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EL ZORRO Y LA MUERTE

En un cementerio, camina la Nueva muerte buscando algo. Avabza con sigilo, pero accidentalemte
tropieza con su estola de plumas que le queda muy larga y pierde su sombrero en el intento.

De entre los arbustos, aparece un amigable zorro que, consternado por el ruido, se levanta con una
cuarderno entre las patas.

Zorro: ¿Y eso?

Yubia: Hola (susurra) no los había visto, pensé que eran fantasmas los que me estaban viendo,
porque tienen la cara de espanto... Digo pálida, muy pálida... ¡qué bueno que ya están aquí!
¡Tengo mucho miedo! Casi me hago pipí, pero no me voy a rajar. ¿Ustedes viven aquí? ¿Están en
su casa, no? Entonces me pueden ayudar… ¡estoy buscando un fantasma! Verán, yo me llamo
Yubia y me encantan las historias de fantasmas, pero me dan mucho miedo… me dijeron que en
éste cementerio podía escuchar una historia increíble… porque me la iba a contar un fantasma de
verdad… en toda la noche no he visto nada… se me hace que es puro cuento que los fantasmas no
(aparece fantasma, juego de tres)

Zorro: ¡buuu!

Yubia:¡¡Aaaaah!! ¿Qué es eso?

Zorro: ¡te engañe! Jajajaja soy el zorro Gandalla

Yubia: Aaaaah un zorro, esos huelen muy feo

Zorro: no, te confundes, yo soy un zorro no un zorrillo, yo huelo como a rosas

Yubia: guacala pero como a rosas podridas

Zorro: ¡Oye!

Yubia: Es un chiste (hace seña que no)

Zorro: Bueno, pero ¿qué hacen aquí? ¿No ven que en éste lugar espantan?

Yubia: A eso he venido, a escuchar una historia


Zorro: ¿Para qué?

Yubia: Pues yo soy cuenta cuentos…

Zorro: jajajaja ¿Es en serio?

Yubia: ¿Qué tiene de malo?

Zorro: Nada, nada, es que no pensé que ustedes siguieran vivos... que aun hubiera más como tu

Yubia: Pues si es algo difícil

Zorro: En esta época moderna, a nadie le interesan las historias

Yubia: A mi si, y a muchos otros seguramente también, por eso yo me dedico a juntarlas y por eso
he venido aquí.

Zorro: Bien, pues si a ustedes les interesa conocer una historia, Yo les contaré una.

Yubia: ¿De verdad?

Zorro: Si prometes que dejarás esos dulces que traes contigo

Yubia: ¿Cómo sabes que tengo dulces?

Zorro: Los zorros tenemos un gran olfato… Entonces ¿qué dices? ¿Los dulces por la historia?

Extiende la pata

Yubia: Solo si es una historia de terror

Zorro: Trato hecho. La Historia comienza con un zorro. Y termina en un cementerio justo como
éste. Todo lo de en medio se lo pueden imaginar ustedes

Yubia: ¿Qué?

Zorro: ¿A poco creían que les haría todo el trabajo?

Yubia: Así no se cuentan las historias

Zorro: Tiene inicio y tiene final

Yubia: Pero falta el desarrollo y esa parte es muy importante. Te mostraré

Zorro: ¿Pero... me puedo comer los dulces no?

Yubia: Solo si me ayudas a contar éste cuento. Se llama el Zorro y la Muerte

Zorro: ay no…
Yubia: ¿Y que tal por una galleta?

Zorro: Esta bien, así si dan ganas…

Yubia: La historia comienza con un zorro. Era una tarde ventosa en octubre. El zorro, caminaba por
una pradera. Se encontraba regresando de un viaje de primavera y tenía que llegar a su casa antes
del invierno. El zorro era muy distraído y le encantaba olfatear todo lo que estuviera cerca. Pero
no debía perder el tiempo, los vientos helados se habían adelantado y muchos animales se habían
quedado sin casa. El zorro llevaba 2 pedazos de pan

Gandalla: mmm pan

Yubia: rancio, no era mucho, pero era lo que pudo llevar en su bolsa.

Gandalla: ¡Guacala!

Yubia: Pon atención. Iba caminando por ahí, cuando de pronto escucho una canción muy extraña y
vio a un hombrecillo bailando de forma muy simpática….

