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21-10-2021

Tribunal : Tercer Tribunal Ambiental


Materia : Reclamación artículo 3° Ley N°21.202
Reclamante : Inversiones F.K Limitada
RUT : 78.210.870-0
Representante : Claudio Fischer Llop
C.N.I. : 7.378.806-4
Patrocinante y apoderado : Claudia Ferreiro Vásquez
C.N.I. : 9.121.192-0
Reclamado : Ministerio del Medio Ambiente
Representante : Juan Antonio Peribonio Poduje, Presidente del Consejo de
Defensa del Estado
Representante : Lucio Díaz Rodríguez, Abogado Procurador Fiscal de
Puerto Montt

EN LO PRINCIPAL: Recurso de reclamación; PRIMER OTROSÍ: Acompaña documentos;


SEGUNDO OTROSÍ: Asume patrocinio y poder; TERCER OTROSÍ: Forma de notificación.

ILUSTRE TERCER TRIBUNAL AMBIENTAL

Claudia Ximena Ferreiro Vásquez, C.I N°9.121.192-0, abogada, en representación convencional


de Inversiones F.K Limitada, RUT N°78.210.870-0, representada legalmente por Claudio Fischer
Llop, C.I N°7.378.806-4, piloto comercial, todos domiciliados para estos efectos en Benavente #550,
piso 12, comuna de Puerto Montt, a este Ilustre Tribunal respetuosamente digo:

Encontrándome dentro de plazo, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 3° inciso final de la Ley
N°21.202, que modifica diversos cuerpos legales con el objetivo de proteger los humedales urbanos
(“Ley N°21.202”), y en el artículo 12 del Decreto Supremo N°15 de 2020 del Ministerio del Medio
Ambiente, que establece el reglamento de la Ley N°21.202 (“el Reglamento”), vengo en deducir
recurso de reclamación judicial en contra de la Resolución Exenta N°830, emitida el 9 de agosto de
2021 por el Ministerio del Medio Ambiente (“Acto Reclamado”), entidad pública que es representada
judicialmente por el Presidente del Consejo de Defensa del Estado, Sr. Juan Antonio Peribonio Poduje
y por el Abogado Procurador Fiscal de Puerto Montt, Sr. Lucio Díaz Rodríguez.

El Acto Reclamado, que fuera publicado en el Diario Oficial con fecha 13 de septiembre de 2021,
declaró humedal urbano la zona denominada La Marina (“Humedal La Marina”), ubicada en la
comuna de Puerto Varas, Región de Los Lagos, con una superficie aproximada de 2,3 hectáreas.
Dicho acto administrativo de reconocimiento, entre otros vicios de legalidad, fue tramitado con
prescindencia del acuerdo del Concejo Municipal; fue adoptado con infracción de un debido proceso;
carece de la suficiente motivación que el ordenamiento exige, adolece de desviación de poder o fin y
fue dictado con infracción de la ley de fondo aplicable.

El presente recurso de reclamación se funda en las consideraciones de hecho y de derecho que a


continuación se señalan:

1. ANTECEDENTES DEL ACTO RECLAMADO

1. Mediante Ord. N°0160, de 4 de febrero de 2021, el Alcalde de la I. Municipalidad de Puerto


Varas, Sr. Ramón Bahamonde Cea, remitió al Ministerio del Medio Ambiente una solicitud de
reconocimiento de la zona denominada “La Marina”, como humedal urbano. A dicha
presentación el municipio acompañó una ficha técnica que, en síntesis, indica que el área de
protección solicitada corresponde aproximadamente a 0,98 hectáreas y que las coordenadas de
la parte media del humedal, cercana a La Marina de Puerto Varas, en Datum WGS84, Huso 18,
corresponden a Este: 671.213 y Norte: 5.423.178.

2. El polígono propuesto por la I. Municipalidad de Puerto Varas en su presentación es el siguiente:

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3. La referida solicitud fue declarada admisible según consta en la Resolución Exenta N°25, de 15
de febrero de 2021, de la Secretaría Regional Ministerio del Medio Ambiente de Los Lagos
(“SEREMI de Los Lagos”), acto administrativo que fue publicado en el Diario Oficial el 1 de
marzo de 2021, para efectos de que cualquier persona pudiera aportar antecedentes adicionales
respecto del “Humedal La Marina”, dentro del plazo de 15 días.

4. Según consta en el expediente de tramitación, el único aportante del procedimiento fue el Sr.
Alejandro González Del Riego García, quien, con fecha 22 de marzo de 2021, hizo presente al
organismo público la existencia de senderos peatonales que permitirían a los vecinos del sector
acceder tanto al humedal como a las pequeñas playas, argumentando que la declaratoria de una
zona protegida debe conciliarse con las actividades que las personas efectúan sin afectar el medio
ambiente. En particular, el Sr. González señaló “es importante que en las delimitaciones en que
se determine el Humedal Urbano La Marina, considere especialmente las actividades que se
desarrollan en el sector que básicamente dicen relación con la mantención de senderos
existentes y que permitan caminar, observar aves y llegar a pequeñas playas para bañarse en la
ribera del lago”.

5. Enseguida, la SEREMI de Los Lagos emitió el documento “Ficha Análisis Técnico


Reconocimiento Humedal Urbano a solicitud de la Municipalidad de Puerto Varas” (“Ficha
Técnica”), por el cual caracterizó a la zona como un sistema natural, ribereño, palustre y lacustre
ubicado en la subcuenca del lago Llanquihue y sus afluentes.

En particular, la SEREMI de Los Lagos indicó que, de acuerdo con la evaluación en terreno y el
análisis de imágenes satelitales con series temporales de 5 años, se habría detectado vegetación
hidrófita que ameritaba ajustar los vértices y coordenadas del polígono propuesto por el
municipio -0,98 hectáreas-, incluyendo de esta manera zonas que formarían parte del mismo
humedal y que cumplirían con al menos uno de los tres criterios de delimitación que establece
el artículo 8° del Reglamento.

6. De este modo, el polígono se amplió a 2,3 hectáreas y su delimitación se propuso por un total de
102 vértices, obteniéndose la siguiente cartografía:

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7. Por medio del Acto Reclamado, el Ministerio del Medio Ambiente reconoció el Humedal Urbano
La Marina, estableciéndole los siguientes límites en coordenadas referenciales UTM, Datum
WGS 84, Huso 18 Sur:

2. EL PRESENTE RECURSO DE RECLAMACIÓN SE INTERPONE EN TIEMPO Y


FORMA

8. Los artículos 3° inciso final de la Ley N°21.202 y 12 del Reglamento, en relación con lo
establecido en el artículo 17 numeral 9) de la Ley N°20.600, disponen que en contra de la
resolución de reconocimiento del Ministerio del Medio Ambiente podrá reclamarse ante el
Tribunal Ambiental competente, que es aquel que ejerce competencia en el territorio donde se
encuentra el humedal, y el plazo para ello es de 30 días que se computan desde la publicación de
dicho acto en el Diario Oficial.

