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FACULTAD DE CIENCIAS

DE LA SALUD Y DE LOS
ALIMENTOS MAGÍSTER
EN SALUD PÚBLICA

TESINA PARA OPTAR AL GRADO DE MAGÍSTER EN SALUD PÚBLICA

Factores de riesgo asociados a


disfagia en adultos con COVID-19:
Revisión sistemática

Autoras:

HENRÍQUEZ MONTANARES, CATHERINE EUGENIA

HERRERA AEDO, CARLA DENISSE

Profesor guía:
ROJAS ZEPEDA, CARLOS

CHILLAN AGOSTO 2023


ÍNDICE

1. INTRODUCCION..........................................................................................5

2. DELIMITACION............................................................................................7

3. MARCO TEÓRICO.....................................................................................10

3.1 Disfagia................................................................................................ 10

3.2 COVID-19 y Disfagia............................................................................12

3.3 Factores de riesgo de disfagia asociado a COVID-19.........................13

3.4 Factores de riesgo sociodemográficos.................................................14

3.5 Factores de riesgo mórbidos (comorbilidades)....................................15

3.6 Factores de riesgo tiempo de IOT y duración estancia en UCI............16

3.7 Impacto a nivel sanitario-económico de la disfagia asociada.…………18

4. OBJETIVOS............................................................................................... 21

4.1 Objetivo general:..................................................................................21

4.1.1 Determinar los factores de riesgo asociados a disfagia en


adultos con COVID-19...............................................................................21

4.2 Objetivos específicos:..........................................................................21

4.2.1 Describir los factores de riesgo sociodemográficos de mayor


frecuencia y severidad asociados a disfagia en adultos con COVID-19... .21

4.2.2 Describir los factores de riesgo mórbidos (comorbilidades) de


mayor frecuencia y severidad asociados a disfagia en
adultos……………...21

4.2.3 Determinar cuánto tiempo de intubación orotraqueal genera un


mayor factor de riesgo asociado a disfagia en adultos con COVID-19.......21

4.2.4 Determinar cuántos días de estancia en la UCI/ hospitalaria genera


un mayor factor de riesgo asociado a disfagia en adultos con COVID-19.21

5. MATERIALES Y METODO........................................................................22

5.1 Protocolo y registro..............................................................................22


5.2 Estrategia de Búsqueda (fase de identificación)..................................22

5.3 Criterios de inclusión y exclusión (fase de selección)..........................23

5.4 Datos de extracción (fase de inclusión)...............................................24

5.5 Calidad de los estudios........................................................................24

6. RESULTADOS...........................................................................................25

6.1 Fig.1 Diagrama de flujo para identificar, seleccionar e incluir artículos25

6.2 Tabla N°1: Matriz explicativa................................................................26

6.3 Resultados de factores de riesgos asociados al desarrollo de disfagia


en adultos con COVID-19..............................................................................36

Tabla N°2. Descripción de los factores de riesgo sociodemográficos (edad


y sexo) asociados a disfagia en adultos con COVID-19.............................36

Tabla N°3. Descripción de los factores de riesgo mórbidos (comorbilidades)


asociados a disfagia en adultos con COVID-19..........................................39

Tabla N°4. Descripción de los factores de riesgo de IOT asociados a


disfagia en adultos con COVID-19..............................................................41

Tabla N°5. Descripción de los factores de riesgo de estancia UCI/


hospitalaria asociados a disfagia en adultos con COVID-19......................45

7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS..........................................................48
1. INTRODUCCION

En Chile, entre marzo y agosto del año 2020 se informaron más de 400.000
casos positivos de COVID-19 en personas adultas, de las cuales 7.792
requirieron de ventilación mecánica invasiva (VMI), procedimiento que conlleva
importantes consecuencias para la salud de la persona producto de la estadía
hospitalaria prolongada (1). Estos pacientes, en los casos más graves, pueden
llegar a desarrollar Síndrome de Dificultad Respiratoria Aguda (SDRA) (2), al
presentar compromiso a nivel pulmonar que deriva en una insuficiencia
respiratoria hipóxica (3).

Las dificultades respiratorias asociadas a la infección por COVID‐19 pueden


alterar la coordinación de la deglución, limitando la producción del habla y la voz
(4). En general, los adultos hospitalizados con COVID‐19 frecuentemente
presentan atrofia muscular por desuso y miopatías, lo que afecta los músculos
involucrados en la deglución. Esto, puede dar origen a un cuadro de disfagia,
definida como la incapacidad para tragar elementos líquidos y/o sólidos debido
a un deterioro estructural o funcional de una o más fases de la deglución (5).

En un estudio realizado en España, Vergara et al. indican que el 50% de los


pacientes hospitalizados por Covid-19 presentaron dificultades en la deglución
como consecuencia directa de la intubación orotraqueal (IOT). Esto, se debe a
la presencia del trauma orofaríngeo secundario a la IOT que reduce la
sensibilidad faringolaríngea (6). Además, se ha demostrado que existe una
incoordinación entre la deglución y la respiración, lo que genera que el paciente
tenga dificultades para proteger la vía aérea, aumentando así el riesgo de
aspiración (7).
La prevalencia de padecer disfagia en personas con COVID-19 se encuentra
relacionada a diferentes factores de riesgos, dentro de las cuales se pueden
distinguir: el estado funcional de paciente al momento del ingreso;
comorbilidades como la obesidad, Diabetes Mellitus (DM) e Hipertensión
(HTA); el tiempo de IOT; y estancia prolongada en UCI/hospitalaria, factor que
se asocia al debilitamiento muscular generalizado que dificulta la función
deglutoria normal (8,9).

En general, la evidencia nos indica que es de vital importancia identificar a


tiempo la presencia de disfagia en pacientes diagnosticados con COVID-19,
debido a que las consecuencias que una neumonía aspirativa incremente la
estancia hospitalaria, prolongue la alimentación por sonda, retrase la ingesta
oral y aumente la morbimortalidad, y por consecuencia aumente también los
gastos sanitarios (10). Por lo tanto, el objetivo del presente estudio es realizar
una revisión bibliográfica que permita identificar los principales factores de
riesgo asociados a disfagia en adultos con COVID-19, y que de esta forma
orienten un diagnóstico rápido, oportuno y eficiente.
2. DELIMITACION

En diciembre del 2019 la enfermedad por coronavirus (COVID-19), causada


por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2), se
propagó por todo el mundo, siendo declarado pandemia el 11 de marzo de
2020 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) (11). El COVID-19
puede causar síntomas que incluyen fiebre, tos, mialgia, fatiga, odinofagia y
disfagia (12). Se estima que el 15 % de los pacientes con esta enfermedad
requieren hospitalización, y entre el 3 % y el 5 % progresaron a condiciones
clínicas graves, por lo que requirieron soporte ventilatorio en la unidad de
cuidados intensivos (UCI) (13,14).

En términos generales, la disfagia corresponde a una alteración del proceso


deglutorio, en una o más de sus fases, lo que se traduce en una dificultad en
el desplazamiento del alimento desde la cavidad oral hasta el estómago (15).
Es un cuadro muy frecuente en pacientes con COVID-19 y que conlleva
mayor incidencia de neumonía, intubación y aumento de la estancia
intrahospitalaria, siendo un potente factor predictivo de riesgo de muerte
(16). Así mismo, estos pacientes suelen requerir asistencia respiratoria como
IOT y/o VMI, además requieren iniciar una alimentación enteral a través de la
sonda nasogástrica para mantener una nutrición adecuada, condición que
incluso puede empeorar la disfagia (17).

Epidemiológicamente, los factores de riesgo son considerados como las


características que favorecen la probabilidad de padecer una enfermedad
(18). Se ha identificado que la presencia de algunos factores de riesgo puede
favorecer la presencia de disfagia en personas con COVID-19. Por ejemplo,
se ha descrito que la posibilidad de desarrollar disfagia estaría relacionada
con la edad y sexo de los usuarios (19), así como la presencia de factores
como la obesidad, DM, HTA, enfermedades respiratorias, entre otras; (20),
tiempo de exposición a IOT (21) y tiempo de estancia intrahospitalaria (22).
Estos factores de riesgo pueden agravar la severidad de la disfagia y
aumentan la probabilidad de intubar o internar al paciente en UCI (24). Dicha
intubación puede desencadenar síntomas agudos producto de las lesiones
causadas por el tubo endotraqueal, resultando en una desincronización entre
la deglución y la respiración, lo que hace que los pacientes sean más
propensos a posibles aspiraciones y otras secreciones (25). Al respecto,
variados estudios respaldan que la presencia de disfagia en pacientes COVID-
19 incrementa la estancia hospitalaria, costos médicos, reingresos y la
institucionalización (26).

Considerando el contexto anterior, las complicaciones de disfagia también


pueden conducir a elevados gastos de atención médica, derivados de una
estancia hospitalaria prolongada, aumento de personas médico destinado a
su atención e insumos necesarios para brindar los cuidados (27). Así, lo
evidencia un artículo publicado el año 2018, donde la presencia de disfagia
agregó un 40,36% a los costos de atención médica y un aumento de 2,99
días en la estancia intrahospitalaria, siendo aún más extensa en pacientes
con patologías neurológicas (28). Finalmente, en cuanto al impacto sanitario,
la incidencia varía ampliamente debido a la heterogeneidad de los estudios
(29). Por ejemplo, en una investigación del año 2019, la disfagia en UCI
alcanzó una incidencia del 18,3% de los casos, donde el 80% de ellos
persistió con síntomas hasta el alta hospitalaria, mientras que el 60%
permaneció con disfagia luego de la salida del centro asistencial (30).

