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En el jardín de rosas

Chapter 54: Tomo 3: Descubrir flores naciendo al amanecer


Chapter Text
Como declaró orgullosamente, excepto para dormir o ir al baño, pasó todo su tiempo libre en la cama teniendo sexo con
Arok.

El conde, que soportó el primer día resueltamente, con una expresión fresca, comenzó a llorar profusamente el segundo
día, y al tercero, parecía tan terriblemente exhausto que dejaba que Klopp fuera quien decidiera lo que tenía que hacer,
lo que no y para donde moverse. Klopp solo quedó satisfecho cuando bebió toda el agua azucarada que había mandado
a preparar especialmente para él e incluso le tocó tomarlo en brazos para darle un buen baño.

A excepción de Marta, no podía permitir que nadie más le pusiera las manos encima así que él mismo lo alimentaba, le
secaba el sudor, le arreglaba el cabello, la ropa, las sábanas y lo llevaba al baño cuando tenía ganas de ir.
Además, Marta estaba emocionada de que su amo, que tenía mal genio y parecía como si fuera a morir soltero,
finalmente trajera a una pareja a casa ¡Y que tipo de pareja!

Después de entrar a la habitación, puso el desayuno sobre la mesa y limpió a Arok, que estaba sentado en una silla en la
habitación, con una toalla y mucha agua caliente. Rápidamente arregló las sábanas, lo acostó de nuevo (solo después de
ponerle una bata) y lo acomodó en la cama con edredones nuevos. No tenía ropa debajo, por supuesto. Cuando Klopp
se subió a la cama para verificar que estuviera bien, Arok lo miró con un poco de miedo.

"¿Vas a hacerlo de nuevo?"

"¿Por qué? ¿Quieres que lo hagamos?"

Asustado, Arok negó con la cabeza levemente y lo miró.

"Estoy cansado..."

"Eso veo..."

Arok en realidad era muy bueno para conseguir hombres. Es decir, era perfecto en todo lo que hacía. En su cara, en los
ojos, en sus movimientos, en la forma en la que abría la boca. Por eso se enojó terriblemente cuando pensó que alguien
más lo había abrazado. O que él estaba lo suficientemente loco como para dejarse abrazar. Sin embargo, dado que
ahora ya habían tenido sexo para compensar un mes y ya que el celo del Alfa se había calmado, ambos estaban un
estado en el que podían darse el lujo de pensar. Además, el propio Klopp ya era un poquito más razonable ahora.

Tomó tiempo, paciencia y lentitud para que el cuerpo de Arok se deshiciera por completo del olor de omega, de modo
que en realidad tuvo que cubrirlo con sus propias feromonas para que cualquiera pudiera ver que ese hombre era
completamente suyo. Entonces Klopp, como si nada hubiera pasado en realidad, se apoyó en los cojines y almohadas y
volteó la cabeza para preguntar:

"¿Por qué estabas en el fondo?"

Arok, un poco confundido sobre lo que contestar, respondió con voz ronca: "Necesitaba algo".

"No fuiste a tener sexo ¿Verdad?"

"No. De verdad fui para eso."

"¿Qué es lo que necesitas?"


Pero por mucho que indagó, Arok permaneció en silencio hasta el final.

El hombre, exhausto por tratar con Klopp durante varios días, comió un poco de los bocadillos que le había servido,
bebió agua, le agradeció y rápidamente volvió a quedarse dormido. Mientras tanto, Klopp lo abrazaba todo el tiempo, lo
besaba en la frente y en los labios y a veces hablaba de cosas triviales como para romper el silencio.

Pero en un momento dado y en lo que cepillaba el fino cabello de Arok con los dedos... Una extraña sensación de deja
vu hizo que su corazón se estremeciera tanto que hasta tuvo que detenerse a respirar. No podía explicarlo, fue como si
verlo le hubiera hecho recordar algo muy antiguo. Una cosa que también tenía que ver con una cama, sábanas y el
conde entre sus brazos. Incluso sus frecuentes pesadillas se sentían extrañas porque eran demasiado vívidas para
descartarlas como meros sueños pero, por fortuna, ni la pesadilla ni el déja vu duraron mucho en esta ocasión. No podía
ponerse a pensar detenidamente en eso ahora que estaba tan ocupado con Arok y en definitiva no quería que algo que
no era placentero apagara todos los avances que había tenido con él.

En su lugar, sostuvo al hombre con un poco más de fuerza contra su pecho y lo besó tanto y tan constantemente que no
pasó mucho hasta que sus labios quedaron de un color rosa encendido. Luego, cuando notó que ya había llegado a una
fase más profunda, se levantó de la cama y lo cubrió hasta llegar a su barbilla.

Klopp entonces se puso la ropa limpia que Marta le había traído y bajó las escaleras de dos en dos. Ella ya estaba
recogiendo lo que iba a lavar.

"Marta".

"Ah, finalmente saliste".

Parecía particularmente feliz, con su voz más emocionada que de costumbre y una sonrisa muy bonita en la cara. Marta
le lanzó una mirada tímida mientras dejaba el cesto de la ropa en el suelo.

"¿Cómo fue? ¿El niño está bien?"

"... Eso quiero creer. Está dormido."

"Si no ha comido durante dos días, significa que entró completamente en celo. Dios. ¡Creo que estaré muy ocupada el
próximo año! Deberíamos negociar un salario ahora porque solo tengo dos manos."

Klopp rápidamente negó con la cabeza ante su comentario, que se adelantaba a los hechos. Sin embargo, los ojos de
Marta lo miraron de una forma que revelaba una gran anticipación: Ella era una omega ordinaria de mediana edad.
Aunque era bondadosa y generosa, también era de un tipo de mente inevitablemente conservador. Le preocupaba que
se sorprendiera si le decía que se había acostado con un Alfa. Cuando Klopp se quedó sin palabras, Marta asintió de
nuevo:

"El embarazo es una carga cuando pasa antes del matrimonio. Aún así, pasaron juntos su celo, ¿Cuándo le va a proponer
vivir juntos? Dios, el hombre es hermoso. Cabello rubio y ojos azules. ¿Qué tan angelical va a salir su bebé? ¡Ay! Ya me lo
estoy imaginando. Todos los niños del mundo son bonitos, ese es un hecho pero, estoy seguro de sus hijos tendrán su
porte, amo. Y la dulzura de su pareja. Estaba un poco decepcionada de que usted fuera un alfa tan apagado, pero si su
esposo será él, entonces hay esperanza."

Martha agitó las manos en el aire, como si estuviera soñando, y pronunció un emocionante monólogo de minutos
enteros. Klopp tragó saliva mientras la observaba. ¡Qué desolada había estado la familia después de anunciar la noticia
de que se había separado de Rafiel! Ahora, no era prudente tocar a esta ignorante, pero feliz ama de llaves mientras
soñaba con un futuro que tal vez era imposible. Sin embargo, Klopp también tenía prisa.
"Marta, siento cortarte la felicidad, pero ¿Me harías un favor?"

"¿Qué es?"

"Entre la ropa que te di, está el saco del Conde. ¿Me lo puedes pasar?"

"¿Ya se va a ir? Todavía no he lavado su ropa y aún ni siquiera le he servido comida."

"No es eso. Tengo algo que quiero comprobar."

Marta pronto sacó toda la ropa de Arok del cesto. Camisa, pantalon. Dijo que el chaleco y la chaqueta, que se
encontraban en buen estado, solo habían sido desempolvados, vueltos a planchar y colgados. Lo agarró con las dos
manos y buscó en cada costura y bolsillo, pero en realidad no había absolutamente nada allí.

"¿Qué pasa con la capa?"

"Está en el jardín. No podía lavarlo porque la pintura es muy delicada, así que solo le quité el polvo y lo sequé."

Rebuscó en la capa que había traído del jardín y entonces, finalmente encontró algo en el bolsillo interior que estaba
bien escondido en la parte de atrás. Buscó a tientas, sintió que algo estaba crujiendo y finalmente lo sacó. Notó que en
realidad se trataba de varias hojas de papel bien dobladas por lo que se sentó frente a la mesa y abrió una de ellos:
Dentro, había un montón de pastillas blancas. 6 en total. Cayó en la cuenta de que era verdad que uno de los muertos le
había vendido drogas a Arok. De hecho, en el Fondo no había tantos medicamentos para comprar por lo que lo único
que sabía que vendían eran afrodisíacos y psicoactivos. Y una u otra igual lo iba a hacer sentir enojado y preocupado a
partes iguales.

Cuando Klopp se cruzó de brazos y miró la medicina, con una expresión terriblemente seria, Marta, que se acercó a un
lado y lo vio, escupió:

"Es un supresor de celo omega, mi señor."

"¿Qué?"

"Es un supresor. Estoy segura porque la marca "Ω" está estampada allí. Mire."

Klopp miró inexpresivamente a Marta ante el comentario tan inesperado que había hecho. ¡No tenía idea de que
existiera tal cosa como un antiestro omega!

"¿Los Omega utilizan supresores."

"Los Omega todavía tenemos una vida difícil, señor. La ley dice que si tenemos un celo, debemos aguantarlo durante
esos tres días... Está prohibido utilizar medicamentos para quitarlo, pero los que hacen trabajos duros en la carretera o
en oficina o incluso los nobles, a menudo lo toman para evitar accidentes. Embarazos no deseados en primer lugar."

Como si no fuera gran cosa, Marta dobló la capa que había extendido y volvió a poner la ropa en el cesto.

"¿Cómo lo sabes?"

"Ya soy mayor, pero antes conseguí algunos. Por eso pude trabajar separada de mi marido por un tiempo. Pero... Uff.
Son muy caros. Muy, muy, muy, muy caros. Y si los compras legales, solo te dan una pastilla o dos. Incluso los ricos se
quejan, imagínate nosotros. También se vende en secreto entre omegas profesionales. De vez en cuando, incluso se los
regalaban a las damas nobles pero ya no pasa así. La anticoncepción es mejor que el aborto pero, ya ve, ambos están
prohibidos. Es como si no tuviéramos derecho a opinar de nuestro cuerpo. Pobre niño... Me imagino lo que hizo para
comprar al menos esas piezas."

"..."

Ante esas palabras, Klopp pareció perder la cabeza.

¿Le estaba diciendo que en lugar de ser Alfa, Arok era un Omega?

Chapter 55: Descubrir flores naciendo al amanecer


Chapter Text
Mientras Marta lavaba la ropa, Klopp se sentó en el salón y miró seriamente la medicina. Arok de Taywind era
claramente un Alfa. Todos pensaban eso. Si hubiese sido Omega desde la primera vez, no hubiera logrado engañarlos a
todos. No. En definitiva no se lo creía. Aunque tenía un físico un poco más pequeño y líneas elegantes para un Alfa, era
un noble que creció de una manera poderosa. Tan dignamente que había conseguido el respeto y la admiración de
muchos. No olía a feromonas y tampoco lo veía siguiendo a otros Alfa como un desesperado. Aunque claro que ahora
Klopp estaba dudando de todo lo que sabía.

¿¡Qué era todo esto, maldita sea?

¿Realmente vivió aparentando que era un Alfa o de repente se transformó en un omega de un día para otro?

De ninguna manera. ¿Podía ser eso? Había escuchado de buena fuente que después de que algunos Alfa consiguieran
una pareja que tenía la misma categoría que ellos, su cuerpo comenzaba a cambiar hasta volverse el de un Omega. Ojalá
no. Porque eso solo significaría que ya había tenido relaciones con alguien más. Pero ese cuerpo era virgen. ¿O no lo
era? Trató de pensar, pero era frustrante.

Y si era un omega, entonces...

"Ay, Dios mío."

Klopp se cubrió los ojos con una mano.

Las lágrimas de Arok eran dulces. Las había probado antes y, sobre todo, incluso lo había hecho varias veces en los
últimos tres días. Eran tan azucaradas que no mentía al decir que tenía la lengua adormecida.

Al recordar eso, Klopp dejó escapar un profundo suspiro y se levantó.

El culpable de que hubiera estado sangrando durante los últimos meses dormía plácidamente en su cama. Klopp se
sentó en el colchón y se movió un poco para poder verlo cara a cara. Estaba roncando como un bebito así que decidió
pasar sus dedos por su cabello rubio y trazar los bordes de esa linda piel que ya tenía sonrojada. Y mientras acariciaba su
mejilla y le quitaba los rastros del sudor de entre sus cejas, se dio cuenta de por qué siempre se sentía extraño al lado
suyo: Si no lo veía, si no le pertenecía, comenzaba a enojarse y a buscarlo inconscientemente. Era natural que hiciera
locuras sin su Omega y eventualmente, comenzó a sufrir una presión mental impresionante que lo hacía literalmente
morir al sentir su rechazo.

"Estúpido. Que estúpido."

Klopp estaba profundamente arrepentido. Sin embargo, cuando tomó la mano de ese hombre astuto y mezquino que
sabía lo que era pero que de todos modos lo ocultó, y la llevó en dirección a su cuerpo, en lugar de hacer algo grosero o
expresar abiertamente que lo odiaba, le acarició de las uñas hasta la muñeca y le besó una y otra y otra vez hasta
terminar llenando el dorso de su mano.
Desde ese momento, se convirtió en una especie de "caballero de escolta" y permaneció a su lado hasta que su noble
maestro despertó.

El conde, que abrió los ojos nuevamente al final de la tarde, pestañeó sin apartarse el cabello de la frente, levantó la
parte superior de su cuerpo y se frotó los parpados con el dorso completo de la mano. Luego, frunciendo el ceño al
sentir como el dolor venía de la parte inferior de su trasero, lanzó un insulto completamente acusatorio hacía Klopp y le
gritó, incluso sin darse cuenta de que estaba sentado junto a él para empezar. En realidad, hasta parecía un hombre
completamente inocente de todo pecado.

Que hipócrita.

"Pervertido maldito. Eres todo una bestia ¿Sabías?"

Pero Klopp solo se rió al escucharlo hacer el sonido de "Pervertido" con la garganta toda ronca.

Arok, quien abrió mucho los ojos ante esa acción tan condenadamente extraña, pronto apretó la boca con fuerza y evitó
su mirada tanto como le fuera posible. Dijo: "Y además, loco." Incluso aunque era bastante obvio de lo consciente que
estaba de él.
Era tan, tan lindo, que finalmente no pudo soportarlo más y dejó que todas las barreras que tenía alrededor suyo, las
que le decían que podía y que no podía hacer, se derrumbaran hasta poder abrazarlo con toda su fuerza.

"Ya no puedo más."

"¡Oye!"

Arok estaba intentando apartarlo por todos los medios. Klopp solamente tuvo que besarlo para que se detuviera.
Maldita sea, no importaba cuántas veces lo probara, nunca había encontrado unos labios más dulces, suaves y ricos que
estos. No solo eso, sino que también eran calientes y gorditos por lo que sintió que si hacía esto algunas horas más,
finalmente iba a terminar volviéndose increíblemente adicto a devorarlo.

Arok, que se había estado resistiendo, pronto se quedó sin aliento cuando el beso se profundizó en serio. Una lengua
entró junta a la suya y la saliva comenzó a combinarse tanto que ni siquiera se dio cuenta del momento en que había
comenzado a agarrarlo del hombro. En realidad, la sensación de tenerlo a su lado era tan fantástica e indescriptible que
se dejó chupar hasta que se entumeció, luego lamió la saliva que corría por su boca y poco a poco, comenzó a morder y
a morder y a morder hasta que le dejó los labios gruesos e hinchados.

"Ah..."

Klopp lo besó en la mejilla y dijo:

"No haré nada. Tranquilo"

"..."

Arok cubrió sus labios con una mano y levantó los ojos en su dirección. Parecía un poco nervioso, un poco incrédulo y
demasiado agitado. Sobre todo, las manchas rojas sobre sus mejillas, nariz y en las puntas de sus orejas le hacían
parecer lo suficientemente avergonzado como para que sonriera de nuevo. Entonces se levantó de la cama, volvió a
acomodar las sábanas sobre su cuerpo y se aproximó a la puerta diciendo que iba a traer algunos bocadillos para él. Sin
embargo, justo cuando tomó la manija, Arok lo llamó desde atrás diciendo:

"¿De verdad vas a irte así?"


"¿Por qué? ¿Necesitas algo?"

"... No."

Y el Arok que estaba allí, desnudo, en una cama increíblemente grande, con solo una sábana sobre el cuerpo y una cara
enrojecida, comenzó a verse tan terriblemente débil que le tomó un momento separar los ojos de los suyos. En realidad,
antes no era de esta forma. Tenía un aura orgullosa y fuerte y nunca, nunca en el tiempo que llevaban de conocerse,
descubrió en él un cuerpo tan frágil como para pensar que podía salir volando en cualquier momento. Sin embargo,
ahora parecía que se rompería si no tenía cuidado y pronto sintió que su corazón se desplomaba por un segundo. Salió
rápidamente, cerró la puerta, calmó su respiración furiosa y bajó las escaleras casi corriendo. Marta, ingeniosa como
siempre, le entregó una bandeja y le dijo que ya todo estaba allí.

Entonces, tal vez dos minutos más tarde, regresó a su habitación con una bandeja de galletas recién horneadas,
sándwiches y un juego de jugo de manzana y té. Como era de esperar Arok, cuyos ojos estaban un poco húmedos, como
si hubiese bostezando recientemente, se maravilló de la llegada de Klopp con la bandeja a tal punto que parecía un niño
al que le habían celebrado un cumpleaños sorpresa.

"¿Tienes hambre?"

Dijo, colocando la bandeja sobre la cama. Arok la miró sin pestañear:

"Sí. Intento comer antes de tener dolor... No hay nada en el mundo que odie más que tener hambre. Es horrible."

Le sorprendió ver lágrimas verdaderas brotar de sus ojos después de decir eso. Era lindo verlo tan triste por no haber
comido adecuadamente durante tres días, pero le pareció divertido que se pusiera así siendo un conde. Es decir, estaba
seguro de que nunca había tenido hambre desde que nació en esa familia.

"Lo siento, debí darte de comer desde hace rato. Vamos, tómalo."

Le pasó un platito en el que puso un sándwich de queso y vegetales así que Arok lo aceptó de inmediato. Klopp, por otro
lado, se lo comió a toda prisa sin ni siquiera mirarlo. Es más, le sorprendió ver qué parecía tragar sin masticar
correctamente.

"¿Qué pasa? Vamos, no tengas pena..."

Arok levantó la cabeza, se metió un sándwich en la boca y comenzó a comer y a comer sin detenerse. Sin embargo,
parecía tan avergonzado de lo que estaba haciendo que tuvo que decirle "Cómetelo todo", un montón de veces hasta
que agarró confianza y pudo agarrar más panecitos y tostadas. Ahora que lo pensaba, nunca había visto a Arok
comiendo. Asistió a un par de fiestas a su lado pero jamás tomaba algo. Tal vez porque iba a comenzar a actuar como
alguien que se había estado muriendo de hambre durante muchísimo tiempo.

No preguntó.

Después de tragarse cuatro sándwiches grandes, Arok se chupó los dedos y miró la galleta. Iba a tomarla, pero se
detuvo.

"Adelante, no son pasas. Es una galleta de arándanos."

Tan pronto como dijo eso, Arok también comenzó a irse por las galletas. Luego, como si se estuviera ahogando, se
golpeó el pecho y tomó un enorme vaso de jugo de manzana. Después de beberlo, suspiró profundamente, igual a si su
estómago finalmente estuviera lleno, y de todos modos empezó a buscar los trocitos de pastel que estaban a la derecha.

"... ¿Por qué me miras así? Esta es la primera vez que ves a alguien comer?"
"No. Um... Es chistoso"

Klopp pensó que debería asegurarse de gastar en la mejor comida del mundo en el futuro.

Arok, que acababa de vaciar su jugo de manzana, frunció el ceño al ver una taza de té en la mano de Klopp.

"También quiero té."

"No puedes beber té".

Arok levantó la cabeza. Parecía enojado:

"Pensé que todo esto era una forma de "pago" por secuestrarme durante tres días."

Los labios de Arok temblaron al decir eso. Sin embargo, más que ira, parecía que todavía tenía un poco del regusto del
celo. Klopp se limpió las migas de la boca con indiferencia y dijo:

"Tomamos té de hierbas aquí. Y algunas de ellas son malas para el embarazo."

El jugo de manzana a medio beber estaba esparcido por todas partes. Arok, que había soltado su vaso, entró en pánico
en un segundo. Klopp se levantó y limpió la cama con una bata de baño, que estaba cerca, antes de que se extendiera en
el colchón.

Arok estaba muy agitado y tartamudeaba: "No... No puede ser. M-mi... Mi medicamento. Necesito..."

Klopp se dio la vuelta mientras enrollaba su bata de baño, que olía a jugo dulce, antes de arrojarla de inmediato contra
la puerta. Los ojos de color zafiro del conde temblaban terriblemente. Mucho, mucho más fuerte que nunca antes.
Tanto que, aunque era una escena muy tensa, Klopp se rió:

"Parece que realmente eres un omega. Perfecto, es la confirmación que necesitaba".

Sin más preámbulos, fue a la cama, buscó su mano con la suya y se sentó junto a él. Cuando sonrió de una manera más
entusiasmada que antes, la expresión de la otra persona cambió de desconcierto a desesperación y luego a enojo
cuando se dio cuenta de que había caído en la trampa. Klopp estaba complacido mientras Arok, envuelto en sábanas, se
ponía pálido como una hoja.

"¿Cómo...?

"Soy un idiota. No me di cuenta nunca. Pero todo lo que me pasa cuando estoy cerca de ti ahora tiene sentido. Tienes
razón, graduarse con honor de la universidad no significa saber más que cualquier otra persona."

Luego, colocó su cabeza sobre su pecho lleno de marcas rojas, y se dio el lujo de abrazarlo hasta terminar recostados
uno contra el otro. Arok se quejó y golpeó su espalda para que se levantara. Pero hacer cualquier cosa era difícil cuando
tenía todo el peso de su cuerpo contra él. Después de un rato, habló lo suficientemente alto como para ser escuchado.

"Me estás... Apretando el estómago. No hagas eso."

Klopp lo escuchó, lo miró un momento y se rió a carcajadas ante la voz llena de preocupación del conde. Mientras
sacudía los hombros y luego se tomaba la boca para no parecer tan exagerado, el rostro de Arok se puso rojo y azul, y
pronto dijo:

"¡Hay que tener cuidado al principio! No me gusta que... Aplasten mi estómago si estoy..."
Fue tan serio que Klopp levantó la cabeza y miró a Arok. Se sintió un poco mal de burlarse cuando parecía tan
preocupado.

"Solo estaba tratando de resolver si eras un Omega o no. No puedes quedar embarazado porque Marta ya se encargó de
darte algo para eso así que... Disculpa."

Después de revelar que se trataba de una broma, Arok no pudo mantener la boca cerrada y preguntó si era cierto.
Cuando volvió a rectificar si era verdad, varias veces, y le dijo francamente que sí y qué era algo "eficaz", el conde se
mordió los labios, miró para otro lado y las manos, que sostenían la sábana, comenzaron a temblar como locas. Pensó
que se sentiría aliviado de no poder quedar embarazado pero, cuando vio la decepción junto con la ira en su mirada,
sintió una alegria indescriptible al confirmar que su Omega aceptaba a su Alfa lo suficiente como para llevar en su
vientre a su hijo.

"¿De verdad quieres quedar embarazado de mi? Puedo hacerlo."

La boca se le abrió de nuevo y después, se puso tan rojo como un jitomate. Al ver que ya no podía ni hablar
decentemente sin temblar, Klopp sonrió y luego volvió a reírse.

"Perdón, es que estoy emocionado. Se siente... Extraño."

"¡No te rías! ¡Cállate! ¿Sabes qué? Vete. No quiero estar cerca de alguien que juega con la gente utilizando un tema tan
sensible como ese. Eres un ignorante, vulgar, cruel, mezquino..."

Después de eso, murmuró algo más, pero cuando Klopp le chupó la boca utilizando la suya, solo dejó escapar un débil
aliento y la conversación se frenó de golpe. La mano, que había estado pegada a su hombro, pronto se detuvo y bajó
para juntar dedos con dedos.

"Gracias por los cumplidos, conde. Es todo un placer."

Chapter 56: Descubrir flores naciendo al amanecer


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No fue hasta el día siguiente que le devolvió la ropa a Arok. Se puso la camisa y el pantalón limpios y bien arreglados
gracias a Marta, recogió su capa y buscó a tientas en los bolsillos interiores. Luego miró a Klopp, que estaba de pie a su
lado.

"Dámelo".

"¿Qué quieres decir?"

Fingiendo no saber, no dijo nada por un rato. El medicamento ya había sido desechado, por supuesto. En primera,
porque ya lo tenía a él para hacerse cargo de su celo y en segunda, si necesitaba de supresores en el futuro o le
preocupaba tanto tener un embarazo, entonces tenía la completa intención de conseguir pastillas para Alfa, no para él.
No quería que se metiera porquerías de tan mala calidad en el cuerpo.

Pero conociendo que no tenía absolutamente ninguna intención de darle el medicamento, Arok pronto desvió la mirada.

"No importa. Puedo comprarlos de nuevo".

Ante esas palabras, Klopp se asustó.


"¿Vas a ir allí otra vez después de lo que pasó? Si no hubiera llegado por casualidad, si no te hubiera visto, te habrían
violado esos pendejos."

Arok, por el contrario, parecía muy tranquilo.

"Lo sé."

"¿Lo sé? Pues yo no veo que sepas nada."

Arok, que ahora estaba enojado por su comentario tan absurdo, solo se dedicó a tomar sus cosas, su abrigo y una bolsa
de pan, y comenzó a caminar como si se hubiese decidido completamente a ignorarlo. Desde la mañana y muy al
contrario de la persona que era ayer, no parecía alguien que mostrara emociones ricas como sorpresa, tristeza, ira,
placer, afecto o satisfacción. Había vuelto a cerrarse, como una conchita.

"¿Cómo puedes tú, que naciste como hijo de un conde y estás todo el tiempo rodeado de cosas lujosas y dinero, decidir
que sería mejor arriesgarte para ir...?"

"Es cosa mía. Lo que hago y lo que no hago, es cosa mía. No tienes nada que ver en eso".

"¡Claro que tiene que ver conmigo, maldita sea!"

Arok sonrió con cansancio mientras veía como Klopp le cerraba el paso. En ese momento, había llegado a sentir como si
algo se desconectara en su cabeza y al mismo tiempo, que una ira extrema lo golpeaba en el estómago junto con una
inmensa sensación de pesar. Todo, por supuesto, al imaginar no poder proteger a su omega incluso siendo un Alfa.

Ni ahora, ni antes.

"Eres un omega, pero actúas como un Alfa. Por eso te pasa lo que te pasa."

Verlo sonreír tristemente, sin responder, le hizo enojar todavía más de lo que lo estaba en un inicio. Agarró el brazo de
Arok entre su mano y casi gritó cuando le dijo:

"¡Si vas al fondo sin mi permiso en el futuro, te juro que ya no te voy a dejar ir a ninguna maldita parte después! A
ninguna."

"Uy, sí. ¿Vas a mantenerme bajo llave?"

Arok, frunciendo el ceño, trató de torcer su brazo para que lo dejara ir y luego incluso lo empujó. Sintiendo que podría
lastimarlo si no lo soltaba pero no deseando dejarlo ir, Klopp rápidamente envolvió sus brazos alrededor de su cintura y
presionó la parte inferior de su cuerpo fuerte contra la suya. Entonces, Arok torció la espalda igual a si no le gustara lo
que estaba haciendo y volvió a pedir que lo dejara. Sin embargo, esta vez al menos ya no se movió ni intentó golpearlo.
Klopp, por otra parte, bajó la cabeza, le besó un poco la nuca, el cuello, se frotó la cara contra el lóbulo de su oreja y
susurró suavemente:

"Si te vas al Fondo, te voy a castigar. Te desnudaré completo, te pondré grilletes en los tobillos y los amarraré a ambos
lados de la cama. Luego, te haré el amor hasta el punto en que tus piernas ya no van a poder cerrarse ni una sola vez y ni
siquiera vas a poder pensar en tomar medicamentos. Solo vas a pedir más y más y a suplicar que no me detenga
mientras me tomas de la espalda como la última vez. Yo morderé tus pezones y tu vientre, tu cuello y tu boca hasta que
cualquiera pueda ver que eres mi omega. Después de eso, tendrás a mi hijo... "

"..."

Arok miró a Klopp de una manera extraña. Como si estuviera profundamente asombrado.
"¿Crees que no puedo?"

Arok no pudo responder a eso. Hundió la cabeza en el hombro de Klopp y vaciló varias veces, como si quisiera decir algo
pero no pudiera. Infló el pecho, igual a si tuviera un gran dolor, contuvo la respiración varias veces y luego, dejó escapar
una voz de protesta:

"Soy Alfa".

Sin ninguna intención de soltarlo, lo miró a la cara y respondió:

"Sabes que no eres un Alfa. Y yo lo sé".

"Soy un Taywind. Todos saben que soy un Alfa. Si descubren que estoy embarazado, te meterás en muchos problemas."

"No es demasiado tarde para pensar en un plan".

"Yo..."

No quería escuchar más protestas o excusas. En su lugar, le tomó de la espalda y puso su mano en su nuca, de tal
manera que consiguió que lo mirara directamente a la cara. Sus ojos azules estaban temblando.

"Si alguna vez tuviste la intención de decir que no te gusto, que eres un Alfa o que no quieres tener hijos conmigo, ahora
mismo en tu oportunidad de rendirte. Ya sé la verdad... Y no estoy dispuesto a darte a elegir cuando es obvio que me
deseas tanto como yo lo hago contigo."

Sin responder, abrazó a Arok, que tenía la boca bien cerrada, y colocó la nariz directamente en su nuca. De esta manera,
inhaló el aroma del champú sutilmente mezclado con fresas que se extendía a través de su cabello rubio, y lo besó y lo
besó tanto que comenzó a sentirse ansioso. Cuando pensaba en el olor corporal de otros omegas, aunque le daban una
sensación de excitación sexual que le hacía vibrar el pene, nunca le gustó realmente estar cerca de ellos. No obstante, la
dulzura de este hombre era tan intensa y estaba tan íntimamente mezclada con sus feromonas que no podía ni describir
lo mareado que lo dejaba o lo loco que lo hacía sentir. Tenía el cuerpo lleno, como si hubiera comido mucho.

Después de un rato, Arok, que aún estaba en sus brazos, se relajó y preguntó:

"¿Cuántos niños debo dar a luz esta vez?"

"..."

¿QUÉ?

Algo estaba mal con la pregunta.

Cuando dijo, "¿Esta vez?" pudo sentir como se ponía tenso entre sus brazos. En ese momento, Klopp casi pensó que
podía golpearlo.

"¿Tienes... Otros hijos?"

Al preguntar, con una voz increíblemente fría, como si escupiera una ventisca directamente por su garganta, Arok negó
con la cabeza.

"Fue un error. Solo me confundí con las palabras."


Miró en su dirección para ver si era mentira o no, ¡El problema era que este omega parecía extremadamente bueno en
eso! Estaba asustado, lógicamente, y temblaba porque no quería hacerlo enojar, pero no pudo leer con exactitud lo que
decían sus ojos o sus expresiones faciales. Por una vez, decidió creerlo.

"¡No cometas errores innecesarios en el futuro! ¡Casi me da un infarto, por Dios! Matar a un hombre que estuvo contigo
es una cosa, es un adulto pero... A un niño. Se siente un poco más ilegal."

"..."

"En fin."

Colocó su mano en su nuca nuevamente, luego lo besó justo en la boca.

"¿Cuántos niños tienes la confianza de dar a luz?"

Ya fuera por nerviosismo, por miedo, o porque le gustó el beso, Arok dejó escapar un rápido y muy profundo suspiro
contra sus labios.

"¿Tal vez... Seis?"

La ira que había estado ardiendo como si fuera a quemar todo su cuerpo se extinguió con esa sola palabra. Aturdido, se
separó un poco y miró al astuto omega que fingía ser ingenuo, pero que tenía el don de asustar a una persona con
relativamente poco.

Estaba pensando en hasta tres cuanto mucho, pero ¿Seis? ¿Planeaba pasar un buen rato dando a luz después de
casarse? Ni siquiera sabía qué decir.

"No sabía que te gustaban tanto los niños".

Cuando dijo eso, Arok lo miró a la cara como si pronto hubiera comenzado a sentirse nervioso otra vez. Luego, bajó la
mirada tan rápidamente que sus labios tocaron cerca de la clavícula de Klopp.

"... Es algo que necesita mi corazón. Lo necesito."

Al ver su insistencia en eso, pareció que no iba a lograr convencerlo de lo contrario así que ni siquiera lo intentó. En
cambio, volvió a acariciarlo:

"Debería ayudarte entonces ¿No crees?"

Bajó la mano de la parte superior de su cintura y la metió en esos pantalones que se envolvían a la perfección alrededor
de unas caderas bastante bien definidas. Entonces, sus dedos se clavaron en sus nalgas y mientras frotaba con el dedo
medio en las arrugas todavía gordas que estaban ocultas entre su carne, Arok respiró hondo y levantó los talones para
ponerse de puntitas contra él.

"¿Qué estás haciendo…? Amm..."

Cuando sus manos penetraron en la entrada ligeramente húmeda de su culo, inclinó la cabeza con una expresión
bastante excitada y cerró un poquito más los párpados. Su boca y su mentón ligeramente abiertos temblaron con fuerza
y la mano que había estado descansando sobre el ancho y fuerte pecho del Alfa, finalmente se curvó. Pudo ver las
arrugas entre sus cejas y las puntas de sus labios fruncidas en un pequeño espasmo. Sin embargo, pronto pareció dolerle
mucho en lugar de gustarle.

"..."
Con pesar, sacó los dedos de su ano y se dedicó únicamente a acariciar y amasar sus nalgas desde afuera. Gracias a eso,
Arok dejó escapar un pequeño suspiro de alivio y dócilmente, inclinó la cabeza en su dirección. Ofreciendo una sabrosa
ofrenda antes de que el depredador pudiera comenzar a morder.

"¿Cuándo es tu próximo calor?"

"Tal vez en dos meses..."

"Dos meses... Eso nos da tiempo para buscar un sacerdote".

Dejó huellas al succionar la piel delgada y semi transparente entre su cuello y su barbilla. Luego, como la cintura de Arok
pareció perder un poco más de fuerza debido a sus acciones, tuvo que agarrarlo para que no se fuera a caer.

"¿De qué estás hablando?"

No pareció entenderlo de inmediato. Decidió ser un poco más amable. Fue porque quería tratarlo lo más dulcemente
posible ahora que quería que fuera suyo.

"Quiero hacerlo lo antes posible. Casarme contigo. Pero me gustaría que sea después de tu celo así que, si te embarazas
desde la primera vez, vamos a poder firmar un certificado de matrimonio siendo tres. Sería bonito"

El cuerpo de la persona que se apoyaba en su pecho estaba completamente agotado para ese momento. Klopp rodeó a
Arok con sus brazos para evitar que se cayera así que, aprovechando lo cerca que estaban, lo besó en la mejilla y en la
boca un montón de veces. Demonios, tenía tantas ganas de hacerle el amor que...

"Soy un Alfa legalmente, no puedo casarme. Alfas y Alfas no se casan".

Klopp se burló de la respuesta que llegó poco después.

"Soy un abogado muy, muy reconocido. Yo me encargaré de eso, así que solo tienes que estar conmigo y... Hacerme
caso."

Queriendo besarle de nuevo, agarró su barbilla entre sus manos y se aproximó. Arok apartó la cabeza con una expresión
de enojo.

"No sabía que eras ese tipo de persona."

"Define "ese tipo"."

"Tan chantajista."

"Lo soy..."

Frunció el ceño y miró al aire durante un rato, luego observó a Klopp otra vez y dijo:

"¿Actuaste así con Rafiel? ¿Le dijiste palabras hermosas para después..."

"Wo. No sé por qué sigues mencionando a Rafiel a cada rato. En serio. Haces que me den ganas de matarlo."

Arok sacudió la cabeza apresuradamente ante la palabra "matarlo".


"Entonces no hagas preguntas inútiles. No me gusta nada cuando mi futuro esposo le presta demasiada atención a otras
personas en lugar de a mi."

Cuando lo dijo, de una forma tranquila pero fuerte, Arok asintió con la cabeza un momento y luego ya no dijo ni una sola
palabra al respecto. Enterró su rostro en el fuerte cuello del hombre y lentamente movió sus brazos alrededor de su
cintura. Pero era un movimiento tan débil que no podía sentir nada, así que al principio pensó que era simplemente
porque no tenía suficiente fuerza debido al celo. Sin embargo, pronto un sonido húmedo se escuchó en los oídos de
Klopp y la parte del hombro, en donde estaban recargados los ojos de Arok, comenzó a parecer increíblemente húmeda.
Se separó, levantó la barbilla con su mano un momento y descubrió que estaba llorando. No lo lastimó o dijo algo
especialmente cruel, pero cuando lo vio llorar tan lastimosamente, el estómago de Klopp volvió a doler.

"Oye..."

Acercó su rostro a su boca y comenzó a besar justo arriba de las lágrimas. Era parte de su instinto como Alfa. Luego
acarició suavemente su espalda y dejó un pequeño y perfecto beso encima de su cabello despeinado.

"¿Por qué estás llorando? ¿Te sientes mal?

"No lo sé. No estoy particularmente enfermo pero..."

"¿Estás tan emocionado por la boda?"