9. En cuanto al primero de los requisitos formales, a saber, el organismo jurisdiccional competente,


la presente acción se deduce ante el Ilustre Tercer Tribunal Ambiental, el cual es competente
para pronunciarse respecto a la reclamación de autos, por ubicarse el área reconocida como
humedal urbano en la ciudad de Puerto Montt, Región de Los Lagos, en los términos que
establece el artículo 5° letra c) de la Ley N°20.600.

10. Por su parte, el Acto Reclamado fue publicado en el Diario Oficial el 13 de septiembre de 2021,
por lo que, según lo dispuesto en el artículo 47 de la Ley N°20.600 -que aplica supletoriamente
las normas del Código de Procedimiento Civil-, el recurso ha sido interpuesto oportunamente,
esto es, dentro del término de 30 días hábiles judiciales que se cumplen el 21 de octubre del año
en curso.

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3. DEL INTERÉS Y LEGITIMACIÓN ACTIVA PARA RECLAMAR

11. La Ley N°21.202 y su Reglamento no prevén dentro de sus disposiciones requisito alguno
respecto a la legitimación activa para reclamar del acto administrativo que reconoce un humedal
urbano.

12. En efecto, el artículo 3° inciso final de la Ley N°21.202 señala que “en contra del
pronunciamiento del Ministerio del Medio Ambiente que resuelva la solicitud de reconocimiento
de la calidad de humedal urbano podrá reclamarse, dentro del plazo de treinta días, ante el
Tribunal Ambiental competente, que es aquel que ejerce jurisdicción en el territorio en donde
se encuentra el humedal”. En el mismo sentido, el artículo 12 del Reglamento establece que: “La
resolución que resuelva la solicitud de reconocimiento de la calidad de humedal urbano será
reclamable ante el Tribunal Ambiental que ejerce jurisdicción en el territorio en donde se
encuentra el humedal”.

13. Como se aprecia, la regulación no exige un interés cualificado para reclamar, ni menos la
afectación de un derecho subjetivo para ostentar la calidad de interesado en este tipo de
procedimiento. Bastaría entonces, como ha señalado la doctrina especializada, la invocación de
un “interés legítimo”, el cual se relaciona con la esfera de libertad y bienestar de todas las
personas, que amplía el espacio de tutela que tradicionalmente se predica respecto del derecho
subjetivo, y que reconoce ámbitos de la vida que pueden ser afectados por decisiones o
actuaciones de la Administración del Estado1

14. Con todo, como se demostrará de inmediato a SS. Ilustre, esta parte posee un especial interés en
el contenido del Acto Reclamado, por cuanto (i) es propietaria de un predio que se ubica “en o
en las proximidades de” el Humedal La Marina, y (ii) el reconocimiento afecta o restringe el
legítimo ejercicio de sus derechos.

15. En particular, y así se acredita en un otrosí de este recurso, mi representada es dueña del inmueble
“Lote 1”, ubicado en el sector La Fábrica de la comuna de Puerto Varas, de una superficie de 3
hectáreas, al cual se le ha asignado el Rol N°1400-175, y cuyos deslindes son: “Norte, Lote Dos,
que se adjudica a Harald Edmundo Enrique Hofmann Breiding, en línea recta; Este, camino
público de Puerto Varas a Ensenada; Sur, Sociedad Agrícola Los Coigues Limitada, separada
por estero, y Oeste, Lago Llanquihue”.

16. Para una mejor referencia, a continuación se inserta una imagen que proporciona una
delimitación espacial aproximada del predio de mi representada, y a un lado la imagen elaborada
por la SEREMI de Los Lagos que muestra la extensión del polígono que fue reconocido como
“Humedal La Marina”.

1 Andrés Bordalí Salamanca (2018), “Interés legítimo e interés para recurrir en el contencioso administrativo ambiental
chileno”, en Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Vol. 51, Valparaíso, pág. 82. Al
respecto, el autor también indica que un sujeto tiene interés legítimo no sólo en virtud de la existencia de un acto
administrativo en particular, sino cuando el ordenamiento jurídico confiere relevancia a un interés material, lo que en
consecuencia “comporta el poder de provocar el ejercicio de la potestad administrativa, de participar en el procedimiento
administrativo, de deducir recursos administrativos contra el acto administrativo, así como los recursos jurisdiccionales
que contempla la ley”. Ibid. pág. 84.

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17. Atendido que el acto de reconocimiento del Humedal La Marina únicamente se refiere a un
polígono delimitado por puntos en coordenadas UTM y a una estimación de la superficie total
en hectáreas, no es fácil para cualquier interesado definir con certeza si un predio se encuentra
dentro de aquella área protegida, o bien, si resulta contigua o próxima a ésta. En efecto, como es
de público conocimiento, el sistema registral chileno no utiliza este criterio de medición, sino
que recurre a los deslindes territoriales de los predios. Con todo, de la fotografía incluida a esta
presentación es posible concluir que si el inmueble no está “en” la zona declarada como humedal,
al menos sería “próximo o contiguo” a ésta, lo que igualmente acarrea importantes consecuencias
jurídicas.

18. Sobre el particular, no debe olvidar SS. Ilustre que el Acto Reclamado, de acuerdo con lo
establecido en la normativa sectorial, conlleva cargas ambientales y urbanísticas que afectan a
los dueños de predios colindantes a un humedal urbano.

19. En primer lugar, de acuerdo con lo establecido en el artículo 10 literal s) de la Ley N°19.300,
deben someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (“SEIA”) aquellas actividades
o proyectos que puedan significar una alteración física o química a los componentes bióticos, a
sus interacciones o a los flujos ecosistémicos de humedales que se encuentran total o
parcialmente dentro del límite urbano, y que impliquen su relleno, drenaje, secado, extracción
de caudales o de áridos, la alteración de la barra terminal, de la vegetación azonal hídrica y
ripariana, la extracción de la cubierta vegetal de turberas o el deterioro, menoscabo,
transformación o invasión de la flora y la fauna contenida dentro del humedal, indistintamente
de su superficie. La misma obligación tienen aquellas obras, programas o actividades a ejecutar
“en” humedales urbanos, según lo indica el artículo 10 letra p) de la Ley N°19.300.

20. En segundo término, el reconocimiento también genera consecuencias urbanísticas, por cuanto,
entre otros aspectos, el artículo 3° del Reglamento dispone que las edificaciones que se pretendan
emplazar en humedales urbanos, así como los procesos de planificación, diseño y construcción
de infraestructura que pueda afectar al humedal, deberán ser compatibles con la mantención de
la conectividad biológica, su estructura, funcionamiento y conservación de hábitats.

21. Entonces, con la sola dictación de un acto de reconocimiento se configuran restricciones al


ejercicio de derechos de mi representada, que inciden principalmente en la propiedad y el
desarrollo de actividades económicas lícitas, por cuanto desde aquel momento debe soportar
cargas no antes previstas en su esfera jurídica. Aquellas cargas públicas -en tanto prestaciones u
obligaciones que la ley impone a las personas para el cumplimiento de fines ética y jurídicamente
lícitos-, deben ser justas y equitativas, por cuanto la Carta Fundamental asegura la vigencia del
principio de isonomía en todas sus manifestaciones, lo que obliga a que estas cargas sean
determinadas y aplicadas siempre como un medio necesario, adecuado y proporcionado para
conseguir un determinado fin, lo que por cierto se encuentra bajo el control jurisdiccional.

