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Universidad Americana

Diplomado en Gestión y Administración Publica

Rodrigo Manuel Fanego Pusineri


Myrian Alice Colmán González

Liderazgo: Análisis del Libro “El último templario: Jacques de Molay”

Profesor: Paulo Waimberg

Año 2021
Contenido
Introducción ........................................................................................................................................ 3
Desarrollo ............................................................................................................................................ 4
Conclusión ........................................................................................................................................... 8
Bibliografía .......................................................................................................................................... 9

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Introducción

El presente análisis tiene por objeto hacer una concepción del liderazgo y los ejes del
liderazgo en situaciones de conflicto o casuística negativa, en donde el liderazgo positivo
asume el rol del sentido de la sociedad o del grupo social dirigido por el líder natural.
En cualquier condición el ejercer un liderazgo positivo significa de importancia en el clima
positivo que debe de ser infundido en las condiciones sociales o grupales de conflicto.
En el personaje histórico analizado, el momento coyuntural se remonta al siglo XII en el cual,
la Santa Inquisición de la Iglesia católica detentaba el máximo poder y el absolutismo
atemorizaba a los pobladores - La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo
de Salomón, también llamada la Orden del Temple, cuyos miembros son conocidos como
caballeros templarios, fue una de las más poderosas órdenes militares cristianas de la Edad
Media. Se mantuvo activa durante algo menos de dos siglos. Fue fundada en 1118 o 1119
por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payns tras la Primera Cruzada. Su
propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén tras
su conquista. La orden fue reconocida por el patriarca latino de Jerusalén Garmond de
Picquigny, que le impuso como regla la de los canónigos agustinos del Santo Sepulcro.
Las Cruzadas fueron el conflicto ideológico y religioso más álgido de la época, en donde
surge el liderazgo del personaje analizado asi como el análisis del liderazgo en el trascurso
del tiempo, en el cual existen los mismos indicadores de hoy día.

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Desarrollo

Desde el año 1118, año en el que se crea la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, hasta
su trágico final en el año 1314, los caballeros templarios van a estar presentes en todas las
actuaciones de la cristiandad. La Orden se creó tras la Primera Cruzada, con el propósito de
ayudar a los peregrinos, pero que tras el Concilio de Troyes va a adquirir unas cuotas de
poder inimaginables para cualquier otra administración de su tiempo. Tras casi dos siglos
en Tierra Santa, estos serán expulsados de Acre, último bastión de la cristiandad en Oriente
en el 1291. Tras su expulsión de Tierra Santa, regresaran a Europa, donde estaba todo su
poder y que durante estos siglos se había extendido obteniendo jugosos privilegios y
posesiones que no tardaron en crear recelos entre los más poderosos, Castilla y Aragón
fueron unos de los territorios donde la Orden arraigó. Consecuencias directas de estas
riquezas va a ser las causas por las que el rey Felipe IV de Francia decidió acabar con ellos,
además hay que añadir el desprestigio que había acarreado la Orden tras la pérdida de
Tierra Santa.
El marco histórico temporal en el que se encontraba la sociedad europea de este momento,
cuáles eran sus preocupaciones y creencias, puesto que influyeron de manera decisiva en
el desarrollo de los hechos posteriores. Ya desde mediados del siglo XI por toda Europa, y
en especial en Francia, se vivía una especie de efervescencia religiosa, muy influida por el
avance del islam a lo largo de las costas del Mediterráneo, que amenazaban especialmente
al Imperio Bizantino en oriente.
El islam había llegado siglos antes a la Península Ibérica que había caído en sus manos salvo
algunas partes del norte de esta. En el año 1064 se produjo un hecho que cambió la historia
de los dos siglos posteriores; el Papa Urbano II llamó a todos los príncipes cristianos para
que combatiesen al islam en la Península Ibérica, para conquistar la ciudad de Barbastro, y
así se hizo, pero un año más tarde los musulmanes la reconquistarían. Lo importante de
esto fue que se consiguió unir a los cristianos bajo la cruz del cristianismo y con un objetivo:
la derrota del islam.
Cuando se produjo el concilio de Clermont, donde acudieron los más altos cargos
eclesiásticos, y donde se encontraba el actual Papa, Urbano II, que según los cronistas como
Foucher Chartres y testigos presentes apeló a todos los cristianos a tomar las armas y a
recuperar por la fuerza los Santos Lugares de Oriente. Así en el año 1096 los cristianos
comenzarían la primera cruzada que acabaría en 1099 con la conquista de Jerusalén por
parte de los cruzados, creando así el primer reino cristiano en territorio islámico.
Sin duda alguna la creación de la Orden del Temple está estrechamente relacionada con la
conquista de Tierra Santa por parte de los cristianos. Esta zona lejos de alcanzar la
estabilidad era un territorio muy peligroso en el que había frecuentes incursiones de
pueblos islámicos. Con esto los peregrinos que viajaban a ver los santos lugares se

