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HISTORIA

Historia Parte 3 Lic. Carlos Valenzuela Estrella


La explicación y
la interpretación
de la Historia
La labor del historiador inicia
con la selección del tema a
investigar y la recopilación y
análisis de las fuentes
históricas que serán usadas.

Pero aún está lejos de terminar,


pues continúa con dos
actividades simultáneas de
considerable complejidad
intelectual: la explicación de
sus hallazgos y la
interpretación de las fuentes.
Cuando un historiador explica un
hecho o proceso históricos, lo hace
con la firme intención de que sus
interlocutores consideren válidas
sus afirmaciones.

De ahí la importancia de las pruebas


que sustentan sus planteamientos y
sus argumentos.

Una fuente considerada falsa,


tendenciosa o insuficiente puede
hacer dudar de la verosimilitud de la
explicación histórica que
fundamenta.
La interpretación histórica es el
proceso mediante el cual el
historiador da sentido a la gran
cantidad de información que ha
recabado; en esta fase, tiene que
escudriñar la intencionalidad y
organizar los datos que brinda
cada fuente.
Durante esta etapa, el
historiador compara sus
fuentes con varias más para
realizar la interpretación.

Cuando la información obtenida


apunta hacia un mismo sentido
o tendencia, la labor del
historiador se facilita pues
hallará menos obstáculos para
hacer una síntesis coherente
que explique el pasado.
En caso de encontrar
discrepancias entre las
fuentes, el historiador tendrá
que decidir cuáles le parecen
más confiables y fidedignas.
¿Qué aspectos se deben tener en cuenta en este proceso?

Anacronismo
Al analizar las fuentes, debes hacerlo a
partir de las propias categorías y
valores de la época que estás
estudiando, pues de hacerlo con la
perspectiva del presente cometerías
un anacronismo, que consiste en
emplear términos y conceptos de una
época en otra distinta. Los
anacronismos distorsionan los
hechos del pasado.
Imaginación
También debes evitar adivinar o
suponer qué pasó.

En todo caso, puedes emplear la


llamada imaginación histórica, que
es el ejercicio mental que le permite
al historiador rellenar los huecos
que existen entre dos datos,
siempre y cuando la evidencia que
se tiene nos haga sugerir que algo
que ignoramos probablemente
ocurrió de tal manera.
Interpretación
Interpretar tampoco significa
juzgar. Al investigar un
episodio o proceso del pasado,
lo ideal es que lo comprendas,
que entiendas qué, cómo,
cuándo y por qué pasó.

El historiador no debe erigirse


en juez del pasado, ya que no
se trata de proclamar héroes
y villanos, o “buenos” y
“malos”, sino seres humanos
con cualidades y defectos.
Multiplicidad
La cantidad de interpretaciones
que un mismo proceso puede
tener es innumerable, pues cada
especialista del pasado lo
interpretará con la influencia de
su propia personalidad, su
contexto, su formación
académica, sus posturas, etc.

Toda interpretación puede darse


por válida siempre que sea
coherente y rigurosa
metodológicamente.
Imparcialidad
Todo historiador debe aspirar a
ofrecer explicaciones
imparciales que no tomen partido
o postura a favor o en contra de
algún personaje, grupo, ideología
o movimiento.

Aunque es una tarea casi


imposible, pues incluso de
manera inconsciente pueden
filtrarse sus preferencias, el
investigador debe dar su mejor
esfuerzo por ser lo más
imparcial posible.
Empatía
Un atributo que resulta de gran
ayuda al historiador es la empatía,
que es aquella capacidad de
identificarse con el hecho o
proceso que está estudiando.

La empatía le facilita al historiador


el ejercicio mental de comprender
a los hombres y mujeres del
pasado, para así evitar juicios
erróneos y la malinterpretación de
los acontecimientos.
¿Qué características tienen los relatos históricos?
Relación entre la
Historia mundial y
la Historia nacional
La historia mundial, también conocida como
historia universal, se encarga del estudio de
los hechos y procesos pasados más
importantes para el desarrollo del género
humano.

Su objetivo es analizar el pasado de la


humanidad como si se tratara de una
unidad, por lo que es de su interés examinar
la forma en que los distintos grupos
sociales han influido unos sobre otros en el
devenir del tiempo, así como el impacto de
estos en pro del progreso del hombre.
La historia mundial es una de las formas de estudio principales del pasado humano.
No solamente usamos la historia
mundial para abordar el pasado
del hombre, también usamos la
historia nacional, que es aquella
enfocada en el análisis de los
hechos y procesos ocurridos a lo
largo del tiempo en un Estado
nación.
La historia nacional se encarga
de explicar el recorrido
histórico que ha tenido un país
desde sus orígenes hasta la
actualidad.

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