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22. Además, de acuerdo con las circunstancias del caso concreto, y según se verá en un acápite
posterior, en la tramitación del acto de reconocimiento del Humedal La Marina se verificaron
vicios esenciales que inciden en la garantía del emplazamiento, afectando directamente el
derecho a un justo, racional y debido procedimiento.

23. Corolario de todo lo señalado es que mi representada posee un legítimo interés para accionar e
impugnar el Acto Reclamado en esta sede especial.

4. ACERCA DE LAS ILEGALIDADES DE QUE ADOLECE EL PROCEDIMIENTO Y EL


ACTO RECLAMADO

24. En los acápites que siguen, se demostrará al Ilustre Tribunal que el reconocimiento de La Marina
como humedal urbano adolece de una serie de vicios esenciales que acarrean la invalidez del
Acto Reclamado, lo que habilita y obliga a esta judicatura a disponer que sea apartado del
ordenamiento jurídico.

4.1 LA SOLICITUD DE RECONOCIMIENTO NO CUENTA CON EL RESPECTIVO


ACUERDO DEL CONCEJO MUNICIPAL

25. Revisados los antecedentes incorporados por el municipio, se advierte que la solicitud que abre
el procedimiento de reconocimiento no viene acompañada del respectivo acuerdo del Concejo
Municipal. Como se explicará a SS. Ilustre, dicha omisión constituye un vicio ab initio que incide
en todo lo obrado durante la tramitación del procedimiento, además de ser un vicio esencial e
invalidante por cuanto contraviene de forma palmaria el principio de legalidad, afectando
específicamente el elemento de la competencia.

26. En efecto, consta que con fecha 4 de febrero de 2021, el -a la sazón- Alcalde de la I.
Municipalidad de Puerto Varas, Sr. Ramón Bahamonde Cea, mediante Ord. N°0160, ingresó al
Ministerio del Medio Ambiente un conjunto de antecedentes solicitando la apertura del
procedimiento de reconocimiento del “Humedal La Marina”.

27. Dicho acto administrativo, que viene suscrito única y exclusivamente por el Sr. Bahamonde, no
contiene referencia alguna a la voluntad o acuerdo del Concejo Municipal de Puerto Varas. Ni
en los “antecedentes”, ni en el cuerpo de dicho acto, ni siquiera en la distribución del mismo se
alude a aquel órgano colegiado. Tampoco consta referencia alguna en los antecedentes técnicos
acompañados por el Sr. Alcalde.

28. Sobre el particular, si bien la Ley N°21.202 dispone -en forma genérica- que el procedimiento
de reconocimiento puede iniciarse a solicitud del “municipio respectivo”, sin indicar
expresamente la forma en que debe manifestarse la voluntad del organismo, no pueden dejar de
aplicarse las disposiciones de la Ley N°18.6952, Orgánica Constitucional de Municipalidades
(“Ley N°18.695).

29. Al respecto, como bien conoce SS. Ilustre, la Ley N°21.202 modificó la Ley General de
Urbanismo y Construcciones incorporando un nuevo inciso al artículo 60, precepto que obliga a
las municipalidades a incluir los humedales existentes en los instrumentos de planificación
territorial. En otras palabras, reconocida un área como humedal urbano, a las
municipalidades no les queda otra opción que modificar el respectivo instrumento de
planificación territorial a los fines de incorporar aquella nueva área de protección de valor
natural.

30. Ejecutando esta nueva obligación, el Reglamento a su vez dispone en el artículo 18 que “Desde
la fecha de publicación del acto administrativo que resuelva el reconocimiento de un humedal
urbano por parte del Ministerio del Medio Ambiente, las municipalidades deberán dictar, en el
menor plazo posible, la ordenanza local y los planos actualizados del plan regulador
respectivo, para efectos de establecer las condiciones bajo las que deberán otorgarse los

2 Cuyo texto ha sido refundido, coordinado y sistematizado por el DFL N°1, de 2006, del Ministerio del Interior.

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permisos de urbanizaciones o construcciones que se pretendan emplazar en dichas áreas de


protección de recursos de valor natural”.

31. Sobre el particular, el literal b) del artículo 65 de la Ley N°18.695 señala que el Alcalde requiere
del acuerdo del Concejo Municipal para aprobar, entre otros, el plan regulador comunal, los
planes seccionales y sus planos de detalle.

32. De lo anterior tenemos que si el Alcalde ha solicitado -por sí y con prescindencia de la voluntad
del Concejo Municipal- el inicio del procedimiento de reconocimiento de humedal urbano, y
dicho trámite culmina positivamente con una declaratoria -como ha sucedido en este caso-, al
Concejo Municipal no le queda otra posibilidad que aprobar la modificación del
instrumento de planificación territorial. En otras palabras, la voluntad en contrario del
Concejo Municipal es irrelevante, pues se ve constreñida a prestar su consentimiento para
incorporar el humedal urbano en el plan regulador comunal.

33. La imposibilidad del Concejo Municipal para poder decidir de una forma distinta significa que
a dicho órgano colegiado se le ha impedido ejercitar -de forma completa y discrecional- una
atribución que el ordenamiento le confiere. Entonces, la actuación concreta del Alcalde de Puerto
Varas contraviene el principio de legalidad por afectar el elemento de la competencia, viciando
desde un inicio el procedimiento de reconocimiento del Humedal La Marina.

34. No podemos dejar de señalar a SS. Ilustre que la competencia se erige como uno de los
principales elementos del principio de legalidad. Así lo reconoce el artículo 7° de la
Constitución Política de la República cuando establece que los órganos del Estado sólo actúan
válidamente “previa investidura regular de sus integrantes, dentro de su competencia y en la
forma que prescriba la ley”, agregando que “Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo
de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra
autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la
Constitución o las leyes”. Y también el artículo 2° inciso segundo de la Ley N°18.575, en tanto
desarrolla que “[Los órganos de la Administración del Estado] Deberán actuar dentro de su
competencia y no tendrán más atribuciones que las que expresamente les haya conferido el
ordenamiento jurídico.

35. La competencia, en el plano de las organizaciones públicas, es aquel elemento que predetermina,
articula y delimita la función administrativa que desarrollan los órganos y entidades públicas del
Estado. Se ha caracterizado como el conjunto o esfera de atribuciones que corresponden a los
órganos y sujetos públicos estatales, o bien, como la aptitud de obrar de un órgano o ente del
Estado3.

36. Para que un órgano del Estado actúe material y jurídicamente de forma válida, siempre debe
observar previamente los presupuestos de hecho y de derecho que le habilitan. Por tanto,
incurrirá en un vicio de incompetencia aquel órgano público que actúa fuera de los supuestos
previstos en la o las normas jurídicas, o que ha invadido la esfera de atribuciones de otro
organismo4.