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encontraban desvalidos en el viaje, así que se crearon una serie de hospitales y otro tipo de
infraestructuras para ayudar a los peregrinos en su peregrinación. Destaca la creación, por
parte del hermano Gerard en 1113, del Hospital de San Juan de Jerusalén, estas serían las
raíces de la Orden de los Hospitalarios. Con la creación del reino de Jerusalén, bajo la
regencia de Balduino I, se iba a producir una masiva llegada de peregrinos, pero estos
seguían necesitando de más protección, por lo que Balduino apeló a toda la nobleza
europea para que de algún modo lo ayudasen en la defensa de los peregrinos. Este mensaje
caló en la nobleza europea, en especial en la nobleza francesa. Tras esta apelación es
cuando aparece Hugo de Payns, nacido en 1080, miembro de la baja nobleza franca, que
poseía tierras cerca de Troyes. No se sabe con certeza cuando este viajó a Tierra Santa, lo
que sabemos con certeza es que no participó en la Primera Cruzada (1096-1099).
La llegada de Hugo de Payns hay que situarla en el 1114, cuando el conde Hugo de
Vermandois, al que debía lealtad Hugo de Payns, realiza su segundo viaje a Palestina. La
vida de Hugo de Payns, hasta el 1119, está llena de elucubraciones y mitos, pero a su llegada
a Tierra Santa ya había optado por entregar su vida al servicio de la causa cruzada en
Jerusalén. Hugo de Payns iba a poseer dos vocaciones que se habían aunado gracias al
espíritu de cruzada; La de monje y la de soldado, era una doble vocación, la de monje y
guerrero, que encontraba su sentido en la defensa del peregrino. Los principales líderes y
fundadores de la Orden del temple fueron Hugo de Payns y Godofredo de Saint-Omer, que
una vez en Jerusalén no disponían de ningún sitio donde alojarse, por lo que le pidieron
ayuda al rey Balduino II, y este les cedió un palacio en el lado sur del Templo del Señor o la
Cúpula de la Roca, que anteriormente era la mezquita de Al-Aqsa, y que los cruzados
llamaron Templo de Salomón. Debido a al lugar en el que se instalaron, los nueve caballeros
fundadores recibieron el famosos nombre de Pauperes conmilitones Christi Templique
Salominis, es decir, Los pobres caballeros de Cristo y del Templo de Salomón, los caballeros
del Temple o solamente, los Templarios.
Los cronistas de la Orden del Temple coinciden en que fueron nueve caballeros los que
comenzaron esta empresa y sus nombres son: - Hugo de Payns - Godofredo de Saint-Omer
- Archambaud de Saint-Armand - Payen de Montdidier - Godofredo de Bissot (o Bisol) -
Rolando (o Rosal) - Guillermo de Bures - Roberto de Craon (o Crayon).
Se omitirá todas las cruzadas históricas en este punto del trabajo en atención a que el
espectro histórico abarca toda la edad media hasta la revolución francesa, lo que implica
un desarrollo de seis siglos de historia, y con la exposición de la coyuntura inicial, cabe el
análisis de la materia respecto del liderazgo de quien fuera uno de los últimos Gran
Maestros de toda una estructura que si bien era de naturaleza militar, confrontaba
situaciones sociales, militares y religiosas, en un momento histórico en el cual las guerras
por territorios, la soberanía, las conquistas y sobre todo el miedo infundido por los Estados,
era común elemento de gobierno de las personas.