Gandalla: Te toca

Yubia: Pero si yo no sé bailar

Gandalla: Ellos han de saber

Yubia: ¡Si! ¿Alguien conoce un paso de baile? (Motivarlos a bailar) Bueno, haré éste paso. El
hombre bailó su paso extraño frente al zorro y éste le dijo:

Gandalla: Worales ese paso está muy locochon

Hombre: Así es buen amigo zorro, ¿te has divertido?

Gandalla: Si

Hombre: ¿Ese paso locochon no vale una moneda de oro?

Gandalla: Si… Pero no tengo

Hombre: Bueno, me conformo con una de plata...

Gandalla: eso es muy justo… Pero tampoco tengo

Hombre: Esta bien, una humilde moneda de cobre, por el baile locochon

Gandalla: Se me hace muy poco… pero no tengo.

Hombre: ¿Qué?

Gandalla: ¿Qué te parece un poco de pan?


Hombre: Emmm que rico

Gandalla: Rancio

Yubia: Esta bien, aceptaré tu pan rancio y a cambio te daré el poder de bailar como yo. Y así, el
zorro siguió caminando… Cuando de pronto escuchó un sonido maravilloso, era un chiflido.

Gandalla: Vas…

Yubia: (no sabe chiflar)

Gandalla: No ¿qué es eso? A ver ¿alguien aquí sabe chiflar? Levanten la mano. Muy bien, ese
chiflido. Ahora tú haz como que estas chiflando y tú chiflas. Muy bien

Yubia: Entonces el hombre dijo: Disculpe buen señor, pero no le parece que mi extraordinario
chiflido vale una moneda…

Gandalla: (Interrumpe) ¡Un pan rancio! Solo tengo un pan rancio, pero lo compartiré con usted

Yubia: Muchas gracias, buen señor, por tan noble gesto, le regalare el poder de chiflar como yo.

Gandalla: A ver... (Comienza a silbar)

Yubia: Y así, el zorro siguió su camino. El viento soplaba más y más fuerte. No le quedo más opción
que salir del sendero y avanzar por un camino de arena que se alejaba del prado y llegaba a un
pequeño bosque. Era un camino más largo, más difícil, pero por lo menos estaba lejos del viento
feroz.

Gandalla: ¿Falta mucho? Ya me cansé

Yubia: Ya solo nos falta conocer a un tercer hombrecillo. Éste era más especial que los otro dos,
era un viejo hechicero que descansaba a la orilla de un río

Gandalla: ¿Y porque era tan especial?

Yubia: Ya lo verán, éste hombre se encontraba jugando con un mazo de cartas. Hacía toda clase de
trucos. Cuando el zorro lo vio, no pudo resistirse a jugar con él, quería saber si le podía ganar, pero
éste extraño hombre le ganó cada juego que jugaron aunque el zorro fuera tan astuto

Gandalla: ¿Qué? ¿Cómo pude volver a perder? Si estoy jugando casi... limpio

Yubia: Es el secreto de un hechicero. ¿Este juego te ha gustado? ¿Te has divertido?

Gandalla: Si

Mago: No crees que vale una…

Gandalla: ¡Una moneda de oro, siempre quieren una moneda de oro!


Mago: En realidad me encuentro tan aburrido, que algo de entretenimiento vendría muy bien
¿Conoces alguna canción?

Gandalla: Sé una (Baila y chifla)

Mago: ¡maravilloso! ¡Eres un artista!, muy bien, creo que te ganaste una recompensa. Te daré este
juego de cartas, con el no podrás perder jamás y esta bolsa. Todo lo que llames entrará en la bolsa
sin problema.

Gandalla: Muchas gracias buen hombre, ahora por favor, dígame, como puedo llegar al siguiente
pueblo

Mago: Eso es muy fácil: Avanzas todo derecho, al valle de la miseria eterna, pasas por el rincón de
los sustos interminables, saltas la valla de los lamentos oscuros y das vuelta a la izquierda en el
Oxxo.

Gandalla: Muchas gracias.

Yubia: Aquel hombre desapareció. Nuestro amigo zorro siguió su camino, tal y como se lo había
dicho el viejo hechicero, hasta que llegó a una posada.

Gandalla: ¿Hasta diciembre?

Yubia: ¡No! Una posada es un lugar en el que los viajeros se detenían a comer y descansar, eran
como los hoteles. Pagas una…

Gandalla: ¡Ya se! Una moneda de oro

Yubia: ¡Exacto!