37. Como se señaló, el vicio de ilegalidad por incompetencia viene dado -en síntesis- por una
actuación del Alcalde que no observó con estrictez el marco jurídico aplicable a sus actuaciones,
prescindiendo de la voluntad del Concejo Municipal. Por su esencialidad, aquella irregularidad
formal no puede ser convalidada con una actuación posterior, correspondiendo que la SEREMI
de Los Lagos, en una temprana etapa procesal, resolviera la inadmisibilidad de la solicitud.

38. En consecuencia, toda actividad realizada con posterioridad a la solicitud y admisibilidad del
procedimiento se encuentra viciada, lo que conlleva como correlativa y necesaria sanción que
aquellos actos sean apartados del ordenamiento jurídico.

3Juan Carlos Cassagne (2017), “Derecho administrativo”, Tomo I, 2ª Edición, Palestra, Lima, págs. 239-241.
4Eduardo Cordero Quinzacara (2013), “La nulidad de los actos administrativos y sus causales”, en Juan Carlos Ferrada
Bórquez (Coord.) “La nulidad de los actos administrativos en el Derecho chileno”, IX Jornadas de Derecho Administrativo,
Asociación de Derecho Administrativo (ADAD), Legal Publishing-Thomson Reuters, pág. 198.

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4.2 DEBIDO PROCESO Y FALTA DE EMPLAZAMIENTO

39. Sin perjuicio de que el Acto Reclamado fue publicado en el Diario Oficial el 13 de septiembre
de 2021, aquella comunicación no satisface -respecto de los interesados en el trámite
administrativo de reconocimiento- los estándares mínimos de un justo, racional y debido
procedimiento.

40. Antes de desarrollar el fondo y demostrar la relevancia jurídica de esta alegación, corresponde
hacer presente al Ilustre Tribunal que esta parte tomó conocimiento del acto administrativo que
declaró el “Humedal La Marina” únicamente gracias a la cobertura de un medio de comunicación
local. En particular, mi representada supo del reconocimiento sólo a propósito de una noticia
publicada el 21 de septiembre en el medio electrónico “El Heraldo Austral”5, es decir, 43 días
desde la emisión del Acto Reclamado y 8 días luego de su publicación en el Diario Oficial.

41. Por lo anterior, mi representada no tuvo la posibilidad de realizar presentaciones, alegaciones o


incorporar antecedentes ni en el término de 15 días que regula el artículo 9° del Reglamento -
periodo de participación ciudadana- ni aún antes de que se dictara el Acto Reclamado.

42. Si bien la normativa sectorial establece que tanto el acto que resuelve la admisibilidad de la
solicitud, como aquel que reconoce la zona como humedal urbano deben ser publicados en el
Diario Oficial, aquello no obsta a la aplicación de la Ley N°19.880 en la tramitación del
procedimiento, en particular, a la regla contenida en los artículos 45 y 46 de la citada ley,
preceptos que señalan que los actos que produzcan efectos individuales deben ser notificados
mediante carta certificada al domicilio del interesado.

43. Sobre el particular, corresponde señalar que el emplazamiento es un elemento integrante y clave
del derecho a un justo, racional y debido procedimiento, consagrado y asegurado en el artículo
19 N°3 de la Constitución Política de la República. Al respecto, el Excmo. Tribunal
Constitucional ha asentado que entre las garantías incluidas en este derecho asegurado a todas
las personas, destacan “el derecho a la acción, el oportuno conocimiento de ella por la parte
contraria, el emplazamiento, adecuada defensa y asesoría con abogados, la producción libre

5 La noticia completa puede ser revisada en el siguiente link [https://www.eha.cl/noticia/local/humedal-urbano-la-marina-


se-convirtio-en-el-primero-en-la-comuna-en-tener reconocimiento-oficial-12114].

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de pruebas conforme a la ley, el examen y objeción de la evidencia rendida, la bilateralidad de


la audiencia, la facultad de interponer recursos para revisar las sentencias dictadas por
tribunales inferiores”6.

44. Este derecho constitucional se relaciona con el principio de igualdad en su faz material, y su
núcleo esencial radica en evitar la indefensión de las personas, posibilitando el ejercicio oportuno
y eficaz de las acciones y pretensiones. En cuanto al emplazamiento como garantía en particular,
desde muy temprano la jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha sido enfática en señalar
que la comunicación efectiva al interesado (notificación), así como el plazo para realizar
alegaciones o aportar antecedentes (término de emplazamiento), son elementos que no pueden
soslayarse en un procedimiento7.

45. Asimismo, la doctrina especializada ha caracterizado al emplazamiento como una garantía que,
acorde con el debido proceso, tienen los interesados para conocer a cabalidad la decisión de la
Administración y que no se genere a su respecto una situación de indefensión. Respecto a la
notificación de actos de efectos particulares, dicha doctrina precisa que “no es una concesión al
interesado, sino es expresión del debido respeto a sus derechos e intereses que le corresponde.
Solo así puede surgir la certeza y seguridad jurídicas que demanda el correcto ejercicio del
poder administrativo”8.

46. En este orden de ideas, es menester hacer presente que la Magistratura Constitucional ha resuelto
que los contenidos mínimos de este derecho constituyen no sólo un mandato al legislador, sino
que deben ser observados por toda autoridad en sus relaciones con las personas,
particularmente en la tramitación de procedimientos. De este modo, para el Tribunal
Constitucional, la aplicación de las diversas reglas y disposiciones de la Ley N°19.880 en la
substanciación de los procedimientos ante la Administración del Estado, en tanto normativa base,
común y supletoria, constituye garantía suficiente para cautelar este derecho9.

47. A mayor abundamiento, sin perjuicio de las reglas administrativas básicas sobre notificación de
los actos, la Ley N°19.880 también regula otras garantías mínimas del debido proceso y que
tienen por presupuesto necesario el emplazamiento oportuno respecto de un acto administrativo:

• Es el caso del principio de contradictoriedad -manifestación legal de la garantía de


bilateralidad de la audiencia-, cuya expresión en el artículo 10 de la Ley N°19.880 confiere a
los interesados el derecho de aducir alegaciones y aportar documentos u otros elementos de
juicio en cualquier momento del procedimiento administrativo, a la vez que otorga la
posibilidad de alegar defectos de tramitación, infracciones de plazos o la omisión de trámites
que pueden ser subsanados antes de la resolución definitiva del asunto. En palabras de la
Excma. Corte Suprema, el carácter contradictorio es consustancial a todo procedimiento
administrativo “… lo que supone la posibilidad de hacer valer dentro del procedimiento los
distintos intereses en juego, así como que esos distintos intereses puedan adecuadamente ser
confrontados por sus respectivos titulares antes de adoptarse una decisión definitiva por
parte de la Administración”10.