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En este contexto, el liderazgo estaba dado por tres figuras claves, el Rey, el inquisidor, y en
el caso en estudio, el líder de la Orden de Templarios, el cual se analiza conforme al texto El
último templario: Jacques de Molay Un libro retrata la misteriosa vida de Jacques de Molay,
último gran maestre de la orden del Temple en el cual recuerda como Jacques de Molay,
nacido entre 1245 y 1250, ingresó en el Temple en 1265 y se convirtió en gran maestre en
1292, cuando los francos o latinos acababan de ser expulsados de Tierra Santa y las últimas
fortalezas cruzadas habían caído en manos de los sultanes de Egipto y Siria. El gran maestre
se retiró a Chipre, desde donde se esforzó para reconquistar Jerusalén y donde ejerció su
cargo hasta el día en que fue convocado a asistir a Francia para entrevistarse con el Papa
Clemenete V.
En lo referente al Liderazgo, Según J. D. Mooney, durante la época medieval hubo una
notable evolución de los sistemas organizativos como resultado del debilitamiento del
poder central de los últimos días del Imperio Romano (siglo V). La autoridad pasó al
terrateniente el cual tuvo poderes extraordinarios para fines tributarios y de policía dentro
de su dominio. El rasgo característico del feudalismo es la naturaleza de la autoridad que
delegaba el rey, quien investía a su vasallo como autoridad revocable a voluntad. En donde
los vasallos dependían poco del rey y sólo los controlaba por el juramento de lealtad, por lo
que en muchos casos esta obligación descansaba más bien en el honor personal que en el
reciproco interés, por lo que las personas situadas en la base de la pirámide feudal
dependían de su señor inmediato pero esta dependencia no se daba en gradaciones hasta
la cima.
A mediados del siglo XV, llegó la abolición del feudalismo y la consecución de la libertad por
parte de los siervos, así mismo el nacimiento de distintos métodos de administración
agrícola y nuevos sistemas de manufactura de bienes, producto del crecimiento de las
ciudades y la creciente demanda de bienes que los castillos agrícolas no podían abastecer
De la mano de la consolidación de la relación maestro aprendiz, se fue dando en Europa
Occidental en el siglo XVI un cambio en el manejo de la espiritualidad de los individuos por
parte de un grupo de teólogos y clérigos, entre ellos Martín Lutero quien con visión de
futuro inauguró la doctrina teológica y cultural denominada luteranismo e influyó en las
demás tradiciones protestantes, es decir, en el conjunto de iglesias cristianas y doctrinas
que se identifican con la teología desarrollada por el protestantismo. En la actualidad se
dice que las condiciones materiales y la ética protestante ocasionaron la revolución
industrial y el desarrollo del capitalismo, lo que trajo también constantes descubrimientos
tecnológicos que presionaron los cambios en los líderes organizacionales.
Al evaluar la evolución, se pueden definir las cualidades utilizadas por cada personaje a lo
largo de la historia que les permitió trascender, como es el caso de Jacques de Molay, con
su actitud positiva, carácter, disposición de escucha y carisma o con la autodisciplina, el
compromiso y la visión de futuro. Luego de utilizar la técnica de red de unidades lógicas

