Desde el siglo XX el concepto de ciencia clásica empezó a distorsionarse
entonces se descubrieron nuevos límites en la ciencia y desde ahí surgieron dudas de si varias disciplinas eran consideradas ciencias, en este caso nos enfocaremos en la historia. ¿Es la historia una ciencia? Antes de contestar esa pregunta debemos definir que es la historia. La historia en un principio es el estudio del pasado humano, que hace posible la comprensión de nuestro presente. Heródoto dijo que “la historia exhibe al hombre como un agente racional, es decir, que su función es en parte descubrir lo que el hombre ha hecho y en parte por qué lo ha hecho”. Pero, ¿podríamos definir a la historia como una ciencia? La respuesta es sí y a continuación analizaremos varios puntos de la obra de Luis Fernando Sánchez Jaramillo “La Historia como ciencia” divulgada en Revista Latinoamericana de Estudios Educativos (Colombia). El objeto de la historia: El objeto de la historia pertenece al pasado, la historia no solo es una reflexión que deriva de nuestro conocimiento y el de las otras personas, este conocimiento no forma parte de nuestra propia intención, el conocimiento histórico debe basarse en lo que ocurrió en el pasado, pero depende de cómo lo interpretamos, de lo que construimos y no de lo que pensemos en la actualidad. Fuentes de la historia: En la ciencia siempre se hace una interpretación de lo que ocurrirá al hacer un nuevo descubrimiento o experimento, a esto se le conoce como una hipótesis, en ésta se predice un suceso basada en la observación que después se verifica a través de los resultados. Por su parte en la historia, como en otras ciencias, el historiador debe justificar su interpretación dando a conocer las bases de las que parte. Las diversa pruebas y contexto deben de ser estudiadas con un gran cuidado. Solo se les da veracidad a los documentos después de haber pasado por un largo proceso de crítica. El conocimiento se encuentra en la memoria sino en la razón: Para obtener un conocimiento primero debemos pasar por tres fases, la primera es cuando pretendemos saber algo de nosotros mismos, la segunda es cuando intentamos reconocer si de un ser se sigue al descubrimiento y a profundizar en otros seres, y la tercera es cuando llegamos al conocimiento. Con esto concluimos que la historia implica tomar conciencia mediante la cual reconocemos el pasado, no buscaremos el origen del conocimiento en la memoria ni en lo que hemos vivido. El historiador debe intentar comprender personas y situaciones nuevas; para esto empieza por teorías, discusiones críticas o problemas, que presuponen tanto las teorías como la discusión crítica. Explicación de la historia: La historia se basa en leyes generales que conectan varios sucesos de un mismo tipo y para explicarlos el historiador siempre dará un contexto haciendo que un hecho histórico siempre forme parte de un movimiento general. En la explicación de un suceso histórico el historiador tiene un papel de gran importancia, ya que, al tener cierta dificultad sobre la verdad del pasado por eso éste debe al decir lo que ocurrió debe de ayudar a sus lectores a valorar y describir los sucesos planteados. Comprensión en la historia: El mundo histórico se basa la comprensión y en la búsqueda de la completa objetividad, el fin de la historia es comprender la existencia sin poner como una prioridad las ideologías. Se debe poner en prioridad el poder manejar la lengua de un documento y su contexto, el historiador debe conocer el momento histórico, cultural y social en el que se ubican los hechos y así poder dar una interpretación correcta de lo que pensaba el sector de la población que paso por él. El proceso de comprender la mente de las personas y nuestra propia mente es pasar del exterior del acontecimiento al interior. Interpretación de la historia: Las interpretaciones del pasado expresan el contexto en el que el historiador las llevó a cabo, como lo que forma parte del desarrollo histórico, al examinar el pasado los historiadores analizan sus propias circunstancias para definir los temas que estudiarán, los medios para realizar la investigación y los procesos analíticos disponibles, todas estas circunstancias son necesarias para definir y explicar la naturaleza social de la investigación histórica. Con toda esta información podemos concluir que la historia si es una ciencia porque estudia el pasado de la humanidad y el proceso que hasta hoy en día sigue presente en nuestra vida cotidiana, es decir es un conjunto de conocimientos, dentro de ello forman parte los hombres, el tiempo y la sociedad. Asimismo, se le considera como conocimiento científico ya que consta de diferentes fases para llegar a lo verídico, como sacar hipótesis, investigar mediante distintas fuentes y obtener un resultado racional que pueda ser comprensible.