, con
todo serán cortados y pasarán. Y aunque yo te haya afligido, no te afligiré más.
(13)
:ּומֹוסרֹ ַ ָּׂ֖תיְך ֲאנ ִַֽתק
ִֽ וע ַָּ֕תה אֶ שבֵֹ֥ ר מֹ ָּׂ֖טהּו ִֽמעלֵ֑יְך
vê'atáh eshbór motéhu mé'aláij; umósrotáij anatéq.
Pero acerca de ti, el Eterno ha mandado: 'Nunca más sea mencionado tu nombre.
De la casa de tu dios destruiré los ídolos y las imágenes de fundición, y la
convertiré en sepulcro; porque fuiste vil.'
hinéh 'al-héharím ragléi mêvaser mashmí'a shalóm, jogí Iêhudáh jagáij shalêmí
nêdaráij; kí ló iosíf 'ód L'VVR- (lá'avor-) báj bêliá'al kulóh nijrát.
¡He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la
paz! ¡Celebra, oh Iehudá, tus fiestas; cumple tus votos, porque nunca más volverá
a pasar sobre ti aquel inicuo, pues ha sido completamente destruido!
(2)
ַה־ד ֶרְך֙ חַ ּזֵ֣ק מת ַָ֔נים אַ ֵ֥מץ ָּׂ֖ ֹכח
ֶ ַּ֨ צּורה צַ פ
ֵ֑ עלֵ֥ה מ ֛פיץ עַל־פנַ ָָּׂ֖֖יְך נ ֵ֣צֹור מ
:מאִֹֽ ד
'aláh mefítz 'al-panáij natzór mêtzuráh; tzapeh-dérej jazéq motnáim, amétz kóaj
mêód.
Los escudos de sus valientes están enrojecidos; sus valientes están vestidos de
escarlata. En el día de su preparación, sus carros de guerra son como fuego de
antorchas, y los jinetes se estremecen.
(5)
ַ ִֽבחּוצֹות֙ ית ִֽהֹוללֵ֣ ּו ה ֶ ָ֔רכֶב ִֽישתַ קש ָּׂ֖קּון ִֽברחֹ ֵ֑בֹות מַ ראיהֶ ן֙ ַכלַפ ָ֔ידים
:רֹוצצּו
ִֽ כַבר ָּׂ֖קים י
bájutzot ithólêlú haréjev, íshêtaqshêqún bárêjovót; mareihen kalapidím,
kabêraqím iêrotzétzu.
979
נַחּום Najum / Nahum 2
La reina será sacada y llevada en cautividad. Sus criadas gemirán como palomas
y se golpearán el pecho.
(9)
:ַת־מים ֵ֣מימי ֵ֑היא והֵ֣מה נ ָ֔סים עמ ֵ֥דּו עֲמָֹּׂ֖ דּו ו ֵ֥אין מַ פ ֶנִֽה
ָּׂ֖ ַ ו ִֽנינוֵ֥ה כב ִֽרכ
vênínêvéh jivréjat-máim mímei hí; vêhémah nasím, 'imdú 'amódu vêéin mafnéh.
Nínive ha sido, desde tiempos antiguos, como un estanque de aguas; pero ahora
éstas huyen. '¡Deteneos, deteneos!' Pero nadie vuelve atrás.
(10)
:כּונה כ ָּ֕ ֹבד מ ָּׂ֖ ֹכל כ ֵ֥לי חֶ מ ִֽדה
ָ֔ בֵֹ֥ ּזּו כֶ ָּׂ֖סֶ ף בֵֹ֣ ּזּו זהֵ֑ב ו ֵ֥אין ַּ֨קצֶ ה֙ לַת
bózu jésef bózu zaháv; vêéin qétzeh latêjunáh, kavód mikól kêlí jemdáh.
¡Saquead la plata, saquead el oro! ¡No tienen límites la calidad y el peso de todos
los objetos preciosos!
980
2 Najum / Nahum נַחּום
(11)
ּופק בר ַָ֗כים וחַ לחלה֙ בכל־מת ַָ֔נים
ֵ֣ בּוקה ּומבֻל ֵ֑קה ו ַּ֨לב נ ֶ֜מסָּׂ֖ בּוקה ּומֵ֥
:ארּורִֽ ּופנֵ֥י כֻלָּׂ֖ם קב ֵ֥צּו פ
buqáh umvuqáh umvulaqáh; vêlév namés ufíq birkáim vêjaljalah bêjol-
motênáim, ufnéi julám qibêtzú farúr.
¿Dónde está, pues, la guarida de los leones y la cueva de los leoncillos, donde se
cobijaban el león, la leona y los cachorros, sin que hubiera quien los atemorizara?
(13)
א־ט ֶרף חֹ ָ֔ריו ּומ ִֽ ֹענֹ ָּׂ֖תיו
ֵ֣ ֶ רֹותיו ּומחַ נָּׂ֖ק ללבאֹ ֵ֑תיו וַימַ ל
ָ֔ אַ ריּ֤ה טֹ רף֙ ב ֵ֣די ִֽ ֹג
:טר ִֽפה
ariéh toref bêdéi górotáv, umjanéq lêlivotáv; vaimale-téref joráv, um'ónotáv
têrefáh.
El león destrozaba para sus cachorros y estrangulaba para sus leonas. Llenaba de
presa sus cavernas; y su guarida, de rapiña.
(14)
יריְךָּׂ֖ ַ הננֵ֣י א ַָ֗ליְך נאֻם֙ יהוֵ֣ה צב ָ֔אֹות והבעַר ּ֤תי ֶ ִֽבעשן֙ רכ ָ֔בּה ּוכפ
ֵ֣ת ֹאכַל ח ֵֶ֑רב והכ ַר ּ֤תי מ ַּ֨ ֶא ֶרץ֙ טַ ר ָ֔פְך ו ִֽל ֹא־יש ַ ֵ֥מע עָּׂ֖ ֹוד ֵ֥קֹול מַ לא ִֽככה
פ:
hinêní eláij nêum Adonai tzêvaót, vêhiv'artí vé'ashan rijbáĥ, ujfiráij tójal járev;
vêhijratí meéretz tarpéj, vêló-ishamá' 'ód qól malajéjeh .
'He aquí que yo estoy contra ti, dice el Eterno de los Ejércitos. Encenderé y
reduciré a humo tus carros, y la espada devorará a tus leoncillos. Raeré tu presa
de la tierra, y nunca más se volverá a escuchar la voz de tus mensajeros.'
981
נַחּום Najum / Nahum 3
jinetes que avanzan, resplandor de espada y fulgor de lanza. Habrá gran número
de muertos y multitud de cadáveres. Tan numerosos serán sus cuerpos, que
tropezarán en ellos.
(4)
זֹונה ֵ֥טֹובַ ת חָּׂ֖ן ַ ִֽבעֲלַ ֵ֣ת כש ֵ֑פים הַ מֹ כֶ ֶּ֤רת ּגֹוים֙ בזנּו ֶָ֔ניה
ָ֔ מרֹ ב֙ זנּונֵ֣י
:ּומשפ ָּׂ֖חֹות בכש ֶ ִֽפיה
merov zênunéi zonáh, tóvat jén bá'alát kêshafím; hamojéret goim biznunéiha,
umishpajót bijshaféiha.
982
3 Najum / Nahum נַחּום
hinêní eláij nêum Adonai tzêvaót, vêgileití shuláij 'al-panáij; vêhareití goim
ma'réj, umamlajót qêlonéj .
'¡Heme aquí, yo estoy contra ti!, dice el Eterno de los Ejércitos. Te levantaré la
falda hasta la cara y mostraré a las naciones tu desnudez, y a los reinos tu
ignominia.
(6)
:והשלַכ ֵ֥תי עלַ ֛יְך שקֻ ָּׂ֖צים ונבַ ל ֵ֑תיְך ושַ מ ָּׂ֖תיְך כ ִֽרֹ אי
vêhishlajtí 'aláij shiqutzím vênibaltíj; vêsamtíj kêrói.
Sucederá que todos los que te vean huirán de ti. Y dirán: '¡Nínive ha sido
destruida! ¿Quién se compadecerá de ella? ¿Dónde le habré de buscar
consoladores?''
(8)
ה ֲִֽתיטבי֙ מ ֵ֣נ ֹא א ָ֔מֹון הַ ִֹֽישבה֙ בַ יאֹ ָ֔רים ַ ָּׂ֖מים ס ֵ֣ביב לֵּ֑ה אֲשֶ ר־חֵ֣יל ָ֔ים
:מיָּׂ֖ם ִֽחֹומ ִֽתּה
hatéitêví minó amón, haióshêvah baiorím, máim savív láĥ; asher-jéil iám, miám
jómatáĥ.
¿Eres acaso mejor que Tebas, que estaba asentada junto al Nilo, rodeada de
aguas, cuyo baluarte y muralla era una concentración de aguas?
(9)
:לּובים היָּׂ֖ ּו בעֶזר ִֽתְך
ָ֔ כֵ֥ ּוש עצ ֛מה ּומצ ַ ָּׂ֖רים ו ֵ֣אין ֵ֑קצֶ ה ֵ֣פּוט ו
kúsh 'otzmáh umitzráim vêéin qétzeh; pút vêluvím, haíu bê'ezratéj.
Etiopía y Egipto eran su poderío ilimitado; Fut y los libios acudían en su ayuda.
(10)
ל־חּוצֹות
ֵ֑ ַם־היא לַּגֹ לה֙ ִֽהלכֵ֣ה בַ שֶָ֔ בי ּגַ ֵ֧ם ִֽ ֹעללֶ ֛יה ירֻ ט ָּׂ֖שּו ב ֵ֣ר ֹאש כָ֗ ּג
:גֹורל וכל־ּגדֹולֶ ָּׂ֖יה רֻ ת ֵ֥קּו בַ ּז ִֽקים ָ֔ יה י ֵַ֣דּו
֙ ועַל־נכבַ ַּ֨ ֶד
983
נַחּום Najum / Nahum 3
gam-hí lagolah hálêjáh vashévi, gám 'ólaléiha iêrutêshú bêrósh kol-jutzót; vê'al-
nijbadéihá iadú gorál, vêjol-gêdoléiha rutêqú vaziqím.
Todas las fortificaciones son como higueras cargadas de higos: Si las sacuden,
caerán en la boca del que los ha de comer.
(13)
ה ַּ֨נה ַע ּ֤מְך נשים֙ בקר ָ֔בְך לאֵֹ֣ י ָ֔ ַביְך פ ֵ֥תֹוחַ נפת ָּׂ֖חּו ַ ִֽשע ֲֵ֣רי אַ רצְֵ֑ך ִֽאכלֵ֥ה
:יחיְך
ִֽ ָּׂ֖אש בר
hinéh 'améj nashim bêqirbéj, lêóiváij, patóaj niftêjú shá'aréi artzéj; ájêláh ésh
bêrijáij.
Provéete de agua para el asedio; refuerza tus fortalezas. Entra en el lodo; pisa el
barro; toma el molde de hacer ladrillos.
984
3 Najum / Nahum נַחּום
(15)
יתְך ָ֔ ֶח ֶרב ִֽת ֹאכלְָּׂ֖ך כַיֵ֑לֶק התכַבֵ֣ד ַכ ֶָ֔ילֶק
ֵ֣ ִּ֚שם ִֽת ֹאכלְֵ֣ך ָ֔אש תַ כר
:ִֽהתכַב ָּׂ֖די ִֽכאַ ר ֶ ִֽבה
shám tójêléj ésh, tajritéj jérev, tójêléj kaiáleq; hitkabéd kaiéleq, hítêkabêdí
káarbéh.
Allí te devorará el fuego, y la espada te exterminará como devora la langosta.
¡Multiplícate como el saltón! ¡Multiplícate como la langosta!
(16)
:הרבית֙ ִֽרֹ כ ַָ֔ליְך מכִֽ ֹוכבָּׂ֖י הַ ש ֵ֑מים יֶ ֵ֥לֶק פ ַ ָּׂ֖שט וַי ִֽ ֹעף
hirbeit rójêláij, mikójvéi hashamáim; iéleq pashát vaia'óf.
Aumentaste tus mercaderes más que las estrellas del cielo. Como langostas
desplegaron las alas y volaron.
(17)
מנז ַ ַּ֨ריְך֙ ִֽכאַ ר ָ֔ ֶבה וטַ פס ַ ָּׂ֖ריְך כגֵ֣ ֹוב ּגֹ בֵ֑י ַ ִֽהחֹונּ֤ים בַ ּגדרֹות֙ ביֵ֣ ֹום ק ָ֔רה
:קֹומֹו אַ יִֽם
ָּׂ֖ א־נֹודע מ ֵ֥ ַ ֹ נֹודד ו ִֽלַ ָ֔ ֶ ּ֤שמֶ ש ִֽזָ֖רחה֙ ו
minêzaráij káarbéh, vêtafsêráij kêgóv govái; hájoním bagêderot bêíom qaráh,
shémesh zárêjah vênodád, vêló-nodá' mêqomó aiám.
Tus oficiales serán como saltamontes, y tus capitanes como enjambre de
langostas que se asientan sobre los vallados en un día de frío, y que salido el sol
huyen, y su lugar no se conoce más.
(18)
ַל־הה ָּׂ֖רים ו ֵ֥אין
ִֽ ֶ יריך נ ֵ֧ ֹפשּו עַמך֛ ע
ֵ֑ ֶ נ ּ֤מּו רֹ ֶַּ֨עיך֙ ֶ ֵ֣מלְֶך אַ ָ֔שּור ישכנָּׂ֖ ּו אַ ד
ש:מקַ ִֽבץ
namú ro'éjá mélej ashúr, ishkênú adiréja; nafóshu 'amêjá 'al-héharím vêéin
mêqabétz.
¡Se han dormido tus pastores, oh rey de Asiria; han reposado tus valientes! Tu
pueblo se ha dispersado por los montes, y no hay quien lo reúna.
(19)
אין־כהֵ֣ה לשב ֶ ָ֔רך נַחלָּׂ֖ה מַ כ ֶ ֵ֑תך ֵ֣ ֹכל ׀ שִֹֽ מעֵ֣י שמע ֲָ֗ך ּ֤תקעּו כַף֙ ע ֶָ֔ליך
:}ַל־מי ִֽל ֹא־עב ֵ֥רה ר ִֽעתךָּׂ֖ ת ִֽמיד {ש ֛ ָ֗כי ע
ein-keháh lêshivréja, najláh makatéja; kól | shómê'éi shim'ajá táq'u jaf 'aléja, kí
'al-mí ló-'ovêráh ra'átêjá tamíd {s}.
No hay medicina para tu quebranto; tu llaga es incurable. Todos los que oyen de
tu fama aplaudirán a causa de ti, porque ¿sobre quién no ha pasado de continuo tu
maldad?
985
חֲבַ ּקּוק Javaqúq / Habacuc 1
חֲבַ ּקּוק
Javaqúq – Habacuc Capítulo 1
(1)
:ֲשר חָּׂ ָָּׂ֔זה חֲבַ ּּ֖קּוק הַ נ ִָּֽׂביא
ֶׁ֣ הַ מַ שָּׂ א֙ א
hamasa ashér jazáh, Javaqúq hanaví.
986
1 Javaqúq / Habacuc חֲבַ ּקּוק
He aquí que levanto a los caldeos, pueblo furioso e impetuoso que marcha por la
anchura de la tierra, para tomar posesión de los lugares habitados que no le
pertenecen.
(7)
:ּושאֵ ּ֖תֹו י ֵ ִֵֽצא
ְ נֹורא ָ֑הּוא מ ֶּ֕מנּו מ ְשפ ַָּׂ֥טֹו
ּ֖ ָּׂ ְאָּׂ ַ֥ים ו
aióm vênorá hú; miménu mishpató usetó ietzé.
Sus caballos serán más veloces que leopardos y más ágiles que lobos vespertinos.
Sus jinetes se dispersarán haciendo cabriolas. Vendrán de lejos, volarán como
águilas que se apresuran a devorar.
(9)
:כֹֻּלה֙ לְ חָּׂ ָּׂ ֶׁ֣מס יָּׂבָ֔ ֹוא ְמג ַ ַַ֥מת פְ נֵיהּ֖ם קָּׂ ָ֑דימָּׂ ה ו ִַֽיא ֱַ֥סף כ ַּ֖חֹול ִֽשבי
kuloh lêjamás iavó, mêgamát pêneihém qadímah; vaiéesóf kajól shévi.
Todo este pueblo vendrá para hacer violencia. Todos sus rostros se dirigen hacia
adelante, y reunirán cautivos como arena.
(10)
וְ הּוא֙ בַ ְמל ֶָּׁׂ֣כים י ְתקַ ָָּׂ֔לס וְ ִֽר ְזנּ֖ים מ ְש ָּׂחֶׁ֣ק לָ֑ ֹו ֚הּוא לְ כל־מבְ ָּׂצֶׁ֣ר י ְש ָ֔ ָּׂחק
:וַיצְ ַ֥בר עָּׂפָּׂ ּ֖ר ַוִַֽֽילְ כְ ָּׂ ִֽדּה
vêhu bamêlajím itqalás, vêrózêním misjáq ló; hú lêjol-mivtzár isjáq, vaitzbór
'afár váilkêdáĥ.
987
חֲבַ ּקּוק Javaqúq / Habacuc 1
–¿Acaso no eres tú desde el principio, oh Eterno, Elohim mío y Santo mío? ¡No
moriremos! oh Eterno, para juicio pusiste a los caldeos; tú, oh Roca, los has
establecido para castigar.
(13)
ְ֙ט ֵ֤הֹור עֵי ַָ֨נים֙ ֵ ִֽמ ְר ֶׁ֣אֹות ָּׂ ָ֔רע וְ הַ ַ֥ביט אל־ע ָּׂ ָּּׂ֖מל ֶׁ֣לא תּוכָּׂ ָ֑ל לָּׂ ֵ֤מָּׂ ה תַ ביט
:ִֽבֹוגְ ָ֔דים ַ ִֽתח ֲֶּ֕ריש בְ בַ לַ ַ֥ע ָּׂר ָּׂ ּ֖שע צַ ַ֥דיק מ ִֽמנּו
têhór 'eináim mérêót rá', vêhabít el-'amál ló tujál; lámah tabit bógdím, tájarísh
bêvalá' rashá' tzadíq miménu.
Eres demasiado limpio como para mirar el mal; tú no puedes ver el agravio. ¿Por
qué, pues, contemplas a los traidores y callas cuando el impío destruye al más
justo que él?
(14)
: ו ַ ִַֽתע ֲַ֥שה אָּׂ ָּׂ ּ֖דם כ ְדגֵ ֶׁ֣י הַ יָּׂ ָ֑ם כְ ּ֖רמש ִֽלא־מ ֵ ַ֥של ִֽבֹו
vatá'aséh adám kidgéi haiám; kêrémes ló-moshél bó .
Permites que los hombres sean como los peces del mar, como reptiles que no
tienen quien los gobierne.
(15)
כֹֻּלה֙ בְ חַ כָּׂ ֶׁ֣ה ֵ ִֽה ֲע ָָּׂ֔לה יְ ג ֵ ֶׁ֣רהּו בְ ח ְר ָ֔מֹו וְ ַיִֽאַ ְספֵ ּ֖הּו בְ מכְ מַ ְר ָ֑תֹו עַל־כֵ ּ֖ן י ְש ַ ַ֥מח
:וְ י ִָּֽׂגיל
kuloh bêjakáh hé'aláh, iêgoréhu vêjermó, vêiáasféhu bêmijmartó; 'al-kén ismáj
vêiagí
988
1-2 Javaqúq / Habacuc חֲבַ ּקּוק
A todos saca con anzuelo; los atrapa en su red y los junta en su malla, por lo cual
se alegra y se regocija.
(16)
ּומ ֲאכָּׂלּ֖ ֹו
ִֽ ַ עַל־כֵן֙ יְ ז ֵַבֶׁ֣חַ לְ ח ְר ָ֔מֹו ִֽויקַ ֵ ּ֖טר לְ מכְ מַ ְר ָ֑תֹו ֵ֤כי בָּׂ ָ֨ ֵהמָּׂ ה֙ שָּׂ ֵ ֶׁ֣מן חלְ ָ֔קֹו
:בְ ר ָּׂ ִֽאה
'al-ken iêzabéaj lêjermó, víqatér lêmijmartó; kí vahémah shamén jelqó, umáajaló
bêriáh.
Por eso rinde sacrificios a su red y ofrece incienso a su malla; porque gracias a
ellas incrementa su porción y hace suculenta su comida.
(17)
ס:ַ ַ֥ה ַעל כֵ ּ֖ן י ֶָּׁׂ֣ריק ח ְר ָ֑מֹו וְ תָּׂ ָ֛מיד ַ ִֽלה ֲַ֥רג ּגֹויּ֖ם ַ֥לא יַחְ ִֽמֹול
há'al kén iaríq jermó; vêtamíd láharóg goím ló iajmól.
Por eso sigue vaciando su red para volver a matar continuamente y sin piedad a
las naciones.
En mi guardia estaré de pie y sobre la fortaleza estaré firme. Vigilaré para ver
qué dirá y qué tiene que responder a mi queja.
(2)
ו ַ ִַֽיעֲנֵ ֵ֤ני יְ הוָּׂה֙ ו ַָ֔יאמר כְ ֶׁ֣תב חָּׂ זָ֔ ֹון ּובָּׂ ֵ ּ֖אר עַל־הַ ל ָֻ֑חֹות לְ ַ ַ֥מעַן י ָּּׂ֖רּוץ ַ֥ק ֵֹורא
: ִֽבֹו
vaiá'anéni Adonai vaiómer, kêtóv jazón, uvaér 'al-halujót; lêmá'an iarútz qóre vó.
989
חֲבַ ּקּוק Javaqúq / Habacuc 2
(3)
ֵה־לֹו כי־
ָ֔ ֶׁ֣כי עֵ֤ ֹוד חָּׂ זֹון֙ לַמֹו ֵָ֔עד וְ יָּׂפֵ ַ֥חַ ל ֵ ַּּ֖קץ וְ ֶׁ֣לא יְ כַזֵ ָ֑ב אם־י ְתמַ הְ מָּׂ ּה֙ חַ כ
:ַ֥בא י ָּּׂ֖בא ַ֥לא יְ אַ ֵ ִֽחר
kí 'ód jazon lamo'éd, vêiaféaj laqétz vêló iêjazév; im-itmahmaĥ jakeh-ló, ki-vó
iavó ló iêajér.
He aquí, aquel cuya alma no es recta dentro de sí está envanecido, pero el justo
por su fidelidad vivirá.
(5)
וְ אַ ף֙ ִֽכי־הַ יַ ֶַֽׁ֣ין ב ָ֔ ֵגד ּגַ֥בר י ָּּׂ֖היר וְ ֶׁ֣לא ינְ וָ֑ה אֲש ֩ר ה ְר ָ֨חיב כ ְש ִ֜אֹול נַפְ ָ֗שֹו
ּגֹוים וַיקְ ַ֥בץ אֵ לָּׂ ּ֖יו כל־
ָ֔ ַוְ ֵ֤הּוא כ ָ֨ ַָּׂמות֙ וְ ֶׁ֣לא י ְש ָ֔ ָּׂבע ו ִַֽיא ֱֵ֤סף אֵ לָּׂיו֙ כל־ה
:ָּׂ ִֽהע ִַֽמים
vêaf kí-haiáin bogéd, géver iahír vêló invéh; asher hirjív kishól nafshó vêhú
jamávet vêló isbá', vaiéesóf elav kol-hagoím, vaiqbótz eláv kol-há'amím.
Pero, ¿no han de levantar todos éstos la voz contra él con refranes y sarcasmos?
Le dirán: '¡Ay del que multiplica lo que no es suyo! ¿Hasta cuándo ha de
amontonar sobre sí las prendas empeñadas?'
(7)
:הֲלֶׁ֣ ֹוא ָ֗פתַ ע י ָָּׂ֨קּומּו֙ ִֽנ ְש ָ֔כיָך וְ יקְ ּ֖צּו ְמזַעְ ְזעָ֑יָך וְ הָּׂ יַ֥יתָּׂ ל ְמש ּ֖סֹות ָּׂ ִֽלמֹו
990
2 Javaqúq / Habacuc חֲבַ ּקּוק
Porque has despojado a muchas naciones, todos los demás pueblos te despojarán
a ti, a causa de la sangre humana y de la violencia hecha a la tierra, a las ciudades
y a todos los que habitaban en ellas.
(9)
:ַף־רע
ִֽ ָּׂ ָ֗הֹוי ב ֵ ָ֛צ ַע בַ֥צַ ע ָּׂ ּ֖רע לְ בֵ ָ֑יתֹו ל ֵָּׂ֤שּום בַ מָּׂ רֹום֙ קנָ֔ ֹו לְ הנ ֵ ָּּׂ֖צל מכ
hói botzé'a bétza' rá' lêveitó; lasúm bamarom qinó, lêhinatzél mikaf-rá'.
¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, poniendo en alto su nido para
escaparse de mano de la calamidad!
(10)
:חֹוטא נַפְ ִֽשָך
ַ֥ ֵ ְיתָך קְ צֹות־ע ַַ֥מים ַר ּ֖בים ו
ָ֑ ֵיָּׂעַ ַ֥צְ תָּׂ ּ֖בשת לְ ב
ia'átzta bóshet lêveitéja; qêtzot-'amím rabím vêjoté nafshéja.
Has tomado consejo vergonzoso para tu casa; has arruinado a muchos pueblos y
has corrompido tu vida.
(11)
פ:י־אבן מ ֶּׁ֣קיר תזְעָּׂ ָ֑ק וְ כ ָּּׂ֖פיס מֵ עֵ ַ֥ץ ַ ִֽיע ֲִֽננָּׂה
ּ֖ כ
ki-éven miqír tiz'áq; vêjafís me'étz iá'anénah.
Por eso la piedra clamará desde el muro, y la viga del enmaderado le responderá.
(12)
:ָ֛הֹוי בנַ֥ה ּ֖עיר בְ דָּׂ ָ֑מים וְ כֹונֵ ַַֽ֥ן ק ְריָּׂ ּ֖ה בְ עַוְ ָּׂ ִֽלה
hói bonéh 'ír bêdamím; vêjonén qiriáh bê'avláh.
¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que establece la aldea con
iniquidad!
991
חֲבַ ּקּוק Javaqúq / Habacuc 2
(13)
י־אש ּולְ א ֻּ֖מים בְ דֵ י־
ֵ ָ֔ ֵהֲלֶׁ֣ ֹוא ה ֵָ֔נה מֵ ֵ ּ֖את יְ הוָּׂ ֶׁ֣ה צְ בָּׂ ָ֑אֹות וְ ִֽייגְ עֵ֤ ּו עַמים֙ בְ ד
: ַ֥ריק י ָּׂ ִֽעפּו
haló hinéh, meét Adonai tzêvaót; vêígê'ú 'amim bêdei-ésh, ulumím bêdei-ríq
i'áfu.
¿Acaso esto no proviene del Eterno de los Ejércitos? Los pueblos habrán
trabajado para el fuego, y las naciones se habrán fatigado para nada.
(14)
פ: ַל־יִֽם
ָּׂ ֚כי תמָּׂ לֵ ֶׁ֣א הָּׂ ָ֔ ָּׂארץ ל ַ ָּּׂ֖דעַת את־כְ ֶׁ֣בֹוד יְ הוָּׂ ָ֑ה כ ַ ַּ֖מים יְ כ ַַ֥סּו ע
kí timalé haáretz, ladá'at et-kêvód Adonai; kamáim iêjasú 'al-iám .
Porque la tierra estará llena del conocimiento de la gloria del Eterno, como las
aguas cubren el mar.
(15)
֚הֹוי מַ ְש ֵ ֶׁ֣קה ֵר ֵָ֔עהּו ְמסַ פֵ ַ֥חַ ח ָּׂ ֲִֽמ ְתָךּ֖ וְ ַ ֶׁ֣אף שַ כֵ ָ֑ר לְ ַ ַ֥מעַן הַ ּ֖ביט עַל־
:יהם ִֽ ְמעִֽ ֵֹור
hói mashqéh re'éhu, mêsapéaj jamátêjá vêáf shakér; lêmá'an habít 'al-mê'óreihém.
¡Ay del que da de beber a su compañero del cáliz de su ira, y lo embriaga para
mirar su desnudez!
(16)
ַם־אתָּׂ ה וְ ֵ ִֽהע ֵ ָָּׂ֑רל ת ֶׁ֣סֹוב ע ָָּׂ֗ליָך ֚כֹוס יְ ֶׁ֣מין
ּ֖ ַ שָּׂ ַבֵ֤עְ תָּׂ קָּׂ לֹון֙ מכָּׂבָ֔ ֹוד ְש ֵ ַ֥תה ג
: בֹודָך
ִֽ ְיְ ה ָ֔ ָּׂוה וְ ִֽקיקָּׂ לּ֖ ֹון עַל־כ
savá'ta qalon mikavód, shêtéh gam-átah vêhé'arél; tisóv 'aléja kós iêmín Adonai,
vêqíqalón 'al-kêvodéja .
992
2-3 Javaqúq / Habacuc חֲבַ ּקּוק
¿De qué sirve la escultura que talla el escultor? ¿De qué sirve la imagen de
fundición, si es maestra de engaño para que el escultor confíe en su obra,
haciendo ídolos mudos?
(19)
ֵ֙ה־הּוא תָּׂ פּוש
ָ֗ יֹורה הנ
ָ֔ דּומם ֶׁ֣הּוא
ָ֑ ָּׂ ֶׁ֣הֹוי א ֵ ֵ֤מר ָּׂלעֵץ֙ הָּׂ ָ֔קיצָּׂ ה עּ֖ ּורי לְ ֶׁ֣אבן
:ל־רּוחַ ֵ ַ֥אין בְ ק ְר ִֽבֹו
ּ֖ ז ָָּּׂׂהֶׁ֣ב ו ָָּׂ֔כסף וְ כ
hói omér la'etz haqítzah, 'úri lêéven dumám; hú ioréh, hineh-hú tafus zaháv
vajésef, vêjol-rúaj éin bêqirbó.
Adonai shamá'ti shim'ajá iaretí Adonai pá'olêjá bêqérev shanim jaiéihu, bêqérev
shaním todí'a; bêrógez rajém tizkór .
Tiene un resplandor como de luz; rayos brillantes salen de sus manos, y allí se
oculta su poderío.
(5)
:לְ פָּׂנָּׂ ּ֖יו יֵ ֶׁ֣לך ָּׂ ָ֑דבר וְ י ֵֵצַ֥א ּ֖רשף לְ ַרגְ ָּׂ ִֽליו
lêfanáv iélej dáver; vêietzé réshef lêragláv.
994
3 Javaqúq / Habacuc חֲבַ ּקּוק
¿Es que te has airado, oh Eterno, contra los ríos? ¿Se ha encendido contra los ríos
tu enojo? ¿Fue dirigida tu ira contra el mar, cuando subiste sobre tus caballos y
sobre tus carros de victoria?
(9)
:ע־ארץ
ִֽ ָּׂ ַע ְריָּׂ ֵ֤ה תֵ עֹור֙ קַ ְש ָ֔תָך ְשבֻעַ֥ ֹות מַ ּ֖טֹות ֶׁ֣אמר ָ֑סלָּׂה נְ הָּׂ ּ֖רֹות ְתבַ ּק
'eriáh te'or qashtéja, shêvu'ót matót ómer sélah; nêharót têvaqa'-áretz.
iatzátá lêiésha' 'améja, lêiésha' et-mêshijéja; majátzta rosh mibéit rashá', 'arót
iêsód 'ad-tzavár sélah.
Horadaste con tus flechas la cabeza de los que me dispersaron, de los que
acometieron para dispersarme, de los que se regocijan en devorar
encubiertamente al pobre.
(15)
:סּוסיָך ּ֖חמר ַ ַ֥מים ַר ִֽבים
ָ֑ דָּׂ ַ ַ֥רכְ תָּׂ בַ יָּׂ ּ֖ם
darájta vaiám suséja; jómer máim rabím.
Oí, y se estremecieron mis entrañas. Ante esa voz titubearon mis labios; penetró
podredumbre en mis huesos, y se estremecieron mis piernas. Gimo por el día de
la angustia, cuando suba contra el pueblo el que nos invadirá con sus tropas.
(17)
ּושדֵ ּ֖מֹות
ְ י־תאֵ נָּׂ ֶׁ֣ה ִֽלא־תפְ ָּׂ ָ֗רח וְ ֵ ֵ֤אין יְ בּו ֙ל בַ ּגְ פ ָָּׂ֔נים כחֵ ש֙ ַ ִֽמעֲשֵ ה־ ַָ֔זית ְ ִֽכ
:לא־עָּׂ ֶׁ֣שָּׂ ה ָ֑אכל ּגָּׂזַ ֵ֤ר ממכְ לָּׂה֙ ָ֔צאן וְ ֵ ַ֥אין בָּׂ ָּׂ ּ֖קר ָּׂ ִֽב ְרפ ִָּֽׂתים
kí-têenáh ló-tifráj vêéin iêvul bagêfaním, kijesh má'aseh-záit, ushdemót lo-'ásah
ójel; gazár mimijlah tzón, vêéin baqár bárêfatím.
Aunque la higuera no florezca ni en las vides haya fruto, aunque falle el producto
del olivo y los campos no produzcan alimento, aunque se acaben las ovejas del
redil y no haya vacas en los establos;
996
3 Javaqúq / Habacuc חֲבַ ּקּוק
(18)
ש: אֹלהַ֥י י ְש ִֽעי
ֵ ַ ִֽואֲנּ֖י ַ ִֽביהוָּׂ ֶׁ֣ה אעְ לָ֑ ֹוזָּׂה אָּׂ גּ֖ילָּׂה ֵ ִֽב
váaní báAdonai e'lózah; agílah bélohéi ish'í .
¡el Eterno, el Señor, es mi fortaleza! Él hará mis pies como de venados y me hará
andar sobre las alturas. Al director del coro, con mis instrumentos de cuerda.
997
צְ ַפניָה Tzefaniáh / Sefonías 1
צְפַניָה
Tzefaniáh – Sefonías Capítulo 1
(1)
ְן־ּכּושיְבֶ ן־גְדַ ל ָָ֔יהְבֶ ן־אֲמַ ריָ ָ֖ה
ָ֣ ֲֶשרְהָ ָָ֗יהְאֶ ל־צְפַניָה֙ ְב ָ֣ ֶ דְבַ ר־יהוָ ָ֣הְ׀ְא
:ְהּודה
ֹֽ ָ ְֹוןְמלְֶךְי
ָּ֥ ֶ יְיאשיָ ָּ֥הּוְבֶ ן־אָ ָ֖מ
ֹֽ ימ ֵ֛ בֶ ן־חזקיָ ָּ֑הְב
dêvar-Adonai | ashér haiáh el-Tzêfaniah ben-Kushí ven-Gêdaliáh, ben-Amariáh
ben-Jizqiáh; biméi Ióshiáhu ven-Amón mélej Iêhudáh .
La palabra del Eterno que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gemalías, hijo de
Amariá [Amarías], hijo de Jizqiá, en los días de Josías hijo de Amón, rey de
Iehudá.
(2)
:ְהוֹֽה
ָ ָּ֥יְהאֲדָ ָ ָ֖מהְנְאֻם־י
ֹֽ ָ ףְּכלְמעַ ֵ֛לְפְנ
ָ֗ אָ ֹ֨סףְאָ ֵ֜ס
asóf aséf kól me'ál pênéi háadamáh nêum-Adonai .
'¡Yo acabaré por completo con todas las cosas de la faz de la tierra!, dice el
Eterno.
(3)
אָ ֹ֨סףְאָ ֵ֜ ָדםְּובה ָ֗ ָמהְאָ ֵ֤סףְעֹוף־הַ שָ ֹ֨ ַמים֙ ְּודגָ֣יְהַ ָָ֔יםְוְהַ מַ כשלָ֖ ֹותְאֶ ת־
:ְהוֹֽה
ָ ָּ֥יְהאֲדָ ָ ָ֖מהְנְאֻם־י
ֹֽ ָ ת־האָ ָ֗ ָדםְמעַ ֵ֛לְפְנ
ֹֽ ָ ֶָ ֹֽה ְרשָ ָּ֑עיםְוְהכ ַר ָ֣תיְא
aséf adám uvhemáh aséf 'of-hashamáim udgéi haiám, vêhamajshelót et-
hárêsha'ím; vêhijratí et-háadám me'ál pênéi háadamáh nêum-Adonai .
Acabaré con los hombres y con los animales; acabaré con las aves del cielo y con
los peces del mar. Haré tropezar a los impíos y eliminaré a los hombres de la faz
de la tierra, dice el Eterno.
(4)
ְהּודהְוְעַ ָ֖לְּכְל־יֹֽ ֹושבָ֣יְיְ ֹֽרּושָ לָ ָּ֑ םְוְהכ ַר ִּ֞תיְמן־הַ מָ ֵ֤קֹום
ָ ָ֔ ְוְנ ֵָ֤טיתיְיָדי֙ ְעַל־י
:ת־שםְהַ ּכְמָ ָ֖ריםְעם־הַ ֹּֽכה ֲֹֽנים ָּ֥ ֶהַ זֶה֙ ְאֶ ת־שְ ָ ָ֣ארְהַ ָ֔ ַבעַלְא
vênatíti iadí 'al-Iêhudáh, vê'ál kol-íoshvéi iêrúshaláim; vêhijratí min-hamaqóm
hazeh et-shêár habá'al, et-shém hakêmarím 'im-hakóhaním.
(5)
ְ ֙וְאֶ ת־הַ מש ַ ֹֽתח ֲָּ֥ויםְעַל־הַ גַגָ֖ ֹותְלצ ָבָ֣אְהַ שָ ָ ָּ֑מיםְוְאֶ ת־הַ ֹֽמשְתַ חֲוים
:ְיםְליה ָ֔ ָוהְוְהַ נשבָ ָ֖עיםְבְמַ ל ָ ֹּֽכם
ֹֽ ַ הַ נשבָ ָ֣ע
vêet-hamishtájavím 'al-hagagót litzvá hashamáim; vêet-hamíshêtajavim
hanishba'ím láAdonai, vêhanishba'ím bêmalkám .
Eliminaré también a los que se postran en las azoteas ante el ejército de los
cielos; a los que se postran y juran por el Eterno, y al mismo tiempo juran por
Moloc.
(6)
ְרְלא־בק ָּ֥שּוְאֶ ת־יהוָ ָ֖הְוְ ָּ֥לא
ֹֽ ֲש
ֵ֛ ֶ ָּ֑הְוא
ֹֽ ַ ָוְאֶ ת־הַ נְסֹוגָ֖יםְמ ַ ֹֽאח ֲָ֣ריְיהו
:דְ ָר ֻ ֹֽשהּו
vêet-hanêsogím meájaréi Adonai; váashér ló-viqshú et-Adonai vêló dêrashúhu .
Eliminaré a los que se apartan de en pos del Eterno, y a los que no le buscan ni le
consultan.'
(7)
ְהְּכי־ה ִ֧כיןְיהוָ ֵ֛הְזֶ ָ֖בַ חְהק ָּ֥דיש
ֹֽ הְּכיְקָ רֹוב֙ ְיָ֣ ֹוםְיה ָ֔ ָו
ֵ֤ הו
ָּ֑ ַ֕ ַהסְמפְ נָ֖יְאֲדנָ ָ֣יְי
:ְקְרֻ ָ ֹֽאיו
hás mipênéi adonái ihvíh; kí qarov íom Adonai, kí-hejín Adonai zévaj hiqdísh
qêruáv .
¡Callad ante la presencia del Señor Elohim, porque el día del Eterno está cercano!
el Eterno ha preparado un sacrificio y ha escogido a sus invitados.
(8)
ּופקַ ד ָּ֥תיְעַל־הַ שָ ָ֖ריםְוְעַל־בְנָ֣יְהַ ֶ ָּ֑מלְֶךְוְעַ ָּ֥לְּכְל־
ֹֽ ָ ְוְהָ ָָ֗יהְבְיֹום֙ ְזֶ ָ֣בַ חְיה ָ֔ ָוה
:ְהַ לֹֽ בְ ָ֖שיםְמַ ל ָּ֥בּושְנְכ ֹֽרי
vêhaiáh bêiom zévaj Adonai, ufáqadtí 'al-hasarím vê'al-bênéi hamélej; vê'ál kol-
halóvêshím malbúsh nojrí .
'Sucederá en el día del sacrificio que hará el Eterno, que castigaré a los
principales, a los hijos del rey y a todos los que llevan vestido de extraño.
(9)
ְּואְהמְמַ ל ֵ֛איםְבָּ֥ית
ֹֽ ַ ּופקַ ד ָ֗תיְעַ ִ֧לְּכְל־הַ דֹולֵ֛גְעַל־הַ מפ ָ ָ֖תןְבַ יָ֣ ֹוםְהַ ָּ֑ה
ֹֽ ָ
:יהָ֖םְחָ ָ ָּ֥מסְּומר ָ ֹֽמה
ֶ א ֲֹֽדנ
999
צְ ַפניָה Tzefaniáh / Sefonías 1
Asimismo, en aquel día castigaré a todos los que saltan sobre el umbral de las
puertas y a los que llenan de violencia y de fraude la casa de su señor.
(10)
יםְוילָלָ ָ֖הְמן־
ֹֽ הְקֹולְצְעָקָ ה֙ ְמ ַ ָ֣שעַרְהַ דָ ָ֔ג
ֵ֤ וְהָ ָיהְ֩בַ יֹ֨ ֹוםְהַ ֵ֜הּואְנְאֻם־יה ָ֗ ָו
:ְֹולְמהַ גְבָ עֹֽ ֹות
ֹֽ הַ משנֶ ָּ֑הְוְ ֶ ָּ֥שבֶ רְג ָָ֖ד
vêhaiah vaióm hahú nêum-Adonai qól tzê'aqah mishá'ar hadagím, vílaláh min-
hamishnéh; vêshéver gadól méhagêva'ót .
En aquel día habrá voz de clamor en la puerta del Pescado, gemido en el Segundo
Barrio y grande quebranto en las colinas, dice el Eterno.
(11)
ְשְּכיְנדמָ ה֙ ְּכְל־עַ ָ֣םְּכְ ַָ֔נעַןְנכ ְר ָ֖תּוְּכְל־נְ ָּ֥טילי
ֵ֤ ילילּוְ ֹֽישְבָ֣יְהַ מַ כ ָּ֑ת
ָ֖ ה
ְס:ָ ֹֽכסֶ ף
heilílu ióshêvéi hamajtésh; kí nidmah kol-'ám kêná'an, nijrêtú kol-nêtílei jásef.
Gemid, los que vivís en el mercado de Mactes, porque todo el pueblo de los
mercaderes será destruido; todos los que están cargados de plata serán
exterminados.
(12)
ְַל־ה ֲאנ ָָ֗שיםֹֽ ָ ֹותְּופקַ ד ָ֣תיְע
ֹֽ ָ וְהָ יָה֙ ְבָ עָ֣תְהַ ָ֔היאְאֲחַ פָּׂ֥שְאֶ ת־יְ ֹֽרּושָ לַ ָ֖ םְבַ נ ָּ֑ר
:ְַיטיבְיהוָ ָ֖הְוְ ָּ֥לאְי ָֹֽרע
ָּ֥ יהםְהָ ֹֽאמְרים֙ ְבלבָ ָ֔ ָבםְ ֹֽלא־י ֶ ָ֔ הַ ֹֽקפְאים֙ ְעַל־שמר
vêhaiah ba'ét hahí, ajapés et-iêrúshaláim banerót; ufáqadtí 'al-háanashím
haqófêim 'al-shimreihém, haómêrim bilvavám, ló-ieitív Adonai vêló iaré'a .
1000
1 Tzefaniáh / Sefonías צְ ַפניָה
Por tanto, el patrimonio de ellos será saqueado, y sus casas quedarán desoladas.
Edificarán casas, pero no las habitarán; plantarán viñas, pero no beberán el vino
de ellas.
(14)
ְ ַהְמרְצְ ָ֖רח
ָּ֥ ַ דְקֹולְיָ֣ ֹוםְיה ָ֔ ָו
֚ קָ ֵ֤רֹובְיֹום־יהוָה֙ ְהַ גָדָ֔ ֹולְקָ ָ֖רֹובְּומַ הָ֣רְמְ ָּ֑א
:ְָ ָּ֥שםְג ֹֽבֹור
qaróv iom-Adonai hagadól, qaróv umahér mêód; qól íom Adonai, már tzoréaj
shám gibór .
'Cercano está el gran día del Eterno; está cerca y se apresura con rapidez. Veloz
es el día del Eterno; es más ágil que un corredor, y más presuroso que un
valiente.
(15)
ְשֹואהְיָּ֥ ֹום
ָ ָ֔ צּוקהְיֵ֤ ֹוםְשאָ ה֙ ְּומ
ָ ָ֗ יָּ֥ ֹוםְעֶב ָ ָ֖רהְהַ יָ֣ ֹוםְהַ ָּ֑הּואְיִ֧ ֹוםְצָ ָ ָ֣רהְּומ
:ְָ֖ןְוע ֲָר ֶ ֹֽפל
ֹֽ ַ ָ֖ ָֹ֨חשֶ ְך֙ ַ ְֹֽואֲפ ָָ֔להְיָּ֥ ֹוםְעָנ
íom 'evráh haióm hahú; íom tzaráh umtzuqáh íom shoah umshoáh, íom jóshej
váafeláh, íom 'anán vá'arafél .
día de toque de corneta y de griterío, sobre las ciudades fortificadas y sobre las
torres altas.
(17)
ְְּכ ָע ָָ֔פר
ֹֽ ֶ ֙יםְּכיְ ַ ֹֽליהוָ ָ֖הְחָ ָ ָּ֑טאּוְוְשֻ פַ ְֵ֤ךְדָ מָ ם
ָּ֥ ְּכעו ָ֔ר
ֹֽ ַ ֙יְלאָ ָ֗ ָדםְוְ ָ ֹֽהלְכּו
ֹֽ ָ ַ ֹֽוהֲצ ָ֣רת
:ְּולח ָ ָֻ֖מםְּכַגְל ָֹֽלים
váhatzeróti láadám vêhálêjú ká'ivrím, kí láAdonai jatáu; vêshupáj damam ké'afár,
uljumám kagêlalím .
Yo traeré tribulación sobre los hombres, y andarán como ciegos; porque pecaron
contra el Eterno. La sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como
excremento.'
1001
צְ ַפניָה Tzefaniáh / Sefonías 1-2
(18)
ְ ֙םְלא־יּוכַ ָ֣לְלְהַ צי ָָ֗לםְבְיֹום֙ ְעֶב ַ ָ֣רתְיה ָ֔ ָוהְּובאשֹֽ גַם־ּכַס ָֹ֨פםְגַם־זְהָ ֵ֜ ָב
ְל־ישְבָ֖י
ֹֽ ְהְאתְּכ ָּ֥ ֶָ֔ץְּכי־כָלָ ֵ֤הְאַ ְך־נבהָ לָה֙ ַ ְֹֽיעֲׂש
ֹֽ ֹוְתאָ כָ֖לְּכְל־הָ ָ ָּ֑א ֶר
ֹֽ קנאָ ָ֔ת
ְס:ְהָ ָ ֹֽא ֶרץ
gam-kaspám gam-zêhavám ló-iujál lêhatzilám bêiom 'evrát Adonai, uvesh qinató,
téajél kol-haáretz; kí-jaláh aj-nivhalah iá'aséh, ét kol-ióshêvéi haáretz .
Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira del Eterno, pues toda la
tierra será consumida con el fuego de su celo. Porque de cierto exterminará
repentinamente a todos los habitantes de la tierra.
antes que seáis desechados y el día pase como el tamo; antes que venga sobre
vosotros el día de la ira del Eterno.
(3)
ְ ֙שּו־צדֶ ק
ֶ ֹ֨ ְבַ ְק ֵ֤שּוְאֶ ת־יהוָה֙ ְּכְל־עַנוָ֣יְהָ ָ֔ ָא ֶרץְ ֲא ֶ ָּ֥שרְמשפ ָָ֖טֹוְפָעָ ָּ֑לּוְבַ ק
:ְהוֹֽה
ָ בַ ְק ָ֣שּוְ ֲע ָנ ָ֔ ָוהְאּולַי֙ ְת ָ ָ֣סת ָ֔רּוְבְיָ֖ ֹוםְאַ ף־י
baqêshú et-Adonai kol-'anvéi haáretz, ashér mishpató pa'álu; baqêshu-tzédeq
baqêshú 'anaváh, ulaí tisátrú, bêíom af-Adonai .
Buscad al Eterno, todos los mansos de la tierra que ejecutáis su decreto. Buscad
justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis protegidos en el día del furor del
Eterno.
1002
2 Tzefaniáh / Sefonías צְ ַפניָה
(4)
ְ ָֹודְבצָ הְ ַ ֹ֨רים֙ ְיְגָ ָ֣ ָ֖ר ָ֔שּוה
ֹֽ ַ ָָ֣֗הְתהְ ֶָ֔יהְוְאַ שקְלָ֖ ֹוןְלשמָ ָ ָּ֑מהְאַ שד
ֹֽ ֲזּוב
ָ ֵּ֤כיְ ַעזָהְְ֙ע
ְס:ֹוןְתע ָֹֽקר
ֹֽ וְעֶק ָ֖ר
kí 'azah 'azuváh tíhêiéh, vêashqêlón lishmamáh; ashdód bátzahoráim iêgárshúha,
vê'eqrón té'aqér.
¡Ay de los que habitan en la zona del mar, la nación de los quereteos! La palabra
del Eterno está contra vosotros, oh Canaán, tierra de los filisteos; te haré destruir
hasta que no quede morador.
(6)
:ְֹותְצאן
ֹֽ הְחָ֣בֶ לְהַ ָָ֗יםְנְוְֵ֛תְּכְ ָּ֥רתְר ָ֖עיםְוְגד ָּ֥ר
ֶ וְֹֽהְי ִּ֞ ָת
vêhoitáh jével haiám nêvót kêrót ro'ím vêgidrót tzón .
1003
צְ ַפניָה Tzefaniáh / Sefonías 2
shamá'tí jerpát moáv, vêgiduféi bênéi 'amón; ashér jérêfú et-'amí, vaiagdílu 'al-
gêvulám.
'He oído las afrentas de Moab y los insultos con que los hijos de Amón
afrentaron a mi pueblo y se expandieron sobre sus territorios.
(9)
ְ ֙םְתהְיֶה
ֹֽ י־מֹואבְּכס ֵ֤ד
ָ ִּ֞ לְּכ
ֹֽ י־אניְנְ ֻאםְ֩יה ֹ֨ ָוהְצְבָ ֵ֜אֹותְאֱלהָ֣יְיׂש ָר ָ֗א ָ ָ֡ ַלָכָ֣ןְח
ְה־מלַחְּושמָ ָ ָ֖מהְעַד־עֹולָ ָּ֑ם
ָּ֥ ֶ ְּכעֲמ ָ ָ֔רהְממ ַ ָּ֥שקְחָ ֵ֛רּולְּומכר ֹֽ ַ ּ֙ובנֵ֤יְעַמֹון
:ְשְא ֵ֤ריתְעַמי֙ ְיְבְזָ֔ ּוםְוְיֶ ָּ֥תֶ רְגֹויְָ֖ינחָ לֹֽ ּום
lajén jai-áni nêum Adonai tzêvaót elohéi Israél kí-moáv kisdóm tíhêieh uvnéi
'amon ká'amoráh, mimsháq jarúl umijreh-mélaj ushmamáh 'ad-'olám; shêerít 'amí
iêvozúm, vêiéter goí injalúm .
Por tanto, vivo yo, dice el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel, que Moab
será como Sodoma, y los hijos de Amón como Gomorra: campo de ortigas,
salinas y perpetua desolación. El remanente de mi pueblo los saqueará, y el resto
de mi gente los heredará.
(10)
:ְיְח ְרפּו֙ ְ ַויַג ָ֔דלּוְעַל־עַ ָ֖םְיהוָ ָּ֥הְצְבָ ֹֽאֹות
ֹֽ ָּ֑םְּכ
ֵ֤ ָָ֖םְתחַ תְגְאֹונ
ָ֣ ַ ָּ֥זאתְל ֶָה
zót lahém tájat gêonám; kí jérêfú vaiagdílu, 'al-'ám Adonai tzêvaót .
Imponente será el Eterno contra ellos, porque hará que todos los dioses de la
tierra vengan a menos. Cada uno se postrará ante él desde su lugar, en todas las
costas de las naciones.
(12)
:יְהמָ ה
ֹֽ יםְחלְלָּ֥יְחַ ר ָ֖ב
ֹֽ ַ םְּכּוש
ָ֔ גַם־אַ ֶ ָ֣ת
gam-atém kushím, jálêléi jarbí hémah.
1004
2-3 Tzefaniáh / Sefonías צְ ַפניָה
(13)
ְת־נינְוה֙ ְלשמָ ָ֔ ָמהְציָ ָ֖ה
ֹֽ ֶֹוןְויאַ בָ֖דְאֶ ת־אַ ָּ֑שּורְוְי ֵָׂ֤שםְא
ֹֽ וְיֵ֤טְיָדֹו֙ ְעַל־צָ ָ֔פ
:ּכַמד ָ ֹֽבר
vêiét iadó 'al-tzafón, víabéd et-ashúr; vêiasém et-nínêveh lishmamáh, tziáh
kamidbár.
En medio de ella se recostarán las manadas y todo animal del campo: Tanto el
búho como el erizo pernoctarán en sus capiteles. La lechuza cantará en la
ventana, y el cuervo en el umbral; pues su enmaderado de cedro quedará
expuesto.
(15)
ְיֹושבֶ תְל ָ֔ ֶָבטַ חְהָ ֹֽאמְ ָרה֙ ְבלבָ ָ֔ ָבּהְאֲנָ֖יְוְאַ פ ָ֣סיְעָּ֑ ֹוד
ָ֣ ֶ ַירְהעַּליזָה֙ ְה
ֹֽ ָ ֠ ִּ֞זאתְהָ ֵ֤ע
ְפ:הְּכלְעֹובָ֣רְ ָע ֶָ֔ליהָ ְיש ָ֖רקְיָנָּ֥יעְַי ָֹֽדֹו ֚ ְלחַ ָָ֔י ֹֽ ַ ֙יְךְ׀ְהיְ ָ ָ֣תהְלְ שַ ָ֗ ָמהְמַ רבץ
ֹֽ ָ ָ֣א
zót ha'ír há'alizah haioshévet lavétaj, haómêrah bilvaváĥ, aní vêafsí 'ód; éij |
háiêtáh lêshamáh marbetz lájaiáh, kól 'ovér 'aléiha, ishróq ianí'a iadó.
1005
צְ ַפניָה Tzefaniáh / Sefonías 3
(2)
ְְלא
ָּ֥ ֱָלהָ֖יה
ֶ ְלאְבָ ָ֔ ָטחָ הְאֶ ל־א
ָ֣ ֙רְביהוָה
ֹֽ ַ ָ֖הְמּוס
ָּ֑ ָ אְלקְ ָח
ֹֽ ָ ֹולְל
ָּ֥ אְשמְעָה֙ ְבְ ָ֔ק
ֹֽ ָ ֵ֤ל
:ְקָ ֹֽרבָ ה
ló shámê'ah bêqól, ló láqêjáh musár; báAdonai ló vatájah, el-elohéiha ló qarévah.
Sus magistrados en medio de ella son leones rugientes. Sus jueces son lobos
vespertinos que no dejan hueso para la mañana.
(4)
:ּוְתֹורה
ֹֽ ָ שְחמְ ָ֖ס
ֹֽ ָ ֶלּו־קד
ָ֔ ְיהְחּל
ָ֙ ֹותְּכ ֲה ֶֹ֨נ
ֹֽ יְבגְ ָּ֑ד
ֹֽ יה ְֹֽפח ֲָ֔זיםְאַ נ ָ֖ש
ָ֙ יא
ֶ ֹ֨ נְב
nêviéihá pójazím, anshéi bógêdót; kóhanéihá jilêlu-qódesh, jámêsú toráh.
El Eterno es justo en medio de ella; él no hará maldad. Cada mañana saca a luz
su juicio; nunca falta. Pero el perverso no conoce la vergüenza.
(6)
ְּוצֹותםְמבְ ָ֣ליְעֹובָּ֑רְנצ ִ֧דּו
ָ֖ ָ יְח
ֹֽ םְהח ַ ֱָּ֥רבתֹֽ ֶ נֹות
ָ ָ֔ ְיְגֹויםְנָשַֹ֨ מּו֙ ְפ
ָ֗ הכ ַ ָ֣רת
:יןְיֹושבֹֽ י־אישְמ ָּ֥א
ָ֖ יהֵ֛םְמבְל ֶ ָ ֹֽער
hijráti goím nashámú pinotám, héjerávti jútzotám mibêlí 'ovér; nitzdú 'áreihém
mibêli-ísh meéin ioshév.
'Yo exterminaré las naciones. Sus torreones quedarán desolados; dejaré desiertas
sus calles hasta que no quede quien transite. Sus ciudades serán devastadas hasta
que no quede hombre, hasta que no quede habitante.
1006
3 Tzefaniáh / Sefonías צְ ַפניָה
(7)
ּהְּכלְאֲשֶ ר־
ָּ֥ יְמּוסרְוְ ֹֽלא־יּכ ָָ֣רתְמְעֹו ָָ֔נ
ָ ָ֔ יר ֵ֤איְאֹותי֙ ְתק ָ֣ח
ְ ְך־ת
ֹֽ ַאָ ֵ֜ ַמרתיְא
:ילֹותם
ֹֽ ָ יתּוְּכלְע ֲֹֽל
ָ֖ פ ַ ָָ֖קדתיְעָלֶ ָּ֑יהָ ְאָ כן֙ ְהש ָּ֣כימּוְהש ָ֔ח
amárti aj-tírêí otí tiqjí musár, vêló-ikarét mê'onáĥ, kól asher-paqádti 'aléiha; ajen
hishkímu hishjítu, kól 'alílotám.
¡Por tanto, dice el Eterno, esperad el día en que me levante para ser testigo!
Porque tengo determinado reunir las naciones y juntar los reinos para derramar
sobre ellos mi enojo, todo el furor de mi ira. Porque toda la tierra será consumida
por el fuego de mi celo.
(9)
ְרּורהְלק ֵ֤ראְ ֻכּלָם֙ ְבְ ָ֣שםְיה ָ֔ ָוהְלְעְב ָ֖דֹו
ָּ֑ ָ ְי־אזְאֶ ה ָּ֥פְךְאֶ ל־ע ַָ֖מיםְׂשָ פָ ָ֣הְב
ֵ֛ ָ ּכ
:ְשְכֶ ָּ֥םְאֶ ָ ֹֽחד
ki-áz ehpój el-'amím safáh vêruráh; liqró julam bêshém Adonai, lê'ovdó shêjém
ejád .
'Entonces daré a los pueblos un lenguaje puro para que todos invoquen el nombre
del Eterno y le sirvan de común acuerdo.
(10)
:ת־פּוציְיֹובלָ֖ ּוןְמנחָ ֹֽתי
ַ ָ֔ ַמעָ֖בֶ רְלְ ַ ֹֽנהֲרי־כָּ֑ ּושְעֲתָ ַרי֙ ְב
me'éver lênáharei-júsh; 'ataraí bat-putzái, iovilún minjatí.
Desde más allá de los ríos de Etiopía me traerán ofrenda los que me invocan en
medio de la dispersión.
1007
צְ ַפניָה Tzefaniáh / Sefonías 3
(11)
ְי־אזְ׀
ָ֣ ָ ְביְּכָּ֑ ָשעַתָ֖ ַ ֲשרְפָּ֥ ֶ ילתיְךְא
ַ ָ֔ ּואְלאְ תבֹ֨ ֹושי֙ ְמ ָּ֣כלְע ֲֹֽל ֵ֤ בַ יָ֣ ֹוםְהַ ָ֗ה
:א־תֹוספיְלְגְב ָהֵ֛הְעָ֖ ֹודְבְ ַהָּ֥רְקְד ֹֽשי
ִ֧ אָ ָ֣סירְמקר ָ֗בְךְעַּליזי֙ ַ ְֹֽג ֲאו ָָ֔תְךְוְ ֹֽל
baióm hahú ló tevóshí mikól 'alílotáij, ashér pashá'at bí; ki-áz | asír miqirbéj
'alizeí gáavatéj, vêló-tosífi lêgovháh 'ód bêhár qodshí.
'En aquel día no serás avergonzada por ninguno de tus actos con que te rebelaste
contra mí, porque entonces quitaré de en medio de ti a los que se alegran en su
soberbia. Y nunca más te ensoberbecerás en el monte de mi santidad.
(12)
:ְהוֹֽה
ָ וְהשאַ ר ָ֣תיְבְקר ָ֔בְךְעַ ָּ֥םְעָנָ֖יְו ָ ָָּ֑דלְוְחָ ָ֖סּוְבְ ָּ֥שםְי
vêhishartí vêqirbéj, 'ám 'aní vadál; vêjasú bêshém Adonai .
1008
3 Tzefaniáh / Sefonías צְ ַפניָה
El Eterno ha quitado el juicio contra ti; ha echado fuera a tu enemigo. ¡el Eterno
es el Rey de Israel en medio de ti! ¡Nunca más temerás el mal!
(16)
:יראיְציָ֖ ֹוןְאַ ל־יר ָּ֥פּוְי ָ ָֹֽדיְך
ָּ֑ ָ בַ יָ֣ ֹוםְהַ ָ֔הּואְיֹֽאָ ָּ֥מרְל ֹֽירּושָ לַ ָ֖ םְאַ ל־ת
baióm hahú, iéamér lirúshaláim al-tirái; tzión al-irpú iadáij.
En aquel día se dirá a Ierushalaim: 'No temas, oh Tzión [Sion]; no se debiliten tus
manos.'
(17)
ְ ֙הְיחֲריש
ֹֽ ַ ֹורְיֹושיעְַי ָֹׂ֨שיׂשְ ָע ֵַ֜ליְךְבְׂשמ ָ֗ ָח
ָּ֑ ֱלהֵ֛יְךְבְקרבְָ֖ךְג ָ֣ב ַ יהוָ ִ֧הְא
:ְבְ ַ ָ֣אהֲבָ ָ֔תֹוְיָגָּ֥ילְעָלַ ָ֖יְךְבְר ָנֹֽה
Adonai eloháij bêqirbéj gibór ioshí'a; iasís 'aláij bêsimjáh iájarish bêáhavató, iagíl
'aláij bêrináh .
El Eterno tu Elohim está en medio de ti: ¡Es poderoso; él salvará! Con alegría se
regocijará por causa de ti. Te renovará en su amor; por causa de ti se regocijará
con cánticos.
(18)
:נּוגִ֧יְממֹועֵ֛דְאָ ַ ָ֖ספתיְמ ָ֣מְךְהָ יָּ֑ ּוְמַ ׂש ָּ֥אתְעָלֶ ָ֖יהָ ְחֶ ר ָ ֹֽפה
nugéi mimo'éd asáfti miméj haíu; masét 'aléiha jerpáh.
'Yo quitaré de ti el pesar de la festividad que era para ti como una carga.
(19)
ְהנְנָּ֥יְע ֶ ֵׂ֛שהְאֶ ת־ּכְל־מְעַנַ ָָ֖֖יְךְבָ עָ֣תְהַ ָּ֑היאְוְ ֹֽהֹושַ ע ָ֣תיְאֶ ת־הַ ֹֽצל ָָ֗עה
:וְהַ נדָ חָ ה֙ ְאֲקַ ָ֔בץְוְׂשַ מתים֙ ְלתהּלָ ָ֣הְּול ָ֔שםְבְכְל־הָ ָ ָ֖א ֶרץְבָ ש ָ ֹֽתם
hinêní 'oséh et-kol-mê'anáij ba'ét hahí; vêhósha'tí et-hatzóle'áh vêhanidajah
aqabétz, vêsamtim lithiláh ulshém, bêjol-haáretz bashtám.
1009
צְ ַפניָה Tzefaniáh / Sefonías 3
ba'ét hahi aví etjém, uva'ét qabêtzí etjém; kí-etén etjém lêshém vêlithiláh bêjol
'améi haáretz, bêshuví et-shêvúteijém lê'éineijém amár Adonai .
1010
1 Jagai / Hageo חַ גַי
חַ ַַּגי
Jagai – Hageo Capítulo 1
(1)
ַּיַּבי֥ ֹוםַּאֶ חָ֖דַּל ַֹ֑חדֶ שַּה ַּ֨יה
ְַּׁ ַּל ָֽד ְַּׁריָ֣וֶשַּהַ ֶּ֔ ֶמלְֶךַּבַ ַּ֨חדֶ ש֙ ַּהַ ִּש ֶּ֔ ִּש
ְַּׁ ֙בִּ ְׁשנַ ַ֤תַּשְַּׁ ַּ֨ ַתיִּ ם
ַּהּודהֶּ֔ תַּי
ְַּׁ הַּביַד־חַ גַ יַּהַ נ ִִּ֗ביאַּאֶ ל־ ְַּׁזרֻ ב ֶבַ֤לַּבֶ ן־שְַּׁאַ לְׁ ִּתיאֵ לַּ֙פ ַַח ְַּׁ הו ָ֜ ְְַּׁׁדבַ ר־י
:ֵַּאמרָֽ ן־י ָֽהֹוצ ָ֛דקַּהַ כ ֵה֥ןַּהַ ג ָ֖דֹולַּל ְַּׁ ֶהֹוש ַַּעַּב
ֻׁ֧ ֻ ל־י ְַּׁ ְֶַּׁוא
bishnát shêtáim lêdárêiávesh hamélej, bajódesh hashishí, bêíom ejád lajódesh;
haiáh dêvar-Adonai bêiad-Jagái hanaví el-Zêrubavél ben-Shêaltiel paját Iêhudáh,
vêel-Iêhoshú’a ben-Iêhótzadáq hakohén hagadól lemór .
En el primer día del mes sexto del segundo año del rey Darío, vino por medio del
profeta Hageo la palabra del Eterno para Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador
de Iehudá, y para Iehoshúa hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo:
(2)
ַּת־ב֥ית
ֵ ֶת־באַּ ֶע
ָ֛ ּוַּלאַּע
֥ ַּא ְַּׁמ ֶּ֔ר
ָֽ ֵ֙אמרַּהעַ֤םַּהַ זֶה
ֹ֑ ֥הַּצב ָ֖אֹותַּל
ְַּׁ ֥כהַּא ַ ָ֛מרַּיְׁ הו
ַּפ:ַָּ֖הַּלהִּ בנָֽ ֹות
ְַּׁ יְׁ הו
kóh amár Adonai tzêvaót lemór; ha'ám hazeh ámêrú, ló 'et-bó 'et-béit Adonai
lêhibanót .
'Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Este pueblo dice que aún no ha llegado
el tiempo en que sea reedificada la casa del Eterno.''
(3)
:ֵַּאמר
ָֽ הַּביַד־חַ גַ ֥יַּהַ נ ִּ ָ֖ביאַּל
ְַּׁ הו
ֶּ֔ ְַּׁדבַ ר־י
ְַּׁ ַ֙וָָֽ֣יְׁ הִּ י
váihí dêvar-Adonai, bêiad-Jagái hanaví lemór .
Vino, pues, la palabra del Eterno por medio del profeta Hageo, diciendo:
(4)
:ֹ֑יםַּוהַ ַב֥יִּ תַּהַ זֶ ָ֖הַּח ֵ ָֽרב
ְַּׁ פּונ
ִּ םַּס
ְַּׁ ֶתַּב ָֽבתֵ יכ
ְַּׁ ֶהַ עֵ ַ֤תַּלכֶם֙ ַּאַ ֶּ֔ ֶתםַּל ֶ ָ֖שב
ha'ét lajem atém, lashévet bêváteijém sêfuním; vêhabáit hazéh jarév.
1011
חַ גַי Jagai / Hageo 1
Habéis sembrado mucho, pero habéis recogido poco; coméis, pero no os saciáis;
bebéis, pero no quedáis satisfechos; os vestís, pero no os abrigáis; y el jornalero
recibe su jornal en bolsa rota.''
(7)
:ֵַּיכם
ָֽ ֶ ימּוַּלבַ בְׁ כֶ ָ֖םַּעַל־דַ ְׁרכ
ְַּׁ ֹותַּש
֥ ִּ הַּצב ֹ֑א
ְַּׁ ֥כהַּא ַ ָ֖מרַּיְׁ הו
kóh amár Adonai tzêvaót; símu lêvavjém 'al-darjeijém .
Pero vosotros buscáis mucho y halláis poco; y lo que lleváis a casa, de un soplo
yo lo hago desaparecer. ¿Por qué?, dice el Eterno de los Ejércitos. Porque mi
casa está en ruinas, mientras que cada uno de vosotros se ocupa de su propia
casa.
(10)
:בּולּה
ָֽ הַּי
ְַּׁ ץַּכ ְַּׁל ֥א
ָֽ לַּוה ָ֖א ֶר
ְַּׁ םַּמ ֹ֑ט
ִּ ִּםַּכ ְַּׁל ֥אּוַּש ַ ָ֖מי
ָֽ עַל־כֵ ןַּ ֲעלֵי ֶֶּ֔כ
1012
1 Jagai / Hageo חַ גַי
Por eso, por causa vuestra, los cielos retuvieron la lluvia, y la tierra retuvo su
fruto.
(11)
ֹושַּועַל־
ְַּׁ ַּועַל־הַ ִּתיר ְַּׁ ֙יםַּועַל־הַ דגן
ְַּׁ ַל־הה ִּ ִ֗ר
ָֽ ֶ ץַּוע
ְַּׁ אַּח ֶרבַּעַל־הא ֶרָ֜ וָֽאֶ קְׁ ַּ֨ר
הַּועַ ָ֖לַּכַּל־
ְַּׁ ַּועַל־הַ ְַּׁבהֵ ֶּ֔מְַּׁ ֙ל־האדם
ָֽ ַהַּוע
ְַּׁ יאַּהאֲד ֹ֑מ
ָֽ רַּתֹוצ
ָ֖ ִּ ֲש ְַּׁ הַ יִּ צְׁ ֶּ֔ה
֥ ֶ רַּועַ ָ֛לַּא
ַּס:ְַּׁי ִּג֥יעַַּכ ַָֽפיִּ ם
váeqrá jórev 'al-haáretz vê'al-héharím vê'al-hadagan vê'al-hatirósh vê'al-haitzhár,
vê'ál ashér totzí háadamáh; vê'al-háadam vê'al-habêhemáh, vê'ál kol-iêgí'a
kapáim.
Además, llamé la sequía sobre la tierra y sobre los montes; sobre el trigo, sobre el
vino nuevo, sobre el aceite y sobre todo lo que la tierra produce; sobre los
hombres, sobre el ganado y sobre todo trabajo de las manos.'
(12)
ַֹּולַּוכל
ְַּׁ ָ֜ן־י ָֽהֹוצדקַּ֩הַ כ ַּ֨ ֵהןַּהַ גד ְַּׁ ֶיהֹושעַַּבֻ לַּו ָֽ ִּ יא ָֽ ֶ וַיִּ ְׁש ַמעַּ ְַּׁזרֻ ב ֶב
ֵ ֵ֡ לַּ׀ַּבן־שַ לְׁ ִּת
ֲַּשר ֥ ֶ יאַּכא
ָֽ ַ ַל־דבְׁ ֵרי֙ ַּחַ גַ יַּהַ נ ִֶּּ֔בִּ םַּוע
ְַּׁ יה ֶ ֶּ֔ ֵםַּבקֹולַּ֙יְׁ הוהַּאֱלָֽ ה ְַּׁ ׀ַּשְַּׁאֵ ִּריתַּה ִ֗ע
ִּ יהֹ֑םַּו ִּ ַָֽיירְַּׁ ֥אּוַּהע
:ַָּ֖םַּמ ְַּׁפנֵ ֥יַּיְׁ הוָֽה ֶ ֵשְַּׁל ָ֖חֹוַּיְׁ הוהַּאֱלָֽ ה
vaishmá' Zêrubavél | bén-shaltiél víhoshú'a ben-Iêhótzadaq hakohén hagadól
vêjól | shêerít ha'ám bêqol Adonai elóheihém, vê'al-divreí Jagái hanaví, káashér
shêlajó Adonai elóheihém; vaírêú ha'ám mipênéi Adonai .
Entonces Hageo, mensajero del Eterno, habló al pueblo con el mensaje del
Eterno, diciendo: 'Yo estoy con vosotros', dice el Eterno.
1013
חַ גַי Jagai / Hageo 1-2
(14)
ַּּוחַ֙ ת־ר
ַּ֨ ֶהַּוא
ְַּׁ הּוד
ִ֗ תַּי ְַּׁ יאלַּפ ַַח ֵ ָ֜ ת־רּוחַּ֩ ְַּׁזרֻ ב ַּ֨ ֶבלַּבֶ ן־שַ לְׁ ִּת
ַ ֶהוהַּא ֵ֡ ְׁוַיעַרַּי
ַּ ֙ת־רּוחַ ַָּ֖כלַּשְַּׁאֵ ִּריתַּהעֹ֑םַּוַי ַּ֨באּו ֶּ֔ ֶֹולַּוא ְַָּֽׁ ֶּ֔ן־י ָֽהֹוצדק֙ ַּהַ כ ֵהןַּהַ גד ְַּׁ ֶהֹוש ַעַּב
ַ֤ ֻ ְַּׁי
ַּפ:ַּיהם ָֽ ֶ ֵ֥הַּצב ָ֖אֹותַּאֱלָֽ ה ְַּׁ הַּבבֵ ית־יְׁ הו ְַּׁ אכ
ֶּ֔ ּוַּמל
ְַּׁ ו ַ ַָֽיעֲש
vaiá'ar Adonai et-ruáj Zêrubavél ben-shaltiél paját Iêhudáh vêet-rúáj Iêhoshú’a
ben-Iêhótzadaq hakohén hagadól, vêet-rúaj, kól shêerít ha'ám; vaiavóú vaiá'asú
mêlajáh, bêveit-Adonai tzêvaót elóheihém .
en el día 24 del mes sexto del segundo año del rey Darío.
En el día 21 del mes séptimo, vino la palabra del Eterno por medio del profeta
Hageo, diciendo:
(2)
הֹושעַַּבֶ ן־
֥ ֻ ל־י
ְַּׁ ֶהַּוא
ְַּׁ הּוד
ֶּ֔ תַּי
ְַּׁ ר־נאַּאֶ ל־ ְַּׁזרֻ ב ֶבַ֤לַּבֶ ן־שַ לְׁ ִּתיאֵ לַּ֙פ ַַח
ִ֗ ַּאֱמ
:ֵאמרָֽ ֹולַּואֶ ל־שְַּׁאֵ ִּ ֥ריתַּהעָ֖םַּל
ְַּׁ ְַּׁי ָֽהֹוצ ָ֖דקַּהַ כ ֵהןַּהַ ג ֹ֑ד
emor-ná el-Zêrubavél ben-shaltiel paját Iêhudáh, vêel-Iêhoshú’a ben-Iêhótzadáq
hakohén hagadól; vêel-shêerít ha'ám lemór.
1014
2 Jagai / Hageo חַ גַי
(3)
ַֹּוןַּּומה
ַּ֨ אש ֹ֑ ֹוַּה ִּר
ָֽ בֹוד
ָ֖ ְֲׁשרַּראה֙ ַּאֶ ת־הַ ַביִּ תַּהַ ֶֶּ֔זהַּבִּ כ ַ֤ ֶ ִּ ַ֤מיַּבכֶם֙ ַּהַ נִּ ְׁש ֶּ֔ארַּא
:ֵיכם
ָֽ ֶ ןַּב ֵ ָֽעינ
ְַּׁ ִּהּוַּכ ַ ָ֖אי
ְַּׁ אַ ָ֜ ֶתםַּר ִּ ַ֤איםַּאתֹו֙ ַּ ֶַּ֔עתהַּהֲל֥ ֹואַּכ ָ֛מ
mí vajem hanishár, ashér raah et-habáit hazéh, bijvodó hárishón; umáh atém roím
otó 'átah, haló jamóhu kêáin bê'éineijém.
'¿Quién de los que han quedado entre vosotros vio este templo en su primera
gloria? ¿Y cómo lo veis ahora? ¿No es éste como nada delante de vuestros ojos?
(4)
ַּן־י ָֽהֹוצדקַּ֩הַ כ ַּ֨ ֵהן ְַּׁ ֶהֹושעַַּב
ֻ קַּי ְַּׁ ַהַּוחֲז
ָֽ ַ הו
ֵ֡ ְׁלַּ׀ַּנאֻם־י
ְַּׁ ְַּׁועַתהַּחֲזַ קַּ ְַּׁזרֻ ב ֶב
ַּםַּנאֻ ָ֖ם
ְַּׁ יַּאתְַּׁ ֶֶּ֔כ
ִּ ּוַּכי־א ֲִּנ
ָֽ ִּ ָ֖הַּוע ֲֹ֑ש
ָֽ ַ ץַּנאֻם־יְׁ הו ְַּׁ ֹולַּו ֲח ַַּ֨זקַּכַּל־עַ ֥םַּה ָ֛א ֶר
ָֽ ַ ָ֜הַ גד
:ַּ֥הַּצב ָֽאֹות ְַּׁ יְׁ הו
vê'atáh jazáq Zêrubavél | nêum-Adonai vájazáq Iêhoshú’a ben-Iêhótzadaq
hakohén hagadól vájazáq kol-'ám haáretz nêum-Adonai vá'asú; kí-aní itêjém,
nêúm Adonai tzêvaót .
Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, mi espíritu
estará en medio de vosotros. No temáis,
(6)
יאַּוא ִ֗ ֲִּניַּמַ ְׁרעִּ יש֙ ַּאֶ ת־
ָֽ ַ טַּה
ֹ֑ ִּ ַָ֖תַּמע
ְַּׁ הַּצב ֶּ֔אֹותַּע֥ ֹודַּאַ ַח
ְַּׁ יַּכהַּאמַ ר֙ ַּיְׁ הו ַ֤ ִּכ
:ַָּ֖םַּואֶ ת־הֶ ָֽחר ָֽבה
ְַּׁ ץַּואֶ ת־הַ יְַּׁ םַּואֶ ת־ה ֶּ֔א ֶרְַּׁ ִּהַ ש ַמי
kí jóh amar Adonai tzêvaót, 'ód aját mê'át hí; váaní mar'ish et-hashamáim vêet-
haáretz, vêet-haiám vêet-hejáraváh .
porque así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: Dentro de poco yo estremeceré los
cielos y la tierra, el mar y la parte seca.
1015
חַ גַי Jagai / Hageo 2
(7)
ֵַּאתיַּאֶ ת־הַ ַבַ֤יִּ ת
ִּ ַּ֞ ֹ֑םַּּומל
ִּ גֹוי ִּ ַגֹויםַּּובָ֖אּוַּחֶ ְׁמ ַדתַּכַּל־ה
ִֶּּ֔ ְַַּׁוהִּ ְׁרע ְַׁש ִּתי֙ ַּאֶ ת־כַּל־ה
:ַּ֥הַּצב ָֽאֹות
ְַּׁ הַ זֶה֙ ַּכ ֶּ֔בֹודַּא ַ ָ֖מרַּיְׁ הו
vêhir'ashtí et-kol-hagoím, uváu jemdát kol-hagoím; umiletí et-habáit hazeh
kavód, amár Adonai tzêvaót .
Estremeceré todas las naciones, y vendrán los tesoros deseados de las naciones.
Y llenaré este templo de gloria, ha dicho el Eterno de los Ejércitos.
(8)
:ַּ֥הַּצב ָֽאֹות
ְַּׁ ֹ֑בַּנאֻ ָ֖םַּיְׁ הו
ְַּׁ ףַּו ִּליַּהַ זה
ְַּׁ ִֶּ ֥ליַּהַ כֶ ָ֖ס
lí hakésef vêlí hazaháv; nêúm Adonai tzêvaót .
La gloria de este último templo será mayor que la del primero, ha dicho el Eterno
de los Ejércitos. Y daré la paz en este lugar'', dice el Eterno de los Ejércitos.
(10)
ַּהוה
ֶּ֔ ְַּׁדבַ ר־י
ְַּׁ ֙םַּל ָֽד ְַּׁריָֹ֑֣וֶשַּהיה
ְַּׁ ִּיעיַּבִּ ְׁשנַ ֥תַּשְַּׁ ַ ָ֖תי
ִּ ֶּ֔ יםַּואַ ְׁרבעה֙ ַּלַתְַּׁ ִּש
ְַּׁ ְַּׁבע ְֶׁש ִּ ַ֤ר
:ֵַּאמר ָֽ אֶ ל־חַ גַ ֥יַּהַ נ ִּ ָ֖ביאַּל
bê'esrím vêarba'ah latêshi'í, bishnát shêtáim lêdárêiávesh; haiah dêvar-Adonai, el-
Jagái hanaví lemór .
En el día 24 del mes noveno del segundo año de Darío, vino la palabra del Eterno
por medio del profeta Hageo, diciendo:
(11)
:ֵַּאמר
ָֽ ָ֛יםַּתֹורהַּל
ָ֖ הַּצב ֹ֑אֹותַּשְַּׁאַ ל־נֻׁ֧אַּאֶ ת־הַ ָֽכה ֲִּנ
ְַּׁ ֥כהַּא ַ ָ֖מרַּיְׁ הו
kóh amár Adonai tzêvaót; shêal-ná et-hakóhaním toráh lemór .
'Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Pregunta, pues, a los sacerdotes acerca
de la Torá, diciendo:
1016
2 Jagai / Hageo חַ ַַּגי
(12)
םַּואֶ ל־
ְַּׁ ֶֹוַּונגַ עַּבִַּ֠ כְׁ נפֹוַּאֶ ל־הַ ֶַּ֨לח ְַּׁ ִ֗ר־קדֶ שַּבִּ כְׁ נַ ָ֣ףַּבִּ גְׁ ד ָ֜ ַישַּבש
ְַּׁ א־א ִַּּ֨ ֵהןַּ׀ַּיִּ ש
ַּל־מאֲכָ֖לַּהֲיִּ קְׁ ֹ֑דשַּו ַ ַָֽיעֲנֻׁ֧ ּוַּהַ ָֽכה ֲִּנָ֛יםָֽ ַ ַּןַּואֶ ל־כ ְַּׁ ֶל־שמ
ָ֛ ֶ ֶןַּוא
ְַּׁ ִּידַּואֶ ל־הַ יַ ָֻׁ֧֣יְַּׁ הַ נ ָ֜ ִּז
:ּוַּלאָֽ אמ ָ֖ר
ְַּׁ ו ַָֽי
hén | isa-ísh bêsar-qódesh bijnáf bigdó vênagá' bíjnafo el-haléjem vêel-hanazíd
vêel-haiáin vêel-shémen vêel-kol-máajál haiqdásh; vaiá'anú hakóhaním vaiómêrú
ló.
Hageo dijo: –Si alguna persona impura a causa de contacto con un cadáver toca
alguna de estas cosas, ¿llegará ésta a ser impura? Le respondieron: –Sí, será
impura.
(14)
ַּהַּוַּכֵ ָ֖ן
ְׁ הוֶּ֔ ְַּׁנאֻם־י
ְַּׁ ַ֤֙הַּלפנַי
ְַּׁ ֶֶהַּוכֵן־הַ גַּ֨ ֹויַּהַ ז
ְַּׁ ם־הַ ז ַ֠ ןַּהע
ָֽ ֵַו ַַּ֨יעַןַּחַ ָ֜ ַגיַּו ִַ֗יאמֶ רַּכ
:ַּאַּהּוא
ָֽ יבּוַּשםַּט ֵ ֥מָ֖ ֲשרַּיַקְׁ ִּ ָ֛ר
֥ ֶ ֹ֑םַּוא
ָֽ ַ יה
ֶ ֵהַּיד
ְַּׁ ל־מע ֲֵש ָֽ ַ ַּכ
vaiá'an Jagái vaiómer kén há'am-házeh vêjen-hagói hazéh lêfanaí nêum-Adonai,
vêjén kol-má'aséh iêdeihém; váashér iaqrívu shám tamé hú .
Y Hageo respondió: –'Lo mismo sucede delante de mí con este pueblo y con esta
nación', dice el Eterno, 'de manera que toda la obra de sus manos y todo lo que
ofrecen aquí es impuro.
(15)
ּום־אבֶ ןַּאֶ ל־
ָ֛ ֶ םַּש
ָֽ םַּמן־הַ י֥ ֹוםַּהַ זֶ ָ֖הַּו ֹ֑מעְׁ להַּ ִּמ ֶ ֻׁ֧ט ֶר
ִּ אַּלבַ בְׁ ֶֶּ֔כ
ְַּׁ ַּשימּו־נ ָֽ ִּ ְַּׁ֙ועַתה
:ַּןַּבהֵ יכַ ֥לַּיְׁ הוָֽהְַּׁ ֶֶ ָ֖אב
vê'atah símu-ná lêvavjém, min-haióm hazéh vamá'lah; mitérem súm-éven el-éven
bêheijál Adonai .
1017
חַ גַי Jagai / Hageo 2
Ahora pues, reflexionad desde este día en adelante, antes de poner piedra sobre
piedra en el templo del Eterno:
(16)
ַּ ֙יםַּו ָֽהְַּׁי ָ֖תהַּעֲש ֹ֑רהַּבאַּאֶ ל־הַ ִֶ֗יקֶ בַּלַחְׁ שף
ְַּׁ יֹותםַּבא֙ ַּאֶ ל־ע ֲֵר ַמתַּע ְֶׁש ִּ ֶּ֔ר ֥ ִּ ָֽמ ְַּׁה
:הַּו ָֽהְַּׁי ָ֖תהַּע ְֶׁש ִּ ָֽרים
ְַּׁ יםַּפּור
ֶּ֔ ח ֲִּמ ִּש
míhêiotám ba el-'aremát 'esrím, vêháiêtáh 'asaráh; bá el-haiéqev lajsof jamishím
puráh, vêháiêtáh 'esrím.
¿Qué os pasa? Venís a un montón de veinte medidas, y hay sólo diez; y venís al
lagar para sacar cincuenta medidas, y hay sólo veinte.
(17)
ֹ֑םַּואֵ ין־
ְַּׁ ֶהַּידֵ יכ
ְַּׁ ל־מע ֲֵש
ָֽ ַ ַּדַּאתַּכ
ָ֖ ֵ יתיַּאֶ ְׁת ֶָ֜כםַּבַ ִּשד ַ֤פֹוןַּּובַ ֵ ָֽיָ֣רקֹון֙ ַּּובַ ב ֶּ֔ר
ִּ הִּ ֵַּ֨כ
:ַָּ֖יַּנאֻם־יְׁ הוָֽה
ְַּׁ ַאֶ ְׁתכֶ ֥םַּאֵ ל
hikéiti etjém bashidafón uvaiéraqon uvabarád, ét kol-má'aséh iêdeijém; vêein-
etjém elái nêum-Adonai .
Reflexionad desde este día en adelante, desde el día 24 del mes noveno, el día en
que son puestos los cimientos del templo del Eterno. Reflexionad:
(19)
ַֹּוןַּועֵ ֥ץַּהַ זַ ָָ֖֣יִּ תַּלאַּנ ֹ֑שא
ְַּׁ ֻׁ֧הַּו ָֽה ִּר ָ֛מ
ְַּׁ ֶןַּוהַ תְַּׁאֵ נ
ְַּׁ הַּועַד־הַ ַּ֨ ֶגפ
ְַּׁ גּור
ֶּ֔ הַ עַ֤ ֹודַּהַ ֶַּ֨ז ַרע֙ ַּבַ ְַּׁמ
ַּס:ִּמן־הַ י֥ ֹוםַּהַ זֶ ָ֖הַּאֲב ֵ ָֽרְך
ha'ód hazéra' bamêguráh, vê'ad-hagéfen vêhatêenáh vêhárimón vê'étz hazáit ló
nasá; min-haióm hazéh avaréj.
1018
2 Jagai / Hageo חַ ַַּגי
En el día 24 del mismo mes, vino por segunda vez la palabra del Eterno a Hageo,
diciendo:
(21)
םַּואֶ ת־
ְַּׁ ִֵּאמרַּא ֲִּניַּמַ ְׁר ֶּ֔ ִּעישַּאֶ ת־הַ ש ַ ָ֖מי
ֹ֑ הּודהַּל
ָ֖ ת־י
ְַּׁ ַ֥לַּפח
ָֽ ַ א ֱָּ֕מרַּאֶ ל־ ְַּׁזרֻ ב ֶב
:ה ָֽא ֶרץ
emór el-Zêrubavél pájat-Iêhudáh lemór; aní mar'ísh, et-hashamáim vêet-haáretz.
Trastornaré el trono de los reinos y destruiré la fuerza del reino de las naciones.
Trastornaré el carro y a los que suben en él. Caerán los caballos y los que montan
en ellos, cada cual por la espada de su hermano.
(23)
ַּ ֙יאלַּעַבְׁ ִּדי
ַ֤ ֵ הַּצב ֵ֡אֹותַּ ַ֠אֶ ָֽקחֲָךַּ ְַּׁזרֻ ב ַּ֨ ֶבלַּבֶ ן־שְַּׁאַ לְׁ ִּת
ְַּׁ ּואַּנאֻם־יְׁ הו ְַּׁ בַ יֹוםַּהַ ה
:ַּ֥הַּצב ָֽאֹות
ְַּׁ יַּנאֻ ָ֖םַּיְׁ הו
ְַּׁ י־בָךַּב ֶּ֔ ַח ְׁר ִּת
ְַּׁ םַּכָֽ ִּ חֹות
ֹ֑ יָךַּכ
ָֽ ַ הַּושַ ְׁמ ִּ ָ֖ת
ְַּׁ הו
ֶּ֔ ְְַּׁׁנאֻם־י
baióm hahú nêum-Adonai tzêvaót éqájaja Zêrubavél ben-shêaltiél 'avdí nêum-
Adonai, vêsamtíja kájotám; kí-vêjá vajárti, nêúm Adonai tzêvaót .
En aquel día, dice el Eterno de los Ejércitos, te tomaré a ti, oh Zorobabel hijo de
Salatiel, siervo mío, y te pondré como anillo de sellar, porque yo te he escogido,''
dice el Eterno de los Ejércitos.
1019
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 1
זְכַריָה
Zejariáh – Zacarías Capítulo 1
(1)
ְ ׁ֙בַ ֹ֨חדֶ שׁ֙ ְהַ שְ ִמ ִ֔ ִיניְבִ שנַ ַ֥תְשְ ַ ַּ֖תיִ םְלְ ָ ָֽד ְריָ ָ֑וֶשְהָ יָ ָ֣הְדְבַ ר־יה ָ֗ ָוהְאֶ ל־זְכַריָה
:ְֵאמר ָֽ ן־ב ֶָ֣רכ ִָ֔יהְבֶ ן־עִ ַ֥דֹוְהַ נ ִ ַָּ֖ביאְל
ֶ ֶב
bajódesh hashêminí, bishnát shêtáim lêdárêiávesh; haiáh dêvar-Adonai el-
Zêjariah ben-Bérejiáh, ben-'Idó hanaví lemór .
En el mes octavo del segundo año de Darío, vino la palabra del Eterno al profeta
Zejariáh hijo de Berequías, hijo de Ido, diciendo:
(2)
:ְַּ֖םְקצֶ ף
ָֽ ָ ֶקָ ַצַ֧ףְיהוָ ָ֛הְעַל־א ֲָֽבֹותֵ יכ
qatzáf Adonai 'al-avóteijém qátzef .
'el Eterno se enojó en gran manera contra vuestros padres.
(3)
ְֹותְשּובּוְאֵ ִַ֔ליְנְאַּ֖םְיהוָ ָ֣הְצְבָ אֹות
ָ֣ םְכהְאָ מַ רׁ֙ ְיהוָ ָ֣הְצְבָ ִ֔אֹּ֤ וְ ָ ָֽאמַ ר ָ ָ֣תְ ֲאל ָ֗ ֵֶה
:ְוְאָ ָ֣שּובְ ֲאלֵי ִֶ֔כםְאָ ַ ַּ֖מרְיהוָ ַ֥הְצְבָ ָֽאֹות
vêámartá alehém kóh amar Adonai tzêvaót, shúvu elái, nêúm Adonai tzêvaót;
vêashúv aleijém, amár Adonai tzêvaót .
Pero diles que así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Volveos a mí, ha dicho el
Eterno de los Ejércitos, y yo me volveré a vosotros', ha dicho el Eterno de los
Ejércitos.
(4)
ְֵאמר
ָ֗ יאיםְהָ ִ ָֽראש ִ֜ ִניםְלִֹ֨ ֲִשרְקְר ָֽאּו־ ֲאלֵיהֶ םְ֩הַ נְב ָ֣ ֶ ל־תהְיָ֣ ּוְ ַכא ֲָֽבתֵ י ֶֶ֡כםְא
ָֽ ִ ַא
ְָ֣םְה ָר ִ֔ ִעיםְומעליליכם ָֽ ָ ֶֹותְשּובּוְנָאׁ֙ ְ ִמדַ רכֵיכ
ֹּ֤ ֹּ֤כהְאָ מַ רׁ֙ ְיהוָ ָ֣הְצְבָ ִ֔א
:ְהוָֽה
ָ אְשמְעָ֛ ּוְוְ ָֽלא־הִ ק ִ ַ֥שיבּוְאֵ לַ ַּ֖יְנְאם־י
ָֽ ָ ַּ֖ם)ְה ָר ִעיםְוְ ַ֥ל
ָֽ ָ ֶ(ּומעַלְלֵיכ ָֽ ַ
al-tíhêíu jaavóteijém ashér qorú-aleihem hanêviím haríshoním lemór kóh amar
Adonai tzêvaót, shúvu na midarjeijém hára'ím, VM'LILIJM (umá'alêleijém)
hára'ím; vêló shámê'ú vêló-hiqshívu elái nêum-Adonai .
No seáis como vuestros padres, a quienes los antiguos profetas proclamaron
diciendo que así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Volveos de vuestros malos
caminos y de vuestras malas obras'; pero no me escucharon ni me atendieron,
dice el Eterno.
1020
1 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
(5)
:ְַּ֖םְיחְיָֽ ּו
ָֽ ִ ֵָה־הםְוְ ֹ֨ ַהנְבִ ִִ֔איםְהַ לעֹול
ֵ א ֲָֽבֹותֵ יכֶ ַּ֖םְאַ י
avóteijém aieh-hém; vêhánêviím, hal'olám íjêíu .
Vuestros padres, ¿dónde están? Y los profetas, ¿han de vivir para siempre?
(6)
ְיאיםְהֲלַ֥ ֹואְהִ ִ ַּ֖שיגּו ִִ֔ ִיתיׁ֙ ְאֶ ת־עֲבָ ַ ָ֣דיְהַ נְב
ִ ֲשרְצִ ִֹּ֨ו ֹּ֤ ֶ ַ ָ֣אְךְ׀ְדְבָ ַ ָ֣ריְוְח ָ֗ ַקיְא
ְְלע ֲָ֣שֹותְ ִָ֔לנּוָֽ ַ ּׁ֙וְכאֲשֶֹ֨ רְז ִ֜ ַָמםְיהוָ ֹּ֤הְצְבָ אֹות ָֽ ַ א ֲָֽבתֵ יכֶ םְ ַוי ָָ֣שּובּוְו ַָֽיאמְ ָ֗ר
ְס:ְהְא ָ ָֽתנּו
ִ ָש ַ֥ ָ כִ ד ָר ֵֹ֨כינּוׁ֙ ְּוכ ַ ָ֣מ ֲע ָל ִֵ֔לינּוְכֵ ַּ֖ןְע
áj | dêvarái vêjuqái ashér tzivítí et-'avadái hanêviím, haló hisígu avóteijém;
vaiashúvu vaiómêrú káashér zamám Adonai tzêvaot lá'asót lánu, kidrajéinú
ujmá'alaléinu, kén 'asáh itánu .
Pero mis palabras y mis leyes que encomendé a mis siervos los profetas, ¿acaso
no alcanzaron a vuestros padres? Por eso ellos se volvieron y dijeron: 'Como el
Eterno de los Ejércitos se propuso hacernos, conforme a nuestros caminos y
conforme a nuestras obras, así hizo con nosotros.''
(7)
ְְהּוא־חדֶ שְשְ ִ֔ ָבטְבִ שנַ ַ֥ת
ָ֣ ׁ֙רְחדֶ ש
ֹ֨ ָשַ֥ ָ בְיֹוםְ֩עֶש ִ ֹ֨ריםְוְאַ רבָ ִָ֜עהְלְעַש ֵ ָֽתי־ע
ְן־ב ֶָ֣רכ ִָ֔יהּוְבֶ ן־עִ ַ֥דֹוא
ֶ ֶשְ ַ ַּ֖תיִ םְלְ ָ ָֽד ְריָ ָ֑וֶשְהָ יָ ָ֣הְדְבַ ר־יה ָ֗ ָוהְאֶ ל־זְכַריָהׁ֙ ְב
:ְֵאמר ָֽ הַ נ ִ ַָּ֖ביאְל
bêiom 'esrím vêarba'áh lê'ashtéi-'asár jódesh hu-jódesh shêvát, bishnát shêtáim
lêdárêiávesh; haiáh dêvar-Adonai el-Zêjariah ben-Bérejiáhu, ben-'idó hanaví
lemór .
En el día 24 del mes undécimo, el mes de Sebat, del segundo año de Darío, vino
la palabra del Eterno al profeta Zejariáh hijo de Berequías, hijo de Ido, de esta
manera:
(8)
ְדְבַ֥ין
ֵ ַל־סּוסְאָ ִ֔דםְוְ ָ֣הּואְע ִ֔ ֵמ
ָ֣ ֵה־אישׁ֙ ְרכֵבׁ֙ ְע ִ יתיְ׀ְהַ ַָ֗לילָהְוְהִ נ ִ ָר ִ ָ֣א
:ְסּוסיםְאֲד ִִ֔מיםְשְר ִ ַּ֖קיםְּולבָ ִ ָֽנים
ָ֣ ִ ֲׁ֙שרְבַ מְצלָ הְוְ ַ ָֽאח ֲָריו
ָ֣ ֶ ַ ָֽההֲדַ ִ ַּ֖סיםְא
raíti | haláilah vêhineh-ish rojev 'al-sús adóm, vêhú 'oméd, béin háhadasím ashér
bamêtzuláh; vêájarav susím adumím, sêruqím ulvaním.
1021
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 1
Tuve una visión de noche, y he aquí un hombre montado sobre un caballo rojo
que estaba entre los mirtos que había en una cañada. Detrás de él había caballos
rojos, bayos y blancos.
(9)
ָ֣רְביְא ֲִנַ֥יְאַ ר ֶ ַּ֖אךְָמָ ה־
ִִ֔ ה־אלֶהְ ֲאד ִניְו ַָ֣יאמֶ רְאֵ ַָ֗ליְהַ מַ לאָ ְךׁ֙ ְהַ ד ֵב
ָ֣ ֵ ָָוָֽא ַ ַּ֖מרְמ
:הְאלֶה
ָֽ ֵ ֵָהַ֥מ
váomár mah-éleh adoní; vaiómer elái hamalaj hadovér bí, aní aréka mah-hémah
éleh.
Entonces pregunté: –¿Qué son éstos, señor mío? Me dijo el enviado que hablaba
conmigo: –Yo te mostraré qué son éstos.
(10)
ְֲשרְשָ לַ ָ֣חְיה ִ֔ ָוה
ָ֣ ֶ אמרְאֵֵ֚ לֶהְא
ַ ין־ההֲדַ ִ ַּ֖סיםְוַי
ָֽ ַ ֵישְהע ֵ ַ֥מדְב
ָֽ ָ ַו ַָ֗יעַןְהָ ִ ָ֛א
:ְלְהִ תהַ לֵ ְַּ֖ךְבָ ָ ָֽא ֶרץ
vaiá'an haísh há'oméd bein-háhadasím vaiomár; éleh ashér shaláj Adonai,
lêhithaléj baáretz .
Y el hombre que estaba entre los mirtos respondió diciendo: –Éstos son los que el
Eterno ha enviado para recorrer la tierra.
(11)
ְהְהעמֵ דׁ֙ ְֵבָ֣יןְ ַ ָֽההֲדַ ִִ֔סיםְו ַָֽיאמְ ַּ֖רּוְהִ תהַ לַ ָ֣כנּוְבָ ָא ֶרץ
ָֽ ָ ַוָָֽ֑ ַיעֲנ֞ ּוְאֶ ת־מַ ל ַ ָ֣אְךְיה ָ֗ ָו
:ְוְהִ נֵ ַ֥הְכְל־הָ ָ ַּ֖א ֶרץְי ֶ ַ֥שבֶ תְוְש ָ ָֽקטֶ ת
váia'anú et-maláj Adonai há'omed béin háhadasím, vaiómêrú hithalájnu vaáretz;
vêhinéh jol-haáretz ioshévet vêshoqátet .
Ellos se dirigieron al enviado del Eterno que estaba entre los mirtos, y dijeron: –
Hemos recorrido la tierra, y he aquí que toda la tierra está reposada y tranquila.
(12)
ְְלא־תְ ַר ֵחָ֣ם
ָֽ ׁ֙וַיַ ָ֣עַןְמַ לאַ ְך־יהוָה֮ ְוַיאמַ רְ֒יהוָ ָ֣הְצְבָ ִ֔אֹותְעַד־מָ ָ֗ ַתיְאַ תָ ה
:ְַּ֖הְשב ִ ַ֥עיםְשָ ָנָֽה
ִ ֲֶשרְ ָז ִַ֔עמתָ הְז ָ֣ ֶ הּודהְא
ָ ְאֶ ת־יְ ָֽרּושָ ִ֔ ַל ִםְוְ ֵ ַּ֖אתְע ֵ ָָ֣ריְי
vaiá'an malaj-Adonai vaiomar Adonai tzêvaót, 'ad-matái atah ló-têrajém et-
Iêrúshaláim, vêét 'aréi Iêhudáh; ashér za'ámtah, zéh shiv'ím shanáh .
Entonces el enviado del Eterno se expresó diciendo: 'oh Eterno de los Ejércitos,
¿hasta cuándo no tendrás compasión de Ierushalaim y de las ciudades de Iehudá
contra las cuales has estado airado durante setenta años?'
1022
1 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
(13)
:ְיםְנח ִ ָֽמים
ָֽ ִ יםְטֹוביםְדְבָ ִ ַּ֖ר
ִ ַ֥רְביְדְבָ ִ ָ֣ר
ַּ֖ ִ וַיַ ָ֣עַןְיה ָ֗ ָוהְאֶ ת־הַ מַ ל ָ ָ֛אְךְהַ ד ֵב
vaiá'an Adonai et-hamaláj hadovér bí dêvarím tovím; dêvarím níjumím .
y con gran enojo estoy airado contra las naciones que están reposadas. Pues yo
estaba un poco airado, pero ellas agravaron el desastre.
(16)
ְֶהְבּהְנְאַּ֖ם
ָ ִ֔ יתיׁ֙ ְיִ ָ ָ֣בנ
ִ ֵהְשב ִתיְלִ ָֽירּושָ ֹ֨ ַל ִםׁ֙ ְבְָֽ ַרח ֲִִ֔מיםְב
ֹּ֤ ַ ןְכה־אָ ַ ָ֣מרְיה ָ֗ ָו
ָֽ ָל ֵ֞כ
:ְיהוָ ָ֣הְצְבָ אֹותְוקוהְ(וְ ָ ַ֥קו)ְיִ נ ֶָטַּ֖הְעַל־יְ ָֽרּושָ ָ ָֽל ִם
lajén kóh-amár Adonai shávti lirúshaláim bêrajamím, beití ibáneh báĥ, nêúm
Adonai tzêvaót; VQVH (vêqáv) inatéh 'al-Iêrúshaláim .
1023
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 1-2
'ód | qêrá lemór kóh amar Adonai tzêvaót, 'ód têfutzénah 'arái mitóv; vênijám
Adonai 'od et-tzión, uvajár 'ód birúshaláim .
Proclama además diciendo que así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'De nuevo
se desbordarán mis ciudades por la abundancia del bien; de nuevo consolará el
Eterno a Tzión [Sion] y escogerá a Ierushalaim.'
1024
2 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
cabeza. Pero éstos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos de
las naciones que alzaron el cuerno contra la tierra de Iehudá, para dispersarla.
(5)
:לְמ ָ ָֽדה
ִ ֶֹוְחַ֥ב
ֶ ֵה־אישְּובי ַָּ֖ד
ִ ָוָֽאֶ ָ ַ֥שאְעֵינַ ָ֛יְו ֵ ַָּ֖א ֶראְוְהִ נ
váesá 'einái vaére vêhineh-ísh; uviadó jével midáh.
Después alcé mis ojos y miré, y he aquí un hombre que tenía en su mano una
cuerda de medir.
(6)
רְאנָהְאַ ָ ָ֣תהְהלֵ ְךְו ַָ֣יאמֶ רְאֵ ַָ֗ליְלָמדׁ֙ ְאֶ ת־יְ ָ֣רּושָ ִ֔ ַל ִםְלִ ר ַ֥אֹותְכ ָ ַָֽמה־ ַּ֖ ָ ָוָֽא ַ֕ ַמ
:רְחְ ָבַּּ֖הְוְכ ָ ַַ֥מהְאְר ָ ָֽכּה
váomár ánah atáh holéj; vaiómer elái lamod et-Iêrúshaláim, lirót kamáh-rojêbáĥ
vêjamáh orkáĥ.
Y he aquí, cuando salía el enviado que hablaba conmigo, otro enviado le salió al
encuentro
(8)
ְוְרץְדַ ֵבָ֛רְאֶ ל־הַ נַ ַ֥עַרְהַ לָ ַּ֖זְלֵאמרְפְ ָרזֹותׁ֙ ְתֵ ֵ ָ֣שבְיְ ָֽרּושָ ִ֔ ַל ִם ָ֗ ו ַָ֣יאמֶ רְאֵ ִָ֔ל
:תֹוכּה
ָֽ ָ ְמֵ ַ֥רבְאָ ָ ָ֛דםְּובהֵ ָ ַּ֖מהְב
vaiómer eláv, rútz dabér el-haná'ar haláz lemór; pêrazot teshév Iêrúshaláim,
meróv adám uvhemáh bêtojáĥ.
y le dijo: –Corre y di a ese joven: 'Ierushalaim será habitada sin muros a causa de
la multitud de la gente y del ganado que habrá en medio de ella.
(9)
ְתֹוכּה
ָֽ ָ ְֹודְאהְיֶ ַ֥הְב
ָֽ ֶ תְאשְסָ ִביבְּולכ ַָּ֖ב
ַּ֖ ֵ ַהְחֹומ
ַ֥ ֹּ֤יְאהְיֶה־לָּהׁ֙ ְנְאם־יה ִ֔ ָו
ָֽ ֶ ַ ָֽוא ֲִנ
ְפ:
váaní éhêieh-laĥ nêum-Adonai, jómat ésh savív; uljavód éhêiéh vêtojáĥ .
Y yo seré para ella un muro de fuego alrededor y estaré en medio de ella como su
Gloria, dice el Eterno.
1025
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 2
(10)
ְעְרּוחֹותְהַ שָ ַ ָ֛מיִ ם
ַ֧ ֹויְהֹויְוְנ ָ֛סּוְמֵ ֶ ַ֥א ֶרץְצָ ַּ֖פֹוןְנְאם־יהוָ הְכִִּ֠ יְכְאַ ר ֞ ַב
ָ֗ ָ֣ה
:ְהוָֽה
ָ פ ַ ֵַ֥רש ִתיְאֶ תכֶ ַּ֖םְנְאם־י
hói hói vênúsu meéretz tzafón nêum-Adonai; kí kêarbá' rujót hashamáim perásti
etjém nêum-Adonai .
¡Ea, ea! Huid de la tierra del norte, dice el Eterno, pues que os esparcí por los
cuatro vientos de los cielos, dice el Eterno.
(11)
ְס:יְיֹושבֶ תְבַ ת־בָ ֶ ָֽבל
ַּ֖ ֶ ַ֥הֹויְצִ יַּ֖ ֹוןְהִ ָ ָֽמלְ ִט
hói tzión himálêtí; ioshévet bat-bavél.
Porque así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, después que la Gloria me enviara a
las naciones que os despojaron [porque el que os toca, toca la niña de su ojo]:
(13)
ְםְכי־יהוָ ַ֥ה
ָֽ ִ יהםְ ִ ָֽוידַ ע ַ֕ ֶת
ֶ ֵַּ֖לְלעַבד
ְ ֵָיהםְוְהָ יַ֥ ּוְשָ ל
ֶ ִ֔ כִִּ֠ יְהִ נְ ֹ֨ ִניְמֵ ִנֹּ֤יףְאֶ ת־י ִָדיׁ֙ ְ ֲעל
ְס:ְצְבָ ַּ֖אֹותְשְל ָ ָָֽחנִ י
kí hinêní meníf et-iadí 'aleihém, vêhaíu shalál lê'avdeihém; vída'tém kí-Adonai
tzêvaót shêlajáni .
'Porque he aquí, alzo mi mano sobre ellos, y serán botín para los que fueron sus
esclavos.' Así sabréis que el Eterno de los Ejércitos me ha enviado.
(14)
:ְהוָֽה
ָ י־בָ֛אְוְ ָ ָֽשכַנ ִ ַ֥תיְבְתֹוכֵ ְַּ֖ךְנְאם־י
ָ ִֹוןְכיְהִ נְנ
ַ֧ ִ רְ ִנַ֥יְוְ ִשמ ִ ַּ֖חיְבַ ת־צִ י
roní vêsimjí bat-tzión; kí hinêni-vá vêshájantí vêtojéj nêum-Adonai .
'¡Canta y alégrate, oh hija de Tzión [Sion], porque he aquí que vengo, y habitaré
en medio de ti!, dice el Eterno.
1026
2-3 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
(15)
ְַ֥יּוְליְלְעָ םְוְ ָ ָֽשכַנ ִ ָ֣תיְבְתֹו ִֵ֔כְך
ַּ֖ ִ םְר ִ ֹּ֤ביםְאֶ ל־יהוָהׁ֙ ְבַ יָ֣ ֹוםְהַ ִ֔הּואְוְ ָה ַ ְ֩גֹוי
ִֹ֨ וְנִ לְוּו
:ְוְי ַ֕ ַָדעַת ִ ְָֽכי־יהוָ ַ֥הְצְבָ ַּ֖אֹותְשְל ַָחַ֥נִ יְאֵ ָ ָֽליִ ְך
vênilêvú goím rabím el-Adonai baióm hahú, vêháiu lí lê'ám; vêshájantí vêtojéj,
vêiadá'at kí-Adonai tzêvaót shêlajáni eláij .
¡Calle todo mortal delante del Eterno, pues Él ha surgido desde la morada de Su
santidad!
1027
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 3
vaiómer Adonai el-hasatán ig'ár Adonai bêjá hasatán, vêig'ár Adonai bêjá,
habojér birúshaláim; haló zéh úd mutzál meésh .
El Eterno dijo a Satán [el acusador]: –el Eterno te reprenda, oh Satán [el
acusador]. El Eterno, quien ha escogido a Ierushalaim, te reprenda. ¿No es éste
un tizón arrebatado del fuego?
(3)
:יםְצֹואיםְוְע ֵ ַּ֖מדְלִ פנֵ ַ֥יְהַ מַ ל ָ ָֽאְך
ִ יהֹושעְַהָ יָ ַ֥הְלָבַּ֖שְבְג ִ ָָ֣ד
ַ֕ ִ ָֽו
víhoshú'a haiáh lavúsh bêgadím tzoím; vê'oméd lifnéi hamaláj.
Entonces el enviado habló y ordenó a los que estaban delante de él, diciendo: –
Quitadle esas vestiduras sucias. –Y a Iehoshúa dijo–: Mira que he quitado de ti tu
iniquidad y te visto con ropa de gala.
(5)
ָוָֽא ַ֕ ַמרְי ִ ָָ֛שימּוְצָ ִנַ֥יףְטָ ַּ֖הֹורְעַל־ראשֹוְ ַוי ִָשימּוְ֩הַ צָ ֹ֨ ִניףְהַ טָ ִ֜הֹורְעַל־
:ְאשֹוְ ַויַלבִ ֹ֨שהּוׁ֙ ְבְג ִִָ֔דיםְּומַ ל ַ ַ֥אְךְיהוָ ַּ֖הְע ֵ ָֽמד
ָ֗ ר
váomár iasímu tzaníf tahór 'al-roshó; vaiasimú hatzaníf hatahór 'al-roshó
vaialbishúhú bêgadím, umaláj Adonai 'oméd .
1028
3 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
(7)
ְיְתש ִ֔מר ִ ת־משמַ ר ִ ָ֣ת ִ ֶֹותְאם־בִ ד ָרכַ ֹּ֤יְתֵ לְֵךׁ֙ ְוְ ִ ָ֣אםְא
ִ ָֽכה־אָ ֞ ַמרְיהוָ ָ֣הְצְבָ ָ֗א
ְַּ֖םְתש ָ֣מרְאֶ ת־חֲצֵ ָריְוְ ָנָֽתַ ִ ֹּ֤תיְלְךׁ֙ ְמַ הלְ ִ֔ ִכיםִ ַיתיְוְג
ִ ִ֔ ֵוְגַם־אַ תָ הׁ֙ ְתָ ִ ָ֣דיןְאֶ ת־ב
:ְֵבַ֥יןְהָ ָֽעמְ ִ ַּ֖דיםְהָ ֵ ָֽאלֶה
kóh-amár Adonai tzêvaót im-bidrajái telej vêím et-mishmartí tishmór, vêgam-
atah tadín et-beití, vêgám tishmór et-jatzerái; vênátatí lêjá mahlêjím, béin
ha'ómêdím haéleh .
–Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Si andas en mis caminos y guardas mi
ordenanza, tú también gobernarás mi casa y guardarás mis atrios; y yo te daré
libre acceso entre éstos que están de pie.
(8)
יךְכי־
ָֽ ִ הֹושעְַ׀ְהַ כ ֵהָ֣ןְהַ גָדָ֗ ֹולְאַ תָ הׁ֙ ְוְ ֵר ֶֹ֨עיךׁ֙ ְהַ ָֽישְ ִ ָ֣ביםְלְ ָפ ִֶ֔נ
ָ֣ ְש ַ ָֽמע־ ָ֞נאְי
ְָֽ
:יְצמַ חָֽ ֶ הְכי־הִ נְ ִנַ֥יְמֵ ִ ָ֛ביאְאֶ ת־עַב ִ ַּ֖ד ָֽ ִ ַָּ֖תְהמ
ֵ ֵאַ נ ֵ ַ֥שיְמֹופ
shêmá'-ná Iêhoshú’a | hakohén hagadól atah vêre'éjá haióshêvím lêfanéja, kí-
anshéi mofét hémah; kí-hinêní meví et-'avdí tzémaj.
Escucha, pues, oh Iehoshúa, sumo sacerdote; tú, y tus allegados que se sientan
delante de ti, puesto que son hombres portentosos [ejemplares]: He aquí yo traigo
a mi siervo, Tzemaj [el Retoño].
(9)
ְַּ֖תְשבעָ ָ֣ה
ִ ַל־אבֶ ןְאַ ַח ַ֥ ֶ הֹושעְַעִ֔ ְֲשרְנ ֹ֨ ַָת ִתיׁ֙ ְלִ פנֵ ָ֣יְי
ֹּ֤ ֶ ִ ָ֣כיְ׀ְהִ נֵ ָ֣הְהָ ָ֗ ֶאבֶ ןְא
עֵינָ ָ֑יִ םְהִ נְ ִנַ֧יְמְפ ֵ ַָ֣תחַ ְפִ ת ָ֗ ָחּהְנְאםׁ֙ ְיהוָ ָ֣הְצְבָ ִ֔אֹותְּומַ ש ִ ָ֛תיְאֶ ת־עֲוְַ֥ןְהָ ָ ָֽא ֶרץ־
:ְהַ ִ ַּ֖היאְבְיַ֥ ֹוםְאֶ ָ ָֽחד
kí | hinéh haéven ashér natátí lifnéi Iêhoshú’a, 'al-éven aját shiv'áh 'eináim; hinêní
mêfatéaj pitujáĥ nêum Adonai tzêvaót, umashtí et-'avón haáretz-hahí bêíom ejád .
Porque he aquí que yo mismo grabaré aquella piedra que he puesto delante de
Iehoshúa [sobre esta única piedra hay siete ojos], dice el Eterno de los Ejércitos,
y quitaré la iniquidad de la tierra en un solo día.
(10)
ְל־תחַ תְגֶ ַּ֖ פֶן
ַ֥ ַ ֶּוְאישְלְ ֵרעֵ הּוְא
ָ֣ ִ ֹותְתק ְר ַּ֖א
ִ בַ יָ֣ ֹוםְהַ ָ֗הּואְנְאםׁ֙ ְיהוָ ָ֣הְצְבָ ִ֔א
:ְל־תחַ תְתְאֵ ָנָֽה
ַ֥ ַ ֶוְא
baióm hahú nêum Adonai tzêvaót, tiqrêú ísh lêre'éhu; el-tájat géfen vêel-tájat
têenáh .
1029
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 3-4
En aquel día, dice el Eterno de los Ejércitos, cada uno de vosotros invitará a su
amigo para estar debajo de su vid y debajo de su higuera.'
Sobre él hay dos olivos, uno a la derecha del depósito, y otro a su izquierda.
(4)
:ה־אלֶהְאֲד ִ ָֽני
ַּ֖ ֵ ַָ֥רְביְלֵאמרְמ
ַּ֖ ִ ו ֹ֨ ַָאעַןׁ֙ ְָוָֽא ִ֔ ַמרְאֶ ל־הַ מַ ל ָ ָ֛אְךְהַ ד ֵב
vaá'an váomár, el-hamaláj hadovér bí lemór; mah-éleh adoní.
–Proseguí y pregunté al enviado que hablaba conmigo–: ¿Qué son éstos, señor
mío?
(5)
ְֶהְוָֽא ַ ַּ֖מר
ָ הְאל
ֵ ָה־הָ֣מ
ֵ ִַָּ֠ו ַיעַןְהַ מַ ל ֞ ָאְךְהַ ד ֵבַ֥רְבִ יׁ֙ ְו ַָ֣יאמֶ רְאֵ ִַ֔ליְהֲלַ֥ ֹואְי ַ ַָּ֖דעתָ ְמ
:ַ֥לאְאֲד ִ ָֽני
1030
4 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
váia'an hamaláj hadovér bí vaiómer elái, haló iadá'ta mah-hémah éleh; váomár ló
adoní.
Y el enviado que hablaba conmigo me respondió: –¿No sabes qué son éstos? Yo
dije: –No, señor mío.
(6)
ְׁ֙רְלאְבְ ֹ֨ ַחיִ ל
ֹּ֤ ֵאמרְ ֵֶ֚זהְדְבַ ר־יה ִ֔ ָוהְאֶ ל־זְרבָ ֶבַּ֖לְלֵאמ ִ֔ ַו ִַ֜יעַןְו ַֹּ֤יאמֶ רְאֵ לַיׁ֙ ְל
:ְרּוחיְאָ ַ ַּ֖מרְיהוָ ַ֥הְצְבָ ָֽאֹות
ִִ֔ ְיְאם־ב ִ ְכָ֣ ִ ַוְ ָ֣לאְבְ ִ֔כח
vaiá'an vaiómer elaí lemór, zéh dêvar-Adonai, el-Zêrubavél lemór; ló vêjáil vêló
vêjóaj, kí im-bêrují, amár Adonai tzêvaót .
Entonces me explicó diciendo: –Ésta es la palabra del Eterno para Zorobabel: 'No
con ejército, ni con fuerza, sino con Mi aliento, ha dicho el Eterno de los
Ejércitos.
(7)
ְִ ָֽמי־אַ ָ ַ֧תהְ ַ ָֽהר־הַ ג ָָ֛דֹולְלִ פנֵ ַ֥יְזְרבָ ֶבַּ֖לְלְ ִמישרְוְהֹוצִ יאׁ֙ ְאֶ ת־הָ ֶ ָ֣אבֶ ן
ְפ:ַּ֖ןְלּה
ָֽ ָ ַ֥ןְח
ֵ ֹותְח
ֵ ָ ָֽהראשִָ֔ הְתְש ַ֕א
mí-atáh hár-hagadól lifnéi Zêrubavél lêmishór; vêhotzi et-haéven hárosháh,
têshuót jén jén láĥ.
'Las manos de Zorobabel pusieron los cimientos de este templo, y sus mismas
manos lo terminarán.' Así conoceréis que el Eterno de los Ejércitos me ha
enviado a vosotros.
1031
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 4
(10)
ְיְמיְבַ ז֮ ְלְיָ֣ ֹוםְקְטַ נֹותְ֒וְ ָ ָֽשמְ ָ֗חּוְוְ ָר ֞אּוְאֶ ת־הָ ֶ ַ֧אבֶ ןְהַ בְ ִ ָ֛דילְבְיַ ַ֥דְזְרבָ ֶבַּ֖ל
ָ֣ ִ ִ ָ֣כ
:ְהְהַ֥מָ הְמְ ָֽשֹוטְ ִ ַּ֖טיםְבְכְל־הָ ָ ָֽא ֶרץ ֵ ָה־אלֶהְעֵינֵ ָ֣יְיה ִ֔ ָו
ֵ ִשבע
kí mí vaz lêíom qêtanot vêsámêjú vêraú et-haéven habêdíl bêiád Zêrubavél
shiv'ah-éleh; 'einéi Adonai, hémah mêshótêtím bêjol-haáretz .
–Hablé de nuevo y le pregunté–: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que están
al lado de los tubos de oro y que vierten de sí aceite como oro?
(13)
:רְלאְאֲד ִ ָֽני
ַ֥ ֶהְוָֽא ַ ַּ֖מ
ָ ה־אל
ֵ ֵָאמרְהֲלַ֥ ֹואְי ַ ַָּ֖דעתָ ְמ
ִ֔ ו ַֹּ֤יאמֶ רְאֵ לַיְְׁ֙ל
vaiómer elaí lemór, haló iadá'ta mah-éleh; váomár ló adoní.
Me respondió: –¿No sabes qué son éstos? Yo dije: –No, señor mío.
(14)
:רְאלֶהְשְנֵ ָ֣יְבְ ֵנָֽי־הַ יִ צ ָהרְהָ ָֽעמְ ִ ַּ֖דיםְעַל־א ֲַ֥דֹוןְכְל־הָ ָ ָֽא ֶרץ
ַּ֖ ֵ ֶו ַַ֕יאמ
vaiómer éleh shênéi vênéi-haitzhár; ha'ómêdím 'al-adón kol-haáretz.
Y él dijo: –Éstos son los dos que fueron ungidos con aceite y que están delante
del Señor de toda la tierra.
1032
5 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
Zejariáh – Zacarías Capítulo 5
(1)
:ַּ֖יְוָֽאֶ ר ֶאהְוְהִ נֵ ַּ֖הְמְגִ לָ ַ֥הְע ָ ָָֽפה
ָ ַּובְוָֽאֶ ָ ַ֥שאְעֵינ
ָ ָוָֽאָ ַ֕ש
váashúv váesá 'einái váeréh; vêhinéh mêgiláh 'afáh.
Entonces me dijo: –Ésta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra;
porque todo aquel que roba [según consta en este lado del rollo] será excluido de
acuerdo con ella; y todo el que jura en vano [según consta en el otro lado del
rollo], será excluido de acuerdo con ella.
(4)
ְל־בָ֛יתְהַ נִ ש ָבַ֥ע
ֵ ֶל־בָ֣יתְהַ ַג ִָ֔נבְוְא
ֵ ֶֹותְּובאָ הׁ֙ ְא
ָ ֹ֨ אתיהָ ְנְאםׁ֙ ְיהוָ ָ֣הְצְבָ ִ֔א ִ ָ֗ ֵָֽהֹוצ
:ְבִ ש ִ ַּ֖מיְל ַָשקֶ רְוְ ָֹ֨לנֶהׁ֙ ְבְ ָ֣תֹוְךְבֵ ִ֔יתֹוְוְכִ לַ ַּ֖תּוְוְאֶ ת־ע ֵָצַ֥יוְוְאֶ ת־אֲבָ ָנָֽיו
hótzetíha nêum Adonai tzêvaót, uváah el-béit haganáv, vêel-béit hanishbá' bishmí
lasháqer; vêláneh bêtój beitó, vêjilátu vêet-'etzáv vêet-avanáv .
Dice el Eterno de los Ejércitos: 'Yo la he hecho aparecer, y entrará en la casa del
ladrón y en la casa del que jura falsamente en mi nombre. Permanecerá en medio
de su casa y la consumirá junto con su madera y sus piedras.'
1033
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 5
(5)
ְיֹוצַ֥את
ֵ ַהְמהְה
ַּ֖ ָ יְשאְנָ ֹּ֤אְעֵי ֶֹ֨ניךׁ֙ ְּור ִ֔ ֵא
ָ֣ ָ ָ֣רְביְו ַָ֣יאמֶ רְאֵ ִַ֔ל
ִ ַוי ַ֕ ֵֵצאְהַ מַ ל ָ ַּ֖אְךְהַ ד ֵב
:הַ ָֽזאת
vaietzé hamaláj hadovér bí; vaiómer elái, sá ná 'einéjá uréh, máh haiotzét hazót.
Salió aquel enviado que hablaba conmigo y me dijo: –Por favor, alza tus ojos y
mira lo que aparece.
(6)
רְזאתְעֵינָ ַּ֖םְבְכְל־
ַ֥ ֶיֹוצאתְו ַַ֕יאמ
ֵ ִ֔ ַאתְהאֵ יפָהׁ֙ ְה
ָֽ ָ רְז
ֹּ֤ ֶה־היאְו ַָ֗יאמ
ִ ַָוָֽא ַ ַּ֖מרְמ
:הָ ָ ָֽא ֶרץ
váomár mah-hí; vaiómer zót háeifah haiotzét, vaiómer zót 'einám bêjol-haáretz.
Pregunté: –¿Qué es eso? Y él dijo: –Lo que aparece es una caja de efa. –Dijo
además–: Ésta es la iniquidad de ellos en toda la tierra.
(7)
:יפה
ָֽ ָ ֵתְיֹושבֶ תְבְ ַ֥תֹוְךְ ָ ָֽהא
ַּ֖ ֶ ְא ָ ָ֣שהְאַ ִ֔ ַח
ִ ׁ֙וְהִ נֵ ָ֛הְכִ כַ ַ֥רְעפֶ ֶַּ֖רתְנִ ֵשאתְוְזאת
vêhinéh kikár 'oféret nisét; vêzot isháh aját, ioshévet bêtój háeifáh.
He aquí que se levantó la tapa de plomo, y había una mujer sentada dentro de la
caja.
(8)
ְת־אבֶ ן
ַ֥ ֶ ֶֹוְךְהאֵ יפָ הְ ַויַשלֵ ְָ֛ךְא
ָֽ ָ ל־ת
ָ֣ ֶאתְה ִרש ִָ֔עהְ ַויַשלֵ ְַ֥ךְא ָ ַּ֖תּהְא
ָֽ ָ ו ַֹ֨יאמֶ רׁ֙ ְָ֣ז
ְס: ָל־פיה
ָֽ ִ ֶָ ָֽהעֹופֶ ֶַּ֖רתְא
vaiómer zót hárish'áh, vaiashléj otáĥ el-tój háeifáh; vaiashléj et-éven há'oféret el-
píha.
1034
5-6 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
Alcé mis ojos y miré; y he aquí que aparecieron dos mujeres con viento en sus
alas, pues tenían alas como de cigüeña. Ellas levantaron la caja entre la tierra y el
cielo.
(10)
:יפה
ָֽ ָ ֵת־הא
ָֽ ָ ֶהְמֹולִ כַּ֖ ֹותְא
ָֽ ָָהְהַ֥מ
ֵ יְאנ
ָ֛ ָ ָ֣רְב
ִ ָוָֽא ַ֕ ַמרְאֶ ל־הַ מַ ל ָ ַּ֖אְךְהַ ד ֵב
váomár el-hamaláj hadovér bí; ánah hémah mólijót et-háeifáh.
Volví a alzar mis ojos y miré. Y he aquí cuatro carros que salían de entre dos
montes. Aquellos montes eran de bronce.
(2)
ְַּ֖יתְסּוסים
ַ֥ ִ ַּ֖הְסּוסיםְאֲד ִמיםְּובַ מֶ רכ ָָבַ֥הְהַ שֵ ִנ
ָ֣ ִ ָבַ מֶ רכ ָָבַ֥הְהָ ִ ָֽראשנ
:שְח ִ ָֽרים
bamerkaváh haríshonáh susím adumím; uvamerkaváh hashenít susím shêjorím.
Entonces pregunté al enviado que hablaba conmigo: –Señor mío, ¿qué son éstos?
(5)
ְְרּוחֹותְהַ שָ ִ֔ ַמיִ םְיָֽ ֹוצ ַ֕אֹות
ָ֣ ׁ֙יְאלֶהְאַ רבַ ע
ֵ ָ֗ ָוַיַ ַ֥עַןְהַ מַ ל ָ ַּ֖אְךְו ַָ֣יאמֶ רְאֵ ל
:ֵ ָֽמהִ תי ֵ ַַּ֖צבְעַל־א ֲַ֥דֹוןְכְל־הָ ָ ָֽא ֶרץ
vaiá'an hamaláj vaiómer elái; éleh arba' rujót hashamáim, íotzót méhitiatzév 'al-
adón kol-haáretz.
Y el enviado me respondió diciendo: –Éstos son los cuatro vientos de los cielos,
que salen desde donde están, delante del Señor de toda la tierra.
(6)
ְיםְיָֽצְ ַּ֖אּו
ָ ל־א ֶרץְצָ ִ֔פֹוןְוְ ֹ֨ ַהלְבָ ִ֔ ִנָ֣ ֶ ֶיםְיצְ ִאיםׁ֙ ְא
ָֽ סּוסיםְהַ שְח ִ ָ֗ר ָ֣ ִ ַר־בּהְהָ ֞ ֶאֲש
:ימן
ָֽ ָ ֵל־א ֶרץְהַ ת
ַ֥ ֶ ֶיםְיָֽצְ ַּ֖אּוְא
ָ יהםְוְ ֹ֨ ַהבְר ִִ֔דֶ ל־אח ֲֵר
ָֽ ַ ֶא
asher-báĥ hasusím hashêjorím iótzêim el-éretz tzafón, vêhálêvaním, iátzêú el-
ájareihém; vêhábêrudím, iátzêú el-éretz hateimán.
Los caballos negros uncidos al carro salen hacia la tierra del norte; los blancos
salen hacia el occidente; los moteados salen hacia la tierra del sur,
(7)
ְיםְיָֽצְ ָ֗אּוְוַיבַ קשּוׁ֙ ְ ָל ֶֹ֨לכֶתׁ֙ ְלְהִ תהַ לֵ ְָ֣ךְבָ ִ֔ ָא ֶרץְו ַַ֕יאמֶ רְלְכַּ֖ ּוְהִ תהַ לְכָ֣ ּו
ָ וְ ָ ָֽהאֲמ ִ ָ֣צ
:בָ ָא ֶרץְו ִַתתהַ לַ ַּ֖כנָהְבָ ָ ָֽא ֶרץ
vêháamutzím iátzêú vaivaqshú laléjet lêhithaléj baáretz, vaiómer lêjú hithalêjú
vaáretz; vatithalájnah baáretz.
y los bayos salen e intentan recorrer la tierra. –Entonces dijo–: ¡Id, recorred la
tierra! Y recorrieron la tierra.
1036
6 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
(8)
ְל־א ֶרץְצָ ִ֔פֹוןְהֵ ִנַ֥יחּו
ָ֣ ֶ ֶרְר ָ֗ ֵאהְהַ יָֽ ֹוצ ִאיםׁ֙ ְא
ְ ַויַזעֵ ָ֣קְא ִ֔ ִתיְוַידַ ֵבַ֥רְאֵ לַ ַּ֖יְלֵאמ
ְס:ת־רּוחיְבְ ֶ ַ֥א ֶרץְצָ ָֽפֹוןַּ֖ ִ ֶא
vaiaz'éq otí, vaidabér elái lemór; rêéh haiótzim el-éretz tzafón, heníju et-rují
bêéretz tzafón.
Luego me llamó y me habló diciendo: –Mira, los que salen hacia la tierra del
norte han aplacado mi espíritu en la tierra del norte.
(9)
:ְֵאמר
ָֽ וַי ִ ַ֥היְדְבַ ר־יהוָ ַּ֖הְאֵ לַ ַ֥יְל
vaihí dêvar-Adonai elái lemór .
Tomarás la plata y el oro, y harás una corona. La pondrás sobre la cabeza del
sumo sacerdote Iehoshúa hijo de Josadac.
(12)
ְישְצֹּ֤מַ ח
ֶ ֵה־א
ִ֞ רְכהְאָ ַ ָ֛מרְיהוָ ַ֥הְצְבָ ַּ֖אֹותְלֵאמרְהִ נַ֥ ֵאמ ִ֔ וְ ָ ָֽאמַ ר ָ ֹּ֤תְאֵ לָיוׁ֙ ְל
:ְהוָֽה
ָ ְּומתַ ח ָ ָ֣תיוְיִ צ ִ֔ ָמחְּובָ נָ ַּ֖הְאֶ ת־הֵ יכַ ַ֥לְי
ִ ׁ֙שְמֹו
vêámartá elav lemór, kóh amár Adonai tzêvaót lemór; hineh-ísh tzémaj shêmó
umitajtáv itzmáj, uvanáh et-heijál Adonai .
1037
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 6-7
Y le hablarás diciendo que así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: '¡He aquí el
hombre cuyo nombre es el Retoño brotará de su lugar y edificará el templo del
Eterno!
(13)
ְאְהֹודְוְי ַ ַָ֥שבְּומָ ַ ַּ֖שלְעַל־כִ סאֹו
ִ֔ וְִּ֠הּואְיִ ב ֶ֞נהְאֶ ת־הֵ יכַ ֹּ֤לְיהוָהׁ֙ ְוְ ָֽהּוא־יִ ָ ָ֣ש
:ְֵיהםָֽ ֶ ַּ֖הְבַ֥יןְשְנ
ֵ ֶֹוםְתהְי
ָֽ ִ ֹוְוע ֲַצָ֣תְשָ ִ֔ל
ָֽ ַ וְהָ יָ ֹּ֤הְכהֵ ןׁ֙ ְעַל־כִ ס ִ֔א
vêhu ivnéh et-heijál Adonai vêhú-isá hód, vêiasháv umashál 'al-kisó; vêhaiáh
johen 'al-kisó, vá'atzát shalóm, tíhêiéh béin shêneihém .
Y los que están lejos vendrán y edificarán el templo del Eterno. Así conoceréis
que el Eterno de los Ejércitos me ha enviado a vosotros. Esto sucederá si
escucháis atentamente la voz del Eterno, vuestro Elohim.
1038
7 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
váihí bishnát arbá', lêdárêiávesh hamélej; haiáh dêvar-Adonai el-Zêjariáh
bêarba'áh lajódesh hatêshi'í bêjislév .
Aconteció que en el cuarto día del mes noveno, es decir, en Quislev, del cuarto
año del rey Darío, vino la palabra del Eterno a Zejariáh.
(2)
:ְהוָֽה
ָ ְֶךְו ֲאנ ָָשיוְלְחַ לַּ֖ ֹותְאֶ ת־פְנֵ ַ֥יְי
ָֽ ַ ֶםְמל
ַּ֖ ֶ ית־אלְשַ ר ַ֕ ֶאצֶ רְוְ ֶ ַ֥רג ָֽ ֵ ׁ֙וַיִ שלַח
ֵ ִ֔ ְב
vaishlaj béit-él, sarétzer vêrégem mélej váanasháv; lêjalót et-pênéi Adonai .
y para hablar con los sacerdotes que estaban en la casa del Eterno de los Ejércitos
y con los profetas, a fin de preguntarles: '¿Debo hacer duelo en el mes quinto y
ayunar, como he hecho desde hace algunos años?'
(4)
:ְוַי ִ ָ֛היְדְבַ ר־יהוָ ַ֥הְצְבָ ַּ֖אֹותְאֵ לַ ַ֥יְלֵאמְָֽר
vaihí dêvar-Adonai tzêvaót elái lemór .
1039
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 7
¿No son éstas las palabras que ha dado a conocer el Eterno por medio de los
antiguos profetas, cuando Ierushalaim estaba habitada y en paz, y estaban
habitadas las ciudades en sus alrededores, y en el Néguev y en la Sefela?'
(8)
:ְֵאמר
ָֽ ַוָָֽ֑יהִ יׁ֙ ְדְבַ ר־יה ִ֔ ָוהְאֶ ל־זְכַריָ ַּ֖הְל
váihí dêvar-Adonai, el-Zêjariáh lemór .
1040
7-8 Zejariáh / Zacarías זְכַריָהְ
(12)
ְתֹורהְוְאֶ ת־הַ דְבָ ִריםׁ֙ ְאֲשֶֹ֨ רְשָ ִַ֜לח ֹּ֤ ָ ַירְמשְמֹועְַאֶ ת־ה ִִּ֠ םְשמּוְשָ ִָ֗מ
ָ֣ ָ וְלִ ֞ ָב
ְְקצֶ ףְגָדִ֔ ֹולְמֵ ֵ ַּ֖את
ָ֣ ֶ ׁ֙יםְוָָֽ֑יהִ י
ַ יאיםְהָ ִ ָֽראש ִנ ָ֣ ִ ִרּוחֹוְבְיַ ַּ֖דְהַ נְב
ִ֔ ְיהוָ ֹּ֤הְצְבָ אֹותׁ֙ ְב
:ְיהוָ ַ֥הְצְבָ ָֽאֹות
vêlibám sámu shamír míshêmo'a et-hatoráh vêet-hadêvarim ashér shaláj Adonai
tzêvaot bêrujó, bêiád hanêviím haríshoním; váihí qétzef gadól, meét Adonai
tzêvaót .
Más bien, los esparcí con vendaval por todas las naciones que no conocían, y tras
ellos la tierra fue desolada hasta no quedar quien fuese ni viniese. Así
convirtieron la tierra de las delicias en desolación.'
1041
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 8
(2)
ְַ֥אתיְלְצִ יַּ֖ ֹוןְקִ נ ָ ָ֣אהְגְדֹולָ הְוְחֵ ָ ַ֥מהְגְדֹולָ ַּ֖ה
ִ ֵֹּ֤כהְאָ מַ רׁ֙ ְיהוָ ָ֣הְצְבָ ִ֔אֹותְקִ נ
:ְיְלּה
ָֽ ָ ַ֥את
ִ ֵקִ נ
kóh amar Adonai tzêvaót, qinéti lêtzión qináh gêdoláh; vêjemáh gêdoláh qinéti
láĥ .
'Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Yo tuve un gran celo por Tzión [Sion];
con gran enojo tuve celo por ella.'
(3)
ְֵ֚כהְאָ ַ ָ֣מרְיה ִ֔ ָוהְשֵַ֚ ב ִתיְאֶ ל־צִ יִ֔ ֹוןְוְ ָ ָֽשכַנ ִ ַּ֖תיְבְ ָ֣תֹוְךְיְ ָֽרּושָ לָ ִםְוְנִ ק ְר ָ ֹּ֤אה
ְס:ְֹותְהַ֥רְהַ ָֽקדֶ ש ַ ירְהא ִ֔ ֱֶמתְוְהַ ר־יהוָ ַ֥הְצְבָ ַּ֖א ָֽ ָ ְע ָ֣ ִ ׁ֙יְ ָֽרּושָ ֹ֨ ַל ִם
kóh amár Adonai, shávti el-tzión, vêshájantí bêtój Iêrúshaláim; vêniqrêáh
Iêrúshaláim 'ír háemét, vêhar-Adonai tzêvaót hár haqódesh .
Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Aún han de sentarse los ancianos y las
ancianas en las plazas de Ierushalaim, cada uno con un bastón en la mano por el
gran número de sus días.
(5)
ְס: ָיםְוילָדֹותְמְ ַ ָֽשח ִ ֲַּ֖קיםְבִ ר ָֽחב ֶ ָֽתיה
ָֽ ִ ּורח ֹּ֤בֹותְהָ עִ ירׁ֙ ְיִ ָ ָ֣מל ִ֔אּוְיְל ִ ַָּ֖ד
urjovót ha'ir imálú, iêladím víladót; mêsájaqím birjóvotéiha.
1042
8 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
kóh amar Adonai tzêvaót, kí ipalé bê'eineí shêerit ha'ám hazéh, baiamím hahém;
gam-bê'einaí ipalé, nêúm Adonai tzêvaót .
Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Si esto parece milagroso ante los ojos del
remanente de este pueblo en estos días, ¿habrá de ser también milagroso en mis
ojos?', dice el Eterno de los Ejércitos.
(7)
ְץְמז ָרחְּומֵ ֶ ַּ֖א ֶרץ
ִ ַ֥יְמֹושיעְַאֶ ת־ע ִ ַַּ֖מיְמֵ ֶ ָ֣א ֶר
ָ֛ ִ ֹּ֤כהְאָ מַ רׁ֙ ְיהוָ ָ֣הְצְבָ ִ֔אֹותְהִ נְ ִנ
:ְמְ ַ֥בֹואְהַ ָ ָֽשמֶ ש
kóh amar Adonai tzêvaót, hinêní moshí'a et-'amí meéretz mizráj; umeéretz mêvó
hashámesh .
1043
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 8
(10)
ְאְנהְ ִָ֔יהְּושכַ ַ֥רְהַ בְהֵ ָ ַּ֖מהְאֵ ינֶ נָה
ָֽ ִ ְלָ֣ ֹּׁ֤֙רְהאָ דָ ם
ָֽ ָ ַָ֗ ִכיְלִ פנֵיׁ֙ ְהַ י ִ ָָ֣מיםְהָ ִ֔ ֵהםְשְכ
ְםְאיש ַ֥ ִ ל־האָ ָ ַּ֖ד
ָֽ ָ ְרְואֲשַ לַ ַ֥חְאֶ ת־כ
ָֽ ַ ְמן־הַ ִ֔ ָצ ִ ַׁ֙יֹוצאְוְל ַָבֹּ֤אְאֵ ין־שָ לֹום ֵ ֹ֨ וְל
:בְ ֵר ֵ ָֽעהּו
kí lifneí haiamím hahém, sêjár háadam ló níhêiáh, usjár habêhemáh einénah;
vêlaiotzé vêlabá ein-shalom min-hatzár, váashaláj et-kol-háadám ísh bêre'éhu.
Pero ahora no haré esto con el remanente de este pueblo como en aquellos días
pasados, dice el Eterno de los Ejércitos.
(12)
ְְת ֵ ָ֣תןְאֶ ת־יְבּו ִָ֔לּהְוְהַ שָ ַ ַּ֖מיִ ם
ִ ֶׁ֙ןְת ֵ ֹּ֤תןְפִ ריָּהׁ֙ ְוְהָ ֹ֨ ָא ֶרץ
ִ ִ ָֽכי־זֶ ָ֣ ַָ֑רעְהַ שָ ָ֗לֹוםְהַ ִ֜ ֶגפ
:ל־אלֶה ָֽ ֵ ְיִ תְנָ֣ ּוְטַ לָ םְוְהִ נחַ ל ָ֗ ִתיְאֶ ת־שְאֵ ִ ָ֛ריתְהָ עָ ַ֥םְהַ זֶ ַּ֖הְאֶ ת־כ
kí-zéra' hashalóm hagéfen titén piriaĥ vêhaáretz titén et-iêvuláĥ, vêhashamáim
itênú talám; vêhinjaltí et-shêerít ha'ám hazéh et-kol-éleh.
Porque su semilla será paz; la vid dará su fruto, la tierra su producto y los cielos
su rocío. Y haré que el remanente de este pueblo posea todo esto.
(13)
ְְּובָ֣יתְיִ ש ָר ִ֔ ֵאלְ ֵֵ֚כן
ֵ ׁ֙םְבֹּ֤יתְיְהּודָ ה ֵ גֹוי
ִָ֗ ַיתםְקְ ָל ִָ֜להְב ֶ ֹ֨ ִהְכאֲשֶ רְ֩הֱי ָֽ ַ וְהָ ֶָ֡י
ְס:יכם ָֽ ֶ ֵאּוְתחֱזַ ַָ֥֑קנָהְיְד
ָֽ ֶ יר
ַּ֖ ָ ל־ת
ִ ַיתםְבְ ָרכָ הְא ַּ֖ ֶ ִםְוהי ָֽ ִ אֹושיעְַאֶ ת ִֶ֔כ
ָ֣ ִ
vêhaiáh káasher heitém qêlaláh bagoím béit Iêhudah uvéit israél, kén oshí'a
etjém, víhitém bêrajáh; al-tiráu téjezáqnah iêdeijém.
Sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Iehudá y
casa de Israel, así os libraré, y seréis bendición. No temáis; más bien, esfuércense
vuestras manos.'
1044
8 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
(14)
ְְ֒כאֲשֶֹ֨ רְז ִ֜ ַָממ ִתיְלְהָ ַ ָ֣רעְ ָל ֶָ֗כםְבְהַ ק ִ ֹּ֤ציף
ָֽ ַ יְכהְאָ מַ ר֮ ְיהוָ ָ֣הְצְבָ אֹות ָ֣ ִ ָ֣כ
:ְא ֲָֽבתֵ יכֶםׁ֙ ְא ִ֔ ִתיְאָ ַ ַּ֖מרְיהוָ ָ֣הְצְבָ אֹותְוְ ַּ֖לאְנִ ָ ָֽחמְ ִתי
kí jóh amar Adonai tzêvaot káashér zamámti lêhará' lajém bêhaqtzíf avóteijem
otí, amár Adonai tzêvaót; vêló nijámêti .
'Porque así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Como pensé haceros mal cuando
vuestros padres me provocaron a ira, y no cambié de parecer, ha dicho el Eterno
de los Ejércitos,
(15)
ְת־בָ֣ית
ֵ ֶיטיבְאֶ ת־יְ ָֽרּושָ לַ ַּ֖ ִםְוְא
ַ֥ ִ ֵכֵ ָ֣ןְ ַ ֹּ֤שב ִתיְז ֹ֨ ַָממ ִתיׁ֙ ְבַ י ִ ָָ֣מיםְהָ ִ֔ ֵאלֶהְלְה
:יראּו ָֽ ָ ל־ת
ִ ַהּודהְא ָ ְי
kén shávti zamámtí baiamím haéleh, lêheitív et-Iêrúshaláim vêet-béit Iêhudáh; al-
tiráu.
Éstas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo.
Juzgad en vuestros tribunales con juicio de paz.
(17)
רְאל־
ָֽ ַ ֶַתְשק
ַּ֖ ֶ ָ֣תְר ֵָ֗עהּוְ ַ ָֽאל־תַ חשְבּוׁ֙ ְבִ לבַ ב ִֶ֔כםְּוש ַ֥בע
ֵ ַת־רע
ָ ֶוְ ִ ָ֣אישְ׀ְא
ְס:ְהוָֽה
ָ ַּ֖אתיְנְאם־י ִ ֲֵשרְשָ נ ַ֥ ֶ ל־אלֶהְא
ָ֛ ֵ ְבּוְכיְאֶ ת־כ
ַ֧ ִ תֶ א ֱָה
vêísh | et-ra'át re'éhu ál-tajshêvú bilvavjém, ushvú'at shéqer ál-teehávu; kí et-kol-
éleh ashér sanéti nêum-Adonai .
1045
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 8
'Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Los ayunos del mes cuarto, del quinto,
del séptimo y del décimo serán convertidos en ocasiones de gozo, alegría y
buenas festividades para la casa de Iehudá. Amad, pues, la verdad y la paz.''
(20)
:ְיםְר ָֽבֹות
ַ ֲשרְי ָָ֣באּוְע ִִַ֔מיםְוְ ָֽישְ ֵבַּ֖יְע ִ ַָ֥ר
ָ֣ ֶ ֹותְעדְא
ֵ֚ ַ֥כהְאָ ַ ַּ֖מרְיהוָ ָ֣הְצְבָ א
kóh amár Adonai tzêvaót; 'ód ashér iavóu 'amím, vêióshêvéi 'arím rabót .
Los habitantes de una ciudad irán a otra y dirán: '¡Vayamos a implorar el favor
del Eterno, a buscar al Eterno de los Ejércitos! ¡Yo también voy!'
(22)
ְֲצּומיםְלְבַ ֵ ָ֛קשְאֶ ת־יהוָ ַ֥הְצְבָ ַּ֖אֹותְבִ ָֽירּושָ לָ ִם
ִִ֔ גֹויָ֣םְע
ִ ְיםְרבִ יםׁ֙ ְו
ַ ּובאּוְע ִ ַֹּ֤מ
ָ ֹ֨
ְס:ְהוָֽה
ָ ּולחַ לַּ֖ ֹותְאֶ ת־פְנֵ ַ֥יְי
uváu 'amím rabim vêgoím 'atzumím, lêvaqésh et-Adonai tzêvaót birúshaláim;
uljalót et-pênéi Adonai .
1046
8-9 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
(23)
ְרְי ֲח ֹ֨ ִזיקּוׁ֙ ְעֲשָ ָ ָ֣רהְ ֲאנ ִ֔ ִָשיםָֽ ַ ֲש
ֹּ֤ ֶ ָֽכה־אָ מַ ר֮ ְיהוָ ָ֣הְצְ בָ אֹותְ֒בַ י ִ ָָ֣מיםְהָ ִ֔ ֵהמָ הְא
ְרְנָֽלְכָהׁ֙ ְעִ מָ ִֶ֔כם
ֵ ֵאמ
ָ֗ הּודיְל ִִ֜ ְְ֩אישְי ִֹ֨ גֹויםְוְָֽהֶ ֱח ֶ֡ ִזיקּוְבִ כ ַנף
ִ ִַמ ַּ֖כלְלְשנָ֣ ֹותְה
ְס:ְֱלהיםְעִ מָ ֶ ָֽכם ַ֥ ִ ִ ַ֥כיְשָ ַ ַּ֖מענּוְא
kóh-amar Adonai tzêvaot baiamím hahémah, ashér iájazíqú 'asaráh anashím,
mikól lêshonót hagoím; vêhejezíqu bijnaf ísh iêhudí lemór nélêjah 'imajém, kí
shamá'nu elohím 'imajém .
Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: En aquellos días acontecerá que asirán
diez hombres, de todos los idiomas de los pueblos; se asirán de la punta de un
[cualquier] hombre judío y le dirán: '¡Iremos con vosotros, porque hemos oído
que Elohim está con vosotros!''
también Hamat, que colinda con ella; y Tiro y Sidón, aunque se hayan hecho
muy sabias.
(3)
:יטְחּוצֹות
ָֽ ְכ ָע ִָ֔פרְוְחָ ַּ֖רּוץְכְ ִ ַ֥ט
ָֽ ֶ ׁ֙ןְצרְמָ ַּ֖צֹורְלָ ּהְו ִַתצבְר־ ֶֹ֨כסֶ ף
ָ֛ ֶו ִ ַַ֥תב
vatíven tzór matzór láĥ; vatitzbor-késef ké'afár, vêjarútz kêtít jutzót.
Tiro se edificó una fortaleza y acumuló plata como el polvo, y oro como el lodo
de las calles.
1047
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 9
(4)
:שְתאָ ֵ ָֽכל
ָֽ ֵ הִ נֵ ֹּ֤הְאֲ דנָיׁ֙ ְיָֽ ִֹורשִֶ֔ נָהְוְהִ כָ ַ֥הְבַ יָ ַּ֖םְחֵ ילָ ּהְוְ ִ ַּ֖היאְבָ ֵ ַ֥א
hinéh adonaí íorishénah, vêhikáh vaiám jeiláĥ; vêhí baésh téajél.
Yo defenderé mi casa del que acampa, del que pasa y del que vuelve. El opresor
no pasará más sobre ellos, porque ahora yo vigilo por ella con mis propios ojos.'
1048
9 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
(9)
ְגִ ילִֹ֨ יְמְ ִ֜אדְבַ ת־צִ יָ֗ ֹוןְהָ ִ ֹ֨ריעִ יׁ֙ ְַבָ֣תְיְ ָֽרּושָ ִ֔ ַל ִםְהִ נֵ ֹּ֤הְמַ לכְֵךׁ֙ ְיָ ָ֣בֹואְ ִָ֔לְךְצַ ִ ַ֥דיק
:נֹושעְהּואְעָנִ יׁ֙ ְוְרכֵ ָ֣בְעַל־ח ֲִ֔מֹורְוְעַל־עַ ַּ֖יִ רְבֶ ן־אֲתנָֽ ֹות ַּ֖ ָ ְו
gilí mêód bat-tzión harí'í bát Iêrúshaláim, hinéh malkej iávo láj, tzadíq vênoshá'
hú; 'aní vêrojév 'al-jamór, vê'al-'áir ben-atonót.
1049
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 9
El Eterno será visto sobre ellos, y su flecha saldrá como relámpago. El Señor
[Dios] el Eterno tocará el shofar y avanzará con los torbellinos del sur.
(15)
ֵי־קלַעְוְשָ ַ֥תּוְהָ ַּ֖מּוְכְמֹו־
ֶ ִ֔ יהוָ ָ֣הְצְבָ אֹות֮ ְיָגֵ ָ֣ ָ֑ןְ ֲעלֵיהֶ םְ֒וְ ָ ָֽאכְ ָ֗לּוְוְ ָ ָֽכבְשּוׁ֙ ְאַ בנ
:ְ ַןְּומלְאּוׁ֙ ְכ ִַמז ָ ִ֔רקְכְזָוִ יַּ֖ ֹותְ ִמז ֵ ָֽבח
ָֽ ָ ִיָ ָ֑י
Adonai tzêvaot iagén 'aleihem vêájêlú vêjávêshú avnei-qéla', vêshatú hamú
kêmo-iáin; umálêú kamizráq, kêzaviót mizbéaj .
El Eterno de los Ejércitos los protegerá, y ellos devorarán y pisotearán las piedras
de la honda. Beberán sangre como si fuera vino, y se llenarán como un tazón y
como los bordes del altar.
(16)
ְֹוְכיְאַ בנֵי־ ִֵ֔נזֶר
ִ ֵ֚ יהָ֛םְבַ יַ֥ ֹוםְהַ ַּ֖הּואְכְ ָ֣צאןְעַמ
ֶ ֵהֹושי ָ֞עםְיהוָ ַ֧הְאֱלָֽ ה
ִ ְָֽו
:ְִ ָֽמתְנֹוסְ ַּ֖סֹותְעַל־אַ דמָ ָֽתֹו
vêhoshi'ám Adonai elóheihém baióm hahú kêtzón 'amó; kí avnei-nézer,
mítênosêsót 'al-admató .
1050
10 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
Zejariáh – Zacarías Capítulo 10
(1)
ְּוְמיְהוָ ֹּ֤הְמָ טָ רׁ֙ ְבְעֵ ָ֣תְמַ ל ִ֔קֹושְיהוָ ַּ֖הְע ֶ ָ֣שהְ ֲחזִיזִ יםְּומטַ ר־ ֹ֨ ֶגשֶ םׁ֙ ְיִ ֵ ָ֣תן
ָֽ ֵ ַ ָֽשא ֲֹ֨ל
:ְל ִ֔ ֶָהםְלְ ִ ַּ֖אישְעֵ ַ֥שֶ בְבַ שָ ֶ ָֽדה
sháalú méiêhváh matar bê'ét malqósh, Adonai 'oséh jazizím; umtar-géshem itén
lahém, lêísh 'ésev basadéh .
Pero los ídolos domésticos prometen en vano. Los adivinos ven mentiras y
refieren sueños falsos; vano es su consuelo. Por eso el pueblo vaga como ovejas;
fue afligido por falta de pastor.
(3)
ְֹודְכי־פָקַ ְ֩דְיה ֹ֨ ָוהְצְבָ ֹּ֤אֹות
ָֽ ִ ַתּודיםְאֶ פקַּ֖ ִ ַל־הע ָֽ ָ ַל־הרעִ יםׁ֙ ְחָ ָ ָ֣רהְאַ ִ֔ ִפיְוְע
ָֽ ָ ע
:ְּוסְהֹודֹוְבַ ִמלחָ ָ ָֽמה
ַּ֖ םְאֹותםְכְ ַ֥ס
ָ ִ֔ הּודהְוְ ָ ָ֣ש
ָ ִ֔ ְת־בָ֣יתְיֵ ֶאֶ ת־עֶדרֹוׁ֙ ְא
'al-háro'im jaráh apí, vê'al-há'atudím efqód; kí-faqad Adonai tzêvaót et-'edró et-
béit Iêhudáh, vêsám otám, kêsús hodó bamiljamáh .
'Mi ira se ha encendido contra los pastores, y castigaré a los machos cabríos.
Porque el Eterno de los Ejércitos visitará con su favor a su rebaño, a la casa de
Iehudá, y los convertirá en su corcel de honor en la batalla.
(4)
:הְמ ֶ ָ֛מנּוְי ֵֵצַ֥אְכְל־נֹוגֵ ַּ֖שְיַח ָ ָֽדו
ִ תְמלחָ ָמ
ִ ֶדְמ ֶ ַּ֖מנּוְ ֶ ָ֣קש
ִ ְמ ֶ ָ֣מנּוְי ִ֔ ֵָת
ִ ִׁ֙מ ֶ ֹּ֤מנּוְפִ נָה
miménu finah miménu iatéd, miménu qéshet miljamáh; miménu ietzé jol-nogés
iajdáv.
1051
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 10
(5)
ְּוְכיְיהוָ ַּ֖הְעִ ָמם
ַ֥ ִ יםְבֹוסיםְבְ ִ ֹּ֤טיטְחּוצֹותׁ֙ ְבַ ִמלחָ ִ֔ ָמהְוְ ֹ֨ ִנלח ֲִ֔מ
ִֹ֨ וְהָ יֹ֨ ּוְכְגִ ב ִ ִ֜ר
:ְַ֥יְסּוסים
ָֽ ִ ישּוְרכְ ֵבָֽ וְה ִ ַּ֖ב
vêhaíu jêgiborím bosím bêtít jutzot bamiljamáh, vêníljamú, kí Adonai 'imám;
vêhovíshu rójêvéi susím .
Los de Efráim serán como un héroe, y el corazón de ellos se alegrará como por el
vino. Sus hijos también lo verán y se alegrarán; su corazón se gozará en el
Eterno.
(8)
:ֹוְר ָֽבּו
ָ ּוְכ ַ֥מ
ְ םְכיְפְ ִד ִיתיםְוְ ָר ַּ֖ב
ָ֣ ִ ָ֛םְואֲקַ בְ ֵ ַּ֖צ
ָֽ ַ אֶ ש ְר ָ ַ֥קהְל ֶָה
eshrêqáh lahém váaqabêtzém kí fêditím; vêravú kêmó ravú.
Les llamaré con un silbido y los reuniré, porque los he redimido; y serán tan
numerosos como lo fueron antes.
(9)
:ֵיהַּ֖םְו ָ ָָֽשבּו
ֶ ְבע ִִַ֔מיםְּובַ מֶ רחַ ִ ַּ֖קיםְיִ זכְרּונִ יְוְחָ יַ֥ ּוְאֶ ת־בְנ
ָֽ ָ ׁ֙וְאֶ ז ָרעֵם
vêezra'em bá'amím, uvamerjaqím izkêrúni; vêjaíu et-bêneihém vashávu.
1052
10-11 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
Aunque los sembraré entre los pueblos, aun en la lejanía se acordarán de mí;
criarán a sus hijos y regresarán.
(10)
ְ ׁ֙ל־א ֶרץְגִ לעָ ֹּ֤דְּולבָ נֹון
ֶ ֹ֨ ֶםְּומאַ ַּ֖שּורְאֲקַ בְ ֵצםְוְא
ָֽ ֵ ִץְמצ ַ ִ֔רי
ִ בֹותיםׁ֙ ְמֵ ֶ ָ֣א ֶר
ִ ַוה ִ ֲָֽש
:יאםְוְ ַ֥לאְיִ מָ ֵצַּ֖אְל ֶ ָָֽהם
ֵ ִ֔ ִאֲב
vahashívotim meéretz mitzráim, uméashúr aqabêtzém; vêel-éretz gil'ád ulvanon
aviém, vêló imatzé lahém.
Porque los haré volver de la tierra de Egipto, y los recogeré de Asiria. Los traeré
a la tierra de Galaad y al Líbano, y no les bastará.
(11)
ְ ׁ֙הּורד
ַ ְישּוְכלְמְצּולָ֣ ֹותְיְארְו
ַּ֖ וְע ֹ֨ ַָברְבַ ִָ֜יםְצָ ָ ָ֗רהְוְהִ כָ ֹּ֤הְבַ יָםׁ֙ ְגַלִִ֔ יםְוְה ִַ֕ב
:טְמצ ַ ַּ֖ריִ םְי ָָֽסּורִ ֶגְ ָ֣אֹוןְאַ ִ֔שּורְוְ ֵ ַ֥שב
vê'avár baiám tzaráh vêhikáh vaiam galím, vêhovíshu kól mêtzulót iêór; vêhurad
gêón ashúr, vêshévet mitzráim iasúr.
Pasarán por el mar de la angustia golpeando sus olas, y se secarán todas las
profundidades del Nilo. La soberbia de Asiria será derribada, y haré cesar el cetro
de Egipto.
(12)
ְפ:ְהוָֽה
ָ ְביה ִ֔ ָוהְּובִ ש ַּ֖מֹוְיִ תהַ לָ כּוְנְאַּ֖םְי
ָֽ ַ ׁ֙וְגִ בַ ר ִתים
vêgibartim báAdonai, uvishmó ithaláju; nêúm Adonai .
1053
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 11
heilél bêrosh kí-náfal érez, ashér adirím shudádu; heilílú alonéi vashán, kí iarád
iá'ar HVTZVR (habatzír).
Gime, oh ciprés, porque ha caído el cedro; porque los poderosos son destruidos.
Aullad, oh encinas de Basán, porque es derribado el bosque impenetrable.
(3)
ְיםְכיְש ַ ַּ֖דד
ַ֥ ִ יר
ִ֔ ִ ִֹולְשאֲגַ ָ֣תְכְפ
ָֽ ַ םְק
ֵ֚ יםְכיְשדְ ָ ַּ֖דהְאַ דַ ר ָת
ַ֥ ִ ָ֣תְהר ִ֔ ִע
ָֽ ָ ַֹולְילְל
ָֽ ִ ֵ֚ק
ְפ:גְ ַ֥אֹוןְהַ יַר ֵ ָֽדן
qól ílêlát háro'ím, kí shudêdáh adartám; qól sháagát kêfirím, kí shudád gêón
haiardén.
a las cuales matan los que las compran y no se sienten culpables. El que las
vende piensa: '¡Bendito sea el Eterno, porque me he enriquecido!' Ni sus pastores
tienen lástima de ellas.