• Asimismo, el artículo 17 de la Ley N°19.880 regula expresamente algunos de los derechos


de las personas en sus relaciones con la Administración, que en lo pertinente a esta
presentación es menester mencionar: (i) el derecho a conocer el estado de tramitación de los
procedimientos y a obtener copia de los documentos que rolan en el expediente; (ii) acceder
a los actos administrativos y sus documentos; y (iii) formular alegaciones y aportar
documentos en cualquier fase del procedimiento, los que deberán ser tenidos en cuenta por
el órgano competente al redactar la resolución.

6 STC de 8 de agosto de 2006, Rol N°478-2006, consid. 14°. Jurisprudencia aplicada, entre otras, en las sentencias de 9 de
julio de 2014 (Rol N°2.657-2014, consid. 12°) y de 20 de agosto de 2013 (Rol N°2.381-2012, consid. 12°).
7 STC de 8 de septiembre de 1986, Rol N°38-1986, consid. 22° a 24°.
8 Gladys Camacho Cépeda (2019), “La notificación de los actos administrativos de efectos singulares y el derecho a la

certidumbre jurídica en Chile”, en Revista de Derecho Público N°91, Facultad de Derecho de la Universidad de Chile,
Santiago, pág. 7.
9 Entre otras, STC de 26 de noviembre de 2014, Rol N°2731-2014, consid. 84°.
10 SCS de 17 de julio de 2018, Rol N°970-2018, consid. 6°.

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48. Entonces, aun cuando la Ley N°21.202 y su Reglamento no establezcan expresamente que
determinadas actuaciones deban notificarse a los interesados, correspondía que la autoridad
administrativa -en este caso la SEREMI de Los Lagos, el Ministerio del Medio Ambiente o
inclusive la I. Municipalidad de Puerto Varas- emplazara igualmente -de conformidad con la
normativa general, básica y supletoria- a los dueños de inmuebles que se verán afectados por el
futuro reconocimiento de humedal urbano, atendida su cercanía al área cuya protección
ambiental se pretende, por tener dichas actuaciones efectos particulares y no sólo generales11.

49. Lo anterior es más grave considerando que la I. Municipalidad de Puerto Varas, a través de su
Dirección de Obras Municipales, posee registros de los inmuebles ubicados al interior o en las
proximidades de la zona cuyo reconocimiento se pretendía.

50. En consecuencia, atendido que ninguna de las actuaciones del procedimiento de reconocimiento
del Humedal La Marina fueron notificadas a esta parte -incluyendo la resolución de
admisibilidad que confiere a cualquier persona el plazo de 15 días hábiles administrativos para
aportar antecedentes-, esta parte se vio impedida de incorporar alegaciones u elementos de
conocimiento que pudieran ilustrar al organismo técnico y al órgano decisor.

51. Dicha falta de emplazamiento vicia el procedimiento y el acto que le pone término. Tratándose
de un vicio de carácter esencial, debe considerarse que el artículo 13 inciso segundo de la Ley
N°19.880 establece que el vicio de procedimiento o de forma sólo afecta la validez del acto
jurídico cuando recae en algún requisito esencial del mismo, sea por su naturaleza o por mandato
del ordenamiento jurídico, y genera perjuicio al interesado.

52. Dichos requisitos normativos se cumplen en la especie por cuanto: (i) el emplazamiento
(notificación y término de emplazamiento) constituye una garantía mínima, esencial e
insoslayable del derecho a un justo, racional y debido procedimiento; y además (ii) esta parte ha
experimentado un patente perjuicio que se relaciona con la imposibilidad de presentar
antecedentes al trámite de reconocimiento del humedal, y/o de hacer valer cualquier tipo de
pretensión en el mismo -antes del acto administrativo decisorio- en tanto directa interesada en la
declaratoria por las afectaciones jurídicas que ésta implica.

53. En tal sentido, la consecuencia jurídica de la falta de emplazamiento en un procedimiento


administrativo de estas características no puede ser otra que la invalidez del Acto
Reclamado12, por tratarse de un vicio formal de naturaleza esencial que genera perjuicios a los
interesados, y así debe ser declarado por SS. Ilustre en su sentencia.

4.3 EL ACTO RECLAMADO Y EL INFORME TÉCNICO QUE LO SUSTENTA NO SE


ENCUENTRAN SUFICIENTE MOTIVADOS, RAZÓN QUE LOS TORNA ILEGALES

54. Como es de conocimiento del Ilustre Tribunal, luego de declarada la admisibilidad de la solicitud
de reconocimiento, el artículo 10 del Reglamento encomienda a la SEREMI de Medio Ambiente
respectiva realizar un análisis técnico de los antecedentes presentados por el municipio, a los
fines de evaluar la adecuada delimitación y caracterización del humedal, y que éste se encuentra
total o parcialmente dentro del límite urbano.

55. Dicho informe técnico no es sino un acto administrativo de “juicio o conocimiento”, que en este
caso compete a un organismo distinto al que debe resolver, y cuya función en el procedimiento
es aportar o comprobar la existencia de ciertos datos, requisitos o circunstancias13. Por su parte,

11 Sin perjuicio de lo señalado, debe considerarse que el artículo 21 N°2 de la Ley N°19.880 establece que se consideran
interesados en el procedimiento administrativo “Los que, sin haber iniciado el procedimiento, tengan derechos que puedan
resultar afectados por la decisión que en el mismo se adopte”.
12 Sobre el particular, la doctrina señala que la notificación del acto administrativo es un requisito esencial por su propia

naturaleza. Ver Jorge Bermúez Soto (2010), Estado actual del control de legalidad de los actos administrativos. ¿Qué queda
de la nulidad de Derecho público?, en Revista de Derecho Vol. XXIII, N°1, pág. 109. Mientras que otros añaden que este
vicio esencial debe tener necesaria conexión con el acto administrativo terminal o decisorio. Ver Felipe Lizama Allende
(2013), “Alcance del concepto ‘requisito esencial’ en el artículo 13 de la ley 19.880". En "La nulidad de los actos
administrativos en el derecho chileno”, Juan Carlos Ferrada Bórquez (Coord.) Editorial Legal Publishing Thomson Reuters,
pág. 322.
13 Francisco González Navarro (1966), “Los informes administrativos como actos de instrucción del procedimiento

administrativo”, en Documentación Administrativa N°98, págs. 11 a 40

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el Acto Reclamado es un acto administrativo que pone término al procedimiento y en el que


consta una decisión o manifestación de voluntad14.

56. En cuanto actos administrativos, tanto el informe como la resolución final que afina el
procedimiento de reconocimiento de humedal deben encontrarse suficientemente motivados.
En efecto, la fundamentación es un requisito esencial de todo acto administrativo, conforme se
expresa en los artículos 11 y 41 de la Ley N°19.880.

57. La falta de motivos, así como otros problemas asociados a la fundamentación de los actos, riñe
directamente con el principio de legalidad, pues de acuerdo con los artículos 6° y 7° de la
Constitución Política los organismos del Estado deben someter su acción a la Constitución
y a las leyes, y sólo actúan válidamente previa investidura regular de sus integrantes, dentro de
su competencia y “en la forma que prescriba la ley”. Del mismo modo, el deber esencial de
fundamentar también arranca del principio de transparencia establecido en el artículo 8° de la
Carta Fundamental, que en definitiva promueve el conocimiento del contenido y fundamento
de las decisiones públicas. Finalmente, el deber de motivación también se engarza con la
garantía fundamental de igualdad ante la ley, consagrada en el artículo 19 N°2 de la Constitución,
lo que obliga al control de la razonabilidad y la interdicción de la arbitrariedad.