Por lo tanto, conocer en profundidad cuáles son los factores de riesgo


asociados a disfagia en personas adultas con COVID-19 tiene una gran
relevancia clínica y sanitaria, ya que su pesquisa temprana y control podrían
servir para orientar de forma integral la rehabilitación en este cuadro (31).
Por otra parte, generar un mayor conocimiento al respecto aportaría a
prevenir mayores complicaciones en procesos invasivos como lo es la IOT
y/o VMI (32), reduciendo significativamente las complicaciones relacionadas
con la discapacidad funcional y la mortalidad prematura de los pacientes
(33).

Finalmente, reconocer apropiadamente estos factores minimizaría la


posibilidad de complicaciones clínicas inherentes, como una hospitalización
prolongada, mayor uso de recursos y elevados costos en tratamientos (34).
3. MARCO TEÓRICO

3.1 Disfagia

Los trastornos de la deglución han sido reconocidos por la OMS como una
discapacidad que afecta al sistema digestivo y están asociados con un
aumento de morbilidad, mortalidad y costos de atención hospitalaria (35). En
este ámbito, la disfagia o alteración de la deglución es la dificultad para
tragar que entorpece el paso de los alimentos líquidos y/o sólidos desde la
boca hasta el estómago, viéndose afectada una o más fases de la deglución
normal, alterando así la seguridad y/o eficacia del proceso (36). Esta
alteración se puede manifestar como una penetración o aspiración,
específicamente, cuando el contenido de alimento queda situado por encima
de las cuerdas vocales, se le llama penetración; mientras que si existe
ingreso de material orofaríngeo por debajo del plano glótico se le llama
aspiración, lo que conlleva en ciertos casos a aspiraciones
traqueobronquiales, neumonitis, infecciones respiratorias u obstrucción de la
vía aérea superior (37).

La deglución abarca tres fases, que varían dependiendo del área donde
transita el bolo alimenticio. La primera fase es la oral, la cual es voluntaria,
implicada en la vista, el olor y el sabor los cuales influyen en la salivación,
succión, masticación y propulsión del bolo alimenticio hacia la faringe. La
segunda fase es la orofaríngea, consta de un proceso es involuntario, y en
donde la epiglotis sella la laringe y el bolo alimentario continúa
descendiendo. Finalmente, la tercera fase es la esofágica, también de
carácter involuntario donde el peristaltismo impulsa los alimentos hacia el
estómago (38).

Se ha descrito que la deglución puede afectarse transversalmente a lo largo


del ciclo vital, ya que al ser un acto neuromuscular complejo puede presentar
dificultades, ya sea de forma aislada o accidental (39). De la misma forma,
existen casos de disfagia que se dan en presencia de alteraciones
estructurales o funcionales que afectan deglución. Por ejemplo, se ha
demostrado que en pacientes que pasan por la UCI y han requerido de IOT,
persisten con alteraciones en la deglución debido al daño estructural o

funcional ocasionado tras el alta hospitalaria (40).

Entre los tipos de disfagia, se pueden distinguir: la disfagia orofaríngea


(DOF) con una frecuencia del 80% de los casos, siendo considerada como la
alteración de la deglución que comienza en la boca y termina en el esfínter
esofágico superior (EES); y la disfagia esofágica (DE) con una frecuencia de
un 20% de los casos afectando solo la última fase de la deglución. En ambos
tipos pueden existir causas de naturaleza tanto orgánicas como funcionales
(41). En la DOF las causas pueden ser múltiples, como enfermedades
neuromusculares, lesiones producidas en los órganos que interceden en la
deglución, alteraciones del EES y en patologías musculares. Por su parte, la
DE se describe como la alteración del paso del bolo alimentario a través del
esófago, obstaculizando el paso de este para completar el proceso
deglutorio con normalidad, refiriéndose como una sensación de nudo en la
garganta, que puede ser acompañado por regurgitación del alimento,
intentos constantes de deglución y síntomas de aspiración como tos y asfixia
coincidentes con la deglución o disfonía (42).

En cuanto al grado de severidad, la disfagia se puede clasificar en cinco


niveles (43). Primero, la deglución normal, donde la masticación y deglución
son seguras y eficientes en todas las consistencias de los alimentos.
Segundo, la disfagia leve, donde la masticación y deglución son eficientes en
la mayoría de los alimentos. Ocasionalmente puede presentar dificultad.
Aunque, requiere del uso de técnicas específicas para lograr una deglución
satisfactoria. Tercero, el grado de disfagia moderada, donde la deglución es
aceptable con dieta blanda, pero puede tener dificultad con líquidos y
sólidos. Requiere supervisión y tratamiento. Cuarto, el grado de disfagia
moderada/severa donde la ingesta oral no es exitosa y requiere supervisión
constante y asistencia. Sólo puede alimentarse con profesional
fonoaudiólogo. Y finalmente, quinto, el grado de disfagia severa donde la
nutrición del paciente es por método alternativo, no puede ingerir alimento
por boca (44).

En cuanto a la prevalencia de la disfagia, los datos son bastante variados


producto de las características metodológicas de los distintos estudios que la
abordan. En el caso de las personas que han sido hospitalizadas en UCI y
que requirieron VMI, la incidencia de disfagia asociada a COVID-19 va desde
un 3% a 62% de los casos, de los cuales el 60% persiste luego del alta (45).
Por la misma razón, es que la DOF es una preocupación latente en personas
con este tipo de diagnóstico, aumentando su aparición y gravedad en
poblaciones que fueron intubadas y/o traqueostomizadas en presencia de
infección respiratoria aguda y neumonía (46), ya que al afectar la red de la
deglución hace que los pacientes con COVID-19 sean más susceptibles a
desarrollar disfagia (47).

3.2 COVID-19 y Disfagia

La enfermedad por COVID-19 es causada por el síndrome respiratorio agudo


severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2), el cual ha afectado a más de 464
millones de personas y provocado la muerte de más de 6 millones de
personas a nivel mundial (48). En Chile, el COVID-19 ha afectado a
personas de diferentes edades, siendo los mayores de 60 años los más
vulnerables, con una tasa de hospitalización por cuadros graves siete veces
mayor que en pacientes menores (49). Asimismo, los pacientes críticos que
han requerido hospitalización asociada a VM presentan factores de riesgos
cardiovasculares y patologías pulmonares crónicas que repercuten en la
gravedad de la infección viral, lo que aumenta la probabilidad de presentar
disfagia (50).

Una vez que el paciente es extubado y su patología de base se encuentra


resuelta, los profesionales a cargo se ven en la necesidad de alimentar al
usuario por vía oral, donde nuevamente aumentan las probabilidades de que
se presente un trastorno deglutorio (51). Así se evidencia en un estudio
realizado por Barker et al. donde se evaluaron a pacientes que estuvieron
expuestos a IOT por más de 48 horas, evidenciando que el 51% de los
usuarios presentó disfagia (52). En otro estudio realizado por Santilli de Lima
et al. Que incluyó 101 pacientes con

COVID-19 intubados por 8 días en promedio, demostró que, a las 24 horas


de ser extubados, el 18% de los pacientes requirieron vía alternativa de
alimentación y el 53% tuvieron deglución segura, pero necesitaron
implementar medidas deglutorias compensatorias (53).

Las causas de la disfagia asociada a COVID-19 pueden ser multifactoriales


(54), aunque se relaciona principalmente con los pacientes críticos de la UCI
e incluye la lesión laríngea, la debilidad neuromuscular iatrogénica (inducida
por fármacos) o inducida por desuso, la descoordinación entre la respiración
y deglución, y el reflujo gastroesofágico (55), como también la higiene oral -
considerando que la placa bacteriana es uno de los factores de riesgo más
relevantes para presentar neumonías aspirativas asociadas a VM (56).
También, la disfagia puede ser causada por el posicionamiento prono del
paciente intubado (57), ya que esta posición puede incrementar la aspiración
silenciosa, definida como el paso de líquidos o comida por debajo de los
pliegues vocales, sin producción de reflejo de tos (58). Además, se limita la
limpieza bucal y el paciente es más susceptible a lesiones laríngeas del tubo
endotraqueal debido a su propio movimiento (59).

Las alteraciones somatosensoriales y cognitivas son desafíos adicionales en


los pacientes con disfagia. Se describen complicaciones neurológicas en un
tercio de los pacientes hospitalizados por COVID-19, las que incluyen;
vértigo, cefalea, compromiso de conciencia, encefalitis, ataxia y convulsiones
(60). En general, estos cuadros neurológicos desarrollan mayor riesgo de
sufrir aspiración silenciosa (61), por lo que la evaluación de la disfagia
posterior a la extubación debe ser considerada un procedimiento de base
(62).
3.3 Factores de riesgo de disfagia asociado a COVID-19

Según la OMS, un factor de riesgo (FR) se describe como cualquier


condición, característica o comportamiento que aumente la probabilidad de
contraer una enfermedad o sufrir una lesión. Existen factores de riesgo en
pacientes con COVID-19 que agravan la condición de salud y aumentan el
riesgo de padecer

disfagia. Al agravar su condición estos factores de riesgo aumentan la


probabilidad del paciente de ser intubado e internado en la UCI, ya sea por
un fallo respiratorio agudo o complicaciones de salud relacionadas con
ciertas variables que comprometen la salud de estos. En algunos casos al
permanecer largas temporadas en la UCI con soporte ventilatorio invasivo,
puede conllevar alteraciones en los mecanismos de deglución (63).

