Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El resto de los incendios fueron de menor gravedad, como el que se produjo el 8 de octubre del
año 2001 en la planta de Lubricantes de la Unidad de Desasfaltado (SDA), en torno a las 19:50,
debido a una explosión en la que se barajó la posibilidad de que se tratase de un ataque
terrorista, algo que el entonces subdirector de la empresa, Emilio Abarquero, se apresuró a
desmentir. Este accidente no ocasionó víctimas.
El más reciente de ellos, a excepción del sucedido el pasado miércoles 4 de agosto, se produjo
el 5 de mayo de 2007 en un despacho junto al laboratorio de cromatografía de la refinería, a las
21,30, y fue controlado una hora después, siendo el incidente más leve ya que no produjo daños
personales.
La Refinería además ha sido testigo de otro tipo de siniestros como el registrado el pasado 26
de octubre de 2005, cuando se produjo un vertido de crudo ligero cuando el
petrolero Almudaima descargaba en la monoboya de la refinería, que se concentró en dos
manchas. Una de ellas, de menor tamaño aunque mayor consistencia, se situó frente a la Flecha
del Rompido, entre Cartaya y Lepe, y la otra, de mayor extensión y menor consistencia, a unos
diez kilómetros de la costa de Huelva. El vertido, que se prolongó durante cuatro minutos, fue
de 600 metros cúbicos de crudo. Unas cien personas colaboraron en las labores de retirada de
los restos de crudo en la playa de Nueva Umbría y en el río Piedras, recogida que acumuló unas
2.802 toneladas de arena, la mayoría transportada a granel y 69 toneladas en 230 bidones.
El más reciente, el del pasado verano, cuando el 30 de julio se originó un derrame de crudo en
la línea submarina por la que la compañía conducía el combustible desde la monoboya hasta la
refinería de Cepsa, originado por agentes externos a la compañía.
MÉTODOS FTA Y ETA
Para poder realizar un análisis completo, se tiene un esquema general de todo este proceso. En
el esquema hay tres apartados diferenciados.
Hay dos imágenes de esquemas de la fábrica, donde vamos a tratar y analizar algún nodo de esta
en concreto.
En el caso que se está trabajando, se centra en el primer suceso, una fuga en una tubería,
concretamente una fuga de hidrocarburos líquidos en la proximidad de una esfera de GLP.
La construcción de un árbol de fallos se basa en saber cuáles son los sucesos primeros que
acaban llegando un suceso crítico. En nuestro ejemplo partimos de un suceso critico que es una
fuga en línea de hidrocarburos. Como sucesos intermedios tenemos un orificio en el conducto y
el uso prolongado de este. Y como sucesos básicos tenemos todos estos. Nosotros vamos a
analizar una sobrepresión en el conducto y vamos a ver cómo se puede ahondar más y buscar
sucesos anteriores a este. Vemos cómo se puede producir una sobrepresión ya sea por una
sobrepresión interna o externa. Y una sobrepresión interna podría producirse ya sea por un fallo
en la válvula o por un sobrellenado del conducto. En el caso del fallo de válvula vemos que este
es ocasionado por un error humano.
La construcción de un árbol de sucesos se basa en analizar posibles evoluciones de todos los
sucesos que pueden ocurrir. En nuestro ejemplo de fuga, vemos como se hacen una serie de
preguntas sobre qué ocurriría si se produjeran cada una de ellas, en el caso de que fueran
afirmativas o negativas se recorrería un camino distinto, llegando a un suceso diferente. Por
ejemplo, una fuga con ignición inmediata nos lleva a un Jet Fire o dardo de fuego.
Los sistemas de seguridad se pueden evaluar según su función, pudiendo encontrar sistemas
para evitar, prevenir, controlar o limitar y reducir los posibles escenarios.
Por otro lado, dentro de los sistemas de seguridad están las barreras de seguridad, las cuales
pueden ser activas, pasivas, acciones humanas o barreras simbólicas.
• Barreras de seguridad
Las barreras de seguridad se refieren a las medidas y dispositivos utilizados para proteger a las
personas, los activos y el medio ambiente contra posibles peligros o daños. Estas barreras
pueden incluir dispositivos físicos como cercas, muros, sistemas de alarma, cámaras de
seguridad, y también protocolos y procedimientos de seguridad, capacitación del personal y
sistemas de gestión de seguridad.
Estas podemos clasificarlas según un nivel de confianza (LC) que se refieren a diferentes niveles
de confianza en la eficacia de una función de seguridad, pudiendo ir desde LC1 a LC4.
Es importante tener en cuenta que estos niveles de confianza y las probabilidades de fallo en
demanda están asociados con sistemas de seguridad funcional, como los utilizados en la
industria, donde la confiabilidad y la seguridad son críticas. La selección del nivel de confianza
adecuado depende de la evaluación de riesgos y los estándares aplicables en el contexto
específico del sistema en cuestión.
Vamos a ver como se podrían aplicar algunas barreras dentro de nuestro árbol de fallos. En
nuestro caso dentro podríamos prevenir el error humano aplicando una barrera que consista en
una vigilancia más estricta de los operarios hacia la válvula. Además, podríamos añadir un
control de nivel para evitar el sobrellenado y controlador de presión para evitar una sobrepresión
interna.
El hecho de que la primera barrera sea un LC1 simplemente quiere decir que es una medida que
implica un bajo nivel de confianza y las otras dos implicarían un nivel de confianza más elevado.
Selección de hipótesis accidentales representativas del riesgo de la instalación
El objetivo de este punto sería la selección de los accidentes más relevantes teniendo en cuenta
los sistemas de seguridad, para posteriormente realizar un cálculo sobre los efectos y las
consecuencias de dicho escenario.
Para realizar un cálculo preciso sobre la frecuencia que pueda tener un escenario o un accidente
en particular, se tendrán en cuenta para el caso de los escenarios, el árbol de fallos, mientras
que para los accidentes el árbol de sucesos.
Lo que se hace es una evaluación de los sucesos básicos primero y luego una nueva evaluación
después de aplicar las barreras de seguridad. De esta manera podríamos saber la frecuencia que
puede tener un escenario en concreto aplicando y sin aplicar métodos de seguridad.
En los diagramas se pueden ver las diferencias de frecuencia aplicando algunas barreras en
puntos específicos, variando de manera significativa y reduciendo el riesgo de sucesos críticos.
De esta manera, un JET FIRE al tener una incidencia menor en estos dos puntos que por ejemplo
una nube tóxica, tiene una clasificación más baja.
• Matriz de riesgo
Una matriz de riesgo es una herramienta que se utiliza para evaluar y gestionar los riesgos
asociados con las operaciones y actividades en una instalación de refinación de petróleo. Esta
herramienta proporciona una representación visual de los diferentes riesgos que pueden surgir
y ayuda a priorizar las acciones de mitigación.
En la matriz de riesgo, se suelen identificar y evaluar diversos riesgos potenciales, como los
relacionados con la seguridad operativa, la salud de los trabajadores, el medio ambiente y la
integridad de los equipos. Cada riesgo se clasifica según su probabilidad de ocurrencia y el
impacto que podría tener en términos de consecuencias negativas.
Las matrices de riesgo típicamente utilizan una escala de valoración que combina la probabilidad
y el impacto en diferentes niveles. Por ejemplo, los riesgos se pueden clasificar como bajos,
moderados, altos o críticos. Con esta clasificación, se pueden priorizar los riesgos para centrar
los esfuerzos de mitigación en aquellos que tienen el mayor potencial de causar daño
significativo.