Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
del Temple
Los Templarios
Su servicio defendiendo el
reino Cristiano de Jerusalén era
distinguido, aunque un poco estropeado
por sus malas relaciones con los
Hospitalarios, que por el año 1240 se
habían deteriorado a tal magnitud que
caballeros de cada Orden estaban
luchando abiertamente en las calles de
Acre. Fueron famosos por la ferocidad en
la lucha.
Después de la Batalla desastrosa de Hattin en 1187,
Saladín tomó a prisionero aproximadamente 200 Templarios y
Hospitalarios, incluyendo a ambos Grandes Amos, y dio orden de
ejecutar a todos. Con Jerusalén en manos de los musulmanes su
cuartel general se localizó sucesivamente, en Antioquia, Acre, Cesárea
y por ultimo en Chipre. Como los Caballeros Templarios enviaban
regularmente dinero y suministros desde Europa a Palestina,
desarrollaron un eficiente sistema bancario en el que los gobernantes
y la nobleza de Europa acabaron por confiar. Se convirtieron
gradualmente en los banqueros de gran parte de Europa y lograron
debido a esto y a la exención del pago de impuestos y diezmos (no
estaban sujeto a la ley secular, y sólo respondían al Papa), amasar
una considerable fortuna.
Las Cruzadas
1. Hugo de Payens
2. Godofredo de Saint-Omer
3. Godofredo de Bisol
4. Payen de Montdidier
5. André de Montbard
6. Arcimbaldo de Saint-Amand
7. Hugo Rigaud
8. Gondemaro
9. Rolando
**********************************************************************
Los Caballeros Templarios
LOS TEMPLARIOS
“Para San Bernardo, la residencia real de la militia Dei no era de este mundo,
era el Templo de la Jerusalén espiritual: «Es realmente el Templo de Jerusalén
el que ellos habitan, también, y, aunque no sea el mismo, desde el punto de
vista de la construcción, que el Templo antiguo y muy venerado de Salomón (el
suyo), no le es inferior desde el punto de vista de la gloria... La belleza del
primero estaba hecha de cosas corruptibles, la del segundo es la belleza de la
Gracia, del culto piadoso de los que lo habitan, y de la más regular de las
moradas (ordinatissima conversatio) Reconocemos aquí tanto el Templo del
Grial como el Templo del Espíritu Santo de los rosacruces.”
“Jules Michelet dice a este respecto: «Este nombre de Templo no era sólo
sagrado para los cristianos. Si para éstos significaba el Santo Sepulcro, a los
judíos y los musulmanes les recordaba el Templo de Salomón. La idea de
Templo, más elevada y más general que la propia Iglesia, dominaba desde lo
alto, de algún modo, toda religión. La Iglesia pasaba; el templo, no. Con-
temporáneo de todas las épocas, él era como un símbolo de la perpetuidad
religiosa».”
Hasta acá lo que la tradición occidental nos enseña sobre el Grial, pero si
vamos más allá del origen de este mito y sus símbolos y admitimos la tesis de
Guénon de que son símbolos comunes a la especie humana sin que medie
transmisión cultural alguna entre sus diferentes manifestaciones históricas, nos
vamos a encontrar con el símbolo del corazón y la copa en las tradiciones
amerindias en particular en el parque arqueológico de San Agustín Huila.
Transcribimos a continuación un ensayo que escribimos hace ya algunos años
sobre el tema:
*****************************************************************************
TEMPLARIOS Y MASONES
Durante mucho tiempo se sostuvo erróneamente que el Q.·. H.·. Von Hund fue
iniciado en Paris, en 1743 por uno de los Estuardo. Se probó que esto no podía
ser así pues ninguno de los Estuardo se hallaba en Paris para esa fecha. Pero
luego se estableció que su iniciador fue otro Templario Escocés, ALEXANDER
MONTGOMERY, Conde de Eglinton, quien era el famoso EQUES a PENNA
RUBRA (Caballero de la Pluma Roja) (Fuente: Baigent y Leigh "The Temple
and the Lodge", Cap. 14, de acuerdo a los archivos del Grupo Stella
Templum). Esto contribuye grandemente a aclarar un punto oscuro respecto
del cual muchos grandes especialistas (incluso René Guénon) se equivocaron.