3.4 Factores de riesgo sociodemográficos

Los factores sociodemográficos se definen como todas las características


relacionadas a la edad, sexo, estado civil, ocupación, entre otras,
relacionado con cada integrante de una población (64). Existen, además,
otras causas que influyen en la presencia de disfagia en una persona, por
ejemplo, la vejez, donde la función deglutoria se encuentra debilitada por
perdidas de la función sensorial y motora propias del envejecimiento (65).

Las características sociodemográficas más estudiadas en los pacientes que


desarrollan disfagia por enfermedad de COVID-19 son la edad y sexo. Al
respecto, hay evidencia que pacientes geriátricos diagnosticados con
COVID-19 y que requirieron de IOT, presentaron un mayor riesgo de
desarrollar disfagia que los pacientes más jóvenes, donde la edad media
para el desarrollo de esta patología fue de 62 años. (66). Por otra parte,
Dawson et al., informan que edad media de pacientes hospitalizados con
COVID-19 atendidos por sospecha de disfagia los fue de 67,6 años ± 17,6
años (67).
En cuanto al sexo, una investigación en disfagia y COVID-19 detecto que el
79,9% de los individuos expuestos a IOT fueron hombres, en una proporción
4 de cada 5 pacientes, lo que aumenta el riesgo de padecer disfagia;
confirmando que pertenecer al sexo masculino es un FR para desarrollar una
falla respiratoria grave y por ende, incremento en la necesidad de VMI y
aumento de la prevalencia de disfagia (68).

Además, cabe destacar que la disfagia en pacientes COVID-19 es una


preocupación creciente a medida que aumenta la población geriátrica, ya
que se asocia a graves consecuencias emocionales, físicas, como también
financieras. Sin embargo, esta patología se encuentra subdiagnosticada en
esta población (69).

3.5 Factores de riesgo mórbidos (comorbilidades)

Algunas comorbilidades tales como la obesidad, DM e HTA aumentan


notablemente el riesgo de complicaciones en las vías respiratorias las cuales
pueden generar disfagia (70). Un ejemplo claro, es el caso de los pacientes
diagnosticados con COVID-19 y disfagia que presentan obesidad, debido al
mayor requerimiento de oxígeno para satisfacer sus demandas metabólicas.
Al mismo tiempo, esta reduce la distensibilidad pulmonar y eleva el
diafragma, lo que da como resultado una capacidad residual funcional
reducida, como también de las reservas de oxígeno (71). Según lo descrito
anteriormente, es que la presencia de este tipo de enfermedades que
involucran la vía área superior presenta mayor probabilidad de
complicaciones durante su manejo, colocando en peligro la salud y vida de
los pacientes que las padecen (72).

A menudo la disfagia también es asociada a la DM, esto como consecuencia


de la alteración en la fuerza y coordinación de los músculos masticatorios
inervados por los nervios craneales (73). Así lo explican dos importantes
estudios, los cuales mencionan la relevancia de lograr el control correcto de
la glucemia, ya que duración de la hiperglicemia y la existencia de otras
complicaciones secundarias influyen en el grado de afectación del sistema
nervioso autónomo. Así, la pérdida de fibras vagales favorece la disfagia y
reduce la motilidad esofágica (74).

En Chile, según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, la prevalencia de


HTA es muy alta, afectando a 27% de los adultos. Además, es una de las
enfermedades crónicas más comunes y principal FR asociado a mortalidad
en

el país. Además, quienes padecen HTA forman parte del grupo de riesgo
que pueden contraer COVID-19, incrementando de esta manera las
hospitalizaciones en UCI y desarrollo de disfagia. (75).

Cabe destacar que tanto las comorbilidades como la edad avanzada se


asocian directamente con cuadros clínicos graves en pacientes COVID-19.
En un análisis reciente, se evidencio que el 35,6 % de los casos de COVID-
19 disfagia presentaban al menos una enfermedad comórbida, siendo las de
mayor frecuencia HTA, enfermedades cardiovasculares, DM, enfermedad
pulmonar inflamatoria crónica (EPOC) y el tabaquismo activo. Al respecto, se
evaluó la relación entre estas comorbilidades y la neumonía en pacientes
COVID-19, siendo significativamente más frecuente la HTA en pacientes con
neumonía (76).

3.6 Factores de riesgo tiempo de IOT y duración estancia en UCI

La IOT prolongada también se asocia con el desarrollo de disfagia,


provocando diferentes tipos de lesiones a nivel oro-faringolaríngeo. Los
resultados de las investigaciones varían en el tiempo necesario para
desarrollar el cuadro, partiendo desde intubaciones de 8 horas a duraciones
mayores de 24, 48 o 96 horas en otras (77). No obstante, hay cierto acuerdo
que la duración de la intubación mayor a 4 días se encuentra asociada
significativamente con riesgo de aspiración, aunque no existe un tiempo
determinado. Por lo tanto, no debe considerarse necesariamente como un
punto de corte estricto, ya que se ha descrito que pacientes con una duración
de intubación a corto plazo (4 a 12 horas) también pueden presentar disfagia
(78).

Según Sassi et. al, los pacientes mayores a 55 años presentan una
alteración mayor en la funcionalidad de la deglución post-intubación
prolongada. También, existen datos de incidencia variable de disfagia, que
va de un 3% a un 62% post-extubación, donde al alta hospitalaria se reporta
que el 60% de los usuarios persiste con la alteración deglutoria (79).
Además, la literatura describe que posterior a dos semanas de extubación
hay una prevalencia de

hasta un 84% de persistencia de lesiones en pacientes que fueron intubados


(80). Es importante considerar que el tiempo de exposición a la IOT aumenta
la duración de la estancia en la UCI/hospitalaria, asociándose con una mayor
incidencia de trastornos de la deglución (81).

En cuanto a los días de hospitalización y estancia en UCI, la literatura


menciona que el promedio de hospitalización de un usuario es de 11 días,
con un mínimo y máximo de 5 y 24 días respectivamente (85). La duración
de la estancia en la UCI se asocia con una mayor incidencia de trastornos de
la deglución, lo que aumenta el riesgo de padecer disfagia en pacientes con
COVID-19, lo que se relaciona directamente con la IOT y/o TQT (86). Así lo
confirma el estudio de Almeida et al. donde además se evidencia que los
pacientes que desarrollan disfagia durante esta etapa tienen más
probabilidades de experimentar eventos adversos para la salud como ingesta
nutricional deficiente, deshidratación, neumonía por aspiración y aumento de
la morbimortalidad, complicaciones comunes en estos pacientes, lo que
implica además incremento del uso de recursos hospitalarios, costos de
tratamientos y deterioro del estado de los pacientes (87).

A esto se suma el deterioro del estado de los pacientes a nivel de la


conciencia, sus alteraciones cognitivas y el delirium pueden ser
desarrollados durante la hospitalización. Estas características son altamente
prevalentes, lo que lleva a comprometer la capacidad de protección de la vía
aérea y la seguridad de la alimentación por vía oral. Además, son factores
que afectan la capacidad del paciente para comprender y ejecutar órdenes
simples, dificultando la evaluación clínica y posterior tratamiento (88).

Por otra parte, los períodos de inmovilización prolongados en cama debido al


uso de bloqueadores neuromusculares y altos niveles de sedación, ocasionan
debilidad muscular adquirida durante la estadía en UCI. De la misma manera,
los músculos respiratorios pueden verse comprometidos, lo que puede afectar
el manejo de secreciones orofaríngeas. Al respecto, Brodsky et al.
identificaron cambios significativos en la fase faríngea en la deglución,
específicamente en

la ralentización de los músculos involucrados al momento de deglutir,


evidenciando debilidad muscular en pacientes COVID-19 (89). Así, la estadía
prolongada está correlacionada con el tiempo de uso de VMI, lo que puede
generar un incremento en el riesgo de sufrir neuropatías, retrasando la
rehabilitación y desarrollo de las actividades cotidianas (90).

3.7 Impacto a nivel sanitario-económico de la disfagia asociada a


COVID-19.

En relación al impacto sanitario y económico, en primer lugar, la disfagia se


asocia directamente con un aumento de neumonías por aspiración,
malnutrición y deshidratación, lo que forja un impacto negativo directo en la
calidad de vida de los pacientes, que no sólo afecta al propio paciente sino
también a sus familiares y/o cuidadores (91, 92). Además, la disfagia
interacciona con enfermedades crónicas y/o con otros síndromes geriátricos.
Se ha descrito que la población geriátrica constituye el principal grupo
afectado por disfagia, evidenciando complicaciones que pueden ser graves y
tener un gran impacto en la funcionalidad, el estado nutricional, salud mental
de cuidadores y la morbimortalidad (93, 94).
El impacto de la disfagia a nivel sanitario ha sido evidenciado en diferentes
estudios, tanto a través de encuestas como mediante análisis de costos e
implicaciones sanitarias asociadas (95). Por ejemplo, se describe que la
disfagia genera un elevado número de infecciones respiratorias que suponen
altos costos para las instituciones de salud debido a estancias hospitalarias
más prolongadas, mayor número de complicaciones asociadas y mayores

gastos (96). También, agrava la recuperación de la enfermedad de base y


complica la evolución clínica de los sujetos que la padecen, lo que involucra
un impacto negativo para el sistema sanitario producto del elevado costo
socio-sanitario.