(6)
ְהְאנ ִ֜ ִכיְמַ מ ִ ָ֣ציא
ָֽ ָ ַל־ישְ ֵבַ֥יְהָ ָ ַּ֖א ֶרץְנְאם־יהוָ הְוְהִ ֵֹ֨נ ָֽ יְלאְאֶ ח ַ֥מֹולְעָ֛ ֹודְע ָ֣ ִִּ֠כ
ְַד־רעֵֹ֨ הּוׁ֙ ְּוביַ ָ֣דְמַ לכִ֔ ֹוְוְכִ תְתּוׁ֙ ְאֶ ת־הָ ִ֔ ָא ֶרץְוְ ַ֥לאְאַ ִ ַּ֖ציל
ֵ םְאישְבְי
ֹּ֤ ִ ת־האָ ָ֗ ָד
ָֽ ָ ֶא
:ְִמי ָ ָָֽדם
kí ló ejmól 'ód 'al-ióshêvéi haáretz nêum-Adonai; vêhinéh ánojí mamtzí et-
háadám ísh bêiad-re'éhú uviád malkó, vêjitêtú et-haáretz, vêló atzíl miadám .
Por tanto, dice el Eterno, no tendré más compasión de los habitantes de la tierra.
He aquí, yo entregaré a los hombres, cada uno en mano de su prójimo y en mano
de su rey. Así desmenuzarán la tierra, y no los libraré de sus manos.'
1054
11 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
(7)
ְאןְהה ֲֵר ִ֔ ָגהְלָכֵ ַּ֖ןְעֲנִ יֵ ָ֣יְהַ צאןְוָאֶ ַ ָֽקח־לִ֞ יְשְנֵ ָ֣יְמַ ק ָ֗לֹות
ָֽ ַ ת־צָ֣ ֶָוָֽאֶ רעֶהׁ֙ ְא
:יםְוָֽאֶ רעֶ ַּ֖הְאֶ ת־הַ ָֽצאןָ ִִ֔יְחבְל
ָֽ את ִ יְנעַםׁ֙ ְּולאַ חַ דׁ֙ ְקָ ָ ָ֣ר ֹ֨ אתִ לְאַ ֞ ַחדְקָ ָ ֹּ֤ר
váer'eh et-tzón háharegáh, lajén 'aniéi hatzón; vaeqáj-lí shênéi maqlót lêajád
qaráti nó'am ulajad qaráti jóvêlím, váer'éh et-hatzón.
Entonces dije: 'No os apacentaré más. ¡La que muere, que muera; la que se
descarría, que se descarríe; y las que queden, que devore cada una a su
compañera!'
(10)
ְֲשר
ַ֥ ֶ יתיְא
ִ ִ֔ םְוָֽאֶ ג ַ ַּ֖דעְאתֹוְלְהָ פֵירׁ֙ ְאֶ ת־בְ ִר
ָ ת־נ ַע
ִ֔ ֶָוָֽאֶ ַ ֹּ֤קחְאֶ ת־מַ קלִ יׁ֙ ְא
:ל־הע ִ ַָֽמים
ָֽ ָ ְכ ַ ַָּ֖ר ִתיְאֶ ת־כ
váeqáj et-maqlí et-nó'am, váegdá' otó; lêhafeir et-bêrití, ashér karáti et-kol-
há'amím.
Entonces tomé mi cayado Gracia y lo quebré para anular mi pacto que hice con
todos los pueblos.
1055
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 11
(11)
ְיְכיְדְבַ ר־יהוָ ַּ֖ה
ַ֥ ִ וַתפַ ַּ֖רְבַ יָ֣ ֹוםְהַ הּואְו ֵ ַָֽיָ֑דְ ֹ֨עּוְ ִֵ֜כןְעֲנִ יֵ ֹּ֤יְהַ צאןׁ֙ ְהַ ָֽשמְ ִ ָ֣ריםְא ִ֔ ִת
ְס:ְָֽהּוא
vatufár baióm hahú; vaiédê'ú jén 'aniéi hatzon hashómêrím otí, kí dêvar-Adonai
hú .
En aquel día fue anulado; y los que comerciaban con ovejas y que me
observaban, reconocieron que era palabra del Eterno.
(12)
ְם־לאְ׀ְח ֲָדלּו
ָ֣ ם־טֹובְבְ ֵ ָֽעינֵיכֶ ָ֛םְהָ ַ֥בּוְשְכ ִ ַָּ֖ריְוְ ִאַ֧ םְא ִ ֵיה
ֶ ָ֗ ָוָֽא ַ ָ֣מרְ ֲאל
:יםְכסֶ ף
ָֽ ָ לש ַ֥ ִ ְוַיִ שקְלַ֥ ּוְאֶ ת־שְכ ִ ַָּ֖ריְש
váomár aleihém im-tóv bê'éineijém havú sêjarí vêim-ló | jadálu; vaishqêlú et-
sêjarí shêloshím kásef.
Y les dije: 'Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo.' Y pesaron por
salario mío treinta piezas de plata.
(13)
ְרְאדֶ רְהַ י ִ֔ ָקרְ ֲא ֶ ַ֥שרְי ַ ַָּ֖קר ִתי
ָ֣ ֶ יֹוצ
ֵ ִ֔ ַו ַֹ֨יאמֶ רְיה ִ֜ ָוהְאֵ ַָ֗ליְהַ שלִ י ֵֹ֨כהּוׁ֙ ְאֶ ל־ה
:יֹוצר
ָֽ ֵ ַֹוְבַ֥יתְיהוָ ַּ֖הְאֶ ל־ה ֵ ףְוָֽאַ ש ִ ַ֥ליְךְא ָ֛ת
ָ ֶלשיםְהַ ִֶ֔כס ָ֣ ִ ְםְוָֽאֶ קחָ הׁ֙ ְש
ָ ֵיה
ֶ ֵ ָֽמ ֲעל
vaiómer Adonai elái hashlijéhú el-haiotzér, éder haiqár, ashér iaqárti mé'aleihém;
váeqjah shêloshím hakésef, váashlíj otó béit Adonai el-haiotzér .
Entonces el Eterno me dijo: 'Échalo al tesoro. ¡Magnífico precio con que me han
apreciado!' Yo tomé las treinta piezas de plata y las eché en el tesoro, en la casa
del Eterno.
(14)
ְהּודה
ַּ֖ ָ ְהְבַ֥יןְי
ֵ יְאתְהַ ָֽחבְ ִליםְלְהָ פֵרׁ֙ ְאֶ ת־הָ ַ ָֽא ֲח ִ֔ ָו
ַּ֖ ֵ ָוָֽאֶ גדַ עׁ֙ ְאֶ ת־מַ ק ִ ָ֣ליְהַ שֵ ִ֔ ִנ
ְפ:ּובַ֥יןְיִ ש ָר ֵ ָֽאל
ֵ
váegda' et-maqlí hashení, ét hajóvêlím; lêhafer et-haájaváh, béin Iêhudáh uvéin
israél.
1056
11-12 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
vaiómer Adonai elái; 'ód qaj-lêjá, kêlí ro'éh evilí .
¡Ay del pastor inútil que abandona el rebaño! La espada hiera su brazo y su ojo
derecho. Séquese del todo su brazo, y oscurézcase por completo su ojo derecho.'
Profecía: La palabra del Eterno acerca de Israel. El Eterno, que extiende los
cielos, que pone los cimientos de la tierra y forma el espíritu del hombre dentro
de él, dice:
1057
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 12
(2)
ל־הע ִ ַַּ֖מיםְסָ ִביבְוְגַ ַ֧םְעַל־
ָֽ ָ ְף־רעַלְלְכ
ָ֛ ַ ַיְשםְאֶ ת־יְ ָֽרּושָ לַ ַ֧ ִםְס ָ֣ ָ ִָ֣הְאנכָֽ ָ ִּ֠ ֵהִ נ
:ְהְיהיֶ ַ֥הְבַ מָ ַּ֖צֹורְעַל־יְ ָֽרּושָ ָ ָֽל ִם
ָֽ ִ הּוד ָ֛ ָ ְי
hinéh ánoji sám et-Iêrúshaláim saf-rá'al lêjol-há'amím savív; vêgám 'al-Iêhudáh
íhiéh vamatzór 'al-Iêrúshaláim .
'He aquí, yo haré de Ierushalaim una copa de vértigo para todos los pueblos de
alrededor. Pero también será contra Iehudá durante el asedio contra Ierushalaim.
(3)
ְל־הע ִִַ֔מים
ָ֣ ָ ְןְמעֲמָ סָ הׁ֙ ְלְכ ָֽ ַ ֶםְאב
ֹּ֤ ֶ ִ יֹום־הַ הּואְאָ ֹ֨ ִשיםְאֶ ת־יְ ָֽרּושָ ִ֜ ַל
ִּ֠ ַוְהָ יָ ָ֣הְב
:ל־עמְ ֶ ַּ֖סיהָ ְשָ ָ֣רֹוטְיִ שָ ֵרטּוְוְ ֶנָֽאֶ ס ָ֣פּוְ ָע ִֶ֔ליהָ ְַּ֖כלְגֹויֵ ַ֥יְהָ ָ ָֽא ֶרץ
ָֽ ְכ
vêhaiáh vaiom-háhu asím et-Iêrúshaláim éven má'amasah lêjol-há'amím, kol-
'ómêséiha sarót isarétu; vênéesfú 'aléiha, kól goiéi haáretz.
Sucederá en aquel día que yo haré de Ierushalaim una piedra pesada para todos
los pueblos; todos los que la levanten de hecho quedarán lacerados. Y todas las
naciones de la tierra se juntarán contra ella.
(4)
בַ יֹ֨ ֹוםְהַ ִ֜הּואְנְאם־יה ָ֗ ָוהְאַ כֶ ֹּ֤הְכְל־סּוסׁ֙ ְבַ ִתמָ ִ֔הֹוןְוְ ָֽרכְ ַּ֖בֹוְבַ ִשגָעֹוןְוְעַל־
:ְַּ֖הְבעִ ּו ָָֽרֹון
ָֽ ַ ֶּוסְהע ִִַ֔מיםְאַ כ
ָֽ ָ ֵבֹּ֤יתְיְהּודָ הׁ֙ ְאֶ פ ַ ָ֣קחְאֶ ת־עֵי ִַ֔ניְוְכל ְָׁ֣֙ס
baióm hahú nêum-Adonai akéh jol-sus batimahón, vêrójêvó bashiga'ón; vê'al-béit
Iêhudah efqáj et-'einái, vêjol sús há'amím, akéh bá'ivarón .
'En aquel día golpearé con pánico todo caballo, y con locura al que cabalga en él,
dice el Eterno. Tendré mis ojos abiertos sobre la casa de Iehudá, pero heriré con
ceguera todo caballo de los pueblos.
(5)
ְםְביהוָ ַ֥הְצְבָ ַּ֖אֹות
ָֽ ַ ִ הּודהְבְלִ ָבםְאַ מ ָצַ֥הְלִ יׁ֙ ְָֽישְ ֵבָ֣יְיְ ָֽרּושָ ִ֔ ַל
ַּ֖ ָ ְוְ ָ ַ֥אמ ָ֛רּוְאַ לפֵ ַ֥יְי
:ְיהםָֽ ֶ ֵאֱלָֽ ה
vêámrú aluféi Iêhudáh bêlibám; amtzáh lí ióshêvéi Iêrúshaláim, báAdonai
tzêvaót elóheihém .
1058
12 Zejariáh / Zacarías זְכַריָה ְ
(6)
ְ ֹׁ֙ורְאשְבְע ָ֗ ִֵציםְּוכל ִ ַַ֥פידְאֵ שָ֣ ֵ ַ֧הּודהְכְָֽכִ י
ָ ִ֜ ְבַ יָ֣ ֹוםְהַ ֶ֡הּואְאָ ִשיםְ֩אֶ ת־אַ ל ֵֹ֨פיְי
ְל־הע ִ ַַּ֖מיםְסָ ִביבְוְ ָיָֽשְ ֹ֨ ָבה
ָֽ ָ ְבְע ִִָ֔מירְוְ ֹ֨ ָאכ ִ֜לּוְעַל־י ִ ַָ֧מיןְוְעַל־שְ ָ֛מאולְאֶ ת־כ
:יְ ָֽרּושָ לַ ַ֥ ִםְעָ֛ ֹודְתַ ח ֶ ַּ֖תיהָ ְבִ ָֽירּושָ ָ ָֽל ִם
baióm hahú asim et-aluféi Iêhudáh kêjiór ésh bê'etzím ujlapíd esh bê'amír, vêájlú
'al-iamín vê'al-sêmóvl et-kol-há'amím savív; vêiáshêváh Iêrúshaláim 'ód tajtéiha
birúshaláim.
Y el Eterno librará primero las moradas de Iehudá, para que la gloria de la casa
de David y de los habitantes de Ierushalaim no se engrandezca sobre Iehudá.
(8)
ְְיֹושבְיְ ָֽרּושָ ִ֔ ַל ִםְוְהָ ָ֞יהְהַ נִ כ ָ ַ֥שלְבָ ֶהָ֛םְבַ יַ֥ ֹום
ָ֣ ֵ ׁ֙בַ יָ֣ ֹוםְהַ ָ֗הּואְיָגֵ ֹּ֤ ָ֑ןְיהוָהׁ֙ ְבְעַד
:ְֵיהםָֽ ֶ אלהיםְכְמַ ל ַ ַ֥אְךְיהוָ ַּ֖הְלִ פנ ִִ֔ ְכ
ָֽ ֵ ׁ֙ידְּוביתְדָ וִ יד
ֹּ֤ ֵ הַ ַּ֖הּואְכְדָ ִו
baióm hahú iagén Adonai bê'ad ioshév Iêrúshaláim, vêhaiáh hanijshál bahém
baióm hahú kêdavíd; uvéit david kélohím, kêmaláj Adonai lifneihém .
'En aquel día el Eterno defenderá a los habitantes de Ierushalaim. El que sea débil
entre ellos, en aquel día será delante de ellos como David. Y la casa de David
será delante de ellos como Elohim, como el enviado del Eterno.
(9)
גֹויםְהַ בָ ִ ַּ֖איםְעַל־
ִִ֔ ַוְהָ יָ ַּ֖הְבַ יָ֣ ֹוםְהַ הּואְאֲבַ ָ֗ ֵקשְלְהַ ש ִמידׁ֙ ְאֶ ת־כְל־ה
:יְ ָֽרּושָ ָ ָֽל ִם
vêhaiáh baióm hahú; avaqésh lêhashmid et-kol-hagoím, habaím 'al-Iêrúshaláim.
'En aquel día sucederá que buscaré destruir a todos los pueblos que vengan contra
Ierushalaim.
1059
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 12
(10)
ְֲנּונים
ִ ִ֔ םְרּוחַ ְחֵ ןׁ֙ ְוְ ַ ָ֣תח
ֹּ֤ ִ ָ֣לְ׀ְיֹושבְיְ ָֽרּושָ ָ֗ ַל
ָ֣ ֵ ַַל־ביתְדָ ִִ֜וידְוְע
ֵ ֹ֨ וְ ָ ָֽשפַכ ִתיְ֩ע
ְַּ֖יְאתְאֲשֶ ר־דָ ָקרּוְוְ ָ ָֽספְ ָ֣דּוְ ָע ָָ֗ליוְכְ ִמספֵדׁ֙ ְעַל־הַ י ִִָ֔חידְוְהָ ֵ ַ֥מר ָ֣ ֵ ַוְהִ ִ ַ֥ביטּוְאֵ ל
:רְעל־הַ בְכָֽ ֹור ָֽ ַ עָלָ ַּ֖יוְכְהָ ֵ ַ֥מ
vêsháfajtí 'al-béit davíd vê'ál | ioshév Iêrúshaláim rúaj jen vêtájanuním, vêhibítu
elái ét asher-daqáru; vêsáfêdú 'aláv kêmisped 'al-haiajíd, vêhamér 'aláv kêhamér
'ál-habêjór.
'En aquel día habrá gran duelo en Ierushalaim, como el duelo de Hadad-rimón, en
el valle de Meguido.
(12)
ְ ׁ֙דְמש ַֹ֨פחַ תְבֵ ית־דָ ִ ֹּ֤וידְלְבָ דִ ֹותְמשפ ַָּ֖חֹותְלְ ָב ִ ץְמשפ ַָ֥ח ִ וְ ָ ָֽספְ ָ ָ֣דהְהָ ִ֔ ָא ֶר
:יהַּ֖םְלְ ָ ָֽבד
ֶ ֵדְמשפַ ֹּ֤חַ תְבֵ ית־נָתָ ןׁ֙ ְלְ ִ֔ ָבדְּונש
ִ יהָ֣םְלְ ִ֔ ָב
ֶ ֵּונש
vêsáfêdáh haáretz, mishpajót mishpajót lêvád; mishpájat beit-davíd lêvad
unsheihém lêvád, mishpájat beit-natan lêvád, unsheihém lêvád.
1060
12-13 Zejariáh / Zacarías זְכַריָהְ
(14)
:יהַּ֖םְלְ ָ ָֽבד
ֶ ֵתְמשפ ַָּ֖חתְלְ ָבדְּונש
ִ ֹותְמשפ ַָ֥ח
ִ ָ֗כלְהַ ִמשפָחֹותׁ֙ ְהַ נִ שאָ ִ֔ר
kól hamishpajot hanisharót, mishpajót mishpajót lêvád; unsheihém lêvád.
Todas las otras familias lo harán también, familia por familia, y sus mujeres
aparte.
'En aquel día habrá un manantial abierto para la casa de David y para los
habitantes de Ierushalaim, a fin de limpiar el pecado y la impureza.
(2)
ְ ֹׁ֙ותְהעֲצַ בִ ים
ָֽ ָ וְהָ ָיהְ֩בַ יֹ֨ ֹוםְהַ ִ֜הּואְנְאָ֣םְ׀ְיהוָ ָ֣הְצְבָ ָ֗אֹותְאַ כ ִ ֞ריתְאֶ ת־שְ ֹּ֤מ
ְת־רּוחַ ְהַ טמ ָ ַּ֖אה
ַ֥ ֶיאיםְוְא ָ֛ ִ ִִמן־הָ ִ֔ ָא ֶרץְוְ ַ֥לאְיִ ָזָֽכְ ַּ֖רּוְעֹודְוְגַ ַ֧םְאֶ ת־הַ נְב
:ְירְמן־הָ ָ ָֽא ֶרץ ִ ַ ָֽאע ִ ֲַ֥ב
vêhaiah vaióm hahú nêúm | Adonai tzêvaót ajrít et-shêmót há'atzabim min-
haáretz, vêló izájêrú 'ód; vêgám et-hanêviím vêet-rúaj hatumáh á'avír min-
haáretz.
'En aquel día sucederá que eliminaré de la tierra los nombres de los ídolos, y
nunca más vendrán a la memoria, dice el Eterno de los Ejércitos. Y eliminaré de
esta tierra, tanto a los profetas, como al espíritu de impureza.
(3)
ְהְכי
ָ֛ ִ אְתחְ ִֶ֔י
ָֽ ִ ְלָ֣ ֹׁ֙וְילְדָ יו
ָֽ ּוְאֵ לְיוְאָ ִֹ֨ביוְוְ ִא ֹּ֤מ ִּ֠ ָ֣אְאיש֮ ְעֹודְ֒וְ ָ ָֽאמְ ָ֣ר
ִ וְהָ ָָ֗יהְ ִ ָֽכי־יִ נ ֵָב
:ְֹוְילְ ָ ַּ֖דיוְבְהִ ָנָֽבְ ָֽאֹו
ָֽ רְד ַבַּ֖רתָ ְבְ ֵ ָ֣שםְיהוָ הְּודקָ ִ֜רהּוְאָ ִ ַ֧ביהּוְוְ ִא ָ֛מ
ִ ֶֶ ַ֥שק
vêhaiáh kí-inavé ish 'od vêámêrú éloiv avív vêimó iólêdav ló tíjêiéh, kí shéqer
dibárta bêshém Adonai; udqarúhu avíhu vêimó iólêdáv bêhinávêó .
1061
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 13
'En aquel día sucederá que todos los profetas se avergonzarán de su visión
cuando profeticen. Nunca más se vestirán con manto de pelo para engañar.
(5)
:עּורי
ָֽ ָ ְיְמנ
ִ ִיְכיְאָ ָ ַּ֖דםְהִ קנַ ַ֥נ
ַ֥ ִ ִיְאיש־ע ֵבֹּ֤דְאֲדָ מָ הׁ֙ ְאָ ִ֔נכ
ִ ִרְלאְנ ִ ַָּ֖ביאְאָ נכ
ַ֥ וְאָ ַ֕ ַמ
vêamár ló naví anóji; ish-'ovéd adamah anóji, kí adám hiqnáni minê'urái.
Y dirá uno de ellos: 'Yo no soy profeta; soy labrador de la tierra, pues la tierra es
mi ocupación desde mi juventud.'
(6)
ְיְבַ֥ית
ֵ ַּ֖ית
ִ ֲֵשרְהכ
ַ֥ ֶ ֶהְבָ֣יןְי ֶָדיךְוְאָ ַ֕ ַמרְא
ֵ יוְמהְהַ מַ כָ֛ ֹותְהָ ֵ ַּ֖אל
ַ֧ ָ וְאָ ַ ָ֣מרְאֵ ִָ֔ל
ְפ:מְ ַ ָֽאה ָ ֲָֽבי
vêamár eláv, máh hamakót haéleh béin iadéja; vêamár ashér hukéiti béit
mêáhavái.
Y acontecerá en toda la tierra, dice el Eterno, que las dos partes serán
exterminadas en ella, y se perderán; pero una tercera parte quedará viva en ella.
(9)
ְאתיְאֶ ת־הַ שְלִ ִשיתׁ֙ ְבָ ִ֔ ֵאשְּוצ ַרפ ִתיםׁ֙ ְכִ צ ָ֣רףְאֶ ת־הַ ִֶ֔כסֶ ףְּובחַ נ ִ ַּ֖תים ֹּ֤ ִ ֵוְ ֵ ָֽהב
ְְאעֱנֶ ָ֣הְא ִ֔תֹוְאָ ֹ֨ ַמר ִתיׁ֙ ְע ִ ַָ֣מי
ָֽ ֶ ׁ֙יְואֲנִ י
ָֽ ַ בְהּואְ׀ְיִ ק ָ ָ֣ראְבִ ש ִָ֗מ
ָ֣ כִ ב ָ֣חןְאֶ ת־הַ ז ָָה
ְפ:ְֱלהי ָֽ ָ אמרְיהוָ ַ֥הְא
ַּ֖ ַ ִ֔הּואְוְ ַ֥הּואְי
vêhévetí et-hashêlishit baésh, utzraftim kitzróf et-hakésef, uvjantím kivjón et-
hazaháv; hú | iqrá vishmí váaní é'enéh otó, amártí 'amí hú, vêhú iomár Adonai
elohái .
Y meteré a aquel tercio en el fuego; los fundiré como se funde la plata, y los
probaré como se prueba el oro. Ellos invocarán mi nombre, y yo les escucharé.
Yo diré: '¡Pueblo mío!'; y él dirá: '¡el Eterno es mi Elohim!'
'He aquí que viene el día del Eterno, y tus despojos serán repartidos en medio de
ti.
(2)
ְַ֥םְ׀ְאל־יְרּושָ ַל ִם֮ ְל ִַמלחָ מָ הְ֒וְנִ לכְ ָ ָ֣דהְהָ ָ֗ ִעיר
ָֽ ֶ גֹוי
ִ ַוְ ָ ָֽאסַ פ ֹ֨ ִתיְאֶ ת־כְל־ה
ְיםְתשגלנהְ(תשָ כַ בנָה)ְוְי ֞ ָָצאְח ִ ֲֹּ֤ציְהָ עִ ירׁ֙ ְבַ גֹו ִָ֔לה
ִ וְנָשַֹ֨ סּוׁ֙ ְהַ ָב ִ֔ ִָ֣תיםְוְהַ נ ִ ַָּ֖ש
:תְמן־הָ ִ ָֽעיר
ִ םְלאְיִ כ ֵ ַָּ֖ר ַ֥ וְיֶ ָ֣תֶ רְהָ ִָ֔ע
vêásaftí et-kol-hagoím | él-iêrushalaim lamiljamah vênilkêdáh ha'ír vênashású
habátím, vêhanashím TSGLNH (tishajávnah); vêiatzá jatzí ha'ir bagoláh, vêiéter
ha'ám, ló ikarét min-ha'ír.
1063
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 14
(3)
:ְֹוםְה ָלח ֲַּ֖מֹוְבְיַ֥ ֹוםְקְ ָ ָֽרב
ָֽ ִ ַ֥גֹויָ֣םְהָ ֵהםְכְי
ִ ַוְי ָָצָ֣אְיה ִ֔ ָוהְוְנִ ל ַחַּ֖םְב
vêiatzá Adonai, vêniljám bagoím hahém; kêíom hílajamó bêíom qêráv .
En aquel día sus pies se asentarán sobre el monte de los Olivos, que está frente a
Ierushalaim, al lado oriental. El monte de los Olivos se partirá por la mitad, de
este a oeste, formando un valle muy grande, pues la mitad del monte se apartará
hacia el norte y la otra mitad hacia el sur.
(5)
ְ ֲׁ֙שרְנַסתֶ ם
ֹּ֤ ֶ םְכא
ָֽ ַ יְכי־י ִַגָ֣י ַע ְֵגָֽי־הָ ִרים֮ ְאֶ ל־אָ צַ ל ְ֒וְנַס ָ֗ ֶת
ָֽ ִ םְגָֽיא־הָ ַ ָ֗ר
ֵ וְנַס ֶ ָ֣ת
ְֱלהיְכְל־קְד ִ ַּ֖שים ַ ִ֔ הּודהְּובָ אׁ֙ ְיהוָ ָ֣הְא
ָ ְָ֣הְמלְֶך־י ָֽ ֶ ָימיְעזִי ַּ֖ ֵ ִִמפְנֵ ָ֣יְהָ ַ ִ֔רעַשְב
:ְעִ ָ ָֽמְך
vênastém géi-harái kí-iagí'a géi-harim el-atzal vênastém káashér nastem mipênéi
hará'ash, biméi 'uziáh mélej-Iêhudáh; uva Adonai elohái, kol-qêdoshím 'imáj .
Y el valle de los montes será rellenado, porque el valle de los montes llegará
hasta Azal. Y huiréis como huisteis a causa del terremoto que hubo en los días de
Uzías, rey de Iehudá. Así vendrá el Eterno mi Elohim, y todos sus santos con él.
(6)
:ְ)ָ֣הְאֹורְיְקָ ַּ֖רֹותְיקפאוןְ(וְקִ פ ָָֽאֹון
ִ֔ ֶא־יהי
ָֽ ִ ּואְל
ָֽ וְהָ יָ ַּ֖הְבַ יָ֣ ֹוםְהַ ה
vêhaiáh baióm hahú; ló-íhiéh ór, iêqarót IQFVN (vêqipaón) .
Será un día único, conocido por el Eterno. No será ni día ni noche; más bien,
sucederá que al tiempo del anochecer habrá luz.
(8)
ְ ְׁ֙מ ָ֣ירּושָ ִ֔ ַל ִםְחֶ צ ָָ֗יםְאֶ ל־הַ יָם ִ ּׁ֙וְמיִ ם־חַ יִ ים
ָֽ ַ ּואְיָֽצְ ֹּ֤א
ֵ וְהָ יָ ָ֣הְ׀ְבַ יָ֣ ֹוםְהַ ָ֗ה
:ְףְיה ֶיָֽה
ָֽ ִ מֹוניְוְחֶ ציָ ַּ֖םְאֶ ל־הַ יָ ָ֣םְהָ ַ ָֽאחֲרֹוןְבַ ַ ַ֥קיִ ץְּובָ ַּ֖ח ֶר
ִ ִ֔ הַ קַ ד
vêhaiáh | baióm hahú iétzêú máim-jaim mirúshaláim, jetziám el-haiam
haqadmoní, vêjetziám el-haiám haájarón; baqáitz uvajóref íhiéh .
Entonces el Eterno será rey sobre toda la tierra. En aquel día el Eterno será único,
y Único será su nombre.
(10)
ְְמגֶ ָ֣בַ עְלְ ִר ִ֔מֹוןְנֶ ַָּ֖֑גֶבְיְ ָֽרּושָ לָ ִםְוְָֽ ָראֲמָ הְ֩וְ ָיָֽשְ ֹ֨ ָבה
ִ ׁ֙ץְכע ֲָרבָ ה
ָֽ ָ יִ ֹ֨סֹובְכְל־הָ ָ ֹּ֤א ֶר
ְַד־שעַרְהַ פִ ִ֔ ִנים ָ֣ ַ ַרְה ִראשֹוןׁ֙ ְע ָֽ ָ ֹוםְשע ֹּ֤ ַ תַ ח ִ֜ ֶתיהָ ְלְ ִמ ַ ָ֣שעַרְבִ ני ִָָ֗מןְעַד־מְ ֞ק
:ּומג ַ ָ֣דלְ ֲחנַנ ִ֔ ֵאלְעַ ַּ֖דְיִ ק ֵבַ֥יְהַ ֶ ָֽמלְֶך
ִ
isóv kol-haáretz ká'aravah migéva' lêrimón, négev Iêrúshaláim; vêraamah
vêiáshêváh tajtéiha lêmishá'ar biniamín 'ad-mêqóm shá'ar hárishon 'ad-shá'ar
hapiním, umigdál jananél, 'ád iqvéi hamélej.
Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón, al sur de
Ierushalaim. Ésta será elevada y habitada en su mismo lugar, desde la puerta de
Binamín hasta el lugar de la puerta Primera y hasta la puerta de las Esquinas; y
desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.
(11)
ְס:ְאְיהיֶה־עֹודְוְ ָיָֽשְ ָבַ֥הְיְ ָֽרּושָ לַ ַּ֖ ִםְל ֶ ָָֽבטַ ח
ָֽ ִ םְל
ָ֣ בּוְבּהְוְ ֵח ֶַּ֖ר
ָ ִ֔ וְיָ ָ֣ש
1065
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 14
Ésta será la plaga con que el Eterno golpeará a todos los pueblos que acamparán
con sus ejércitos contra Ierushalaim : Hará que se pudra su carne, aun estando
ellos sobre sus pies. También sus ojos se pudrirán en sus cuencas, y su lengua se
pudrirá en sus bocas.
(13)
ְיקּוְאישְיַ ָ֣ד
ִ ֵ֚ ָ֛הְר ָבַּ֖הְבָ ֶהםְוְ ֶ ָֽה ֱח ָ֗ ִז
ַ ָּואְתהְיֶ ַ֧הְמְ ָֽהּומַ ת־יהו
ָֽ ִ וְהָ יָהׁ֙ ְבַ יָ֣ ֹוםְהַ ִ֔ה
:ְַ֥דְר ֵ ָֽעהּו
ֵ ֵַר ִֵ֔עהּוְוְ ָ ָֽעלְ ָ ַ֥תהְי ַָּ֖דֹוְעַל־י
vêhaiah baióm hahú, tíhêiéh mêhúmat-Adonai rabáh bahém; vêhéjezíqu ísh iád
re'éhu, vê'álêtáh iadó 'al-iád re'éhu .
Acontecerá en aquel día que se apoderará de ellos un gran pánico de parte del
Eterno. Cada cual se asirá de la mano de su compañero, y la mano de cada cual
se levantará contra la de su prójimo.
(14)
ְגֹויםְסָ ִָ֗ביבְז ָָהַ֥בְוָכֶ ָ֛סֶ ף
ִִ֜ ְַ֩חילְכְל־ה
ֵ ֹ֨ הְתל ֵָחַּ֖םְבִ ָֽירּושָ לָ ִםְוְאסַ ף
ִ הּוד
ָ ִ֔ ְוְ ֹ֨ ַגם־י
:ּובג ִ ַָּ֖דיםְל ַָ֥רבְמְ ָֽאד
vêgám-Iêhudáh, tilajém birúshaláim; vêusaf jéil kol-hagoím savív zaháv vajésef
uvgadím laróv mêód.
Semejante será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de los
asnos y de todos los animales que se encuentren en aquellos campamentos.
(16)
ְּוְמ ֵ ַ֧דיְשָ נָ ָ֣ה
ִ גֹויםְהַ בָ ִ ַּ֖איםְעַל־יְ ָֽרּושָ לָ ִםְוְע ָ֞ל
ִִ֔ ְַמכְל־ה ִ ׁ֙וְהָ ָָ֗יהְכְל־הַ נֹותָ ר
:ְת־חַ֥גְהַ סכָֽ ֹות
ַ ֶבְשָ ָָ֗נהְלְ ִ ָֽהשְתַ חֲֹותׁ֙ ְלְ ֹ֨ ֶמלְֶךׁ֙ ְיהוָ ָ֣הְצְבָ ִ֔אֹותְוְל ַָּ֖חגְא
vêhaiáh kol-hanotar mikol-hagoím, habaím 'al-Iêrúshaláim; vê'alú midéi shanáh
vêshanáh lêhíshêtajaot lêmélej Adonai tzêvaót, vêlajóg et-jág hasukót .
Todos los que queden de los pueblos que hayan subido contra Ierushalaim
subirán de año en año para arrodillarse ante el Rey, el Eterno de los Ejércitos, y
para celebrar la fiesta de Sucot.
(17)
ְתְמשפְ ֹּ֤חֹותְהָ ֹ֨ ָא ֶרץׁ֙ ְאֶ ל־יְ ָ֣רּושָ ִ֔ ַל ִםְלְ ִ ָֽהשְתַ חֲוְִ֔תִ רְלא־ ַי ֲע ִֶ֜להְמֵ ֹ֨ ֵא
ָֽ ֶֹ֨וְִּ֠הָ יָהְאֲש
:ְַּ֖םְיהיֶ ַ֥הְהַ ָגָֽשֶ םָֽ ִ ֵיה
ֶ לְ ֶ ַּ֖מלְֶךְיהוָ ָ֣הְצְבָ אֹותְוְ ַ֥לאְ ֲעל
vêhaiah ashér ló-ia'aléh meét mishpêjót haáretz el-Iêrúshaláim, lêhíshêtajavót,
lêmélej Adonai tzêvaót; vêló 'aleihém íhiéh hagáshem .
Y si la familia de Egipto no sube ni acude, vendrá sobre ellos la plaga con que el
Eterno golpeará a los pueblos que no suban a celebrar la fiesta de Sucot.
(19)
ְאְיע ֲִ֔לּוְל ַָּ֖חג
ָֽ ַ ְל
ָ֣ ׁ֙גֹויםְאֲשֶ ר
ִִ֔ ַאתְמצ ָריִ םְוְחַ טַ אתׁ֙ ְכְל־ה
ִ אתְתהְיֶ ַּ֖הְחַ ַ ָ֣ט
ָֽ ִ ַ֥ז
:ת־חַ֥גְהַ סכָֽ ֹות ַ ֶא
zót tíhêiéh jatát mitzráim; vêjatat kol-hagoím, asher ló iá'alú, lajóg et-jág hasukót.
1067
ְזכַריָה Zejariáh / Zacarías 14
Tal será el castigo de Egipto y el castigo de todos los pueblos que no suban a
celebrar la fiesta de Sucot.
(20)
ְ ׁ֙שְליהוָ הְוְהָ יָ ֹּ֤הְהַ ִסירֹות
ָֽ ַ ֶּוסְקד
ַּ֖ ּואְיהיֶהׁ֙ ְעַל־מְצִ לָ֣ ֹותְהַ ִ֔ס ָֽ ִ בַ יָ֣ ֹוםְהַ ָ֗ה
:ְ ַבְ ֵבָ֣יתְיה ִ֔ ָוהְכ ִַמז ָר ִ ַּ֖קיםְלִ פנֵ ַ֥יְהַ ִמז ֵ ָֽבח
baióm hahú íhieh 'al-mêtzilót hasús, qódesh láAdonai; vêhaiáh hasirot bêvéit
Adonai, kamizraqím lifnéi hamizbéaj .
En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: 'Consagrado al
Eterno.' Las ollas de la casa del Eterno serán como los tazones del altar.
(21)
ֹותְּובאּוׁ֙ ְכְל־
ָ ֹ֨ שְליהוָ ָ֣הְצְבָ ִ֔א ָֽ ַ ֶהְקד ֵ֚ יהּוד
ָ ָ֗ םְּובָֽ ִ ִ ל־סירְבִ ָֽירּושָ ִ֜ ַל ִֹ֨ ְוְִּ֠הָ יָהְכ
ְא־יה ֶֹ֨יהְכְ ַ ָֽנע ֲִנַ֥יְעָ֛ ֹודְבְבֵ ית־יהוָ ַ֥ה ָֽ ִ הַ ָ֣זב ִִ֔חיםְוְ ָ ָֽלקְ ַ֥חּוְמֵ ֶהַּ֖םְּובִ שְלָ֣ ּוְבָ ֶהםְוְ ָֽל
:ְצְבָ ַּ֖אֹותְבַ יַ֥ ֹוםְהַ ָֽהּוא
vêhaiah kol-sír birúshaláim uvíhudáh qódesh láAdonai tzêvaót, uváú kol-
hazóvjím, vêláqêjú mehém uvishêlú vahém; vêló-íhiéh jêná'aní 'ód bêveit-Adonai
tzêvaót baióm hahú .
1068
1 Malají / Malaquías מַ לְ אָ ִֽכי
מַ לְ אָ ִֽכי
Malají – Malaquías Capítulo 1
(1)
: מַ ָ ָּׂ֥שא ְדבַ ר־יְ הוָ ָ֖ה אֶ ל־י ְש ָר ֵ֑אל בְ יַ ָ֖ד מַ לְ אָ ִֽכי
masá dêvar-Adonai el-Israél; bêiád Malají .
'Yo os he amado', ha dicho el Eterno. 'Pero vosotros decís: '¿En qué nos has
amado?' ¿Acaso Esav no era hermano de Iaaqov?, dice el Eterno. Sin embargo,
yo amé a Iaaqov
(3)
ת־נ ֲחל ָָ֖תֹו לְ תַ נָּׂ֥ ֹות
ִֽ ַ ֶוְ אֶ ת־ע ָ ָ֖שו שָ נֵ֑אתי ָוִֽאָ ַ֤שים אֶ ת־הָ ָריו֙ ְשמָ ָ֔ ָמה וְ א
:מ ְד ָ ִֽבר
vêet-'Esáv sanéti; váasím et-harav shêmamáh, vêet-nájalató lêtanót midbár.
Si Edom dice: 'Hemos sido demolidos, pero volveremos a edificar las ruinas', así
ha dicho el Eterno de los Ejércitos: 'Ellos edificarán, pero yo lo destruiré. Les
1069
מַ לְ אָ ִֽכי Malají / Malaquías 1
Vuestros ojos lo verán y diréis: '¡Sea engrandecido el Eterno más allá de las
fronteras de Israel!'
(6)
בֹודי וְ אם־אֲדֹונַ֣ים אָ נ ֩י ִ֡ ְם־אב ָ ַ֣אני אַ יַ֣ה כ
ַ֣ ָ בָ֛ן יְ כַבָּׂ֥ד ָ ָ֖אב וְ עֶ ַ֣בֶ ד אֲדֹ נָ ֵ֑יו וְ א
אַ ָ֨יה ִֽמ ָֹור ֜אי אָ ַ ַ֣מר ׀ יְ הוָ ַ֣ה צְ בָ ַּׁ֗אֹות ָלכֶם֙ הַ ִֽ ֹכהֲנים֙ בֹוזַ֣י ְש ָ֔מי ַ ִֽואֲמַ ְר ֶּ֕ ֶתם
: ת־ש ֶ ִֽמָך
ְ ֶבַ ֶ ָּׂ֥מה בָ זָ֖ינּו א
bén iêjabéd áv vê'éved adonáv; vêim-áv áni aiéh jêvodí vêim-adoním aní aiéh
móraí amár | Adonai tzêvaót lajem hakóhanim bozéi shêmí, váamartém baméh
vazínu et-shêméja .
'El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Y si yo soy Padre, ¿dónde está mi
honra? Y si yo soy Señor, ¿dónde está mi reverencia, oh sacerdotes que
menospreciáis mi nombre?, os ha dicho el Eterno de los Ejércitos. Vosotros
decís: '¿En qué hemos menospreciado tu nombre?'
(7)
ישים ַ ִֽעל־מזְבְ חי֙ לֶ ַ֣חֶ ם ְמגֹ ָ֔ ָאל ַ ִֽואֲמַ ְר ֶ ָ֖תם בַ ֶ ַ֣מה גִֽאַ לְ נֵ֑ ּוָך ֶ ִֽבאֱמ ְר ֶֶּ֕כם ַ֤ מַ ג
: שֻ לְ ַחָּׂ֥ן יְ הוָ ָ֖ה נבְ זֶ ָּׂ֥ה ִֽהּוא
magishím 'ál-mizbêjí léjem mêgoál, váamartém baméh géalnúja; béemorjém
shulján Adonai nivzéh hú .
En que ofrecéis sobre mi altar pan indigno. Pero diréis: '¿Cómo es que lo hemos
hecho indigno?' Pensando que la mesa del Eterno es despreciable.
(8)
ישּון עּוַ֤ר לז ָ֨ ְֹב ַ֙ח ַ֣אין ָ ָ֔רע וְ ָּׂ֥כי תַ גָ֛ישּו פ ָּׂ֥סחַ וְ חֹ לֶ ָ֖ה ַ֣אין ָ ֵ֑רע ָ֨ וְ ִֽכי־תַ ג
: יבהּו ָ֜נא לְ ֶ ִֽפחָ ַּׁ֗ ֶתָך הֲי ְרצְ ָך֙ ֚אֹו הֲי ָ ַ֣שא ָפ ֶָ֔ניָך אָ ַ ָ֖מר יְ הוָ ָּׂ֥ה צְ בָ ִֽאֹותָ֨ הַ קְ ר
vêjí-tagishún 'ivér lizbóáj éin rá', vêjí tagíshu piséaj vêjoléh éin rá'; haqrivéhu ná
lêféjatéja hairtzêjá ó haisá fanéja, amár Adonai tzêvaót .
Porque cuando ofrecéis un animal ciego para ser sacrificado, ¿no es eso malo? Lo
mismo, cuando ofrecéis un animal cojo o enfermo. Preséntalo a tu gobernador.
1070
1 Malají / Malaquías מַ לְ אָ ִֽכי
'Ahora pues, implorad el favor de Elohim para que tenga compasión de vosotros,
ha dicho el Eterno de los Ejércitos. Esto ha procedido de vuestra mano. ¿Le
habréis de ser aceptos?
(10)
ין־לי ֜חפֶץ
ָ֨ ַ֤מי גַם־בָ כֶם֙ וְ י ְס ַ֣ ֹגר ְדל ָ֔ ַָתים וְ ִֽל ֹא־תָ ָּׂ֥אירּו מזְבְ ָ֖חי חנָ ֵ֑ם ִֽא
: בָ ֶַּׁ֗כם אָ מַ ר֙ יְ הוָ ַ֣ה צְ בָ ָ֔אֹות ּומנְ ָחָ֖ה ִֽל ֹא־אֶ ְר ֶצָּׂ֥ה מי ְֶד ֶ ִֽכם
mí gam-bajem vêisgór dêlatáim, vêló-taíru mizbêjí jinám; éin-lí jéfetz bajém
amar Adonai tzêvaót, uminjáh ló-ertzéh miedjém .
¿Quién de vosotros cerrará las puertas para que no enciendan en vano mi altar?
Yo no tengo agrado en vosotros ni aceptaré la ofrenda, ha dicho el Eterno de los
Ejércitos.
(11)
גֹוים ּובְ כל־מָ ַּׁ֗קֹום מֻקְ ָ ָּׂ֥טרָ֔ ַבֹואֹו ג ַָ֤דֹול ְשמי֙ ב
ַּׁ֗ ַד־מְ ַ֣כי ממז ְַרח־שֶ֜ מֶ ש וְ ע
: גֹוים אָ ַ ָ֖מר יְהוָ ָּׂ֥ה צְ בָ ִֽאֹות
ָ֔ ַהֹורה ִֽכי־ג ַָ֤דֹול ְשמי֙ ב
ֵ֑ ָ מֻגָ ָ֛ש ל ְש ָ֖מי ּומנְ ָחַ֣ה ְט
kí mimizraj-shémesh vê'ad-mêvoó gadól shêmí bagoím, uvjol-maqóm muqtár
mugásh lishmí uminjáh têhoráh; kí-gadól shêmí bagoím, amár Adonai tzêvaót .
Porque desde donde nace el sol hasta donde se pone, es grande mi nombre en
medio de las naciones, y en todo santuario se ofrece a mi nombre incienso y
ofrenda pura. Porque grande es mi nombre entre las naciones, ha dicho el Eterno
de los Ejércitos.
(12)
אֹותֹו ֶ ִֽבאֱמ ְר ֶַּׁ֗כם שֻ לְ ַחַ֤ן אֲדֹ נָי֙ ְמגֹ ָ ַ֣אל ָ֔הּוא וְ נ ָ֖יבֹו נבְ זֶ ָּׂ֥ה
ֵ֑ וְ אַ ֶ ָ֖תם ְמחַ ּלְ ַ֣לים
:אכְ לִֽ ֹו
vêatém mêjalêlím otó; béemorjém shulján adonaí mêgoál hú, vênivó nivzéh ojló.
Pero vosotros lo profanáis pensando que la mesa del Señor es indigna y que su
alimento es despreciable.
1071
מַ לְ אָ ִֽכי Malají / Malaquías 2
(13)
אתם ַ֣ ֶ אֹותֹו אָ מַ ר֙ יְ הוָ ַ֣ה צְ בָ ָ֔אֹות ַ ִֽוהֲב
ַּׁ֗ ַ ִֽואֲמַ ְרתֶ ֩ם ה ָ֨נה מַ ְתל ֜ ָָאה וְ הפַחְ ֶ ַ֣תם
אֹותּה
ָ֛ ָ אתם אֶ ת־הַ מנְ ָחֵ֑ה ַ ִֽהאֶ ְר ֶצָּׂ֥ה ָ֖ ֶ ת־הַ֣חֹו ֶָ֔לה ַ ִֽוהֲב
ַ ֶגָזַּׁ֗ ּול וְ אֶ ת־הַ פ ָ֨ס ַ֙ח וְ א
ס: הוִֽה ָ ְמי ְֶדכֶ ָ֖ם אָ ַ ָּׂ֥מר י
váamartem hinéh matêlaáh vêhipajtém otó amar Adonai tzêvaót, váhavetém
gazúl vêet-hapiséáj vêet-hájoléh, váhavetém et-haminjáh; háertzéh otáĥ miedjém
amár Adonai .
1072
2 Malají / Malaquías מַ לְ אָ ִֽכי
Así sabréis que yo os envié esta advertencia para que prevaleciese mi pacto con
Leví', ha dicho el Eterno de los Ejércitos.
(5)
מֹורא ו ִַֽי ָיר ֵ֑אני ּומפְ נָּׂ֥י
ָ֖ ָ יתי ׀ ָ ִֽהיְ ָ ַ֣תה א ַּׁ֗תֹו ַ ִֽהחַ יים֙ וְ הַ שָ ָ֔לֹום וָאֶ ְתנִֽם־לָּׂ֥ ֹו
ַ֣ בְ ר
:ְש ָ֖מי נ ַחָּׂ֥ת ִֽהּוא
bêrití | háiêtáh itó hájaim vêhashalóm, vaetêném-ló morá vaíraéni; umipênéi
shêmí niját hú.
'Mi pacto con él fue de vida y de paz. Estas cosas le di, y él Me temía y guardaba
reverencia ante Mi nombre.
(6)
תֹורת אֱמֶ ת֙ ָ ִֽהיְ ָ ַ֣תה בְ ָ֔פיהּו וְ עַוְ לָ ָ֖ה ִֽל ֹא־נ ְמ ָצַ֣א ב ְשפ ָ ֵָ֑תיו בְ שָ לַ֤ ֹום
ַ֤ ַ
:ּובְ מישֹור֙ הָ לַ ְַ֣ך א ָ֔תי וְ ַר ָ֖בים ה ָּׂ֥שיב ִֽמע ִֽ ָֹון
torát emet háiêtáh bêfíhu, vê'avláh ló-nimtzá visfatáv; bêshalóm uvmishor haláj
ití, vêrabím heshív mé'avón.
La Torá verdadera estuvo en su boca, y por eso: en sus labios no se halló malicia,
en paz y en justicia anduvo Conmigo y a muchos apartó del pecado.
1073
מַ לְ אָ ִֽכי Malají / Malaquías 2
(7)
תֹורה יְ בַ קְ ַ֣שּו מ ֵ֑פיהּו ָ֛כי מַ לְ ַ ָּׂ֥אְך יְ ִֽהוָה־
ָ֖ ָ ְרּו־ד ַעת ו
ַ ָ֔ ִֽכי־שפְ ַ֤תי כֹ הן֙ י ְש ְמ
: צְ בָ ָ֖אֹות ִֽהּוא
kí-siftéi johen ishmêru-dá'at, vêtoráh iêvaqshú mipíhu; kí maláj Adonai-tzêvaót
hú .
Porque los labios del sacerdote han de guardar el conocimiento, y de su boca han
de buscar la Torá, pues él es un mensajero del Eterno de los Ejércitos.
(8)
תֹורה ִֽשחַ תֶ ם֙ בְ ַ֣רית הַ ּל ָ֔וי
ֵ֑ ָ ַוְ אַ תֶ ם֙ סַ ְר ֶ ַ֣תם מן־הַ ָ֔ ֶד ֶרְך הכְ שַ לְ ֶ ָּׂ֥תם ַר ָ֖בים ב
: אָ ַ ָ֖מר יְ הוָ ָּׂ֥ה צְ בָ ִֽאֹות
vêatem sartém min-hadérej, hijshaltém rabím batoráh; shíjatem bêrít haleví, amár
Adonai tzêvaót .
Pero vosotros os habéis apartado del camino; a muchos habéis hecho tropezar en
la Torá y habéis corrompido el pacto de Leví, ha dicho el Eterno de los Ejércitos.
(9)
ֲ֙שר ִֽאינְ כֶם
ַ֤ ֶ ּושפ ָָ֖לים לְ כל־הָ עָ ֵ֑ם כְ ַּׁ֗פי א
ְ וְ גַם־א ֲִ֞ני נ ַ ֵָ֧תתי אֶ ְתכֶ ָ֛ם נבְ זָּׂ֥ים
פ:תֹורה
ִֽ ָ ַת־ד ָר ַָ֔כי וְ ִֽ ֹנ ְש ָּׂ֥אים פָנָ֖ים ב
ְ ֶשִֹֽ ְמ ַ֣רים א
vêgam-aní natáti etjém nivzím ushfalím lêjol-ha'ám; kêfí ashér éinêjem
shómêrím et-dêrajái, vênósêím paním batoráh.
Por eso, yo también os he hecho despreciables y viles para todo el pueblo, puesto
que no habéis guardado mis caminos y hacéis distinción de personas con respecto
a la Torá.'
(10)
ה ֲָ֨לֹוא ָ ַ֤אב אֶ חָ ד֙ לְ ֻכ ָָּ֔לנּו הֲלָ֛ ֹוא ָּׂ֥אל אֶ ָחָ֖ד בְ ָר ָ ֵ֑אנּו מַ דַּׁ֗ ּו ַע נבְ גַד֙ ַ֣איש בְ אָ ָ֔חיו
:לְ חַ ּלָ֖ל בְ ָּׂ֥רית אֲבֹ ִֽתינּו
haló áv ejad lêjulánu, haló él ejád bêraánu; madú'a nivgad ísh bêajív, lêjalél bêrít
avotéinu.
¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado el único Elohim?
Entonces, ¿por qué traicionamos cada uno a su hermano, y profanamos el pacto
de nuestros padres?
1074
2 Malají / Malaquías מַ לְ אָ ִֽכי
(11)
הּודה
ָ ַּׁ֗ ְהּודה וְ ִֽתֹוע ָבָ֛ה ֶ ִֽנע ְֶש ָ ָּׂ֥תה בְ י ְש ָר ָ֖אל ּוב ִֽירּושָ לָ ֵ֑ ם ַ֣כי ׀ חּלַ֣ל י
ָ ָ֔ ְָ ִֽבגְ ָ ַ֣דה י
: ת־אל נ ָ ִֽכר
ָּׂ֥ ֲַשר אָ ָ֔הב ּובָ עַ ָ֖ל ב ַ֣ ֶ קַֹ֤ דֶ ש יְ הוָה֙ א
bágêdáh Iêhudáh, vêtó'eváh né'estáh vêIsraél uvirúshaláim; kí | jilél Iêhudáh
qódesh Adonai ashér ahév, uva'ál bat-él nejár .
El Eterno eliminará de las moradas de Iaaqov al hombre que haga esto, al que da
testimonio y al que responde, y al que presenta la ofrenda al Eterno de los
Ejércitos.
(13)
וְ ז ֹאת֙ שנַ֣ית ַ ִֽתע ֲָ֔שּו כ ַַ֤סֹות ד ְמעָה֙ אֶ ת־מז ְַבַ֣ח יְ ה ָ֔ ָוה בְ ָ֖כי ַ ִֽו ֲאנ ָ ֵָ֑קה מ ַ֣אין
: ַּׁ֗עֹוד פְ נֹות֙ אֶ ל־הַ מנְ ָ֔ ָחה וְ ל ַ ָָּׂ֥קחַ ת ָר ָ֖צֹון מי ְֶד ֶ ִֽכם
vêzot shenít tá'asú, kasót dim'ah et-mizbáj Adonai, bêjí váanaqáh; meéin 'ód
pênot el-haminjáh, vêlaqájat ratzón miedjém .
'Y esto habéis hecho de nuevo: Cubrís el altar del Eterno con lágrimas, con llanto
y con suspiros, porque ya no miro las ofrendas ni las acepto con gusto de vuestra
mano.
(14)
ֲשר
ַ֤ ֶ עּוריָך א
ַּׁ֗ ֶ ְַל־מה ִַ֡על ִֽכי־יְ ה ָו ֩ה ה ָ֨עיד ִֽבינְ ָ֜ך ּובַ֣ין ׀ ַ֣אשֶ ת נ ֵ֑ ָ ַ ִֽואֲמַ ְר ֶ ָ֖תם ע
: יתָךִֽ ֶ אַ תָ ה֙ בָ גַ ַ֣ ְַ֣דתָ ה ָ֔ ָבּה וְ ָּׂ֥היא חֲבֶ ְר ְתָךָ֖ וְ ָּׂ֥אשֶ ת בְ ר
váamartém 'al-máh; 'ál kí-Adonai he'íd béinêjá uvéin | éshet nê'uréja ashér atah
bagádtah báĥ, vêhí javertêjá vêéshet bêritéja .
1075
מַ לְ אָ ִֽכי Malaji / Malaquías 2-3
(15)
ֱֹלהים
ֵ֑ ּוח ָ֔לֹו ּומָ ה֙ ָ ִֽהאֶ ָ֔ ָחד ְמבַ ָ֖קש זֶ ַ֣ ַַ֣רע א
ַ֙ ּוש ָ ָּׂ֥אר ָ֨ר
ְ וְ ִֽל ֹא־אֶ ָחַ֣ד עָשַָּׁ֗ ה
: עּוריָך אַ ל־יבְ ִֽ ֹגד ָ֖ ֶ ְוְ נ ְשמַ ְרתֶ ם֙ בְ ַ֣רּו ֲח ֶָ֔כם ּובְ ָּׂ֥אשֶ ת נ
vêló-ejád 'asáh ushár rúáj ló, umah háejád, mêvaqésh zéra' elohím; vênishmartem
bêrújajém, uvéshet nê'uréja al-ivgód .
¿Acaso el Único no hizo el cuerpo y el espíritu de ella? ¿Y qué es lo que
demanda el Único? ¡Una descendencia consagrada a Elohim!' Guardad, pues,
vuestro espíritu y no traicionéis a la mujer de vuestra juventud.
(16)
בּושֹו אָ ַ ָ֖מר
ָ֔ ְִֽכי־שָ נַ֣א שַ ַַּּׁ֗לח אָ ַ ַ֤מר יְ הוָה֙ אֱֹלהַ֣י י ְש ָר ָ֔אל וְ כ ָסַ֤ה חָ מָ ס֙ עַל־ל
פ: יְ הוָ ַ֣ה צְ בָ ֵ֑אֹות וְ נ ְשמַ ְר ֶ ָּׂ֥תם בְ ִֽרּוחֲכֶ ָ֖ם וְ ָּׂ֥ל ֹא תבְ ִֽ ֹגדּו
kí-sané shaláj amár Adonai elohéi Israél, vêjisáh jamas 'al-lêvushó, amár Adonai
tzêvaót; vênishmartém bêrújajém vêló tivgódu .
'El que aborrece a su mujer, que la divorcie', ha dicho el Eterno Elohim de Israel,
'y al que cubre la violencia bajo su vestimenta.' El Eterno de los Ejércitos ha
dicho: 'Guardad, pues, vuestro espíritu y no cometáis traición.'
(17)
ִֽהֹוגַעְ ֶ ַ֤תם יְ הוָה֙ בְ דבְ רי ֶָ֔כם ַ ִֽואֲמַ ְר ֶ ָ֖תם בַ ָ ַ֣מה הֹוגָ ֵ֑עְ נּו ֶ ִֽבאֱמ ְר ֶַּׁ֗כם כל־עָֹ֨ שה
: ָ ֜רע ַ֣טֹוב ׀ בְ עינַ֣י יְ ה ַּׁ֗ ָוה ּובָ הֶ ם֙ ַ֣הּוא חָ ָ֔פץ ָּׂ֥אֹו אַ יָ֖ה אֱֹלהָּׂ֥י הַ מ ְש ָ ִֽפט
hóga'tém Adonai bêdivreijém, váamartém bamáh hogá'nu; béemorjém kol-'óseh
rá' tóv | bê'einéi Adonai uvahem hú jafétz, ó aiéh elohéi hamishpát .
Vosotros cansáis al Eterno con vuestras palabras y decís: '¿En qué le cansamos?'
En que decís: 'Cualquiera que hace lo malo es bueno ante los ojos del Eterno, y
de los tales se agrada' o '¿Dónde está el Elohim de la justicia?'
1076
3 Malají / Malaquías מַ לְ אָ ִֽכי
Él se sentará para afinar y purificar la plata, porque purificará a los hijos de Leví.
Los afinará como a oro y como a plata, y ofrecerán al Eterno ofrenda en justicia.
(4)
:ימי עֹו ָָ֔לם ּוכְ שָ נָ֖ים קַ ְדמִֹֽ נ ִֹֽית
ַ֣ הּודה ו ִֽירּושָ לָ ֵ֑ ם כ
ָ֖ ָ ְוְ ָ ִֽע ְרבָ ה֙ ַ ִֽליה ָ֔ ָוה מנְ ַחָּׂ֥ת י
vê'árêvah láAdonai, minját Iêhudáh virúshaláim; kiméi 'olám, ujshaním
qadmóniót .
Así será grata al Eterno la ofrenda de Iehudá y de Ierushalaim, como en los días
de antaño y como en los tiempos antiguos.
(5)
וְ ָ ִֽק ַרבְ ַ֣תי אֲליכֶם֮ לַמ ְש ָפ ֒ט וְ הָ יַ֣יתי ׀ עַ֣ד ְממַ ַּׁ֗הר ַ ִֽב ְמכ ְַשפים֙ ּובַ ְמנָ ַ֣א ֲָ֔פים
ַ֙ר־שָ כיר אַ לְ מָ ָָ֨נה וְ י ַָ֤תֹום ּומַ טי־גר ָׂ֠ ַשקֶ ר ּובְ ִֽ ֹע ְש ַ֣קי ְשכ ֵ֑ ָ ּובַ נ ְשבָ ָ֖עים ל
: וְ ַ֣ל ֹא יְ ר ָ֔אּוני אָ ַ ָ֖מר יְ הוָ ָּׂ֥ה צְ בָ ִֽאֹות
vêqáravtí aleijem lamishpat vêhaíti | 'éd mêmahér bámêjashêfim uvamnáafím,
uvanishba'ím lasháqer; uv'óshêqéi sêjar-sájir almanáh vêiatóm umatei-ger vêló
iêreúni, amár Adonai tzêvaót .
1077
מַ לְ אָ ִֽכי Malají / Malaquías 3
'Entonces me acercaré a vosotros para juicio y seré veloz testigo contra los
hechiceros y adúlteros, contra los que juran para engañar, contra los que oprimen
al jornalero, a la viuda y al huérfano, y contra los que hacen agravio al forastero,
sin ningún temor de mí', ha dicho el Eterno de los Ejércitos.
(6)
: יתם
ִֽ ֶ ָ֛כי אֲנָּׂ֥י יְ הוָ ָ֖ה ַ֣ל ֹא שָ נֵ֑יתי וְ אַ ֶ ָּׂ֥תם בְ נִֽי־ ַיעֲקָֹ֖ ב ָּׂ֥ל ֹא כְ ל
kí aní Adonai ló shaníti; vêatém bênéi-Ia’aqóv ló jêlitém .
'¡Porque yo, el Eterno, no cambio; por eso vosotros, oh hijos de Iaaqov, no habéis
sido consumidos!
(7)
ימי אֲבִֹֽ תי ֶ֜כם סַ ְר ֶ ַ֤תם ִֽמחֻקַ י֙ וְ ַ֣ל ֹא ְשמַ ְר ָ֔ ֶתם ַ֤שּובּו אלַי֙ וְ אָ ַ֣שּובָ ה ָ֨ לְ מ
: אֲלי ֶָ֔כם אָ ַ ָ֖מר יְ הוָ ַ֣ה צְ בָ ֵ֑אֹות ַ ִֽואֲמַ ְר ֶ ָ֖תם בַ ֶ ָּׂ֥מה נ ִָֽשּוב
lêmiméi avóteijém sartém méjuqaí vêló shêmartém, shúvu elaí vêashúvah
aleijém, amár Adonai tzêvaót; váamartém baméh nashúv .
Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes y no las habéis
guardado. ¡Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros!, ha dicho el Eterno de los
Ejércitos. Pero vosotros dijisteis: '¿En qué hemos de volver?'
(8)
ֱֹלהים ַ֤כי אַ תֶ ם֙ קִֹֽ בְ ַ֣עים אֹ ָ֔תי ַ ִֽואֲמַ ְר ֶ ָ֖תם בַ ֶ ַ֣מה קְ ַ ִֽבעֲנֵ֑ ּוָך
ַּׁ֗ הֲיקְ ָ֨ ַבע אָ ֜ ָדם א
: רּומהִֽ ָ ַ ִֽהמַ ע ֲָ֖שר וְ הַ ְת
haiqbá' adám elohím kí atem qóvê'ím otí, váamartém baméh qêvá'anúja;
háma'asér vêhatêrumáh .
¿Robará el hombre a Elohim? ¡Pues vosotros me habéis robado! Pero decís: '¿En
qué te hemos robado?' ¡En los diezmos y en las ofrendas!
(9)
:בַ ְמא ָרה֙ אַ ֶ ַ֣תם נִֽאָ ָ֔רים וְ אֹ ָ֖תי אַ ֶ ַ֣תם קִֹֽ בְ ֵ֑עים הַ גָ֖ ֹוי כֻּלִֽ ֹו
bamêerah atém néarím, vêotí atém qóvê'ím; hagóy kuló.
Malditos sois con maldición; porque vosotros, la nación entera, me habéis
robado.
(10)
יהי ָ֨ ֶט ֶרף֙ בְ ב ָ֔יתי ּובְ חָ נַ֤ ּוני
ָּׂ֥ אֹוצר וָ ַּׁ֗ ל־בית ָ ִֽה
ַ֣ ֶל־המַ ע ֲ֜שר א
ִֽ ַ הָ ָ֨ביאּו אֶ ת־כ
נָא֙ בָ ָ֔ז ֹאת אָ ַ ָ֖מר יְ הוָ ַ֣ה צְ בָ ֵ֑אֹות אם־ ֵ֧ל ֹא אֶ פְ ַ ַ֣תח ָל ֶַּׁ֗כם ֚את אֲרֻ ַ֣בֹות
: י־די
ִֽ ָ הַ שָ ָ֔ ַמים ַוה ֲִֽריקֹ ָּׂ֥תי לָכֶ ָ֛ם בְ ָרכָ ָ֖ה עַד־בְ ל
1078
3 Malají / Malaquías מַ לְ אָ ִֽכי
havíu et-kol-háma'asér el-béit háotzár vihí téref bêveití, uvjanúni na bazót, amár
Adonai tzêvaót; im-ló eftáj lajém ét arubót hashamáim, vaharíqotí lajém bêrajáh
'ad-bêli-dái .
'Duras han sido vuestras palabras contra mí, ha dicho el Eterno. Pero decís: '¿Qué
hemos hablado contra ti?'
(14)
ה־בצַ ע ַ֤כי שָ ָ֨ ַמ ְרנּו֙ מ ְשמַ ְר ָ֔תֹו וְ ַ֤כי
ֶ ַּׁ֗ ֱַֹלהים ּומ ֵ֑ אֲמַ ְר ֶּ֕ ֶתם ָ ָ֖שוְ א עֲבַֹ֣ ד א
: הָ ַָ֨לכְ נּו֙ קְ דַֹ֣ ַר ָ֔נית מפְ נָ֖י יְ הוָ ָּׂ֥ה צְ בָ ִֽאֹות
amartém sháv 'avód elohím; umah-bétza' kí shamárnú mishmartó, vêjí halájnú
qêdóranít, mipênéi Adonai tzêvaót .
Habéis dicho: 'Está demás servir a Elohim' y '¿Qué provecho sacamos de guardar
su ley y de andar tristes delante del Eterno de los Ejércitos?
1079
מַ לְ אָ ִֽכי Malají / Malaquías 3
(15)
ֱֹלהים
ָ֖ וְ ע ֶּ֕ ַָתה אֲנַ ָ֖חְ נּו ְמאַ ְש ַ֣רים ז ֵ֑דים גַם־נבְ נּו֙ עֹ ַ֣שי ר ְש ָָ֔עה גַ ֵ֧ם ָ ִֽבחֲנָ֛ ּו א
: וַימָ ִֽלטּו
vê'atáh anájnu mêashêrím zedím; gam-nivnú 'oséi rish'áh, gám bájanú elohím
vaimalétu .
Ahora, nosotros consideramos que son felices los arrogantes y que los que hacen
impiedad son prosperados.''
(16)
ָ ֵ֧אז נ ְדבְ ָ֛רּו י ְר ָּׂ֥אי יְ הוָ ָ֖ה ַ֣איש אֶ ל־רעֵ֑הּו ַויַקְ ַ֤שב יְ הוָה֙ וַי ְש ָ֔ ָמע ַָׂ֠ויכָתב
: ַ֣ספֶר זכ ַָ֤רֹון לְ ָפנָיו֙ לְ י ְר ַ֣אי יְ ה ָ֔ ָוה ּולְ חִֹֽ ְש ָ֖בי ְש ִֽמֹו
áz nidbêrú iréi Adonai ísh el-re'éhu; vaiaqshév Adonai vaishmá', váikatev séfer
zikarón lêfanav lêiréi Adonai, uljóshêvéi shêmó .
Entonces los que temían al Eterno hablaron cada uno con su compañero, y el
Eterno prestó atención y escuchó. Y fue escrito un libro como memorial delante
de él, para los que temen al Eterno y para los que toman en cuenta su nombre.
(17)
ֲשר אֲנָ֖י עֹ ֶ ַ֣שה ְסגֻּלָ ֵ֑ה וְ ָ ִֽחמַ לְ ַ֣תי ָּׂ֥ ֶ וְ ָהַ֣יּו ַּׁ֗לי אָ מַ ר֙ יְ הוָ ַ֣ה צְ בָ ָ֔אֹות לַיֶּ֕ ֹום א
: יהם ַ ִֽכאֲשֶ ר֙ יַחְ מַֹ֣ ל ָ֔איש עַל־בְ נָ֖ ֹו ָ ִֽהעֹ בָּׂ֥ד אֹ ִֽתֹו ֶ ָ֔ עֲל
vêháiu lí amar Adonai tzêvaót, laióm ashér aní 'oséh sêguláh; vêjámaltí 'aleihém,
káasher iajmól ísh, 'al-bênó há'ovéd otó .
'En el día que yo preparo, ha dicho el Eterno de los Ejércitos, ellos serán para mí
un especial tesoro. Seré compasivo con ellos, como es compasivo el hombre con
su hijo que le sirve.
(18)
ֲשר ָּׂ֥ל ֹא עֲבָ ִֽדֹו
ָ֖ ֶ ֱֹלהים ַ ִֽלא
ָ֔ יתם בָּׂ֥ין צַ ָ֖דיק לְ ָר ָ ֵ֑שע ֚בין עֹ בַ֣ד א
ֶ ָ֔ וְ שַ בְ תֶ ם֙ ְּורא
פ:
vêshavtem uritém, béin tzadíq lêrashá'; béin 'ovéd elohím, láashér ló 'avadó .
Entonces os volveréis y podréis apreciar la diferencia entre el justo y el pecador,
entre el que sirve a Elohim y el que no le sirve.
(19)
ִֽכי־הנַ֤ה הַ יֹום֙ ָ֔ ָבא בֹ עָ֖ר כַתַ נֵ֑ ּור וְ הָ יָ֨ ּו כל־ז ֜דים וְ כל־עֹ ַ֤שה ר ְשעָה֙ ָ֔ ַקש
ֲשר ִֽל ֹא־ ַיע ֲָֹּׂ֥זב ל ֶָהָ֖ם
ָ֛ ֶ וְ ל ָ֨ ַהט אֹ ֜ ָתם הַ יַ֣ ֹום הַ ַּׁ֗ ָבא אָ מַ ר֙ יְ הוָ ַ֣ה צְ בָ ָ֔אֹות א
: שָֹּׂ֥ ֶרש וְ ע ָָנִַֽ֣ף
1080
3 Malají / Malaquías מַ לְ אָ ִֽכי
kí-hinéh haiom bá, bo'ér katanúr; vêhaíu jol-zedím vêjol-'oséh rish'ah qásh,
vêlihát otám haióm habá amar Adonai tzêvaót, ashér ló-ia'azóv lahém shóresh
vê'anáf .
'Porque he aquí viene el día ardiente como un horno, y todos los arrogantes y
todos los que hacen maldad serán como paja. Aquel día que vendrá los quemará
y no les dejará ni raíz ni rama, ha dicho el Eterno de los Ejércitos.
(20)
אתם
ָּׂ֥ ֶ ָוְ ָ ִֽז ְַ֣ר ָ֨ ָחה ָל ֶ֜כם י ְר ַ֤אי ְשמי֙ ֶ ַ֣שמֶ ש צְ דָ ָ֔ ָקה ּומַ ְרפָ֖א בכְ נָפֶ ֵ֑יהָ ִֽויצ
:ּופ ְש ֶ ָ֖תם כְ עֶגְ לָּׂ֥י מַ ְר ִֽבק
vêzárêjáh lajém iréi shêmí shémesh tzêdaqáh, umarpé bijnaféiha; vítzatém
ufishtém kê'egléi marbéq.
Nacerá para vosotros, los que teméis Mi Nombre, sol de justicia, y en sus alas
traerá sanidad. Vosotros saldréis y saltaréis como terneros de engorde.
(21)
ֲשר אֲנַ֣י
ַ֣ ֶ ַסֹותם ְרשָ ָ֔עים ִֽכי־יהְ יַ֣ ּו ָ֔אפֶר ַ ָ֖תחַ ת כ ַַ֣פֹות ַרגְ ליכֶ ֵ֑ם בַ יֹום֙ א ַ֣ ֶ וְ ע
פ: עֹ שֶָ֔ ה אָ ַ ָ֖מר יְ הוָ ָּׂ֥ה צְ בָ ִֽאֹות
vê'asotém rêsha'ím, kí-ihíu éfer, tájat kapót ragleijém; baiom ashér aní 'oséh,
amár Adonai tzêvaót .
Pisotearéis a los impíos, los cuales, el día que yo preparo, serán como ceniza bajo
las plantas de vuestros pies', ha dicho el Eterno de los Ejércitos.
(22)
אֹותֹו בְ חֹ רב֙ עַל־כל־י ְש ָר ָ֔אל
ַ֤ תֹורת מֹ ֶ ַ֣שה עַבְ ֵ֑די אֲשֶ ֩ר צ ָּ֨ויתי
ָ֖ ַ זכְ ֶּ֕רּו
:ח ָֻ֖קים ּומ ְשפ ִָֽטים
zijrú torát moshéh 'avdí; asher tzivíti otó vêjorev 'al-kol-Israél, juqím
umishpatím.
1081
מַ לְ אָ ִֽכי Malají / Malaquías 3
'He aquí yo envío al profeta Elías antes de que venga el día del Eterno, grande e
imponente.
(24)
יתי
ָּׂ֥ ֲבֹותם פֶן־אָ ֶּ֕בֹוא וְ הכ
ֵ֑ ָ וְ ה ַ֤שיב לב־אָ בֹות֙ עַל־בָ ָ֔נים וְ לָּׂ֥ב בָ נָ֖ים עַל־א
:}אֶ ת־הָ ָ ָ֖א ֶרץ ִֽח ֶרם{ש
vêheshív lev-avot 'al-baním, vêlév baním 'al-avotám; pen-avó vêhikeití et-haáretz
jérem{s}.
Él hará volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a sus
padres; no sea que venga yo y golpee la tierra con destrucción.'
1082
Anexos
El Talmud nos enseña a apreciar la relación especial que nosotros, el pueblo de Israel,
tenemos con el Tanaj (la Biblia hebrea). En él está escrito: "Bendito es D's Quien dio
una Torá triple a su pueblo, que está compuesto por tres partes". Las palabras "una
Torá triple" se refieren a las tres categorías de los libros sagrados en la Biblia hebrea:
la Torá, los Profetas y las Escrituras. Esta es la razón por la cual nosotros llamamos a
la Biblia "TaNa’J". Un acrónimo de: Torá, Nevi’im y Ketuvim.”El pueblo que está
compuesto por tres partes" se refiere al pueblo de Israel que están divididos en
Kohanim (Sacerdotes), Leviím (Levitas), e Israelitas.
Había una división similar en el Templo Sagrado. El Templo estaba dividido en tres
áreas, cada una más sagrada que la que la precedía. Primero estaba el patio externo,
el cual contenía el altar en el que se ofrecían los sacrificios. Luego estaba el santuario,
en el que estaba el candelabro (menorá), el altar del incienso, y la mesa con los
panes. Finalmente, estaba el Kodesh Hakodashim - el lugar más santo del Templo - en
el que se encontraba sólo una cosa, el arca que contenía las Tablas de la Torá, que
Moshé recibió en el Monte Sinai.
Muchas cosas en la Torá se relacionan con el número tres: hay tres divisiones en la
Biblia, la Torá fue dada a los hijos de los tres patriarcas - Abraham, Itzjaq e Iaaqov - a
través de tres hijos de Amram - Moshé, Aharón y Miriam. Además, fue dada en el
tercer mes, y los hijos de Israel se prepararon tres días para recibirla.
El número tres es muy especial: Adam tuvo tres hijos, y toda la humanidad descendió
de su tercer hijo, Shet; Moshé, el más grandioso de los tres hijos de Amram, también
fue el tercero; Leví, el padre de los sacerdotes, fue el tercer hijo de Iaaqov; hay tres
rezos cada día: en la noche, en la mañana y en la tarde; los kohanim - sacerdotes -
bendicen al pueblo con una bendición triple; y tanto Israel como los ángeles santifican
a D'os mediante una alabanza triple: "Santo, Santo, Santo".
Hay también tres niveles de significado que están a disposición de todos en las
palabras del Tanaj. Ellos son: un significado simple - peshat, el significado insinuado -
remez, y el significado alegórico - drash. (Hay también un cuarto nivel, el significado
secreto - sod, pero sólo los más sabios y piadosos tienen permitido profundizar en él).
1083
La naturaleza triple del Tanaj también nos facilita el estudio de ella. Los rabinos
dicen: "Una persona puede sólo aprender lo que su corazón desea". Si la persona no
está interesada en algo, su mente no lo absorberá. Él escuchará pero no entenderá y al
día siguiente se olvidará de todo lo que ha estudiado. Si la persona verdaderamente
quiere aprender Torá, entonces, él debe prepararse a sí mismo para encontrar un área
de estudio que le interese. Si la Torá fuera muy pequeña, o fuese toda igual, entonces
sería muy difícil, pues lo que una persona encuentra interesante, no lo es para la otra y
lo que ella encuentra interesante un día, puede no encontrarlo atractivo al día
siguiente.
Es por eso que D'os nos dio una Torá que es amplia y variada y se puede entender en
tres niveles; tiene algo para todo el mundo, en todo momento. Este es uno de los
significados de las palabras del Talmud que dice:
"Rabí Janania ben Akashia dice: D'os le quiso dar a Israel la oportunidad de obtener
mucho mérito, y es por eso que Él les dio muchas enseñanzas y muchos mandamientos,
así como está escrito: 'D'os desea que él sea recto, entonces Él hizo la Torá grande e
imponente'" (Isaías 42:21).
Los libros del Tanaj son conocidos como los "veinticuatro libros de las Escrituras",
pero si tú los cuentas encontrarás que hay veinticinco realmente.
La segunda sección consiste de ocho libros conocidos como los Profetas. Los primeros
cuatro libros de esta sección son los primeros profetas: Iehoshúa, Shofetim, Shemuel y
Melajim. Los libros de Shemuel y Melajim son tan largos que fueron divididos en dos
secciones, pero esto sólo fue un asunto de practicidad y se siguen contando como un
libro cada uno. Los cuatro libros restantes son los últimos profetas: Ieshaiahu,
Irmiahu, Iejezqel y los Teré Asar (una recopilación de doce libros de profetas, que por
ser muy cortos han sido reunidos formando un solo libro. Estos son los doce libros: 1)
Hoshea - Oseas, 2) Ioel - Joel, 3) Amós, 4) Ovadiá - Abdías, 5) Ioná - Jonás, 6) Mijá -
Miqueas, 7) Najum - Nahum, 8) Jabakuk - Habacuc, 9) Tzefaniá - Sofonías, 10) Jagái -
Ageo, 11) Zejariá - Zacarías, 12) Malají - Malaquías).
Las Escrituras están compuestas por doce libros. Ellos son: las cinco meguilot (rollos):
Shir Hashirim, Kohelet, Rut, Ejá y Ester; los libros de Iov, Mishlé y Tehilim; y
finalmente están los libros de Daniel, Ezrá, Nejemiá y Crónicas. Así como los libros de
Shemuel y Melajim, Crónicas está dividido en dos secciones, pero se considera un solo
libro. Entonces llegamos a un total de 25 libros.
Sin embargo, en tiempos pretéritos, el libro de Nejemiá era considerado parte del
libro de Ezrá. Ambos se refieren al mismo período - el tiempo del regreso de los
judíos de Babilonia y la reconstrucción del Segundo Templo de Jerusalem. Ellos
1084
realmente son dos libros, así como los consideramos actualmente: uno fue escrito por
Ezrá, quien fue el líder espiritual de su generación, y el otro por Nejemiá, quien fue el
líder comunal.
Hablando ampliamente, los libros del Tanaj cubren tres períodos de la historia de
Israel. El primero es el período anterior a que los israelitas entren a la Tierra Sagrada
(los cinco libros de Moshé). El segundo, es el período en el cual ellos vivieron en la
Tierra Sagrada hasta el exilio babilónico (los Profetas). El tercero es el período del
exilio y la subsecuente reconstrucción del Templo, relatada en varios libros de los
Ketuvim. Durante este último período, la Tierra Sagrada no pudo ser llamada la Tierra
de Israel, pues el pueblo judío estaba bajo el dominio de los persas
Los cinco libros de la Torá fueron escritos por Moshé Rabenu. Ellos fueron escritos
con el nivel más alto de profecía que un ser humano puede alcanzar. (Hay quienes
opinan que los últimos ocho versículos de la Torá, que describen la muerte de Moshé,
también fueron escritos por él; pero otros dicen que Iehoshúa los escribió).
Iehoshúa Bin Nun, el sucesor de Moshé en el liderazgo del pueblo, escribió la mayoría
del libro de Iehoshúa con excepción de los últimos versículos, que describen su
muerte y la muerte de Elazar, el hijo de Aharón HaKohén.
Shemuel escribió el libro de los Shofetim (los Jueces) y el comienzo de su libro - que
fue terminado por Gad y Natan, quienes eran profetas en el tiempo del rey David.
1085
Los cuatro últimos profetas no fueron dispuestos en un orden cronológico estricto,
pues el profeta Hoshea (cuyo libro es uno de los doce profetas menores), realmente
precedió al profeta Ieshaiahu.
Los libros de Melajim e Irmiahu fueron escritos por el profeta Irmiahu. Ieshaiahu, por
otro lado, no escribió siquiera sus propias profecías. Los profetas sólo registraron sus
revelaciones a edad avanzada, pero Ieshaiahu fue asesinado por el malvado rey
Menashé antes de tener la oportunidad de escribirlas, y sus profecías fueron escritas
por los seguidores del rey Jizkiá, después de la muerte del profeta.
El libro del profeta Iejezqel fue escrito por los Sabios de la Gran Asamblea.
Las Escrituras fueron ordenadas después de los libros de los Profetas. Ellas no fueron
escritas mediante la profecía (nevuá), sino con un nivel más bajo de inspiración Divina
(Ruaj haKodesh).
