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NAJMÁN
SOBRE
LA TORÁ
IDEAS DE BRESLOV
SOBRE
LA LECTURA SEMANAL
DE LA T ORÁ
COMPILADO POR
JAIM KRAMER
EDITADO POR
Y. HALL
TRADUCCIÓN AL
ESPAÑOL
GUILLERMO BEILINSON
BERESHIT -
GÉNESIS
Publicado por
BRESLOV RESEARCH
INSTITUTE
Jerusalem/New York
Copyright © 2012 Breslov
Research Institute
ISBN 978-1-928822-61-5
REBBE NACHMAN’S
TORAH
Para más información:
Breslov Research Institute
POB 5370
Jerusalem, Israel.
Prefacio
Reconocimientos
Conceptos Generales
Comienzos
Desde el Comienzo hasta el
Final
Génesis/Bereshit
Parashat Bereshit
Parashat Noaj
Parashat Lej Lejá
Parashat Vaierá
Parashat Jaié Sara
Parashat Toldot
Parashat Vaietze
Parashat Vaishlaj
Parashat Vaieshev
Parashat Miketz
Parashat Vaigash
Parashat Vaiejí
Glosario
Prefacio
»
Los mensajes que la Torá nos envía
y su importancia para una vida plena,
están explicados magistralmente en las
enseñanzas del Rebe Najmán de Breslov
(1772-1810) y de su discípulo más
importante, el rabí Natán (1780-1844).
La forma en que desarrollan sus
discursos, revelando la presencia de
Dios en cada aspecto de la vida, nos
ayuda a comprender y a aplicar el
mensaje de la Torá en nuestras propias
vidas. Luego de estudiar aunque sea un
poco de las enseñanzas de Breslov, uno
llega a tener la sensación de que Dios
está con uno en cada página, llamándolo,
“¡Ven! ¡Aquí estoy para ti!”. Ésta ha sido
mi experiencia personal y la de muchos
de mis amigos y colegas.
»
Dado que la Torá contiene muchos
consejos para la vida, podremos
beneficiarnos más si la estudiamos bajo
la orientación de los Tzadikim, cuyas
lecciones proporcionan la mejor guía
(cf. Likutey Halajot, Birkot HaPeirot 5:17).
El rabí Natán hace notar que el
comentario de Rashi es el mejor y el
más importante para estudiar la Torá,
dado que se apega al significado simple
de los versículos dirigiéndonos hacia
las enseñanzas de los Sabios en lugar de
dedicarse a discusiones filosóficas
(Likutey Halajot, Tefilá 4:7). Por este
motivo y en lugar de citar las fuentes
originales en el Talmud o en el Midrash,
la presente obra cita principalmente las
interpretaciones de los versículos
hechas por Rashi, las cuales agregan
profundidad y razón a los comentarios
de Breslov. Es sabido que las pocas
palabras utilizadas por Rashi en sus
ideas incluyen, en sí mismas, páginas
enteras de comentarios, y el Rebe
Najmán y el rabí Natán suelen citarlas y
desarrollarlas en la forma de notables
consejos.
Jaim Kramer
Iyar 5771
Mayo 2011
Reconocimientos
J.K.
La Fe
El Pacto
El Tzadik
La Torá
La Torá es llamada un
“testimonio” - es el testimonio de la
realidad y de la Unidad de Dios. La
Torá, con sus leyes y estatutos, los
Libros de los Profetas y los Escritos, al
igual que el Talmud, el Midrash, el
Zohar, la Kabalá y todos los
comentarios que acompañan a esas
obras encajan entre sí con una increíble
precisión y perfección. Incluso un
mínimo conocimiento de la Torá y de sus
contenidos demuestra que no es algo
producto de la obra del hombre, sino
testimonio de nuestro Creador Quien nos
dio la Torá. Así, está escrito, “Las
Tablas eran obra de Dios y la escritura
era la escritura de Dios” (Éxodo 32:16)
(Likutey Halajot VII, p. 30-16a).
1:1
En
el
comienzo
creó
Dios
los
cielos
y
la
tierra
Bereshit-Creó Dios
Bereshit
La palabra BeREShIT ()בראשית
puede ser escrita como Beit REShIT (בית
)ראשית. La palabra Beit ( )ביתpuede ser
leída como la palabra BaIT (בית, hogar)
y la palabra reshit (comienzo) puede
comprenderse como haciendo referencia
a la Torá (Vaikrá Rabah 36:4). Así, la
palabra Bereshit -bait reshit- nos
enseña que la persona que construye su
vida sobre los principios de la Torá
beneficia a su hogar. Esto se refleja en
el hecho de que al retornar a nuestros
hogares después de la festividad de
Sukot, comenzamos nuevamente la
lectura de la Torá precisamente desde
Bereshit (Likutey Moharán I, 266).
Bereshit
Jalá (el diezmo de la masa de harina
entregada a los cohanim), los Bikurim
(los primeros frutos) y la Trumá (los
diezmos) son llamados “primero”. El
mundo fue creado en mérito al
cumplimiento de estas mitzvot
(Bereshit Rabah 1:4).
Este Midrash enseña que la
caridad es el pilar principal y
fundamental de la Creación. Antes de
llevar a cabo cualquier actividad
creativa es adecuado dar caridad
(Likutey Halajot III, p. 216 a).
Bereshit
La palabra Bereshit también puede ser
traducida como “en aras de la cabeza”.
El mundo fue creado en aras de Israel,
que es su cabeza (Vaikrá Rabah 36:4).
Bereshit
El comienzo de la sabiduría es el temor
a Dios (Salmos 111:10).
Bereshit
Las letras de la palabra BeREShIT
( )בראשיתpueden ser transpuestas para
formar la frase IaRe ShaBaT (ירא שבת,
“aquel que guarda el Shabat”). En
mérito a guardar el Shabat la persona
merecerá el temor a Dios (Likutey Halajot
III, p. 1a).
Bereshit
Bereshit
El mundo fue creado mediante Diez
Expresiones (Avot 5:1).
Bereshit
Elohim
La tradición judía enseña que Dios
comenzó a crear el universo con el
atributo del juicio, como se evidencia
por la mención de su Santo Nombre
Elohim durante todo el relato de la
Creación. Pero una vez que comenzó a
hacerlo, lo “reconsideró”, si así pudiera
decirse, y unió el juicio con la
compasión (Rashi).
Bereshit-Juicio/Compasión
En el comienzo, se elevó en el Primer
Pensamiento de Dios el crear el mundo
mediante el atributo del juicio. Sin
embargo Dios vio que el hombre no
sería capaz de sobrevivir con el juicio
estricto, de modo que unió el atributo
de la compasión con el atributo del
juicio (Rashi).
Bereshit-Juicio/Compasión
Es sabido que Dios creó el mundo
para revelar Su compasión (ver Etz Jaim
1:2). Si es así, ¿por qué comenzó la
Creación utilizando el atributo del
juicio?
Elohim
1:2
La
tierra
estaba
confusa
y
desolada,
con
la
oscuridad
sobre
la
faz
del
abismo,
y
el
espíritu
de
Dios
sobrevolaba
sobre
la
superficie
de
las
aguas
La creación de
las aguas
Las aguas fueron lo primero
creado en el mundo (ver Rashi sobre
Génesis 1:1), haciendo referencia al
jidush ha-olam (renovación del mundo).
Por ello el agua es el medio para
purificar de todas las impurezas, dado
que simboliza la renovación (Likutey
Halajot II, p. 22).
Confusa y desolada
La tierra confusa y desolada
representa el mal que puede abrumar a
la persona. Para rectificar ese mal, uno
debe encontrar su contraparte de bien.
Esa capacidad se encuentra en el
“espíritu de Dios” - es decir, el espíritu
de Mashíaj, que siempre encuentra el
bien en todas las cosas. Así, la Torá
afirma inmediatamente: “Dios dijo,
‘Haya luz’” -que corresponde al bien-
“y Dios separó entre la luz y la
oscuridad” - dado que al buscar el bien
uno puede separar el bien del mal
(Likutey Halajot I, p. 3a).
El espíritu de Dios
1:3
Dios
dijo,
“Haya
luz”
y
hubo
luz.
Creación
En el Primer Día, todo fue creado en
estado potencial, para ser actualizado en
su propio día (Rashi).
La luz de la creación
1:4
Dios
vio
que
la
luz
era
buena.
Dios
separó
entre
la
luz
y
la
oscuridad.
En el momento de la Creación, la
oscuridad precedió a la luz. De manera
similar, la persona tiene que comenzar
con la fe, que funciona durante la
oscuridad llamada “noche”, cuando la
visión y el conocimiento están limitados.
Entonces debe obtener el consejo, tal
cual se alude en el versículo “Él revela
las profundidades que estaban ocultas en
la oscuridad” (Job 12:22). “Las
profundidades” corresponden al
consejo, como en el versículo “Agua
profunda es el consejo en el corazón del
hombre” (Proverbios, 20:5) (Likutey
Moharán II, 5:2). Sólo después de
experimentar la “oscuridad” es posible
alcanzar la “luz” - i.e, la visión y la
comprensión apropiadas.
Haya luz... Dios separó... un día
La luz y la oscuridad no pueden servir
juntas. Por lo tanto “Dios [las] separó”
(Rashi).
1:5
Dios
llamó
a
la
luz
“día”
y
a
la
oscuridad
llamó
“noche”.
Fue
el
anochecer
y
fue
la
mañana,
un
día.
Noche y día
Iom Ejad
El versículo debería haber dicho “el
Primer Día”. En su lugar está escrito,
“Un Día”, para indicar que Dios es Uno
(Rashi).
1:6
Dios
dijo,
“Haya
un
firmamento
en
medio
de
las
aguas
que
separe
las
aguas
de
las
aguas”.
Haya un firmamento en medio de las
aguas
En el comienzo de la Creación
todo era una simple unidad. Pero en el
Segundo Día, Dios creó el firmamento
para separar las “aguas inferiores” de
las “aguas superiores”. Cada una de
esas “aguas” deseaba estar cerca de
Dios y clamaron y Le rogaron por ese
privilegio (Tikuney Zohar 5, p. 19b). Vemos
entonces que el firmamento mantiene a
las aguas inferiores lejos de Dios.
1:7
Dios
hizo
el
firmamento
y
separó
las
aguas
que
estaban
debajo
del
firmamento
de
las
aguas
que
estaba
sobre
el
firmamento.
Y
así
fue.
1:9
Dios
dijo,
“Que
las
aguas
debajo
de
los
cielos
se
junten
en
un
lugar
y
que
aparezca
la
tierra
seca”.
Y
así
fue.
1:11
Dios
dijo,
“Produzca
la
tierra
planta
y
hierba
que
dé
simiente,
árbol
de
fruto
que
produzca
fruto
según
su
especie,
cuya
simiente
esté
en
él
sobre
la
tierra”.
Y
así
fue.
1:16
Dios
hizo
las
dos
grandes
luminarias:
la
luminaria
mayor
para
regir
el
día
y
la
luminaria
menor
para
regir
la
noche,
y
las
estrellas.
La luminaria menor
Las estrellas
Por haber sido disminuida, la luna
recibió a cambio la compañía de las
estrellas (Julín 60b).
1:20
Dios
dijo,
“Produzcan
las
aguas
enjambres
de
criaturas
vivientes
y
aves
que
vuelen
sobre
la
tierra,
por
la
faz
del
firmamento
de
los
cielos”.
Aves
1:24
Dios
dijo,
“Que
la
tierra
saque
criaturas
vivientes,
según
su
especie,
animales
y
reptiles
y
bestias
de
la
tierra,
según
su
especie”.
Y
así
fue.
La “tierra” es equivalente a la
sefirá de Maljut, que está asociada con
la tierra. Por lo tanto la tierra -al igual
que Maljut- representa la Ley Oral. Y la
Ley Oral es la fuente del espíritu de todo
ser vivo, como afirma el versículo:
“Que la tierra saque criaturas vivientes,
según su especie” (Likutey Moharán I,
12:1).
1:26
Dios
dijo,
“Hagamos
un
hombre
a
nuestra
imagen
y
según
nuestra
semejanza,
para
que
tenga
dominio
sobre
los
peces
del
mar
y
sobre
las
aves
del
cielo
y
sobre
las
bestias
y
sobre
la
tierra
y
sobre
todo
reptil
que
se
arrastra
sobre
la
tierra”.
Hagamos un hombre a nuestra
imagen y según nuestra semejanza
En el Libro de Ruth, cuando Naomi le
preguntó a Ruth quién le había dado el
trigo que había traído al hogar, Ruth le
respondió, “El nombre del hombre para
quien yo hice (asiti) hoy es Boaz”
(2:19). El Zohar enseña que ese
versículo está hablando de la caridad,
que está aludida en la palabra ASiti
(עשיתי, hice). La raíz de esa palabra es la
misma que la raíz de la palabra naASé
(נעשה, hagamos), haciendo referencia a
la creación del hombre (Zohar I, 13b).
Hagamos un hombre
Dios creó a Adán (un solo individuo)
para que cada persona (un nuevo “Adán”)
pudiera decir que el mundo fue creado
para ella (Sanedrín 37a).