Karl Gotthelf, Barón Von Hund fue iniciado en 1742 en Francfort y recibió los
altos grados en 1743 en el Capítulo de Clermont en Paris. Después afirmó
haber sido recibido en un Capítulo Templario en Inglaterra en presencia de
Lord Kilmarcock por un caballero anónimo cubierto con un tocado con una
pluma roja. Esto ahora ha quedado definitivamente establecido y aclarado, de
acuerdo a lo que indicamos antes.
En realidad los únicos Ritos Mas.·. que tienen una conexión real y directa con
el Temple en cuanto filiación son el Rito Escocés Rectificado (originado en la
Estricta Observancia templaria que deriva de von Hund) y el Rito Sueco
(fundado por los templarios en el exilio y cuyo Gran Maestre es el rey de
Suecia).
Deseo referirme ahora al tema de las relaciones entre la Orden del Temple y la
masonería operativa medieval. No se puede hallar seriamente una vinculación
entre el Temple y la masonería especulativa nacida en el siglo XVIII con la
Gran Logia Unida de Inglaterra. Esta última fue una desviación de la recta vía
(como señala muy adecuadamente el Barón von Sebottendorf en su célebre
obra) y provocó un cambio casi inmediato de las relaciones entre la Iglesia y la
Masonería. Hasta ese momento la Iglesia había protegido a los masones que
construían sus catedrales. Pero luego de ese cambio siguieron las
excomuniones conocidas y que no es del caso enumerar ni discutir.
Esta Carta constituye uno de los fraudes más escandalosos que registra la
historia del neotemplarismo. Se trata de justificar pretendidas filiaciones
actuales de la Orden del Temple, todas ellas de origen muy reciente, sin la
menor legitimidad y sin la menor raíz en el pasado. Tan pronto una orden
neotemplaria invoca tal Carta pone de manifiesto que nada la vincula en
realidad a la primitiva Orden del Temple. Hagamos un poco de historia
siguiendo a Clavel. En 1715 Felipe de Orleáns revivió una sociedad fundada en
1682 por varios grandes señores de la corte de Luis XV. Este era un grupo
machista en sus finalidades, secreto en sus procederes y cuyo objetivo final
era...el total dominio del hombre sobre la mujer. Es innecesario decir que tenía
tan poco que ver con el Temple como con los viajes espaciales. Se lee en la
"Historia Amorosa de los Galos" de Bussy-Rabuttin que pertenecían a ella
Manicamp, el Caballero de Tilladet, el duque de Grammont, el marqués de
Birán y el conde de Tallard. Cada uno de los asociados llevaba un distintivo
que representaba a un hombre pisoteando a una mujer, algo parecido a las
estampitas donde vemos al Arcángel San Gabriel pisoteando al demonio...
Pero la historia no terminó ahí. El H.·. Ledru, hijo del médico del duque de
Cose-Brissac, compró en un remate un mueble que había pertenecido al
duque. Y ahí encontró ocultos la "Carta de Larmenius", los Estatutos de 1705 y
el libro de actas. Alrededor de 1804 enseña esos documentos a los HH.·. MM.·.
