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MORAL Y ÉTICA

Utilizamos ética y moral como sinónimos en el lenguaje coloquial donde no


está mal utilizarlas como sinónimas. Pero, ¿son lo mimo?

Profundicemos un poco más. Supongamos que yo tengo una norma que es


decir siempre la verdad. Esta es una norma moral, es decir, guía mis acciones
desde el punto de vista de lo que está bien y lo que está mal.

Supongamos que nos enteramos de que alguien, con muy malas intenciones,
está buscando a otra persona para asesinarla, y que nos pregunta a nosotros si
sabemos dónde se encuentra esa persona. Nosotros lo sabemos. Y nuestra normal
moral nos dice que debemos decir la verdad. ¿Deberemos, en consecuencia, decir
la verdad y ayudar a sí al asesino a encontrar su víctima?

Decidamos lo que decidamos habremos reflexionado sobre esa norma moral


(decir siempre la verdad), y en esa reflexión establezcamos que debe tener
algunos límites y excepciones a la norma. ¿No es así? Pues bien, esa reflexión
que hacemos es lo que comúnmente llamaríamos ética.

Podemos definir la moral como es el conjunto de normas desde las cuales


tomamos nuestras decisiones respecto de lo que está bien y lo que está mal.

La ética es la reflexión acerca de las reglas morales, su fundamento, su


sentido, su validez y sus posibles excepciones. La moral no es solo un conjunto
de normas externas, sino que implica también una aceptación personal y una
actitud acorde con el sentido del deber (figura del policía interior). Aunque la
ética se considera como una rama de la filosofía que reflexiona sobre la moral,
no podemos hablar de oposición , sino de detalles diferenciales , muchas veces
más que nada relativos a aspectos que tienen que ver con la autonomía o
maduración del sujeto.

LA LIBERTAD. EL PROBLEMA DE LA LIBERTAD.

La libertad es un presupuesto moral. Sin ella como ya hemos visto no se


puede hablar de responsabilidad. Sin embargo la existencia de la libertad ha
sido y es un tema de discusión y debate.

El Universo conocido no es un caos sino un Cosmos ordenado donde todo


obedece a leyes, leyes que la ciencia trata de desvelar, que explican el
funcionamiento de ese Cosmos y cuyo conocimiento nos da la posibilidad de
controlarlo y transformarlo.

En ese Cosmos hay un ser, el ser humano, cuyo comportamiento no está


estrictamente determinado por leyes causales sino que, en ocasiones, tiene la
posibilidad de elegir. La libertad, entendida como la posibilidad de elegir
sabemos, que si existe, es condicionada pero para algunos teóricos ni siquiera
existe una libertad condicionada.

Respecto al tema de la libertad hay dos posiciones:


• Determinismo.

• Indeterminismo.

DETERMINISMO.

Niega la existencia de la libertad humana. Según esta doctrina existen


leyes que rigen los acontecimientos del mundo físico, biológico y psicológico; los
movimientos planetarios, la circulación de la sangre, la conducta animal y el
comportamiento humano obedecen a leyes causales inexorables.

Entre los argumentos a favor del determinismo podemos encontrar de tres


tipos: físico, psicológico y sociológico.

➢ Determinismo físico. El argumento principal a favor del


determinismo es que solo hay una realidad, la materia, aunque en diferentes
estados y por tanto no hay razón para suponer que rige un tipo de causalidad
para el Universo y la naturaleza y otro distinto para el ser humano. Las leyes
de la física, la química y la biología se aplican estrictamente y de modo
homogéneo a todos los organismos, incluido nuestro cerebro, son las mismas para
todos los seres, el ser humano, la lechuga y el ratón. Esto significa que la
conducta humana está determianda y que su complejidad no implica que seamos
libres. Lo que llamamos “libertad” no es otra cosa que la imposibilidad, dado el
estado actual de la ciencia, de conocer todas las variables, causas próximas y
remotas, que intervienen en las acciones humanas. Si las pudiéramos conocer,
podríamos predecir con exactitud la conducta de cada persona como ocurre en la
película de “Minority Report” por ejemplo.

➢ Determinismo psicológico. El temperamento, que forma parte de


nuestra herencia genética, y el carácter, que forma parte de nuestro
aprendizaje social, determinan causalmente nuestra conducta. Nuestra
organización psicológica deja muy poco margen para elegir aunque así lo
creamos. Por otra parte siempre elegimos el motivo más fuerte y posteriormente
justificamos nuestra elección con la suposición de que nuestra voluntad decidió
libremente. Simplemente vivimos la ilusión de la libertad.

➢ Determinismo sociológico. Nuestra conducta individual no depende de


nosotros sino que depende de fuertes condicionamientos sociales que nos
controlan y mueven en una dirección u otra. Una cultura, como se ha visto, es un
sistema normativo que nos dice en todo momento lo que debemos hacder. Los usos
sociales, las normas morales, las leyes, las normas institucionales, familiares,
políticas, económicas, y educacionales, nos empujan necesariamente a actuar de
una forma determinada dentro de unos estrechos márgenes que nosotros
ilusoriamente agrandamos.

INDETERMINISMO

Es la doctrina que afirma la existencia de la libertad. Según el


indeterminismo no todo el comportamiento humano está sujeto a leyes, sino que,
al menos en parte, obedece a fines individuales establecidos por la propia
persona. Por ejemplo, un alumno al terminar el Bachillerato parece que goza de
cierta libertad para elegir entre hacer una carrera u optar por un módulo. ElI
alumno debe afrontar el dilema que se le plantea y resolverlo de acuerdo con su
forma de ser, sus metas, sus proyectos, valores y posibilidades materiales

Entre los argumentos a favor del indeterminismo podemos señalar los


siguientes: psicológico, ético y metafísico.

➢ Indeterminismo psicológico. Se basa en la evidencia intuitiva que


tenemos como individuos de que somos libres, es decir, capaces de elegir, siempre
que exista posibilidad y disponibilidad para hacerlo. La constante presentación
de opciones en la vida cotidiana, la selección de alguna de ellas o de ninguna,
el compromiso con su realización, la evaluación de sus consecuencias, todo ello
demuestra que somos capaces de elegir y por tanto somos libres.

➢ Indeterminismo ético. Es incompatible aceptar la dimensión moral


del ser humano y afirmar que nuestra conducta está determinada
necesariamente. No tendría sentido la distinción entre bueno y malo; permitido y
prohibido; moral e inmoral; premio y castigo; conceptos como responsabilidad y
heroicidad no tendrían sentido si no existiese el presupuesto de la libertad.

➢ Indeterminismo metafísico. La mente humana no está sujeta por su


constitución específica a las mismas leyes que el resto de seres naturales, estas
leyes son leyes causales, deterministas e invariables pero una de las
propiedades de la mente humana es su capacidad de pensar y decidir libremente.

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