Gandalla: Pero no tengo dinero…

Yubia: El zorro pensó y se le ocurrió un plan. Camino hasta el lago, abrió la bolsa y dijo:

Gandalla: Que entren 3 gansos a la bolsa

Yubia: Y los gansos entraron. Era un bolso muy mágico. El zorro llegó a la posada, donde se
encontró al terrible posadero. / ¿Qué haces aquí zorro? ¿Quieres robar algo de la cocina?

Gandalla: Solo busco un lugar donde pasar la noche

Posadero: Ah, un forastero… muy bien, pero antes de hacer el trato, debes responder una
pregunta. Yo solo dejo que se queden en mi posada, aquellos que puedan resolver mi acertijo.

Gandalla: Pero…

Posadero: Lo siento pero es mi regla.


Gandalla: Muy bien pero dime el acertijo

Posadero: (Al público) ¿Ellos vienen contigo?

Gandalla: Así es

Posadero: Pues ellos también deben responder

Gandalla: ¿Oyeron? ¡Pónganse trucha!

Posadero: el acertijo dice así: Todo cubierto, con un traje blanco y cuando aparezco a todos
espanto… ¿Quién soy?

Gandalla: ¡Fantasma!

Posadero: Así es, soy un fantasma

Gandalla: ¿Qué? Aaaaah

Posadero: ¡Calla bribón! Me refería a la respuesta de la pregunta. Puedes quedarte si tienes con
que pagar

Gandalla: Tengo estos tres gansos. Puedes quedarte con dos y uno podemos cenarlo ahorita.

Posadero: Es un precio justo

Yubia: El posadero y el zorro cenaron juntos esa noche, cuando de pronto un horrible sonido
invadió todo el lugar, era como un chillido fantasmal (Alguien sabe cómo hacen los fantasmas) Así
sonaba, exactamente así.

Gandalla: ¿Qué es eso?

Posadero: Es el catillo embrujado. Era una construcción abandonada, que fue invadida por
horribles fantasmas que hacen sus fiestas toda la noche.

Gandalla: ¿Pero de quienes es lugar?

Posadero: Nadie lo sabe. Ningún mortal se atreve a entrar. El rey declaró que quien se deshaga de
los fantasmas, podrá vivir en ese castillo, pero nadie quiere intentarlo

Gandalla: ¿Un castillo? ¿Un enorme castillo con chimenea? Suena a un lugar genial para pasar el
invierno y el siguiente y todos los inviernos del mundo… Lo haré

Yubia: Y con ésta idea en la cabeza, el zorro se fue haciendo un plan para atrapar a todos los
fantasmas. Contaba con su linterna, con su saco mágico, con su mazo de cartas y con un silbido de
ángel

Gandalla: Y con el baile locochon


Yubia: Al día siguiente, cuando oscurecía el zorro entro en el enorme castillo. Era un lugar
aterrador, lleno de arañas y sombras.
Dejó sus cosas en el piso, se sentó en una polvosa silla cerca de una mesa llena de telarañas y
comenzó a silbar una alegre cancioncilla. Lentamente, los fantasmas comenzaron a salir de las
paredes, lanzando un aullido fantasmal

Fantasmas: UUUUUUU

Yubia: Pero el zorro no hizo gesto alguno. Sabía que no debía mostrar terror

Fantasmas: Pero que silbido tan hermoso… Quedaría muy bien con la decoración y los lamentos de
la casa… ¡Ah pero si es de un mortal!

Gandalla: buenas noches señores del más allá

Fantasmas: Pero, ¿no te has asustado con nosotros?

Gandalla: No, he venido a vivir a este castillo

Fantasmas: ¿Qué? No te puedes quedar, nosotros ya vivimos aquí

Gandalla: Pues tendremos que hacer algo, porque yo me quedaré con todo este castillo para mí
solo

Yubia: los fantasmas lo pensaron un momento y dijeron:

Fantasmas: No hay espacio para un vivo aquí. Sin embargo podemos hacer una apuesta.

Gandalla: Podemos jugar a las cartas

Fantasmas: ¡Los fantasmas nunca perdemos en las cartas! Si ganas, te quedas el castillo... si
ganamos nos quedamos tu alma, para que siempre nos acompañe con su silbido ¿Es un trato?