Fue una broma, pero tal vez no le gustó ese comentario porque Arok miró a Klopp con mucho resentimiento:

"Todo, todo es tu culpa. Siempre dices cosas que hacen que... ¡Me pones mal!"

Estaba hablando en un tono bastante fuerte, pero no iba a negar que igual le pareció lindo verlo así.

"No está mal llorar, porque eres hermoso cuando lo haces. Pero me gustaría que no lo hagas en frente de nuestro bebé
más adelante. Es fácil para un niño aprender todo de su madre después de nacer. Y quiero que primero sea fuerte."

"¿De su madre?"

Incluso en medio del llanto, Arok preguntó si hablaba de él como "la madre del niño que tendría." Tal vez fue porque
había estado actuando como un Alfa toda su vida y esto le parecía muy extraño. Su apariencia de estar sorprendido por
cosas triviales insinuaba que no sería nada fácil en el futuro y sin embargo, no pudo evitar ponerse a reír cuando lo vio
repetir varias veces:

"¿Si tengo a tu hijo voy a ser su mamá?"

Como un bebé que aprendía a hablar por primera vez.

Luego volvió a llorar de nuevo:

"Ah, ¿Seré su mamá? Ugh..."

Llevó su frente a su frente

"¿Es incómodo para ti llamarte mamá?"

"¿Es enserio?"

Aunque sonaba estúpido, Klopp explicó con paciencia y amabilidad.


"Sí. Cuando un Omega da a luz, independientemente de si es hombre o mujer, se le llama "madre". Ya que tú vas a dar a
luz, eres la mamá del niño, y por supuesto, soy el padre. Y como te decía, los niños tienden a aprender de sus madres
muy, muy rápido. Tienes que ser un buen ejemplo para él."

"Ah, ¿El bebé va a aprender de mi? Yo... Ah ¿¡Yo voy a poder enseñarle cosas!? ¿Voy a poder estar con él y hablarle y
verlo dormir y decirle...?"

"Hey, si no aprende observando a la madre que lo crió, ¿De quién se supone que lo hará? Estarás con él todo el tiempo
¿O me estás pidiendo que lo críe solo?"

Pero Arok siguió llorando con toda su fuerza. Las lágrimas fluían sin parar de sus ojos y los sollozos y gemidos eran tan
fuertes que Klopp no tuvo más opción que intentar calmar a su omega con innumerables besos.

Chapter 57: Descubrir flores naciendo al amanecer


Chapter Text
Para ser honesto, ni siquiera le gustaba que Arok saliera de la habitación. Sin embargo, era imposible continuar con este
tipo de "secuestro improvisado" así que decidió que lo llevaría de inmediato a su mansión para que pudiera descansar
apropiadamente en su propia cama. No obstante, Marta parecía un poco decepcionada cuando los vio bajando del
segundo piso, con su ropa, su abrigo y aparentemente listos para irse.

"¿Ya te vas? ¡Estaba preparando la comida!"

"... La próxima vez que surja la oportunidad, prometo que vendré a comer."

Antes de que su amo pudiera decir algo, Arok habló con Marta y la saludó utilizando una leve reverencia. La mujer,
conmovida por lo dulce que era esa pequeña acción, los observó a los dos con una amplia sonrisa en la cara, se
aproximó, y finalmente extendió la mano para poder tocar la suya. "Por favor, ven la próxima vez, mi niño". Dijo.
"Cocinaré mi plato especial de salmón solo para ti."

Arok asintió con torpeza, luego miró en dirección a Klopp otra vez y preguntó:

"¿No era ella... Una sirvienta de la familia de Rafiel?"

"¿Quién? ¿Marta? No. La conozco desde hace mucho tiempo en realidad y de hecho la traje desde mi pueblo. Era ama
de casa de una familia muy numerosa pero, en realidad no era particularmente adinerada o noble... ¿Por qué
preguntas?"

"Um, por nada. Solamente tenía curiosidad."

"No tengo contacto con ellos últimamente. Con la familia de Rafiel. Ni con él, ni con su padre..."

Estaba un poco molesto por la mención constante de su ex, así que le dijo con un gruñido que era un tema un tanto
"incómodo" para él e incluso le pidió no volver a sacarlo. Arok asintió rápidamente, con una sonrisita.

"De acuerdo..."

Pensaba pasar un rato con él a solas, pero el carruaje iba tan rápido por el camino que en realidad ni siquiera le gustó.
Poco después de pasar por los suburbios, se condujo a través de un montón de áreas residenciales, casas pequeñas,
árboles y finalmente, en un lugar bordeado de lujosas mansiones, el cochero dio la vuelta y entraron en un lugar que en
realidad lucía bastante conocido. Arok habló:
"Nadie lo sabe."

"¿Qué?"

"Que soy un omega, nadie en mi familia lo sabe".

Klopp, que había estado sentado frente a él, mirando por la ventana todo el tiempo, finalmente volteó la cara y
preguntó:

"¿De verdad? ¿Qué pasa con tu mayordomo?"

"Nunca le he dicho en persona, así que supongo que probablemente no sabe que soy un Omega. Digo, no tendría por
qué."

Tenía una maldita satisfacción de ser el único en saber el secreto de Arok. Algo que ni siquiera el mayordomo sabía. No
quería sonreír, pero estaba tan feliz que se puso el puño en la boca, se aclaró la garganta, se cruzó de piernas y
preguntó:

"No entiendo cómo no puede saberlo. Es el más cercano a ti ¿No?"

"No ha pasado mucho tiempo desde que cambié de género. La verdad es que no quiero decirle."

"Espera, no entiendo lo que estás tratando de decir..."

Cuando lo miró, cara a cara, Arok suspiró y volvió a sonreír como si estuviera avergonzado de revelarle algo como esto.
En lugar de tratar de ocultarlo, no sabía cómo decirlo así que esperó en silencio mientras elegía las palabras adecuadas.

"Es complicado." Cuando el carruaje llegó a la entrada de la calle de los Taywind, y mientras esperaban a que se abriera
la enorme puerta de hierro, Arok volvió a abrir la boca. "Originalmente era un Alfa. Han pasado algunos meses desde
que cambié a un omega por lo que... Ni siquiera el mayordomo lo sabe."

¿De verdad podía ser posible? ¿Era cierto que finalmente podía ver en persona a un Alfa convertirse en omega con sus
propios ojos? Sin embargo, no importaba lo feliz que estuviera de que fuera uno o lo satisfecho que se sentía de verse
atraído por él y saber que no estaba loco, igual tenía más dudas que respuestas y ciertamente estaba curioso por su
transformación. Por los detalles, los buenos y los malos. Sin embargo, la expresión de Arok era seria. Casi como si
estuviese a punto de decir que se estaba muriendo.

"Quiero decirte algo, y necesito que escuches bien ¿De acuerdo? Todo esto, que cambiara y me volviera diferente, que
ahora sea un Omega... Es por tu culpa".

"¿Por qué? Que recuerde yo no hice nada."

"No seas idiota. ¡Mi cuerpo cambió después de conocerte! Incluso antes... Incluso ahora. Estar contigo es la causa de
que sea así."

Como si se tratara de un demonio que había venido a la tierra para atormentarlo, las acusaciones volaron en su
dirección una y otra vez acompañadas de un montón de miradas frías y señalamientos con el dedo. No obstante, en ese
momento, lo único que llenaba la mente de Klopp era una infinita luz plateada adornada de estrellitas y coros celestiales
que venían desde el cielo. No sabía qué había hecho de bueno para poder escuchar palabras tan deliciosas. Dios, ¡Era
perfecto! No importaba si originalmente era un alfa y luego cambió, o si era un omega desde el principio. Escuchar que
Arok mágicamente había cambiado su cuerpo por él era, PERFECTO.

¡Por él!
"Arok..."

Klopp tiró del brazo del Conde. Luego, después de acercarlo a su cuerpo y lograr sentarlo en su regazo gracias al
movimiento de "vaivén" del carruaje, lo sostuvo de la cara, lo miró y lo besó incluso aunque se había enojado con él por
actuar tan imprudentemente antes. Con una mano, sostuvo los dedos que empujaban su hombro y con la otra envolvió
su nuca para aproximarlo lo suficiente como para poder volverlo a besar.

Incluso Arok, que trató de evitarlo al principio, no se negó cuando lo besó como si hacerlo fuera lo único que le quedaba
para poder sobrevivir. Le gustaba tocarlo, sentirlo. Exhalaba un aliento caliente entre sus labios y luego se deslizaba igual
a si quisiera acariciarlo desde todos los rincones existentes en su cuerpo. Repasaba sus mejillas y su barbilla, y se
apoyaba contra él una y otra vez como tratando de agarrar todo ese calorcito que salía de debajo de su ropa. Luego,
finalmente se sentó en su regazo, rodeó el cuello de Klopp con sus brazos, presionó su frente, respiró hondo y volvió a
dejar un suave beso en su boca que se sintió como explosión de fresas. Klopp susurró mientras lo miraba, chupando y
acariciando de una forma verdaderamente adicta.

"¿Es algo malo cambiar por mi culpa? ¿Es muy malo estar conmigo? ¿No está bien que me tengas vuelto completamente
loco?"

"..."

Arok no dijo nada.

Por supuesto, aunque Klopp estaba encantado, supuso que la confusión que experimentaba Arok era normal para esta
situación. Si hubiera sido al revés y Klopp se hubiese convertido en un omega debido a él, habría estado vuelto loco. Era
un gran evento, algo que cambiaba toda una vida y sabía que incluso su autoestima estaba sufriendo los golpes. Para él,
sería difícil aceptarlo fácilmente y no querría que nadie se enterara nunca en la vida. Es por eso que, durante los últimos
dos meses, debió haber rechazado al Alfa que se acercaba a su casa sin preguntar y en su lugar, vagaba por el fondo para
comprar medicinas que pudieran controlar su estado. Aún así, Arok no se negó a tener relaciones sexuales durante tres
días y, sin importar lo que pensara o las mil razones que tuviera para no estar con él, al final lo acepto de buena manera.
Tenía sus besos, sus manos... Lo amaba tanto que no podía soportarlo e incluso cuando el carruaje se detuvo en el
porche de la mansión, no pudo dejarlo ir.

"... Klopp..."

"Estoy muy feliz de tenerte. Solo quiero agradecer a Dios."

Además de su olor corporal, una increíble fragancia dulce comenzó a llenar todo el interior del carruaje. Ya se había
convertido en un omega completo y lo había comprobado innumerables veces en los últimos tres días. No tenía
intención de dejarlo . No quería apartarse. Levantó la cabeza, miró los ojos azules del hombre entre sus brazos y lo besó
en la boca tantas veces que hasta jadeó.

Arok no se negó a continuar. De hecho, se besaron por un rato realmente largo hasta que de repente escuchó un golpe y
luego un ruido especialmente poderoso afuera de la ventana. Sorprendido, Arok cortó el momento y miró para afuera.
Estaba oscuro dentro del carruaje por lo que era difícil ver lo que estaban haciendo desde el exterior pero, después de
darse cuenta de que se estaban besando sin las cortinas corridas, se soltó de los brazos de Klopp y se alejó tan
rápidamente que hasta pensó que lo había lastimado. Trató de no perderlo, pero no pudo atraparlo porque se deslizó en
un instante. Luego lo vio limpiarse los labios con el dorso de la mano, decir que "lo lamentaba" y al final, solo se bajó sin
siquiera tener un momento para sentir pena por sus manos vacías.

El lacayo, que sonreía cortésmente, se sorprendió cuando el conde salió del carruaje como si lo estuvieran persiguiendo
y luego, una de las sirvientas se abalanzó contra él.
"¡Conde! Mi señor, ¿Está bien?"

"Sí."

Después de contestar esta simple pregunta, Arok entró en la mansión sin siquiera quitarse el abrigo. Por supuesto, Klopp
iba detrás de él como si fuera un cachorrito que se había perdido de su amo.

El lacayo lo miró desconcertado, pero no hizo preguntas inútiles ya que era un sirviente experimentado que había
servido durante mucho tiempo a la familia de su amo. Y después de pasar por la puerta principal y entrar al salón, el
mayordomo apareció del otro lado con pasos bastante fuertes. Extendió los brazos y dijo:

"Joven maestro. Mi niño. ¡Estás de vuelta! Estaba preocupado porque no podía comunicarme contigo."

"Lo siento Hugo. Porque... Es que sucedió algo inesperado."

El mayordomo, que aceptó la capa que le entregaba, colocó sus manos en su cara, miró a Klopp y lo saludó tan
cortésmente como pudo hacerlo según la situación. Sin embargo, notó de inmediato que esos ojos que estaban ocultos
detrás del monóculo, brillaban como cuchillas infinitamente afiladas. Como un zorro viejo y listo para sacar los dientes
en cualquier momento. Se había percatado de que lo "inesperado" tenía que ver con Klopp y se había empeñado en
denunciar sus malas acciones enérgicamente. Sin preguntar, sin decir nada o sin escuchar su versión. Se paró delante de
su amo:

"¿Estás bien de verdad?"

"... Hablemos más tarde. Estoy cansado en este momento así que, quiero ir a mi cama."

"Claro, claro. Ve a dormir."

El mayordomo hizo pasar a Arok al dormitorio. Klopp lo siguió como si fuera completamente natural.

Mientras un Omega, que acababa de entrar en celo, descansaba, un Alfa siempre permanecía a su lado para verificar
que todo estuviera bien con el período que venía después. Por supuesto, no quedaría embarazado justo ahora porque
había tomado medicamentos pero, fue un instinto que no podía dejar de lado y que creció lo suficiente como para
hacerlo sentir intranquilo de no estar con él.

Pensó que debía estar a su lado tanto como pudiera, tomar su mano, verlo y...

"Espera."

Sin embargo, cuando lo siguió al dormitorio, el mayordomo lo miró fijamente, abrió la puerta para su amo, y luego tomó
el brazo derecho de Arok cuando Klopp sujetó el izquierdo:

"¿Piensa seguirlo para siempre?"

Klopp quedó bastante desconcertado por la pregunta del mayordomo.

"Por supuesto. Es mi novio."

"Ah, mire. Su novio."

"Yo no dije que fuera tu novio."

"¡Arok!"
"Vete... Me pondré en contacto contigo la próxima vez ¿Sí? Ahora necesito un tiempo"

"... ¿¡A qué demonios te refieres con "la próxima vez"!? No. Para nada. ¡Yo me quedo aquí!"

A pesar de las fuertes protestas, Arok ni siquiera se movió. Es más, con una sonrisa casi inexpresiva, le hizo un gesto al
mayordomo, le dijo que "se lo dejaba a él" y finalmente se dio la vuelta. Entonces, el hombre llamó a un par de lacayos
que nunca había visto en la vida. Dos Alfas musculosos, como de dos metros, que se acercaron y ofrecieron a Klopp una
escolta a la salida con una expresión bastante educada. Klopp se sobresaltó y trató de agarrar el brazo de Arok de nuevo,
pero el mayordomo lo bloqueó rápidamente diciendo:

"Por favor, regrese a casa. El Conde necesita descansar."

"No. No quiero. No quiero irme ¡Arok!"

Arok, que acababa de abrir la puerta para entrar, se volvió hacia Klopp por un segundo:

"Por favor, vete. Ya estoy en casa, estoy bien. Estás atrasado en el trabajo ¿No? Ocúpate de eso en lugar de estar aquí."

"¡No quiero dejarte! No quiero irme ¡No! ¿Y lo qué hablamos? ¿Qué pasó con todo eso qué dijimos? Déjenme entrar
¡Quiero entrar! No. ¡Ya! Por favor, por favor ¡Él es mi O...! ¡Es mi hombre!"

Después de hablar tanto, Klopp se dio cuenta de que iba a meter la pata y cambió de oración en el último segundo. Arok
no quería revelar que era un omega en presencia de otros lacayos y él no deseaba dejar al descubierto su secreto. Era un
deseo de monopolio y al mismo tiempo, un estallido de querer que fuera algo solamente para él.

Cuando Klopp se quedó sin palabras, Arok sonrió y entró en la habitación seguido por el mayordomo, los sirvientes, y
sirvientas y al final, la puerta se cerró de golpe.

Y el Alfa, que extrañaba a su Omega, fue expulsado de la mansión y tirado en el jardín como si fuera abono para las
plantas.

Chapter 58: Descubrir flores naciendo al amanecer


Chapter Text
Ya había pasado una semana.

Las manos de Klopp estaban temblando todo el tiempo y se sentía completamente mareado. No podía ver los
documentos sin sentir que se le duplicaban y tomar una pluma de manera decente le era imposible.
Fue a la mansión un par de veces, con flores, sin flores, con cartas y completamente sin orgullo. Pero cada vez que
llegaba a la puerta, el mayordomo solo decía que Arok estaba cansado, que estaba durmiendo y que necesitaba un poco
de paz. En particular, la actitud del mayordomo era más fría y feroz que antes y siempre, siempre estuvo acompañado
por esos lacayos enormes que le dejaban en claro que no toleraría la libre circulación de Klopp dentro de la mansión. Sin
importar que sus intenciones fueran buenas.

"El Conde necesita descansar. Venga más tarde."

"¿¡¡Qué clase de persona descansa por 6 días!!?"

"La gente noble suele descansar mucho. Es por eso que el señor Bendike no lo entiende."

"..."
Sabía bien que no le gustaba al mayordomo, pero ahora mostraba abiertamente lo mucho que le desagradaba. Y ahora
lo hizo enfatizando, particularmente, en la posición social baja de Klopp.

Quería revelarle que Arok era un omega y que él era su Alfa, pero no se atrevió. Y a juzgar por la actitud del mayordomo,
estaba claro que no iba a creer en nada de lo que dijera o hiciera o le mostrara. Era mentalmente desgastante.

"¡No hay diferencia con respecto a como era nuestra relación antes!"

Cuando tiró la carpeta, con muchísimo enojo, la secretaria que estaba llenando un par de documentos a su lado, le miró
rápidamente, luego bajó la cabeza y se concentró en su trabajo de nuevo como si no se quisiera involucrar más. Es más,
ni siquiera se inmutó ante el repentino destello de locura en su jefe. Klopp, por otra parte, puso su mano en el alféizar
de la ventana y comenzó a golpearse la cabeza contra ella una y otra y otra vez hasta que comenzó a parecer bastante
ridículo.

Estaba preocupado por él. No pensaba que Arok volviera a hacer algo peligroso sin su conocimiento e imaginó que si era
cierto que su cerebro era tan grande como lo aparentaba, ni siquiera pensaría en ir a un lugar así después de lo que pasó
con este hombres. Además, debido a que estuvo desaparecido durante tres días, el mayordomo estaba lo
suficientemente preocupado por él como para dejar que deambulara sin una escolta y, ya lo había dicho, el celo lo
llegaría de nuevo hasta dentro de dos meses. No obstante, todavía estaba asustado porque conocía que el conde era
alguien increíblemente impulsivo y frenético. Es decir, si quería conseguir algo, lo intentaba con fuerza hasta que lo
conseguía por lo que si llegaba un momento en que deseara los supresores desesperadamente, entonces saldría por la
ventana de ser necesario, correría el riesgo y vagaría solo por el abismo. ¡Estaba muy nervioso de solo pensarlo! Primero
que nada, la idea de que Arok volviera a estar en peligro era aterradora y en segundo, odiaba la sensación de que su
Omega se negara a tener hijos suyos con la suficiente desesperación como para ponerse en peligro.

Se preguntaba si la actitud del mayordomo era en realidad la respuesta de Arok. Una forma de decir que lo rechazaba.

"Realmente me estoy volviendo loco sin ti..."

Si él fuera un omega ordinario, como el resto, definitivamente no se estaría comiendo la cabeza en temas tan aburridos
como la posición social o el estatus. Sin embargo, había caído perdido por un aristócrata de alto rango, millonario y
popular que era conocido por todos como un Alfa dominante. Y aunque hasta este punto nunca se había sentido
especialmente mal por no tener una posición que se pareciera a la suya, ahora era cierto que no dejaba de pensar en lo
bueno que sería si pudiera estar a su altura. Es decir, imaginaba que si heredaba un título o conseguía hacerse un
nombre en una empresa de verdad importante, entonces no sería rechazado tan fácilmente por la familia del conde y el
resto de la gente adinerada pensaría, hasta cierto punto, que su unión era estrategicamente bendecida. Algo que no
sería rechazado ni cuestionado.

Tenía una angustia terrible por no saber cómo poner sus manos sobre quien de por si era su pareja cuando, de la nada,
habló su secretaria:

"Señor Bendyke. Sobre el puesto de "asesor" propuesto por el Ministro de Finanzas el otro día, estoy escribiendo una
respuesta de rechazo y me gustaría que revise la expresión que utilicé en esta parte."

"Espera ¡Tienes razón! ¡El puesto de asesor sigue allí! A ver, déjame ver eso."

"¿La carta que estoy escribiendo o la solicitud para el puesto?"

"Ambos".

La secretaria lo hizo.
El Ministro de Hacienda le ofreció recientemente el cargo de "asesor" en relación a las inversiones que se manejaban en
el "fondo estatal." Trató de rechazarlo porque el concepto del empleo era básicamente "servir" al país, sin detalles
específicos, un salario insignificante y solo una gran responsabilidad en su lugar. No necesitaba de eso. Podría obtener
suficientes ingresos siendo solo un abogado de nobles o vendiendo pescado en el mercado y tenía que decir que ese
truco era, en si, simplemente para alcanzar una posición honoraria.

Sin embargo, justo en este momento, Klopp escribió con su puño y letra una cortés carta de aceptación al puesto y le
ordenó a su secretaria que lo enviara de manera urgente.

"Esto solucionará lo del estatus."

Estaba absolutamente confiado. Decidió que trabajaría lo máximo posible en el fondo nacional y se convertiría en un
burócrata económico que estuviera en el núcleo mismo de las finanzas. Y después de recibir un título y tal vez una que
otra felicitación, entonces haría de Arok Taywind su consorte tanto de manera informal como oficial.

La ira e impaciencia de Klopp disminuyeron significativamente cuando vio a su plan tomar forma frente a sus ojos.
Luego, decidió avanzar con firmeza para lograrlo.

El vizconde de Derbyshire, que no había dicho mucho desde que notó su actitud tan infinitamente extraña, comenzó a
aparecerse a su alrededor todos los días con muchísima frecuencia. Al final, incluso pidió que no se reuniera con él en el
estudio, sino, en el salón principal de su casa de campo. Al ver la taza de té en frente suyo, Klopp suspiró y se sentó en el
sofá, sintiendo que estaba a punto de escuchar una charla infinitamente larga sobre su vida, su trabajo o uno que era
muchísimo mejor que el suyo. Y justo como esperaba, el vizconde comenzó a hablar tan pronto como el joven
mayordomo les dejó una charola llena de panquecitos.

"¿Sabes? Un conocido mío tiene un sobrino bastante guapo."

"Gracias, pero está bien".

"Ni siquiera lo has visto."

"No quiero casarme con ningún omega".

El vizconde de Derbyshire frunció el ceño y dejó la taza de té nuevamente en la mesa.

"¿No es hora de olvidarse de Rafiel?"

"Ya lo hice. Y como resultado de pensarlo seriamente, me he dado cuenta de que no parezco encajar en una familia
normal creada por un Alfa y un Omega. Gracias siempre por tenerme en sus pensamientos con tanto cariño pero... No
tengo intención de cambiar de idea."

"Tsk, ese es tu corazón roto hablando."

"No tiene nada que ver con mi corazón roto."

Sonrió, pero el vizconde de Derbyshire no pareció creerlo. Al final, el hombre no quiso seguir diciendo nada más al
respecto y la conversación de "amor y rupturas" pronto se convirtió en algo de puros "negocios". Cuando dijo que
estaba interesado en convertirse en un burócrata económico, su acompañante lo escuchó en silencio y lo animó,
diciendo que "el dinero era un buen amigo, pero que tener una gran ambición le iba a dar una buena carta de
presentación frente a los nobles." E inesperadamente, ya que conocía al actual ministro de finanzas, le dijo que podía
escribir una carta de recomendación a su nombre.

"Si escalas de posición y llegamos a reunirnos en alguna fiesta, no finjas que no me conoces".
"¿Podria ser posible?"

"Ah, te voy a ser honesto. De verdad que siempre que me junto contigo siento que sería genial si fueras mi hijo. Al
menos me encantaría tenerte como yerno. ¿Por qué mi esposa dio a luz a dos alfas fuertes y geniales? De verdad que la
vida es injusta a veces."

Derbyshire podía quejarse tanto como quisiera, pero cada uno de sus dos hijos tenía una reputación intachable en la
sociedad. Uno como soldado del ejército de salvación y el otro como profesor universitario. Y aunque adornaba sus
palabras como "halagos" que lanzaba en su dirección, supo de inmediato que esto también era su forma de
fanfarronear. No obstante, eso también era una extensión de su trabajo, por lo que Klopp escuchó pacientemente hasta
que el té se enfrió. Siempre había sido un fiel creyente de que la perseverancia era algo esencial para lograr buenas
recompensas. Y ahora, impresionado por la paciencia que tenía para él, el vizconde de Derbyshire inmediatamente
escribió una carta detallada y precisa y la entregó esa misma tarde al departamento de finanzas.

Entonces, justo después de reunirse con el primer ministro y tener una conversación que podía considerarse "profunda",
Klopp asumió un puesto significativo en la empresa. No solo de voluntario, sino en un campo de inversión internacional /
no doméstico. Una oportunidad bastante buena para los que, como él, venían del campo y no tenían nada que
aprovechar de golpe.

Pensando en cómo agradecer al vizconde por el favor que le había hecho, regresó a la oficina de inmediato y comenzó a
trabajar en su futuro. Estaría más ocupado de ahora en adelante así que era mejor ordenar las pequeñas cosas, repartir
el trabajo, ver lo que podía y lo que no podía hacer y entregárselas todas a otra persona. La secretaria también se quedó
trabajando con él hasta tarde en la noche y juntos revisaron y archivaron tantas hojas y expedientes como les
alcanzaron las manos.

Pero alguien comenzó a tocar a la puerta.

A pesar de la molestia, salió solo para ver qué era Hugo, el mayordomo del conde.

"Hola, señor Bendike ."

"Hola. No es el momento."

A pesar de la fría respuesta, el mayordomo no cambió su expresión y preguntó: "¿Puedo pasar?"

"..."

Quería cerrar la puerta justo en frente de su cara, como le había hecho antes a Klopp. No obstante, solo se hizo a un
lado por temor a no volver a ver a Arok para siempre si hacía algo tan infantil como eso con una persona que
obviamente consideraba importante.

El mayordomo entonces miró alrededor de la oficina detenidamente y luego, con desaprobación, trazó los estantes del
mueble que tenía en la esquina utilizando los dedos. Trató de protestar y decir que el polvo era relativamente nuevo,
pero como Marta se había ido hacía bastante tiempo, las puntas de los guantes blancos del mayordomo no tardaron en
volverse color carbón. El mayordomo se palmeó las manos y se volvió hacia Klopp.

"... Que asco. Y pensar que el joven maestro vino a un lugar como este antes."

"Bueno, nadie se muere por estar en contacto con un poco de polvo."

"No morirá, pero me preocupa que pueda enfermarse por estar rodeado de tanta porquería."
"Igual yo me preocupo por mi salud al estar en contacto con la basura así que, si me hace el favor de irse..."

"Pretenderé que no lo escuché".

A pesar de sus palabras, al mayordomo no le importó y anduvo hablando mucho rato sobre inmundicia, suciedad y lo
mal que hablaba esto de su persona. Klopp apenas contuvo su ira, se frotó la frente y finalmente dijo:

"¿Por qué diablos está aquí?"

El mayordomo también habló:

"¿No sabes cómo servir una taza de té a tus invitados? No, para nada. No lo quiero. Si bebo aquí, tendré gastritis o
parásitos intestinales. De verdad que estar en este lugar me hace sentir asqueado. Que cosa tan... Inmunda. Como su
dueño."

Mientras lo decía, incluso sacó un pañuelo y se tapó la nariz y la boca.

"..."

Este viejo estaba aquí para pelear.

Klopp apretó los puños, metiéndoselos en los bolsillos de los pantalones. Arok no se quedaría quieto si sabía que le
había hecho daño al mayordomo.

"No pierda su tiempo ni me haga perder el mío. Vamos, escupe. ¿Qué quiere?"

"Vine a decirte que creo que eres el hombre más irascible, violento y grosero que he visto en mi vida. Un animal de lo
peor. Y que siempre que te veo, quiero vomitar toda mi comida."

"¡Pues vomita, carajo! ¿Estás aquí para pelear? ¿Quieres intimidarme? ¿¡Eso es todo lo que pretendes, imbécil!? Pues
perfecto. ¡Por mi está perfecto!"

A pesar de sus groserías, el mayordomo solo continuó:

"No, eso no es todo lo que quiero. Mi niño tiene un estatus noble, tiene dignidad y cultura, todo lo que obviamente a ti
te falta. Es educado, bondadoso y es respetado por absolutamente todas las personas de la comunidad. Y no acepto, ni
por un momento, pensar que él tiene algo que ver contigo. ¡No puedo ni imaginar que todo lo que tenía, su orgullo
como Alfa, se fuera a la basura solo por una estupidez llamada "Klopp" y sus deseos de volverlo un Omega para poder
llenar ese aire de grandeza que tiene en la cabezota!"

Klopp, que solo estaba contemplando cómo tapar la boca del mayordomo, se quedó en blanco cuando salieron sus
últimas palabras.

"Espere. ¿Quiere decir que...?"

"Anoche habló conmigo. Mi pobre amo. Me dijo que, vergonzosamente , está enlazado con el señor Bendike ."

El hombre tenía las manos temblorosas, como si estuviera verdaderamente enojado con él. Su mirada penetrante
pareció quemarlo por dentro y por fuera pero, después de la conversación, la verdad era que ya no le importaba. Si Arok
le había dicho eso al mayordomo, debía significar que ahora entendía la relación que tenían. Que eran Alfa y Omega.
Una pareja.

Tosió, apenas conteniendo una risita.


"Es algo que solo ocurrió..."

"Ciertamente, a como yo lo veo, el maestro Bendyke atrajo al hombre más herido, ingenuo y puro que encontró para
que se metiera con él y entonces..."

"¿De qué habla? ¡Yo tampoco sabía nada al respecto! Soy una víctima."

"¿Y se atreve a decir que es una víctima? Sinvergüenza desgraciado."

El mayordomo se levantó y tembló de nuevo, pero Klopp no tenía nada que decir al respecto. En su lugar, solo mantuvo
la boca cerrada mientras miraba hacia otro lado y luego, se limpió la boca igual a si tuviera algo embarrado allí. Era un
mero reflejo nervioso.

Hugo, que miró a Klopp durante mucho tiempo como si fuera a matarlo con solo los ojos, finalmente abrió su boca
ligeramente adolorida y dijo:

"Le llamé a los médicos en cuanto me enteré. Ya he confirmado a través de ellos que su condición es irreversible. Mi
pobre niño."

"Estaba a punto de hacer lo mismo. Gracias por hacerlo en mi nombre."

Después de agradecerle descaradamente, el mayordomo rechinó los dientes y luego levantó la mano y se la pasó por el
pelo. Su postura era muy similar a la de Arok. Incluso respiró hondo y luego volvió a adoptar una expresión cortés e
inexpresiva.

"Como Alfa, un conde tiene la obligación de proteger a la familia y heredar el linaje. Mi deber siempre fue ayudarlo a
conseguirlo."

"¿Pero?"

"Ahora, si dice que su cuerpo ha cambiado, solo será ridiculizado por el público y los nobles del país. También habrá un
problema con el derecho de sucesión en su casa. Aunque es el único hijo de sus padres, tiene algunos primos y tios muy
ambiciosos por lo que los juicios sucios pueden ir y venir en cualquier momento. Es lo que menos quiero. Que sufra. No
deseo que le pase nada malo."

"... Ya. Perdón, yo no sabía eso."

Estaba tan feliz de que Arok se hubiera convertido en su omega que no tuvo la oportunidad de pensar en algo como
esto. Estaba envuelto en un mundo rosa que solo giraba en torno a su celo, en ideas de matrimonio, en embarazarle y
en hacer que diera a luz a sus bebés. Sin embargo, parecía que el tema de la sucesión familiar era serio. Además, como
abogado, Klopp no podía negar que los problemas que señaló el cuanto a la herencia del linaje eran serios así que se
apoyó contra el escritorio con los brazos cruzados y lo pensó:

"No me gusta tampoco. No quiero que sufra algún daño o que pierda su casa o... Que la gente lo señale. De verdad me
disculpo".

Klopp nunca quiso dejar que esto sucediera. No importaba lo que hiciera el mayordomo, que le gritara, lo insultara o
convenciera a Arok para que se alejara de él. Ni en un millón de años había pensado en hacerle daño a propósito.

Cuando se puso de pie y lo miró, adoptando una actitud agresiva como de costumbre, el mayordomo solo resopló.

"Voy a arreglarlo."
"Bueno."

Al mismo tiempo, miró a Klopp con una actitud que no mostraba intimidación alguna. Sus ojos todavía brillaban.

"No quiero que mi maestro viva una vida con usted en un lugar tan asqueroso como este. Odio la simple idea de que
permanezca a su lado, desperdiciando su futuro cuando todavía es tan joven. Pero si se volvió Omega y se enlazó ¿Qué
opción tengo? No me gusta en absoluto, pero Dios sabe por qué hace lo que hace."

Klopp estaba escuchando todavía, con el ceño fruncido.

"Actualmente, no encajas en absoluto con la familia del Conde Taywind o con lo que quiero para él. Es más, estoy seguro
de que no lo harás nunca en la vida. Es odioso, no tiene modales, habla como un cavernícola, es machista y..."

"¡Ve al punto!"

"Sin embargo, dado que esa es la voluntad del joven maestro, no hay elección."

"¿De qué estás hablando? ¿Soy su elección? ¿Qué dijo Arok?"

"Ven a la mansión mañana por la mañana. Mantendré mi tiempo libre para usted."

Fue una llamada de bienvenida para ir a la mansión, pero no podía entender por qué el mayordomo quería hacer eso. El
hombro chasqueó la lengua al ver que el cerebro de Klopp no parecía poder arrancar.

"Ya lo dije, quiero el bienestar del amo. Tendré que reconsiderar si puedo convertirlo en un humano decente en poco
tiempo. Piense en eso."

Dicho esto, el mayordomo salió de la oficina sin mirar atrás. Sin embargo, ni siquiera así Klopp entendió algo de lo que
quería decirle. Parecía que le había lanzado una declaración de guerra, pero luego dijo una cosa y otra y finalmente
habló de que lo esperaba en la mansión. Bueno, supuso que lo sabría cuando llegara.

No obstante, una ansiedad enorme se apoderó de Klopp a tal punto que se le erizó la espalda.

Chapter 59: Domar al semental


Chapter Text
Llegó a la mansión temprano en la mañana. Bien vestido, bien peinado y oliendo demasiado a loción de lavanda. Sin
embargo, no sabía por qué lo había puesto a caminar de punta a punta del estudio varias veces con un montón de libros
en la cabeza. ¡Ni siquiera había visto el cabello de Arok o la punta de uno de sus dedos desde hace horas!

"¡Echa tu barbilla hacia adentro! ¡Endereza tus hombros! ¡No tan rápido! ¡No saques las nalgas!"

"¿... Qué no saque qué cosa?"

El mayordomo enderezó la postura de Klopp, golpeando sus nalgas con un fuete que había traído de alguna parte y que
escondió no sabía en qué lugar. Cuando le preguntó, casi a gritos, sobre qué demonios estaba haciendo, un duro golpe
aterrizó ahora en su espalda.

"Si quieres ser la pareja del Conde, primero aprende la postura adecuada con la que se tiene que caminar".

"Oh ¡Ya entiendo! ¿Es una especie de clase nupcial aristocrática?"


"Es más, una clase para domar un potro."

"..."

Klopp miró al mayordomo como si quisiera comenzar a ahocarlo en ese mismo momento, pero el mayordomo se
enderezó y miró para otro lugar igual a si quisiera reír:

"Camina derecho. Dos vueltas más al salón".

Ordenó.

Y una vez más, se vio obligado a seguir.

No solo era doloroso ser golpeado, sino que, como había decidido convertirse en un funcionario económico, pensar que
esto iba a ser efectivo si quería ingresar a los círculos sociales de la corte real le hizo sentir honestamente humillado.

Luego, cuando terminó el entrenamiento de postura de la mañana y el mayordomo le dijo a Klopp que podía irse a la
oficina, le entregó un enorme libro de humanidades en las manos.

"Revisaremos el contenido mañana. Por favor, léalo todo. Párrafo por párrafo."

"¿¡Cómo voy a leer esta cosa!? Es enorme ¿Tú ya lo hiciste al menos?"

Aunque leyó principalmente libros de derecho y economía durante la universidad, era difícil creer que el mayordomo iba
revisar capítulos que incluso Klopp no conocía.

"Por supuesto que no. Pero mi amo es un experto en el tema. Él será quien haga las preguntas mañana a esta hora.
Trate de no decepcionarme."

"¿¡Arok!?"

Ante esas palabras, los ojos de Klopp se iluminaron mil veces más de lo que lo habían estado nunca. Asintió con la
cabeza muchas veces y sin saberlo, incluso se lamió los labios en anticipación. El mayordomo, que limpió su monóculo
con un pañuelo y se lo volvió a poner, solo dijo:

"Voy a estar a su lado en todo momento, así que tira tus tontas esperanzas de intentar hacer cualquier movimiento
imprudente con él y concéntrate en la lección".

