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Artritis

El término artritis hace


referencia a la inflamación
de una o varias
articulaciones. La
articulación es la unión
entre dos huesos, que
permite el movimiento y el
soporte mecánico entre
ellos. Las articulaciones
están recubiertas por un tejido que es la membrana sinovial y rodeadas por una cápsula que une a
los dos huesos. El cartílago es otro componente importante que recubre las superficies articulares
aportando resistencia y disminuyendo la fricción entre los huesos.

No debe confundirse la artritis con la artrosis, la cual es una enfermedad degenerativa y no


inflamatoria.

Existen muchos tipos de artritis los más comunes son:

Artritis reumatoide y sus variantes, como la artritis juvenil idiopática, provocadas por fenómenos
de autoinmunidad. La artritis reumatoide es una de las formas de artritis más frecuente.

Artritis por microcristales: la


padecen los afectados de gota y
pseudogota.

Artritis infecciosa también


llamada artritis séptica. Está
causada por una infección de
origen bacteriano, vírico,
micótico o parasitario.

Artritis secundarias a otras enfermedades, como la artritis psoriásica, la artritis asociada a


enfermedad inflamatoria intestinal, la artritis del lupus eritematoso sistémico,

Artritis reactiva. Recibe este nombre la artritis que aparece tras una infección intestinal, genital o
urinaria.

Osteoartritis. El nombre más adecuado de esta afección es artrosis y no es una verdadera artritis,
pues está provocada por fenómenos degenerativos en la articulación y no por inflamación de la
misma.

Etiología
Puede ser por una enfermedad autoinmune, infecciones por virus o bacterias, desgaste (artrosis),
fracturas o depósitos de cristales en la articulación (de ácido úrico o de pirofosfato cálcico).

El dolor inflamatorio puede ser causado por:

Sinovitis: la delgada membrana (sinovio) que recubre las articulaciones se inflama, liberando
sustancias químicas que irritan los nervios y aumentan el fluido en las articulaciones.

Erosiones óseas: los huesos dañados y picados presentes en las articulaciones pueden causar
dolor.

Cápsula articular inflamada: el fluido se acumula en la articulación debido a la membrana sinovial


inflamada, causando presión, rigidez y dolor.

Lesión en los ligamentos: los efectos de la inflamación pueden dañar estas bandas de tejido
flexible que sostienen las articulaciones.

Debilidad muscular: la fuerza muscular reducida provoca que las articulaciones sufran más
tensión.

Fusión articular: sobre todo en las vértebras, pueden fusionarse, haciendo más difícil y doloroso el
movimiento.

Dolor centralizado: el dolor crónico (de larga duración) provocado por la artritis inflamatoria
puede, en algunos casos, hacer que se vuelva más sensible al dolor

La inflamación y daño de la articulación puede ser consecuencia de:

Una enfermedad autoinmunitaria (el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido
sano)

Infección, con frecuencia por bacterias o virus.

Cristales como el ácido úrico o el dihidrato de pirofosfato cálcico

En la mayoría de los casos, la inflamación articular desaparece después de que la causa


desaparece o recibe tratamiento. Algunas veces, no lo hace. Cuando esto sucede, se llama artritis
prolongada (crónica).

Signos

Líquido alrededor de una articulación.

Articulaciones calientes, rojas y sensibles.

Inflamación significativa de la articulación afectada

Dificultad para mover una articulación (denominado "rango de movimiento limitado").

Algunos tipos de artritis pueden causar deformidad articular. Esto puede ser un signo de artritis
reumatoide grave.

Con frecuencia se hacen exámenes de sangre y radiografías de las articulaciones para verificar la
presencia de infección y otras causas de artritis.

Pruebas que permiten confirmar el diagnóstico:


- La tomografía computerizada (TC) para visualizar huesos y el tejido blando que los rodean.

- Resonancia magnética (RM) para conseguir imágenes transversales de tejidos blandos, tendones
y ligamentos.

- Ecografía para comprobar las estructuras que contienen líquido

Síntomas

Dolor en la articulación (artralgia), sobre todo al intentar realizar un movimiento.

Calor, enrojecimiento e inflamación más o menos importante en la zona de la articulación. La


inflamación, el calor y el enrojecimiento pueden ser difíciles de percibir cuando se afectan
articulaciones de gran tamaño como la cadera o el hombro.

Rigidez que dificulta el inicio del movimiento, sobre todo después de haber pasado un tiempo sin
mover la articulación, por ejemplo, al levantarse por la mañana.

Malestar general y otros muchos síntomas dependiendo de cuál sea la enfermedad causante de la
misma.

Zonas afectadas

Las estructuras articulares afectadas por la artritis incluyen:

El sinovio. La membrana sinovial inflamada se llama sinovitis y es una de las características de las
enfermedades articulares crónicas

El hueso adjunto a la articulación.

Los ligamentos y los tendones

El recubrimiento de los ligamentos y los tendones (bursa).

Tratamiento

Medicación, fisioterapia y cirugía

La primera medida del tratamiento de la artritis se basa en la reducción del dolor mediante
analgésicos. La inflamación se trata con antiinflamatorios no esteroides. En caso de artritis de
reumatoide se utilizan también fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad
(DMARD). Los corticoesteroides y la cortisona inhiben el sistema inmunitario y reducen la
inflamación y los modificadores de la respuesta biológica, en combinación con los DMARD, captan
moléculas de proteína que afecta la respuesta inmune.

Un programa de ejercicios de fisioterapia se encamina hacia la mejora de la movilidad en algunos


casos de artritis fortaleciendo los músculos que rodean las articulaciones.

Las opciones de cirugía se encaminan a la reparación articular, la colocación de una prótesis


(normalmente de rodillas y cadera) o reemplazo articular y la fusión de la articulación quitando los
extremos de los huesos en la articulación y fijándolos juntos para que creen una unidad rígida.
Esta última se suele aplicar en caso de articulaciones pequeñas como dedos, tobillo o muñeca.

La mayoría de los tipos de artritis se resuelven con el tratamiento y / o cirugía adecuado, pero las
artritis crónicas como la artritis reumatoide, la artritis psoriásica, la artritis idiopática juvenil o la
espondilitis anquilosante, no tienen cura y requerirán un tratamiento de manera indefinida.

Bibliografía:

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001243.htm

https://conartritis.org/que-es-la-artritis/

https://espanol.arthritis.org/health-wellness/healthy-living/managing-pain/understanding-pain/
causes-of-inflammatory-joint-pain
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001243.htm

Tipos de artritis | CDC». www.cdc.gov

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