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¿Cómo interpretar fuentes históricas escritas?

Las fuentes que se utilizan para estudiar la historia son diversas y poseen diferentes tipos de
soportes: Escrito, Iconográfico (Imágenes, obras de arte), audiovisual (grabaciones,
documentales, cine) e incluso material, como las construcciones arquitectónicas, mobiliario,
piezas de cerámicas, entre otros. Podemos dividir las fuentes primarias y secundarias según el
momento de creación.

a) Primarias: Son documentos creados durante el periodo que se está


estudiando y que no necesariamente fueron emitidos con fines históricos. Por ejemplo, los
diarios, revistas, cartas, leyes, decretos y autobiografías.

b) Secundarias: Son interpretaciones hechas por los historiadores u otros


estudiosos, acerca de un determinado hecho o suceso que ocurrió en el pasado. Sus textos
hablan del acontecimiento ocurrido, pero quienes los escribieron no lo vivieron en persona.
Por ejemplo: Enciclopedias, libros o películas.

Para criticar, evaluar e interpretar este tipo de fuentes, se puede seguir los siguientes pasos
guiándote con las preguntas propuestas:

1.Identificar el tipo de fuente y su autoría: Es crucial conocer si la fuente es primaria o


secundaria y quién la creó.

2.nvestigar el contexto histórico en el que se creó la fuente: Esto ayuda a comprender las
circunstancias y factores que pudieron influir en la información proporcionada.

3.Examinar el propósito y la intención de la fuente: Esto permite comprender posibles sesgos y


limitaciones en la información presentada.

4.Comparar y contrastar con otras fuentes: La corroboración con otras fuentes ayuda a validar
la información y a obtener una comprensión más completa y precisa del tema.

5.Evaluar la reputación y la experiencia del autor: La autoridad y el conocimiento del autor en


el campo pueden influir en la fiabilidad de la fuente.
¿Cómo interpretar fuentes históricas escritas?

Las fuentes que se utilizan para estudiar la historia son diversas y poseen diferentes tipos de
soportes: Escrito, Iconográfico (Imágenes, obras de arte), audiovisual (grabaciones,
documentales, cine) e incluso material, como las construcciones arquitectónicas, mobiliario,
piezas de cerámicas, entre otros. Podemos dividir las fuentes primarias y secundarias según el
momento de creación.

a) Primarias: Son documentos creados durante el periodo que se está


estudiando y que no necesariamente fueron emitidos con fines históricos. Por ejemplo, los
diarios, revistas, cartas, leyes, decretos y autobiografías.

b) Secundarias: Son interpretaciones hechas por los historiadores u otros


estudiosos, acerca de un determinado hecho o suceso que ocurrió en el pasado. Sus textos
hablan del acontecimiento ocurrido, pero quienes los escribieron no lo vivieron en persona.
Por ejemplo: Enciclopedias, libros o películas.

Para criticar, evaluar e interpretar este tipo de fuentes, se puede seguir los siguientes pasos
guiándote con las preguntas propuestas:

1.Identificar el tipo de fuente y su autoría: Es crucial conocer si la fuente es primaria o


secundaria y quién la creó.

2.nvestigar el contexto histórico en el que se creó la fuente: Esto ayuda a comprender las
circunstancias y factores que pudieron influir en la información proporcionada.

3.Examinar el propósito y la intención de la fuente: Esto permite comprender posibles sesgos y


limitaciones en la información presentada.

4.Comparar y contrastar con otras fuentes: La corroboración con otras fuentes ayuda a validar
la información y a obtener una comprensión más completa y precisa del tema.

5.Evaluar la reputación y la experiencia del autor: La autoridad y el conocimiento del autor en


el campo pueden influir en la fiabilidad de la fuente.

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