Luego, sin decir ninguna otra palabra al respecto, le dio la espalda a Klopp, que sostenía el libro, y se fue.

No quería perder. Deseaba ser reconocido por Arok y hacer que viera que lo estaba intentando con todas sus fuerzas.
Debido a que nunca se rendía, pudo graduarse con honores de la universidad y recibir apoyo de un buen número de
profesores a pesar de que era un estudiante internacional relativamente pobre. Se podía decir que siempre hacia lo
posible para conseguir sus objetivos. Costara lo que costara.

Desde la mañana hasta la tarde atendía a los clientes y realizaba sus planes de inversión para el fondo estatal. Era un
campo nuevo del que no tenía ni la más mínima experiencia, así que había muchos datos que tenía que encontrar aquí y
allá y también, había que revisar y corregir ese tema de las "leyes internacionales" que había descuidado hasta ahora.
Luego, se iba a la mansión de Arok a tomar clases sobre "Como no ser una maldita bestia" y cuando regresaba a casa,
tarde en la noche, ya estaba exhausto.

"Pareces estar muy ocupado estos días. ¿Y si te enfermas?"


Con una mirada preocupada en su rostro, Marta le sirvió sopa de vegetales, pan suave y jugo. Cuando Klopp, que se lo
comió a toda prisa, pidió llevar su café cuando terminara de estudiar, la mujer se puso la mano en la cadera y empezó a
regañarlo sin parar diciendo cosas como:

"Es bueno trabajar tanto para superarte, pero también tienes que dormir. Si sigues así, morirás antes de conseguir un
esposo."

"¡Justamente estoy haciendo esto para conseguir al esposo! Marta. No te preocupes. Todo está bien ¿De acuerdo? Te
quiero."

Klopp la besó suavemente en la mejilla y se dirigió al estudio con un par de libros bien pesados en las manos. Se quitó la
chaqueta y el chaleco y se desató los puños y la corbata para poder ponerse bien cómodo para la noche que se le venía
encima. Luego, empezó a ordenar los cuatro libros que le entregó Hugo.

El primer tomo que comenzó fue <Tipos de pecado> Una novela básica que la clase dominante debía leer por cultura
general. Sin embargo, Klopp, que nunca se había considerado miembro de la clase dominante, lo leyó una vez en la
escuela y podía decirse que solo llegó a la página diez. Era aburrido así que posiblemente terminó de soporte para
alguna de sus mesas.

Fastidiado, solo pudo suspirar ante la idea de hacer esto en lugar de irse a la cama, pero aún estaba decidido a mejorar
tanto como fuera posible y entonces empezó el primer capítulo utilizando solo su fuerza de voluntad para seguir. Sabía
que no sería capaz de cortejar a Arok de lo contrario.

Leyó dos libros hasta el amanecer, pero eso fue todo. Tenía la sensación de que Arok hablaría con él para profundizar en
<Tipos de pecado> así que se concentró en eso. Sin embargo, hojeó los otros tres muy rápidamente hasta encontrar las
partes que consideraba importantes. Las subrayó, las anotó en una pequeña libreta y justo como esperó, notó que eso
había sido más que suficiente para mantenerlo despierto la mayor parte de la noche. Luego, se quedó dormido sin darse
cuenta y se despertó temprano en la mañana con el sonido de Marta arreglando todo el desorden que había dejado
sobre la mesa. Al parecer, había dormido boca abajo en su escritorio por lo que dejó babeadas todas las hojas de un
contrato. Los puso a secar al sol, volvió a su habitación, durmió otra media hora y finalmente se dio un regaderazo de
agua caliente. Era la primera vez que se quedaba despierto toda la noche haciendo tarea después de graduarse de la
universidad. No obstante, ahora era un adulto al que solo le bastaba con dormir un poquito para dejar de sentirse
cansado y además, era muy resistente y sabía que esto no era suficiente para hacerlo sentir mal.

Mientras se bañaba, Klopp comenzó a sentirse un poco emocionado ante la idea de encontrarse con Arok durante las
clases de hoy. Incluso en una situación en la que solo había dormido un poco, pensar en él y en lo hermoso que
seguramente se vería, había provocado que la parte inferior de su cuerpo se sintiera como si la sangre se hubiese
precipitado de golpe hacia ese lugar, transformando su pene en una masa dura y caliente que apenas y le dejaba
mantenerse derecho. Era una erección de excitación que se superpuso con la erección natural que siempre tenía en las
mañanas, por lo que Klopp tuvo que abstenerse de soltar un gemido inoportuno mientras se hacía cargo del asunto con
sus propias manos, (literalmente). Además, hacerlo ni siquiera se sintió bien: No tener a su Omega al lado le hacía estar
deprimido y miserable la mayor parte del tiempo, por lo que tuvo que sacudirse la sensación en cuanto tuvo la
oportunidad. Después de todo, sabía que si tenía un poco de paciencia, entonces su recompensa sería tan grande como
el esfuerzo que realizó para hacer que todo fuera perfecto hasta el día de hoy.

Klopp se lavó y salió de casa. Pero al entrar en la mansión, fue justamente el mayordomo de siempre el que salió a
recibirlo. Lamentablemente, Arok no estaba por ningún lado. Ni aquí ni por allá, ni arriba ni abajo.

"¿Y...?"

El mayordomo respondió antes de que pudiera preguntar.

"¡Hombros rectos, jovencito! Si no pasas mi examen, no podrás encontrarte con el Conde hoy."
"¡...!"

¡Esta era una prueba para conocer su capacidad de lucha! Klopp asintió e intentó caminar como había aprendido ayer.
Por fortuna, el hombre tenía un cerebro impresionante y pareció mostrar una gran capacidad para aplicar lo que
aprendió incluso si solo lo había ensayado una vez. El mayordomo, que observaba atentamente para encontrar algún
defecto en él, carraspeó la garganta y se puso una mano en la barbilla como si verlo caminar decente lo hubiera
decepcionado.

"Espera un momento."

El mayordomo, que salió del estudio, pronto regresó con unos libros más. Y Arok también estaba con él.

En un instante, Klopp saltó de su asiento y fue corriendo en su dirección como si lo hubiera llamado. El conde estaba
vestido con un atuendo elegante que parecía de etiqueta, tenía su cabello rubio oscuro bien peinado para atrás, y una
leve sonrisita en un rostro fresco y joven. Además, fue evidente que su expresión pretenciosa ya estaba algo perturbada.

Justo cuando estaba a punto de extender los brazos frente a él para tocarlo, el mayordomo tosió con fuerza, miró a Arok
rápidamente, y le hizo retroceder hasta quedar a sus espaldas. Klopp, que se quedó con las manos en el aire como
esperando que ese hombre cayera entre ellas, suspiró e inclinó la cabeza en una clara expresión que gritaba que se
estaba dando por vencido.

"Empecemos otra vez."

Arok se acercó con gracia y le tendió la mano para darle un apretón:

"Buenas tardes."

Pero Klopp no se quedó quieto con eso. Agarró sus dedos entre los suyos y tiró de ellos hasta poder envolverlo en un
enorme y muy cálido abrazo. Luego, lo besó en los labios como una muestra evidente de que había llegado hasta el tope
en esa pequeña botellita de "autocontrol" que tenía en la cabeza.

"..."

Arok, endurecido por la sorpresa, abrió los ojos dos veces su tamaño original. Parecía estar muy nervioso ahora.

"¿... Cómo has estado, Klopp?"

"Extrañándote hasta morir."

Mientras intercambiaban saludos y palabras que sonaban vergonzosas, Klopp lo abrazó de nuevo, envolvió sus manos en
su bonito y pequeño rostro y volvió a besarlo hasta que el conde finalmente le correspondió.

Por supuesto, la expresión en el rostro del mayordomo, que observaba la escena desde atrás, fue asombrosa. Una
mezcla entre "enojado" y "mega enojado." Klopp sonrió de manera triunfal y deliberadamente tocó su espalda con toda
la mano de modo que también pudiera ver. Había pasado mucho tiempo desde que lo tuvo de esta manera, así que en
realidad lo estaba disfrutando un montón. ¡Ni siquiera quería soltarlo!

"Todos los días pensaba en ti..."

Arok sonrió un poco.


El mayordomo, que los estaba viendo a los dos atentamente, tosió como alguien que sufría de una enfermedad
pulmonar, miró a Arok otra vez, y ocasionó que empujara ligeramente a Klopp para poder pasar hacia el otro extremo.

"Bueno."

Arok se sentó, según el aviso del mayordomo, y Klopp también trató de sentarse junto a él. Pero cuando el mayordomo
irrumpió entre los dos y lo tomó de la corbata como tratando de manejar el movimiento de un caballo que se estaba
saliendo del camino, no tuvo más remedio que sentarse en frente. Apartado como por dos centímetros.

"¡...!"

"¡...!"

Saltaron chispas entre Klopp y el mayordomo. Arok sonrió otro poquito, se rascó la cabeza como si no supiera dónde
poner las manos y recogió el libro que estaba allí.

"Empecemos el examen entonces."

Cuando comenzaba a hacer preguntas, Arok era mucho más intimidante que el mayordomo. Incluso Klopp, que nunca
había reprobado un examen oral en su vida, estaba perdido y no sabía ya ni qué responder.

"¿Puedes argumentar tu respuesta?"

Esta fue la peor pregunta de todas.

Cuando le preguntó "qué razón había para que un Alfa fuera considerado la clase dominante, además de las obligaciones
éticas que ya conocía", respondió que era para dar estabilidad al pueblo.

Y "argumenta tu respuesta" fue la pregunta que surgió después de eso.

Esta era una frase común utilizada por algunos profesores para avergonzar deliberadamente a sus estudiantes cuando
pensaban que habían dicho una estupidez. Originalmente, habría reunido todo tipo de temas pedantes para darle la
vuelta a las palabras de su oponente y obtener una ventaja en el juego, pero era inútil tratar de vencer a Arok de esa
manera y no pensó que pudiera ganar. Así que, tal vez haciendo trampa, solo estiró sus piernas debajo de la mesa y las
puso sobre las suyas. Mientras lo frotaba lentamente, como diciendo "Bueno, vamos a ver qué pasa", el rubor se
extendió por el rostro blanco de Arok hasta que pareció olvidar qué decir o que estaban en un examen. Luego se mordió
el labio y bajó la cabeza. Klopp estaba tan divertido que le frotó la pierna con más descaro.

"Basta..."

"¿Por qué?"

Cuando se rió, Arok abrió la boca para poder decir algo de su pierna contra la suya pero luego, casi de inmediato, la
cerró al ser consciente del mayordomo parado detrás de él.

"Pasemos a otra pregunta."

Y abrió otro libro.

Afortunadamente, Arok no hizo preguntas groseras para desquitarse después de lo que hizo y Klopp, que no le quitaba
los ojos de encima, pudo responder tranquilamente a cada una de ellas con una seriedad bastante considerable. Incluso
hasta la más difícil.
"Parece que lo has leído todo".

"No estoy mintiendo. De verdad estoy cambiando. Es como si fuera una persona completamente nueva ahora."

"Ajá. Suficiente por hoy."

Arok rápidamente se levantó de su asiento. El mayordomo, que había estado observando desde la distancia, pareció un
poco desconcertado de que hubiera terminado antes de lo esperado y, ya que era obvio que no sabía lo que había
sucedido entre los dos y no había visto el modo en que jugaron pierna con pierna, Klopp se rió entre dientes y le sonrió
también.

"¿Eso significa qué pasé?"

"¿Qué se supone qué crees que estás pasando?" Arok dejó de caminar y después de pensar por un momento, volví a
mirar a Klopp. "Lee los libros de la siguiente lista. Nos veremos en dos días más."

"Está bien."

Después de que se fue, el mayordomo le puso en las manos cuatro libros.

Klopp pensó que se le saldrían los ojos.

"¿De verdad esto?"

"Sí, ¿Hay algún problema?"

"No. No. No hay problema."

Era evidente que el mayordomo probablemente nunca había leído estos libros. Klopp le sonrió mientras salía y también
al subir al carruaje y luego tuvo que esforzarse tanto como pudo para reprimir el deseo que tenía de preguntar si esto
era una broma. Entre los libros que recibió, tres eran de humanidades y sin embargo, le había ofrecido otra novela
llamada <La Historia del Sufrimiento>. Trataba de una chica omega, de una familia aristocrática, que de repente fue
maldecida a tal punto que solo podía sobrevivir a través del sexo con un alfa. Era algo erótico muy explicito con un
contenido que no podía soportar ver porque le avergonzaba imaginar las posiciones y los encuentros. Incluso hubo más
gemidos que líneas.

La mujer dijo: "—No puedo esperar a que me hagas el amor, incluso aunque te odio tanto."

Y eso lo tomó como una tentación obvia de su parte.

No se había visto durante semanas y ahora tenía un libro increíblemente obsceno que le recordaba a él. ¿Cómo podía
esperar dos días más si ni siquiera lograba dejar de estar excitado un segundo? Se esforzó por leer los otros tres
volúmenes pero, después de hojear a regañadientes el segundo volumen de <La historia del sufrimiento>, Klopp apenas
y podía soportar las ganas que tenía de que llegara la mañana.

Saludó a Marta, que sirvió el desayuno, bebió café negro un poco caliente y salió igual a si hubiese decidido irse
corriendo para mejorar su salud. Luego entró en la mansión, fingiendo no estar entusiasmo y buscó el salón en donde le
habían estado dando clases. Sin embargo, por alguna razón, otro lacayo, no el mayordomo, sostuvo el hombre de Klopp
para detenerlo.

"¿El mayordomo...?"

"Salió a hacer un mandado siguiendo las instrucciones del Conde. Por favor, venga por aquí."
En este punto, incluso Klopp se sorprendió.

Siguió al lacayo, quejándose de que no se movía más rápido y luego, se puso increíblemente nervioso al ver que ni
siquiera iban al estudio sino al salón favorito del Conde. No era su dormitorio, como esperaba, pero era un lugar
bastante privado que muchos nobles solían usar precisamente para un propósito "íntimo".

Incapaz de calmarse, bebió más de cinco tazas del té que le había traído el lacayo hasta que la puerta se abrió para
revelar al hombre a quien estaba esperando desde el inicio.

"Buenos días."

Al ver a Klopp, Arok lo saludó con una leve sonrisa (como si nada hubiera pasado entre los dos en realidad) luego se dio
la vuelta y cerró la puerta con llave, se fue a la única ventana que iluminaba la habitación y se inclinó para poder mirar si
alguien venía.

El hombre observó su cuerpo mientras tanto.

La espalda y la cintura de Arok, debajo de una delgada chaqueta acolchada, con sus pantalones bien apretados
revelando su trasero... No pudo decir nada, en realidad solo tragó saliva. En su lugar, Arok se estiró y tiró de la pesada
cortina para abajo en un intento por cubrir hasta el más pequeño rayo de sol. Por supuesto, antes de que sus ojos
pudieran adaptarse adecuadamente a la habitación oscurecida, un olor dulce, pero amargo, llegó hasta su nariz, justo
como el primer día en que descubrió que era un Omega. Cerró los ojos un momento y los abrió solo para ver a Arok
acercándose, quitando su chaqueta con la mano derecha mientras se aflojaba la corbata con izquierda.

Maldita sea.

Tenía el corazón en la garganta.

"¿Has leído todos los libros que te di?"

"Um... Arok..."

Arok se acercó y envolvió los brazos Inmediatamente después alrededor del cuello de Klopp. Tenía una sonrisa nada sutil
en la cara.

Cuando su pene, que se había hinchado de nuevo, presionó contra el cuerpo de Arok, Klopp no pudo soportarlo más y
dejó escapar una voz que se escuchó bastante necesitada. Luego envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Arok y
trato de besarlo justo en la boca como lo habían hecho una vez antes de separarse, pero el conde solo giró la cabeza
para evitarlo y se rió. El hombre solo estaba allí, frotando sus labios contra su cuello y detrás de sus orejas como un
gatito que necesitaba de mimos.

"¿El segundo volumen de la <Historia del sufrimiento>, lo leíste?"

Fue un libro tan enloquecedoramente erótico que Klopp casi llegó al clímax con solo leerlo. No obstante, nunca
contestó. Podía ver que estaba más ocupado chupando su cuello que prestando atención a lo que había dicho el conde.
Y lamentablemente, esta también era parte de su clase:

"Responde." Lo tomó del cabello "¿Leíste el libro que te di, sí o no?"

"Ah, ah... Sí. Memoricé todo. Lo... Lo memoricé todo..."

"Umm... Que Alfa tan bueno. Has trabajado duro en tu tarea ¿No es verdad? Creo que debería recompensarte "
"Sí... Yo necesito..."

"No te dije que hablaras."

Y antes de que pudiera responder cualquier otra cosa al respecto, Arok besó sus labios primero.

Aunque estaba medio consciente de la carne tersa y suave que audazmente se enterraba dentro de él, se quedó tan
absorto en el movimiento de su pareja que su cabeza se puso por completo en blanco. Una de sus manos estaba en su
cadera, la otra en su espalda y su propia cintura, moviéndose en un vaivén, frotando su pene una y otra vez como si ya
no pudiera aguantar ni un momento más antes de volverse loco.

"Shhh... Lo estás haciendo muy bien. Las clases de Hugo funcionan perfecto ¿Verdad? Te estás portando tan lindo."

Arok desabrochó la chaqueta de Klopp, le quitó su chaleco y le desató también la corbata. El hombre no podía ni hablar.

Todavía tratando de desvestirlo, continuaron besándose mientras la chaqueta, que fue cuidadosamente planchada por
Marta en la mañana, comenzó a arrugarse hasta terminar aventada en el suelo. Luego Arok desabrochó la camisa de
Klopp lo suficientemente lento y atrevido como para hacer un sonido con el cuerpo.

"Carajo ¿Por qué tienes tantos botones? ¿Los abogados siempre se visten así?"

"Ah, no... No dejes de... No dejes de besarme."

"Jajaja ¿Estás seguro de que eres Alfa?"

Arok volvió a tomar los labios de Klopp, le desató los puños de las muñecas y luego le arrancó la camisa sin siquiera
desabrocharla. Cuando sus firmes pectorales quedaron expuestos, Arok los acarició con ambas manos de arriba para
abajo, terminó por colocar sus labios en la nuca de Klopp y luego solo lo empujó hacia atrás para acostarlo en el sofá.

"Ah, ah, ah..."

"Sigue gimiendo para mí, Klopp. Gime."

Mientras Klopp fruncía el ceño levemente, tratando de enderezarse, Arok se dejó la camisa puesta pero comenzó a
quitarse los pantalones. Luego aventó sus zapatos, la tela del traje y se subió encima del Alfa y de su pene medio
levantado.

"¡ AAAH !"

Klopp, que dejó caer la cabeza para atrás, miró en su dirección lo suficiente como para poder ver una leve sonrisa en su
acompañante.

Cada vez que los dedos ligeramente fríos del Omega rozaban su vientre y sus muslos, Klopp quería levantarse y
empujarlo con fuerza para que ocupara su lugar, pero en vez de eso solo curvaba la espalda y comenzaba a gritar
vocales. No sabía que bendición era ver a Arok besándolo y quitándole la ropa hasta que comenzó a vivirlo.

"Dime, Klopp... ¿Quién es tu único Omega?"

"Ah, ah, ah..."

Arok, que finalmente había superado las dificultades y obtenido lo que quería, levantó la cabeza para ver a Klopp y
sostener su verga.
"¡Dime!"

"AH. T-tú. Eres tú..."

Cuando su pene ya agrandado se volvió más duro, Arok lo masturbó con un poquito más de ganas antes de levantar la
comisura de su boca en una sonrisa que se vio increíblemente perversa. En el último momento, la persona que antes
parecía triste y asustada, con pequeñas gotas de agua en las esquinas de sus ojos, desapareció para dejar en su lugar a
una especie de "zorra" que no tenía ni la más mínima vergüenza en cabalgar sobre él.

"Ah, ah, ah..."

"Tu verga está caliente..."

Arok miró hacia abajo y calculó su posición sobre su cuerpo, luego levantó la cabeza y la inclinó hasta casi pegarla a la
suya. Que acto tan sexy. Dios. ¡De verdad iba a ser un milagro poder morir debajo suyo! Cuando Klopp no pudo soportar
volver a gemir, Arok frunció el ceño un poco más y luego se rió igual a si acabara de notar algo interesante:

"Que Alfa tan débil. ¿Ya tan rápido vas a correrte?"

"No lo hagas tan rápido... Ah..."

"No tengo tiempo para ser amable. Hugo volverá pronto. Cállate."

Al mismo tiempo, Arok colocó ambas manos en la boca de Klopp y bajó sus caderas en un rápido y fuerte movimiento.

"¡Ugh!"

Incluso sin ninguna caricia, el lugar ya estaba tan húmedo que se tragó su pene en un segundo. No obstante, era
demasiado para colocarlo hasta el fondo simplemente con una vez por lo que ahora bajó las manos sobre el pecho de
Klopp para tomar mucho impulso.

"Ah, ayúdame Klopp. Ayuda a tu Omega."

En lugar de decir algo, Klopp ni siquiera pudo respirar al ver su extraña mirada, perdida y brillante, mientras exhalaba un
aliento caliente a través de una boquita ligeramente entreabierta. Dando órdenes y sujetándole como si lo hubiera
vuelto su muñeco. Entonces agarró su cintura y lo ayudó a sentarse completamente en él.

"Ah, ah... Um..."

Cuando estuvo perfectamente unido a su cuerpo, Arok dejó escapar el enorme suspiro que había estado conteniendo
durante todo este tiempo. Y un pene de un color muy erótico comenzó a elevarse entre el dobladillo abierto de su
camiseta.

Klopp trató de poner su mano allí, pero Arok le dio una palmada muy ruda en los dedos:

"No toques si no te doy permiso. Solo se hace lo que yo digo ¿Entendido?"

"Umm..."

"O voy a largarme de aquí."

"Arok.... No..."
El conde, que ya no tenía la energía para pelear con él, agarró la mano de Klopp, que miraba fijamente hacia arriba con
los ojos completamente perdidos, y la colocó sobre su muslo diciendo "Toca aquí." Luego, acomodó sus dedos sobre el
robusto abdomen del Alfa y buscó un soporte necesario como para mover lentamente su cuerpo en un vaivén más
atroz.

El aire seco en la pequeña habitación pronto se volvió húmedo.

El aliento caliente exhalado por los dos elevó la temperatura, y la camisa de seda de alta calidad que llevaba la persona
sentada encima del hombre grande comenzó a empaparse de sudor hasta pegarse a su piel.

En el momento en que vio los pequeños bultitos rosas en su pecho, Klopp no pudo soportarlo más y se sentó en el sillón
para tener más espacio de movimiento. Entonces Arok lo abrazó por el cuello y respiró hondo, sin dejar de moverse ni
una sola vez para atrás y para adelante. Luego levantó las cejas, frunció el ceño, y dejó que la mano grande del Alfa se
arrastrara por su cuerpo hasta rasparle lo que quisiera raspar.

"Ah, tómalo con calma..."

Tirando de su cabello castaño oscuro hacía atrás, inclinó la cabeza de Klopp para besarlo de nuevo en la garganta.

De esa manera, cuando la cosa caliente que entró en su cuerpo tocó cierta área, inmediatamente se quedó sin aliento y
se estremeció lo suficientemente fuerte como para que hasta sus párpados temblaran. Arok se levantó por puro reflejo
pero Klopp lo agarró por la cintura con fuerza para evitar que lo hiciera.

"¡Klopp!"

Un gemido lastimero estalló, y la pared interior que rodeaba el pene de Klopp se tensó tanto que notó que ya estaba
convulsionando. Segundos más tarde, algo caliente comenzó a mojarle la parte baja del abdomen, y un fuerte olor
corporal llenó nuevamente las paredes.
Y no fue sino hasta el momento en que su omega alcanzó su punto máximo, que Klopp no pudo soportarlo más y liberó
toda su huella en ese cuerpo insoportablemente erótico y caliente que tenía adelante.

Las feromonas de las dos personas se mezclaron, y las lenguas de ambos se juntaron al mismo tiempo. Una vez no fue
suficiente, así que Klopp empujó a Arok hacia atrás y trató de poner una de sus débiles piernas sobre su hombro. El
conde lo apartó rápidamente de un movimiento con su pie.

"Mi mayordomo volverá pronto… Ah..."

Pero Arok no escuchó. Ya que Arok no dejaba que lo penetrara, se acomodó, chupó su cuello y agitó el pene que no se
había encogido en absoluto hasta restregarlo con fuerza en la piel de su panza. Luego se puso rígido, más caliente,
tembló, e incluso comenzó a hacer gotear algo pegajoso y blanco desde la punta.

"Arok, ah... Ah."

"Cálmate. Te haré sentir mejor ¿De acuerdo?"

Arok sostuvo su pene en la mano y comenzó a moverlo de arriba para abajo hasta que Klopp respiró pesadamente.

"Ah, ten paciencia. Un poco más, Klopp. Pronto terminará."

"Ah, ah, ah, ah, ya... Ah. ¡Ah!"

"Que Alfa tan obediente. Gimiendo con fuerza para su amo..."


"Um..."

No lo masturbó demasiado fuerte porque Arok no podía dejar de ver a Klopp, desconcertado, como si nunca lo hubieran
acariciado allí en toda su vida. Tan vulnerable al placer que provocó que su Omega se estremeciera.

Finalmente, el Alfa, que alcanzó el segundo clímax, vomitó algo espeso y caliente contra su mano y luego el Omega, que
tampoco podía soportarlo más, finalmente agarró los dedos de Klopp para permitir que le sostuviera el pene. Luego lo
empujó como quería hasta que también eyaculó.

"Ja... Jaa...Ah, Ugh..."

Con una respiración pesada, Klopp se derrumbó sobre Arok.

Arok, incapaz de cerrar las piernas, parpadeó y parpadeó hasta dejar escapar un suspiro que sonó muy cansado.
Mantuvo al Alfa contra su pecho todo este tiempo y finalmente le dijo "que lo había hecho muy bien". Y "que estaba
orgulloso de sus lecciones" Quería disfrutar del resplandor de su orgasmo, pero como dijo, no tenía mucho tiempo para
eso.

Chapter 60: Domar al semental


Chapter Text
En cuanto Klopp se levantó, lo primero que hizo fue besar a Arok en la mejilla un montón de veces. Incluso con todo lo
que había pasado, parecía honestamente satisfecho con su comportamiento tan agresivo y dominante.

"¿Fue mi recompensa por el trabajo duro? Maldita sea. Si así va a ser cada vez, la próxima me voy a memorizar todos los
malditos libros de tu biblioteca."

Mientras susurraba y le chupaba el lóbulo de la oreja, Arok inclinó la cabeza en su dirección y se frotó la mejilla contra su
cabello igual a si fuera un gatito. Luego, dos manos temblorosas se deslizaron sobre los hombros de Klopp lo suficiente
como para poder separarlo y decir:

"Hablé con el vizconde de Derbyshire la semana pasada."

"¿Qué...?"

Estaba disfrutando muchísimo del ambiente, pero cuando de repente salió el nombre del vizconde, sintió que todo el
placer se cortaba de pronto para romperse en cientos de pedacitos. Klopp levantó la vista, serio y un tanto enojado,
Arok por el contrario, lo miraba con esa fina sonrisa de siempre.

"Hablando de una cosa y de otra, me dijo que conocía a un hombre hermoso y me preguntó si podía convencerte para
que lo fueras a conocer. Ya sabes, cree que... Nos frecuentamos mucho y que yo podría ayudar."

"Ah, carajo."

La forma de entrometerse en sus asuntos no terminaba con él, sino que se extendieron de forma demoníaca hasta Arok.
Klopp frunció el ceño.

"¿Qué le dijiste?"

"Dije que lo ayudaría a encontrarte pareja."

"¿Qué?"
Saltó en su lugar. Cuando sacó lo que lo mantenía unido a él, Arok torció su cuerpo con un pequeño sonido de dolor,
luego miró a Klopp cómo regañándolo por lo que había hecho y finalmente juntó las piernas. No importaba lo erótico
que fuera, no importaba lo caliente que estuviera la parte inferior de su cuerpo ¡Al diablo!

"¡Deberías haberte negado!"

"¿Por qué?"

"Es difícil decirlo públicamente ya que eres conocido en todo el mundo como un alfa, lo entiendo, pero de verdad estoy
haciendo mi mejor esfuerzo para hacerte mi esposo. Así que leo esos horribles libros, camino como imbécil, digo "por
favor" y "gracias", dejo que me azoten todas las mañanas como a un caballo y aprendo a tener una postura derecha
como si todo mi entrenamiento desde bebé no hubiera funcionado nunca ¿Dices que fue para nada?"

"¿Entonces lo que le dijiste al vizconde de Derbyshire no es verdad? Que no quieres un Omega."

"No tengo intención de casarme con otro omega. Hay muchas posibilidades de que permanezca legalmente soltero
pero... Si me aceptas, entonces haré lo que esté en mis manos para que las cosas sean diferentes."

"¿Lo estaba malinterpretando?"

"A partir de ahora, ¿Por qué no lo compruebas tú mismo? Seduceme cómo hoy y hazme completamente tuyo."

Mientras besaba los labios ligeramente entreabiertos del Conde, como si quisiera dejar una marca en ellos, Arok
parpadeó sin saber exactamente qué hacer. El hombre tenía una figura encantadoramente sexy, pero no entendía por
qué de repente hizo lo que hizo y se subió sobre él para dejarse follar. Decidió preguntarle:

"¿Pero en qué estabas pensando para hacer eso? Todo lo de subir en mi y darme órdenes. Me encantó pero... Siento
que se salió un poco de tu personalidad."

"Yo..."

Lo persuadió para que revelara todo, chupando su cuello, su clavícula y esternón hasta tocar sus pezones. Por fortuna,
funcionó mejor de lo que esperaba:

"Ya estoy cansado de que juegues conmigo. Si algo va a pasar, entonces quiero llevar el control de ahora en adelante."

Estaba chupando su pezón cuando lo escuchó decir que quería tomar las riendas siempre. Sin darse cuenta, incluso lo
mordió.

"¡Vaya! ¡Duele!"

Klopp le sonrió mientras sentía como lo apartaba.

"¿Cómo puedes ser tan rudo y adorable al mismo tiempo? Hasta parece que el de hace rato y el de ahora son dos
personas diferentes. Anda, vuelve a decir que gima para ti."

Arok se estremeció, con los puños apretados ante la vergüenza.

"¡No te burles de mi!"


Gritó, pero Klopp no lo escuchó porque estaba muy ocupado viendo sus muslos y el semen saliendo de su culo. Al sentir
sus ojos, el rostro de Arok se puso aún más caliente que de costumbre, recogió la chaqueta de Klopp, que se había caído
cerca, y la tiró en su dirección.

"Vístete de una vez y vete."

Y mientras Arok recogía rápidamente la ropa esparcida por el piso, Klopp se acercó por detrás, le rodeó la cintura con los
brazos y le besó en la nuca, diciendo:

"¿Estás coqueteando de nuevo conmigo? ¿Umm?"

"¡Vete!"

Pero mientras pensaba en cómo derrotar a Arok, que estaba a punto de golpearlo en el pecho, de repente escuchó un
golpe en la puerta:

"Mi señor, ¿Estás aquí?"

Y la voz enojada del mayordomo.

"... ¿Todo está bien? El lacayo dice que empezaste a sentirte mal."

"..."

Arok se quedó pensativo, empujó a Klopp, recogió su ropa y huyó por la puerta de atrás.

"Mierda. ¡Mierda!"

Mientras tanto, Klopp se apresuró a ponerse la camisa, se la metió como pudo en el pantalón y buscó su cinturón.

"¿Joven maestro?"

Klopp se apresuró a ponerse el chaleco, pero no pudo encontrar su corbata. Luego se dio la vuelta y por fortuna la vio
abandonada debajo de la mesa. Rápidamente corrió, la recogió, se la puse alrededor del cuello, la amarró bruscamente
y justo cuando estaba a punto de cerrar los puños y abrocharse el chaleco, el mayordomo abrió la puerta con la llave
maestra:

"¿Joven ma...?"

"..."

"..."

"No lo he visto. Me dijeron que estaba cansado y yo... ¡Pues me quedé esperando por ti! Para las lecciones."

Apoyándose contra la ventana, fingiendo estar bastante relajado, Klopp habló con una voz ligera que no dejaba ver su
nerviosismo. Pero el mayordomo inmediatamente arrugó la frente y lo miró de pies a cabeza. La punta de su nariz se
movió, como si sintiera algo, y sin embargo, el hombre miró alrededor de la habitación sin decir nada y entonces se
alejó. No obstante, cuando estaba a punto de salir, algo se enganchó en el pie del mayordomo al momento de dar un
paso y cuando ambos miraron hacia abajo al mismo tiempo, allí yacían los zapatos de Arok.

Ay dios mío. ¿Era el personaje principal de un cuento de hadas o algo por el estilo? Apenas y abrió su boca temblorosa
cuando dijo:
"Ya es tarde, vete..."

"Ah, gracias."

Dejando un saludo inútil, Klopp rápidamente tomó su chaqueta y estuvo a punto de irse. Entonces el diablo llamó desde
atrás:

"En cambio. Nos vemos mañana unas dos horas antes de lo habitual. A las cuatro en punto."

"... Lo haré."

Sintiendo una mirada aterradora perforando su espalda, Klopp desapareció de los ojos del demonio enfurecido antes de
que pudiera hacerle daño.

Al día siguiente, Klopp fue brutalmente torturado con el pretexto de entrenamiento físico. Incluso después de obligarlo a
hacer trabajo de jardinería, algo que no tenían nada que ver con la cultura aristocrática, le hizo lavar toda la mansión y
solo le dio una hogaza de pan duro y áspero como recompensa. Lo mandó a la biblioteca y le hizo ordenar todo según el
sistema decimal de Dewey. Solo. Sin ninguna ayuda. Incluso si se había tomado un día libre en el trabajo, igual terminó
muy tarde en la noche. Y debido a que ya era de madrugada, ni siquiera fue debidamente atendidos y tuvo que pedir un
taxi. El cochero abandonó al hombre exhausto frente a la casa y se fue sin decir nada más.

"Oh, por... ¿Qué clase de tortura le ofrecen en esa casa? Mire como está ¿Le gusta tanto ese omega? Estoy seguro de
que hay otras personas por allí que no le van a pedir ser un esclavo."

Aun así, Marta no dijo más. Llevó a Klopp a la cama, le quitó los zapatos y lo tapó con una sábana.

" Despiértame temprano. Tengo datos para revisar..."

"Está bien. Descansa ¿De acuerdo? Duerme."

"Gracias, Marta".

"Ay, mi maestro va a morir. ¡A ver qué tan buena es la gran familia a la que quieres pertenecer! Debe ser un rey. ¡No
aceptaré menos!"

Marta entonces salió de la habitación y apagó las velas.

En ese momento, Klopp pensó que ella podría manejar a Hugo a la perfección... Pero se durmió enseguida antes de
decirlo.

Chapter 61: Lo amargo con lo dulce


Chapter Text
Pasó rápidamente un mes y, alrededor del segundo, la intensidad de la fuerza del mayordomo disminuyó de una manera
considerable. Como si hubiera perdido su espíritu de combate o ya no se le ocurriera nada más que enseñarle. La
postura de Klopp era perfecta, ya había leído decenas de libros de humanidades y hacía perfecto las tareas del hogar.
Posteriormente, el mayordomo hizo un ridículo intento de enseñarle a Klopp a tocar el violín, pero se dio por vencido
solo después de casi destruirlo. Desde el principio, su etiqueta en la cena fue perfecta y era muy bueno montando a
caballo. Era versátil en todos los deportes y casi nadie podía igualarlo en el manejo de la espada. En este punto, no había
nada de qué quejarse, así que terminó por aceptar la unión formal de los dos. Solo quedaba esa cuestión de no saber
qué hacer con el hecho de que un Alfa tan importante para la sociedad se volviera un Omega de un día para otro.
"¿Tiene algún plan para el día del celo del amo?

"En realidad no."

"Si me deja opinar, yo creo que no debe esperar más tiempo para enlazarse con él. Es obvio que tenemos miedo, pero la
seguridad de conde es mucho más importante que eso".

Y con eso en mente, decidió establecer de alguna manera a Arok como su pareja en el día de su celo y enlazarse en todo
sentido de la palabra. No le gustaba el mayordomo y pensaba que sus ideas eran anticuadas, pero justo en este
momento tenía toda la razón del mundo. ¿Y si tenía un accidente? ¿Y si le pasaba algo malo cuándo él no estaba cerca?
Solo pensarlo le ponía la piel de gallina desde los brazos hasta las piernas.

"Deberíamos hacer algo a gran escala. Revelarle al mundo entero que eres un omega, que somos pareja y luego celebrar
una gran ceremonia en la catedral. ¡Al demonio los nobles."

Aunque lo dijo medio en broma, Arok terminó por pensar seriamente en ello. Klopp estaba muy feliz de ver que ya no
huía de él como de costumbre y de que, en realidad, ya tenía bien aceptados sus sentimientos. Y aunque tenía unas
ganas increíbles de arrodillarse frente a él en ese mismo momento y hacer una grandiosa propuesta, se contuvo, apretó
los puños y solo terminó por sonreírle. Eso era algo guardado para más tarde y tenía que ser completamente perfecto.
No solo palabras sino... Luces y espectáculo.

Después de un rato, Arok negó con la cabeza.

"Pero aún no..."