El libro de Tehilim fue compilado por el rey David. Algunos de los salmos fueron
escritos por David, otros por sus contemporáneos y otros por profetas de
generaciones anteriores como Adam y Moshé.
Los libros que restan son: Daniel, Ezrá/Esdras y Nejemiá/Nehemías - que están
ordenados cronológicamente - y el último libro del Tanaj, Crónicas, cubre todo el
período de la historia del mundo, desde el primer hombre hasta el decreto del rey Ciro
de Persia de reconstruir el Templo, el cual marcó el final del exilio babilónico.
Estos libros fueron escritos por los miembros de la Gran Asamblea en el tiempo del
regreso del exilio babilonio y la reconstrucción del Templo. El más grande de estos
líderes fue Ezrá, el sofer. Él escribió el libro de Ezrá y la mayor parte de Crónicas, que
fue terminado por Nejemiá.
Cuando el Templo estaba en pie, los sacrificios y los otros servicios eran la expiación
por los pecados del pueblo de Israel. Después de la destrucción del Templo, el estudio
del Tanaj tomó su lugar. A pesar de que ella no puede realmente ser igualada al
servicio del Templo, de todas maneras ella sirve como una expiación para nosotros
hoy en día, así como dice D'os: "Yo pongo Mi Torá en medio de ustedes… pues
1086
perdonaré sus pecados" (Jeremías 31:32-33), y fue por el mérito del estudio del
Tanaj que los judíos fueron redimidos del exilio babilónico y fueron merecedores de
ver la reconstrucción del Templo Sagrado.
Cuando el Segundo Bet HaMiqdash/Templo fue destruido, el Tanaj otra vez tomó su
lugar, protegiendo a los judíos en el exilio donde sea que estaban.
El hebreo tiene casi treinta siglos de historia escrita, a lo largo de los cuales
obviamente se han dado diversos procesos de cambio lingüístico, por lo que se puede
considerar que el hebreo antiguo y el hebreo moderno, más que una única lengua, son
más bien dos lenguas emparentadas. Sobre todo si se tiene en cuenta que durante
muchos siglos el uso del hebreo antiguo quedó limitado a la literatura, a la liturgia y a
la academia, por lo que no tuvo la evolución continua y constante que suelen tener las
lenguas con su uso a lo largo del tiempo.
Se suele considerar que el período del hebreo antiguo se extiende del siglo X a. C.
hasta el siglo IV d. C, durante los que se distinguen 4 etapas, ya que obviamente sufrió
cambios a lo largo de esos catorce siglos:
1087
La Profesora Sara Lipkin, especialista en lengua hebrea, en su estudio: "El hebreo,
historia por capítulos" (1992) nos dice que "el hebreo arcaico de la Mikrá, que se
hablaba en la época del Rey Salomón tal y como aparece en el Pentatéuco, las Crónicas
y los Profetas fue sustituido unos 300 años antes de Cristo por un hebreo hablado que
utilizaban palabras, modismos, pronunciación y expresiones un tanto diferentes y que
se conoce como "Lashón Jazal" o la Lengua de los Sabios. Este hebreo se habló en
Judea hasta el año 200 después de Cristo". La profesora Sara Lipkin señala que
durante ese período el arameo era una lengua internacional que se hablaba y se
escribía desde la India y hasta Kush (Sudán). En esta época, concluye Sara Lipkin, los
judíos hablaban 3 lenguas: el hebreo, el arameo y el griego. Había quien sabía
hablar las tres y había quien solo hablaba una de éllas.
El Libro de Ben Sira se escribió en hebreo entre el 190 y el 180 antes de Cristo en la
época de la sofocante ocupación de Judea por los griegos. Con este texto los maestros
y ancianos judíos enseñaban la sabiduría mosaíca y las virtudes a los jóvenes. Fue
traducido al griego por el nieto de Ben Sira quien dice en la introducción:”Pues no
tienen la misma fuerza las cosas expresadas originalmente en hebreo que cuando se
traducen a otra lengua”. Este libro es considerado un texto canónico en la
Biblia cristiana (Eclesiástico).
Durante el reinado de los reyes de la dinastía Jasmonea (141 al 63 A.C.) las monedas,
salvo contadas excepciones, se acuñaron con inscripcio- nes en griego y en hebreo.
El historiador judío Yosef Ben Matitiahu o Flavius Josefus en su libro "La Guerra de los
Judíos contra los romanos" (Tomo 6, cap. 2) relata cómo el General Tito lo envió a él a
las murallas a negociar la rendición con el pueblo sitiado en Jerusalén en el año 70. En
algunas traducciones tendenciosas aparece que lo hizo en "la lengua de sus
antepasados" que según eruditos de la iglesia es el arameo (como John Meier en su
libro "Un judío marginal"). Josefus escribió textualmente que él le habló al pueblo en
hebreo y así aparece en la traducción al inglés de William Whiston en "The Genuine
Works of Flavius Josephus" de 1824, así como en la traducción al hebreo del Dr.
Yaacob Naftalí Simjoni de 1923 y lo confirma el historiador inglés Desmond Seward en
su libro "Jerusalem's Traitor", 2009. Josefus que escribió sus obras en Koiné hace una
1088
clara distinción entre el hebreo y el arameo al que llama "Συριστί = Siristi o lengua
siria".
Los rebeldes judíos que defendieron la fortaleza de Masada fueron derrotados por las
legiones romanas en el año 73 de la era cristiana. Entre los hallazgos arqueológicos se
encontraron fragmentos de cerámica con los nombres de algunos combatientes
escritos en hebreo.
Entre los nombres aparece el nombre BEN YAIR del comandante judío ELEAZAR BEN
YAIR mencionado por el historiador Flavius Josefus en su relato sobre la caída de
Masada en su obra la Guerra de los Judíos contra los romanos.
Las cartas de Simón Bar Kojbá o Bar Kosiba halladas en el Desierto de Judea y
expuestas en el Museo arqueológico de Israel en Jerusalén fueron escritas en hebreo
cotidiano durante la segunda revuelta de la Judea monoteísta contra la Roma pagana
entre el 132 y el 135 de la era cristiana. Esas cartas demuestran que unos 100 años
después de la Crucifixión de Ieshúa (Jesús) todavía se hablaba hebreo en Judea. Sin
embargo, una generación después de esa aplastante derrota los judíos de la
Galilea pasaron paulatinamente a hablar el arameo y el hebreo dejó de hablarse
aproximadamente en el año 200 D.C…
El Profesor David Flusser afirma en su libro “El judaísmo y las raíces del Cristianismo”
que las Parábolas (en hebreo Mashal) de la literatura rabínica fueron relatadas al
pueblo por los rabínos (maestros) solo en hebreo durante todas las épocas.
La Mishná es la recopilación hecha en la Galilea por Rabi Yehudá Hanasí alrededor del
año 200 D.C. que resume los lineamientos de la ancestral sabiduría oral de los sabios
(Tanaim) para la práctica correcta de los mandamientos de la Torá. Fue escrita en el
hebreo hablado en Judea durante los siglos I y II D.C. conocido como "Hebreo
Mishnaico". Józef Tadeusz Milik, catedrático bíblico polaco y exsacer-dote católico que
formó parte del equipo de especialistas que descifró los Manuscritos del Mar
Muerto afirmó en su libro que el Hebreo Mishnaico era la lengua hablada por los
habitantes de Judea a finales de la época del Segundo Templo ("Ten Years of Discovery
in the Wilderness of Judaea", 1959).
El hebreo que antes se hablaba en Judea se convirtió con los siglos en lengua sacra
utilizada solo para orar en las sinagogas de la "Diáspora" así como para estudiar la
Torá. Los judíos dispersos por el planeta adoptaron las lenguas de las tierras donde
habitan. Casi dos mil años después de la destrucción del Templo de Jerusalén en el año
70 de la era cristiana, los judíos que retornan a Sión-Israel, eligen espontáneamente el
hebreo como su lengua nacional. Pudieron haber elegido el arameo pero más pudo el
llamado de la "lengua madre".
Es un hebreo que tuvo que ser actualizado y al que se le agregaron nuevos vocablos
pero que se basa en el hebreo que hablaba Bar Kojbá en el año 132 D.C... Hoy día los
1089
judíos israelíes leen la prensa, conversan y escriben en la lengua de sus antepasados
enriquecida por el uso cotidiano.
1090
Alefato Hebreo
ב VET V 2
בּ BET B 2
ג GUIMEL G 3
ד DALET D 4
H
ה HE (sonido J suave) 5
ו VAV V 6
Sonido de O cuan-
וֹ VAV / O
do el daguesh (.)
está arriba de Vav 6
Sonido de U cuan-
וּ VAV / U
do el daguesh (.)
está debajo de Vav 6
ז ZAIN Z 7
J
ח JET Sonido J fuerte 8
1091
ט TET T 9
י IOD Y- I 10
כּ KAF K 20
כ JAF J 20
JAF J
ך SOFIT - FINAL Al final de una
palabra
20
ל LAMED L 30
מ MEM M 40
MEM M
ם SOFIT - FINAL Al final de una
palabra
40
נ NUM N 50
NUM N
ן SOFIT- FINAL Al final de una
palabra
50
ס SAMEJ S 60
1092
ּפ PE P 80
פ FE F 80
FE F
ף SOFIT - FINAL Al final de una
palabra
80
צ TZADI TZ - TS 90
TZADI TZ – TS
ץ SOFIT - FINAL Al final de una
palabra
90
T
ת Sin daguesh (.) se
acentúa suave
400
1093
Las Tenuot / las vocales hebreas.
El hebreo es una lengua consonantal, es decir, las letras que se usan para formar las
palabras, son exclusivamente consonantes, en nuestro idioma (español) es casi
imposible poder dar una explicación a la naturaleza del lenguaje hebreo, ya que
nuestro idioma se compone de vocales y consonantes. En la antiguedad el Griego era
el idioma que tenía representadas las vocales con caracteres, de ahí que nosotros, a
través del Latín, tengamos en nuestro idioma las vocales representadas por
caracteres, pero el hebreo y algunos otros no las tenían.
א ALEF a, e, o, i
ו VAV u, o
ה HE a, e
י IOD i, e
La AIN עaparece en muchas palabras y funciona para apoyar casi cualquier vocal,
pero no fue denominada Madre Lectura.
Las Matres Lectionis funcionaron en el hebreo pre-masoreta, este modo se puede ver
en las muestras de los rollos del Mar Muerto. Posteriormente se formalizaron con la
técnica Masoreta.
Es por eso incluso los Masorim (Masoretas) tenían bases sólidas para la vocalización
del hebreo para ser exportado al mundo entero. Así es como aparecen las NIQUDOT
marcas diacríticas que funcionan como vocales [TENUOT].
1094
Los Masorim (Masoretas) introdujeron el uso de las vocales [TENUOT] en forma de
marcas diacríticas que actualmente son llamadas Niqudot [Plural]. La palabra tenuot
se refiere a vocales. Debemos conocer algunas reglas para su uso.
1095
ֵ vocal larga "e" como
en 'el'
Tzere Jaser
1096
ֳ vocal muy corta "o"
como la primera en Jataf Qamatz
'consumidor'
El hebreo es un lenguage fonético, o sea, que se pronuncia como se escribe, así que al
final de la lección usted será hábil para leer casi cualquier texto que contenga las
marcas diacríticas [NIQUDOT, NIQUD singular], se denominan NIQUDOT a los puntos
colocados por debajo y por encima de las consonantes hebreas. En un libro o
periódico moderno Israelí, las NIQUDOT son omitidas, a excepción de las palabras
inusuales, donde las NIQUDOT reaparecen para recordar la pronunciación correcta de
tal palabra. Después de algún tiempo de familiaridad con el lenguage, usted será capaz
de omitir las NIQUDOT [MARCAS], anticipando mentalmente las TENUOT [VOCALES]
apropiadas.
Veámos la יiod para la palabra IEHUDÍ [Judío] " " יְְהּודְִיdonde la primera iod
funciona como consonante y la segunda iod como vocal.
Todas las sílabas hebreas comienzan con una consonante cuando se escriben, cuando
se pronuncian, parece que algunas comienzan con vocal, pero es de hecho una
consonante de cualquiera de las 22 letras hebreas, Ejemplo:
*[Note que así es como se distingue una 'Qamatz Qatan' de una 'Qamatz Gadol',
cuando la sílaba que contiene la Qamatz es abierta y no se acentúa, entonces la
Qamatz es Qatán y suena como O. Ejemplo: | אָ זְנִ יOZNÍ (Mi oreja)].
1098
Sustantivos
Los sustantivos hebreos pueden ser masculinos o femeninos al igual que en español.
Pueden aparecer en forma singular (1), en forma dual (2) o plural (más de 2).
Sustantivo
hebreo
Transliteación Traducción Terminación Género Número
1099
סּוס sus caballo ---- Masculino Singular
סּוסים
ִ susím caballos ִ ים Masculino Plural
Así vemos que la forma más común para las terminaciónes masculinas en plural, sería
"im" o " yim " y para las formas femeninas plurales, sería " ot ", hay excepciones, se
tratarán más adelante.
En un diccionario hebreo, solo aparecen los sustantivos en forma singular. Así que
necesitarás reconocer el sustantivo en su forma fundamental para encontrarlo en su
forma plural. Por ejemplo para emcontrar "סּוסיםִ " (caballos) deberás buscar ""סּוס
(caballo). Es recomendable dado el caso, obtener un pequeño diccionario hebreo-
español. Más adelante se agregará más vocabulario hebreo y es importanate que el
lector este familiarizado con los términos. Recordemos que entre más hebreo
memoricemos, es más fácil poder identificar las palabrás de la Toráh.
En un diccionario vas a notar que los sustantivos están marcados con una זo con
una נlo cual indica el género de la palabra, o sea Masculino o Femenino. Los
sustantivos que terminan en הson usualmente femeninos, aunque existen algunas
ecepciones con vocabulario de origen antiguo (en las escrituras). Por esta razón es
mejor aprender cada sustantivo acompañandolo de un adjetivo.
Note que la forma dual (ejemplo: 'dos orejas', 'dos ojos', 'dos manos', 'dos alas', etc.) se
aplica para ambos, Masculino y Femenino, ָזכָרy נְ קֵ בָ הrespectivamente.
Debemos saber que algunas palabras solo aparecen en forma dual, por
ejemplo: פָריִ ים
ַ ( ִמ ְסTijeras).
Existen algunas ligeras variaciones entre el hebreo bíblico y el hebreo moderno o
llamado Israelí, estas diferencias existen debido a cambios en las reglas de ortografía
del hebreo. En Israel actualmente existe un órgano llamado "La Academia del lenguaje
Hebreo" que emite pautas para dichas reglas ortográficas.
1100
A continuación un ejemplo de las diferencias:
Se dice que la forma completa de una palabra debe incluir para apoyar el sonido de las
vocales " i " y " o " una וo una י.
Existen muchos comunes sustantivos masculinos que no terminan en su forma plural
normal, o sea " im " por ejemplo el sustantivo masculino ( אָ בPadre) en forma plural
es ( אָ בֹותPadres) la terminación es femenina, aunque el sustantivo es masculino.
Sustantivo
Forma Plural Traducción
masculino
Letra(s), Signo(s),
אֹות אֹותת Señal(es)
1102
Sustantivo
Forma Plural Traducción
femenino
No a todos los sustantivos en hebreo se los puede identificar el género que son,
porque hay intercambios en las terminaciones masculinas y femeninas. Puede
confundir el hecho de pensar que los sustantivos se pueden reconocer completamente
por sus terminaciones, por eso se verá el tema de 'El adjetivo.
1103
TABLAS DE VOCABULARIO HEBREO
PRACTICANDO EL HEBREO
Bóqer tov, David Buenos días, David
Érev tov, Shelomóh Buenas tardes, Salomón
Láila tov, Rajél Buenas noches, Rajél
Ma shlomjá? ¿Cómo te va?
PRACTICANDO EL HEBREO
Naím meód lehakirjá. Mucho gusto en conocerle.
Todáh rabáh. Muchas gracias.
Bevakasháh. Por nada. (también: con permiso)
Ma nishmáh? ¿Cómo estás?
PRACTICANDO EL HEBREO
Atáh makír otáh? ¿La conoces a ella?
Atá makír otó? ¿Lo conoces a él?
Na, lehakír Moshé. Por favor, conoce a Moisés.
Shalóm, shmí David. Hola, me llamo David.
Mah shimjá, bevaqashá? ¿Cómo te llamas, por favor?
PRACTICANDO EL HEBREO
Hiné, kartisí. Aquí está mi tarjeta.
Haím atáh mar Kátz? ¿Es usted el Sr. Katz?
Meéifo atá? ¿De dónde es usted?
Aní miTel-Avív. Yo soy de Tel-Avív.
Éifo atáh gár? ¿Dónde usted vive?
1104
PRÁCTICA DE HEBREO CONVERSACIONAL
Ken, lo. Sí, no.
Bevaqasháh. Por favor.
Toda rabáh Muchas gracias
Al lo davár De nada (No hay que hablar)
Aní mitstaér Lo siento
Einí iodéa Yo no sé
Joshváni shekén Creo que sí.
Aní joshév sheló Yo creo que no.
1105
SEGUIMIENTO AL CURSO DE HEBREO – VOCABULARIO
Pronunciación Traducción
Eifó iesh misadá ... ¿Dónde hay un restaurante ...
Jalavít toba? lácteo bueno?
Haujál lirót ... ¿Puedo ver ...
et hatafrít? el menu?
Efshár lekabél séfel? Favor de traerme una copa.
Mazlég, sakín ... Un tenedor, un cuchillo ...
Kapí, káf ... Una cucharita, cuchara sopera
NOTA: Verán que hay dos maneras de saludar en hebreo (entre otras)
que ameritan una explicación. “Ma nishmá?” está preguntando por la
“neshamá.” La neshamá es el alma, los sentimientos; así que equivale a
decir en español: “¿Cómo te sientes?” Mientras que “Ma shlomjá?”
pregunta literalmente “¿Cómo está tu shalóm, tu paz?” O sea, que
equivale en español a preguntar: “¿Cómo te va?” “¿Cómo están las
cosas?” Y usted debe decir: “Tov;” o “Tov meód.” (Muy bien). Y recuerda
que cuando te preguntan: “¿Cómo estás?” no te están pidiendo un
informe detallado de tu historial médico; ¡es simplemente un saludo!
(¿Ok?)
1106
SEGUIMIENTO AL CURSO DE HEBREO – VOCABULARIO
Pronunciación Traducción
Efshár lekabél ...? Favor de traerme ...
pilpél iarók pimiento verde
Júmus mojo de guisantes
Tejína salsa de ajonjolí
Faláfel pattés fritas de guisantes
Qusqús plato de carne con guisantes
Qubéh pastelería rellena de carne
Qíshqe derma rellena
Qréplaj un tipo de ravioli
Qaféh café (¿quién no lo conoce?
qaféh hafúj café con leche
qaféh shajór café negro
qaféh turkí café turco
NOTAS:
1. Otra vez: fíjense bien en los acentos; son ABSOLUTAMENTE
importantes para la pronunciación correcta del hebreo.
1107
SEGUIMIENTO AL CURSO DE HEBREO
Vocabulario — Conceptos de tiempo
Pronunciación Traducción
Iom rishón Domingo
Iom shení Lunes
Iom shlishí Martes
Iom revi’í Miércoles
Iom jamishí Jueves
Iom shishí Viernes
Shabát Sábado
Bejól ióm Cada día
Haióm Hoy
Majár Mañana
Etmól Ayer
Hashavúa Esta semana
Bashavúa habá La semana que viene
Bashavúa sheavár La semana pasada
Hajódesh Este mes
Bajódesh habá El mes que viene
Bajódesh sheavár El mes pasado
Hashaná Este año
Bashaná sheavráh El año pasado
Bashaná haba’áh El año que viene
Los de ustedes que no sean judíos, alléguense a un judío y pídanle que les
pronuncie estas letras difíciles: la “jet,” la “Jáf”, y la “resh” israelí sabra.
NOTAS:
1. Fíjense que los nombres de los días de la semana en hebreo son
números ordinales, Día Primero, Segundo, etc., excepto el Séptimo Día que
se llama Shabát (Reposo).
2. Las palabras iom (día) y jódesh (mes) son masculinas; mientras que las
palabras shavúah (semana) y shanáh (año) son femeninas. Así habá es “el
que viene,” mientras que haba’áh es “la que viene.”
3. Generalmente las palabras hebreas que terminan en (ah) o en (at) son
femeninas;
como shanáh, Saráh, shabát, etc. Pero a veces la terminación en (at) es
indicativo del genitivo, como en kehilát shalóm, que significa “congregación
de paz.”
1108
palabra es masculina, y –ót si la palabra es femenina. Ejemplos: iom >
iomím; shabát > shabatót.
NOTAS:
1. Note que Avív es el nombre del primer mes del año religioso y
también el nombre de la primera estación.
2. Note que la palabra hebrea para “viento” y para “espíritu” es la
misma: rúaj.
3. Hay 10 palabras llanas en el vocabulario de hoy; encuéntralas
(contando una sola de las que estén repetidas).
4. Las palabras llanas son minoría en hebreo, pues la mayoría de las
palabras hebreas son agudas.
1109
sha’á aját una hora
seatáim dos horas
samésh shaót cinco horas
éser dakót diez minutos
sh’loshím dakót treinta minutos
Ma hasha’á ajsháv? ¿Qué hora es ahora?
Ajsháv esrím leéser Diez minutos para las 11.
NOTAS:
1. Cuando practique el vocabulario, comience leyendo la
transliteración y luego trate de leer el hebreo sin mirar la
transliteración, hasta que se acostumbre a las palabras.
NOTAS:
1. La “fila verde” es la fila expreso para pasajeros que no tienen
nada que declarar en Aduana.
2. Note que la palabra “hamizvadá” significa tanto “baúl” como “maleta.”
3. Traduje “baúl” del inglés “trunk”, y “maleta” del inglés “suitcase.”
Este baúl es el baúl del automóvil.
4. Entiendo que en algunos países llaman con otros nombres a las
maletas. Cada cual supla el nombre que se da en su país a estas
cosas.
NOTAS:
1111
VOCABULARIO: –Medios de transportación
Pronunciación Traducción
Haím zot hi ... ¿Es este el tren ...
harakévet lenetánya? a Netánya?
Haím ze haotobús ¿Es este el autobús a Haifa?
lejeifá?
Haím zot rakévet ¿Es este un tren expreso?
ieshirá?
Haím ze otobús ¿Es este un autobús expreso?
iashír?
Mataí iotzét ... ¿Cuándo parte ...
harakévet livér shéva? el tren para Ber-Shéva?
Mataí iotzé ... ¿Cuándo parte ...
haotobús lejeifá? el autobús para Haifa?
Haím yesh qarón ... ¿Hay un carro ...
misadá berakévet zo? comedor en este tren?
Haím mutár leashén ¿Se permite fumar aquí?
kan?
Ma shém hamaqóm ¿Cómo se llama este lugar?
hazé?
Bevaqashá laqájat et ... Por favor, lleve…
jafatsaí lamonít. mi equipaje a un taxi.
letajanát haotobús. a la parada del autobús.
lesheirút a un taxi compartido.
NOTAS:
VOCABULARIO: En el aeropuerto
Pronunciación Traducción
Eifó sde hateufá? ¿Dónde es el aeropuerto?
Kamá olá monít ... ¿Cuánto cuesta un taxi ...
lisdé hateufá? al aeropuerto?
Eifó bikóret ¿Dónde es el punto de chequeo …
hadarkoním ...
uvdiqát haméjes? para pasaporte y aduana?
Mataí mamrí ... ¿A qué hora sale ...
hamatós le’eilát? el avión para Eilát?
Heiján hashá’ar ¿Dónde está la puerta ...
hamovíl lamatós de salida del avión a Eilát?
le’eilát?
1112
NOTAS:
NOTAS:
1113
2. Note la palabra móvil, que significa “que conduce.” Note movilá, “a
dónde conduce,” en la línea 7. Muy latina, ¿no?
4. Es importante aprenderse los puntos cardinales. Aquí los tiene todos.
5. En hebreo la misma palabra, ir, significa ciudad y pueblo.
6. ¿Le suena familiar kilometrím? Es un calco del griego aceptado en casi
todas las naciones.
7. Note la palabra slijá, (o: selijá) significa, perdón, disculpa, dispensa. Es
palabra de cortesía.
8. El hebreo mapa es un calco del español “mapa;” mapát” significa
“mapa de.” La “t” al final es un genitivo, indica posesión. Así Parashát
Bereshít significa “la Parashá (Porción) de Génesis.” Pero la “t” en
Bereshít es diferente porque es parte de la palabra.
NOTAS:
Note en el segundo renglón la frase “iesh lejá.” Significa “hay para ti.” En
hebreo no hay una palabra para decir “tengo” o “tienes.” En su lugar se
usa la frase “iesh li,” o “iesh lejá;” “hay para mí,” o “hay para ti.”
1114
Números en hebreo
Del 1-100:
Cardinal Ordinal
Decimal
Masculino Femenino Masculino Femenino
0
efes אֶ פֶס –
1115
shisha shesh shishi shishit
6
ִששָ ה שֵ ש ִש ִשי ִש ִשית
shiv’a sheva’ shvi’i shvi’it
7
ִשבְ עַה שֶ בַ ע ְשבִ יעִ י ְשבִ יעִ ית
shmona shmone shmini shminit
8
ְש ִמינִ י ְשמֹונֶה ְשמֹונָה ְש ִמינִ ית
tish’a tesha’ tshi’i tshi’it
9
ִת ְשעָה תֵ שַ ע ְת ִשיעִ י ְת ִשיעִ ית
assara eser asiri asirit
10
עֲשָ ָרה עֶשֶ ר ע ֲִש ִירי ע ֲִש ִירית
esrim
20
ע ְֶש ִרים
shloshim
30
לֹושים
ִ ְש
arba’im
40
אַ ְרּבָ עִ ים
hamishim
50
ח ֲִמ ִשים
1116
shishim
60
ִש ִשים
shivim
70
ִשבְ עִ ים
shmonim
80
ְשמֹונִ ים
tishim
90
ִת ְשעִ ים
mea
100 מֵ אָ ה
1117
A
Glosario
Abandonar, dejar: Heb. ַ זבע- azab dejar, abandonar, aplazar, renunciar, soltar».
El vocablo aparece en acádico, en hebreo posbíblico y en arameo. Palabras
semejantes aparecen en arábigo y etiópico. El vocablo figura en el hebreo bíblico
unas 215 veces y durante todos los períodos.
Básicamente ˓azab significa «salir de algo» o «dejar». Este es el sentido del término
la primera vez que aparece en el Tanaj: «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a
su madre, y se unirá a su mujer» (Gn 2.24). El vocablo adquiere particularmente el
matiz de «dejar a alguien plantado», o dejar a alguien que depende de sus servicios.
Es así como Moshé/Moisés le dice a Hobab el madianita (ceneo): «Te ruego que no
nos dejes [plantado]; porque tú conoces los lugares donde hemos de acampar en el
desierto, y nos serás en lugar de ojos» (Nm 10.31).
Otro uso especial del término es «no hacer caso»: «Pero él dejó el consejo que los
ancianos le habían dado» (1 R 12.8).
El vocablo tiene un matiz un tanto diferente cuando significa «dejar solo a alguien
o algo con un problema»: «Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su
carga, ¿le dejarás sin ayuda?» (Éx 23.5). En forma figurativa azab significa
«apartarse de» en un sentido espiritual o intelectual: «Deja la ira, y desecha el
enojo» (Sal 37.8).
1118
A
«dejan a otros sus riquezas» (Sal 49.10). Rut 2.16 matiza el término en el sentido
de «dejar caer [sobre el suelo]» algún objeto. Azab puede significar «abandonar»:
«Al que encubre sus faltas, no le saldrá bien: el que las confiesa y abandona [deja
de lado], obtendrá piedad» (Pr 28.13 BJ). En 2 Cr 28.14 significa «liberar»: «El
ejército dejó los cautivos y el botín delante de los príncipes y de toda la multitud».
Hablando acerca del mal, Zofar observa: «[Al malvado] le parecía bien, y no lo
dejaba, sino que lo detenía en su paladar» (Job 20.13).
Azab puede significar «dejar hacer», como en 2 Cr 32.31; Dios «dejó» a Ezequías
hacer lo que quería. O «quitar» o «eliminar» en el sentido de discontinuar una
acción: «Quitémosle este gravamen» (Neh 5.10).
En ciertas ocasiones ˓azab tiene la acepción técnica y jurídica de «ser libre», o sea,
lo opuesto de estar en esclavitud. El Señor reivindicará a su pueblo y tendrá
compasión de sus siervos «cuando viere que la fuerza pereció, y que no queda ni
siervo ni libre» (Dt 32.36).
Primero, to’eváh define a las personas y los objetos como esencialmente únicos en
el sentido de ser «peligrosos», «siniestros», «repulsivos» y «abominables» desde la
perspectiva de otros. Este significado lo vemos por primera vez en Bereshit / Gn
43.32: «Los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación
a los egipcios». Debido a sus diferencias culturales o sociales, a los egipcios les
repugnaba comer pan con extranjeros (cf. Bereshit / Gn 46.34; Tehilim / Sal 88.8).
Otra ilustración clara de este choque fundamental de voluntades aparece en
Mishlei / Pr. 29.27: «Abominación es a los justos el hombre inicuo; y abominación
es al impío el de caminos rectos». Al referirse a Dios, el término adquiere un matiz
particular: describe a personas, cosas, hechos, relaciones y características que le
son «detestables» o «abominables» porque son contrarias a su naturaleza. Dios
abomina lo que tiene que ver con muerte e idolatría: «Nada abominable comerás»
(Devarim / Dt 14.3). Los que tienen hábitos que Dios aborrece también le son
detestables: «La mujer no llevará ropa de hombre, ni el hombre se pondrá vestidos
de mujer, porque el que hace esto es una abominación para IHVH tu Dios»
(Devarim /Dt 22.5 bj). Lo contrario de to’evah son reacciones como «deleite» y
«amor» (Mishlei / Pr. 15.8, 9 lba).
1119
A
To’eváh puede representar los propios cultos paganos, como en Devarim / Dt.
12.31, o el pueblo que los practica: «Porque todo el que hace estas cosas es una
abominación para IHVH tu Dios y por causa de estas abominaciones desaloja IHVH
tu Dios a esas naciones delante de ti» (Devarim / Dt 18.12 bj). Por otro lado, si los
israelitas son culpables de tales idolatrías, su fin será peor que el cautiverio: ser
apedreados hasta la muerte (Devarim / Dt 17.2–5).
Aceite (de Oliva): Heb. ַןמַש-Shémen «aceite (de oliva); aceituna; perfume; madera
de olivo». Este vocablo tiene cognados en ugarítico, acádico, fenicio, siríaco,
arábigo y arameo. La palabra aparece unas 190 veces y durante todos los períodos
del hebreo bíblico.
En muchos contextos shémen tal vez puede referirse a la propia oliva o aceituna:
«Vosotros tomad el vino, los frutos del verano y el aceite, y ponedlos en vuestros
almacenes» (Jer 40.10).
Hay una ocasión en que el término aparece como «manjares suculentos» o platos
mezclados con mucho aceite: «Y IHVH de los ejércitos hará en este monte a todos
los pueblos banquete de manjares suculentos» (Is 25.6).
1120
A
Shémen es también «una clase de perfume», o aceite de oliva mezclado con ciertas
fragancias para hacer perfume, en pasajes como Cnt 1.3: «A más del olor de tus
suaves ungüentos, tu nombre es como ungüento derramado».
Verbo: El verbo shaman, que aparece 5 veces, tiene cognados en arameo, siríaco y
arábigo. El vocablo significa «crecer o engordar» (Neh 9.25 bj, lba, bla; Jer 5.28).
Aceptar: Heb. רצה- ratzáh estar contento, ser favorecido, sentirse complacido,
ver con agrado, satisfacer». Este es un término común tanto en el hebreo bíblico
como en el moderno. Se encuentra aproximadamente 60 veces en el texto
veterotestamentario; uno de los primeros ejemplos es Bereshit/Gn 33.10: «Con
tanto favor me has recibido». En este texto, «favor» aparece dos veces, siendo el
primero una traducción de jen. Cuando ratzáh indica que Dios se complace con
alguien, generalmente las traducciones en castellano expresan la idea de «deleite»,
«encanto», «gozo», describen un sentimiento de gran placer (cf. Is 42.1; Sal 44.3).
Este matiz se refleja también en Pr 3.12, donde ratzáh se expresa paralelamente
con ahab, «amar»: «Porque IHVH reprende a los que ama, como un padre al hijo
preferido» (NBE).
Por otro lado, cuando uno necesita cumplir con algún requisito para merecer
ratzáh, puede ser más lógico traducirlo como «agradar» o «aceptar». Por ejemplo:
«¿Se agradará IHVH de millares de carneros… ?» (Miq 6.7); «No me complazco en
vuestras oblaciones» (Am 5.22 BJ).
1121
A
20.23; rv «subir»). Objetos inanimados, tales como las escamas del cocodrilo se
hallan tan «cerca» que «el uno se junta con el otro, que viento no entra entre ellos»
(Job 41.15–16 rv). A veces se usa el término para referirse a «traer» (nbe),
«ofrecer» (rv) o «presentar» (bj, bla) una ofrenda ante el altar (Mal 1.7)
Aunque ia’atz describe con mayor frecuencia «ofrecer buenos consejos», a veces
ocurre lo contrario. Un ejemplo trágico es el caso de Acab, rey de Iehudá/Judá, cuya
madre «le aconsejaba a que actuase impíamente» (2 Cr 22.3). En Is 23.9 se expresa
la idea de una «decisión»: «IHVH de los ejércitos lo decretó» (RV, NBE), «planear» (BJ),
«tramar» (BLA).
Nombre: Heb. יֹ עֵ ץ- io’etz, «consejero». Tal vez la forma más conocida de esta raíz
sea la modalidad sustantiva que se encuentra en el pasaje mesiánico, Is 9.6:
«Admirable-Consejero» (NBE), «Consejero admirable (BLA), «Maravilla de Consejero»
(9.5 BJ). El término también se encuentra separado de admirable: «Admirable,
Consejero» (RV).
Ia’atz יעץaquellos que dan consejos». Con frecuencia, ia’atz se usa en forma de
participio, traducido como «los que aconsejan», especialmente a líderes políticos y
militares (2 S 15.12; 1 Cr 13.1).
Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no
te ha permitido esto IHVH tu Dios. Profeta de en medio de ti, de tus hermanos,
como yo, te levantará IHVH tu Dios; a Él oiréis» (Dt 18.10, 14–15: primer uso del
término).
1122
A
Tal vez el uso más ambiguo y complicado del término aparece en Nm 22—23 y Pr
16.10, en donde parece ser equivalente a «profecía». Balaam tenía fama de adivino
entre los paganos; al mismo tiempo, reconocía a IHVH como su Dios (Nm 22.18).
Aceptó dinero por sus servicios y probablemente no tenía problemas con ajustar
su mensaje al agrado de sus clientes. Esto explicaría el porqué Dios se enojó con él
y lo confrontó (Nm 22.22ss), aun cuando ya le había dicho que aceptara la
comisión y acompañara a los enviados del rey (22.20). Según parece, Bilam había
resuelto agradar a sus clientes. Pero, una vez que esa actitud se volvió sumisión,
Dios le permitió seguir su camino (Nm 22.35).
Adorar: heb. ַ חהׁש- shajah, «adorar, postrarse, bajarse, inclinarse». Esta palabra se
encuentra en el hebreo moderno con el sentido de «inclinarse o agacharse», pero
no en el sentido general de «adorar». El hecho de encontrarse más de 170 veces en
el Tanaj demuestra un poco de su significado cultural. Lo encontramos por primera
vez en Bereshit/Gn 18.2 en donde Avraham «se postró en tierra» delante de los
tres mensajeros que le anunciaron que Sará tendría un hijo.
Iosef/José vio en un sueño que las gavillas de sus hermanos se «inclinaban» ante su
gavilla (Gn 37.7–10). Shajah es el término que comúnmente se usa para llegar ante
Dios en adoración (como en 1 S 15.25 y Jer 7.2). A veces se usa otro verbo que
significa inclinarse físicamente, seguido por «adorar», como en Éx 34.8: «Y
entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró». Otros
dioses e ídolos también son objetos de adoración, postrándose delante de ellos (Is
2.20; 44.15, 17).
1123
A
relato de la creación (Pr 8.22–36), la Sabiduría misma dice que «IHVH me creó…
antes que sus hechos más antiguos» (RVA). La traducción «poseer» (RVR, LBA) no
parece ser adecuada al contexto.
Cuando el salmista le dice a Dios «Tú formaste mis entrañas» (Sal 139.13, RVA, BLA),
posiblemente quiso decir «crear» (NBE).
Qanáh se usa varias veces para expresar la actividad redentora de Dios a favor de
Israel, aludiendo una vez más al tema de la «creación» en lugar de «adquisición».
Éxodo 15.16 debería traducirse: «El pueblo que tú creaste», en vez de «que tú has
adquirido» (RVA; «comprado» BLA, BJ, etc.; cf. Sal 74.2 RVR).
Tzar, Heb. צר- «angustia». Este vocablo también aparece mayormente en textos
poéticos. En Pr 24.10, tsar significa «escasez» o la «angustia» que esta ocasiona. El
énfasis del nombre a veces recae sobre el sentimiento de «consternación» que
viene de una situación que causa tensión (Job 7.11). De acuerdo a este uso la
palabra tzar se refiere a un estado sicológico o espiritual. En Is 5.30 el vocablo
describe condiciones angustiantes: «Entonces mirará hacia la tierra, y he aquí
tinieblas de tribulación» (cf. Is 30.20). Este matiz parece ser el uso más frecuente
de tzar.
Verbo: Heb. צרר- Tzarar, «envolver, atar, estrecho, estar afligido, sentir dolores de
parto». Este verbo, que aparece en el Tanaj 54 veces, tiene cognados en arameo,
siríaco, acádico y arábigo. En Shoftím/Jue 11.7, el vocablo significa «estar en una
situación angustiosa».
Adjetivo: Heb. צר- Tzar, «estrecho». Tzar describe un espacio angosto que
fácilmente puede obstruirse con una sola persona (Nm 22.26).
Agua: Heb. מיִ ם- maím, «agua; torrente». El término tiene cognados en ugarítico y
en sudarábigo. Aparece unas 580 veces y durante todos los períodos del hebreo
bíblico. Primero, «agua» es una de las sustancias básicas originales. Este es su
significado cuando aparece por vez primera, en Bereshit/ Gn 1.2: «Y el Espíritu de
Dios se movía sobra la faz de las aguas». En Gn 1.7 Dios separó las «aguas» de
encima de las «aguas» debajo (cf. Éx 20.4) de la bóveda celeste (LVP). Segundo, el
vocablo representa aquello que está dentro de un pozo, por ejemplo, «agua» para
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A
beber (Gn 21.19). Las «aguas vivas» son las que fluyen: «Cuando los siervos de
Itzjaq/Isaac cavaron en el valle… hallaron un pozo de aguas vivas» (Gn 26.19). Al
agua que se bebe en la prisión se le denomina «agua de aflicción»: «Echad a este en
la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo
vuelva en paz» (1 R 22.27). Job 9.30 habla de agua de nieve: «Aunque me lave con
aguas de nieve, y limpie mis manos con la limpieza misma».
1125
A
En Bereshit/ Gn 1.2 (primer caso del término) tehôm se refiere a «todas las aguas»
que en el comienzo cubrían todo el globo terrestre: «Las tinieblas estaban sobre la
faz del abismo» (cf. Pr 3.20; 8.24, 27–28).
Alabar: Heb. הלל- halal, verbos, «alabar, celebrar, glorificar, cantar, alardear». El
sentido de «alabar» es, en efecto, la acepción de la forma intensiva del verbo
hebreo halal, que en su modalidad activa simple significa «alardear». Este último
sentido se encuentra en las formas cognadas del acádico antiguo, cuyos dialectos
1126
A
Aunque halal se usa a menudo solo para indicar la «alabanza» que se hace a
personas, incluyendo al rey (2 Cr 23.12) o la belleza de Avshalón (2 S 14.25), el
término se usa mayormente para «alabar» a Dios. Es más, a todo ser viviente y
todas las cosas creadas, incluyendo el sol y la luna, se les llaman a «alabar» a Dios
(Sal 148.2–5, 13; 150.1). Típicamente, tal «alabanza» se expresa en el santuario,
sobre todo durante las grandes fiestas (Is 62.9).
ידה- Iadáh, «dar gracias, loor y alabanza». Este es un vocablo hebreo muy común a
todos los períodos y un término muy importante en el lenguaje de la alabanza.
Iadáh se encuentra casi 120 veces en el Tanaj. El primero de estos casos lo
encontramos en la historia del nacimiento de Iehudá / Judá, el hijo de Iaaqov /
Jacob y Leá: «Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a IHVH;
por esto llamó su nombre Iehudá» (Gn 29.35).
Como era de esperarse, esta palabra aparece con mayor frecuencia en el Libro de
Tehilim / Salmos (unas 70 veces). Como expresión de gratitud o alabanza, es un
elemento natural del culto ritual público, así como de la alabanza personal a Dios
(Sal 30.9, 12; 35.18). Muy a menudo las alabanzas se encaminan en nombre del
Señor (Sal 106.47; 122.4).
Nombres: Heb. ְּתהִ לה-Tehiláh, «gloria; alabanza; canción de loor; acciones loables».
Tehiláh aparece 57 veces durante todos los períodos de la historia bíblica hebrea.
1127
A
hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto» (Dt 10.21).
Israel es la «gloria» de Dios cuando existe en un estado de exaltación y de
bendición divina: «Ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga
por alabanza en la tierra» (Is 62.7; cf. Jer 13.11).
Tercero, con un matiz particular, tehiláh se usa como término técnico musical para
una canción (sir) que exalta o alaba a Dios: «Salmo de alabanza de David»
(encabezamiento del Sal 145, que en hebreo es el v. 1). Tal vez Neh 11.17 se refiere
a un director de coro o alguien que dirige las canciones de «alabanzas»: «Y
Matanías… hijo de Asaf, el principal, el que empezaba las alabanzas y acción de
gracias al tiempo de la oración [quien al principio dirigía la alabanza a la hora de la
oración]».
Dos nombres relacionados son mahaalal e hillu. Mahaalal aparece una vez (Pr
27.21) y se refiere al grado de intensidad de la «alabanza» o bien su ausencia. Hillu,
que aparece 2 veces, significa «jubilación festiva» durante la cosecha del cuarto
año (Lv 19.24; Jue 9.27).
1128
A
existe un pequeño grupo de palabras de uso frecuente. Por ejemplo, la rv hace uso
de varios términos diferentes para traducir este vocablo hebreo. El problema
fundamental es que no existe en castellano un equivalente exacto en hebreo ni del
vocablo ni de la idea de «alma». El sistema de pensamiento hebreo no conoce la
combinación u oposición de los términos «cuerpo» y «alma» que son de origen
griego y latino. Más bien en el hebreo se contraponen dos conceptos que no se
encuentran en la tradición grecolatina: «el ser interior» y «la apariencia externa», o
puesto de otra manera: «lo que somos para nosotros mismos», en contraposición a
«lo que otros creen ver en nosotros». El ser interior es nefesh, mientras que el ser
externo, la reputación, es shem, cuya traducción más frecuente es «nombre». En los
pasajes narrativos o históricos del Tanaj, nefesh puede traducirse como «vida» o
«ser» (en el sentido de personalidad o de identidad), como en Lv 17.11: «Porque la
vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación por
[vosotros mismos]». Sobra decir que el término «alma» no tiene sentido en este
texto («vidas»).
Las lecturas de nefesh en las diversas versiones son muy variadas, particularmente
en las más modernas que procuran una mayor amplitud de acepciones.
Verbo: Nafash significa «respirar; tomar aliento; descansar». Este verbo, que
parece tener una relación con nefesh, se encuentra 3 veces en el Tanaj (Éx 23.12;
31.17). El otro caso es 2 S 16.14: «Y el rey y todo el pueblo que con él estaba,
llegaron fatigados, y descansaron allí» (rv, cf. nbe; «tomaron aliento» bj;
«recuperaron las fuerzas» bla).
Altar: Heb. ַ ִמזְבֵ ח-Mizbeaj, «altar». Este nombre tiene cognados en arameo, siríaco
y arábigo. En cada una de estas lenguas la raíz es mdbj. Mizbeaj se encuentra unas
396 veces en el Tanaj.
El vocablo denota un lugar alto en el que se hacen sacrificios, como en Gn 8.20 (el
primer caso): «Y edificó Noaj / Noé un altar a IHVH, y tomó de todo animal limpio y
1129
A
En Sinaí, Dios ordenó que los israelitas tallasen altares de maderas y metales finos.
Esto era para enseñarles que el verdadero culto requiere lo mejor y que debía de
estar estrictamente de acuerdo con las ordenanzas divinas. Dios, y no los seres
humanos, origina y controla el culto. El altar que se encontraba delante del Lugar
Santo (Éx 27.1–8) y el altar de incienso dentro del mismo (Éx 30.1–10) tenían
«cuernos». Estos cumplían funciones vitales en algunas ofrendas (Lv 4.30; 16.18).
Por ejemplo, el animal sacrificial se ataba a estos cuernos de modo que se
desangrara completamente (Sal 118.27).
Mizbeaj se usa también en relación con altares paganos: «Derribaréis sus altares, y
quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera» (Éx 34.13).
El nombre se deriva del verbo hebreo zabaj, el cual significa literalmente «matar
para comer» o «matar para sacrificar». Zabaj tiene cognados en ugarítico y arábigo
(dbj), acádico (zibu) y fenicio (zbj). Otro nombre veterotestamentario derivado de
zabaj es zebaj (162 veces), que generalmente se refiere a un sacrificio que
establece comunión entre Dios y los que comen del sacrificio.
Año: Heb. ַהנַש-Shaná, «año». Esta palabra tiene cognados en ugarítico, acádico,
arábigo, arameo y fenicio. En el hebreo bíblico aparece unas 887 en todos los
períodos. El término significa «año» en hebreo: «Dijo luego Dios, haya lumbreras
en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales
para las festividades, para días y años» (Gn 1.14; el primer caso). Hay varias formas
de determinar lo que significa «año». Primero, puede ser el «año» solar, basado en
la relación entre las estaciones y el sol. Segundo, puede referirse al «año» lunar o la
correlación entre las estaciones y la luna. Tercero, el «año» puede decidirse en
base a la relación entre el movimiento de la tierra y las estrellas (año estelar). En
varios momentos el pueblo de Israel fijó las estaciones de acuerdo con el clima y
con hechos relacionados con la agricultura; el año concluía con la vendimia y la
cosecha de frutas en el mes de Elul: «[Guardarás] también la fiesta de la siega, los
primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la
cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del
campo» (Éx 23.16).
1130
A
En la mayoría de los casos, aron se refiere al arca del testimonio. Este mueble
funcionaba principalmente como un receptáculo. Como tal, la palabra se modifica a
menudo por los nombres o atributos divinos. En 1 S 3.3, el nombre divino modifica
primero a aron en: «Samuel estaba durmiendo en el templo de IHVH, donde estaba
el arca de Dios». El nombre de Dios que se relaciona con el pacto, IHVH, modifica a
aron por vez primera en Iehoshúa / Jos 4.5. En Shofetim / Jue 20.27 se encuentra la
primera ocasión en que figura la frase el «arca del pacto de Elohe». Primero de
Samuel 5.11 usa la frase «el arca del Dios [Elohe] de Israel» y 1 Cr 15.12 emplea «el
arca de IHVH Dios [Elohe] de Israel».
Éxodo 25.10–22 nos dice que el arca se construyó de madera de acacia con una
medida de 1,80 m (largo) por 1,35 (ancho) por 1.35 (alto). Estaba forrado de oro
por dentro y por fuera, y con su moldura de oro. En cada una de sus cuatro patas
había una argolla de oro en la parte superior atravezadas con varas de acacia en
oro, que no podían quitarse y que servían para cargar el arca. La tapa de oro o
propiciatorio tenía las mismas dimensiones que la superficie del arca. Dos
querubines de oro estaban sentados encima del arca frente a frente, en
representación de la majestad celestial (Ez 1.10) que rodea al Dios viviente.
1131
A
Dios prometió reunirse con Moshé / Moisés frente al arca (Éx 25.22). De esta
manera, el arca funcionaba como un lugar donde se recibía la revelación divina (Lv
1.1; 16.2; Nm 7.89). El arca sirvió de instrumento mediante el cual Dios guiaba y
defendía a Israel durante su peregrinaje en el desierto (Nm 10.11). En fin, fue
sobre esta misma arca que el más insigne de los sacramentos de Israel, la sangre de
propiciación, se presentaba y recibía cada año (Lv 16.2ss).
A menudo, qahal sirve para denotar una reunión para juzgar o deliberar. Este
énfasis aparece primero en Ez 23.45–47, donde la «tropa» (rv) o «asamblea» (bj)
juzga y ejecuta el juicio. En muchos pasajes el vocablo significa una asamblea que
representa a un grupo mayor: «Entonces David tomó consejo con los capitanes de
millares y de centenas, y con todos los jefes. Y dijo David a toda la asamblea de
Israel» (1 Cr 13.1–2). Aquí «toda la asamblea» se refiere a los líderes reunidos (cf. 2
Cr 1.2). Es así como en Lv 4.13 encontramos que el pecado de toda la congregación
de Israel puede pasar inadvertido por la «asamblea» (los jueces o ancianos que
representan a la congregación).
A veces qahal representa todos los varones de Israel con derecho a ofrecer
sacrificios al Señor: «No entrará a la congregación de IHVH el que tenga magullado
los testículos, o amputado su miembro viril» (Dt 23.1). Los únicos con derecho a
pertenecer a la asamblea eran varones que estaban ligados ritualmente bajo el
pacto, que no eran ni extranjeros (residentes no permanentes), ni residentes
permanentes no hebreos (Nm 15.15). En Nm 16.3, 33 se pone de manifiesto que la
«asamblea» consistía de una comunidad adorante y votante (cf. 18.4). En otros
pasajes, el término qahal significa todo el pueblo de Israel. Toda la congregación de
los hijos de Israel se quejaron de que Moshé / Moisés los había llevado al desierto
para matar de hambre a toda la asamblea (Éx 16.3; «multitud» rv). La primera vez
que se usa el vocablo tiene también un significado de un grupo grande: «Y el Dios
omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser
multitud [qahal] de pueblos» (Gn 28.3).
Verbo: qahal, «congregar». El verbo qahal, que aparece 39 veces, se deriva del
nombre qahal. Al igual que el nombre, el término se usa en todos los períodos del
hebreo bíblico. Significa «congregarse» como un qahal en situaciones de conflicto o
guerra, con fines religiosos y para juicios: «Entonces Shelomo / Salomón reunió
ante sí en Jerusalén los ancianos [qahal] de Israel» (1 R 8.1).
1132
A
Segundo, según uso poético tardío, el vocablo puede significar «noche»: «Cuando
estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Más la noche es larga y estoy lleno de
inquietudes hasta el alba» (Job 7.4).
Atrio, Campamento: Heb. חצֵ ר- jatzer, «atrio; recinto». Este vocablo está
relacionado con un verbo semítico común que tiene dos significados: «estar
presente», en el sentido de morar en un lugar determinado (campamento,
asentamiento, residencia), y «encerrar, rodear, apretar». En el hebreo
veterotestamentario, jatzer aparece unas 190 veces bien distribuidas por todo el
texto, excepto en los profetas menores. En algunos diccionarios hebreos el uso de
jatzer como «morada permanente», «poblado» o «aldea» se trata aparte de «atrio».
Sin embargo, la mayoría de los diccionarios modernos identifican solo una raíz con
dos significados relacionados.
Jatzer aparece por primera vez en la Torá en Gn 25.16: «Estos fueron los hijos de
Ishmael y sus nombres según sus aldeas y campamentos: doce jefes según sus
naciones». Aquí jatzer se refiere al primer significado del radical hebreo, que
aparece con menor frecuencia que «atrio». El jatzer («asentamiento») era un lugar
en el que moraba el pueblo sin un recinto que le protegiera. En Lv 25.31 se explica
el término: «Mas las casas de las aldeas que no tienen muro alrededor, serán
consideradas como campo abierto; tienen derechos de redención, y son
recuperadas en el jubileo» (lba).
El libro de Iehoshúa / Josué incluye las victorias de Israel sobre las ciudades
principales de Kenaán / Canaán, con sus suburbios: «Ain, Rimón, Eter y Asán;
cuatro ciudades con sus aldeas» (19.7 lba; 15.45, 47; 21.12).
1133
A-B
Las traducciones en la Septuaginta son: aule («patio; granja; casa; atrio exterior;
palacio»), epaulis («granja; estancia; residencia») y kome («aldea; pueblo
pequeño»). En la rv encontramos «atrio; aldea; pueblo».
Ba’al, señor: Heb. בַּ֛על-ba'al «señor; baal». En acádico, el nombre belu («señor»)
dio lugar al verbo belu («gobernar»). En otras lenguas del semítico nordoccidental,
el nombre ba'al tiene un significado un tanto diferente, puesto que otros términos
han asumido el significado de «señor» (cf. heb. adón.) con los cuales el vocablo
hebreo ba'al parece guardar relación.
Una acepción secundaria, «marido», se expresa con claridad mediante la frase ba'al
ha-ishshá (literalmente, «dueño de la mujer»). Por ejemplo: «Si algunos riñen, y
hieren a una mujer embarazada, y esta aborta, pero sin causarle ningún otro daño,
serán penados conforme a lo que les imponga el marido [ba'al ha-ishshá] de la
mujer y juzguen los jueces» (Éx 21.22 rv-95). El significado de ba'al está
estrechamente ligado al de ish («hombre»), como se puede apreciar en dos
ejemplos en el pasaje siguiente: «Oyendo la mujer de Urías que su marido [is] Urías
era muerto, hizo duelo por su marido [ba'al]» (2 S 11.26).
El término ba'al junto con otro nombre puede significar una característica o
cualidad peculiar: «Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador» (Gn 37.19;
literalmente, «el maestro de sueños»).
1243
B
En tercer lugar, la palabra ba'al puede denotar cualquier divinidad ajena al Dios de
Israel. Baal fue un nombre común para el dios de la fertilidad de Kenaán / Canaán,
sobre todo en la ciudad cananea de Ugarit. El Tanaj registra que «Ba’al» era el dios
de los cananeos. Durante el tiempo de los jueces, los israelitas adoraron a Baal (Jue
6.25–32) y también durante el reinado de Acab. Elías se levantó en oposición a los
sacerdotes de Baal en el monte Carmelo (1 R 18.21ss). Muchas ciudades
consagraron a Baal como un dios local mediante actos especiales de culto: Baal-
peor (Nm 25.5), Baal-berit en Siquem (Jue 8.33), Ba’al-zebub (2 R 1.2–16) en
Ecrón, Ba’al-zefón (Nm 33.7) y Baal-hermón (Jue 3.3).
Entre los profetas, Irmiá / Jeremías y Oshea / Oseas mencionan a Ba’al con mayor
frecuencia. Oseas describe a Israel que se ha vuelto a los baales y que solo se
vuelve al Señor después de un tiempo de desesperación (Os 2.13, 17). Dice que el
nombre de ba'al no se usará más, ni siquiera con el significado de «Señor» o «amo»,
por la contaminación del término por prácticas idólatras: «En aquel tiempo, dice
IHVH, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. Porque quitaré de su boca
los nombres de los baales [ba'alim], y nunca más se mencionarán sus nombres»
(Os 2.16–17). En días de Oshea / Oseas y Irmiá / Jeremías aún se adoraban ídolos
de ba'al porque la gente sacrificaba, construía lugares altos y fabricaba imágenes
de ba'alim (plural).
Baraj aparece unas 330 veces en el Tanaj, comenzando por Gn 1.22: «Y Dios los
bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos». Las primeras palabras que Dios
dirige al hombre comienza de la misma manera: «Y los bendijo Dios, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos» (v. 28). De esta manera se demuestra que toda la
creación depende de Dios para su continua existencia y multiplicación (cf. Sal
104.27–30). Baraj se usa otra vez en relación al género humano en Gn 5.2, al
principio de la historia de los hombres de fe, y de nuevo después del diluvio en Gn
9.1: «Bendijo Dios a Noaj / Noé y a sus hijos». El elemento central del pacto de Dios
con Avram es: «Te bendeciré… y serás bendición. Bendeciré a los que te
bendijeren… y serán benditas en ti todas las familias de la tierra» (Gn 12.2–3). Esta
«bendición» sobre las naciones se repite en Gn 18.18; 22.18; y 28.14 (cf. Gn 26.4;
Jer 4.2). En todos estos casos, la bendición de Dios se dirige a las naciones a través
de Avraham o su simiente. La Septuaginta traduce todos estos casos de baraj en el
pasivo, como lo hacen también algunas traducciones modernas.
La promesa del pacto convocó a las naciones a buscar la «bendición» (cf. Is 2.2–4),
pero dejando bien en claro que la iniciativa para la bendición proviene de Dios, y
que Avraham y su simiente debían ser instrumentos de bendición. Dios, ya sea en
forma directa o a través de sus representantes, aparece más de 100 veces como el
1244
B
sujeto de este verbo. La bendición levítica está basada en esta orden: «Así
bendeciréis a los hijos de Israel… IHVH te bendiga… y pondrán mi nombre sobre
los hijos de Israel, y yo los bendeciré» (Nm 6.23–27).
Una forma común de saludarse era: «Bendito seas tú de IHVH» (1 S 15.13; cf. Rt
2.4). Shaúl «salió a recibir [a Shemuel], para saludarle» (1 S 13.10).
En 2 Cr 6.13 se usa la forma simple del verbo: «Se arrodilló». Seis veces se usa el
vocablo para indicar el acto de maldecir, como en Iov / Job 1.5: «Quizá habrán
pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones».
Nombre
בְַר ָֽכה-berajá, «bendición». La forma del radical de esta palabra se encuentra en las
lenguas semíticas del noroeste y del sur de la región semítica. Se usa
conjuntamente con el verbo baraj («bendecir») 71 veces en el Tanaj. El término
aparece con mayor frecuencia en Génesis y en Deuteronomio. La primera vez es el
caso de la bendición de Dios sobre Avram: «Y haré de ti una nación grande y te
bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición [berajá]» (Gn 12.2).
La bendición del Señor descansa sobre quienes le son fieles: «La bendición, si
oyereis los mandamientos de IHVH vuestro Dios, que yo os prescribo hoy» (Dt
11.27). Su bendición trae justicia (Sal 24.5), vida (Sal 133.3), prosperidad (2 S
7.29) y salvación (Sal 3.8). La «bendición» es como lluvia o rocío: «Y daré
bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su
1245
B
tiempo; lluvias de bendición serán» (Ez 34.26; cf. Sal 84.6). El Señor envía su
«bendición» en la comunión de los santos: «Como el rocío de Hermón, que
desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía IHVH bendición, y vida
eterna» (Sal 133.3).
En contados casos se dice que el Señor hizo que personas fuesen de «bendición» a
otros. Avraham es bendición a las naciones (Gn 12.2). Se espera que sus
descendientes sean de bendición a las naciones (Is 19.24; Zac 8.13).
Ser «bienaventurado» ante Dios puede que no siempre tenga relación con las
situaciones sociales o personales que hoy en día consideramos necesarias para
alcanzar la «felicidad». Si bien «bienaventurado» es la traducción correcta de
<ashréja, hoy no se puede decir lo mismo de «feliz», que no tiene el mismo peso
para los lectores modernos de la Biblia.
Boca: Heb. ַהפ-péh, «boca; orilla; filo; abertura; entrada; collar; palabra; orden;
mandamiento; evidencia». Este vocablo tiene cognados en ugarítico, acádico,
arábigo, arameo y amorita. En el hebreo bíblico aparece unas 500 veces durante
todos los períodos.
1246
B
En varios pasajes péh significa filo de espada, tal vez porque con ello se consume
y/o muerde: «Y a Hamor y a Siquem su hijo los mataron a filo de espada» (Gn
34.26).
Este vocablo también puede representar «palabra» u «orden»: «Tú estarás sobre
mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo» (Gn 41.40). «Por dicho
[boca] de testigos» significa «testimonio»: «Cualquiera que diere muerte a alguno,
por dicho [boca] de testigos morirá el homicida» (Nm 35.30). En Jer 36.4, «de boca
1247
B
Péh, cuando se usa con varias preposiciones, tiene significados particulares. (1)
Con ke, significa «según». En Lv 25.52 esta misma construcción se matiza como
«conforme a»: «Y si queda poco tiempo hasta el año del jubileo, entonces hará un
cálculo con él, y devolverá su rescate conforme [en proporción a] a los años que
falten» (rv-95). «Según» aparece también en pasajes como Nm 7.5: «Recíbelos de
ellos: serán para el servicio del tabernáculo de reunión. Los darás a los levitas, a
cada uno según [rv-95; «conforme a» rvr; «de acuerdo con» rva] su ministerio». En
Éx 16.21, peh, con el sentido de «cuanto», se traduce como «según» en la mayoría
de las versiones (rvr, rva, rv-95, bj, nbe). Un matiz diferente se encuentra en Iov/
Job 33.6: «Heme aquí a mí en lugar de Dios, conforme a tu dicho [«como tú» bj, rva;
«lo mismo que tú» rv-95, nbe; «igual que tú» bla]». (2) Cuando a la palabra la
precede un le, tiene significados bastante parecidos a los anteriores. En Lv 25.51
significa «conforme a». Irmiá / Jeremías 29.10 le da al vocablo el sentido de
«según»: «Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años», puede leerse
literalmente «según el cumplimiento de los setenta años de Babilonia». (3) En
relación con >al, el vocablo significa «según» o «en proporción a» (Lv 27.18).
Brazo: Heb. ַ ְַזרֹוע-Zero’a, «brazo; poder; fuerza; ayuda; socorro». Hay cognados de
zero’a en los lenguajes del noroeste y sur semítico. Son 92 los casos de zero’a a
través de todos los períodos del hebreo bíblico. Un cognado, ezro’a>, aparece dos
veces (Job 31.22; Jer 32.21). En el arameo bíblico encontramos los términos dra y
edra una vez cada uno.
Zero’a` significa «brazo», una extremidad del cuerpo: «Dijo acerca de Gad: ¡Bendito
el que hizo ensanchar a Gad! Como león habita, y arrebata el brazo y aun la
coronilla» (Dt 33.20 rva). En Gn 49.24 (primera mención), el vocablo se refiere a
brazos: «Mas su arco se mantuvo poderoso, y los brazos de sus manos se
fortalecieron». La fuerza de sus brazos le permitió tensar el arco. En algunos
pasajes, zero’a se refiere específicamente al antebrazo: «Será como cuando el
segador recoge la mies y con su brazo siega las espigas» (Is 17.5). En otros casos, el
vocablo representa el hombro: «Pero Iehú / Jehú tensó su arco e hirió a Ioram /
Joram por la espalda» (2 R 9.24 rv-95).
Zero’a connota el «origen de la fuerza»: «Quien adiestra mis manos para la batalla,
para entesar con mis brazos el arco de bronce» (Sal 18.34). En Iov / Job 26.2, los
pobres que no tienen poder son como brazos sin fuerza.
1248
B
Con frecuencia, el brazo es símbolo de fuerza, tanto del hombre (1 S 2.31) como de
Dios: «Aun en la vejez y en las canas, no me desampares, oh Dios, hasta que
proclame a la posteridad las proezas de tu brazo [«tu poder» rv-95, nrv], tu
poderío a todos los que han de venir» (Sal 71.18 rva). En Iejezqel / Ez 22.6 zero’a
puede traducirse «poder»: «He aquí que los príncipes de Israel, cada uno según su
poder, se esfuerzan en derramar sangre». «Ayuda» («socorro») es un tercer matiz:
«También el asirio se ha juntado con ellos; sirven de brazo a los hijos de Lot» (Sal
83.8).
Buscar: Heb. verbo בקש- Baqash, «buscar, procurar, consultar». Este verbo
aparece en ugarítico, fenicio y hebreo (tanto bíblico como posbíblico). Se encuentra
en la Biblia unas 220 veces y en todos los períodos.
Fundamentalmente Baqash significa «buscar» con el fin de hallar algo que está
perdido o que falta, o al menos cuya ubicación se desconoce. En Gn 37.15 un
hombre le pregunta a José: « ¿Qué buscas?» Un matiz particular de esta acepción es
«buscar dentro de un grupo; escoger, seleccionar» a algo o a alguien aún no
identificado, como en el caso de 1 S 13.14: «IHVH se ha buscado un varón conforme
a su corazón». Buscar el rostro o cara de alguien es «procurar» entrar en su
presencia o tener una audiencia favorable con él; todo el mundo «procuraba ver»
la cara de Shelomo / Salomón (1 R 10.24 nrv). En un sentido similar uno puede
«consultar» el rostro de Dios orando en la presencia de Dios en el templo (2 S
21.1).
1249
B
(Éx 33.7). Con un sentido parecido se puede «buscar» el rostro de Dios (2 S 21.1).
En este caso baqash claramente connota procurar información (una búsqueda
cognitiva). Véase también la búsqueda de sabiduría (Pr 2.4).
Baqash puede usarse con este mismo matiz, pero sin nefesh (como cuando Faraón
«procuró matar a Moisés» [Éx 2.15]). Solo hay dos casos en que este matiz del
vocablo se refiere a procurar el bien, como, por ejemplo, en Sal 122.9: «Por amor a
la casa de IHVH nuestro Dios buscaré tu bien» (en general se usa darash cuando se
trata de procurar el bien propio).
Unas 20 veces baqash tiene la acepción de responsabilizar a alguien por algo sobre
lo cual el sujeto tiene un derecho legal (real o imaginario). En Gn 31.39 (el primer
caso del verbo en el Tanaj) Iaaqov / Jacob se defiende con Laván: «A mí me lo
cobrabas», refiriéndose a animales destrozados por fieras.
Muy pocas veces vaqésh se refiere a buscar o trasladarse hacia algún lugar. Iosef /
José «buscó dónde llorar; y entró en su cámara, y lloró allí» (Gn 43.30).
1250
B-C
Endor para «consultar» (rva) con ella, lo cual en este caso implicaba convocar al
difunto profeta Shemuel / Samuel (1 S 28.3ss). Shaúl procuró a la adivina de Endor
como último recurso, diciendo: «Buscadme una mujer que tenga espíritu de
adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte» (1 S 28.7;
«consulte» rva).
«Cananeo» es un término general para todos los hijos de «Canaán»: «Cuando IHVH
tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual entrarás para tomarla en posesión,
y haya expulsado de delante de ti a muchas naciones… [de los] cananeos» (Dt 7.1
rva). Uno de estos pueblos son los amorreos, cuya maldad, le dice Dios a Avram,
«no ha llegado al colmo» (Gn 15.16; cf. Jos 24.15, 18).
1251
C
Fue muy específica la orden de destruir a los «cananeos»: «Cuando IHVH tu Dios
las haya… derrotado, entonces destrúyelas por completo… Derribaréis sus altares,
romperéis sus piedras rituales… Porque tú eres un pueblo santo para IHVH tu
Dios» (Dt 7.2–6 rva). Sin embargo, demasiado a menudo la casa de David y Iehudá
/ Judá «edificaron lugares altos, piedras rituales y árboles de Asera, en toda colina
alta y debajo de todo árbol frondoso. También había en el país varones
consagrados a la prostitución ritual, e hicieron conforme a todas las prácticas
abominables de las naciones que IHVH había echado de delante de los hijos de
Israel» (1 R 14.23–24 rva; cf. 2 R 16.3–4; 21.1–15). Las naciones que se mencionan
eran «cananeos»; en esta forma «cananeo» llegó a ser sinónimo de toda suerte de
perversión moral y religiosa.
Este hecho se refleja en Zac 14.21: «Y en aquel día no habrá más mercaderes
[«cananeos»] en la casa de IHVH de los Ejércitos». A un «cananeo» no se le permitía
entrar en el tabernáculo o templo; nunca más podría entrar en la casa del Señor
uno de su pueblo que practicase las abominaciones de los «cananeos».
Cantar: Verbo heb. רנן- ranan, «cantar, gritar, clamar». Este verbo se encuentra
tanto en hebreo antiguo como moderno, en el que tiene el sentido de «salmodiar,
cantar». Aparece alrededor de 50 veces en el Tanaj; cerca de la mitad de estos
casos están en los Salmos donde hay un énfasis particular sobre «cantar» y «gritar»
loores al Señor. Ranan aparece por primera vez en Lv 9.24 al final de la
consagración de Aharón y de sus hijos al sacerdocio. Cuando el fuego cayó y
consumió el sacrificio, el pueblo «gritó de gozo, y se postraron sobre sus rostros
[rva; «dio gritos de júbilo» bla, bj, «alabaron» rvr]»
Ranan sirve a menudo para expresar gozo, júbilo, según parece con canciones a
viva voz particularmente en alabanza a Dios: «Grita y canta, oh habitante de Sion,
pues el Santo de Israel es grande en medio de ti» (Is 12.6 rva). Cuando la Sabiduría
convoca, clama a viva voz a todos los que quieren escuchar (Pr 8.3). ¡Gritar de
júbilo (Sal 32.11 lbd) es permitir que nuestro gozo se exteriorice!
ִַ ירׁש- shir, «cantar». Este vocablo aparece con frecuencia en el hebreo antiguo y
moderno, así como en el antiguo ugarítico. Aunque aparece casi 90 veces en el
Tanaj, no se comienza a usar sino hasta Éx 15.1: «Entonces Moshé/Moisés y los
1252
C
hijos de Israel cantaron este cántico a IHVH». ¡Tal vez fuera necesario el milagro
del éxodo de Egipto para que los israelitas tuvieran de qué «cantar»!
Participio: Heb. shir, «cantantes». En los libros de Crónicas, shiráh se usa unas 33
veces como participio con referencia los «cantores» levíticos (1 Cr 15.16). De vez
en cuando se mencionan «cantoras» (2 S 19.35; 2 Cr 35.25; Ec 2.8).
Carga: Heb. משא- masá, «carga; peso; tributo; deleite». Los 43 casos de este
vocablo están diseminados a través del Tanaj.
El término se refiere a lo que porta una persona, un asno, una mula o un camello:
«Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin
ayuda?» (Éx 23.5: primera mención del término). Se puede colgar la «carga» de un
clavo (Is 22.25). El término se aplica metafóricamente a las «cargas» espirituales:
«Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; como carga pesada se
han agravado sobre mí» (Sal 38.4).
En Iejezqel / Ez 24.25 masá tiene una acepción singular: «Y con respecto a ti, oh
hijo de hombre, el día en que yo quite de ellos su poderío, el gozo de su esplendor,
la delicia de sus ojos y el anhelo de sus almas [el deseo de su corazón], y también a
sus hijos y a sus hijas» (rva).
Masá, «expresión; oráculo». Este nombre, que se relaciona muy de cerca con lo
anterior, se usa 21 veces. Masá significa «expresión», «sentencia» u «oráculo»:
«Acuérdate que cuando tú y yo íbamos juntos cabalgando detrás de su padre Acab,
IHVH pronunció contra él esta sentencia» (2 R 9.25 rva). En Jer 23.33–38 el
término pareciera connotar una carga y también un oráculo.
1253
C
Carne: Heb. בשר- basár «carne; pene». Hay cognados de este término en ugarítico,
arábigo y arameo. Aparece unas 270 veces durante todos los períodos del hebreo
bíblico.
El vocablo significa la «parte carnosa del cuerpo humano con la piel»: «Entonces
IHVH Dios hizo que sobre el hombre cayera un sueño profundo; y mientras dormía,
tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar» (Gn 2.21: primer uso del
término). El vocablo puede aplicarse también a la «parte carnosa» de los animales
(Dt 14.8). Génesis 41.2 habla de siete vacas «hermosas a la vista, y muy gordas». En
Nm 11.33 basar se refiere a la «carne» de las codornices que Israel aún masticaba.
De modo que «carne» se refiere tanto a los vivos como a los muertos.
Basár a menudo se refiere a la «parte comestible» de los animales. Los hijos de Elí
no conocían la Ley de Dios concerniente a la porción de los sacerdotes, de modo
que «mientras era cocida la carne, el criado del sacerdote [Elí] iba con un tenedor
de tres dientes en su mano» (1 S 2.13 rva). Sin embargo, insistían «aun antes que
quemaran el sebo… «Da al sacerdote carne para asar, porque no tomará de ti carne
cocida, sino cruda»» (literalmente «viviente», 1 S 2.15 rva). Basár representa
entonces la «carne» animal comestible, ya sea cocida (Dn 10.3) o cruda. A veces el
término tiene la acepción de «carne» vedada (cf. Éx 21.28).
El vocablo puede representar solo una parte del cuerpo. En ciertos casos se
considera que el cuerpo consiste de dos partes, «carne» y hueso: «Esta es hueso de
mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada Mujer, porque fue tomada del
hombre» (Gn 2.23 rva). Esa porción del elemento «carnal», el prepucio, debía
removerse mediante circuncisión (Gn 17.11). En otro grupo de pasajes se habla de
tres elementos del cuerpo: «carne», «piel» y «huesos» (Lm 3.4). Números 19.5
menciona la «carne», el «cuero», la «sangre» y el «estiércol» de una novilla. En Iov /
Job 10.11 leemos: «De piel y de carne me vestiste, y me entretejiste con huesos y
tendones».
En unos pocos pasajes el vocablo parece significar «piel» o la parte visible del
cuerpo: «Por la voz de mi gemido, mis huesos se han pegado a mi carne» (Sal
1254
C
El término «toda carne» tiene varios significados. En Dt 5.26 quiere decir «toda la
humanidad»: «Porque, ¿quién es el ser humano para que oiga, como nosotros, la
voz del Dios vivo… ?» En otro lugar esta frase se refiere a «todo ser viviente dentro
del cosmos», es decir, a todas las personas y los animales (Gn 6.17).
Carnero: Heb. איִ ל- áil, «carnero». Este vocablo, que tiene cognados en ugarítico,
egipcio y cóptico, aparece en el hebreo bíblico unas 164 veces durante todos los
períodos.
Muchos pasajes usan áil como metáfora para hombres déspotas o poderosos: «Los
jefes de Edom se aterran; los poderosos de Moav son presas del pánico» (Éx
15.15). El rey de Babilonia deportó a los reyes de Judá, a sus príncipes y «a los
poderosos del país» (Ez 17.13). En la primera cita, el término representa a jefes, en
el sentido de líderes políticos supremos, mientras que la segunda cita parece
indicar personajes de rango inferior. Un personaje más poderoso aparece en Ez
31.11, donde Áil representa a un ser humano poderoso y de gran envergadura que
destruiría a Asiria implacablemente: «Yo lo entregaré en manos del poderoso de
las naciones, que de cierto le tratará según su maldad. Yo lo he desechado».
יובֵ ל- Iovel, «carnero; cuerno de carnero, trompeta; año de jubileo». En arameo
tardío, fenicio y arábigo hay cognados de este vocablo. Los 27 casos del nombre
aparecen todos antes del libro de Jueces.
1255
C
Casa: Heb. ביִ ת- bait, «casa o edificio; hogar; familia; tierra». Este nombre tiene
cognados en casi todas las lenguas semíticas incluyendo el arameo bíblico. Hay
2.048 casos de bait en hebreo bíblico (44 en arameo), en todas las épocas.
En primer lugar, el nombre denota una estructura fija y estable hecha de algún tipo
de material. Por lo general, como «lugar permanente de habitación», se hace una
distinción entre una casa y una tienda (2 S 16.21; cf. v. 22). El vocablo puede
también denotar una casa de una sola habitación: « [Lot] les dijo: He aquí, señores
míos, venid, por favor, a la casa de vuestro siervo» (Gn 19.2). Bait se distingue
también de enramadas o chozas provisionales: «Entonces Iaaqov / Jacob se dirigió
a Sukot y edificó allí una casa para sí. Hizo también cabañas para su ganado» (Gn
33.17). En Sal 132.3 el término significa «lugar de morada y vivienda» en relación
estrecha con «tienda» (literalmente «tienda de mi casa»): «No entraré en mi
morada [«la morada de mi casa» rvr; «el techo de mi casa» bj], ni subiré a mi cama»
(rva). Un caso semejante se encuentra en 1 Cr 9.23 (rva): «Así ellos y sus hijos
fueron porteros por turno en la casa de IHVH, es decir, en la casa del tabernáculo»
(literalmente «la casa tienda»).
Segundo, en muchos pasajes (sobre todo cuando este término va acompañado del
vocablo Dios) bait se refiere a un lugar de adoración o «santuario»: «Traerás lo
mejor de las primicias de tu tierra a la casa de HVH tu Dios» (Éx 23.19). En otros
pasajes este nombre tiene que ver con el templo de Dios en Jerusalén: «Contra el
muro del edificio construyó galerías alrededor de los muros del templo, es decir,
del lugar santo y del santuario interior» (1 R 6.5). A veces el término tiene esta
acepción aunque sin definirlo (cf. Ez 41.7).
Tercero, bait puede significar las habitaciones y/o alas de una casa: «Nombre el rey
oficiales en todas las provincias de su reino, para que reúnan en Susa, la capital, a
todas las jóvenes vírgenes de hermosa apariencia, en el harén» (literalmente «la
casa de las mujeres»; Est 2.3). De la misma manera, bait puede referirse al interior,
a diferencia del exterior, de una casa u otra estructura: «Hazte un arca de madera
de árbol conífero. Haz compartimentos al arca, y cúbrela con brea por dentro y por
fuera» (Gn 6.14: la primera vez que aparece el término).
Cuarto, bait a veces señala el lugar en que algo o alguien mora o descansa. Es así
como el submundo, el Sheol, se denomina «casa»: «Aunque espere, el Sheol será mi
casa; tenderé mi cama en las tinieblas» (Job 17.13 rva). La «casa eterna» es la
tumba: «El hombre se va a su morada eterna, y los que hacen duelo rondan
alrededor de la plaza» (Ec 12.5 rva). «Casa» puede también significar «lugar»
cuando se usa con «tumba», como en Neh 2.3: «Viva el rey para siempre. ¿Cómo no
estará triste mi rostro, cuando la ciudad donde están los sepulcros de mis padres
está destruida… ?» En Is 3.20 bait significa un receptáculo [«frasquito» rva, nbe;
«frasco» bla; «pomito» rvr, nrv]. En 1 R 18.32, «casas de semilla» se traduce
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C
«medidas» (rvr, nrv, rva), «arrobas» (bj) o «fanegas» (nbe) de «grano, semilla o
sembrado». «Casas» se llama en hebreo donde se empotran los travesaños de una
construcción: «Recubrirás de oro los tablones. Harás también de oro sus aros
[«casas»] en los cuales se han de meter los travesaños. También recubrirás de oro
los travesaños» (Éx 26.29 rva). En sentido similar, ver «los lugares [casas] de los
dos caminos» o la encrucijada de dos caminos en Pr 8.2. Una estepa o lugar
desértico lleva el nombre de «casa de bestias»: «Yo puse el Arabá como su casa, y
las tierras saladas como su morada [casa de bestias]» (Job 39.6 rva).
Quinto, bait a menudo se refiere a quienes moran en una casa, toda la familia que
vive junta: «Entra en el arca tú, y toda tu familia» (Gn 7.1). En pasajes como
Iehoshúa / Jos 7.14 el vocablo significa «familia»: «Os acercaréis, pues, mañana,
por vuestras tribus. La tribu que IHVH tome se acercará por sus clanes. El clan que
IHVH tome se acercará por sus familias [literalmente, por casa o por los que viven
bajo el mismo techo]» (rva). Con un matiz similar el término significa
«descendientes»: «Cierto hombre de la tribu [familia, rv; casa, bj] de Leví tomó por
esposa a una mujer levita» (Éx 2.1 rva). El vocablo puede referirse a la familia
extendida y aun a todos los habitantes de una localidad en particular: «Vinieron los
hombres de Judá y ungieron allí a David como rey sobre la casa de Judá» (2 S 2.4).
Por otro lado, Gn 50.4 usa a bait con el sentido de «corte real», es decir, todos los
cortesanos de un rey: «Y pasados los días de su duelo, Iosef / José habló a los de la
casa del faraón». Se juntan las dos acepciones de «corte real» y «descendencia» en
1 S 20.16: «Así Iehonatan / Jonatán hizo un pacto con la casa de David».
Celar, Celo: Verbo, heb. קנא- qaná, «tener celos, envidia; ser celoso, apasionado».
Estos dos verbos se derivan del nombre qin’ah, que aparece 34 veces en el Tanaj.
La raíz se encuentra en varias lenguas semíticas con el significado de «ser celoso»
(arameo y etiópico). La raíz se encuentra en ugarítico o arábigo, es cuestionable si
el radical tiene el significado de «ser celoso»; en ugarítico el significado es incierto
y el significado en arábigo, «enrojeció intensamente», no se explica
etimológicamente. El verbo qana aparece en el hebreo rabínico.
1257
C
celo por los hijos de Israel y de Judá» (2 S 21.2). El término también significa una
actitud de envidia de un rival. Rajel, en su estado de esterilidad, «tuvo envidia de su
hermana» (Gn 30.1) y bajo ese estado se acercó a Iaaqov/Jacob: « ¡Dame hijos; o si
no, me muero!» Los filisteos envidiaron a Itzjaq/Isaac por la multitud de sus
rebaños y ganado (Gn 26.14).