Hagamos un hombre
Los ángeles clamaron, “No hagas al
hombre, porque pecará contra Ti”. Dios
respondió, “¡¿Acaso no me llaman
Compasivo?!” (Pesikta de-Rav Kahana
24:7).
Dios
creó
al
hombre
a
Su
imagen,
a
imagen
de
Dios
lo
creó;
hombre
y
mujer
los
creó.
Hombre y mujer
Adán y Eva fueron creados
originalmente espalda con espalda,
luego de lo cual Dios los separó para
que pudiesen volverse y estar uno frente
al otro (Berajot 61a).
De la misma manera, para
volvernos hacia Dios, debemos primero
“separarnos” de nuestro apego a este
mundo material (Likutey Moharán I, 108).
Para continuar con la metáfora: Primero
debemos separarnos de nuestra alienada
relación con Dios, para poder estar
frente a Él y relacionarnos con Él.
1:28
Dios
los
bendijo
y
les
dijo:
“Sean
fecundos
y
multiplíquense,
llenen
la
tierra
y
conquístenla.
Tengan
dominio
sobre
los
peces
del
mar
y
sobre
las
aves
del
cielo
y
sobre
todo
animal
que
se
mueve
sobre
la
tierra”.
1:31
Dios
vio
todo
lo
que
había
hecho
y
he
aquí
que
era
muy
bueno.
Y
hubo
anochecer
y
hubo
mañana:
el
día
sexto.
El Sexto Día
La tierra estuvo inestable hasta que fue
dada la Torá (Rashi).
El Sexto Día
Iom HaShishi
2:2
En
el
séptimo
día
completó
Dios
Su
obra
que
Él
había
hecho.
Y
descansó
en
el
séptimo
día
de
toda
Su
obra
que
Él
había
hecho.
El Séptimo Día
Los seis días de la semana corresponden
al Árbol del Conocimiento del Bien y
Mal. El Shabat, el séptimo día,
corresponde al Árbol de la Vida (cf.
Zohar I, 27a).
El Séptimo Día
Los seis días de la semana están
divididos en tres pares (Bereshit Rabah
11:8). Pero el Shabat está apareado con
el pueblo judío. La persona que observa
el Shabat puede regocijarse con su
pareja, si así pudiera decirse (Likutey
Moharán I, 277).
Dios
bendijo
el
Séptimo
Día
y
lo
santificó,
porque
en
él
Dios
descansó
de
toda
Su
obra
que
Dios
creó
para
hacer.
2:4
Éstas
son
las
generaciones
de
los
Cielos
y
de
la
tierra
cuando
fueron
creados,
en
el
día
en
que
Dios
hizo
la
tierra
y
los
Cielos.
Elohim y IHVH
Behibaram
Generalmente hablando, la persona no
logra nada mediante la ira o la fuerza.
Incluso si logra algo, mucho más habría
alcanzado de haber usado la bondad
(Rebe Najmán, tradición oral de
Breslov).
Behibaram
2:5
Y
ningún
arbusto
del
campo
se
hallaba
aún
en
la
tierra
y
ninguna
hierba
del
campo
había
brotado
todavía,
porque
Dios
no
había
hecho
llover
sobre
la
tierra
y
no
había
hombre
para
trabajar
del
suelo.
2:7
Dios
formó
al
hombre
del
polvo
de
la
tierra.
Y
sopló
en
sus
narices
un
aliento
de
vida
y
el
hombre
vino
a
ser
un
alma
viviente.
Vaiitzer
Vaiitzer (וייצר, “Él formó”) se deletrea
con dos iuds, una de ellas
aparentemente superflua. Esto indica
que hubo dos tipos de creación: una para
el bien y otra para el mal (Zohar III,
111a); una para el juicio y otra para la
bondad (Berajot 61a) (Likutey
Moharán I, 48:1).
Nishmat Jaim
El principal designio de la
Creación fue que la paz reinase en todos
sus segmentos. Todo -todas las chispas
de santidad, todos los niveles de la
creación- estarían juntos, al unísono,
elevando a todas las cosas hacia Dios. Y
así habría sido, si Adán no hubiese
comido del Árbol del Conocimiento del
Bien y del Mal. Al comer del Árbol,
Adán introdujo el odio y los celos en la
creación. Así, la serpiente fue
maldecida, “Yo pondré el odio entre tus
descendientes y los de ella” (Génesis
3:15) (Likutey Halajot IV, p. 223a).
Volverse verdaderamente un
“hombre” en el sentido espiritual
significa que uno alcanza el habla - la
comunicación que está asociada con una
elevada conciencia (Likutey Moharán I,
60:8).
2:8
Dios
había
plantado
un
jardín
en
el
Edén,
al
oriente,
y
puso
allí
al
hombre
que
había
formado.
2:9
Dios
había
hecho
brotar
del
suelo
toda
clase
de
árboles
gratos
a
la
vista
y
buenos
para
comer,
y
también
el
Árbol
de
la
Vida
en
medio
del
jardín
y
el
Árbol
del
Conocimiento
del
Bien
y
del
Mal.
El Árbol de la Vida
Un
río
salía
del
Edén
para
regar
el
Jardín.
De
allí,
se
separaba
en
cuatro
ríos.
2:15
Dios
tomó
al
hombre
y
lo
puso
en
el
Jardín
del
Edén,
para
trabajarlo
y
cuidarlo.
Dios tomó al hombre
“Dios tomó al hombre” - Él extrajo a
Adán de los cuatro elementos, que
corresponden a los bajos deseos del
hombre (Zohar I, 27a).
2:16
Dios
le
ordenó
al
hombre,
diciendo,
“De
todo
árbol
del
jardín
comerás”.
De todo árbol del jardín comerás
2:17
“Pero
del
Árbol
del
Conocimiento
del
Bien
y
del
Mal,
no
comerás
-
pues
en
el
día
que
de
él
comas,
con
seguridad
morirás”.
Dios
dijo,
“No
es
bueno
que
el
hombre
esté
solo.
Le
haré
una
ayuda
contrapuesta
a
él”.
2:19
Dios
formó
de
la
tierra
todo
animal
del
campo
y
toda
ave
del
cielo
y
los
llevó
al
hombre
para
ver
cómo
los
llamaría.
Todo
lo
que
el
hombre
llamó
a
cada
alma
viviente
tal
fue
su
nombre.
Su nombre
Su nombre
El nombre de un objeto
corresponde al objetivo espiritual
último de la realidad. Conociendo el
nombre de algo podemos comprender su
esencia Divina y alcanzar la realidad de
la era mesiánica.
Su nombre
2:20
El
hombre
dio
nombres
a
todos
los
animales,
a
los
pájaros
del
cielo
y
a
las
bestias
salvajes.
Pero
el
hombre
no
encontró
una
ayuda
contrapuesta
a
él.
La tierra representa el
materialismo, en el cual está oculta la
Verdad de Dios. Pero aun así y mediante
la fe, es posible alcanzar, en ella, el
conocimiento de Dios. Así, la Verdad
fue arrojada hacia abajo para que la
persona pudiera nutrir su fe y hacer que
la verdad germinase; y entonces
encontrar a Dios.
Dios
hizo
caer
un
profundo
sueño
sobre
el
hombre,
el
cual
se
durmió;
y
tomó
una
de
sus
costillas
y
cerró
con
carne
en
su
lugar.
Vaiapel
Cerró la carne
2:22
Y
de
la
costilla
que
Dios
había
tomado
del
hombre
hizo
una
mujer
y
la
trajo
al
hombre.
De la costilla que Dios había tomado
del hombre hizo una mujer y la trajo
al hombre
Había la imagen de un trono y sobre la
imagen del trono una imagen como la
apariencia de un hombre sobre él
(Ezequiel 1:26).
Adán y Eva
Dios hizo recto al hombre pero ellos
buscaron muchos artificios (Eclesiastés
7:29).
El
hombre
dijo,
“Ésta
vez
hueso
es
de
mi
hueso
y
carne
es
de
mi
carne.
Ésta
será
llamada
mujer,
pues
fue
tomada
del
hombre”.
2:24
Por
lo
tanto
el
hombre
dejará
a
su
padre
y
a
su
madre
y
se
unirá
con
su
esposa,
y
serán
una
sola
carne.
2:25
El
hombre
y
su
mujer
estaban
desnudos,
pero
no
sentían
vergüenza.
No sentían vergüenza
No sentían vergüenza
Antes de pecar, Adán y Eva no
tenían motivo alguno para sentirse
avergonzados, pues sus mentes eran
totalmente puras. Tampoco temían al mal
de ojo (que representa los celos, la
lujuria y las malas intenciones de los
demás). Sin embargo, cayeron víctimas
del mal ojo de la serpiente cuando ésta
los persuadió de comer del árbol
prohibido, diciendo, “Tus ojos se
abrirán” (Génesis 3:4).
3:1
La
serpiente
era
el
más
astuto
de
todos
los
animales
que
Dios
había
hecho.
Y
le
dijo
a
la
mujer,
“¿Es
que
Dios
realmente
dijo
que
no
deberían
comer
de
ningún
árbol
del
jardín?”.
La serpiente
3:3
“Del
fruto
del
árbol
que
está
en
medio
del
jardín,
Dios
dijo,
‘No
coman
de
él
ni
lo
toquen,
pues
de
hacerlo
morirán’”.
Ni lo toquen
La serpiente empujó a Eva contra el
Árbol y dijo, “Así como no hay muerte
al tocarlo, no hay muerte si se come de
sus frutos” (Rashi).
3:5
“Pues
Dios
sabe
que
en
el
día
que
coman
de
él
sus
ojos
se
abrirán
y
serán
como
Dios,
conocedores
del
bien
y
del
mal.
Adán, Árbol
Toda mentira que no comience con
verdad no será aceptada (Rashi sobre
Números 13:27; Sotá 35a).
3:6
La
mujer
vio
que
el
árbol
era
bueno
para
comer,
una
delicia
para
los
ojos
y
deseable
para
alcanzar
la
sabiduría.
Tomó
de
su
fruto
y
comió
y
también
le
dio
a
su
esposo
y
él
comió.
Y él comió
El pecado de Adán
El pecado de Adán
Después de comer del Árbol, Adán se
separó de su mujer y estuvo derramando
simiente en vano durante 130 años. Ese
pecado fue el causante del exilio de los
judíos en Egipto (Ari, Shaar
HaPesukim, Shemot; ver Eruvin 18b).
Los
ojos
de
ambos
se
abrieron
y
supieron
que
estaban
desnudos.
Y
cogieron
hojas
de
higuera
e
hicieron
para
sí
ceñidores.
3:8
Ellos
oyeron
la
voz
de
Dios
que
se
paseaba
por
el
Jardín
a
la
brisa
del
día.
El
hombre
y
su
mujer
se
ocultaron
de
Dios
entre
los
árboles
del
jardín.
Ellos oyeron la voz de Dios
Y
Él
dijo:
“¿Quien
te
ha
dicho
que
estabas
desnudo?
¿Acaso
has
comido
del
Árbol
del
cual
te
ordené
que
no
comieses?”.
HaMin haEtz
HaMin haEtz
Adán, el árbol
La capacidad de recordar el
Mundo que Viene depende de la mirada
de la persona. Si mira hacia adelante y
más allá del horizonte, recordará el
objetivo final. Adán y Eva corrompieron
la visión (“Ella vio que el árbol era
bueno para comer”), lo que dañó su
recuerdo del Mundo que Viene.
3:13
Dios
le
dijo
a
Eva,
“¿Qué
es
lo
que
has
hecho?”.
La
mujer
respondió,
“La
serpiente
me
aconsejó
y
comí”.
La serpiente me aconsejó
La serpiente me aconsejó
3:14
Dios
le
dijo
a
la
serpiente,
“Por
cuanto
has
hecho
esto,
maldita
serás
más
que
toda
bestia
y
más
que
todo
animal
del
campo;
sobre
tu
vientre
andarás
y
polvo
comerás
todos
los
días
de
tu
vida”.
Maldita serás
La serpiente trajo treinta y nueve
maldiciones al mundo (diez para Adán,
diez para Eva, diez para la serpiente y
nueve para la tierra) (Tikuney Zohar 48,
p. 85).
Maldita serás
La palabra “maldita” está asociada tanto
con la serpiente como con Canaán,
quien recibió la maldición de ser un
esclavo (ver Génesis 9:25).
La serpiente trajo la muerte al
mundo al persuadir a Eva de que
comiese del Árbol del Conocimiento. El
sueño es una sesentava parte de la
muerte (Berajot 57b). Así, la maldición
de la serpiente produce un letargo -o
“una mentalidad de esclavo”- asociado
con la falta de propósito (Likutey
Moharán I, 117). Es necesario trascender
la maldición de la serpiente y llenar los
días con vitalidad.
3:16
Él
le
dijo
a
la
mujer,
“Multiplicaré
en
gran
manera
los
dolores
de
tu
preñez,
con
dolor
parirás
hijos;
a
tu
marido
estará
sujeto
tu
deseo
y
él
regirá
sobre
ti”.
Con dolor parirás hijos
3:17
Él
le
dijo
a
Adán,
“Debido
a
que
escuchaste
la
voz
de
tu
mujer
y
comiste
del
árbol
del
que
te
ordené,
diciendo:
¡No
comas
de
él!,
maldita
sea
la
tierra
por
tu
causa;
con
tristeza
comerás
de
ella
todos
los
días
de
tu
vida”.