"Te entiendo. ¿Qué tal si solo... Celebramos lo nuestro haciendo una comida sencilla?"

"¿Una comida? ¿En dónde?"

"Lo que sea. Donde quieras."

Arok reflexionó por un momento y luego asintió. Klopp tomó su mano lentamente, besó su dorso y sus dedos y justo
cuando estaba a punto de besarlo en los labios de nuevo, desistió gracias al mayordomo tosiendo como si tuviera
enfisema.

"Entonces prepararé la cena, señor".

"Confío en ti. Oh, pero recuerda que es una cena pequeña ¿De acuerdo? Quiero que sea lo más privado posible. Solo
para nosotros dos".

"No se preocupe."

Era un mayordomo muy estricto y aterrador, pero como era tan meticuloso en su trabajo, lo escuchó decir eso y decidió
irse a la oficina sin darle más vueltas al asunto. Arok, de pie junto a la ventana, miraba en su dirección para poder
despedirlo así que Klopp le sonrió tan encantadoramente cómo de costumbre y levantó la mano. El conde también hizo
lo mismo en respuesta.

No quedaban muchos días como estos, en los que se separarían. Después de este período de calor, Klopp estaría a su
lado para protegerlo, sería su esposo y luego, después de algunos meses de espera, tendrían un niño. En ese momento,
nadie, ni el mayordomo, iba a tener el derecho de detenerlos ni de separarlos.

Durante las semanas de espera para la cena de celebración, hubo paradas ocasionales en la mansión, pero no sucedió
gran cosa entre ambos. En cambio, luchó duro para elevar su estatus, ordenó su trabajo, lo entregó a socios de
confianza de la industria, trató con clientes clave y dedicó todo su tiempo a administrar el fondo nacional. Todavía
estaba en pañales en este sentido por lo que en realidad no pudo ofrecer grandes resultados, sin embargo estaba
completamente seguro de que vería mejorías significativas antes de fin de año cuando mucho.
Las personas con las que se frecuentaba en este campo eran hombres con puestos bastante altos. Eran tan importantes
que en realidad dedicaba parte de su tiempo yendo a conocerlos, intercambiando tarjetas de presentación y pasándose
direcciones postales. Por eso mismo, el número de visitas a la mansión disminuyó hasta un nivel en que podían pasar
días enteros sin verse a la cara o mandarse cartas y sin embargo, Arok estaba bien y conocía que estando en la mansión
no iba a tener nada de lo que preocuparse.
Pero, a medida que se acercaba la fecha de la cita, Klopp sufrió un extraño síntoma de palpitaciones. Fue especialmente
difícil calmarse cuando tocó el anillo que había preparado para el dedo de su futuro esposo y lo más raro, fue que era
muy consciente de que NO se sintió así cuando se estaba preparando para proponerle matrimonio a Rafiel. Ahora estaba
muy nervioso y ansioso y había un ligero temor de que algo malo pudiera pasar en el último momento.

"Klopp Bendike, carajo. Si ya estás así, ¿Qué vas a hacer el día de la boda?"

Trató de controlar su emoción hablando solo, pero también fue difícil detener la risa que se escapó de entre su boca
cuando se dio cuenta de que estaba actuando como un verdadero imbécil enamorado. Por otro lado, al ver a su jefe,
riéndose sin ningún motivo frente al espejo de su baño, la secretaria finalmente pensó que había enloquecido de una
vez por todas así que fingió no saber nada y en su lugar, solo carraspeó la garganta, imaginó que tenía algo en la uña y se
dio la vuelta para ir derechito a su escritorio.

Después de ir a su habitación para ponerse el traje perfecto para la cena, salió de la mansión dejando atrás a Martha,
quien le dijo, como en su primera vez, que volviera con un lindo prometido en el bolsillo.

¡Pero todo se vino abajo cuando notó que la casa del conde estaba atestada de todo tipo de carruajes desde la entrada
hasta el patio trasero! Incluso al entrar por la puerta principal de la mansión, empujando a todos los que pudo haber
empujado, el mayordomo, con un traje precioso, asintió con la cabeza y dijo:

"Hola. ¿Tienes la invitación que te mandé?"

"¿Cuál invitación? ¿Por qué...? ¿Por qué mandaste invitaciones cuando se supone que esta es una cena privada?"

"Fue preparada en privado pero... Luego se cambió a algo más ceremonial."

"Ceremonial..."

Apretó los dientes y miró al mayordomo, pero la situación ya había ocurrido y no había manera de arreglarla. Al ver a
Hugo con una extraña y muy incómoda expresión en su rostro, estaba claro que Klopp había sido el autor intelectual de
toda esta porquería. Por supuesto, creyó en el niño "Hagamos todo putamente grande" demasiado fácilmente. ¡Que
tonto!

Era inútil tratar de luchar con el mayordomo ¡Tenía que encontrar a Arok de inmediato y arreglarlo con su propio poder!

Siguió la guía del lacayo y entró a la casa: Había una mesa impresionantemente enorme puesta afuera, en el jardín. Y ver
los detalles y el patio tan lujosamente decorados, como el concierto de antes, le ocasionó un mareo que fue bastante
aterrador. Fruto del arduo trabajo tanto físico como mental de Klopp, las finanzas del conde se habían vuelto mucho
más sólidas que antes. Tanto que ahora podía decir sin temor a equivocarse que era más millonario de lo que fue alguna
vez. Esto no era un gran problema. No obstante, lo importante era que se mirara por donde se mirara, se trataba de una
comida que le había dicho que tenía que ser privada. ¡Y esto era un puto circo! Es más, allí estaba su ex prometido,
Rafiel, saludando a todos mientras hablaba con ese tal, niño mimado de Wolflake. ¡Wolflake y Rafiel! Así no es como
quería comenzar el inicio de un nuevo capítulo en su vida así que Klopp parecía a punto de desmayarse en cualquier
momento. Sin embargo, pudo encontrar las fuerzas necesarias para decidir buscar al culpable y estrangularlo por el
cuello antes de morir.
"¡Arok!"

Lo buscó y corrió por aquí y por allá en todo el largo del gran salón de banquetes.

Algunos invitados vieron a Klopp y dijeron: "Oye, ¿Hoy es un día especial? ¿Es tu cumpleaños?" Extendieron la mano y
pidieron un saludo. Él solo sonrió por hospitalidad y dijo: "No es mi cumpleaños. Debe haber habido algún
malentendido." Y les dio un rápido apretón

"Pero la tarjeta decía que era algo que tenía que ver contigo, hombre."

"... Disculpe. Estoy buscando al conde ahora mismo así que si me permite."

"Si hablas de Arok, lo vi por allí".

El hombre corrió rápidamente en la dirección indicada.

Arok, vestido con un deslumbrante traje blanco, estaba en medio de un gran salón de banquetes que habían instalado
en el jardín. Allí, estaba repleto de sirvientes ocupados que servían a la multitud de invitados de arriba para abajo como
si fueran máquinas bien aceitadas. Y brillando más que de costumbre, tan pronto como vio a su futura pareja delante de
él, sonrió como si hubiese soñado con un momento así desde hace millones de años y en ese momento, sin mencionar a
Klopp, en cuanto extendió la mano para llamarlo todos los que estaban cerca lo observaron a la vez y parecieron
asombrarse de su cara.

"Hoy, el conde luce particularmente atractivo."

"Dios ¿Qué pasó? Te ves muy feliz."

"¿Estás enamorado?"

"¿Qué omega está disfrutando de tan buena fortuna? ¿Es él músico guapo de la vez pasada?"

"..."

Después de escuchar eso, Klopp volvió en sí y le arrebató el brazo de Arok del de esa horrible mujer, quien le estaba
dando una sonrisa estúpida.

"¿Pueden disculparme? Tengo algo urgente que hablar con él así que tomaré prestado el conde por un minuto."

El tono de los invitados, antes increíblemente animados, ahora parecía desconcertado. Sin embargo, todos sabían que
Klopp era el administrador financiero del conde y eran extrañamente abiertos el uno con el otro por lo que no
interfirieron. Ya se rumoreaba que Arok y Klopp tenían una relación muy estrecha entre los nobles y últimamente, todos
pensaban que "había algo más allí" de lo que ellos podían platicarles alguna vez. No obstante, la opinión predominante
era que se trataba de una amistad incomprensible entre solteros/ reconocidos/ adinerados alfa así que, incluso cuando
vieron a Klopp agarrar la mano del Conde y arrastrarlo a una esquina tan confianzudamente, a la gente no le importó.

"¿¡Qué estás haciendo!? ¿Por qué estás actuando tan groseramente frente a los invitados!? Todos te miran raro."

Más bien, era Arok quien lo estaba mirando raro. Pero como aquí no podían discutir, Klopp por eso terminó
arrastrándolo a un rincón vacío del jardín: Desde el último incidente violento, nadie se había acercado a este lugar por
temor a encontrarse con "Klopp el devorador de ojos" pero, por si acaso, le dijeron a una criada que pasaba cerca que
detuviera a cada persona que viniera de este lado. La mujer, una sirvienta de la familia del conde, quien sabía bien que
la relación entre ambos era más que una "amistad incomprensible", asintió sin dudarlo y puso una valla improvisada que
cerró todavía más ocupando muchas macetas de flores.

Pero apenas lo arrastró hasta la esquina, Klopp agarró a Arok por el hombro y lo amenazó.

"¿¡Dónde está esa cena simple que prometiste!?"

"Corté la lista inicial por la mitad”.

Arok suspiró, quitando las manos de Klopp de su hombro de un manotazo. Incluso esa apariencia enojada era
deslumbrantemente hermosa así que quiso hacer algo para arrancarla de encima de inmediato. Respirando profundo, lo
soportó porque había aprendido a controlar su ira y deliberadamente, como aprendió, puso su mano en su cintura, la
otra en su espalda y caminó con él, discutiendo pero escuchando todo lo que tenía que decirle. De lo contrario, sentía
que iba a quedar atrapado en el enojo y en definitiva él ya no era así.

Ya no quería serlo.

"Pensé que no habría invitados. Ese es el punto."

"Es una cena importante en un momento importante para los dos. Algo significativo para mí porque quiero ocupar este
espacio para darle la bienvenida a un nuevo futuro. ¿¡Cómo es que no iba a tener invitados!? No digas tonterías. Debe
haber."

"..."

Realmente no podía hablar. En primer lugar, lo que Klopp quería era un momento romántico donde los dos pudieran
compartir una copa de buen vino mientras cuchicheaban, se tocaban, hablaban de lo que habían pasado hasta el
momento y se prometían un voto pequeño al oído. Algo a escondidas, en privado. ¡No quería decir que estaba
enamorado de él y que iba a enlazarse en una gran cena en la que estaba su ex prometido! Decepcionado, Klopp suspiró
mientras se aflojaba la corbata.

"... Bueno, genio, y ¿Qué vamos a hacer con este problemita?"

"¿Qué problemita?"

Al ver a Arok, quien le respondió como un extraño, realmente estaba a punto de darle un zape.

"¡Estás en celo, estúpido!"

"¿Q-qué? Jaja no digas... No. Todavía falta."

Cuando lo dijo en voz alta, Arok inmediatamente entró en pánico y lo negó, tartamudeando como un niñito. Ante eso,
Klopp resopló otra vez.

"No mientas. Ya huele dulce."

"... Me rocié con perfume."

Arok, que levantó el brazo y se lo llevó a la nariz, preguntó con expresión preocupada:

"¿... Alguien más lo notó?"

"Seguro te verán como si fueras una bolsa de "can-can" .".


Lo dijo con toda la intensión de hacer un chiste grosero. Arok parpadeó sin comprender a Klopp.

"¿Qué es "can-can"."

"Son golosinas para perros."

Klopp sonrió.

"¡Ellos son perras hambrientas y te huelen como su comida! Ahora, vamos. El único perro que puede comerte soy yo y
ahora mismo estoy ansioso por hacerte un cachorrito."

Trató de tomar la mano del avergonzado Arok y entrar a la mansión de inmediato, pero él resistió tirando de ella con
todas sus fuerzas. Cuando miró hacia atrás, el hombre, cuyo rostro estaba sonrojado, hizo gestos extraños con las
manos, no pudo hablar, luego suspiró y separó los labios nuevamente:

"Espera un segundo. ¿Qué pasa con los invitados?"

"Se irán a casa. El mayordomo se encargará de ello como de costumbre. Hay mucha gente, deberías preocuparte por ti."

"Aún así, como propietario, debería ir y..."

Rápidamente lo agarró por la cintura, tratando de tirar de él hacia atrás para evitar que se escapara de su lado, y luego,
lo miró directamente a los ojos como si le estuviera advirtiendo:

"¿Cuándo vas a terminar de disculparte con cien personas? Si tienes la resistencia para hacerlo, deberías ocupar esa
fuerza para hacer el amor."

"¡Klopp!"

Mientras avanzaban, Arok fue arrastrado de espaldas como si no le importara que estuviera a punto de caer en
cualquier momento. Y por muchas veces que lo llamara y le pidiera que se detuviera, aunque por un momento fingió
estar pensando en otra cosa, Klopp no escuchó y se fue directo a la habitación.
El lugar de Arok estaba decorado de forma romántica, como si sus mayordomos supieran más que bien el significado de
esta cena. Había un ligero aroma a incienso, regaron flores blanquecinas por todas partes e incluso colocaron bebidas y
bocadillos simples sobre una mesa con mantel.

"La preparación es minuciosa sin importar cómo se mire ¿No es verdad?"

"Yo quiero..."

Tan pronto como empujó a Arok, quien dudó si hacer contacto visual o no con él, a la habitación, inmediatamente cerró
la puerta. Las otras puertas estaban bloqueadas con llave, las ventanas estaban hacía abajo y las cortinas corridas, como
lo había hecho Arok cuando lo sedujo y se le echó encima la última vez. No quería que los molestaran, así que cuando
empezó con todo esto, informó a la criada y al lacayo que dejaran a todos lejos de este pasillo a menos que quisieran
que estallara una guerra campal. Klopp entendía que mientras el mayordomo estuviera al tanto, todo sería perfecto esta
vez porque no importaba cuánto le molestara que precisamente él fuera su Alfa, odiaría más que nada en su vida ver a
su niño tan encantador siendo captado infraganti por alguien más. Desorganizado, jadeando ¡No! Impensable.

Arok volvió a mirar a Klopp, luciendo un poco inquieto. Por lo general, era sarcástico, rudo y no pensaba con la cabeza
fría. En ocasiones, no parecía ser alguien que actuara como un seductor pero, últimamente, había logrado hacer que
Klopp siempre se volviera como "una gatita" linda y dócil cuando él tomaba la iniciativa de crear una atmósfera sexual
para los dos. Se quedaba quietecito, esperando sus manos y diciendo "sí" a todo lo que quisiera hacer.
SU ALFA.

Eso era tierno.

"Klopp..."

Después del coqueteo previo en su oficina, el otro día, tuvieron sexo en su habitación a toda prisa para evitar la mirada
del mayordomo. Fue vergonzoso escucharse suplicando que lo tomara por detrás, especialmente cuando agarró sus
muñecas y las sujetó a la estantería en la que estaba apoyado. En ese momento, después del clímax, tuvo que abrazar a
Arok, que se desplomaba en el suelo, y sostenerlo durante mucho tiempo hasta que se recuperó lo suficiente como para
volver a hablar. Mientras le frotaba la espalda temblorosa, le besaba el hombro, el cuello, y susurraba una y otra vez que
"todo estaba bien" y que "era perfecto", Arok se sentó en el regazo de Klopp, hundió la cabeza en su cuello, lo miró un
momento y le dijo "Quiero creer que hay otra oportunidad para los dos." Llorando con toda su fuerza y abrazándolo lo
suficiente como para fundirse en él. No podía entender lo que decía pero había aprendido que empujar cuando él no
quería ser empujado no era muy bueno.

Ahora que estaba en celo, pensó por un momento que a Arok no le importaría si volvía a tener esa posición de "Alfa que
toma las riendas" así que lo trajo con toda la idea de quitarle la ropa y cogerlo. Dar órdenes de nuevo y penetrarlo bien
hasta el fondo. Pero no pudo. No tenía intención de forzarlo. Ya había esperado, entendía como era su dinámica.

"¿Estás nervioso por pasar juntos por el celo? ¿Lo posponemos hasta que estés listo o quieres... Otro día? ¿Hacerlo
diferente?"

Lo dijo lo más amablemente posible. Luego, Arok se encogió un poco de hombros, levantó la cabeza y miró a Klopp. Sin
saber qué hacer, negó con la cabeza.

"De verdad. No importa si se retrasa. Sé que estás nervioso y hay gente afuera... Lo siento muchísimo. Esperar dos
meses más está bien".

"¡No! He estado esperando este día también durante... Es que estoy ansioso."

"¿En serio?"

En lugar de responder, Arok se acercó a Klopp y lo abrazó con fuerza. Y como naturalmente su Alfa ya sabía que en esos
momentos su lugar era envolver sus brazos alrededor de él y sostenerlo, Arok no puso ni la más mínima gota de
resistencia y lo acercó hasta que pudo cerrar los ojos contra su pecho. Siempre, siempre, siempre tenía que abrazarlo
suave y amablemente. Tal vez no antes pero si desde ahora. Por supuesto, incluso cuando perdía la razón, estaba
ABSOLUTAMENTE prohibido forzarlo con violencia. Él lo había entrenado así: "Yo estoy arriba, yo te digo qué hacer y
cómo y cuándo tocarme." Algo simple. "No me jales del cabello, no me aprietes los brazos, no me muerdas, no me
presiones el abdomen, te detienes cuando yo te diga y si me duele, se acabó." Y la verdad es que le ponía muy triste
tener tantas conjeturas sobre por qué odiaba el sexo en sí. Se hacía ideas sobre sus experiencias pasadas y pensaba que
lo habían maltratado tanto que nunca quiso saber en detalle para no ponerse de mal humor. Pero era extraño. No sabía
por qué, pero mostraba una ansiedad extrema justo después. No cuando lo hacían.

El comienzo tenía que ser suave, pero el final tenía que ser... Lleno de amor. Cómo diciendo "realmente eres tú lo que
quiero." "Realmente no voy a irme."

Sus labios se superpusieron mientras miraba sus ojos azules que temblaban de emoción y miedo.

En lo que se acercaban, las pestañas doradas que descendían lentamente temblaron un poco, obstruyeron su visión y
entonces, ese mismo hombre de ojos azules y completamente húmedos de placer, estiró los brazos en el aire y lo llamó
un sinfín de veces para que lo tomara de las manos. Aunque ya eran un solo cuerpo, constantemente trataba de
confirmar su afecto, que estuviera allí, que fuera su cara y su voz, su olor y el tacto de su cabello. Era como una burbuja
de agua que desaparecería pronto. Al principio, estaba tan preocupado por cumplir su deseo que no lo conocía bien.
Ahora Klopp respondía instintivamente a la llamada de su Omega.

Para hacerle sentir seguro, agarró el brazo que se balanceaba en el aire y lo envolvió alrededor de su hombro:

"Aquí estoy, Arok. Aquí estoy. Justo a tu lado. Soy yo...."

"Ah, mi alfa. No vayas a ningún lado."

"No ire a ninguna parte. Lo prometo. Estaré a tu lado siempre."

Arok no podía recobrar el sentido por la fiebre del calor que subía hasta la parte superior de su cabeza. No quería dejar
los brazos de Klopp, como un bebé que necesitaba del pecho de su madre, y la historia de amor que se había repetido
desde antes llegó a un punto que se sintió muchísimo más íntimo.

Cuando sus corazones se tocaron y pudieron sentir los latidos del otro, Arok soltó un poco su cuerpo, se puso de lado y
luego, en el momento en que el área de unión se profundizó más de la cuenta, sintió una pequeña brecha que
definitivamente no estaba allí. Arok dejó escapar un suspiro excitado cuando descubrió que era la cabeza hinchada del
pene de Klopp.

"Ah, ah... Justo allí."

"¿Este lugar es bueno?"

No estaba en un estado en el que pudiera responder incluso si le preguntaba muchas veces, pero la respuesta fue
segura. Cuando lo apuñalaba allí, Arok luchaba como si estuviera en agonía pero, casi de inmediato y con ambas piernas,
sujetaba la cintura de Klopp y le impedía retroceder incluso si era algo producido por sus propios espasmos. Arok dejó
escapar un gemido sin aliento.

"Ah, ah... Ujum..."

Había tenido sexo con él muchas veces, pero nunca le había golpeado en el lugar correcto. Por primera vez en su vida,
Klopp probó el alucinante placer de tener el cuerpo de alguien abierto para él de todas las maneras posibles, tocando
pacientemente a la puerta, besando hasta su pelo y bebiéndo su piel como si fuera agua.

Eventualmente, el lugar que se abrió poco a poco fue aceptando a Klopp de una manera perfecta.

"¡Ah!"

Arok, que había hecho un sonido sordo, como un idiota que no tenía idea de dónde había desaparecido la brillante idea
"dominante" que llevaba siguiendo hasta el momento, ahora no podía emitir ninguna voz que sonara decente y en su
lugar, solo temblaba de deseo cuando el extremo del grueso pilar se hundía por completo dentro de sus nalgas. Las
lágrimas brotaban de las esquinas de sus ojos hinchados tantas veces que Klopp solo lamió y lamió y cavó más profundo,
desgarrando la fina película que nadie había conocido aparte de él. El dolor debió haber sido insoportable, por lo que
Arok cerró sus piernas y clavó las yemas de los dedos en el hombro de su Alfa. Al mismo tiempo apretó mucho el interior
y volvió a gritar:

"¡¡Aaaah!"

El dolor ardiente que atravesó su hombro, la dolorosa tensión interna y el aroma de Arok, que era lo suficientemente
espeso como para hacer que su cabeza diera vueltas al mismo tiempo, llevaron a Klopp al clímax tan rápido que apenas
y pudo respirar decentemente segundos después. Entonces, sin darse cuenta del momento en que empezó, escupió algo
caliente en un lugar muy cálido y húmedo dentro de su cuerpo y dejó escapar el aliento que había estado conteniendo
desde que empezaron con el sexo. Arok, que se había desmayado, fue una prueba viviente de que soportar el dolor y el
placer al mismo tiempo era un trabajo abismal.

"¿Arok? ¿Amor?"

Mientras respiraba con dificultad, levantó la cabeza y llamó a Arok al oído, pero perdió el conocimiento y ahora estaba
jadeando con muchísimas más ganas que antes.

Pasó una mano por su cabello sudoroso y despeinado y lo besó en la frente muchísimas veces. Y antes de que no pudiera
moverse como la última vez, acostó a Arok, lo limpió, juntó sus piernas y lo abrazó por detrás para acariciarle el
abdomen en un movimiento circular de arriba para abajo. No obstante, como si la parte desgarrada por dentro fuera
dolorosa, Arok frunció el ceño y derramó lágrimas incluso mientras dormía. Fue así durante mucho tiempo.

"Shhh..."

Cada vez que eso sucedía, Klopp lo abrazaba con fuerza y besaba todas esas partes donde sus labios podían tocar.

Chapter 62: Lo amargo con lo dulce


Chapter Text
Tuvo una terrible pesadilla. ¡Fue tan real que se echó a llorar sin darse cuenta de que lo estaba haciendo! Sus ojos
estaban doloridos y la carne alrededor de los párpados le ardía tanto que no podía ni abrirlos bien. Al final, temblando,
levantó la mano y se secó las mejillas una y otra y otra vez mientras sollozaba y se lamentaba por todo lo que había visto
y sentido en tan poco tiempo. Sin embargo, incluso si no podía dejar de limpiarse, estaba llorando tanto que le pareció
imposible respirar bien. Sollozaba tan fuerte que tuvo que hacer un máximo esfuerzo para dejar pasar el oxígeno y de
todos modos, fue como si el aire se escapara de sus pulmones en cada ocasión. Era tan, tan exagerado que comenzó a
pensar que se le habían destrozado las glándulas lagrimales o que, por el contrario, su corazón se había derretido
durante la noche.

Y es que nada de esto tenía sentido ¿Por qué sentía tanto arrepentimiento y tanta vergüenza? ¿Por qué estaba tan
asustado?

Abrió los ojos y descubrió que toda su almohada y sus sábanas estaban llenas de lágrimas. No tenía fuerza en sus
extremidades y era completamente obvio que se estaba moviendo más lento que de costumbre. Sin embargo, lo que vio
inmediatamente después de despejar sus ojos fue una especie de habitación de la que no tenía ningún recuerdo. Era
obviamente la recámara que había compartido con el Conde en medio de la fiesta, pero, después de la pesadilla y del
miedo que vino de la mano con ella, fue como si la atmósfera se transformara en algo desconocido. En imágenes que
iban a venían y recuerdos que se mezclaban con los que tenía ahora.

Y mientras inhalaba y se buscaba el pecho con los dedos, entonces finalmente descubrió un olorcito familiar que hizo
que el remordimiento y el dolor disminuyeran lo suficiente como para poder tomar una enorme bocana de aire.

"Ah..."

Y allí fue cuando descubrió que había alguien recostado a su lado: Una cara blanca, rubia e increíblemente bonita. Un
hombre durmiendo tan profundamente que hasta pareció como si no estuviera vivo.

¿Pero podía estar muerto de verdad?

El miedo volvió de nuevo. No sabía exactamente cuándo o de dónde lo recordaba, pero sintió que hubo un momento en
que vio a Arok justo así en la misma cama. Pálido, apenas respirando y sin poder abrir los ojos. Tal vez en otro de sus
sueños.
En una pesadilla.

"A..."

No podía dejarlo ir.

No quería que le dejara solo nunca más. ¡No si significaba sufrir cada maldito día de su vida debido al recuerdo de este
momento!

Rápidamente lo abrazó contra su pecho y verificó si respiraba. Acercó la oreja a la punta de su nariz y comprobó la
temperatura de su cuerpo utilizando las dos manos. Luego, cuando se sintió como si esto no fuera suficiente, puso su
oído contra la base de su pecho y buscó hasta que escuchó que su corazón latía con fuerza justo debajo de él. También
estaba sintiendo el movimiento de su pecho de acuerdo a su respiración y un pequeño y muy constante ronquidito
producido por el cansancio. Eso significaba, por supuesto, que estaba vivo. Y que estaba muy saludable además.

Con un suspiro de alivio que incluso le dolió en la garganta, Klopp abrazó a Arok con toda su fuerza y lo acomodó en el
medio de la cama. El conde frunció el ceño por un momento y se movió igual a si fuera a despertarse en cualquier
instante. Por supuesto, si hubiese sido en cualquier otra situación le habría dicho que se durmiera de nuevo, lo hubiese
cubierto con la sábana y esperado a que se hiciera de día para poder hablar con él sobre lo que le estaba ocurriendo.
Ahora no podía. Necesitaba verlo abrir los ojos y necesitaba descubrir su propio reflejo dibujado en esos diamantes
azules. Quería saber que estaba allí, que lo escuchaba como todos los otros días.

"¿Arok? ¡Arok!"

Lloró y lloró hasta sacar una voz que sonó bastante graciosa. Sin embargo, él no contestó aún así. Fueron unos segundos
solamente pero incluso por ese breve momento, la sangre pareció helarse bajo su pecho de tal manera que se
impacientó de nuevo.

"¡Arok!"

Gritó. Incluso un nombre tan pequeño no podía salir correctamente.

"Arok, por favor. Arok."

"Um..." Las pestañas doradas de Arok temblaron y una voz ronca salió de entre su boca diciendo: "¿Qué...?"

Estaba aliviado. Tan, tan agradecido por su pequeño ceño fruncido que olvidó todo sobre el miedo que tenía de
encontrarlo muerto hace apenas unos momentos.

"¡Arok!"

"..."

La persona que estaba siendo besada se resistió por un segundo. Luego, cuando el momento se cortó y abrió
lentamente los ojos, se encontró con que Klopp estaba sonriendo de una manera que se sintió demasiado extraña. Tan
fuera de su personalidad que Arok, quien parpadeó, lo miró sin comprender lo qué se suponía que estaba haciendo.

"... No quiero tener más sexo hoy, Klopp."

"Lo siento."

"¿Klopp?"
Arok, que notó las lágrimas de Klopp bastante tarde, abrió mucho los ojos, (con sorpresa y miedo) y rápidamente
levantó las dos manos para poder tomarle de la cara. Le frotó las mejillas mojadas con el pulgar y trató de verificar su
condición detalle a detalle para notar si estaba enfermo o herido en alguna parte. Luego pareció terriblemente
confundido cuando preguntó:

"¿Qué está pasando? ¿Qué tienes?"

"Nada..."

Pero esas palabras, como gemidos reprimidos, sonaron muy tristes y dolorosas para no ser "nada". Era como si su
corazón se estuviera rompiendo en pedazos.

"Dime..."

Klopp se pasó la mano por la mejilla y apretó los labios.

"No es nada."

"No es nada llorar así."

Arok, incapaz de conocer sus pensamientos, se mordió el labio y volvió a sonreír. Sin embargo, era un gesto
terriblemente triste que provocó que el corazón de Klopp se hundiera todavía más dentro de su pecho.

"Si piensas que esto fue un error, entonces..."

"Dios, cállate con eso. Pase lo que pase, eres mío ahora. Nunca dejaré que te vayas de mi lado."

Pero incluso esta oración estaba medio disuelta en lágrimas y no tenía la fuerza de una de sus antiguas confesiones.
Entonces, en lugar de decir algo al respecto, Arok se aproximó y abrazó al hombre que lloraba como si fuera un niñito
abandonado. Incluso lo cubrió con la manta y lo besó en la cabeza muchas veces mientras decía que "todo estaba bien"
y "que intentara respirar". Además, aunque por lo general el conde era un hombre terriblemente noble que sabía
perfecto como actuar arrogante para poner a las personas en su lugar, era evidente que carecía de esa fuerza al
momento de tratar con Klopp. Siempre lo tomaba con pinzas, temblando como un hombre herido debido a los detalles
de un pasado del que no se atrevía a preguntarle. Algo que dolía más allá de toda medida y que parecía que iba a tomar
mucho, mucho tiempo poder curarle.

Por eso mismo siempre quiso ser su salvador y mostrarle que era un hombre diferente a todos los que le habían hecho
daño. Debió haberlo envuelto con su cobija y tomado entre sus brazos, diciendo cosas románticas después de su
primera vez como una pareja de Omega y Alfa que habían decidido comprometerse. Sin embargo, ahora Klopp se
aferraba a él como si fuera todo su aire.

"Eres mío. ¡Eres mío y nunca te dejaré ir! Yo no quiero... ¡No quiero que te vayas!"

Repetía una y otra vez entre un llanto interminable. Eventualmente, la voz de Arok también comenzó a humedecerse.

"¿Entonces por qué estás llorando?"

Era una pesadilla que no quería recordar.

"Yo... Yo no quiero hablar de eso."


Mientras envolvía a Klopp entre sus brazos, Arok puso su nariz sobre su cabeza y amablemente le susurró que le dijera lo
qué pasaba para poder hacer algo al respecto. Juntos. Fue una voz y un tacto tan cálidos que sintió que no tenía
remedio:

"Tuve un sueño horrible. Allí, yo veía como provocabas la muerte de mi esposo, que era Rafiel, y de mi hijo que todavía
no había nacido. Me dolió muchísimo. Estaba tan enloquecido que te maldije todos los días. Deseé... Que murieras en la
misma miseria que yo y quise castigarte una y otra vez y otra vez hasta que... Realmente lo hice. Y te maté. Terminé
matándote."

En ese momento, la persona que lo sostenía contra su pecho se congeló por completo, como una muñeca de porcelana.
Su respiración se detuvo y su corazón comenzó a latir con mucha fuerza incluso aunque estaban a la distancia. Le
temblaban las yemas de los dedos que habían estado acariciando suavemente su espalda y cuando levantó la vista,
Arok, que no se había movido en todo este tiempo, ahora estaba tan blanco como una hoja de papel. Inmediatamente,
Klopp se arrepintió de contar eso y negó con la cabeza como para retractarse. Incluso si solo fue un sueño, maldijo a su
Omega, a quien debería haber amado y abrazado sin cesar en su noche especial, y luego hizo algo todavía más cruel
como contarle un sueño que le hacía parecer como si lo culpara de algo. ¡Era una cosa que no debía decirle a Arok
porque era especialmente sensible y ansioso!

Fue estúpido.

"Lo siento. No tenía que decir eso en un momento así".

Poniéndose de pie, esta vez abrazó con fuerza al tembloroso Arok hasta acunarlo contra su propio vientre. Le pasó la
mano por la espalda lentamente, como él acababa de hacer, y luego le tocó el pecho para pedir "perdón". Sin embargo,
en lugar de tratar de acercarse, Arok parecía estar tratando de alejarse de él tanto como le fuera posible por lo que
quería coserse la boca por atreverse a hablar sobre sus estúpidos sueños.

"Arok, perdón. Dije algo muy tonto. Lo sé, disculpame".

Luego lo besó casualmente en la frente y en las pestañas y trató de repararlo siendo amable. Arok no dijo nada.

"... Creo que lo que estoy soñando es como... La manera que tiene mi mente de hablarme de mis miedos. Porque todo
esto es algo completamente opuesto de lo que pasa en mi vida real. Arok ¡Me va bien! Yo no..." Le tomó de las manos y
continuó. "Es como cuando me dijiste que querías tener seis hijos. Entonces, como lo recordé y como eso me
impresionó, lo combiné con mi subconsciente. Quiero decir, en mis pesadillas eras un alfa pero te obligué a convertirte
en un omega. Fue como... Algo que ocurrió debido a una mutación médica muy muy estúpida. ¿Entiendes lo que estoy
diciendo? ¡Mi realidad se mezcló! Ya rompí con Rafiel y ahora eres mi novio. Estoy muy feliz ahora así que, no te
preocupes ¿Bueno?"

Pero por mucho que intentara calmarlo, los temblores de Arok no disminuyeron ni una sola vez. Incluso pareció que
habían aumentado. Klopp lamentó aterrorizar a su Omega con un comentario tan insensible.

"Arok... Vamos, escúchame ¿Sí? No te pongas de esa forma solo por un sueño. Yo no te haría nada de eso y no pensaría
jamás en hacer algo para lastimarte ¿Está bien? Anda, cariño. Prometo ya no mencionar nada de esto."

Arok se calmó por un tiempo, con un sonido increíblemente bajo. Después respiró hondo unas cuantas veces más como
si tratara de contener el llanto y tras unos segundos de silencio, levantó la cabeza y dijo con una voz desordenada que
era difícil de entender:

"En el sueño... Cuando morí..."

"Ya no te preocupes por el sueño."


Pero a pesar de que trató de trazar una línea clara en esto, Arok no se detuvo. Ocultó sus ojos húmedos en el hombro de
su Alfa y luego continuó diciendo:

"¿Te sentiste mejor?"

"¿Qué?"

No entendió de qué estaba hablando, así que le preguntó de nuevo. Arok estaba llorando ahora.

"¿Cuándo morí te sentiste mejor? ¿Todo dejó de ser doloroso sin mi?"

"..."

"¿Sirvió?"

"¿De verdad quieres saber algo cómo eso?"

Él asintió lentamente. Klopp se rió. ¿Estaba tratando de probar sus sentimientos? Klopp levantó a su Omega, que
lloraba, contra su regazo y lo sostuvo bien pegado junto a su pecho. Tiró de su cabello hasta acomodarlo detrás de su
oreja y luego comenzó a acariciar su espalda con la otra mano una y otra vez.

"Vengarse es estúpido. No fui feliz, hacer todo eso no sirvió de nada. En realidad, si ya era terrible con torturar al que yo
pensaba que era el culpable, todo fue peor después de terminar"

"¿Por qué?"

Klopp sonrió de nuevo. No quería hablar de algo como esto porque sonaba horrible, pero como él fue quien cometió el
error de contarle lo que soñaba para empezar, no tuvo más remedio que ser honesto:

" En mi sueño también me enlacé a ti. Es solo que estaba tan enojado contigo que no me importó y decidí matarte. No
sé, tal vez no me había dado cuenta de eso porque estaba muy cegado por el odio pero... Tú sabes que matar a tu enlace
es vivir en un infierno. Fue una tontería. Te aseguro que si fuera real, después de hacer algo así yo me habría suicidado."

Arok, que había estado conteniendo las lágrimas, todavía entre los brazos de Klopp, levantó la cabeza y miró al hombre
como si le hubiera caído un rayo. Parecía que no podía creerlo. Klopp intentó tranquilizarlo una vez más lamiendo las
lágrimas que brotaban de las comisuras de sus ojos:

"En mi sueño, aunque perdí a mi pareja, no podía morir porque todavía tenía a los niños que diste a luz. Ahora solo
somos tú y yo así que, si te vas, yo también me iré contigo. Mantente saludable ¿Si? Quiero vivir mucho tiempo a tu
lado."

Sonrió e intentó besarlo en la mejilla para dejar la conversación de lado, pero Arok agachó la cabeza para evitarlo y
luego preguntó con voz temblorosa:

"¿Te enlazaste conmigo? ¿Ahora?"

"... Sí. Me enlacé. En el sueño, era demasiado tarde cuando me di cuenta y ya había jodido todo. Ahora, si no hubiera
sido por esa gran y ridícula cena te lo habría confesado junto con un anillo".