Gandalla: Un castillo o mi alma… claro

Fantasmas: Juguemos entonces

Yubia: El zorro sacó sus cartas mágicas y empezó a repartir. Cada vez, gana a los fantasmas que no
se lo podían creer. Los fantasmas pueden ser muy traviesos, pero también hacen mucha trampa
en los juegos. Ni sus mejores trucos lograban derrotar las mágicas cartas del zorro.

Zorro: Parece que les he ganado.

Fantasma: ¡No! ¡No podemos dejar que ganes! ¡Una última ronda, y apostamos 40 barriles llenos
de oro a cambio de… tu cola de zorro!

Zorro: ¿Qué? Pero si la cola es la que distingue a los más distinguidos


Fantasma: tómalo o déjalo

Zorro: está bien…Vamos a ver.

Yubia: El juego siguió y después de un rato nuevamente el zorro ganó el juego, los fantasmas
estaban enfurecidos y no pensaban irse

Zorro: ¡Gané! Ahora deben irse

Fantasma: No nos iremos ¡¡nunca!!

Zorro: Ah ¿no?

Yubia: Y al zorro se le ocurrió una idea

Zorro: Toma la bolsa: Que entren aquí todos los fantasmas de este castillo

Yubia: Y los fantasmas fueron entrando entre gritos y espantos.

Fantasmas: ¡Déjenos salir!

Zorro: Los dejaré ir, si prometen irse lejos a espantar otras casas

Fantasmas: Lo prometemos

Yubia: El zorro abrió la bolsa y los fantasmas asustados se fueron volando a buscar nuevos
castillos… Pero antes de que se fuera el último, el zorro logró pescarlo de un pie ¿Sabían que los
fantasmas tienen pies? Bueno, no todos tienen pies, algunos tienen cola...

Zorro: Te estas desviando

Yubia: Cierto… El zorro tomo el pie del fantasma y se lo quitó

Fantasma: Oye, regresaaameee mi pieee

Zorro: No, me lo voy a quedar para asegurarme que ninguno vuelva para acá

Fantasma: No quiero ser un fantasmaaa de un pieee

Zorro: Puedes tener una pata de palo

Yubia: Y con esta idea en la cabeza, el fantasma se fue volando. EL zorro vivió en el castillo todo el
invierno. Con el dinero, arregló las goteras y compro leña para prender las chimeneas y estar
calientito. Como tenía mucho espacio invitó a su mejor amigo del bosque... una simpática nutria
con la que le gustaba jugar a las escondidas

Gandalla: Si, estamos en directo…No, pero si te ves muy bien… no estás despeinado…
Yubia: En fin, ese invierno fue muy difícil. Cuando la nutria llegó al castillo estaba muy enfermo. El
zorro intentó cuidar de él de todas las formas posibles. Con un té caliente de limón, con jarabe
para la tos y con mucho descanso… ¿Ustedes conocen algún otro remedio? En fin, la nutria se
ponía cada vez peor y los doctores no sabían que más hacer. El zorro tuvo una idea. De su bolso
mágico, sacó el olvidado y polvoriento pie del fantasma y lo llamó

Gandalla: Fantasma, aparece de una vez

Fantasma: Si uno ya no puede estar viendo pokemon a gusto… es sábado… digo… ¿llamaban?

Gandalla: Quiero saber si puedes curar a mi amigo, está muy enfermo

Fantasma: Uuy déjeme ver. Aquí está. Ésta es una copa mágica. Ponle un poco de agua y mira a
través de ella

Gandalla: A ver... Ajá ya veo… veo una figura muy extraña

Fantasma: Es la muerte

Gandalla: Ah si la muerte… ¿¡qué?!

Fantasma: es la muerte, no te espantes, la muerte no es malvada

Gandalla: Pero… se viste de negro… y se lleva a la gente

Fantasma: La muerte se viste de muchos colores, pero el negro es su favorito, es que le gusta
mucho el rock… y claro que se lleva a la gente, es su trabajo.

Gandalla: ¿Y qué hago con ella?

Fantasma: Tienes que verla, si se aparece a los pies del enfermo, entonces no se lo llevará, y le
tienes que dar de tomar el agua que lo curará de todas las enfermedades. Pero si se aparece cerca
de la cabeza la muerte se lo va a llevar y no hay nada que hacer.