Además de las complicaciones tradicionales anteriormente, también están


las complicaciones relacionadas con aspectos psicológicos, sociales y
económicos de cada paciente que padece esta patología (86). Asimismo, la
mayor incidencia de modificaciones de los hábitos de ingesta o la necesidad
de una vía alternativa de alimentación pueden provocar aislamiento social,
falta de disfrute de la comida y reducción en el desarrollo de las AVD, lo que
puede tener profundas consecuencias psicosociales (97). En un reciente
estudio de cohorte retrospectiva, se analizó el costo-beneficio de incorporar
la intervención fonoaudiológica de la disfagia en los pacientes en UCI del
hospital de urgencia asistencia pública (HUAP). Como resultado, se observó
un beneficio significativo con disminución en el número de eventos de
neumonía post extubación (NPE) y neumonía asociada a la atención en
salud (NAAS).

Además, se destaca la importancia de un diagnóstico e intervención


temprana en la disfagia, para así reducir los costos sanitarios que esta
implica tanto en la estadía hospitalaria (días/cama), riesgos y complicaciones
asociados post-extubación, el costo incremental que implica el desarrollo de
un evento de infección respiratoria donde aumentan los costos directos
asociados a insumos, medicamentos y factor trabajo, además del tiempo
promedio considerado para la resolución de este evento (98). En un estudio
realizado el año 2017, donde se cuantifico el impacto de la disfagia en el
costo de atención médica y la duración de estancia hospitalaria en EE. UU,
se observó que los pacientes hospitalizados y diagnosticados con disfagia
después de la intubación aumentaron su estancia hospitalaria en 8.8 días y
su costo monetario fue de un 42% más por ingreso en comparación con
pacientes sin disfagia (99-100).

En resumen, la disfagia tiene un efecto negativo sobre el estado nutricional,


la hidratación y la salud general de las personas, especialmente en
población mayor con patologías de base. La presencia de este trastorno
empeora el pronóstico de los pacientes y aumenta la mortalidad
independiente del estado funcional y de sus comorbilidades. Asimismo, se
ha demostrado que la

disfagia es un FR independiente, capaz de aumentar la estancia hospitalaria


de los pacientes ingresados y los costos económicos asociados al sistema
de salud (99,100).
4. OBJETIVOS

4.1 Objetivo general:

4.1.1 Determinar los factores de riesgo asociados a disfagia en adultos con


COVID-19.

4.2 Objetivos específicos:

4.2.1 Describir los factores de riesgo sociodemográficos de mayor


frecuencia y severidad asociados a disfagia en adultos con COVID-19.
4.2.2 Describir los factores de riesgo mórbidos (comorbilidades) de mayor
frecuencia y severidad asociados a disfagia en adultos con COVID-19.

4.2.3 Identificar cuánto tiempo de intubación orotraqueal genera un mayor


factor de riesgo asociado a disfagia en adultos con COVID-19.

4.2.4 Identificar cuántos días de estancia en la UCI/ hospitalaria genera un


mayor factor de riesgo asociado a disfagia en adultos con COVID-19.

5. MATERIALES Y METODO

Para abordar los objetivos propuestos se realizó una revisión sistemática


de la literatura (fase cualitativa o sin metaanálisis), que corresponde a un tipo
de investigación que busca recopilar, evaluar y sintetizar de manera rigurosa y
sistemática toda la evidencia relevante y disponible sobre un tema específico.
El objetivo principal de esta revisión es analizar y presentar de manera objetiva
y comprensible los resultados de múltiples estudios previos respecto a los
“factores de riesgo asociados a disfagia en adultos con COVID-19”. A
diferencia del metaanálisis, donde se realiza un análisis estadístico combinado
de los resultados de diferentes estudios para obtener un efecto general, una
revisión sistemática sin metaanálisis se enfoca en la descripción y síntesis
narrativa de los hallazgos de los estudios incluidos. Este tipo de revisión sigue
un protocolo establecido y transparente para la búsqueda, selección y
evaluación de los estudios incluidos. Las fases incluidas en la presente revisión
se presentan a continuación:

5.1 Protocolo y registro

El procesamiento de los artículos se realizó basado en los lineamientos de la


fase de búsqueda (identificación, selección e inclusión) y análisis cualitativo
propuesta por la declaración Preferred Reporting ítems for systematic review
and meta-analysis protocols “PRISMA - P 2020” (Page et al., 2021). La
información recabada de los artículos seleccionados fue procesada y
presentada en tablas resumen en el apartado de resultados, incorporando los
aparatados de: cita, objetivos, variables analizadas, instrumentos utilizados,
resultados y discusión.

5.2 Estrategia de Búsqueda (fase de identificación)

La búsqueda se realizó entre enero y mayo del 2023. Se incorporaron artículos


en inglés y español publicados online durante el periodo [2020 – 2022]. Se
realizó una búsqueda bibliográfica de toda la literatura archivada
electrónicamente publicada en 3 bases de datos: Science Direct, Scielo y

Pubmed. La búsqueda se realizó mediante combinaciones con los conectores


«and» y «or» en el tema, título, resumen o palabras claves. El algoritmo de
búsqueda para Science Direct: “Dysphagia AND Covid” (Title), (filtred used:
adults, risk factor’s [2020 – 2022]; Article type: Review articles and Research
articles); para la base de datos Scielo: “Dysphagia AND Covid” (Title), (filtred
used: adults, risk factor’s [2020 – 2022]; y para Pubmed: “Dysphagia AND
Covid 19” (Title), (filtred used: adults, risk factor’s; Free full text and Full text);
Solo se recopilaron artículos de texto completo revisados por pares.

5.3 Criterios de inclusión y exclusión (fase de selección)

Los criterios de inclusión fueron los siguientes: (1) estudios en personas


adultas (>15 años); (2) diagnosticadas con COVID-19 y disfagia; (3) con
diseños de tipo experimental, cuasi-experimental, ensayos clínicos, de cohorte
y descriptivos cuantitativos; (4) y que determinaran la frecuencia y severidad de
factores de riesgo de tipo sociodemográficos, comorbilidades, tiempo de
intubación y estancia hospitalaria, asociados a disfagia en adultos con COVID-
19. Los estudios centrados en revisiones bibliográficas, estudios cualitativos,
artículos publicados en conferencia, disertaciones y tesis fueron excluidos. Los
estudios incluidos fueron categorizados en cuatro grupos: (1) Factores de
riesgo sociodemográficos (FRS) asociados a disfagia en adultos con COVID-
19; (2) Factores de riesgo mórbidos (FRM) asociados a disfagia en adultos con
COVID-19; (3) Factor de riesgo tiempo de IOT (FRTI) asociados a disfagia en
adultos con COVID-19; y (4) Factor de riesgo estancia hospitalaria (FREH)
asociados a disfagia en adultos con COVID-19. Un estudio se designó en la
categoría (FRS), si los factores de riego mencionados en el artículo hacían
referencia a la edad, sexo, condición socioeconómica y/o lugar de residencia.
Los estudios se colocaron en la categoría de (FRM) si los factores de riesgo
estudiados se asociaron a la presencia de enfermedades crónicas tipo HTA,
DM, obesidad, EPOC, u otra.

Finalmente, los estudios se clasificaron en (FRTI / FREH), si el FR mencionado


en el artículo correspondía al tiempo (en días y horas) de permanencia IOT y el
tiempo de permanencia en hospital. Cabe mencionar que un artículo podía ser
clasificado en más de una de las categorías propuestas.

5.4 Datos de extracción (fase de inclusión)

Una vez eliminados los artículos duplicados, los artículos obtenidos de la


búsqueda fueron revisados por título y resumen, cuidando respetar los criterios
de inclusión y exclusión previamente definidos. Se rescataron los textos
completos para su evaluación por las dos autoras de este trabajo. Se consultó
a una tercera persona especialista en el área metodológica para resolver las
inconsistencias. Los estudios se seleccionaron de acuerdo con los criterios de
elegibilidad. Se diseñaron tablas en formato Word para la extracción de datos,
con el objetivo de extraer información sobre las características del estudio,
diseño, muestra, instrumentos de medición, factores de riesgo estudiados,
resultados y conclusiones.

6. RESULTADOS

El proceso de selección de los estudios se presenta en forma de diagrama de


flujo en la Figura 1. La búsqueda inicial encontró 756 estudios y, tras eliminar
los duplicados, quedaron 661. Una vez examinados los títulos y los resúmenes,
se descartaron 420 estudios. Posteriormente, se evaluaron 54 estudios a texto
completo, incluyéndose 15 de ellos en la presente revisión bibliográfica (véase
tabla N°1: Matriz explicativa).