Por supuesto, ya lo tenía todo contemplado. Solo que se enojó, insultó a todo el mundo y arrastró a Arok directamente a
su habitación por lo que se saltó todo ese asunto del romanticismo. Por eso soñó cosas estúpidas ¿No es verdad? Estaba
claro que había perdido los estribos por la emoción de que finalmente lo había conseguido como su pareja y todo el
miedo y la ansiedad le jugaron una mala pasada. No obstante, aunque lo confesó honestamente, Arok no lo creyó. Solo
seguía diciendo cosas raras y actuando como si estuviera muy ansioso. Klopp tuvo el presentimiento de que si no podía
convencerlo aquí, siempre sería así a lo largo de su vida por lo que intentó darle un segundo para demostrar que era
verdad.

"Si no me crees, te lo mostraré."

Se levantó y salió de la cama, pero Arok de repente dijo: "¡No te vayas!" con urgencia y estiró la mano en su dirección.
Tenía lágrimas en los ojos y los dedos agarrando desesperadamente los de Klopp.

"¡No te vayas! Te creo. Creo en lo que estás diciendo así que..."

"Hay un anillo en el bolsillo de mi ropa..."

"No necesito un anillo o algo así. No te vayas, por favor."

Klopp se sintió sinceramente decepcionado al escuchar que "no necesitaba un anillo" a pesar de que se había preparado
lo mejor posible para este momento, pero el conde se veía tan desesperado que no tuvo más remedio que dejarlo pasar.
Los corazones de las dos personas, que no vestían nada, se encontraron piel con piel y el calor comenzó a subir hasta
llenar sus pechos. Temiendo que su espalda, expuesta al aire, estuviera fría, tiró de una sábana y lo cubrió hasta los
hombros, luego lo besó y volvió a decir que "lo lamentaba por haberlo arruinado todo". Sin embargo Arok, que todavía
estaba aferrado a su cuerpo, parecía tratar con toda su fuerza de no ponerse a llorar.

"¿Desde cuándo te pasó?"

Incluso si no fue tan específico, podía entender lo que significaba. Klopp respondió mansamente, tirando de él por la
cintura para poder acercarlo como siempre. Quería besarlo, pero Arok tenía la cabeza tan gacha que parecía difícil.

"No lo sé exactamente."

"¿Cómo supiste que lo estábamos?"

"Pues..."

Levantó su cabeza y limpió los ojos húmedos de la persona que preguntaba utilizando su pulgar. Luego, las tomó, y puso
sus lágrimas en su boca de tal manera que Arok frunció el ceño. Fue muy raro.

"¿A qué sabe?"

"¿... Estás bromeando?"

"¿Es dulce verdad?"

Estaba a punto de llorar de nuevo, pero ahora solo miraba a su acompañante con los ojos bien hinchados. Era como si
estuviera enojado más que triste. Aun así, la mano que estaba en su dirección solo se apretó más y no retrocedió de
nuevo.

Klopp se rió. Arok se encogió de hombros e incluso lo empujó:

"¿De verdad mis lágrimas son dulces?"

"Igual que un caramelo. Por eso me di cuenta de que eras mi pareja."


Pero Arok preguntó varias veces "si decía la verdad" y "si no era que tenía un problema con la lengua". Todavía no podía
creerlo y eso fue más evidente cuando preguntó si en el sueño sus lágrimas también le parecían dulces. La verdad era
que no quería pensar en eso y no deseaba contarlo demasiado, pero él siguió interrogándole tanto que aunque se enojó,
asintió. "Incluso en el sueño". Dijo. Arok estaba muy enojado por eso.

"¡Eres un desgraciado!"

"¿Um?"

Klopp no pensó que hubiera hecho algo malo, pero Arok estaba tan enojado que su rostro se puso rojo e incluso no pasó
mucho tiempo antes de que se pusiera a rechinar los dientes. Luego, vinieron las palabras groseras y los golpes:

"¡Eres un demonio! Un bastardo, maldito. Viví en el infierno toda mi vida ¡Sufrí toda mi vida! Y lo único que quería... Lo
único que imaginaba siempre fue que al menos tú..."

"¿Al menos? Maldición, te estás portando muy serio solo por un sueño, Arok. Además, si a esas vamos, puedo decir que
tú también fuiste un maldito. Mataste a alguien ¿Sabes? ¿Cuál es tu excusa para eso?"

Ante su voz, Arok sacudió la cabeza vigorosamente de un lado para otro mientras gritaba:

"¡No! Escúchame... ¡No quería hacerlo! No fue a propósito yo... ¡¡Solo estaba diciendo palabras crueles y quería, quería
asustarlo pero no creí que ellos...!!"

"Oye, oye mírame. Mírame. Fue una broma."

Klopp puso sus manos alrededor de su cara, apoyó su barbilla con los dedos y miró a Arok sin comprender lo que estaba
diciendo ahora. Y tanto Arok, que parecía enfurecido, como Klopp, que se había sobresaltado por sus lágrimas,
intentaron tranquilizarse.

"Hablas como si conocieras mis sueños mejor de lo que yo lo hago..."

Entonces Arok literalmente saltó como un hombre apuñalado en la costilla por un palo. Luego, mirándolo a la cara,
sonrió torpemente, volvió a llorar y dijo:

"Probablemente es así..."

Chapter 63: Lo amargo con lo dulce


Chapter Text
Al ver sus labios temblar, en contraste con su tez pálida, descubrió que estaba claramente agitado incluso aunque había
dicho que se sentía mejor. Le pareció curioso.

Klopp preguntó de inmediato:

"Hablando de eso, me pregunto por qué en el sueño siempre te veo tan enojado con mi esposo. Con Rafiel, quiero
decir."

"¿Me veo enojado? ¿Qué más ves?"

"Bueno, en realidad no recuerdo mucho de mis sueños después de despertar. Es por eso que los he estado ignorando
todo el rato."
De hecho, eso era mentira. Recordaba muy vívidamente la imagen perfecta e inocente de Arok escondiendo sus manos
temblorosas detrás de su cintura y también, la cara que tenía cuando hacían el amor. Sin embargo, sabía perfecto lo
contraproducente que sería si dijera que a veces despertaba excitado y duro por recordar la sombra de su calor entre los
dedos. Tanto, que pensó que el apodo "diablo" sería modificado por "pervertido" en un segundo.

"Por eso quiero saber. Quiero que me digas todo lo que has estado soñado."

"..."

"Por favor."

Insistió persistentemente una y otra vez, pero Arok mantuvo la boca cerrada y no habló de nuevo.

Y verlo negarse a decir siquiera una palabra, en el lugar donde hace unos minutos había confesado tener miedo, hizo
que su dolor se hiciera increíblemente fuerte. No sabía que decir, fue como darse cuenta de que todavía no le tenía
confianza.

No lo pensó demasiado cuando lo tumbó en la cama y lo sujetó con fuerza abajo de su cuerpo: Destapó su bata, lamió
sus pequeños pezones (que aún estaban gruesos e hinchados por el sexo) y con la otra mano masajeó sus nalgas como si
estuviera listo para abrirlas en cualquier momento. Finalmente le tomó de las muñecas y le hizo verlo a la cara:

"No... Ah, ya no puedo tener más sexo."

Era una voz nerviosa.

"El celo aún no ha terminado ¿No es cierto?"

Tomó los muslos que estaban a punto de cerrarse y cuando sus genitales ya endurecidos alcanzaron los huesos de su
cadera, Arok dejó escapar un grito bastante fuerte que vino con el impulso de tratar de levantarse.

En el momento en que movió las manos y los dedos de los pies, Klopp lo presionó con todo su cuerpo para evitar que
siguiera intentando separarse de él y... Entonces pudo sentir un bultito duro pegando en la parte inferior de su
abdomen. Algo tan notorio y caliente que, cuando bajó la cabeza, no le sorprendió en absoluto notar que su pene rosa,
pequeño y erótico, había comenzado a crecer en su dirección como lo haría una bonita flor de mayo.

De inmediato lo tomó en su mano derecha y frotó la punta con el pulgar de la izquierda.

"¡Ay! Ah, ah, ah, no... ¡No hagas eso! Espera, espera..."

"Respóndeme y te dejaré ir".

"¡Eres una bestia!"

"Aún no has vuelto a tus sentidos, cariño. Sería mejor que te pusieras a cooperar".

Pero en lugar de intentar entrar dentro de él, simplemente le tocó el ano con un par de dedos y, muy lentamente,
comenzó a sujetar su pene con la otra mano para correr en un vaivén que se sintió un tanto "encantador". Arok
entonces empujó la cabeza de la persona que chupaba su pecho y apartó la sábana utilizando el poder de sus piernas. Su
entrada, por donde el semen se había filtrado, empezó a apretarse con tanta fuerza que pronto pareció difícil seguir
moviendo la mano y luego, cuando Klopp tomó el impulso suficiente como para echar todo su cuerpo para adelante, se
escuchó el sonido de un "chapoteo" que fue lo suficientemente vergonzoso como para que Arok se mordiera la boca
hasta casi hacerse sangrar.
Klopp tomó esto como una tentación que le impulsaba a seguir adelante.

Arok quería detenerse.

"¿De verdad me vas a obligar a tener sexo cuándo me dijiste hace un momento que ibas a esperar hasta que estuviera
listo? ¡¡¡Eres un mentiroso, un imbécil, un abusador, una bestia idiota que no sirve para nada!!!"

"Lo que no sirve de nada es maldecir así. Si no vas a darme una respuesta, entonces es tu obligación darme tu cuerpo."

Y después de soltar esa amenaza, utilizó tres de sus dedos para cavar en su interior un poco más fuerte. Incluso aunque
parecía bastante difícil de seguir haciendo cuando se movía así.

"¡Es que no sé qué decirte!"

Con una cara llorosa, Arok agarró la mano que sostenía su pene, y trató de evitar que se moviera de nuevo. Sin embargo,
incluso de esta manera Klopp pareció completamente convencido de que era buena idea molestar su trasero y las
puntas de sus pezones mordiendo y chupando igual a si fuera un perro desobediente.

"Inténtalo ¿No tomaste clases de literatura o de oratoria? Y pensar que un tipo como tú intentó darme clases de
humanidades".

"¡Siempre obtuve A en mis clases de literatura! Mis profesores no dejaban de decirme que podían recomendarme a
buenas instituciones si quisiera. ¡Algo que obviamente tú no has escuchado nunca!"

"Dame el nombre de los profesores, porque te engañaron."

"... ¡No querer hablar no significa ser estúpido! Ya, ¡Quítate de encima!"

Cuando Klopp comenzó a reírse y finalmente optó por bajar la cabeza, los ojos fríos de un noble orgulloso, los que
siempre lo tenían al mismo nivel de un "salvaje, ignorante sin cultura" volaron en su dirección para comenzar a decirle
un montón de amenazas silenciosas. Y ya que no quería llevarle la contraria, pensó que no tenía más remedio que
convertirse en un "verdadero salvaje" y quedarse encima suyo hasta que le explicara correctamente lo que quería saber.
Iba a detenerse antes de que se le fuera de las manos, por supuesto. Pero no antes de poder divertirse.

"Vamos, conde. Habla o te como."

Continuó lamiendo sus pezones hinchados, amasó suavemente sus genitales incluso después de haber eyaculado, le
mordió las orejas y también chupó la carne suave debajo de su barbilla hasta hacer una marca que no se podían ocultar
ni siquiera con el collar más grueso. Frotó su pene contra sus muslos y sus nalgas y dejó círculos bastante claros en los
omóplatos de Arok. Luego, agarrando uno de sus tobillos, le dobló una pierna para arriba hasta revelar una hermosa
entrada de color rosa claro que se notaba verdaderamente sabrosa. Arok se resistió a su juego sacudiendo sus pies y
tratando de pegarle en el estómago utilizando sus rodillas. Sin embargo, cuando llevó su lengua entre sus nalgas, logró
dibujar una curva perfecta con la espalda que le hizo gritar:

"¡Ah, espera! ¡Te lo diré, así que detente! Detente."

Inmediatamente después de eso voló la declaración de rendición. Era una pena que no pudiera saborear correctamente
el vertiginoso sabor dulce de su cuerpo, pero lo soportó porque de verdad estaba muriendo de curiosidad. Además, él
no iría a ninguna parte ahora. Ya no.

"Entonces dime."
Miró al testarudo omega, que yacía debajo de él, con una sonrisa que otros bien podrían llamar "amenazante". Arok
apenas y abrió los ojos cuando dijo:

"Lo que siento es complicado."

"¿Qué sientes?"

"¡No sé cómo explicarlo!"

"¿Quieres que te chupe de nuevo?"

Mientras buscaba a tientas el tobillo que se había escapado de sus manos, Arok lo detuvo rápidamente y dijo:

"¡Estoy hablando de verdad! No sé qué es lo que me pasa."

Aunque su expresión de "vergüenza" no era falsa en absoluto, todavía se preguntaba si podía ser cierto que alguien
como Arok no pudiera expresarse con él sobre algo que pensaba tenía que ser relativamente fácil. Es decir ¿Acaso todos
los libros que llenaban su biblioteca eran solo para decorar? Pensó que tenía mucho conocimiento en humanidades, que
era muy inteligente y que incluso dominaba la filosofía al derecho y al revés. Eso por supuesto, juzgando el hecho de que
cuando le entregó su tarea, la revisó meticulosamente y le dijo TODO en lo que había fallado durante casi tres horas. Fue
decepcionante porque ahora tenía que hablar sobre lo que soñaba, no de algo que viviera personalmente. Y por
supuesto que pensaba que era absurdo que dijera que no podía explicarlo cuando era sencillo. Finalmente decidió hacer
una "propuesta tranquila".

"Haz lo que puedas. Dime así, como lo sientas. Y yo haré lo posible por comprender."

"..."

Arok luchó un poco, pero luego asintió. Su rostro estaba un poco sonrojado pero de todas maneras lo miraba de una
manera realmente seria, nada juguetona ni sarcástica o enojada.

"Cuando te vi por primera vez en el jardín... Todo en el mundo excepto tú estaba borroso. No podía escuchar el canto de
los pájaros o el viento habitual, tampoco había más personas... Solo estabas tú y tus palabras resonando en mi cabeza.
Incluso si había otros hombres junto a mi, solo tú destacabas entre todos ellos. Aunque había perfume en mi cuerpo e
incluso aunque había flores a mi alrededor, el olor amargo de tu sudor se sintió más fuerte. Al cerrar los ojos solo pude
verte a ti y cuando extendí las manos solo pude tocarte. Sentí que mientras te tuviera, no importaba en absoluto si me
quedaba vacío o destrozado e incluso pensé que todo lo que me hiciste alguna vez ya había quedado perdonado. No
importaba lo doloroso y duro que fuera, en ese momento descubrí que no podía renunciar a la vida sin ti y pensé que
intentar alejarme haría que mi corazón explotara. Fue como si fueses tú la única razón por la que estoy aquí."

Klopp casi se derrumbó ante las palabras del Conde. A pesar de que fueron oraciones enumeradas sin retórica o ritmo,
sintió como si toda la luz del mundo se derramara de entre esos labios rosados y, una voz delgada y terriblemente
temblorosa, lejos de la que utilizaría para leer poesía, resonara más brillante que cualquier sonido celestial en el cielo.
No fue una exageración decir que incluso el rostro de Klopp se puso más caliente y al mismo tiempo, que ya no podía
evitar suspirar profundamente por él.
Que tonto.
No podía entender por qué le había dado tantas vueltas al asunto y de todas maneras, sintió que estaba a segundos de
morir derretido por lo perfecto que eso se había escuchado.

"¿Qué más?"

Intentó deliberadamente ocultar los latidos de un corazón que parecía a segundos de romperle el pecho. Arok tragó
saliva antes de seguir hablando:
"Quiero que me veas solo a mí, y quiero que me beses solo a mí. Ni siquiera puedo decir lo que sentí cuando te vi con
otra persona. Deseaba ser solamente tuyo y por eso comencé a hacer estupideces. Creo que, me volviste loco desde el
primer segundo."

El final de su confesión fue tan débil que casi no pudo escucharlo y de todas maneras se sintió como si...

Ah.

¿Qué se suponía que tenía que hacer con este hombre tan increíblemente lindo?

"... Estoy muy agradecido por tu elocuente confesión, Conde. No fue particularmente poético y estuvo lleno de retórica
cliché además de ser bastante vergonzoso pero, lo acepto. ¿Aunque decir "te amo" no hubiese sido más fácil para ti?
Suena más de tu estilo".

Fue bonito escuchar una confesión tan pura como si se tratara de un joven poeta enamorado por primera vez, sin
embargo no quería decirlo. Arok frunció el ceño y lo miró igual a si tratara de decir un montón de cosas más:

"El problema es... Que no quería decirlo porque no estoy seguro de que sea amor."

"¿Quién dice que no es?"

"Yo."

"Pues yo te veo enamorado hasta la cabeza."

"..."

Intentó decirlo de una manera bastante casual, pero Arok igual se sobresaltó con sus palabras, miró a Klopp y luego lo
golpeó dolorosamente en el pecho. El hombre frunció el ceño y gruñó: "¡Duele!" Pero ni siquiera eso pareció ser
suficiente:

"¡Es enserio! Estoy asustado ¡Estoy asustado todo el tiempo porque pienso que perdí la cabeza! Y, de todos modos..."

Después de recibir tres o cuatro golpes más, pronto lo abrazó para intentar hacer que dejara de moverse. Luego,
bloqueó la maldición con su boca y lo besó hasta que las palabrotas y las frases extrañas se detuvieron. Entonces,
después de un rato, finalmente se calmó lo suficiente como para terminar jadeando debajo de él. Arok señaló con un
dedo su cara:

"No entiendo que tengas que ser tú."

Klopp volvió a reírse:

"No sirve de nada pensar en eso ahora. Porque ya eres completamente mío..."

"¿... Qué tal si solo es mi karma?"

"Bueno ¿Qué tiene de malo que tu karma sea estar con un hombre tan perfecto como yo? "

"¡...!"

Arok, que debía estar realmente ofendido por lo que acababa de decir, empujó a Klopp con toda su fuerza y se dio la
vuelta de nuevo. Klopp solo había logrado abrazarlo contra su pecho mientras se reía y decía una y otra vez que "había
sido una broma." Y "que no podía ser tan tonto como para estar enojado por eso." Sin embargo, incluso después de eso
solo estuvo junto a él acariciando suavemente la parte posterior de su cabeza como para intentar convencerlo de verlo a
la cara.

"¿Así que ya no me vas a hablar?"

"No. Y nada de lo que digas va a hacer que cambie de idea".

Klopp se rió por segunda ocasión:

"¿Y si te dijera que te amo como un estúpido?"

Pareció una palabra inofensiva. Arok tenía toda la cara de haber escuchado las palabras más inesperadas del mundo.

"¿Si te dijera que te amo con mi vida, hablarías conmigo?"

Aún así, no hubo respuesta.

"Te amo, Arok. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo"

"Klopp..."

"Te amo."

Pero contrario a lo que pensó que iba a pasar, Arok de repente saltó de su asiento y se puso de pie. Klopp se sorprendió
al ver que el colchón se movía lo suficientemente brusco cómo para terminar incluso por caer al suelo.

"¡Arok!"

Klopp apartó las sábanas y se metió debajo del colchón para ayudarle a levantarse.

"¿Qué demonios fue...? ¿Estás bien?"

"No puedo respirar. ¡No puedo respirar! Necesito..."

Como si no pudiera escuchar su nombre, Arok no miró en su dirección ni una sola vez y se puso de pie incluso aunque
era evidente que sus piernas estaban terriblemente temblorosas. Luego comenzó a ponerse los pantalones y la camisa,
que había tirado en el suelo, y jadeó igual a si de verdad no pudiera meter el aire por su nariz de manera correcta. Puso
una pierna dentro de sus pantalones y luego la otra pero aunque había algo blanco fluyendo por el interior de sus
muslos, Klopp pudo notar que no tenía ni la más mínima intención de limpiarse cuando finalmente se cerró la cremallera
y buscó su abrigo. Metió botón por botón incluso aunque no era el agujero correcto y volvió a decir "¡No puedo
respirar!" Como si lo hubiesen encerrado en una caja bastante pequeñita. Klopp corrió para intentar detenerlo.

"Oye, Arok. Oye ¿A dónde demonios vas cuándo te ves asi? ¡Arok!"

Antes de que pudiera siquiera alcanzar la punta de sus dedos, Arok gritó: "¡Necesito salir de aquí!" Se movió
rápidamente, abrió la puerta y desapareció por el pasillo que iba rumbo a las escaleras. Su tez estaba pálida, no dejaba
de temblar y de respirar con mucha dificultad así que Klopp comenzó a sentir la sangre helada al pensar que iba a hacer
alguna estupidez. Se puso los pantalones rápidamente y salió corriendo sin darse cuenta de que no tenía zapatos. Y
mirando alrededor del largo pasillo, escuchó perfecto el sonido de unos pequeños pies corriendo en dirección a la
puerta de la entrada.

"¡Arok!"
Después de doblar una esquina, abrir una habitación y otra y buscar a su "prometido fugado", Klopp lo encontró al final
de la recepción, corriendo hacia el mayordomo que estaba a cargo de servir el té y los bocadillos a los invitados de la
fiesta. ¡El problema era que estaba tan sobresaltado que no le importó que la tetera estuviera caliente! Sin escuchar al
mayordomo decir: "Tenga cuidado, es agua hirviendo", arrebató una taza de la bandeja que sostenía la criada e
inmediatamente vertió agua en ella. Entonces, cuando vio que estaba a punto de beberlo todo de una vez, un asustado
Klopp corrió hacia él y le dio un manotazo. El mayordomo gritó:

"¡Tenga cuidado, señor!"

Al mismo tiempo en que el líquido caliente se derramaba sobre la mano de Klopp.

"¡Auch!"

Mientras gemía y se agarraba la muñeca con la otra mano, el mayordomo, que vio la escena, pareció tan asombrado que
no podía ni moverse. Luego, tras empapar una servilleta de tela con agua fría de otro vaso, envolvió con ella el dorso de
la mano de Klopp y mantuvo una presión bastante clara.

"Se enfriará rápidamente, señor. Tranquilo. No será una gran quemadura."

El mayordomo se aclaró la garganta, sorprendido al igual que lo estaba Klopp. Arok, mientras tanto, estaba de pie junto
a él como si estuviera teniendo un ataque cardíaco. Se veía dos tonos más blanco y tenía muchísimos problemas para
respirar. No parecía saber qué hacer o lo que había pasado.

"¿Estás bien, joven amo?"

"Ah, ah. Yo solo quería..."

"Es un ataque de pánico. Es un ataque así que..."

Los ojos llorosos del hombre se volvieron hacia Klopp. No sabía por qué, pero pensó que definitivamente necesitaba
arreglar ese horrible hábito de huir cada vez que tenía algún problema. Si dejaba pasar esto, algo así iba a volver a
suceder en el futuro y definitivamente no iba a permitirse perderlo. No cuando estar lejos de él era como ser golpeado
por un cuchillo invisible que le hacía vomitar sangre.

"Yo me haré cargo. Ven."

Sin decirle nada más al mayordomo y la criada, quienes ni siquiera pudieron reaccionar ante la repentina forma de
actuar de los dos, Klopp tomó la delantera y sujetó la muñeca de Arok entre sus dedos. Seguía diciendo que no podía
respirar y que necesitaba salir de la casa pero, cada vez que intentaba quitarse su mano de la muñeca, la apretaba lo
suficientemente fuerte como para comenzar a sentir que sus huesos crujían. El pequeño sonido de dolor se alojó en una
parte importante de su corazón pero, pensando que estaba haciendo lo correcto, lo contuvo tanto como pudo y siguió
arrastrándolo de vuelta al segundo piso.
No le prestó atención a si la tela que envolvía el dorso de su mano quemada se caía o no, agarró el pomo de la puerta,
tiró de él, que todavía estaba temblando, hacia el centro, y lo tiró sobre la cama con un rápido movimiento de su
cuerpo. Entonces y como si no estuviera cansado de hiperventilar, Arok se levantó de nuevo y trató de huir por segunda
vez. Klopp, que había cerrado la puerta con llave, inmediatamente corrió hacia él y lo oprimió con fuerza, pecho con
pecho, hasta que Arok se retorció como un hombre poseído y trató de gritar:

"¡No puedo respirar!"

Klopp tenía la ilusión de que el aire que soltaba le estaba quemando la cara.
"¡Vamos, Arok! Maldita sea" Finalmente, estalló un rugido."¡Dijiste que nunca te alejarías de mi lado! Grabé mi marca en
ti, me esforcé y te sujeté, te dije lo mucho que te amo y de todos modos, ¿¡Igual piensas que todo se soluciona
corriendo como un tonto!? ¿¡Qué diablos!? Lo voy a decir de nuevo: Eres mi omega y vas a embarazarte con mi hijo. Si
algo pasa, necesito que busques refugio en mi. Si te sientes mal, dímelo ¡Nunca te perdonaré si huyes de nuevo!"

Al verlo estremecerse, como paralizado por sus gritos, Klopp comenzó a sentirse bastante desesperado. No sabía qué
hacer para calmar sus ataques de pánico y, justo ahora que lo veía con tantas ganas de irse, pensó en lo bueno que sería
romperle las piernas. Después de todo, si no podía utilizarlas, entonces tampoco iba a poder escapar otra vez.

No sabía lo que estaba pensando o diciendo, tenía una ira incontrolable y un gran torbellino emocional, que estaba en
un nivel diferente al que tenía antes de la fiesta, le cubría el cuerpo de tal manera que sentía dolor en el corazón y
también en la parte baja de los pulmones.
Y es que cuando Arok tardó solo unos segundos en desaparecer en lugar de ir a su lado, Klopp se sintió increíblemente
terrible. ¡Como si hubiera caído al abismo más oscuro y tenebroso que hubiese visto jamás! El pasillo de mármol se
convirtió en una especie de lava caliente y sus piernas comenzaron a derretirse en una bruma que le hacía difícil tan
siquiera alcanzarlo. Sin embargo, Arok siempre había sido un pajarillo inquieto y tonto así que ¿De verdad había pensado
en romperle la pierna para tenerlo entre sus brazos? ¿En serio imaginó que sería mejor hacerle daño que dejarlo ir?
Klopp, un tanto curioso, agarró el tobillo del Conde y descubrió que hacerlo iba a ser mucho más fácil de lo que pensó en
un inicio. Era flaco y delicado así que, cuando su mano grande y musculosa le apretó el pie y lo retorció para la derecha,
Arok comenzó a agitar las piernas como una mariposa a punto de perder un ala e Inmediatamente escuchó un pequeño
"click". No obstante, Klopp se relajó mucho antes de poder ejercer presión.

El tobillo de Arok no parecía haberse roto nunca y si alguna vez lo hizo, habría sido cuando estaba aprendiendo a montar
a caballo cuando era joven. Mucho antes de que Klopp y él cruzaran palabras. Sin embargo, no podía entender por qué
le vino eso a la cabeza. Es decir, una imagen que le hizo pensar que ya le había hecho eso antes. Romperlo para que no
se fuera. Destrozarlo para que fuera suyo.

Una ilusión, claramente.

Klopp no era así y nunca en su vida hubiera pensado en romperle las piernas. Es solo que, ya que el omega con el que se
enlazó se comportaba de manera incomprensible, él se había visto tan afectado que comenzó a portarse como un
imbécil.

Klopp respiró hondo mientras intentaba alejar esos sentimientos que estaban distorsionados por el dolor de casi perder
a su pareja. Al mismo tiempo, soltó el tobillo de la persona que luchaba debajo de su cuerpo y acarició el lugar que
ahora tenía una huella roja. Sus dedos temblaban todo el tiempo y aunque su sentido del tacto no funcionaba
correctamente debido a la quemadura que había sufrido hace un segundo, igual hizo lo mejor que pude para acariciarlo
con todo el amor que tenía disponible para él. Dios. Fue un completo idiota. Sintió un disgusto extremo consigo mismo
por tratar de destruir algo tan bonito como lo era Arok y sin embargo, incluso aunque estaba tratando de corregir sus
errores, el hombre no podía hablar correctamente o hacer contacto visual por más de dos segundos enteros.

Klopp se asustó cuando lo escuchó decir que se sentía muy mal.

"¿Arok? Mi amor. Disculpame ¿Sí? ¿Puedes...? ¿Puedes decirme qué está pasando? ¿Qué sientes ahora mismo? ¿Hay
algo que duele? ¿Qué está mal?"

Pero por mucho que lo llamara, nunca respondió. Solo miraba a lo lejos.

Estaba escondiendo algo, pero Arok nunca dijo qué era. Hubo momentos en que tenía una silueta tan sensible que le
hacía pensar que desaparecería como burbujas si lo tocaba más de lo absolutamente necesario y la mayor parte del
tiempo, actuaba igual a una persona que tenía miedo de sufrir. Sin embargo, mirarlo mientras huía de la mansión,
habiendo tenido un ataque por primera vez y que en lugar de buscar su apoyo solo se apartara, le hizo tener ganas de
llorar. Literalmente, como un niño pequeño, quería llorar y gritar: "¿Qué te pasa?" Hasta que se lo dijera. El hecho de
que no fuera útil a pesar de que estaba a su lado se convirtió en una espada enorme que presionó la espalda de Klopp.

Pero no podía llorar frente a su Omega. No cuando estaba así. Eso sería suficiente para sobresaltarlo todavía más ahora
que no estaba en sus cinco sentidos.

Apenas y pudo tragar los sollozos, se limpió las lágrimas y luego Klopp sonrió con todas sus fuerzas y susurró muy
dulcemente: "Estás bien, cariño. Todo está bien. Estoy contigo ¿No es verdad? No tengas miedo de nada porque te
prometo que nadie va a lastimarte. Nadie va a hacerte daño".

Le susurró algo muy dulce a pesar de que hace un momento había pensado en romper su pierna. Además, sabía muy
bien que era una mentira. Aunque fuera su Alfa, Klopp no podía darle a Arok protección ilimitada para que nunca fuera
infeliz e incluso ahora, a horas de hacerse una pareja formal, solo había atinado a renovar un ligero consuelo y repetir
frases que cualquiera podría decir.

Arok jadeó, como un hombre ahogándose en un pantano profundo, y apenas dijo una palabra:

"Tengo miedo. ¡No quiero dormir otra vez! No quiero dormir de nuevo."

Klopp dejó escapar un suspiro tembloroso mientras agradecía a Dios desde el fondo de su corazón por escucharlo
hablar. No podía entender del todo lo que decía pero de alguna manera le había transmitido algo.

"¿Por qué no quieres dormir, amor? Te protegeré, no te preocupes."

Incluso si hablaba con amabilidad, Arok jadeó y gimió antes de susurrar lo suficientemente bajo como para ser
escuchado solo por el oído de Klopp, que estaba cerca de él.

"Cuando me desperté la última vez, umm, descubrí que estaba en este hermoso sueño . Ya no me dolía nada y no sentía
hambre o miedo y estabas tratándome cómo si de verdad te importara lo que pasara conmigo. Así que, si me duermo
aquí, el sueño va a terminar y voy a estar de nuevo en la realidad. Yo sé que esto no existe y que estoy en la cabaña, en
una cama dura, estoy muriendo y este es solo el sueño que tengo antes de irme. Pero no quiero. No quiero volver. ¡No
quiero estar en ese mundo! Me duele mucho. El vientre y la cabeza y estoy sangrando. Mi bebé no está conmigo y no
puedo soportarlo más."

No pudo entender lo que estaba diciendo en absoluto, pero Arok, que estaba llorando, pareció como si pudiera dejar de
respirar en cualquier momento. Klopp no tuvo más remedio que aferrarse a él de tal manera que se sintió como si
fueran a convertirse en uno. De lo contrario, como una muñeca de porcelana recién ensamblada, ese hombre frente a él
se caería a trozos.

"Cálmate, amor. Es solo un ataque de pánico ¿De acuerdo? Estábamos hablando de cosas extrañas, estabas muy
sensible... Esto no es un sueño, Arok. No estás dormido. Estamos en el mundo real".

"Es un sueño."

"¿Por qué no me crees?"

"Porque me di cuenta hace un momento. Ah, hasta hace un segundo pensé que esta era una especie de segunda
oportunidad divina pero entonces... Entonces tú dijiste que me amabas. Tú nunca dirías eso. ¡Pensé que era otra vida
pero resulta que es solo un sueño que me inventé para no sentir tanto dolor mientras me estoy muriendo!"

"¿Qué estás diciendo, tonto?"


Klopp tuvo que experimentar una terrible sensación de desesperación al no poder transmitir su sinceridad en absoluto.
No importaba cuántas veces le dijera que lo amaba, que estaba enlazado, que no podía vivir sin él o que lo amaba más
que a nada en el mundo, Arok solo decía que era mentira. Y pronto, exhausto, empezó a cerrar los ojos. Dijo que no
quería dormir, pero se frotó los ojos y luego, con una voz temblorosa, le rogó a Klopp:

"No quiero dormir. En este sueño, eres muy dulce y eres completamente mío. Pero cuando se acabe..."

"..."

"Por favor, cualquier cosa está bien, dame algo para que siga despierto. Entonces... Voy a poder mantenerte conmigo un
poco más."

El débil susurro fue tan lamentable que Klopp realmente quería traerle una taza de café tan fuerte como para
despertarlo al instante. Pero estaba claro que Arok estaba confundido y que eso mismo le había hecho mezclar cosas y
perder la cabeza. Era normal. De repente se convirtió en un omega, se enlazó con alguien como él, habían tenido sexo
en su celo, posiblemente había logrado dejarlo embarazado y eso a su vez le provocó este pánico. Su razón estaba
paralizada por la fiebre del momento. Nada que no se arreglara llamando al médico temprano en la mañana.

"Incluso si te duermes, mi amor, abrirás los ojos solo para darte cuenta de que estoy a tu lado. Nada va a cambiar. No te
preocupes."

Arok estaba muy cansado así que sabía que iba a dormir mucho. Klopp inmediatamente acercó su cabeza contra la suya
para transmitirle su calor:

"¿Podrías decir que me amas? Solo una vez antes de dormir."

Klopp se aclaró la garganta y susurró, levantando la cabeza:

"Te amo. Te amo, Arok. Te amo muchísimo..."

Mientras se quedaba dormido y ya cerrando los ojos, dijo con una leve sonrisa: "Te amo también. Desde que te
conocí..."

Era como una despedida, como si se hubiera muerto. Tanto que Klopp se quedó sin habla, con lágrimas corriendo por
todo su rostro.

"También te amo desde que te conocí..."

Aunque claramente estaba respirando con regularidad y su corazón latía saludablemente, le invadió un miedo extremo
de no volver a ver esos ojos azules otra vez así que abrazó su débil cuerpo contra el suyo y lo besó varias veces durante
toda la noche.

Nunca dejó de decir que lo amaba.

Chapter 64: Lo amargo con lo dulce


Chapter Text
Y al día siguiente, Arok se quedó dormido todo el día. Tanto que se despertó hasta muy entrada la noche. Klopp todavía
lo sujetaba como para evitar que se fuera volando con el aire y ni siquiera había podido dormir un minuto debido al
miedo que tenía de que algo malo pasara con él. No obstante, al ver a Arok despertando, bostezando y moviendo las
piernas, él mismo giró en la cama, se acomodó en frente suyo y llamó al hombre en voz alta diciendo:

"Arok."
"¿Klopp?"

No había miedo o dolor en su voz.

Y profundamente aliviado, Klopp saludó con una sonrisa.

"Hola, cariño. Creo que desafortunadamente todavía estás en ese sueño tuyo tan raro."

Arok parpadeó y frunció el ceño, tal vez porque acababa de despertarse bien y no tenía ni idea de lo que se supone que
estaba intentando decir.

"¿Por qué?"

"Todavia te amo como un loco."

Lo miró como si no supiera de qué estaba hablando, luego sonrió brillantemente. Por fortuna, parecía estar estable y
bien así que Klopp besó sus labios, que estaban acomodados en una bonita curva, y luego incluso mordió debajo de su
barbilla.

"¿Acaso estoy recibiendo una confesión de amor? ¿Estás intentando ser romántico?"

"Exacto."

"¿Por qué?"

No había rastro de sorpresa en su sonrisa traviesa ¿Acaso eso significaba que no recordaba nada de lo que pasó en la
noche? Bueno, eso era mejor que enfrentarlo de nuevo. Klopp abrazó a Arok un momento, besó su cabeza, su mejilla y
luego se levantó otra vez. Quería llevarlo a lavar su cuerpo, que se había fatigado con las lágrimas y el sudor de la noche
pasada pero, cuando intentó tomarle de la mano, el asiento se reclinó y Arok dejó escapar un gemido de dolor que le
ocasionó ponerse de lado. Luego pareció avergonzado cuando dijo:

"Estoy bastante cansado."

"Por supuesto. Porque trabajaste duro toda la noche".

"... El sexo fue largo, pero estoy seguro de que no fue toda la noche. ¿Seguramente no hiciste algo desvergonzado como
tocarme mientras estaba dormido, verdad?"

Como si intentara adivinar el motivo del dolor en su cuerpo, Arok miró a Klopp por unos momentos antes de levantar
una sola de sus cejas ¿Cómo se le ocurría pensar en algo así después de todos los problemas que le hizo pasar en la
noche? Sin embargo, temiendo que tuviera otro ataque de pánico, solo se quejó por dentro y mostró una sonrisa
amable por fuera. Porque a partir de ahora, tenía que ser muy cuidadoso para no hacer que estuviera inestable.

Klopp suspiró cuando el Omega se tocó el estómago:

"¿Puedo beber té negro ahora sí?"

"No. En caso de que tú estés..."