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entre capacidades, habilidades y conocimientos con relación a las actividades que se
realizaron en cada momento de la historia.
De ellas se observa según la biografía en los textos del personaje las siguientes:
Autodisciplina entendida esta como la conciencia individual la posibilidad de lograr hacer o
dejar de hacer algo. En este punto, era necesaria la autodisciplina en razón de que era una
orden de tipo militar acompañada de la Capacidad de trabajo para poner en marcha de la
voluntad individual y ejecutar una acción con respeto hacia el trabajo y la aspiración hacia
el progreso. Asi mismo el protagonista debía de tener carácter y mostrar cualidades en su
modo de ser u obrar que la diferencian de las demás por la situación histórica, lo que le lleva
posteriormente a la hoguera. Su Carisma y sus capacidades en las acciones que realizan
lograba incluso la fascinación de la población cobre todo con la admiración demostrando
asi el compromiso en el acuerdo, y cumplimiento de obligaciones con la organización y con
los demás mediante la comunicación y la persuasión amable en sus argumentos,
convincentes en su discurso, ya que, en el momento histórico, imperaba el absolutismo por
parte de la monarquía, y la presión de la santa inquisición.
Siempre actuó con discernimiento diferenciando una cosa de otra, señalando la diferencia
que hay entre ellas y más aún en las diferencias sociales con una enseñabilidad prodiga
trasmitiendo sus conocimientos con la habilidad necesaria para que sean recibidos por el
resto de la orden y de la población con la capacidad de escuchar y captar no solamente las
palabras sino los sentimientos de quienes lo rodeaban.
Siempre mantuvo la Focalización en el afán de su objetivo con la inclinación y anteposición
del corazón a la utilidad y al interés.
Nunca dejo de demostrar la Iniciativa en los pasos iniciados para alcanzar lo propuesto en
bien de todos, haciéndolo con pasión y sensibilidad afectivamente, desde el desear y el
sentir, las acciones a realizar. Fue noble en sus relaciones interpersonales, objetivo e
imparcial en las apreciaciones, despojándose de juicios y aceptando a quienes lo rodeaban
tal como eran sin importar clase social. De alta responsabilidad fue capaz de establecer un
compromiso para dar una respuesta positiva o proactiva acorde a la época, con seguridad
ya que conocía y confiaba en sí mismo y en los miembros de la orden, con un don de servicio
para complacer y servir a los demás con disposición constante y perpetua sin esperar nada
a cambio tratando de solucionar problemas utilizando sus habilidades para generar
compromiso con las cosas bien hechas, evaluando objetivamente su desarrollo para
encontrar la forma de mejorar cada vez más, pero sobre todo, como Caballero con un valor
y actuar con subsistencia y firmeza en la mayoría de sus actos con visión de futuro siendo
ser claro acerca de la dirección de su orden, inspirado en el escenario de futuro deseado
que era la paz social y la ayuda mutua desinteresada en defensa de quienes lo necesiten.

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Conclusión

Del análisis del presente texto, y de la historia del liderazgo en el trascurso del tiempo, se observa
que a pesar de los diferentes momentos históricos la historia permitió identificar cualidades
comunes entre personajes influyentes en el desarrollo de la humanidad, las cuales deben ser tenidas
en cuenta por líderes políticos, sociales u organizacionales para poder impactar positivamente con
su actuar. El líder de hoy debe utilizar sus capacidades para interactuar con un sinnúmero de
situaciones, que facilitan interactuar con el medio y las personas para dirigir con eficiencia los
destinos de la organización. Los estilos de liderazgo deben relacionarse con las cualidades
permanentes, innatas o adquiridas por el individuo con el fin de intervenir adecuadamente en los
procesos de evolución o involución de las comunidades.

Se observa en el personaje estudiado un fuerte componente motivacional, entendiendo la


motivación como la base del bienestar del ser humano, orientada permanentemente a la
movilización de las personas, identificando qué es lo que les pone en marcha y ayudándolas a ello
sonde se percibe sobre todo al líder responsable, no hablamos de poder, hablamos de autoridad.
Se trata pues de un modelo de liderazgo basado en la experiencia adquirida y en las expectativas
mantenidas conforme a la coyuntura histórica basada en tres ejes: la exigencia, el reconocimiento
y la confianza.

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Bibliografía
Diccionario real de la Academia Española

BURMAN, Edwad El ultimo Templario, Editorial: MARTÍNEZ ROCA 2005 BARCELONA

DEMURGER, Alain, El último templario: Jacques de Molay, ROBINBOOK, Barcelona, 2006

BARBER, Malcolm, Templarios. La nueva caballería, Editorial Martínez Roca, Barcelona, 2001.

CORRAL LAFUENTE, José Luis, Breve Historia de la Orden del Temple, Edhasa, Barcelona, 2006.

PAUL, Jacques, Historia intelectual del Occidente medieval, Editorial Cátedra, Madrid, 2003.

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