6.1 Fig.1 Diagrama de flujo para identificar, seleccionar e incluir


artículos

Identificación de estudios a través de bases de datos y registros


Registros eliminados antes de la
Identificación selección:
Registros identificados desde: Registros duplicados eliminados
Bases de datos (n = 3) (n =20)
ScienceDirect, Scielo, Pubmed Registros marcados como no
(516) (14) (226) aptos por las herramientas de
Registros (n = 756) automatización (n = 15)
Registros eliminados por otros
6.2 Tabla N°1. Matriz explicativa

Cita/Año Objetivo Variables Instrumentos Resultados Discusión/


analizadas utilizados Proyecciones

Clayton, Describir las 1. Edad 1. Examen clínico de Se evaluaron 27 pacientes La prevalencia de


Walker, características 2. Sexo deglución realizado diagnosticados con COVID- disfagia en
Freeman- fisiológicas de la 3. Duración de por fonoaudiólogo. 19 (mediana de 65 años). pacientes COVID-
Sanderson disfunción de la estancia 2. Escala de ingesta Todos requirieron VM. La 19 que requieren
(2022). deglución; y hospitalaria oral funcional prevalencia de disfagia fue tratamiento en UCI
describir el patrón 4. Duración de la (FOIS). del 93%, y la mayoría (44%) y derivado a
de recuperación y IOT (días) 3.Videofluoroscopic presentó disfagia profunda rehabilitación
resultados de la 5. Duración en UCI Swallowing Study en la evaluación inicial. fonoaudiológica fue
deglución en (días) (VFSS) alta.
pacientes con 6. Duración de TQT 4. Penetration- El 90% de los participantes
COVID-19 que (días) Aspiration Scale tenían comorbilidades En este estudio la
permanecían en 7. Número de (PAS) preexistentes, siendo las gravedad de la
UCI. intubaciones 5. Bolus Residue dos de mayor frecuencia disfagia a menudo
Scale (BRS). diabetes (63%) y fue profunda en la
enfermedad cardíaca (59%). evaluación inicial y
se asoció con
Los factores de riesgo que diferentes factores
se asociaron a disfagia de riesgo, como;
fueron: 1) la presencia y una mayor duración
duración de la IOT, 2) de la IOT, duración
presencia de traqueotomía, de VM y la estancia
3) duración de la VM a su UCI/hospitalaria.
vez, 4) estancia en la UCI y
5) estancia hospitalaria.
Bordejé, Identificar los 1. Edad 1. Revisión de Se evaluaron 232 pacientes El estudio revela
Marcos factores de riesgo 2. Sexo historias clínicas de en UCI (60,5 años que un tercio de las
Martínez de para disfagia en 3. Índice de masa todos los pacientes promedio), el 72% requirió personas con
Lagrán, Mor, pacientes corporal (IMC) con COVID-19 que IOT. COVID-19 que
Pollán, Viñas y hospitalizados en DM cumplían los criterios requirieron IOT y
Ricart (2021) UCI afectados de 4. Puntaje de inclusión e
De los pacientes intubados VMI desarrollaron
neumonía por APACHE II ingresados en UCI. (14 días promedio), El 79% DPE y estaban en
COVID-19 que (Sistema de estaba en decúbito prono y riesgo de aspiración
requieren VMI; y clasificación de 2.Prueba de el 40,1% requirió pulmonar. Además,
determinar la severidad de una deglución de traqueotomía. los episodios de
frecuencia de DPE patología) volumen de aspiraciones
en esta población. 5. Duración viscosidad Los factores de riesgo que silenciosas y
estancia en UCI modificada (mV- se asociaron hallazgos laríngeos
(días) VST) significativamente con anormales
6. Duración disfagia fueron: 1) número estuvieron
estancia medio de días con VM, 2) presentes en el 96%
hospitalaria requirió traqueotomía, 3) de los pacientes
(días) infección respiratoria después de la
7. Necesidad de concomitante, 4) desarrollo extubación.
IOT de insuficiencia renal
8. Tiempo de durante el ingreso, y 5)
posición prono duración de la estancia en
(días) UCI y hospitalaria.
9. Colocación de
TQT
Regan, Investigar la 1. Edad 1. Historias clínicas Se evaluaron 315 pacientes El estado de ingesta
Walshe, presencia, el 2. Sexo de cada paciente. adultos. oral posterior a la
Lavan, Horan, grado, los 3. Historial médico extubación se
Gillivan, Healy, predictores y la previo al ingreso 2. Escala FOIS. El 90% de los pacientes asoció con la
Langan, trayectoria de 4. Estado de presentaron disfagia en la duración de la
Malherbe, disfagia, disfonía y ingesta oral 3. Escala de grado, evaluación inicial de la estancia en UCI y
Murphy disartria entre antes del ingreso aspereza, deglución con un 36% de de la estancia
(2021) adultos 5. Post-extubación. respiración ingesta oral no permitida. hospitalaria.
hospitalizados con entrecortada,
COVID-19 en la astenia, tensión Los predictores Hubo
República de (GRBAS). estadísticamente aproximadamente
Irlanda durante la significativos del estado de un aumento del 6%
primera fase de la 4. Escala perceptual ingesta oral posterior a la en las
pandemia. de gravedad de la extubación incluyeron: 1) probabilidades
disartria. edad 2) pronación y 3) relativas de cambio
antecedentes de en el estado de
enfermedad respiratoria. ingesta oral por año
de edad. Además,
las personas
mayores pueden
tener una
presbifagia
preexistente, lo que
los predispone a los
DPE.
Osbeck, Evaluar la función 1. Sexo 1. Historia clínica Se examinó una serie de 25 El deterioro de la
Dotevall, de deglución 2. Edad electrónica. pacientes de la UCI con deglución fue
Svennerholm, orofaríngea; y la 3. IMC COVID-19. 78% fueron común en esta serie
Tuomi y Finizia apariencia y 4. Presencia de 2. Fibroendoscópica tratados en la UCI durante de pacientes con
(2021). función laríngea en comorbilidades de la deglución más de 21 días. COVID-19 grave
pacientes con (obesidad, HTA, (FEES). tratados en UCI.
COVID-19 grave. DM). 96% pacientes tenían algún
5. Días de grado de alteración de la Para evitar
hospitalización función de deglución. 44% complicaciones
6. Días UCI demostró aspiración relacionadas con la
7. Días con IOT silenciosa. disfagia es de gran
8. Días con TQT importancia evaluar
La disfagia es una la función deglutoria
complicación común en los como procedimiento
pacientes de la UCI y se estándar en una
asocia con eventos etapa temprana,
adversos como: 1) mayor antes de iniciar la
duración de la VM, 2) ingesta oral.
estancias hospitalarias.

Holdiman, Examinar los 1. Edad 1. Historia clínica De los 947 pacientes, los Las personas
Rogus-Pulia, factores de riesgo 2. Sexo que presentaron COVID-19 mayores tienen un
Pulia, Stalter y para el desarrollo 3. Raza 2. Estandarización más grave y mostraron mayor riesgo de
Thibeaul de disfagia en un 4. Grupo étnico internacional de la tasas más altas de disfagia grave.
(2022) grupo de pacientes 5. Presencia de dieta para la disfagia intubación, neumonía, VM,
hospitalizados por disfagia (IDDS). colocación de TQT, posición Los FR evaluados
COVID-19. 6. Tiempo de IOT prona y SDRA. en este estudio
(días) 3.Escala de deben ser de
7. Colocación de gravedad y resultado Los factores de riesgo que prioridad al
TQT de la disfagia se asociaron momento del
8. Presencia de (DOSS) significativamente con diagnóstico, por lo
comorbilidades: disfagia fueron: 1) neumonía que se requiere
- Neumonía 2) SDRA, 3) posición prona, derivación a
- SDRA 4) ventilación e 5) especialista en la
- DM intubación. población
- Diálisis hospitalizada por
COVID-19.

Almeida, Félix, Evaluar la 1. Edad 1. Evaluación


El estudio está conformado El comportamiento
Tavares, da incidencia y los 2. Sexo funcional de la
por 1357 pacientes severo de COVID-
Silva y Tiago. factores de riesgo 3. Duración de la deglución “al lado de
diagnosticados de COVID- 19 que
(2022) para el desarrollo IOT la cama” (BSE). 19. Se requirió IOT en 421 experimentaron
de disfagia en 4. Tamaño del tubo pacientes. principalmente los
pacientes con OT 2. Eat Assessment hombres puede
enfermedad por 5. Presencia de Tool-10 (EAT-10) La incidencia de DO en estar relacionado
COVID‐19 comorbilidades pacientes con COVID‐19 con factores
sometidos a IOT. - Hipertensión 3. FEES. sometidos a IOT fue del hormonales y mayor
Arterial 54%. La duración de ésta prevalencia de
Sistémica (HAS) fue un FR importante para el comorbilidades,
- DM desarrollo de disfagia. como la presencia
- Obesidad de hipertensión
6. TQT Los pacientes con disfagia arterial, tabaquismo
7. Necesidad de experimentaron un y enfermedad
reintubación incremento en la duración arterial coronaria.
de la estancia hospitalaria,
la estancia en la UCI
después de la extubación y
la estancia en el hospital
después de la extubación.

Shadi y Identificar la 1. Edad - EAT-10. El estudio cuenta con un La alta prevalencia


Farahat (2022) frecuencia, 2. Nivel y total de 359 participantes, de disfagia
características y severidad de con mediana de edad de 34 autopercibida en
gravedad de la Disfagia años. pacientes con
DOF autopercibida 3. Sexo COVID-19 leve y
en pacientes con 4. Tiempo de La disfagia autopercibida se moderado, resalta la
COVID-19 no hospitalización identificó en el 65% de los importancia de la
intubados. 5. COVID-19 pacientes. reevaluación, la cual
debe extenderse
La puntuación total de EAT- más allá de la
10 fue mayor en los casos recuperación de la
de COVID-19 moderados y enfermedad aguda
graves en comparación con por COVID-19.
los casos leves.