"Bien. Entiendo eso." Luego, con una sonrisa firme dijo: "Entonces, de ahora en adelante no comeré nada a menos que
tú me lo des".
Después de decir eso, Klopp, quien fue derrotado por la condición desfavorable de ser quien cocinara de ahora en
adelante, finalmente soltó la cuerda que acababa de agarrar para hacer sonar la campana que avisaba al mayordomo,
sonrió de nuevo, y salió de la habitación sin perder los estribos con Arok, quien parecía estarse divirtiendo mucho con la
situación.

"¿... Dónde maldita sea queda la cocina?"

Después de trabajar duro para hacer su propia sopa de verduras, Arok tomó un par de tragos y dejó la cuchara con una
expresión que gritaba que estaba verdaderamente asquerosa. Es decir, incluso aunque era un aristócrata que estaba
estrictamente entrenado en la etiqueta de la comida, pasó la sopa por su garganta como si estuviera tragando veneno
puro. Resentido, Klopp extendió su mano vendada:

"Es que no lo has mezclado bien."

"... Ah, entonces lo que acabo de masticar es la carne de tu dedo y no pollo."

Con una expresión que parecía ser la de alguien que iba a vomitar en cualquier momento, Arok revolvió la sopa restante
con una cuchara.

"¿Pensaste que necesitaba hierro y por eso me alimentaste con sangre?"

"... Hay una investigación que dice que la sangre es buena para reponer la deficiencia de hierro. Es bueno para el
embarazo."

"Ajá. La verdad es que lo dije porque pensé que eras bueno cocinando. Esto sabe peligroso."

"Pues en realidad no sé cocinar. Nada. Ni un huevo. Pero no puedes negar que lo intenté con ganas."

Arok miró a Klopp con una sonrisa y apartó el cuenco.

"... También en esto eres diferente de la otra vida."

Klopp, que no lo escuchó bien, dijo: "¿Qué?", pero Arok contestó: "Es algo mío". y no volvió a decir nada más sobre eso
otra vez. La sensación de saber que le ocultaba algo le generaba ansiedad y nerviosismo, pero él estaba decidido a no
provocarlo de nuevo después de lo que acababa de pasar, por lo que no discutió.

La sopa de papas y verduras, hecha literalmente a base de sacrificio, fue directamente a la basura, y Arok terminó por
borrar la frase "Comeré solo lo que tú me des" de la lista. En su lugar, tuvo pan y sopa hecha por el chef, algunas fr utas y
verduras, platos de carne bien cocidos e incluso helado de postre. Luego, se fue a dormir otra vez porque todavía no
estaba lo suficientemente bien como para estar activo más tiempo. El hombre tenía un gran apetito, igual a una persona
que anhelaba comer. Y no lo había notado antes, pero siempre que comía a solas con Klopp, recogía con los dedos todo
lo que caía sobre la mesa y se lo llevaba a la boca de inmediato para que nada se desperdiciara. ¡Que sorpresa fue
cuando lo vio por primera vez! Era muy glotón y se metía cualquier cosa que fuera comestible. Sin embargo, de verdad
odiaba las pasas por lo que, si accidentalmente veia una fruta seca similar a ellas, inmediatamente la escupía y la tiraba a
la basura. ¡Aunque no sabía que diablos tenían de malo las pasas!

Ahora que era un hecho que había logrado embarazarle, por supuesto que tenía que comer mucho, y en realidad era
lindo por lo que solo lo dejaba divertirse.

Quería que tuviera algo para desayunar tan pronto como volviera a abrir los ojos así que solo preparó algunas galletas,
gelatina y jugo, y lo colocó todo en la mesita de noche que estaba cerca a su cama. Entonces, después de besar la frente
y los labios de Arok, quien aún dormía bastante plácidamente, Klopp apagó todas las luces de la habitación y tomó solo
una lámpara muy pequeña que ocupó para sentarse en la mesa de junto a la ventana. La verdad es que quería quedarse
con Arok durante las siguientes semanas pero eso no quitaba que tuviera responsabilidades. Sobre todo, ahora que los
dos iban a estar juntos, estaba completamente convencido en prepararse para ello tan bien como le fuera posible. Si no
podían hacer un voto de matrimonio formal, entonces iba a quitar todas las restricciones legales posibles para poder
decir al menos que era su amante sin sentir que podían lincharlo por eso.

De vez en cuando espiaba a "la bella durmiente" mientras redactaba sus ensayos y sus contratos y aunque trató de
concentrarse en su trabajo tanto como pudiera, solo estar en la misma habitación que él se sentía tan "ceremonial" que
no podía dejar de sonreír como un estúpido.

El dedo que sacrificó por Arok gritó de dolor cuando hizo presión contra la hoja, pero igual se rió. Después de todo, era
una noche tranquila y pacífica en la que estaba solo él, su prometido, y el sonido de un bolígrafo que no dejaba de crujir.

Chapter 65: Un pequeño sol que despeja las nubes oscuras


Chapter Text
El período de celo, lleno de acontecimientos inesperados, finalmente pasó. Y convencido de que Arok estaba
embarazado con su niño, Klopp entró de inmediato en un periodo en el que deseaba establecerse dentro de la mansión
tan pronto como fuera posible. Algo natural si se pensaba con cuidado: Ningún Alfa en la historia de los Alfa podría dejar
solo a su Omega, enlazado y embarazado, a kilómetros de distancia y sin ser vigilado. Y ya que la mansión del Conde
estaba repleta de habitaciones sin usar, pensó que no habría ningún inconveniente en usarla de inmediato. Pan comido.
En cambio, algunos sirvientes, que todavía no llegaban a comprender la situación, fueron con el mayordomo y
comenzaron a quejarse de tener como nuevo huésped a un Alfa tan increíblemente odioso como lo era ese abogado.
Nadie ponía objeciones a las frecuentes visitas de Klopp a la habitación de Arok, ni a que compartieran la cama, pero de
eso a que se casara con su amo se sentía como una exageración.

Martha se sorprendió al escuchar que el omega traído por su señor resultó ser un Conde tan increíblemente importante.

"¿De verdad es un Omega?"

Klopp asintió:

"Sí. Pero que sea un omega solo es algo conocido por los sirvientes contratados directamente por Arok así que, por
favor, no vayas a decir ni una sola palabra sobre eso."

"No, ¿De qué sirve mantener la boca cerrada ahora? Si está embarazado, se le va a notar."

"Ese es un problema menor. Por ahora, quiero que lo cuides. No hay mucha gente en quien pueda confiar y necesito que
esté lo más cómodo y seguro posible."

"Entonces, ¿Soy la ama de llaves del Conde ahora?"

"Um... Bueno, el conde tiene a su propio mayordomo. Es solo que es un hombre Alfa y me gustaría que su embarazo sea
tratado por una Omega como tú. Más cuando me encuentre fuera por trabajo y en particular porque Arok es un caso
poco común de cambio de "género"."

Mientras viajaban en el carruaje, Klopp tomó la mano de Marta y le dijo que "de verdad confiaba mucho en ella." Tanto
y tan seriamente que se tapó la boca con los dedos y se rió.

"¡Entonces no te preocupes, amo! Siempre fue mi sueño servir a un hombre tan encantador como él. Es hermoso,
inteligente y tiene un estatus muy alto. ¡Es emocionante! ¿Qué tan bonito será su bebé? Seguro será una cosita linda."

"Bueno, Arok a menudo tiene ataques de pánico. Es muy sensible y llora fácil. Ten cuidado con eso. Come todo muy
bien, pero nunca pasas. Tampoco come frutas secas que se vean o sepan igual. ¡Ni se las enseñes! Le gusta leer libros y
tiene un conocimiento profundo de la música y el arte. Siento que su autoestima es muy fuerte y además es
increíblemente autosuficiente. Deja que él tome sus propias desiciones. Además, es muy lindo. Nunca es grosero con
nadie así que estoy seguro de que te va a tratar bien."

Marta asintió. Sin embargo, el problema no era ella.

Cuando dijo que quería vivir con él de ahora en adelante, Arok contestó:

"Estoy de acuerdo. Puedes utilizar la habitación de al lado. Hablaré con Hugo para que te la preparé tan pronto como
sea posible."

"... Entonces ¿No vamos a estar en la misma habitación? ¿Por qué?"

Arok, que estaba bebiendo un enorme vaso de jugo de naranja, se sonrojó un poco:

"Es una tradición de mi familia. Todos los nobles hacen eso de separarse".

"Realmente no me gusta la idea".

"Pero ya que vamos a dormir juntos por la noche de todos modos, en realidad no importa si tenemos habitaciones
separadas durante el día".

"¿Vamos a dormir juntos?"

Mientras Klopp se ponía el chaleco y la corbata, sus ojos se encontraron con el reflejo de Arok en el espejo de cuerpo
completo. Asintió con la cabeza:

"Puedes venir a mi habitación en cualquier momento, así que hazlo. Después de todo, estamos enlazados ¿No es
verdad?"

Y de esta manera, Arok rompió la antigua tradición de su casa. Hizo trampa fingiendo ser un alfa, se enlazó con alguien
que no era de la nobleza y ahora estaba embarazado de un bebé que legalmente no era diferente de un "niño ilegítimo."
Sin embargo, la forma en la que hablaba con él, con los hombros relajados y la cara bien decidida, fue tan linda que no
pudo discutir con él sobre nada más. En cambio, preguntó, dejando un breve beso en sus labios:

"Entonces es un hecho. Tengo que ordenar mi casa y ya. Pero, Marta..."

"¿Marta?"

"Iba a preguntarte de todos modos. No tienes un omega experimentado que te ayude durante el embarazo. Quiero
decir, no hay una ama de llaves que sea mujer en la mansión así que ¿Puedo traerla conmigo? La verdad es que no
quiero dejarla."

"..."

Arok se quedó en silencio por un momento. Miró a Klopp y le preguntó:

"Yo... No lo sé. ¿Te gustaría que ella estuviera aquí?"

"Sí. No quiero causar molestias pero, la conozco desde hace mucho tiempo. Es meticulosa, ordenada y muy trabajadora.
Para ser honesto, nadie en esta mansión me quiere. A todos, todos aquí les caigo mal y sé que cada minuto quieren que
me muera. Estaría más en casa si ella está conmigo pero, haré lo que me pidas."
No tenía intención de forzarlo. Separarse de Marta sería un poco decepcionante, pero Arok era mucho más importante
que eso. Sin embargo, el conde pronto estuvo de acuerdo.

"... Bueno. Como dijiste, no hay ama de llaves en la mansión y, si de verdad estoy embarazado ya, entonces
necesitaremos una niñera para cuidar al bebé. Seguro que será de mucha ayuda pero... ¿Puedes decirle que no se meta
mucho? No quiero que regañe a mi hijo, o me diga qué darle de comer o como vestirlo y sobre todo tampoco quiero que
me diga qué hacer en el embarazo. Cuando habla me siento intimidado. Me parece muy... Enojona."

Klopp se sentó en la cama y miró a Arok, que vestía solo un camisón de seda, con curiosidad:

"¿Por qué dices eso? ¿Escuchaste a Marta regañarme? ¿Cuándo viniste a mi casa antes, te gritó? Porque puedo..."

"No, solo se ve así".

"... Claro. Aún así, cuando comience todo lo del embarazo, entiendo que es un proceso solamente tuyo. Aunque Marta
está muy emocionada por el hombre rubio de ojos azules y el bebé que saldrá de él, a fin de cuentas ella es la niñera y
nosotros los padres. Sobre todo, tú eres la madre. Se hace lo que digas así que lógicamente no se va a meter en nada."

Mientras decía eso, manteniendo su mano cuidadosamente colocada sobre la suya, Arok asintió como si se hubiera
dado cuenta recién de que tenía toda la razón en decir que era "su proceso".

Y después de besar su cabello rubio, que fluía de una manera bastante bonita para abajo, dijo que "se le estaba
haciendo tarde" y buscó sus papeles y su maletín tan rápidamente que hasta fue gracioso. Tenía una cita con el ministro
de finanzas y una junta para decidir su posición en el congreso así que, en definitiva, no quería dar una mala impresión
ante ellos cuando este podía ser el paso definitivo a su futuro. Se aseguró de que no hubiera problemas con su ropa o su
peinado y luego de beber una enorme taza de café, estaba a punto de irse cuando Arok lo llamó de nuevo:

"Oh, ¿Ya le dijiste a Hugo?"

"Te lo dejo a ti".

"¿Estás seguro?"

"Hugo te entiende, estoy seguro de que podrás manejarlo."

Luego Klopp salió corriendo, incluso sin escuchar la llamada de Arok por detrás.

Ahora era de noche. Fue a casa, le explicó la situación a Marta y le dijo que empacara todas las cosas que necesitarían
para vivir en un nuevo lugar. Pero mientras se dirigían juntos a la mansión, el asiento en el que estaban sentados
comenzó a sentirse bastante incómodo.

"Marta, Hay otras personas además de Arok con las que tienes que tener cuidado."

Marta, todavía emocionada, parpadeó un segundo y preguntó en una voz un poco más alta: "¿Con quién?"

"Hugo. Un mayordomo aterrador que ha estado sirviendo en la mansión durante 30 años. Parece que nació trabajando.
Me pone los pelos de punta."

"Muy mal. Si es así, para él tú eres ese tipo malo que se metió con su precioso amo."

Marta era ingeniosa. Tal vez ella comprendía bien sus sentimientos.
"No te preocupes, todo estará bien. Después de todo, el conde es el futuro esposo del amo y sé lo que tengo y no tengo
que hacer a su alrededor. Deja de preocuparte por cosas tan inútiles ¿De acuerdo? Solo, confía en mí."

Y cuando Martha dijo eso, Klopp de alguna manera se sintió aliviado. Después de todo, la única persona en la que podía
confiar era precisamente ella.

"Muchas gracias, Marta."

Tan pronto como bajaron del carruaje, la puerta de la mansión se abrió y ese DEMONIO en persona, un mayordomo con
una expresión de hierro, salió a recibirlos como era una costumbre en él. Frunció un poco las cejas y torció las comisuras
de los labios cuando vio a Marta siguiendo tan de cerca a Klopp, pero, en realidad no dijo mucho. Pareció que Arok se las
había arreglado para mantener las cosas tranquilas entre todos en la casa y eso fue más que obvio cuando los lacayos
llevaron el equipaje de los dos al interior de una manera bastante amable y pulcra.

Martha susurró, mientras seguía al mayordomo que tomaba la delantera:

"Si parece muy estricto."

"Así que Marta, asegúrate de sobrevivir."

"Haré mi mayor esfuerzo."

El mayordomo se aclaró la garganta, aparentemente después de haber escuchado sus susurros.

Los dos pronto fueron separados y conducidos a otra parte de la mansión: Martha siguió a la criada principal, que la guió
por el lujoso pasillo de pisos de mármol, y el mayordomo, Hugo, condujo a Klopp a una habitación muuuuuuuy alejada
de la recámara del Conde.

"¿Qué es esto? ¡Quiero la habitación de enfrente!"

"Durante generaciones las cosas se han hecho así. Las mujeres nobles permanecen alejadas de los hombres."

Pensó que una tormenta de hielo estaba soplando de la boca del mayordomo.

"No soy una mujer noble."

"Por supuesto. Sería absurdo atreverse a llamar al señor Bendyke, que es tan imbécil como una piedra y cuyo
comportamiento es tan malo como una rata de alcantarilla, mujer noble ."

"..."

"Pero ya que eres un donante de esperma para lograr que mi niño tenga a su niño, entonces voy a tratarte como una. El
Conde usa el dormitorio exclusivamente para los Condes y Bendike el de invitados."

Klopp, que había quedado atrapado en la tormenta de su odio, dijo:

"No creo que a Arok le guste que me trates así."

"... Desde esta habitación se puede ver la rosaleda que amaba el difunto padre del Conde. Contemplar el jardín puede
servir para purificar tu fea mente."

Estaba muy familiarizado con el jardín fuera de la ventana, donde la luz brillaba incluso siendo de noche. Era similar a la
habitación que había utilizado cuando llegó a la mansión como invitado por primera vez, pero, era evidente que este
lugar tenía una vista muchísimo mejor. Después de todo, habían colocado un sillón junto a la ventana, una mesa, un
escritorio, y muchas cosas más que tenía en su viejo despacho.

Y mientras se paraba junto al balcón y miraba el jardín en silencio, el mayordomo desapareció y cerró la puerta dando
un fuerte golpe que le hizo comenzar a tener miedo. Como era de esperar, todavía faltaban millones de años luz para
poder derrotar al viejo. Klopp se llevó un dedo a la frente y se golpeó, dijo que era "un imbécil" y finalmente se sentó en
el sillón.

"Ver el jardín para purificar mi mente..."

Fue divertido pero, de alguna manera ver la rosaleda realmente le hizo sentir bien.

Chapter 66: Un pequeño sol que despeja las nubes oscuras


Chapter Text
Un hombre de pelo canoso estaba sentado en un sillón, en una habitación infinitamente oscura.

Su mirada, inmóvil, como un animal disecado, estaba fija en el jardín fuera de la ventana, y así estuvo mientras el
amanecer envolvía todo con una luz anaranjada. También hizo lo mismo cuando el sol se puso a la distancia y cuando los
rayos púrpura dieron paso a un cielo completamente oscuro.

Fueron 6, 7, 14 horas, y todo lo que podía ver con sus ojos vacíos, era el jardín, y la vieja cabaña que se alzaba como una
monstruosidad encima de una colina llena de flores. Desde el día de primavera en que se derritió la nieve, pasando por
el fresco comienzo del verano, el solitario otoño, y hasta que llegó la nevada noche de invierno, el hombre no pudo
levantarse de la silla ni una sola vez.

Klopp tenía mucha curiosidad por saber quién era.

Luego, el hombre movió los pies hacia un lado, se sostuvo del barandal de la terraza y, justo antes de que se inclinara
para adelante y se dejara caer, con una sombra oscura arrastrándose por todo su cuerpo...

Descubrió que ese anciano era él.

Chapter 67: Un pequeño sol que despeja las nubes oscuras


Chapter Text
Abrió los ojos de golpe.

No, en realidad no podía ni decir si estaban abiertos o cerrados así que, después de frotarse los párpados una y otra vez,
encontró que se había dormido en el sillón y que, frente a él, estaba una criada apagando todas las linternas en el jardín
de rosas utilizando una especie de palangana.

"Ah..."

Esta era la vida real. Pero después de mucho tiempo, tuvo otra de esas malditas pesadillas que le ponían los pelos de
punta y la verdad es que le había dado el miedo suficiente como para pensar en NO quedarse a dormir allí NUNCA
JAMÁS en lo que quedaba de su maldita existencia.

Se dio la vuelta en el sillón y comenzó a buscar sus cosas a tientas, luego saltó fuera del dormitorio, aliviado de
encontrar luz en el pasillo, y fue directamente a la recámara de Arok prometiendo no volver a poner un pie en esa
espeluznante habitación ni aunque lo llevaran a rastras o le prometieran puntos extras en su entrenamiento pre-
matrimonal. Marta había estado ocupada en aprender todo sobre el trato que tenía que mostrar frente al Conde y el
mayordomo no tenía tiempo de preocuparse por él porque estaba organizando a su personal. ¡A nadie le importaría si
se cambiaba de cama a las tres de la mañana!
Sin embargo, ni siquiera estando con Arok había logrado dormir.

Para que su niño, que estaba próximo a nacer, estuviera a salvo, se dedicó a buscar leyes que le ayudaran a tener "la
suerte de su lado" en un mundo gobernado por reglas increíblemente conservadoras y de todas maneras, como era de
esperar, se encontró con el problema de qué tenía que volver a registrar a Arok en la corte suprema como un Omega. Y
debido a la ley de herencia de bienes, había un alto riesgo de que sus activos se cortaran a la mitad y también, una
posibilidad impresionante de involucrarse en una demanda obsequiada por sus familiares sobre la redistribución de la
herencia. Incluso si sus tíos y primos no estuvieran interesados en su propiedad, como argumentó Arok la última vez, la
sucesión de su título en sí podría estar en juego. Las leyes del país permitían que un omega pudiera ganar tan bien como
el resto de la población, pero la arraigada tradición aristocrática era tan diferente que seguramente terminarían
envueltos en un escándalo de tallas monumentales.

Y después de pensarlo, decidió posponer el matrimonio legal indefinidamente. No obstante, como burócrata económico,
su carrera iba viento en popa, por lo que un día tendría el poder suficiente como para hacer sus propias leyes. Y en ese
momento, sin importar quién se interpusiera en su camino, cambiaría el apellido de Arok a Bendike en un abrir y cerrar
de ojos.

"¿No hay manera entonces?"

"Solo tirar todo por la borda y hacer algo como escapar y vivir de amor".

"Vaya."

Después de explicar eso, Arok pareció inesperadamente decepcionado. Por supuesto, le alegraba no ser el único que
estaba tan impaciente.

Los dedos del Conde, que sostenían los gruesos papeles que le tendía Klopp, ya tenían un anillo de oro, bastante grueso,
engastado con una piedra de lapislázuli que brillaba tan hermosamente cómo también lo hacía su cabello bajo el sol. La
mirada de Klopp estaba en eso mientras Arok leía el extenso contrato que reemplazaba un romántico voto matrimonial.
Quería hacer una propuesta entre lágrimas y vino, en un lugar realmente bonito, donde solo estuvieran ellos dos y una
enorme cama llena de rosas. Por supuesto, las modestas esperanzas que tenía de hacer eso se hicieron añicos hace
muchísimo tiempo ya y, ahora, solo tenían un pedazo de contrato vacío para hacerles compañía.

El día después de que terminó su celo, tan pronto como recobró el sentido y no hubo más ataques de pánico, Arok
empujó al Alfa, que lo abrazaba contra la cama, y luego rebuscó en su chaqueta para encontrar el anillo del que tanto le
había hablado la tarde anterior. Y mientras Klopp, que se había caído de la cama mientras dormía, protestaba: "¡Auch!",
Arok se lo metió rápidamente en el dedo anular y lo tomó como algo que era completa y totalmente suyo. ¿Qué podía
decir? De verdad no tuvo tiempo de detenerlo. Después de darse cuenta tardíamente de la situación, saltó y preguntó
por qué estaba tocando la propiedad de otra persona sin preguntarle primero. Arok lo miró con ojos fríos y dijo:

"¿Propiedad de otra persona? ¿No me ibas a dar esto de todos modos? ¿O es que hay otro hombre para ti?"

Y lógicamente, lo dejó con la boca cerrada del miedo.

"Es cierto que te lo daré, pero quiero hacerlo yo."

Arok dijo que NO así que incluso si le pedía que se lo quitara, nunca separó los dedos otra vez después de eso. Y lo que
le siguió fue un tanto curioso: Lo tenía encima al bañarse, al comer, al salir e incluso mientras dormía. Y aunque estaba
feliz de ver que no se lo había quitado ni por un solo momento, al mismo tiempo no pudo evitar estar triste por lo
sencillo que fue. Es decir, sin luces o espectáculo.

"Aquí dice que tienes la patria potestad de mi hijo ¿Eso qué significa?"
"Que puedo ejercer mi autoridad en caso de emergencia. He enumerado todos los que se me ocurren. Aquí está."

Era un contrato muy detallado. Partiendo de la premisa de que una vez firmado, se pertenecían el uno al otro hasta la
muerte, se dejó especialmente claro que Klopp tenía la patria potestad completa sobre los hijos de Arok. Sin embargo, el
conde, quien lo leyó correctamente, incluso sin que se lo pidiera con anticipación, lo firmó sin poner resistencia. Fue tan
fácil que hasta se sintió un tanto extraño por eso.

"Hay dos líneas más, así que firma aquí y aquí".

Sin contestar, Arok firmó justo como se le indicaba y luego, le pasó la pluma estilográfica a Klopp para que también
completara las tres firmas de manera correcta. Iba a poner un contrato en la caja fuerte de Arok, otro en la de su oficina
y otro más en el escritorio del notario público.

Mientras revisaba los papeles, Klopp le sonrió a su Omega, quien ahora era suyo con todas las de la ley:

"Ambos estamos registrados como Alfas así que no podemos casarnos. Sin embargo, podemos tener una ceremonia
sencilla si quieres. Eso sí, sin superar el límite de gastos que puse en el apartado dos. De ahora en adelante, tienes que
cuidar bien tu capital. ¡Nada de gastos innecesarios! Es más importante tener dinero para darle de comer al niño que
dinero para lujos que no tienen razón de ser."

Arok, que tenía una expresión de desaprobación en su rostro por las palabras que siguieron, se quejó:

"Ahora entiendo. ¡Por eso nuestro hijo tenía esa ropa tan fea! Los trajes para un niño de seis años son caros ¿Sabes? ¿De
dónde sacaste ese entonces? ¿De la basura?"

"... ¿Qué se supone qué estás diciendo ahora?"

Arok resopló otra vez:

"¡Eres un avaro! Cuando lo vi en el jardín, el niño tenía la tela de las rodillas completamente destrozadas ¿¡Qué clase de
tontería estás diciendo sobre no gastar dinero en ropa cuando usar un traje, hecho por un sastre de primera, es tan
importante como comer!?"

"¿¡Cuál maldito niño!?"

"Déjame, te odio."

Arok salió de la habitación.

¿¡Y por qué demonios había hecho eso!?

"¡¡¡Nunca he estado con un niño en toda mi vida, Arok!!! ¿¡¡Con quién de tus ex novios me estás...!!? No, espera.
Respira Klopp. Respira."

No importaba cuánto lo intentara, nunca podía entender al hombre. Incluso tuvo el deseo de contratar a alguien que
interpretara las palabras de Arok al coreano tradicional porque ¿Cómo es que las palabras de un omega, que no tenía
hijos propios, de pronto se sentían tan difíciles de descifrar cómo la escritura cuneiforme recién descubierta de una
civilización antigua? Klopp negó con la cabeza, contó hasta diez, y se puso de pie. Lo entendiera o no, su Omega, de
quien ahora ya sabía que estaba embarazado, se sentía enojado por lo que había dicho y él tenía toda la responsabilidad
de ser su completo esclavo durante los próximos nueve meses.

Sin quejarse.
Chapter 68: Un pequeño sol que despeja las nubes oscuras
Chapter Text
"Buenos días. Hoy preparé salmón ahumado con una salsa de hierbas, sopa de verduras bien hervidas. Fruta y tu pan de
mantequilla favorito con bastante mermelada de fresa. Dijiste que estabas cansado del jugo de manzana, así que ahora
te traje jugo de naranja. Bien exprimido, como me enseñaste."

Cada mañana, cuando Klopp traía comida, Arok se levantaba rápidamente de la cama y se sentaba a la mesa con la
sonrisa más feliz del mundo. En el momento en que se ponía a comer, ni siquiera podía ver a esposo o a sus criadas y
todos los problemas pasaban a segundo término. Independientemente del hecho de que se había enojado con él la
tarde anterior, ahora sostenía un tenedor en una mano y una cuchara en la otra como un niñito de primaria emocionado
de recibir el pastel que le habían prometido. Y como siempre, lo primero que probó fue la sopa de verduras:

"¿Lo hiciste tú de verdad? Está muy rico". Lo que encantó a Klopp. Luego agregó: "Pero todavía huele a quemado".

Mientras Klopp bebía media taza de café, Arok terminó la sopa de verduras y el pan con mantequilla. Luego vio el plato
de pescado, lo apuñaló una vez con un tenedor y lo dejó de lado como pensando en qué hacer con él o si debería tirarlo
a la basura. Ahora se había dado cuenta de que no parecía gustarle mucho el salmón.

"¿No te gusta el salmón?"

"Um... No es eso."

"¿El método de cocción no te gusta?"

"... ¿Marta hizo esto?"

"¿Cómo supiste?"

"Parece algo de ella."

"Las habilidades culinarias de Marta son increíbles. Seguro está delicioso. Pruébalo"

"..."

Arok lo pinchó con un tenedor, luego le quitó una puntita y se la metió en la boca. A diferencia de comerlo a toda prisa,
como siempre, esta vez lo masticó lentamente y lo tragó solo cuando pensó que casi se había derretido en su boca.
Frunció el ceño y suspiró.

"No te preocupes. Si no te gusta, no lo comas. Déjalo allí."

"Me lo comeré."

"Tienes una expresión de asco enorme, déjalo."

"No creo que tenga mal sabor. En realidad me gusta." Como si tuviera sed, Arok bebió un poco de su jugo y agregó:
"Lamento un poco ser tan caprichoso antes y no haberlo comido bien".

Y con ansia, se comió todo el salmón.

Como era de esperarse, fue una declaración incomprensible, pero al final, al menos estaba feliz de que pareciera
gustarle el salmón. Klopp sonrió.
"Hazlo despacio."

El tiempo después de eso transcurrió sin problemas. Afortunadamente, eso significaba que no hubo mayores
inconvenientes. A medida que se le hinchaba el estómago, Arok se abstuvo de realizar actividades externas excepto las
esenciales, y Klopp hizo exactamente lo mismo. Sin embargo, pronto notó que no podía ocurrir nada bueno al tener al
hombre con personalidad de un zorro (Hugo) y al que parecía un mapache rabioso (Marta) en casa, al mismo tiempo.
Sus personalidades podían chocar.

"La familia Taywind tiene la tradición de preparar té de hierbabuena en las fiestas y beberlo con la crema más fina. Que
desagradable ¿Verdad?"

"... Mucho. Para la próxima que agreguen la tradición de poner solo azúcar en una taza".

Marta sonrió, agregó solo un cuarto de un terrón de azúcar en un té bien negro, revolvió la taza y se la entregó a su
amo. Las manos del mayordomo temblaban, como si no pudiera tolerar eso. Marta dijo:

"No le haga caso a Hugo. Debe tener un temblor senil".

"Claro. Estar enojado cada vez que respiro no tiene nada que ver."

"Ignora lo que dice, señor. Y estará bien. Ya está viejito."

La siguiente pelea fue cuando estaba dando un paseo con Arok por el jardín. En medio de una discusión pausada sobre
cuántos niños quería tener, vio al mayordomo y a Marta recogiendo plantas en el jardín para adornar las mesas del
interior.

"Las rosas no deberían cortarse de manera tan imprudente e ignorante. Tome este, córtelo en ángulo, quite las espinas y
hojas duras del fondo y póngalo todo en una canasta. ¿Dices que eres ama de llaves? ¿Cómo no sabes esas cosas
entonces?"

"Los Bendyke cultivan enormes cedros, no estas desagradables flores."

"¿Desagradables? ¿Cómo que desagradables?"

"Es literalmente. ¿Quieres que lo rompa así entonces?"

Marta volvió a ignorar las palabras del mayordomo y agarró una rosa a medio florecer con la mano. Sin embargo, Hugo
se apresuró a decir: "¡Eso no se hace así!" Y cuando trató de detenerlo, pronto retrocedió tres o cuatro pasos ante un
fuerte "¡¡Buzz Buzz!!" De dos abejas que volaron desde el interior de la flor y corrieron hacia Marta.

"¡Vaya! ¡Están muy agresivas!"

Mientras Marta agitaba las manos, confundida por el ataque de los insecto, el mayordomo de alguna manera se
estremeció y tranquilamente dijo: "Estas son las queridas rosas del fallecido padre del Conde así que este es un castigo
por maldecir. Que bueno. Que la piquen y que le duela mucho." Luego, tomó la canasta de rosas y entró en la casa a
toda prisa.

"Parece que también están en malos términos".

"Creo que están a poco de hacerse amigos."

"¿Ah?"
Cuando Klopp miró incrédulo a Arok y dijo: "¿Por qué?", el conde sonrió y dijo:

"Es la primera vez que Hugo trata tan amablemente a alguien".

Aparentemente, decir que esperaba que una mujer fuera picada por abejas era ser amable.

"... Ya veo."

Chapter 69: Un pequeño sol que despeja las nubes oscuras


Chapter Text
Pasaron los meses. Ver el vientre de Arok, más gordito y lleno, era lo normal para todos, pero los ojos de los invitados
que se detenían en la mansión parecían increíblemente asombrados cada vez. En particular, los del marqués Wolflake,
del quien no podía entender por qué seguía apareciendo allí como si no tuviera casa propia. Miró el chaleco y la
chaqueta ajustadas de Arok y dijo:

"Este es un regalo. De Rafiel y mío, por supuesto." Extendió una pequeña caja un poco más grande que la palma de su
mano y luego dijo: "Por cierto, tu estómago está..."

"Es grasa abdominal. Estoy aprendiendo a cocinar recientemente y él prueba todo lo que hago".

De pie junto al Conde, que estaba hablando con su invitado, Klopp respondió con calma, como todo un caballero. En ese
momento, Wolflake se aclaró la garganta varias veces para no comenzar a reírse, y luego volvió a preguntar:

"Ajá ¿En serio? ¿Vas a ocupar la excusa de "estoy gordo" para todo?"

"Mi apetito ha aumentado mucho últimamente, así que de repente gané un poco de peso."

"¿Crees que la gente se va a tragar eso? Se nota que la grasa abdominal está dando patadas."

"No creo que el resto de la gente sea tan metiche como tú."

Sin pestañear, Kloop intercambió miradas con Wolflake. Él hizo lo mismo: Tal vez la interpretación de su pelea silenciosa
era "cállate, si no quieres morir" y el otro le contestaba "cabrón sin vergüenza, ¿Te olvidaste que te ayudé?"

"¿Quién vas a decir que es tu compañero?"

"No tengo compañero."

"Mejor. Ya veremos qué tal va"

Wolflake sonrió, dejó un leve saludo, y luego se fue por donde había llegado. Arok levantó el regalo que le había dado y
puso una expresión de perplejidad bastante impresionante:

"Un regalo."

"¿Por qué sigue viniendo? Me pone de nervios."

"El marqués de Wolflake y nuestra familia, los Taywind, tienen una amistad de bastante tiempo."

"¿Y no pueden romper esa amistad un par de años o tal vez tres?"
"Por supuesto que no".

Arok regañó a Klopp por decir semejante tontería. Klopp, enojado, le arrebató la caja de regalo a su esposo y la abrió. Si
era un objeto extraño, tenía la completa intención de tirarlo y prenderlo en llamas. Sin embargo, cuando lo abrió, solo se
encontró con una tela suave del tamaño de su palma:

"¿Qué es esto?"

"Jaja. Es un gorro de bebé. Y esta es una mantita. Ellos saben que..."

"Lógico."

Mientras se tragaba su ira, Arok le miró de una manera nerviosa:

"Se nota muchísimo. ¿Es esa realmente la única excusa que tenemos? ¿Estoy gordo y ya?"

"Um... ¿Decimos que estás así porque no has podido ir al baño correctamente?"

"... Está bien. Fue mi culpa por preguntar."

Arok le pasó el gorro y la mantita de bebé a Klopp: "Ve a mi habitación y pon el gorro en el segundo cajón. La manta en
el tercero."

Ordenó. Y maravillosamente, no hubo tiempo para desobedecerlo. De hecho, era muy lindo. Klopp se arrodillaba todos
los días, a los pies del Conde, quien ahora estaba sentado con arrogancia en un lujoso y mullido sofá de la sala de estar, y
levantaba sus piernas blancas para que su querido esposo las acomodara de una manera tierna en una palangana llena
de agua caliente. Después de empaparlo hasta los tobillos, se enjabonó las manos con un jabón que olía a perfume, y lo
frotó de arriba para abajo con cuidado de tocar el empeine y la planta del pie, así como ese talón que tenía que soportar
su pesado cuerpo toda la mañana. Luego le frotó dedo por dedo.

"Me haces cosquillas. Cuidado."

A pesar de sus palabras, Klopp no emitió ningún sonido de queja, recogió con la mano el agua tibia de la palangana y
volvió a salpicarla sobre sus blancos pies. Luego lo masajeó:

"Ah, ah, un poco más fuerte. ¡Ah! Ummm..."

La sangre se precipitó hacia el centro mismo de su pene. Klopp cambió un poco su posición de rodillas para soportar
menos presión y pensó que, si lo llegaban a atrapar, al menos una sola vez y por accidente, sería ridiculizado
nuevamente con el apodo de ser una "bestia pervertida obsesionada con los pies." Y de hecho y aunque fue una
respuesta a los gemidos sucios de su esposo, ahora sabía muy bien que era inútil poner tantas excusas que no
convencían a nadie.

Después del masaje, el conde dijo "Ah. Dios" y dejó escapar un lánguido suspiro que le hizo pensar que estaba bastante
satisfecho. Klopp ya llevaba cinco estrofas del himno nacional para ese momento.

Le limpió el pie derecho, lo secó cuidadosamente con la toalla colgada de su hombro, puso el otro sobre su mano vacía,
y lo lavó y lo masajeó en silencio hasta que terminó por dejarlo bien seco también. Empujó la palangana a un lado, se
levantó de su asiento y antes de que su esposo tocara el suelo, colocó un brazo debajo de su rodilla y la otra firmemente
por su espalda para levantarlo y llevarlo a su cuarto en el segundo piso para que pudiera descansar. El Conde
naturalmente le pasó el brazo por los hombros y se acurrucó en su pecho:
"Gracias..."

Pero Klopp apretó los dientes. Originalmente, Arok era muy alto y macizo y ahora, tenía una barriga muy pesada. Sin
embargo, igual sonrió como si estuviera levantando una pluma.

"¿Peso mucho?"

Klopp, quien tuvo la sabiduría de no dar una respuesta obvia a esa pregunta, respondió con una voz ligeramente
temblorosa.

"No, en absoluto."

"¿Por qué aprietas los dientes entonces?"

"Me duele el diente. Tengo caries."

"Umm.... Es un poco diferente de lo que comprobé hace un momento."