El número 10 corresponde a la
letra iud ()י, que representa la santidad.
Al realizar esas diez mitzvot, atraemos
santidad hacia la tierra y entonces ésta
nos devuelve abundancia y bendiciones
(Likutey Halajot VIII, p. 184a).
La falta de conocimiento es la
pobreza más grande. Al comer del
Árbol, Adán dañó su conocimiento -la
conciencia de la Providencia Divina- y
fue maldecido con tener que comer con
tristeza y sufrimiento. Esto alude al
esforzarse en la búsqueda del sustento y
no ser capaz de buscarlo directamente a
través de la Providencia Divina (Likutey
Halajot I, p.44).
3:18
“Y
germinará
para
ti
espinos
y
abrojos
y
comerás
la
hierba
del
campo”.
Hierba... pan
3:19
“Con
el
sudor
de
tu
rostro
comerás
el
pan
hasta
que
vuelvas
a
la
tierra
de
donde
fuiste
tomado;
porque
polvo
eres
y
al
polvo
volverás”.
3:20
El
hombre
le
dio
a
su
mujer
el
nombre
de
Eva
(Java)
por
haber
sido
ella
la
madre
de
todos
los
vivientes.
Java
Adam y Java
Dios
hizo
vestimentas
de
piel
para
el
hombre
y
para
su
mujer
y
los
vistió.
Vestimentas de luz
Originalmente, Adán llevaba vestimentas
de or (אור, luz - escrito con alef, vav,
resh). Luego de pecar, tuvo que usar
vestimentas de or (עור, cuero - escrito
con ain, vav, resh) (Tikuney Zohar #58,
p. 92b; ver también Bereshit Rabah
20:12).
Dios
lo
arrojó
del
Jardín
del
Edén,
para
trabajar
la
tierra
de
la
cual
había
sido
tomado.
Adán, Shabat
Después del Shabat, Dios le otorgó a
Adán el intelecto para hacer fuego
golpeando dos piedras entre sí
(Midrash Tehilim 92).
3:24
De
modo
que
expulsó
al
hombre
y
colocó
a
los
querubines
al
este
del
Jardín
del
Edén
y
una
espada
giratoria
llameante
para
cuidar
el
camino
al
Árbol
de
la
Vida.
La espada giratoria
4:1
El
hombre
conoció
a
Eva,
su
mujer,
la
cual
concibió
y
dio
a
luz
a
Caín
y
dijo:
“He
adquirido
un
varón
del
Señor”.
4:3
Y
aconteció
que
al
cabo
de
algún
tiempo,
Caín
trajo
de
los
frutos
de
la
tierra
como
ofrenda
a
Dios.
4:4
Abel
ofreció
también
de
los
primogénitos
de
su
rebaño
y
de
los
sebos
de
ellos.
Dios
hizo
caso
de
Abel
y
de
su
ofrenda.
Caín y Abel
4:6
Dios
le
dijo
a
Caín,
“¿Por
qué
estás
enojado
y
por
qué
ha
decaído
tu
semblante?”.
“¿No
es
cierto
que
si
obras
bien
habrá
una
elevación?
Pero
si
no
haces
el
bien
el
pecado
yacerá
a
la
puerta.
Su
deseo
será
hacia
ti
pero
tú
podrás
dominarlo”.
4:8
Caín
le
habló
a
su
hermano
Abel.
Y
sucedió
que
al
estar
ellos
en
el
campo,
se
levantó
Caín
contra
Abel,
su
hermano
y
lo
mató.
4:12
“Cuando
trabajes
el
suelo,
no
volverá
más
a
darte
su
fuerza.
Vagabundo
y
errante
serás
en
la
tierra”.
Un vagabundo
4:14
“He
aquí
que
me
arrojas
hoy
de
sobre
la
faz
de
la
tierra,
y
de
Tu
rostro
me
esconderé.
Andaré
vagabundo
y
errante
en
la
tierra
y
cualquiera
que
me
halle
me
matará”.
Me arrojas hoy de sobre la faz de la
tierra, y de Tu rostro me esconderé
El mundo entero está lleno de Su gloria
(Isaías 6:3).
Adá
dio
nacimiento
a
Iaval,
el
cual
fue
padre
de
los
que
habitan
en
tiendas
y
tienen
ganado.
4:21
Fue
padre
de
los
que
habitan
en
tiendas
y
tienen
ganado...
su
hermano...
fue
padre
de
todos
los
que
manejan
el
arpa
y
la
flauta.
Set
también
tuvo
un
hijo
y
lo
llamó
Enosh.
Entonces
se
comenzó
a
invocar
el
nombre
de
Dios.
5:2
Hombre
y
mujer
Él
los
creó.
Los
bendijo
y
llamó
su
nombre
Adán,
el
día
en
que
fueron
creados.
Lemej
vivió
ciento
ochenta
y
dos
años
y
engendró
un
hijo.
Lo
llamó
Noaj,
diciendo,
“Éste
nos
consolará
de
nuestra
obra
y
la
tristeza
de
nuestras
manos,
a
causa
de
la
tierra
que
Dios
ha
maldecido”.
6:4
Los
gigantes
estaban
en
la
tierra
en
aquellos
días
y
también
después
de
que
se
llegaron
los
hijos
de
los
gobernantes
a
las
hijas
de
los
hombres
y
ellas
les
dieron
hijos;
éstos
fueron
los
poderosos
que
desde
los
tiempos
antiguos
fueron
hombres
de
renombre.
6:5
Dios
vio
que
era
grande
la
maldad
del
hombre
en
la
tierra
y
que
toda
la
inclinación
de
los
pensamientos
de
su
corazón
era
solamente
mala
todos
los
días.
6:6
Dios
Se
arrepintió
de
haber
hecho
al
hombre
en
la
tierra
y
Se
afligió
en
Su
corazón.
Se afligió en Su corazón
El corazón es el lugar de la
alegría y de la tristeza. Cuando la
tristeza gobierna al corazón, surge un
“diluvio” de sufrimientos y de juicios
(Likutey Moharán I, 24:2).
Se afligió en Su corazón
Se afligió en Su corazón
6:8
Pero
Noaj
halló
gracia
a
los
ojos
de
Dios.
6:9
Estas
son
las
generaciones
de
Noaj:
Noaj
era
un
tzadik,
era
perfecto
en
su
generación.
Noaj
andaba
con
Dios.
Noaj... Elohim
Dios
contempló
la
tierra
y
he
aquí
que
estaba
corrompida
porque
toda
carne
había
corrompido
su
camino
sobre
la
tierra.
6:13
Dios
le
dijo
a
Noaj,
“El
fin
de
toda
carne
ha
llegado
delante
de
Mí,
porque
la
tierra
está
llena
de
violencia
a
causa
de
ellos
y
he
aquí
que
voy
a
destruirlos
con
la
tierra”.
Se llenó de robo
Aunque la generación estaba hundida en
la idolatría y en la inmoralidad, el
decreto final sólo fue emitido debido al
robo (Rashi).
“Haz
para
ti
un
arca
de
madera
de
ciprés.
Harás
el
arca
con
compartimientos
y
deberás
cubrirla
con
brea
por
dentro
y
por
fuera”.
6:16
“Haz
una
luz
para
el
arca
y
termínala
a
un
codo
desde
arriba.
Pondrás
la
puerta
del
arca
en
su
costado.
Le
harás
pisos
bajo,
medio
y
superior”.
Una luz
6:17
“Pues
Yo,
he
aquí,
que
voy
a
traer
un
diluvio
de
aguas
sobre
la
tierra
para
destruir
de
debajo
del
cielo
toda
carne
que
tiene
en
sí
aliento
de
vida:
todo
lo
que
está
en
la
tierra
perecerá”.
El diluvio
El diluvio
Mabul
7:8
De
los
animales
puros
y
de
los
animales
que
no
eran
puros,
de
las
aves
y
de
todo
lo
que
se
arrastra
sobre
la
tierra.
7:19
Las
aguas
se
elevaron
por
sobre
la
tierra
y
fueron
cubiertas
todas
las
altas
montañas
que
había
bajo
todo
el
cielo.
Todo
lo
que
tenía
en
sus
narices
hálito
de
espíritu
de
vida
de
cuanto
había
en
la
tierra
seca,
murió.
La
Paloma
volvió
a
él
a
la
hora
de
la
tarde
y
he
aquí
que
traía
una
hoja
fresca
de
olivo
en
su
pico.
Así
supo
Noaj
que
habían
bajado
las
aguas
de
sobre
la
tierra.
Una hoja de olivo
8:16
“Sal
del
arca
tú
y
tu
mujer
y
tus
hijos
y
las
mujeres
de
tus
hijos
contigo”.
8:18
Y
salió
Noaj
y
con
él
sus
hijos
y
su
mujer
y
las
mujeres
de
sus
hijos.
8:20
Noaj
construyó
un
altar
a
Dios.
Tomó
de
todo
animal
puro
y
de
toda
ave
pura
y
ofreció
holocaustos
sobre
el
altar.
8:21
Dios
sintió
la
fragancia
suave,
y
Dios
dijo
a
Su
corazón,
“No
volveré
más
a
maldecir
a
la
tierra
debido
al
hombre;
porque
la
inclinación
del
corazón
del
hombre
es
mala
desde
su
juventud.
Nunca
más
volveré
a
herir
todo
viviente,
como
acabo
de
hacerlo”.
8:22
“Mientras
dure
la
tierra,
siembra
y
siega,
frío
y
calor,
verano
e
invierno,
día
y
noche
no
cesarán”.
9:2
“Y
sea
el
temor
y
el
pavor
de
ustedes
sobre
todo
animal
de
la
tierra
y
sobre
toda
ave
del
cielo
y
sobre
todo
lo
que
se
arrastra
sobre
el
suelo
y
sobre
todos
los
peces
del
mar:
en
sus
manos
han
sido
entregados”.
9:3
“Todo
lo
que
se
mueve
y
vive
les
servirá
de
alimento;
así
como
la
vegetación,
les
he
dado
todo”.
“Pero
no
comas
la
carne
de
una
criatura
que
aún
esté
viva”.
9:16
“El
arco
iris
estará
en
la
nube
y
Yo
lo
veré
para
acordarme
del
pacto
eterno
entre
Dios
y
toda
alma
viviente
en
toda
carne
que
hay
sobre
la
tierra”.
El pacto eterno
La persona que guarda el pacto -i.e., la
pureza sexual- es considerada un Tzadik
(Zohar I, 59b).
9:18
Los
hijos
de
Noaj
que
salieron
del
arca
fueron
Shem,
Jam
y
Iafet.
Jam
9:21
Y
bebió
del
vino
y
se
embriagó,
quedando
descubierto
en
medio
de
su
tienda.
9:22
Jam,
el
padre
de
Canaán,
vio
la
desnudez
de
su
padre
y
se
lo
contó
a
sus
dos
hermanos
afuera.
Shem
y
Iafet
tomaron
el
manto
y
se
lo
pusieron
sobre
los
hombros
y
anduvieron
hacia
atrás
y
cubrieron
la
desnudez
de
su
padre;
vueltos
los
rostros,
no
vieron
la
desnudez
de
su
padre.
9:25
“Maldito
sea
Canaán”,
dijo.
“Esclavo
de
esclavos
será
de
sus
hermanos”.
Esclavo de esclavos
Ellos
dijeron,
“Vamos,
edifiquémonos
una
ciudad
y
una
torre
cuya
cúspide
llegue
al
Cielo.
Hagámonos
un
nombre
para
que
no
nos
dispersemos
sobre
la
faz
de
la
tierra”.
11:26
Teraj
vivió
setenta
años
y
engendró
a
Abram,
a
Najor
y
a
Haran.
Abram
Abram era uno (Ezequiel 33.24).
Abram
Nuestros sabios enseñan que Abraham
no tuvo ningún maestro espiritual. ¿De
dónde aprendió sobre Dios? Sus riñones
se volvieron como dos fuentes que
fluían con sabiduría Divina (Bereshit
Rabah 95:3).
Haran
murió
en
vida
de
su
padre
Teraj,
en
la
tierra
de
su
nacimiento,
en
Ur
Kasdim.
Haran murió… en Ur
Kasdim.
Teraj acusó a su hijo Abraham ante
Nimrod de haber destruido sus ídolos y
Nimrod hizo que Abraham fuese
arrojado a un horno ardiente. Harán
pensó, “Si Abraham triunfa, estaré de su
lado y si triunfa Nimrod, estaré de su
lado”. Cuando Abraham triunfó al ser
salvado de la muerte en el horno, le
dijeron a Harán, “¿De qué lado estás?”.
Harán respondió, “Estoy del lado de
Abraham”. Entonces lo arrojaron al
horno ardiente y allí fue incinerado
(Rashi).
Abraham y Nimrod
Abraham, el único que creía en el
verdadero Dios, fue llamado ateo por
Nimrod. Esta mentira sólo podía tener
sus raíces en las Cámaras de los
Intercambios, donde el bien y el mal se
mezclan para obstaculizar la percepción
de la verdad (Likutey Halajot I, p. 210).
Ur Kasdim
11:29
Abraham
y
Najor
tomaron
mujeres
para
ellos.