58. A lo señalado corresponde agregar que no sólo se requiere que “existan motivos”, pues en
tanto requisito de validez del acto administrativo se exige que la fundamentación sea
“suficiente” y “congruente”, es decir, debe dar cuenta tanto del camino lógico y racional que
llevó a la autoridad a tomar una determinada decisión y que ésta sea la consecuencia necesaria
de las normas habilitantes de competencia y de la necesidad pública a satisfacer en particular15.

59. Respecto al requisito de la “suficiencia” de los motivos, la Excma. Corte Suprema ha señalado
que esto supone que las razones sostenidas por la autoridad se condigan con los antecedentes y
circunstancias fácticas del caso concreto, además de conllevar la obligación de exponer clara y
concretamente los motivos que den sustento y racionalidad al acto administrativo, en lugar de
otorgarle una mera apariencia de seriedad y regularidad. A mayor abundamiento, “no basta
con que la autoridad esgrima cualquier razón en apoyo a sus determinaciones, debe basarlos
en motivos verificables y racionalmente comprensibles”16.

60. En otras palabras, cuando se exige que la motivación sea suficiente, el órgano de la
Administración debe adoptar una posición activa y prolija al interior del procedimiento
administrativo con el fin de verificar la veracidad, completitud y pertinencia de los
antecedentes que servirán de base para emitir su decisión. En este caso, a la Administración
-sobre todo a aquella dotada de competencias técnicas- no le está permitido utilizar cualquier
antecedente que obre en el expediente para justificar una decisión, sino que debe determinar con
precisión cuáles son los que satisfacen adecuadamente dicho estándar. Es más, atendida la
naturaleza jurídica del “informe” como el de autos, el estándar se eleva aún más, por cuanto se
espera que la Administración adopte un rol activo en la verificación y obtención de datos que
permitan configurar o descartar, desde un punto de vista técnico o especializado, la concurrencia
de las hipótesis normativas.

61. Sobre el particular, advertirá el Ilustre Tribunal que los considerandos 6 a 11 del Acto Reclamado
señalan que la decisión del Ministerio del Medio Ambiente se ha adoptado sobre la base de la
“Ficha Técnica” elaborada por la SEREMI de Los Lagos. Prueba de lo anterior es el
considerando 10, en el cual se asevera categóricamente que “el Humedal Urbano La Marina,
según consta en la Ficha Técnica, es un humedal natural, ribereño, palustre y lacustre, que
forma parte de la subcuenca del lago Llanquihue y sus afluentes, ubicado en la comuna de
Puerto Varas, Región de Los Lagos, que posee una superficie aproximada de 2,3 hectáreas y
que se ubica parcialmente dentro del límite urbano”.

14 El artículo 3° de la Ley N°19.880 establece que son actos administrativos “las decisiones escritas que adopte la
Administración” así como también los “dictámenes o declaraciones de juicio, constancia o conocimiento que realicen los
órganos de la Administración en el ejercicio de sus competencias”.
15 Alejandro Parodi Tabak (2011), “Dos sentencias de la Corte Suprema: De punto final y de punto suspensivos”, en

Sentencias Destacadas N°7, pág. 173.


16 SCS, de 9 de noviembre de 2020, Rol N°62.904, consid. 14°.

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62. Con todo, revisada la Ficha Técnica se aprecia que aquel documento no contiene un análisis
técnico pormenorizado de las características de la zona ni de los atributos que constituyen
requisito ineludible para su reconocimiento como humedal urbano, por lo que carece de la
suficiente motivación que exige el ordenamiento jurídico para su validez.

63. En efecto, de la sola lectura y contenido de la Ficha Técnica, a esta parte interesada no le es
posible conocer cuáles son los antecedentes concretos que llevaron a la autoridad a determinar
el mentado reconocimiento. Para ilustrar sobre este punto, a continuación se transcriben algunas
de las aseveraciones sostenidas por el organismo técnico:

• La SEREMI de Los Lagos señala “Con la finalidad de validar, modificar o complementar la


información presentada por el municipio, se realizó trabajos de análisis con series
temporales a partir de imágenes de Google Earth Pro”. Sin embargo, no efectúa un trabajo
de argumentación adicional, ni presenta, grafica, expone o detalla los principales resultados
de dicho análisis.

Se esperaría al menos que el organismo incorpore a la Ficha Técnica el contraste de las


imágenes obtenidas de la mencionada plataforma, junto con la explicación de la metodología
utilizada y que los resultados obtenidos son consecuencia inequívoca de aquel estudio.

• Luego, la SEREMI de Los Lagos indica que junto al municipio habrían realizado actividades
de verificación de límites del humedal en terreno, “mediante criterio técnico”, en
consideración de alguno de los criterios del artículo 8° del Reglamento. Al respecto, se indica
“en base al análisis de la vegetación hidrófita evaluada en terreno por profesionales de la
I.M de Puerto Varas y de la SEREMI del Medio Ambiente de la Región de Los Lagos, así
como mediante el análisis de imágenes satelitales con series temporales de 5 años, se justifica
técnicamente modificar la cartografía presentada por el municipio, ajustando los vértices y
coordenadas del polígono propuesto incluyendo zonas que forman parte del mismo humedal
y que cumplen con al menos uno de los tres criterios de delimitación del Art 8° del reglamento
de la Ley de humedales urbanos”.

Nuevamente, el desarrollo argumentativo es evidentemente exiguo, pues no explica qué tipo


de vegetación hidrófita fue la que se encontró en el lugar -que justificaría no sólo el
reconocimiento, sino que también la extensión del polígono propuesto por el municipio-, ni
menos aún indica las características que la hacen reconocible como una vegetación adaptada
a medios acuáticos.

• Enseguida, en el documento se insertan fotografías que supuestamente registrarían: (i) las


actividades realizadas en terreno; (ii) las características del lugar; (iii) la presencia de
vegetación hidrófita.

Dichas imágenes no vienen acompañadas de ninguna descripción, tratamiento o análisis que


proporcione mayor información al organismo acerca del cumplimiento de los requisitos
normativos para el reconocimiento de un humedal urbano. En otras palabras, su inclusión no
constituye antecedente suficiente e inequívoco de las conclusiones a las que llega el informe,
es más, ni siquiera se encuentran georreferencias a los efectos de dar cuenta del lugar exacto
en el que fueron tomadas.

64. En definitiva, de lo señalado se colige necesariamente que el informe técnico y luego también el
Acto Reclamado -que se basa en las conclusiones del primero-, carecen de la motivación
suficiente que es exigida tanto por la normativa general como por la sectorial y, por lo tanto,
dichos actos administrativos han devenido en ilegales. En tal sentido, corresponde que aquellos
sean apartados del ordenamiento jurídico por el Ilustre Tribunal a través del presente control de
legalidad, por cuanto la sanción aparejada a la falta de este requisito esencial no es otra que la
nulidad17.