En cuanto a las relaciones de seres humanos con Dios, el celo tiene un alcance más
positivo; connota la promoción de Dios y de su gloria por encima de cualquier
sustituto. La tribu de Leví obtuvo el derecho de servir porque «tuvo celo por su
Dios» (Nm 25.13). Eliyáh/Elías pensó que era el único siervo fiel que quedaba en
Israel: «He sentido un vivo celo por IHVH Dios de los Ejércitos, porque los hijos de
Israel han abandonado tu pacto» (1 R 19.10). No obstante, el sentido de qana es
«poner celoso» o «provocar a ira»: «Le provocaron a celos con dioses ajenos; le
enojaron con abominaciones» (Dt 32.16).
Nombre: Heb. קִ נְ אה- qin’áh, «ardor; celo; celos, envidia». El nombre aparece 43
veces en el hebreo del Tanaj. Deuteronomio 29.20 es un ejemplo: «IHVH no estará
dispuesto a perdonarle, sino que subirán entonces cual humo el furor y el celo de
IHVH contra ese hombre» (rva).
Adjetivo: Heb. קנא- qaná, «celoso». Este adjetivo aparece 6 veces en el Tanaj. El
término se refiere directamente a los atributos divinos de justicia y santidad,
puesto que Él es el único objeto de la adoración humana y no tolera los pecados de
la humanidad. Encontramos un ejemplo en Éx 20.5: «Porque yo soy IHVH tu Dios,
un Dios celoso que castigo la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera
y sobre la cuarta generación de los que me aborrecen».
El adjetivo qano también significa «celoso». El vocablo aparece solo dos veces con
implicaciones semejantes a qaná. Iehoshúa / Josué 24.19 es un ejemplo: «Entonces
Iehoshúa / Josué dijo al pueblo: No podréis servir a , porque IHVH Él es un Dios
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Cielos: Heb. שמיִ ם - shamaim, «cielos; cielo, bóveda celeste». La forma plural
de “ שמיִ םShamaim” (cielos) se debe, según el comentarista Seforno, a la visión
equidistante que ha tenido el ser humano desde la primera vez que ha elevado sus
ojos hacia los cielos desde cualquier punto del planeta, por el hecho de circundar
los mismos al globo terráqueo.
Por último, la forma plural de la palabra “Shamaim” condiciona a los verbos que la
suceden, como vemos por ejemplo en: I Reyes 8.27 y Salmos 148.4.
Circuncidar: Heb. מול- Mul «circuncidar, cortar». Este verbo aparece más de 30
veces en el Tanaj. Su uso continúa en el hebreo rabínico y moderno. Sin embargo, el
verbo «cortar» no se encuentra en otras lenguas semíticas.
La mayoría de los casos en el Tanaj están en Jumash (Torá, Pentateuco) (20 veces)
y Iehoshúa / Josué (8). Milá aparece con mayor frecuencia en Bereshit / Génesis
(17 veces, con 11 de estas solamente en Génesis 17) y Iehoshúa / Josué (8 veces).
Muel aparece en 3 de las 7 formas de verbos y en varias que son poco comunes. No
tiene derivados a no ser mulót en Éx 4.26: «Ella había dicho «esposo de sangre» a
causa de la circuncisión» (rva).
Dios introdujo el acto físico de circuncisión como señal del pacto avrahámico:
«Este será mi pacto entre yo y vosotros… y tus descendientes después de ti: Todo
varón de entre vosotros será circuncidado. Circuncidaréis vuestros prepucios, y
esto será la señal del pacto entre yo y vosotros» (Gn 17.10–11 rva). El «corte» del
prepucio del varón era permanente y, como tal, serviría de recordatorio de la
perpetuidad de la relación mediada por el pacto. Se insta a Israel a «circuncidar»
fielmente a todos los varones; todo varón recién nacido debía «circuncidarse» en el
octavo día (Gn 17.12; Lv 12.3). No solamente se «circuncidaron» los descendientes
sanguíneos de Avraham, sino también sus siervos, esclavos y extranjeros que
moraban dentro de la comunidad del pacto (Gn 17.13–14).
Este acto especial de circuncisión era una señal de la promesa gratuita de Dios. Con
esta promesa y las relaciones del pacto, Dios esperaba que su pueblo cumpliera,
con gozo y de buena gana, sus expectativas, y así demostrara el reinado divino
sobre la tierra. Varios autores bíblicos usan el verbo «circuncidar» para describir
las actitudes del «corazón». La «circuncisión» del cuerpo es una señal física del
compromiso con Dios. Deuteronomio en particular tiene una afinidad hacia el uso
espiritual de «circuncidar»: «Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón y
no endurezcáis más vuestra cerviz» (Dt 10.16; cf. 30.6). Irmiá / Jeremías adopta el
mismo lenguaje: «Circuncidaos para IHVH; quitad el prepucio de vuestro corazón,
oh hombres de Judá… por la maldad de vuestras obras» (Jer 4.4 rva).
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Son pocas las veces en que el verbo se aparta de los usos físico y espiritual de
«circuncidar». Mul en el libro de Salmos significa «cortar, destruir; circuncidar»:
«Todas las naciones me rodearon; en el nombre de IHVH yo las destruiré» (Sal
118.10 rva; «yo los romperé» rv; cf. vv. 11–12).
Clamar: Heb. צעק- tz’aq, «gritar, clamar, llamar». Este vocablo, que está presente
tanto en el hebreo bíblico como en el moderno, tiene el sentido de «gritar,
vociferar». El término es casi paralelo al vocablo de sonido muy similar, sha’aq, que
también se traduce como «clamar». El verbo tz’aq se encuentra unas 55 veces en
Tanaj y aparece por primera vez en Gn 4.10: «La voz de la sangre de tu hermano
clama a mí desde la tierra».
A menudo se usa este término con el sentido de «grito de auxilio». A veces es el ser
humano que «clama» a otro ser humano: «El pueblo clamaba al faraón por
alimentos» (Gn 41.55). Con mayor frecuencia es el ser humano que «clama» a Dios
por ayuda: «Entonces los hijos de Israel temieron muchísimo y clamaron a IHVH»
(Éx 14.10 rva). Los profetas siempre se refieren con sarcasmo a los que adoran
ídolos: «Aunque alguien le invoque, no responde» (Is 46.7). El mismo término se
usa a menudo para expresar «angustia» o «necesidad»: «Esav… profirió un grito
fuerte y muy amargo» (Gn 27.34).
Tz’aq, «gritar, clamar, llamar». Este término está diseminado a lo largo de toda la
historia de la lengua hebrea, incluyendo el hebreo moderno. Se encuentra
alrededor de 70 veces en el Tanaj. Por primera vez aparece en el relato del
sufrimiento durante el cautiverio israelita en Egipto: «Los hijos de Israel gemían a
causa de la esclavitud y clamaron a Dios» (Éx 2.23).
Tz’aq es tal vez el vocablo más usado para indicar un «grito de auxilio» por una
emergencia, especialmente «clamar» por ayuda divina. Dios a menudo escuchó
este «clamor» en el tiempo de los jueces, cuando Israel se encontraba en
problemas debido a su desobediencia (Jue 3.9, 15; 6.7; 10.10). El vocablo también
se usa en súplicas encaminadas a dioses paganos (Jue 10.14; Jer 11.12; Jn 1.5). Que
tz’aq significa más que un volumen normal de comunicación, lo indica la forma de
apelar al rey (2 S 19.28).
Codo: Heb. אמה- amáh, «codo, medida lineal». El término tiene cognados en
acádico, ugarítico y arameo. Se encuentra unas 245 veces en todos los períodos del
hebreo bíblico, pero en particular en Shemot/Éx 25-27; 37-38 (las medidas del
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C
Hay un pasaje en que amáh significa «pivote» (gozne): «Los quicios de las puertas
se estremecieron con la voz del que clamaba» (Is 6.4 rv-95).
En casi todos los demás casos, el vocablo significa «codo», la unidad primaria de
medida lineal en el Tanaj. Algunos estudiosos mantienen que el sistema israelita de
medición lineal estaba fundamentalmente basado en el egipcio. Tomando en
cuenta la historia de Israel, esta es una posición razonable. En términos generales,
un «codo» era la distancia entre el codo (del brazo humano) hasta la punta del
dedo del medio. Puesto que esta distancia variaba de individuo en individuo, el
«codo» era una medida un tanto imprecisa. Sin embargo, la primera vez que
aparece amáh (Gn 6.15) tiene que ver con las medidas del arca de Noé, lo cual
sugiere que el término se refiere a una medida más exacta que el «codo» común y
corriente.
En Egipto existía un «codo» oficial. Para ser exactos, había tanto un «codo» más
corto (45 cm) como uno más largo (53 cm). La inscripción de Siloé declara que el
acueducto de Siloé medía 1.200 codos. Si dividimos su longitud en metros (533,45)
por esta medida, podemos deducir que ya para la época de Ezequías (cf. 2 Cr 32.4)
el «codo» medía aproximadamente 44, 5 cm, a saber el «codo» más corto. Ezequiel
probablemente usó el «codo» babilónico en su descripción del templo. El «codo»
egipcio más corto medía apenas unos 8 cm menos que el «codo» más largo,
mientras que el «codo» babilónico corto medía más o menos 80% (el ancho de una
mano) del «codo» real u oficial: «He aquí que por fuera y alrededor del templo
había un muro. En la mano del hombre había una caña para medir, la cual tenía 6
codos (de un codo regular más un palmo menor)» (Ez 40.5 rva). En otras palabras,
su anchura era siete palmos en lugar de seis.
Una vez el verbo se traduce «amor»: «Te amo, oh IHVH» (Sal 18.1). Rajam también
se encuentra en la promesa que Dios hace a Moshé / Moisés de declararle su
nombre: «Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre
de IHVH delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré
clemente para con el que seré clemente» (Éx 33.19). Por eso oramos: «Acuérdate,
oh IHVH, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas» (Sal 25.6); y
también Ieshaiá / Isaías profetiza la restauración mesiánica: «Con gran compasión
te recogeré… pero con misericordia eterna me compadeceré de ti, dice tu Redentor
IHVH» (Is 54.7–8 rva).
1261
C
conmovieron por su hijo» (rv). Una traducción más idiomática sería: la madre se
sintió «conmovida por la suerte que iba a correr su hijo» (bla). A decir verdad, la
gran mayoría de los casos son referencias metafóricas a un «tierno amor» como el
que siente una madre por el hijo que ha parido.
La versión griega del rajam del Tanaj consiste principalmente de tres grupos de
vocablos que se ven en los KeTeR (Nuevo Testamento). Eleos, el más importante,
se usa para traducir varios términos hebraicos. La canción de Miriam/María nos
recuerda la promesa de Sal 103.11, 17, donde se emplea eleos para traducir rejem
y jesed como «misericordia»: «Su misericordia es de generación en generación,
para con los que le temen» (Lc 1.50). Rájem está quizás detrás de la plegaria a
menudo oída: « ¡Ten misericordia de nosotros, hijo de David!» (Mt 9.27).
Confesar: Heb. ידה- iadáh, «confesar, alabar, agradecer». Esta raíz, que muchas
veces la rvr traduce «confesar» o «confesión», a menudo tiene también la acepción
de «alabar» o «dar gracias». A primera vista, estos significados no parecen tener
ninguna relación. Pero, si ahondamos un poco más nos daremos cuenta de que
estos significados se interpretan mutuamente.
Los significados de iadáh coinciden en parte con varios vocablos hebreos que
significan «alabanza», como es el caso con halal (del cual proviene aleluiáh). A
veces, los objetos de iadáh son seres humanos, pero es mucho más común que el
objeto sea Dios.
1262
C
A menudo el objeto directo de iadáh es el «nombre» de IHVH (p. ej., Sal 105.1; Is
12.4; 1 Cr 16.8). En un sentido, esta expresión sencillamente es sinónima de alabar
a IHVH. Sin embargo, hay otro sentido en que ello introduce toda la dimensión de
lo que el «nombre» evoca en el lenguaje bíblico. Nos hace recordar que una
humanidad pecaminosa no puede aproximarse a un Dios santo. Únicamente lo
podrá hacer por su «nombre. Dios se revela solo en su «nombre» y particularmente
en el santuario que Él ha escogido para «poner en él su nombre» (una frase que es
muy frecuente, sobre todo en Deuteronomio).
Conocer, Saber: Heb. נכר- nakar, «conocer, considerar, reconocer, atender». Este
verbo, que se encuentra tanto en hebreo moderno como antiguo, aparece
1263
C
El significado básico del término tiene que ver con percepción mediante la vista, el
tacto o el oído. A veces la oscuridad hace imposible el reconocimiento (Rt 3.14). A
menudo se reconocen a las personas por sus voces (Jue 18.3). Nakar a veces tiene
la acepción de «prestar atención a»; es una forma especial de reconocimiento:
« ¡Bendito sea el que se haya fijado en ti!» (Rt 2.19 rva).
Ieda: Heb. ידע- «saber, entender, comprender, conocer». Este verbo aparece en
ugarítico, acádico, fenicio, arábigo (infrecuentemente) y en hebreo en todos los
períodos. En el Tanaj, el vocablo aparece unas 1.040 veces (995 en hebreo y 47 en
arameo).
En esencia, ieda significa: (1) saber por observación y reflexión, y (2) saber por
experiencia. Un ejemplo de la primera acepción sería Gn 8.11, donde Noaj / Noé
«entendió o comprendió » que las aguas habían disminuido después de ver la hoja
de olivo en el pico de la paloma; lo «supo» después de observar y reflexionar sobre
lo que había visto. En efecto, no vio ni experimentó personalmente que las aguas
habían menguado. En contraste con este «saber» que es fruto de la reflexión,
encontramos el «saber» que viene de la experiencia con los cinco sentidos, de
examinar y demostrar, de reflexionar y considerar (saber de primera mano). Por
tanto ieda se usa como un paralelismo sinónimo de «oír» (Éx 3.7), «ver» (Gn
18.21), «percibir» y «ver» (Job 28.7). Iosef/José informó a sus hermanos que uno
de ellos tendría que permanecer en Egipto para que él pudiera «saber» si ellos eran
o no hombres honrados (Gn 42.33). En el huerto de Edén, a Adám y Javá/Eva se les
prohibió comer del árbol cuyo fruto les daría la experiencia del mal y, por ende, el
conocimiento del bien y del mal. Por lo general, el corazón juega un papel
importante en «saber» (comprender). Debido a que experimentaron la presencia
sustentadora de Dios durante su peregrinaje en el desierto, los israelitas
«comprendieron» en sus corazones que Dios les estaba disciplinando y cuidando
como un padre vela por un hijo (Dt 8.5). Un corazón desviado puede estorbar esta
comprensión (Sal 95.10).
Hay un tercer significado que apunta al tipo de «saber» que uno aprende y puede
expresar. Por ejemplo, Qaín dijo que no «sabía» que era guarda de su hermano (Gn
4.9) y Avram le dijo a Sarai que «reconocía» que ella era una mujer hermosa (Gn
12.11 rva). Uno puede llegar a «saber» cuando se lo cuentan, en Lv 5.1 un testigo
ve o de alguna manera «sabe» (porque se lo contaron). En esta acepción «saber»
tiene un sentido paralelo a «reconocer» (Dt 33.9) y «aprender» (Dt 31 12–13). De
ahí que los niños pequeños que aún no saben hablar no «distinguen» (rva;
«conocen» lba; «saben» rv) el bien y el mal (Dt 1.39), porque no lo han aprendido
de modo que lo puedan comunicar a otros. En otras palabras, su conocimiento no
es tal como para distinguir entre el bien y el mal.
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«Conocer a Dios» es tener un íntimo conocimiento práctico de Él. Es así que Faraón
niega conocer a IHVH (Éx 5.2) y rehúsa reconocer su autoridad sobre él. En sentido
positivo, «conocer» a Dios es lo mismo que temer (1 R 8.43), servir (1 Cr 28.9) y
confiar (Is 43.10).
Participio: Heb. מדוע- Madu’a: «por qué». Este término, que aparece 72 veces, está
relacionado con el verbo iadá. Shemot / Éxodo 1.18 es un ejemplo: « ¿Por qué
habéis hecho esto de dejar con vida a los niños varones?»
Corazón: Heb. לֵב- lev, «corazón; mente; en medio de». Lev y su sinónimo levab
aparecen 860 veces en el Tanaj. La Torá, los profetas y los salmos hablan a menudo
acerca del «corazón». La raíz aparece también en acádico, asirio, egipcio, ugarítico,
arameo, arábigo y en el hebraico postanajico. Los nombres arameos
correspondientes aparecen siete veces en el libro de Daniel.
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Lev también puede referirse al interior («en medio») de algo: «Se cuajaron los
abismos en el corazón del mar» (Éx 15.8 lba); «El monte ardía con fuego hasta el
corazón de los cielos» (Dt 4.11 rva); «Serás como el que yace en medio del mar»
(Pr 23.34).
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Lev puede referirse al centro de la rebelión y del orgullo. Dijo Dios: «Porque la
intención del corazón del hombre es mala desde su juventud» (Gn 8.21 lba). Tiro es
como todo ser humano: «Por cuanto tu corazón se enalteció, y porque, a pesar de
ser hombre y no Dios, dijiste: «Yo soy un dios… »» (Ez 28.2 rva). Todos llegan a ser
como Judá cuyo pecado «está grabado en la tabla de su corazón» (Jer 17.1).
Dios controla el «corazón». Por su «corazón» natural, la única esperanza del ser
humano está en la promesa de Dios: «Os daré corazón nuevo… y quitaré de vuestra
carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne» (Ez 36.26). Por esto el
pecador ora: «Crea en mí, oh Dios, un corazón puro» (Sal 51.10); y «Afirma mi
corazón para que tema tu nombre» (Sal 86.11). También, como dice David: «Yo sé,
oh Dios mío, que tú pruebas el corazón y que te agrada la rectitud» (1 Cr 29.17).
Por tanto, el pueblo de Dios busca su aprobación: «Escudriña mi mente y mi
corazón» (Sal 26.2). El «corazón» simboliza el fuero interno del ser humano, su
propia persona. Como tal, es la fuente de todo lo que hace (Pr 4.4). Todos sus
pensamientos, deseos, palabras y acciones fluyen desde lo más profundo de su ser.
Con todo, ninguna persona logra entender su propio «corazón» (Jer 17.9). Al seguir
el ser humano su propio camino, su «corazón» se endurece cada vez más. Pero Dios
circuncidará (recortará la inmundicia) del «corazón» de su pueblo, para que le
amen y obedezcan con todo su ser (Dt 30.6).
Cordero: Heb. כבש- keves, «cordero; cabrito; chivito». El cognado acádico de este
nombre significa «cordero», mientras que el cognado arábigo quiere decir
«carnero joven». El término aparece 107 veces en el hebreo veterotestamentario y
sobre todo en el Jumash/Torá, Pentateuco.
1267
D
Crear: Heb. ב ֵ֣רא-bará. El verbo bará, tiene tres acepciones en el idioma hebreo de
acuerdo al Diccionario Gramático de Rabí David Kimhi (Radak).
B) Albedrío y elección
C) Talar y destruir
Por eso dice Abarbanel: “Yo digo que el verbo Bará debe tomarse aquí de acuerdo a
la acepción primera, es decir la existencia y la creación a partir de la nada y no hay
que aceptar otro significado para este verbo.”
Derramar: Heb. יצק- Iatzaq, «verter, derramar, fundir, fluir». Un término de uso
común durante toda la historia de la lengua hebrea, se encuentra en el antiguo
ugarítico. Iatzaq aparece en el Tanaj un poco más de 50 veces. El vocablo aparece
por primera vez en Gn 28.18, donde se dice que, después que Iaaqov / Jacob
durmió en Bet-El con la cabeza recostada sobre una piedra, «derramó aceite sobre
ella». Veinte años después vuelve a «derramar» aceite sobre un «pilar» de piedra
en Betel al regresar a casa (Gn 35.14 lba). La idea que se expresa en estos dos casos
y en otros (Lv 8.12; 21.10) es ungir con aceite. Este no es el vocablo que
generalmente se traduce «ungir». (El término corriente para «ungir» es mashaj, del
cual proviene la palabra «mesías».)
Muchas cosas pueden «verterse», tales como el aceite de sacrificio (Lv 2.1), el agua
para lavar (2 R 3.11) y potaje para comer (2 R 4.41). Se usa el verbo para expresar
la idea de «verter» o «fundir» metales (Éx 25.12; 26.37; 1 R 7.46). El concepto de
1268
D
Descender: Heb. ירד- iarad, «descender, bajar». Este verbo aparece en la mayoría
de las lenguas semíticas (incluyendo en el hebreo posbíblico) y durante todos los
períodos. En el hebreo bíblico aparece alrededor de 380 veces y en todos los
períodos.
Básicamente, el verbo denota «movimiento» desde un punto alto a uno más bajo.
En Gn 28.12, Iaaqov/Jacob vio «una escalera puesta en la tierra, cuya parte
superior alcanzaba el cielo. He aquí que los mensajeros de Dios subían y
descendían por ella» (rva). En este caso, el que habla u observa describe la acción
desde el punto de partida y el movimiento es descendente hacia él. Por otro lado, el
interlocutor puede hablar como el que se ubica en el punto de partida desde donde
el movimiento puede ser «hacia abajo» o bajo la superficie de la tierra (Gn 24.16).
Como un dato interesante se puede «descender» a un lugar más bajo para alcanzar
las puertas de una ciudad (Jue 5.11) o viajar a una ciudad que está ubicada más
abajo de la carretera principal (1 S 10.8); generalmente se asciende a una ciudad y
se «desciende» para salir de ella (1 S 9.27). Se habla del viaje de kena’án a Egipto
como un «descenso» (Gn 12.10). Esto no se refiere a un desplazamiento desde un
lugar más elevado a otro más bajo; es más bien un uso técnico del verbo.
Iarad a menudo tiene que ver con «morir». Uno «desciende» a la tumba. Aquí
también está presente la idea de desplazamiento espacial, pero como antecedente.
El «descenso» tiene que ver más con ser removido del mundo de existencia
consciente: «Porque el Sheol no te agradecerá, ni la muerte te alabará. Tampoco los
que descienden a la fosa esperarán en tu fidelidad. El que vive, el que vive es el que
te agradece» (Is 38.18–19). Por otro lado, «descender al polvo» implica un regreso
al suelo, esto es, el regreso del cuerpo a la tierra de la que vino (Gn 3.19). «Se
doblegarán ante Él todos los que descienden al polvo» (Sal 22.29). También existe
1269
D
la idea del «descenso» del alma humana al reino de los muertos. Cuando Iaaqov/
Jacob lloró por Iosef/José, pensando que estaba muerto, dijo: «¡Enlutado
descenderé hasta mi hijo, al Sheol!» (Gn 37.35 rva). Puesto que se puede
«descender» vivo al Sheol como castigo (Nm 16.30), esta frase abarca más que el
fin de la vida humana. Este significado se refuerza con la experiencia de Janoj/Enoc
cuya recompensa fue sacarle de la tierra: «Caminó, pues, Janoj/Enoc con Dios y
desapareció, porque Dios lo llevó consigo» (Gn 5.24); fue recompensado al no
tener que «descender» al Sheol.
Al menos una vez significa «subir y bajar». La hija de Jefté dijo: «Primero déjame
que suba [«vaya y descienda» rvr] a los montes y llore con mis amigas mi
virginidad» (Jue 11.37 lbd).
1270
D
Erváh también tiene que ver con las partes indefensas o «desnudas» de una ciudad,
según Gn 42.9: « ¡Sois espías! habéis venido para ver las partes desprotegidos del
país habéis venidos.
Otros nombres relacionados con este vocablo aparecen con menor frecuencia.
Ma’ar, que se refiere a la desnudez sexual, aparece en sentido metafórico en Nah
3.5. Eirom se encuentra en varios casos como nombre abstracto. El término
expresa la idea general de desvestirse, sin implicaciones vergonzosas;
sencillamente se refiere a estar «desarropado». En Ez 16.7, 39 el vocablo eirom se
traduce «desnuda», aunque también puede traducirse como «desnudez» o alguien
que «está en su desnudez».
Dos nombres, ta’ar y moeráh, tienen otro sentido. Ta’ar, que se repite 13 veces,
quiere decir «navaja» (Nm 6.5) o un cuchillo para afilar las plumas de los escribas
(Jer 36.23). El significado «vaina de espada» (1 S 17.51) tiene un cognado en
ugarítico. Moeráh también significa «navaja» (1 S 1.11).
1271
D
Adjetivo: Heb. – ערוםarôm o ערֹ ם- arom, «desnudo». El vocablo aparece 16 veces.
El primer caso es en Gn 2.25: «Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y
no se avergonzaban».
Otro adjetivo, del cual hay 6 ejemplos en la poesía bíblica, es eriáh. Parece ser una
variante de erváh y aparece, por ejemplo, en Ez 16.22: «Cuando estabas desnuda y
descubierta».
Verbo: Heb. ערה- aráh, «verter, descubrir, destruir, extenderse». Este verbo, que
aparece 14 veces en el hebreo del Tanaj, tiene cognados en acádico, fenicio, egipcio
y siríaco. En Is 32.15, el término significa «verter» o «derramar»: «Hasta que se
derrame sobre nosotros el Espíritu desde lo alto» (lba). El verbo indica «descubrir»
en Lv 20.19. Aráh tiene la acepción de «destruir» en Is 3.17 (rvr): «Por tanto, el
Señor raerá la cabeza de las hijas de Tzion, y IHVH descubrirá sus vergüenzas». En
Sal 37.35, el término significa «extenderse».
Por lo general, ur significa despertarse de un sueño natural (Zac 4.1) o del sueño
de los muertos (Job 14.12). En Job 31.29, el término expresa la idea de «provocar»
alguna emoción, de sentirse «emocionado: «Si me he alegrado por el infortunio del
que me aborrece» (rva). El verbo aparece varias veces en Cantares, por ejemplo,
contrapuesto con dormir: «Yo dormía, pero mi corazón velaba» (Cnt 5.2). El
término aparece tres veces como parte de una idéntica frase: «No despertaréis ni
provocaréis el amor, hasta que quiera» (Cnt 2.7; 3.5; 8.4 rva).
Como creatura con libre albedrío, el ser humano puede «rechazar» a Dios: «Habéis
rechazado al Señor que está entre vosotros» (Nm 11.20 lba; «menospreciado» rva).
Por otro lado, los seres humanos pueden «rechazar» el mal (Is 7.15–16).
1272
D
vuestras fiestas» (Am 5.21 lba). Dios considera la pureza del corazón y de nuestras
actitudes más importantes que la perfección o belleza de nuestros ritos.
Día: Heb. יַ֥ ֹום-iom, «luz del día; día; tiempo; momento; año; era». Este vocablo
también aparece en ugarítico, hebreo extrabíblico o cananeo (p. ej., la inscripción
de Siloé), acádico, fenicio y arábigo. Se encuentra además en hebreo posbíblico.
Iom aparece cerca de 2.304 veces en todos los períodos del hebreo del Tanaj.
1273
D
del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él, ciertamente morirás»
(rva). Finalmente, en plural, el vocablo puede significar un «año»: «Por tanto, tú
guardarás este rito en su tiempo de año en año ["Miamim iamimáh"]» (Éx 13.10).
Iom adquiere otros matices particulares cuando se usa con diversas preposiciones.
En primer lugar, cuando va acompañado de ke («como»), puede denotar el término
«primero»: «Y Iaaqov / Jacob respondió: Véndeme primero tu primogenitura» (Gn
25.31 rva). También puede significar «un día» o «un día cualquiera»: «Aconteció
que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí»
(Gn 39.11). Iosef / José usa el término indicando el «resultado de una acción»:
«Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó para bien, para hacer lo
que vemos [literalmente, «como están las cosas»] hoy: mantener con vida a un
pueblo numeroso (Gn 50.20 rva). Adonías se valió de esta misma expresión para
expresar el sentido de «hoy»: «Júreme hoy el rey Shelomo / Salomón que no
matará a espada a su siervo» (1 R 1.51 rvr). Otro matiz más aparece en 1 S 9.13:
«Subid, pues, ahora, porque ahora le hallaréis». Cuando va acompañado del
artículo definido ha, el nombre puede significar «hoy» (como en el caso de Gn 4.14)
o bien referirse a un día en particular (1 S 1.4) o indicar «durante el día» (Neh
4.16).
La primera vez que se usa iom en el Tanaj es en Gn 1.5: «Dios llamó a la luz Día, y a
las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y fue la mañana del primer día». Esto
presenta uno de los debates más grandes en torno al vocablo, a saber, cuánto
duraron los días de la creación. Tal vez las explicaciones más frecuentes son: que
estos días duraron 24 horas, por tiempo indefinido (o sea, edades o eras), o son
categorías lógicas más bien que temporales (es decir que expresan categorías
teológicas en lugar de períodos).
En realidad los días de la creación no son días literales. ¡El relato de la creación del
libro de Bereshit es un midrash! (véase midrash en glosario)
Por esta razón el asumir que se tiene una fecha exacta desde el momento de la
creación hasta nuestros días no es coherente. El tiempo no existía antes de la
designación y labor de las lumbreras.
1274
D
gravedad” y todo lo demás que requieren para su supervivencia ya que todo esto
depende exclusivamente del sol y la luna…
El «día del Señor» denota tanto el fin de una edad (en sentido escatológico), como
algún acontecimiento (no escatológico) durante la era presente. Puede ser un día
de juicio o de bendición, o ambas a la vez (cf. Is 2).
Cabe mencionar que mientras el pueblo hebreo no tenía dividido el día en horas,
dividía la noche en tres vigilias (Éx 14.24; Jue 7.19).
Diestra, Derecha: Heb. י ִמין- iamín, «diestra, derecha, mano derecha». Se han
encontrado cognados de este vocablo en ugarítico, arábigo, siríaco, arameo y
etiópico. Hay unos 137 casos del término durante todos los períodos del hebreo
bíblico.
Tercero, iamín puede referirse a otras partes del cuerpo además de la mano
derecha. En Jue 3.16 el término se refiere a la cadera derecha (lit. «cadera de la
mano derecha»): «Y Aod se había hecho un puñal de dos filos, de un codo de largo;
y se lo ciñó debajo de sus vestidos a su lado derecho». El vocablo se usa en 1 S 11.2
para referirse a un ojo y en Éx 29.22 a la cadera.
1275
D
Cuarto, el término se usa con el significado de «sur», puesto que este punto
cardinal queda a mano derecha cuando uno se orienta de cara al este: «Los de Zif
subieron a decir a Shaúl, en Gabaa: ¿No está David escondido entre nosotros, en los
lugares de difícil acceso de Hores, en la colina de Haquila, que está al sur de
Jesimón?» (1 S 23.19 rva).
Iemaní: Heb. « יְ מנִ יmano derecha; lado derecho; costado derecho (del cuerpo);
sur». Este nombre se encuentra 25 veces en el Tanaj. Iemané quiere decir «mano
derecha» en Shemot/Éx 29.20, la primera vez que aparece. En Melajím Alef /1 R
7.21 el término indica el «lado derecho» en términos de ubicación. Iemaní aparece
en Iejezqel/Ez 4.6 con la acepción de «costado derecho» del cuerpo. El vocablo
indica «sur» en 1 R 6.8: «La puerta del aposento de en medio estaba al lado
derecho de la casa» (rvr; «al lado sur del templo» rva).
Teman: Heb. « תֵ מןsur; barrio sur; hacia el sur». Este nombre aparece 22 veces en
el Tanaj. La primera vez (Éx 26.18), el término sirve para orientar «hacia el sur».
Teman puede significar llanamente «sur» y también el «barrio sur» de una ciudad,
como en Jos 15.1.
Efod: Heb. אֵ פוד- efod. El vocablo, que aparece en asirio y (tal vez) ugarítico,
aparece 49 veces en el hebreo bíblico, 31 en las prescripciones legales en Éxodo-
Levítico y una sola vez en la poesía tanajica (Os 3.4).
1276
E
El: Heb. - אֵ לdios. Este término fue la forma más común de denominar a una
divinidad en el Oriente Medio antiguo. Aunque muy a menudo aparece solo, el se
combinaba también con otras palabras para formar un término compuesto
referente a la deidad o para identificar de alguna manera la naturaleza y las
funciones del «dios». De ahí que la expresión El Elohim Israel («Dios, el Dios de
Israel»; Bereshit/Gn 33.20) identifique las actividades específicas del Elohim/Dios
de Israel. En la antigüedad, se creía que conocer el nombre de una persona le
otorgaba poder sobre ella. Se consideraba que el conocimiento del carácter y
atributos de los «dioses» paganos permitiría a los adoradores manipular o influir
en las deidades en formas más eficaces que si sus nombres permanecieran
desconocidos. Hasta cierto punto, la ambigüedad del término ˒el frustraba a las
personas que esperaban obtener de algún modo poder sobre la divinidad, porque
el nombre prácticamente no indicaba cosa alguna sobre el carácter del «dios». Esto
se ajusta en particular a ˒El, principal «dios» cananeo. Los antiguos semitas se
mantenían espantados ante los poderes superiores de los dioses y hacían cuanto
estuviera a su alcance para propiciarlos. Generalmente asociaban a las divinidades
con la manifestación y uso de un enorme poder. Tal vez esto se refleje en la curiosa
frase hebrea: «Poder [El] hay en mi mano» (Gn 31.29 RV-95, RVR; «tengo poder»
LBA, RVA; «podría hacerte mal»
BJ; BLA; cf. Dt 28.32). Algunas frases hebreas en los Salmos asocian a El con
aspectos impresionantes de la naturaleza, como los cedros del Líbano (Sal 80.10) o
montañas (Sal 36.6). En estos casos, es clara la connotación de magnificencia y
majestad.
Metusha’el (Gn 4.18) e Ishma’el (Gn 16.11) son dos nombres que provienen de un
período muy temprano.
Durante el período mosaico, El era sinónimo del Señor que libró a los israelitas de
la esclavitud de Egipto y les ayudó a vencer en batalla (Nm 24.8). Esta tradición del
El hebraico como un «Dios» que se revela a sí mismo en poder y establece relación
de pacto con su pueblo es muy prominente tanto en la poesía (Sal 7.11; 85.8) como
en la profecía (Is 43.12; 46.9). Los israelitas hacían uso común del nombre de El
para denotar la provisión o el poder sobrenatural. Esto era a la vez normal y
legítimo, puesto que el pacto entre Dios e Israel aseguraba a un pueblo obediente y
santo que las fuerzas creativas del universo le sostendrían y protegerían en todo
momento. A la inversa, si desobedecían y apostataban, estas mismas fuerzas les
castigarían severamente.
Elah: Heb. - אֱלהdios». Este vocablo arameo equivale al término hebreo elôah. Es
una expresión general para «Dios» en los pasajes arameos del Tanaj y también una
forma cognada del vocablo aláh, que los árabes usan para hablar de Dios. El
término se emplea ampliamente en Esrá/Esdras: Aparece no menos de 43 veces
entre Esd 4.24 y 7.26. En cada caso, se refiere al «Dios» del pueblo judío, fuese o no
un judío el que lo usara. Este es el caso cuando el gobernador de la provincia de
1277
E
«Más Allá del Río» (es decir, al oeste del río Éufrates) le habló a Darío el rey acerca
de «la casa del gran Dios» (Esd 5.8). Asimismo, Ciro instruyó a Sesbasar,
gobernador, «que la casa de Dios sea reedificada» (Esd 5.15) en Jerusalén.
El libro de Daniel se vale de Eláh para hablar tanto de los «dioses» paganos, como
del único «Dios» verdadero. Los sacerdotes caldeos dijeron a Nabucodonosor:
«Además, el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay delante del rey quien lo
pueda declarar, salvo los dioses, cuya morada no está con los mortales» (Dn 2.11
RVA). Los caldeos se refirieron a esos «dioses» cuando informaron que Sadrac,
Mesac y Abed-nego rehusaban participar en idolatría en la llanura de Dura (Dn
3.12). Daniel enumera estos «dioses» cuando condenó el abandono de
Nabucodonosor por el culto al único y verdadero «Dios» de Israel (Dn 5.23). En Dn
3.25, el término se refiere a un ser o mensajero divino enviado a proteger a los tres
jóvenes hebreos (Dn 3.28). En Dn 4.8–9, 18; y 5.11, aparece la frase «espíritu de los
dioses santos» (RV, RVA, RV-95, LBA, BLA; «Dios Santo» NRV). Las menciones
restantes de Eláh se refieren al «Dios» viviente a quien Daniel adora».
Elôáh: Heb. - אֱלוהdios». Este nombre hebreo para «Dios» corresponde al término
arameo Eláh y al ugarítico il (o tratándose de una diosa, ilt). El origen del término
se desconoce y se usa pocas veces en las Escrituras como un apelativo divino. Por
cierto, su distribución en los varios libros del Tanaj es curiosamente desigual.
Aparece Elôáh 40 veces en Iov/Job entre 3.4 y 40.2; en el resto del Tanaj el término
no se usa más de 15 veces.
1278
E
Pero no está muy claro por qué se necesitó tener una forma vocativa especial para
dirigirse a Dios, puesto que el plural Elôhîm se traduce a menudo como vocativo
cuando el adorador se dirige directamente a Dios, como en Sal 79.1. Es obvio que
hay una relación lingüística entre Elôáh y Elôhîm, pero no es fácil precisarlo.
El shadai fue el nombre de «Dios» que los patriarcas usaron en relación con el
pacto hasta el tiempo de Moshé/Moisés, cuando se dio una nueva revelación (Éx
6.3). El pacto abrahámico se caracterizó por un grado de aproximación entre
«Dios» y los protagonistas humanos que sobresale en la historia de los hebreos. El
«Dios Todopoderoso» se reveló como una deidad poderosa capaz de realizar todo
1279
E
El ˓ôlam: Heb. - עולםַאֵ ל/ Dios de la eternidad; Dios eterno; Dios sempiterno». Hay
formas relacionadas con el término ˓ôlam en varias lenguas del Oriente Medio
antiguo; todas se refieren a la extensión del tiempo o al tiempo muy distante. La
idea parece ser cuantitativa en vez de metafísica. Por eso, en la literatura ugarítica,
˓bd ˓lm significa «esclavo permanente»; el término ˓lm (al igual que el hebreo
˓ôlam) expresa un período inmensurable o de larga duración.
1280
E
aunque tuvo una visión de Dios, no recibió una revelación que este fuese el Dios
que Avraham veneró en Beerseba. Es más, Dios omitió mencionar el nombre de
Avraham declarando que era el Dios del padre de Iaaqov/Jacob.
Ieshaiá/Isaías 40.28 es el único caso donde ˓ôlam se usa junto con un nombre que
significa «Dios».
Elevar, Exaltar: Heb. רום- rum, verbo «elevar, exaltar». Esta raíz se encuentra
también en ugarítico (con los radicales )רם, fenicio, arameo (incluyendo en el
Tanaj, 4 veces), arábigo y etiópico. En el arameo extrabíblico se escribe רם. La
palabra se halla en todos los períodos del hebreo del Tanaj unas 190 veces. Tiene
un parentesco cercano con la raíz רמם, «levantarse, apartarse», que únicamente
aparece 4 veces.
Rum a veces quiere decir «levantar y quitar», como en Ieshaiá/Is 57.14: « ¡Allanad,
allanad [«construid, construid» lba] la calzada! ¡Preparad el camino! ¡Quitad los
obstáculos del camino de mi pueblo!» (rva). En el contexto de las ofrendas, el
vocablo significa «tomar una porción» (Lv 2.9). A veces se habla de «alzar» o
«elevar» toda la ofrenda a Dios (Nm 15.19 rva; cf. lba).
1281
E
Más allá de las acepciones básicas, rom se usa tanto negativa como positivamente.
En sentido positivo, la palabra puede significar «elevar a una posición de honor».
Dice Dios: «He aquí que mi siervo triunfará. Será engrandecido y exaltado, y será
muy enaltecido» (Is 52.13). Encontramos esta misma connotación en 1 S 2.7,
cuando Ana testifica que «IHVH empobrece, y Él enriquece; abate y enaltece». En
sentido negativo, rom indica «altivez»: «Salvas al pueblo humilde; pero tus ojos
humillan a los altivos» (2 S 22.28 rva).
Rum se usa junto a otros términos en sentidos idiomáticos. Por ejemplo, «elevar»
la voz es «gritar». La mujer de Potifar informó que cuando Iosef/José la atacó,
«alzó» su voz y gritó («vociferó»). Los dos términos, (rom y «voz») se usan juntos
con el sentido de «a viva voz» o «en alta voz» (Dt 12.14).
Nombre: Heb. רום- Rum, «altura, altivez». Este vocablo aparece 6 veces. En Pr 25.3
significa «altura» y en Is 2.11 «altivez».
Marom: Heb. « מרוםplano más alto; altura; alta posición social». Marom se
encuentra unas 54 veces en el hebreo del Tanaj. También se ha comprobado en
ugarítico y en antiguo sudarábigo. La primera vez que se usa (Jue 5.18) alude a
«una superficie más elevada». En Job 16.19 y 33.5 el término tiene la acepción de
«altura» refiriéndose a la morada de Dios. Job 5.11 usa el vocablo con la
1282
E
El verbo puede significar aumento de tamaño y edad como parte del proceso de
maduración de la vida humana: «El niño creció y fue destetado» (Gn 21.8 rva). El
vocablo también tiene que ver con el «crecimiento» de animales (2 S 12.3) y de
plantas (Is 44.14), así como de los cuernos de animales (Dn 8.9) y de otros objetos
vivientes. En su modo intensivo, gadal indica participación en el proceso de
crecimiento: «Crié hijos» (Is 1.2). La misma modalidad puede sugerir
consentimiento para determinada acción: «Dejará crecer libremente el cabello de
su cabeza» (Nm 6.5).
Otro énfasis de gadal es «ser grande, poderoso, importante o valioso». Este matiz
se aplica en particular a reyes. Faraón dice a Iosef/José: «Tú estarás sobre mi casa,
y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor
[más poderoso, con mayor honra] que tú» (Gn 41.40; «te precederé» nbe). El
Mesías «se levantará y los apacentará con el poder de IHVH, con la grandeza del
nombre de IHVH su Dios, y se establecerán, porque entonces será engrandecido
hasta los fines de la tierra» (Miq 5.4 rva). Él será poderoso hasta los fines de la
tierra. El matiz «ser valioso» aparece en 1 S 26.24, donde David dice a Shaúl: «Y he
aquí, como tu vida ha sido valiosa ante mis ojos en este día, así sea valiosa mi vida
1283
E
ante los ojos de IHVH, y Él me libre de toda aflicción» (rva). La segunda vez que se
usa gadal en esta declaración es en su forma intensiva, por lo que la frase se podría
traducir con mayor precisión: «Para que mi vida sea altamente valorada».
Nombre: Heb. גְ דולה- Gedulah, «grandeza; gran dignidad; grandes cosas». Este
nombre aparece 12 veces. En Sal 71.21 significa «grandeza»: «Aumentarás mi
grandeza, y volverás a consolarme». Gedulah se puede referir también a gran
«dignidad» (Est 6.3 bj) y a «grandes cosas» (2 S 7.21).
Godel: Heb. ַ «גֹ דלgrandeza». Este nombre se encuentra 13 veces. Godeljá quiere
decir «grandeza» en relación con tamaño (Ez 31.7) o con atributos divinos como
poder (Sal 79.11), dignidad (Dt 32.3), majestad (Dt 3.24) y misericordia (Nm
14.19); también con falsa grandeza de corazón (insolencia; Is 9.9).
Migdal: Heb. ִמגְ ָּ֑דל: «lugar fuerte; púlpito de madera». Este nombre, que aparece 49
veces, a menudo se refiere a una torre o «lugar fuerte» (Gn 11.4–5), aunque
también tiene que ver con un «púlpito de madera»: «Y Esdras el escriba estaba
sobre un púlpito [«estrado» lba] de madera» (Neh 8.4 rvr).
Adjetivo: Heb. Gadol - ג ַ֥דֹול: «grande, gran». El adjetivo gadol es la palabra que más
aparece relacionada con el verbo gadal (alrededor de 525 veces). Gadol se refiere a
las dimensiones de tamaño (Gn 1.21), número (Gn 12.2), poder (Dt 4.37), castigo
(Gn 4.13) y valor o importancia (Gn 39.9).
El verbo gadal y su adjetivo afín gadol pueden usarse para hacer declaraciones
distintivas. En hebreo se puede decir «él es grande» con solo el verbo o,
alternativamente, con el adjetivo gadol y un pronombre como prefijo. En el primer
caso se resalta una condición dada o existente (como en Mal 1.5): «Sea IHVH
engrandecido más allá de los límites de Israel». La segunda construcción anuncia al
receptor una nueva experiencia, como en Is 12.6: «Grande es en medio de ti el
Santo de Israel». Se trata de información que se conocía antes, pero actos divinos
recientes hacen que se vuelva a experimentar. El énfasis está sobre la frescura de la
experiencia.
1284
E
Otro adjetivo, ג ֶ֔ ֵדל-gadel, quiere decir «llegar a ser grande; crecer». Este adjetivo
verbal se usa 4 veces, una de ellas en Gn 26.13: «El varón se enriqueció, y fue
prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso».
Escoger: Verbo, heb. ַ חרב- bajar, «escoger, hacer una opción». Este verbo se
encuentra 170 veces en todo el Tanaj. También lo encontramos en arameo, siríaco
y asirio. El vocablo tiene términos paralelos en egipcio, acádico y en las lenguas
cananeas.
Nombre: Heb. ַ חִ ירב- Bajir: «escogidos». Otro nombre, bajér, se usa 13 veces y
siempre acerca de los «escogidos» del Señor: «Shaúl, el escogido de IHVH» (2 S
21.6); «hijos de Iaaqov / Jacob, sus escogidos» (1 Cr 16.13).
Espíritu, Hálito: Heb. ַ ֵ֣רּוח- ruaj, «aliento; hálito, aire; viento; brisa; espíritu;
coraje; temperamento; Espíritu». Este nombre tiene cognados en ugarítico, arameo
y arábigo. El término se encuentra unas 378 veces en todos los períodos del hebreo
bíblico.
1285
E
Cuarto, el viento representa orientación. En Irmiá/Jer 49.36 los cuatro vientos son
los cuatro confines de la tierra, es decir, los cuatro puntos cardinales: «Sobre Elam
traeré los cuatro vientos [gentes de los cuatro puntos cardinales] de los cuatro
extremos del cielo, y los dispersaré en todas las direcciones. No habrá nación a
donde no vayan los desplazados de Elam» (Jer 49.36 rva). Esta misma frase, con el
mismo significado, se ha encontrado en acádico; a decir verdad, la expresión
comienza a aparecer en hebreo durante el período en que se hace más frecuente el
contacto con los pueblos de lengua acádica.
1286
E-H
Quinto, ruaj a menudo indica el elemento de vida en el ser humano, su «espíritu»
natural: «Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra… Todo lo que tenía
aliento de espíritu de vida en sus narices» (Gn 7.21–22). En estos versículos los
animales tienen «espíritu» (cf. Sal 104.29). Por otro lado, en Pr 16.2 el vocablo
parece significar más que el simple «hálito» de la vida; tal vez el «alma»: «Todo
camino del hombre es limpio en su propia opinión, pero IHVH es el que examina
los espíritus» (rva; «intenciones» lvp). Por esto, Is 26.9 usa nefesh, «alma», y ruaj
paralelamente como sinónimos: «Mi alma te espera en la noche; mientras haya
aliento en mí, madrugaré a buscarte» (rva. El «espíritu» de la persona regresa a
Dios (Ec 12.7).
Sexto, con frecuencia se usa ruaj para hablar de la mente (intención), disposición o
«temperamento» de alguna persona: «Bienaventurado el hombre a quien IHVH no
culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño» (Sal 32.2 rv-95). En Ez 13.3
la palabra se usa en el sentido de «inclinación»: « ¡Ay de los profetas necios que
siguen su propio espíritu y no han visto nada!» (lba; cf. Pr 29.11). Ruaj puede
indicar ciertos estados de ánimo, como en el caso de Jos 2.11: «Al oír esto, nuestro
corazón desfalleció. No ha quedado más aliento en ninguno a causa de vosotros»
(rva; cf. Jos 5.1; Job 15.13). El «temperamento» (mal genio) de una persona es otro
uso de ruaj: «Si el ánimo del gobernante se excita contra ti, no abandones tu
puesto; porque la serenidad apacigua grandes ofensas» (Ec 10.4 rva). David oró
para que Dios le devolviera «el gozo de tu salvación, y un espíritu generoso me
sustente» (Sal 51.12 rva). En este versículo, «gozo de salvación» y «espíritu
generoso» («libre» rv; «noble» rvr; rv-95; «de poder» lba) están en paralelo, o sea,
son sinónimos. Por tanto, «espíritu» se refiere al ánimo interior así como «gozo»
alude a una emoción interna.
1287
H
simple agujero en la tierra. Los textos acádicos describen una divinidad que
personifica el «hoyo» y a quien se dirigía un rito particular de exorcismo. En el
hebreo del Tanaj se constatan 16 ejemplos del vocablo.
Dios le prohibió a Israel buscar información por este medio, común entre los
paganos (Lv 19.31; Dt 18.11). Tal vez la creencia pagana de manipular a los dioses
para provecho personal explica el relativo silencio del Tanaj acerca de la vida de
ultratumba. No obstante, desde los primeros tiempos, el pueblo de Dios creía en
vida después de la muerte (p. ej., Gn 37.35; Is 14.15ss).
Heredar: Verbo, heb. נחל- najal, «heredar, recibir por posesión, tomar posesión».
El término se encuentra en hebreo antiguo y también moderno, así como en
antiguo ugarítico. Hay unos 60 casos del verbo en el Tanaj. El primer caso está en
Éx 23.30: «tomar la tierra por heredad» (rv). Es más exacta la traducción «poseer»
(rvr, rva, nrv y lba) en este caso, puesto que la tierra de Canaán no era literalmente
una heredad, en el sentido extricto de la palabra, sino una posesión que Israel
recibiría por intervención directa de Dios. A decir verdad, en la mayoría de los
casos en que se usa najal en el Tanaj, el vocablo tiene el significado básico de
«poseer» más bien que «heredar» por voluntad de un testamento. Uno de los pocos
casos cuando es así está en Dt 21.16: «El día que hiciere heredar a sus hijos lo que
tuviere». Más precisamente: «El día que reparta lo que tiene entre sus hijos» (lba).
Cuando Moshé/Moisés oró: «Señor… tómanos por tu heredad» (Éx 34.9), no quiso
decir que Dios les «heredaría» mediante un testamento, sino que Él los «tomaría
por posesión suya» (lba). La acepción «recibir por posesión» tiene aquí un sentido
figurado. Por ejemplo: «Los sabios poseerán honra» (Pr 3.35 rva; «son dignos de
1288
H
honra» nvi); «los perfectos heredarán el bien» (Pr 28.10); «mentira poseyeron
nuestros padres» (Jer 16.19); «el que turba su casa heredará viento» (Pr 11.29).
Dentro de la relación especial del pacto los hijos en Israel se consideraban un don
especial del Señor (Sal 127.3). Sin embargo, el Señor abandonó a Israel, su
«posesión», a la merced de las naciones (cf. Is 47.6), y permitió que un remanente
de esta «posesión» regresara: «¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida
el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque
se deleita en misericordia» (Miq 7.18).
Por otro lado, se puede también decir que el Señor es la «posesión» de su pueblo. A
los kohanim/sacerdotes y levitas, cuyas «posesiones» terrenales estaban limitadas,
se les asegura que su «posesión» es el Señor: «Por esto Leví no ha tenido parte ni
heredad entre sus hermanos: IHVH es su heredad, como IHVH tu Dios se lo ha
prometido» (Dt 10.9; cf. Nm 18.23).
1289
H
Hermana: Heb. א ֲַ֥חֹות- ajot, «hermana». Al igual que los vocablos para «hermano»
y «padre», muchas lenguas semíticas comparten este nombre. Mientras que
«hermano» aparece 629 veces, «hermana» se encuentra solo 114 veces. El uso es
raro en la literatura poética, excepto Cantares (7 veces). La primera vez que se usa
el vocablo es en Bereshit / Gn 4.22: «Tzilá también dio a luz a Tubal-caín, artífice
de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naamá».
Por regla general, ajot denota parientes del género femenino: «Y bendijeron a
Rebeca diciéndole: Tú eres nuestra hermana. Que seas madre de millares de
decenas de millares. Que tus descendientes posean las ciudades de sus enemigos»
(Gn 24.60). Esta acepción se extiende al uso metafórico, donde dos divisiones de
una nación (Judá e Israel; Jer 3.7) y dos ciudades (Sodoma y Samaria; Ez 16.46) se
describen como hermanas, ya que los nombres geográficos en hebreo son
femeninos.
Hermano: Heb. ַ חא- aj, «hermano». Esta palabra tiene cognados en ugarítico y en
la mayoría de las demás lenguas semíticas. Se constata unas 629 veces en hebreo
bíblico, en todos los períodos.
1290
H
Las tribus tienen una relación de ajém: «Judá dijo a [la tribu de] Shim’on/Simeón
su hermano: Sube conmigo al territorio que se me ha adjudicado» (Jue 1.3). El
término aj puede usarse con respecto a alguien de la misma tribu: «Aquel en cuyo
poder hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que
yo tenga tuyo» (Gn 31 32; cf. nrv; «parientes» rva, lba). En otros pasajes el vocablo
se refiere a un compatriota: «En aquellos días sucedió que crecido ya Moshé/
Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas» (Éx 2.11).
Hombre: Heb. א ָ֗דם- adam, «hombre; humanidad; gente; alguien». Este nombre se
encuentra en ugarítico, fenicio y púnico. Un término con los mismos radicales se
encuentra en antiguo arábigo meridional con el significado de «siervo». En arábigo
tardío los mismos radicales significan tanto «la humanidad» como «toda la
creación». El término acádico admu significa «niño». El vocablo hebreo aparece
unas 562 veces y en todos los períodos del hebreo bíblico.
Este nombre está relacionado con el nombre adom, «estar rojo», que puede ser una
alusión a la tez rojiza o curtida de los hombres en la antigüedad. El nombre expresa
el «hombre» como creatura a la imagen de Dios, la corona de toda la creación. En la
primera vez que aparece «hombre» se refiere al género humano, es decir, el
«hombre» en sentido genérico: «Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra
imagen, conforme a nuestra semejanza» (Gn 1.26). En Bereshit/Gn 2.7 el vocablo
se refiere al primer «hombre», Adám: «Entonces IHVH Dios formó al hombre del
polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser
viviente».
Entre Bereshit/Gn 2.5 y 5.5 hay un constante cambio e interrelación entre el uso
genérico e individual. El «hombre» se distingue del resto de la creación en que se
creó por un acto especial e inmediato de Dios: solo él fue creado a imagen de Dios
(Gn 1.27). Estaba formado por dos elementos, lo material y lo inmaterial (Gn 2.7).
Desde el comienzo ocupó una posición por encima del resto de la creación terrenal
y se le prometió una posición aún más exaltada (vida eterna) si obedecía a Dios:
1291
H
«Dios los bendijo y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos. Llenad la tierra;
sojuzgadla y tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los
animales que se desplazan sobre la tierra» (Gn 1.28 rva; cf. 2.16–17). En Gn 1 el
«hombre» se describe como meta y corona de la creación, mientras que en Gn 2
vemos que el mundo se creó como la escena de la actividad humana. La imagen de
Dios en el «hombre» se refiere a su alma y/o espíritu. (Es esencialmente espiritual;
tiene una dimensión invisible e inmortal que es indivisible.) Otros elementos de
esta imagen son: (1) mente y voluntad, (2) integridad intelectual y moral (se creó
con verdadero conocimiento, justicia y santidad), (3) cuerpo (órgano considerado
apto para compartir la inmortalidad del ser humano; y también para actuar como
agente de Dios en la creación), así como (4) dominio sobre el resto de la creación.
En algunos de los pasajes posteriores del Tanaj, es difícil distinguir entre adam e
ésh, el «hombre» como contraparte de la mujer y/o en su virilidad.
Gever: Heb. ַ« רבַגhombre, varón». Este vocablo se encuentra 60 veces en el Tanaj;
más de la mitad de los casos (32 veces) están en los libros poéticos. La primera vez
que se usa es en Éx 10.11: « ¡No será así! Id vosotros los varones y servid a IHVH,
pues esto es lo que vosotros habéis pedido» (rva).
1292
H
Ish: Heb. « ִאיׁשhombre; marido; pareja; ser humano; humano; alguien; cada uno;
todos». Hay cognados de esta palabra en fenicio, púnico, arameo antiguo y arábigo
meridional antiguo. El nombre aparece unas 2.183 veces y en todos los períodos
del hebreo bíblico. El plural de este nombre usualmente es <anashém, aunque 3
veces es éshém (Sal 53.3).
1293
H
Un matiz especial de ésh aparece en pasajes como Bereshit/Gn 3.6, donde significa
«marido» un «hombre» que tiene la responsabilidad de una esposa o mujer y esta
le venera: «Y dio también a su marido, cual comió así como ella». Este énfasis se
encuentra también en Os 2.16 donde se refiere a Dios (cf. el vocablo hebreo ba>al).
En unos pocos casos ésh se usa como sinónimo de «padre»: «Todos nosotros
somos hijos de un mismo hombre» (Gn 42.11 rva). En otros pasajes, el término
quiere decir «hijo» (cf. Gn 2.24).
En muy pocos casos (y en la literatura histórica tardía), este vocablo se usa como
un nombre colectivo que se refiere a todo un grupo: «Y respondió su sirviente:
¿Cómo pondré esto delante de cien hombres?» (2 R 4.43).
Muchos pasajes usan ésh en el sentido genérico más general de «hombre» (adam),
un ser humano: «El que hiriere a alguno [ésh], haciéndole así morir, él morirá» (Éx
21.12). Aunque alguien golpeara o matara a una mujer o a un niño, el culpable
debía morir. Véase Devarim / Dt 27.15: «Maldito el hombre que hiciere escultura o
imagen de fundición». Se usa el término cuando se quiere establecer un contraste
entre personas y animales: «Pero entre todos los hijos de Israel, ni un perro les
ladrará, ni a los hombres ni a los animales» (Éx 11.7 rva). El mismo matiz sirve
para contrastar entre Dios y el ser humano: «Dios no es hombre, para que mienta»
(Nm 23.19).
El vocablo ishon significa «hombre pequeño». Este diminutivo del nombre, que
aparece 3 veces, tiene un cognado en arábigo. Aunque literalmente significa
«hombre pequeño», se refiere a la pupila del ojo y es así como se traduce (cf. Dt
32.10; «la niña de sus ojos»).
1294
H
El término enosh nunca aparece con el artículo definido y siempre, salvo una
excepción (Sal 144.3), presenta una idea colectiva del «hombre». En la mayoría de
los casos en que aparece en Iov/Job y en los Salmos, el vocablo sugiere, a diferencia
de Dios, la fragilidad, vulnerabilidad y limitación del «hombre» en el tiempo y el
espacio: «El hombre, como la hierba son sus días. Florece como la flor del campo»
(Sal 103.15). Por tanto, el «hombre» no puede ser justo ni santo delante de Dios:
«¿Será el mortal [enosh] más justo que Dios? ¿Será el hombre [geber] más puro
que el que lo hizo?» (Job 4.17 rv-95). En los Salmos la palabra se usa para indicar
un enemigo: « ¡Levántate, oh IHVH! ¡Que no prevalezca el hombre! Sean juzgadas
las naciones delante de ti» (Sal 9.19 rva). Aquí el paralelismo muestra que enosh es
sinónimo de «naciones» o del enemigo. Por tanto, se representa a estas naciones
como débiles, vulnerables y finitas: «Pon, oh IHVH, temor en ellos; conozcan las
naciones que no son sino hombres» (Sal 9.20).
Bajur: Heb. « רּוחבjoven». Los 44 casos de este vocablo están esparcidos por todos
los períodos del hebreo bíblico.
Hay dos nombres bejurím y bejurot; aparecen una sola vez para describir el
período cuando el «joven» está en la flor de la vida (¿tal vez durante el período en
que es elegible para el servicio militar, es decir, entre los 20 y los 50 años?).
Bejurím se encuentra en Nm 11.28.
Verbo: Heb. חרב- Bajar, «examinar, escoger, seleccionar, elegir, preferir». Este
verbo, que aparece 146 veces en hebreo bíblico, tiene cognados en arameo tardío y
cóptico. El nombre poético bajir, «los escogidos», también se deriva de este verbo.
No todos los estudiosos están de acuerdo en que estos vocablos tienen relación con
el nombre bajur. Prefieren relacionarlos con el primer sentido de la raíz בהר, cuyo
1295
H
Honrar: Verbo heb.ַ ַבֵ דכ- kaved, «honrar». Este verbo aparece unas 114 veces en
todos los períodos del hebreo bíblico. Sus cognados están en las mismas lenguas
que el nombre kavod. Un ejemplo de kabed aparece en Dt 5.16: «Honra a tu padre y
a tu madre, como IHVH tu Dios te ha mandado».
Nombre: Heb. ַ דֹובכ- kavod, «honor; honra, gloria; gran cantidad; multitud; riqueza;
reputación [majestad]; esplendor». Hay cognados de este vocablo en ugarítico,
fenicio, arábigo, etiópico y acádico. Se encuentra 200 veces en todos los períodos
del hebreo bíblico.
Kavod se refiere al gran peso físico de algún objeto. Najum 2.9 debe leerse así: «No
hay límite a los tesoros; [una gran cantidad] de toda clase de objetos codiciables»
(cf. lba). Ieshaiá/Isaías 22.24 (rva) dice que Eliaquim se asemeja a una «estaca en
lugar firme» del que colgarán «toda la gloria [las cosas de peso] de la casa de su
padre». Oshea/Oseas 9.11 exige una acepción similar; kabod se refiere a una gran
multitud de personas («muchedumbre»): «La gloria [muchedumbre] de Efraím
volará cual ave». El término no quiere decir simplemente «pesado», sino también
una cantidad de cosas (personas, objetos, conceptos) imponentes o «de peso».
A menudo, kavod se refiere tanto a «riqueza» como (en sentido concreto) a una
«reputación» significativa y positiva. Como ejemplo del primer énfasis, los hijos de
Laván se quejan que «Iaaqov/Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y
de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza» (Gn 31.1: primer
caso). El segundo énfasis se encuentra en Gn 45.13 donde Iosef/José ordenó a sus
hermanos que informasen a su padre «acerca de toda mi gloria [«honra»] en
Egipto». Aquí el mensaje de Iosef/José incluye un informe sobre su posición y la
promesa de que en Egipto estaría en condiciones de suplir sus necesidades. Los
árboles y los bosques son imponentes, ricos y «esplendorosos». Dios va a castigar
al rey de Asiria con la destrucción de la mayoría de los árboles en sus bosques. «La
gloria de su bosque y de su campo fértil consumirá… los árboles que queden en su
bosque serán en número que un niño los pueda contar» (Is 10.18–19). En Sal 85.9
predomina la idea de riqueza o abundancia: «Ciertamente cercana está su
salvación para los que le temen, para que habite la gloria [abundancia] en nuestra
tierra». El Sal 85.12 comunica la misma idea en otros términos: «IHVH dará
también el bien; y nuestra tierra dará su fruto».
1296
H
En lo que a Dios se refiere, el vocablo denota una cualidad suya por la que se le
reconoce. Iehoshúa/Josué ordenó a Acán dar gloria a Dios en reconocimiento de su
importancia, valor y de lo que Él significa (Jos 7.19). En este y otros ejemplos
semejantes, «honrar» quiere decir hacer algo; lo que Acán tuvo que hacer fue decir
la verdad. En otros pasajes, «honrar» a Dios es un reconocimiento cúltico y la
confesión de que Dios es Dios (Sal 29.1). Algunos sugieren que en estas y otras
citas, cuando el cultuante ve la «gloria» de Dios y lo confiesa en adoración, se alaba
su soberanía sobre la naturaleza. En otros pasajes, el término señala la soberanía
de Dios sobre la historia y específicamente apunta hacia una futura manifestación
de su «gloria» (Is 40.5). En fin, encontramos también casos que relacionan la
revelación de la «gloria» divina a las manifestaciones de antaño de su soberanía en
la historia y sobre los pueblos (Éx 16.7; 24.16).
Hadar: Heb. הדר- «honra, honor, esplendor». Hay cognados de esta palabra
únicamente en arameo. Los 31 casos en el Tanaj están solo en pasajes poéticos en
todos los períodos.
1297
H
divina y que resulta (a menudo) de ser fiel a Dios; en cambio, la muerte prematura
es juicio divino. Cuando se aplica a la naturaleza de Dios, hadar comunica las ideas
de brillo esplendoroso, preeminencia y señorío: «Alabanza y magnificencia delante
de Él; poder y alegría en su morada» (1 Cr 16.27). Estas son las características de
su santuario (Sal 96.6) y también Dios se reviste de ellas (Sal 104.1). Este uso de
hadar tiene su origen en el concepto que se tenía de un rey o una ciudad real.
Todas las cosas buenas de David, Dios se las dio: corona de oro en su cabeza, larga
vida y gloria («esplendor»; Sal 21.3–5). La belleza y el fulgor de los reyes de la
tierra proviene, generalmente, de su medio. Así, Dios dice al respecto de Tiro:
«Persas, lidios y libios estaban en tu ejército como tus hombres de guerra. Escudos
y cascos colgaban en ti; ellos te daban tu esplendor. Los hijos de Arvad estaban con
tu ejército sobre tus muros en derredor, y los gamadeos estaban en tus torreones.
Colgaban sus escudos sobre tus muros en derredor; ellos hacían completa tu
hermosura» (Ez 27.10–11 rva). Por el contrario, la «gloria» y el «esplendor» de
Dios procede de Dios mismo.
Adjetivo: Heb. ַ בֵ דכ- kaved, «pesado; numeroso; severo; rico». El adjetivo kaved
aparece unas 40 veces. Básicamente este vocablo expresa la idea de «pesado». En
Éx 17.12 el término se refiere a peso físico: «Y las manos de Moshé/Moisés se
cansaban [«estaban pesadas» (rv)]; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron
debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aharón y Hur sostenían sus manos» (rvr). Esta
pesadez puede ser perenne: una cualidad duradera, siempre presente. Cuando el
vocablo se usa en un sentido negativo y extensivo, puede describir al pecado, por
ejemplo, como un yugo siempre agobiante: «Porque mis iniquidades han
sobrepasado mi cabeza; como carga pesada me agobian» (Sal 38.4 rva; «me
abruman» nvi). Las tareas y responsabilidades suelen ser «pesadas» (Éx 18.18).
Moshé / Moisés argumentó su incapacidad de conducir al pueblo de Dios al salir de
Egipto porque era «tardo en el habla y torpe de lengua» (rvr, nrv); o sea, no había
fluidez en su hablar ni en su lengua; era vacilante («pesado»; Éx 4.10). Esta
acepción de kabed se encuentra, con una aclaración, en Ez 3.6 cuando Dios
describe al pueblo a quien el profeta va a ministrar: «No a muchos pueblos de
habla misteriosa [«incomprensible» lba] y de lengua difícil, cuyas palabras no
entiendes» (rva; cf. nrv). Otro matiz del vocablo se halla en Éx 7.14, refiriéndose al
corazón del faraón: «Se ha endurecido, y rehúsa dejar ir al pueblo» (rva). En todos
estos contextos kabed describe la carga que pesa sobre el cuerpo (o sobre una de
sus partes) de modo que uno queda incapacitado o sin poder actuar
adecuadamente.
En una segunda serie de pasajes, la palabra se refiere a lo que cae sobre uno y le
vence. Así, Dios envió un «granizo muy pesado» sobre Egipto (Éx 9.18 lba), un gran
enjambre de insectos (8.24), una gravísima pestilencia (9.3) y numerosísimas
1298
H
Humildad, Aflicción: Heb. כ ָ֗נע: verbo kana, «ser humilde, humillar, sojuzgar,
someter». Este vocablo bíblico también se encuentra en hebreo moderno. El
término puede significar «humillar, someter (sojuzgar), al mismo tiempo que en
los modos pasivo o reflexivo tienen las acepciones de «ser humilde» o
«humillarse». Aunque kana aparece unas 35 veces en el Tanaj, no lo encontramos
sino hasta Devarim/Dt 9.3: «IHVH tu Dios… los destruirá y humillará» (rvr, nrv;
«someterá» rva). Kana se usa con frecuencia en este sentido de «someter,
humillar» a enemigos (2 S 8.1; 1 Cr 17.10; Sal 81.14). «Humillarse a sí mismo» ante
Dios en arrepentimiento es un tema común en el antiguo Israel (Lv 26.41; 2 Cr
7.14; 12.6–7, 12).
Shapel: Heb. ַ« פֵלׁשser humilde, derribar, rebajar, abatir». Esta raíz se encuentra
en la mayoría de las lenguas semíticas (excepto en etiópico) con el significado
básico de «rebajar» o «rebajarse». Shapel aparece unas 25 veces en el Tanaj. Es un
término poético.
Como era de esperarse con términos poéticos, este se usa generalmente en sentido
metafórico. Pocas veces shapel denota literalmente «bajeza». Y aun en pasajes
donde el vocablo puede interpretarse de manera textual, el profeta está
comunicando una verdad espiritual: «He aquí el Señor, IHVH de los ejércitos,
desgajará el ramaje con violencia: y los árboles de gran altura serán cortados, y los
altos serán humillados» (Is 10.33; «abatidos» rva; «derribados» nrv). O bien:
«¡Todo valle será rellenado, y todo monte y colina rebajados!» (Is 40.4). Isaías en
particular presenta el pecado de Iehudá/Judá como rebelión, altivez y orgullo
(2.17; 3.16–17). En su segundo capítulo reitera el enjuiciamiento divino a la
soberbia humana. Cuando el Señor venga en gloria no tolerará el orgullo: «La
altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será
humillada» (Is 2.11); entonces «día de IHVH de los ejércitos vendrá sobre todo
soberbio [«arrogante» rva] y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido
[«humillado» rva]» (2.12 rvr). Ieshaiá/Isaías está aplicando a Iehudá/Judá el
principio que se encuentra en Proverbios: «El altivo será humillado, pero el
humilde será enaltecido» (29.23 nvi).
El orgullo y la altivez no tienen lugar alguno en la vida de los justos, puesto que el
Señor «abate» a personas, ciudades y naciones: «IHVH empobrece, y Él enriquece;
abate, y enaltece» (1 S 2.7).
1299
H
Anáh: Heb. « ענהestar afligido, doblegarse, ser humillado, ser manso». Este vocablo,
que es común tanto en el hebreo moderno como en el antiguo, es la fuente de
varios términos importantes en la historia y experiencia del judaísmo: «humilde,
manso, pobre y aflicción». Anáh aparece aproximadamente 80 veces en el Tanaj. Se
encuentra por primera vez en Bereshit/Gn 15.13: «Será oprimida cuatrocientos
años».
A menudo anáh expresa un tratamiento duro y penoso. Como Sarai la afligía, ella
huyó de su presencia. (Gn 16.6). Cuando vendieron a Iosef/José como esclavo, los
grillos le lastimaron sus pies (Sal 105.18). Con frecuencia el verbo expresa la idea
de que Dios envía aflicción con propósitos disciplinarios: «El Señor tu Dios te ha
traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a
fin de saber lo que había en tu corazón» (lba; véanse también 1 R 11.39; Sal 90.15).
«Humillar» (bj) o «deshonrar» (rvr, nrv) a una mujer significa violarla (Gn 34.2
rva). Al guardar del Día de Expiación, la «humillación propia» quizás se relacione
con el requerimiento del ayuno del día (Lv 23.28–29 rva).
Nombre: Ani - « עַנִ יpobre; humilde; manso». Sobre todo durante la historia tardía
de Israel, inmediatamente antes y después del cautiverio, este nombre llegó a
relacionarse de manera especial con los fieles de quienes los ricos abusaban y se
aprovechaban (Is 29.19; 32.7; Am 2.7). La referencia del profeta Tzefaniá/Sofonías
a los «mansos de la tierra».
Algunos nombres relacionados con el verbo shapel son poco frecuentes. Shepel
quiere decir «abatimiento, estado inferior». Aparece solo dos veces (Sal 126.23; Ec
10.6). El nombre shiplah significa un «estado de humillación». El nombre aparece
una vez: «Aunque caiga granizo cuando el bosque caiga, y la ciudad sea derribada
por completo» (Is 39.19 lba). Shepeláh quiere decir «bajura». Más que nada, este
vocablo designa técnicamente la franja de valles semifértiles y de montes de poca
elevación que separa la costa de Iehudá/Judea de la región de cerros escarpados
que bordea la ribera occidental del Iardén/Jordán y Mar Muerto (cf. Dt 1.7; Jos 9.1).
Shiplut expresa «hundimiento». El único caso en el Tanaj está en Kohelet/Ec 10.18:
«Por la pereza se hunde el techo, y por la flojedad de manos tiene goteras la casa».
El término sugiere negligencia, o sea, un «decaimiento» de manos.
1300
H-I
Adjetivo: Heb. ַ פלׁש- shapal, significa «bajo; humilde». En Iejezqel/Ez 17.24, esta
palabra quiere decir «bajo»: «Y sabrán todos los árboles del campo que yo IHVH
abatí el árbol sublime, levanté el árbol bajo». En Is 57.15 shapal se traduce
«humilde»: »Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de
espíritu».
Ídolo: Heb. ּתְַר ִ ֖פים- terafim, «ídolo; ídolo doméstico; máscara cúltica; símbolo
divino». Este vocablo se ha prestado a la lengua hitita-hurrita (tarfish) que en
semítico occidental adquiere la forma básica de tarfi. Su significado fundamental es
«espíritu» o «demonio». El término figura en hebreo bíblico 15 veces.
Terafim aparece primero en Gn 31.19: «Pero Laván había ido a trasquilar sus
ovejas; y Rajel hurtó los ídolos [domésticos] de su padre». Las leyes hurritas de
este período consideraban que los «ídolos domésticos» eran bienes sujetos a las
leyes de herencia. De ahí la gran importancia que tenían en todo sentido para
Laván los terafim (quizás este sea un plural de majestad como ocurre con elohim,
cuando se usa para dioses falsos; cf. 1 R 11.5, 33).
En Shemuel Bet/1 S 19.13 leemos que «Mijal tomó un ídolo doméstico y lo puso
sobre la cama, acomodándole a la cabecera una almohada de cuero de cabra y
cubriéndolo con la ropa». De 1 S 19.11 se deduce que los terafim se encontraban en
las habitaciones privadas de David lo cual crea dificultades de interpretación;
¿serían «ídolos domésticos» o, como algunos sugieren, se refiere el término a una
máscara que se usaba en el culto a Dios?
Por tanto, terafim puede significar un «ídolo», una «máscara cúltica» o tal vez
algún símbolo de la presencia divina. De todas maneras el objeto se asoció con el
culto pagano y quizás con el culto a Dios.
Elil: Heb. « אֱלִ ילídolo; dioses; nada; vano». Los 20 casos de este nombre se
encuentran principalmente en el código legal de Israel y en los escritos proféticos
(sobre todo en Ieshaiá/Isaías). Existen cognados del vocablo en acádico, siríaco y
arábigo.
1301
I
Este término peyorativo quiere decir «ídolo» o «dios falso». Aparece primero elél
en Lv 19.4: «No recurráis a los ídolos/elilím, ni os hagáis dioses/eloheí de
fundición». En Lv 26.1 se prohíbe que Israel fabrique elilím: «No os haréis ídolos»
(rva). Hay una ironía mordaz en la similitud entre <elilím y el término usual para
Dios (elohim; cf. Sal 96.5): «Todos los dioses [elohim] de los pueblos son ídolos
[elilím], pero IHVH hizo los cielos» (1 Cr 16.26 rva).
Segundo, este vocablo puede significar «nada» o «vano». El pasaje anterior podría
traducirse: «Porque todos los dioses de los pueblos son nada» (rv). Este es el matiz
que claramente se percibe en Iov/Job 13.4: «Ciertamente vosotros sois fraguadores
de mentira; sois todos vosotros médicos nulos». Irmiá/Jeremías anunció a Israel
que sus profetas «profetizan visión mentirosa, adivinación vana» (Jer 14.14 rva).
Gilúlím: Heb. גִ לולִ ים- «ídolos». De los 48 casos de este vocablo solamente 9 no
están en Iejezqel/Ezequiel. Este término para «ídolos» es desdeñoso y
originalmente puede haber significado «bolitas de estiércol»: «Destruiré vuestros
lugares altos, derribaré vuestros altares donde ofrecéis incienso, amontonaré
vuestros cuerpos inertes sobre los cuerpos inertes de vuestros ídolos, y mi alma os
abominará» (Lv 26.30 rva).
La implicación de kará parece ser doblar las piernas o rodillas, puesto que un
nombre que quiere decir «pierna» se deriva del mismo vocablo. Una de las pruebas
eliminatorias para el ejército de Gedeón fue «agacharse» para beber (Jue 7.5–6).
«Arrodillarse» era un gesto común en la adoración a Dios (1 R 8.54; Esd 9.5; Is
45.23).
El rey de Persia ordenó que todos se «inclinasen» ante Hamán (Est 3.2–5 lba;
«arrodillarse» rvr, rva, nrv). «Encorvarse» o «inclinarse» sobre una mujer era un
eufemismo para relaciones sexuales (Job 31.10). Idiomáticamente, una mujer que
estaba en proceso de dar a luz «se encorvaba» o «arrodillaba» (1 S 4.19). Las
«rodillas que se doblaban» era por enfermedad o vejez (Job 4.4).
1302
I
Iniquidad: Verbo, heb. עוה- aváh, «hacer iniquidad». Este verbo se encuentra en el
Tanaj 17 veces. En arábigo tiene el significado de «doblar» o «desviarse del
camino». Aváh se usa a menudo como sinónimo de jatá, «pecar», como en
Tehilím/Sal 106.6: «Hemos pecado [jatá] como nuestros padres; hemos hecho
iniquidad [avá]; hemos actuado impíamente [rasha]» (rva).
Israel fue llevada al cautiverio por los pecados de los padres y los suyos: «Las
naciones sabrán también que la casa de Israel fue llevada cautiva por causa de su
pecado. Porque se rebelaron contra mí, yo escondí de ellos mi rostro y los entregué
en mano de sus enemigos; y todos ellos cayeron a espada» (Ez 39.23 rva).
A pesar de la seriedad con que Dios trata la «iniquidad» dentro de la relación del
pacto entre Él y su pueblo, se le recuerda al pueblo que Él es el Dios viviente y que
está dispuesto a perdonar la «iniquidad»: «¡IHVH, Dios compasivo y clemente,
lento para la ira y grande en misericordia y verdad, que conserva su misericordia
por mil generaciones, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que
de ninguna manera dará por inocente al culpable; que castiga la maldad de los
padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, sobre la tercera y sobre la
1303
I
cuarta generación!» (Éx 34.67 rva). Dios requiere confesión de pecado: «Mi pecado
te declaré y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis rebeliones a IHVH y tú
perdonaste la maldad de mi pecado» (Sal 32.5 rva); Él también espera una actitud
de confianza y fe cuando le pedimos con humildad: «Lávame más y más de mi
maldad, y límpiame de mi pecado» (Sal 51.2).
Aven: Heb. ַ ַ֨און- «iniquidad; infortunio, desgracia». Este nombre se deriva de una
raíz que significa «fuerte», y que se encuentra únicamente en las lenguas semíticas
nordoccidentales. El término aparece unas 80 veces y casi exclusivamente en
lenguaje profético-poético. Ieshaiá/Isaías se destaca por su uso del vocablo. La
primera vez que se encuentra es en Nm 23.21: «Él no ha notado iniquidad en
Iaaqov/Jacob, ni ha visto maldad en Israel. IHVH su Dios está con él; en medio de él
hay júbilo de rey» (rva).
Aven, en un sentido más profundo, caracteriza el estilo de vida de los que no tienen
a Dios: «Porque el vil habla vilezas; su corazón trama la iniquidad para practicar la
impiedad y hablar perversidades contra IHVH, a fin de dejar vacía al alma
hambrienta y privar de bebida al sediento» (Is 32.6 rva). El ser del hombre se ha
corrompido por la «iniquidad». Aunque toda la humanidad está sujeta a aven
(«trabajo, afán»), hay quienes se deleitan en causar dificultades y «desgracias»
para otros, tramando, mintiendo y comportándose engañosamente. El salmista
1304
I
describe la iniquidad como estilo de vida de la siguiente manera: «He aquí que
gesta maldad, concibe afanes y da a luz mentira» (Sal 7.14 rva; cf. Job 15.35).
Aquellos que participan en las obras de las tinieblas son «obreros de iniquidad»,
hacedores de maldad o causantes de «desgracia» y desastre. Aven tiene sinónimos
que comunican este sentido: ra, «maldad», y rasha, «malos» (antónimos de
«rectitud» y «justicia»). Ellos buscan la perdición de los justos (Sal 141.9). Entre Sal
5.5 y 141.9 el número de alusiones a «los que obran iniquidad» llega a 16 (cf. «Los
insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen
iniquidad», Sal 5.5). En el contexto de este pasaje, el mal del que se habla es
mentira, derramamiento de sangre y engaño (v. 6). El aspecto calificativo de
«iniquidad» llega a su máxima expresión en los verbos que acompañan a aven. Los
malos obran, hablan, engendran, piensan, conciben, recogen, cosechan y aran aven.
La «iniquidad» se manifiesta en la «desgracia» e «infortunio» que sobreviene a los
justos. A la larga, cuando las fiestas religiosas de Israel (Is 1.13) y sus leyes (Is
10.1) se vieron afectadas por su estilo de vida apóstata, acabaron actuando y
viviendo como los gentiles. La esperanza profética se afianzó en el período
posterior a la purificación de Israel, cuando el reino mesiánico traería una era de
justicia y rectitud (Is 32) y la vanidad e impiedad de los malos se pondría de
manifiesto.