de Saintot y a Raymond Bernard Fabre-Pralaprat. Este último era ex-
seminarista y médico. Y ahí surgió de nuevo la idea de revivir a la Orden del
Temple. Se le propuso al H. ·. Ledru ser el Gran Maestre pero no aceptó. Por
fin se designó al H.·. Radix de Chevillon quien no quiso aceptar sino el cargo
de Regente y, con ese rango, inscribió su nombre en la carta de Larmenius
abajo de la firma del duque de Cose-Brissac (a quien jamás vio en su vida). Y a
partir de ahí nacen diversas filiaciones neotemplarias que citan orgullosamente
a la Carta de Larmenius como "prueba" de su autenticidad. La OSTI es una de
ellas y, además, oculta el nombre completo de Fabre-Pralaprat: lo designa solo
como Raymond Bernard para que se asemeje al homónimo que fuera después
dignatario de AMORC (de la que fuera expulsado) y de OSTI: prueba evidente
de engaño. Como si todo lo anterior fuera poco consiguieron el auspicio de
Napoleón Bonaparte a quien engañaron. Para ello se valieron de la Carta y,
además, de un relicario de cobre conteniendo cuatro trozos de huesos de los
templarios muertos en la hoguera, una espada de hierro que afirmaban había
pertenecido a Jacques de Molay, un casco de hierro con adornos de oro que
decían ser de Guy hermano del Delfín de Auvernia, una cruz de marfil y tres
mitras de tela y otros trastos. Todo esto, después se supo que era
absolutamente falso, según documentos depositados, entre otros lugares, en la
biblioteca de Morrison de Greenfield. Los huesos calcinados de los Caballeros
fueron preparados por Leblond y Fabre en la casa del primero, calle de
Marmouzets. El H.·. Leblond compró el pequeño relicario de cobre, la espada
que se pretendió luego que era de Jacques de Molay y los otros trastos fueron
comprados por el H .·. Leblond a un mercader de hierro viejo del mercado de
San Juan y a un casullero que vivía por ahí cerca. El H.·. Arnal fue quien
consiguió el casco con embutidos de oro, el que había pertenecido en otros
tiempos a un depósito de armaduras de propiedad del gobierno. Y todavía se
podrían añadir algunos otros pintorescos detalles...
Para esto remito a la obra citada de François Timoleón Bègue Clavel, de donde
obtuve estos datos tan valiosos y amenos. Concluyo pues este escrito que
previene de una falsa filiación templaria: la OSTI. Pero no son los únicos...
LOS TEMPLARIOS:
GUARDIANES DE LA HERENCIA DE CRISTO
Hugo de Payens (o Payns) había tomado una iniciativa, pero sabía que si el
Papa no daba el visto bueno, podían acabar formando parte de una secta
minoritaria. También tenía claro que aquel movimiento no podía quedar en los
nueve voluntarios, y por tanto aspiraba a convertirlo en una orden de caballería.
Para ello era imprescindible que fuera a Roma y solicitara la aprobación del
Papa. Así lo hizo dentro del marco del Concilio de Troyes (1128). Se acordé
que los templarios adoptarían la norma de la orden benedictina, además de
tres votos perpetuos y de unas reglas de vida especialmente austeras.
UN TEMPLE EJEMPLAR
Ese desgaste afectó a su rectitud, pues para engrosar sus filas dejaron de ser
estrictos en la selección de los aspirantes. Bastaba con que pasaran una
prueba secreta, que hasta el momento sigue siendo un misterio y que ha dado
pábulo a todo tipo de especulaciones. La gran riqueza acumulada (se cree que
poseían más de 900 propiedades) también sirvió para pervertir sus no-bies
principios. El resto de las órdenes no veían con buenos ojos su
enriquecimiento, su orgullo y su pasión por el poder. Entre sus más tenaces
enemigos destacaba la Orden de los Hospitalarios, que se había constituido a
imagen y semejanza del Temple y que acabó siendo su mayor contrincante. Se
cree que es más que probable que estas tensiones internas favorecieran a los
musulmanes, y finalmente las huestes de Saladino los expulsaron de Jerusalén
en 1187. A finales del siglo XII las intrigas y acusaciones entre templarios y
hospitalarios se hacían ya insostenibles para la lglesia, y sucesivos Pontífices
abogaron por la fusión de ambas órdenes.
Pero la contraofensiva debía producirse en todos los frentes, y para eso era
necesario crear una Orden que actuara con una nueva estrategia y tácticas
más flexibles: la Compañía de Jesús. Su fundador fue, como es sabido, san
Ignacio de Loyola, una personalidad bélica y mística a la vez que imprimió ese
carácter a su congregación también conocida popularmente como los
«Soldados de Dios»