Gandalla: A ver… Aparece en los pies.

Yubia: El zorro dio el agua a su amigo que rápidamente se levantó de la cama

Gandalla: ¡Si funciono!

Fantasma: Obvio jefe, ¿cuándo le falle?

Gandalla: Que increíbles tesoros tienen los fantasmas… Tengo una idea, dame la copa y te regreso
tu pie para que puedas irte lejos

Fantasma: ¡Hecho!
Yubia: El fantasma se fue muy alegre y El zorro y la nutria decidieron hacer un negocio con la copa
mágica. Se volvieron los doctores del pueblo y curaron a muchísima gente con las aguas mágicas.

Señor 1: El zorro pudo curarme el escorbuto

Señor 2: El zorro me quitó la conjuntivitis

Señor3: El zorro me curó de la varicela

Señor: 4 el zorro me curo de las alergias

Yubia: Todos iban con el zorro cuando llegaba una dolencia hasta que un día

Zorro: (a nutria) Pásame el instrumento especia…a...aaachu! no es nada Aaaaah aaachu!

Yubia: El zorro empezó a enfermarse más y más hasta que de pronto no podía levantarse de la
cama. Sus ojos se pusieron secos, la nariz le escurría, no dejaba de estornudar y tenía ñañaras y
rasquera por todas partes. Decidió que era hora de probarse a sí mismo como doctor y le pidió a
so amigo que pusiera agua a la copa, en un dos por tres estaría como nuevo

Gandalla: Vamos a ver…

Yubia: La muerte estaba en la cabeza… No había otra opción

Gandalla: No, no puede ser…. Seguro que el agua estaba sucia, llévatela y llénala con agua limpia…
¡¡no!! ¡¡No!! No me puede haber llegado la hora, si todavía no he vivido lo suficiente… No es la
edad, es la vivencia. Ni siquiera he encontrado al amor de mi vida…

Yubia: Quizá ya les he dicho, pero los zorros…

Gandalla: Si, somos astutos, a lo que te truje ¡chencha! ¿Cómo me voy a salvar?

Yubia: ¡Que desesperado! A eso iba… Al zorro se le ocurrió una idea. Tomo el bolso mágico, lo
abrió frente a su cabeza y dijo:

Gandalla: Muerte, entra en la bolsa

Yubia: Y la muerte quedó atrapada en la bolsa mágica sin poder salir de ahí. El zorro comenzó a
sentirse mejor y muy pronto pudo salir de la cama. Las personas estaban muy felices, pues en
todas partes alrededor del mundo, la muerte había desaparecido y todos sabían que es lo que le
había pasado. En todos lados la gente empezaba a hablar de la gran hazaña del zorro

Señor: Es un héroe

Señor: es un santo

Señor: es un brujo
Yubia: El zorro estaba muy feliz

Gandalla: No me lo agradezcan… bueno si quieren aplaudir, no se los voy a negar

Yubia: Pero la felicidad duró muy poco tiempo

Gandalla: ¿Qué?

Yubia: El zorro había cometido un gran error, pero no se dio cuenta hasta que era muy tarde

Gandalla: Pero, pero, la gente ya no se muere, todos estamos felices

Yubia: La muerte puede parecer mala, pero en realidad es algo muy importante… Sin la muerte, el
mundo empezó a llenarse de mucha gente. Las personas más viejitas se pasaban horas esperando
a que la muerte viniera por ellos. Las guerras nunca terminaban, porque nadie perecía. Los
enterradores se habían quedado sin trabajo. El día de muertos había dejado de existir. La gente ya
no veía películas de terror, porque sentían envidia de los fantasmas que aparecían. Todo estaba
mal. Los animales tampoco podían morir, así que la Tierra lentamente empezó a llenarse de más
criaturas hasta que todos estuvieron muy apretados y apenas podían caminar. Todos entendieron
el error que habían cometido y se fueron a buscar al zorro.

Gandalla: ¡No la voy a soltar!

Yubia: Pero la gente solo cantaba: ¡suéltala!

Gandalla: ¡No!