Inmundo: Verbo, heb. ט ֵ ֖מא- tamé, «estar/ser inmundo». Esta raíz se limita al
hebreo, arameo y arábigo. El verbo aparece 160 veces en hebreo bíblico y
principalmente en Levítico, por ejemplo en Lv 11.26: «Todo animal que tiene
pezuñas no partidas, que no las tiene hendidas en mitades, o que no rumia, os será
inmundo. Todo el que los toque quedará impuro» (rva). Tame< es lo contrario de
taher, «estar/ser puro».
Nombre: Heb. ט ְֻמ ֖אה- tum’áh, «inmundicia». El nombre tum’áh, que se deriva de
tamé, aparece 37 veces en el Tanaj. El termino lo encontramos en Bemidbar/Nm
5.19: «Y el sacerdote la conjurará y le dirá: Si ninguno ha dormido contigo, y si no
te has apartado de tu marido a inmundicia, libre seas de estas aguas amargas que
traen maldición» (rva). Aquí la palabra se refiere a impureza sexual. Tum’áh se
encuentra dos veces en Lv 16.16 y se refiere a «inmundicia» moral y religiosa.
1305
I
inmundicia a dondequiera que fuese (Lv 13.45). Al mismo tiempo, esta condición
tenía matices religiosos ya que su inmundicia era ritual, por lo que se puede
concluir que este segundo uso del vocablo es el más fundamental. En el sentido
cúltico-religioso, tame es un término técnico que denota el estado de ser
ceremonialmente deficiente. Los animales y cadáveres, las personas y los objetos
inmundos contaminaban con su impureza a quienes los tocaran: «Todo lo que el
impuro toque será inmundo. Y la persona que lo toque quedará impura hasta el
anochecer» (Nm 19.22 rva). El flujo de semen (Lv 15.2) y la menstruación (Lv
15.25) también causaban impurezas; y todo lo que una persona impura tocase se
tornaba también impura.
Inocente, Sin Culpa: Verbo, Heb. נִ ֶ֔קה- niqáh, «ser puro, inocente». Este verbo
significa «inocente» únicamente en hebreo. En arameo y arábigo tiene la acepción
de estar «limpio». El verbo se encuentra 44 veces en el Tanaj. Ieshaiá/Isaías
describe el futuro de Israel en términos de una ciudad vacía («depurada de su
población»): «Sus puertas lamentarán y se enlutarán; y abandonada, ella se sentará
en tierra» (Is 3.26 rva). Desde una perspectiva más positiva, una tierra puede
también ser «limpiada» de ladrones: «Todo aquel que roba… será excluido… y todo
el que jura en vano… será excluido» (Zac 5.3).
El verbo se usa más a menudo con la acepción de «libre» (con la preposición mim).
Esto aparece por primera vez en Gn 24.8 y es un buen ejemplo de este uso.
Avraham ordenó a su siervo que buscara una esposa para Itzjaq/Isaac. El siervo
prometió cumplir su misión; sin embargo, si no tenía éxito, es decir, en el caso de
que la mujer no quisiera hacer el largo viaje de regreso con él, Avraham lo libraría
de su promesa: «Pero si la mujer no quiere venir contigo, tú quedarás libre de este
juramento mío. Solamente que no hagas volver allá a mi hijo» (rva). Puede tratarse
de ser «libre» de un juramento (cf. Gn 24.8, 41), de culpa (Nm 5.31) o de castigo
(Éx 21.19; Nm 5.28). Las traducciones en este contexto son muy variadas.
1306
I
Adjetivo: Heb. נ ָ֗ ִקי- Naqí, «inocente». Este adjetivo aparece 43 veces en el Tanaj. Un
ejemplo está en Sal 15.5 que dice acerca del hombre justo: «Ni contra el inocente
acepta soborno» (rva).
Prestar atención cuidadosa a la instrucción trae honra (Pr 1.9), vida (Pr 4.13) y
sabiduría (Pr 8.33), pero sobre todo agrada a Dios: «Porque el que me halla, halla
la vida y obtiene el favor de IHVH» (Pr 8.35 rva). No observar la «instrucción»
acarrea sus debidos resultados: muerte (Pr 5.23), pobreza y vergüenza (Pr 13.18);
a la larga, esto indica un menosprecio a la propia vida (Pr 15.32).
1307
I
De esta manera, Dios el Adonaí Todopoderoso se enoja por los pecados y el orgullo
de su pueblo porque son un insulto a su santidad. En un sentido derivado también
se dice que los reyes de la tierra están airados, pero su «ira» surge de
circunstancias sobre las que no tienen control. Naamán se enojó con el consejo de
Elías (2 R 5.11–12; en paralelo con qatsap); Asuero se enfureció cuando Vasti
rehusó mostrar su belleza delante de sus hombres (Est 1.12; en paralelo con
qatsap).
1308
I
respuesta sabia a la «ira» es una respuesta suave: «La blanda respuesta quita la ira:
Mas la palabra áspera hace subir el furor» (Pr 15.1).
Jemát está asociado con qin’áh, «celos», y también con naqam, «venganza», pues la
persona airada se propone salvaguardar su honor o vengarse con la persona que le
provocó. En su tratamiento con Israel, Dios siente celo por su santo nombre, por lo
que tiene que enfrentar con justicia la idolatría de Israel vengándose: «Para hacer
que mi ira suba y tome venganza, he puesto su sangre sobre la roca desnuda, para
que no sea cubierta» (Ez 24.8 rva). Sin embargo, también se venga de los enemigos
de su pueblo: «¡Dios celoso y vengador es IHVH! Vengador es IHVH, y está
indignado. IHVH se venga de sus adversarios y guarda su enojo contra sus
enemigos» (Nah 1.2). Otros sinónimos de jemát son ap, «enojo» y qetzef, «ira»,
como en Dt 29.27 y Jer 21.5.
Hay dos acepciones especiales de jemát. Una es «calor» como en: «Yo iba con
amargura y con mi espíritu enardecido, pero la mano de IHVH era fuerte sobre mí»
(Ez 3.14 rva). El otro es «ponzoña» o «veneno», como en Dt 32.33: «Veneno de
serpientes es su vino, y ponzoña cruel de áspides» (rva).
Qetzef: Heb. « קצףira». Este nombre aparece 28 veces en el Tanaj con referencia
particular a Dios. Un caso de la «ira» divina se encuentra en 2 Cr 29.8: «Por tanto,
la ira de IHVH ha venido sobre Iehudá/Judá y Ierushalaim/Jerusalén». En Est 1.18
encontramos un ejemplo de «ira» humana: «Y entonces dirán esto las señoras de
Persia y de Media que oigan el hecho de la reina, a todos los príncipes del rey; y
habrá mucho menosprecio y enojo» (cf. Ec 5.17).
Jaron: Heb. « ןֹוחרira ardiente». Los 41 casos de este vocablo abarcan todos los
períodos bíblicos. El término se refiere exclusivamente a la «ira ardiente» de Dios.
Jaron se encuentra por primera vez en Shemot/Éx 32.12: «Desiste del ardor de tu
ira [jaron] y cambia de parecer en cuanto a hacer mal a tu pueblo» (rva).
Verbo: Heb. חרה- jaráh, «airarse, estar airado». Este verbo aparece 92 veces en el
Tanaj. En su radical básico, el vocablo quiere decir «arder de ira» o enojo como en
Ioná/Jon 4.1. En el radical causativo, jaráh significa «fervor para el trabajo» o sea
«tener celo para la obra» (Neh 3.20).
Qatzaf: Heb. « קצףenojarse, airarse, enfurecerse». Este verbo aparece 34 veces, con
mayor frecuencia en el Pentateuco (Torá) y en los profetas, y unas cuantas veces
en los libros históricos y en la literatura poética. El término se usa en hebreo
rabínico, pero se ha desplazado por otros verbos en el hebreo moderno. Es una
antigua palabra cananea; una glosa en las tablillas de El Amarna tiene el significado
de «preocuparse» y también de «sentirse amargado». La relación del vocablo con el
término arábigo qasafa es discutible.
1309
J
En Devarím/Dt 19.6 iajam significa «enardecer»: «No sea que cuando su corazón
arda en ira, el vengador de la sangre persiga al homicida, le alcance por ser largo el
camino» (rva).
Juntos: Adverbio heb. י֖חד- Iájad, «juntos; parecido; a la misma vez; todos juntos».
Iájad se encuentra unas 46 veces durante todos los períodos del hebreo bíblico.
1310
I-J
Iájad a veces enfatiza que ciertas cosas son «iguales» (parecidas) o que lo mismo va
a acontecer a todos ellos: «El torpe y el necio perecen de igual manera» (Sal 49.10
lba).
Iajdav: Heb. « יחְ דוasimismo; igualmente; también; a la misma vez; todos juntos».
Esta segunda modalidad adverbial, iajdav, se encuentra unas 92 veces. También
denota comunidad en acción (Dt 25.11), lugar (Gn 13.6: primer caso de esta
modalidad) y tiempo compartidos (Sal 4.8). En otros casos este también es
sinónimo de kulam, «del todo, completamente». En Is 10.8 iajdav quiere decir
«todos iguales» o «igualmente»: «Mis príncipes ¿no son todos [igualmente] reyes?»
(Is 10.8). En Éx 19.8 el término denota «a la misma vez» y «todos juntos»: «Todo el
pueblo respondió a una». El sentido de «igualmente» o «también» se encuentra en
Dt 12.22 (rv): «Lo mismo que se come el corzo y el ciervo, así las comerás; el
inmundo y el limpio comerán también de ellas».
Nombre: Heb. י ִחיד- iajid, «ser; único; solitario». El vocablo aparece 12 veces como
un nombre o un adjetivo. Iajid tiene cognados en ugarítico, arameo y siríaco. El
término puede significar «mi ser, mi alma»: «Libra mi alma [nefesh] de la espada;
libra mi única vida [iajid] de las garras de los perros» (Sal 22.20 rva; cf. Sal 35.17).
A veces el término quiere decir «único»: «Toma ahora tu hijo, tu único, Itzjaq/
Isaac, a quien amas» (Gn 22.2: primer caso en la Biblia). En dos pasajes este
1311
J
El nombre iajid aparece una sola vez con la acepción de «unidad». David dijo a los
benjamitas: «Si venís a mí en paz para ayudarme, mi corazón se unirá con
vosotros» (1 Cr 12.17 lba). El uso de este término como nombre es insólito.
Jurar: Heb. ַ֨שבְ עה- shav’áh, «jurar; juramentar». Este es un término común a
través de la historia de la lengua hebrea. El hecho de que aparezca más de 180
veces en el Tanaj, es testimonio de su importancia en las Escrituras. Shav’áh se
encuentra por primera vez en Bereshit/Gn 21.23–24 (lba), donde Avimelej ruega a
Avraham: «Júrame aquí por Dios que no obrarás falsamente conmigo, ni con mi
descendencia… Y Avraham dijo: Yo lo juro».
Justicia, Justificación: Verbo, heb. צדק- tzadaq, «ser recto, tener razón, ser
justificado, ser justo». Este verbo, que aparece menos de 40 veces en el hebreo
bíblico, se deriva del sustantivo tzedeq. No hay mejor lugar para entender el
problema del sufrimiento de los justos que en Iov/Job, donde el término se
encuentra 17 veces. Aparte del libro de Iov/Job, tzadaq es poco frecuente en los
demás libros. La primera vez que lo hallamos es en Gn 38.26 (rva), aquí Judá
admite que Tamar es «justa» en sus demandas: «Más justa es ella que yo, porque
no se la he dado a mi hijo Shelá».
1312
J
cargos. Isaías desafió a las naciones a presentar testigos que pudieran comprobar
que su causa era justa: «Que se presenten sus testigos, y que se justifiquen; que
escuchen, y digan: Es verdad» (Is 43.9 rva). Iov/Job se preocupó por su causa y la
defendió delante de sus amigos: «Aunque fuese yo justo, no respondería; antes
habría de rogar a mi juez» (Job 9.15 rva). Tzadaq también puede denotar el
resultado del veredicto, cuando al justo se declara «justo» y jurídicamente
exonerado de todos los cargos. Iov/Job creyó que el Eterno finalmente le vindicaría
en contra de sus opositores (Job 13.18).
En su modalidad causativa, el significado del verbo destaca con aun mayor claridad
el sentido de un pronunciamiento jurídico de inocencia: «Cuando haya pleito entre
algunos y acudan al tribunal para que los juzguen, absolverán [tzediqu] al justo
[tzadíq] y condenarán al culpable» (Dt 25.1 rva). Los israelitas tenían la
responsabilidad de mantener la «rectitud» o «justicia» en todas las esferas de la
vida. Cuando el sistema jurídico fracasó debido a la corrupción, los malvados
fueron falsamente «justificados» y a los pobres se les robó la justicia con cargos
inventados. Un grupo numeroso se adhirió a Avshalóm cuando prometió justicia a
los propietarios de tierras (2 S 15.4). Sin embargo, Dios aseguró a Israel que se
haría justicia al fin: «No pervertirás el derecho del necesitado en su pleito. Te
alejarás de las palabras de mentira, y no condenarás a morir al inocente y al justo;
porque yo no justificaré al culpable» (Éx 23.6–7 rva). Las personas justas seguían
el ejemplo divino. El salmista exhorta a su pueblo a cambiar su sistema jurídico:
«Defended al pobre y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso» (Sal
82.3).
Nombre: Heb. צדק- tzedeq; צְ דפה- tzedaqáh, «justicia, rectitud». Estos nombres
provienen de una raíz semítica que se encuentra, con una connotación jurídica, en
hebreo, fenicio y arameo. En fenicio y en arameo antiguo implica el sentido de la
«lealtad» o «pleitesía» de un rey o sacerdote al servicio de su propio dios. En estas
lenguas alguna modalidad de la raíz se combina con otros términos o nombres, de
reyes especialmente, con los apelativos de divinidades. Está, por ejemplo, el
nombre veterotestamentario de Malki-tzedeq («rey de justicia»). Una expresión
más limitada de esta raíz («veracidad» en las declaraciones) se halla en arábigo,
lengua semítica septentrional. En hebreo rabínico tzedaqáh quiere decir
«limosnas» u «obras de caridad».
Los 157 casos del término tzedaqáh se encuentran a través de todo el Tanaj
(excepto Éx, Lv, 2 R, Ec, Lm, Hab, y Sof). Tzedeq, que aparece 119 veces, se
encuentra mayormente en la literatura poética. El primer uso de tzedeq es: «No
harás injusticia en el juicio. No favorecerás al pobre, ni tratarás con deferencia al
1313
J
poderoso. Juzgarás a tu prójimo con justicia» (Lv 19.15 rva). El primer caso de
tsedaqah es: « [Avraham] creyó a IHVH, y le fue contado por justicia» (Gn 15.6 rva).
Ha sido difícil para los expertos traducir estos dos vocablos prácticamente
sinónimos. Las versiones más antiguas basaron sus traducciones en el término
diakaiosune («rectitud») en la Septuaginta (versión en griego) y sobre el término
en la Vulgata (en latín), iustitia («justicia»). En estas traducciones se transfieren, en
sentido absoluto, las relaciones jurídicas propias de seres humanos al Dios
Legislador, el cual es perfecto en «justicia» y «rectitud».
1314
J
con Dios, los santos en el Tanaj le piden tratos justos: «Oh Dios, da tus juicios al
rey, y tu justicia al hijo del rey» (Sal 72.1).
La Septuaginta ofrece las siguientes traducciones: dikaios («los que son rectos,
justos, conforme a las leyes de Dios») y dikalosume («justicia, rectitud»); y
eleemosune («título de propiedad; limosnas; obras de caridad»).
Adjetivo: Heb. צ ִדיק- tzadiq, «recto; justo». La modalidad adjetiva aparece 206
veces en hebreo bíblico. En antiguo arameo el término denota la «lealtad» de un
rey o sumo sacerdote a su deidad personal, que se manifiesta a menudo en
ofrendas. En fenicio, de manera similar, el nombre y el adjetivo tienen que ver con
la relación de un monarca con sus dioses. En Shemot/Éx 9.27 el vocablo se usa en
relación a Dios: «He pecado esta vez. IHVH es el justo; yo y mi pueblo somos los
culpables» (rva). Tzadiq se usa para referirse a una nación en Bereshit/Gn 20.4
(rva): «Dijo: Señor, ¿acaso has de matar a la gente inocente?»
1315
J
que aconsejaban al rey, como en el caso del rey Asuero: «Entonces los cortesanos
[«jóvenes» rv] al servicio del rey, dijeron: Búsquense para el rey jóvenes vírgenes y
de buen parecer» (Est 2.2 lba). Cuando se comisiona a un ná’ar a llevar mensajes,
es un «mensajero». Esto nos permite deducir que «sirviente» en relación al vocablo
ná’ar no denota un «esclavo» que realizaba tareas domésticas o serviles. Un ná’ar
portaba documentos importantes, estaba entrenado en el arte de guerra y podía
ser consejero del rey.
Otro nombre, no’ar, significa «joven». Aparece solo 4 veces en el Tanaj, una de ellas
es Sal 88.15 (lba): «He estado afligido y a punto de morir desde mi juventud; sufro
tus terrores, estoy abatido» (cf. 36.14).
Juzgar: Verbo, heb. שפט- shapat, «juzgar, liberar, gobernar». Este verbo también
aparece en ugarítico, fenicio, arábigo, acádico y en hebreo posbíblico. Están
constatados alrededor de 125 casos del verbo durante todos los períodos del
hebreo bíblico.
Shapat también tiene que ver con cumplir una sentencia. Esta acepción se
encuentra en Gn 18.25 a la par de la idea de pronunciar un veredicto; Avraham
habla del «Juez [literalmente: «Aquel que juzga»] de toda la tierra». En 1 S 3.13 el
énfasis está únicamente sobre «sentenciar»: «Y le mostraré que yo juzgaré su casa
para siempre, por la iniquidad que él sabe» (nrv).
1316
J-L
Nombre: heb. ִמ ְשפט- mishpat, «juicio; derechos». Este vocablo, que se encuentra
unas 420 veces, también aparece en ugarítico.
Mishpat puede referirse también a los «derechos» de alguna persona (Éx 23.6).
Esta segunda acepción tiene varios matices: relación equitativa entre realidad y
expectativa (Gn 18.19: primera vez que se usa el término); dictamen judicial (Dt
17.9); exposición de la causa del acusado (Nm 27.5); y reglamento establecido (Éx
21.1).
Lamentar, Luto: Heb. אבל- aval, «lamentar, llorar, estar de luto»). Este término es
común tanto en hebreo antiguo como moderno y se encuentra 39 veces en el Tanaj.
1317
L
En los libros poéticos se usa la forma verbal simple activa y, por lo general, tiene
un significado figurado. Cuando se refiere literalmente a llorar por los muertos, el
vocablo se encuentra en los escritos en prosa y en su forma reflexiva, lo cual indica
que la acción se revierte al sujeto. Se encuentra por primera vez en Bereshit/Gn
37.34: «Entonces Iaaqov/Jacob… guardó luto por su hijo muchos días» (rvr;
«enlutóse» rv).
En sentido metafórico, abal expresa el «luto» por las puertas (Is 3.26), por la tierra
(Is 24.4) y por los prados (Am 1.2). Además de llorar por los muertos, el «luto»
puede ser por Jerusalén (Is 66.10), el pecado (Esd 10.6) o el juicio de Dios (Éx
33.4). El luto puede fingirse (2 S 14.2) simplemente con vestirse de luto.
Lavar: Heb. רחץ- rajatz, «lavar, bañar». El hebreo antiguo y el moderno tienen en
común este vocablo que se encuentra también en el antiguo ugarítico. Se usa unas
72 veces en el texto del Tanaj. En su primera mención encontramos una ilustración
de uno de sus usos más comunes: «Que se traiga un poco de agua para que lavéis
vuestros pies» (Gn 18.4 rva).
Lengua: Heb. ל ׁ֖שֹון- lashon, «lengua; lenguaje; habla». Se conjetura que este
vocablo podría tener su raíz en el término «lamer». El nombre se halla en ugarítico,
acádico (lishanu), fenicio y arábigo. Aparece 115 veces en el Tanaj, sobre todo en
los libros poéticos (ketuvím/escritos) y, en menor grado, en los proféticos
(neviím/ profetas). Su primera mención es en Bereshit/Gn 10.5: «De estos, las
costas de las naciones se dividieron en sus tierras, cada uno conforme a su lengua,
según sus familias, en sus naciones» (lba).
1318
L
Otra extensión del significado básico es «lenguaje». En hebreo, tanto sapáh como
lashon denotan una «lengua» extranjera: «Porque en lengua de tartamudos, y en
extraña lengua hablará a este pueblo» (Is 28.11). Las siguientes palabras describen
muy bien la situación de quienes se sienten extraños a una «lengua»: «No verás
más al pueblo feroz, pueblo de habla incomprensible, que nadie entiende, de
lengua tartamuda, que nadie comprende» (Is 33.19 lba).
Lashon también se refiere a objetos que tienen la forma de una lengua. Resaltan las
«lenguas de fuego» que también poseen la característica de «comer» o «devorar»:
«Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja»
(Is 5.24). Esta asociación de Ieshaiá/Isaías entre la venida de Dios en juicio con
humo y fuego dio lugar a una aguda descripción literaria de la ira de Dios: «He aquí
que el nombre de IHVH viene de lejos. Arde su furor y levanta densa humareda. Sus
labios están llenos de ira, y su lengua es como fuego consumidor» (Is 30.27).
Obsérvese aquí que los términos «labios» y «lengua» expresan el significado de
«lenguas de fuego», al mismo tiempo que el lenguaje sugiere tanto la «lengua»
(órgano del cuerpo) como «lengua de fuego». También se denominaban lashon a
un lingote de oro (Jos 7.21) y una bahía en forma de lengua (Is 11.15).
1319
L
Qum tiene un uso intransitivo, sin un complemento directo que indique el punto de
partida de la acción, como cuando Ieshaiá/Isaías dice: «No sucederá [«no
subsistirá» rv], ni será así» (Is 7.7 rva). A veces qum se usa en modo intensivo para
expresar las acciones de «facultar» o «fortalecer»: «De tristeza llora mi alma;
fortaléceme conforme a tu palabra» (Sal 119.28 lba). También sirve para denotar
un acontecimiento inevitable o algún hecho preanunciado o arreglado (Ez 13.6).
Otros usos de qum son: «continuidad», en forma muy parecida a amad, por
ejemplo: «Pero ahora tu reino no perdurará» (1 S 13.14 lba); y «validez», como
cuando los votos de una mujer no serán «firmes» (rvr; «válidos» rva) si su padre se
lo prohíbe (Nm 30.5). Véase también Dt 19.15, que declara que un asunto puede
«confirmarse» únicamente con dos o más testigos. En algunos pasajes, qum
significa «inmóvil», como se dice de los ojos de Elí (1 S 4.15).
Otra acepción especial de qum es «volver a levantar», como cuando una viuda sin
hijos se queja ante los ancianos: «Mi cuñado rehúsa levantar nombre en Israel a su
hermano» (Dt 25.7 rva). En otras palabras, el hermano se niega a continuar
(«volver a levantar») el nombre de la familia.
1320
L
Nombre: Heb. מ ֵ֣קֹום- maqom, «lugar; altura; estatura; posición». En el Tanaj hay
tres nombres que tienen relación con qum. El más importante es maqom, que
aparece 401 veces en el Tanaj. Se refiere al sitio en el que algo o alguien está
levantado (1 S 5.3), sentado (1 R 10.19), mora (2 R 8.21) o simplemente está (Gn
1.9). Puede además referirse a una localidad más amplia, tal como un país (Éx 3.8),
o a un espacio intermedio no determinado (1 S 26.13). «Lugar» puede también
referirse a una tarea u oficio (Ec 10.4). El nombre además tiene la acepción de
«santuario», o sea, un «lugar» de culto (Gn 22.3).
Ley: Nombre תורה- toráh, «ley; dirección; instrucción». Este nombre aparece 220
veces en el Tanaj.
1321
L
Torá, un libro entero o solo una parte) se recobró: «Hilcías, dijo al escriba Safán: Yo
he hallado el libro de la toráh/instrucción/ley en la casa de IHVH. Y dio Hicías el
libro a Safán» (2 Cr 34.15).
Verbo: heb. ירה- iaráh, «lanzar, arrojar, erigir, dirigir, enseñar, instruir». El nombre
toráh se deriva de esta raíz. El significado «erigir» se encuentra en Bereshit/Gn
31.51: «Dijo más Laván a Iaaqov/Jacob: He aquí este majano, y he aquí esta señal,
que he erigido entre tú y yo». Iaráh significa «enseñar» en 1 S 12.23: «Os instruiré
en el camino bueno y recto».
Libro: Heb. ספר- sefer, «libro; documento; escritura». Sefer parece ser prestado
del término acádico sifru («mensaje escrito, documento»). El vocablo aparece 187
veces en el Tanaj, y el primer caso está en Bereshit/Gn 5.1: «Este es el libro de los
descendientes de Adám: Cuando Dios creó al hombre, lo hizo a semejanza de Dios»
(rva). A excepción de Devarím/Deuteronomio (11 veces), hay muy pocos ejemplos
del término en la Toráh, jumash (Pentateuco). Es más frecuente en los libros
históricos tardíos (Reyes 60 veces, pero en Crónicas 24 veces; cf. Ester 11 veces y
Nejemiá/Nehemías 9 veces).
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Iejezqel/Ezequiel recibió la orden de comer un «libro» (Ez 2.8; 3.1) como un acto
simbólico del juicio de Dios sobre Iehudá/Judá y su restauración.
Limpiar, Limpio: Verbo, heb. טהֵ ר- taher, «estar limpio, puro». La raíz de este
vocablo aparece más de 200 veces en varias formas: verbo, adjetivo o nombre.
Sin embargo, hay esperanza, porque Dios promete a un Israel arrepentido que los
limpiará «de toda su maldad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus
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pecados con que contra mí pecaron, y con que contra mí se rebelaron» (Jer 33.8).
Ha dicho Dios: «Yo los salvaré de todas sus rebeliones con que han pecado, y los
purificaré. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios» (Ez 37.23 rva).
El oro es visto como un material libre de impurezas. Por eso, el arca del testimonio,
el altar de incienso y el pórtico del templo se recubrieron «de oro puro» (Éx 25.11;
37.11, 26; 2 Cr 3.4). Algunos de los muebles y utensilios en el templo tales como: el
propiciatorio, el candelabro, las fuentes, vasijas, tazones, jarros, despaviladeras,
platillos, eran de «oro puro» (Éx 37.6, 16–24). Entre las vestimentas del sumo
sacerdote se encontraban «dos cadenillas de oro puro» y un «pectoral… de oro
puro» (Éx 28.14, 22, 36).
Dios demanda que su pueblo tenga pureza espiritual y moral, sin mancha de
pecado. Cualquiera que no estuviere limpio de pecado está sujeto al rechazo y
castigo divino. Esta contaminación no se pierde con el correr del tiempo ni uno se
sobrepone a ella. Puesto que el pecado contamina una generación tras otra, Job
pregunta: «¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie» (Job 14.4). A pesar de las
apariencias, no se puede decir «que a todos les sucede lo mismo… al puro y al
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impuro» (Ec 9.2 rva). Por otro lado, hay esperanza aun para el peor de los
pecadores porque cualquiera puede apelar a la misericordia de Dios diciendo:
«Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí»
(Sal 51.10).
Al pueblo del antiguo pacto se le informó que «el que toque el cadáver de cualquier
persona quedará impuro durante siete días» (Nm 19.11). Un sacerdote no podía
contaminarse «a causa de algún difunto de su pueblo», excepto si era «un pariente
cercano» (Lv 21.1–2 rva). Pero esta exención de la regla se le negaba al sumo
sacerdote y también a los nazareos «durante todo el tiempo de su consagración a
IHVH» (Nm 6.6ss).
Los ritos de purificación enfatizaban el hecho de que a los seres humanos nos
concibieron y parieron en pecado. Aunque la concepción y el nacimiento no se
tacharon de inmorales (de la misma manera que morir no era inmoral), una mujer
que acababa de dar a luz permanecía impura hasta sujetarse a los ritos de
purificación prescritos (Lv 12). El capítulo 15 de Levítico prescribe la purificación
ritual de las mujeres durante su flujo menstrual, también de los hombres con
emisiones seminales, así como «para la mujer con quien el varón tuviera
ayuntamiento de semen» (Lv 15.18 rv).
Los ritos de purificación a menudo requerían agua. Para purificarse, una persona
tenía que lavarse a sí mismo y toda su ropa (Lv 15.27). Se rociaba agua sobre el
individuo, su tienda y todos sus enseres: «Una persona que esté pura tomará
hisopo y lo mojará en el agua. Luego rociará la tienda, todos los utensilios, a las
personas presentes, y al que tocó un hueso o a uno que ha sido matado o un
cadáver o una tumba» (Nm 19.18 rva). A veces el que se purificaba tenía también
que cambiar sus ropas (Lv 6.11).
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Luchar, Combatir: Verbo, לחם- lajam, «luchar, batallar, combatir, pelear». Este
vocablo se encuentra en todos los períodos del hebreo, así como en el antiguo
ugarítico. Se halla en el texto del Tanaj más de 170 veces. Lajamaparece por
primera vez en Shemot/Éx 1.10, donde el faraón de Egipto expresa sus temores de
que los esclavos israelitas, al multiplicarse, se unan a algún enemigo para luchar
contra los egipcios.
Se suele decir popularmente que lajam tiene alguna relación etimológica con lejem,
el término hebreo para pan, ya que, según la etimología popular, las guerras se
pelean a menudo por pan. Sin embargo, esta etimología no tiene buen fundamento.
Nombre: Heb. ִמלְ חמה- miljamah, «batalla; guerra». Este nombre aparece más de
300 veces en el Antiguo Testamento, lo cual indica el papel preponderante que
tuvo la experiencia y terminología militar en la vida de los antiguos israelitas. Uno
de los primeros casos de miljamah se encuentra en Bereshit/Gn 14.8 (rva):
«Entonces salieron el rey de Sedom/Sodoma [y] el rey de Amoráh/Gomorra… y
dispusieron la batalla contra ellos en el valle de Sidim».
Lugar Alto: Heb. ַ מהב- bamáh, «lugar alto». Este nombre se halla en otras lenguas
semíticas con el significado del lomo de un animal o la espalda de un hombre
(ugarítico), la ladera o «lomo» de una montaña (acádico) o el «bloque» de piedra o
tumba de un santo (árabico). En hebreo bíblico, bamáh se usa unas 100 veces y por
primera vez en Vaiqrá/Lv 26.30 (rva): «Destruiré vuestros lugares altos, derribaré
vuestros altares donde ofrecéis incienso, amontonaré vuestros cuerpos inertes
sobre los cuerpos inertes de vuestros ídolos, y mi alma os abominará». La mayoría
de los casos se encuentran en los libros de Reyes y Crónicas, con el significado de
un «lugar alto» de culto. Son contadas las veces que el término se encuentra en el
Pentateuco o en la literatura poética o profética.
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El uso metafórico en el Tanaj de los «lomos» (bamáh) de las nubes y de las olas del
mar causa problemas a los traductores: «Sobre las alturas [«el dorso» nbe] de las
nubes subiré, y seré semejante al Altísimo» (Is 14.14 rvr), y «Por sí solo extiende
los cielos y camina sobre las ondas [«alturas» rv; «dorso» nbe] del mar» (Job 9.8).
Un problema parecido se encuentra en Sal 18.33 (rva) (cf. 2 S 22.34; Hab 3.19):
«Hace que mis pies sean ágiles como los del venado, y me mantiene firme sobre
mis alturas». En estos pasajes, bamáh se debe entender como una expresión
idiomática que expresa «autoridad».
Metafóricamente el vocablo sirve para describir a IHVH que provee para su pueblo:
«Le hizo cabalgar sobre las alturas de la tierra, y le hizo comer los productos del
campo. Hizo que chupara miel de la peña, aceite del duro pedernal» (Dt 32.13 rva;
cf. Is 58.14). El modismo, «cabalgar sobre las alturas de la tierra», expresa, en
términos hebreos, cómo protege Dios a su pueblo. Señala la naturaleza exaltada de
Israel, cuyo Dios es el Señor.
No todos los bamáh fueron literalmente «lugares altos» cúlticos; el término puede
referirse sencillamente a una unidad geográfica; cf.: «Por tanto, por culpa de
vosotros Sion será arada como campo. Jerusalén será convertida en un montón de
ruinas; y el monte del templo, en cumbres boscosas» (Miq 3.12 rva; cf. Am 4.13).
Antes de llegar los israelitas, los cananeos sirvieron a sus dioses sobre estos
montes, en los que sacerdotes paganos presentaban sus sacrificios a los dioses:
Israel imitó tal práctica (1 R 3.2), aun cuando sacrificaban al Señor. Los lugares
altos de las naciones circunvecinas estaban dedicados a Kemósh (1 R 11.7 rva),
Ba’al (Jer 19.5) y otras divinidades. Sobre el «lugar alto» se construía un templo
que se consagraba al dios: «También hizo [Jeroboam] santuarios en los lugares
altos e instituyó sacerdotes de entre la gente común, que no eran hijos de Leví» (1
R 12.31 rva). Los santuarios se decoraban con símbolos cúlticos; por lo que los
pilares sagrados (asheráh) y los árboles y palos sagrados (matztzebáh) se
asociaban con templos: «También se edificaron lugares altos, piedras rituales y
árboles de Asera, en toda colina alta y debajo de todo árbol frondoso» (1 R 14.23
rva; cf. 2 R 16.4).
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Madre: Heb. אֵ ם- em, «madre; abuela; suegra». Casi todas las lenguas semíticas
tienen este vocablo, incluyendo ugarítica y aramea. En hebreo bíblico el término
aparece 220 veces durante todos los períodos.
El significado básico del vocablo tiene que ver con la relación física que se tiene con
una persona denominada «madre». La primera vez que aparece el término, en
Bereshit/Gn 2.24, hallamos esta acepción: «Por tanto, dejará el hombre a su padre
y a su madre, y se unirá a su mujer». A veces em tiene que ver con «madre» de la
especie animal: «Lo mismo harás con el de tu buey y de tu oveja: siete días estará
con su madre, y al octavo día me lo darás» (Éx 22.30). La frase «padre y madre» en
la Biblia quiere decir «padres»: «Y había criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su
tío, porque era huérfana [de padre y madre]… Cuando su padre y madre murieron»
(Est 2.7). «Hijo de su madre», en Bereshit/Gn 43.29, significa «su hermano», así
como «hija de mi padre» es «mi hermana» (Gn 20.12). Por lo general, estas frases
se refieren únicamente a hermanos consanguíneos, mientras que los términos aj
(«hermano») y ajot («hermana») pueden significar tanto hermanastros como
hermanos consanguíneos (por ambos padres). Por otro lado, en Bereshit/Gn 27.29,
<em parece referirse a una descendencia mucho más distante: «Sírvante pueblos, y
naciones se inclinen a ti; sé señor de tus hermanos, y se inclinen ante ti los hijos de
tu madre. Malditos los que te maldijeren, y benditos los que te bendijeren».
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En los tiempos de Débora, «madre de Israel» era un título de respeto (Jue 5.7).
En el Tanaj, el término ashaf se encuentra por primera vez en Dn 1.20: «En todo
asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces
mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino».
Maldecir: Verbo heb. קלל- qalal, «ser insignificante, liviano, ligero, veloz;
maldecir». Este vocablo de gran amplitud se encuentra tanto en hebreo antiguo
como moderno, en antiguo acádico y (según algunos expertos) en antiguo
ugarítico. El término aparece unas 82 veces en el Tanaj. Como se podrá percibir,
sus diversos matices surgen de la idea básica de ser «insignificante o ligero», con
connotaciones un tanto negativas.
Qalal se encuentra por primera vez en Bershit/Gn 8.8: «Para ver si las aguas se
habían retirado» (rvr, rv 95; «disminuido» rva, lba; «bajado» lvp; «menguado» bj;
«secado» bpd, sbp). Todos estos términos indican la disminución (o aligeramiento)
de una condición anterior.
La idea de «ser veloz» se usa en la forma comparativa del hebreo. Por lo que Shaúl
y Jonatán eran «más veloces que las águilas» (2 S 1.23 rva: literalmente, «más
ligeros eran que águilas» rvr, lba). Una idea parecida se expresa en 1 S 18.23: «¿Os
parece poca cosa ser yerno del rey … ?» (rva, lba).
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La forma causativa del verbo a veces expresaba la idea de «aligerar, quitar una
carga»: «Quizás aligere el peso de su mano sobre vosotros» (1 S 6.5 rva); «Así
aliviarás la carga que hay sobre ti» (Éx 18.22 rva).
Se encuentra por primera vez en Bereshit/Gn 3.14 y 17 (rva): «Serás maldita entre
todos los animales domésticos… Sea maldita la tierra por tu causa». Más de la
mitad de todos los casos se encuentran en esta modalidad. Es una declaración de
juicio sobre los que quebrantan el pacto, como por ejemplo en Dt 27.15–26, donde
se repite doce veces: «Maldito el hombre».
Nombre: Heb. ַ לַהא- aláh, «maldición; juramento». Hay cognados de este vocablo
en fenicio y arábigo. Los 36 casos veterotestamentarios del nombre se encuentran
en todos los períodos de la literatura bíblica.
1330
M
Por tanto, aláh denota una «maldición» que sirve para dar validez a un
compromiso o nombramiento y que puede servir de conclusión a cualquier
acuerdo o pacto. Por otro lado, el vocablo expresa una «maldición» en contra de
otro, se conozca o no su identidad.
Mandamiento: Heb. ִַ הוַצְַמ- mitzváh, «mandamiento». Este nombre aparece 181
veces en el Tanaj. Se encuentra por primera vez en Bereshit/Gn 26.5 (rva), donde
mitzváh es sinónimo de joq («estatuto») y de toráh/instrucción («ley»): «Porque
Avraham obedeció mi voz y guardó mi ordenanza, mis mandamientos, mis
estatutos y mis instrucciones».
Mano: Heb. יד- iad, «mano; lado; borde; al lado de; mano (medida), porción;
soporte; monumento; virilidad (órgano sexual); poder; dominio». Este vocablo
tiene cognados en la mayoría de las demás lenguas semíticas. En hebreo bíblico se
constatan 1.618 casos del término durante todos los períodos.
El significado básico del término es «mano»: «Y dijo IHVH Dios: He aquí el hombre
es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal: ahora, pues, que no alargue su
mano, y tome también del árbol de la vida» (Gn 3.22: primera mención del
vocablo). La palabra a veces se usa junto a un objeto que puede asirse con una
«mano»: «Si lo hiere con una piedra en la mano [literalmente «piedra de mano»]»
(Nm 35.17 rva). En un uso similar, el término quiere decir «humano»: «Con su
sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá,
y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes,
1331
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pero será quebrantado, aunque no por mano humana» (Dn 8.25 rvr; literalmente
«sin mano será quebrantado» rv; cf. Job 34.20).
«Taparse la boca con la mano» es un gesto de silencio (Pr 30.32). «Poner la mano
debajo de alguien» es señal de sumisión (1 Cr 29.24). «Poner algo en la mano de
otro» es confiar en él (Gn 42.37).
Un segundo grupo importante de pasajes usa iad para indicar la ubicación y los
usos de la mano. Primero, el término puede significar el «lado» en que está la
mano: «Y Avshalóm se levantaba temprano y se situaba juntoal camino de la
puerta» (2 S 15.2 lba). En 2 Cr 21.16 el vocablo quiere decir «borde, orilla»: «IHVH
despertó contra Joram el espíritu de los filisteos y de los árabes que estaban al lado
[lit. «a la mano»] de los etíopes» (rva). En Éx 2.5 (rva) hay un uso similar que tiene
que ver con el río Nilo: «Entonces la hija del faraón descendió al Nilo para bañarse.
Y mientras sus doncellas se paseaban por la ribera [«a la mano»] del Nilo».
También con un sentido de ubicación, yad puede indicar «longitud y anchura». En
Gn 34.21 (rva) leemos que la tierra era (literalmente) «amplia de manos»: «Estos
hombres son pacíficos para con nosotros. Que habiten ellos en la tierra y que
negocien en ella, pues he aquí la tierra es amplia para ellos también».
Cuarto, puesto que una mano se puede levantar para «señalar», iad puede
significar un «monumento» o «estela»: «Shaúl se fue a Carmel, y he aquí que se
erigió un monumento» (1 S 15.12 rva).
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«Llenar la mano» de alguien puede servir como una frase técnica que significa
«instalarle» en un puesto: «Con ellos vestirás a tu hermano Aharón, y con él a sus
hijos. Los ungirás, los investirás y los consagrarás para que me sirvan como
kohaním/sacerdotes» (Éx 28.41 rva).
Meditar: Heb. הגה- hagáh, «meditar; gemir; llorar, rugir; pronunciar; hablar». El
vocablo es común tanto en hebreo antiguo como moderno. Propio únicamente en
el Tanaj, parece ser un término onomatopéyico que refleja los suspiros y
murmullos que los antiguos hacían cuando meditaban. Este es el significado que se
encuentra en el primer caso del verbo: «Este libro de la Torá no se apartará de tu
boca, sino que meditarás en él día y noche» (Jos 1.8 lba). Tal vez la cita más famosa
sobre «meditar» sobre la Torá de día y de noche sea Sal 1.2.
Primero, mashiaj se refiere a alguien que han ungido con aceite, simbolizando la
unción de la Ruaj Ha’Kodesh/Inspiración de Santidad para tareas específicas. Se
ungían a reyes (1 S 24.6), sumo sacerdotes y algunos profetas (1 R 19.16). «Si el
sacerdote ungido pecare según el pecado del pueblo» (Lv 4.3: primer ejemplo
bíblico). En el caso de Ciro, la Ruaj Ha’Kodesh lo ungió con la comisión especial de
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M
ser libertador de Israel (Is 45.1). A los patriarcas también se les llama «ungidos»:
«¡No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas!» (Sal 105.15).
Verbo: Heb. ַ חׁשַמ- mashaj, «untar con aceite o pintura, ungir». Este verbo, que
aparece 69 veces en hebreo bíblico tiene cognados en ugarítico, acádico, arameo y
arábigo. Los complementos del verbo son personas, animales para sacrificio y
objetos cúlticos. En Éx 30.30 (rva) se ungen a Aharón y sus hijos: «También ungirás
a Aharón y a sus hijos, y los consagrarás, para que me sirvan como sacerdotes».
Ministrar, Servir: Verbo, heb. ַ רתש- sharat, «ministrar, servir, oficiar». Este
término es de uso corriente en hebreo bíblico y moderno, en diferentes
modalidades verbales y sustantivas. Se encuentra en el antiguo fenicio, y según
algunos, en ugarítico también. Sharat se halla cerca de 100 veces en el Tanaj. La
primera vez que se usa es en la historia de Iosef/José cuando lo venden a Potifar
como esclavo: «Así halló Iosef/José gracia ante los ojos de Potifar y le servía» (Gn
39.4 rva; «llegó a ser su siervo personal» lba).
1334
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Avad: « עבדservir, labrar, esclavizar, trabajar». Esta raíz se utiliza mucho en las
lenguas semíticas y cananeas. Este verbo aparece como 290 veces por todo el
Tanaj.
Aparece por primera vez en Bereshit/Gn 2.5: «Ni había hombre para que labrase la
tierra». Dios le dio al hombre la tarea de labrar la tierra (Gn 2.15; 3.23; cf. 1.28). En
Gn 14.4 «habían servido a Quedorlaomer» quiere decir que eran sus vasallos. Dios
le dijo a Avraham: «Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y
será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años» (Gn 15.13).
Avad se usa a menudo con referencia a Dios: «Serviréis a Dios sobre este monte»
(Éx 3.12), o sea, que lo adoraría allí, como dicen algunas versiones. La palabra se
usa frecuentemente con otros verbos: «A IHVH tu Dios temerás, y a Él solo
servirás» (Dt 6.13), o «Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que
yo os prescribo hoy, amando a IHVH vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro
corazón» (Dt 11.13). A todas las oraciones se les manda «servir» a Dios con alegría
(Sal 100.2). En el reino del Mesías, «todas las naciones le servirán» (Sal 72.11). El
verbo y el nombre pueden usarse juntos como en Nm 8.11: «Y ofrecerá Aharón los
levitas delante de IHVH en ofrenda de los hijos de Israel, y servirán en el ministerio
de IHVH».
1335
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El uso más especializado de esta palabra tiene que ver con el tabernáculo y el
templo. Los kohaním/sacerdotes se escogieron para el «servicio» de IHVH:
«Desempeñen el encargo de Él, y el encargo de toda la congregación delante del
tabernáculo de reunión para servir en el ministerio del tabernáculo» (Nm 3.7). Los
levitas tenían también muchas funciones importantes en el Bet HaMiqdash/templo
y sus alrededores: cantaban, tocaban instrumentos musicales, y eran secretarios,
escribas y porteros (2 Cr 34.13; cf. 8.14). Todo, lo mismo personas que objetos (1
Cr 28.13), si tenía que ver con el templo se decían que estaba al «servicio» de IHVH.
Lo que entendemos por «adoración», con todos sus componentes, se acerca
bastante al sentido de avodáh como «servicio»; cf. «Así fue preparado todo el
servicio de IHVH en aquel día, para celebrar la pesaj y para sacrificar los
holocaustos sobre el altar de IHVH, conforme al mandamiento del rey Josías» (2 Cr
35.16).
Eved - « עבדsiervo». Este nombre aparece más de 750 veces en el Tanaj. La primera
vez es en Bereshit/Gn 9.25: «Siervo de siervos será [Canaán] a sus hermanos», o
sea, el más bajo de los esclavos. Un siervo podía comprarse con dinero (Éx 12.44) o
contratarse (1 R 5.6). La muy repetida declaración de la redención divina de un
Israel sometido a servidumbre es: «Habéis salido de Egipto de la casa de
servidumbre, pues IHVH os ha sacado de aquí con mano fuerte» (Éx 13.3; Heb
2.15). Eved se usaba en expresiones de humildad y cortesía, como en Bereshit/Gn
18.3: «Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu
siervo» (cf. Gn 42.10). Moshé/Moisés le dijo al Señor: «¡Ay, Señor! Nunca he sido
hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy
tardo en el habla y torpe de lengua» (Éx 4.10). Es la marca de las personas que Dios
llama, como en Éx 14.31: «Y creyeron a IHVH y a Moshe/Moisés su siervo».
«Porque mis siervos son los hijos de Israel» (Lv 25.55; cf. Is 49.3). «Habló, pues,
IHVH por medio de sus siervos los profetas» (2 R 21.10). El salmista dijo: «Yo soy
tu siervo» (Sal 116.16), con lo que indicaba que era un título apropiado para todos
los creyentes.
El «siervo» no era libre. Estaba sujeto a la voluntad y a las órdenes de su amo. Pero
uno podía someterse voluntaria y amorosamente a su amo (Éx 21.5), y permanecer
en su servicio aunque no estuviera obligado a hacerlo. Esta es una perfecta
descripción de la relación entre el hombre y Dios.
La Septuaginta traduce abad y sus nombres con 7 diferentes raíces griegas que dan
un sentido más definido al término.
1336
M
Participio: Heb. ַ רתׁש- sharat, «servidor; ministro». Esta palabra por lo general se
traduce «servidor» o «ministro»; por ejemplo, Iehoshúa/Jos 1.1 dice: «Aconteció
después de la muerte de Moshé/Moisés… que IHVH habló a Iehoshúa/Josué hijo de
Nun, servidor de Moshé/Moisés». Iejezqel/Ezequiel 46.24 se refiere a un lugar en
el templo que estaba reservado para «los servidores de la casa».
El vocablo tiene que ver sobre todo con los derechos y las responsabilidades
recíprocas entre las partes de una relación (en particular, de IHVH de Israel). Pero
jesed no es únicamente un asunto de obligación; también tiene que ver con
generosidad. No solo entra en juego la lealtad, sino también la misericordia. La
parte más débil busca la protección y bendición de su patrocinador o protector,
pero no puede exigir derechos absolutos. La parte más fuerte permanece
comprometida con cumplir su palabra, pero mantiene su libertad, sobre todo en
relación de cómo llevará a cabo sus promesas. Jesed indica involucramiento y
compromiso personal en una relación que sobrepasa los límites de la ley.
1337
M
Los sujetos de jesed son Dios y los hombres. Cuando el hombre es sujeto de jesed,
el vocablo generalmente describe la bondad o lealtad de una persona hacia otra; cf.
2 S 9.7: «No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por
amor de Iehonatán/Jonatán tu padre». Contadas son las veces en que el término se
refiere explícitamente al afecto o fidelidad del hombre hacia Dios; el ejemplo más
claro de esto tal vez sea Jer 2.2 (rva): «Ve, proclama a los oídos de Jerusalén y diles
que así ha dicho IHVH: Me acuerdo de ti, de la lealtad de tu juventud, del amor de
tu noviazgo, cuando andabas en pos de mí en el desierto».
Sin embargo, por detrás de estos casos del hombre como sujeto de jesed se
encuentran todas las ocasiones cuando se habla del jesed de Dios. Es una de sus
características más destacadas. Dios ofrece «misericordia» y «amor constante» a su
pueblo tan necesitado de redención del pecado y liberación de sus enemigos y sus
tribulaciones. Una frase recurrente que describe la naturaleza de Dios es
«abundante [grande] en jesed» (Éx 34.6; Neh 9.17; Sal 103.8; Jon 4.2). La totalidad
de la historia de la relación de Dios con Israel en el pacto puede resumirse en
términos de jesed. Este es el único dato permanente en todo el flujo de la historia
del pacto. Aun la creación es el resultado del jesed divino (Sal 136.5–9). Su amor
dura hasta «mil generaciones» (Dt 7.9; cf. Dt 5.10 y Éx 20.6) o «para siempre»
(véase particularmente los refranes de algunos salmos, como Sal 136).
Hay palabras usadas en paralelismo sinónimo con jesed que lo ayudan a explicar.
El vocablo que con más frecuencia se asocia con jesed es emet («verdad»): «Que tu
misericordia y tu verdad me guarden siempre» (Sal 40.11). Otro término, emuná,
que tiene un significado similar, es también común: «Se ha acordado de su
misericordia [jesed] y de su fidelidad [emuná] para con la casa de Israel» (Sal 98.3
rva). Este énfasis es sobre todo significativo cuando Dios es el sujeto porque el
jesed divino es más constante que el del hombre. La investigación etimológica
sugiere que el significado primitivo de jesed puede haber sido «fuerza» o
«constancia». Si es así, esto explicaría un uso enigmático de jesed en Is 40.6: «Toda
carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo».
1338
M
La asociación de jesed con «pacto» evita que se confunda con una simple
providencia o amor por toda criatura; se aplica en primer término al amor especial
y compromiso (pacto) de Dios hacia su pueblo escogido. El «pacto» también
enfatiza la reciprocidad de esta relación; sin embargo, puesto que a la larga el jesed
de Dios va más allá del pacto, no se deja de lado, aun cuando el interlocutor
humano le sea infiel y tenga que disciplinarlo (Is 54.8; 10). Puesto que su triunfo y
cumplimiento final son escatológicos, jesedpuede expresar la meta y fin de la
historia de la salvación (Sal 85.7, 10; 130.7; Miq 7.20).
El nombre propio Jasadías (1 Cr 3.20 bj) está relacionado con jesed. El nombre del
hijo de Zerubavel quiere decir «IHVH es fiel/misericordioso», un resumen
apropiado del mensaje profético.
Adjetivo: heb. ח ִסיד- jasid, «piadoso; devoto; fiel; santo». El adjetivo jasid, derivado
de jesed, se usa a menudo para describir a un israelita fiel. El jesed divino ofrece el
patrón, modelo y fuerza que debe orientar la vida del jasid. Encontramos una
mención del hombre «santo» en Sal 12.1 (rva): «Salva, oh IHVH, porque se han
acabado los piadosos. Han desaparecido los fieles de entre los hijos del hombre».
Por lo general un pronombre posesivo se prefija al vocablo para señalar la relación
especial que Él guarda con los que le tienen como patrón de sus vidas: «Amad a
IHVH, todos vosotros sus santos. A los fieles guarda IHVH, pero retribuye en
abundancia al que actúa con soberbia» (Sal 31.23 rva).
Morar: Verbo, heb. ישב- iashav, «morar, sentarse, permanecer, habitar, quedar,
esperar». El vocablo se encuentra más de 1.100 veces en todo el Antiguo
Testamento y su raíz está grandemente diseminada en otras lenguas semíticas.
Iashav está por primera vez en Bereshit/Gn 4.16, con su acepción más común,
«morar»: «Partió Qaín… y habitó [«se estableció» lba, bj] en la tierra de Nod» (rva).
El término reaparece en Gn 18.1 (rva): «[Avraham] estaba sentado en la entrada de
la tienda». En Bereshit/Gn 22.5, yashab se traduce: «Esperad [«quedaos» lba] aquí
con el asno. Yo y el muchacho iremos hasta allá, adoraremos y volveremos a
vosotros» (rva). El vocablo tiene el sentido de «permanecer»: «Permanece viuda en
la casa de tu padre» (Gn 38.11 rva); se usa con casi el mismo sentido al respecto de
Dios: «Mas tú, IHVH, permanecerás para siempre. Tu trono de generación en
generación» (Lm 5.19). La promesa de regreso del cautiverio reza así: «Y edificarán
casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas» (Is 65.21).
Iashav se combina a veces con otras palabras para formar expresiones idiomáticas
de uso común. Por ejemplo: «Cuando se siente sobre el trono de su reino» (Dt
17.18; cf. 1 R 1.13, 17, 24), tiene el significado de «comenzar a reinar». «Sentarse a
la puerta» significa «presidir en audiencia pública» o «decidir un caso», como en Rt
4.1–2 y 1 R 22.10. «Siéntate a mi diestra» (Sal 110.1) significa asumir el segundo
puesto. «Allí me sentaré para juzgar a todas las naciones» (Jl 3.12) fue una promesa
1339
M
ׁש
ַ כן- shakan, «morar, habitar, asentarse, permanecer, quedar». Este vocablo se
encuentra en muchas lenguas semíticas, incluyendo el antiguo acádico y ugarítico;
también está por todos los niveles de la historia hebraica. Shakan aparece casi 130
veces en hebreo veterotestamentario.
Shakan proviene de la vida nómada y significa «morar en una tienda». Es así que
Balaam «vio a Israel acampado según sus tribus» (Nm 24.2 rva). En esta cita el
término quiere decir «morar provisionalmente» o «acampar», aunque también
puede indicar «permanencia» (Sal 102.28). Dios promete seguridad para Israel
«para que habite en su lugar, y nunca más sea removido» (2 S 7.10).
Nombre: Heb. ִמ ְׁש ֶ֔כן- mishkan, «morada; tienda». Este vocablo se encuentra casi
140 veces y con frecuencia se refiere al «tabernáculo» en el desierto (Éx 25.9). Más
tarde mishkan se usó para referirse al «templo». Esta acepción tal vez preparó el
camino para el conocido término shekináh, de amplio uso en el judaísmo tardío
para referirse a la «presencia» de Dios.
1340
M
Muerte, Morir: Heb. ַ תוַמ- mavet, «muerte». Este vocablo se encuentra 150 veces
en el Tanaj. El término mavet aparece a menudo como antónimo de jaím («vida»):
«Llamo hoy por testigos contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que he puesto
delante de vosotros la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la
vida para que vivas, tú y tus descendientes» (Dt 30.19 rva). Mavet se usa más en
lenguaje poético que en los libros históricos: de Job a Proverbios unas 60 veces,
entre Iehoshúa/Josué y Ester 40 veces; pero en los profetas mayores, unas 25
veces.
La «muerte» es el fin natural de la vida humana sobre esta tierra; es una dimensión
del castigo de Dios sobre los hombres: «Pero del árbol del conocimiento del bien y
del mal no comerás, porque el día que comas de él, ciertamente morirás» (Gn 2.17
rva). Por tanto, todos los seres humanos mueren: «Si estos mueren como mueren
todos los hombres… entonces IHVH no me ha enviado» (Nm 16.29 rva). El Tanaj
usa «muerte» en frases como «el día de mi muerte» (Gn 27.2) y «año de muerte»
(Is 6.1); y también usa el término en relación con algún acontecimiento previo (Gn
27.7, 10) o posterior (Gn 26.18) a la defunción de alguna persona.
Otra causa de «muerte» puede ser una plaga. En una ciudad asediada, debilitada
por pésimas condiciones sanitarias, la población diezmaría. Irmiá/Jeremías se
refiere a esta clase de muerte en Mitzráim/Egipto y lo atribuye al juicio de Dios
(Jer 43.11); en este caso se trata de «muerte» por causa de hambre y pestilencia.
Lamentaciones describe la situación de Jerusalén antes de su caída frente a los
caldeos: «En la calle la espada priva de hijos; en la casa es como la muerte» (Lm
1.20 rva; cf. también Jer 21.8–9).
Finalmente, el vocablo mavet denota el «reino de los muertos» o sheol. Este lugar
de muerte tiene puertas (Sal 9.13; 107.18) y cámaras (Pr 7.27); el camino de los
malos conduce a esta morada (Pr 5.5).
1341
M
Verbo: Heb. מות- mot, «morir, matar». Este verbo se encuentra en todas las
lenguas semíticas (incluyendo en arameo bíblico) desde los tiempos más
tempranos y también en egipcio. Hay unos 850 casos del verbo en hebreo bíblico
durante todos los períodos.
En el radical intensivo del verbo, esta raíz se refiere al golpe de gracia que se
imparte a alguien que está a punto de «morir». Avimelej, cuando una piedra de
molino destrozo su cabeza, pidió a su escudero que lo matara (Jue 9.54). Es más
usual el radical causativo de este verbo que puede significar «causar la muerte» o
«matar». Dios «causa muerte» y da vida (Dt 32.39). Por lo general, en estos casos el
sujeto y el predicado de las acciones son personas, aunque hay excepciones como
cuando los filisteos personifican el arca del testimonio; quieren deshacerse de él
para que no los «mate» (1 S 5.11). Otra excepción: los animales pueden ser
causantes de «muerte» (Éx 21.29). En fin, el término describe el acto de «matar» en
su sentido más amplio, incluso durante conflictos bélicos y al cumplir sentencias de
ejecución (Jos 10.26).
Dios sin duda es el árbitro final de la vida y la muerte (cf. Dt 32.39). Esta idea se
destaca con particular claridad en el relato de la creación, donde Dios dice al
hombre que de cierto morirá si come de la fruta prohibida (Gn 2.17: primera
mención del vocablo). Al parecer, la muerte no existía antes de esto. En el diálogo
entre la serpiente y Javá/Eva, esta asocia la desobediencia con la muerte (Gn 3.3).
La serpiente repitió las palabras divinas, contradiciéndolas (Gn 3.4). Cuando Adám
y Javá/Eva comieron la fruta, les sobrevino, a ellos y a sus descendientes, la muerte
espiritual y física (cf. Ro 5.12). De inmediato experimentaron la muerte espiritual y
como consecuencia sintieron vergüenza e intentaron cubrir su desnudez (Gn 3.7).
El pecado y/o la presencia de muerte espiritual requiere que se cubra, pero la
1342
M
Mujer: ִא ֶ֔שה- isháh, «mujer; esposa; prometida; novia; cada una». El vocablo tiene
cognados en acádico, ugarítico, arameo, arábigo y etíope. Aparece unas 781 veces
en hebreo bíblico y en todos los períodos de la lengua.
El término señala a cualquier persona del sexo femenino, sin tener en cuenta edad
o si es virgen o no. De esta manera, se correlaciona con «hombre» (ish): «Esta será
llamada Mujer, porque fue tomada del hombre» (Gn 2.23 rva). Este es su
significado la primera ves que se usa: «Y de la costilla que IHVH Dios tomó del
hombre [adam], hizo una mujer, y la trajo al hombre» (Gn 2.22). Lo que se destaca
aquí es «ser mujer» y no su papel en la familia. El énfasis en el papel de una «mujer
o esposa» en la familia se encuentra en pasajes como Gn 8.16: «Sal del arca tú, tu
mujer, y tus hijos y las mujeres de tus hijos contigo».
Son contadas las veces que el vocablo se refiere a animales: «De todo animal limpio
toma contigo siete parejas, el macho y su hembra; pero de los animales que no son
limpios solo una pareja, el macho y su hembra» (Gn 7.2).
En algunos pasajes isháh significa «cada una» o «todas»: «Cada mujer pedirá a su
vecina y a la que habita en su casa» (Éx 3.22 rva; cf. Am 4.3). Este matiz tiene un
uso especial en pasajes como Irmiá/Jer 9.20, donde, conjuntamente con reut
(«vecino»), quiere decir «una» mujer: «Escuchad, oh mujeres, la palabra de IHVH;
reciba vuestro oído la palabra de su boca. Enseñad lamentos a vuestras hijas;
cantos fúnebres, cada una a su compañera».
1343
M
Raváh a veces se usa con otro verbo para indicar un incremento en el uso o
frecuencia de este. En algunos pasajes designa un proceso que continúa: «El pueblo
trae mucho más de lo necesario para llevar a cabo la obra» (Éx 36.5 rva);
literalmente, «el pueblo continúa trayendo». El término puede también aludir a un
gran número de veces, o sea, «repetidamente». Se insta al pecador a que regrese a
Dios, «el cual será amplio en perdonar» (Is 55.7). El mismo sentido se explica en
Am 4.4: «Id a Bet-el, y prevaricad; aumentad en Gilgal la rebelión».
Nombre: Heb. א ְר ֶ֔בה- arbéh, «langosta». Este nombre, que aparece 24 veces, tiene
que ver con enjambres de langostas voladoras: «Extiende tu mano sobre la tierra
de Egipto, para traer la langosta, a fin de que suba sobre la tierra de Egipto y
devore toda planta de la tierra» (Éx 10.12 lba).
Son poco frecuentes los casos de otros términos derivados del mismo verbo.
Marbéh, que aparece solo una vez, significa «abundancia» (Is 33.23). Marbit, que se
halla 5 veces, tiene la acepción de «un mayor número» (1 S 2.33) o la «mitad más
grande» (2 Cr 9.6). El único ejemplo de tarbut significa «aumento» (Nm 32.14).
1344
N
Tarbit, que aparece 6 veces, puede significar «interés, incremento, usura» (Lv
25.36).
Nación: Heb. יגֹו- goi, «nación; pueblo; gentiles». Fuera del Tanaj, este nombre se
halla solo en los textos de Mari (acádicos) y tal vez en fenicio y púnico. El vocablo
aparece unas 56 veces y durante todos los períodos del hebreo bíblico.
A veces goi es casi un término peyorativo que se aplica a grupos no israelitas, o sea,
a los «gentiles»: «A vosotros os esparciré entre las naciones. Desenvainaré la
espada» (Lv 26.33 rva). Sin embargo, esta expresión negativa no siempre está
presente al hablar de los gentiles: «Porque desde la cumbre de las peñas lo veo;
desde las colinas lo diviso. He aquí un pueblo que ha de habitar solitario y que no
ha de ser contado entre las naciones» (Nm 23.9 rva). Por cierto, en aquellos
contextos en que se habla de culto, los goim no son israelitas: «Temían a IHVH,
pero servían a sus dioses, según las prácticas de los pueblos de donde habían sido
trasladados» (2 R 17.33 rva). En pasajes como Dt 4.38 goim se refiere
específicamente a los pueblos que habitaban en Canaán antes de la conquista
israelita. Israel debía mantenerse aparte y distanciarse de estos pueblos (Dt 7.1) y
ser un ejemplo de verdadera santidad delante de ellos (Dt 4.6). Por otro lado, para
ser una bendición a todas las naciones (Gn 12.2), en su calidad de «nación» santa y
reino de kohaním/sacerdotes (Éx 19.6), Israel tendría que servir de instrumento
1345
N
Nariz: Heb. ַ ףא- af, «nariz; narices; rostro; ira; enojo». Este término general
semítico tiene cognados en acádico, ugarítico, fenicio, arameo y arábigo. El vocablo
se encuentra unas 277 veces en todos los períodos del hebreo del Tanaj.
Por último, la forma dual puede significar «ira» (aunque solo en 4 pasajes):
«Ciertamente el que bate la leche sacará mantequilla, y el que recio se suena las
narices sacará sangre; y el que provoca la ira causará contienda» (Pr 30.33; cf. Éx
15.8).
Unas 25 veces la forma singular del término quiere decir «nariz». En Nm 11.19–20
el vocablo se refiere a una nariz humana: «Comeréis… todo un mes, hasta que os
salga por las narices y os sea aborrecible» (lba). Queda claro en Is 2.22 que el
vocablo indica el lugar en que se ubica el aliento (respiración): «Dejad de
considerar al hombre, cuyo soplo de vida está en su nariz» (lba). Si la traducción de
lba de ambos pasajes es apta, el primer caso se refiere a los dos huecos de la nariz,
las «narices», mientras que el segundo caso parece referirse a toda la parte frontal
de las fosas nasales (donde se percibe la respiración). Aunque el vocablo también
puede aplicarse a la protuberancia en el rostro: «Te arrancarán la nariz y las orejas,
y tu descendencia caerá a espada» (Ez 23.25 rva: cf. Cnt 7.4). Af se usa también con
relación a las narices de animales. En Job 40.24 (rva), Dios habla de una gran bestia
marítima: «¿Lo atrapan cuando está vigilando? ¿Le perforan la nariz con garfios?»
1346
N
La forma singular a menudo quiere decir «enojo» o «ira». Esta acepción aparece
por primera vez en Gn 30.2 (rva): «Entonces se encendió la ira de Iaaqov/Jacob
contra Rajel». Este significado se aplica a Dios en sentido figurado, atribuyéndole
emociones humanas (antropopatismo). Dios es infinito, eterno e inmutable y la ira
es una emoción que denota reacciones cambiantes (cf. Nm 25.4); por tanto, Dios
realmente no se enoja; más bien así es como los seres humanos lo perciben (cf. Pr
29.8). Por último, el Espíritu de Dios/Ruaj HaKodesh puede apoderarse de una
persona despertando una «ira» santa (Jue 14.19; 1 S 11.6).
Verbo: Heb. ַ נףא- anaf, «enojarse». Este verbo, que tiene cognados en la mayoría de
las lenguas semíticas, aparece 39 veces en todos los períodos del hebreo bíblico. El
verbo aparece en Is 12.1 (rva): «¡Te doy gracias, oh IHVH! Aunque te enojaste
contra mí».
No, Nada: Heb. – ֶ֔איִ ןáin, «no; nada; si no; ni». Se han encontrado cognados de esta
palabra en acádico, ugarítico y fenicio (púnico). El término aparece 789 veces en
hebreo bíblico y durante todos los períodos.
Áin puede usarse en forma absoluta, sin sufijos y sin formar parte de una
construcción compuesta (prefijos, sufijos, etc.). De esta manera, expresa
inexistencia, como en Bereshit/Gn 2.5 (primera vez que el término aparece): «Ni
había hombre para que labrase la tierra». Con el prefijo im, el vocablo adquiere un
tono enfático: «¿Está IHVH entre nosotros, o no?» (Éx 17.7 rva). En Bereshit/Gn
30.1 la misma construcción significa «si no». En otros contextos el término quiere
decir «nada»: «Y mi edad es como nada delante de ti» (Sal 39.5).
Con un pronombre como sufijo, áin niega la existencia de la persona u objeto que
este representa: «Caminó, pues, Janoj/Enoc con Dios y desapareció [«no fue más»],
porque Dios lo llevó consigo» (Gn 5.24 rva).
Estos usos del término deben distinguirse de áin, cuando significa «de dónde».
1347
N
Noche: Heb. ליְ לה- lailáh, «noche». Cognados de este nombre aparecen en ugarítico,
moabita, acádico, arameo, siríaco, arábigo y etiópico. El término se encuentra unas
227 veces en todos los períodos del hebreo bíblico.
Nombre: Heb. ׁשם ָּ֑ ֵ - shém, «nombre; reputación; memoria; renombre». Hay
cognados de este vocablo en acádico, ugarítico, fenicio, arameo y arábigo. El
vocablo aparece unas 864 veces a través del Tanaj.
1348
N
Shém puede indicar «renombre» y «continuidad» (los que siguen después de uno):
«Y se levantaron contra Moisés, junto con 250 hombres de los hijos de Israel,
dirigentes de la congregación, nombrados de la asamblea y hombres de renombre»
(Nm 16.2 rva). Las mismas implicaciones se encuentran en la frase «restaurar el
nombre»: «El mismo día que adquieras el campo de manos de Noemí, deberás
también adquirir a Rut la moabita, mujer del difunto, para restaurar el nombre del
difunto a su heredad» (Rt 4.5 rva; cf. Dt 9.14; 25.6).
Nube: Heb. ענן- anan, «nube; niebla; nubarrón; humo». Se encuentran cognados
de esta palabra en arameo y arábigo. Los 87 casos del vocablo están esparcidos en
todo el material veterotestamentario.
Cuando el arca del testimonio se llevó al Lugar Santísimo, la nube llenó la casa de
IHVH: «Y los kohaním/sacerdotes no pudieron continuar sirviendo por causa de la
nube, porque la gloria de IHVH había llenado la casa de IHVH» (1 R 8.10–11 rva).
De esta manera la «nube» manifestó la presencia de la gloria de Dios. Asimismo, el
salmista escribe que Dios está rodeado de «nube y oscuridad» (Sal 97.2); Dios se
presenta como el que controla soberanamente la naturaleza. Esta descripción es un
tanto paralela a la descripción en la mitología ugarítica de Ba’al, señor de la
tormenta y dios de la naturaleza. La «nube» es señal de la «protección divina» (Is
4.5); es una barrera que esconde la plenitud de la santidad y gloria divina, a la vez
que impide que el pecador se aproxime a Dios (Lm 3.44). Por tanto, es Dios y no los
hombres, quien inicia y sostiene la relación entre Él y los seres humanos.
La primera vez que aparece anan es en relación con la señal divina que Él nunca
más destruiría la tierra con un diluvio: «Mi arco he puesto en las nubes, el cual será
por señal del pacto entre mí y la tierra» (Gn 9.13). En otros pasajes, la nube
simboliza la naturaleza transitoria de la lealtad (Os 6.4) y existencia de Israel
(13.3). En Ieshaiá/Is 44.22, Dios dice que después del debido castigo Él borrará,
«como a nube tus rebeliones, y como a niebla tus pecados».
Anan puede significar un «nubarrón» y se usa también para simbolizar una «fuerza
invasora»: «Tú subirás; vendrás como una tempestad y serás como una nube que
cubre la tierra, tú con todas tus tropas, y muchos pueblos contigo» (Ez 38.9 rva; cf.
Jer 4.13). En Job 26.8 rva, se dice que el nubarrón es de Dios: «Él encierra las aguas
1349
O
Anan puede expresar el «humo» que asciende del incienso quemado: «Pondrá el
incienso sobre el fuego delante de IHVH, y la nube de incienso cubrirá el
propiciatorio que está sobre el testimonio; así no morirá» (Lv 16.13 rva). Esta
«nube de humo» tal vez represente la protección que se interpone entre la
presencia de Dios (que está encima del propiciatorio) y el hombre pecaminoso. Si
es así, quizás simbolice también la «gloria divina». Por otro lado, muchos
estudiosos opinan que la «nube de incienso» representa las oraciones del pueblo
que se elevan a Dios.
Odiar: Verbo, heb. ַ נֵאש- sane, «odiar, aborrecer, detestar, enemistar». Este verbo
aparece en ugarítico, moabita, arameo y arábigo. Lo vemos en todos los períodos
de la lengua hebrea y unas 145 veces en el Tanaj.
Sane describe una emoción que va desde un «odio» intenso hasta la actitud menos
fuerte de «enemistarse» y se usa para personas y cosas (incluyendo ideas, palabras
y objetos inanimados).
El sentido predominante del término se asocia con los celos; por eso los hermanos
de Iosef/José sintieron sane por el favoritismo de su padre hacia él (Gn 37.4; cf. v.
11). Este «odio» creció cuando Iosef/José les contaba sus sueños (Gn 37.8). Sin
duda, el término abarca emociones desde «profundo desprecio» hasta el «odio
total». En Bereshit/Gn 37.18ss los hermanos de Iosef/José se confabularon para
matarle y al menos lograron deshacerse de él.
Esta idea se hace más intensa cuando la raíz se repite: El suegro de Sansón le dijo:
«Pensé que la aborrecías del todo [lit. «aborreciendo la aborrecías»]» (Jue 15.2
rva).
Un uso de sane indica el inicio de una emoción: «Luego la odió [lit. «la comenzó a
odiar»] Amnón con tal odio, que el odio con que la odió [lit. «la comenzó a odiar»]
fue mayor que el amor con que la había amado» (2 S 13.15 rva). Este énfasis
aparece una vez más en Jer 12.8 (rva): «Mi heredad llegó a ser para mí como el
león en el bosque. Contra mí levantó su voz; por tanto, la aborrecí [lit. «la llegué a
aborrecer»]» (cf. Os 9.15).
Con una connotación menos fuerte, sane quiere decir «ser enemigo» de alguien o
de algo. Itró/Jetro aconsejó a Moshé/Moisés que seleccionara para jueces/shoftim
subalternos sobre Israel a hombres que aborreciesen [lit. «fueran enemigos de»] la
codicia (Éx 18.21). Un uso muy frecuente del verbo, a la vez que especial, es
«despreciado» o «desestimado». Por ejemplo, sane puede indicar que alguien no es
confiable y como enemigo se debe expulsar de algún territorio. Este significado se
encuentra en uno de los primeros casos del vocablo cuando Isaac dice a Avimelej y
a su ejército: «¿Por qué venís a mí, vosotros que me habéis aborrecido y me habéis
echado de en medio de vosotros?» (Gn 26.27 rva). La palabra puede referirse a
1350
O
Nombre: Heb. ִשנְ ֖אה- sin’áh, «odio». Este nombre aparece 17 veces en el Tanaj. En
Bemidar/Nm 35.20 rva vemos un ejemplo: «Si por odio lo empuja o arroja algo
contra él intencionadamente».
Ofrecer, Acercarse: Verbo, heb. ק ֖רב- qaráv, «ofrecer, acercarse, aproximar». Este
vocablo se encuentra en casi todas las ramas de las lenguas semíticas, desde los
tiempos más antiguos y a través de la historia. Se constatan además 295 casos del
verbo en todos los períodos (aparece 9 veces en arameo bíblico).
Este verbo se usa además para referirse a proximidad temporal, en el sentido que
algo está a punto de acontecer. Qarav puede usarse para indicar la proximidad de
algún hecho feliz, tal como una fiesta religiosa: «Guárdate de que no haya en tu
corazón pensamiento perverso, para decir: Está cerca el año séptimo, el año de la
remisión» (Dt 15.9). El término se usa también para señalar la inminencia de
acontecimientos aciagos: Esav se dijo: «Los días de luto por mi padre están cerca
[lit. «pronto morirá mi padre»]» (Gn 27.41 lba).
1351
O
confirma que el sentido de «acercarse» (v. 2) es «entablar batalla» (cf. Sal 91.10;
119.150).
Nombre: Heb. קַ ְרב֖ן- qorban, «ofrenda; oblación». Este nombre aparece unas 80
veces en hebreo bíblico. El término se encuentra también en etiópico y en antiguo
arábigo meridional. La primera ocasión en que se usa este nombre se refiere a una
«ofrenda» que se presenta en sacrificio: «Cuando alguno de entre vosotros ofrece
ofrenda a IHVH, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda» (Lv 1.2).
Hay otros nombres relacionados que aparecen con menos frecuencia: qarob,
«vecino» (Éx 32.27); qirbáh aparece un par de veces con el significado de acercarse
para adorar a Dios y ofrecer sacrificio (Sal 73.28; Is 58.2); qurban, que se
encuentra también dos veces (y que parece ser una pronunciación tardía de
qorban), quiere decir «oferta, ofrenda» (Neh 10.35; 13.31). El término qerab, que
aparece 8 veces, procede del arameo; significa «guerra, batalla» o el acto de
entablar batalla (Sal 55.18).
Adjetivo: Heb. בֹוקר- qarob, «cerca». Este término aparece unas 77 veces. Qarob
puede referirse tanto a proximidad espacial (Gn 19.20: primer caso en la Torá)
como a aproximación epistemológica (Dt 30.14 rva). El adjetivo también aparece
en Ez 6.12: «El que esté lejos morirá de peste, el que esté cerca caerá a espada».
El adjetivo qareb tiene significados paralelos a qarob. Qareb, que se halla 11 veces,
significa «cerca» y se refiere a una proximidad íntima (generalmente en un
contexto o actividad cúltica). Un ejemplo está en Ez 45.4: «Lo consagrado de esta
tierra será para los kohaním/sacerdotes, ministros del miqdash/santuario, que se
acercan para ministrar a IHVH: y servirá de lugar para sus casas, y como recinto
sagrado para el santuario».
1352
O
Ofrenda: Heb. ִמנְ חה- minjáh, «ofrenda; tributo; presente; don, sacrificio; oblación».
El Tanaj contiene varios nombres que tienen que ver con algún tipo de «ofrenda».
Minjah se encuentra unas 200 veces en el Tanaj, en todos los períodos. También se
usa en hebreo moderno, con el sentido de «don o presente» y de «oraciones
vespertinas». Esta segunda acepción hace eco, sin duda, en la liturgia sacrificial
veterotestamentaria. Minjáh aparece en otras lenguas semíticas, tales como
arábigo y fenicio, y parece haberse usado también en antiguo ugarítico para
significar «tributo o don». El vocablo aparece por primera vez en la Torá en
Bereshit/Gn 4.3: «Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a IHVH».
Tercero, minjáh se usa a menudo para referirse a cualquier «ofrenda» o «don» para
Dios, ya fuera vegetal (granos/cereales) o animal («sacrificio de sangre»). El relato
de Qaín y Hevel/Abel es un ejemplo elocuente de este uso generalizado: «Qaín
trajo, del fruto de la tierra, una ofrenda a IHVH. Hevel/Abel también trajo una
ofrenda de los primerizos de sus ovejas, lo mejor de ellas. Y IHVH miró con agrado
a Hevel/Abel y su ofrenda, pero no miró con agrado a Qaín ni su ofrenda» (Gn 4.3–
5 rva). Los sacrificios de animales que malversaron los hijos malvados de Elí se
llamaban simplemente «ofrenda de IHVH» (1 S 2.17). En cada caso «ofrenda» es la
traducción de minjáh. Cuarto, un uso corriente de minjáh, particularmente en
textos veterotestamentarios tardíos, es para indicar «ofrendas» de grano («cereal»,
lba; «vegetal» rva). A veces se refería a las primicias que se ofrecían de grano,
«espigas tostadas al fuego» (Lv 2.14). El aceite y el incienso, quemados junto con el
grano, formaban parte de estas ofrendas. La «ofrenda de grano» podía consistir de
flor de harina sobre la que se vertía también aceite e incienso. O bien el aceite se
mezclaba con la harina del grano en el momento de la «ofrenda» (Lv 14.10, 21;
23.13; Nm 7.13). El kohen/sacerdote tomaba un puñado de la harina refinada, la
quemaba como porción memorial y lo restante le correspondía a él como kohen/
sacerdote (Lv 2.9–10). La «ofrenda de grano» a menudo consistía de tortas
amasadas hechas de flor de harina mezclada con aceite y luego cocidas sobre una
plancha o en una cazuela (Lv 2.4–5; véanse otras descripciones de esta clase de
1353
O
El minjáh era parte de los sacrificios diarios, mañana y tarde: «ofrenda [vegetal
(rva); cereal (lba); la rv y nrv y las versiones católicas lo omiten] de la mañana» (Éx
29.41; cf. Nm 28.8); y «ofrenda [vegetal o cereal] de la tarde» (2 R 16.15; cf. Esd
9.4–5 y Sal 141.2).
רּומה
ָּ֑ ְַּת- terumáh, «ofrenda alzada; ofrenda; oblación». Este vocablo se halla en la
literatura antigua de Ugarit con el significado de «pan de ofrenda», así como en
todos los períodos del hebreo. En hebreo moderno se usa a menudo con la
connotación de «contribución», parecido al uso que hallamos en Ez 45.13, 16: la
contribución que se hace a un príncipe. Terumáh se encuentra unas 70 veces en el
Tanaj y por primera vez en Shemot/Éx 25.2: «Di a los hijos de Israel que tomen
para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis
mi ofrenda».
El término terumáh se basa en una raíz semítica común (rum) que quiere decir
«exaltar, elevar», por lo que se infiere que estas «ofrendas» eran elevadas en alto
de alguna manera al colocarlas sobre el altar. A esto se debe que la rva (así como la
kjv en inglés) lo traduzca como «ofrenda alzada»: «De lo primero que amaséis
presentaréis una torta como ofrenda alzada de la era; así la presentaréis alzada»
(Nm 15.20 rva; «así la elevaréis» lba; la gran mayoría de versiones en castellano
dicen sencillamente «ofrenda»). De estos textos y otros, pareciera que teruÆmah
se usó desde el principio, cuando la economía israelita se basaba en la agricultura,
con referencia a «contribuciones» o «donativos» del producto de la tierra. Otros
ejemplos son Devarim/Dt 12.6, 11, 17.
