En estos años, el crecimiento de nuestro Producto Bruto Interno (PBI) es inferior al PBI
potencial, por las ineficiencias en nuestra economía y en nuestras políticas económicas.La
actividad económica en un país tiene dos ámbitos bien diferenciados para el análisis de sus problemas y sus propuestas de solución: la microeconomía y la macroeconomía. Realizando una simplificación, los economistas decimos que el primero se refiere a los mercados particulares y el segundo a los mercados agregados. En ambos ámbitos los principios sobre los que se basa la ciencia económica son los mismos, la diferencia se encuentra en la aplicación de las propuestas de solución. En el caso de la macroeconomía existen instituciones públicas creadas para el manejo de este campo de la economía. Las dos principales en nuestro país, y las más conocidas, son el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). La primera, aborda las políticas fiscales y el segundo tiene que ver con las políticas monetarias. Ambas –evidentemente– tienen que coordinar la política económica nacional. Las crisis económicas afectan tanto a las personas como a las compañías. Las empresas necesitan hacer ajustes para poder soportar las nuevas variables económicas que hay en el mercado. Modifican sus estructuras de costes y muchas veces disminuyen los precios de los productos si la demanda cae. Además, aumentar la eficiencia en la cadena de suministros es otra de las acciones que ejecutan las empresas para poder sobrevivir en tiempos de crisis. Estos momentos ponen a prueba a los gerentes y directivos, valorando múltiples factores para estar un paso por delante. • Reducir gastos al máximo, ahorrar de manera extrema en todo lo que se pueda. Hacer presupuestos y priorizar mucho los recursos que tenemos en lo que sea realmente imprescindible. Sólo hay que hacer una rápida búsqueda en Internet para encontrar infinidad de consejos que ayudan a este objetivo. • Intentar incrementar los ingresos, repasando una y otra vez cómo hacerlo hasta que encontramos la manera de ganar el mínimo que necesitamos para salir del agujero donde estamos. De nada sirve compadecernos, sólo nos ayuda la imaginación y las ganas de salir adelante. • Si no hay más remedio, volver a negociar la deuda que tenemos a partir de un plan de ingresos y gastos que sea creíble en base a las dos actuaciones anteriores.