(La nutria aparece y le muerde la cola a Gandalla que suelta la bolsa)

Gandalla: ¡Ay aaay! Me mordió

Yubia: Es que no hacías caso. La bolsa cayó y la muerte se puso muy feliz de estar libre. La gente
empezó a morir otra vez y todos estaban muy felices porque el mundo seguía avanzando. Cuando
la muerte vio al Zorro, se fue volando espantada, porque tenía mucho miedo de que la volvieran a
atrapar

Gandalla: Ya volverá

Yubia: Pero no regresó. ´Paso mucho tiempo y la muerte no volvo por el Zorro. Pasaron los años,
el zorro vivió muchas aventuras, encontró al amor de su vida y empezó a envejecer. El Zorro seguía
esperando… pero nada. La muerte no se lo quería llevar. El zorro además de ingenioso era…

Gandalla: ¿Un galán?

Yubia: Terco como un burro. Decidió que buscaría el mismo el reino de los muertos para descansar
en paz. Caminó y caminó y caminó… Hasta llegar a unas puertas inmensas y doradas que parecían
la entrada al cielo. Tocó la puerta y apareció un ángel muy gruñón
Ángel: ¿Si?

Gandalla: Vengo a descansar en el cielo

Ángel: ¿Nombre?

Gandalla: Me conocen como zorro

Ángel: Un momento, ¿eres el zorro que atrapo a la muerte?

Gandalla: El mismo…

Ángel: Déjame ver… no estás en la lista

Gandalla: ¿¡Que?!

Ángel: Aquí dice que aún no puedo dejarte pasar, creo que aún no ha ido la muerte por ti

Gandalla: Es que no quiere ir por mi

Ángel: En ese caso debes ir al purgatorio, queda del otro lado del mundo, siguiendo ese camino, a
lo mejor ahí puedes encontrar tu nombre

Gandalla: ¿Quién está ahí?

Ángel: Pues están todas las personas que tienen asuntos sin resolver y otros más que quisieron
quedarse como fantasmas por voluntad propia.

Gandalla: ¿Fantasmas?

Ángel: Si, a esos bromistas les encanta espantar a la gente e invadir castillos abandonados. Si me
disculpas, tengo que preparar la cena para los 365 billones 268 mil millones 486 mil 731 ángeles
que viven aquí. Y a todos les gustan platillos diferentes

Gandalla: Uy…

Yubia: El zorro camino y camino y camino en sentido contrario hasta que llegó a una enorme
puerta de piedra negra, llena de telarañas y nubes de tormenta. Entonces tocó. ¿Adivinan quien le
abrió? ¡El fantasma del pie!

Fantasma: ¡Zorro! ¡Qué bueno verte! Han pasado años ¿vienes de visita?

Gandalla: Algo así… he venido a buscar un lugar para quedarme.

Fantasma: y piensas entrar ¿aquí?

Gandalla: En la otra puerta no pude pasar, pero aquí no creo que haya problema…

Fantasma: La muerte no nos dijo que venias… Lo siento pero ella es la jefa
Gandalla: Ándale, déjame pasar

Fantasma: Es que no depende de mí…

Otro Fantasma: ¡AY no! Es el zorro, el zorro que atrapa cosas… ¡no lo dejen pasar! ¡Vamos! ¡Cierra
la puerta! Si no la cierras te vas con el

Fantasma: Lo siento zorro, pero hoy es noche de karaoke y no me puedo perder mi solo de paquita
la del barrio... adiós

Gandalla: Ratas de dos patas…

Yubia: El zorro siguió caminando y buscando a la muerte para que le dejara entrar a alguna de las
dos puertas, se dice que hasta el día de hoy el zorro sigue caminando. Las leyendas cuentan que el
zorro se aparece en los cementerios

Gandalla: Iguales a este

Yubia: Así es, porque es ahí donde la muerte suele estar. Dicen que lo puedes ver caminando con
su bolsa al hombro

Gandalla: ¿Una bolsa como esta?

Yubia: Si, justo como esa… silbando simpáticas canciones con su chiflido de ángel.

Gandalla: ¿Igual a este? (silba su canción)

Yubia: Si… Y a veces haciendo su baile locochon

(Gandalla baila)

Yubia: ¡¡Ay mamá!! Parece que las historias de fantasmas no siempre son fantasía…

Gandalla: ¿Les gustó la historia? ¿Era lo que buscabas?

Yubia: Es una gran historia, la voy a agregar a mi colección. Ya está dándome escalofríos. Mejor me
voy de aquí antes de que se me aparezca algo más aterrador. ¡Nos vemos a la próxima!

Fin

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