1354
O
Israel presentan al sacerdote será para él» (Nm 5.9 rva). Tales «ofrendas»
correspondían a los sacerdotes por el pacto especial que Dios había hecho con
ellos: «Todas las ofrendas alzadas de las cosas sagradas que los hijos de Israel
presenten a IHVH las he dado para ti, para tus hijos y para tus hijas contigo, como
provisión perpetua. Constituye un perpetuo pacto de sal delante de IHVH, para ti y
para tus descendientes contigo» (Nm 18.19 rva). Las ofrendas o contribuciones a
veces eran de grano y sus derivados: «Junto con las tortas de pan con levadura
ofrecerá su sacrificio de paz en acción de gracias. De cada ofrenda presentará una
parte como ofrenda alzada a IHVH, la cual será para el sacerdote que esparza la
sangre de los sacrificios de paz» (Lv 7.13–14 rva). Una parte de los sacrificios de
animales también se apartaba como teruÆmah para los sacerdotes: «También
daréis al sacerdote, como ofrenda alzada, el muslo derecho de vuestros sacrificios
de paz» (Lv 7.32 rva; cf. Lv 10.14–15; Nm 6.20). Sobra decir que estas
contribuciones a los sacerdotes se daban para suministrar los alimentos básicos
para ellos y sus familias, puesto que su tribu, Leví, no recibió tierra donde pudieran
cultivar su propio sustento.
Tercero, el terumáh a veces era una «ofrenda» que cumplía la función de impuesto:
la tasa obligatoria que se cobraba a todo varón israelita mayor de veinte años de
edad. El tributo era para el mantenimiento del tabernáculo y posteriormente el
templo (Éx 30.11–16). El monto del impuesto era el mismo sin importar la
situación económica del contribuyente: «Ni el rico pagará más de cinco gramos ni
el pobre menos cuando den el tributo al Señor como rescate de sí mismos» (Éx
30.15 nbe; «expiación por vuestras personas» rvr). El impuesto se demandó como
1355
O
קַ ְַרב֖ן
- qorban, «ofrenda; oblación; sacrificio». Qorban se encuentra en varias
lenguas semíticas como derivado del verbo «venir o acercar». Además de
encontrarse en antiguo acádico con la connotación de un «presente», hay una
modalidad del verbo en ugarítico que indica la ofrenda de un sacrificio. Se halla a lo
largo de la historia del hebraico; en hebreo tardío o moderno tiene el significado de
«ofrenda» o «consagración». En la Septuaginta a menudo se traduce como «don».
Qorban puede traducirse como «aquello que se lleva cerca de Dios o del altar». No
debe sorprender, entonces, que este vocablo se use como un término general para
todos los sacrificios, fuesen animales o vegetales. La primera mención de
«sacrificio» en Levítico es sobre el qorban como «holocausto»: «Cuando alguno de
vosotros presente una ofrenda a IHVH, esta será del ganado vacuno u ovino. Si su
ofrenda es holocausto» (Lv 1.2–3 rva; cf. 1.10; 3.2, 6; 4.23). La primera mención de
qorban como «ofrenda de grano» es en Lv 2.1 (rva): «Cuando alguien presente
como ofrenda a IHVH una ofrenda vegetal, esta será de harina fina».
1356
O
a otros dioses de Israel en su apostasía. En Ez 40.43, qorbantiene que ver con las
acostumbradas ofrendas en el Bet HaMiqdash/templo.
ב֖ןקֻ ְַר
- qurban, «ofrenda de leña». Qurban está estrechamente relacionada con
qarban. Se encuentra en Neh 10.34; 13.31, donde se refiere a la «ofrenda de leña»
suministrada para quemar los sacrificios en el segundo templo. Se sorteaba entre
el pueblo, los sacerdotes y los levitas con el fin de determinar quiénes ofrecerían la
«ofrenda de leña» o combustible en las fechas señaladas durante el año.
להֹוע- oláh, «sacrificio entero, holocausto». Este vocablo tiene cognados en arameo
tardío y bíblico. Aparece unas 280 veces durante todos los períodos del hebreo del
Tanaj y como tal es la especie de sacrificio más citado en el Tanaj. Se denominaba
«sacrificio entero» (1 S 7.9) porque se quemaba totalmente, menos la sangre.
Esta especie de «ofrenda» podía consistir de un toro (Lv 1.3–5), una oveja, una
cabra (Lv 1.10) o un ave (Lv 1.14), sin mácula. El ofrendante colocaba su mano
sobre la víctima sacrificial, transfiriéndole así simbólicamente su pecado y culpa.
Después de degollarlo (en el costado norte del altar), el sacerdote tomaba la sangre
y la presentaba al Señor antes de rociarlo alrededor del altar. Si se traía al
sacerdote solamente un ave, este le quitaba la cabeza y dejaba que su sangre se
derramara a un lado del altar (Lv 1.15). Este sacrificio efectuaba una expiación del
pecado antes de la presentación formal de la «ofrenda» a Dios. Seguidamente, la
«ofrenda» se partía. Excepto los pedazos que no podían limpiarse, las porciones se
purificaban y se colocaban en orden sobre el altar (Lv 1.6–9, 12–13). Entonces,
todo el sacrificio se consumía con el fuego y su esencia se elevaba hacia Dios como
un olor agradable (apaciguador). La piel del animal correspondía al sacerdote (Lv
7.8).
El eje central del significado de oláh como «holocausto entero» era la entrega total
a Dios del corazón y de la vida del ofrendante. Optativamente, el oláh podía
acompañarse de otros sacrificios propiciatorios cuando el ofrendante se sentía
preocupado con expiar su pecado (2 Cr 29–27). También las «ofrendas de paz» o
«acción de gracias» podían acompañar a los holocaustos, resaltando la dimensión
1357
O
ִא ַ֥שה
- ishéh, «ofrenda de fuego». De 64 casos de este nombre, 62 están en las
prescripciones sacramentales de Éxodo-Deuteronomio. Las dos excepciones (Jos
13.14; 1 S 2.28) expresan el mismo significado y contexto sacramental.
El significado más común del término es «ofrenda por la culpa»: «Traerá a IHVH
como su sacrificio por la culpa, por su pecado cometido» (Lv 5.6 rva). Este tipo
especializado de ofrenda por el pecado (Lv 5.7) se hacía cuando a alguien se le
negaba lo que le correspondía. El valor de lo defraudado debía repararse, más 20
% (Lv 5.16; 6.5). Por lo mismo, las infracciones rituales y períodos de
contaminación (p. ej., lepra) quitaban de Dios un servicio que le pertenecía y
requería reparación y restitución. Cada violación de derechos de propiedad exigía
la reparación, o sea, el pago de la suma total, más el precio de restitución (20 %) al
perjudicado. Además, se demandaba la presentación de una «ofrenda por la culpa»
a Dios como Señor de todos (o sea, el Señor encima de todos, en términos
feudales). Si fallecía la parte perjudicada, se hacía la reparación y restitución a Dios
(es decir, a sus sacerdotes; Nm 5.5–10). Por lo general, la «ofrenda por la culpa»
consistía de un carnero (Lv 5.15) o un cordero. El ofrendante presentaba la víctima
imponiéndole las manos. El sacerdote rociaba la sangre en derredor del altar y
recibía lo restante para su propio sustento (Lv 7.2–7). Cuando un leproso
purificado presentaba esta ofrenda, se le untaba un poco de la sangre del sacrificio
en «el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano
derecha y sobre el pulgar de su pie derecho» (Lv 14.14 lba).
En algunos pasajes, asham se refiere a una ofensa contra Dios y la culpa que esto
acarrea: «Avimelej le dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco pudiera haber
dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros
culpabilidad» (Gn 26.10 rva: primera mención). En este pasaje se puede percibir
una connotación adicional que sugiere que la parte ofendida podría castigar al
culpable del crimen.
En dos versículos (Nm 5.7–8 rva), asham indica la reparación que le correspondía a
la persona perjudicada: «Confesará el pecado que haya cometido y hará restitución
completa por el daño que hizo. Sobre ello añadirá la quinta parte y lo dará a aquel a
quien había hecho el daño». A decir verdad, el vocablo hebreo se refiere
concretamente al valor del objeto que se arrebató al damnificado, cuyo valor se le
debía devolver; o sea, el término indica propiamente reparación o restitución al
1358
O
perjudicado. La idea básica se fue ampliando de tal modo que el vocablo llegó a
significar también la ofrenda para Dios que quitaba la culpa (1 S 6.3), o sea, en
propiciación por el pecado (Is 53.10), aparte de las ofrendas específicas que se
ofrecían sobre el altar.
Básicamente este verbo significa «escuchar» con los oídos. Tiene varios matices. En
Gn 37.17 un hombre le cuenta a Iosef/José que «oyó» a sus hermanos decir:
«Vamos a Dotán». En otras palabras, lo que el hombre «oyó» fue por casualidad.
Shama˓ puede también usarse en el sentido de «escuchar indiscretamente» una
conversación como cuando «Sara escuchaba junto a la entrada de la tienda que
estaba detrás de» Avraham (Gn 18.10 RVA).
Iosef/José pidió a sus hermanos que le «escucharan» contar sus sueños (Gn 37.6).
En 1 Cr 28.2, David pidió a su público que le «escuchara», o sea, que le dieran su
total atención.
«Oír» algo puede indicar «tener conocimiento», como cuando Avimelej dice a
Avraham que no sabe de la controversia sobre los pozos porque nadie se lo ha
contado y que tampoco ha «oído» hablar de ello
(Gn 21.26). Shama puede además indicar «llegar a saber» o «llegar a oídos»: «Los
caldeos que tenían sitiada a Jerusalén oyeron la noticia» (Jer 37.5 LBA; cf. RVR).
«Oír» puede ser un ejercicio intelectual y espiritual. Se puede «oír» la voz de Dios
espiritualmente
(Nm 24.4) o «aprender» de Él. A la inversa, Dios dice a Avraham que ha «oído» su
oración y que tomará cartas en el asunto (Gn 17.20). En este contexto, «oír» no es
solo escuchar lo que se dice; es también afín con la intención de la petición (cf. Gn
16.11). En el caso de «oír» y atender a una autoridad superior, shama puede
significar «obedecer». En la simiente de Avraham, todas las naciones serán
bendecidas porque «oyeron» (obedecieron) la voz de Dios (Gn 22.18).
1359
O
Otro matiz intelectual de «oír» se encuentra en Gn 11.7 (RVA), donde se nos dice
que Dios se propuso confundir las lenguas humanas «para que nadie entienda lo
que dice su compañero».
Ojo: Heb. עיִ ן- aín, «ojo; pozo; superficie; apariencia; fuente, manantial». Aín tiene
cognados en ugarítico, acádico, arameo, así como en otras lenguas semíticas. Se
encuentra unas 866 veces y durante todos los períodos del hebreo del Tanaj (5
veces en arameo).
Primero, el vocablo se refiere al órgano del cuerpo llamado «ojo». En Gn 13.10, aín
tiene que ver con el «ojo humano»: «Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del
Jordán». También se refiere a los «ojos» de animales (Gn 30.41), ídolos (Sal 115.5)
y Dios (Dt 11.12: un antropomorfismo). La expresión «entre los ojos» significa «en
la frente»: «Esto ha de ser para ti como una señal sobre tu mano y como un
memorial entre tus ojos, para que la ley de IHVH esté en tu boca» (Éx 13.9 rva). Los
«ojos» pueden reflejar «debilidad» o «dolor»: «Aconteció que cuando Itzjaq/Isaac
había envejecido, sus ojos se debilitaron, y no podía ver. Entonces llamó a Esaú, su
hijo mayor» (Gn 27.1 rva). La «niña del ojo» es el componente central, el iris:
«Guárdame como a la niña de tu ojo» (Sal 17.8RVA). A veces sobresale la belleza de
los «ojos»: «Era rubio, de ojos hermosos y bien parecido» (1 S 16.12 lba).
Aín se usa con frecuencia en relación a expresiones que indican «ver»: «He aquí,
vuestros ojos ven, y los ojos de mi hermano Biniamín/Benjamín, que mi boca os
habla» (Gn 45.12). La expresión «levantar los ojos» se explica mediante el verbo
que le sigue: uno levanta la vista para hacer algo, lo que el verbo indique «alzó los
ojos» (cf. Gn 13.10). «Poner los ojos» puede indicar un acto de «deseo», «anhelo»,
«devoción»: «Y sucedió después de estas cosas, que la mujer de su señor puso sus
ojos [miró con deseo] en Iosef» (Gn 39.7 rva). Los «ojos» pueden ser instrumentos
de «juicio», de «evaluación» intelectual o para comprobar la veracidad: «Y tú dijiste
a tus siervos: Traédmelo, y pondré mis ojos sobre él» (Gn 44.21).
1360
O
La frase «en los ojos» significa «según el punto de vista u opinión»: «Y él se llegó a
Hagar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a
[era despreciable en los ojos de] su señora» (Gn 16.4).
Otra frase, «de los ojos», puede significar que el asunto está «velado» o
«escondido» del conocimiento de alguien: «Y alguno cohabitare con ella, y su
marido no lo hubiese visto [lit. «escondido de los ojos de su marido»] por haberse
ella amancillado ocultamente» (Nm 5.13).
Aín también se refiere a una «fuente o manantial» (lit., «ojo de agua»): «Pero el
ángel de IHVH la encontró en el desierto junto a un manantial [«fuente» lba] de
agua (el manantial [«fuente» lba] que está en el camino de Shur)» (Gn 16.7 rva).
Olvidar: Heb. ַ חׁשכ- shajaj, «olvidar». El vocablo común que significa «olvidar» se
encuentra en todos los períodos de la lengua hebrea; el término se halla también
en arameo. En el Tanaj, aparece un poco más de 100 veces. Shajaj se usa por
1361
O
Orar: Verbo, heb. ַ ללפ- palal, «orar, interceder, mediar, juzgar». Este verbo, que se
encuentra tanto en hebreo bíblico como moderno, aparece 84 veces en el Tanaj. El
término se usa 4 veces en la modalidad intensiva; los 80 casos restantes se
encuentran en la forma reflexiva o recíproca en la que la acción generalmente
vuelve al sujeto. En la forma intensiva palal expresa la idea de «mediar, colocarse
entre dos partes», refiriéndose siempre a seres humanos. Por eso, «si un hombre
peca contra otro, Dios mediará [«intercederá» rva] por él» (1 S 2.25 lba). «Mediar»
requiere «formarse un criterio», como en Ez 16.52 (rva): «Has hecho que el juicio
fuese favorable para tus hermanas». En los dos casos restantes en que se usa la
forma intensiva del verbo, palal expresa (en Gn 48.11) «expectativas, dar por
sentado» (en Sal 106.30, cf. lba) e «intervenir».
No queda bien claro porque, precisamente, se usa esta modalidad del verbo para
expresar la acción de «orar». Puesto que esta forma verbal, en sentido reflexivo,
revierte la acción al sujeto, lo que quizás se quiere es enfatizar el papel que tiene
dentro de la oración la persona que ora. A la vez que la misma forma verbal puede
indicar una acción recíproca entre sujeto y predicado; con esto, tal vez se quiere
señalar que la oración es fundamentalmente una comunicación que, para ser
genuina, siempre tiene que ser de doble vía.
ְַּתפִ ֶ֔לה
- Tefiláh, «oración». Este vocablo, que se encuentra 77 veces en hebreo
veterotestamentario, es el término hebraico más común para expresar «oración».
Aparece por primera vez en 1 R 8.28: «Con todo, tú atenderás a la oración de tu
siervo, y a su plegaria». En el escatón, la casa de Dios será una casa de «oración»
para todos los pueblos (Is 56.7); a esta casa vendrán todas las naciones para
adorar a Dios. El término puede referirse tanto a una «oración» litúrgica y poética
1362
O
Orgullo, Majestad: Verbo, heb. ג ֶ֔אה- ga’áh, «ser orgulloso, enaltecer». Este verbo
se encuentra 7 veces en hebreo bíblico. Aparece en Shemot/Éx 15.1 en el sentido
de «enaltecer»: «¡Cantaré a IHVH, pues se ha enaltecido grandemente [«ha
triunfado» lba]! ¡Ha arrojado al mar caballos y jinetes!» (rva).
ַ ןגַ ָֽאֹו- ga’ón, «orgullo». Esta raíz se encuentra únicamente en las lenguas semíticas
del noroeste, como ugarítico: gan, «orgullo». El nombre es un término poético que
solo se halla en los libros poéticos, los profetas (12 veces en Isaías), la canción de
Moisés (Éx 15.7) y en Levítico (26.19). En hebreo rabínico, ga’ón se refiere a un
hombre de grandes conocimientos. Un ga’ón encabezaba las academias rabínicas
de Susa y Pumbadita en Babilonia. El ga’ón Saadiá fue uno de los más destacados.
La mayoría de los usos de ga’ón son negativos; expresan el orgullo humano como
antónimo de humildad (Pr 16.18). En Proverbios ga’ón equivale a arrogancia,
conducta malvada y lengua perversa. Al independizarse del Señor, Israel una
nación majestuosa, separada por un Dios majestuoso, se apartó de Él,
pretendiendo que la excelencia era de ella. Dios no toleró esta nueva actitud
insolente: «El Señor IHVH ha jurado por su alma; IHVH Dios de los Ejércitos dice:
Abomino la soberbia de Iaaqov/Jacob, y aborrezco sus palacios. Entregaré al
enemigo la ciudad y todo lo que hay en ella» (Am 6.8 rva).
Hay otros nombres relacionados con ga’ón. Ge’áh aparece una vez con el
significado de «orgullo» (Pr 8.13). El nombre ga’váh, que se halla 19 veces, también
quiere decir «orgullo»: «Todo el pueblo lo supo; Efraín y los habitantes de Samaria
que con soberbia [ga’váh] y altivez de corazón decían» (Is 9.9 rva). Ge’ut se
1363
O-P
Adjetivo: El adjetivo ge, que puede ser ge’éh, por error de escriba, aparece una sola
vez con el sentido de «orgulloso» (Is 16.6). Ge’éh también quiere decir «orgulloso»
en las 8 veces que aparece, entre ellas Is 2.12: «Porque el día de IHVH de los
ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo».
Ga’ion, se encuentra una vez en hebreo (Sal 123.4), también con el significado de
«orgulloso».
La rvr prefiere el término «pacto» para traducir berit, en particular para denotar
«acuerdos entre hombres», como entre Avraham y Avimelej (Gn 21.32): «Así
hicieron pacto en Beerseba». David y Jonatán hicieron un «pacto» de protección
mutua que comprometía a David y a sus descendientes en perpetuidad (1 S 18.3;
20.8, 16–18, 42). En todos estos casos había acuerdo mutuo que se confirmaba con
un juramento en nombre del Señor. A veces se entregaban prendas materiales
como testimonios del convenio (Gn 21.28–31).
Acab derrotó a los sirios: «Hizo, pues, pacto con él [Ben-adad], y le dejó ir» (1 R
20.34). El rey de Babilonia «tomó también a uno de la descendencia real e hizo
pacto [«un trato» nbe] con él [Sedequías], y le hizo prestar juramento» (Ez 17.13).
En «pactos» como estos, los términos los imponían una potencia militar superior;
no eran acuerdos mutuos.
1364
P
La gran mayoría de los casos de berit tienen que ver con los «pactos» o «alianzas»
de Dios con hombres, como en el caso de Gn 6.18, ya citado. Son importantes los
verbos que se usan: «Estableceré mi pacto contigo» (Gn 6.18), literalmente,
«mantendré firme» o «confirmaré» mi «alianza». «Y pondré mi pacto entre mí y ti»
(Gn 17.2; «cumpliré» rva; «confirmaré» bla). «Y Él os anunció su pacto» (Dt 4.13).
«Mi pacto que yo les mandé» (Jos 7.11). «Me he acordado de mi pacto. Por tanto…
os librare de su servidumbre» (Éx 6.5–6). Dios no rechazará a Israel por su
desobediencia ni los desechará «hasta consumirlos, invalidando mi pacto con
ellos» (Lv 26.44). «Ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres» (Dt 4.31). El
verbo más común es «cortar» [karat] un pacto, que siempre se traduce como en Gn
15.18: «IHVH hizo un pacto». Este uso parece derivarse de la ceremonia descrita en
Gn 15.9–17 (cf. Jer 34.18), en la que Dios se aparece como «una antorcha de fuego
que pasaba por entre los animales divididos» (Gn 15.17). Todos estos verbos
aclaran que en todos los casos la iniciativa es de Dios; es quien establece y cumple
los pactos.
Los seres humanos «entran en» (Dt 29.12) o se «unen» (Jer 50.5 rva; «juntan» rvr)
al «pacto». Deben «obedecer» (Gn 12.4) y «poner por obra» todos los
mandamientos del «pacto» (Dt 4.6). Pero, encima de todo, la «alianza» es un
llamado a que Israel ame a «IHVH tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y
con todas tus fuerzas» (Dt 6.5). La «alianza» divina es una relación de amor y
lealtad entre el Señor y su pueblo escogido.
De cuando en cuando, Israel «hizo pacto delante de IHVH, de andar en pos de IHVH
y de guardar sus mandamientos… para cumplir las palabras de este pacto escritas
en este libro» (2 R 23.3 rva). Se asemeja a su compromiso original: «¡Haremos todo
lo que IHVH ha dicho!» (Éx 19.8 rva; 24.7). Israel no propuso los términos de una
«alianza» con Dios. Respondió a su «pacto».
1365
P
Padre: Heb. ַ בא- Av, «padre; abuelo; antepasado; ancestro». Hay cognados de este
vocablo en ugarítico, acádico y fenicio, además de otras lenguas semíticas. Se
constatan unos 1.120 casos en el hebreo de la Biblia y durante todos los períodos.
Este nombre a veces describe la relación adoptiva, sobre todo cuando se usa con
relación al «fundador de una clase o posición social», como por ejemplo un oficio:
«Y Adá dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas, y crían
ganados» (Gn 4.20).
Av puede ser un título de respeto que por lo general se usa con varones mayores
de edad, como cuando David dijo a Shaúl: «Y mira, padre mío, mira la orilla de tu
manto en mi mano» (1 S 24.11). El término también se usa para maestros: «Elishá/
Eliseo, al verlo, gritó: ¡Padre mío, padre mío! ¡Carro de Israel, y sus jinetes!» (2 R
2.12). En 2 R 6.21, la palabra se aplica al profeta Eliseo y en Shoftím/Jue 17.10, con
relación a un kohen/sacerdote. El vocablo es también una forma respetuosa de
dirigirse al «marido»: «¿Acaso no me llamas ahora: «Padre mío», o «Tú eres el
amigo de mi juventud»?» (Jer 3.4 rva). En Bereshit/Gn 45.8 el nombre se aplica a
un «consejero»: «Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha
puesto por padre de Faraón, y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda
la tierra de Egipto». En cada caso, el sujeto que se denomina «padre» ocupa una
posición de privilegio y recibe la honra que le corresponde a un «padre».
Junto con bait («casa»), el vocablo av puede significar familia: «Hablad a toda la
congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un
1366
P
cordero según las familias de los padres [«casas paternas» rva, lba], un cordero por
familia» (Éx 12.3). Otras veces «familia» se indica con el plural de «padre»: «Y estas
son las cabezas de los padres [«casas paternas» rva, lba] de los levitas por sus
familias [«clanes» rva]» (Éx 6.25 rvr).
Dios es el «padre» de Israel (Dt 32.6). Él los engendró y los protege, el único al que
deben reverenciar y obedecer. En Malají/Mal 2.10 se nos dice que Dios es el
«padre» de todos los pueblos. Es el «protector» o «padre» particular de los que no
tienen padre: «Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su santa
morada» (Sal 68.5 lba). En su calidad de «padre» de un rey, Dios se solidariza en
particular con él y con su reino: «Yo seré para él, padre; y él será para mí, hijo.
Cuando haga mal, yo le corregiré con vara de hombres y con azotes de hijos de
hombre» (2 S 7.14 rva). No todo monarca era hijo de Dios, solo los que Él adoptaba.
En un sentido especial, el rey perfecto fue el Hijo adoptivo de Dios: «Yo publicaré el
decreto; IHVH me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy» (Sal 2.7). La
extensión, el poder y la duración de su reino se garantizan con la soberanía del
Padre (cf. Sal 2.8–9). Por otro lado, uno de los nombres de entronización del Mesías
es «Padre Eterno»: «Y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte,
Padre eterno, Príncipe de paz» (Is 9.6).
Pastorear: Verbo, heb. רעה- ra’áh, «pastar, pacer; pastorear, apacentar». Esta raíz
semítica común se encuentra en acádico, fenicio, ugarítico, arameo y arábigo. En el
Tanaj hay unos 170 casos en todos los períodos del hebreo. (Debe distinguirse este
término de su homónimo ra’áh, «asociarse».)
Ra’áh tiene que ver con la manera en que los animales domésticos se alimentan a
campo abierto bajo el cuidado de un pastor. La primera vez que se usa, Iaaqov/
Jacob dice a los pastores: «He aquí que todavía es temprano; todavía no es tiempo
de reunir todo el rebaño. Dad de beber a las ovejas e id a apacentarlas» (Gn 29.7
rva). Ra’áh puede referirse a toda la actividad de un pastor, como en el caso de
Iosef/José «cuando tenía diecisiete años, apacentaba el rebaño con sus hermanos»
(Gn 37.2 lba). Cuando se usa metafóricamente, el verbo indica la relación de un
líder con su pueblo. En Hebrón, el pueblo dijo a David: «En tiempos pasados,
cuando Shaúl aún reinaba sobre nosotros, tú eras quien sacaba y hacía volver a
Israel. Y IHVH te dijo: Tú pastorearás a mi pueblo Israel, y tú serás el soberano de
Israel» (2 S 5.2 rva). El verbo se usa en sentido figurado con la acepción de
«alimentar» o «animar»: «Los labios del justo apacientan a muchos, pero los
insensatos mueren por falta de entendimiento» (Pr 10.21 rva).
1367
P
רֹ עֵה- Ro’éh, «pastor». El nombre se halla unas 62 veces en el Tanaj. Se usa con
referencia a Dios, el Gran Pastor, quien apacienta o alimenta sus ovejas (Sal 23.1–4;
cf. Jn 10.11). Este concepto de Dios el Gran Pastor es muy antiguo; en el Tanaj
Iaaqov/Jacob es el que lo usa por primera vez en Gn 49.24: «Por el nombre del
Pastor, la Roca de Israel».
Cuando se aplica a seres humanos, ro’éh nos remite a los pueblos no israelitas. El
rey es el que encabeza el culto oficial y público y el mediador entre el dios (o
dioses) y el pueblo. Detrás de este uso está la idea de que el rey es el centro de
unidad de una nación, su supremo protector y líder, el que otorga toda bendición
material y administra justicia. Es interesante que ningún rey de Israel se adjudicó
el título de ro’éh (cf. 2 S 5.2). Posteriormente, «pastores» aun se aplica a líderes
que no eran reyes (cf. Is 44.28; Ez 34.2).
Son poco frecuentes otros nombres derivados de ra’áh. Mir’éh, que se encuentra 12
veces quiere decir «pasto o pastizal», el lugar en que los animales «pastan» y el
alimento que comen (Gn 47.4). Mar’it se encuentra 10 veces y se refiere a
«pastizal» (Sal 74.1). Lo mismo quiere decir re’it, que aparece solo una vez (1 R
4.23).
Paz: Heb. ׁשלָּ֑ ֹום- shalom, «paz, integridad, bienestar, salud». Esta es una raíz
semítica muy común cuyo significado es «paz» en acádico, ugarítico, fenicio,
arameo, siríaco, arábigo y etiópico.
El uso de shalom es frecuente (237 veces) y su gama semántica variada. Desde las
dos primeras ocasiones en que se usa el término en Bereshit/Gén, se puede
constatar este hecho: «Pero tú irás a tus padres en paz [shalom en el sentido de
«tranquilo», «a gusto», «despreocupado»] y serás sepultado en buena vejez» (Gn
15.15 rva). O bien, «de que no nos harás daño, como nosotros no te hemos tocado y
como solo te hemos hecho bien y te despedimos en paz [shalom con el significado
de «incólume», «ileso»]» (Gn 26.29 rva). No obstante, ambos usos son en esencia
los mismos, puesto que expresan el significado raíz de «integridad», «bienestar».
Ish shelomé («hombre de mi paz») indica un estado de ánimo que le permite a uno
sentirse a sus anchas, cómodo, con otra persona: «Aun mi amigo íntimo [«hombre
de mi paz» rvr, nrv], en quien yo confiaba y quien comía de mi pan, ha levantado
contra mí el talón» (Sal 41.9 rva, lba; cf. Jer 20.10). Es una relación de armonía y
bienestar, todo lo contrario a un estado de conflicto o guerra: «Yo amo la paz, pero
si hablo de paz, ellos hablan de guerra» (Sal 120.7 nvi). Shalom es una condición
del alma y de la mente que incentiva el desarrollo de facultades y capacidades. Este
estado de bienestar se experimenta tanto en el interior como en el exterior del ser.
En hebreo, esta condición se expresa con la frase beshaloÆm («en paz»): «En paz
[beshalom] me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, IHVH, me haces vivir
confiado» (Sal 4.8).
1368
P
Shalom también quiere decir «paz» en el sentido de una relación próspera entre
dos o más personas. En esta acepción, shalom no pasa de ser palabrería: «Saeta
mortífera es su lengua, engaño habla; con su boca habla cada uno de paz a su
prójimo, pero dentro de sí le tiende emboscada» (Jer 9.8 lba); diplomacia: «Sísara
huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber el queneo, porque había paz entre
Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber el queneo» (Jue 4.17 rva); o estrategia
bélica: «Si te responde con paz y te abre sus puertas, toda la gente que se halla en
ella te rendirá tributo laboral, y ellos te servirán» (Dt 20.11 rva).
Ieshaiá/Isaías profetizó acerca del «Príncipe de paz/Sar shalom» (Is 9.6), cuyo
reino introduciría un gobierno de «paz» (Is 9.7). Iejezqel/Ezequiel habló en cuanto
al nuevo pacto de «paz»: «Haré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno con
ellos. Los multiplicaré y pondré mi miqdash/santuario dentro ellos para siempre»
(Ez 37.26). El salmo 122 es uno de los grandes salmos de celebración y oración por
la «paz de Jerusalem»:«Pedid por la paz de Jerusalem» (Sal 122.6). En las
bendiciones israelitas se comunicaba la paz de Dios a su pueblo: «¡Sea la paz sobre
Israel!» (Sal 125.5 rva).
Verbo: Heb. ַ לֵםׁש- shalem, «estar completo, sano». El verbo, que aparece 103
veces, significa «estar completo» en 1 R 9.25 (lba): «Después que terminó la casa».
Otro verbo, shalam, quiere decir «hacer las paces»: «Cuando los caminos del
hombre son agradables a IHVH, aun a sus enemigos hace estar en paz con él» (Pr
16.7).
1369
P
Pecado: Heb. ֖און- aven, «iniquidad; vanidad; dolor». Este término tiene dos
cognados arábigos, aná («estar fatigado, cansado») y ainun («debilidad; dolor;
pena»); además, está emparentado con el vocablo hebraico aín («nada»). La
relación entre estos cognados, según algunos estudiosos, sugeriría que aven
significa la ausencia de todo lo que tiene verdadero valor. Por tanto, denotaría «sin
valor moral alguno», lo cual es el caso donde hay maldad, designios malvados y
maledicencia.
Otros eruditos aseveran que el término indica una «carga o dificultad penosa», es
decir, que el pecado es un peso arduo y agotador de «penas y dolores», que el
culpable acarrea sobre sí mismo o sobre otros. Esta acepción se encuentra en Sal
90.10: «Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos son
ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, pronto pasan, y
volamos». Un significado similar aparece en Pr 22.8: «El que siembra maldad
cosecha desgracias; el Señor lo destruirá con el cetro de su ira» (nvi).
Aven puede servir de término general para denotar crimen u ofensa, como en Mijá
/Miq 2.1 (rva): «¡Ay de los que en sus camas planean iniquidad … !» (cf. Is 1.13). En
algunos pasajes, el vocablo se refiere a falsedad o engaño: «Las palabras de su boca
son iniquidad y fraude; ha dejado de ser cuerdo y de hacer el bien» (Sal 36.3).
«Porque las imágenes han hablado vanidad» (Zac 10.2 rv; «iniquidad» lba). En Is
41.29 (rva) se dice que los ídolos engañan a sus seguidores: «He aquí que todos
son iniquidad, y la obra de ellos nada es. Viento y vanidad son sus imágenes de
fundición».
א ָֽׁשם- asham, «pecado; culpa; ofrenda por el pecado; transgresión; ofrenda por
una transgresión». Se encuentran cognados en arábigo: itmun («pecado; ofensa;
delito; crimen»), atimá («pecar, errar, resbalar») y atimun («pecaminoso; criminal;
malvado; perverso»). Sin embargo, los términos arábigos no incluyen la idea de
restitución. En los textos ugaríticos de Ras Shamra, el vocablo םטאse encuentra en
varios pasajes. Aunque no se puede constatar, los estudiosos creen que este
término ugarítico podría significar «ofensa» u «ofrenda por el pecado».
1370
P
sacerdote hará expiación por él, por su pecado cometido por inadvertencia, y le
será perdonado» (Lv 5.18 rva; cf. Lv 7.5, 7; 14.12–13). La declaración teológica más
significativa que contiene el vocablo <asham está en Is 53.10, que dice que el siervo
de IHVH se declaró asham en favor de una humanidad pecaminosa. Esto sugiere
que su muerte brindó una compensación de 120% por la ley quebrantada de Dios.
עמל- amal, «mal; pena; infortunio; daño; queja; maldad; trabajo». Este nombre
está relacionado con el verbo hebreo amal («trabajar»). El cognado arábigo amilá
significa «cansarse de arduo trabajo». El vocablo arameo amal quiere decir
«hacer», pero sin que esto necesariamente involucre ardua labor. El uso fenicio y
cananeo del término se aproxima más al arábigo; el libro de Kohelet/Eclesiastés
(que demuestra una considerable influencia fenicia) es un claro ejemplo de este
uso: «Asimismo, aborrecí todo el duro trabajo con que me había afanado debajo del
sol» (Ec 2.18 rva). «Y también, que es un don de Dios que todo hombre coma y
beba y goce del fruto de todo su duro trabajo» (Ec 3.13 rva). Un ejemplo
relacionado aparece en Sal 107.12 (rva): «Por eso sometió sus corazones con dura
labor; cayeron, y no hubo quien les ayudase».
Iov/Job 4.8 (rva) ilustra el significado de problema como malicia contra otros:
«Como he visto, los que aran iniquidad [aven] y siembran sufrimiento [amal]
cosechan lo mismo». El vocablo se encuentra en Sal 140.9 (rva): «En cuanto a los
que me rodean, la maldad de sus propios labios cubrirá sus cabezas». En Hab 1.3
(rva) también se hace referencia a las aflicciones que infligimos a otros: «¿Por qué
me muestras la iniquidad [aven] y me haces ver la aflicción [amal]? He aquí que
surgen pleitos y contiendas; la destrucción y la violencia están delante de mí».
ן ַעֹו- avon, «iniquidad». Este vocablo derivado de la raíz aváh, significa «doblado,
doblegado, torcido, pervertido» o bien «torcer y perverso». El cognado arábigo avá
quiere decir «torcer, doblegarse»; algunos estudiosos consideran que el verdadero
cognado es el término arábigo ghara («desviarse del camino»), pero hay menos
justificación para esta interpretación. Avon presenta el pecado como perversión de
la vida («torcerla fuera del camino correcto»), una perversión de la verdad («torcer
hacia el error»),o una perversion de la voluntad («doblar la rectitud a una
desobediencia deliberada»). El vocablo «iniquidad» es la mejor palabra equivalente,
a pesar de que el significado real de la raíz latina iniquitas es «injusticia; falta de
equidad; hostilidad; contrariedad».
1371
P
padre, para que él trate de quitarme la vida?» (cf. Is 43.24; Jer 5.25). Véase también
Job 14.17: «Mi reveldia [pesha] tienes sellada en una bolsa y recubres mi iniquidad
[avon]» (cf. Sal 107.17; Is 50.1).
ר ָּׁ֑שע
- rashá, «malvado; criminal; culpable». Algunos estudiosos relacionan este
vocablo y el término arábigo rash’a («estar flojo, suelto o dislocado»), si bien ese
término es escaso en arábigo literario. El cognado arameo reshá significa «ser
malvado» y el siríaco apel («hacer maldad»).
1372
P
En gran parte, el vocablo se refiere a pecado contra Dios (Lv 4.14). Los seres
humanos deben volverse del «pecado», que es un camino, un estilo de vida o una
acción que se aparta de aquello que Dios ha fijado (1 R 8.35). Por tanto, deben
apartarse del «pecado» (2 R 10.31), preocuparse por ello (Sal 38.18) y confesarlo
(Nm 5.7). El nombre se encuentra por primera vez en Gn 4.7, donde Caín recibe la
advertencia de que el «pecado está a la puerta». Quizás esta cita dé paso a un
segundo matiz del término, el «pecado» en general. Sin lugar a dudas, este énfasis
se halla en Sal 25.7 (rva), donde el nombre se refiere al pecado rebelde (que por lo
general se indica con pasha): «No te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de
mis rebeliones».
En dos pasajes, el vocablo también quiere decir «purificación del pecado»: «Así
harás con ellos para purificarlos: Rocía sobre ellos el agua para la purificación»
(Nm 8.7 rva; cf. 19.9).
El nombre Jet, también derivado del verbo jatat, se encuentra 33 veces en hebreo
bíblico. El vocablo significa «pecado» en el sentido de no alcanzar el blanco o
desviarse del camino. Esto puede consistir de algún pecado contra el prójimo (Gn
41.9: primer caso del término) o en contra de Dios (Dt 9.18). Segundo, indica la
«culpa» que acompaña un acto como este (Nm 27.3). El salmista confesó que su
1373
P
Adjetivo: Heb. ׁשע ָּ֑ ר- rashá, «malvado; culpable». En el ejemplo típico que
encontramos en Dt 25.2, el adjetivo se refiere a una persona que es «culpable de un
crimen»: «Sucederá que si el delincuente [culpable lba] merece ser azotado, el juez
lo hará… azotar en su presencia» (rva, cf. rvr). Una alusión semejante se halla en
Jer 5.26 (rva): «Porque en mi pueblo se encuentran impíos que vigilan como quien
ha puesto una trampa. Ponen objetos de destrucción y atrapan hombres». En 2 S
4.11 (lba), rasha se refiere específicamente a asesinos: «¿Cuánto más, cuando
hombres malvados han matado a un hombre justo en su propia casa y sobre su
cama?». La expresión «culpable de muerte» (rasha lamut) aparece en Nm 35.31
para indicar un asesino. Faraón reconoce que él y su gente son «impíos», culpables
de hostilidad hacia Dios y su pueblo (Éx 9.27).
רע- ra, «malo; maligno; malvado; terrible». Los estudiosos no están de acuerdo en
cuanto a la raíz de este término. Algunos creen que el término acádico raggu
(«perverso; malo») puede ser el cognado. Otros derivan el vocablo de la palabra
hebrea ra’a («quebrar, destrozar, aplastar»), que es un cognado del hebreo ratzatz
(«quebrar, destrozar»); a su vez ratzatz se relaciona con el arábigo radá («aplastar,
magullar»). Si esta derivación fuera exacta, implicaría que la acepción de ra es
pecado en cuanto a sus daños destructivos; pero la significación no es apropiada en
algunos de los contextos en que se halla.
1374
P
Ra puede también indicar ferocidad o fiereza: «Envió sobre ellos el furor de su ira,
enojo, indignación y angustia, como delegación de mensajeros destructores [ra]»
(Sal 78.49 rva). «Alguna mala fiera lo devoró» (Gn 37.20 rva; cf. Gn 37.33; Lv 26.6).
En casos menos frecuentes, ra sugiere severidad: «Porque así dice el Señor Dios:
¡Cuánto más cuando yo envíe mis cuatro terribles juicios contra Jerusalén!» (Ez
14.21 lba, cf. Dt 6.22); molestia: «Y el Señor apartará de ti toda enfermedad; y no
pondrá sobre ti ninguna de las enfermedades malignas de Egipto» (Dt 7.15 lba; cf.
Dt 28.59); muerte: «Cuando yo arroje contra vosotros las flechas malignas del
hambre, que son para destrucción» (Ez 5.16 rva; cf. «maligna espada», Sal 144.10);
o tristeza: «El rey me preguntó: ¿Por qué está triste tu rostro?» (Neh 2.2 rva).
El vocablo se usa también para denotar calidad pobre o inferior, como por ejemplo
una «mala» tierra (Nm 13.19), «higos muy malos» (Jer 24.2), vacas «de mal
aspecto» (Gn 41.3, 19) o un animal sacrificial inaceptable (Lv 27.10, 12, 14).
En Is 45.7 (rva), IHVH describe sus acciones diciendo: «Yo soy… quien hace la paz y
crea la adversidad [ra]». En este contexto, el vocablo no se refiere al «mal» en
sentido ético; se entiende más bien lo contrario de shalom («paz; salud;
bienestar»). Encontramos en todo el versículo la afirmación de que un Dios
soberano absoluto, el Señor, crea un universo bajo el gobierno de un orden moral.
La calamidad y el infortunio provienen sin lugar a duda de la maldad de personas
sin Dios.
Más a menudo, abar ilustra la acción de «cruzar» o «sobrepasar». (El término latino
transgredidor, del que se deriva el término transgredir en castellano, tiene el
significado similar de «ir más allá» o «cruzar».) El vocablo tiene que ver con cruzar
un arroyo o límite («pasar», Nm 21.22), invadir un país («cruzar», Jue 11.32 lba),
cruzar una frontera para atacar a un ejército enemigo («atravesar», 1 S 14.4 bla),
pasar encima («sobrepasar», Is 51.23, cf. lvp), desbordar las riberas de un río o de
alguna otra barrera natural («inundar», Is 23.10 lba), pasar una navaja sobre la
cabeza («cortar», Nm 6.5 nbe) y el pasar del tiempo («sobrevenir», 1 Cr 29.30 bj).
ַ א ַטח- jatá, «errar, pecar, ser culpable, perder un derecho, purificar». Hay 238 casos
de este verbo en todas las secciones del Tanaj. Se halla también en asirio, arameo,
etiópico, sabeo y arábigo.
Jueces 20.16 (rva) ilustra el significado básico del verbo: había 700 soldados
benjamitas zurdos, «todos los cuales tiraban una piedra con la honda a un cabello,
y no fallaban». Este significado se amplía en Pr 19.2: «Mucho yerra [«comete
1375
P
errores», cf. lvp; «peca» rvr, rva, nrv; «se extravía» bj, lba; «tropieza» nbe] quien
mucho corre» (nvi). En Gn 31.39 (rva) encontramos la forma intensiva: «Jamás te
traje los restos del animal despedazado; yo pagaba el daño».
De este significado básico surge el uso principal de jatá en el Tanaj: fracaso moral
hacia Dios y a los seres humanos e incluso algunas de sus consecuencias.
Encontramos el primer caso del verbo en Bereshit/Gn 20.6, la palabra de Dios a
Avimelej después que tomó a Sará: «No hay otro superior a mí en esta casa; y
ninguna cosa se ha reservado, sino a ti, porque eres su mujer. ¿Cómo, pues, haría
yo esta gran maldad y pecaría contra Elohim?» (cf Gn 39.9).
Encontramos una definición del pecado contra Dios en Jos 7.11: «Israel ha pecado y
también ha transgredido mi pacto que les ordené» (lba). Véase también Lv 4.27:
«Si alguno del pueblo de la tierra peca por inadvertencia, transgrediendo alguno de
los mandamientos de IHVH respecto a cosas que no se deben hacer, es culpable»
(rva). El mismo verbo puede referirse a los resultados de hacer el mal, como en Gn
43.9: «Seré ante ti el culpable para siempre». Después de prohibir las prácticas
adúlteras, Dt 24.1–4 concluye: «Es abominación delante de IHVH, y no has de
pervertir la tierra» (rvr); dice lba: «No traerás pecado sobre la tierra». En forma
parecida se dice de los que pervierten la justicia «que hacen que una persona sea
acusada por una palabra» (Is 29.21 lba). Esto nos lleva al significado en Lv 9.15
(rva): «Tomó el macho cabrío… lo degolló y lo ofreció por el pecado». El efecto que
causan las ofrendas por el pecado se describe en Sal 51.7: «Purifícame con hisopo,
y seré limpio» (cf. Nm 19.1–13). Otro efecto se halla en la palabra del profeta para
una Babilonia malvada: «Has pecado contra tu vida» (Hab 2.10 rvr; «corrompido»
rva; «malogrado» nbe; «contra ti mismo pecas» bj; «te has echado encima el mal»
bla).
1376
P
Por su gracia, solo Dios puede «perdonar» pecados. Los israelitas experimentaron
el «perdón» de Dios en el desierto y en la tierra prometida. Mientras el templo se
mantuviera, el sacrificio propiciatorio continuaría y los israelitas tendrían la
seguridad del «perdón» divino. Cuando destruyeron el templo y cesaron los
sacrificios, Dios envió la palabra profética de que en su gracia Él restauraría a
Israel del cautiverio y «perdonaría» sus pecados (Jer 31.34).
El salmista apela al gran nombre de Dios cuando pide «perdón»: «Por amor de tu
nombre, oh IHVH, perdona también mi iniquidad, porque es grande» (Sal 25.11
rva). David alaba a Dios por la seguridad del «perdón» de sus pecados: «Bendice,
alma mía, a IHVH, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona
todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias» (Sal 103.2–3). Los santos de
la primera alianza, aunque involucrados en ritos sacrificiales, pusieron su
confianza en Dios.
Perfecto: Adjetivo, Heb. ַ ִמיםּת- tamím, «perfecto; sin mácula; sincero; entero;
total; completo; cabal; lleno». Los 91 casos del vocablo están esparcidos en toda la
literatura bíblica; 51 de estos se encuentran en pasajes que tienen que ver con
ofrendas cúlticas.
Tamím quiere decir «completo», o sea, el estado de estar entero o de ser total: «Y
del sacrificio de las ofrendas de paz, traerá una ofrenda encendida a IHVH: el sebo,
la cola entera, que cortará cerca del espinazo» (Lv 3.9 lba). El sol se detuvo por «un
día entero» cuando Iehoshúa/Josué peleaba con los gabaonitas (Jos 10.13). En Lv
23.15 Dios ordena siete shabatot «completos» después de la fiesta de las primicias
más cincuenta días, entonces se ofrecería la ofrenda de las primicias del grano.
Cuando se vendía una casa ubicada dentro de una ciudad amurallada, la misma
podía ser rescatada en el plazo de un año «completo», o de otra manera, esta
pasaría a pertenecer en perpetuidad al nuevo dueño y a sus descendientes (Lv
25.30).
1377
P
Nombre: Heb. ֹםּת- tom, «totalidad». Este nombre, que tiene 25 casos, significa
«totalidad» con los siguientes matices: llenura (Job 21.23), inocencia o simplicidad
(2 S 15.11), integridad (Gn 20.5).
Verbo: ּת
ַ מם- tamam, «estar completo, terminado, sin mácula; ser consumado». El
verbo, que se encuentra 64 veces, tiene cognados en arameo, siríaco y arábigo. El
término significa «estar terminado o completo» en Gn 47.18 (rva): «Cuando se
acabó aquel año, fueron a él».
Cuando se usa con sentido temporal, ajaron tiene varios matices. Primero, quiere
decir «último» en contraposición a la primera de dos cosas: «Y sucederá que si no
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P
ajaron indica «futuro» o algo que vendrá: «La generación venidera, vuestros hijos
que se levanten después de vosotros y el extranjero que venga de tierra lejana,
cuando vean las plagas de la tierra» (Dt 29.22 rva).
Verbo: Heb. ַ חרא- ajar, «demorar, quedarse atrás, atrasar,retardar». Otros términos
derivados del mismo verbo son: «otro», «después», «hacia atrás». ajar se encuentra
en Éx 22.29 (rva) con el significado siguiente: «No demorarás en presentar las
primicias de tu cosecha ni de tu lagar. Me darás el primogénito de tus hijos».
Primogénito, Primicias: Heb. בְַ ֹ֤ ֹכר- bejór, «primogénito». Bejór se encuentra 122
veces en hebreo bíblico y durante todos los períodos. El vocablo se refiere al
«primogénito» de una familia (Gn 25.13); el término puede además referirse, en
forma colectiva, al «primogénito» de una nación (Nm 3.46). En ocasiones se
encuentra el plural de la palabra (Neh 10.36), aunque en este caso, el término se
refiere a animales. En otros pasajes, la forma singular de bejór indica un solo
«primogénito» animal (Lv 27.26; «primerizo rva) o en forma colectiva al
«primogénito» de un rebaño (Éx 11.5).
El hijo mayor o «primogénito» (Éx 6.14) tenía privilegios especiales dentro de una
familia. Recibía la bendición familiar especial, que denotaba liderazgo espiritual y
social y una doble porción de las posesiones del padre, o sea, el doble de lo que
recibían sus hermanos (Dt 21.17). Esta bendición la podía perder como resultado
de sus malas acciones (Gn 35.22) o si decidía venderla (Gn 25.29–34). Dios
reclamó como suyos a todo Israel y sus posesiones. Como prenda, todo Israel debía
dedicarle su «primogénito» (Éx 13.1–16). Los animales primogénitos debían
sacrificarse, redimirse o matarse, mientras que los «primogénitos» varones se
redimían, ya fuera con la sustitución de un levita o con el pago de un precio de
rescate (Nm 3.40ss).
1379
P
כּורים
ָ֗ ִ ִ ב- bikurím, «primicias». Este nombre se encuentra 16 veces. Las «primicias»
de la cosecha de granos y las frutas se ofrecían a Dios (Nm 28.26) en
reconocimiento a que Él era dueño de la tierra y a su soberanía sobre la naturaleza.
El «pan de las primicias» se amasaba con los primeros granos de la cosecha y se
presentaba a Dios en la fiesta de Pentecostés (Lv 23.20). El «día de las primicias»
era Pentecostés (Nm 28.26).
Procrear, Engendrar: Verbo, heb. ילד- ialad, «procrear, dar a luz, engendrar,
generar». Este verbo se halla en todas las lenguas semíticas y en casi todas las
formas verbales. La excepción más notable es en arameo bíblico. Si embargo, el
verbo arameo se encuentra ampliamente fuera de la Biblia. El verbo ialad está unas
490 veces en el Tanaj.
Un tema que a menudo aparece en la historia bíblica tiene como tipo a Avraham y
Sará. No teniendo herederos, Dios les hizo una promesa y les dio un hijo (Gn 16.1,
16). Esto comprueba que Dios controla el proceso generativo (Gn 20.17–18) y
concede hijos como señal de su bendición. Los profetas se valen de imágenes de la
procreación para ilustrar el terror que sobrecogerá a los hombres en el día de
IHVH (Is 13.8). Oseas usa imágenes de matrimonio y procreación para describir la
relación de Dios con Israel (Os 1.3, 6, 8). Uno de los pasajes que se debate
acaloradamente es Is 7.14, donde ialad se usa para profetizar el «nacimiento» de
Imanuel. Por último, los profetas a veces llegan a lamentar el día en que «nacieron»
(Jer 15.10).
Ialad describe la relación entre Dios e Israel también en otros pasajes. Esta relación
tiene particular relevancia para el rey que tipifica el Mashíaj/Mesías, el Hijo que
Dios «engendró» (Sal 2.7). Dios también dice que «engendró» a Israel como pueblo
(Dt 32.18). Esta declaración contrasta marcadamente con la aclaración de Moshé
/Moisés de que no fue él quien los engendró (Nm 11.12) y por tanto no quiere
tener nada más que ver con ellos.
1380
P
La Septuaginta traduce ialad con términos que expresan «dar a luz» (tinknein) o
«engendrar» (gennaoo).
Nombre: Heb. ַ לדי- ieled, «muchacho; niño». El nombre ieled difiere de ben
(«hijo») porque especifica con mayor claridad la relación paternal. Por ejemplo, la
criatura que Noemí crió fue un «niño» (Rt 4.16).
Hay más de 50 ejemplos de jalal con el significado de «comenzar». Tal vez el caso
más importante se encuentra en Gn 4.26. Allí se dice que después del nacimiento
de Set, engendrado por Adám y Javá/Eva después del homicidio de Hevél/Abel a
manos de Qaín, «los hombres comenzaron a invocar el nombre de IHVH». La
Septuaginta lo traduce más o menos así: «Esperaba [confiaba] invocar el nombre
del IHVH». La bj dice: «Este fue el primero en invocar el nombre de IHVH».
Debemos preguntar si tal vez el autor quiso decir que no fue sino hasta que nació
Janoj/Enoc el hijo de Shet que la gente «comenzó» a clamar juntos al nombre de
IHVH; o por otro lado, sí quiso decir que esta fue la primera vez que se usó el
nombre IHVH. En vista del relato en Gn 1–3, ninguna de las dos interpretaciones
parece probable. Quizás el autor simplemente dice que, a diferencia de la aparente
actitud de falta de temor a Dios de Qaín, la generación que comenzó con Shet y su
hijo Janoj/Enoc se reconoció por un estilo de vida temerosa hacia Dios. De ser
cierto, y en vista de la forma pasiva intensiva del verbo en este caso, la cita se
puede traducir así: «Entonces comenzaron de nuevo a invocar el nombre del
Señor».
1381
P
encuentra en el texto del Tanaj unas 115 veces. El primer caso se halla en 1 S 10.6,
donde Shemuel informa a Shaúl que cuando al encontrarse con cierto grupo de
profetas, «profetizarás con ellos; y serás cambiado en otro hombre» (rva). Este
incidente señala el hecho que hay cierta ambigüedad en el Tanaj sobre el uso de
este término, tanto verbo como nombre, como lo hay en los vocablos «profetizar» y
«profeta» en castellano. Por lo que el término veterotestamentario implica una
amplia gama de significados.
Con mayor frecuencia, naba sirve para describir la función del verdadero profeta
cuando comunica el mensaje de Dios al pueblo, bajo la influencia del Espíritu
divino (Ruaj HaKodesh) (1 R 22.8; Jer 29.27; Ez 37.10). «Profetizar» era una tarea
que un profeta no podía evitar: «Si habla el Señor IHVH, ¿quién no profetizará?»
(Am 3.8 rva; cf. Jer 20.7, donde Jeremías confiesa que se siente al mismo tiempo
atraído y forzado a ser profeta). Pese a que la fórmula «la palabra de IHVH vino [al
profeta]» se usa literalmente centenares de veces en el Tanaj, en realidad no hay
indicación alguna de cómo esto acontecía mediante el intelecto, una visión o alguna
otra vía. Algunas veces, sobre todo en los primeros profetas, habría tal vez una
experiencia extática de por medio, como en 1 S 10.6, 11; 19.20. En algunos casos se
menciona la música como un medio de profetizar, como en 1 Cr 25.1–3.
Los falsos profetas también profetizaban, aunque no por el Espíritu divino (Ruaj
HaKodesh): «No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas
ellos profetizaban» (Jer 23.21). Se condena rotundamente a los falsos profetas
porque no hablan la palabra auténtica: «Profetiza contra los profetas de Israel que
profetizan. Di a los que solo profetizan lo que hay en sus propios corazones:
Escuchad la palabra de IHVH… ¡Ay de los profetas insensatos que andan tras su
propio espíritu, y que nada han visto!» (Ez 13.2–3 rva). Particularmente los falsos
profetas eran dados a estados de frenesí que les impulsaba a profetizar, aun
cuando no se especifica con claridad cuál era el contenido de dicha actividad (1 R
22.10). Lo que es importante recordar es que, en el contexto bíblico, «profetizar»
puede referirse a cualquier cosa desde el éxtasis frenético de un falso profeta hasta
la proclamación sobria y mesurada del juicio de Dios a través de un Amós o un
Ieshaiá/Isaías.
«Profetizar» implica mucho más que predecir hechos futuros. A decir verdad, la
primera preocupación del profeta es hablar la Palabra de Dios a la gente de su
tiempo, llamándoles a fidelidad al pacto. El mensaje del Naví/profeta estaba
condicionado a la respuesta del pueblo. O sea que por su respuesta a esta palabra
el pueblo determinaba en gran medida lo que sería el futuro, como lo ilustra la
respuesta de los ninivitas a la predicación de Ioná/Jonás. Con todo, en algunos
momentos hay un elemento de predicción, como cuando Najúm predice la caída de
Nínive (Nah 2.13) y en los varios pasajes mesiánicos (Is 9.1–6; 11.1–9; 52.13–
53.12).
Naví quiere decir «profeta», ya sea verdadero o falso (cf. Dt 13.1–5). Los
verdaderos profetas eran portavoces del Dios verdadero. En 1 Cr 29.29 se
1382
P
encuentran tres vocablos que significan «profeta»: «Los hechos del rey David,
primeros y postreros, están escritos en el libro de las crónicas de Shemuel vidente
[roéh], en las crónicas del profeta [naví] Natán, y en las crónicas de Gad vidente
[jozeh]». Los términos que se traducen «vidente» subrayan el medio por el que el
«profeta» se comunicaba con Dios, pero no nos explican en qué se diferenciaban a
otros profetas (cf. 1 S 9.9). El primer caso de naví tampoco contribuye a aclarar
este punto: «Ahora pues, devuelve la mujer a su marido [Avraham], porque él es
profeta y orará por ti, y tú vivirás» (Gn 20.7 rva).
El segundo caso de naví sí aclara el significado del término: «Entonces IHVH dijo a
Moshé/Moisés: Mira, yo te he constituido elohím (autoridad) para Faraón, y tu
hermano Aharón será tu profeta (naví)» (Shemot/Éx 7.1). El antecedente de esta
declaración se encuentra en Shemot/Éx 4.10–16, donde Moshé/Moisés alega su
incapacidad de hablar claramente, por lo que no estaba en condición de entrar en
la presencia del faraón como portavoz de Dios. IHVH prometió designar a Aharón
(hermano de Moshé/Moisés) como portavoz suyo: «Él hablará por ti al pueblo y
será para ti como boca, y tú serás para él como elohim» (Éx 4.16 rva). En Éx 7.1
encontramos la misma idea con palabras diferentes. Queda bien claro que un
«profeta» equivale a uno que habla en nombre de otro, que actúa como su «boca».
Este significado básico de naví encuentra apoyo en otras citas. En el pasaje clásico
de Dt 18.14–22, Dios promete levantar otro «profeta» como Moshé/Moisés para
ser portavoz de Dios (v. 18). El pueblo debía obedecer y rendiría cuentas por lo
que Él les dijera (v. 19). Sin embargo, si las palabras del «profeta» resultaban
falsas, este debía morir (v. 20). En primer lugar, estas palabras constituyen una
promesa y definición de la larga sucesión de profetas de Israel. Al fin y al cabo es
una promesa acerca del Gran Profeta, el Mesías/Mashíaj. Por último, aunque el
«profeta» o vidente hiciera milagros en demostración de ser hombre de Dios, el
pueblo, sin embargo, debía prestar atención primero al mensaje y después fijarse
en el milagro, en lugar de lo contrario (Dt 13.1–5).
1383
Q
La palabra popular para «romper cosas», shabar, describe acciones como quebrar
cántaros o vasijas (Jue 7.20; Jer 19.10), arcos (Os 1.5), espadas (Os 2.18 rva),
huesos (Éx 12.46) y yugos (Jer 28.10, 12–13). A veces se usa en sentido figurado
para hablar de un corazón o de un sentimiento «quebrantado» (Sal 69.20; Ez 6.9).
En su modalidad intensiva, shabar se refiere a «quebrar» algún objeto como las
tablas de la Ley (Éx 32.19) o «despedazar» imágenes de ídolos (2 R 11.18), o bien
árboles «destrozados» por el granizo (Éx 9.25).
Quemar: Verbo, heb. ַ רףש- saraf, «quemar». Este vocablo, que se basa en un
término semítico común, se encuentra en dos antiguas lenguas, acádico y ugarítico,
así como en toda la historia del idioma hebreo. Su forma verbal aparece casi 120
veces en el Tanaj. La primera mención de saraf está en Gn 11.3 (rva), donde se
relatan los hechos de la torre de Babel: «Venid, hagamos adobes y quemémoslos
con fuego».
Puesto que la característica principal del fuego es quemar, el término saraf se usa
generalmente para describir la destrucción de objetos de todo tipo. Se «quemó» la
puerta de la torre de una ciudad (Jue 9.52), así como varias ciudades (Jos 6.24; 1 S
30.1), carros (Jos 11.6, 9), ídolos (Éx 32.20; Dt 9.21), así como el rollo que Jeremías
dictó a Baruc (Jer 36.25, 27–28). Para los antiguos semitas era un terrible agravio
«quemar» los huesos de un difunto, como hicieron los moabitas con los huesos del
rey de Edom (Am 2.1). «Quemar» cuerpos humanos sobre el altar sagrado era un
tremendo acto de profanación (1 R 13.2). Iejezqel/Ezequiel «quemó» la tercera
parte de su cabello como símbolo de que una parte del pueblo de Israel sería
destruido (Ez 5.4).
שר ַ֨ ִפים
ְַ - Serafím, «ardiente, noble». Serafím se refiere a los seres ministrantes en Is
6.2, 6 y podría sugerir alguna forma serpentina (aunque con alas, manos humanas
y voces) o bien seres «fulgurantes». Uno de los serafím ministró a Isaías llevándole
un carbón encendido del altar.
1384
Q
Quemar Incienso: Verbo, heb. קטר- qatar, «quemar incienso, provocar que el
humo se eleve». La raíz principal de este verbo aparece en acádico. Formas
relacionadas encontramos en ugarítico, fenicio y hebreo posbíblico. En hebreo
bíblico nunca se usa el verbo en su raíz principal, sino solo en las raíces causativa e
intensiva (con sus respectivos pasivos).
El primer caso de qatar está en Éx 29.13: «Tomarás también todo el sebo que cubre
las vísceras, el sebo que está sobre el hígado y los dos riñones con el sebo que los
cubre, y lo harás arder sobre el altar» (rva). Técnicamente este verbo significa
«ofrecer verdaderas ofrendas» cada vez que aparece en su raíz causativa (cf. Os
4.13; 11.2), aunque solo puede referirse a «quemar incienso» (2 Cr 13.11). Las
ofrendas se queman con el fin de que el objeto quemado se transforme en humo
(esencia etérea del ofrendante), a fin de que ascienda a Dios como olor agradable y
acepto. Lo que se sacrificaba consistía en su mayoría de alimentos comunes y de
esta forma Israel ofrecía a Dios la misma vida, las labores y el fruto del trabajo.
La raíz intensiva (que solo aparece después del Pentateuco) siempre se refiere a
«falsos cultos». Esta forma de qatar puede indicar la «totalidad del culto» (2 Cr
25.14). Por lo general, tales actos eran idolátricos, en imitación del culto cananeo
(Is 65.7). Eran cultos blasfemos y vergonzosos (Jer 11.17). Quienes así «quemaban
incienso» eran culpables de olvidarse de Dios (Jer 19.4) y la práctica en sí no
aportaba esperanza alguna a los involucrados en ella (Jer 11.12). En tono irónico,
Amós dice a los israelitas que vengan a Gilgal y Bet-El (altares idólatras) para
«ofrecer» un sacrificio de gracias. La ironía del caso se percibe con más claridad en
hebreo porque Amós usa la raíz intensiva de qatar.
Nombre: Heb. קְ טֹ֖ רת- qetoret, «incienso». El primer caso bíblico de qetoret está en
Éx 25.6 y el término se usa un total de 60 veces. En Pr 27.9 el vocablo quiere decir
«perfume».
Qiter significa «incienso». El término aparece una sola vez en el Tanaj, en Jer 44.21.
Otro nombre, qetoráh, significa «incienso» y solo se encuentra en Dt 33.10. Qitor se
refiere al «humo o vapor», no de los sacrificios sino en sus otras manifestaciones.
1385
R
La cita en Sal 148.8 («vapor») es uno de cuatro casos en Tanaj. Muqtar significa
«encender incienso». Se usa una única vez, en Mal 1.11: «Y en todo lugar se ofrece a
mi nombre incienso».
Querer, Disponer: Heb. ַ בהא- abáh, «querer, disponer, consentir». Este vocablo es
común a todos los períodos de la lengua hebrea; aparece en la Biblia hebrea un
poco más de 50 veces. La primera mención es en Gn 24.5, cuando el siervo de
Avraham, antes de que lo enviaran a buscar esposa para Isaac, dice: «Quizá la
mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra».
Se debe tomar en cuenta que con solo 2 excepciones (Iov/Job 39.19; Ieshaiá/Is
1.9), el vocablo se usa en el Tanaj en sentido negativo para indicar falta de
voluntad o consentimiento. A decir verdad, aun en los dos casos positivos
pareciera haber alguna expectativa o algún aspecto negativo subyacente. Iov/Job
pregunta: «¿Querrá el búfalo servirte a ti… ?» (Job 39.9); Ieshaiá/Isaías parece casi
desesperanzado cuando dice a Judá: «Si queréis y obedecéis, comeréis de lo mejor
de la tierra» (Is 1.19 rva).
Recto, Justo: Adjetivo, heb. ׁשר ֹ֤ י- iashar, «recto; bueno; justo». Este adjetivo
aparece primero en Éxodo con un modismo: «Si escuchas atentamente la voz de
IHVH tu Dios y haces lo recto ante sus ojos; si prestas atención a sus mandamientos
y guardas todas sus leyes, ninguna enfermedad de las que envié a Egipto te enviaré
a ti, porque yo soy IHVH tu sanador» (Éx 15.26 rva). El término es raro en el
Pentateuco y en los escritos proféticos. Yasharpredomina en pasajes poéticos y se
usa idiomáticamente («hacer lo que es recto») en los libros históricos; cf. 1 R 15.5:
«Por cuanto David había hecho lo recto ante los ojos de IHVH, y de ninguna cosa
que le mandase se había apartado en todos los días de su vida, salvo en lo tocante a
Urías heteo».
Iashar con el sentido de «recto» tiene que ver con cosas concretas y conceptos
abstractos. Shemuel se comprometió a instruir al pueblo de Dios «en el camino
bueno y recto» (1 S 12.23). Nejemiá/Nehemías agradeció a Dios por darles sus
rectas ordenanzas: «Descendiste sobre el monte Sinaí y les hablaste desde el cielo.
Les diste decretos rectos, instrucciones fieles, leyes y mandamientos buenos» (Neh
1386
R
Un caso del verbo está en 1 Cr 13.4 (rva): «Toda la congregación dijo que se hiciese
así, porque el asunto pareció bien a todo el pueblo». Con este uso yashar tiene el
sentido de ser placentero o agradable. En Hab 2.4 el vocablo sugiere rectitud
moral.
Nombre: Heb. ַֹ רׁשַי- iosher, «rectitud». Este nombre aparece una 15 veces. Un caso
es en Pr 2.13: «Los que se apartan del camino recto para andar por sendas
tenebrosas» (nvi).
El nombre Ieshurun es un título honorífico para Israel (Dt 32.15; 33.5). Mishor
significa «lugar parejo, rectitud». En 1 R 20.23 (rva) mishor se refiere a una
«llanura». En Is 11.4 el término se refiere a «rectitud»: «Con equidad arbitrará a
favor de los afligidos de la tierra».
1387
R
Redimir: Verbo heb. גאל- ga’al, «redimir, liberar, vengar, asumir responsabilidad
de pariente». Este grupo semántico se usa unas 90 veces, sobre todo en el
Pentateuco, Salmos, Isaías y Rut. La raíz parece ser casi exclusivamente hebrea, ya
que el único cognado que se conoce es un nombre propio amorreo.
La primera cita en que se encuentra go’el es Gn 48.16 (rva): «El mensajero que me
redime [Iaaqov] de todo mal»; en este caso «redimir» quiere decir «liberar». Se usa
básicamente para referirse a la liberación de personas y propiedades vendidas
para cancelar deudas, como se puede ver en Lv 25.25 (rva): «Si tu hermano se
empobrece y vende algo de su posesión, vendrá su pariente más cercano y
rescatará lo que su hermano haya vendido». Si consigue los recursos para hacerlo,
la misma persona puede efectuar la «redención» (Lv 25.26). Por otro lado, un
hombre empobrecido puede venderse a sí mismo a otro israelita (Lv 25.39) o a
algún extranjero que morase en Israel (Lv 25.47). Quien tenía la responsabilidad
de «redimir» era el pariente más cercano: hermano, tío, primo o el pariente varón
más próximo (Lv 25.25, 48–49). La persona (pariente) que «redimía» al que estaba
en dificultades económicas se conocía como «pariente redentor». Esta es la idea
implícita en Rt 2.20. En Dt 19.6 el redentor lleva el nombre de «vengador de la
sangre» o «vengador» y tenía la responsabilidad de ejecutar al homicida de su
pariente. El verbo aparece 12 veces con este significado (p. ej., Nm 35.12, 19, 21,
24, 27).
La mayoría de los casos en este grupo semántico se refieren a Dios que prometió:
«Yo soy IHVH… Os redimiré con brazo extendido y con grandes actos justicieros»
(Éx 6.6 rva; cf. Sal 77.15). Israel confiesa: «En tu misericordia guías a este pueblo
que has redimido» (Éx 15.13 rva). «Se acordaron de que Dios es su Roca; de que el
Dios Altísimo es su Redentor» (Sal 78.35 rva).
1388
R
de sus beneficios… el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y de
misericordia» (Sal 103.2, 4).
Padáh indica la acción interventora o sustitutiva que logra liberar a alguna persona
de una situación desagradable. En circunstancias más seculares, mediaría la
entrega de algún valor. No obstante esto, 1 S 14.45 (rva) indica que el dinero no es
intrínseco al uso de esta palabra; Saúl se empecina en ejecutar a Jonatán por su
transgresión involuntaria, mas «el pueblo libró a Iehonatan/Jonatán, y este no
murió». Una de las condiciones que exigen «rescate» es la esclavitud (Éx 21.8; Lv
19.20).
כפר - kapar, «redimir, propiciar, expiar». Kapar tiene una gama de significados
seculares y no teológicos paralelos a padah. Sin embargo, kapar adquirió un
significado técnico dentro de los ritos judíos. Al nivel más básico de significado,
kapar denota una transacción material o un «rescate».
1389
R
Con mayor frecuencia kapar se relaciona con ciertos ritos y el sujeto inmediato es
un sacerdote. Toda clase de ritos sacrificiales se entiende en términos de kapar. Se
denomina kapar a la acción de los sacerdotes cuando untan sangre sobre el altar
durante las «ofrendas por el pecado» (jatta<t) llamadas «propiciación» (Éx 29.36–
37; Lv 4.20, 31; 10.17; Nm 28.22; 29.5; Neh 10.33). No se resalta tanto el uso de
sangre en los sacrificios, aunque la relación con la «propiciación» sigue en pie,
sobre todo con la «ofrenda por la culpa» (Lv 5.16, 18; 6.7; 7.7; 14.21; 19.22; Nm
5.8). El principio se mantiene aún cuando los pobres, que no pueden ofrecer un
animal o un ave, sacrifican un poco de harina: un caso donde queda claro que no
media sangre (Lv 5.11–13). «Propiciar» (kapar) es también el propósito del
«holocausto» (Lv 1.4; Nm 15.25). El único tipo de sacrificio mayor que no se
considera una «propiciación» en Levítico es la «ofrenda de grano» (minjah) en Lv
2, aunque Ez 45.15, 17 sí lo incluye dentro de esta categoría. En 1 Crónicas 6.49 se
aplica el concepto al ministerio sacerdotal en general. Cada año la relación entre
los diversos ritos y kapar llegaba a un clímax en el Día de Expiación (Yom Kippur),
descrita en detalles en Lv 16.
Todos los sacrificios del mundo nunca podrían satisfacer la justicia de Dios (p. ej.,
Miq 6.7; Sal 50.7–15). Por lo tanto, solo Él mismo puede brindar una propiciación y
expiación por el pecado que aplaque su ira. Un Dios justo no puede ser ni
implacable ni caprichoso, por eso Él mismo ofrece el «rescate» o sacrificio
sustitutivo que le satisface. El sacerdote está delante del altar en lugar de Dios
cuando presenta el sacrificio requerido; en otros términos, sacrificar no es
esencialmente una acción humana, sino más bien divina: es la acción de un Dios
misericordioso y perdonador.
Nombre: Heb. ַ הגְַאֻל- geuláh, «derecho a redención». Este vocablo tiene que ver
con la liberación de personas y de propiedades vendidas para cancelar deudas. La
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Por tanto, el verbo samaj sugiere tres elementos: (1) sentimiento espontáneo y
momentáneo de júbilo, (2) sentimiento tan fuerte que tiene que exteriorizarse, (3)
sentimiento motivado por algún estímulo externo y momentáneo.
El verbo se usa en forma intransitiva para indicar una acción que se vuelve sobre el
sujeto (cf. 1 S 11.9). Cuando Dios es el sujeto, Él es el que «se regocija lleno de
júbilo»: «Que la gloria del Señor perdure eternamente; que el Señor se regocije en
sus obras» (nvi). Los santos deben «alegrarse en el Señor y regocijarse y dar voces
de júbilo» (cf. Sal 32.11 lba). De ahí que samaj expresa alegría y gozo. En el lugar
que el Señor escogiere, Israel debe «regocijarse» en todas sus bendiciones (Dt
12.7). En este contexto, el verbo describe una situación en que uno se coloca en
circunstancias dadas. Por extensión, el vocablo tiene un significado técnico
relacionado con todo lo que se hace al preparar una fiesta para Dios: «El primer día
tomaréis para vosotros fruto de árbol hermoso: ramas de palmera, ramas de
1391
R
Nombre: Heb. ִש ְמחַ֥ה- simjáh, «gozo». Este nombre, que también se halla en
ugarítico, aparece 94 veces en hebreo bíblico. Simjáh es un término técnico para la
expresión externa de «gozo» (Gn 31.27: primer caso en el Tanaj; cf. 1 S 18.6; Jer
50.11) como para el sentimiento y concepto abstracto de «gozo», que es el
significado más usual (Dt 28.47). Expresa también toda la actividad festiva delante
de Dios: «Así todo el pueblo se fue a comer y a beber, a enviar porciones y a
regocijarse con gran alegría» (Neh 8.12 rva).
Reino: Heb. תמלְ כּו- malkut, «reino; reinado; gobierno». El vocablo malkut
aparece 91 veces en el Tanaj y parece corresponder al hebreo bíblico tardío. Se
menciona por primera vez en Nm 24.7 (rva): «El agua correrá de sus baldes; su
simiente tendrá agua en abundancia. Su rey será más grande que Agag; su reino
será enaltecido».
1392
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Similar al significado básico es el uso de mamlakah para denotar «rey», puesto que
el rey se consideraba la personificación del «reino». Se le tenía por símbolo del
propio reino: «Así ha dicho IHVH Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto,
librándoos de mano de los egipcios y de mano de todos los reinos que os
oprimieron» (1 S 10.18; en hebreo el nombre «reinos» es femenino, pero el verbo
«oprimir» tiene una forma masculina, lo cual indica que «reinos» significa «reyes»).
Todo dominio humano está bajo el control de Dios. Por consiguiente, Tanaj
reconoce plenamente el reinado de Dios. IHVH gobernó como rey sobre su pueblo
Israel a través de David y sus sucesores hasta el cautiverio (1 Cr 29.11; 2 Cr 13.5).
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R
En los KeTeR (N.T) todos los significados analizados se asocian con el término
griego basileia («reino»). Así se traducen la mayoría de los casos de mamlajáh en la
Septuaginta, por lo que no debe sorprender que los autores neotestamentarios
usaran este vocablo para referirse al «reino» de Dios: el dominio, el rey, su
soberanía y nuestra relación con Dios mismo.
מלך- melej, «rey». El vocablo se encuentra unas 2.513 veces en el Tanaj. Varias de
ellas en Bereshit/Gn 14.1: «Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar, de Arioc
rey de Elasar, de Quedorlaomer rey de Elam, y de Tidal rey de Goím» (rva).
Remanente: Heb. שאֵ ִרי ְ ת- she’erit, «resto; remanente; residuo». La idea del
«remanente» juega un papel prominente en la economía salvífica divina en todo el
Tanaj. El concepto del «remanente» se aplica particularmente a los israelitas que
sobrevivieron calamidades como guerras, pestilencias y hambrunas, gente a la que
IHVH en su misericordia protegió para que fuera su pueblo escogido: «Porque de
Jerusalén saldrá un remanente, y del monte Tzión los sobrevivientes. ¡El celo de
IHVH de los Ejércitos hará esto!» (2 R 19.31 rva; cf. Esd 9.14).
Reiteradamente los israelitas sufrieron grandes catástrofes que les llevaron hasta
el borde de la extinción. Por eso oraban a menudo como en Jer 42.2: «Acepta ahora
nuestro ruego delante de ti, y ruega por nosotros a IHVH tu Dios, por todo este
resto (pues de muchos hemos quedado unos pocos, como nos ven tus ojos)».
Ieshaiá/Isaías se vale 5 veces del término she’erit para denotar a los que quedarían
después de las invasiones asirias: «Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y del
monte Sion los sobrevivientes. ¡El celo de IHVH de los Ejércitos hará esto!» (Is
37.32 rva).
Mijá/Miqueas también anunció el regreso del pueblo judío después del cautiverio.
Profetizó: «Ciertamente reuniré a todo Iaaqov/Jacob. Ciertamente recogeré al
remanente de Israel» (2.12 rva). También predijo: «De la que cojea haré un
remanente, y de la agobiada haré una nación poderosa. Y IHVH reinará sobre ellos
en el monte Tzión, desde ahora y para siempre» (4.7 rva). En 5.7–8 y 7.18, Mijá
/Miqueas anuncia un concepto similar.
Tzefaniá/Sofonías, profeta del siglo siete, identifica el «remanente» con los pobres
y humildes (2.3, 7; 3.12–13). Zejariá/Zacarías anuncia que un «remanente»
presenciará la venida del reino del Mesías (12.10–13.1; 13.8–9).
1394
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ׁש ֹ֤אר
ְַ - She’ar, «resto; remanente; residuo». Ieshaiá/Isaías describe el «remanente»
de Israel: «Acontecerá en aquel día que el remanente de Israel y los de la casa de
Iaaqov/Jacob que hayan escapado nunca más se apoyarán en el que los golpeó,
sino que verdaderamente se apoyarán en IHVH, el Santo de Israel» (Is 10.20 rva).
Nótese que se puede percibir una doble temática en los pasajes proféticos
relacionados con el «remanente»: (1) Sobrevivirá un «remanente» cuando se
castiga al pueblo, y (2) la sobrevivencia del «remanente» y el hecho de que perdura
contiene una nota de esperanza para el futuro. En Is 10.21 se anuncia: «¡Un
remanente volverá; un remanente de Iaaqov/Jacob volverá al Dios fuerte!» (rva).
En Is 11.11 el profeta proclama: «Asimismo, acontecerá en aquel día que IHVH
volverá a poner su mano para recobrar el remanente que habrá quedado de su
pueblo, desde Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar, Hamat y las costas del
mar» (rva).
El significado más general de ieter es «el resto; lo que queda»: del botín (Nm
31.32); de los gigantes (Dt 3.11); del reino (Jos 13.27); y del pueblo (Jue 7.6).
Encontramos una buena ilustración de esto en lo que Ioel/Joel enseña sobre las
langostas: «Lo que quedó de la oruga comió el saltón [la langosta], y lo que quedó
del saltón comió el revoltón [pulgón]; y la langosta comió lo que del revoltón había
quedado» (Jl 1.4).
Los profetas usaron she’erit como un término técnico para «el remanente de
Israel». Predijeron que después del cautiverio un «remanente» de temerosos de
Dios regresarían a la tierra (cf. Hag 2.2–3). Algunos profetas (Miq, Sof 2.9) usaron
ieter con este propósito: «Sin embargo, Dios los abandonará hasta el tiempo en que
dé a luz la que ha de dar a luz, y vuelva el resto [ieter] de sus hermanos para
reunirse con los hijos de Israel (Miq 5.3).
Las traducciones del término en la Septuaginta son: loipos («lo que queda; resto; lo
restante») y kataloipos («lo que queda; sobrante»).
Otros nombres que aparecen con poca frecuencia tienen relación con ieter. Ioter
(«ventaja; exceso; excedente; sobre») se puede encontrar en Ec 6.8 (rva): «¿Qué
ventaja tiene el sabio sobre el necio? ¿Qué gana el pobre que sabe conducirse ante
los demás seres vivientes?» Itra quiere decir «abundancia» o «riquezas» y se
encuentra únicamente en Jer 48.36. Itron puede referirse a «ventaja, ganancia,
lucro» y aparece solamente en Ec 1.3; 2.11. Ioteret, «apéndice del hígado», aparece
unas 10 veces (cf. Éx 29.13, 22; Lv 3.4, 10, 15). Motar, que significa «abundancia,
superioridad, lucro», se encuentra en Pr 14.23.
1395
R
Verbo: Heb. ַ ראַׁש- sha’ar, «quedar, sobrar». Este verbo y sus nombres derivados
aparecen unas 220 veces en el Tanaj.
Durante el período del precautiverio, Isaías hizo hincapié en la idea del remanente.
El profeta habla de juicio sobre la tierra, pero que el remanente «quedaría»: «Por
esta causa una maldición ha devorado la tierra, y los que la habitan son culpables.
Por esta causa han disminuido los habitantes de la tierra, y quedan muy pocos
seres humanos» (Is 24.6 rva). Isaías 4.3 se refiere al «remanente» que comparte
santidad: «Acontecerá que el que se quede [sha’ar] en Tzión, como el que sea
dejado en Ierushalaím/Jerusalén, será llamado santo».