Nascimento, Verificar la 1. Sexo 1. Historias clínicasEl estudio está compuesto Existe una alta
Ceron, ocurrencia de 2. Edad de cada paciente.por 129 participantes, con incidencia de DOF
Signorini y disfagia en 3. Enfermedades 2. Gugging una edad media de 72 años. en pacientes con
Lima (2022) pacientes adultos previas Swallowing COVID-19 con
positivos para 4. COVID-19 Screen adaptado El 40% de los pacientes mayor severidad
COVID-19 en dos 5. Tiempo de IOT (GUSS). tenían comorbilidades. El durante períodos
hospitales 3. ASHA NOMS. 49% de lo que fueron más prolongados de
brasileños. 4. Escala FOIS. intubados presentaron IOT,
disfagia severa. El 59% de considerándose una
ellos requirió IOT. de las causas de
disfagia en
El tiempo medio de pacientes positivos
intubación fue de 11,6 días, para COVID-19.
pero en los pacientes
críticos, la media fue de 14,6
días
Saintilli, Sassi, Evaluar la 1. Edad 1. BSE. Se evaluaron 101 pacientes La DPE fue común
Medeiros, Ritto incidencia de 2. Sexo 2. Protocolo de adultos de la UCI en pacientes UCI
y Andrade disfagia, su curso 3. COVID-19 evaluación del diagnosticados con COVID- con y sin COVID-19
(2021) temporal y su 4. Disfagia riesgo de disfagia 19 (mediana de edad es 53 críticos de la UCI,
asociación con 5. Tiempo de IOT (DREP). años). que fueron
resultados 3. ASHA NOMS. sometidos
clínicamente Los pacientes de la UCI con igualmente a IOT.
relevantes en COVID-19 permanecieron
pacientes críticos más días intubados que los Los pacientes con
extubados con no intubados (8,8±8,1 días y COVID-19 con
COVID-19. 6,1±3,5 días menor tiempo de
respectivamente; p= 0,002). IOT necesitaron
Como también, tuvieron menos sesiones de
mayor presencia de rehabilitación para
comorbilidades que los disfagia.
pacientes sin COVID-19.

Mallart, Evaluar la 1. Disfagia 1. Protocolo de Participaron 58 pacientes La detección de la


Rossignol, prevalencia de 2. COVID-19 observación clínica que fueron intubados y DPE en esta
Poppe, Prum, disfagia en la 3. IOT de la deglución, ventilados, 43 de los cuales
población mejoraría
Tamion, Veber unidad de 4. Tiempo de monitorización de la fueron evaluados. el manejo y
y Verin (2022) cuidados hospitalización/ saturación de disminuiría la
intensivos en estancia oxígeno y
El cribado reveló DPE en el duración de la
pacientes con hospitalaria auscultación 63 % de los pacientes. hospitalización en la
enfermedad por laríngea. UCI.
COVID-19. Se encontró una asociación
significativa entre la
presencia de disfagia con la
severidad de la patología
inicial, y con la duración de
la IOT.
Regan, Investigar la 1. Edad 1. Escala FOIS. La muestra fue de 100 El conocimiento de
Walshe, disfagia y la 2. Sexo 2. Protocolo de pacientes. los FR de la disfagia
Lavan, Horan, disfonía 3. Comorbilidades Estandarización y de la disfonía
Gillivan, Healy, posteriores a la médicas previas de la Dieta para Fueron predictores del después de la
Langan, extubación entre al ingreso y la Disfagia grado de disfagia posterior a extubación
Malherbe, adultos intubados estado de (IDDSI). la extubación: 1) edad, 2) promoverá una
Murphy, con COVID-19; deglución 3. GRBAS. pronación; y la enfermedad evaluación y un
Cremin, Hilton, identificar variables 4. Manifestaciones respiratoria preexistente. control temprano y
Cavaliere, predictivas del neurológicas profundo durante la
Curley, estado de ingesta debido al El 66% de los pacientes estancia
Moloney, oral posterior a la COVID-19 presentaron disfagia post hospitalaria, con el
(2021) extubación y 5. Duración de la extubación. objetivo de
disfonía; y intubación minimizar las
establecer las 6. Duración TQT La disfagia persistió un 27% complicaciones
necesidades de 7. Duración en de los casos luego del al clínicas y de calidad
rehabilitación de Pronación. alta hospitalaria. de vida del usuario.
SLT y los servicios
proporcionados a
esta cohorte.

Lee, Huang, Estimar la 1. Edad 1. VFSS. Participaron 2055 pacientes. Este análisis
Banda, Chu, prevalencia 2. Sexo muestra que la
Jen, Chu, Liu, combinada de 3. Uso de IOT 2. GUSS La prevalencia de DOF prevalencia de DO y
Pien, Chen, DOF el riesgo de 4. Uso de TQT entre pacientes un alto riesgo de
Chou (2022). mortalidad y los 5. Estancia en UCI 3. Volume Viscosity hospitalizados con COVID- mortalidad en los
factores asociados 6. Mortalidad Swallow Test (V- 19 se estimó en un 35 % pacientes
entre los pacientes - Presencia de VST) asociada con un alto riesgo hospitalizados con
hospitalizados con comorbilidades: de mortalidad. COVID-19.
COVID-19. - Patologías 4. Escala FOIS.
respiratorias La IOT, uso de TQT y La prevención y el
- HTA 5. EAT-10. pronación entre los
tratamiento
- DM pacientes hospitalizados contemprano de estos
- Patologías COVID-19 estabanpacientes, reducen
neurológicas altamente asociados con el el riesgo de
desarrollo de DOF. neumonía por
aspiración, como
La prevalencia de DOF fue también disminuye
mayor entre los pacientes el riesgo de muerte.
hospitalizados con COVID-
19 que ingresaron en UCI,
intubados y ventilados
mecánicamente.

Martin- Evaluar la 1. Edad 1. V-VST Este estudio está La disfagia es un


Martínez, prevalencia, los 2. Sexo conformado por 28 FR independiente
Ortega, Viñas, factores de riesgo 3. Comorbilidades 2. EAT-10. pacientes. para la malnutrición,
Arreola, y los resultados 4. Síntomas El promedio de días de prolongando la
Nascimento, clínicos de OD y neurológicos hospitalización en los hospitalización en
Costa, Riera, desnutrición en un 5. Ingreso UCI pacientes con DOF y con aquellos que la
Alarcón, y hospital general 6. Estancia diagnóstico de SARSCoV-2 presentaron, en
Clavé. (2021). durante la primera hospitalaria fue de 17,3 ± 13,1 días. Un comparación con
ola de la pandemia 40% de los pacientes los que no. Un
de COVID-19. requirió de espesante. 45,5% de los
pacientes
Solo el 56% de los presentaron
pacientes logra deglución de malnutrición como
líquidos. La prevalencia consecuencia de la
DOF es de un 51,7% en DOF, con una
esta muestra. Un 79,5% de pérdida de peso
los pacientes con DOF promedio de 10.1±
presenta síntomas 5.0 kg durante la
neurológicos, dentro de los hospitalización.
cuales se encuentra la
confusión con un 69% y
delirium con un 29%.

González, Explorar la función 1. Edad 1. Escala FOIS. El estudio estuvo La disfagia es


Mattsson, de deglución y los 2. Sexo conformado por 28 frecuente en
Koyi, Blom, factores de riesgo 3. Comorbilidades 2. BSE pacientes, donde el 71% pacientes con
Razmi, Palm. asociados con la 4. Fragilidad presentó disfagia. Un 79% COVID-19 después
(2022). recuperación 5. IOT hombres; edad 61años. de VMI y se asocia
tardía de la 6. VMI con la cantidad de
deglución en 7. TQT Los pacientes con disfagia días en el hospital y
pacientes con 8. Pronación adultos mayores tenían una la cantidad de días
ventilación mayor incidencia de en la UCI. Se
mecánica hipertensión (70 % frente a destaca la
posinvasiva de 12 %) y recibían VMI importancia de
COVID-19. durante más tiempo (16 días conocer los factores
frente a 10 días; o tuvo una de riesgo asociados
TQT (9 días frente a 1) más a disfagia.
tiempo.

Archer, Lezzi, Evaluar las 1. Edad 1. Escala FOIS Un total de 164 pacientes Los pacientes
Gilpin. (2021). presentaciones y 2. Sexo con edad de 57 años. hospitalizados con
los resultados de 3. Delirio 2. GRBAS COVID-19
pacientes 4. Alteración El 52% con TMT, un 79% presentan
hospitalizados con neurológica con IOT, 13% tenía un alteraciones
enfermedad por 5. IOT nuevo deterioro neurológico significativas de la
coronavirus 2019 6. Tiempo de IOT. y el 70% con delirio. voz y la deglución,
(COVID-19) que 7. TQT con requerimiento
presentan disfonía 8. Pronación Las evaluaciones iniciales frecuente de
y disfagia para mostraron deficiencias intubaciones
investigar marcadas en la disfagia y la prolongadas y TQT.
tendencias e voz, pero hubo una mejora
informar posibles significativa en todos Los pacientes
vías para la durante el estudio. evidentemente
atención continua. mejoran terapia
fonoaudiológica.
6.3 Resultados específicos de factores de riesgos asociados al
desarrollo de disfagia en adultos con COVID-19.