El
nombre
de
la
mujer
de
Abraham
era
Sarai
y
el
nombre
de
la
mujer
de
Najor
era
Milká,
hija
de
Harán,
padre
de
Milká
y
padre
de
Iská.
Sarai
SaRai (más tarde, Sara) fue llamada así
debido a que era una SaR (gobernante o
autoridad) sobre el mundo entero
(Berajot 13a).
Su autoridad se ponía de
manifiesto en su capacidad para revelar
el reinado de Dios (ver Likutey Moharán I,
74).
11:32
Los
días
de
Teraj
fueron
doscientos
cinco
años.
Teraj
murió
en
Jarán.
12:1
Dios
le
dijo
a
Abram,
“Vete
de
tu
tierra
y
del
lugar
de
tu
nacimiento
y
de
la
casa
de
tu
padre,
a
la
Tierra
que
Yo
te
mostraré”.
Vete... a la Tierra
Vete... a la Tierra
12:2
“Haré
de
ti
una
gran
nación,
Te
bendeciré
y
haré
que
tu
nombre
sea
grande.
Y
serás
una
bendición”.
Haré de ti una gran nación, Te
bendeciré... Lot fue con él... Abram
prosiguió su viaje marchando hacia el
sur
“Haré de ti una gran nación” - es por
esto que decimos en la plegaria de las
Shmone Esere “El Dios de Abraham”
(Rashi).
12:5
Y
Abram
tomó
a
Sarai,
su
mujer
y
a
Lot,
hijo
de
su
hermano,
con
todos
los
bienes
que
habían
adquirido
y
las
almas
que
habían
hecho
en
Jarán;
y
salieron
para
ir
a
la
tierra
de
Canaán
y
llegaron
a
la
tierra
de
Canaán.
Jarán
12:6
Abram
pasó
por
la
tierra
hasta
el
lugar
de
Shejem,
hasta
Elon
Moré.
Los
cananeos
estaban
entonces
en
la
tierra.
12:9
Abram
continuó
viajando,
marchando
hacia
el
sur
Hubo
una
hambruna
en
la
tierra.
Abram
descendió
a
Egipto
para
habitar
temporalmente
allí,
porque
era
penosa
el
hambre
en
la
tierra.
Hubo una hambruna en la tierra
Los
oficiales
del
faraón
la
vieron
y
se
la
alabaron
al
faraón;
y
la
mujer
fue
llevada
a
la
casa
del
faraón.
13:1
Abram
subió
de
Egipto,
él
y
su
mujer,
y
todo
lo
que
tenía
y
Lot
con
él,
hacia
el
sur.
Abram subió de Egipto
Y
anduvo
en
sus
viajes
desde
el
sur
hasta
Bet
El,
hasta
el
lugar
donde
había
estado
su
tienda
originalmente,
entre
Bet
El
y
Ai.
13:7
Hubo
una
disputa
entre
los
pastores
de
los
rebaños
de
Abram
y
los
pastores
de
los
rebaños
de
Lot.
Los
cananeos
y
los
perizeos
habitaban
entonces
en
la
Tierra.
13:9
¿No
está
toda
la
tierra
delante
de
ti?
Sepárate,
por
favor,
de
mí;
si
tú
vas
hacia
la
izquierda,
yo
iré
a
la
derecha;
y
si
tú
vas
a
la
derecha,
yo
iré
a
la
izquierda”.
Él
y
sus
siervos
se
desplegaron
contra
ellos
de
noche.
Los
persiguieron
hasta
Jová
que
está
a
la
izquierda
de
Damasco.
14:18
Malkitzedek,
el
rey
de
Shalem,
sacó
pan
y
vino.
Él
era
un
Cohen
del
Supremo.
Malkitzedek... sacó pan y vino
15:5
Y
le
sacó
afuera
y
dijo:
“Mira,
por
favor,
hacia
el
cielo
y
cuenta
las
estrellas,
si
las
puedes
contar”;
y
le
dijo:
“Así
será
tu
descendencia”.
15:6
Él
creyó
en
Dios
y
Dios
se
lo
consideró
como
caridad.
“Señor,
Dios,
¿En
qué
sabré
que
la
he
de
heredar?”.
En qué sabré
En qué sabré
La pregunta de Abraham
demuestra un daño en daat: “¿En qué
sabré?”. Daat está representado por la
Tierra Santa, que corresponde al
intelecto sagrado. Para rectificar ese
daño en los descendientes de Abraham,
Dios le dijo, “Tu simiente será
extranjera en una tierra ajena” (Génesis
15:13). Ellos serían exilados de la Tierra
Santa, del daat, de un estado tranquilo
de la mente, hacia “una tierra ajena” - un
estado mental turbulento (Likutey Halajot
V, p. 72).
En qué sabré
15:13
Él
le
dijo
a
Abram,
“Sabe
con
toda
seguridad
que
tu
simiente
será
extranjera
en
tierra
ajena,
donde
la
reducirán
a
servidumbre
y
la
oprimirán
cuatrocientos
años”.
15:14
“Mas
también
juzgaré
a
la
nación
a
quien
hubieren
servido
y
después
de
esto
saldrán
con
gran
riqueza”.
Saldrán con gran riqueza
16:8
“Hagar,
sierva
de
Sarai,
¿de
dónde
vienes
y
adónde
vas?”,
le
dijo.
“Huyo
de
Sarai,
mi
señora”,
respondió.
16:11
El
ángel
de
Dios
le
dijo,
“He
aquí
que
estás
encinta
y
parirás
un
hijo
y
le
darás
el
nombre
de
Ishmael,
porque
Dios
ha
oído
tu
plegaria”.
17:1
Abram
tenía
noventa
y
nueve
años
de
edad.
Dios
se
le
apareció
a
Abram
y
le
dijo,
“Yo
soy
El
Shadai.
Anda
delante
de
Mí
y
sé
perfecto”.
17:5
“No
se
llamará
más
Abram
tu
nombre,
sino
que
Abraham
será
tu
nombre,
porque
te
he
hecho
padre
de
una
multitud
de
naciones”.
17:10
“Éste
es
Mi
pacto
que
guardarás
entre
Yo
y
tú,
y
tu
simiente
después
de
ti:
que
cada
varón
sea
circuncidado”.
Milá - El Pacto
La milá es exaltada, pues trece pactos
fueron hechos sobre ella (Nedarim
31b).
El número 13 representa el
exaltado nivel de Atik, Keter, que
también representa “Largo de Días” y
los Trece Atributos de Misericordia. Al
realizar la milá, atraemos la santidad de
“Largo de Días”, una larga vida. Más
aún, al realizar la circuncisión, la
persona puede alcanzar un nivel de
trascendencia del tiempo (Likutey Halajot
V, p. 76a). Así, la milá es exaltada, pues
esos pactos pueden “alargar los días de
la persona”. Podemos decir también que
el día de cada persona parece limitado;
es decir, después de todo, sólo dura
veinticuatro horas y trae sus propias
distracciones. Pero al guardar el pacto,
uno siente una disminución de la presión
del tiempo y puede aprovechar al
máximo su día.
17:14
“Más
en
cuanto
al
varón
incircunciso,
que
no
tuviese
circuncidado
el
prepucio,
esa
alma
será
extirpada
de
su
pueblo;
pues
quebrantó
Mi
pacto”.
Un varón incircunciso
A partir de este versículo aprendemos
que la milá se realiza en el lugar en
donde se puede diferenciar entre un
hombre y una mujer (Rashi).
18:1
Dios
se
le
apareció
en
la
Arboleda
de
Mamré,
mientras
estaba
sentado
a
la
entrada
de
la
tienda,
durante
el
calor
del
día.
Dios se le apareció
18:4
“Tomen
por
favor
un
poco
de
agua.
Laven
sus
pies
y
descansen
debajo
del
árbol”.
18:8
Él
tomó
manteca,
leche
y
el
becerro
que
había
preparado
y
los
dispuso
delante
de
ellos.
Y
se
quedó
de
pie
junto
a
ellos,
debajo
del
árbol
y
ellos
comieron.
Los ángeles comieron con Abraham
18:19
“Porque
Yo
lo
he
conocido,
que
ordenará
a
sus
hijos
y
a
su
casa
después
de
él,
para
que
guarden
el
camino
de
Dios,
haciendo
rectitud
y
justicia;
para
que
Dios
haga
venir
sobre
Abraham
lo
que
Él
le
ha
dicho”.
18:22
Los
hombres
se
apartaron
de
allí
y
se
encaminaron
hacia
Sodoma.
Abraham
aún
estaba
de
pie
delante
de
Dios.
18:27
Abraham
respondió
y
dijo,
“He
aquí,
he
tenido
el
atrevimiento
de
hablar
al
Señor,
yo
que
soy
polvo
y
cenizas”.
Yo soy polvo
19:11
Hirieron
de
ceguera
a
los
hombres
que
estaban
a
la
entrada
de
la
casa,
desde
el
pequeño
hasta
el
grande,
y
ellos
trataron
en
vano
de
encontrar
la
entrada.
Hirieron de ceguera a los hombres
que estaban a la entrada de la casa
Y
cuando
los
sacaron
afuera,
uno
le
dijo:
“Escapa
por
tu
vida;
no
mires
tras
de
ti,
no
te
detengas
en
toda
la
llanura;
huye
a
la
montaña,
no
sea
que
mueras”.
Huye a la montaña
Huye a la “montaña” - hacia Abraham
(Rashi).
19:30
Lot
subió
de
Tzoar
y
habitó
en
la
montaña,
junto
con
sus
dos
hijas;
porque
tuvo
miedo
de
quedarse
en
Tzoar.
Habitaron
entonces
en
la
cueva,
él
y
sus
dos
hijas.
Habitaron entonces en la cueva, él y
sus dos hijas
Encontré a Mi siervo David. ¿Dónde? En
Sodoma (Bereshit Rabah 41:4).
20:5
“¿No
me
dijo
él:
‘Ella
es
mi
hermana’?
Y
ella
también
dijo,
‘Él
es
mi
hermano’.
En
la
inocencia
de
mi
corazón
y
con
pureza
de
mis
manos
he
hecho
esto”.
¿No me dijo él: “Ella es mi
hermana”?
20:7
“Ahora
devuelve
la
mujer
del
hombre,
porque
él
es
profeta
y
orará
por
ti
para
que
vivas;
pero
si
no
la
devuelves,
sabe
que
de
seguro
morirás
tú
y
todos
los
que
son
tuyos”.
Devuelve la mujer del hombre
Los Patriarcas revelaron a Dios al
mundo entero mediante el poder de su
plegaria. En este respecto, cada uno de
ellos hizo referencia al lugar de la
plegaria con un nombre diferente.
Abraham lo llamó “montaña”, Itzjak lo
llamó “campo” y Iaacov, lo llamó “casa”
(Pesajim 88a).
20:16
Le
dijo
a
Sara,
“He
aquí,
le
he
dado
mil
piezas
de
plata
a
tu
hermano.
Considera
que
esto
será
una
cobertura
para
los
ojos
de
todos
los
que
están
contigo
y
para
todos
los
demás”.
21:2
Sara
concibió
y
dio
a
luz
un
hijo
de
Abraham,
en
su
vejez,
al
tiempo
exacto
que
le
había
dicho
Dios.
21:5
Abraham
tenía
cien
años
cuando
le
nació
su
hijo
Itzjak.
21:6
Sara
dijo,
“Dios
me
ha
hecho
feliz.
Todo
el
que
lo
oiga
se
regocijará
por
mí”.
21:12
Dios
le
dijo
a
Abraham,
“No
te
preocupes
a
causa
del
muchacho
y
de
tu
sierva;
de
todo
lo
que
te
diga
Sara,
oye
su
voz,
porque
en
Itzjak
será
llamada
tu
simiente”.
21:23
“Y
ahora
júrame
por
Dios
que
no
te
portarás
falsamente
conmigo,
ni
con
mis
hijos,
ni
con
mis
nietos.
Muéstrame
a
mí
y
a
la
tierra
en
la
cual
has
estado
viviendo
la
misma
bondad
que
yo
te
he
mostrado
a
ti”.
21:25
Abraham
reprendió
a
Avimelej
con
motivo
de
un
pozo
de
agua
que
los
siervos
de
Avimelej
le
habían
arrebatado.
Él
plantó
un
árbol
en
Bersheva
y
allí
invocó
el
Nombre
de
Dios,
Señor
del
Mundo.
Él plantó un árbol
Plantó un árbol para darles de sus frutos
a sus huéspedes y para enseñarles a
bendecir al Uno que los alimentó
(Rashi).
21:34
Abraham
habitó
en
la
tierra
de
los
filisteos
muchos
días.
22:2
“Toma
a
tu
hijo,
al
único,
al
que
amas,
a
Itzjak
y
vete
a
la
tierra
de
Moriá,
y
ofrécelo
allí
en
sacrificio
sobre
uno
de
los
montes
que
Yo
te
diré”.
22:3
Abraham
se
despertó
temprano
en
la
mañana,
aparejó
su
asno
y
tomó
dos
de
sus
jóvenes
consigo
y
a
su
hijo
Itzjak.
Partió
leña
para
el
sacrificio
y
levantándose
fue
al
lugar
que
le
había
dicho
Dios.