17Sobre el particular, la Excma. Corte Suprema en sentencia de 23 de mayo de 2018, Rol N°5303-2018 señaló que “la mera
ausencia de motivación suficiente del acto cuestionado lo torna ilegal, lo que resulta suficiente para el éxito del presente
arbitrio, siendo innecesario el analizar los demás argumentos esgrimidos por la actora” (consid. 6°).

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4.4 EL ACTO RECLAMADO ADOLECE DE UN VICIO DE ILEGALIDAD POR


DESVIACIÓN DE PODER O FIN

65. De acuerdo con la jurisprudencia de la Excma. Corte Suprema, la ilegalidad de un acto


administrativo que acarrea su nulidad puede referirse tanto a los clásicos elementos establecidos
en el artículo 7° de la Constitución Política de la República -a saber, ausencia de investidura
regular, incompetencia del órgano y defectos de forma-, como también a la concurrencia de otros
vicios como es el caso de la ilegalidad en cuanto a los motivos -cuya verificación se acreditó en
párrafos anteriores-, la violación de la ley de fondo aplicable y la desviación de poder18. A este
último vicio nos referiremos en lo que sigue.

66. En primer lugar, la “desviación de poder o de fin”, consiste en “la actuación del órgano
administrativo que, realizando un acto de su competencia y respetando las formas legales, ejerce
su potestad en casos, por motivos y para fines distintos de aquellos para los cuales le ha sido
conferida por el ordenamiento”19.

67. En el mismo sentido, la doctrina ha enfatizado que se trata de un vicio del acto administrativo
que queda en evidencia cuando, analizadas las motivaciones del acto, se descubre que no se
cumple el fin para el cual se estableció una determinada potestad. Sobre el particular, autores
han sido enfáticos en el aspecto de los “motivos”, pues “sólo podrá descubrirse una desviación
de poder en caso que se halla hurgado en los motivos. Sin recabarse los motivos, no hay forma
de entrar al fondo del asunto, ni posibilidad de enjuiciar legítima y certeramente si la potestad
se ha ejercido en función del interés público que justificó su establecimiento”20.

68. Corolario de lo señalado es que para determinar si se configura este vicio en autos debe
verificarse (i) cuál es el fin que pretende satisfacer la norma, y (ii) si los motivos del acto
administrativo se relacionan estrictamente con dicha finalidad.

a. Del texto de la Ley N°21.202 y la historia fidedigna de su establecimiento se concluye que


el fin de la norma es reconocer y proteger a nivel legal aquellas zonas que cumplen con las
características de un humedal urbano

69. Diversas disposiciones de la Ley N°21.202 se refieren al fin de esta normativa. El artículo 1°
señala expresamente que “La presente ley tiene por objeto proteger los humedales urbanos
declarados por el Ministerio del Medio Ambiente, de oficio o a petición del municipio
respectivo”. Por su parte, el artículo 2° mandata a la potestad reglamentaria a definir los criterios
mínimos para la sustentabilidad de los humedales urbanos, con el objeto de resguardar sus
características ecológicas y funcionamiento, y de mantener el régimen hidrológico. Asimismo,
dicho precepto indica que -a propósito del reconocimiento-, las municipalidades deberán
establecer en una ordenanza general los criterios para la protección, conservación y preservación
de los humedales urbanos ubicados dentro de los límites de su comuna.

70. Además de escudriñar en su texto, para determinar el fin de la ley resulta lícito consultar la
historia fidedigna de su establecimiento. Así, la Moción Parlamentaria que dio origen al Boletín
N°11.256-1221, establece que “Este proyecto tiene por objeto regular de manera específica e
introducir a nuestra legislación nacional el concepto de humedales urbanos en virtud de la gran
importancia que implican para las ciudades que tienen los humedales urbanos y que a la fecha
no hay ninguna norma a nivel legal que los regule”. Lo anterior, reconociendo que -a esa fecha-
el único instrumento de protección era la Convención de Ramsar ratificada por Chile en 1981.

71. Tenemos que esta normativa sectorial, además de regular la materia a nivel local, busca proteger
aquellas zonas que cumplan con las definiciones legales y reglamentarias para su
reconocimiento. Pero aquella protección se logra evaluando ambientalmente -y en su

18 Entre otras, SCS de 14 de marzo de 2016, Rol N°23.587-2015, considerando 4°.


19 Jaime Jara Schnettler (2004), “La nulidad de derecho público ante la doctrina y la jurisprudencia”, Libromar, Santiago,
pág. 233.
20 Citando a Alejandro Vergara Blanco: José Lledó Veloso y José Pardo Donoso (2013), “El vicio de desviación de poder

en los actos administrativos”, Legal Publishing, Thomson Reuters, Santiago, pág. 47.
21 Moción presentada con fecha 7 de junio de 2017 por los Honorables Senadores Sres. Alfonso De Urresti Longton, Víctor

Pérez Varela, Patricio Walker Prieto, y Sras. Adriana Muñoz D' Albora e Isabel Allende Bussi.

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oportunidad- los proyectos y actividades que puedan significar una alteración de los humedales
reconocidos -artículo 10 letra s) de la Ley N°19.300-, y a través de los instrumentos de
planificación territorial que -luego de incorporar estas zonas reconocidas en la forma que dispone
la ley- establecerán las condiciones bajo las cuales se deberán otorgar los permisos de
urbanización o construcción de obras que se desarrollen en humedales, de conformidad con el
artículo 60 inciso final de la Ley General de Urbanismo y Construcciones (“LGUC”).

b. Forma parte de los motivos del Acto Reclamado la voluntad de la I. Municipalidad de


Puerto Varas de paralizar, frenar e impedir el legítimo ejercicio de la actividad
inmobiliaria en la zona

72. En la ficha técnica presentada por la I. Municipalidad de Puerto Varas, consta que la entidad ha
señalado que la “densificación urbana” es una de las principales amenazas del “Humedal La
Marina”. Sobre el particular, se indica por el municipio que la urbanización del sector, asociada
al aumento de la densidad poblacional y a la proyección de edificaciones de mayor altura,
constituye una presión negativa que alteraría significativamente el ecosistema del humedal.
Cita como ejemplo el “Centro Comercial Doña Emma”, por el cual se habría “rellenado” el borde
costero en el sector La Marina22.

73. De lo anterior se extrae que el principal objetivo de la solicitud de reconocimiento en realidad


es la paralización del ejercicio legítimo de la actividad inmobiliaria en el área. Dicha
motivación forma parte del Acto Reclamado, pues se ha reproducido en sus considerandos 3° y
4°, estableciendo este último que “la información presentada por la Municipalidad para la
identificación del respectivo humedal se encuentra en el documento denominado "Ficha Técnica
Solicitud de Declaración Humedal Urbano". Dicho documento y todos aquellos que se han
tenido en consideración para la presente declaración se encuentran contenidos en el expediente
respectivo”.