"¿Cómo se detectan las caries dentales con la lengua?"

Preguntando, Klopp se movió hacia la cama, paso a paso, hasta lograr poner a su esposo embarazado, con una enorme
barriga, en la cama antes de que le estallaran los vasos sanguíneos de la frente.

Mientras la cama crujía y se hundía abajo de él, Klopp dejó escapar un ligero suspiro y trató de enderezarle la espalda.
Arok lo agarró por el cuello y tiró de él hacia abajo para poder darle un besito en la boca. Volvió a abrir los ojos y dijo:

"Como era de esperar, no hay caries".

Entonces Klopp dijo con una sonrisa bastante malvada:

"Tú ganas. Estás mega pesado."

"... Dame mi pijama."

Antes de que pudiera decir algo más, Arok ordenó con frialdad que le diera su ropa. Klopp rápidamente trajo su pijama y
ayudó a Arok a cambiarse. Pero era un vestido de una pieza, de puro algodón blanco.

"¿Cuánto tiempo tengo que usar esta cosa estúpida?"

Klopp sonrió mientras bajaba el dobladillo de su camisón.

"Está bien, porque te ves hermoso con tu vientre gordito y redondo."

En realidad, sus piernas estiradas bajo el pijama blanco, de una pieza, eran increíblemente eróticas, pero lo soportó
porque empezaría algo que no podría detener. Arok frunció el ceño con desaprobación y se acostó en la cama mientras
dejaba que su esposo pusiera sus piernas sobre una enorme almohada para dejarlas bien en lo alto.

"¿Cuándo podré dormir boca arriba y volver a ver mis pies?"

"Espera dos meses y ya".

"Pensar que quiero hacer esto cinco veces más. Ya no lo soporto."


Klopp, que lo estaba cubriendo con un par de sábanas para que estuviera bien calientito, se detuvo y miró a Arok cómo
si acabara de escuchar un mal chiste:

"¿De verdad estás pensando en tener seis niños? Es mucho. Deberías dejar esa idea de una vez."

No importaba cómo lo pensara, tener seis bebés sería un proyecto a largo plazo que tomaría de 8 a 10 años. Después de
hacer cálculos sobre la correlación entre su edad, fuerza física y el peso de Arok, sugirió que era una estupidez peligrosa
y que definitivamente no iba a dejarle hacer algo así nunca en la vida. Sin embargo, el hombre dijo con firmeza: "Quiero
a los seis". Y dejó su línea bien trazada.

"¿Por qué estás obsesionado con tener seis niños?" Pensó. "Después de dar a luz, seguramente morirás." Klopp
realmente quería discutir, pero cuando regresó, después de vaciar el agua, Klopp se rió al ver que Arok se había quedado
dormido en una posición increíblemente extraña.

"Sí, pero no estaría mal si puedo ver ese lado lindo cinco veces más".

Le dio un beso de "buenas noches", y se olvidó un momento de sus preocupaciones tan prematuras.

Chapter 70: Un pequeño sol que despeja las nubes oscuras


Chapter Text
Para cuando el estómago de Arok se hinchó un poco más, fue difícil ocultarlo con ropa. Era una curva perfecta y grande,
ligeramente inclinada para abajo y que tenía toda la cara de ser de un bebé.

Aunque redujo sus actividades externas, estar al nivel del confinamiento volvió a provocar rumores, por lo que realizó
una fiesta de té con un reducido número de personas con el fin de demostrar que todo estaba bien con él. Su rostro era
suave y radiante, bonito como de costumbre, pero el conde, originalmente delgado, tenía una gran barriga que no
dejaba de tocar así que la gente estaba preocupada de que pudiera tener un problema de salud realmente grave.
Además, los rumores no dejaban de fluir para todos lados. Más que nada, porque se había observado con frecuencia que
era inusualmente amistoso con el gerente financiero que además vivía en la mansión.

"¿El Conde está esperando bebé?"

"Por favor. Obviamente es un alfa. Lo hemos estado frecuentando desde que era un niño pequeño".

"Pero, tal vez..."

"Parece eso, ¿Verdad?"

"Se ve muy tierno, yo digo que si es eso."

"Dios mío."

Pero cada vez que escuchaba tales rumores, Klopp impulsaba con firmeza la teoría de que estaba gordo y ya. Al
principio, a excepción de personas como Wolflake, los nobles parecían creerlo. Sin embargo, después de 7 meses,
incluso Klopp se sentía estúpido cuando decía eso.

"Ay no. Señor. ¡Nadie va a creer que el señor Arok está gordito! Acaba de hablarle al bebé sin darse cuenta"

Cuando la crida dijo eso, Klopp sonrió. Tenía un brillo en los ojos bastante bonito:

"Está bien. Deja que haga lo que quiera. Después de todo ¿Qué pasa si no le creen? Que hablen conmigo si no les
parece." Luego agregó. "Pero sigue diciendo que es solo grasa. No te salgas de allí ¿De acuerdo?"
"De acuerdo, señor."

Entonces, cuando se escuchaba: "¿Escuché que el Conde Taywind está esperando un niño?" La palabra que corría de
inmediato, casi muy casualmente, era: "Es grasa abdominal". Y el mayordomo y Marta decían: "Hará ejercicio pronto y
volverá a su antigua forma" esperando que las personas dejaran de preguntar sobre eso. Sin embargo, los rumores
crecieron tanto y tanto que Arok, preocupado por la situación, su esposo y sus sirvientes, decidieron abandonar la
mansión unos días después de la fiesta, y alojarse en la cabaña que tenía en el campo. Era donde Arok solía pasar su
celo. Hugo no pudo seguirlo debido a la administración de la mansión, pero Marta lo hizo en su lugar. Sin embargo, ya
que ella se hacía cargo del hogar, todo el cuidado principal de Arok quedó prácticamente en manos de Klopp.

Desde que se embarazó, redujo mucho su trabajo así que le pasó sus casos a otros colegas, excepto, claro, por algunos
clientes muy importantes. Sin embargo, el fondo nacional se estaba volviendo cada vez más grande, por lo que Klopp
estaba ocupado desde la mañana hasta muy entrada la noche. Dijo que estaba de vacaciones y que tenía unos motivos
personales que atender fuera de la ciudad, pero los problemas financieros nunca paraban, así que tenía que irse cada
pocos días. Por supuesto, no fue una tarea fácil mantener a Arok en paz porque un día se sentía mal, otro día estaba
llorando a gritos y otro parecía tan feliz como para irse volando. Incluso después de cuidarlo y acostarlo en la cama,
Klopp tardaba mucho en ordenar el papeleo, escribir todas las cartas importantes que tenía que enviar y sellarlo
personalmente. Tenía unas ojeras del tamaño de una rodaja de papa.

Se levantó, se desnudó y se metió en la cama. Miró a Arok, que olía a jabón, y lo besó en la frente.

"Como era de esperar, eres el más bonito del mundo".

Pero dos horas más tarde, cuando abrió los ojos por la mañana, lo primero que dijo Arok fue "Tengo mucha hambre".

Y tan pronto como Klopp, que estaba muerto de cansancio por el trabajo, escuchó esas palabras, saltó como un soldado
raso que escucha una sirena de ataque aéreo, se puso una bata y salió de la habitación, todavía chocando con todo.
Ahora podía encontrar la cocina de la cabaña con los ojos cerrados. Marta, que ya estaba levantada y preparando la
comida, saludó a su amo y se alejó para buscar el aceite. Sin embargo, el hombre, todavía con los párpados cerrados,
encontró las papas y el cuchillo y comenzó a pelarlas cómo siempre. Ahora también había llegado al punto en que podía
quedarse dormido sin cortarse los dedos.
Hábilmente puso las verduras y las papas en una olla y las llevó a hervir. Luego las sazonó ligeramente con sal y pimienta
mientras que Marta colocaba una abundante ensalada en la mesa de noche de Arok, dos rebanadas de pan tostado,
fruta y jugo, tres rebanadas de tocino, algunas salchichas y huevos revueltos. En el medio había una cerámica caliente
que había sido precalentada así que después de verter la sopa hirviendo allí, puso la tapa y le dijo a su amo que ya
estaba listo. Klopp, que finalmente recobró el sentido, subió las escaleras con la mesa.

"Listo."

En cuanto abrió la puerta y entró, Arok ya lo estaba esperando en la cama. Tenía unos ojos impresionantemente
brillantes.

"Gracias."

Puso la comida en la mesa y lo ayudó a levantarse. Después de proporcionarle muchas almohadas y ponerle cinco
cojines en la espalda, le sirvió la sopa y dejó que agarrara sus cubiertos. Klopp se sentó a los pies de la cama y trató de
no quedarse dormido otra vez:

"¡Es delicioso!"

"¿De verdad?"
Tenía mucha curiosidad, así que lo probó: De verdad no sabía mal, pero tampoco era una maravilla. Arok estaba
acostumbrado a las delicias preparadas con ingredientes de alta calidad por el mejor chef del mundo, así que le parecía
muy tierno que siempre estuviera buscando un poco de la sopa casera con queso de Klopp. Más que nada, porque
parecía ser lo único que calmaba sus náuseas matutinas realmente malas y sus vómitos violentos. Y después de meses
de trabajo continuo, ahora había llegado al punto en que de verdad podía hacerle de comer medio dormido.

Arok comió toda esa comida mientras Klopp bebía una taza de té. Luego acarició su barriga, como un globo, de una
manera que le hacía pensar que estaba bastante satisfecho con lo que había comido y tomó un sorbo de su jugo de
manzana. Klopp movió la mesita de noche, mucho más liviana ahora, a un lado y le masajeó las piernas al notar que se le
habían hinchado al estar en la misma posición toda la noche.

"Un poco más arriba..."

Arok cerró los ojos e hizo un sonido agradable. Su esposo atendía sus pies por la noche, pero siempre tenía este ritual
por las mañanas.

Pero Arok, que estaba recibiendo un masaje mientras bebía jugo de manzana, de pronto cerró los ojos e hizo un gemido
verdaderamente extraño. De repente se dio la vuelta:

"¡Ah!"

"¿Ya se despertó?"

"¡Auch! Maldita sea..."

A diferencia de su Omega, que hizo una mueca de dolor, el Alfa sonrió y acarició lentamente su vientre hinchado
utilizando toda la mano. Y mientras lo frotaba de arriba para abajo, en pequeños y bien definidos circulitos, entonces
también sintió una fuerte patada en el medio de su palma:

"Umm..."

"Creo que debe doler mucho. Fue una patada fuerte."

"No lo creas, realmente duele".

Arok refunfuñó, entrecerrando los ojos. Klopp se rió y le acarició el estómago antes de besarlo justo arriba del ombligo.

"Como era de esperar, este bebé es un Alfa".

"No. ¡Es un Omega! Mi hijo es un omega."

Arok siempre decía que el niño que estaba esperando era un omega. Marta, quien tenía experiencia en partos, también
dijo que era un alfa porque su vientre tenía forma de pera. No obstante, su creencia infundada por sus sueños no
pareció cambiar en absoluto así que, como era de esperar, todos los productos para su bebé se prepararon de acuerdo
con el tamaño del cuerpo de un Omega. (Aunque claro que Klopp estaba comprando en secreto productos para un niño
Alfa.)

"Va a ser un Omega. Tiene... Tiene el cabello rubio y los ojos azul claro." Luego miró a Klopp: "No vas a dejar de decir
que se parece a su madre..."

Ante sus palabras, las que pensaban que se referían a él, Klopp se rió.

"Sí, tienes razón. Seguro nacerá un omega bonito y encantador que se parecerá a su mamá".
Cuando terminó de hablar, Klopp besó a su encantador esposo en la boca.

"Yo soy la mamá... ¿Verdad?"

"¿Quién más?"

Chapter 71: Un pequeño sol que despeja las nubes oscuras


Chapter Text
No debía exagerar, pero siguiendo el consejo de Marta de que "acostarse en la cama todo el tiempo dañaría su salud",
Arok daba un paseo por el pequeño jardín de la villa todas las mañanas y cada tarde. Tenía su ropa de maternidad de
gran tamaño, sombrero de ala ancha y una botas de lluvia así que se veía muy gracioso. Además, Marta se atrevió a
ponerle un suéter rosa porque no quería que le diera aire en la espalda y además, le ató una tela debajo del sombrero
para que no le quemara el sol en las mejillas. Klopp, que miraba desde atrás, se rió. Y por eso mismo fue golpeado en la
espinilla por Arok, quien estaba enojado por su apariencia y se desquitaba con él.

"¡No te rías de mí!"

"No me reí de ti, me reí porque eras lindo."

"¡Ni siquiera digas que soy lindo!"

Después de gritar, Arok salió del porche de la villa para no tener que hablar con él de nuevo. Pero caminaba como un
oso bebé que no podía mantener el equilibrio, así que Klopp se rió una vez más.

Aburrido, Arok tomó una pala pequeña y un balde, y se agachó en un rincón del jardín para poder comenzar a cavar.
Parecía que ya le era muy difícil sentarse, pero quería plantar flores aún así.

"¿Dónde aprendiste de jardinería?"

"Cualquier aristócrata educado tiene conocimientos básicos sobre todo. Tú también deberías aprender algún
pasatiempo en lugar de solo jugar con tu horrible ábaco."

"Pues... Se jugar al ajedrez. De niño tenía una mesita que parecía un tablero enorme. La puse en el jardín, así que
recuerdo que utilizaba piedritas como fichas"

Fue solo un comentario casual, pero Arok giró la cabeza y miró a Klopp de una manera bastante extrañada. Luego se
encogió de hombros y volvió la cabeza de nuevo para comenzar a plantar.

"..."

Y sintiéndose incómodo por la falta de palabras, Klopp se sentó a su lado y dijo otra vez:

"... ¿Tú sabes jugar?"

Arok, que por lo general estaba absorto en sus plantas, se puso de pie sin siquiera recoger su pala.

"¿Arok? ¿Estás bien?'

"... El clima no es bueno hoy. Haré algo con los bulbos más tarde."

Klopp miró hacia el horizonte.


"Yo creo que hace buen tiempo. Está muy claro."

"Va a llover."

No importaba lo lejos que mirara, no podía ver una sola nube oscura, pero Arok entró en la casa y dejó solo a Klopp. Se
veía mal, como la vez en que tuvo el ataque.
No sabía qué causó el dolor, pero él era el culpable de embarazarlo y no podía dejar que lo enfrentara solo. Estaba
cansado y adolorido y seguramente no era tan cómodo como lo imaginó. Klopp siguió a Arok de cerca y cada vez que sus
ojos se encontraban, sonreía y decía "Te amo muchísimo" o "Eres perfecto." Pero Arok solo sonreía, un poco incómodo,
y giraba lentamente la cabeza para otro lado con tal de no dedicarle palabra. Por alguna razón, parecía terriblemente
solo así que, sin poder soportarlo más, se acercó a él, como si estuviera corriendo, lo abrazó con ganas y lo besó en la
cara, en la frente y en las mejillas también. Aún así, Arok no dijo nada. No respondió activamente al beso, como antes, e
incluso parecía un poco nervioso. No obstante,, no lo rechazó, así que Klopp le susurró pacientemente que lo amaba una
y otra vez.

"..."

Arok, medio enterrado en los brazos de su Alfa, habló con voz tranquila:

"También te amo."

Sus labios parecían agrietados y la carne suave que envolvía su barbilla, una vez delicada, ahora era ligeramente redonda
debido al peso que había ganado por el embarazo. Repitió:

"Te amo, estoy enamorado de ti."

Era un tono desconocido, más cercano a una declaración que a una confesión. Sin embargo, sus palabras siempre se
sintieron un poco fuera de lugar.

"¿Me amas?"

"Ujum."

"¿Estás bien? ¿Te sientes bien?"

Arok asintió y se inclinó hacia Klopp.

Fue un poco difícil sostenerlo cara a cara gracias al bebé que había crecido tan rápido en su vientre, pero Klopp lo
envolvió de todos modos, le levantó un poco la barbilla con una mano, hizo que lo mirara y luego lo besó directo en la
boca. El brazo de Arok estaba envuelto alrededor de la cintura de Klopp, como si estuviera luchando por mantener el
equilibrio, luego lo apretó con fuerza y dijo.

"Gracias."

Chapter 72: Un pequeño sol que despeja las nubes oscuras


Chapter Text
Arok era una persona obstinada que guardaba silencio en lugar de hablar sobre lo que estaba mal en él. A veces parecía
muy triste por razones desconocidas, pero por lo general, casi cada semana, el tiempo a su lado transcurría dulce y
pacíficamente.
Y un día, cuando el clima pareció específicamente fresco y soleado, finalmente llegó la señal que estuvieron esperando
desde el día 1.
Arok estaba sudando frío.

"Ah, Klopp. No llames al médico. Espera un poco".

Mientras se sujetaba el estómago y trataba de sonreírle, Klopp lo tomó de los hombros y preguntó:

"¿¡Estás jugando, hombre!? ¿¡Esperar a qué!? ¿¡¡¡¡A que ya le veamos la cabeza!!!!?"

En realidad, ya habían tenido varias falsas alarmas un montón de veces, y en todas había hecho un escándalo bastante
vergonzoso. Ahora, Arok le decía que se calmara porque seguramente era otra contracción de mentira, pero Klopp no lo
escuchó:

"¿¡Cómo vas a saber si es falso o no!? ¡¡Nunca has tenido un bebé!!"

Se enojó y llamó al médico, pero el médico negó con la cabeza otra vez y dijo que esperara. Arok se aproximó:

"Es un dolor y ya. Como las otras veces. Todavía no va a nacer... Ah. Ah ¡Ay Dios!"

"¿¡Ay Dios!?"

Después de eso, Klopp tuvo que correr hacia Arok, quien parecía a punto de desmayarse, y lo sostuvo de los hombros
mientras lo veía abrir la boca sin sacar ni una sola palabra:

"Ah, ah... Estoy seguro esta vez. ¡Adelante, llama al doctor! ¡Ahora si viene!"

Pero no podía dejar a Arok así e irse corriendo. Cuando trató de quitarle las botas sucias y ponerlo en la cama, Arok se
asustó y dijo:

"¡No quiero dar a luz en la cama! Ponme en el sofá ¡En el sofá! Prefiero estar sentado que allí."

Al decir eso, Klopp rápidamente lo sentó en el sofá, le puso un montón de almohadas en la espalda y luego, corriendo
como un desquiciado, fue a llamar a Marta. "¡¡¡¡¡¡Martaaaaaaaa, auxilio!!!!!" Probablemente con el grito más fuerte que
había dado en toda su vida.

Marta, que acababa de salir de la cocina, vio a Klopp bajar corriendo las escaleras y luego, caer en el último escalón.

"¡Ah!"

"¡¡Joven maestro!!"

"¡Marta! ¡El bebé está a punto de salir ahora!"

"¿Esta vez no son contracciones falsas?"

"No, no son. ¡Vamos!"

"¡Claro!"

Marta le entregó a Klopp una bolsa de suministros de maternidad, que ya había sido preparada con anterioridad, y
rápidamente comenzó a hervir agua. Mientras tanto, Arok bajó del sofá, abrazó un cojín, arrojó la parte superior de su
cuerpo sobre el mueble y abrió las piernas todo lo que daba. Se quitó los pantalones como pudo y la ropa interior,
enterró la cara en la almohada y se tragó la mitad del terrible sonido que estaba gritando. Marta subió de inmediato,
revisó a Arok, abrió la bolsa de maternidad y preparó una toalla limpia que ponerle para quitar el sudor.

"Respire, joven amo. ¡Vamos señor, llame al médico rápidamente!"

"Claro, claro."

Alertado por los gritos de Marta, Klopp salió corriendo a llamar al médico. Cabalgó como el viento, como si hubiera
aprendido a montar a caballo para esta ocasión, pero el camino, aunque estaba no tan lejos del centro, parecía ser tres
veces más largo que de costumbre.

Tan pronto como encontró el consultorio del médico, azotó la puerta para pedir que fuera de inmediato a su casa, pero
desafortunadamente no estaba allí. En cambio, la mujer que hacía los mandados se sobresaltó y le dijo que el doctor
había ido a visitar a un niño del barrio que se había roto la pierna mientras jugaba con un balón. Klopp, quien
inmediatamente la amenazó para que le diera su dirección, volvió a subir al caballo, entró a la casa sin bajarse del
animal, y sacó al médico jalando su saco:

"¡Ese niño no morirá por una pierna rota pero mi esposo va a morir si no le ayuda a sacar al bebé! Más que nada ¡Usted
va a morir si no viene conmigo! ¡Ahora!"

"Pero..."

"¡¡Ahora!!"

Arrojó al hombre de mediana edad sobre el caballo, como si fuera una pieza de equipaje, e inmediatamente se montó
en la silla y tiró de las riendas otra vez. El poderoso animal gimió y corrió rumbo a la casa de campo donde estaba
empezando a tener a su bebé.

"¡Ya le puse el yeso! ¡Todo lo que tiene que hacer es esperar a que se sequeeeeeeeeee! ¡Aaaaaaah!"

Con las manos manchadas de yeso, el médico, que había sido secuestrado y no podía sentarse bien, agarró al caballo por
las caderas y le gritó a lo lejos a la madre del pequeño niño con la pierna rota.

Klopp entonces llevó al médico a la villa. Y tan pronto como bajó del caballo, escuchó un grito terrible desde el segundo
piso y una maldición por parte de Marta. Al pensar en la muerte de su omega y de su pequeño bebé, a Klopp se le erizó
el cabello por todo el cuerpo y le temblaron las piernas a tal nivel que casi se desmayó sobre el patio. Luego agarró al
médico, por el cuello, y lo arrastró hasta el segundo piso sin darle permiso de apoyar los pies.

"¡Arok! ¡No te mueras, cariño! ¡Traje al médico!

Cuando pateó la puerta, vio a Arok tirado en el sofá, con los cojines alrededor y gritando con toda su fuerza. Su pijama
blanca ya estaba hecha un desastre, con líquido amniótico y manchas de sangre, y al ver esto, el médico se sacudió
rápidamente a Klopp, volvió detrás del sofá y se sentó junto a Marta. Arok gimió de nuevo, jadeó en busca de aire y a
pesar de que el grito que soltó fue bloqueado por el cojín y no salió bien, fue tan aterrador que las extremidades de
Klopp temblaron tanto que parecía a punto de llorar en cualquier momento.

"Vaya, el parto va muy rápido."

"¿¡Eso es malo!?"

Miró al médico como si fuera a matarlo, el hombre sacudió la cabeza:


"No hay problema. El parto está saliendo suave como mantequilla. Es un omega masculino muy hábil, como si hubiera
dado a luz a tres o cuatro niños antes..."

"..."

"Solo es una forma de hablar, señor."

Al ver la expresión molesta del padre, el médico inmediatamente dejó de hablar y se dirigió a Marta:

"Señora, vaya a buscar una tijeras desinfectadas, agua tibia y una toalla. Va a salir en cualquier momento."

Cuando Marta se fue, el médico ordenó con autoridad:

"Tranquilícese, señor. Deje de parecer un caballo acorralado porque lo pone de nervios. O se sienta o se va".

"... Me siento."

Cerró la boca y fue a sentarse en una silla, en la esquina de la habitación, y con el pensamiento de que mataría a todos si
algo salía mal. Estaba nervioso y le temblaban las piernas. Arok dejó escapar otro grito bastante violento.

"Un poco más. Solo tienes que pujar una vez más. Lo estás haciendo muy bien."

Siguiendo las órdenes del doctor, Arok exhaló pesadamente y luego pujó.

Con su cabello rubio pegado a su frente, ya fuera por sudor o por lágrimas, el hombre volvió a gritar y luego dejó escapar
un suspiro corto y áspero mientras miraba en dirección a su aterrado esposo. En ese momento, Klopp quiso ponerse de
rodillas y llorar por no poder ocupar el lugar de su sufrimiento y tener al bebé antes de que él lo hiciera. El médico, por
otra parte, solo se asomó entre sus piernas y dijo:

"¡Salió la cabeza! Un poco más. Un poco más y será todo"

Arok dejó escapar un último grito, temblando por todas partes.

Y después de un rato, con un llanto reprimido que sonaba como si estuviera a punto de morir, el conde se hundió en el
sillón igual a si algo hubiera sido cortado dentro de él y, al mismo tiempo, un coágulo de sangre roja se desparramó
entre sus piernas.

En el momento en que lo vio, el mundo que de por si estaba temblando a su alrededor giró como un trompo. Dio unos
pasos, moviendo apenas sus piernas entumecidas, y descubrió que su bebé estaba allí, viéndolo con sus enormes y
perfectos ojos castaños. Sin embargo, no podía respirar en paz porque Arok era más importante. Y no sabía si él estaba
bien o si le había pasado algo:

"¿Arok?"

Apenas y lo llamó con una voz quebrada pero, afortunadamente, Arok estaba ileso. Respiraba pesadamente, pero
estaba muy bien. El médico cortó el cordón umbilical, le hizo un ombligo al bebé y se lo entregó a Marta. Ella lavó
hábilmente al niño, lo envolvió en un paño muy suave que había preparado de antemano y se puso de pie. Luego se
acercó y se lo entregó a Klopp, con una sonrisa que gritaba que no podía más de la emoción. No obstante, Klopp, que
seguía mirando a Arok, volvió a la realidad solo cuando el bebé se puso a llorar.

"Mirando el tamaño de este hermoso bebito, puedo decir que es un Alfa. Está enorme. Su cabello negro y brillante es
como el de su padre. ¡Enhorabuena, señor!"
Como si sostuviera un copo de nieve, algo que iba a derretirse cuando lo tocara, Klopp sostuvo al niño con cuidado y
miró hacia abajo. Aunque nació con tantas dificultades, el bebito era sano, con la carita roja y más hermoso que
cualquier cosa que hubiera visto antes No, su madre le ganaba en eso.
El médico limpió el resto mientras Klopp sostenía al niño en brazos, luego se puso de pie, lavándose las manos en el agua
que Marta le había traído y dijo:

"Estuvo todo muy bien, no creo que haya necesidad de llamarme en el futuro. Una matrona es suficiente para su
segundo y último bebé. Además, quiero evitar el secuestro. Gracias."

Tocó al congelado Klopp en el hombro y se alejó. Mientras tanto, Marta le quitó la ropa sucia a Arok, lo limpió con una
toalla empapada en agua caliente, y le dio jugo de naranja para que pudiera hidratarse.

"¡No te quedes quieto, ayúdame con el señor! Acaba de tener un bebé ¿Sabes?"

En ese momento, Klopp se despertó.

"¡Claro!"

Chapter 73: Un pequeño sol que despeja las nubes oscuras


Chapter Text
Después de colocar con cuidado al niño en su cuna, se apresuró a ir al lado de Arok para asegurarse de que todo
estuviera bien después del parto. Marta le tendió a Klopp una toalla caliente empapada en agua tibia y bien escurrida, y
le dijo que comenzara a limpiar a su esposo. Arok no abrió los ojos en todo este tiempo, estaba respirando muy rápido y
tenía las mejillas empapadas en lágrimas. Es más, incluso después de limpiarle las piernas manchadas de sangre y hacer
lo mismo con su cara y la parte superior de su cuerpo, él no se movió ni una sola vez:

"Amor ¿Te duele?"

"Está cansado. El parto fue muy pesado y largo. Pronto volverá a sus sentidos así que, tiene que darse prisa, vestirlo y
llevarlo a la cama para que pueda dormir. No deje de hidratarlo ¿Bueno?"

Diciendo eso, Marta enrolló su ropa y alfombras sucias y las guardó en la cesta. Klopp limpió rápidamente el cuerpo de
Arok, le puso el pijama nuevo y afelpado que había preparado de antemano, y abrazó al hombre contra su pecho para
poderlo mover a otro lugar. Con cuidado, y todavía entre sus brazos, lo acostó en la cama para que su cuerpo no le
doliera, y colocó muchas almohadas detrás y alrededor de él. Después de cubrirlo con la sábana, una manta, y colocar
un cubito de hielo en sus labios para hacer que dejaran de estar tan partidos, no pudo controlar su emoción cuando le
acarició la frente y besó su mejilla.

"El bebé ya nació, amor."

Pero la mano débil de Arok se movió y agarró la manga de Klopp:

"¿Quieres ve...?"

"No quiero ir a la cabaña. No me lleves a la cabaña ahora, ah. Por favor. Me siento muy solito allí."

"¿Cabaña? ¿Cuál cabaña?"

Al escuchar la voz de su Alfa, abrió débilmente los ojos y lo miró. Sus ojos, llenos de lágrimas por el dolor del parto,
estaban increíblemente borrosos.

"Ugh, uh... No quiero que me tires. No quiero que me dejes allí."


"¿De qué estás hablando, Arok? ¿Por qué iba a dejarte? No. Quiero mostrarte a una persona..."

Encantado de que estuviera bien, Klopp agarró la mano de Arok, la besó apresuradamente en el dorso y en sus dedos, y
la dejó de nuevo sobre su vientre. Luego dio la vuelta a la cuna que habían comprado juntos en las semanas anteriores, y
levantó con cuidado al niño que había colocado allí, bien envuelto en un montón de cobijitas y mantas. Quería mostrarle
rápidamente al niño para que viera lo perfecto que era. Estaba seguro de que se decepcionaría un poco de que no fuera
un omega, pero quería presumir como un idiota que su niño era un chico muy sano y guapo. El maravilloso hijo de los
dos.

Pero fue cuando estuvo a punto de enseñarle al niño, que Arok sollozó y gritó con una voz horriblemente quebrada:

"¡No quiero verlo!"

Y se atrevió a alejar el cuerpecito de su bebé con un manotazo.

No entendía para nada por qué cuando estaba en su estómago lo llamaba "cachorrito" o "su niño", y tampoco por qué si
lo amaba tanto, ahora se daba el lujo de decir que no quería ni verlo. Sin embargo, ya sabía que controlar las emociones
tan inestables de su pareja siempre había sido un trabajo en el que habían tenido que batallar desde hace ya muchísimo
tiempo atrás por lo que Klopp lo llamó con la voz más dulce y suave que pudo poner:

"Amor, mírame."

Después de escucharlo hablar, Arok levantó los ojos que tenía llenos de lágrimas para fijarlos en su esposo. Sin embargo,
los apartó de inmediato cuando notó que el niño estaba allí.

Sabía que amaba al bebito con locura y de todas maneras dijo algo bastante diferente con la boca cuando gritó: "No. ¡No
quiero verlo! Porque... Te lo vas a llevar de todos modos."

"¿Adónde me lo voy a llevar, Arok? ¿De qué estás hablando?"

"Ugh, me lo vas a quitar y te lo vas a llevar a la mansión. Pero yo... Yo no quiero. Hace demasiado frío en la cabaña, no
puedo dormir, lo extraño demasiado pero no... Buu, ¡No me dejaste verlo ni una vez y no pude ni sentirlo! Ya no quiero
eso... No quiero saber que está allí pero que no puedo ni decirle que lo amo."

"Cariño..."

Klopp se arrodilló junto a la cama, sosteniendo al niño en sus brazos hasta hacer que el bebé quedara ahora al nivel de
los ojos de su esposo.

"Es nuestro niño, amor. Está aquí con nosotros. No me lo voy a llevar."

Arok, al ver la manta blanca de su bebé, extendió la mano y pareció querer tocarlo. Luego enrolló sus dedos temblorosos
antes de que pudiera hacerlo y se alejó como si se estuviera muriendo de miedo. Estaba claro que quería muchísimo a
su bebé así que, ¿por qué ahora parecía que no? Pensó que finalmente iba a poder ver su brillante sonrisa después de
escuchar los dolorosos gemidos de dolor en su parto pero, en su lugar, Arok estaba rechazando al niño que él mismo dio
a luz. Fue insoportablemente doloroso y lo suficientemente triste como para hacerle querer llorar. Y sin saber qué hacer,
Klopp empujó bruscamente al niño a los brazos de Arok para que lo tomara pero Arok cerró los ojos con fuerza y lo
aventó otra vez.

El bebé se asustó y lloró.


La ira y la frustración llegaron con Klopp. Quería gritar y preguntar "¿¡Qué diablos está mal!?" pero se contuvo porque
pensó que si despegaba los labios, estallaría en sollozos incontrolables y terminaría por decir cosas que no quería. En
cambio, con una voz ligeramente áspera por contener el llanto, se atrevió a estirar el brazo de Arok y poner al niño
dentro de él. Arok estaba llorando con fuerza.

"No."

"Sólo tómalo. Por favor."

"¡No!"

"¡¡Mira a tu bebé, Arok!! ¡¡Solo mira a tu niño!!! ¡Te necesita! ¿Qué no ves?"

Tomo su cabeza y la inclinó hacia el niño. Sin embargo, eso solo hizo que las lágrimas brotaran de sus ojos bien cerrados
y rodaron por la punta de su nariz inclinada hasta la pequeña cabecita del niño. El bebito no dejaba de llorar y, cuando
finalmente pareció no soportarlo más, gritó tan fuerte que Arok se sobresaltó e instintivamente se envolvió alrededor de
su pequeño hijo.

"Ah, ah, no sé... Buaaaa, no sé que estoy haciendo. No sé ¡Ah! Tengo tanto miedo. ¡Tengo miedo de que no sea real!
Tengo miedo de que se vaya. Tengo miedo de que se lleven a mi bebé y no pueda ni darle un beso. Ah ¡Ah!"

Al ver la escena, Klopp se congeló sin saber qué hacer. El niño lloraba y Arok también lloraba. Klopp también quería
llorar, sin saber qué les pasaba a su esposo o a su hijo. Y justo cuando las insoportables lágrimas estaban a punto de
caer, apareció un ángel para rescatarlo de esta situación de desamparo profundo.

Marta, que había salido de la habitación de invitados, entró y miró al bebé y a la madre que no dejaban de llorar como si
tuvieran muchísimo dolor.

"Todo está bien, joven amo. Tranquilo. Primero necesitas amamantar."

Cuando Klopp preguntó entre lágrimas: "¿Cómo?", ella se acercó con orgullo al lado de la cama y sostuvo al niño con sus
manos firmes e increíblemente fuertes. De repente, levantó suavemente la parte superior de su pijama, y descubrió el
pecho de Arok. Le puso una almohada para que se sentara en ángulo y le dijo que extendiera sus brazos. Arok hizo una
mueca cuando el bebé comenzó a buscarlo con su pequeña boquita

"Incluso si duele, sopórtalo por un rato. Pronto tendrás el momento más feliz del mundo."

Empujó el pecho de Arok, tiró de los brazos del hombre, que estaba débil y lleno de lágrimas, y le hizo sostener la
cabecita del bebé para que pudiera sujetar su pezón. El niño recordó sus instintos y chupó con muchísima hambre.

Las lágrimas de Klopp finalmente se dispararon.

"¿Cómo te sientes?"

Marta puso su mano en su cintura y miró a la nueva madre y al recién nacido, con una mirada increíblemente feliz. Arok,
quien todavía estaba aturdido, parpadeó sin comprender y luego separó y volvió a juntar la boca como si no supiera que
más decir. Pronto habló, con una voz ligeramente temblorosa:

"No tiene el cabello rubio."

"Se parece a su padre. Su cabellito es marrón oscuro".

"No parece un Omega..."


"Es un hermoso Alfa."

Marta miró a Arok como si estuviera extrañada por su reacción.

"Esto está mal ¿No?"

Fue Marta quien le contestó:

"¿Qué está mal? Tiene cinco deditos en las manos y cinco deditos en los pies. Tiene una naricita y dos ojitos ¿Qué está
mal?"

"No sé..."

"¡Todo está perfecto! Incluso sacas buena leche. Si terminas este lado, lo sujetas y lo abrazas del otro. Dado que aún
eres muy joven, un pecho debería ser suficiente, pero ya que a veces hay problema con el goteo, puedes secarte muy
rápido y si eso pasa, en ese momento no puedes alimentarlo aunque lo quieras. Por eso come bien y aliméntalo a
tiempo. No olvides hacerlo eructar cuando termine."

"..."

"Trabajaste duro esta noche, joven amo, así que intenta dormir. Luego abrirás los ojos en el infierno."

Arok se puso a llorar de nuevo.

"Ugh..."

Apenas había dejado de llorar, así que Klopp la agarró cuando estaba a punto de irse y le preguntó: "¡¿Qué demonios te
pasa?! ¿¡Cómo le dices eso!?" Por lo que Marta miró a los dos padres novatos y les advirtió:

"Cuidar niños es un infierno. Tienes que levantarte a horas extrañas, cargar y caminar toda la noche para que ese
pequeño bebé deje de llorar. Alimentar, cambiar pañales y acostarlo solo para que se despierta cada dos horas. ¡Ni
siquiera piensen en venir a verme! Por la noche tengo sueño y quiero dormir. Buena suerte."

La columna vertebral de Klopp se enfrió ante la voz de Marta.

Después de que se fue, miró a Arok y a su hijo en sus brazos y dijo "Esto no puede seguir así, tenemos que hablar." Hasta
hacer que las lágrimas que habían fluido antes parecieran salir de nuevo.

Chapter 74: Un pequeño sol que despeja las nubes oscuras


Chapter Text
Arok, quien se vio obligado a enfrentar la maternidad con la ayuda de la tiránica Marta, continuaba amamantando a su
pequeño bebé recostado completamente sobre la cama de su habitación. No había dicho ni una sola palabra o
provocado algún ruido en todo este tiempo y, de todos modos, Klopp pareció olvidar el problema de su reciente "ataque
de pánico" para concentrarse en guardar a detalle la belleza verdaderamente indescriptible de su cara y sus manos
sosteniendo y cuidando del niño.

