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Proceso inflamatorio.

Un proceso inflamatorio empieza cuando los compuestos químicos son


liberados por el tejido dañado. Como respuesta, los glóbulos blancos producen
sustancias que hacen que las células se dividan y crezcan para reconstruir el tejido
para ayudar a reparar la lesión. Sin embargo, en ciertas situaciones, como en
reacciones alérgicas y enfermedades crónicas, el proceso inflamatorio constituye
el mecanismo patogénico básico. La inflamación presenta dos fases bien
diferenciadas: aguda y crónica.

Cuando la inflamación se mantiene durante un tiempo prolongado


(semanas o meses), se habla de inflamación crónica, en la que coexisten el daño
tisular y los intentos de reparación, en diversas combinaciones. Puede producirse
por mantenimiento de la inflamación aguda, o bien empezar de manera progresiva
y poco evidente, sin las manifestaciones de la inflamación aguda. Este segundo
caso es el responsable del daño tisular de algunas de las enfermedades humanas
más invalidantes, como la artritis reumatoide, la aterosclerosis, la tuberculosis o
la fibrosis pulmonar. Además, es importante en el desarrollo del cáncer y en
enfermedades que anteriormente se consideraban exclusivamente degenerativas,
como el Alzheimer. En caso de no resolución se drenan también las bacterias y se
extiende la infección por vía linfática: linfangitis y linfadenitis.

Proceso inflamatorio de la piel.

 Lesión o irritación.

El proceso inflamatorio de la piel comienza cuando hay una lesión o


irritación en la piel. Esto puede ser causado por diferentes factores como una
herida, quemadura, picadura de insecto, exposición a sustancias químicas o
alérgenos, entre otros.
 La liberación de los mediadores químicos:

Estos mediadores químicos son sustancias producidas por diferentes células


del sistema inmunológico y otros tejidos, y desempeñan un papel crucial en la
respuesta inflamatoria. Uno de los mediadores químicos más importantes en el
proceso inflamatorio de la piel es la histamina. La histamina se libera
principalmente a partir de los mastocitos, que son células presentes en la piel y
otros tejidos conectivos. La liberación de histamina causa vasodilatación, lo que
resulta en enrojecimiento e hinchazón de la piel. Además, la histamina también
aumenta la permeabilidad vascular, lo que permite el paso de células y moléculas
del sistema inmunológico al sitio de la lesión.

Otro mediador químico importante es el factor activador de plaquetas (PAF).


El PAF se produce principalmente por las células endoteliales y las células
inflamatorias presentes en el sitio de la lesión. El PAF tiene múltiples efectos,
incluyendo vasodilatación, aumento de permeabilidad vascular y reclutamiento de
células inflamatorias adicionales al área afectada.

Además, durante el proceso inflamatorio también se liberan citocinas pro


inflamatorias como el factor de necrosis tumoral alfa e interleucinas. Estas
citocinas son producidas por diferentes tipos celulares como los macrófagos y los
linfocitos T activados. Estas citocinas tienen efectos locales y sistémicos,
promoviendo la respuesta inflamatoria y estimulando a otras células del sistema
inmunológico. Los leucotrienos también son mediadores químicos importantes en
el proceso inflamatorio cutáneo. Se producen a partir del ácido araquidónico por
acción de una enzima llamada lipoxigenasa. Los leucotrienos causan
vasoconstricción localizada, aumento de permeabilidad vascular y reclutamiento
adicional de células inflamatorias.

 Vasodilatación.

Esto mediadores inducen vasodilatación en la zona afectada, lo que provoca la


salida de líquido de la sangre hacia los tejidos, generando un edema. Por esta
razón, la viscosidad de la sangre aumenta, debido al aumento de concentración de
los glóbulos rojos, lo que provoca un descenso en el flujo sanguíneo (estasis). En
estas condiciones hemodinámicas, los leucocitos se redistribuyen en posición
periférica, un fenómeno denominado marginación. De esta manera, los
leucocitos ruedan sobre la superficie del endotelio, estableciendo contactos
transitorios con las células endoteliales, soltándose y volviéndose a unir.
Finalmente, los leucocitos se adhieren firmemente al endotelio, antes de iniciar
la migración a través de los capilares.