22:4
Al
tercer
día,
Abraham
levantó
los
ojos
y
vio
el
lugar
desde
lejos.
22:5
Abraham
les
dijo
a
sus
mozos:
“Quédense
aquí
con
el
asno,
y
yo
y
el
muchacho
iremos
hasta
allí
y
adoraremos
y
volveremos
a
ustedes”.
Quédense aquí con el asno
22:6
Abraham
tomó
la
leña
para
el
sacrificio
y
la
puso
sobre
Itzjak,
su
hijo.
Tomó
en
su
mano
el
fuego
y
el
cuchillo
y
caminaron
los
dos
juntos.
Tomó... el maajelet
Todo lo que los judíos reciben en este
mundo se debe al mérito de Abraham al
tomar el maajelet [para sacrificar a
Itzjak] (Bereshit Rabah 56:3).
22:9
Al
llegar
al
lugar
que
le
había
dicho
Dios,
Abraham
construyó
allí
el
altar
y
puso
en
orden
la
leña
y
ató
a
Itzjak,
su
hijo,
y
lo
colocó
sobre
el
altar,
encima
de
la
leña.
22:12
“No
extiendas
tu
mano
contra
el
muchacho
ni
le
hagas
nada;
porque
ahora
sé
que
tú
eres
temeroso
de
Dios
ya
que
no
Me
has
negado
a
tu
hijo
único”.
No Me has negado
23:1
Fue
la
vida
de
Sara
cien
años
y
veinte
años
y
siete
años,
los
años
de
la
vida
de
Sara
Fue la vida de Sara cien años y veinte
años y siete años, los años de la vida
de Sara
22:3
Abraham
se
levantó
de
delante
de
su
muerto
y
habló
a
los
hijos
de
Jet,
diciendo:
23:8
Él
habló
con
ellos,
diciendo,
“Si
es
el
deseo
de
ustedes
que
sepulte
mi
muerto
de
delante
de
mí,
escúchenme
y
rueguen
por
mí
a
Efron,
hijo
de
Tzojar”.
Si es el deseo de ustedes
Efron
El nombre EFRon ()עפרון
comparte la misma raíz que la palabra
AFaR (עפר, tierra) indicando pereza y
depresión, una falta de fe. La fe, por otro
lado, se compara con germinar y crecer
(Likutey Moharán I, 155). Así, la vida y la
renovación de la vitalidad que generan
los tefilín están ocultas debido a Efron,
a la pereza. Abraham, el hombre de fe,
puede extraer la fuerza vital de manos
de Efron y agregarle luz (Likutey Halajot
I, p. 156-158).
23:9
“Que
me
dé
la
Cueva
de
Majpelá,
que
él
posee,
la
cual
está
al
extremo
de
su
campo.
Que
me
la
dé
por
su
valor
completo,
para
posesión
de
sepultura,
ante
ustedes”.
La Cueva de Majpelá
La Cueva de Majpelá
Majpelá (literalmente, “doble”) indica
las cuatro parejas que estaban enterradas
allí: Adán y Eva, Abraham y Sara, Itzjak y
Rebeca, Iaacov y Lea (Rashi).
Esas cuatro parejas están
simbolizadas por los tefilín, en los
cuatro pasajes de los tefilín de la mano
y en los cuatro pasajes de los tefilín de
la cabeza. Al colocarse los tefilín es
posible “entrar en la cueva” (Likutey
Halajot I, p. 156).
23:16
Abraham
oyó
a
Efron
y
Abraham
le
pesó
a
Efron
la
plata
que
había
dicho,
oyéndolo
los
hijos
de
Jet,
cuatrocientos
siclos
de
plata,
corriente
entre
mercaderes.
24:1
Abraham
era
anciano
y
entrado
en
días
y
Dios
bendijo
a
Abraham
con
todo.
Abraham era anciano
Hasta que Abraham no oró por ello, la
gente no envejecía. Abraham e Itzjak se
veían iguales y no era posible
diferenciarlos. De modo que Abraham
oró para verse anciano (Bava Metzía
87a).
Ba baiamim
Ba baiamim
Bakol
Abraham tuvo una hija cuyo nombre era
Bakol (Bava Batra 16 b).
La “hija” de Abraham
corresponde a la fe (Likutey Moharán I,
57:4). Así como la persona nutre a su
hija, igualmente debe nutrir su fe.
Bakol
El valor numérico de la palabra
bakol (בכל, “con todo”) es equivalente
al de la palabra baiam (בים, “en el
mar”).
24:2
Abraham
le
dijo
a
su
siervo,
el
más
anciano
de
su
casa,
el
cual
estaba
a
cargo
de
todo
lo
que
tenía:
“Te
ruego
que
pongas
tu
mano
debajo
de
mi
muslo”.
Abraham corresponde al
firmamento superior y a la moralidad
sexual. Eliezer, el siervo de Abraham,
corresponde al firmamento inferior y al
conocimiento de la Torá (Eliezer era
versado en todas las enseñanzas de
Abraham [Ibid.]). La persona debe
abocarse a alcanzar un elevado nivel de
moralidad sexual (al igual que
Abraham) y de conocimiento de la Torá
(como Eliezer) para ser lo más perfecta
posible y permitir que la bondad de
Dios descienda desde el punto más
elevado de Zeir Anpin hasta los ámbitos
de lo impuro, para purificarlos (ver
Likutey Moharán I, 31:5-6).
24:8
“Y
si
la
mujer
no
quisiera
seguirte,
entonces
estarás
libre
de
éste,
mi
juramento;
pero
no
hagas
volver
a
mi
hijo
allá”.
“Y
si
le
digo
a
la
joven,
‘Inclina,
por
favor,
tu
cántaro
para
que
yo
beba’
y
ella
responde:
‘Bebe
tú
y
también
a
tus
camellos
daré
de
beber’;
ésta
será
la
que
designaste
para
Tu
siervo
y
en
esto
conoceré
que
hiciste
benevolencia
para
con
mi
señor”.
Eliezer buscó la pareja de Itzjak
24:15
Aún
no
había
acabado
de
hablar
y
he
aquí
que
salía
Rebeca
con
su
cántaro
al
hombro;
la
misma
que
le
había
nacido
a
Betuel,
hijo
de
Milka,
la
mujer
de
Najor,
hermano
de
Abraham.
Itzjak
había
salido
al
campo
a
orar,
a
la
hora
de
la
tarde.
Alzando
los
ojos
miró
y
he
aquí
que
venían
unos
camellos.
25:19
Y
éstas
son
las
generaciones
de
Itzjak,
hijo
de
Abraham:
Abraham
engendró
a
Itzjak.
25:21
Itzjak
oró
a
Dios
frente
a
su
mujer,
porque
era
estéril;
y
Dios
accedió
a
su
ruego
y
Rebeca,
su
mujer,
concibió.
25:22
Y
pugnaban
los
hijos
dentro
de
ella.
Ella
dijo:
“¿Por
qué
me
sucede
esto?”.
Y
fue
a
consultar
a
Dios.
Dios
le
dijo,
“Dos
naciones
hay
en
tu
vientre
y
dos
pueblos
serán
separados
desde
tus
entrañas;
el
gobierno
pasará
de
una
nación
a
otra
y
la
mayor
servirá
a
la
menor”.
25:25
El
primero
salió
rojo,
como
con
una
manta
de
pelo.
Lo
llamaron
Esaú.
25:26
Y
después
salió
su
hermano
y
tenía
la
mano
asida
al
talón
de
Esaú.
Y
lo
llamaron
con
el
nombre
de
Iaacov.
Itzjak
era
de
edad
de
sesenta
años
cuando
ellos
nacieron.
25:27
Crecieron
los
jóvenes
y
Esaú
se
hizo
diestro
en
la
caza,
hombre
de
los
campos;
pero
Iaacov
era
un
hombre
completo,
que
habitaba
en
las
tiendas.
Iaacov era un hombre completo, que
habitaba en las tiendas
Yo soy Dios, tu Señor, desde la Tierra de
Egipto; llegará un tiempo en que haré
que habites en tiendas como en los días
de antaño (Hoshea 2:10).
25:28
Itzjak
amaba
a
Esaú
porque
él
era
un
trampero
con
su
boca,
pero
Rebeca
amaba
a
Iaacov.
25:29
Iaacov
guisaba
un
potaje.
Esaú
llegó
del
campo,
cansado.
25:30
Esaú
le
dijo
a
Iaacov,
“Hazme
tragar
este
potaje
rojo,
porque
desfallezco”.
Por
ello
lo
llamaron
Edom.
Hazme tragar
25:31
Iaacov
dijo,
“Véndeme
antes
la
primogenitura”.
25:32
Dijo
Esaú:
“¡He
aquí!
Me
estoy
muriendo.
¿De
qué
me
sirve
la
primogenitura?”
Me estoy muriendo
25:33
Iaacov
dijo,
“Júramelo
hoy”.
Y
él
se
lo
juró
y
vendió
su
primogenitura
a
Iaacov.
Vendió su primogenitura a Iaacov
25:34
Iaacov
le
dio
a
Esaú
pan
y
guisado
de
lentejas.
Y
él
comió
y
bebió
y
se
levantó
y
se
fue.
Así
Esaú
despreció
la
primogenitura.
Iaacov y Esaú
El concepto de la Rectificación
del Altar hace referencia al comer en
santidad y al presentar un sacrificio
completo y perfecto a Dios. Al comer en
santidad la persona puede revelar la
Divinidad, al punto en que incluso
aquellos que están muy lejos pueden
acercarse a Dios. Y a través de un
sacrificio perfecto, no sólo los judíos
sino todas las naciones llegan a aceptar
el servicio a Dios (ver Likutey Moharán I,
17).
Se fue
26:3
“Permanece
en
esta
tierra
y
Yo
estaré
contigo
y
te
bendeciré.
Porque
a
ti
y
a
tu
simiente
daré
todas
estas
tierras
y
cumpliré
el
juramento
que
juré
a
Abraham
tu
padre”.
Yo estaré contigo
“Pues
Abraham
escuchó
Mi
voz
y
atendió
a
Mi
servicio,
Mis
mandamientos,
Mis
estatutos
y
Mis
leyes”.
26:12
Itzjak
sembró
en
esa
tierra
y
cosechó
aquel
año
cien
veces
más,
pues
lo
bendijo
Dios.
26:18
Itzjak
volvió
a
cavar
los
pozos
de
agua
que
habían
cavado
en
los
días
de
Abraham,
su
padre
y
que
los
filisteos
habían
cegado
después
de
la
muerte
de
Abraham;
y
les
dio
nombres,
conforme
los
había
llamado
su
padre.
Itzjak volvió a cavar los pozos de agua
27:1
Cuando
Itzjak
envejeció
y
se
le
oscurecieron
los
ojos,
de
modo
que
no
veía,
llamó
a
Esaú,
su
hijo
mayor,
y
le
dijo:
“¡Hijo
mío!”,
y
él
respondió:
“¡Aquí
estoy!”.
Itzjak envejeció
“Ahora,
por
favor,
toma
tus
armas,
tu
espada
y
tu
arco
y
sal
al
campo
y
caza
para
mí
alguna
pieza”.
27:9
“Ve
al
rebaño
y
toma
de
allí
dos
cabrito
buenos;
y
yo
haré
de
ellos
una
comida
sabrosa
para
tu
padre,
como
a
él
le
gusta”.
27:10
“Lo
llevarás
a
tu
padre,
para
que
coma
y
te
bendiga
a
ti
antes
de
su
muerte”.
Las bendiciones
27:11
Iaacov
le
dijo
a
su
madre,
Rebeca,
“He
aquí
Esaú,
mi
hermano,
es
hombre
velludo
y
yo
hombre
lampiño”.
27:12
“Quizás
me
palpará
mi
padre
y
le
pareceré
como
un
mofador,
y
traeré
sobre
mí
maldición
y
no
bendición”.
Iaacov
le
dijo
a
su
padre,
“Yo
soy
Esaú,
tu
primogénito;
he
hecho
como
me
dijiste;
levántate,
te
ruego,
siéntate
y
come
de
mi
caza,
para
que
me
bendiga
tu
alma”.
27:22
Iaacov
se
acercó
a
su
padre
Itzjak,
el
cual
lo
palpó.
Y
dijo:
“La
voz
es
la
voz
de
Iaacov,
pero
las
manos
son
las
manos
de
Esaú”.
27:30
Cuando
Itzjak
terminó
de
bendecir
a
Iaacov
y
no
bien
hubo
salido
Iaacov
de
la
presencia
de
Itzjak,
su
padre,
Esaú,
su
hermano
llegó
de
su
cacería.
Cuando
Esaú
oyó
las
palabras
de
su
padre
clamó
con
clamor
grande
y
muy
amargo
y
dijo
a
su
padre:
“¡Bendíceme
también
a
mí,
padre
mío!”.
37:35
“Tu
hermano
vino
con
astucia
y
tomó
tu
bendición”.
Con astucia
27:38
Esaú
le
dijo
su
padre,
“¿No
tienes
más
que
una
sola
bendición,
padre
mío?
Bendíceme
también
a
mí,
padre
mío”.
Y
Esaú
alzó
la
voz
y
lloró.