Y mientras miraba a su bebé mover la boca, Arok observó también a Klopp, (quizás un poco incómodo por la situación de
hace unos segundos) y volvió a bajar los ojos y limpiar el sudor en la cabecita de su hijo casi sin darse cuenta de que lo
estaba haciendo. Dijo:

"No pensé en un nombre que pudiera quedarle bien a un alfa."


"No hace falta que te alteres por eso. Solo piensa despacio. Hay tiempo de sobra."

"En serio creí que mi niño sería un omega. Un niño bonito, con cabello rubio y ojos azules como el cielo."

Tenía muchas ganas de preguntar qué demonios había estado pensando para haber alejado al niño hace unos segundos,
pero solo lo dejó pasar y se concentró en el pequeño problema que tenía de frente:

"Um, bueno, todavía podemos tener un segundo bebé ¿No es cierto? Y como yo lo veo, hay esperanza de que este si se
parezca a ti."

"¿En serio?"

"Por supuesto."

"... Entonces, Rafiel será mi segundo."

El sonido de la palabra "Rafiel" hizo que el rostro de Klopp se endureciera igual a si hubiera chupado un limón.

"¿Por qué demonios está Rafiel en la conversación? ¿Y a qué te refieres con ser tu segundo? ¿¡TÚ SEGUNDO QUÉ!?
¿ESPOSO?"

"No, no. Cuando naciera mi bebé Omega, estaba convencido en que iba a llamarlo Rafiel." Arok, con ojos ligeramente
tristes, tocó la cabecita de su bebé antes de volver a mirar a Klopp. "De verdad pensé que le quedaría perfecto... Pero,
ahora..."

Klopp estaba tan estupefacto que ni siquiera podía hablar. No quería gritarle a Arok después del arduo trabajo que
realizó teniendo a su hijo, pero simplemente no podía tolerarlo.

"¿Me estás tomando el pelo, verdad? ¿¡Es tu forma de pedirme el divorcio!?"

"¡No! ¿De qué estás hablando?"

"¿Entonces qué carajo? ¡Demonios! Rafiel esto, Rafiel el otro. ¡No! ¿¡Cómo le quieres poner su nombre a MI bebé!? No
me importa si es el segundo o el tercero, el noveno ¡El décimo niño! ¡El nombre de Rafiel no está permitido para
ninguno de nuestros bebés o mascotas o peluches o flores o nada! Si estás tan obsesionado con él y no puedes olvidarlo,
entonces ve y hazlo tu novio. ¡Anda!"

Cuando comenzó a amenazarlo y a gritar, como un niño haciendo berrinche... La verdad fue que Arok realmente se
sorprendió:

"Espera... ¿Por qué estás tan enojado conmigo?"

"¡Porque mi omega sigue hablando de otros hombres todo el tiempo! ¡¡Y frente a mi!! ¡Soy tu alfa y tus hijos son mis
hijos y me duele, maldita sea! ¿De acuerdo? Me dan celos"

Sorprendido por los gritos bastante fuertes de Klopp, Arok miró al bebé, lo acarició de nuevo, y luego simplemente se
mantuvo en silencio durante mucho tiempo antes de volver a hablar:

"Es curioso ¿Sabes? Ha cambiado todo..."

"¿¡Y ahora de qué hablas!?"


Preguntó Klopp, quien estaba casi demasiado cansado de levantar la voz todo el tiempo.

"Todo es diferente de lo que yo conocía. Un día estaba sintiendo mucho dolor, y después... Tú, este niño, esta casa y
este momento. Tenerlo en mi pecho, escuchar a Marta, darle de comer y verlo dormir. Todo es nuevo ahora ¿No es
verdad?"

Su voz sonaba un poco temblorosa. Aunque estaba muy agradecido de que el niño naciera sano y salvo y de que su
esposo realmente estuviera más calmado ahora, seguía un poco enojado de que Arok se portara de esa forma que le
hacía perder los nervios. Por supuesto que no tenía la energía para enojarse con él:

"¿Y que sea diferente no te gusta?"

Arok lo miró por un momento y luego volvió a posar los ojos en su bebé. No dijo nada por un momento, pero luego, ya
cuando Klopp casi había olvidado lo que le preguntó, dijo "Me gusta mucho que sea diferente", con una sonrisa que
podía considerarse muy agradable.

"Me alegra."

El bebé, que había terminado de comer, dejó de hacer movimientos con su boquita e incluso pareció modular un poco
su respiración. Era obvio que se había quedado dormido.

"Es malo si no lo haces eructar."

Se acercó a Arok, que todavía sostenía al niño, e intentó tomarlo entre sus manos para sacarle el aire. Sin embargo, su
esposo lo sujetó un poco más fuerte entre los brazos y negó. Probablemente porque no quería dejarlo ir todavía.

"Quiero hacerlo."

Entonces, con la ayuda de Klopp, sostuvo al niño en posición vertical, lo juntó a su hombro, y le pegó suavemente en la
espaldita un par de veces de la forma en que Marta le enseñó. Arok se rió cuando el niño eructó y luego, trás sujetar con
cuidado al bebito de la cabeza y de la espalda, se acostó de nuevo contra el colchón y dejó que su esposo lo acomodara
de tal manera que el niño quedó bien pegado contra su pecho y las almohadas haciendo presión en las partes que se
sentían más incómodas.
Luego, al ver al niño junto a su esposo y notar que no dejaba de besarle las mejillas, la cabeza, y las manitas todo el
tiempo, diciendo que "era perfecto", Klopp se acostó junto a los dos y finalmente sonrió también. Había sido un día
realmente agotador y pensó que, aunque solo fuera su esposo, ciertamente también necesitaba un descanso de mil
días.

Arok envolvió al bebé en sus mantitas nuevas, lo cargó para subirlo un poco más contra su pecho y comenzó a cantarle
una pequeña canción que tal vez se había inventado. Parecía muerto de sueño.

"Deberías dejar que lo lleve a su cuna ¿Qué tal si te quedas dormido y se cae?"

"No quiero dejarlo ir..."

"Um. Palabras interesantes para alguien que no quería ni tocarlo."

Arok acarició la mejilla del niño con los dedos de su mano, le repasó la nariz y también las cejas.

"Se parece muchísimo a ti. Tiene tu misma forma de la cabeza, tu nariz y tu boca. Su cabello es negro, tal vez tenga los
ojos como los tuyos y quizá se vuelva alto y de hombros anchos cuando sea grande. Creo que sus manos y pies también
se harán más largas, tendrá mal genio, regañará a todos, dirá groserías, querrá matar gente y dirá: ¡Mamá, estás
gastando mucho dinero!"
"... Esa no es forma de hablar de tu hijo."

"Pero también será inteligente. Incluso sin clases particulares, seguramente podrá graduarse de una escuela importante
por su cuenta, con excelentes calificaciones, y recibirá una carta de recomendación de un profesor realmente bueno.
Cómo tú. Entonces, conocerá a una omega bonita y amable y se enamorará."

"Seguramente tendrá un futuro bendecido."

"Me gustaría que tuviera una cultura aristocrática, pero no importa si no quiere. En cambio, espero que tenga una vida
infinitamente feliz. Que no cometa las mismas tonterías que su tonta mamá, ya sabes. Deseo que su hermoso corazón,
dentro de este hermoso pechito, siga puro y fuerte. Sin heridas"

Klopp, que acababa de sufrir la inédita situación en la que su esposo rechazaba a su bebé, pareció ya no querer
guardarse nada. Y fue evidente cuando dijo:

"Su corazón va a latir siempre muy bien. Y definitivamente voy a decapitar a cualquiera que se atreva a hacerle daño. Ya
tengo práctica ."

Así que Arok se puso rígido.

"Eres realmente diabólico. El rey demonio en persona."

Sin saber si era una maldición o un halago, Klopp se rió de lo que acababa de decir. Puso una mano en la mejilla de su
esposo y se inclinó para besar su sien envuelta en cabello rubio y sudoroso.

"A veces me llamabas perro, ahora fui elevado a rey. Que bonito cumplido."

"¿Puedo pedirte algo? No quiero que le hagas daño a nadie en el futuro. No... Mates a nadie o bromeés con querer
hacerlo. Eres mi esposo ahora y por eso mismo no quiero que pase algo que me obligue a criar a mi bebé solo. Por
supuesto, ya no puedes hacer nada como lo que pasó en "el fondo". Tampoco lleves armas."

"¡Solo estaba ejerciendo mi derecho de defender a mi Omega! ¡Vamos! Ellos empezaron así que..."

En ese momento, Arok lo interrumpió:

"Ya no quiero volver a vivir mi vida pensando que lo que hago es porque alguien más lo merecía. No quiero tener odio
dentro de mi y no quiero que tú lo tengas. Ya no necesito venganza y no necesito muerte. Ya estuve rodeado de eso
antes."

"..."

¿Sería que su antiguo novio, el que le dejó el corazón roto, era un asesino? Tal vez por eso mismo tenía ataques de
pánico y quizá por eso también enredaba situaciones. Por desgracia, descubrió que debería haberlo preguntado desde
hace muchísimo tiempo antes de que el miedo, y más que nada, su shock mental, llegara a este extremo en el que se
veía con tanto miedo todos los días.

Con arrepentimiento, Klopp miró a Arok de arriba para abajo hasta que terminó por ponerse nervioso.

"Sé que me estás escondiendo algo".

"No tengo nada que esconder."


"Entonces, ¿por qué no puedes mirarme directamente a los ojos?"

"Necesito ver a mi bebé."

No se confiaba en absoluto en las pobres excusas de Arok.

"Vamos." Extendió la mano y le tomó de la barbilla hasta hacer que mirara en su dirección. "Te amo demasiado, Arok. Te
amo desde hace mucho tiempo, y te amo por estar conmigo ahora y por dar a luz a mi hijo. Sin importar lo que me digas,
sin importar lo que pasó, te prometo que voy a entenderlo."

"..."

"De lo contrario..."

"¿De lo contrario?"

"Me aseguraré de golpearte el útero con mi pene todos los días hasta embarazarte otra vez."

De hecho fue muy sincero. Y se dio cuenta de que Arok lo había descubierto también.

"Bueno. Puedes hacerme eso."

"Wow. ¿Qué?"

El que se terminó sorprendiendo fue Klopp.

"Dije que "Bueno"."

"¡Era solo una amenaza! Deberías odiarme por ser como una bestia y decir ¡Ay no, que horror! ¡Sexo!"

"Pero de verdad está bien. Me gusta"

Arok tenía una leve sonrisa.

Klopp no podía encontrar nada que decir:

"¿En serio?"

Arok palmeó la espaldita del niño, que había comido hasta saciarse y que ahora dormía plácidamente sobre él, y dijo:

"Porque eres amable cuando estoy embarazado".

"Siempre soy amable contigo. Oh, bueno. No fue así al principio pero, de verdad que estoy intentando cambiar. Hago lo
mejor que puedo."

"Lo sé. Así que daré a luz a tantos como quieras."

"Dos es suficiente, cariño".

De hecho, cuando pensaba en lo que había vivido hoy, se sentía increíblemente satisfecho con solo uno. Pero la idea del
bebé omega rubio, que se parecía a Arok, era una esperanza que le hacía sentir emocionado.

"Quiero tener a mis seis bebés. Creo que vale la pena dar a luz si puedo tenerlos conmigo."
"¿Cómo que seis? Te voy a decir la verdad, es peligroso. Si das a luz puedes morir y no quiero que eso pase ¡Solo dos son
suficientes!"

Como seguía actuando ridículamente terco, su voz se elevó sin razón. Tanto que Arok preguntó otra vez:

"¿Por qué estás enojado?"

"¡Porque me haces enojar! No, no cambies de tema. Yo ya te hice una pregunta. ¡Quiero saber tu secreto!"

"Es algo que no me gusta decir."

Si hubiera sido un día común, se hubiera ido a la cama sin pelear para darle gusto, pero este era un asunto muy
importante.

"¡Dime de una vez! ¿Estuviste saliendo con un asesino? ¿Tú eres el asesino?"

"No me creerías aunque te lo dijera".

Su pequeña voz hizo que a Klopp se le helara la sangre. Si hubiera hecho algo malo, es decir si de verdad mató a alguien
o su pareja lo hizo, obviamente esto lo seguiría hasta el día de hoy. ¡Dios! ¡Tal vez un día aparecería en una lista de
"personas buscadas" y tendrían que deshacerse de sus propiedades, llevarse a su hijo y a Arok, que debería estar
embarazado para ese momento, y esconderse en una montaña abandonada! ¡AH! Pero si hacían eso el dinero se
acabaría, y estarían en una posada destartalada en el duro invierno, llorando porque no iban a poder alimentar
adecuadamente a su bebé y ¡Matarían al caballo para comérselo! ¡No quería ese mundo de pobreza para sus hijos!

"¡Confiesa inmediatamente! ¿Tú mataste a alguien? ¿Qué pasó con el cuerpo? Te protegeré, te lo juro, así que será
mejor que me cuentes antes de que sea demasiado tarde."

"... De acuerdo." Arok, un poco harto, cerró los labios y luego confesó. "Si maté a alguien."

"¿¡Quién!?"

"Maté a Rafiel Westport."

"... ¿Ah?"

Chapter 75: La pesadilla termina


Chapter Text
"¿Cómo? ¿Rafiel Rafiel? ¿El que conocemos? ¿Ese?"

No podía creerlo, así que volvió a preguntar. Arok asintió.

Hace un par de meses, como si algo los persiguiera, Rafiel y Wolflake anunciaron su noviazgo y finalmente se casaron en
una ceremonia bastante pequeña en la que invitaron solamente a sus familiares más cercanos. Después, se mudaron a
otro país y decidieron establecerse en una comarca antigua y terriblemente silenciosa. De hecho, los dos habían enviado
una tarjeta de felicitación debido al nacimiento del bebé de Arok y Klopp, y un montón de ropita que parecía tejida a
mano. El mayordomo lo envió todo a la villa hace un par de semanas por lo que Klopp verificó personalmente las firmas
e hizo una carta de agradecimiento deseándoles lo mejor para su nueva vida juntos. Entonces, si Rafiel hubiera muerto
mientras tanto, lo habrían contactado para informarle y el vizconde hubiese llegado para preparar el funeral. Además
¿Cómo es que lo mató con semejante panza o cómo había tan siquiera logrado mandar a un asesino cuando dormía
entre sus brazos todas las tardes?
"El parto es una bendición, pero al mismo tiempo es un proceso muy doloroso. Yo creo que... Estás empezando a delirar
porque te encuentras muy cansado. Es lo normal. Necesitas dormir ¿De acuerdo? Descansa y, hablaremos bien en la
mañana."

Con una sonrisa bastante amable, quitó al niño de los brazos de Arok, quien se resistió, y lo depositó en la cuna que
había preparado con ayuda de Marta desde muy temprano en la mañana. Sin embargo, Arok gimió de inmediato,
diciendo que "no quería estar lejos de su bebé", por lo que no tuvo más opción que poner la camita justo al lado del
colchón, y quitar los barandales para que estuvieran bien juntos durante toda la noche. Entonces, su esposo se acostó
de lado, extendió la mano, y comenzó a acariciar al niño lentamente sobre el pecho mientras Klopp los cubría a los dos
con una manta de felpa.

"No es mentira." Dijo, todavía con la vista fija en su bebé. "Estoy hablando con la verdad. Rafiel era tu esposo y estaba
embarazado. Yo, me puse muy celoso de que ambos estuvieran juntos y fuí con unos hombres que... Al final, sin
importar lo que les dijera, mataron tanto al niño como a él."

"Sí... Tienes razón. Tú cometiste un asesinato esa vez. Te odiaba mucho por eso así que, para vengarme, te cambié de
alfa a omega e hice todas las cosas horribles que un humano puede llegar a hacerle a otro. No, creo que lo mío fue
muchísimo peor."

Los ojos de Arok se abrieron como platos ante la respuesta del hombre:

"¿Lo recuerdas?"

"Un poco. Nuestro primer niño era un omega al que le puse de nombre Rafiel..."

"¡Sí! ¡Así es!"

Arok, incapaz de entender si estaba feliz o triste de que lo hubiera recordado, se mostró un tanto adolorido mientras se
acomodaba para tenerlo "frente a frente". Klopp, por otra parte, le sonrió otra vez, abrazó su cuerpo rígido, hinchado
por 9 meses de un duro embarazo, y susurró suavemente en su oído: "Ven. Quiero escucharlo absolutamente todo."
Antes de permitirse hacer un hueco entre las mantas en el que pudiera entrar.

Arok pareció que ya llevaba mucho tiempo muriendo por decirle.

"Bien. Tan pronto como nació mi bebé, tú te lo llevaste. Me echaste de la casa y, um, tuve que prostituirme en las calles
para no morirme de hambre. Me violaron muchas veces y tuve algunos abortos espontáneos. Di a luz a tres bebés pero,
todos eran muy pequeños y... Algunos no estaban bien formados. No sé que decir ¡Fue horrible! Era tan difícil que de
verdad deseé morir todas esas veces."

Los vasos sanguíneos que corrían por la frente del Alfa sobresalían igual a si estuviera increíblemente enojado con lo que
acababa de oír. Incluso los brazos que lo sostenían estaban temblando como locos y sin embargo, Klopp no perdió la
sonrisa que había decidido dibujar muy obstinadamente sobre su boca y contestó:

"Tranquilo, cariño. Dime, ¿Qué más pasó?"

Arok comenzó:

"Un día, te encontré por casualidad en la calle. Recuerdo que me aventaste una moneda de plata a los pies así que con
eso compré ropa y fuí de inmediato a tu casa. Entonces, cuando descubrí que decías que Rafiel era la madre del bebé
que di a luz y que incluso no dejabas de hablar sobre lo mucho que se parecía a él, me angustié tanto que intenté
suicidarme ese mismo día. Pero me salvaste. Y entonces, me hiciste vivir en esa cabaña que está en la esquina del jardín
de rosas. Desde entonces, tuve cuatro hijos más. Los últimos eran unos gemelitos ¿Sabes? Estaba muy feliz de que
estuvieran vivos."

Rechinando los dientes, apenas agregó "¿Y?", Hasta que Arok dijo:

"Me dijiste que tenía que morir igual de fuerte que los pecados que había cometido. Pero cuando me escapé, me
violaron en grupo. Perdón por llorar, es que... Fue muy doloroso . Tenía muchísimo miedo. Me trataron tan mal, ah.
Umm... Yo no les hice nada y de todos modos me sacaron un brazo, me rompieron la pierna y me golpearon. Más que
nada, tenía mucho miedo porque pensé que le iban a hacer daño a mi bebé. Me abracé para salvarlo pero, cuando
pensé que ya no podía hacer gran cosa apareciste y me ayudaste. ¡Realmente parecías un príncipe de un cuento de
hadas en ese momento!"

Arok se rió de eso, Klopp estaba muy enojado para contestar. ¡Era horrible! Tal vez un efecto del parto. Debido a que el
nacimiento fue difícil, Arok inventó una historia en la que convirtió a su Alfa, quien fue quien le hizo esto para empezar,
en el peor hombre existente en la faz de la tierra.

Y Arok, que se había esforzado en torturarlo con todo tipo de imaginaciones asquerosas al movilizar su conocimiento
literario en una especie de novela dramática para mayores de edad, finalmente terminó la historia hablando de su
muerte:

"Y cuando morí, dije que me dijeras que me amabas para poder estar en paz pero, fui rechazado. Hablaste sobre como
lo que yo sentía no era amor."

En este punto, Arok estaba tan débil y lleno de lágrimas como un cachorro bajo la lluvia.

"Maldita sea… Ese Klopp fue un pendejo."

E incapaz de soportarlo, Klopp se maldijo a sí mismo en la historia. Arok solo se disculpó:

"¡Lo siento tanto! Lo siento por darte tanto dolor. Ah, fue algo que hice sin pensar y que acabó con la vida de dos
personas que no tenían la culpa. Disculpame de verdad. Disculpa."

"No, no. Cariño, no te disculpes."

Pero Arok solo lo hizo de nuevo:

"Lo siento. Lo siento mucho. ¡No lo hice a propósito! Yo quería que fueras mío pero, por lo que hice, destrocé a toda tu
familia. Ah, te juro que lo lamenté cada día después de eso, es solo que..."

"Amor... Cálmate. Mira. Todo eso, todo lo que hiciste, ya lo perdoné ."

Estaba llorando tanto que trató de calmarlo y ponerlo a dormir, pero Arok solo pareció querer levantarse de la cama en
un segundo. Por supuesto, no debería hacer eso todavía debido al trabajo de parto tan pesado que tuvo que
experimentar hace apenas unas horas así que, en cuanto tocó el suelo, puso una expresión muy dolorosa, entrecerró los
ojos por un momento y luego se desplomó en los brazos de Klopp, que había llegado corriendo hacia él, hasta que lo
único que pareció salir de su boca fueron un par de sollozos:

"¿Estás bien? ¡Tonto! No deberías..."

"¿Qué fue lo que dijiste?"

Arok se tambaleó, aferrándose a la ropa de Klopp con toda su fuerza:


"¿Ah? ¿Qué si estás bien?"

"¡No eso! Antes."

Abrumado por los ojos tristes de Arok, Klopp finalmente contestó:

"Dije que te perdono. Por lo que hiciste con Rafiel..."

Repitió con voz apagada.

Las lágrimas brotaron de los ojos de Arok casi de inmediato:

"¿De verdad?"

Para ser honesto, no sabía qué decir. Era solo que su intuición como abogado le dictaba que esta era la forma correcta:

"Lo digo en serio. Ahora que lo sé todo, realmente te perdono."

Arok sollozó "Ah" y comenzó a llorar hasta empapar de lágrimas la ropa de su esposo.

"Gracias. Muchas gracias, gracias."

Klopp se sintió avergonzado por los repetidos agradecimientos. ¡Y no podía entender por qué tenía que decirlo tantas
veces cuando en realidad no había necesidad! La persona a quien se debería agradecer, hoy y todos los días, era solo a
Arok, quien superó todas las dificultades de un embarazo, actuó valientemente, y dio a luz a un niño alfa que podía
considerarse más que perfecto. Klopp tendría que pagarlo por el resto de su vida y sin embargo, como si algo se
estuviera derritiendo en lo más profundo de su corazón, lo abrazó cariñosamente y le dijo que "todo estaba bien" y
"Que tratara de estar tranquilo".

Y finalmente, su esposo, que había estado llorando durante mucho tiempo, miró a Klopp y preguntó, cubierto de
lágrimas y mocos:

"Entonces, ¿Está bien para mí amarte, no es cierto?"

Ni siquiera tenía la energía para decirle que podía hacerlo desde hace mucho tiempo así que, en su lugar, solo sonrió y le
secó tiernamente las lágrimas que seguían escurriendo por sus mejillas.

"Puedes amarme, cariño. Yo te amo muchísimo así que eso me haría más que feliz".

Nunca antes había visto una buena reacción al lanzar esta palabra y sin embargo, esta vez fue muy diferente: Klopp tuvo
la suerte de ver a su omega sonreír frente a sus ojos de una manera INCREÍBLEMENTE brillante, con el pelo mojado en la
frente, lágrimas, goteo nasal, la ropa desarreglada y la cara muy demacrada debido al parto, pero luciendo más que
hermoso. Luego cerró los ojos y sonrió otra vez, diciendo:

"Te amo."

En forma de una confesión muy sincera. Como... Si hubiera despertado de un sueño realmente largo. ¡Y es que el Arok
que le sonreía a Klopp tenía una hermosa figura de felicidad que era insoportable! Sus labios, que estaban todos
húmedos por las lágrimas, parecían tan dulces que incluso suspiró y lo besó y lo besó hasta que devoró todas las
lágrimas de su amado esposo. Susurró que "le amaba", lo acarició, le peinó el cabello detrás de las orejas y le pasó la
boca por los párpados hasta que dejaron de sentirse tan terriblemente calientes. Entonces repitió:

"Te amo de verdad".


Y justo después de eso, el omega, que había dado a luz, (algo que era considerado uno de los mayores dolores de la
historia humana), amamantado a su bebé, y hasta siendo torturado mentalmente por una historia en la que su marido le
ocasionaba dolor, pronto se quedó completamente dormido a su lado.
Estaba acurrucado, descansando sobre un hombre al que le había pedido no dejarlo solo hasta que se hiciera de día y
por eso mismo, Klopp sacrificó audazmente un brazo para darle a Arok una almohada que le hiciera sentir reconfortado
después de haber llorado sin parar por casi la mitad de la noche. Y entonces, mirando como babeaba su hombro,
presionó sus labios en un beso sobre su mejilla y lo cubrió con una manta hasta que apenas y podían verse sus ojos y su
nariz.

"Dios..."

Klopp miró hacia el techo por un momento antes de suspirar.

Lo que acababa de decir Arok era realmente horrible pero pensó que, si creía que eso era verdad, entonces explicaba
perfecto el motivo por el que parecía tan obsesionado con la comida, por qué a veces miraba a Klopp como si estuviera a
punto de llorar, o por qué no podía decir que lo amaba de una forma que no se sintiera como "un castigo". Claro que
hubo un momento en que pensó que todo se solucionaría si comenzaba a mostrarle un poco más abiertamente lo
mucho que lo amaba pero en realidad no era suficiente para alguien que tenía un mundo mental tan fracturado. ¿El
diagnóstico?Inestabilidad emocional por falta de afecto. Algo común entre los nobles. Como único hijo de una familia
influyente, fue criado bajo una estricta disciplina que se fracturó al convertirse en un omega a través de una mutación
genética y que empeoró debido a las hormonas.

Y solo había un medicamento que Klopp podía utilizar para este síntoma: derramar amor infinito. Algo en lo que Klopp
se sentía confiado.

"Umm..."

Su bebito dejó escapar un pequeño gemido. En realidad, parecía estar a punto de despertarse.

Quería ir a echar un vistazo para asegurarse de que estuviera bien pero, era imposible porque de verdad que no quería
separar a Arok de él. Habló: "Hijo, tu madre no está bien. Verás, es una persona que realmente necesita mucho cariño y
mucho amor constantemente así que, en realidad estuvo llorando todo el tiempo. Apenas logró dormirse ¿Puedes
creerlo? Sé que estás muy chiquito y que necesitas a tu papá pero, no quiero despertarlo. ¿Puedes intentar dormir otro
rato por tu cuenta? Solo un poco más y ya."

Y ante la voz tranquila de su padre, el niño resopló como si respondiera, y pronto volvió a quedarse bien dormido.

Al escuchar que estaba respirando de la misma forma suave de antes, casi roncando, se rió y dijo:

"Que niño tan inteligente. Se nota que eres nuestro bebé."

Chapter 76: La pesadilla termina


Chapter Text
Cuando abrió los ojos, en la mañana del día siguiente, descubrió que Arok se había levantado desde hace un buen rato y
que incluso ya estaba amamantando a su bebé. Klopp parpadeó y preguntó:

"¿Dormiste bien?"

Y entonces Arok, que tenía el rostro terriblemente hinchado, sonrió de una manera bastante bonita y asintió.

"Sí. Buenos días."


Su niño estaba chupando su pecho con muchísima hambre. De alguna manera pareció tan delicioso que, sin poder
soportar la curiosidad, puso la boca en su otro pecho y trató de chupar. Arok le dio un zape que terminó con él
frotándose la cabeza para quitar el intenso dolor.

"¡Oye!"

En la distancia, se podía escuchar a Marta en la cocina. También los trastes traqueteando y el murmullo del agua.

"¿No tienes hambre?"

"Un poco."

Klopp se estiró con un gruñido, se levantó de la cama y se puso su bata afelpada y sus pantuflas. Sin embargo, antes de
irse, volvió a ponerse sobre el colchón y besó con cuidado la cabeza del bebé. Luego levantó la barbilla e hizo lo mismo
con la persona más hermosa del mundo entero.

Arok, quien cerró los ojos para poder saborear sus labios, sonrió de nuevo cuando sus ojos se encontraron y luego
comenzó a reírse. Supuestamente tenía que ser la misma expresión de siempre pero, de cierta manera, pareció
completamente diferente después de su confesión de anoche. No sabía como explicarlo, era igual a si la luz hubiese
comenzado a salir de cada poro de su piel hasta volverlo una pequeña estrellita. Y Klopp, un tanto fascinado por su
expresión actual, tomó sus mejillas con ambas manos y lo besó de una manera un poco más profunda que antes. Una y
otra vez hasta que, tal vez dos minutos más tarde, tuvieron que separarse debido a la falta de oxígeno.

Arok dijo: "Te amo."

"Lo sé."

Respondiendo de una manera juguetona, Klopp escuchó el gruñido del estómago de su esposo, se levantó
definitivamente, y se dirigió a la cocina para traerle el desayuno. Ahora que se había convertido en padre de familia y
esposo, pensó que tenía que trabajar muchísimo para poder cuidar a su pequeña familia diligentemente y sin embargo,
incluso aunque acababa de abrir la puerta, miró hacia atrás y comenzó a lamentarse de no poder ver a las dos personas
que amaba aunque fuera por solo unos segundos. Y cuando Arok levantó la cabeza y sus ojos se encontraron otra vez, la
escena terminó en Klopp volviendo a la cama solo para pasar la mano por el cabello de su Omega.

"Arok Taywind".

Al escuchar su nombre completo de repente, Arok levantó la cabeza y lo miró:

"Dime..."

"Los amo muchísimo. Tanto a ti como al niño que diste a luz. Eres mi vida entera."

Al escuchar su confesión, su expresión se quedó en blanco y luego estalló en una brillante sonrisa.

"Lo sé."

Con la misma respuesta que la suya, Klopp se sintió aliviado. Casi como si ahora estuviera seguro de que no lo iba a
olvidar. Le dio un pequeño beso en la parte superior de la cabeza, volvió a darle un besito a su bebé y ahora si salió de la
habitación para ir por la comida.

Cuando volvió a mover la mirada hacia atrás, descubrió que Arok estaba besando la naricita del niño tan tiernamente
que pensó que eso era suficiente para irse en paz.
Bajó las escaleras con paso ligero. Era como si la luz del sol entrara a raudales por cada ventana.

Chapter 77: En el jardín de rosas


Chapter Text
Arok de repente se despertó.

Alrededor de su cuerpo solo se escuchaba el viento y los grillos así que, increíblemente asustado, se levantó solo para
descubrir que estaba en el jardín de su casa. Fuera de una cabaña.

"La cabaña..."

En ese momento, se quedó en blanco.

El viento que había estado soplando justo antes, se había detenido, y las sombras parecieron volverse densas tinieblas
que apretaban sus tobillos todo el tiempo. En realidad quería gritar, pero pareció que sin importar lo mucho que lo
intentara, no podía lograr sacar ni un miserable sonido.

Entonces, cuando miró hacia arriba con desconcierto y descubrió el jardín de rosas en la distancia, también notó que
había un hombre alto, vestido con un traje, y dos niños chiquitos que iban en su dirección gritando:

"¡Es papá!"

Ah, ese era su Klopp.

Arok estiró los brazos en su dirección, pero el miedo no pareció dejarle llegar junto a él e incluso aunque intentó gritarle
para pedirle que viniera, notó que nada estaba pasando con su cuerpo. No podía explicarlo. Era como si se hubiese
quedado mudo y convertido en una estatua inservible justo en medio del jardín.

Luego, una hermosa persona, un hombre con cabello rubio que reconoció al instante como Rafiel, llegó a su lado, le
sonrió, le tendió las manos y le dio un abrazo que pareció cargado de una inmensa dulzura.

"..."

Y allí sintió que el estómago se le caía a los pies.

¿Acaso todo lo de antes, toda su vida nueva y feliz había sido un sueño?

Involuntariamente volvió a abrir la boca, incluso si era inútil.

No tenía que mirar hacia abajo.

Dios mío, que no se le ocurriera bajar la cabeza porque seguramente iba a estar lleno de sangre.

Seguramente estaría a punto de morir.

Y pensando en eso, también comenzó a desear verlo a él y a los niños un poco más antes de que la oscuridad, que venía
de todos lados, se lo tragara hasta llevarlo al infierno por todos los males que había ocasionado en su vida.

Pero mientras lloraba como un niño chiquito, descubrió que ciertamente Klopp había movido la cabeza en su dirección
para mirarlo de pies a cabeza.
Y lo amaba muchísimo como para sentir que eso era suficiente.

Incluso si la vida junto a él fue solo un sueño o una fantasía, estaba realmente feliz de haberlo compartido aunque fuera
por un pequeño momento.

"¿Arok...?"

Pero su expresión indiferente, la que tenía hace un segundo, cambió lentamente a una de pura sorpresa. Abrió mucho
los ojos y pareció asustado de verlo tirado entre la hierba. Luego dijo "¡Arok!" Con más fuerza, y corrió en su dirección
con los brazos extendidos.

"..."

Y antes de que pudiera decir cualquier otra cosa, Klopp se apresuró y abrazó su cuerpo con el suyo.

"¿Qué pasa, amor? ¿Por qué estás llorando? ¿Te caíste? ¿Qué ocurrió?"

"Ah, Klopp..."

Estaba sorprendido de que sus cuerdas vocales, que habían sido congeladas hace un segundo, se movieran de nuevo
solo para hacerle decir su nombre. Y cuando miró adelante, descubrió que Rafiel, quien pensaba que estaba siguiendo a
Klopp, en realidad tenía las manos bien entrelazadas entre los dedos del vizconde Wolflake, un tipo alto que no parecía
querer separarse de él ni un solo segundo. Y aunque no lo había notado antes, ambos estaban mirando en su dirección
de una manera increíblemente preocupada.

"¿Arok?"

"¿Te sientes mal, cariño?"

"¿Quieres que llamemos al médico? ¿Traemos algo?"

"No, está bien..."

Klopp entonces se inclinó para adelante, lo sostuvo un poco mejor entre sus brazos, y se dedicó a besar suavemente las
comisuras de sus ojos como si con esto pudiera medir su temperatura.

Le hizo volver a respirar.

"¿Por qué lloras, cariño? Creí que íbamos a comenzar a plantar los girasoles pero, entonces te vi aquí y ¡Ah! Mi corazón
está latiendo como loco. ¡Me asustaste!"

"Klopp..."

"Ven, volvamos a la casa ¿De acuerdo?"

"¡Má!"

"¡Mamá!"

Fue entonces cuando dos niños chiquitos, justo los que vio jugando en el jardín, corrieron en su dirección gritando:
"¡Mamá! ¡mamá!" Antes de aventarse contra Arok en un inmenso abrazo.

El niño de cabello castaño también pareció preocupado de verlo llorar:


"¿Te sientes mal, mamá? ¿Papá te dijo cosas feas? ¡Lo voy a regañar por grosero!"

Negó con la cabeza, pero la verdad era que todavía estaba confundido.

"Mamá ya estaba llorando cuando llegué ¿Por qué siempre tengo que ser yo el culpable de todo?"

"¡Porque mamá dice que papá es un demonio!"

"¡Nio!"

Repitió la niña.

Tan pronto como Klopp los regañó y dijo: "¡Vayan a recojer sus juguetes!" Ambos hicieron un sonido muy parecido a un:
"¡Aaaaagh!" Y salieron corriendo en dirección a la fuente. No, para ser más exactos, el niño corrió, cargando a una
pequeña bebé rubia que no dejaba de chuparse las manitas todo el tiempo. Arok gritó sin darse cuenta:

"¡Ten cuidado, Lennok! ¡No vayas a tirar a Uri!"

"¡Si mamá!"

"..."

Lennok.

Ah, claro. El nombre de ese niño era Lennok. El primer hijo suyo y de Klopp. Y Uri, la pequeña bebé rubia, era la primera
niña y también la primera omega.

Arok sonrió al sentir que ya podía diferenciar los sueños de la realidad, pero el hombre que estaba frente a él no dejaba
de parecer horriblemente ansioso. Incluso sus invitados parecían asustados.

"¿Por qué estás llorando? ¿Todo está bien? ¿Algo te duele?"

"... Me siento un poco mal. Estoy mareado, disculpa."

"Tonto, ¡Te dije que tuvieras cuidado! ¡Apenas estás en los primeros meses de embarazo, no puedes ir por allí y por allá
plantando flores como si fueras un hada!"

"Tienes razón. Lo siento."

Y luego, inclinando su cuerpo para adelante, enterró el rostro contra su pecho y dejó que su esposo le acariciara la
espalda hasta que terminó por llorar otra vez.

Klopp estaba muriendo de miedo, miró hacia arriba, le pidió a Wolflake que llamara a Hugo, y le dio un breve beso en la
frente mientras le decía que posiblemente le había dado un golpe de calor debido al clima. Sin embargo, las lágrimas no
dejaban de fluir como una cascada contra sus mejillas incluso aunque Rafiel se aproximó para intentar abanicarlo con la
mano.

"Ven, cariño. Tranquilo. Vamos a darte algo de agua ¿Está bien? No pasa nada."

Un brazo fuerte se envolvió alrededor de su cintura para poder llevar a Arok del radiante sol del jardín de rosas, a la
sombra que daban los cedros. De hecho, cada vez que caminaban, se oía el pequeño chasquido del camino de piedras
que habían colocado bajo sus órdenes y también, se notaban las bonitas y enormes margaritas que plantó como regalo
para sus bebés.

Todo estaba allí.

Y era real.

Arok rió mientras se apoyaba en la persona que lo envolvía contra su pecho.

"No te asustes, Klopp. Estoy bien."

Y decía la verdad.

Ahora la oscuridad se había ido y en su lugar, había una luz deslumbrante.

//Final del tomo 3.//

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