En los escritos de los profetas, la idea del «remanente» fue adquiriendo una
relevancia cada vez mayor. Sin embargo, ya desde el Pentateuco se comenzaba a
manejar el concepto. La idea de «los que quedaron» o «escaparon», en particular
una parte del pueblo de Israel, se remonta hasta Devarim/Dt 4.27 (rva): «IHVH os
esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las
cuales os llevará IHVH» (cf. Dt 28.62). En estos pasajes, Moshé/Moisés advierte
que si Israel deja de cumplir con los requisitos del pacto, el IHVH los esparciría
entre las naciones y entonces volvería a reunir un «remanente».
יתר- iatar, «sobrar, ser superfluo». Este verbo está relacionado con otras lenguas
semíticas donde la raíz iatar/vatar expresa una condición de abundancia
(ugarítico, fenicio, arábigo). En hebreo, muchas formas se derivan del verbo yatar.
El término se encuentra unas 107 veces, entre ellas en Dn 10.13 (rva): «El príncipe
del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí que Miguel,
uno de los principales príncipes, vino para ayudarme; y quedé allí con los reyes de
Persia».
Reposar: Heb. ַ נּוח- nuaj, «descansar, asentar, permanecer, estar quieto». Este
vocablo está presente en hebreo, tanto antiguo como moderno, así como en
acádico y ugarítico. Se encuentra alrededor de 65 veces en el Tanaj, comenzando
con Bereshit/Gn 8.4 rva: «Se asentó el arca sobre los montes de Ararat» («reposó»
rv, rvr, rv-95; «descansó» lba, bla; «se detuvo» lvp; «varó» bj; «encalló» nbe). El
vocablo, con sus múltiples traducciones, ilustra el uso frecuente de este término
que expresa el asentamiento físico de algún objeto en algún lugar determinado.
Otros ejemplos son las aves (2 S 21.10), los insectos (Éx 10.14) y las plantas de los
pies en las aguas del Jordán (Jos 3.13).
1396
R
Es importante señalar que mientras nuaj se usa a veces como sinónimo de shabat,
«cesar, reposar» (Éx 20.11), básicamente, shabat significa «cesar» de trabajar, sin
que ello en realidad implique «reposar». El autor de Gn 2.3 no quiere decir que
Dios reposa de sus labores, sino más bien del trabajo creativo que culminó.
Residir, Morar: Verbo, heb. רגּו- gur, «morar como un forastero, un transeúnte».
Este término solo se encuentra en semítico septentrional y en hebreo extrabíblico
únicamente como nombre. En hebreo bíblico el vocablo gur aparece 84 veces y
durante todos los períodos de la lengua. Esta acepción de gur debe distinguirse de
otra que significa «temer» (Nm 22.3).
El verbo quiere decir «morar en una tierra como huésped». El primer caso del
término está en Bereshit/Gn 12.10, donde se narra que Avram viajó a Egipto y
moró allí como huésped. En Bereshit/Gn 21.23, Avraham pacta con Avimelej, quien
le advierte: «Conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo, y con la
tierra en donde has morado».
Nombre: heb. ר ֵַג- ger, «huésped; extranjero». Ger se encuentra unas 92 veces en
todos los períodos del hebreo bíblico.
En Israel un ger, al igual que un sacerdote, no podía poseer tierras y gozaba de los
privilegios del tercer diezmo. Cada tres años el diezmo de la cosecha debía
depositarse en la entrada de la ciudad ante los ancianos para que se ditribuyera
entre «el levita que no tiene parte ni heredad contigo, el forastero, el huérfano y la
1397
R
viuda que haya en tus ciudades» (Dt 14.29 rva). En el escatón tales «huéspedes» se
trataban como verdaderos ciudadanos: «Haréis el sorteo de ella para que sea
heredad para vosotros y para los forasteros que residen entre vosotros, quienes
han engendrado hijos entre vosotros, y que son para vosotros como nativos entre
los hijos de Israel. Ellos participarán con vosotros en el sorteo para tener posesión
entre las tribus de Israel» (Ez 47.22 rva). Bajo la Torá/Instrucción de Moshé, los
extranjeros no eran esclavos sino más bien estaban generalmente al servicio de un
israelita de cuya protección disfrutaban (Dt 24.14). Esto, sin embargo, no siempre
era el caso. A veces un «huésped» era rico y los israelitas podían estar a su servicio
(Lv 25.47).
El ger podía circuncidarse (Éx 12.48) y así gozar de todos los privilegios de la
religión verdadera: la Pesaj (Éx 12.48–49), el Día de Expiación/iom kipur (Lv
16.29), presentar ofrendas (Lv 17.8) y asistir a todas las fiestas (Dt 16.11). Tenía la
obligación de guardar todas las leyes de la pureza (Lv 17.15).
Dios dice a Israel que Él es el verdadero dueño de toda la tierra y que su pueblo,
como «huésped», es vasallo suyo (Lv 19.34; Dt 10.19). Se les advierte que deben
tratar a los «huéspedes» con justicia, equidad y amor porque, como Avraham (Gn
23.4), fueron «huéspedes» en Egipto (Éx 22.21). En casos jurídicos, el «huésped»
podía apelar directamente a Dios el gran Señor feudal (Lv 24.22).
Hay otros dos nombres relacionados con gur que son megurim y gerut. Megurim se
encuentra 11 veces y se refiere «al estado o la condición de ser un huésped» (Gn
17.8) y también «al lugar en que un huésped mora» (Job 18.19). Gerut aparece una
vez para referirse también a «donde un huésped habita» (Jer 41.17). Algunos
peritos piensan que el vocablo es más bien un nombre propio que forma parte del
nombre de un lugar.
1398
R
de tus testimonios más que sobre toda riqueza» (Sal 119.14). En Proverbios, las
«riquezas» generalmente indican maldad: «La fortuna del rico es su fortaleza, la
ruina de los pobres es su pobreza» (Pr 10.15 lba).
El término puede indicar cualquier clase de «propiedad»: «Si el hombre diese todas
las riquezas de su casa para comprar el amor, de cierto lo despreciarían» (Cnt 8.7
rva). Esta es la acepción la primera vez que se usa el vocablo: «Vendes a tu pueblo
a bajo precio, y no te has beneficiado con su venta» (Sal 44.12 lba). Proverbios
12.27 (rva) se refiere a las «riquezas» en general: «El negligente no alcanza presa,
pero el hombre diligente obtendrá preciosa riqueza».
Por último, jon quiere decir «basta» (solo en Pr 30.15–16 rva): «La sanguijuela
tiene dos hijas: Dame y Dame. Tres cosas hay que nunca se sacian, y la cuarta
nunca dice: «¡Basta!» El Sheol, la matriz estéril, la tierra que no se sacia de agua y el
fuego que jamás dice: «¡Basta!»»
Roca: Heb. רּוצ- tzur, «roca; muro de piedra; acantilado; colina rocosa; montaña;
terreno rocoso; peña; peñasco». Se encuentran cognados de este vocablo en
amorreo, fenicio, ugarítico y arameo. Sin contar los que se encuentran en nombres
de personas y lugares, el término aparece 70 veces en hebreo bíblico y durante
todos los períodos.
Primero, tzur quiere decir «muro de piedra» o «acantilado». Es esto lo que quizás
Moshé/Moisés golpeó con su vara en Éx 17.6 (rva): «He aquí, yo estaré delante de
ti allí sobre la peña de Horeb. Tú golpearás la peña, y saldrá de ella agua». Tiene el
mismo sentido cuando dice que Dios escondió a Moshé/Moisés en la hendidura de
una «peña» (Éx 33.21–22).
Tercero, tzur puede significar terreno rocoso o tal vez una «roca» grande y plana:
«Y Rizpa hija de Ayías tomó una manta de cilicio y se la tendió sobre una roca» (2 S
21.10 rva; cf. Pr 30.19).
«Roca» sirve con frecuencia para ilustrar cómo Dios defiende y sustenta a su
pueblo (Dt 32.15). En algunos casos el nombre es un epíteto o nombre significativo
de Dios (Dt 32.4) o de dioses paganos: «La roca de ellos no es como nuestra Roca
[Dios]» (Dt 32.31 rva).
1399
R
Rostro: Heb. ַ םינִַפ- paním, «rostro, faz, cara». Este nombre se encuentra en hebreo
bíblico unas 2.100 veces y en todos los períodos; el vocablo siempre se encuentra
en plural, excepto en nombres de personas y lugar. El término aparece también en
ugarítico, acádico, fenicio, moabita y etiópico.
Sacerdote, sacerdocio: Heb. כֹ ֵהַ֥ן- Kohen. Este vocablo se encuentra unas 741 veces
en el Tanaj. Más de un tercio de las menciones de «sacerdote/kohen» se hallan en
el Jumash (la Torá). Vaiqrá/Levítico, que contiene unas 185 citas, se ha llamado el
«manual del sacerdocio». Además del sacerdocio hebreo, el término kohen se usaba
también con relación a los «sacerdotes» y al «sacerdocio» egipcio (Gn 41.50; 46.20;
47.26), a los «sacerdotes» filisteos (1 S 6.2) y los de Dagón (1 S 5.5), los
«sacerdotes» de Ba’al (2 R 10.19), de Kemosh (Jer 48.7), así como los «sacerdotes»
de los Ba’al y Asera (2 Cr 34.5). Iosef/José se casó con la hija del «sacerdote» de On
(Gn 41.45), quien le dio dos hijos, Efraím y Menashé/Manases (Gn 46.20). Iosef no
compró las tierras de los «sacerdotes» egipcios porque estos recibían su sustento
diario del Faraón (Gn 47.22).
1400
R
El hombre a quien IHVH escoja, aquel será kadosh/santo» (RVA). Dios estableció a
Moshé/Moisés, Aharón y sus hijos Nadav, Avihú, Eleazar e Itamar como
«sacerdotes» en Israel (Éx 28.1, 41; 29.9, 29–30). Cuando Nadav y Avihú fueron
fulminados porque «ofrecieron a IHVH fuego extraño», el sacerdocio quedó
limitado a los descendientes de Eleazar e Itamar (Lv 10.1–2; Nm 3.4; 1 Cr 24.2). Sin
embargo, no todos los que nacían en la familia de Aharón pudieron ejercer el
«sacerdocio». Ciertas deformaciones físicas excluían a algunas personas de esa
perfección de santidad que un «sacerdote» debía manifestar en la presencia de
IHVH (Lv 21.17–23). A un sacerdote ritualmente impuro no se le permitía cumplir
con sus funciones sacerdotales. En Lv 21.1–15 hay una lista de prohibiciones
cúlticas que impedían que un «sacerdote» cumpliera con sus funciones.
Los «sacerdotes» tenían que fungir como maestros de la Torá (Lv 10.10–11; Dt
33.10; 2 Cr 5.3; 17.7–9; Ez 44.23; Mal 2.6–9). No siempre cumplieron con esta
responsabilidad (Miq 3.11; Mal 2.8). En algunos casos de salud y de jurisprudencia,
los «sacerdotes» servían de intérpretes parciales de la voluntad de Dios. Por
ejemplo, el «sacerdote» debía discernir la existencia de lepra y realizar los ritos de
1401
S
Si bien la Torá de Moshé requería ofrendas de grano y de incienso (cf. Lv 2), el tipo
principal de «sacrificio» era de sangre, que requería matar un animal (cf. Dt 17.1; 1
Cr 15.26). La sangre se vertía en el altar porque la sangre contenía la vida: «Porque
la vida del cuerpo se encuentra en la sangre, la cual yo os he dado sobre el altar
para hacer expiación por vuestras personas. Porque es la sangre la que hace
expiación por la persona» (Lv 17.11 rva; cf. Heb 9.22). Puesto que la sangre es el
vehículo de la vida, pertenecía solo a Dios. Como la sangre que es vida, y como se
entragaba a Dios al verterse en altar, constituía el medio de hacer expiación de
pecados, pero como ofrenda por el pecado y no porque tomara el lugar del
pecador.
Zabaj quería decir también «matar para comer». Así se usa en 1 R 19.21 (rva):
«Eliseo dejó de ir tras él. Luego tomó la yunta de bueyes y los mató. Y con el arado
de los bueyes cocinó su carne y la dio a la gente para que comiesen». Este uso esta
muy estrechamente ligado a «matar en sacrificio» porque toda comida de carne
entre los antiguos hebreos tenía un sentido sacrificail.
Nombre: heb. ַ ַ֨זבח- zebaj, «sacrificio». Este nombre se halla más de 160 veces en
hebreo bíblico. Los «sacrificios» que eran parte de los ritos del pacto incluían el
rosamiento de la sangre sobre el pueblo y alrededor del altar, para simbolizar que
Dios era parte del pacto (véase Éx 24.6–8). Otro gran «sacrificio» era el «sacrificio
de la fiesta de la pascua» (Éx 34.25). En este caso el sacrificio del cordero brindaba
el alimento principal de la comida de la Pascua y la sangre se rociaba sobre los
postes y el dintel de la casa como señal que el ángel de la muerte notaría (Éx
12.27).
1402
S
ַ ִמז ֵ ְָֽבח- mizbeaj, «altar». Este vocablo se usa más de 400 veces en el Tanaj. Su uso
frecuente es otra evidencia bien clara de la importancia del sistema sacrificial en
Israel. El primer caso de mizbeaj se encuentra en Gn 8.20, en donde Noaj/Noé
construyó un «altar» después del diluvio.
Los «sacrificios» eran los «sacrificios» de la Pascua (Éx 12.27), los «sacrificios» de
paz (Lv 3.1ss), los «sacrificios» de acción de gracias (Lv 7.12) y los «sacrificios» que
representaba el sacerdote (qarban; Lv 7.16). El zebaj no era como el holocausto
(oláh) que se quemaba completamente sobre el altar; y no se parecía a la ofrenda
por el pecado (jatat) cuya carne se entregaba al sacerdote porque la mayor parte
de la carne se devolvía al ofrendante. La grosura se quemaba en el altar (Lv 3.4–5)
y la sangre se vertía alrededor del mismo (3.2). La persona que ofrecía su zebaj
compartía la carne con el sacerdote oficiante (Éx 29.28; Lv 7.31–35; Dt 18.3).
1403
S
Sangre: Heb. ַ םד- dam, «sangre». Este es un término semítico común que tiene
cognados en todas las lenguas semíticas. Está constatado unas 360 veces en hebreo
bíblico y durante todos los períodos.
Dam se usa para denotar la «sangre» de animales, aves y seres humanos (nunca de
peces). En Gn 9.4 (rva), la «sangre» es sinónimo de vida: «Pero no comeréis carne
con su vida, es decir, su sangre». El alto precio de la vida como don de Dios lleva a
la prohibición de ingerir «sangre»: «Este será un estatuto perpetuo a través de
vuestras generaciones. En cualquier lugar que habitéis, no comeréis nada de sebo
ni nada de sangre» (Lv 3.17 rva). Son contadas las veces en que el término indica el
color «carmesí»: «Cuando se levantaron temprano por la mañana y el sol
resplandeció sobre las aguas, los de Moav vieron desde lejos las aguas rojas como
sangre» (2 R 3.22 rva). En dos pasajes dam es una metáfora para «vino»: «Lava en
vino su vestidura y en sangre de uvas su manto» (Gn 49.11 rva; cf. Dt 32.14).
Dam tiene varios matices. Primero, puede significar «sangre de violencia»: «No
profanaréis la tierra donde estéis, porque la sangre humana profana la tierra. No se
puede hacer expiación por la tierra, debido a la sangre que fue derramada en ella»
(Nm 35.33 rva). Por esta razón, puede significar «muerte»: «Contra vosotros
1404
S
enviaré hambre y fieras dañinas que te privarán de hijos. Peste y sangre pasarán
por en medio de ti, y traeré contra ti la espada» (Ez 5.17 rva).
Luego, dam puede connotar «quitar la vida» o «derramar sangre»: «Si tienes que
juzgar un caso demasiado difícil para tí, un asunto de sangre» (Dt 17.8 bj; «entre
sangre y sangre» rv; «entre una clase de homicidio y otra» rvr). Derramar sangre
quiere decir «asesinar»: «El que derrame sangre de hombre, su sangre será
derramada por hombre; porque a imagen de Dios Él hizo al hombre» (Gn 9.6 rva).
La segunda cita indicada que el asesino debe sufrir la pena capital. En otros
pasajes, la frase «derramar sangre» tiene que ver con la inmolación no ritual de un
animal: «Cualquier hombre de la casa de Israel que dentro o fuera del campamento
degüelle una vaca, un cordero… y no lo traiga a la entrada del tabernáculo de
reunión para ofrecerlo como sacrificio a IHVH delante del tabernáculo de IHVH, ese
hombre será considerado reo de sangre» (Lv 17.3–4 rva).
Santificar: Verbo, heb. ַ ׁשקד- qadash, «santificar, ser santo». Este verbo también
aparece en fenicio, arameo bíblico y etiópico. En ugarítico ק ד ׁשsignifica
«santuario», y en babilónico antiguo qadashu quiere decir «brillar». Qadash se
encuentra unas 170 veces durante todos los períodos del hebreo bíblico.
La raíz principal de este verbo denota un acto o estado por el cual personas o cosas
se apartan para el culto a Dios: se consagran o se «hacen sagradas». Para el culto a
Dios. Esta acción o condición significa que el objeto o la persona «consagrada».
Debido a este acto y en ese estado la cosa o persona consagrada no debe emplearse
en trabajos ordinarios (o de uso profano) y deben tratarse con especial cuidado
porque son propiedad de Dios. El primer uso de «qadash» en esta raíz apunta a la
acción: «Luego tomarás parte de la sangre que está sobre el altar y del aceite de la
unción, y los rociarás sobre Aharón y sus vestiduras, y sobre sus hijos y sus
vestiduras. Así serán consagrados Aharón y sus vestiduras, y con él sus hijos y sus
vestiduras» (Éx 29.21 rva). Hay aquí también matices de santidad ética - moral
(espiritual) puesto que la sangre propiciatoria se rociaba también sobre el pueblo
1405
S
que estaba presente. En Éx 29.37 (rva) el énfasis parece recaer sobre la condición
de «consagrado o santificado»: «Durante siete días expiarás el altar y lo
santificarás; así será un altar santísimo. Todo lo que toque al altar será
santificado». Entonces, todo lo que entre en contacto con el altar pasa a un estado o
condición diferente, es «santo». Ahora le pertenece a Dios y está únicamente a su
servicio según a Él le plazca. En algunos casos esto implica destrucción (2 S 6.6ss),
mientras que en otros significa que los objetos solo lo podrán usar quienes son
ritualmente puros (Nm 4.15; 1 S 21.6). En ciertos casos, esto significa que los
objetos se pueden usar únicamente dentro del propio santuario (Nm 16.37ss).
En voz pasiva el verbo quiere decir «manifestar santidad». Es en este sentido que
Moshé/Moisés escribe: «Estas son las Aguas de Meriba, porque allí contendieron
los hijos de Israel contra IHVH y Él manifestó su santidad entre ellos» (Nm 20.13
rva). Esta demostración no indica alguna acción de juicio en contra del pecado (una
santidad ética - moral), sino más bien un acto milagroso de liberación. Algunos
eruditos perciben aquí un énfasis sobre el poder divino, argumentando que en esta
etapa de su historia el concepto que tenía Israel de santidad era semejante al de los
paganos, o sea que «santo», en la mentalidad semita, indica la presencia de algún
poder extraordinario. Un uso similar se halla en la promesa del profeta de una
futura restauración para Israel: «Cuando yo los haya hecho volver de los pueblos…
y haya mostrado mi santidad en ellos a vista de muchas naciones» (Ez 39.27).
Otro énfasis de esta raíz aparece en Lv 10.3 (rva: primer caso bíblico del término)
con la idea de «ser tratado como santo»: «Me he de mostrar como santo en los que
se acercan a mí [en el culto], y he de ser glorificado en presencia de todo el
pueblo». Una vez más, el énfasis parece recaer sobre el poder divino; Dios quiere
un pueblo obediente que le vea como un Dios poderoso (santo). Hay, por supuesto,
en esto un matiz ético-moral, porque Dios también desea que su pueblo le
obedezca, que deteste el pecado y que ame la justicia (cf. Is 5.16). La raíz de la
relación de Israel con su Dios es amor en lugar de temor (Dt 6.3, 5ss).
Por último,esta raíz puede usarse como la voz pasiva de la raíz principal del verbo
con el sentido de «ser consagrado o separado para el uso de Dios»: «También me
encontraré allí con los hijos de Israel, y el lugar será santificado por mi gloria» (Éx
29.43 rva).
1406
S
Esta raíz puede indicar que personas u objetos han sido consagrados o apartados
exclusivamente a Dios: «Conságrame todo primogénito; todo el que abre la matriz
entre los hijos de Israel, tanto de los hombres como de los animales, es mío» (Éx
13.2 rva). El primogénito de toda bestia debía ofrecerse a Dios como ofrenda al
templo o en sacrificio (Shemot/Éx 13.12–13). Un hijo primogénito podía redimirse
[rescatarse o comprarse] del Señor (Nm 18.15–16) o bien donarse al templo (1 S
1.24).
Qadash también tiene que ver con la consagración de objetos para ubicarlos en una
condición de pureza ritual y cúltica, dedicados al servicio único de Dios en el culto
(Éx 29.36; Lv 16.19). En algunos casos, la consagración de objetos a Dios no
requiere ninguna acción, solamente aislarse de ellos. Este es el caso con el monte
de la Torá. Moshé/Moisés reconoce ante Dios que «el pueblo no podrá subir al
monte Sinaí, porque tú nos has ordenado diciendo: Señala límites al monte y
santifícalo» (Éx 19.23). En Is 29.23–24 (rva) el verbo significa «reconocer que Dios
es santo», la única y verdadera fuente de verdad, y vivir de acuerdo a sus
instrucciones: «Porque sus descendientes [de Iaaqov/Jacob], al ver en medio suyo
la obra de mis manos, santificarán mi nombre. Santificarán al Santo de Iaaqov
/Jacob y temerán al Dios de Israel. Los extraviados de espíritu conocerán el
entendimiento, y los murmuradores aprenderán la lección». En Iejezqel/Ez 36.23
1407
S
Cuando Dios consagra algún objeto o persona puede significar que Él los acepta
para su servicio: «He santificado esta casa que has edificado para que yo ponga allí
mi nombre para siempre» (1 R 9.3 rva). Con un matiz más enfático, el término es
un correlativo de elección lo cual indica que Dios designa a alguien para su
servicio: «Antes que salieses de la matriz, te consagré y te di por profeta a las
naciones» (Jer 1.5 rva; cf. 12.3). El verbo también significa «preparar para
acercarse a Dios: IHVH ha preparado un sacrificio y ha escogido a sus invitados»
(Sof 1.7 rva). Puesto que en este versículo «preparar» y «escoger» conforman un
paralelismo, «escoger o consagrar» indica también «preparar». En Nm 20.12,
«creer» y «santificar» también son correlativos; Moshé/Moisés no acató la
exigencia divina de perfecta obediencia al no cumplir con las órdenes de Dios (cf. Is
8.13).
Nombre: Heb. ַ ׁשקֹ ד- qodesh, «cosa santa». Este sustantivo, que se encuentra unas
470 veces en hebreo bíblico, también aparece en ugarítico. Durante todos los
períodos del hebreo bíblico refleja varios de los significados verbales que hemos
visto. Primero, qodesh se aplica a objetos y personas que pertenecen a Dios. Todo
Israel es «santo», apartado para el servicio de Dios, con el deber de demostrar esta
separación manteniendo la distinción entre lo que es santo (permitido por Dios) y
lo que es impuro (Lv 10.10).
1408
S
Qodesh puede ser el resultado de una acción divina. Designa una persona, lugar o
cosa como suyo (Éx 3.5: primera mensión del término), o sea, separado y único. Es
más, Dios designa a su santuario como un Lugar Santo. La parte exterior del
santuario es el Lugar Santo y la interior el Lugar Santísimo (Éx 26.33), y el altar es
un lugar muy santo. Todo esto indica que en diversos grados estos lugares se
identifican con el Dios santo (2 S 6.10–11). Aquel que odia y se mantiene aparte de
todo lo que sea muerte o que se asocia con la muerte e idolatría (Ez 39.25). Este
vocablo también se usa pocas veces para describir la santidad majestuaosa de Dios,
que Él no tiene igual e imperfección alguna (Éx 15.11). En al menos un pasaje se
enfatiza la santidad de Dios en términos de poder (Jer 23.9).
Santo: Adjetivo, heb. ׁשקדֹו- qadosh, «santo». Las lenguas semíticas tienen dos
formas originales de la raíz que son distintas. Una significa «puro» y «consagrado»
como en el acádico qadistu y el hebreo qadesh («santo»). La palabra describe algo
o alguien. La otra quiere decir «santidad» como una circunstancia o como un
abstracto, de la misma manera que en arábigo al-qaddus («lo más santo o puro»).
En hebreo el verbo qadash y la palabra qadesh combinan ambos elementos:
descriptivo y estático. La comprensión tradicional de «separado» es solo un
significado derivado y no el principal.
En el Tanaj qadosh tiene una fuerte connotación religiosa. En uno de sus sentidos
el vocablo describe un objeto, lugar o día como «santo», en el sentido de
«dedicado» a un propósito especial: «Luego tomará el kohen/sacerdote del agua
santa en un vaso de barro» (Nm 5.17).
1409
S
Dios dedicó a Israel para que fuera su pueblo. Son «santos» por su relación con el
Dios «santo».
En cierto sentido, todo el pueblo es «santo» por ser miembros de la comunidad del
pacto, independientemente de su fe y obediencia: «Y se juntaron contra Moshé
/Moisés y contra Aharón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la
congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está IHVH; ¿por qué, pues,
os levantáis vosotros sobre la congregación de IHVH?» (Nm 16.3). Dios se propuso
que esta nación «santa» fuera un sacerdocio real «santo» entre las naciones (Éx
19.6). Sobre la base de una íntima relación, Dios esperaba que su pueblo cumpliera
con sus elevadas expectativas para ellos, demostrando que era una una nación
«santa»: «Me seréis santos, porque yo, IHVH, soy santo y os he separado de los
pueblos para que seáis mios» (Lv 20.26 rva).
El Tanaj clara y enfáticamente enseña que Dios es «santo» moralmente (Lv 11.44)
y en poder (1 S 6.20). Es el «santo de Israel» (Is 1.4), «Dios santo» (Is 5.16) y «el
Santo» (Is 40.25). Su nombre es «Santo»: «Porque así dijo el Alto y Sublime, el que
habita la eternidad, y cuyo nombre es Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y
con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los
humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados» (Is 57.15). La
declaración negativa: «No hay santo como IHVH, porque no hay ninguno aparte de
ti; no hay roca como nuestro Dios» (1 S 2.2 rva), señala que Él es «santísimo» y que
nadie es tan «santo» como Él. Algunas pocas veces qadoÆsh se aplica a seres no
humanos, alejados de este mundo y dotados de gran poder (Job 5.1; Dn 8.13). Los
ángeles del séquito celestial son «santos»: «Y el valle de los montes será rellenado,
porque el valle de los montes llegará hasta Azal. Y huiréis como huisteis a causa del
terremoto que hubo en los días de Uzías, rey de Iehudá/Judá. Así vendrá IHVH mi
Dios, y todos sus santos con Él» (Zac 14.5 rva). Los serafines proclamaban el uno al
otro la «santidad» de Dios: «Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo,
santo, IHVH de los ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria» (Is 6.3).
En Sal 38.20, David clama que sirve de blanco de los ataques de sus «adversarios».
Posiblemente sufria por sus errores; y dentro de su voluntad permisiva, Dios usa a
1410
S
los enemigos de David para disciplinar a su siervo. Otro salmo expresa la angustia
de un hombre santo y su profunda fe en el Señor. El autor ora por los
«adversarios» de su alma: «Sean avergonzados y desfallezcan los adversarios de mi
alma. Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que buscan mi mal» (Sal
71.13 rva). El texto habla de la realidad de los poderes de las tinieblas que se
oponen a una persona que quiere vivir para Dios.
Los salmos imprecatorios claman por juicio contra los enemigos, reflejando la
batalla en el mundo invisible entre las tinieblas y la luz. Aunque los enemigos de
David pasaron a ser sus «adversarios», siguió orando por ellos (Sal 109.4). Puesto
que sus enemigos le pagaron mal por bien y odio por amor, el rey ora: «Levanta
contra él a un impío, y un acusador [satan] esté a su mano derecha» (Sal 109.6 rva).
Cuando hablaron mal en contra de su alma, David reclama la retribución del Señor
para sus «adversarios» (Sal 109.20) y, finalmente, debido a que los acusadores de
David tramaban tanto mal en su contra, pide que sus acusadores sean vestidos de
ignominia y confusión (Sal 109.29). En todos estos pasajes, Dios actúa
indirectamente al permitir que se levanten «adversarios» de su pueblo.
En otro caso, David mostró misericordia con los miembros de la casa de Shaúl que
le maldijeron y desearon mala suerte cuando huyó de Absalón (2 S 16.5ss). David
impidió que los jefes de su ejército matasen a los de la familia de Shaúl que se
arrepintieron de sus delitos. El rey no quiso que sus jefes se convirtieran en sus
«adversarios» en un día de victoria y regocijo (2 S 19.22).
Dios también puede ser «adversario». Cuando Balam fue a maldecir a los hijos de
Israel, Dios le advirtió que no lo hiciera. Cuando el profeta se empeñó en hacerlo,
Dios lo disciplinó: «Pero el furor de Dios se encendió cuando él iba, y el ángel de
IHVH se presentó en el camino como un adversario suyo» (Nm 22.22 rva). Dios se
colocó como un «adversario» porque ninguna maldición podría deshacer los
pactos y acuerdos ya hechos con Israel.
Dios entabló una controversia en contra de Salomón. Cuando este añadió cada vez
más mujeres paganas a su harén, Dios se sintió sumamente molesto (Dt 17.17). Sin
embargo, cuando el rey construyó santuarios paganos para sus mujeres, Dios
levantó «adversarios» contra él (1 R 11.14). Esta oposición directa fue la causante
de la insurrección de los edomitas y sirios contra Israel.
Otro caso de intervención especial fue cuando «Satanás [lit. «un adversario»] se
levantó contra Israel e incitó a David a que hiciese un censo de Israel» (1 Cr 21.1
rva). (Puesto que en hebreo no se encuentra en este caso un artículo definido, se
trata literalmente de «un adversario».) En un pasaje paralelo, fue Dios el que
motivó a David a censar a Israel y Judá (2 S 24.1). Como en los casos en que Dios
levanta un «adversario» en contra de Shelomó/Salomón, aquí también Dios actúa
directamente para probar a David con el fin de enseñarle una lección importante.
Dios pone a prueba a creyentes para que puedan tomar decisiones justas y no
depender de sus propias fuerzas.
1411
S
Señor: Heb. ַ אדֹון- adon, o adonai, «señor; amo; Señor». Aparecen cognados de este
vocablo en ugarítico y fenicio. La modalidad adon se encuentra 334 veces y la
forma adonai (usado exclusivamente como un nombre divino) 439 veces.
Básicamente, adon quiere decir «señor» o «amo». Se distingue del término hebreo
ba’al que significa «dueño» o «poseedor». En lo fundamental, 'adon describe al que
ocupa la posición de «amo» o «señor» de un esclavo o siervo: «Entonces el criado
puso su mano debajo del muslo» (Gn 24.9). Se aplica a reyes y a sus asociados más
poderosos. Iosef/José dijo a sus hermanos: «Así, pues, no me enviasteis acá
vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de [consejero] Faraón y por señor
de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto» (Gn 45.8; cf. 42.30).
Solo una vez se usa la palabra con el sentido de «dueño» o «poseedor» (1 R 16.24).
Adon a menudo se usa como un título de respeto. En algunos casos, la persona así
destacada ocupa de veras una posición de autoridad. En Gn 18.12 (primer caso),
Sará llama a Avraham su «señor». Por otro lado, el término se usa como un título
honorífico para indicar sumisión a la persona interpelada de parte del locutor.
Iaaqov/Jacob instruye a sus esclavos cómo deben dirigirse a «mi señor Esav» (Gn
32.18); o sea que Iaaqov/Jacob llama «señor» a su hermano. En estos casos cuando
se llama a una persona «señor» es como llamarle «usted».
Cuando se relaciona con Dios, adon se usa con varias acepciones. Indica su posición
(es amo) sobre su pueblo; tiene autoridad para recompensar a quienes le son
obedientes y castigar a quienes le desobedecen: «Efraím ha provocado a Dios con
amarguras; por tanto, hará recaer sobre él la sangre que ha derramado, y su Señor
le pagará su oprobio» (Os 12.14). En tales contextos se concibe a Dios como un ser
1412
S
que es Rey soberano y todopoderoso amo. El vocablo a menudo se usa como título
de respeto, una manera directa de dirigirse a Dios como parte de una relación de
señor-vasallo o amo-siervo (Sal 8.1). En algunos casos el vocablo parece ser un
título que sugiere la relación de Dios con Israel y la posición que ocupa sobre él:
«Tres veces al año se presentarán todos tus hombres delante de IHVH el Señor»
(Éx 23.17). En estos casos 'adon es un nombre formal de la divinidad y su
transliteración debe hacerse como es debido a fin de mantener el debido énfasis.
En la modalidad de adonai, el vocablo significa claramente «Señor» por excelencia
o «Señor de todos», así como es a veces en la forma de adon (cf. Dt 10.17, donde se
dice que Dios «es Dios de dioses y Señor de señores»; Jos 3.11, en el cual lleva el
apelativo de «Señor de toda la tierra»).
IHVH, «Señor». El Tetragrámaton IHVH aparece sin vocales y por eso se debate su
pronunciación exacta. El texto hebraico introduce las vocales de adonai, y los
estudiosos judíos lo pronuncian Adonai cada vez que encuentran el tetragrámaton.
Este uso de la palabra se encuentra 6,828 veces, en todos los períodos del hebreo
bíblico.
Seol: Heb. ְׁש ֵ֣אֹול- sheol. Los 65 casos de este vocablo están distribuidos en todos
los períodos del hebreo bíblico.
1413
S
Sepultar, Enterrar: Verbo, heb. קבר- qabar, «sepultar, enterrar». Este verbo se
encuentra en la mayoría de las lenguas semíticas, incluyendo ugarítico, acádico,
arábigo, arameo, fenicio, así como en el arameo posbíblico. En el hebreo bíblico hay
unos 130 casos del vocablo en todos los períodos.
Esta raíz se usa casi exclusivamente en relación con seres humanos. (La única
excepción es Jer 22.19; véase a continuación). Por lo general, este verbo representa
el acto de colocar un cadáver en una sepultura o tumba. Este es el significado la
primera vez que encontramos qabar: «Y tú vendrás a tus padres en paz y serás
sepultado en buena vejez» (Gn 15.15). Un entierro digno era señal de bondad
especial y de bendición divina. Como tal, era la obligación de los sobrevivientes
responsables. Avraham compró la cueva de Macpela para enterrar a sus muertos.
David agradeció a los hombres de Jabes de Galaad por la forma atrevida en que
rescataron los cuerpos de Saúl y de Jonatán (1 S 31.11–13), y por proporcionarles
una digna «sepultura». Les dijo: «Benditos seáis vosotros de IHVH, que habéis
hecho esta misericordia con vuestro señor, con Saúl, dándole sepultura» (2 S 2.5).
Más tarde, David tomó los huesos de Saúl y de Jonatán y los sepultó en la tumba de
la familia (2 S 21.14); aquí el verbo significa tanto «enterrar» como «volver a
enterrar». Una sepultura digna no era una simple consideración, sino una
necesidad. Para que la tierra se mantuviera pura delante de Dios, los cuerpos
tenían que sepultarse antes del anochecer: «Su cuerpo no colgará del árbol toda la
noche, sino que ciertamente lo enterrarás el mismo día (pues el colgado es maldito
de Dios), para que no contamines la tierra que el Señor tu Dios te da en heredad»
(Dt 21.23 lba). O sea que, si no se enterraba el cuerpo, la bendición de Dios era
quitada.
1414
S
Ser: Heb. היה- Haiáh, «ser, acontecer, llegar a ser». Este verbo solo se encuentra en
hebreo y arameo. Se constatan unos 3,560 casos del término en el Tanaj, tanto en
hebreo como en arameo.
A menudo el verbo indica más que existencia o identidad (esto se puede hacer aun
sin el verbo). Más bien, enfatiza de manera muy particular la existencia (ser) o la
presencia de una persona u objeto. Sin embargo, en las versiones en castellano se
suele usar simplemente el término «acontecer».
El verbo puede usarse para resaltar la presencia de una persona (p. ej. el Espíritu
divino Jue 3.10), una emoción (p. ej. temor, Gn 9.2) o una situación (p. ej. maldad,
Am 3.6). El verbo destaca la presencia (u ausencia) de cada uno de estos casos o
sea que es determinante.
Por otro lado, hay algunos casos en que haiáh sí quiere decir sencillamente
«acontecer, ocurrir». Solo se enfatiza el acontecimiento, como se puede observar
en la siguiente declaración inmediatamente después del primer día de la creación:
«Y fue así» (Gn 1.7). Con este mismo sentido, hayah se traduce con frecuencia
«aconteció».
Las diversas partículas que pueden acompañar al verbo matizan su significado. Por
ejemplo, en pasajes que expresan maldición o bendición, el verbo no solo se usa
para especificar el objeto de la acción, sino también las fuerzas dinámicas que
están por detrás y por dentro de la acción. Gn 12.2, para citar un ejemplo, se narra
que Dios dijo a Avram: «Te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás [haiáh]
bendición». Avram ya había sido bendecido, así que la declaración divina le otorga
una bendición futura. Cuando haiáh se usa en citas como estas indica que el
cumplimiento está asegurado por el poder y autoridad de quien promete. Avram
será bendecido porque así lo ha establecido Dios.
1415
S
Los profetas usan haiáh para proyectar hacia el futuro las intervenciones divinas.
Lo emplean no tanto para enfatizar las circunstancias y los hechos anunciados que
en verdad ocurrieron, sino más bien para indicar la fuerza divina subyacente que
hace posible que ello acontezca (cf. Is 2.2).
En pasajes jurídicos que describen la relación divina con el pueblo del pacto se usa
haiáh para establecer el deseo y la intención de Dios (cf. Éx 12.6). Los pactos entre
dos personas casi siempre incluyen hayah en sus fórmulas legales (Dt 26.17–18;
Jer 7.23).
Signo: Heb. ֶ֔אֹות- ot, «signo; marca; señal». Hay cognados de este vocablo en
arameo y arábigo. Aparece 78 veces en todos los períodos del hebreo bíblico.
El término indica alguna marca que caracteriza una persona o a un grupo. Este es
el énfasis en Gn 4.15: «Y el Señor marcó a Qaín, para que, si alguien tropezaba con
él, no lo matara» (nbe). En Éx 8.23 Dios promete hacer una «redención entre mi
pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal» (cf. Éx 12.13). En Nm 2.2 se usa ot para
indicar un estandarte militar, mientras que en Job 21.29 se aplica el término a las
banderas que identifican a tribus nómadas. Rajav solicitó de sus huéspedes
israelitas una «señal segura» (rva; «promesa» lba) y ellos estipularon la cuerda
escarlata con la cual ella les bajó por su ventana, ayudándoles a escapar de Jericó
(Jos 2.12, 18).
Ot también indica una «señal» («signo») que apunta a una verdad que tiene un
cumplimiento futuro: «Ciertamente yo estaré contigo. Esto te servirá como señal
de que yo te he enviado: Cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios
en este monte» (Éx 3.12 rva).
1416
S
En pasajes como Éx 4.8 ot se refiere a una «señal» milagrosa: «Si aconteciere, que
no te creyeren, ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la
postrera». Los «signos» ponen el sello de autenticidad sobre el mensaje profético,
aunque no son la prueba máxima ni definitiva de su autoridad; sus palabras deben
concordar con la revelación pasada (cf. Dt 13.1–5).
Ot puede tambien ser una «señal de advertencia»: «En lo que respecta a los
incensarios de estos que pecaron a costa de sus vidas, de ellos se harán láminas
para cubrir el altar. Por cuanto han sido presentados delante de IHVH, están
santificados; y servirán de advertencia a los hijos de Israel» (Nm 16.38 rva).
Puesto que la tierra de kena’an se repartió entre las tribus echando «suertes», por
«lotería», estas parcelas llegaron a denominarse «lotes»: «La parte que tocó en
suerte a la tribu de los hijos de Iehudá/Judá, conforme a sus familias, llegaba hasta
la frontera de Edom» (Jos 15.1).
1417
S
La profanación de la ciudad y del área del templo fue causa suficiente para que
Dios abandonara el templo (Ez 10), permitiendo que los brutales babilónicos
destruyeran su «morada»: «Han puesto a fuego tu santuario, han profanado el
tabernáculo [«morada» lba; «residencia» nvi] de tu nombre, echándolo a tierra»
(Sal 74.7). En su divina providencia, Dios se proponía restaurar a su pueblo y al
templo como señal de su presencia continua: «Estará en medio de ellos mi
tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y sabrán las
naciones que yo IHVH santifico a Israel, estando mi santuario entre ellos para
siempre» (Ez 37.27–28).
Verbo: Heb. ַ כןׁש- shajan, «morar, habitar». Este verbo, que aparece unas 129 veces
en hebreo bíblico, se halla también en otras lenguas semíticas. En acádico, sajanu,
«poner, colocar, establecer, situarse», tiene muchas formas, tal como el nombre
masjana, «morada». Un caso del verbo hebreo se encuentra en Sal 37.27: «Apártate
del mal y haz el bien, y vivirás [«tendrás morada» lba] para siempre».
1418
T
Temer: Verbo: Heb. י ִרֵא- iaré, «temer, temor reverente, temor». Este verbo se
encuentra en ugarítico y hebreo (bíblico y posbíblico). Hay alrededor de 330 casos
durante todos los períodos del Tanaj.
Cuando se usa con relación a una persona de alto rango, iaré connota «temor
reverente». Es más que simple temor; es la actitud con que una persona reconoce
el poder y la condición de la persona a la que se reverencia y se le rinde el debido
respeto. Con este significado, la palabra puede implicar sumisión en una debida
relación ética con Dios. El ángel de IHVH dijo a Avraham: «Ya conozco que temes a
Dios, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único» (Gn 22.12). El verbo puede usarse
absolutamente con el fin de hacer referencia a los atributos celestiales y santos de
alguna persona u objeto: «¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de
Dios y puerta del cielo» (Gn 28.17). El pueblo que se liberó de Egipto vio el gran
poder de Dios, «temió a IHVH, y creyeron a IHVH y a Moshé/Moisés su siervo» (Éx
14.31). Encontramos aquí más que un temor sicológico. El pueblo demostró
además la debida «reverencia» hacia Dios, con temor hacia Él y su siervo, como lo
demuestra el cántico que entonaron (Éx 15). Después de experimentar los truenos
y relámpagos, el sonido de la trompeta y un monte humeante, los israelitas se
«atemorizaron» y retrocedieron; entonces Moshé/Moisés les dijo que no tuvieran
temor: «No temáis, porque Dios ha venido para probaros, a fin de que su temor
esté delante de vosotros para que no pequéis» (Éx 20.20 rva). En este pasaje, yare<
quiere decir «temor» o «pavor» del Señor. Este mismo sentido se encuentra en los
pasajes en que Dios dice «no temáis» (Gn 15.1).
Nombre: Heb. ראֹומ- morá, «temor». El nombre morá, que se encuentra 12 veces,
se usa exclusivamente para denotar el «temor» a un ser supremo. Por lo general, se
emplea para describir la reacción que las grandes obras y actos de destrucción de
Dios causan en los seres humanos (Dt 4.24). Por tanto, el término indica un
«temor» muy marcado o «terror». Cuando se encuentra en singular, el vocablo
enfatiza sobre todo las acciones de Dios. También moÆra< puede sugerir una
reacción de animales frente a hombres (Gn 9.2) y de las naciones ante las
conquistas de Israel (Dt 11.25).
1419
T
Templo: Heb. הֵ יכַ֥ל- heijál, «palacio; templo». Esta palabra se deriva indirectamente
del término sumerio égal, «casa grande, palacio», y de manera más directa al
acádico eijalu, «casa grande». La influencia del ekalu acádico se esparció entre el
grupo noroeste de las lenguas semíticas. En hebreo posbíblico el significado quedó
limitado a «templo». El Heijál Sh’lomó («Templo de Salomón») en el Jerusalén
moderno, a falta del verdadero templo, se refiere a la sede del rabinato supremo de
Israel. El vocablo se encuentra 78 veces desde 1 Shemuel/S hasta Mal’ají/Mal y con
mayor frecuencia en Iejezqel/Ez. La primera vez que se usa tiene que ver con el
tabernáculo en Silo (1 S 1.9).
El Tanaj habla también del heijál celestial, el heijál de Dios. Es difícil saber si se
refiere a «palacio» o «templo». La mayoría de las versiones optan por la idea del
«templo»: «Oíd, pueblos todos; está atenta, tierra, y cuanto hay en ti; y IHVH el
Señor, IHVH desde su santo templo, sea testigo contra vosotros» (Miq 1.2; cf. Sal
5.7; 11.4; Hab 2.20). «En mi angustia invoqué a IHVH, y clamé a mi Dios; Él oyó mi
voz desde su templo, y mi clamor llegó a sus oídos» (2 S 22.7). Con todo, puesto
que las Escrituras describen al trono real de juicio en el cielo, no es del todo
imposible que los autores originales tuvieron en mente un «palacio» real. Las
imágenes de «palacio» y de juicio parecieran estar como antecedente del Sal 11.4–
5. «IHVH está en su santo templo; IHVH tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus
párpados examinan a los hijos de los hombres. IHVH prueba al justo; pero al malo y
al que ama la violencia, su alma los aborrece».
1420
T
La Septuaginta usa los términos naos («templo») y oikos («casa; palacio; morada;
familia»).
Testigo, Testimonio: Heb. עֵד- ed, «testigo». Los 69 casos de esta palabra están
esparcidos a lo largo de los varios géneros y períodos de la literatura, aun cuando
no se encuentra en los escritos históricos fuera del Jumash (la Torá).
1421
T
El término a veces se refiere a toda la Torá de Dios: «La Torá de IHVH es perfecta,
que convierte el alma: El testimonio de IHVH es fiel, que hace sabio al sencillo» (Sal
19.8). En este caso, edut es un paralelismo sinónimo de «Torá/Instrucción/Ley»,
por lo que «testimonio» llega a ser paralelo al concepto más amplio de «Torá». Las
instrucciones especiales o particulares a veces se denominan «testimonios»:
«Guarda los preceptos de IHVH tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus
estatutos y mandamientos» (1 R 2.3). En Sal 122.4, los peregrinajes festivos
anuales se llaman «el testimonio dado a Israel».
Verbo: Heb. דּוע- ud, «aceptar como testigo, testificar, repetir, amonestar, advertir,
prometer protección, aliviar o mitigar». El verbo, que aparece 42 veces en el Tanaj,
tiene cognados en ugarítico (tal vez), arábigo, arameo, siríaco, fenicio y etiópico.
1422
T
Tienda: Heb. אֹ֖ הל- ohel, «tienda; hogar; morada; habitación». Hay cognados de
este vocablo en ugarítico, fenicio y arábigo. Se halla unas 343 veces en todos los
períodos del hebreo bíblico.
1423
T
viaje, y te irás a tu morada». Este significado está presente en la frase «cada uno a
su tienda»: «No tenemos nosotros parte en David, ni heredad con el hijo de Ishaí.
¡Cada uno a su tienda, Israel!» (2 S 20.1; «morada» rva). El «tabernáculo»
(«tienda») de David es, por tanto, su morada o palacio (Is 16.5). De manera similar,
el «tabernáculo» («tienda») de la hija de Tzión es su capital, Ierushalaím/Jerusalén,
la «habitación» de Israel (Lm 2.4).
Tercero, ohel puede referirse a los que habitan en las moradas de una región dada
o que integran un conjunto de personas. Por tanto, las «tiendas» de Iehudá/Judá
son sus habitantes: «Y librará IHVH las tiendas de Judá primero, para que la gloria
de la casa de David y del habitante de Ierushalaím/Jerusalén no se engrandezca
sobre Iehudá/Judá» (Zac 12.7; cf. Sal 83.6).
Hoy, al igual que en el pasado, las tiendas de los beduinos se hacen de una tela
negra muy fuerte tejida con pelos de cabra. Tienen varias formas. Las mujeres las
arman extendiendo la tela sobre palos y amarrándola con cuerdas de pelo de cabra
o de cáñamo. Se usan mazos de madera para clavar las estacas en el suelo (Jue
4.21). A veces la estructura se divide en secciones para acomodar a diferentes
familias o separar los animales de las personas (2 Cr 14.15). La «tienda» al fondo
se mantiene cerrada y los pliegues del frente, en la unión de las dos telas, sirven de
entrada (Gn 18.1). La «tienda» y todo su mobiliario se transporta a lomo de una
sola bestia. La gente más pudiente tapiza el suelo con alfombras de diversos
materiales. Un jeque podría tener varias «tiendas» para sí mismo, para sus
mujeres, su familia más allegada y para los animales (Gn 31.33).
Tierra: Heb. אֲד ָֽמה- adamáh, «suelo; tierra». Este nombre también se encuentra en
arábigo. Los casos en hebreo son alrededor de 224, abarcando todos los períodos
del Tanaj.
Para comenzar, este nombre se refiere a «tierra» cultivable (quizás de color rojizo).
Tiene agua y plantas: «Sino que subía de la tierra un vapor el cual regaba toda la
faz de la tierra» (Gn 2.6). Este mismo significado se encuentra en la primera cita
que contiene el término (Gn 1.25): «Todo animal que se arrastra sobre la tierra». El
vocablo se contrasta con «erial, yermo» (suelo improductivo); es el término
genérico que indica la superficie del planeta «tierra» y que, juntos o por separado,
significa «suelo, tierra». El cuerpo del primer hombre, Adám, se formó solo de
adamáh (cf. Gn 2.9): «Entonces IHVH Dios formó al hombre del polvo de la tierra
[adamáh]» (Gn 2.7).
1424
T
Adamáh puede usarse específicamente para describir una «tierra» que un grupo
particular de personas cultiva o que recibe para culivarla: «Mira desde tu morada
santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel y la tierra que nos has dado, como
juraste a nuestros padres: una tierra que fluye leche y miel» (Dt 26.15). Una
variante adicional de este matiz tiene que ver con el propio suelo: «Te ruego, pues,
¿de esta tierra no se dará a tu siervo la carga de un par de mulas [para erigir un
altar al Señor]?» (2 R 5.17).
En Éx 3.5 adamáh se usa más en el sentido del «suelo» que pisamos, sin tener en
cuenta su productividad: «Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde tú
estás tierra santa es».
En todo el Tanaj existe una relación entre adam («hombre») y adamáh («tierra»).
Tienen una afinidad etimológica puesto que ambos parecen derivarse del verbo
adom («ser rojo»). Mientras que Adám obedeciera a Dios, la «tierra» rendiría su
fruto. Por consiguiente, la «tierra» pertenece a Dios y estando bajo su autoridad
corresponde a los esfuerzos de su siervo (Gn 2.6). Con el pecado se rompe la
armonía entre el hombre y la «tierra», y esta ya no responde a su cuidado. Su vida
se mueve hacia adentro y hacia la muerte en lugar de hacia arriba y hacia la vida. A
medida que crece la rebelión humana disminuye la fertilidad del «suelo» (Gn 4.12,
14; cf. 8.21). En Avraham la redención prometida (Gn 3.15) se manifiesta mediante
una debida relación entre Dios y el hombre y entre este y la «tierra» (Gn 28.14–
15). Bajo Moshé/Moisés la productividad del «suelo» dependía de la obediencia del
pueblo de Dios (cf. Dt 11.17).
ארץ - Eretz, «tierra (todo el mundo); tierra firme; suelo; entidad política;
subsuelo». El término tiene cognados en ugarítico, fenicio-púnico, moabita,
acádico, arameo (donde los radicales son resh, qof, resh); y arábigo (resh). eretz
aparece en el Tanaj alrededor de 2.504 veces (22 en arameo bíblico) y en todos los
períodos. Expresa una cosmovisión que contradice los mitos antiguos así como las
teorías modernas que intentan explicar el origen del universo y de las fuerzas que
los sostienen.
1425
T
51.15). Por consiguiente, «de IHVH es la tierra» (Sal 24.1; Dt 10.1; Éx 9.29; Neh
9.6). Ninguna parte de la «tierra» es independiente de Él porque «los confines de la
tierra son suyos», incluyendo «los montes», «los mares», «la tierra firme», «las
profundidades de la tierra» (Sal 2.8; 95.4–5; Am 4.13; Jn 1.9).
eretz a veces significa «tierra» a diferencia de mar o agua. Este uso se encuentra,
por ejemplo, en Éx 20.11: «Porque en seis días hizo IHVH los cielos y la tierra, el
mar, y todas las cosas que hay en ellos hay, y reposó en el séptimo día». El
significado más restringido aparece por primera vez en Gn 1.10, donde «llamó Dios
a lo seco Tierra». En este contexto, «tierra» incluye desiertos, suelo de cultivo,
valles y montañas, todo lo que hoy conocemos como islas y continentes.
Dios creó la tierra para que se habitara (Is 45.18). Puesto que «tenía autoridad
sobre la tierra», por ser el Creador, decretó: «Produzca la tierra hierba verde…
según su género» (Job 34.13; Gn 1.11). La «tierra» nunca debía dejar de producir
porque «mientras exista la tierra, no cesarán la siembra y la siega, el frío y el calor,
el verano y el invierno, el día y la noche» (Gn 8.22 rva). «La tierra está llena de los
beneficios de Dios» y el género humano debía «multiplicarse y llenar la tierra» (Sal
104.24; Gn 1.28; 9.1). Que nadie se imagine que la tierra es un mecanismo
autónomo porque «IHVH reina» y «Él está sentado sobre el círculo de la tierra»,
desde donde hace «llover sobre la faz de la tierra» (Sal 97.1; Is 40.22; 1 R 17.14).
Puesto que «los ojos de IHVH recorren toda la tierra» (2 Cr 16.9 rva; cf. Zac 4.10),
Él observa que «no hay hombre justo en la tierra» (Ec 7.20). En un principio, Dios
se propuso raer «de sobre la faz de la tierra a los hombres» (Gn 6.5–7). Aunque su
ira se aplacó y prometió no volver «más a maldecir la tierra… ni… a destruir todo
ser viviente» (Gn 8.21), podemos estar seguros de que Él viene «a juzgar la tierra»
(Gn 7.16s; Sal 96.13). En aquel momento, a la ira de IHVH «tiembla la tierra», la
«vacía» y la «beberán todos los impíos de la tierra» (Jer 10.10; Jl 2.10; Is 24.1; Sal
75.8). Con todo, Dios brinda una alternativa para todos los que responden a su
promesa: «Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra» (Is 45.22).
Puesto que Dios es el «creador y dueño del cielo y de la tierra», todo el universo
debe retumbar con las alabanzas de su gloria que «es sobre tierra y cielos» (Gn
14.19, 22; Sal 148.13). «Cantad loores, oh cielos… gritad con júbilo profundidades
de la tierra» (Is 44.23); «Alégrense los cielos, y gócese la tierra» (Sal 96.11). Así
rinde culto a Dios toda la creación porque «todo lo que quiso IHVH, ha hecho; en
los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos» (Sal 135.6).
Eretz no solo denota todo el planeta tierra, sino también algunas de las partes que
lo constituyen. Términos como tierra, campo, suelo, terreno y patria comunican el
significado de eretz a nuestra lengua castellana. Eretz es el «suelo» que pisan los
1426
T
seres humanos y animales; por ejemplo: «Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar… y
en todo animal que se arrastra sobre la tierra» (Gn 1.26). Sobre el eretz hay polvo
(Éx 8.16) y caen la lluvia y el rocío (Gn 2.5).
Con cierta frecuencia eretz se refiere a un territorio nacional o bien al pueblo que
lo habita (una nación o una tribu): «Ya no había alimentos en toda la tierra; y el
hambre se había agravado, por lo que desfallecía de hambre tanto la tierra de
Egipto como la tierra de Canaán» (Gn 47.13 rva). Además de Egipto, encontramos
«tierra de los filisteos», «tierra de Israel»; «tierra de Biniamín/Benjamín»; «tierra
de su nacimiento» (Gn 47.13; Zac 2.5; 2 R 5.2, 4; Jue 21.21; Gn 11.28). Véase
también Nm 32.1 (rva) : «Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían muchísimo
ganado. Y al ver la tierra de Jazer y la tierra de Galaad, el lugar les pareció
apropiado para el ganado».
Se dice que Israel vive en la «tierra de IHVH» (Os 9.3; cf. Lv 25.33ss). Cuando el
pueblo llega a sus fronteras, Moshé/Moisés les recuerda que la tierra les
pertenecía únicamente porque Dios expulsó a otras naciones para «darles su tierra
por heredad» (Dt 4.38). Moshé/Moisés promete que Dios haría producir la tierra,
porque Él dará «la lluvia de vuestra tierra» para que sea una «buena tierra», «tierra
de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de
miel» y «tierra de abundancia» (Dt 11.13–15; 8.7–9; Jer 2.7).
El nombre hebreo también se puede traducir como «suelo» (Am 3.5; Gn 24.52; Ez
43.14). Cuando Dios ejecuta su juicio, «a los impíos humilla hasta el suelo» (Sal
147.6 rva; «polvo» nvi).
Por último, encontramos un matiz de eretz poco usado, aunque significativo, que se
refiere al «subsuelo o submundo»: «Los que buscan mi alma para destruirla caerán
en las profundidades de la tierra» (Sal 63.9 rva). A veces el término sin calificativos
se usa para hablar del «submundo»: «Descendí a la base de las montañas. La tierra
echó sus cerrojos tras de mí para siempre» (Jn 2.6 rva). Los cognados acádicos a
veces tienen el mismo significado. Algunos estudiosos encuentran esta acepción
también en Éx 15.12; Sal 71.20 y Jer 17.13.
Torre: Heb. ַ ִמגְַדל- migdal, «torre; fortín; atalaya; púlpito». Hay cognados de este
vocablo en ugarítico, arameo, siríaco y acádico. El término se encuentra unas 50
veces en hebreo bíblico.
Migdal significa «torre», comenzando con la primera vez que aparece en la Torá
(Gn 11.4): «Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide
llegue al cielo».
El vocablo a menudo se refiere a un «fortín»: «Y de allí subió a Peniel, y les dijo las
mismas palabras. Y los de Peniel le respondieron como habían respondido los de
Sucot. Y él habló también a los de Peniel, diciendo: Cuando yo vuelva en paz,
derribaré esta torre» (Jue 8.8–9).
1427
T
A veces migdal se refiere a una «atalaya», una torre bien fortificada como las que
protegían los pórticos y las murallas de las ciudades: «Uzías también edificó torres
en Jerusalén, junto a la puerta de la Esquina, junto a la puerta del Valle y junto al
ángulo, y las fortificó» (2 Cr 26.9 rva).
En Neh 8.4 el vocablo indica un «púlpito» o una plataforma de madera: «El escriba
Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello».
Trono: Heb. כִ ֵ ֖סא- kisé, «trono; asiento». Esta palabra, cuyo significado básico es
«asiento de honor», aparece en muchas lenguas semíticas (ugarítico, fenicio,
arameo, siríaco, arábigo), así como en antiguo egipcio.
Kisé aparece 130 veces en el Tanaj y, como era de esperarse, es más frecuente en
los libros históricos que en los proféticos. Pocas veces se halla en el Pentateuco. El
primer caso de kisé' es en Gn 41.40: «Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se
gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú». En hebreo
moderno el significado básico es «asiento» y un trono se denomina un «asiento
real».
El uso más común de kisé es «trono» o «asiento de honor», que también se conoce
como el «asiento real»: «Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces
escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado
de los sacerdotes levitas» (Dt 17.18; cf. 1 R 1.46). Puesto que la dinastía davídica
recibió la bendición de Dios, hay varias menciones en el Tanaj al «trono de David»
(2 S 3.10; Jer 22.2, 30; 36.30): «Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite,
sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y
en justicia desde ahora y para siempre» (Is 9.7). Un sinónimo de «trono de David»
es «trono de Israel» (1 R 2.4; cf. 8.20, 25; 9.5; 10.9; 2 R 10.30; 15.12, etc.).
Por encima de todos los reyes y «tronos» humanos se encontraba el Dios de Israel:
«¡Dios reina sobre las naciones! ¡Dios se ha sentado sobre su santo trono!» (Sal
47.8 rva). Los israelitas percibían a Dios como un monarca sentado sobre un gran
«trono». En presencia de Acab y de Josafat, el profeta Micaías dijo: «Oye, pues,
1428
T-U
Ubicar, Poner: Verbo, heb. יםׁש- shim, «colocar, ubicar, poner, fijar». El vocablo
también aparece en acádico (shamu), arameo (incluyendo arameo bíblico), arábigo
y etiópico. Se encuentra unas 580 veces en hebreo bíblico, durante todos los
períodos y casi exclusivamente en su raíz primaria.
La primera vez que shim se encuentra indica «poner o ubicar» alguna persona u
objeto en algún lugar: «Y IHVH Dios plantó un huerto en Edén al oriente; y puso allí
al hombre que había formado» (Gn 2.8). En Éx 40.8, el verbo significa «poner»
algún objeto en forma vertical o perpendicular: «Finalmente pondrás el atrio
alrededor, y la cortina a la entrada del atrio». Otros objetos se «ponen» en un
sentido figurado, como por ejemplo, un muro. De ahí que Miqueas habla de
«poner» un sitio, un muro, alrededor de una ciudad: «Han puesto sitio contra
nosotros» (Miq 5.1 lba; cf. 1 R 20.12). La misma imagen se usa en sentido figurado
en relación a una muralla humana que se interpone en el camino: «Yo castigaré lo
que hizo Amalej a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto» (1 S
15.2).
El verbo también significa «hacer», como es el caso en Sof 3.19: «Salvaré a la coja y
recogeré a la descarriada, y haré que tengan alabanza y renombre en todos los
países donde fueron confundidas» (bj).
1429
U
Cuando el término se usa con «mano», shim puede significar el acto de poner algo
en la mano de alguien (Éx 4.21) o de tomar con la mano (agarrar) algún objeto (Jue
4.21). «Echar mano» o «arrestar» (2 R 11.16 rva, lba) guarda relación con la misma
idea.
En Shemot/Éx 4.11, el término quiere decir «hacer»: «¿Quién ha hecho la boca del
hombre? ¿O quién hace al hombre mudo o sordo… ?» (lba). El verbo se usa dos
veces; la primera indica «crear» («fijar» la naturaleza de un objeto») y el segundo
señala el estado del objeto («fijar» su funcionamiento; cf. Gn 13.16). Está
estrechamente relacionado con esto un uso del verbo con el sentido de «establecer,
designar o asignar». En Éx 21.13, Dios va a designar un lugar en el que un homicida
se puede refugiar. Ampliando un poco el sentido de la palabra, shéÆm indica
«establecer continuidad» o «preservar»: «Y Dios me envío delante de vosotros,
para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran
liberación» (Gn 45.7). En este caso, señala que el remanente se mantendrá con
vida. Por lo tanto, shéÆm significa «preservar». Dar gloria y alabanza a Dios es
establecerlas al proclamarlas (Jos 7.19). Las plagas que Dios estableció sobre
Faraón es también «fijar» (Éx 8.12).
1430
U
El uso más común de mashaj en el Tanaj tiene que ver con «ungir» con el fin de
apartar a alguna persona u objeto para algún ministerio o función. Elishá/Eliseo
fue «ungido» para ser profeta (1 R 19.16). Más típicamente, los reyes se «ungían»
para su oficio (1 S 16.12; 1 R 1.39). Se consagraban los recipientes que se usaban
en el culto en el santuario (tabernáculo o templo), «ungiéndolos» con aceite (Éx
29.36; 30.26; 40.9–10). Es más, encontramos la receta para hacer el aceite de la
«unción» en Éx 30.22–15.
ַמ ִ ַּׁ֛שיח
- mashiaj, «ungido». "Mashiaj" usualmente se traduce al español como
"Ungido", esto es una traducción literal en base a la raíz de Mashaj, que significa
"ungir", ya sea con aceite o alguna especie de perfume, por ende, cualquier persona
o cosa que sea ungida se le llama Mashiaj. Pero además, Mashiaj es un término que
también se usa como Título, y de ahí el término en español "Mesías", que no es una
traducción, sino una transliteración del hebreo Mashiaj.
Está corroborado por la arqueología que la práctica de ungir a ciertas personas que
realizarán funciones muy particulares no era una práctica única de Israel; por
supuesto, esta práctica era simbólica, no había nada mágico en el ceremonial, el
objetivo era mostrar públicamente la ELECCIÓN o la CONSAGRACIÓN.
En los días del Tanaj, leemos que esta práctica era realizada tanto a los Saderdotes
/Kohanim, como los Melajim/Reyes, mostrando una Elección o Consagración por
orden divina.
En el caso de los Kohanim, por ejemplo, en Vaiqrá/Lv 4.3; 16:15, leemos el texto
que identifica al Kohen Gadol (Sumo Sacerdote) como "Ha'Kohen Ha'Mashiaj". En
este caso, el término "Ha'Mashiaj" no se refiere al título del Kohen, como diciendo
el Kohen Mesías, sino mas bien, Ha'Mashiaj es la descripción del Kohen, es decir,
"el Kohen que ha sido ungido....".
En el caso de los Reyes, también leemos la unción que Shemuel Ha'Naví le hace a
Shaul (1 Sam. 10.1) y también a David (1 Sam. 16.12). De manera que, tanto el
Kohen Gadol como el Rey, eran denominados como Mashiaj, Ungidos.
1431
V
También leemos en Tehilim 105.15/Divre HaIamim Alef 16:22, que Los Patriarcas
son llamados Meshijai ("Mis Ungidos"), de igual manera no en sentido literal.
Daniel 9.25 menciona al Mashiaj que será cortado, y lo identifica como Mashiaj
Naguid (Mashiaj, el príncipe), note que Mashiaj es un título aquí y no una
descripción. No dice Ha'Naguid Ha'Mashiaj (el príncipe ungido), sino Mashiaj, el
príncipe.
En I Reyes 19:15-16, HaShem ordena a Eliyahu diciendo: "... ungirás a Jazael por
rey sobre Aram; y a Iehú, hijo de Nimsi, ungirás por rey sobre Israel; y a Elisha, hijo
de Safat de Abel-Mehola, ungirás por profeta en tu lugar". Claramente, podemos
apreciar en estas expresiones un sentido figurativo, haciendo referencia a una
elección divina, a una consagración por orden divina para llevar a cabo una tarea.
Varón: Heb. זכ֖ר- zajar, «varón». Hay cognados del término en acádico, arameo y
arábigo. Aparece 82 veces y por lo general en la prosa bíblica temprana (Gn—Dt);
solo se halla 5 veces en los profetas y nunca en la literatura poética y sapiencial del
Tanaj.
1432
V
En algunos contextos el vocablo indica un «animal macho»: «De todo ser viviente,
de toda carne, meterás en el arca dos de cada especie, para que sobrevivan contigo.
Serán macho y hembra» (Gn 6.19 rva).
Adjetivo: Heb. זכ֖ר- zajar, «masculino». A veces se usa zajar como adjetivo:
«Cuenta todos los primogénitos varones de los hijos de Israel de un mes arriba»
(Nm 3.40). El vocablo aparece en Jer 20.15: «Hijo varón te ha nacido, haciéndole
alegrarse así mucho».
Vengar: Verbo, heb. נקם- naqam, «vengar, vengarse, castigar». Esta raíz y sus
derivados aparecen 87 veces en el Tanaj, con mayor frecuencia en el Jumash
/Pentateuco, Ieshaiá/Isaías y Irmiá/Jeremías. Se encuentra a veces en los libros
históricos y en los Salmos. La raíz también aparece en arameo, asirio, arábigo,
etiópico y hebreo tardío.
IHVH usa a las personas como instrumentos de su venganza; por eso dijo a
Moshé/Moisés: «Lleva a cabo por completo la venganza de los hijos de Israel
contra los madianitas. Entonces Moshé/Moisés habló al pueblo diciendo: Armaos
algunos de vuestros hombres para la guerra e id contra Madián, para llevar a cabo
la venganza de IHVH contra Madián» (Nm 31.2–3 rva). La venganza de Dios es
venganza para Israel.
1433
V
Cuando atacaban a un hombre por ser siervo de Dios, tenía derecho a clamar por
venganza sobre sus enemigos, como cuando Sansón oró que Dios le diera fuerzas
«para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos» (Jue 16.28).
En el pacto (alianza), Dios advierte que su venganza podría recaer sobre su propio
pueblo: «Traeré sobre vosotros espada vengadora, en vindicación del pacto» (Lv
26.25). Es en este contexto que Isaías dice acerca de Judá: «Por tanto, dice el Señor,
IHVH de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos,
me vengaré de mis adversarios» (1.24).
Nombre: Heb. נקם- naqam, «venganza». El nombre se usa por primera vez en la
promesa de Dios a Qaín: «Cualquiera que matare a Qaín, siete veces será castigado
[«sufrirá venganza» lba]» (Gn 4.15).
Hay casos en que alguien clama por «venganza» de sus enemigos, como cuando
otra persona ha cometido adulterio con su mujer: «Porque los celos son el furor del
hombre, y no perdonará en el día de la venganza» (Pr 6.34).
Los profetas aluden con frecuencia a la «venganza» de Dios de sus enemigos (Is
59.17; Miq 5.15; Nah 1.2). Su venganza llega en un tiempo determinado: «Porque
es día de venganza de IHVH, año de retribuciones en el pleito de Sion» (Is 34.8).
Vino: Heb. ייִ ן- iaín, «vino». El término tiene cognados en acádico, ugarítico,
arameo, arábigo y etiópico. Se encuentra unas 141 veces en el hebreo
veterotestamentario y durante todos los períodos.
Esta es la palabra hebrea común para uva fermentada. Por lo general, se trata del
«vino», la bebida que se tomaba como refrigerio: «También Malki-Tzedeq
/Melquisedec, rey de Shalem, quien era kohen/sacerdote del Dios Altísimo, sacó
pan y vino» (Gn 14.18 lba; cf. 27.25). Aprendemos de Ez 27.18 que el «vino» se
comercializaba: «Damasco comerciaba contigo por tus muchos productos, por la
abundancia de toda riqueza; con vino de Helbón y lana blanca negociaban». Las
fortalezas se abastecían de «vino» en caso de sitio (2 Cr 11.11). Proverbios
recomienda que los reyes eviten el «vino» y las bebidas fuertes; que lo ofrezcan
más bien a las personas atribuladas para que bebiendo se olviden de sus
problemas (Pr 31.4–7). El «vino» se usaba para pasarlo bien, para sentirse bien sin
intoxicarse (2 S 13.28).
1434
V
diezmo de toda su cosecha se podía gastar en «todo lo que deseas, por vacas, por
ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí
delante de IHVH tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia» (Dt 14.26). El «vino» se
usaba, por orden divino, como parte del culto (Éx 29.40). Era, por tanto, uno de los
artículos que el templo almacenaba y vendía a los peregrinos para sus ofrendas (1
Cr 9.29). Los paganos también usaban «vino» en sus cultos, pero «veneno de
serpientes es su vino, y ponzoña cruel de áspides» (Dt 32.33).
Sin duda, iaín se refiere a una bebida intoxicante. Esto queda bien claro desde la
primera vez que se usa el vocablo: «Después comenzó Noé a labrar la tierra, y
plantó una viña; y bebió del vino, y se embriagó» (Gn 9.20–21). En Os 4.11 el
término se usa como sinónimo de tirosh, «vino nuevo», y es evidente que ambas
formas pueden intoxicar. Tirosh se distingue de iaín en que el primero indica un
vino reciente que no está del todo fermentado, mientras que yayin denota «vino»
en general. El primer uso de tirosh se encuentra en Gn 27.28, donde la bendición
de Iaaqov/Jacob incluye una abundancia de vino nuevo. En 1 S 1.15 iaín tiene como
término paralelo a shejar, «bebida fuerte». En los primeros tiempos shejar incluía
vino (Nm 28.7), pero también denotaba una bebida fuerte hecha de cualquier fruto
o grano (Nm 6.3). A las personas que estaban dedicadas a una tarea muy santa se
les prohibía beber «vino», entre ellos los nazareos (Nm 6.3), la madre de
Shimshóm/Sansón (Jue 13.4) y los kohaním/sacerdotes cuando se acercaban a
Dios (Lv 10.9).
Virgen, Doncella: Heb. עלְ מה- almáh, «virgen; doncella». Este nombre tiene un
cognado ugarítico (en género masculino); también aparece en arameo, siríaco y
arábigo. El género femenino del término se encuentra 9 veces; los únicos dos casos
masculinos (elem) se encuentran en 1 Samuel. Esto sugiere el poco uso que tenía el
vocablo, quizás porque había otras palabras con el mismo significado.
Almáh puede significar «virgen». Esto queda muy claro en Cnt 6.8 en donde se
enumeran todas las mujeres de la corte: «Sesenta son las reinas, y ochenta las
concubinas, y las doncellas [>almah] sin número». El término describe a todas las
mujeres casaderas, es decir, las que no eran ni esposas (reinas) ni concubinas.
Todas las «vírgenes» amaban al rey y soñaban que él las escogiera, como la
sulamita (1.3–4). En Gn 24.43 la palabra describe a Rivqá/Rebeca, de quien se dice
en Gn 24.16 que era una «doncella» que no había tenido relaciones con ningún
hombre. Salomón escribe que el proceso de enamorar a una mujer era un misterio
para él (Pr 30.19). Sin duda que en esos tiempos los hombres enamoraban a
mujeres de «virginidad» comprobada. En resumen, hay varios contextos en que la
virginidad de una joven se expresa con claridad.
Así que almáh se usaba más con el sentido de «virgen» que de «doncella», aunque
siempre con referencia a una mujer que no ha concebido hijos. Esto hace que
almáh sea ideal para lo que quiere comunicar Is 7.14. Otro término, betuláh,
enfatiza más la capacidad de procrear que virginidad (aunque puede usarse en
ambos sentidos). El lector de Is 7.14 en los días anteriores al nacimiento de Jesús
1435
V
leería que una «doncella virgen [alma]» concebiría un hijo. Este fue un posible,
pero irregular, uso de la palabra debido a que la misma puede también significar
mujer soltera. El niño que inmediatamente se ve es el hijo del profeta y su esposa
(cf. Is 8.3) y que sirve como señal a Acaz de que Dios derrotaría a sus enemigos. En
otras palabras, el lector de estos tiempos sin duda se sintió muy incómodo con el
uso del término porque la acepción primaria es «virgen» y no «doncella». De ahí
que la clara traducción del griego en Mt 1.23, según la cual esta palabra significa
«virgen», satisface por completo su implicación. Por lo tanto, Ieshiá/Isaías no se
desconcierta cuando su esposa concibe un hijo suyo, pues almáh lo permite.
Tampoco hay confusión alguna en la comprensión de la palabra en Mateo.
ְַ ה ַלתּוב- betuláh, «doncella, virgen». Hay cognados de este vocablo en ugarítico y
acádico. Las 50 veces que aparece están distribuidas en toda la literatura del Tanaj.
Tanto las formas masculinas como femeninas aparecen en Is 23.4: «Nunca estuve
con dolores de parto ni di a luz, ni crié jóvenes [betulím], ni hice crecer vírgenes
[betulot]». Hay un uso semejante en Lm 1.18: «Mis vírgenes y mis jóvenes han ido
en cautividad» (cf. Lm 2.21; Zac 9.17).
1436
V
Visión: Nombre, heb. חזָֽ ֹון- jazón, «visión». Ninguno de los 34 casos de esta
palabra aparece antes de 1 Samuel; la gran mayoría se encuentra en los libros
proféticos.
Jazón casi siempre indica un medio de revelación. Primero tiene que ver con el
propio medio, una «visión» profética mediante la cual se comunican mensajes
divinos: «Los días se prolongan, y toda visión se desvanece» (Ez 12.22 rva).
Segundo, el vocablo indica el mensaje que se recibe a través de la «visión»
profética: «Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena» (Pr 29.18 rva). Por
último, jazón puede significar todo el mensaje del profeta tal como está escrito:
«Visión de Ieshaiá/Isaías hijo de Amoz» (Is 1.1). De esta manera el vocablo que
está inseparablemente relacionado con el contenido de una comunicación divina
concentra su atención en el medio por el cual se recibe el mensaje: «La palabra de
IHVH escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia» (1 S 3.1: primera
vez que aparece el vocablo). En Is 29.7 el término significa un sueño que no es
profético.
ןחִ זיֵ֣ ֹון- jizaión, «visión». Este nombre, que aparece 9 veces, tiene que ver con una
«visión» profética en Jl 2.28: «Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda
carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán
sueños, y vuestros jóvenes verán visiones». En 2 S 7.17 jizaión se refiere a la
comunicación divina (primer caso bíblico) y en Job 4.13 a un sueño ordinario.
Verbo: חזה- jazah, «ver, seleccionar para uso propio». El verbo se encuentra 54
veces y durante todos los períodos del hebreo bíblico. Se constatan cognados del
término en ugarítico, arameo y arábigo. Significa «ver» o «percibir» en general (Pr
22.29), «ver» en visión profética (Nm 24.4) y «seleccionar» (Éx 18.21 primer
ejemplo del verbo).
Voto: Verbo, heb. נדר- nadar, «hacer voto». Este verbo aparece en varias lenguas
semíticas (ugarítico, fenicio y arameo). En las inscripciones fenicio-púnicas el
verbo y su nombre derivado a menudo se refieren a sacrificios humanos y en un
sentido más general significan una ofrenda. Nadar aparece 31 veces en el Tanaj.
1437
V
Tanto mujeres como hombres podían «hacer votos». Números 30 tiene que ver con
las leyes que rigen los votos; cf. Nm 30.2: «Cuando alguno hiciere voto a IHVH, o
hiciere juramento ligando su alma con obligación»; y Nm 30.3: «Mas la mujer,
cuando hiciere voto a IHVH, y se ligare con obligación».
Nombre: Heb. ַ רדַנ- neder, «voto; ofrendas votivas». Este nombre aparece 60 veces
en hebreo bíblico y a menudo (19 veces) se usa junto con el verbo: «Ni los votos
[neder] que prometieres [nadar]» (Dt 12.17). Las versiones modernas traducen
este conjunto de diversas formas: transforman el nombre con el verbo en una
expresión idiomática: «Nada de lo que hayan prometido IHVH» (lvp); adoptan un
uso técnico destacando el nombre: «Ninguna de tus ofrendas votivas» (bj) o bien
traducen ambos términos como nombres: «los votos, las ofrendas» (nbe).
Los votos, por lo general, se hacían en situaciones muy serias. Jacob necesitaba la
seguridad de la presencia del Señor antes de partir para Padan-aram (Gn 28.20–
22). Jefté hizo un «voto» precipitado antes de salir para la batalla (Jue 11.30; cf. Nm
21.1–3); cuando Ana hizo su «voto», deseaba un niño de todo corazón (1 S 1.11).
Por más que los «votos» condicionados se hacen a menudo por desesperación, esto
no altera el carácter obligatorio del mismo. Eclesiastés amplía la enseñanza
veterotestamentaria sobre el «voto»: «Cuando hagas un voto a Dios, no tardes en
cumplirlo… Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, a que prometas y
no cumplas … ni digas delante del mensajero que fue un error» (5.4–6 rva).
Primero, un «voto» siempre es para Dios. Aun los gentiles hacían «votos» (Jn 1.16).
Segundo, el «voto» es voluntario y está abierto a cualquiera. En el Tanaj el «voto»
no es patrimonio de personas piadosas ni es un requisito religioso. Tercero, una
vez hecho el «voto» debe cumplirse. Un «voto» no se puede anular. Con todo, el
Tanaj ofrecía la alternativa de «redimir» el «voto»; pagando el equivalente de su
valor en plata, se podían redimir una persona, un campo o una casa dedicados por
«voto» al Señor (Lv 27.1–25).
Esta práctica decayó en el primer siglo. El Talmud, por tanto, desaprueba el «voto»
y llama a «pecadores» a quienes lo hacen.
1438
V
Neder significa también una clase de ofrenda: «Allá llevaréis vuestros holocaustos,
vuestros sacrificios, vuestros diezmos, la ofrenda alzada de vuestras manos,
vuestras ofrendas votivas, vuestras ofrendas voluntarias» (Dt 12.6 rva). En
particular el vocablo indica algún tipo de ofrenda por la paz u «ofrenda votiva»
(Esd 7.16). Era también una especie de ofrenda de gratitud: «He aquí sobre los
montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz. Celebra, oh
Judá, tus fiestas, cumple tus votos» (Nah 1.15). En estos casos aun los gentiles
expresaban su gratitud a Dios probablemente con una ofrenda que prometieron a
condición del cumplimiento de una plegaria (cf. Nm 21.1–3). Tales ofrendas podían
también ser expresiones de celo hacia las cosas de Dios (Sal 22.25). A Dios se le
podía ofrendar todo lo que no le fuera abominable (Lv 27.9ss; Dt 23.18),
incluyendo el servicio propio (Lv 27.2). Mientras que los paganos pensaban en
términos de alimentar o cuidar a sus dioses, Dios rechaza esta intención en el
cumplimiento de los «votos» dirigidos a Él (Sal 50.9–13). En el paganismo el dios
recompensa al cultuante por razón de su ofrenda y en proporción a su tamaño. Era
una relación contractual que obligaba al dios a cancelar su deuda con el cultuante.
En Israel nunca existió una relación como esta.
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