Esaú lloró
27:40
“De
tu
espada
vivirás
y
a
tu
hermano
servirás;
más
cuando
seas
agraviado,
romperás
su
yugo
de
sobre
tu
cuello”.
De tu espada vivirás
Esaú
fue
a
Ishmael
y
tomó
por
mujer,
además
de
sus
otras
mujeres,
a
Majalat,
hija
de
Ishmael,
hijo
de
Abraham,
la
hermana
de
Nevaiot.
Inmediatamente después de la
huida de Iaacov, Esaú tomó a la hija de
Ishmael como esposa. Esaú e Ishmael
representan las fuerzas del mal que se
unen para destruir a Iaacov. Para
fortalecerse contra ellos, Iaacov huyó a
la ieshivá de Shem y de Ever,
haciéndose fuerte con el estudio de la
Torá. Luego de sus años de estudio,
Iaacov durmió en el Monte Moriá,
donde las diferentes piedras se unieron
bajo su cabeza. Mientras Esaú e Ishmael
estuvieron separados, Iaacov podía
vencer a cualquiera de ellos. Pero al
unirse se volvió muy difícil superarlos.
Iaacov también debía efectuar una
unificación, ascendiendo al nivel en
donde todas las “piedras” -i.e., todas las
cosas- están enraizadas en su fuente.
Armado con ese intelecto y con esa
inteligencia, podía superar a las fuerzas
del mal (Likutey Halajot V, p. 378).
Parashat Vaietze
28:10
Iaacov
salió
de
Bersheva
y
fue
a
Jarán.
28:11
Llegó
al
lugar
y
durmió
allí,
porque
se
había
puesto
el
sol.
Tomó
de
las
piedras
del
lugar
y
las
puso
bajo
su
cabeza,
recostándose
en
aquel
lugar.
Llegó al lugar
Vaifga (llegó) hace referencia a la
plegaria. Iaacov estableció la Plegaria de
la Noche (Berajot 26b).
Piedras... diezmos
Él tomó doce piedras, que formaron una
sola (Rashi).
Él
soñó.
He
aquí
una
escalera
que
estaba
apoyada
en
la
tierra
y
su
cima
llegaba
al
cielo;
y
los
ángeles
de
Dios
ascendían
y
descendían
por
ella.
El sueño de Iaacov
Iaacov pasó por el lugar y no se dio
cuenta de que era la puerta del Cielo.
Retornó y se acostó para dormir. ¡No
había dormido durante los catorce años
que estuvo estudiando en la ieshivá de
Shem y Ever pero se durmió ante la
puerta del Cielo! (Rashi).
Tuvo
miedo
y
dijo:
“¡Cuán
tremendo
es
este
lugar!
¡Ésta
es
la
Casa
de
Dios
y
éste
es
el
portal
del
Cielo!”.
28:20
Iaacov
hizo
un
voto,
diciendo,
“Si
Dios
estuviese
conmigo
y
me
guardase
en
este
camino
en
que
ando
y
me
diese
pan
para
comer
y
ropa
para
vestir”.
29:1
Iaacov
levantó
las
piernas
y
prosiguió
hacia
la
tierra
de
la
gente
del
Este.
29:10
Cuando
Iaacov
vio
a
Raquel,
la
hija
de
Labán,
el
hermano
de
su
madre,
y
el
rebaño
de
Labán,
el
hermano
su
madre,
Iaacov
se
acercó
e
hizo
rodar
la
piedra
de
sobre
la
boca
del
pozo
y
dio
de
beber
al
rebaño
de
Labán,
el
hermano
de
su
madre.
29:11
Entonces
Iaacov
besó
a
Raquel
y
levantó
la
voz
y
lloró.
29:13
Cuando
Labán
oyó
las
nuevas
de
Iaacov,
el
hijo
de
su
hermana,
corrió
a
su
encuentro.
Lo
abrazó,
lo
besó
y
lo
llevó
a
su
casa.
Él
le
contó
a
Labán
todas
estas
cosas.
Iaacov y Labán
29:17
Los
ojos
de
Lea
eran
débiles,
mientras
que
Raquel
era
bella
de
forma
y
hermosa
de
apariencia.
Los ojos de Lea eran débiles, mientras
que Raquel era bella
Lea lloraba porque temía que la hiciesen
casar con Esaú (Rashi).
29:18
Iaacov
amaba
a
Raquel.
Él
dijo,
“Trabajaré
para
ti
siete
años
por
Raquel,
tu
hija
menor”.
Iaacov
trabajó
siete
años
por
Raquel;
y
fueron
a
sus
ojos
como
unos
pocos
días,
porque
la
amaba
mucho.
29:25
Y
aconteció
que
por
la
mañana,
he
aquí
que
era
Lea.
Y
él
le
dijo
a
Labán:
“¿Qué
es
esto
que
me
has
hecho?
¿No
te
serví
por
Raquel?
¿Por
qué
me
has
engañado?”.
Por la mañana, he aquí que era Lea
Y
ella
volvió
a
concebir
y
dio
a
luz
un
hijo.
Y
dijo,
“Esta
vez
se
unirá
mi
marido
conmigo
porque
le
he
dado
tres
hijos”.
Por
lo
tanto
le
puso
por
nombre
Leví.
29:35
Ella
concibió
otra
vez
y
dio
a
luz
un
hijo.
Dijo,
“Esta
vez,
agradeceré
a
Dios”.
Por
lo
tanto
le
puso
por
nombre
Iehudá.
Entonces
ella
dejó
de
tener
hijos.
Raquel
dijo,
“Con
grandes
luchas
he
luchado
con
mi
hermana
y
he
prevalecido”,
y
lo
nombró
Naftalí.
Naftalí
Menajem ben Seruk enseña que el
nombre NaFTaLI ( )נפתליproviene de la
misma raíz que la palabra PeTIL (פתיל,
cuerda), traduciendo este versículo
como “Con lazos de Dios he sido unida
a mi hermana” (Rashi).
El nombre naFTaLI ()נפתלי
contiene muchas de las letras de la
palabra TeFILá (תפילה, plegaria).
Cuando consideramos que “el nombre
NaFTaLI proviene de la misma raíz que
la palabra PeTIL (cuerda)”, podemos
comprender que la plegaria es la
principal devoción que une a la persona
con Dios (Likutey Moharán II, 84).
Naftalí
NaFTaLI ( )נפתליproviene de la misma
raíz que NiFTaLti (נפתלתי, “he peleado”
o “he luchado”) (Rashi).
30:23
Ella
concibió
y
dio
a
luz
un
hijo.
Dijo,
“Dios
ha
recogido
mi
vergüenza”.
30:24
Le
puso
por
nombre
Iosef,
diciendo,
“Que
Dios
me
agregue
otro
hijo”.
Le puso por nombre Iosef, diciendo
“Que Dios me agregue otro hijo”
30:25
Después
que
Raquel
dio
a
luz
a
Iosef,
Iaacov
le
dijo
a
Labán,
“Déjame
ir.
Iré
a
mi
lugar
y
a
mi
tierra”.
El nacimiento de Benjamín
completó la santidad de las Doce
Tribus, y representa así la alegría de la
santidad. Si Benjamín hubiese nacido
fuera de la Tierra Santa, esa alegría
habría sido llevada hacia las fuerzas que
están fuera del ámbito de la santidad,
cancelando sus efectos positivos, como
está escrito, “Con alegría dejarán [el
exilio]” (Isaías y 55:12) (Likutey Halajot II,
p. 257a).
30:28
“Dime
cuál
es
tu
salario
y
te
lo
daré”.
Le
dijo.
Iaacov y Labán
30:30
“Porque
la
poca
cosa
que
tenías
antes
de
mi
venida
ha
crecido
mucho,
pues
que
Dios
te
ha
bendecido
por
mi
causa;
y
ahora,
¿cuándo
he
de
trabajar
también
por
mi
casa?”.
30:32
“Pasaré
por
todo
tu
rebaño
hoy
y
tú
apartarás
de
allí
toda
oveja
salpicada
y
manchada
y
toda
oveja
morena
entre
los
corderos
y
la
manchada
y
salpicada
entre
las
cabras
y
de
éstas
será
mi
salario”.
Iaacov y Labán
30:33
“Mi
integridad
responderá
por
mí
el
día
de
mañana,
cuando
vengas
para
revisar
mi
salario
que
tendrás
delante
de
ti:
todo
lo
que
no
sea
salpicado
y
manchado
de
entre
las
cabras,
moreno
entre
los
corderos,
sea
como
robado
por
mí”.
Mi integridad
30:37
Iaacov
tomó
para
sí
ramas
frescas
de
álamo,
de
avellano
y
de
castaño
y
descortezó
en
ellas
listas
blancas,
descubriendo
la
parte
blanca
de
las
ramas.
31:1
“Pero
él
oyó
las
palabras
de
los
hijos
de
Labán
que
decían:
“Iaacov
ha
tomado
todo
lo
que
era
de
nuestro
padre
y
de
lo
que
es
de
nuestro
padre
se
ha
hecho
toda
esta
fortuna”.
31:10
“En
el
momento
de
aparearse
los
animales,
levanté
mis
ojos
y
vi
en
un
sueño
que
los
machos
cabríos
que
se
montaban
a
las
hembras
eran
anillados,
salpicados
y
rayados”.
Anillados, salpicados y rayados
Iaacov
tomó
una
piedra
y
la
levantó
como
un
monumento
La levantó como un monumento
31:46
Iaacov
les
dijo
a
sus
hermanos,
“Recojan
piedras”.
Ellos
tomaron
piedras
e
hicieron
un
monumento
y
comieron
allí
junto
al
monumento.
Comieron allí junto al monumento
El GaL (גל, monumento) representa
LaG BaOmer (( )לג בעומרAri).
31:47
Labán
llamó
al
lugar
Iegar
Saaduta
pero
Iaacov
lo
llamó
Gal-
ed.
32:4
Iaacov
envió
mensajeros
delante
de
él
a
Esaú
su
hermano,
a
tierra
de
Seir,
al
campo
de
Edom.
32:5
Los
instruyó
diciendo,
“Esto
es
lo
que
le
dirán
a
mi
señor
Esaú:
‘Así
dijo
tu
siervo,
Iaacov:
Residí
con
Labán
y
he
demorado
mi
retorno
hasta
ahora’”.
32:8
Iaacov
temió
mucho
y
se
angustió;
dividió
la
gente
que
tenía
consigo
en
dos
campamentos,
junto
con
las
ovejas,
el
ganado
mayor
y
los
camellos.
32:9
Él
dijo,
“Si
viene
Esaú
al
primer
campamento
y
lo
hiere,
el
campamento
que
quede
escapará”.
32:14
Pasó
allí
aquella
noche
y
tomó
de
lo
que
le
vino
a
la
mano
un
presente
para
Esaú
su
hermano.
32:17
Y
puso
a
sus
siervos
a
cargo
de
cada
manada
separadamente,
y
dijo
a
sus
siervos:
“Vayan
delante
de
mí
y
dejen
un
espacio
entre
una
manada
y
la
otra”.
Se
levantó
aquella
noche
y
tomó
a
sus
dos
mujeres
y
a
sus
dos
siervas
y
a
sus
once
hijos
y
cruzó
el
Maavar
Iabok.
32:25
Iaacov
se
quedó
solo
y
luchó
con
un
hombre
hasta
el
romper
del
alba.
32:26
Cuando
vio
que
no
podía
con
él,
golpeó
la
coyuntura
de
su
muslo.
La
coyuntura
de
Iaacov
se
dislocó
mientras
luchaba
con
él.
32:29
“No
serás
llamado
más
Iaacov,
sino
Israel;
porque
has
luchado
con
ángeles
y
con
hombres
y
has
salido
victorioso”.
32:30
Iaacov
preguntó,
diciendo:
“Te
ruego
me
digas
tu
nombre”.
Pero
él
respondió:
“¿Por
qué
preguntas
por
mi
nombre?”.
Y
le
bendijo
allí.
32:32
El
sol
brilló
para
él
cuando
pasaba
por
Penuel,
y
cojeaba
de
la
cadera.
32:33
Por
lo
tanto
no
comen
los
hijos
de
Israel
del
nervio
ciático
que
está
en
la
coyuntura
del
muslo,
hasta
el
día
de
hoy;
por
cuanto
tocó
la
coyuntura
del
muslo
de
Iaacov
en
el
nervio
ciático.
33:1
Iaacov
alzó
los
ojos
y
vio
que,
he
aquí,
Esaú
venía
con
cuatrocientos
hombres.
Repartió
los
niños
entre
Lea
y
Raquel
y
las
dos
siervas.
Esaú venía con cuatrocientos hombres
33:3
Él
mismo
pasó
delante
de
ellos
y
se
inclinó
a
tierra
siete
veces,
hasta
que
llegó
a
su
hermano.
Se inclinó a tierra siete veces, hasta
que llegó a su hermano
33:9
Esaú
dijo,
“Tengo
mucho,
hermano
mío;
sea
para
ti
lo
que
es
tuyo”.
Tengo mucho
Iesh li rav (יש לי רב, “tengo
mucho”) puede también leerse como
“tengo un Rav”. Es decir, Esaú es el
líder del Otro Lado y se presenta a sí
mismo como una autoridad en la Torá.
