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Atrofia Vaginal
Atrofia Vaginal
Hay expertos que han propuesto dejar de usar los términos atrofia vulvovaginal y
vaginitis atrófica y sustituirlos por “síndrome genitourinario de la menopausia”.3
Terminología
Los términos utilizados para referirse a esta condición y su conjunto de síntomas
suelen ser atrofia vulvovaginal y vaginitis atrófica. Sin embargo, hay quienes los
consideran imprecisos para describir todos los cambios que se producen en el
sistema genitourinario después de la menopausia.
Señales y síntomas
Después de la menopausia, el epitelio de la vagina cambia y reduce su grosor.6
Algunos de los signos y síntomas que acompañan a la menopausia se producen por la
vaginitis atrófica.7 Los síntomas incluyen:
Sequedad
Dolor
Picor
Quemazón
Molestias
Presión
Flujo vaginal blanco
Flujo maloliente
Relaciones sexuales dolorosas
Sangrado tras el coito8
Micción dolorosa
Sangre en la orina
Aumento de la frecuencia urinaria
Incontinencia
Mayor susceptibilidad a las infecciones
Disminución de la lubricación vaginal
Infecciones del tracto urinario
Dolor al orinar
Molestias al sentarse
Molestias al limpiarse
Incidencia y causas
Hasta el 50 % de las mujeres posmenopáusicas presentan al menos algún grado de
atrofia vaginal. Es probable que esté infradiagnosticada y, por tanto, tratada
inadecuadamente.
Diagnóstico
Dado que las mujeres pueden presentar signos y síntomas atribuibles a otras causas,
el diagnóstico se produce cuando tales síntomas no se pueden justificar mejor con
el de otra condición o trastorno. Los test de laboratorio no suelen proporcionar
información relevante que ayude en el diagnóstico. Un examen visual es útil. Los
siguientes síntomas pueden indicar unos menores niveles de estrógenos: poco vello
púbico, pérdida de grasa labial, adelgazamiento y reabsorción de los labios menores
y estrechamiento de la abertura vaginal.
Tratamiento
Es poco probable que los síntomas del GSM se resuelvan sin tratamiento. Las mujeres
pueden presentar bastantes o algunos de los síntomas, en función de los cuales se
indica el tratamiento más adecuado para cada una de ellas. Si padecen otros
problemas de salud, pueden tenerse en cuenta para indicar el tratamiento más
apropiado. Para aquellas que tienen síntomas relacionados con la actividad sexual,
puede ser suficiente un lubricante. Si hay síntomas urinarios y genitales, la
terapia local con dosis bajas de estrógenos puede ser efectiva, pero las mujeres
que han sido pacientes con cáncer hormonodependientes pueden necesitar tratamientos
más prudentes. Algunas mujeres pueden presentar síntomas que estén extendidos o
encontrarse en riesgo de sufrir osteoporosis; estrógenos y adyuvantes pueden ser la
mejor opción.
El tratamiento tópico con estrógenos es eficaz cuando los síntomas son graves y
alivia la alteración del pH para restaurar el microbioma de la vagina. Cuando los
síntomas incluyen los relacionados con el sistema urinario, se puede usar un
tratamiento sistemático. Las recomendaciones para el uso de la dosis efectiva más
baja durante el período más breve posible ayudan a prevenir efectos endometriales
adversos.10
Investigación
La Agencia Americana del Medicamento (FDA) ha aprobado el uso del láser en el
tratamiento de muchos trastornos. El GSM no se menciona específicamente en esta
lista de trastornos de la FDA, pero los tratamientos con láser han tenido cierto
éxito, aunque aún se necesitan estudios más completos.