74. Aquella pretensión del municipio resulta aún más patente si se tiene a la vista el informe que
fuera acompañado a la solicitud de reconocimiento del “Humedal La Marina Sur”, en el que se
indica, como posible amenaza del humedal, la “Densificación Urbana (posible muelle y centro
comercial)” agregándose que “después de las modificaciones de cauce aguas arriba del
humedal, la construcción de terraplén en el humedal y construcción de camino en el humedal,
urge conocer las obras proyectadas en el humedal, que podrían incluir muelles y centro
comercial, entre otros”23.

75. De lo anterior se acredita que, mediante su solicitud, el municipio ha movilizado una pretensión
que no es coincidente con el fin de la normativa que regula la protección de los humedales
urbanos.

76. Como advertirá SS. Ilustre, el fin de la norma (protección) que conlleva el reconocimiento como
humedal urbano se consigue compatibilizando las actividades humanas con la mantención de las
características elementales de dicha área. La protección no dice relación -ni puede decirlo- con
la prohibición -de plano, siempre y a todo evento- del ejercicio de la actividad inmobiliaria. En
efecto, el artículo 60 inciso final de la LGUC -modificación introducida por la Ley N°21.202-
prevé que los instrumentos de planificación territorial respectivos regularán las condiciones bajo
las cuales deberán otorgarse los permisos de edificación en humedales. No estipula que la
actividad inmobiliaria u otra se impedirán dentro o en la proximidad de una zona con estas
características.

77. Cuando el Acto Reclamado se motiva en la solicitud y antecedentes presentados por un


municipio que en definitiva pretende impedir el legítimo ejercicio de una actividad económica,
se aparta del fin previsto por la normativa sectorial y deviene en ilegal, y así deberá declararlo
SS. Ilustre en su sentencia.

22 Ver pág. 24 de la “Ficha Técnica Solicitud de Declaración Humedal Urbano”, presentada por la I. Municipalidad de
Puerto Varas respecto del reconocimiento del “Humedal Urbano La Marina”.
23 Ver págs. 25 a 26 de la “Ficha Técnica Solicitud de Declaración Humedal Urbano”, presentada por la I. Municipalidad

de Puerto Varas respecto del reconocimiento del “Humedal Urbano La Marina Sur”.

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4.5 EL ACTO RECLAMADO INFRINGE LA LEY DE FONDO APLICABLE, AL


RECONOCER COMO HUMEDAL UNA SUPERFICIE CUBIERTA DE AGUA QUE SE
ENCUENTRA FUERA DEL LÍMITE URBANO

78. La Ley N°21.202 establece su objeto de protección en el artículo 1º y define como humedales
urbanos a “…todas aquellas extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies
cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales,
estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina,
cuya profundidad en marea baja no exceda los seis metros y que se encuentren total o
parcialmente dentro del límite urbano” (énfasis agregado).

79. A continuación se muestran los polígonos definidos por la I. Municipalidad de Puerto Varas y
por el Ministerio del Medio Ambiente, respectivamente, para efectos del reconocimiento del
“Humedal La Marina”:

80. La figura de la izquierda muestra el polígono que el municipio solicitó fuera reconocido como
humedal urbano, mientras que la figura de la derecha grafica el área -marcada en amarillo- que,
en definitiva, el Ministerio del Medio Ambiente declaró como tal.

81. De dicha infografía se advierte claramente que el humedal propiamente tal se encontraría
completamente fuera del límite urbano -delimitada en ambos casos por la línea roja- y que
únicamente el acceso a él se encuentra ubicado dentro del área urbana. Lo anterior constituye
una evidente infracción a la Ley N°21.202 por la ausencia de un requisito fundamental para su
reconocimiento como humedal urbano.

82. En consecuencia, de la definición legal de humedal urbano se sigue que es la zona o superficie
cubierta de aguas la que puede encontrarse total o parcialmente dentro del límite urbano.
En otras palabras, el humedal propiamente tal debe estar al menos parcialmente en zona
urbana.

83. Sin embargo, ello no ocurre en el caso de autos, pues lo único que se encuentra dentro del
límite urbano es un sendero por el cual se accede al área que temporalmente se encontraría
cubierta de aguas.

84. Por lo anterior, advertirá SS. Ilustre que el Acto Reclamado no cumple con uno los supuestos
más básicos y esenciales para reconocer un humedal urbano, infringiendo de forma palmaria la
ley de fondo aplicable.

POR TANTO,

En mérito de lo expuesto y de lo dispuesto en el artículo 3° de la Ley N°21.202, en el artículo 12 del


Reglamento y en las demás normas jurídicas aplicables, solicito al Ilustre Tribunal Ambiental admitir
a trámite el presente recurso de reclamación y, previa tramitación, acogerlo en todas sus partes

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declarando que se deja sin efecto la Resolución Exenta N°830, de 9 de agosto de 2021, publicada en
el Diario Oficial el 13 de septiembre de 2021, que “Reconoce Humedal Urbano La Marina”, con
expresa condena en costas.

PRIMER OTROSÍ: Sírvase el Ilustre Tribunal Ambiental tener por acompañados los siguientes
documentos, en la forma legal que corresponda:

1. Mandato judicial, de 19 de octubre de 2021.

2. Resolución Exenta N°830, de 9 de agosto de 2021, del Ministerio del Medio Ambiente, que
reconoce Humedal Urbano La Marina.

3. Ordinario N°0160, de 4 de febrero de 2021, del Alcalde de la I. Municipalidad de Puerto Varas,


solicita inicio procedimiento de reconocimiento Humedal Urbano La Marina.

4. Ficha Técnica de solicitud de declaración de humedal urbano, presentada por la I. Municipalidad


de Puerto Varas.

5. Resolución Exenta N°25, de 15 de febrero de 2021, de la SEREMI del Medio Ambiente de Los
Lagos, que declara admisible solicitud de reconocimiento del Humedal Urbano La Marina.

6. Presentación del Sr. Alejandro González Del Riego García, de 22 de marzo de 2021.

7. Ficha Análisis Técnico Reconocimiento Humedal Urbano La Marina.

8. Copia certificado de dominio inmueble “Lote 1”, ubicado en el sector La Fábrica de la comuna
de Puerto Varas.

9. Escritura constitución Inversiones F K Limitada y personería del Sr. Claudio Fischer Llop.

SEGUNDO OTROSÍ: Solicito a SS. Ilustre tener presente que, en mi calidad de abogada habilitada
para el ejercicio de la profesión, asumo patrocinio y poder en estos autos en virtud de las facultades
conferidas en el mandato judicial acompañado en el primer otrosí.

TERCER OTROSÍ: Tener presente que para efectos de comunicaciones y notificaciones


proporciono el domicilio ubicado en Benavente #550, piso 12, comuna de Puerto Montt, así como el
correo electrónico cferreiro@bsvv.cl con copia a los correos cmatthei@bsvv.cl; ecarmona@bsvv.cl
y frivadeneira@bsvv.cl

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