Esta misma idea puede verse en la frase
Alufei bnei Esav (אלופי בני עשו, “los
jefes de los hijos de Esaú”) (Génesis
36:15), que el Targúm traduce como
Rabanei bnei Esav ()רבני בני עשו, una
frase que connota tanto “multitudes”
como “rabinos”.
Iesh li rav
33:10
“No,
te
lo
ruego;
si
he
hallado
gracia
a
tus
ojos,
acepta
mi
presente
de
mi
mano
pues
que
he
visto
tu
rostro
como
quien
ve
el
rostro
de
Dios
y
me
recibiste
con
bien”.
Cuando se da caridad, se
manifiesta la Divinidad en el mundo. Si
uno debe pagar impuestos injustos se lo
considera como si hubiese dado ese
dinero para caridad (Bava Batra 9a). Así,
Iaacov, quien se sintió forzado a
presentarle un regalo a Esaú, dijo, “Ver
tu rostro y darte un regalo es como si
diese para caridad y así mereciese ver
el Rostro de Dios” (Likutey Moharán II,
4:10).
Acepta mi presente
33:11
“Por
favor
acepta
mi
regalo
que
te
he
traído;
porque
Dios
me
ha
hecho
merced
y
yo
tengo
de
todo”.
Lo
instó
y
él
lo
aceptó.
33:14
“Pase,
pues
mi
señor
delante
de
su
siervo
y
yo
iré
lentamente,
al
paso
que
pide
la
hacienda
que
llevo
delante
y
al
paso
de
los
niños,
hasta
que
llegue
a
mi
señor,
en
Seir”.
Yo iré lentamente
Aquel que desee purificarse deberá ser
paciente. El Talmud ofrece la analogía
de uno que entra a una tienda deseando
comprar una fragancia perfumada. El
propietario le dice “¡Espera! Huele los
perfumes y mira cuál te gusta para luego
comprarlo” (Ioma 39a).
33:17
Iaacov
marchó
a
Sukot
donde
edificó
para
sí
una
casa,
e
hizo
sukot
para
su
ganado.
Por
lo
que
llamó
a
aquel
lugar
Sukot.
33:18
Así
vino
Iaacov
completo
a
la
ciudad
de
Shejem,
que
está
en
la
tierra
de
Canaán,
a
su
regreso
de
Padan
Aram;
y
acampó
enfrente
de
la
ciudad.
Erigió
un
altar
allí
y
lo
llamó
“Dios
es
el
Señor
de
Israel”.
Les
dijeron,
pues:
“No
podemos
hacer
esto,
el
dar
nuestra
hermana
a
un
hombre
incircunciso,
porque
sería
una
deshonra
para
nosotros”.
Incircunciso
Un pacto dañado, como cuando no
se retira el prepucio, da como resultado
la humillación. Completar la
circuncisión genera paz. De la misma
manera, cuando la persona retira el
“prepucio de su corazón”, revela el
pacto de paz. Más aún, cuidar el pacto
aumenta el sustento (Likutey Moharán I,
39).
35:2
Iaacov
le
dijo
a
su
familia
y
a
todos
los
que
estaban
con
él:
“Aparten
los
dioses
extraños
que
están
en
medio
de
ustedes,
purifíquense
y
cambien
sus
ropas”.
Aparten los dioses extraños que están
en medio de ustedes
35:11
Dios
le
dijo,
“Yo
soy
El
Shadai.
Sé
fecundo
y
multiplícate;
una
nación
y
una
congregación
de
naciones
provendrán
de
ti
y
reyes
saldrán
de
tus
lomos”.
El Shadai
El Santo Nombre ShaDaI ()שדי
puede comprenderse como significando
She-iesh DaI (שיש די, “hay suficiente”).
Esto puede entenderse de diferentes
maneras:
35:18
Cuando
su
alma
estaba
saliendo
-
pues
murió-
le
nombró
Ben
Oni.
Pero
su
padre
lo
llamó
Biniamin.
Ben Oni
Éstas
son
las
generaciones
de
Esaú
-
él
es
Edom.
Esaú - él es Edom
Esaú está asociado con el hígado, que
contiene mucha sangre, pues Esaú es
llamado EDoM ()אדום, que es similar a
DaM (דם, sangre) (Zohar III, 232b).
37:1
Iaacov
habitó
en
la
tierra
donde
habitaron
sus
padres,
en
la
tierra
de
Canaán.
Iaacov habitó
Iaacov deseaba habitar con tranquilidad.
Inmediatamente comenzaron los
problemas con Iosef y sus hermanos
(Rashi).
Iaacov -que representa al judío
que desea servir a Dios- sentía que sus
problemas habían acabado. Después de
todo, había superado sus dificultades
con el malvado Labán y con Esaú
(conceptualmente, las diferentes clases
de la inclinación al mal) y vencido su
influencia sobre él. Sin embargo, hay
muchos niveles del servicio a Dios.
Aunque es relativamente fácil superar la
oposición del mal, es mucho más difícil
superar la disputa y el conflicto
generado entre la gente recta y aquellos
que se le oponen. Así, “Iaacov deseaba
habitar con tranquilidad. Inmediatamente
comenzaron los problemas con Iosef y
sus hermanos” (Likutey Halajot III, p. 126a).
37:2
Éstas
son
las
generaciones
de
Iaacov:
Iosef,
siendo
de
edad
de
diecisiete
años,
estaba
apacentando
ganado
con
sus
hermanos;
y
estaba
como
un
muchacho,
con
los
hijos
de
Bila
y
con
los
hijos
de
Zilpa,
mujeres
de
su
padre;
y
llevó
Iosef
noticias
de
la
mala
conducta
de
ellos
a
su
padre.
37:3
Israel
amaba
a
Iosef
más
que
a
todos
sus
hijos,
por
ser
el
hijo
de
su
vejez;
y
le
hizo
una
túnica
de
diversos
colores.
Ben zekunim
37:4
Sus
hermanos
vieron
que
su
padre
lo
amaba
más
que
a
todos
ellos
y
lo
odiaron.
No
podían
hablarle
pacíficamente.
“¡He
aquí!
Estábamos
atando
gavillas
en
medio
del
campo;
y
he
aquí
que
se
levantó
mi
gavilla
y
también
se
quedó
derecha,
mientras
que
las
gavillas
de
ustedes
se
colocaron
a
mi
alrededor
y
se
inclinaron
ante
mi
gavilla”.
37:8
Sus
hermanos
le
dijeron,
“¿Acaso
reinarás
tú
sobre
nosotros?
¿O
nos
dominarás?”.
Y
lo
odiaron
todavía
más,
a
causa
de
sus
sueños
y
de
sus
palabras.
37:13
Israel
le
dijo
a
Iosef,
“¿No
están
apacentando
tus
hermanos
en
Shejem?;
ven
y
te
enviaré
a
ellos”.
Y
le
respondió:
“Aquí
estoy”.
37:14
Él
le
dijo,
“Te
ruego
que
vayas
y
veas
cómo
están
tus
hermanos
y
cómo
se
halla
el
ganado;
y
tráeme
la
respuesta”.
Así
lo
envió
desde
el
valle
de
Hebrón
y
él
fue
a
Shejem.
37:24
Lo
tomaron
y
lo
echaron
en
la
cisterna.
Mas
la
cisterna
estaba
vacía,
no
tenía
agua.
37:28
Pasaron
unos
mercaderes
midianitas.
Sacaron
a
Iosef
alzándolo
de
la
cisterna
y
vendieron
a
Iosef
a
los
Ishmaelitas
por
veinte
piezas
de
plata.
Ellos
llevaron
a
Iosef
a
Egipto.
37:31
Ellos
tomaron
la
túnica
de
Iosef
y
degollando
un
cabrito
mojaron
la
túnica
en
la
sangre.
38:1
En
ese
tiempo,
Iehudá
descendió
de
sus
hermanos.
Se
hizo
amigo
de
un
hombre
de
Adulam,
cuyo
nombre
era
Jirá.
Iehudá descendió
Aquel que dice en el comienzo lo que
será al final (Isaías 66:7).
38:7
Er,
el
primogénito
de
Iehudá,
era
malo
ante
los
ojos
de
Dios,
y
Dios
lo
hizo
morir.
38:18
Él
respondió:
“¿Qué
prenda
te
daré?”.
Y
ella
dijo:
“Tu
sello,
tu
manto
y
el
báculo
que
tienes
en
la
mano”.
Él,
pues,
se
lo
dio
y
se
llegó
a
ella;
y
ella
concibió
de
él.
De
esta
manera
dejaba
todo
lo
suyo
en
mano
de
Iosef
y
no
se
entendía
de
cosa
alguna,
sino
del
pan
que
comía.
Y
era
Iosef
de
bella
figura
y
hermoso
semblante.
39:8
Mas
él
rehusó
y
dijo
a
la
mujer
de
su
amo:
“He
aquí,
mi
amo
no
se
entiende
conmigo
acerca
de
lo
que
está
en
casa
y
todo
lo
que
tiene
lo
ha
puesto
en
mi
mano”.
Mas él rehusó
39:10
Ella
le
hablaba
a
Iosef
cada
día,
pero
él
no
la
escuchaba
para
acostarse
a
su
lado,
ni
para
estar
con
ella.
39:11
Cierto
día
en
que
él
entró
en
casa
para
hacer
su
trabajo,
no
había
ninguno
de
los
hombres
de
la
casa
allí.
No había ninguno de los hombres de
la casa allí
Aunque no había nadie de la casa
presente, Iosef vio aparecer la imagen
de Iaacov (Sotá 36b).
39:12
Ella
lo
aferró
de
su
vestido,
diciendo:
“¡Acuéstate
conmigo,
por
favor!”.
Mas
él
dejó
su
ropa
en
manos
de
ella
y
huyó,
saliéndose
fuera.
41:1
Al
cabo
de
dos
años,
aconteció
que
el
faraón
tuvo
un
sueño;
y
he
aquí
que
estaba
parado
junto
al
río.
Dos años
41:2
Y
subían
del
río
siete
vacas
saludables
y
gruesas
de
carnes
y
pacían
en
la
ribera.
41:8
Y
aconteció
que
a
la
mañana
fue
perturbado
su
espíritu;
y
envió
a
llamar
a
todos
los
magos
de
Egipto
y
a
todos
sus
sabios;
y
les
contó
el
faraón
su
sueño;
pero
no
hubo
quien
se
lo
interpretase
al
faraón.
41:21
“Ellas
entraban
en
sus
entrañas
y
no
se
conocía
que
hubieran
entrado
dentro
de
ellas;
pues
su
aspecto
era
feo
como
al
principio.
Entonces
me
desperté”.
“Las
siete
vacas
saludables
son
siete
años
y
las
siete
espigas
sanas
son
siete
años:
el
sueño
es
uno
mismo”.
41:35
“Junten
toda
la
provisión
de
estos
años
buenos
que
vienen.
Y
guárdenla
bajo
el
control
del
faraón,
para
alimento
en
las
ciudades”.
41:38
El
faraón
les
dijo
a
sus
servidores,
“¿Podrá
haber
otro
hombre
como
éste
que
tenga
el
espíritu
de
Dios
en
él?”
41:39
El
faraón
le
dijo
a
Iosef,
“Dado
que
Dios
te
ha
informado
sobre
todo
esto,
no
hay
nadie
tan
entendido
y
sabio
como
tú”.
41:40
“Estarás
a
cargo
de
mi
casa
y
todo
mi
pueblo
será
alimentado
bajo
tu
orden.
Tan
sólo
en
el
trono
seré
yo
más
grande
que
tú”.
Estarás a cargo de mi casa y todo mi
pueblo será alimentado bajo tu orden
41:43
Y
le
hizo
subir
en
la
segunda
carroza
real
y
pregonaban
delante
de
él:
“¡Avrej!”.
Lo
puso
así
sobre
toda
la
tierra
de
Egipto.
41:44
El
faraón
le
dijo
a
Iosef,
“Yo
soy
el
faraón;
y
sin
ti
no
levantará
hombre
mano
ni
pie
en
toda
la
tierra
de
Egipto”.
El Tzadik es el corazón de la
gente. Cuando un individuo se regocija
en su corazón, ello le permite elevar las
manos y los pies y bailar con alegría. Su
alegría produce una resonancia en el
Tzadik, el corazón de la gente. Entonces
el Tzadik hace que la gente se regocije y
la eleva (Likutey Moharán I, 10:9).
41:51
Iosef
llamó
al
primogénito
Menashé,
porque
“Dios
me
ha
hecho
olvidar
todas
mis
penas
y
toda
la
casa
de
mi
padre”.
Me ha hecho olvidar
41:52
Y
nombró
al
segundo
Efraím:
“Porque
Dios
me
ha
hecho
fructificar
en
la
tierra
de
mi
aflicción”.
41:55
Y
cuando
padecía
hambre
toda
la
tierra
de
Egipto,
clamó
el
pueblo
al
faraón
por
pan;
y
le
dijo
el
faraón
a
todos
los
egipcios:
“Vayan
a
Iosef
y
hagan
todo
lo
que
él
les
diga”.