Los leucocitos que han atravesado los capilares se dirigen hacia la zona
afectada por un proceso de quimiotaxis. Una vez allí, fagocitan los microbios y
los destruyen, generando la producción de pus. El pus será eliminado hacia el
exterior si la lesión está en contacto con el exterior, o generará un absceso si la
zona donde se ha formado el pus está en el interior de un órgano. Una vez
eliminado el pus (bien de manera natural o por intervención quirúrgica en caso de
absceso), los macrófagos y los linfocitos proceden a la reparación del tejido
dañado por la inflamación aguda.

 Aumento de permeabilidad vascular.

La vasodilatación también conlleva un aumento en la permeabilidad vascular,


lo que permite que líquidos y células del sistema inmunitario salgan del torrente
sanguíneo hacia el tejido afectado. En condiciones normales el endotelio no
permite la salida de proteínas y el intercambio se produce por pinocitosis. Durante
la inflamación, se alteran las bases morfológicas del endotelio por acción de los
mediadores químicos, produciéndose una alteración de las uniones celulares y las
cargas negativas de la membrana basal. Generalmente, este efecto se produce en
las vénulas, pero si es muy intenso se alcanza a los capilares y se produce
extravasación por rotura. La salida de líquidos, proteínas y células a partir de la
sangre se denomina exudación.

 La acumulación de líquidos y células inflamatorias de la piel.

Es un proceso que ocurre como respuesta a una lesión o infección. Este


proceso, conocido como inflamación, tiene como objetivo proteger al cuerpo de
los agentes dañinos. En el caso de la piel, la inflamación se produce cuando los
vasos sanguíneos se dilatan y se vuelven más permeables. Esto permite que el
líquido y las células inflamatorias, como los glóbulos blancos, salgan de los vasos
sanguíneos y se acumulen en los tejidos. La acumulación de líquidos y células
inflamatorias en la piel puede causar una serie de síntomas, como:

•Enrojecimiento.

•Hinchazón.

•Dolor.

•Calor.

•Pérdida de la función.

 Fiebre y dolor.

Son dos síntomas comunes de los procesos inflamatorios de la piel. La fiebre


es un aumento de la temperatura corporal central, que suele ser causada por la
respuesta inmunitaria del cuerpo a una infección o lesión. El dolor es una
sensación desagradable que puede ser leve o intensa, y que puede ser causada por
una variedad de factores, incluyendo la inflamación. En los procesos inflamatorios
de la piel, la fiebre y el dolor pueden ser causados por una serie de factores,
incluyendo:

•Infecciones bacterianas o virales: Las infecciones de la piel son la causa más


común de fiebre y dolor en la piel. Las bacterias y los virus pueden infectar la piel
y causar inflamación, que puede provocar fiebre y dolor.

•Lesiones: Las lesiones en la piel, como quemaduras, cortes o rasguños, también


pueden causar inflamación y, por lo tanto, fiebre y dolor.
•Enfermedades autoinmunes: Las enfermedades autoinmunes son afecciones en
las que el sistema inmunitario del cuerpo ataca sus propios tejidos. En el caso de
la piel, esto puede provocar inflamación y, por lo tanto, fiebre y dolor.

 Reparación tisular.

Es un proceso por el cual nuevos tejidos remplazan a los tejidos que fueron
lesionados, proceso que comienza durante la fase de inflamación activa, pero por
la presencia de elementos desfavorables no puede cumplir su función. Un tejido
puede repararse siempre y cuando su tejido conectivo o el mismo tejido puedan
producir células que remplacen las pérdidas durante la lesión e inflamación. En la
cicatrización el tejido tendrá una respuesta linfoproliferativa que se encargará de
remplazar a las células en los tejidos incapaces de regenerarse, mientras que en la
reparación se lleva a cabo por el depósito continuo de matriz extra celular. Si la
lesión persiste y la inflamación se vuelve crónica, la lesión y la reparación tisular
se producirán de modo simultáneo provocando de esta forma un depósito anormal
de la matriz extra celular y consecuentemente una fibrosis. Tiene un periodo
prolongado de 6 a 12 meses, en el cual se reorganizan las fibras colágenas
desestructuradas y se reduce el número de vasos sanguíneos formados, lográndose
reducir el tamaño de la cicatriz y contraer la herida para brindarle mayor
resistencia.
República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación

Universidad Arturo Michelena

Escuela de Fisioterapia

Proceso inflamatorio de la piel.

Docente: Integrantes:
Lcdo. Víctor Abzueta Maria Cristina Chejade
Christopher Chirinos
Isabella Deroy
Manuel Lozada
Andrew Mora
San Diego, octubre 2023.

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