Respecto a la edad como factor de riesgo sociodemográfico asociado a


disfagia en adultos con COVID-19 (Tabla 1), el 80% de los artículos incluidos
evidenciaron que las personas mayores (60 años +) tenían más probabilidades
de desarrollar disfagia posterior a COVID-19. Al respecto, Clayton et al. (2022),
Holdiman et al. (2022) y Nascimiento et al. (2022), Bordejé et al. (2021),
Osbeck et al. (2021), Martin-Martínez et al. (2021), Saintilli et al. (2021), Mallart
et al. (2022), González et al. (2022) y Archer et al. (2021) determinaron que
tener entre 60 y 65 años aumentaría considerablemente el riesgo de disfagia y
que este riesgo aumentaría exponencialmente a medida que se pasan los
años.

Por su parte, Regan et al. (2021) y Regan et al. (2022) establecieron en


sus estudios que la edad es un factor predictor de alteración de la deglución y/o
del estado de grado de severidad de la ingesta oral posterior a la extubación en
pacientes con Covid-19. Concluyendo así que los pacientes de edad avanzada
tienen mayor riesgo de desarrollar disfagia posterior a COVID-19 de mayor
grado de severidad.

La mayoría de los estudios seleccionados se basan en la literatura sobre


la relación entre edad avanzada-disfagia, donde se establece que los
problemas de deglución pueden ser desencadenados por el proceso de
envejecimiento, y otros factores asociados o en conjunto con la edad, los
cuales potenciarían el desarrollo de disfagia.

En algunos estudios el sexo también es considerado un factor predictor


de disfagia en adultos con COVID-19 (Tabla N°1). De los estudios
considerados en esta tesina, el 20% de ellos considera que el sexo masculino
tiene mayor probabilidad de presentar disfagia. Tal como lo evidencian en sus
estudios Holdiman et al. (2022), Archer et al. (2021), Almeida et al. (2022).
Tabla N°2. Descripción de los factores de riesgo sociodemográficos (edad
y sexo) asociados a disfagia en adultos con COVID-19.

AUTOR INSTRUMENTOS TAMAÑO FACTOR DE RIESGO DESCRITO


UTILIZADOS MUESTRAL
Clayton et al. Ficha clínica 27 pacientes Se estimó que tener sobre 60 años es un FR para
(2022) disfagia. El riesgo de disfagia aumenta con la edad.

Bordejé et al. Historia clínica 232 pacientes Se estimó que tener sobre 58 años es un FR para
(2021) disfagia. La edad aumenta el riesgo de desarrollar
disfagia.

Regan et al. Historia clínica 315 pacientes Se estimó que a mayor edad aumenta el de riesgo de
(2022) padecer disfagia. Consideran que la edad es un
predictor del estado de ingesta oral posterior a la
extubación.

Osbeck et al. 25 pacientes Se estimó que a mayor edad aumenta el de riesgo de


(2021). padecer disfagia.

Holdiman et al. Historia clínica 947 pacientes Los pacientes adultos mayores (65 años y más)
(2022) tenían más probabilidades de tener disfagia.

El sexo masculino tiene mayor probabilidad de


presentar disfagia.

Nascimento et Historia clínica 129 Los pacientes adultos mayores (65 años y más)
al. (2022) participantes tenían más probabilidades de tener disfagia.

Saintilli et al. Historia clínica 101 pacientes Los pacientes adultos mayores tenían más
(2021) probabilidades de tener disfagia. La edad aumenta el
riesgo de padecer disfagia.

Mallart et al. Historia clínica 58 pacientes Se estimó que los pacientes adultos mayores tenían
(2022) más probabilidades de tener disfagia.

Regan et al. Historia clínica 100 pacientes Los pacientes adultos mayores tenían más
probabilidades de tener disfagia. Consideran que la
(2021) edad es un predictor del estado de ingesta oral
posterior a la extubación.

Martin-Martínez Historia clínica 28 pacientes Se estableció que, a mayor edad, mayor riesgo de
et al. (2021). presentar DOF.

Gonzalez et al. Historia clínica 28 pacientes La edad avanzada es un factor predictor para
(2022). desarrollar disfagia, a mayor edad mayor riesgo de
adquirir algún tipo de disfagia.

Archer et al. Historia clínica 164 pacientes Los pacientes adultos mayores tenían más
(2021). probabilidades de tener disfagia, la cual aumenta la
probabilidad de desarrollarse en edad avanzada.

El sexo masculino tiene mayor probabilidad de


presentar disfagia.
Almeida et al. Historia clínica 1357 pacientes El sexo masculino tiene mayor probabilidad de
(2022) presentar disfagia.

Fuente: elaboración propia de las autoras.

Respecto a las comorbilidades preexistentes como FR sociodemográfico


asociado a disfagia en adultos con COVID-19 (ver tabla N°3), 13 artículos
evidenciaron que las personas con comorbilidades previas al ingreso
hospitalario tenían más probabilidades de desarrollar disfagia. Al respecto, en
el estudio de Clayton et al. (2022), casi el 90 % de la cohorte total tenía
comorbilidades preexistentes, siendo las dos observadas con mayor frecuencia
diabetes (63 %) y enfermedad cardíaca (59%). Bordejé et al. (2021) y Holdiman
et al (2021) evidenciaron que solo la DM fue considerada como un fuerte factor
predictor para disfagia.

Por otra parte, Gonzales et al. (2022) evidenciaron que únicamente la


hipertensión arterial era un factor predictor de disfagia. Saintilli et al. (2021) y
Mallart et al. (2022) confirmaron que tanto la hipertensión y la diabetes eran
factores predictores de disfagia. Complementariamente, Almeida et al. (2022),
Nascimiento et al. (2022) y Archer et al. (2021) en sus estudios evidenciaron
que todas las comorbilidades preexistentes en los pacientes fueron factores de
riesgo de disfagia, entre ellas describen la HTA, DM y obesidad.

Similar a los resultados anteriores, en los estudios de Regan et al.


(2021) y Regan et al. (2022) se evidenció que las enfermedades preexistentes
como la DM, enfermedad respiratoria (EPOC/otra enfermedad respiratoria),
enfermedad cardiaca y obesidad son predictores del estado de ingesta oral
posterior a la extubación, siendo estos los que presentaron mayores
complicaciones en su deglución, presentando así disfagia. Así mismo, Osbeck
et al. (2021) evidenciaron que los pacientes con comorbilidades previas tenían
más complicaciones en el grado de disfagia afectando así respiración y
deglución. Finalmente, Martin-Martínez et al. (2021) evidenciaron que los
pacientes con DOF posterior a COVID-19 tenían mayor número de
comorbilidades preexistentes.
Tabla N°3. Descripción de los factores de riesgo mórbidos
(comorbilidades) asociados a disfagia en adultos con COVID-19.

INSTRUMENTOS TAMAÑO
AUTOR FACTORES DE RIESGO DESCRITO
UTILIZADOS MUESTRAL

Clayton et al.
Historia clínica 27 pacientes La DM se consideró un factor predictor de disfagia.
(2022)

Bordejé et al.
Historia clínica 232 pacientes La DM se consideró un FR de disfagia.
(2021)

La DM enfermedad respiratoria (EPOC/otra


Regan et al. enfermedad respiratoria), enfermedad cardiaca y
Historia clínica 315 pacientes
(2022) obesidad fueron consideradas como factores
predictores de disfagia.

Osbeck et al. La DM, obesidad e hipertensión fueron consideradas


Historia clínica 25 pacientes
(2021) como factores predictores de disfagia.

Holdiman et al. La DM fue considerada como un factor predictor de


Historia clínica 947 pacientes
(2022) disfagia.

La hipertensión arterial sistémica (HAS), DM y


Almeida et al.
Historia clínica 1357 pacientes obesidad fueron considerados factores predictores de
(2022)
disfagia.

La DM, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica,


Nascimento et 129
Historia clínica la obesidad y la enfermedad cardiaca fueron
al. (2022) participantes
consideradas factores predictores de disfagia.

Saintilli et al. La DM y la HTA fueron considerados factores


Historia clínica 101 pacientes
(2021) predictores de disfagia.

Mallart et al. La HTA y la DM, se establecieron como factores


Historia clínica 58 pacientes
(2022) predictores de disfagia.

La Enfermedad respiratoria (EPOC/otra enfermedad


Regan et al. respiratoria), enfermedad cardiaca, diabetes y
Historia clínica 100 pacientes
obesidad fueron consideradas factores predictores de
(2021)
disfagia.

Martin-Martínez La presencia de comorbilidades (en general) fue


Historia clínica 28 pacientes
et al. (2021) considerada factor predictor de disfagia.

González et al. La HTA fue considerada un factor predictor de


Historia clínica 28 pacientes
(2022) disfagia.

La HTA, diabetes, enfermedades respiratorias, y


Archer et al.
Historia clínica 164 pacientes enfermedades cardiacas fueron consideradas
(2021)
factores predictores de disfagia.
Fuente: elaboración propia de las autoras.