41:56
De
manera
que
hubo
hambre
sobre
toda
la
faz
de
la
tierra;
y
abrió
Iosef
todos
los
depósitos
y
vendió
a
los
egipcios;
porque
arreciaba
el
hambre
en
la
tierra
de
Egipto.
Iaacov
vio
que
había
provisiones
en
Egipto.
Iaacov
les
dijo
a
sus
hijos,
“¿Por
qué
se
están
mostrando?”.
Iosef
era
el
gobernador
de
la
tierra;
era
él
quien
proveía
de
grano
a
todo
el
pueblo
de
la
tierra.
Vinieron,
pues,
los
hermanos
de
Iosef
y
se
le
postraron
rostro
a
tierra.
42:9
Iosef
se
acordó
de
los
sueños
que
había
soñado
acerca
de
ellos
y
les
dijo:
“¿Ustedes
son
espías;
para
ver
lo
indefenso
de
la
tierra
han
venido!”.
42:13
“Nosotros,
tus
siervos,
somos
doce
hermanos,
hijos
de
un
mismo
hombre
en
la
tierra
de
Canaán;
y
he
aquí,
el
menor
está
con
nuestro
padre
hoy
y
el
otro
no
está”.
El otro no está
Fue debido a ese otro hermano que nos
dispersamos por la ciudad, para buscarlo
(Rashi).
42:24
Y
él
se
retiró
de
ellos
y
lloró;
después
volvió
a
ellos
y
les
habló,
y
tomando
de
entre
ellos
a
Shimón,
lo
ató
delante
de
sus
ojos”.
Tomó de entre ellos a Shimón
Shimón era quien había arrojado a Iosef
al pozo; era aquel que le dijo a Leví,
“Aquí viene el soñador” (Génesis
37:19) (Rashi).
42:35
Y
sucedió
que
al
vaciar
sus
sacos,
he
aquí
que
en
el
saco
de
cada
uno
estaba
el
atado
de
su
dinero
y
cuando
ellos
y
su
padre
vieron
los
atados
de
dinero
tuvieron
temor.
42:36
Su
padre
Iaacov
les
dijo,
“Ustedes
me
han
privado
de
mis
hijos;
Iosef
no
aparece
y
Shimón
no
aparece
y
ahora
quieren
llevarse
a
Benjamín,
¡Todas
estas
cosas
me
están
pasando!”.
Shimón... Benjamín
Y Iosef corresponde a la
rectificación del error. Ahora “Iosef no
aparece”. Es decir, los otros hijos de
Iaacov carecen de la capacidad de ser
líderes y de rectificar las malas
acciones de la gente. Y si Iosef ya no
está, entonces “Shimón no aparece” -
significando, Shimón no es despreciado
por las personas porque él realmente no
las amonesta. Iaacov concluyó, “Y ahora
quieren llevarse a Benjamín”.
“Benjamín” es una referencia a la
grandeza - en verdad, si uno carece de
las cualidades para ser un líder, no debe
reclamar la autoridad para sí (Likutey
Moharán I, 10:4).
43:11
Y
les
dijo
entonces
Israel,
su
padre:
“Ya
que
ha
de
ser
así,
hagan
esto:
tomen
de
los
mejores
productos
de
la
Tierra
en
sus
vasijas
y
lleven
a
aquel
hombre
un
presente:
un
poco
de
bálsamo
y
un
poco
de
miel,
de
especias
y
de
mirra,
de
pistachos
y
almendras”.
Zimrat haaretz
43:14
“Que
El
Shadai
les
conceda
misericordia
delante
del
hombre,
para
que
les
devuelva
al
otro
hermano
de
ustedes
y
a
Benjamín.
Y
en
cuanto
a
mí,
conforme
he
estado
privado
de
mis
hijos,
privado
vuelvo
a
estar”.
Que El Shadai les conceda
misericordia delante del hombre
43:29
Él
entonces
alzó
los
ojos
y
vio
a
Benjamín,
hermano
suyo,
hijo
de
su
madre,
y
dijo:
“¿Es
éste
el
hermano
menor
de
quien
me
hablaron?”.
Y
dijo:
“Dios
tenga
gracia
de
ti,
hijo
mío”.
44:2
“Y
coloca
mi
copa,
la
copa
de
plata,
en
la
boca
del
costal
del
menor,
juntamente
con
el
dinero
de
su
grano”.
Y
él
hizo
conforme
a
la
palabra
que
Iosef
había
hablado.
La copa de Iosef
La copa
Por
la
mañana,
los
hombres
fueron
despachados,
ellos
y
sus
asnos.
Por la mañana, los hombres fueron
despachados, ellos y sus asnos
La “mañana” corresponde a
Abraham, que está asociado con la
sefirá de Jesed (Bondad). Con la
aparición de la bondad Divina, es
posible dejar detrás los rasgos
negativos, la calumnia y los bajos
deseos materiales (Likutey Moharán I,
38:4).
Parashat Vaigash
44:18
Entonces
Iehudá
se
acercó
a
él
y
dijo:
“Óyeme,
señor
mío:
te
ruego
que
hable
tu
siervo
una
palabra
en
oídos
de
mi
señor
y
no
se
encienda
tu
ira
en
contra
tu
siervo;
porque
tú
eres
como
el
faraón”.
Iehudá se acercó a él
44:30
“Ahora,
pues,
cuando
yo
llegue
a
tu
siervo
mi
padre,
y
el
joven
no
esté
con
nosotros,
siendo
así
que
su
alma
está
ligada
al
alma
de
él”.
45:5
“Ahora,
pues,
no
se
aflijan
ni
se
entristezcan
por
haberme
vendido
acá;
pues
Dios
me
envió
delante
de
ustedes
para
proveerlos”.
No se entristezcan
45:12
“He
aquí
que
sus
ojos
están
viendo
y
también
los
ojos
de
mi
hermano
Benjamín,
que
es
mi
misma
boca
la
que
les
está
hablando”.
“Háganle
saber
a
mi
padre
todo
mi
honor
en
Egipto,
con
todo
lo
que
han
visto
y
apresúrense,
pues,
para
bajar
a
mi
padre
acá”.
45:22
A
cada
uno
de
ellos
dio
mudas
de
vestidos;
pero
a
Benjamín
le
dio
trescientas
monedas
de
plata
y
cinco
mudas
de
vestidos.
45:27
Enseguida
le
refirieron
todas
las
palabras
que
Iosef
les
había
hablado;
y
cuando
vio
los
carros
que
Iosef
había
enviado
para
llevarle,
revivió
el
espíritu
de
Iaacov,
su
padre.
46:4
“Yo
descenderé
contigo
a
Egipto
y
Yo
sin
falta
te
haré
subir
arriba
también;
y
Iosef
pondrá
su
mano
sobre
tus
ojos”.
46:27
Y
los
hijos
de
Iosef
que
le
nacieron
en
Egipto,
dos
almas.
Todas
las
almas
de
la
casa
de
Iaacov
que
vinieron
a
Egipto
fueron
setenta.
46:29
Iosef
unció
su
carro
y
subió
a
Goshen
al
encuentro
de
Israel,
su
padre:
y
se
le
presentó
y
cayó
sobre
su
cuello;
y
lloró
mucho
sobre
su
cuello.
La manera de superar la
inmoralidad es aceptando el yugo del
Cielo, lo que anula la autoridad del Otro
Lado. Esto es posible declarando la fe
en Dios mediante el recitado del Shemá
- algo especialmente propicio si se
derraman lágrimas al recitarlo. Las
lágrimas -que constituyen un excedente
en el cuerpo- surgen de los productos de
desecho, de la depresión y del bazo (ver
Anatomía del Alma, Capítulo 11). Esas
lágrimas tienen el poder de anular a las
fuerzas de impureza.
Israel
le
dijo
a
Iosef:
“Ahora
moriré
tranquilo
ya
que
he
visto
tu
rostro;
pues
que
tú
vives
aún”.
47:12
Iosef
proveía
a
su
padre
y
a
sus
hermanos
y
a
toda
la
casa
de
su
padre
con
pan,
según
el
número
de
los
hijos.
47:23
Iosef
le
dijo
al
pueblo,
“He
aquí
los
he
comprado
hoy,
a
ustedes
y
a
su
tierra,
para
el
faraón.
He
aquí
simiente
para
ustedes;
siembren
pues
la
tierra”.
47:28
Iaacov
vivió
en
la
tierra
de
Egipto
diecisiete
años.
Y
fueron
los
días
de
Iaacov,
los
años
de
su
vida,
ciento
cuarenta
y
siete
años.
“¡Júramelo!”.
Y
se
lo
juró.
Entonces
Israel
se
inclinó
sobre
la
cabecera
de
su
cama.
48:1
Y
aconteció
después
de
estas
cosas,
que
se
le
dijo
a
Iosef:
“He
aquí,
tu
padre
está
enfermo”;
y
él
tomó
consigo
a
sus
dos
hijos,
Menashé
y
Efraím.
Menashé y Efraím
48:8
Israel
vio
a
los
hijos
de
Iosef
y
dijo,
“¿Quiénes
son
estos?”.
Tomó
pues
Iosef
a
los
dos,
a
Efraím
en
su
mano
derecha,
hacia
la
izquierda
de
Israel
y
a
Menashé
en
su
izquierda,
hacia
la
derecha
de
Israel
y
los
acercó
a
él.
48:14
Israel
extendió
su
mano
derecha
y
la
colocó
en
la
cabeza
de
Efraím
-
él
era
el
más
joven.
Colocó
su
mano
izquierda
en
la
cabeza
de
Menashé.
Cruzó
sus
manos,
pues
Menashé
era
el
primogénito.
48:16
Que
el
ángel
que
me
rescató
de
todo
mal
bendiga
a
los
jóvenes;
y
sean
llamados
de
mi
nombre
y
del
nombre
de
mis
padres
Abraham
e
Itzjak,
y
se
multipliquen
en
la
tierra”.
48:22
“Y
yo
te
di
una
porción
más
que
a
tus
hermanos,
la
que
tomé
de
mano
del
emorreo,
con
mi
espada
y
con
mi
arco”.
Con mi arco
Iaacov
llamó
a
sus
hijos
y
dijo:
“Júntense
y
les
haré
conocer
lo
que
sucederá
al
fin
de
los
días”.
49:2
“Reúnanse
y
escuchen,
hijos
de
Iaacov.
Oigan
a
su
padre
Israel”.
Reúnanse y escuchen, hijos de Iaacov
49:3
“Rubén,
tú
eres
mi
primogénito;
mi
vigor
y
el
principio
de
mi
fuerza;
el
preeminente
en
dignidad,
el
preeminente
en
poder”.
49:6
“Que
mi
alma
no
entre
en
su
conspiración.
Que
mi
honor
no
se
junte
con
su
congregación.
Porque
en
su
ira
ellos
han
matado
a
un
hombre
y
en
su
capricho
mutilaron
a
un
toro”.
49:10
“No
se
apartará
de
Iehudá
el
cetro,
ni
la
vara
de
autoridad
de
entre
sus
pies,
hasta
que
venga
Shiló;
y
de
él
será
la
congregación
de
naciones”.
49:13
“Zebulún
habitará
en
la
ribera
de
mares
y
morará
al
lado
de
un
puerto
de
navíos;
y
su
costado
estará
hacia
Sidón”.
49:14
“Isajar
es
un
asno
de
robusta
osamenta
que
se
recuesta
en
los
bordes”.
49:18
“¡Tu
salvación
espero,
oh
Dios!”.
49:20
“De
Asher,
ricas
comidas
y
él
dará
deleites
de
rey”.
49:21
“Naftalí
es
una
gacela
suelta;
él
expresará
palabras
bellas”.
49:22
“Iosef
es
una
rama
fructífera,
una
rama
fructífera
por
sobre
la
fuente.
Las
jóvenes
salen
para
mirarlo”.
Aléi ain
49:23
“Aunque
lo
amargaron
y
lo
asaetearon
y
lo
odiaron
los
diestros
arqueros”.
Lo odiaron los diestros arqueros
49:24
“Sin
embargo
permaneció
firme
su
arco
y
fueron
robustecidos
sus
brazos;
de
las
manos
del
Poderoso
de
Iaacov,
de
allí
se
volvió
el
pastor
de
la
Roca
de
Israel”.
49:27
“Benjamín
es
un
lobo
rapaz:
por
la
mañana
comerá
la
presa
y
por
la
tarde
repartirá
los
despojos”.
49:28
Todas
estas
son
las
tribus
de
Israel,
doce,
y
esto
fue
lo
que
les
dijo
su
padre
cuando
las
bendijo:
a
cada
una
la
bendijo
conforme
a
su
propia
bendición.
Esto fue lo que les dijo su padre
Vinieron
también
sus
hermanos
y
cayeron
delante
de
su
rostro
y
dijeron:
“¡Henos
aquí
por
siervos
tuyos!”.
“Ustedes
intentaron
dañarme,
pero
Dios
lo
propuso
para
bien,
a
fin
de
hacer
lo
que
hoy
se
ve;
a
saber:
conservar
la
vida
de
una
gran
nación”.
“Ahora,
pues,
no
teman.
Yo
los
sustentaré
a
ustedes
y
a
sus
familias”.
Así
los
consoló
hablándoles
a
sus
corazones.
Brit - pacto
Gueinom - infierno
Tikún - rectificación
Tzedaka - caridad