Respecto a la IOT como FR de disfagia (ver tabla N°4), 9 artículos


mostraron que los pacientes que eran intubados tienen mayor probabilidad de
desarrollar DOF. Bordeje et al. (2021), Almeida et al. (2022), Saintilli et al.
(2021), Mallart et al. (2022), Lee et al. (2022), por su parte, indican que
prevalencia de DOF en pacientes COVID-19 se encontraba entre el 26,9% al
93%.

Así mismo, autores como Clayton et al. (2022), Osbeck et al. (2021),
Saintilli et al. (2021), Mallart et al. (2022), Lee et al. (2022), Gonzales et al.
(2022) y Archer et al. (2021) indican que la duración de la IOT en pacientes
COVID-19 (más de 48 horas) se encuentra asociada con una mayor
prevalencia y gravedad de la DOF después de la extubación. De la misma
manera, Bordeje et al. (2012)
indicaron que las causas de la DPE son de naturaleza multifactorial debido a
las acciones mecánicas relacionadas con el tubo endotraqueal, teniendo un
efecto significativo sobre la anatomía y funcionalidad de la laringe, generando
como consecuencia atrofia, sensibilidad reducida y posibles lesiones.

Por otro lado, Clayton et al. (2022) evidenciaron que la presencia del
tubo endotraqueal se encuentra asociado con una reducción en la masa
muscular, afectando la fuerza y movimientos de la base de lengua encargada
de la formación y propulsión del bolo alimenticio, además de la disminución de
la sensación laríngea, daño de las cuerdas vocales y compresión del nervio
laríngeo recurrente.

Bordejé et al. (2021) indican que existen causas mecánicas que causan
la DPE relacionadas directamente con la presencia de IOT, ya sea con la
duración y características físicas del tubo endotraqueal. Una de las fases de la
deglución afectadas es la faríngea debido a que limita la elevación del esfínter
laríngeo debido a la presencia del tubo endotraqueal e incrementa el riesgo de
aspiración al momento de la extubación. Así mismo Lee et al. (2022) describe
que cualquier tipo de lesión laríngea se considera un FR para el desarrollo de
la DOF, contribuyendo también al desarrollo de patologías respiratorias y
trastornos a la voz.

Tabla N°4. Descripción de los factores de riesgo de IOT asociados a


disfagia en adultos con COVID-19.

AUTOR INTRUMENTOS UTILIZADO FACTOR DE RIESGO DESCRITOS


TAMAÑO
MUESTRAL

Clayton et al. - Examen clínico de deglución. 27 pacientes La duración media de la IOT fue de 19 días,
(2022) - Escala FOIS. donde se identificaron asociaciones lineales
- VFSS. positivas entre la duración de la intubación y
la prevalencia de DOF.
- PAS.
- BRS.

Bordejé et al. - mV-VST 232 pacientes El estudio reveló que el 26,9% de las
(2021) personas con COVID-19 que requirieron
IOT y VM durante un promedio de 14 días
desarrollaron DPE.

Osbeck et al. - Historia clínica electrónica del 25 pacientes La duración media de IOT fue de 10 días,
(2021). paciente. pero no hubo correlación entre el número de
días con IOT y DOF.
- FEES.

Almeida et al. - BSE 1357 La incidencia de disfagia en pacientes con


(2022) pacientes COVID‐19 sometidos a IOT fue del 53,6%
- EAT-10 con una duración media de IOT de 12,6 ±
7,9 días, siendo un FDR predominante para
- FEES. el desarrollo de DOF.

Nascimento - GUSS. 129 El tiempo medio de intubación fue de 11,6


et al. (2022) participantes días para pacientes COVID-19, el cual
- Escala FOIS. dependió de la severidad de la DOF
indicando un empeoramiento si se
incrementa el tiempo de exposición a IOT.

Saintilli et al. - BSE 101 pacientes Los grupos de pacientes difirieron en la


(2021) funcionalidad de la deglución donde 94/101
- DREP. presento dificultades para tragar. Siendo la
DPE común en pacientes UCI con COVID-
19.

Mallart et al. - Protocolo de observación 58 pacientes El cribado reveló que la DPE se presentó en
(2022) clínica de la deglución, el 62,7 % de los pacientes donde la
monitorización de la duración de la intubación tuvo una media de
saturación de oxígeno y 19,7 ± 8,77 días.
auscultación laríngea.

Lee et al. - VFSS. 2055 Los pacientes con COVID-19 intubados


(2022). participantes tienen más probabilidades de desarrollar
- GUSS DOF (OR = 16,3; IC 95% = 7,10, 37,3;
certeza de evidencia alta).
- V-VST

- Escala FOIS

- EAT-10.
González et - Escala FOIS. 28 pacientes La frecuencia de DOF después de la VMI en
al. (2022). pacientes con COVID-19 fue alta, el 71%
- BSE. requirió de intervenciones nutricionales y de
deglución significativas.

Archer et al. - Escala FOIS. 164 pacientes Del total de pacientes el 78,7% fue intubado
(2021) con una duración media de 6 días,
- PAS. determinando la IOT como uno de los
principales FDR para la prevalencia de
DOF.

Fuente: elaboración propia de las autoras.

En relación a la estancia UCI/ hospitalaria (ver tabla N°5) 9 artículos


indicaron que las personas con COVID-19 que estuvieron una estancia UCI/
hospitalaria prolongada presentaron mayor probabilidad de desarrollar DOF.

Bordejé et. Al (2021), Osbeck et. Al (2021), Almeida et al. (2022),


Martin-Martínez et al. (2021) y González et al. (2022) estimaron entre 4 a 20
días la estancia en UCI para pacientes COVID-19 diagnosticados con disfagia,
mientras que la estancia hospitalaria varió entre 13 y 35 días. Esto, debido a
que los pacientes disfágicos tienden a ser susceptibles a desarrollar
complicaciones como lo es el retorno a la ingesta oral, lo que retrasa de forma
directa el alta hospitalaria y aumenta los costos de atención médica.

Así mismo, Mallart et al. (2022) evidenció que la población con COVID-
19 al estar expuesta a IOT, sedación y hospitalización en la UCI, prolonga
considerablemente la duración del tratamiento en estos pacientes debido a la
presencia de DOF, considerando que el tiempo medio de evaluación en este
estudio fue de 2,03 ± 1,93 días, donde el 74,1 % de los pacientes fueron
intubados y el 62,7 % presentó DPE, lo que representa el 45 % de la cohorte.

De la misma manera, Almeida et al. (2022), Martin-Martínez et al. (2021)


y González et al. (2022) encontraron asociaciones entre la presencia de
disfagia, la severidad de la patología inicial y el grado de debilidad muscular
debido al desuso, por lo que la detección anticipada de disfagia en esta
población disminuiría la duración de la estancia hospitalaria.
Tabla N°5. Descripción de los factores de riesgo de estancia UCI/
hospitalaria asociados a disfagia en adultos con COVID-19.

TAMAÑO
AUTOR FACTOR DE RIESGO DESCRITOS
INTRUMENTOS UTILIZADO MUESTRAL

Dentro de los FDR que se asociaron a la


Clayton et - Datos extraídos de la ficha prevalencia de DOF, se encontró la
27 pacientes
al. (2022) clínica del paciente estancia en la UCI (0,875) y estancia en
el hospital (0,727).
- Revisión de historias
clínicas de todos los
Los FDR que se asociaron con DOF
Bordejé et pacientes con COVID-19
fueron la duración de la estancia en UCI
al. (2021) que cumplían los criterios de 232 pacientes
con una media de 11 días y estancia
inclusión e ingresados en
hospitalaria con una media de 27 días.
UCI.

El 78% de los pacientes fueron tratados


Osbeck et
en la UCI durante más de 21 días. El
al. - Datos extraídos de la
25 pacientes tiempo total en el hospital fue más de 30
(2021). historia clínica electrónica.
días para el 80 % de los pacientes,
asociado a la gravedad de la disfagia.
Los pacientes con DOF experimentaron
un incremento estadístico en la duración
- Los datos fueron
Almeida et 1357 de la estancia en la UCI después la
recolectados de la historia
al. (2022) pacientes extubación 4,8 días y la duración de la
clínica de los pacientes.
estancia hospitalaria 13,5 días.

La duración de la hospitalización no se
Shadi et al. 359
- EAT-10 asoció de manera estadísticamente
(2022) participantes
significativa con la presencia de disfagia.

La presencia de disfagia no se asoció


Mallart et significativamente con el tiempo de
- Los datos fueron extraídos
al. (2022) 58 pacientes hospitalización en UCI ni con el tiempo
de las historias clínicas.
total de hospitalización.

- VFSS.

- GUSS.
Lee et al. La prevalencia de DO fue mayor en los
- V-VST. 2055
(2022). pacientes con COVID-19 ingresados en la
participantes
- Escala FOIS. UCI estimada en un 53 %.

- EAT-10.

Martin- - Los datos clínicos fueron La duración de la estancia hospitalaria en


273 pacientes
este estudio fue de 13 días,
Martínez et
recogidos de la historia identificándose como un FDR asociado a
al. (2021).
clínica del paciente. la alta prevalencia de disfagia en estos
pacientes.
La mediana de estancia en UCI fue de 20
- Se recogieron datos de la
González días, mientras que la estancia hospitalaria
historia clínica del usuario. 28 pacientes
et al. fue de 35 días, definiéndose como
(2022). factores asociados con la prevalencia de
disfagia.

Fuente: elaboración propia de las autoras.

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